Diez Lecciones Sobre El Martirio - Paul Allard
Diez Lecciones Sobre El Martirio - Paul Allard
Diez Lecciones Sobre El Martirio - Paul Allard
PAUL ALLARD
Introducción
Siglo XX, siglo de mártires
J. M. I.
Lección Primera
Apostolado y martirio
La palabra mártir
Egipto
El cristianismo en el campo
Persecuciones en el siglo IV
La paz de Constantino
Lección Cuarta
El prejuicio popular
«He visto debajo del altar las almas de aquellos que han sido
muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que han
dado. Ellos clamaban con voz fuerte: "¿Hasta cuándo, Señor, tú
que eres santo y verdadero, aplazarás el tiempo de juzgar y
vengar nuestra sangre en los habitantes de la tierra?" Y a cada
uno de ellos se le dio una vestidura blanca, y se les dijo que
aguardasen aún un tiempo, hasta que fuese completo el número
de sus servidores y hermanos que han de ser muertos como
ellos» (6,9-11).
Todo esto nos hace pensar que en los dos primeros siglos
hubo muchos mártires, y que de Nerón a Cómodo, los cristianos
vivían con la posibilidad del martirio siempre a la vista. Esto
exigía para hacerse cristiano y para seguir siéndolo un gran
valor moral, o más bien un verdadero heroísmo. Por eso, si
fueron muchos los mártires de sangre, muchísimos más fueron
los mártires de deseo o de resignación, es decir aquellos que de
antemano estaban dispuestos a aceptar la muerte antes que
renunciar a la fe.
Lección Quinta
Condición social de los mártires
Esclavos mártires
«Humiliores» mártires
Aristócratas mártires
Soldados mártires
Pues bien, una buena parte del gran número de los mártires
de los primeros siglos fue integrada por soldados. Muchas veces
las celebraciones de la vida militar implicaban ciertos ritos
religiosos incompatibles con la fe. Y en tiempos de persecución,
muchos soldados pagaron con su vida la desobediencia a
cumplir con esos ritos. Fueron muchos los soldados mártires,
sobre todo, como es lógico, donde acampaban las legiones
romanas, en Italia, en Numidia, en Mauritania, en España, en
Asia, en Egipto, a lo largo del Danubio. Y en todos esos lugares,
con el testimonio de los mártires, se difundía y arraigaba la fe
cristiana.
Lección Sexta
Padecimientos morales de los mártires
Así fue al menos desde mediados del siglo III, época en que
el tesoro público estaba muy escaso. En tiempos de Decio,
concretamente, vemos que sin cesar se aplica la pena de
confiscación, sea contra los cristianos condenados a muerte o a
las minas, sea a los castigados con destierro o contra los que
han huído. También Valeriano hizo gran uso de la pena de
confiscación, y el emperador Diocleciano llegó a privar a los
hijos de toda participación en los bienes de los condenados.
Apostasías
Lección Séptima
Los procesos de los mártires
El arresto
La cárcel
La tortura
La sentencia
Lección Octava
Los suplicios de los mártires
La pena capital
En suma, a partir del siglo II, las penas que sufrían los
mártires cristianos podían ser cualquiera que viniera dispuesta
por el arbitrio de sus jueces.
La decapitación
La hoguera
Las fieras
La sumersión
Lección Novena
El testimonio de los mártires
Lección Décima
Honores rendidos a los mártires
La sepultura concedida
La sepultura denegada
En síntesis
Final
El maravilloso testimonio de los mártires
1. El horror a la cruz
3. El pelagianismo y el semipelagianismo
4. El liberalismo
J. M. I.