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Las tres partes del hombre:

espíritu, alma y cuerpo


Los seres humanos son complicados. Cada uno de nosotros es
único; procedemos de varios trasfondos y tenemos diferentes
personalidades.

Pero con respecto a cómo Dios nos creó, realmente todos somos
iguales. La Biblia nos dice en 1 Tesalonicenses 5:23 que todos
fuimos creados con tres partes: un espíritu, un alma y un cuerpo:

“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y vuestro


espíritu y vuestra alma y vuestro cuerpo sean guardados
perfectos e irreprensibles para la venida de nuestro Señor
Jesucristo”.

En esta entrada leeremos una nota extremadamente útil sobre


este versículo en el Nuevo Testamento Versión Recobro para
ayudarnos a entender estas tres partes.rna y que se puede ver,
el alma como la parte interior, y nuestro espíritu como la parte
más profunda y escondida.

Las tres partes del hombre


Echemos un vistazo a la nota 5 en 1 Tesalonicenses 5:23 en la
Versión Recobro. Dado que se trata de una nota extensa, la
leeremos en secciones.

La primera parte de la nota dice:


“Esta palabra claramente indica que el hombre consta de tres
partes: espíritu, alma y cuerpo. El espíritu como nuestra parte
más profunda, es el órgano interno, por el cual tomamos conciencia
de Dios y tenemos contacto con Él (Jn. 4:24; Ro. 1:9)”.

El espíritu humano es la parte más profunda de una persona.


Por medio de esta parte más interna, podemos contactar a Dios
en la esfera espiritual. Ninguna otra criatura fue creada por Dios
con esta tercera parte.

Ahora leamos la siguiente sección de la nota, que explica nuestra


alma:

“El alma es nuestro mismo yo (cfr. Mt. 16:26; Lc. 9:25), un


intermediario entre nuestro espíritu y nuestro cuerpo; por ella
somos conscientes de nosotros mismos y tenemos nuestra
personalidad”.

Nuestra alma percibe las cosas en la esfera psicológica. De


hecho, en griego, el idioma original del Nuevo Testamento, la
palabra para alma es psujé, que también es la palabra raíz de
psicología.

Nuestra alma es nuestra personalidad, quienes somos. Con


nuestra alma pensamos, razonamos, consideramos, recordamos
y nos preguntamos. Experimentamos emociones como felicidad,
amor, tristeza, ira, alivio y compasión. Y somos capaces de
determinar, elegir y tomar decisiones.
Ahora leamos la siguiente sección sobre nuestro cuerpo y cómo
se relacionan nuestras tres partes:

“El cuerpo como nuestra parte exterior es el órgano externo; por él


somos conscientes del mundo y tenemos contacto con el mundo
material. El cuerpo contiene el alma, y el alma es el vaso que
contiene el espíritu”.

Nuestro cuerpo existe y contacta las cosas tangibles del mundo


material usando nuestros cinco sentidos físicos. El cuerpo es la
parte visible y externa de nuestro ser, y contiene el alma. Nuestra
alma es el vaso que contiene nuestro espíritu.

A continuación se muestra un diagrama simple de tres círculos


concéntricos que ilustran estas tres partes. Muestra el cuerpo
como nuestra parte exterior y visible; el alma como nuestra parte
interior; y nuestro espíritu como nuestra parte escondida más
interna.
La intención de Dios para las tres partes del
hombre
Ahora leamos la última sección de la nota, que explica la
intención de Dios para las tres partes de nuestro ser:

“En el espíritu, Dios mora como Espíritu; en el alma mora nuestro


yo; y en el cuerpo moran los sentidos físicos. Dios nos santifica
primero al tomar posesión de nuestro espíritu, mediante la
regeneración (Jn. 3:5-6); luego, al extenderse como Espíritu
vivificante desde nuestro espíritu hasta nuestra alma para saturarla
y transformarla (Ro. 12:2; 2 Co. 3:18); y por último, al vivificar
nuestro cuerpo mortal a través de nuestra alma (Ro. 8:11, 13) y al
transfigurar nuestro cuerpo con el poder de Su vida (Fil. 3:21)”.

La intención de Dios con respecto a nosotros es que lo


contengamos y lo expresemos. Pero para expresar a Dios,
necesitamos estar llenos de Él. Cuando creímos en Jesucristo, lo
recibimos y fuimos regenerados, o nacimos de nuevo, en nuestro
espíritu. Pero Él no quiere llenar sólo nuestro espíritu. Eso es
sólo el comienzo.

1 Tesalonicenses 5:23 nos dice: “El mismo Dios de paz os


santifique por completo”. Él nos santifica extendiéndose y
saturando todo nuestro ser, comenzando desde nuestro espíritu,
continuando a nuestra alma, y finalmente incluyendo nuestro
cuerpo. Al estar completamente llenos de Dios en cada parte de
nuestro ser, Dios puede expresarse a través de nosotros.
Nuestra cooperación con la saturación de
Dios
¿Cómo podemos cooperar con la intención de Dios de saturar
todo nuestro ser consigo mismo?

Ejercitar nuestro espíritu es la clave. Nuestro espíritu no sólo


tiene la capacidad de contactar y tener comunión con Dios, sino
que también es el lugar donde Él vive en nosotros. Podemos
volvernos a Él en nuestro espíritu para vivir por Su vida. Por
medio de nuestro espíritu también podemos recibir más de Cristo
cada día. Desde esta “base” de Su operación en nosotros, Él
puede entonces extenderse a nuestra alma. Cuanto más
recibamos a Cristo ejercitando, o usando, nuestro espíritu, más
Dios tendrá una manera de extenderse a nuestra alma.

Podemos ejercitar nuestro espíritu diariamente invocando el


nombre del Señor, leyendo e incluso orando con la Palabra de
Dios para ser alimentados espiritualmente, y obedecerlo. Cuanto
más ejercitamos nuestro espíritu, más permitimos que el Dios de
paz continúe extendiéndose en nosotros y saturándonos.
Entonces podremos expresar a Dios a todos los que nos rodean.

El Nuevo Testamento Versión Recobro tiene un número de otras


notas iluminadoras sobre 1 Tesalonicenses 5:23, incluyendo una
importante sobre cómo Dios guarda perfectos nuestro espíritu,
alma y cuerpo. Si usted vive en los Estados Unidos, puede pedir
una copia gratuita de Nuevo Testamento Versión Recobro aquí.
Le animamos a que lea las notas y los versículos a los que
hacen referencia para obtener una comprensión más completa
de lo que hemos hablado en esta entrada.

El libro La economía de Dios es otro recurso invaluable sobre el


tema de las partes del hombre. Puede leer los detalles en los
capítulos 6 y 7 del libro, que puede descargar gratis desde
cualquier parte del mundo aquí.
Todos los versículos y las notas son citados de la Santa Biblia Versión Recobro. Puede
pedir una copia gratuita del Nuevo Testamento Versión Recobro aquí.

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