Con Dios La U Es Mucho Mejor - GELC UCHILE
Con Dios La U Es Mucho Mejor - GELC UCHILE
Con Dios La U Es Mucho Mejor - GELC UCHILE
9 789566 133100
Con Dios la U
es mucho mejor
Con Dios la U es mucho mejor
ISBN: 978-956-6133-10-0
Impreso por:
Ediciones on Demand
www.edicionesondemand.cl
[7]
Dios nos concedió trabajar como equipo, unidos en
un mismo sentir y anhelo. Unos en la preparación del
formulario donde se recibirían los testimonios, otros en
diseño y difusión de esta hermosa iniciativa a través de
distintos canales de comunicación, otros en la revisión y
edición de cada uno de los testimonios que hoy se presentan.
No somos profesionales en estas áreas, pero creemos que las
oportunidades y habilidades que Dios nos ha concedido
solo por su gracia y para su gloria, deben ser ofrendadas
para su servicio.
No podemos expresar con palabras el gozo que sentimos
cuando comenzaron a llegar los primeros testimonios,
algunos en formato de texto, otros en formato audio, pero
todos con experiencias llenas de la presencia de Dios.
Así se fueron sumando uno a uno y nuestro gozo iba en
aumento, aunque también nuestra preocupación. En cierto
punto parecía una labor imposible de lograr, los periodos de
pruebas y exámenes nos quitaban mucho tiempo, pero en
esos momentos donde la duda quería acecharnos, Dios nos
alentaba y nos recordaba que no eran nuestras capacidades,
sino que era él quien dirigía nuestra labor.
Leyendo y editando cada uno de los testimonios, lágrimas
corrían por nuestras mejillas, contemplando cómo el poder
de Dios se muestra en estos tiempos, cómo responde las
peticiones de todo aquel que con corazón sincero clama a
él y como en los valles de sombras y en los momentos de
más angustia, Cristo, la roca inamovible de los siglos acude
a nuestro rescate, permaneciendo fiel a pesar de nuestra
infidelidad.
El libro que tiene hoy en sus manos es resultado de un
trabajo en conjunto de mucha juventud que quiso ofrendar
su tiempo, sus talentos y todo lo que tenían para que el
nombre de Dios pueda ser compartido desde una perspectiva
personal y basada en la propia experiencia. Agradecemos
a todos quienes han dispuesto en su corazón participar
[8]
enviando cada uno de estos 50 testimonios y deseamos que
Dios les bendiga en gran manera y les permita poder seguir
compartiendo de su amor en todo lugar y en cada etapa de
sus vidas.
Nuestro gran anhelo es que usted, quien está leyendo
este libro, pueda conocer a Jesús como Salvador, pueda
gozar así de su paz en medio de la tormenta, su favor en
medio de la aflicción y, sobre todo, la esperanza gloriosa de
la vida eterna. Deseamos que aquel que se siente lejos de
Dios pueda recordar que no importa lo que haya hecho, el
amor de Jesús le espera con los brazos abiertos para restaurar
su vida y hacer que su testimonio impacte en el entorno
académico donde Dios le ha colocado y en todo lugar.
En GELC hay un espacio para ti, ven y comprueba que,
con Dios, la U es mucho mejor.
Martina Valdés
Jefa Proyecto Libro de Testimonios
GELC Universidad de Chile
[9]
[10]
Prólogo
[11]
forma particular por sus propias manos, dejando huella de
su más profunda gratitud y del deseo de impartir el amor de
Jesús para bendición de cada lector.
Como podrá ver, Dios está en medio de todas nuestras
actividades, no solo en un templo, no solo en la casa donde
descansamos al final del día, también está con nosotros en
la calle, en las aulas, en las evaluaciones y las conversaciones,
demostrándonos permanentemente que él cuida de
nosotros.
Por todo esto, oramos para que usted conozca la obra
del Señor en medio de su vida, que se acuerde de llamarle
cuando esté en apuros, que le mire antes de darse por
vencido y pueda comprobar por sí mismo que lo que Dios
está dispuesto a hacer por usted, es mucho más de lo que
aquí pudiera quedar registrado.
“Si fuera tinta todo el mar, y todo el cielo un gran
papel, y todo hombre un escritor y cada hoja un pincel,
para escribir de su existir, no bastarían jamás.”
Javier Valdés
Líder estudiantil
GELC Universidad de Chile
[12]
Javier, Ingeniería Civil Industrial
[13]
a orar a la única persona que podía salvarme, aunque yo
no supiera cómo. El ayudante habló con el profesor quien
accedió a darnos 30 minutos más, el problema era que yo
llevaba estancado más de 1 hora sin poder avanzar en mis
desarrollos. Con los ojos llorosos, viendo mi reprobación a
las puertas, me puse a clamar a Dios, pidiéndole que hiciera
un milagro, no me quería echar ese ramo.
En ese momento llega otro ayudante coordinador y
velozmente escribe una fórmula en la pizarra, y apuntando
a lo que había escrito dice:
– Hola, solo quiero que tomen en cuenta este punto –
Miré, y aun estando al borde del colapso, presté atención y
copié en mi hoja aquella expresión matemática, y al verla en
el papel, me di cuenta de que era justo lo que necesitaba para
completar la pregunta correspondiente. Cuando levanto
mi cabeza por segunda vez, el ayudante había borrado el
pizarrón y se había ido.
Los últimos 10 minutos de aquel examen fueron de
llorar y escribir, llorar y escribir… Dios me había entregado
la respuesta precisa.
Luego de tres días me llegó la notificación de la nota, y
la verdad es que no quería mirarla, pero la abrí en el nombre
de Jesús. En ese instante me quedé sin palabras, me conmoví
en lo más profundo de mi ser al ver el 4.1 que tanto había
pedido en ese examen. Ahora que escribo esto, pienso que
Dios hizo este milagro conmigo para que tú pudieras leerlo
y aumentar tu fe. No dudes jamás que Dios está contigo,
Él te escucha y en tus días más apurados no te abandonará.
[14]
Génesis, Pedagogía General Básica
[15]
mis dudas, me dio muchas promesas y entre ellas me dice
que entraría a la universidad, que él abriría las puertas para
que yo pudiera estudiar, me daría la sabiduría, que saldría
muy pronto de ese lugar y la confirmación de todo esto lo
recibiría en una carta.
Desde ese mismo instante las promesas de Dios se
fueron cumpliendo. Antes de entrar a pabellón clamé a
Dios y como aquella mujer que toco el manto del Maestro,
ocupé toda la fe que tenía y le dije a Dios que él me sanara.
Al despertar después de la operación se acerca mi médico
y me dice –no sé qué paso desde ayer hasta ahora, pero tú
no tenías nada, revisé muchas veces, pero tu vesícula estaba
del tamaño normal y no había ningún cálculo –. Salí de ese
lugar como Dios me lo había dicho, sólo a él la gloria.
Pasó el tiempo, rendir la PSU y el día 25 de diciembre
salían los resultados, en la iglesia en Curicó después del
cuadro de navidad nuestro pastor siempre nos da un sobre
donde vienen dulces y un pan de vida, entonces yo recibo
mi sobre y Dios me trae a la memoria que recibiría la
confirmación por medio de una carta, veo el pan de vida y
realmente era la confirmación (Hebreos 6:10).
Al día siguiente recibí los resultados y desde allí en
adelante he podido ver como Dios abrió las puertas, sus
promesas se fueron cumpliendo una a una, no tuve que
hacer fila para matricularme ni nada, no tuve que pagar
nada y he podido ver que Dios hasta aquí me ha ayudado
y no me ha dejado. Ahora que escribo esto puedo darme
cuenta de que Dios siempre es fiel, cumple sus promesas,
solo nos pide que confiemos en Él, le sirvamos y es Él quien
se encargará de nuestros asuntos, preocupaciones, angustias,
absolutamente de todo. Espero en Dios que mi experiencia
te pueda servir de aumento de fe y recuerda siempre que
Dios está atento a sus hijos, no los deja solos y siempre
cumple sus promesas.
[16]
Javiera, Ingeniería Civil Industrial
[17]
llamó una amiga para decirme que la coordinadora del
ramo había extendido el rango de nota para dar el examen
recuperativo, se podía dar desde un 3.4 hasta un 3.9, pero la
gente que estuviera bajo 3.6 debía obtener un 4.5 para pasar
el ramo en vez de un 4.0 (el que era mi caso). El examen
recuperativo era al día siguiente, tenía menos de 24 horas
para prepararlo así que llegué lo más rápido posible a mi
casa y comencé a orar otra vez, para dar gracias a Dios por la
oportunidad de rendirlo nuevamente, pedirle que mis horas
de estudio fueran las mejores, que la materia y ejercicios
que estudiara me ayudaran en el examen recuperativo, ya
que, por el tiempo que tenía y el descanso que necesitaba
para rendir bien en el examen, realicé pocos ejercicios, pero
bien estudiados.
Al otro día, cuando me entregaron el examen y lo vi, mi
sorpresa fue tal que casi grité, el examen que tenía en mis
manos era exactamente de 3 preguntas y estas 3 preguntas
fueron iguales a los ejercicios que realicé el día anterior.
Sabía exactamente cada paso y quería llorar de felicidad…
aprobé el ramo. Aprendí muchas cosas con esta experiencia
y me sentí muy amada y bendecida. Realmente, aunque
todas las puertas estén cerradas y no tengas a quién recurrir,
cuando creas que ya no hay nada más qué hacer Dios estará
ahí y es a quien debes recurrir, debe ser tu primera opción.
Dios conoce nuestras aflicciones, conoce nuestros deseos,
nosotros solo debemos confiar, su amor es lo más grande.
[18]
Cristina, Trabajo Social
[19]
para mi vida y alivianó un poco mi carga, sin embargo, aún
no me alcanzaba. Un día estando en clases muy deprimida
recibo una llamada, era mi madre diciéndome que la
asistente social estaba tratando de comunicarse conmigo
porque el alcalde había abierto dos cupos, que era algo
excepcional y me había tomado en cuenta para optar a
aquella beca, el monto mensual era justo lo que necesitaba
e inmediatamente brotaron las lágrimas de mi rostro ¡DIOS
ESCUCHA LAS ORACIONES!
Ese año pude ver la gloria de Dios en todo sentido,
pude pasar todos mis ramos aun cuando mi padre estuvo
prácticamente todo el año más en el hospital que en casa, sin
trabajar y era difícil para mí concentrarme en mis estudios,
también proveyó todo lo necesario y nos dio aún más que
antes. Es hermoso poder confiar en Dios y depender de él
en todo ámbito de nuestras vidas.
Estimado joven o señorita si usted está pasando alguna
necesidad, alguna prueba tan grande como un gigante, si
siente que no es capaz y ve todo oscuro a su alrededor
confíe en este Dios fuerte y valiente, él va a su lado en todo
momento “…Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará,
ni te desamparará; no temas ni te intimides.” (Deuteronomio
31:8). El Dios al cual servimos es fiel a pesar de que nosotros
muchas veces le fallamos, él es nuestro pronto auxilio en la
tribulación.
[20]
Martina, Derecho
[21]
preparando la transmisión de la reunión online. Justo antes
de que empezara el servicio online, me entregan la nota
de presentación: un 4.4. De más está decir que mi alegría
fue enorme (no era objetivamente una gran nota, pero para
mí era la respuesta misma de Dios). A la salida de dicho
servicio, reviso nuevamente mi nota y, ¡Gloria a Dios!, mi
nota había subido a un 5.4. Con el corazón henchido de
gratitud, participo esa noche de una hermosa cadena de
oración nocturna, cuando al término Dios me habla por
su palabra: “¿Por qué estáis así amedrentados?, ¿Cómo no
tenéis fe?” como recordándome lo sencillo que es para un
Dios Omnipotente tratar con esos problemas que para mí
parecían insalvables. Ahora venía el día del examen, pero
Dios ya había trabajado con mi corazón. Me presento con
una paz enorme que sólo Dios pudo darme. Rindo la
prueba oral y al finalizar el profesor me da mi nota: un 6,5.
Lo que Dios me dio ese día no fue solamente una buena
nota. Lo que Dios me entregó a través de todo este proceso
fue una de las lecciones más hermosas que he podido
aprender. No solo necesito a Dios cuando todo va cuesta
abajo y mi aflicción es grande, necesito a Dios aún más
cuando soy engañada por mi propia mente, haciéndome
creer que estoy bien y que yo puedo sola. Necesito a Dios
en cada minuto de mi vida, necesito fe para confiar que
puedo dejar mi angustia y mi ansiedad en sus manos y Él se
preocupará de mí.
El mismo Dios que me dio esta victoria, está hoy
contigo, y cuando Él es la prioridad en tu vida, tienes una
perspectiva completamente nueva. Con todo lo que yo viví,
puedo decirte que incluso esta alegría parece pequeña, al
lado de la plenitud y el gozo de sentirme más cerca de Dios.
Hoy agradezco por todo este proceso y anhelo que con esta
experiencia puedas recordar que Dios está pendiente de ti,
y que jamás hará oído sordo si clamas a Él de corazón. ¡Dios
te bendiga!
[22]
Rosa, Nutrición y Dietética
[23]
Grande sorpresa fue saber que proponen mi nombre. La
directora me mira y guarda silencio, dada mi situación y
dice: “tenemos que ver a alguien más. Rosita no está en la
lista para presentarse ese día. Si no regulariza su problema
en 1 semana no puede titularse con ustedes”. En una de
mis oraciones le pido a Dios: “Señor, coloca misericordia
en el corazón de la jefatura. Coloca a alguien que interceda
por mí, y pueda llegar donde no puedo llegar”. Durante esa
semana pude tener una audiencia con la jefatura de Talca.
Ella me dijo: “¡Pero claramente esto es injusto! Mira, yo me
encargaré de apelar y si no llegasen a conceder, volveremos
a apelar. Usted no tiene por qué pagar. Ellos contaron mal
sus semestres. Pero esto va a demorar muchas semanas” yo
le respondo: “Discúlpeme, pero si no arreglo esto hoy, no
podrán ingresar a la lista de titulados y mucho menos dar
el discurso”. Ella me mira con asombro y me dice: “¡Y más
encima le toca el discurso! A ver qué podemos hacer. ¡Ya sé!,
tiene que firmar esto e ir a Notaría, presentarlo en finanzas
y ahí recién deben aprobarla todos los departamentos de
la Universidad para que recién puedan autorizar a pagar
su título mientras esto se soluciona en Santiago”. Terminé
de hablar con ella y corrí por el centro de mi ciudad a
gestionar todos esos papeles. La secretaria de finanzas al
verme llamó a todos sus colegas para que me aprobaran en
cada departamento, aún si estaban almorzando, ya que al día
siguiente tenía una misión al Norte del país y me titulaba
el mismo día que llegaba de esa misión. Gracias a Dios, al
finalizar ese día le presenté el bosquejo del discurso y el
título pagado a la directora de mi carrera. Fui y volví de
la misión confiando que Dios arreglaría todo en Santiago
como mi abogado invisible.
Logré titularme, dar ese famoso discurso en un gran
auditorio y en noviembre de ese año, llega finalmente la
respuesta final del MINEDUC: “Queda absuelta de toda
deuda”. No fue necesario contratar ningún abogado, tuve
[24]
un abogado invisible que gestionó todo moviendo los
corazones de quienes podían llegar donde yo no podía
hacerlo. Cuando dejas todo en las manos de Dios, todo es
más fácil, todo es más llevadero; porque no somos nosotros,
Él es por nosotros.
[25]
Paula, Derecho
[26]
de Dios que le hablaba a mi vida, directamente a mi corazón
y con voz audible y me dice “ven y humíllate delante de mi
presencia”, no sé cómo llegué al altar, cayendo de rodillas no
pudiendo hacer más que llorar, reconociéndome pecadora
delante de su presencia. Llega un instrumento guiado por el
Santo Espíritu de Dios, posándose a mi lado y descubriendo
mi vida completa, hablando y curando mis penas y heridas
que hasta ese momento tenía en mi vida, Dios me entrego
la salvación de mi alma perdonando mis muchos pecados y
escribiendo mi nombre en el Libro de la Vida.
Desde ese día mi vida cambió completamente, ya entraba
a mi tercer año de universidad, para mí era un gran desafío
porque mis compañeros y hasta el año anterior mis amigos,
me conocían de una manera completamente distinta a lo
que ahora soy. Mi vestimenta, mi manera de hablar y todo
de mí había cambiado y ese cambio fue notorio al punto
de que una de mis compañeras me comenzó a molestar
mi nueva forma de vestir, yo trataba de evitarla porque no
quería dejar de sentir lo que tenía en mi corazón, usaba
palabras peyorativas y se burlaba diciendo “ahora es canuta”.
Un día a la hora de almuerzo no logré evitarla y quedé sola
con ella, cuando de un momento a otro se pone a llorar
y me pregunta “¿Cómo puedo conocer al Dios en que tú
crees?”.
Estimado lector, si llegó hasta aquí déjeme decirle que
Dios le ama, que él dio su vida por usted y por mí, yo no
conozco su vida, pero sí conozco a un Dios grande que
vive y reina, que sana, salva y restaura al pecador, al débil
y abatido, solo en él encontraremos paz y consuelo en este
mundo. Si está en el proceso de conocerlo, no dude en
ningún momento por “el qué dirán”, y nunca se prive de
pregonar el santo evangelio porque siempre hay un alma
necesitada, como fue la mía.
[27]
Graciela, Técnico en Enfermería Nivel Superior
[28]
Ella me insistió y así lo hice. Ella sacó sus cálculos y me
dijo: “matricúlate el próximo año”. “Yo no puedo. Ya le
dije”. Su respuesta fue: “Esta cantidad sale tu mensualidad,
por lo tanto, te subiré el sueldo a esa cantidad”. Me opuse
rotundamente porque estaba fuera de la ética profesional
aceptar una cosa así, pero ella habló con sus hijos en privado
y así lo hicieron. No solo pagaba el sueldo de mi trabajo,
sino aumentó el sueldo a la suma de mi mensualidad. Y
al hacerlo, ella tomó mi mano y me dijo: “tengo 96 años
y Dios ha puesto en mi corazón que estaré en esta tierra
hasta que Dios cumpla su propósito. Y serán los años de tu
carrera”. Imaginen la sorpresa y la gratitud hacia Dios en mi
vida. Era algo increíble. Tenía miedo de aceptar, pero sé que
Dios estuvo en todo esto.
En mi tercer semestre, Nechita estuvo al borde de la
muerte. Caí en una angustia ya que amaba lo que Dios
estaba haciendo. Pero cuando en su cuarto estaba un cura
dando la extrema unción a esa anciana conforme a su
creencia, dije: “Señor. Hace un tiempo entregue mi futuro
en tus manos. Quita de mí esta angustia y pase lo que pase,
sé que todo está bajo tu mano poderosa. Ya Nechita tiene
97 años y necesita descansar”. Cuando entro al dormitorio
Nechita toma mi mano y me dice: “Dios te ama y conoce
la intención de tu corazón. Tranquila”.
Gracias a mi Dios, terminé la carrera, hice mi internado,
todo en conjunto con mi trabajo. Y el día de mi titulación
dije: “Señor. Gracias. Este título es tuyo”. Tras recibir mi
título, durante el día recibo un llamado. Nechita había
fallecido diciendo:“Dios cumplió su propósito”. Hermanos,
TODO LO QUE TENGO Y TODO LO QUE SOY
SE LO DEBO SOLO A DIOS, a Él, que todo lo ve, que
todo lo conoce, que todo lo puede, que hace que ocurran
cosas increíbles, cosas que jamás pensamos. Dios bendice a
aquellos que le buscan con un corazón sincero y tras esta
experiencia, más allá de haber logrado ser una profesional,
[29]
mi mayor alegría fue conocer el poder de Dios y que nada
ni nadie podrá convencerme de lo contrario. Busca a Dios
hoy, y Él estará en todo contigo. “Encomienda a Jehová tu
camino, y confía en Él; y Él Hará” Salmos 37:5.
[30]
Ricardo, Ingeniería Civil Mecánica
[31]
mi prueba mi sorpresa fue que tenia un 2.0 pelado y el
profesor tenía la fama de no ser de los que sube la nota,
por el contrario, la baja. Mientras la revisaba en mi corazón
le pedía a Dios encontrar algún fallo en la revisión para
poder subir la nota, pero cada vez que creía encontrar algo
el profesor lo refutaba y quedaba igual. Al final, resignado
a rendir un examen imposible de aprobar, le pregunté al
profesor por la fecha de éste. Después de notificarme que
el examen debía ser rendido un martes (en 5 días más), se
voltea a preguntarle mis notas a sus ayudantes. Cuando les
pregunta que nota me tenía que sacar para pasar el ramo
me quedé helado y de una pieza, tieso como si fuera parte
del edificio. El ayudante le dice: “Hernández… necesita un
3.0 profe”. El profesor apoya mi prueba en la pizarra, tacha
el 2.0 y le escribe un 3.0 a mi prueba, la tira al montón de
pruebas de los aprobados del curso y me dice: “no te quiero
ver más por mi oficina, a menos que sea para saludar o ir
a conversar”. Con la voz entrecortada le doy las gracias al
profesor y me voy con un gozo en mi corazón que hace
que las lágrimas broten unos pasos mas adelante. Saliendo
de la universidad lo único que podía decir era “GRACIAS
SEÑOR, GRACIAS SEÑOR”.
A fin de semestre me encuentro con el mismo compañero
de la primera prueba y le comento mi experiencia y él me
dice: “¡oye, que suerte!”. Yo le dije: “no es suerte. Hay un
Dios que se preocupa por mí, y a ese Dios le sirvo”.
[32]
Jemima, Tecnología Médica
[33]
Dios. Ahí comprendí que era voluntad de Dios que fuera a
la universidad, pero ¿qué carrera? Yo tenía ciertas carreras en
la mira, pero no la confirmación de Dios. Dos días previos
a que se cerrara el proceso de postulación mi mamá se
encuentra con un hermano y lo invita a la casa, en toda la
conversación me comenta “Oiga hermana, ¿no ha pensado
en estudiar esta carrera? Es súper buena” Yo le respondía
que sí, algo había averiguado, pero no me convencía. Desde
ese momento me quedó dando vueltas, pero yo seguía
haciendo mi lista para postular. En eso una voz me dice tres
veces “No desoigas el consejo de tus padres”. Me quedé
sorprendida y resistí a ello, pero finalmente obedecí a lo
que Dios me decía. Cuando ya quedaban como unas dos
horas para que se cerrara el proceso les dije “Papás ¿qué es
lo que ustedes quieren que estudie?” Ellos me dijeron dos
carreras hasta que mi mamá me dice “Pon en tercer lugar a
Tecnología Médica”. Así lo hice.
Llegó el día de los resultados y quedé en la carrera de
Tecnología Médica. Les informé a mis papás y mi mamá me
dice “Qué bueno hija, pero ya sabía que ibas a quedar ahí”
¡¿Cómo?! Le pregunté muy sorprendida.“Ese día en el que me
encontré con el hermano, él me dijo que la carrera que Dios
tenía para ti era esa.Yo no te quise decir, porque quería que en
todo esto realmente fuera Dios.” Con lo que me dijo mi mamá,
yo solo reí porque a pesar de la resistencia que pueda presentar
el humano, cuando Dios obra no hay quien lo impida. ¿Qué
aprendí de todo esto? Que hacer la voluntad de Dios me ha
agradado. Si bien, es difícil someter nuestros deseos y gustos,
hoy te puedo decir que cuando Dios te respalda no hay nada
que temer. Él muestra su poder de formas inimaginables y nos
sorprende. ¿Por qué? Porque nos ama.
Querido lector, Dios tiene grandes propósitos para ti
y no es una frase cliché, es una realidad. En el nombre del
Señor Jesús ¡Ánimo! No estás solo. Dios desea guiarte por
sendas de justicia por amor de su nombre y llevarte, dónde
Él te necesita. Basta con que le creas y dependas de Él.
[34]
Romina, Periodismo - Claudio, Derecho
[35]
Resultó ser que minutos después que mi hermano
nos llamó, vio como por la carretera iban dos autos muy
rápidos, en eso uno de los vehículos perdió el control y
chocó, mi hermano siguió avanzando y vio que del auto
siniestrado se estaban bajando los ocupantes. Como él era el
único auto que había se acercó, bajó el vidrio y les preguntó
si necesitaban ayuda. En ese momento los hombres le dicen
que sí, mi hermano saca el seguro del auto y en ese instante
los hombres sacan las pistolas y entre garabatos le dicen
que se baje del auto. A partir de ahí transcurren cerca de
ocho minutos de forcejeo donde le pegaron en reiteradas
ocasiones con la pistola, le mordieron los brazos y lo
trataron de ahorcar con el gorro de su polerón. Cuando mi
hermano ya no pudo más y los delincuentes le pusieron la
pistola en la cabeza, como pudo, sacó fuerzas y con un grito
pidió misericordia a Dios, sin duda que Dios le respondió,
trabando la pistola que los delincuentes le habían puesto en
la cabeza. Solo le dispararon en el cuerpo y en las piernas, seis
balas le rozaron y solo una atravesó su pantorrilla izquierda.
Por lo que nos enteramos de la investigación policial,
estos eran delincuentes de una banda internacional, que
venían arrancando de un robo de una tienda de teléfonos.
Andaban trayendo armas de gran calibre. Los detectives
no entendían cómo los delincuentes no habían matado
a mi hermano con todo el armamento que tenían. Hasta
llegaron a pensar que mi hermano portaba alguna pistola.
Fueron horas de terror para toda mi familia, pero pudimos
ver que los planes de Dios son perfectos y permitió que
ese día yo no fuera a la universidad. De haber ido, quizás,
el final hubiera sido otro. Pero por sobre todo pudimos ver
la misericordia de Dios con mi hermano que lo salvó de la
misma muerte.
[36]
Abigail, Derecho
[37]
carrera. Él me mira y me dice: “prisión preventiva”. Por
dentro me inundó un enorme deseo dar gloria a Dios
porque podía ver su respaldo en ese momento y como él
había respondido a mi humilde acto de fe. Comencé a dar
la respuesta y pude sentir como Dios iba respaldando cada
una de las palabras que decía de manera asertiva.
Amado lector, es importante reconocer que la
competencia, la sabiduría y la inteligencia proviene de
Dios. En 2° a los Corintios 3:5 Dios nos dice: “no que seamos
competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros
mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios”. Así
mismo pude ver de forma manifiesta en mi vida como Dios
es el que da la sabiduría y la inteligencia. Su Palabra nos
enseña, además, que debemos encomendar nuestro camino
a él y él hará todo lo demás y creer que de él provienen
todas las cosas
Joven, señorita que me está leyendo, cuando usted tenga
una duda, cuando no tenga los conocimientos le invito a
que confíe plenamente y de corazón en Dios, entréguele
su carga, esa materia difícil, el problema que va cargando y
podrá ver su gloria como pude verla yo.
En aquella oportunidad tuve una excelente nota, muy
distinta al resto de mis calificaciones anteriores. En este
acto de fe pude ver que, al confiar en Dios, recibí de él
una respuesta clara y un firme respaldo. Anhelo que Dios
te bendiga grandemente y que te vaya dotando de toda la
sabiduría e inteligencia, confía en Dios y él se preocupará
de ti.
[38]
Paula, Tecnología en Telecomunicaciones
[39]
suficiente, entonces me matriculé en otra carrera en la cual
me alcanzaba el puntaje, para luego de un año cambiarme
a la que yo quería. Pasó este proceso y quedé en lista de
espera en la carrera que ansiaba. De pronto me llama el jefe
de esa carrera y me dijo: “Paula, tú estás en el puesto 13 de
lista de espera, pero ven nomas y matricúlate”.
En el transcurso de mi carrera siempre me sentí incapaz,
porque me costaba aprender, sentía que casi todos los
ramos eran grandes desafíos, pero ahí estaba Dios poniendo
a personas que me enseñaron y ayudaron. En muchas
ocasiones me preguntaba si era realmente la carrera que
Dios me había prometido, y Dios que es tan grande, me
respondía diciendo: “Yo te he puesto en esa carrera y en ese
lugar, para que hables a otros de mí, y ellos vean mi poder a
través de tu vida.Yo seré contigo. No temas”.
Si pudieras sentir lo que siento en este momento al
recordar cómo Dios ha sido tan fiel, habiendo cumplido.
Puede sonar muy cómico, pero no había semestre en que
yo no reprobara más de dos ramos, pero ahí Dios ponía a
mi jefe de carrera para aprobar mis cartas de adelanto de
ramos. En el último semestre tuve dificultades para tener
los ramos inscritos debido a los requisitos que se me pedían,
por lo cual, no tenía lo más importante, un profesor de
tesis, ¿puedes creer que hasta mi profesor de tesis se ofreció
ante mi jefe de carrera para ser mi guía sin yo acercarme a
pedírselo? El mismo profesor me cedió un proyecto de tesis,
que me costó desarrollarlo, y hasta el último no lo entendía
muy bien, luego me tocó defender, y aun no comprendo
cómo yo podía estar explicándolo, ¡Fui evaluada con una
nota tan inesperada! que era difícil creer que era cierto;
finalmente no sabía que la gratuidad no pagaba el examen
de grado, pero Dios movió a ese profesor para conseguir el
dinero, desde los mismos fondos de la universidad. Con la
ayuda de Dios finalicé esta etapa en el tiempo preciso en
que duraba la carrera, sin retrasos, sin deudas. ¡A Dios, toda
la gloria por su gran milagro en mí!
[40]
Andrea, Ingeniería Comercial
[41]
dispusimos a entregar tratados (flyers) en medio de una feria
cultural que se estaba realizando en la universidad. Allí había
un hombre al cual le entregamos un tratado y después que él
nos hubiera escuchado atentamente la predicación se quedó
callado, y como respuesta nos dice: “¿ustedes saben por qué
hacen esto?”. Nosotras nos quedamos mirando en silencio.
“¿Saben por qué hacen esto?, hacen esto porque lo aman a
Él” y apuntó hacia el cielo. Sus palabras me conmovieron. No
pudimos emitir palabra alguna y comprendimos que Dios
nos quería enseñar algo. El principio de la evangelización
es amar a Dios, nuestro amor por Dios nos llevará a amar
al prójimo, nos permitirá ver la necesidad que tienen las
personas de escuchar el mensaje y ver que muchos están
perdidos.
Para finalizar quisiera transmitir una última experiencia.
Pasé por una situación complicada en la universidad con
un ramo semestral ya que iba por tercera vez en ese ramo
y mis notas no daban como para pasarlo. Necesitaba un
milagro (un 6,0). Me recordaba de las experiencias que
había escuchado, pero “es que en Finanzas una nota así es
imposible” decía yo. Ocurrió que la universidad se fue a
paro y luego tuvimos que terminar el semestre en medio
de la pandemia, en abril, en formato online y resultó ser
que ¡Gracias a Dios pude obtener un 6,3 en la prueba
recuperativa y pasar el ramo! Un milagro como ese nunca
lo habría esperado, ¡Siempre Dios nos sorprende con sus
poderosas hazañas! Así que ¡Tú!, ¡sí, Tú! el que está leyendo
esto, te quiero decir que para Dios no existen imposibles y
espero que estas experiencias sean de aumento de fe para tu
vida. Dios nunca desampara a los suyos.
[42]
Alejandro, Medicina
[43]
Pontificia Universidad Católica”, tres veces dije que no me
alcanzaba el puntaje y me dijeron que era un cupo especial.
Lo que para mí era imposible, Dios lo hizo posible.
Mis amados hermanos, su futuro está en las manos de
Dios, solo busquemos hacer su voluntad, deleitarnos en ella
y “Él te concederá las peticiones de tu corazón”.
[44]
Josefa, Ingeniería Civil Química
[45]
todo pensando en que mi papá trabaja independiente
por lo que el ingreso exacto nunca se sabe. Por esas cosas
misteriosas que tiene el Señor, en uno de los encuentros
nacionales de jóvenes de mi iglesia conocí a un amigo de
Santiago que el año anterior había entrado a estudiar a
la Chile, cuando le conté en el proceso que estaba, el me
respondió (con bastante convicción): ¡vas a quedar! Así que
toma, aquí está la lista de los papeles que debes presentar
para todo el proceso.
Llegó el día en que se emitían los resultados del proceso,
yo me encontraba en el paseo de mi iglesia, cuando supe
que había quedado y se los conté a mis papás, mi mamá
estaba chocha, y mi papá, él solo me abrazó, pero ese abrazo
me hizo entender lo que realmente venía por delante.
Como dije antes, no me di cuenta de todos los otros
detalles, pero ¿saben? Dios me respaldó de una forma
impresionante, abrió y cerró las puertas en los lugares y
momentos precisos; cuando comenzó el año académico
entré a la página de la U, noté que tenía las becas necesarias
para cubrir el arancel, solo faltaba cancelar la matrícula, había
encontrado un lugar donde vivir cerca de la Universidad y
un amigo de la infancia de mi papá me brindó su ayuda
junto a su familia, ellos fueron mi núcleo familiar, vivían
a 2 cuadras de una iglesia así que me quedaba los fines de
semana donde ellos y así seguí creciendo en comunidad.
Hoy en día el pago de la Universidad es mediante la
gratuidad, ¡qué bendición y que alivio!
Quizás tu seas como yo, un estudiante de Región que
tenga mil preguntas sobre lo que vendrá y uno de los
primeros en tu familia en vivir esta experiencia, por eso
me gustaría dedicarte un texto que mi mamá siempre me
recuerda: Josué 1:9 ¿Por qué este texto? Porque sé que si
estoy donde estoy no es por mis fuerzas o conocimientos,
sé que él me ha guiado y él está conmigo. ¡Espero que esto
pueda ser de bendición para ti!
[46]
Elizabeth, Comercio Exterior
[47]
en ese curso estaba sola, no había más compañeros cristianos,
solo la conocía a ella. Así fue como transcurrieron 3 meses
de mucha tristeza y sumado a esto, me estaba afectando el
estar lejos de mi familia.
Cada día oraba, le pedía a Dios que me sacara de esa
carrera y muchas veces me preguntaba por qué Dios
permitía que tuviese que atravesar por aquello. Sin embargo,
en ese momento no entendía que mi fe en él estaba siendo
probada. Pero como Dios es tan misericordioso, permitió
que esa prueba no durara mucho, al pasar los 3 meses aquella
carrera se fue paro.Yo estaba feliz porque podía descansar de
todo lo que estaba viviendo. El paro seguía y se me vino el
pensamiento de retirarme de aquella carrera, pero eso solo
se podía hacer si era un caso en particular, no se podía por
cualquier motivo.
Mi hermana me ayudo a hacer la carta para el retiro y
explicamos mi situación sin mentir y confiando en Dios.
Ahora solo quedaba esperar la repuesta si el retiro era o
no aceptado (ya que solo llevaba 3 meses estudiando y no
podía retirarme hasta haber terminado el primer semestre).
Pasaron los días y recibo mi respuesta: el retiro había
sido aceptado. Yo era la más contenta en aquel momento,
fue como si un peso hubiese salido de mí, ahora estaba
tranquila, feliz y agradecida con Dios por haber respondido
mis oraciones.
El siguiente año Dios fue abriendo otras puertas y fue
así como entre a INACAP, el me proveyó todo y colocó
a sus hijos para que me guiaran. En INACAP comencé a
participar con GELC en las reuniones, actividades y conocí
a varios hijos de Dios. Allí podíamos compartir de su palabra
y hermosas experiencias vividas. Fue así como aprendí a
hacer la voluntad de Dios y no la mía, aprendí a confiar en
él y dejar todo en sus manos. Cuando es su voluntad todo
es PERFECTO.
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu
propia prudencia.” Proverbios 3:5.
[48]
Abraham, Ingeniería Comercial
[49]
Como tenía todos mis ramos anuales el primer año, aún
había esperanza de aprobarlos, pero como mencionaba
anteriormente, seguí en aquella condición mediocre. Mis
notas cada vez eran más bajas, y a fines de diciembre ya
había reprobado 3 de las 4 asignaturas anuales que tenía.
Necesitaba aprobar un ramo anual para que no se me
cancelara la matricula en la universidad, porque ya había
reprobado 3 ramos anuales. Mi único modo de seguir en la
universidad era aprobar ese ramo y para ello debía rendir la
prueba opcional y obtener una nota sobre 5.0, para poder
pasar. Era el contenido de todo el año y no estudié mucho
ya que asumía que no iba a seguir en la universidad. Entro
a la sala, me pasan la prueba y la miro, la sigo mirando y no
sabía nada de nada. Solamente puse mi nombre, y llorando
le digo a mi profesor que gracias por la oportunidad, pero
no sabía nada. Es ahí donde yo, sin estar en comunión con
nuestro Dios, vi su mano en mi favor.
Mi profesor me lleva para afuera y me dice lo siguiente:
¡Señor, sé que usted está mal, que lo van a echar! Mire, voy
a hacer algo, porque sé que aún no se ha adaptado a la vida
universitaria. Le aprobaré la asignatura, y así a usted no lo
van a echar. Eso fue todo lo que me dijo, me dio un abrazo
y se despidió de mí. No podía creer lo que el Señor había
hecho. En ese momento entendí que era la voluntad de
Dios, que Él me quería en esa carrera y en esa universidad.
Por mi infidelidad pagué duro, y aun así él fue conmigo,
me ayudó a pesar de todo, sin merecerlo, sin ser digno de
una oportunidad de tal magnitud. Solo fue su misericordia.
Ahora, en este 2020, puedo decir que gracias a Dios ya soy
otro tipo de estudiante, responsable y con su ayuda (a pesar
de que a veces se hace difícil) fiel a Dios.
¡Dios les bendiga!
[50]
Danae, Arquitectura
[51]
pruebas a pesar de no saber nada en Historia. Cuando fui a
rendir esa prueba no entré con grandes expectativas, porque
sabía que no me había preparado, pero mientras respondía
clamaba a Dios para que hiciera un milagro con los puntajes
de esta prueba, iba en la pregunta 12 y entra la supervisora
y nos dice: “dejen lápices y todo en la mesa, la prueba se
postergará hasta nuevo aviso porque fue filtrada.” En ese
momento me quedé sin palabras, tenía rabia porque lo que
yo quería era quitarme ese peso de encima, pero por esto
tendría que esperar otro tiempo más.
Llegué a la reunión del martes y en la oración le pedía a
Dios que me diera paz y le decía que hiciera algo porque mi
futuro estaba en sus manos. No pasaron más de 4 días y nos
informan que la prueba de Historia se eliminó y el puntaje
más alto que tuviéramos lo asignarían también al puntaje de
esta prueba. ¡No te imaginas la alegría que sentí! Gracias a
Dios, pude tener buenas notas en el colegio y ese puntaje se
me duplicó. Todo este proceso que Dios me permitió pasar
fue para demostrarme que sus promesas no son solo palabras,
sino que son fieles y las cumple “Y sabemos que a los que
aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…” este versículo
me venía a la mente, porque, aunque a mi alrededor veía
todo en contra, Dios tenía todo preparado. Confía en Dios,
si te prometió algo no dudes que Él cumplirá su palabra.
[52]
Natalia, Derecho
[53]
Al poco tiempo mi familiar falleció, mi tristeza y
rabia hicieron que me entregara a las fiestas, al alcohol, a
los falsos amigos, pero Dios siempre estuvo ahí dándome
consuelo, usando a mi amigo al hablarme de su Evangelio,
teniendo también la paciencia de escucharme. Fue así como
comencé a concurrir cada vez más al GELC. Mi cambio
fue maravilloso, sin darme cuenta me fui apartando de todo
lo malo, hacía cosas que jamás pensé hacer, oraba cada día
más. Pero debo ser sincera, en mí abundaba un sentimiento
de vergüenza al decir que amaba a Dios, sentía miedo de
lo que podría pensar mi entorno, hasta que un día recibí
un sabio consejo: “No tengas miedo de lo que piensen los
demás, lo que realmente importa es lo que piensa Dios de
ti”, recibí estas palabras en mi corazón, y un maravilloso día
del mes de septiembre del año 2016 me entregué a Cristo,
y Él me hizo su hija, ya no me importaba la negativa de mi
familia, las burlas, los murmullos. Comencé a servir cada
día más en el ministerio GELC, evangelicé, invité a amigos
a participar a las reuniones, algunos de ellos eran cristianos
apartados de Dios, los cuales el Señor restauró en el GELC,
y aún perseveran.
Le agradezco a Dios porque he conocido su misericordia,
y he vivido en carne propia como su gracia puede cambiar
la vida. A la persona que aún no le conoce, le cuento que
Cristo le ama, que restaura vidas, y que Él puede sanar
todas las heridas, solo debe abrir la puerta de su corazón y
recibirle como su Salvador. A mis hermanos en Cristo les
insto a servir al Señor con mayor devoción, jamás pensé en
conocer a Dios en aquel lugar de tanta necesidad como lo es
una universidad, no sientan vergüenza de ser hijos de Dios
y llevar su palabra a cada rincón de este planeta, porque
somos luz en la universidad. Que mi Dios les bendiga, y
para Él sea la honra, la gloria y la suprema alabanza, Amén.
[54]
Magdalena, Fonoaudiología
[55]
el jefe de carrera y según su respuesta me dejaría aprobar
o no, por lo que me pidió que volviera al otro día. Pasó
esa noche, y yo muy angustiada pedí ayuda a Dios, cuando
caminaba hacia la oficina a ver qué pasaría con mi situación
el profesor me dice que no recibió respuesta y que él lo
sentía pero que debía subir las notas al sistema. Me fui con
una tristeza en el corazón y caminé algo confundida en
dirección a mi facultad. En el camino hablaba con Dios, le
decía que quería verle, que yo sabía que él estaba ahí, que
la tristeza no cegara mis ojos. Cuando llegué a mi facultad
llegaron las notificaciones de todas las asignaturas, grande
fue mi sorpresa y gozo al ver que en una notificación decía:
“Física General:APROBADA”. Pasmada reviso bien y al ver
mis notas no lo podía creer, ya no tenía mis notas antiguas,
la asignatura había sido aprobada y no me pude contener:
alcé mis brazos al cielo y afuera de mi facultad di Gloria a
Dios, porque lo que es imposible para el hombre, es posible
para Dios, sólo nos es necesario creer que Él intervendrá.
En ese momento entendí y vi que realmente Dios está
presente en todos los lugares, que sea donde sea que nos
encontremos, si le hablamos Él escucha, que pese a que
estemos lejos del hogar Él nos cuida, y que, si le pedimos, Él
responde. En aquella oportunidad vi el poder de Dios muy
claramente en mis estudios y la sigo viendo.
Dios nos llama a confiar en Él, Dios te llama a ti.
[56]
Bárbara, Psicología
[57]
una promesa a Dios, que participaría del grupo GELC si
el hermano encargado me hacia la invitación nuevamente
(difícil después de rechazarlo tanto tiempo). A la mañana
siguiente recibo un mensaje del hermano invitándome
a participar en el grupo GELC durante mi segundo año
universitario, ante esto solo pude decir:“Amén, con la ayuda
de Dios”. Fue así como participé durante mi segundo año
en el grupo GELC UTEM por la cercanía a mi campus,
muy contenta porque ahora tenía un grupo de hermanos
dentro de la universidad con quienes compartir, servir a
Dios, y predicar. Pero seguía habiendo un problema, mis
notas no mejoraban, sumado a esto, entrando a mi cuarto
semestre caigo muy enferma al hospital debido al estrés
académico y pierdo ese semestre. Finalmente llegó mi tercer
año de universidad, cuando al fin pude volver, y entendí
que no debía sobre preocuparme más por mi futuro, por mi
carrera, por las notas, sino dejar todo en las manos de Dios.
Hoy en día, cercana a finalizar mi cuarto año y empezar
mi práctica, puedo decir que si he llegado hasta este punto
es solo gracias al amor y la misericordia de Dios. Por mis
fuerzas y méritos claramente solo había notas 2.0 durante
mi proceso universitario, pero en último momento Él era
quien me hacía pasar los ramos, y hoy es quien me permite
tener excelentes notas en el momento más importante de
mi carrera. Quizás mis planes eran estarme graduando este
año, quizás mis planes eran ser la mejor de mi clase, salir
con honores y no echarme ningún ramo, sin embargo, no
siempre salen nuestros planes como nosotros queremos,
muchas veces nos sentimos insuficientes, solos, que nunca
llegaremos al término de nuestra carrera, pero lo que he
aprendido durante todos mis contratiempos es que, con
Dios, sea el resultado que sea: ¡De su mano será lo mejor!
[58]
Hefzi, Medicina Veterinaria
[59]
señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.Y dejándolos, se
fue. (S. Mt. 16:4). Comprendí que Dios me estaba diciendo;
¡Te estoy escuchando, deja de pedirme señales, porque en el
fondo sabes qué hacer! Luego de esto, decidí hacer lo que
desde un comienzo había determinado: seguiría el consejo
del Pastor de la Iglesia, y en lo que su Espíritu Santo en mí
me decía también. Cancelé la matrícula de la universidad
del sur y me quedé matriculada en la Universidad Santo
Tomás de Viña del Mar.
Pasaron unos días y aún me quedaba una pequeña
incomodidad de saber al 100% que la decisión que había
tomado era realmente lo que Dios quería. Fue entonces
que un día me subí a la micro para irme a mi casa, el chofer
al darme el boleto me mira fijo y me dice “Isaías 41: 9 y
10, una palabra para usted”. Al llegar a mi hogar abrí mi
Biblia y leí: Porque te tomé de los confines de la tierra, y de
tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no
te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque
yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te
sustentaré con la diestra de mi justicia. Fue entonces que mi
alma reposó completamente en la paz de Dios. Comprendí
que la decisión tomada era su voluntad, y ¡Qué paz el poder
saber que la estaba haciendo!
Entré a la universidad y en mis primeros días con unos
compañeros nos dirigimos al patio, un árbol nos llamó la
atención, estaba rallado con varias frases. Comenzamos a
leer, y para mi gozo y sorpresa en blanco estaba escrita la
promesa de Dios plasmada en su naturaleza; Isaías 41:10.
Durante nuestra vida como cristianos Dios nos pone en
situaciones para que podamos confiar y crecer en Él. Al
comienzo de este proceso un amigo en ese entonces me
dijo: “Esto hará madurar tu fe”, y así fue. Ante cualquier
situación Dios está pendiente de sus hijos, y como padre
quiere enseñarnos a esperar, confiar y depender de Él.
Quizás en este momento estás en algún proceso donde
[60]
necesitas que Dios te hable, o te dé una respuesta, y puedes
creer que Dios se esté demorando, pero ¡No es así!, nuestro
Dios interviene en el momento justo y no nos dejará a
nuestra propia suerte, mucho menos cuando estamos
buscando hacer su voluntad.
[61]
Macarena, Ingeniería Comercial
[62]
Al otro día al ver la evaluación siento la confirmación
del Señor debido a que un ejercicio era muy similar al que
Dios me había hecho estudiar la noche anterior. Luego de
dar la evaluación bastante insegura de todo lo que había
respondido en general, pasaron unos días, mi profesora subió
la pauta, yo decido no verla, porque mi corazón esperaba la
respuesta del Señor. Cuando un día, de repente, llega un
mensaje a un grupo de WhatsApp diciendo que habían
subido las notas, me puse muy nerviosa, pero la revisé en
el nombre del señor; ¡GLORIA A DIOS! me había sacado
un 6.0, solo por la misericordia del Señor, una nota que
yo jamás hubiese imaginado tener en ese ramo Dios me la
había concedido. Siendo sincera yo le pedía a Dios que solo
fuera un azul para que con las otras notas que me faltaban
no se me hiciera tan difícil aprobar el ramo, pero mi buen
Dios siempre nos bendice con mucho más de lo que le
pedimos.
Esta experiencia hermosa que Dios me permitió vivir me
sirve de aumento de fe en los momentos que veo todo gris,
porque me recuerda que tenemos un Padre Todopoderoso
que nos ama y nos escucha en todo momento. Dios me
enseñó la importancia que tiene la lectura de su palabra,
como lo fue en mi situación, porque de esta manera Dios
pudo aumentar mi fe y mi confianza en él. Recordar cómo
le dijo David a ese gigante “Tú vienes a mí con espada, y
lanza y jabalina; más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de
los ejércitos”. Aunque la circunstancia sea difícil o la nota
que necesites para aprobar sea muy alta y te encuentres en
la misma situación de David no tienes que temer, porque
nuestro buen Dios que va con nosotros peleará la batalla
y nos hará victoriosos, solo basta que nos aferremos y
pongamos toda nuestra fe en él.
Para mi Dios todopoderoso tributo toda Honra, Gloria
y Suprema Alabanza.
[63]
Catalina, Nutrición y Dietética
[64]
ese lugar. El recibimiento de las hermanas, las alabanzas que
cantaban, el compartir con hermanos de distintas ciudades,
hizo que mi mentalidad fuera cambiando y mi único deseo
fuera estar ahí y disfrutar ese momento. Al comenzar el
servicio en la mañana y luego de cantar el primer himno,
en una corta oración le dije al Señor: “Usted conoce mi
preocupación, conoce mi miedo, pero en estos dos días
(porque era sábado y domingo) yo voy a dejar todo eso a
un lado y me enfocaré en disfrutar este momento que me
da, porque yo sé que el lunes usted me va a ayudar en esa
prueba”. Fueron esas mis palabras y no me acordé más de la
prueba hasta el domingo en la noche.
Llegó el lunes y me volvió el miedo, era tanta nota la
que necesitaba, pero dentro de toda mi incertidumbre dije
¡Dios me va a ayudar! Y di mi prueba confiada. Era larga,
solo de desarrollo y la verdad es que me acordaba de muy
poca materia, pero cuando la entregué fue increíble, porque
la había contestado toda y no sabía cómo; creo que esos son
misterios del Señor.Transcurrida la tarde una compañera me
habla y me dice que habían subido las notas.Yo no quería ni
mirar el sistema, hasta que con todo mi nerviosismo lo hice.
¿Y adivinan qué? ¡TENÍA UN 4.8! No lo podía creer, ni
una décima más ni una décima menos, Dios lo había hecho,
me dio lo que tanto le pedí.
La palabra de Dios nos dice que debemos contar
cuan grandes cosas ha hecho Él con nosotros, y con mi
testimonio quiero decirte que Dios está contigo siempre, Él
conoce todas las cosas y lo que parece más imposible para
el hombre Dios lo puede hacer, Él camina a tu lado y si
dispones tu vida a Él y a su servicio, entonces todas las cosas
te ayudarán a bien y de maneras increíbles e impensadas Él
solucionará tu problema.
[65]
Andrés, Derecho
[66]
Mi compañera, al relatarme toda esa historia, no sabía
que para mí no era extraño todo aquello que me contaba.
Luego que terminó de relatarme esa bella vivencia, yo
comencé a hablarle del gran amor de Dios y que él la estaba
rodeando para salvar su vida. En medio de esa conversación,
en el casino de la universidad, descendió la presencia de
Dios, y sin darnos cuenta ambos comenzamos a llorar al
sentir la presencia del Señor. El casino estaba lleno, pero en
ese momento se fue toda vergüenza y timidez.
Al concluir de predicarle, me comenta “¿sabes qué?
me gustaría tener lo que tienes tú, me gustaría tener tu
alegría y tu paz” continué diciéndole que Cristo, el Señor,
al salvarnos nos da una paz verdadera y genuina, pero
nosotros debemos recibirle como nuestro personal salvador.
Al finalizar esa conversación me dice “Ahora entiendo todo.
Hace mucho tiempo que estaba orando a Dios para que me
diera una señal de su existencia, que me diera una señal de
que me ama, que me diera una oportunidad para conocerle.
Y entiendo que esta conversación ha sido aquella señal”.
Desde la ocurrencia de este testimonio hasta la fecha
(2020) han pasado cuatro años. He podido ver cómo el
gran amor de Dios se extiende más allá de lo que nosotros
pensamos. Él nos coloca en medio del mundo académico
para dar testimonio de él. Siempre pienso que no fue
casualidad que ese año haya tomado los mismos ramos que
mi compañera. Al poco tiempo de esa conversación en el
casino, mi compañera comenzó a participar en una iglesia
evangélica cerca de su hogar, y tomó el sabio hábito de leer
en forma constante la Palabra de Dios. Hasta el día de hoy
mantengo contacto con ella y me gozo en gran manera
cuando escucho que en sus conversaciones siempre está
presente Dios.
Para Dios es la Honra y Gloria para siempre.
[67]
Cristian, Licenciatura en Música
[68]
millón ochocientos mil pesos se transformó en una deuda
de seiscientos mil pesos ¡Gloria a Dios!
En la orquesta se me pregunta si estudiaba en la
universidad, yo respondo que sí, me hicieron una
beneficencia dentro de la orquesta, y se me dio otra
beca más de cincuenta mil pesos, y además otra beca de
alimentación, y una de transporte de veinte mil pesos más, si
saco la cuenta, necesitaba un millón ochocientos mil pesos, y
Dios me proveyó un millón novecientos mil pesos ¡Aleluya!
Terminó mi primer año, sin ninguna deuda, al momento de
dar el examen final, Dios me permitió dar un examen para
pasar directamente a tercer año.
[69]
Keila, Enfermería
[70]
nuestro Padre, que nos conoce completamente y siempre
quiere lo mejor para nosotros, decida nuestro futuro? A
pesar de recibir algunas críticas respecto a lo que iba a
estudiar o sobre la ciudad, entre otras cosas, yo me sentía en
completa tranquilidad y feliz por estar obedeciendo a Dios,
confiando en sus promesas. Como dice ese versículo: “El
hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado…”
Ha pasado ya el tiempo, y puedo decir que estudiar bajo
la voluntad de Dios es lo mejor que usted puede hacer.
Sentirá el respaldo de Él en todo momento, tendrá paz a
pesar de que el panorama sea difícil y le gustará su carrera
porque nadie conoce mejor nuestros gustos que Dios.Yo he
visto todo eso reflejado en mi vida, desde cosas tan simples
hasta cosas muy complejas. He visto que todas las cosas se
han dado, aunque muchas parecían imposibles. Por ejemplo,
cuando entré a estudiar desconocía que nosotros en primer
año íbamos a práctica, por lo que necesitaba comprarme
uniforme y algunos otros implementos y yo no tenía nada,
ni dinero. Sin embargo, Dios me proveyó todo, de distintas
maneras que nunca hubiera imaginado, confirmando una
vez más que esa era la carrera que tenía que estudiar.
Por eso en esta hora alabo a Dios y engrandezco su
Nombre, porque ha sido mi Padre, mi Protector, mi Sanador,
mi Maestro y quien me alienta a seguir adelante. Insto a los
hermanos que se encuentren en la situación que yo estaba,
a pedir que Dios haga su voluntad para con sus vidas, y a los
que ya están estudiando, puedo confirmar una vez más que
Él siempre está dispuesto a ayudarnos.
[71]
Álvaro, Ingeniería Comercial
[72]
tiempo y tampoco alcancé a terminarla, pero en el nombre
de Dios la envié.
Después, pasaron varios días hasta que subieron las notas.
La verdad es que iba con mucho miedo, pero la miré rápido
porque ya no aguantaba la ansiedad. Cuando vi la nota sentí
un peso que cayó de mi espalda, para la gloria de Dios tuve
un 6.1 en la prueba y pude pasar el ramo.
Por eso, cuando necesites ayuda, veas todo oscuro y ya
te quieras dar por vencido, independiente de cuál sea el
motivo y ya no sepas qué hacer, clama a este Dios Vivo. Él
no hará oído sordo a tu clamor y te dará una solución de la
forma que menos imaginas.
Que Dios te bendiga en gran manera.
[73]
Nicole, Enfermería
[74]
y fue el semestre en que me encontré inmersa en muchas
actividades espirituales, reuniones y evangelizaciones
GELC, visitas a la cárcel, clases visualizadas, ensayos de los
cuerpos corales, misiones con las señoritas, coro y local,
pero vi la gloria de Dios y sentí su respaldo en todo y llegué
a preguntarme como logré pasar todo tan fácilmente, me
sentía por las nubes y ahí entendí que cuando servimos
a Dios de todo nuestro corazón y le dedicamos nuestro
tiempo, él se encarga de lo difícil.
Alabo a Dios y exaltó su nombre porque él ha sido bueno,
el un día abrió las puertas de la universidad y hoy ya titulada
puedo decir Eben Ezer, hasta aquí me ha ayudado Jehová,
me ha abierto puertas laborales y siento de alguna forma
que estoy recibiendo recompensa (aunque no la merezco)
por aquellos años en que no solo fue estudio sino que Dios
me ayudó a llevar su palabra y hoy recuerdo con mucho
gozo en mi corazón aquellas mañanas frías repartiendo
tratados, aquellas predicaciones con el libro sin palabras en
la Plaza de Armas, aquellas lágrimas que caían por la mejilla
del estudiante mientras le predicábamos, aquellas reuniones
a escondidas en una sala de biblioteca, aquellas alabanzas
entonadas en la entrada de la universidad, aquellas veces
en que profesores y compañeros me preguntaban ¿tú eres
evangélica? Y con gozo en mi corazón podía responder: Sí,
gracias a Dios.
Esto es solo un poco de lo que Dios ha hecho en mi
vida, sin duda él ha sido fiel y lo seguirá siendo, para Dios
sea la Gloria, la Honra y la Alabanza.
[75]
Alison, Derecho
I. El PROFESOR
Cuando cursaba mi segundo año de universidad, tomé
un ramo importante con el profesor más difícil. El profesor
tenía un gran currículum y una buena posición dentro de
la universidad. Se caracterizaba por decir en sus clases frases
egocéntricas y por cualquier cosa cuestionaba la fe en Dios,
particularmente el cristianismo. Todo esto en verdad me
molestaba.
Un día nos dio consejos sobre expresión oral. No
recuerdo las palabras exactas, pero dijo algo como: “si hacen
lo que digo, nadie les podrá impedir el éxito, ni siquiera Dios,
solo yo”. Sí, lo dijo en alta voz, de una forma dramática y
casi actoral. Mientras lo decía, a mí me parecía que fijaba
sus ojos directamente en mí. Sentí que me ardía la sangre.
(En otra ocasión me bautizó “Judas” porque no quise ser su
discípula).
II. EL EXAMEN
En mi carrera, todos debíamos rendir examen, y en el
tiempo en que yo estudié, había que sacar al menos un 4.0 en
este. Independiente de las notas con las que te presentabas,
si no tenías un 4.0 en el examen, reprobabas. El examen
era oral y público. Podrán imaginarse la ansiedad que nos
generaba. Lo importante del examen no es lo que pasó
[76]
conmigo, sino con un compañero. Recuerdo que se sentó
a dar el examen con este profesor y le hicieron la primera
pregunta. Mi compañero respondió de buena manera, con
buenas palabras, sin embargo, su respuesta estaba incompleta.
Dijo la mitad de lo que tenía que decir. Se generó un silencio
y la cara del profesor fue de estar pensando, luego señaló:
“sabes, me gustó las palabras que ocupaste, no te haré otra
pregunta y te pondré un 6.0”. Todos en la sala quedamos
sorprendidos, el profesor no hacía esas cosas, no ponía tan
buenas notas, ni mucho menos con una sola respuesta.
III. EL DESENLACE
Días después, me encontraba en los computadores de mi
facultad imprimiendo dibujitos para las clases visualizadas,
y llega al lugar mi compañero que se sacó un 6.0 en el
examen. Cuando vio lo que hacía, comenzó a interrogarme
y le conté que era evangélica y a la iglesia que asistía. Para
mi sorpresa me contó que, aunque él no asistía a ninguna
iglesia y llevaba una vida desordenada, si creía en Dios y
que su abuelita era miembro de mi denominación, pero
en otra ciudad. Recuerdo que me dijo: “yo no voy a la
iglesia, pero para el examen con el profe X (el que ya les
conté), fui a orar a la iglesia de mi abuelita para que Dios
me ayudara, me tiré de guatita a pedirle a Dios”. En esos
momentos entendí lo que había sucedido en ese examen.
Dios motivó el corazón de ese engreído profesor, que había
dicho que podía más que Dios, para contestar la oración
de mi compañero, y mi profesor ni se enteró. Recordé el
proverbio que dice: “Así está el corazón del rey en la mano de
Jehová; A todo lo que quiere lo inclina” (Proverbios 21:1). Me
maravillé con las misericordias de Dios, que, por amor de
mi compañero, y de su abuelita sin duda, mostró su gloria y
concedió la petición de oración de un necesitado.
[77]
Francisca, Fonoaudiología
[78]
efectivamente. Luego de esto, llega finalmente el día del
examen, estaba muy asustada pues la cantidad de materia
era mucha. Recuerdo que di la parte práctica donde gracias
a Dios me fue muy bien, pero al otro día era la prueba
teórica. Con el Coro Juvenil teníamos una misión, una
vigilia de amanecida en una Iglesia, por lo tanto, debía hacer
el examen lo más rápido posible para alcanzar a devolverme
a mi casa y llegar al templo a reunirnos para salir a la misión.
Entro a dar el examen y antes de partir hago una oración
pidiéndole a Dios que me dirigiera, comienzo a contestarlo
rápido, algunas alternativas que no sabía las contesté igual,
y me fui. La misión estuvo hermosa y pude olvidarme de
todo lo relacionado con el ramo. Estábamos desayunando
luego de la vigilia de amanecida y llegan las notas del
examen, muy asustada comienzo a buscar mi nombre y para
mi sorpresa me había sacado un 6.3, sólo para la gloria de
Dios pasé de tener la nota más baja del curso en las primeras
evaluaciones a tener la nota más alta en el examen. Lo único
que había hecho era buscar el rostro de Dios más de cerca,
esa fue mi estrategia, disponerme en sus manos y él fue
conmigo. Tal como dice su palabra él a sus hijos los coloca
por cabeza y no por cola y así lo pude experimentar en mi
vida.
Terminé muy feliz y contenta, pude pasar el ramo, pero
también pude confirmar que Dios nunca nos abandona,
que cada vez que pensamos que no podemos más él está ahí
y es él quien puede por nosotros. Cuando nos disponemos
en sus manos vemos como él hace realidad aquello que
solos no podemos lograr. Dios es fiel y ha prometido estar
con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. ¡Que el
Señor les bendiga!
[79]
Diego, Derecho
[80]
De pronto, una mano reposó sobre mi hombro, mientras
en la banca vacía donde me encontraba se sentaron tres
personas. Al abrir mis ojos, veo que era el hermano con
el que compartí en Concepción. Rebosé de alegría. La
reunión se me hizo breve, y contento de haber participado,
comencé a despedirme. En ello, el hermano me invitó a su
casa. Cuando llegamos, comenzamos a hablar de las cosas
de Dios. De pronto la conversación se torna en preguntas
cada vez más interesantes sobre la vida cristiana de antaño.
En mi mente tomaba nota de las cosas que mi hermano
me contaba, lo que hizo que me olvidase del examen.
Llegó un momento que, al ver la hora, observé que ya era
de madrugada. Comencé a buscar mi celular para tomar
un medio de transporte, pero el hermano me invitó a
quedarme. En la mañana, aun siendo las 06.00, me levanté
preocupado por mi examen, lo que me llevó a tomar mi
celular y a memorizar los conceptos faltantes de mi estudio.
Parecía que no entraba nada. Los dueños de casa se pusieron
de pie, y yo tras ellos. Tras compartir con ellos el desayuno
y almuerzo, resonó la voz del hermano: “parece que el
hermano Diego se olvidó que mañana tiene examen”. En
ese instante, luego de compartir unas últimas palabras con
ellos, me fui a mi pensión.
Al llegar, oré dando gracias a Dios, porque después de
sentirme solo, sin compañía de ninguna amistad, Él había
dispuesto a amados en Cristo que me habían acogido por
unas horas en su casa. Al levantarme de la oración, seguí
estudiando, pero parecía que las letras pasaban por mis ojos
sin ingresar en mi mente. No obstante, no me rendí. Volví
a orar, pidiendo a Dios claridad. Abrí la Biblia y Dios me
confortó. El martes, a las 8:45 de la mañana estaba frente
a dos ayudantes que me interrogaron. Sus rostros serios
y sus preguntas incisivas eran respondidas punto a punto:
requisitos legales, puntos doctrinales y jurisprudencia. Al
salir, mis compañeros se quejaban de los ayudantes por las
[81]
calificaciones que les habían puesto, mientras yo guardaba
silencio ante ellos, dando Gloria a Dios por su apoyo
incondicional. Mi calificación: un 6.5. El Señor en medio
de la angustia y desesperación; en medio de la soledad y
desánimo nos recuerda: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso
es habitar los hermanos juntos en armonía!”. A Dios Honra y
Gloria, por su amor infinito.
[82]
Macarena, Derecho
[83]
es nuestro ayudador y está presente en cada oración que
realizamos, inclusive en aquellas que no vemos respuesta
Dios está obrando. Él hasta aquí, estando egresada, me ha
ayudado.
El Grupo Estudiantil Los Del Camino, ha sido de gran
bendición para mi vida. Allí he vivido cosas hermosas en el
Señor. En una oportunidad, iba entrando a la universidad
apurada para llegar a la reunión GELC y tuve una visión: vi
toda la universidad en tinieblas, pero de pronto, comenzaron
a notarse pequeñas luces entre esa oscuridad, las cuales se
fueron intensificando. Luego, pude distinguir que esas luces
eran los hermanos del GELC que iban también camino a la
reunión. Aquí se hace viva la palabra de Dios: “Vosotros sois
la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede
esconder”. San Mateo 5:14.
Un día, debíamos realizar una evangelización con
entrega de tratados en la universidad, y yo le dije a Dios
en mi corazón: “Señor, ¿cuándo comenzará usted a llamar
las almas? Luego de eso, salimos a cumplir con el servicio y
llegamos a la sala de estudio de la universidad. Allí había una
señorita, y cuando entregamos el tratado nos dijo: “¿ustedes
son los que se reúnen en la sala 217 todos los días lunes a
las 13 horas?”, a lo cual respondimos que sí, y ella agregó
entre lágrimas: “es que yo voy todos los lunes a esa hora y
me ubico afuera de su sala a escucharlos cantar”.
Esta experiencia fue de gran gozo para nosotros, ya
que a veces creemos que Dios no está obrando, porque
simplemente no vemos esa obra con nuestros ojos. Pero
Dios es Soberano, y Él hace como quiere, con quien quiere
y cuantas veces quiere. Dios bendiga grandemente al GELC,
y nos ayude a continuar con esta hermosa labor. Como dice
su palabra en San Mateo 4:19: “Venid en pos de mí, y os haré
pescadores de hombres”.
[84]
Felipe, Licenciatura en Matemáticas
[85]
Gladys, Contador auditor - Contador público
[86]
vez veía más lejos la posibilidad de estudiar, puesto que
tampoco quería pedir algún crédito para poder estudiar, pues
eso sería una presión muy grande para mis padres. Llegó el
día que debía dirigirme a Antofagasta, no conocía a nadie,
el proceso de adaptación al que me enfrentaba era muy
grande. Estaba muy lejos de mi casa y sola. Únicamente en
la oración encontraba calma y se renovaban mis fuerzas para
seguir.Ya casi a finales de ese mismo mes, llegué a un punto
en que no podía más, no me acostumbraba a la ciudad, veía
que la respuesta de Dios a mis peticiones estaba cada vez
más lejos, estaba decidida a dejar la universidad.
Pero, una tarde al llegar a mi casa, fui a los pies del Señor
para nuevamente reclamarle la promesa que Él me había
hecho, ya que no la veía cumplida, sino al contrario. Luego
de un rato, al levantarme de esa oración Dios me habla a
través de su palabra, “¿No te he dicho que si creyeres verás la gloria
de Dios?” San Juan 11:40. Esta palabra llegó tan profunda
a mi corazón, y dije: “amén Señor”, en ese momento sentí
una paz y un alivio tan grande, porque sentía que mi fe se
había renovado. No pasaron ni dos días, al revisar mi correo
electrónico me habían notificado que había obtenido todos
los beneficios a los que había postulado e incluso más.
Obtuve beneficios de la universidad, a los cuales nunca había
postulado. Al ver la respuesta de Dios en ese momento, corrí
a mi habitación y me arrodillé, le pedí perdón por no haber
esperado sus tiempos y no haber confiado en Él. Desde ese
momento nunca más he dudado de sus promesas hacia mi
vida, cada vez que tengo un problema voy a su encuentro
y veo la respuesta de Dios. Hoy puedo decir que me siento
bendecida por Dios, Él ha cumplido sus promesas en mí,
he podido continuar con mis estudios y todo lo que le he
pedido, Él me lo ha concedido. Les insto a que su fe nunca
decaiga, sino que esté firme en Dios, Él nunca abandona
sus hijos.
[87]
Solange, Pedagogía en Inglés
[88]
beca que era de gran apoyo económico para mí. Pasaron
alrededor de uno o dos meses y el documento que faltaba
milagrosamente aparece un día en mi correo electrónico.
Me dirigí a la universidad a hablar con la asistente social
y le muestro el documento, ella impresionada comenzó a
llamar a JUNAEB y envió el documento de respaldo para
comprobar que había hecho la renovación en los plazos
que correspondía. Estuvimos más de una hora tratando
de solucionar el problema, ella llamaba de un lado a otro,
defendía mi beca, pero el problema parecía no tener solución.
Cuando ya las esperanzas no eran muchas, la asistente social
decide volver a llamar a JUNAEB. Mientras sonaba el
teléfono, dentro de mí, comienzo a clamar al Señor, le dije:
“Señor si usted es un Dios de poder, demuéstreme en esta
ocasión que usted puede hacer algo grande, permita que me
den la beca, yo sé que usted tiene el poder para hacerlo”,
y en el momento en que termino de decir estas palabras
al Señor, llega un correo electrónico donde decía que mi
renovación para esa beca estaba aprobada, haciendo alusión a
que había sido un caso excepcional, ya que como mencioné
antes, habían pasado alrededor de cinco meses desde la
renovación. Ese momento fue muy lindo, la asistente social
comenzó a reír y me decía: “no, es que tú tienes un ángel,
es que nunca me voy a olvidar de ti, no sé cómo lograste
que te dieran la beca” y yo le respondo: “lo que pasa es que
yo soy cristiana, creo en Dios” y ella trataba de buscar una
explicación más lógica, me decía que jamás había tenido un
caso así, donde después de tantos meses aceptaran dar una
beca, pero, finalmente, después de decir muchas cosas, me
miró y me dijo: “definitivamente fue Dios”.
Tras vivir esto, pude comprender la importancia de
cumplir con las promesas que hacemos al Señor, y reconozco
que el poder de Dios es grande, capaz de sobrepasar todo
entendimiento y dentro de esas cosas inexplicables que Dios
hace, los labios de personas que no le conocen también
[89]
pueden reconocer las maravillas de Dios. “El Señor es mi
fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado”.
Salmos 28:7. Pongamos nuestra confianza en Aquel que nos
amó, seamos fieles a Él y para el Señor que vive sea toda
honra, gloria y suprema alabanza.
[90]
Jazmín, Ingeniería Civil Industrial
[91]
dejar de esforzarme y estudiar, lo más importante era amar
a Dios y hacer su voluntad, descansando en la promesa de
que Él es quien se encarga de todos los aspectos de mi vida
(lee San Mateo 6:33). El 2019 al entrar en la especialidad,
descubrí lo hermosa que era la carrera y aunque enfrenté
una nueva IAE, descansaba en la promesa de que Dios tiene
mi futuro asegurado en sus manos y su voluntad es perfecta,
Él dice: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis
caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más
que vuestros pensamientos” (Isaías 55:9). Gracias a Dios esa
solicitud fue aceptada y pude seguir estudiando. Nació en
mí una gratitud inmensa hacia Dios, al confirmar una vez
más que era su plan para mi vida el que estudiase eso y no
otra carrera.
Dios es quien da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a
los entendidos (lee Daniel 2:21), por eso me ha enseñado
a orar cada vez antes de estudiar, pidiéndole inteligencia,
entendimiento, rapidez y buena memoria para poder
aprender de manera excelente. Él en su misericordia me ha
bendecido, permitiéndome aprobar todas las asignaturas este
último año, llevando una vida productiva, en su voluntad y
con su paz. Dios puso su amor en mi corazón, ha sanado mi
autoestima y me permite sentir nuevamente su presencia
en mi vida.
Si estás enfrentando una situación difícil, realiza una
oración sincera y pídele ayuda a Dios, quien es real, es
bueno, te ama, quiere lo mejor para ti y quiere que le invites
a tu vida. Si aún no le aceptas como tu Salvador, te animo a
que lo hagas (lee San Juan 14:2 y 6), en mi experiencia, es la
mejor decisión que he tomado y un día le veré cara a cara
en el cielo. Dios es fiel y cumple todas sus promesas escritas
en la Biblia. Haz un pacto con Él y procura cumplir sus
mandamientos. Puedes confiar en que Dios estará siempre
contigo, te sacará adelante y no te decepcionará jamás (lee
Deuteronomio 31:8). ¡Dios te bendiga!
[92]
Fabiola, Fonoaudiología
[93]
sucesivamente, no pudiendo responder casi nada. En ese
momento recordé experiencias que me habían contado o
que había escuchado en misiones e hice un acto de fe. Puse
mis manos en la evaluación e incliné mi rostro en la mesa,
sintiéndome muy afligida (brotando lágrimas de mis ojos),
y clamé al Señor de todo corazón, y le dije: “Señor no sé
nada de esta prueba, pero te pido que en esta hora abras
mi mente y me ayudes a recordar la materia y pongas las
respuestas en mi pensamiento. Señor, hice lo que me han
enseñado desde pequeña, a ponerte en primer lugar en mi
vida y necesito ver tu poder para que mi fe sea aumentada y
pueda contar tus maravillas.” En ese momento la profesora
dijo que quedaba poco tiempo para terminar el certamen,
entonces me enderecé y comencé a leer las preguntas, y las
respuestas surgían de una forma muy fluida en mi mente,
es como si Dios directamente iba poniendo las respuestas
en mi pensamiento de una forma inexplicable, y así pasé la
primera hoja, la segunda, la tercera y hasta el final, pudiendo
entregar la evaluación con todas las respuestas. Luego de
algunos días, se entregaron los resultados del certamen, y
para la gloria de Dios fui la mejor nota del curso, en ese
instante quedé conmovida y sin palabras, le di gracias a Dios
por haberme permitido vivir esa experiencia.
Me gozo en escribir estas líneas, porque puedo testificar
que Dios es real y que, si lo tienes como prioridad en tu
vida, Él no te defraudará, pese a nuestras faltas, Él siempre
estará con nosotros para brindarnos su amor, misericordia
y ayuda. Termino diciendo que esta es una de las tantas
experiencias que me he ganado estando en la universidad.
De Dios proviene la sabiduría y la inteligencia, y que, en
los momentos más difíciles, cuando le clames de todo tu
corazón, Dios estará contigo; y no solo en esos momentos,
sino que a cada instante y en cada etapa de tu vida, porque
Él nunca te abandonará.
[94]
Catalina, Ingeniería en Biotecnología
[95]
A la semana siguiente, recibí un correo del jefe de carrera
notificándome que, de forma excepcional me realizarían la
prueba recuperativa anulada anteriormente. Yo estaba muy
feliz porque cuando todo estaba perdido Dios había abierto
una puerta para mí.
Necesitaba un 40, y nuevamente parecía imposible. Sin
embargo, antes de estudiar oraba para que fuera Dios quien
me enseñara, ya que sabía que por mis propios medios
nunca tendría la calificación necesaria.
El día de la prueba, oré antes de comenzar y a medida
que iba resolviendo los ejercicios estos me iban resultando,
al terminar el tiempo envié la prueba y oré. Mientras oraba,
me llegó un correo con la nota de la prueba recuperativa
y el promedio final del ramo. Confiando en Dios abrí el
correo, el cual señalaba que obtuve un 40 en la prueba
recuperativa, ¡aprobando el ramo con un 40.15!
Para Dios no hay nada imposible, Dios hizo un milagro
conmigo y también puede hacerlo contigo, solo debes
confiar en Él, tener fe y orar con un corazón humillado,
reconociendo que sin Él nada podemos hacer. Que Dios
les bendiga.
Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia
prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus
veredas. Proverbios 3:5-6
[96]
Helen, Auditoría
[97]
Entre todo lo que conversamos pude contarle mi
experiencia vivida con Dios y de cómo Él ha sido el único
capaz de llenar mi vida, ella me escuchaba muy atenta,
me iba preguntando más sobre Dios y finalmente podía
reconocer de la existencia de Él. En nuestra conversación
le instaba a que orara y buscara a Dios, le expresé que
de igual forma oraría por ella, para que la obra que Dios
estaba comenzando, Él la fuera perfeccionando, y la instaba
también a participar de nuestro GELC, sin embargo,
no pudo porque el horario no le acomodaba por otros
compromisos, pero que comenzaría a ver las reuniones
online que tiene programada nuestra iglesia. Todo esto fue
algo que me dio una alegría tan grande, cuando vi la hora,
me di cuenta como habían transcurrido casi 45 minutos
aproximadamente en los cuales hablamos solo de Dios, mi
corazón no podía estar más feliz, si bien me había perdido
la transmisión, pude hablar a una compañera de Él, viendo
que así que, como Dios hablaba a través de Moisés (quien
se reconocía como tardo para hablar) tal cual Dios hablaba
a través de mí, pues no eran mis palabras sino la invitación
misma que Dios hacia a esa alma que necesitaba de Él.
Tal como escuché hace unos años en una predicación
del Pastor Fernando Fuentes, Dios nos ha permitido cursar
estudios superiores no con el simple hecho de obtener un
título, sino para hablar a otros de Él y entregar su mensaje
de salvación. Si alguno se siente como Moisés, que no es
capaz o es torpe para hablar y que le cuesta para predicar a
otros de Dios, solo basta que nos dispongamos en sus manos
para que Él pueda usarnos como estime y así cumplir su
mandato de ir por todo el mundo y predicar su palabra a
toda criatura.
[98]
Juan, Técnico en Mantenimiento Industrial
[99]
copiaba y lo hacía mal (cabe destacar que en la media no
tenía una obra de Dios), cuando llegó el momento de
dar los promedios finales, no era sorpresa para mí , estaba
reprobado, y ni siquiera podía ir a examen por mis notas
bajas, con aflicción clamé a mi Dios y le decía “Papito,
yo he puesto de mi parte, he estudiado, trato de entender
pero cuando doy las pruebas se me olvida todo, tú has visto
cuanto deseo servirte y hacer tu voluntad, y si es permisión
tuya o tienes un propósito con mi vida y debo estar un año
más en esta universidad para que un alma sea salva, así sea”.
Me fui de vacaciones a Santa María, en aquel lugar me
sentía feliz, habían servicios en la iglesia y locales todos los
días, y estando allá recibo una llamada indicando que debo
de ir a realizar la prueba de repechaje, aunque mi promedio
era bajo y casi imposible subir esa nota, hable con mi familia
y pedí palabra al Señor, y él responde: “a los que aman a
Dios ,todas las cosas le ayudan a bien, esto a los que conforme
a su propósito son llamados” Romanos 8:28. Viajé de Santa
María a Viña del Mar un día miércoles para dar el examen
y al verme mis compañeros se reían y burlaban, diciéndome
qué haces aquí, no tienes ninguna posibilidad de aprobar,
ándate a tu casa, entre otras cosas; más yo sabiendo quien
era mi ayudador les dije “yo no sé nada, más vengo en el
nombre del Señor”. Di la prueba, no les diré que me sabía
todo, ni que se me encendió una ampolleta y comencé a
contestar todo, no, solo la hice, pasaron los días y llegaron
los resultados, necesitaba tener una nota 85 para poder
aprobar y para la gloria de Dios, tuve un 90, Dios me
respaldó. De vuelta de vacaciones mis compañeros miraban
asombrados, y decían “¿y este qué hace aquí?” y el Espíritu
que da testimonio actuó en una compañera la cual estaba
recibiendo palabra del Señor asistiendo al grupo GELC con
nosotros, “el Juanito pasa los ramos puro orando”. La gloria
sea para Dios.
[100]
Francisca, Relaciones Laborales
[101]
1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas
ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera
que vayas.
Me encontraba en otra ciudad sin mi familia, pero la
hermandad siempre entregaba palabras de aliento para mi
vida. Dios fue mi sustento, y nunca me faltó. No tendría en
abundancia, pero mi fe iba en aumento al ver las maravillas
de mi Dios, como él iba multiplicaba la comida en mi
alacena, cómo el Señor tocaba el corazón de una familia
para que nunca me faltara. Incluso encontré un trabajo
donde había hermanos de la iglesia trabajando allí, y el
Señor era conmigo.
En la universidad veía mis limitaciones, veía que mi nivel
y disciplina en los estudios no era la misma que los demás y
me esforzaba más y más pero no daba resultado. Mi angustia
comenzó a ser una tristeza muy grande, pero ¡bendito es el
Señor que nos trae a la memoria todas sus promesas y su
palabra! Recordé la promesa que Dios me dio a través del
instrumento y mis oraciones siempre eran: Señor tu palabra
dice “y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a
Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será
dada.” (Santiago 1:5-6). Yo necesito de tu sabiduría y de tu
entendimiento.
Y una vez más el Señor fue conmigo. Al ver las
evaluaciones sabía que Dios estaba conmigo, y a pesar de
que a veces en mí existía la duda por mi capacidad, sabía que
la capacidad de Dios, sus promesas y su amor inmenso hacia
mí eran infinitos, y mis cargas se iban. No está demás decir
que el primer año de universidad Dios estuvo conmigo en
todo momento y vi la necesidad de mis compañeros por la
palabra de Dios. Solo le pido a Él que me dé las palabras y
su amor para entregar lo que por gracia me ha sido dado, a
cada universitario que necesite de Él.
Mi deseo es poder recordarle a cada uno de los
estudiantes que Dios es con nosotros en todo momento y
que la oración puede mucho.
[102]
Jessica, Educadora de Párvulos
[103]
lugar, se la dediqué a la persona más importante en mi vida:
Dios, y luego, a mi familia. En el año 2016 pude recibir mi
título técnico.
Al pasar de los años quise sacar la continuidad de
estudios y así Dios también me ha ido bendiciendo. En este
contexto me correspondió hacer una clase de la persona más
importante de mi vida y pude hacerla de Dios. Él empezó
a bendecirme grandemente, luego entré a GELC (Grupo
de jóvenes cristianos que predican la palabra de Dios a toda
criatura). Este grupo ha sido de mucha bendición en mi
vida, así que les invito a participar en él y escuchar palabra
de Dios.
Mi consejo para los jóvenes que no sirven a Dios y los
que sí le sirven es que siempre deben esperar en su voluntad,
porque el tiempo de nosotros no es el tiempo de Dios.
[104]
Eunice, Ingeniería Civil Industrial
[105]
Así fue como llegué a rendir la prueba, tenía miedo,
aún con la confirmación de que Dios sería conmigo seguía
dudando de su amor hacía mí. Di las pruebas, al salir sentí
que iba al completo fracaso. Me fui a la alameda junto a un
amigo de la iglesia, a ambos nos había ido mal, quería llorar,
tenía rabia, frustración, decepción. Nos sentamos en silencio
en una banca, cuando de pronto un anciano se sienta en la
esquina de nuestra banca, saca un teléfono y pone música,
le presto atención, era una alabanza que decía: “supe que
me amabas, lo entendí, supe que buscabas más de mí” no
pude evitar las lágrimas, Dios estaba respondiendo a mi
duda, me estaba diciendo que me amaba. El anciano dejó
que acabara la música, se levantó y se fue. Comprendí lo
errada que estaba al deslegitimar el amor tan grande de mi
Creador. Dios ese día me llenó de fuerzas, independiente
del resultado, sabía que Dios me amaba, y eso era lo más
importante. Sin embargo, él ya tenía previsto el ayudarme y
honrarme en la carrera y universidad que yo anhelaba, por
lo que me permitió obtener un puntaje mucho mayor al que
necesitaba para postular, un puntaje que solo demostraba la
grandeza y magnificencia de mi Dios.
Ahora estoy cursando mi quinto año universitario, y
solo puedo decir que lo que tengo y lo que soy, se lo debo
exclusivamente a él, él fue quien me abrió la puerta de la
universidad y ha sido él mismo quien me ha ayudado a
poder aprobar todos mis cursos. Grande es nuestro Dios que
permanece fiel, que cumple sus promesas. Desde que viví
todo este proceso, he encomendado a él mi camino y no he
vuelto nunca más a desconfiar de su poder, comprendo que
fue necesario pasar todo aquello para aprender a confiar
netamente en él y no en el hombre, para comprender
que estando cerca de él, es donde estoy bien, y que el
inmenso amor y bondad que tiene Dios para con mi vida
es inmutable. Si tú eres uno de los que está pasando por un
proceso similar al mío, te invito a que vuelvas tu mirada a
Dios, quien te ama con amor eterno, y que deposites tu
confianza en él, el cual nunca te defraudará.
[106]
Natalia, Odontología
[107]
aferrarme de su mano y confiar plenamente en él, porque
todas las cosas están bajo el control de nuestro Señor.
Nosotros tenemos vista limitada hacia el futuro, pero
Dios conoce todo, así que es necesario que, aunque
pasemos por pruebas difíciles, angustiantes, decepcionantes
nunca dejemos de creer que Dios tiene el control, porque
los propósitos hacia nosotros son para bien.
Espero en el Señor que mi experiencia pueda servir a
alguien que esté pasando, o pudiera pasar en un futuro una
situación parecida. La mejor recomendación que puedo
hacerle es que confíe en Dios y al pasar el tiempo entenderá
el por qué tuvo que pasar por esas circunstancias. A Dios sea
toda la gloria.
[108]
Camila, Pedagogía en Educación Parvularia
[109]
confirmación, cambiando el pensamiento de mi padre, para
que él aceptara mi decisión y me apoyara en este camino
que iba a emprender.
Algunos días más tarde hablé con mi padre a solas y
él me escuchó atentamente y luego de varios minutos me
responde que está de acuerdo y que me apoyaría en mi
decisión de estudiar esa carrera. Dos días después recibí los
resultados y quedé en la carrera que Dios deseaba para mi
futuro.
Ahora voy en mi tercer año de universidad (penúltimo
año) y Dios hasta este momento me ha ayudado, y confío
plenamente en que seguirá ayudándome y dirigiéndome.
Si los planes que tenías no son los que Dios tiene para
ti, te aconsejo que pidas su dirección para que así puedas
prosperar. Es necesario doblegarnos a su voluntad para
recibir la bendición que viene de su parte.
[110]
Michelle, Pedagogía en Educación Parvularia
y Educación Básica para Primer Ciclo
[111]
cual pagaba gran parte de mi arancel y gracias al descuento
quedaba la cantidad justa que yo podía pagar. Además,
fui informada de que no saldría de la universidad siendo
solamente Educadora de Párvulo, sino de Básica también, es
decir, doble profesión. Cabe señalar que la generación en la
cual me encuentro es la última que podrá optar a ese título.
Ahora voy en mi tercer año, ya pronto a terminar y puedo
decir que solo Dios me ha ayudado hasta este momento. Si
algún joven o señorita no sabe qué estudiar, y eso lo aflige
en gran manera, mi consejo para usted es que entregue su
futuro en las manos del Señor y el abrirá las puertas. La
obediencia es clave para poder recibir la bendición que
Dios tiene para nosotros.
[112]
Scarlett, Medicina
[113]
“Señor si para estos jóvenes/señoritas será de bendición
ir a la universidad ábrale todas las puertas, pero si alguno
se perderá por ir a esas instituciones cierre todas” y esas
palabras las tomé con mucho temor.
Al recibir los resultados, no me fue como esperaba, pero
Dios que es grande en amor y misericordia abrió las puertas
para estudiar esta carrera, no por ser la mejor ni la más
capaz, sino todo lo contrario, porque él quería demostrarme
a mí y a los demás que, a pesar de yo no tener la capacidad
necesaria para estudiar, él tiene todo poder para abrir las
puertas y capacitarnos y que, cuando él las abre, no hay
quien las cierre.
Aun cuando la carrera ha sido muy difícil para mí y
muchas veces me planteé renunciar, él me ha hablado y me
ha dicho que es su voluntad tenerme en este lugar. Ahora
estoy en mi tercer año de carrera, y he podido ver el amor
de Dios hacia mi vida, entendiendo que él me ha traído a
este lugar para poder hablar sobre su amor a muchos jóvenes
que aún no lo conocen.
Escribiendo esta experiencia entiendo que pasé por
todo eso para poder contar lo que Dios hizo conmigo.
Estoy segura de que puede haber alguien que se sienta tan
incapaz como yo me sentí, que ve su futuro tan complicado,
sus sueños tan inalcanzables. Aunque es cierto que eres
incapaz por ti mismo, te recuerdo que tenemos un Dios
todopoderoso, que hace posible lo imposible para nosotros.
Así que, ¡ánimo y confía en Dios! porque él tiene el poder
para cumplir los deseos de tu corazón, solo debes confiar
en él y entregarle tus sueños, deseos, anhelos y Dios que
conoce todas las cosas, las cumplirá en cuanto esté en su
voluntad. Guarda en tu corazón “Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece’’ y recibe muchas fuerzas.
[114]
Lidia, Fonoaudiología
[115]
Me humillé al Señor y cuando llegué a la prueba y vi el
examen no entendía nada y fue tanta mi angustia, que pasé
más de 10 minutos con mi cabeza en la prueba, con los ojos
cerrados. Ahí oré y le pedí Dios de manera sincera y con un
corazón contrito y humillado que tuviera misericordia de
mí y que me ayudara en ese examen.
Salí de esa prueba derrotada, triste y angustiada creyendo
que ya había reprobado el ramo. Al día siguiente fui con una
amiga a tomar un café y mientras estábamos en aquel lugar,
ella me dice que revise mi celular ya que había llegado la
notificación de la nota del examen. En ese momento no
quería ver la nota, sabía que me lo había echado, pero con
todo el estrés invadiéndome abrí la notificación y pude ver
la gloria de Dios hacia mi vida: un 4.8 que me permitía
aprobar el ramo.
Al meditar todo lo que ha sido mi experiencia
universitaria, puedo decir que Dios me ha ayudado hasta
este momento, el me abrió las puertas a esta carrera (lista
de espera de la lista de espera) y a pesar de lo duro que ha
sido, puedo asegurarles que él es con nosotros, y que todas
las cosas que pasamos (buenas o malas) están dentro de su
propósito, así que animémonos, y confiemos en Dios.
[116]
¿Qué es GELC?
[117]
Si deseas formar parte del GELC, te invitamos a ponerte
en contacto con nosotros escribiendo a gelc.uchile@gmail.
com o hablándonos por instagram a la cuenta @gelc_uchile.
[118]
Si pudiéramos describir el contenido de este libro en
una sola palabra sería: SOBRENATURAL
Lo que vivimos con Dios en la universidad es algo
increíble que va mucho más allá de lo que pudiéramos El Grupo Estudiantil Los del
expresar con palabras, cuando Él está presente lo Camino es una organización
transforma absolutamente todo y nos demuestra que lo de estudiantes cristianos
sobrenatural sobrepasa ampliamente nuestros límites que pertenecen a diferentes
humanos. La verdad indiscutible que resalta en cada una
de las obras de esta antología testimonial es que Dios
instituciones de educación
es Todopoderoso, ¡sí! y enteramente dispuesto a dejarte superior y establecimientos
sin palabras a causa de sus maravillas que hoy más que de enseñanza media, el cual
nunca, están vigentes. tiene por finalidad compartir el
Es más que seguro que en alguna oportunidad has evangelio de Cristo a la juventud
escuchado del poder de Dios… que algo indescriptible en el entorno académico a partir
le pasó a algún conocido o familiar tuyo, pero ¿lo has
experimentado tú? ¿has creído en que esas cosas pasan
de la experiencia de sus mismos
realmente? A veces tendemos a pensar que son milagros miembros.
aleatorios y que suceden una vez y listo. Pero ¿y qué si Lo que tenemos en común
hay más? – tienes que saberlo cuanto antes – porque los autores no es solo ser parte
perderse un día más sin conocer a Dios es demasiado de este grupo o estar cursando
tiempo. Te queremos invitar a llenarte de la evidencia estudios superiores, es por sobre
que sustenta nuestra fe, no es algo que nos contaron, es
todo lo que vivimos.
todo, haber conocido a Jesús
Este es nuestro contexto actual, súper cercano y como salvador y tener una firme
tangible, “la U”, donde también está el Dios de lo imposible. convicción de que el amor de Dios
Un punto clave que debes tener en cuenta, TÚ ERES puede alcanzar la vida de muchos
TREMENDAMENTE IMPORTANTE PARA JESÚS y esta estudiantes a través de nuestros
es la buena noticia, que aquello que está escrito en este testimonios. Creemos que todos
maravilloso libro puede pasarte a ti, desde ahora.
necesitan saber de Jesús y
experimentar personalmente
el cambio de vida que provoca
conocerle, y así obtener la
verdadera libertad, la perfecta
paz y la felicidad que tanto anhela
nuestro corazón.
9 789566 133100