Teologia Paulina Charles Ryrie
Teologia Paulina Charles Ryrie
Teologia Paulina Charles Ryrie
1. LA NATURALEZA DE Dios
A. Los de Revelación
Pablo enumera varias formas en las cuales el Dios viviente se ha revelado
a sí mismo.
B. El Contenido de la Revelación
C. El Propósito de la Revelación
No sólo para los judíos sino para todos los hombres, la revelación trae
responsabilidad. La reacción del hombre a lo que Dios ha revelado,
cualquiera que sea su significado o contenido, determinará su aceptación o
rechazo por Dios (Ro. 1:21-32; 2:7-8). Para el cristiano la oportunidad del
conocimiento de la verdad de Dios tal como ha sido revelada por el Espíritu
Santo trae la responsabilidad para madurar y no vivir carnalmente (1 Co.
2:10-3:2). El ser confrontado con Dios trae automáticamente una
responsabilidad, y todos los hombres han sido confrontados en algún grado.
A. La Terminología
En sus Epístolas Pablo usa por lo menos ocho palabras diferentes para
referirse al concepto de la soberanía de Dios. (1) Proorizó, vocablo que nunca
aparece en la Septuaginta o en el griego clásico y está sólo en Hechos 4:28
fuera de los escritos de Pablo, significa un señalamiento de antemano (Ro.
8:29-30; 1 Co. 2:7; Ef. 1:5, 11). Pablo siempre habla de lo que esto significa
en relación al destino final de los que han sido señalados. (2) Proginóskó.
conocer de antemano (Hch. 2:23; 26:5; Ro. 8:29; 11:2; 1 P. 1:2, 20; 2 P. 3:17),
no enfatiza un simple prever sino una relación activa entre aquel que conoce
de antemano y aquellos que son conocidos con anterioridad. (3) Eklegó,
escoger, Pablo lo usa para enfatizar la idea de selección libre. Debe notarse
que cuando Pablo usa dicho verbo para describir la acción de Dios emplea la
voz media, indicando que la elección de Dios fue hecha libremente y para sí
mismo. (1 Co. 1:27-28; Ef. 1:4). Otras palabras en el vocabulario paulino son
(4) klétos, llamado (Ro. 1:1, 7; 8:28; 1 Co. 1:1, 2, 24); (5) protithémi,
proponerse (Ro. 1:13; 3:25; Ef. 1:9); (6) boulé, voluntad (Hch. 13:26; 20:27;
Ef. 1:11); (7) thélema, voluntad (Ef. 1:11); y (8) eudokia, efecto (1:5, 9; Fil.
2:13; 2 Ts. 1:11). Así que los conceptos involucrados en esta doctrina
obviamente no están fundados sobre una simple palabra, o en unos cuantos
pasajes dispersados.
C. La Doctrina
Ningún hombre tuvo un sentido de Dios más intenso o más vital,-el eterno
(Ro. 16:26) e incorruptible (1:23), el Unico sabio (16:27), Quien hace
todas las cosas según su voluntad (1 Co. 15:38; 12:18; Col. 1:19. 15), y
cuyos caminos son inescrutables (Ro. 11:33): delante de quien los
hombres deben, por lo tanto, inclinarse en humildad y absoluta
dependencia, reconociendo en El al único poder moldeador tanto en la
historia como en la vida del individuo (Ro. 9). De El y a través de El y
para El, exclama fervientemente, son todas las cosas (Ro. 11:36: cf. 1 Co.
8:6); El está sobre todo y a través de todo y en todo (Ef. 4:6; cf. Col.
1:16). El hizo todas las cosas según el designio de su voluntad (Ef. 1:11);
todo lo que es, en una palabra, debe su existencia y persistencia y su
acción y origen a EI.3
A. La Humanidad de Cristo
2. La vida de Cristo. Aún cuando Pablo nunca hubiera visto a jesús en los
días de su humillación, habla de un número de sucesos de Su vida. Pablo apela
a la generosidad, mansedumbre, y generalmente al carácter humilde de la vida
de Jesús (2 Co. 10:1; Fil. 2:1-8). La impecabilidad del Señor es afirmada (2
Co. 5:21). Pero es el relato de los sucesos relacionados con la muerte de
Cristo lo que aparece más fre cuentemente en los escritos de Pablo (Ro. 6:1-
10; 1 Co. 2:8; 5:7; 11:23-25; 15:1-3; Gá. 2:20; 3:13). El uso que Pablo hace
de estos hechos no es al estilo de una simple enumeración de ellos, sino que
generalmente lo hace en conexión con una enseñanza doctrinal.
B. La Deidad de Cristo
C. El Señorío de Cristo
Pablo raras veces usa el sustantivo jesús por sí solo (cf. Ro. 8:11; 10:9: 1
Co. 12:3; 2 Co. 4:5, 11, 14; 11:4; Gá. 6:17). En total dicho vocablo solamente
aparece en ocho referencias indiscutibles. El título Señor ocurre por lo menos
144 veces además de otras 95 veces en conexión con el nombre propio
Jesucristo. El señorío de Cristo, manifiestamente, se destacaba sobre manera
en el pensamiento de Pablo.
V. EL ESPIRITU
Los significados de las muchas palabras griegas que Pablo usa para definir
el pecado elaboran su concepto. El pecado es fallar el blanco (Ro. 5:12-6:1,
15), el cual es un acto positivo que involucra no sólo fallar lo correcto, sino
pegar en lo incorrecto. Fallar el blanco no es un concepto negativo de omisión,
sino un acto positivo de comisión. El pecado es transgresión, lo cual es
desobediencia voluntaria (Ro. 2:23: Gá. 3:19; 1 Ti. 2:14). El pecado es una
caída o una desviación de la verdad (Ro. 5:15, 17-18). El pecado es un
descuido de la verdad, una renuencia a escuchar (Ro. 5:19: 2 Co. 10:6). Es
injusticia (Ro. 1:18, Col. 3:25). impiedad (Ro. 1:18, Tit. 2:12), iniquidad (2
Ts. 2:3; ]'it. 2:14), ignorancia (Ef. 4:18), derrota o pérdida (Ro. 11:12: 1 Co.
6:7), y grave impiedad (Ro. 1:29-31; 1 Co. 5:8). De la forma en que Pablo usa
los distintos vocablos que expresan el concepto del pecado, es evidente que
(1) dicho concepto estaba tan bien definido que en todos los casos es claro a
qué clase de pecado se refiere; (2) el concepto del pecado es polifacético; y
(3) la mayoría de las palabras aparecen en la epístola a los Romanos.
Con respecto al origen del pecado en la raza humana, Pablo enseña que
empezó con la transgresión de Adán (Ro. 5:12-21). Eva fue engañada por
Satanás (2 Co. 11:3; 1 Ti. 2:14), Adán fue el puente a través del cual el pecado
entró en la raza (Ro. 5:12a), y "todos pecaron" (Ro. 5:12b). Es el significado
de la frase todos pecaron lo que es de importancia primordial para un
entendimiento del origen del pecado. Nadie cuestiona que fue a través de Adán
que el pecado entró en la experiencia de la raza, pero lo que sí es cuestionado
es sí este suceso tuvo lugar por estar la raza en Adán. Por ejemplo, Finney
dice que Adán como la cabeza de la raza meramente influyó a su posteridad al
exponerlos a una tentación peligrosa. El niega enfáticamente una
pecaminosidad constitucional.' Algunas veces se ha argumentado que estar "en
Adán" significa afectación por el pecado de Adán, pero no participación en él.
"Si ellos pecaron, su pecado se debió en parte a las tendencias heredadas de
Adán ... La Caída les dió predisposición al El bartianismo, aunque destaca la
solidaridad del pecado en la raza humana, niega que este se originó en Adán,
porque el relato de Génesis 3 pertenece a un campo de la historia carente de
evidencias adicionales. Brunner declara que la cuestión del pecado original es
añadido al relato.'
Pablo trata con el pecado con relación a otros dos conceptos importantes:
la carne y la ley. Aunque Pablo usa la palabra carne para designar la materia
que compone al cuerpo (1 Co. 15:50; Ef. 5:30; 6:12) y como un sinónimo para
la totalidad del hombre (Ro. 3:20; 1 Co. 1:29), su uso principal es ético. La
carne simboliza aquello que es pecaminoso (Ro. 7:18, 25; 8:1-9, 12-16). Es la
naturaleza humana del hombre la que está gobernada por el pecado. La carne,
en ese sentido, afecta toda la vida del hombre no redimido, y sólo puede
dirigirle a la muerte espiritual, porque está en enemistad contra Dios (Ro. 8:5-
8). La base para la victoria del cristiano depende de una crucifixión hecha una
vez por todas de la carne (Gá. 5:24) y de un control constante de ella por el
Espíritu (Gá. 5:17-23).
Aunque la Ley manifiesta estas cosas acerca del pecado, no puede proveer
al creyente con poder para darle la victoria sobre el pecado (Ro. 7:14-25). La
Ley no provee de la motivación propia porque dice "tengo que" mientras que
la gracia dice "quiero". La Ley nunca puede dar poder para la santificación. El
legalismo es el peor enemigo de la santificación. Conectar la Ley con la
santificación del cristiano es derrotarlo de antemano.
A. La Naturaleza de la Redención
La redención tiene su fuente más profunda en Dios (Ro. 3:24; 1 Co. 1:30).
Involucra el pago del precio de un rescate (1 Co. 6:20; 7:23), y esto fue hecho
por el Dios-Hombre (Gá. 4:4-5). Sin embargo, no es la vida de Cristo lo que
redime, sino su muerte (Ef. 1:7; Col. 1:14 -sangre simboliza muerte, cf. Ro.
5:9-10). Así la redención fue cumplida por el acto justo del Hijo de Dios,
dando su vida como un rescate (Ro. 3:24; 5:18).
C. El Alcance de la Redención
En relación con los pecados, la redención incluye perdón (Ef. 1:7) y así
viene a ser la base de la justificación (Ro. 3:24). En relación con la Ley, la
redención provee de libertad y alivio. Porque el Redentor nació bajo la Ley,
los que creen pueden ser redimidos de su maldición y ser recibidos como
hijos. En relación con la ética, la redención por su propia naturaleza significa
que el redimido debe algo a quien lo redimió (1 Co. 6:20; Tít. 2:14). Aunque
el énfasis de Dios para el creyente siempre es uno de apelación a ser Su
esclavo, es, sin embargo, un requisito razonable por la propia naturaleza de la
redención.
A. El Significado de la Justificación
La justificación trae paz (Ro. 5:1) y santidad práctica (Ro. 6-8). La lógica
paulina es simple: porque somos justos en Cristo (lo cual es la base de la
justificación) debemos vivir justamente en este mundo (cf. Col. 3:1). La
soteriología de Pablo es ética en todas sus ramificaciones e implicaciones.
LA DOCTRINA DE LA IGLESIA
1. LA IGLESIA Es UN MISTERIO
II LA IGLESIA Es UN ORGANISMO
A. La Entrada al Organismo
b. Profecía (Ro. 12:6; I Co. 12:10; 14:1-40; Ef. 4:11). El ejercicio del don
de profecía incluye el recibir un mensaje de Dios por revelación especial, ser
guiado en su declaración, ser autenticado por Dios mismo. Este don debió de
haber sido ampliamente practicado en los tiempos del Nuevo Testamento,
aunque el registro sólo menciona a unos cuantos profetas específicamente
(Hch. 11:27; 13:1, 21:9). La Iglesia de Corinto evidentemente tenía profetas (1
Co. 14).
d. Sanidades (I Co. 12:9, 28, 30). Evidentemente ésta era una forma
específica del don de milagros.
e. Lenguas (1 Co. 12:10). Esta fue una habilidad dada por Dios de hablar
en otras lenguas, tanto en una lengua extranjera, como en una expresión
extática desconocida. El abuso de este don hizo que Pablo estipulase ciertas
regulaciones específicas para gobernar su ejercicio en la Iglesia. Debía ser
usado sólo para la edificación, sólo por dos o tres en una reunión sencilla y
luego sólo si estaba presente un intérprete, y nunca en preferencia a la profecía
(I Co. 14). El don de la interpretación es un corolario del don de lenguas.
i. Enseñanza (Ro. 12:7; 1 Co. 12:28; Ef. 4:11). Este es un don que puede
ser dado solo o en conexión con el de pastor. Concierne a la impartición de la
verdad a otros.
Para Pablo la Cena del Señor también tenía otros significados. La llama
una koinon(a o comunión (1 Co. 10:16). Así que la comunión espiritual con
Cristo es también parte de la Cena. También, la ordenanza recuerda a todos los
creyentes de su unidad en Cristo (I Co. 10:17). Estamos ligados en unidad
porque estamos ligados a Cristo.
C. La Disciplina en la Iglesia
También Pablo ordena el silencio para las mujeres (1 Co. 11:5, 13: 14:34;
1 Ti. 2:12). La mujer no debe enseñar o hablar en la asamblea pública de la
Iglesia ni aun hacer preguntas. Algunos han sostenido que 1 Corintios 11:5, 13
meramente prohibe que una mujer ore o profetice sin velo. Esto no podría ser
el significado dado por Pablo porque en la siguiente sección de la misma
Epístola donde trata más específicamente con la conducta en la adoración
pública, expresamente prohibe total mente que la mujer hable en la Iglesia (1
Co. 14:34). Difícilmente quiso Pablo cometer tan deliberada contradicción, lo
cual sería la única conclusión si 1 Corintios 11:5, 13 significa que si la mujer
lleva velo puede orar y profetizar (porque lo uno no puede ser aprobado sin lo
otro). Stevens ha expresado correctamente lo siguiente con relación a 1
Corintios 11:5, 13 y 14:34,
Nuevamente nótese que los puntos de vista de Pablo están relacionados con la
interpretación literal de los relatos de la creación en Génesis. No estaban
circunscritos a una situación particular en una iglesia local del primer siglo.
Esto era parte de su teología.
Aun el lector más casual de las Epístolas paulinas puede observar que la
verdad concerniente a la vida cristiana ocupa un amplio espacio en esos
escritos. Esto ha hecho que escritores sobre la teología Paulina afirmen que
para Pablo la doctrina de estar "en Cristo" es la central.' Tal conclusión goza
de pruebas abundantes porque muchas otras doctrinas están relacionadas al
estar "en Cristo", por ejemplo, la justificación (Ro. 8:1), la santificación (Ro.
6:1-10), la ética (Col. 3:1), y la escatología (1 Ts. 4:14-15). Tal vez sería más
exacto decir que la doctrina de estar "en Cristo" es el corazón de todas las
enseñanzas concernientes a la vida cristiana.
Pablo fue el mayor exponente del concepto de estar "en Cristo" en lo que
respecta a hacer dicho concepto normativo en el pensamiento y la experiencia
cristianas. La idea se encuentra en la enseñanza del Señor (Juan 14:20; 15:4),
pero generalmente hablando los Sinópticos ponen énfasis sobre el estar "con
(meta) Cristo" mientras Pablo habla de estar "en (en) Cristo".
Pablo no olvida mencionar que hay una obra que corresponde hacer al
creyente en la santificación. La presentación de la vida es el punto de partida
para todo esfuerzo humano (Ro. 12:1). Esta es una ofrenda de una vez y para
siempre de uno mismo sin reservas. El corolario de esa presentación positiva
es el rompimiento con el pecado (Ro. 6:1-13). Es un rompimiento basado
sobre el reconocimiento de que el creyente. por causa de su unión con Cristo,
ya ha crucificado la carne (cf. Gá. 5:24). Los tiempos aoristos en Romanos
6:1-10 y Gálatas 5:24 decididamente muestran que la obra de la crucifixión de
la carne ha sido completamente hecha para el cristiano una vez por todas. Le
resta al individuo darse cuenta de ello y sobre la base de ese reconocimiento
hacer una presentación de sí mismo. La oración tendrá un lugar importante en
esto, porque es a través de la oración que aprendemos lo que ha sido hecho a
nuestro favor (Ef. 1:15-22, Fil. 1:9-11, Col. 1:9-11), y es sobre la base de ese
conocimiento que puede hacerse una consideración inteligente (Ro. 6:1-13).
No hay nada que sugiera que la sumisión que Pablo requiere incluye
cooperación activa: podría manifestarse en la forma de resistencia
pacífica, y no excluye del todo la protesta de palabra y aun el acto de
resistencia. siempre y cuando esto sea acompañado de una aceptación
calmada del castigo
La relación del cristiano con otros creyentes siempre debe ser tal que
contribuya a la mutua edificación en la fe. En principio esto es simple; pero en
la práctica es complicado. El principio consiste en vivir una ética cristiana
que simplemente expresado es: No hagas nada que cause tropiezo en otro
cristiano (1 Co. 8:13). La libertad que un hermano más fuerte pueda tener
siempre debe de practicarse en amor, por lo tanto, el amor frecuentemente trae
restricción de la libertad. Tal limitación no es porque el hermano más fuerte
piense que algo está mal, sino porque afecta al hermano débil; así que la
restricción es producto del amor por el hermano débil (Ro. 14:13-19). El
temor también motiva a una vida de restricciones (Ro. 14:20-23), porque
Pablo dice que debe considerarse como una cosa pequeña el dejar algo a la
luz de las terribles consecuencias de ofender a un hermano más débil.