Esporotricosisres
Esporotricosisres
Esporotricosisres
En miembros inferiores se puede identificar una variedad micetomatoide, que se origina sobre
todo por múltiples inoculaciones que dan origen a varios "cordones nodulares" los cuales,
además, se ven afectados por infecciones agregadas. En los cuadros muy crónicos es posible
que se presenten fenómenos de linfoestasia, dando paso a fibrosis y aumento de volumen
(elefantiasis).
● Esporotricosis cutánea-fija
Es una forma crónica que aparece en promedio en 25% de los casos, pero en algunos países,
como Japón o Costa Rica, se registra hasta en 60%; es una entidad que no tiende a la
diseminación; se forma del mismo chancro esporotricósico, dando paso a una lesión única,
vegetante o verrugosa, de bordes bien definidos, con un halo eritematovioláceo alrededor,
cubierta con escamas y costras melicéricas, por lo general asintomática. Esta forma es tan
limitada porque el paciente cursa con una buena respuesta inmune; por tanto, tiene gran
tendencia a la curación espontánea.
● Esporotricosis cutánea- superficial
Es la forma cutánea más rara; para algunos es una variante de la fija y la denominan superficial
dermoepidérmica o escrofulosa; está constituida por placas eritemato-escamosas, violáceas y
pruriginosas; se presenta casi siempre en la cara; sin embargo, se ha observado que la placa en
realidad no se mantiene fija, sino que avanza con lentitud sin afectar los vasos y ganglios
linfáticos, y a pesar de lo superficial de las lesiones, la mayor parte de los casos son de
pacientes inmunológicamente hipoérgicos o anérgicos, contrario a los fijos, que tienen buena
respuesta al antígeno intradérmico.
● Esporotricosis cutánea-hematógena
Llamada también cutánea-diseminada, es una entidad rara (1-2%) que hace pensar que el agente
etiológico actúa como oportunista, porque siempre viene asociada con un estado. anérgico, ya
sea por alguna enfermedad o proceso que abate la inmunidad celular; los más frecuentes son:
diabetes, linfomas, embarazo, VIH-SIDA, tratamiento con corticosteroides sistémicos y
alcoholismo crónico, entre otros.
Toda la morfología descrita con anterioridad, como lesiones nodo-gomosas, úlceras y placas
verrugosas, se puede localizar en cualquier parte de la piel, incluso en mucosas (boca, faringe,
glande). Sin duda este tipo es el que tiene más tendencia a diseminarse a huesos y
articulaciones, sobre todo en codos y rodillas, así como a otros órganos, incluso sistema
nervioso central (SNC); esta variedad no tiende a la curación y tiene por lo general mal
pronóstico. En algunos casos extraordinarios se presenta con fungemia, casi siempre letal.
● Esporotricosis pulmonar
Se considera una entidad rara; se sabe de poco más de 100 casos reportados en la literatura
mundial, aunque podría ser más frecuente de acuerdo con estudios de reactores positivos a la
intradermorreacción en lugares endémicos. La mayor parte de los casos pulmonares son
primarios y provienen siempre de esas zonas; los casos secundarios son muy raros.
La esporotricosis pulmonar se puede dividir en dos tipos: el más común es el crónico, en cuyo
caso la mayoría de los pacientes son asintomáticos (98%); se presenta de manera autolimitada
con zonas cavitarias muy similares a la tuberculosis. Los casos sintomáticos cursan como una
neumonía, con tos discreta y escasa expectoración. A los rayos X se muestran áreas de
condensación, o bien infiltrados de tipo miliar. El segundo tipo es agudo y progresivo; involucra
ganglios linfáticos hiliares, en especial los traqueobronquiales; pueden presentarse adenopatías
masivas que causan obstrucción de los bronquios. La sintomatología es variada y por lo general
viene acompañada de gran pérdida de peso, tos con abundante expectoración, disnea y fatiga. A
los rayos X se observan adenopatías hiliares y en raras ocasiones ensanchamiento mediastinal.
En ambos casos, sobre todo en pacientes inmunosuprimidos, la diseminación a otros órganos
es frecuente.
5.-Comparación de las variantes en las que se puede presentar la enfermedad (esto en caso de
que la enfermedad presente diversas modalidades o variantes).
Forma fija:
● Predomina en mujeres y niños sensibilizados.
● Se localiza en el sitio de inoculación, aparece sobre todo en cara, cuello y tronco; se
caracteriza por una placa infiltrada eritematosa, de forma semilunar, verrugosa o
ulcerada, que es indolora.
● inicia como pápula o pústula y posteriormente se forma un nódulo subcutáneo que luego
se reblandece, se vuelve gomoso, se ulcera y secreta contenido purulento = 1 o pocas
lesiones cerca del sitio de inoculación (las cuales pueden ser ulcerativas, bordes
eritematosos o tener aspecto vegetativo, verrugoso, tipo placa infiltrada y sin
participación de las vías linfaticas)
● Resistencia al tratamiento o curación de forma espontánea.
Mucocutánea:
● Puede afectar boca, faringe, cuerdas vocales y nariz, incluso los senos etmoidales. Las
lesiones son granulomatosas, vegetantes o ulceradas y dolorosas. Tal vez sea una
variedad de formas diseminadas.
Diseminada:
● Cutánea: afecta varias regiones del tegumento, pero no hay alteración sistémica, y la
respuesta al tratamiento convencional es adecuada.
● Sistémica: Infección oportunista grave.
○ Ocurre en pacientes con alguna inmunodeficiencia (puede ser mortal) y en aquellos
que reciben tratamiento con cortisona, así como en diabéticos y alcohólicos.
○ Se acompaña de fiebre, dolor, mal estado general y reducción de peso.
○ Se ha presentado afección del SNC, aparato genitourinario (testículo), tubo digestivo,
hígado, bazo, páncreas, miocardio, senos paranasales, riñones y tiroides.
Diagnóstico diferencial
Diagnóstico de laboratorio
Estudio micológico: A partir de muestras clínicas como lesiones cutáneas, esputo,
pus, sangre.
Cultivos: Son el mejor método para establecer el diagnóstico. Se realizan a partir del
material obtenido del exudado de las lesiones, escamas, fragmentos de tejido o
esputo.
Medios: Sabouraud incubados a 28°C. Las colonias aparecen en un tiempo
promedio de 5-8 días. Se presentan limitadas, de aspecto membranoso, radiadas y
de color blanquecino.
Histopatológico: Se observa una escasa presencia de estructuras levaduriformes en
el tejido.
❖ Tratamiento.
Es importante hacer énfasis en que el tratamiento de la esporotricosis sigue siendo
empírico. La mayoría de las veces se inicia sin el conocimiento de las
susceptibilidades de las cepas aisladas. Los tratamientos más empleados son los
siguientes:
*Bibliografía.
● Bonifaz, A. (2010). MICOLOGÍA MÉDICA BÁSICA. Mc Graw Hill.
● Cardona, J. A. (20021). Medicina Trópical: Aspectos básicos para el abordaje
de un problema socioambiental. Manizales: Editorial Universidad de Caldas.
● Lorens, X. S. (2017). Infectología Práctica Para el Pediatra. Bogotá:
DISTRIBUNA.
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