Casación - Simulaciòn

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CASACIÓN N.

° 1351-2019 PUNO
DELITO DE TRATA DE PERSONAS

ESPECIALISTA – JEAN PIER: En la ciudad de Puno, siendo las seis de la tarde, el


día sábado 24 de diciembre del año 2020, se constituye la señora magistrada de
la Sala Penal de Apelaciones en Adición de Sala Penal Liquidadora y
Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Puno, para realizar la
audiencia de juicio oral en el proceso contra la libertad en la modalidad de
violación a la libertad personal, en su forma de trata de personas agravada, en
perjuicio de la menor identificada con las iniciales Y. V. Q., en agravio del
Estado, representado por la Procuraduría Pública.
Se deja constancia que la presente audiencia será registrada mediante audio
cuya grabación demostrará el modo como se desarrolla el presente juicio
conforme se establece en inciso 2, del artículo 361 del código procesal penal,
pudiéndose acceder a la copia de dicho registro.
JUEZA – THAMARA: Buenas tardes siguiendo con el procedimiento se da inicio a
la presente audiencia escuchando a las partes procesales, se deja constancia
que de ser una diligencia de lectura de integrales de la sentencia y conforme al
artículo 396 numeral 2 del código procesal penal, se dará comienzo, sedo la
palabra a la señorita fiscal.
FISCAL – ISABEL: Gracias señora magistrada, siguiendo con la lectura, se
presentó el cuatro de enero de dos mil diecisiete el requerimiento de acusación
fiscal, donde se imputo la acusación contra Candelaria Elizabeth Umiña Coila,
Rusbell Lucio Villalta Subia y Evelio George Nina Mamani por el delito contra la
libertad en su modalidad de violación de la libertad personal, en su forma de
trata de personas agravada —previsto y sancionado en el artículo 153, tras a ver
captado, trasladado, transportado, acogido y retenido a la menor agraviada, con
fines de explotación laboral y sexual, hecho materializado en el local nocturno
denominado PK2 (Pecados) con el afán de obtener una ventaja económica.
En acta fiscal se redacta que por conocimiento el treinta de agosto de dos mil
quince, la menor agraviada fue a buscar trabajo como mesera, por lo que se
dirigió a la calle Moquegua de la ciudad de Juliaca, lugar donde publican avisos
de ofertas laborales; al no encontrar trabajo, empezó a sollozar.
Sucediendo ante eso aproximadamente a las 16:00 horas, se le acercó la
procesada Umiña Coila, para preguntarle por los motivos de su tristeza, a lo que
la menor respondió contándole las razones, ante lo que recibió consejos
favorables y alentadores; de esa manera, la procesada logró ganarse la
confianza de la menor. En tal situación le ofreció trabajo en el local nocturno
“Pecados”, ubicado en la Panamericana Sur, a la altura del kilómetro 4.5 de la
vía Puno-Desaguadero, propuesta que la agraviada rechazó en un primer
momento. No obstante, la procesada le explicó en qué consistía dicho trabajo,
qué cosas hacían y cuáles no, indicándole que trabajaría en un bar
acompañando a caballeros, señores que concurrían al citado bar, debiendo
distraerlos un poco, hacerles sonreír.
Luego la menor accedió a la oferta laboral y la procesada la invitó a comer. Es
así que, una vez que la menor fue convencida y al no tener dónde quedarse, ese
mismo día, aproximadamente a las 17:30 horas, aceptó irse con la procesada,
por lo que se trasladaron juntas hasta Puno y arribaron específicamente a la
urbanización Chanu Chanu, primera etapa, manzana I, lote 23, lugar donde
habitaban varias señoritas con los sobrenombres de “Yasmin, Estefani y
Pamela”, y la procesada la acogió creando las condiciones necesarias para la
explotación laboral y sexual; allí le prestaba alimentación y alojamiento a la
menor, la trasladaba todas las noches al bar nocturno, desde las 20:00 horas
hasta las 5:30 horas del día siguiente y le indicó cómo debía trabajar y atender a
los clientes del bar nocturno, estableciendo, a su vez, que ganaría en fichas la
suma de S/ 1200 (mil doscientos soles) al final del mes por su trabajo como
dama de compañía. Asimismo, le compró ropa como pantalones licra, botines y
maquillaje.
La procesada llevaba un registro, esto es, un fichaje de las damas de compañía,
entre ellas, de la menor agraviada, quien fue registrada con el nombre de
“Dayana”; además, tenía un talonario de tickets de color amarillo (fichas), con el
sello del local nocturno PK2 (Pecados). Del mismo modo, la agraviada y las
demás damas de compañía, para poder ausentarse del local nocturno o de la
vivienda donde se alojaban, debían pedir permiso a la procesada, informándole
la hora de salida, regreso y el lugar a donde se dirigían.
Por testimonio de la menor se tiene por conocimiento que comenzó a trabajar y
logró obtener S/ 85 (ochenta y cinco soles). El segundo día, la procesada la
recogió a las 6:00 horas y le dio un descanso hasta las 12:00 horas, para luego
recogerla y llevarla al local nocturno; todos los días seguía la misma rutina.
A los doce días, la agraviada se retiró con destino a la ciudad de Arequipa, para
postular a la Escuela de la Policía Nacional del Perú (PNP). El veinte de
septiembre de dos mil quince, la menor regresó a Puno para inscribirse en el
examen de admisión de la PNP; no obstante, no logró conseguir apoyo
económico de su madre para tal propósito, por lo que, al encontrarse en la
necesidad apremiante de conseguir dinero, el treinta de octubre decidió
regresar a trabajar con la procesada en el bar nocturno PK2 (Pecados).
En esta oportunidad, la procesada le hizo la advertencia que era peligroso y que
no quería tener problemas con menores de edad. La agraviada trabajó de
manera continua hasta el catorce de noviembre de dos mil quince, fecha en la
que se produjo la intervención policial y fiscal en el local nocturno, donde, entre
otras féminas, se encontró a la menor agraviada, así como a los trabajadores
Rusbell Lucio Villalta Subia cajero y encargado del local nocturno en ausencia de
la propietaria del local y Evelio George Nina Mamani mozo del local. La
procesada Candelaria Elizabeth Umiña Coila es propietaria del local.
Asimismo se da a conocer que mediante sentencia del veintitrés de agosto de
dos mil diecisiete, expedida por el Juzgado Penal Colegiado de Puno, se absolvió
a Rusbell Lucio Villalta Subia y Evelio George Nina Mamani de la acusación fiscal,
y se condenó a la procesada Candelaria Elizabeth Umiña Coila, a quien se le
impuso la pena de doce años de privación de la libertad efectiva, inhabilitación
por el periodo de cuatro años, conforme al inciso 4 del artículo 36 del Código
Penal, y se fijó por concepto de reparación civil la suma de S/ 5000 (cinco mil
soles), que deberá abonar a favor de la agraviada identificada con iniciales Y. V.
Q. (folio 150). Esta sentencia, en su extremo condenatorio, fue impugnada por
la encausada Umiña Coila (folio 172). Es así que, mediante la sentencia de vista
del veintisiete de noviembre de dos mil diecisiete, la Sala Penal de Apelaciones
en Adición de Sala Penal Liquidadora de Puno (folio 76 del cuaderno de
apelación), resolvió declarar nulo el extremo de la sentencia condenatoria y
ordenó un nuevo juicio oral por otro Juzgado Colegiado. Eso sería todo señora
magistrada.
JUEZA – THAMARA: Bien ya habiendo escuchado a la parte fiscal procedemos a
dar pase a la defensa técnica.
DEFENSA TECNICA – CHUJUTALLI: Gracias señora magistrada, si bien es cierto la
motivación escrita de las resoluciones judiciales es un principio y derecho de la
función jurisdiccional reconocido en el inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Estado. En virtud de la cual, todos los jueces de las
diversas instancias están obligados a fundamentar en razones de hecho y de
derecho las decisiones que emitan. Estas decisiones, según el artículo 123 del
Código Procesal Penal, son los autos y sentencias, exceptuándose los decretos,
de mero impulso procesal. En tanto a ello el requerimiento fiscal no tiene las
bases fundamentales para tener una motivación a que se pueda acusar a los
procesados, tiene una carencia formal de la estructura de su prueba de delito.
Tiene una motivación insuficiente ya que comprende la falta de examen
respecto de los siguientes puntos:
a) aspectos centrales o trascendentales del objeto del debate que son los
puntos relevantes objeto de acusación y defensa, esto es, pretensiones en
sentido propio y no meras alegaciones que apoyen una pretensión
b) pruebas esenciales o decisivas para su definición y entidad, sin las cuales
pierde sentido la actividad probatoria, y las postulaciones y alegaciones de las
partes procesales
c) la calificación de los hechos en el tipo legal tipicidad y de las demás categorías
del delito relevante, de la intervención delictiva, de las circunstancias eximentes
o modificativas de la responsabilidad en caso de haber concurrido
d) la medición de la pena y fijación de la reparación civil cuando correspondiere.
Nuestro país es uno de los lugares donde tiene lugar la comisión del delito en
examen, nuestro territorio constituye un lugar de tránsito, circulación o destino
de los agraviados, siendo las principales víctimas: mujeres en especial las
adolescentes, niñas y niños, que son sometidos especialmente a trabajos
forzosos y a la explotación laboral y sexual. En tal sentido, el Estado ha asumido
el compromiso de luchar contra este terrible flagelo. Por su parte, el artículo 2,
inciso 24, literal b, de la Constitución Política del Estado reconoce el derecho a la
libertad personal. De esta manera, no se permite forma alguna de restricción de
este derecho y, por ende, están prohibidas la esclavitud, la servidumbre y la
trata de seres humanos en cualquiera de sus formas.
Es una acusación grave que se formula a mi parte acusada señora magistrada
por ello pido la reevaluación de aquel requerimiento fiscal, por tiene una gran
carencia de motivaciones ya que si bien es cierto de la declaración de la
agraviada en cámara Gesell se tiene que si bien la agraviada mintió al inicio
sobre su edad primer momento, luego le dijo a la procesada que tenía diecisiete
años y aquella respondió: “Asu, ya, es peligroso”, después se retiró y viajó a
Arequipa para estudiar. Posteriormente, cuando regresó al local nocturno
segundo momento la procesada permitió y consintió su regreso, aseverando
que tendrían cuidado, porque era peligroso.
JUEZA – THAMARA: Bien escuchado las palabras de la defensa pasamos a la
señorita fiscal, para que siga con su lectura y poder resolver este conflicto,
analizando la observancia por parte de la defensa en tanto a las motivaciones.
FISCAL – ISABEL: Si bien es cierto señores el delito de trata de personas agota su
realización en actos de promoción, favorecimiento, financiación o facilitación
del acopio, custodia, traslado, entrega o recepción de personas dentro del país
o para su ingreso o salida de él, con la finalidad de que ejerzan la prostitución o
sean sometidas a esclavitud o explotación sexual. Es un delito de tendencia
interna trascendente donde el uso sexual del sujeto pasivo es una finalidad cuya
realización está más allá de la conducta típica que debe desplegar el agente
pero que debe acompañar el dolo con que este actúa. Es más, el delito estaría
perfeccionado incluso en el caso de que la víctima captada, desplazada o
entregada no llegue nunca a ejercer la prostitución o se frustre, por cualquier
motivo o circunstancia, su esclavitud o explotación sexual por terceros.
También se tiene por conocimiento que el que, mediante violencia, amenaza u
otras formas de coacción, privación de la libertad, fraude, engaño, abuso de
poder o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o
de cualquier beneficio, capta, transporta, traslada, acoge, recibe o retiene a
otro, en el territorio de la República o para su salida o entrada del país con fines
de explotación, es reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni
mayor de quince años.
ESPECIALISTA – JEAN PIER: Bien ya habiendo escuchado a la parte fiscal con el
requerimiento acusatorio y a la defensa con respecto a la falta de motivación de
la fiscalía, procedemos a escuchar a la procuraduría publica acerca de este
delito y su opinión en base a ello.
PROCURADURIA PÙBLICA – PABLO: Si bien es cierto la procesada Candelaria
Elizabeth Umiña Coila, fue acusada como autora del delito de trata de personas,
bajo la agravante de que la agraviada era menor de edad, conducta prevista y
sancionada en el artículo 153, concordado con el artículo 153-A del Código
Penal.
Esta decisión fue impugnada por la defensa de la encausada, sustentando como
agravios, entre otros, que la señora Umiña Coila no tenía conocimiento de que
la agraviada era menor de edad la menor tenía apariencia de ser mayor de
edad, así como no está probado que exista la conducta de captación, traslado y
acogimiento. Por tanto, por el principio de limitación recursal, que fija los
límites de revisión, la Sala Superior debía emitir pronunciamiento sobre dos
aspectos: si los hechos configuran el delito de trata de personas en su forma
básica y si se presenta la agravante aludida.
El representante del Ministerio Público, en su acusación, ha indicado dos
momentos de la realización del delito imputado. Así, el primer momento se dio
cuando la encausada conoció a la agraviada y la llevó a trabajar al bar nocturno
PK2 (Pecados) como dama de compañía. El segundo momento se dio cuando la
menor regresó al referido oficio por necesidad de dinero, pues su mamá no la
podía apoyar en sus estudios.
En ese sentido, la valoración que realiza de la declaración de la menor agraviada
es parcial, pues solo confiere relevancia al hecho de que mintió sobre su edad y
condicionó la exigibilidad del conocimiento de su verdadera edad a la misma
agraviada, al afirmar que esta no mostró los documentos necesarios para
conocer su respectiva edad.
Ahora si bien es cierto sobre la base de los fundamentos jurídicos y
jurisprudenciales respecto al delito de trata de personas antes detallado se
exponen las razones por las que se determina que la conducta es típica,
antijurídica y culpable.
En cuanto a la agravante que se le imputa a la encausada, inciso 4 del artículo
153-A del Código Penal la agraviada era menor de edad, pues tenía diecisiete
años, tal como se ha precisado en los fundamentos precedentes, si se alega
error de tipo, la carga de la prueba de un error vencible o invencible
corresponde a quien lo alega, no cabe simplemente, como en el caso que nos
ocupa, alegar solo que la menor mintió o que no presentó sus documentos, eso
sería todo señora magistrada, gracias.
JUEZA – THAMARA: Bien ya habiendo escuchado a la defensa, a la parte fiscal y
a la procuraduría, siendo 24 de diciembre, se declara fundado el recurso de
casación interpuesto por el Ministerio Público, por la causal de inobservancia de
la debida motivación de las resoluciones judiciales inciso 4 del artículo 429 del
Código Procesal Penal contra la sentencia de vista expedida el nueve de mayo
de dos mil diecinueve por los integrantes de la Sala Penal de Apelaciones en
Adición Sala Penal Liquidadora y Especializada en Delitos de Corrupción de
Funcionarios de Puno, que revocó la sentencia condenatoria de primera
instancia del veintiuno de agosto de dos mil dieciocho y, reformándola, absolvió
a la encausada Candelaria Elizabeth Umiña Coila de la acusación fiscal como
autora del delito contra la libertad en la modalidad de violación a la libertad
personal, en su forma de trata de personas agravada, en perjuicio de la menor
identificada con las iniciales Y. V. Q. Confirmando la sentencia contra Candelaria
Elizabeth Umiña Coila como autora de la comisión del delito contra la libertad
en la modalidad de violación a la libertad personal, en su forma de trata de
personas agravada previsto y sancionado en el artículo 153, concordado con el
artículo 153-A, inciso 4, del Código Penal, en agravio de la menor de iniciales Y.
V. Q. En consecuencia, le impuso doce años de pena privativa de libertad
efectiva, inhabilitación por el periodo de cuatro años, conforme al inciso 4 del
artículo 36 del Código Penal, y se fijó por concepto de reparación civil la suma
de S/ 5000 (cinco mil soles), que deberá abonar a favor de la menor agraviada;
con lo demás que contiene.
Queda cerrado audiencia.

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