Reporte Proyecto Migración y Covid
Reporte Proyecto Migración y Covid
Reporte Proyecto Migración y Covid
Equipo de investigación
Alma Adriana Lara Ramírez
Diana Rocío Espino Tapia
Francisco González Salazar
Idalia Stephanie Ibarra de la Garza
Irasema Lilian del Bosque Gutiérrez
María Elena Ramos Tovar
Mariana Gabarrot Arenas
Martha Victoria Ríos Infante
Pablo Llaguno Cárdenas
INTRODUCCIÓN 4
DISEÑO METODOLÓGICO 7
1 Human Rights Watch (2020). “México debe liberar a los migrantes detenidos en el contexto de la pandemia”. Disponible en:
https://www.hrw.org/es/news/2020/04/14/mexico-debe-liberar-los-migrantes-detenidos-en-el-contexto-de-la-pandemia
Fotografía por Alma Lara
2 Movimiento Migrante Mesoamericano (2020). “#Alerta: Migrantes en riesgo de contraer Covid19 en las cárceles migratorias”.
Disponible en: https://movimientomigrantemesoamericano.org/2020/04/21/pronunciamiento-ante-el-trato-hacia-las-perso-
nas-migrantes-en-medio-de-la-pandemia-del-covid-19/
4 Asylum Access (2020). Ante los riesgos por COVID-19: Exigimos la libertad inmediata de todas las personas migrantes,
refugia-
das y solicitantes de asilo en detención migratoria. Disponible en: https://asylumaccess.org/ante-los-riesgos-por-el-covid-19-ex-
igimos-la-libertad-inmediata-de-todas-las-personas-migrantes-refugiadas-y-solicitantes-de-asilo-en-detencion-migratoria/
5 Milenio (2020). “En Tamaulipas confirman 16 casos de covid-19 en migrantes”. Disponible en: https://www.milenio.com/po-
litica/comunidad/coronavirus-tamaulipas-confirman-16-casos-covid-19-migrantes
6 Observatorio Colef Migración (2020). “México admite riesgo sanitario por hacinamiento de migrantes”. Disponible en: https://
observatoriocolef.org/noticias/mexico-admite-riesgo-sanitario-por-hacinamiento-de-migrantes/
7 NBC Universal (2020). México admite riesgo sanitario por hacinamiento de migrantes: Autoridades analizan la realidad del
programa de EEUU “Quédate en México”. Disponible en: https://www.telemundochicago.com/noticias/mexico/mexico-
admite-riesgo-sanitario-por-hacinamiento-en-estaciones-migratorias/2081307/
8 Financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) a través de su convocatoria 2020-1 “APOYO PARA
PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA, DESARROLLO TECNOLÓGICO E INNOVACIÓN EN SALUD ANTE LA
CONTINGENCIA
POR COVID-19”.
Enfoque metodológico
Así pues, nos hemos propuesto como principal objetivo describir, explicar y analizar las
visiones de los considerados actores de la gobernanza de la migración en territorio mex-
icano, esto para tratar de ubicarlas en su propia racionalidad de acción y traducirlas a
una visión de conjunto. A partir de allí, pretendemos producir una explicación sistemáti-
ca que contribuya a la toma de decisiones de los propios actores en particular y en su
correlación con otros, aportando a uno de los principios de la gobernanza, que es el de
la cooperación e interacción entre el Estado y los actores no estatales9. En las siguientes
páginas, más específicamente, trataremos de definir las principales problemáticas de-
rivadas de la situación de pandemia que identifican los diferentes grupos de actores
de la gobernanza de la migración, así como analizar las convergencias y divergencias
entre los actores para explorar posibilidades de mejorar su colaboración y sinergia y,
por otra parte, identificar las principales acciones estratégicas que adoptan estos ac-
tores frente a la crisis, procurando definir las buenas prácticas que de ellas se derivan.
Algunas de las preguntas de investigación que esperamos contribuir a responder
con este trabajo son: ¿cómo perciben las nuevas condiciones y circunstancias mi-
gratorias los agentes de la gobernanza migratoria en México?; ¿cómo evalúan éstos
las transformaciones en la situación migratoria?; ¿cómo interpretan la contradicción
lógica entre migración y movilidad en este contexto de limitaciones a la libertad cir-
culación?; ¿en qué sentido piensan que se darán las transformaciones de los patrones
migratorios?; ¿cómo proyectan redireccionar su accionar en estas circunstancias?
Es decir, es fundamental en nuestra propuesta el peso de la mirada subjetiva de los
actores sobre el fenómeno del que también forman parte, lo que nos obliga a plant-
ear un enfoque metodológico de carácter cualitativo. En muchos sentidos (aunque no
en todos), se trata de un estudio sobre las representaciones, percepciones y visiones
de los actores de la gobernanza, de tal manera que el valor empírico y teórico dado
a la perspectiva de los actores se funda en el concepto de teoría subjetiva, concep-
to desarrollado a partir de la teoría de los constructos personales de George Kelly,
“quien establece una analogía entre el teorizar del científico y las explicaciones que
las personas elaboran en su vida cotidiana”10. Así, la recopilación de percepciones,
narrativas, explicaciones y elaboración de teorías subjetivas de los actores consid-
erados durante el trabajo de campo, son analizadas y resignificadas a partir de una
categorización que nos permita agrupar, contrastar y “depurar” dichas perspectivas.
9 Mayntz, R., (2000). “Nuevos desafíos de la teoría de Governance”, en Magazine Instituciones y Desarrollo, n° 7. Cataluña,
Instituto Internacional de Gobernabilidad de Cataluña, revista electrónica.
10 Kelly citado en Catalán, J. (2016) “Hacia la formulación de una teoría general de las teorías subjetivas”. Psicoperspectivas
vol.15 n° 1.
Bajo cada uno de estos bloques temáticos se desplegó una batería de preguntas, la
mayor parte dirigidas a todos los actores entrevistados, aunque algunas de ellas se
reservaron únicamente a informantes de casas de migrantes o a representantes de ór-
ganos de gobierno. Estas entrevistas se realizaron durante el mes de agosto del 2020,
es decir, varios meses después del inicio de la pandemia. Precisamente por esta sit-
uación de emergencia y confinamiento, tuvimos que replantear el formato de entre-
vista y realizarlas exclusivamente a través de videoconferencia (concretamente, con la
plataforma Zoom). Esta situación, que en un principio pudo ser contemplado como una
limitante, resultó más bien un importante facilitador del trabajo de campo, sobre todo
teniendo en cuenta que todos los informantes, dadas sus circunstancias profesionales,
estaban muy habituados a este tipo de comunicaciones. Otra importante ventaja de
esta forma de proceder fue la importante reducción del costo del proyecto que im-
plicó no tener que desplazar a los integrantes del equipo. La desventaja más destacada
de esto fue que tuvimos que renunciar a la herramienta complementaria por excelen-
cia de todo trabajo etnográfico: la observación in situ (ya sea directa o participante).
Mención aparte merece la accesibilidad de los diferentes tipos de actores. En términos
generales la respuesta fue muy positiva, pero la obtención de entrevistas con actores
gubernamentales fue excepcionalmente difícil (cuando no imposible). Más allá del posi-
ble sesgo que esta dificultad implica, creemos que esta resistencia de una parte esencial
del entramado de actores de la gobernanza de la migración es, en sí misma, un hallazgo
preliminar, pues nos habla de un posicionamiento y una actitud generalizada entre los
que tienen responsabilidades políticas y cuyos intereses los confrontan al resto de los
actores. Esto pudo ser corroborado posteriormente, con el análisis de las narrativas
de unos y otros, claramente alineadas desde la trinchera de cada grupo de actores.
Franco, A. C. (2015). La Gouvernance des migrations: de la gestion migratoire à la protection des migrants. OASIS - Observato-
rio de Análisis de Los Sistemas Internacionales, 22, 117–141. https://0-doi-org.biblioteca-ils.tec.mx/10.18601/16577558.n22.06
12 El artículo titulado “La excepción de la excepción. La gobernanza de la migración en tiempos de pandemia”, es otro de
los productos resultantes del proyecto “Transformaciones de la globalización y gestión de la migración. Diagnóstico multidi-
mensional de la situación frente a la pandemia del Covid19”. Actualmente está en proceso de dictamen en la revista Estudios
Fronterizos (Universidad Autónoma de Baja California) para ser integrado en la sección temática del vol. 22, 2021, cuyo dos-
sier abordará el tema: Las fronteras y los impactos de la pandemia de COVID-19.
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Figura 3. Distribución de albergues y órganos de gobierno en el territorio mexicano.
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Fuente: elaboración propia
13Algunos albergues flexibilizan el criterio de los tres-cinco días de acuerdo a una evaluación de la situación de la persona
que demanda una extensión del servicio.
Asimismo, ACNUR es prácticamente la agencia que media todos los recursos de Naciones
Unidas, con el capital político que esto implica. De esta forma, nos encontramos ante un
actor que es la columna vertebral de la organización del refugio y la gestión de la
migración, a través de dos mecanismos principales. El primero es la capacidad de
exigencia a los albergues para que adopten políticas de atención y documentación
específicas. Esto hace que algunos se consideren, como por ejemplo Casa Monarca en
Monterrey “albergues ACNUR” y otros como Tierra Blanca en Veracruz, decidan tomar un
poco de distancia dado que su modelo de atención y perfil de población atendida
(migración en tránsito) diverge del mandato de dicha agencia, desde donde se lee que
algunos actores ven sujetada su decisión y gestión del espacio dependiendo del nivel de
institucionalización de su relación con la agencia. El segundo es la incidencia política con
la COMAR, para la promoción del trámite de refugio entre las poblaciones en condiciones
de movilidad. Es decir, hay un esfuerzo explícito por promover la “sedentarización” a
través del ofrecimiento activo del refugio como posibilidad y la interacción estratégica con
algunas organizaciones que se han volcado a brindar atención a la población solicitante y
refugiada. Por otro lado, si bien estas sinergias han dado paso a ampliar la protección y los
servicios para una persona que inicia un trámite de protección internacional con la
COMAR, detectamos entre los actores una divergencia y tensión entre la jerarquización de
las categorías administrativas (migrantes de tránsito, migrantes económicos, solicitantes
de refugio, refugiados) que genera preocupaciones ante la falta de posibilidades y
vulnerabilidad para las personas que no pueden o buscan esta vía de regularización.
Figura 6. Gobierno
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Finalmente, en la Figura 7 identificamos dos tipos de coordinadores de alber-
gues, a pesar de que tienen la misma dinámica. Por un lado, por la REDODEM y,
por el otro, las instancias oficiales de la Iglesia Católica. Cabe aclarar que las lla-
mamos “oficiales” porque la Secretaría Técnica de la REDODEM depende del
Servicio Jesuita a Migrantes, aunque la red en sí misma es un organismo laico.
Figura 7. Coordinadores
En general, es importante reconocer que las relaciones y sinergias entre los albergues
dependen mucho de su localización y adscripción. Es decir, encontramos que usualmente
hay colaboraciones inmediatas en cuanto a la canalización de migrantes cuando las casas y
gestores se encuentran en la misma ciudad, cuando pertenecen a una misma red (como el
caso de la REDODEM), así como cuando se activan las sinergias entre albergues de
diferentes geografías (sur-norte) de acuerdo a la ruta y situación de la persona migrante.
Relacionado con el análisis de la relación entre los albergues y el ACNUR, si bien algunas
relaciones entre la agencia y los albergues pueden tener instancias de conflicto, estas
tensiones se dan en el marco de la cooperación y de las constantes negociaciones entre los
administradores de las casas -abogando por un modelo de atención más allá del refugio- y
los trabajadores humanitarios del Alto Comisionado, como se verá más adelante.
Por otro lado, debemos señalar que, en términos de gobierno, hay sinergias importantes
entre los consulados y los albergues (como es el caso del Consulado de El Salvador en
Monterrey), pero no entre estos últimos y el INM. También algunas Casas del Migrante
resaltan buenas prácticas en donde fluyen las interacciones entre personas de un
albergue y funcionarios de una determinada instancia, a pesar de que las relaciones
institucionales con gobierno suelen ser mucho más tensas y complicadas, tema en el que se
profundizará en los siguientes apartados. Las dinámicas sintetizadas en esta sección se
replican en con textos de pandemia, dado que la tendencia ha sido reforzar los canales de
cooperación existentes más que diversificarlos. Estas especificidades se discuten a
continuación.
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Fotografía por Victoria Ríos Infante
Esta labor incluyó también el tema de la provisión de alimentos. Sobre todo, para el
caso de los albergues de corredor que ya atendían a poblaciones establecidas en las
ciudades, la pandemia significó un aumento en el desempleo y por lo tanto una dis-
minución de ingresos en los hogares, lo cual derivó en una situación extraordinaria
por la necesidad de proveer un mayor número de despensas. También en el caso de
las organizaciones gestoras, es notable la adaptación del Proyecto Casa Refugiados y
del Centro de Derechos Humanos Fray Matías que ante el cierre de oficinas abrieron
líneas de atención telefónica, mismas que han tenido una demanda importante.
Destaca la coordinación entre los albergues y Médicos Sin Fronteras, misma que ha
sido fundamental para la detección de casos de COVID y la gestión de la atención a
los enfermos. Si bien esto se discutirá con mayor profundidad en la cuarta parte del
reporte, dedicada exclusivamente a la problemática sanitaria, quisiéramos destacar
aquí la importancia de las redes locales de apoyo y las buenas prácticas entre actores.
Estas implican distintos tipos de relación con jurisdicciones sanitarias del gobierno
federal, así como con hospitales y laboratorios universitarios. De tal forma, la reali-
dad varía mucho de una ciudad a otra.
Este dinamismo de los albergues contrasta con las inercias de los actores de gobier-
no en donde los mecanismos de respuesta y trámite siguen siendo los mismos. Si
bien los consulados han visto un aumento en la demanda de atención de ayuda de-
bido al cierre de fronteras en Centroamérica, los recursos y la mecánica del personal
diplomático no ha sufrido cambios. Asimismo, la Unidad de Política Migratoria (UPM)
se han enfocado en sus mismas labores de asesoría y diagnóstico, adaptándolas al
análisis de la migración en situación de pandemia, mediante la búsqueda y sistema-
tización de información secundaria. Lo anterior contrasta con el trabajo realizado por
COMAR -organismo que sí tiene una atención directa a población solicitante de refugio
y refugiada- a diferencia de la UPM; la Comisión ha mantenido la recepción de so-
licitudes y atención, si bien principalmente vía telefónica y correo electrónico, aunque
en un marco de suspensión de plazos indefinido. De igual forma, los organismos de
coordinación continúan su labor, ahora utilizando plataformas virtuales de reunión.
La siguiente sección presenta una breve ficha de cada actor, en donde se discuten a
detalle las particularidades de su perfil, de las acciones que adoptó durante la pan-
demia y de su relación con los otros actores de la gobernanza. Los hemos organi-
zado de la misma forma que el mapa de actores presentado en nuestra discusión ini-
cial. Al final, la figura 5 presenta el mapa general de los actores de la gobernanza.
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RELACIÓN CON OTROS ACTORES
Tienen relación con agencias internacionales para la entrega de apoyo directo a perso-
nas (económico) y compra de comida.
El albergue se funda a principios de los ochenta a instancia del obispo que pide a
los scalabrinianos que vengan a atender el tema migratorio, inicia como un alber-
gue para braceros y jornaleros agrícolas. Está organizado en 6 áreas: psicología,
derechos humanos, asesoría legal, trabajo social, apoyo psicológico, y apoyo médi-
co. El personal se organiza en 3 turnos y atienden las 24 horas. Se sirven las tres
comidas y las instalaciones son amplias, cuentan con una capilla para más de 300
personas, jardines, juegos, canchas. Asimismo, tienen espacios separados al inte-
rior del albergue para: mujeres, hombres, menores de edad, familias, comunidad
LGBT y casos especiales como: secuestro, trata, mujeres víctimas de violencia sexu-
al. Además, reciben trabajo voluntario de personas que dan acupuntura, masaje,
médicos que complementan el servicio del albergue, así como abogados de Méxi-
co y EE. UU. Reciben donaciones de empresas y particulares de El Paso y de Juárez.
Los migrantes pueden quedarse máximo 3 días a menos que den una razón para
quedarse más, por ejemplo, estar esperando dinero de la familia. Han tenido gen-
te que se ha quedado de 4 a 5 meses, algunos casos hasta 10. De manera gener-
al, las personas están alargando su estancia y notan un aumento del estrés con el
encierro. Recibían deportados del INM, pero dejaron de hacerlo porque el Insti-
tuto se negó a hacer las pruebas de Covid, alegando falta de presupuesto y equi-
po. Los migrantes pasan por dos filtros sanitarios donde se les hace la prueba
COVID: uno de la iglesia luterana y otro de la OIM, antes de canalizarlos al albergue;
de todas maneras, a los migrantes que llegan en este contexto se les aísla 15 días.
De inicio cerraron puertas, sólo permitían salir por razones de extrema necesidad, al
médico, al banco o a trabajar. Suspendieron la llamada para trámites de refugio en EUA,
entonces el período de estancia se volvió incierto. La situación de encierro fue estresante
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porque los habitantes de la casa son gente joven entre 19 y 35 años, por ello al cerrar
las puertas la población se redujo de 23 a 14 personas. Sin embargo, el equipo gestor se
cansó de la situación de encierro y decidieron abrir en junio, cuando en Tijuana permiti-
eron abrir negocios, aunque saben que es una ficción que haya menos riesgo sanitario.
Establecieron un convenio con OIM y les instalaron una carpa para aislamiento de posi-
bles pacientes con Covid, aunque al momento de la entrevista no había sido utilizada.
OIM y ACNUR proporcionan financiamiento. Tiene una relación tensa con los alber-
gues religiosos que rechazan LGBTIQ+ pero a la vez les canalizan a las migrantes para
“quitarse del problema”. Ganaron el premio Pride de San Diego, pero no hubo des-
file del orgullo; aun así, hubo recaudación de fondos por internet. En general tienen
apoyo de colectivos LGBTIQ+ de California y de Tijuana. Canalizan, de ser necesario,
casos de adicciones a un centro llamado Jardín de las Mariposas y tienen relación con
el albergue casa Scalabrini, que les canalizan migrantes. Han tenido problemas con
abusos de la policía municipal hacia mujeres transgénero que viven en el albergue.
14 El prefijo trans* hace referencia a personas que se identifican con un género distinto al asignado al nacer.
Por otro lado, se están preparando para una reducción de presupuesto, dado que
ACNUR les avisó de que el próximo año va a haber restricciones de financiamiento.
También, las oficinas de la COMAR y del INM cerraron temporalmente, de tal forma
que tienen previsto que las personas migrantes no saldrán mucho del albergue.
La relación con COMAR es problemática porque tienen una oficina de atención y la gente
está afuera, ahí comen y no tienen acceso a baños; esto causa conflicto con los vecinos,
pues a veces hay 150 o 200 personas esperando en las calles aledañas. Ellos como al-
bergue organizaron mesas de trabajo donde participaron los vecinos y la COMAR, pero
ésta última lo tomó como si el evento fuera exclusivamente para causarle problemas.
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La 72, Hogar-Refugio Para Personas Migrantes, Tenosique,
Tabasco
PERFIL INSTITUCIONAL
Casa del Migrante administrada por la Provincia Franciscana “San Felipe de Jesús”, de
la Iglesia Católica. Declaran una estrategia socioeconómica de austeridad y un mod-
elo de autogestión. El periodo de la estancia depende de la necesidad de cada per-
sona. El albergue provee hospedaje y comida, así como acompañamiento jurídico.
Cooperación cercana para la operación del albergue y atención a migrantes con Médi-
cos Sin Fronteras, Cruz Roja Internacional, ACNUR.
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la sanitización: lavabos, baños áreas de lavado de ropa, distribuyeron artículos de higiene
personal. Han complementado para esto su presupuesto con apoyo de la Cruz Roja.
Son socios de ACNUR, tienen un convenio con la OIM para el traslado de hon-
dureños a sus países y buena relación con un hospital de gobierno del Esta-
do (Hospital Tierra y Libertad). También tienen buena relación con la COMAR.
Por otro lado, tienen un proyecto con gobierno del Estado, en donde 10 per-
sonas migrantes están trabajando. Hacen cubrebocas y para ello les dieron
un curso de costura; consiguieron donativos de tela y máquinas de coser pre-
stadas. ACNUR suministró el material. Antes de la pandemia canalizaban a
los migrantes al Hospital Universitario (del gobierno del Estado) pero éste se
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transformó en hospital Covid. Asimismo, el donativo de empresas ha disminuido;
durante la pandemia están recibiendo 30-40% de lo que llegaba de flujo de dinero.
Se declaran una “ONG ACNUR”, es decir tienen una relación estrecha y siguen los lineam-
ientos de esta organización. Asimismo, tienen buena relación con gobierno del Estado,
por ejemplo, la Secretaría de Gobierno les ayuda para inscribir a los hijos de personas mi-
grantes en la Secretaría de Educación Pública y han podido canalizar a personas migrantes
a servicios de salud (tales como el Hospital Universitario y otras clínicas estatales). Aportan
indicadores a OIM y la organización les invita a eventos. Tienen buena relación con CO-
MAR y una relación más conflictiva con INM, principalmente por el retraso de los trámites.
Con la Comisión Estatal de Derechos Humanos propusieron una ley de migración que
no ha avanzado en el Congreso. Tienen una relación conflictiva con Casa Indi: por un
lado, Casa Monarca les ha apoyado para su funcionamiento, pero, por el otro, no están
de acuerdo con el manejo de la casa. También tienen buena relación con universidades
y estudiantes que hacen servicio social del Tecnológico de Monterrey y de la Universi-
dad de Monterrey. Asimismo, tienen relación con investigadores del Colegio de la Fron-
tera Norte y están en la Red de Fortalecimiento Humanitario a Migrantes (REFHUMI).
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Fotografía por Victoria Ríos Infante
De acuerdo con las valoraciones realizadas por Médicos Sin Fronteras y las ca-
pacitaciones tomadas, para poder reabrir el albergue se requiere de modifica-
ciones infraestructurales y de equipo. Por ejemplo, valoran que para poder ten-
er camas separadas tendrían que hacer un gasto de más de 100,000 pesos. Pensar
en sábanas desechables para los próximos 6-8 meses: más de 300,000 pesos.
Albergue religioso para migrantes en tránsito, adyacente a las vías del tren.
Tuvieron dos migrantes alojados con Covid, ambos asintomáticos, y uno sí tuvo
que se ser internado; por lo que decidieron cerrar el albergue. Cuando detectaron
el primer caso había 70 personas en el albergue y la Secretaría de Salud del estado
les hizo las pruebas de Covid, ante lo que 30 personas se fueron por miedo al con-
tagio. Se quedaron principalmente mujeres, familias con niños y personas lastima-
das o con alguna vulnerabilidad. Sin embargo, compraron una casa pequeña y la
habilitaron para dar servicio de baño, regadera, comida y un descanso de 12 horas.
De manera general ha disminuido el tránsito. El grupo más grande que han recibido fue
de 20 personas en marzo, luego han llegado grupos de 6 a 8 personas, las cuales fueron
atendidas en la casa. De marzo a mayo hubo muchos migrantes de retorno desde los
Estados Unidos, pero después sólo flujos hacia el norte. El personal del albergue tam-
bién ha tenido síntomas de Covid y eso ha detenido la reapertura del albergue principal.
Han recibido apoyo de Secretaría de Salud del Estado para atención y detección de caso,
así como para acceso a la salud de manera general. La Cruz Roja Internacional les ha
ofrecido webinars para planear medidas sanitarias de reapertura y otros apoyos ma-
teriales. Están en proceso de convertirse en socios del ACNUR, con quien siempre han
tenido una relación cordial y de comunicación. Amnistía Internacional ha sido un aliado
importante durante la pandemia, ya que les proporcionó túneles y equipo para sanidad.
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FM4 Paso Libre (Dignidad y Justicia en el camino A.C.),
Guadalajara, Jalisco
PERFIL INSTITUCIONAL
Las personas se pueden quedar tres meses y reciben alojamiento, comida y ropa. Han
desarrollado un proyecto de planeación de vida que implica acompañamiento para
que las personas que utilizan el albergue busquen empleo y se establezcan. Tienen 30
camas y atienden sólo a población masculina; las mujeres son canalizadas a Cafemin.
Relación estrecha con Cafemin a donde canalizan migrantes mujeres y a su vez les
canalizan migrantes hombres. El gobierno de CDMX les da la comida preparada y
ellos la distribuyen. Han recibido además donación de alimentos de la Pastoral de
Movilidad Humana de la Iglesia Católica, Colegio Sefaradí, Cáritas México y Cári-
tas Norteamérica dio un apoyo para el contexto de pandemia. La organización de
Sin Fronteras siempre les apoya y recientemente les consiguió unos vales de Burg-
er Boy. Gobierno de la Ciudad de México proporciona los alimentos preparados.
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Casa de Acogida Formación y Empoderamiento de la Mujer Mi-
grante y Refugiada (CAFEMIN), Ciudad de México
PERFIL INSTITUCIONAL
En esta operación en modo “semi-abierta” del albergue, que consiste en recibir per-
sonas de nuevo ingreso bajo un protocolo de aislamiento para evitar contagios. El
equipo se ha dividido en dos, cubriendo turnos de una semana completa. Se sus-
pendieron los paseos de domingo. La operación en tiempos de pandemia ha sido
retadora por el perfil de la población que atienden -adolescentes 12-17 años con
problemas de adicciones- lo cual ha detonado intentos de suicidio. Para afron-
tar el encierro la misma población del albergue ha brindado talleres (de belleza, de
yoga) que han favorecido la convivencia e integración durante el confinamiento.
La directora del albergue coordina la REDODEM y los albergues del centro de la Dimensión
de la Movilidad Humana de la Iglesia Católica. Por lo tanto, la institución está conectada a
estas redes. Durante la pandemia han tenido donaciones en especie de empresas como
BimboyLala,asícomotambiénhanrecibidoapoyodelacomunidadentemasdealimentos.
Albergue religioso de tránsito, adyacente a las vías del tren. Ofrecen comida, dormitorios
y asesoría en trámites para huéspedes y personas que están tramitando refugio. Reparto
de despensas a personas que solicitan refugio asentadas en la ciudad. El albergue tiene un
alto flujo de personas; durante 2019, atendieron a 10,357 migrantes atendidos, es decir,
que se registraron, se hospedaron y recibieron ropa. Los migrantes de paso que nada
más comieron fueron 40,000 aproximadamente. El albergue lo atienden 6 religiosas.
Tienen reuniones periódicas que facilitan la organización de las tareas y el autocuidado.
Dado que el albergue está cerca de las vías del tren, notaron circulación de las mismas
personas primero hacia el norte y luego de regreso hacia el sur, sobre todo aquellas que
habían sido liberadas de las estaciones migratorias y querían regresar, por ejemplo, a
Guatemala, encontraban la frontera cerrada y sin alternativas volvían a subir al tren hacia
el norte. También notaron un incremento de mexicanos deportados de regreso en el tren.
Por la falta de voluntarios y material de higiene, tuvieron que suspender el servicio de dor-
mitorios, pero continuaron con los demás: baños, descanso, comida, ropa y asesorías.
Tambiéndisminuyóelflujodedineroyrecursosporqueelalberguedependíadelascolect-
as de las Iglesias y las parroquias de Tierra Blanca, las cuales cerraron por la pandemia.
Tienen una relación problemática con ACNUR porque son albergue de tránsito, no para
población solicitante de refugio; ACNUR visita, pero, por ejemplo, llevó un agente de la
COMAR sin autorización. Por otro lado, les han dado apoyos como pintura y computa-
doras. También han recibido apoyos de la UNESCO, Cruz Roja Internacional, Médicos
Sin Fronteras, Catholics Relief Services y la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
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2.3. Gestores
Organismo no gubernamental, sin fines de lucro, laico. Lleva a cabo acciones dirigidas
a la promoción, difusión y defensa integral de los derechos humanos de las personas
migrantes. Brindan asesoría legal, atención psicosocial, acompañamiento en el acceso
a derechos (salud, trabajo). El presupuesto de la organización viene de fondos esta-
dounidenses y europeos, no reciben nada de gobierno ni financiadoras mexicanas.
Otro factor fue el incremento de personas solicitando atención, lo cual generaba que
fuera de las oficinas se hicieran filas de 50-100 personas. Se estaban atendiendo dia-
riamente 200 personas en 4 bloques de 50 y eventualmente esto les pareció insos-
tenible. Desde entonces se brinda atención vía telefónica, Facebook y correo elec-
trónico. Se compraron celulares para el personal y se repartieron en las áreas más
demandadas (defensa, atención psicosocial); desde ahí se sigue dando atención.
Además, esta organización fue una de las gestoras de la estrategia de amparo para la
liberación de migrantes de los centros de detención del INM durante abril de 2020. Lo
anterior consistió en la elaboración de un modelo de amparo, el cual se tomó como ref-
erencia para construir un patrón de conducta de detención (hacinamiento, no división
de personas, atención médica), donde todo lo documentado fue la base para solicitar la
liberación de las personas migrantes. También se presentó una queja ante la Comisión
Nacional de Derechos Humanos, una solicitud de acción urgente al relator de migrantes
de Naciones Unidas y una petición a la Comisión Interamericana para solicitar al gobi-
erno mexicano información sobre la situación de las personas en centros de detención.
Trabajan directamente con ACNUR el programa de equipo móvil, mediante el cual hacen el
recorrido por toda la ruta de atención a lo largo del país; dependiendo del flujo migratorio,
puede ser Tapachula, Tijuana, Querétaro. Esto se ajusta de acuerdo a las necesidades de
cada ciudad. Tienen también vínculos con la COMAR. Colaboran con dos albergues fuera
de CDMX en Apizaco, Tlaxcala y Huehuetoca, Hidalgo en donde dan información legal y
promueven la figura de asilo. Han atendido hasta 10,000 personas y el año pasado 4,000.
El gobierno de Ciudad de México les apoya con ayuda humanitaria. Sin embargo,
cuando el gobierno cerró hoteles, contactaron a la Subsecretaría de Derechos Hu-
manos, y gestionaron que mandara una carta al gobierno de la Cd de México para
que se permitiera el uso de hoteles con un contexto humanitario. ACNUR y OMS ca-
pacitaron al personal de los hoteles sobre cómo tomar medidas sanitarias en estos
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casos. Participan en varias redes como la REDODEM, el Grupo Articulador México del
Plan de Acción Brasil, la red Abriendo Puertas, la Red de Atención de la Ciudad de Mé-
xico… Con OIM están desarrollando un modelo de innovación en ayuda humanitaria.
Almomentoestántrabajandodesdecasa,peroestánpreviendoregresarprogresivamente.
Por lo pronto pausaron la interacción presencial, pero tienen una base de datos grande;
se siguen comunicando con migrantes a partir de whatsapp y por teléfono. Del flujo usual
de migrantes quedó un 30%. Sin embargo, quienes se quedan en la ciudad, trabajan en
empresas que se registran ante el INM, o en Uber, Uber Eats, y debido a la pandemia el
empleo ha disminuido. Por lo tanto, comenzaron a distribuir ayuda humanitaria (despen-
sas), para lo cual concursaron y ganaron un proyecto de la Secretaría de Desarrollo Social.
En base a estos ejes temáticos, organizan reuniones con Sociedad Civil y otras instan-
cias de gobierno.
Ha sido complicado hablar con el INM sobre la situación de las personas en centros de
detención y han aumentado las demandas de Sociedad Civil por obtener información
de las personas en estos centros de detención, la generación de estrategias para lib-
erarlos y el seguimiento a trámites de regularización. En general el trabajo aumentó;
las reuniones del consejo ahora son virtuales, pero con una frecuencia semanal.
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40 Annual Report- 2016
Poliédrica
RELACIÓN CON OTROS ACTORES
A nivel nacional, hay relación con la Cruz Roja Internacional y el ACNUR; en la fron-
tera norte, la COMAR, el Instituto Nacional de Migración o los institutos locales de mi-
gración. La gran mayoría de la interacción se realiza a nivel local por lo cual implica re-
des diferentes en Tijuana, Mexicali, Nuevo Laredo o Tapachula, algunas de las ciudades
donde operan. Respecto a las autoridades de salud, consideran que como consecuen-
cia de la pandemia ha habido un incremento en la colaboración en general; gracias
a ello se han abierto centros de atención importantes en Matamoros y en Reynosa.
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42 Annual Report- 2016
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ACNUR, Monterrey, N.L.
PERFIL INSTITUCIONAL
Uno de sus principales socios es Casa Monarca; ellos tienen un programa de atención
psicosocial y otro de atención jurídica desde donde apoyan a resolver algunos trámites
con INM. Con CasaNicolás han podido canalizar a personas para alojarse en el albergue.
Asylum Access ayuda con trámites legales; en una menor escala también apoyan con
integración, sobre todo laboral y capacitaciones. En gobierno su principal aliado es
la Oficina de la COMAR en Monterrey. Entre la iniciativa privada han logrado articu-
lar acciones con FEMSA para abrir posibilidades de empleo a personas refugiadas.
OIM es, dentro del sistema de Naciones Unidas, la principal organización intergu-
bernamental en el ámbito de la migración. Su labor consiste en cerciorarse de una
gestión ordenada y humana de la migración, promoviendo la cooperación internac-
ional sobre cuestiones migratorias. También ayudan a encontrar soluciones prácti-
cas a los problemas migratorios y ofrecen asistencia humanitaria a las personas mi-
grantes. Dan apoyos de vivienda y transferencias monetarias para alimentación.
Tienen una presencia importante en los albergues y sus redes. Colaboran con otros
organismos internacionales, principalmente Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras. Tam-
bién con las instancias de Naciones Unidas, sobre todo la Organización Mundial de
la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, ACNUR y UNICEF. Se coordinan
con gobiernos municipales y estatales. A nivel federal principalmente con Cancillería,
Unidad de Política Migratoria, Instituto Nacional de Migración, Secretaría de Salud,
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44 Annual Report- 2016
Poliédrica
Sistema de Protección Integral de Niños y Niñas y Adolescentes y Secretaría de Trabajo
y Previsión Social.
2.6. Gobierno
Su ámbito de acción son cuatro estaciones migratorias: Palenque, San Cristóbal, Cuau-
thémoc y Comitán de Domínguez. Dentro de las funciones consulares está llevar una base
de datos y un registro de los asegurados en las estaciones migratorias, entrevistan a las
personas aseguradas, visitan las estaciones migratorias, la Procuraduría General de la
República, el Centro de Reinserción Social, Hospitales y Centros de atención a migrantes.
Realizan visitas a las fronteras de Carninxanga y La Mesilla, sobre todo en el caso de que
los guatemaltecos están retornando a Guatemala para brindarles la asistencia. Además,
brindan atención al público en general tanto personal como vía telefónica, atención a
personas que desean regularizarse por vínculo familiar. Atención y traslado de guate-
maltecos en estado de vulnerabilidad; repatriación de guatemaltecos fallecidos. Final-
mente, están encargados de gestionar la búsqueda de guatemaltecos desaparecidos
y colaborar con la localización de lo que son personas que han sido desaparecidas
de Guatemala que tienen alerta Alba Keneth (niños desaparecidos) y Isabel Claudina
(mujeres desaparecidas) para realizar un trabajo en conjunto para su localización.
Ha habido colaboración con la Diócesis de San Cristóbal y la Cruz Roja para en-
tregar medicamentos y facilitar traslados. Respecto a la relación con gobi-
erno, ha habido muy buena colaboración entre el sistema hospitalario y el
consulado de Guatemala. Tiene una buena colaboración con la Comisión Na-
Nace como un consulado con fines comerciales en los ochenta, ahora atienden
también estudiantes salvadoreños y migrantes. El tema migratorio viene desde
1998 con Mitch y los terremotos del 2001. Estaban a cargo de toda zona fronter-
iza y cuando las caravanas se abre el consulado en Tijuana, dejando a este con-
sulado de Monterrey con el noreste: Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. Siem-
pre atendieron trámites de pasaportes, certificados de vida, de la población que se
asentaba en esta zona; además de los trámites de pasaporte, que son los más co-
munes, dan asesoría para el trámite migratorio porque la gente no lo entiende.
Más gente ha decidido quedarse en la zona y les han llamado para pedir ayuda con pago
de renta, pago de luz, pago de casa, dinero para medicinas. Esto ha sido siempre así
pero ahora se triplicó. También se acercan al consulado más que antes. Por lo tanto, las
jornadas de trabajo se han extendido; antes de la pandemia la cónsul dejaba de trabajar
a las 5:30pm, ahora son las 10 de la noche y sigue trabajando- contestando whatsapps.
Cuando el gobierno de Guatemala cerró el aeropuerto atendieron a los “varados”, princi-
palmente estudiantes y personas que estaban de viaje. También atendieron a migrantes
que no pudieron cruzar a EUA y no pudieron regresar a El Salvador porque estaba cerra-
da esta frontera. Asimismo, dan servicio a refugiados que ya no quieren ser refugiados,
pero no han podido desistir del trámite ante COMAR y no pueden regresar a El Salvador.
Intercambian información con OIM y OCDE. Son parte de la Comisión Técnica de las
Encuestas de Migración en la Frontera Norte y Sur, junto con el Consejo Nacional de
Población, con CONAPRED y con Secretaría de Relaciones Exteriores. Se mencionan
relaciones con organizaciones de la sociedad civil, de derechos humanos y académi-
cas, pero de manera generalizada, sin puntualizar alguna colaboración concreta.
Para lo anterior, han implementado un sistema de atención vía remota. Vía Twitter y
Facebook se publican infografías en la página de COMAR. La apertura de redes sociales
se da en el contexto de la pandemia. Y, a través de estas, intentan ir informando a
las personas que se está privilegiando la atención remota, a menos que sea estricta-
mente necesario asistir a la oficina por alguna razón como recoger la constancia de
trámite o porque van a hacer alguna entrevista; pero incluso las entrevistas se busca
llevarlas a cabo de manera remota, para evitar exponer a las personas al contagio.
Con ACNUR tienen una vinculación bastante estrecha y muy buena comunicación.
Con el Instituto Nacional de Migración, realizan reuniones de coordinación de man-
era recurrente y les beneficia la ubicación de la oficina de la COMAR en el edifi-
cio del Instituto para poner en referencia ciertos casos que pudieran ser urgentes.
Con los albergues, también se vinculan de manera positiva, sobre todo Casa
Nicolás, Casa Indi y Casa Monarca, que son como los tres con quien más se en-
cuentran en contacto. Por otro lado, con organizaciones como Asylum Access y
HIAS entablan canales de diálogo quienes están dando sobre todo apoyo para
representación legal y acompañamiento psicológico. Relacionado con el gobi-
erno estatal, se está empujando la planeación del proyecto piloto para la expe-
dición de las CURPs en Nuevo León a través del Registro Civil quien sería va la au-
toridad que estaría emitiendo y expidiendo las CURPs para solicitantes de refugio.
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2.7. Coordinadores
Dan servicio a 115 centros de atención al migrante, entre albergues, comedores, ca-
sas que atienden a los migrantes en los diferentes puntos importantes del territo-
rio nacional (norte, centro y sur). La relación se da directamente con las diócesis que
tienen bajo su cargo los centros de atención a migrantes y los cuales prestan servicios
a las personas que los solicitan. Por otro lado, vinculan a los centros de atención al
migrante con organizaciones que pueden colaborar con financiamiento en las necesi-
dades básicas de las casas de migrante. Para tal efecto, se realiza un monitoreo de
los diferentes centros para conocer los movimientos migratorios que cada una pre-
senta, de acuerdo a la población que atiende y la capacidad del centro de atención.
Ademásdelosriesgossanitarios,mencionanquelasunidadesparroquialesestánteniendo
dificultades con la procuración de alimentos para repartir; han procurado vincularles con
organizacionesquelosapoyenytambiénhanimpartidotalleressobreprotecciónalasalud.
Tienen como objetivo registrar y documentar las violaciones a derechos humanos de las
personas que son acompañadas en los albergues y organizaciones que conforman la Red.
Respectoasugestión,laREDODEMestáconformadaporunaCoordinación,AsambleaySec-
retaríaTécnica.Además,laRedtrabajaatravéscomisionesqueson:fortalecimientoinstitu-
cional, incidencia e investigación. La Secretaría Técnica brinda acompañamiento técnico a
losalberguesyorganizacionesparalograrcumplirelobjetivoderegistroydocumentación.
La red basa sus proyecciones del flujo migratorio en el registro que hacen sus miem-
bros. En este sentido, nuestra entrevistada hace una lectura respecto a que disminuy-
en los registros por la baja en la movilidad, pero también porque ha disminuido el
proceso de registro, dado que implicaba hacer entrevistas en espacios que no per-
miten las condiciones de sana distancia. Como resultado más que registrar, los alber-
gues están priorizando la atención humanitaria y la operación de los espacios. Por
ejemplo, la Red articuló esfuerzos para obtener recursos de emergencia, decidiendo
priorizar la atención humanitaria más allá del registro y la documentación. También
encuentran que el incremento en las necesidades económicas como consecuen-
cia de la pandemia llevó a algunos albergues a recaudar fondos por vías novedosas.
La pandemia ha implicado un desgaste para los equipos que operan los albergues: entre
la disminución del voluntariado, la incertidumbre y el miedo que generan la pandemia, así
como también por las condiciones en las que trabajan muchas de las personas (sueldos
bajosyfaltadeaccesoasegurosmédicos).Estánelaborandounmapadeatenciónentiem-
pos de pandemia y emiten boletines mensuales donde publican temas relacionados con
la violencia, el flujo migratorio o incidentes, de acuerdo con los contextos de cada alber-
gue. Al momento se dan cuenta de que hay albergues cerrados, abiertos y semiabiertos.
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Annual Report- 2016
RELACIÓN CON OTROS ACTORES
Los lazos transnacionales de la red se ven fortalecidos a través de las redes jesuitas a
nivel nacional y a nivel regional (Red Jesuita con Migrantes Centroamérica-Norteamé-
rica-México-Estados Unidos-Canadá). Esto les permite articular acciones y acom-
pañar casos desde el origen a través de su red de atención donde colaboran aboga-
dos, psicólogos, y trabajadores sociales que brindan atención directa a las personas.
Consideran que, si bien la relación con esta agencia puede tener ten-
siones, la buena relación con ciertos albergues y la colaboración se facilita
en espacios donde han podido adaptar la atención para población refugiada.
CONAPRED, al inicio de la pandemia, fue un buen espacio para el diálogo, mismo que
permitió comunicación bilateral con algunas instituciones, como la experiencia del SJM
con COMAR, particularmente en Ciudad de México para agilizar la respuesta a la crisis
de la pandemia. Sin embargo, al cambiar la titular este canal se cerró. Se han impulsado
mesas intersecretariales a nivel estatal, que es una réplica de una buena práctica reali-
zada desde ciudad de México donde dialogan agencias internacionales (OIM, ACNUR,
UNICEF, ACNUDH) e instituciones de gobierno de diferentes niveles (Migración, CIPINA
en el caso de NNA acompañados y no acompañados, la procuraduría de protección,
el DIF, COMAR, Secretaría de Salud, Secretaria de Educación). Esto favorece la articu-
lación y coordinación de esfuerzos para la apertura de acceso a derechos/servicios.
Fuente: Elabor
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de la Gobernanza Migratoria
ración propia
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Algunos de los actores consultados nos han provisto de datos numéricos que sostienen
estas afirmaciones. Vemos, a continuación, que disponemos de fuentes de diferente nat-
uraleza (asociaciones civiles, casas de migrantes y órganos de gobierno), lo que da mayor
solidez empírica a la percepción del cambio de tendencia en este contexto de pandemia:
• En la casa de migrantes “La 72” (en Tenosique, Tabasco) pasaron de recibir unos
15,000 migrantes en 2018 y unos 13,000 en 2019, a sólo 1,000 en lo que va de 2020
(casa de migrantes, 23).
Figura 9. Usuarios atendidos por la casa “Tierra Blanca” en 2020 (hasta agosto)
Fuente: Elaboración propia a partir de datos proporcionados por la casa de migrantes “Tierra Blanca”
(Veracruz)
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Poliédrica
Cuando nuestros informantes tratan de explicar la causa de este cambio de tendencia,
de este paso del progresivo incremento de los flujos que venían observando al mar-
cado decremento de estos, encontramos en sus análisis dos factores explicativos en los
que prácticamente todos concuerdan: la política migratoria de los gobiernos involucra-
dos y las reacciones (de gobiernos y demás actores de la gobernanza) a la pandemia.
Así, desde el punto de vista de nuestro informante del consulado de Guatemala (40), con el
fortalecimiento de ambas fronteras y la presión del gobierno estadunidense al mexicano:
“las capturas de guatemaltecos se incrementaron”; pero también “al ver que pues era mu-
cho más complicado entrar a Estados Unidos fue mermando tanto el número de meno-
res, de personas mayores y padres acompañados de sus hijos, mermó enormemente”
(40). Asimismo, desde Cruz Roja también perciben que el incremento de la seguridad de la
frontera sur ha menguado de forma significativa la migración compuesta por familias (14).
Ni siquiera los que rentan la lanchita están ¿no? Los que rentan
la cámara de la llanta no están. Sí hay policía, eso sí, la Guardia
Nacional no se ha ido, y la policía municipal y estatal. Ellos siguen
ahí, digamos, presentes (organización de la sociedad civil, 5).
La presión de las autoridades también se está dejando sentir en la frontera norte, tal y
como nos narran de una casa de migrantes en Sonora: “en Sásabe están deportando
centroamericanos (…) En esto mismo de la pandemia ellos los deportan por Sásabe,
se vienen, descansan, se curan y pasa y empiezan otra vez su camino”, tras lo que
afirma que reciben deportados de Sásabe “y antes (de la pandemia) no pasaba esto”
(28). En este caso, también se mencionan otros factores que afectan a la recepción
de más o menos migrantes en la casa (como el clima extremo o el predominio del
crimen organizado en esta zona concreta, donde los migrantes mayormente son tra-
sladados a casas de seguridad), pero son factores ajenos al contexto de pandemia.
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Annual Report- 2016
Transitoriedad de la reducción del flujo sur-norte
En todo caso, es un lugar común en la percepción de muchos de los actores entrevis-
tados la expectativa de que esta disminución de los flujos sur-norte constituye una
situación excepcional y esencialmente transitoria. Es más, si la parálisis económica gen-
erada por la pandemia en este momento está condicionando los movimientos de los
migrantes por el territorio (ante las situaciones de desempleo generalizado que tienen
que afrontar), la ineludible crisis global que seguirá a la pandemia es considerada como
el principal factor que detonará el previsible incremento de los flujos (organización
de la sociedad civil, 3); más aún cuando, superada la pandemia, se relajen las cuaren-
tenas y las rigideces impuestas en las fronteras. La ya precaria situación económica,
de seguridad (de violencia social y familiar), de conflictividad social y de debilidad in-
stitucional se verá agravada en tiempos post-Covid, por lo que necesidad de emigrar
será cada vez más imperiosa. Ante unas circunstancias cada vez más adversas se prevé
que se incremente notablemente el número de migrantes económicos, mismos con
los que los gobiernos de la región han mostrado históricamente mucha menor sen-
sibilidad o compromiso (por contraste con los refugiados) (casa de migrantes, 22).
Para este panorama se están preparando, por ejemplo, en la oficina de Naciones Uni-
das para Personas Refugiadas. Asimismo, desde la Unidad de Política Migratoria de la
Secretaría de Gobernación esperan que, a raíz de la caída de las economías nacion-
ales, a partir del segundo semestre del 2020-21 verán un fenómeno migratorio al alza,
asumiendo que “las caravanas migratorias ya se han convertido en una nueva forma
de migrar”; a lo que también suman la expectativa de un fuerte aumento en el número
de retornados mexicanos (órgano de gobierno, 32). Esta percepción de disminución del
flujo de migrantes con la situación de pandemia unido a una recuperación paulatina
nos la comparten también desde la Organización Internacional para las Migraciones, in-
cremento en el que también incluyen a los deportados mexicanos (no a los retornados
por razones económicas a los que se referían en la SEGOB) (órgano de gobierno, 43).
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Inversión del flujo migratorio
Si volvemos a fijarnos en las causas que explican el decremento de la migración de
sur a norte, también encontramos que estas nuevas fuerzas, producto de los juegos
de la geopolítica, se han conjugado de tal forma que, junto a la reducción del flujo
de sur a norte, están impulsando un flujo “inverso”, compuesto por centroamerica-
nos que ahora concentran sus esfuerzos en lograr regresar a sus países de origen.
Así lo afirma, por ejemplo, nuestro informante del Consulado de El Salvador, quien
afirma que tienen un amplio listado de personas en tránsito y que quieren regresar a
El Salvador tras haber intentado sin éxito cruzar a Estados Unidos (41). Idéntica per-
cepción nos comparten desde el Consulado de Guatemala (40), donde detectan que:
Hasta tal punto ha llegado a revertirse la situación, que desde diferentes fuentes
nos confirman que “ahora el coyotaje se da a la inversa (…) Según los cón-
sules hondureños y salvadoreños (sus compatriotas) están pagando para que
los crucen de norte a sur” (casa de migrantes, 20). En la misma línea discurre
la narrativa del informante de otra de las casas de migrantes consultadas (28):
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Así pues, el aumento de las deportaciones, tanto desde Estados Unidos como des-
de México (organización de la sociedad civil, 11), de migrantes que son “abandona-
dos a su suerte”, mantiene atrapados y sin tener a dónde dirigir sus pasos a miles
de personas (a lo que hay que sumar migrantes interiores mexicanos, como aquellos
que por el desempleo tuvieron que retornar de la pizca de los estados del noroeste
del país). Son deportados, pero encuentran que tampoco pueden cruzar la fron-
tera sur para retornar a sus países. A esto hay que añadir el agravante de pobla-
ciones cerradas por la pandemia, en cuarentena y con un rechazo visceral de todo
extraño al lugar: “’si uno trata de irse por la montaña y por los lugares que nosotros
conocemos, nos encontramos gente de los poblados de Guatemala que tienen cer-
rados sus poblados porque no quieren la contaminación” (casa de migrantes, 29).
Aunque el mayor porcentaje de migrantes que componen este flujo sigue siendo de
origen centroamericano (sobre todo de Honduras, de Guatemala y de El Salvador), es
importante notar que esas proporciones están cambiando, así como que hay nacion-
alidades, como la cubana o la venezolana, que están presentando cada vez un mayor
protagonismo (2, 16, 18, 20). A pesar de que cubanos y venezolanos no presentan el
obstáculo del idioma en su periplo, sí hay una característica que diferencia sus recur-
sos para seguir avanzando: estos migrantes se caracterizan por tener un nivel edu-
cativo relativamente alto, lo que influye positivamente en que gocen de un mayor y
mejor conocimiento de sus derechos (y que los exijan); por su parte, los migrantes
que proceden del triángulo centroamericano presentan un nivel educativo mucho más
bajo, por lo que no conocen sus derechos ni cómo pueden solicitarlos (casa de mi-
grantes, 20). Este es uno de los factores que pueden explicar por qué desde las in-
stancias encargadas de apoyar a tramitar su condición de refugiado coinciden en que
atienden cada vez más a migrantes de origen venezolano (académicos-activistas, 2).
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3.2. Dinámicas de movilidad interior
Así pues, la pandemia y el miedo al contagio están creando un vacío mayor en torno a la
figura del migrante; en este sentido, también es reseñable que el personal de las pocas ca-
sas que funcionaban deja de acudir, sobre todo por no estar preparadas para afrontar una
situación como esta y no disponer de personal capacitado; pues “nadie se quiere meter a
un foco de infección, ¿no?” (organización civil, 14). Esta conjunción de circunstancias, final-
mente, se está traduciendo en que personas categorizadas como migrantes, cuando no
como refugiadas, se ven abocadas a una situación de calle que termina por equipararlas
al trato y la percepción (ambos de rechazo extremo) que reciben las personas indigentes.
La iniciativa de llevar la ayuda a los lugares donde solían encontrarse los migrantes,
tales como las vías del tren (organización de la sociedad civil, 8) en ocasiones ha per-
mitido comprobar cómo están cambiando sus costumbres y su forma de moverse por
la ciudad. En este sentido, desde una de las asociaciones civiles nos cuentan cómo
al tener que suspender las brigadas, el equipo médico y la asesoría legal también
decidieron “recorrer las calles para llevarles comida, una mochila, para hablar con
ellos…” (organización de la sociedad civil, 9), tras lo que encontraron que en los cru-
ces de avenidas donde antes se concentraban (para pedir monedas a los automov-
ilistas en los semáforos) “donde antes había 20 ahora hay 4” o donde “teníamos un
aforo de 15 personas, estamos encontrando 2 personas” (organización de la sociedad
civil, 9). Aquí cabe preguntarse hacia dónde han dirigido sus pasos estos migrantes
para sobrevivir en una situación en la que no se les permite ni avanzar ni retroced-
er, unido al hecho de que, por el miedo al potencial contagio que los automovilistas
ven en ellos, ciertas estrategias de supervivencia que sí tenían sentido en tiempos de
pre-pandemia (conseguir unas monedas para continuar el camino) dejan de tenerlo.
Desde esta misma Comisión también nos comparten que la reducción de la movili-
dad humana se ha visto acompañada de una menor interacción con la autoridad (por
ejemplo, se han reducido los “rondines policiacos”); que se ha reducido la actividad de
atención a personas en situación de migración de parte de la Comisión; que se redujo
también su actividad de apoyo para orientación administrativa de migrantes (orient-
ación para cuestiones cómo qué hacer sin visa humanitaria, si no registran a un hijo,
si piden el CURP, cuestiones de registro civil, como actas de nacimiento y otro tipo
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de actas… “ahí hubo una reducción impresionante de atenciones”). A lo que suman
que los trámites se retrasan más (por la falta de personal; por ejemplo, el módulo que
tenían en el Pabellón Ciudadano se cerró con la pandemia). La única actividad que se
ha incrementado en este caso es la de asesorías telefónicas (órgano de gobierno, 37).
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Efectos de las acciones (e inacciones) de órganos de gobierno y
organismos internacionales sobre la movilidad interior
El papel de los diferentes órganos de gobierno y de organismos internacion-
ales tiene una fuerte capacidad explicativa de la lógica de movilidad de los mi-
grantes a lo largo y ancho de la geografía nacional en tiempos de pandemia. Tal es
el caso, por ejemplo, del ACNUR y de su programa de integración, mismo que in-
cluye una ayuda económica para comenzar a rehacer la vida del refugiado en un
nuevo contexto social. La noticia de este apoyo, que está dirigido a personas que
deben cumplir unos requisitos muy escrupulosos, es difundida ampliamente en-
tre la población migrante, lo que hace que muchos decidan desplazarse a los lu-
gares donde creen que los pueden obtener (en este caso, a Monterrey, Nuevo León).
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Siguen siendo personas que están cruzando un país 1,500 km en ple-
na pandemia, éste… exponiendo a su familia. Quizás cuando todavía
no tienen sus tarjetas de residencia o tarjetas humanitarias les es
más difícil el poder comprar un boleto de autobús, entonces recur-
ren a métodos de traslados que pueden exponerles, a pesar de que
ya sean refugiados, y en su contraparte quienes aún no son recono-
cidos em… prefieren abandonar su trámite con la intención de bus-
car una oportunidad en Monterrey (organismo internacional, 42).
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Por otra parte, el desalojo de estaciones migratorias y la relajación del control sobre este
tipo de migración (se redujeron los retenes del INM), son circunstancias que favorecieron
el tránsito de los migrantes en situación administrativa irregular por el territorio nacional.
Así lo afirman desde la COMAR, notando que muchos de ellos se están trasladando sin
su autorización desde Chiapas, Acayucan, de Palenque… (órgano de gobierno, 34). Esta
percepción es compartida también desde una de las asociaciones civiles consultadas:
Por último, otra de las políticas administrativas que está incidiendo marcadamente en
la distribución y movilidad de la migración por el territorio nacional es la derivada del
ya mencionado Migrant Protection Protocols (MPP). Resultado de este programa, miles
de personas se encuentran en una especie de limbo legal y espacio-temporal en sus
proyectos migratorios, muchas de las cuales han sido concentradas en campamentos
fronterizos como el de Matamoros (que alberga entre 1,000 y 1,200 residentes), donde:
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La migración varada entre la contingencia sanitaria y los cierres
de fronteras: ¿de país de tránsito a país receptor?
En suma, la principal problemática que deben afrontar ahora los actores de la gob-
ernanza en México consiste en la gestión de miles de personas varadas entre fron-
teras cerradas, ya sea por la contingencia sanitaria o por las restrictivas políticas mi-
gratorias de Estados Unidos (a lo que también hay que sumar las fuertes medidas
tomadas en el interior países centroamericanos que limitan la libre circulación por
su territorio, medidas como toques de queda, días diferentes para salidas de hom-
bres y mujeres, salidas de acuerdo al número de identificación personal, etc., reglas
cuyo incumplimiento conduce a la detención y encarcelamiento -casa de migrantes,
22-). Así lo exponen desde el Consulado de El Salvador: al cerrarse el aeropuerto de
El Salvador por la pandemia muchos de sus compatriotas se quedaron fuera del país,
“varados”, sin tampoco poder cruzar a Estados Unidos ni la frontera con Guatemala
(también cerrada), hasta el punto de que si se entregaban a inmigración tampoco los
iban a poder repatriar; así se acumularon muchos “varados” “en el lado de Tamauli-
pas, Matamoros, Reynosa, toda esa gente en las orillas del río que nos llamaron”, pero
a los que no pudieron ayudar y se quedaron “en la calle” (órgano de gobierno, 41).
En la siguiente narración, apreciamos cómo a estas personas no les queda más re-
medio que cancelar provisionalmente su proyecto migratorio y tratar de sobrevi-
vir por tiempo indefinido en el territorio donde las circunstancias les obligan a estar.
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Veamos algunos otros de los actores entrevistados nos ofrecier-
on sus testimonios en esta misma línea, con la idea de asentar la per-
sistencia de esta realidad que se impone en tiempo de pandemia:
• Los puentes internacionales están cerrados y las citas para solicitud de refugio se
han postergado, lo que implica una larga espera: “para muchos ha sido, te decía,
tomar decisiones, establecerse en la localidad o esperar en cada uno de sus cen-
tros” (casa de migrantes, 19).
• Pero va a pasar lo mismo, o sea, mientras Estados Unidos no quite tanta vigilancia
y no quite todos los filtros que tiene y no abra sus fronteras abiertamente, este…
va a seguir quedando (la gente migrante) varada en México (órgano de gobierno,
33).
Así, tenemos una gran cantidad de personas cuya expectativa vital inmediata se
ha visto truncada y que actualmente está esperando en los alrededores de las ca-
sas de migrantes (por ejemplo, en la casa de migrantes 23: “adentro tenemos 50,
pero afuera tenemos 70 gentes”) y también dentro de las casas: en Casa Santa Mar-
ta están las mujeres con niños (como 30) y prácticamente todas “tienen un proceso
de refugio, un juicio en Estados Unidos y ahorita lo tienen parado, entonces están
estancadas. Ahorita las personas que se quieran ir a Estados Unidos están estan-
cadas” (casa de migrantes, 16); y las personas con contacto con polleros para cru-
zar la frontera norte “ahorita están aquí estancadas o paradas, aquí en Casa INDI
y viendo cuál va a ser el camino que ellos van a seguir” (casa de migrantes, 16).
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En resumen, viven entre nosotros miles de personas con diferentes status migratorios
pero todos ellos urgidos por la necesidad de sobrevivir económicamente, de encontrar
cobijo donde guarecerse y “pasar desapercibidos” para no ser discriminados por la
población o amedrentado por las autoridades. Es por ello que también se está dando
un comportamiento acorde a las necesidades de la nueva situación de estancamiento:
La gente está caminando con más precaución (…) La gente está caminando
más despacio, pero hay gente que se quedó atrapada, las circunstancias hici-
eron que ya no pudieran seguir en el norte y en el sur pues también era difícil.
Entonces esa es la gente que se está moviendo ahorita, yo creo que la gente
que ya tiene un trámite se está aguantando lo más para poderlo realizar,
porque saben que caminar hacia la frontera es así como la locura ahorita,
entonces yo creo que están caminando pero muy despacio y sí está llegando
a la Ciudad de México; que eso es un poco lo difícil para nosotros porque
a donde están llegando es a las ciudades grandes, y obviamente la Ciudad
de México es para muchos migrantes el lugar ideal (casa de migrantes, 30).
Es decir, ante una perspectiva vital considerada a medio plazo, cuando menos, so-
bre el terreno y sin poder avanzar, el migrante debe empezar a tomar decisiones que
vayan más allá de holgar y esperar la ayuda humanitaria. Así, si en un primer mo-
mento “los que estaban adentro se quedaron adentro (de los albergues) y no salían
para no contagiarse y los que estaban afuera pues andaban medio papaloteando
a ver qué hacían” (casa de migrantes, 29), cuando se acabó el hospedaje, la comida,
la ropa y el trabajo hizo que la gente diese vueltas arriba y abajo: “entonces fue un
tiempo en que la gente pasaba hacia el norte y la veíamos pasar de regreso hacia
el sur, pero al rato la volvíamos a ver pasar otra vez, entonces abril, mayo, junio, fue
mucho eso, no eran nuevos, era gente que subía y bajaba” (casa de migrantes, 29).
La alta movilidad de esta población también hace que diferentes actores de la gob-
ernanza tengan gran dificultad para contabilizarlos y poder apoyarlos; así lo afir-
man del consulado de El Salvador, cuyos connacionales “son muy itinerantes”, con-
tabilizando un día 250 salvadoreños en Matamoros y observando al día siguiente
que ya se ha ido un importante porcentaje de esa cantidad (órgano de gobierno, 41).
Este ir y venir no será, ni mucho menos, alocado o sin criterio. Más bien al con-
trario, parece que el imperativo que marca las decisiones de movilidad es unívoco:
la satisfacción de las necesidades de orden económico (además de los condicio-
nantes de las acciones de gobierno que ya hemos considerado en el apartado cor-
respondiente). Así, a pesar de que se incrementó notablemente el porcentaje de
migrantes que “llega ya con papeles, con permisos temporales en México (se re-
fiere a las visas humanitarias que dieron con el fenómeno de las caravanas) (…) lo
que les permite moverse por el país y trabajar” (casa de migrantes,18), la situación
de pandemia y la consabida crisis económica hizo que no encontraran trabajo.
Es muy generalizada la percepción de que cada vez son más los migrantes, ante las cre-
cientes adversidades, que están renunciando a tratar de cruzar a Estados Unidos y es-
tán prefiriendo asentarse en ciudades como Monterrey (2, 20, 34, 42), Guadalajara (31)
o México (30); “sí ha cambiado (la dinámica) … en el sentido de que existe (…) ‘el sueño
regio’, así como existe el sueño americano y de llegar a Estados Unidos (…) En esta de-
sesperación de salir adelante empatada con este imaginario de Monterrey como un lu-
gar de mucho trabajo y de mucho dinero la gente abandona (los trámites de refugio) y
viene a Monterrey (organismo internacional, 42); ahora no se quieren ir a Estados Unidos
tan decididamente, se resisten (“casi el 90% de nuestros usuarios”) a abandonar la casa
(casa de migrantes,16); mientras esperan sus trámites vienen al norte del país (Nuevo
León), donde las tasas de pobreza son mucho menores (casa de migrantes, 20). En suma:
Así pues, no es de extrañar que cada vez más actores empiecen a perci-
bir a México como un “lugar de destino, menos tránsito, más refugio” (casa
de migrantes, 20); un país que pasó de ser emisor a ser de tránsito, para
ahora empezar a ser de retorno y recepción (casas de migrantes 22 y 24).
De migrantes a indigentes
La conceptualización de las personas migrantes como indigentes tiene dos vertientes
que son mutuamente constitutivas dentro del contexto actual. Primeramente, algunas
organizaciones de la sociedad civil (OSC) les construyen como personas vulnerables,
debido a la dependencia económica que tienen de “charolear”; es decir, dada su con-
dición paupérrima y aunada a su situación migratoria irregular, por ello, pedir dinero
en cruceros es su único medio de subsistencia ya sea de forma temporal mientras
encuentran un empleo, o como manera de financiar su tránsito por el territorio mexi-
cano: “dependen eh... del automóvil en la esquina que les da la moneda para que ellos
puedan juntar su dinero y seguir su camino, dependen mucho este... de... el que ellos
pudieran pedir prácticamente en la calle” (organización de la sociedad civil, 9). Esta con-
ceptualización es compartida también por una de las instituciones gubernamentales
entrevistadas quien afirma que su situación económica no les deja otra opción que
estar pidiendo en las calles: “la mayoría de los migrantes que vienen aquí pues muchos
de ellos no traen dinero, entonces ellos han optado por pedir dinero en los cruceros”
(órgano de gobierno, 33). Asimismo, se reconoce que, debido a la reconfiguración de
los flujos migratorios, su presencia se ha incrementado en las calles de ciudades que
anteriormente no eran tradicionalmente receptoras de estas poblaciones migrantes:
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Nosotros en la Ciudad de México hace nueve años no estábamos
acostumbrados a ver migrantes extranjeros y en la Ciudad de Mé-
xico sólo teníamos a los migrantes internos … hoy sí es como más
difícil ver en el crucero a ya sólo al limpiabrisas mexicano sino al cen-
troamericano, ya sea pidiendo o también limpiando los vidrios, yo
creo que la población se está asombrando (casa de migrantes, 30).
Ahí está el caso de Casa Indi, donde la gente está en la vía públi-
ca ¿no? y yo creo que ¡ijuesu! Hablar de un migrante anteriormente,
es gente que de alguna manera, pues está pidiendo en la calle y
la gente se molesta a veces que los interrumpan, que les da mie-
do, que les da inseguridad (organización de la sociedad civil, 14).
En ese sentido, se señala también cómo en algunas comunidades se rechazan los es-
pacios e inmobiliarios de atención humanitaria por considerarlos como un polo de
atracción de personas migrantes que no sólo se encuentran al interior de dichos espa-
cios, sino también en las calles y asociando a la presencia de personas migrantes con
robos, conductas agresivas y consumo de sustancias intoxicantes. En el siguiente frag-
mento de la entrevista con una institución gubernamental, es de señalarse la parte fi-
nal de la cita, misma que consolida este imaginario social de la persona migrante como
equivalente de personas que presentan conductas desviadas de las normas sociales:
Esta situación que enfrentan las personas migrantes durante la pandemia no se remite
únicamente a aquellas que están en tránsito por el país, sino también las personas que
ya se encuentran establecidas en algunas ciudades. En ese sentido, el perder su empleo
y no poder cubrir la renta y otras necesidades básicas les orilla a vivir en situación de calle:
Las personas que perdieron su empleo no pudieron pagar una renta y es-
tán en situación de calle, entonces hemos visto un aumento muy grande
de personas en situación de calle, personas que no pueden cubrir necesi-
dades básicas … las personas literalmente están durmiendo en la calle,
las personas literalmente están comiendo de la basura porque no existe
ningún protocolo para proteger a las personas que durante esta pandemia
están siendo vulneradas o marginalizadas (organismo internacional, 42).
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Otro de los factores que ha propiciado que personas migrantes se encuentren varadas
o en situación de indigencia es la suspensión o prolongación de los trámites migrato-
rios por parte de las instituciones gubernamentales como COMAR, lo cual acrecienta el
riesgo que personas migrantes queden esperando por su resolución por tiempo indefi-
nido y dejándoles sin la posibilidad de acceder a un empleo o moverse de ciudad. En
ese sentido, desde un albergue ubicado en Veracruz nos relatan su experiencia obser-
vando algunos de los efectos de que la pandemia ha tenido en la población migrante:
Gente que tenía 8, 9 meses haciendo trámites con COMAR y que los vieron
suspendidos y que no saben ni para cuando va a volver a empezar, y nos di-
cen: ‘¡que trabajemos!, ¿en qué? ¿Con qué comemos?’. Nos tocó una familia
haitiana, el hombre estaba desesperado nos dice: ‘¡yo voy! ¿A dónde voy? A
donde sea, donde yo encuentre un trabajo, mis hijos no tienen que comer’.
No sabemos ni siquiera a dónde van a llegar y eso, para mí, eso está crean-
do también una indigencia, una indigencia o sea, hay gente… a mí ahorita
hay uno que me llega cada rato, cada 8 o 15 días, parece uno que ya está
completamente volcado en el vicio alcohólico, a veces en la droga y cada vez
que puede llegar a comer, porque es el único lugar donde le dan de comer
gratis, pero por ejemplo ya sabe que en esas condiciones yo no lo voy a de-
jar que entre a bañarse a no ser que el albergue esté solo. Pero si hay otros
migrantes no le voy a permitir bañarse, por seguridad, y es terrible porque
es una gente que ya es indigente, ya es indigente (casa de migrantes, 29).
Hay un estigma social que conlleva ser migrante de tránsito en situación irregular,
misma que se identifica por las características fenotípicas, la forma de vestir y las con-
diciones del tránsito migratorio. En ese sentido, al migrante en tránsito se les reconoce
por presentarse como “sucios” y faltos de higiene: “los migrantes extranjeros, este...
llegan ya sean deportados o ya sea de que apenas van, en su mayoría, ya llegan con
hambre, ya llegan con sucios” (organización de la sociedad civil, 10); “porque son mi-
grantes, porque quien sabe de dónde vienen, porque son sucios, porque no se bañan”
(organización de la sociedad civil, 5). Esto aunado a la falta de equipo de protección per-
sonal como cubrebocas, guantes y gel antibacterial, les expone aún más a enfermarse
y, por lo tanto, se considera que esto les constituye como propagadores del virus:
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En ese sentido, nos señala el mismo informante que el miedo hacia personas migrantes,
al considerarlas como propagadoras del virus, les ha dejado fuera incluso de las mismas
institucionesquegeneralmentelesdanacogidaenlasprincipalesciudades,puesmuchos
alberguesdemigranteshandetenidoelaccesodenuevosusuarioscomomedidasanitaria:
Cabe destacar, cómo desde la perspectiva de un actor social externo a este es-
pacio, se toman las decisiones al interior del albergue durante este contexto,
esto es, siendo mediadas por la subjetividad y el desgaste emocional que en-
frentan las personas que hacen el trabajo de albergue, en lugar de protoco-
los de acción previamente desarrollados. Asimismo, a las personas que atienden
los albergues, se les señala como vulnerables y con mayor posibilidad de ser
contagiadas del virus debido a su contacto directo con personas migrantes:
Hace unos días decían que venía una caravana y que el 30% tenía Covid, y
nosotros así de: ‘¡ay, chale! ¿Pues quién les tomó la temperatura? ¿Y las prue-
bas? ¿Cómo fue? ¿No?’. Que saben que el 30% trae Covid y ¿cómo no se conta-
gia el resto? ¿No? Entonces, ese tipo de cosas estamos segurísimos (de) que
van a empezar a surgir, el miedo (de) ‘quién sabe qué vaya (a) generar en la
base’, o sea que puede generar violencia (organización de la sociedad civil, 5).
Por último, hay que señalar el papel que ha tenido el discurso político, por una parte, ro-
busteciendo la construcción del imaginario social de las personas migrantes como “trans-
portadoras del virus”. En segundo lugar, este ha sido empleado para justificar las políticas
públicas en materia de migración e incrementar las deportaciones, siendo esto último lo
que sí ha tenido un impacto directo en la propagación del virus y en su estigmatización:
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4.2 Mecanismos posibilitadores de integración social durante la Pan-
demia
Inserción socioeconómica
En cuanto a la integración de las personas migrantes, se considera que el acceso al
mercado laboral es un paso fundamental, pues posibilita que reciban un ingreso,
vivienda y una mejor alimentación, lo que tiene un impacto directo en el bienestar
de las personas (organismo internacional, 43). Sin embargo, durante el contex-
to de la pandemia actual, se reconoce que el panorama económico propiciado por
esta tendrá efectos adversos y duraderos en la inserción laboral de las personas.
Asimismo, esta dificultad de incorporarse tendrá repercusiones en otros ámbi-
tos de su integración social. En ese sentido, debido al panorama económico y la di-
ficultad del acceso a empleos tanto de mexicanos como extranjeros, se reconoce
que puedan acrecentarse los brotes de xenofobia al considerar que las perso-
nas migrantes toman trabajos que podrían desarrollar personas de las localidades:
Entonces, ante la crisis por la presencia del coronavirus (y por ende) el in-
cremento de la necesidad laboral, pues, está teniendo repercusiones muy
significativas en las personas mexicanas. Entonces, quiere decir, que si para
una persona mexicana, de por sí, ya era complicado, ahora para una per-
sona migrante lo va a ser aún más y dado que pensamos que va a incremen-
tarse el número de personas (migrando debido a la acentuación de la crisis
económica), pues al final, va a complejizar mucho la integración. Yo me refi-
ero mucho al trabajo porque al final, en este, este sistema económico, si no
trabajamos, no tenemos dónde vivir; si no tenemos donde vivir, no tenemos
acceso a una correcta alimentación; si no trabajamos, no tenemos la posi-
bilidad de tener espacios de esparcimiento, que tiene que ver con la salud
de las personas. Todo tiene que ver, y, por el propio sistema económico,
pues el detonante tiene mucho que ver con la capacidad de obtención de
recursos, que se involucra directamente con tener o no tener un trabajo.
Entonces, en este proceso de pandemia, pues en definitiva, va a comple-
jizarse mucho más la posibilidad de estas poblaciones, en poder insertarse
socialmente. Porque la base primordial, que es el derecho a desarrollarse
laboralmente, pues va a ser muy difícil que se pueda garantizar, y eso va a
detonar en muchísimas complejidades, que va a ser muy difícil una inser-
ción un poco más tersa. Al contrario, vamos a ver a las personas migrantes
como una competencia laboral, como una competencia de… ‘¿quién se lo
va a ganar?, ¿el mexicano o la persona extranjera?’ (casa de migrantes, 22).
Los migrantes también la han vivido de manera distinta, ¿sí? Hay migrantes
que han seguido su vida normal, o sea dentro de todo ahí la van llevando.
Hay migrantes que perdieron su trabajo y están ahorita muy desesperados y
necesitan pues propiamente pues seguir hacia arriba y hacia adelante. O sea,
hay unos que sí necesitan una atención un poquito psicosocial, un poquito más
de impacto, una cuestión psicológica más de impacto (casa de migrantes, 21).
También,seseñalaquelasuspensiónodemoradetrámitesmigratorioshatenidounefec-
to directo en la búsqueda de empleo, pues muchas personas migrantes están a la espera
de recibir su documentación para poder incorporarse a algún trabajo. Más aún, en gen-
eral la situación actual de pandemia ha volcado a las personas migrantes a que busquen
regularizar su condición migratoria para poder acceder a algunos beneficios sociales:
A esto hay que sumar que los espacios orientados para actividades con la po-
blación migrante también se encuentran indefinidamente detenidos o sus-
pendidos, lo que imposibilita su vinculación y convivencia, ya sea con sus con-
nacionales o con otras personas migrantes de distintas nacionalidades:
Enesesentido,elaislamientoyelencierroocasionadoporeldistanciamientosocialqueles
limitaatenercontactosocialúnicamenteconsunúcleofamiliaroenalberguesenespacios
confinados, ha repercutido directamente en su salud emocional y mental, hasta en algu-
nos casos desembocando en intentos de suicidio (organización de la sociedad civil, 6 y 7).
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Asimismo, esta convivencia durante el confinamiento en espacios muy reducidos
(debido a las condiciones precarias en que viven generalmente las personas mi-
grantes), se ha asociado a un incremento en situaciones de violencia intrafamiliar:
Y también se les acepta, siempre y cuando estén como migrantes, pero cu-
ando se empiezan a interrelacionar con un familiar es como, ‘no, este... está
bien que te relaciones con tus pares, pero no vengas aquí a relacionarte
con mi hijo, con mi hija, con mi primo’ ... No en todo, no siempre, porque
hay excepciones muy honrosas, pero en términos generales, pues ahí es
cuando ya a las comunidades donde se insertan las poblaciones ya no nos
gusta esta interrelación o este hacer comunidad (casa de migrantes, 22).
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ración propia
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Esto se suma a los problemas de capacidad estatal que ha enfrentado el Estado mexi-
cano, de acuerdo con los testimonios de las organizaciones civiles y casas de migrantes.
El Covid ha puesto en evidencia un olvido histórico de este grupo por parte del Estado
(casa de migrantes, 22), además de que se busca solucionar el problema de la pandemia
sin tomar en cuenta a los migrantes (casa de migrantes, 21). Presiones externas de Es-
tados Unidos, desde antes de la pandemia, han orillado al Estado mexicano a violentar
derechos humanos en lugar de protegerlos (30, 22, 13). Convertir a México en tercer
país seguro de facto, ha mostrado que el país no tiene la capacidad estatal para atender
a grandes flujos de población migrante en condiciones dignas y respetando sus dere-
chos humanos (casa de migrantes, 30). En este mismo proceso no solo se violentan sus
derechos, sino también cláusulas dentro de la propia Ley de Migración. Por otra parte,
“cuando el Gobierno mexicano quiso proteger a las personas migrantes, el Gobierno
norteamericano, se ensañó, inclusive, presionó y amenazó con temas económicos” (casa
de migrantes, 22). De esta forma se muestra la incidencia de los EE. UU. dentro de la
política migratoria interna, además de que busca economizar problemas sociales. Esta
complicidad entre ambos Estados es pagada por los migrantes (casa de migrantes, 22),
pues, como ejemplo y de acuerdo con una organización de la sociedad civil, han existido
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Estas mismas dependencias hablan también de una mayor coordinación con la socie-
dad civil durante la pandemia. Debido a la sobrecapacidad de los centros migratorios
se trabaja con organizaciones de la sociedad civil para “darle más derechos al extranje-
ro para que […] el extranjero se pueda regularizar en el país” (órgano de gobierno, 33)
y, de esta forma, reducir el número de migrantes detenidos. Desde la sede del INM en
Nuevo León se afirma que durante la pandemia se han impartido más cursos dirigidos
hacia el personal migratorio en cuanto a la protección de derechos humanos (órgano
de gobierno, 33). Esto lo apoya el informante de Tranvida, organización de la sociedad
civil, que menciona que “la autoridad está interesada en los derechos humanos del
individuo” (organización de la sociedad civil, 9), además de mencionar que ha habido
una mayor difusión de propaganda y promoción sobre los derechos de los migrantes.
ero aun esta ley contiene lagunas jurídicas que pueden beneficiar o afectar al mi-
grante. Si el migrante viene respaldado por una organización que conoce la ley,
entonces saben cómo utilizar dichas lagunas para la ventaja del migrante (ór-
gano de gobierno, 33), pero si viene sin acompañar, entonces no hay manera
de que sepa cómo aprovechar dicha legislación (órgano de gobierno, 33). Esto
causa entonces que el acceso a los derechos provistos para los migrantes y los
derechos humanos en general no sean accesibles universalmente, sino sola-
mente para quienes cuentan con las herramientas necesarias para hacerlos valer.
Distintos informantes también coinciden que en el país hay una diferenciación impor-
tante entre lo legislado de jure y lo aplicado de facto (8, 20, 22, 21, 1, 25). El país cuenta con
una buena legislación que es mal aplicada (20, 22, 21, 8). Aunque ha habido una evolu-
ción positiva en torno al respeto de los derechos humanos, queda un amplio camino
por recorrer (2, 13). Los derechos deben de ser holísticos y los derechos humanos, como
el derecho a la vida, implican más que solo vivir (organismo internacional, 42); algunos
derechos, como la educación y la salud, se dejan de un lado, priorizando los derechos de
primera generación (casa de migrantes, 20). Pero más allá de la legislación, el principal
problema descrito por los informantes es la aplicación de las normas. “El punto no rad-
ica en si están o no, [los derechos en la legislación] el punto radica en la aplicación de la
ley y en todos los sentidos” (casa de migrantes, 20). A esto se agrega que “no tenemos
un problema de leyes sino un problema de implementación” (casa de migrantes, 22).
Para ejemplificar esta discrepancia, los distintos informantes dieron a conocer difer-
entes situaciones donde se veía esta dinámica. Las redadas, por ejemplo, están prohibi-
das de acuerdo con la ley, pero se siguen efectuando con ayuda de la policía e inclusive
dentro de albergues (organización de la sociedad civil, 8). La Ley de Migración también
establece un cierto periodo de tiempo para llegar a una resolución en cada caso, el cual
no se cumple (casa de migrantes, 20), vulnerando así los derechos de los migrantes y
dejándolos desvalidos durante más tiempo, sin acceso a trámites, justicia ni protección.
Otra clara situación de esta discrepancia es que suele acontecer que no se les
leen sus derechos a los migrantes cuando son detenidos por Migración y lle-
vados a centro de detención (casa de migrantes, 21), por lo que no saben si
pueden ser candidatos a refugio, ni las garantía ofrecidas por la ley. “Lo que
hace migración en la práctica es aquí está la carta de retorno asistido para que
te regreses” (casa de migrantes, 21), en lugar de pasar por el debido proceso.
15 Esquivel Leyva, M. J. (2015). “El control de convencionalidad en el sistema jurídico mexicano”. En Serna de la Garza, J. M.
(Coord.) Contribuciones al derecho constitucional. México: UNAM Instituto de Investigaciones Jurídicas
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Esto genera un problema para las organizaciones civiles y otros organismos
que han trabajado con dependencias gubernamentales en materia de protec-
ción de derechos humanos; por más cursos y capacitaciones que se den al per-
sonal que trabaja directamente con los migrantes, estos acatarán las órdenes
de sus superiores, respeten derechos humanos o no (casa de migrantes, 21).
Se habla también de dos razones por las que se cometen violaciones a derechos hu-
manos, que a su vez están ligadas: el desconocimiento y la falta de voluntad política
(casa de migrantes, 21). “Hay un tema de desconocimiento bastante grande de las
autoridades locales, en torno a cómo lidiar o cómo tratar la situación migratoria”
(casa de migrantes, 21). Pero, aun así, es importante aclarar que “el desconocimien-
to no te exime de la consecuencia, es un principio general del derecho” (casa de mi-
grantes, 21). El desconocimiento de los derechos humanos no es justificación de su
violación, por lo que también es importante que las autoridades conozcan las leyes
del país -porque “no pueden aplicar una Ley si no la conocen” (casa de migrantes,
21)-. Entonces más que un desconocimiento “hay una falta de voluntad” (casa de mi-
grantes, 21) política por parte de las autoridades, porque la ley está ahí para que se
conozca y se aplique. Pero reconocer la mera existencia de los derechos humanos
no tiene ningún efecto si no existe voluntad para respetarlos (casa de migrantes, 21).
Otro reto es que las capacitaciones son fácilmente olvidadas: “a veces no quedan en
la memoria, es decir cuando tú te capacitas una semana en temas de derechos hu-
manos, pero vuelves al campo y a las prácticas de siempre…” (órgano de gobierno,
37). Entonces no hay trascendencia de las capacitaciones por la propia estructura de
la autoridad. Y esa estructura jerarquizada termina por afectar los derechos de los
migrantes que se enfrentan a personal que, aunque sepan sobre derechos humanos,
acatan órdenes de altos mandos que no reciben capacitaciones sobre ellos. Por lo
tanto, el desconocimiento de los derechos humanos es perpetuado por una falta de
voluntad política de capacitarse e incorporar el respeto de estos dentro de su accionar.
Esto viola los derechos de libre tránsito, debido proceso y acceso a la justicia
de los migrantes en un claro ejemplo de abuso de autoridad. Extorsiones de la
policía y de elementos de la Fuerza Civil son perpetuadas contra los derechos
de los migrantes (organización de la sociedad civil, 15 y 5). Inclusive, el inform-
ante de Casa INDI asevera que los migrantes “le tienen más miedo a la autoridad,
por el abuso […] que a una pandilla durante su traslado” (casa de migrantes, 17).
Esto tiene sus raíces en la falta de políticas públicas incluyentes y focalizadas para esta
población, que se ha visto exaltada durante la pandemia (académico-activista, 1 y 2).
El discurso incluyente que ha manejado el gobierno federal no ha sido acompañado
de políticas públicas que protejan al migrante y que cumplan dicho discurso (casa de
migrantes, 22). “Esta crisis (del coronavirus) va a evidenciar la falta de… instrumen-
tos adecuados que protejan a los migrantes, la falta de políticas públicas en épocas
normales y en contingencias como estas que dejan todavía más vulnerables a estas
personas” (académico-activista, 2). Las políticas públicas no incluyentes están quedan-
do en evidencia en los estragos causados por la pandemia en la población migrante.
Aunado a ello, hay una falta de difusión de la legislación mexicana y de los derechos
de los migrantes en México (33, 21, 37, 20, 40). Se debe de dar a conocer la legis-
lación al extranjero de manera sencilla y accesible para que ellos mismos puedan
entender sus derechos de acuerdo con la ley (órgano de gobierno, 33), porque si
desconocen sus derechos se incurren en acciones que violentan sus derechos hu-
manos sin que ellos sepan. Por ejemplo, los beneficios de regularización que tiene
tener un hijo mexicano son muchas veces desconocidos. También existe el caso de
que los migrantes no denuncian las violaciones de derechos humanos porque piensan
que serán deportados (casa de migrantes, 21). Y, aunado a ello, mucho desconocen,
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en Nuevo León, por ejemplo, la existencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos
de Nuevo León (CEDHNL) que podría guiarlos en este proceso (órgano de gobierno, 37).
Por lo tanto, ante la limitadísima difusión en la actualidad, es muy necesario ampliarla
para poder proteger los derechos humanos de los migrantes; esto considerando que,
si no hay conocimiento, entonces no hay acceso al derecho (casa de migrantes, 20).
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migrante” (organización de la sociedad civil, 4). Esto no solo pone en riesgo a toda la po-
blaciónqueseencuentradentrodelaestaciónmigratoria,sinoquetambiéndeshumaniza
su condición. “Es una norma discriminatoria” (organización de la sociedad civil, 4) porque
nosiguelosprotocolosdesalud,sinoquecreaunosespecialesparalapoblaciónmigrante
que los pone en un riesgo total de contraer la enfermedad. Los estándares internacion-
ales de salubridad no son aplicados a esta población, con el ejemplo antes mencionado,
lo que denota una clara discriminación respecto a los derechos de la población local.
Derecho al refugio
Durante esta pandemia uno de los derechos humanos que más afectados se ha visto
es el derecho al refugio por el cierre de oficinas en el territorio nacional que atienden
las solicitudes. Este cierre de oficinas por disposición oficial, causado por las medidas
precautorias para prevenir la infección de Covid y por la falta de personal derivado
de la misma pandemia, ha causado que se desplace el acceso al reconocimiento de
la condición de refugiados (académico-activista, 1). Si se suspenden los mecanismos
para la regularización de los migrantes se limita mucho más que el acceso a un trámite
migratorio, pues sin un documento oficial emitido por el Estado, dando el refugio:
“difícilmente te vas a emplear en algo formal, difícilmente vas a conseguir vivienda,
educación, acceso a la salud” (académico-activista, 1). El cierre de oficinas desenca-
dena una serie de efectos negativos que terminan por afectar al resto de los derechos
humanos de segunda generación. Y aun en las oficinas que no han cerrado completa-
mente, el trámite se ha vuelto mucho más lento (órgano de gobierno, 40). Esto dificulta
el acceso a la condición de refugiado y desplaza el acceso al resto de los derechos.
Aunado a esta situación suscitada por la pandemia, se le deben sumar las violaciones
al derecho al refugio que ya se llevaban a cabo con anterioridad, y que se siguen per-
petuando. Una práctica que sigue ocurriendo es que a los migrantes detenidos por
autoridades del Instituto Nacional de Migración no se les da información ni se les leen
sus derechos, lo cual es esencial, porque se deben de leer los derechos que tienen
“para saber si están en condición de refugio, en vínculo familiar o algo por el estilo”
(casa de migrantes, 21; organización de la sociedad civil, 13). Al no saber sus derechos
entonces se podría estar deportando a un candidato a refugio, violentado su derecho
a solicitarlo. Además, hay una proporción importante de la población migrante que es
invisibilizada, pues su objetivo es cruzar hacia los Estados Unidos y no pedir refugio
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ni quedarse en México; aun cuando podrían ser candidatos a refu-
gio en el país y a los beneficios que aquello traería (casa de migrantes, 25).
También para pedir refugio la ley considera un período no mayor a treinta días desde
la entrada del migrante a territorio nacional para acercarse a la dependencia compe-
tente para solicitarlo. Muchos de los migrantes que cruzan al país desconocen este
requisito de la ley, por lo que, aun siendo candidatos idóneos para refugio, pasados
los treinta días ya no hay nada que se pueda hacer por su causa (académico-activ-
ista, 2). Como ya ha sido mencionado, este corto límite de tiempo figura como una
dificultad para el cumplimiento de los derechos humanos de los migrantes. Des-
de la la Clínica Jurídica Migratoria de la UANL lo ejemplifican de la siguiente forma:
En esta misma línea los protocolos de salud implementados dentro de las estaciones
migratorias se limitan a “te lavas las manos y te ponen gel, y esto del metro de distan-
cia, pero pues evidentemente no hay condiciones (para proteger la salud) en las esta-
ciones” (organización de la sociedad civil, 8). Los propios lineamientos de salud estable-
cidos por el gobierno mexicano no pueden ser cumplidos en su totalidad dentro de las
estaciones migratorias por falta de condiciones. Por lo tanto, la vida de los migrantes
que están alojados en las instalaciones está en riesgo. Como se había ya mencionado
también, el protocolo implica que nadie, infectado de COVID, puede ingresar a la es-
tación a menos de que sea migrante (organización de la sociedad civil, 8). Esto no solo
los deshumaniza, sino que pone a todos los migrantes en un gran riesgo de enfermarse
y no tener las condiciones para poderse curar. Además, las estaciones migratorias care-
cen de acceso a medicamentos necesarios para atender la salud de los migrantes (aca-
démico-activista, 1; órgano de gobierno, 40). Por su parte, la cuarentena segura y digna
se ha convertido en un privilegio al que solamente pueden tener acceso los migrant-
es en situación regular y con suficiente dinero (organización de la sociedad civil, 4).
Se ha deteriorado también la atención médica para migrantes que sufren de otras condi-
ciones médicas diferentes a la infección del Covid (42, 1). Debido a la saturación de centros
hospitalarios y el énfasis de todos los esfuerzos en disminuir la transmisión del virus, a los
migrantes que sufren de otras condiciones de salud que necesitan atención médica se les
resta prioridad para atenderlos (organismo internacional, 42). Cualquier otra situación
médica no relacionada con el coronavirus pasa a segundo plano y al hacerlo se deja en
el olvido la necesidad de estas personas, pues así se pasa por alto su derecho a la salud
y a la atención médica. El enfoque en contener la pandemia por parte de las autoridades
ha generado un vacío en los demás sectores de atención médica, pues se encuentran
saturados los hospitales por Covid (académico-activista, 1), además de que la prioridad
máxima es atender a pacientes infectados por el coronavirus, relegando a un segundo
o tercer plano todas las demás condiciones médicas que necesitan también atención.
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Esto se ve afectado por la sobresaturación del sistema de salud. “Porque está sobresatu-
rado todo, o sea, (si) no le puedes ni garantizar el derecho a la salud a tu población mexica-
na, no tienes cómo garantizarla a los extranjeros” (órgano de gobierno, 33). La falta de ac-
ceso a los servicios médicos, si bien, no es exclusivo de los migrantes, al ellos estar en una
posición más vulnerable que el resto de la población la situación se agudiza. También las
opciones para buscar atención médica son muy limitadas por la condición de los migrant-
es, por lo que a veces no tienen ninguna otra opción más que arriesgarse y entrar a un hos-
pital Covid para buscar atención médica para su padecimiento (académico-activista, 1).
Esto impide que organizaciones civiles y consulados velen por los derechos de los
migrantes que se encuentran detenidos dentro de las estaciones. Con esto se busca
hacer invisible la condición de los migrantes, pues, además, durante la contingencia no
se ha publicado ningún tipo de información sobre el número de migrantes infectados y
en condición vulnerable por la enfermedad; solo se comparte el número de detenciones
y deportaciones: “no hay números certeros que digan esto sucedió a los
centroamericanos” (organización de la sociedad civil, 3). Esto los torna invisibles y, por lo
tanto, se desconoce su paradero y su situación en la pandemia. Por ello no se pueden
establecer acciones concretas para protegerlos de una forma más completa y se
perpetúa la violación de sus derechos.
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Pero la Dirección de Promoción de Salud dice que cuando trabajan con
grandes grupos de migrantes “la brigada de salud va a donde llega el grupo
y hacen acciones y están permanentemente (con los migrantes) person-
al de salud asignado, para estar cuidando la salud de esos migrantes” (38).
Esto es apoyado por una casa de migrantes que declara una evolución positiva en la
atención médica durante la pandemia, y, por lo tanto, en su derecho a la salud. Afir-
man que los migrantes se han sentido más atendidos por el personal de salud, de
forma que se les da un trato más humano (casa de migrantes, 16). Los migrantes, de
acuerdo con el informante de esta casa de migrantes, “se han sentido muy acurruca-
dos por esto de la pandemia […]. Por parte de la Secretaría de la Salud, este, no se han
sentido una rémora, una carga, un bulto, una situación así, sino se han sentido, este…
personas” (16). La informante del INM en Nuevo León, de una forma más pragmática,
cuenta que se ha velado más por la salud de los migrantes en las estaciones migrato-
rias debido a que el propio personal de Migración tampoco se quiere enfermar (33).
Entonces ante una simple tos, por ejemplo, los llevan al doctor, cuando antes no era
así (órgano de gobierno, 33). Dado que la pandemia pone en riesgo a todos, personal y
migrantes en los centros de detención, estos informantes cuentan que hay una mayor
preocupación por brindarles acceso a servicios médicos, aunque sea en interés propio.
Otro aspecto positivo destacado por organizaciones de la sociedad civil es que gra-
cias al diálogo con autoridades y por presión judicial se logró liberar a cientos de mi-
grantes de estaciones migratorias en los que eran mantenidos en condiciones no salu-
bres (8, 13). En la Ciudad de México se promovió un amparo en el que el juez designó
“que se dotara a estos espacios (estaciones migratorias) de condiciones dignas o los
dejara en libertad si no podían darlas, y eso fue lo que pasó” (organización de la so-
ciedad civil, 8), promoviendo así la dignidad humana y el respeto a los derechos hu-
manos de los migrantes. Pero no todas las acciones son tan positivas como pare-
cen. Ante esto el informante de una organización de la sociedad civil menciona que
Ahora, también se ha destacado que “se tienen estaciones migratorias donde hay contagi-
os de personas por Covid” (casa de migrantes, 22), poniendo en riesgo a toda la población
que está detenida dentro de la estación. También se habla de que se tiene “una política que
no se enfoca en la población, con una población vulnerable al Covid” (casa de migrantes,
22). En otras palabras, un problema de salud necesita un enfoque en la salud de las per-
sonas, pero los protocolos existentes no son los suficientemente fuertes para proteger el
derecho a la salud de las personas, dejándolas entonces vulnerables ante la pandemia.
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Derechos laborales
Durante esta pandemia la violación a derechos laborales también se ha perpetuado
entre los migrantes. Evidentemente la falta de empleo ha afectado drásticamente a
la población migrante y no migrante. La emergencia laboral “está siendo transversal
para el mundo, no nada más para los migrantes” (organización de la sociedad civil, 6).
La crisis económica derivada de la pandemia ha dejado a miles sin trabajo y para los
migrantes, que sobreviven y continúan su trayecto gracias a ello, también han sufrido
de lo mismo. El desempleo deja a los migrantes sin el acceso a un trabajo digno y remu-
nerado que puede servir para favorecer el cumplimiento de muchos otros de sus dere-
chos, como la salud y la vivienda digna. “Es una emergencia para todos y que particu-
larmente sí ha tenido la característica en vulnerar a las personas que ya estaban más
vulnerables y allí están los migrantes y refugiados” (organización de la sociedad civil, 6).
Una casa de migrantes menciona que “desde el Estado mexicano [se debe] favorecer el
empleo y ayudar a todos estos empleadores, pequeñas pymes, porque son las que dan
empleo a la gran mayoría de las personas” (20). Es decir, la falta de estímulos económicos
para los negocios está violentado los derechos laborales de la población, en especial los
de los más vulnerables. El alza en el desempleo ha sido notada también por organismos
internacionales en la sobrecapacidad de los refugios para migrantes. Los albergues se
encuentran más llenos que antes por el número de personas que perdieron el empleo y
no tienen qué comer (organismo internacional, 42), por lo que la única opción que tienen
para sobrevivir es a través de estos albergues que les proveen de alimento y un techo.
Además, debido al cierre de oficinas de atención a los migrantes por cuestiones rela-
cionadas a la crisis sanitaria, los migrantes no han podido recibir la orientación adec-
uada en materia laboral (organización de la sociedad civil, 13). Esto los deja más vul-
nerables a la violación de sus derechos laborales y los riesgos de caer en el paso del
crimen organizado, pues al no haber fuentes de ingreso disponibles, que son nece-
sarias para poder sobrevivir, el crimen organizado los recluta (casa de migrantes, 21).
Al igual que se mencionaba sobre la necesidad de que el Estado mexicano favorezca
el empleo (casa de migrantes, 20), al hacerlo la autoridad también evitaría el reclu-
tamiento de los migrantes al crimen organizado. Pero hasta el momento la autoridad
está ignorando esta situación forzada por la falta de empleo (casa de migrantes, 21).
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En resumen, los derechos humanos de los migrantes durante la pandemia se han visto
afectados y violentados. Aunque para el resto de la población también se han violentado,
los migrantes al encontrarse en una situación de mayor vulnerabilidad y riesgo, para ellos
los efectos pueden ser mayormente adversos. Pero es de importancia notar que más que
una nueva violación de derechos humanos se trata de una continuación de violaciones
que ya se llevaban a cabo. Es decir, la pandemia no vino a crear una nueva cantidad de
violaciones de derechos humanos, sino que aceleró el proceso de violaciones que ya se
cometían.Enespecial,durantelapandemiasehanvistoviolentadoslosderechosalasalud,
a un empleo digno y al refugio. Además de todos los que ya se violaban anteriormente.
Otro factor que es imperante notar es que existe un doble discurso sobre los efectos
de la pandemia en los derechos humanos de los migrantes, especialmente en el dere-
cho a la salud. Si bien, la mayoría de los entrevistados coinciden que la pandemia ha
venido a afectar severamente el acceso a la salud de los migrantes, hay varias depend-
encias gubernamentales y algunas casas de migrantes que establecen lo contrario.
Es decir, mencionan que debido a la pandemia se les ha brindado una mayor aten-
ción en materia de salud. Pero aun con ello, la pandemia ha traído a la luz violaciones
de derechos humanos ya existentes, que no han sido resueltas y que se perpetúan
durante este tiempo. En las crisis toda la población se encuentra en riesgo, pero los
grupos vulnerables más. Y en este sentido, los migrantes han sido y siguen siendo
un grupo de alta vulnerabilidad, por lo que sus derechos, en este nuevo contexto, se
siguen violentando de manera muy parecida a como se violentaban con anterioridad.
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IV PARTE: DILEMAS Y VULNERABILIDADES EN RELACIÓN A LA GESTIÓN Y ATENCIÓN
DE LA SALUD DE LA POBLACIÓN MIGRANTE FRENTE AL COVID19
La llegada del Covid al escenario mundial trajo sin duda impactos que difícilmente eran
previsibles. La salud se ubicó en el centro de la discusión para todos los gobiernos y
se convirtió en la preocupación cotidiana de toda la población. Sin embargo, este tema
solo visibilizó y recrudeció lo que era una realidad antes del Covid: falta de acceso a las
instituciones de salud, limitados recursos humanos, de infraestructura y financieros.
Lo que nos hemos dado cuenta en este momento de pandemia, es que no existe un re-
chazo específico a la atención de las personas migrantes en el marco del Covid, sino que
en general, tenemos servicios que en este momento están saturados y que no importa
si eres extranjero o eres nacional, simplemente no hay forma… (casa de migrantes, 22).
En ese sentido, otro entrevistado sostiene que sus usuarios se sirven de consultorios
de farmacias privadas para atenderse:
El Covid 19 también tuvo como resultado que otro tipo de afecciones como
atención a embarazadas, problemas crónicos como hipertensión o dia-
betes no sean atendidos y, por lo tanto, que su salud se vea mermada:
Porque todo es Covid, o sea, todo lo que se atiende en los hospitales, en las clínicas es
COVID, si no llevas un síntoma de COVID, no te van a atender. Hemos tenido problemas
con mujeres embarazadas porque no les están dando el seguimiento mensual que es
el que se les tiene que dar en el embarazo, entonces cuando llega el momento del parto
algunas han tenido que irse a hospitales privados o a clínicas privadas… o han tenido
que acudir a parteras, porque no están atendiendo (organización de la sociedad civil, 5).
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Sin recursos humanos, financieros y de información.
Las instituciones de salud a nivel nacional e internacional impusieron protocolos para
evitar el contagio de esta enfermedad: por parte de la Organización Mundial de la
Salud, el Protocolo de Vigilancia de la Enfermedad por el Coronavirus de 2019 COV-
ID-19; y por de la Secretaría de Salud el Acuerdo por el que se establecen las medidas
preventivas que se deberán implementar para la mitigación y control de los riesgos
para la salud que implica la enfermedad por el virus SARS-CoV2 COVID-19. Algunas de
las medidas implementadas fueron: a) evitar la asistencia a centros de trabajo, espacios
públicos y otros lugares concurridos, a los adultos mayores de 65 años o más y grupos
de personas con riesgo a desarrollar enfermedad grave y/o morir a causa de ella; b)
suspender temporalmente las actividades escolares en todos los niveles; c) suspender
temporalmente las actividades de los sectores público, social y privado que involucren
la concentración física, tránsito o desplazamiento de personas; d) cumplir las medidas
básicas de higiene consistentes en lavado frecuente de manos, estornudar o toser cu-
briendo boca y nariz con un pañuelo desechable o con el antebrazo; saludar aplicando
las recomendaciones de sana distancia (evitar saludar de beso, de mano o abrazo) y
recuperación efectiva para las personas que presenten síntomas de SARS-CoV2 (COV-
ID-19) (evitar contacto con otras personas, desplazamientos en espacios públicos y
mantener la sana distancia, durante los 15 días posteriores al inicio de los síntomas).
16 https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/332994/WHO-2019-nCoV-HCW_Surveillance_Protocol-2020.1-
spa.pdf
17 https://coronavirus.gob.mx/wp-content/uploads/2020/05/Lineamiento_uso_manejo_EPP_COVID-19.pdf
18 https://www.elfinanciero.com.mx/economia/gobierno-triplica-gasto-en-salud-para-atender-covid-19
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Para algunos organismos como la Cruz Roja y la Organización Internacional para las
Migraciones (OIM) el COVID19 implicó hacer ajustes a su ya limitado presupuesto:
Si contamos con una aportación específica para dar respuesta no... Además de
que pues hemos hecho algunos reajustes a los presupuestos existentes para
poderdarrespuestaaesaemergenciasanitaria¿no?(...)parapoderredireccion-
arciertosrecursosparaatenderlasituaciónactual(organismointernacional,43).
19 https://coronavirus.gob.mx/wp-content/uploads/2020/05/Plan_Operativo_Atencion_Poblacion_Migrante_COVID-19.pdf
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Los mayores retos son los recursos, son la… ahora sí que las instala-
ciones adecuadas, instalaciones, tener los recursos para adecuar las
instalaciones… Entonces, este, creo que… que esto pues nos da una
pauta para decir bueno… Debemos contar con un fondo de emer-
gencia inmediatamente para las instalaciones de acuerdo a lo que se
ha presentado, ese fondo pues no se tenía (órgano de gobierno, 39).
Al inicio de la pandemia las casas se cerraron con las personas que estaban dentro de
ella, no permitiendo la salida ni entrada de personas a los albergues. Posteriormente,
fueron permitiendo la salida y entrada de las personas para atender situaciones urgen-
tes, como la salida al banco, por situaciones legales o de salud (casa de migrantes, 24 y
27). Al cerrarse los albergues, también se cerraron las fuentes de recursos y alimentos
para ellos mismos. El personal que los atiende también se vio reducido, por lo que mu-
chos albergues ya no pudieron recibir más personas para dormir en sus instalaciones.
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La logística para la recepción de nuevos usuarios y el tiempo de permanencia dentro de los
albergues cambió de forma drástica. Por ejemplo: muchas de las casas permitían la entra-
da a cualquier persona en tránsito sin presentarse con una ingesta de alcohol y/o drogas
para quedarse a comer y dormir en sus instalaciones durante tres días, temprano en la
mañana las personas desayunaban e iban a buscar trabajo y regresaban por las tardes a
cenar y dormir; pero durante la pandemia las personas se han quedado confinadas en los
albergues y el acceso para nuevos ingresos fue restringido (casa de migrantes, 25 y 28).
Sinembargo,algunosdelosusuariosdeestosalberguesnohansoportadoelencierroyhan
decididovoluntariamenteirseaviviracasasderenta.Enalgunoscasos,losmismosadminis-
tradoresdelascasas,extendiendosusfunciones,leshanayudadoaconseguircasas,llegan-
do incluso a mantener el contacto para asegurar su bienestar (casas de migrantes, 18 y 25).
En todo caso, las dificultades para atender a esta población se multiplicaron, pues
empezaron a tener menos personal (considerando, además, que muchos de los que
atienden son voluntarios). En la mayoría de los albergues tuvieron que reducir el núme-
ro de migrantes que podrían recibir o bien los que se encontraban en esos lugares
negar la salida de estos para evitar contagios (organización de la sociedad civil, 13).
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6.2. La salud en México: un derecho humano vulnerado
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En el caso de la población migrante, el fin del Seguro Popular es para algunos de los actores
entrevistados la exacerbación de la vulnerabilidad en atención. El Programa de Seguro
Popular que existía hasta el gobierno de Peña Nieto, otorgaba a la población migrante la
posibilidad de atención hasta por tres meses en el sistema de salud. Entonces la entrada
del INSABI del nuevo gobierno es visto como un retroceso en la atención a este grupo
Desde que llegó el INSABI, el nuevo modelo de atención en salud. Desde ahí
empezóladesatención,porqueellosestabandealgunamaneraamparadospor
elSeguroPopularcuandoselosotorgabanportresmeses,ycualquiersituación
podían acudir ahí. Pero ya desde antes, la desatención la vimos desde antes,
entonces...También por otras experiencias más cercanas de comunidades,
pues ellos se las tienen que arreglar solos. (Organización de la sociedad civil 3).
Hoy les sirve mucho para el INSABI, a nosotros nos sirve bastante
porque hay un alto porcentaje de población con HIV, sobre todo las chi-
cas trans, la mayoría tiene HIV y bueno, acceden a CAPASITS que es por
parte del gobierno federal para proveerles sus retrovirales. Estamos
hablando, no sé si ustedes saben, pero un retroviral que se toma men-
sualmente está entre 8,000 a 14,000 pesos (casa de migrantes, 24).
A pesar de ello, muchos otros albergues mencionaron la falta de apoyo del per-
sonal médico y la falta de insumos para establecer protocolos de prevención
en los albergues. Por ejemplo, mencionan que no cuentan con servicio médi-
co y que los centros de salud no los apoyan con las consultas, además de que
falta también adquirir desinfectantes y batas, cubrebocas, gel desinfectante,
jabón, tapetes sanitizantes y guantes principalmente (casa de migrantes, 27).
Frente a problemas relacionados con salud, no existe claridad sobre los protoco-
los de los lugares que atienden a los migrantes; el personal de salud parece no
conocer tampoco la obligatoriedad de atención a la salud. Es interesante obser-
var que incluso los organismos que tendrían que responder ante la emergencia
sanitaria, como el INM, se refieren a los albergues como esos espacios de apoyo.
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Imagina, ellos (los migrantes) no tienen ningún sistema de salud que
los respalde. Entonces se acercan a lo mejor a los centros de salud,
este, o a… Sobre todo, los que no tienen alguna casa social que los esté
o alguna asociación que los esté ayudando. Los que tienen alguna aso-
ciación que los respalde, es un poquito más fácil porque tienen al-
guien que los ayude, tienen asesoría, trabajadores sociales, eh… or-
ganizaciones que están trabajando con ellos (órgano de gobierno, 33).
El siguiente testimonio describe de manera elocuente el panorama de salud hacia las per-
sonas migrantes desde el sector institucional: indolencia, falta de recursos, que el acceso
depende en gran medida de las gestiones personalizadas y la evidente desprotección:
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6.3. Relación entre actores de la gobernanza y su incidencia en la
salud de las personas migrantes frente al Covid 19
Para el acceso a la salud y otros servicios sociales las relaciones entre instituciones
son vitales. La mayoría de los actores entrevistados exponen las experiencias vivi-
das durante la pandemia como acciones individuales tomadas en base a sus necesi-
dades económicas, la capacidad de personal, instalaciones y de flujo de migrantes.
Para los albergues el motivo principal de ser es el de poder tener suficientes recur-
sos para brindar la atención humanitaria y distintos servicios a las personas migrant-
es (organización de la sociedad civil 5, casa de migrantes, 18, 23, 26 y 27). A pesar
de que la epidemia por coronavirus inició en Wuhan China en diciembre de 2019 y
fue declarada pandemia en febrero de 2020, la mayoría de los albergues para per-
sonas migrantes empezaron a cerrar sus puertas cerca de marzo del 2020, cuando
los primeros casos aparecieron en México ante la amenaza de brotes hacia el interior
de estos espacios, situados en diversas localidades del país. De ese modo, muchos
albergues de migrantes tomaron decisiones de hacer un confinamiento de tiempos
variables, y algunos de ellos se prolongaron por semanas o meses (organización de
la sociedad civil, 8). La mayoría de ellos tomaron sus decisiones siguiendo las reco-
mendaciones de las autoridades sanitarias locales (casa de migrantes, 17, 18 y 23).
En esta nueva situación, las casas de migrantes necesitaron cambiar las estrate-
gias para la obtención de recursos y su logística, pero siempre manteniendo el ob-
jetivo de cubrir las necesidades básicas de alimentación y hospedaje (órgano de
gobierno, 35) y siguiendo los protocolos sanitarios. Sin embargo, también se of-
recía asesoría legal, acompañamiento y apoyo psicológico a las personas migrant-
es sin importar las circunstancias e incluso hasta la posibilidad de ayudar a otras
poblaciones vulnerables, como las localidades en las que se encuentran adscri-
tas (organización de la sociedad civil, 5; casa de migrantes, 17, 18, 23, 26 y 27).
Para cumplir con estos objetivos las casas de migrantes se han apoyado
en organizaciones locales, nacionales, internacionales, instituciones priva-
das y académicas: “gracias a Dios no nos ha faltado ayuda, algunas de las ayu-
das han sido económicas directas, con pago de sueldo de personal, con ma-
teriales, medicamentos, despensas, etcétera…” (casa de migrantes, 23).
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Por ejemplo, en algunos casos, ACNUR es su principal socio pues les ha financiado
hasta el 70-80% de su operación; aunque ellos mismos señalan que esto no será
posible en esa misma proporción para el próximo año (25). También ACNUR paga
el sueldo de abogados para que den asesoría y acompañamiento legal en las casas
de migrantes (casa de migrantes, 17, 18, 25 y 23); además, cubre los traslados de
migrantes repatriados y les otorga un apoyo económico a los migrantes con su so-
licitud de refugio (casa de migrantes, 25) y envían despensas y alimentos suficientes
para las personas que se encuentran dentro y fuera de las casas (casa de migrantes,
23). La mayoría de los administradores de los albergues consideran que ser asocia-
dos con ACNUR les brinda beneficios, pero algunos mencionan que les agobia el pa-
peleo que se tiene que hacer para conseguir esos recursos, debido a las constantes
solicitudes de la institución, o que se sienten invadidos cuando son visitados por esta
organización, lo que acrecienta los niveles de estrés del personal de los albergues:
A veces son un poquito invasivos, porque, por ejemplo, la última visita, sin
haber preguntado nada, trajeron a una gente de la COMAR, ellos, y yo dije ¿y
con qué derecho quieren que yo lo deje entrar al albergue?, si yo no lo invité,
¿verdad? (casa de migrantes, 29).
La Cruz Roja Internacional también fue mencionada por varios de los entrevistados
como una institución con la cual contaron con el apoyo durante estos meses que
ha durado la contingencia. Ellos mencionan que ha sido una gran proveedora de in-
sumos de higiene personal, despensas, medicamentos y apoyo con personal sani-
tario (organización de la sociedad civil, 13 y 14; casa de migrantes, 23, 26, 18 y 27).
Solamente una organización mencionó que en algún momento durante la contin-
gencia se sintieron desprotegidos porque antes de la pandemia contaban con mu-
cho apoyo y durante la pandemia dejaron de enviar personal médico y paramédico
(casa de migrantes, 17). De cualquier forma, muchos de los actores entrevistados
mencionaron a la Cruz Roja Internacional fue una de las principales organizaciones
que les ofrecen explicación clara sobre la pandemia y la importancia de las medi-
das de higiene, siendo esta institución la que les brinda capacitación sobre COVID
en línea, y también ofrece servicio médico y apoyo psicológico (organización de la
sociedad civil, 5 y 12; casa de migrantes, 18, 23 y 29; organismo internacional, 43).
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Pese al apoyo brindado en ese sentido, el personal de los albergues reconoce que tenían
tantas videollamadas de capacitación que ya no les alcanzaba el tiempo. En este sen-
tido comentan: “y es que ¿atendemos a las personas migrantes o a las conferencias? Y
pues para nosotros lo primero es la atención de las personas” (Casa de migrantes, 27).
Por ejemplo, los muchachos antes de ingresar aquí tienen que traer su cubre
bocas ¡sí o sí! Nosotras, cuando vienen por primera vez, se les da un cubre
bocas, o sea, lo sentimos como obligación de nosotras. Si te estamos exi-
giendo un cubre bocas, ok, nosotros te lo damos. Ya si tú ese cubrebocas lo
pierdes, lo extravías o le pasa algo, ¡ya es tú responsabilidad! Tú tienes que
venir con cubre bocas aquí a la casa, porque nosotros ya te lo dimos, enton-
ces, es ¡sí o sí entrar con cubrebocas!, irse a lavar las manos, luego ponerse
gel y mantener una sana distancia en el cuarto de televisión; que tienen que
estar aproximadamente unas 10 personas, 15 personas cuando mucho y las
demás las podemos pasar al comedor en una esquinita porque hace mucho
calor como para que también estén afuera. Entonces separamos las mesas,
eh… pensábamos que en algún momento iba a venir Salubridad a cerrarnos
y no, nunca vinieron a visitarnos de hecho, ni gobierno, ni nada. Entonces
todo bien, seguimos atendiendo igual (casa de migrantes, 28).
Asimismo, hubo cierto recelo a seguir con estos protocolos por parte de la población
migrante, pues al cerrar sus puertas a la entrada y salida de las personas, nos co-
mentan que algunos de sus usuarios decidieron salirse para evitar el confinamiento:
Cuando cerramos las puertas éramos 23 y nos quedamos con 14, ¿Por qué?
Porque no resistieron el encierro y prefirieron buscar la manera de ir a rent-
ar un cuarto, de irse a acoger con otras amistades que conocen por ahí en
los bares. No, no aguantaron, o sea, no aguantaron (casa de migrantes, 24).
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Otra institución mencionada fue Médicos Sin Fronteras. Ellos ofrecieron a las ca-
sas personal médico, medicamentos y artículos para desinfección a algunos ref-
ugios que solicitaron el apoyo (casa de migrantes, 17). También se mencionó
una organización proveedora de apoyo durante la pandemia, No Más Muertes,
quienes estuvieron dando diversos apoyos a las casas de migrantes en el norte
de México para equipo de protección y sanitización de los espacios: “es nues-
tro salvador de siempre” (casa de migrantes, 28); ellos proporcionan, sueldos, ali-
mentos, medicinas y enseres para limpieza de instalaciones e higiene personal;
Ellos son los que nos donan, nos pagan el sueldo a mí y a la emplea-
da de limpieza, y a parte cada mes están mandando una cantidad de
dinero, porque ellos ya no han podido venir, para que nosotros po-
damos seguir comprando los alimentos (casa de migrantes, 28).
“No más muertes” tiene su sede en Arivaca, Arizona, donde tienen un campamento y
envían ayuda a otros albergues que están ubicados cerca de la frontera con Arizona.
Varios de los albergues de Nuevo León y el personal de la Secretaría Desarrollo Social del
Estado mencionaron que tuvieron lugar reuniones con el Secretario de Salud de dicha
entidad para establecer los protocolos al inicio del confinamiento y tomar decisiones
para las personas que estaban en esos momentos en sus espacios. A pesar de las medi-
das tomadas, se detectó que al menos un albergue de Nuevo León tuvo un brote grave
de COVID que tuvo que ser atendido en conjunto con estas instituciones para contenerlo:
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Además, se menciona la escasez por parte de la Secretaría de Salud
para dotar de equipos de protección personal y de protocolos de in-
greso a las instalaciones, aunque se menciona que, en algunos casos, el
apoyo se extendió a proporcionarles algunas botellas de gel anti-bacterial.
Según aseguran desde la Secretaría de Salud, las personas migrantes reciben la misma
atención que cualquier individuo; sin embargo, se reconoce que los recursos escasean
inclusive para cualquier persona con sospecha de COVID y no se puede garantizar la
atención sanitaria de diagnóstico, ni el tratamiento en caso de requerir internamiento
o terapia intensiva. En este sentido subrayan que no es una actitud discriminatoria,
sino el resultado de una problemática económica institucional. El hecho es que hasta la
fecha no se han reportado datos desagregados en relación a complicaciones o muertes
por COVID en personas migrantes en tránsito o en solicitud de refugio en México.
Por último, los apoyos que los albergues o casas de migrantes reciben de distintos ac-
tores tienen que darse bajo una gestión personal, de trabajo directo con algún órgano
de gobierno, con organismos internacionales o incluso con la iniciativa privada. Los
mecanismos institucionalizados, particularmente de instancias de gobierno, quedan
como protocolos en el papel, como letra muerta en la acción. Se tienen que “tocar muchas
puertas”, se tiene que acceder a relaciones personales para que se concreten apoyos,
incluso con las mismas instancias gubernamentales. Tal es el caso de los acuerdos que
se logran con las instancias de Secretaría de Salud locales (casa de migrantes, 24 y 31).
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6.4. Algunos problemas de salud vinculados al confinamiento en ca-
sas de migrantes
Por esta situación del covid, porque… montamos una especie de auditorio que
teníamos dentro. Entonces a esta gente empezábamos a darle albergue, hasta
que se nos presentó un caso positivo en el mes de mayo, un caso positivo de
covid, entonces ya la jurisdicción sanitaria tomó cartas en el asunto y nos pidi-
eron que la casa no recibiera más gente. Hasta a los que estábamos dentro nos
hicimos sospechosos de covid y a todos nos hicieron la prueba y después de 15
días de estudio todos los demás resultamos negativos (casa de migrantes, 23).
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A principios de mayo nos resulta una persona sospechosa, ¿verdad? Nos re-
sulta sospechosa y… interesante porque bueno sabemos que esta realidad
lo primero que provoca es mucho miedo, es mucho miedo, nos arroja una
crisis ahí de ‘¿ahora qué va a pasar?, ¿ya me contagié?, ¿no me contagié?’ o
¿verdad? Te digo interesante porque, teníamos… cuando nos salió el caso
sospechoso, que lo aislamos inmediatamente, teníamos una población de
unas 70 personas, eh… je, je, y cuando les aviso yo ¿verdad? que va a ir, eh…
van a volver los de Secretaría de Salud para hacernos pruebas a todos y
esperar el resultado de la persona que había salido, bueno que era sospe-
chosa, por los síntomas, ¿no?, en… yo creo que en 20 minutos salieron como
unas 25, 30 personas de la población de la casa, pero salieron así disparados
¿no? de que… yo también digo, pues no les iba a decir: ‘se tienen que quedar’,
¿no? porque no puedo detener a nadie. Entonces, digo afortunadamente,
salió negativo la persona que era sospechoso, salió negativo. Pero sí, esa fue
la reacción inmediata ¿no? del resto de la población (casa de migrantes, 26).
Se reportaron también algunas dificultades para establecer los protocolos porque a las
personas que venían de fuera de los albergues no se les podía garantizar que no estuvieran
infectados por el virus y entonces se les trataba de mantener aislados por 15 días; sin
embargo, el aislamiento no siempre podía ser completo, pues a veces se tenían que
compartir espacios comunes como el comedor o los baños (casa de migrantes,27). Por
ese motivo, algunas instituciones, como OIM, y algunas organizaciones religiosas
dedicaron recursos para colocar carpas dentro de los refugios e inclusive enviaron a
personas a hoteles habilitados como albergues temporales por 15 días mientras cumplían
con el aislamiento antes de entrar a los albergues (casa de migrantes, 27).
Después de los primeros casos la logística se volvió más eficiente para aislar a quiénes
evolucionaron favorablemente y no hubo la necesidad de internar a ningún paciente;
todas las personas se trataron de forma ambulatoria, sin complicaciones ni muertes.
Asimismo, se vio la necesidad también de hacer más estrictos los controles de entradas
y salidas y las medidas de higiene dentro de las instalaciones. Por ello se habilitaron
espacios dentro de los albergues que se encontraban completamente aislados del
resto de las instalaciones (casa de migrante, 26).
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Problemas de salud asociados al trabajo de atención humani-
taria en los albergues.
El desgaste físico y el estrés emocional del personal que atiende a los migrantes son algu-
nos de los problemas de salud asociados a la atención en albergues durante la pandemia.
Muchos nos relatan el alto nivel de estrés que se enfrentan día a día por la incertidum-
bre, el miedo a ser contagiados, el tener que haberse confinado en los albergues para
no contagiar a sus familiares; a continuación, se presentan testimonios en ese sentido:
Con los que he podido hablar,sí, hay un desgaste. Por ejemplo, uno de mis com-
pañeros del área, vive en el albergue; él tomó la decisión cuando vio que esto
iba a estar así dijo: ‘me voy a vivir al albergue porque mis papás son mayores’.
Él vive con sus padres, entonces (dijo) ‘mis papás son de la tercera edad, son
población de riesgo, si yo estoy entrando y saliendo los estoy exponiendo a
ellos’. Entonces él tomó la decisión de vivir en el albergue, pero yo creo que
nunca se imaginó que iba a ser 5 meses y ya vive ahí (casa de migrantes, 31)
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Problemas de salud y vulnerabilidades asociadas al confinami-
ento en la población migrante.
Entre los migrantes, la pandemia agudizó los problemas de salud mental que ex-
istían, pues en algunos albergues se reportaron casos de ansiedad y depresión (or-
ganización de la sociedad civil, 7 y 8; casa de migrantes, 24; organismo internac-
ional, 43). “Te puedo decir también que hay personas que se han desesperado, que
han caído en la tristeza, o en la depresión ¿no?” (casa de migrante, 23). Algunos de
ellos mencionan que incluso el aislamiento ha propiciado un estrés tal que han teni-
do eventos de intentos de suicidio por parte de la población migrante que albergan:
En el caso de los albergues que atienden a población migrante niños, niñas y ado-
lescentes (NNA) no acompañados, narran que la situación del confinamiento ha
profundizado la “ansiedad”, “angustia” y propiciado una “depresión profunda” en-
tre sus usuarios, lo que pinta un panorama complejo para su atención por la reduc-
ción de personal frente a la pandemia. En ese sentido CAFEMIN, un albergue que
atiende adolescentes no acompañados, nos relata que debido a las particularidades
de la población que atienden, han tenido que implementar protocolos específicos:
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La violencia física, emocional y sexual se observa como un problema que afecta particu-
larmente a la población migrante en México frente al confinamiento, pues se reconoce
que cuando ya se asientan en el país las viviendas tienen espacios muy reducidos y en
ocasiones en condiciones de hacinamiento (organismo internacional, 42). Asimismo,
la mayoría de las denuncias por estos tipos de violencia proceden de mujeres, niñas y
transexuales: “hay muchísimas violaciones sexuales… Las mujeres… están sufriendo de
muchísimaviolenciasexualyviolenciabasadaengéneroensushogares”(casademigrant-
es, 22). El mismo confinamiento es identificado como un factor de riesgo ante este tipo de
violencias (casa de migrantes, 26; órgano de gobierno, 34; organismo internacional, 42).
Hemostenidoproblemasconmujeresembarazadasporquenolesestándando
el seguimientomensual…entoncescuandollegael momentodel parto algunas
han tenido que irse a hospitales privados o a clínicas privadas, o han tenido que
acudiraparterasporquenoestánatendiendo(organizacióndelasociedadcivil5).
Como se ha podido constatar, la pandemia ocasionada por el virus COVID19 ahondó las di-
ficultadesqueenfrentanlosmigrantesennuestropaís.Específicamenteenmateriasanitar-
ia, el limitado acceso a los servicios de salud ha resultado en que al interior de los albergues
haya cobrado una enorme importancia el tejido de redes entre organizaciones de la socie-
dadcivilydistintosactoresdelagobernanzaparapoderatenderestanecesidadprimordial.
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ANEXO: GUION DE ENTREVISTA PARA ORGANIZACIONES E INSTITUCIONES QUE
TRABAJAN CON MIGRANTES EN TRÁNSITO
g. En los últimos tiempos, se ha visto que las casas de migrantes han ido
ampliando sus instalaciones con la incorporación de nuevos edificios para dar alojami-
ento a más personas. Después de la pandemia, con las medidas de sana distancia, ¿qué
evaluación hace de estos espacios? ¿Siguen siendo operables? ¿No consideran trabajar
en una descentralización, por ejemplo, generando espacios de albergue menores pero
multiplicados?
e. ¿De qué forma afecta al acceso a servicios sociales de las personas mi-
grantes? (salud, educación, trabajo)
b. ¿Con qué organizaciones tienen una relación más problemática?, ¿en qué
sentido?
e. ¿Con qué asociaciones civiles tienen más relación?; ¿cómo es esta relación
[considerar relaciones tanto de colaboración como de conflicto]?; si hay dificultades, ¿a
qué se deben las dificultades?; ¿qué debería cambiar para que estas relaciones sean
más efectivas?; ¿qué podrían ustedes cambiar para que estas relaciones sean más efec-
tivas?
i. ¿Con qué órganos de gobierno tienen más relación [diferenciar los 3 nive-
les de gobierno]?; ¿cómo es esta relación [considerar relaciones tanto de colaboración
como de conflicto]?; si hay dificultades, ¿a qué se deben las dificultades?; ¿qué debería
cambiar para que estas relaciones sean más efectivas?; ¿qué podrían ustedes cambiar
para que estas relaciones sean más efectivas?
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f. Por lo que le ha tocado trabajar en el tema ¿Ha conocido de situaciones
en la que la ley haya generado situaciones que afecten los derechos humanos de las
personas migrantes? En caso de que sí ¿Nos podría ilustrar con un caso?
a. ¿Qué nuevos actores sociales emergen en este contexto? ¿Cuáles son las
acciones principales de estos actores dentro del contexto de la pandemia actual?
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