Kuhn
Kuhn
Kuhn
Según Alexander Bird, profesor de filosofía y medicina en el King’s College de Londres, Kuhn
tenía una visión del desarrollo de las ciencias muy distinta a las teorías de otros filósofos
anteriores. Usualmente, se consideraba que la ciencia añadía, con el tiempo, nuevas verdades
a un conjunto de verdades que se había recopilado previamente. Cada descubrimiento nuevo
se añadía a un corpus de conocimientos anteriores y, solo en algunos casos, estas verdades
anteriores eran corregidas cuando era requerido.
Por el contrario, explica Bird, Kuhn no creía que el desarrollo de la ciencia sigue un patrón
uniforme, sino que envuelve dos procesos o fases distintas: el de ciencia normal y el de ciencia
revolucionaria.
La primera fase se acomoda a nuestras intuiciones usuales de cómo progresa la ciencia. Es
decir, de manera acumulativa. Por otra parte, durante los procesos revolucionarios, buena
parte del corpus de conocimientos científicos puede ser cambiado. Veamos a continuación
cada una de estas fases.
Ahora, como Kuhn explica, los paradigmas ganan su estatus porque son mejores que otros
marcos teóricos para resolver problemas científicos. Sin embargo, ser mejor en resolver
problemas no implica necesariamente poder resolver todos los problemas.
Muchas veces, los paradigmas científicos son incapaces de resolver algunos problemas. A estos
problemas sin aparente resolución, Kuhn los llama anomalías. Según Gijsbers, las disciplinas
científicas siempre tienen anomalías; es decir, cosas que los científicos no saben cómo explicar.
Sin embargo, se asume que en algún momento del futuro estas se podrán explicar desde el
propio paradigma. A veces, esto sucede.
Sin embargo, otras veces las anomalías no pueden ser explicadas. De esta manera, Gijsbers
explica que cuando el número de anomalías crece y estas no pueden ser resueltas, los
científicos empiezan a dudar del paradigma en el que están inscritos.
En este contexto, los científicos empezarán a buscar un nuevo paradigma que les permita
responder a estas anomalías. Esta búsqueda constituye el inicio de una revolución científica.
Si los científicos encuentran un paradigma nuevo que pueda resolver las anomalías y, además,
explique buena parte de los fenómenos explicados por el paradigma pasado, entonces podría
haber un cambio de paradigma. Para que se dé este cambio habrá un debate entre los
profesionales de la disciplina, en el que pueden involucrarse muchos factores como, incluso, la
nacionalidad de quien proponga el nuevo paradigma.
Finalmente, si se adopta el nuevo paradigma, entonces este pasará a tomarse como
verdadero. Los estudiantes ya no aprenderán el paradigma pasado, sino el nuevo y este
marcará la forma en que los problemas serán explicados y qué problemas serán investigados.
Kuhn no creía que la ciencia progresara de manera acumulativa. Si bien en los periodos
normales de ciencia sí hay acumulación de conocimiento, cuando hay un cambio de paradigma
parte de lo que se consideraba conocimiento se toma como equivocado.
Por ejemplo, con respecto al cambio de la física de Newton a la de Einstein, Kuhn sostiene que
“solo puede aceptarse la teoría de Einstein reconociendo que la de Newton estaba
equivocada”. Esto sucede no solo porque las ecuaciones de Einstein son distintas a las de
Newton, sino que incluso cambian los conceptos y con ello la forma de ver el universo.
Para Newton, por ejemplo, la gravedad era una fuerza. Por el contrario, para Einstein la
gravedad es una distorsión del espacio-tiempo. Por otro lado, para Newton, la masa de un
cuerpo se conserva, mientras que para Einstein esta puede variar.
De esta manera, cuando hay una revolución científica, no añadimos un ladrillo más al edificio
del conocimiento, sino que tumbamos una buena parte de este y lo reemplazamos por un
modelo nuevo.