Boletin Yungas 9 Numero Extraordinario

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YUNGAS

Volumen 3 Número 9 Diciembre 2019

Grupo de Investigación Sociedades Prehispánicas del Litoral


Boletín Yungas
Boletín del Grupo de Investigación
Sociedades Prehispánicas del Litoral

Director:
Alejandro Chu Barrera

Comité Editorial:
Luisa Díaz Arriola
Luis Arana Bustamante
Daniel Dávila Manrique

ISSN: 2523-658X (En línea) Asistentes a la edición:


ISSN: 2521-571X (Impreso) Cristhian Cruz Castro
Alan Galindo Albujar

Grupo de Investigación Sociedades Prehispánicas del Litoral


Facultad de Ciencias Sociales
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Av. Germán Amézaga s/n - Edificio José Carlos Mariátegui, Ciudad Universitaria,
Lima 15081, Lima, Perú.

[email protected]

Grupo Yungas

https://sites.google.com/unmsm.edu.pe/boletin-yungas/

El Boletín Yungas es una publicación que a partir de este número cambia a un forma cuatrimestral
con números en los meses de abril, agosto y diciembre. Es editado por el Grupo de Investigación
Sociedades Prehispánicas de Litoral (YUNGAS) y tiene por temática a las diferentes sociedades
asentadas en los Andes, desde las primeras ocupaciones humanas hasta el periodo colonial
temprano. Se publican números ordinarios de una temática variada y números extraordinarios mono
temáticos productos de una reunión, evento académico o convocatoria especial.

Las opiniones vertidas en las notas o artículos de esta publicación son de entera responsabilidad de
cada autor. Yungas acoge Investigaciones, reseñas y noticias nacionales e internacionales de la
temática del Boletín. Los interesados deberán contactarse con el Editor para coordinar la contribución
que se desea presentar al correo electrónico: [email protected].

El Grupo Yungas está adscrito al Instituto de Investigaciones Histórico Sociales (IIHS) de la Facultad
de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, que a su vez depende del
Vicerrectorado de Investigaciones y Posgrado. El grupo esta conformado por un equipo multi-
disciplinario de investigadores de las Ciencias Sociales.

La finalidad del grupo de investigación es el estudio de las sociedades prehispánicas que se


asentaron a lo largo de los Andes y estudiar sus procesos de adaptación, acondicionamiento y manejo
del territorio, su desarrollo cultural y complejización social, entre otros.

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional
YUNGAS
Volumen 3 Número 9 Diciembre 2019
Número Extraordinario: Homenaje al Dr. Arturo Ruiz

Presentación 3
Filomeno Zubieta Nuñez

Investigaciones sobre el Norte Chico

Exploraciones arqueológicas en la huaca Choque Ispana, valle de Huaura 7


Arturo Ruiz Estrada

Arte mural Prehispánico de Hualmay 16


Arturo Ruiz Estrada

Acerca de la Venus de Huaura 20


Arturo Ruiz Estrada

Iconografía en los tejidos precoloniales de Huacho (Perú) 23


Arturo Ruiz Estrada

Investigaciones sobre Huancavelica

Los Angaraes en la Historia del Perú 29


Arturo Ruiz Estrada

Ampurca: Mausoleos Prehispánicos en la provincia de Huaytará, Huancavelica 35


Arturo Ruiz Estrada

Uchkus: Un establecimiento Inca en Huancavelica 41


Arturo Ruiz Estrada

Investigaciones sobre la Amazonia

Investigaciones sobre el arte rupestre Nororiental Peruano 52


Arturo Ruiz Estrada

Faical: Archivo de la gráca rupestre en la cuenca del río Chinchipe 61


Arturo Ruiz Estrada

Kuélap: Fuentes de abastecimiento del agua en tiempos prehispánicos 77


Arturo Ruiz Estrada

La Congona: Complejo Arqueológico en la Provincia de Luya, Amazonas 79


Arturo Ruiz Estrada

Cambolín: El Poblamiento Preinca en el valle de Sonche, Amazonas 86


Arturo Ruiz Estrada

Producción bibliográca del Dr. Arturo Ruiz Estrada 91


Presentación

Filomeno Zubieta Nuñez


Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión

YUNGAS, boletín del Grupo de Investigación noviembre de 1971 a julio de 1972 que culminó
Sociedades Prehispánicas del Litoral, dedica esta satisfactoriamente fundando el Museo de Sitio de
edición extraordinaria al arqueólogo peruano, Dr. Sillustani (Puno) en ese 1972.
Arturo Ruiz Estrada, con una selección de sus
artículos sobre tres espacios geo históricos a los Con largo ejercicio docente y profesional, su
que más atención brindara a lo largo de su ejercicio trayectoria es limpia, llena de enseñanzas y de
profesional: Huancavelica, la Amazonía y el Norte gratos recuerdos. Con experiencia en el trabajo de
Chico. Sobre el homenajeado dedicamos estos campo, de gabinete y la administración ingresa a la
párrafos a manera de presentación de este boletín. docencia universitaria en 1977 a la Universidad
Nacional José Faustino Sánchez Carrión de
Compartimos con el Dr. Arturo Ruiz Estrada no Huacho. A lo largo de su permanencia no se limitó
solo amistad, también el desempeño en la cátedra a la enseñanza, puede decirse que la mayor parte
universitaria, actividades en instituciones de su tiempo lo dedicó a la investigación:
culturales y participación en estudios recorriendo pueblos y distritos no solo de la
multidisciplinarios en el entorno de la
Universidad como de la parte sur de Áncash. Hay
pues, una deuda de gratitud que, en parte, se
expresa en estos párrafos.

Con formación inicial en el campo del magisterio


en lo que hoy es la Universidad Nacional de
Educación “Enrique Guzmán y Valle”, La Cantuta,
se tituló de profesor en 1961, pero llevado por su
vocación por las ciencias sociales dio continuidad a
sus estudios de antropología y arqueología en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
obteniendo el bachillerato en 1972 y el doctorado
en 1973.

Ya en 1965, siendo estudiante, se inició en la


investigación arqueológica y antropológica. Así lo
constata su participación con el “Estudio de
materiales arqueológicos de Ancón, Valle de
Chillón y Valle del Rímac de la Colección Stümer”
a través del Museo de la Cultura Peruana en ese
año; como colaborador de los Trabajos de Campo
en Huánuco con la Expedición Cientíca de la
Universidad de Tokio en 1966; ser parte de la
Segunda Expedición Cívico Militar al Gran Pajatén
en 1966; como Arqueólogo Residente en Kuélap
(Amazonas) de julio a setiembre de 1969 y octubre
a diciembre de 1971, convirtiéndose en uno de los
primeros estudiosos de esta zona. Además, como
Arqueólogo Residente en Sillustani (Puno), Fig. 1. Dr. Arturo Ruiz en Sillustani, Puno (1972) .

Boletín YUNGAS 3(9). Diciembre 2019. pp. 3-5. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
4 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

Su estancia en Huacho no se limitó a su


desempeño profesional en la Universidad donde,
por cierto, ocupó cargos importantes como
director de investigación y decano de la Facultad
de Sociología o director del Centro de
Investigación de Ciencia y Tecnología, CICITEH,
con importantes actividades de proyección social
y extensión universitaria. Por todo al cesar en sus
labores fue declarado Profesor Emérito de la
Universidad por Resolución Rectoral Nº 339-93-UH
del 16 de agosto de 1993. Fue socio activo de la
Asociación Cultural Ínsula-Huacho, la institución
cultural de mayor signicación del medio, que lo
honró con las Palmas Insulares en 1993. Por su
contribución al desarrollo cultural de la Región en
1986 fue distinguido como Ciudadano Ilustre de
Huacho por el Concejo Provincial de Huaura-
Huacho en 1986, además de muchos otros
reconocimientos más.
Fig. 2. Dr. Arturo Ruiz excavando los restos de un músico en los cementerios
de Cerro Colorado, Huacho (1977).
Luego de su cese en la Universidad de Huacho fue
provincia de Huaura, también de Cajatambo, invitado a incorporarse a la plana docente de la
Oyón, Barranca y Huaral. Fue realizando trabajos Escuela de Arqueología de la Universidad
de prospección en todos los lugares que fue Nacional Mayor de San Marcos, en la condición de
visitando, acompañado de conocedores de los profesor principal nombrado de 1995 al 2019 en
sitios arqueológicos como Manuel Domingo que por límite de edad hubo de cesar. Aquí se
Torero Fernández de Córdova, Máximo Fabio distinguió por su dedicación a la investigación y
Luna Jiménez, Narciso Robles Atachagua y otros enseñanza, ganándose el aprecio de estudiantes y
que lo iban relacionando con los lugareños y docentes, como reiterados reconocimientos por su
autoridades para complementar los datos para sus dedicación a la investigación cientíca y a la
informes. formación de futuros arqueólogos. Vale resaltar
que en los años 2007 y 2014, recibió el mérito
Los resultados de sus trabajos los fue publicando cientíco con medalla de oro por ser el
en periódicos de la región como Ahora, El Imparcial, investigador más destacado de la Facultad de
Los especiales de Huacho o las revistas que fundara al
interior de la Universidad: Guaura, Ciciteh, Boletín
de la Facultad de Sociología. Algunas de sus
publicaciones tuvieron formato de libro: Los quipus
de Rapaz (el primero en darlo a conocer),
Investigaciones arqueológicas en Cerro Colorado, José
Faustino Sánchez Carrión, entre otros. En sus
jornadas indagatorias fue acopiando piezas
arqueológicas, siguiendo los protocolos regulares,
los que dieron vida al Museo Arqueológico
Universitario que fundara el 7 de noviembre de
1987, ocializada mediante Resolución Rectoral N°
412-88-UH del 30 de octubre de 1988. En 1999 se
publicó su libro Tesoros arqueológicos de Huacho
compilando algunos de sus estudios y se esperan
otros más sobre el entorno de la Universidad
huachana, especialmente sobre la Cultura
Chancay en los que revela, por primea vez, la
existencia de los tatuajes, descubiertos durante sus
investigaciones en Cerro Colorado. Fig. 2. Dr. Arturo Ruiz en Huancas, Amazonas (1984).
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Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Avqui, Lima, 2009); Amazonas: Arqueología e


Mayor de San Marcos. Historia (Universidad Alas Peruanas, Lima, 2010);
La Gran Historia del pueblo Chillao, Amazonas-Perú
Convocado por el ente rector de las universidades (Fondo Editorial de la Universidad Nacional
del país (ANR y SUNEDU), asumió funciones de Mayor de San Marcos, Lima, 2010); La Trepanación
responsabilidad en la recién creada Universidad Prehispánica en Amazonas, Perú (Fondo Editorial de
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza de
Lima, 2013). Y aun tiene otros en preparación que
Amazonas en calidad de presidente de la Comisión nos desentrañarán muchos de los enigmas que
Organizadora entre los años 2001 y 2002 y; encierran sus cerros, quebradas y montañas.
posteriormente, con igual función en la
Universidad Nacional Intercultural Fabiola Empedernido viajero no se negaba a invitaciones
Salazar Leguía de Bagua entre el 2013 y 2014. La si de conocer las manifestaciones culturales de los
experiencia en gestión administrativa le permitió pueblos se tratara. Aquí resalto de manera
afrontar airosamente las múltiples dicultades al particular la visita realizada al entorno de
dar marcha a estas nuevas instituciones. Chiquián (Bolognesi, Áncash), especialmente a
Cuspón en 1996 y años posteriores con estudios no
De ancestros muy identicados con la tierra de su solo sobre sus sitios arqueológicos que se
nacimiento se explica que Huancavelica haya sido publicaron en libros como Arqueología de la sierra de
el espacio recurrente de sus investigaciones Áncash (Bebel, 2003) o Chiquián: Arqueología,
arqueológicas e históricas a lo largo de su vida identidad y turismo (2008), sino también sobre el uso
profesional con decenas de estudios, la mayoría de ritual de Los Quipus Funerarios de Cuspón (1998)
ellos publicados en revistas de la zona y por, lo que concitaron especial atención de estudiosos de
mismo, con llegada a los lugareños. Un libro inicial las ciencias sociales y mereciera el reconocimiento
que publicara sobre este espacio de sus afectos es como Patrimonio Cultural de la Nación por parte
Arqueología de la ciudad de Huancavelica (ediciones del Ministerio de Cultura el 27 de abril del 2017.
Sagsa, Lima, 1977).
Por encima de sus cualidades de buen docente y de
La Amazonia, de manera particular la zona de gestión administrativa, el Dr. Arturo Ruiz Estrada,
Chachapoyas, ha estado dentro de los espacios destaca como investigador, con estudios
preferentes de sus estudios. Por sus aportes es arqueológicos en su mayoría; pero, también,
considerado el pionero de los investigadores históricos, antropológicos, lingüísticos y
dedicados a Kuélap y espacios circunvecinos. multidisciplinarios. Estas y otras razones
Puede decirse que nunca se apartó de la zona, en justican la publicación de este número de
todas etapas de su vida personal y profesional YUNGAS, boletín del Grupo de Investigación
siempre la estuvo visitando. De las muchas Sociedades Prehispánicas del Litoral. Un
publicaciones sobre este medio son sus libros: La merecido tributo a un Maestro en el año que
Alfarería de Kuélap: Tradición y Cambio (ediciones conmemoramos el Bicentenario de la
Independencia Nacional.

Lima, Julio de 2021.

Fig. 3. Dr. Arturo Ruiz en Churujas, Amazonas (2018).


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Diversas actividades realizadas por el Dr. Arturo Ruiz Estrada a lo largo de su carrera

Excavaciones en Kuelap, Amazonas (1967).

En Chavín de Huantar, Ancash (1966).

Graduación del Dr. Arturo Ruiz en la Universidad Nacional Mayor de San


Marcos (1972).

Participación del Dr. Arturo Ruiz en el III Congreso Peruano del Hombre y
la Cultura Andina, Lima (1977).

Dr. Arturo Ruiz junto con Gregoria Carhuachín en Cuspón investigando los
Dr. Arturo Ruiz junto con Tom Zuidema en Kuelap, Amazonas (2001). quipus de Cuspón.
Articulo
Exploraciones Arqueológicas en la Huaca Choque Ispana, valle de
Huaura1

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Introducción muchos años, volvió a ser Choque Ispana, motivo, no ya de la
visita de extirpadores, sino de estudiosos peruanistas,
De la confrontación ideológica generada por la presencia de conocedores del informe del Lic. Medina, quienes pusieron
los castellanos de España en el territorio andino han quedado su atención y exploraron la cuenca del río Huaura para
importantes informaciones históricas referentes al proceso identicar los vestigios de tan afamada basílica. Sin
de aniquilamiento de la cultura nativa. Fueron escritas por embargo, tal empeño no tuvo el ansiado éxito. Nadie sabía ya
clérigos celosos de su misión evangelizadora y represiva en el derrotero para llegar al monumento y fueron vanos los
la que daban cuenta de los antiguos sistemas religiosos, de esfuerzos del arqueólogo Julio C. Tello para ubicarlo, como
los complicados rituales, de las jerarquías sacerdotales tampoco no hubo quien tomara la posta en tal empeño. Tello
nativas, así como de los templos y basílicas que observaron, e, llegó incluso a mencionar que había recuperado cerámica
incluso, del poder que ejercían las divinidades del Olimpo Chavín en Choque Ispana y consignó que esa cerámica se
andino. Ellos, mejor que nadie, letrados, fervorosos, había ubicado en «templos y extensos yacimientos» entre los
convencidos de su fe y creyentes de infalibles dogmas de su cuales mencionó para el valle de Huaura justamente a
religión, no escatimaron esfuerzos en trasmitir algunos Choque Ispana (Tello, 1942:91).
aspectos de la forma y el contenido de la religión que
encontraron en los Andes. Asimismo, dejaron en el registro El año 1965 es vuelto a mencionar el lugar en la relación de
histórico sus impresiones sobre los mismos edicios y sitios prehispánicos del Perú hecha por el arqueólogo Hans
recintos sagrados dedicados al culto, por quienes fueron Horkheimer. Allí señala que la huaca se encuentra cerca de la
considerados nada menos que idólatras a los ojos del invasor Playa Chica de Végueta y del Morro de La Centinela, es
europeo. decir, al Norte del pueblo de Huacho. Hace, además, una
sucinta mención de las características del templo y dice que
Hacia nes de la primera década del siglo XVII, el clero «Tello pudo localizar los restos del adoratorio», dando a
católico fomentó desde la ciudad de Lima consistentes entender que la ubicación se encontraba en los puntos arriba
campañas de extirpación religiosa, en vista de la tenaz mencionados (Horkheimer, 1965:41). En realidad, el Morro
resistencia ideológica de los sacerdotes y comunidades de La Centinela no contiene restos arquitectónicos, sino, más
nativas. Las provincias peruanas de Huaura y Cajatambo bien, es hacia la parte baja de éste, donde aparecen algunas
vieron llegar entonces sendas comisiones de curas evidencias de edicaciones prehispánicas, pero ninguno se
visitadores del arzobispado de Lima, destacando, para el aproxima a las descripciones ofrecidas por Felipe de Medina.
caso de Huacho la emprendida por el licenciado Felipe de El año 1978 vuelve a consignarse Choque Ispana en el
Medina, quien recorrió parte del valle de Huaura, inventario que hizo la arqueóloga Mercedes Cárdenas
destruyendo y describiendo, al mismo tiempo, las imágenes Martín quien, asimismo, hace una muy breve mención del
y templos antiguos que encontraba a su paso. Fue sitio, en base a la identicación que anteriormente había
precisamente el templo de Choque Ispana y el de Carquín, realizado Alfredo Torero (Cárdenas, 1978, 1978ª, 1988).
cercanos a la villa de Huacho, en los cuales documentó buena
parte de las funciones y naturaleza de tales adoratorios, para Correspondió, más bien, al lingüista peruano Alfredo
luego proceder a destruirlos. Producidos estos hechos y Torero, el mérito de ubicar el sitio y a partir de cuyo anuncio
luego de haberse sofocado los intentos que los huachanos (Torero, 1978), estuvieron en Choque Ispana, varios
accionaban para mantener su identidad cultural, se fue arqueólogos nacionales. Y aunque Torero marcó el derrotero
perdiendo la vigencia y recuerdo de tan afamado para el reconocimiento de tan notable centro religioso,
monumento. Los escombros que sobrevivieron soportaron ninguno de los arqueólogos que visitaron el lugar contradijo
más perjuicios con el transcurrir del tiempo, destruyéndose dicha armación, sino, por el contrario, armaron que el sitio
con mayor rapidez los monumentos de Carquín, por ser en su era, en efecto, el afamado templo de Choque Ispana.
mayor parte una construcción de barro, en cambio, no así el
de Choque Ispana, que aún conservaba buena parte de los La importancia de Choque Ispana, como imagen divina que
elementos de su arquitectura, como para dilucidar algunos yacía en el templo del mismo nombre, radica en la
aspectos de su distribución original. trascendencia que había alcanzado su poder como entidad
de la superestructura ideológica nativa, pues atraía en su
Cumplida la etapa colonial y quebrados los vínculos con templo, la concurrencia de grupos costeños y serranos,
España, surgirá luego en el Perú, la inquietud cientíca por el quienes acudían a dicho lugar sagrado en busca de la
estudio de nuestro pasado. En este contexto, después de protección divina y alivio de sus males. Esta situación, de
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otro lado, sería un indicador de las relaciones interétnicas


multirregionales, pero, al mismo tiempo, existían razones
socioeconómicas que atraían a dichos grupos humanos. En
conocimiento de tales datos, exploramos el sitio, para
vericar sus rasgos y aproximarnos a la confrontación del
informe del Lic. Medina con los restos existentes, así como del
estado de conservación de los vestigios.

Investigaciones

Los trabajos de reconocimiento que realizamos han


consistido fundamentalmente en la exploración de la
supercie del sitio, el cual abarcó no solamente el área de
Choque Ispana, sino también las zonas aledañas
comprendidas entre la ciudad de Huacho, el área de las
Salinas y la de Las Lomas de Lachay. Esa actividad nos
permitió vericar las características de varios sitios
arqueológicos, para establecer las similitudes o diferencias
entre ellos, tanto en aspectos arquitectónicos como también
cronológicos. De igual manera, cotejamos in situ las Fig. 1. Mapa con la ubicación del sitio donde fue construido el Templo
de Choque Ispana, al Sur de la ciudad de Huacho, Valle de Huaura,
descripciones de Choque Ispana, ofrecida por el padre
Perú.
Medina en 1650, con la nalidad de deslindar las
correspondencias entre el dato escrito y la evidencia pero no a mucha distancia, se encuentran importantes
arqueológica. establecimientos arqueológicos como Bandurria y varios del
sector de las Salinas de Huacho. No hemos encontrado las
Utilizamos también las referencias que habían hecho otros huellas del camino que unía Huacho con el sitio.
investigadores como Alfredo Torero, quien hizo la primera Probablemente fue borrado por la aparición de la albufera de
identicación del sitio (Torero, 1974) y Mercedes Cárdenas, Paraíso, pero es factible que dicho camino haya pasado
que dio las iniciales referencias arqueológicas (Cárdenas, justamente cerca de la playa, lugar hoy ocupado por la
1988). Con tales datos, recorrimos el sitio, dibujamos un laguna. De Choque Ispana, se domina visualmente el mar,
croquis y anotamos los rasgos más visibles del monumento, las estribaciones del cerro Sanú y los desiertos del litoral
cuyos resultados son expuestos en el presente informe. adyacente.
Nuestro objetivo desea resaltar la necesidad de proseguir
investigaciones sistemáticas en el lugar y destacar su Rasgos arquitectónicos
importancia cultural para motivar acciones que incidan en su
conservación y protección legal. Se trata de una sola unidad arquitectónica con divisiones
internas y un largo callejón de acceso. No se observa otras
Ubicación del sitio arqueológico edicaciones adyacentes, salvo el basural ya citado arriba y
un pequeño cementerio.
Se halla situado en el distrito de Huacho, provincia de
Huaura, región de Lima, aproximadamente a unos doce La estructura, vista en planta, denota forma rectangular, con
kilómetros y medio al sur de la ciudad de Huacho, a la altura una mayor extensión en el sentido Este Oeste. La parte
del kilómetro 135 de la carretera Panamericana Norte, interior contiene recintos de variada dimensión, en la que
comprensión de Playa Chica, muy próxima a las playas sobresale un espacio adyacente a la zona de acceso. Destaca
denominadas Paraíso en el Océano Pacíco (Fig. 1). Lo un largo callejón que parte del extremo Oeste del edicio y se
rodean colinas bajas de naturaleza desértica y por el lado prolonga en dirección al mar (Fig. 2). Para construirla
oeste se abre una ensenada hacia el mar. No existen fuentes utilizaron fundamentalmente adobes de barro rectangulares
cercanas de agua dulce, aunque modernamente se han secados al sol, asentados al mismo tiempo con barro fresco.
formado albuferas bastante próximas, a causa de las Para levantar el callejón emplearon básicamente la piedra
ltraciones de la irrigación Santa Rosa, derivada del río unida con barro. De manera general hay huellas de
Huaura, que alberga considerables recursos de fauna nativa revestimiento con na argamasa de color amarillento. Estos
y migrante, así como totorales y vegetación del lugar. datos están referidos a los restos que han persistido a la
destrucción, que la dejó casi en cimientos. Desde luego, que
A poca distancia, al lado Norte del sitio, aparece un basural una limpieza programada debe brindar necesariamente
arqueológico con predominancia de restos de conchas y mayores evidencias sobre la naturaleza de los restos y la
algunos fragmentos de cerámica en supercie. La altura distribución arquitectónica.
sobre el nivel del mar no sobrepasa los veinte metros y está
casi pegado a la orilla del mar. Una carretera en continuo
deterioro permite aproximarse al sitio. Al entorno del sitio,
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coxal de un niño, un cúbito de niño, un omóplato completo y


un fragmento del mismo hueso de un niño, un esternón de
un niño, una mandíbula de niño, dos parietales de niño. De
los huesos de animales hemos diferenciado cuatro vértebras
soldadas, dos vértebras desarticuladas, cuatro fragmentos
de mandíbula, dos huesos largos y una costilla.

De veintiún fragmentos de recipientes de cerámica se


distingue algunos con engobe blanquecino o rojizo y otros
con decoración geométrica pintada o a relieve en la
supercie externa (dos tiestos). Un fragmento de vaso lleva
el diseño algo borroso por acción del tiempo de un personaje
antropomorfo con penachos o rayos que se proyectan de la
cabeza. Este combina los colores negro blanco y rojo. El
fragmento con relieves denota dos líneas horizontales cerca
del borde y puntos circulares, tal como suelen aparecer en
utensilios del estilo Pativilca.

Los fragmentos de madera son tallas esculpidas pequeñas


que representan rostros humanos sencillos, con pocos
detalles anatómicos. Se hallan bastante deteriorados por
estar expuestos a la intemperie y al sol. Esta situación impide
reconocer todas sus características técnicas. Poseen un
Fig. 2. Plano del Templo de Choque Ispana levantado antes de su saqueo
vástago que servía para ser colocados en los fardos
actual. Tal como lo describe el Lic. Felipe de Medina en 1650, se aprecia el funerarios. En cuanto a las piezas metálicas puede
largo callejón que restringía el ingreso al templo. diferenciarse muy pequeños fragmentos de láminas de cobre
cubiertas de óxido verdoso. Hemos observado también
Otros restos arqueológicos pequeños restos de conchas de spondylus de forma
rectangular (Fig. 5).
Aparte de los propios restos de lo que fue la afamada basílica
de Choque Ispana, se observa al entorno un basural o El informe del padre Medina
conchal, además de un cementerio no extenso. El basural, es
un espacio donde se observa numerosos desechos de conchas El informe tiene un largo título que indica el nombre del
que dan al sitio un aspecto blanquecino. Se observan también autor, Lic. Felipe de Medina, el cual envía la Relación al
en él, algunos fragmentos de cerámica y huesos de animales Arzobispo de Lima, dándole cuenta de sus descubrimientos
marinos (Fig. 3). El cementerio adyacente, ubicado al lado de idolatrías en Guacho, cuando lo visitó entre el 19 de
Este de la huaca, muestra los restos de huesos humanos y febrero al 23 de marzo del año 1650.
diversos artículos arqueológicos producto del saqueo de las
tumbas. Relata luego que había ido a Guacho por la reincidencia de
los ayllus huachanos y en especial de los ayllus de Chonta
Dimensiones que insistían en adorar a la divinidad Choque Ispana. Eso le

La edicación principal, es decir la huaca Choque Ispana,


presenta 52.60 m de largo por 39.70 de ancho. El espacio
interno de mayor dimensión tiene 30 m de largo por 19.60 de
ancho. El callejón de acceso alcanza hasta 140 m de largo con
un ancho de 3 m y está anqueado por dos paredes cuyo
ancho varía entre 0.80 m a 0.90 m.

Evidencias arqueológicas

Aparte de las evidencias arquitectónicas, se observa, en la


supercie del sitio, huesos desarticulados, fragmentos de
cerámica, objetos de madera y algunos desechos muy
menudos de metal y conchas.

Entre los restos óseos se notan huesos humanos y de


animales. Hemos reconocido la tibia y el húmero de una Fig. 3. Vista del conchal situado junto al Templo de Choque Ispana. Aquí
persona joven, tres fémures de niño, tres fragmentos del se encuentran restos de mariscos, fragmentos de cerámica, huesos de
pescado y de mamíferos marinos.
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permitió descubrir el adoratorio que lo señala como de la Estado de conservación


mayor jerarquía en el área. Lo ubica exactamente a dos leguas
y media de Huacho, en el puerto denominado Herradura, en Hasta hace unos doce años aún se podían observar algunos
Playa Chica, sobre una media loma, a mano derecha del pretiles que denían claramente los cimientos y la forma,
camino real. Se entraba al adoratorio por un largo callejón tanto del largo callejón como del mismo adoratorio,
marginado por dos muros construidos con piedras y barro de situación que nos permitió obtener algunas medidas de los
más de una cuadra de longitud, por lo que dijo estar bien sectores más visibles y dibujar un plano completo. Era tan
formado y muy curioso. El propio adoratorio era de la misma clara la forma de los restos, así como el dato de la ubicación y
factura, con varios ambientes internos de los cuales unos eran la topografía del lugar que sugirió declarar a Alfredo Torero,
utilizados por los serranos y otros por los yungas, así como quien lo señaló como perteneciente al mismo Templo de
también había aposentos para sus mujeres. Choque Ispana. Es decir que, a pesar de la remoción
practicada por el extirpador colonial, había dejado buenas
Para ir a tal descubrimiento había llevado a los huachanos de huellas como para poder identicar el lugar. Actualmente el
los ayllus de Chonta Primero y Chonta Segundo, con la sitio ha sido saqueado casi totalmente, no se advierten los
comida necesaria, haciéndoles excavar hasta encontrar la rastros que eran visibles cuando lo visitamos por primera
imagen que había sido cuidadosamente ocultada, al saber de vez, aunque el escombramiento clandestino, al no poder
la llegada del evangelizador. Al descubrirlo tuvo el cuidado dispersar a mucha distancia los materiales arquitectónicos
de describirlo y dijo ser una piedra extraordinaria, no común ha dejado escombros casi en la misma disposición anterior
al lugar, sino trasladada de muy lejos. de modo que quienes lo vimos antes de su reciente
destrucción podemos distinguir la forma original del
Medía tres varas y media de largo y tres varas de ancho. adoratorio.
Estaba labrada y tenía ojos pequeños, con la boca como de un
puerco y tenía dos cuernos acanalados de hasta cuatro dedos Un trabajo intenso puede tal vez recuperar algo de la
de profundidad que concluían en la boca, por donde estructura anterior. Pero el estado de conservación es
derramaban sangre y chicha como ofrenda en sus sacricios. realmente lamentable, pues muestra solo unos bajos
También ordenó cavar cerca de la imagen y descubrió una amontonamientos de piedra como producto del
especie de bóveda cubierta por una piedra que contenía dos arrasamiento del lugar por modernos buscadores de tesoros
imágenes vestidas, pequeñas, una de concha y otra de plata (Fig. 4).
que representaban a sus sacerdotes y progenitores que
igualmente los adoraban y los llamaban mallquis. Encontró Discusiones
luego, una llamita de oro bajo, que habían puesto los serranos
para fomentar el aumento de sus ganados, hecho que A la luz de lo expuesto, y del análisis de la naturaleza de las
convenció a Medina del prestigio del templo entre los construcciones y la ubicación geográca y topográca que
serranos y los costeños, pues los ídolos arriba mencionados presenta, además de los objetos arqueológicos observados,
estaban también vestidos a lo serrano. Asociada a la llamita como la cerámica y los restos óseos de animales, podemos
había vajilla de madera y barro, así como vasos (keros) y decir que, en efecto, se conrma las armaciones del padre
cántaros llenos de alimentos de procedencia serrana y Medina. Si uno visita el lugar de la mano del informe
costeña, así como de chicha que había desaparecido. Los colonial, verá que todo coincide con la descripción ofrecida
cántaros eran grandes y curiosos. Terminada las en 1650. Durante las exploraciones que hicimos en todo el
excavaciones, el padre Medina dio un sermón refutando los litoral de la provincia de Huaura, no hemos encontrado una
errores de los huachanos e hizo que detestaran y maldijeran a
sus divinidades autóctonas obligándolos a escupirlos.
Finalmente hizo juntar abundante leña, quemó la imagen de
Choque Ispana hasta pulverizarla y luego, arrojó las cenizas
al mar.

Pero la relación menciona que el nombre de Ispana puesto


por el demonio signicaba orinal o lugar donde orina, porque
dice que el demonio era corto y escaso hasta para poner
nombres y que si los ponía eran inmundos como él. En la
noche y al día siguiente fueron muchos indios de los dos
ayllus donde el Padre para expresarle su error, pedirle
perdón y misericordia y a decirle que habían ido pocas veces
al templo, solo cuando existían muchas enfermedades en el
pueblo; pero el padre no los absolvió si no, más bien, los envió
a que se confesaran con los curas, anotando previamente los
nombres de todos ellos para un auto próximo.Continúa el Fig. 4. Vista del estado actual del Templo de Choque Ispana, erigido en
informe de la visita con datos sobre Carquín y otras pleno desierto, a orillas del Océano Pacíco. Todavía se encontraba vigente
denuncias de hechicerías. en el siglo XVII, pero fue destruido por el visitador Felipe de Medina.
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 11

edicación con las características que presenta la de Choque


Ispana. Por eso mismo, ya Alfredo Torero había advertido
este detalle y fue él quien cotejando el relato colonial con las
evidencias arquitectónicas, consideró que el sitio ahora
descrito por nosotros, correspondía al célebre templo tan
buscado por el propio Julio C. Tello. Este arqueólogo armó
que lo había encontrado al norte del pueblo de Huacho, en la
zona de la Centinela, donde, si bien existen restos
arquitectónicos a inmediaciones de un morro, ninguno
apareja con la descripción dada por Medina.

Los restos de alfarería observados, tanto los que aparecen por


los escombros del templo, en el cementerio adyacente o en el
conchal del lado norte, evidencian, asimismo, corresponder a
lo que se denomina como de la cultura Chancay. Para esta
cultura se ha considerado una cronología que corre, de modo
general, a partir del siglo X al XV después de Cristo, tiempo Fig. 5. Objetos confeccionados de la concha spondylus, procedentes de los
que habría sido el de su mayor esplendor y predominio en los mares tropicales del Ecuador, encontrados en la Huaca Choque Ispana.
territorios del Norte Chico. Pero de este amplio territorio
habrían sido solo los que comprenden a los valles de Huaura Tal fue la importancia de los Chancay del valle de Huaura
y Chancay los más destacados, a tal punto que se los postula que el mismo reino de Chimú había establecido alianza
como núcleos principales del desarrollo de esta cultura. estratégica con ellos, pues uno de sus gobernantes,
Durante la exploración no hemos encontrado evidencias precisamente Minchancaman había tenido un hijo en una
de elementos cerámicos más antiguos que los ya noble huaurina, llamado Chumun-caur, quien, pese a haber
mencionados del estilo Chancay. nacido y vivido en Huaura, gobernó todo el extenso reino
Chimú, ya en tiempos incaicos (Rowe, 1970:324). Los
Se atribuye a la cultura Chancay haber sido una sociedad en fragmentos alfareros con relieves, tienen similitud con
cuyo apogeo tenía predominio una subsistencia económica objetos que son característicos del estilo Pativilca y en
fundada en la explotación marina y agrícola. Habrían consecuencia estos restos corresponden a etapas tardías del
alcanzado ya, niveles de complejidad estatal que se Horizonte Medio. Esta situación nos permite proponer
comprueba por la existencia de varios conglomerados como hipótesis que Choque Ispana, tal vez, tenga sus inicios
arquitectónicos planicados con varias evidencias de ya en el Horizonte Medio. Esta idea solo podrá ser
diferenciación jerárquica interna en cuanto a la magnitud de comprobada cuando allí se programen nuevas
sus estructuras. Se observan verdaderas urbes donde existen exploraciones y excavaciones arqueológicas.
edicaciones hechas a base de plataformas junto a otros de
factura sencilla. Las tumbas indican también diferenciación Es interesante destacar la presencia de restos de conchas
social por el tamaño y la mayor o menor cantidad del de spondylus (Fig.5), pues estos elementos fueron
contenido de las ofrendas mortuorias. considerados como de especial importancia para el
cumplimiento de los rituales en el mundo andino, dedicados
Acredita también esta calicación justamente la presencia de a los seres sobrenaturales. No es sorprendente su hallazgo en
templos que fueron identicados por los evangelizadores de Choque Ispana, toda vez que su condición de sitio ubicado
la época colonial quienes señalaron claramente, por ejemplo, en el litoral, facilitó su comunicación con puertos
a los centros religiosos de Carquín y Choque Ispana adonde prehispánicos del extremo norte de donde se extraían tales
peregrinaban gentes que vivían a todo lo largo de las cuencas especies. Los antiguos habitantes del litoral de la provincia
vecinas al valle de Huaura. Tuvieron, asimismo, dos de Huaura, debieron destacar en sus incursiones náuticas,
denidos estilos alfareros, expresados en la vajilla no solo a puertos o caletas próximas sino a las más lejanas del
denominada Chancay Negro sobre Blanco y Cayash. La litoral del Pacíco, como por ejemplo a las del Ecuador. Y es
primera con fuerte presencia en la zona yunga de los valles de justamente de los mares de Ecuador de donde se extraía las
Huaura y Huaral y la segunda distribuida tanto en la apreciadas conchas de spondylus. Con ser Choque Ispana
región costeña como en la parte altoandina donde es una huaca donde se conservaba la divinidad del mismo
predominante. Queremos añadir que de los fragmentos nombre, considerada de alta importancia para las
observados en Choque Ispana nos llama la atención uno que comunidades prehispánicas de la región de Huaura y sus
tiene un dibujo antropomorfo en la supercie, de cuya cabeza vecinas de la sierra adyacente, recibía por esa razón,
se proyectan a manera de dos rayos que pueden tal vez ser la ofrendas no solo locales sino aquellas obtenidas a largas
representación de la misma imagen que estaba grabada en la distancias como es el caso del mullo.
escultura de piedra que el padre Medina destruyó. Ese tipo
de guras aparecen en vasos procedentes del valle de Huaura Por algunas características del cementerio adyacente, como
que inicialmente fueron reconocidos como un estilo del la presencia de huellas de pozos muy próximos y huesos
mismo nombre, es decir, de tiempos del Intermedio Tardío. humanos, algunos todavía exionados, expuestos en la
12 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

considerarlo prestigioso conservar sus restos junto al templo


donde moraba una de las divinidades principales de la
a región. El hecho de que la mayoría de huesos humanos sea
de niños puede indicar alguna especialización del
cementerio adyacente, tal vez destinado al entierro de este
tipo de personas o quizá estamos ante la presencia de rituales
vinculados a la ofrenda de niños en vista de ser Choque
Ispana una huaca de alta importancia que requería tales
rituales. Esta posibilidad puede considerarse factible dado el
hecho de existir en el mundo andino, en tiempos tardíos de
ese tipo de práctica, que indudablemente debe remontar al
período inmediato anterior, es decir, al Período Intermedio
Tardío, cuando se encontraba vigente la cultura Chancay.

Las tallas de madera (Fig. 6), representan pequeños


rostros humanos con tocado, nariz, boca y los ojos bien
señalados, pero deteriorados por haber sido expuesta a la
acción del ambiente desértico. Poseen un vástago el cual
b servía para ser introducido en los fardos funerarios como
una señal de la identidad del difunto. En otros cementerios
del valle de Huaura hemos observado la existencia de falsas
cabezas hechas de madera o de algodón en forma de cojines
pintados, pero dieren de las de Choque Ispana por ser más
grandes y llevar incluso cabellera. La presencia de estos
objetos sugiere que algunos enterramientos corresponden a
personas de un nivel social de importancia, toda vez que su
ocurrencia no es generalizada en los cementerios del valle de
Huaura. Por lo menos es eso lo que hemos constatado en las
exploraciones de muchos espacios funerarios en los cuales
suelen ocurrir dichos hallazgos. Objetos de madera de
diversos tipos son frecuentes en las sepulturas de la cultura
Chancay en forma de mazos, falsas cabezas, orejeras, varas,
cajas, instrumentos para el tejido, tal como lo atestiguan los
hallazgos de Ancón (Reiss y Stübel, 1988) y las del valle de
c Chancay (Cornejo, 1999) como indicadores de diferenciación
social.

De acuerdo a la identicación realizada por Alfredo


Altamirano en los huesos de animales (Ver Anexo 1),
podemos inferir que se trata, en su mayoría, de restos óseos
de camélidos andinos, esto es, únicamente de llamas. El
hecho de que estas llamas sean jóvenes y tiernas nos
permite expresar que, dada la importancia del templo de
Choque Ispana, su presencia en el sitio, signicó el
suministro de carne tierna para la alimentación de quienes
custodiaban la huaca. Pero cabe también la posibilidad de
que estos animales hayan sido sacricados como ofrenda, si
comprendemos que en el mundo andino este tipo de
Fig. 6. a, b y c. Objetos de madera antropomorfos ubicados en la supercie sacricios fue igualmente recurrente. Como se sabe estos
del mismo cementerio. Estos objetos acompañaban a los fardos funerarios animales tuvieron como su hábitat la zona costeña, pero
que allí fueron inhumados. también la zona altoandina y no es pues extraña su presencia
supercie, deducimos la existencia de tumbas simples cerca de los desiertos costeños. Además, durante el período
cavadas unas junto a otras. Allí se habrían sepultado al que asignamos la huaca, abundaban las llamas en la costa
individuos con las extremidades exionadas hacia el peruana, tal como se ha dado a conocer en un estudio amplio
cuerpo y luego sujetados con telas y algodón. Este tipo de sobre este asunto (Bonavia,1996) Solo uno de los huesos
enterramientos suele ser frecuente en muchos sitios del valle registrados corresponde a un lobo de mar, animal que
de Huaura de los tiempos de la cultura Chancay, por lo que es evidentemente frecuentaba el litoral próximo, y que pudo
posible pensar que algunos personajes de importancia hayan también servir a los mismos nes que atribuimos a las
sido sepultados junto a la huaca. Habrían procedido así por llamas.
YUNGAS, Vol 3, No. 9 13

De la presencia del conchal próximo opinamos que era primero a Choque Ispana, porque muy probablemente
el lugar donde se procesaba parte de los alimentos para viajaban para abastecerse de la sal. Igual recorrido lo habrían
quienes estaban dedicados al cuidado de la huaca. hecho los pueblos cercanos del litoral del mar Pacíco.
Evidentemente debió haber existido un equipo de personas Debemos aclarar que la fuente salina más próxima era
especializadas en los servicios del culto divino y en precisamente el sitio de Las Salinas, dado a que en las alturas
consecuencia éstos requerían del sustento diario para el de los valles de Pativilca, Fortaleza, Supe, Huaura y Chancay
cumplimiento de sus funciones. Tal vez los mismos huesos no existen salinas de tal magnitud. San Blas en el altiplano de
de los camélidos jóvenes debieron constituir parte de la dieta Junín, era evidentemente una fuente más lejana. Para el caso
de estos personajes. de Choque Ispana, está claro, según el relato del padre
Medina que el control de ella estaba en poder de los
Ciertamente que Choque Ispana se halla en la ruta de la sal, ayllus huachanos, habiéndose citado expresamente que la
yacimiento ubicado en un sitio próximo a la huaca, al que responsabilidad de su mantenimiento estaba bajo el control
modernamente se conoce como Las Salinas, una de las de los ayllus de Chonta Primero y Chonta Segundo, una de
fuentes más reputadas del litoral peruano. Creemos, tal como cuyas huacas todavía puede apreciarse actualmente en el
lo insinúa la arqueóloga Mercedes Cárdenas Martín que el barrio de Chonta ubicado en la campiña de la ciudad de
adoratorio debió también estar relacionado con aspectos Huacho.
económicos de esos tiempos. (Cárdenas Martín, 1988:103).
No hay duda que dichas salinas jugaron un rol muy Por el relato del padre Medina, ocurrido a mediados del siglo
importante en el desarrollo de las civilizaciones que XVII , sabemos que el templo todavía estaba vigente y es por
surgieron en el Norte Chico desde épocas muy antiguas. Tal eso que dicho clérigo fue presto a cumplir su destrucción
situación se comprueba con la presencia, hasta hoy, de total y así lo hizo. Quedaron, sin embargo, los restos básicos
varios asentamientos prehispánicos a su entorno. En efecto, del adoratorio, como el gran espacio rectangular con
allí existen cementerios, estructuras, restos de chacras y divisiones, el largo callejón hecho de piedras y barro que
basurales arqueológicos de distintas épocas que remontan su permitía el acceso en forma restringida, un cementerio
antigüedad al mismo período Precerámico como lo aledaño y un conchal, que pese a su antigua y moderna
testimonia el complejo de Bandurria constituido por destrucción, hacen posible apreciar, sus huellas actualmente.
extensas acumulaciones de basura arqueológica y El largo callejón que conduce al templo indica el carácter
montículos con estructuras hechas de piedra. Aquí, la sagrado del lugar, pues es un acceso estrecho por donde no
arqueóloga peruana Rosa Fung ha registrado justamente podían ingresar muchas personas, sino, tal vez, solo aquellos
vestigios que datan del período Arcaico Tardío con una sacerdotes dedicados al culto divino. El ancho total de este
antigüedad de casi cinco mil años antes del presente, tiempo acceso es de tres metros y las paredes sólidas tienen ochenta a
en que vivían en ese lugar varios miles de personas (Fung, noventa centímetros de ancho, es decir como dijo Medina,
1989; 1991). Constituye pues uno de los espacios, calicado esta bien formado, porque, además, eran de piedra ligada
justamente como una aldea con templo (Williams, 1980: 382) con barro, lo cual daba seguridad al pasaje sagrado.
donde se puede observar el proceso de neolitización para el
caso del valle de Huaura. La presencia de tales vestigios Es necesario anotar que solo con las exploraciones y las
indica una especial dinámica económica y política vinculada observaciones de materiales arqueológicos procedentes de
justamente a la explotación de los recursos salineros, pese a la supercie del sitio, no es posible arribar a conclusiones
estar ubicado en pleno desierto costero donde era escasa el denitivas. Serán las excavaciones arqueológicas que se
agua para el sostenimiento de quienes poblaron esa zona. Sin hagan en los diferentes ambientes del sitio, las que darán mas
embargo, apelaron a los ojos de agua construidos en las luces sobre las armaciones del padre Medina, como aquella
chacras, los cuales, al mismo tiempo, habrían abastecido para que indica la presencia de peregrinos yungas y serranos. A
practicar algunos cultivos. Otro punto vinculado al sitio de este respecto, resulta interesante precisar que
Choque Ispana, es el de las Lomas de Lachay, con la cual actualmente todavía ciertas comunidades de la parte
debió estar también relacionada, por cuanto constituía un altoandina del valle de Huaura, peregrinan justamente hacia
espacio con una ora y fauna apreciable. el mar de Huacho, para llevar el agua marina hacia las alturas
en la creencia de propiciar las lluvias en los tiempos de
Pensamos también que la ubicación costera de Choque sequía. Esta información la obtuvimos en la comunidad de
Ispana, le habría concedido funciones portuarias para Rapaz y en la de Puñún, ubicados ambos en la sierra del valle
recepcionar, de igual modo, a grupos humanos procedentes de Huaura. Estas comunidades tienen justamente lugares
de otros puertos prehispánicos próximos. En este sentido, el precisos de donde obtienen el agua marina, así como recintos
adoratorio de Choque Ispana debió tener alguna función en en sus propios pueblos donde cumplen los ritos
el control de quienes acudían a las fuentes de la sal, pues ya el propiciatorios para ganar los favores que apoyen la
mismo padre Felipe Medina menciona que acudían a la producción de sus cultivos. En el pueblo de Rapaz tales
huaca, tanto grupos humanos de la parte alto andina ceremonias se cumplían en el edicio denominado Colca,
como los yungas del litoral. De ahí que sea interesante de factura prehispánica, donde se veneraba a la madre
preguntarnos cómo es que los serranos acudían a un templo Raiguana, divinidad creadora de los alimentos (Ruiz, 1988).
yunga teniendo ellos sus propias divinidades y adoratorios. En la comunidad de Puñún, observé una habitación similar a
Creemos que dichos grupos altoandinos llegaban justamente la de Rapaz, cercana a la casa comunal, donde residían las
14 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

ruihuas, imágenes líticas protectoras de los alimentos, 10. Cuatro vértebras sacrales al parecer de lobo marino con
custodiadas por un guardián antropomorfo hecho de patología entre la segunda y tercera sacral consistente en la
madera. Esta situación indica las estrechas relaciones costa- presencia de osteotos de naturaleza cancerígena de tamaño
sierra cuyos antecedentes deben evidentemente provenir de grande.
tiempos prehispánicos. En ese sentido, Choque Ispana
debió cumplir un rol importante en las relaciones Notas
altoandinas y costeñas, pues a su entorno existían recursos de
1
interés para dichas comunidades, como los que provenían Exploraciones arqueológicas en la huaca Choque Ispana,
del mar y de las cercanas fuentes de Las Salinas. No sería valle de Huaura, publicado originalmente en:
exagerado armar también que la ubicación del sitio Investigaciones Sociales Año X, No. 16, 2006, pp. 151-169.
arqueológico de Bandurria haya tenido similares
condiciones para su erección en esa zona durante el Referencias
Precerámico Tardío.
Bonavia, Duccio
ANEXO 1 1996 Los camélidos sudamericanos. Una introducción a
su estudio. IFEA-UPCH.Lima.
Análisis de los Restos Óseos de Animales Procedentes de la
Huaca Choque Ispana Cárdenas, Mercedes
1978a Sitios arqueológicos en playa Chica-Huacho (Valle
Los restos óseos de animales fueron analizados por el de Huaura). PUCP. Instituto Riva Agüero-Seminario de
arqueólogo Alfredo Altamirano quien nos apoyó en Arqueología, Lima.
documentar los huesos de la fauna observada. El informe
es el siguiente: 1978b Columna cronológica para el valle de Huaura. PUCP.
Instituto Riva Agüero.Seminario de Arqueología.
1. Fragmento del maxilar superior derecho de Lama glama o
llama, conserva tres piezas dentarias de molar fragmentadas, 1988 Arquitectura prehispánica del valle de Huaura. V.
Corresponde a una llama joven de unos tres años. Coloración Rangel Flores (comp.) I Simposium de Arquitectura y
marrón claro. Arqueología, Concytec, pp. 101-114, Chiclayo.

2. Mandíbula izquierda fragmentada que corresponde a Cornejo, Miguel


una llama tierna de menos de un año de edad pero de más de 1999 La sociedad prehispánica Chancay a través de la
seis meses. muerte. Boletín de Lima, Nº 118, pp. 27-44. Lima.

3. Mandíbula derecha con el primer molar en brote que Fun Pineda, Rosa
corresponde a una llama de mas o menos un año de edad. 1989 The Late Preceramic and Inicial Period. R. Keating
(editor) Peruvian Prehistory. Cambridge Universiy Press.
4. Mandíbula izquierda con el segundo molar permanente en Cambridge.
erupción. Tiene el primer molar permanente presente,
incisivos caídos post mortem. Corresponde a una llama de un 1991 El Precerámico Tardío en la Costa. En: Los Incas y el
año y medio de edad. antiguo Perú. 3000 años de historia. Madrid.

5. Quinta vértebra cervical con ausencia de discos vertebrales Hprkheimer, Hans


que corresponde a una llama de menos de un año de 1965 Identicación y bibliografía de importantes sitios
edad. Carece de huellas de corte o mordeduras. prehispánicos del Perú. Arqueológicas 8. Museo Nacional
de Antropología y Arqueología. Pueblo Libre, Lima.
6. Quinta vértebra cervical de mayores dimensiones que la
anterior, carece de discos vertebrales. Corresponde a una Medina, Felipe de
llama. No es mayor de un año y medio. No tiene marcas de 1650 Relación del Lic. Felipe de Medina. Visitador General
corte y otras huellas que indiquen carneo. de las Idolatrías. Colección de Libros y documentos
referentes a la Historia del Perú. Tomo III. Lima,MCMXX.
7. Costilla derecha de color marrón claro que corresponde a
un llama tierna de menos de un año de edad. Reiss, W. and A. Stübel
1998 Necrópolis of Ancon in Peru. Facsimile Edition.
8. Epísis distal de húmero derecho cuya distancia Hannover.
lateromedial es de 42.3 mm. Corresponde a una llama joven
de alrededor de un año. Es llama robusta. Rowe, John Howland
1970 El Reino de Chimor. En: Rogger Ravines. 100 Años de
9. Epísis proximal de una tibia que corresponde a un llama Arqueología en el Perú. Ediciones de Petróleos del Perú.
tierno de recién nacido. IEP. Lima.
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 15

Ruiz Estrada, Arturo


1986 Choque Ispana: Un antiguo templo en Huacho. En:
Ahora, Diario Regional del Norte Medio, Año IX, Nº 2406.
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1988 La comunidad de San Cristóbal de Rapaz: Sociedad y
cultura. En: Boletín de la Facultad de Sociología, Año II,
Nª 7. Universidad Nacional José Faustino Sánchez
Carrión.

Tello, Julio C.
1942 Origen y desarrollo de las civilizaciones prehistóricas
andinas. Reimpreso de las Actas del XXVII Congreso
Internacional de Americanistas de 1939. Librería e Imprenta
Gil S.A. Lima.

Torero, Alfredo
1974 El quechua y la historia social andina. Dirección
Universitaria de Investigación. Universidad Ricardo Palma.
Lima.

Williams, Carlos
1980 Arquitectura y urbanismo en el antiguo Perú. En:
Historia del Perú. Tomo VIII. Perú Republicano. Procesos e
Instituciones. Editorial Juan Mejía Baca. Lima.
Artículo
1
Arte mural Prehispánico de Hualmay

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

La zona que comprende el actual distrito de rodados y barro. Las primeras constituyen, evidentemente,
Hualmay conserva en su territorio algunos vestigios altas construcciones piramidales, levantadas mediante el
culturales prehispánicos, donde son notables varios adosamiento de gruesos paredones con relleno de cantos
rodados, barro o adobes entre dichos tapiales, para obtener
monumentos arquitectónicos, ubicados
plataformas que sostenían recintos. Los otros, simples
principalmente hacia el sector Oeste de la moderna pla- montículos, debieron ser basamento de estructuras similares
za de armas de la población. (Fig. 1 ). Ellos revelan ya desaparecidas. Desde el ángulo netamente histórico,
categoricamente la importancia que tuvo la zona en Hualmay ocupa lugar señalado, por la existencia de varios
tiempos remotos, así como maniestan una conside- documentos escritos del coloniaje que refieren la
rable concentración humana, a juzgar por la cantidad importancia que asumió en el contexto de la organización
de edicaciones que aún se mantienen en pie. socio-política del valle de Huaura en ese tiempo y los varios
aspectos de la vida de sus antiguos pobladores, agrupados en
Hualmay es distrito de la provincia de Huaura, ubicado ayllus bien constituidos. Actualmente varios aspectos evocan
en la margen izquierda, cerca de la desembocadura su antigua tradición. Topónimos, apellidos y las ya referidas
evidencias, traslucen su viejo ancestro aborigen. La zona de
del río del mismo nombre. Una calle lo separa del las Huacas, la calle de los Huacos, el barrio Truchero, el
distrito de Huacho, capital de la provincia de Huaura, barrio Carrizal, el barrio Campa, el de Canta, el sitio de
departamento de Lima. Limita al Norte con el río de Tambo Blanco, el de Chururo, el de Carquín Bajo, etc.
Huaura, al Sur con Huacho, al Este con el distrito de testimonian lo citado. En algunos de estos lugares, hubieron
Santa María, al Oeste con el· Océano Pacíco y el grandes monumentos prehispánicos que fueron
distrito de Carquín. Fue creado como distrito por Ley paulatinamente destruidos. En la zona de Pedregal se
Nº 2819 de fecha 5 de Diciembre de 1918. En tiempos de levantaban varias huacas, igualmente en Chururo y en
la conquista española, Hualmay integraba un ayllu del Carquín Chico, donde todavía puede observarse montículos
bajos y restos de fragmente ría cerámica en superficie como
seno río de Huaura y aún a los 50 años de la llegada de huella de ocupaciones antiguas (Cardenas, 1988). Citamos,
Pizarra, don Gonzalo Huaman Paico del ayllu de asimsimo, apellidos como Huaman, Nicho, Carquín,
"Gualmay" era principal y cacique del valle de Samanamud, Estupiñán, Chumbes. Pichilingue, Chilet, etc.
Huaura y Huacho (Rosas Cuadros, 1976:18). El que traen a la memoria el recuerdo de la desaparecida élite
nombre de Hualmay es palabra nativa y signica nativa y los nombres de algunos señores de prestigio en el
niño o joven tierno, en el antiguo idioma quechua valle.
huaurino.
Un antiguo croquis fechado en 1616 publicado por la
La importancia del lugar en el pasado se ratifica desde el historidora María Rostworowski (1981: 146-149) representa
punto de vista de la arqueología como desde la historia. la bahía de Végueta, los pueblos de Huaura, Huacho, el
Varias huacas, aunque mal conservadas, pero todavía con puerto de Carquín y las Salinas, vistos desde el mar. Se
buen porcentaje de indicios arqueológicos, permite muestra ahí, junto al pueblo de Huacho, lo que se denomina
comprender algo de su historia y el papel que cumplieron sus "morro de Guaura" en la misma ubicación que hasta hoy
habitantes en las diferentes etapas de su devenir. ocupa Hualmay.
Justamente, en unos de esos monumentos registramos, hace Este, así como el de Vegueta están dibujados de modo muy
algunos años, la presencia de relieves de barro en un diferente a los pueblos de Huaura y Huacho. Quien lo dibujó,
fragmento de muro ya en proceso de extinción. Por ello, percibió claramente la arquitectura aborígen y los nuevos
damos a conocer dicho hallazgo, para señalar que el arte asentamientos españoles. Resulta de interés anotar que
mural no estuvo ausente en las sociedades prehispánicas de todavía en esa época destacaba la monumentalidad del
Huacho y el valle de Huaura, así como para intentar la conjunto arquitectónico sobre el citado morro que bien puede
comprensión de algunos aspectos estéticos y sociales tratarse de Hualmay; hecho que impresionó al navegante que
antiguos. nos legó tan singular documento.

Sólo en el sector oeste del distrito, hacia la orilla del mar, se El edificio que motivó nuestro informe es el primero que se
aprecia, por lo menos, unas 22 huacas, entre edificaciones con encuentra al avanzar por la avenida Inca Garcilaso de la
restos de habitaciones y simples montículos de cantos Vega, desde la Plaza de Armas de Hualmay, hacia el lado
Oeste. Es una construcción de barro a base de gruesos
Boletín YUNGAS 3(9). Diciembre 2019. pp. 16-19. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
YUNGAS, Año 3, No. 9 17

Fig. 1. Croquis de Hualmay con la ubicación de la huaca donde se descubrieron los frisos de barro..

adobones adosados, con rellenos de cantos rodados y La altura de la gura de uno de los peces es de 0.018 m.
tierra en algunos sectores. Tiene planta rectangular con con un ancho de 0.017 m. El fragmento de muro
sección piramidal truncada. Hay huellas de varios decorado tiene un largo de 1.03 m., está muy destruído,
compartimientos en su plataforma superior y otras notándose sólo fragmentos de los nativos. Una acequia
menores a distintos niveles. Pasajes no muy anchos de regadío va desmenuzando paulatinamente sus
comunican dichos ambientes. El lado Norte de la muros. Aproximadamente las dimensiones de la
estructura ha sido cortada antiguamente, para habitación habrían sido de unos 16 metros cuadrados.
aplanarla y utilizarla para cultivos y, en realidad, hacia Una pared situada al frente, lado este, conserva restos
los otros frentes es notorio la misma acción destructiva. de tres hornacinas cada una con un ancho de 0.40 m.,
dos inferiores y una más arriba; probablemente
En las condiciones actuales el monumento tiene unos 87 hubieron varias que alternadas formaban un amplio
m. de largo por 35 m. de ancho con una altura casi de panel de aspecto ajedrezado. Estos elementos
10m. Sin embargo, sus dimensiones fueron mayores y decorativos, embellecían la habitación y le daban
habría constituído uno de los grandes monumentos del elegancia como para albergar a personajes de cierta
conjunto arquitectónico de Hualmay. Los restos del importancia social.
recinto que contiene el muro decorado, quedan hacia la
esquina suroeste. Se aprecian solo dos fragmentos de No conocemos por ahora otros recintos tratados con
paredes y parte del piso. La pared norte conserva las adornos a relieve en el valle de Huaura, pero dada la
guras, que se suceden horizontalmente como una cantidad de restos de edicaciones antiguas, pensamos
franja en plano relieve a poca distancia del piso. Los que debieron existir muchos, pues la intensa
diseños que los antiguos hualmayunos plasmaron en el destrucción de monumentos impidió la conservación
muro alternan guras estílizadas de aves, peces y de tales detalles. También la falta de excavaciones
circunferencias. arqueológicas es otro factor para el desconocimiento
18 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

0 10 20 cm.
Fig. 2. Dibujo del friso observado en Hualmay en 1980.

del arte mural, aunque para el caso de hornacinas lo mural hualmayuno tiene relación con similares
hemos podido apreciar en la zona de Mazo y manifestaciones de Chan Chan (Valle de Moche),
posiblemente varias edicaciones hoy en escombros o donde se aprecian peces con el mismo tratamiento
enterradas en la arena, mantienen decoraciones aún no como en el grupo Tschudi. De igual manera se utilizó la
descubiertas. misma técnica en Huaycán (Bueno, 1978) y en la huaca
Centinela del valle de Chincha.
Lo poco que detectamos en los frisos murales de
Hualmay revela con elocuencia parte del arte murario Todo ello como resultado de una larga tradición de
de sus viejos monumentos. Simetría, limpieza, trazos pintar y adornar edicios con relieves murales, hecho
rmes, geometrismo y poder de síntesis, fruto de larga que surge desde épocas previas a nuestra era como
experiencia, son algunos de los aspectos que trasmite la publicados hace ya varios años puede comprobarse de
estética de los viejos artíces hualmayunos. Los los estudios años (Bonavía, 1974). Impresionantes
motivos seleccionados, reejan, además, elementos de adornos de barro del Horizonte Temprano ubicados en
la naturaleza circundante, de la realidad a la que Garagay (valle del Rímac) y en Cardal (valle de Lurín)
estaban ligados. Son expresiones directas, dentro de la estudiados por los arqueologos R. Ravines y R. Burger
sencilla estilización que los caracteriza. Aves y peces respectivamente, testimonian la milenaria tradición
eran evidentemente aspectos básicos, entre otros, de la muralista. Planorrelieves de Chan Chan, de algunas
economía de los grupos yungas del litoral huaurino. La huacas del valle de Lima, de Lurín y de Chincha tienen
alternancia de los elementos decorativos y la oposición el mismo estilo e incluso se dan los mismos motivos
de ellos, unos hacia abajo y otros hacia arriba muestra, que en la iconografía de la cultura Chancay. Hubo pues
dentro del geometrismo y repetición iconográca, un fuertes relaciones inter-étnicas en las sociedades
ritmo contrastante que rompe la monotonía de la yungas del litoral peruano, así como anidades
expresión plástica. ideológicas que todavía puede comprobarse en el
lenguaje del arte mural prehispánico.
El modo como los trabajaron, fue simplemente a mano,
probablemente con la ayuda de sencillos instrumentos, Notas
una paleta y un esteque de madera para aplicar masas 1
de barro húmedo sin usar moldes. Tal vez emplearían Arte Mural Prehispánico de Hualmay publicado
pintura para cubrir las guras, pues en otras partes del originalmente en: Los Especiales de Huacho, Año 2, Nº
monumento se ven muros estucados con arcilla de 19. Huacho, 25 de Agosto de 1991.
matiz amarillento.
Referencias
La alfarería fragmentada en supercie del sitio cuenta
Bonavia, Duccio
en su mayoría con elementos estilísticos del Chancay
1974 Ricchata Quellccani. Pinturas murales
Negro sobre Blanco asi como con los del estilo Cayash.
prehispánicas. Fondo del Libro del Banco Industrial
Estos datos,asi como la técnica y motivos decorativos
del Perú. Lima.
del friso de Hualmay, permiten asignar el monumento
al período Intermedio Tardío, cuyo tiempo de duración
Bueno, Alberto
comprende los siglos X al XV de nuestra era.
1978 Huaycan. En: Espacio. Enero de 1978. Lima.
No ha sido entonces sólo el arte textil, la alfarería, ni la
Cárdenas, Mercedes
metalurgia y otros materiales en los que imprimieron
1988 Arquitectura prehispánica del valle de Huaura.
sus ideas, sino también en las mismas residencias que
En: 1 Simposium Arquitectura y Arqueología, pasado y
habitaban o en sus propios cuerpos mediante el tatuaje
presente de la construcción en el Perú. Chiclayo.
como lo anotáramos anteriormente (Ruiz, 1990). El arte
YUNGAS, Año 3, No. 9 19

Rosas, Emilio
1976 La provincia de Chancay en la Colonia y
emancipación (Chancay-Huaral). Lima.

Rostworowski de Diez Canseco, María


1981 Recursos naturales renovables y pesca, siglos
XVI y XVII. IEP. Lima.

Ruiz Estrada, Arturo


1990 El hombre tatuado de Huacho. En: Los Especiales
de Huacho, Año 1, No. 3. Huacho.
Artículo

Acerca de la Venus de Huaura1

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Hace dos décadas, publicamos en la ciudad de Huacho un Las expresiones artísticas de los antiguos habitantes del valle
artículo en una revista de circulación local bajo el título de La de Huaura, fueron plasmadas en materiales diferentes y en
Venus de Huaura, cuyo texto con ligeras correcciones motiva éstos la habilidad del ingenio nativo supo revelar las
la presente edición. El interés de su publicación radica en concepciones estéticas y muchos aspectos socioculturales de
insistir sobre el conocimiento que alcanzaron las antiguas su tiempo. Fueron el tejido y la alfarería los objetos donde
sociedades yungas con respecto a la posición de la mujer en el documentaron con mayor intensidad la iconografía de su
seno de su organización sociocultural. La región de Huaura, cosmovisión. Pero también lo hicieron en materiales como el
junto a la de Chancay fue el asiento nuclear donde se metal, la piedra, el hueso, las lagenarias, las pieles, la madera
desenvolvió una agrupación social reconocida como “cultura e incluso en la misma piel humana. Precisamente una talla en
Chancay” cuyos productos culturales, reconocidos al madera antropomorfa motiva esta información que intenta
presente, revelan una particular impronta iconográca que analizar los aspectos técnicos, estéticos y cronológicos de su
diere de otras sociedades contemporáneas. Sin embargo, los producción, para aproximarnos al conocimiento del arte y la
niveles de desarrollo y organización social y política fueron sociedad local. Similares materiales no son muy frecuentes
similares, habiendo llegado algunas de ellas a constituirse en la zona, sobre todo si cotejamos con obras artísticas como
como verdaderos estados cuyo ejemplo más patente lo los conocidos pero poco estudiados cuchimilcos o esculturas
muestra la sociedad Chimú. antropomorfas de cerámica. La cuenca del río Huaura, fue
asiento de grupos sociales antiguos. Allí se encuentran
Comprendemos que a este respecto, para el caso de los importantes vestigios que testimonian ocupaciones
grupos del valle de Huaura y el de Chancay se los ha humanas que se remontan a períodos previos al desarrollo
tipicado como “señoríos” autónomos (Rostworowski 1978) de la agricultura y de la cerámica. Los restos más abundantes
lo cual tendría la equivalencia de haberse constituido como corresponden a comunidades nativas que vivieron a partir
jefaturas en términos de la evolución social. La historia de del llamado Horizonte Medio, hasta los períodos Intermedio
estas sociedades, pese a que fueron observadas por quienes Tardío y Horizonte Tardío (Inca).
invadieron los territorios andinos en el siglo XVI, no fue
registrada en forma cabal. La óptica de los cronistas no Aun cuando el ejemplar que presentamos carece del
alcanzó a visualizar las cosas que tuvieron entre manos en contexto respectivo, creemos que su estudio puede aportar
vista de la orientación de despojo que alentaba a la hueste datos comparativos para ser cotejados con objetos similares
hispana y a la posición social que dichos cronistas ostentaban procedentes de excavaciones arqueológicas. De otro lado,
en tiempos coloniales. Cronistas funcionarios como Pedro conocer su procedencia y la inferencia de su antigüedad,
Cieza de León al servicio de la Corona o, por ejemplo, el indio señala su importancia, toda vez que posibilita el estudio del
cronista ya cristianizado y ganado a la cultura occidental arte regional prehispánico y los niveles que lograron
como Guaman Poma de Ayala no pudieron dar cuenta con alcanzar en ese aspecto. Además, la investigación de los
amplitud de las poblaciones aborígenes dado el contexto restos que aún quedan en la zona de Huaura, adquiere
histórico en el cual estaban involucrados. Por esta signicación para el esclarecimiento de los antecedentes
circunstancia debemos apelar a las investigaciones históricos regionales y para documentar el mayor número de
arqueológicas en la búsqueda de hechos que nos puedan vestigios, pues la destrucción del patrimonio cultural
ilustrar los antiguos conocimientos de las sociedades continúa sin traba alguna, amparada en una legislación que
andinas. encubre esa nefasta actividad.

La tradición escultórica en el Norte Chico remonta su Procedencia


trayectoria a varios miles de años antes de nuestra era pues
trabajos en barro, en piedra o en huesos revelan tallas El objeto fue recuperado del sitio arqueológico de Chacaca,
simbólicas de algunos aspectos de las arcaicas creaciones distrito y provincia de Huaura, departamento de Lima. Se
culturales de aquellos tiempos. Hallazgos en la zona registran allí restos de cementerios y montículos saqueados
arqueológica de Caral y Vichama (Shady 2015) o en el sitio de desde hace mucho tiempo, que fueron explorados
Bandurria (Chu 2008) exhiben algunas muestras de la supercialmente sin haberse realizado estudios
sensibilidad estética plasmada en diversas guras sistemáticos. Los informes más recientes sobre el nombre y
comprensibles para sus gestores pero ahora enigmáticos a los los tipos de monumentos allí existentes fueron dados a
ojos modernos. conocer por la Universidad Católica de Lima (Cárdenas
1977). El cementerio de donde proviene el ejemplar, queda al
Boletín YUNGAS (3)9. Diciembre 2019. pp. 20-22. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
YUNGAS Vol. 3, No. 9 21

dedos simples, carente de pormenores anatómicos. El pie


derecho con fracturas. Vista de espalda no muestra detalles
marcados ni decoración alguna salvo una hendidura que
separa la cabeza del cuerpo y otra que marca la cintura,
observándose el ano, las pantorrillas y los talones abultados.
La madera ha sido trabajada en bulto, con un instrumento
cortante que dejó huellas estriadas, notorias especialmente
en el cuerpo. La cara revela mejor tratamiento, pues está
alisada con mayor esmero. Alcanza una altura de veintidós
centímetros, con un ancho máximo de ocho centímetros y
medio y un espesor máximo de cuatro centímetros y medio.

Cronología

La escultura debió corresponder al período Intermedio


Tardío (siglos X al XV de nuestra era) pues la mayor
prop o rción de restos antiguos en Chacaca, como la
fragmentación alfarera y textil, denotan el clásico estilo de la
sociedad Chancay. También nos inclina a proponer esa
opinión, los rasgos de la misma escultura, que guarda
similitudes básicas con los cuchimilcos o guras de barro,
peculiares de la cultura Chancay , zona de Huaura y,
asimismo, a guras de madera encontradas en Ancón (ver
Kaulicke 1983: Lám. 66, 1-2-3). El referido periodo, fue al
parecer un tiempo de auge y autonomía, en el cual, una
sociedad jerarquizada no dejó sin embargo de mantener
relaciones interétnicas con otras sociedades del litoral
costeño y altoandino, que incrementaban su desarrollo
cultural y económico.

Discusión y conclusiones
Fig. 1. Escultura de madera conocidad como la “Venus de Huaura”.
Aún cuando se conoce poco de tallas antropomorfas de
Oeste de las instalaciones de la actual cooperativa agraria de madera del valle de Huaura, ello no implica que las
usuarios San Martín de Chacaca, cerca al Océano Pacíco y a poblaciones nativas hayan desconocido ese tipo de
la desembocadura del río Huaura, por su margen derecha. manifestaciones. El presente hallazgo, como otros, pero de
Abundan en la supercie piezas óseas humanas y fragmentos tratamiento tosco, observados en tumbas tardías de Huacho,
de alfarería local provenientes del saqueo clandestino. revelan su recurrencia en tiempos prehispánicos. No sólo se
usó la madera para trabajar objetos similares, sino para tallar
La escultura diversos instrumentos, sean rituales o utilitarios. Tanto su
procedencia como la naturaleza de sus rasgos no dejan duda
Esta revela una gura femenina de pie, tallada en madera acerca de su origen pre-hispánico. La sonomía general de la
dura de color marrón oscuro, probablemente algarrobo o venus huaurina se entronca con el viejo estilo yunga de
pacae (Fig. 1). La cabeza se muestra aplanada sin adorno representación humana. Figuras cuellicortas, carichatas
alguno ni huellas de cabellera, excepto unas prolongaciones (aplastamiento fronto-occipital); de cabeza agrandada, poco
escalonadas que bajan a los carrillos a manera de patillas. Las detallista y movimiento moderado, pero de expresión
orejas están representadas a relieve con cierto detalle, vigorosa, son las notas distintivas de íconos en madera,
guardando relación con la posición de la nariz e incluso se ha especialmente en el período previo al incanato. Así se
señalado el hélix, el lóbulo y el trago. Los ojos semifusiformes observa en ejemplares de varias regiones, tal las imágenes de
sin indicación del iris. La nariz de dorso convexo, ala nasal la huaca Tacaynamo de Trujillo (Navarro 1988) y las de
destacada así como los oricios respectivos. La boca está Ancón y de Chincha. Pero hay egies mucho más antiguas
semi-abierta y no se ha detallado los labios ni los dientes. La en la Costa Peruana, con detalles propios, como las de
barbilla es pronunciada y la cabeza está pegada al tronco. Los tiempo Moche o aquella gura de brazos movibles
senos ligeramente pronunciados y bastante separados. Los recuperada en Ancón del Horizonte Temprano (Matos 1968).
brazos alzados sobre el vientre y las manos con los dedos bien Dentro de las costumbres funerarias de la antigua provincia
demarcados. La zona pelviana es más ancha que el tronco y de Huaura suele ocurrir el entierro de guras humanas de
en ella se ha indicado con claridad el pubis y el sexo así como barro de uno y otro sexo junto a los difuntos, pero también se
el ano. Las piernas, separadas, con leve indicación de la depositaban ídolos de madera, con menor frecuencia. De
rodilla, de los muslos y de los tobillos. Pies anchos planos y acuerdo a este dato , podríamos expresar que en la
22 YUNGAS Vol. 3, No. 9

perspectiva de la sociedad nativa, la mujer tuvo un sitial Notas


1
importante pues en el ritual del tránsito a la vida de Acerca de la Venus de Huaura, publicado originalmente en:
ultratumba era constante su presencia. Es también sugerente Tesoros Arqueológicos de Huacho (1999), pp. 51-58.
la mejor elaboración de las guras femeninas de barro en Didáctica, Huacho.
relación a las masculinas. Hay mayor tendencia a elaborar a
las primeras, de barro cocido y a las segundas, de barro Referencias
crudo. Ello estaría traduciendo el concepto que tenían sobre
la participación de la mujer en la vida, indesligable Cárdenas, Mercedes
compañera de sus actividades, factor de la perpetuación de la 1977 Informe Preliminar del trabajo de campo en el valle
especie y evidentemente actora ecaz en las diferentes de Huaura (Dep. de Lima. PUCP. Instituto Riva Agüero.
posiciones que ocupaba en la estructura social aborigen. Si Seminario de Arqueología. Lima.
bien la historia registra la preeminencia masculina en la
sociedad antigua, esa no debió ser la regla pues hubo Calancha, Antonio de la
relevancia de la mujer, si reexionamos en las informaciones 1638 Coronica moralizada de la orden San Agustín en el
de los cronistas que ofrecen datos de cacicas, coyas, acllas, Perú. Barcelona.
médicas , etc. Incluso, la religión de los habitant e s
prehispánicos del valle de Huaura, consideraba a la mujer Chu, Alejandro
como intercesora para la creación de la sociedad y la 2008 Bandurria. Arena, mar y humedad en el surgimiento
naturaleza entre los yungas y para explicar el origen de de la civilización andina. Huacho.
semidioses regionales, cuya vigencia pudieron aún constatar
varios sacerdotes católicos en el siglo XVII. Así se registra en Jimenez Borja, Arturo
el relato mítico del semidios Vichama (Calancha 1638). 1982 Chancay. Culturas Precolombinas. Colección Arte y
Tesoros del Perú en la cultura. Lima.
El labrado en madera fue una de las tantas actividades de las
viejas sociedades de Huaura, de allí que el signicado de esa Kaulicke, Peter
labor se conservó en el idioma quechua recogido en la costa, 1983 Gräber von Ancon, Peru. Verlag C. M. Beck, München.
con el término de «llacllani», según lo anotó el fraile
dominico Domingo de Santo Tomás en 1560. El artíce nativo Macera, Pablo
al tallar la gura del presente informe lo hizo con naturalidad 1981 La diosa del Palenque, Lima.
y franqueza, conforme a los ideales estéticos de su tiempo,
dándole la sonomía requerida y los retoques necesarios con Matos, Ramiro
un instrumento no para dar realce a los detalles que 1968 A formative period painted pottery complex at Ancon.
denirían el carácter del objeto. Tallado s i mpl e , no American Antiquity 33 (2): 226-232.
exagerado, tampoco ingenuo, no dejando de señalarse los
rasgos básicos de la anatomía humana, con cierto equilibrio Navarro Santander, Hugo
en las proporciones corporales, excepto en la cabeza la cual 1988 Tacaynamo: un sitio Chimú en el valle de Moche. I
ocupa algo más del tercio de su altura total. Pese a todo, el Simposium Arquitectura y Arqueología pasado y futuro
artista plasmó la formulación de su concepto, de manera que de la construcción en el Perú, Chiclayo.
la obra transmite su verdad estética cuya comprensión es
accesible, en gran parte, al observador moderno . La Rostworowski de Diez Canseco, María
representación en forma aplastada de su cabeza, puede tener 1978 Señoríos indígenas de Lima y Canta. Instituto de
relación con la costumbre de la modicación craneana que Estudios Peruanos, Lima.
fue una práctica cultural en el período al que asignamos la
estatuilla. Una talla femenina de madera procedente de Shady, Ruth, Marco Machacuay, Pedro Novoa, Edna Quispe
Vilcahuaura ha sido publicada recientemente y se ha aliado y Carlos Leyva
al período Chancay (Jiménez 1982) y, por otro lado, a la época 2015 Centros urbanos de la civilización Caral: 21 años
colonial (Macera 1981).El ícono en mención diere de la de recuperando la historia sobre el Sistema Social. Ministerio
Chacaca, pues muestra brazos extendidos y señales de de Cultura, Lima.
cabellera ensortijada, aspectos que han motivado postular su
liación colonial y por sus características africanas atribuible
al arte de esclavos asentados en las haciendas de la zona
(Macera 1981). El ambiente donde fue encontrada la venus
huaurina, con predominancia de restos alfareros y textiles
del estilo Chancay, nos inclina a estimar que su antigüedad
estaría en el período Intermedio Tardío (siglos X al XIV de
nuestra era), quizá en su fase más temprana, pues tumbas con
elementos de la fase Chancay Ultimo, contienen guras
humanas bastante toscas sin el acabado que ostenta la
estatuilla de Huaura.
Artículo

Iconografía en los tejidos precoloniales de Huacho (Perú)

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Existe información consistente sobre la producción textil Cultura Chancay


precolonial que proporciona datos sobre la antigüedad, la
evolución, las técnicas y las interpretaciones de la iconografía En la zona de Huacho y su entorno inmediato, entre la
plasmada en los tejidos que permite vislumbrar un desembocadura del río Huaura y el mar Pacíco, tuvo su
importante desarrollo de las culturas andinas. Tal desenvolvimiento la sociedad Chancay en tiempos
información, se ha dicho en varias oportunidades, tuvo como anteriores a la expansión incaica. Estuvo conformado por
ventaja la buena preservación de las telas, especialmente en la varios “ayllus” o unidades familiares que integraban un
costa peruana. Pese a ello no son abundantes los estudios curacazgo o señorío con un sistema social jerarquizado cuya
concretos de entierros que contienen los vestidos que subsistencia la obtenían de la actividad agrícola y pesquera.
acompañan a los difuntos, aunque se conocen excelentes Desde el punto de vista arqueológico fue reconocida por una
muestras de la destreza que revelan tales indumentos. Con distintiva producción cerámica consistente en la confección
cierta frecuencia las referencias sobre los hallazgos textiles de recipientes cubiertos con un engobe claro sobre el cual se
son muy generalizados, es decir al hablar sobre su plasmaron dibujos esencialmente geométricos de color
procedencia, solo se da cuenta de la región o del estilo, pero marrón o negro.
no del lugar exacto del hallazgo.
Pero también alcanzaron conocimientos de la metalurgia, la
Por esa razón, en esta oportunidad nos permitimos abordar el navegación, el tallado de la madera y diversas artesanías
conocimiento de varios fragmentos de tejidos que fueron confeccionadas de piedra o conchas marinas. Pero una faceta
recuperados de cementerios existentes al entorno de la de su producción cultural fue la industria textil cuyos
ciudad de Huacho, provincia de Huaura, departamento de progresos alcanzaron altos niveles de desarrollo tecnológico
Lima-Perú. La iconografía observada en tales muestras y fueron portadores de variados aspectos económicos,
revela aspectos vinculados a la vida cotidiana de sus sociales e ideológicos que se identican por la lectura de la
portadores y sus realizaciones ideológicas. De la misma iconografía que urdieron en sus telas.
forma dichas guras pueden servir para la identicación
cultural y cronológica, además de las anidades o El ámbito de la cultura Chancay abarcó los territorios de las
vinculaciones con otras sociedades del mundo andino. provincias actuales de Huaura y Huaral y las sociedades que
allí se asentaron en tiempos antiguos llegaron a disputarse la
En oportunidad anterior han informado también de hegemonía regional. Fueron unidades sociopolíticas
hallazgos de supercie para el caso de la cultura Chancay autónomas que a través del tiempo se constituyeron en
como lo es el trabajo de Gulli Kula (1996) u otras más jefaturas o señoríos que tuvieron muchos elementos
denidos en cuanto a la lectura iconográca de tejidos en culturales comunes pero cada uno mantuvo su identidad
general (Gentile 2017 y Gutiérrez 2016). expresada en algunos rasgos de su producción alfarera.
Desde el punto de vista cronológico los Chancay se
Huacho desenvolvieron durante el Período Intermedio Tardío
(Siglos X al XV d.C.) hasta el tiempo que fueron sometidos a
La ciudad de Huacho es la capital de la provincia de Huaura, la esfera de dominación incaica y luego, nalmente,
departamento de Lima-Perú. Se encuentra a 148 km al norte española.
de la ciudad de Lima, en la margen izquierda del río Huaura
y prácticamente a la orilla del Océano Pacíco por lo cual Metodología
cuenta con un puerto. Es por las inmediaciones de la ciudad y
prácticamente en ella misma que se utilizaron varios espacios La presente información es el resultado de exploraciones en
destinados a servir como cementerios en tiempos del cementerios próximos a la ciudad de Huacho, lugares donde
orecimiento de la cultura Chancay. Muchos de ellos han se recuperó varios fragmentos de tejidos dejados en
sido depredados intensamente para despojarlos de su supercie como resultado del saqueo de tumbas antiguas.
valioso contenido histórico, el cual ha ido a parar en muchos Tales retazos fueron fotograados y luego analizados en su
casos a colecciones privadas. Actualmente dichos panteones estructura como también se registró la iconografía en cada
vienen siendo ocupados por urbanizaciones destinadas a uno de ellos. Finalmente se complementó con observaciones
pobladores precarios que continuamente se incrementan. sobre las asociaciones de ellos, en tanto que la destrucción de
las tumbas y fardos funerarios dejan no solo restos de tejidos
sino también varios artículos como objetos cerámicos de
Boletín YUNGAS (3)9. Diciembre 2019. pp. 23-28. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
24 YUNGAS Vol. 3, No. 9

Fig. 1. Tela con motivo de personaje en posición frontal enmarcado en guras Fig 2. Personajes de perl sedentes que empuñan un báculo. Cementerio de
de rombos con volutas. Cementerio de Cerro Colorado, distrito de Huacho, Cerro Colorado, distrito de Huacho.
provincia de Huaura.

clara liación cronológica y cultural que nos permitió - Personajes antropomorfos de perl sedentes empuñando
reconocer su correspondencia a la cultura Chancay. báculos (Fig.2).
- Aves de perl en diferentes posiciones en franjas o
Iconografía incluidas en rombos (Pueden ser pelícanos o rapaces como el
guacamayo). (Fig. 3 y Fig. 4 y Fig.5).
Las observaciones practicadas en los fragmentos de tejidos - Peces entrelazados distribuidos en bandas alternadas con
dieron como resultado la identicación de una serie de guras geométricas como aves, rostros (Fig. 6 y Fig. 7).
elementos iconográcos que obviamente es solo una muestra - Personaje lunar (Fig. 8).
y se detallan en la siguiente relación: - Rostros con extremidades abreviadas (Fig. 9).
- Personajes antropomorfos con penacho cefálico en posición - “Dragones” alternando con aves pequeñas y rostros
frontal. A veces enmarcados en rombos o en franjas paralelas triangulares (Fig. 10).
(Fig. 1, Fig. 10). - Tela llana pintada con personajes en posición frontal unos

Fig. 3. Fragmento de tela con representación de aves de perl opuestas en Fig. 4. Fragmento de tela con guras de aves que alternan con volutas y
bandas diagonales que alternan con otras bandas que incluyen diseños diseños de rostros en franjas diagonales. Cementerio de Cerro Colorado
geométricos. Cementerio de Cerro Colorado, Huacho. (próximo al Tambo de Huaura), Huacho.
YUNGAS Vol. 3, No. 9 25

Fig. 8. Fragmento de tapiz con diseño de personaje lunar. Cementerio de


Cerro Colorado, Huacho.

Fig. 5. Motivos de aves (guacamayos) que marchan en direcciones opuestas.


Cementerio de Cerro Colorado, Huacho.

Fig. 9. Fragmento de tejido con guras de rostros simplicados. Cementerio


de Cerro Colorado, Huacho.

Fig. 6. Peces entrelazados que alternan con guras de aves y rostros de


felinos. Cementerio de Luriama, campiña de Huacho.

Fig. 7. Fragmento de tela llana con peces bordados. Cementerio de Cerro Fig. 10. Tela cara de urdimbre con diseños de dragones. Cementerio de
Colorado, Huacho. Cerro Colorado, Huacho.
26 YUNGAS Vol. 3, No. 9

Fig. 12. Tela llana, pintada con personajes en posición frontal unos con Fig. 12. Fragmento de tapiz. Representación de personajes alternados con
penacho y otros con adorno cefálico simple, distribuidos en franjas cérvidos. Cementerio de Cerro Colorado, Huacho.
paralelas. Cementerio Pampa de Animas, Huacho.

con penacho y otros con adorno cefálico simple, distribuidos ocasión manifestó que era la decoración textil la que
en franjas paralelas (Fig. 11). expresaba mejor las aliaciones culturales y no la de la
- Figuras de cérvidos alternados con personajes cerámica más bien poco expresiva en diseños (Fung 1960:83).
antropomorfos (Fig. 12). En efecto son los textiles Chancay donde se observa un
mayor despliegue iconográco para comprender con
Discusiones amplitud las concepciones que guiaron la vida de las
comunidades yungas del Norte Chico y otras de la costa
Una condición importante para el estudio y comprensión de peruana. Por eso la citada autora armó “Cada tela encierra
los avances tecnológicos y la historia de la producción textil una historia sobre el desarrollo de las culturas andinas, los
en los Andes es la de reconocer su procedencia original, de procedimientos de su manufactura, y las funciones sociales,
modo, que ello permita enmarcarla en una denida cultura económicas, políticas y religiosas que esta actividad tuvo.”
precolonial. A este respecto hemos notado que en varios (Fung 2004: 225).
estudios sobre el tema textil es frecuente la falta de precisión
de su origen geográco. Se citan las colecciones o los museos Son también muy importantes las interpretaciones que
donde tales telas se conservan y en todo caso se los asigna a ofrece la iconografía textil en cuanto al conocimiento de las
una determinada región o estilo sin dar su ubicación exacta. Y identidades como arma Ann Rowe al comentar que: “la
esta situación obedece a que los coleccionistas adquieren técnica y características de diseño de los textiles son
tejidos de procedencia clandestina. Por ejemplo, muchos marcadores de las identidades locales y étnicas” (Rowe 2014.
tejidos u otros objetos extraídos del Norte Chico, al ser De igual manera, para sociedades de más al Norte peruano
negociados los mencionan como procedentes del Norte, con Gabriel Prieto (Prieto 2014) aborda sobre el carácter
lo cual se dicen que son textiles Chimú cuando se los puede simbólico de los instrumentos para tejer procedentes de
haber extraído de los valles de Chancay o Huaura. tumbas de la cultura Lambayeque, contemporánea a los de
Chancay, y sugiere razonadamente la existencia de una
La cultura Chancay fue así llamada cuando Max Uhle divinidad vinculada a la producción textil, la femineidad y la
identicó materiales alfareros en el valle del mismo nombre fertilidad del mundo en el que se desenvolvieron las
que mostraban un distintivo estilo de diseños en color negro sociedades yungas del Norte peruano. Situación que podría
sobre una pasta de color crema, denominado Negro sobre extenderse a los grupos del norte chico zona donde son
Blanco (Kroeber 1926). Años después, se destacó la frecuentes los entierros asociados a telas decoradas e
importancia no solo de la producción cerámica de esta instrumentos de tejedores.
cultura, sino también de la riqueza de la confección de telas
muy nas y el empleo de técnicas sosticadas para su También se abordó el signicado de diseños en las telas como
fabricación. Fueron de las tumbas conservadas en el desierto indicadores de prestigio social en razón a la iconografía
seco de la costa peruana de donde se reconocieron los representada y las técnicas utilizadas (Solanilla 2001, 2012,
envoltorios tejidos para mortaja de difuntos en los que se 2017). Son importantes los estudios de los tejidos Chancay
observó las tecnologías y el simbolismo tanto de realizados por William Reid quien resaltó la estilística de sus
instrumentos como de las imágenes plasmadas en dichas autores (Reid 1982). A la cita de los ejemplos mencionados se
telas. Son aportes de importancia en este aspecto los podría añadir muchos otros que, asimismo, han intentado
ofrecidos por varios investigadores de distinta nacionalidad revelar sus apreciaciones sobre las sociedades andinas
como los de R. D´Harcourt, Irene Emery, Lila O´Neale, Ann mediante el estudio de los tejidos. Incluso, ya en el siglo
Rowe, Mary Frame, Ann Peters y la peruana Rosa Fung quien pasado se hizo referencia con justicia sobre la función que
publicó un razonado estudio del contenido textil de una logró tener el tejido en las relaciones político-sociales del
tumba justamente perteneciente a la cultura Chancay en cuya imperio Inca (Murra 1975). Pero será recientemente cuando
YUNGAS Vol. 3, No. 9 27

se discutió sobre los orígenes de los textiles Chancay cuando Otros íconos textiles de Huacho dan cuenta de las ideas
Ann Rowe propuso que dichos tejidos provenían a partir de estéticas y creaciones culturales de expertos tejedores,
las fases tardías del Horizonte Medio (Rowe 2015). quienes llegaron a forjar complejas iconografías abstractas
en muchos casos bastante esquematizadas cuya lectura
Aparte de las consideraciones expuestas, los ejemplares de la actual resulta difícil interpretarla en vista de la
presente información revelan que los fragmentos de tejidos imposibilidad de acceso al pensamiento que tuvieron sus
procedentes de los cementerios precoloniales cercanos a la artíces de hace cientos o miles de años. Así se advierte en
actual ciudad de Huacho muestran una iconografía aquellos rostros esquemáticos (Fig. 4 y 6), guras
vinculada al entorno de la sociedad que allí se desenvolvió entrelazadas (Fig. 6), dragones (Fig. 10), motivos repetitivos
antiguamente. Sociedad esencialmente costeña o “yunga” sean geométricos, zoomorfos o antropomorfos (Figs. 1 y 2)
ligada a la fauna marina, el mar, y las riberas del rio Huaura distribuidos en franjas diagonales, horizontales o verticales
que desemboca en el Océano Pacíco. Porque fue en dicha que vienen a constituir un universo laberíntico.
zona donde fueron abundantes las aves guaneras como el
pelícano o el guanay-además de otras aves- que poblaron el Conclusiones
ambiente y de los cuales, además de aprovechar sus plumas y
residuos, tal vez cumplían el rol de símbolos de ancestrales En concordancia a los análisis realizados en los fragmentos
divinidades que ocupaban las islas cercanas o simplemente de tejidos recuperados en los antiguos cementerios
mensajeras de ellas (Figs. 3, 4 y 5). En la misma forma, las precoloniales de Huacho podemos llegar a las siguientes
representaciones antropomorfas adornadas por elementos conclusiones:
cefálicos o portando varas pueden signicar justamente seres
sobrenaturales del universo religioso local (Fig. 1 y Fig. 10). 1. Las representaciones plasmadas en los tejidos reejan el
mundo de su entorno y la cosmovisión que alentaba a los
La presencia de otros seres faunísticos como los cérvidos pueblos que habitaron en la parte costeña del valle de
(Fig.12) sugiere el aprecio por la carne de este animal como Huaura en tiempos antiguos correspondientes al Período
factor alimenticio a su alcance por entre las lomas y Intermedio Tardío. Dichos tejidos fueron el soporte con una
matorrales circundantes de su territorio. De la misma manera mayor representación de imágenes en oposición al material
podemos pensar en relación a las guras de peces como cerámico más bien escueto en simbolizaciones
motivo frecuente en los diseños textiles asociados a las aves
marinas y las olas geométricas. Igualmente, el hallazgo del 2. Dichas imágenes, si bien adquieren formas de su entorno
fragmento de tejido con íconos de guacamayos (Fig. 6) puede natural, pueden ser simbolizaciones de seres sobrenaturales
estar indicando las relaciones que tenían los Chancay de de su creación intelectual, por lo cual los tejidos de soporte
Huacho con grupos humanos de la selva andina próxima del eran enterrados con los difuntos que según sus creencias se
Huallaga, toda vez que una vía de comunicación costeño- trasladaban a otros mundos donde moraban también sus
serrana se había establecido a través del propio rio Huaura y ancestros divinizados o las propias divinidades de su
un auente como la cuenca del río Chaupihuaranga que uye mundo religioso.
justamente al Huallaga. Ambos, el río Huaura y el
Chaupihuaranga nacen de las cordilleras de Raura. 3. Las muestras del presente estudio, por tener procedencia
exacta, esto es, del valle de Huaura, y por estar asociadas a
Un aspecto interesante lo muestra el fragmento con la cementerios con tumbas típicas y alfarería denominada
representación de una gura del animal lunar (moon animal) Chancay corresponden a la cultura del mismo nombre cuya
recogido en el cementerio de Cerro Colorado, distrito de existencia transcurrió entre los siglos X al XV d.C.
Huacho (Fig. 8), que tiene similar iconografía con el tejido del
Museo Textil de Washington atribuido a la cultura Chimú, 4. Por el estilo identicado en algunos restos textiles se
pero carente de procedencia exacta (Rowe 1984: 120-143; deduce que hubo vinculaciones culturales con otros grupos
Rowe 1999: Lámina 21). Este detalle sugiere que la pieza de sociales como los de Chimú, pero también contactos con la
Huacho pudo haberse producido por inuencia Chimú cuenca amazónica mediante el río Huallaga.
cuando este estado avanzó hacia el Norte Chico al tiempo que
Minchancaman estableció alianza con los de Huaura como se 5. En vista de los materiales expuestos que constituyen solo
puede deducir de la cita que arma: “El último gobernante una muestra parcial de la enorme producción textil
antes de la conquista Inca, Minchancaman expandió el reino Chancay, nuestros resultados son limitados por lo que se
hacia el norte tan lejos como Tumbes y hacia el sur tan lejos requiere aún investigaciones con telas procedencia rme de
como Carabayllo en el valle norteño del Chillón, antes de ser los valles de Huaura y Chancay.
conquistado por los Incas en algún momento entre 1462 y
1470” (Rowe 1999:432). O bien puede ser que la pieza textil Referencias
del Museo de Washington procede de Huacho en vista de no
haberse señalado el sitio exacto de donde proviene. Asunto Fung, Rosa
este que requiere de mayores y nuevas investigaciones y la 1960 Huaral: Inventario de una tumba saqueada.
lectura de los atuendos que acompañan a un mayor número Etnología y Arqueología 1: 74-129.
de difuntos.
28 YUNGAS Vol. 3, No. 9

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Artículo

Los Angaraes en la Historia del Perú

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Introducción consecuencia de la limitada investigación realizada, así


como por la falta de amplios estudios que permitan tipicar
Estas notas tienen la intención de ofrecer una visión general sus características más sustanciales. De allí que estas notas
de la historia de los grupos sociales conocidos como constituyen una aproximación inicial como preludio a
Angaraes, los cuales poblaron gran parte de los territorios del futuros estudios más intensivos. Salvo algunas menciones
actual departamento de Huancavelica. El tema ha sido sobre la existencia de los Angaraes ofrecidas por los
materia de variadas discusiones en las que no siempre se ha cronistas, ellas no detallan los alcances culturales que ellos
tenido una clara visión de los hechos. Tema que, por otro obtuvieron, toda vez que dichos cronistas fueron en su
lado, es preocupación de todo pueblo civilizado para mayoría vasallos de la corona española impregnados de
comprender su pasado y conocer los logros cientícos y concepciones cristiano occidentales y por tanto enemigos de
tecnológicos alcanzados por sus más lejanos ancestros. Sobre los indígenas que no les permitió comprenderlos.
dicha base se puede conseguir derroteros importantes para
enfrentar los nuevos retos de la época actual y congurar con Esas pocas menciones sobre los Angaraes los señalan con el
mayor rmeza nuestra identidad cultural Ofrecemos término de angaray, ankara o anccara, pero en la presente
entonces una sucinta visión sobre el poblamiento publicación empleamos el término equivalente de Anqara o
prehispánico de los Angaraes en tiempos inmediatamente de Angaraes ya castellanizado actualmente.
anteriores a la época incaica y durante la vigencia de este
Imperio. El medio geográco y los recursos

Algunos estudiosos, preocupados por señalar el origen de los El territorio que fue ocupado por los angara ancestrales,
grupos humanos que habitaron los territorios ofrece una serie de espacios geográcos aparentes para la
huancavelicanos en tiempos antiguos, informaron que sus supervivencia humana. Entre ellos se distinguen la
pobladores habían procedido de las naciones prehispánicas existencia de altas cordilleras y lagunas como fuente
Huanca, Chanka o Pokra. Sin embargo, tales informaciones permanente de recursos hídricos los cuales discurren por
constituyen referencias no totalmente veraces, pues profundas quebradas que forman valles productivos.
estuvieron basadas en armaciones proporcionadas por Llanuras no extensas pero sí laderas escarpadas con
historiadores antiguos no bien documentados. Otros abundante pasto nativo, sirvieron como sustento a manadas
investigadores, cuyas apreciaciones fueron hechas con de camélidos, aprovechados por su carne y lana. Pero no solo
mayor objetividad y pruebas, señalaron lo que los cronistas el pasto silvestre, sino una ora nativa de raíces comestibles
españoles e indios comprobaron al producirse los primeros y frutos alimenticios, constituyeron un copioso sustento que
contactos indoespañoles. Es decir, armaron, más alentó la vida humana. Las mismas canteras rocosas, en sus
certeramente, que los principales agrupamientos sociales diversas variedades, ofrecieron materiales importantes, sea
que ocuparon los actuales territorios de Huancavelica fueron para la elaboración de instrumentos de caza, para usos
los Angaraes, Tayacaxa y Chocorbos (Fig. 1). Queda pues así domésticos o para los rituales, transformados en nos
establecido que tales fueron las viejas comunidades ornamentos que les otorgaban prestigio.
huancavelicanas, habiendo sido ellas, las que ocuparon y
dominaron los agrestes pero habitables valles altos de esa La fauna que existía en dichos ambientes, fue otro atractivo
región andina. Pero es necesario también añadir que para la vida humana desde tiempos muy remotos. Es cierto
existieron otros grupos sociales menores cuyo prestigio y que los camélidos, es decir la llama, la alpaca, la vicuña y
poder fue de limitada inuencia regional. posiblemente los guanacos, que moraban por sus campos,
constituyeron la mayor fuente de recursos proteicos. Pero
Una de las unidades más conocidas, aunque todavía no bien habían animales menores en abundancia, como el cuy, la
estudiada, es indudablemente la de los Angaraes, de la cual vizcacha y las aves que complementaban la dieta
trataremos ahora, teniendo como apoyo las versiones alimenticia.
históricas y arqueológicas existentes. Nuestro interés intenta
aclarar la historia de dicho grupo humano, basándonos, en lo De la ora nativa, constituida por los tubérculos, granos y los
posible, en puntos de vista de su economía y organización frutales, destacan las variedades de papa y maíz, cuya
social. Naturalmente que esta información dista mucho de domesticación y cultivo controlado, dio nacimiento a las
ser una historia completa del grupo en estudio, a sociedades complejas como lo fue la de los Anqara preinca.

Boletín YUNGAS (3)9. Diciembre 2019. pp. 29-34. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
30 YUNGAS Vol. 3, No. 9

toscas que formaban a manera de bajos muros protectores de


los vientos. Unas pocas piedras al interior de estos hogares
formaban sus fogones para preparar los alimentos. Hacia el
talud de tales cuevas existen frecuentemente evidencias
reveladoras que dichos sitios fueron destinados a la
elaboración de sus herramientas, pues numerosas lascas y
esquirlas, producto del desbastamiento de rocas para
facturar sus herramientas, son abundantes en dicho
compartimentos.

La vida diaria de las familias de esa época debió transcurrir


como la de cualquier otro grupo de nómades del resto del
mundo. Los lugares donde se han encontrado testimonios de
tales actividades son muchos, entre los cuales podemos
mencionar a la diversas cuevas o “machay” próximo a los
cursos superiores de los ríos que nacen de las lagunas de
Choclococha, Orcococha, Pultoj, Qechjay y de los nevados de
Altopongo, Chonta y Tambraico.

Todavía no se ha investigado tales paraderos arqueológicos,


pero la exploración de algunas cuevas con manifestaciones
de arte rupestre puede revelar la presencia de los más lejanos
antecedentes culturales del poblamiento angara. Las
Fig. 1. Mapa tentativo de las etnias que poblaron el actual departamento de grandes cuevas de Quillamachay en Acobamba,
Huancavelica en tiempos preincaicos.
Huarajomachay en Huancavelica y las de Tongos en
Tayacaja, son una muestra de las actividades de aquellos
En suma, las condiciones geográcas del actual territorio cazadores tempranos. En ellos se observa, bajo la óptica
huancavelicano, pese a lo accidentado de su topografía, estética a hombres que impregnaron las paredes rocosas de
ofrecieron condiciones aparentes para la presencia de esas cavidades con imágenes de las actividades de
sociedades humanas desarrolladas. Dicha irregular persecución y caza de furtivos camélidos andinos, hace
topografía fue más bien un importante reto al cual el hombre muchos miles de años (Fig. 2). Eran los cazadores y
antiguo supo darle soluciones acertadas en pro de su recolectores mas antiguos de la región, cuyo estudio aún no
bienestar y el mejoramiento económico. se ha iniciado y queda como incógnita para el futuro.

Origen de los pueblos Anqara Del tránsito de aquella etapa de los cazadores y recolectores
hacia las sociedades complejas de base agraria es también
Los territorios ocupados por los antiguos anqara, fueron, en poco lo que se conoce. No sabemos todavía el proceso de
tiempos más remotos, asiento de otras culturas. La existencia cambio que aconteció en la vida de esos primeros
de estas culturas tuvo lugar a expensas de las mismas pobladores, debido a la falta de investigaciones que
condiciones que permitieron supervivir a los posteriores profundicen los estratos que permanecen intangibles. Por
pueblos anqaras. Es decir, los núcleos humanos pre-anqara eso, no podemos detallar los mecanismo que ocurrieron
debieron explotar similares recursos naturales que durante el tránsito a etapas posteriores, pero si existen
condicionaron la subsistencia de varias poblaciones en las vestigios que evidencian grupos sociales involucrados en el
diferentes épocas de la prehistoria regional. nuevo período denominado Horizonte Temprano. De esta
etapa se conocen varios centros arqueológicos distribuidos a
En varios parajes de las punas de Acobamba, de Lircay y de
nivel de toda la región y consisten de los restos de aldeas,
Huancavelica, se ha encontrado los sitios por donde
probablemente templos, y áreas de cultivo y cacería
trajinaron los primeros grupos humanos que arribaron a la
prehistórica. En este aspecto señalamos a los sitios de
zona. Dichos grupos, después de algunos milenios
Paturpampa, Chuncuimarca, Atalla, Chejo Orjuna, Ticrapo
constituirían el núcleo de la sociedad Anqara. Las zonas altas
y San Francisco como exponentes de grupos culturales que
presentan amplias llanuras donde los pastos congregaban a
habían sido contemporáneos de las culturas de Paracas, de
las manadas de camélidos andinos y tras ellos los primitivos
Chavín y de sus vecinos ayacuchanos como los de Chupas,
pobladores huancavelicanos.
Rancha y Wichjana (Ruiz 1977; Ravines 1970,1998). Es una
época en la cual el hombre huancavelicano ya había
El tipo de campamento o vivienda elegido como morada por
dominado la tecnología agrícola, la tecnología alfarera, así
estas gentes antiguas, fue principalmente las cuevas y los
como aprovechaba los benecios de la domesticación de los
abrigos rocosos situados generalmente en lugares muy
camélidos, en cuanto a la utilización de las fuentes proteicas
próximos a los cursos de agua y a los manantiales. No tenían
de la carne de estos animales, como de la lana que le facilitaba
mayores comodidades, salvo algún parapeto de piedras
YUNGAS Vol. 3, No. 9 31

Fig. 2. Pinturas rupestres del sitio arqueológico de Quillamachay, que muestra las actividades de cacería en la época Precerámica. Provincia de Acobamba,
departamento de Huancavelica.

la producción textil. Podemos entonces armar que con el desenvolver sus propias actividades económicas que incluso
manejo adecuado de estos recursos, se había sentado trascendieron a otras áreas alejadas (Burger y Matos, 2002).
denitivamente las bases para un progresivo incremento de Las evidencias arqueológicas existentes en Atalla (Fig. 3) son
las fuerzas productivas que conducirían posteriormente a la nítidos indicadores de su correspondencia al Horizonte
emergencia de sociedades cada vez más complejas. Temprano como actualmente se viene demostrando (Young
Productos domesticados como la papa, la mashua, el olluco, 2017). Todo este proceso habría ocurrido entre los 1600 hasta
la oca, la quinua, el maíz, la quiwicha, como de otros frutos los 200 años antes de Cristo.
nativos, se complementaban con el consumo de carnes de
camélidos, de roedores como el cuy, de los venados y, en n, Para el caso del siguiente período, es decir, entre los 200 años
de otros mamíferos menores empleados en el sustento antes de Cristo y los 500 años después de Cristo, conocido
cuotidiano. Las exigencias para una supervivencia sin como Período Intermedio Temprano, nos encontramos, en
carencias estaban dadas porque poseían los sucientes cierta manera, con un paisaje cultural distinto en el escenario
recursos que requiere el ser humano para dar continuidad a huancavelicano. Los indicadores arqueológicos señalan una
su existencia. Se ha señalado por eso, que la presencia del sitio mayor interrelación con las comunidades ayacuchanas,
arqueológico de Atalla signica uno de los centros de mayor porque, al parecer, los grupos humanos huancavelicanos
monumentalidad en la sierra central del Perú, cuyos optaron por ocupar los valles más abrigados, quizá por
pobladores habrían aprovechado los cultígenos de gran efecto de fuertes cambios climáticos como los que causa el
altitud tal como la oca, el olluco, la mashua, la quinua, la recurrente fenómeno del Niño cuyos estragos trascendieron
papa, la cañiwa y los alimentos procesados como el charki y a los territorios altoandinos. Los sitios ocupados durante este
el chuño, que fueron base del sustento que permitió período, los encontramos con mayor frecuencia, más hacia

Fig. 3. Fragmentos de cerámica de estilo Chavín, procedentes del sitio Fig. 4. Vasija de estilo Caja procedente de la provincia de Acobamba.
arqueológico de Atalla, distrito de Yauli, provincia de Huancavelica
(Dirección Desconcentrada de Cultura de Huancavelica)
32 YUNGAS Vol. 3, No. 9

Fig. 5. Kero correspondiente al Horizonte Medio con inuencia de la Fig. 6. Cántaro con rostro egie de estilo perteneciente al Período
sociedad Huari de Ayacucho Intermedio Tardío (Sociedad Anqara). Colección de la Dirección
Desconcentrada de Cultura de Huancavelica.
los territorios de las provincias de Lircay y Acobamba, de Tayacaja. Prácticamente tuvo bajo su dominio los valles
aunque no dejan de estar presentes en las provincias de más productivos de la zona, pues controló buena parte de
Huancavelica,Tayacaja, Churcampa y Castrovirreyna. territorios del curso medio del valle del Mantaro, la totalidad
Debieron haber ocurrido cambios drásticos, porque ya no se de los valles del río Urubamba(o Lircay) y del río Ichu o
producirá más aquella cerámica monocroma del período Huancavalica con sus numerosos auentes. Las poblaciones
anterior. En este tiempo aparecen dos estilos alfareros a los estuvieron establecidas a lo largo de las profundas
cuales se denomina Caja y Huarpa que son los elementos quebradas, zonas medias y las partes altas de las cuencas
diagnósticos más aparentes, por ahora, para su identicación citadas. Pero los pueblos principales se asentaron en las
arqueológica (Fig.4). Ambos componentes alfareros son de zonas intermedias, donde las condiciones ecológicas eran
pasta clara y exhiben una decoración de simples líneas más favorables para su estabilidad y permanencia., La
oscuras de color marrón y rojizo. Cuantitativamente, se variada producción de los diversos pisos ecológicos bajo su
registra un mayor número de sitios en relación a la etapa control, les permitió proveerse de diferentes medios de
anterior, lo cual sería, por cierto, el reejo de un incremento subsistencia, tanto agrícolas como pecuarios, a los que se
de la población por cuanto disponían, cada vez, de un mayor añadió la producción minera. Tal fue la base económica
volumen de recursos, como para ocupar nuevos espacios sobre la que se sustentaron los numerosos ayllus que
bajo su dominio. conformaron una de las agrupaciones humanas más extensa
de la región de Huancavelica.
En estas circunstancias, pasados varios siglos, las
comunidades aborígenes huancavelicanas, por el hecho de Los Angara Prehispánicos
su vecindad a los grupos de la cuenca de Ayacucho,
sobrellevaron las mismas inuencias de otros ámbitos La información histórica y las evidencias arqueológicas,
culturales como la de los Nasca y Tiahuanaco. Las aclaran que el poblamiento de Huancavelica en tiempos
agrupaciones humanas de Huancavelica ingresaron a otra prehispánicos tuvo como epílogo el auge de la sociedad
etapa en su historia, reconocida como el período Anqara. Podemos decir que fue ésta la que recibió el impacto,
denominado Horizonte Medio (Fig. 5). Y la antigua ciudad primero de los Incas y, luego, de los españoles. En la
de Huari ubicada en territorio de la región de Ayacucho, secuencia del desarrollo de la cultura andina, se encuentra en
habría ejercido fuerte inuencia en aquellas. Es hacia los el llamado Período Intermedio Tardío que abarca desde el
momentos nales de dicho período cuando se estaría año 900 a 1470 después de Cristo.
gestando la emergencia de las propias sociedades Anqara.
Los Anqaras estaban integrados por varios curacazgos entre
El Territorio Anqara los cuales destacaban, los propios anqaras y además los asto
y los chaka. Los primeros ocuparon la parte sur de las
El territorio ocupado por los Anqara pre coloniales, abarcó provincias de Huancavelica, o sea Acobamba, Angaraes y
las actuales provincias de Huancavelica, Angaraes, parte de Churcampa. Los segundos poblaron la parte norte
Acobamba, Churcampa y una pequeña parte de la provincia de la provincia de Huancavelica. Los últimos, esto es, los
YUNGAS Vol. 3, No. 9 33

a su organización social y política. A falta de mejores


indicadores arqueológicos a este respecto nos inclinamos a
considerarlo a nivel de jefatura integrado por varios
curacazgos. La alfarería que los distingue expresa un estilo
sencillo con una decoración de simples diseños geométricos,
algunas veces con la representación del rostro en el cuello de
sus recipientes (Fig. 6).

En los asentamientos Asto más destacados, según la


arqueóloga Daniéle Lavallée, citamos a los de Ollute,
Aukimarka, Astomarca, Chuntamarka y Kuniare (Lavallée
y Julien 1983). De las poblaciones Anqara hemos
identicado los de Ancomarca, Llactapata, Coras,
Choquecancha, Allpas. Entre los Chaka, destacaron
Fig. 7. Muralla principal del complejo arqueológico de Willkapiti, distrito de principalmente los asentamientos de Willkapiti (Fig.7),
Acoria, provincia de Huancavelica.
Carpas, Sojya, Llactajolloi, Maucallacta, Pacasmarca,
chaka, se asentaron en la parte central de la provincia de Chuñuna, Carhuaylla, Ranrapata (Fig.8), Yachapmarca y
Huancavelica. Fueron contemporáneos con otros grupos Huiñaj. Además el sitio de Willka-Marka informado por
humanos como los Huanca, Chunku, Laraw, Chocorbo, Quincho Apumayta en el distrito de Callanmarca de la
Chincha, con los cuales colindaba y mantenía relaciones actual provincia de Angaraes (Quincho Apumayta 2017)
culturales y económicas. De acuerdo al historiador Existieron pues numerosos pueblos, todos construidos de
Waldemar Espinoza Soriano, la etnia Anqara estuvo piedra y barro en un patrón de edicaciones de forma
organizada en una unidad sociopolítica de carácter estatal, de circular, ubicadas, por lo general, en cumbres a veces
modo que tenía como capital a la llacta de Acobamba inaccesibles pero cercanas a las zonas de producción
(Espinoza Soriano 1973). Los restos arqueológicos agrícola y pastoreo.
identicados en el espacio perteneciente a los Angara,
indican ciertamente que hubo una organización compleja, Los Angaras, al recibir la agresión del imperio incaico,
porque en la actual localidad de Acobamba, si bien existen pusieron dura resistencia en la defensa de sus territorios y
ocupaciones preincaicas, no se observan restos de gran no cayeron fácilmente a la invasión y las armas (Fig. 9)
magnitud como para conjeturar que haya sido la sede del promovidas por el gobierno del Cusco. Cuando ello se
gobierno Angara. Salvo que se hayan destruido por produjo, los Incas, para tenerlos mejor controlados y evitar
completo. Sin embargo, hacia lugares más distantes de la futuras sublevaciones, tuvieron que poblar los territorio
ciudad de Acobamba, se observa conjuntos arqueológicos angara con numerosos mitimaes. Por eso, se ha consignado
muy extensos, como para poder conjeturar su predominio. en las Relaciones geográcas de Indias que el espacio
Por otro lado, los Anqara fueron considerados como un Anqara fue poblado por mitimaes Guaros de Huarochirí,
nación (Matos Mendieta 2005). Dato consignado en vista que Quiguares orejones del Cusco, Chancas de Andahuaylas,
ellos tuvieron un territorio e idioma denido, como también Cajamarcas en Callanmarca, Chachas y Huánucos, cuya
varios elementos culturales materiales similares. ubicación de estos últmos es aún desconocida (Jiménez de la
Espada 1881), así como Cayampis del Ecuador que
En todo caso, la ubicación de la capital Anqara es motivo aún habitaron en Matibamba, lugar situado en la quebrada del
de mayor investigación, así como de su tipicación en cuanto Mantaro (Espinoza Soriano 1973).

Fig. 8. Observatorio del complejo arqueológico de Ranrapata, localizado en Fig. 9. Hachas y porras líticas de los Angaras.
el Distrito de Acoria, provincia de Huancavelica.
34 YUNGAS Vol. 3, No. 9

Conclusiones
1998 Ticrapo: Nuevo sitio del horizonte temprano. Boletín de
1. Tal como ya algunos autores lo identicaron en el actual Lima 111: 25-30.
territorio de Huancavelica hubo varios grupos humanos
Ruiz Estrada, Arturo
entre los cuales gura el de los Anqara, cuya organización
1977 Arqueología de la ciudad de Huancavelica. Servicio de
social y política debió alcanzar el nivel de jefatura integrado Artes Grácas S.A., Lima.
por varios curacazgos.
Young, Michelle
2. La base económica que los sustentó fue la agricultura 2017 De la Montaña al Mar: Intercambio entre la Sierra Centro
practicada en los pisos ecológicos que controlaron, además Sur y la Costa Sur durante el Horizonte Temprano. Boletín de
de la cría de camélidos andinos. Su desarrollo devino como Arqueología PUCP 22: 9-34.
resultado de un proceso acontecido en los actuales territorios
de Huancavelica y transcurrió por las etapas establecidas de
la evolución de las sociedades andinas.

3. El patrón arquitectónico consistió en edticaciones de


tendencia circular construidas de piedra y barro en
asentamientos aglutinados en las partes altas de las
quebradas y los ríos del territorio que ocuparon. La expresión
material de su alfarería es fundamentalmente sencilla.

4. Pese a los datos consignados, se requiere de mayores


investigaciones para obtener conocimientos más detallados
sobre la historia de los Anqara. Pero resulta un hecho
fehaciente que fueron ellos, los principales actores en la
trayectoria cultural de Huancavelica. Ello implica que sus
valiosos restos arqueológicos requieren ser defendidos, por
cuanto conservan muchas informaciones para esclarecer su
historia total.

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Huancavelica

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

El departamento peruano de Huancavelica conserva en la localidad de Tambo Machay entorno al camino de


aún numerosos restos arqueológicos que nos legaron Castrovirreyna a Huaytará y, asimismo informa que
las antiguas sociedades que poblaron su territorio. Sin Julio C. Tello y Max Uhle, estudiaron Huaytará (Matos
embargo, son pocos los vestigios que han sido 1960: 314). Además, Alberto Bueno Mendoza anota la
registrados, lo cual impide conocer su real historia y el presencia del impacto incaico en Huaytará (Bueno
papel que ellas cumplieron en el desarrollo de su Mendoza 2003), Odón Rosales Huatuco quien ofrece
trayectoria regional. Para los pueblos actuales resulta una breve referencia sobre el edicio incaico de la
indispensable conocer su propia historia, sobre todo, ciudad de Huaytará (Rosales 1977). Por su parte, J.
aquella que discurrió en las etapas anteriores a la García trata sobre las construcciones incaicas en el
llegada de los españoles. Ignorar los hechos del pasado camino inca (García 2006). Eberth Serrudo abordó el
impide advertir nuestra visión por conocer los tema de las edicaciones de Inkawasi como parte del
esfuerzos realizados por quienes dominaron la impacto cusqueño en Huaytará, describe el sitio y
geografía agreste en la cual vivimos, pero que ellos considera ser un Tampu Real para la élite, cuya función
supieron transformarla tras el logro de mejores sirvió como nexo de relación entre la costa y la sierra de
condiciones de vida. Sin embargo, esa geografía agreste Huancavelica y Ayacucho (Serrudo 2010) y Sergio
en la cual se desenvolvieron no fue un obstáculo, sino, Barraza Lescano, cuyo trabajo indica el proceso
más bien un incentivo a su creatividad para someterla ocupación del asiento de Huaytará por el hecho de
en su provecho. Por esta razón, queremos realizar una estar en la ruta del Qhapaq Ñan y su utilización en el
primera aproximación al conocimiento del complejo desplazamiento de la hueste española durante la época
arqueológico de Ampurca, localizado en la provincia temprana de la invasión hasta el tiempo en que la
de Huaytará. Lugar donde aún se conservan varias edicación incaica fue convertida en un templo católico
estructuras funerarias que sirvieron para inhumar que habría sido abandonado, indicando este hecho la
restos humanos de los antiguos habitantes de la zona. poca ecacia de la tarea de centro de adoctrinamiento
religioso entre los nativos (Barraza 2013). Además, J.A.
Para dicho objetivo describimos el referido complejo Rodríguez Morales dio a conocer las excavaciones en
arqueológico en relación al contexto de otras diferentes Sangayaico (Rodríguez 2015) y Pieter Van Dalen Luna
modalidades de enterramiento que aún existen en la (2015), quien informó sobre tres restos arqueológicos
provincia de Huaytara y el mismo departamento de del área de Huaytará no aliados a la época incaica.
Huancavelica. Comprendemos, además, que el culto a Waldemar Espinoza Soriano es otro autor que, desde el
los ancestros y su expresión arquitectónica constituyen punto de vista etnohistórico, nos informa sobre la
marcadores de la identidad de las sociedades humanas, historia de los Chocorvo de Huaytará y los mitimaes
que apoyan su identicación cultural. que poblaron su territorio (Espinoza Soriano 2019).
Este corpus de datos nos sirve como marco conceptual
Antecedentes informativo sobre los avances de la arqueología de la
Se tiene conocimiento de los vestigios arqueológicos en provincia de Huaytará, en el cual se enmarca el sitio de
la provincia de Huaytará desde hace muchos años a Ampurca como una nueva área con vestigios de
partir de cuándo se hizo mención a las edicaciones carácter mortuorio. Por este motivo el objetivo de la
incaicas existente en el mismo pueblo de Huaytará y a presente exposición adquiere importancia por cuanto
otros más próximos a éste. También fue Soto y Macedo nos referimos a una de las modalidades de restos
quien informó sobre la edicación imperial sobre la funerarios en la provincia de Huaytará.
cual se construyó un templo católico (Soto y Macedo
1936). César García Rossell ofreció breves descripciones Huaytará
acerca de los sitios de Incahuasi, Huayanto y Huaytará Actualmente Huaytará conforma una provincia
(García Rossell 1942). Igualmente, Ramiro Matos peruana del departamento de Huancavelica, cuya
ofreció el resultado de sus reconocimientos de tumbas capital es el pueblo del mismo nombre. Ocupa un

Boletín YUNGAS 3(9). Diciembre 2019. pp. 35-40. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
36 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

territorio en la parte sur de este departamento y con


anterioridad a su elevación como provincia conformó la
unidad territorial de Castrovirreyna. En tiempos
coloniales fue una reducción establecida por el poder
hispano (Barraza 2013) y funcionó como un centro de
adoctrinamiento religioso para someterlos al
cristianismo. Su creación en calidad de provincia data
recién del día 26 de setiembre de 1984. Se encuentra a
2650 msnm. y la capital goza de un clima templado,
aunque hacia las partes altas de su territorio es más bien
frio. La carretera denominada Vía de los Libertadores lo
une a las ciudades de Ayacucho y Huancavelica, como
también a la carretera Panamericana que conecta con
todas las ciudades costeñas del Perú. Posee 16 distritos
y entre ellos gura el distrito de Quito Arma en cuyo
territorio se encuentra Ampurca próximo al pueblo de
Huayanto (Fig. 1).

De acuerdo a la tasa de la vista efectuada por el virrey


Francisco de Toledo en el siglo XVI, gura como: “El
repartimiento de Guaytará que son indios Chocorbos mitimas
y yungas tiene en encomienda en segunda vida Sancho de
Cárdenas como hijo y sucesor del Capitán Francisco de
Cárdenas a quien los encomendó el marques don Francisco
Pizarro gobernador que fue de estos reinos” (Cook et al.
1975: 266) Fig.1. Localización del sitio de Ampurca, Anexo de Huayanto, Distrito de
Quito Arma, provincia de Huaytará, departamento de Huancavelica, Perú.

Se tiene conocimiento por información etnohistórica


Choclococha: “Choclococha, laguna grande en la puna de
que el área de Quito Arma estuvo integrada en el grupo
Guaytará, de grande veneración, que nascen della ríos y la
humano denominado Chocorvo. Este grupo fue uno de
hazian muchos sacricios” (Albornoz en Duviols 1967:
los que pobló, antes de la conquista incaica, el área sur
29). De las citas anotadas se comprende que la antigua
del actual departamento de Huancavelica, junto a los de
provincia de Huaytará fue parte del territorio de los
la provincia de Castrovirreyna. El cronista Hernando
Chocorvo, cuyos orígenes son de larga data. Según los
de Santillan nos informa que: “Y otro señor hubo en los
hallazgos de restos correspondientes al Horizonte
Chocorvos que se llamó Hasto Capac y enseñoreó ciertas
Temprano en el pueblo vecino de Ticrapo (Ravines
provincias comarcanas; pero esto era en particular; pero en
general ninguno se apoderó ni redujo la tierra a modo de reino 1998 ), podemos considerar que durante este tiempo ya
e imperio hasta que comenzaron a reinar los ingas, cuyo hubo la presencia de este tipo de comunidades de
señorío y gobierno fue mas general y mas político y ordenado aquella época, cercanas a Ampurca. Y no dudamos que
que otro ninguno que haya habido en aquella tierra de que futuras investigaciones podrán identicar similares
haya memoria” (de Santillan 1879 [1563]: 13). Esta cita asentamientos en este lugar o a nivel de la provincia de
nos hace comprender que efectivamente los Chocorvo Huaytará.
fueron grupos, entre otros más, que no llegaron a ser
una sociedad de mayor complejidad social, por lo que Las tumbas
no se puede hablar de que haya constituido un reino o
un estado. Colegimos entonces que el desarrollo que Estos vestigios antiguos se localizan en el sitio
alcanzaron fue a nivel de un curacazgo o unidad denominado Ampurca, anexo de Huayanto del distrito
sociopólítica de menor rango que un estado. Sin de Quito Arma, provincia de Huaytará, departamento
embargo, como como todas las sociedades andinas de Huancavelica. Se accede a él desde el pueblo de
debió tener un sistema religioso en el cual consideraban Huaytará por medio de la carretera Panamericana para
a la laguna de Choclococha como una de sus huacas. Así proseguir al pueblo de Huayanto en menos de dos
se desprende de la relación de huacas de los antiguos horas. Los restos funerarios se distribuyen en un
pobladores de Huancavelica, publicado a las nales del espacio más o menos plano, pero a media ladera de una
siglo XVI, correspondiendo a lo chocorvos la laguna de cumbre donde aparecen rocas y arbustos cortos. Las
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 37

observa huesos humanos desarticulados en algunas,


esta situación indica la alteración de la posición
original de los difuntos. Sin embargo, los restos óseos
pueden servir para realizar estudios
bioantropológicos. Pese al mal estado de conservación,
es posible recuperar sus características arquitectónicas
para un trabajo de puesta en valor.

Discusiones

La vigencia que tuvo la conservación y memoria de los


ancestros en las sociedades del mundo Andino fue de
mucha importancia y no hubo grupo humano que no
tuviera en consideración este aspecto. Varios conceptos
Fig. 2. Vista panorámica del conjunto funerario de Ampurca. Se observa las
acerca del fenómeno de la muerte han sido tratados por
chullpas distanciadas unas de otras. el arqueólogo Peter Kaulicke que apoyan los análisis
para la investigación de las expresiones materiales
unidades funerarias se hallan separadas unas de otras, frente a la ocurrencia de los fallecimientos en el
de tal manera que media entre ellas una distancia Antiguo Perú (Kaulicke 2001). En este sentido cobra, a
aproximada de 2.00 m. Actualmente se observa aún nuestro entender, la información preliminar que
unas diez estructuras que muestran sus rasgos presentamos sobre las tumbas de Ampurca como una
arquitectónicos en regular estado de conservación (Fig. aproximación a su comprensión en la vida de los
2), pero las restantes, que puede llegar a un centenar grupos sociales de la provincia de Huaytará en tiempos
están destruidas. antiguos. De otro lado, a nes del siglo XVI e inicios del
siglo XVII ya se había proporcionado las modalidades
Se trata de restos de tumbas edicadas a base de de enterramiento en el mundo andino entre las
bloques de piedra tallados unidos con barro, los cuales diversas poblaciones que comprendían el territorio
sirvieron para levantar las estructuras de planta más o administrado por los Incas. La narración ofrecida por el
menos rectangular (Fig. 3). cronista Guaman Poma de Ayala ilustra las
consideraciones acerca de problema de la muerte, y
El techo fue construido a dos aguas, compuesto de especicó los ritos y ceremonias ofrecidas a los
gruesas lajas de piedra, las cuales se hallan dispuestas difuntos e incluye dibujos de las formas de
en forma gradual. De acuerdo a un resto de enlucido de sepultamiento antiguo (Guaman Poma 1993 [1615]).
barro que aún se mantiene en una de ellas, deducimos
que todos estuvieron cubiertos con un revoque externo Si bien se ha mencionado la presencia de estructuras
que los protegía (Fig. 4). Cada unidad funeraria posee funerarias en el actual departamento de Huancavelica
un pequeño vano de acceso que sirvió para depositar a y Huaytará en la modalidad de chullpas, ventanillas y
los difuntos. La presencia de una losa de piedra junto al tumbas soterradas, es desconocida la modalidad que
vano de uno de ellos indica que posiblemente cerraban presentan las de Ampurca. Además, diere de
las tumbas con bloques similares. Al interior de cada aquellas, tanto por el tamaño como por la manera en
mausoleo se observa huesos humanos desarticulados que fueron elaboradas. Por ejemplo, pudimos advertir
por efecto de saqueo desde hace mucho tiempo (Fig. 5). también, al observar las estructuras funerarias cercanas
La dimensión de cada tumba no excede de 1.00 m. de Wiracochaperqa, que éstas muestran un diferente
tratamiento arquitectónico y son, al mismo tiempo, de
Estado de conservación mayores dimensiones que las de Ampurca. En
Wiracochaperqa (Fig. 6) registramos que algunas
De acuerdo a las estructuras visibles que se han chullpas alcanzan a tener hasta casi siete metros de
conservado, unas derruidas, otras semiderruidas y altura y, además, presentan planta de tendencia
nalmente algunas aún en pie, podemos decir que su elíptica levantadas sobre el piso accidentado del sitio.
estado de conservación no es bueno. El paso del tiempo Tampoco encontramos similitud con las tumbas de
ha deteriorado los revoques y la mayor parte de tumbas Tambo Machay informadas por Ramiro Matos (1960:
han sido saqueadas con la consiguiente pérdida de los 316), por cuanto éstas son estructuras erigidas bajo
muros y los vanos de acceso a ellas. Además, si bien se abrigos rocosos en su mayor parte de planta circular.
Igualmente, no equipara con las tumbas tipo ventanilla
38 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

de las estructuras incaicas, podemos armar


tentativamente que fueron edicaciones levantadas
con anterioridad a la ocupación del Imperio del
Tahuantinsuyo en la región de Huaytará. Sin
embargo, Waldemar Espinoza Soriano, tomando como
referencia a diferentes cronistas, indica varios detalles
de las costumbres de la etnia de los chocorvos como
pueblo de agricultores, ganaderos mineros y tejedores.
Ellos, intercambiaban productos a través del punto de
encuentro de Huáncano cercano a la costa con otros
bienes de clima templado. Fueron conquistados por los
incas, quienes, además, como estrategia de su
seguridad instalaron varios grupos de mitimaes en el
territorio Chocorvo y fue así que durante la Visita de
Francisco Toledo se lee :”Entre esos mitmas guraba el
Fig. 3. Foto que muestra la parte lateral de una tumba con el detalle del techo
dispuesto a dos aguas cubierto de lajas planas de piedra. ayllu Quito, procedente del extremo norte del Chinchaysuyo,
asimismo el ayllu Guayacundo, no todos vivían en el
distribuidas en las provincias de Acobamba y asentamiento urbano de Guaytará, sino en parajes distantes
Angaraes, porque éstas son nichos cavados en de su entorno, en los cuales trabajaban turnándose en labores
acantilados rocosos muy semejantes a las conocidas señaladas por el Estado, y desde donde acudían- por sus
“ventanillas” del área de Cajamarca. Y, desde luego, no mitas- al servicio de la llacta incaica” (Espínoza Soriano
tienen parecido a las tumbas cavadas bajo el piso. Las de 2019: 997). Ese ayllu Quito procedente del antiguo
Ampurca son estructuras levantadas sobre el piso y, a territorio del Ecuador, ubicado justamente alejado del
prueba de futuras investigaciones constituyen una pueblo de Huaytará, bien debe corresponder, tal vez, al
nueva modalidad de tumbas en el territorio de la actual distrito de Quito Arma y, por consiguiente, las
provincia de Huaytará y en el departamento de chullpas cercanas de Ampurca corresponderían a este
Huancavelica. No obstante, las funciones que tenía grupo étnico norteño. También, cuando Waldemar
Ampurca fue la de conservar a los difuntos, a juzgar por Espinoza habla de los Chocorvos-Guaytará menciona
los huesos humanos que aún se observa al interior de al ayllu de Quito (Espinoza Soriano 2019: 999). Y, en el
algunos de ellos. El hecho de presentar una diferente repartimiento de Chocorvos ofrece la referencia a la
estructura dentro del territorio de Quito Arma puede estancia de Guayanto (Espinoza Soriano 2019: 1000)
estar indicando su pertenencia a un grupo humano de que justamente es el lugar donde se localizan las
distinto nivel si lo comparamos con las grandes chullpas de Ampurca. Todas estas citas nos inclinan a
chullpas de Wiracochaperqa, cuya construcción, en este pensar también que las chullpas de Ampurca pudieron
caso, requirió un mayor esfuerzo de inversión de pertenecer a los mitmas del ayllo Quito. Con lo cual,
trabajo que en Ampurca. De otro lado, debemos señalar Ampurca pudo también haber sido construido durante
que los pueblos antiguos de Huaytará tuvieron, dentro los tiempos incaicos cuando el gobierno del Cusco
de sus concepciones religiosas, la costumbre de decidió la instalación de estos mitmas extranjeros.
conservar y venerar a sus difuntos y, por ello, quedan
hasta hoy los restos de las chullpas como evidencia de
las costumbres funerarias. Los pequeños vanos de
acceso a ellas, sugieren su utilización tanto para la
inhumación de los difuntos como, asimismo, para
realizar sea los rituales funerarios o introducir ofrendas
en determinadas ocasiones del cumplimiento de sus
costumbres para la memoria de los ancestros.

Al estado del conocimiento actual de los retos


funerarios de Ampurca, cuya investigación requiere
ampliarse a cabalidad, pues no se han realizado
excavaciones como tampoco los estudios de los restos
osteológicos que contiene las tumbas no podemos
establecer su denitiva antigüedad. Sin embargo, dado Fig. 4. Vista frontal de una chullpa en Ampurca en la cual se observa aún
sus rasgos arquitectónicos que no asemejan al aparejo unos restos de revoque de barro que cubría los paramentos de cada unidad
funeraria.
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 39

Conclusiones

1. El complejo funerario de Ampurca constituye


una modalidad de enterramiento en la
provincia de Huaytará, entre otras que dieren
por la forma en que fueron construidas.
2. La antigüedad de las chullpas, puede
corresponder a la época incaica cuando los
gobernantes cusqueños instalaron mitimaes de
Quito en el territorio de Huaytará, pese a que la
modalidad arquitectónica de Ampurca no
responde al patrón arquitectónico cusqueño.
3. Otra posibilidad a tener en cuenta es que las
chullpas sean de origen local y, en este caso,
correspondería a los pobladores preincaicos,
Fig. 5. En el interior de cada chullpa se conserva numerosos huesos
reconocidos como del grupo Chocorvo, asunto humanos desarticulados como evidencia de su función mortuoria.
que deberá conrmarse con mayores
investigaciones en el sitio. de Santillan, Hernando
4. El ejemplo de Ampurca revela la práctica del 1879 Relación del origen, descendencia, política y
culto a los muertos como una costumbre gobierno de los Incas. En: Tres relaciones de
arraigada en los pueblos andinos, los cuales antiguedades peruana, editado por Marcos Jimenez
elaboraron su propia técnica arquitectónica de la Espada, pp. 1-133. Ministerio de Fomento,
como se reeja en el presente informe. Madrid.
Agradecimientos
Duviols, Pierre
Deseo agradecer al profesor Raúl Carbajal Llauca
1967 Un inédit de Cristobal de Albornoz : La
quien, en su condición docente, cumple con difundir el
instrucción para descubrir todas las guacas del Pirú y
patrimonio cultural de Huayanto y corresponde a él la
sus camayos y haziendas. Journal de la société des
propiedad de las fotografías de Ampurca, con
américanistes 56 (1): 7-39.
excepción del mapa y la foto de Wiracochaperqa,
utilizadas en el presente informe.
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pp. 235-249. Lima: Lasontay.
Articulo

Uchkus: Un establecimiento Inca en Huancavelica1

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Introducción La historia de la sociedad Inca en el territorio andino ha sido
registrada desde las primeras fuentes escritas por los
Las diversas provincias del actual departamento de españoles, pero los estudios arqueológicos realizados por
Huancavelica conservan en su territorio numerosos investigadores modernos aportaron las expresiones
monumentos arqueológicos, la mayoría de ellos aún materiales complementarias para su mejor comprensión. A
ocialmente desconocidos, aunque, sin duda, los habitantes parte de las publicaciones de viajeros y estudiosos no
locales tienen un conocimiento secular de ellos. Tales especializados, los trabajos pioneros de John Rowe (Rowe,
vestigios constituyen la evidencia del poblamiento 1944 y 1946) inician un estudio más preciso de la naturaleza
prehispánico de la zona, por sociedades muy antiguas que del Estado Inca, al investigar las propias evidencias
fueron adecuando a sus necesidades los diversos ambientes arqueológicas, como los monumentos arquitectónicos y los
que encontraron, de fuerte contraste altoandino, logrando así objetos de alfarería y, a partir de ellos, establecer la
mejores niveles de subsistencia. respectiva correlación con los datos ofrecidos por los
cronistas de la conquista. Con esos trabajos y luego de medio
El estudio de tales grupos humanos, a través de los restos siglo de numerosas investigaciones de otros arqueólogos, se
materiales de su cultura, es cada vez más urgente y necesario, viene conociendo cada vez mejor la situación del desarrollo
por cuanto están sometidos a un proceso destructivo, cuyos de la sociedad Inca en los Andes. Existe también buena
efectos restringen paulatinamente el conocimiento de la cantidad de publicaciones sobre centros incaicos erigidos
historia real de nuestros pueblos. En ese sentido, ofrecemos fuera del Cusco y su entorno inmediato.
ahora una aproximación inicial al reconocimiento de los
bienes arqueológicos de Uchkus, cuya importancia radica en Dichos trabajos explican aspectos importantes de la
el hecho de ser uno de los centros representativos de la naturaleza expansionista y el carácter de la formación
ocupación prehispánica de Huancavelica durante una época socioeconómica Inca. En tal sentido, el estudio de los
denida de desarrollo de la civilización andina, cuando el monumentos de Uchkus y sus resultados constituirán
estado Inca dominó aquella región. En efecto, el complejo nuevos aportes en el documento del proceso histórico
arqueológico de Uchkus y los diferentes sectores que lo ocurrido en la sierra central del Perú, durante la vigencia del
integran reejan, claramente, la expansión imperial del Tahuantinsuyo.
Tahuantinsuyo en Huancavelica y, al mismo tiempo, la
instalación de un núcleo extranjero en el área ocupada por la Debido a la naturaleza exploratoria de la investigación,
antigua etnia Angara queremos llamar la atención acerca de las características y la
antigüedad del asentamiento, con la intención de generar el
La investigación integral de Uchkus puede contribuir a una interés por estudios de mayor amplitud que puedan
mejor explicación de los cambios ocurridos al interior de las explicar, con datos más precisos, los diversos aspectos del
sociedades locales por efecto del impacto incaico y podría funcionamiento y el rol que cumplió el sitio en la época de su
ofrecer datos sobre el funcionamiento de un centro vigencia. De igual manera, no debe perderse de vista la
administrativo del Tahuantinsuyo, en el contexto de necesidad de su conservación y defensa, orientada a la
similares establecimientos distribuidos en la sierra central puesta en valor de los monumentos, cuyos resultados
del Perú. Asimismo, puede permitirnos distinguir las tiendan, en alguna manera, al mejoramiento económico de la
expresiones materiales en aspectos como la arquitectura y la actual comunidad campesina de Uchkus.
alfarería del estilo Inca. manufacturados en un área
provincial y el grado de asimilación que pudo ocurrir en la La presente publicación se basa en un primer informe
tradición local. remitido al Instituto Nacional de Cultura de Huancavelica
(Ruiz, 1995) luego de una visita inicial y preliminar,
Uchkus no es el único caso que expresa la presencia Inca en la realizada en el mes de noviembre de 1994.
zona, por cuanto ya otros investigadores han señalado sus
huellas en otros lugares de Huancavelica (Soto y Macedo, Ubicación y Acceso
1936; Matos, 1959.1960 y Lavallée, 1973). Creemos, por eso,
en la importancia del estudio del complejo de Uchkus, pues Uchkus, desde el punto de vista político administrativo
dispondremos de un nuevo hito para el entendimiento del actual, constituye un anexo y, al mismo tiempo. una
complejo proceso prehispánico en la zona. comunidad situada en el distrito de Yauli, provincia y
departamento de Huancavelica, Perú. Ocupa terrenos
Boletín YUNGAS 3(9). Diciembre 2019. pp. 41-51. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
42 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

Huancayo

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Choclococha

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R. Chincha

La Centinela Incahuasi
R. Pampas Vilcashumán
Tambo Colorado Huaytará
R. Pisco
Pisco
Humay
Sitios Inca
Paracas Cochorvos
Pueblos actuales
Ica
R.

0 50 km.

Fig. 1. Mapa con la ubicación del sitio arqueológico de Uchkus, Huancavelica.

localizados sobre la margen izquierda del río Ichu, cubiertos derecha del río Mantaro. Su recorrido entre los distritos de
por un manto vegetal de gramíneas cortas, aprovechables Huancavelica y Yauli abarca tres zonas ecológicas
para la cría de ganado nativo, como llamas y alpacas; ganado diferenciadas: la puna, con altos nevados, lagunas y
ovino, especialmente y, más limitadamente. vacuno. pajonales, donde aparecen estancias para la ganadería de
Algunos sectores del territorio comunal son utilizados para camélidos andinos, además de centros mineros importantes;
el cultivo de tubérculos andinos tales como papa y oca, entre la zona quechua alta, con laderas pronunciadas, donde es
otros, y de cebada. El clima es seco y frío con alturas que posible el cultivo de tubérculos nativos y la zona quechua
promedian entre los 3 500 a los 4 000 metros sobre el nivel del propiamente dicha, con presencia de sembríos como el maíz,
mar. además de los tubérculos y algunos frutales. El anexo de
Uchkus y el ambiente donde se encuentran los monumentos
En términos generales, la topografía es accidentada, con arqueológicos, por sus características climáticas y
quebradas profundas y estrechas que discurren altitudinales, están comprendidos en la zona intermedia
abruptamente en la encajonada cuenca del río Ichu. Este río se entre la puna y la región quechua.
origina en las alturas del distrito de Huancavelica, donde
están los límites con la provincia de Castrovirreyna, a partir Si tenemos en cuenta el área ocupada por la antigua etnia
de los deshielos y ltraciones que ocurren en la vertiente Angara, que comprendía desde la cuenca del río Vilca y sus
oriental del paso de Chonta, próximo al sistema de lagunas auentes al Norte, hasta las cordilleras de Choclococha, al
de Choclococha. Luego pasa por la ciudad de Huancavelica, Sur y al Oeste, así como el espacio de las actuales provincias
atraviesa la parte central del distrito de Yauli y es aquí la de Acobamba, Angaraes y Churcampa, se aprecia la
fuente hídrica más importante. En este sector se incrementan ubicación central y estratégica de Uchkus.
sus aguas con el aporte de varios riachuelos muy torrentosos,
entre los que destacan el Mashuaragra, por la margen El acceso al lugar toma como punto de partida la ciudad de
derecha, y el Huanqapallqa y otros menores, como el Huancavelica, de donde se va por la carretera hasta el paraje
Huaychao, por la margen izquierda. Finalmente, el río Ichu de Sachapiti. De aquí, sólo hay una trocha para vehículos de
desemboca en el distrito de Mariscal Cáceres, en la margen doble tracción con los cuales se llega al sector alto del anexo
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 43

de Uchkus. Luego se utiliza un sendero que pasa por entre las Qorimina
casas actuales de los comuneros, y por él se llega al complejo
arquitectónico antiguo. Otra ruta sale del pueblo de Yauli, Son restos ubicados en una lomada pequeña sobre la margen
punto de la vía del ferrocarril Huancayo-Huancavelica, del izquierda de la quebrada de Uchkus, en cuya cima se aprecia,
cual parte un camino de herradura en constante ascenso, en primer lugar, una galería cavada en la roca, a la cual se
ofreciendo más dicultades. De Uchkus se dirigen varios accede por medio de escalones tallados, que avanzan hasta
caminos tradicionales a numerosas comunidades y pueblos unos 10 m. Al pie de esta cima, frente a una pequeña
huancavelicanos. explanada denominada Ocopampa, pero aún pegada al
declive de la lomada, aparece un conjunto de estructuras
Los pobladores se hallan organizados bajo el régimen rectangulares, entre muros de contención, por donde
comunal, típico de altura, con un acentuado discurren canales. Un canal hecho de piedra, con sectores
desenvolvimiento de la vida rural, cuya subsistencia tallados en la propia roca, desciende de la parte baja del pago
económica proviene de la explotación agrícola y de la de Uchkus y se introduce al conjunto arquitectónico
ganadería en pequeña escala. Poseen un centro educativo haciendo zigzag. Este canal se divide, al inicio, en dos
mixto que imparte a la población escolar, la educación ocial pequeños canales y uno de ellos, en su tramo nal, se vuelve
peruana. De acuerdo a la Ley N"l 4164, de fecha 23 de junio de a dividir en cuatro conductos angostos labrados en la roca.
1967, Uchkus, junto a los anexos de Ambato, Chopja, Pachjlla, Justo al pie de esta roca aparece una oquedad,
Caruac, Atalla, Chacarilla, Troya, M"sojcancha, Matipacana, aparentemente natural, de unos 8 m de profundidad
Tantajato y Parjacancha, pasaron a integrar el nuevo distrito horizontal. Si la oquedad tiene un desplazamiento
de Yauli en la provincia peruana de Huancavelica. horizontal es un túnel, entonces, mejor diremos 8 m de
longitud que de profundidad.
Naturaleza de los restos
Todo el conjunto viene a dar a la explanada antes indicada, la
Durante nuestra exploración pudimos apreciar en el lugar, cual culmina en la quebrada que divide los territorios de
las siguientes clases de evidencias arqueológicas: restos Uchkus y permite el acceso a los terrenos de Tucolemisa y
arquitectónicos, alfarería fragmentada en supercie y una Chuncana.
gura tallada sobre la roca natural. La descripción de estos
elementos nos faculta para ofrecer, por el momento, una Las estructuras rectangulares de este sitio se hallan limitadas
primera aproximación sobre la naturaleza del complejo por muros de contención y tienen menores dimensiones que
arqueológico. Hemos recorrido el sitio y, al mismo tiempo, la estructura principal de Tucolemisa. Los bloques
obtuvimos mediciones, dibujos y fotografías. No realizamos integrados a los muros adoptan, en general, formas
excavación alguna, pero notamos que en dos sectores rectangulares, labradas al estilo incaico, pero son más
principales con arquitectura se habían hecho excavaciones pequeños si los comparamos con los bloques utilizados en el
clandestinas; hecho por alguna persona que escombró muros sector central o Tucolemisa. El área ocupada por el conjunto
semienterrados para saquear objetos antiguos. Esta acción ha no es muy extensa y no sobrepasa los 50 m. Se observa en ella
puesto en peligro al conjunto monumental, por cuanto los trabajos de escombramiento sin control arqueológico,
sillares pétreos de la fábrica podrían desaparecer, peor aún, ocasionando la dispersión de varias piedras del aparejo.
ya algunos bloques se hallan fuera de su contexto.
El nombre del sitio podría ser compuesto y derivaría de las
De acuerdo a las observaciones preliminares, y teniendo en palabras Qori que signica oro en el idioma quechua y del
cuenta la primera evidencia arqueológica identicada, esto término español mina, en alusión a la presencia de la
es la arquitectónica, el complejo de Uchlrus comprende tres pequeña galería mencionada. Sin embargo, en la zona de
sectores denidos y cada uno posee rasgos particulares Huancavelica existen topónimos nativos como Laymina,
debido a la naturaleza de las edicaciones y a su distribución Quimina, que no tienen relación con alguna explotación
espacial, hecho que permite aproximarnos al conocimiento minera.
de las funciones de cada sector en el tiempo de su vigencia.
Tucolemisa
El primer sector examinado es conocido tradicionalmente
con el nombre de Qorimina. Se accede a él después de pasar Es el segundo conjunto o sector central, al que se asciende
por el núcleo actual de la comunidad de Uchlrus. El segundo desde la quebrada de Qoriminahuaijo. por la margen
sector está separado del anterior por la quebrada de Uchkus o derecha. Está alejado del sector de Qorimina
Qoriminahuaijo, y se denomina Tucolemisa, que es el aproximadamente por unos 300 m. Las estructuras aparecen
conjunto central, al cual se le ha venido llamando lncañán, entre parcelas cercadas de pirca moderna, y se trata de
como consecuencia de una linderación de terrenos, en construcciones rectangulares, semienterradas, conformadas
tiempos modernos, por funcionarios gubernamentales. El por bloques de piedra tallados. Aquí sobresale nítidamente
último sector, llamado Chuncana, se halla en una pequea una portada todavía en pie. En general, todo el sector es
cumbre, después de Tucolemisa y siempre en la margen denominado tradicionalmente como Tucolemisa y en él se
derecha de la quebrada de Qoriminahuaijo. A continuación, hallan también varias construcciones modernas de los
presentaremos los rasgos generales de los sitios comuneros de Uchkus. En una de estas casas se observa
mencionados.
44 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

norte. pero únicamente mantiene los cimientos. El largo


alcanza 11 m, el ancho es de 4,90 m y el vano mide 0,82 m de
ancho.

La estructura C, adyacente a 8 , posee una pared divisoria


interna, con un vano que las comunica. La forma del recinto,
su factura y la naturaleza de los elementos pétreos, muestra
los mismos rasgos que el resto de edicios descritos. De largo
mide 8 m y de ancho, 2,65 m. El primer recinto de esta
estructura es más espacioso y tiene un largo de 4,90 m; en
cambio el segundo mide 3, 1 O m.

Aparte de lo mencionado, no hemos apreciado otras


estructuras antiguas; los referidos cercos de pircas y chacras
son actuales y están distribuidos entre los muros
arqueológicos. Tampoco se ven muchos bloques en las
inmediaciones, como es usual observar en otros restos
arqueológicos destruídos, salvo los bloques colocados e.1 los
Fig. 2. Dibujo de planta de las estructuras descritas.
cimientos de una casa actual próxima al sitio.
cimientos con algunos bloques probablemente extraídos del
Chuncana
conjunto arqueológico.
Hacia la zona sur este de Uchkus, margen derecha de la
Actualmente, sólo son visibles cuatro recintos antiguos, en quebrada, sobre una cumbre baja y algo plana, se halla el sitio
cuyo entorno se han hecho excavaciones clandestinas al lado de Chuncana, en posición más elevada que los sectores
de las paredes, sin control arqueológico alguno2. anteriores. Una distancia aproximada de no más de 300 m lo
Según la disposición en escuadra de los recintos, éstos separa de Tucolemisa. Desde la cumbre se tiene una amplia
habrían sido levantados alrededor de un espacio o atrio, no visión de las cordilleras más alejadas que emergen sobre los
visible por la acumulación de tierra procedente de la distritos de Yauli y Acoria.
destrucción ocurrida hace bastante tiempo, desde que la
dejaron sus ocupantes. Para ofrecer esta descripción, hemos La cima presenta una conguración más o menos plana con
asignado letras a cada unidad. La estructura A, de mayor fuertes declives hacia el oeste. Es de naturaleza rocosa y
dimensión que las restantes, ubicada al Este del conjunto,
mantiene visible la base de la pared oriental y los tramos
iniciales de las paredes norte y sur; la pared oeste no aparece
o, en todo caso, los cimientos podrían estar enterrados.

Un elemento arquitectónico destacable es la portada con


jamba simple, cuyo dintel y umbral permanecen intactos. El
dintel se compone de dos bloques alargados; el vano es
trapezoidal y, junto al umbral, hay dos escalones de piedra
hacia el exterior, aunque no se observa el piso. Los muros
alcanzan 1 m de altura y los bloques presentan forma
rectangular con tendencia de cuña; la cara externa de éstos es
ligeramente abombada y las junturas bien ajustadas a la
manera de las clásicas paredes cusqueñas. Los litos fueron
trabajados mediante percusión regular y carecen de
pulimentación. En términos generales, la construcción
alcanza un ancho total de 11 m; el tramo de la pared sur mide
4,44 m hasta donde es visible, pues no se sabe la extensión
total a causa de no existir actualmente continuidad en dicho
muro: el ancho de la parte superior del vano de la panada
mide 0,64 m y el inferior tiene 0,83 m; la altura total de la
portada es de 2, 13 m. Los bloques del dintel miden 1,3 1 m y 1,
12 m de largo con 0,44 m y 0,36 m de ancho y 0,35 m de
espesor.

La estructura 8 , de similares características que el edicio


anterior, es también de planta rectangular y sólo está
separado de éste por un espacio de 1 m; tiene puerta al lado Fig. 3. Diseño en la roca de Uchkus.
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 45

a) Cántaros de cuello corto de paredes divergentes,


labio redondeado y cuerpo esferoidal (Fig. 4: a,b,c).
b) Cántaros de cuello corto, cuyas paredes son más o
menos verticales, labios redondeados con el sector
superior del borde expandido (Fig. 4 : d,e,f ,g,h,i,j,k,I).
c) Cuencos de labio redondeado y cuerpo
semiesferoidal (Fig. 4: m).

2. Alfarería con Engobe Rojo (22 fragmentos), que a veces


aparece engobado en una sola cara. No hemos identicado
diseños decorativos. Por lo escaso de la muestra, no sabemos
si este tipo, como el anterior, fue decorado o no. Más bien, se
dan las mismas formas y pasta como en la Alfarería Llana.

3. Alfarería de Estilo Inca (4 fragmentos), con la supercie


pulida y la pasta más na que las anteriores, pero del mismo
color. Se han identicado formas de aríbalos y pucos. Un
borde de aríbalo tiene el labio pintado de color negro; la
supercie interna muestra una banda ancha de color rojo y la
supercie externa está cubierta con pintura roja. Otro borde,
también de aríbalo, lleva una banda roja que cubre el labio y
la parte superior de la cara interna. El fragmento de puco
corresponde a un cuenco con pintura roja en el extremo
superior de ambas supercies y en la cara interna lleva
pintura crema. Un segundo fragmento tiene el borde y la
cara interna pintada de color rojo (Fig. 4: n,o).

4. Alfarería decorada, que corresponde a un solo fragmento


con supercie de color ladrillo en la que se ha pintado una
línea de color blanco.

Discusiones
Fig. 4. La alfarería de Uchkus.

forma un espacio denido por algunos muros ubicados hacia La actual provincia de Huancavelica en la cual está ubicado
el perímetro. En la parte central de éste aparece una gura Uchkus, constituyó en el pasado una de las áreas pobladas
geométrica tallada en el piso, a manera de un gran petroglifo, por la antigua etnia Angara, de origen preinca; pero
cuyas dimensiones alcanzan aproximadamente un largo de debemos anotar que este grupo habitó también en las
7. 19 m, con un ancho total de 5 m y una profundidad de las modernas provincias huancavelicanas de Acobamba.
tallas que no excede los 0, 15 m. La gura está constituida por Angaraes y Churcampa. La integraban las parcialidades o
tres pequeños pozos centrales conectados por un canal curacazgos Angara, Asto y Chaca (Jiménez de la Espada.
angosto; dos de ellos son circulares y el del extremo es elíptico 1881 ). Esos curacazgos incluían varios pueblos o ayllus que
alargado. Más o menos de la parte media del canal, salen conformaban la base sobre la cual se erigía el gobierno
otros dos en forma curva. Dos pozos diminutos, también nativo. Es posible que baya sido un reino, cuyo territorio
circulares, anquean el canal central (Fig.3). habría estado dividido en dos sectores, los Astos y los
Chacas, con límites denidos. Así se arma en un estudio
Alfarería sobre la presencia de mitmas entre los Angara, gracado
incluso con un mapa (Espinoza Soriano, 1973); aunque si
Se trata, en general, de fragmentos procedentes cotejamos dicho mapa. con la "Descripción de la Provincia
principalmente de la supercie del sector Tucolemisa. Entre de los Angaraes" (Jiménez de la Espada. 1881: 140-144 ),
los bordes de esos fragmentos se distingue, en orden a su parte de esos límites requieren una nueva demarcación, ya
mayor frecuencia, lo siguiente: que se arma en esa descripción que los pueblos de Huando
y Acoria estaban en territorio Chaca y no en el de los Asto,
1. Alfarería Llana (50 fragmentos), sin decoración, de aspecto como lo consigna dicho mapa. Otro estudio, que toca a los
tosco y alisado simple, hecha con un instrumento que dejó Angara, expresa que hubieron los Hanan Angara y los Hurin
huellas horizontales muy delgadas. Tiene la supercie rojiza Angara (Lavallée, 1983), pero la fuente a que se alude no
y en menor porcentaje gris. La pasta. por lo común, es gris y, a indica esa división, aunque ésta pudo existir, puesto que así
veces, se presenta rojiza hacia la supercie. Se observan las se reconocía para grupos vecinos de los Angara, como los
formas siguientes: Yauyo, los Huanca y otras comunidades prehispánicas. En el
período colonial hispánico, los pueblos Angara integraron
46 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

consolidación de la entidad sociopolítica Angara, habíase


instalado en la parte baja de este sitio, un singular centro
ceremonial conocido como Atalla, cuya antigüedad se
remonta al período Formativo, y que fue uno de los más
destacados de la Sierra Central del Perú. Consiste de un
templo con viviendas, posee alfarería muy na vinculada
con Chavín de Huantar (Matos, 1959) y la fase Janabarriu
detectada en ese lugar (Burger, 1995,comunicación
personal).

La ubicación de Uchkus muestra justamente la ocupación de


un punto en la parte central del antiguo territorio de los
Angara (Veáse el mapa sobre la distribución de esta etnia
según Espinoza,1973). Según Espinoza, esa área estaba
dividida en dos mitades: Asto y Chacac y entre los pueblos
principales adyacentes menciona, por ejemplo, al de Acoria.
Se inere, del referido mapa, que Uchkus estaba localizado al
sur de este pueblo y, por ende, cerca al lindero de las mitades,
de modo que estaría en territorio Asto. Pero, si tenemos en
cuenta la distribución de los pueblos Angara, mencionada en
la "Descripción de la Provincia de los Angaraes", hecha hacia
1586 (Jiménez de la Espada. 1881 ), se observa que el pueblo
de Acoria y el de Huando guran en la mitad Chaca y no en la
de los Asto, por cuya razón, Uchkus estaría en suelo Chaca.
En todo caso, pensamos que Uchkus fue construido en una
zona limítrofe entre dichas parcialidades Angara, aunque
dentro del territorio Chaca. En ese sentido, el río Ichu, que
corre al pie de las cumbres de Uchlcus y tributa sus aguas al
Fig. 5. Portada principal. río Mantaro por la margen derecha, viene a ser pane de esos
límites. Esta ubicación fronteriza de Uchkus explicaría por
políticamente diferentes repartimientos y, en lo eclesiástico, qué los Incas decidieron establecer alli un eje administrativo,
formaron cinco doctrinas: Lircay, Julcamarca, Acobamba, como parte de la estrategia geopolítica en cuanto al control e
Conaica y Acoria (Jiménez de la Espada, 1881 : 140-144). La imposición sobre los Asto, Chaca y los propios Angara.
palabra Angara pudo derivar del término quechua Anga o
Anca cuyo signicado es el de águila, según el Lexicón de La estrategia política de los Incas, aplicada a la región
Fray Domingo de Santo Tomás ( 1560). Los españoles la Angara, se tradujo en la ejecución de acciones diferentes, que
pronunciaron como Angara o Angaraes. Se ha mencionado estuvieron en directa relación con el panorama social que
también que esa palabra proviene del término Aneara, con el presentaba cada curacazgo integrante de esa etnia. Las
signicado de plato grande de calabaza (Espinoza, 1973: 1O). observaciones realizadas por Daniele Lavallée aclaran
El auge de estos pueblos se habría dado en el período algunos aspectos del impacto Inca en la sociedad local,
Intermedio Tardío (Siglos X al XV d.C.), después del colapso especialmente en el curacazgo Asto (Lavallée, 1983 ). De
de las inuencia iniciales de Huarpa y Caja, y posteriormente acuerdo a lo informado sobre los Asto y la provincia de los
de las de Huamanga y Viñaque, correspondiendo éstas Angaraes, los gobernantes cusqueños procedieron a
últimas, a las expresiones de sociedades que tuvieron fuerte trasladar masivamente a los Angara del sector Sur Este o del
presencia en el área de Ayacucho durante el Horizonte grupo Hanan Angara, como los denomina Lavallée,
Medio (Siglos VI al X d.C.). situación que nos hace pensar que tal mandato debió estar en
relación con la mayor resistencia que opusieron éstos, a pesar
Un aspecto imponante del área poblada por los Angara es el de poseer los recursos, panicularmente agrícolas, más
estar ubicada en una región intermedia que comunicaba productivos que la de los Asto o Angara del sector norte.
varias etnias situadas en la costa, sierra y ceja de selva. Su Paralelamente, la gestión Inca introdujo varios grupos de
territorio limitaba con el de las etnías Huanca, Yauyo, mitmas en la totalidad del territorio Angara. Entre los Asto,
Chocorbo, Chincha y Chanca, pueblos con los que mantuvo del que no se conocen deportaciones, se menciona que hubo
cercanas vinculaciones culturales. Es también posible que los un ayllu incaico en la localidad de Cuenca y otro en Huando
Angara tuvieran algún tipo de contacto con las poblaciones en el sitio de Rockcha (mitad Chaca). Es en este sitio, sin
asentadas en la cuenca del río Ene y en las montañas de embargo, donde existe clara evidencia arqueológica de la
Satipo. ocupación Inca, pues "gran parte del equipo cerámico
encontrado en las viviendas era de estilo
Se comprende, además, la importancia del área de Uchkus si cusqueño"(Lavallée, 1983:38). Pero donde se encuentra el
tenemos en cuenta que desde varios milenios previos a la mayor número de mitmas es en el sector sur este del área
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 47

Angara, ubicándose más bien en el lindero entre estos


grupos, posiblemente porque los Angara no se habían
unicado. Quizá en ese tiempo no hubo un poder central con
una capital desde donde los Incas pudieran articular su
dominio, como sí ocurrió, por ejemplo, en el caso de los
Chincha, cuando los gobernantes cusqueños se instalaron en
un núcleo como La Centinela, sede del poder y gobierno
centralizado de los chinchanos (Menzel, 1967). Igual
situación podría haberse dado en Pachacamac en tanto que,
entre los Angara, el poder cusqueño debió impartirse desde
una zona limítrofe y nueva, en un sitio sin antecedentes de
ocupación nativa, como Uchkus, siempre y cuando éste sea
el sitio principal y no Caja u otro. Cabe la posibilidad de la
existencia de otros centros Inca, tal vez con diferentes niveles
jerárquicos, de acuerdo al comportamiento social que cada
Fig. 6. Muro Inca y portada principal de Uchkus.
curacazgo haya tenido en su relación política con los Incas.
Angara, que habría sido el asiento del grupo Hanan Angara
Además del control político, el interés cusqueño en la zona
para Lavallée. Probablemente, eles a la tradición local de ser
de Uchkus debió estar dirigido al aprovechamiento de los
los más valerosos y esforzados del reino y que tenían a los
recursos económicos que poseían los Angara. En efecto, en
Incas en constantes guerras, los Hanan Angara no se
su territorio había lones metálicos, especialmente en
allanaron fácilmente al dominio imperial del Cusco. Aquí
localidades próximas a Uchkus, como aquellas de la
estuvieron presentes por compulsión varios enclaves
vertiente oriental y de las propias punas cordilleranas, que
extranjeros, trasladados por los Incas en tiempos de Huayna
incluyen a Choclococha, donde, hasta el presente, existen
Capac. De este modo, se pobló el sitio de Caja con indios
centros mineros de segundo orden. En esta zona se halla
Quiguares orejones del Cusco, quienes habrían detentado el
también importantes canteras de obsidiana y uno de los más
poder Inca en esa zona. los pueblos de Acobamba y
abundantes emporios de mercurio, cuyo derivado tintóreo,
Andabamba con nativos Guaros de Huarochirí; los pueblos
el bermellón o " llimpi" fue sustancia muy apreciada por la
de Lircay, Huchuiguaillay, Angaraes, Atunguaillay,
sociedad andina. Además, no habría escapado a la óptica
Huancahuanca, Congalla y Julcamarca con mitmas Chancas
económica de esa época, la explotación de los pastizales para
de Andahuaylas; el pueblo de Callanmarca con mitmas de
la ganadería de camélidos andinos, por ser éstos fuente de
Cajamarca (Jiménez de la Espada, 1881 ), a los que se añadían
carne, lana y medio importante de transporte de carga. A ello
los Cayampi del Ecuador, puestos en el pueblo de
debió agregarse el aprovechamiento de la fuerza de trabajo
Matibamba para producir coca y, nalmente, se impuso a los
de los ayllus Angara, para el engrandecimiento del poder
Chachapoyas y Huamalíes de Huánuco en un lugar aún no
emanado del Cusco.
identicado (Espinoza, 1973: 11 ). Hubo pues, como se
aprecia, una política agresiva que desestabilizó los ayllus
El área de Uchkus, por otro lado, se hallaba ubicada en la ruta
Angara de ese sector.
que unía la capital del Tahuantinsuyo con otros reinos
norteños. Aunque no estaba precisamente en el camino real,
Otra de las decisiones emanadas del Cusco fue la de construir
se conectaba con él por un ramal que, al mismo tiempo, lo
un núcleo residencial en Uchkus, con varios sectores, bajo el
enlazaba con centros administrativos y tambos como los de
propio diseño del estilo arquitectónico imperial. Como fue
Vilcashuamán (Ayacucho), Parcostambo (Acobamba),
característica del estado Inca, su presencia tenía que hacerse
Picoytambo y Acostambo (Huancavelica) y el más distante
ostensible entre el grupo dominado, incluso en expresiones
de Huaytará. Encontrábase pues enlazado a la red de sitios
como la alfarería y la arquitectura, símbolos del nuevo poder
estratégicos edicados por los Incas, en el ámbito de la Sierra
implantado.
Central del Perú Antiguo.
Hasta el presente, no se ha identicado otro establecimiento
La presencia de Uchkus en territorio hoy huancavelicano,
de estilo Inca similar a Uchkus en el territorio Angara. El sitio
por las condiciones anotadas y discutidas en esta sección,
de Parcostambo, en la vecina provincia de Acobamba, si bien
signica un asentamiento muy distinto a la mayoría de
es de la misma época, no tiene la complejidad de Uchkus y se
poblados prehispánicos tradicionales de la región,
trata, según lo conocido al presente, sólo de una posada o
caracterizados por tener edicaciones de planta circular,
tambo, del cual se nota únicamente los cimientos de una
como lo ejemplica el caso de los Asto (Lavallée, 1973) y que
estructura rectangular, ubicada en la parte principal del
obviamente, dieren de las de Uchkus, donde sólo hay
camino real que un ía Vilcashuamán con Picoytambo,
habitaciones de plano rectangular. Distinguimos esto con
Acostambo y Jauja. Tampoco hasta hoy se ha informado si en
claridad al contrastar Uchkus con el cercano conjunto
Caja existe un sitio incaico. Esta situación sugiere que los
arqueológico de Pucara, ubicado en el mismo distrito de
Incas no fundaron un centro administrativo en el propio
Yauli, margen derecha del río Ichu, cuya distribución
núcleo del poder Angara, que pudo haber sido al centro del
aglutinada con casas de planta circular responde a la
territorio Asto o Chaca o el sector Sur y Este del espacio
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tradición local y regional de núcleos Angara. Lo mismo se tratamiento de los bloques, la planta rectangular de los
observa si confrontamos Uchkus con los citados recintos, la presencia de canales tallados en bloques o en la
establecimientos del territorio Asto, ocupados por el grupo propia roca, la portada con tendencia trapezoidal y la
norteño de los Angara, y distribuidos en los actuales distritos composición de aparejo de las obras, tanto de Qorimina
de Moya, Vilca, Huayllahuara, Pilchaca, Cuenca, Conaica, como de Tucolemisa, lo sitúan dentro del estilo incaico. Estos
Manta, Laria y Ojoro, donde no hay injerencia del patrón detalles concuerdan con las características que se han dado
arquitectónico de estilo Inca (Lavallée,1983:36). Cabe resaltar para identicar otras edicaciones estatales del
que desde el punto de vista arquitectónico, Uchkus muestra Tahuantinsuyo (Kendall , 1976), en particular con
nítidamente la impronta del estilo cusqueño en el dominio de asentamientos más próximos como Vilcashuamán y
los Angara. En ese sentido todo parece indicar, a falta de otras Huaytará, también construidos durante la expansión del
evidencias arquitectónicas previas a la Inca, que el Imperio. Pero si los comparamos en cuanto a determinadas
establecimiento de Uchkus no fue construído encima o al características y magnitud, debemos advertir que estos
lado de otras estructuras tradicionales, sino que constituyó centros revelan una categoría mayor, en la medida que
un asentamiento nuevo fundado en razón a los intereses del poseen una albañilería muy esmerada y porque exhiben más
poder estatal cusqueño, como caso muy frecuente en la complejidad en la distribución de los recintos que, al mismo
estrategia expansionista Inca. Se ha opinado que en la tiempo, son más numerosos que los de Uchkus (Gonzáles
edicación de centros similares, no tenían en cuenta las Carré y otros, 1981 ). En efecto, Vilcashuamán conserva
condiciones productivas del sitio o que estos dispusieran de estructuras grandes; agrupa plazas, ushnu, templo, recintos
baluartes militares, sino más bien centraron su atención en de carácter militar, depósitos, viviendas y murallas q ue no se
dar seguridad a los puntos de ujo de las acciones de encuentran en Uchkus. De igual manera, el establecimiento
conquista para la pacicación y sometimiento de poblaciones de Huaytará destaca por el no acabado de sus muros, por
locales (Lavallée, 1983:26). Debemos pues pensar en las tener singulares hornacinas y nichos que naturalmente no
instalaciones de Uchkus como un centro impuesto en los están presente en Uchkus, aun cuando éste no haya sido
límites de los sectores en que estaban dividido los pueblos estudiado integralmente. Tampoco Uchkus tiene punto de
Angara, Asto y Chaca y que, en el planteamiento acerca de comparación, en cuanto a la extensión, con Huánuco Viejo o
este tipo de sitio, estaríamos ante un establecimiento de el centro administrativo de Pumpu, donde recientes estudios
carácter operativo para la política Inca (Morris, 1973). muestran la gran complejidad interna y la vasta dimensión
que alcanzó el conjunto (Matos, 1994).
A pesar de ello. el sitio que discutimos ofrece ciertas
condiciones ambientales que favorecen la construcción de un Por otro lado, si bien Uchkus reeja el dominio Inca entre los
puesto de altura, asunto e n el que debieron reexionar los Angara, tiene al mismo tiempo particulares formas de
gobernantes Inca, pues la inversión en las acciones de adecuarse al medio geográco. Qorimina fue construido en
pacicación y sometimiento implicaba seguramente el una ladera. Tucolemisa, en un espacio llano y Chuncana, en
aprovechamiento de los excedentes del grupo dominado. En una cima a mayor altura. Esto indica la adopción de
efecto, de Uchkus se tiene buena visibil idad, tanto hacia la estrategias arquitectónicas diferentes en relación con el
cuenca del río Ichu como a las cumbres rocosas que lo objetivo estatal y el medio donde les tocaba actuar, como ya
marginan. Las quebradas del entorno no debieron constituir, se ha informado para estos casos, como por ejemplo en la
en esos tiempos, obstáculos insalvables, pero sí dicultosos construcción del conjunto de Ollantaytambo (Protzen, 1993).
para una posible incursión extraña. Existen, asi mismo,
arroyuelos de donde aprovecharon el agua para el Se ha mencionado que Vilcashuamán fue construido
sostenimiento de sus ocupantes, entre los que destaca la durante el reinado del inca Pachacutec (Kendall 1973:78), de
quebrada de Qoriminahuaijo, que escurre al río Ichu. Los modo que su crecimiento continuó en el reinado de sus
terrenos del sector alto son aptos, hasta hoy. para el cultivo de sucesores. En cambio Uchkus, por ser más pequeño, con tres
tubérculos (papa, oca, mashua) y en ellos prolifera el pasto conjuntos separados pero cercanos, no muestra el desarrollo
nativo, aprovechado para la crianza de ganado. En la parte y complejidad de Vilcas,.pues de haber ido edicado e n
baja, a orillas del río Ichu y avanzando hacia la zona de tiempos de Pachachacutec habría tenido que acrecentar sus
Acoria, el clima es más abrigado y tiene mejores condiciones instalaciones en años posteriores. Pensamos por ello, que
para la agricultura del maíz y algunos frutales de altura. De Uchkus podría añadirse al conjunto de centros que ordenó
igual modo, el ambiente climático de la zona, frígido y seco, construir su sucesor, Topa Inca Yupanqui, quizá para
no fue impedimento para que allí se fundara un poblado asegurar sus conquistas coste ñas, toda vez que Uchkus,
incaico, más aún si consideramos que los Incas procuraron Huaytará, lncahuasi y el mismo Tambo Colorado habrían
priorizar los intereses del Estado, cuyo carácter sido edicados para controlar no sólo a lo grupos locales
expansionista desaó junglas, desiertos y punas muy altas. próximos. sino también al poderoso reino de los Chincha, en
como lo demuestran las instalaciones de Pumpu (Junín). cuyas serranías están ubicados Uchkus y Huaytará.
Huánuco Pampa (Huánuco), Cochabamba (Amazonas),
Huancasragau (Alto Pativilca) y el Tambo de Huaura e n Al observar la ubicación que tie ne el sector de Qorimina. al
Huacho (Lima), para citar sólo unos pocos ejemplos. pie de una canal zigzageante que penetra por varios recintos
pequeños e n los cuales discurren otros canales, todos
Los atributos estilísticos de la arquitectura, como la forma y el ubicados en un declive que termina en explanada, creemos
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que pudo ser un ce ntro ceremonial ligado al culto del agua, procedencia de sus ocupantes. De hecho, ellos expresan una
actividad que integraba un ritual vinculado a la religión Inca. ocupación tardía, por estar asociados a estructuras de factura
dado el carácter agrario de la subsistencia económica estatal. incaica, como por aparecer junto a tiestos de estilo cusqueño
Sugerimos esto en base a la similitud con el sitio cusqueño de (aríbalos), aún cuando proceden de la supercie. La mayoría
Tambomachay, donde aparecen también canales que de fragmentos son de tipo llano, de pasta uniforme y
discurren entre estructuras, además de las distancias, supercie de tono rojizo natural; no obstante, hay otros con
extensión y tratamiento de la arquitectura. Respecto a la engobe rojo, pero ambos comparten formas (Alfarería Llana
galería de la cima de este sector, no tenemos evidencias o y Alfarería con Engobe Rojo). Las formas tienen similitud a la
asociaciones concluyentes sobre su función, salvo que ella cerámica que aparece en sitios como Pucara en el mismo
podría indicar el inicio de una labor minera, a la que también distrito de Yauli y en Llactapata y Anccomarca, emplazados
alude el signicado de su nombre como mina de oro aunque, en la provincia de Acobamba, donde existen asentamientos
como ya se dijo, topónimos con la terminación mina existen con edicaciones circulares correspondientes a la tradición
en los lugares huancavelicanos de Laimina y Quimina, que Angara. En términos generales, se vinculan a los tipos de
necesariamente no están ligados a nombres de centros cerámica de fases tardías que ocurren en la Sierra Central
mineros. peruana, como Huancayo y Huancavelica y que
comúnmente se hallan asociados a cerámica del estilo local
En cambio, el sector central o Tucolemisa parece que (Lavallée, 1967).
corresponde a un conjunto residencial destinado a servir
como morada de los administradores del gobierno Inca, Si la propuesta para el caso de Uchkus es correcta, se podría
quienes estaban encargados del sistema de control político y indicar que los fragmentos más numerosos pertenecieron a
social de la zona. Lamentablemente aparece incompleto, sea los grupos nativos que concurrían al centro incaico para
por efecto de la destrucción, o por no haber sido aún cumplir con las tareas tributarias exigidas por el gobierno del
excavado. La presencia de la portada, de los recintos Tahuantinsuyo. Un fragmento con pintura de una línea
rectangulares erigidos en sitio plano, el trabajo y ensamblado blanca sobre la supercie natural podría estar vinculado al
de los paramentos, que pueden ser tipicados de estilo estilo Mantaro, también de una fase Tardía de la zona. Los
ciclópeo, así como la mayor abundancia de fragmentos de restos de alfarería Inca, aunque son claramente de este estilo,
alfarería del Horizonte Tardío en supercie expresan, en por su tamaño y carencia de ornamentación no pueden ser
términos generales, la posición y prestigio elevado de sus asignados a una determinada modalidad imperial. Al
ocupantes. Se distingue, además, una habitación de mayor respecto, se conoce que la alfarería Inca se halla distribuida
tamaño (Estructura A) en relación a las adyacentes (B y C), en la zona de Castrovirreyna y Huaytará (Matos, 1960) y se
hecho que indicaría funciones distintas para cada una. observa en muchos sitios de las provincias huancavelicanas
de Acobamba y Angaraes, como también ha sido bien
Respecto de Chuncana, que exhibe una gura a base de hoyos identicada en las aldeas Asto (Lavallée y Julien, 1985). Esa
y canalitos interconectados, tallados sobre el piso de la roca y distribución señala el amplio dominio del estado Inca entre
situado en un espacio a mayor altura que el resto de sectores, los antiguos pueblos de Huancavelica, como ya se ha
también se puede plantear una relación con actividades opinado, corroborado por el estudio de los documentos
ceremoniales y, al mismo tiempo, considerar al sitio como un coloniales (Espinoza,1973: 11). Lo que aún no se ha
lugar de observación del espacio sideral para el cálculo dilucidado es el grado de inuencia que pudo tener en la
astronómico. Desde este sitio se domina los diversos producción alfarera nativa, pues no se han encontrado
conjuntos arqueológicos, los territorios de la comunidad, el alfares Angara Inca, como sí ocurre en los estilos Chimú-Inca
valle del río Ichu y las cumbres que rodean la zona. La o Chancay-Inca, para citar sólo dos ejemplos de
preeminencia del lugar y la enigmática gura tallada. con el trasculturación que expresan el fuerte impacto del
mismo nombre del sitio, indicarían que allí se realizaban Tahuantinsuyo en esos estilos locales. Para el caso de
actividades de observación y cálculo. Chuncana, en idioma Huancavelica no es todavía posible determinar este proceso,
quechua, signica jugar, pero jugar con cálculo, pues el aún cuando se ha informado que en la producción alfarera
simple juego es "pukllay". Con todo, se requiere de mayores Asto hay variaciones en el cuello de las tinajas que se tornan
investigaciones para llegar a obtener conclusiones rmes. Tal más acampanuladas, pareciéndose a los aríbalos, y también
vez pudo haber tenido la función de ushnu o pirámide por el uso de engobes más oscuros (Lavallée, 1983:39). Entre
escalonada típicamente inca, pero sus características no los grupos Angara, fueron los del curacazgo Hanan Angara
coinciden con este tipo de estructuras. Hay que mencionar, los que estuvieron sometidos a mayor presión y agresión por
por último, que hoyos y canales caracterizan a otros parte de los Incas (Favre, 1983-1985). Sin embargo, por la
complejos arquitectónicos incaicos, tal como se observa, por carencia de investigaciones arqueológicas en este sector,
ejemplo, en Vilcashuamán. resulta aún prematuro evaluar el impacto extranjero en el
área. El hecho de no haberse encontrado una clara mezcla de
Los fragmentos de cerámica recuperada son en verdad estilos locales con lo Inca, puede indicar la fuerza de la
escasos y ellos provienen del sector central o Tucolemisa. identidad Angara que, haciendo gala de su nombre -en
Esta circunstancia impide efectuar, por ahora, quechua signicaría águila-, vivieron encaramados en sitios
generalizaciones en la interpretación, pero puede ayudar en altos y bien protegidos, defendiendo sus territorios. Por esto,
la explicación de la antigüedad del sitio y en la distinción o es factible pensar que hayan entablado alianza con los
50 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

curacazgos de Ayacucho y Apurímac, integrados representados por los alfares locales y foráneos, poseedores
militarmente en la confederación de los Chanca, para de la vajilla del estilo cusqueño. Es evidente la ocupación de
enfrentar la expansión de los quechuas del Cusco de la que , la zona por funcionarios de la administración estatal del
sin embargo, salieron derrotados. Tahuantinsuyo.

Por todo lo expuesto, debemos mencionar que para el 5. Las dimensiones del sitio, el poco número de las
departamento de Huancavelica no sólo habría que edicaciones, la menor complejidad de los sectores y el
considerar a Huaytará e Incahuasi como típicos acabado de los muros, maniesta una jerarquía inferior a
emplazamientos del estilo Inca, sino también a Uchkus, aún otros establecimientos incaicos como Vilcashuamán y
cuando las fuentes etnohistóricas no hayan ofrecido Huaytará. Por otro lado, el patrón urbano de Uchkus diere
referencias sobre su existencia. completamente del correspondiente a los poblados nativos
Angara, sin duda de factura incaica.
En cuanto a la conservación y defensa del complejo
arqueológico, es preciso señalar que este sitio se encuentra en 6. Para el conocimiento histórico de la intervención incaica en
peligro de destrucción, pues se observan excavaciones el departamento de Huancavelica, no sólo debe considerarse
clandestinas en Qorimina y en Tucolemisa, afectando parte a Huaytará o Incahuasi como ejemplos únicos de
del contenido cultural de estos sectores. Por lo tanto, se asentamientos construidos bajo el régimen estatal Inca, sino
requiere hacer levantamientos topográcos, también al complejo de Uchkus.
reconocimientos sistemáticos del área, delimitación del
complejo y, desde luego, excavaciones cientícas como tareas 7. Es preciso reiterar la necesidad de que se amplíen las
previas a la puesta en valor. Todos estos trabajos deben tomar investigaciones arqueológicas y que se proyecten obras de
en consideración a la comunidad campesina en cuyos puesta en valor del complejo, teniendo en cuenta el interés y
terrenos se hallan los vestigios, pues esta población debería los problemas económicos de la comunidad campesina de
ser la primera en participar activamente en la protección de Uchkus.
estos bienes y, si fuera el caso, beneciarse de la promoción
turística del sitio. La construcción de un museo de sitio es Notas:
1
indispensable para la difusión de la historia del lugar. Se hace Uckus: Un Establecimiento Inca en Huancavelica, publicado
necesario el apoyo de proyectos y estudios de mayor originalmente en: Arqueología y Sociedad No. 12, 1998, pp. 63-76.
amplitud, orientados a esclarecer y denir los aspectos 2
arqueológicos y la función de cada sector del complejo, en el Entre los meses de Abril y Setiembre de 1995 el Instituto
contexto de la sociedad local, así como en el engranaje de las Nacional de Cultura de Huancavelica ejecutó labores de
instalaciones estatales del Tahuantinsuyo. escombramiento y excavaciones en el sector central
(Tucolemisa) de Uchkus. Los trabajos tuvieron una duración
Concluiones de 13 días (7 de Junio; 8,14, 15 y 21 de Julio; 3,6, 11, 18, 29 y 30
de Agosto; 1 y 8 de Setiembre), tiempo en el que se extrajo
1. Según las exploraciones realizadas hasta el presente, el aproximadamente 21 toneladas de materiales que cubrían
centro arqueológico de Uchkus no fue edicado sobre otros dicho sector, según infonna el folleto editado por el mismo
restos arquitectónicos locales, sino en un espacio libre, INC de Huancavelica (INC Huancavelica, 1996).
elegido para el asentamiento de los funcionarios al servicio El día 5 de Julio de 1996, visitamos la zona de Uchkus
del Tahuantinsuyo. juntamente con los arqueólogos Dr. Federico Kauffmann y
Carlos Chaud Gutierrez, por invitación del INC-
2. El conjunto, por el estilo arquitectónico, representa un Huancavelica para observar el complejo y los trabajos
establecimiento correspondiente al período Inca, ubicado en realizados. Lo que pudimos observar es que se había
territorio limítrofe entre los curacazgos de la unidad escombrado y excavado el sector central, quedando al
sociopolítica Angara, extendidos antiguamente por las descubierto casi todo el conjunto con la consiguiente
actuales provincias de Huancavelica, Acobamba, aparición de nuevas estructuras que lógicamente no
Churcampa y Angaraes. Dicho emplazamiento, no centrado guraban cuando lo visitamos en 1994.
en el núcleo del grupo principal de ellos, indicaría la carencia Las deducciones contenidas en el presente informe se basan
de un gobierno centralizado entre los Angara cuando se en los escasos recintos que observamos en esa oportunidad y
produjo la conquista Inca. que aparecen en el plano aquí publicado. Sin embargo,
mantenemos nuestra opinión en el sentido de haber sido este
3. La naturaleza de los monumentos reconocidos evidencia sector central, el núcleo residencial para quienes lo ocuparon
tres sectores denidos con funciones especícas de lo que en tiempos antiguos, aunque la aparición de las nuevas
habría sido un núcleo urbano, proyectado como enclave del estructuras evidencian una mayor complejidad en la
estado Inca entre los grupos Angara y destinado al control y distribución de los espacios y que debieron cumplir, sin
dominio de los nuevos territorios allí conquistados. duda, funciones distintas.
Lamentablemente, no existen registros del contexto
4. El estudio de los restos alfareros, limitados por cierto, excavado ni datos de la procedencia de algunos restos
estaría reejando la presencia de pobladores nativos conservados en el local del INC-Huancavelica (unos cien
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 51

tiestos, aproximadamente una docena de herramientas de


piedra y tres objetos laminados de metal). También se 1994 Pumpu. Centro Administrativo Inka de Puna de Junín.
observa en la supercie del referido sector excavado, Editorial Horizonte. Lima.
centenares de fragmentos de alfarería, numerosos restos de
Morrris, Craig
objetos de piedra como manos y morteros, algunos huesos
1973 Establecimientos Estatales en el Tawantinsuyo: Una
“al parecer de animales”, dejados como resultado del estrategia de Urbanismo Obligado. Revista del Museo Nacional.
escombramiento y zanjeo del sitio. Entre los fragmentos Tomo XXXIX: 127-141.
cerámicos observados en el local del INC-Huancavelica
vimos algunos de tipo Inca, un cántaro de tipo Angara y tres Protzen, Jean Pierre
fragmentos vidriados evidentemente de época colonial, lo 1993 Inca Architecture and Construction at Ollantaytambo.
cual sirve para señalar la presencia hispana en el sitio. Pero es Oxford University Press. New York.
responsabilidad del INC de Huancavelica y Lima explicar los
Rowe,John
resultados de las excavaciones realizadas en el año 1995.
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Artículo
Investigaciones sobre el Arte Rupestre Nororiental Peruano

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Son numerosos los sitios con arte rupestre en el actual (Pérez Villar 1969). Acerca de la cuenca del valle de
departamento de Amazonas y son miles los que existen en Chinchipe se ha ocupado Jaime Miasta quien ofreció sus
todo el Perú cuyo estudio resulta de necesidad perentoria por apreciaciones sobre el sitio de Faical (Miasta 1979). Alberto
cuanto ellos son documentos arqueológicos cuya Bueno y Anselmo Lozano dieron sus propias ideas sobre las
investigación debe servir para el mejor conocimiento de pictografías en la cuenca del Chinchipe (Bueno y Lozano
nuestro pasado. No es exagerado armar que la 1982). Para áreas del sur de la ciudad de Chachapoyas, es
consideración sobre la gráca rupestre en el departamento decir, hacia el distrito de Chuquibamba, se presentaron dos
peruano de Amazonas recién viene incrementándose estudios referidos a los sitios de Osiris y La Petaca (Muscutt
durante la presente década. Es cierto también que, en épocas 1987, 1989). Los profesores Petter Arana y Horacio Zuta
anteriores, algunos investigadores señalaron la presencia de informaron sobre varios sitios distribuidos entre
varios sitios con pictografías y grabados que ahora sirven Chachapoyas y Luya (Arana y Zuta 2009). El inventario
como hitos para continuar incorporando nuevos destinos nacional de arte rupestre realizado por Rainer Hostnig
rupestres. A este respecto, nuestra aproximación al arte contiene también referencias sobre los sitios del Nororiente
rupestre de Amazonas devino como consecuencia de más conocidos hasta el año 2003 (Hostnig 2003). Son
trabajos arqueológicos realizados en el complejo importantes también los aportes de Klaus Koschmieder
monumental de Kuélap, lugar donde logramos establecer quien mediante prospecciones en el valle de Jucusbamba de
una importante secuencia de ocupaciones humanas que la provincia de Luya, registró y discutió el signicado y los
ampliaron planteamientos anteriores formulados por Henry estilos de arte rupestre allí presentes (Koschmieder 2012,
Reichlen (Reichlen 1950). El presente informe pretende 2013). Varios informes de abrigos rocosos con pinturas y
aproximarse al conocimiento de los avances sobre las petroglifos fueron detallados por Ulises Gamonal en las
investigaciones relacionadas al tema de las expresiones provincias de Utcubamba y San Ignacio (Gamonal Guevara
rupestres del nororiente peruano en base a los estudios 1981,1986). Adriana von Hagen publicó sus apreciaciones
realizados hasta el presente. Intentamos también plantear sobre las pictografías (Hagen 2000). Otros estudios sobre
algunas ideas sobre el correlato cronológico de tales paraderos rupestres localizados en las provincias de
manifestaciones rupestres. Chachapoyas, Luya y Utcubamba fueron publicados por
Arturo Ruiz (Ruiz 1998,2001,2004, 2009a.2009b, 2010, 2013,
El reconocimiento iconográco y las peculiaridades de cada 2015ª, 2015b). Un interesante trabajo interpretativo fue dado
uno de los sitios que exploramos nos permite manifestar que a conocer por Enrique Bautista Quijano cuando estudió el
hubo producción rupestre desde tiempos del Período sitio de Faical (Bautista Quijano 2017). Los vestigios
Arcaico hasta la época incaica y colonial. Tal visión nos rupestres de Calpón han sido publicados recientemente
ilustra, al mismo tiempo, sobre la existencia de varias (Villar Quintana 2019). Son interesantes también varias
tradiciones que, por una parte, dieren de otras del territorio publicaciones cuyo contenido tiene referencias sobre la
peruano y, por otra, se nota anidades estilísticas con existencia de motivos rupestres, que ilustran un rico bagaje
algunas áreas próximas. Indudablemente se requiere de lugares en Amazonas, los cuales requieren ser
estudiar muchos otros centros de arte rupestre, de modo que investigados en forma concreta para poder contrastarlos y
se pueda postular, con mayor seguridad, su real signicación ser caracterizados con mayor amplitud de modo que
en el contexto del arte rupestre andino amazónico. Creemos logremos una mejor compresión del arte rupestre
que el conocimiento del arte rupestre adquiere importancia, nororiental peruano. Entre esas publicaciones citamos a
por su condición de constituir un material arqueológico Louis Langlois (1938), Henry y Paule Reichlen (1950), Hans
dejado por las antiguas sociedades de la ceja de selva, pero Horkheimer (1958), Victor Zubiate (1984), Inge Schjellerup
lamentablemente no ha sido tomando en cuenta por varios (2005) Federico Kauffmann y Giancarlo Ligabue (2003),
manuales sobre la arqueología andina, con excepción de Shady y Ruiz (1987), Mirtha Cruzado (s/f), Quirino Olivera
Historia arqueología del Perú (Morales Chocano 1993). (2012), Daniel Castillo Benitez (2019).

Antecendentes Sociedades prehispánicas


A pesar de la existencia de numerosos centros de arte Al arribo de los españoles a los territorios del Nororiente
rupestre en el departamento de Amazonas, han sido escasas peruano en el siglo XVI se registró la existencia de varios
las investigaciones puntales sobre el tema. Un artículo grupos humanos que se distribuían por los valles que
referido a pinturas en Pataz fue dado a conocer por Luis desembocan hacia las cuencas de los ríos Marañón y
Pérez quien ofreció detalles de las guras allí existentes Huallaga. Desde luego que, a pesar de su reconocimiento en
Boletín YUNGAS 3(9). Diciembre 2019. pp. 52-60. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 53

el siglo antes citado, ellos ya tenían una larga trayectoria


histórica. Provenían pues de tiempos prehispánicos y se
encontraban vigentes y en pleno desarrollo. Entre esas varias
comunidades podemos citar a los pueblos Jíbaros,
Bracamoro, Bagua, Copallin, Luya, Chillao, Pacla,
Chachapoya, de los cuales se vienen obteniendo
conocimientos acerca de su desenvolvimiento cultural
mediante los estudios arqueológicos e históricos. No fueron
los únicos, sino que hubo muchos otros, pero de los cuales,
sin embargo, todavía se conoce poco. Las llamadas “tribus”
de la provincia de Condorcanqui cuyas formas de vida, en
muchos casos, se mantienen como en tiempos antiguos,
presentan también una larga historia por desentrañar. Ahí Fig. 1. Pinturas rupestres de Yamón, provincia de Utcubamba con escena
vivieron los ancestros de quienes ahora son denominados de caza. Período Arcaico.
como sociedades awajun y huambisas.

Antigüedad de las ocupaciones humanas


Señalar el marco cronológico de las ocupaciones en
Amazonas resulta conveniente para tratar de
correlacionarlos con el desarrollo del arte rupestre en esta
región. Los hallazgos de evidencias arqueológicas más
antiguas en la región, proceden del sector Sur de su territorio.
Fig. 2. Pintura rupestre de Yamón, provincia de Utcubamba que muestra
Allí se hicieron excavaciones conducidas por el arqueólogo una representación de personajes portando lanzas. Período Arcaico.
Warren Church, precisamente en la cueva de Manachaqui de
cuyo lugar obtuvo, mediante investigaciones metódicas,
varias muestras que datan del Pleistoceno Final con fechados Evidencias rupestres
Las evidencias o hitos que constituyen puntos para
de 10350 y 10270 años antes del presente (Church 2004: 4).
comprender un acercamiento a la cronología del arte
Este dato nos advierte, que los grupos humanos que
rupestre en el nororiente peruano lo muestran algunos sitios
habitaron la cuenca próxima del Utcubamba y sus auentes,
con una iconografía que permite asignarla, en forma
tiene una larga trayectoria histórica iniciada desde tiempos
preliminar, a los diferentes períodos de ocupación humana
muy antiguos y fueron desarrollándose hasta la presencia de
en la región. Nos sirven de ejemplo algunos sitios de la parte
los Incas. Desde luego, ese desarrollo no fue aislado, sino que
baja del río Utcubamba pertenecientes a la provincia del
hubo períodos de interacción e inuencias de otras
mismo nombre. Asimismo, el gran centro de arte rupestre de
sociedades que vivían a su entorno. Otro hito vinculado a las
Faical, uno de los más extensos en la ceja de selva localizado
ocupaciones humanas proviene de las investigaciones en la
en la cuenca del Chinchipe cuyas aguas desembocan en el
provincia de Bagua, donde las excavaciones realizadas por la
Marañón. De igual modo, otro lugar como Pajcha de
arqueóloga Ruth Shady, señalaron una antigüedad de 1200
Tambolic en la provincia de Utcubamba muestra un
años A.D. (Shady 1987). Posteriormente, excavaciones
importante despliegue de imágenes. Igualmente, varios
practicadas en el complejo arqueológico de Kuélap revelaron
centros rupestres distribuidos por ambas márgenes del valle
ocupaciones humanas correspondientes al Período
del Utcubamba y vertientes próximas, exhiben abrigos con
Intermedio Temprano hasta la presencia incaica (Ruiz 2010).
un apreciable material iconográco. Todos estos conjuntos
de lugares revelan diferentes estilos o tradiciones rupestres
De igual manera, Ryan Clasby ha revelado ocupaciones
que probablemente responden a las realizaciones de los
tempranas para la cuenca del Chinchipe señalando que el
diversos grupos humanos asentados en tales espacios.
complejo de Huayurco muestra una antigüedad que remonta
unos 1000 años A.C. (Clasby 2013). La arqueóloga Inge
Aproximación cronológica
Schjellerup ha obtenido fechados calibrados para el sector sur
Aparte de lo arriba referido debemos anotar sobre algunos
de Amazonas y ha identicado ocupaciones que
íconos que hemos registrado, los cuales pueden
corresponden, también, al Período Intermedio Temprano,
aproximarnos a su cronología. En este aspecto, los
continuando al Horizonte Tardío, tal como lo muestra en un
consideramos tentativamente como hitos cronológicos en la
cuadro. (Schjellerup 2005: 408)). De estos datos se inere y
medida que aún no existen estudios puntuales sobre dichos
conrma que la presencia humana en el territorio de
lugares, como tampoco fechados absolutos sobre ellos. Solo
Amazonas tiene una larga data y, es posible que la
nos guiamos por la impronta iconográca y por
producción rupestre haya transcurrido en forma paralela al
comparación con manifestaciones más o menos similares de
gradual desarrollo de las antiguas sociedades regionales. Sin
otros sitios rupestres. Consideramos así, para el Arcaico
embargo, aclaramos que la falta de estudios detenidos en
Tardío nos inclinamos a señalar que los sitios de Yamón y
cada uno de los centros rupestres diculta precisar mayores
Calpón pueden ser representativos de esta etapa, en vista de
detalles de su conguración iconográca y cronológica.
las escenas muestran principalmente la presencia de
54 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

varias etapas de utilización continua de este sitio. Aquí


destaca un ícono cuyos rasgos pueden atribuirse a este
Horizonte (Fig.6) y algunos otros asociados, los cuales no
muestras relación con algún estilo de esta etapa. Debemos
señalar que, por lo menos, se ha encontrado evidencias sobre
la presencia de muestras alfareras pertenecientes a estilos del
Horizonte Medio en Amazonas como en los casos de Kuélap
(Ruiz 2010;) e Inticancha (comunicación personal de Church
y Muscutt 2019).

En el caso del Período Intermedio Tardío creemos que son


abundantes los ejemplos correspondientes a esta etapa,
fenómeno que tuvo como correlato el incremento
demográco en la región y la presencia de varios grupos
humanos tanto en el valle del Utcubamba como en el de
Chinchipe. Los sitios rupestres prospectados por Klaus
Fig. 3. Escena de personajes armados en plena danza ritual o un conicto.
Sitio de Calpón. Período Arcaico. Dibujo de A. Villar Q.
Koschmieder en la provincia de Luya constituyen claros
ejemplos de su correspondencia a este período. Por nuestra
parte hemos identicado varios paraderos rupestres en la
actividades de cazadores como tarea primordial en aquellos provincia de Luya y de Chachapoyas, en algunos casos
tiempos. Estimamos que de acuerdo a la clasicación vinculados a edicaciones circulares (Figs. 7, 8 y 9) Lo
propuesta por arqueólogo Jean Guffroy corresponden al testimonian lugares como los petroglifos de Jamalca (Ruiz
estilo seminaturalista (Guffroy 1999). Tanto por el tamaño 2004) y La Pitaya (Ruiz 2015a) o las pinturas rupestres de
que no excede de unos 0.20 m y el color del pigmento Pollurúa (Ruiz 2001,2009b), Choklic (Ruiz 2009a),
utilizado tienen parecido con las pinturas de Lauricocha Mashumachay (Ruiz 2010), Huaytapallana (Ruiz 2015b), y
(Cardich 1964) y Toquepala (Muelle 1969), lugares donde los Chaup-urco (Ruiz 2013). Existe también el dato relacionado a
motivos rupestres son de tamaño pequeño y utilizan este período pues al hablar de tumbas situadas en la margen
pigmentos de color rojo oscuro. Estos detalles, en términos derecha de la quebrada de Yalen al sur del territorio de
generales, son similares a los que se observan en los sitios de Chachapoyas, en el actual distrito de Pataz, Warren Church
Yamón (Shady y Ruiz 1987) y Calpón (Villar Quintana 2019) dice: “Sobre algunas tumbas se encuentran pinturas rupestres
de la provincia de Utcubamba, así como en las pinturas de elaboradas en color rojo. A otro juego de pinturas los pobladores las
Putquerurco de la provincia de Luya. Nos atrevemos a reeren como “las pinturas del Sol y la Luna”, descritas por Pérez
opinar que, guardando las distancias, las pinturas de Yamón (1969). Lamentablemente algunas se encuentran muy erosionadas
(Fig. 1 y 2) y Calpón (Fig. 3) e incluso las de Putqueruco y resultan difíciles de denir. Es probable que el sitio corresponda al
recuerdan a las pinturas del arte levantino del viejo mundo, Período Intermedio Tardío o al Horizonte Tardío.” (Church 1997:
tal como lo había advertido Jorge C. Muelle cuando se rerió 221)
a las guras que aparecen en la cueva de Toquepala (Muelle
1969:195). Para el Horizonte Tardío consideramos como un claro
ejemplo al complejo rupestre de Chanque (Fig. 9, 10), donde
Para el Horizonte Temprano, señalamos al complejo rupestre se observa claramente una iconografía que responde a este
del sitio de Faical (Bueno y Lozano 1982; Ruiz 2017) en el valle tiempo, cuando los incas hicieron presencia en los territorios
de Chinchipe como perteneciente a esta etapa, debido a la de la antigua provincia de Luya (Ruiz 1998, Figs. 12 y 13);
presencia de un panel que muestra claramente un motivo de
la boa anaconda viajera, gura mítica de la amazonia
(Bautista Quijano 2017), cuyo ojo de pupila excéntrica
denuncia su antigua liación (Figs. 5 y 6). De otro lado, Faical
se encuentra en un contexto de asentamientos como Monte
Grande, San Isidro, vestigios monumentales asignados a
tiempos también vinculados al Formativo. y también Santa
Ana La Florida que ha sido fechado, de modo general, en
5500-3830 años antes del presente (Valdez 2013:7).
Asignar las representaciones rupestres al Período Intermedio
Temprano, no es posible aún señalarlo por el momento,
debido a la falta de mayores investigaciones que puedan
referirse o identicar guras características para esta etapa.

En cuanto al Horizonte Medio, tenemos al complejo rupestre


de La Pajcha de Tambolic, lugar donde se observa varios Fig. 4. Panel con la gura de la boa anaconda viajera en un panel del sitio
paneles con numerosas guras que deben corresponden a de Faical. San Ignacio. Horizonte Temprano.
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 55

y la presencia de los adornos en la cabeza de los personajes y


al hecho de que en ambos casos también aparecen animales
asociados a personajes antropomorfos. Además, debemos
remarcar que Puente Utcubamba es un sitio en una zona que
linda con la provincia de Chachapoyas. Al respecto, Langlois dijo
“En Puente Utcubamba, al lado de los viejecitos, se encuentran
pictografías que están pintadas ya sea sobre la misma roca, sobre los
muros perpendiculares a la pared rocosa. Son dibujos pintados de
ocre rojo sobre el estucado que recubre los muros generalmente de
adobes o la roca. Representan hombres que parecen conducir
animales. “Por su talla estos animales parecen ser llamas. Los
hombres que están representados sobre el fondo de la roca tienen la
Fig. 5. Detalle del panel con la gura de la boa anaconda viajera del sitio cabeza rodeada de rayos que pueden imitar plumas o los rayos de un
de Faical. Horizonte Temprano. astro. ¿Es la estilización de uno de aquellos sacricios que
acompañan a menudo los ritos funerarios? Se sabe que en muchos
Koschmieder 2012: Fig. 126, Fig.131). En cuanto a la etapa parajes se sacricaban llamas sobre la tumba de los muertos y aun
colonial debemos citar al sitio de localizado en el distrito de se les enterraba (cuando menos la cabeza) con ellos (Cementerio del
Santo Tomas de la provincia de Luya (Fig.14) lugar en el cual Brujo en el valle de Chicama, por ejemplo).” (Langlois, 1939:75-
se observa claramente guras de personajes en actitud de 76)
cabalgar (Aguilar, 1997).
Otro autor, José Perez Villar al explorar en las vecindades del
Consideraciones nales pueblo de Pataz a unos 12 kilómetros, visitó los abrigos
En esta parte queremos referirnos a las informaciones rocosos de lo que él denomina abrigos del Sol y la Luna y otro
iniciales sobre el arte rupestre en el departamento de de las Estrellas. Ambos en un cerro adyacente al sitio de
Amazonas, las cuales datan de hace algunos años. Con ellas Yalén, a 2800 msnm. El dibujo del Sol tiene un diámetro de
se tomaron conocimiento de su existencia y, posteriormente, 0.54 m. es de forma circular que combina los colores amarillo,
se incrementaron algunos otros datos. Sin embargo, es aún blanco y anaranjado. La Luna mide 0.30 m. de diámetro y
escaso el conocimiento del potencial rupestre de Amazonas combina los colores blanco y anaranjado. Junto a este dibujo
debido a que las investigaciones arqueológicas han estado aparecen dos personajes diseñados a manera de siameses
centradas en los monumentos arquitectónicos más relevantes como los indica Pérez. Tiene entre 0.22 y 0.17 m. de altura y
de la región. Nos referimos entonces al general Louis son de color anaranjado. La escena se encuentra a 2.50 del
Langlois quien en su trabajo sobre la arqueología del valle del nivel del piso. A distancia de unos 100 metros se halla la
Utcubamba ilustra unos dibujos en color ocre rojo localizados llamada cueva de las estrellas donde el panel expresa
en Puente Utcubamba para los cuales opinó representar diseños antropomorfos, zoomorfos y geométricos todos de
hombres aparentemente conduciendo llamas y que dichos color rojizo. Pérez los describe y anota que el abrigo:
hombres tienen la cabeza rodeada de rayos que podían imitar
plumas o los rayos de un astro. Luego se interroga si esa
escena representa la estilización de sacricios vinculados a
los ritos funerarios puesto que en otras regiones se había
identicado tales prácticas como, por ejemplo, en el
cementerio El Brujo del valle de Chicama (Langlois, 1939:75-
76). Pero de acuerdo al dibujo que presenta (Fig. 41) de su
publicación se observa, en efecto, cinco personajes
antropomorfos y también cinco dibujos zoomorfos. La
primera escena muestra, como él lo arma, dos personajes de
cuya cabeza se proyectan rayos, además están de pie, piernas
abiertas y con los brazos extendidos. Al lado de cada
personaje aparece un cuadrúpedo que por sus rasgos de ser
de menor talla que los antropomorfos y tener cuello corto,
más parece tratarse de perros o algún otro tipo de animal
menor antes que una llama. Lo interesante son los rayos de la
cabeza que pueden tener relación con los dibujos
antropomorfos de Huaytapallana que también presentan el
mismo rasgo, aunque los cuerpos en este caso tienen más
detalles. Los otros tres personajes de Puente Utcubamba no
tienen rayos en la cabeza, pero conservan la misma actitud
que los anteriores y cada uno está acompañado de un
cuadrúpedo similar a los dos anteriores, para los cuales
opinamos que tampoco imitan a las llamas. En suma, hay Fig. 6. Copia de un motivo del complejo rupestre de Tambolic, provincia de
relación con Huaytapallana en cuanto al uso de un solo color Utcubamba. Horizonte Medio.
56 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

Armó que sus realizadores habrían sido habitantes de los


grupos llamados frecuentemente como Chachapoyas
(Muscutt 1987). Otro sitio abordado por Muscutt fue la
Cueva de Osiris localizado hacia los límites con el
departamento de San Martín y el distrito amazonense de
Chuquibamba donde registró también pinturas de color rojo
con la representación de guras antropomorfas junto a
tumbas en altos acantilados. Al parecer sus realizadores
habrían sido gentes del área chachapoya (Muscutt 1989).

Inge Schjellerup en 1997 noticia de la existencia de rocas con


petroglifos en la localidad de Cochabamba y Chuquibamba,
extremo sur de la provincia de Chachapoyas. Menciona la
Fig. 7. Escena rupestre del sitio de Huaytapallana. Provincia de
Chachapoyas. Período Intermedio Tardío.
piedra con serpientes talladas de Cochabamba en una roca
aislada. Pukarumi es un sitio donde existe una piedra con
petroglifos en la que existen diseños de valor
profundamente simbólico como dice la autora “Los dibujos
presentan pinturas estilizadas del Sol, espirales, volutas,
meandros y diseños de ondas, junto con brazos y piernas en
alto y otros diseños” (Schjellerup; 2005: 296). Cita, luego, el
sitio de La Huaca donde aparece una roca con un diámetro
aproximado de 22 metros, con grabaciones de espirales,
serpientes, zigzag y una cabeza de pájaro con plumas.
Arma que “Los grabados de líneas rectas y los canales tal vez
pertenezcan al período inca. La iconografía tenía una profunda
importancia para la gente. Las ideas simbólicas y religiosas de los
grabados fueron plasmadas aquí porque la impresionante roca era
sobrenatural y además posee una fuerza vital. Algunos de los
grabados son similares a los petroglifos de Pukarumi y
posiblemente representen símbolos de los espíritus venerados.
Aquí, al igual que en la ceja de montaña, se unían las ideologías de
los Chachapoyas, de los incas y de la gente que subía de la zona alta
Fig.8. Figuras rupestres con predominio de círculos concéntricos, distrito de la selva baja. Al parecer los espirales fueron un símbolo del agua
de Sonche, provincia de Chachapoyas. Período Intermedio Tardío.
y posiblemente simbolicen las olas. En la sierra de Lima y
Ayacucho, durante la Fiesta del Agua, la gente baila formando
“Presenta un círculo, dos estrellas, huellas al parecer de pies espirales como una metáfora del agua. Los pobladores de Huepon y
humanos, segmentos lineales y escalonados y un medio cuerpo de los visitantes probablemente celebraron un culto común al agua y a
un mamífero parecido a una llama” (Pérez Villar 1969:98). la fertilidad en la poderosa roca sobre el río Chacahuayco. La
Cubren un área de 2 metros cuadrados y quedan a 1.50 m. del decisión de ubicar el asentamiento de Huepon sobre la cima de la
piso. En sus inmediaciones hay tumbas saqueadas y colina parece ser que no tuvo solamente una importancia
numerosos restos óseos humanos. De acuerdo a la estratégica sino también religiosa” (Schjellerup, 2005:355-356).
descripción de Pérez Villar podemos indicar que se trata de
pinturas rupestres vinculadas a las expresiones distribuidas
justo en la actual provincia de Chachapoyas. Debemos
recordar que Pataz en tiempos antiguos formaba parte del
territorio de la antigua sociedad denominada genéricamente
como Chachapoya.

Keith Muscutt, es uno de los primeros autores que jó en


forma especíca sus estudios sobre el arte rupestre de
Amazonas, hacia el extremo sur de la actual provincia de
Chachapoyas. Detalló en uno de ellos. la presencia de
pictografías de color rojo asociadas a tumbas construidas de
piedra y madera pegadas sobre la pared de un alto
acantilado. Los motivos allí existentes fueron interpretados
por él como la representación de un personaje antropomorfo
portando una cabeza trofeo y su víctima, relacionándolos con
la tradición andino amazónica de esta costumbre arraigada
Fig. 9. Pinturas rupestres de Choklic, provincia de Luya. Representa una
en varias sociedades andinas desde tiempos preincaicos.
hilera de venados y círculos concéntricos. Período Intermedio Tardío.
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 57

funerario. Por otro lado, en mayor cantidad aparecen sitios


realizados en reparos rocosos. Entre los cuales, citamos, a
manera de ejemplos a los centros como Tambolic (distrito de
Jamalca, prov. de Utcubamba), Pollurúa (distrito de Paclas,
provincia de Luya), Chaup-urco (distrito de Chachapoyas),
Choclik (Luya), Chanque (distrito de Olto, provincia de
Luya), Faical (provincia de San Ignacio).

Concordando con las ideas de Klaus Koschmieder, creemos


que hubo hasta tres estilos o, tal vez, tradiciones de
pictografías rupestres, tal como él lo especicó para la
provincia de Luya, y así lo atestiguan aquellas pictografías
donde se utilizó pigmentos de color rojo (Koschmieder 2012:
Fig. 45) que posiblemente remontan a las pinturas, también
Fig. 10. Figuras rupestres de Pollurua donde predominan los círculos de color rojo de Yamón y Calpón. Otro grupo son aquellos
concéntricos. Provincia de Luya. Período Intermedio Tardío. sitios donde utilizaron pigmentos de color blanco
(Koschmieder 2012: Fig. 144), así como lo ejemplica
también el sitio de Comunda en la provincia de Luya
(Fig.11). Finalmente, aquellos donde se empleó los
pigmentos de color amarillo (Koschmieder 2012: Fig. 46). De
acuerdo a nuestras observaciones en otras provincias,
podemos extender dicha propuesta a las de Utcubamba,
Chachapoyas y Bongará.

De otra parte, nos permitimos contrastar las expresiones


rupestres de la ceja de selva con las de la sierra central y sur
andina pues en estas áreas son frecuentes los dibujos de
camélidos, característica que es infrecuente en el nororiente,
pese a existir evidencias del manejo de camélidos en esta
área. Por otro lado. las de ceja de selva destacan por la
utilización de varios colores, aspecto que no es frecuente en
la sierra andina.

Resulta interesante agregar que los contextos funerarios


están referidos, en su mayor parte, a las pinturas rupestres y
Fig. 11. Motivo rupestre de Comunda, provincia de Luya. Estilo o tradición no a los petroglifos. De estos últimos, existen pocos trabajos,
de color blanco. Representa una embarazada. Período Intermedio Tardío. pero se han hecho publicaciones que contienen referencias
sobre su presencia en Amazonas como los sitios de
Quien ha proporcionado importantes informaciones sobre el Putqueruco (Aguilar 1997), Jamalca (Ruiz 2008) y La Pitaya
arte rupestre de la provincia de Luya ha sido el arqueólogo (Ruiz 2015a). Los mencionan también varios autores
Klaus Koschmieder, quien en trabajos publicados antes de su (Reichlen 1950: 233; Horkheimer 1958: 88; Schjellerup 2005,
fallecimiento planteó los resultados de sus investigaciones. Kauffmann (2003), Hostnig (2003), Sin embargo, se carece
Hizo mapas de la distribución de la gráca rupestre y aún de estudios sistemáticos que contribuyan a la
caracterizó los mensajes trasmitidos por los motivos investigación de otros sitios con similares expresiones para
identicados. Su labor destaca por haber reconocido la su contrastación adecuada y mejor comprensión del
producción rupestre en un amplio espacio como es la signicado que transmiten y de la respectiva estética
provincia antes mencionada, lo cual le permitió ofrecernos arqueológica.
hitos de mucho interés para poder cotejar con los hallazgos
de otras provincias del departamento de Amazonas. Referencias
Constituye un buen ejemplo de trabajo para emular en Aguilar, Newman
estudios posteriores (Koschmieder 2012, 2013). 1997 El arte rupestre de Putquerurco, departamento de
Debemos anotar un aspecto relacionado a la condición Amazonas. En: Unay Desarrollo Cultural. Lima. Runa.
ambiental en la cual se encuentran los sitios rupestres. En este Revista de Ciencias Sociales, Nº 2. Instituto de Estudios para
sentido, señalamos que existen sitios de carácter funerario el Desarrollo Cultural.
vinculados a pinturas como en la Laguna de los Cóndores
(Hagen 2000; Aguilar 2002), Revash (Luya), en Huanglic 2002 Pictografía de la Laguna de los Cóndores,
(Luya), en la llamada Cueva Osiris y La Petaca (Muscutt Leymebamba, Perú. En: Whitehead, P. et al., eds., 1999
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Artículo

Faical: Archivo de la gráca rupestre en la cuenca del río Chinchipe

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Breve introducción siendo exagerado indicar posibles vínculos con las


expresiones rupestres de las montañas colombianas y de los
De acuerdo al Proyecto de Investigaciones sobre la gráca llanos amazónicos.
rupestre en el departamento peruano de Amazonas,
practicamos reconocimientos del sitio arqueológico de Si bien ahora se conoce en la ceja de selva la existencia de
Faical, localizado en la cuenca del río Chinchipe, del cual se imponentes complejos arquitectónicos monumentales y
difundieron anteriormente varias referencias sobre las otros por conocer a lo largo del valle del Chinchipe,
pinturas que allí se encuentran. Buscábamos con ello tratar de pensamos que Faical, en los tiempos de su vigencia, debió
entender la vinculación que pudiese existir con la producción constituir la catedral del arte rupestre regional a donde
rupestre de la cuenca próxima del río Utcubamba, parte sur peregrinaban reverentes los pueblos del entorno desde muy
del departamento de Amazonas, donde se ha registrado lejanos tiempos.
varios lugares con expresiones rupestres.
Localización
Por esta razón, la presente información trasmite nuestras
impresiones sobre las pinturas de Faical por cuanto no Faical se encuentra en la provincia de San Ignacio, extremo
existen estudios de mayor amplitud en su contenido, pese a norte del departamento de Cajamarca, Perú (Fig.1).
constituir una extensa e importante muestra del arte rupestre Congura un espacio enmarcado en territorios de frontera
nororiental de Perú. Sin embargo, no pretendemos agotar la con la república del Ecuador donde prima un ambiente de
caracterización del sitio, toda vez que Faical expresa una clima tropical.
especial complejidad en su realización pues conserva incluso
sectores donde no alcanzamos a percibir con claridad Su emplazamiento ocupa un espacio en la margen derecha
algunos motivos pintados. Sólo anotamos aspectos sobre los del río Chinchipe, a una altura de 1179 metros sobre el nivel
antecedentes, el medio ambiente, la distribución de las del mar (Gamonal Guevara 2006: 13), es decir en la cuenca
guras, los colores utilizados, las posibles relaciones con media del citado rio. Aquí, el territorio es accidentado y
otras pinturas del área y nuestra apreciación y comentarios muestra diferentes altitudes con una ora diversa en la cual
acerca de la existencia de tan notable muestra del arte predomina actualmente el cultivo del café, aparte de otros
rupestre. productos tropicales como los cítricos, el arroz, el cacao y la
caña de azúcar. Moran allí varias especies de fauna local
Notable por constituir una de las primeras manifestaciones como venados, roedores, aves diversas y animales en peligro
que optaron los pueblos antiguos para comunicar sus ideas de extinción como el oso de anteojos y el tapir de altura.
en tiempos precoloniales de las cuales sin embargo no se ha
ilustrado todo su contenido gráco, pese a que algunos El rio Chinchipe nace en la provincia de Zamora al sur de la
profesionales hicieran frecuentes visitas al sitio y en varios república del Ecuador como resultado del aporte de varios
casos existe reiteración de informaciones generales que no auentes como el Numbala y el Palanda, los cuales forman el
añaden datos. Pareciera que informaron en base a fotos o rio Mayo y éste, después de recibir las aguas del Río Canchis,
versiones orales no vericadas y, a veces, hasta ocurre réplica ingresa con el nombre de Chinchipe al territorio del Perú
distorsionada de las primeras guras difundidas. donde recibe , por la margen izquierda, las aguas de los ríos
Chirinos y Tabaconas y por la margen derecha las aguas del
El presente informe fue presentado en el Cuarto Encuentro rio Shumba para nalmente desembocar en el río Marañón a
Internacional de Arqueología Amazónica realizado en la la altura de la provincia de Bagua. Lo hace también a poca
ciudad de Trinidad, departamento del Beni-Bolivia durante distancia de la desembocadura del rio Utcubama. Se conoce
el mes de octubre del año 2017. el nombre de algunos de estos ríos desde las primeras
descripciones de tiempos coloniales y por ello guran en el
Esperamos que la difusión de tales improntas ancestrales plano levantado por el conquistador Diego Palomino, así
pueda utilizarse para posteriores estudios orientados a como los pueblos de Loja, Zamora, Jaén y Bagua (Diego
comprender mejor la producción regional de este tipo de Palomino 1549).
manifestaciones culturales, teniendo en cuenta la presencia
en estos territorios de remotas poblaciones que interactuaron De los farallones de Faical (Fig. 2) se tiene excelente
con otras vecinas de la oresta tropical, de la región visibilidad hacia otras montañas empinadas, y amplias
altoandina e incluso de las costas marítimas del Pacíco. No laderas que van a dar a la laguna y el caserío del mismo
Boletín YUNGAS 3(9). Diciembre 2019. pp.61-76. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
62 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

Antecedentes

Se tiene noticia del sitio desde las iniciales publicaciones


realizadas fundamentalmente por autores nacionales,
quienes lo reportaron en las últimas décadas del siglo
pasado. La primera noticia sobre Faical fue proporcionada
por Walter Alarcón Dávila en una publicación de la revista
Facetas de Jaén en la cual indicaba la ubicación del sitio, la
naturaleza del soporte y sus impresiones iniciales sobre los
dibujos además incluyó la representación de dieciséis
motivos hechos por él a mano alzada (Alarcón Dávila 1976).
Luego, al año siguiente, se publica en la misma revista una
nota de Alfredo Altamirano, quien había acompañado al
arqueólogo Jaime Miasta en su exploración de la zona, en la
cual indica sus ideas sobre el ambiente, y que los realizadores
habrían sido como especie de nómades que pintaban guras
al estacionarse en el lugar y añade un cuadro con diecinueve
copias a mano alzada de algunos motivos (Altamirano 1977).

Posteriormente, el arqueólogo Jaime Miasta Gutiérrez del


Seminario de Historia Rural Andina de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos reportó sus apreciaciones
como resultado de esforzadas exploraciones desarrolladas
en el nororiente peruano. Acompañaron a Miasta, Fernando
Herrera García y Alfredo Altamirano Enciso, estudiantes de
arqueología en aquel entonces y fue el primero de éstos
quien dibujó, a mano alzada, algunas pictografías que más le
llamaron la atención en vista de las dicultades de acceso a
los paneles. De acuerdo a la comunicación personal de
Fernando Herrera ellos prospectaron el área cuando no
Fig. 1. Localización de Faical en la cuenca del río Chinchipe, provincia de San existía aún la carretera que hoy facilita un acceso holgado al
Ignacio, departamento de Cajamarca-Perú, frontera con la provincia de Loja
(Ecuador).
sitio y permite obtener mejores registros de las pinturas.
Miasta señala que las pinturas de Faical se habrían ejecutado
nombre y, de igual manera se tiene al frente al Cerro
utilizando andamios o escaleras debido a la altura en que se
Campana, como también al valle del Chinchipe. Dada su
encuentran algunos paneles, y que la norma general fue
ubicación es posible distinguir dichos farallones desde varios
emplear el color rojo y habrían sido realizado por etapas
puntos lejanos. El cerro Campana margina el pueblo de San
desde tiempos bastante antiguos que se remontan a un
Ignacio (Fig. 3) y de él se tiene una amplia visión del
Período Arcaico (Miasta Gutiérrez 1979: 186-190). A dichos
Chinchipe y territorios de la zona ecuatoriana próxima. Es
trabajos se añadió la información proporcionada por los
importante mencionar la presencia de la laguna al pie de las
arqueólogos Alberto Bueno Mendoza y Anselmo Lozano
laderas de Faical en cuya orilla se distribuyen varias
Calderón, quienes consignaron sus respectivas evaluaciones
viviendas del caserío donde habitan actualmente varias
personas (Fig.4). Los farallones donde se alojan las pinturas
no forman cuevas o cobertizos amplios como para ser
utilizados en la condición de refugio permanente pues las
paredes rocosas son casi verticales. Por las laderas
adyacentes al sitio existen terrenos de cultivo de café y monte
nativo distribuidos entre rocas erráticas de data inmemorial.
El nombre de Faical para el sitio y el caserío próximo debe
derivar de la existencia del árbol de este nombre. El lugar
gura en el diccionario publicado por German Stiglich, en el
cual se indica que es un caserío en la provincia de Jaén, del
distrito de San Ignacio y que el año 1922 tenía 23 habitantes.
Se señala también que existen tres lugares con el nombre de
Faical, uno, referido a una aldea en la provincia de Ayavaca y
otro, relacionado a un cerro en el distrito de Querocotillo,
provincia de Sullana. (Stiglich 1922:441). De igual manera,
está considerado como una aldea, fundo, laguna y centro
arqueológico del distrito de San Ignacio en el diccionario de Fig. 2. Montañas donde se localizan las pinturas de Faical, provincia de San
Cajamarca (Burga Larrea 1983:670). Ingnacio, Cajamarca.
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 63

ubicación, las dimensiones su naturaleza y color, así como


describe algunos personajes, guras abstractas e indica los
autores que han visitado el sitio, además de citar la existencia
de una leyenda sobre la laguna de Faical en la cual moraba
una enorme serpiente que apoyaba a los nativos a pintar la
peña sosteniéndoles en su boca debido a la altura de esta,
pero, según su mal comportamiento los arrojaba a los
abismos (Gamonal Guevara 2006:13). Anotamos que
Gamonal Guevara es uno de los autores quien difundió y
ofreció un importante derrotero de los sitios arqueológicos
con expresiones de naturaleza rupestre en las provincias de
San Ignacio, Jaén y la cuenca media del río Marañón. Este
mismo autor junto con Quirino Olivera ofrecieron
posteriormente una descripción de varias guras de Faical,
destacando el motivo de un personaje del cual opinan que
“pareciera” ser el más representativo de un chamán
Fig. 3. Localidad del pueblo de San Ignacio, capital de la provincia del mismo vinculado a una gura muy similar grababa en el sitio La
nombre en la ceja de selva del departamento de Cajamarca. Lima a la cual atribuyen un carácter divino o dios de las
aguas (Gamonal y Olivera 2014:347-348). Anteriormente
en una publicación del Boletín de Lima (Bueno Mendoza y Quirino Olivera Núñez publicó un corto párrafo referido a
Lozano Calderón 1982). Aparece también en una publicación Faical, entre otros lugares con pinturas de la zona de
sobre el arte rupestre y la mitología nor oriental (Gamonal, Cajamarca, y señala que abundan guras geométricas más
Pérez y Alarcón 1986:4). Figura, igualmente, en el inventario otras difíciles de identicar y llama la atención sobre la
de estaciones rupestres de la región de Cajamarca entre los presencia de la gura de un odio con una foto (Olivera 2012:
trece sitios conocidos hasta ese entonces (Ravines 1986: 20). 401). Posteriormente, este mismo autor, trasmite en breve
Un autor local hizo breves comentarios atribuyéndolos a párrafo las opiniones de Segundo Ramos y concluye que las
cazadores recolectores (Huamán Zurita 1998). Federico pinturas corresponderían a cazadores recolectores que
Kauffmann Doig y Giancarlo Ligabue anunciaron que lo habrían habitado aproximadamente ocho mil años antes de
registraron como importante sitio de arte rupestre a partir de Cristo (Olivera 2013: 180). Es decir, según él, serían
año 1986 (KauffmannDoig y Giancarlo Ligabue 1991:328). De anteriores a la presencia de los complejos arqueológicos de
igual manera, ambos autores, arman que estuvieron en 1986 Santa La Florida y Montegrande.
y 1987 durante sus expediciones a los Andes amazónicos
norteños y consignan que, también, fue fotograada y Una de las más recientes informaciones en la cual se discute
explorada por Donovan B. Grable en 1921, del cual no dan su el arte rupestre de Faical, corresponde al investigador
referencia bibliográca. (Kauffmann y Ligabue 2003:458). Enrique Bautista Quijano, quien, en un estudio comparativo
con la producción rupestre del área de Colombia, indica que
Dada la importancia de las pinturas, el arqueólogo francés estas manifestaciones deben corresponder, desde el punto
Jean Guffroy lo incluyó en su estudio sobre la producción del de vista cronológico, al Holoceno Tardío. Además, y esto es
arte rupestre en el antiguo Perú, al explicar sobre la tradición lo particular de su trabajo, argumenta e interpreta que la
estilística Esquemática y geométrica (Guffroy 1999:60). Por imagen del sexto panel representa la Boa Anaconda Viajera
otra parte, Jave Euler Diaz hizo una publicación en la cual (ver Fig. 10a), la cual conecta las sociedades de la serranía de
señala que las pictografías fueron realizadas por grupos
nómades de organización patriarcal y que los paneles
representan probablemente distintos jerarcas, chamanes,
cazadores, guerreros y los del común o personas sin rango,
destinados a la obediencia de los jerarcas (Euler Diaz 2000).

El año 2003 se publicó un Inventario sobre el arte rupestre del


Perú y en él gura Faical como localizado entre casi medio
centenar de sitios del departamento de Cajamarca
señalándose en forma resumida su contenido, la ubicación, el
estado de conservación y la bibliografía existente sobre el
sitio (Hostnig 2003: 83)

Entrado el siglo XXI se ha citado la cuenca del Chinchipe al


lado de otros ríos de la ceja de selva donde existen
abundantes lugares con expresiones rupestres y se incluye la
foto a color de un panel del sitio de Faical (Gamonal Guevara
2009: 39-40). Este mismo autor explica en forma resumida la Fig. 4. Laguna próxima a los farallones rupestres de Faical
64 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

La Lindosa (Guaviare, Colombia) con la cuenca media alta


del río Chinchipe (Bautista Quijano 2016). Cabe recordar aquí
que el mito de la gran boa anaconda fue registrada entre los
pueblos huitoto por Rafael Girard el año 1957, ocio que en
sus creencias aparece como una serpiente o también un ser
antropomorfo que al cohabitar con una doncella nace un
varón quien se convierte en un árbol del cual se originan las
plantas cultivadas y las aguas de los ríos (Girard 2007).

Procedimiento de estudio

Una primera aproximación a nuestro conocimiento de Faical


lo hicimos al revisar las publicaciones dedicadas a su
difusión, actividad que nos sirvió para plantear la necesidad
de prospectar el lugar y cotejar tales informaciones con la
realidad de las expresiones rupestres plasmadas in situ. Una
primera información pública solo 28 imágenes (Miasta1979) Fig. 5. Vista de un sector del farallón rocoso que sirve como soporte de las
y otra posterior ilustra también las mismas 28 (Bueno y pinturas rupestres de Faical y la escalera que permite observar de cerca las
Lozano 1982). Situación que contrasta con el vasto complejo pinturas.
de guras visibles las cuales sobrepasan el millar. Esta
ocupaciones humanas que corresponden al período
situación requería entonces ofrecer una mayor aproximación
Precerámico cuyo mejor exponente fue el sitio Michinal,
de la variada, compleja y numerosa temática existente.
luego señala a Cerezal como una etapa de pueblos con
cerámica incluidos en el período Formativo (Miasta 1979).
Por ello nuestros procedimientos apuntaron hacia el
Posteriormente, otros trabajos arqueológicos revelaron
conocimiento de un mayor número de imágenes, así como de
importantes hitos de ocupaciones humanas milenarias.
las posibles superposiciones que pudiesen apoyar los
Hacia el curso superior del Chinchipe, dentro del territorio
sucesivos eventos pictóricos para poder deducir en lo posible
de la república del Ecuador se dio a conocer el complejo
su antigüedad y el mensaje gracado en la roca.
monumental de Santana-La Florida fechado hacia los 2500
años antes de Cristo, es decir situado, según el arqueólogo
La prospección del lugar se efectuó mediante la observación
Francisco Valdez, “en las etapas Tempranas y Media del
directa de las pinturas (Fig. 5) anotándose luego los detalles
Período Formativo” (Valdez 2014:234). Igualmente, en la
del contenido de los respectivos paneles además de
actual ciudad de Jaén (Perú), curso medio del Chinchipe, se
registrarlos mediante fotografías para examinarlos en el
levantan varios complejos arqueológicos similares entre los
gabinete mediante el sistema Dstrech y claricar mejor las
que destacan los sitios de Montegrande y San Isidro
imágenes, además de vericar superposiciones o aspectos
asignados al Período Formativo (Olivera Núñez 2009:14) por
poco visibles a simple vista. Algunas copias de las grafías las
cuya razón deben ser contemporáneos al de Santa Ana-La
hicimos a partir de las fotos para evitar el contacto con el
Florida. Recientes investigaciones en Huayurco, margen
soporte natural que podría afectarlos en futuros análisis. De
derecha del Chinchipe, indican también ocupaciones
igual manera, registramos el ambiente que rodea el sitio en lo
correspondientes al Formativo, tiempo en el cual ya se
relativo a la topografía y condiciones de vida observables en
habían establecido relaciones con la zona altoandina y la
el área de su localización. Todos estos datos fueron tomados
costa del Pacíco (Clasby 2013).
en cuenta para efectivizar los resultados de nuestro trabajo
con la nalidad de publicar los resultados obtenidos en la
Igualmente, el sitio de Tres Ruedas localizado en la parte alta
perspectiva de acumular más evidencias orientadas a tener
del rio Amoju, cuyas aguas descienden a Jaén y desembocan
un marco teórico que sirva en la identicación e
en el Marañón, identicado por Paola Mesones y Reyner
interpretación de la gráca parietal de la cuenca del Mayo-
Regalado, constituye otro complejo, tal vez, contemporáneo
Chinchipe y en general del nororiente peruano.
a los anteriores. Estos lugares serían los más remotos
asentamientos de sociedades complejas en el Chinchipe y
La cuenca del Chinchipe en la historia
Jaén cuyos restos materiales muestran un interesante
desarrollo cultural con una apreciable arquitectura
A la fecha, se han realizado varias investigaciones
monumental y na producción alfarera y lítica. Luego de
arqueológicas en el Chinchipe que dan cuenta de su
esta etapa se desconoce aún el proceso de continuidad
importancia en el pasado como área de interacción entre
histórica existiendo un vacío que deberá complementarse
varios pueblos de la ceja de selva, la costa del Pacíco y las
con futuras investigaciones. De lo que se tiene algún
tierras bajas de la amazonia. Sin embargo, se requiere aun
conocimiento es de la etapa inmediatamente preincaica
ahondar las investigaciones para una mejor comprensión de
atestiguada por la documentación de tiempos coloniales
todo el proceso histórico acontecido en dichos territorios. Un
cuando los primeros hispanos arribaron al valle del
reconocimiento inicial practicado en el sector peruano del
Chinchipe en el siglo XVI. Tal documentación revela que en
valle de Chinchipe, por el arqueólogo Jaime Miasta identicó
dicha cuenca guran varios grupos humanos como los
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 65

Bracamoros de lengua jibaro-candoshi (Guffroy 2006: 6), los mayores centros de arte rupestre en la cuenca del
pero también otros que mantenían incluso sus propios Chinchipe y del nororiente peruano hasta ahora conocido.
idiomas como los patagones de lengua caribe, los chirinos de En cuanto a las dimensiones de los pictogramas, ellos no
lengua candoshi, los xoroca de lengua jíbaro, los sacata de sobrepasan de 1.20 m. y existen varias guras muy pequeñas
lengua arahuaca y los copallines y baguas con su propio de unos 0.20 m. hasta 0.05 m.
idioma (Torero 1993).
Si bien prima el color rojo en las pinturas, debemos advertir
La presencia humana en la cuenca del Chinchipe y sus que existen algunos dibujos de color más oscuro
auentes se explica porque estos territorios prodigaban especialmente en el panel 10 Situación que indica
importantes fuentes auríferas y productos para la superposiciones de pinturas de color marrón sobre todas las
subsistencia, motivo por el cual vivían allí varios pueblos con de color rojo.
sus propios idiomas tal como revelan los testimonios del
siglo XVI, en los cuales se indica la llegada de los primeros Descripción
hispanos a dichos territorios en búsqueda justamente de tan
apreciado metal. Constituía una región muy dinámica y por Una observación general de todos los paneles nos advierte
esa condición, seguramente, se articulaba como un centro de un vocabulario pictórico de varios tipos de guras que
interacción con otros grupos humanos próximos o lejanos. Y, consisten en antropomorfas en diversas modalidades y
por eso, tales grupos humanos debieron haber ocupado la actitudes sin mayores detalles anatómicos (en posición
citada cuenca desde el período Formativo, justamente por las frontal, sedente, echado, boca abajo, de perl, enmascarado,
condiciones atractivas anotadas. Había pues un tocando instrumento musical de viento, itifálicos, acéfalos,
conglomerado humano que interactuaba y dinamizaba la abstractos, geométricos, puntillados, pectiniformes,
vida económica y social en dicha región con tradiciones esteliformes, soliformes, zoomorfos, manos en positivo,
históricas diversa cuya trayectoria cultural es aún poco ancoriformes, tomorfos, halteriformes y manchas. Es con
conocida (Shady 1992). estos caracteres que los artíces precoloniales de Faical
compusieron variadas escenas y, en términos generales,
Las pinturas cada panel muestra el agrupamiento de varios motivos
simplicados no realistas en algunos casos, entorno a una
Las pictografías se distribuyen hacia las bases de un alto gura destacada (Ver Anexo).
farallón rocoso del cerro del mismo nombre. De acuerdo con
la señalización realizada por las autoridades locales se indica Conservación
que existen hasta 11 paneles o cuadros, pero en realidad se
pueden observar algunos más como uno al inicio del sitio En términos generales, la mayoría de los motivos se ha
donde aparece un panel con tres motivos de color rojo. De conservado adecuadamente, salvo algunos situados al
modo general, los paneles se distribuyen a diferentes alturas, alcance de los visitantes quienes han trazado algunas rayas
y, en algunos de ellos, se agrupan varios motivos en torno a pero que no han inferido grandes daños. El hecho que
una gura que debe ser principal, habiéndose pintado los varios dibujos se hallen a buena altura del piso ha impedido
motivos en forma directa sobre el soporte natural de la roca su deterioro, pero algunas escorrentías afectaron las pinturas
sin una base o fondo previo. La tonalidad blanquecina de en algunos de los paneles La Municipalidad local ha
dicho soporte de naturaleza arenisca permite distinguir un construido una vía de acceso que luego de cruzar mediante
claro contraste con el color rojizo de los dibujos, lo cual un puente se continúa por un sendero bien asentado pero
facilita divisarlos a distancia. Debido al color del soporte que en determinando sector se eleva mediante columnas de
rocoso el sitio era conocido como Peñas Blancas y ahora piedra y cemento para facilitar el acceso del público con la
denominado Faical por su cercanía al pueblo cercano de ese nalidad de tener una buena visibilidad de las pinturas. Esta
nombre. Para pintar la mayoría de las guras se utilizó un actividad fue ejecutada en vista de lo accidentado del terreno
pigmento rojizo, pero bajo algunas de estas, se observan otras entorno al sitio pues son laderas que descienden hacia el
de tono más oscuro. Dicho pigmento, probablemente pueblo actual de Faical y la laguna allí existente. Esta
corresponde a la hematita, pero se requiere analizar su construcción se inauguró en el mes de enero del año 2001
composición para denir el material tintóreo empleado. siendo alcalde de la provincia de San Ignacio el Lic. Carlos
Varios informantes aseguran que el número de motivos Martínez Solano. Con fecha 22 de Setiembre del año 2000 el
sobrepasa al millar de guras lo cual lo convierte en un Instituto Nacional de Cultura del Perú declaró a Faical
yacimiento con la mayor cantidad de guras en la región. De mediante una Resolución Directoral No. 1103 como
acuerdo con Ulises Gamonal Guevara la cantidad de Patrimonio Cultural de la Nación.
pictografías fue inventariada por Segundo Leoncio Ramos
Avalos quien logró registras 1614 motivos (Gamonal Discusiones
Guevara 2010:156-157). Efectivamente, suman cientos de
pictogramas que pueden alcanzar la cantidad indicada, pero La gráca rupestre ha sido una manifestación realizada en
nosotros no hemos podido comprobar tal aserto por cuanto la muchos lugares del mundo en su condición de medio de
altura en que se encuentran varios de ellos ha impedido comunicación y por qué no de arte utilizado por grupos
cuanticarlos. Sin embargo, podemos armar que es uno de humanos que aún no había alcanzado la escritura fonética.
66 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

Fig. 6. Primer panel con la representación de puntos agrupados y alineados Fig. 7. Segundo panel con imágenes antropomorfas en movimiento.
que dan inicio al resto de paneles en Faical.

Resultó ser una necesidad adoptada y destinada a perennizar En cambio, para el caso de la cuenca próxima del río
sus ideas ligadas a varios aspectos de su creación cultural e Marañón si es posible observar escenas de cacería con
ideológica. Para el caso del Perú, fue una práctica difundida personajes muy dinámicos como lo expresan las pinturas de
en los varios ambientes de su territorio los que ahora se Yamón (Shady y Ruiz 1987.), las cuales se puede atribuir a
vienen conociendo en forma paulatina. Resulta interesante grupos humanos de cazadores recolectores que no es el caso
recordar que en los Andes existió y existe hasta el presente un de Faical. Sin embargo, existen motivos que pueden expresar
vocablo que servía para designar a los dibujos pintados a los actividades de caza, porque los grupos del entorno a Faical
cuales de los denominaba con el término “quillca” que continuaron aprovisionándose de animales de monte en
quiere decir letra o “quillcani” cuyo signicado es pintar tiempos posteriores a la etapa de cazadores recolectores
como lo consigna Fr. Domingo de Santo Tomás el año 1560 en (Panel 4 gura centrales). Las guras que denominamos
(Santo Tomás 1951:357) o “quellca” por escritura o geométricas y abstractas son de difícil interpretación debido
“quillccani” que equivale a escribir, dibujar, pintar según a que aún desconocemos los otros sitios con guras rupestres
Diego Gonzáles Holguin quien el año 1608 publicó un a lo largo de la cuenca del Chinchipe, para poder
diccionario de ese idioma (Gonzales Holguín 1989). Es decir, contrastarlos. Pero su presencia es constante en los
el idioma quechua tiene dicho término para designar a lo que diferentes paneles acompañando a guras antropomorfas
ahora denominamos gráca rupestre, lo cual indica que por lo que sugerimos que ellas sean elementos
habiendo íconos para expresar sus ideas existió también el complementarios de los relatos plasmados en el sitio.
nombre para ese efecto. En la misma forma se puede hablar Destaca una espiral en el panel N° 3, la mayor y singular
de “tocapus”, vocablo que, igualmente, signica diseños que entre otras guras de aspecto circular, que recuerda a las
aparecen en tejidos y otros objetos de tiempos prehispánicos. estructuras en espiral de la cuenca del Chinchipe como Santa
Es decir, hubo en los Andes varios términos para señalar Ana La Florida y Montegrande. Bien pudieron los antiguos
ideas plasmadas en los objetos como peculiar instrumento de pintores de Faical haberlos representado en el arte rupestre
comunicación. (Fig. 8c).

Faical muestra pocos motivos zoomorfos. No hay personajes La mayor parte de guras no son de grandes dimensiones,
armados, y son muy escasos los cefalomorfos ni guras pero algunas destacan por tener un mayor tamaño que
humanas que sostienen cabezas como si es frecuente puede alcanzar hasta casi 1.30 m. Por ejemplo, el motivo en
observarlos en estaciones rupestres de la cuenca media y espiral del panel 3 o la gura odiforme del sexto panel que
superior del vecino valle del Utcubamba (Departamento tiene 1.20 m. Existen otras de escasas dimensiones que las
peruano de Amazonas). La mayoría de las guras podríamos tipicar como micro pictografías que alternan
antropomorfas fueron representadas en posición frontal con con aquellas de mayor tamaño. Este detalle indica la
los brazos abiertos sea levantados hacia arriba u orientados existencia de una jerarquización en la representación de los
hacia abajo, además de tener siempre las piernas abiertas y a motivos que debe reejar la diferenciada posición social de
veces el sexo itifálico. Algunos muestran dedos trifurcados. los grupos humanos que poblaban la cuenca del Chinchipe
Pero existen algunas en perl sea de pie o sedentes y pueden en tiempos antiguos.
portar un instrumento que semeja un hacha o, que sostienen
instrumentos musicales con las manos como si estuviesen Quienes habitaron la cuenca del Chinchipe, en la necesidad
ejecutando una pieza musical, por cierto, una verdadera de trasmitir sus ideas tuvieron que buscar un lugar idóneo
orquesta que evoca actividades como festejos o prácticas para ello y debido a esta acción supieron encontrar
rituales mas no de nómades cazadores (Fig. 11 y Fig. 10b). justamente el sitio de Faical donde existen hasta el presente
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 67

farallones rocosos de supercie clara que facilitaron gracar guras del período Formativo, lo cual nos hace pensar en la
su pensamiento. Pensamiento de alta importancia para ellos posibilidad que pudo haberse pintado esta gura durante
pues al estar expuestos al aire libre ofrecía la posibilidad que dicho período.
los pobladores del entorno pudiesen leer el contenido de los
mensajes allí plasmados sea directamente o apoyados por Nos parece también que el rostro de conguración
especialistas que les traducían las historias pintadas sobre la rectangular que se observa en el extremo superior izquierdo
roca. del sexto panel (Fig. 10b) tiene parecido con el rostro que
aparece en las botellas de asa estribo identicados en el
Las características del tratamiento y representación de complejo de Santa Aba La Florida del cantón Palanda al
determinados íconos de Faical se pueden relacionar con inicio del curso medio de la cuenca del río Chinchipe.
varios sitios conocidos de la cuenca del río Chinchipe en la Por otro lado, el contexto arqueológico en el cual se
misma provincia de San Ignacio como aquel motivo grabado encuentra Faical dentro de la cuenca del Chinchipe albergó a
en piedra del sitio La Lima en el pueblo de Coipa (Fig. 14c), grupos humanos muy antiguos como la conocida tradición
donde se encuentra el mismo motivo que el del panel 10 de Mayo-Chinchipe-Marañón cuya área de inuencia alcanza
Faical (Fig. 10a), pero diseñado en forma más simple. Una tanto la parte sur del Ecuador como la parte norte del
foto sobre dicho petroglifo ilustrado por Ulises Gamonal departamento de Cajamarca y Amazonas en el Perú (Valdez
prueba la relación existente entre la pintura rupestre de 2014). Estos datos pueden indicar que parte de los motivos
Faical y el petroglifo citado (Gamonal Guevara 2006:15) Este pintados deben corresponder a tiempos del Formativo.
hecho nos indica que dicha pictografía puede corresponder a
una imagen tal vez divinizada por los pueblos de la región, Es importante anotar la existencia también de notables
motivo por el cual fue representada tanto en pintura (Fig. relaciones interregionales entre varias poblaciones antiguas
14a) como en un petroglifo (Fig. 14c). De igual manera, un de la parte de ceja de selva peruana -como la del área de
petroglifo antropomorfo localizado en el rio Erepecuru de la Faical- con el sur ecuatoriano de acuerdo a las hipótesis
región del Estado de Pará-Brasil (Fig. 14d) considerado como propuestas recientemente en el sentido que pudo haber rutas
de tradición amazónica (Pereira 1997: 92, Fig. 3 c), pese a la de comunicación entre dichas poblaciones desde tiempos del
distancia en que se encuentra guarda, en términos generales, Formativo (Yamamoto 2012). De la misma forma se ha
un parecido con la gura antropomorfa de cuerpo irisado del opinado que las sociedades complejas que ocuparon la
panel 10 de Faical (Fig. 14b), lo cual puede evidenciar que cuenca del Mayo Chinchipe no estuvieron aisladas, sino que:
varias grupos humanos de la amazonia optaron, en algunos “Su interacción con los pueblos de la baja Amazonia, la Sierra
casos, por similares símbolos para gracar su pensamiento y de la costa del Pacíco son muestra de su integración a la
religioso. cosmología andina, así como del poder de comunicación y
de transmisión de sus ideas y tecnologías sobre un amplio
En cuanto al aspecto cronológico solo podemos ofrecer territorio aparentemente inhóspito” (Valdez 2014: 222).
algunas ideas a falta de estudios o excavaciones
arqueológicas adyacentes al sitio que puedan ayudar a En ese marco económico y cuenca mediadora interregional
plantear fechas para la ejecución de las pictografías. Pero encontramos a Faical como un extenso santuario mítico y
existe un contexto arqueológico regional importante que marcador étnico regional. El nombre antiguo del Chinchipe
puede servir en el futuro para explorar la cronología de fue el de “Chuquimayo” cuya signicación en el idioma
Faical. Por esta razón me atrevo a comentar que el motivo quechua alude ser el rio de oro, fuente entonces atractiva
ofídico del panel (Fig. 10a) muestra claramente el ojo con para esos diversos grupos humanos quienes ya desde épocas
pupila excéntrica, detalle que es común en la iconografía de del Formativo estuvieron asentados en estos territorios.

Fig. 8a. Tercer panel con varios motivos de carácter antropomorfo y Fig. 8b. Detalle de diseños acéfalos del Tercer Panel que reejan estar en
geométrico. movimiento.
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Fig. 8c. Detalle del Panel N° 3 en el cual destacan el diseño de una espiral,
Fig. 8d. Detalle del panel N” 3 que muestra el dibujo que sugiere ser un oso
varias guras geométricas, un antropomorfo de vientre abultado y una línea
enjaulado, una gura antropomorfa sedente y al lado manos en positivo.
vertical con pequeños círculos.

Además de las ventajas ambientales de su posición ninguna base de pintura para gracar las escenas y para ello
geográca. es posible que hayan utilizado un pincel a manera de hisopo
con el cual delinearon cada uno de los paneles. En vista de la
De acuerdo con la naturaleza de las pinturas en la que son altura en que se encuentran algunos paneles deducimos que
notables los motivos esquemáticos y también geométricos, para pintarlos debieron usar escaleras o soportes de madera
debemos incluirlos en el ya denido estilo esquematizado- con lo cual lograron alcanzar su objetivo con buena
geométrico señalado hace varias décadas por Jean Gruffoy comodidad. La construcción de tales soportes debió
(Guffroy 1999: 60). En efecto tal iconografía demuestra tomarles un tiempo previo a la realización de las imágenes
corresponder al estilo esquemático y simbólico pues no puesto que tenían que escoger en el bosque la madera
aparecen motivos gurativos o naturalistas que podrían disponible para su cometido. Esta situación ha favorecido
permitir una identicación directa de lo representado. La para que muchas las pinturas se conserven en buen estado
mayoría son dibujos lineales, simbólicos y abstractos. pues no quedaron a la mano de quienes pudiesen haberlos
maltratado. De igual manera quienes tenían que pintar el
El color rojo empleado en la representación de la mayoría de mural debían distribuir su tiempo para la selección del
los diseños se encuentra también en varias estaciones pigmento utilizado.
rupestres del nororiente peruano. En el caso más próximo a la
cuenca del Chinchipe, esto es la región del valle de Sobre la cantidad de motivos o símbolos plasmados en la
Utcubamba, en la provincia de Luya, departamento peruano roca de Faical se habla de existir aproximadamente más de
de Amazonas, se ha establecido grupos que prerieron usar mil guras. En una comunicación personal proporcionada
el color rojo, o el amarillo o el blanco y algunos en los que por José Ramos de fecha 16 de abril del 2016 señala que
combinan los tres (Koschmieder 2012: 44-45; 2013: 172-173). existen 1236 motivos. En cambio, según la referencia
En el caso de Faical, la preferencia por el color rojo podría proporcionada por Ulises Gamonal, tomada de José Ramos
tener relación con aquellos grupos que en tiempos más serían 1614 diseños, situación que revela una clara diferencia
tardíos continuaban usando dicho color en la cuenca del como para poder armar la real cantidad de diseños. Lo que
Utcubamba, de manera que estaríamos ante una tradición en efecto se evidencia son cientos de guras distribuidas en
pictórica que trascendió a través del tiempo, siendo Faical de los varios paneles cuya ubicación en partes elevadas no nos
época más temprana que las más tardías del Utcubamba. ha permitido vericar la cantidad señalada pero sí podemos
armar que al presente es uno de los lugares con el mayor
No debemos dejar de mencionar que la vocación por el número de pictografías en un solo lugar de toda la cuenca del
pigmento rojo de Faical nos trae el recuerdo de las magnícas Chinchipe y del nororiente peruano y probablemente de
muestras rupestres de los milenarios tepuyes colombianos de todo el Perú.
Chiribiteque (Castaño Uribe 2008) y La Lindosa (Bautista
Quijano 2016) lugares donde es también ostensible el empleo La gura de la boa anaconda y el personaje enmascarado
del color rojo. De otro lado algunas pictografías como las (Fig.10a y Fig.14a) y los motivos que los acompañan sugieren
guras rectangulares rellenadas con puntos o líneas tal vez la simbolización de un rito vinculado a sus ideas
alternadas con otras guras de la gráca colombiana ocurren religiosas ancestrales que hoy las desconocemos. Los grupos
también en Faical lo cual indica alguna forma de parentesco sociales asentados a lo largo de la cuenca del Chinchipe que
conceptual para registrar sus ideas en la roca. ya habían llegado a congurar sociedades complejas no
debieron dejar de elaborar y plasmar en las rocas sus propias
Los dibujos se aplicaron en forma directa sobre la roca sin creencias, tal como lo hicieron muchos pueblos del mundo.
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 69

mejor comprensión y las vinculaciones que debieron existir


con las expresiones de Faical a lo largo de la cuenca del
Chinchipe y los cursos uviales aledaños.
Algunos conjuntos de motivos deben estar expresando
escenas míticas, pero aún no hemos explorado o
desconocemos sobre la existencia de personas actuales que
puedan conservar por tradición oral algún mito que pueda
vincularse con ciertas escenas de Faical, asunto que requiere
ser investigado por futuras exploraciones en la zona donde
todavía viven personas al entorno del complejo
arqueológico.

El diseño que representa una línea o eje central vertical que


Fig. 9. Quinto panel que muestra dos guras circulares triconcéntricas, un enlaza varios círculos (Fig. 8c, parte superior derecha)
antropomorfo en posición frontal y varias de estilo geométrico. asemeja en algo a lo que en la iconografía europea lo llaman
halteriformes, lo podemos observar también en el sitio de
Como se puede notar, en ciertos paneles gura un motivo Letramachay, provincia de Pachitea del departamento de
central que puede tratarse de la representación simbólica de Huánuco donde aparece similar modelo, pero solo
una divinidad que estaba a la vista de las antiguas enlazando tres círculos o dos (Ravines y Bonavía 1973:133).
poblaciones locales. Se ha registrado en tiempos coloniales Se trata en este caso de un hecho fortuito de paralelismo
que: “Los ritos questos indios tenían antiguamente es que gráco que tal vez para el caso andino se trata de un signo
adoraban algunas piedras, porque en ellas se le aparecía el que trasmitía un signicado común a pueblos antiguos de la
demonio y hablaba con ellos (Relación de las tierras de Jaén ceja de selva andina. Tal representación puede aludir a las
1570: 33). Debemos acotar que en la ideología de algunos vainas de la “anadenanthera peregrina, una planta
pueblos andinos guraban divinidades odiformes y que en alucinógena usada incluso por las actuales comunidades
el caso de Faical quedó un testimonio gráco de las amazónicas y que en tiempos antiguos pudo emplearse en
actividades rituales ancestrales. Tal vez las imágenes las ceremonias rituales.
plasmadas en la roca pudieron servir de elementos
intermediarios para comunicarse con deidades que moraban De modo general no es frecuente observar en los paneles de
en las rocas o cerros a los que convertían precisamente en Faical la presencia de motivos que representen cabezas
centro de sus orígenes. trofeo o degolladores como sí es habitual encontrarlos en el
vecino valle del Utcubamba, departamento peruano de
Pese a que la cuenca del Chinchipe abarca la zona sur- Amazonas como se aprecia buenos ejemplos en la provincia
ecuatoriana, carecemos de informaciones sobre la de Luya y en la de Chachapoyas (Koschmieder 2013;
producción rupestre en ella, salvo, únicamente de la Muscutt 1987). Situación que puede reejar distintas
existencia de bloques rocosos con grabaciones en la provincia circunstancias sociales en cada uno de ellos, pues las
cercana de Loja (Gonzales Ojeda 2007,2008), en los cuales, sin pinturas de Luya y Chachapoyas estarían reejando la
embargo, no hemos encontrado similitudes con las pinturas presencia de conictos entre sus pueblos, todo ellos
de Faical. Pero es posible que cuando se explore dicha zona asentados en las cumbres y laderas, cosa que no estaría
sabremos de estaciones rupestres pintadas que ayudarán a la mostrando la de Faical como expresión de una etapa anterior
cuando la vida de los pueblos cercanos transcurría en
relativa calma, tal como revelan los complejos arqueológicos
de Santa Ana La Florida de Palanda y Montegrande de Jaén,
los cuales fueron edicados en lugares bajos y de fácil acceso,
pese a existir altas montañas en su entorno donde pudieron
asentarse si es que hubiese la necesidad de protegerse de la
amenaza de otros pueblos. Sin embargo, si bien se conoce el
complejo arqueológico de Tres Ruedas en la parte alta de
Jaén, desconocemos aún su posición cronológica como para
explicar su anidad con los asentamientos de la parte baja
del Chinchipe.

Las guras que denominamos geométricas y abstractas son


de difícil interpretación debido a que aún desconocemos los
otros sitios con guras rupestres a lo largo de la cuenca del
Chinchipe, para poder contrastarlos.

Fig. 10a. Sexto Panel. Destaca un diseño central odiforme con la pupila Desde el punto de vista teórico y en concordancia de la
exéntrica que simboliza la boa anaconda viajera, rodeada de guras naturaleza de las pictografías simbolizadas en la roca, es
antropomorfas y tres acéfalos además de motivos geométricos.
70 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

Fig. 10b. Dibujo del panel N° 6. Ilustra en forma completa la distribución de las guras simbólicas del
mito de la boa anaconda viajera. Una máscara rectangular con antenas(extremo superior izquiedo),
varios antropomorfos, un músico. Tres diseños acéfalos y varios motivos geométricos, todos en torno
a la boa.

posible sugerir que ellos son representaciones de escenas Conclusiones


míticas plasmadas para conservar la memoria colectiva e
identidad del grupo humano que vivió en el entorno. La utilización del pigmento de color rojo para la realización
Seguramente debieron existir chamanes que en determinas de los motivos rupestres indica la preferencia de sus autores
circunstancias hacían lectura de los relatos allí gracados. por la pintura monocromática hecho que tiene relación con la
Debemos tener en cuenta que los pueblos nativos mantenían producción de la gráca rupestre amazónica y con el grupo
lazos estrechos con su ambiente, de modo que determinados de pinturas más tardías de color rojo de la cuenca del
elementos de la naturaleza como cerros, cuevas, lagunas u Utcubamba y probablemente con grupos de la región de
otros fueron considerados generadores de vida o residencia Colombia como se observa en las pinturas de La Lindosa y
de seres sobrenaturales. Los chamanes cumplían entonces Chiribiteque. La vinculación con esta última región se
actividades rituales que intermediaban con la población. registra, asimismo, con la presencia de guras rectangulares
Pues creían que, en la entraña de los cerros, por ejemplo, o cuadrangulares rellenadas de líneas que alternan con otros
moraban sus divinidades a las que tenían que invocar en la motivos, detalle que prueba nuestra propuesta. De igual
búsqueda de satisfacer algunas necesidades espirituales o manera la presencia en Faical de la mítica boa anaconda
materiales. Al respecto es interesante la cita relacionada con viajera refuerza las vinculaciones con el área colombiana del
la región de Jaén-Chinchipe para la cual se menciona que: Guaviare. Pero también algunos íconos, como por ejemplo el
“Los ritos que estos pueblos tenían antiguamente es que personaje del panel N° 10, se vincula con la amazonia del
adoraban algunas piedras porque en ellas se les aparecía el Brasil, como se observa en el detalle gráco de Erepecuru.
Demonio y hablaba con ellos” (Cuesta 1984: 215). La carencia
de claras escenas de caza no permite vincular las pinturas con Esta gran pinacoteca de la gráca rupestre debe estar
actos mágicos como tampoco haber sido realizadas por expresando algunos mitos ligados a la vida espiritual que
motivos estéticos o de simple contemplación artística. sostenía a las antiguas comunidades que habitaron los
Aparte de las líneas arriba expuestas creemos que aún territorios entorno al valle de Chinchipe. Por esta razón
estamos en una etapa inicial de los estudios de la gráca apelamos a la teoría del chamanismo como marco de nuestra
rupestre en la cuenca del Chinchipe debido al propuesta. Existen varios antropomorfos con el gesto ritual
desconocimiento estricto de las numerosas estaciones de elevar las manos (actitud orante); otros danzantes y
rupestres existentes como para poder formular con rmeza músicos que debieron acompañar las actividades rituales.
las tradiciones, los estilos y la cronología de ellas. Existen acéfalos que serían representaciones de seres míticos
Necesariamente, se requiere de un mayor número de sobrenaturales gracados posiblemente por efectos de
investigaciones con registros formales que permitan arribar a bebidas alucinógenas.
mejores conclusiones respecto a la producción rupestre
regional. Por ello estamos de acuerdo con la armación hecha
por Augusto Cardich, el descubridor de las famosas cuevas
de Lauricocha hace más de medio siglo, cuando armó que:
“lo que más conviene por ahora es ir acumulando el mayor
número de datos y referencias de todo el país, lo que hará
posible en el futuro la determinación de los diferentes
complejos y su distribución. Pues es muy posible que en el
Perú como en otros países, se encuentren manifestaciones del
arte rupestre en sus varios horizontes culturales,
Fig. 11. Dibujo del panel N° 7. Dos personajes que aparentan bailar y tres
particularmente en los tempranos” (Cardich 1960:105). músicos (dos con instrumentos aerófonos y uno con lo que sería un tambor.
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 71

Una aproximación a la cronología de Faical se puede inferir


de algunos dalles iconográcos presente en los paneles. Por
ejemplo, el ojo con la pupila excéntrica del motivo pisciforme
del panel 6; la gura en espiral del panel 3 que evoca el
patrón arquitectónico de sitios como Santa La Florida o la de
Montegrande ambos en la cuenca del Chinchipe asignados al
Formativo; el contexto arqueológico de Faical, ubicado entre
varios importantes asentamientos, igualmente del
Formativo, nos permite considerar que la gráca rupestre
del sitio debe entenderse como involucrado en el Período
Formativo en su fase Media.

El corpus iconográco de Faical muestra corresponder al


estilo esquemático y simbólico pues no aparecen motivos
gurativos o naturalistas que podrían permitir una
identicación directa de lo representado. La mayoría son
Fig. 12. Panel N° 8. Muestra un antropomorfo en posición frontal delineado dibujos lineales, simbólicos y abstractos con los cuales
simple; otros antropomorfos liformes en posición similar al anterior; un compusieron algunas de sus concepciones religiosas y parte
antropomorfo cuya cabeza está enmarcada con círculo de puntos y tiene los de su cosmovisión ancestral.
pies trifurcados encontrándose sobre una lluvia de puntos; gura
cuadrangular con líneas paralelas; una gura alteriforme.
No existen guras que expresen escenas de cacería como
Por la escasez de cefalomorfos cuya interpretación alude a para atribuirlas a tiempos de cazadores recolectores como se
situaciones conictivas, vinculadas a la caza de cabezas opinó anteriormente. El contexto arqueológico en el que se
trofeo, las representaciones grácas de Faical sugieren más encuentra Faical denota tiempos en que existía una división
bien situaciones sociopolíticas de poca intensidad bélica social expresada en la jerarquización de los motivos inscritos
entre los grupos que habitaron la zona del Chinchipe. en los murales. En consecuencia, anotamos su
Debemos tener en cuenta que los más importantes complejos correspondencia a pueblos sedentarios agro alfareros.
arqueológicos de esta cuenca se hallan localizados en el
fondo de los valles y no en las zonas altas donde existen Anexo
mejores condiciones de protección frente a la agresión de
otros pueblos. Se describe a continuación los paneles que se distinguen
después de trasponer un puente de acceso al complejo
El hecho de haber gracado pocos elementos zoomorfos pictórico. A manera de señal se observa un dibujo circular
indica que sus realizadores no concedieron mayor triconcéntrico radiado interiormente, después del cual
importancia a tales representaciones pese a que existió una continúan los paneles hoy descritos.
fauna apreciable en la zona. Es más signicativa la opción por
pictografías antropomorfas en diversas actitudes que En un primer panel, al ingresar actualmente al complejo
alternan con diseños geométricos. La presencia de pictórico, se observa en la pared de una pequeña oquedad.
numerosas guras revela un sitio rupestre muy complejo
cuya explicación cabal requiere nuevos estudios.

Fig. 14a. Panel N° 10. Foto en la que se observa una gura central de
personaje con la cabeza semicircular y adorno de tres rayos, cuerpo irizado,
extremidades dobladas. En la parte superior destacan dos personajes de
perl portando herramientas (hachas ?). También un músico. Bajo el motivo
Fig.13. Panel N° 9. Figuras antropomorfas con las extremidades dobladas central se observa un músico y varias guras antropomorfas y un conjunto
entre varios motivos ancoriformes y geométricos. de diseños geométricos.
72 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

ligeramente abultado, piernas abiertas y sexo masculino


expuesto; círculo ovoide rellenado de puntos; 2 líneas
verticales con pequeños círculos (¿boleadoras?); grupo de
puntos; 2 pectiniformes. En el extremo nal una gura
rectangular cuadriculada y al interior semeja un oso
enjaulado. Luego un antropomorfo lineal de perl, sentado,
con los dos brazos levantados en actitud orante y,
nalmente, dos manos en positivo (Fig. 8b).

El cuarto panel permite observar varios diseños geométricos


que sin embargo no ha sido registrado en todas sus
características debido a la dicultad de hacerlo por la
posición que tiene con relación al resto de paneles.

El quinto panel. muestra en la parte superior varias guras


geométricas; un antropomorfo liforme de cabeza triangular
en posición frontal itifálico, brazos levantados, piernas
abiertas; dos soliformes triconcéntricos radiados; un
cuadrúpedo de perl con detalle de hocico, orejas, cola
levantada y cuatro patas; un zoomorfo que parece ser un
cánido; dos zoomorfos (monos) que sostienes lanzas,
piernas exionadas como si estuvieran caminando; un
antropomorfo en posición frontal, cuerpo rectangular que
sostiene una vara con la mano izquierda y con la derecha
levantada, piernas abiertas; en la parte inferior varias guras
geométricas (Fig. 9).

Fig. 14b. Dibujo del Panel N° 10 con la distribución de guras entorno al El sexto panel exhibe una pictografía de aspecto ofídico a
personaje central de cuerpo irizado. Debe expresar otro mito ancestral de la cuyo entorno se observa una serie de guras de distinta
región del valle de Chinchipe. tipología (Fig. 10a, 10b). Esta gura tiene la pupila
excéntrica, y de su boca se proyecta una voluta, y el cuerpo
una línea oblicua de puntos que pareciera marginar un
exhibe líneas cruzadas con punto al centro. Mide 1.30 por
conjunto o lluvia también de puntos (Fig. 6). Este panel no fue
0.24 m. Sobre esta gura aparece un diseño rectangular
considerado en la señalización realizada por el Municipio de
cuadriculado y otro abstracto
San Ignacio.
Hacia el lado izquierdo un rostro de contorno rectangular
El segundo panel que ocupa otra pequeña oquedad a 1.00 m
lleva dos pequeñas antenas, los ojos y la boca señalados; este
del piso. Aparecen aquí tres guras, una borrosa y dos
rostro tiene parecido con el rostro de una botella procedente
antropomorfas en posición frontal, con los brazos doblados
de Santa Ana-La Florida. Luego se observa varios
hacia arriba y las piernas exionadas. No muestran mayores
antropomorfos, uno con los brazos hacia arriba y las piernas
detalles. Puede ser una escena de danza. Miden en promedio
0.15 m. de alto y por 0.185 m. de ancho (Fig. 7).

El tercer panel muestra un complejo de diseños entre los


cuales se aprecia un antropomorfo en posición frontal, brazos
doblados hacia la cabeza y las piernas abiertas. Al lado, varias
guras geométricas entre las cuales destaca una de aspecto
casi rectangular cuadriculada y voluta al interior. Un
antropomorfo con los brazos extendidos hacia arriba, piernas
abiertas y muestra los dedos de la mano; una gura
rectangular cuadriculada con puntos al interior; un zoomorfo
de perl con tres patas y cola levantada; dos antropomorfos
acéfalos, el primero con los brazos levantados y líneas que se
proyectan de la cintura y de ambas brazos cuelgan dos hileras
de puntos para simbolizar movimiento y mide 0.35 por 0.23
m; el otro acéfalo con los brazos levantados y las
extremidades inferiores verticales (Fig. 8a).
Fig. 14c. Petroglifo de La Lima, distrito de la Coipa, provincia de San Ignacio.
Mas a la derecha una gura en espiral de 0.90 por 0.54 m., El motivo central presenta una gura simplicada similar al diseño central
junto a un antropomorfo con los brazos levantados, vientre del panel pintado N° 10 de Faical y al diseño de Erepecuru (Brasil).
YUNGAS, Año 3, No. 9 73

Fig. 15. Panel N° 11. Destacan una cruz, dos guras antropomorfas que
portan bastones y otros antropomorfos en variadas posiciones acompañadas
Fig. 14d. Motivo menos complejo procedente de Erepecuru-Brasil, similar al de guras geométricas.
diseño central antropomorfo del Panel N° 10 de Faical y al petroglifo de La
Lima (distrito de La Coipa, San Ignacio).
está enmarcada con círculo de puntos y tiene los pies
abiertas, otros agarrando un bastón y otro tocando una trifurcados encontrándose sobre una lluvia de puntos; gura
trompeta, otro con los brazos abiertos y de la cabeza se cuadrangular con líneas paralelas; una gura alteriforme.
proyectan tres apéndices lineales, piernas abiertas, otro de (Fig.12).
cabeza entre guras rectangulares. Al lado derecho tres
guras acéfalas con cuatro extremidades abiertas. En la parte El panel 9 muestra cinco motivos antropomorfos
inferior una serie de guras geométricas. esquemáticos frontales, dos con los brazos levantados y las
piernas abiertas; otros dos lineales con los brazos hacia abajo
En el séptimo panel, destaca una escena en la que se observa y las piernas abiertas; líneas cortas paralelas en dos hileras en
un antropomorfo en posición frontal con los brazos el extremo superior derecho; una gura rectangular
levantados y las piernas abiertas junto a otra imagen en cuadriculada y varios ancoriformes entre lluvia de puntos
similar posición, pero itifálica. Luego, hacia la derecha, tres (Fig. 13).
antropomorfos de perl, sedentes, dos de ellos tocan un
instrumento de viento (corneta) y el otro lo que parece un El panel 10, exhibe un personaje con la cabeza en media luna
tambor (Fig.11). con adorno cefálico de pequeños cilios radiantes y tres de
mayor tamaño, ojos circulares, cuello denido, cuerpo
El octavo panel, muestra un antropomorfo en posición cuadrangular, brazos levantados, piernas abiertas en
frontal delineado simple; otros antropomorfos liformes en ángulo, manos y pies trifurcados, con la cabeza, el cuerpo y
posición similar al anterior; un antropomorfo cuya cabeza las extremidades con cilios radiantes. Mide: 0.52 de altura

Fig. 16. Panel N° 13. Foto y copia en Dstrech. Figuras simbólicas antropomorfas al parecer itifálicos asociadas a otras también antropomorfas y geométricas.
74 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

por 0.24 de ancho. Al lado un músico de 0.29 por 0.14 m. (Fig. Castaño-Uribe, Carlos
14a, 14b). 2008 Tradición cultural Chiribiteque. Rupestre web,
http://www.rupestreweb.info.chiribiteque2.html.
El panel 11. Aquí aparece una cruz andina acompañada de
varias guras geométricas, guras con antenas, Clasby, Ryan y Jorge Meneses Bartra
antropomorfos liformes y otros sedentes de perl; una 2013 Nuevas investigaciones en Huayurco: resultados
pareja de antropomorfos de perl enfrentados portando cada iniciales de las excavaciones de un sitio de la ceja de selva de
uno un bastón, el de la derecha itifálico; y también pequeñas los Andes peruanos. Arqueología y sociedad 25.
manchas. (Fig. 15).
Euler Diaz, Jave
El panel 12. Varias guras no registradas debido a su posición 2000 Faical: en el contexto del poblamiento de América.
accidentada que impide gracarlas. Otorongo, Revista de la Comisión Multisectorial de
Desarrollo de la Frontera Nor Oriental 6: 12-15.
El panel 13 muestra dos antropomorfos en posición frontal
itifálicos, brazos hacia arriba, pies manos trifurcadas, uno de Gamonal Guevara, Ulises
ellos con tres antenas entre pequeños puntos; una gura 1981 Pinturas rupestres en el nor oriente. Pakamuros 1: 15-
laberíntica más un antropomorfo sedente junto a un cuadro 22.
punteado dividido por una raya vertical; otro gura
laberíntica junto a guras ancoriformes; varios 2006 El arte rupestre en el Nor Oriente Peruano. Facetas 55,
antropomorfos en posición frontal junta a circulo Año 30.
triconcéntico, varios laberínticos más un emblema ciliado y
tres antropomorfos liformes con los brazos levantados y las 2009 Identidad amazónica y su contexto: historia milenaria
piernas abiertas (Fig. 16). de Jaén y el Alto Marañón. En: Antiguas civilizaciones en la
frontera de Ecuador y Perú. Una propuesta binacional para
Agradecimiento la integración andina.

Agradezco a Juanita Rubio Silva, quien prestó su apoyo en las 2010 Pictografías y grabados rupestres del Alto Marañón. I
tareas de campo durante los reconocimientos y trabajos de Encuentro de arqueólogos del Norte de Perú y Sur del
registro en el complejo rupestre de Faical. Ecuador. Memorias. Cuenca, Ecuador.

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2016 Análisis comparativo de pinturas rupestres en las tierras 2014 Pinturas y grabados rupestres en la cuenca del
bajas del Oriente de Colombia y del noreste del Perú: una Marañón, alta Amazonía de Perú. Antes de Orellana. Actas
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Artículo

Kuélap: Fuentes de abastecimiento del agua en tiempos prehispánicos

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Uno de los monumentos más impresionantes del actual alguna para su consumo. Pero, como lo advertimos hace
departamento de Amazonas se levanta en el anexo de tiempo, esta Fortaleza es solo una parte de un complejo más
Kuélap. No existe otro que lo equipare como expresión del vasto y existen varios asentamientos arqueológicos
esfuerzo humano para construir un pueblo en tiempos próximos distribuidos fuera de ella, principalmente por la
antiguos como bastión que protegía una población con ladera Este.
edicios públicos y ceremoniales. Varios estudiosos
sugieren haberse construido hacia el siglo VIII después de Entonces, si estos conjuntos estuvieron habitados desde
Cristo cuando en el territorio amazonense habitaban tiempos precristianos es porque allí existían y existen al
colectividades fragmentadas e independientes. Uno de los presente varias fuentes de agua. Y quienes vivieron en La
grupos humanos pobló el espacio de Kuélap cuando todavía Fortaleza tenían el agua a su alcance, a corta distancia sin
no se había construido la llamada Fortaleza (Fig. 1), hecho necesidad de salvar grandes trayectos, evitando trasladarse
que pudimos comprobarlo por los restos que identicamos hacia los ríos del Utucubamba, del Tingo o el de Selcas.
en profundos estratos bajo las construcciones. Los primeros Igualmente, el poblamiento colonial obedeció a que todo el
restos identcados corresponden al Período Intermedio área de Kuélap ofrecía buenas condiciones de vida. Los
Temprano (siglos III a.C. al V d.C.) cuando en otras partes del pozos más conocidos en la actualidad se distribuyen hacia la
territorio Andino orecían las sociedades Moche y Nasca por ladera Oeste y son los de Bebedero (Fig. 2) a no más de quince
ejemplo. La ocupación continuó en una segunda etapa entre minutos de la Fortaleza. Luego prosigue El Toche, algo más
los siglos V al VIII d.C. aproximadamente que se evidencia alejado y, además, Yuracyaco, Lirio y Chorrillos hacia el
por contactos con la sociedad Cajamarca, pero aún no se centro de la meseta de Kuélap. Continúa Milpo, el Siogue y,
había erigido la Fortaleza. Una tercera ocupación se produjo nalmente aparece el Subterráneo donde uyen también
entre el siglos VIII al X d.C. que es la etapa en que se construye aguas constantes.
la Fortaleza y continuó su vigencia en el denominando
Período Intermedio Tardío (siglos X al XV d.C) hasta la Los nombres de esas fuentes tienen un origen antiguo y otros
ocupación incaica. Los Incas llegaron a Kuélap después que son más bien denominaciones de tiempos modernos. Tres
el gobierno del Cusco había conquistado los pueblos de la conservan su nombre original, las de Toche, Milpo y Siogue.
margen derecha del río Utcubamba. Finalmente, de acuerdo Las otras tres tienen nombres modernos como El Bebedero,
a documentos coloniales Kuélap fue ocupado por los Chorrillos y el Subterráneo pero que aluden a la existencia de
españoles quienes incluso lo bautizaron con el nombre de ujos hídricos permanentes. El sistema social en el que se
Santiago de Kuélap. La presencia hispana continuó en desenvolvió la elite que habitó la Fortaleza les permitió
tiempos coloniales hasta convertirse en una hacienda o acceder al agua en vasijas abastecidas por los pobladores que
fundo que incluía las “paredes” de Kuélap y fue los servían. Los constructores de las grandes plataformas
sucesivamente pasando por varios propietarios. amuralladas, es decir los ancestrales kuelapinos, debieron
utilizar dichas fuentes para culminar su obra con el apoyo de
A principios del siglo XX, el año 1902, el fundo Kuélap fue los otros grupos humanos establecidos a su entorno
vendido por don José María Anduaga a favor de doña María inmediato, integrantes de la antigua sociedad de Luya,
Villavicencio por la cantidad de mil trescientos soles de contemporánea a la de los Chachapoya.
plata. En esta escritura se indica que hay 7 cuadernos sobre
los títulos. La compra fue rmada por la hija de María o sea
Manuela Rubio Villavicencio casada con Exequiel Bardales,
quienes heredaron la propiedad para luego cederla a sus
descendientes Mariano, Constantino, Rosa, Mercedes,
Laura, Gregoria y Juan Bardales Rubio. En años posteriores el
fundo se fue fragmentando paulatinamente.

El problema del abastecimiento del agua

Hasta hoy, el conocimiento sobre la forma de cómo se


proveían del agua los antiguos habitantes de Kuélap, fue
una incógnita para algunos investigadores, toda vez que al
Fig. 1. La Fortaleza de Kuélap, distrito del Tingo, provincia de Luya-
interior de la llamada Fortaleza no se ha detectado fuente
Amazonas (Perú).
Boletín YUNGAS (3)9. Diciembre 2019. pp. 77-78. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
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Fig 2. Pozo el bebedero de agua permanente construido con piedras en


tiempos preincaicos, próximo a la Fortaleza de Kuélap.

Y sólo cito aquellos lugares donde el agua es suciente en


tiempos de verano, porque en las laderas adyacentes a
Kuélap abundan los ojos de agua durante la época de lluvias.
El Subterráneo viene a ser una oquedad donde corre el agua
continuamente, por cuya razón, lo utilizan hoy para
procesar el tarhui o chocho que requiere de agua corriente
para consumirlo. Hay otros pozos más, pero los nombrados
son las fuentes de mayor volumen hídrico para demostrar la
existencia del agua bien cerca de la llamada por Louis
Langlois ciudad forticada Kuélap. Debe entonces
descartarse la idea que sus antiguos pobladores hayan tenido
que descender hasta el río Utcubamba para proveerse de
agua, pues el descenso y la vuelta a dicho curso de agua
demora por lo menos seis horas. Asimismo, el acceso al río
próximo de Selcas tarda unas dos horas. Lo cual,
naturalmente, no lo encontraron razonable los habitantes
prehispánicos. Actualmente viven junto al sitio arqueológico
de Kuélap, que ya es un anexo del Tingo, muchas familias y
éstas nunca bajaron ni bajan al rio Utcubamba o al de Selcas
para abastecerse del agua.
Artículo

La Congona: Complejo Arqueológico en la Provincia de Luya, Amazonas

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

El Yeso conserva varios pueblos antiguos que antes del justamente de los pueblos de Leimebamba, de Cochabamba
impacto producido por la conquista del Tahuantinsuyo, y de Cajamarquilla, y varios testigos nativos, notamos que,
orecían bajo su propia autonomía, posiblemente como en ninguna parte de sus declaraciones, arman o mencionan
integrantes del curacazgo de “Hatun Luya” (Luya la ser oriundos de Chachapoyas. Tampoco aparece un pueblo o
Grande). Debemos anotar que el antiguo territorio del ayllu denominado Chachapoyas. En base a esto, pensamos
departamento peruano de Amazonas fue poblado por varios que los Incas no crearon ninguna provincia de Chachapoyas,
grupos humanos. Pues, además del curacazgo citado se sino más bien dos “Hunos”. (Espinoza Soriano 1967;
desarrollaron también otros como los llamados de Schjellerup 2005). Y no lo podían hacer porque los dominios
Leimebamba, Cochabamba, Cajamarquilla, los Chilchos, los anexados tenían sus propios nombres tradicionales y en
Paclas, los Orimonas y aún diferentes grupos no bien ningún caso ser de un inexistente “Chachapoyas”.
conocidos (Espinoza Soriano 1967). Entre varios conjuntos
arqueológicos de la zona de Yeso, destaca nada menos, el
monumental complejo arquitectónico de La Congona, cuyos Antecedentes
restos los reconocimos el año 1969. No había en este año El conocimiento escrito acerca del sitio arqueológico de La
acceso a los mapas del Instituto Geográco Nacional a causa Congona se dio mediante publicaciones locales de la ciudad
de los conictos pendientes con la República del Ecuador. de Chachapoyas. Fue Carlos Gates Chávez, quien notició en
Por eso, nosotros publicamos un artículo en el Boletín de el semanario “La Voz de Amazonas” que él dirigía, y relató
Lima, N° 42, año 7 del año 1985, bajo el título de “Los que varios profesores de la localidad de Leimebamba habían
Monumentos Arqueológicos de Leimebamba”, documento dado a conocer el sitio (Gates 1969a). De igual manera, el
en el cual se puede consultar nuestras apreciaciones hechas mismo año de 1969 volvió a informar sobre la importancia de
en aquella oportunidad y la detallada descripción de las La Congona (Gates 1969b). Posteriormente, Arturo Ruiz
edicaciones antiguas (Ruiz 1985). Nuestro objetivo ahora Estrada publicó un artículo de difusión sobre la importancia
trata de señalar algunos datos más sobre dicho complejo del sitio (Ruiz 1971). Luego, el mismo autor, hizo conocer
arqueológico, aunque estas aproximaciones podrán variar dicho complejo e hizo comentarios sobre la naturaleza y la
cuando se practiquen excavaciones metódicas que precisen importancia histórica que tuvo el lugar en tiempos que
con mayor seguridad los diversos momentos de su antecedieron a la presencia incaica, atribuyéndole, además,
ocupación en el tiempo. Algo que debemos aclarar tiene una antigüedad correspondiente al Período Intermedio
relación con la denominación de cultura Chachapoya, Tardío (Ruiz 1985). Finalmente, fue Peter Lerche, quien
término que lo utilizamos inicialmente para referirnos a abordó el interés sobre la Congona en un breve comentario
todos restos arqueológicos de Amazonas, en especial a los de como guía para poder visitarlo (Lerche 1996).
las actuales provincias de Luya y Chachapoyas. Aparte de estas publicaciones existe una amplia información
sobre la arqueología del departamento de Amazonas, pero
Andando el tiempo y a la luz de nuevas investigaciones donde no se ha ofrecido referencia alguna sobre el sitio de
comprendimos que en realidad no hubo ningún pueblo nuestra preocupación actual. Entre ellas podemos citar los
denominado Chachapoyas antes de la invasión española. trabajos pioneros de Henri y Paule Reichlen quienes
Chachapoyas aparece a partir de la decisión de Alonso de presentaron datos sobre diferentes yacimientos
Alvarado al momento de la fundación de una ciudad con este arqueológicos en Amazonas, además de una cronología de
nombre. Generalizado éste, posteriormente, por los cronistas las ocupaciones humanas en el valle principal del
de tiempos coloniales, a los pueblos de Leimebamba, Utcubamba (Reichlen y Reichlen 1950). Por otro lado, las
Cochabamba y Cajamarquilla, y otros poblados aledaños, referencias del arqueólogo Hans Horkheimer quien trató de
siguiendo la nueva denominación puesta por el referido sintetizar la problemática de la arqueología regional
Alvarado. También dichos cronistas escribieron después que (Horkheimer 1959). Alfredo Narváez como consecuencia de
ya había acontecido el evento de la fundación de la ciudad de sus trabajos en la Fortaleza de Kuélap reportó sus resultados
Chachapoyas. De esa manera todos los autores que trataron sobre la arqueología local y, además, señaló varios detalles
sobre las sociedades de Amazonas consideraron a todo resto de la arquitectura que caracteriza a este complejo
cultural como de la cultura de este nombre, pese al hecho monumental (Narváez 1988). También Inge Schjellerup
histórico que los pueblos antes mencionados poseían sus cuyas exploraciones y estudios de varios lugares han
propios nombres. A este respecto, debemos añadir que, en ofrecido valiosas informaciones e interpretaciones sobre las
algunos documentos promovidos por cuatro líderes nativos ocupaciones humanas en el departamento de Amazonas
para reclamar su poder y autoridad durante la época colonial, (Schjellerup 1995).
Boletín YUNGAS 3(9). Diciembre 2019. pp. 79-85. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
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Fig. 1. Mapa de la Provincia de Luya, departamento de Amazonas, con la ubicación del complejo arqueológico de La Congona.

De igual manera, ha sido Warren Church quien dedicó San Francisco del Yeso
importantes referencias, especialmente sobre la parte sur de De acuerdo a la división política del departamento de
Amazonas y llegó a determinar una ocupación temprana que Amazonas, San Francisco del Yeso se halla comprendido en
hunde sus raíces hasta el Período Precerámico y sustenta un la provincia de Luya del departamento peruano de
desarrollo social autónomo. Keith Muscutt es otro autor Amazonas. Su capital tiene el mismo nombre, y así gura
cuyas exploraciones en el sector Sur de Chachapoyas ha desde cuando se lo creó como una unidad distrital el día 16
revelado la identicación de varios asentamientos que de Agosto de 1920 con los anexos de Tínlape y Shota. En esa
precedieron a la conquista incaica. Muscutt fue quien forma quedó separado del distrito de Santo Tomas al cual
reconoció el antiguo asentamiento preinca de Cajamarquilla pertenecía antes de obtener la categoría de distrito. El
(Muscutt 1998). Por su parte Anna Guengerich practicó nombre que lleva alude a la existencia de canteras de yeso en
excavaciones en el sitio de Monte Viudo, cerca del pueblo de su territorio. Se halla en laderas que descienden a la margen
Leimebamba, cuyos resultados dan a conocer la función de izquierda del río Utcubamba, hacia el extremo sur de la
las edicaciones residenciales en el contexto de otros pueblos provincia de Luya. Limita por el Este con este río y por Oeste
antiguos del valle del Utcubamba (Guengerich 2014). Estas con el distrito de Cocabamba. Por el norte con el distrito de
investigaciones viene a constituir un hito signicativo que Santo Tomás y por el sur colinda con el distrito de
apoya la comprensión de la arquitectura interna de las Leimebamba. Dentro de su territorio se encuentran los
unidades residenciales y, al mismo tiempo, ofrece la anexos y caseríos poblados de Tínlape y Shota, además de La
oportunidad de poder contrastarlas con el estudio de otros Colmena, Collosin, Jubamba, San Salvador, Morador,
pueblos antiguos asentados en el actual departamento de Poyunte, Challuapunta, Churillo, Ipaña y Chilingote (Tuesta
Amazonas. Rios 1964).

Otros aportes relacionados con el tema de la organización de La Congona


los pueblos antiguos fueron planteados por James M. Los monumentos de La Congona se ubican hacia el lado sur
Crandall cuyas investigaciones estuvieron centradas en del pueblo de El Yeso (Fig. 1), en el antiguo fundo de San
asentamientos del valle de Sonche, auente del río Cristóbal, y se levantan sobre colinas no muy elevadas
Utcubamba (Crandall 2018). cubiertas por una vegetación tropical que en algunos casos
ha protegido los restos.
YUNGAS Vol. 3, No. 9 81

Esas colinas destacan sobre la unión de los ríos Pomacocha y


Utcubamba. Se encuentra a 2900 m.s.n.m. Su nombre
proviene de una planta denominada en el idioma quechua
“concona”. Exploramos en La Congona hace más de medio
siglo, es decir en el mes de diciembre de 1969 como parte de
nuestras actividades en el complejo de Kuélap. Fue en dicha
ocasión cuando nos limitamos a describir las edicaciones
más destacadas e indicamos que se distribuyen en dos
sectores. En el primero, ubicado hacia la parte alta, lado
Norte, identicamos 31 edicios, de los cuales una tercera
parte conserva frisos decorativos en sus fachadas. Destaca en
este sector una imponente edicación compuesta de dos
sólidas estructuras que exhiben, cada una, un nicho en el
paramento externo, guarnecidos por ganchos de piedra.
Están unidas por una escalinata central y lo precede un
espacio a manera de atrio (Fig. 2). Sus características sugieren
Fig. 3. Edicio de planta circular cuyo paramento muestra frisos de
que pudo haber sido un lugar dedicado al culto o tal vez escalones y grecas. Primer Sector del complejo arqueológico de La Congona.
sirvió como residencia del curaca principal de La Congona.
Varios edicios muestran en su paramento un friso
compuesto de escalones y grecas (Fig. 3 y Fig. 5a), rombos
biconcéntricos que rematan en una voluta geometrizada (Fig.
4 y Fig. 5b), rombos triconcéntricos que rematan en una
voluta geometrizada y marginados por meandros que
incluyen bloques cuadrangulares (Fig. 6a), frisos en zigzag
(Fig. 6b). Otro detalle observado consiste de tres tipos de
ganchos líticos empotrados (Fig. 8, j, k, l). En el Sector B,
situado al lado Sur del conjunto, en un espacio más plano que
el anterior, identicamos 24 edicaciones. Aquí, varias
ostentan paneles con frisos de rombos eslabonados y motivos
en zigzag. En suma, se ha manifestado al respecto que La
Congona “es una pequeña joya, habiendo aquí la mayor
diversidad y concentración en frisos que en cualquier otro
sitio arqueológico de la zona” (Lerche 1996:75).

Las pocas muestras de fragmentos de alfarería diagnósticas


recuperadas en La Congona proceden de la supercie del Fig. 4. Edicio de planta circular en cuyo paramento exterior muestra frisos
sitio, entre los cuales distinguimos hasta tres tipos. El primer de rombos biconcéntricos que rematan en una voluta geometrizada. Primer
tipo corresponde a fragmentos nos de supercie pulida Sector del complejo arqueológico de La Congona.
cuyas formas respondes a cuencos de base plana o cóncava
(Fig. 8 d,e,f,g,h) Un fragmento tiene incisiones del líneas El segundo se caracteriza por ser una alfarería sencilla,
oblicuas y puntos (Fig. 8h). aunque dos fragmentos llevan incisiones delgadas de trazo
descuidado (Fig. 7p), en cuanto a la forma denotan ser
recipientes de cuerpo esferoidal, cuello corto, bordes
divergentes (Fig. 7 a-j, Fig. 8 a,b,c). Existen perles que
revelan pertenecer a cuencos (Fig. 7 n,o. El tercer tipo de
fragmentos comprende a bordes de aríbalos (Fig. 7 k, l). No
hemos observado fragmentos con diseños geométricos
pintados en los cuencos o bordes de cántaros, que son
comunes en la Fortaleza de Kuélap y en gran parte de la
actual provincia de Luya. Nos llamó también la atención, un
recinto de planta rectangular que conserva seis vanos de
acceso. Mide 16 m. por 6 m. (Fig. 5).
La importancia que ostenta La Congona dio motivo para que
fuese declarada como patrimonio cultural de la Nación
mediante la Resolución Directoral Nacional N° 196/INC de
fecha 2 de Abril del año 2003. Luego, la Resolución Directoral
Nacional N°1140/INC de fecha 20 de Julio del año 2006
Fig. 2. Edicio compuesto de dos sólidas plataformas de planta circular con modicó la localización del sitio.
escalera central adyacente a un recinto que exhibe frisos en zigzag. Primer
Sector del complejo arqueológico de La Congona.
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de la parte sur del departamento de Amazonas. Ella critica


con evidencias válidas el concepto que los llamados
“Chachapoyas” tenían unidad cultural y aclara que, más
bien, no poseían dicha unidad tomando como base sus
investigaciones en Monte Viudo y las informaciones de
MacCry y J.M Crandall. No hubo entonces homogeneidad o
uniformidad cultural entre ellos con el simple enunciado que
son circulares sin el análisis de sus rasgos constructivos

Es preciso comentar que la presencia en la Congona de los


motivos decorativos en los paramentos externos llama la
atención por la presencia de los así denominados por Peter
Fig. 6. a) Dibujo de friso con escalones y grecas. b) Dibujo de friso con Lerche como los tres prototipos de decoración mural. Esto es
rombos biconcéntricos que remata en una voluta geometrizada. el zigzag, el rombo y la greca. Por eso, este autor, considera
que “Los inmediatos de Leimebamba constituyen un límite
entre una zona norteña de difusión de los símbolos del zig-
zag y de rombo, y de un área sureña, donde el simbolismo se
reduce a la greca y al zigzag” (Lerche 1996: 51). Opinión que
resulta interesante porque ya se advertía la existencia de
diferencias entre los grupos que ocupaban la cuenca del
Utcubamba como se viene comprobando actualmente en
razón a que no existió un solo grupo humano denominado
como Chachapoya si no que fueron varios con sus propias
denominaciones. Y ese límite enunciado arriba debió ser
precisamente La Congona pues Lerche opina también que
“Unicamente en los alrededores de Leimebamba, como por
ejemplo en el sitio arqueológico de La Congona, se
Fig. 5. a) Dibujo de friso con rombos triconcéntricos enmarcado en meandros concentran los tres proto-tipos” (Lerche 1996: 51).
que incluyen bloques cuadrangulares; b) Dibujo de friso en zigzag que
adorna varios edicios en el complejo arqueológicos de La Congona.

Discusiones a b c d

El patrón de edicaciones circulares que se muestran en La


Congona responde, de modo general y a simple vista por sus
características a similares restos identicados en los
territorios de la antigua provincia de Luya y de los remotos
pueblos de Leimebamba, Cochabamba y Cajamarquiilla. Sin f g h
e
embargo, al no haberse estudiado integralmente La
Congona, desconocemos aún los detalles de sus
características arquitectónicas internas como para poder
inferir sus peculiaridades que permitan asociarlas a las
construcciones circulares de la propia provincia de Luya, de i j k l
las del valle de Sonche o de la zona sur de la provincia de
Chachapoyas. Porque en estas áreas, las edicaciones
circulares presentan sus propias características, según se
desprende de las investigaciones realizadas por Anna
Guengerich. Pues ella arma que “la característica más básica n o
m
de la arquitectura de Chachapoyas-el plan circular-, no se
puede considerar un elemento arquitectónico fundamental
que uniera a todas las sociedades de esta región”
(Guengerich, 2018:220). Esto quiere decir que las llamadas
casas circulares hechas de piedra no son uniformes en el
antiguo territorio de Amazonas en tanto que, en cada valle,
por ejemplo, en el de Sonche y en Rodríguez de Mendoza, en
p q
el de Utcubamba o en el de Luya, las edicaciones circulares
dieren unas de otras. En cada uno de estos valles, sus
Fig. 7. Dibujo de perles de bordes de la alfarería sencilla que corresponden
habitantes antiguos marcaron su identidad en este aspecto, lo a recipientes cerrados de cuello corto, y mediano de bordes divergentes y
cual podemos inferir de las prolijas investigaciones de la cuerpo esferoidal (a-j)., cuencos (n-o), fragmentos con incisiones (p), perl
propia Anna Guengerich en varios complejos arqueológicos de asas cintadas (q). fragmentos de aríbalos (k, l)
YUNGAS Vol. 3, No. 9 83

Entonces, de acuerdo a lo que actualmente se conoce, en la


zona Norte predomina el zigzag y el rombo, hecho que no
ocurre en la zona Sur donde la ornamentación mural se
restringe a los motivos de grecas, zigzags y la frecuencia de
cabezas clavas, además de símbolos más complejos como los
de Pajatén.

En esa línea de ideas, James M. Crandall, comentando los


estudios de Oliver Fabre realizados en el valle de Sonche,
aclaró que: La arquitectura de esta región parece carecer de
frisos y de piedras talladas con diseños” (Crandall 2018: 286).
En efecto, aún al presente no se ha reportado que las
edicaciones circulares en este valle ostenten decoración
mural. Así lo observamos, por ejemplo, en Purunllacta de
Cheto, y en el sitio de Cambolín, ambos en el valle de Sonche,
pese a que los exámenes de nuestras investigaciones fueron
solo superciales. De la misma forma y de entrada Brian
McCray, luego de sus investigaciones en la provincia de
Rodríguez de Mendoza sostuvo que: “en Rodríguez de
Mendoza no se registra aspectos típicos de la arquitectura,
como cornisas, frisos, cabezas clavas, o plataformas en la
base” (McCray 2018: 187).
Fig. 9. Plano de una estructura de planta rectangular con seis vanos de
Aserto que respalda la existencia de las diferencias culturales acceso. Primer Sector del complejo arqueológico de La Congona.
entre los grupos humanos que poblaron el Valle del
Utcubamba y los del valle de Huayabamba o actual ríos tributan a la cuenca del Huallaga. Con respecto a la
Rodríguez de Mendoza. Esta última es una provincia edicación de planta rectangular que atribuimos a ser una
localizada al oriente de la provincia de Chachapoyas cuyos obra de factura incaica, con seis vanos de acceso, podemos
relacionarla con similares estructuras distribuidas por varias
partes del departamento actual de Amazonas. El hecho es
b c que en La Congona resulta única, pues en el resto de pueblos,
a
suelen presentarse varias edicaciones de planta
rectangular, lo cual indica que los Incas determinaron estas
g
variantes de acuerdo a los intereses que tenían en cada uno
f de los espacios conquistados. Para citar ejemplos de esta
d e situación debemos referirnos a que en Kuélap aparecen solo
dos estructuras similares dentro de la llamada Fortaleza,
mas otras fuera de ella, pero muy próximas en el sitio
denominado Imperio. En el complejo de Purun Llacta de
Cheto se edicaron varias imponentes estructuras incaicas
h
i que superan en cantidad a las de La Congona. En Purun
Llacta James M. Crandall registró 35 edicaciones de planta
rectangular (Crandall 2018) lo cual indica claramente la
especial atención que pusieron los Incas quienes habrían
considerado un mayor número de personas dedicadas al
control y administración de los bienes requeridos por el
nuevo orden incaico.

Brian MacCray opina, después de haber explorado la zona


de Rodríguez de Mendoza que: “Los sitios que han sido
prospectados muestran la carencia de características
consideradas como típicamente Chachapoyas. Por ejemplo,
no se registra la elaborada arquitectura doméstica que
j k l
incluye cornisas, frisos, cabezas clavas, bases de plataforma
Fig. 8. Dibujo de perles de cuellos de la alfarería sencilla (a,b,c). Alfarería
(aunque estas sí se registran en estructuras mortuorias); o
na con decoración de incisiones (h), cuencos de base plana y cóncava, labios una gran densidad de construcciones de piedra” (McCray
redondeados (d,e,f,g), fragmento con decoración de líneas oblicuas con 2018:188). Es decir, una realidad arquitectónica distinta en
puntos cerca de la base (h),borde con el labio plano e incisiones (i), relación a las del área llamada “Chachapoya”.
paramentos con perles de ganchos y argolla (j,k,l)
84 YUNGAS Vol. 3, No. 9

En el caso del asentamiento de Paxamarca, localizado en la (Muscutt 1998: 100). Datos que revelan la existencia de una
provincia de Luya se ha notado la existencia de varias jerarquización en las poblaciones antiguas de la región.
estructuras ortogonales adyacentes a edicaciones circulares
de tradición local. Según una reciente opinión, esta situación A falta de excavaciones que testimonien la superposición
tiene relación con la ubicación que presenta Paxamarca como cronológica en La Congona, podemos aproximarnos a
un lugar estratégico para las interrelaciones económicas sustentar que debe haber hasta tres momentos de ocupación
entre la cuenca del Utcubamba y la del Marañón (Villar, humana en conformidad a los fragmentos de alfarería
Contreras y Rojas 2020). Este ejemplo, revela también las recuperados. El primero, expresado por los fragmentos de
tácticas e intereses del gobierno incaico en focalizar sus alfarería del primer tipo que semejan a objetos identicados
instalaciones en lugares aparentes a sus necesidades en la primera fase de ocupación en la Fortaleza de Kuélap
económicas. Esta situación explica, una buena cantidad de que está comprendida en el Período Intermedio Temprano.
estructuras rectangulares en Paxamarca que no presenta El segundo momento de ocupación, posterior al primero,
Kuélap. estaría representado por aquellos fragmentos del segundo
tipo ya mencionado, cuyos rasgos tienen parecido con
De acuerdo a la identicación de varios sitios al sur de la similares formas de la fase Kuélap reconocida en este sitio. y,
moderna ciudad de Chachapoyas realizada por Inge por esta razón pertenecientes al Período Intermedio Tardío.
Schjellerup advertimos una considerable presencia incaica. La presencia del tercer tipo de fragmentos explica la
Ella cita un fuerte conglomerado de asentamientos incaicos presencia incaica.
localizados hacia las partes altas de la cuenca del Utcubamba
y en el valle de los Chilchos. Nos explica que dicha presencia Un aspecto que merece comentar tiene relación con la
tenía el interés del gobierno del Cusco para la obtención de alfarería identicada en el sitio de Monte Viudo, cuyos
los recursos de la ceja de selva con la intención de avanzar a la rasgos dieren en varios casos de la producción alfarera de
selva baja, plena también de variadas fuentes productivas. Kuélap. Pues en la primera, no es común la alfarería pintada,
Por ello comenta la construcción del asentamiento de siendo ésta muy frecuente en el caso de Kuélap. De otro lado,
Cochabamba en un clásico estilo imperial cusqueño para la la presencia de una estructura Inca en la Congona, u otras
residencia de una elite y como símbolo del nuevo poder como en Kuélap y no en Monte Viudo, por ejemplo, indica
instaurado entre las poblaciones nativas de la región. De las preferencias de la política Imperial incaica, o el mayor
igual manera anota también que tal impacto trajo consigo la interés en determinados pueblos de la zona en razón al
alteración de la vida y costumbres de los pueblos nativos que grupo social que lo habitaba o la importancia económica que
conquistaron. En algunos de los lugares que logró identicar signicaba controlar sus territorios. Por otro lado, la
suelen ocurrir varias edicaciones circulares (Schjellerup ubicación de La Congona, en las partes altas del valle,
2005, 2018). Por consiguiente, para los Incas, Cochabamba responde al patrón de la mayoría de pueblos antiguos, pues
debió ser instalado a consecuencia de ser un área nuclear para tal emplazamiento les permitía evitar enfermedades como la
el control de los diversos ayllus que comprendía los uta (Leishmaniasis). Pero también para protegerse de
curacazgos de Leimebamba, Cochabamba y Cajamarquilla y posibles conictos bélicos. De esa manera mantenían las
áreas próximas. laderas para utilizarlas en sus cultivos porque fueron
pueblos de vocación agrocéntrica. En tiempos antiguos La
Por otro lado, Guengerich quien realizó excavaciones en el Congona debió estar vinculado al Tambo de Leimebamba y a
Sitio de Monte Viudo al sur de Leimebamba donde localizó varios pueblos del curacazgo de Leimebamba. El tambo se
297 edicaciones circulares, arma que: “No hay evidencia halla ubicado en la margen derecha del río Utucubamba, en
arquitectónica que sugiera la inuencia incaica en Monte el lugar denominado hoy con el nombre de Palmira. Dicho
Viudo” (Guengerich 2012:7). En la misma forma, Klaus Tambo fue el alojamiento obligado cuando los emperadores
Koschmieder cuyas exploraciones dieron como resultado el quechuas avanzaron en sus conquistas más al Norte, en la
registro de 297 sitios arqueológicos en la actual provincia de ruta hacia los territorios del actual Ecuador. Fue, tal vez, en
Luya (Koschmieder 2012), pero no muestra en ella la ese tambo donde se realizó la Fiesta del Sol o Raimi pampa
presencia de edicaciones rectangulares que podrían probar cuando allí estuvo el Inca Tupac Yupanqui (de la Vega
la intención cusqueña en levantarlos como signo de su poder. 2009:462).
Tal vez, los incas en las pocas décadas de su dominio en el
nororiente, solo plasmaron sus símbolos en el arte rupestre, Finalmente acotamos, que la historia antigua de San
tal como se observa en el sitio de Chanque (Ruiz 2007). Francisco del Yeso es aún poco conocida. Los monumentos
que conserva guardan importantes testimonios de su
Aparte de lo antes anotado es necesario recordar que La evolución y desarrollo. Ellos esperan ser investigados antes
Congona, presenta menor extensión, si lo comparamos con que diversos factores como el clima y la depredación de las
otros pueblos arqueológicos del valle del Utcubamba como edicaciones arqueológicas los vayan destruyendo
por ejemplo Kuélap que conserva más de 500 recintos paulatinamente. Su estudio integral es de suma importancia
circulares o “Monte Viudo” lugar donde se identicó 300 para esclarecer la localización de los pueblos que integraban
edicaciones cerca de Leimebamba (Guengerich 2014). O, tal lo que en tiempos coloniales fuera reconocido como el
vez, Vira Vira, conjunto que conserva unos 200 edicios curacazgo de Leimebamba.
YUNGAS Vol. 3, No. 9 85

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Lima.
Artículo
Cambolín: El Poblamiento Preinca en el valle de Sonche, Amazonas

Arturo Ruiz Estrada


Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Los pueblos antiguos localizados en el actual departamento en el mapa elaborado por el Obispo Jaime Martínez
de Amazonas, no solo estuvieron concentrados en el valle del Compañón quien al visitar la ciudad de Chachapoyas
Utcubamba, sino también en varios de sus auentes. puntualizó la ubicación del río Sonche (Macera 1997).
Prácticamente los ríos que vierten sus aguas a dicho valle Aparte de lo mencionado, no tenemos conocimiento de
presentan vestigios de ocupaciones humanas desde tiempos estudios arqueológicos referentes al sitio y es posible que, si
que antecedieron a la conquista incaica. En algunos de ellos bien Henry Reichlen transitó por esos lugares, embargo, no
se han efectuado estudios que revelaron importantes datos llegó al complejo. El pasó por la ruta del pueblo de Sonche,
para una mejor comprensión de la historia regional. Sin cuando no existía una vía carrozable, para dirigirse a la zona
embargo, tales investigaciones aún no son sucientes, por lo de Vituya, en cuyas inmediaciones y, sobre todo, en la
cual se requiere incrementar nuevas informaciones. Solo cuenca del rio Yurumarca, auente del rio Sonche, señaló los
cuando se ofrezcan aportes de un mayor número de sitios de Vituya Viejo, Llamamarca y Corrales (Reichlen y
asentamientos se podrá tener una idea más completa del Reichlen 1950:50). En la margen derecha del Sonche, Peter
desarrollo de las sociedades que poblaron el departamento Lerche ha señalado la presencia de un interesante monolito
de Amazonas. En esta línea de ideas, ofrecemos, en esta procedente del complejo arqueológico de Purunllajta de
oportunidad, una breve información sobre el asentamiento Soloco y, además, indicó que tanto en los territorios de
de Cambolín, localizado en el valle de Sonche con la Sonche y Soloco es desconocido el uso de frisos en los
intención de llamar la atención acerca de su importancia edicios antiguos. Lo expresó en la forma siguiente:
orientada a realizar en él investigaciones detenidas que “Interesante es que en la zona de los distritos de Soloco y Cheto, que
ofrezcan mejores conocimientos sobre el rol que éste cumplió formaban tal vez el curacazgo de Pïpos, mencionado en Espinoza
en el contexto del poblamiento humano de Amazonas. (1967) no se conoce ni una sola estructura arquitectónica,
adornada por algún tipo de friso” (Lerche 1995:48) Más hacia el
Localización oriente del valle, se ha explorado los sitios de Purunllacta
de Cheto (Ruiz 2004; Ruiz 2004:), de Chaquil (Fabre 2006) ,
Cambolín, se localiza en el distrito de San Juan de Sonche, varios otros de la provincia de Rodríguez de Mendoza (Brian
provincia de Chachapoyas, departamento de Amazonas, McCray 2017) y otros más en la misma zona de Soloco
Perú, al Este de la ciudad de Chachapoyas en la ruta hacia la (Crandall 2018). cuyos informes contienen datos que
provincia de Rodríguez de Mendoza. Está emplazado sobre permiten armar la existencia de vinculaciones con el sitio
la margen derecha del río Sonche cuyas aguas desembocan de Cambolín. Por nuestra publicamos un breve artículo
en el río Utcubamba, luego de salvar un estrecho cañón que sobre Cambolín (Ruiz 2020). A estas referencias se añade los
señala el lindero entre las provincias de Chachapoyas y estudios comparativos sobre la producción arquitectónica
Bongará. Tiene una altitud 2445 metros sobre el nivel del mar. de los valles de Sonche, Utcubamba y Jucusbamba,
Para visitar el sitio, desde la ciudad de Chachapoyas, debe realizados por Anna Guengerich (Guengerich 2018).
utilizarse la carretera que conduce al pueblo de Sonche y
luego continuar unos tres kilómetros hasta el mismo El complejo arqueológico
complejo arqueológico, sin ninguna dicultad.
Se trata de un conjunto arquitectónico que se extiende sobre
Antecedentes la cima de una ladera (Fig. 1) localizada hacia al Oeste del
Pueblo actual de Sonche. Allí, el terreno no es de pendiente
A pesar de no haberse encontrado referencia alguna sobre el pronunciada y por esta razón las edicaciones no se hallan
sitio de Cambolín, existen más bien ciertas referencias al unas junto a otras. Estas muestran planta circular y fueron
pueblo y al valle de Sonche. Dichas referencias aluden construidas utilizando piedras tipo pirca y, a veces,
cuando los territorios y los hombres que habitaban en este canteadas, pero todas unidas con barro. La distribución de
valle fueron adjudicados en tiempos coloniales al español las piedras en el aparejo de las edicaciones es irregular. La
Honorate Esteban. Tal adjudicación gura en los mayoría fue construida directamente sobre la supercie del
repartimientos iniciales que se hicieron a varios hispanos el terreno (Fig. 2) y algunas sobre bases de soporte (Fig. 3).
año de 1578. Al respecto fue señalado que dicho pueblo tenía Durante la exploración no identicamos la presencia de
pocos indios tributarios: “El pueblo de Sonche de la encomienda frisos murales, como es frecuente en muchas edicaciones
de honórate estevan esta dos leguas de la dicha ciudad tiene de visita del valle de Utcubamba. Tampoco hubo frecuencia de aleros.
treinta y quatro indios tributarios caven al séptimo cinco ande dar Sólo observamos un recinto que presenta una división
quatro indios “(Ruiz Estrada 2011: 415). De otro lado, gura interna a base de una pared que forma dos ambientes (Fig. 4).
Boletín YUNGAS 3(9). Diciembre 2019. pp. 86-89. ISSN 2523-658X (En línea)
ISSN: 2521-571X (Impreso)
YUNGAS, Vol. 3, No. 9 87

Fig. 1. Ladera de Cambolín, localizada al Oeste del pueblo de Sonche. Fig. 2. Edicio de planta circular levantada sobre la supercie, sin
basamento.

Algunas estructuras llegan a tener 9.90 m por 10.00 m de se registran en estructuras mortuorias); o una gran densidad
diámetro o también de 10.00 por 10.00 m y existen varias de de construcciones de piedra” (McCray 2018:188). Por otro
ellas con estas dimensiones. Observamos, asimismo, un lado, James Crandall que investigó la zona de Rodríguez de
edicio con una ventana que tiene 2.10 m de ancho que mira Mendoza tampoco menciona edicaciones con frisos en las
al Este (Fig. 5). Un recinto circular que tiene 6.50 m. de edicaciones exploradas esa zona y por eso menciona,
diámetro conserva aún 20 ventanas, cada una de las cuales apoyándose en lo manifestado por Oliver Fabre que “La
mide 0.20 por 0.10 m. (Fig. 6). arquitectura de esa región parece carecer de frisos y de piedras
talladas con diseños” (Crandall 2018;286). Aspecto que ya lo
Algunos recintos conservan aún porciones de revoque de había anunciado Peter Lerche hace más de dos décadas
barro en sus paredes y en uno de ellos, distinguimos restos de cuando expresó, como lo citamos antes, que en los distritos
pintura mural. Esta pintura es sencilla, pues consiste de una de Soloco y Cheto no existía ni un solo edicio arqueológico
línea ondulada de color rojizo trazada sobre el revoque de con frisos.
color blanquecino (Fig. 7). Arte similar al sitio de Tuente en el
distrito de Colcamar. El número de viviendas circulares Esta situación estaría conrmando que los grupos instalados
alcanza, por lo menos, a medio centenar y ellos se distribuyen en las cuencas del Sonche, Soloco y Cheto, pertenecían a un
más o menos separados debido a que fueron levantadas grupo humano que mantenía sus diferencias, en varios
sobre un terreno en declive, pero no escarpado o de fuerte aspectos, en relación a los pueblos asentados en el valle del
pendiente. Los arbustos y los cultivos que cubren este sitio, Utcubamba. La presencia de sólo unas 50 edicaciones en
así como por no haber practicado excavaciones impidió Cambolín, en relación a otros pueblos como Kuélap,
observar fragmentos de cerámica en la supercie. Purunllacta de Cheto o Purunllacta de Sonche, nos permite
calicarla como de menor rango, por contener un número
Discusiones y conclusiones inferior de edicaciones. Además, en vista de su
emplazamiento, y las observaciones superciales que hemos
De acuerdo a la presente información, la cuenca del Sonche realizado, este asentamiento antiguo responde, de modo
fue habitada por varios pueblos que antecedieron a la general, al patrón de los pueblos arqueológicos de la cuenca
conquista de los soberanos del Cusco. Y tuvieron su propio del Utcubamba y sus auentes con los cuales tuvo
desarrollo al mismo tiempo que lo cumplían también los
antiguos pueblos del valle del Utcubamba. En términos
generales, el patrón arquitectónico revela vinculaciones con
los asentamientos de las provincias de Chachapóyas y de
Luya, así como con los de Soloco y Cheto, lugares donde los
edicios tienen tendencia circular. El hecho de no haber
observado edicaciones con decoración mural a base de
piedras empotradas nos hace pensar que fue un pueblo
apartado de las normas arquitectónicas establecidas de la
cuenca del río Utcubamba. Igualmente, las investigaciones
realizadas por Olivier Fabre en Soloco le autorizaron a pensar
que esa zona fue la: “sede de una población distinta a aquella que
ocupó el resto del territorio Chachapoya” (Fabre 2006:73;2008).
Brian McCray quien investigó la zona de Rodríguez de
Mendoza arma que: “Los sitios que han sido prospectados
muestran la carencia de características consideradas como
típicamente Chachpoyas. Por ejemplo, no se registra la
elaborada arquitectura doméstica que incluye cornisas, Fig. 3. Basamento con piedras regularmente labradas que soporta otros
frisos, cabezas clavas, bases de plataformas (aunque estas sí edicios circulares.
88 YUNGAS, Vol. 3, No. 9

Fig.4. Edicio circular con muro interno que separa dos ambientes.

evidentemente contacto por el hecho de su proximidad a Debemos mencionar también la propuesta de Anna
ellos. Aunque cada uno mantuvo su marcador cultural que lo Guengerich quien, a partir de sus investigaciones en la zona
identicaba en algunos aspectos de su arquitectura. Por otro de Leimebamba, viene demostrando que en Amazonas hubo
lado, inferimos que el desarrollo de Cambolín se dio varias tradiciones arquitectónicas y no sólo una, atribuida
aproximadamente entre los siglos X al XV después de Cristo. genéricamente a un único grupo social. Por eso ella armó
Y estuvo vigente al mismo tiempo que los sitios de Chaquil, que: “En realidad la inspección minuciosa de la arquitectura
Purunllacta de Soloco y Purunllacta de Cheto y el resto de doméstica demuestra diferencias notables al nivel local al igual que
asentamientos arqueológicos de la cuenca del Utcubamba. sucede en otros aspectos materiales, lo cual apoya la conclusión de
La presencia de pintura mural en un edicio de Cambolín que no existió una sola “cultura chachapoya” que integrara a toda
sugiere que otros del mismo sitio pudieron haber tenido ese esta inmensa región” (Guengerich 2018:209).
detalle iconográco. En cambio, en Kacta de la provincia de
Luya, aparecen guras antropomorfas con varios detalles en Referencias
su conguración (Koschmieder 2012:108-115), elemento que
demuestra la presencia de la pintura tanto en la cuenca del Crandall, James
Sonche como en la del Jucusbamba. Pero también existió en 2018 El desarrollo espacial de las comunidades chachapoya
Kuélap (Valle del Utcubamba) donde logramos advertir un bajo la dominación colonial, inka y española. Boletín de
mausoleo cuya pared exhibía líneas rojas en zigzag (Ruiz Arqueología PUCP 23: 283-311.
2009:44). Finalmente, todo lo anotado nos permite opinar que
Cambolín se inscribe entre los pueblos que ocuparon la Fabre, Olivier.
cuenca del Sonche en conexión al resto de poblaciones 2006 Chaquil, description et caractéristiques architecturales.
antiguas de la actual provincia de Rodríguez de Mendoza y Bulletin CESPE-ECA-GSBM, Hors série spécial
otros de más al oriente en la dirección de las selvas del hoy Chachapoyas 2004 & Soloco 2005: 67-73.
departamento de San Martín. Muchos detalles de su
arquitectura, al igual que los de Cheto y Soloco mantiene Fabre, Olivier, Jean Guyot, Rodolfo Salas, Manuel Malaver,
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Libros publicados del Dr. Arturo Ruiz Estrada


Producción Bibliografía del Dr. Arturo Ruiz Estrada

La producción bibliográca del Dr. Arturo Ruiz ha sido muy extensa a lo largo de su carrera, abarcando
publicaciones en diversos medios académicos y tanto nacionales como extranjeros. Una importante parte de su
producción bibliográca se ha realizado en medios regionales, tanto del Norte Chico como Amazonas y
Huancavelica. A continuación presentamos una muestra de su extensa producción bibliográca.

Libros 2010 La Gran Historia del pueblo Chillao, Amazonas-


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Arqueología y Antropología. Lima. 1976. Mayor de San Marcos. Lima.

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Ediciones Sagsa, Lima. Huacho.

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Editado por el Comité de Educación de la Coop. De
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Seminario de arqueología de la Pontica Univesidad
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editor. Didacta, Huacho. 16: 107-115.

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(Coautor con R. Aldave y F. Zubieta), Lima. Amazonas). Informaciones Arqueológicas 1: 5-22.

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(Coautor Ruth Shady). American Antiquity 44(4): 676-
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