Dios Te Está Buscando
Dios Te Está Buscando
Dios Te Está Buscando
(Eclesiastés 12:1)
"Acuérdate de tu creador en los días de tu juventud antes que vengan los días malos, y
lleguen los años de los cuales digas: no tengo en ellos contentamiento"
Que busquemos su rostro mientras él pueda ser hallado. Que lo amemos por quien él es y
no por lo que él nos pueda dar o proveer. La venida del Señor está más cerca todavía y las
almas se están perdiendo, hay jóvenes que se están muriendo sin Cristo, la maldad está
aumentando cada día más, seamos esos jóvenes de Cristo que le sirvan con amor a Dios y
las almas perdidas.
La pregunta es ¿Qué estamos haciendo nosotros? ¿Cómo está nuestra relación con Dios
en estos momentos? Dios está buscando jóvenes para Cristo que sean fieles, valientes, y
esforzados con temor en sus corazones, pero sobre todo Dios anhela y demanda santidad,
pureza, obediencia.
Pero vamos a analizar lo que Dios espera y busca de cada uno de los Jóvenes:
No podemos permitir que las circunstancias de la vida nos aparten de él, tales como los
errores que hayamos cometido o situaciones de nuestro pasado que nos persiguen, el
enemigo usó esto como un dardo para limitarnos, oponiéndose así a que Dios haga su obra
completa en nosotros.
Jóvenes, no podemos seguir jugando con Dios y confiar en nuestra propia prudencia o en
nuestros propios pensamientos, pensando que seremos salvos en la manera que nosotros
queremos creer que lo seremos. Su palabra dice: “…porque mis pensamientos no son
vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos” (Isaías 55:8).
Hay jóvenes que viven sin conocer el propósito de Dios en sus vidas, sin saber lo que Dios
quiere de ellos, por eso se les hace difícil vivir en obediencia y consagración a Dios. Porque
un joven que tiene una meta trazada en su mente y corazón, que ha descubierto el
propósito de Dios en su vida, sabe a dónde va; sabe lo que necesita hacer, también es
consciente de lo difícil que será pero se mantiene firme, porque su esperanza está puesta
en Dios.
Es más fácil para el enemigo desviar a alguien que vive sin conocer su propósito, que a
alguien que ya lo sabe, porque el enemigo sabe que somos fuertes y que nuestra fe está
puesta en Dios, porque nada ni nadie nos podrá separar del amor de Cristo. La palabra de
Dios dice: “…¿Quién nos separará del amor de Dios? ¿Tribulación, o angustia, o
persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?” (Romanos 8:35)
Nosotros, los jóvenes, somos representantes de Cristo y él nos ha escogido para que
seamos los mensajeros que llevemos el mensaje de salvación a nuestra generación.
Debemos de vivir una vida consagrada a él, que con nuestro ejemplo y nuestro buen
testimonio, podamos impactar muchas vidas para que así las almas puedan acercarse a los
pies de Cristo.
Él nos ha escogido para que seamos sus ojos, boca, manos y pies aquí en la tierra, para
que seamos la luz que brille en medio de la oscuridad y que en medio de tanto pecado y
maldad podamos rescatar a aquellos que anhelan conocerle; que desesperados gritan por
auxilio.
Muchos jóvenes hoy están siendo abusados, golpeados, y maltratados; están adictos a la
droga, al alcohol, están en pandillas, o encarcelados en sí mismos con pensamientos de
suicidio, otros están siendo destruidos por la pornografía y dentro de ellos anhelan una
respuesta a sus problemas. Son personas que tienen una gran necesidad de que alguien
les lleve el mensaje de salvación
Pero también dice su palabra: el que persevere hasta el fin, éste será salvo… (Mateo
24:23).
Solo hay que prestarle un poquito de atención a las noticias para enterarse de los
acontecimientos diarios que están ocurriendo en nuestra sociedad.
Menores de edad dirigidos por jóvenes y adultos se han hecho miembros de pandillas,
entran a formar parte del mundo de las drogas, se asocian con criminales y se hacen
esclavos de estos para poder conseguir dinero para sustentar sus vicios, cometen crímenes
por rencillas, venganzas, odio, rencor.
Hay una alarma que está sonando en el mundo entero para que todo creyente afirme más la
fe en Dios. El Señor nos dice: “…Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos
se enfriará”(Mateo 24:12).
Hoy es el tiempo de corregir lo que estamos haciendo mal y ponernos a cuenta con Dios, es
tiempo de levantarnos y pelear la buena batalla de la fe.
Hay una esperanza para todo aquel que no se aparte del Señor y se mantenga firme en su
camino con la mano puesta sobre el arado. La palabra de Dios dice: “Por cuanto has
guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha
de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo
vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” (Apocalípsi 3:10-11).
“Que todo me es lícito, pero no todo me conviene, todo me es lícito pero no todo me edifica”
(1 Corintios 10:23).
“Y el mundo pasa y sus deseos más el que hace la voluntad de Dios permanece para
siempre” (1 Juan 2:17).
“Más buscad primeramente el reino de Dios su justicia y todas estas cosas serán añadidas”
(Mateo 6:33).
El Señor Jesús dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, tome su cruz cada día y sígueme.
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa
de mí, éste la salvará” (Lucas 9:23-24).
No podemos vivir con la actitud de “A mi modo”, como muchos optan por hacer, están
equivocados, ésta no es la manera correcta de vivir. Sé que no ha sido fácil, he pasado por
diversas pruebas, muchas veces he sentido desmayar, he querido tirar la toalla, pero doy
gracias a Dios por las personas que él pone en mi camino, que me inspiran a no darme por
vencida.
Cuando empecemos a confiar en Dios entonces vas a mirar las grandes maravillas en tu
vida. “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces” (Jeremías 33:3).
Cuando tomemos la decisión de hacer como él quiere que lo hagamos todo, entonces él
comenzará a contestar nuestras oraciones. “Deléitate así mismo en Jehová, y él te
concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él
hará” (Salmos 37:4-5).
Joven, quiero decir que hoy es un nuevo día, una oportunidad más para comenzar de nuevo
y quiero animarte en este momento, levántate y deja que Dios haga de ti un vaso nuevo,
permite que él haga de ti un hombre, una mujer fuerte, un cristiano valiente, viviendo una
vida consagrada a él en obediencia, guardando nuestra santidad interna y externa, siendo la
luz de este mundo, pues estamos en este mundo, pero no pertenecemos a él.