Actividad 02
Actividad 02
Actividad 02
Actividad N° 02
PROPÓSITOS DE APRENDIZAJE
Criterios de
evaluación Evidencias de
Competencia y capacidades Desempeños precisados
aprendizaje
ÁREA: COMUNICACIÓN
¿Qué necesitamos hacer antes de la sesión? ¿Qué recursos o materiales se utilizarán en
esta sesión?
- Preparar fotografía de la tapa de la obra • Cuaderno
“Robinson Crusoe” • Lápiz o lapicero
- Preparar el audio libro de “Robinson Crusoe” • Audio
- • Fotografía de la tapa de la obra.
• Texto: “Fragmento de la novela Robinson
Crusoe”
• Ficha de actividad de extensión
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
INICIO:
Recordamos que la actividad anterior, evocaron recuerdos familiares, reflexionaron sobre ellos y los
pudiste compartir. Los recuerdos forman parte importante de nuestra vida personal, familiar y social, ya
sea porque traen consigo alegrías o tristezas, o porque significaron un cambio importante para nosotros.
Hoy, leerán el fragmento de una novela juvenil de aventuras, donde el narrador recuerda en qué
circunstancias familiares inició su historia.
Se presenta la fotografía de la tapa de la obra “Robinson Crusoe” de Daniel Defoe.
Responden las preguntas: ¿Sobre qué creen que trate la narración del libro? ¿Qué te hace pensar eso?
¿Alguna vez escuchaste sobre esa historia?
Se comunica el propósito o meta de la sesión:
IDENTIFICAR INFORMACIÓN SOBRE RECUERDOS
FAMILIARES Y DE NUESTRA COMUNIDAD EN TEXTOS
NARRATIVOS.
Recordamos las siguientes recomendaciones:
Respetar el turno para hablar.
Prestar atención.
Participar durante la clase.
DESARROLLO:
Narrar es una actividad inherente al ser humano. Vivimos
rodeados de historias que expresamos y, en otros
momentos, escuchamos. Están en el día a día de manera
espontánea o anecdótica; por ejemplo, cuando nuestra
mamá llega del trabajo y nos cuenta qué hizo ese día, o
cuando le contamos qué hicimos para resolver la tarea o cómo nuestro abuelito logró ser atendido en el
centro de salud. Algunas narraciones son parte de nuestra cultura oral: los relatos, las leyendas y los
mitos. Otras, como recordarás, también pueden ser escritas, como en el caso de los cuentos o las
novelas.
Un texto narrativo, sea oral o escrito, es un conjunto de acontecimientos que se desarrollan
en un lugar a lo largo de un determinado espacio temporal, e incluye la participación de
diversos personajes que pueden ser reales (en las noticias, las crónicas periodísticas, las
anécdotas, los relatos, las biografías) o ficticios (en los cuentos, los mitos, las leyendas, las
fábulas, las novelas, las autobiografías); por lo tanto, un texto narrativo puede basarse en
hechos reales o en situaciones de ficción.
Hoy, conoceremos un poco más acerca de los textos narrativos y reflexionarás sobre cómo
los recuerdos operan en nuestras vidas al analizar el fragmento de una novela de aventuras y
el desencadenamiento de las acciones.
Realizamos el ejercicio de recordar:
Durante la niñez, han escuchado y leído muchas historias en
tu casa, en tu comunidad y en la escuela. Seguro, en
algún momento, por propia iniciativa, buscaron textos
narrativos de tu agrado en la biblioteca, asististe a eventos
culturales de narración oral o ingresaste a algunas
páginas de Internet donde presentan videos de narradores
orales o textos completos para leerlos. ¿Recuerdas
alguno que te haya gustado mucho, sea oral o escrito?,
¿cuándo fue?, ¿te causó tristeza, alegría, miedo o
incertidumbre?, ¿por qué?, ¿era real o ficticio?
A continuación, leerán el fragmento de una novela juvenil
llamada Robinson Crusoe,
Se sugiere lo siguiente:
- Lee el recuadro con los datos referenciales de la
obra. Te ayudarán a comprender mejor el fragmento.
- Identifica el título y responde: ¿Quién crees que es Robinson Crusoe?
- Lee las primeras líneas del texto y responde: ¿Quién narra los hechos?
- Realiza una primera lectura para que te familiarices con el contenido del texto. ¡Disfruta, te va a
encantar!
Durante la primera lectura, se habrán dado cuenta de que el texto está narrado en primera persona y
quien narra (la voz que habla) es un personaje, no el autor.
Responde: ¿El texto se narra en presente, pasado o futuro?
Ahora, antes de volver a leer el texto, revisan la meta de esta actividad y responde en tu cuaderno o en
una hoja de reúso: ¿Con qué propósito leeré?
¡A leer otra vez!
Cuando lean nuevamente el fragmento, te sugerimos lo siguiente:
- Lee el texto de corrido. No te detengas en alguna palabra cuyo significado no conozcas.
- Luego, relee el texto con más calma y, principalmente, aquellos párrafos que te agraden o que no
hayas comprendido del todo.
- No te olvides de identificar de quién es la voz que narra la historia. Mientras lees, pregúntate en
determinados momentos: ¿Quién dice esto? ¿A qué o a quién se refiere?
¡Sigamos comprendiendo!
Profundiza en su contenido a partir de las siguientes preguntas. Escribe las respuestas en tu cuaderno o
en una hoja de reúso:
A partir de lo analizado, han descubierto que Robinson Crusoe es el personaje principal, porque todos
los hechos giran en torno a él y es quien narra su historia de manera autobiográfica. Esto es notorio, ya
que escribe en primera persona y cuenta los hechos como acciones pasadas. También, en el transcurso
de la narración, se asegura de que nos ubiquemos en el tiempo y en el lugar de la historia.
Recuerda
Un lector meticuloso es capaz de identificar los detalles de una obra literaria; por ejemplo, el uso de
conectores, quién es el narrador y los recursos que se utilizan para atraer al lector: la descripción de
los hechos, la expresión de emociones y sentimientos entre los personajes, los pensamientos y
recuerdos de quien narra, así como los elementos de incertidumbre, misterio o riesgo que se
requieren en toda obra literaria.
Ten en cuenta que has leído este texto narrativo para conocer más sobre él y reflexionan acerca de
cómo se construyen o forman los recuerdos, que es lo que profundizarán en los próximos días. Por eso,
la siguiente tarea será un reto.
Sobre la base del siguiente cuadro, revisan sus respuestas y mejoran:
Para responder las preguntas, ¿qué hiciste? Sí No
Preguntas 1, 2 y 3: buscaste en el texto datos explícitos (están nombrados
en el texto). Sobre la pregunta 2, los datos se encuentran en diferentes
párrafos. Algunos son nombrados y otros se tienen que Interpretar y unir
para poder responder. Buscaste tanto en el cuadro de datos referenciales
como en el fragmento del texto.
Preguntas 4, 5 y 7: relacionaste las ideas y las interpretaste. Sobre la
pregunta 4, explicaste con tus propias palabras el párrafo o los párrafos
donde se explica qué motivó el recuerdo de Robinson sobre su padre
(causa-consecuencia). Sobre la pregunta S, relacionaste la cita con el
contenido del texto para deducir cómo se sintió Robinson con la decisión de
haber ¡do al mar, después de todo lo que le dijo su padre. Sobre la pregunta
7, relacionaste las ideas del padre y escribiste en pocas palabras cómo la
pasaría Robinson si decidía ir al mar.
Pregunta 6: relacionaste la experiencia del recuerdo de Robinson y lo que
profundizaste sobre los recuerdos en la actividad del día 1.
Preguntas 8 y 9: opinaste sobre las acciones que se produjeron en la
historia. Al sustentar, utilizaste las ideas del texto.
Preguntas 10 y 11: reflexionaste sobre para qué el autor utiliza recursos
literarios y te diste cuenta de la función que cumplen los conectores y el
narrador.
Con tu familia
Cuentan a sus familiares de qué trató el fragmento de la novela y, luego, pregúntales qué recuerdos
significativos vienen a su mente a partir de lo que les has contado.
Anota en una hoja de reúso aquello que te llame más la atención.
CIERRE
Comentan que en las próximas actividades conversarán más acerca de los recuerdos familiares.
Reflexiona respondiendo las siguientes preguntas:
- ¿Qué aprendí hoy sobre los textos narrativos y los recuerdos?, ¿cómo lo hice?
- ¿Qué se me hizo fácil aprender? ¿Qué fue difícil?, ¿por qué?
Aplican lo aprendido realizando las actividades de extensión (Anexo 1)
Anexo 1
Fragmento de la novela Robinson Crusoe
Esta obra es una novela escrita por el inglés Daniel Defoe, publicada en
1719. Se dice que en ella se narra la historia real del marino
Alexander Selkirk, quien fue abandonado en la isla de Más a Tierra
(Chile), ubicada en el océano Pacífico. En la obra, el personaje
principal narra las aventuras que pasó durante 28 años en una remota
isla desierta tropical de las costas de Venezuela y Trinidad.
La historia inicia con Robinson Crusoe narrando quién es y cómo fue la
conversación que tuvo con su padre antes de decidir irse al mar. Él
era el menor de tres hermanos. Cuenta que sus padres no estaban de
acuerdo con su decisión, pues querían que fuese abogado. A
continuación, lee un fragmento de este interesante relato:
Robinson Crusoe
(Autor: Daniel Defoe) (Fragmento)
(...)
Después de esto, me rogó encarecidamente y del modo más afectuoso posible, que no actuara como un
niño, que no me precipitara a las miserias de las que la naturaleza y el estado en el que había nacido me
eximían. Me dijo que no tenía ninguna necesidad de buscarme el pan; que él sería bueno conmigo y me
ayudaría cuanto pudiese a entrar felizmente en el estado de la vida que me había estado aconsejando; y
que, si no me sentía feliz y cómodo en el mundo, debía ser simplemente por mi destino o por mi culpa; y
que él no se hacía responsable de nada porque había cumplido con su deber, advirtiéndome sobre unas
acciones que, él sabía, podían perjudicarme. En pocas palabras, que, así como sería bueno conmigo si me
quedaba y me asentaba en casa como él decía, en modo alguno se haría partícipe de mis desgracias,
animándome a que me fuera. Para finalizar, me dijo que tomara el ejemplo de mi hermano mayor, con
quien había empleado inútilmente los mismos argumentos para disuadirlo de que fuera a la guerra en los
Países Bajos, quien no pudo controlar sus deseos de juventud y se alistó en el ejército, donde murió; que
aunque no dejaría de orar por mí, se atrevía a decirme que si no desistía de dar un paso tan absurdo, no
tendría la bendición de Dios; y que en el futuro, tendría tiempo para pensar que no había seguido su
consejo cuando tal vez ya no hubiera nadie que me pudiese ayudar.
Me di cuenta, en esta última parte de su discurso, que fue verdaderamente profético, aunque supongo que
mi padre no lo sabía en ese momento; decía que pude ver que por el rostro de mi padre bajaban
abundantes lágrimas, en especial, cuando hablaba de mi hermano muerto; y cuando me dijo que ya tendría
tiempo para arrepentirme y que no habría nadie que pudiese ayudarme, estaba tan conmovido que se le
quebró la voz y tenía el corazón tan oprimido, que ya no pudo decir nada más.
Me sentí sinceramente emocionado por su discurso, ¿y quién no?, y decidí no pensar más en viajar sino en
establecerme en casa, conforme con los deseos de mi padre. Mas, ¡ay!, a los pocos días cambié de opinión
y, para evitar que mi padre me siguiera importunando, unas semanas después, decidí huir de casa. Sin
embargo, no actué precipitadamente, ni me dejé llevar por la urgencia de un primer impulso. Un día, me
pareció que mi madre se sentía mejor que de ordinario y, llamándola aparte, le dije que era tan grande mi
afán por ver el mundo, que nunca podría emprender otra actividad con la determinación necesaria para
llevarla a cabo; que mejor era que mi padre me diera su consentimiento a que me forzara a irme sin él; que
tenía dieciocho años, por lo que ya era muy mayor para empezar como aprendiz de un oficio o como
ayudante de un abogado; y que estaba seguro de que si lo hacía, nunca lo terminaría y, en poco tiempo,
huiría de mi maestro para irme al mar. Le pedí que hablara con mi padre y le persuadiera de dejarme hacer
tan solo un viaje por mar. Si regresaba a casa porque no me gustaba, jamás volvería a marcharme y me
aplicaría doblemente para recuperar el tiempo perdido.
Estas palabras enfurecieron a mi madre. Me dijo que no tenía ningún sentido hablar con mi padre sobre
ese asunto, pues él sabía muy bien cuál era mi interés en que diera su consentimiento para algo que podía
perjudicarme tanto; que ella se preguntaba cómo podía pensar algo así después de la conversación que
había tenido con mi padre y de las expresiones de afecto y ternura que había utilizado conmigo; en pocas
palabras, que si yo quería arruinar mi vida, ellos no tendrían forma de evitarlo, pero que tuviera por cierto
que nunca tendría su consentimiento para hacerlo; y que, por su parte, no quería hacerse partícipe de mi
destrucción para que nunca pudiese decirse que mi madre había accedido a algo a lo que mi padre se
había opuesto.
Aunque mi madre se negó a decírselo a mi padre, supe después que se lo había contado todo y que mi
padre, muy acongojado, le dijo suspirando:
—Ese chico sería feliz si se quedara en casa, pero si se marcha, será el más miserable y desgraciado de
los hombres. No puedo darle mi consentimiento para esto.
En menos de un año, me di a la fuga. Durante todo ese tiempo me mantuve obstinadamente sordo a
cualquier proposición encaminada a que me asentara. A menudo discutía con mi padre y mi madre sobre
su rígida determinación en contra de mis deseos. Mas, cierto día, estando en Hull, a donde había ido por
casualidad y sin ninguna intención de fugarme: estando allí, como digo, uno de mis amigos, que se
embarcaba rumbo a Londres en el barco de su padre, me invitó a acompañarlos, con el cebo del que
ordinariamente se sirven los marineros, es decir, diciéndome que no me costaría nada el pasaje. No volví a
consultarle a mi padre ni a mi madre, ni siquiera les envié recado de mi decisión. Más bien, dejé que se
enteraran como pudiesen y sin encomendarme a Dios o a mi padre, ni considerar las circunstancias o las
consecuencias, me embarqué el primer día de septiembre de 1651, día funesto, ¡Dios lo sabe!, en un barco
con destino a Londres. Creo que nunca ha existido un joven aventurero cuyos infortunios empezasen tan
pronto y durasen tanto tiempo como los míos. Apenas la embarcación había salido del puerto, se levantó
un fuerte vendaval y el mar comenzó a agitarse con una violencia aterradora. Como nunca antes había
estado en el mar, empecé a sentir un malestar en el cuerpo y un terror en el alma muy difíciles de expresar.
Comencé entonces a pensar seriamente en lo que había hecho y en que estaba siendo justamente
castigado por el Cielo por abandonar la casa de mi padre y mis obligaciones. De repente recordé todos los
buenos consejos de mis padres, las lágrimas de mi padre y las súplicas de mi madre. Mi corazón, que aún
no se había endurecido, me reprochaba por haber desobedecido a sus advertencias y haber olvidado mi
deber hacia Dios y hacia mi padre.
Mientras tanto, la tormenta arreciaba y el mar, en el que no había estado nunca antes, se encrespó
muchísimo, aunque nada comparado con lo que he visto otras veces desde entonces; no, ni con lo que vi
pocos días después. Sin embargo, era suficiente para asustarme, pues entonces apenas era un joven
navegante que jamás había visto algo así. A cada ola, esperaba que el mar nos tragara y cada vez que el
barco caía en lo que a mí me parecía el fondo del mar, pensaba que no volvería a salir a flote. En esta
agonía física y mental, hice muchas promesas y resoluciones. Si Dios quería salvarme la vida en este viaje,
si volvía a pisar tierra firme, me
iría directamente a casa de mi
padre y no volvería a montarme
en un barco mientras viviese;
seguiría sus consejos y no
volvería a verme sumido en la
miseria. Ahora veía claramente la
bondad de sus argumentos a favor
del estado medio de la vida y lo
fácil y confortablemente que había
vivido sus días, sin exponerse a
tempestades en el mar ni a problemas en la tierra. Decidí que, como un verdadero hijo pródigo arrepentido,
iría a la casa de mi padre.
(...)
Recuperado de https://bit.lv/3knpmX8
Anexo 2
Actividad de extensión
Continúa leyendo un fragmento de Róbinson Crusoe
Róbinson Crusoe
(Fragmento)
Daniel Defoe
30 de septiembre de 1659. Yo, pobre y miserable
Róbinson Crusoe, habiendo naufragado durante una
terrible tempestad, llegué más muerto que vivo a esta
desdichada isla a la que llamé la Isla de la
Desesperación, mientras que el resto de la tripulación
del barco murió ahogada.
Pasé el resto del día lamentándome de la triste
condición en la que me hallaba, pues no tenía comida, ni
casa, ni ropa, ni armas, ni un lugar a donde huir, ni la
más mínima esperanza de alivio y no veía otra cosa que la
muerte, ya fuera devorado por las bestias, asesinado
por los salvajes o asediado por el hambre. Al llegar la
noche, dormí sobre un árbol, al que subí por miedo a las
criaturas salvajes, y logré dormir profundamente a pesar de
que llovió toda la noche.
1 de octubre. Por la mañana vi, para mi sorpresa, que el
barco se había desencallado al subir la marea y había
sido arrastrado hasta muy cerca de la orilla. Por un lado,
esto supuso un consuelo, porque, estando erguido y no
desbaratado en mil pedazos, tenía la esperanza de
subir a bordo cuando el viento amainara y rescatar los
alimentos y las cosas que me hicieran falta; por otro
lado, renovó mi pena por la pérdida de mis compañeros, ya
que, de habernos quedado a bordo, habríamos salvado el barco o, al menos, no todos habrían perecido
ahogados; si los hombres se hubiesen salvado, tal vez habríamos construido, con los restos del barco, un
bote que nos pudiese llevar a alguna otra parte del mundo. Pasé gran parte del día perplejo por todo esto,
mas, viendo que el barco estaba casi sobre seco, me acerqué todo lo que pude por la arena y luego nadé
hasta él. Ese día también llovía, aunque no soplaba viento.
Del 1 al 24 de octubre. Pasé todos estos días haciendo viajes para rescatar todo lo que pudiese del barco
y llevarlo hasta la orilla en una balsa cuando subiera la marea. Llovió también en estos días, aunque con
intervalos de buen tiempo; al parecer, era la estación de lluvia.
20 de octubre. Mi balsa volcó con toda la carga porque las cosas que llevaba eran mayormente pesadas,
pero como el agua no era demasiado profunda, pude recuperarlas cuando bajó la marea.
25 de octubre. Llovió toda la noche y todo el día, con algunas ráfagas de viento. Durante ese lapso de
tiempo, el viento sopló con fuerza y destrozó el barco hasta que no quedó más rastro de él, que algunos
restos que aparecieron cuando bajó la marea. Me pasé todo el día cubriendo y protegiendo los bienes que
había rescatado para que la lluvia no los estropeara.
26 de octubre. Durante casi todo el día recorrí la costa en busca de un lugar para construir mi vivienda y
estaba muy preocupado por ponerme a salvo de un ataque nocturno, ya fuera de animales u hombres.
Hacia la noche, encontré un lugar adecuado bajo una roca y tracé un semicírculo para mi campamento, que
decidí fortificar con una pared o muro hecho de postes atados con cables por dentro y con matojos por
fuera.
Del 26 al 30 de octubre. Trabajé con gran empeño para transportar todos mis bienes a mi nueva vivienda
aunque llovió buena parte del tiempo.
I. Responde en tu cuaderno:
1. ¿Qué tipo de texto es este? ¿Cómo lo sabes?
______________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________
______________________________________________________________
3. ¿Qué nombre le puso Robinson Crusoe a la isla donde llegó? ¿Estás de acuerdo con ese
nombre? ¿Por qué?
______________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________
______________________________________________________________
5. Al leer este texto, ¿qué características de personalidad puedes descubrir en Róbinson Crusoe?
______________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________
______________________________________________________________
7. Por lo que has leído en este fragmento, ¿te gustaría leer el texto completo? ¿Por qué?
______________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________
______________________________________________________________
II. Completa la línea de tiempo con los principales hechos que ocurrieron en la vida de Robinson
Crusoe, entre el 30 de septiembre y el 30 de octubre de 1659.
INSTRUMENTO:
Escala de Valoración
Lee diversos tipos de textos escritos en su lengua materna.
Obtiene información del texto escrito.
Infiere e interpreta información del texto.
Criterios
Identifica información explícita, Lee textos narrativos e identifica
relevante y complementaria información sobre los recuerdos
que se encuentra en distintas narrativos familiares y de su
partes del texto narrativo comunidad.
N° Nombres y Apellidos “Robinson Crusoe”.
Selecciona datos específicos e
integra información explícita
cuando se encuentra en
distintas partes del texto
Lo hace Lo hace No lo Lo hace Lo hace No lo
con ayuda hace con ayuda hace
1 ALVAREZ VEGA EVAN