Polémica Sobre El DSM
Polémica Sobre El DSM
Polémica Sobre El DSM
Análisis critico
Grupo 860
Psicología Clínica
Polémica sobre el DSM V
Eysenk comentaba que el rápido crecimiento de la psicología hizo que los científicos se
pusieran a investigar sin tener un sustento clasificatorio en el que basarse, por lo que se
investigaba sin manejar esas categorías (V. Del Barrio, 2009).
Los inicios del DSM-I no tuvieron una repercusión demasiado excesiva. La ausencia de
criterios claros y la falta de objetividad en muchos de los aspectos que presentaba, lo
único que mostraba era una necesidad incesante de mejora. A mi parecer era un
momento que requería algún tipo de consenso, y aunque no se acercara ni lo más
mínimo a lo que debe ser una clasificación empírica y objetiva, propone una de las
primeras vías reales de clasificación de una disciplina en la que, hasta entonces, reinaba
la falta de consenso.
El DSM-III supone una revolución. Este intenta abordar la clasificación desde el plano
empírico. Abandona el modelo psicoanalítico, se incorporan criterios de inclusión y
exclusión y se cambian aspectos terminológicos. Supone una actualización hacia la
conformación de un mecanismo clasificatorio real, empírico y válido. Aunque de
momento no supone mas que un acercamiento, el cual también causa revuelo, las
categorías siguen siendo demasiadas y resulta difícil una correcta clasificación.
El DSM-IV ahonda aun mas en este proceso, optimizando esa base empírica y basando
su clasificación en revisiones de investigaciones, análisis de las mismas y diversos
ensayos realizados con personas con trastornos mentales ya diagnosticados, para así
conformar esa clasificación. Se pretende destacar la claridad del lenguaje para hacer las
categorías excluyentes y que de poco lugar a dudas.
A partir de aquí, en 2013, se lanza el nuevo DSM-V, el cual es el que mas polémica y
revuelo ha causado de todos los anteriores. Tanto es así, que el NIMH decidió que se
desvinculaba del mismo, ya que esta clasificación no se soporta en una validez real y
que los pacientes merecen algo mejor. Si bien es cierto que la necesidad de que hubiera
otro manual era real, debido a la continua presencia de comorbilidades y de trastornos
que no estaban especificados, lo que impedía una correcta delimitación.
Se incorporan nuevos trastornos, todos ellos con mas o menos polémica, y a mi parecer,
aquí se instaura una de las mayores polémicas que se dan al respecto. El uso de
fármacos. Con estos nuevos trastornos, se incluye una cantidad de la población general
muy grande que puede padecerla o la padece actualmente (Ej Trastornos
Neurocognitivos con un 13% de la población y el Trastorno por atracones con un 10%).
Esto esta directamente relacionado con el uso de fármacos o medicamentos que hagan
que se disminuya la presencia de estos trastornos, por lo que diversos laboratorios o
farmacéuticas pueden salir beneficiados. De hecho, antes de su publicación, PLOs
Medicine publicaba un articulo que dio mucho que hablar. En el se comentaba que
diversos integrantes del comité que conformó el DSM-V habían orientado diversos
cambios y actualizado diversos términos para que las farmacéuticas se vieran
beneficiadas en el proceso, vendiendo más fármacos como solución en 1º línea de
diversos trastornos, como los alimenticios o los del sueño. De ser cierto, considero que
es muy atrevido decir que se ha preparado para que unos pocos se beneficien de este
proceso, pero no me parece descabellado que una farmacéutica participe en la creación
o en aportar soluciones de los trastornos con medicamentos, aumentando sus ventas. Es
más, lo que se critica desde PLOs Medicine, es que la trasparencia y la selección de sus
integrantes debe ser mucho mejor, y se deben establecer unos criterios más claros para q
ue no dé lugar a dudas ni polémicas (Cosgrove L, Krimsky S, 2012).
Como comentaba anteriormente, el NIMH comentó que las categorías propuestas
carecían de validez y eran poco fiables, por lo que se desligaban del proceso, ya que
podría beneficiar a aseguradoras y farmacéuticas, además de estigmatizar o
sobrepatologizar a las personas. Aparecerán muchos nuevos pacientes que antes no
presentaban aparentemente ningún trastorno, ahora tendrán cabida en las nuevas
categorías o ampliación de las existentes. (Fernando Muñoz & Jaramillo B, 2015).
Para finalizar la reflexión sobre el DSM V y esa breve introducción histórica realizada
anteriormente para entender las implicaciones de la creación del mismo, concluyo, en
base a mi opinión personal, que confluyen unos grandes intereses económicos detrás de
su creación. Es cierto que, como todo, hay que mantenerse escéptico, y ahondar en el
asunto hasta que las pruebas sean reales, pero ya son muchas las personas y
asociaciones de psicólogos que mantienen esta postura, que las farmacéuticas tienen
algo de influencia detrás de esto y que se pueden beneficiar del proceso.
Asimismo, creo que se sobrepatologiza. Si una persona que no haya sido formada como
psicólogo o psicóloga se leyera el DSM-V, como todos los que lo hemos tenido que
leer, se vería identificado en muchos trastornos, ya sea en una época de su vida, o
actualmente. Es posible que esto se de con mas frecuencia en trastornos de ansiedad o
en depresiones de mayor o menor grado, ante un duelo o una situación que nos
sobrepasa. Aun así considero que un trastorno y su etiqueta sigue favoreciendo el
estigma y no ayuda a reducirlo como se pretendía quitando diversos términos. No todo
el mundo sufre un trastorno, se debe delimitar con sumo cuidado, y se debe erradicar de
raíz beneficios empresariales y privados en el proceso psicológico, así como una
máxima trasparencia en todos los procesos que se llevan a cabo.
Referencias
Del Barrio, V. (2009). Raíces y evolución del DSM. Revista de historia de la
psicología, 30 (2-3), 81-90
Fernando Muñoz, L., & Jaramillo B, L. (2015). DSM-5: ¿Cambios significativos? Rev
Asoc. Esp. Neuropsiq., 35(125), 11-121.