BIBLIOFILIA PG 225
BIBLIOFILIA PG 225
BIBLIOFILIA PG 225
Director
Pedro M. Cátedra
Coordinación de publicaciones
Eva Belén Carro Carbajal
BIBLIOFILIA Y NACIONALISMO
NUEVE ENSAYOS SOBRE COLECCIONISMO
Y ARTES CONTEMPORÁNEAS DEL LIBRO
dirigido por
MARÍA LUISA LÓPEZ-VIDRIERO
edición al cuidado de
PABLO ANDRÉS ESCAPA
SALAMANCA
Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas
Sociedad de Estudios Medievales y Renacentistas
MMXI
Los trabajos de este libro son resultados del proyecto
«Nacionalismo y bibliofilia: artes del libro en la España
contemporánea», del que es investigadora principal María
Luisa Eugenia López-Vidriero Abelló, y que, subvencio-
nado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (código
HAR2008-01472/ARTE), se ha desarrollado en el ámbito
del Centro Internacional de Investigación de la Lengua
Española (CiLengua, Fundación San Millán de la Cogolla)
7
8 TA B L A
COLOFÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339
E L objetivo de la investigación que ha sustentado estos nueve ensayos
reunidos en Bibliofilia y nacionalismo fue el de hacer un estudio cultu-
ral de la bibliofilia contemporánea planteado como una indagación
sobre los comportamientos colectivos e individuales que conducen a editar,
publicar y reunir bajo una estética precisa un conjunto bibliográfico. Dentro
de determinados movimientos políticos ese elenco se considera sustantivo,
como un referente cultural identitario de convenidos supuestos nacionales.
La miscelánea presta una especial atención a la bibliofilia española,
que se estudia como parte de un fenómeno social y económico, imbricado
en el regionalismo y en el nacionalismo tardodecimonónicos en los que
destaca la función de las sociedades bibliófilas como comunidad de inter-
pretación y de difusión de los valores literarios y estéticos de esos movi-
mientos, y su capacidad para desarrollar una producción bibliográfica
singular que trasciende estos límites y se convierte, en el ámbito interna-
cional, en un elemento valorado dentro de las categorías del libro de arte»
y del «libro de artista».
Desde el punto de vista de la bibliografía y materialidad del impreso,
en estos estudios se analiza la complejidad tipológica de la producción
bibliográfica, que responde a los diversos objetivos de la corporación
bibliófila: libro facsimilar –recuperación de las fuentes literarias, históricas
y tipográficas, directamente vinculada a la vitalidad del movimiento biblio-
gráfico y a la efervescencia del hispanismo–, libro de arte y plaquettes cele-
bratorias –espacio de conformación de escritores y artistas contemporáneos
9
10 NOTA PRELIMINAR
NOTA PRELIMINAR
13
14 XESÚS ALONSO MONTERO
(La copa de Cuasia, 1918), páginas todas ellas recogidas en las Completas
citadas por él. Hace tiempo que al escritor Antonio Rey Soto le ha pasado
su hora, si es que alguna vez la tuvo.
En realidad, el Rey Soto que verdaderamente importa no es este sino
el hombre de letras que, desde 1932, se convierte en un doctísimo y sagaz
bibliógrafo y en un erudito literario de fina inteligencia. Las Completas
aún no han recogido Galicia venera y venero de España (1949), título
máximo de su madurez. Está claro que las musas de la creación fueron
con él mucho menos pródigas que las musas de la erudición.
1.2. Los años previos a la Guerra Civil: del bibliófilo y del bibliógrafo
2. Texto de Pedro Vindel recogido por su hijo Francisco Vindel Angulo 1945, 159.
DOS GRANDES BIBLIÓFILOS GALLEGOS DEL SIGLO XX 17
Hay un impresor al que Rey Soto dedica casi veinte entusiastas páginas,
Vasco Díaz Tanco de Fregenal, al que los eruditos gallegos de entonces
consideraban orensano. Era extremeño, de Fregenal de la Sierra, tal como
el propio Tanco consigna en uno de sus romances, oportunamente aducido
por Rey Soto. En Ourense residirá, desde 1542, y allí realizará una ingente
labor de impresor y también de librero y escritor. Ya antes había ejercido
esos menesteres en otros lugares de Europa, él, que protagonizó una vida
de aventurero, cautivo, enamorado y sacerdote. Nadie, antes de Rey Soto,
había publicado una semblanza tan documentada y tan viva de Tanco4,
3. Era la primera vez que la Academia Gallega realizaba una sesión de esta índole
–el ingreso de un miembro numerario– fuera de su sede (A Coruña). Se impone recordar
que el Balneario de Mondariz (Pontevedra), regentado por un empresario ilustrado,
Enrique Peinador Lines, desarrollaba interesantes actividades culturales. Al día siguiente
(31-VIII-1920) leyó su discurso de ingreso en la Academia el poeta Ramón Cabanillas.
Redactado en lengua gallega, se titulaba A saudade nos poetas galegos.
4. Desde hace muchos años existe en Ourense la librería Tanco, en homenaje al
célebre impresor y escritor avecindado en la ciudad entre 1542 y 1550. La bautizó con
18 XESÚS ALONSO MONTERO
10. Esta réplica se reprodujo en el volumen coordinado por Blanca Calvo y Ramón
Salaberría 2005, 217-218.
DOS GRANDES BIBLIÓFILOS GALLEGOS DEL SIGLO XX 21
Asombra que una persona inteligente y que nació en 1938 sea capaz
de decir que el sacerdote don Antonio Rey Soto se pasó los tres años de
la «contienda» viajando de Madrid a Ourense y de Ourense a Madrid, caso
único, ciertamente, en este bélico trienio, salvo que insinúe el P. Lois
Vázquez –lo que me resisto a creer– que el erudito bibliógrafo desempeñó,
en ese tiempo, sin sotana, tareas de espía. Es lástima, por otra parte, que
el P. Lois Vázquez no mencione el nombre de los «amigos» que salvaron
su biblioteca, mención, por cierto, que no los deshonraría. Más lastimoso
es que el propio Rey Soto nunca haya mencionado a quienes, en realidad,
salvaron su biblioteca, al menos lo esencial de ella.
En realidad, quien salvó la biblioteca de nuestro bibliógrafo fue el
Gobierno o, dicho de otra manera, unas personas concretas, los bibliotecarios
que se jugaron la vida –«a costa de enormes esfuerzos y exposición perso-
nal»–. Previo a todo esto, tiene que haber una persona, una voz, que alerte
al Gobierno –muy probablemente al propio Navarro Tomás– de la extraor-
dinaria importancia de aquel fondo bibliográfico y del inminente peligro
que corría. Esa persona fue un diputado gallego por el Frente Popular, resi-
dente en Madrid en los primeros meses de la contienda –y luego en Valencia
y Barcelona–. Se llamaba Alfonso Rodríguez Castelao y hay que suponer
que, en algún tiempo, fue muy amigo de Rey Soto. Recuérdese que fue él,
escogido por el propio Castelao, el sacerdote que ofició su boda con doña
Virginia Pereira el 19 de octubre de 1912, y que un año antes apareció el
libro del poeta Nido de áspides con un retrato del autor por Castelao. No sé
si en 1936 la amistad entre el poeta y el artista se había roto o era muy
pequeña, pero todos sabemos que Castelao conocía el valor, el altísimo
valor, de la biblioteca gallega de Rey Soto, razón suficiente para que Castelao,
Sin duda, esta nota está inspirada por Rodolfo Prada, amigo íntimo,
protector de Castelao y su máximo confidente en el exilio porteño, o en
noticias de él procedentes. Hoy por hoy, ni los más minuciosos conocedores
del epistolario y otras páginas más o menos íntimas de Castelao –y son
Para conocer el ideario político de Rey Soto bastaría con consultar las
anotaciones manuscritas en no pocas páginas de su ejemplar de Mi lucha,
de Adolf Hitler. El anotador, siempre admirado, es capaz de redactar este
escolio: «…el Fürer, poseedor de tan extraordinario corazón y tan enorme
entendimiento –un verdadero místico en el fondo–…» (pág. 149)14.
14. Se trata de una traducción «autorizada por la Editora Central del Partido Naciona-
lista», que no consigna año ni lugar aunque aclara «Distribución para España / Ávila, San
Roque, 13».
24 XESÚS ALONSO MONTERO
15. Es el «Soneto con falda», que comienza: «Turbas corran as ágoas; poño luto».
Este y el citado de Pedro Vázquez de Neira son los dos primeros sonetos en gallego
de que se tiene noticia. Constituyen estos dos textos, de 1612, dos piezas importantes de
la escasa y poco valiosa poesía en lengua gallega existente en lo que los historiadores
de la literatura gallega denominan «séculos escuros» (XV-XVIII).
DOS GRANDES BIBLIÓFILOS GALLEGOS DEL SIGLO XX 25
después de hacer añicos los sacros moldes clásicos, tenidos por intangibles,
construye sus propias ánforas, en el alfar casero, adoptando las mismas
formas campantes en la literatura romanística». A continuación reproduce
su «Epitaphium cujus carminum dispositio ad Soneti mensuram reducitur»,
que es –creo– uno de los primeros sonetos «al itálico modo» formulados
en latín. Lo traduce Rey Soto en su prosa muy literaria y un poco arcaizante,
lo que hace con otras composiciones latinas de esta trilingüe corona poética
(castellano, latín, gallego).
Rey Soto, al comentar in extenso la Relación de exequias protagonizada
por un número no escaso de poetas gallegos, también se propone refutar
el «impremeditado verso» de Lope de Vega –«Galicia nunca fértil de poetas»–
estampado en El Laurel de Apolo.
Aunque defensor a ultranza de las glorias matrias, su «galleguismo» no
compromete su erudición y su rigor al leer ciertos textos, incluso los de
Cervantes. El gran escritor, en su Viaje del Parnaso (1614), en los versos
175 y 176 del capítulo II afirma:
Este, por quien de Lugo están ufanas
las musas, es Silveira, aquel famoso,
prestaban la atención que merecen. Hoy son miles de libros, folletos, discur-
sos, monografías, colecciones de antiguas revistas y periódicos, papeles
volantes, grabados, fotografías, etc., etc. A ellos ha de sumarse buena canti-
dad de los que me fueron hurtados de mi residencia madrileña, en la llamada
«Casa de las Flores», de la Calle Rodríguez San Pedro, donde habité, desde
su inauguración –año de 1932– hasta la Pascua de Resurrección, de 1936.
De todos ellos, singularmente de los ejemplares únicos, y sobre todo de
los manuscritos, se dará relación singular, al final del «Catálogo» que de mis
libros ha de imprimirse, a fin de rescatar cuando vayan apareciendo, después
de mi fallecimiento, en el mercado, algunos de los que más quise y recuerdo.
Los libros que constituyen mis colecciones son, en su mayor parte, ejem-
plares preciosos de primeras ediciones, o de ediciones rarísimas, entre ellos
varios incunables. Existen las Crónicas de los reyes españoles, singularmente
todas las góticas; los libros de América –de Méjico, Perú, Venezuela, Santo
Domingo, Cuba, Argentina, Brasil, Guatemala, El Salvador etc. etc. –. De
libros genealógicos, la colección más completa que conocemos en poder
de particular alguno. Místicos: Primeras ediciones de Fray Luis de León,
Osuna, San Juan de la Cruz, Sta. Teresa, Fray Jesús de Jesús María, Juan de
Ávila, etc. Monografías y estudios acerca de asuntos y pueblos gallegos. La
Colección íntegra de Martínez Salazar. Periódicos regionales y autógrafos
reales desde Don Juan II hasta nuestros días, etc. etc.
Si, lo que Dios nuestro Señor no permita, algún día desapareciesen los
Padres Mercedarios del Monasterio de Poyo y de todos los conventos Merce-
darios de Galicia, por azares políticos, o por otra causa cualquiera, serán
DOS GRANDES BIBLIÓFILOS GALLEGOS DEL SIGLO XX 29
(Firman y rubrican)
18. Vallejo 1991, 86. El autor no hace referencia a otras parcelas del legado: grabados,
fotografías, manuscritos, periódicos, mapas, revistas...
32 XESÚS ALONSO MONTERO
El propio Penzol nos cuenta que a los quince años, en Madrid, adquirió
los primeros libros gallegos: Galicia antigua (Pontevedra, 1904), de Celso
García de la Riega; Breve compendio de los varones ilustres de Galicia
20. En el texto hay un lapsus: Villardefrancos por Villalobos. En efecto, José Pardiñas
Villalobos escribió el Breve compendio de los varones de Galicia... entre 1772 y 1782,
pero no se publicó hasta 1887, en edición de Andrés Martínez de Salazar, que es la
adquirida por el joven Penzol.
21. Añade que, en 1957, no se había hecho con el Diccionario de escritores gallegos,
de Manuel Murguía. Aclaro, por mi parte, que fueron «libros» de difícil hallazgo por
tratarse de títulos publicados por entregas, incluso A gaita gallega por foliadas.
DOS GRANDES BIBLIÓFILOS GALLEGOS DEL SIGLO XX 35
22. Lo reproducen Calvo & Salaberría eds. 2005, 96-98. Incluye una semblanza de
Vicente Loriente, principal impulsor de esta actividad (pág. 99).
DOS GRANDES BIBLIÓFILOS GALLEGOS DEL SIGLO XX 37
No fue Penzol autor de libros, pero una parte no desdeñable de las Letras
gallegas contemporáneas están en deuda con él, con su biblioteca, sin la cual
no se pueden explicar páginas y páginas de eruditos, historiadores, críticos
literarios y otros investigadores. Incluso poetas y otros lectores exquisitos
buscaron o encontraron en «la Penzol» –así la denominamos– los textos nece-
sarios para modular o matizar sus páginas de creación. La gratitud a Fermín
Penzol constituye, por parte de tantos y tantos investigadores y escritores
gallegos, uno de los capítulos más nobles y limpios de la sensibilidad gallega.
Por eso, instituciones y personas lo homenajearon devotamente años
antes de su fallecimiento. El 23 de mayo de 1971 recibió en Padrón, en la
Casa de Rosalía de Castro, el Pedrón de Ouro, y el 4 de noviembre de
1973 fue nombrado académico de honor de la Real Academia Gallega.
Al tratar del bibliófilo Fermín Penzol debemos destacar tres volúmenes
de homenaje en los que colaboraron más de un centenar de amigos y
admiradores, no pocos ilustres investigadores o escritores. Merecen noticia
un poco circunstanciada.
2.4.3. Fermín Penzol, unha obra para un país (Vigo: Fundación Penzol,
Galaxia, 2010). Figuran como editores María Dolores Cabrera y Henrique
Monteagudo, quienes fueron también los comisarios de la exposición
homónima exhibida en la planta baja de la Casa da Cultura (Vigo), donde
tiene su sede la Fundación. Consta el volumen de cincuenta y nueve textos,
inéditos en gran parte, que examinan las principales facetas de Penzol,
especialmente su condición de bibliófilo. Algunos de los trabajos, en general
breves, se centran en la Biblioteca, una vez más abordada por Olga Gallego
y Pedro López, que nos proporcionan estos datos:
En xaneiro de 2008 estimábase a contía dos seus fondos en 38.000 títulos
de monografías, 1.900 de publicacións periódicas, 7.350 de publicacións
especiais, 150 de libros manuscritos e, ademais, de carácter arquivístico,
589 unidades de instalación que ocupan 93,78 metros lineais (pág. 63).
DE RE BIBLIOGRAPHICA
Fermín Penzol
Los tres volúmenes de homenaje (1972, 1981, 2010) se citan, con profu-
sión de datos bibliográficos, en el apartado 4 (vide supra).
BIBLIOGRAFÍA
FERNANDO BOUZA
(Universidad Complutense de Madrid)
La bastarda española.
Parece el título de un drama o una novela,
y sin embargo trata de otra cosa
El país. Diario republicano progresista
Madrid, 3 de mayo de 1888
1. «Ceferino Gorchs» [1920]. Cito por su edición en D’Ors 1922, 181. Xènius recordó
de nuevo a Gorchs en «Rosas» [1946, 581]. Esta investigación se inscribe en el proyecto
«Propaganda y representación. Lucha política, cultura de corte y aristocracia en el Siglo
de Oro ibérico», MICINN HAR2008-03678/HIST.
2. Sobre el noucentista y la imprenta, Trapiello 2006, 178.
45
46 FERNANDO BOUZA
14. Ibidem.
15. «[...] cuyos punzones han sido modelados en el establecimiento del infraescrito»,
Gorchs 1888, sin paginar.
16. Pujol [2008, 55] recoge el testimonio de Federico Guimerá Álvarez a propósito
de que «no falta quien dice que los punzones de Ceferino Gorchs no se han abierto
en Barcelona, ni que tampoco las matrices» (La tipografía en la exposición universal
de Barcelona celebrada en 1888, Memoria, Madrid: Escuela tipográfica del Hospicio,
1889, pág. 13). Guimerá apunta una posible colaboración del calígrafo Vicente Fernández
Valliciergo en el desarrollo de los punzones (ibi).
17. Dada la naturaleza de su negocio, Gorchs parece haber estado especialmente
interesado en el mercado de la papelería de carácter oficial y administrativo. Así, en
1883 había organizado «un concurso para establecer una póliza oficial española de
caracteres comunes, titulares, etc.», La vanguardia (Barcelona) III-335 (21-VII-1883,
pág. 4762). Y aún antes de que apareciese su Colección, en diciembre de 1887, consiguió
que el rectorado de la Universidad de Barcelona ordenase que «en adelante se impriman
en los tipos de la bastarda española fundidos por don Ceferino Gorchs los títulos de
profesores de enseñanza primaria, las credenciales y demás documentos análogos», La
vanguardia (Barcelona) VII-585 (15-XII-1887, pág. 7940).
POR UNA ESCRITURA NACIONAL EN TIPOS DE IMPRENTA 49
Dedicatoria autógrafa de Ceferino Gorchs a Manuel Remón Zarco del Valle. Colección de Trozos
Selectos en los idiomas y dialectos usados en la Península Ibérica impresa con los nuevos tipos de
la Bastarda Española [recopilado por Ceferino Gorchs]. Barcelona: Imprenta del Correo Tipográfico,
1888. Real Biblioteca, I/J/209.
52 FERNANDO BOUZA
Colección de Trozos Selectos en los idiomas y dialectos usados en la Península Ibérica impresa
con los nuevos tipos de la Bastarda Española [recopilado por Ceferino Gorchs]. Barcelona: Imprenta
del Correo Tipográfico, 1888. Real Biblioteca, IX/6950.
POR UNA ESCRITURA NACIONAL EN TIPOS DE IMPRENTA 53
37. Las lenguas, los autores y las composiciones reunidos son los siguientes: Caste-
llano: Miguel de Cervantes, Don Quijote (I, 6); Luis de León, «Reflexiones sobre la
lengua castellana» [De los nombres de Cristo] y Noche serena; Pedro Calderón de la
Barca, La penitencia de San Ignacio, Hombre pobre todo es trazas (I, 6) y La exaltación
de la cruz (II, 3); Gaspar Núñez de Arce, En el Monasterio de Piedra (Aragón) e Idilio
(xlii-lii).- Gallego: Rosalía de Castro, ¡Terra a nosa! [Follas Novas]; Alberto Camino, O
desconsolo.- Bable: José Caveda, El niño enfermo.- Portugués: Luís de Camões, Os Lusí-
adas (I, xliii-lxix); Alexandre Herculano, O mendigo.- Catalán: Cayetano Vidal de Valen-
ciano, Rosada d’estiu («En lo cim del Ordal»); Víctor Balaguer, Oda a la Verge de
Montserrat [Amor a la patria]; Jacint Verdaguer, Passatge d’Hanníbal [Canigó]. Frederic
Soler-Serafí Pitarra, Los companys de Sertori.- Valenciano: Teodor Llorente, La barraca.-
Mallorquín: Marià Aguiló i Fuster, L’esperança.- Vasco [euskaro]: José María de Iparra-
guirre, Gernikako arbola; Arturo Campion, Orreaga.
38. Es el ejemplar que hoy se conserva en la Real Biblioteca, IX/6950. Sobre este
y el que fue de Víctor Balaguer, véase supra notas 12 y 24.
39. El liberal (Madrid) X-3290 (6-V-1888, pág. 3).
40. Véanse López Cordón 1975; y Rocamora 1989. Sobre Sagasta y el iberismo,
Ollero 2006.
POR UNA ESCRITURA NACIONAL EN TIPOS DE IMPRENTA 57
Rosalía de Castro, «¡Terra a nosa!». Colección de Trozos Selectos en los idiomas y dialectos usados
en la Península Ibérica impresa con los nuevos tipos de la Bastarda Española [recopilado por
Ceferino Gorchs]. Barcelona: Imprenta del Correo Tipográfico, 1888. Real Biblioteca, IX/6950.
58 FERNANDO BOUZA
ideográfico podía ser impreso mediante el recurso a nuevos tipos móviles ideográficos
y en que había tenido que recurrir a las técnicas de grabado de Gillot «à cause du
retard apporté par le graveur et le fondeur, lesquels n’ont terminé leur travail», (Mas 1863,
108). Como es obvio, las posibilidades de difusión de su escritura universal se verían
acrecentadas si demostraba que esta era viable tipográficamente, sin tener que depender
de grabadores o litógrafos. El recurso a tipos móviles distinguiría, de esta manera, la
propuesta de Sinibaldo de Mas de anteriores intentos de reproducir mecánicamente
ideogramas por parte de occidentales, como es, por excelencia, el caso de las estam-
paciones chinas de Matteo Ricci.
48. Conviene recordar ahora que el desarrollo de la escritura taquigráfica también
interesó enormemente a Gorchs, que publicó La taquigrafía aplicada a la prensa.
Conferencia dada en el Instituto catalán de las artes del libro, Barcelona, Tip. Luis
Tassó, Barcelona, 1905. En este año contribuyó a la gran exposición realizada en la
Biblioteca Nacional con «un ejemplar del Quijote escrito en ‘taquigrafía pura martiniana’»
dentro de los fastos del tercer centenario de la princeps cervantina. «Exposición conme-
morativa de la publicación del Quijote», en Revista de archivos, bibliotecas y museos
(Madrid), 12 (1905), 400.
60 FERNANDO BOUZA
49. Michel Ventura i Balanyà, «Duas parolas do autor aos gallegos», en Ventura i
Balanyà 1916, 8. Para otros títulos en gallego de este autor que en 1916 se encontraban
«en preparazión», véase infra nota 55. Sobre el filólogo reusense, Anguera 1974; y
Fornés 1999, aquí en relación con Euphemia Llorente de Domingo, uno de los hete-
rónimos de Ventura.
50. Publicó algunos versos justamente en el mismo número en el que Enrique Novo
empleaba los tipos de Gorchs. Galicia moderna. Semanario de intereses generales
(Habana), IV-172 (12-VIII-1888, pág. 2).
51. El opúsculo se abre con una nota que adelanta: «Niste libriño tense adoutada
con peqenas bariaziós a ortografia da rebista Estudios Gallegos» y, en efecto, el propio
nombre del autor se compone como «Migel Ventura» y «Madri» flamea en el pie de
imprenta. Se ha respetado esta grafía en todas las citas en el texto y notas. Sobre Ribalta,
véase Agrelo 2000; y sobre su ortografía Cerdà y Nogués 1995.
52. Su expediente, de 1893 a 1900, pero con certificaciones solicitadas en 1917, se
conserva en el Archivo Histórico Nacional, Madrid, Universidades, 6876-6.
53. Fornés 1999, 24, recoge la noticia de que había compuesto en 1897 unas «Lliçons
de llengua xinesa» y un «Cours de chinois».
54. Ginebra 1998.
55. Los dos poemas se titulan «Fala armoñosa!» y «Non morrerás!», págs. 19-21 y 22-
28 respectivamente de Ventura i Balanyà 1916. El librito se encuadra en las publicaciones
de la «Bibrioteca do Pobo Gallego. Follas d’oxe e d’onte. Rebista das letras gallegas»,
POR UNA ESCRITURA NACIONAL EN TIPOS DE IMPRENTA 61
Su punto de vista sobre que «na nosa terra ispánica aibos catro idiomas
españoles que biben... e bibirán»56 se desarrolla en una nota introductoria
en la que despliega argumentos como los siguientes:
Maos españoles aqeles qe desprezan as lingoas faladas nas rexiós d’España
e maos liberales aqeles q aconsellan persecuziós contra elas, cometen ao
noso ver, non solamente un crime de lesa patria mais ainda un crime de
lesa Umanidade, e craro e, a nosa dinidade d’españoles e d’omes subrébase
contra tanta malbadeza e tiranía tanta57.
que venía a inaugurarse con él. Le seguiría una reedición de Os meus botos de Aurelio
Ribalta, que no parece que llegara a publicarse, y una larga serie de títulos «en prepa-
razión», entre los que se encontraban Cantigas en louor da Birxe, de Alfonso X, A birxe
de cristal, de Curros, una antología de Follas novas de Rosalía, Poesías escollidas de
Pondal, Bida e feitos dos omes ilustres de Galizia y, entre otros, Mulleres ilustres de
Galizia o la colección de artículos e impresiones Anacos d’estoria, aparte de la tragedia
A morte qe pasa y Folliñas, gromos e sermolos de Miquel Ventura y distintos títulos de
Ribalta (Do feixe y Ferruxe). Nacida a la sombra de Estudios gallegos, que tanta impor-
tancia tuvo en el surgimiento de las Irmandades da fala, la Bibrioteca do Pobo Gallego
estaba dirigida por Ventura y tenía su sede en el número 2 de la madrileña calle de
Granada, por entonces domicilio madrileño del reusense (ut supra, nota 52). Sobre la
decisión del catalán de componer poesía en gallego, Aurelio Ribalta escribía que «Non
e o pirmeiro caso abofellas, de poetas dalen que trobaren no noso, si lhes cadrou; e
ai tendes os nomes do sebillano Rodríguez Marín, do astorgano Martínez Salazar, do
portugés Leite de Vasconcellos, ou do basco Bermúdez Jambrina, por non falar doutros»,
«Prólogo» en Ventura i Balanyà 1916, 13. Sobre la literatura gallega alofónica, con
mención a Michel Ventura, cf. Alonso Montero 1974. Por su parte, en los primeros
versos de «Non morrerás!», el poeta expone cómo había leído a Curros (Aires da miña
terra), Valentín Lamas Carvajal (A musa das aldeas), Rosalía (Follas novas) y Pondal
(Queixumes dos pinos), Ventura i Balanyà 1916, 23, al tiempo en que en su «Duas
parolas do autor aos galegos» cita entre los autores recientes a Francisca Herrera Garrido,
Ramón Cabanillas, Lisardo Barreiro, Alejandro Pérez Lugín, Aurelio Ribalta y Manuel
Rodríguez López, Ventura i Balanyà 1916, 10.
56. M. Ventura, «Duas parolas...», en Ventura i Balanyà 1916, 9.
57. Ibidem.
58. Para hacerse una idea de la evolución del pensamiento de Michel Ventura basta
con leer algunas frases de su artículo «De llettres galaiques» –publicado en la Revista
del centre de lectura (Reus) 3ª época 58 (junio 1922), 137-140– en el que afirmaba que
«[...] ens appar que al jorn que Galícia s’aixequi contra els seus tirans, els cacics y demés
62 FERNANDO BOUZA
feramayla del ramat centralista que l’endogalen, ferà una revolutió formidable. El poble
gal.laic és soffert, resignat, humil, prò precisament els pobles d’aquest tarannà són els
que van mes lluny al jorn de la revolta. En tenim un palés i ben recent exemple en la
revolutió russa» (Fornés 1999, 12-13).
59. Sobre la experiencia docente de Ventura i Balanyà como profesor de catalán
en Cornell, Ginebra 1998.
60. M. Ventura, «Duas parolas...», en Ventura i Balanyà 1916, 10.
61. Véase Costa 1989.
62. M. Ventura, «Duas parolas...», en Ventura i Balanyà 1916, 8. Cursiva en el original.
63. «Acuerdos y noticias», en Boletín de la Real Academia Española (Madrid) [BRAE],
3 (1916), 133. La cita completa es: «Idiomas y dialectos que se hablan en la intimidad
del hogar o en las relaciones individuales, y que toman forma artística en literaturas
POR UNA ESCRITURA NACIONAL EN TIPOS DE IMPRENTA 63
69. Coincidiendo con su ascenso a la presidencia del Consejo, Maura había recibido
un ejemplar de lujo de la Colección de trozos selectos en 1904, que llevaba al frente
una afectuosa dedicatoria de Gorchs, incansable propagandista de su proyecto. Se
encuentra hoy en la Biblioteca de la Fundación Antonio Maura, Madrid, bajo la signatura
1/3/62. La Fundación también conserva un segundo ejemplar, que fue propiedad de
Gabriel Maura, con signatura 821 COL.
70. Véanse algunas de las críticas a su método caligráfico aplicado a la instrucción
primaria en Cotarelo y Mori 1913, 399.
71. Merece considerarse esta cita de Luis Royo Villanova en su sección A ocho días
vista: «Todos van a la lucha con el mismo loable deseo de regenerar al país por medio
de la letra inglesa, redondilla o bastarda española; letras ¡ay! que ni se descuentan en
la plaza ni se cotizan en el mercado a ningún precio», Blanco y negro (Madrid) 389
(15-XI-1898, pág. 12).
72. Carlos Mendoza: «Comprendo que en la Exposición Universal le robaran a D.
Ceferino Gorchs un libro de ésos, porque realmente es un volumen seductor, una
verdadera joya tipográfica, valioso monumento elevado a la letra cursiva española, que
Dios quiera podamos ya ver desde ahora reemplazando al feísimo carácter inglés en
los documentos en que se emplea, desde los títulos y ejecutorias hasta las circulares
comerciales y esquelas de defunción. Porque nadie negará que vale más nuestra bastar-
dilla, por lo clara, gallarda y española, que todos los desgarbados perfiles de la letra
inglesa», La ilustración ibérica (Barcelona) VII-318 (2-II-1889, pág. 78).
POR UNA ESCRITURA NACIONAL EN TIPOS DE IMPRENTA 65
BIBLIOGRAFÍA
FRANCESC FONTBONA
(Biblioteca de Catalunya)
69
70 FRANCESC FONTBONA
lleis els nens a les escoles eren escolaritzats lògicament en l’idioma del
país, el català, i els testaments –per exemple– eren redactats també en
aquest idioma, com era natural a Catalunya; a partir d’aleshores això quedà
dràsticament estroncat i el català va anar essent paulatinament arraconat a
l’àmbit purament privat, domèstic, d‘on no començà a sortir-ne fins les
acaballes el segle XIX.
Per això no és gens rar que un llibre d’història tan directament vinculat
a la personalitat catalana no aparegués en català en aquella època. Anys
després un llibre d’aquelles característiques hauria estat de nou habitual
que es publiqués en català, però a començament del decenni dels seixanta
encara no era així. Precisament la Renaixença, de la que Balaguer fou
representant destacat, era un moviment que pretenia entre altres objectius
retornar el català –que tanmateix no havia deixat mai de ser el vehicle
principal de comunicació oral a Catalunya i altres territoris de parla cata-
lana– a la posició central en la societat que li corresponia.
No era el positivisme encara la virtut més valorada en aquell tipus
d’historiografia, sinó una mitificació idealitzada dels fets i actituds històrics,
que sovint eren directament llegendes més que fets testimoniats pels docu-
ments, i per això els gravats es basaven majoritàriament en pintures d’his-
tòria realitzades per pintors contemporanis de l’autor, o bé amb dibuixos
fets expressament per altres artistes.
La il·lustració d’aquesta obra magna de Victor Balaguer, paradigma de
la historiografia romàntica, fou editada per Salvador Manero a Barcelona,
i va ser exclusivament calcogràfica, gravada a l’acer. La realització de les
seves làmines s’encomanà bàsicament al principal gravador en metall actiu
aleshores a Barcelona, que era Antoni Roca, però amb la participació menor
també d’altres calcògrafs catalans destacats de l’època com Joaquim Furnó,
Josep Nicolau o Àngel Fatjó, com es detallarà més endavant.
Des dels anys quaranta del segle XIX s’exposaven a Barcelona amb certa
freqüència composicions de tema històric –seguint la moda romàntica inter-
nacional–, i entre aquestes pintures destacaven aquelles que se centraven
en la història de Catalunya, especialment la medieval, sens dubte objecte
de culte per part del nou nacionalisme romàntic català que s’estava generant
aleshores, i que donà cos a l’esmentat moviment de la Renaixença, que es
proposava retrobar les arrels històriques i culturals de Catalunya, després
d’una llarga etapa de uniformització il·lustrada, i que no va ser doncs només
literari, com sovint es creu, sinó global, i per tant també artístic.
Diverses d’aquestes pintures d’història creades i difoses aquells anys
varen ser «reciclades» per Víctor Balaguer en forma de gravats per a il·lustrar
«HISTORIA DE CATALUÑA Y DE LA CORONA DE ARAGÓN» 71
la seva obra magna, i altres varen ser fabricades expressament per il·lustradors
especialitzats que feren composicions del mateix estil, que també s’enviaven
als gravadors per a que les transformessin en matrius per estampar.
En aquella època les diferents tècniques de gravat encara estratificaven
els productes editorials per categories: els llibres de cost més assequible
quan s’il·lustraven era utilitzant la xilografia, i els que pretenien un nivell
més selecte empraven la calcografia, tècnica més refinada i més complexa
d’elaboració i també d’estampació. Això no vol dir que aquests darrers de
vegades no complementessin les seves estampes en metall amb vinyetes
en fusta, que sovint s’intercalaven a la caixa tipogràfica combinades amb
el mateix text. En el cas d’aquesta obra de Victor Balaguer, però, totes les
il·lustracions foren realitzades a l’acer, tècnica que pròpiament era al coure
acerat, típica pels bitllets de banc, i que ben entrat el segle xix anà despla-
çant el suport típic de coure sol en les estampes calcogràfiques, sobretot
en les vinculades al món editorial.
Si repassem la nòmina d’autors d’aquelles composicions ens sortiran
uns quants noms de la plana major de la pintura romàntica catalana, comen-
çant per aquells que, pensionats –o visitants pel seu compte– a la Roma
que encara aleshores era la meca de tot l’art mundial, passat i present,
importaren al país un ressò directe del Purisme o Natzarenisme germano-
italià que aleshores dominava el panorama artístic romà.
Al marge del frontis de l’obra, realitzat expressament pel dibuixant
Vicente Urrabieta i el gravador Roca, que contenia una al·legoria del temps
i la història, en primer pla, i que deixen al fons una munió de personatges
d’èpoques diverses, representatius de les diferents etapes de la història de
Catalunya, nombrosos episodis concrets foren seleccionats per generar
il·lustracions al·lusives.
1. CLAUDI LORENZALE
Joaquim Furnó: Otger Cathaló, estampa calcogràfica sobre un dibuix de Vicente Urrabieta,
basat en una pintura a l’oli de Claudi Lorenzale (Balaguer 1860, I, 184-185).
Claudi Lorenzale: Otger Cathaló, pintura a l’oli. Barcelona, Arxiu Històric de la Ciutat.
(L’estampa aparegué a Balaguer 1860, I, 184-185).
2. JOSEP MIRABENT
3. MARIÀ FORTUNY
El que havia de ser anys a venir el pintor català més internacional del
segle XIX, Marià Fortuny i Marsal (Reus, 1838-Roma, 1874), es formà a Llotja
en l’estela dels natzarenistes, i en la seva joventut pintà alguns quadres
d’història d’un estil suau i apagat de tons ben diferents dels que anys
després el farien triomfar arreu.
Fortuny només tindria aquells primers anys assimilables al Romanticisme
pictòric preponderant a Catalunya, ja que després s’orientaria cap a una
pintura intensament lluminosa i colorista, més basada en la lliçó del natural.
El seu oli Ramon Berenguer III en l’assalt al castell de Fòs (1856-57), gràcies
al qual guanyà l’oposició per obtenir la pensió a Roma donada per la Dipu-
tació –ara al Palau de la Generalitat de Catalunya per dipòsit de la Reial
Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi–, fou utilitzat com il·lustració
del llibre que ens ocupa mitjançant un dibuix de Rigalt, gravat per Roca8,
11. Balaguer 1861, II, 544-545. (Segons la pauta de col·locació de les làmines, on
s’informa de la pertinença de l’obra a Lorenzale, l’estampa hauria d’anar a la pàg. 553).
12. Balaguer 1861, II, 398.
13. RE.: 7733-I (xxvi).
14. Balaguer 1860, I, 278-279.
15. Balaguer 1861, II, 652-653.
16. Es el lot 96 del catàleg 319 d’Ansorena, on l’escena apareix ubicada amb la
denominació errònia però freqüent del collado de las Panizas, en lloc de Panissars.
«HISTORIA DE CATALUÑA Y DE LA CORONA DE ARAGÓN» 77
Josep Puiggarí: Sant Ramon de Penyafort reprenent Jaume I i Teresa Vidaure pels seus amors,
dibuix a la mina de plom i aiguada. Barcelona, Unitat Gràfica de la Biblioteca de Catalunya.
(L’estampa aparegué a Balaguer 1861, II, 398).
5. IL·LUSTRADORS
19. Hi ha qui atribueix els dibuixos d’Urrabieta d’aquesta obra de Victor Balaguer
a un dels fills de Vicente, Samuel Urrabieta Vierge, cosa impossible ja que aquest va
néixer el 1854, segons Casado Cimiano 2006, 207, que precisament és un dels que atri-
bueix els dibuixos en qüestió a Samuel, potser fent cas del Diccionari Ràfols.
20. Balaguer 1861, II, 168-169.
21. Balaguer 1861, II, 244-245.
22. Balaguer 1862, III, 14-15.
23. Balaguer 1862, III, 82-83.
24. Balaguer 1862, III, 108-109.
25. Balaguer 1862, III, 204-205.
26. RE.: 7735 ix.
27. Balaguer 1862, III, 324-325.
28. Balaguer 1862, III, 552-553. Aquí al rei l’anomenen Alfons el Savi.
29. Balaguer 1862, III, 662-663.
30. Balaguer 1863, IV, 60-61.
31. Balaguer 1863, IV, 128-129.
32. Balaguer 1863, IV, 342-343.
33. Balaguer 1863, V, 216-217.
34. Balaguer 1863, V, 510-511.
«HISTORIA DE CATALUÑA Y DE LA CORONA DE ARAGÓN» 79
Caba dibuixà també una pintura d’un dels Tramulles sobre la festa de
Sant Pau a Barcelona a les acaballes del segle XVIII60, gravada per Roca;
una altra de Joseph Flaugier representant la Boqueria el 180261, que gravà
Furnó; i una escena de costums populars pintada per Salvador Mayol62,
que també gravà Furnó. El dibuix d’aquesta és també a la Biblioteca de
Catalunya63.
El que havia de ser un dels grans dibuixants satírics catalans de la
segona meitat del segle, el malaguanyat Tomàs Padró i Pedret (Barcelona,
1840-1877), de jove va fer il·lustracions de caràcter seriós, com la que aquí
dibuixà sobre la sortida de la bandera de Santa Eulàlia de l’Ajuntament de
Barcelona64, que gravà Roca.
Tomàs Padró, Antoni Caba i Agustí Rigalt compartien taller, a la Casa
de l’Ardiaca, davant de la catedral de Barcelona. El fet que tots tres col·labo-
ressin com a dibuixants d’aquesta obra fa pensar que l’encàrrec arribà a
algun d’ells i que aquest va derivar-ne part als altres dos.
A la Historia... de Victor Balaguer hi ha també algunes il·lustracions
anònimes, com la que representa Guillem Sorolla davant el Consell65, la
de l’assassinat del conseller Nicolas de San Juan66, la batalla del Bruc67,
Barcelona lliura una corona cívica a Espartero el 184568 –curiosa recompensa
de la ciutat al general que l’havia bombardejat durament des de Montjuïc
només tres anys abans–, i l’embarcament dels voluntaris catalans a la guerra
d’Àfrica69, cap de les quals tampoc porta nom de gravador, així com les
que representen Carles V i Francesc I70, el sepulcre de Ramon de Cardona
a Bellpuig71, i la ciutadella de Perpinyà72, gravades per Roca.
6. GRAVADORS
catedràtic de talla dolça des del 1883 –i per tant acadèmic de Belles Arts
de Barcelona–, i entre mig treballà a París. Té el mateix estil precís i detallista
del seus col·legues esmentats, i com ells tingué el seu camp professional
principal en el món editorial.
Tots ells formen una generació brillant però molt poc coneguda del
gravat calcogràfic català, amb les limitacions pròpies del seu temps, consis-
tents en una voluntat màxima de professionalitat, que incloïa una auto-
marginació del món purament artístic, creatiu, al que en aquella època
volien pertànyer decididament, en canvi, els pintors i els escultors.
* * *
BIBLIOGRAFÍA
85
86 MARÍA LUISA LÓPEZ-VIDRIERO
2. NATURALEZAS BIBLIÓFILAS
Solo los opulentos, entre los que se encuentran los bibliófilos, pueden
permitirse el exceso en el almacenamiento de recursos suntuarios. Los
grandes coleccionistas de libros siempre han pertenecido a esa clase social
en la que, como colectivo, se reconocen individuos más y menos domi-
nantes –los naturalistas se refieren a ellos como los alfa y los beta–. Sobre
ese básico condicionante, la siguiente diferenciación que se establece en
la comunidad bibliófila y que marca de manera ineludible su conducta, es
el abolengo de sus recursos, es decir, formar parte de la vieja o de la nueva
riqueza.
Es incuestionable a qué categoría pertenece el bibliófilo real; sin
embargo, el resto de los grupos –nobiliarios, patricios, simplemente multi-
millonarios y ricos en general– pueden haberse constituido en bibliófilos
a través de viejo o de nuevo dinero. Cuestión nada superflua por la modi-
ficación de conductas que este hecho confiere al sentido de la formación
de las colecciones y a la forma de administración de cada una de ellas.
NATURALISMO BIBLIÓFILO 87
1. Connif 2002.
88 MARÍA LUISA LÓPEZ-VIDRIERO
para trazar el retrato de las diversas clases implicadas: los tratamientos que
diferencian las clases sociales, los apodos, la indiferencia ante la repro-
ducción correcta de nombres no ilustres o de autores y obras con los que
no estar familiarizados no conlleva el prurito de comprobar. Un grupo
social en el que las distancias eran infranqueables pero que tienen un
punto de encuentro –los libros valiosos de interés hispano– al que cada
uno de los individuos había acudido y llegado desde posiciones distintas.
4. INTRAHISTORIA DE UN ROBO
libros robados por Múgica y vendidos por Joaquina, entre ellos dos Libros
de Horas diciendo que eran los únicos que tenía y había adquirido. Se
habían ocupado los libros, se habían entregado al conde y habían quedado
depositados en la Real Biblioteca a disposición del juzgado. Ante los hechos
relatados, las confesiones del autor y de la cómplice o encubridora y de
la maliciosa conducta del librero Vindel, se había dado cuenta al Juez
de Instrucción de Guardia y se les había detenido a los tres; a Múgica por
robo y a Vindel por ocultación de los tres libros robados que le delatan
como cliente de «la Joaquina».
La relación de libros intervenidos comprende trece impresos y tres
manuscritos. Una nota al pie especifica que faltan por entregar tres Libros
de Horas con miniaturas, análogos a los entregados. [Véase APÉNDICES.
LISTADO 1].
Las declaraciones del 20 de octubre de 1905 comienzan a perfilar
–también a enrarecer– el relato del Segundo Jefe.
Las mil pesetas que había conseguido las había empleado en gastos de su
casa. Ingresa en prisión el 21 de octubre de 1905 por hurto, pendiente de
causa.
La Notificación del procesamiento da los datos físicos de Múgica: regular
estatura, pelo negro, ojos pardos, nariz regular, rostro de color claro, viste
decentemente y no tiene señas visibles. La ficha del gabinete antropométrico
de la prisión de Madrid va mucho más allá: medidas de la cabeza, del pie,
del codo, del busto. Se asignan lunares y cicatrices. La antropometría signa-
lética de Bertillon triunfaba en Europa y no había policía o institución
penitenciaria que renunciase al uso de la fotografía para mantener un
archivo de memoria de la imagen del criminal. La marcha paralela de la
fotografía psiquiátrica y de la fotografía judicial dejaba publicaciones
sorprendentes que cartografiaban un mundo del hampa en el que los
oficios del libro –encuadernadores y escribientes, por ejemplo– confor-
maban el álbum criminológico en el que se recluía a los delincuentes habi-
tuales contra la propiedad. Con prosa del desastre, Rafael Salillas, fundador
de la Escuela de Criminología y director de la prisión celular de Madrid,
afirmaba que la pobreza económica y la riqueza del subsuelo hace de los
españoles unos miserables adormilados sobre un tesoro y que solo el afán
por recoger el documento humano revela el anhelo de penetrar en el
ambiente que se vive. Sin duda, un retablo de esa España es la que compo-
nen los actores del robo de la Real Biblioteca6.
Viuda de treinta y ocho años con cuatro hijos, de estatura regular, pelo
negro, ojos pardos y rostro moreno que viste de artesana y no tiene marcas
visibles. Un testigo tiene que firmar por ella. Cuando aparece su registro
bautismal, resulta tener una decena de años más7. Vive en el patio número
5, en la calle de la Esperanza. Identifican su persona un tabernero de la
calle de San Juan y Carmina Merlo, que vive en un estanco próximo al
anterior. Por su condición de recadera conoció a Múgica; sabía que era
un empleado pero ignoraba dónde trabajaba. En varias ocasiones, desde
hacía un año, Múgica le entregó varios libros que ella suponía comprados
para que se los vendiera a Vindel dándole previamente el precio de cada
de Valdemoro afirma haber oído decir a Henri Traumann que Vindel había
vendido antes del verano diversos libros, entre los que había algunos de
Horas, a la Libraire Damascene Morgand del passage des Panoramas en
París y al «opulento bibliófilo americano del Norte», Archer Huntington,
ejemplares de los rarísimos libros El Deleytoso y el Cancionero de Juan del
Encina.
16. Declara el ocho de enero de 1906. Pedro Ibarra Ruiz, arqueólogo, investigador,
escritor, y pintor español. Nació el 10 de abril de 1858, en Elche, y murió en la misma
ciudad el 8 de enero de 1934. Junto con Aureliano Ibarra Manzoni, su hermano por
parte de padre, fueron dos personas de gran importancia para la ciudad de Elche. En
su época impulsaron notablemente la cultura local. Gracias su trabajo, el archivo muni-
cipal es uno de los más importantes de la Comunidad Valenciana. Se formó en la
Escuela Diplomática de Madrid. A principios de siglo XIX, el Ayuntamiento de Elche
vendió –a peso de papel– una parte muy importante de su archivo municipal para
pagar unas obras. Pedro Ibarra sacrificó su dinero y consiguió recuperar los papeles
que pudo. Cuando murió, su viuda donó estos documentos al consistorio, que ahora
dispone de un gran archivo gracias a su esfuerzo.
NATURALISMO BIBLIÓFILO 107
duplicados con Vindel con los libros que le fueron ocupados, se hace el
primero de agosto: el incunable sevillano es la única coincidencia.
Sin fecha, pero a 25 de septiembre de 1906, Juan Catalina García comu-
nica al Juez Alós y Mon que el librero Antonio Sánchez, del Pasadizo de
San Ginés, ha presentado a la venta un Libro de Horas miniado, en vitela,
encuadernado en piel y con superlibros «S.D.S.Y.D.A» [Soy del Señor Infante
don Antonio], indudablemente uno de los robados. Se pide ese mismo día
permiso para que el vigilante del Juzgado se incaute del libro y se disponga
la comparecencia de los mencionados en esa carta.
Por las declaraciones del librero Sánchez y del suministrador del Libro
de Horas, Rafael García Palencia, se comprueba que había pertenecido a
la librería de Juan José Escanciano. El anticuario Rafael García Palencia
aporta una prueba de compra: el recibo de haber adquirido el Libro de
Horas por dos mil quinientas pesetas al oculista Sanz Blanco el 28 de octubre
de 1905. En el vuelto del recibo, una nota, «a más de las 2.500 pesetas, di
50 de parte de lotería para el sorteo de Navidad», mostraba que la biblio-
filia era compatible con los hábitos castizos de tentar la suerte del gordo
navideño.
Ese mismo día [25-IX-1906], el conde de las Navas declara que el Libro
de Horas es, por su superlibros, de la Real Biblioteca, del infante don
Antonio. No puede asegurar en qué momento faltó de la Biblioteca. Por
otra parte, comunica la llegada de los libros adquiridos por Huntington
que presenta en el Juzgado el día 12 de octubre. Aunque algunas encua-
dernaciones han variado, son todos de la Real Biblioteca y asegura que El
Deleytoso, a pesar de que le han puesto una encuadernación más antigua
con las armas de la Casa Real de Inglaterra, es el ejemplar de la palatina,
único conocido en el mundo. Menéndez Pidal, por su parte, declara lo
mismo y asegura que no recuerda que sean estas Horas unas de las sustra-
ídas últimamente.
El 17 de octubre Pedro Vindel afirma y ratifica las declaraciones pres-
tadas en el sumario. Ante los siete libros presentados por el conde de las
Navas admite que se los vendió, con otros más, a Huntington en París. El
Deleytoso, el Nebrija, Urrea y Encina, conservaban la misma encuadernación
con que él los había adquirido; los otros tres se los mandó reencuadernar
a Arias: el Coro febeo para sustituir el pergamino, el Cárdeno lirio porque
la pasta estaba gastada y el Doctrinal de Caballeros porque estaba en dos
trozos, uno hasta la página treinta y dos y el otro con la paginación restante;
los compró por separado, sin poder precisar en ese momento su origen,
y decidió encuadernarlos juntos. Como prueba de que pertenecían a distin-
NATURALISMO BIBLIÓFILO 111
6. LA SENTENCIA
23. Bonilla San Martín, Adolfo, «Carta a Marcelino Menéndez Pelayo», (Madrid, 6-
IX-1905), Epistolario, vol. 18, núm. 495.
NATURALISMO BIBLIÓFILO 115
24. Estelrich, Juan Luis, «Carta a Marcelino Menéndez Pelayo», (Cádiz, 20-XI-1908),
Epistolario, vol. 19, núm. 879.
25. Bonilla San Martín, Adolfo, «Carta a Marcelino Menéndez Pelayo», (Madrid, I-
1903), Epistolario, vol. 16, núm. 104.
26. Navas, Juan Gualberto López Valdemoro y de Quesada, conde de las, «Carta a
Marcelino Menéndez Pelayo», (Madrid, 29-XI-1893), Epistolario, vol. 12, núm. 464.
116 MARÍA LUISA LÓPEZ-VIDRIERO
Las aficiones avícolas y bibliográficas del Conde de las Navas inspiran esta caricatura de José
María Florit. Recuerdo de la tertulia dominguera del Conde de Valencia de Don Juan, Madrid:
Hauser y Menet fototipia, 1904.
NATURALISMO BIBLIÓFILO 117
33. Gaceta de Madrid (1-III-1909), anexo 2, 605. Los libros citados son: «Modo de
pelear a la gineta de Villalobos, 1605.-Discurso de la gineta de Arias Dávila, 1590.-
Tratado de rieptos de Diego Valera.- Registro de Representantes de Juan Timoneda,
1570.- Anotaciones latinas de Antonio Nebrija.- Doctrina cristiana en lengua castellana,
quechua y aspuara, 1584.- Gerson confesional, 1525.- Cartas escritas a don Fernando
Silva por Jerónimo Ruiz, 1537.- Traslado de la sentencia dada contra las de la villa de
Gante.- Escuela de principiantes... Pedro Texedo, 1678.- Ciruelo Medicinal contra pesti-
lencia, 1519.- Copia de una carta enviada a la corte del Emperador, 1536.- Cosmografía
de Pomponio Mela, 1478.- Nebrija, gramática castellana, 1492.-Deorum dearum ex
museo de Abraham Ortelio, 1573.- Relación de las paces entre sus majestades y el rey
de Francia, 1538.- Diálogo de Salomón y Marcoefa.- Descubrimiento del gran río de
las amazonas por Cristóbal de Acuña, 1642.- Anotaciones sobre las Odas de Horacio.-
Matraca en romance.- Demostración de los comerciantes de la Habana al rey Carlos
III, 1760.- Antonio de Beccaria, traducción en latín del lugar del orbe habitable.- Palmerín
de Oliva 1580.- Otro idem.- Ejemplario contra los engaños y peligros del mundo de
Juan de Capua, 1515.- Leyes y ordenanzas para la gobernación de las Indias, 1543.-
Historia de tres reyes de Castilla, don Sancho el Deseado, Alfonso VIII y Enrique I,
por Alonso Núñez de Castro, 1665.- Nobiliario de Megía, 1492.- Cancionero de las
obras de Pedro Manuel de Urrea, 1513.- Ciruelo, Supersticiones y hechicerías, 1538.-
Cervantes, viaje del Parnaso, 1614.- Bovistau, Historias prodigiosas, 1586.
122 MARÍA LUISA LÓPEZ-VIDRIERO
35. Navas, Juan Gualberto López Valdemoro y de Quesada, Conde de las, «Carta a
Archer Huntington», (Madrid, 5-V-1905), HSA, 316. Rueda, Lope de, Obras, Prólogo del
Marqués de la Fuensanta. Colección de libros raros y curiosos, Madrid, 1895-1896, vol.
23, viii.
124 MARÍA LUISA LÓPEZ-VIDRIERO
36. Traslado del Oficio del Bibliotecario Mayor del 19 de diciembre que la Inten-
dencia de la Real Casa y Patrimonio traslada al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción
del distrito de Palacio el 21 de diciembre de 1905.
37. Huntington, Archer, «Letter to the count of Las Navas», (New York, 22-I-1906),
HSA, 316.
NATURALISMO BIBLIÓFILO 125
41. «Dopo l’unità d’Italia e la Presa di Roma nel 1870, si susseguirono diverse inizia-
tive che miravano alla emanazione di una legislazione organica per la tutela dei beni
artistici. In questa impresa si cimentarono diversi Ministri e soltanto agli inizi del ‘900
si ebbe l’approvazione della cosiddetta Legge del Ministro Gallo (Legge 12/6/1902, n.
185), che può considerarsi il primo atto di legislazione organica sulla materia.
Le lacune di quella Legge, soprattutto in punto di controllo e di disciplina della espor-
tazione delle opere d’arte, imposero una nuova iniziativa legislativa, che portò alla
emanazione della Legge 364 del 20/6/1909, con la quale si fissavano principi ancora
oggi applicati. In particolare la delimitazione dell’ambito della tutela pubblicistica; la
128 MARÍA LUISA LÓPEZ-VIDRIERO
por una defensa nacionalista del patrimonio. Se apela a esta defensa como
una cuestión española, esencialmente patriótica: Itálica y Numancia se está
excavando y el gobierno tiene derecho a intervenir porque la Historia y la
honra de España se cifran en ellas. Un deber patriótico que la reacción
considera un ataque a un derecho sacratísimo, el de la propiedad privada.
El 28 de noviembre de 1905 se reúne la comisión de Conservación de
obras de arte. La discusión de su dictamen, casi un año después –30 de octubre
de 1906–, intenta cambiar la mala estrella de ese proyecto: se consignan
250.000 pesetas para la adquisición de obras de interés nacional, excava-
ciones o instalaciones de museos. El triple destino de esa asignación hace
sospechar al senador Pardo-Belmonte que el derecho de tanteo que se
concede al estado sea más bien ilusorio. Reclama un Comité para la adqui-
sición de obras de arte como el inglés, que bien conoce Alcalá Galiano,
ex embajador en Londres, que ha permitido adquirir La Venus del Espejo.
Una ley que nace muerta y que amalgama cosas tan heterogéneas como
establecimientos y adquisición.
Este sentimiento de fuga del patrimonio y de necesidad de una acción
oficial de defensa es el que pone de manifiesto La Vanguardia, al dar la
noticia de la adquisición de la colección bibliófila de José López Lameyer
creazione del concetto di cose immobili e mobili aventi interesse storico archeologico
o artistico per la Nazione; il principio della inalienabilità di tali oggetti; il principio della
necessità di denuncia per le ipotesi di trasmissione della proprietà o del possesso da
un soggetto ad un altro; ed infine il principio della prelazione a favore dello Stato.
La Legge del 1909 venne poi corredata da un regolamento composto di 188 articoli,
da ritenersi tuttora in vigore, visto che non è mai stato emanato un nuovo regolamento
al posto di quello». Alberto Belli, «La tutela dei beni culturali in Italia», [el línea]: <http://
www.ordineavvocati.lu.it> [consulta 16/06/2011]. Une loi de 1906 interdisant l’exportation
d’objets culturels classés montre une certaine dérive nationaliste du terme. La multipli-
cation des sociétés privées et des associations locales dont l’objectif est de protéger un
patrimoine local peut-être méconnu des autorités parisiennes et témoignent de la sensi-
bilisation des esprits sur l’ensemble du territoire aux menaces qui pèsent sur les monu-
ments du passé.
«9 décembre 1905 - La loi de séparation de l’Église et de l’État transfère à ce dernier
et aux collectivités locales la propriété des édifices de culte construits avant cette date,
et définit les modalités de l’utilisation cultuelle de ces bâtiments. C’est à ce titre que le
service des monuments historiques est aujourd’hui gestionnaire des cathédrales, à l’ex-
ception de celles qui ont été construites ultérieurement.
1906 - Loi préfigurant la loi de 1930 sur la protection des sites. Le dispositif de protection
mis en place par cette loi inspirera la loi de 1913». [En línea]: http://www.arvha.org/
euromed/sp2/france, [consulta 16/06/2011].
NATURALISMO BIBLIÓFILO 129
44. «De Historia», La pluma, de Montevideo, (1-VIII-1927). «Libros van y libros vienen.
¿Se ha vendido la biblioteca del director de la Academia de la Historia?», La Voz (28-
VII-1927). Caras y caretas, de Buenos Aires, (1-X-1927). «Fallecimiento del marqués de
Laurencín», ABC (22-XII-1927). «Los últimos años de la reina gobernadora», La Libertad
(14-VIII-1927). «La biblioteca de la reina gobernadora. Un librero español la ha comprado
en Lisboa», El Heraldo de Madrid (14-VII-1927). «Año artístico y literario, 1927, Julio»,
Almanaque Bailly-Baillière, 1929. «Año artístico y literario, 1927», Estudios, núm. 65
(enero, 1929), 47.
45. Artiles Rodríguez, Jenaro, «La biblioteca Laurencín», La Gaceta literaria (15-XII-
1927).
NATURALISMO BIBLIÓFILO 133
46. En la guía de Molina Navarro 1924, no se cita más que el nombre, la dirección
y las fechas de actividad: 1923-1924, [págs. 28, 31].
47. «Un robo importante en la Academia de la Historia. Treinta y cinco volúmenes
robados de la Biblioteca», La Acción, Diario de la noche (5-V-1922).
134 MARÍA LUISA LÓPEZ-VIDRIERO
APÉNDICES
LISTADO 1
RELACIÓN DE LIBROS IMPRESOS Y MANUSCRITOS SUSTRAÍDOS DE ESTA REAL BIBLIO-
TECA POR EL ESCRIBIENTE INTERINO DE LA MISMA, DON JOSÉ MÚGICA Y FERNÁNDEZ
[29-X-1905] AGA, f.0.254,476
Impresos
1. Andrés de Ustarroz. Progresos de la historia en el reyno de Aragón.
Zaragoza, 1680.
2. Valerio Máximo. Valerio mázimo nobrle philoso..., Alcalá de
Henares, 1529.
3. Rodríguez de Almeda. Valerio de las hystorias scolasticas..., Sevilla,
1536.
LISTADO 2
[RELACIÓN DE LIBROS QUE TOMÁS CUESTA ENTREGA
PARA QUE SE VERIFIQUE SI PERTENECEN A LA REAL BIBLIOTECA].
[30-X-1905] AGA, f.0. 202,598.
LISTADO 3
RELACIÓN DE OBRAS IMPRESAS Y MANUSCRITAS CUYA FALTA HA SIDO NOTADA
EN LA REAL BIBLIOTECA, EN VIRTUD DEL RECUENTO PARCIAL EFECTUADO
EN LA PRIMERA QUINCENA DEL MES DE LA FECHA»
[25-XI-1905] AGA, sin referencia, inserto entre f.0.091,904
y f.0.202,942
Impresos
1. Arias Dávila Portocarrero, Juan. Discurso de don Iuan Arias David
la Puertocarrero…, Madrid, Pedro de Madrigal, 1590, 8º. Vale 200
pesetas.
2. Isle, François de l’. La legende de Charles cardinal de Lorraine…,
Reims, Jacques Martin, 1576. Vale 150 pesetas.
3. Rueda, Lope de. El Deleytoso…, Valencia, Juan Mey, 1558, 8º. Vale
300 pesetas.
4. Rueda, Lope de. Registro de representantes. 1570. ejemplar único
conocido. Vale 6.000 pesetas.
5. Santos, Francisco. Cardeno lirio…, Madrid, 1690. Vale 5 pesetas.
6. Villalobos, Simón de. Modo de pelear a la gineta. Valladolid, Andrés
de Merchán, 1605. Ejemplar raro. Vale 200 pesetas.
7. Valera, Diego de. Tratado de los rieptos y desafios…, s.l., s.a., 4º.
Vale 140 pesetas.
8. Vives, Joannes Lodovicus. De institutione faeminae christianae…
Antuerpiae, apud Michaelem Hillerium Hooch, 1523, 4º. Rarísimo.
Vale 300 pesetas.
138 MARÍA LUISA LÓPEZ-VIDRIERO
Adenda:
Ciruelo, Pedro. Reprobación de las supersticiones y hechicerías.
1548, gót. Vale 40 pesetas.
Mejía, Fernan. Libro intitulado Nobiliario (Incunable). No se puede
precisar más sobre este ejemplar por haber desaparecido con el
libro su papeleta principal. Vale 75 pesetas.
LISTADO 4
RELACIÓN DE LIBROS QUE OBRAN EN PODER DE ESTE JUZGADO
RECONOCIDOS COMO PROPIEDAD DE LA REAL BIBLIOTECA
[10-I-1906]. AGA, f. 0.166,406
15. Arias Dávila, Modo de estar a la gineta con gracia. Madrid, 1590,
700 pesetas.
16. Valera, Diego. Tratado de rieptos y desafíos. 1512, 500 pesetas.
17. Timoneda, Juan. Registro de representantes, 1570, mil pesetas.
18. Nebrija, Antonio. Introducciones latinas, 1584, 200 pesetas.
19. Doctrina cristiana del Concilio de los Reyes, 1584, 400 pesetas.
20. Juan Gerson. Tripartito de la Docº. Zaragoza, 1545, 500 pesetas.
21. Texedo, Pedro. Destreza de las armas. Nápoles, 1676, 125 pesetas.
22. Ciruelo, Pedro. Medicina contra pestilencia. Alcalá, 1519, 100
pesetas.
23. Pomponio Mela. Cosmografía. Venecia, 1498, 80 pesetas.
24. Nebrija, Antonio. Gramática castellana. Salamanca, 1492 (falto),
cien pesetas.
25. Abraham Ortelius. Derumque capita. Amberes, 1582, 25 pesetas.
26. Porfirio. Anotaciones a las odas de Horacio. Bolonia, 10 pesetas.
27. Demostraciones de los comerciantes de La Habana, 1760, 10 pesetas.
28. De situ orbis. Venecia, 1478, 150 pesetas.
29. J. de Capua. Exemplario contra engaños. Zaragoza, 1515, 300
pesetas.
30. Leyes y observaciones de Indias. Alcalá, 1543, 200 pesetas.
31. Historia de los Reyes de Castilla. 1665, 20 pesetas.
32. Mexía. Nobiliario. Sevilla, 1492, 500 pesetas.
33. Urrea, Cancionero. Logroño, 1513, 1.000 pesetas.
34. Ciruelo. Supersticiones y hechicerías. Salamanca, 1539, 30 pesetas.
35. Cervantes. Viaje del Parnaso. 1614, 100 pesetas.
36. Bovistau. Historia prodigiosa del mundo. Medina del Campo, 1586,
50 pesetas.
37. Valera, Diego. Tratado de nobreza. Manuscrito siglo xv, manchado,
500 pesetas.
38. Libro de horas en vitela ms. Con las letras iniciales miniadas, siglo
16, 75 pesetas.
39. Libro de horas en vitela, siglo 16, orlas y letras iniciales miniadas
en el texto, mal colorido y mal dibujo en algunos corrido, 1500
pesetas.
Relación de los libros que no han sido hallados pertenecientes a la Real
Biblioteca:
1. Lope de Rueda. El Deleitoso. 1567, 1.500 pesetas.
2. Santos, Francisco. Cárdeno lirio, Madrid, 1690, 5 pesetas.
NATURALISMO BIBLIÓFILO 143
LISTADO 5
DEPÓSITO DE TODOS LOS LIBROS QUE OBRAN OCUPADOS CON OBLIGACIÓN
DE CONSERVARLOS A DISPOSICIÓN DE ESTE JUZGADO
[29-X-1906]. AGA, H.9.778.466
BIBLIOGRAFÍA
147
148 GERMÁN MASID VALIÑAS
1. Kristeva 2008.
2. Milner 2010.
150 GERMÁN MASID VALIÑAS
Durante unos veinte años, entre 1906 y 1927, se dieron cita en el pano-
rama editorial francés una serie de libros que proyectaban a una santa
Teresa distinta a la que conocía la cultura española. Generalmente no
traducidos al español, eran libros hechos por gentes procedentes del teatro,
del periodismo, de la edición popular y de la poesía. No eran las grandes
ediciones ilustradas que saldrían a mediados de siglo. Se trataba de libros
cuyo valor estaba en la originalidad de un enfoque diferente, en una traduc-
ción novedosa, en la adopción de un nuevo género a través de la poesía
o en la proyección de Teresa de Ávila en la edición popular. Todos estos
libros compartían el pequeño formato; por lo demás, existía cierta hetero-
geneidad. Los había con ilustraciones o sin ellas, y mientras algunos salían
de los despachos de grandes editores de París, otros nacían en el seno de
alguna editorial católica o de pequeñas casas locales de bibliofilia. Sin
embargo, a todos les unía el hecho de estar más próximos a la estética de
las ediciones populares que a las ediciones artísticas propias de la bibliofilia,
aunque de todos se hicieron tiradas especiales de bibliófilo.
Con la novela histórica escrita por Edmond Cazal entró santa Teresa
en la literatura popular francesa. Aunque su autor, Adolphe d’Espie de la
Hire (1878-1956), que era su verdadero nombre, lo divulgara bajo el seudó-
nimo de Edmond Cazal –el que solía utilizar en sus escritos supuestamente
más serios–, el libro no dejó de ser considerado una versión un tanto estra-
falaria de la biografía de la santa. Las reacciones a este libro no se hicieron
esperar. El mismo año de su publicación, 1921, el hispanista Gaston Etche-
goyen publicó una reseña cuestionando la tesis del autor, que reconstruía
el éxtasis mediante un delirio místico de clara connotación sexual.
El libro produjo un rechazo frontal en la sociedad católica de la época
y fue incluido en el Index librorum prohibitorum. En España, una de las
primeras reacciones se llevó a cabo a través del periódico ABC en el mismo
año de la publicación del libro. El periódico recoge, bajo el título de «Un
nuevo libro sobre Santa Teresa», una reseña de Azorín en la que se critica
la importancia que el autor concede al paisaje y a otros factores externos
para explicar el carácter y la vida de santa Teresa. Da a conocer la versión
del autor sobre la muerte de Teresa de Ávila y cuestiona su afirmación
acerca de la falta de vocación religiosa de la santa [ABC, 20-II-1921, 3-4].
Pero el texto de Azorín, en el fondo, era bastante condescendiente y de
escaso componente crítico. Recientemente, el hispanista Joseph Pérez ha
vuelto su mirada crítica hacia este libro, considerándolo una interpretación
rocambolesca3.
Edmond Cazal, nacido en la Cataluña francesa, en el pueblo de Banyuls-
sur-Mer, próximo a la frontera, tampoco era un autor desconocido en
España. Bajo el seudónimo de Jean de La Hire, con el que firmaba sus
3. Pérez 2007.
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 153
4. Cazal 1921, 2.
154 GERMÁN MASID VALIÑAS
Frontispicio y portada de Sainte Thérèse, poème, de Paul Claudel. La xilografía en camafeo del
frontispicio de Maurice Denis, con la santa en actitud de éxtasis, reproduce algunos de los
elementos de la universal escultura de Bernini, el ángel y la flecha, que se reiteraron en nume-
rosas estampas populares.
Étude sur la condition juridique des artistes peintres en droit romain, una
tesis doctoral editada en 1903, en París, por A. Rousseau. En el prólogo
no da datos acerca de las circunstancias y del propósito de la traducción,
pero sí sabemos que fue el propio Eduardo Dreyfus quien encargó el texto
del prefacio a Maurice Barrès.
A través de una prosa poética, Maurice Barrès crea un bello y entusiasta
ensayo sobre santa Teresa. Nos habla de sus lecturas, de cómo y para
quién escribía, de por qué publicaba y en qué se inspiraba. Barrès sostiene
que apenas estuvo influenciada por sus lecturas, porque en su tiempo la
mayoría de las obras estaban escritas en latín, lengua que desconocía.
Interpreta que los pocos libros que leyera no pudieron enseñarle gran
cosa, con lo que supone que su inspiración la encontró en quienes la rode-
aban, el padre Domingo Báñez, Pedro de Alcántara, Francisco de Borja,
Juan de Ávila y Baltasar Álvarez. «La heroica Teresa no es una intelectual.
Dice ingenuamente ideas bellas y transparentes […] Ama apasionadamente
la sencillez», sostiene Maurice Barrès. Recuerda que Teresa no tiene ninguna
intención literaria y que escribe tal como habla, escribe con gracia y con
un estilo permanente de humor.
El libro se cierra con una nota de Edmond Thiriet, canónigo de Verdun
y autor de libros religiosos editados por la Librairie Saint-Paul. Este antiguo
superior de los capellanes de Montmartre, hablaba de «la gracia del estilo,
de su nitidez y su precisión, […] que hacen de santa Teresa una de las
glorias literarias de España».
El libro, cuya edición estuvo a cargo de Paul Morisse, un traductor de
Goethe, Novalis y Stefan Zweig para Mercure de France, hace el número
siete de la colección «Le Livre Catholique»8, fundada en 1914 por el editor
Georges Crès. Tiene como frontispicio la reproducción en fototipia9 del
cuadro de santa Teresa pintado por Fray Juan de la Miseria, religioso napo-
litano que estudió pintura en el taller de Alonso Sánchez Coello. Este retrato
es uno de los más conocidos en el ámbito religioso y todavía se vende
actualmente en láminas enmarcadas. La ornamentación tipográfica del libro
fue dibujada y grabada en madera por Dagoucia Mouat [Dagoussia-Mouat].
Se imprimió en Chartres, en la Imprimerie Durand, y, como era habitual
en esta colección, tuvo una tirada bastante amplia, mil ochocientos sesenta
ejemplares en dos series, algunos de los cuales llevaban impreso el nombre
del suscriptor. El número 1761 lleva impresa la mención «Tiré spécialement
pour Monsieur Corpus Barga», edición a la que debió de suscribirse el
periodista en sus años de corresponsal en París. Sobre el libro, se publicó
una crítica el 3 abril de 1921 en la revista Eve.
el Piedemonte italiano, cuando tomó interés por las lenguas latinas y por
la mística. No es casualidad que dos de los títulos publicados en 1920,
segundo año de su actividad editorial, tuvieran como centro este tema:
Proses mystiques, del que es autor, y Canciones, de san Juan de la Cruz.
En la figura de René-Louis Doyon coincide la doble condición de editor
y traductor de san Juan de la Cruz. Una de las novedades de este libro es
el carácter de su traducción. René-Louis Doyon, anticonformista y subver-
sivo, como en tantos otros aspectos de la vida, se mostró muy crítico con
la traducción llevada a cabo en 1640 por el P. Cyprien, versión-estrella que
se mantuvo en casi todas las grandes ediciones ilustradas de san Juan de
la Cruz en Francia durante el siglo XX. Recordemos que fue por esos años
cuando Paul Valéry descubrió realmente a san Juan de la Cruz a través de
este traductor, a quien llegó a considerar como uno de los grandes poetas
de Francia. René-Louis Doyon publicó el texto tres años después de la
edición de Louis Rouart, que llevaba la versión del P. Cyprien, y ya había
leído, por tanto, dicha versión, tan ensalzada por Paul Valéry. Sin embargo,
hay dos rasgos de san Juan de la Cruz que ponen de acuerdo a René-Louis
Doyon y a Paul Valéry: la musicalidad y el carácter sencillo y natural de
su poesía. Pero además, en el pensamiento de Paul Valéry encaja a la
perfección la siguiente afirmación de René-Louis Doyon con respecto a
la poesía mística: «Despojada de sus inútiles revestimientos, la poesía mística
se convierte en un poema sencillo».
En realidad, René-Louis Doyon trata de presentarnos una traducción alter-
nativa a la del padre Cyprien de la Nativité y a la del padre Guillaume François
Berthier: Allí donde el padre Cyprien tradujo «‘À l’ombre d’une obscure
nuit’[…], nosotros hemos creído más correcto decir con el poeta, de una
manera más sencilla ‘Par une nuit obscure’. Y cuando traduce el padre Berthier
‘O cautère délicieux’, no creemos haber traicionado a san Juan de la Cruz
escribiendo ‘O brûlure suave’». En cualquier caso, la versión de René-Louis
Doyon parece estar inspirada en la del jesuita Jean Maillard, a quien no cita,
que fue publicada en 1795. Realmente, mantiene la misma estructura de los
versos, y sus modificaciones más sustanciales se refieren al cambio más o
menos intenso de términos. Ambas traducciones mantienen bastantes afinidades.
René-Louis Doyon, en el estudio que acompaña a la edición, se muestra
muy crítico con la traducción del padre Cyprien de la Nativité, que tacha
de «mirlitonesca». El fundador de La Connaissance parodiaba así, bajo una
crítica mordaz, la traducción clásica francesa, asociándola al sonido del
mirlitón, ese silbato formado por una caña y una membrana que produce
un timbre sordo y nasal, que contrasta con la «sonoridad tan metálica del
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 163
La imagen de la Esposa, con sus volutas, nos lleva al modernismo. Como en otras tantas ilustraciones
de Malo-Renault, el protagonismo está en la figura femenina. Por los detalles que da Carles
Fontseré en sus memorias, esta debe de ser la edición que consultó en la Biblioteca Nacional de
Francia cuando el cartelista barcelonés trataba de documentarse para ilustrar su libro.
por las ediciones bien hechas, tenía bastante en común con otras dos
figuras que también editaron a los místicos españoles en Francia: Guy
Lévis Mano y Pierre André Benoit.
Pese a los cuatrocientos ejemplares de la tirada, Canciones tenía muchas
de las características de las «ediciones de amigo», porque René-Louis Doyon
no era un editor comercial al uso. Las mismas características de sus edicio-
nes, difundidas bajo la modalidad de plaquetas, alejadas de las grandes
ediciones ilustradas francesas, no favorecían el éxito comercial. Además,
un importante número de ejemplares los distribuía gratuitamente entre sus
amigos. Son extremadamente abundantes las dedicatorias, muy numerosas
en los ejemplares de este libro, siempre en la página de colofón, que iban
dirigidas a impresores, editores, libreros y críticos literarios: René Kieffer,
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 165
11. Las relaciones de la familia Rouart con los pintores impresionistas está docu-
mentada por Jean-Marie Rouart 2001. Jean-Marie Rouart, nieto de Louis Rouart, es un
periodista y escritor, miembro de la Academia francesa.
166 GERMÁN MASID VALIÑAS
12. El libro de santa Teresa, cuya autoría se debe a Paul Claudel, se comenta en
otro apartado de este artículo, en el dedicado a la poesía inspirada en la santa de Ávila.
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 167
13. De Paul Valéry se publicó póstumamente Vues (París: La Table Ronde, 1947),
uno de cuyos capítulos es «Essai sur saint Jean de la Croix, suivi de deux entretiens».
La edición consta de ochenta y ocho ejemplares en papel Montgolfier, ciento doce en
Johannot, trescientos doce en papel Marais y mil novecientos en papel Alfa.
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 169
Fue Adrienne Monnier, de la Maison des Amis des Livres, quien intro-
dujo a este impresor borgoñés, de Dijon, en los círculos de editores y,
muy especialmente, de escritores de lengua inglesa establecidos en el París
de los años veinte: la británica Mina Loy, Edgar Allan Poe, Hemingway,
Rudyard Kipling, Robert McAlmon –fundador de Contact Editions–, Gertrude
Stein, Tessie Jones, Hilda Doolittle, Gertrude Beasley –todos estadouni-
denses–; de sus prensas salieron importantes obras de todos estos autores,
pero la proyección mundial de Maurice Darantière le viene por haber sido
en 1922 el artífice de la impresión del Ulises de James Joyce, editado por
Sylvia Beach, librera y editora norteamericana que dirigía en París la librería
Shakespeare and company. Los años veinte fueron la época dorada de
este impresor cuya casa había sido fundada en 1870 por su padre Victor
Darantière. Amante de las antiguedades y del mundo clásico, Maurice
Darantière era un claro defensor de la tipografía convencional14.
Avis de Sainte Therese a ses religieuses, impreso en 1930, es una edición
no comercial, de muy pocos ejemplares, con los que el editor-impresor
obsequiaba a sus amigos. Tiene la particularidad de que cada ejemplar
lleva variantes con respecto a los del resto de la edición, convirtiéndola
de esta forma en un conjunto de ejemplares únicos. En el colofón de
algunos de estos libros deja constancia de este dato: «Chaque exemplaire
est un exemplaire unique».
Cantique d’amour divin entre Jésus-Christ et l’âme dévote, publicado
en 1944 bajo la enseña de «Les Éditions du Raisin», sello creado por Maurice
Darantière en 1926, es la más representativa de todas las ediciones tipográ-
ficas. Es, de principio a fin, un libro marcado por mejor técnica tipográfica
clásica. La elección del tipo de papel, Richard de Bas, que imita el aspecto
de los papeles del siglo XVIII, la composición, las cabeceras y viñetas, la
profunda huella en la impresión le dan un inconfundible aire de ese siglo.
Nadie como Maurice Darantière representó en Francia la ortodoxia del
arte tipográfico. Del impresor de Dijon dijo Lucien François que trabajaba
como los Didot del siglo XVIII. Sus libros son un catálogo de abundantes
elementos que nos transportan a esta centuria: las proporciones y el equi-
librio tipográficos, el uso de fuentes en la más pura tradición francesa –en
este libro, Roman du Roy, diseñada y grabada en 1692 por Philippe
Grandjean–, la alternancia de las tintas roja y negra, los papeles volumen
donde se nota la profunda huella del texto. Los signos del siglo XVIII
14. Su obra tuvo eco a través de varias revistas del libro y sus trabajos tipográficos
fueron objeto de importantes exposiciones.
170 GERMÁN MASID VALIÑAS
Edmond Charlot, Pierre André Benoit y Guy Lévis Mano son tres
editores que, con diferente intensidad, centraron también su interés en
santa Teresa y san Juan de la Cruz. La relación de autores franceses publi-
cados entre estas tres figuras de la edición recorre todo el universo literario
vanguardista de mediados del siglo XX. Los tres compartieron unos cuantos
nombres importantes de la literatura francesa. Pierre Jean Jouve publicó
con los tres; Rolland-Simon tradujo para Edmond Charlot y Guy Lévis
Mano; René Char se dio cita en las casas editoriales del último y de Pierre
André Benoit. Los tres eran editores para públicos minoritarios y los tres
sentían una clara predilección por las ediciones de bibliófilo y por los
libros bien editados. A los tres les unió también su pasión por la poesía
de García Lorca.
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 171
4.2. Santa Teresa y san Juan de la Cruz traducidos por Florence Delay
y Pierre André Benoit
Je me tins là et m’oubliai
la face appuye sur l’Aimé
tout cessa
et je me laisse
laissant mon poids
entre les lis anéanti
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 173
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
15. Algunas de estas referencias biográficas pueden consultarse en sus libros Mon
Espagne y Nuit sur les yeux.
16. Manifestaciones de Florence Delay en la entrevista concedida al autor de este
artículo.
174 GERMÁN MASID VALIÑAS
El Esposo y la Esposa, en el estilo característico de las ediciones de bibliófilo que por esos años
ilustró Raymond Gid. El crítico de arte René Huyghe destacó en sus ilustraciones el trazo concen-
trado y depurado, que condensaba y definía las formas. Bajo la estética de tinte expresionista, en
estas figuras subyace la espiritualidad de la poesía de san Juan de la Cruz.
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 179
Salvador Dalí firmaba su célebre Cristo de san Juan de la Cruz, cuadro que
se conserva en el Museo Kelvingrove, en Glasgow. Como quiera que sea,
coincidencia deliberada o no, lo cierto es que entre algunos artistas franceses
hubo una clara confluencia en sus intereses por ilustrar la obra de san
Juan de la Cruz.
En lo que concierne al ámbito literario, las relaciones de Paul Valéry
con España y el descubrimiento de la traducción que el padre Cyprien de
la Nativité hizo de la obra de san Juan de la Cruz, están en el origen del
redescubrimiento del místico español.
Las intensas relaciones de Paul Valéry con España fueron reveladas
hace unos años por Monique Allain-Castrillo21. Entre el sinfín de episodios
pueden recogerse algunos, solo en lo que atañe al aspecto literario: al
investigar las lecturas que había hecho en su época de estudiante en el
instituto de Montpellier, esta autora comprueba que se había acercado a
santa Teresa, san Juan de la Cruz, Cervantes, Lope de Vega, Góngora o
Calderón… Entre los mitos españoles de Paul Valéry cita a Don Quijote,
Don Juan, el Cid, Colón o el emperador Carlos V, y entre sus maestros, a
Ignacio de Loyola, Ramon Llull, Góngora y san Juan de la Cruz. Fueron
muchas las relaciones que mantuvo con gentes de letras que, de una u
otra manera, tenían algún tipo de vinculación con España. Su trato con el
hispanista Marius André –traductor de Les Exclamations, de santa Teresa,
ya comentado en este artículo– también le puso en la senda de España.
Pero en lo que toca a su admiración por san Juan de la Cruz, parece que
fueron Huysmans y Maurice Barrès quienes le introdujeron en la poesía
de místico de Ávila.
La vinculación con lo español continuó a través de alguno de los miem-
bros de su familia, cuando su nieta Agathe Rouart-Valéry tradujó al francés,
bajo el título Du baroque, la obra de Eugenio d’Ors, que desde 1936
conoció varias ediciones en Gallimard. Pero, al margen de estas y otras
muchas razones documentadas, hay alguna otra que no circula por las
bibliografías y que demuestra la proximidad de nuestro personaje con la
vida de España. Se trata de la impresión que transmitía a José María Junoy22
a propósito de una reseña sobre La jeune parque que el crítico barcelonés
había publicado en la revista La Publicitat. La carta de Paul Valéry lleva
fecha del 26 de febrero de 1918:
J’ai le bonheur d’être né dans un port qui n’est pas loin de Barcelone, et
mon enfance s’est passée à regarder venir ce qui venait d’Espagne. Cette
ancienne familiarité m’a permis de lire, sans grande peine, le petit article
très aimable que vous avez bien voulu consacrer à la Jeune Parque dans
La Publicitat.
de negocio que tenían las ediciones de bibliófilo, con una tradición tan
asentada en Francia.
Cuando después de haber pasado un tiempo en Perpiñán, en un campo
de refugiados, Carles Fontseré llega a París, queda deslumbrado por la
importancia de las ediciones de bibliófilo francesas y ve en ellas la posi-
bilidad de conseguir un medio de vida, vendiendo sus libros a los colec-
cionistas, que abundaban entre las clases acomodadas y burguesas, según
cuenta en sus memorias. A esto se sumaba el interés de Rafael Tasis por
el mundo de la edición y la atracción que sin duda sentía por las ediciones
bien hechas, fruto del gusto y los conocimientos adquiridos al contacto
con la bibliofilia barcelonesa, que ya por entonces contaba con una tradición
importante. También es conocido el interés de Fontserè por el mundo de
los libros, sobre los que da algunos datos en sus memorias, al manifestar
que llegó a hacerse suscriptor de algunas sociedades de bibliofilia.
Sus amigos Martí Bas y, sobre todo, Antoni Clavé ilustraban por esas
fechas para casas editoriales y grandes sociedades de biliofilia, pero no
asumieron por sí mismos iniciativas editoriales de importancia. El primero
hizo por su cuenta alguna edición, limitadísima, pero era de las destinadas
a sus amistades y no al mercado de la bibliofilia, como hizo Fontserè. Grau
Sala sí había editado a través de Le Cheval de Bois y de algún otro sello,
ediciones que quedaron un tanto diluidas entre el enjambre de libros que
ilustró para innumerables casas de edición y sociedades de bibliofilia. En
cambio, todos los libros ilustrados por Fontserè fueron lanzados bajo su
iniciativa editorial. Los seis libros que ilustró –tres en catalán y tres en
castellano– difunden la obra de otras tantas figuras de la historia de la lite-
ratura castellana de todos los tiempos: García Lorca, Lope de Vega y san
Juan de la Cruz.
Artista prolífico y polifacético, Carles Fontserè fue dibujante, grafista,
publicitario, decorador, cartelista, dibujante de cómics, fotógrafo, escenó-
grafo, pintor, litógrafo, grabador, ilustrador y editor de bibliofilia. Con todo
este bagaje gráfico, el ilustrador se relacionó en París con un grupo de
españoles vinculados al mundo de la bibliofilia. Fueron muy estrechos sus
contactos con artistas, ya conocidos de Barcelona, que por esos años
desplegaron una intensa actividad como ilustradores de libros de bibliófilo
editados en París: Antoni Clavé, Martí Bas, Grau Sala, Pedro Flores; aunque
con mucho menos trato, conoció también a artistas como Creixams, Óscar
Domínguez, Andrés Segovia o Apel.les Fenosa, todos con una reconocida
dedicación a la ilustración de bibliofilia. Entre los franceses, destaca su
relación con Jean Cassou, Jean Camp y el conde Tony de Vibraye, presidente
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 183
23. Fontserè 2004, 590. Eutimio Martín 1983, 54-59 vuelve a hacer idéntica compa-
ración.
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 185
Litografía de Carles Fontserè. Por el tema y el estilo de las ilustraciones, es audaz este libro, que
resalta la vertiente erótica de la poesía de san Juan de la Cruz. Hay ecos en la atmósfera de estas
imágenes que nos dejan a las puertas del cine. En algunas, la composición evoca los carteles
cinematográficos que por esos años poblaban las aceras de las grandes avenidas urbanas. Una
amplia gama de colores intensos, luminosos o apagados, colores de gran originalidad que llevó
a Francia la paleta de este ilustrador, apasionante ilustrador formado en los años de la república.
186 GERMÁN MASID VALIÑAS
25. Todo lo que quiera saberse sobre Alain de La Bourdonnaye, sus ediciones,
exposiciones, bibliotecas en que se conservan sus libros y sobre los artículos que
comentan su obra, está recogido en Livres illustrés: Alain de La Bourdonnaye, Paris:
[Aux dépends de l’artiste], 2002.
190 GERMÁN MASID VALIÑAS
había adquirido su prensa Stanhoff ni los tipos Garamond con los que
imprimiría el resto de sus libros. En el grabado y la estampación de dicho
texto se encontró el ilustrador con algunas dificultades. En una de las plan-
chas, conservadas actualmente en su taller, puede observarse un recurso
técnico que empleó el artista para corregir una errata: recortó la zona de
la plancha correspondiente a media línea e introdujo otro fragmento de
cobre, de las mismas dimensiones del hueco, con el texto ya rectificado.
Cuenta el artista que, a su parecer, esa técnica nunca antes se había puesto
en práctica. Para el entintado se valió de una especie de plantilla en papel
de aluminio.
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 191
26. Su biblioteca, con ejemplares únicos, ejemplares de las primeras series y nume-
rosas dedicatorias, se vendió en el Hotel Drouot en dos sesiones, en 1989 y en 1990.
En este último año salió a la venta Cantiques Spirituels. Une bibliothèque contemporaine
(Jean Parizel), París: Hotel Drouot, 20 de octubre de 1990.
27. Además de por su pintura y por sus libros de artista, Alain de La Bourdonnaye
también es conocido en Francia por haber restaurado el castillo d’Ampelle, de su
propiedad, construcción de estilo gascón.
192 GERMÁN MASID VALIÑAS
que se tenga noticia que haya salido a la venta en los últimos años, lo
ofreció una librería de Massachusetts alrededor del año 2008.
Alain de La Bourdonnaye28 dominó las últimas décadas en el panorama
del libro de artista en Francia, donde es una figura de reconocida proyec-
ción. Con el tiempo, este ilustrador llegaría a concebir y a construir admi-
rables libros, especialmente los ilustrados en linóleo y xilografía, pero el
de san Juan de la Cruz tiene el mérito de ser el libro con el que el místico de
Ávila entró en el arte abstracto y en el cenáculo de los libros de artista.
Este «artesano arquitecto del libro» continúa grabando e imprimiendo
actualmente, en el mismo taller del número 5 de la Rue Valadon, en un
bajo, al fondo de un patio y junto a un bello jardín; la misma dirección
que ya llevaban sus primeros libros, la del local de unos treinta o cuarenta
metros cuadrados donde viene trabajando desde 1954. Pertenece a la saga
de artistas que fabrican auténticos libros de taller, los libros que salieron
de las prensa de Louis Jou, de Pierre André Benoit o de Guy Lévis Mano.
Lleva cincuenta y cuatro años dedicado a la edición, diseño, ilustración e
impresión de sus propios libros. Mientras está pensando en la publicación
de un próximo texto de Novalis, está dando ya los últimos toques a Negresse
blonde, de Georges Fourest, libro que será presentado en mayo de 2011.
siglo XX, la imprenta de Marthe Fequet et Pierre Baudier fue la que repre-
sentó la renovación y la modernidad. De sus prensas salieron bastantes
de las ediciones de Cent Femmes Bibliophiles, la sociedad a la que
también pertenecía Madeleine de Harting. Y de esta imprenta salieron
también muchos de los libros editados por las sociedades de bibliofilia
francesas de mediados de siglo, obras ilustradas por los grandes artistas
del siglo XX: Matisse, Picasso, Braque, Miró, Chagall, Arp, Henry Moore
o Eduardo Chillida.
Aunque el conjunto de la edición es excelente, el mayor mérito se
debe a las ilustraciones de Alfred Manessier. Cantiques spirituels es, sin
ninguna duda, el mejor libro de Manessier. Y aunque de todos los ilustra-
dores franceses de san Juan de la Cruz, es el más relacionado con España,
su escasa notoriedad le llegó aquí, primero por su dimensión de pintor
abstracto, y luego, por las numerosas vidrieras de las que es autor en las
iglesias de Francia, aparte de los tapices inspirados en su libro. Pero la
196 GERMÁN MASID VALIÑAS
31. Sus visitas a España están documentadas en el capítulo «L’Espagne» del libro
Manessier, de Jean-Pierre Hodin [cf. nota 29].
32. El 8 de noviembre de 1960 dio una conferencia en el Instituto Francés de Barce-
lona con el título de «Fusión del mundo sensible y del mundo espiritual en la pintura
de Alfred Manessier». En su colección de arte tenía alguna obra de Manessier y, fruto
de las numerosas visitas a Valencia, fue la instalación en 1974 de unas vidrieras en la
ermita de Luchente. Alfonso Roig hizo donación de su biblioteca y de su colección de
arte a la Diputación de Valencia en 1980.
198 GERMÁN MASID VALIÑAS
¿Adónde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti, 4clamando, y eras ido.
200 GERMÁN MASID VALIÑAS
35. No hay que confundirlo con el también ilustrador y grabador Roger-Jean Ségalat.
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 203
puede observarse con el libro en rama, no sería posible con el libro una
vez encuadernado. Por ello, y por llevar ilustraciones a doble página, el
libro no está pensado para ser reencuadernado, como ostensiblemente
sucede con casi todas las ediciones de bibliófilo.
Catorce ilustraciones a la punta seca nutren el libro, de las cuales, cinco
son a doble página y nueve a página completa. Cada ejemplar contiene
también una serie de dos ilustraciones aparte, que no estaban incluidas
en la edición, criterio que también se siguió en otros libros de la sociedad.
El ilustrador y grabador fue Jean Ségalat, pintor totalmente desconocido
en España, pero con cierta notoriedad en Francia como autor figurativo en
unos años en que la crítica y la moda habían encumbrado al arte abstracto.
Las ilustraciones creadas por este artista están impregnadas de la admiración
por las pequeñas cosas y por el recuerdo de las vivencias en su región
natal minera, en Decazeville, experiencias que trasladó a las ilustraciones
del libro de san Juan de la Cruz. En armonía con Ávila, siempre presente
Grabado a la punta seca de Jean Ségalat. En sus ilustraciones se unen la realidad humana y la
realidad divina, la dimensión material y la espiritual, la cercanía de la naturaleza y la trascendencia.
Nos muestran una naturaleza austera y humilde: los árboles desnudos, los troncos, arbustos y
plantas… Están las lomas y las rocas del paisaje castellano, la noche luminosa y la música; las
torres, los tejados y los rincones en silencio, dominados por el vuelo del espíritu y la ensoñación.
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 205
36. De su pasión por los libros de bibliófilo hablan los ejemplares de su biblioteca,
parte de la cual fue subastada en 2008 en París, en la sala Alde (Bibliothèque Madeleine
de Harting. Livres appartenant à divers amateurs. Alde, Salle Rossini. Catálogo de la
subasta del 14 de abril de 2008).
206 GERMÁN MASID VALIÑAS
como ilustrador del libro. Alguna relación debe de haber entre el libro y
una de sus obras, un cuadro al óleo, Avilla [sic], con una vista panorámica
de las murallas y la ciudad de Ávila40. El universo artístico de este ilustrador
y pintor, que también era escritor y músico, escapa a toda clasificación.
Coincidiendo con la época de la ilustración de este libro, Michel Ciry tomó
la religiosidad como uno de los temas centrales de su obra. Las ilustraciones
de Le Cantique des Cantiques. Suivi de Commentaires de Sainte Thérèse
d’Avila están impregnadas de intimismo y trascendencia; pese a la dimen-
sión aérea, nada es fugaz en las escenas de la santa, «los personajes se
paralizan en una inmovilidad intemporal»41 .
El libro remata con un colofón, siluetado en forma de corazón, que
fue un recurso demasiado reiterado y artificioso en muchas de las ediciones
de bibliofilia, pero que en este caso está logrado porque sugiere de manera
espontánea el mito del corazón de santa Teresa.
Cuando se ponía fin a este artículo, rescatamos, entre la obra gráfica
de Georges Guido Filiberti (1881-1970), una serie de los Siete castillos del
alma, de santa Teresa de Ávila, serie de la que no conocemos más datos
que la compra llevada a cabo por la Biblioteca Municipal de Mulhouse en
el año 1969. Alguien dejó escrito, con ocasión de dicha exposición retros-
pectiva de su obra gráfica, que estas estampas de los Siete castillos del
alma interpretan la obra de santa Teresa en imágenes no figurativas, total-
mente impregnadas de misticismo.
La breve historia de estas ediciones y de quienes las promovieron,
tradujeron o ilustraron, finaliza con santa Teresa, figura prominente de
la mística castellana con quien también daba comienzo este artículo.
Podría decirse que los libros retratados en estas páginas encumbraron
en su día a la figura humana, religiosa, histórica y literaria de santa
Teresa de Ávila, a la vez que pusieron en la cúspide a la poesía de san
Juan de la Cruz, poesía que vino acompañada de un estimable caudal
de imágenes e interpretaciones de artista en la segunda mitad del siglo
XX. A diferencia de lo sucedido con el poeta universal, la interpretación
plástica de santa Teresa en Francia llega en los siglos XVII y XVIII a través
de la pintura. El XIX nos deja una galería de estampas gráficas populares,
y, hacia finales de siglo, una obra de la santa debida a Pierre Puvis de
40. El cuadro salió a la venta en 2004 en una sala de subastas de París y no fue
adjudicado.
41. Cita tomada de la biografía recogida por la asociación de Les Amis de Michel
Ciry. Site Officiel de l’artiste: [en línea] <http://www.michel-ciry.fr/>.
LA MÍSTICA CASTELLANA EN LA BIBLIOFILIA FRANCESA 209
6. EDICIONES COMENTADAS
• 6 fuera de serie: cinco con los estados de las xilografías y uno con
los cinco estados.
Impreso por Imprimerie Studium.
Impresión de las xilografías por Jacques Beltrand.
7. BIBLIOGRAFÍA
7.1. General
Chamonard, Marie, Réflexion sur le dépôt légal des livres d’artistes à partir
d’une étude sur un imprimeur typographe, François da Ros, Paris: Ecole
Nationale Supérieure des Sciences de l’Information et des Bibliothèques,
2001.
Les Cent Une, Paris: Les Cen-Une, Societé de Femmes Bibliophiles, 1926.
Les Cent Une, Paris: Les Cen-Une, 1963. [Informe publicado por la sociedad:
asamblea general, comité, lista de socios y lista de obras publicadas].
Hesse, Raymond, Histoire des sociétés de bibliophiles en France de 1820 à
1930, Paris: L. Giraud-Badin, 1931.
Les Amis de Michel Ciry. Site Officiel de l’artiste: [en línea] <http://www.
michel-ciry.fr/>.
Association Alfred Manessier: [en línea] <http://alfredmanessier.free.fr/>.
Liste de livres illustrés d’Alain de La Bourdonnaye disponibles à la Librairie
Les Argonautes: [en línea] <http://www.librairielesargonautes.fr/
expobourd2.html>.
Association Guy Lévis Mano: [en línea] <http://www.guylevismano.com/>.
Revista Camp de Túria. Institut d’Estudis Comarcals. Página web con la
biografía de Alfonso Roig Izquierdo, amigo de Alfred Manessier: [en
línea] <http://www.campdeturia.cat/index.php?id=16>.
225
226 MARIA CRISTINA MISITI
4. Franzoni 1984, 303. Per un inquadramento del tema si rinvia a due contributi
specifici: De Benedictis 1998 e alle pagine esemplari di Pomian 1987.
L’AMORE PER LE ANTICHE MEMORIE E IL COLLEZIONISMO 229
5. Croce 1908, 161-178; hora en Edizione Nazionale delle Opere di Benedetto Croce,
Napoli: Bibliopolis, 1993, 11-31.
6. Casali 1861; Bongi 1890-1895. Le date dei due frontespizi sono 1890 e 1895,
ma il colophon porta date diverse, perché l’opera fu pubblicata in fascicoli tra il 1890
e il 1897.
7. Manzoni 1863.
8. Giacomo Manzoni (Lugo di Romagna 1816-1892), mise insieme una biblioteca
di 25.000 volumi, molti unici e introvabili, alcuni provenienti dalla prestigiosa raccolta
di Guglielmo Libri. Alla sua morte la biblioteca fu messa in vendita come testimonia il
Catalogue des livres composant la bibliothèque de feu M. le comte Jacques Manzoni,
Città di Castello, S. Lapi, 1892-1894, 4 volumi. Su di lui importante il contributo di
Romani 1989, 44-54.
230 MARIA CRISTINA MISITI
9. Vernazza 1859.
10. Per un utile approfondimento della personalità del Bongi si rinvia Salvatore
Bongi nella cultura dell’Ottocento. Archivistica, storiografia, bibliologia. Atti del convegno
nazionale, Lucca, 31 gennaio-4 febbraio 2000, a cura di Giorgio Tori, Ministero per i
Beni e le Attività Culturali, Direzione Generale per gli archivi, 2003, in particolare Paoli,
205-220. Per il carteggio Bongi-Leone mi si consenta rinviare a Misiti 2007, 529-541.
11. Misiti 1999, 124.
L’AMORE PER LE ANTICHE MEMORIE E IL COLLEZIONISMO 231
18. «Leone Camillo di Vercelli, membro perpetuo della Società Storica Lombarda,
Socio perpetuo della Commissione di Archeologia e Belle Arti della provincia di Torino
[...] Possiede cose antiche ed interessanti. La sua raccolta che occupa vari locali della
casa di sua proprietà si compone di un discreto medagliere [...] non che un discreto
assortimento di medaglie [...] Possiede pure laterizi e terracotte, vetri di scavo romani,
una bella raccolta di vasi etruschi, una vistosa raccolta di ceramiche, porcellane e vetri,
qualche po’ di oggetti egiziani antichi, una raccolta di porcellane antiche della China
e di terracotte antiche ed idoli messicani. Tiene pure un discreto numero di armi antiche
[...], bronzi di tutte le epoche, mobili, stoffe, miniature, sigilli e qualche arazzo antico.
Evvi pure un qualche migliaio di pergamene, un grande assortimento di autografi, un
bel numero di incunaboli compresi gli antichi tipografi così detti vercellesi. Qualche
manoscritto con una discreta raccolta di antifonari in pergamena miniati. Tiene pure
un discreto numero di oggetti vari riflettenti la storia del Risorgimento italiano, qualche
buon dipinto su tavola e molti altri oggetti antichi da Vercelli, da questo amatore raccolti
in trenta e più anni di lavoro». Archivio di Stato, Carte Mella, autografo di Camillo
Leone, citato in Sommo 1981, 81.
19. Per un primo scavo nella biblioteca e nella documentazione d’archivio conservata
al Museo Leone di Vercelli mi sia permesso rinviare a Misiti 2002, 241-260.
L’AMORE PER LE ANTICHE MEMORIE E IL COLLEZIONISMO 233
23. La «Biblioteca della Tuscia» è una collezione ricca di oltre 9000 volumi raccolta
da Giovanni Battista Goretti, gentiluomo nato a Sutri nel 1854 e morto a Roma il 21
dicembre 1937. Donata nel 1926 è conservata alla Fondazione Marco Besso di Roma,
(303 cinquecentine, 665 seicentine, 796 settecentine, molti volumi dell’Ottocento).
24. Cristiano 1992, II, 657, nota 12.
25. Bertarelli 1927, 169-184.
236 MARIA CRISTINA MISITI
Per non parlare di Carlo Piancastelli, il cui carteggio ricco di 5000 pezzi
è una testimonianza fondamentale, tale da essere studiata a sé, e si accom-
pagna al catalogo staderini, compilato sotto le sue precise direttive30. Come
Goretti, anche Piancastelli, privo di figli, decide di lasciare la propria colle-
zione ad una biblioteca pubblica, che fu, non, come sarebbe stato logico
attendersi la Classense di Ravenna, città dalla quale aveva subito più di
un’umiliazione, ma la Biblioteca comunale di Forlì, intitolata ad Aurelio
Saffi, eroe e martire del Risorgimento.
Una menzione a parte meritano due figure di collezionisti «deputati», il
senatore Ugo da Como e Giovanni Barracco.
La vita di Giovanni Barracco, nominato dal Re Umberto I Senatore del
Regno nel 1886, rappresenta una parabola esemplare di un personaggio che
è riuscito a coniugare l’impegno politico tutto votato al Meridione delle
sue origini con la cura delle sue collezioni d’arte. Collezionista di inarrivabile
BIBLIOGRAFÍA
Baldissone, Giusi, ed., Camillo Leone. Una vita da museo. Memorie 1876-
1901, Novara: Interlinea, 2007.
Bertarelli, Achille, «Il Gabinetto delle Stampe del Comune di Milano e la
nostra cartografica», Emporium 66 (1927), págs. 169-184.
Besso, Marco, Autobiografia, con prefazione di Luigi Rava, Roma: Fonda-
zione Marco Besso, 1925.
Bongi, Salvatore Annali di Gabriel Giolito de’ Ferrari da Trino di Monferrato
stampatore in Venezia, Roma: presso i principali librai, 1890-1895 (Indici
e Cataloghi; 11).
Borraccini, Rosa Marisa, «‘Nell’abbondanza e sceltezza sono alcuni pezzi
unici’. La biblioteca De Minicis nella stima di Filippo Raffaelli (Fermo
1872)», en Una mente colorata. Studi in onore di Attilio Mauro Caproni
per i suoi 65 anni, Manziana: Vecchiarelli, 2007, págs. 857-875.
Brigliadori, Piergiorgio & Pantaleo Palmieri, eds., Carlo Piancastelli e il
collezionismo in Italia fra Ottocento e Novecento, Bologna: Il Mulino,
2003.
Caproni, Attilio Mauro, «Le biblioteche e gli archivi personali», en Collezio-
nismo, restauro e antiquariato librario: convegno internazionale di
studi e aggiornamento professionale per librai antiquari, bibliofili,
bibliotecari conservatori, collezionisti e amatori di libri: Spoleto, Rocca
Albornoziana, 14-17 giugno 2000, atti a cura di Maria Cristina Misiti,
Milano: Sylvestre Bonnard, 2002, págs. 11-18.
Casali, Scipione, Gli Annali della tipografia veneziana di Francesco Marco-
lini da Forlì, Forlì: presso Matteo Casali, 1861.
Cima, Maddalena, «Giovanni Barracco. Impegno politico e passione da
collezionista», en Giovanni Barracco patriota e collezionista, a cura di
M. Cima, Roma: Gangemi editore, 2010, págs. 13-25.
Cristiano, Flavia, «Il libro del Cinquecento nel commercio antiquario italiano
fra Otto e Novecento», en La stampa in Italia nel Cinquecento: atti del
convegno, Roma, 17-21 ottobre 1989, a cura di Marco Santoro, Roma:
Bulzoni, 1992, vol. 2, págs. 653-669.
Croce, Benedetto, «Il risveglio filosofico e la cultura italiana», La Critica, 6
(1908), págs. 161-178; ahora en Edizione Nazionale delle Opere di Bene-
detto Croce, Napoli: Bibliopolis, 1993, págs. 11-31.
De Benedictis, Cristina, Per la storia dell collezionismo italiano: fonti e
documenti, Firenze: Ponte alle Grazie, 1998.
Eco, Umberto, «Riflessioni sulla bibliofilia», L’Esopo, 85-86 (2001), pág. 35.
240 MARIA CRISTINA MISITI
JOHN O’NEILL
(Hispanic Society of America)
El museo ha de abarcar las bellas artes, las artes decorativas, y las letras.
Ha de condensar el alma de España en contenidos, a través de obras salidas
de las manos y del espíritu […] Lo que quiero es ofrecer el compendio de
una raza, una serie de exposiciones fidedignas, y un conjunto de adminis-
tradores bien formados. Y auténtica investigación. Auténtica investigación1.
1. Diario 1898, 22: «The museum must touch widely on arts, crafts, letters. It must
condense the soul of Spain into meanings through works of the hand and spirit […]
One subject in all its variations, its grouping of traditions. One outline of a race. And
one gathering of faithful expositions and kindly, educated Trustees! And true research.
True research». La repetición de la frase «True research» está escrita a mano con lápiz
–todo lo demás está escrito a máquina–. Se añadió después pero sirve para subrayar
la importancia que dio Huntington a la investigación original.
Los «diarios» a que haré frecuente referencia a lo largo de este artículo, no son tales
en el verdadero sentido de la palabra. Siendo un hombre muy reservado que quería
mantener una discreción absoluta sobre su vida tanto privada como profesional, Hunting-
ton destruyó la mayoría de sus diarios y correspondencia. Lo que queda, y lo que
denominamos «diario», en realidad es una narración escrita a instancias de su madre,
Arabella Duvall Huntington, muchos años después de los acontecimientos que se refie-
ren, o una redacción, en forma de recortes de prensa, cartas y entradas sacadas de sus
diarios originales, montados, más o menos en orden cronológico, en un álbum. Así
243
244 JOHN O’NEILL
¡La ignorancia del público por lo que se refiere a España! Tiene su buena
explicación. La visitan mucho menos y la consideran mucho menos cómoda
que otros países y, cuando de hecho van allí, siguen un camino bien trillado,
y no hablan la lengua. Para ellos España es un modelo prefijado de senti-
mentalismo y desprecio7.
7. Diario 1898, 19-21: «The ignorance of people regarding Spain! There is good
reason for this. They visit it much less and find it less comfortable than other countries
and, when they do go there, follow a too well worn track, and do not speak the
language. Spain has for them a fixed pattern of sentimentalism and contemptibility».
8. Diario 1898, 43: «My love of Spain? Where it came from I cannot guess. As a
boy you filled me with English and French reading, so it seems strange that this country
should have so overwhelmed me».
9. Diario 1898, 28a: «…we went to […] a book store and bought a book by G.
Borrow. It is called The Zincali and is about the gypsies of Spain. The most interesting
book I have found here. Spain must be much more interesting than Liverpool. Our
courier Quinlan is going to get me more books by this Borrow».
248 JOHN O’NEILL
10. Diario 1882, 2 de julio: «…I owe to this strange person credit as an influence in
the days ahead».
11. «It seems a statement simple enough, but even today, as I look back at this
experience, I know that it was a very vital one. Those miles of pictures! I left Quinlan,
the courier, and walked and wondered. After a while I could not see more pictures. I
felt stupid and ill, and I sat down and rested. And then of a sudden ‘my illness passed
away and I wasn’t tired any more, and I wanted to sing’. There was something about
all of these mysterious objects that stirred and excited me. It was like a rapid visit to
many countries, and the meeting of strange persons, and walking in new landscapes.
I knew nothing about pictures, but I knew instinctively that I was in a new world».
12. El protagonista de la novela de James Joyce, Retrato de un artista adolescente.
El apellido del personaje hace clara referencia a Dédalo, el arquitecto y artesano de la
mitología griega.
ARCHER M. HUNTINGTON Y LAS PRIMERAS PUBLICACIONES 249
2. LAS PUBLICACIONES
17. «Nothing could be more welcome to us than your sending your magnificent
reprints of rare Spanish pamphlets as a gift to the Royal Library of the Hague. Not only
that they contain curious documents for the history of the Netherlands, not only that
they are splendid proofs of the American art of printing, but that they are the token of
your kindly remembering Old Holland is what gives us joy. I beg to present you with
my heartfelt thanks, my sincere felicitations…».
18. «Two years ago the Museum acquired what is believed to be the first Index
Librorum Prohibitorum, the ‘Mandament’ of Charles V with the list of books
condemned by the Faculty of Theology of the University of Louvain, Louvain 1546.
Should you wish at any time to have this facsimiled, I shall be glad to give you every
facility».
252 JOHN O’NEILL
24. Diario 1895, 60, noviembre: «The idea of facsimiles I am happy to say was not
a mistake & they have been very well received. This method of reprinting & saving
rare ed[ition]s is going to be more important as time goes on».
25. «However, it is well to bear in mind that in the production of these facsimiles I
have made only one effort, and that was to place the originals as nearly as possible in
the hands of those who could use them».
26. La lista contiene el nombre de individuos o instituciones en Alemania, Argentina,
Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Dinamarca, Escocia, España –trece individuos, cinco
instituciones–, Estados Unidos, Francia, Holanda, Inglaterra, Irlanda, Italia, México,
Noruegas, Portugal, Rusia, Suecia, Suiza y Uruguay.
ARCHER M. HUNTINGTON Y LAS PRIMERAS PUBLICACIONES 255
27. Cancionero llamado dança de galanes… recopilados por Diego de Vera, [Barce-
lona: Jerónimo Margarit, 1625], Nueva York, 1903.
28. Carta de Menéndez Pelayo a Francisco Rodríguez Marín, con fecha del 6 de
noviembre de 1900. Citada en Moñino y Brey eds., 1966, III, 100 («El Marqués de Jerez
de los Caballeros»). La venta de la biblioteca del Marqués a Huntington se efectuó el
12 de enero de 1902.
256 JOHN O’NEILL
29. Carta del 22 de octubre de 1902. Véase Rodríguez Marín ed., 1935, 220-222.
30. Carta del 9 de marzo de 1904.
31. Entre los eruditos así honrados se encuentran los nombres de Francisco Rodrí-
guez Marín, Marcelino Menéndez Pelayo, José Gestoso y Pérez, Ramón Menéndez
Pidal, Alejandro Pidal y Mon, el Marqués Jerez de los Caballeros y su hermano, el
Duque de T’Sercláes, y el mismo Conde de las Navas, entre muchos otros. También
dedicó muchos a amigos suyos, sobre todo los primeros facsímiles, a conocidos profe-
sionales (por ejemplo, Theodore De Vinne, Robert Hoe, Arthur Twining Hadley, presi-
dente de la universidad de Yale), y a importantes figuras del mundo de la política:
destacan los nombres de Porfirio Díaz, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, y
Julio A. Roca, Presidente de la República Argentina.
ARCHER M. HUNTINGTON Y LAS PRIMERAS PUBLICACIONES 257
Figura 2. The Hispanic Society of America. Catalogue of Publications, New York, 1907.
34. Diario 1898, 98: «This year […] I am getting some rather pleasant results in the
success of my facsimiles. A number of persons who normally would not take the
slightest interest, have spoken to me of them, and this leads to other things. At least
two important possibilities for purchase have come to me this way…».
ARCHER M. HUNTINGTON Y LAS PRIMERAS PUBLICACIONES 259
41. Ibidem, «I had to bring a deal of pressure on the authorities of the British Museum
to make them purchase it. They surrendered at last; but they plainly told me that they
would not have done so on any body else’s recommendation […] If this is so with the
British Museum people, what is the average student likely to do?».
42. «As to printing for general circulation I could not see my way to do it, for I felt
that these books were really for scholars in Spanish, like yourself and a few libraries.
It has always seemed to me that facsimile work should be done on a much larger scale
than is represented by a few reprints». (9 de marzo de 1903).
43. En una carta del 14 de abril de 1903, Fitzmaurice-Kelly vuelve a animar a
Huntington a que prepare una edición más barata de su Poema de Mio Cid. En este
caso Huntington sí volvió a reimprimirlo en versión más accesible para el público
general, dos veces, en 1907-1908 y c. 1921.
262 JOHN O’NEILL
44. Penney 1943, 92: «Facsimiles such as the ‘Huntington Reprints’ having been
found too expensive and those in the photostatic process too bulky, this attempt at
reproducing rare books of reference, those consulted only occasionally, was evolved
in the hope that with the aid of a ‘reading machine’ the method might prove feasible
[…] Each page of the original was photographed to 1/50 of size and nine of these
photographs, the approximate size of a postage stamp, were mounted to a sheet».
45. «Some time ago this Society published the Covarrubias Tesoro de la lengua
castellana o española in microphotographic form for the convenience of scholars. The
text has been thought too small even when a glass is used. The present volume is an
experiment with larger text».
ARCHER M. HUNTINGTON Y LAS PRIMERAS PUBLICACIONES 263
Figura 3. Poem of the Cid, New York: G. P. Putnam’s sons, 1897-1903, tomo 1, sin foliar.
264 JOHN O’NEILL
Así que queda claro que en 1907 Huntington todavía tenía pensado conti-
nuar con su serie de «Reprints» y aunque desconocemos las razones que le
llevaron al abandono de esta política, se sospecha que una combinación de
factores, el alto coste de reproducir facsímiles de buena calidad y la necesidad
de divulgar otros aspectos de las colecciones de la Hispanic Society, contri-
buyeran a la decisión de abandonar las reimpresiones facsimilares. Para una
persona que había puesto tanto énfasis en la calidad de las reproducciones,
los facsímiles en forma microfotografiada nunca iban a resultar satisfactorios.
Entre 1895, año en que aparecieron los cuatro facsímiles del Index
librorum prohibitorum, y 1902, cuando empieza otra vez a publicar edicio-
nes facsimilares, Huntington dedicó sus esfuerzos a preparar ediciones y
traducciones. Aunque los facsímiles fueron aclamados por casi todo el
mundo, para Huntington representaban solo una herramienta para poder
llevar a cabo ediciones críticas y estudios de las obras más importantes de
la literatura española o hispana. Para Huntington, esta era la esencia de la
labor académica, la «auténtica investigación», y por eso invirtió casi diez años
en la preparación de su edición del Poema de Mio Cid, obra emblemática
para él47. Se publicó en tres tomos, 1897-1903; el primero contenía el texto
46. «Talk with Juan Arenas re[garding] plans of H.S.A. & especially re[garding] publi-
cations. Wished to see the facsimiles which I have published before the society was
founded & which are to be the ‘first steps’ in publications by the Soc[iety] […] I explained
that future facsimiles w[oul]d prob[ably] be from editions in our collection».
47. Tan prendado estaba Huntington del Poema del Cid que incluyó el penúltimo
verso en su ex libris.
ARCHER M. HUNTINGTON Y LAS PRIMERAS PUBLICACIONES 265
on bright plumages words. But they have a strange passionate sincerity, a faithfulness
and sense of honor which needs no questioning. These, with all the faults and miseries
that go with them, still reign and have always reigned in this land of light hearted lovers;
of woman and wailing song].
La condesa d’Aulnoy: «Los españoles […] son valientes sin temeridad, y es tanta en
este punto su cordura, que no falta quien los crea poco animosos, […] adoran á las
mujeres y son tan amantes de la belleza, que para sus pasiones pocas veces cuentan
con el talento de sus elegidas; sufridos con exceso, tenaces, perezosos, independientes;
honrados hasta el punto de arriesgar la vida por sostener una palabra empeñada. La
naturaleza los dotó de atractivo, ingenio y clara inteligencia; comprenden fácilmente,
y expresan con sencillez y precisión sus ideas». Cito por la segunda edición (Madrid:
Tipografía Franco-Española, 1892, págs. 29-30).
53. Huntington mismo no tenía ninguna ilusión sobre la calidad de esta obra suya,
y después de haber leído las pruebas, comentó: «No tengo ni la menor preocupación
sobre el destino del ‘Note Book’. En cierto sentido, tiene pocas cosas buenas, a pesar
de todo el esfuerzo que le he dedicado». [I am not very anxious as to the fate of the
«Note Book». Its rather poor stuff in a way after all the work put on it], (Diario 1897, 25
de junio).
54. Diario 1897, 5 de diciembre: «Logré traducir la ‘Relación’ 1623. Llegaron los
Wister, y me interrumpieron completamente, pero pude terminarla por la tarde». [I
managed to translate ‘Relacion’ 1623. The Wisters came in, and interrupted me pretty
thoroughly, but I was able to finish in the evening].
ARCHER M. HUNTINGTON Y LAS PRIMERAS PUBLICACIONES 267
55. Penney 1943, 29. También indica que, a modo de conclusión de la edición, en
1932 se publicó una traducción de la novela a cargo de Robinson Smith (The visionary
gentleman Don Quijote de la Mancha, trad. de Robinson Smith, New York: The Hispanic
Society of America, 2 vols.)
56. «I have read your letter in regard to the suggested emendations with much inter-
est. However, it is well to bear in mind that in the production of these facsimiles I have
made only one effort, and that was to place the originals as nearly as possible in the
hands of those who could use them. I have not introduced any critical, or enlightening
notes, for this reason. Had I begun to introduce critical annotations, it would have
necessitated entire reprinting of the books, which has seemed to me would be more
fitting that others should do».
268 JOHN O’NEILL
57. List of printed books in the library of The Hispanic Society of America, New York:
De Vinne Press, 1910, 20 vols.
58. Portolan charts; their origin and characteristics, with a descriptive list of those
belonging to The Hispanic Society of America, Edward L. Stevenson, New York: The
Hispanic Society of America, 1911. En 1905 Huntington había publicado un facsímil
del mappamundi de Viconte di Maiollo de 1517 perteneciente a la Biblioteca Ambrosiana
en Milano, la primera publicación que llevaba el pie de imprenta de la Hispanic Society
of America. Entre 1907 y 1908 publicó otros dos mapas del mundo, uno de Jodocus
Hondius (1611) y el otro de Nicolò de Canerio Januensis (ca. 1502), ambos publicados
en colaboración con la American Geographical Society.
59. Edwin Atlee Barber, Spanish maiolica in the collection of The Hispanic Society
of America, New York: The Hispanic Society of America, 1915.
ARCHER M. HUNTINGTON Y LAS PRIMERAS PUBLICACIONES 269
60. «When I first made the collections, you will remember that the whole field of
Hispanics lay before me, and my dream was its classification and presentation by
myself, but dreams are dreams, and the administration has taken its toll of my time,
and money, of which I had far too much, and to which you have added your share,
has been the greatest thief of all. Really, […] one cannot carry the burden of wealth
and climb mountains. In the days when I worked on The Cid, I was free, and compar-
atively poor, and the ten years that I spent on that laborious job, with Arabic and other
languages as a side issue, were filled with a glorious sense of accomplishment. The
building of museums, with all their infinite detail, does not stir the same emotion, and
in this I can only feel that I am preparing the way for others».
ARCHER M. HUNTINGTON Y LAS PRIMERAS PUBLICACIONES 271
BIBLIOGRAFÍA
RAFAEL RAMOS
(Universitat de Girona)
N O HAY bibliófilos sin leyenda. Unas, las más, son alegres y otras no
tanto, pero es entre unas y otras como suele pervivir la imagen
de estos personajes. Entre todos ellos, sin embargo, solo la aureola
de Francisco Miguel de Goyeneche y Balanza, I Conde de Saceda y II
Marqués de Belzunce, ha permanecido invariablemente sombría a lo largo
de las últimas generaciones. Nació este personaje el 3 de octubre de 1705.
Fue caballero del hábito de Santiago, gentilhombre de cámara de Felipe
V, mayordomo y tesorero de la reina Isabel Farnesio. Obtuvo el título de
Conde de Saceda en 1743 y el de Marqués de Belzunce en 1748, tras la
muerte sin descendencia de su hermano mayor, Francisco Javier de Goye-
neche1. Se casó con María Antonia de Indábaru y tuvo varias hijas y un
hijo, Juan Javier de Goyeneche, que añadió a la familia el título de Marqués
de Ugena. Fue uno de esos activos aristócratas ilustrados aparecidos bajo
los primeros Borbones que reactivaron la economía española del
momento –con la creación de nuevas fábricas de vidrio, paños, jabón y
* Quiero agradecer a Pablo Andrés Escapa, Pedro M. Cátedra y John O’Neill toda
la ayuda que me prestaron para elaborar este trabajo.
1. Véase Álvarez y Baena 1789-1791, II, 251-252.
273
274 RAFAEL RAMOS
2. Sobre la figura del padre –y, en algunos aspectos, también la de los hijos–,
véanse Caro Baroja 1969; VV.AA., El innovador Juan de Goyeneche..., 1991; García
Gainza, ed. 1999; Aquerreta 2001; VV.AA., Juan de Goyeneche y el triunfo de los nava-
rros..., 2005.
3. Sobre su biblioteca, véase el excelente trabajo de Baranda 1993. Cf. también el
Inventario de los libros que contiene la librería que el Sr. Marqués de Belzunce y Ugena,
Conde de Saceda tiene en su palacio del Nuevo Baztán en el año de 1782 (Biblioteca
Nacional de España, ms. 20.272/1) que, a pesar de la fecha, debe identificarse sobre
todo con su persona.
4. Le dedicaron sus obras Antonio Galmace, Adiciones a la gramática francesa
que compuso el R.P. Núñez (Madrid: s. i., 1745) y Gabriel Fernández Patiño, Origen de
las ciencias (Madrid: Antonio Martínez, 1753), promovió la impresión de dos sermones
del padre Nicolás Gallo: Sermón que se predicó al Supremo Consejo de la Inquisición
(Madrid: s. i., 1752) y Sermón de la publicación de la bula de la Santa Cruzada (Madrid:
Herederos de Miguel Francisco Rodríguez, 1755); cf. Francisco Ignacio Cortines, «Prólogo
y advertencias del editor», en Sermones del P. D. Nicolás Gallo, I, Madrid: Manuel Martín,
1776, h. [16]r-v; aunque se confunde: Benito Jerónimo Feijoo no dedicó el séptimo
volumen del Teatro crítico universal (1736) a Francisco Miguel de Goyeneche, sino a
su hermano Francisco Javier. Se tienen noticias también de los proyectos de una gran
edición de las obras del padre fray Juan de la Concepción (José Benegasi y Luján,
Fama póstuma del Rmo. P. F. Juan de la Concepción, Madrid: Imprenta del Mercurio,
1754, pág. 63) y de un tratado sobre principios y figuras de la arquitectura, a partir de
trabajos de Ventura Rodríguez y José de Hermosilla (García Melero 1998, 31), aunque
ninguno de ellos se llegara a publicar.
LAS IMPRESIONES LOPESCAS ATRIBUIDAS AL CONDE DE SACEDA 275
en 1632, al sugerir que «acaso fuese todo broma del Conde de Saceda»8.
Lo peor, sin embargo, es que en plena vorágine de atribuciones e impos-
turas, que crecían como una bola de nieve en una pendiente, le llegó por
fin el turno a la Memoria de las pinturas del Escorial de Velázquez, nada
menos que de la mano de Marcelino Menéndez y Pelayo. Fue Jacinto
Octavio Picón quien primero se hizo eco de esa sospecha del gran polígrafo,
pues este le hizo ver que el volumen era en realidad una «engañifa de
bibliómano semejante a las atribuidas al Conde de Saceda, quien parece
hizo algo por el estilo con la Gramática de Nebrija y con los Diálogos de
Pedro Mejía»9. Aparecía, así, la primera imagen moderna del Conde de
Saceda, con todas las inculpaciones con las que ha llegado hasta nuestros
días. Apenas un par de años más tarde, en efecto, sería el propio Marcelino
Menéndez y Pelayo, ya sin asomo de dudas ni matizaciones, quien expre-
saría su opinión, convirtiendo las Memorias en el eslabón final de una
larga cadena de falsificaciones:
Por mi parte, añadiré que el libro, bibliográficamente considerado, tiene
todas las trazas de ser impresión subrepticia, clandestina y bastante posterior
a la fecha que lleva en el frontis. No creo, sin embargo, que la superchería
deba atribuirse a nuestros días. Antes bien tiene la traza de uno de aquellos
fraudes, más o menos graves, que en tiempo de Felipe V solía hacer el
Conde de Saceda, ora reimprimiendo libros antiguos y conservándoles la
fecha de la edición original, como ejecutó con la Gramática castellana, de
Antonio de Nebrija y con los Diálogos, de Pero Mexía; ora achacando a
unos autores escritos de otros, como hizo en cierto tomito que dio cómo
de Poesías varias, de Lope de Vega, perteneciendo las más de ellas a Fran-
cisco López de Zárate, ora inventando libros apócrifos, como el Buscapié,
de Cervantes (distinto del que en nuestros días forjó don Adolfo de Castro).
Llevaba el Conde su bibliomanía hasta el punto de imprimir un solo ejemplar
de algunas de estas falsificaciones, por el gusto de ser poseedor único de
ellas, y quizá fue este el caso de la Memoria de Velázquez.
Pero como siempre la mentira nace de algo, creemos que el fundamento
que ésta tuvo fue la siguiente noticia, dada por Palomino en 1724: «De las
cuales (pinturas) hizo Diego Velázquez una descripción y Memoria, en que
da noticia de sus calidades, historias y autores, y de los sitios en que queda-
ron colocadas para manifestarle a S. M. con tanta elegancia y propiedad,
que calificó en ella su erudición y gran conocimiento del arte, porque son
tan excelentes, que sólo en él pudieron lograr las merecidas alabanzas».
No es imposible que este catálogo de Velázquez llegara a manos del P.
Santos, y que éste le aprovechara a su modo. Pero lo que parece muy vero-
símil, es que la noticia dada por Palomino sirviese de estímulo al Conde
de Saceda, o algún otro erudito estrafalario, para entresacar del libro del P.
Santos los párrafos que, según él, debieron de constituir la Memoria de
Velázquez, e imprimirlos en la forma que se ha dicho10.
17. Barrera y Leirado 1890, 600, 610 añadió la reimpresión de las Rimas y los Soli-
loquios amorosos; valga recordar que también le atribuyó (pág. 598) la edición de un
Isidro (Madrid, 1599) sobre el que no da la menor noticia y del que no se ha vuelto a
saber nada; Millé y Jiménez 1928, 438, con cierta cautela, las Fiestas de Lerma. En el
Apéndice ofrecemos una detallada descripción de todas estas ediciones, confrontadas
–cuando es el caso– con la de las ediciones auténticas.
18. Son afirmaciones de Álvarez y Baena 1789-1791, III, 366 y 369 –posiblemente,
tras las indicaciones de Francisco Cerdá y Rico– y Barrera y Leirado 1890, 597, 600,
608 y 610.
280 RAFAEL RAMOS
19. Véanse, arriba, las notas 14 y 10. Añádanseles Millé y Giménez 1925, 145-149.
20. Francisco López de Zárate, Varias poesías, s. l. [pero Madrid]: Viuda de Alonso
Martín de Balboa, 1619, fol. 78r-79r y 80r.
21. Séptimo cuaderno de varios romances, Juan Baptista Timoneda, s.l. [pero Valen-
cia]: s.d., fol. A7r; Primer cuaderno de la segunda parte de varios romances, Valencia:
Junto al Molino de la Rovella, 1593, fol. A3v; Ramillete de flores. Cuarta, quinta y sexta
parte de Flor de romances nuevos, Lisboa: Antonio Álvarez, 1593, fols. 1r-4r («Romance
de Lope de Vega»); Tercero cuaderno de varios romances, Valencia: Junto al Molino de
la Rovella, 1596, fol. A4r; Primer cuaderno de varios romances, Valencia: Álvaro Franco,
1596, fol. A5v; Flores del Parnaso. Octava parte, Toledo: Pedro Rodríguez a costa de
Miguel de Vililla, 1596, fols. 111r-112r; Romancero general (1600, 1604, 1605), ed.
González Palencia 1947, I, 126-127, 534-535 y 449-450.
LAS IMPRESIONES LOPESCAS ATRIBUIDAS AL CONDE DE SACEDA 281
de ti solo», «Eterno ser sin luz iluminado», «Perdiose el hijo eterno de María»
y «Siendo, como era fe, que nacería», recogidas asimismo en el mismo
volumen y en ese mismo orden22. Y, por supuesto, también son del mismo
autor las Fiestas en la traslación del Santísimo Sacramento a la iglesia
mayor de Lerma, que difícilmente se pudieron publicar en 1612 cuando
tal acontecimiento se produjo en 161723.
Esta última pieza, con tan extraños datos de estampa –pues, además
del la equivocada datación, hay que tener en cuenta que Joseph o, mejor,
Jusepe Gasch solo regentó su imprenta durante un breve periodo poco
antes de la mitad del siglo XVII, siendo inmediatamente sustituido por su
viuda24–, puede contribuir a aclarar los motivos por los que el Conde de
Saceda pudo realizar estas erradísimas ediciones. En efecto, las atribuciones
de poemas de López de Zárate a Lope de Vega y el recurso a un oscuro
impresor valenciano del siglo anterior resultan demasiado burdos para
adjudicárselos a un coleccionista, pero cuadran a la perfección con una
trampa en la que este pudo haber caído. Todo parece indicar que alguien,
sencillamente, engañó al apasionado bibliófilo, haciéndole creer que daba
a conocer unos textos inéditos o –en el caso de las Fiestas de Lerma– poco
conocidos de Lope de Vega, y que Francisco Javier de Goyeneche, impul-
sado por esa desmedida afición a su autor favorito de la que nos hablaba
Cerdá y Rico, se limitó a editarlos sin hacer las mínimas comprobaciones
necesarias en estos casos25. Si, efectivamente, hubiera habido el menor
atisbo de intencionalidad fraudulenta en hacer pasar por obra de Lope de
Vega esas composiciones, nunca habría elegido piezas de un autor tan
28. En el caso de las Rimas sacras, por ejemplo, no se reprodujo una edición cual-
quiera y se le añadieron los datos de impresión y los preliminares de la estampa de
1658, sino que podemos comprobar que el texto de la reimpresión reproduce la peculiar
versión censurado de las ediciones portuguesas (véase Fernández y Ramos 2003). En
ese mismo sentido, resulta significativo que repita mecánicamente la mayoría de los
errores de impresión de su modelo, como los siguientes: «escape» por «escaque» (pág.
49), «indignoso» por «indigno» (pág. 77), «Que si» por «Porque si» (pág. 83), «escamas»
por «escama» (pág. 84), «y riqueza» por «y de riqueza» (pág. 90), «en primera» por «en la
primera» (pág. 92), «medio» por «miedo» (pág. 137), «Hijos» por «Hijo» (pág. 176), «Bolvien-
dose» por «Bolviose» (pág. 199), «de Esfera» por «de su Esfera» (pág. 203), «hõnrar a los»
por «hõnrar los» (pág. 215).
29. Son clásicas, al respecto, obras como las de Zabala 1948, o Entrambasaguas
1956. Habría que añadir, en todo caso, el encendido elogio de Mayans y Siscar 1972,
65-66: «Lope de Vega era en su tiempo i aún el día de hoi el príncipe de la cómica
española».
284 RAFAEL RAMOS
pasar las reimpresiones por auténticos ejemplares del siglo XVII. Más que
de ediciones falsificadas deberíamos hablar de ediciones contrahechas, esto
es, realizadas en una época posterior, conservando de manera casi reverencial
los datos de la original, pero realizadas con medios completamente
diferentes. Esa actitud, de absoluta veneración por los objetos reproducidos,
posiblemente explique también que las impresiones no se limiten a repro-
ducir los textos literarios, sino que incluyan también las dedicatorias, licen-
cias, tasas y fes de erratas originales..., además de que mantenerlos era
una medida excelente para evitar los trámites habituales ante el Consejo
de Castilla de una nueva impresión cuando lo que se deseaba no era poner
un libro a la venta sino simplemente difundir un determinado número de
ejemplares entre amigos y aficionados.
Tampoco tiene el menor sentido argüir el interés bibliófilo, la posibilidad
de que los imprimiera para poseer un ejemplar de esos textos que enri-
queciera su gran biblioteca. En primer lugar, como acabamos de decir, el
Conde de Saceda no intentaba emular las ediciones originales; en segundo,
el elevado número de ejemplares de cada una de estas reimpresiones que
ha llegado hasta nuestros días, tanto en bibliotecas como en comercio,
también invalidaría esa posibilidad30. Tendría sentido si, como decía Marce-
lino Menéndez y Pelayo, hubiera impreso un solo ejemplar de cada uno
de ellos, para su disfrute personal o para presumir ante algún visitante
incauto31, pero comprobamos que no lo hizo así, sino que sus ediciones
todo cuanto conducía para esta y otra obra que medito de los reyes godos» (Flórez
1757, [xii]); «El señor Conde de Saceda, abuelo del presente, hombre dedicado a las
bellas artes y a todo género de antigüedades e historia natural etc., hizo una copiosísima
colección de todos los libros de caballería y los colocó en la biblioteca de la población
que había hecho su padre en la Alcarria, intitulada el Nuevo Bastán [sic]. Yo estuve allí
un verano con los de la casa de don Policarpo Hermoso y empleé muchos ratos en
dicha biblioteca» (Carta de Isidro Hurtado recogida en Méndez 1796, I, 74-75). En ese
sentido, desde luego, y al resultar manifiesto que estaban abiertos a todos los eruditos
de su época, y no solo a los simples curiosos, exhibir ante los primeros una falsificación
-y, sobre todo, una falsificación tan burda– habría resultado improcedente.
32. Véase el detallado estudio de Baranda mencionado en la nota 3.
33. Huelga decir, por supuesto, que ninguna de las otras falsificaciones que se le
han imputado posteriormente –la Gramática castellana, los Diálogos de Pero Mexía,
La zurriaga o las Memorias de Velázquez– comparten esas características comunes.
286 RAFAEL RAMOS
Poesías, pág. 18; Rimas sacras, pág. 68; Soliloquios, pág. 119; Triunfo, pág. 22
Poesías, pág. 2 y 48; Rimas, pág. 31 y 96; Triunfo, pág. 50; Varias rimas, pág. 5
Fiestas de Denia, pág. 38; Poesías, pág. 22; Rimas, portada, pág. 84; Rimas sacras, pág. 125 y
313; Triunfo, pág. 119; Varias rimas, portada
34. Con sendas S en sus extremos, en lugar de las O de los otros casos.
35. Con diez parejas de tacos enfrentados, en lugar de los ocho de los otros casos.
288 RAFAEL RAMOS
Fe, las Fiestas de Denia y los Soliloquios amorosos, estos últimos posible-
mente en sus propias impresiones37.
1. BIBLIOTECAS CONSULTADAS
2. REPERTORIOS BIBLIOGRÁFICOS38
37. Biblioteca Nacional de España, ms. 20.272/1, fol. 10v-11r y 12v. Y repárese en
que en esa lista faltan, significativamente, todos los volúmenes problemáticos: las
Rimas, las Fiestas de Lerma, las Poesías varias y las Varias rimas sacras.
38. Cuando la referencia no se refiere exactamente a la edición que describimos,
sino que aparece subordinada a otra, lo indicamos con un asterisco.
LAS IMPRESIONES LOPESCAS ATRIBUIDAS AL CONDE DE SACEDA 291
Fiestas de Lerma
Ejemplares: BL: 1072.e.27(1); BHM: L 62; BNC: Ber Res. 99-12º; BNE: R
247, R 18761; R 23534; BRAE: 17-IX-39, RM 8434.
Repertorios: Salvá, 1030*; Millé, 48; Palau, 356367; Profeti, pág. 432.
Poesías varias
Fiestas de Denia
Edición original
Rimas
Edición original
Ejemplares: BHC: Fll Res. 1269; BHM: L 95; BL: 11451.e.34; BNC: Espág.
140 8º; BNE: R. 12344; HSA; RB: I-D-113.
Repertorios: Barrera, págs. 599-600; Millé, 23c; Palau, 356334; Profeti, pág.
280.
LAS IMPRESIONES LOPESCAS ATRIBUIDAS AL CONDE DE SACEDA 295
Ejemplares: BHC: Der 4689; BHM: L 96; BNM: R. 215, R. 6193, R 18110;
BRAE: RM 4840; HSA.
Repertorios: Barrera, pág. 600; Salvá, 1037*; Millé, 23d; Palau, 356341;
Profeti, pág. 282.
Triunfo de la Fe
Edición original
Ejemplares: BHC: Fll 2473; BHM: L 123; BNE: R. 33010, U. 4377.; BRAE: S.
Coms. 25-D-28.
Repertorios: Millé, 65; Palau, 356408; Profeti, pág. 352.
296 RAFAEL RAMOS
Ejemplares: BL: 1369.a.7; BHC: Fll Res. 1064; BHM: L 124; BMLG: inv.
10930; BNE: R. 5078, R. 5086, R. 18777; BRAE: RM 4841.
Repertorios: Barrera, pág. 608; Palau, 356409; Profeti, pág. 354.
Soliloquios amorosos
LAS IMPRESIONES LOPESCAS ATRIBUIDAS AL CONDE DE SACEDA 297
Ejemplar: HSA
Repertorio: Palau, 356463.
Ejemplares: BHC: Fll Res. 187; BHM: L 119; BNM: R. 6668, R. 18761, U.
6016; BRAE: RM 4842.
Repertorios: Barrera, pág. 610; Palau, 356463*; Profeti, pág. 346.
Rimas sacras
Edición original
Ejemplares: BHC: Fll 29939; BHM: L 112; BL: 11451.a.39; BNE: R. 3687, R.
6193, R. 19706, R. 23410; HSA.
Repertorios: Barrera, págs. 607-608; Salvá, 1040*; Palau, 356396; Profeti,
pág. 326.
LAS IMPRESIONES LOPESCAS ATRIBUIDAS AL CONDE DE SACEDA 299
BIBLIOGRAFÍA
Pedraza Jiménez, Felipe B., ed., Lope de Vega, Rimas, Madrid: Universidad
de Castilla-La Mancha, 1993-1994, 2 vols.
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Martín (Valladolid): Papeles de la Biblioteca Municipal, 2005, págs. 39-
66.
Serrano y Morales, José Enrique, Reseña histórica en forma de diccionario
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F. Doménech, 1898-1899.
Simón Díaz, José (ed.), Obras varias de Francisco López de Zárate, Madrid:
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conjunto arquitectónico de Nuevo Baztán, Madrid: Comunidad de
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——, Juan de Goyeneche y el triunfo de los navarros en la monarquía
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San Fernando-Fundación Caja Navarra, 2005.
Zabala, Arturo, Versos y pervivencia de Lope en el siglo XVIII, Madrid: Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, 1948.
Zamora Lucas, Florentino, Lope de Vega, censor de libros, Larache: Artes
Gráficas Boscá, 1941.
THOMAS GRENVILLE (1755-1846)
Y LA BIBLIOFILIA HISPÁNICA
BARRY TAYLOR
(British Library)
1. ANTES DE GRENVILLE
1. Sobre la historia del fondo antiguo hispánico, véase Johnson 1988, 249-257;
Bloomfield, 19972, 153-154; Taylor 2002, 421-430.
2. Véase BMC X, 62, 65.
303
304 BARRY TAYLOR
Entre 1823 y 1828 el Museo recibió la biblioteca personal del rey don
Jorge III, presentada por su hijo Jorge IV. Entre los más de ochocientos
incunables regios, cabe destacar un único tomo hispánico: Diego de Valera,
Crónica de España (Salamanca: Impresor de la Gramática de Nebrija,
1495) (BMC X, pág. 50).
Entre 1834 y 1837 se subastaron en Londres los 200.000 volúmenes de
Richard Heber: de esta biblioteca proceden directamente Buenaventura,
Forma noviciorum (Sevilla: Ungut y Polono, 1497) (BMC X, pág. 43) y
Sánchez de Vercial, Sagramental en catalán (Lérida: Botel, 1495) (BMC X,
pág. 46). Otros tres libros heberianos llegan al Museo a través de Grenville.
Según mis cálculos, en el momento en que se recibió la biblioteca
grenviliana, el Museo contaba con doce incunables españoles, lo cual
permite dar una idea del impacto que supuso la llegada de las veintidós
ediciones de Grenville.
2. GRENVILLE
3. El título «Right Honorable» se adjudica a los miembros del Privy Council (Consejo
Real). Sobre Grenville, véanse: Dibdin 1817; Clarke 1819, I, 265-277; Phillimore 1846,
305-312; Edwards 1870; Fagan 1880; Smith 1890, XXIII, 132-133; Fletcher 1902; Savile
1908; Esdaile 1946, 193-198; Clark 1962; Miller 1967, 1973; Nixon 1978; Bloomfield
19972, 140; Reidy 1997, 115-130; Harris 1998; Taylor 2009, 321-340.
4. Son los Add. MSS. 33733-33791, descritos en el Catalogue of Additions to the Manu-
scripts of the British Museum in the years MDCCCLXXXVIII-MDCCCXCIII, 1894, 96-111.
THOMAS GRENVILLE (1755-1846) Y LA BIBLIOFILIA HISPÁNICA 305
3. CATÁLOGOS
4. TEMÁTICA
Lenguas
1823 1831
Griego 8.8 % 8.2 %
Latín 14.5 14.9
Extranjeras 1.8 1.8
Español 1.6 2.3
Italiano 5.5 6
Francés 5.5 14.7
Inglés 51.6 51.7
Los idiomas mejor representados son el inglés, latín, griego y las lenguas
románicas. Como se ve en el análisis que hizo Grenville de su biblioteca,
las lenguas germánicas se englobaban, con el náhuatl y el vasco, bajo el
título de «extranjeras». En esta colección los libros españoles y catalanes
representan el 2,3 por ciento del total; hay veintiuna ediciones del s. XV
y doscientas noventa y ocho del siglo XVI.
5. DISPOSICIÓN
6. INTERESES HISPÁNICOS
14. Para las relaciones entre Grenville y Salvá, véase Reig Salvá 1972 y las cartas
dirigidas a Grenville por Salvá en 1826-1829, encuadernadas en el ejemplar grenvilliano
del catálogo de Salvá 1826, 1827, 1829 (signatura G.386).
15. Sobre Sykes véase Fletcher 1902, 335. Sobre este periodo en general, Glendinning
1959-1963, 70-92. Sobre Heber, véase Hunt 1996, 83-112 y Simmons 1997, 219-226.
THOMAS GRENVILLE (1755-1846) Y LA BIBLIOFILIA HISPÁNICA 309
16. Excepciones son los libros comprados a Paolo Antonio Tosi, 15 mayo 1835.
Véanse las cartas enviadas a Panizzi por Grenville, Add. MS. 36714, fols. 382-385 y su
correspondencia con Asher, librero de Berlín, 19 julio 1843 (Add. MS. 36715, fol. 154);
4 enero 1847 (Add. MS. 36715, fol. 361).
17. Véase la nota 15.
18. Carta al bibliógrafo Philip Bliss (17 feb. 1843): «Have you the first edition [of
Venus and Adonis] of 93 or the second of 94 very near as rare — this second of 94 is
now offered to me at a price so enormous that I hesitate, but they tell me there is such
a mania now at all auctions for any scarce edition of Shakespears that nobody knows
what price it may fetch at auction» (Add 45498V, fol. 137).
THOMAS GRENVILLE (1755-1846) Y LA BIBLIOFILIA HISPÁNICA 311
G.6332
Pulgar, Los claros varones d’España (Sevilla: Polono, 1500)
BMC X, pág. 44; BG I, pág. 585.
¶ Sin indicación de procedencia, pero adquirido antes de 1842.
G.6394
Valera, La coronica de España (Burgos: Fadrique de Basilea, 1487)
BMC X, pág. 61; BG I, pág. 753.
¶ Sin indicación de procedencia, pero adquirido antes de 1842.
£10 10s.
G.6433
López de Ayala, Cronica del rey don Pedro (Sevilla: Ungut & Polono, 1495)
BMC X, 41.
¶ No lo he encontrado en la BG
£13 13s.
G.7220
Libre del Consolat [de Mar] (Barcelona: Spindeler, ¿1483?)
BMC X, pág. 4; BG I, pág. 162.
¶ Según la etiqueta de Grenville: «This was Heber’s...», cuya biblioteca se
subastó en 1834-37.
£18 18s.
G.7634
Nebrija, Introduciones latinas ([Salamanca, ¿1486?])
BMC X, pág. 47; BG I, pág. 486.
Encuadernación: J. Mackenzie.
¶ Sin indicación de procedencia, pero adquirido antes de 1842.
Es posible que sea el ejemplar de Mayans [s.l, s.a.], vendido por la casa
de subastas Wheatley el 10 de marzo o 25 de junio de 1829, lote 197
312 BARRY TAYLOR
G.7655(1)
Nebrija, Dictionarium latino-hispanicum, I (Salamanca, 1492)
BMC X, pág. 49; BG II, pág. 333.
G.7655(2)
Nebrija, Dictionarium latino-hispanicum, II (Salamanca, ¿1492? o ¿1495?)
BMC X, pág. 49; BG II, pág. 333.
¶ Sin indicación de procedencia, pero adquirido entre 1842 y 1846.
£10 10s.
G.10211
La ystoria del noble Vespesiano (Sevilla: Brun, 1499)
BMC X, pág. 45; BG I, pág. 764.
¶ Sin indicación de procedencia, pero adquirido antes de 1842.
£6 16s.
G.10225
Diego de San Pedro, Carcel de Amor en valenciana prosa (Barcelona:
Rosenbach, 1493)
BMC X, pág. 10; BG I, pág. 639.
Descrito por Grenville en su ejemplar de Méndez, Typographia española20.
Encuadernación: Clarke & Bedford.
¶ Sin indicación de procedencia, pero adquirido antes de 1842.
£5 5s.
G.10282
Villena, Los trabajos de Hercules (Zamora: Centenera, 1483)
BMC X, pág. 57; BG II, pág. 428.
¶ Es el mismo ejemplar que vio Méndez en la biblioteca de Santiago Sáiz
en 178621, cuando estaba encuadernado con la Vita beata de Lucena
(G.10541). Después pasó a manos inglesas. Sobre la hoja de guarda hay
una nota escrita en inglés, a lápiz, pero no por Grenville. Tras traducir la
noticia de Méndez: «...When I received this copy, both books were also in
one volume and I suspect therefore it may be Saiz’s copy, the only one
known».
Cuando Grenville los compró ya estaban separados. Reza la etiqueta
de Grenville: «This copy originally bound with the addition of the ‘Vita
beata’ is the copy quoted by Méndez. I do not find that any second copy
of the Trabajos of 1483 has been traced». Los Trabajos llevan la encuader-
nación de un poseedor anterior. En la Vita beata Grenville anota: «It [the
Trabajos] appears to have been bound up with this latter book [the Vita
beata] tho’ the Trabajos were by a different author Enrique de Villena».
G.10283
Villena, Los doze trabajos de ercules copilados por don e[n]rriq[ue] de villena
... ¶ Y un tractado muy prouechoso: dela vida bienauenturada (Burgos:
Juan de Burgos, 8.viii.1499)
BMC X, pág. 65; BG I, pág. 771.
¶ Comprado antes de 1842, es un ejemplar facticio. El texto del Libro de
vita beata de Lucena (Burgos: Juan de Burgos, 8.viii.1499) proviene de
otro ejemplar, comprado por el Museo en diciembre de 1855 y añadido al
ejemplar de Grenville. A diferencia del texto de los Doce trabajos, que está
en perfecta condición, lleva notas marginales de una mano antigua espa-
ñola; los márgenes están afectados por la guillotina. Grenville no habría
aceptado un libro tan mutilado.
£6 4s.
G.10541
Lucena, Vita beata (Zamora: Centenera, 1483)
BMC X, pág. 57; BG I, pág. 416.
¶ Etiqueta [citando a Méndez, pág. 266]: «‘esta edicion es tan rara y desco-
nochida [sic] como los Trabajos de Hercules’. It appears to have been
bound up with this latter book, tho’ the Trabajos were by a different author
Enrique de Villena».
Méndez [1796, 267-68] describe este mismo ejemplar.
£10 10s.
G.10958
Diego de San Pedro, La Pasion trobada (Salamanca: Hutz & Sanz, ¿1496?)
BMC X, pág. 62; BG I, pág. 639.
314 BARRY TAYLOR
G.11272
Santillana, Proverbios (Sevilla: Tres Compañeros Alemanes, 1499)
BMC X, pág. 36; BG II, pág. 316: «I have an edition very little known, fol.
s.a. et l. [=G.11368]. The present edition of 1499 is very uncommon».
Encuadernación: Clarke & Bedford.
¶ Sin indicación de procedencia, pero adquirido entre 1842 y 1846.
£5 10s.
G.11273
Mena, Coronacion (Sevilla: Polono, 1499)
BMC X, pág. 44; BG II, pág. 316.
Encuadernación: Clarke & Bedford.
¶ Sin indicación de procedencia, pero adquirido entre 1842 y 1846.
£6 12s.
G.11274
Mena, Las ccc (Sevilla: Pegniczer & Herbst, 1499)
BMC X, pág. 36; BG II, pág. 316.
Encuadernación: Clarke & Bedford.
¶ Sin indicación de procedencia, pero adquirido entre 1842 y 1846.
£6 9s.
G.11275
Mena, Coronacion (Zaragoza: Hurus, ¿1499?)
BMC X, pág. 27; BG I, pág. 458.
THOMAS GRENVILLE (1755-1846) Y LA BIBLIOFILIA HISPÁNICA 315
G.11368
Santillana, Proverbios (Salamanca: Impresor de la Gramática de Nebrija,
1500)
En el lomo: Lopez de Mendoza, Proverbios, s.a. et l.
BMC X, pág. 54; BG II, pág. 316.
Encuadernación: Clarke & Bedford.
¶ Sin indicación de procedencia, pero adquirido entre 1842 y 1846.
G.11383
Martorell & Galba, Tirant lo Blanch (Valencia: Spindeler, 1490)
BMC X, pág. 19; BG I, págs. 734-746.
¶ Es el ejemplar que describe Méndez. Un informante de Méndez afirma
que: «El Conde de Saceda, avuelo del presente, hombre dedicado a las
bellas artes, y a todo genero de antiguedades e historia natural &c. hizo
una copiosisima coleccion de todos los libros de Caballeria, y los colocó
en la Bibliotheca de la poblacion que havia hecho su padre en la Alcarria
intitulada el Nuevo Bastan», y allí había visto este ejemplar (págs. 74-75).
Lo compró Obadiah Rich en octubre de 1824, cuando era cónsul ameri-
cano en Valencia, donde residió entre 1816 y 1829. Posteriormente se tras-
ladó a Londres, donde se dedicó a la librería, publicando su Bibliotheca
Americana Nova en 1835-4622.
Después lo adquirió Richard Heber por 300 guineas (£315). Se vendió
en la subasta de su biblioteca el 7 de enero de 1835 [Bibliotheca Heberiana.
Catalogue of the Library of the late R. Heber..., London, 1834-1837, pte VI,
pág. 284, lote 3920], comprado por el librero Thomas Thorpe por £105.
En la BG se nota que Grenville pagó £110.
G.11771
Torre, Vision deleytable (Toulouse: Parix & Cleblat, 1489)
BMC X, pág. 61; BG I, pág. 739.
¶ Lleva encuadernación con las armas del Príncipe Wenzel Anton von Kaunitz-
Rietberg (muerto en 1825). Lleva también la estampilla de Richard Heber
(1773-1833). Se trata del original castellano. La etiqueta mantiene erróneamente:
«...This is a translation of the original Spanish into the Limosine dialect».
Comprado antes de 1842.
£5 5s.
G.11852
Kempis, Gerson del menyspreu del mon (Valencia: Spindeler, 1491)
BMC X, pág. 21; BG II, pág. 271.
¶ Lleva una nota manuscrita: «Ex Bibliotheca Majansiana» (fol. aii). La biblio-
teca de Gregorio Mayans se vendió en Londres en 1829 [Glendinning, 87-
88]. Al verso de la hoja de guarda está la ficha de un catálogo impreso,
reconocible por su tipografía como de Thomas Thorpe: «12660 Kempis [...]
fine copy, neat, VERY RARE, 2l. 2s. Valencia, 1498 [Corr. 1491]. Of this
volume I have not been able to trace the sale of another copy. Brunet
states that it is excessively rare».
La nota a lápiz: «En le dialecte valencienne, extremement rare», por su
error en la concordancia entre dialecte y valencienne, no fue escrita por
un francés.
Encuadernación española.
Comprado entre 1842 y 1846.
£2 2s.
G.11928
Ludolphus, Lo quart del Cartoxa (Valencia: Hagembach & Hutz, 1495)
BMC X, pág. 21; BG II, pág. 132.
Encuadernación: Clarke & Bedford.
Comprado entre 1842 y 1846
£5 10s.
10. CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
321
322 ÍNDICE ONOMÁSTICO
Timoneda, Juan de 91, 97, 118 y n, Valera, Diego de 91, 93, 97, 99, 100,
121n, 122n, 280n 118, 121 y n, 304, 311
Tobey, Mark 200 Valéry, Agathe 166
Tomás de Aquino, santo 30 Valéry, Paul 147, 148, 150, 154, 161,
Tomás de Kempis 316 162, 166, 167, 168 y n, 180 y n,
Tori, Giorgio 230n 181, 186, 189, 205
Torner, Gustavo 209 Valette, Alfred 165
Torre, Alfonso de la 315 Valle-Inclán, Ramón María del 38
Torre, Diego de la 279 Vallejo Álvarez, José María 29, 31, 42,
Torras Armengol, Francesc 82 43
Trapiello, Andrés 45n, 55n, 67 Van der Keere, Hendrik 54n
Traumann, Henri 101 Varille, Mathieu 161
Trémois, Pierre Yves 200 Vasconcellos, José Leite de 61n
Trend, John Brande 269 Vázquez de Neira, Pedro 24
Trivulzio, Luigi Alberico 227 Vázquez Fernández, Luis 20, 21 y n,
26
Troncossi, Maria Laura 236n, 238n,
Vázquez Rodríguez, Carlos 17n
241
Vega, Lope de 16, 25, 42, 173, 176,
T’Serclaes, Juan Pérez de Guzmán y
180, 182, 183, 273-298
Boza, duque de 115, 125, 256n
Velázquez, Diego de Silva 275, 276
Tzara, Tristan 177
Ventura i Balanyà, Miquel 60 y n, 61
y n, 62 y n, 63, 67
Ugena, Juan Javier de Goyeneche, Verdaguer, Jacint 56 y n
marqués de 273 Verlaine, Paul 148
Ugo da Como 227, 237, 238 Vernazza, Giuseppe 237
Uhagón, Francisco Rafael de, véase Vesteiro Torres, Teodosio 34
Laurencín, Francisco Rafael de Vettiner, Michel 203
Uhagón, marqués de Vian, Boris 206n
Umberto I, rey de Italia 237 Viana, Carlos d’Evreux y Trastámara,
Unamuno, Miguel de 197 príncipe de 77
Ungut, Meinardo 311 Viana, Teobaldo Saavedra y Cueto,
Urrabieta Ortiz, Vicente 71, 72, 74, 78 marqués de 129
y n, 79, 80, 84 Viardot, Jean 226n, 241
Urrabieta Vierge, Samuel 78n Vibraye, Tony de 182
Urrea, Pedro Manuel de 93, 101, 104, Vicente Ferrer, santo 80
Vidal de Valenciano, Cayetano 56n
107n, 110, 118, 121n, 123, 124
Vidaure, Teresa, véase Gil de Vidaure,
Ustarroz, Andrés de 90, 95
Teresa
Vieira da Silva, Maria Helena 188
Valencia de Don Juan, Juan Crooke Vigenère, Blaise de 188
y Navarrot, conde de116, 131 Viladomat, Antoni 80
Valente de Olivera, Enrique 278 Vilar Ponte, Antón 33
ÍNDICE ONOMÁSTICO 337