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Ficha Técnica de Declaratoria del Paisaje Cultural Humedales de Puerto Viejo

Dirección de Paisaje Cultural


2021

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Ficha técnica de declaratoria del Paisaje Cultural Humedales de Puerto Viejo

I. GENERALIDADES

1. Nombre

a. Nombre actual: “Paisaje Cultural Humedales de Puerto Viejo”

b. Nombre original: Mahamaes.

2. Ubicación

a. Localización política: Departamento de Lima, provincia de Cañete, distritos de


San Antonio y Chilca. Extremo norte del distrito de San Antonio y sur de Chilca.
Entre los kilómetros 67,8 y 72,5 de la autopista Panamericana Sur.

Localización geográfica: Se emplazan entre los valles de Chilca y Mala, en el


litoral frente al Océano Pacífico, limitan:

Por el norte: Con el cerro La Horda y Las Brujas.


Por el este: Con las granjas avícolas y la carretera Panamericana Sur.
Por el sur: Con el cerro Calanguiño.
Por el oeste: Con el Océano Pacífico y las urbanizaciones de playa.

b. Accesibilidad: Para acceder a la localidad de Puerto Viejo es preciso conducirse


en transporte motorizado (público o privado) desde la ciudad de Lima hasta el km
71 de la autopista Panamericana Sur (Ruta Nacional PE-1S) (Ver el mapa 1).
Desde este punto es preciso virar hacia el oeste (derecha) y desplazarse por una
vía carrozable que conduce a la playa de Puerto Viejo. El ingreso a los humedales
y mahamaes de Puerto Viejo está a unos 200 mts. de este punto de viraje.

c. Ubicación con mapa y foto: (Ver mapa 2 e imagen 1).

d. Área a declarar: El paisaje cultural cuenta con un perímetro de 10 676.12 metros


lineales y comprende una superficie total de 241.5990 ha.

3. Categoría del paisaje cultural, según lo señalado en el artículo 7º

De acuerdo al Reglamento para la Declaratoria y Gestión de los Paisajes


Culturales como Patrimonio Cultural de la Nación, Decreto Supremo Nº 002-2011-
MC, la categoría asignada para el Paisaje Cultural Humedales de Puerto Viejo es
de paisaje que ha evolucionado orgánicamente fruto de una exigencia
originalmente social, econòmica, administrativa y/o religiosa y que ha alcanzado
su forma actual por asociación y respuesta a su entorno. Perteneciendo ademàs a

2
la subcategoría de Paisaje vivo, ya que conserva una función social activa en la
sociedad contemporánea, estrechamente vinculada al modo de vida tradicional, y
en el cual prosigue el proceso evolutivo. Al mismo tiempo, presenta pruebas
materiales manifiestas de su evolución en el transcurso del tiempo (Art. 7º).

Aun hoy se encuentra población usando los recursos naturales del junco y la totora
para producir artesanías, cestos, petates entre otros1.

II. CARACTERIZACIÓN Y SUSTENTACIÓN

1. Dinámicas territoriales modeladoras del espacio:

a. Uso y manejo del espacio

Los Humedales de Puerto Viejo comprenden una superficie total, aproximada de


438 ha. De esta extensión, aproximadamente, 50 has se encuentran en la
jurisdicción de la Municipalidad distrital de Chilca, y aproximadamente 388 has se
hallan dentro de la jurisdicción de la Municipalidad distrital de San Antonio
(Palomino y Cabrera 2008: 51).
Cabe precisar que el vocablo mahamaes es el antiguo nombre que empleaban los
pobladores de los llanos costeros para referirse a aquellos lugares donde
realizaban sus labranzas en hoyas (Pereyra 1804).
Este desarrollo tecnológico se da en base a las necesidades y condiciones del
territorio, buscando la seguridad alimentaria de la población; gestando la
modelación del paisaje para la ampliación de la frontera agrícola de manera que
esto les permita sembrar junco y totora, con lo cual pudieron no solo elaborar
cestos y petates, sino también construir embarcaciones de totora, mismas que les
permitieron obtener productos del mar y tal vez el comercio marítimo, evidenciando
que se trató de una sociedad pesquera y tal vez comerciante – marítima, quienes
desarrollaron esta infraestructura.
Es importante precisar que las investigaciones biológicas realizadas en los últimos
años han revelado que los humedales de Puerto Viejo presentan una comunidad
biológica de totoras casi extinta en la costa central como la hoz y que se utiliza
para la elaborar artesanías como tapetes y techos (Ramírez y Aponte 2018).
Cabe destacar que en la actualidad existe un dinámico colectivo de damas y
varones sanantonianos denominado Frupo Manos Laboriosas de San Antonio

1
Cabe señalar que el Ministerio de Cultura mediante Resolución Viceministerial Nº 054-2015-VMPCIC-MC
declaró Patrimonio Cultural de la Nación a los conocimientos y prácticas relacionados a la cestería en junco y
totora en las provincias de Huaura, Huaral y Barranca, en la región Lima.

3
(Grupo MALSA) que con el auspicio de la Municipalidad de San Antonio y la
Asociación Cooper Acción impulsan la iniciativa denominada Escuela de la
Artesana.
Siendo así que han habilitado un espacio físico donde vienen ejecutando talleres
gratuitos de capacitación en tejido de junco y totora para adultos y niños utilizando
como elementos decorativos ideas y memoria locales generados desde su propio
imaginario.
Sumado a esto han efectuado pasantías para el intercambio de experiencias con
tejedoras de otros humedales como la albúfera de Medio Mundo en Huaura,
humedales costero que ostenta reconocimiento como Área Natural Protegida
(ANP) en la categoría de Área de Conservación Regional (ACR) por el Gobierno
Regional de Lima (GORELI).
Consecuencia de esto ha sido el perfeccionamiento de sus técnicas y la
producción de singulares artesanías que ya comercializan en ferias en fines de
semana festivos, procurándose así algunos ingresos adicionales que les permiten
contribuir con sus economías familiares.
En mérito de todo esto es que recientemente se consiguió exhibir estas artesanías
en el Congreso de la República y participar en un showroom auspiciado por la
plataforma de Comercio Justo “Agrociclo” en el local del colectivo “De la chacara
al horno”.

b. Sucesos históricos relevantes

Un primer suceso arcaico que habría modificado inicialmente el paisaje del


humedal con la aparición de los mahames es el que aconteció dos siglos antes de
la era cristiana, en que se reportan las primeras evidencias culturales, agrícolas y
de tecnología hidráulica en este sector. Afirmamos esto en función a lo que
sostiene la arqueóloga Bernardina Ojeda del Centro de Investigación en Zonas
Áridas de la Universidad Agraria La Molina (CIZA): “Las Hoyas de Chilca
admiración de los cronistas, eran microambientes hábilmente acondicionados, de
acuerdo a las fluctuaciones de la napa freática, para la producción de cultivos
alimenticios, en base a la cual se desarrollaron sociedades poblacionales como
Lapa-Lapa y Puerto Viejo, que dejaron excelentes aportes culturales desde hace
2200 años, tanto en el valle de Chilca como en sus zonas de influencia”.
Formulamos la hipótesis de un segundo suceso tardío que contribuyó a modelar
definitivamente el paisaje de los mahames muchos siglos después. Se trata del
que aconteció la centuria previa a la conquista hispana, en que grandes
extensiones de la costa, incluidas la parte sur del actual departamento de Lima y

4
norte del de Ica, se sometieron voluntariamente a los ejércitos del Inca Túpac
Yupanqui, esto incluyó además al territorio de la Cultura Chincha que se anexó al
Tawantinsuyo haciéndose súbditos del Imperio Incaico.
Según la destacada peruanista María Rostworowski, los comerciantes del Reino
Chincha se valieron de embarcaciones de totora para sus travesías oceánicas. Así
mismo, se sabe que los incas fueron bastante tolerantes con los mercaderes
chinchas, esto se debió en parte a que ellos contribuían con el abastecimiento del
mullu o spondyllus, las conchas de un molusco brivalvo proveniente de las cálidas
aguas del norte y que poseían un singular valor ceremonial en la cosmovisión
andina.
Por otro lado, según las crónicas se sabe que entre las últimas décadas del siglo
XV y las primeras del XVI se incrementó el tráfico marítimo de los chinchas bajo la
protección de los incas. De esta forma habría aumentado la demanda de totora y
su cultico en humedales litorales del Señorío Chincha y su área de influencia, de
modo de satisfacer la demanda de materia prima para construir sus
embarcaciones de pesca y comercio.
Este tipo de comercio se interrumpió súbitamente con la conquista española,
momento en que el tráfico marítimo viro hacia el intercambio con puertos que
abastecían de materias primas que privilegiaban los europeos y/o al comercio con
la metrópoli en el Viejo Mundo, esta vez a través de grandes embarcaciones a vela
como los galeones, construidas en astilleros con madera como el cedro de
Nicaragua.

c. Procesos de ocupación

En la época prehispánica el sustento económico del señorío Chilca y sus


asentamientos humanos interiores y más al sur dependían del intercambio entre
los recursos marinos y agrícolas, provenientes de las diferentes altitudes del valle.
Por lo cual se infiere que estas antiguas poblaciones yungas integraban un sistema
económico vinculado al control de pisos ecológicos, tal como se daba en otras
áreas de nuestro territorio.

En el contexto de Puerto Viejo, se infiere también que la construcción de los


mahames fue vital para la economía agrícola de estos yungas, favoreciendo el
sostenimiento de una gran población (Moseley 1969).

Desde 1563 el espacio que ocupa la actual provincia de Cañete se administró bajo
la desafortunada modalidad de las encomiendas, sistema que reorganizó el
territorio en función a las necesidades del nuevo orden hispano imperante. De esta
5
forma fue que al pizarrista Pedro de Alconchel se le adjudicó la encomienda de
Chilca y Mala. Esta encomienda dentro del área de su jurisdicción incluía al
humedal de Puerto Viejo. Posteriormente es que procedió paulatinamente a la
reubicación de la población “dispersa” en el territorio, centralizándose en
reducciones de indios o tambos elegidos a discreción de las nuevas autoridades
coloniales. Una de las consecuencias que trabajo este éxodo fue el abandono de
muchas tierras ancestrales de labranza, hoyas y mahamaes.

A pesar de que el sistema de encomiendas marcó un revés en la organización del


territorio y economía de la mayoría de la población; durante la Colonia, los
pescadores no estuvieron sujetos a la mita por no disponer de tierras agrícolas
propiamente, constituyendo la pesca una estrategia para evadir la mita y el tributo
indígena.

Cabe resaltar que a partir de 1718 con el inicio de la construcción del tempo de
Nuestra Señora de la Asunción de Chilca, la iglesia consolidó aún más el poder
eclesiástico que ya detentaba sobre el territorio.

Un hito trascendente es el que habría acontecido durante el trágico terremoto de


1746 en el que Lima se destruyó casi totalmente y un tsunami inundó y arrasó con
el puerto del Callao. En tal oportunidad hubo destrucción total entre Cañete (por el
sur) hasta Barranca y Pativilca (por el norte) (Jiménez 2015). Así toda la costa que
no tuviese acantilados se inundó, retrocediendo y modificándose el límite
continental litoral original para no volver a ser el mismo de antes del siniestro. Fue
así que el pueblo ribereño de Quilcay, asiento de pescadores del Señorío de
Ichsma en Pachacamac, se inundó (Rostworowski 1992). En tal sentido el humedal
de Puerto Viejo también debió de haberse inundado con este tsunami al penetrar
en el agua salobre, una ocurrencia recurrente a los ecosistemas litorales y que
más bien eventualmente los beneficia debido al intercambio de nutrientes.

Para 1812 con la jura de la Constitución española y las incipientes libertades que
esta concedía es que se instaló en 1813 el primer Cabildo de Chilca, mismo que
fue reconocido como distrito en 1857 por decreto del presidente Ramón Castilla.
Posteriormente en 1880 Chilca fue una de las locaciones litorales elegidas para el
desembarco de las tropas chilenas durante la Guerra del Pacífico. Este
desembarco se ejecutó sin ninguna resistencia patriota y más bien consolidó el
despoblamiento y abandono de este territorio durante la conflagración, la
posguerra y el periodo de reconstrucción. Siendo recién para 1922 que se crea
políticamente el distrito de San Antonio, en cuya jurisdicción se ubica hasta hoy la
mayor parte del área del humedal de Puerto Viejo.

6
Debido a los expuesto es que el aprovechamiento del humedal y mahamaes de
Puerto Viejo menguó a través del tiempo, manteniéndose solo para la extracción
de totora para la elaboración artesanal de viviendas rústicas, utensilios domésticos
y embarcaciones para la pesca de subsistencia de los naturales.

Los pescadores, al vivir aislados entre el océano y arenales interrumpidos solo por
humedales sin mayor valor económico para los nuevos propietarios de la tierra,
alejados de las rutas terrestres y de las autoridades coloniales y republicanas,
pudieron conservar su cultura hasta bien entrado el siglo XX2. Por otro lado, los
habitantes del pueblo de San Antonio denominaban a este espacio “el pantano de
Puerto Viejo”.
Es oportuno mencionar que la ya mencionada “totora balsa” (Schoenoplectus
californicus) constituyó la materia prima con la que se construyen en el norte de
nuestro país los “Caballitos de totora” y las balsas similares en todo nuestro litoral.

En tal sentido, el “Caballito de Totora” ha sido declarado como Patrimonio Cultural


de la Nación3, debido a que es parte de nuestra herencia milenaria, y que es un
indicador de la continuidad socio-cultural que se genera en torno a los humedales.

En efecto, cabe preguntarse si el nombre de Puerto Viejo no deriva justamente de


la actividad pesquera prehispánica.

Así, resulta nostálgico recordar que un tanto al sur de Puerto Viejo, frente al
balneario de Asia, hasta mediados de la década de 1980 era frecuente el suso de
balsas de totora para la pesca artesanal (Ángeles y Pozzi – Escot 2004).

2. Características físico-geográficas:

a. Elementos físicos geográficos modeladores del espacio

Zona de Vida: El humedal de Puerto Viejo pertenece a la ecorregión Desierto


Costanero del Pacífico Peruano. Está inserto en una zona de clima semi cálido,
desértico, con el déficit de lluvia en todas las estaciones, un clima típico de la costa
central peruana, templado y húmedo en invierno y en verano muy caluroso. La
temperatura anual promedio máxima es de 24.2 ºC, y el mínimo es de 16.4 ºC
(Castillo 2016) (Ver mapa 3 e imagen 4).

2
Todo este devenir y continuidad histórica cultural tuvo un revés en 1938 con la desafortunada concesión que
obtuvo sobre el humedal la Sociedad Irrigadora Tres Cruces.
3
Resolución Directoral Nacional Nº 648/INC (11 de setiembre del 2003). El Peruano, p. 251158)

7
Los principales hábitats presentes son: el gramadal, el totoral, la zona de limo, los
arenales, la asociación salicornia – gramadal, el juncal, una zona eriaza y los
cuerpos de agua (SERFOR 2020).

El humedal de Puerto Viejo posee múltiples hábitats interconectados, los


humedales representan un área de descanso y alimentación para una gran
cantidad de fauna, particularmente de aves migratorias (Ramírez y Aponte 2018),
como la parihuana (Phoenicoparrus andinus) (Imagen 3); lo cual es de suma
importancia para mantener el equilibrio biológico en la región.

Geomorfología: Los humedales y mahamaes de Puerto Viejo (Imagen 5) se


encuentran rodeados por colinas y cerros entre los 100 y 200 msnm, y una línea
de playa accidentada.

Su topografía está configurada por llanuras y colindas de relieve ondulado, dentro


del cual se encuentran el área agrícola del valle, algunas áreas de lomas, pampas
eriazas y áreas salinizadas (Palomino y Cabrera 2008).

El material que conforma el humedal corresponde a depósitos marino/eólicos.


Estos depósitos de arena fina se encuentran al pie de las faldas de los cerros
circundantes, acumulados por la acción de los vientos, y son de procedencia
marina. Geomorfológicamente se encuentra distribuido en tres unidades.

- Terraza marina, constituida superficialmente por arena con restos de conchas.


- Lomas o dunas, formadas por acumulación de arena, entre las que se han
desarrollado áreas lagunares e hidromórficas.
- La faja litoral corresponde a depósitos de origen marino, de estructura simple y
litología arenosa (Castillo 2016).

Geología: Desde el punto de vista geológico, los humedales de Puerto Viejo


constituyeron una gran cuenca litológica, de orígenes marino y continental
(Palomino y Cabrera 2008). Los suelos que lo componen son de origen aluvial;
presentan una textura media a moderadamente gruesa, y su clase textural
corresponde a suelos arenosos (ídem).

Coetáneamente al fenómeno de sedimentación se desarrolló una intensa actividad


volcánica a lo largo del borde occidental andino, que coincidió aproximadamente
con el emplazamiento del batolito de la costa (ídem) (Imagen 6).

8
Estratigráficamente, en el área se ha identificado una unidad geológica continua
denominada cuaternario holoceno continental, y en el extremo sur un apéndice
denominado tonalitas y granodioritas paleógenas. Sus suelos son del tipo leptosol
lítico – afloramiento lítico, usuales en las estribaciones de la vertiente occidental
de la cadena montañosa andina.

Cobertura vegetal: La cobertura vegetal del área de Puerto Viejo corresponde a


la de Humedal costero (Hc). La vegetación terrestre circundante a los cuerpos de
agua y zonas adyacentes al humedal es típica de la costa peruana, de naturaleza
xerohalofita y adaptada a condiciones extremas, como la falta de agua y presencia
de suelos salinos y áridos. En este ecosistema se han registrado 30 especies
vegetales distribuidas en 19 familias, de las cuales cinco son arbustos, cinco tienen
un crecimiento en forma de cañas y veinte de crecimiento herbáceo (ídem)
(Imagen 7).

Hidrografía: Los humedales de Puerto Viejo se ubican en el espacio de


intercuenca de los ríos Chilca y Mala. Recibe sus aguas principalmente de las
filtraciones subterráneas provenientes de la cuenca del río Mala, mismo que
cuenta con descargas mayores entre diciembre y abril, y reducidas al resto del
año. Durante los meses de invierno, como parte de su siclo hídrico natural, se
inundan sus gramadales (Tello y Calle 2005). También contribuyen con aguas las
afloraciones de la vecina irrigación de San Andrés. Es un humedal particular
debido a que sus formaciones lagunares son casi mayoritariamente de agua dulce
y, por la profundidad de las mismas, se salinizan al contacto con el suelo arenoso
y marino (Ministerio de Ambiente 2019) (Imagen 8).

Sumado a esto, ya se ha demostrado que los humedales son un gran aliado en la


lucha frente al cambio climático ya que son capaces de procesar una gran cantidad
de dióxido de carbono (Palomino y Cabrera 2008). La estimación del servicio
ambiental de captura de CO2 producido por las especies de flora de los humedales
de Puerto Viejo; desde la parte aérea y en forma decreciente es: la totora con 73.7
y CO2/ha, el junco con 40.6 t Coa/ha, la grama salada con 40.4 t CO2/ha. Y en la
salicornia con 12.1 t CO2/ha (Imagen 9). La especie que capta más CO2 es la
totora, y en segundo lugar, el junco (ídem).

b. Calidad visual del paisaje

La remoción de grandes volúmenes de tierra en los humedales de Puerto Viejo por


parte de los antiguos habitantes de este territorio permitió habitar espacios
inundables conocidos como mahamaes u hoyas, mismos que se aprovecharon
para una agricultura utilitaria sobre todo de totora. Esto trajo como consecuencia
9
que se generen montículos o colinas artificiales de arena cuya conjunción y
contraste con el verdor de la vegetación y los espejos de agua, teniendo como
telón de fondo el horizonte, le confieren al espacio un singular atractivo.

Esta convergencia armónica de elementos naturales y antrópicos permite que se


constituya aquí un Paisaje Cultural sui generis en toda la costa, cuya riqueza visual
se acentúa con la presencia de una rica avifauna, en días despejados y al
atardecer.

Además, los humedales y mahamaes de Puerto Viejo a pesar de hallarse próximos


a la carretera, conservan un silencio y serenidad milenarios, capaces de
reconectar al visitante con la naturaleza.

Con estas consideraciones, nos gustaría llamar a la reflexión y hacer entender que
estos mahamaes se insertan y son parte de un todo mayor y orgánico que es el
humedal; por lo cual dichos mahamaes no deben ser considerados como
locaciones aisladas como hasta ahora, sino por el contrario; constituir el humedal
un espacio que articula sabiamente las dimensiones físicas y humanas en un todo
indisoluble.

3. Patrimonio cultural existente:

a. Zonas Arqueológicas Monumentales

Desde el punto de vista arqueológico, el aprovechamiento antrópico de los


humedales de Puerto Viejo se ve comprobado más evidentemente en el sector sur,
donde se observan una serie de lagunas artificiales flanqueadas por montículos
de arena.

Estas hoyas y montículos artificiales han sido identificadas como Mahamaes –


Puerto Viejo 1 (código 26j3i01), Mahamaes – Puerto Viejo 2 (código 26J3I02)4,
este segundo mahamae es bisecado en su extremo norte por una vía asfaltada
constituyendo un apéndice de menores dimensiones denominado Mahamaes –
Puerto Viejo 3.

Un dato resaltante es que la laguna mayor y mejor conservada, tiene un ancho


promedio de 33 mts. y su longitud es de unos 1400 mts. lineales, además los

4
Reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación por Resolución Directoral Nacional Nº 085/INC (26 de
agosto de 2002). El Peruano, pp. 228957 – 228958 y cuya memoria descriptiva obra en poder el Ministerio de
Cultura.

10
montículos de tierra que la franquean también tienen un ancho promedio de 33
mts. lineales; la altura entre duna y fondo de laguna se estima aprox. En 7.5 mts.

Para el caso de los mahames de Puerto Viejo, desde el aire puede comprobarse
que se trató de una obra planificada que ocupó un área de más de 2 kms, de
extensión en forma de arco, siguiendo aparentemente la curva delineada por el
desnivel de una antigua playa fósil. (Canziani 2009).

Adicionalmente, existen áreas de conchales asociados a espacios de posible


carácter funerario, en las que se han encontrado restos de cabellos humanos y
pequeñas mazorcas de maíz, que habrían constituido ofrendas.

Una de las evidencias más claras que revelan la naturaleza antrópica de los
mahamaes es la gran cantidad de restos malacológicos que se ven desperdigados
a lo largo de todos los montículos (Imagen 11). Asimismo, es muy fácil encontrar
superficialmente una alta variedad de evidencias arqueológicas, tales como:
fragmentos de cerámica (Imagen 12), incluyendo bordes de vasijas (Imagen 13),
algodón (Imagen 14), textiles (Imagen 15), metales 8Imagen 16), conchas marinas
(Imagen 17), artefactos líticos como batanes y huesos de animal.

Del mismo modo existe un área con evidencias arquitectónicas en una hoyada en
las elevaciones que se encuentran al sur de los mahamaes, comprende una serie
de estructuras de planta cuadrangular asociadas a restos de material
malacológico, fragmentos de cerámica, material óseo y textiles, Probablemente se
trate de un cementerio que, lamentablemente, tiene evidencias de una intensa
actividad de huaqueo.

b. Tecnología hidráulica

Los mahamaes de Puerto Viejo deben ser entendidos como una sola obra
hidráulica, producto del proceso de adaptación económica que tuvieron los
antiguos pobladores costeros con su medio ambiente (ídem).
El trazo paralelo de los mahamaes, que se extienden a lo largo de cientos de
metros, se ve interrumpido cada tanto por pequeñas franjas no excavadas, que
posiblemente permitían el paso entre estos (ídem). En algunos de los surcos,
ahora secos, existen oquedades poco profundas (d= ~2m; h= ~30 cm) que
presentan una pequeña canaleta (Imagen 10). Es posible que estas oquedades
hayan sido parte del proceso constructivo de los montículos y/o que sean la
evidencia arqueológica de una técnica para obtener recursos económicos [p.ej.
cultivo de junco o pesca de lisas (Mugil cephalus) (Rostworowski 2005)].

11
La apariencia de estos mahamaes guarda una estrecha relación con las hoyas de
la costa central, también conocidas como mahamaes o campos hundidos (Ojeda
1982). Esta ingeniosa técnica agrícola consistió en crear depresiones profundas,
capaces de captar el agua de la capa freática y generar un microclima favorable
para los cultivos, sobre todo de maíz. Al respecto, el cronista Cieza de León narra
que:
“[…] hasta llegar al de Chilca: donde se ve una gran cosa que es de
notar por ser muy estraña, es que ni del cielo se vee caer agua, ni por
él pasa río ni arroyo, y está lo demás del valle lleno de sementeras de
mayz y de otra rayzes y árboles de fructas. Es cosa notable de oyr, lo
que en esta valle se haze: que para que tenga la humidad necesaria,
los Indios hacen vnos hoyas anchas y muy hondos: el los quelaes
siembran y ponen lo que tengo dicho […]” (Cieza de León 1884 citado
en Canziani 2009).
Si bien las hoyas existen a lo largo de todo el litoral (Canziani 2009; Rostworowski
2004), el lugar donde aparecen con mayor frecuencia es en Chan Chan y el valle
de Virú, entre Chilca y Cañete, y la pampa de Villacurí en Ica (Parsons 1986). Por
ende, es posible asociar, económica y técnicamente, los mahamaes de Puerto
Viejo con estas otras hoyas; pudiendo todas estas construcciones ser
consideradas como parte de una misma tradición agrícola prehispánica.
Así como sucedió en Egipto, Mesopotamia, la India, China, México, con la
domesticación del Nilo, el Éufrates y el Tigris, el Indo, el río Amarillo y los ríos del
nororiente mexicano, y en el Perú con el Rímac y Lurín por la Cultura Lima; en la
zona de Puerto Viejo y Chilca se produjo el ingreso a una fase de cultura superior.
Al igual que en las regiones geográficas mencionadas, conquistar para la
agricultura un área desértica requirió una serie de factores. Para la remoción de
estos enormes volúmenes de tierra fue determinante contar con una organización
política y social que dirigiese y asegurase la disposición de una numerosa mano
de obra organizada y al mismo tiempo contar con los recursos necesarios para su
sostenimiento. Así mismo, un desarrollo de conocimientos del suelo y la napa
freática, y un plan adecuado a las condiciones naturales del terreno.
Del mismo modo, fue necesaria una autoridad que supiera repartir las cosechas y
tierras de sembrío con equidad para impedir la destrucción de la obra debido a
eventuales disputas que pudieran surgir en épocas de sequía.
La conjunción de estos elementos constituyó el verdadero motor que liberó al
hombre de las contingencias climáticas y lo empujó hacia un escalón superior de
desarrollo cultural, manifestado en un crecimiento demográfico sostenido y una
proliferación de actividades ajenas a la agricultura que enriqueció su vida social.

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c. Elementos Arqueológicos Aislados

El área que se propone como Paisaje Cultural limita por el occidente con los
condominios de playa de Puerto Viejo y el mar; por el oriente, con un área desértica
que es atravesada por la Panamericana Sur, y en donde se encuentran varias
granjas avícolas; por el norte, con el sitio arqueológico Lapa-Lapa (Cárdenas
1998), asentado en la cima del cerro Yaya; y por el sur, con el templo inca El Salitre
(Peralta 2013). Esta posición, a lado de una arquitectura pública de naturaleza
ceremonial, nos invita a pensar que los humedales de Puerto Viejo fueron un
recurso político y económico significativo para los antiguos yungas de Mala.
En lo que respecta a la cerámica es importante mencionar que en esta área se
definió el estilo Puerto Viejo (Bonavia 1959). La cronología relativa lo posiciona en
el Periodo Intermedio Tardío (1100 - 1400 d.C.), cubriendo una extensa región
desde Ancón hasta el valle de Asia, incluyendo la isla San Lorenzo (Makowski y
Vega-Centeno 2004). En la cuenca de Mala este estilo se encuentra en
abundantes cantidades, lo que induce a pensar que hubo una alta producción,
fomentada por un activo intercambio de bienes y un gran aumento de la población
(Makowski y Vega-Centeno 2004; Mejía y Raymondi 2015). Entre sus
características estilísticas y morfológicas más representativas presenta las vasijas
cara-gollete con pintura negra-blanca sobre engobe rojo (Imagen 18, Makowski y
Vega-Centeno 2004: 17, Fig. 7).

Es importante mencionar que en el mes de septiembre del 2014, en el sitio


Mahamaes - Puerto Viejo 2, un poblador local hallo osamentas de manera
accidental, un cráneo y cuerpo humanos semi enterrados. De inmediato se dio
aviso al Serenazgo, estos a la delegación PNP de la jurisdicción de San Antonio y
estos a su vez a la Fiscalía de Mala, quienes fueron encargados de exhumar el
contexto funerario5. En el informe de la fiscal, Dra. Gladys Fernández Portocarrero,
se sostiene que el cráneo en cuestión estaba fragmentado, que era de color
amarillento y que parte de su piel estaba disecada con presencia de cabellos. El
individuo se encontraba envuelto y amarrado en un costal tipo fardo (yute), de 75
cm de largo por 40 cm de ancho, apuntando hacia el norte (ídem). También
menciona que alrededor del contexto se hallaron vestigios de hilo color marrón
(ídem). Este hallazgo puede ser el vaticinio de un área funeraria intacta, lo cual
sería de vital importancia para entender el patrón de enterramiento de los antiguos

5
Policía Nacional del Perú, Comisaría PNP San Antonio de Cañete. (26 de septiembre del 2014). Condición
de la Denuncia: [DEINPOL] OCURRENCIA DE CALLE - COMN N° 250.

13
yungas de Mala; y a su vez, nos corrobora el carácter arqueológico e intangible de
los mahamaes.
d. Prácticas culturales asociativas al paisaje

Hasta el día de hoy existen familias que continúan el cultivo de juncos en los
humedales de Puerto Viejo, incluida la “totora balsa” con la que se fabricaban
balsas de totora (Imagen 19), manteniendo, con dificultades, una tradición
artesanal vinculada a la producción de artefactos domésticos como esteras,
tapetes y canastas (Imagen 20). De hecho, los juncos recién cortados siguen
siendo procesados en la superficie de los mahamaes. Por ende, el paisaje actual
de los humedales puede ser entendido también como una fotografía del pasado.

La posibilidad de fabricar balsas de totora cerca de Lima, con una raíz cultural
auténtica, sería una excelente oportunidad para realzar la identidad local; y de este
modo, promover un turismo sostenible en la región (Ochoca 2018). Es por eso que
la declaración de los Humedales de Puerto Viejo como Paisaje Cultural podría ser
el primer paso para la conservación y protección medioambiental de este pulmón
en el desierto, fomentando y revalorando una identidad cultural milenaria, que
tenía como principio de vida la simbiosis armónica entre el ser humano y su medio
ambiente.

III. Mapas y anexos

- Mapa 1: Mapa de accesibilidad a la localidad de Puerto Viejo.


- Mapa 2: Mapa de ubicación del humedal de Puerto Viejo.
- Mapa 3: Mapa de zona de vida de los humedales de Puerto Viejo.
- Anexo 1: Bibliografía
- Anexo 2:
• Historia oral y memoria colectiva local del Paisaje Cultural Humedales de
Puerto Viejo.
• Consideraciones para entender el uso y manejo del Paisaje Cultural
Humedales de Puerto Viejo.
- Anexo 3: Imágenes (Nº 1 al 23).

14
Mapa 1: Mapa de accesibilidad al paisaje cultural (Elaboración: Dirección de
Paisaje Cultural, setiembre de 2021; Fuente: INEI, MTC)

15
Mapa 2: Mapa de ubicación del paisaje cultural Humedales de Puerto Viejo
(Elaboración: Dirección de Paisaje Cultural, setiembre de 2021; Fuente INEI,
MTC)

16
Mapa 3: Mapa de cobertura vegetal de los humedales de Puerto Viejo. Fuente:
Ficha Técnica del Estado de Conservación Humedal Costero Puerto Viejo.
SERFOR 2020.

17
ANEXO 1

Bibliografía

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2004 “Del horizonte medio al horizonte tardío en la costa sur central: El caso
del valle de Asia”. En: Bulletin de I´Institut Français d´Étude Andines Nº
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de Historia del Perú, pp. 137 - 168

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y Territorio del Colegio de Arquitecto del Perú, Región Lima, pp. 12-
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1998 “Cultura Lima: el adobe como material de construcción”. En: Boletín
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2016 Áreas Naturales Protegidas en la Región Lima. Gobierno Regional de
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Jiménez, César
2015 El maremoto notable de 1746. Tesis para optar el grado académico
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La Torre, María y Héctor Aponte


2009 “Flora vascular y vegetación de los huemdales de Puerto Viejo”. En
Revista Peruana de Biología Nº 16(2), pp 215-217.

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2004 “Estilos regionales en la Costa Central en el Horizonte Tardío. Una
Aproximación desde el Valle de Lurín”. En: Bulletin de lÍnstitut Français
d’ Études Andines N° 33 (3), pp. 681 - 714.

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18
2015 “Arqueología tardía en el valle bajo de Mala, distrito de Santa Cruz de
Flores, Cañete-Lima”. En: Arqueología y Sociedad N°30, pp. 115 -140.

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2010 Guía Oficial. Áreas Naturales Protegidas. Lima: Servicio Nacional de
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Moschella, Paola
2012 Variación y protección de humedales costeros frente a procesos de
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de Magistra en Desarrollo Ambiental. Escuela de Posgrado, Pontificia
Universidad Católica del Perú.

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1982 “Agricultura Precolombina en las Hoyas de Chilca, Costa Central del
Perú”. En: Revista del Centro de Investigación en Zonas Áridas (CIZA)
de la Universidad Nacional Agraria La Molina. Nº 1.

Palomino, Diana y Carlos Cabrera


2008 “Estimación del servicio ambiental de captura del CO2 en la flora de los
Humedales de Puerto Viejo”. En: Revista del Instituto de
Investigaciones FIGMMG Vol. 10, N° 20, pp. 49 - 59.

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1968 “The Archeological Significance of Mahamaes Cultivation on the Coast
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2013 “Investigaciones arqueológicas en el sitio El Salitre, valle de Mala. En:
Cuadernos del Qhapaq Ñam Año 1, N°1, pp. 92 - 115.

Pereyra, Pedro Julián

19
1804 Anales de Ciencias Naturales N° 20, Tomo Séptimo. Capítulo XVII. De
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Ramírez, Dámaso y Héctor Aponte


2018 “Por qué los Humedales de Puerto Viejo perdieron su protección legal:
Analizando los motivos”. En: Revista Peruana de Biología N°25 (1), pp.
49 - 54.

Rostworowski, María

1970 “Mercaderes del valle de Chincha en la época prehispánica: un


documento y unos comentarios”. En: Revista Española de
Antropología Americana Vol 5, pp. 135-177, Madrid.

1992 Pachacamac y el Señor de los Milagros: Una trayectoria milenaria.


Lima: Instituto de Estudios Peruanos – BCR.

2004 Costa Paeruana Prehispánica. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.

2005 Recursos naturales renovables y epsca, siglos XVI – XVII. Lima:


Instituto de Estudios Peruanos

Sánchez, Carlos
s/f Evidencias de las primeras flautas de pan en el Perú.

SERFOR
2020 Ficha Técnica del Estado de Conservación Humedal Costero - Puerto
Viejo. Lima.

Tello, Alejandro y Luis Castillo


2010 Humedales de la Región Lima. Guía de su fauna y flora silvestres. Lima.

Tello, Alejandro y Carlos Calle


2015 Lima, vida silvestre y rutas espectaculares.

20
ANEXO 2

Historia oral y memoria colectiva local del Paisaje Cultural Humedales de


Puerto Viejo

Durante la época prehispánica, en los Humedales de Puerto Viejo se produce un uso


intensivo y sostenible de las fibras del junco y la totora a través del manejo de
tecnologías propias del valle. Nos referimos al uso de la tecnología agrícola conocida
como mahames o macamaes, que según investigadores como Tantaleán y Pinedo
(2008) fueron destinados al cultivo de la mencionada materia prima y no al uso
agrícola para alimentación, que caracteriza principalmente a las chacras hundidas de
Chilca. Dicha tecnología solía establecerse en las partes bajas de los valles
aprovechando la presencia de estos humedales costeros.

El manejo del territorio permitió conjugar la utilización de la materia prima y la


realización de la pesca, como actividad económica. Esta dinámica dio paso a la
evolución del uso, deviniendo en la actualidad en la disposición de fibra vegetal para
fabricación de elementos utilitarios y arte. En esa línea, cabe mencionar que el
paisaje cultural tiene un papel social activo en la sociedad contemporánea,
estrechamente asociado a la forma tradicional de vida que mantienen las
organizaciones de artesanos y artesanas en la actualidad. Al mismo tiempo, exhibe
evidencias materiales significativas de esta evolución en el transcurso del tiempo.
Entiéndase primero, los vestigios más antiguos en el territorio como los mahames
que ejemplifican la adaptabilidad y transformación del territorio, y posteriormente el
arte del trabajo en junco y totora que se ha transformado y evolucionado, de manera
que generen ingresos económicos a la población y cumplen un rol importante en el
desarrollo de la identidad local.

A partir de este punto, cabe mencionar que el paisaje cultural además de constituir
testimonios históricos y culturales, reflejan soluciones sostenibles para la vida actual
de las sociedades; enmarcándose así en un hito para el distrito de San Antonio y
población de Puerto Viejo, quienes han logrado la construcción de un sentido de
identidad y apropiación sobre el territorio, que ahora se refleja en las actividades
coordinadas desde la organización social. Para entender las dinámicas económicas
que caracterizaron el lugar, nos podemos remitir a las fuentes etnohistóricas, así
como las investigaciones de Rostworowski; las cuales han mencionado la
importancia que tuvo la pesca para el desarrollo de la cultura en los valles desde el
periodo prehispánico. La presencia de los mahamaes en Puerto Viejo, bien podría
coincidir con el manejo del espacio de manera estratégica y sostenible en la
producción de materia prima. Tal cual se ejemplifica en gran parte de la costa y se
encuentra en los estudios históricos de los espacios marino-costeros. Ciertamente,
los humedales han jugado un papel importante en las dinámicas socio económicas e
incluso religiosas de los pueblos.

21
Durante la colonia, Puerto Viejo pertenecía a la doctrina de Cañete; cuya actividad
predominante era la pesca, ya que hubieron “parcialidades” dedicadas a tiempo
completo a cierta actividad. Era por el manejo de los recursos marinos que se
potenció la agricultura en estos terrenos desérticos y el uso de abono de origen
marino, por ejemplo, contribuyó a la fertilización de los valles presentes a lo largo del
litoral.

El espacio donde se ubican los Humedales de Puerto Viejo, precisamente responde


al territorio donde se dio la relación intervalles que menciona Rostworowski (1981:
32), entre las poblaciones de Coaillo y Chilca; incluso durante la colonia. Aquí se dio
el mecanismo andino y modalidad indígena de la posesión y beneficio de la tierra, en
temas de cultivo de valles y aprovechamiento de recursos del litoral marino. Desde
esta premisa, se reconocería el mando la hegemonía del Señor de Mala de mayor
rango y categoría, por encima de los principales de Chilca y de Coaillo. Ubicados al
norte y sur de los Humedales de Puerto Viejo, respectivamente.

La presencia del mar y los humedales, han sido fundamental para los grupos
asentados en la costa y específicamente, sobre la población asociada a Puerto Viejo.
En la descripción de Lizárraga del siglo XVI, durante su recorrido por el litoral entre
Chilca y Mala, menciona lo siguiente:

La costa es abundantísima de pescado, lizas, corvinas, lenguados, tollos y otros. Los


indios usan sus balsas de junco como los demás desta costa y valles; puerto ninguno
tiene”. (1909, CAP LVII: 518)

Si bien en la actualidad, la actividad de la pesca tradicional está casi extinta,


contamos con testimonios que describen desde inicios del siglo XX e incluso durante
los siguientos 50 años, aún se podían observar grupos de pescadores en Puerto Viejo
que haciendo uso de balsas confeccionadas con la totora que extraían de los
humedales, se hacían a la mar.

José Chauca, de 73 años y nacido en el Distrito de San Antonio, nos relata que
cuando era pequeño acompañaba a su abuelo a las faenas de pesca en Puerto Viejo.
Él recuerda que contaban con embarcaciones hechas con la totora del humedal, que
tejían prodigiosamente.

“Existía la totora tipo hembra que era delgada y otra gruesa que era tipo macho.
Como eran planas, se iban apilando una sobre otra. En donde iba a ser la proa, iba
una ligera curvatura y más delgada; la que iba al contrario de la proa, se tejía más
gruesa. Las tres piernas tejidas se amarraban con sogas internamente y entre sí,
para subirse encima. El que iba en la proa siempre era una persona delgada y el de

22
la parte posterior, era el que tenía más experiencia en el manejo porque tenía que
dirigir la balsa. Otro material utilizado era el guayaquil o bambú, para los remos”

La forma de pescar se ejecutaba entre dos hombres, cada uno en su propia


embarcación. Se subían encima y entraban al mar, siendo este momento el más difícil
de la pesca, ya que la bravura del mar ocasionaba que muchas embarcaciones se
voltearan. Una vez adentro, tendían la red o chinchorro y conforme avanzaban, las
balsas se iban juntando y arrastraban los peces hacía la tierra, donde otra persona
ayudaba para llegar.

El señor Chauca menciona que en esa época había varias balsas que llegaban de
Asia y Chilca, donde se veían siempre las playas llenas. Se pescaba corvinas, chitas
y enormes rayas, las cuales eran sacadas con los chinchorros que jalaban desde dos
puntos. La pesca siempre era prodigiosa, ya que al terminar, se realizaba el reparto
de acuerdo a su organización comunal y el resto era llevado a las casas para salarse
y luego ser secados, tendiéndolos en los techos de las casas. Las rayas eran tendidas
en cordeles.

Proceso de elaboración de una balsa conocida como caballito de totora en los


Humedales de Puerto Viejo. El Señor Hugo Abarca era un conocido artesano en San
Antonio. (Fotografía: DPC, 2018)

23
Es evidente entonces, la organización que implicaba el desarrollo de estas
actividades. Primero lo referido a la confección de balsas, que implicaría la extracción
de fibra vegetal del humedal, el secado, confección, así como saberes relacionados
a la cosecha y uso de tecnologías para asegurar la sostenibilidad del recurso. Y por
otro lado la pesca, que abarcaría el uso de implementos de pesca y saberes
relacionados al mar, así como el posterior tratamiento del pescado, ya sea para
distribución comunal o para efectos de trueque o comercialización. Los productos
secados, luego eran intercambiados con otros que traían amigos y familiares, que
viajaban desde la Sierra hacia la costa.6

“Era rutinario, cuando ellos venían [los visitantes], eran días de fiesta, incluso
también cuando los despedían. Eran conocidos ya, llegaban de Quinches y
Huampará. La gente de San Antonio también viajaba a la sierra, llevando cosas de
la zona”

La señora Elizabeth Sánchez Yaya, de 65 años y nacida en el Distrito de San Antonio,


es maestra artesana e imparte clases sobre el tejido utilizando fibra vegetal que se
extrae de los Humedales de Puerto Viejo. Ella menciona que su abuela junto con
otras mujeres del distrito, llevaban productos para intercambiar a Asia y que su
suegro también hizo lo propio en Yauyos.

“Mi suegro se iba a Huampará, llevaba pisco, vino y de allá traían queso, papa. El
pescado primero lo hacían secar, igual que la raya y luego lo llevaban. Tenía que
secarse para que llegue porque eran de dos a tres días en burro. Se iban de Asia
para arriba, cruzando los cerros […] Esa costumbre la tenían muchas familias de
San Antonio”.

Así mismo, la señora Caridad Yaya, profesora local7, recuerda que las actividades
económicas que caracterizaban al distrito de San Antonio eran la agricultura y la
pesca. Rescata los relatos de su tío cortando el junco y totora del humedal, no solo
para la confección de embarcaciones que les permitiera incursionar en el mar, sino
también para confección de objetos de utilidad para la cosecha de productos de la

6
El trueque era una práctica tradicional, base de la organización económica costeña. El testimonio recogido en
las entrevistas, nos hablan de esta actividad que se mantuvo en el tiempo de alguna manera y que
lamentablemente ha ido desapareciendo, y que la pesca también fue desplazada. Rostworowski (1981)
menciona que los peces pequeños eran consumidos entre los principales y sus familias, y terminaban en bailes
y regocijos. En cuanto a los peces grandes, eran salados por las mujeres.
7
La profesora Caridad Yaya es un agente importante en la educación sobre patrimonio cultural del público
escolar en San Antonio, específicamente relacionado a los Humedales de Puerto Viejo. Ella dirige la Brigada
Infantil del Comité de Vigilancia de los Humedales de Puerto Viejo, conformada por niños, niñas y adolescentes
comprometidos por la conservación de su paisaje cultural.

24
chacra. Elaboración de canastas, ramadales y capachos, eran algunos de los
elementos que apoyaban las actividades económicas de la población local.

En 1870, el Derrotero de la Costa del Perú de Aurelio García y García, nos menciona
que a su paso por Chilca, pudo identificar que la ocupación se basaba en la
explotación de sal de sus salinas y que se comercializaban en los valles de Lima.
Además de poseer la práctica del “tejido en paja, de la que hacen excelentes
cigarreras” (ibíd.: 90) Denotando así el trabajo artesanal que se hacía sobre la fibra
natural. La complementación y dependencia entre los recursos que proveía el
humedal, el mar y el territorio en las dinámicas que caracterizaban a San Antonio, se
materializaban en el trabajo de los y las artesanas del distrito de San Antonio.

“Yo he tenido la suerte de conocer a mi abuelito hasta que tuve 22 años. Yo lo he


visto tejer (…) El junco lo usaban para confeccionar los capachos para los burritos y
la totora para los techos de las casas. Antes nuestros techos eran de guayaquiles,
madera, esteras [hechas de totora] y encima le ponían paja de plátano y luego lo
entortaban con barro, para que no se pase la lluvia”. Recuerdo que hacían
canastas, tapetes, pero más canastas para uso doméstico (…) La mayoría tejía en
sus casas y como todos tenían animalitos de carga; todos los productos de la
chacra se traían en sus capachos”
(Testimonio de Elizabeth Sánchez Yaya)

El señor Luis Lescano es artesano y trabaja especialmente el junco para elaboración


de elementos utilitarios. Él recuerda que aprendió a tejer cuando estaba en edad
escolar, a través de la enseñanza de un profesor de la localidad, y a pesar de haber
viajado por estudios, luego de unos años retornó a San Antonio donde retomó la
práctica. Efectivamente el Distrito de San Antonio solo contaba con una escuela de
educación primaria estatal, los niños y niñas debía migrar a Lima generalmente para
continuar sus estudios secundarios. Así como el señor Lescano, Karin Castro – actual
miembro de la Agrupación de Artesanas de San Antonio- también retornó a San
Antonio y pudo retomar la práctica tradicional que caracterizaba a su distrito, a sus
abuelos y a su madre.

En el paisaje cultural podemos identificar 2 grupos diferenciados que se relacionan


con el junco y la totora del humedal. Primero se encuentran las personas que extraen
la fibra natural y las personas que tejen con la fibra, convirtiendo la materia prima en
objetos utilitarios y artesanía. En esa línea, cabe indicar la importancia del
conocimiento y manejo de los recursos de manera sostenible, y así evitar la
depredación del humedal. Ello pasaba por establecer la mejor época para destinarla
exclusivamente a la extracción, así mismo la clasificación de la fibra que se extraerá,
luego la técnica de cortado, evitando cortar desde la raíz para promover un nuevo

25
crecimiento y por último, la distribución de la fibra en un espacio que permita el
secado durante 15 a 20 días8. Este conocimiento pasaba de generación en
generación, no solo a nivel familiar sanguíneo, sino también de comunidad.

Proceso de extracción del junco en los Humedales de Puerto Viejo. (Fotografía


extraída del registro audiovisual de la DPC, 2018.)

Una parte de la fibra ya seca y convertida en materia prima, era llevada a mercados
en Lima para su venta, así como a zonas cercanas como Chincha y Asia. Otra parte
era destinada para los artesanos y artesanas del Distrito de San Antonio. En la
actualidad, la mayoría de artesanas son mujeres y se han organizado para dar clases
a las generaciones más jóvenes del Distrito de San Antonio y también a los vecinos
y vecinas de mayor edad, que ya habían perdido el recuerdo de esa práctica
tradicional.

“Se ha dejado buen tiempo de usar, pero estamos retomando el arte de tejido en
junco” (Elizabeth Sánchez Yaya, artesana)

Sobre lo mencionado por la señora Elizabeth Sánchez, los testimonios nos indican
que la pesca fue decreciendo durante el siglo XX de manera progresiva, así mismo,
se fue perdiendo el arte de la confección de balsas que les permitían ingresar al mar.

8
Información recogida de la entrevista a Eliseo Linares, quien a través de un trámite con el Servicio Nacional
Forestal y de Fauna Silvestre – SERFOR adscrita al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, gestionó la
autorización para practicar la extracción sostenible de la fibra vegetal que provee los Humedales de Puerto
Viejo; ya que se trata de un ecosistema inscrito en la Lista Sectorial de Ecosistemas Frágiles. En la actualidad el
señor Linares y la familia Málasquez viven en Puerto Viejo y son los que proveen de junco y totora a las artesanas
de San Antonio, además de ser artesanos y artesanas que comercializan sus productos en Lima y Chincha.

26
Desde ese momento, la confección manual para artesanías y elementos utilitarios,
también fue decreciendo en San Antonio, hasta hace algunos años que a través del
apoyo de la Municipalidad Distrital de San Antonio y posteriormente, a organismos
privados y la cooperación de maestras artesanas de otros humedales costeros; se
dio paso al surgimiento de la Asociación de Artesanas de San Antonio y la Escuela
de la Artesana. De esta manera se pudo recuperar de manera más sostenible, esta
práctica que ha relacionado a los Humedales de Puerto Viejo y el Distrito de San
Antonio, históricamente.

La Escuela de Artesanas fue incrementándose poco a poco, captando no solo a


residentes del distrito de San Antonio, sino también a visitantes que encontraron en
la artesanía, un modo de vida sostenible para su economía familiar, así como de
identidad y orgullo sobre el paisaje cultural9. Si bien en la actualidad la mayoría de
artesanas son mujeres, la historia oral identifica que la práctica era difundida también
entre los hombres de San Antonio.

Una vez extraídos el junco y la totora, se colocan sobre los montículos de arena para su secado
natural. El periodo varía entre 15 y 20 días. (Fotografía: DPC, octubre 2020)

9
Desde esta afirmación, queremos resaltar el testimonio de la señora Silvia Seminario que nació en Lima y al
llegar a San Antonio hace varios años, aprendió el arte de las maestras artesanas. En la actualidad ella vive en
San Antonio, es parte de la asociación de artesanas y participa activamente en la protección y conservación de
un paisaje cultural que asume como suyo.

27
Primer plano de la fibra del junco en proceso de secado de Puerto Viejo. (Fotografía: DPC, octubre
2020)

Escuela de la artesana donde se transmite el arte del trabajo en junco y totora a las niñas y niños
del distrito de San Antonio. (Fotografía: DPC, 2018)

28
El paisaje cultural Los Humedales de Puerto Viejo, constituye un espacio singular de
adaptación al medio históricamente, a través de la extracción y trabajo de la fibra
vegetal, evidenciando una organización vecinal y uso de tecnologías y prácticas de
saberes que han caracterizado y caracterizan a la población del Distrito de San
Antonio y los habitantes de Puerto Viejo. Este paisaje cultural resalta por ser uno de
los últimos territorios en el sur chico que aprovechan la fibra vegetal para sustento
económico, construyendo el sentido de identidad, protección y conservación desde
diversos grupos etarios locales.

Rescatamos entonces cómo la memoria colectiva local se transforma en un medio


para la recuperación de la historia oral del paisaje cultural, permitiendo dar una
aproximación de la comunidad con su historia que muchas veces no se encuentra
documentada. Los testimonios recogidos a través de entrevistas han sido
sistematizados y analizados en su contexto histórico, rescatando los aspectos
importantes respecto a las dinámicas socioculturales y económicas que han
caracterizado a la población del distrito de San Antonio; construyendo un puente
entre los estudios etnohistóricos en la zona litoral marino-costera y las referencias
actuales del territorio. Así mismo, se ha podido establecer un relato con temporalidad
y espacialidad propia de la investigación que estamos realizando en la zona y que
argumenta sólidamente las conclusiones encaminadas a postular el paisaje cultural
Humedales de Puerto Viejo, como un espacio prioritario de protección y
conservación, no solo desde sus atributos naturales sino también a partir de los
valores culturales y de identidad de su población.

Consideraciones para entender el uso y manejo del Paisaje Cultural Humedales


de Puerto Viejo.

El análisis del uso y manejo del espacio físico que comprende la presente propuesta
es producto de una herencia cultural que ha evolucionado durante determinados
periodos de ocupación.

Para comprender el uso y manejo del espacio que permite el acceso a materia prima,
debemos considerar:

- Las tecnologías de uso tradicional: Conocimientos y saberes relacionados a la


extracción, secado y transformación de la fibra vegetal presente en el humedal.
En los Humedales de Puerto Viejo, la extracción, secado y manufactura de productos,
son tecnologías de uso tradicional que abarcan conocimientos relacionados a la
sostenibilidad en la extracción de recursos, las estaciones que determinan las

29
actividades productivas, así como los saberes y conocimientos relacionados al
trabajo de estas fibras vegetales.
Diversos testimonios de hombres y mujeres del Distrito de San Antonio y zona de
Puerto Viejo, nos hablan de esta práctica reconocida de sus padres y abuelos, como
tradicional y característica del lugar. De cómo las actividades económicas
conjugaban con los recursos que proveía el humedal, y que debido a la presión
antrópica sobre el territorio, se ha ido transformando en el tiempo. Ello es también
prueba del carácter dinámico del paisaje cultural, evidenciando la adaptabilidad de
las sociedades frente a diferentes contextos históricos.
El desarrollo tecnológico en Puerto Viejo se da en base a las necesidades humanas,
así como las características y condiciones del territorio, gestando la modelación del
paisaje. La construcción de balsas y elementos relacionados a la pesca
caracterizaron a las sociedades más antiguas registradas en el litoral costero del país.
Actividad casi extinta en la actualidad, que ha dado paso al trabajo del junco y totora
en artesanías y elementos utilitarios.
Ciertamente, el avance inmobiliario y otras oportunidades económicas, fueron
debilitando la pesca en el lugar, resaltando mucho más el trabajo de artesanos y
artesanas en otro tipo de productos. De esta manera se extiende la práctica cultural
hasta las generaciones presentes.

- Oportunidades que ofrece el medio en temas ecosistémicos, culturales y


económicos.
La importancia cultural que caracteriza al medio se encuentra en los recursos que
provee este humedal, destacando el junco y la totora para la fabricación de
artesanías, esteras, productos utilitarios, entre otros. Contribuyendo de esta manera
a los ingresos económicos de la población relacionada, específicamente de las y los
vecinos del Distrito de San Antonio y Puerto Viejo. Nos referimos a un proceso
histórico de “domesticación” no solo de la fibra vegetal, sino también del territorio, en
cuanto medio de producción (Canziani 2007: 3) Ello determina el carácter cultural y
dinámico de los Humedales de Puerto Viejo, conjugando de manera armoniosa con
los demás valores que encontramos en el paisaje cultural.10
Así mismo, los Humedales de Puerto Viejo contribuyen a la conectividad entre
ecosistemas, asegurando la formación de corredores biológicos, como el del Pacífico,
reconocido en 1996 a través del documento “Estrategia Nacional para la
Conservación de los Humedales del Perú”. Siendo además, un ecosistema
representativo de la zona sur de Lima.
Es importante resaltar que este espacio representa una fuente de servicios
ecosistémicos que brinda beneficios económicos, sociales y ambientales para la

10
Si bien en la actualidad esta práctica tradicional de extracción y confección de productos, pasa por un
descenso; no se ha perdido y es gracias a sociedad civil organizada que la tradición permanece.

30
población aledaña y la sociedad en general. Identificándose así los servicios
ecosistémicos:
• Servicios de provisión: En este espacio predomina la presencia de
comunidades de totorales y juncales alrededor de los cuerpos de agua, las cuales
son extraídas por algunos grupos de pobladores locales, utilizando este recurso para
la fabricación de diversos productos artesanales. Además, resalta la presencia de
otras especies vegetales como la salicornia.
• Servicios de regulación: En medida que los humedales intervienen en la
regulación del ciclo hídrico, como zona de almacenamiento de agua y en los procesos
de recarga y descarga de acuíferos. (Moschella 2012: 26). Los humedales
contribuyen como regulador de la intrusión de agua de origen marino y en la
estabilización del litoral controlando la sedimentación y erosión. Así mismo, mejora
el microclima, atenuando temperaturas extremas e incrementando la humedad
ambiental. (Pro Naturaleza 2007: 25).
Desde un punto de vista geológico, los Humedales de Puerto Viejo constituyeron una
gran cuenca litológica de orígenes marino y continental. Los suelos que lo componen
son de origen aluvial; presentan una textura media a moderadamente gruesa, y su
clase textural corresponde a suelos arenosos conformados por arena. Su topografía
está configurada por llanuras y colinas de relieve ondulado, dentro del cual se
encuentra el área agrícola del valle, algunas áreas de lomas, pampas eriazas y áreas
salinizadas (Palomino y Cabrera 2007).
• Servicios culturales: Los valores que caracterizan a los Humedales de Puerto
Viejo son difundidos y dados a conocer a través de visitas y talleres dirigidos a
diferentes grupos etarios que son promovidos por organizaciones locales. Esta
interacción constante contribuye a la construcción del sentido de pertenencia y por
consiguiente, a su cuidado y protección. Son diversas las actividades que se pueden
desarrollar, desde aprender la técnica de reconocimiento de fibras vegetales,
extracción y posterior manufactura para productos específicos, pasando por la
realización de estudios científicos dentro del humedal, visitas recreativas,
observación de aves, entre otros.

- La organización social en torno a la actividad cultural que dinamiza al paisaje


cultural.
En la actualidad, las y los vecinos del distrito de San Antonio se han organizado para
la extracción y trabajo de los recursos que provee el humedal. Por un lado, los
extractores de junco y totora y por otro, las artesanas y artesanos que trabajan la fibra
para la manufactura de artesanías y productos utilitarios para su posterior venta.
Resulta importante señalar que si bien esta práctica ha sufrido altibajos durante
diversos periodos, no significa que nunca haya existido. Es una actividad tradicional
que determina el carácter cultural del humedal históricamente y que en la actualidad

31
ha evolucionado en la creación de una Asociación y una escuela de artesanas; donde
las maestras trasmiten estos saberes a las nuevas generaciones.
Por otro lado, resaltan las iniciativas de protección de los Humedales de Puerto Vejo,
a través de la creación del “Comité de Vigilancia de los Humedales de Puerto Viejo”
conformado por vecinas y vecinos del Distrito de San Antonio, así como diversos
profesionales comprometidos con la protección de estos espacios. Dicho comité,
además cuenta con una “Brigada Infantil”, conformada por niñas, niños y
adolescentes en edad escolar que conjugan sus actividades regulares con las
relacionadas a la difusión, protección y conservación de los Humedales de Puerto
Viejo11.

- Las limitaciones, amenazas -generalmente antrópicas- y vulnerabilidades que


inciden en el paisaje cultural.
Los Humedales de Puerto Viejo se encuentran en una zona que se encuentra en
proceso de crecimiento habitacional por encontrarse en un medio costero – marítimo,
que es el preferido para residencias de descanso y recreación que muchas veces
restringen el acceso libre a la playa.
En ese sentido, ciertas zonas próximas al litoral costero son destinadas para este tipo
de construcciones, depredando el humedal y alterando el hábitat de diversas
especies propias de este ecosistema. No solo ello, se ha verificado en campo, la
existencia de tubos para el desfogue de agua y estracción de agua superficial12. Estas
amenazas y vulnerabilidades podrían afectar las condiciones de crecimiento del junco
y la totora, los cuales son extraídos de manera tradicional y sostenible para la
manufactura de elementos utilitarios que contribuyen a la economía de las
poblaciones asociadas al paisaje cultural.
Entre otras situaciones que afectan a los humedales, se encuentran los incendios,
siendo estos, de origen desconocido13.
Así mismo existen varias denuncias respecto al ingreso de vehículos como
cuatrimotos o bicicletas, los cuales realizan recorridos por diversas zonas del
humedal indiscriminadamente, afectando sobre todo al patrimonio arqueológico
presente en el paisaje cultural y alterando el hábitat de las aves.

11
Revisar los testimonios de dos niños, miembros de la “Brigada infantil del Comité de Vigilancia de los
Humedales de Puerto Viejo” en la exposición virtual Paisajes culturales, refugios de identidad, en el siguiente
enlace: https://paisajes.cultura.pe/paisajes/humedales-de-puerto-viejo
12
De acuerdo a la actualización de la Ficha Técnica del Estado de Conservación del Humedal Costero Puerto
Viejo, elaborado por SERFOR el año 2020. Así mismo, la Dirección de Paisaje Cultural realizó el Taller para la
Gestión Cultural de los Humedales de Puerto Viejo, el día 13 de marzo del año 2020. En dicho taller el público
asistente puso de conocimientos esta amenaza, la cual se pudo verificar en nuestras salidas de campo, en los
años 2020 y 2021. Se pudo visualizar la presencia de estas bombas extractoras de agua y su conexión con el
interior de estos condominios.
13
La Ficha Técnica del año 2020 a cargo de SERFOR y el GORE Lima, lo identifica como quema de pastos ubicados
generalmente cerca a la carretera panamericana al esta del humedal.

32
Referencias bibliográficas

Canziani, José
2007 Paisajes culturales y desarrollo territorial en los Andes. Cuadernos 5.
Arquitectura y Ciudad. Lima: Pontificia Universidad Pontificia Católica
del Perú
García García, Aurelio
1870 Derrotero de la Costa del Perú. Imprenta del Estado, Lima.
Lizárraga, Reginaldo de
1909 Descripción breve de toda la tierra del Perú, Tucumán, Río de la Plata
y Chile. En Historiadores de Indias, publicado por M. Serrano y Sanz,
vol. 22, pp. 485-678. 2 vols. Biblioteca argentina (13-14). Buenos Aires.
Moschella, Paola
2012 Variación y protección de Humedales costeros frente a procesos de
urbanización: Casos Ventanilla y Puerto Viejo. [Tesis de Magister en
Desarrollo Ambiental]. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú.
Palomino, Diana y Carlos Cabrera
2007 Estimación del servicio ambiental de captura del CO2 en la flora de los
humedales de Puerto Viejo. Revista del Instituto de Investigación de la
Facultad de Ingeniería Geológica, Minera, Metalúrgica y Geográfica, 10
(20): 49-59.
Pro Naturaleza
2010 Humedales de la Costa Peruana. Documento Base para la elaboración
de una estrategia de conservación. Lima: Pro Naturaleza.
Rostworoski, María
1981 Recursos naturales renovalbes y pesca. Siglos XVI y XVII. Instituto de
Estudios peruanos, Lima.
SERFOR
2020 Ficha Técnica del Estado de Conservación Humedal Costero - Puerto
Viejo. Lima.
Tantaleán, Henry y Omar Pinedo
2008 Arqueología de la Costa Centro Sur Peruana. Lima: Avqi Ediciones.

Entrevistas

- José Natividad Chauca Huapaya


- Silvia Seminario Castro
- Honoria Caridad Yaya Conde
- Eliseo Linares
- Elizabeth Sánchez Yaya

33
- Luis Lescano Francia
- Hugo Abarca Condori
- Karin Janeth Castro Malasquez

34
ANEXO 3

Imágenes

Imagen 1: Vista panorámica de los humedales y mahamaes de Puerto Viejo. Fuente: Google Earth

Imagen 2: Procesando totora balsa (Schoenoplectus californicus)

35
Imagen 3: Parihuanas o flamencos (Phoenicoparrus andinus)

36
Imagen 4: Zona de vida juncal en los humedales de Puerto Viejo

Imagen 5: Geomorfología de los mahamaes y humedales de Puerto Viejo

37
Imagen 6: Desde un punto de vista geológico, en el litoral de Puerto Viejo, el océano
y el continente conforman una unidad indisoluble.

Imagen 7: Especies vegetales más representativas de los humedales de Puerto


Viejo. Fuente: Variación y protección de humedales costeros frente a procesos de
urbanización: Casos Ventanilla y Puerto Viejo. Moschella 2012

38
Imagen 8: Cuerpo de agua en los humedales de Puerto Viejo

Imagen 9: Estimación de la captura del dióxido de carbono de las especies de


los humedales de Puerto Viejo (Palomino Cabrera 2008: 57, Gráfico Nº 7)

39
Imagen 11. Superficie de un mahamae
Imagen 10. Oquedad y canaleta en la de Puerto Viejo. Nótese la gran cantidad
base de una mahamae. de restos malacológicos.

Imagen 13. Evidencia alfarera


Imagen 12. Fragmentos de cerámica. diagnóstica (olla).

Imagen 14. Ecofacto, atado de algodón. Imagen 15. Evidencia textil.

40
Imagen 16. Evidencia metal. Imagen 17. Evidencia malacológica.

Imagen 18: Cerámica del Estilo Puerto Viejo. Fuente: Makowski y Vega-Centeno 2004.

41
Imagen 19. Pescador en un Caballito de Totora.

Imagen 20. Artesanías de Puerto Viejo.

42
Imagen 21. Sociedad civil apoyando la protección de los Humedales de Puerto Viejo.

Imagen 22. Estudiantes locales haciéndose presente en el resguardo del humedal.

43
Imagen 23. Vista panorámica de los Humedales de Puerto Viejo con visitantes.

44

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