Este documento resume una audiencia judicial sobre un caso de trata de personas en Puno, Perú. La fiscal presenta los detalles del caso contra tres acusados por captar y explotar laboral y sexualmente a una menor identificada como Y.V.Q. en un bar nocturno. Dos de los acusados fueron absueltos previamente. La defensa argumenta que la acusación fiscal carece de fundamentación y pruebas suficientes para condenar a su cliente. El juez escucha los argumentos de ambas partes.
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Este documento resume una audiencia judicial sobre un caso de trata de personas en Puno, Perú. La fiscal presenta los detalles del caso contra tres acusados por captar y explotar laboral y sexualmente a una menor identificada como Y.V.Q. en un bar nocturno. Dos de los acusados fueron absueltos previamente. La defensa argumenta que la acusación fiscal carece de fundamentación y pruebas suficientes para condenar a su cliente. El juez escucha los argumentos de ambas partes.
Este documento resume una audiencia judicial sobre un caso de trata de personas en Puno, Perú. La fiscal presenta los detalles del caso contra tres acusados por captar y explotar laboral y sexualmente a una menor identificada como Y.V.Q. en un bar nocturno. Dos de los acusados fueron absueltos previamente. La defensa argumenta que la acusación fiscal carece de fundamentación y pruebas suficientes para condenar a su cliente. El juez escucha los argumentos de ambas partes.
Este documento resume una audiencia judicial sobre un caso de trata de personas en Puno, Perú. La fiscal presenta los detalles del caso contra tres acusados por captar y explotar laboral y sexualmente a una menor identificada como Y.V.Q. en un bar nocturno. Dos de los acusados fueron absueltos previamente. La defensa argumenta que la acusación fiscal carece de fundamentación y pruebas suficientes para condenar a su cliente. El juez escucha los argumentos de ambas partes.
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CASACIÓN N.
° 1351-2019 PUNO DELITO DE TRATA DE PERSONAS
ESPECIALISTA – JEAN PIER: En la ciudad de Puno, siendo las seis de la tarde, el
día sábado 24 de diciembre del año 2020, se constituye la señora magistrada de la Sala Penal de Apelaciones en Adición de Sala Penal Liquidadora y Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Puno, para realizar la audiencia de juicio oral en el proceso contra la libertad en la modalidad de violación a la libertad personal, en su forma de trata de personas agravada, en perjuicio de la menor identificada con las iniciales Y. V. Q., en agravio del Estado, representado por la Procuraduría Pública. Se deja constancia que la presente audiencia será registrada mediante audio cuya grabación demostrará el modo como se desarrolla el presente juicio conforme se establece en inciso 2, del artículo 361 del código procesal penal, pudiéndose acceder a la copia de dicho registro. JUEZA – THAMARA: Buenas tardes siguiendo con el procedimiento se da inicio a la presente audiencia escuchando a las partes procesales, se deja constancia que de ser una diligencia de lectura de integrales de la sentencia y conforme al artículo 396 numeral 2 del código procesal penal, se dará comienzo, sedo la palabra a la señorita fiscal. FISCAL – ISABEL: Gracias señora magistrada, siguiendo con la lectura, se presentó el cuatro de enero de dos mil diecisiete el requerimiento de acusación fiscal, donde se imputo la acusación contra Candelaria Elizabeth Umiña Coila, Rusbell Lucio Villalta Subia y Evelio George Nina Mamani por el delito contra la libertad en su modalidad de violación de la libertad personal, en su forma de trata de personas agravada —previsto y sancionado en el artículo 153, tras a ver captado, trasladado, transportado, acogido y retenido a la menor agraviada, con fines de explotación laboral y sexual, hecho materializado en el local nocturno denominado PK2 (Pecados) con el afán de obtener una ventaja económica. En acta fiscal se redacta que por conocimiento el treinta de agosto de dos mil quince, la menor agraviada fue a buscar trabajo como mesera, por lo que se dirigió a la calle Moquegua de la ciudad de Juliaca, lugar donde publican avisos de ofertas laborales; al no encontrar trabajo, empezó a sollozar. Sucediendo ante eso aproximadamente a las 16:00 horas, se le acercó la procesada Umiña Coila, para preguntarle por los motivos de su tristeza, a lo que la menor respondió contándole las razones, ante lo que recibió consejos favorables y alentadores; de esa manera, la procesada logró ganarse la confianza de la menor. En tal situación le ofreció trabajo en el local nocturno “Pecados”, ubicado en la Panamericana Sur, a la altura del kilómetro 4.5 de la vía Puno-Desaguadero, propuesta que la agraviada rechazó en un primer momento. No obstante, la procesada le explicó en qué consistía dicho trabajo, qué cosas hacían y cuáles no, indicándole que trabajaría en un bar acompañando a caballeros, señores que concurrían al citado bar, debiendo distraerlos un poco, hacerles sonreír. Luego la menor accedió a la oferta laboral y la procesada la invitó a comer. Es así que, una vez que la menor fue convencida y al no tener dónde quedarse, ese mismo día, aproximadamente a las 17:30 horas, aceptó irse con la procesada, por lo que se trasladaron juntas hasta Puno y arribaron específicamente a la urbanización Chanu Chanu, primera etapa, manzana I, lote 23, lugar donde habitaban varias señoritas con los sobrenombres de “Yasmin, Estefani y Pamela”, y la procesada la acogió creando las condiciones necesarias para la explotación laboral y sexual; allí le prestaba alimentación y alojamiento a la menor, la trasladaba todas las noches al bar nocturno, desde las 20:00 horas hasta las 5:30 horas del día siguiente y le indicó cómo debía trabajar y atender a los clientes del bar nocturno, estableciendo, a su vez, que ganaría en fichas la suma de S/ 1200 (mil doscientos soles) al final del mes por su trabajo como dama de compañía. Asimismo, le compró ropa como pantalones licra, botines y maquillaje. La procesada llevaba un registro, esto es, un fichaje de las damas de compañía, entre ellas, de la menor agraviada, quien fue registrada con el nombre de “Dayana”; además, tenía un talonario de tickets de color amarillo (fichas), con el sello del local nocturno PK2 (Pecados). Del mismo modo, la agraviada y las demás damas de compañía, para poder ausentarse del local nocturno o de la vivienda donde se alojaban, debían pedir permiso a la procesada, informándole la hora de salida, regreso y el lugar a donde se dirigían. Por testimonio de la menor se tiene por conocimiento que comenzó a trabajar y logró obtener S/ 85 (ochenta y cinco soles). El segundo día, la procesada la recogió a las 6:00 horas y le dio un descanso hasta las 12:00 horas, para luego recogerla y llevarla al local nocturno; todos los días seguía la misma rutina. A los doce días, la agraviada se retiró con destino a la ciudad de Arequipa, para postular a la Escuela de la Policía Nacional del Perú (PNP). El veinte de septiembre de dos mil quince, la menor regresó a Puno para inscribirse en el examen de admisión de la PNP; no obstante, no logró conseguir apoyo económico de su madre para tal propósito, por lo que, al encontrarse en la necesidad apremiante de conseguir dinero, el treinta de octubre decidió regresar a trabajar con la procesada en el bar nocturno PK2 (Pecados). En esta oportunidad, la procesada le hizo la advertencia que era peligroso y que no quería tener problemas con menores de edad. La agraviada trabajó de manera continua hasta el catorce de noviembre de dos mil quince, fecha en la que se produjo la intervención policial y fiscal en el local nocturno, donde, entre otras féminas, se encontró a la menor agraviada, así como a los trabajadores Rusbell Lucio Villalta Subia cajero y encargado del local nocturno en ausencia de la propietaria del local y Evelio George Nina Mamani mozo del local. La procesada Candelaria Elizabeth Umiña Coila es propietaria del local. Asimismo se da a conocer que mediante sentencia del veintitrés de agosto de dos mil diecisiete, expedida por el Juzgado Penal Colegiado de Puno, se absolvió a Rusbell Lucio Villalta Subia y Evelio George Nina Mamani de la acusación fiscal, y se condenó a la procesada Candelaria Elizabeth Umiña Coila, a quien se le impuso la pena de doce años de privación de la libertad efectiva, inhabilitación por el periodo de cuatro años, conforme al inciso 4 del artículo 36 del Código Penal, y se fijó por concepto de reparación civil la suma de S/ 5000 (cinco mil soles), que deberá abonar a favor de la agraviada identificada con iniciales Y. V. Q. (folio 150). Esta sentencia, en su extremo condenatorio, fue impugnada por la encausada Umiña Coila (folio 172). Es así que, mediante la sentencia de vista del veintisiete de noviembre de dos mil diecisiete, la Sala Penal de Apelaciones en Adición de Sala Penal Liquidadora de Puno (folio 76 del cuaderno de apelación), resolvió declarar nulo el extremo de la sentencia condenatoria y ordenó un nuevo juicio oral por otro Juzgado Colegiado. Eso sería todo señora magistrada. JUEZA – THAMARA: Bien ya habiendo escuchado a la parte fiscal procedemos a dar pase a la defensa técnica. DEFENSA TECNICA – CHUJUTALLI: Gracias señora magistrada, si bien es cierto la motivación escrita de las resoluciones judiciales es un principio y derecho de la función jurisdiccional reconocido en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado. En virtud de la cual, todos los jueces de las diversas instancias están obligados a fundamentar en razones de hecho y de derecho las decisiones que emitan. Estas decisiones, según el artículo 123 del Código Procesal Penal, son los autos y sentencias, exceptuándose los decretos, de mero impulso procesal. En tanto a ello el requerimiento fiscal no tiene las bases fundamentales para tener una motivación a que se pueda acusar a los procesados, tiene una carencia formal de la estructura de su prueba de delito. Tiene una motivación insuficiente ya que comprende la falta de examen respecto de los siguientes puntos: a) aspectos centrales o trascendentales del objeto del debate que son los puntos relevantes objeto de acusación y defensa, esto es, pretensiones en sentido propio y no meras alegaciones que apoyen una pretensión b) pruebas esenciales o decisivas para su definición y entidad, sin las cuales pierde sentido la actividad probatoria, y las postulaciones y alegaciones de las partes procesales c) la calificación de los hechos en el tipo legal tipicidad y de las demás categorías del delito relevante, de la intervención delictiva, de las circunstancias eximentes o modificativas de la responsabilidad en caso de haber concurrido d) la medición de la pena y fijación de la reparación civil cuando correspondiere. Nuestro país es uno de los lugares donde tiene lugar la comisión del delito en examen, nuestro territorio constituye un lugar de tránsito, circulación o destino de los agraviados, siendo las principales víctimas: mujeres en especial las adolescentes, niñas y niños, que son sometidos especialmente a trabajos forzosos y a la explotación laboral y sexual. En tal sentido, el Estado ha asumido el compromiso de luchar contra este terrible flagelo. Por su parte, el artículo 2, inciso 24, literal b, de la Constitución Política del Estado reconoce el derecho a la libertad personal. De esta manera, no se permite forma alguna de restricción de este derecho y, por ende, están prohibidas la esclavitud, la servidumbre y la trata de seres humanos en cualquiera de sus formas. Es una acusación grave que se formula a mi parte acusada señora magistrada por ello pido la reevaluación de aquel requerimiento fiscal, por tiene una gran carencia de motivaciones ya que si bien es cierto de la declaración de la agraviada en cámara Gesell se tiene que si bien la agraviada mintió al inicio sobre su edad primer momento, luego le dijo a la procesada que tenía diecisiete años y aquella respondió: “Asu, ya, es peligroso”, después se retiró y viajó a Arequipa para estudiar. Posteriormente, cuando regresó al local nocturno segundo momento la procesada permitió y consintió su regreso, aseverando que tendrían cuidado, porque era peligroso. JUEZA – THAMARA: Bien escuchado las palabras de la defensa pasamos a la señorita fiscal, para que siga con su lectura y poder resolver este conflicto, analizando la observancia por parte de la defensa en tanto a las motivaciones. FISCAL – ISABEL: Si bien es cierto señores el delito de trata de personas agota su realización en actos de promoción, favorecimiento, financiación o facilitación del acopio, custodia, traslado, entrega o recepción de personas dentro del país o para su ingreso o salida de él, con la finalidad de que ejerzan la prostitución o sean sometidas a esclavitud o explotación sexual. Es un delito de tendencia interna trascendente donde el uso sexual del sujeto pasivo es una finalidad cuya realización está más allá de la conducta típica que debe desplegar el agente pero que debe acompañar el dolo con que este actúa. Es más, el delito estaría perfeccionado incluso en el caso de que la víctima captada, desplazada o entregada no llegue nunca a ejercer la prostitución o se frustre, por cualquier motivo o circunstancia, su esclavitud o explotación sexual por terceros. También se tiene por conocimiento que el que, mediante violencia, amenaza u otras formas de coacción, privación de la libertad, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o de cualquier beneficio, capta, transporta, traslada, acoge, recibe o retiene a otro, en el territorio de la República o para su salida o entrada del país con fines de explotación, es reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de quince años. ESPECIALISTA – JEAN PIER: Bien ya habiendo escuchado a la parte fiscal con el requerimiento acusatorio y a la defensa con respecto a la falta de motivación de la fiscalía, procedemos a escuchar a la procuraduría publica acerca de este delito y su opinión en base a ello. PROCURADURIA PÙBLICA – PABLO: Si bien es cierto la procesada Candelaria Elizabeth Umiña Coila, fue acusada como autora del delito de trata de personas, bajo la agravante de que la agraviada era menor de edad, conducta prevista y sancionada en el artículo 153, concordado con el artículo 153-A del Código Penal. Esta decisión fue impugnada por la defensa de la encausada, sustentando como agravios, entre otros, que la señora Umiña Coila no tenía conocimiento de que la agraviada era menor de edad la menor tenía apariencia de ser mayor de edad, así como no está probado que exista la conducta de captación, traslado y acogimiento. Por tanto, por el principio de limitación recursal, que fija los límites de revisión, la Sala Superior debía emitir pronunciamiento sobre dos aspectos: si los hechos configuran el delito de trata de personas en su forma básica y si se presenta la agravante aludida. El representante del Ministerio Público, en su acusación, ha indicado dos momentos de la realización del delito imputado. Así, el primer momento se dio cuando la encausada conoció a la agraviada y la llevó a trabajar al bar nocturno PK2 (Pecados) como dama de compañía. El segundo momento se dio cuando la menor regresó al referido oficio por necesidad de dinero, pues su mamá no la podía apoyar en sus estudios. En ese sentido, la valoración que realiza de la declaración de la menor agraviada es parcial, pues solo confiere relevancia al hecho de que mintió sobre su edad y condicionó la exigibilidad del conocimiento de su verdadera edad a la misma agraviada, al afirmar que esta no mostró los documentos necesarios para conocer su respectiva edad. Ahora si bien es cierto sobre la base de los fundamentos jurídicos y jurisprudenciales respecto al delito de trata de personas antes detallado se exponen las razones por las que se determina que la conducta es típica, antijurídica y culpable. En cuanto a la agravante que se le imputa a la encausada, inciso 4 del artículo 153-A del Código Penal la agraviada era menor de edad, pues tenía diecisiete años, tal como se ha precisado en los fundamentos precedentes, si se alega error de tipo, la carga de la prueba de un error vencible o invencible corresponde a quien lo alega, no cabe simplemente, como en el caso que nos ocupa, alegar solo que la menor mintió o que no presentó sus documentos, eso sería todo señora magistrada, gracias. JUEZA – THAMARA: Bien ya habiendo escuchado a la defensa, a la parte fiscal y a la procuraduría, siendo 24 de diciembre, se declara fundado el recurso de casación interpuesto por el Ministerio Público, por la causal de inobservancia de la debida motivación de las resoluciones judiciales inciso 4 del artículo 429 del Código Procesal Penal contra la sentencia de vista expedida el nueve de mayo de dos mil diecinueve por los integrantes de la Sala Penal de Apelaciones en Adición Sala Penal Liquidadora y Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Puno, que revocó la sentencia condenatoria de primera instancia del veintiuno de agosto de dos mil dieciocho y, reformándola, absolvió a la encausada Candelaria Elizabeth Umiña Coila de la acusación fiscal como autora del delito contra la libertad en la modalidad de violación a la libertad personal, en su forma de trata de personas agravada, en perjuicio de la menor identificada con las iniciales Y. V. Q. Confirmando la sentencia contra Candelaria Elizabeth Umiña Coila como autora de la comisión del delito contra la libertad en la modalidad de violación a la libertad personal, en su forma de trata de personas agravada previsto y sancionado en el artículo 153, concordado con el artículo 153-A, inciso 4, del Código Penal, en agravio de la menor de iniciales Y. V. Q. En consecuencia, le impuso doce años de pena privativa de libertad efectiva, inhabilitación por el periodo de cuatro años, conforme al inciso 4 del artículo 36 del Código Penal, y se fijó por concepto de reparación civil la suma de S/ 5000 (cinco mil soles), que deberá abonar a favor de la menor agraviada; con lo demás que contiene. Queda cerrado audiencia.