Ficha Te Cnica - HPV - 2021
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Ficha Te Cnica - HPV - 2021
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Ficha técnica de declaratoria del Paisaje Cultural Humedales de Puerto Viejo
I. GENERALIDADES
1. Nombre
2. Ubicación
2
la subcategoría de Paisaje vivo, ya que conserva una función social activa en la
sociedad contemporánea, estrechamente vinculada al modo de vida tradicional, y
en el cual prosigue el proceso evolutivo. Al mismo tiempo, presenta pruebas
materiales manifiestas de su evolución en el transcurso del tiempo (Art. 7º).
Aun hoy se encuentra población usando los recursos naturales del junco y la totora
para producir artesanías, cestos, petates entre otros1.
1
Cabe señalar que el Ministerio de Cultura mediante Resolución Viceministerial Nº 054-2015-VMPCIC-MC
declaró Patrimonio Cultural de la Nación a los conocimientos y prácticas relacionados a la cestería en junco y
totora en las provincias de Huaura, Huaral y Barranca, en la región Lima.
3
(Grupo MALSA) que con el auspicio de la Municipalidad de San Antonio y la
Asociación Cooper Acción impulsan la iniciativa denominada Escuela de la
Artesana.
Siendo así que han habilitado un espacio físico donde vienen ejecutando talleres
gratuitos de capacitación en tejido de junco y totora para adultos y niños utilizando
como elementos decorativos ideas y memoria locales generados desde su propio
imaginario.
Sumado a esto han efectuado pasantías para el intercambio de experiencias con
tejedoras de otros humedales como la albúfera de Medio Mundo en Huaura,
humedales costero que ostenta reconocimiento como Área Natural Protegida
(ANP) en la categoría de Área de Conservación Regional (ACR) por el Gobierno
Regional de Lima (GORELI).
Consecuencia de esto ha sido el perfeccionamiento de sus técnicas y la
producción de singulares artesanías que ya comercializan en ferias en fines de
semana festivos, procurándose así algunos ingresos adicionales que les permiten
contribuir con sus economías familiares.
En mérito de todo esto es que recientemente se consiguió exhibir estas artesanías
en el Congreso de la República y participar en un showroom auspiciado por la
plataforma de Comercio Justo “Agrociclo” en el local del colectivo “De la chacara
al horno”.
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norte del de Ica, se sometieron voluntariamente a los ejércitos del Inca Túpac
Yupanqui, esto incluyó además al territorio de la Cultura Chincha que se anexó al
Tawantinsuyo haciéndose súbditos del Imperio Incaico.
Según la destacada peruanista María Rostworowski, los comerciantes del Reino
Chincha se valieron de embarcaciones de totora para sus travesías oceánicas. Así
mismo, se sabe que los incas fueron bastante tolerantes con los mercaderes
chinchas, esto se debió en parte a que ellos contribuían con el abastecimiento del
mullu o spondyllus, las conchas de un molusco brivalvo proveniente de las cálidas
aguas del norte y que poseían un singular valor ceremonial en la cosmovisión
andina.
Por otro lado, según las crónicas se sabe que entre las últimas décadas del siglo
XV y las primeras del XVI se incrementó el tráfico marítimo de los chinchas bajo la
protección de los incas. De esta forma habría aumentado la demanda de totora y
su cultico en humedales litorales del Señorío Chincha y su área de influencia, de
modo de satisfacer la demanda de materia prima para construir sus
embarcaciones de pesca y comercio.
Este tipo de comercio se interrumpió súbitamente con la conquista española,
momento en que el tráfico marítimo viro hacia el intercambio con puertos que
abastecían de materias primas que privilegiaban los europeos y/o al comercio con
la metrópoli en el Viejo Mundo, esta vez a través de grandes embarcaciones a vela
como los galeones, construidas en astilleros con madera como el cedro de
Nicaragua.
c. Procesos de ocupación
Desde 1563 el espacio que ocupa la actual provincia de Cañete se administró bajo
la desafortunada modalidad de las encomiendas, sistema que reorganizó el
territorio en función a las necesidades del nuevo orden hispano imperante. De esta
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forma fue que al pizarrista Pedro de Alconchel se le adjudicó la encomienda de
Chilca y Mala. Esta encomienda dentro del área de su jurisdicción incluía al
humedal de Puerto Viejo. Posteriormente es que procedió paulatinamente a la
reubicación de la población “dispersa” en el territorio, centralizándose en
reducciones de indios o tambos elegidos a discreción de las nuevas autoridades
coloniales. Una de las consecuencias que trabajo este éxodo fue el abandono de
muchas tierras ancestrales de labranza, hoyas y mahamaes.
Cabe resaltar que a partir de 1718 con el inicio de la construcción del tempo de
Nuestra Señora de la Asunción de Chilca, la iglesia consolidó aún más el poder
eclesiástico que ya detentaba sobre el territorio.
Para 1812 con la jura de la Constitución española y las incipientes libertades que
esta concedía es que se instaló en 1813 el primer Cabildo de Chilca, mismo que
fue reconocido como distrito en 1857 por decreto del presidente Ramón Castilla.
Posteriormente en 1880 Chilca fue una de las locaciones litorales elegidas para el
desembarco de las tropas chilenas durante la Guerra del Pacífico. Este
desembarco se ejecutó sin ninguna resistencia patriota y más bien consolidó el
despoblamiento y abandono de este territorio durante la conflagración, la
posguerra y el periodo de reconstrucción. Siendo recién para 1922 que se crea
políticamente el distrito de San Antonio, en cuya jurisdicción se ubica hasta hoy la
mayor parte del área del humedal de Puerto Viejo.
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Debido a los expuesto es que el aprovechamiento del humedal y mahamaes de
Puerto Viejo menguó a través del tiempo, manteniéndose solo para la extracción
de totora para la elaboración artesanal de viviendas rústicas, utensilios domésticos
y embarcaciones para la pesca de subsistencia de los naturales.
Los pescadores, al vivir aislados entre el océano y arenales interrumpidos solo por
humedales sin mayor valor económico para los nuevos propietarios de la tierra,
alejados de las rutas terrestres y de las autoridades coloniales y republicanas,
pudieron conservar su cultura hasta bien entrado el siglo XX2. Por otro lado, los
habitantes del pueblo de San Antonio denominaban a este espacio “el pantano de
Puerto Viejo”.
Es oportuno mencionar que la ya mencionada “totora balsa” (Schoenoplectus
californicus) constituyó la materia prima con la que se construyen en el norte de
nuestro país los “Caballitos de totora” y las balsas similares en todo nuestro litoral.
Así, resulta nostálgico recordar que un tanto al sur de Puerto Viejo, frente al
balneario de Asia, hasta mediados de la década de 1980 era frecuente el suso de
balsas de totora para la pesca artesanal (Ángeles y Pozzi – Escot 2004).
2. Características físico-geográficas:
2
Todo este devenir y continuidad histórica cultural tuvo un revés en 1938 con la desafortunada concesión que
obtuvo sobre el humedal la Sociedad Irrigadora Tres Cruces.
3
Resolución Directoral Nacional Nº 648/INC (11 de setiembre del 2003). El Peruano, p. 251158)
7
Los principales hábitats presentes son: el gramadal, el totoral, la zona de limo, los
arenales, la asociación salicornia – gramadal, el juncal, una zona eriaza y los
cuerpos de agua (SERFOR 2020).
8
Estratigráficamente, en el área se ha identificado una unidad geológica continua
denominada cuaternario holoceno continental, y en el extremo sur un apéndice
denominado tonalitas y granodioritas paleógenas. Sus suelos son del tipo leptosol
lítico – afloramiento lítico, usuales en las estribaciones de la vertiente occidental
de la cadena montañosa andina.
Con estas consideraciones, nos gustaría llamar a la reflexión y hacer entender que
estos mahamaes se insertan y son parte de un todo mayor y orgánico que es el
humedal; por lo cual dichos mahamaes no deben ser considerados como
locaciones aisladas como hasta ahora, sino por el contrario; constituir el humedal
un espacio que articula sabiamente las dimensiones físicas y humanas en un todo
indisoluble.
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Reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación por Resolución Directoral Nacional Nº 085/INC (26 de
agosto de 2002). El Peruano, pp. 228957 – 228958 y cuya memoria descriptiva obra en poder el Ministerio de
Cultura.
10
montículos de tierra que la franquean también tienen un ancho promedio de 33
mts. lineales; la altura entre duna y fondo de laguna se estima aprox. En 7.5 mts.
Para el caso de los mahames de Puerto Viejo, desde el aire puede comprobarse
que se trató de una obra planificada que ocupó un área de más de 2 kms, de
extensión en forma de arco, siguiendo aparentemente la curva delineada por el
desnivel de una antigua playa fósil. (Canziani 2009).
Una de las evidencias más claras que revelan la naturaleza antrópica de los
mahamaes es la gran cantidad de restos malacológicos que se ven desperdigados
a lo largo de todos los montículos (Imagen 11). Asimismo, es muy fácil encontrar
superficialmente una alta variedad de evidencias arqueológicas, tales como:
fragmentos de cerámica (Imagen 12), incluyendo bordes de vasijas (Imagen 13),
algodón (Imagen 14), textiles (Imagen 15), metales 8Imagen 16), conchas marinas
(Imagen 17), artefactos líticos como batanes y huesos de animal.
Del mismo modo existe un área con evidencias arquitectónicas en una hoyada en
las elevaciones que se encuentran al sur de los mahamaes, comprende una serie
de estructuras de planta cuadrangular asociadas a restos de material
malacológico, fragmentos de cerámica, material óseo y textiles, Probablemente se
trate de un cementerio que, lamentablemente, tiene evidencias de una intensa
actividad de huaqueo.
b. Tecnología hidráulica
Los mahamaes de Puerto Viejo deben ser entendidos como una sola obra
hidráulica, producto del proceso de adaptación económica que tuvieron los
antiguos pobladores costeros con su medio ambiente (ídem).
El trazo paralelo de los mahamaes, que se extienden a lo largo de cientos de
metros, se ve interrumpido cada tanto por pequeñas franjas no excavadas, que
posiblemente permitían el paso entre estos (ídem). En algunos de los surcos,
ahora secos, existen oquedades poco profundas (d= ~2m; h= ~30 cm) que
presentan una pequeña canaleta (Imagen 10). Es posible que estas oquedades
hayan sido parte del proceso constructivo de los montículos y/o que sean la
evidencia arqueológica de una técnica para obtener recursos económicos [p.ej.
cultivo de junco o pesca de lisas (Mugil cephalus) (Rostworowski 2005)].
11
La apariencia de estos mahamaes guarda una estrecha relación con las hoyas de
la costa central, también conocidas como mahamaes o campos hundidos (Ojeda
1982). Esta ingeniosa técnica agrícola consistió en crear depresiones profundas,
capaces de captar el agua de la capa freática y generar un microclima favorable
para los cultivos, sobre todo de maíz. Al respecto, el cronista Cieza de León narra
que:
“[…] hasta llegar al de Chilca: donde se ve una gran cosa que es de
notar por ser muy estraña, es que ni del cielo se vee caer agua, ni por
él pasa río ni arroyo, y está lo demás del valle lleno de sementeras de
mayz y de otra rayzes y árboles de fructas. Es cosa notable de oyr, lo
que en esta valle se haze: que para que tenga la humidad necesaria,
los Indios hacen vnos hoyas anchas y muy hondos: el los quelaes
siembran y ponen lo que tengo dicho […]” (Cieza de León 1884 citado
en Canziani 2009).
Si bien las hoyas existen a lo largo de todo el litoral (Canziani 2009; Rostworowski
2004), el lugar donde aparecen con mayor frecuencia es en Chan Chan y el valle
de Virú, entre Chilca y Cañete, y la pampa de Villacurí en Ica (Parsons 1986). Por
ende, es posible asociar, económica y técnicamente, los mahamaes de Puerto
Viejo con estas otras hoyas; pudiendo todas estas construcciones ser
consideradas como parte de una misma tradición agrícola prehispánica.
Así como sucedió en Egipto, Mesopotamia, la India, China, México, con la
domesticación del Nilo, el Éufrates y el Tigris, el Indo, el río Amarillo y los ríos del
nororiente mexicano, y en el Perú con el Rímac y Lurín por la Cultura Lima; en la
zona de Puerto Viejo y Chilca se produjo el ingreso a una fase de cultura superior.
Al igual que en las regiones geográficas mencionadas, conquistar para la
agricultura un área desértica requirió una serie de factores. Para la remoción de
estos enormes volúmenes de tierra fue determinante contar con una organización
política y social que dirigiese y asegurase la disposición de una numerosa mano
de obra organizada y al mismo tiempo contar con los recursos necesarios para su
sostenimiento. Así mismo, un desarrollo de conocimientos del suelo y la napa
freática, y un plan adecuado a las condiciones naturales del terreno.
Del mismo modo, fue necesaria una autoridad que supiera repartir las cosechas y
tierras de sembrío con equidad para impedir la destrucción de la obra debido a
eventuales disputas que pudieran surgir en épocas de sequía.
La conjunción de estos elementos constituyó el verdadero motor que liberó al
hombre de las contingencias climáticas y lo empujó hacia un escalón superior de
desarrollo cultural, manifestado en un crecimiento demográfico sostenido y una
proliferación de actividades ajenas a la agricultura que enriqueció su vida social.
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c. Elementos Arqueológicos Aislados
El área que se propone como Paisaje Cultural limita por el occidente con los
condominios de playa de Puerto Viejo y el mar; por el oriente, con un área desértica
que es atravesada por la Panamericana Sur, y en donde se encuentran varias
granjas avícolas; por el norte, con el sitio arqueológico Lapa-Lapa (Cárdenas
1998), asentado en la cima del cerro Yaya; y por el sur, con el templo inca El Salitre
(Peralta 2013). Esta posición, a lado de una arquitectura pública de naturaleza
ceremonial, nos invita a pensar que los humedales de Puerto Viejo fueron un
recurso político y económico significativo para los antiguos yungas de Mala.
En lo que respecta a la cerámica es importante mencionar que en esta área se
definió el estilo Puerto Viejo (Bonavia 1959). La cronología relativa lo posiciona en
el Periodo Intermedio Tardío (1100 - 1400 d.C.), cubriendo una extensa región
desde Ancón hasta el valle de Asia, incluyendo la isla San Lorenzo (Makowski y
Vega-Centeno 2004). En la cuenca de Mala este estilo se encuentra en
abundantes cantidades, lo que induce a pensar que hubo una alta producción,
fomentada por un activo intercambio de bienes y un gran aumento de la población
(Makowski y Vega-Centeno 2004; Mejía y Raymondi 2015). Entre sus
características estilísticas y morfológicas más representativas presenta las vasijas
cara-gollete con pintura negra-blanca sobre engobe rojo (Imagen 18, Makowski y
Vega-Centeno 2004: 17, Fig. 7).
5
Policía Nacional del Perú, Comisaría PNP San Antonio de Cañete. (26 de septiembre del 2014). Condición
de la Denuncia: [DEINPOL] OCURRENCIA DE CALLE - COMN N° 250.
13
yungas de Mala; y a su vez, nos corrobora el carácter arqueológico e intangible de
los mahamaes.
d. Prácticas culturales asociativas al paisaje
Hasta el día de hoy existen familias que continúan el cultivo de juncos en los
humedales de Puerto Viejo, incluida la “totora balsa” con la que se fabricaban
balsas de totora (Imagen 19), manteniendo, con dificultades, una tradición
artesanal vinculada a la producción de artefactos domésticos como esteras,
tapetes y canastas (Imagen 20). De hecho, los juncos recién cortados siguen
siendo procesados en la superficie de los mahamaes. Por ende, el paisaje actual
de los humedales puede ser entendido también como una fotografía del pasado.
La posibilidad de fabricar balsas de totora cerca de Lima, con una raíz cultural
auténtica, sería una excelente oportunidad para realzar la identidad local; y de este
modo, promover un turismo sostenible en la región (Ochoca 2018). Es por eso que
la declaración de los Humedales de Puerto Viejo como Paisaje Cultural podría ser
el primer paso para la conservación y protección medioambiental de este pulmón
en el desierto, fomentando y revalorando una identidad cultural milenaria, que
tenía como principio de vida la simbiosis armónica entre el ser humano y su medio
ambiente.
14
Mapa 1: Mapa de accesibilidad al paisaje cultural (Elaboración: Dirección de
Paisaje Cultural, setiembre de 2021; Fuente: INEI, MTC)
15
Mapa 2: Mapa de ubicación del paisaje cultural Humedales de Puerto Viejo
(Elaboración: Dirección de Paisaje Cultural, setiembre de 2021; Fuente INEI,
MTC)
16
Mapa 3: Mapa de cobertura vegetal de los humedales de Puerto Viejo. Fuente:
Ficha Técnica del Estado de Conservación Humedal Costero Puerto Viejo.
SERFOR 2020.
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ANEXO 1
Bibliografía
Bonavia, Duccio
1959 “Cerámica de Puerto Viejo (Chilca)”. En: Actas del II Congreso Nacional
de Historia del Perú, pp. 137 - 168
Canziani, José
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y Territorio del Colegio de Arquitecto del Perú, Región Lima, pp. 12-
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1998 “Cultura Lima: el adobe como material de construcción”. En: Boletín
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Castillo, Luis
2016 Áreas Naturales Protegidas en la Región Lima. Gobierno Regional de
Lima.
Jiménez, César
2015 El maremoto notable de 1746. Tesis para optar el grado académico
de Magister en Fìsica con mención en Geofísica. Universidad Nacional
Mayor de San Marcos.
18
2015 “Arqueología tardía en el valle bajo de Mala, distrito de Santa Cruz de
Flores, Cañete-Lima”. En: Arqueología y Sociedad N°30, pp. 115 -140.
Ministerio de Ambiente
2010 Guía Oficial. Áreas Naturales Protegidas. Lima: Servicio Nacional de
Áreas Naturales Protegidas por el Estado.
Moschella, Paola
2012 Variación y protección de humedales costeros frente a procesos de
urbanización: Casos Ventanilla y Puerto Viejo. Tesis para optar el título
de Magistra en Desarrollo Ambiental. Escuela de Posgrado, Pontificia
Universidad Católica del Perú.
Moseley, Michael
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Antiquity, Vol. 34, N°4, pp. 485 - 487.
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Ojeda, Bernardina
1982 “Agricultura Precolombina en las Hoyas de Chilca, Costa Central del
Perú”. En: Revista del Centro de Investigación en Zonas Áridas (CIZA)
de la Universidad Nacional Agraria La Molina. Nº 1.
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of Peru”. En: American Antiquity, Vol. 33, Nº1, pp. 80-85.
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2013 “Investigaciones arqueológicas en el sitio El Salitre, valle de Mala. En:
Cuadernos del Qhapaq Ñam Año 1, N°1, pp. 92 - 115.
19
1804 Anales de Ciencias Naturales N° 20, Tomo Séptimo. Capítulo XVII. De
las hoyas y mahamaes de los llanos. Madrid: Imprenta Real.
Rostworowski, María
Sánchez, Carlos
s/f Evidencias de las primeras flautas de pan en el Perú.
SERFOR
2020 Ficha Técnica del Estado de Conservación Humedal Costero - Puerto
Viejo. Lima.
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ANEXO 2
A partir de este punto, cabe mencionar que el paisaje cultural además de constituir
testimonios históricos y culturales, reflejan soluciones sostenibles para la vida actual
de las sociedades; enmarcándose así en un hito para el distrito de San Antonio y
población de Puerto Viejo, quienes han logrado la construcción de un sentido de
identidad y apropiación sobre el territorio, que ahora se refleja en las actividades
coordinadas desde la organización social. Para entender las dinámicas económicas
que caracterizaron el lugar, nos podemos remitir a las fuentes etnohistóricas, así
como las investigaciones de Rostworowski; las cuales han mencionado la
importancia que tuvo la pesca para el desarrollo de la cultura en los valles desde el
periodo prehispánico. La presencia de los mahamaes en Puerto Viejo, bien podría
coincidir con el manejo del espacio de manera estratégica y sostenible en la
producción de materia prima. Tal cual se ejemplifica en gran parte de la costa y se
encuentra en los estudios históricos de los espacios marino-costeros. Ciertamente,
los humedales han jugado un papel importante en las dinámicas socio económicas e
incluso religiosas de los pueblos.
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Durante la colonia, Puerto Viejo pertenecía a la doctrina de Cañete; cuya actividad
predominante era la pesca, ya que hubieron “parcialidades” dedicadas a tiempo
completo a cierta actividad. Era por el manejo de los recursos marinos que se
potenció la agricultura en estos terrenos desérticos y el uso de abono de origen
marino, por ejemplo, contribuyó a la fertilización de los valles presentes a lo largo del
litoral.
La presencia del mar y los humedales, han sido fundamental para los grupos
asentados en la costa y específicamente, sobre la población asociada a Puerto Viejo.
En la descripción de Lizárraga del siglo XVI, durante su recorrido por el litoral entre
Chilca y Mala, menciona lo siguiente:
José Chauca, de 73 años y nacido en el Distrito de San Antonio, nos relata que
cuando era pequeño acompañaba a su abuelo a las faenas de pesca en Puerto Viejo.
Él recuerda que contaban con embarcaciones hechas con la totora del humedal, que
tejían prodigiosamente.
“Existía la totora tipo hembra que era delgada y otra gruesa que era tipo macho.
Como eran planas, se iban apilando una sobre otra. En donde iba a ser la proa, iba
una ligera curvatura y más delgada; la que iba al contrario de la proa, se tejía más
gruesa. Las tres piernas tejidas se amarraban con sogas internamente y entre sí,
para subirse encima. El que iba en la proa siempre era una persona delgada y el de
22
la parte posterior, era el que tenía más experiencia en el manejo porque tenía que
dirigir la balsa. Otro material utilizado era el guayaquil o bambú, para los remos”
El señor Chauca menciona que en esa época había varias balsas que llegaban de
Asia y Chilca, donde se veían siempre las playas llenas. Se pescaba corvinas, chitas
y enormes rayas, las cuales eran sacadas con los chinchorros que jalaban desde dos
puntos. La pesca siempre era prodigiosa, ya que al terminar, se realizaba el reparto
de acuerdo a su organización comunal y el resto era llevado a las casas para salarse
y luego ser secados, tendiéndolos en los techos de las casas. Las rayas eran tendidas
en cordeles.
23
Es evidente entonces, la organización que implicaba el desarrollo de estas
actividades. Primero lo referido a la confección de balsas, que implicaría la extracción
de fibra vegetal del humedal, el secado, confección, así como saberes relacionados
a la cosecha y uso de tecnologías para asegurar la sostenibilidad del recurso. Y por
otro lado la pesca, que abarcaría el uso de implementos de pesca y saberes
relacionados al mar, así como el posterior tratamiento del pescado, ya sea para
distribución comunal o para efectos de trueque o comercialización. Los productos
secados, luego eran intercambiados con otros que traían amigos y familiares, que
viajaban desde la Sierra hacia la costa.6
“Era rutinario, cuando ellos venían [los visitantes], eran días de fiesta, incluso
también cuando los despedían. Eran conocidos ya, llegaban de Quinches y
Huampará. La gente de San Antonio también viajaba a la sierra, llevando cosas de
la zona”
“Mi suegro se iba a Huampará, llevaba pisco, vino y de allá traían queso, papa. El
pescado primero lo hacían secar, igual que la raya y luego lo llevaban. Tenía que
secarse para que llegue porque eran de dos a tres días en burro. Se iban de Asia
para arriba, cruzando los cerros […] Esa costumbre la tenían muchas familias de
San Antonio”.
Así mismo, la señora Caridad Yaya, profesora local7, recuerda que las actividades
económicas que caracterizaban al distrito de San Antonio eran la agricultura y la
pesca. Rescata los relatos de su tío cortando el junco y totora del humedal, no solo
para la confección de embarcaciones que les permitiera incursionar en el mar, sino
también para confección de objetos de utilidad para la cosecha de productos de la
6
El trueque era una práctica tradicional, base de la organización económica costeña. El testimonio recogido en
las entrevistas, nos hablan de esta actividad que se mantuvo en el tiempo de alguna manera y que
lamentablemente ha ido desapareciendo, y que la pesca también fue desplazada. Rostworowski (1981)
menciona que los peces pequeños eran consumidos entre los principales y sus familias, y terminaban en bailes
y regocijos. En cuanto a los peces grandes, eran salados por las mujeres.
7
La profesora Caridad Yaya es un agente importante en la educación sobre patrimonio cultural del público
escolar en San Antonio, específicamente relacionado a los Humedales de Puerto Viejo. Ella dirige la Brigada
Infantil del Comité de Vigilancia de los Humedales de Puerto Viejo, conformada por niños, niñas y adolescentes
comprometidos por la conservación de su paisaje cultural.
24
chacra. Elaboración de canastas, ramadales y capachos, eran algunos de los
elementos que apoyaban las actividades económicas de la población local.
En 1870, el Derrotero de la Costa del Perú de Aurelio García y García, nos menciona
que a su paso por Chilca, pudo identificar que la ocupación se basaba en la
explotación de sal de sus salinas y que se comercializaban en los valles de Lima.
Además de poseer la práctica del “tejido en paja, de la que hacen excelentes
cigarreras” (ibíd.: 90) Denotando así el trabajo artesanal que se hacía sobre la fibra
natural. La complementación y dependencia entre los recursos que proveía el
humedal, el mar y el territorio en las dinámicas que caracterizaban a San Antonio, se
materializaban en el trabajo de los y las artesanas del distrito de San Antonio.
25
crecimiento y por último, la distribución de la fibra en un espacio que permita el
secado durante 15 a 20 días8. Este conocimiento pasaba de generación en
generación, no solo a nivel familiar sanguíneo, sino también de comunidad.
Una parte de la fibra ya seca y convertida en materia prima, era llevada a mercados
en Lima para su venta, así como a zonas cercanas como Chincha y Asia. Otra parte
era destinada para los artesanos y artesanas del Distrito de San Antonio. En la
actualidad, la mayoría de artesanas son mujeres y se han organizado para dar clases
a las generaciones más jóvenes del Distrito de San Antonio y también a los vecinos
y vecinas de mayor edad, que ya habían perdido el recuerdo de esa práctica
tradicional.
“Se ha dejado buen tiempo de usar, pero estamos retomando el arte de tejido en
junco” (Elizabeth Sánchez Yaya, artesana)
Sobre lo mencionado por la señora Elizabeth Sánchez, los testimonios nos indican
que la pesca fue decreciendo durante el siglo XX de manera progresiva, así mismo,
se fue perdiendo el arte de la confección de balsas que les permitían ingresar al mar.
8
Información recogida de la entrevista a Eliseo Linares, quien a través de un trámite con el Servicio Nacional
Forestal y de Fauna Silvestre – SERFOR adscrita al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, gestionó la
autorización para practicar la extracción sostenible de la fibra vegetal que provee los Humedales de Puerto
Viejo; ya que se trata de un ecosistema inscrito en la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles. En la actualidad el
señor Linares y la familia Málasquez viven en Puerto Viejo y son los que proveen de junco y totora a las artesanas
de San Antonio, además de ser artesanos y artesanas que comercializan sus productos en Lima y Chincha.
26
Desde ese momento, la confección manual para artesanías y elementos utilitarios,
también fue decreciendo en San Antonio, hasta hace algunos años que a través del
apoyo de la Municipalidad Distrital de San Antonio y posteriormente, a organismos
privados y la cooperación de maestras artesanas de otros humedales costeros; se
dio paso al surgimiento de la Asociación de Artesanas de San Antonio y la Escuela
de la Artesana. De esta manera se pudo recuperar de manera más sostenible, esta
práctica que ha relacionado a los Humedales de Puerto Viejo y el Distrito de San
Antonio, históricamente.
Una vez extraídos el junco y la totora, se colocan sobre los montículos de arena para su secado
natural. El periodo varía entre 15 y 20 días. (Fotografía: DPC, octubre 2020)
9
Desde esta afirmación, queremos resaltar el testimonio de la señora Silvia Seminario que nació en Lima y al
llegar a San Antonio hace varios años, aprendió el arte de las maestras artesanas. En la actualidad ella vive en
San Antonio, es parte de la asociación de artesanas y participa activamente en la protección y conservación de
un paisaje cultural que asume como suyo.
27
Primer plano de la fibra del junco en proceso de secado de Puerto Viejo. (Fotografía: DPC, octubre
2020)
Escuela de la artesana donde se transmite el arte del trabajo en junco y totora a las niñas y niños
del distrito de San Antonio. (Fotografía: DPC, 2018)
28
El paisaje cultural Los Humedales de Puerto Viejo, constituye un espacio singular de
adaptación al medio históricamente, a través de la extracción y trabajo de la fibra
vegetal, evidenciando una organización vecinal y uso de tecnologías y prácticas de
saberes que han caracterizado y caracterizan a la población del Distrito de San
Antonio y los habitantes de Puerto Viejo. Este paisaje cultural resalta por ser uno de
los últimos territorios en el sur chico que aprovechan la fibra vegetal para sustento
económico, construyendo el sentido de identidad, protección y conservación desde
diversos grupos etarios locales.
El análisis del uso y manejo del espacio físico que comprende la presente propuesta
es producto de una herencia cultural que ha evolucionado durante determinados
periodos de ocupación.
Para comprender el uso y manejo del espacio que permite el acceso a materia prima,
debemos considerar:
29
actividades productivas, así como los saberes y conocimientos relacionados al
trabajo de estas fibras vegetales.
Diversos testimonios de hombres y mujeres del Distrito de San Antonio y zona de
Puerto Viejo, nos hablan de esta práctica reconocida de sus padres y abuelos, como
tradicional y característica del lugar. De cómo las actividades económicas
conjugaban con los recursos que proveía el humedal, y que debido a la presión
antrópica sobre el territorio, se ha ido transformando en el tiempo. Ello es también
prueba del carácter dinámico del paisaje cultural, evidenciando la adaptabilidad de
las sociedades frente a diferentes contextos históricos.
El desarrollo tecnológico en Puerto Viejo se da en base a las necesidades humanas,
así como las características y condiciones del territorio, gestando la modelación del
paisaje. La construcción de balsas y elementos relacionados a la pesca
caracterizaron a las sociedades más antiguas registradas en el litoral costero del país.
Actividad casi extinta en la actualidad, que ha dado paso al trabajo del junco y totora
en artesanías y elementos utilitarios.
Ciertamente, el avance inmobiliario y otras oportunidades económicas, fueron
debilitando la pesca en el lugar, resaltando mucho más el trabajo de artesanos y
artesanas en otro tipo de productos. De esta manera se extiende la práctica cultural
hasta las generaciones presentes.
10
Si bien en la actualidad esta práctica tradicional de extracción y confección de productos, pasa por un
descenso; no se ha perdido y es gracias a sociedad civil organizada que la tradición permanece.
30
población aledaña y la sociedad en general. Identificándose así los servicios
ecosistémicos:
• Servicios de provisión: En este espacio predomina la presencia de
comunidades de totorales y juncales alrededor de los cuerpos de agua, las cuales
son extraídas por algunos grupos de pobladores locales, utilizando este recurso para
la fabricación de diversos productos artesanales. Además, resalta la presencia de
otras especies vegetales como la salicornia.
• Servicios de regulación: En medida que los humedales intervienen en la
regulación del ciclo hídrico, como zona de almacenamiento de agua y en los procesos
de recarga y descarga de acuíferos. (Moschella 2012: 26). Los humedales
contribuyen como regulador de la intrusión de agua de origen marino y en la
estabilización del litoral controlando la sedimentación y erosión. Así mismo, mejora
el microclima, atenuando temperaturas extremas e incrementando la humedad
ambiental. (Pro Naturaleza 2007: 25).
Desde un punto de vista geológico, los Humedales de Puerto Viejo constituyeron una
gran cuenca litológica de orígenes marino y continental. Los suelos que lo componen
son de origen aluvial; presentan una textura media a moderadamente gruesa, y su
clase textural corresponde a suelos arenosos conformados por arena. Su topografía
está configurada por llanuras y colinas de relieve ondulado, dentro del cual se
encuentra el área agrícola del valle, algunas áreas de lomas, pampas eriazas y áreas
salinizadas (Palomino y Cabrera 2007).
• Servicios culturales: Los valores que caracterizan a los Humedales de Puerto
Viejo son difundidos y dados a conocer a través de visitas y talleres dirigidos a
diferentes grupos etarios que son promovidos por organizaciones locales. Esta
interacción constante contribuye a la construcción del sentido de pertenencia y por
consiguiente, a su cuidado y protección. Son diversas las actividades que se pueden
desarrollar, desde aprender la técnica de reconocimiento de fibras vegetales,
extracción y posterior manufactura para productos específicos, pasando por la
realización de estudios científicos dentro del humedal, visitas recreativas,
observación de aves, entre otros.
31
ha evolucionado en la creación de una Asociación y una escuela de artesanas; donde
las maestras trasmiten estos saberes a las nuevas generaciones.
Por otro lado, resaltan las iniciativas de protección de los Humedales de Puerto Vejo,
a través de la creación del “Comité de Vigilancia de los Humedales de Puerto Viejo”
conformado por vecinas y vecinos del Distrito de San Antonio, así como diversos
profesionales comprometidos con la protección de estos espacios. Dicho comité,
además cuenta con una “Brigada Infantil”, conformada por niñas, niños y
adolescentes en edad escolar que conjugan sus actividades regulares con las
relacionadas a la difusión, protección y conservación de los Humedales de Puerto
Viejo11.
11
Revisar los testimonios de dos niños, miembros de la “Brigada infantil del Comité de Vigilancia de los
Humedales de Puerto Viejo” en la exposición virtual Paisajes culturales, refugios de identidad, en el siguiente
enlace: https://paisajes.cultura.pe/paisajes/humedales-de-puerto-viejo
12
De acuerdo a la actualización de la Ficha Técnica del Estado de Conservación del Humedal Costero Puerto
Viejo, elaborado por SERFOR el año 2020. Así mismo, la Dirección de Paisaje Cultural realizó el Taller para la
Gestión Cultural de los Humedales de Puerto Viejo, el día 13 de marzo del año 2020. En dicho taller el público
asistente puso de conocimientos esta amenaza, la cual se pudo verificar en nuestras salidas de campo, en los
años 2020 y 2021. Se pudo visualizar la presencia de estas bombas extractoras de agua y su conexión con el
interior de estos condominios.
13
La Ficha Técnica del año 2020 a cargo de SERFOR y el GORE Lima, lo identifica como quema de pastos ubicados
generalmente cerca a la carretera panamericana al esta del humedal.
32
Referencias bibliográficas
Canziani, José
2007 Paisajes culturales y desarrollo territorial en los Andes. Cuadernos 5.
Arquitectura y Ciudad. Lima: Pontificia Universidad Pontificia Católica
del Perú
García García, Aurelio
1870 Derrotero de la Costa del Perú. Imprenta del Estado, Lima.
Lizárraga, Reginaldo de
1909 Descripción breve de toda la tierra del Perú, Tucumán, Río de la Plata
y Chile. En Historiadores de Indias, publicado por M. Serrano y Sanz,
vol. 22, pp. 485-678. 2 vols. Biblioteca argentina (13-14). Buenos Aires.
Moschella, Paola
2012 Variación y protección de Humedales costeros frente a procesos de
urbanización: Casos Ventanilla y Puerto Viejo. [Tesis de Magister en
Desarrollo Ambiental]. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú.
Palomino, Diana y Carlos Cabrera
2007 Estimación del servicio ambiental de captura del CO2 en la flora de los
humedales de Puerto Viejo. Revista del Instituto de Investigación de la
Facultad de Ingeniería Geológica, Minera, Metalúrgica y Geográfica, 10
(20): 49-59.
Pro Naturaleza
2010 Humedales de la Costa Peruana. Documento Base para la elaboración
de una estrategia de conservación. Lima: Pro Naturaleza.
Rostworoski, María
1981 Recursos naturales renovalbes y pesca. Siglos XVI y XVII. Instituto de
Estudios peruanos, Lima.
SERFOR
2020 Ficha Técnica del Estado de Conservación Humedal Costero - Puerto
Viejo. Lima.
Tantaleán, Henry y Omar Pinedo
2008 Arqueología de la Costa Centro Sur Peruana. Lima: Avqi Ediciones.
Entrevistas
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- Luis Lescano Francia
- Hugo Abarca Condori
- Karin Janeth Castro Malasquez
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ANEXO 3
Imágenes
Imagen 1: Vista panorámica de los humedales y mahamaes de Puerto Viejo. Fuente: Google Earth
35
Imagen 3: Parihuanas o flamencos (Phoenicoparrus andinus)
36
Imagen 4: Zona de vida juncal en los humedales de Puerto Viejo
37
Imagen 6: Desde un punto de vista geológico, en el litoral de Puerto Viejo, el océano
y el continente conforman una unidad indisoluble.
38
Imagen 8: Cuerpo de agua en los humedales de Puerto Viejo
39
Imagen 11. Superficie de un mahamae
Imagen 10. Oquedad y canaleta en la de Puerto Viejo. Nótese la gran cantidad
base de una mahamae. de restos malacológicos.
40
Imagen 16. Evidencia metal. Imagen 17. Evidencia malacológica.
Imagen 18: Cerámica del Estilo Puerto Viejo. Fuente: Makowski y Vega-Centeno 2004.
41
Imagen 19. Pescador en un Caballito de Totora.
42
Imagen 21. Sociedad civil apoyando la protección de los Humedales de Puerto Viejo.
43
Imagen 23. Vista panorámica de los Humedales de Puerto Viejo con visitantes.
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