7 Consejos para Maquetar Un Libro
7 Consejos para Maquetar Un Libro
7 Consejos para Maquetar Un Libro
DE
MANERA PROFESIONAL
Si quieres que la gente se tome en serio tu libro, además de ser bueno, debe parecerlo.
Es por esto que maquetar un libro no debería ser cuestión baladí. El diseño y
maquetación es muy importante para que el libro se vea profesional, presentable, y, ante
todo, legible. Por este motivo, tienes que cuidar el envoltorio y con esto no nos
referimos solamente a tener una portada impecable.
Como ya sabrás, no cualquier tipo de letra es adecuada para un libro. En este artículo
anterior te dejamos algunos consejos para elegir la fuente tipográfica de tu libro. En lo
que a la tipografía se refiere, es mejor no experimentar e ir siempre a lo seguro. A
menos que estés trabajando en un libro artístico o ilustrado, te recomendamos
encarecidamente que utilices fuentes como Times New Roman, Garamond o Bookman.
Es posible que hayas decidido poner un título a cada capítulo, que los hayas numerado,
o que simplemente hayas dejado un espacio o salto de página que traslade al lector a un
nuevo capítulo. En caso de que hayas optado por una de las dos primeras opciones, el
comienzo de un capítulo es un lugar donde puedes jugar con la fuente tipográfica. Es
totalmente aceptable elegir un tipo de letra único para el número y/o el título del
capítulo. De hecho, utilizar una letra capitular para la primera letra del texto del capítulo
proporciona un «nuevo comienzo» visual y puede mejorar la legibilidad. Si decides
escribir los títulos de tus capítulos, puedes imprimirlos en letras más grandes o en
negrita, contribuyendo a mejorar la experiencia de lectura.
Por norma, los capítulos deberán empezar en la página de la derecha, es decir, la página
impar. Aunque, como ya hemos mencionado varias veces a lo largo de este artículo, la
última palabra queda siempre en manos del autor.
Los libros van pegados por un lado. Lo que quiere decir que, dependiendo de si la
página está a la derecha o a la izquierda, el pegado se comerá un poco del papel. Es por
esto que, en el lado de la encuadernación, los márgenes deben ser más anchos que los
márgenes del lado exterior de la página. Esto permitirá dejar el suficiente espacio para
que el libro sea encuadernado correctamente y facilite al lector leer cómodamente. Si
tienes dudas acerca de cómo hacer esto, siempre puedes utilizar las plantillas de Word
que te proporcionamos en nuestra plataforma Mibestseller.
También deberás marcar los márgenes superior e inferior. Esta elección es más personal
y depende de cada autor, pero por lo general recomendamos que el margen inferior sea
mayor que el superior.
Por norma general, en la página de la izquierda se suele poner el título del libro y en la
derecha el nombre del autor, pero como (casi) todo, esto depende las preferencias de
cada autor. No te olvides de eliminar el encabezado en las páginas en blanco para un
mejor acabado.
Al pie de página suelen ir las notas o pequeños apuntes que se utilizan para explicar
algo relacionado con el texto. Estas deben ser al menos dos puntos más pequeños que el
texto general y con una distancia de al menos dos espacios para que quede claro que van
separadas del texto, muchas veces incluso se puede incluir una raya separadora.
Debes asegurarte de incluir las páginas de cortesía en el lugar adecuado. Los prólogos,
introducciones y dedicatorias pertenecen a la portada del libro; mientras que el epílogo,
reconocimientos y bibliografías pertenecen a la contraportada. Estas páginas no están
enumeradas y tampoco las páginas en blanco.
6. Elección de papel
Sea lo que sea lo que hayas elegido para maquetar tu libro, deberá ser consistente a lo
largo de todo el libro. Si comienzas con un tipo de letra de 11 puntos, deberás continuar
con ella hasta el final; con la excepción de las páginas de los capítulos y tal vez las
páginas de cortesía.
La falta de consistencia es uno de los sellos distintivos de un libro mal escrito o mal
producido.