La Doctrina Del Hombre Parte 4

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LA DOCTRINA DEL HOMBRE


Cuarta Parte: Elementos que constituyen la parte inmaterial del hombre

El concepto de hombre interior y hombre exterior, es el hombre dicótomo o tricótomo,


conceptos y distinciones de alma y espíritu, conceptos de corazón, carne y mente.

1 Co 15:44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo


animal, y hay cuerpo espiritual.
1 Ts 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor
Jesucristo
Heb 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada
de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos,
y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón

INTRODUCCION

El misterio de la vida es desconcertante, y es aún más desconcertante cuando se intenta


hacer un análisis de la parte inmaterial del hombre. Al igual que los temas anteriores de
la doctrina del hombre, esta Escuela Bíblica procede sobre la base segura de que el
hombre proviene de la mano de su creador, en la forma precisa en que se revela en la
infalible Palabra de Dios. Hemos venido analizando con respecto a la parte inmaterial,
espíritu y alma, del hombre en la creación, que en la Palabra de Dios, no se dice que el
hombre halla sido creado, ni se dice que la parte inmaterial halla sido hecha de algún
material existente, sino que se afirma que el hombre llegó a ser un alma viviente como
resultado del soplo divino en el vaso de barro; es decir, según el original hebreo de Gn
2:7, el hombre llegó a ser un alma viviente como resultado del “soplo de las vidas” (la
palabra vida en el original es plural). Queda claro entonces que la parte inmaterial del
hombre (el espíritu y el alma), no se originó mediante un acto de creación, sino
mediante un acto de trasmisión. De esta manera la parte inmaterial, el espíritu y el alma,
del hombre es una comunicación del eterno mientras que la parte material, su cuerpo,
fue creación directa e inmediata de Dios. Bajo estas consideraciones, las complicaciones
que puedan surgir en nuestro estudio, se resolverán con referencia a una correcta
comprensión del texto sagrado. También es bueno recordar que esta Escuela Bíblica,
sigue la línea exegética de la teología sistemática de Lewis Sperry Chafer (1974), la
cual es una teología absolutamente Cristo céntrica y de carácter práctico y devocional.

La realidad del ser del hombre la vemos en el hecho de que el ser del hombre es una
persona viviente que actúa en el cuerpo, que sostiene una relación consciente con todas
las cosas, y sin la cual, el cuerpo estaría muerto. Esta realidad del ser del hombre, es la
que piensa, la que siente, la que razona, la que tiene voluntad. Extrañamente, esta
realidad del ser del hombre es la que comprende; y sin embargo, no puede ser
comprendida.

Podemos expresar en las palabras del doctor Scofield, un resumen breve de la forma en
que el ser del hombre está constituido y sus distinciones:
1. El espíritu es la parte del hombre que “conoce”. Debido a que el hombre es
“espíritu”, él es capaz de ser consciente de Dios y de comunicarse con Él (Job
32:8; Sal 18:28; Pr 20:27).

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2. El término “alma” implica en si mismo la posesión de una vida consciente, a


diferencia de la vida vegetal, que es inconsciente. El alma es el asiento de las
emociones de los deseos y afectos (Sal 42:1-6). Debido a que el hombre es
“alma”, él es consciente de sí mismo (Sal 13:2; 42:5, 6, 11).
3. El cuerpo, que puede separarse del espíritu y del alma y se halla expuesto a la
muerte, es no obstante una parte integral del hombre, como se demuestra en la
enseñanza tocante a la resurrección. Debido a que el hombre es “cuerpo”, él
tiene, por medio de sus sentidos, conciencia del mundo que lo rodea.

Para referirse al “hombre interior”, la Biblia emplea los términos: alma, espíritu,
corazón, carne y mente. Ante estos términos Bíblicos, surge la pregunta de si éstos son
elementos distintos que pueden existir separados los unos de los otros, o si son
funciones o modos de expresión del ser del hombre. Generalmente se cree que estos
elementos son funciones o modos de expresión del ser del hombre, y hay razones para
creer esto. Sin embargo, en la Biblia se hace referencia al alma, espíritu, corazón, carne
y mente, de tal manera que ninguno de esos términos puede representar toda la
naturaleza inmaterial del hombre. En un estudio juicioso del texto Bíblico, sin ningún
tipo de prejuicios doctrinales, se puede descubrir la verdad con respecto a cada una de
estas facultades del “hombre interior”. El significado que dichos términos tienen en la
escritura hay que descubrirlo según el uso que se les da en el texto sagrado.

La Biblia no es un libro de definiciones. Sus grandes realidades se asumen tales como


son y en lo que tiene que ver con estos aspectos de la vida humana, se puede decir que
la especulación humana tiende más a confundir que ha clarificar. Los términos alma,
espíritu, corazón, carne y mente, son distintivos, y se usan en la Palabra de Dios con
absoluta exactitud. De estos términos, hay dos a los cuales les daremos especial
atención, y son los términos alma y espíritu. Con esto no se quiere afirmar que su uso es
numéricamente superior, sino que tienen prominencia debido a la manera en que se
emplean. Del hombre íntegro se dice que está constituido de cuerpo, alma y espíritu.

En este punto surge una pregunta obligada que ha unido y separado a los teólogos de
todas las generaciones:

¿ES EL HOMBRE UN SER DICÓTOMO O TRICÓTOMO? Si se considera que el


hombre es un ser dicótomo, la referencia es a que el hombre tiene solamente dos partes:
material e inmaterial, con la suposición de que alma y espíritu son una misma cosa, y si
se considera que el hombre es un ser tricótomo, la referencia es a que el hombre tiene
tres partes: cuerpo, alma y espíritu.

Se puede ver, sin embargo, que hay una gran diferencia cuando se habla de cuerpo y
alma que cuando se habla de cuerpo y espíritu y que así mismo se puede apreciar en los
textos Bíblicos una verdadera y profunda distinción entre alma y espíritu, sin embargo
muchas veces los términos alma y espíritu se usan como sinónimos, es decir, como si
fuesen iguales. Así que la controversia la encontramos entre las distinciones y las
similitudes.

Se mostrará en este estudio que la Biblia, cuando lo requiere le asigna a los términos
alma y espíritu distintos significados; y cuando no se tiene en cuenta distinción
específica, la Biblia los emplea en forma intercambiable. En otras palabras la Biblia
apoya tanto la dicotomía como la tricotomía.

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De manera que nuestro estudio debe ser una exégesis integral y sin prejuicios, cuidando
de ver lo que el texto sagrado dice sin forzar al texto a que diga lo que nosotros
queremos. La distinción entre el alma y el espíritu es tan incomprensible como la misma
vida; y todos los esfuerzos que se hagan para establecer definiciones tendrán que ser
siempre insatisfactorios. Para confirmar lo que se acaba de decir con respecto al uso que
la Biblia le da a los términos alma y espíritu, observemos lo siguiente:
1. El término espíritu se usa libremente para indicar la parte inmaterial del
hombre. Comparemos las siguientes citas
a. 1 Co 5:3 Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en
espíritu,
b. 1 Co 6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues,
a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
c. 1 Co 7:34 … para ser santa así en cuerpo como en espíritu
d. Stg 2:26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la
fe sin obras está muerta
2. El término alma también se usa para indicar la parte inmaterial del hombre.
Comparemos las siguientes citas
a. Mat 10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no
pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el
cuerpo en el infierno
b. Hch 2:31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su
alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción
c. 1 Pe 2:11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que
os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma
3. Los términos alma y espíritu a veces se usan en forma paralela, por ejemplo en
a. Luc 1:46-47 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; Y mi
espíritu se regocija en Dios mi Salvador
4. De igual manera, las mismas funciones generales se atribuyen tanto al alma
como al espíritu, veamos las siguientes citas:
a. Mar 8:12 Y gimiendo en su espíritu
b. Jn 11:33 Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la
acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se
conmovió
c. Mat 26:38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la
muerte
d. Jn 12:27 Ahora está turbada mi alma
5. Sobre los que parten de esta vida, a veces se dice que son almas y otras veces
que son espíritu.
a. Gen 35:18 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió)
b. 1 R 17:22 Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él,
y revivió
c. Mat 27:50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó
el espíritu
d. Hch 2:27 Porque no dejarás mi alma en el Hades
6. Así también se nos presenta a Dios como alma y como espíritu
a. Is 42:1 He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi
alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá
justicia a las naciones

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b. Je 9:9 ¿No los he de castigar por estas cosas? dice Jehová. De tal nación,
¿no se vengará mi alma?
c. Jn 4:24 Dios es Espíritu
d. He 10:38 Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi
alma

Los que basan sus conclusiones sobre estas generalidades han afirmado que la Biblia
enseña solamente la dicotomía. Pero contra esa posición esta la verdad Bíblica de que
muy a menudo estos términos no pueden utilizarse intercambiablemente. En este punto
debe observarse que existe la más estrecha relación entre el espíritu humano y el
Espíritu Santo; relación tan estrecha que en algunos textos no es posible distinguir a que
se refiere, si al Espíritu Santo o al espíritu del hombre.

El Espíritu Santo actúa en el espíritu humano y por medio de él; pero esto mismo no
puede decirse con respecto al alma. Por ejemplo cuando en Romanos 8:16 se afirma: El
Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

La Biblia afirma que el alma del hombre puede perderse, pero esto no se afirma del
espíritu del hombre. Mt 16:26 afirma: Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare
todo el mundo, y perdiere su alma?

Los tres pasajes Bíblicos importantes que distinguen entre alma y espíritu son los
siguientes:
1 Co 15:44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay
cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.
1 Ts 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro
ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo
Heb 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda
espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y
los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón

Se ha escrito mucho con el propósito de armonizar estos tres pasajes con el punto de
vista de que el hombre es solo cuerpo y alma. En este esfuerzo se pasa a menudo por
alto el contenido de 1 a los Corintios capítulo 15:44. “Se siembra cuerpo animal,
resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual”

La expresión “cuerpo animal”, en griego “soma psychikon”, o “soma psuquikos”


(ψυχικος G5591) significa literalmente perteneciente al alma, puede ser traducido
como “cuerpo natural” o “cuerpo alma”, es decir, regido por las leyes de la vida
meramente natural. El “cuerpo animal” es el cuerpo material de esta vida que, según el
diccionario VINE es “formado por y para un alma, destinado a servir como órgano de
ese hálito de vida…que presidió su desarrollo”. En el uso Paulino del término, aquí
animal significa que el cuerpo que tenemos ahora es un cuerpo adecuado para la vida
presente.

Por otra parte, la expresión “cuerpo espiritual”, en griego “soma pneumatikon”, de


acuerdo al comentario Beacon, se refiere a que el cuerpo de la resurrección será un
cuerpo espiritual. Esto no significa que es un cuerpo compuesto de espíritu. Significa,

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más bien un cuerpo formado por y para un principio de vida que es un espíritu y
cabalmente apropiado para el servicio del mismo.

La traducción “cuerpo animal”, realmente se refiere al cuerpo presente, el cual se dice


que se adapta al alma, en contraste con el “cuerpo espiritual”, o cuerpo futuro, el cual
se adaptará al espíritu. El cuerpo futuro ha des ser como el cuerpo glorificado de Cristo,
y la diferencia entre el cuerpo presente, animal, corruptible, vergonzoso, débil y
adaptado al alma, y el cuerpo espiritual, resucitado, incorruptible, glorioso, poderoso y
adaptado al espíritu, nos muestra claramente cuál es la capacidad del alma en
comparación con el concepto y la capacidad del espíritu.

Para una mayor claridad pasemos a considerar cada uno de los elementos que
constituyen la parte inmaterial del hombre que son el alma, el espíritu, el corazón y la
carne.

EL ALMA (Nephesh): En el antiguo testamento tiene varios matices de significado:


alma, vida, si mismo, persona, deseo, apetito, emoción y pasión. Cuando es traducida
como alma, significa aquello que respira, y se distingue como tal de la palabra carne y
de la palabra cuerpo, como los expresan los siguientes textos:
Isa 10:18 La gloria de su bosque y de su campo fértil consumirá totalmente,
alma y cuerpo
Sal 31:9 Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia;
Se han consumido de tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo

Como respiración de la vida, el alma parte en el momento de la muerte, como lo expresa


Gn 35:18
Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni;
mas su padre lo llamó Benjamín

En el antiguo testamento, mediante una fácil transición, la palabra alma llega a


representar el individuo, la vida personal, la persona, con dos distintos significados: 1)
como la vida inherente en el cuerpo, el principio que anima la sangre, a esto se refiere
Dt 12:23-24 “Solamente que te mantengas firme en no comer sangre; porque la sangre
es la vida, y no comerás la vida juntamente con su carne. No la comerás; en tierra la
derramarás como agua” y el 2) significado como la mente, como el centro de nuestras
actividades y de nuestras pasiones mentales, así leemos:
1. El alma hambrienta en el Salmo 107:9
2. El alma cansada en Jeremías 31:25
3. El alma que no abominará en Lv 26:11
4. El alma que tiene sed de Dios en el Salmo 42:2
5. El alma que se entristeció en Job 30:25
6. Y el alma que ama en Cantares 1:7

Se puede resumir con las palabras de Cremer que “Nephesh (alma) en el hombre es el
sujeto de la vida personal, de lo cual se deduce que el espíritu es el principio.

Para el término alma en el nuevo testamento aparece la palabra psuche más o menos en
las mismas condiciones en que aparece en el antiguo testamento.

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En el nuevo testamento se usa en los lugares en donde la palabra espíritu no pudiera


usarse; y sin embargo, parece a veces que se emplea en lugares donde pudiera sustituir a
la palabra espíritu.

Así, leemos en Juan 19:30, sobre Jesús, “…Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el
espíritu” y por otra parte en el mismo evangelio en Juan 10:15 dice Jesús “pongo mi
vida (alma) por las ovejas”. Y en Mateo 20:28, se nos dice que el Hijo del Hombre vino
para dar su vida (su alma, no su espíritu)
Mat 20:28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir,
y para dar su vida en rescate por muchos.

Esta diferencia es característica. Porque el espíritu del hombre (el pneuma) tiene una
relación con Dios que es diferente a la relación que tiene el alma con Dios. El espíritu
(pneuma) del hombre es el soplo de Dios en la criatura, el principio de vida que se
deriva de Dios. Por otra parte, el alma del hombre (psuche) es la posesión individual del
hombre, aquello que distingue a un hombre del otro y que lo distingue de la naturaleza
inanimada.

El espíritu de Cristo estuvo sujeto al Padre en la hora de la muerte; su alma estaba


también sujeta, su alma, su vida individual fue entregada “en rescate por muchos”. El
dio su vida por las ovejas.

Esta distinción permite comprender aquellas expresiones del nuevo testamento que
tratan sobre la salvación del alma, veamos algunas:
Hechos 2:27 Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu
Santo vea corrupción
Hebreos 10:39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición,
sino de los que tienen fe para preservación del alma
Santiago 1:21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de
malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede
salvar vuestras almas

Podemos resumir esta sección diciendo en palabras de Oehler, cuando escribe en su


libro teología del antiguo testamento: El hombre no es un espíritu, sino que tiene un
espíritu. El es un alma…En el alma, que brota del espíritu, y que existe continuamente
por medio de él, descansa su individualidad; su personalidad, su yo, su ego.

EL ESPIRITU: La palabra espíritu, se usa tanto en el antiguo testamento como en el


nuevo, para referirse al viento, como en Gn 8:1 … e hizo pasar Dios un viento sobre la
tierra, y disminuyeron las aguas. Aquí el término hebreo para la palabra viento es
ruach que significa espíritu. De manera similar se usa y traduce la palabra ruach como
viento en Num 11:31 Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar.

El término Ruach, se usa a menudo como hálito como en Job 12:10 “En su mano está el
alma de todo viviente, Y el hálito de todo el género humano”.

Así mismo en el nuevo testamento, el término equivalente pneuma, traducido espíritu,


se usa en el mismo sentido que el término ruach en el antiguo testamento, los siguientes
textos lo demuestran:

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2Th 2:8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el
espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

La palabra espíritu también se aplica al hombre, en el antiguo testamento,


primariamente como el asiento de las emociones en cuanto a deseos e inquietudes, y así
gradualmente el término se aplicó a toda cualidad moral y mental en general, como se
aprecia en los siguientes textos:
Exo 28:3 Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de
espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para
que sea mi sacerdote
Eze 11:19-20 Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y
quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de
carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los
cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.

El espíritu como principio de vida en el hombre tiene varias aplicaciones:


1. Algunas veces significa aparición como en Mateo 14:26 “Y los discípulos,
viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma!”
2. El espíritu como principio de vida del hombre, en el momento de la muerte, se
dice, el espíritu se entrega en las manos del Señor a fin de que el espíritu sea
salvo 1Co 5:5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin
de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús
3. También se dice que Dios es el Padre de los espíritus Hebreos 12:9 “…¿Por qué
no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?”
4. Como manifestación de la parte espiritual del hombre, como se aprecia en los
siguientes textos:
a. Pobres en espíritu en Mt 5:3
b. Espíritu de mansedumbre en Gá 6:1
c. Espíritu de esclavitud en Ro 8:15
d. Espíritu de celos en Nm 5:14
e. Espíritu de cobardía 2 Ti 1:7
5. La Biblia nos advierte contra la posibilidad de ser dominados por un espíritu
malo, como en
a. Lc 9:55-56 “Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor,
¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías,
y los consuma? Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo:
Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no ha
venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se
fueron a otra aldea
b. 1Jn 4:6 “Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el
que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad
y el espíritu de error”. Este texto nos confirma que los hombres pueden
someterse al “espíritu de error” y apartarse del espíritu de verdad.
6. Contrariamente la Biblia nos enseña sobre el espíritu de consejo y el espíritu de
sabiduría, como leemos en los siguientes versículos:
a. Is 11:2 Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y
de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento
y de temor de Jehová
b. Ef 1:17 “para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de
gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de
él”

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Podemos avanzar un poco más hacia arriba cuando encontramos al espíritu humano en
su relación con el Espíritu Santo de Dios.
Porque el hombre no es más que una criatura a la cual Dios le ha impartido la vida de su
Espíritu: la vida, pues, no es otra cosa que un resultado del soplo de Dios. De ese modo,
la vida y la muerte se explican en forma realista, como el acto de impartir o de quitar el
hálito de Dios, como lo expresa el libro de Job:
Job 27:3 Que todo el tiempo que mi alma esté en mí,
Y haya hálito de Dios en mis narices,
Job 33:4 El espíritu de Dios me hizo,
Y el soplo del Omnipotente me dio vida
Job 34:14 Si él pusiese sobre el hombre su corazón,
Y recogiese así su espíritu y su aliento,
Job 34:15 Toda carne perecería juntamente,
Y el hombre volvería al polvo

La Biblia enseña algunos aspectos del espíritu del hombre que pueden parecerse a los
aspectos del alma, veamos algunos:
1. El espíritu del hombre puede revivir. Gen 45:27 Y ellos le contaron todas las
palabras de José, que él les había hablado; y viendo Jacob los carros que José
enviaba para llevarlo, su espíritu revivió
2. El espíritu del hombre puede angustiarse. Sal 143:4 Y mi espíritu se angustió
dentro de mí; Está desolado mi corazón.
3. El espíritu del hombre puede abatirse. Pro 15:13 El corazón alegre hermosea el
rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate
4. El hombre de espíritu fiel es el que resiste los chismes y la murmuración. Pro
11:13 El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo
guarda todo
5. Y donde se ha sentido vivamente el pecado, hay espíritu quebrantado, que se
considera como un sacrificio hacia Dios. Sal 51:17 Los sacrificios de Dios son
el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh
Dios

Por otra parte cuando el hombre se somete bajo el poder del pecado, su mente sigue una
nueva dirección y resulta en una serie de conductas que la Biblia contempla y advierte
claramente, veamos por ejemplo:
1. Cuando al hombre lo domina el espíritu de fornicaciones, como dice Oseas 4:12
Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, y el leño le responde; porque espíritu
de fornicaciones lo hizo errar, y dejaron a su Dios para fornicar
2. Bajo el señorío del pecado, el espíritu del hombre se hace altivo. Pro 16:18
Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de
espíritu.
3. Bajo el señorío del pecado, el hombre, en vez de ser sufrido de espíritu, se hace
necio, porque el enojo reposa en el seno de los necios y se apresura en su
espíritu a enojarse. La Palabra advierte sobre esto y aconseja en Ec 7:8-9 Mejor
es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el
altivo de espíritu. No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo
reposa en el seno de los necios.

Es importante resaltar algunos contrastes entre el alma y el espíritu del hombre.


Revisando algunos textos, la posición Bíblica parece ser la siguiente:
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El Espíritu Divino es la fuente de toda vida, y su poder se comunica en la esfera física,


intelectual y moral. Ese Espíritu Divino, como Espíritu que inspira, mediante su mismo
soplo hace del hombre un alma viviente, como lo expresa
Job 27:3 Que todo el tiempo que mi alma esté en mí, Y haya hálito de Dios en mis
narices.
Sal 104:29 Escondes tu rostro, se turban; Les quitas el hálito, dejan de ser, Y
vuelven al polvo.

El alma aunque es similar con el espíritu, tiene algunos matices de significado que no
los tiene el espíritu; el alma es la que representa al individuo. El hombre es espíritu, por
cuanto depende de Dios. El hombre es un alma, porque a diferencia de los ángeles, tiene
cuerpo, lo que lo relaciona con la tierra. De acuerdo con Auberlen, cuerpo, alma y
espíritu no son otra cosa que la base real de los tres elementos del hombre:
1. Cuerpo, para tener conciencia del mundo externo
2. Alma para tener conciencia propia y
3. Espíritu para tener conciencia de Dios.

Iniciamos nuestro estudio diciendo que para referirse al “hombre interior”, la Biblia
emplea los términos: alma, espíritu, corazón, carne y mente. Pasemos ahora a
examinar el CORAZON del hombre.

En su sentido psicológico, el término corazón se refiere, en ambos testamentos, a la vida


humana y al ejercicio de sus energías. De acuerdo al diccionario VINE, la palabra
corazón en el texto Bíblico, mediante una fácil transición, vino a significar toda la
actividad mental y moral del hombre, incluyendo tanto sus elementos racionales como
emocionales. En otras palabras, se usa el corazón de manera figurada para denotar las
manifestaciones escondidas de la vida personal.

Físicamente el corazón es el que distribuye la sangre y la Biblia tiene el concepto de que


la vida del cuerpo esta en la sangre como lo expresa Lv 17:11 “Porque la vida de la
carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por
vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona”. Así que es natural que
se considere al corazón como el centro de la vida. Del mismo modo. El corazón es el
órgano que reacciona ante las emociones humanas y, fácilmente puede considerarse
como el centro de la sensibilidad.

Esta escrito en el libro de proverbios Pro 14:10 El corazón conoce la amargura de su


alma; Y extraño no se entremeterá en su alegría. Y más importante aún aconseja: Pro
4:23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. De esta
manera, la Palabra de Dios relaciona el término corazón con la conciencia propia
natural.

Pero una de las mayores revelaciones Bíblicas, las encontramos en los siguientes textos,
los cuales muestran como a lo largo de la historia del hombre en el relato Bíblico,
muestran como se manifiesta la maldad del corazón del hombre y al final, en la
dispensación de la gracia salvadora por medio de la persona y la obra de nuestro Señor
Jesucristo, podemos hallar revelaciones que están llenas de esperanza y comprueban que
el corazón se puede purificar por la fe en Jesucristo, veamos estos textos, partiendo
desde los orígenes:

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Gen 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y
que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo
solamente el mal
Isa 6:10 Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus
ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón
entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.
Jer 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién
lo conocerá?
Jer 4:14 Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva.
¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti los pensamientos de iniquidad?
1Co 2:7-9 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la
cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno
de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido,
nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son
las que Dios ha preparado para los que le aman.

Estudiemos ahora el cuarto término que la Biblia utiliza para referirse al “hombre
interior”, LA CARNE. Este cuarto término psicológico, introduce una realidad aún más
compleja que la que introducen los otros términos de ALMA, ESPÍRITU, CORAZON y
MENTE. La palabra carne (sarx en griego) se emplea en la Biblia de tres maneras
diferentes:
1. El primer uso de la palabra carne, se refiere a la parte material del hombre, en
este uso, no tiene ningún significado psicológico, y sólo se refiere a la sustancia
del cuerpo, así lo vemos en Hch 2:30-31 “Pero siendo profeta, y sabiendo que
con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la
carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, viéndolo antes,
habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su
carne vio corrupción”. En los dos casos en que se usa la palabra carne, se
refiere al cuerpo humano de Cristo.
2. El segundo significado Bíblico de la palabra carne, se refiere a las relaciones y
clasificaciones humanas. Cuando en 1 P 1:24 dice: “Porque: Toda carne es
como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se
seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta
es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada” Aquí la expresión “toda
carne”, se refiere a la gente que mora sobre la tierra, es decir, a cuerpos que
tienen almas y están vivos
3. El tercer uso Bíblico de la palabra carne es para designar aquello que se refiere
absolutamente a la parte inmaterial del hombre, con un claro sentido ético y
moral. Aislando el significado de la sustancia material, la carne bien pudiera
definirse como la naturaleza caída, es decir, como la disposición a pecar. La
carne manifiesta el yo del hombre, y al observar y evaluar esta manifestación,
puede ser que el cuerpo este incluido directamente, pero sin ninguna
contribución de importancia. El apóstol Pablo hablando de si mismo emplea de
esta manera el término carne, en Ro 7:18 “Y yo sé que en mí, esto es, en mi
carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo”

Resumiendo, al examinar el uso Bíblico de la palabra carne, debe observarse que en el


primer caso parece restringirse al cuerpo solamente; en el segundo caso, combina lo
material con lo inmaterial, pero sin significación moral; mientras que en el tercer caso
se refiere a la parte inmaterial del hombre con significado especialmente ético y moral.

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El término carne, cuando es de carácter ético, es similar a las expresiones “viejo


hombre”, “cuerpo de pecado”, “cuerpo de carne”, “otra ley en mis miembros” y “lo
terrenal en vosotros”, los siguientes son los textos en donde se emplean estos términos
sinónimos:
Ro 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente
con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos
más al pecado
Col 1:22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros
santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
Rom 7:23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley
de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis
miembros
Col 3:5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación,
impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría

Así hemos descubierto que el término carne, cuando tiene significación se refiere a la
parte del hombre que por causa de la caída de Adán, se opone a Dios y a su santidad. Es
aquella naturaleza caída que, aunque se expresa por medio de las obras del cuerpo, se
debe distinguir del cuerpo mismo.

El quinto y último término para referirse al “hombre interior”, es la MENTE. En las


epístolas de Pablo, la palabra mente se emplea como uno de los elementos de la parte
inmaterial del hombre, y esta estrechamente relacionada tanto con el espíritu del hombre
como con su carne. El apóstol Pablo habla de una mente del espíritu y una mente de la
carne.
Ef 4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente
Col 2:18 Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los
ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su
propia mente carnal,

Obviamente, la mente humana puede relacionarse con lo malo y con lo bueno. El


apóstol Pablo dice que él con la mente sirve a la ley de Dios, en Ro 7:25 “Gracias doy a
Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley
de Dios, mas con la carne a la ley del pecado”. Y el mismo apóstol afirma en forma
enfática que la mente carnal es enemistad contra Dios en Ro 8:7 “Por cuanto los
designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley
de Dios, ni tampoco pueden;”. En la epístola a los efesios, el apóstol Pablo incluye la
carne y los pensamientos en una sola expresión, en Ef 2:3 “entre los cuales también
todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la
voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo
mismo que los demás”.

Todos estos textos nos clarifican que el mal está tanto en la carne como en la mente. La
Biblia enseña que la mente puede corromperse, Tit 1:15 “Todas las cosas son puras
para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su
mente y su conciencia están corrompidas”, pero contra esto, el apóstol Pedro afirma
que podemos y debemos ceñir los lomos de nuestro entendimiento, en 1 P 1:13-16
Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por
completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos
obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra
ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en
toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

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Podemos concluir, resumiendo con respecto a los cinco elementos esenciales que
constituyen la parte inmaterial del hombre: alma, espíritu, corazón, carne y mente. Que
la Biblia presenta en una psicología sencilla toda la naturaleza y la constitución del
hombre. Todas se refieren a la vida y al ser viviente.
1. El espíritu del hombre, representa el principio de la vida
2. El alma del hombre, representa el sujeto de la vida
3. El corazón, representa el órgano de la vida
4. La carne, representa el ambiente de la vida
5. La mente, representa lo que se puede relacionar con la carne y el espíritu

Estos cinco elementos del ser del hombre constituyen la vida humana que la podemos
dividir como
1. La vida física,
2. La vida mental y moral
3. La vida espiritual

1 Ts 5:22-24 Absteneos de toda especie de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique


por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible
para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo
hará

Hoy Nuestro Padre Dios, te llama, Él es fiel a su Palabra y nunca retarda sus promesas
sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que
todos procedamos al arrepentimiento. Porque el dice:
En tiempo aceptable te he oído,
Y en día de salvación te he socorrido.
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

1. ¿Cómo esta constituida la parte inmaterial del hombre?


2. ¿Hay diferencias entre alma y espíritu y si la hay que versículos la demuestran?
3. ¿Cuáles son los usos Bíblicos del término carne?

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