Introducción A Las Autoridades Electorales
Introducción A Las Autoridades Electorales
Introducción A Las Autoridades Electorales
Introducción
En una democracia, la renovación pacífica y periódica de los cargos de elección popular requiere de la
existencia de una estructura que sustente la realización de actividades para tales fines, las organice y
resuelva las controversias que deriven. A ello se le conoce como gobernanza electoral y comprende
tres niveles: el diseño institucional o elaboración de reglas, la organización electoral o la aplicación de
las reglas y la resolución de los conflictos.
Las instituciones electorales son los entes responsables de la organización, ejecución y validación de
los procesos electorales mediante los cuales se renuevan los órganos de gobierno y representación
del poder público. Se pueden clasificar de acuerdo con su integración en gubernamentales,
independientes o mixtas; con base en su carácter en permanentes o temporales; según su función
pueden ser de gestión o administración electoral y de impartición de justicia, finalmente, por la
concentración del poder pueden ser centralizadas o descentralizadas.
Al conjunto de actividades que crea y mantiene el marco institucional en el cual se desarrollan los
procesos electorales y la competencia electoral se le conoce como gobernanza electoral (Mozaffar y
Schedler 2003, 80).
Las instituciones electorales deben cumplir con elementos mínimos en el desempeño de sus
funciones como (ACE Project s/f):
Con base en la forma en la que están integradas, las instituciones o autoridades electorales pueden
clasificarse en gubernamentales, independientes y mixtas.
1.2.1 Gubernamentales
Las autoridades electorales gubernamentales son aquellas cuyos integrantes y presupuesto dependen
de los poderes Ejecutivo y/o Legislativo (IDEA 2014, 7). Usualmente en estos modelos la
responsabilidad de organizar las elecciones recae en el Poder Ejecutivo —en una secretaría del Estado
(por ejemplo, la Secretaría de Gobernación) y/o en autoridades locales— y la facultad de declarar su
validez corresponde al Poder Legislativo. El objetivo de la distribución de competencias es generar
una vigilancia mutua para la obtención de resultados electorales legítimos (Lehoucq 2003, 146).
Este modelo fue introducido en las democracias europeas occidentales en los siglos XVIII y XIX, y
continúa siendo usado en la mayoría porque ha funcionado debido a la existencia de una tradición
confiable de neutralidad burocrática. Sin embargo, en la mayoría de las nuevas democracias la
ausencia de una burocracia estatal confiable y eficiente para los propósitos democráticos hace que
esta opción institucional no sea viable (Mozaffar y Schedler 2003, 92).
1.2.2 Independientes
1.2.3 Mixtas
Las autoridades electorales mixtas cuentan con una estructura dual conformada por un organismo de
políticas o vigilancia que es independiente del Poder Ejecutivo y un organismo de implementación
ubicado dentro de una secretaría y/o autoridades locales.
Los poderes, funciones y fortalezas del organismo independiente en relación con el gubernamental
varían en distintos ejemplos del modelo mixto. Un problema reconocido con este modelo es que la
relación entre los dos organismos no siempre se define bien en la legislación, lo que puede provocar
conflictos en la práctica (IDEA 2014, 8).
A continuación se presenta un comparativo del diseño institucional, la instrumentación, la rendición
de cuentas, las atribuciones, la composición, la duración del mandato y el presupuesto de los tres
tipos de autoridades electorales:
Para determinar la conveniencia del carácter permanente o temporal de una autoridad electoral es
importante considerar las responsabilidades y cargas laborales durante el proceso electoral.
En algunos casos la autoridad electoral tiene que ser temporal porque los servidores públicos que
organizan las elecciones tienen otras tareas de tiempo completo y solo son asignados para llevar a
cabo las funciones electorales durante el proceso respectivo, como es el caso de los integrantes de las
autoridades electorales gubernamentales.
Otros países mantienen un mínimo de personal en el periodo entre elecciones para realizar tareas
electorales de mantenimiento y actualización, como el registro de electores. Estas autoridades con un
matiz permanente suelen relacionarse con el modelo independiente ya que al contar con
infraestructura autónoma y presupuesto propio pueden mantenerse en funciones fuera de los
periodos electorales. Aunque también hay autoridades que cuentan con un órgano central
permanente y autoridades locales temporales (IDEA 2014, 12 y 16).
Un dato a considerar es que las comisiones ad hoc que tienen que empezar de cero en cada nueva
elección se han vuelto extremadamente raras en las democracias contemporáneas (Mozaffar y
Schedler 2003, 91).
La gestión o administración electoral implica que un organismo o autoridad dirija algunos o todos los
elementos esenciales para la celebración de elecciones, es decir, las reglas de competencia y de
organización electoral (IDEA 2014, 5-6; Mozaffar y Schedler 2003, 81):
o La fórmula electoral
o El tamaño y distribución de los distritos electorales
o El tamaño de la asamblea
o El calendario electoral
o Quiénes tienen derecho a votar
o El registro de electores
o El registro de candidaturas y partidos políticos
o La regulación y financiamiento para las campañas
o La regulación de la observación electoral
o El diseño de los materiales electorales: boletas, casillas, marcadores, urnas, etcétera
o El conteo y publicación de los resultados electorales
Independientemente de los diversos elementos que la autoridad administrativa gestione, contar con
un registro electoral confiable es de suma importancia para que los procesos electorales gocen de
certidumbre y legitimidad.
El registro electoral tiene consecuencias tanto a nivel individual como colectivo, en tanto define quién
puede ejercer su derecho al sufragio, a ser elegido para ocupar un cargo público y organiza el primer
órgano para el ejercicio de la función electoral (Urruty 2007, 463-4). Los registros electorales tienen
una estrecha relación con los registros civiles para autentificar la identidad de la ciudadanía, previo a
la realización de un proceso electoral el registro se cierra para emitir un listado de las personas
habilitadas para votar que suele denominarse padrón electoral (Urruty 2007, 468).
Los registros electorales pueden ser de dos tipos (Urruty 2007, 470):
Permanentes. La ciudadanía se inscribe una vez y, aunque pueden existir periodos de control
o actualización, supone la vigencia de sus derechos a menos que cometan alguna falta a la ley.
Específicos para cada elección. Requiere que los electores se inscriban cada vez al padrón
electoral, por lo que ofrece la ventaja de estar depurada totalmente de personas fallecidas,
pero también implica un esfuerzo adicional a la ciudadanía por lo que es posible que
disminuya la participación, resulta costoso y dificulta corregir errores o controlar
adecuadamente las inscripciones.
El INE es la autoridad de gestión electoral en México que, entre otras funciones, es responsable de
actualizar el registro electoral
Las instituciones especializadas en la impartición de justicia en materia electoral tienen como fines la
protección y tutela eficaz de los derechos a votar y ser votado, es decir, de hacer valer la voluntad
popular de la ciudadanía y contribuir con ello a asegurar los principios rectores de las elecciones
(Orozco 2007 , 1153). Lo anterior, a través de la resolución de medios jurídicos o técnicos de
impugnación que pueden ser presentados ante órganos administrativos, políticos, jurisdiccionales o
mixtos. Por tanto, los organismos contenciosos electorales pueden constituir un poder en sí mismos,
o bien, pertenecer al Poder Judicial, como en Argentina, Brasil, Paraguay y México (Orozco 2007,
1152-3).
Los órganos contenciosos electorales políticos son aquellos que reservan a alguna de las cámaras del
Poder Legislativo la declaración de validez o calificación de la elección, así como la resolución de los
medios de impugnación que se presenten. Por ejemplo, Suiza e Italia. Aunque también coexisten con
la posibilidad de que se presenten medios de impugnación ante los órganos encargados de organizar
y administrar las elecciones (Orozco 2007, 1160).
Por su parte, los órganos contenciosos electorales jurisdiccionales implican que las controversias sean
interpuestas ante un juez o un tribunal, y que estos las resuelvan de forma imperativa e imparcial
(Orozco 2007, 1176). A su vez, estos órganos pueden ser de jurisdicción ordinaria (Canadá) o
especializados en materia electoral (Ecuador). Los órganos especializados en materia electoral pueden
ser de decisiones inatacables o pueden ser revisadas por los tribunales constitucionales (Orozco 2007,
1177-8).
Tribunal Contencioso Electoral de Ecuador
Finalmente, los órganos contenciosos electorales mixtos, como su nombre lo señala, combinan dos o
más de estos supuestos para resolver las impugnaciones derivadas de las elecciones.
Sin importar el tipo de organismo electoral contencioso, en la mayoría de los países se han
establecido las reglas del sistema de medios de impugnación de forma genérica en las constituciones,
lo cual resulta en que el marco normativo esté compuesto por diversos ordenamientos, códigos y
leyes (Orozco 2007, 1169-71).
Entre los elementos que deben considerarse al respecto de la integración y funcionamiento de estos
órganos se encuentran los siguientes (Orozco 2007, 1203-09):
Para conocer más sobre las instituciones u organismos electorales que existen en los países de
Latinoamérica puedes consultar el siguiente recurso:
Las tareas de gestión electoral e impartición de justicia en la materia pueden unificarse o dividirse. Las
instituciones de gestión electoral son los responsables de dirigir algunos o todos los elementos
esenciales para la celebración de elecciones: las reglas de competencia y de organización electoral.
Mientras que las instituciones especializadas en la impartición de justicia en materia electoral tienen
como propósitos proteger y tutelar eficazmente los derechos a votar y ser votado, así como
salvaguardar la voluntad popular de la ciudadanía.
El nivel de la concentración del poder de una autoridad electoral depende mucho del sistema de
gobierno en el país. En países unitarios, la responsabilidad de las elecciones se determina a nivel
nacional; así, las atribuciones para conducir e instrumentar todos los aspectos relacionados con un
proceso electoral en todos los niveles se depositan en una autoridad electoral central con
competencias que abarcan todo el territorio. Este es el caso de países como Costa Rica, Ghana y
Filipinas.
En tanto que en los sistemas federales pueden existir autoridades electorales por nivel: nacional y
subnacional, que a su vez se puede dividir en municipal, ya que en estos sistemas las exigencias
administrativas también requieren equilibrar el control central con la autonomía local (IDEA 2014,
17; Mozaffar y Schedler 2003, 83). En este modelo, la autoridad electoral a nivel nacional delega o
transfiere a organismos de carácter local todas o algunas de las atribuciones para conducir los
procesos electorales.
De acuerdo con la concentración del poder, las autoridades electorales pueden ser centralizadas o
descentralizadas. Las primeras tienen poder en todo el territorio de un país, en tanto que en una
estructura descentralizada existen autoridades electorales en cada nivel: nacional, subnacional y
municipal.
Unidad 2. Desarrollo de las autoridades electorales en México
En el ámbito de las elecciones existen organismos nacionales y locales relacionados con alguna de las
ramas del sistema político, encargados de organizar elecciones, resolver conflictos electorales,
perseguir delitos en la materia y fomentar la cultura democrática. Todos ellos ejercen sus atribuciones
a partir de un conjunto de principios jurídicos que rigen su actuación.
Es preciso destacar que la actuación de las autoridades electorales en México tiene incidencia en:
o La ciudadanía.
o Los partidos y agrupaciones políticas.
o Las autoridades y las y los servidores públicos de cualquier nivel de gobierno, órganos
autónomos y entes públicos.
o Los concesionarios y permisionarios de radio y televisión.
o Las y los observadores electorales.
o Personas extranjeras.
o Ministros/as de culto religioso.
o Cualquier persona física o moral que viole una disposición electoral.
En un Estado constitucional, el poder de las autoridades se encuentra limitado con las atribuciones
que establece la ley. En otras palabras, las autoridades solo pueden realizar acciones que le están
expresamente permitidas por las normas vigentes. Cuando una autoridad excede sus funciones y con
ello afecta a los gobernados, sus actos pueden ser impugnados y revisados mediante mecanismos
administrativos o jurisdiccionales. Lo anterior, en razón de que sus decisiones deben, por un lado,
cumplir con los principios constitucionales rectores en materia electoral y, por otro, emanar de la
autonomía e independencia de las que las autoridades gozan (Tesis XX/2010 ÓRGANOS DE
AUTORIDAD ELECTORAL. CONDICIONES QUE SE DEBEN SATISFACER PARA SU INTEGRACIÓN Y
FUNCIONAMIENTO).
Desde 1823, en los albores del México independiente, y hasta 1945 la autoridad responsable de
convocar y organizar las elecciones era el Colegio Electoral, integrado por legisladores de ambas
Cámaras. En tanto que la jornada electoral era responsabilidad de las Juntas Electorales, cuya
estructura contaba con un presidente, dos escrutadores y uno o dos secretarios. La calificación de las
elecciones, como verás más adelante, dependía también de este órgano (Orozco 1998, 1034).
El primer órgano encargado de organizar las elecciones constitucionales en el ámbito federal se creó
en 1946: la Comisión Federal de Vigilancia Electoral (CFVE), estaba presidida por el Secretario de
Gobernación e integrada por otro miembro del gabinete, un diputado, un senador, dos
representantes de los partidos políticos de mayor relevancia y un secretario (el notario público más
antiguo del entonces Distrito Federal). Esa composición, aunado a las demás reglas que introdujo esta
ley para formar partidos políticos, le dio al gobierno y al llamado “partido de Estado” (el Partido
Revolucionario Institucional (PRI)) un control centralizado para la participación, organización y
vigilancia del proceso electoral (Nacif 2007).
En 1951, la CFVE fue sustituida por la Comisión Federal Electoral (CFE), presidida por el Secretario de
Gobernación e integrada por tres representantes de los partidos políticos y dos comisionados del
Poder Legislativo.
Es importante señalar que desde 1823 las autoridades responsables de la organización de las
elecciones tenían un carácter temporal, pero con la reforma electoral de 1973, por primera vez se le
otorgó carácter permanente a la CFE. Además, aunque el partido dominante seguía siendo el PRI, se
permitió que un representante de cada partido político con registro participara en la Comisión con
voz y voto. Esta regla, que podría parecer menor, fue la primera muestra de una apertura democrática
al permitir la pluralidad al interior del órgano electoral.
No obstante, esta regla se fue ajustando de la mano de las modificaciones al sistema de partidos en
México. Así, a partir de 1977 solo los representantes de los partidos con registro definitivo tenían
derecho a participar con voz y voto, mientras que aquellos pertenecientes a partidos con registro
condicionado solo podían hacer uso de la voz.
La reforma electoral de 1986 dispuso que los partidos nombraran a un representante por cada 3% de
la votación nacional emitida, es decir que la representación del partido hegemónico fue apabullante
en la conformación de esta época al obtener 16 lugares, lo que incidió de alguna forma en la
organización y ejecución de las elecciones de 1988 (Prud’Homme 2014; Mirón 2011).
Derivado de las críticas y el descontento social por los resultados de la elección federal de 1988, se
planteó una reforma para independizar las autoridades electorales del Estado mexicano, fue así como
se creó el Instituto Federal Electoral (IFE) en 1990, como un organismo con carácter permanente, con
personalidad jurídica y patrimonio propio, pero aún con presencia del Poder Ejecutivo en su
estructura: era presidido por el Secretario de Gobernación, contaba con dos diputados, dos
senadores, un representante de partido por cada 10% de la votación nacional emitida (con un límite
de 4) e incorporó por primera vez la figura del consejero ciudadano para quienes se destinaban seis
espacios (Becerra, Salazar y Woldenberg 2000).
Esta reforma también creó un Registro Federal de Electores (RFE) para asegurar que toda la
ciudadanía mexicana tuviera garantizado su derecho a votar.
En 1993, se le otorgó al IFE la facultad de declarar la validez y expedir las constancias de la elección de
diputados y senadores; de revisar los informes de ingresos y gastos de los partidos políticos; fijar los
topes de gastos de campaña, y designar a los directores ejecutivos y a los consejeros de los consejos
locales a través de su Consejo General (Becerra, Salazar y Woldenberg 2000). Asimismo, se creó la
Credencial para Votar, como un instrumento para dotar de confiabilidad al proceso electoral, en gran
parte, derivado de la consolidación de RFE implementado con la reforma previa.
Un año más tarde inició el proceso de independencia del IFE, ya que los representantes de los
partidos políticos en todos los órganos colegiados perdieron el derecho de voto, con lo que aumentó
la capacidad de decisión de los consejeros ciudadanos, quienes duraban en el cargo ocho años.
En 2007 se creó la Unidad de Fiscalización de los recursos de los partidos políticos y la Contraloría
General, además se introdujo la renovación escalonada de los consejeros, a quienes se les aumentó la
duración en el cargo a nueve años, con la posibilidad de presidir el Consejo General por seis años.
En 2014 el IFE se nacionalizó y se convirtió en el Instituto Nacional Electoral (INE), con nuevas
facultades en el ámbito local, y aumentó a once su Consejo General.
Tabla 1. Evolución de las autoridades administrativas electorales en México
Año de
Nombre de la autoridad Integración Ley reglamentaria
fundación
La Constitución federal
vigente en la elección y a
Integrado por legisladores de ambas
1823 Colegio Electoral partir de 1918 la Ley para la
Cámaras.
Elección de los Poderes
Federales (LEPF)
Ya en el México independiente, con la Constitución Política de 1824, se determinó que cada Cámara
debía sancionar su propia elección mediante la integración del Colegio Electoral, el cual calificaba en
última instancia los resultados. En cuanto al Poder Ejecutivo, la Cámara de Diputados era la encargada
de calificar la elección.
La Ley Orgánica Electoral de 1857 incluyó “causas de nulidad en las elecciones”, que podían ser
“reclamadas” por “todo individuo mexicano”. Este reclamo se podía presentar ante la junta distrital o
ante el propio Congreso “antes del día en que se deba resolver de los expedientes y credenciales
respectivas” (García 1989 en Santiago 2011, 13).
Para 1911, cuando no había mayoría absoluta entre los candidatos a la Presidencia ni entre los
ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el Colegio Electoral era quien escogía
al ganador de entre los dos candidatos con mayoría relativa (Orozco 1998, 1034). En esta época, el
sistema de justicia electoral era básicamente administrativo, debido a que la mayoría de las
impugnaciones eran resueltas por los órganos administrativos locales o por los colegios electorales
(Orozco 1998, 1036).
Al respecto, la Ley Electoral de 1911 enlistaba la competencia de distintos órganos para declarar la
nulidad de algún aspecto relacionado con las elecciones, así, la mesa de la casilla electoral podía
declarar nulidad cuando la cédula no tuviera los requisitos legales; el Colegio Electoral podía hacerlo
cuando la queja se relacionara con las credenciales electorales; la autoridad judicial en lo relacionado
con la inclusión o exclusión de ciudadanos en el padrón electoral, y la Cámara de Diputados cuando
se afectara la votación de la elección de diputados, ministros de la Suprema Corte, presidente y
vicepresidente de la República (LE, capítulo X). Entre posibles casusas de nulidad, la ley consideraba la
vulneración a los requisitos de elegibilidad.
Las reformas electorales de 1917, 1946 y 1951 mantuvieron la materia de lo contencioso electoral sin
mayores modificaciones. La primera reforma constitucional que introdujo la forma incipiente de un
régimen de nulidades y recursos fue la de 1977; en lo que concierne a lo contencioso electoral, se
podría afirmar que es el momento de su nacimiento como sistema (Santiago 2011, 14).
Con esta reforma se establecieron con claridad los diversos recursos que en materia electoral se
podían interponer: inconformidad, protesta, queja, revocación, revisión ante los órganos electorales
administrativos y el Colegio Electoral y, por otra parte, el de reclamación ante la SCJN ( Santiago 2011,
14-15).
El recurso de reclamación procedía en contra de las resoluciones del Colegio Electoral de la Cámara
de Diputados al calificar la elección de sus miembros. Se excluyó de este recurso, no obstante, al
Colegio Electoral del Senado. Además, la reforma no estableció que las sentencias de la SCJN fueran
vinculatorias para los colegios electorales, ya que seguían siendo la última instancia en materia
electoral, pues podían acatar o no la resolución. Durante el tiempo en que estuvo en vigor esta
facultad de la SCJN (tres elecciones: 1979, 1982 y 1985) se presentaron diversos recursos de
reclamación, pero fueron desechados por faltas de forma. En ningún caso se entró al fondo de los
asuntos (Santiago 2011, 15-16).
En la segunda etapa de la justicia electoral mexicana —que da sus primeros pasos con el nacimiento
del TRICOEL— primero se desarrolló el sistema mixto y después se transitó a la heterocalificación de
las elecciones (Santiago 2011, 11-13).
La reforma también derogó el recurso de reclamación ante la SCJN, y facultó al Tribunal para conocer
el recurso de apelación interpuesto en la etapa preparatoria de las elecciones. La resoluciones del
TRICOEL que recaían sobre los recursos de queja podrían tener efectos importantes, como confirmar,
modificar o revocar actos de las autoridades electorales, ordenar a la Comisión Federal Electoral no
expedir las constancias de mayoría y/o no expedir constancia de asignación cuando en la elección
respectiva se presentaran las causales de nulidad establecidas en el artículo 337 del Código Federal
Electoral (Santiago 2011, 17-18).
El balance del TRICOEL es ambivalente: desde el punto de vista técnico-jurídico, hubo avances
importantes que delinearon un sistema contencioso electoral, a pesar de que se instauró un sistema
de calificación electoral mixto, compuesto por órganos de carácter jurisdiccional y político; desde otra
perspectiva, el TRICOEL no fue eficaz jurisdiccionalmente, pues sus resoluciones en ningún caso
llevaron a modificar el triunfo de los candidatos ganadores (Santiago 2011, 19-20).
En 1990, con la promulgación del COFIPE, se creó el Tribunal Federal Electoral (TRIFE) como
institución jurisdiccional autónoma en materia electoral, aunque no perteneciera al Poder Judicial de
la Federación. El COFIPE le confirió al TRIFE la tarea de dar definitividad a las distintas etapas del
proceso electoral y garantizar su legalidad. La ley estableció que no procedía juicio ni recurso alguno
contra las resoluciones del TRIFE, pero que aquellas que se dictaran con posterioridad a la jornada
electoral solo podrían ser revisadas y, en su caso, modificadas por los Colegios Electorales (Santiago
2011, 23).
La reforma también estableció nuevos recursos para impugnar los actos electorales, introduciendo
dos del carácter administrativo (de queja y de reclamación) y dos jurisdiccionales (de apelación y de
reconsideración). El TRIFE resolvía los recursos de apelación que impugnaban los actos y resoluciones
de los órganos centrales del IFE. Asimismo, estaba facultado para declarar la nulidad de la votación
recibida en casillas y ordenar la recomposición del cómputo respectivo; también podía revocar las
constancias de mayoría y otorgarla a la fórmula que hubiese resultado vencedora. A diferencia del
TRICOEL, el TRIFE estaba plenamente facultado para declarar la nulidad de la elección de diputados y
senadores del Congreso de la Unión (Santiago 2011, 23-24).
El TRIFE quedó integrado en su Sala Central por cinco magistrados propietarios y dos suplentes, y por
tres magistrados propietarios y un suplente para sus cuatro Salas Regionales. Su designación era
mixta, los magistrados eran propuestos por el presidente de la República y requerían la aprobación
de dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Diputados. Es importante precisar
que para ser magistrado del TRIFE se requería cumplir con los mismos requisitos que la ley
contemplaba para ser ministro de la SCJN (Santiago 2011, 22).
Las Salas Regionales funcionaban temporalmente, solo en el año del proceso electoral, y se ubicaban
en las ciudades de Durango, Xalapa, Toluca, Guadalajara y Distrito Federal eran las cabeceras de las
cinco circunscripciones electorales. La Sala Central era permanente y quedó instalada en el Distrito
Federal (Santiago 2011, 22-23).
Con la reforma electoral de 1996 se creó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
(TEPJF) y se facultó a la SCJN como única autoridad para ejercer la acción de inconstitucionalidad,
incluyendo las controversias en materia electoral (Santiago 2011, 34).
El TEPJF quedó constituido por una Sala Superior de carácter permanente, con sede en el Distrito
Federal, y cinco Salas Regionales de carácter temporal que funcionarían solo en el año de elecciones
federales, con sede en las ciudades cabecera de cada una de las actuales cinco circunscripciones
plurinominales: Guadalajara, Monterrey, Xalapa, Distrito Federal y Toluca. El TEPJF fue integrado por
siete magistrados para la Sala Superior y tres para las Salas Regionales (Santiago 2011, 34).
A diferencia de la designación de los magistrados del TRIFE, en la cual las propuestas eran
presentadas por el titular del Ejecutivo, ahora sería el Pleno de la SCJN quien presentaría ternas a la
Cámara de Senadores para nombrar a los magistrados. Estas requerirían la aprobación por mayoría
calificada de dos tercios de los senadores presentes o por la Comisión Permanente (Santiago 2011,
35).
La reforma constitucional y legal definió al TEPJF como máxima autoridad jurisdiccional en la materia
y como órgano especializado del Poder Judicial de la Federación (Santiago 2011, 35).
Como atribuciones del TEPJF se incluyeron: establecer jurisprudencia en materia electoral; resolver en
forma definitiva e inatacable las impugnaciones sobre las elecciones federales de diputados,
senadores y de presidente de la República; y resolver en forma definitiva e inatacable los juicios y
recursos que se sometieran a su conocimiento (Santiago 2011, 36). Adicionalmente, con la creación
del TEPJF también se aprobó en 1996 la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en
Materia Electoral (LGSMIME) en la que se establece un sistema de medios de impugnación que se
enlista a continuación (Santiago 2011, 37):
o Recurso de revisión.
o Recurso de apelación.
o Juicio de inconformidad.
o Recuso de reconsideración.
o Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano.
o Juicio de revisión constitucional electoral.
o Juicio para dirimir conflictos o diferencias laborales entre el IFE y sus servidores.
Por su parte, la reforma electoral 2007-2008 estableció que la renovación de los magistrados del
TEPJF sería escalonada y que las Salas Regionales también serían permanentes, además de que la ley
facultó a las Salas del TEPJF para determinar la no aplicación de disposiciones contenidas en las leyes
electorales que resultaran contrarias a la Constitución (Santiago 2011, 64-65).
Asimismo, se estableció que el TEPJF sería la máxima autoridad para resolver conflictos que se
generasen a partir de los actos y resoluciones emitidos por los partidos políticos que motivasen
quejas de los ciudadanos o afiliados sobre la legalidad de los mismos, aunque previamente tendrían
que agotar todas las instancias internas de los partidos (Santiago 2011, 65).
Finalmente, aunque la reforma electoral de 2014 planteó la creación de tres Salas Regionales más,
solo una de ellas se implementó: la Sala Regional Especializada. En una lógica de austeridad, el
Senado eliminó el plazo original de septiembre de 2017 para instalar las otras dos Salas y estableció
que la Comisión de Administración del TEPJF es el órgano responsable para determinar dicha
instalación en función de la suficiencia presupuestaria, por lo que el presupuesto designado para ello
fue reintegrado por el TEPJF a la Tesorería de la Federación (LOPJF, artículo transitorio segundo del 23
de mayo de 2014; Boletín 1458).
Año de
Nombre de la
fundació Naturaleza Ley reglamentaria
autoridad
n
Autónomo electoral. Con carácter más
Tribunal de lo administrativo. Sus resoluciones podían
1986- Código Federal
Contencioso Electoral ser revocadas o modificadas por el
1987 Electoral (CFE)
(TRICOEL) Poder Legislativo constituido en colegio
electoral .
Autónomo electoral. Con carácter
Código Federal de
jurisdiccional. Sus resoluciones eran
Tribunal Federal Instituciones y
1990 obligatorias, pero los colegios
Electoral (TRIFE) Procedimientos
electorales podían modificarlas o
Electorales (COFIPE)
revocarlas.
Ley Orgánica del
Poder Judicial de
la Federación
Ley General de
Instituciones y
Procedimientos
Perteneciente al Poder Judicial de la Electorales
Tribunal Electoral del
1996 a la federación. Con carácter jurisdiccional. (LEGIPE)
Poder Judicial de la
fecha Sus resoluciones son obligatorias y no Ley General de
Federación (TEPJF)
pueden ser revocadas o modificadas. Medios de
Impugnación en
Materia Electoral
(LGSMIME)
La actuación del INE se rige por diversas normas jurídicas, entre las que destacan:
En la realización de todas sus actividades, el INE debe guiarse por los principios rectores de certeza,
legalidad, imparcialidad, independencia o autonomía, objetividad y máxima publicidad (CPEUM,
artículo 41, base V, Apartado A, y 116, fracción IV, inciso b; LEGIPE, artículo 30.2). Asimismo, sus
actividades están orientadas por los siguientes fines (LEGIPE, artículo 30.1):
Para la organización de los procesos electorales federales, el INE cuenta con las siguientes
atribuciones (CPEUM, artículo 41, base V, apartado B, inciso b; LEGIPE, artículos 32.1, inciso b, 44.1,
inciso u, 68.1, inciso i, y 70.1, inciso i):
Como estudiarás en el siguiente apartado, el Consejo General del INE es su órgano máximo de
dirección y, en esa calidad, cuenta con facultades extraordinarias que puede implementar para
reasignar la responsabilidad correspondiente. Para llevarlas a cabo, la propuesta requiere la
aprobación de al menos ocho de los 11 consejeros del INE. Estas facultades extraordinarias son las
siguientes (CPEUM, artículo 41, base V, apartado C; LEGIPE, artículo 32.2, incisos f al h; RE, artículo
45.2, inciso a):
o Asumir la realización de las actividades propias de la función electoral que
corresponden a los Ople.
o Delegar a los Ople atribuciones relacionadas con la organización electoral, aunque
puede reasumirlas en cualquier momento.
o Atraer a su conocimiento cualquier asunto de la competencia de los Ople por su
trascendencia o para establecer un criterio de interpretación.
La facultad de asunción de actividades de una elección local puede ser total o parcial. Como se pude
inferir, la asunción total consiste en la facultad del Instituto para hacerse cargo de todas las
actividades que corresponden a un proceso electoral local, mientras que en la asunción parcial solo
asume parte de las actividades o de una etapa del proceso electoral local respectivo (RE, artículo 39.1,
incisos a y b).
Para poder implementar esta facultad es necesario que se acredite fehacientemente que en el
proceso respectivo se actualiza alguno de los siguientes supuestos (LEGIPE, artículo 121.2):
o La existencia de factores sociales que afecten la paz pública, pongan a la sociedad civil
de la entidad en grave riesgo o afecten los principios constitucionales electorales de
imparcialidad, certeza, legalidad, objetividad y equidad en la contienda electoral, por lo
que impidan que el Ople organice y lleve a cabo la contienda electoral de forma
pacífica.
o La inexistencia de condiciones políticas idóneas para que se lleve a cabo la elección con
imparcialidad debido a la injerencia o intromisión comprobable de alguno de los
poderes públicos en la entidad federativa.
La petición de asunción debe ser presentada ante el INE, fundada y motivada por al menos cuatro de
los consejeros electorales del propio INE o por la mayoría del Consejo General del Ople. Además, la
petición de asunción total solo puede presentarse hasta antes del inicio del proceso electoral local
(LEGIPE, artículo 121.3).
Además, por solicitud del Ople de Veracruz, en las elecciones locales de ayuntamientos de 2017, el
INE asumió la implementación y operación del Programa de Resultados Electorales Preliminares
(PREP), en ejercicio de su facultad de asunción parcial (OPLEV/CG286/2016; Notilex 2016).
La facultad de delegación de actividades al Ople puede ser propuesta por alguna de las comisiones
del INE o por al menos cuatro consejeros electorales del INE (RE, artículo 65). Para el ejercicio de esta
facultad, el Consejo General deberá hacer una evaluación positiva de las capacidades profesionales,
técnicas, humanas y materiales de los Ople para cumplir la función (LEGIPE, artículo 125.2). La
delegación se debe realizar antes del inicio del proceso electoral local respectivo y sus efectos cesan
una vez finalizado (LEGIPE, artículo 125.3; RE, artículo 68.2).
La facultad de atracción puede solicitarse por al menos cuatro de los consejeros del INE o por la
mayoría del Consejo General del Ople correspondiente, antes del inicio o durante el proceso electoral
local. Solo se puede aplicar cuando se considera que el asunto es de tal gravedad que podría afectar
o alterar el desarrollo del proceso electoral o los principios de la función electoral local, o bien,
cuando se busque fijar un criterio de interpretación para casos futuros, en cuyo caso, el INE deberá
valorar su carácter excepcional o novedoso, así como el alcance de la resolución a emitir (LEGIPE,
artículo 124).
El INE es el organismo público autónomo encargado de organizar las elecciones en México, está
dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio. Tiene atribuciones para los procesos electorales
federales y locales, además de facultades extraordinarias: la asunción (parcial o total) de los procesos
electorales locales, la delegación de actividades a los Ople y la atracción de asuntos de los Ople por
su trascendencia.
[1] Es facultad del Consejo General del INE efectuar el cómputo total de los senadores y diputados
electos por representación proporcional, mientras que compete a los consejos locales efectuar el
cómputo total de la elección de senadores por mayoría relativa y a los consejos distritales efectuar el
cómputo total de la elección de diputados por mayoría relativa (LEGIPE, artículos 44.1, inciso u, 68.1,
inciso i, y 70.1, inciso i).
El INE ejerce sus atribuciones y facultades a través sus órganos de control, dirección, ejecutivos y
técnicos, y de vigilancia (véase Ilustración 1).
Órganos de dirección
Existen órganos de dirección a nivel central, local y distrital, todos se integran de manera colegiada,
por consejeros electorales y representantes de los partidos políticos. Todos los integrantes tienen voz,
pero solo el consejero presidente y los consejeros electorales tienen derecho al voto.
CONSEJO GENERAL
El Consejo General es un órgano permanente que se integra por un consejero presidente, diez
consejeros electorales, consejeros del Poder Legislativo, representantes de los partidos políticos
nacionales y un secretario ejecutivo. Todos tienen derecho a voz, pero solo los consejeros
electorales tienen derecho a votar (CPEUM, artículo 41, base V, apartado A; LEGIPE, artículo
36; Tesis V/2013 CONSEJO GENERAL DEL INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL. SU INTEGRACIÓN
INCIDE EN EL CUMPLIMIENTO DE LOS PRINCIPIOS RECTORES DE LA MATERIA
ELECTORAL; Jurisprudencia 1/2011 CONSEJEROS ELECTORALES. PARA SU DESIGNACIÓN DEBEN
OBSERVARSE LOS PRINCIPIOS DE INDEPENDENCIA, OBJETIVIDAD E IMPARCIALIDAD
[LEGISLACIÓN DE TAMAULIPAS Y SIMILARES]).
El consejero presidente y los 10 consejeros electorales duran nueve años en el cargo y no pueden
ser reelectos, además de que los consejeros electorales se renuevan de forma escalonada
(LEGIPE, artículo 36). Son elegidos por las dos terceras partes de los miembros presentes de la
Cámara de Diputados, a propuesta de los grupos parlamentarios, y el procedimiento detallado
consiste en lo siguiente (CPEUM, artículo 41, base V, apartado A; LEGIPE, artículo 36):
o La Cámara de Diputados emite una convocatoria pública, que debe contener las etapas
completas del procedimiento, sus fechas límite, así como el proceso para la designación
de un Comité Técnico de Evaluación (CTE) (integrado por siete personas: tres
nombradas por el órgano de dirección política de la Cámara de Diputados, dos por la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos y dos por el Instituto Nacional de
Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales).
o El CTE recibe la lista completa de los aspirantes que concurran a la convocatoria pública,
evalúa que cumplan con los requisitos establecido y que sean idóneos para desempeñar
el cargo. Como resultado de esta evaluación, seleccionan a los mejores candidatos en
una proporción de cinco personas por cada cargo vacante y remiten la relación
correspondiente al órgano de dirección política de la Cámara de Diputados.
o El órgano de dirección política es responsable de incentivar los acuerdos para la
elección del consejero presidente y los consejeros electorales, a fin de que la propuesta
se remita al pleno de la Cámara de Diputados.
o En caso de que la junta de coordinación no remita la lista de propuestas o venza el
plazo para tomar una decisión, se procede a realizar la elección mediante la
insaculación de la lista entregada por el CTE en el pleno de la Cámara de Diputados.
o Finalmente, en caso de que el pleno de la Cámara de Diputados no realice el
nombramiento, el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación realizará la
designación mediante insaculación de la lista conformada por el CTE en sesión pública.
Por su parte, los consejeros del Poder Legislativo son designados por cada grupo parlamentario
con afiliación de partido en alguna de las Cámaras. Cada grupo parlamentario tiene derecho a
nombrar un consejero del Poder Legislativo, y por cada consejero propietario pueden designarse
hasta dos suplentes (LEGIPE, artículo 36.4).
Los representantes de los partidos políticos nacionales son designados por cada partido con
reconocimiento legal. Cada partido tiene derecho a nombrar a un representante y su suplente
(LEGIPE, artículo 36.9). Por otra parte, el secretario ejecutivo es nombrado por las dos terceras
partes del Consejo General, a propuesta del consejero presidente (LEGIPE, artículo 36.8).
Las sesiones ordinarias del Consejo General se efectúan cada tres meses y las extraordinarias por
convocatoria de su presidente cuando se considere necesario o se solicite por la mayoría de los
consejeros electorales o los representantes de los partidos políticos. En los años de proceso
electoral federal, el Consejo sesiona por lo menos una vez al mes (LEGIPE, artículo 40).
Como órgano máximo de dirección cuenta con atribuciones explícitas e implícitas, en caso de ser
necesarias (LEGIPE, artículo 44; Jurisprudencia 16/2010 FACULTADES EXPLÍCITAS E IMPLÍCITAS
DEL CONSEJO GENERAL DEL INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL. SU EJERCICIO DEBE SER
CONGRUENTE CON SUS FINES) siendo las principales:
o Vigilar que las actividades de los partidos políticos y agrupaciones políticas nacionales
se apeguen a las disposiciones de la LEGIPE y de la LGPP.
o Vigilar que el INE ejerza sus atribuciones como autoridad única en la administración de
los tiempos del Estado en radio y televisión, para fines electorales.
o Aprobar el calendario integral del proceso electoral federal, los modelos de las
credenciales para votar y el de las boletas electorales, así como los formatos de la
documentación electoral.
o Determinar los topes máximos de gastos de precampaña y campaña.
o Resolver sobre los convenios de fusión, frente y coalición de los partidos políticos, así
como los acuerdos de participación con las agrupaciones políticas nacionales.
o Otorgar o retirar el registro a los partidos y agrupaciones políticas nacionales.
o Registrar las plataformas electorales y las candidaturas a presidente de la República, de
senadores por el principio de representación proporcional, las listas regionales de
candidatos a diputados de representación proporcional, y registrar supletoriamente las
fórmulas de candidatos a senadores y diputados por el principio de mayoría relativa.
o Solicitar a la Junta General Ejecutiva que investigue las violaciones a los derechos de los
partidos políticos y al proceso electoral federal, conocer de las infracciones e imponer
sanciones.
o Resolver los recursos de revisión que le competan.
o Convocar y conducir las sesiones del Consejo, vigilar el cumplimiento de los acuerdos
que se adopten y ordenar su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
o Presidir la Junta General Ejecutiva y recibir los informes del titular del órgano de control
interno para verificar la correcta administración de los recursos del Instituto e informar
al Consejo General en ambos casos.
o Recibir las solicitudes de registro de candidatos a la presidencia de la República, a
senadores y diputados por el principio de representación proporcional y someterlas al
Consejo General para su registro.
o Dar a conocer la estadística electoral al finalizar las elecciones.
o Convenir con las autoridades competentes la información y documentos que habrá de
aportar la Dirección Ejecutiva del RFE para los procesos electorales locales.
o Ordenar la realización de las encuestas nacionales aprobadas por el Consejo General a
fin de conocer las tendencias de la votación el día de la jornada electoral, y dar a
conocer los resultados.
Para el desarrollo de sus actividades, la presidencia del Consejo General cuenta con órganos
técnicos, como la Coordinación Nacional de Comunicación Social, la Coordinación de Asuntos
Internacionales y la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación (RIINE, artículos
64, 65 y 70), cuyas funciones estudiarás en el apartado Órganos ejecutivos y técnicos.
El Consejo General realiza gran parte de sus actividades mediante comisiones, integradas por
entre tres y cinco consejeros electorales, en las que pueden participar los consejeros del Poder
Legislativo y los representantes de los partidos políticos. Todos tienen voz, pero solo los
consejeros electorales tienen voto. Las comisiones permanentes son (LEGIPE, artículos 42.2 y
42.4):
Existen también comisiones temporales que se crean según sean necesarias, para un período y
objeto específicos (LEGIPE, artículo 42.1).
El Comité de Radio y Televisión es un órgano técnico colegiado, encargado de asegurar a los
partidos políticos y a los candidatos independientes el acceso a los medios de comunicación
mediante los tiempos del Estado. Se integra por los mismos consejeros electorales que integran
la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos, por su Director Ejecutivo, quien funge como su
secretario técnico, y los representantes de los partidos políticos. El Comité lo preside el consejero
electoral presidente de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos. Sesiona una vez al mes,
cuando lo convoque el consejero que lo presida, o a solicitud de al menos dos partidos políticos.
Entre sus principales atribuciones se encuentran (RIINE, artículo 74.
Los órganos de dirección se integran en forma colegiada bajo la figura de consejos, el Consejo
General es un órgano permanente que se integra por un consejero presidente, diez consejeros
electorales, consejeros del Poder Legislativo, representantes de los partidos políticos nacionales y
un secretario ejecutivo. El consejero presidente y los diez consejeros electorales duran nueve
años en el cargo y no pueden ser reelectos.
[1] Las medidas cautelares en materia electoral son los actos que realiza el INE para detener actos
o hechos que constituyan una presunta infracción, a fin de evitar la producción de daños
irreparables, la afectación de los principios que rigen los procesos electorales o la vulneración de
los bienes jurídicos tutelados por la LEGIPE en materia de radio y televisión, hasta en tanto se
emita la resolución definitiva que ponga fin al procedimiento.
A diferencia del Consejo General, que es una instancia permanente, los consejos locales y
distritales se instalan y sesionan únicamente durante periodos electorales federales. Se integran
por un consejero presidente y seis consejeros electorales, por representantes de los partidos
políticos y por vocales (LEGIPE, artículos 65 y 76).
Son integrantes con derecho a voz y voto (LEGIPE, artículos 44.1, incisos f y h, y 68.1, inciso c):
o Un consejero presidente, designado por el Consejo General, quien a su vez funge como
Vocal Ejecutivo de la respectiva junta local.
o Seis consejeros electorales designados por mayoría absoluta del Consejo General, en el
caso de los consejos locales, y por mayoría absoluta del consejo local respectivo, en el
caso de consejos distritales, para dos procesos electorales ordinarios, pudiendo ser
reelectos para un proceso más.
Por otra parte, son integrantes con voz, pero sin voto (LEGIPE, artículo 65.1):
Mientras que entre las principales funciones de los consejos distritales se encuentran (LEGIPE,
artículo 79):
Como medida de control, los consejos locales y distritales, están sujetos a la vigilancia del
cumplimiento y desempeño de sus cargos bajo las disposiciones legales correspondientes (Tesis
XXXVI/2013 CONSEJO GENERAL DEL INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL. ES COMPETENTE PARA
CONOCER DE LAS DENUNCIAS POR EL INCUMPLIMIENTO DE LOS REQUISITOS PARA EL
DESEMPEÑO DE LOS CARGOS DE CONSEJEROS LOCALES Y DISTRITALES).
Los consejos locales y distritales se instalan y sesionan únicamente durante periodos electorales
federales. Se integran por un consejero presidente y seis consejeros electorales, por
representantes de los partidos políticos y por vocales.
Las mesas directivas de casillas son los órganos electorales formados por ciudadanos, facultados
para recibir la votación y realizar el escrutinio y cómputo en cada una de las secciones
electorales. El día de la jornada electoral, son las autoridades electorales más importantes del
país, al ser responsables de “respetar y hacer respetar la libre emisión y efectividad del sufragio,
garantizar el secreto del voto y asegurar la autenticidad del escrutinio y cómputo” (LEGIPE,
artículos 81.1 y 81.2).
En cada casilla se conforma una mesa directiva, integrada por: un presidente, un secretario, dos
escrutadores y tres suplentes generales, para cubrir las faltas de alguno de los funcionarios
titulares.
Las mesas directivas de casilla se integran por ciudadanos facultados para recibir la votación y
realizar el escrutinio y cómputo en cada una de las secciones electorales. Están integradas por un
presidente, un secretario, dos escrutadores y tres suplentes generales.
Recibir informes del contralor general respecto de los expedientes relativos a las faltas
administrativas y sanciones a los servidores públicos del INE.
Junta General Ejecutiva del INE
Por otra parte, entre las atribuciones de la Secretaría Ejecutiva se encuentra la administración y
representación del INE; supervisar el adecuado desarrollo de las actividades de los órganos
ejecutivos y técnicos, y de las juntas locales y distritales; aprobar la estructura de las direcciones
ejecutivas y vocalías, y establecer un mecanismo para la difusión de los resultados preliminares
de la jornada electoral (LEGIPE, artículos 49 y 51). Además, el secretario ejecutivo es quien funge
como secretario del Consejo General y de la Junta General Ejecutiva, con voz, pero sin voto
(LEGIPE, artículos 49 y 51).
Como ya se mencionó, la Junta General Ejecutiva se integra por seis direcciones ejecutivas, cuyas
actividades se describen a continuación:
o Formar, revisar y actualizar el padrón electoral. Para la actualización del padrón deberá
coordinarse con las autoridades nacionales, estatales y municipales para obtener la
información sobre fallecimiento de ciudadanos, suspensión u obtención de la
ciudadanía.
o Proponer el proyecto de división del territorio nacional en 300 distritos electorales
uninominales y en cinco circunscripciones plurinominales.
o Mantener actualizada la cartografía electoral del país, clasificada por entidad, distrito
electoral federal, municipio y sección electoral.
o Expedir la credencial para votar con fotografía.
La Dirección Ejecutiva del Servicio Profesional Electoral Nacional (DESPEN) se encarga de los
programas de reclutamiento, selección, formación y desarrollo del personal profesional, para lo
cual realiza, entre otras, las siguientes tareas (LEGIPE, artículo 57):
Los órganos ejecutivos y técnicos son permanentes y responsables de realizar las tareas técnicas
y administrativas necesarias para el funcionamiento del INE. La Junta General Ejecutiva es el
órgano central y funciona a través de seis direcciones ejecutivas: del Registro Federal de
Electores; de Prerrogativas y Partidos Políticos; de Organización Electoral; del Servicio Profesional
Electoral Nacional; de Capacitación Electoral y Educación Cívica, y de Administración.
Por otra parte, la Secretaría Ejecutiva es responsable, entre otras cosas, de la administración y
representación del INE, y de supervisar el adecuado desarrollo de las actividades de los órganos
ejecutivos y técnicos, y de las juntas locales y distritales.
UNIDADES TECNICAS
Las unidades técnicas realizan funciones de apoyo para dar cumplimiento a todos los acuerdos y
resoluciones de los órganos de dirección. La Coordinación Nacional de Comunicación Social, la
Coordinación de Asuntos Internacionales y la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No
Discriminación están adscritas a la presidencia del Consejo General; la Unidad Técnica de
Servicios de Informática, las direcciones Jurídica y del Secretariado, la Unidad de Planeación, la
Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral y la Unidad de Vinculación con los Organismos
Públicos Locales están adscritas a la Secretaría Ejecutiva. Mientras que la Unidad Técnica de
Fiscalización es autónoma.
o Administrar la Red Nacional Informática que interconecta las oficinas del Instituto y
también a los Ople.
o Con base en el inventario de bienes informáticos, proponer planes de actualización y
aprovechamiento de la infraestructura informática y de telecomunicaciones.
o Operar los sistemas informáticos para el funcionamiento del Programa de Resultados
Electorales Preliminares (PREP), así como garantizar la disponibilidad, integridad y
confidencialidad del programa en todos los centros de captura, del procesamiento y
difusión de la información.
o Preparar o revisar los proyectos de los diversos acuerdos y lineamientos expedidos por
los órganos del INE.
o Auxiliar al secretario ejecutivo para realizar las notificaciones personales derivadas de
los acuerdos y resoluciones que este apruebe.
o Brindar servicios de asistencia y orientación en materia jurídico-laboral a los órganos
centrales, locales y distritales del Instituto, así como a los Ople.
La Dirección del Secretariado se encarga de supervisar y verificar que las disposiciones legales,
normas, políticas, criterios, lineamientos y metodología aprobada para la coordinación, control y
gestión de los recursos, se cumplan en las áreas bajo su adscripción. Para ello debe, entre otras
tareas (RIINE, artículo 68):
Esta Unidad está facultada para acceder a información clasificada, como la correspondiente al
secreto bancario, fiscal o fiduciario, ya que por mandato legal las autoridades competentes
deben atender y resolver sus requerimientos (Tesis XLIV/2004 SECRETO MINISTERIAL GENÉRICO.
ES INOPONIBLE AL INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL CUANDO ACTÚA EN EJERCICIO DE
FACULTADES DE FISCALIZACIÓN). Los Ople pueden solicitarle que realice las gestiones necesarias
para superar la limitación de dichos secretos (LEGIPE, artículo 190.3; RIINE, artículos 72.6 y 72.7).
Con esas atribuciones, la Unidad puede obtener información de terceros, personas físicas o
morales, encargadas de llevar las cuentas de los candidatos y partidos políticos, o directamente
relacionadas con aquellos (LEGIPE, artículo 200.2).
Además, para el mejor ejercicio de sus atribuciones, en cualquier momento puede, por orden de
la Comisión de Fiscalización, realizar visitas de verificación o auditorías en campo preventivas,
incluso durante las precampañas, con el fin de corroborar el cumplimiento de las obligaciones y
la veracidad de los informes presentados por los partidos políticos, aspirantes y candidatos, así
como de los requisitos en materia de origen y aplicación de los recursos (LEGIPE, artículo 192.1,
incisos f y g; RFINE, artículos 297 y 304). También, la autoridad electoral está facultada para
realizar investigaciones con los elementos que estén a su disposición a partir de una denuncia
anónima, teniendo la facultad de iniciar un procedimiento sancionatorio en caso de corroborar
los hechos (Jurisprudencia 49/2013. FACULTADES INVESTIGADORAS DEL INSTITUTO FEDERAL
ELECTORAL. UNA DENUNCIA ANÓNIMA PUEDE SER SUFICIENTE PARA QUE SE EJERZAN.)
Las unidades técnicas y coordinaciones realizan funciones de apoyo para dar cumplimiento a
todos los acuerdos y resoluciones de los órganos de dirección. A la presidencia del Consejo
General están adscritas la Coordinación Nacional de Comunicación Social, la Coordinación de
Asuntos Internacionales y la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación. En
cambio, la Unidad Técnica de Servicios de Informática, las direcciones Jurídica y del Secretariado,
la Unidad de Planeación, la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral y la Unidad de
Vinculación con los Organismos Públicos Locales están adscritas a la Secretaría Ejecutiva, y la
Unidad Técnica de Fiscalización es autónoma.
Son los órganos permanentes de ejecución y soporte técnico de las actividades del INE en cada
entidad federativa y en cada uno de los 300 distritos electorales uninominales. Las juntas
ejecutivas deben estar integradas por funcionarios del Servicio Profesional Electoral Nacional que
desempeñan los siguientes cargos (LEGIPE, artículos 61-62 y 71-72):
Por su parte, las principales funciones de las juntas distritales ejecutivas son (LEGIPE, artículo 73):
Las juntas ejecutivas locales y distritales son los órganos permanentes de ejecución y soporte
técnico de las actividades del INE en cada entidad federativa y en cada uno de los 300 distritos
electorales uninominales, respectivamente, y deben estar integradas por funcionarios del Servicio
Profesional Electoral Nacional.
Órganos de vigilancia
Los órganos de vigilancia tienen el propósito de dar seguimiento puntual a las tareas de integración,
depuración y actualización del padrón electoral. La Constitución federal establece que las comisiones
de vigilancia se deben integrar mayoritariamente por representantes de los partidos políticos
nacionales en los tres niveles: central, delegacional y subdelegacional (CPEUM, artículo 41, base V,
apartado A; LEGIPE, artículo 157). Por lo que existe una Comisión Nacional de Vigilancia, una comisión
local de vigilancia en cada una de las 32 entidades federativas y una comisión distrital de vigilancia en
cada uno de los 300 distritos electorales (LEGIPE, artículos 64.2 y 74.2).
Las principales atribuciones de las comisiones de vigilancia son (LEGIPE, artículo 158.1):
La Comisión Nacional de Vigilancia sesionará por lo menos una vez al mes; las locales y distritales, por
lo menos una vez cada tres meses, salvo durante el proceso electoral, en que lo harán por lo menos
una vez al mes (LEGIPE, artículo 158.3).
Los órganos de vigilancia tienen el propósito de dar seguimiento puntual a las tareas de integración,
depuración y actualización del padrón electoral. De acuerdo con la ley, deben existir en los tres
niveles: central, delegacional y subdelegacional, por lo que existe una comisión nacional, 32 locales y
300 distritales.
El Órgano Interno de Control del INE es responsable de prevenir, corregir, investigar y calificar actos u
omisiones que puedan constituir responsabilidades administrativas de los servidores públicos del INE
al respecto de sus ingresos, egresos, recursos y patrimonio (LEGIPE, artículo 487). Es decir que, su
objetivo es prevenir una gestión inadecuada o el mal ejercicio de los recursos, además de promover
una cultura de rendición de cuentas y transparencia.
El Órgano Interno de Control está adscrito administrativamente a la presidencia del Consejo General y
mantiene coordinación técnica con la entidad de fiscalización superior de la Federación (RIINE,
artículo 81). Para el ejercicio de sus funciones, tiene autonomía técnica y de gestión: técnica, al poder
regirse mediante estrategias de especialización técnica, profesionalización y rendición de cuentas,
además de poder emitir acuerdos y lineamientos que le permitan cumplir con sus atribuciones; y de
gestión, al poder decidir sobre el funcionamiento de su personal y de sus recursos (Guerrero 2008,
368).
El titular del Órgano Interno de Control es nombrado por las dos terceras partes de los miembros
presentes de la Cámara de Diputados, a propuesta de instituciones públicas de educación superior;
dura seis años en el cargo y puede ser reelecto por un periodo más (LEGIPE, artículo 487.3).
Jesús George Zamora, titular del Órgano de Control Interno del INE
El Órgano Interno de Control es responsable de la fiscalización de sus ingresos y egresos, así como de
garantizar que los servidores públicos cumplan con las funciones que establece la ley.
En materia electoral, antes de la reforma de 2014 cada entidad federativa contaba con un organismo
encargado de organizar y administrar las elecciones locales, cuyas funciones e integración estaban
definidas en sus respectivas regulaciones. Sin embargo, la reforma de 2014 homogeneizó la
estructura de las autoridades electorales locales al convertirlos en los Organismos Públicos Locales
Electorales (Ople), que son las autoridades administrativas electorales responsables de la organización
de las elecciones en las entidades federativas para la designación de gobernadores, diputados locales,
presidentes municipales, integrantes de ayuntamientos, jefes delegacionales y jefe de gobierno de
Ciudad de México, entre otros.
3.2.1 Atribuciones
Por su naturaleza, los Ople son responsables de las siguientes actividades en los procesos electorales
locales (CPEUM, artículo 41, base V, apartado C; LEGIPE, artículo 104):
o Garantizar los derechos y el acceso a las prerrogativas de los candidatos y partidos
políticos locales.
o Preparar la jornada electoral.
o Imprimir documentos y producir materiales electorales.
o Realizar el escrutinio y cómputo total de las elecciones locales.
o Hacer la declaración de validez y el otorgamiento de constancias en las elecciones
locales.
o Llevar a cabo el cómputo de la elección del titular del Poder Ejecutivo estatal.
o Realizar las actividades correspondientes a los resultados preliminares; encuestas o
sondeos de opinión; observación electoral, y conteos rápidos, conforme a los
lineamientos establecidos por el INE.
o Instrumentar las actividades atinentes a la organización, desarrollo, cómputo y
declaración de resultados en los mecanismos de participación ciudadana que prevea la
legislación local (consultas, plebiscitos, referéndum, etcétera).
Por decirlo de otro modo, para la organización de las elecciones locales, los Ople son responsables de
realizar todas las actividades no reservadas al INE. Asimismo, cabe señalar que, aunque la reforma
constitucional de 2014 delegó las funciones de capacitación electoral, así como la ubicación de las
casillas y la designación de funcionarios de las mesas directivas de casilla en las elecciones locales a
los Ople, el INE reasumió estas funciones ese mismo año (INE/CG100/2014).
Los Ople son las autoridades administrativas electorales responsables de la organización de las
elecciones en las entidades federativas. Tienen entre sus actividades: la preparación de la elección, la
impresión de documentos y el cómputo de los votos, entre otras.
Al igual que en el INE, el Consejo General de un Ople es su órgano máximo de dirección. Está
integrado por siete consejeros, de los cuales uno es el consejero presidente, y tienen una duración en
el cargo de siete años. Su designación es responsabilidad del Consejo General del INE, instancia que
también puede removerlos en determinadas circunstancias.
Para el procedimiento de nombramiento de los consejeros de los Ople, primero el Consejo General
del INE debe emitir una convocatoria para la entidad federativa correspondiente; posteriormente, la
Comisión de Vinculación con los Ople debe integrar una lista con hasta cinco nombres por vacante, la
cual deberá presentar al Consejo General del INE para que este órgano colegiado realice la selección
a fin de cubrir las vacantes. Para que el nombramiento sea válido, debe hacerse por mayoría de ocho
votos (CPEUM, artículo 41, base V, apartado C; LEGIPE, artículo 101.1). Asimismo, el TEPJF ha señalado
que el requisito de no haber sido miembro del Servicio Profesional Electoral Nacional en el último
proceso electoral —establecido en el artículo 100.2, inciso k de la LEGIPE— es una restricción
desproporcionada que no tiene un fin legítimo sustentado constitucionalmente, además de ser
contrario a los tratados internacionales, ello porque tal supuesto, lejos de constituir una vulneración a
los principios constitucionales de la función electoral, dota de experiencia y conocimiento de las
instituciones y del marco jurídico aplicable a las y los aspirantes, con lo cual se fomenta su
profesionalización y autonomía (Tesis I/2018 DERECHO A INTEGRAR AUTORIDADES ELECTORALES
LOCALES. LA RESTRICCIÓN RELATIVA A NO SER NI HABER SIDO MIEMBRO DEL SERVICIO
PROFESIONAL ELECTORAL NACIONAL, DURANTE EL ÚLTIMO PROCESO ELECTORAL, ES
INCONSTITUCIONAL; SUP-JDC-249/2017 Y SUP-JDC-250/2017).
En cuanto a la remoción de los consejeros, esta procederá cuando lleven a cabo conductas que
atenten contra la imparcialidad o independencia de la función electoral, tengan notoria negligencia,
ineptitud o descuido, abandonen sus funciones, conozcan o participen en un acto para el cual se
encontraran impedidos, prejuzguen sobre un asunto, realicen nombramientos, ratificaciones o
promociones en contra de la ley o violen de forma grave y reiterada los principios rectores
establecidos en la Constitución (LEGIPE, artículo 102.2). El procedimiento debe ser iniciado por el
Secretario Ejecutivo del INE y procederá por mayoría de ocho votos (LEGIPE, artículo 103).
El INE ejerció esta facultad para remover a tres consejeros del Ople de Chiapas por no garantizar la
paridad de género en el registro de candidaturas para las elecciones locales de 2015, así como por
irregularidades relacionadas con el voto de ciudadanos residentes en el extranjero (INE/CG80/2016).
El TEPJF determinó que procedía la remoción de la totalidad de los consejeros del Ople, al quedar
acreditado que todos incumplieron con las dos obligaciones antes señaladas (SUP-RAP-118/2016 y
acumulados).
El INE es la autoridad encargada de designar a los miembros del Consejo General de los Ople, cuya
integración es de siete consejeros —uno de los cuales es designado presidente— y duran en su cargo
siete años. Además, el INE está facultado para remover del cargo a quien vulnere las disposiciones de
la función electoral.
Unidad 4. Instituciones electorales jurisdiccionales y en materia penal
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) es el órgano especializado del Poder
Judicial de la Federación que representa la máxima autoridad jurisdiccional en la materia electoral,
con excepción de las acciones de inconstitucionalidad que competen a la Suprema Corte de Justicia
de la Nación (SCJN). El TEPJF es un órgano permanente, colegiado, dotado de plena jurisdicción, que
encabeza la impartición de justicia electoral en México y cuyas resoluciones son definitivas e
inatacables (CPEUM, artículo 99).
El marco jurídico que sirve de sustento a las actividades del TEPJF se integra por:
La función principal del TEPJF es velar por que todos los actos y resoluciones de las autoridades
electorales —tanto la nacional como las locales— se sujeten a los principios de constitucionalidad,
convencionalidad y legalidad, y garanticen a los ciudadanos el ejercicio de sus derechos político-
electorales.
El TEPJF solo puede resolver sobre estos asuntos si un ciudadano, candidato o partido político
reclama ante él un hecho específico a través de uno de los medios de impugnación existentes. En los
asuntos que conoce y resuelve, tiene la atribución de declarar la no aplicación para casos concretos
de normas electorales por ser contrarias a la Constitución,[1] de esta forma garantiza la coherencia
del sistema jurídico, protege los derechos de los ciudadanos y los principios democráticos
establecidos en la Constitución Federal (CPEUM, artículo 99; Tesis XXII/2018 INAPLICACIÓN DE LEYES
ELECTORALES. EL TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN ESTÁ FACULTADO
PARA DETERMINAR SUS EFECTOS).
Asimismo, es competente para resolver en forma definitiva e inatacable sobre los siguientes
elementos (LOPJF, artículo 186):
Como órgano jurisdiccional, el TEPJF emite jurisprudencia obligatoria para las Salas que lo integran,
para el Instituto Nacional Electoral (INE), así como para los Organismos Públicos Locales Electorales
(Ople), cuando esta trate sobre los derechos político-electorales de los ciudadanos o cuando se hayan
impugnado actos o resoluciones de dichas autoridades (LOPJF, artículo 233). Es importante precisar
que las Salas Regionales no tienen competencia para inaplicar la jurisprudencia emitida por la Sala
Superior, aun en el supuesto de realizar control de constitucionalidad y convencionalidad, porque ello
implicaría desconocer su carácter obligatorio y vulnerar los principios de certeza y seguridad jurídica
(Jurisprudencia 14/2018 JURISPRUDENCIA DE SALA SUPERIOR. LAS SALAS REGIONALES CARECEN DE
FACULTADES PARA INAPLICARLA; SUP-REC-37/2018).
Las Salas del TEPJF son órganos de última instancia,[2] lo que significa que no existe un órgano o
medio de impugnación que proceda en contra de sus determinaciones. Por lo tanto, el cumplimiento
de sus resoluciones es obligatorio. Además, las sesiones de resolución de todas las salas son públicas,
de manera que cualquier persona puede acudir a presenciarlas o seguirlas a través de televisión o
internet (CPEUM, artículo 99.2; LOPJF, artículo 185).
La función principal del TEPJF es velar por que todos los actos y resoluciones de las autoridades
electorales —tanto la nacional como las locales— se sujeten a los principios de constitucionalidad,
convencionalidad y legalidad, y garanticen a los ciudadanos el ejercicio de sus derechos político-
electorales. El TEPJF la ejerce mediante sus Salas y emite jurisprudencia obligatoria para estas, el INE y
los Ople. El cumplimiento de sus resoluciones es obligatorio y sus sesiones de resolución son
públicas.
[1] Siempre que deriven de la aplicación directa de la misma, ya que el control constitucional es
competencia exclusiva de la SCJN, mediante las acciones de inconstitucionalidad.
[2] Con excepción de lo relativo a las sentencias dictadas en juicios de inconformidad o en aquellas en
las que hayan determinado la no aplicación de una ley electoral por considerarla contraria a la
CPEUM, en donde la Sala Superior es segunda y última instancia, a través del recurso de
reconsideración.
A pesar de que la reforma electoral de 2014 ordenó la creación de tres Salas Regionales adicionales,
solamente una de ellas se encuentra ya en funciones (LOPJF, artículo transitorio segundo del 23 de
mayo de 2014). Por lo que el TEPJF ejerce sus funciones jurisdiccionales de manera permanente a
través de una Sala Superior y seis Salas Regionales, una de las cuales es la Sala Regional Especializada.
La demarcación territorial de las Salas Regionales existentes hasta antes de la reforma corresponde a
las cinco circunscripciones plurinominales en que se divide el país —la sede de cada una se encuentra
en la capital de la entidad cabecera de circunscripción en cada caso—, mientras que la Sala Regional
Especializada fue asentada en Ciudad de México, igual que la Sala Superior. La sede de las dos Salas
Regionales restantes será determinada, en su momento, por la Comisión de Administración del TEPJF
(LOPJF, artículo 192).
SALA SUPERIOR
La Sala Superior, con sede en Ciudad de México, se integra por siete magistrados que duran en
su encargo nueve años y se renuevan de forma escalonada (CPEUM, artículo 99; LOPJF, artículo
187), razón por la cual algunos de los magistrados de la actual integración del pleno tienen un
encargo de seis, otros de ocho y el resto de nueve años. Los magistrados que integran la Sala
Superior son propuestos por la SCJN y electos por la Cámara de Senadores mediante el voto de
las dos terceras partes de los miembros presentes (CPEUM, artículo 99). Asimismo, los
magistrados de la Sala Superior eligen a su presidente mediante votación, quien dura en el cargo
cuatro años, con posibilidad de reelegirse un periodo más (CPEUM, artículo 99).
La Sala Superior funciona en pleno con al menos cuatro de sus integrantes y sus resoluciones se
pueden adoptar por mayoría, excepto cuando realiza el cómputo final y la declaración de
presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos, ocasión en que debe sesionar al menos con
seis magistrados (LOPJF, artículo 187). En los casos en que la decisión sobre un asunto
determinado se encuentre empatada, el magistrado presidente cuenta con voto de calidad para
dictar el sentido de una sentencia. Si alguno de los magistrados difiere del sentido de la
resolución adoptada por la mayoría de sus compañeros, tiene la opción de exponer sus motivos y
realizar un voto particular. Asimismo, puede emitir un voto concurrente cuando comparta el
sentido de la resolución, pero discrepe de los argumentos y consideraciones que la sustentan
(RITEPJF, artículo 11).
Entre las principales atribuciones de la Sala Superior se tienen las siguientes (RITEPJF, artículo 10):
o Resolver sobre las apelaciones que interpongan los servidores del TEPJF; la declaración
formal sobre los criterios de jurisprudencia; sobre las cuestiones de competencia entre
las Salas del TEPJF, y las cuestiones incidentales que se susciten en los medios de
impugnación de su competencia.
o Designar, mediante insaculación, a los magistrados de la Sala Superior que habrán de
integrar la Comisión encargada de elaborar el proyecto de cómputo final y, en su caso,
la declaración de validez de la elección y la de presidente electo de los Estados Unidos
Mexicanos.
o Designar al secretario y subsecretario General de Acuerdos de la Sala Superior.
o Designar, a propuesta que le formule el presidente del Tribunal Electoral, al magistrado
de la Sala Superior que realizará el engrose del fallo cuando el proyecto de sentencia
del ponente no hubiere sido aprobado por la propia Sala.
o Denunciar, por conducto del presidente del Tribunal Electoral, la contradicción de tesis
al Pleno de la Corte.
o Elegir, por mayoría de votos, al presidente interino o sustituto. En caso de empate, será
designado el magistrado de la Sala Superior de mayor antigüedad en el cargo o, en su
caso, el de mayor edad de entre los propuestos.
o Integrar comités ordinarios o extraordinarios de magistrados de Sala Superior, de Salas
Regionales o mixtos, para que, con fines operativos, puedan desconcentrarse las
funciones conferidas al Tribunal Electoral. La integración de los Comités, sus facultades,
deberes y obligaciones serán reguladas en el Acuerdo General que al efecto se emita.
o Emitir los acuerdos que impliquen una modificación en la sustanciación del
procedimiento ordinario de los medios de impugnación.
o Ordenar la publicación en el Diario Oficial de la Federación de los Acuerdos Generales
que considere pertinentes.
o Ordenar la práctica de investigaciones relacionadas con procedimientos de
responsabilidad administrativa que sean de su competencia.
o Conocer y resolver, en el ámbito de su competencia y conforme a las disposiciones
aplicables, los procedimientos de responsabilidad administrativa.
Al igual que el INE, la Sala Superior del TEPJF cuenta con las facultades de atracción y delegación
al respecto de la resolución de los asuntos:
Por ejemplo, la Sala Superior suele ejercer la facultad de atracción cuando, a través de la
resolución de un caso, se puede constituir un criterio jurídico relevante para casos futuros,
abonando a los principios de certeza y seguridad jurídica.
b) Facultad de delegación. La Sala Superior podrá remitir para su resolución a las Salas
Regionales los asuntos de su competencia en los que hubiere establecido jurisprudencia,
atendiendo a un principio de racionalidad que privilegie la pronta y expedita impartición de la
justicia electoral (LOPJF, artículo 189, fracción XVII).
El magistrado electoral que sea designado presidente, también lo será del TEPJF (LOPJF, artículo
190). Entre sus principales atribuciones se encuentran (LOPJF artículo 191; RITEPJF, artículo 13):
o Turnar a los magistrados electorales de la Sala Superior los expedientes para que
formulen los proyectos de resolución.
o Requerir cualquier informe o documento que pueda servir para la sustanciación o
resolución de los expedientes al INE; autoridades federales, estatales o municipales;
partidos, agrupaciones y organizaciones políticas; y particulares, siempre que no haya
obstáculo para resolver dentro de los plazos establecidos en la ley.
o Convocar a sesiones públicas o reuniones internas de magistrados electorales y demás
personal jurídico, técnico y administrativo del TEPJF.
o Conducir las sesiones de la Sala Superior y conservar el orden durante las mismas.
o Enviar a la SCJN los informes relativos a las sentencias sobre la no aplicación de leyes en
materia electoral contrarias a la Constitución.
o Remitir al Pleno de la SCJN, las denuncias de contradicción de Tesis, entre las
sustentadas por el propio TEPJF y la Corte.
o Realizar las gestiones ante la SCJN para publicar la Jurisprudencia y Tesis relevantes
emitidas por el TEPJF, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
o Dictar los acuerdos necesarios para el correcto funcionamiento del TEPJF, así como
expedir los manuales e instructivos para el cumplimiento de las atribuciones del
Tribunal.
o Presidir la Comisión de Administración, convocar a sesiones ordinarias o extraordinarias
y vigilar el cumplimiento de sus acuerdos.
o Designar y remover al secretario administrativo.
o Rendir un informe anual de labores ante el Pleno de la SCJN, los miembros del TEPJF y
los del Consejo de la Judicatura Federal, así como ordenar su publicación en una
edición especial.
La presidencia de la Sala Superior puede crear, dentro de las áreas que le están adscritas, las
comisiones y direcciones generales necesarias del personal jurídico, administrativo y técnico, para
el buen funcionamiento del TEPJF, además de vigilar el correcto funcionamiento de los comités y
comisiones de la Sala Superior (RITEPJF, artículo 13, fracciones VI y XIII).
Entre los órganos auxiliares se encuentra el Comité Académico y Editorial, instancia consultiva
creada con la intención de orientar las labores de investigación, capacitación y editorial del TEPJF
(RITEPJF, artículo 17). El Comité se integra por quien ejerce la presidencia del TEPJF, tres
magistradas/os de la Sala Superior designadas/os por la propia Sala y cinco personas externas
elegidas por la Sala, de entre personalidades reconocidas en el ámbito profesional, académico y
editorial. Todos los integrantes duran cuatro años en el cargo y al menos una persona debe tener
trayectoria y experiencia en temas de género (RITEPJF, artículo 17). En el Comité también
participan los titulares de la Escuela Judicial Electoral y de la Dirección General de
Documentación con voz, pero sin voto (RITEPJF, artículo 17, fracción III).
En caso de que el titular de la presidencia renuncie, se elegirá uno nuevo, quien solo ejercerá el
cargo hasta la conclusión del periodo que se dejó inconcluso (LOPJF, artículo 190). Sin embargo,
cuando se trata solo de ausencias, los procedimientos que se llevan a cabo varían en función del
periodo, como se muestra a continuación:
Ponencias
La Sala Superior se integra por siete ponencias, una a cargo de cada magistrado electoral. A su
vez, cada ponencia se integra por secretarios de estudio y cuenta, secretarios instructores y
personal de apoyo.
A cada ponencia se le turnan[1] los asuntos para ser sustanciados, cuyos proyectos de sentencia
luego se someten a consideración y votación del pleno durante las sesiones públicas.
Cada ponencia puede solicitar el apoyo de la Secretaría General de Acuerdos para ejecutar
notificaciones o pedir información relacionada con la actividad jurisdiccional del TEPJF. Para la
adecuada sustanciación y resolución de los medios de impugnación que conozcan, también
pueden requerir el apoyo técnico de las distintas áreas del TEPJF (RITEPJF, artículo 15, fracción V).
Es la principal área de apoyo para las tareas jurisdiccionales de la Sala Superior. Se integra por un
secretario o secretaria general, por la persona titular de la subsecretaría, por la persona titular de
la Unidad de Estadística e Información Jurisdiccional, además de diversas áreas de apoyo
(RITEPJF, artículo 21).
Las principales atribuciones de la Secretaría General de Acuerdos son (LOPJF, artículo 201;
RITEPJF, artículo 21):
o Apoyar al presidente del TEPJF en las tareas que le encomiende.
o Verificar el quórum legal, dar cuenta, tomar las votaciones y realizar el acta de las
sesiones de la Sala Superior.
o Llevar el control del turno de los expedientes a los magistrados electorales.
o Supervisar el debido funcionamiento de la Oficialía de Partes de la Sala Superior y de
los archivos jurisdiccionales de la Sala Superior y las Salas Regionales.
o Expedir los certificados de constancias que se requieran.
o Llevar el registro de las sentencias relativas a la no aplicación de leyes electorales y
auxiliar al presidente del TEPJF para hacerlas del conocimiento de la SCJN.
Comisión de Administración
La Comisión podrá sesionar con tres de sus integrantes y sus resoluciones se tomarán por
unanimidad o por mayoría de los comisionados presentes. En caso de empate, el presidente
tendrá voto de calidad (LOPJF, artículo 206).
Las principales atribuciones de la Comisión de Administración son (LOPJF, artículo 209; RITEPJF,
artículo 167):
Para el ejercicio de sus funciones, la Comisión cuenta con una Secretaría Administrativa, una
Coordinación Técnica Administrativa y órganos auxiliares, cuyas funciones se explican a
continuación (LOPJF, artículos 186, fracción VIII y 211; RITEPJF, artículos 170-188 y 207-210):
Direcciones generales
Además de las áreas ya señaladas, el TEPJF cuenta con direcciones generales adscritas a su
presidencia, cuyas principales atribuciones se describen a continuación (RITEPJF, artículos 194-
206):
La Sala Superior se integra por siete magistrados, de los cuales uno es el titular de la presidencia.
Duran en su encargo un período improrrogable de nueve años y se renuevan de forma
escalonada. El titular de la presidencia dura cuatro años y tiene la posibilidad de reelegirse por un
periodo más.
Para desarrollar la labor jurisdiccional, la Sala Superior cuenta con siete ponencias, una por
magistrado; una Secretaría General de Acuerdos y una Comisión de Administración, entre otras
áreas.
[1] Procedimiento que consiste en distribuir entre las siete ponencias, los asuntos que se van
presentando al TEPJF, siguiendo un orden de prelación que garantiza la asignación aleatoria de
los asuntos a resolver.
SALAS REGIONALES
A partir de la reforma 2014, el número de Salas Regionales se amplió de cinco a seis. Cada Sala
Regional se integra por tres magistrados elegidos con el mismo procedimiento aplicable a la Sala
Superior: los propone la SCJN y son designados con el voto de las dos terceras partes de los
miembros presentes de la Cámara de Senadores (CPEUM, artículo 99, párrafo undécimo). Los
magistrados de las Salas Regionales duran en funciones nueve años improrrogables, excepto
cuando sean promovidos a cargos superiores y su renovación es escalonada (LOPJF, artículo 192).
A diferencia de la Sala Superior, las Salas Regionales solo pueden sesionar con la presencia de
todos sus integrantes. Si en una Sala Regional se encuentran ausentes de forma temporal o
definitiva dos de sus magistradas(os) por causa de fuerza mayor o caso fortuito y existen asuntos
de urgente resolución, únicamente para este fin, las ausencias pueden ser suplidas por la o el
magistrado que determine la Sala Superior y por la persona titular de la Secretaría General o, en
su caso, por la persona que desempeñe el cargo de Secretario de Estudio y Cuenta de mayor
antigüedad de la Sala Regional (RITEPJF, artículo 50).
Asimismo, los magistrados de las Salas Regionales igualmente pueden adoptar decisiones por
unanimidad o por mayoría (LOPJF, artículo 193). En caso de que alguno de los magistrados
difiera del sentido de la resolución adoptada por la mayoría, puede exponer sus motivos y
realizar un voto particular. Asimismo, puede emitir un voto concurrente cuando comparta el
sentido de la resolución, pero discrepe de las consideraciones que la sustentan (LOPJF, artículo
193).
El proceso para la elección de sus magistrados, su duración, su organización y las demás reglas
aplicables a la Sala Regional Especializada (SRE) está regulado por las mismas normas que rigen a
las demás Salas Regionales.
Con excepción de la SRE, las otras cinco Salas Regionales están facultadas para resolver los
medios de impugnación que promuevan los ciudadanos, candidatos, partidos o autoridades
electorales en el ámbito de su competencia. Mientras que la SRE, que fue creada por la reforma
electoral de 2014, es competente para la resolución de los procedimientos especiales
sancionadores (LOPJF, artículo 192).
El procedimiento especial sancionador es la vía para conocer conductas que (LEGIPE, artículo 470;
CPEUM, artículos 41, base III y 134.8):
Los magistrados de cada Sala Regional elegirán de entre ellos a quien será su presidente durante
tres años, quien puede reelegirse por un periodo adicional (LOPJF, artículo 196). El procedimiento
en caso de ausencia será el mismo que para el titular de la presidencia de la Sala Superior.
Entre las principales atribuciones de las presidencias de las Salas Regionales se encuentran
(LOPJF, artículo 197; RITEPJF, artículo 51):
Ponencias
Las Salas Regionales se integran por tres ponencias, una a cargo de cada magistrado electoral. A
su vez, cada ponencia se integra por secretarios de estudio y cuenta y personal de apoyo.
De la misma manera que en la Sala Superior, a cada ponencia se le turnan los asuntos para ser
sustanciados y es donde se realizan los proyectos de sentencia que luego se someten a
consideración y votación del pleno durante las sesiones públicas.
Los magistrados de las Salas Regionales pueden solicitar a la Secretaría General de Acuerdos de
Sala Superior información relacionada con la actividad jurisdiccional de su Sala Regional (RITEPJF,
artículo 52, fracción VI).
Para el ejercicio de sus funciones, en cada Sala Regional se nombra a un secretario general, cuyas
funciones principales son las siguientes (LOPJF, artículos 203-4; RITEPJF, artículo 53):
Las secretarías generales contarán con tres áreas de apoyo: Secretariado Técnico, Oficialía de
Partes, Oficina de Actuaría y Archivo Jurisdiccional (RITEPJF, artículo 55).
A partir de la reforma 2014, el número de Salas Regionales se amplió de cinco a seis, aunque
sigue pendiente la creación de dos adicionales. Cada Sala Regional se integra por tres
magistrados elegidos con el mismo procedimiento aplicable a la Sala Superior y duran en su
encargo nueve años. Las Salas Regionales solo pueden sesionar con la presencia de todos sus
integrantes.
La Constitución determina que en cada entidad federativa deben existir autoridades jurisdiccionales
especializadas en materia electoral (CPEUM, artículo 116). La LEGIPE señala que las autoridades
electorales jurisdiccionales locales son los órganos jurisdiccionales especializados en materia electoral
de cada entidad federativa, que gozan de autonomía técnica y de gestión en su funcionamiento e
independencia en sus decisiones. También establece que los tribunales locales no podrán pertenecer
a los poderes judiciales de las entidades federativas (LEGIPE, artículo 105).
Además de la legislación local, las normas jurídicas que fundamentan la actuación de las autoridades
electorales jurisdiccionales locales son:
Los magistrados de los tribunales electorales locales son responsables de resolver los medios de
impugnación interpuestos en contra de todos los actos y resoluciones electorales locales (LEGIPE,
artículo 106.3). Las leyes locales deben regular el sistema de medios de impugnación jurisdiccionales
por los cuales se resuelvan las controversias que se susciten con motivo de los procesos electorales
locales, así como las derivadas de los actos y resoluciones que emitan las autoridades administrativas
electorales locales. Estos procedimientos jurisdiccionales tienen por objeto garantizar los principios de
certeza y definitividad de las diferentes etapas de los procesos electorales, así como el de legalidad de
los actos y resoluciones de las autoridades en la materia (LEGIPE, artículo 111).
Cabe precisar que las sentencias de los tribunales electorales locales no son definitivas, ya que
pueden ser impugnadas ante el TEPJF, instancia que puede confirmar, revocar o modificar la sentencia
impugnada (LOPJF, artículo 186, fracción III, inciso b).
Los magistrados de los tribunales electorales locales son responsables de resolver los medios de
impugnación interpuestos en contra de todos los actos y resoluciones electorales locales.
A partir de la reforma 2014, los tribunales locales se integran por un número impar de magistrados
que va de tres a cinco, que actúan en forma colegiada. Los magistrados electorales locales
permanecen en el cargo por siete años y son renovados de forma escalonada, la Cámara de
Senadores es la responsable de nombrarlos por dos terceras partes de sus integrantes (CPEUM,
artículo 116, base IV, inciso c, núm. 5; LEGIPE, artículos 106 y 108.1).
La legislación electoral establece que el nombramiento del magistrado presidente se lleva a cabo
mediante una votación y que debe ser elegido por la mayoría de sus colegas magistrados, pero
también señala que el procedimiento preciso para el nombramiento se debe establecer en las leyes
estatales (LEGIPE, artículos 108.2 y 109.3).
Asimismo, las leyes electorales locales deben determinar cómo cubrir una vacante temporal de
alguno de los magistrados y, en caso de una vacante definitiva, se debe comunicar a la Cámara de
Senadores para que provea el procedimiento de sustitución (LEGIPE, artículos 109.1 y 109.2)
Las autoridades electorales jurisdiccionales locales son los órganos especializados en materia jurídico-
electoral de cada entidad federativa; gozan de autonomía técnica y de gestión en su funcionamiento
e independencia en sus decisiones. Los tribunales locales no pueden pertenecer a los poderes
judiciales de las entidades federativas y se integran por un número impar: de tres a cinco miembros.
Como se muestra en la siguiente ilustración, la SCJN se integra de forma colegiada por 11 ministros y
funciona en Pleno o en dos salas conformadas por cinco ministros cada una. Estas salas conocen de
diversas materias: la primera sala atiende asuntos de materia civil y penal; la segunda conoce y
resuelve sobre materias administrativas y laborales. La SCJN tiene su sede en Ciudad de México.
El pleno podrá sesionar con 7 ministros, con excepción de las controversias constitucionales y
las acciones de inconstitucionalidad, para las que se requieren al menos 8 ministros.
Elaboración propia
El ministro presidente no integra ninguna de las salas, pues sus funciones se centran en presidir las
sesiones del Pleno y en administrar a la SCJN como institución. El presidente tiene voto de calidad en
caso de empate, representa a la SCJN y ejerce la presidencia del Consejo de la Judicatura Federal
(LOPJF artículos 2, 7.3 y 14).
El Pleno se integra por los 11 ministros, pero puede sesionar con la presencia de siete, con excepción
de las sesiones en que se resuelvan acciones de inconstitucionalidad, donde se requiere la presencia
de por lo menos ocho ministros (LOPJF, artículo 4).
Las acciones de inconstitucionalidad sirven para resolver la contradicción entre una norma de carácter
general y la Constitución. En ese sentido, la acción de inconstitucionalidad en materia electoral puede
iniciarse respecto a leyes electorales (por ejemplo, la LEGIPE, la LGPP o las constituciones y códigos
electorales locales) que se consideren incompatibles con la Constitución Federal, con la intención de
que dichas leyes se declaren inconstitucionales. La inconstitucionalidad puede declararse por toda la
ley o solo sobre alguna de sus partes.
La tabla 1 describe quiénes son los sujetos que pueden iniciar acciones de inconstitucionalidad
(CPEUM, artículo 105, fracción II)
La acción de inconstitucionalidad debe presentarse dentro de los 30 días naturales, contados a partir
del día siguiente a la fecha en que la ley o el tratado internacional que se impugnen sean publicados
en el Diario Oficial de la Federación o en el periódico oficial local (CPEUM, artículo 105, fracción II;
LRCPEUM, artículo 60).
Tratándose de leyes electorales, la SCJN podrá solicitar la opinión del TEPJF, antes de emitir sentencia
(LRCPEUM, artículo 68.2). Contra las sentencias que dicten sobreseimiento o improcedencia de la
acción, procede el recurso de reclamación ante la misma Corte, el que se deberá interponer dentro de
los tres días siguientes a la emisión de la sentencia (LRCPEUM, artículo 70).
Las sentencias emitidas con motivo de las acciones de inconstitucionalidad tienen efectos generales.
Es decir, en caso de que se declare la inconstitucionalidad de alguna disposición legal o de una ley
completa, esta dejará de formar parte del sistema jurídico y no podrá aplicarse por ningún motivo. El
papel de la SCJN es, por lo tanto, el de ejercer un control de constitucionalidad en materia electoral,
lo que implica que puede declarar la invalidez de una norma que fue controvertida mediante una
acción de inconstitucionalidad, precisamente por estimarla contraria a la Carta Magna.
Candidaturas independientes
1. Los partidos políticos y los candidatos independientes son figuras jurídicas distintas
(AI 32/2014 y su acumulada 33/2014; 40/2014 y sus acumuladas 64/2014 y 80/2014; 42/2014 y
sus acumuladas 55/2014, 61/2014 y 71/2014).
2. Es constitucional la distribución diferenciada de prerrogativas entre los partidos políticos y los
candidatos independientes (AI 38/2014 y sus acumuladas 912014, 92/2014 y 93/2014).
3. Los estados se encuentran facultados para legislar en torno a las bases y requisitos para
solicitar el registro como candidatos independientes, tarea en la que gozan de una importante
libertad configurativa (AI 32/2014 y su acumulada 33/2014; 40/2014 y sus acumuladas 64/2014
y 80/2014; 43/2014 y sus acumuladas 47/2014, 48/2014 y 57/2014).
Libertad de expresión
1. Los medios de comunicación nacional y local pueden organizar debates con la participación de
al menos dos candidatos (AI 22/2014 y sus acumuladas 26/2014, 28/2014 y 30/2014).
2. Es constitucional prohibir la utilización de los actos públicos de expresión de la libertad
religiosa con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política (AI 50/2014).
3. La prohibición de la censura no significa que la libertad de expresión no tenga límites o que el
legislador no esté legitimado para emitir normas sobre el modo de su ejercicio. Lo anterior
significa que estos límites no pueden hacerse valer mediante un mecanismo por el cual una
autoridad excluya sin más la entrada de un determinado mensaje al debate público por estar
en desacuerdo con su contenido, sino a través de la atribución de responsabilidades ̶ civiles,
penales, administrativas ̶ posteriores a la difusión del mensaje (AI 38/2014, 91/2014, 92/2014 y
93/2014 acumuladas).
4. Es inconstitucional prohibir los mensajes de propaganda “que denigre a las instituciones y a los
partidos políticos” (AI 35/2014, 74/2014, 76/2014 y 83/2014 acumuladas; 90/2014; 50/2015 y
sus acumuladas 55/2015, 56/2015 y 58/2015; 64/2015, 65/2015, 66/2015, 68/2015 y 70/2015
acumuladas; 67/2015, 72/2015 y 82/2015 acumuladas; 129/2015 y 130/2015, 131/2015,
132/2015, 133/2015 y 137/2015 acumuladas).
Propaganda gubernamental
1. Es constitucional que los servidores públicos hagan uso de los medios de comunicación
durante un período determinado y fuera de proceso electoral para difundir sus informes de
labores anuales (AI 22/2014 y sus acumuladas 26/2014, 28/2014 y 30/2014).
Coaliciones
Paridad de género
1. Es constitucional imponer que las mujeres deben encabezar las listas de candidatos a
diputados por representación proporcional y las planillas de candidatos a regidores de
representación proporcional (AI 35/2014 y sus acumuladas 74/2014, 76/2014 y 83/2014).
2. No se puede establecer excepciones al principio constitucional de paridad de género para la
integración de listas de candidatos (AI 35/2014 y sus acumuladas 74/2014, 76/2014 y
83/2014; 39/2014 y sus acumuladas 44/2014, 54/2014 y 84/2014).
3. Es constitucional la utilización de la lista de “mejores perdedores” para la asignación de
diputaciones de representación proporcional, bajo la interpretación señalada (AI 45/2014 y sus
acumuladas 46/2014, 66/2014, 67/2014, 68/2014, 69/2014 y 75/2014).
Representación proporcional
1. El concepto “votación total emitida” resulta indispensable para poder obtener el porcentaje de
la “votación válida emitida” (AI 22/2014 y sus acumuladas 26/2014, 28/2014 y 30/2014).
2. Los votos que obtengan los candidatos independientes no podrán ser tomados en cuenta para
realizar la asignación por el principio de representación proporcional (AI 65/2014 y su
acumulada 81/2014).
3. Es inconstitucionalidad el procedimiento de asignación de escaños de RP para congresos
locales que establece la asignación directa como la primera etapa (AI 22/2014 y sus
acumuladas 26/2014, 28/2014 y 30/2014).
4. No es obligación de las legislaturas locales adoptar el modelo federal para regular el registro
de candidatos a las regidurías de representación proporcional (AI 32/2014 y su acumulada
33/2014; 38/2014 y sus acumuladas 91/2014, 92/2014 y 93/2014).
5. Son inconstitucionales los porcentajes excesivos para tener derecho a la asignación de
regidurías por el principio de representación proporcional (AI 38/2014 y sus acumuladas
91/2014, 92/2014 y 93/2014).
Voto en el extranjero
1. Las entidades federativas tienen la libertad de regular los alcances del voto de los mexicanos
en el extranjero (AI 22/2014 y sus acumuladas 26/2014, 28/2014 y 30/2014; 35/2014 y sus
acumuladas 74/2014, 76/2014 y 83/2014; 42/2014 y sus acumuladas 55/2014, 61/2014 y
71/2014).
2. Es constitucional la inclusión de la figura de diputado migrante (AI 65/2014 y su acumulada
81/2014).
Finalmente, conviene señalar que para que una norma se declare inconstitucional se requiere de al
menos 8 votos de los ministros de la SCJN (CPEUM, artículo 105).
Las acciones de inconstitucionalidad sirven para resolver la contradicción entre una norma de carácter
general y la Constitución. Cuando se emite una sentencia de inconstitucionalidad, la disposición legal
o ley correspondiente dejará de formar parte del sistema jurídico y no podrá aplicarse por ningún
motivo.
4.4.1 Atribuciones
Para el ejercicio de sus atribuciones, la FEPADE goza de autonomía operativa y técnica, lo que
significa que en su actuación está facultada para integrar y resolver carpetas de investigación en
materia electoral federal, así como para intervenir en los procesos legales y juicios de amparo de su
competencia, con entera independencia de las unidades de la FGR. Es decir, las actuaciones de la
FEPADE no están sujetas a aprobación, revisión o corrección por parte de las unidades centrales de
dicha dependencia, lo cual tiene como propósito garantizar la independencia de sus actos.
Las autoridades de la Federación son competentes para investigar, perseguir y sancionar los delitos
cometidos en los siguientes casos (LGMDE, artículo 21):
Asimismo, en la ley se plantea la facultad de atracción a cargo del Ministerio Público Federal en los
casos en que se actualicen delitos del fuero común que tengan conexidad con delitos federales, o
también cuando el INE ejerza su facultad para la organización de algún proceso electoral local
(LGMDE, artículo 21, fracción IV).
La investigación de los delitos que realiza la Fiscalía se presenta ante un juez penal federal, encargado
de decidir sobre la comisión de los delitos electorales y determinar la pena aplicable, en su caso
(LGMDE, artículo 2; CPF, artículos 51 y 52).
Ejemplos de delitos electorales y sanciones aplicable
La FEPADE es una autoridad penal con competencias en materia electoral, dotada de autonomía
técnica. Es responsable de prevenir, conocer, atender y perseguir delitos electorales federales. Para lo
cual puede integrar y resolver carpetas de investigación sobre posibles infracciones penales ligadas a
la materia electoral federal, así como para intervenir en los procesos legales y juicios de amparo de su
competencia, con entera independencia de las unidades de la FGR
La FEPADE está encabezada por un fiscal especializado que es designado por el Fiscal General de la
República de acuerdo con sus méritos y capacidades para ejercer el cargo, así como con base en el
establecimiento de un perfil específico (LOFGR, artículo 22). A partir de su designación, el Senado
cuenta con 20 días hábiles para objetarla con el apoyo de dos terceras partes de sus miembros
presentes y el Fiscal General debe exponer las razones de su decisión; en los mismos términos se lleva
a cabo la inconformidad ante la posible remoción de la o el titular de la FEPADE (LOFGR, artículo 22).
A nivel local, la nueva reglamentación obliga a las entidades federativas a contar con fiscalías
especializadas en delitos electorales y establecer coordinación con la FEPADE en materia de delitos
electorales (LGMDE, artículos 22 y 24-5).
La FEPADE y las procuradurías y fiscalías de las entidades federativas deben coordinarse, entre otros
aspectos, para (LGMDE, artículo 24):
La FEPADE está encabezada por un fiscal especializado que es designado y removido por el Fiscal
General de la República, aunque ello puede ser objetado por dos terceras partes del Senado en un
periodo de 20 días hábiles. Además, la ley obliga a las entidades federativas a contar con fiscalías
especializadas en delitos electorales y establecer coordinación con la FEPADE en la materia.
En México, la SCJN cuenta con tres mecanismos para ejercer el control concentrado de
constitucionalidad, a saber: el juicio de amparo, las controversias constitucionales y las acciones de
inconstitucionalidad. Sin embargo, entre ellos solo la acción de inconstitucionalidad es procedente en
materia electoral.
Al resolver el caso Radilla Pacheco vs. Estados Unidos Mexicanos, la Corte IDH implícitamente dictó al
Estado mexicano ejercer control de convencionalidad difuso (Nieto 2014, 30). Aunque la SCJN resolvió
el expediente Varios 912/2010 para dar cumplimiento a la sentencia Radilla Pacheco vs. Estados
Unidos Mexicanos, antes de su resolución se publicó una reforma constitucional en materia de
derechos humanos que estableció la obligación de todos los jueces del país de ejercer el control de
convencional difuso. Así, este control fue implementado inicialmente por una reforma constitucional.
El sentido formal implica que la Constitución se refiere a un complejo de normas legislativas que se
distinguen de las ordinarias por un más arduo y solemne proceso formativo. Desde esta óptica, la
Constitución adquiere supremacía desde el método de su configuración.
Para resolver el caso presentado por el partido Cielo, la Corte Constitucional tiene que ejercer el:
El control de convencionalidad implica analizar una ley o una decisión de una autoridad a la luz de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Mientras que la Corte IDH realiza el control
concreto de convencionalidad, los jueces nacionales ejercen el control difuso de convencionalidad.