Manejo de Frutas de Hueso

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Principios agronómicos en frutales de hueso

Arboles de duraznos y nectarinas pueden producir frutos a partir


de los dos años de edad en adelante y es importante hacer un
aclareo de 80 a 95% de las flores para poder producir frutos
comerciables.

Duraznos y nectarinas 
Arboles de duraznos y nectarinas pueden producir frutos a partir de los dos años
de edad en adelante y es importante hacer un aclareo de 80 a 95% de las flores
para poder producir frutos comerciables.

Los patrones de duraznos son susceptibles a daños por encharcamientos y es


importante tener suelos bien drenados y fértiles para dar los mejores rendimientos.
Son los frutales de hueso más susceptibles a daños por encharcamientos. Riego
incrementa el tamaño del fruto y el rendimiento también en climas húmedos, y es
fundamental en suelos poco profundos y bajo condiciones climáticas del tipo
mediterráneo. Es crítico tener un buen suministro de agua durante el llenado del
fruto.

Los duraznos florean relativamente temprano, antes de los cerezos y tienen


menos resistencia a las heladas que otras especies del género Prunus.
Temperaturas de -4°C daña los botones, y -3°C afecta la flor. Por el desarrollo en
el proceso de mejoramiento genético, los duraznos se producen ya en más
cantidad bajo climas más templados y hasta tropicales. Algunas variedades ya no
tienen necesidad de un periodo de frío invernal para poder desarrollarse, un
ejemplo es la variedad Red Ceylon, mientras otras, La Premier, necesita hasta
1000 horas de enfriamiento.

Los duraznos de mejor calidad necesitan inviernos fríos y veranos calurosos.


También padecen menos de enfermedades y daños por plagas en climas del tipo
mediterráneo. Las variedades más tempranas maduran en verano o a más tardar
a principios del otoño. Los árboles miden entre 4 a 6 metros de alto normalmente.
Un sistema de espalderas verticales premitirá plantaciones más densas de 750 a
1250 árboles/ha. Un régimen de poda es importante para tener árboles con centro
abierto permitiendo una madurez uniforme al cosechar.

Es importante mantener una buena vitalidad para asegurar buen tamaño de frutos
y buen desarrollo de ramas laterales. No obstante, al reducir el riego después de
la cosecha, se podrá frenar el desarrollo en árboles demasiado vigorosos. En
climas húmedos, la esterilidad de las flores y podredumbre parda puede ser un
problema.

Ciruelas

Ciruelas europeas Ciruelas europeas son más resistentes al frío y semejan a


manzanas y peras en la tolerancia climática. No obstante, heladas de -4, -5°C
cuando al hincharse los botones en primavera, pueden dañar los árboles, igual
que -2, -3°C durante la floración. Pueden florecer 1 a 2 semanas más tarde y
necesitan 1000 horas de enfriamiento en invierno. Los ciruelos no producen hasta
llegar a 3 o 4 años de edad. Requieren hasta seis meses para madurar y algunas
variedades industriales no maduran hasta muy tarde en otoño.
Ciruelas japonesas necesitan entre 550 y 800 horas de enfriamiento y
normalmente empiezan a producir a partir del segundo año. Lluvia y humedad alta
fomentan podredumbres pardas y provocará agrietamiento de los frutos. Los
ciruelos japoneses necesitan un corto periodo de tres meses para desarrollar los
frutos. Un buen aclareo de flores es esencial, pueden producir 100 mil flores por
árbol. No siempre es necesario en ciruelas europeas, sobre todo en ciruelas
pasas.

Existe una gran variedad de portanijertos, y hay mucho material disponible.


Algunos tienen resistencia contra nematodos y cancro bacteriano. Los árboles
tienen un crecimiento más parado que los duraznos, y requieren menor exposición
de luz para tener buen color. Son más vigorosos y con muchas ramificaciones. Es
menos importante podar los ciruelos que otros frutales de hueso. A diferencia de
otros de frutales de hueso, muchas variedades de ciruelos son alógamas. Los
mejores rendimientos se consiguen en suelos profundos bien drenados con un pH
de 5.5 a 6.5. Ciruelos, sobre todo los europeos, toleran mejor encharcamientos
que otras especies de Prunus y pueden ser cultivados en suelos arcillosos más
pesados.

Los ciruelos son también más resistentes que los duraznos y nectarinas a
condiciones de sequía y existen algunos patrones que toleran pHs altos.

Albaricoques

Albaricoques madurosLos requerimientos de enfriamiento en albaricoques oscila


entre 400 a 1000 horas. Requieren un periodo relativamente corto de calor y como
resultado florean antes de la mayoría de las especies de los Prunus.
Temperaturas elevadas muy tempranas en primavera podrán causar un despertar
de los botones y causar daños en las plantas con heladas tardías. Con -4°C se
dañan los botones inflados, y a -2°C se dañan las flores.
Los albaricoques prefieren un clima relativamente seco. Lluvias poco tiempo antes
de la cosecha podrán resultar en frutas con grietas y podredumbres. El fruto
madura en el verano. Como florean temprano, los albaricoques producen frutos
más pequeños que los duraznos, entre 4 a 6 cm de diámetro. Los patrones son en
general de siembra, pero a veces, sobre todo en suelos ácidos y donde no hay
disponibilidad de riego, se usan portainjertos de duraznos.

Los mejores suelos son los profundos, fértiles y bien drenados. Los albaricoques
toleran mejor pHs altos y salinidad que otras especies de Prunus. No toleran
encharcamientos. Son árboles pequeños a medianos con ramas abiertas.
Generalmente de 4 a 5 metros de altura. Las huertas necesitan buena exposición
para que los frutos tengan buen color. Es importante gestionar el crecimiento para
que los árboles se mantengan abiertos aplicando podas y aclareo de los frutos
para producir la calidad deseada por el mercado.

Albaricoques maduros tienen una cara rojiza y el color de la pulpa es importante.

Cerezas y guindas

cerezas y guindasLas cerezas y guindas requieren 2 a 3 meses para desarrollar


su fruto. Normalmente no hace falta hacer un aclareo de los frutos. Los árboles,
sobre todo los cerezos pueden terminar muy altos, pero es común podarlos para
mantener un tamaño práctico para poder cosechar sin problemas. Los guindos son
más chicos y se podan con más regularidad para producir nuevo material
vegetativo y más flores, y para abrir el interior del árbol.

Los cerezos producen raíces de buena estructura, y prefieren suelos profundos y


bien drenados. En suelos húmedos y pesados se limita la producción de cerezas.
Se dan mejor en climas frescos y secos donde haya menos probabilidad de los
siguientes factores limitantes: la presión de enfermedades, el peligro de heladas y
luego lluvias en época de cosecha. Temperaturas altas durante la maduración
reducirá la producción y el tamaño promedio del fruto. Los guindos prefieren
climas más fríos y húmedos.

Tanto cerezos como guindos requieren un largo periodo de enfriamiento, de 1000


a 1500 horas, algo que limita la producción en zonas climáticas calurosas. Son
entre los últimos de los frutales de hueso en florecer, los guindos florean un poco
más tarde que los cerezos. La resistencia al frío es mejor que en duraznos, pero
no tan buena como en las ciruelas europeas. Temperaturas de -3°C dañará a los
botones de flores. La relación hojas/frutos es alta y por eso existe una fuerte
competencia sobre la luz solar y los nutrientes. Esto, combinado con una
temporada vegetativa relativamente corta, significa una demanda alta de
nutrientes en comparación con otros frutales de hueso y cualquier deficiencia o
estrés nutritivo puede impactar en la calidad y tamaño de los frutos.

La época con menos disponibilidad de nutrientes dentro de las plantas es al


caerse los pétalos, por falta de área foliar para apoyar una transferencia nutritiva.
Esta situación puede agravarse en primaveras fríos cuando la absorción del suelo
se reduce. Como resultado, nutrientes almacenados en la planta desde la
temporada anterior son particularmente importantes en cerezos y guindos.

Los cerezos y guindos necesitan riego o suficiente humedad para asegurar un


buen llenado de los frutos. No obstante, lluvias durante la floración y poco antes
de cosechar pueden ser un problema como dan entrada a enfermedades que
provocan caída de flores y agrietamientos en la piel al madurarse. Las guindas son
menos propensos piel dañada que las cerezas y se da mejor en climas más
húmedos.

Cerezas y guindas no maduran en el almacén y tienen que ser recolectadas con la


madurez deseada por el consumidor, sobre todo para el mercado fresco. Los
frutos pueden ganar hasta 30% de su peso y la mayoría de su sabor durante los
últimos 7 a 10 días antes de cosechar, por eso el momento de cortarlas es crucial.

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