Reporte Proyecto Migración y Covid

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Annual Report- 2016 1

Director del proyecto


Juan Antonio Doncel de la Colina

Co-director del proyecto


Ignacio Irazuzta di Chiara

Editores del reporte


Juan Antonio Doncel de la Colina
Mariana Gabarrot Arenas
Alma Adriana Lara Ramírez

Equipo de investigación
Alma Adriana Lara Ramírez
Diana Rocío Espino Tapia
Francisco González Salazar
Idalia Stephanie Ibarra de la Garza
Irasema Lilian del Bosque Gutiérrez
María Elena Ramos Tovar
Mariana Gabarrot Arenas
Martha Victoria Ríos Infante
Pablo Llaguno Cárdenas

2 Annual Report- 2016


Poliédrica
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 4

DISEÑO METODOLÓGICO 7

I PARTE: ACTORES DE LA GOBERNANZA DE LA 14


MIGRACIÓN EN TIEMPOS DEL COVID

Capítulo 1. Mapeo de actores: convergencias y diver- 14


gencias

Capítulo 2. Estrategias frente a la pandemia: fichas 22


técnicas de los actores clave

II PARTE: FENÓMENO DE LA MIGRACIÓN EN 54


TIEMPOS DEL COVID

Capítulo 3. Nuevas dinámicas migratorias. 54

Capítulo 4. Construcción de las personas en situación 74


de (in)movilidad e integración social.

III PARTE: LOS DERECHOS DE LOS MIGRANTES EN 88


TIEMPOS DEL COVID

Capítulo 5. Vulneración de derechos humanos de los 88


migrantes.

. IV PARTE: DILEMAS Y VULNERABILIDADES EN 103


RELACIÓN A LA GESTIÓN Y ATENCIÓN DE LA
SALUD DE LA POBLACIÓN MIGRANTE FRENTE AL
COVID19

Capítulo 6. Los dilemas de salud ante el Covid19: 103


acceso a recursos humanos y financieros.

ANEXO-GUIÓN DE LA ENTREVISTA 123

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Poliédrica
INTRODUCCIÓN
Mariana Gabarrot, Juan Doncel e Ignacio Irazuzta

La crisis generada por la pandemia en México ha dado de lleno en el fenómeno de la


migración acentuando lo que, desde antes, venía definiéndose como “crisis humani-
taria”. La detención migratoria y la deportación constituyen dos ejes esenciales en
la política migratoria mexicana. En este contexto, las condiciones de quienes se en-
cuentran en esta situación han sido ampliamente discutidas en distintos foros y re-
portes, tanto académicos como gubernamentales, desde los inicios de la pandemia.
A grandes rasgos, la información generada hasta el momento nos indica que, desde
el inicio de la fase 1 por el COVID-19 en México, en diferentes Estaciones Migratori-
as -Tapachula, Villahermosa, Tenosique, Hermosillo y Piedras Negras- personas en
detención se manifestaron para exigir medidas de atención (Human Rights Watch1;
Movimiento Migrante Mesoamericano2). Las peticiones fueron apoyadas por Or-
ganizaciones de la Sociedad Civil (OSCs), que promovieron un amparo para lograr
su liberación, aumentando el número de personas en condiciones de movilidad con
necesidad de albergue3. También las OSCs se han posicionado ante la represión gen-
eralizada perpetrada por elementos de la uardia Nacional y de la Policía Federal, de-
nunciando un aumento en la vulneración de los derechos humanos durante la crisis4
Por otro lado, sabemos que la pandemia ha modificado la dinámica de las deportaciones
en la región. Específicamente en el territorio mexicano, se han recibido personas cen-
troamericanas deportadas desde Estados Unidos, sin ningún tipo de control sanitario -sit-
uación que causó por lo menos un brote de COVID-19 en un albergue de Nuevo Laredo5.
También han aumentado los traslados de las personas deportadas en la frontera norte
hacia el sur del país (Tapachula y Villahermosa), situación que se vio agravada temporal-
mente por el cierre de fronteras con Guatemala y el freno de las repatriaciones a Honduras
y El Salvador (Human Rights Watch, 2020; Movimiento Migrante Mesoamericano, 2020).

1 Human Rights Watch (2020). “México debe liberar a los migrantes detenidos en el contexto de la pandemia”. Disponible en:
https://www.hrw.org/es/news/2020/04/14/mexico-debe-liberar-los-migrantes-detenidos-en-el-contexto-de-la-pandemia
Fotografía por Alma Lara
2 Movimiento Migrante Mesoamericano (2020). “#Alerta: Migrantes en riesgo de contraer Covid19 en las cárceles migratorias”.
Disponible en: https://movimientomigrantemesoamericano.org/2020/04/21/pronunciamiento-ante-el-trato-hacia-las-perso-
nas-migrantes-en-medio-de-la-pandemia-del-covid-19/

3 Animal Político (18 de abril 2020). Disponible en: https://www.animalpolitico.com/2020/04/juez-ordena-al-inm-la-liberacion-


de-migrantes-detenidos-en-estaciones-migratorias/

4 Asylum Access (2020). Ante los riesgos por COVID-19: Exigimos la libertad inmediata de todas las personas migrantes,
refugia-
das y solicitantes de asilo en detención migratoria. Disponible en: https://asylumaccess.org/ante-los-riesgos-por-el-covid-19-ex-
igimos-la-libertad-inmediata-de-todas-las-personas-migrantes-refugiadas-y-solicitantes-de-asilo-en-detencion-migratoria/

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Poliédrica
Asimismo, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), experimentó una
repentina disminución en las solicitudes de asilo. Esto revierte la tendencia al au-
mento en las solicitudes -se estaban procesando 35% más en el 2020 con respecto
al 20196. Finalmente, la situación se agrava ante la crisis de la pandemia en los Esta-
dos Unidos y la negativa de Donald Trump de aceptar refugiados, lo cual indica que
los solicitantes de asilo en el programa “Remain in México” pueden considerar desistir
del trámite por miedo a contraer el virus, y planear establecerse en suelo mexicano7..

Fotografía por Alma Lara

5 Milenio (2020). “En Tamaulipas confirman 16 casos de covid-19 en migrantes”. Disponible en: https://www.milenio.com/po-
litica/comunidad/coronavirus-tamaulipas-confirman-16-casos-covid-19-migrantes

6 Observatorio Colef Migración (2020). “México admite riesgo sanitario por hacinamiento de migrantes”. Disponible en: https://
observatoriocolef.org/noticias/mexico-admite-riesgo-sanitario-por-hacinamiento-de-migrantes/

7 NBC Universal (2020). México admite riesgo sanitario por hacinamiento de migrantes: Autoridades analizan la realidad del
programa de EEUU “Quédate en México”. Disponible en: https://www.telemundochicago.com/noticias/mexico/mexico-
admite-riesgo-sanitario-por-hacinamiento-en-estaciones-migratorias/2081307/

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En la gestión de esta compleja e imprevisible situación, interviene un conjunto de
organizaciones e instituciones que conformaban desde antes lo que denomina-
mos como la “gobernanza de la migración”: una serie de actores de todo tipo, desde
agencias gubernamentales a organizaciones internacionales pasando por el denso
tejido de asociaciones civiles que brindan apoyo a las personas migrantes. El docu-
mento busca mostrar cómo estas organizaciones e instituciones se han (re)articulado
para responder a la crisis derivada de la pandemia. Este reporte muestra un diag-
nóstico sobre la situación migratoria desde la perspectiva de los actores de la
gobernanza de la migración, a partir de la crisis en la movilidad generada por
la pandemia del Covid19 en México. El análisis busca orientar la toma de deci-
siones públicas y el accionar de los propios actores en las actuales circunstancias.
Para ello, presentamos en la primera parte un análisis de los actores de la gober-
nanza de la migración en tiempos de COVID, el cual identifica las convergencias
y divergencias entre ellos. Esto sirve como punto de partida para explorar las posi-
bilidades de mejorar la colaboración y sinergia en términos de atención a la po-
blación migrante. Asimismo, se identifican las principales acciones estratégicas
que adoptan frente a la crisis, procurando definir las buenas prácticas que de el-
las se derivan, mediante la presentación de breves fichas temáticas para cada uno.
En la segunda parte, se presentan las principales problemáticas derivadas de la sit-
uación de pandemia que identifican estos diferentes grupos de actores de la gober-
nanza de la migración. De tal forma, se construye un panorama general de las nuevas
dinámicas migratorias y se hace énfasis en cómo se ha construido a las poblaciones
migrantes que ya estaban, o que han quedado inmóviles en las distintas ciudades del
país. Especialmente, se discute cómo las personas migrantes han sido objeto de una
percepción estigmatizada (ya sea como personas indigentes o portadoras del virus), lo
cual dificulta los procesos de integración social, de por sí difíciles previos a la pandemia.
En la tercera parte del reporte resaltamos la dimensión de los derechos hu-
manos, dado que han sido parte fundamental del discurso de atención humani-
taria y resaltan en esta época de pandemia. En este sentido, el rol de Estado para
controlar sin rendir cuentas ante la situación de crisis se fortalece, dejando ex-
puestos a los actores no gubernamentales y por supuesto a los migrantes mismos.
Finalmente, presentamos un análisis a profundidad de cómo la pandemia ha evi-
denciado la crisis de un sistema de salud que de por sí ya estaba desborda-
do. Asimismo, se profundiza en la relación entre los actores y las acciones es-
tratégicas específicas ante el COVID-19. Para ello, se incluye la identificación
de algunos problemas puntuales de atención a la salud, mismos que se agra-
van con la pandemia –tales como la violencia, el embarazo y los accidentes8.

8 Financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) a través de su convocatoria 2020-1 “APOYO PARA
PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA, DESARROLLO TECNOLÓGICO E INNOVACIÓN EN SALUD ANTE LA
CONTINGENCIA
POR COVID-19”.

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DISEÑO METODOLÓGICO
Juan Doncel e Ignacio Irazuzta

Enfoque metodológico
Así pues, nos hemos propuesto como principal objetivo describir, explicar y analizar las
visiones de los considerados actores de la gobernanza de la migración en territorio mex-
icano, esto para tratar de ubicarlas en su propia racionalidad de acción y traducirlas a
una visión de conjunto. A partir de allí, pretendemos producir una explicación sistemáti-
ca que contribuya a la toma de decisiones de los propios actores en particular y en su
correlación con otros, aportando a uno de los principios de la gobernanza, que es el de
la cooperación e interacción entre el Estado y los actores no estatales9. En las siguientes
páginas, más específicamente, trataremos de definir las principales problemáticas de-
rivadas de la situación de pandemia que identifican los diferentes grupos de actores
de la gobernanza de la migración, así como analizar las convergencias y divergencias
entre los actores para explorar posibilidades de mejorar su colaboración y sinergia y,
por otra parte, identificar las principales acciones estratégicas que adoptan estos ac-
tores frente a la crisis, procurando definir las buenas prácticas que de ellas se derivan.
Algunas de las preguntas de investigación que esperamos contribuir a responder
con este trabajo son: ¿cómo perciben las nuevas condiciones y circunstancias mi-
gratorias los agentes de la gobernanza migratoria en México?; ¿cómo evalúan éstos
las transformaciones en la situación migratoria?; ¿cómo interpretan la contradicción
lógica entre migración y movilidad en este contexto de limitaciones a la libertad cir-
culación?; ¿en qué sentido piensan que se darán las transformaciones de los patrones
migratorios?; ¿cómo proyectan redireccionar su accionar en estas circunstancias?
Es decir, es fundamental en nuestra propuesta el peso de la mirada subjetiva de los
actores sobre el fenómeno del que también forman parte, lo que nos obliga a plant-
ear un enfoque metodológico de carácter cualitativo. En muchos sentidos (aunque no
en todos), se trata de un estudio sobre las representaciones, percepciones y visiones
de los actores de la gobernanza, de tal manera que el valor empírico y teórico dado
a la perspectiva de los actores se funda en el concepto de teoría subjetiva, concep-
to desarrollado a partir de la teoría de los constructos personales de George Kelly,
“quien establece una analogía entre el teorizar del científico y las explicaciones que
las personas elaboran en su vida cotidiana”10. Así, la recopilación de percepciones,
narrativas, explicaciones y elaboración de teorías subjetivas de los actores consid-
erados durante el trabajo de campo, son analizadas y resignificadas a partir de una
categorización que nos permita agrupar, contrastar y “depurar” dichas perspectivas.

9 Mayntz, R., (2000). “Nuevos desafíos de la teoría de Governance”, en Magazine Instituciones y Desarrollo, n° 7. Cataluña,
Instituto Internacional de Gobernabilidad de Cataluña, revista electrónica.

10 Kelly citado en Catalán, J. (2016) “Hacia la formulación de una teoría general de las teorías subjetivas”. Psicoperspectivas
vol.15 n° 1.

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Estrategia metodológica y tratamiento de la información
De entre todas las herramientas metodológicas propias de los enfoques cuali-
tativos, nos decidimos por la entrevista en profundidad semi-estructurada, cuyo
guion fue elaborado a partir de criterios de homogeneidad establecidos en fun-
ción de temáticas y tipos de actores. Concretamente, como podemos apreciar en
el guion incluido como anexo, los bloques temáticos que se abordaron fueron:

• Objetivos, funcionamiento y problemáticas de la propia organización/institución.


• Sobre las nuevas condiciones y circunstancias migratorias (tanto la que observan
como espectadores ajenos como la que viven en su interacción con los migrantes).
• Relaciones interinstitucionales e interorganizacionales + Obstáculos y fortalezas
para la coordinación entre actores.
• Aplicación de estándares internacionales de protección de los derechos humanos
de las personas migrantes.
• Evaluación de desensamblajes y transformaciones en la situación migratoria.

Bajo cada uno de estos bloques temáticos se desplegó una batería de preguntas, la
mayor parte dirigidas a todos los actores entrevistados, aunque algunas de ellas se
reservaron únicamente a informantes de casas de migrantes o a representantes de ór-
ganos de gobierno. Estas entrevistas se realizaron durante el mes de agosto del 2020,
es decir, varios meses después del inicio de la pandemia. Precisamente por esta sit-
uación de emergencia y confinamiento, tuvimos que replantear el formato de entre-
vista y realizarlas exclusivamente a través de videoconferencia (concretamente, con la
plataforma Zoom). Esta situación, que en un principio pudo ser contemplado como una
limitante, resultó más bien un importante facilitador del trabajo de campo, sobre todo
teniendo en cuenta que todos los informantes, dadas sus circunstancias profesionales,
estaban muy habituados a este tipo de comunicaciones. Otra importante ventaja de
esta forma de proceder fue la importante reducción del costo del proyecto que im-
plicó no tener que desplazar a los integrantes del equipo. La desventaja más destacada
de esto fue que tuvimos que renunciar a la herramienta complementaria por excelen-
cia de todo trabajo etnográfico: la observación in situ (ya sea directa o participante).
Mención aparte merece la accesibilidad de los diferentes tipos de actores. En términos
generales la respuesta fue muy positiva, pero la obtención de entrevistas con actores
gubernamentales fue excepcionalmente difícil (cuando no imposible). Más allá del posi-
ble sesgo que esta dificultad implica, creemos que esta resistencia de una parte esencial
del entramado de actores de la gobernanza de la migración es, en sí misma, un hallazgo
preliminar, pues nos habla de un posicionamiento y una actitud generalizada entre los
que tienen responsabilidades políticas y cuyos intereses los confrontan al resto de los
actores. Esto pudo ser corroborado posteriormente, con el análisis de las narrativas
de unos y otros, claramente alineadas desde la trinchera de cada grupo de actores.

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Regresando al lado más favorable de nuestro planteamiento, también consid-
eramos que el mismo trabajo de campo generó un espacio para la reflexión de los
propios actores (todas las entrevistas duraron entre una y dos horas), lo que su-
puso un ejercicio en el que estos actores pudieron explicar (y explicarse) un fenó-
meno que viven cotidianamente pero que, en la mayor parte de los casos, por
su quehacer diario, no tienen tiempo de analizar de manera más sistemática.
La labor que desarrollamos después del trabajo de campo consistió, básica-
mente, en analizar todas las narrativas en torno a los ejes temáticos que men-
cionamos más arriba, buscando en ellas tanto lugares comunes como diver-
gencias en las miradas, tratando de explicar estas divergencias por la posición
relativa del actor. Esperamos que con la difusión de este documento se consoliden es-
tos aprendizajes que nos ofrecieron nuestros informantes de manera fragmentada,
difundiendo una visión de conjunto útil, esencialmente, para la toma de decisiones.

Unidad de análisis, universo de estudio y muestra.


De lo anterior se deriva, naturalmente, que nuestra unidad de análisis la constituy-
en las organizaciones e instituciones que conformaban desde antes lo que se de-
nomina como “gobernanza de la migración”: una serie de actores de todo tipo, desde
agencias gubernamentales a organizaciones internacionales pasando por el denso
tejido de asociaciones civiles que brindan apoyo a las personas migrantes en el ter-
ritorio mexicano. Aunque en ocasiones hay acciones concertadas entre estos actores,
cada uno actúa con una racionalidad y criterios diferenciados en el tratamiento de
la situación, haciendo de la gobernanza del fenómeno un asunto complejo, difícil
de hacer inteligible para una toma de decisiones consensuada, inclusiva y eficaz11.
Si realizamos un ejercicio de síntesis, el mapeo de los actores de la gobernanza mi-
gratoria nos arroja tres grandes agrupaciones: por un lado, los actores estatales,
desde el Instituto Nacional de Migración (INM) hasta la Comisión Mexicana de Ayu-
da a Refugiados (COMAR), pasando por las diversas reparticiones administrativas
abocadas a los asuntos migratorios de los diferentes niveles de gobierno; por otro,
los organismos internacionales en la materia, como la Organización Mundial de las
Migraciones o el ACNUR, con importante presencia en el país; finalmente, otro gran
grupo compuesto por las organizaciones civiles que atienden asuntos relaciona-
dos con la migración en un amplio espectro de activismos civiles y religiosos, en ini-
ciativas variadas de incidencia sobre políticas públicas o de ayuda directa a los mi-
grantes, como las conocidas Casas de Migrantes distribuidas a lo largo y ancho del
territorio mexicano. A continuación, se presenta en una serie de tres mapas la dis-
tribución de algunos de estos actores de la gobernanza en el territorio nacional.

Franco, A. C. (2015). La Gouvernance des migrations: de la gestion migratoire à la protection des migrants. OASIS - Observato-
rio de Análisis de Los Sistemas Internacionales, 22, 117–141. https://0-doi-org.biblioteca-ils.tec.mx/10.18601/16577558.n22.06

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Figura 1. Distribución de albergues y organismos internacionales en el territorio mexicano.

Fuente: Irazuzta e Ibarra (2020, en dictamen).12

Figura 2. Distribución de albergues y rutas ferroviarias en el territorio mexicano.

Fuente: Irazuzta e Ibarra (2020, en dictamen).

12 El artículo titulado “La excepción de la excepción. La gobernanza de la migración en tiempos de pandemia”, es otro de
los productos resultantes del proyecto “Transformaciones de la globalización y gestión de la migración. Diagnóstico multidi-
mensional de la situación frente a la pandemia del Covid19”. Actualmente está en proceso de dictamen en la revista Estudios
Fronterizos (Universidad Autónoma de Baja California) para ser integrado en la sección temática del vol. 22, 2021, cuyo dos-
sier abordará el tema: Las fronteras y los impactos de la pandemia de COVID-19.

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Figura 3. Distribución de albergues y órganos de gobierno en el territorio mexicano.

Fuente: Irazuzta e Ibarra (2020, en dictamen).

De este amplio y denso universo de actores de la gobernanza, desde un enfoque me-


todológico cualitativo, elaboramos una muestra de actores por conveniencia, atendi-
endo a los siguientes criterios de selección: representación y particularidad territorial
de las organizaciones civiles, especialmente de las casas de migrantes y, dentro del
conjunto de estas de su especificidad en cuanto a la atención que brindan; en cuanto
a los actores estatales o gubernamentales, además de contemplar también la diver-
sidad territorial, consideraremos los diferentes niveles de gobierno: federal, estatal
y local; finalmente, con la inclusión de las organizaciones internacionales, además
de cubrir el posicionamiento oficial global, indagaremos en las percepciones apor-
tadas desde las diferentes oficinas con las que cuentan en el país. Fruto de la apli-
cación de estos criterios se seleccionaron 44 sujetos, mismos que a continuación son
caracterizados por categoría (académicos-activistas, organizaciones de la sociedad
civil, casas de migrantes, entidades de gobierno y organismos internacionales), ám-
bito territorial y organización. La primera columna representa el número de identifi-
cación de cada actor (ID); a lo largo del reporte éste se utiliza para hacer referencia
al análisis de las entrevistas de los actores entre paréntesis, a modo de referencia.

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Tabla 1. Caracterización de la muestra de actores de la gobernanza

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Fuente: elaboración propia

La siguiente sección presenta un panorama de la gobernanza de la migración en base a


un análisis topográfico de los actores que delinean el escenario migratorio del país. Es
importante aclarar que, para construirlo, codificamos y analizamos todas las entrevistas
de la muestra y seleccionamos aquellos cuyo perfil e incidencia ayudan a (de)construir
este complejo entramado a nivel nacional. De tal forma, filtramos aquellos actores repre-
sentativos que son clave para entender la dinámica general de la red, así como las distin-
tas relaciones y acciones estratégicas para atender la pandemia. Por lo tanto, ofrecemos
primero una tipología de estos actores, luego una descripción de las principales rela-
ciones entre ellos y, finalmente, una serie de fichas técnicas de cada uno, que permitan al
lector profundizar de acuerdo a sus intereses en distintos aspectos de la problemática.

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Fotografía por Victoria Ríos Infante

I PARTE: ACTORES DE LA GOBERNANZA DE LA MIGRACIÓN EN TIEMPOS DEL COVID

CAPÍTULO 1. MAPEO DE ACTORES: CONVERGENCIAS Y DIVERGENCIAS


Mariana Gabarrot y Victoría Ríos

3.1. Cambios en la dirección, sentido, intensidad y composición de los flujos


migratorios:
1. Tipología y dinámica general de la gobernanza
Al momento de analizar los actores involucrados en la gobernan-
za migratoria, nos encontramos a grandes rasgos con cuatro grupos en-
tre los cuales identificamos una convergencia de acciones e intereses:

• Las organizaciones de la sociedad civil, en donde ubicamos


albergues y organi-
zaciones gestoras que propiamente atienden a los migrantes en su cotidianeidad
(alojamiento, comida, ropa, trámites), así como interlocutores con instancias guber-
namentales.
• Los organismos internacionales que juegan un doble papel de complemento a la
labor de los albergues y de mediadores con otras instancias nacionales e internac-
ionales (ACNUR, Médicos Sin Fronteras, OIM).
• Los actores de gobierno, incluyendo consulados y el INM.
• Las instancias coordinadoras de los albergues, como la Red de Documentación
de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (REDODEM).
Los albergues, o Casa del Migrante, son sitios gestionados por comunidades religio-
sas y por sociedad civil. Éstos se caracterizan por llevar a cabo, al menos, una de las
siguientes líneas de acción: asistencia humanitaria, que consiste en poner a la dis-
posición de los migrantes infraestructura del albergue pudiendo ser esto hospeda-
je, comida, regaderas, lavandería, teléfono, internet, ropa y calzado; asesoría legal a
través del cual se brinda acompañamiento a las personas que requieren de trámites
de tarjeta de visitante por razones humanitarias, solicitud de refugio y/o denuncias;
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acompañamiento médico y canalizaciones para acceso a la salud a través de difer-
entes organismos internacionales enfocados en temas de salud ––Cruz Roja Inter-
nacional, Médicos Sin Fronteras—, canalizaciones a instancias locales como cen-
tros de salud, brigadas médicas de universidades y en algunas organizaciones se
cuenta con un médico que asiste de manera constante; acompañamiento psicoso-
cial y/o pastoral, que son espacios de escucha y reflexión para brindar herram-
ientas para lidiar con el duelo de la partida o la sucesos de violencia; vinculación e
incidencia sobre la problemática que enfrentan las personas migrantes con las co-
munidades locales, con autoridades, sociedad y con otras organizaciones afines.
Por otro lado, observamos que las dinámicas de los albergues tienen una fuerte
relación con los patrones de movilidad propios de cada contexto local, desde don-
de resalta la temporalidad de las estancias como un elemento determinante en la
gestión de la cotidianidad de cada uno de estos sitios, la estructuración de los mod-
elos de atención e incluso con las modificaciones en los modelos dependiendo del
cambio de patrones y/o coyunturas específicas, como las caravanas o la pandemia.
Así, podemos también hacer una clasificación de acuerdo a las estancias y consider-
ar que hay actores que se enfocan en atender el tránsito migrante proporcionando
sus servicios por un tiempo limitado a tres-cinco días13, mientras que otros tienen un
modelo enfocado en estancias largas, en donde se les brinda atención a personas en
trámites de regularización, sea este la solicitud de refugio, el trámite de una tarjeta de
visitante por razones humanitarias o por haber llegado a su destino (lo que los mismos
albergues llaman procesos de inserción social o integración); existen también modelos
mixtos que proveen sus servicios para estancias cortas y largas (Casa del Migrante de
Saltillo, FM4), así como también modelos que no giran en torno a la temporalidad (La 72).
Por otro lado, encontramos que también algunos albergues se caracteri-
zan por enfocar su trabajo en perfiles y necesidades específicas de algu-
nos grupos dentro de la migración, por ejemplo, de acuerdo con criteri-
os como el género o la edad, esto es comunidad LGBTIQ+, mujeres, niñez.

Fotografía por Victoria Ríos Infante

13Algunos albergues flexibilizan el criterio de los tres-cinco días de acuerdo a una evaluación de la situación de la persona
que demanda una extensión del servicio.

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Así, tal como se ve en la Figura 4, entre los albergues se pueden identificar claramente
dos tipos de dinámicas que pueden significar sinergias distintas: por un lado, aquellos
que atienden principalmente poblaciones de tránsito, localizados en las fronteras norte,
sur y adyacentes a las vías del tren; por otro, los que se encuentran en el corredor interno
nacional, con un enfoque más híbrido entre atención al tránsito y a poblaciones
asentadas. Fue un tema recurrente entre nuestros entrevistados de albergues de
frontera, la necesidad de una comunicación más exhaustiva entre norte y sur. Asimismo,
detectamos que los albergues del corredor podrían beneficiarse de compartir sus
experiencias de gestión con autoridades locales y grupos vecinales, dado que ambas
situaciones son uno de los principales retos a vencer para el buen funcionamiento de los
programas de reinserción e integración y para la convivencia cotidiana de las poblaciones
de los albergues en su ir y venir por las colonias en las que están ubicados.

Las organizaciones gestoras se caracterizan por ser organismos laicos, en contraste


con la mayoría de los albergues. Estas organizaciones son aquellas que bien pueden
acompañar trámites de regularización o brindar acompañamiento para acceder a servicios
en términos de lo laboral o la salud, brindan acompañamiento psicosocial (como es el
caso del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova en Tapachula y Paso
de Esperanza en Monterrey) y también realizan canalizaciones con albergues o gestionan
apoyo humanitario de agencias internacionales (como Programa Casa Refugiados en
Ciudad de México). Observamos así gestores de la sociedad civil que se enfocan en
población refugiada (como Programa Casa Refugiados) y otros que se enfocan en
poblaciones mixtas (Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova y Paso de
Esperanza). También hemos ubicado en este grupo instancias de interlocución entre
las iniciativas que brindan atención humanitaria y defienden los derechos humanos
de los migrantes con el Instituto Nacional de Migración, como es el Consejo Ciudadano
del INM integrado por representantes de la academia y de la sociedad civil.

Figura 4: Organizaciones de la Sociedad Civil: albergues, gestores e interlocutores

Fuente: elaboración propia


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En la Figura 5, mostramos los Organismos Internacionales que tienen actividad en campo
a la vez que cumplen una función importante de gestión de recursos financieros y
mediación con otras instancias como Naciones Unidas y el mismo gobierno a nivel federal,
pero también a nivel local. En el caso de Médicos Sin Fronteras, es notable la cercanía que
tienen a la operación de la mayoría de los albergues, dado que los médicos juegan un
papel crucial para que las poblaciones migrantes tengan acceso a la salud a través de
consultas y atención directa. Sin embargo, es importante también su rol para gestionar
financiamiento, sobre todo en el contexto propio de la pandemia, el cual ha implicado la
compra de insumos para la higiene y la sanitización de espacios. Este papel es
compartido por ACNUR y por OIM. Esta última en algunos casos, como el albergue Casa
Arcoíris en Tijuana, ha proporcionado infraestructura importante, tales como las carpas
de aislamiento.

Asimismo, ACNUR es prácticamente la agencia que media todos los recursos de Naciones
Unidas, con el capital político que esto implica. De esta forma, nos encontramos ante un
actor que es la columna vertebral de la organización del refugio y la gestión de la
migración, a través de dos mecanismos principales. El primero es la capacidad de
exigencia a los albergues para que adopten políticas de atención y documentación
específicas. Esto hace que algunos se consideren, como por ejemplo Casa Monarca en
Monterrey “albergues ACNUR” y otros como Tierra Blanca en Veracruz, decidan tomar un
poco de distancia dado que su modelo de atención y perfil de población atendida
(migración en tránsito) diverge del mandato de dicha agencia, desde donde se lee que
algunos actores ven sujetada su decisión y gestión del espacio dependiendo del nivel de
institucionalización de su relación con la agencia. El segundo es la incidencia política con
la COMAR, para la promoción del trámite de refugio entre las poblaciones en condiciones
de movilidad. Es decir, hay un esfuerzo explícito por promover la “sedentarización” a
través del ofrecimiento activo del refugio como posibilidad y la interacción estratégica con
algunas organizaciones que se han volcado a brindar atención a la población solicitante y
refugiada. Por otro lado, si bien estas sinergias han dado paso a ampliar la protección y los
servicios para una persona que inicia un trámite de protección internacional con la
COMAR, detectamos entre los actores una divergencia y tensión entre la jerarquización de
las categorías administrativas (migrantes de tránsito, migrantes económicos, solicitantes
de refugio, refugiados) que genera preocupaciones ante la falta de posibilidades y
vulnerabilidad para las personas que no pueden o buscan esta vía de regularización.

Figura 5: Organismos Internacionales

Fuente: elaboración propia

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Relacionado con los gestores de gobierno que se muestran en la Figura 6, el equipo
de investigación se enfrentó a retos para lograr concretar entrevistas con diferentes
estructuras administrativas involucradas en la gobernanza de la migración a nivel fed-
eral, donde se consiguió entablar diálogo con la Unidad de Política Migratoria de la Sec-
retaría de Gobernación. Destacamos que a nivel local, específicamente en el caso de
Nuevo León —donde geográficamente se sitúan las instituciones de los investigadores
del proyecto— tuvimos respuesta de actores del estado como Secretaría de Desar-
rollo Social, Secretaría de Salud y la Comisión de Derechos Humanos del estado, así
como también logramos concretar entrevistas con delegaciones y oficinas de instancias
federales específicas en temas de migración y refugio como un oficial de protección a
la infancia (OPI) del Instituto Nacional de Migración y la oficina de enlace de la COMAR
en la entidad, lo cual nos permitió alimentar la visión nacional de la gobernanza de la
migración, que constituye el propósito de este reporte. También consideramos que
tanto la Unidad de Política Migratoria, el INM y la oficina de enlace de la COMAR (en
sus anclajes a Nuevo León) nos podrían ofrecer un panorama de las variaciones en la
estrategia del gobierno federal, ya que lo que todos tienen en común es precisamente
la función de tramitología e identificación, que propiamente estructuran la parte oficial
de la gobernanza de la migración. Por otro lado, entablamos diálogo con consulados de
Guatemala y El Salvador para tener un panorama del cambio en sus procesos de atención.

Figura 6. Gobierno

Fuente: elaboración propia

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18 Annual Report- 2016
Poliédrica
Finalmente, en la Figura 7 identificamos dos tipos de coordinadores de alber-
gues, a pesar de que tienen la misma dinámica. Por un lado, por la REDODEM y,
por el otro, las instancias oficiales de la Iglesia Católica. Cabe aclarar que las lla-
mamos “oficiales” porque la Secretaría Técnica de la REDODEM depende del
Servicio Jesuita a Migrantes, aunque la red en sí misma es un organismo laico.

Figura 7. Coordinadores

Fuente: elaboración propia

En general, es importante reconocer que las relaciones y sinergias entre los albergues
dependen mucho de su localización y adscripción. Es decir, encontramos que usualmente
hay colaboraciones inmediatas en cuanto a la canalización de migrantes cuando las casas y
gestores se encuentran en la misma ciudad, cuando pertenecen a una misma red (como el
caso de la REDODEM), así como cuando se activan las sinergias entre albergues de
diferentes geografías (sur-norte) de acuerdo a la ruta y situación de la persona migrante.
Relacionado con el análisis de la relación entre los albergues y el ACNUR, si bien algunas
relaciones entre la agencia y los albergues pueden tener instancias de conflicto, estas
tensiones se dan en el marco de la cooperación y de las constantes negociaciones entre los
administradores de las casas -abogando por un modelo de atención más allá del refugio- y
los trabajadores humanitarios del Alto Comisionado, como se verá más adelante.

Por otro lado, debemos señalar que, en términos de gobierno, hay sinergias importantes
entre los consulados y los albergues (como es el caso del Consulado de El Salvador en
Monterrey), pero no entre estos últimos y el INM. También algunas Casas del Migrante
resaltan buenas prácticas en donde fluyen las interacciones entre personas de un
albergue y funcionarios de una determinada instancia, a pesar de que las relaciones
institucionales con gobierno suelen ser mucho más tensas y complicadas, tema en el que se
profundizará en los siguientes apartados. Las dinámicas sintetizadas en esta sección se
replican en con textos de pandemia, dado que la tendencia ha sido reforzar los canales de
cooperación existentes más que diversificarlos. Estas especificidades se discuten a
continuación.

Annual Report- 2016 19


Poliédrica 19
2. Acciones frente a la crisis del COVID-19
Si consideramos la estrategia como una serie de acciones coordinadas con visiones
temporales a mediano y largo plazo, entonces no podemos hablar de acciones estra-
tégicas por parte de los actores de la gobernanza frente al COVID-19, sino más bien
de distintas reacciones ante la pandemia. En el caso de los albergues, encontramos
una rápida capacidad de adaptación, con lo que ha sido definida por una de nues-
tras entrevistadas como “mucha creatividad” en términos de la adopción de medi-
das ante la contingencia. Éstas van desde la modificación de planes de construcción
para poner lavabos en el caso de Hospitalidad y Solidaridad AC en Tapachula, hasta la
promoción de talleres de costura para la confección de tapabocas en Ciudad de Mé-
xico (Casa Tochán). Sin embargo, al momento en que llevamos a cabo las entrevis-
tas, muchos de los albergues estaban precisamente en la etapa de iniciar reuniones
del personal para el diseño de estrategias más a largo plazo. En todos los casos ex-
iste la impresión de que la incertidumbre se puede prolongar. Además, hay la sen-
sación de que, pasando la pandemia, el número de personas en condiciones de movi-
lidad aumentará a niveles mayores a los que había durante la “normalidad” previa.
En general, el proceso de inicio de la pandemia (marzo-abril) en todos los albergues
fue similar. En todos los casos, el voluntariado disminuyó dramáticamente, sobre todo
porque muchas casas de migrantes dependen del trabajo de estudiantes de servicio
social de las universidades o de voluntarios internacionales. Esto generó un exceso
de carga de trabajo en el personal de planta, el cual tuvo en ocasiones que duplic-
ar funciones administrativas y de estancia en las casas de migrantes (es el caso cla-
ro de FM4 en Guadalajara y CAFEMIN en Ciudad de México). A esto se agrega que el
personal de los albergues fue convocado a diversos webinars, seminarios y capaci-
taciones por parte de agencias internacionales y organismos de financiamiento, lo
que implicó una demanda extra de tiempo, que representó un exceso más de trabajo.
También durante este período, la mayoría de las casas cerró sus instalaciones. Quienes
estaban hospedados guardaron cuarentena. El encierro por un lado causó conflic-
tos y estrés entre la población migrante dada la intensificación de la convivencia y
el estrés inherente a las restricciones de entrada y salida. Sin embargo, hubo algu-
nos albergues que aprovecharon para organizar eventos de socialización o distrac-
ción, como por ejemplo La 72. Otro común denominador fue que una parte de la
población en confinamiento decidiera dejar el albergue, en algunos casos para rentar
su propio espacio. Esto llevó, tanto a los albergues de frontera como a los de corre-
dor, a adaptarse a dinámicas de provisión de alimentos y despensas fuera de sus in-
stalaciones que no tenían originalmente contempladas. En el caso de los albergues
del corredor, estas actividades de intervención comunitaria se intensificaron. Durante
los meses mayo a julio, se nota una reapertura paulatina con protocolos sanitarios.
Por lo tanto, se tuvo que recurrir a financiamiento o apoyos extraordinarios para
hacer frente a los gastos de sanitizantes y detergentes. En este sentido, el rol
de ACNUR, Médicos Sin Fronteras y OIM fue crucial para canalizar recursos, mu-
chos de estos en especie. También es importante mencionar que hubo respuesta
de la sociedad civil tanto en términos de donativos individuales como en una mov-
ilización de organizaciones para llevar a cabo labores de acopio y distribución.

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Fotografía por Victoria Ríos Infante

Esta labor incluyó también el tema de la provisión de alimentos. Sobre todo, para el
caso de los albergues de corredor que ya atendían a poblaciones establecidas en las
ciudades, la pandemia significó un aumento en el desempleo y por lo tanto una dis-
minución de ingresos en los hogares, lo cual derivó en una situación extraordinaria
por la necesidad de proveer un mayor número de despensas. También en el caso de
las organizaciones gestoras, es notable la adaptación del Proyecto Casa Refugiados y
del Centro de Derechos Humanos Fray Matías que ante el cierre de oficinas abrieron
líneas de atención telefónica, mismas que han tenido una demanda importante.
Destaca la coordinación entre los albergues y Médicos Sin Fronteras, misma que ha
sido fundamental para la detección de casos de COVID y la gestión de la atención a
los enfermos. Si bien esto se discutirá con mayor profundidad en la cuarta parte del
reporte, dedicada exclusivamente a la problemática sanitaria, quisiéramos destacar
aquí la importancia de las redes locales de apoyo y las buenas prácticas entre actores.
Estas implican distintos tipos de relación con jurisdicciones sanitarias del gobierno
federal, así como con hospitales y laboratorios universitarios. De tal forma, la reali-
dad varía mucho de una ciudad a otra.
Este dinamismo de los albergues contrasta con las inercias de los actores de gobier-
no en donde los mecanismos de respuesta y trámite siguen siendo los mismos. Si
bien los consulados han visto un aumento en la demanda de atención de ayuda de-
bido al cierre de fronteras en Centroamérica, los recursos y la mecánica del personal
diplomático no ha sufrido cambios. Asimismo, la Unidad de Política Migratoria (UPM)
se han enfocado en sus mismas labores de asesoría y diagnóstico, adaptándolas al
análisis de la migración en situación de pandemia, mediante la búsqueda y sistema-
tización de información secundaria. Lo anterior contrasta con el trabajo realizado por
COMAR -organismo que sí tiene una atención directa a población solicitante de refugio
y refugiada- a diferencia de la UPM; la Comisión ha mantenido la recepción de so-
licitudes y atención, si bien principalmente vía telefónica y correo electrónico, aunque
en un marco de suspensión de plazos indefinido. De igual forma, los organismos de
coordinación continúan su labor, ahora utilizando plataformas virtuales de reunión.

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Poliédrica
Fotografía por Victoria Ríos Infante

I PARTE: ACTORES DE LA GOBERNANZA DE LA MIGRACIÓN EN TIEMPOS DEL COVID

CAPÍTULO 2. ESTRATEGIAS FRENTE A LA PANDEMIA: FICHAS


TÉCNICAS DE LOS ACTORES CLAVE
Mariana Gabarrot y Victoría Ríos

La siguiente sección presenta una breve ficha de cada actor, en donde se discuten a
detalle las particularidades de su perfil, de las acciones que adoptó durante la pan-
demia y de su relación con los otros actores de la gobernanza. Los hemos organi-
zado de la misma forma que el mapa de actores presentado en nuestra discusión ini-
cial. Al final, la figura 5 presenta el mapa general de los actores de la gobernanza.

2.1 Albergues de frontera

Casa del Migrante Matamoros


PERFIL INSTITUCIONAL

Albergue católico. Brinda hospedaje, atención legal, atención mé-


dica. Tienen presencia en el campamento de Matamoros de perso-
nas en espera de respuesta a solicitudes de asilo en Estados Unidos
(MPP). Se coordina con la diócesis de Matamoros y se sostienen de donaciones.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Calculan que entre albergues, campamento y casas de asistencia en Matamoros hay


alrededor de 5 mil migrantes. Si bien en el reglamento se contemplaban 3 días de
estancia, antes de la pandemia se decidió ampliar el período; sobre todo, en apoyo a fa-
milias que necesitaban más tiempo para llevar a cabo los trámites de refugio en Estados
Unidos (hay familias que, por ejemplo, tienen un año en el albergue). Durante la pandemia
se tuvo que cerrar para poder resguardar a la población de contagios. En el campamento
hubo un brote de COVID que afrontaron con la colaboración de Médicos Sin Fronteras.

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RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Tienen relación con agencias internacionales para la entrega de apoyo directo a perso-
nas (económico) y compra de comida.

Casa del Migrante, Ciudad Juárez


PERFIL INSTITUCIONAL

El albergue se funda a principios de los ochenta a instancia del obispo que pide a
los scalabrinianos que vengan a atender el tema migratorio, inicia como un alber-
gue para braceros y jornaleros agrícolas. Está organizado en 6 áreas: psicología,
derechos humanos, asesoría legal, trabajo social, apoyo psicológico, y apoyo médi-
co. El personal se organiza en 3 turnos y atienden las 24 horas. Se sirven las tres
comidas y las instalaciones son amplias, cuentan con una capilla para más de 300
personas, jardines, juegos, canchas. Asimismo, tienen espacios separados al inte-
rior del albergue para: mujeres, hombres, menores de edad, familias, comunidad
LGBT y casos especiales como: secuestro, trata, mujeres víctimas de violencia sexu-
al. Además, reciben trabajo voluntario de personas que dan acupuntura, masaje,
médicos que complementan el servicio del albergue, así como abogados de Méxi-
co y EE. UU. Reciben donaciones de empresas y particulares de El Paso y de Juárez.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Los migrantes pueden quedarse máximo 3 días a menos que den una razón para
quedarse más, por ejemplo, estar esperando dinero de la familia. Han tenido gen-
te que se ha quedado de 4 a 5 meses, algunos casos hasta 10. De manera gener-
al, las personas están alargando su estancia y notan un aumento del estrés con el
encierro. Recibían deportados del INM, pero dejaron de hacerlo porque el Insti-
tuto se negó a hacer las pruebas de Covid, alegando falta de presupuesto y equi-
po. Los migrantes pasan por dos filtros sanitarios donde se les hace la prueba
COVID: uno de la iglesia luterana y otro de la OIM, antes de canalizarlos al albergue;
de todas maneras, a los migrantes que llegan en este contexto se les aísla 15 días.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Son parte de la red de albergues scalabrinianos y han podido establecer redes de


donación con iniciativa privada. Por ejemplo, han recibido redondeo de supermercados
como OXXO, Smart, Cibeles, Trevi. Asimismo,el mercado de abastos les paga los servicios.
Han logrado diálogos con la Border Patrol e ICE por el tema de las deportaciones, pero
la relación con el INM es problemática, tanto por el tema de las pruebas de Covid como
por la insistencia de personal del instituto en canalizar deportados en la madrugada.

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Poliédrica
CAMMYN, Centro Comunitario en Atención al Migrante y
Necesitado, Altar, Sonora
PERFIL INSTITUCIONAL

Albergue católico. Brindan alojamiento, comida, ropa, calzado, artículos de hi-


giene personal. La casa provee 3 días de hospedaje y 15 días de alimentos; sin em-
bargo, estas reglas se flexibilizan dependiendo de las necesidades de las per-
sonas. Por ejemplo, si están heridas, han sido violentadas o se encuentran en
riesgo. El desayuno lo sirven a las 6 de la mañana. Posteriormente se les da orien-
tación o atención psicológica. Normalmente las personas se van a trabajar y re-
gresan a las 4 de la tarde. El albergue atiende mayormente a población masculi-
na, recibiendo personas tanto que van hacia Estados Unidos como deportadas.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

La pandemia no ha cambiado la atención del albergue en términos logísti-


cos, pero si han implementado medidas de seguridad sanitaria. Se propor-
ciona cubrebocas a quienes reciben y no permiten la entrada a la casa sin él.
También instauraron el ritual de lavado de manos, uso de gel y sana distancia.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

No Más Muertes es su aliado estratégico. Es una organización estadoun-


idense que provee el recurso para pagar el sueldo de quien administra y
de la trabajadora de limpieza. También provee apoyo para alimentos. AC-
NUR y Cruz Roja han proveído artículos de higiene durante la pandemia.

Casa Arcoíris, Tijuana, Baja California


PERFIL INSTITUCIONAL

Casa de migrantes para miembros de la comunidad LGBTIQ+ que están tramitando


asilo en Estados Unidos. El albergue se compone de un staff de 10 personas, todas con
goce de sueldo en turnos de 24 x 24. Tienen capacidad para 30 personas; en general
son mujeres trans*14, aunque al momento de la entrevista eran mayormente hombres
gays jóvenes y, siempre en menor escala, mujeres lesbianas. Tienen una coordinación
general y 2 áreas: una de atención y gestión que se encarga de la parte de salud y la legal
y el área de apoyo psicológico. A futuro se pretende tener una Coordinación de arte y
cultura. Los residentes se quedaban durante el tiempo que duraba el proceso de asilo en
Estados Unidos, aproximadamente 3 a 4 meses. El albergue es autogestionado por los
migrantes se encargan de la limpieza y la cocina; sólo se les proporcionan los insumos.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

De inicio cerraron puertas, sólo permitían salir por razones de extrema necesidad, al
médico, al banco o a trabajar. Suspendieron la llamada para trámites de refugio en EUA,
entonces el período de estancia se volvió incierto. La situación de encierro fue estresante
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Poliédrica
porque los habitantes de la casa son gente joven entre 19 y 35 años, por ello al cerrar
las puertas la población se redujo de 23 a 14 personas. Sin embargo, el equipo gestor se
cansó de la situación de encierro y decidieron abrir en junio, cuando en Tijuana permiti-
eron abrir negocios, aunque saben que es una ficción que haya menos riesgo sanitario.
Establecieron un convenio con OIM y les instalaron una carpa para aislamiento de posi-
bles pacientes con Covid, aunque al momento de la entrevista no había sido utilizada.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

OIM y ACNUR proporcionan financiamiento. Tiene una relación tensa con los alber-
gues religiosos que rechazan LGBTIQ+ pero a la vez les canalizan a las migrantes para
“quitarse del problema”. Ganaron el premio Pride de San Diego, pero no hubo des-
file del orgullo; aun así, hubo recaudación de fondos por internet. En general tienen
apoyo de colectivos LGBTIQ+ de California y de Tijuana. Canalizan, de ser necesario,
casos de adicciones a un centro llamado Jardín de las Mariposas y tienen relación con
el albergue casa Scalabrini, que les canalizan migrantes. Han tenido problemas con
abusos de la policía municipal hacia mujeres transgénero que viven en el albergue.

Fotografía por Victoria Ríos Infante

14 El prefijo trans* hace referencia a personas que se identifican con un género distinto al asignado al nacer.

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Hospitalidad y Solidaridad A.C., Tapachula, Chiapas
PERFIL INSTITUCIONAL

La organización tiene experiencia previa trabajando con poblaciones migrantes, pero el


albergue propiamente está en construcción, casi terminado, pero aún no abre sus puer-
tas. Está planeado para mujeres, niños y comunidad LGBTIQ+ solicitantes de refugio, con
enfoque de trabajo comunitario e intervención social en comunidades migrantes. No re-
cibirán población en tránsito. Al momento, están enfocados en actividades de outreach
para detectar a población solicitante de asilo en condiciones vulnerables, sobre todo
haitianos y africanos. Reparten despensas en las viviendas. Principalmente trabajan
con mujeres solas y con familias; ven pocos hombres porque no les interesa quedarse
en Tapachula y, por lo tanto, no se registran para solicitar asilo en esta ciudad -la inten-
ción de ellos es seguir a Estados Unidos, según la percepción de nuestro entrevistado-.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Antes de la pandemia habían iniciado un mapeo para ubicar contextos y situaciones


de migrantes temporales, solicitantes de refugio, guatemaltecos, haitianos y trans-
continentales, el cual tuvieron que suspender. Asimismo, interrumpieron el trabajo
comunitario, cuyo objetivo era acercarse a las comunidades de migrantes para, pos-
teriormente, hacer trabajo de intervención. Lo anterior se debió a que esta actividad
la realizaban estudiantes de servicio social de las universidades, quienes dejaron de
trabajar por la contingencia. También, desde hace 3 meses suspendieron los recor-
ridos que llevaban a cabo junto con personal de ACNUR para monitorear la frontera.

Por otro lado, se están preparando para una reducción de presupuesto, dado que
ACNUR les avisó de que el próximo año va a haber restricciones de financiamiento.
También, las oficinas de la COMAR y del INM cerraron temporalmente, de tal forma
que tienen previsto que las personas migrantes no saldrán mucho del albergue.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

La relación con COMAR es problemática porque tienen una oficina de atención y la gente
está afuera, ahí comen y no tienen acceso a baños; esto causa conflicto con los vecinos,
pues a veces hay 150 o 200 personas esperando en las calles aledañas. Ellos como al-
bergue organizaron mesas de trabajo donde participaron los vecinos y la COMAR, pero
ésta última lo tomó como si el evento fuera exclusivamente para causarle problemas.

Trabajan en conjunto con misioneras combonianas quienes estarán a cargo de la


atención psicosocial en el albergue y en las visitas. Dado que tienen experiencia en
África, esto les facilita el trato con los solicitantes de este continente. También colabo-
ran con monjas apostólicas del corazón de Jesús, quienes se harán cargo de la oper-
ación del albergue. Las Universidades proveen estudiantes de servicio social y trabajan
con El Colegio de la Frontera Sur para organizar foros y actividades de sensibilización.

ACNUR es el principal financiador de la construcción del albergue, cubriendo entre el


70 y el 80 por ciento de la operación.

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La 72, Hogar-Refugio Para Personas Migrantes, Tenosique,
Tabasco
PERFIL INSTITUCIONAL

Casa del Migrante administrada por la Provincia Franciscana “San Felipe de Jesús”, de
la Iglesia Católica. Declaran una estrategia socioeconómica de austeridad y un mod-
elo de autogestión. El periodo de la estancia depende de la necesidad de cada per-
sona. El albergue provee hospedaje y comida, así como acompañamiento jurídico.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

De 15 y 13 mil personas recibidas en el albergue en 2018-2019 respectivamente,


este año llevaban 1,000 personas recibidas. Al iniciar la pandemia decidieron cerrar
las puertas del albergue y hacer cuarentena en colectivo; de 200 personas que hos-
pedaban, el número se redujo a 50 durante el período marzo-agosto. Las personas
que decidieron salir obtuvieron el estatus de refugio o han rentado cuartos en la ciu-
dad. Con el tiempo, algunas personas se han instalado afuera del albergue en un
terreno pegado al mismo. De las personas que están fuera, en situación de calle, el
equipo del albergue brinda atención a 70, les proporciona alimentos 3 veces al día
y atención médica en sinergia con Cruz Roja Internacional y Médicos Sin Fronteras.

Quienes se mantienen dentro de la casa reciben asistencia humanitaria, talleres-even-


tos, acompañamiento en trámites migratorios. También implementaron un protocolo
de higiene y seguridad para la entrada y salida del personal. El perfil de las personas que
se quedaron varía entre hombres, mujeres, menores y adolescentes no acompañados,
personas de la comunidad LGBTIQ+, niños y niñas. Para contrarrestar el estrés y el en-
cierro, han desarrollado actividades deportivas, educativas, recreativas, proyección de
películas, convivencias, talleres y acompañamiento psicológico para afrontar el encier-
ro de personas acostumbradas a la movilidad. Se ha aprovechado la baja de personas
en el albergue para cuidar la infraestructura de la casa y dar mantenimiento general.

Fotografía por Victoria Ríos Infante

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Poliédrica
Dado que el albergue es una agrupación religiosa, el término de la gestión y logística se ha
visto respaldado por hermanas y frailes franciscanos que prestan servicio por periodos
de un mes, ayudando en la operación de la casa. El personal ha disminuido en cuanto a los
voluntariados internacionales pero los voluntariados desde el interior de México siguen
llegando.TambiéncuentanconelapoyodeMédicosSinFronteras,CruzRojaInternacional
y ACNUR para la gestión cotidiana en términos de salud y apoyos en especie para comida.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Cooperación cercana para la operación del albergue y atención a migrantes con Médi-
cos Sin Fronteras, Cruz Roja Internacional, ACNUR.

2.2. Albergues del corredor interno.

Casa Indi (Institución Normativa de Indigentes), Monterrey,


Nuevo León
PERFIL INSTITUCIONAL

Albergue católico con capacidad para aproximadamente 500 personas. Brindan


hospedaje, comida y canalización para atención médica. La población que atiende
el albergue se ubica en tres espacios: Casa Indi (hombres), Casa Santa Mar-
ta (mujeres y niños) y Casa Sia (personas con problemas de adicciones). Reci-
ben apoyos financieros de la Secretaría de Desarrollo Social del estado, así como
de instancias privadas como FEMSA, OXXO y fundación González Montemayor.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

A raíz de la pandemia, el 90% de la población que atienden está permaneciendo en el al-


bergue, no quieren ir a Estados Unidos. Por otro lado, la mayoría de las mujeres y mujeres
con niños alojados tienen procesos de asilo en Estados Unidos que están frenados por la
pandemia. Siguen llegando personas de Honduras, Guatemala y Cuba al albergue. Tuvi-
eron un brote, de más de 172 personas. Por lo tanto, los espacios de atención siguieron
operando, aunque con ajustes para separar a las personas contagiadas de las personas
con resultados negativos. Implementaron estrategias de remodelación de espacios para

Fotografía por Alma Lara

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la sanitización: lavabos, baños áreas de lavado de ropa, distribuyeron artículos de higiene
personal. Han complementado para esto su presupuesto con apoyo de la Cruz Roja.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Son socios de ACNUR, tienen un convenio con la OIM para el traslado de hon-
dureños a sus países y buena relación con un hospital de gobierno del Esta-
do (Hospital Tierra y Libertad). También tienen buena relación con la COMAR.

Casa Monarca, Monterrey, N.L.


PERFIL INSTITUCIONAL

Organización fundada en 2015 para acoger, proteger, promover la integridad de las


personas migrantes y defender sus derechos humanos. Tienen 5 áreas de trabajo:
atención a las personas migrantes, protección jurídica, protección a la salud física y
mental, investigación e integración socioeconómica. Esta última incluye asesoría y
acompañamiento para acceso a empleos formales, vivienda, educación, salud e in-
tegración sociocultural. Adicionalmente ofrecen servicio de comedor y entrega de
despensas. Han atendido 4,125 personas en lo que va del año, abarcando 252 colonias

En total trabajan 14 personas en la organización. Cuentan con 4 trabajadoras social-


es, un psicólogo y una psicóloga, que son especialistas en niñez, dado que trabajaron
en el DIF previamente, y también tienen experiencia con casos de violencia contra las
mujeres particularmente. Su punto fuerte son los trámites migratorios: hay 6 aboga-
das de las cuales 5 estuvieron vinculadas al INM y dan apoyo para trámites de asilo
político en EUA y trámites de registro de niños ante el registro civil mexicano. Reci-
ben donativos en dinero y en especie de fundaciones, ENSAMBLE, PRISA la comuni-
dad judía de CDMX (CADENA), Amigos de Nuevo León…, sobre todo para despensas.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Suspendieron el servicio de comedor, pero continúan repartiendo despensas. Si


bien el flujo de personas disminuyó, siguen llegando familias migrantes de otras
partes de México. Al dar seguimiento a las familias, notaron un aumento en el de-
sempleo: 277 jefes y jefas de familia habían perdido el empleo. En consecuencia,
llevaron a cabo una campaña en redes sociales para juntar despensas, artículos de
higiene y de limpieza y afectó, por ejemplo, el seguimiento de 37 mujeres embaraza-
das que recibían atención médica en clínicas estatales y ahora les piden la prueba
del Covid. Asimismo, con la pandemia notan que los niños tienen problemas para es-
tudiar (40% aproximadamente de las 4,125 personas que atienden son niños, la mi-
tad en edad escolar). También han notado más demanda por atención psicológica.

Por otro lado, tienen un proyecto con gobierno del Estado, en donde 10 per-
sonas migrantes están trabajando. Hacen cubrebocas y para ello les dieron
un curso de costura; consiguieron donativos de tela y máquinas de coser pre-
stadas. ACNUR suministró el material. Antes de la pandemia canalizaban a
los migrantes al Hospital Universitario (del gobierno del Estado) pero éste se
Annual Report- 2016 29
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Poliédrica
transformó en hospital Covid. Asimismo, el donativo de empresas ha disminuido;
durante la pandemia están recibiendo 30-40% de lo que llegaba de flujo de dinero.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Se declaran una “ONG ACNUR”, es decir tienen una relación estrecha y siguen los lineam-
ientos de esta organización. Asimismo, tienen buena relación con gobierno del Estado,
por ejemplo, la Secretaría de Gobierno les ayuda para inscribir a los hijos de personas mi-
grantes en la Secretaría de Educación Pública y han podido canalizar a personas migrantes
a servicios de salud (tales como el Hospital Universitario y otras clínicas estatales). Aportan
indicadores a OIM y la organización les invita a eventos. Tienen buena relación con CO-
MAR y una relación más conflictiva con INM, principalmente por el retraso de los trámites.

Con la Comisión Estatal de Derechos Humanos propusieron una ley de migración que
no ha avanzado en el Congreso. Tienen una relación conflictiva con Casa Indi: por un
lado, Casa Monarca les ha apoyado para su funcionamiento, pero, por el otro, no están
de acuerdo con el manejo de la casa. También tienen buena relación con universidades
y estudiantes que hacen servicio social del Tecnológico de Monterrey y de la Universi-
dad de Monterrey. Asimismo, tienen relación con investigadores del Colegio de la Fron-
tera Norte y están en la Red de Fortalecimiento Humanitario a Migrantes (REFHUMI).

Casa del Migrante Casa Nicolás, Guadalupe, N.L.


PERFIL INSTITUCIONAL

Albergue católico dirigido por el presbítero de la parroquia San Francisco Javi-


er. Brindan alojamiento, acompañamiento pastoral y promueven los derechos
humanos de los migrantes. Albergue de tránsito. Reciben apoyo de donaciones
ciudadanas, de la Arquidiócesis de Monterrey y de la Cruz Roja Internacional.

OPERACIÓN EN CONTEXTO DE PANDEMIA

Establecieron un mecanismo de seguridad sanitaria y prevención de contagio du-


rante los primeros dos meses con 50 personas en cuarentena rigurosa. Luego
permitieron entradas y salidas. No han tenido inconvenientes en términos de
recursos, pero sí se han visto diezmados en asistencia jurídica, que por el momen-
to no se está otorgando porque en su mayoría eran estudiantes de servicio so-
cial, igual que la asistencia psicológica, pero esta se está brindando vía remota.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Mantienen lazos institucionales con Tec de Monterrey y Universidad de Monterrey


para servicio social y prácticas profesionales -actualmente las que se pueden se lle-
van a cabo vía remota-. Tienen relación con organizaciones internacionales como
ACNUR, Médicos Sin Fronteras, Cruz Roja Internacional -particularmente con el-
los la relación se define como muy efectiva económica y medicamente hablando-.

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Poliédrica
Fotografía por Victoria Ríos Infante

No tienen mucho contacto con instituciones gubernamentales, pero sí canalizan a


los migrantes a un centro de salud perteneciente a la Secretaría de Salud del Esta-
do que los atiende. Tiene muy buenas relaciones con albergues de la frontera norte.

Casa del Migrante de Saltillo, Saltillo, Coahuila.


PERFIL INSTITUCIONAL

El objetivo general de la organización es defender los Derechos Humanos de las


personas migrantes y las personas refugiadas e incidir en la construcción de una
política pública con perspectiva en Derechos Humanos. También tienen un alber-
gue que presta asistencia humanitaria. El espacio del albergue permite una cer-
canía cotidiana y diaria por la interacción directa con la población migrante que
facilita el reconocimiento de sus necesidades y problemáticas coyunturales, estruc-
turales en el origen y tránsito. Es de larga estancia, por lo tanto permite que las
personas se queden desde horas, tres días, o meses, dependiendo de cada caso.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

La emergencia detonada por la pandemia ha implicado una redistribución del presu-


puesto que no se tenía contemplada. Al menos 700,00 pesos se han dedicado a gastos
relacionados con la contingencia del COVID-19, lo que ha llevado al equipo a buscar fi-
nanciadoras con fondos de emergencias, adicional al apoyo que ya se tiene de manera
regular. Sin embargo, este tipo de licitaciones y administración de recursos implica una
“carga doble” adicional para el equipo. El equipo representa legalmente 1,500 casos de
personas solicitantes de refugio, pero además atienden personas en las puertas del al-
bergue, entregan despensas a quienes quedaron sin empleo o vieron disminuidos sus
ingresos, adicional a todos los productos de sanitización para crear el filtro sanitario.

De acuerdo con las valoraciones realizadas por Médicos Sin Fronteras y las ca-
pacitaciones tomadas, para poder reabrir el albergue se requiere de modifica-
ciones infraestructurales y de equipo. Por ejemplo, valoran que para poder ten-
er camas separadas tendrían que hacer un gasto de más de 100,000 pesos. Pensar
en sábanas desechables para los próximos 6-8 meses: más de 300,000 pesos.

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Poliédrica
RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Apoyo de la comunidad fuerte, a quien consideran su principal aliada. ACNUR es máxi-


mo aliado institucional. Trabajo en red con casas del migrante, más de 70. Coordinación
con expertos en temas de salud: Organización Panamericana de la Salud, OMS, Médicos
Sin Fronteras, quienes ofrecen capacitaciones y asesoría en valoración para reapertura.

Casa del Migrante San Luis Potosí, San Luis Potosí


PERFIL INSTITUCIONAL

Albergue religioso para migrantes en tránsito, adyacente a las vías del tren.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Tuvieron dos migrantes alojados con Covid, ambos asintomáticos, y uno sí tuvo
que se ser internado; por lo que decidieron cerrar el albergue. Cuando detectaron
el primer caso había 70 personas en el albergue y la Secretaría de Salud del estado
les hizo las pruebas de Covid, ante lo que 30 personas se fueron por miedo al con-
tagio. Se quedaron principalmente mujeres, familias con niños y personas lastima-
das o con alguna vulnerabilidad. Sin embargo, compraron una casa pequeña y la
habilitaron para dar servicio de baño, regadera, comida y un descanso de 12 horas.

De manera general ha disminuido el tránsito. El grupo más grande que han recibido fue
de 20 personas en marzo, luego han llegado grupos de 6 a 8 personas, las cuales fueron
atendidas en la casa. De marzo a mayo hubo muchos migrantes de retorno desde los
Estados Unidos, pero después sólo flujos hacia el norte. El personal del albergue tam-
bién ha tenido síntomas de Covid y eso ha detenido la reapertura del albergue principal.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Han recibido apoyo de Secretaría de Salud del Estado para atención y detección de caso,
así como para acceso a la salud de manera general. La Cruz Roja Internacional les ha
ofrecido webinars para planear medidas sanitarias de reapertura y otros apoyos ma-
teriales. Están en proceso de convertirse en socios del ACNUR, con quien siempre han
tenido una relación cordial y de comunicación. Amnistía Internacional ha sido un aliado
importante durante la pandemia, ya que les proporcionó túneles y equipo para sanidad.

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32 Annual Report- 2016
Poliédrica
FM4 Paso Libre (Dignidad y Justicia en el camino A.C.),
Guadalajara, Jalisco
PERFIL INSTITUCIONAL

Brindan atención humanitaria integral y realizan incidencia política e investigación. Re-


ciben apoyo económico de ACNUR, International Council of Voluntary Agencies (ICVA).
También reciben apoyo en especie de actores diversos, desde agencias internacionales
hasta iniciativas privadas y ciudadanas (donación de despensas, comidas, ropa, etcétera).

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

El personal del albergue se ha visto disminuido por la falta de voluntarios y ser-


vicio social, por lo que quienes están de planta han tenido que diversificar fun-
ciones (como consecuencia de la pandemia comenzó a dar atención directa).
De manera ejecutiva se decidió cerrar el albergue a migración en tránsito, en
un primer momento. El equipo base tomó turnos de cuatro días u horas, día-
noche, lo que, en teoría, era temporal. Siguen dando apoyo a población no alo-
jada en el albergue (por desempleo u otras situaciones) a través de despensas.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Colaboración con el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUS) de la UdeG para


pruebas de COVID y con gobierno del estado a través de la Secretaría de Igualdad Sustan-
tiva. También son socios de ACNUR y colaboran en general con instancias de Naciones
Unidas como ONU Mujeres y la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asun-
tos Humanitarios (OCHA por sus siglas en inglés). Son parte de redes como ICVA, la red
de reintegración alemana GIZ y Bloque Latinoamericano (también con sede en Alemania
y reciben apoyo de la Fondazone Avsi (italiana). A nivel nacional participan en REDODEM

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Poliédrica
Poliédrica
Casa Tochán, Ciudad de México
PERFIL INSTITUCIONAL

Albergue para migrantes, principalmente centroamericanos que están en proceso


de regularización. Fundado hace nueve años (2011), pertenecen al Comité de Soli-
daridad y Derechos Humanos Monseñor Romero. Este año se constituyeron como AC
y siguen vinculados al comité, pero se abrieron. Son parte de la REDODEM y a Co-
demire (del Consejo episcopal latinoamericano). Trabajan sólo con personal voluntario.

Las personas se pueden quedar tres meses y reciben alojamiento, comida y ropa. Han
desarrollado un proyecto de planeación de vida que implica acompañamiento para
que las personas que utilizan el albergue busquen empleo y se establezcan. Tienen 30
camas y atienden sólo a población masculina; las mujeres son canalizadas a Cafemin.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Antes de la pandemia tenían voluntarios estudiantes que ahora ya no van y esto ha


disminuido dramáticamente los recursos humanos del albergue. De inicio se quedar-
on sin voluntarias, llegaron a tener 12, luego recuperaron y ahora son 5. Al momento
3 de ellas realizan trabajo presencial, una psicóloga, una voluntaria que da taller de
costura en el cual se confeccionan cubrebocas y un voluntario que da un taller de box.

En marzo cerraron y establecieron cuarentena con 30 personas, se fueron yendo, se


quedaron con 17 y llegaron 3 personas más. Se han alargado los tiempos de estan-
cia, al momento hay 20 personas en el albergue. Recientemente recibieron un ad-
olescente de Cafemin (albergue para mujeres y niños) que cumplió 18 años y a las
2 personas nuevas las tuvieron aisladas 15 días. En general perciben que está lle-
gando más gente a CDMX porque está atrapada entre las fronteras cerradas.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Relación estrecha con Cafemin a donde canalizan migrantes mujeres y a su vez les
canalizan migrantes hombres. El gobierno de CDMX les da la comida preparada y
ellos la distribuyen. Han recibido además donación de alimentos de la Pastoral de
Movilidad Humana de la Iglesia Católica, Colegio Sefaradí, Cáritas México y Cári-
tas Norteamérica dio un apoyo para el contexto de pandemia. La organización de
Sin Fronteras siempre les apoya y recientemente les consiguió unos vales de Burg-
er Boy. Gobierno de la Ciudad de México proporciona los alimentos preparados.

La comunidad menonita es la que apoya el programa Planificación de Vida. Han


tenido visitas de Médicos sin Fronteras y también les han donado sanitizantes
y desinfectantes, al igual que ACNUR. CNDH ha sido mediadora entre los alber-
gues de la ciudad y el gobierno de la ciudad; tienen reuniones cada 15 días. En gen-
eral están demandando que se abra un albergue para poder atender más gente.

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34 Annual Report- 2016
Poliédrica
Casa de Acogida Formación y Empoderamiento de la Mujer Mi-
grante y Refugiada (CAFEMIN), Ciudad de México
PERFIL INSTITUCIONAL

Albergue de hermanas josefinas que lleva 8 años brindando atención. Es de larga-medi-


ana estancia (uno-dos meses). Atienden mujeres, familias, niños, niñas y adolescentes no
acompañados. El equipo está integrado por un médico de tiempo completo,un psiquiatra,
dos psicólogos, una trabajadora social y con personas que apoyan brindando talleres de
desarrollo humano. En total el equipo está conformado por 14-15personas. Los fines de
semana hay actividades en el albergue. Los domingos el personal se turna para organizar
paseos que sirven para conocer la ciudad y familiarizarse con los medios de transporte

OPERACIÓN EN CONTEXTO DE PANDEMIA

En esta operación en modo “semi-abierta” del albergue, que consiste en recibir per-
sonas de nuevo ingreso bajo un protocolo de aislamiento para evitar contagios. El
equipo se ha dividido en dos, cubriendo turnos de una semana completa. Se sus-
pendieron los paseos de domingo. La operación en tiempos de pandemia ha sido
retadora por el perfil de la población que atienden -adolescentes 12-17 años con
problemas de adicciones- lo cual ha detonado intentos de suicidio. Para afron-
tar el encierro la misma población del albergue ha brindado talleres (de belleza, de
yoga) que han favorecido la convivencia e integración durante el confinamiento.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

La directora del albergue coordina la REDODEM y los albergues del centro de la Dimensión
de la Movilidad Humana de la Iglesia Católica. Por lo tanto, la institución está conectada a
estas redes. Durante la pandemia han tenido donaciones en especie de empresas como
BimboyLala,asícomotambiénhanrecibidoapoyodelacomunidadentemasdealimentos.

Han recibido también financiamiento de algunas organizaciones internac-


ionales. Sin embargo, los gastos como luz, agua, predial y servicios en gen-
eral son motivo de preocupación por lo que implica en términos económi-
cos el mantener a 50 personas en confinamiento. Tenían también el apoyo de
universidades como la UNAM, IBERO, Tec de Monterrey para recaudación de artícu-
los de higiene, ropa, etc., pero la pandemia también ha limitado este tipo de apoyos.

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Poliédrica
Albergue Tierra Blanca, Veracruz
PERFIL INSTITUCIONAL

Albergue religioso de tránsito, adyacente a las vías del tren. Ofrecen comida, dormitorios
y asesoría en trámites para huéspedes y personas que están tramitando refugio. Reparto
de despensas a personas que solicitan refugio asentadas en la ciudad. El albergue tiene un
alto flujo de personas; durante 2019, atendieron a 10,357 migrantes atendidos, es decir,
que se registraron, se hospedaron y recibieron ropa. Los migrantes de paso que nada
más comieron fueron 40,000 aproximadamente. El albergue lo atienden 6 religiosas.
Tienen reuniones periódicas que facilitan la organización de las tareas y el autocuidado.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Ha disminuido el número de personas que pasan por el albergue, sobre todo


la cantidad de mujeres y niños que era mayor cuando las caravanas. Antes de
la pandemia entre enero, febrero y marzo hubo casi 2700 migrantes. A par-
tir de abril las cifras bajaron a 218, en mayo 250, en junio 105, en julio 260 y has-
ta mediados de agosto que llevamos a cabo la entrevista habían recibido 170.

Dado que el albergue está cerca de las vías del tren, notaron circulación de las mismas
personas primero hacia el norte y luego de regreso hacia el sur, sobre todo aquellas que
habían sido liberadas de las estaciones migratorias y querían regresar, por ejemplo, a
Guatemala, encontraban la frontera cerrada y sin alternativas volvían a subir al tren hacia
el norte. También notaron un incremento de mexicanos deportados de regreso en el tren.

Por la falta de voluntarios y material de higiene, tuvieron que suspender el servicio de dor-
mitorios, pero continuaron con los demás: baños, descanso, comida, ropa y asesorías.
Tambiéndisminuyóelflujodedineroyrecursosporqueelalberguedependíadelascolect-
as de las Iglesias y las parroquias de Tierra Blanca, las cuales cerraron por la pandemia.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Tienen una relación problemática con ACNUR porque son albergue de tránsito, no para
población solicitante de refugio; ACNUR visita, pero, por ejemplo, llevó un agente de la
COMAR sin autorización. Por otro lado, les han dado apoyos como pintura y computa-
doras. También han recibido apoyos de la UNESCO, Cruz Roja Internacional, Médicos
Sin Fronteras, Catholics Relief Services y la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

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36 Annual Report- 2016
Poliédrica
2.3. Gestores

Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova,


Tapachula, Chiapas
PERFIL INSTITUCIONAL

Organismo no gubernamental, sin fines de lucro, laico. Lleva a cabo acciones dirigidas
a la promoción, difusión y defensa integral de los derechos humanos de las personas
migrantes. Brindan asesoría legal, atención psicosocial, acompañamiento en el acceso
a derechos (salud, trabajo). El presupuesto de la organización viene de fondos esta-
dounidenses y europeos, no reciben nada de gobierno ni financiadoras mexicanas.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

La organización cerró el 20 de marzo la atención presencial. La decisión de cerrar también


se fortaleció por los escenarios de violencia en Tapachula dirigidos hacia población mi-
grante (criminalización, estigmatización de migrantes asociados a los contagios de Covid).

Otro factor fue el incremento de personas solicitando atención, lo cual generaba que
fuera de las oficinas se hicieran filas de 50-100 personas. Se estaban atendiendo dia-
riamente 200 personas en 4 bloques de 50 y eventualmente esto les pareció insos-
tenible. Desde entonces se brinda atención vía telefónica, Facebook y correo elec-
trónico. Se compraron celulares para el personal y se repartieron en las áreas más
demandadas (defensa, atención psicosocial); desde ahí se sigue dando atención.

Además, esta organización fue una de las gestoras de la estrategia de amparo para la
liberación de migrantes de los centros de detención del INM durante abril de 2020. Lo
anterior consistió en la elaboración de un modelo de amparo, el cual se tomó como ref-
erencia para construir un patrón de conducta de detención (hacinamiento, no división
de personas, atención médica), donde todo lo documentado fue la base para solicitar la
liberación de las personas migrantes. También se presentó una queja ante la Comisión
Nacional de Derechos Humanos, una solicitud de acción urgente al relator de migrantes
de Naciones Unidas y una petición a la Comisión Interamericana para solicitar al gobi-
erno mexicano información sobre la situación de las personas en centros de detención.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Están en el mecanismo de protección de defensores de derechos humanos. Son


monitoreados por SERAPAZ, ALUNA y el ACNUDH. La articulación con otros ac-
tores de la sociedad civil, a nivel nacional, se realiza desde el lado de la inciden-
cia, la articulación de acciones y la comunicación de estas acciones a la opin-
ión pública. Tal como lo hicieron con la estrategia de amparos antes mencionada.

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Poliédrica
Programa Casa Refugiados, Ciudad de México
PERFIL INSTITUCIONAL

Nace en los años 80 para atender a la población centroamericana en los refugios en


México. Desde 2015 se han enfocado en educación para la paz y desarrollo comuni-
tario en México; en los últimos años, en colaboración con el ACNUR, implementan un
programa de atención humanitaria para solicitantes de asilo y refugiados a través del
cual buscan dar atención a las necesidades urgentes de la población. Para ello, de-
rivan a las personas migrantes con instancias para disminuir los riesgos que enfren-
tan en territorio nacional, ya sea porque se encuentren en situación de calle, porque
no tengan recursos para alimentación o porque requieran servicios de salud básica.
Recorren rutas migratorias y reparten apoyos de ACNUR. También dan seguimiento
a trámites de refugiados en Ciudad de México, Guadalajara, Puebla y Quintana Roo.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Cerraron la oficina en Ciudad de México y dan atención telefónica; han recibido


sólo 300 casos nuevos por ser casos urgentes. Tienen un conmutador con 30 líneas
y han atendido entre 15,000 a 20,000 llamadas al mes. Abrieron la oficina sólo para
entregar los apoyos de ACNUR. Al cerrar los hoteles, aumentaron el pago de ho-
tel; antes también ayudaban a pagar hotel, pero en menor medida. Además, para
que las personas no salgan, les proporcionan comida. A personas que estaban
asentadas les empezaron a distribuir despensas; llevan 600 despensas distribui-
das. El número de personas atendidas no ha cambiado significativamente porque
los servicios de atención se concentran en México; si bien la atención de solic-
itantes a COMAR disminuyó en 25% en abril, siguen llegando personas a la ciudad.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Trabajan directamente con ACNUR el programa de equipo móvil, mediante el cual hacen el
recorrido por toda la ruta de atención a lo largo del país; dependiendo del flujo migratorio,
puede ser Tapachula, Tijuana, Querétaro. Esto se ajusta de acuerdo a las necesidades de
cada ciudad. Tienen también vínculos con la COMAR. Colaboran con dos albergues fuera
de CDMX en Apizaco, Tlaxcala y Huehuetoca, Hidalgo en donde dan información legal y
promueven la figura de asilo. Han atendido hasta 10,000 personas y el año pasado 4,000.

Reciben apoyo de fundación ALSEA para programas de integración y van a recibir un


apoyo de la organización estadounidense Hispanics in Philantrophy para este mismo
fin. La organización de Comida Solidaria, la REDODEM la arquidiócesis, el episcopa-
do y la comunidad del sagrado corazón ayudan con alimentos y despensas. Canalizan
a personas migrantes al CINVESTAV para la realización de pruebas de Covid y tienen
buena relación con la jurisdicción sanitaria de la secretaría de salud para la atención.

El gobierno de Ciudad de México les apoya con ayuda humanitaria. Sin embargo,
cuando el gobierno cerró hoteles, contactaron a la Subsecretaría de Derechos Hu-
manos, y gestionaron que mandara una carta al gobierno de la Cd de México para
que se permitiera el uso de hoteles con un contexto humanitario. ACNUR y OMS ca-
pacitaron al personal de los hoteles sobre cómo tomar medidas sanitarias en estos
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38 Annual Report- 2016
Poliédrica
casos. Participan en varias redes como la REDODEM, el Grupo Articulador México del
Plan de Acción Brasil, la red Abriendo Puertas, la Red de Atención de la Ciudad de Mé-
xico… Con OIM están desarrollando un modelo de innovación en ayuda humanitaria.

Paso de Esperanza, Monterrey, Nuevo León


PERFIL INSTITUCIONAL

Centro de derechos humanos y de gestión para personas migrantes. En su may-


oría, personas centroamericanas en tránsito y solicitantes de la condición de
refugiados, y personas que llegan a establecerse en Nuevo León. Atienden
niños, familias, personas mexicanas deportadas y provenientes de Centroamé-
rica, personas con padecimientos como VIH, diabetes o en condiciones de
salud muy vulnerable. El financiamiento lo obtienen desde proyectos de gobi-
erno del estado, fundaciones de empresas, donatarios a manera de alimentos.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Almomentoestántrabajandodesdecasa,peroestánpreviendoregresarprogresivamente.
Por lo pronto pausaron la interacción presencial, pero tienen una base de datos grande;
se siguen comunicando con migrantes a partir de whatsapp y por teléfono. Del flujo usual
de migrantes quedó un 30%. Sin embargo, quienes se quedan en la ciudad, trabajan en
empresas que se registran ante el INM, o en Uber, Uber Eats, y debido a la pandemia el
empleo ha disminuido. Por lo tanto, comenzaron a distribuir ayuda humanitaria (despen-
sas), para lo cual concursaron y ganaron un proyecto de la Secretaría de Desarrollo Social.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Han establecido redes con el Centro de Atención a Migrantes en Querétaro,


con las casas migrantes de Saltillo, inclusive con Las Patronas y otras organiza-
ciones de Tapachula; también con el Centro Digna Ochoa. Asimismo, están en
los directorios de la OIM y del ACNUR. Estas redes canalizan a las personas mi-
grantes hacia Paso de Esperanza. También tienen contacto con Asylum Access.

Annual Report- 2016 39


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Poliédrica
2.4 Interlocutores

Consejo Ciudadano del INM, Alcance Nacional


PERFIL INSTITUCIONAL

Es un organismo conformado por 13 personas de la sociedad civil, la academia y el


sector privado, quienes tienen relación con el fenómeno migratorio en sus múltiples
dimensiones. Articulados por decreto en el reglamento de la Secretaría de Gober-
nación como instancia de interlocución con el Instituto Nacional de Migración, para
monitorear y revisar las prácticas que tiene el Instituto en torno a la implementación
de la política migratoria. A partir de eso pueden sugerir el establecimiento de con-
venios con otras instituciones, mejorar prácticas, realizar capacitaciones, construir
propuestas y alternativas para que la gestión del fenómeno migratorio se apegue
a una perspectiva de Derechos Humanos. Sesionan cuatro veces al año con el INM.

Tienen cuatro grupos de trabajo:

1. Poblaciones vulnerables: incluye el tema de niñas, niños y adolescentes, perso-


nas de la comunidad LGBT, mujeres embarazadas y familias.

2. Regularización migratoria: para monitorear y generar alternativas que ofrezcan


la regularización migratoria como un mecanismo para disminuir también la vulnerabi-
lidad y para hacer frente a la contención migratoria.

3. Detención migratoria: generar posturas en contra de la detención migratoria


como práctica cotidiana y, más bien, proponerla como una medida excepcional, que
guarde toda proporción de acuerdo a los casos.

4. Repatriación y Devolución de Personas: para sugerir mejoras en torno a las


deportaciones de personas mexicanas o los retornos incluso voluntarios; en los últi-
mos dos años el Gobierno de Estados Unidos deporta personas centroamericanas a la
frontera norte y hay una aceptación tácita del Gobierno Mexicano, la cual ellos denun-
cian.

En base a estos ejes temáticos, organizan reuniones con Sociedad Civil y otras instan-
cias de gobierno.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Ha sido complicado hablar con el INM sobre la situación de las personas en centros de
detención y han aumentado las demandas de Sociedad Civil por obtener información
de las personas en estos centros de detención, la generación de estrategias para lib-
erarlos y el seguimiento a trámites de regularización. En general el trabajo aumentó;
las reuniones del consejo ahora son virtuales, pero con una frecuencia semanal.

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40 Annual Report- 2016
Poliédrica
RELACIÓN CON OTROS ACTORES

No hay un mecanismo claro de interlocución con el INM. Mencionan de manera


general asociaciones de la sociedad civil, ACNUR, OIM, Alto Comisionado para los
Derechos Humanos y UNICEF, pero no puntualizan alguna colaboración concreta.

Fotografía por Oswaldo Estrada

Annual Report- 2016 41


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Poliédrica
2.5 Organismos internacionales

Médicos Sin Fronteras, Oficina Nacional.


PERFIL INSTITUCIONAL

Se definen como organización de emergencia que “tapa huecos” en temas de salud.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Previo a la pandemia contaban con un punto de atención donde los pa-


cientes asistían directamente, pero con el COVID se modificó esta atención por
el riesgo de contagio que representaba. Esto generó que mucha de la aten-
ción, como para el caso de la salud mental, se esté brindando vía telefónica.

Enfrentaron algunos retos en términos de material de protección por el desabas-


to y el incremento de los precios. Sin embargo, tuvieron algunas ventajas en té-
rminos de que MSF es una organización con presencia global, por lo que ya se
había destinado un fondo (150 millones de euros) para atender la crisis sanitaria y
además se habían ido creando protocolos desde el primer inicio de la contingen-
cia en China. La contingencia ha impulsado el reclutamiento de médicos para at-
ender a la pandemia en el contexto regional (México y Centroamérica) y han en-
focado esfuerzos importantes en capacitarles antes de ser enviados a campo.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

A nivel nacional, hay relación con la Cruz Roja Internacional y el ACNUR; en la fron-
tera norte, la COMAR, el Instituto Nacional de Migración o los institutos locales de mi-
gración. La gran mayoría de la interacción se realiza a nivel local por lo cual implica re-
des diferentes en Tijuana, Mexicali, Nuevo Laredo o Tapachula, algunas de las ciudades
donde operan. Respecto a las autoridades de salud, consideran que como consecuen-
cia de la pandemia ha habido un incremento en la colaboración en general; gracias
a ello se han abierto centros de atención importantes en Matamoros y en Reynosa.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

No hay un mecanismo claro de interlocución con el INM. Mencionan de manera


general asociaciones de la sociedad civil, ACNUR, OIM, Alto Comisionado para los
Derechos Humanos y UNICEF, pero no puntualizan alguna colaboración concreta.

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42 Annual Report- 2016
Poliédrica
ACNUR, Monterrey, N.L.
PERFIL INSTITUCIONAL

Es un organismo de las Naciones Unidas con un enfoque de trabajo hacia personas


refugiadas solicitantes de asilo, desde su mandato originario, después de la Segunda
Guerra Mundial. Posteriormente se amplió ese mandato para incluir desplazados inter-
nos y personas retornadas. Esta oficina en concreto atiende en la ciudad de Monterrey.

El programa de integración de ACNUR México es el mayor enfoque de la operación:


Saltillo, Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Aguascalientes. La oficina prin-
cipalmente trabaja con solicitantes de refugio, personas ya reconocidas como refu-
giadas en México, así como también con solicitantes de asilo en Estados Unidos
(en el marco de la coyuntura del Migrant Protection Protocol de este gobierno).

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

La ruta de atención del programa de integración se ha modificado por la pan-


demia. Antes recibían a las personas en un hotel, tenían una semana de induc-
ción en donde les capacitaban y les acompañaban a buscar vivienda. Lo anterior
se suspendió. También hubo modificaciones en el tipo de atención y apoyos brin-
dados a quienes ya se encontraban en la ciudad, dado que empezaron a haber
bajas y despidos para quienes ya contaban con empleo, así como reducción de sal-
arios. Las mismas dinámicas del confinamiento implicaron mayores gastos para
las familias y el apoyo de ACNUR ya no es suficiente. Detectaron también un incre-
mento en casos de violencia de género e intrafamiliar en los hogares que atienden.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Uno de sus principales socios es Casa Monarca; ellos tienen un programa de atención
psicosocial y otro de atención jurídica desde donde apoyan a resolver algunos trámites
con INM. Con CasaNicolás han podido canalizar a personas para alojarse en el albergue.

En términos de protección para casos de violencia de género colaboran con Alterna-


tivas Pacíficas. También colaboran de cerca con otras organizaciones de la comuni-
dad LGBTIQ+ que no son socias pero que ayudan cuando hay casos que necesitan un
poco más de orientación sobre servicios de salud orientados a comunidad LGBTIQ+.

Asylum Access ayuda con trámites legales; en una menor escala también apoyan con
integración, sobre todo laboral y capacitaciones. En gobierno su principal aliado es
la Oficina de la COMAR en Monterrey. Entre la iniciativa privada han logrado articu-
lar acciones con FEMSA para abrir posibilidades de empleo a personas refugiadas.

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Organización Internacional para las Migraciones, OIM, Oficina
Nacional
PERFIL INSTITUCIONAL

OIM es, dentro del sistema de Naciones Unidas, la principal organización intergu-
bernamental en el ámbito de la migración. Su labor consiste en cerciorarse de una
gestión ordenada y humana de la migración, promoviendo la cooperación internac-
ional sobre cuestiones migratorias. También ayudan a encontrar soluciones prácti-
cas a los problemas migratorios y ofrecen asistencia humanitaria a las personas mi-
grantes. Dan apoyos de vivienda y transferencias monetarias para alimentación.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Recibieron recursos financieros extraordinarios de Naciones Unidas por la pan-


demia y han redirigido los recursos con los que contaban para hacer frente a
las necesidades del contexto. Ante el cierre de los albergues, instalaron un sis-
tema de hoteles filtro. Éste consiste en habilitar hoteles para que las perso-
nas hagan la cuarentena y para ello coordinan a la red de albergues, las au-
toridades municipales, estatales y federales. Las personas hospedadas reciben
supervisión y atención médica. Una vez monitoreados, son canalizados a los albergues.

Específicamente para los albergues, han destinado apoyos complementarios


para compensar la disminución de los presupuestos por la disminución de do-
nativos. Principalmente, en la frontera norte, donde dependen más de recursos
provenientes de los Estados Unidos. En total han proporcionado estos apoyos a 48
casas de migrantes, sobre todo para cubrir gastos de alimentación. También han
distribuido equipo de protección personal e insumos para la higiene y sanitización,
así como la instalación de espacios (carpas) de aislamiento. Por otro lado, han dis-
tribuido televisores e internet para permitir que los albergues puedan sumarse a
las actividades virtuales. Finalmente, desde la virtualidad han capacitado al per-
sonal de los albergues en términos de medidas de prevención y atención sanitaria.

Continúan los apoyos directos a personas migrantes, de vivienda y transferencias mon-


etarias. Asimismo, han fortalecido su programa de retorno asistido, dirigido a perso-
nas que no encuentran lugar seguro con la pandemia; así, han ayudado a 200 perso-
nas a retornar, a Honduras, el Salvador, Nicaragua y Brasil. A todas les han aplicado
la prueba de detección de Covid antes del viaje -las cuales han aplicado también a
personal de albergues y población migrante-. Finalmente, han levantado encuestas
para monitorear el efecto del coronavirus en las condiciones de la población migrante.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Tienen una presencia importante en los albergues y sus redes. Colaboran con otros
organismos internacionales, principalmente Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras. Tam-
bién con las instancias de Naciones Unidas, sobre todo la Organización Mundial de
la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, ACNUR y UNICEF. Se coordinan
con gobiernos municipales y estatales. A nivel federal principalmente con Cancillería,
Unidad de Política Migratoria, Instituto Nacional de Migración, Secretaría de Salud,
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44 Annual Report- 2016
Poliédrica
Sistema de Protección Integral de Niños y Niñas y Adolescentes y Secretaría de Trabajo
y Previsión Social.

2.6. Gobierno

Consulado de Guatemala, Comitán, Chiapas


PERFIL INSTITUCIONAL

Brindar la asistencia y atención consular a cualquier connacional que se encuentra dentro


de la circunscripción que les corresponde en Comitán de Domínguez (Chiapas). Abarcan
la circunscripción territorial de Xalzichinguitan, Cholula, San Cristóbal de las Casas, Ocol-
tenango,Xenanjo,Chicomucero,fronteraconGalapa,LaRaizar,Lalibertad,Xinancaltango,
Aldama, Santiago de Pinar y La Trinitaria y también San Cristóbal de las Casas y Palenque.

Su ámbito de acción son cuatro estaciones migratorias: Palenque, San Cristóbal, Cuau-
thémoc y Comitán de Domínguez. Dentro de las funciones consulares está llevar una base
de datos y un registro de los asegurados en las estaciones migratorias, entrevistan a las
personas aseguradas, visitan las estaciones migratorias, la Procuraduría General de la
República, el Centro de Reinserción Social, Hospitales y Centros de atención a migrantes.

Realizan visitas a las fronteras de Carninxanga y La Mesilla, sobre todo en el caso de que
los guatemaltecos están retornando a Guatemala para brindarles la asistencia. Además,
brindan atención al público en general tanto personal como vía telefónica, atención a
personas que desean regularizarse por vínculo familiar. Atención y traslado de guate-
maltecos en estado de vulnerabilidad; repatriación de guatemaltecos fallecidos. Final-
mente, están encargados de gestionar la búsqueda de guatemaltecos desaparecidos
y colaborar con la localización de lo que son personas que han sido desaparecidas
de Guatemala que tienen alerta Alba Keneth (niños desaparecidos) y Isabel Claudina
(mujeres desaparecidas) para realizar un trabajo en conjunto para su localización.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Se incrementó el presupuesto para poder atender las necesidades de la pandemia.


Por ejemplo, se ha brindado apoyo para alimentación a connacionales, que es un
tipo de apoyo que se ha brindado por primera vez, como consecuencia del contex-
to de la pandemia. Se solicitó un fondo al Ministerio de Relaciones Exteriores para
atender guatemaltecos por Covid o posibles fallecimientos. Se concretó con algu-
nos municipios la posibilidad de realizar entierros en territorio mexicano sin costo.

La atención a personas en estaciones migratorias se está brindando de manera virtual.


Las personas en detención son menos que las que atendieron el año anterior: “El año pas-
ado el total fueron 8,000 personas y ahora al 27 de julio llevamos 1500”. Se ha solicitado
a las autoridades migratorias la entrega de artículos de protección e higiene, así como un
seguimientoaprotocolospararesguardarlaintegridaddelosconnacionalesendetención.

Annual Report- 2016 45


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Poliédrica
“El año pasado el total fueron 8,000 personas y ahora al 27 de julio llevamos 1500”.
Se ha solicitado a las autoridades migratorias la entrega de
artículos de protección e higiene, así como un seguimiento a
protocolos para resguardar la integridad de los connacionales en detención.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Ha habido colaboración con la Diócesis de San Cristóbal y la Cruz Roja para en-
tregar medicamentos y facilitar traslados. Respecto a la relación con gobi-
erno, ha habido muy buena colaboración entre el sistema hospitalario y el
consulado de Guatemala. Tiene una buena colaboración con la Comisión Na-

Consulado de El Salvador, Monterrey, N.L.


PERFIL INSTITUCIONAL

Nace como un consulado con fines comerciales en los ochenta, ahora atienden
también estudiantes salvadoreños y migrantes. El tema migratorio viene desde
1998 con Mitch y los terremotos del 2001. Estaban a cargo de toda zona fronter-
iza y cuando las caravanas se abre el consulado en Tijuana, dejando a este con-
sulado de Monterrey con el noreste: Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. Siem-
pre atendieron trámites de pasaportes, certificados de vida, de la población que se
asentaba en esta zona; además de los trámites de pasaporte, que son los más co-
munes, dan asesoría para el trámite migratorio porque la gente no lo entiende.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Más gente ha decidido quedarse en la zona y les han llamado para pedir ayuda con pago
de renta, pago de luz, pago de casa, dinero para medicinas. Esto ha sido siempre así
pero ahora se triplicó. También se acercan al consulado más que antes. Por lo tanto, las
jornadas de trabajo se han extendido; antes de la pandemia la cónsul dejaba de trabajar
a las 5:30pm, ahora son las 10 de la noche y sigue trabajando- contestando whatsapps.
Cuando el gobierno de Guatemala cerró el aeropuerto atendieron a los “varados”, princi-
palmente estudiantes y personas que estaban de viaje. También atendieron a migrantes
que no pudieron cruzar a EUA y no pudieron regresar a El Salvador porque estaba cerra-
da esta frontera. Asimismo, dan servicio a refugiados que ya no quieren ser refugiados,
pero no han podido desistir del trámite ante COMAR y no pueden regresar a El Salvador.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

La comunidad salvadoreña establecida en Monterrey, aunque no está con-


stituida en una asociación, ha ayudado mucho con recursos para la gen-
te que se quedó sin trabajo. Organizaron un acopio y repartición de despen-
sas con el albergue Casa Monarca y la organización Paso de Esperanza. La
organización TODAC organizó entrega de pañales y leche. Antes tenían reuniones con
el director de gobierno del estado, Miguel Ángel Ortega, para agilizar trámites, por
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46 Poliédrica
Annual Report- 2016
ejemplo, de registro civil o de matrimonios, pero se suspendieron con la pandemia.

Unidad de Política Migratoria, Oficina Nacional (CDMX)


PERFIL INSTITUCIONAL

Surge con la ley de 2011 para el diseño de estrategias de política migrato-


ria, para el INM y la COMAR. En total son 60 personas. Tienen dos áreas: por un
lado, el Centro de Estudios Migratorios, donde generan la estadística migrato-
ria oficial del estado mexicano, analizando los registros administrativos del INM
y aplicando la encuesta en las fronteras norte y sur; por el otro, la Dirección Gen-
eral de Política Migratoria, que incluye la Dirección de Protección, la Dirección
de Regulación y la Dirección de Relaciones Internacionales e Interinstitucionales.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Han priorizado el tema del acceso a la salud. Publicaron en su revista un documen-


to sobre salud pública, derechos humanos y personas en contexto de movilidad, en
donde calcularon los costos de la incorporación. Están realizando diagnósticos sobre
el flujo; ven que disminuye a partir del mes de mayo en un 90-90% la migración en
tránsito, esperan una disminución gradual hasta mediados del próximo año de per-
sonas solicitantes de refugio al sistema de salud mexicano. Asimismo, esperan que se
reduzca el presupuesto para las encuestas, dado que proviene del gobierno federal.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Intercambian información con OIM y OCDE. Son parte de la Comisión Técnica de las
Encuestas de Migración en la Frontera Norte y Sur, junto con el Consejo Nacional de
Población, con CONAPRED y con Secretaría de Relaciones Exteriores. Se mencionan
relaciones con organizaciones de la sociedad civil, de derechos humanos y académi-
cas, pero de manera generalizada, sin puntualizar alguna colaboración concreta.

Annual Report- 2016 47


47
Poliédrica
COMAR, Oficina de enlace en Monterrey, Nuevo León
PERFIL INSTITUCIONAL

La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados es la autoridad encargada de imple-


mentar y dirigir la política en materia de protección internacional en México y de la
asistencia y la vinculación institucional para el acceso a derechos. La oficina de en-
lace en Monterrey se pensó desde la lógica del incremento de las solicitudes en la
entidad. En años pasados al 2017 se registraban 4 o 5 solicitantes en Nuevo León.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

El 24 de marzo se dictó la suspensión de plazos por la contingencia sanitaria, de-


cisión que buscaba se siguiera brindando el acceso al procedimiento y que las per-
sonas tuvieran la certeza de que no van a ser devueltos a sus países. Sin embar-
go, la Comisión siguió recibiendo solicitudes, intentando garantizar el acceso al
procedimiento. Siguieron haciendo entrevistas de elegibilidad, entrevistas de de-
tección de necesidades, canalizaciones a hospitales, canalizaciones a albergues.

Entre las adecuaciones a la suspensión de plazos, se comenzó a notificar resoluciones a


casos con alguna situación particular de vulnerabilidad, ya sea por temas de salud, por
ejemplo, niños, niñas y adolescentes, alguna situación compleja ante la cual el no dar una
respuesta pudiera poner en riesgo su integridad o su salud o cualquier otra situación.

Para lo anterior, han implementado un sistema de atención vía remota. Vía Twitter y
Facebook se publican infografías en la página de COMAR. La apertura de redes sociales
se da en el contexto de la pandemia. Y, a través de estas, intentan ir informando a
las personas que se está privilegiando la atención remota, a menos que sea estricta-
mente necesario asistir a la oficina por alguna razón como recoger la constancia de
trámite o porque van a hacer alguna entrevista; pero incluso las entrevistas se busca
llevarlas a cabo de manera remota, para evitar exponer a las personas al contagio.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Con ACNUR tienen una vinculación bastante estrecha y muy buena comunicación.
Con el Instituto Nacional de Migración, realizan reuniones de coordinación de man-
era recurrente y les beneficia la ubicación de la oficina de la COMAR en el edifi-
cio del Instituto para poner en referencia ciertos casos que pudieran ser urgentes.

Con los albergues, también se vinculan de manera positiva, sobre todo Casa
Nicolás, Casa Indi y Casa Monarca, que son como los tres con quien más se en-
cuentran en contacto. Por otro lado, con organizaciones como Asylum Access y
HIAS entablan canales de diálogo quienes están dando sobre todo apoyo para
representación legal y acompañamiento psicológico. Relacionado con el gobi-
erno estatal, se está empujando la planeación del proyecto piloto para la expe-
dición de las CURPs en Nuevo León a través del Registro Civil quien sería va la au-
toridad que estaría emitiendo y expidiendo las CURPs para solicitantes de refugio.

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48 Poliédrica
Annual Report- 2016
2.7. Coordinadores

Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana


PERFIL INSTITUCIONAL

La Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana es un organismo ecle-


sial que forma parte de la estructura propia de la Conferencia del Episcopado Mexi-
cano y está a su servicio. En este sentido, constituye una instancia de apoyo pastoral
a las provincias eclesiásticas y, en ellas, a las Diócesis, para promover la Pastoral ha-
cia todas las personas que, por necesidad, se ven obligadas a trasladarse de su lu-
gar de origen hacia otros lugares donde puedan satisfacer sus necesidades. La misión
de la Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana se dirige a las perso-
nas en contexto de movilidad en todas sus categorías y vertientes: migrantes, refu-
giados, desplazados, deportados, víctimas de trata, personas del mar, transportistas,
turistas, peregrinos, nómadas y circenses, así como a estudiantes internacionales.

Dan servicio a 115 centros de atención al migrante, entre albergues, comedores, ca-
sas que atienden a los migrantes en los diferentes puntos importantes del territo-
rio nacional (norte, centro y sur). La relación se da directamente con las diócesis que
tienen bajo su cargo los centros de atención a migrantes y los cuales prestan servicios
a las personas que los solicitan. Por otro lado, vinculan a los centros de atención al
migrante con organizaciones que pueden colaborar con financiamiento en las necesi-
dades básicas de las casas de migrante. Para tal efecto, se realiza un monitoreo de
los diferentes centros para conocer los movimientos migratorios que cada una pre-
senta, de acuerdo a la población que atiende y la capacidad del centro de atención.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

Ademásdelosriesgossanitarios,mencionanquelasunidadesparroquialesestánteniendo
dificultades con la procuración de alimentos para repartir; han procurado vincularles con
organizacionesquelosapoyenytambiénhanimpartidotalleressobreprotecciónalasalud.

RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Están vinculados con organismos internacionales como la Organización Internac-


ional para los Migrantes (OIM), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados (ACNUR) y el Comité Internacional de la Cruz Roja. También como
parte de la red eclesiástica están vinculados a Catholic Relief Services (CRS), Cári-
tas de Noruega, la sección “migrantes” de la Santa Sede, el Celam (a través de
la Red Clamor) y en general tienen vínculos con la pastoral social de la Iglesia. Asi-
mismo, tienen vínculos con Universidades Católicas que firman convenios con los
centros de atención y ofrecen becas o certificaciones para personas migrantes.

Annual Report- 2016 49


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Poliédrica
Red de Documentación de Organizaciones Defensoras de Mi-
grantes (REDODEM)
PERFIL INSTITUCIONAL

Tienen como objetivo registrar y documentar las violaciones a derechos humanos de las
personas que son acompañadas en los albergues y organizaciones que conforman la Red.

Respectoasugestión,laREDODEMestáconformadaporunaCoordinación,AsambleaySec-
retaríaTécnica.Además,laRedtrabajaatravéscomisionesqueson:fortalecimientoinstitu-
cional, incidencia e investigación. La Secretaría Técnica brinda acompañamiento técnico a
losalberguesyorganizacionesparalograrcumplirelobjetivoderegistroydocumentación.

ACCIONES FRENTE A LA PANDEMIA

La respuesta a la emergencia del COVID ha sido operar bajo la incertidumbre que la


situación ocasiona a los albergues, la cual ha implicado la creatividad en la generación
de respuestas, pero también angustia y preocupación. Su rol como red les permite ob-
servar que la mayoría de los albergues adaptó protocolos y entre albergues se fueron
compartiendo documentos internos. Esta cooperación y colaboración entre albergues
les permite compartir prácticas de protocolos y gestión en tiempos de pandemia. La
solidez de ciertos equipos, las rutas geográficas, el flujo de personas son factores que
se identifican de peso en las decisiones de cómo operar en tiempos de pandemia.

La red basa sus proyecciones del flujo migratorio en el registro que hacen sus miem-
bros. En este sentido, nuestra entrevistada hace una lectura respecto a que disminuy-
en los registros por la baja en la movilidad, pero también porque ha disminuido el
proceso de registro, dado que implicaba hacer entrevistas en espacios que no per-
miten las condiciones de sana distancia. Como resultado más que registrar, los alber-
gues están priorizando la atención humanitaria y la operación de los espacios. Por
ejemplo, la Red articuló esfuerzos para obtener recursos de emergencia, decidiendo
priorizar la atención humanitaria más allá del registro y la documentación. También
encuentran que el incremento en las necesidades económicas como consecuen-
cia de la pandemia llevó a algunos albergues a recaudar fondos por vías novedosas.

La pandemia ha implicado un desgaste para los equipos que operan los albergues: entre
la disminución del voluntariado, la incertidumbre y el miedo que generan la pandemia, así
como también por las condiciones en las que trabajan muchas de las personas (sueldos
bajosyfaltadeaccesoasegurosmédicos).Estánelaborandounmapadeatenciónentiem-
pos de pandemia y emiten boletines mensuales donde publican temas relacionados con
la violencia, el flujo migratorio o incidentes, de acuerdo con los contextos de cada alber-
gue. Al momento se dan cuenta de que hay albergues cerrados, abiertos y semiabiertos.

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Annual Report- 2016
RELACIÓN CON OTROS ACTORES

Los lazos transnacionales de la red se ven fortalecidos a través de las redes jesuitas a
nivel nacional y a nivel regional (Red Jesuita con Migrantes Centroamérica-Norteamé-
rica-México-Estados Unidos-Canadá). Esto les permite articular acciones y acom-
pañar casos desde el origen a través de su red de atención donde colaboran aboga-
dos, psicólogos, y trabajadores sociales que brindan atención directa a las personas.

Tienen un proyecto de financiamiento con ACNUR, que provee el recurso económico


para el pago de personas que llevan a cabo el registro de información en los albergues.

Consideran que, si bien la relación con esta agencia puede tener ten-
siones, la buena relación con ciertos albergues y la colaboración se facilita
en espacios donde han podido adaptar la atención para población refugiada.

Respecto a la relación con gobierno, consideran que depende de las experiencias de


cada albergue. Por ejemplo, en lugares donde ya había buena experiencia con gobi-
erno, el acercamiento con autoridades sanitarias ha resultado en una buena coordi-
nación para poder seguir brindando atención y adaptar espacios a protocolos de sani-
dad. Pero, también se ha dado acercamientos a raíz de la pandemia con el sector salud.

CONAPRED, al inicio de la pandemia, fue un buen espacio para el diálogo, mismo que
permitió comunicación bilateral con algunas instituciones, como la experiencia del SJM
con COMAR, particularmente en Ciudad de México para agilizar la respuesta a la crisis
de la pandemia. Sin embargo, al cambiar la titular este canal se cerró. Se han impulsado
mesas intersecretariales a nivel estatal, que es una réplica de una buena práctica reali-
zada desde ciudad de México donde dialogan agencias internacionales (OIM, ACNUR,
UNICEF, ACNUDH) e instituciones de gobierno de diferentes niveles (Migración, CIPINA
en el caso de NNA acompañados y no acompañados, la procuraduría de protección,
el DIF, COMAR, Secretaría de Salud, Secretaria de Educación). Esto favorece la articu-
lación y coordinación de esfuerzos para la apertura de acceso a derechos/servicios.

Fotografía por Oswaldo Estrada

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Poliédrica
Figura 8. Mapa de Actores d

Fuente: Elabor

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Annual Report- 2016
de la Gobernanza Migratoria

ración propia

Annual Report- 2016 53


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Poliédrica
Fotografía por Victoria Ríos Infante

II PARTE: FENÓMENO DE LA MIGRACIÓN EN TIEMPOS DEL COVID

CAPÍTULO 3. NUEVAS DINÁMICAS MIGRATORIAS


Juan Doncel

3.1. Cambios en la dirección, sentido, intensidad y composición de los


flujos migratorios:

Marcada reducción del flujo migratorio de sur a norte.


Tras consultar a una amplia muestra de los que hemos considerado relevantes ac-
tores de la gestión del fenómeno de la migración en situación administrativa irregular,
aparece como un hecho incontestable que durante la pandemia del Covid 19 el flujo
de personas migrantes que transitan el territorio mexicano se ha visto notablemente
reducido. Así nos lo han trasladado tanto asociaciones civiles (3, 4, 11, 14, 20, 21), como
casas de migrantes (16, 18, 23, 25, 26, 27, 28, 29, 31), organismos internacionales (43)
e instancias gubernamentales (33, 37, 40). Esta reducción del flujo se refiere especí-
ficamente a los migrantes que circulan desde el sur hasta el norte, en busca de una
nueva vida en Estados Unidos, flujos que incluyen tanto a los migrantes “solitarios”,
como a los pequeños grupos, como a las grandes caravanas que llenaban los notici-
eros a principios de este 2020. Esta disminución del flujo de migrantes en sentido
de sur a norte supone una reducción tanto de migrantes en tránsito sin document-
ación que regularice su situación, como de solicitantes de protección internacional (1).

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Algunos de los actores consultados nos han provisto de datos numéricos que sostienen
estas afirmaciones. Vemos, a continuación, que disponemos de fuentes de diferente nat-
uraleza (asociaciones civiles, casas de migrantes y órganos de gobierno), lo que da mayor
solidez empírica a la percepción del cambio de tendencia en este contexto de pandemia:

• La Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (RE-


DODEM) observa “una disminución impresionante del flujo migratorio”, pues ha
pasado de registrar entre 30 y 35 mil personas al año a no alcanzar las 10,000 en el
presente 2020 (organización de la sociedad civil, 8).

• En la oficina de enlace de COMAR Nuevo León pasaron de tener entre 50 y 70 solic-


itudes antes de la pandemia (con una tendencia al alza, dada por los centroameri-
canos que desistían de la solicitud en Estados Unidos y que pedían la condición de
refugiado en COMAR Nuevo León, por la cercanía con la frontera) a tener sólo 11
en la primera semana de pandemia (órgano de gobierno, 34).

• En la casa de migrantes “La 72” (en Tenosique, Tabasco) pasaron de recibir unos
15,000 migrantes en 2018 y unos 13,000 en 2019, a sólo 1,000 en lo que va de 2020
(casa de migrantes, 23).

• En el albergue “Tierra Blanca” en Veracruz, hacen el siguiente recuento de mi-


grantes que atienden: pasaron de dar comidas a más de 40,000 y ropa a 10,357
en el año 2019 a atender a poco más de 3,000 en 2020 (hasta agosto). Mes a mes,
durante el 2020, hacen este recuento (aproximado):

Figura 9. Usuarios atendidos por la casa “Tierra Blanca” en 2020 (hasta agosto)

Fuente: Elaboración propia a partir de datos proporcionados por la casa de migrantes “Tierra Blanca”
(Veracruz)
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Poliédrica
Cuando nuestros informantes tratan de explicar la causa de este cambio de tendencia,
de este paso del progresivo incremento de los flujos que venían observando al mar-
cado decremento de estos, encontramos en sus análisis dos factores explicativos en los
que prácticamente todos concuerdan: la política migratoria de los gobiernos involucra-
dos y las reacciones (de gobiernos y demás actores de la gobernanza) a la pandemia.

Previo a la pandemia, ya las políticas migratorias de la actual administración estadou-


nidense (cada vez más restrictivas y deliberadamente agresivas) estaban teniendo un
efecto directo sobre las decisiones del gobierno mexicano. Esto trajo como consecuen-
cia una mayor presión en la frontera sur, lo que actúo hasta cierto punto como fac-
tor disuasor (14). A esto hay que sumar las estrictas restricciones a la circulación im-
puestas por la cuarentena en los países centroamericanos emisores o de paso (27).

Así, desde el punto de vista de nuestro informante del consulado de Guatemala (40), con el
fortalecimiento de ambas fronteras y la presión del gobierno estadunidense al mexicano:
“las capturas de guatemaltecos se incrementaron”; pero también “al ver que pues era mu-
cho más complicado entrar a Estados Unidos fue mermando tanto el número de meno-
res, de personas mayores y padres acompañados de sus hijos, mermó enormemente”
(40). Asimismo, desde Cruz Roja también perciben que el incremento de la seguridad de la
frontera sur ha menguado de forma significativa la migración compuesta por familias (14).

La disminución de la presencia (o, cuando menos, de la visibilidad) de los mi-


grantes en la frontera sur, unido a la presión gubernamental sobre ellos, es expre-
sado así por uno de nuestros informantes (concretamente en Tapachula, Chiapas):

Ni siquiera los que rentan la lanchita están ¿no? Los que rentan
la cámara de la llanta no están. Sí hay policía, eso sí, la Guardia
Nacional no se ha ido, y la policía municipal y estatal. Ellos siguen
ahí, digamos, presentes (organización de la sociedad civil, 5).

La presión de las autoridades también se está dejando sentir en la frontera norte, tal y
como nos narran de una casa de migrantes en Sonora: “en Sásabe están deportando
centroamericanos (…) En esto mismo de la pandemia ellos los deportan por Sásabe,
se vienen, descansan, se curan y pasa y empiezan otra vez su camino”, tras lo que
afirma que reciben deportados de Sásabe “y antes (de la pandemia) no pasaba esto”
(28). En este caso, también se mencionan otros factores que afectan a la recepción
de más o menos migrantes en la casa (como el clima extremo o el predominio del
crimen organizado en esta zona concreta, donde los migrantes mayormente son tra-
sladados a casas de seguridad), pero son factores ajenos al contexto de pandemia.

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Annual Report- 2016
Transitoriedad de la reducción del flujo sur-norte
En todo caso, es un lugar común en la percepción de muchos de los actores entrevis-
tados la expectativa de que esta disminución de los flujos sur-norte constituye una
situación excepcional y esencialmente transitoria. Es más, si la parálisis económica gen-
erada por la pandemia en este momento está condicionando los movimientos de los
migrantes por el territorio (ante las situaciones de desempleo generalizado que tienen
que afrontar), la ineludible crisis global que seguirá a la pandemia es considerada como
el principal factor que detonará el previsible incremento de los flujos (organización
de la sociedad civil, 3); más aún cuando, superada la pandemia, se relajen las cuaren-
tenas y las rigideces impuestas en las fronteras. La ya precaria situación económica,
de seguridad (de violencia social y familiar), de conflictividad social y de debilidad in-
stitucional se verá agravada en tiempos post-Covid, por lo que necesidad de emigrar
será cada vez más imperiosa. Ante unas circunstancias cada vez más adversas se prevé
que se incremente notablemente el número de migrantes económicos, mismos con
los que los gobiernos de la región han mostrado históricamente mucha menor sen-
sibilidad o compromiso (por contraste con los refugiados) (casa de migrantes, 22).

Para este panorama se están preparando, por ejemplo, en la oficina de Naciones Uni-
das para Personas Refugiadas. Asimismo, desde la Unidad de Política Migratoria de la
Secretaría de Gobernación esperan que, a raíz de la caída de las economías nacion-
ales, a partir del segundo semestre del 2020-21 verán un fenómeno migratorio al alza,
asumiendo que “las caravanas migratorias ya se han convertido en una nueva forma
de migrar”; a lo que también suman la expectativa de un fuerte aumento en el número
de retornados mexicanos (órgano de gobierno, 32). Esta percepción de disminución del
flujo de migrantes con la situación de pandemia unido a una recuperación paulatina
nos la comparten también desde la Organización Internacional para las Migraciones, in-
cremento en el que también incluyen a los deportados mexicanos (no a los retornados
por razones económicas a los que se referían en la SEGOB) (órgano de gobierno, 43).

Algunos indicios específicos de esta reactivación en los flujos sur-norte empeza-


ban ya a aparecer durante nuestro trabajo de campo. Por ejemplo, desde el Insti-
tuto Nacional de Migración notaron que desde que Honduras abrió sus fronteras
se comenzó a incrementar el flujo (órgano de gobierno, 33). Desde una mirada más
vivencial, coinciden en la detección de indicios de este cambio de tendencia varias
de las casas de migrantes consultadas (23, 26, 27): tras los cierres de albergues y el
descenso del tránsito “sí hubo más retorno (de migrantes a sus países) en esos dos
primeros meses. Ahorita ya no, ahorita ya los que están pasando, pues son perso-
nas (centroamericanas la mayor parte) que van hacia el norte” (casa de migrant-
es, 26). Otra situación que está siendo observada es la reiteración de los migrantes
que son deportados desde la frontera norte y que vuelven a cruzar la frontera sur
“las veces que sea necesaria”, pues reconocen a muchos que han sido deporta-
dos varias veces pero que regresan a pesar de la pandemia (casa de migrantes, 23).

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Annual Report- 2016 57
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Inversión del flujo migratorio
Si volvemos a fijarnos en las causas que explican el decremento de la migración de
sur a norte, también encontramos que estas nuevas fuerzas, producto de los juegos
de la geopolítica, se han conjugado de tal forma que, junto a la reducción del flujo
de sur a norte, están impulsando un flujo “inverso”, compuesto por centroamerica-
nos que ahora concentran sus esfuerzos en lograr regresar a sus países de origen.
Así lo afirma, por ejemplo, nuestro informante del Consulado de El Salvador, quien
afirma que tienen un amplio listado de personas en tránsito y que quieren regresar a
El Salvador tras haber intentado sin éxito cruzar a Estados Unidos (41). Idéntica per-
cepción nos comparten desde el Consulado de Guatemala (40), donde detectan que:

hay mucha gente que viene de regreso de Estados Unidos o de Mé-


xico para Guatemala. Entonces ya no es la migración de Guatemala a
Estados Unidos, si no que al revés y eso ha cambiado la situación de
la migración como se tenía anteriormente (…) Hemos estado notando
mucho lo que es el regreso de guatemaltecos de Estados Unidos o Mé-
xico hacia Guatemala. Entonces el flujo es más fuerte de su reingreso a
territorio nacional (…), (lo que se ha dado) a raíz de lo de la pandemia.

Hasta tal punto ha llegado a revertirse la situación, que desde diferentes fuentes
nos confirman que “ahora el coyotaje se da a la inversa (…) Según los cón-
sules hondureños y salvadoreños (sus compatriotas) están pagando para que
los crucen de norte a sur” (casa de migrantes, 20). En la misma línea discurre
la narrativa del informante de otra de las casas de migrantes consultadas (28):

Hay personas que me están platicando que ya hay coyotes para,


por ejemplo, si la persona migrante se quiere regresar a su lu-
gar de origen, pagan a un coyote para entrar a su país, de Guate-
mala, por ejemplo, el muchacho que nos platicó dice que le tienen
que pagar a un coyote para poder entrar a su lugar de origen.

Asimismo, desde la Organización Internacional para las migraciones


(43), también detectaron esta “migración a la inversa”, así como la con-
tratación de “coyotes” que les ayuden a desandar el camino recorrido:

Notábamos que varias personas optaron por abandonar sus proyec-


tos migratorios y optaron por retornar a sus países de origen. En-
tonces, tras el cierre de fronteras, particularmente Centroamé-
rica, pues varias personas se vieron obligadas, pues inclusive a
recurrir a contratar a traficantes (para poder regresar a su país).

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Así pues, el aumento de las deportaciones, tanto desde Estados Unidos como des-
de México (organización de la sociedad civil, 11), de migrantes que son “abandona-
dos a su suerte”, mantiene atrapados y sin tener a dónde dirigir sus pasos a miles
de personas (a lo que hay que sumar migrantes interiores mexicanos, como aquellos
que por el desempleo tuvieron que retornar de la pizca de los estados del noroeste
del país). Son deportados, pero encuentran que tampoco pueden cruzar la fron-
tera sur para retornar a sus países. A esto hay que añadir el agravante de pobla-
ciones cerradas por la pandemia, en cuarentena y con un rechazo visceral de todo
extraño al lugar: “’si uno trata de irse por la montaña y por los lugares que nosotros
conocemos, nos encontramos gente de los poblados de Guatemala que tienen cer-
rados sus poblados porque no quieren la contaminación” (casa de migrantes, 29).

Composición de los flujos: hacia una mayor diversidad de


orígenes, edades y géneros.
Yendo más allá de la dirección e intensidad de los flujos migratorios que discurren
por el territorio mexicano, es importante prestar atención a la composición de estos
flujos en lo que se refiere a nacionalidad, edad, género…; pues estas circunstancias
van a demandar necesidades de carácter diferente (y, en consecuencia, diferentes
políticas de intervención). La variabilidad, por ejemplo, en cuanto a los orígenes na-
cionales (y culturales) de los migrantes no puede ser entendida como consecuencia
de la pandemia, pero sí como una realidad multicultural y diversa que hay que ges-
tionar políticamente, también, en tiempos de pandemia. En este sentido, es llama-
tivo que muchos de los actores entrevistados registran cada vez más diversidad de
nacionalidades. Por ejemplo, desde una casa de migrantes en Tapachula (25) seña-
lan que aproximadamente la mitad de las despensas que otorgan son para migrant-
es provenientes del África subsahariana o de Haití; en una de las organizaciones
civiles consultadas (6) aseguran que reciben personas procedentes de cerca de 50
países diferentes (Venezuela, República Democrática del Congo, Sri Lanka, Eritrea…).

Aunque el mayor porcentaje de migrantes que componen este flujo sigue siendo de
origen centroamericano (sobre todo de Honduras, de Guatemala y de El Salvador), es
importante notar que esas proporciones están cambiando, así como que hay nacion-
alidades, como la cubana o la venezolana, que están presentando cada vez un mayor
protagonismo (2, 16, 18, 20). A pesar de que cubanos y venezolanos no presentan el
obstáculo del idioma en su periplo, sí hay una característica que diferencia sus recur-
sos para seguir avanzando: estos migrantes se caracterizan por tener un nivel edu-
cativo relativamente alto, lo que influye positivamente en que gocen de un mayor y
mejor conocimiento de sus derechos (y que los exijan); por su parte, los migrantes
que proceden del triángulo centroamericano presentan un nivel educativo mucho más
bajo, por lo que no conocen sus derechos ni cómo pueden solicitarlos (casa de mi-
grantes, 20). Este es uno de los factores que pueden explicar por qué desde las in-
stancias encargadas de apoyar a tramitar su condición de refugiado coinciden en que
atienden cada vez más a migrantes de origen venezolano (académicos-activistas, 2).

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Poliédrica
Otro indicio en esta misma dirección es el que nos ofrecen desde la delegación de COMAR
en Nuevo León, pues afirma que cuando abrieron su oficina en torno al 70% de los solicit-
antes eran venezolanos con perfil educativo elevado (lo que achacan al atractivo económi-
co de la entidad y al vuelo directo Caracas-Monterrey). En los últimos tiempos el número
de hondureños solicitantes está creciendo, hasta el punto de igualar al de venezolanos,
pues estos últimos “con la pandemia dejaron de llegar por el cierre de fronteras allá” (ór-
gano de gobierno, 34). Desde este mismo organismo también detectan un incremento
sustancial de solicitantes de nacionalidad cubana (concretamente, nuestro informante
señala que estos han pasado a representar en torno al 3 o 4% del total al 15 o 20%). Aquí
parece que casi no llegan migrantes haitianos y, menos aún, del África subsahariana.

Este proceso hacia una mayor heterogeneidad de orígenes nacionales, culturales y


educativos (lo que conlleva una mayor heterogeneidad de problemáticas), también
se desarrolla en lo que se refiere a la edad, al género, y a la orientación sexual de
los migrantes. Siguiendo con la experiencia de COMAR Nuevo León, aunque siguen
siendo más los hombres que reciben, es notable el incremento de mujeres que so-
licitan el cambio de status migratorio (concretamente, se refieren a muchas mu-
jeres cubanas que “salieron de su país de origen por violencia sexual o violencia
doméstica… también por tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes”). Aquí
mismo también dan cuenta de atender a un alto número de menores no acom-
pañados, entre los que se cuentan adolescentes embarazadas. Finalmente, en
menor medida, han tenido solicitantes trans y personas homosexuales, mayor-
mente desde los países centroamericanos de referencia (órgano de gobierno, 34).

Otras tendencias que se están observando en atención al género o la situación familiar


es que entre los que solicitan refugio en Estados Unidos hay un número importante de
mujeres con niños; mientras que “los hombres están más indecisos en este sentido” (casa
de migrante, 16). Por último, se refieren a la dinámica que ya es bien conocida y previa a la
pandemia: las caravanas compuestas por grupos familiares de migrantes, así como gru-
pos que se van conociendo en el camino se unen para protegerse (casa de migrantes, 20).

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3.2. Dinámicas de movilidad interior

El cambio en el comportamiento de los flujos trasfronterizos que hemos descrito en el


anterior apartado no da cuenta de cómo se mueven los miles de migrantes que se han
visto atrapados en el territorio nacional. Las dinámicas de movilidad de la migración en el
interior del país debe ser objeto de especial atención, pues, dependiendo de la gestión que
reciba, conlleva tanto peligros como oportunidades para la gobernabilidad. Sobre todo,
considerandoqueestamigración“estancada”tieneuncontactosostenidoconlapoblación
nacional, con todas las tensiones y conflictos que pueden surgir de esta convivencia ob-
ligada; y con el agravante de producirse en un contexto de pandemia en el que impera
el miedo al “otro”, ahora visto como posible contaminador y portador de la enfermedad.

Efectos de los cierres y/o reducción de servicios de actores de la


gobernanza
El primero de los factores, el más evidente, que ha impactado notablemente en las
dinámicas de movilidad de los migrantes por el territorio, es el obligado cierre o re-
ducción de servicios de los albergues donde estos migrantes tradicionalmente podían
refugiarse, descansar y seguir su camino (1, 3, 8, 10, 13, 23, 30, 43). Ya sea que tuvieran
que cerrar o ponerse en cuarentena, el caso es que dejaron de poder prestar sus ser-
vicios de alojamiento (excepto en los casos que mantuvieron a los que ahí residían en
el momento de la cuarentena). Esta situación dejó aún más desprotegidos, de forma
indistinta, a migrantes y refugiados (casa de migrantes, 29); así lo ejemplifica uno de
nuestros informantes, a través de la narración que le compartía uno de sus usuarios:

Platicaba un muchacho que a él le tocó viajar durante la pandemia y dice


que fue muy feo, que México siempre ha sido un país muy hospitalario,
pero que ahora que están con esto de la pandemia, no encontró un
lugar donde dormir, estaba durmiendo en las plazas, no dijo plazas, es
otra palabra que usan, no sé, en los parques, estaban durmiendo en los
parques, pero dice que cuando ya siguió su camino, llega aquí a Altar y que
es una de las pocas casas que encontró abiertas (casa de migrantes, 28).

Así pues, la pandemia y el miedo al contagio están creando un vacío mayor en torno a la
figura del migrante; en este sentido, también es reseñable que el personal de las pocas ca-
sas que funcionaban deja de acudir, sobre todo por no estar preparadas para afrontar una
situación como esta y no disponer de personal capacitado; pues “nadie se quiere meter a
un foco de infección, ¿no?” (organización civil, 14). Esta conjunción de circunstancias, final-
mente, se está traduciendo en que personas categorizadas como migrantes, cuando no
como refugiadas, se ven abocadas a una situación de calle que termina por equipararlas
al trato y la percepción (ambos de rechazo extremo) que reciben las personas indigentes.

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De hecho, muchas de las asociaciones y casas de migrantes al no poder alojarlos se
han focalizado en hacerles llegar los alimentos que necesitan para sobrevivir, dando
este servicio en la calle y, por tanto, alimentando de manera indistinta a migrantes y a
personas en situación de calle (organización de la sociedad civil, 8). No obstante, algu-
nas tratan de dar su ayuda siguiendo unos criterios con lo que mantener una distin-
ción entre circunstancias vitales de los usuarios; por ejemplo, la casa de migrantes 25,
que suspendió el alojamiento, pero tiene actividades “de acercamiento”, se esmera en
detectar a los más vulnerables de los solicitantes de refugio, como pueden ser africa-
nos y haitianos no hispanohablantes, para priorizar con ellos la entrega de despensas.

La iniciativa de llevar la ayuda a los lugares donde solían encontrarse los migrantes,
tales como las vías del tren (organización de la sociedad civil, 8) en ocasiones ha per-
mitido comprobar cómo están cambiando sus costumbres y su forma de moverse por
la ciudad. En este sentido, desde una de las asociaciones civiles nos cuentan cómo
al tener que suspender las brigadas, el equipo médico y la asesoría legal también
decidieron “recorrer las calles para llevarles comida, una mochila, para hablar con
ellos…” (organización de la sociedad civil, 9), tras lo que encontraron que en los cru-
ces de avenidas donde antes se concentraban (para pedir monedas a los automov-
ilistas en los semáforos) “donde antes había 20 ahora hay 4” o donde “teníamos un
aforo de 15 personas, estamos encontrando 2 personas” (organización de la sociedad
civil, 9). Aquí cabe preguntarse hacia dónde han dirigido sus pasos estos migrantes
para sobrevivir en una situación en la que no se les permite ni avanzar ni retroced-
er, unido al hecho de que, por el miedo al potencial contagio que los automovilistas
ven en ellos, ciertas estrategias de supervivencia que sí tenían sentido en tiempos de
pre-pandemia (conseguir unas monedas para continuar el camino) dejan de tenerlo.

La abrupta disminución de la actividad de los organizaciones de la sociedad civil


(mencionada, por ejemplo, por la asociación civil 10 o la casa de migrantes 21, que
ha pasado de oscilar entre 300 y 500 atenciones a tener solo 100), fue acompaña-
da por una también marcada reducción (cuando no cierre) de servicios otorgados
por organismos internacionales y órganos de gobierno; de tal modo que las perso-
nas dejaron de acercarse a la vía institucional para pedir protección internacion-
al y las estaciones migratorias fueron vaciadas (organización de la sociedad civil, 6).

Esto lo apreciamos claramente con el caso de la Comisión Estatal de Derechos Humanos


en Nuevo León, misma que tuvo que reducir drásticamente su personal por la pandemia:
en 2019 dieron 353 orientaciones a personas migrantes y en agosto de 2020 llevaban 86;
en 2019 fueron 36 solicitudes de queja y en agosto de 2020 llevaban 4; en 2019 remitieron
36 asuntos a CNDH y en lo agosto de 2020 habían remitido 10 (órgano de gobierno, 37).

Desde esta misma Comisión también nos comparten que la reducción de la movili-
dad humana se ha visto acompañada de una menor interacción con la autoridad (por
ejemplo, se han reducido los “rondines policiacos”); que se ha reducido la actividad de
atención a personas en situación de migración de parte de la Comisión; que se redujo
también su actividad de apoyo para orientación administrativa de migrantes (orient-
ación para cuestiones cómo qué hacer sin visa humanitaria, si no registran a un hijo,
si piden el CURP, cuestiones de registro civil, como actas de nacimiento y otro tipo
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Annual Report- 2016
de actas… “ahí hubo una reducción impresionante de atenciones”). A lo que suman
que los trámites se retrasan más (por la falta de personal; por ejemplo, el módulo que
tenían en el Pabellón Ciudadano se cerró con la pandemia). La única actividad que se
ha incrementado en este caso es la de asesorías telefónicas (órgano de gobierno, 37).

La parálisis institucional, total o parcial, afecta también a la CNDH, al INM, a COMAR…


(organización de la sociedad civil 5, casa de migrante 25). Y la suspensión de servicios,
además se ha visto complementada con acciones que inciden en una precarización
aún mayor de la situación de la población migrante. Tal es el caso del desalojo, por
parte del INM, de estaciones migratorias a partir de abril: “todo lo fue peinando el
norte hacia el sur y nos los abandonó ahí (…) Nos dejaron un camión en Tapachula, o
dos camiones en Tapachula y uno en Tenosique y de ahí pues, ‘háganle como quieran’”
(organización de la sociedad civil, 5). Tras el cierre de estaciones migratorias por los
contagios que se dieron en su interior, “pusieron a todo el mundo en la calle, les di-
eron un papel de que tenían 45 días o dos meses o equis tiempo para estar en México”
(casa de migrantes, 29). Es decir, por contraste con las detenciones masivas del año
pasado, ahora la dinámica es de abandono en medio de la pandemia, exponiendo al
virus a miles de personas que no tienen dónde cobijarse ni atenderse. En suma, parece
que nos encontramos ante una situación que en cierto sentido se puede sintetizar con
la frase que nos comparte uno de nuestros informantes: “el coronavirus ha puesto
en riesgo el apoyo humanitario a los migrantes en el país” (casa de migrantes, 25).

Fotografía por Victoria Ríos Infante

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Efectos de las acciones (e inacciones) de órganos de gobierno y
organismos internacionales sobre la movilidad interior
El papel de los diferentes órganos de gobierno y de organismos internacion-
ales tiene una fuerte capacidad explicativa de la lógica de movilidad de los mi-
grantes a lo largo y ancho de la geografía nacional en tiempos de pandemia. Tal es
el caso, por ejemplo, del ACNUR y de su programa de integración, mismo que in-
cluye una ayuda económica para comenzar a rehacer la vida del refugiado en un
nuevo contexto social. La noticia de este apoyo, que está dirigido a personas que
deben cumplir unos requisitos muy escrupulosos, es difundida ampliamente en-
tre la población migrante, lo que hace que muchos decidan desplazarse a los lu-
gares donde creen que los pueden obtener (en este caso, a Monterrey, Nuevo León).

Recordemos que este imaginario de Monterrey incluye la idea de que


ACNUR les va a apoyar. La gente también por las mismas que ellos mis-
mos han creado escuchan ACNUR, ‘me apoyó con tanto dinero’; enton-
ces dicen ‘bueno, mejor me voy a Monterrey’. Lo que no saben es que
(a) esta persona se le apoyó porque venía como parte de un programa
o porque tenía una... no sé, cierta vulnerabilidad que requiere eh… un
poco más de apoyo o muchas razones ¿no? (organismo internacional,
42).
Más específicamente, nuestro informante nos comparte que han detectado cuantiosos
casos de migrantes de origen cubano y haitiano que deciden trasladarse a Monterrey,
motivados principalmente por la baja tasa de concesión de condición de refugiado:

Hemos visto que muchos de ellos no abandonan trámite, sino que


fueron trámites que no fueron aceptados por la COMAR. Ellos tienen
una negativa de… de su solicitud de asilo y aquí lo peligroso es que…
pues ellos tienen un periodo límite para poder hacer un recurso de
revisión, pero al momento de recibir una negativa de la COMAR, eh…
que me parece que el porcentaje de aprobación de cubanos es como
del 20%, entonces es un número muy alto el que no es reconocido
(y) en vez de hacer un recurso de revisión o buscar un método de
regularización deciden venir al norte (organismo internacional, 42).

Continuando con este mismo informante, también podemos apreciar cómo no


solo ciertos programas oficiales pueden contribuir a que ciertos núcleos poblacion-
ales se conviertan en polos de atracción, sino que la situación administrativa tam-
bién determina la forma de viajar por el territorio (con las consecuencias conoci-
das hacia la seguridad e integridad de las personas que provoca la clandestinidad):

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Siguen siendo personas que están cruzando un país 1,500 km en ple-
na pandemia, éste… exponiendo a su familia. Quizás cuando todavía
no tienen sus tarjetas de residencia o tarjetas humanitarias les es
más difícil el poder comprar un boleto de autobús, entonces recur-
ren a métodos de traslados que pueden exponerles, a pesar de que
ya sean refugiados, y en su contraparte quienes aún no son recono-
cidos em… prefieren abandonar su trámite con la intención de bus-
car una oportunidad en Monterrey (organismo internacional, 42).

Asimismo, la concesión de documentos como la visa humanitaria facilitó el asentamiento


y la concentración en ciertos núcleos de aquellos migrantes que se vieron favorecidos
en este sentido. Así nos lo ejemplifican desde el consulado de Guatemala en Comitán
(40), donde dan cuenta de 385 guatemaltecos tras obtener su visa humanitaria pudieron
establecer en Tijuana su lugar de residencia (tras la concesión de la visa el gobierno
les da 20 día para establecer su residencia).

Lo anterior se refiere a situaciones en las que el migrante hace uso de su voluntad


para decidir hacia dónde encamina sus pasos (en este último caso, también hubo quienes
prefirieron rechazar la oportunidad y ser retornados a Guatemala), pero, obviamente,
también la acción coercitiva de las autoridades mexicanas les obliga a desplazarse por
el territorio en otro sentido. El más claro ejemplo de esto es el traslado forzoso y
posterior abandono, por parte de las autoridades mexicanas, de migrantes deportados
en la frontera norte, tal y como nos narran desde uno de los consulados que entrevistamos
en nuestro trabajo de campo.

Estamos recibiendo cantidades de gente del lado de Reynosa y de Mata-


moros porque las agarran en el lado americano, y no les dan ni tan
siquiera oficio, ni entrevista, ni nada al Consulado del lado americano,
nos los mandan directamente por acuerdo entre Estados Unidos y Mé-
xico, que los retornos los hacen directo a la frontera norte (…) En cali-
ente, es que no, bueno... yo le hablo a la Cónsul del lado de McAllen y le
digo, ‘oye mira, no es que a mí no me mandan estados, yo no sé nada,
a mí no me están dando ni chance ni de entrevistarlos’. Cuando yo los
agarro de este lado, acá en el lado de Reynosa y eso, y empezamos las
entrevistas... ‘no, que a mí me mordió el perro cuando me agarró del
lado americano’, ‘no que a mí… me caí y me tropecé a un montón de
rocas por salir corriendo de la migra americana’... éste… vienen golpea-
dos. Bueno, de verdad, créeme que es una situación en que yo digo
‘bueno ¿y qué hacemos pues?, o sea, no nos queda más que nosotros
informarlo al nivel de nuestra embajada, porque no hay más. O sea,
los recibe la migración mexicana, los documenta, revisa, nos lo notifica
y en la misma los bajan para el sur, los bajan a Acayucan o los bajan a
Tapachula. Estamos teniendo mucho problema con eso. Es en ese caso
con migración del lado de Tamaulipas porque no nos dan chance ni de
entrevistarlos, o sea les llegan contingencia de… solo te estoy hablando-
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-de salvadoreños, pero ahí están hablando que agarran de todo. Enton-
ces solo de nosotros a veces son 25 personas, 30 personas entre niños,
mujeres y hombres, más si son hondureños, más si son de Guatemala.
Yo no sé cuántas cantidades sean de personas, pero, les entregan por
decirte algo, 100 personas y en ese momento migración los tiene que
bajar porque no tienen la capacidad de tenerlos ahí en las estaciones
migratorias. Más horita con este tema de la pandemia, éste… es ob-
ligación de migración éste… moverlos a las estaciones más grandes,
en este caso es a Acayucan y Tapachula (órgano de gobierno, 41).

Este abandono “a su suerte” de migrantes en situación administrativa irregular por


parte del Instituto Nacional de Migración, es algo que ha sido señalado por varios
de los actores considerados en este proyecto. Algunos ejemplos: desde una de las
casas de migrantes consultadas aseguran que las deportaciones son expeditas y que
la lógica que aplican las autoridades consiste en: ‘te encontramos en el desierto, si
necesitas alguna atención médica te la damos, pero vas de vuelta’ (casa de migrant-
es, 28); desde una de las asociaciones civiles participantes explican que, al carecer
el gobierno de una estructura para atender las necesidades de las personas mi-
grantes, los deportados, no incluidos en el Migrant Protection Protocols (MPP), son
abandonados en México sin documentos, muchos de ellos cayendo en las garras
del crimen organizado (organización de la sociedad civil, 13). En la misma línea de
estos ejemplos, así nos narran desde otra asociación civil la respuesta de la autori-
dad ante un repunte de contagios de coronavirus entre migrantes en Nuevo Laredo:

Lo grave es lo que hicieron de deshacerse de ellos sin responsa-


bilidad y violando el proceso administrativo migratorio. Porque para
poder devolver a alguien tienes que llenar todo un proceso, tener la
autorización de su país y todo eso ¿no? y no. O sea, los dejaron ahí
y ‘crúcenle a pie y como quieran y que Dios los bendiga’ (…) Del lado
de Tapachula no los obligaron a pasar, pero los abandonaron, ahí
los dejaron. Y además era una locura porque llegaron los camiones,
entonces los compañeros que salieron a monitorear qué hacían con
los camiones, lo que nos cuentan es que entraron los camiones a la
estación migratoria con las personas, las bajaron, después los volvi-
eron a llenar volvieron a salir con las personas, se fueron a la fron-
tera y ahí los dejaron y ya… de ahí cada quien se hizo bolas. Enton-
ces a saber cuántos se cruzaron a pie a Guatemala y cuántos…
bueno, los que se quedaron, se quedaron muchos porque están ahí
en situación de calle en Tapachula (organización de la sociedad civil, 5).

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Por otra parte, el desalojo de estaciones migratorias y la relajación del control sobre este
tipo de migración (se redujeron los retenes del INM), son circunstancias que favorecieron
el tránsito de los migrantes en situación administrativa irregular por el territorio nacional.
Así lo afirman desde la COMAR, notando que muchos de ellos se están trasladando sin
su autorización desde Chiapas, Acayucan, de Palenque… (órgano de gobierno, 34). Esta
percepción es compartida también desde una de las asociaciones civiles consultadas:

Al principio algunos albergues decían que los migrantes decían: ‘bueno,


es que ahorita podemos como pasar de manera más sencilla, porque
hay que aprovechar ahorita, como que el momento, porque pues no hay
tanta gente. Nosotros nos hacemos invisibles, pero a la vez tampoco las
autoridades están, como en la parte migratoria de la detención, como
que bueno, ya en el norte a ver que hacemos, pero ahorita es momento de
poder hacer el tránsito por México’ (organización de la sociedad civil, 8).

Por último, otra de las políticas administrativas que está incidiendo marcadamente en
la distribución y movilidad de la migración por el territorio nacional es la derivada del
ya mencionado Migrant Protection Protocols (MPP). Resultado de este programa, miles
de personas se encuentran en una especie de limbo legal y espacio-temporal en sus
proyectos migratorios, muchas de las cuales han sido concentradas en campamentos
fronterizos como el de Matamoros (que alberga entre 1,000 y 1,200 residentes), donde:

están cercados con malla ciclónica y alambre de púas y está controlada


la entrada por algunas organizaciones de gobierno (se refiere al INM),
que me parece correcto, sobre todo por la cuestión de la pandemia:
toma de temperatura, la cuestión sanitizante y todo lo que conlleva.
Pero no pueden salir ellos libres, están en una estación migratoria
grande… aparentemente libres, porque hay árboles, hay tierra, hay
calles, hay carpas, hay leña, hay lumbre… Está Médicos Sin Fronteras,
está Cruz Roja Internacional, está el aspecto religioso… Hay tiendi-
tas de comida, ellos cocinan sus diversos alimentos de acuerdo a su
nación, a su cultura. Es un mundo, es un mundo complejo ahí. Hay
abogados (de ACNUR), hay gente que les ofrece servicio, pero no deja
de ser un campamento, no deja de ser… entonces todo eso. Todos el-
los (están ahí) por la esperanza de cruzar hacia Estados Unidos, no hay
otro punto más que cruzarse a Estados Unidos (casa de migrantes, 18).

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Pero cada vez son más los migrantes que están desistiendo del procedimiento, lo que
los está orillando a recalar en grandes urbes como Monterrey (o quedándose en lo-
calidades fronterizas como el mismo Matamoros, donde calculan que hay en torno a
5,000 migrantes, sumando a los del campamento, los que rentan y los que están en
casas de asistencia social -casa de migrantes, 18-). Así, en COMAR Nuevo León iden-
tifican en la entidad, desde antes de la pandemia (agosto de 2019), el perfil del mi-
grante bajo el MPP pero que desiste por razones como la seguridad (vienen de lu-
gares como Reynosa, Nuevo Laredo, Matamoros… y en menor medida Piedras Negras
y Ciudad Acuña, Coahuila) y la baja tasa de reconocimiento de la condición de refu-
giado en Estados Unidos (órgano de gobierno, 34). Muchos de ellos inician el trámite
de refugio en México, para lo que cuentan con apoyo jurídico de organismos como
ACNUR, y con lo que inician un nuevo periodo de espera (organización de la socie-
dad civil, 20), ahora ya asentados totalmente en territorio mexicano. En este sentido,
desde la COMAR nos dicen que, aunque desde el 24 de marzo del 2020, por causa
de la pandemia, dictaron la suspensión de plazos, en abril tuvieron 56 solicitudes.

México ha mantenido la recepción de solicitudes de la condición de


refugiado, si bien estamos en una suspensión de plazos y actual-
mente esa suspensión de plazos se encuentra de manera indefinida,
lo cierto es que seguimos recibiendo solicitudes. Nosotros estamos
garantizando el acceso al procedimiento (órgano de gobierno, 34).

Fotografía por Victoria Ríos Infante

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La migración varada entre la contingencia sanitaria y los cierres
de fronteras: ¿de país de tránsito a país receptor?
En suma, la principal problemática que deben afrontar ahora los actores de la gob-
ernanza en México consiste en la gestión de miles de personas varadas entre fron-
teras cerradas, ya sea por la contingencia sanitaria o por las restrictivas políticas mi-
gratorias de Estados Unidos (a lo que también hay que sumar las fuertes medidas
tomadas en el interior países centroamericanos que limitan la libre circulación por
su territorio, medidas como toques de queda, días diferentes para salidas de hom-
bres y mujeres, salidas de acuerdo al número de identificación personal, etc., reglas
cuyo incumplimiento conduce a la detención y encarcelamiento -casa de migrantes,
22-). Así lo exponen desde el Consulado de El Salvador: al cerrarse el aeropuerto de
El Salvador por la pandemia muchos de sus compatriotas se quedaron fuera del país,
“varados”, sin tampoco poder cruzar a Estados Unidos ni la frontera con Guatemala
(también cerrada), hasta el punto de que si se entregaban a inmigración tampoco los
iban a poder repatriar; así se acumularon muchos “varados” “en el lado de Tamauli-
pas, Matamoros, Reynosa, toda esa gente en las orillas del río que nos llamaron”, pero
a los que no pudieron ayudar y se quedaron “en la calle” (órgano de gobierno, 41).

En la siguiente narración, apreciamos cómo a estas personas no les queda más re-
medio que cancelar provisionalmente su proyecto migratorio y tratar de sobrevi-
vir por tiempo indefinido en el territorio donde las circunstancias les obligan a estar.

Ya estaban, por ejemplo, hablando meramente de Nuevo León, ya esta-


ban dentro de Nuevo León. Pero al tener más vigilada y cerrada la fron-
tera en Estados Unidos, etcétera, pues no les quedó de otra más que
quedarse aquí. Y empezaron a salir con el pasar de las semanas porque
yo creo que muchos de ellos, que los rescatamos, en sus historias nos
cuentan que… si el coyote los abandonó, este, que… que les dijo que ya
iba a cruzar y a la mera hora no, que en la casa en la que estaban les
dejó de llevar comida, eh, entonces ellos empezaron a tener que salir
porque pasaba uno-dos días y el coyote ya no iba, ya no veía por ellos y
muchos traían niños. ¿Entonces qué empezaron a hacer? Tuvieron que
empezar a salir para buscar alimento, para buscar pedir dinero muchas
veces, entonces… Ahorita ya empezaron a salir, pero aún siguen sin
poder cruzar. O sea, el flujo de… de cruce, de migración, se limitó mucho
por las fronteras cerradas. Este… entonces yo creo que incluso, los que
estaban todavía en su país que querían migrar para México, yo creo que
sí se les ha dificultado también mucho. O sea, la cantidad de migrantes
que vemos que ahorita están saliendo, fue la gente que quedó varada
en el país cuando recién empezó lo del COVID. (órgano de gobierno, 33).

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Veamos algunos otros de los actores entrevistados nos ofrecier-
on sus testimonios en esta misma línea, con la idea de asentar la per-
sistencia de esta realidad que se impone en tiempo de pandemia:

• El cierre de fronteras afectó a los migrantes en espera de solicitud de asilo en Es-


tados Unidos, “atorados en la frontera norte”; los que querían retornar no podían
hacerlo por el cierre de la frontera en sus países; motivo por el que muchos fuer-
on abandonados en la frontera sur (organización de la sociedad civil, 13).

• Los puentes internacionales están cerrados y las citas para solicitud de refugio se
han postergado, lo que implica una larga espera: “para muchos ha sido, te decía,
tomar decisiones, establecerse en la localidad o esperar en cada uno de sus cen-
tros” (casa de migrantes, 19).

• Al cierre de fronteras de países centroamericanos hay que sumar “el hermetismo


de Estados Unidos y la postergación de los juicios de asilo”, lo que acabó con la
esperanza de permanecer en la frontera e incrementó la vulnerabilidad de los que
continúan su proyecto migratorio, pues la mayor parte de espacios humanitarios
están cerrados; ante esto, los que no quieren regresar ni pueden cruzar a Estados
Unidos se quedan en la calle en las diferentes ciudades del país (académico-activ-
ista 1).

• Pero va a pasar lo mismo, o sea, mientras Estados Unidos no quite tanta vigilancia
y no quite todos los filtros que tiene y no abra sus fronteras abiertamente, este…
va a seguir quedando (la gente migrante) varada en México (órgano de gobierno,
33).

Así, tenemos una gran cantidad de personas cuya expectativa vital inmediata se
ha visto truncada y que actualmente está esperando en los alrededores de las ca-
sas de migrantes (por ejemplo, en la casa de migrantes 23: “adentro tenemos 50,
pero afuera tenemos 70 gentes”) y también dentro de las casas: en Casa Santa Mar-
ta están las mujeres con niños (como 30) y prácticamente todas “tienen un proceso
de refugio, un juicio en Estados Unidos y ahorita lo tienen parado, entonces están
estancadas. Ahorita las personas que se quieran ir a Estados Unidos están estan-
cadas” (casa de migrantes, 16); y las personas con contacto con polleros para cru-
zar la frontera norte “ahorita están aquí estancadas o paradas, aquí en Casa INDI
y viendo cuál va a ser el camino que ellos van a seguir” (casa de migrantes, 16).

Entonces va a seguir siendo la misma problemática de que no hay trabajo, la


gente no los quiere, no hay dinero, el coyote los abandona, entonces… yo creo
que sí afectó, la pandemia sí afectó para mal, eh… en cuestión a ellos (los migrant-
es) truncó sus sueños (…) porque también sector salud puso muchos (…) filtros
(…) de salud y dentro de esos filtros había policías y había gente de migración,
o sea un trabajo en conjunto que lamentablemente les truncó a ellos también
el hecho de poder cruzar o pasar desapercibidos (órgano de gobierno, 33).

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En resumen, viven entre nosotros miles de personas con diferentes status migratorios
pero todos ellos urgidos por la necesidad de sobrevivir económicamente, de encontrar
cobijo donde guarecerse y “pasar desapercibidos” para no ser discriminados por la
población o amedrentado por las autoridades. Es por ello que también se está dando
un comportamiento acorde a las necesidades de la nueva situación de estancamiento:

La gente está caminando con más precaución (…) La gente está caminando
más despacio, pero hay gente que se quedó atrapada, las circunstancias hici-
eron que ya no pudieran seguir en el norte y en el sur pues también era difícil.
Entonces esa es la gente que se está moviendo ahorita, yo creo que la gente
que ya tiene un trámite se está aguantando lo más para poderlo realizar,
porque saben que caminar hacia la frontera es así como la locura ahorita,
entonces yo creo que están caminando pero muy despacio y sí está llegando
a la Ciudad de México; que eso es un poco lo difícil para nosotros porque
a donde están llegando es a las ciudades grandes, y obviamente la Ciudad
de México es para muchos migrantes el lugar ideal (casa de migrantes, 30).

Es decir, ante una perspectiva vital considerada a medio plazo, cuando menos, so-
bre el terreno y sin poder avanzar, el migrante debe empezar a tomar decisiones que
vayan más allá de holgar y esperar la ayuda humanitaria. Así, si en un primer mo-
mento “los que estaban adentro se quedaron adentro (de los albergues) y no salían
para no contagiarse y los que estaban afuera pues andaban medio papaloteando
a ver qué hacían” (casa de migrantes, 29), cuando se acabó el hospedaje, la comida,
la ropa y el trabajo hizo que la gente diese vueltas arriba y abajo: “entonces fue un
tiempo en que la gente pasaba hacia el norte y la veíamos pasar de regreso hacia
el sur, pero al rato la volvíamos a ver pasar otra vez, entonces abril, mayo, junio, fue
mucho eso, no eran nuevos, era gente que subía y bajaba” (casa de migrantes, 29).
La alta movilidad de esta población también hace que diferentes actores de la gob-
ernanza tengan gran dificultad para contabilizarlos y poder apoyarlos; así lo afir-
man del consulado de El Salvador, cuyos connacionales “son muy itinerantes”, con-
tabilizando un día 250 salvadoreños en Matamoros y observando al día siguiente
que ya se ha ido un importante porcentaje de esa cantidad (órgano de gobierno, 41).

Este ir y venir no será, ni mucho menos, alocado o sin criterio. Más bien al con-
trario, parece que el imperativo que marca las decisiones de movilidad es unívoco:
la satisfacción de las necesidades de orden económico (además de los condicio-
nantes de las acciones de gobierno que ya hemos considerado en el apartado cor-
respondiente). Así, a pesar de que se incrementó notablemente el porcentaje de
migrantes que “llega ya con papeles, con permisos temporales en México (se re-
fiere a las visas humanitarias que dieron con el fenómeno de las caravanas) (…) lo
que les permite moverse por el país y trabajar” (casa de migrantes,18), la situación
de pandemia y la consabida crisis económica hizo que no encontraran trabajo.

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En este sentido, nuestros informantes son testigos directos de una situación de
migrantes asentados sin empleo que no pueden pagar una renta a pesar de tener la
visa humanitaria; migrantes a los que antes apoyaban mediando con las empresas
pero que a partir de la pandemia han visto como esa salida dejó de ser una opción
(órgano de gobierno, 37). En otras ocasiones, como es el caso de estudiantes salva-
doreños que se quedaron varados y sin empleo (que se desempeñaban, por ejemplo,
de meseros), detonó, con el apoyo del consulado, los mecanismos de solidaridad co-
munitaria entre connacionales para socorrerlos, llegando a repartir entre ellos más
de 100 despensas (órgano de gobierno, 41). No obstante, respecto al apoyo de las
asociaciones y casas de migrantes, también ellos han tenido que afrontar un significa-
tivo descenso de las donaciones (casa de migrantes, 21), llegando incluso a tener que
detener (por la crisis económica y por la parálisis provocada por la pandemia) pro-
gramas de comidas en hospitales, puentes, etc. (organización de la sociedad civil, 10).

Ya señalamos anteriormente la expectativa generalizada de crisis económica y de em-


pleo que nos acometerá, la cual se considera que impulsará en los países emisores
nuevas oleadas de migrantes. De hecho, aún en tiempos de pandemia y con la frontera
sur cerrada “la gente sigue viniendo por medio de las brechas, por las montañas (…) Hay
una situación desgastante en la política centroamericana, de violencia, de corrupción,
de mara, de narcotráfico… que impulsan a esta movilización forzada. No es que ellos
quieran, sino que salen a buscar un trabajo, un lugar donde tener un dinero, y un lugar
donde vivir en paz (casa de migrantes, 23). Pues bien, también la movilidad interior se
verá impulsada por la búsqueda de empleo en un contexto general de falta de este.
Así, mientras que “en la frontera sur disminuyen las pocas oportunidades de empleo
que había” (organismo internacional, 42), grandes ciudades como Monterrey están
atrayendo a la mayor parte de esta población “varada” en busca de empleo, de acceso
a servicios y de búsqueda de cumplimiento de sus derechos (órgano de gobierno, 34).

Es muy generalizada la percepción de que cada vez son más los migrantes, ante las cre-
cientes adversidades, que están renunciando a tratar de cruzar a Estados Unidos y es-
tán prefiriendo asentarse en ciudades como Monterrey (2, 20, 34, 42), Guadalajara (31)
o México (30); “sí ha cambiado (la dinámica) … en el sentido de que existe (…) ‘el sueño
regio’, así como existe el sueño americano y de llegar a Estados Unidos (…) En esta de-
sesperación de salir adelante empatada con este imaginario de Monterrey como un lu-
gar de mucho trabajo y de mucho dinero la gente abandona (los trámites de refugio) y
viene a Monterrey (organismo internacional, 42); ahora no se quieren ir a Estados Unidos
tan decididamente, se resisten (“casi el 90% de nuestros usuarios”) a abandonar la casa
(casa de migrantes,16); mientras esperan sus trámites vienen al norte del país (Nuevo
León), donde las tasas de pobreza son mucho menores (casa de migrantes, 20). En suma:

72 Annual Report- 2016


72 Poliédrica
Muchos de los migrantes ya se están quedando a trabajar en México, y ya
muchos dicen: ‘no quiero ir ya a Estados Unidos, quiero una oportunidad
ya para trabajar en México’ (…) Inclusive para tramitar un permiso para,
pues para... vivir en México (…) Inclusive, hemos escuchado historias de
que: ‘pues es que ya no me puedo regresar, o sea, ya vendí mis propie-
dades, ya vendí todo, o sea, ya no tengo a nada a qué regresar. Por eso me
traje a la familia’. Entonces... regresarse a su país de origen, pues ¿a dónde
se regresan si ya no tienen nada? (organización de la sociedad civil, 14).

Así pues, no es de extrañar que cada vez más actores empiecen a perci-
bir a México como un “lugar de destino, menos tránsito, más refugio” (casa
de migrantes, 20); un país que pasó de ser emisor a ser de tránsito, para
ahora empezar a ser de retorno y recepción (casas de migrantes 22 y 24).

Fotografía por Victoria Ríos Infante

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Poliédrica
Fotografía por Alma Lara

II PARTE: FENÓMENO DE LA MIGRACIÓN EN TIEMPOS DEL COVID

CAPÍTULO 4. CONSTRUCCIÓN DE LAS PERSONAS EN SITUACIÓN DE


(IN)MOVILIDAD E INTEGRACIÓN SOCIAL
Alma Lara

4.1 Construcción social de las personas migrantes en el contexto de


la pandemia

De migrantes a indigentes
La conceptualización de las personas migrantes como indigentes tiene dos vertientes
que son mutuamente constitutivas dentro del contexto actual. Primeramente, algunas
organizaciones de la sociedad civil (OSC) les construyen como personas vulnerables,
debido a la dependencia económica que tienen de “charolear”; es decir, dada su con-
dición paupérrima y aunada a su situación migratoria irregular, por ello, pedir dinero
en cruceros es su único medio de subsistencia ya sea de forma temporal mientras
encuentran un empleo, o como manera de financiar su tránsito por el territorio mexi-
cano: “dependen eh... del automóvil en la esquina que les da la moneda para que ellos
puedan juntar su dinero y seguir su camino, dependen mucho este... de... el que ellos
pudieran pedir prácticamente en la calle” (organización de la sociedad civil, 9). Esta con-
ceptualización es compartida también por una de las instituciones gubernamentales
entrevistadas quien afirma que su situación económica no les deja otra opción que
estar pidiendo en las calles: “la mayoría de los migrantes que vienen aquí pues muchos
de ellos no traen dinero, entonces ellos han optado por pedir dinero en los cruceros”
(órgano de gobierno, 33). Asimismo, se reconoce que, debido a la reconfiguración de
los flujos migratorios, su presencia se ha incrementado en las calles de ciudades que
anteriormente no eran tradicionalmente receptoras de estas poblaciones migrantes:

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Annual Report- 2016
Nosotros en la Ciudad de México hace nueve años no estábamos
acostumbrados a ver migrantes extranjeros y en la Ciudad de Mé-
xico sólo teníamos a los migrantes internos … hoy sí es como más
difícil ver en el crucero a ya sólo al limpiabrisas mexicano sino al cen-
troamericano, ya sea pidiendo o también limpiando los vidrios, yo
creo que la población se está asombrando (casa de migrantes, 30).

Este incremento de personas migrantes en las grandes urbes mexicanas, general-


mente se aglutina en las colindancias y alrededores donde se encuentran ubica-
dos los albergues de migrantes. Algunas OSC identifican ya a estos espacios con la
constante presencia de personas migrantes en las calles (ya sea pidiendo dinero o
durmiendo en las calles), lo que les genera molestias a los vecinos y en general aso-
ciando a las personas migrantes con un aumento en la percepción de inseguridad:

Ahí está el caso de Casa Indi, donde la gente está en la vía públi-
ca ¿no? y yo creo que ¡ijuesu! Hablar de un migrante anteriormente,
es gente que de alguna manera, pues está pidiendo en la calle y
la gente se molesta a veces que los interrumpan, que les da mie-
do, que les da inseguridad (organización de la sociedad civil, 14).

En ese sentido, se señala también cómo en algunas comunidades se rechazan los es-
pacios e inmobiliarios de atención humanitaria por considerarlos como un polo de
atracción de personas migrantes que no sólo se encuentran al interior de dichos espa-
cios, sino también en las calles y asociando a la presencia de personas migrantes con
robos, conductas agresivas y consumo de sustancias intoxicantes. En el siguiente frag-
mento de la entrevista con una institución gubernamental, es de señalarse la parte fi-
nal de la cita, misma que consolida este imaginario social de la persona migrante como
equivalente de personas que presentan conductas desviadas de las normas sociales:

Cuando empiezan a construir (refiriéndose a un inmueble para personas migrantes)


… sí empezó la preocupación por parte de la gente, pero sabes qué: fue la desinfor-
mación que había. Porque ellos pensaban que era un albergue a puertas abiertas, en-
tonces ellos tenían miedo que los extranjeros llegaran al lugar, estuvieran una noche
y al día siguiente salieran como si nada y pues entonces ellos empezaron a temer; que
si los iban a robar, que si… que si habían niños chiquitos, que si no había luz. Entonces
en un principio cuando ya recién nos mudamos para allá, he de decir que la primera
semana fue… fue muy fuerte, fue muy fuerte porque de hecho nosotros creímos que
nos iban a sacar de ahí. Porque fueron fácil tres días en los que día y noche estuvieron
plantados ahí [refiriéndose a los vecinos del inmueble] hasta que fueron para hablar
con ellos … para explicarles de qué consistía ... Pero que no iba a ser como ellos ya lo
tienen aquí, las casas de migrantes que todos andan afuera pidiendo dinero, este… y
drogándose, porque la realidad de muchos migrantes sí es esa (órgano de gobierno, 33).

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Poliédrica
Si por un lado se les construye como personas vulneradas de derechos debido a
una criminalización asociada a su condición migratoria y, por tanto, excluidas del sis-
tema económico dejándoles como único medio de subsistencia el pedir dinero en
las calles (en algunos casos de forma temporal mientras siguen con su camino ha-
cia el norte o encuentran un trabajo). Por otro lado, la coyuntura actual ocasionada
por la pandemia ha generado el cierre total o parcial de los espacios de asistencia
humanitaria en cumplimiento de los lineamientos de la sana distancia, dejándoles
en un limbo entre la situación de calle y el abandono institucional: “este hecho de
que las personas, pues estén como en este limbo... entre situación de calle... aban-
dono... falta de asistencia ¿no?” (académico-activista, 1). Se reconoce que la pan-
demia ha dejado fuera de distintos espacios a las personas migrantes, es decir,
sin la posibilidad de acceder a espacios de atención y asistencia humanitaria, pero
tampoco sin la posibilidad de transitar por el territorio mexicano, ni retornar a los
países de origen; en ese sentido, se quedan “varados” a su suerte en tanto que si
no logran “progresar” o encontrar un trabajo se les equipara con un indigente más.

Nos enfocamos tanto en el desempleo, nos enfocamos tanto en el ‘¡Quédate


en casa!’, que ellos que no la tienen, los dejamos fuera. Los dejamos fuera,
los dejamos… ¡Ah, pues! yo creo que también se quedan, aun no habiendo
pandemia. El que no pueda progresar, haga de cuenta que tenemos un… un
indigente más. Es un indigente más, aquel migrante que… que ni es de aquí,
porque hay mucho que ni es de aquí y ya no puede ser de allá. Sí, se queda
completamente varado y si no responde y si la suerte no le favorece, esta-
mos hablando de un indigente más (organización de la sociedad civil, 10).

Esta situación que enfrentan las personas migrantes durante la pandemia no se remite
únicamente a aquellas que están en tránsito por el país, sino también las personas que
ya se encuentran establecidas en algunas ciudades. En ese sentido, el perder su empleo
y no poder cubrir la renta y otras necesidades básicas les orilla a vivir en situación de calle:

Las personas que perdieron su empleo no pudieron pagar una renta y es-
tán en situación de calle, entonces hemos visto un aumento muy grande
de personas en situación de calle, personas que no pueden cubrir necesi-
dades básicas … las personas literalmente están durmiendo en la calle,
las personas literalmente están comiendo de la basura porque no existe
ningún protocolo para proteger a las personas que durante esta pandemia
están siendo vulneradas o marginalizadas (organismo internacional, 42).

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Annual Report- 2016
Otro de los factores que ha propiciado que personas migrantes se encuentren varadas
o en situación de indigencia es la suspensión o prolongación de los trámites migrato-
rios por parte de las instituciones gubernamentales como COMAR, lo cual acrecienta el
riesgo que personas migrantes queden esperando por su resolución por tiempo indefi-
nido y dejándoles sin la posibilidad de acceder a un empleo o moverse de ciudad. En
ese sentido, desde un albergue ubicado en Veracruz nos relatan su experiencia obser-
vando algunos de los efectos de que la pandemia ha tenido en la población migrante:

Gente que tenía 8, 9 meses haciendo trámites con COMAR y que los vieron
suspendidos y que no saben ni para cuando va a volver a empezar, y nos di-
cen: ‘¡que trabajemos!, ¿en qué? ¿Con qué comemos?’. Nos tocó una familia
haitiana, el hombre estaba desesperado nos dice: ‘¡yo voy! ¿A dónde voy? A
donde sea, donde yo encuentre un trabajo, mis hijos no tienen que comer’.
No sabemos ni siquiera a dónde van a llegar y eso, para mí, eso está crean-
do también una indigencia, una indigencia o sea, hay gente… a mí ahorita
hay uno que me llega cada rato, cada 8 o 15 días, parece uno que ya está
completamente volcado en el vicio alcohólico, a veces en la droga y cada vez
que puede llegar a comer, porque es el único lugar donde le dan de comer
gratis, pero por ejemplo ya sabe que en esas condiciones yo no lo voy a de-
jar que entre a bañarse a no ser que el albergue esté solo. Pero si hay otros
migrantes no le voy a permitir bañarse, por seguridad, y es terrible porque
es una gente que ya es indigente, ya es indigente (casa de migrantes, 29).

Fotografía por Alma Lara

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Poliédrica
Transmisores de la pandemia
Otra forma de construir socialmente a las personas migrantes en el contexto actual es
como transmisores del virus y enfermedades. En primera instancia, la situación económi-
ca y la falta de acceso a programas de salud de las personas migrantes les hace más vul-
nerables a este tipo de enfermedades “yo creo que son más propensos todavía porque si
no tienen para comer mucho menos tienen para ponerte lo que es un gel y un cubrebo-
cas ¿verdad?” (organización de la sociedad civil, 9). También, la asociación de personas
que están transitando con pandemia es otro de los rasgos de este tipo de imaginarios
sociales, “a la gente que les da una moneda en los cruceros, pues por miedo a infec-
tarse o los ven con como…[Silencio] ...como COVID ¡Vaya! porque están más expuestos,
sí y muchas veces hasta ya no dan esa moneda” (organización de la sociedad civil, 10).

El viaje (especialmente en las condiciones de clandestinidad de la migración ir-


regular) durante el contexto actual alimenta el miedo social al contagio que
deriva en la discriminación social y por tanto en la negación de la ayuda:

Se empezó a generar un discurso de migrante igual a persona con pandemia,


y así. No sabes de dónde viene, no sabes con quién ha interactuado y todo
eso, y se empieza a generar pos ese temor … El hecho de trasladarte, aunque
te hayas cuidado, no sabemos. Y eso incentiva más la discriminación a la
persona migrante. Ya no le quieres abrir la ventana como antes, ya si te pide
ayuda no le das ayuda. Cuando alguien antes era muy receptivo, yo te doy la
moneda, no importa, y ahorita ni la moneda le das (casa de migrantes, 17).

Hay un estigma social que conlleva ser migrante de tránsito en situación irregular,
misma que se identifica por las características fenotípicas, la forma de vestir y las con-
diciones del tránsito migratorio. En ese sentido, al migrante en tránsito se les reconoce
por presentarse como “sucios” y faltos de higiene: “los migrantes extranjeros, este...
llegan ya sean deportados o ya sea de que apenas van, en su mayoría, ya llegan con
hambre, ya llegan con sucios” (organización de la sociedad civil, 10); “porque son mi-
grantes, porque quien sabe de dónde vienen, porque son sucios, porque no se bañan”
(organización de la sociedad civil, 5). Esto aunado a la falta de equipo de protección per-
sonal como cubrebocas, guantes y gel antibacterial, les expone aún más a enfermarse
y, por lo tanto, se considera que esto les constituye como propagadores del virus:

Desconfías de alguien que, pues que no trae un cubrebocas en la vía


pública hoy, que sea migrante, las condiciones como anda vestido y todo
y, luego no traiga pues el aditamento ¡Pues sí! … y la gente te puede ver
como enemigo por no traer equipo de protección porque… ¡estás real-
mente propagando un virus! (organización de la sociedad civil, 14).

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Annual Report- 2016
En ese sentido, nos señala el mismo informante que el miedo hacia personas migrantes,
al considerarlas como propagadoras del virus, les ha dejado fuera incluso de las mismas
institucionesquegeneralmentelesdanacogidaenlasprincipalesciudades,puesmuchos
alberguesdemigranteshandetenidoelaccesodenuevosusuarioscomomedidasanitaria:

Pueden recibir el rechazo de la sociedad en general pero luego al mismo


interior de la casa o el albergue pues también reciben la discriminación.
De hecho, hay reglamentos para esta gente, para que acceda a las casas ...
Hoy en día, todavía es mucho más, debe de ser complicado porque debe
de haber un desgaste emocional, por el tema de miedos a los contagios.
O sea, el tema de no tener cubrebocas, el no tener guantes, el no tener
gel antibacterial, pues es todavía mucho más vulnerable y que creo que
se convierte todavía en un tema mucho mayor y un gran... un reto mucho
mayor todavía para estas casas (organización de la sociedad civil, 14).

Cabe destacar, cómo desde la perspectiva de un actor social externo a este es-
pacio, se toman las decisiones al interior del albergue durante este contexto,
esto es, siendo mediadas por la subjetividad y el desgaste emocional que en-
frentan las personas que hacen el trabajo de albergue, en lugar de protoco-
los de acción previamente desarrollados. Asimismo, a las personas que atienden
los albergues, se les señala como vulnerables y con mayor posibilidad de ser
contagiadas del virus debido a su contacto directo con personas migrantes:

El problema es este: ¡que estoy con los migrantes! Incluso me hablan y me


dicen: ‘¿Cómo estás? ¿Te has sentido bien? Vea, porque tú a lo mejor eres
el que más te puedes contagiar y te puedes morir’. Y yo así: ‘¿Cómo? ¿Qué?
¿Perdón?’. Vea, entonces este, se queda uno así... quieras o no quieras, el
ser migrante te identifica como portador del Covid” (casa de migrantes, 27).

La construcción social de personas migrantes como propagadoras del virus no se lim-


ita únicamente a las que están transitando por el país, sino también es dirigida hacia
personas que ya están asentadas en algunas ciudades, lo cual genera dinámicas so-
ciales de confrontamiento y tensión con los vecinos de las colonias en que residen:

Conocemos un lugar en la colonia Guerrero que muchos de los que


salen [de este albergue ubicado en la Ciudad de México] han podido
rentar. Resulta que ahí hubo una persona que sí se detectó como per-
sona con Covid y … las personas que ahí viven, no sé si es la mayoría,
pero que algunos vecinos se pusieron así ... casi casi como de: ‘¡ojalá y
se vayan!’ ¿no? Y se tuvo que hacer un poquito así de plática con algu-
nos de nosotros y les gestionamos que se sanitizara el departamento,
porque sí vimos que los vecinos estaban alarmados, pero yo no lo sentí
tanto (la alarma) por el Covid sino es que son migrantes ¿no? Son extran-
jeros y entonces siempre tú ves que eso afecta (casa de migrantes, 30).
Poliédrica
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Ahondando en lo anterior, una OSC ubicada en la ciudad de Tapachula nos
comenta como esta conceptualización social ha propiciado un escenar-
io de violencia hacia personas migrantes que se encuentran en el sur del país:

Fueron los escenarios de violencia que empezaron a haber en Tapachula


en contra de la población migrante, porque pues en estas cosas tú siempre
quieres encontrar un culpable ¿No? Aunque no sea el culpable. Entonces sí
había como un ánimo como en contra de los migrantes porque decían que
ellos iban a contagiar a la gente de Covid” (organización de la sociedad civil, 5).

Además, el tránsito migratorio en formato de caravanas ha in-


crementado el miedo e imaginarios sociales de que las perso-
nas migrantes son las culpables de la propagación del virus en el país:

Hace unos días decían que venía una caravana y que el 30% tenía Covid, y
nosotros así de: ‘¡ay, chale! ¿Pues quién les tomó la temperatura? ¿Y las prue-
bas? ¿Cómo fue? ¿No?’. Que saben que el 30% trae Covid y ¿cómo no se conta-
gia el resto? ¿No? Entonces, ese tipo de cosas estamos segurísimos (de) que
van a empezar a surgir, el miedo (de) ‘quién sabe qué vaya (a) generar en la
base’, o sea que puede generar violencia (organización de la sociedad civil, 5).

Por último, hay que señalar el papel que ha tenido el discurso político, por una parte, ro-
busteciendo la construcción del imaginario social de las personas migrantes como “trans-
portadoras del virus”. En segundo lugar, este ha sido empleado para justificar las políticas
públicas en materia de migración e incrementar las deportaciones, siendo esto último lo
que sí ha tenido un impacto directo en la propagación del virus y en su estigmatización:

Los discursos políticos, aunque no fue tan fuerte en México, pero sí


se ha llevado discriminación, porque fueron acusados de transpor-
tar el virus, aunque no ha pasado. Los únicos que transportaron el
virus, fueron los que fueron deportados de Estados Unidos, pero
esto hizo aún peor ... el estigma que sufrían y eso impacta en su acce-
so a servicios, la salud mental, a todo (organismo internacional, 11).

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4.2 Mecanismos posibilitadores de integración social durante la Pan-
demia

Inserción socioeconómica
En cuanto a la integración de las personas migrantes, se considera que el acceso al
mercado laboral es un paso fundamental, pues posibilita que reciban un ingreso,
vivienda y una mejor alimentación, lo que tiene un impacto directo en el bienestar
de las personas (organismo internacional, 43). Sin embargo, durante el contex-
to de la pandemia actual, se reconoce que el panorama económico propiciado por
esta tendrá efectos adversos y duraderos en la inserción laboral de las personas.
Asimismo, esta dificultad de incorporarse tendrá repercusiones en otros ámbi-
tos de su integración social. En ese sentido, debido al panorama económico y la di-
ficultad del acceso a empleos tanto de mexicanos como extranjeros, se reconoce
que puedan acrecentarse los brotes de xenofobia al considerar que las perso-
nas migrantes toman trabajos que podrían desarrollar personas de las localidades:

Entonces, ante la crisis por la presencia del coronavirus (y por ende) el in-
cremento de la necesidad laboral, pues, está teniendo repercusiones muy
significativas en las personas mexicanas. Entonces, quiere decir, que si para
una persona mexicana, de por sí, ya era complicado, ahora para una per-
sona migrante lo va a ser aún más y dado que pensamos que va a incremen-
tarse el número de personas (migrando debido a la acentuación de la crisis
económica), pues al final, va a complejizar mucho la integración. Yo me refi-
ero mucho al trabajo porque al final, en este, este sistema económico, si no
trabajamos, no tenemos dónde vivir; si no tenemos donde vivir, no tenemos
acceso a una correcta alimentación; si no trabajamos, no tenemos la posi-
bilidad de tener espacios de esparcimiento, que tiene que ver con la salud
de las personas. Todo tiene que ver, y, por el propio sistema económico,
pues el detonante tiene mucho que ver con la capacidad de obtención de
recursos, que se involucra directamente con tener o no tener un trabajo.
Entonces, en este proceso de pandemia, pues en definitiva, va a comple-
jizarse mucho más la posibilidad de estas poblaciones, en poder insertarse
socialmente. Porque la base primordial, que es el derecho a desarrollarse
laboralmente, pues va a ser muy difícil que se pueda garantizar, y eso va a
detonar en muchísimas complejidades, que va a ser muy difícil una inser-
ción un poco más tersa. Al contrario, vamos a ver a las personas migrantes
como una competencia laboral, como una competencia de… ‘¿quién se lo
va a ganar?, ¿el mexicano o la persona extranjera?’ (casa de migrantes, 22).

En cuanto a personas migrantes que estaban ya en proceso de integración, es decir,


laborando y residiendo en una vivienda de forma independiente de albergues en
el territorio mexicano, y que han sido despedidos de sus trabajos (y, por ende, han
perdido su fuente de ingreso debido a la pandemia), se han visto obligados a recur-
rir nuevamente a las casas de migrantes y OSC para cubrir sus necesidades básicas:
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Poliédrica
Habíamos visto cómo algunas personas, por ejemplo, particular-
mente la población que se encuentra bajo los protocolos de protec-
ción de migrantes en frontera norte, empezaban (previo a la pan-
demia) a tener una vida mucho más independiente ¿no? salir de los
albergues, a empezar a rentar espacios, pero con la entrada de la pan-
demia, la pérdida de empleos, pues una vez más se vieron ante la necesi-
dad de tal vez a recurrir hacia los albergues (organismo internacional, 43).

Si bien en el fragmento anterior, se señala a las personas con reconocimien-


to de refugio (teniendo esta población un mayor monitoreo e intervención so-
cial por parte de las OSC y organismos internacionales), también se ha apun-
tado esta misma situación hacia otras personas migrantes que residían en el
país previo a la pandemia. En ese sentido, las OSC y casas de migrantes han teni-
do que dar diversos tipos de atención orientados a esta población que se en-
cuentra en distintas localidades del país y que están enfrentando la pandemia:

Los migrantes también la han vivido de manera distinta, ¿sí? Hay migrantes
que han seguido su vida normal, o sea dentro de todo ahí la van llevando.
Hay migrantes que perdieron su trabajo y están ahorita muy desesperados y
necesitan pues propiamente pues seguir hacia arriba y hacia adelante. O sea,
hay unos que sí necesitan una atención un poquito psicosocial, un poquito más
de impacto, una cuestión psicológica más de impacto (casa de migrantes, 21).

También,seseñalaquelasuspensiónodemoradetrámitesmigratorioshatenidounefec-
to directo en la búsqueda de empleo, pues muchas personas migrantes están a la espera
de recibir su documentación para poder incorporarse a algún trabajo. Más aún, en gen-
eral la situación actual de pandemia ha volcado a las personas migrantes a que busquen
regularizar su condición migratoria para poder acceder a algunos beneficios sociales:

Un tema imprescindible es en torno a la atención jurídica. Ya lo es-


tán viendo, de que ‘necesito el papel para poder trabajar’. Sobre todo,
los que tienen la manera de ¿sí? En el sentido de que tienen un hijo, es-
tán casados con alguna mexicana o con algún mexicano, o tuvieron ahí
un tema de persecución. Todos esos se están poniendo las pilas para
una búsqueda de una posible regularización (casa de migrantes, 21).

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Si bien en el fragmento anterior, se señala a las personas con reconocimien-
to de refugio (teniendo esta población un mayor monitoreo e intervención so-
cial por parte de las OSC y organismos internacionales), también se ha apun-
tado esta misma situación hacia otras personas migrantes que residían en el
país previo a la pandemia. En ese sentido, las OSC y casas de migrantes han teni-
do que dar diversos tipos de atención orientados a esta población que se en-
cuentra en distintas localidades del país y que están enfrentando la pandemia:

Eso también complejiza mucho una correcta inserción a la vida y de la misma


forma, seguimos pensando que como es extranjero, como es pobre, como
es migrante, pues tiene que acostumbrarse a lo que hay y tiene que, por
ejemplo, si le das frijoles, tiene que comer frijoles, porque ‘tienes hambre,
entonces no me importa si te hace bien, si te hacen mal, si te gustan o no te
gustan’. Es como, ‘tienes hambre, te lo tienes que comer y si no te los comes,
entonces nos sentimos ofendidos’, nos sentimos como que está atentando
contra nuestra dignidad contra nuestro ser mexicanos y así con todo ¿no?
Como de, ‘es el trabajo que hay y no tienes papeles o eres un extranjero, eh,
¿tú qué estás exigiendo una mejor, un mejor salario, mejores condiciones
laborales?’ Eso se repite en todos los aspectos, ¿no? En cuanto a esta inser-
ción social, es muy compleja porque seguimos viéndolas y viéndolos como
ciudadanos de segunda, como ciudadanos que tienen que conformarse
no con lo que todos deberíamos exigir, sino con lo que hay e inclusive con
menos y, cuando la gente exige, en lugar de entender y acompañar la exi-
gencia, se les discrimina y se les excluye (casa de migrantes, 22).

Por último y pese al difícil panorama de incorporación al mercado labo-


ral observado por distintos actores sociales, algunas OSC consideran
que las personas migrantes son, de manera generalizada, personas que
no quieren trabajar, sino que prefieren vivir de la caridad, comiendo en
algunos de los comedores públicos y siendo atendidos en las casas de migrantes:

La gente siempre decía: ‘es que lo que quiero es trabajar, es traba-


jo’. Se les buscaba el trabajo, se les daba la oportunidad y pues no
iban, siempre sacaban, (que volvían conmigo), siempre sacaban al-
gún tipo de pretexto. O sea, lo que nosotros nos dimos cuenta, que
lo que querían eran, pues era lo fácil. El alimento, la ropa y todo eso,
nada más, porque ya se les daba… (organización de la sociedad civil, 10).

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Poliédrica
El distanciamiento social
El distanciamiento social, traducido en el cierre de espacios que han sido pun-
tos de encuentro entre la sociedad receptora y la población migrante (escue-
las, iglesias, centros comunitarios, etcétera), ha limitado la posibilidad de gener-
ación de vínculos sociales lo cual opera en detrimento de su integración. En ese
sentido, estos espacios se consideran como indispensables para su integración
sociocultural por la posibilidad de generar redes y creación del tejido social:

Los centros comunitarios no están teniendo actividades, las reuniones de


padres en las escuelas no están sucediendo, las iglesias que son un pun-
to clave para la integración cultural y social de nuestra población no es-
tán teniendo servicios. Ahora entonces los pocos espacios que tenían
las personas de recreación y de conexión con otras personas no están
… cuando uno habla con las personas y menciona qué es lo que ha sido
más significativo en su proceso de integración son los espacios que el-
los recuerdan y que ahorita no existen (organismo internacional, 42).

A esto hay que sumar que los espacios orientados para actividades con la po-
blación migrante también se encuentran indefinidamente detenidos o sus-
pendidos, lo que imposibilita su vinculación y convivencia, ya sea con sus con-
nacionales o con otras personas migrantes de distintas nacionalidades:

No podemos tener grupos de personas reunidas entonces ya no existen tall-


eres, ya no existen grupos psicosociales, grupos de apoyo … pero además de
eso eran espacios de integración para ellos, espacios donde podían ellos vin-
cularse con otras personas refugiadas de su país o de otro, incluso con po-
blación mexicana ... entonces todas estas oportunidades que nosotros podía-
mos propiciar para que entre ellos creen vínculos han sido detenidas y no
tenemos una fecha de que se puedan retomar (organismo internacional, 42).

Enesesentido,elaislamientoyelencierroocasionadoporeldistanciamientosocialqueles
limitaatenercontactosocialúnicamenteconsunúcleofamiliaroenalberguesenespacios
confinados, ha repercutido directamente en su salud emocional y mental, hasta en algu-
nos casos desembocando en intentos de suicidio (organización de la sociedad civil, 6 y 7).

El disminuir el contacto con otras personas, eh… limitarlos a solo


su núcleo familiar con el que conviven en 20 metros cuadrados,
este es un tema que apenas está surgiendo, apenas estamos vien-
do cómo estos cambios en salud emocional y en salud mental que
quizás todavía no logramos comprender, pero yo creo que es el sigu-
iente paso que tenemos que retomar (organismo internacional, 42).

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Asimismo, esta convivencia durante el confinamiento en espacios muy reducidos
(debido a las condiciones precarias en que viven generalmente las personas mi-
grantes), se ha asociado a un incremento en situaciones de violencia intrafamiliar:

Las personas migrantes que están intentando insertarse en la vida so-


cial de México y que están aquí en Saltillo, están sufriendo de muchísima
violencia sexual y violencia basada en género en sus hogares ¿no? Hay
muchísimas violaciones sexuales contra las mujeres, justamente por este
incremento, desde luego no es justificante en lo más mínimo, pero sí se
asocia mucho a un incremento del estrés, a espacios muy reducidos de
vivienda, que a final de cuentas, van siendo el caldo de cultivo, que no
digo que lo propicia, sino que más bien, va generando espacios menos
saludables, en un entorno de convivencia que al final derivan en ac-
ciones como estas ¿no?, como la violencia basada en género y, en grados
muy complicados, pues… las violencias sexuales (casa de migrantes, 22).

Aunado a lo anterior, los programas desarrollados para mitigar la xenofobia y dis-


criminación de personas migrantes en las comunidades en que se encuentran al-
gunas OSC, han tenido que ser suspendidos indefinidamente debido a las medidas
de distanciamiento social: “uno de los componentes más fuertes que nosotros que-
ríamos trabajar, tema del trabajo comunitario y habíamos empezado ya con eso, si
se nos vino abajo” (casa de migrantes, 25). En ese sentido y ante los brotes de dis-
criminación y xenofobia que pueden ser acentuados como efectos de la pandemia,
estos esfuerzos de sensibilización se vuelven más necesarios, en tanto que las co-
munidades de acogida pueden aceptar únicamente la presencia de personas migrant-
es, siempre y cuando estén relativamente marginalizadas de los espacios sociales:

Y también se les acepta, siempre y cuando estén como migrantes, pero cu-
ando se empiezan a interrelacionar con un familiar es como, ‘no, este... está
bien que te relaciones con tus pares, pero no vengas aquí a relacionarte
con mi hijo, con mi hija, con mi primo’ ... No en todo, no siempre, porque
hay excepciones muy honrosas, pero en términos generales, pues ahí es
cuando ya a las comunidades donde se insertan las poblaciones ya no nos
gusta esta interrelación o este hacer comunidad (casa de migrantes, 22).

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Fuente: Elabor

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ración propia

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Fotografía por Victoria Ríos Infante

III PARTE: LOS DERECHOS DE LOS MIGRANTES EN TIEMPOS DEL COVID

CAPÍTULO 5. VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS DE LOS


MIGRANTES
Pablo Llaguno y Diana Espino

5.1 Vulnerabilidad de los derechos humanos durante la pandemia

Violación de derechos humanos


Tras haber consultado una amplia muestra de entrevistas realizadas a distintos sec-
tores de la sociedad civil, organismos internacionales, gobierno y académicos se ha
notado que, si bien los derechos humanos de toda la población están siendo violen-
tados, especialmente se están afectando los de la población más vulnerable (6, 30,
13, 17, 22, 37). Aunque durante la pandemia “los derechos humanos de todos se han
visto minimizados” (casa de migrantes, 20), se están vulnerando la gran mayoría de
derechos (organismo internacional, 42) y entendiendo que la situación no es exclusiva
de los migrantes (académico-activista, 2), este grupo se encuentra especialmente vul-
nerable por su situación previa de riesgo y marginación. Los informantes mencionan
que en lugar de que existan nuevas violaciones de derechos humanos, más bien ha
habido un incremento de violaciones ya existentes (6, 30, 13, 17, 22, 37, 15). Se men-
ciona que el panorama no ha cambiado mucho, pero “lejos de mejorar, tal vez hemos
ido en retroceso” (casa de migrantes, 30). Es decir, la situación no ha cambiado, los
derechos humanos se siguen violando (casa de migrantes, 17), “simplemente el con-
texto es diferente” (organización de la sociedad civil, 13). La pandemia ha venido a
incrementar violaciones de derechos humanos ya existentes, pero no es que haya crea-
do nuevas violaciones. Sino que las hace más visibles por la coyuntura del momento.

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Esto se suma a los problemas de capacidad estatal que ha enfrentado el Estado mexi-
cano, de acuerdo con los testimonios de las organizaciones civiles y casas de migrantes.
El Covid ha puesto en evidencia un olvido histórico de este grupo por parte del Estado
(casa de migrantes, 22), además de que se busca solucionar el problema de la pandemia
sin tomar en cuenta a los migrantes (casa de migrantes, 21). Presiones externas de Es-
tados Unidos, desde antes de la pandemia, han orillado al Estado mexicano a violentar
derechos humanos en lugar de protegerlos (30, 22, 13). Convertir a México en tercer
país seguro de facto, ha mostrado que el país no tiene la capacidad estatal para atender
a grandes flujos de población migrante en condiciones dignas y respetando sus dere-
chos humanos (casa de migrantes, 30). En este mismo proceso no solo se violentan sus
derechos, sino también cláusulas dentro de la propia Ley de Migración. Por otra parte,
“cuando el Gobierno mexicano quiso proteger a las personas migrantes, el Gobierno
norteamericano, se ensañó, inclusive, presionó y amenazó con temas económicos” (casa
de migrantes, 22). De esta forma se muestra la incidencia de los EE. UU. dentro de la
política migratoria interna, además de que busca economizar problemas sociales. Esta
complicidad entre ambos Estados es pagada por los migrantes (casa de migrantes, 22),
pues, como ejemplo y de acuerdo con una organización de la sociedad civil, han existido

casos de complicidad de México con los Estados Unidos permitien-


do el retorno a México de personas extranjeras en calidad de depor-
tados. Y nadie puede deportar a otra persona a un país que no sea el
suyo y a esto se le suma que México los acepta, pero no les brinda nin-
guna protección porque no los documenta y esto los deja en una sit-
uación de mayor vulnerabilidad (organización de la sociedad civil, 13).

Protección de derechos humanos por parte de la autoridad


Con un amplio contraste con la posición de la mayoría de los organismos internacion-
ales, de la sociedad civil, académicos y casas de migrantes, desde el punto de vista de
las dependencias gubernamentales y una organización de la sociedad civil, la pandem-
ia en lugar de causar mayores violaciones de derechos humanos las ha reducido (33, 9,
35, 38). En la pandemia ha habido una mayor aplicación de estándares internacionales
y se vela más por los derechos de los extranjeros, según algunos órganos de gobierno
(33, 35). Inclusive, el informante de la SEDESOL Nuevo León calificó que “sí respetan los
derechos humanos, es más en exceso […]” (órgano de gobierno, 35). Aunque no queda
claro a qué punto se pueden respetar los derechos humanos en exceso. El Consejo
de Promoción de Salud, por su parte, afirma que siempre hay representantes de la
Comisión de Derechos Humanos cuando llegan grupos de migrantes detenidos (38).

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Estas mismas dependencias hablan también de una mayor coordinación con la socie-
dad civil durante la pandemia. Debido a la sobrecapacidad de los centros migratorios
se trabaja con organizaciones de la sociedad civil para “darle más derechos al extranje-
ro para que […] el extranjero se pueda regularizar en el país” (órgano de gobierno, 33)
y, de esta forma, reducir el número de migrantes detenidos. Desde la sede del INM en
Nuevo León se afirma que durante la pandemia se han impartido más cursos dirigidos
hacia el personal migratorio en cuanto a la protección de derechos humanos (órgano
de gobierno, 33). Esto lo apoya el informante de Tranvida, organización de la sociedad
civil, que menciona que “la autoridad está interesada en los derechos humanos del
individuo” (organización de la sociedad civil, 9), además de mencionar que ha habido
una mayor difusión de propaganda y promoción sobre los derechos de los migrantes.

Legislación en materia de derechos humanos


Por otra parte, existen leyes que dificultan el cumplimiento de derechos humanos (2, 22).
La Ley de Refugio, por ejemplo, permite que se solicite refugio solo durante los primeros
treinta días de haber entrado al territorio nacional. Y esto, de acuerdo con la Clínica Ju-
rídica de la UANL, “es un ejemplo de que sí existen normas que dificultan el ejercicio de
los derechos humanos]. Algunas están diseñadas expresamente para eso” (académico-
activista, 2). Esto último, conocido como condiciones normativas, donde hay leyes que se
contradicen, ocurre porque “hace falta reformar algunas leyes para homologarlas” (casa
de migrantes, 22). Esto dificulta que la ley sea el estandarte de legalidad que defienda
los derechos humanos de todo individuo. En esta misma línea, no existe un marco nor-
mativo para la Ley de Migración (órgano de gobierno, 37), dificultando su cumplimiento.

Ante la falta de leyes homologadas, la dinámica federal-estatal se torna poco efi-


ciente (órgano de gobierno, 37). Mientras a nivel federal se manejan temas de reg-
ularización y visado de la política migratoria nacional; a nivel estatal y municipal
queda la atención a la población migrante. Si no existe una homologación y coordi-
nación entre ambas instancias entonces no se puede pensar en una acción eficiente
y estructurada. Ejemplo de la situación ineficiente actual es la siguiente: “tenemos
un descuido a los municipios fronterizos, que antes se les apoyaba para las perso-
nas que eran deportadas. Ahora no se les da un solo peso para que puedan atender
a esta población” (casas de migrantes, 22). Así, los objetivos nacionales no son com-
patibles sin el debido apoyo a nivel estatal y municipal. Y en este proceso, se termi-
nan por violar derechos humanos de los migrantes por ineficiencia gubernamental.

Algunas leyes, en cambio, omiten los estándares internacionales en materia de derechos


humanos (órgano de gobierno, 37). Hay una necesidad para “reformarlas de tal forma
en que todas tengan perspectiva en Derechos Humanos” (casa de migrantes, 22). En este
sentido, la Ley de Migración debe de ser más amplia y holística para incluir derechos hu-
manos esenciales como los relacionados a la salud, educación y temas del registro civil.

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Estas mismas dependencias hablan también de una mayor coordinación con la socie-
dad civil durante la pandemia. Debido a la sobrecapacidad de los centros migratorios
se trabaja con organizaciones de la sociedad civil para “darle más derechos al extranje-
ro para que […] el extranjero se pueda regularizar en el país” (órgano de gobierno, 33)
y, de esta forma, reducir el número de migrantes detenidos. Desde la sede del INM en
Nuevo León se afirma que durante la pandemia se han impartido más cursos dirigidos
hacia el personal migratorio en cuanto a la protección de derechos humanos (órgano
de gobierno, 33). Esto lo apoya el informante de Tranvida, organización de la sociedad
civil, que menciona que “la autoridad está interesada en los derechos humanos del
individuo” (organización de la sociedad civil, 9), además de mencionar que ha habido
una mayor difusión de propaganda y promoción sobre los derechos de los migrantes.

ero aun esta ley contiene lagunas jurídicas que pueden beneficiar o afectar al mi-
grante. Si el migrante viene respaldado por una organización que conoce la ley,
entonces saben cómo utilizar dichas lagunas para la ventaja del migrante (ór-
gano de gobierno, 33), pero si viene sin acompañar, entonces no hay manera
de que sepa cómo aprovechar dicha legislación (órgano de gobierno, 33). Esto
causa entonces que el acceso a los derechos provistos para los migrantes y los
derechos humanos en general no sean accesibles universalmente, sino sola-
mente para quienes cuentan con las herramientas necesarias para hacerlos valer.

Distintos informantes también coinciden que en el país hay una diferenciación impor-
tante entre lo legislado de jure y lo aplicado de facto (8, 20, 22, 21, 1, 25). El país cuenta con
una buena legislación que es mal aplicada (20, 22, 21, 8). Aunque ha habido una evolu-
ción positiva en torno al respeto de los derechos humanos, queda un amplio camino
por recorrer (2, 13). Los derechos deben de ser holísticos y los derechos humanos, como
el derecho a la vida, implican más que solo vivir (organismo internacional, 42); algunos
derechos, como la educación y la salud, se dejan de un lado, priorizando los derechos de
primera generación (casa de migrantes, 20). Pero más allá de la legislación, el principal
problema descrito por los informantes es la aplicación de las normas. “El punto no rad-
ica en si están o no, [los derechos en la legislación] el punto radica en la aplicación de la
ley y en todos los sentidos” (casa de migrantes, 20). A esto se agrega que “no tenemos
un problema de leyes sino un problema de implementación” (casa de migrantes, 22).

Para ejemplificar esta discrepancia, los distintos informantes dieron a conocer difer-
entes situaciones donde se veía esta dinámica. Las redadas, por ejemplo, están prohibi-
das de acuerdo con la ley, pero se siguen efectuando con ayuda de la policía e inclusive
dentro de albergues (organización de la sociedad civil, 8). La Ley de Migración también
establece un cierto periodo de tiempo para llegar a una resolución en cada caso, el cual
no se cumple (casa de migrantes, 20), vulnerando así los derechos de los migrantes y
dejándolos desvalidos durante más tiempo, sin acceso a trámites, justicia ni protección.

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La legislación mexicana también considera el control de convencionalidad, herramien-
ta jurídica para que los jueces nacionales protejan los derechos humanos dentro de un
Estado a través de estándares y reglas provenientes de sentencias de cortes internac-
ionales15. Esta herramienta, importante para la protección de derechos humanos y aun
estando prevista en la ley, no se utiliza en la práctica (casa de migrantes, 21), afectan-
do a quienes sí se pudiesen beneficiar de este mecanismo contemplado en la ley.

Otra clara situación de esta discrepancia es que suele acontecer que no se les
leen sus derechos a los migrantes cuando son detenidos por Migración y lle-
vados a centro de detención (casa de migrantes, 21), por lo que no saben si
pueden ser candidatos a refugio, ni las garantía ofrecidas por la ley. “Lo que
hace migración en la práctica es aquí está la carta de retorno asistido para que
te regreses” (casa de migrantes, 21), en lugar de pasar por el debido proceso.

Esto se suma a un discurso incongruente en materia de derechos humanos por


las autoridades migratorias y gubernamentales del país. Existe un discurso cui-
dadoso, más incongruente en la práctica (casa de migrantes, 22). “Hay algunas
[dependencias] que en el discurso lo manejan muy bien [el respeto a los dere-
chos humanos], en los hechos no” (académico-activista, 1). Esto toma su base en
la diferenciación entre de jure y de facto de la propia legislación. Ejemplo de ello
fue el discurso federal en 2019 en el que se le daba la bienvenida abiertamente a
los migrantes, pero al final terminaron retractándose (casa de migrantes, 25).

Para poder llegar a una protección de derechos humanos, distintos informantes


coinciden en que hace falta un cambio estructural (órgano de gobierno, 37; casa
de migrantes, 21). En los mandos policiales, el INM y otras dependencias guber-
namentales la jerarquización de los rangos y el acatamiento de las órdenes de su-
periores es la forma en la que se llevan a cabo todas las acciones. De esta forma,

si no hay cambio estructural desde arriba no hay cambio hacia abajo, es


decir si mi titular, si mi jefe, no me exige no abusar del poder, no me pide
cuotas y no cambia esa estructura, es muy difícil que el que está en el campo
también vaya a hacer algo diferente, algo distinto (órgano de gobierno, 37).

15 Esquivel Leyva, M. J. (2015). “El control de convencionalidad en el sistema jurídico mexicano”. En Serna de la Garza, J. M.
(Coord.) Contribuciones al derecho constitucional. México: UNAM Instituto de Investigaciones Jurídicas

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Esto genera un problema para las organizaciones civiles y otros organismos
que han trabajado con dependencias gubernamentales en materia de protec-
ción de derechos humanos; por más cursos y capacitaciones que se den al per-
sonal que trabaja directamente con los migrantes, estos acatarán las órdenes
de sus superiores, respeten derechos humanos o no (casa de migrantes, 21).

Se habla también de dos razones por las que se cometen violaciones a derechos hu-
manos, que a su vez están ligadas: el desconocimiento y la falta de voluntad política
(casa de migrantes, 21). “Hay un tema de desconocimiento bastante grande de las
autoridades locales, en torno a cómo lidiar o cómo tratar la situación migratoria”
(casa de migrantes, 21). Pero, aun así, es importante aclarar que “el desconocimien-
to no te exime de la consecuencia, es un principio general del derecho” (casa de mi-
grantes, 21). El desconocimiento de los derechos humanos no es justificación de su
violación, por lo que también es importante que las autoridades conozcan las leyes
del país -porque “no pueden aplicar una Ley si no la conocen” (casa de migrantes,
21)-. Entonces más que un desconocimiento “hay una falta de voluntad” (casa de mi-
grantes, 21) política por parte de las autoridades, porque la ley está ahí para que se
conozca y se aplique. Pero reconocer la mera existencia de los derechos humanos
no tiene ningún efecto si no existe voluntad para respetarlos (casa de migrantes, 21).

Como ejemplo, retornando al problema de la jerarquización, las capacitaciones


en materia de derechos humanos que se imparten a las dependencias guber-
namentales no son dirigidas hacia los altos mandos. Esto deriva en un generali-
zado sentimiento de frustración entre los organismos de la sociedad civil, pues
“no sirve de nada enseñarle capacitaciones al soldado raso de la policía si al final
de los tiempos van a seguir indicaciones del comandante” (casa de migrantes, 21).

Otro reto es que las capacitaciones son fácilmente olvidadas: “a veces no quedan en
la memoria, es decir cuando tú te capacitas una semana en temas de derechos hu-
manos, pero vuelves al campo y a las prácticas de siempre…” (órgano de gobierno,
37). Entonces no hay trascendencia de las capacitaciones por la propia estructura de
la autoridad. Y esa estructura jerarquizada termina por afectar los derechos de los
migrantes que se enfrentan a personal que, aunque sepan sobre derechos humanos,
acatan órdenes de altos mandos que no reciben capacitaciones sobre ellos. Por lo
tanto, el desconocimiento de los derechos humanos es perpetuado por una falta de
voluntad política de capacitarse e incorporar el respeto de estos dentro de su accionar.

Aunado a ello, la invasión de competencias entre autoridades gubernamentales


pone en riesgo los derechos humanos de los migrantes (casa de migrantes, 21; ór-
gano de gobierno, 40). Solo el Instituto Nacional de Migración (INM) tiene facul-
tad legal para detener y llevarse a los migrantes; no obstante, la policía también
llega a hacerlo, aun cuando no tiene facultad para ello (órgano de gobierno, 40).
Como ejemplo, el informante del Consulado de Guatemala en Comitán comparte:

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En Villas las Rosas la policía municipal capturó a 39 guatemaltecos y de esos
fueron amenazados a que si no salían iban a disparar. Entonces, estas perso-
nas llevaron a los guatemaltecos a la estación migratoria, a la estación policial y
hasta después llamaron a migración para que llegara (órgano de gobierno, 40).

Esto viola los derechos de libre tránsito, debido proceso y acceso a la justicia
de los migrantes en un claro ejemplo de abuso de autoridad. Extorsiones de la
policía y de elementos de la Fuerza Civil son perpetuadas contra los derechos
de los migrantes (organización de la sociedad civil, 15 y 5). Inclusive, el inform-
ante de Casa INDI asevera que los migrantes “le tienen más miedo a la autoridad,
por el abuso […] que a una pandilla durante su traslado” (casa de migrantes, 17).

Dentro de la propia aplicación de la legislación, además de abusos de autoridad, invasión


de competencias e incumplimiento de la ley, hay una prioridad de derechos humanos
de primera generación sobre los demás (casa de migrantes, 20). Y durante la pandemia,
esta es una situación de mucha preocupación debido a las vulnerabilidades relaciona-
das con los derechos laborales, a la salud y educación. También, los derechos humanos,
aun siendo universales, son priorizados para la población mexicana (organización de
la sociedad civil, 3). E inclusive así, no hay capacidad para proteger los derechos de los
propios mexicanos; entonces menos habrá para los migrantes, pues estos se ubican en
el último escalafón de prioridad de protección (organización de la sociedad civil, 3). Los
migrantes no han sido, no son, ni serán la prioridad de las autoridades en la normali-
zación post pandemia (académico-activista, 2), lo que conduce a graves riesgos de polari-
zación social durante y tras la pandemia, en donde los migrantes no serán prioridad de
las políticas gubernamentales, conduciéndolos a una mayor exclusión y vulnerabilidad.

Esto tiene sus raíces en la falta de políticas públicas incluyentes y focalizadas para esta
población, que se ha visto exaltada durante la pandemia (académico-activista, 1 y 2).
El discurso incluyente que ha manejado el gobierno federal no ha sido acompañado
de políticas públicas que protejan al migrante y que cumplan dicho discurso (casa de
migrantes, 22). “Esta crisis (del coronavirus) va a evidenciar la falta de… instrumen-
tos adecuados que protejan a los migrantes, la falta de políticas públicas en épocas
normales y en contingencias como estas que dejan todavía más vulnerables a estas
personas” (académico-activista, 2). Las políticas públicas no incluyentes están quedan-
do en evidencia en los estragos causados por la pandemia en la población migrante.

Aunado a ello, hay una falta de difusión de la legislación mexicana y de los derechos
de los migrantes en México (33, 21, 37, 20, 40). Se debe de dar a conocer la legis-
lación al extranjero de manera sencilla y accesible para que ellos mismos puedan
entender sus derechos de acuerdo con la ley (órgano de gobierno, 33), porque si
desconocen sus derechos se incurren en acciones que violentan sus derechos hu-
manos sin que ellos sepan. Por ejemplo, los beneficios de regularización que tiene
tener un hijo mexicano son muchas veces desconocidos. También existe el caso de
que los migrantes no denuncian las violaciones de derechos humanos porque piensan
que serán deportados (casa de migrantes, 21). Y, aunado a ello, mucho desconocen,

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en Nuevo León, por ejemplo, la existencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos
de Nuevo León (CEDHNL) que podría guiarlos en este proceso (órgano de gobierno, 37).
Por lo tanto, ante la limitadísima difusión en la actualidad, es muy necesario ampliarla
para poder proteger los derechos humanos de los migrantes; esto considerando que,
si no hay conocimiento, entonces no hay acceso al derecho (casa de migrantes, 20).

Rol de las organizaciones civiles


En la opinión de una casa de migrantes en Matamoros, la pandemia ha traído con-
sigo un mayor involucramiento de las organizaciones de la sociedad civil en te-
mas migratorios (18), pues ha habido también un apoyo ante la sobresaturación
de las estaciones migratorios y la complejidad de la crisis en curso. No obstante,
las autoridades cumplen con estándares internacionales de derechos humanos
solo cuando hay observadores de las comisiones de derechos humanos (organi-
zación de la sociedad civil, 10), lo cual se dificulta porque durante la pandemia el
acceso a la información y a las estaciones migratorias por organismos de la so-
ciedad civil es muy limitada. Así lo cuenta una organización de la sociedad civil:

Cuando tú ingresas no es que te puedas dar un paseo por toda la estación,


sino que en específico te llevan a un lugar, en donde puedes hablar con cier-
tas personas, y no puedes hablar con todas las que tú quieras, sino con las
que ellos te prestan, te dicen o tú indicas (organización de la sociedad civil, 8).

Fotografía por Alma Lara

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5.2 Derechos civiles y políticos
Derecho a la libertad de movimiento
Debido a que durante la pandemia los flujos migratorios han visto un descenso, el
número de detenciones también ha sido reducido. “Las detenciones que hay son
mínimas, no son masivas como las que hubo el año pasado” (organización de la so-
ciedad civil, 5). Aunque haya una reducción en el número de las detenciones, la
mayoría de las violaciones a derechos humanos se han mantenido. Previo a la pan-
demia, una organización de la sociedad civil basada en Tijuana comentó que el alcal-
de de la ciudad ordenó la detención de los migrantes (4), lo que no solo es invasión
de competencias, sino que no está contemplado por la legislación, pues no tiene
facultad para hacerlo. En dicho caso, al hacer las detenciones públicas, la población
creyó que era una acción legal, dotando de legitimidad a la decisión que no respe-
taba la ley (organización de la sociedad civil, 4). Esto no solo culmina en deporta-
ciones sin previo aviso ni el debido proceso, sino que pone en evidencia el descon-
ocimiento de la propia población no migrante sobre la ley y los derechos humanos.

En tiempos de pandemia, además de las detenciones fuera del marco de la ley,


ha habido un descenso en la solidaridad de la población mexicana con el mi-
grante. La gente tiende a ayudar menos a los migrantes durante la pandemia por
miedo a infectarse (casa de migrantes, 17). Si antes recibían ayuda, donaciones,
apoyo o dinero de personas en la vía pública, ahora se ha disminuido la dinámica.
Pues las personas tienen miedo a contagiarse y por lo tanto evitan todo contac-
to con desconocidos. Esto dificulta entonces el camino de los migrantes al reci-
bir un menor apoyo directo de la población que antes de cierta forma los ayudaba.

Derechos de minorías a la no discriminación


El discurso sobre los migrantes durante la pandemia se ha enfocado en la narrativa de
que “el migrante nos trae la pandemia” (casa de migrantes, 15). Sin embargo, esta misma
casa de migrantes establece que no hay correlación con la realidad y justifica diciendo
que todos los migrantes que atienden están sanos (15). Este discurso, no obstante, gen-
era miedo y rechazo hacia una población ya vulnerable, lo que incrementa el riesgo de
polarización de la sociedad (académico-activista, 2), pues está en vía de generar rechazo
y discriminación contra esta población, creyendo que traen consigo un riesgo de salud
para el país. Y esto deja todavía más vulnerable a grupos de migrantes trans y gays que
tradicionalmente son todavía más discriminados y abusados (casa de migrantes, 24).

Durante la pandemia los estándares internacionales que aseguren el respeto a las


minorías y su no discriminación no han sido cumplidos por parte de las autoridades.
“Se han dedicado a excluir a la población migrante de todas las medidas precautorias
frente a la pandemia y los pocos esfuerzos que existen a nivel federal son […] pues
discriminatorios en sí mismos” (organización de la sociedad civil, 4). Ejemplo de esto
último es un protocolo que dicta que “está prohibida la entrada a la estación migra-
toria de cualquier persona que tenga síntomas de Covid, salvo que sea una persona

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migrante” (organización de la sociedad civil, 4). Esto no solo pone en riesgo a toda la po-
blaciónqueseencuentradentrodelaestaciónmigratoria,sinoquetambiéndeshumaniza
su condición. “Es una norma discriminatoria” (organización de la sociedad civil, 4) porque
nosiguelosprotocolosdesalud,sinoquecreaunosespecialesparalapoblaciónmigrante
que los pone en un riesgo total de contraer la enfermedad. Los estándares internacion-
ales de salubridad no son aplicados a esta población, con el ejemplo antes mencionado,
lo que denota una clara discriminación respecto a los derechos de la población local.

Derecho a la personalidad jurídica, al debido proceso y a


trámites
Durante la contingencia por el Covid 19 se ha continuado la deportación de migrant-
es sin el debido proceso legal. De acuerdo con una organización de la sociedad civil
chiapaneca, “lo grave es lo que [las autoridades] hicieron de deshacerse de ellos sin
responsabilidad y violando el proceso administrativo migratorio” (5). Esto es una vio-
lación directa al debido proceso establecido en las leyes nacionales que obliga a la
autoridad a pasar por un procedimiento establecido antes de deportar a cualquier
extranjero. El no hacerlo puede también llegar a afectar el derecho al refugio de los
deportados, que, sin saberlo, pudieron haber sido candidatos a refugio en el país.
También ha continuado la violación de derechos de algunos mexicanos, hijos de mi-
grantes, que son excluidos y deportados aun siendo mexicanos, no reconociendo su
propia nacionalidad por no contar con el acta de nacimiento (órgano de gobierno, 40).

También se han presentado casos de robo y destrucción de papeles e identificaciones


que dejan a los migrantes sin registro alguno de su persona. Esto no solo violenta su
derecho a la personalidad jurídica, sino que los vuelve más vulnerables a la violación del
resto de sus derechos humanos. Autoridades gubernamentales y otras personas roban
a los migrantes y además destruyen sus documentos de identificación, denuncian des-
de una de las casas de migrantes consultadas. La destrucción de sus documentos y
por ende la falta de personalidad jurídica “es uno de los más grandes agravios a nivel
de derechos humanos, porque ellos no existen, no tienen posibilidad de defenderse
como personas y nosotros no tenemos la posibilidad de probar” (casa de migrantes,
29). El representante de una casa de migrantes inclusive menciona: “he visto visas per-
manentes dadas por el gobierno mexicano partidas en pedacitos […] así como confeti”.

El acceso a documentos de identificación se ha alentado y dificultado durante la crisis


sanitaria, complicando el derecho a estos trámites (casa de migrantes, 16; órgano de go-
bierno, 37). La actualización y expedición de documentos es un paso esencial para poder
cumplir otros derechos humanos que requieren de una identificación. No obstante,
durante la pandemia se ha obstaculizado su expedición, por lo que existe una falta de
acceso a ellos (casa de migrantes, 16). Este fenómeno ya existía antes de la pandemia, y
además el servicio se caracterizaba por ser lento y poco eficiente (órgano de gobierno, 37).

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La actualización y expedición de documentos es un paso esencial para poder cumplir
otros derechos humanos que requieren de una identificación. No obstante, durante
la pandemia se ha obstaculizado su expedición, por lo que existe una falta de acce-
so a ellos (casa de migrantes, 16). Este fenómeno ya existía antes de la pandemia, y
además el servicio se caracterizaba por ser lento y poco eficiente (órgano de gobierno,
37). Durante la pandemia, esto empeoró todavía más por el cierre de oficinas y la
falta de personal derivado de la pandemia. Así lo apunta la CEDHNL, “si ya eran tar-
dados (en la expedición de documentos de identificación) ahora lo son aún más por
el contexto de la limitación en recursos humanos, horarios de oficina y guardias” (37).

Además, hay problemas estructurales anteriores a la pandemia que siguen afectan-


do los derechos humanos de los migrantes ahora en esta crisis. Cuando se lle-
ga a ingresar la solicitud para la expedición de algún documento, no hay un pro-
ceso de acompañamiento al migrante (académico-activista, 1). Esto dificulta la
solicitud y la emisión y entrega del documento final, pues a veces el proceso es lar-
go y conlleva muchos requisitos, lo que requeriría un acompañamiento adecuado.

Derecho al refugio
Durante esta pandemia uno de los derechos humanos que más afectados se ha visto
es el derecho al refugio por el cierre de oficinas en el territorio nacional que atienden
las solicitudes. Este cierre de oficinas por disposición oficial, causado por las medidas
precautorias para prevenir la infección de Covid y por la falta de personal derivado
de la misma pandemia, ha causado que se desplace el acceso al reconocimiento de
la condición de refugiados (académico-activista, 1). Si se suspenden los mecanismos
para la regularización de los migrantes se limita mucho más que el acceso a un trámite
migratorio, pues sin un documento oficial emitido por el Estado, dando el refugio:
“difícilmente te vas a emplear en algo formal, difícilmente vas a conseguir vivienda,
educación, acceso a la salud” (académico-activista, 1). El cierre de oficinas desenca-
dena una serie de efectos negativos que terminan por afectar al resto de los derechos
humanos de segunda generación. Y aun en las oficinas que no han cerrado completa-
mente, el trámite se ha vuelto mucho más lento (órgano de gobierno, 40). Esto dificulta
el acceso a la condición de refugiado y desplaza el acceso al resto de los derechos.

Aunado a esta situación suscitada por la pandemia, se le deben sumar las violaciones
al derecho al refugio que ya se llevaban a cabo con anterioridad, y que se siguen per-
petuando. Una práctica que sigue ocurriendo es que a los migrantes detenidos por
autoridades del Instituto Nacional de Migración no se les da información ni se les leen
sus derechos, lo cual es esencial, porque se deben de leer los derechos que tienen
“para saber si están en condición de refugio, en vínculo familiar o algo por el estilo”
(casa de migrantes, 21; organización de la sociedad civil, 13). Al no saber sus derechos
entonces se podría estar deportando a un candidato a refugio, violentado su derecho
a solicitarlo. Además, hay una proporción importante de la población migrante que es
invisibilizada, pues su objetivo es cruzar hacia los Estados Unidos y no pedir refugio

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ni quedarse en México; aun cuando podrían ser candidatos a refu-
gio en el país y a los beneficios que aquello traería (casa de migrantes, 25).

También para pedir refugio la ley considera un período no mayor a treinta días desde
la entrada del migrante a territorio nacional para acercarse a la dependencia compe-
tente para solicitarlo. Muchos de los migrantes que cruzan al país desconocen este
requisito de la ley, por lo que, aun siendo candidatos idóneos para refugio, pasados
los treinta días ya no hay nada que se pueda hacer por su causa (académico-activ-
ista, 2). Como ya ha sido mencionado, este corto límite de tiempo figura como una
dificultad para el cumplimiento de los derechos humanos de los migrantes. Des-
de la la Clínica Jurídica Migratoria de la UANL lo ejemplifican de la siguiente forma:

si la persona viene huyendo, viene huyendo por piernas literalmente para


salvar su vida, pues a lo mejor lo primero al llegar a otro país, lo único que está
pensando es ya… ‘ya estoy a salvo, voy a trabajar, voy a hacer esto, porque
necesito comer. ¿Dónde me voy a quedar?, ¿qué voy a hacer?’ A lo mejor
no está pensando en inmediatamente solucionar sus problemas de pape-
les, ¿verdad? Entonces esa carga, es, es… no hay una razonabilidad que en
ese plazo de 30 días (se tenga que solicitar refugio) (académico-activista, 2).

Derecho al acceso a la justicia


“La pandemia vino a dejar a México en muchísimos sentidos sin acceso a la justicia y es
una cosa pues muy preocupante, porque nos lleva poco a poco a la impunidad” (organi-
zación de la sociedad civil, 4). El acceso a la justicia en el país, un problema ya existente en
tiempos normales, se ha recrudecido en el contexto de la pandemia. La falta de acceso
a la justicia abre la puerta a la violación de muchos otros derechos humanos y fomenta
la impunidad. Algunos ejemplos en específico que ilustran el caso es que se tiene “un
comisionado de migración que no acata una orden judicial de respeto a los Derechos
Humanos” (casa de migrantes, 22); o cómo también hay presos en estaciones migrato-
rias por meses enteros sin haber cometido ninguna falta administrativa (órgano de go-
bierno, 40). Estos ejemplos demuestran una violación al acceso a la justicia que pone en
riesgo las libertades y los derechos de los migrantes que pasan por el territorio nacional.

Desde el Consulado de Guatemala en Comitán, Chiapas se menciona que ha existido


un buen trabajo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) al interponer
denuncias de violaciones a derechos humanos de los migrantes (40). Esto ha resultado
en el otorgamiento de visas humanitarias para los migrantes y en el respeto de sus
derechos, pero sólo a través de la intermediación del consulado guatemalteco y de la
CNDH. Desde este consulado afirman que ha sido una herramienta muy útil pero que
es poco utilizada por el resto de las organizaciones civiles y de las representaciones
internacionales en México (40), por lo que consideramos que también hace falta que
haya un mayor involucramiento de estas organizaciones para aprovechar los mecanis-
mos y herramientas que ofrece la ley mexicana para proteger los derechos humanos.

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99
Poliédrica
5.3 Derechos económicos, sociales y culturales
Derecho a la salud
Al tratarse de una crisis sanitaria, el Covid 19 ha causado una serie de violaciones del
derecho humano a la salud que afectan de forma especial a la población más vul-
nerable. La población migrante al estar en constante movimiento y sin un domicilio
regular, además de ser históricamente excluidos, se encuentran en un riesgo impor-
tante. El trato del INM en las estaciones migratorias no es el adecuado para proteger
la salud de los migrantes durante la pandemia (42, 8, 4), pues se detienen a perso-
nas en estaciones migratorias donde no se pueden cumplir los protocolos de salud,
poniéndolos en riesgo de un rebrote (organismo internacional, 42). Las estaciones mi-
gratorias cuentan con un aforo reducido y condiciones de higiene limitadas, con lo que
no se pueden dar las condiciones de prevención y protección contra el coronavirus.

En esta misma línea los protocolos de salud implementados dentro de las estaciones
migratorias se limitan a “te lavas las manos y te ponen gel, y esto del metro de distan-
cia, pero pues evidentemente no hay condiciones (para proteger la salud) en las esta-
ciones” (organización de la sociedad civil, 8). Los propios lineamientos de salud estable-
cidos por el gobierno mexicano no pueden ser cumplidos en su totalidad dentro de las
estaciones migratorias por falta de condiciones. Por lo tanto, la vida de los migrantes
que están alojados en las instalaciones está en riesgo. Como se había ya mencionado
también, el protocolo implica que nadie, infectado de COVID, puede ingresar a la es-
tación a menos de que sea migrante (organización de la sociedad civil, 8). Esto no solo
los deshumaniza, sino que pone a todos los migrantes en un gran riesgo de enfermarse
y no tener las condiciones para poderse curar. Además, las estaciones migratorias care-
cen de acceso a medicamentos necesarios para atender la salud de los migrantes (aca-
démico-activista, 1; órgano de gobierno, 40). Por su parte, la cuarentena segura y digna
se ha convertido en un privilegio al que solamente pueden tener acceso los migrant-
es en situación regular y con suficiente dinero (organización de la sociedad civil, 4).

Se ha deteriorado también la atención médica para migrantes que sufren de otras condi-
ciones médicas diferentes a la infección del Covid (42, 1). Debido a la saturación de centros
hospitalarios y el énfasis de todos los esfuerzos en disminuir la transmisión del virus, a los
migrantes que sufren de otras condiciones de salud que necesitan atención médica se les
resta prioridad para atenderlos (organismo internacional, 42). Cualquier otra situación
médica no relacionada con el coronavirus pasa a segundo plano y al hacerlo se deja en
el olvido la necesidad de estas personas, pues así se pasa por alto su derecho a la salud
y a la atención médica. El enfoque en contener la pandemia por parte de las autoridades
ha generado un vacío en los demás sectores de atención médica, pues se encuentran
saturados los hospitales por Covid (académico-activista, 1), además de que la prioridad
máxima es atender a pacientes infectados por el coronavirus, relegando a un segundo
o tercer plano todas las demás condiciones médicas que necesitan también atención.

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Esto se ve afectado por la sobresaturación del sistema de salud. “Porque está sobresatu-
rado todo, o sea, (si) no le puedes ni garantizar el derecho a la salud a tu población mexica-
na, no tienes cómo garantizarla a los extranjeros” (órgano de gobierno, 33). La falta de ac-
ceso a los servicios médicos, si bien, no es exclusivo de los migrantes, al ellos estar en una
posición más vulnerable que el resto de la población la situación se agudiza. También las
opciones para buscar atención médica son muy limitadas por la condición de los migrant-
es, por lo que a veces no tienen ninguna otra opción más que arriesgarse y entrar a un hos-
pital Covid para buscar atención médica para su padecimiento (académico-activista, 1).

Otro problema que se ha desencadenado por la pandemia y que venía ex-


istiendo con anterioridad es que se niega el acceso a terceros a los cen-
tros de detención y a la información sobre los migrantes (organismo inter-
nacional, 42). Desde el consulado de Guatemala en Comitán nos relatan que:

muchas veces también lo que se le ha impedido a organizaciones


(es) entrar a verificar la situación de los migrantes y en este caso tu-
vimos en un momento determinado problemas con la estación mi-
gratoria aquí en Comitán que en una oportunidad se nos quiso vedar
el derecho de ingresar, o sea violando el derecho que se tiene como
cónsul, el estatus de cónsul a ver la atención de los migrantes (40).

Esto impide que organizaciones civiles y consulados velen por los derechos de los
migrantes que se encuentran detenidos dentro de las estaciones. Con esto se busca
hacer invisible la condición de los migrantes, pues, además, durante la contingencia no
se ha publicado ningún tipo de información sobre el número de migrantes infectados y
en condición vulnerable por la enfermedad; solo se comparte el número de detenciones
y deportaciones: “no hay números certeros que digan esto sucedió a los
centroamericanos” (organización de la sociedad civil, 3). Esto los torna invisibles y, por lo
tanto, se desconoce su paradero y su situación en la pandemia. Por ello no se pueden
establecer acciones concretas para protegerlos de una forma más completa y se
perpetúa la violación de sus derechos.

No obstante, hay actores que identificaron que la pandemia se convirtió en una


oportunidad para dar una mayor atención al migrante y proteger en mayor medida sus
derechos. Órganos de gobierno (33, 38) y una casa de migrantes (16) evalúan que la
pandemia ha traído consigo un incremento en el cumplimiento del derecho a la salud de
los migrantes. Han hablado de una mayor atención médica para todos porque la
pandemia afecta a todas las personas. Según la Dirección de Promoción de Salud en
Monterrey “no hay restricción en cuanto a la atención médica de migrantes, aquí” (38). Sin
embargo, es un discurso que se contradice con lo mencionado por otras organizaciones
civiles (8, 4), órganos de gobierno (33, 40) y organismos internacionales (42), que
coinciden en que el sistema de salud está sobresaturado, afectando especialmente a los
migrantes.

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Pero la Dirección de Promoción de Salud dice que cuando trabajan con
grandes grupos de migrantes “la brigada de salud va a donde llega el grupo
y hacen acciones y están permanentemente (con los migrantes) person-
al de salud asignado, para estar cuidando la salud de esos migrantes” (38).

Esto es apoyado por una casa de migrantes que declara una evolución positiva en la
atención médica durante la pandemia, y, por lo tanto, en su derecho a la salud. Afir-
man que los migrantes se han sentido más atendidos por el personal de salud, de
forma que se les da un trato más humano (casa de migrantes, 16). Los migrantes, de
acuerdo con el informante de esta casa de migrantes, “se han sentido muy acurruca-
dos por esto de la pandemia […]. Por parte de la Secretaría de la Salud, este, no se han
sentido una rémora, una carga, un bulto, una situación así, sino se han sentido, este…
personas” (16). La informante del INM en Nuevo León, de una forma más pragmática,
cuenta que se ha velado más por la salud de los migrantes en las estaciones migrato-
rias debido a que el propio personal de Migración tampoco se quiere enfermar (33).
Entonces ante una simple tos, por ejemplo, los llevan al doctor, cuando antes no era
así (órgano de gobierno, 33). Dado que la pandemia pone en riesgo a todos, personal y
migrantes en los centros de detención, estos informantes cuentan que hay una mayor
preocupación por brindarles acceso a servicios médicos, aunque sea en interés propio.

Otro aspecto positivo destacado por organizaciones de la sociedad civil es que gra-
cias al diálogo con autoridades y por presión judicial se logró liberar a cientos de mi-
grantes de estaciones migratorias en los que eran mantenidos en condiciones no salu-
bres (8, 13). En la Ciudad de México se promovió un amparo en el que el juez designó
“que se dotara a estos espacios (estaciones migratorias) de condiciones dignas o los
dejara en libertad si no podían darlas, y eso fue lo que pasó” (organización de la so-
ciedad civil, 8), promoviendo así la dignidad humana y el respeto a los derechos hu-
manos de los migrantes. Pero no todas las acciones son tan positivas como pare-
cen. Ante esto el informante de una organización de la sociedad civil menciona que

vemos con buenos ojos que el Instituto Nacional de Migración, haya


cumplido con la orden de dejar salir a los migrantes de las esta-
ciones migratorias en este tiempo de pandemia. Sin embargo, mu-
chos fueron deportados sin haber verificado la situación de las
personas que quizá requerían de protección internacional. (13).

Ahora, también se ha destacado que “se tienen estaciones migratorias donde hay contagi-
os de personas por Covid” (casa de migrantes, 22), poniendo en riesgo a toda la población
que está detenida dentro de la estación. También se habla de que se tiene “una política que
no se enfoca en la población, con una población vulnerable al Covid” (casa de migrantes,
22). En otras palabras, un problema de salud necesita un enfoque en la salud de las per-
sonas, pero los protocolos existentes no son los suficientemente fuertes para proteger el
derecho a la salud de las personas, dejándolas entonces vulnerables ante la pandemia.

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Derechos laborales
Durante esta pandemia la violación a derechos laborales también se ha perpetuado
entre los migrantes. Evidentemente la falta de empleo ha afectado drásticamente a
la población migrante y no migrante. La emergencia laboral “está siendo transversal
para el mundo, no nada más para los migrantes” (organización de la sociedad civil, 6).
La crisis económica derivada de la pandemia ha dejado a miles sin trabajo y para los
migrantes, que sobreviven y continúan su trayecto gracias a ello, también han sufrido
de lo mismo. El desempleo deja a los migrantes sin el acceso a un trabajo digno y remu-
nerado que puede servir para favorecer el cumplimiento de muchos otros de sus dere-
chos, como la salud y la vivienda digna. “Es una emergencia para todos y que particu-
larmente sí ha tenido la característica en vulnerar a las personas que ya estaban más
vulnerables y allí están los migrantes y refugiados” (organización de la sociedad civil, 6).

Una casa de migrantes menciona que “desde el Estado mexicano [se debe] favorecer el
empleo y ayudar a todos estos empleadores, pequeñas pymes, porque son las que dan
empleo a la gran mayoría de las personas” (20). Es decir, la falta de estímulos económicos
para los negocios está violentado los derechos laborales de la población, en especial los
de los más vulnerables. El alza en el desempleo ha sido notada también por organismos
internacionales en la sobrecapacidad de los refugios para migrantes. Los albergues se
encuentran más llenos que antes por el número de personas que perdieron el empleo y
no tienen qué comer (organismo internacional, 42), por lo que la única opción que tienen
para sobrevivir es a través de estos albergues que les proveen de alimento y un techo.

Además, debido al cierre de oficinas de atención a los migrantes por cuestiones rela-
cionadas a la crisis sanitaria, los migrantes no han podido recibir la orientación adec-
uada en materia laboral (organización de la sociedad civil, 13). Esto los deja más vul-
nerables a la violación de sus derechos laborales y los riesgos de caer en el paso del
crimen organizado, pues al no haber fuentes de ingreso disponibles, que son nece-
sarias para poder sobrevivir, el crimen organizado los recluta (casa de migrantes, 21).
Al igual que se mencionaba sobre la necesidad de que el Estado mexicano favorezca
el empleo (casa de migrantes, 20), al hacerlo la autoridad también evitaría el reclu-
tamiento de los migrantes al crimen organizado. Pero hasta el momento la autoridad
está ignorando esta situación forzada por la falta de empleo (casa de migrantes, 21).

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Fotografía por Alma Lara


********************

En resumen, los derechos humanos de los migrantes durante la pandemia se han visto
afectados y violentados. Aunque para el resto de la población también se han violentado,
los migrantes al encontrarse en una situación de mayor vulnerabilidad y riesgo, para ellos
los efectos pueden ser mayormente adversos. Pero es de importancia notar que más que
una nueva violación de derechos humanos se trata de una continuación de violaciones
que ya se llevaban a cabo. Es decir, la pandemia no vino a crear una nueva cantidad de
violaciones de derechos humanos, sino que aceleró el proceso de violaciones que ya se
cometían.Enespecial,durantelapandemiasehanvistoviolentadoslosderechosalasalud,
a un empleo digno y al refugio. Además de todos los que ya se violaban anteriormente.

El cierre de oficinas a partir de la crisis sanitaria ha sido un factor importante


que ha contribuido a violentar una serie de derechos de los migrantes: desde ac-
ceso a la justicia y a la personalidad jurídica, hasta los derechos laborales. Tam-
bién la crisis ha saturado las oficinas gubernamentales, las estaciones migra-
torias y la respuesta estatal, por lo que los migrantes quedan aún todavía más
rezagados. Por otra parte, los problemas estructurales que afectan los dere-
chos de los migrantes siguen estando presentes, atentando contra sus derechos.

Otro factor que es imperante notar es que existe un doble discurso sobre los efectos
de la pandemia en los derechos humanos de los migrantes, especialmente en el dere-
cho a la salud. Si bien, la mayoría de los entrevistados coinciden que la pandemia ha
venido a afectar severamente el acceso a la salud de los migrantes, hay varias depend-
encias gubernamentales y algunas casas de migrantes que establecen lo contrario.
Es decir, mencionan que debido a la pandemia se les ha brindado una mayor aten-
ción en materia de salud. Pero aun con ello, la pandemia ha traído a la luz violaciones
de derechos humanos ya existentes, que no han sido resueltas y que se perpetúan
durante este tiempo. En las crisis toda la población se encuentra en riesgo, pero los
grupos vulnerables más. Y en este sentido, los migrantes han sido y siguen siendo
un grupo de alta vulnerabilidad, por lo que sus derechos, en este nuevo contexto, se
siguen violentando de manera muy parecida a como se violentaban con anterioridad.

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IV PARTE: DILEMAS Y VULNERABILIDADES EN RELACIÓN A LA GESTIÓN Y ATENCIÓN
DE LA SALUD DE LA POBLACIÓN MIGRANTE FRENTE AL COVID19

CAPÍTULO 6. LOS DILEMAS DE SALUD ANTE EL COVID19: ACCESO A


RECURSOS HUMANOS Y FINANCIEROS
María Elena Ramos, Francisco González y Alma Lara

6.1. La epidemia “evidenció el colapso del sistema de salud”.

La llegada del Covid al escenario mundial trajo sin duda impactos que difícilmente eran
previsibles. La salud se ubicó en el centro de la discusión para todos los gobiernos y
se convirtió en la preocupación cotidiana de toda la población. Sin embargo, este tema
solo visibilizó y recrudeció lo que era una realidad antes del Covid: falta de acceso a las
instituciones de salud, limitados recursos humanos, de infraestructura y financieros.

Para diferentes actores entrevistados, el Covid evidenció que el siste-


ma de salud está “hiper colapsado”, “sobrepasado” o “rebasado y com-
prometido”, no solo para los migrantes sino para la atención de la po-
blación en general (casa de migrantes, 25 y 22, organismo internacional, 43).

Lo que nos hemos dado cuenta en este momento de pandemia, es que no existe un re-
chazo específico a la atención de las personas migrantes en el marco del Covid, sino que
en general, tenemos servicios que en este momento están saturados y que no importa
si eres extranjero o eres nacional, simplemente no hay forma… (casa de migrantes, 22).

En ese sentido, otro entrevistado sostiene que sus usuarios se sirven de consultorios
de farmacias privadas para atenderse:

Yo creo que ya ni existe sistema de salud, o sea, no existía la capacidad de at-


ender a nuestras poblaciones ¿no?, ahora peor y creo que a futuro, a lo me-
jor ahorita no tanto porque nuestras poblaciones van al Simi y van a las Farma-
cias del Ahorro. Ahí es donde se atienden en realidad (casa de migrantes, 25).

El Covid 19 también tuvo como resultado que otro tipo de afecciones como
atención a embarazadas, problemas crónicos como hipertensión o dia-
betes no sean atendidos y, por lo tanto, que su salud se vea mermada:

Porque todo es Covid, o sea, todo lo que se atiende en los hospitales, en las clínicas es
COVID, si no llevas un síntoma de COVID, no te van a atender. Hemos tenido problemas
con mujeres embarazadas porque no les están dando el seguimiento mensual que es
el que se les tiene que dar en el embarazo, entonces cuando llega el momento del parto
algunas han tenido que irse a hospitales privados o a clínicas privadas… o han tenido
que acudir a parteras, porque no están atendiendo (organización de la sociedad civil, 5).

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Sin recursos humanos, financieros y de información.
Las instituciones de salud a nivel nacional e internacional impusieron protocolos para
evitar el contagio de esta enfermedad: por parte de la Organización Mundial de la
Salud, el Protocolo de Vigilancia de la Enfermedad por el Coronavirus de 2019 COV-
ID-19; y por de la Secretaría de Salud el Acuerdo por el que se establecen las medidas
preventivas que se deberán implementar para la mitigación y control de los riesgos
para la salud que implica la enfermedad por el virus SARS-CoV2 COVID-19. Algunas de
las medidas implementadas fueron: a) evitar la asistencia a centros de trabajo, espacios
públicos y otros lugares concurridos, a los adultos mayores de 65 años o más y grupos
de personas con riesgo a desarrollar enfermedad grave y/o morir a causa de ella; b)
suspender temporalmente las actividades escolares en todos los niveles; c) suspender
temporalmente las actividades de los sectores público, social y privado que involucren
la concentración física, tránsito o desplazamiento de personas; d) cumplir las medidas
básicas de higiene consistentes en lavado frecuente de manos, estornudar o toser cu-
briendo boca y nariz con un pañuelo desechable o con el antebrazo; saludar aplicando
las recomendaciones de sana distancia (evitar saludar de beso, de mano o abrazo) y
recuperación efectiva para las personas que presenten síntomas de SARS-CoV2 (COV-
ID-19) (evitar contacto con otras personas, desplazamientos en espacios públicos y
mantener la sana distancia, durante los 15 días posteriores al inicio de los síntomas).

Estas regulaciones trajeron a todas las organizaciones, empresas y espacios de es-


parcimiento la obligatoriedad de inversión de recursos y reacondicionamiento de
los espacios físicos y de reorganización de labores. Por ejemplo, solo en el mes de
marzo del presente año la Secretaría de Salud superó en más de tres veces el gas-
to programado originalmente ante el crecimiento de los casos por coronavirus.

Figura 10. Gastos públicos de salud por causa del Covid-19

16 https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/332994/WHO-2019-nCoV-HCW_Surveillance_Protocol-2020.1-
spa.pdf
17 https://coronavirus.gob.mx/wp-content/uploads/2020/05/Lineamiento_uso_manejo_EPP_COVID-19.pdf
18 https://www.elfinanciero.com.mx/economia/gobierno-triplica-gasto-en-salud-para-atender-covid-19
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Para algunos organismos como la Cruz Roja y la Organización Internacional para las
Migraciones (OIM) el COVID19 implicó hacer ajustes a su ya limitado presupuesto:

Si contamos con una aportación específica para dar respuesta no... Además de
que pues hemos hecho algunos reajustes a los presupuestos existentes para
poderdarrespuestaaesaemergenciasanitaria¿no?(...)parapoderredireccion-
arciertosrecursosparaatenderlasituaciónactual(organismointernacional,43).

Aunque muchas organizaciones han recibido de manera continua apoyo en especie


(alimentos, ropa, gel, mascarillas), algunos mencionan que lo que se necesita es dinero
en efectivo para cubrir gastos de operación. Médicos Sin Fronteras mencionó el apoyo
extraordinario que recibió para canalizarlo a nivel mundial (130 millones de euros). Asi-
mismo, algunas organizaciones locales del noreste del país han recibido apoyos de go-
biernos municipales como Monterrey o San Pedro (organización de la sociedad civil, 14),
aunque cabe señalar que éstos no son suficientes ante la falta de ingreso que proviene
de actividades directas con población como colectas, rifas, visitas a escuelas, etc. In-
cluso personal de instituciones gubernamentales mencionaron que han tenido que
cubrir con recursos personales compra de materiales para cumplir con los protocolos:

Mis jefes y nosotros en conjunto, pues sí, desembolsamos dinero para


poder proporcionar un cubrebocas, a lo mejor más, y poder rellenar o
abastecer lo que es el gel anti-bacterial y las sanitizaciones (sic). Sincera-
mente, eh… Hemos tenido que poner dinero nosotros, de nuestra bolsa,
sobre todo nuestros jefes este… que han tratado de estar buscando insu-
mos sobre todo cubrebocas que es lo que más se necesita, este… y… med-
icamentos, medicamentos sobre todo pues para los, para los niños. Y sí,
pues sí nos ha tocado desembolsar para cubrir eso (órgano de gobierno, 33).

En el caso de los albergues, estaciones migratorias o centros de atención a migrantes,


esta situación significó: el cierre temporal, la reducción y/o adecuación de espacios para
atender a migrantes (académico-activista 1, organización de la sociedad civil 11). Especí-
ficamente, el Instituto Nacional de Migración puso en marcha el Plan Operativo de Aten-
ción a la Población Migrante Ante Covid-19. Donde teóricamente se pretendía realizar
un inventario de los servicios brindados en albergues para migrantes. Por otro lado,
también se planteaba identificar la situación de hacinamiento y otras condiciones de
riesgo para COVID-19 particularmente en las zonas fronterizas del norte y sur de México.

19 https://coronavirus.gob.mx/wp-content/uploads/2020/05/Plan_Operativo_Atencion_Poblacion_Migrante_COVID-19.pdf

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Los mayores retos son los recursos, son la… ahora sí que las instala-
ciones adecuadas, instalaciones, tener los recursos para adecuar las
instalaciones… Entonces, este, creo que… que esto pues nos da una
pauta para decir bueno… Debemos contar con un fondo de emer-
gencia inmediatamente para las instalaciones de acuerdo a lo que se
ha presentado, ese fondo pues no se tenía (órgano de gobierno, 39).

No obstante, a partir de las entrevistas realizadas observamos que en muchos


de los albergues se vieron en la necesidad de adquirir los implementos necesa-
rios para cumplir con las regulaciones de salud usando recursos de las organi-
zaciones o incluso aportando a título personal. Aunque se menciona que “hubo
ciertos apoyos gubernamentales”, éstos fueron siempre insuficientes para cubrir
las necesidades de los albergues: “el centro de salud, con mucha honestidad, la di-
rectora nos dijo, ‘no hay insumos’. Nos regaló dos botellitas de gel y ya” (casa de
migrantes, 29). En ese sentido, nos relata otra organización de la sociedad civil:

No tenemos ningún fondo especial para el Covid, o sea realmente lo


que es el comprar los cubrebocas y los geles, pues van a ser de los re-
cursos que cuenta la asociación, no tenemos esa partida … pues los ge-
les que se otorgan son geles ¿qué te gusta? (de) 10 miligramos. Son bo-
tecitos muy pequeños que… pues les va a durar dos días este, sí pero
no... no hay ese tipo de ayuda (organización de la sociedad civil, 9).

Varios albergues expresan que fue prácticamente imposible contar con el


apoyo de personal médico o con capacitaciones sobre los protocolos de
atención, por lo que tuvieron que generar protocolos de manera propia:

No cuentan ni con médico, ni con enfermera, ni con nada. Entonces nosotros


tuvimos que poner un protocolo, un protocolo sanitario. Entonces dijimos,
bueno en principio, ‘nadie puede entrar si no se lava las manos, si no le pone-
mos gel’, etcétera. Y para que no vaya a haber mucho riesgo de contaminación,
en vez de lo que hacíamos, revisarlos, darles ropa, ‘pasen a registro, entren a
bañarse’. Ahora hacemos: los revisamos, les damos algo de ropa, ‘váyanse a
bañar, laven toda su ropa’, y después vienen al registro. (casa de migrantes, 29).

Al inicio de la pandemia las casas se cerraron con las personas que estaban dentro de
ella, no permitiendo la salida ni entrada de personas a los albergues. Posteriormente,
fueron permitiendo la salida y entrada de las personas para atender situaciones urgen-
tes, como la salida al banco, por situaciones legales o de salud (casa de migrantes, 24 y
27). Al cerrarse los albergues, también se cerraron las fuentes de recursos y alimentos
para ellos mismos. El personal que los atiende también se vio reducido, por lo que mu-
chos albergues ya no pudieron recibir más personas para dormir en sus instalaciones.

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La logística para la recepción de nuevos usuarios y el tiempo de permanencia dentro de los
albergues cambió de forma drástica. Por ejemplo: muchas de las casas permitían la entra-
da a cualquier persona en tránsito sin presentarse con una ingesta de alcohol y/o drogas
para quedarse a comer y dormir en sus instalaciones durante tres días, temprano en la
mañana las personas desayunaban e iban a buscar trabajo y regresaban por las tardes a
cenar y dormir; pero durante la pandemia las personas se han quedado confinadas en los
albergues y el acceso para nuevos ingresos fue restringido (casa de migrantes, 25 y 28).

Sinembargo,algunosdelosusuariosdeestosalberguesnohansoportadoelencierroyhan
decididovoluntariamenteirseaviviracasasderenta.Enalgunoscasos,losmismosadminis-
tradoresdelascasas,extendiendosusfunciones,leshanayudadoaconseguircasas,llegan-
do incluso a mantener el contacto para asegurar su bienestar (casas de migrantes, 18 y 25).

En todo caso, las dificultades para atender a esta población se multiplicaron, pues
empezaron a tener menos personal (considerando, además, que muchos de los que
atienden son voluntarios). En la mayoría de los albergues tuvieron que reducir el núme-
ro de migrantes que podrían recibir o bien los que se encontraban en esos lugares
negar la salida de estos para evitar contagios (organización de la sociedad civil, 13).

Empezamos a ya no tener voluntarios y entonces ¿cómo los dejamos a que-


darse a dormir? Porque los dormitorios implican una enorme higienización…
simplemente de acostarse en el suelo, en el suelo, con una colchoneta, dejan
la colchoneta empapada de sudor, si la persona viene enferma ¿cómo le pre-
stamos esa colchoneta al del día siguiente? Entonces no podíamos dejarlos
dormir porque ni teníamos los medios, ni teníamos la gente para estar higieni-
zando, aunque quisiéramos lavar las colchonetas, no se nos iban a secar de un
día para otro ni teníamos espacio para ponerlas. Entonces tuvimos que tomar
la decisión muy dolorosa de decir ‘pues, aunque nos pidan dormir durante
el día en el dormitorio, no hay dormida en el dormitorio’. Entonces más bien
entraban, salían y se iban a estar afuera del albergue (casa de migrantes, 29).

También, en la Ciudad de México los hoteles que habían servido de espaci-


os para albergar a migrantes fueron cerrados y esto implicó el tener que re-
currir a gestiones extraordinarias con el gobierno local para permitir el ac-
ceso a migrantes, pues de otra manera esto hubiese implicado que éstos
pudieran haber quedado en situación de calle (organización de la sociedad civil, 6).

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6.2. La salud en México: un derecho humano vulnerado

En el artículo 4 de la Constitución Política Mexicana se decreta la salud como un dere-


cho, independientemente del origen nacional. Si bien esto es cierto, el acceso a la
salud representa un reto para cualquier país. En el caso de México, existe un gran
número de personas que no tiene acceso a servicios de salud oficiales, pues éstos se
dirigen a población económicamente activa, quienes son atendidos por instituciones
como el Instituto Mexicano de Seguro Social o el Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado, entre otros. Por otro lado, se encuentran los
auto-empleados, los trabajadores del sector informal de la economía, los desemplea-
dos y las personas que se encuentran fuera del mercado de trabajo. Estos cuentan
con atención muy heterogénea y generalmente limitada. Datos recientes estiman
que 33.2% de la población no tenía acceso a servicios de salud antes de la pandemia.

Ahora bien, en el caso de población migrante existen instru-


mentos que estipulan el derecho a la atención de la salud:

La Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internac-


ional de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambien-
tales; regionales, nacionales (la Constitución Política de los Esta-
dos Unidos Mexicanos, la Ley de Migración, Ley Sobre Refugiados y
Protección Complementaria) y leyes locales (la Ley de Interculturali-
dad, atención a migrantes y movilidad humana en el Distrito Federal).
No obstante, este derecho fundamental es frecuentemente violentado. Y cuando
se logra otorgar el servicio de salud, este es producto de una larga gestión por par-
te de los espacios de atención humanitaria, “pues se tiene que presionar” (casa de
migrantes, 27) para admitir al extranjero. Las gestiones en materia de atención
a la salud son tortuosas y largas, por ejemplo, para casos de embarazo o de aten-
ción por accidentes; pero en el caso del COVID19, como situación de emergencia,
pareciera que al menos tuvo otro peso. El acceso a la salud muestra que incluso an-
tes de la pandemia “ellos se la tienen que arreglar solos” (organización de la socie-
dad civil, 3) y que los mecanismos para su atención con la pandemia no es que se
restrinja o se niegue, sino que simplemente “no los había” (académico-activista 1).

Cuando hablamos de pandemia, hablamos de médicos, hablamos de medicamento,


o hablamos de hospital, o hablamos de concientización, de orientación, ¿vea? y de
estar preparados. Entonces cuando hablamos de eso, pues, para mí, en México, ni
a nivel federal, ni a nivel estatal, ni a nivel municipal se hizo nada, incluso, eh… in-
cluso hablando de Derechos Humanos, este… nacional o de otras instancias de go-
bierno, por ejemplo, el Instituto Nacional de Migración (casa de migrantes, 27)

20 Acceso a los servicios de salud (coneval.org.mx)


21 https://sinfronteras.org.mx/agendamigracioncdmx/assets/diagnostico_acceso_servicios_de_salud.pdf

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Annual Report- 2016
En el caso de la población migrante, el fin del Seguro Popular es para algunos de los actores
entrevistados la exacerbación de la vulnerabilidad en atención. El Programa de Seguro
Popular que existía hasta el gobierno de Peña Nieto, otorgaba a la población migrante la
posibilidad de atención hasta por tres meses en el sistema de salud. Entonces la entrada
del INSABI del nuevo gobierno es visto como un retroceso en la atención a este grupo

Desde que llegó el INSABI, el nuevo modelo de atención en salud. Desde ahí
empezóladesatención,porqueellosestabandealgunamaneraamparadospor
elSeguroPopularcuandoselosotorgabanportresmeses,ycualquiersituación
podían acudir ahí. Pero ya desde antes, la desatención la vimos desde antes,
entonces...También por otras experiencias más cercanas de comunidades,
pues ellos se las tienen que arreglar solos. (Organización de la sociedad civil 3).

Sin embargo, otro entrevistado mencionó que el INSA-


BI da atención a migrantes con SIDA para poder recibir su atención.

Hoy les sirve mucho para el INSABI, a nosotros nos sirve bastante
porque hay un alto porcentaje de población con HIV, sobre todo las chi-
cas trans, la mayoría tiene HIV y bueno, acceden a CAPASITS que es por
parte del gobierno federal para proveerles sus retrovirales. Estamos
hablando, no sé si ustedes saben, pero un retroviral que se toma men-
sualmente está entre 8,000 a 14,000 pesos (casa de migrantes, 24).

A pesar de ello, muchos otros albergues mencionaron la falta de apoyo del per-
sonal médico y la falta de insumos para establecer protocolos de prevención
en los albergues. Por ejemplo, mencionan que no cuentan con servicio médi-
co y que los centros de salud no los apoyan con las consultas, además de que
falta también adquirir desinfectantes y batas, cubrebocas, gel desinfectante,
jabón, tapetes sanitizantes y guantes principalmente (casa de migrantes, 27).

Frente a problemas relacionados con salud, no existe claridad sobre los protoco-
los de los lugares que atienden a los migrantes; el personal de salud parece no
conocer tampoco la obligatoriedad de atención a la salud. Es interesante obser-
var que incluso los organismos que tendrían que responder ante la emergencia
sanitaria, como el INM, se refieren a los albergues como esos espacios de apoyo.

22 El Gobierno de México autorizó el 28 diciembre de 2014 la afiliación temporal de migrantes, independientemente de


su
estatus migratorio al Sistema de Protección Social en Salud (Seguro Popular).

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Imagina, ellos (los migrantes) no tienen ningún sistema de salud que
los respalde. Entonces se acercan a lo mejor a los centros de salud,
este, o a… Sobre todo, los que no tienen alguna casa social que los esté
o alguna asociación que los esté ayudando. Los que tienen alguna aso-
ciación que los respalde, es un poquito más fácil porque tienen al-
guien que los ayude, tienen asesoría, trabajadores sociales, eh… or-
ganizaciones que están trabajando con ellos (órgano de gobierno, 33).

El siguiente testimonio describe de manera elocuente el panorama de salud hacia las per-
sonas migrantes desde el sector institucional: indolencia, falta de recursos, que el acceso
depende en gran medida de las gestiones personalizadas y la evidente desprotección:

Cuando hablamos de migrantes, cuando hablamos de embarazadas, cuando


hablamos de algo ginecol… de ginecólogo, cuando hablamos algo de los niños
pediátrico, cuando hablamos de algo ¿vea? Lo único que tiene que hacer uno
es presionar al gobierno. Vea, presionarlo para decirle, aquí tengo un niño
muy grave y si se me muere, usted va a ser el culpable, aquí va a ser el cul-
pable o tienes que hablar con un diputado, o alguien del sector salud, tengo
alguien muy grave aquí, vea, tengo un niño muy grave, ¿vea? y si se me llega a
morir, va a ser culpa de ustedes. Entons… por favor, es la única manera en la
que un momento dado se abre el hospital infantil o tendríamos que llevarlo
nosotros a un… con un doctor particular para que pueda ayudar o esperar, o
comprar el tratamiento. O una mujer embarazada, o una mujer, por ejemplo,
que tiene la… la azúcar alta que de repente se le disparó a 500 o 400, ¿vea?
una personita que tiene alguna infección, o que tiene; se tiene que presionar,
se tiene que hacer, porque es muy difícil que el migrante… de hecho, esto es
a nivel nacional, el migrante está desprotegido 100%, en cuestión de salud,
no hay ningún programa, no hay ningún plan, no hay ningún estra… es-
trategia para que el migrante pueda tener atención (casa de migrantes, 27).

Fotografía por Alma Lara

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6.3. Relación entre actores de la gobernanza y su incidencia en la
salud de las personas migrantes frente al Covid 19
Para el acceso a la salud y otros servicios sociales las relaciones entre instituciones
son vitales. La mayoría de los actores entrevistados exponen las experiencias vivi-
das durante la pandemia como acciones individuales tomadas en base a sus necesi-
dades económicas, la capacidad de personal, instalaciones y de flujo de migrantes.
Para los albergues el motivo principal de ser es el de poder tener suficientes recur-
sos para brindar la atención humanitaria y distintos servicios a las personas migrant-
es (organización de la sociedad civil 5, casa de migrantes, 18, 23, 26 y 27). A pesar
de que la epidemia por coronavirus inició en Wuhan China en diciembre de 2019 y
fue declarada pandemia en febrero de 2020, la mayoría de los albergues para per-
sonas migrantes empezaron a cerrar sus puertas cerca de marzo del 2020, cuando
los primeros casos aparecieron en México ante la amenaza de brotes hacia el interior
de estos espacios, situados en diversas localidades del país. De ese modo, muchos
albergues de migrantes tomaron decisiones de hacer un confinamiento de tiempos
variables, y algunos de ellos se prolongaron por semanas o meses (organización de
la sociedad civil, 8). La mayoría de ellos tomaron sus decisiones siguiendo las reco-
mendaciones de las autoridades sanitarias locales (casa de migrantes, 17, 18 y 23).

En esta nueva situación, las casas de migrantes necesitaron cambiar las estrate-
gias para la obtención de recursos y su logística, pero siempre manteniendo el ob-
jetivo de cubrir las necesidades básicas de alimentación y hospedaje (órgano de
gobierno, 35) y siguiendo los protocolos sanitarios. Sin embargo, también se of-
recía asesoría legal, acompañamiento y apoyo psicológico a las personas migrant-
es sin importar las circunstancias e incluso hasta la posibilidad de ayudar a otras
poblaciones vulnerables, como las localidades en las que se encuentran adscri-
tas (organización de la sociedad civil, 5; casa de migrantes, 17, 18, 23, 26 y 27).

Para cumplir con estos objetivos las casas de migrantes se han apoyado
en organizaciones locales, nacionales, internacionales, instituciones priva-
das y académicas: “gracias a Dios no nos ha faltado ayuda, algunas de las ayu-
das han sido económicas directas, con pago de sueldo de personal, con ma-
teriales, medicamentos, despensas, etcétera…” (casa de migrantes, 23).

Después de la fase inicial de confinamiento, los albergues requirieron de la búsque-


da de apoyos por otras instituciones. Algunas de estas solicitudes fueron atendi-
das por las instituciones internacionales como la ACNUR, OIM, Médicos Sin Fron-
teras o COMAR, las cuales tuvieron mayor número de menciones por los albergues.

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Por ejemplo, en algunos casos, ACNUR es su principal socio pues les ha financiado
hasta el 70-80% de su operación; aunque ellos mismos señalan que esto no será
posible en esa misma proporción para el próximo año (25). También ACNUR paga
el sueldo de abogados para que den asesoría y acompañamiento legal en las casas
de migrantes (casa de migrantes, 17, 18, 25 y 23); además, cubre los traslados de
migrantes repatriados y les otorga un apoyo económico a los migrantes con su so-
licitud de refugio (casa de migrantes, 25) y envían despensas y alimentos suficientes
para las personas que se encuentran dentro y fuera de las casas (casa de migrantes,
23). La mayoría de los administradores de los albergues consideran que ser asocia-
dos con ACNUR les brinda beneficios, pero algunos mencionan que les agobia el pa-
peleo que se tiene que hacer para conseguir esos recursos, debido a las constantes
solicitudes de la institución, o que se sienten invadidos cuando son visitados por esta
organización, lo que acrecienta los niveles de estrés del personal de los albergues:

A veces son un poquito invasivos, porque, por ejemplo, la última visita, sin
haber preguntado nada, trajeron a una gente de la COMAR, ellos, y yo dije ¿y
con qué derecho quieren que yo lo deje entrar al albergue?, si yo no lo invité,
¿verdad? (casa de migrantes, 29).

La OIM es otra de las organizaciones frecuentemente citadas por los entrevista-


dos. En cuanto a su incidencia en el tema de salud, se reconoce que la OIM ha co-
laborado con la aportación de despensas, insumos médicos, albergues temporales
para colocar a las personas infectadas dentro de los refugios (carpas). Inclusive
mencionan que han contratado hoteles para que las personas mantuvieran una
cuarentena de 15 días antes de entrar a un albergue; también han facilitado la re-
alización de pruebas de COVID a las personas que lo necesitan y brindan apoyo
psicológico (organización de la sociedad civil, 3 y 4; casa de migrantes, 24, 25 y 35).

La Cruz Roja Internacional también fue mencionada por varios de los entrevistados
como una institución con la cual contaron con el apoyo durante estos meses que
ha durado la contingencia. Ellos mencionan que ha sido una gran proveedora de in-
sumos de higiene personal, despensas, medicamentos y apoyo con personal sani-
tario (organización de la sociedad civil, 13 y 14; casa de migrantes, 23, 26, 18 y 27).
Solamente una organización mencionó que en algún momento durante la contin-
gencia se sintieron desprotegidos porque antes de la pandemia contaban con mu-
cho apoyo y durante la pandemia dejaron de enviar personal médico y paramédico
(casa de migrantes, 17). De cualquier forma, muchos de los actores entrevistados
mencionaron a la Cruz Roja Internacional fue una de las principales organizaciones
que les ofrecen explicación clara sobre la pandemia y la importancia de las medi-
das de higiene, siendo esta institución la que les brinda capacitación sobre COVID
en línea, y también ofrece servicio médico y apoyo psicológico (organización de la
sociedad civil, 5 y 12; casa de migrantes, 18, 23 y 29; organismo internacional, 43).

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Pese al apoyo brindado en ese sentido, el personal de los albergues reconoce que tenían
tantas videollamadas de capacitación que ya no les alcanzaba el tiempo. En este sen-
tido comentan: “y es que ¿atendemos a las personas migrantes o a las conferencias? Y
pues para nosotros lo primero es la atención de las personas” (Casa de migrantes, 27).

De la mano de estas colaboraciones entre actores de la gobernanza de la mi-


gración, surgen los protocolos de acceso a los albergues; a continuación, nos rela-
ta una casa de migrantes como se implementaron estos al interior de su albergue:

Por ejemplo, los muchachos antes de ingresar aquí tienen que traer su cubre
bocas ¡sí o sí! Nosotras, cuando vienen por primera vez, se les da un cubre
bocas, o sea, lo sentimos como obligación de nosotras. Si te estamos exi-
giendo un cubre bocas, ok, nosotros te lo damos. Ya si tú ese cubrebocas lo
pierdes, lo extravías o le pasa algo, ¡ya es tú responsabilidad! Tú tienes que
venir con cubre bocas aquí a la casa, porque nosotros ya te lo dimos, enton-
ces, es ¡sí o sí entrar con cubrebocas!, irse a lavar las manos, luego ponerse
gel y mantener una sana distancia en el cuarto de televisión; que tienen que
estar aproximadamente unas 10 personas, 15 personas cuando mucho y las
demás las podemos pasar al comedor en una esquinita porque hace mucho
calor como para que también estén afuera. Entonces separamos las mesas,
eh… pensábamos que en algún momento iba a venir Salubridad a cerrarnos
y no, nunca vinieron a visitarnos de hecho, ni gobierno, ni nada. Entonces
todo bien, seguimos atendiendo igual (casa de migrantes, 28).

Asimismo, hubo cierto recelo a seguir con estos protocolos por parte de la población
migrante, pues al cerrar sus puertas a la entrada y salida de las personas, nos co-
mentan que algunos de sus usuarios decidieron salirse para evitar el confinamiento:

Cuando cerramos las puertas éramos 23 y nos quedamos con 14, ¿Por qué?
Porque no resistieron el encierro y prefirieron buscar la manera de ir a rent-
ar un cuarto, de irse a acoger con otras amistades que conocen por ahí en
los bares. No, no aguantaron, o sea, no aguantaron (casa de migrantes, 24).

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Otra institución mencionada fue Médicos Sin Fronteras. Ellos ofrecieron a las ca-
sas personal médico, medicamentos y artículos para desinfección a algunos ref-
ugios que solicitaron el apoyo (casa de migrantes, 17). También se mencionó
una organización proveedora de apoyo durante la pandemia, No Más Muertes,
quienes estuvieron dando diversos apoyos a las casas de migrantes en el norte
de México para equipo de protección y sanitización de los espacios: “es nues-
tro salvador de siempre” (casa de migrantes, 28); ellos proporcionan, sueldos, ali-
mentos, medicinas y enseres para limpieza de instalaciones e higiene personal;

Ellos son los que nos donan, nos pagan el sueldo a mí y a la emplea-
da de limpieza, y a parte cada mes están mandando una cantidad de
dinero, porque ellos ya no han podido venir, para que nosotros po-
damos seguir comprando los alimentos (casa de migrantes, 28).

“No más muertes” tiene su sede en Arivaca, Arizona, donde tienen un campamento y
envían ayuda a otros albergues que están ubicados cerca de la frontera con Arizona.

En los entornos locales, diversos actores mencionan a la Secretaría de Salud local y


nacional como fuente de apoyo; sin embargo, las valoraciones del apoyo son muy
variadas, yendo desde los que se sienten completamente apoyados y respalda-
dos (organización de la sociedad civil 5; casa de migrantes, 17 y 18) hasta los que se
sienten completamente abandonados (organización de la sociedad civil, 8; casa de
migrantes, 23, 24 y 31). La Secretaría de Salud de Nuevo León expresó que al prin-
cipio fue más fácil poder apoyar a todas las personas sin distinción. Sin embargo,
en la medida que los recursos se van agotando y las personas que tienen IMSS se
envían al IMSS y las que tienen ISSSTE o ISSSTE LEÓN se envían a esas instituciones.
Ellos mencionan que a las personas migrantes se les trata como a cualquier otra
persona; pero que, en su función, ellos buscan atender a mexicanos repatriados
porque existen programas específicos desarrollados para atender a esta población.

Varios de los albergues de Nuevo León y el personal de la Secretaría Desarrollo Social del
Estado mencionaron que tuvieron lugar reuniones con el Secretario de Salud de dicha
entidad para establecer los protocolos al inicio del confinamiento y tomar decisiones
para las personas que estaban en esos momentos en sus espacios. A pesar de las medi-
das tomadas, se detectó que al menos un albergue de Nuevo León tuvo un brote grave
de COVID que tuvo que ser atendido en conjunto con estas instituciones para contenerlo:

Tenemos como un acuerdo con la Secretaría de Salud; se les hace la


prueba covid, tiene que estar 5 días en lo que están los resultados al in-
terior del hostal (lugar proporcionado por la SSA Nuevo León) y luego re-
ingresan al albergue, pero con la condición de no poder salir. Sí hay sali-
das, pero son así como que muy específicas; por ejemplo, tienen que ir
al Centro de Salud, tienen que ir por sus documentos al Instituto Nacion-
al de Migración, cosas así muy muy puntuales (casa de migrantes, 24).

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Además, se menciona la escasez por parte de la Secretaría de Salud
para dotar de equipos de protección personal y de protocolos de in-
greso a las instalaciones, aunque se menciona que, en algunos casos, el
apoyo se extendió a proporcionarles algunas botellas de gel anti-bacterial.

Según aseguran desde la Secretaría de Salud, las personas migrantes reciben la misma
atención que cualquier individuo; sin embargo, se reconoce que los recursos escasean
inclusive para cualquier persona con sospecha de COVID y no se puede garantizar la
atención sanitaria de diagnóstico, ni el tratamiento en caso de requerir internamiento
o terapia intensiva. En este sentido subrayan que no es una actitud discriminatoria,
sino el resultado de una problemática económica institucional. El hecho es que hasta la
fecha no se han reportado datos desagregados en relación a complicaciones o muertes
por COVID en personas migrantes en tránsito o en solicitud de refugio en México.

Por último, los apoyos que los albergues o casas de migrantes reciben de distintos ac-
tores tienen que darse bajo una gestión personal, de trabajo directo con algún órgano
de gobierno, con organismos internacionales o incluso con la iniciativa privada. Los
mecanismos institucionalizados, particularmente de instancias de gobierno, quedan
como protocolos en el papel, como letra muerta en la acción. Se tienen que “tocar muchas
puertas”, se tiene que acceder a relaciones personales para que se concreten apoyos,
incluso con las mismas instancias gubernamentales. Tal es el caso de los acuerdos que
se logran con las instancias de Secretaría de Salud locales (casa de migrantes, 24 y 31).

Fotografía por Alma Lara

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6.4. Algunos problemas de salud vinculados al confinamiento en ca-
sas de migrantes

Dificultades para implementar los protocolos en las casas de


migrantes.
Los principales problemas que se han presentado durante la pandemia, según los ac-
tores que atienden a personas migrantes, se han debido en un inicio a la desinformación
y a la falta de protocolos de prevención y atención, lo que obligó a los administradores
de los albergues a establecer sus propios protocolos de acuerdo a sus propios recursos y
redes para protegerse, a veces de forma independiente y en ocasiones supervisados por
las instituciones sanitarias. En ese sentido, en un albergue de Nuevo León, se reporta un
brote que fue contenido en conjunto con el personal de la Secretaría de Salud de Nuevo
León, mismo que tuvo que cerrar, para poder atender de forma eficaz dicho brote, pues
se hicieron pruebas a todos los usuarios, se trataron a los casos positivos y a los nega-
tivos se enviaron a otro espacio de atención humanitaria (casa de migrantes, 16 y 17).

Lo mismo ocurrió en Coahuila y Tamaulipas cuándo se presentaron casos de


brotes (organización de la sociedad civil, 12). En otros casos se trató al positivo y
se pusieron en cuarentena a todos los demás residentes que resultaron negativos.

Por esta situación del covid, porque… montamos una especie de auditorio que
teníamos dentro. Entonces a esta gente empezábamos a darle albergue, hasta
que se nos presentó un caso positivo en el mes de mayo, un caso positivo de
covid, entonces ya la jurisdicción sanitaria tomó cartas en el asunto y nos pidi-
eron que la casa no recibiera más gente. Hasta a los que estábamos dentro nos
hicimos sospechosos de covid y a todos nos hicieron la prueba y después de 15
días de estudio todos los demás resultamos negativos (casa de migrantes, 23).

Como ya hemos señalado, para detectar y aislar a casos de personas sospechosas


de covid han recibido capacitaciones en línea por diferentes instancias, tales como la
OIM, Cruz Roja Internacional, Médicos Sin Fronteras. Sin embargo, en algunos otros
casos la contención no se realizó de forma correcta pues explican que, aunque desde
un principio (marzo) recibieron asesoría y supervisión por la Secretaría de Salud y se
establecieron protocolos (de entrada, de salida y de permanencia), debido al miedo
de ser contagiados las personas que se encontraban alojadas decidieron salirse sin
esperar el tiempo correcto para aislarse en caso de haberse infectado con el virus:

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A principios de mayo nos resulta una persona sospechosa, ¿verdad? Nos re-
sulta sospechosa y… interesante porque bueno sabemos que esta realidad
lo primero que provoca es mucho miedo, es mucho miedo, nos arroja una
crisis ahí de ‘¿ahora qué va a pasar?, ¿ya me contagié?, ¿no me contagié?’ o
¿verdad? Te digo interesante porque, teníamos… cuando nos salió el caso
sospechoso, que lo aislamos inmediatamente, teníamos una población de
unas 70 personas, eh… je, je, y cuando les aviso yo ¿verdad? que va a ir, eh…
van a volver los de Secretaría de Salud para hacernos pruebas a todos y
esperar el resultado de la persona que había salido, bueno que era sospe-
chosa, por los síntomas, ¿no?, en… yo creo que en 20 minutos salieron como
unas 25, 30 personas de la población de la casa, pero salieron así disparados
¿no? de que… yo también digo, pues no les iba a decir: ‘se tienen que quedar’,
¿no? porque no puedo detener a nadie. Entonces, digo afortunadamente,
salió negativo la persona que era sospechoso, salió negativo. Pero sí, esa fue
la reacción inmediata ¿no? del resto de la población (casa de migrantes, 26).

Se reportaron también algunas dificultades para establecer los protocolos porque a las
personas que venían de fuera de los albergues no se les podía garantizar que no estuvieran
infectados por el virus y entonces se les trataba de mantener aislados por 15 días; sin
embargo, el aislamiento no siempre podía ser completo, pues a veces se tenían que
compartir espacios comunes como el comedor o los baños (casa de migrantes,27). Por
ese motivo, algunas instituciones, como OIM, y algunas organizaciones religiosas
dedicaron recursos para colocar carpas dentro de los refugios e inclusive enviaron a
personas a hoteles habilitados como albergues temporales por 15 días mientras cumplían
con el aislamiento antes de entrar a los albergues (casa de migrantes, 27).

Después de los primeros casos la logística se volvió más eficiente para aislar a quiénes
evolucionaron favorablemente y no hubo la necesidad de internar a ningún paciente;
todas las personas se trataron de forma ambulatoria, sin complicaciones ni muertes.
Asimismo, se vio la necesidad también de hacer más estrictos los controles de entradas
y salidas y las medidas de higiene dentro de las instalaciones. Por ello se habilitaron
espacios dentro de los albergues que se encontraban completamente aislados del
resto de las instalaciones (casa de migrante, 26).

Por último, se reconoce que la desinformación es un factor agravante para implementar


protocolos y proteger a las personas migrantes al interior de los albergues, pues en
algunos casos se duda de la existencia del virus y por lo tanto se puede generar resistencia
al confinamiento y a seguir los protocolos de la sana distancia:

El movimiento sigue, el covid nunca lo va a detener. Los muchachos en


sí hay muchos que no tienen miedo porque dicen que no existe; hay
otros, por ejemplo, que dicen que por respeto a la casa siguen los pro-
tocolos, pero en realidad no creen. Entonces ellos van a seguir mi-
grando, no es algo que los vaya a detener (casa de migrantes, 28).

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Problemas de salud asociados al trabajo de atención humani-
taria en los albergues.
El desgaste físico y el estrés emocional del personal que atiende a los migrantes son algu-
nos de los problemas de salud asociados a la atención en albergues durante la pandemia.
Muchos nos relatan el alto nivel de estrés que se enfrentan día a día por la incertidum-
bre, el miedo a ser contagiados, el tener que haberse confinado en los albergues para
no contagiar a sus familiares; a continuación, se presentan testimonios en ese sentido:

La incertidumbre, el miedo... sí ha habido un desgaste. Hemos identi-


ficado también que no sólo es desgaste físico, es emocional también…
sobre todo y ahorita con lo de la pandemia pues también miedo ¿no? Al
final deciden quedarse, pero también el miedo y no sólo el miedo, la ex-
posición real ¿no? Ha habido ya varios albergues que han tenido ya
personal que han tenido covid (organización de la sociedad civil, 8)

Con los que he podido hablar,sí, hay un desgaste. Por ejemplo, uno de mis com-
pañeros del área, vive en el albergue; él tomó la decisión cuando vio que esto
iba a estar así dijo: ‘me voy a vivir al albergue porque mis papás son mayores’.
Él vive con sus padres, entonces (dijo) ‘mis papás son de la tercera edad, son
población de riesgo, si yo estoy entrando y saliendo los estoy exponiendo a
ellos’. Entonces él tomó la decisión de vivir en el albergue, pero yo creo que
nunca se imaginó que iba a ser 5 meses y ya vive ahí (casa de migrantes, 31)

Yo ya estaba harta, harta de recibir invitaciones a webinars, ya no soportaba


uno más, porque llegaban de ACNUR, porque llegaban de UNESCO, porque-lle
gaban de Derechos Humanos, porque el estatal, porque el nacional, porque la
CICR, porque Médicos Sin Fronteras, porque Catholics Relief Services. Yodecía,
‘bueno, yo no tengo tiempo para estar escuchando a tanta gente sabia’, que me
encantaría, pero ni siquiera tengo tiempo (organización de la sociedad civil, 8).

Asimismo, se reconoce a los trabajadores de espacios humanitarios como personas


que se han expuesto de manera tal al virus que, algunos de los que trabajan o co-
laboran en los albergues efectivamente se han infectado, desde los que han sido as-
intomáticos hasta los que han tenido síntomas más graves (órgano de gobierno 39).

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Problemas de salud y vulnerabilidades asociadas al confinami-
ento en la población migrante.
Entre los migrantes, la pandemia agudizó los problemas de salud mental que ex-
istían, pues en algunos albergues se reportaron casos de ansiedad y depresión (or-
ganización de la sociedad civil, 7 y 8; casa de migrantes, 24; organismo internac-
ional, 43). “Te puedo decir también que hay personas que se han desesperado, que
han caído en la tristeza, o en la depresión ¿no?” (casa de migrante, 23). Algunos de
ellos mencionan que incluso el aislamiento ha propiciado un estrés tal que han teni-
do eventos de intentos de suicidio por parte de la población migrante que albergan:

Hay manifestaciones de estrés por parte de las personas (migrant-


es)… pero hay hasta intentos de suicidio. He llegado a ver este ... lev-
es... tampoco algo grave o sustancial; lo que ha implicado que se
movilice obviamente Migración, COMAR, el gobierno local, para sal-
vaguardar la integridad de la persona (organización de la sociedad civil, 6)

Sus mismas ansiedades, desesperaciones... incluso en un momento tuvimos


eventos de intento de suicidio, (motivados por) la angustia de no saber o de no
ver a sus familiares, ya sean los que tienen en sus países de origen o Estados
Unidos. Entonces se ven al límite, ¿no? (organización de la sociedad civil, 7).

En el caso de los albergues que atienden a población migrante niños, niñas y ado-
lescentes (NNA) no acompañados, narran que la situación del confinamiento ha
profundizado la “ansiedad”, “angustia” y propiciado una “depresión profunda” en-
tre sus usuarios, lo que pinta un panorama complejo para su atención por la reduc-
ción de personal frente a la pandemia. En ese sentido CAFEMIN, un albergue que
atiende adolescentes no acompañados, nos relata que debido a las particularidades
de la población que atienden, han tenido que implementar protocolos específicos:

Nuestra mayoría ahorita de población son adolescentes no acompaña-


dos, desde niños (de) 12 años hasta los 17 años no acompañados, con
problemas muy fuertes de adicciones. Entonces imagínate tenerlos en
abstinencia 4 o 5 meses es tenerlos... por eso tengo un psiquiatra y ten-
go un psicólogo clínico, entonces ¿por qué? Porque incluso varios de ellos
los tenemos medicados y con ellos fueron los intentos de suicidio, enton-
ces esto se nos torna muy complejo … Creo que somos el único albergue
que contamos con un médico de tiempo completo, con un psiquiatra, con
dos psicólogos, con una trabajadora social y con personas que nos apoyan
con los talleres de desarrollo humano (organización de la sociedad civil, 7).

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La violencia física, emocional y sexual se observa como un problema que afecta particu-
larmente a la población migrante en México frente al confinamiento, pues se reconoce
que cuando ya se asientan en el país las viviendas tienen espacios muy reducidos y en
ocasiones en condiciones de hacinamiento (organismo internacional, 42). Asimismo,
la mayoría de las denuncias por estos tipos de violencia proceden de mujeres, niñas y
transexuales: “hay muchísimas violaciones sexuales… Las mujeres… están sufriendo de
muchísimaviolenciasexualyviolenciabasadaengéneroensushogares”(casademigrant-
es, 22). El mismo confinamiento es identificado como un factor de riesgo ante este tipo de
violencias (casa de migrantes, 26; órgano de gobierno, 34; organismo internacional, 42).

El confinamiento, el calor, la desesperación de no poder salir, los niños que


se desesperan (y) entonces alteran a los padres, esta frustración de no
conseguir un empleo… Todo esto también se va haciendo y todos sabe-
mos la violencia siempre es… se desquita con el más débil. Entonces esa
es otra de las cosas que también nos vamos viendo que está existien-
do, en términos del covid y esta desesperación (casa de migrantes, 20).

El embarazo de las mujeres migrantes durante la pandemia ha ob-


ligado a tomar medidas específicas al interior de los albergues para
su atención pues requieren soporte: alimentario, legal y sanitario.

Hemostenidoproblemasconmujeresembarazadasporquenolesestándando
el seguimientomensual…entoncescuandollegael momentodel parto algunas
han tenido que irse a hospitales privados o a clínicas privadas, o han tenido que
acudiraparterasporquenoestánatendiendo(organizacióndelasociedadcivil5).

Como se ha podido constatar, la pandemia ocasionada por el virus COVID19 ahondó las di-
ficultadesqueenfrentanlosmigrantesennuestropaís.Específicamenteenmateriasanitar-
ia, el limitado acceso a los servicios de salud ha resultado en que al interior de los albergues
haya cobrado una enorme importancia el tejido de redes entre organizaciones de la socie-
dadcivilydistintosactoresdelagobernanzaparapoderatenderestanecesidadprimordial.

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ANEXO: GUION DE ENTREVISTA PARA ORGANIZACIONES E INSTITUCIONES QUE
TRABAJAN CON MIGRANTES EN TRÁNSITO

Casas de Migrantes Órganos de gobierno


1. Objetivos, funcionamiento y problemáticas de la propia organización/in-
stitución.

a. ¿Cuál es el objetivo principal de su organización/institución?

b. ¿Cuál es su puesto y cuáles son sus funciones?

c. ¿Cuál es su objetivo en relación a la población migrante?; ¿cómo describi-


ría la relación de la organización/institución con la población migrante?

d. Desde la experiencia y las necesidades de la organización/institución,


¿cuáles son las problemáticas emergentes que detecta ante la nueva situación por la
pandemia entre la población migrante?

e. ¿Qué acciones toma su organización/institución para afrontar estas prob-


lemáticas?; ¿cuáles son las principales dificultades u obstáculos que encuentran para
afrontar estas problemáticas?

f. En relación al presupuesto con el que se cuenta en su organización/in-


stitución ¿es suficiente?; ¿cómo se ejerce/distribuye?

g. En los últimos tiempos, se ha visto que las casas de migrantes han ido
ampliando sus instalaciones con la incorporación de nuevos edificios para dar alojami-
ento a más personas. Después de la pandemia, con las medidas de sana distancia, ¿qué
evaluación hace de estos espacios? ¿Siguen siendo operables? ¿No consideran trabajar
en una descentralización, por ejemplo, generando espacios de albergue menores pero
multiplicados?

h. ¿Cómo evalúan la situación con el entorno, ya sea vecinos, instituciones


locales o empresas aledañas? ¿Qué oportunidades de trabajo ven en el mejoramiento
de las relaciones con estas instancias?

2. Sobre las nuevas condiciones y circunstancias migratorias (tanto la que ob-


servan como espectadores ajenos como la que viven en su interacción con los
migrantes)
a. Dada la situación actual por la pandemia ¿qué nuevas dinámicas migra-
torias observan? (Repetido… buscar nuevos enfoques del cambio, no tan relacionados
con la propia organización)
b. ¿De qué forma afecta esta situación a la integración social de las personas
migrantes?
c. ¿De qué forma afecta esta situación a la movilidad de las personas mi-
grantes?
Ficient et quunt acepudi de pliquam ea quaspit aspiend elique nis quias maio. Nosti
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d. ¿Qué efecto tiene en la percepción/imaginario social de la figura del mi-
grante?

e. ¿De qué forma afecta al acceso a servicios sociales de las personas mi-
grantes? (salud, educación, trabajo)

f. ¿De qué forma se garantiza el acceso a servicios de salud pública de la


población migrante en este contexto?, ¿Existen mecanismos? ¿Qué mecanismos han
implementado? ¿De qué forma se extiende ese conocimiento al personal que tiene
contacto con la población migrante?

g. ¿Qué apoyos para mejorar las condiciones/atención en relación al tema


del Covid 19 de personas migrantes han recibido?; ¿Por parte de qué organismo/in-
stitución?

h. En relación al presupuesto ante el COVID19, ¿cuenta con presupuesto ex-


traordinario para atender esta situación?; ¿se ha modificado su presupuesto debido a
la pandemia?

3. Relaciones interinstitucionales e interorganizacionales + Obstáculos y for-


talezas para la coordinación entre actores

a. ¿Qué organizaciones/instituciones diría que son los principales soportes/


aliados de la organización/institución?, ¿porqué cree que tienen buena relación?

b. ¿Con qué organizaciones tienen una relación más problemática?, ¿en qué
sentido?

c. ¿Qué organizaciones considera usted que deberían o le gustaría contactar


para apoyarse que al momento no lo han hecho?; ¿porqué le gustaría/porqué no lo ha
hecho?

d. Explorar organizaciones civiles, de gobierno e internacionales: ¿Con cuáles


de estas tienen más relación?; ¿cómo es esta relación [considerar relaciones tanto de
colaboración como de conflicto]?; si hay dificultades, ¿a qué se deben las dificultades?;
¿qué debería cambiar para que estas relaciones sean más efectivas?; ¿qué podrían ust-
edes cambiar para que estas relaciones sean más efectivas?

e. ¿Con qué asociaciones civiles tienen más relación?; ¿cómo es esta relación
[considerar relaciones tanto de colaboración como de conflicto]?; si hay dificultades, ¿a
qué se deben las dificultades?; ¿qué debería cambiar para que estas relaciones sean
más efectivas?; ¿qué podrían ustedes cambiar para que estas relaciones sean más efec-
tivas?

f. ¿Con qué organismos internacionales tienen más relación?; ¿cómo es esta


relación [considerar relaciones tanto de colaboración como de conflicto]?; si hay difi-
cultades, ¿a qué se deben las dificultades?; ¿qué debería cambiar para que estas rela-
ciones sean más efectivas?; ¿qué podrían ustedes cambiar para que estas relaciones
sean más efectivas?
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g. ¿Con qué casas de migrantes y asociaciones de índole religiosa tienen más
relación?; ¿cómo es esta relación [considerar relaciones tanto de colaboración como de
conflicto]?; si hay dificultades, ¿a qué se deben las dificultades?; ¿qué debería cambiar
para que estas relaciones sean más efectivas?; ¿qué podrían ustedes cambiar para que
estas relaciones sean más efectivas?

h. ¿Con qué académicos o instituciones educativas tienen más relación?;


¿cómo es esta relación [considerar relaciones tanto de colaboración como de conflic-
to]?; si hay dificultades, ¿a qué se deben las dificultades?; ¿qué debería cambiar para
que estas relaciones sean más efectivas?; ¿qué podrían ustedes cambiar para que estas
relaciones sean más efectivas?

i. ¿Con qué órganos de gobierno tienen más relación [diferenciar los 3 nive-
les de gobierno]?; ¿cómo es esta relación [considerar relaciones tanto de colaboración
como de conflicto]?; si hay dificultades, ¿a qué se deben las dificultades?; ¿qué debería
cambiar para que estas relaciones sean más efectivas?; ¿qué podrían ustedes cambiar
para que estas relaciones sean más efectivas?

j. Desde un punto de vista más integral (considerando en conjunto a todos


los actores relevantes), ¿qué obstáculos encuentran para que se dé una coordinación
efectiva entre todos?; ¿qué fortalezas detecta en las relaciones existentes entre actores
para construir una acción coordinada más efectiva?; ¿qué acciones concretas propond-
ría implementar para lograr esta mayor efectividad en la coordinación entre organiza-
ciones/instituciones?

4. Aplicación de estándares internacionales de protección de los derechos hu-


manos de las personas migrantes

a. ¿Podría describirnos cuál era la situación de los derechos humanos de


las personas migrantes en tránsito antes de la pandemia? ¿Cuáles eran las principales
problemáticas a la que se tenían que enfrentar los migrantes en su tránsito por México
antes de la pandemia?

b. ¿Podría describirnos cual es la situación de los derechos humanos en


tránsito por México en contexto de pandemia? ¿Cómo ha afectado la pandemia a la
situación de los derechos humanos de los migrantes en tránsito en México en compar-
ación con la situación anterior?

c. ¿Considera usted que la autoridad actúa conforme a los estándares na-


cionales e internacionales de protección de derechos humanos? Si considera que si
¿Cómo se observa? Si considera que no ¿Cuáles considera que son las principales in-
compatibilidades entre los estándares nacionales e internacionales en materia de dere-
chos humanos y la actuación de la autoridad?

d. Si es usted autoridad ¿Aplica los estándares nacionales e internacionales


en materia de protección de derechos humanos? Si lo aplica ¿Cómo y en qué medida lo
hace? Si no lo aplica ¿Qué le impide aplicarlos?

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f. Por lo que le ha tocado trabajar en el tema ¿Ha conocido de situaciones
en la que la ley haya generado situaciones que afecten los derechos humanos de las
personas migrantes? En caso de que sí ¿Nos podría ilustrar con un caso?

5. Evaluación de desensamblajes y transformaciones en la situación migratoria

a. ¿Qué nuevos actores sociales emergen en este contexto? ¿Cuáles son las
acciones principales de estos actores dentro del contexto de la pandemia actual?

b. ¿Qué actores han reducido (o suspendido) su participación en el tema mi-


gratorio?; ¿por qué razón?

c. Se entiende que en gran medida el comportamiento de la migración y


la percepción social hacia la misma tiene que ver con las diferentes categorizaciones
administrativas de la misma (por ejemplo, la diferencia entre migrantes y refugiados).
¿Cómo evalúas este asunto? ¿Consideras necesaria una revisión al respecto? ¿Cómo
interpretas el advenimiento del refugio en el país?

d. Una de las novedades de los últimos tiempos en México en la materia es


la incorporación de la migración de tránsito. ¿Qué vías habría que seguir para imple-
mentar políticas de integración social con esta migración, con personas en situaciones
de movilidad migratoria?

e. Dada la situación actual por la pandemia ¿qué nuevas dinámicas migrato-


rias observan?; ¿Cómo vislumbra que se desarrolle esta situación a futuro? (RR… reflex-
ión final, vertientes del cambio no abordadas en la entrevista)

Muchas gracias por su participación. Ya para terminar únicamente me gustaría pregun-


tarle si estaría dispuesto usted o alguien de su organización/institución para participar
en un grupo de debate que llevaremos a cabo dentro de un par de meses. La idea del
mismo es que entre ustedes puedan contrastar ideas, perspectivas y problemáticas, así
como tratar de generar sinergias que les ayuden a colaborar y tomar decisiones más
eficaces y adaptadas a la nueva situación..

Mil gracias por su ayuda.

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