TEMA 2 Arquitectura
TEMA 2 Arquitectura
TEMA 2 Arquitectura
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1.- La arquitectura.
Son diversas piezas encargadas del armazón, forma y calidad estética de un edificio; piezas
íntimamente trabadas entre sí hasta su perfecta unidad dentro del conjunto, que se consigue por fusión
completa de los elementos o contrastando unos con otros, con entidad y valor propio. El espacio así
limitado acusa formas externas e internas. Hay unos elementos arquitectónicos encargados de separar
el volumen del ambiente que lo rodea, y otros internos de separación de plantas, de distribución, de
sustentación, definidores de su aspecto y función interiores. Existen, por fin, otros de relación interna
y externa: puertas y ventanas, así como los expresivos determinados por todos los anteriores,
ordenados, valorados y acentuados por la decoración y ornamentación.
1. Estructuras.
Los elementos fundamentales son las estructuras (división y orden de las partes de un edificio); de su
forma y empleo, según su propia índole y el sentido estético dominante, nacerán los estilos. Las
formas primarias derivan de las cabañas, transformadas en piedra en las tumbas para darles
perpetuidad, y que, desde su comienzo en el Neolítico, adoptan dos sistemas únicos estructurales:
dintel (traducción de la cabaña con maderos hincados en el suelo y otros horizontales en ellos
apoyados) y bóveda, falsa bóveda en realidad, inspirada también en la cabaña de palos hincados en
una circunferencia trazada en el suelo y atados por sus otros extremos. Formas ambas llegadas hasta
nuestros días y desarrolladas a lo largo de los tiempos. Las adinteladas de planta simple (rectángulos
combinados) dan lugar a formas elementales prismáticas cerradas por muros o abiertas en pórtico en
todo el Mediterráneo (Egipto, Siria, mar Egeo). Donde abunda la piedra adquieren carácter
monumental: Egipto, Grecia. Las bóvedas son, por el contrario, de países que carecen de piedras de
grandes tamaños y maderas largas y resistentes. El único modo de salvar un vano largo es por medio
de un arco, que por su forma caracterizará los diversos estilos. Si éste se mueve paralelamente a sí
mismo dará lugar a la bóveda de cañón girando sobre su eje vertical originará la cúpula. La limitación
de la superficie disponible impone los pisos superpuestos, conocidos desde el Imperio antiguo egipcio,
los cuales suponen la creación de otros elementos arquitectónicos nuevos: el entramado, resistente,
horizontal y la escalera, los dos subsistentes en todo edificio de varias plantas. Cualquiera que sea el
material empleado en el entramado horizontal (madera, losas de piedra sobre arcos, bóvedas planas,
hierro laminado, hormigón armado), siempre dará un suelo plano de mayor o menor superficie, según
la resistencia tolerada sin deformaciones, pero invariable de forma. Por el contrario, la escalera tiene
tres maneras esenciales: tiro recto, ida y vuelta y caracol (que ya se daban en Egipto), utilizadas todas,
incluso su forma monumental, en los diferentes estilos y periodos hasta las inmensas y teatrales del
Renacimiento y del barroco.
de ser de pura estilización y embellecimiento. Del poste de madera o piedra pasan los propios egipcios
a la columna y los griegos le dan forma definitiva afinándola y perfeccionándola, tanto en el orden
dórico como en el jónico; los romanos aplican sus proporciones inmutables en sus tres elementos
arquitectónicos: pedestal, columna (basa, fuste, capitel) y entablamento (arquitrabe, friso, cornisa).
Las columnas y dinteles como tales sólo variarán en detalles en las etapas clásicas o renacentistas.
Variantes accidentales de la columna son: la estípite, pilastra en forma de pirámide truncada con la
base menor hacia abajo, al contrario de lo que era normal desde tiempos egipcios; la cariátide,
sustitución del fuste de la columna por una estatua de mujer o de hombre (Grecia); figuras adosadas a
los fustes: esta modalidad se da en dos regiones apartadas en tiempo y lugar: Egipto y el románico
europeo.
XV (Arroyo de la Luz en Cáceres; Segovia, donde se continúan conservando los primitivos del
Alcázar en la torre del homenaje, de Juan Guas, s. XV) y también en Italia. Otro tema decorativo de
muros lo proporcionan las inscripciones. No todos los tipos son aptos para cubrir grandes zonas,
siendo los de mayor efecto decorativo los jeroglíficos egipcios y las inscripciones árabes, aunque
también se emplea este tipo de decoración en la Roma clásica y en el Renacimiento y épocas
posteriores, sobre todo en obras de carácter conmemorativo. Otra forma de decoración la
proporcionan los chapados o placados de mármoles de colores (Roma, románico y gótico toscano), así
como también de piedras de coloración diversa, bien por hiladas y dovelas de arcos de color alterno, al
modo bizantino, o mosaico esquemático, a: la romana, empleado igualmente con las rocas volcánicas
de Francia (San Juan de Poitiers, Vezelay), llegando hasta Rumania.
5. Plantas y cubiertas.
Por la estructura y consecuencias de la planta sobre la cubierta, se distinguen en plantas axiales, de
origen adinteladas (aunque después hayan de ir cubiertas por bóvedas), cuya procedencia se remonta a
los templos egipcios, con plano cuadriculado para los postes, pilares o columnas, y los
originariamente de cúpula. En ambos casos tendremos en consideración la no exigencia de la cubierta,
por clima seco o templado, y la cubierta externa (tejado, empizarrado, enlosado, de gran pendiente
motivada por la lluvia y la nieve), porque su importancia es tal, que alcanza rasgos dominantes en
aspecto, formas y carácter. Con todas estas premisas se trazó el cuadro de la fig. 7: iniciado por la
planta cuadrada, originaria de un cubo, con o sin cubierta destacada, en contraste con un cilindro de
cubierta empinada (cubos de fortaleza); las dos bóvedas iniciales: cúpula y cañón, sin tejado protector;
el tejado sobre un rectángulo y las formas simples características de Grecia y Roma (poco expresivas,
por la no representación del pórtico). Le sigue un cubo con exedras en las cuatro caras y cúpula,
esquema de lo bizantino, en oposición a las trazas rectangulares anteriores. Después está la planta
basilical romana, que multiplica los ábsides, con o sin crucero; perdurará durante todo el románico, y
dará lugar a los dos tipos esenciales de catedral gótica, francés e inglés, con la variante de la simbólica
instalación de torres.
La casa romana (atrio, peristilo y torre de vistas) es una estructura homogénea de los tipos basilicales.
Una planta compleja típica es el monasterio de El Escorial (v.), de traza reflejada en la cubierta, que
resulta, en consecuencia, tan llena de accidentes como la planta. La planta de las termas de Caracalla
es también un buen ejemplo de traza complicada, en oposición a las simples salas o trazados
basilicales. En éstos es único el eje de composición; en las termas los ejes son dos, perpendiculares; y
así podríamos continuar en las disposiciones radiales, ramificadas, etc., de las plantas, innumerables
por sus diversos destinos, estructuras y disposiciones. Así en teatros, dominará la sala (también el
escenario, si está dispuesto para tramoya compleja); en una biblioteca, la sala de lectura sobre los
almacenes de libros y oficinas, etc. Pero el final será consecuencia de la suma y buena disposición de
los diversos locales. Como claros ejemplos de planta simple y compleja, pero impuesto el tema
obligado de la cúpula, tenemos la fig. 9, que inicia una cúpula simple de solución, ya no romana, sino
románica (San Pedro de Cervera), y la 10, de anillo (Vera Cruz, de Segovia), emparejados a las
bizantinas sobre planta cuadrada reiteradas a partir de los s. I-XX, primero simples (con o sin naves
laterales) y luego complejas por suma de elementos arquitectónicos iguales. Otro tipo es el de cúpula
central combinada con exedras e inscrita en un cuadrado. Según los respectivos tamaños de cúpula y
exedras en los últimos casos se traducirán en cubierta según elementos dominantes o serán también
allí meras sumas accidentales de elementos arquitectónicos semejantes. Como elemento persistente
alcanza máxima importancia el nicho, la exedra de los romanos, al fondo de una sala de recepción
(basílicas y termas) o incluso aislado, como símbolo de la grandeza imperial (Adriano, en el llamado
estadio de Domiciano). Al fondo de las basílicas persiste como ábside en todo el arte cristiano y es
característico del templo interna y exteriormente. La cubierta en terraza, en su forma primaria de
maderos, consta de una estera y encima tierra bien apisonada (de ahí su nombre); las modernas poseen
cámara de aire, aislantes, etc., pero con el mismo nivel de remate horizontal. El tejado de mármol
frecuente entre los griegos, losa de piedra de teja plana o curva (árabe), tiene siempre poca pendiente e
influye poco en los elementos de planta. Por el contrario la cubierta de gran pendiente (nórdica), tiene
que adaptarse a todos los accidentes de la planta, dándoles un relieve de gran expresión. Pueden ser
vistas en el interior las armaduras, dando las normas elementales de techo plano (llamado en español
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alfarje), que puede ir enriquecido con casetones, tallas, pinturas, dorados, etc. El artesonado (v.),
típicamente musulmán y mudéjar, con faldón y nudo, en general muy decorado, aparece en horizontal
siempre, a diferencia de las armaduras francesas típicas, pensadas en principio para no ser vistas.
Cuando se ven, quedan revestidas de tablas, como bóvedas de madera, con los tirantes y piezas
verticales aparentes. Los países sin madera larga y con roble abundante, han de utilizar al máximo las
piezas curvas, ya en combinaciones graciosas (cottages ingleses) o monumentales (gran sala de
Westminster). Otros modos de cubrir, la mansarda francesa, p. ej., son típicos de países o estilos
demasiado precisos para su inclusión en este lugar.
En traza han ido apareciendo ya las bóvedas fundamentales, incluso en sus particularidades (cañón,
fig. 3, arista, cúpula con y sin tambor), quedando por analizar la de mayor complejidad: la de crucería.
La fig. 12 indica el esquema de conjunto, con sus bóvedas armadas de nervios, grandes ventanales
entre los machones, contrarrestados los empujes por los arbotantes (detallados con su decoración
encima), apoyados a su vez en los estribos, que valen al mismo tiempo de contrafuertes a las naves
bajas. La fig. 13 da el esquema de trazado y la regularización de los espacios entre nervios, que ha de
llenar la plementería apoyada en ellos, según superficies regladas, engendradas por líneas rectas
apoyadas en sucesivos puntos de los nervios curvos. El trazado inicial simple se presta mucho a toda
clase de complicaciones, ordenadas en la figura según líneas horizontales. En la primera, tras el
trazado simple va el de terceletes (nervios que parten de los ángulos) y ligaduras (nervios que parten
del centro), multiplicando su número las otras dos. La segunda es la serie alemana (sin nervios
diagonales) hasta las de retícula. Van en la tercera las estrelladas, de nervios rectos y curvos. Y en la
última las de terceletes y su consecuencia en las inglesas «de trompa», o de abanico.
Bóvedas y cubiertas modernas. Las técnicas de acero laminado, y, sobre todo, de hormigón, al crear
bóvedas y unirlas a impermeabilizantes o forros adaptados a su forma y sin protección auxiliar, crean
otros elementos no sometidos a las reglas precisas de cargas y empujes de las arquitecturas históricas,
que determinan nuevos aspectos, indicados en esquemas y en los expresivos croquis de Mendelshon,
de bóvedas plegadas, colgadas, laminares, de gran novedad y posibilidades tanto técnicas como
estéticas (fig. 14).
6. Puertas y ventanas.
El problema técnico viene dado por la resistencia del dintel, cargado por el triángulo equilátero del
muro superior (fig. 15). La solución es la descarga, dejando el hueco (relleno con una piedra en
Micenas). Multiplicando dinteles (gran pirámide de Keops) o con la general del dintel o arco de
descarga bien oculto (panteón de Roma) o acusado (palacio de Diocleciano en Spalato); elemento
éste, seguido ya sin interrupción y que da lugar a los tímpanos románicos y góticos y a la
puertaventana (catedrales de Burgos y Reims), dejando vacío el espacio sobre el dintel. Componen
ambos elementos arquitectónicos, además de los dichos, las jambas (piezas laterales, enterizas o con
despiezo); el umbral en el suelo de la puerta y la peana o alféizar de la ventana. La puerta, dintel o
arco es elemento capital en todos los estilos y a ellos corresponden sus particularidades. Lo mismo
sucede con las ventanas, que han de cerrarse con carpintería o cristal y dar lugar a las ventanas
partidas por maineles, llenos sus arcos de tracerías en el gótico y de ricos cierres de madera en todos
los palacios. Se dan algunas soluciones parciales de acortar el dintel en la Edad del Bronce; en
tiempos medievales aparecen las ménsulas bajo el dintel.
7. Torres y cimborrios.
Son también elementos arquitectónicos de gran carácter. Las torres para campanas (iglesias, torres de
reloj) o para llamar a la oración con la voz (alminares), van unidas a la dignidad del templo. En otros
casos son como emblemas de dominio (municipios flamencos e italianos), de señorío (torres fuertes de
casas aisladas), de fortaleza (torreones y torre del homenaje de los castillos), siempre gran elemento
de expresión, nacido por lo menos desde Rávena, para las iglesias (s. VI) y anterior en mucho
flanqueando las puertas asirias (s. IX a. C.), con otro elemento, puertas entre torres, continuado en las
de ingreso a las ciudades y castillos hasta el s. XVI. Unidas las torres al cimborrio (cuerpo cilíndrico
que sirve de base a la cúpula), caracterizaron el templo cristiano desde la dominación visigoda (textos
de Mérida y Córdoba, restos de cimborrio en San Pedro de la Nave, Quintanilla de las Viñas y casi
completo en Santa Comba de Bande) y sin interrupción por tanto en templos románicos, góticos (las
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flechas o agujas en éstos acentúan más su importancia), renacentistas o barrocos (también exaltado su
remate de manera prodigiosa: Compostela, Santa María la Redonda en Logroño; iglesia de
Montserrat, en Madrid; Giralda de Sevilla, sobre un alminar del s. XII). La decoración interna, como
el resto de las formas privativas de cada estilo, se hallarán en éstos (V. ROMÁNICO, ARTE;
GÓTICO, ARTE; RENACIMIENTO V; etc.).
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ARQUITECTURA
(Creación de espacios internos, abiertos o cerrados, para habitación, con finalidad conmemorativa,
como espacio religioso, como necrópolis, etc.)
1.- MATERIALES.
Principales materiales:
Barro: cocido, en paralelepípedos, se denomina ladrillo. Secado al sol, mezclado con paja, adobe.
Apelmazado para formar el muro, tapial.
Madera: En los medios geográficos donde abunda y en las arquitecturas primitivas. Ma¬terial
fundamental para las cubiertas no abovedadas.
Piedra: Fundamental en la arquitectura monumental. Se utiliza preferentemente grani¬to, areniscas o
calizas. Como material de lujo se emplea el mármol.
Otros: Desde el siglo XIX: Hierro, hormigón, vidrio, plástico...
a). El soporte. Puede ser continuo: el muro, o discontinuo: pilar, pilastra, pie derecho, columna,
ménsulas, contrafuertes, arbotantes.
seguir la normativa de un orden. La columna es el soporte de sección circular que sigue la normativa
de un orden. Está compuesto de basa (a veces no), fuste y capitel. El fuste puede ser liso o decorado.
El capitel está compuesto de molduras y otros elementos decorativos que establecen, según sus formas
y dimensiones, los órdenes. Sobre éste descansa el arquitrabe o se apoya el pie de un arco.
Pie derecho, es el soporte de madera sobre el que se coloca un madero corto denominado zapata.
La ménsula, es él elemento que, sobresaliendo del muro, soporta los empujes o el peso de otro en el
voladizo. Si se encuentra en los aleros o cornisas se llama modillón.
También como elementos de soporte están el contrafuerte o estribo, adosado al muro para reforzarlo o
contrarrestar los empujes de una bóveda, y como parte de este sistema el arbotante transmite al
contrafuerte el empuje (gótico).
b).- La cubierta. Es el elemento sustentado del edificio. Según utilice el plano o la curva recibe el
nombre de adintelada o bóveda.
1- El dintel y la armadura: El dintel es el elemento de madera, piedra u otro material que apoyado
sobre soportes cubre un vano. La cubierta que utiliza planos o rectas se denomina adintelada o
arquitrabada. El entablamento es la parte superior sustentada de un edificio y se compone de
arquitrabe, friso y cornisa.
La cubierta de armadura, consiste en un conjunto de piezas de madera o metal que unidas sostienen la
cubierta o techumbre del edificio. Puede ser de par e hilera o parhilera, formándose por los pares
(maderos dispuestos con la inclinación del tejado para formar la pendiente del mismo) y las hileras
(piezas horizontales que a modo de lomo sirven para unir los cuchillos, triángulos formados por dos
pares y un tirante). Para evitar la inflexión de los pares se dispone en la parte central de éstos una
pequeña viga denominada nudillo dando lugar a la armadura de par y nudillo.
Desde el exterior la cubierta puede ser a dos o cuatro vertientes (aguas), en choza, en dientes de sierra,
plana, poligonal...
2.- El arco y las cubiertas que origina: Un arco es la cubierta curva. Tiene la ventaja de poder cubrir
vanos de gran anchura con materiales de pequeño tamaño. Se compone de piezas llamadas dovelas. A
la superficie de apoyo de los puntos de arranque se les denomina impostas. El salmer es la primera
dovela que inicia el arranque del arco. La clave es la dovela situada en el centro de los empujes de un
arco. La contraclave son las dovelas tangenciales a la clave. La superficie interna es el intradós, la
externa el extradós o trasdós. El grosor del arco es la rosca. La luz del arco es la distancia horizontal
entre sus apoyos. La flecha la altura desde la línea de arranque a la clave. Los elementos verticales que
a manera de pilar sostienen un.. arco se denomina jambas.
Tipos de arco:
- Arco de un solo centro: arco de medio punto, trazado por media circunferencia, su flecha es igual a
su semiluz. Arco peraltado con más altura que la mitad de su luz. Rebajado con menos altura que la
mitad de su luz. Entre los primeros se halla el de herradura y entre los segundos el escarzano.
- Arcos de varios centros: De dos centros es el apuntado. De tres el carpanel, con dos de ellos en la
línea de las impostas, y otro por debajo de ellas. En el mixtilíneo los sectores curvilíneos alternan con
los rectos. El tranquil o rampante tiene sus salmeres a distinta altura y dos centros.
Otros tipos derivados de los anteriores son el esviajado, con sus apoyos dispuestos oblicuamente con
respecto a su planta, el lobulado, conopial, apuntado con tracería, etc...
Existen también falsos arcos que en realidad son dinteles y que hacen avanzar progresivamente los
sillares hasta unirlos en la parte superior.
La bóveda: Es la obra de fábrica o estructura en general que cubre de forma arqueada un espacio, bien
entre muros, pilares o columnas. Suele estar construida de sillares expresamente labrados en forma de
cuñas, también de ladrillo, valiéndose de una cimbra o cercha (armazón provisional de madera) para
montarla.
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Tipos de bóveda:
- El movimiento de un arco de medio punto sobre dos muros paralelos origina la bóveda de cañón o
medio cañón. Las diversas formas del arco generador producen bóvedas de cañón peraltadas,
apuntadas, etc.
- El movimiento del arco de medio punto sobre sí mismo origina la bóveda semiesférica o de media
naranja, sostenida por un muro circular.
- Cuando la media naranja, al cubrir un espacio cuadrado, es cortada perpendicularmente por la
proyección de los planos que constituyen las cuatro caras de su base, recibe el nombre de vaída.
- La de cuarto de cañón está generada por un ángulo recto y es la mitad de la de cañón.
- La de cuarto de esfera, también llamada de cascarón o de horno, describe un cuarto de esfera y se
emplea generalmente para cubrir espacios absidiales.
Como elementos ornamentales son importantes las molduras. Además pueden usarse para unir dos
miembros. Producen efectos de claroscuros sobre las superficies.
-Cóncavas: La que es contraria al toro se denomina media caña. La prolongación de uno de los lados
de la media caña origina la escocia. Puede ir entre dos toros. El caveto o nacela es la contraria al
cuarto de bocel.
-Cóncavo convexas: La gola formada por la unión de cuarto de bocel y caveto. El talón es igual que la
gola pero en ésta, la parte más saliente es el caveto mientras que en la primera es el cuarto de bocel.
Además de estas molduras cada estilo desarrolla otros elementos decorativos propios.
4.- PLANOS
La composición general del edificio se refleja en varios planos: el de su planta, el de sus secciones y el
de sus fachadas.
La planta de un edificio es la representación gráfica a escala de la sección horizontal de dicho edificio
a un determinado nivel. Los tipos más importantes son:
- La central o centrada, desarrollada en torno a un punto en que se cruzan los ejes de simetría.
- La cruciforme, con forma de cruz, ya sea latina o griega.
- La elíptica, con forma de elipse y es propia de la arquitectura Barroca.
- La longitudinal (basilical) se desarrolla en torno a un eje.
La sección es la representación gráfica de los puntos obtenidos por la intersección de un plano con el
edificio. El plano normalmente es vertical, permitiendo apreciar el interior del edificio. Puede ser
longitudinal o transversal y sirve para dar idea de las cubiertas, altura y decoración del interior.
El alzado, es la proyección vertical de una de las fachadas del edificio, en ella no se repre¬senta o
proyecta la perspectiva.
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1º.- LA ZAPATA.
“Madero corto de disposición horizontal colocado sobre un pie derecho, a fin de aumentar el apoyo de
la carrera y disminuir su vuelo".
El pie derecho es un elemento sustentante vertical que suele reforzar una estructura poco segura y,
para que la cubierta tenga mayor sujeción, se puede colocar una zapata que aumenta el apoyo.
3º.- EL ARBOTANTE.
"Arco rampante que transmite los empujes de la bóveda a un contrafuerte, sobre el que se apoya su
arranque inferior. Aparece a fines del S. XII, convirtiéndose en un elemento constructivo fundamental
en la técnica arquitectó-nica gótica".
Aunque el arco es un elemento sustentado que cierra un vano, el arbotante podría considerarse como
elemento intermedio puesto que su misión no es la de servir de cerramiento sino de descargar el peso
de elementos superiores a otros inferiores.