Simón Cortés, José Manuel - TFM

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INTERPRETACIÓN DE LO FEMENINO

MEDIANTE PROCESOS CREATIVOS


DE FORMAS CERÁMICAS EN
ATMÓSFERAS REDUCTORAS

Valencia, Septiembre de 2015

UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE VALÈNCIA Trabajo final de máster presentado por:


FACULTAT DE BELLES ARTS José Manuel Simón Cortés
1
Tipología IV Dirigido por la Dra. Carmen Marcos Martínez
UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE VALÈNCIA

FACULTAT DE BELLES ARTS

Trabajo final de máster

Interpretación de lo femenino mediante procesos creativos de


formas cerámicas en atmósferas reductoras.

TIPOLOGÍA IV

Presentado por José Manuel Simón Cortés

Dirigido por la Dra. Carmen Marcos Martínez

Valencia, Septiembre de 2015

2
A mi familia y amigos, y en especial a mi hermana, que ha sabido
llevar la palabra superación a las cotas más altas.

Gracias de corazón

3
4
RESUMEN

El presente trabajo de investigación está dividido en una parte teórica-


conceptual y una parte práctico-creativa. En la parte teórica del trabajo se hace
una reflexión en cuanto a la desnudez femenina, el desnudo en el tiempo y
cómo se complementa con el material cerámico de manera abstracta.

Una vez definidos los conceptos a abordar en el trabajo, se iniciará la parte


práctica, donde se han querido explorar las diferentes posibilidades que puede
ofrecer la técnica del Rakú, tanto en formas como acabados, aportando gran
valor estético, formal y conceptual.

Las obras creadas parten de premisas como lo femenino, la desnudez y más


concretamente el pecho. Todas ellas se han realizado mediante torno de
alfarero utilizando diferentes pastas cerámicas como soporte, cada una de ellas
con colores y texturas propias, dando como resultado diversos acabados
condicionados por las técnicas empleadas.

Palabras clave: Rakú, pecho, desnudo, femenino, cerámica.

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RESUM

El present treball d'investigació està dividit en una part teòrica- conceptual i una
part practico creativa. En la part teòrica del treball es fa una reflexió quant a la
nuesa femenina, el nu en el temps i com es complementa amb el material
ceràmic de manera abstracta.

Una vegada definits els conceptes a abordar en el treball, s'iniciarà la part


pràctica, on s'han volgut explorar les diferents possibilitats que pot oferir la
tècnica del Rakú, tant en formes com acabats, aportant gran valor estètic,
formal i conceptual.

Les obres creades parteixen de premisses com el femení, la nuesa i més


concretament el pit. Totes elles s'han realitzat mitjançat el torn de terrisser
utilitzant diferents pastes ceràmiques com a suport, cada una d'elles amb colors
i textures pròpies, donant com resultat diversos acabats condicionats per les
tècniques empleades.

Paraules clau: Rakú, pit, nu, femení, ceràmica.

6
ABSTRACT

This research is divided into a theoretical-conceptual part and a practical-


creative part. In the theoretical part of work it is done reflection on concepts
such as to female nudity, naked in time and how is complemented by the
ceramic material is abstractly.

Once defined the concepts addressed in the work, the practical part will be held,
where they have wanted to explore the different possibilities that can offer the
technique of Raku, either in forms as on finishes, providing great value
aesthetic, formal and conceptual.

The works created are based on assumptions as female, nudity and more
specifically the chest. All of them have been made by potter's wheel using
different ceramic pastes for support, each with their own colors and textures,
resulting in various finishes conditioned by the techniques used.

Keywords: Raku, breast, nude, female, ceramics.

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INDICE

1. INTRODUCCIÓN

Objetivos Pág. 16

Metodología de trabajo Pág. 17

2. INVESTIGACIÓN TEÓRICA

2.1. La mujer en el tiempo, la mujer en el arte. Pág. 20

2.2. El desnudo. Pág. 24

2.3. La luz y la sombra. Pág. 25

2.4. Transformación del género a la forma. Pág. 28

2.5. Entre el desnudo y la arcilla. Pág. 31

2.6. La técnica cerámica del Rakú. Pág. 37

2.6.1. Origen del Rakú. Filosofía y técnica. Pág. 37

2.6.2. Chojiro y su entorno tradicionalista y ornamental Pág. 38

2.6.3. Características estéticas y ornamentales. Pág. 41

2.6.4. Materiales empleados, definición, técnica y proceso Pág. 42

2.6.4.1. Pasta cerámica, particularidades. Pág. 42

2.6.4.2. Proceso de trabajo y secado. Pág. 46

2.6.4.3. Los barnices, materias primas y formulación Pág. 46

2.6.4.4. Aplicación de los barnices. Pág. 48

2.6.4.5. Formulas de barnices empleados en Rakú. Pág. 49

2.6.4.6. Hornos y posterior cocción Pág. 51

3. INVESTIGACIÓN PRÁCTICA

3.1. Variaciones de la técnica del Rakú. Pág. 56

3.1.1. Características de la terrasigilata. Pág. 56


9
3.1.2. Cocción mediante Rakú en microondas. Pág. 58

3.1.3. Pit fired. Cocción en hoyo. Pág. 59

3.1.4. Naked Rakú. (Rakú desnudo). Pág. 60

4. PRÁCTICA ARTÍSTICA. DESARROLLO DEL PROYECTO PERSONAL

4.1. Referentes Artísticos. Pág. 64

4.1.1. Bernard Leach. Pág. 64

4.1.2. Arcadi Blasco. Pág. 68

4.1.3. Noritoshi Hirakawa. Pág. 72

4.2. Propuestas preliminares. Pág. 75

4.2.1. Maquetas. Pág. 75

4.2.2. Bocetos. Pág. 77

4.2.3. Obras. Pág. 81

4.2.3.1. Piedra. Táctil y visual Pág. 81

4.2.3.2. Metal y madera. La huella impresa Pág. 82

4.2.3.3. Bronce. El nexo Pág. 86

4.2.3.4. Cerámica, encáustica y óleo. Preámbulo Pág. 88

4.3. Realización de las diferentes series. Descripción técnica y procesos.

4.3.1. Terrasigilata. Pág. 93

4.3.2. Rakú en microondas. Pág. 95

4.3.3. Pit fired. Pág. 97

4.3.4. Rakú desnudo. Pág. 100

4.3.5. Rakú tradicional Pág. 105

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5. RESULTADO ARTÍSTICO

5.1. Serie I: Al desnudo. Pág. 114

5.2. Serie II: Matices. Pág. 119

5.3. Serie III: Identidad Propia. Pág. 122

5.4. Serie IV: En yuxtaposición. Pág. 126

5.5. Serie V: Movimiento aleatorio. Pág. 130

5.6. Serie VII: La huella. Pág. 133

6. CONCLUSIONES. Pág. 137

7. BIBLIOGRAFÍA. Pág. 141

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12
“La arcilla me permite volver a empezar, nada es definitivo; se convierte
en juego, se funde conmigo, se deja tocar y amasar. Se plantea una comunión
vigorosa y mágica. Su olor, su color, su humedad; todo me lleva hacia adentro,
me sitúa en la línea cero, básica y esencial.”

Evarist Navarro

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1. INTRODUCCIÓN

El presente Trabajo Final de Máster se enmarca en el Máster en


Producción Artística que se oferta dentro de la Facultad de Bellas Artes de San
Carlos en la Universidad Politécnica de Valencia, perteneciendo a la tipología
4: Producción artística inédita acompañada de una fundamentación teórica.

Este proyecto de investigación de carácter teórico-práctico ha surgido de


las ideas aportadas en las diferentes asignaturas del Máster, que han permitido
avanzar hacia ideas totalmente diferentes a las iniciales, pero despertando una
creatividad constante.

Este trabajo es una continuidad en la labor que se lleva realizando


durante años en el ámbito cerámico, y que se ha desarrollado hacia un
perfeccionamiento tanto en formas como en métodos de acabado. La
profundización más concretamente en la técnica denominada Rakú, ha
permitido gestar unos conocimientos previos con un aporte de nuevas técnicas
de ejecución. Las obras efectuadas por otros artistas con esta técnica han
abierto curiosidades hacia nuevas formas de crear, producir, y sobre todo de
mejorar los acabados. No es sólo la técnica realizada con un cuidado admirable
por el arte japonés, sino es mucho más, es la dulzura en las piezas, es el
exotismo oriental puesto al servicio de lo que muchos han denominado arte
menor.

La técnica del Rakú, ha ido evolucionando después de los años setenta


y ochenta, incorporando nuevas técnicas que se han fusionado a la perfección
adquiriendo los conceptos y la base de manera perfecta, sin perder por ello la
esencia propia. A través de diferentes lecturas y un aprendizaje en diversos
talleres se ha realizado un importante refuerzo a nivel teórico-práctico en este
trabajo.

Hoy en día, no existe ceramista que no sea seducido por este arte,
realizando demostraciones de maneras creativas, populares o festivas,

14
sometiendo al fuego la estética de la textura y los reflejos provocados por tan
radiante acabado. La técnica del rakú produce una cerámica japonesa que
significa satisfacción, alegría, liberación conjunta de técnicas mecánicas,
químicas y artísticas creando una comunión entre aquellas personas que
practican, crean y producen bajo el fuego de esta técnica.

El significado de la palabra Rakú en japonés es el de goce, placer


interior, satisfacción, alegría, y liberación1, y con tan bella definición era la
técnica perfecta para anexarla a las obras realizadas como interpretación de lo
femenino. Las formas, la textura visual o táctil, el contorno, el juego entre ellas,
la colocación en el entorno, ya sea provocado o aleatorio, el tamaño, serán
premisas que intentarán crear un paralelismo entre lo femenino y el acabado
aplicado al material utilizado.

Así como creo que cada persona o cada atributo femenino son únicos,
irrepetibles y con una esencia particular, cada pieza creada para este trabajo
es única en forma, tamaño, acabado y por consiguiente, especial en sus
defectos, características y detalles. Esto es posible gracias a la intervención del
azar que permite la técnica del Rakú, donde la simple colocación de la pieza
dentro del horno, la aplicación del barniz en mayor o menor cantidad y diferente
intensidad entre otros parámetros, dará lugar a una obra irrepetible y llena de
encanto y belleza.

Todas estas obras estarán impregnadas de un valor estético, formal,


conceptual, justificando la igualdad o la diferencia, con alguno de los atributos
femeninos, empleados únicamente a modo de interpretación, siendo importante
que cada pieza o la unión de varias, de pie a un discurso racional como obras
en solitario o formando un conjunto o una serie, piezas en contraposición o
creando un diálogo entre ellas.

Una vez que se han definido los conceptos básicos de este trabajo en
apoyo literario y de investigación, se visualizan soluciones plásticas de
diferentes artistas que puedan aportar un desarrollo positivo en nuestro trabajo.
1
CARUSO, Nino. Cerámica viva. Editorial Omega. Barcelona 1986. Pág. 291

15
El hecho de dejar fuera de este trabajo a muchos artistas plásticos que
reflexionan sobre el tema a nivel escrito o plástico, es simplemente el haber
apoyado esta labor creativa con aquellos que se ceñían más concretamente a
los planteamientos que desde un principio iniciaron este trabajo.

Por último, hemos pretendido desarrollar una propuesta propia


germinada a partir de la reflexión ante todo lo investigado, realizando un
proyecto multidisciplinar en cuestión de técnica y medios, con el fin de
enriquecer las posibilidades que proporciona esta técnica. El desarrollo formal
que engloba los procesos de trabajo han ampliado los contenidos conceptuales
así como las series y su interpretación artística, reseñando los soportes, las
técnicas empleadas y la posible ubicación dentro del espacio-contexto.

Se ha concluido este trabajo con el apartado de conclusiones obtenidas


desde la revisión última del trabajo efectuado y la relación de la bibliografía
consultada.

Los objetivos con los que hemos planteado esta investigación y que
comprenden la teoría y la práctica son:

Crear un proyecto teórico-práctico, estableciendo un equilibrio y


generando un trabajo dinámico entre ambos campos,
Elaborar una revisión de la experiencia personal que se ha dado con
anterioridad a este proyecto y que pueda aportar a nuestra visión actual
nuevas perspectivas de enfoque artístico.
Ahondar en los términos femenino, desnudez y Rakú, en su evolución,
acercando y relacionando ambos conceptos.
Llevar a cabo una creación práctico-artística para que el espectador,
únicamente a través de la obra realizada, tenga los medios suficientes
para entender el contenido de la investigación.
Integrar en todo momento la labor realizada, creando un nexo entre las
diferentes fases de investigación.

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Metodología de investigación

Para conseguir la optimización de los recursos tanto físicos como


temporales que nos ayudaran a concluir un buen proyecto, se hizo necesario
ceñirnos a una metodología, con la cual pudiéramos encontrar respuestas a los
objetivos planteados.

La idea de este proyecto de plasmar el pecho femenino dentro de un


contexto cerámico surgió con las diferentes asignaturas realizadas en el Máster
de Producción Artística, siendo una buena idea anexar las formas que se
estaban haciendo hasta ese momento con los materiales que ofrecían las
diversas asignaturas.

La selección de la tipología fue fundamental para el desarrollo de esta


investigación, marcando las directrices que se llevarían a cabo. Debido a la
complejidad y dificultad técnica de las obras de este proyecto la elección fue
sencilla, aunque la base del estudio conceptual era así mismo importante.

Este proyecto debía enlazar perfectamente la idea con la que se iniciaba


este trabajo y las diferentes asignaturas que ofertaban el Máster en Producción
Artística, siendo en su mayoría de carácter práctico. De este modo, se puede
ver el reflejo de asignaturas como Talla en madera y piedra, Procesos
constructivos en madera y metal, Técnicas Avanzadas de Fundición Artística,
entre otras, siendo parte fundamental para el desarrollo de este trabajo.

Como desenlace del trabajo pretendemos desarrollar una propuesta


creativa plástica propia, surgida de la reflexión sobre el tema investigado,
creando un proyecto interdisciplinar que abarque todas las técnicas estudiadas,
así como las posibilidades que proporcionan las variantes creativas creando un
vínculo entre ellas aportando información, resultados y conclusiones al tema de
esta investigación.

17
18
2. INVESTIGACIÓN TEÓRICA
19
2. INVESTIGACIÓN TEÓRICA

2.1. La mujer en el tiempo, la mujer en el arte

Intentar escribir sobre el protagonismo de la mujer en el arte a través del


tiempo es sin lugar a duda un llamamiento a dejar muchas obras sin ser
mencionadas. La mujer ha desempeñado un papel importante tanto en la
sociedad como en los diferentes ámbitos culturales y sociológicos que han
desembocado en una forma de plasmar y ser protagonistas en muchísimas
obras desde diferentes temáticas.

La parte esencial en este trabajo, es el lugar que ocupa dentro del


erotismo plástico, ya sea desde una ligera insinuación, hasta el acto más
inmediato que se haya podido crear.

Durante siglos, los condicionantes que han envuelto a la sociedad, han


hecho que sean partícipes directos o indirectos del arte que en cada momento
y en cada lugar se llevaba a cabo.

La fascinación del cuerpo de la mujer ha ejercido en el hombre y en la


sociedad gran atracción. Siempre se impuso el cuerpo, el volumen, el hecho de
poder tocar y abrazar, siendo el cuerpo el que ocupa el espacio y las tres
dimensiones. La imagen de la mujer fue siempre realidad física y por
consiguiente una obra, siendo venerada y encarnando la atracción, la parte
oscura, lo inmediato y la idea de que el símbolo siempre fue unido al cuerpo
femenino.

La Venus de Laussel represento el deseo por sobrevivir, exaltando su


anatomía, sintiéndose símbolo de fecundidad, y siendo antesala de las diversas
diosas que fueron creadas con arcilla y autores del más puro primitivismo. El
agua y la arcilla es la esencia material de la obra, siendo el inicio de la
escultura y de la mujer en el arte. Su eterna desnudez y su invariable
capacidad de redefinirse, ha sido la continua desnudez física de la mujer un
paso a los símbolos de lo natural. No oculta la feminidad, transmitiendo un

20
mensaje explícito o implícito teniendo como denominador común la fertilidad, la
moral y la simbología.

Imagen 1. Venus de Laussel

Si debemos de comenzar por una obra donde la sensualidad y el toque


erótico es parte principal de la obra, es con el Nacimiento de Venus de
Botticelli. Una mujer con una larguísima cabellera que cae por la espalda
formando un pudoroso e insinuante bucle “el aparente pudor como el camino
más seguido hacia la insinuación”. Esta obra representa el esfuerzo por
conseguir un equilibrio entre la belleza física y la belleza espiritual, entre la idea
y la sensación.

En la segunda mitad del siglo XIX las tipologías sobre la imagen


femenina aparecen por una parte en la sociedad siendo representación
aceptada dentro de los gustos académicos, y por otro lado, la representación
femenina provocadora con temas directos. Esta imagen sacada de la realidad
poética asentada hasta el momento, eliminando la ilusión y el engaño.

21
París y Londres colgaban en sus exposiciones cuadros de dibujos con
superficies brillantes que hablaban de temas mitológicos, exóticos o de género
ideal llevados al arte por célebres pintores, desarrollando cada obra con
maestría y perfección, siendo agradable de admirar el perfeccionamiento formal
de sus temas.

El tema de la Venus era el más representado dentro de la iconografía


femenina, siendo figura impuesta por la época. Sobre la mitad del siglo
comenzaron a colarse dentro de la sociedad un sentido de lo real, surgiendo el
realismo frente al excesivo romanticismo. Courbet fue el primero en poner en
entredicho la iconografía representada hasta el momento, siendo continuada
esta labor por los impresionistas con Manet a la cabeza.

Estos pintores consiguieron sustraer la parte que embellece la


imaginación, diciendo un no al arte sublime y un sí a la pintura que hace ser
merecedor de un hecho cualquiera en la vida cotidiana.

Este arte fue rechazado por la burguesía, molestándoles la temática que


era reflejada, más que la propia pintura.

Los condicionantes económicos originaron nuevas pautas de


comportamiento, confundiendo a la clase trabajadora como peligrosa. La mujer
dentro de este ámbito como inmigrante se ve obligada a dedicarse a la
industria textil, el servicio doméstico y la prostitución, siendo esta última el
recurso ante condiciones pésimas en el sector laboral. Las zonas parisinas se
fueron ampliando y aumentando, usurpando los centros de la vida social,
formando parte del entorno.

Gustave Courbet, Daumier y Manet entre otros plasmaron en sus obras


temas hasta antes impensables. En 1857 se presentó Señoritas al borde del
Sena, con lo que provocó reacciones y controversia, pues había creado una
atmósfera de torpeza sensual de las mujeres casi desnudas que dormían junto
al río, siendo contempladas por el público como de procedencia y oficio muy
específico.
22
Imagen 2. Manet, 1857, Le Déjeuner sur l'Herbe

Esta obra sugiere un vivir la vida ajena a las turbulencias de la época,


siendo un momento de felicidad que emana de los placeres del mundo. Una
pintura terrenal en la que el hombre se desentiende de los improbables
paraísos para afirmar el goce inmediato.

La mujer en primer plano sin vestimenta alguna mira fijamente al


espectador, seria y de manera profunda. Esta obra recrea una atmósfera previa
al intercambio erótico, entre el tiempo de espera y la incertidumbre de la propia
posesión.

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2.2. El desnudo

“Estar desnudo es estar sin disfraces.

Exhibirse desnudo es convertir en un disfraz la superficie de la propia piel, los


cabellos del propio cuerpo.

El desnudo está condenado a no alcanzar nunca la desnudez. El desnudo es


una forma de ir vestido”.

John Berger

Es importante viajar a través del desnudo para poder llegar a la parte


íntima, al pecho, a su forma. Si descubrimos una mínima parte del significado
del desnudo y como es tratado, podremos ir de lo general a lo particular, del
cuerpo al pecho.

La desnudez es un sistema especialmente significativo que muestra de


manera concreta cómo la corporeidad se manifiesta a la perfección y cómo se
hace más tangible y evidente ante nuestra conciencia. Se debería de
diferenciar claramente dos formas de apreciarlo, que son el simple hecho de
estar desnudo o ser de alguna manera una representación del desnudo.

¿Cuál sería la diferencia entre estos conceptos? Se distingue entre el


desnudo corporal y el desnudo artístico. La desnudez corporal es aquella en la
que nos encontramos desvestidos, despojados de las prendas, siendo la más
habitual entre las personas. El desnudo artístico, no comportando en su
utilización más culta ningún matiz incómodo, es la imagen que proyecta un
cuerpo equilibrado, feliz, con confianza, y no como un cuerpo indefenso.

Kenneth Clark2 desarrolla estos conceptos, que más tarde son


discutidos, en diferentes conferencias sobre el desnudo artístico. En ellas
afirma que no es lo mismo estar desnudo que ser un desnudo. Esta dicotomía

2
KENNETH, Clark. El desnudo: un estudio de la forma ideal. Editorial Alianza Forma. Madrid, 1981.

24
puede ser bastante compleja y por consiguiente tener connotaciones sociales e
ideológicas que van mucho más allá de la visión puramente artística.

2.3. La luz y la sombra

El paralelismo que podemos encontrar entre el arte oriental y la luz,


crean reminiscencias con la luz que proyectan las cerámicas. Amantes del brillo
profundo, el brillo superficial y unas connotaciones con el brillo alterado el cual
para los orientales evoca los “efectos del tiempo”, pátinas que se han
depositado sobre la materia, dando un carácter propio y único. Las piezas así
como lo cotidiano, se recubren de partículas que permanecen por siempre o
por cortos periodos de tiempo creando una película característica de manera
formal.

Los japoneses ponen cualquier superficie en contacto con sus manos,


provocando un desgaste o un “lustre de la mano”, y así preservan esa pátina
de “suciedad” que otorga a los objetos un valor particular.

¿Podríamos decir que el arte japonés huye de lo brillante y el blanco


uniforme? No hay duda de que los japoneses interpretan todos aquellos
detalles cotidianos en una consonancia entre el objeto y el contexto. Los tonos
oscuros y suaves proyectan una luz incierta que realza la belleza del lugar.
Cuando los artesanos realizaban los objetos con laca y los resaltaban con oro
molido, tenían en la mente una habitación tenebrosa y el efecto de la luz sobre
los objetos al incidir sobre las zonas cóncavas brillantes. Cualquier pieza
realizada con efectos de oro molido no estaba hecha para ser vista en un sitio
iluminado, sino para ser adivinada. El objeto en penumbra va revelando cada
detalle.

De igual modo que damos un valor principal a la luz y el reflejo, ¿no


deberían de tenerlo los colores? Los japoneses pueden colocar dulces de
frutas glaseadas en una fuente, y aunque esté situada en un lugar donde no se
aprecien los colores, al probar estas pastas se podrá sentir en la lengua una
pequeña parte de la oscuridad de la sala, transformada en masa azucarada.

25
La cultura japonesa concede gran importancia a la sombra que
proyectan o reciben los objetos: los platos preparados en la cocina oriental no
se sirven en lugares demasiados iluminados y en utensilios blancos pues
pierden parte de su atractivo.

El Miso, el Shoyo o el Tofu entre otros manjares, no quedan realzados si


se sirven en un entorno iluminado, todos ellos ganan vistos en la sombra, en
una armonía perfecta. Cuando se destapa el recipiente y el vapor se escapa,
cada grano de arroz destella, brillando y dando lugar a sombras reflejadas que
armonizan perfectamente.

Por consiguiente las piezas realizadas en Rakú no deben de ser piezas


perfectamente blancas, pulidas e inmaculadas, sino que deben de apropiarse
del humo del serrín, adquiriendo una pátina propia, unos acabados únicos y
una gama de matices. Cada una de ellas debe comportarse ya sea sola o
dentro de un contexto, como creación única. Los lustres y los acabados
brillantes deben de ser apreciados en un contexto sin grandes despilfarros de
luz, dejando que sea la propia obra quien cree una sombra propia o reflejada.

Los japoneses más antiguos vivían en lugares oscuros, pero decoraban


y cubrían todo con oro, dándole a éste un valor práctico, pues la virtud que
desempeña el pape pintado o el oro como reflector, hacía de este material no
un lujo sino la contribución a la luz.

La importancia de la sombra se puede apreciar en todo aquello que


podemos encontrar en el mundo oriental. Las construcciones arquitectónicas
con formas que proyectan sombras en las fachadas, en los interiores de las
casas, los teatros, y de igual manera en las personas. Los orientales saben
sacar de la penumbra el lado más bello, haciendo nacer sombras en lugares
que en sí mismos son insignificantes.

26
Tanizaki3 escribe que lo bello no es una sustancia en sí, sino que es un
dibujo de las diferentes sombras, claroscuros producidos por la interrelación de
varias sustancias.

Las piezas al salir del horno crean matices de claros y oscuros, de


sombras y luces, que asemejan a las zonas blancas y negras del Ying y del
Yang y la filosofía zen, el equilibrio de todo lo contemplado y de todo lo creado.

La importancia del brillo, la luz y las sombras, se enlaza con los


diferentes apartados tratados con anterioridad, donde lo femenino y la
desnudez del cuerpo deben formar un discurso en cuanto a matices y formas.
La obra realizada en este trabajo crea paralelismos con las partes femeninas,
el pecho, las piezas pulidas y las sombras que proyectan.

Imagen 3 y 4. Fotografía de un pecho y una pieza de reflejo metálico

3
TANIZAKI, Junichiro. El elogio de la sombra. Ediciones Siruela. Madrid, 1993.

27
2.4. Transformación del género a la forma

Como ceramista y artista plástico, me ha gustado desde siempre crear


una forma y explotarla en todas sus facetas, formas, tamaños, colores, texturas
y provocar impresiones.

Las piezas creadas por medio del torno ya sea eléctrico o manual, me
permiten trabajar formas redondas y huecas que asemejan a un atributo de la
mujer, formas que de manera explícita pueden parecerse a pechos, una
interpretación y una metáfora dentro de un contexto plástico, creando,
interpretando, expresando lo que siento en cada momento, permitiendo que
cada pieza desde su fundamento sea única, irrepetible y con una huella propia,
al haber sido creada en un momento y en unos parámetros emocionales
concretos.

Las piezas que realizo son mimadas desde el inicio, se ven crecer, se
ven madurar y se sienten propias cada una de ellas, creando entre todas ellas
un eslabón artístico.

Cualquier planteamiento, artístico que desencadena obra propia, se


realiza desde el máximo respeto, abarcando de lo general a lo particular,
estudiando elementos del desnudo femenino, la sexualidad pero no el sexo, y
ciñéndose de manera muy particular a los senos, donde esa similitud plasmada
como metáfora me permite abarcar más posibilidades en la parte creativa.

“La representación del cuerpo femenino, dentro de las formas y marcos


del gran arte, es de manera general una metáfora del valor y la significación del
arte. Simboliza la transformación de la materia base de la naturaleza en las
formas elevadas de la cultura y el espíritu. El desnudo femenino puede, pues
ser entendido como un medio de contener feminidad y la sexualidad
femenina”.4

4
NEAD, Lynda, El desnudo femenino: Arte, obscenidad y sexualidad. Editorial Tecnos. Madrid, 1998. Pág. 13.

28
Salir de las pautas y las reglas establecidas donde tanto hombres como
mujeres se sienten impuestos, al ser medidos, juzgados, pesados y por
consiguiente sufren un cambio por voluntad propia de aquellas partes que no
consideran dentro de los cánones de la “belleza” establecidos. Por lo tanto se
define de manera individual el cuerpo femenino además de expresar normas
definidas para aquellos que ven o aquellos que miran.

Al hablar del desnudo y la sexualidad de manera separada hablamos de


un reflejo de la racionalidad del pensamiento. La identidad sexual es
contrastada con las demandas de la sociedad que se han impuesto y las cuales
provocan un proceso constructivo de manera constante, siendo esta
interpretación final la que no nos hace actuar como hombres o mujeres, pues
estamos constantemente intentando adaptarnos. La edificación del género
absorbida en la estructura ideológica de la cultura actual, no es un bagaje
adquirido, sino más bien un proceso que se va alimentando de medios como el
cine, la publicidad, o en el caso de la mujer en el propio feminismo. El género
no sólo adquiere las pautas tradicionales asumidas, sino también desde la
propia crítica y exceso hacia uno mismo.5

Esta insistencia en la sexualidad y los cambios producidos por el cuerpo,


de manera natural, o bien de manera provocada y consciente, deja entrever un
discurso en la parte plástica de este trabajo, donde la forma adquiere infinidad
de matices, cambios producidos de manera inconsciente, dejándose llevar por
la técnica, en la que el grado de incertidumbre es evidente y la sorpresa
acompaña hasta el final del proceso.

Las representaciones culturales y sociales han dado forma definiendo


las configuraciones del cuerpo. Con la mirada puesta en años precedentes, era
casi obligación tener un cuerpo perfecto, debía ser firme, compacto y
saludable, llegando a nuestros días a convertirse en un objeto político para los
movimientos feministas entre otros.

5
Véase los cambios producidos por Eleanor Antin como trasformación de su propio cuerpo sometiéndolo a los cánones
impositivo. Carving: A Traditional Sculpture.. 1972. 144 fotos. Colección Art Institute of Chicago

29
Es por esto que el poder se ha constituido con la producción del
conocimiento del cuerpo, autorregulándose mediante el control que ejerce la
persona sobre el yo, es uno quién decide los cambios a realizar, dónde y cómo
debe ser ese cambio.

Las configuraciones sociales del cuerpo transforman la propia visión del


cuerpo, viéndose éste como imagen según un conjunto, siendo la mujer juez y
verdugo, pudiéndose observar esto de manera particular en los casos de
anorexia nerviosa. Esta enfermedad no puede apreciarse como una perversión,
sino como una confusión de las percepciones psíquicas, como una confusión
de la forma y sus límites. Esta distorsión perceptiva es interpretada como un
exceso de materia depositada en la superficie del cuerpo, y lo que se desea es
eliminar ese sobrante, y revelar el yo esencial volviendo a las fronteras
iniciales.

La mujer al observarse en el espejo se experimenta a sí misma como


una imagen o representación, viendo su identidad circunscrita por la cantidad
de imágenes que definen la feminidad, siendo en ese momento cuando se
pone en práctica la autorregulación, luchando contra los límites del cuerpo
establecido en la imagen occidental, siendo la materia del cuerpo femenino
contenida dentro de los convencionalismos y condiciones.

Un claro ejemplo de ruptura con las conductas establecidas y los


estereotipos es Ana Mendieta, artista que utiliza su cuerpo como recurso
creativo. En su trabajo, el cuerpo se encuentra atado a las conductas histórico-
sociales y psíquico-antropológicas, explorando dichos estereotipos en la cultura
cultural, sexual y racial enarbolada por el mundo occidental, tanto en su época
juvenil como adulta, y colocándolos en tela de juicio.

En su obra Sin Título (improntas de vidrio sobre cuerpo) de 1972, se


desnuda y deforma con la ayuda de un vidrio que ella misma coloca sobre su
cuerpo. Este vidrio resulta aquí como el cuerpo social mismo, limitando y
deformando, proporcionando forma a lo que somos.

30
Imagen 5. Ana Mendieta. Sin Título (improntas de vidrio sobre cuerpo) 1972

El carácter transgresor de esta creación es realzado por la transparencia


del vidrio que deja ver en todo momento la parte oprimida, manifestando así un
reclamo a lo femenino frente a las reglas establecidas socialmente. Estas
imágenes muestran la resistencia de lo femenino ante la imposición de los
códigos sociales, observándose en la fuerza ejercida por el cristal contra el
propio cuerpo.

2.5. Entre el desnudo y la arcilla

Son infinidad de artistas los que han querido tener entre la temática de
sus obras la mujer como referente plástico. No ha sido solo tema único de
creación, pero si un tema importante, y por consiguiente trabajado.

Podrían abarcarse muchos artistas de todos los ámbitos, de muchas


nacionalidades o bien de artistas que han plasmado el tema femenino con
materiales diversos, pero es en este trabajo donde se han seleccionado
algunos de ellos que de alguna forma han sabido plasmar la figura femenina

31
desde un punto de vista plástico, estructural, formal y con una belleza que solo
el espectador es capaz de ver.

La figura desnuda femenina a través de la arcilla ha sido un juego y un


placer recurrente como vehículo de transmisión. Añadir, quitar, modelar y dar
volumen al cuerpo femenino es sin lugar a dudas una sensación que solo
aquellos que pueden y saben hacerlo disfrutan al máximo.

Cuando una mujer es copiada en barro, se puede ir apreciando una


riqueza expresiva, que solo con la técnica del medio puede convertir el arte en
un hermoso juego, se debe convertir la obra en un fin.

El conocimiento teórico nunca es comparable a la experiencia


intransferible de palpar la materia misma. La figura humana debe adquirir en el
arte todo su realismo, si bien este realismo debe responder a una naturaleza
más poética que anatómica.

La obra escultórica es fiel a la ley de la representación, aunque


respetando la belleza de sus formas, el arte sensorial, el placer estético que
compone un torso idealizado y desnudo.

Movimiento, matices, suavidad naturalista, expresividad, ayudan para


que el arte sea resuelto con certeza.

Como ejemplo tenemos la obra de Octavio Vicent que recrea la pureza


del desnudo y expone la belleza al servicio de la idea del cuerpo humano. La
representación y el sentido plástico firme en las formas humanas copiadas de
esculturas clásicas.

Es este artista el que ha sabido dotar de realidad la obra trabajada,


torsos desnudos, firmes pechos y curvas insinuosas ante la mujer clásica más
pura. Son rostros y cuerpos de mujer eternizados en la obra, poniendo el más
puro sentimiento y transformando elementos indiferentes en formas llenas de
vida.

32
La obra escultórica nace dentro de este artista, y no importa done ha
partido la idea, pues puede haberse generado en la lectura de un texto o por la
visión de una obra, pero lo que importa es la impresión que recibe el artista. Es
en ese momento cuando se comienza a gestar el proyecto que busca la
esencia de la figura femenina arrebatándosela a la materia.

La sensualidad explicita en las obras al servicio del artista y su técnica,


que busca los rasgos que imprimen a los desnudos, a la belleza de un rostro de
mujer con largos cabellos henchidos al viento o ajustados a la nuca. Las figuras
femeninas que de manera despreocupada cubren partes de su cuerpo al salir
del mar, dejan vislumbrar ante la imaginación pequeñas gotas de agua sobre el
cuerpo. Mostrándonos la delicadeza de sus formas, vientres planos y pechos
perfectos, conservando su justa medida, ni grandes ni pequeños.

Imagen 6. Octavio Vicent, Female nude

33
La escultura femenina ha tenido siempre un lenguaje al que hay que
servir, respetar y aunque los condicionamientos sociales cambien, se debe ser
un servidor de la naturaleza, copiándola y potenciándola, nunca afeándolas
pues es en sí misma el alma y con ello un misterio, siendo el artista el propio
profeta.

El artista como testigo de su tiempo debe expresar la parte femenina


como pura realidad, dialogando con el pasado y trabajando el volumen con
compenetración del espacio que rodea la forma.

Otro ejemplo claro es la obra de González Beltrán, que lucha entre


pequeñas revoluciones y un contexto directo con la obra del pasado. Su
temática desde la perspectiva plástica dota de movimiento armónico, sencillo y
teórico haciendo hincapié en armónicas pasiones formales.

Imagen 7. González Beltrán, Mujer embarazada

34
Su naturalismo busca expresiones de normas clásicas, inmutables y
tradicionalistas, creando de lo linealmente bello en el espacio que debe de
ocupar.

La suavidad en sus líneas, las formas cortantes delimitan el contorno


dando la impresión de un torso perfecto. Es en la materia donde se aúnan la
belleza con la idea y donde los pechos trabajados generan un ritmo vivo en
piezas inmóviles.

35
Símbolo del Rakú

36
2.6. La técnica cerámica del Rakú

2.6.1. Origen del Rakú. Filosofía y técnica

La palabra Rakú significa placer interior, satisfacción, regocijarse del día,


alegría, vivir en armonía con las cosas y con los hombres. El budismo y el arte
Zen, desplegaron en Japón a partir del siglo XIII, un florecer sobre este tipo de
cerámica como significado principal de ver las cosas, la vida basándose en el
silencio vital de las concepciones profundas de la nada y el vacío.

El budismo se suele decir que es meditación, y aquel que lo cultiva


experimenta la iluminación interior que le permitirá ver, verse, sentir la vida y el
espacio como partes de sí. Es manifestación de lo efímero y a su vez lo
eternamente cambiante. El rakú crea un nexo hacia los elementos de la
naturaleza, el agua, el fuego, la tierra, el aire, siendo una negación del
individualismo, con una concepción de lo imprevisible y lo continuo cósmico,
siendo entonces un arte no occidental, siendo una huella de lo que ya estaba
antes, carente de racionalismo, sin exigencias ni imposiciones hechas al
material ni la forma.

El zen y el rakú crean una perfecta unión, pues las premisas son las
actividades manuales, la meditación como posibles vehículos de iluminación
espiritual, rechazando el estudio de lo escrito.

El té desde sus inicios, se venía usando en los monasterios por medio


de los monjes budistas para ayudarse a mantenerse despiertos en las largas
noches de meditación.6 Más tarde el uso de esta bebida se extendió entre las
clases nobles, los militares y los comerciantes. La ceremonia del té era un
hecho muy importante que envolvía costumbres y pensamientos filosóficos.

La cerámica japonesa y sobretodo el rakú representa un momento en


concreto y de gran importancia en aquellos países donde el té es parte
fundamental. La oferta de un cuenco con bebida perfumada que puede ser

6
Cuando la ceremonia del té era solamente bebida para los monjes budistas y nobles, los boles del té así como los
demás utensilios eran importados de China o Corea.

37
incluso medicinal, asume las características de una ceremonia, con una serie
de formalidades y sofisticados detalles a la búsqueda de añadir una armoniosa
belleza creando una atmósfera de paz y tranquilidad espiritual entre los
huéspedes y los dueños de los hogares.

Estas costumbres se verán reflejadas en la arquitectura, la caligrafía, los


jardines, en cómo preparar las comidas y la confección de los utensilios en la
ceremonia del té. Estar envueltos de bellísimos objetos es una conducta de los
japoneses de antaño como los actuales. Madera bambú, fibras vegetales, laca,
metal o cerámica protagonizaron la creación de objetos funcionales y estéticos
idóneos para dicha ceremonia.

La fabricación de estas piezas y su filosofía arraigó en Japón a partir del


siglo XVI mediante familias de ceramistas que la cultivaron. Es tradicional y
consiste en una loza suave y frágil, libremente modelada, de baja temperatura
y vidriada con plomo. El primer ceramista que la popularizó fue Chojiro, el
origen de su familia era de Corea, emigrantes de Corea a Japón, donde se
instalaron en Kyoto en 1525, arraigándose y siendo fundadora de la “dinastía
de Rakú” en Japón.

El primer dato sobre la cerámica rakú aparece en el “Kogei Shirgo” en


1577 y el uso de un bol de té de rakú negro es nombrado en el diario del té en
1579. Actualmente se da como fecha primera la que aparece en el “Tsuda
Sokei Chayu Nikki” es decir, el diario para la ceremonia del té, el cual tenía
escrito que un bol de borde irregular fue utilizado por Sen no Rikyü el 9 de
diciembre del octavo año de Tensho en 1586.

2.6.2. Chojiro y su entorno tradicionalista y ornamental

Es importante que al tratar de manera extensa el tema del Rakú, se cite


como parte importante de esta técnica al fundador y precursor de este tipo de
arte. Son diferentes vertientes las que podemos encontrar de manera escrita

38
sobre quién fue la persona que inició y contribuyó con su labor a una difusión
extensa de la cerámica japonesa.

Si bien Chojiro fue el maestro de la cerámica rakú, otros autores no lo


mencionan sino que dan a este tipo de arte diferentes vertientes que se anexan
a posteriori en la fabricación de este tipo de obras.7 Los maestros ceramistas
se transmitían oralmente de padre a hijo el arte de fabricar este tipo de arte
manteniendo en secreto la fabricación, la elaboración de los esmaltes, de la
arcilla y de la cocción.

La cerámica rakú toma el nombre de la primera familia que toma la


concesión feudal para producir este tipo de piezas, si bien es Chojiro el
promotor potencial de este arte que empieza por aprender todas las reglas que
se van volviendo más sofisticadas y complejas.

Chojiro I (1516-1592) captó la atención del maestro de ceremonias del té


Rikyü que le ayudó a introducirse en la Corte de Oda Nobunaga (1534-82) y en
la de Toyotomi Hideyoshi en 1577 con la premisa de realizar boles de té
verde.8 La protección de Rikyü fue importante para el desarrollo histórico del
rakú.

Todas las piezas se fabricaban con el beneplácito de Rikyü, siendo


quien estudió una serie de factores que influenciarían en la manera de realizar
los boles, con estilo sencillo y natural, el “Wabi”9, en contraposición con los
excesos de la época, siendo su realización un hilo conductor de la filosofía Zen.

El color y la forma debían tener un equilibrio por si mismos siendo tan


importantes unos como otros:

7
CARUSO, Nino. Cerámica viva. Editorial Omega. Barcelona 1986. Pág. 6

8
Chojiro fue alfarero de la Corte y sus piezas no fueron vendidas ni vistas fuera de los círculos oficiales aristocráticos.

9
El Wabi durante el periodo medieval representaría el ideal estético de la pobreza cultivada, siendo más importante lo
imperfecto, lo sencillo e irregular ante lo refinado y perfecto.

39
“La forma mostrará líneas que den la sensación de firmeza, los bordes o
aristas deben resultar placenteros al roce de los labios, la temperatura del té
debe ser trasmitida a través del bol a la mano, la textura del bol dará la
impresión de una superficie tallada. Reunidos todos estos factores en una
pieza, harán de ella un buen bol de Rakú para beber té”.10

Esta filosofía y el ideal Wabi no se limitaron a la ceremonia del té, sino


que se extendió a la concepción japonesa del mundo, influenciando la
arquitectura, la caligrafía, el arte de disponer las flores, la preparación en la
comida, los jardines tan perfectamente orientados, la pintura y la poesía.

Imagen 8. Cuenco realizado mediante la técnica de Rakú. Japón

Chojiro trabajó en sus inicios como alfarero, y ya en la Corte realizó


cochuras de tejas y elementos arquitectónicos, aplicando posteriormente esta

10
MATSUYA, Kaiki. Notas para la Ceremonia del té. Weatherhill, Tankoska, Tokyo, 1975

40
tecnología a los boles. Utilizó la misma arcilla de las tejas, que es rica en arena
silícea y por consecuencia refractaria. Un día comenzó a extraer los boles del
horno estando incandescentes, extrayendo las piezas con unas tenazas de
metal y dejándolas enfriar a la intemperie, dando lugar al nacimiento del rakú.

La obra de Chojiro fue continuada por sus sucesores hasta la 14


generación que en la actualidad aún viven. La cerámica o loza de rakú fueron
esencialmente un producto familiar, en contraposición de la cerámica japonesa
tradicional cocida en hornos comunales de altas temperaturas.

2.6.3. Características estéticas y ornamentales

Las piezas realizadas en rakú se efectúan enteramente a mano, no


utilizando en ningún momento el torno, siendo éstas de manera asimétrica en
forma y con las paredes más bien gruesas. La mayoría de estos boles de té,
manifiestan la atracción por unas superficies irregulares, con colores vibrantes,
y sus formas modestas y rústica belleza.

De igual manera, estos boles o cuencos varían según la estación del


año, siendo los estivales más planos y abiertos a fin de dispersar el calor y dan
la sensación de ser más refrescantes. Los invernales son más altos y cerrados
para contener el calor, teniendo un vidriado de plomo que suele ser negro,
oscuro, tono salmón, amarillo o blanco.

Para realizar este tipo de cerámica, el soporte arcilloso tiene que ser
refractario con la finalidad de soportar los cambios bruscos de temperatura a la
cual se exponen las piezas al ser extraídas del horno al rojo vivo y ser
enfriadas de inmediato.

En Japón podemos encontrar dos tipos de Rakú tradicional, el rojo y el


negro. El negro, adquiere matices desde el negro oscuro hasta tonos de
marrón. Este color se obtenía recubriendo el bizcocho con un esmalte
elaborado con rocas ricas en hierro, magnesio y sílice del lecho del río Kamo
de Kyoto, que eran mezcladas y pulverizadas con un porcentaje de óxido de
plomo, aplicándose varias veces sobre el bol para ganar grosor y oscuridad, y

41
cocido una segunda vez a unos 1100ºC. En el justo momento que la capa
vítrea llega al punto de fusión, es extraída del horno aún incandescente y
dejado enfriar al aire.

El rojo, suele ser de un suave salmón, teniendo a veces motas verdes o


toques en blanco. Se obtenía mezclando los boles en estado crudo con una
arcilla rica en hierro y carbonato de plomo blanco en polvo en una segunda
capa. Sucesivamente va recubierto con una capa vítrea a base de plomo
cocido entre 800-850ºC. Los primeros rojos tuvieron unos vidriados muy
delgados y de poco grosor, sin brillo, secos y negros en superficie, que
simulaban loza sin vidriar.11

Posteriormente aparecieron unos vidriados de color blanco opaco


denominado Koro y otro de color amarillo, atribuidos a Danyu (1599-1656)
siendo el III maestro del Rakú y el mayor de todos llamado Nonko, que cocía a
más alta temperatura que sus predecesores, y que usaba un vidriado
transparente con habilidad para producir los efectos deseados.

2.6.4. Materiales empleados, definición, técnica y proceso

2.6.4.1. Pasta cerámica, particularidades

Cada arcilla tiene unas propiedades que le hacen ser útil para un
determinado proceso. Estas propiedades a veces no se encuentran en un solo
barro y debe ser modificado mezclando materiales que otorguen a esa arcilla
las características idóneas buscadas.

La arcilla empleada en la técnica de rakú se formula teniendo en cuenta


ciertas premisas como son su deformación, la reducción, la plasticidad, el color,
la textura y su porosidad.12 Así mismo, esta técnica condiciona que la pasta
empleada soporte y resista los cambios de temperatura y choque térmico que
sufren los objetos durante la cocción y posterior extracción. Esta pasta debe
11
Revista Trimestral del Arte y Ciencia de la Cerámica Nº 6. Madrid,1980. Pág. 45.

12
Véase la tesis doctoral de SIMÓN CORTÉS, José Manuel. Caracterización físico-química de las alteraciones de los
paneles devocionales y vía crucis del siglo XVIII en la Comunidad Valenciana. Valencia. 2012. Pág. 147.

42
contener una elevada cantidad de chamota13 y estar compuesta de dos
materiales, uno plástico y otro antiplástico.

Imagen 10. Koji Fujioka, Japón. La arcilla con agua va pasando por una serie de contenedores donde las
partes más gruesas se precipitan al fondo por sedimentación. En el último recipiente se recoge la parte de
la arcilla pura.

13
La chamota es un material cerámico generalmente de barro, que se ha sometido a alta temperatura antes de su uso.
Se le añade al barro con el fin de disminuir la deformación e incrementar la resistencia al choque térmico. MATTISON,
Steve. Guía completa del ceramista. Herramientas, materiales y técnicas. Editorial Blume. Barcelona, 2004. Pág. 217.

43
Imagen 11. Koji Fujioka, Japón. La arcilla pura se trabaja para asegurar una plasticidad idónea.

Los plásticos proporcionan la maleabilidad y el color de la pasta una vez


bizcochada o cocida. Las materias primas que facilitan esa plasticidad son los
barros rojos, bentonitas, ball clays y arcilla de Alcañiz.

Los antiplásticos, son decisivos en la reducción, la deformación y el


choque térmico. Las cantidades de estos materiales agregadas al material
plástico favorecen la porosidad, acortan la contracción en la fase de secado y
reducen el punto de fusión. Entre los más usados están la chamota, la arena
silícea, la perlita, el espodumeno, el talco, la alúmina, el feldespato, la
vermiculita, la wollastonita, la mullita, el serrín, y algunas arcillas refractarias
con un alto grado en sílice y alúmina.

La proporción de material plástico en una pasta para Rakú oscila entre el


60 y el 70% y el material antiplástico entre 30 y 40% sobrepasando algunas
pastas esa cantidad.

Todos los materiales que componen una arcilla para la realización de


piezas para rakú deben ser pesados y medidos en seco y posteriormente
amasados.

44
Fórmulas para pasta cerámica. 850-900ºC

TOM KERRIGAN KENT VAVREK

Arcilla refractaria 66 Arcilla refractaria 50

Ball Clay 15 Mullita 15

Petalita 10 Wollastonita 10

Chamota fina 5 Talco 10

Wollastonita 4 Chamota 10

Ball Clay 5

HARRIET BRISSON RICK BERMAN

Arcilla refractaria 50 Arcilla refractaria 60

Caolin 15 Ball Clay 30

Ball Clay 15 Chamota 10

Chamota fina 15

Talco 5

45
2.6.4.2. Proceso de trabajo y secado

Cuando se realizan las piezas en Rakú, cualquier técnica es posible,


pudiéndose realizar a mano, en alfarería por placas, etc., pudiendo texturizar la
superficie y realizar el acabado deseado, pues el tipo de barro empleado
soporta la manipulación, así como la admisión de cierta cantidad de agua.

Lo mejor sería que las piezas estuvieran fabricadas en una sola pieza,
soportando mejor el choque térmico. Si las piezas realizadas fueran la unión de
varias o ensambladas, no debería realizarse la reducción, es mejor dejar que la
pieza enfríe dentro del horno. En cualquier caso, el secado debe ser lento y
gradual, evitando secados demasiado rápidos, que provoquen el agrietamiento
de las uniones o que las diferentes piezas se vicien curvándose o
fracturándose.

En el proceso de secado, esta arcilla sufre una contracción de un diez


por ciento de su volumen, según sea la composición de la pasta. El barro
encoge en tres fases, la primera cuando se seca, la segunda cuando se
bizcocha o se somete a una primera cocción y la tercera cuando se cuece a su
máxima temperatura, siendo la mayor reducción la que se produce en la fase
del bizcochado.

2.6.4.3. Los barnices, materias primas y formulación

Los barnices cerámicos son vidriados formulados que permiten adherirse


a la superficie de la pasta y fundirse a la temperatura deseada creando una
película alrededor de la arcilla formando un cuerpo vítreo perfecto.

Los tres componentes principales son la sílice como elemento


vitrificador, el fundente que permite que se funda el barniz, y la alúmina que
aporta estabilidad. Los demás materiales que se emplean son una mezcla de
minerales, óxidos y compuestos químicos.14

14
PRODESCO S.L. Principales materias primas de uso cerámico. Manises, 1987. Págs. 1-20.

46
Las recetas que se podían encontrar sobre barnices para Rakú al
principio eran muy escasas, existiendo dos grupos desde un inicio, los rojos y
los negros. Hoy en día tenemos un gran abanico de formulaciones con
resultados increíbles y fascinantes.

El barniz empleado en la técnica de Rakú debe de tener su punto de


fusión más bajo que el de la propia arcilla, permitiendo crear una capa fundida
lisa sobre una forma sólida. Existen diferentes premisas que se tiene que tener
en cuenta al formular un barniz sea cual sea su composición. Las cualidades
deben ser un bajo punto de fusión, crear una superficie lisa y brillante, que
tenga tendencia a cuartearse y craquelarse en el proceso del choque térmico,
ser porosa, colores intensos y permitir la adición de colorante. Muchos de estos
condicionantes son importantes, pues permitirán que en el proceso de cocción
en atmósfera reductora el hollín penetre creando el acabado deseado. Estos
barnices pueden ser modificados añadiendo opacificantes, y así matearlos o
texturizarlos.

47
Imagen 12. Antes de su uso el barniz debe ser pasado por un tamiz fino. Esmaltado de una tetera y de un
cuenco por el método de inmersión

2.6.4.4. Aplicación de los barnices

Los esmaltes para Rakú se deben de aplicar un poco espesos, si bien


este punto de fluidez permite unos resultados y unos efectos determinados y
variados.

La aplicación de los barnices sobre la pieza bizcochada se puede


realizar por diferentes métodos ya sea por inmersión, pincel, salpicaduras, por
rociado, a pistola, a pincel o dejando partes sin esmaltar para poder apreciar la
arcilla natural con las diversas tonalidades que produce la cocción en oxidación
y reducción. Así mismo, esta técnica permite aplicar engobes antes de cocer
por primera vez las piezas, mezclar óxidos colorantes a los esmaltes, o pintar
48
bajo o sobre cubierta. Se aconseja mezclar un poco de goma arábiga al
esmalte para evitar que se pueda exfoliar la capa en el momento de ser
introducido en el horno. Si bien esta técnica tiene una base legendaria y
estudiada, no podemos olvidar en parte su carácter experimental, y así el
ensayo dará lugar a sorpresas en el resultado una vez se ha realizado la
reducción de la misma. Hay que tener en cuenta que cabe la posibilidad de que
el resultado del esmalte empleado o del color aplicado no sea como aquel que
esperamos. El Rakú puede variar los resultados una vez se ha reducido,
confiando en la improvisación y la maestría al operar en la extracción de las
piezas.

Los materiales empleados en la formulación del esmalte, deben pesarse


en seco y mezclarse con agua junto con la goma arábiga, y posteriormente
tamizarlos con un cedazo fino. A veces si el esmalte tiende a depositarse en el
fondo se le puede añadir unas gotas de vinagre para mantenerlo en
suspensión.15

2.6.4.5. Formulas de barnices empleados en Rakú

Los esmaltes empleados en Rakú suelen tener propiedades fundentes


que permitan alcanzar las temperaturas deseadas creando una capa uniforme
sobre la pieza.

Las formulas empleadas pueden tener una base e ir introduciendo


modificaciones para la elaboración de los barnices. Existen hoy en día infinidad
de fórmulas que permiten seleccionar uno u otro en función del acabado
deseado. Es por este motivo que señalare aquí solo algunos de ellos

15
En la terrasigilata para evitar la decantación de los materiales se le añade hexametasfosfato sódico como
desfloculante.

49
pudiéndose consultar la bibliografía16 aportada para ver los recetarios de
fórmulas.

Opaco transparente hasta los 700ºC, claro brillante hasta los 900ºC

Frita sódica 43 gramos

Borosilicato 27 gramos

Carbonato de litio 10 gramos

Caolín 6 gramos

Sílice 14 gramos

Semitransparente 750- 820ºC

Frita sódica 56 gramos

Carbonato de bario 20 gramos

Carbonato de litio 14 gramos

Caolín 5 gramos

Sílice 5 gramos

Estos barnices son bastantes transparentes, así que si los quisiéramos


blancos y opacos basta añadir entre un 8 y un 12 de zirconio o bien de un 6 a
un 12% de óxido de estaño.

Estas bases de vidriado para Rakú, pueden ser coloreadas con óxidos
hasta un 10% para obtener los colores deseados, sin que llegue a producirse

16
CABALLERO JIMÉNEZ, Luis Manuel. El Rakú sus orígenes, métodos y procedimientos. Tesis doctoral. Universidad
Politécnica de valencia. Valencia, 1991. PP. 83-88.

50
un efecto metálico, aunque este tono es característico en reducción
provocando que los colores se vuelvan metalizados. Para obtener un brillo
dorado sobre los esmaltes se les puede añadir del 1 al 3% de Nitrato de plata.

Es importante para la coloración de los barnices y conocer la reacción de


estos en cocción oxidante o reductora, que la proporción de óxido empleado
sea la correcta, pues por ejemplo el óxido de cobre dará verde en oxidación y
rojo rubí en reducción añadiendo un 2% a la base.

Se pueden utilizar todo tipo de colorantes solos o combinados entre sí,


como puedan ser el uranio, el selenio, el cerio o el cadmio para obtener
tonalidades y coloraciones. El resultado de su interacción es variado según el
tipo de atmósfera, el barniz elegido y la cantidad de óxido empleado.

2.6.4.6. Hornos y posterior cocción

Para obtener este tipo de cerámica, se necesita un horno capaz de


alcanzar y mantener rápidamente temperaturas de más de 1000ºCpara que los
barnices se fundan de un modo en concreto.

En Occidente el combustible empleado es el propano cambiando las


prácticas de la antigua técnica japonesa, donde se empleaba la leña y el
carbón. Los hornos pueden ser de pequeño, mediano y gran tamaño, siendo
los primeros los más empleados por su gran manejabilidad, así mismo, la
configuración del horno estará determinada por el combustible que se use,
siendo necesario una cámara de combustión y quemadores.

Para este Trabajo Final de Máster, se ha realizado un horno especifico


que ayudara en la diferentes cocciones ya sean oxidantes para la fase primera
de bizcochado o cocción de la terrasigilata, y las diferentes cocciones donde
las piezas deben de extraerse al rojo vivo y reducir posteriormente.

51
El horno debe soportar el ser abierto a altas temperaturas así que el
interior está recubierto de ladrillo refractario de alta densidad, fibra y cemento
refractario. Consta de un mechero de 25.000 kilocalorías y un sensor para ver
la temperatura en todo momento.

Imagen 13. Tapa del horno Imagen 14. Revestimiento con ladrillo

Imagen 15. Detalle ladrillo Imagen 16. Colocación fibra refractaria

52
Imagen 17. Vista general del horno

53
54
3. VARIACIONES DE LA TÉCNICA
55
3. VARIACIONES DE LA TÉCNICA

3.1. Variaciones de la técnica del Rakú

3.1.1. Características de la terrasigilata

Superficie marrón rojiza algo brillante, que se encuentra preferentemente


en la cerámica romana, la Terra Sigillata tuvo su origen en la 2ª mitad del s. l a.
C. Su nombre proviene del sello o sigillum, que estampaban los alfareros en el
fondo de los recipientes, era una forma de que cada alfarero pudiera identificar
su producción, debido a que se cocían en hornos comunales.

La Sigillata es una suspensión de arcilla muy fina, cuando se aplica


sobre la superficie de una pieza, ésta adquiere una calidad lisa y semi-brillante,
lustrosa, mayor cuanto menor sea el tamaño de las partículas de los materiales
utilizados.

Una característica muy importante de la sigillata es que al ser aplicada


en una capa muy fina y estar constituida por una granulometría de muy
pequeño tamaño, respeta mucho la textura de la base sobre la que la
aplicamos. Así mismo no debemos olvidar que no es un vidriado y no
impermeabiliza de la misma forma la superficie. Si pulimos la superficie antes
de aplicar la sigillata podemos conseguir brillos más intensos.

Composición:

Su aspecto es el de un engobe muy fluido, su densidad debe


encontrarse entre 1100 y 1140 gr. por 1000 ml.

Su naturaleza es semi-vítrea y sinteriza sin llegar a vitrificar. En estudios


realizados de restos de piezas de sigillata romana, se aprecia un exceso de
hierro y potasio en comparación con la pasta y una fuerte disminución de Ca
(calcio), particularmente enriquecida en illita, con un contenido alto en aluminio,
potasio y hierro.
La granulometría de los engobes se sitúa entre 0,66 y 2,64 µm
(micrómetro o micra, equivalente a una millonésima parte de un metro).

56
Ejemplo de un estudio del contenido en óxidos: SiO2: 59,4%,
Al2O3:20,0%, TiO2:0,82%, Fe2O3:8,28%,K2O:0,64%, Na2O:0,14%,
CaO:0,29%, MgO:0,64%, PPC:5,97%.

En estudios realizados se han detectado espesores de la capa


extremadamente pequeños, del orden de los 20 µm.

Se podría decir que cada sigillata obtenida obedece a una temperatura


de cocción concreta, el orden de comprobación podría fijarse de 950º C a
1080º C.

Procedimiento:

La preparación del engobe se realiza de la siguiente manera: En primer


lugar se dispersa la arcilla en polvo en agua con los agentes defloculantes
previamente ensayados, que pueden ser carbonato y silicato sódico o también
en forma de hexametafosfato sódico, aquí tenemos dos ejemplos ya probados
con éxito en ciertas arcillas:

(1)

Arcilla en polvo 1000 g.

Agua 2.300 ml.

Silicato sódico 35 ml.

(2)

Arcilla en polvo 800 g.

Agua 4.000 ml.

Hexametafosfato sódico 4 g.

57
3.1.2. Cocción mediante Rakú en microondas.

La aplicación de nuevas tecnologías a la fabricación de obra posibilita un


gran abanico de posibilidades sin perder en muchos casos la esencia de las
piezas realizadas. La utilización de hornos de pequeño formato confeccionados
con fibra y rigidizante o con ladrillo refractario de baja densidad permite
elaborar piezas de pequeño formato o a nivel de muestra.

Los hornos se colocan dentro del microondas y se aplica temperatura pudiendo


elevar a los 850º C en tan solo 8 minutos.

• Radiaciones de longitud pequeña (de 0,1 mm a 1m) y frecuencia


elevada (c. 300 MHz - 300 GHz).

• Actúan calentando las partículas polares (agua).

– Ceden a éstas su energía, haciéndolas vibrar y produciendo un


aumento de temperatura del objeto.

• Materiales conductores, dieléctricos y semiconductores.

• Tipos de polarización: lineal, circular.

58
3.1.3. Pit fired. Cocción en hoyo

El pozo de fuego es una técnica primitiva de cocción y acabado de la


arcilla todavía practicada por algunas personas en África y en gran parte de
América Latina.

Los orígenes se pueden rastrear en el Neolítico y sin duda fue un


momento ritual dentro del clan: la transformación de la arcilla en contacto con el
fuego. Los trabajos hechos podían ser más duraderos al mezclar la tierra con el
agua, ser ayudados del viento y ser transformados mediante calor en barro
cocido. El artista o Chaman era figura clave dentro de la cultura que mantenía
un diálogo constante con la vida humana y el entorno, sometiendo a esta
alquimia las formas representativas.

Los objetos se realizan primero a mano utilizando arcilla refractaria


particularmente adecuada para resistir cambios de temperatura extremos; se
cocinan de hecho una primera vez en hornos especiales para cerámica y luego
se coloca en un agujero (pit) cavado en el suelo, que descansa sobre una capa
de aserrín y cubierta de madera a la que se le da fuego.

El hoyo se hace más profundo que la altura de las piezas. Esto es


importante, porque así se evita el riesgo de que un golpe de aire frío las rompa.
Se prende fuego con algunas maderas dentro de éste, y las piezas se van
templando colocándolas alrededor de la boca del hoyo. Hay que ir girando para
que se temple todo por igual, alcanzando una temperatura considerable al cabo
de una hora.

Se deja bajar el fuego de manera que queden sólo brasas, se aparta a


los lados y se colocan las piezas en el centro del pozo. Se colocan ladrillos
como base para que no estén de entrada en contacto con tanto calor. En este
momento se tapa el hoyo con una chapa durante un buen rato (1/2 hora o
más), para que el calor termine de templar las piezas. Después se puede
comenzar de nuevo con el fuego alrededor de las piezas, incrementándolo
poco a poco.

59
Al Añadir elementos orgánicos en contacto con las piezas, conseguimos
dar una velocidad de quemado distinta con respecto al combustible general, lo
que produce una cierta “reducción local”, con el maravilloso efecto del azar.
Todo elemento orgánico deja sus marcas, por ejemplo, las cáscaras de plátano
pueden producir verdes por el contenido en potasio.

El uso de óxidos y sales, consiste en añadir las sales encima de las


piezas, más leña, y que arda todo. Un añadido de sal mejora los resultados del
carbonato de cobre.

Saturación por inmersión en sales. Este método consiste en una


inmersión de la pieza bizcochada, en una disolución de sales solubles.
Superposición de materiales. En esta variación se suele envolver las piezas
entre capas de periódicos, hojas de aluminio o hilos de cobre.

3.1.4. Naked Rakú. (Rakú desnudo)

El Rakú desnudo (conocido también como rakú un, nacked rakú o


cáscara de huevo), es una técnica en la que se extrae la pieza del horno al rojo
vivo y se le somete a una reducción intensa pero en un periodo corto de
tiempo, suficiente para que el efecto del humo deje sus huellas en la superficie
de la pieza. Se le puede considerar una técnica mixta, ya que comparte
algunas características de las quemas primitivas, el ahumado y en cierto modo,
algo del rakú.

La arcilla que se emplea en la realización de las piezas, debe ser


bastante refractaria para que soporte el choque térmico al que se le somete.
Así mismo, se podría probar con arcillas con un muy bajo coeficiente de
expansión térmica, lo que significa que cuando dilate con el calor igualmente
contraerá al enfriarse bruscamente, aguantando el cambio sin llegar a
romperse.

La arcilla deberá ser fina y fácil para poder ser manipulada, ya sea
torneando o modelando, creando superficies características del rakú desnudo.

60
Pasta para el soporte: PVAI

Pasta para el recubrimiento: PRAI

Receta del engobe:

Caolín 50%

Sílice 50%

Agua 1,200 ml.

Densidad 160 /170 gramos

Receta del Vidriado:

CQ3 Frita alcalina 54 gramos

PR-1000 16 gramos

Feldespato potásico 6 gramos

Carbonato cálcico 16 gramos

Cuarzo 4 gramos

Goma 120 ml.

Densidad 114/117 gramos

61
62
4. PRÁCTICA ARTÍSTICA. DESARROLLO
DEL PROYECTO PERSONAL
63
4. PRÁCTICA ARTÍSTICA. DESARROLLO DEL PROYECTO PERSONAL

Las obras creadas para el Trabajo Final de Máster se han realizado


exclusivamente a torno, aunque las directrices que marcan la fabricación de la
técnica de rakú hable de cerámica efectuada en su totalidad a mano. De dicha
técnica hemos cogido lo que son materiales y procesos de cocción en
atmósfera reductora, pero toda la fase de producción se ha ejecutado en torno,
siendo éste el nexo entre este trabajo y las piezas que se han venido
realizando hasta el momento, obra redonda y hueca.

Antes de comenzar con la obra se realizaron maquetas que a posteriori


se han ido modificando condicionados por el material y su fragilidad. Aún así,
han sido de gran ayuda para ver formas y combinación de diferentes elementos
una vez realizadas.

4.1. Referentes Artísticos.

4.1.1. Bernard Leach.

Nació en Hong-Kong (1887-1979) de familia británica, empezó como


pintor y aguafuertista en Inglaterra, y es en 1909 cuando marcha a Japón,
donde estudia el arte de la cerámica con Ogata Kenza VI. En 1920 volvió a
Inglaterra donde fundó la locería Leach en St. Ives con su discípulo japonés
Shoji Hamada.17

17
FLEMING, John; HONOUR, Hugt. Diccionario de las artes decorativas. Alianza Editorial. Madrid, 1987. Pág. 467.

64
Imagen 18. Shoji Hamada

Esta técnica se ha difundido gracias al libro “A Potters Book” escrito en


1940, donde Leach describe los métodos tradicionales, las recetas, los
diferentes planos para fabricar rakú, siguiendo las bases aprendidas en Japón.

En su estancia en Japón, asistió como invitado a hacer cerámica en


casa de un amigo con treinta artistas entre los que se encontraban pintores,
escritores, escultores y actores. Con pinceles y colores fueron invitados a pintar
cualquier cosa sobre cuencos cocidos. Después del esmaltado y la decoración
las piezas fueron introducidas con unas pinzas en un horno portátil encendido
con carbón cuyo color interior tenía un rojo anaranjado. Después de extraer las
piezas sin romperse, a los diez minutos se podían coger los objetos,

65
sostenerlos en las manos, admirar los efectos conseguidos con esta técnica de
cocción. Pasó nueve años entre China y Japón para profundizar su vocación,
recopilando ideas y métodos para poderlos probar en el test final, la cocción.

Es en ese momento cuando se inicia una línea de comunicación entre el


público de Occidente y los procesos de manufactura y creación de la familia
Rakú. Leach está considerado como el patriarca de la cerámica moderna en el
mundo de lengua inglesa y el causante de la introducción del concepto japonés
del ceramista como artista y no como artesano. El carácter dominante de su
obra es la viva huella que pueda existir entre lo aprendido en Oriente y
Occidente. En Japón el ceramista es considerado un artista, su obra tiene un
valor personal y no se hace distinción entre las Bellas Artes y las artes
decorativas.

Alrededor de los años 60, algunos ceramistas, profundizaron sobre la


base creada por Bernard Leach. Entre ellos se encontraba Paul Solner, que
realizó en una ocasión una demostración de la técnica de cocción en Rakú, con
el efecto de extraer las piezas al rojo vivo y meterlos en agua fría o dejarlos
enfriar al aire a la manera de los ceramistas japoneses. Sin embargo cociendo
en atmósfera oxidante, acepta la sugerencia de extraer una pieza y arrojar una
pieza sobre hierbas y hojas para producir reducción, mirando como el humo
producía singularidades sobre los esmaltes. Este resultado de manera
accidental ocasiona un método de hacer Rakú en Occidente, y crea la
reducción después de la cocción, creando y modificando las cualidades de las
piezas después de la cocción.

A partir de ese momento se difunden las enseñanzas de Solner por las


Universidades americanas, poniendo cierto interés y cuidado en la
experimentación sobre nuevos hornos, cocciones más rápidas y mezclas de
arcillas y acabados en decoración con una amplia gama de óxidos metálicos.
Esta innovación encontrada deja de lado las verdaderas raíces, técnica y
filosofía de la antigüedad, pero da al Rakú una evolución que puede ser
cambiante de un día para otro.

66
Imagen 19. Hamada junto, Bernard Leach, Soettsu y Marguerite Wildenhain en Negro Mountain College.

Esta técnica es hoy en día universal y difundida entre los ceramistas.


Fue descubierta y potenciada a nivel occidental por Bernard Leach y mejorada
por Paul Solner, pero han sido muchos los que han participado para que se
tenga a esta técnica como obligatoria para todo ceramista. Entre algunos cabe
citar a Warren Gilberson, que construirá el primer nexo con el Rakú
norteamericano; John Mason, escultor de grandes dimensiones que trabaja
esmaltes de baja rojos y amarillo; Ruth Duckworth, gran muralista; Helbert
Lauders, experto en cristalizaciones, rojos de cobre; Hui Ka Wwong, que
trabaja con esmaltes de baja; Wayne Higby, que elabora piezas con pasta
egipcia incrustada realizando efectos únicos; Antonio Prieto con gran calidad
67
pictórica en sus piezas; Nino Caruso, escultor y muralista, entusiasta y
divulgador de esta técnica; y Arcadi Blasco, con una amplia experiencia en
espacios arquitectónicos planos.

4.1.2. Arcadi Blasco.

Arcadi Blasco Pastor, nace en Mutxamel en 1928. De larga y fecunda


trayectoria, su obra se caracteriza por una continua investigación sobre las
posibilidades que ofrecen los diferentes materiales, en especial el barro y la
cerámica en la creación artística.

Es un pintor que en la segunda mitad de la década de los 50 encuentra


en la cerámica el material idóneo para la expresión plástica. Se forma como
pintor en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, donde comienza estudios a los
19 años, concluyéndolos en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de
Valencia en 1953. Se traslada a Italia donde en Roma durante dos años
empezará a tomar contacto con la cerámica, viéndose influenciado por la obra
de Nino Caruso y Carlo Zauli.

Al regresar a España se interesa por la cerámica artesanal y trabaja de


alfarero en Cuenca con Pedro Mercedes. Es en 1955 cuando se instala en su
primer taller en una nave del arquitecto Luis Feduchi, compartiendo taller con
José Luis Sánchez, Jaqueline Canivet y Carmen Perujo, realizando vidrieras,
mosaicos y murales cerámicos destinados a ornamentar las iglesias que se
construyeron por encargo del Instituto de Colonización de los Pueblos de
España. Este lugar amplio de trabajo se convirtió en un lugar de encuentro de
artistas de la joven vanguardia madrileña.

Una característica destacable en su trayectoria como ceramista es la


participación directa entre 1945 y 1974 en el renacer del arte contemporáneo18.

18
GONZÁLEZ BORRÁS, Carmen. The Work by Arcadi Blasco (1955-1986), Instituto Juan Gil Albert. Alicante 1996,

Pág. 109.

68
Desde sus inicios Arcadi Blasco ha logrado unir en un maridaje la
tradición con la vanguardia. Su diversa obra evoca la tradición local con la
mediterránea donde el sol, el agua, el aire y la tierra son elementos resaltados
que se funden con el entorno.

Después de una primera aproximación directa al mundo cerámico, que


consistía en emplear superficie de repintes como soporte, se siente atraído por
las cualidades y expresividad de esta materia, dando lugar a sus Cuadros
Cerámicos, donde realiza pinturas cerámicas inmersas en el informalismo de
carácter abstracto y gestual con placas de diferentes composiciones, tamaños
y grosores. Los esmaltes de colores son aplicados con la técnica de “dripping”
que el autor utiliza para dejar constancia del gesto en su obra pictórica,
consiguiendo al mismo tiempo determinadas calidades cromáticas y contrastes
matéricos, siendo ésta la última vez que utilizará totalmente esmaltes
coloreados, fuerte cromatismo y superficies brillantes.

En toda la obra posterior las arcillas tendrán diferentes tonalidades,


engobes, vidriados y tonos terrosos que serán sometidos a cocciones
reductoras, siendo los materiales los protagonistas de su obra. En este tipo de
labor específica es donde se gestarán Objetos idea (1969), Propuestas
ornamentales (1969-1974), Arquitecturas y Muros para defenderse del miedo
(1970-86), Ruinas arqueológicas (1984-86), Ruedas de Molino para comulgar
(1985) y Homenajes (1992-95).

69
Imagen 20. Serie Muros para defenderse del miedo. Arcadi Blasco

Los años 50 se convierten en algo nuevo para Arcadi, donde busca


nuevas posibilidades en la arcilla cocida, sin recubrimientos de vidriados donde
realizar sus investigaciones pictóricas, dando lugar a la cerámica de final de los
años 60 en relieves y esculturas de compromiso social y critica política. El
contacto con alfareros contribuyó a enriquecer el vocabulario plástico y la
solución a procedimientos varios.

Su obra se basaba en la fuerza expresiva de la arcilla común cocida, y la


ayuda de los alfareros le permitió enriquecerse y formarse como ceramista,
teniendo en la alfarería un puntal crucial en el aprendizaje de su obra.

Por lo que se refiere a la presencia de un espacio interior real o


sugerido, sus obras pertenecientes a la serie Arquitecturas para defenderse del
miedo pueden llegar a estar más cerca del cántaro o la tinaja que de la
escultura. Estas formas vienen dadas por la necesidad de cumplir una función
precisa y la depuración de la morfología de estos objetos en esculturas y
relieves, la transformación de la realidad y la comunicación con el exterior.

70
La materia cerámica para este tipo de expresión plástica tiene los
condicionantes de tamaño para posteriormente ser cocidas si éstas tuviesen
que ser de una sola pieza. Arcadi ha sabido aprovechar la fracturación de sus
obras en una característica formal indisoluble de su producción, aproximándose
casi a la construcción arquitectónica, permitiéndole realizar obras de grandes
dimensiones sin perder en ningún momento la característica de su producción,
bien físicamente, bien por líneas, relieves y rosarios.

En 1985 regresa a su pueblo de nacimiento después de haberse


formado como ceramista en diferentes alfarerías de Cáceres, Zamora, Madrid,
etc...Y se instala en su taller en una casa de campo de la partida de Bonalba,
donde activa la cultura alicantina a través de sus iniciativas relacionadas con la
cerámica, y salvando la falta de espacio, tiempo y financiación, consiguiendo
que sus obras de gran formato se conviertan en hitos de referencia urbana y
elementos en espacios públicos. Entre grandes obras a nivel público, se podría
citar Homenaje a la Dama de Elche (1987), Monumento al Pescador en
Campello (1989), Monumento al marinero en Altea (1993), entre otras.

Este artista ha despeñado un papel cívico, crítico y comprometido en la


defensa de la cultura por medio de su participación en diferentes instituciones,
nacionales e internacionales, así como su activa participación en el Patronato
del Museo de la Aseguradora, que conserva el legado que Eusebio Sempere
hizo a la ciudad de alicante, y la Comisión Cívica para la Recuperación de la
Memoria Histórica de Alicante.

71
4.1.3. Noritoshi Hirakawa.

Sobre este artista japonés no existen grandes textos escritos, pero su


obra habla por sí misma.

Nacido en Japón en 1960, reside en la ciudad de Nueva York desde


1993. Hirakawa es un artista contemporáneo de renombre internacional
después de estudiar Sociología Aplicada.

Este artista ha creado infinidad de fotografía, cine, danza, instalaciones y


performance. Su obra se ha expuesto más de 300 veces en museos, galerías y
centros de arte en todo el mundo, incluyendo bienales de renombre como
Venecia, Aperto, Estambul, París o la Bienal del Museum fur Kunst y
colaboraciones importantes con grandes artistas.

Hirakawa crea una actividad humana en la cultura en la que nos


movemos día a día, proponiendo ampliar en sus obras la capacidad de la
percepción humana para promover la cultura. Dentro de este marco, está
empujando los límites de la percepción, la alteración de visitas estéticas
pensando en el futuro.

Sus obras han sido descritas como eróticas e íntimas y desafían los
puntos de vista mayoritarios sobre la sexualidad y la suposición de que el
deseo masculino es inherentemente explotador y opresivo para con las
mujeres.

72
Imagen 21. Noritoshi Hirakawa

El artista cree que la actividad humana conforma la cultura en la que


vivimos y se propone extender los límites de la percepción con el fin de ampliar
la cultura como tal. En particular, identifica la cámara como “una muy buena
excusa para conectar los deseos de los hombres y los de las mujeres”. 19

19
http://www.culturainquieta.com/es/erotic/item/7114-las-imagenes-eroticas-e-intimas-de-noritoshi-
hirakawa-desnudos.html

73
Imagen 22. Noritoshi Hirakawa. A flower and the root, 1993

A lo largo de su carrera Hirakawa ha hecho frente a los conceptos


dominantes de la sexualidad, interesado entre el puente que pueda existir entre
la vida exterior y nuestro yo, combatiendo las expresiones del deseo
heterosexual masculina.

Sus obras examinan lo que hacemos a puerta cerrada y cómo seria si


estas acciones se realizaran en público. Ya sea a través de la fotografía, el cine
o las instalaciones, este artista propone un cambio social por medio de sus
obras, abordando tabúes culturales, como sexualidad o suicidio, y ampliando
las limitaciones impuestas a la percepción por las convenciones sociales y
culturales.

74
4.2. Propuestas preliminares.

Este trabajo se afianza en un desarrollo teórico-práctico que se lleva


desarrollando y perfeccionando desde hace tiempo. La idea inicial contemplaba
más la huella del tiempo o la huella táctil y no tanto la forma en sí, pero
realizando diferentes ejercicios preliminares se ha llegado a desarrollar un
planteamiento creativo que ha desembocado en las pieza definitivas que
presentamos. Los trabajos con diferentes materiales ya sean volumétricos o
gráficos, llevan impreso el verdadero cambio que han sufrido las ideas iniciales
hasta las obras finales, consiguiendo desvelar los orígenes de la propia obra.

Trabajar con el barro, el agua, aportar el aire y aplicar calor, hace de


estos cuatro elementos un vínculo ideal con el artista, es en ese momento
cuando sentimos la conexión con la experimentación que llevamos a cabo,
adquiriendo sensaciones entre el yo y la materia.

La arcilla tiene memoria, podemos trabajar una obra y si no somos


cuidadosos ella sola volverá al estado inicial, adquiriendo una imperfección, o
una curva o simplemente una grieta mal disimulada, es por este motivo que la
reciprocidad que surge entre la obra y el artista no se disocia hasta que ésta
está concluida.

Todas estas premisas dieron lugar a trabajos que ayudasen a posteriori


a una ejecución mucho más directa, con ideas y conceptos previos, aportando
grandes soluciones.

4.2.1. Maquetas.

Las maquetas realizadas son el inicio del proyecto, donde aún no se


tenía claro las directrices que se iban a seguir. Desde el principio las formas
iban a ir colocadas al revés con diferentes materiales que aportaran un
lenguaje de verticalidad, ausencia de espacio, compenetración entre diferentes
materias, y otorgando un papel importante a la huella. Es la huella visual y
táctil, la que se ha mantenido hasta el trabajo final, siendo importante los
75
craquelados, las patinas, los colores que dan un lenguaje propio a cada pieza
realizada.
La realización de diferentes texturas, han aportado un juego clave en las
posteriores piezas llevadas a cabo, es por este motivo, el intercambio entre
varias arcillas que permitieran si llegara el caso a aportar materiales diversos al
barro pero con un gran carácter plástico y visual.
La elegancia en las formas, combinadas con la sensación de equilibrio
ha tenido un papel importante, ya que al referirse a materiales duros y vítreos,
la ausencia de varios puntos de unión permitiera crear una impresión irreal.
Los elementos que se encuentran flotando, están pensados para colocar
materiales transparentes que ayuden a provocar esa sensación de levitación,
en contraposición con elementos pesados con tan solo un punto de apoyo en la
superficie.

76
4.2.2. Bocetos.

Tanto las maquetas como los bocetos previos, han tenido un gran valor
en este trabajo, siendo la unión entre el mundo de las ideas y el mundo de la
realidad. Son un instrumento a través del cual las ideas toman forma, siendo la
traducción directa y pura de las emociones. La realidad de los bocetos es un
instrumento de acción como prototipo que produce y provoca una dialéctica
que lleva a cabo en dimensiones reales.

Los colores, las texturas, las formas, se han intentado plasmar lo más
parecido a los posteriores acabados que las piezas tendrán una vez sean
concluidas, no discriminando la técnica, pues todas ellas parten de la premisa
de una forma ejecutada mediante alfarería, y será solo la técnica empleada en
las fases de acabado donde delimitaran una superficie u otra.

El asentar las piezas sobre la base más plana o colocarlas de manera


vertical sobre soportes transparentes, no será tomada en conclusión hasta ver
cuáles de ellas a nivel de serie, se adaptan mejor a una disposición.

77
78
79
80
4.2.3. Obras

Así mismo, el haber cursado diferentes asignaturas dentro del Máster,


han permitido realizar diferentes formas y por consiguiente diferentes
acabados, condicionados por los materiales empleados.

4.2.3.1. Piedra. Táctil y visual

Esta obra ha sido realizada con dos piedras diferentes, un mármol


llamado Emperador claro de color marrón claro con vetas amarillentas y grano
fino, que se extrae de Buñol y que es muy utilizada como piedra ornamental
para espacios interiores y exteriores.

Este mármol, ha facilitado que la pieza realizada tuviera un grosor muy


pequeño, y por consiguiente la permitir una ligereza y brillo, acorde con los
acabados.

La pieza mayor se realizó con una piedra denominada Caliza dolomita,


que por su gran dureza y versatilidad en su superficie, otorgan a la obra una
serie de texturas provocadas por las herramientas, y una serie de tonalidades
que son extraídas por la acción de bruñir o no el área exterior.

La caliza dolomita es un importante mineral de rocas sedimentarias y


metamórficas, encontrado como mineral principal de las rocas llamadas
dolomías y metadolomías, así como mineral importante en limonitas y
mármoles donde la calcita es el principal mineral presente. También aparecen
depósitos de dolomita en vetas hidrotermales, formando cristales que rellenan
cavidades. Se ha encontrado también en serpentinas y rocas similares.

81
Imagen 23. José Manuel Simón Cortés, Táctil y visual, 2015
.

4.2.3.2. Metal y madera. La huella impresa

Esta obra fue realizada con dos maderas diferentes, una madera dura
que permitiera ser torneada, y así mismo ofreciera un veteado ideal y otra, una
madera de densidad baja que no pesara.

El tablón de madera de haya, se escogió expresamente pues la veta que


a posteriori ofrecería, estaría dentro del discurso de la huella visual. De igual
modo, una vez ejecutada la pieza, ofreciera una superficie satinada y pulida,
muy similar a las series realizadas en cerámica.

Esta madera tiene un color que varía de un blanco anaranjado a un


rosado claro. Los radios leñosos son visibles en la sección tangencial y están
repartidos discontinuamente en cortas líneas fusiformes. Su fibra es recta y el
grano fino.

82
La madera de samba empleada en las piezas superiores tienen la albura
y el duramen de un color que varía de un blanco cremoso al blanco amarillento
pálido. Los radios leñosos son visibles en la sección tangencial como finas
líneas. Su fibra es recta o ligeramente entrelazada y de grano medio. Es por
este motivo, la elección de esta madera para el remate de la parte superior de
la obra, pues se necesitaba una madera carente de una veta fuerte, y de un
peso muy bajo que ayudase a mantener en equilibrio la obra.

Todas estas piezas se ensamblaron con varilla de metacrilato de 8 mm


de grosor, creando una sensación de levitación o de ausencia de espacio.

83
Imagen 24. José Manuel Simón Cortés, La huella impresa, 2015

84
Imagen 25. José Manuel Simón Cortés, La huella impresa, 2015

85
4.2.3.3. Bronce. El nexo

Después de haber realizado diferentes maquetas con formas cónicas y


anexando a priori diferentes complementos que han permitido jugar con el
discurso sobre la verticalidad, la textura y la combinación de diversos
materiales, se llevo a cabo la forma inicial con la variante de aportar la huella
impresa en forma de hojas que diera lugar a una estructura de manera
ascendente según el estado piramidal de la familia.

La parte superior se ha realizado con terracota simulando las personas


que aún están por llegar, y ensamblando las diferentes piezas con huecos
entre ellas sintiendo las pequeñas diferencias que puedan existir entre los
diferentes miembros de una familia, donde podemos encontrar discrepancias y
no siendo una forma cerrada y compacta.

Las huellas de cada miembro se realizó con la forma más parecida que a
simple vista se podía observar, de hojas de árbol, siendo las líneas de las
palmas de la mano los nervios de las hojas. El cuerpo de la pieza se realizó en
bronce y la parte superior en terracota cocida.

86
Imagen 26. José Manuel Simón Cortés, El nexo, 2015
87
4.2.3.4. Cerámica, encáustica y óleo. Preámbulo

La mejor forma de conocer como quedarían las piezas, era realizando


las mismas en terracota cocida pero pintándolas con diferentes técnicas. El
óleo y la encáustica ayudaron a dar una superficie de color a las piezas
aportando degradados y texturas producidas mediante calor.

La colocación en el espacio era importante en la fase previa, pues no era


realizar obras para la posterior búsqueda de un entorno, sino ver si las piezas
que se efectuarían a posteriori formarían un nexo perfecto con el propio
entorno.

Imagen 27. José Manuel Simón Cortés, Preámbulo, 2015

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Imagen 28. José Manuel Simón Cortés, Preámbulo, 2015

Imagen 29. José Manuel Simón Cortés, Preámbulo, 2015

89
4.3. Realización de las diferentes series. Descripción técnica y procesos.

Toda la obra realizada se ha efectuado por medio del torno eléctrico,


rueda de alfarero con revoluciones controladas, estas piezas se han elaborado
de diferentes tamaños y formas en barro rojo, barro PRAI de alta temperatura y
gres chamotado de chamota impalpable.

El tamaño máximo ha venido condicionado por el diámetro del plato del


torno, variando la altura en todos los casos. Aun teniendo pericia con la
herramienta, este instrumento ha aportado parte primordial del trabajo, al
producir piezas que intentando sean iguales, el algún momento de la creación
pierden esa similitud, adquiriendo una huella propia y una curva acentuada en
una parte u otra. Estas piezas surgieron con la premisa de ser como
interpretación de los pechos, y por este motivo era necesario que cada uno
fuera único, con una identidad propia y unas características específicas que
solo con el trabajo no realizado con moldes permitiría.

Imagen 30. Realizando piezas en el torno

90
Imagen 31 y 32. Piezas torneadas

Imagen 33. Piezas torneadas

91
Imagen 34. Piezas torneadas en barro rojo

Imagen 35. Piezas torneadas en gres

92
4.3.1. Terrasigilata

Como se ha comentado anteriormente, la terrasigilata se ha preparado


moliendo y cribando la pasta seca. Una vez seleccionada ésta con una
granulometría idónea, se pesa en proporción al agua y se le añade el
defloculante que permitirá que la parte no deseada se vaya al fondo. Esto se
debe de hacer y dejar en reposo mínimo 24 horas sin mover. De este modo
estamos seguros que se depositará por estratos.

Con la ayuda de un tubo flexible, lo introducimos hasta la mitad del


recipiente sin llegar a tocar la parte del fondo, se succiona y se extrae toda la
parte liquida solo la parte del centro desechando la parte espesa del fondo con
una consistencia pegajosa.

Esta barbotina es idónea para ser aplicada a pincel, siendo en esta fase
en la que no podremos manipular las piezas sin guantes, pues la grasa de las
manos impediría una adhesión de ésta a la pieza.

Se aplican tantas capas como sean necesarias dando cuerpo a la


terrasigilata. Para finalizar se bruñen por medio de lengüetas flexibles viendo
que adquieren una pátina brillante y blanca en toda la superficie. Si esta capa
es brillante será que el pulido ha sido satisfactorio y por consiguiente en la
posterior cocción el resultado será perfecto.

Imagen 35 y 36. Triturado y cribado de la pasta

93
Imagen 37 y 38. Pesado y añadido del desfloculante

Imagen 36 y 38. Mezclado y extracción de la terrasigillata

94
Imagen 41 y 42. Pintado y bruñido de la terrasigilata

4.3.2. Rakú en microondas

El aporte del microondas ha permito que toda la fase de pruebas de


recetas sobre barnices se hayan podido realizar de manera satisfactoria, sin la
necesidad del excesivo consumo del horno cerámico tradicional.

Los pequeños hornos que se introducen en el microondas alcanzan en


aproximadamente 8 minutos los 850ºC, siendo inocuo para el electrodoméstico.
El proceso es el mismo que cuando se realiza en el horno bidón, es decir la
pieza debe estar cocida una vez en fase de bizcochado, ser pintada a pincel o
pistola, sacarla cuando ha alcanzado la temperatura e introducirla en serrín
tapando posteriormente para que la cocción sea reductora carente de oxígeno.
A los 5 minutos se introduce en agua y se frota para ver el resultado.

La única diferencia con el horno cerámico tradicional es que las piezas,


si se bizcochan, también se deben de introducir previamente en el horno de
casa y ser calentadas a 220ºC para que el calor no las haga explotar.

95
Imagen 43 – 47. Proceso de cocción por medio de microondas
96
4.3.3. Rakú desnudo

Se han realizado las piezas con una arcilla refractaria con un 20% de
chamota blanca fina (PVAI) dejándolas secar hasta el punto denominado en
dureza de cuero, la dureza exacta para poder ser manipuladas sin ser
demasiado secas. Todas las piezas se bruñeron con herramientas flexibles y
plásticos para cerrar el poro y dejar la superficie pulida al máximo. Una vez
seca se les aplicó un baño de terrasigilata blanca extraída de la pasta PRAI.

Las piezas se cuecen a una temperatura de 900ºC, temperatura de


maduración idónea para la terrasigilata pero intentando que no vitrifique.

Las piezas han sido recubiertas con crin metálico, algas y trapos
haciendo pequeños paquetes envolviendo las piezas.

Se han bañado las piezas con reactivos que reaccionan con las sales y
el metal produciendo tonalidades diferentes.

REACTIVOS

Cloruro de hierro III


Sulfato de hierro
Sulfato de cobalto
Sulfato de cobre

Son importantes los controles de seguridad en este proceso, pues los


reactivos son totalmente cancerígenos para la persona y el medio ambiente,
pudiendo provocar quemaduras.

97
Imagen 48 y 49. Empaquetado y aplicación de los reactivos

Las piezas son introducidas en un horno realizado con ladrillos


refractarios y se van recubriendo de serrín amontonando unas encima de otras.
Una vez finalizado se prende fuego en la parte superior tapando posteriormente
la llama y provocando solo una combustión lenta que dura de dos a tres días.

Imagen 50 y 51. Preparación y posterior cocción

98
Imagen 52. Resultado final

Las piezas extraídas deben ser limpiadas con agua pero sin materiales
abrasivos, y una vez secas se les podrá dar una cera microcristalina
transparente para darles brillo.

99
4.3.4. Rakú desnudo

Se han realizado las piezas con una arcilla refractaria con un 20% de
chamota blanca fina (PVAI) dejándolas secar hasta el punto denominado en
dureza de cuero, la dureza exacta para poder ser manipuladas sin ser
demasiado secas. Todas las piezas se bruñeron con herramientas flexibles y
plásticos para cerrar el poro y dejar la superficie pulida al máximo. Una vez
seca se les aplicó un baño de terrasigilata blanca extraída de la pasta PRAI.

Las piezas se han bizcochado a una temperatura de 900ºC, temperatura


de maduración idónea para la terrasigilata pero intentando que no vitrifique y
que el poro sea cerrado, si esto ocurriese, las patinas y el humo no penetraría
en ellas.

Se le aplicó un engobe a pistola aplicando capas de 2 a 3 milímetros de


grosor. Antes que esta se seque le aplicó una capa del vidriado alcalino-
borácico que se reblandece a unos 750ºC, con el objeto de impedir que el
esmalte se adhiera a la pieza. Este esmalte es temporal, para que pueda
producir el cuarteado al reducirse en el serrín, y no se deje que madure, es sólo
para dar cobijo al engobe.

Las piezas una vez secas se cocieron en el horno introduciéndolas


cuando éste ha alcanzado 100-200ºC, subiendo la temperatura hasta los 780ºC
en 15 ó 20 minutos. Antes de introducir las siguientes piezas se vuelve a bajar
la temperatura hasta el punto inicial.

Cuando las piezas se van extrayendo del horno a 780ºC se dejan fuera
unos 20 segundos para que el choque térmico permita un craquelado,
posteriormente se meterá en serrín de 5 a 7 minutos. Pasado ese tiempo se le
va tirando agua por encima para que la cascara caiga y se vayan viendo las
líneas negras. Es importante que las piezas antes de ser ahumadas se les
permita al serrín prenderse, es decir arder en la superficie de la pieza.

100
Imagen 53 – 55. Aplicación del engobe y el vidriado

101
Imagen 56. Ahumado en serrín

102
Imagen 57. Desnudando la pieza mediante agua

103
Imagen 58. Pieza desnudada

104
4.3.5. Rakú tradicional

Las piezas realizadas en esta técnica se han torneado con gres


chamotado de la misma manera que todas las piezas para las diferentes
técnicas. Este barro permite ser trabajada esta técnica, aguantando
perfectamente el choque térmico en la fase de cocción.

El barniz se ha aplicado a pistola con toques a pincel a posteriori, dando


una base de coloración uniforme en la base y con diferentes tonalidades
fundiéndose entre capas.

Los esmaltes formulados han sido:

Dos bases blancas de CQ3 craquelé.


CQ3 + sulfato.
Aventurina.
Base 5 + carbonato de cobre.
Cinco fórmulas comerciales20: R5, R6, R7, R8, RA9.

Imagen 59. Aplicación del barniz a pistola

20 20
PRODESCO S.L. Principales materias primas de uso cerámico. Manises,

105
Todas estas piezas han sido introducidas en el horno empezando la
subida de la temperatura de manera gradual hasta los 850ºC. Esta subida de
temperatura lenta permitirá la fusión de los diferentes materiales y una
vitrificación perfecta de los esmaltes.

Imagen 60. Piezas pintadas dentro del horno

Cuando la temperatura del horno ha alcanzado el máximo deseado, es


decir, 850ºC, las piezas deben de ser retiradas con guantes de protección y
unas pinzas de extensión considerable, que favorezca el distanciamiento de la
zona de calor. Todas ellas se introducen en serrín y se tapan permitiendo que
el serrín prenda pero que luego sólo se encuentren en una atmósfera libre
carente de oxígeno. Todas las partes sin barniz adoptarán un tono negro a
causa del hollín.
106
Imagen 61 y 62. Piezas dentro del horno a 850ºC

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Imagen 63. Ahumado la pieza

Imagen 64. Piezas en proceso de ahumado

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Por último, pasados unos minutos las piezas se van extrayendo y
sumergiéndolas en agua para parar el proceso y poder ser frotadas hasta
eliminar todo los restos de serrín y hollín adheridos a la superficie.

Imagen 65 y 66. Extracción de las piezas

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110
5. RESULTADO ARTÍSTICO
111
5. Resultado artístico

Esta serie de piezas mantienen una representación del discurso


empleado en este trabajo. La desnudez cobra importancia sobre texturas lisas
y pulidas, empleando una similitud con la piel, mediante juego de superficies
bruñidas interrumpidas solamente por el craquelado absorbido por el negro
humo.

Lo que vemos, tocamos y sentimos compaginan en el deseo de expresar


emociones jugando con las superficies.

Vestir la obra por medio de capas, insinuando un resultado que alberga


lo que no vemos pero que sabemos que está. Las formas tapadas, ocultando y
sugiriendo una estructura y un gesto de transformación, adueñándose del
espíritu de las cosas, intentando expresar sentimientos y vivencias por medio
de la materia.

El fuego se adueña de la última palabra, de lo que se quiere conseguir


por medio de la experimentación, partir de la premisa del control que se ejerce,
de lo que se está haciendo y esperando ansioso, si la llama viva concede la
virtud de depositar la huella en ellos.

Los blancos y negros, los positivos y negativos y los falsos craquelados


permiten descubrir unas figuras libres y espontaneo. Dejar la materia desnuda,
produce una dialéctica entre la obra y el artista.

Las formas cónicas un pulso entre la materia y el fuego, siendo una labor
llevada a cabo por el conocimiento. Los resultados obtenidos son formas
sencillas entre la armonía y el equilibrio, composiciones ordenadas o bien
aleatorias, piezas con identidad propia que ejercen la peculiaridad, la
particularidad y la característica propia de cada una, creando un dialogo entre
ellas. No es tanto la forma en sí, no es lo que lo hacen ser únicas entre las

112
demás, sino el lenguaje que expresan al sentirse cercanas o por el contrario
dispersas.

Las series no imitan una realidad, sino que más bien son la
interpretación de la forma mediante efectos sutiles que aportan un enigma sin
llegar a expresarlo todo, siendo vital e importante que sea el propio espectador
quien lleve a cabo un ejercicio de imaginación y que séanlas propias piezas
quien inviten a ser admiradas.

Las obras están dotadas de forma, color composición pero a la vez de


referencias que se desprenden de las mismas piezas, es un pensamiento
plástico que moviliza la percepción y crea un puente emotivo entre las obras, el
artista y el espectador.

La metáfora hecha obra, la arcilla como materia natural, hacen que sean
ellas mismas las que interactúan, abrazándose unas a otras o enfrentándose
como metáfora de un cambio irremediable. Son el reflejo, son la apariencia, son
la interpretación de una forma cambiante reflejo de unas condiciones y
circunstancia.

El movimiento aleatorio y la colocación en diverso ordenes de


presentación, muestran una acontecimiento de las piezas en el espacio real,
insertándose en torno a la estructura y el entorno. De este modo la idea inicial y
el proceso deben de estar reflejados en el resultado final. El discurso, sugerir e
imponer a la materia son los factores que determinan las conclusiones y por
consiguiente la misma obra en sí.

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5.1. Serie I: Al desnudo, 2015

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117
118
5.2. Serie II: Matices, 2015

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120
121
5.3. Serie III: Identidad Propia, 2015

122
123
124
125
5.4. Serie IV: En yuxtaposición, 2015 .

126
127
128
129
5.5. Serie V: Movimiento aleatorio, 2015

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131
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5.6. Serie VII: La huella, 2015

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134
135
6. CONCLUSIONES
136
6. CONCLUSIONES

Una vez concluido este proyecto, somos conscientes de la evolución que


se ha mostrado en nuestro tema de estudio. Esta investigación ha sido
desarrollada y ampliada mediante el trabajo realizado durante años. Mediante
este trabajo se ha tenido la ocasión de reflejar la evolución de la técnica, desde
los inicios de la investigación hasta el trabajo final.

Este proyecto por medio de la investigación teórica realizada, ha


fundado una idea a partir de dos conceptos existentes: el pecho y el Rakú,
uniendo así dos nociones dispares creando como vínculo la idea convertida en
metáfora. Ambos términos se han usado en manifestaciones artísticas, aunque
sus significados nunca han estado ligados entre sí tal y como se plantea en
este trabajo, justificando que es posible un vínculo a nivel formal y sensitivo
entre estos dos conceptos.

Esta producción artística ha ido creciendo progresivamente a través de


la investigación teórica, partiendo que este tipo de cerámica fue creada dentro
de un contexto cotidiano rural a nivel utilitario, más concretamente vajillas. Esta
técnica en la actualidad se ha extrapolado y ha sido asumida por la cerámica
contemporánea siendo un aporte en la estética de la propia pieza, perdiendo el
valor funcional otorgado en su origen.

El proceso de creación ha estado unido a la experimentación, jugando


un papel muy importante el azar al ser técnicas que dependen de factores
como temperatura, atmósfera, materiales empleados y fuego, haciendo
imposible anticipar o reproducir de nuevo un resultado. Este factor otorga a los
errores la misma importancia que la propia obra final, permitiendo avanzar en
las técnicas de elaboración, “acierto - error”.

Se ha ampliado el tema tratado por diferentes artistas desde la parte


material hasta la parte formal, profundizando en los antecedentes y cómo se
estudia el tema hoy en la actualidad. En la parte técnica se ha estudiado a
137
artistas como Bernard Leach que fue precursor de la técnica adquirida en
oriente, ampliada, revisada y perfeccionada en occidente. Para ver el lado más
sensual del concepto, se ha hecho una revisión de la obra de Noritoshi
Hirakawa.

Se ha creado una propuesta personal, interpretada mediante diversas


disciplinas artísticas. Por una parte, la obra escultórica realizada en diversos
materiales, en la que se ha estudiado a nivel formal cómo el pecho sufre
cambios, en cuanto a forma, tamaño, estética o por el paso del tiempo. Por otra
parte, se ha investigado la gran variedad cromática y la amplitud de texturas
posibles que ofrece la técnica, siendo clave en esta investigación. Como
recurso complementario se incluye la obra gráfica para poner en contexto y
lugar el concepto a partir de líneas y manchas, creando composiciones e ideas
que sitúan el proyecto en un escenario concreto.

Los resultados obtenidos creemos que pueden ser el inicio de trabajos


futuros, en los que puedan ser estudiados ampliamente todos los aspectos
tratados.

138
139
7. BIBLIOGRAFÍA

140
7. BIBLIOGRAFÍA

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