Invalidez
Invalidez
Invalidez
LA INVALIDEZ
Y LA INEFICACIA
DEL NEGOCIO
JURÍDICO
en la jurisprudencia de la Corte Suprema
LA INVALIDEZ Y LA INEFICACIA
DEL NEGOCIO JURÍDICO
EN LA JURISPRUDENCIA
DE LA CORTE SUPREMA
PRIMERA EDICIÓN
MAYO 2014
4,440 Ejemplares
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822
DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
Rosa Alarcón Romero
Impreso en:
Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L.
San Alberto 201–Surquillo
Lima 34–Perú
CAPÍTULO III
¿LOS CONTRATOS
SOLO TIENEN EFECTOS OBLIGATORIOS?
A propósito de la transferencia
de propiedad inmobiliaria
I. INTRODUCCIÓN
343 El maestro, al comentar el Código Civil de 1936 –cuyo artículo 1172 es muy semejante a nuestro actual artí-
culo 949–, decía: “(…) con respecto a la cosa inmueble el régimen del código es claro: el mero consentimien-
to importa el acto de disposición” (LEÓN BARANDIARÁN, José. Comentarios al Código Civil Peruano.
Derecho de Obligaciones. Tomo II, p. 12.) y Lucrecia Maish aseveró: “se continúa en el Perú con el sistema
consensual de transmisión de la propiedad inmobiliaria” (ver: CÓDIGO CIVIL. Exposición de Motivos y
comentarios. Vol. V, Lima, 1985, p. 186).
344 FORNO FLÓREZ, Hugo. “El contrato con efectos reales”. En: Ius Et Veritas. Revista de los estudiantes de la
Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Nº 7, Lima, 1993, p. 77 y ss.
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a las posiciones (con algunas variantes cada una de ellas) que niegan la
eficacia real del contrato345.
345 ESCOBAR ROZAS, Freddy. “El contrato y los efectos reales”. En: Ius Et Veritas. Revista de los estudiantes
de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Nº 25, Lima, 2002, p. 46 y ss.
346 GONZALES BARRÓN, Gunther. Tratado de los derechos reales. Jurista Editores, Lima, 2005, p. 789 y ss.
347 ORTEGA PIANA, Marco. “Compraventa y transferencia de propiedad inmueble”. En: Advocatus. Revista de
los estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima. Año 2, tercera entrega, Lima, 2000,
p. 29 y ss.
348 CHAMORRO BALVÍN, Alcides. Proyecto de Ley Nº 14566/2005-CR. 5 Folios. Recibido el 12 de abril del
2006 según consigna el sello del departamento de trámite documentario del Congreso de la República.
349 NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort. “No todo está dicho. Nuevas aproximaciones al debate en torno al ar-
tículo 949 del Código Civil y su enfoque jurisprudencial”. En: Revista Jurídica del Perú. Tomo 74, Normas
Legales, Lima, abril de 2007, p. 185 y ss. Este trabajo se basó en uno publicado meses antes, el cual se
encuentra disponible en el siguiente enlace: <http://www.derechoycambiosocial.com/revista010/transferen-
cia%20propiedad%20inmueble.htm>.
350 GONZALES BARRÓN, Gunther. Tratado de los derechos reales. 3ª edición, Jurista Editores, Lima, 2012,
pp. 1324-1331.
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La invalidez y la ineficacia del negocio jurídico
Como podrá apreciarse, este capítulo quiere ser una muestra de que
el debate en torno al artículo 949 del Código Civil no ha muerto, y que
es posible enfocar de modo diferente este tópico tan trillado, conforme
indiqué en la introducción de esta obra.
351 Planteadas así las cosas, múltiples interrogantes surgen: “¿El comprador adquiere la propiedad de un deter-
minado inmueble por la sola celebración del contrato, como efecto de la celebración del contrato, por forma-
lizarlo documentalmente o por cumplir con uno de los medios de publicidad frente a terceros?”: ORTEGA
PIANA, Marco. Ob. cit., p. 29.
352 Artículo 949 del Código Civil peruano de 1984: “La sola obligación de enajenar un inmueble determinado
hace al acreedor propietario de él, salvo disposición legal diferentes o pacto en contrario”.
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Fort Ninamancco Córdova
353 Ver: FORNO FLÓREZ, Hugo. Ob. cit., pp. 77 y 83. y ESCOBAR ROZAS, Freddy. Ob. cit., p. 52.
354 FORNO FLÓREZ, Hugo. Ob. cit., pp. 83-86 y ESCOBAR ROZAS, Freddy. Ob. cit., p. 53.
355 Queda claro, entonces, que no puede compartirse una opinión como la de Carlos Cárdenas, quien afirma
que es justamente la “obligación de enajenar” –y no el contrato– la que transmite la propiedad inmueble
(ver: CÁRDENAS QUIROS, Carlos. “Registros Públicos, clasificación de los bienes y transferencia de la
propiedad”. En: Folio Real. Año 1, Nº 3, Lima, 2000, p. 39 y ss.), porque dicha “obligación de enajenar” no
es tal, ni siquiera en el mundo puramente jurídico puede existir. No podemos dejar de indicar que la tesis de
Cárdenas nos resulta algo complicada de entender, ya que líneas antes señala refiriéndose al artículo 949:
“(…) creada la relación obligatoria como resultado del acuerdo de voluntades entre comprador y vendedor,
no solamente habrá surgido un derecho al bien para el acreedor (ius ad rem), sino que, simultáneamente,
este adquirirá la propiedad (ius in re)” (el resaltado nos pertenece). Ahora bien, no nos parece posible afirmar
que causa (“obligación de enajenar”) y efecto (transferencia de la propiedad) se den de manera simultánea en
una determinada situación, ya que, por definición, se dan de manera sucesiva.
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La invalidez y la ineficacia del negocio jurídico
Sin embargo, Marco Ortega afirma que la posición del solo consensus
es errónea. Siendo así, en su opinión son precipitadas las aseveraciones
de Forno, a cuyo trabajo considera como representativo de la tesis con-
sensualista. Para Ortega, aunque la norma contenida en el artículo 949
del Código Civil pareciera afirmar el solo consensus, no es posible que
este sea capaz, por sí mismo, de transmitir un derecho de propiedad en
sentido técnico356.
La razón “muy simple” por la cual es equívoca la tesis del solo con-
sensus obedece –según Ortega– a que los derechos reales se caracterizan
por ser erga omnes, y como el derecho de propiedad es el derecho real
por excelencia, esta característica debe estar presente con mayor razón
en dicho derecho. Pero, como el contrato solamente transmite derechos
que solo son oponibles inter partes, el mismo nunca podría transmitir un
derecho que pueda ser calificado como derecho de propiedad en sentido
técnico359.
También afirma este autor que aquellos que consideren que el con-
senso es traslativo (es decir, que tiene la capacidad de generar efectos
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Gonzales culmina dando dos razones más que, según él, le permiten
sostener la eficacia puramente obligacional del contrato:
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Artículo 949.-
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abstracto, de modo que si se sostiene que un determinado derecho subjetivo es más importante que otros,
inevitablemente debe concluirse que aquel merece una mayor protección jurídica que estos). No solo porque
se trata de valores iguales económicamente, sino porque los derechos involucrados tienen la misma relevan-
cia jurídica, tanto la propiedad como el crédito son derechos fundamentales en el marco de una economía de
libre mercado, ambos juegan un rol importante en el crecimiento económico, no aceptamos que uno merezca
mayor protección que el otro. Es más, autores connotados como Piero Schlesinger y Vincenzo Roppo han
demostrado que actualmente la propiedad no puede concebirse como el derecho patrimonial más importante.
En efecto, el progresar de la civilización capitalista, caracterizada por un vertiginoso desarrollo tecnológico
y económico, con la consecuente expansión de la industria y los comercios, inaugura una fase en la cual la
riqueza y los recursos productivos no se identifican más con la propiedad de cosas materiales. Así pues, se ve
erosionada la posición de supremacía que ostentaba la propiedad y el centro del sistema económico se altera
dando preponderancia a las relaciones: expectativas vinculadas a promesas, en pretensiones vinculadas a de-
beres. Las grandes unidades comerciales o industriales poseen su riqueza en función a vínculos contractuales
y no ya en función al stock (sobre el particular, permítaseme remitir a: NINAMANCCO CÓRDOVA, Fort.
Embargo inscrito y tercería de propiedad. Su oponibilidad en la jurisprudencia. Gaceta Jurídica, Lima, 2013,
p. 97 y ss.).
377 CARNELUTTI, Francesco. “Appunti sulle obbligazioni”. En: Rivista di diritto commerciale. Parte Prima.
Padova, 1915; y en su Teoría Giuridica della Circolazione. Cedam, Padova, 1933, p. 88 y ss.
378 Para mejor detalle de este punto ver: BIANCA, Massimo. “Reflexiones sobre el consenso traslativo”.
Traducción de la versión italiana de Gastón Fernández. En: Themis. Revista de derecho de los estudiantes de
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la PUCP. Nº 38, Lima, 1998, p. 73 y ss. ID. Diritto Civile. Tomo III, Il Contratto. Giuffrè Editore, Milano,
1987, pp. 500 y 501.
379 BIANCA, Massimo. Ob. cit. (1998), p. 74; BARBERO, Domenico. Sistema del Derecho Privado. Tomo I,
Traducción de la edición italiana de Sentís Melendo. EJEA, Buenos Aires, 1967, p. 158 y ss.
380 Los derechos subjetivos (y cualquier otra situación jurídica subjetiva de ventaja) requieren de una garantía
que asegure que la facultad en ellos contenida no sea ilusoria para su titular. Ahora bien, estas garantías se
realizan solo de una forma: mediante el establecimiento de deberes (o de otras situaciones jurídicas de des-
ventaja) en cabeza de los otros miembros de la comunidad. Además, el ordenamiento cuenta con una serie de
mecanismos que operan en caso dichos deberes sean incumplidos (esto es la tutela). De este modo, no puede
ponerse en duda que todos los mecanismos involucrados en la defensa del derecho subjetivo no forman parte
de la estructura del mismo, ya que aquellos actúan sobre sujetos distintos al titular de este. Ver: ESCOBAR
ROZAS, Freddy. “El derecho subjetivo”. En: Ius et veritas. Revista de los estudiantes de la Facultad de
Derecho de la PUCP. Nº 16, Lima, 1998, p. 280 y ss. Conforme: ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Los princi-
pios contenidos en el Título Prelimar del Código Civil. Fondo editorial PUCP, Lima, 2003, p. 73 y ss.
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381 IHERING. El espíritu del Derecho Romano. Traducción de la edición alemana de Fernando Vela. Revista de
Occidente, Buenos Aires, 1947, p. 144.
382 THON, August. Norma giuridica e diritto soggetivo. Indagi di teoria generale del diritto. Traduzione (de la
edición alemana) di Alessandro Levi. Casa editrice Dott. A. Milani, Padova, 1951, p. 207.
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es decir, por ejemplo, que mi propiedad está mejor protegida que la del
vecino, o que una propiedad se encuentra mejor tutelada que otra387 388.
Así es, hace uno años la Corte Suprema indicó: “(…) que la inscrip-
ción en los registros públicos no es constitutiva de derechos, por lo que
no se exige dicha inscripción para que la transferencia (de bien inmue-
ble) quede perfeccionada”389.
VI.
¿LA ÚNICA RELACIÓN JURÍDICA PATRIMONIAL ES LA
OBLIGACIÓN?
387 En Italia (cuyo derecho positivo, como es sabido, ha servido de fuente principal a nuestra normatividad con-
tractual), desde hace mucho tiempo la mejor doctrina ha aceptado sin dudar la vigencia del solo consensus,
y ya no se le ha opuesto el viejo argumento carneluttiano, ni ninguna otra objeción de carácter conceptual.
Al respecto permítasenos remitirnos a: CARRESI, Franco. “Gli effetti del contratto”. En: Rivista Trimestrale
di diritto e procedura civile. Giuffrè editore, Anno XII, Milano, 1958, p. 488 y ss. SCOGNAMIGLIO,
Renato. Teoría General del Contrato. Traducción de la edición italiana de Fernando Hinestrosa. Universidad
Externado de Colombia, Bogotá, 1996, p. 196. BIANCA, Massimo. Diritto Civile… Ob. cit., p. 498 y ss.
BIGLIAZZI GERI, Lina y Otros. Derecho Civil. Tomo I, Vol. II, Hechos y Actos Jurídicos. Traducción de
la edición italiana de Fernando Hinestrosa. Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1995, p. 1109 y ss.
SACCO, Rodolfo y DE NOVA, Giorgio. Il Contratto. UTET, Tomo I, Torino, 1993, p. 53.
388 Es por todo lo expuesto hasta ahora que no puede compartirse la opinión de Mario CASTILLO, quien señala
que el ordenamiento peruano da lugar a la convivencia de una propiedad relativa (transferida por el contrato)
y una propiedad absoluta (que surge con la inscripción): CASTILLO FREYRE, Mario. Comentarios al con-
trato de compraventa. Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 1994, p. 18.
389 Casación Nº 1836-97-Lima, emitida el 22 de mayo de 1998.
390 Casación Nº 706-2002-Junín, emitida el 16 de julio de 2002.
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391 PUGLIATTI, Salvatore. Il trasferimento delle situazioni soggetive. Vol. I, Giuffré, Milán, 1964, p. 63 y ss.
392 En efecto, resultaría un contrasentido que se concedan situaciones de ventaja sin que a los terceros se les
impida perturbar la satisfacción de los intereses que sirven de presupuesto a dichas situaciones. Ello porque,
de no ser así, es decir, si todos los sujetos pudieran transgredir o no respetar dicho reconocimiento, sin que
su actuación les reporte consecuencia jurídica desfavorable de ninguna clase, se tendría que los mencionados
sujetos ostentarían la misma situación que el titular de dicha situación de preeminencia, quedando la satis-
facción del interés presupuesto supeditada a la ley de la selva: MORINEAU, Oscar. “Il concetto di diritto
soggettivo”. En: JUS. Rivista di Scienze Giuridiche. Vol. I, Anno V, Università del Sacro Cuore, Milán, 1954,
p. 160.
393 ROPPO, Vincenzo. “Situaciones jurídicas y relaciones jurídicas”. En: AA.VV. Derecho de las relaciones
obligatorias. Compilación de Leysser León. Jurista, Lima, 2007, pp. 58 y 59.
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La invalidez y la ineficacia del negocio jurídico
La carga, de otro lado, consiste en una conducta que debe ser obser-
vada, a modo de prerrequisito, para acceder a un derecho subjetivo o
cualquier otra situación de ventaja. Evidentemente, si no se desea tal
acceso, no hay razón para observar la carga, lo que hace que esta carezca
de carácter obligatorio397. Un ejemplo se tiene en el derecho de restitu-
ción contemplado en el artículo 59 del Código de Protección y Defensa
del Consumidor. Para ejercer este derecho, el consumidor tiene la carga
de hacerlo valer en un plazo de siete días conforme lo indica el mencio-
nado artículo. Si no lo hace dentro de dicho plazo, la ley ya no le permi-
te ejercer dicho derecho.
394 ESCOBAR ROZAS, Freddy. “El derecho subjetivo (consideraciones en torno a su esencia y estructura)”.
En: Id. Teoría General del Derecho Civil. 5 ensayos, Ara, Lima, 2002, p. 170.
395 ESCOBAR ROZAS, Freddy. “Algunas cuestiones fundamentales sobre el deber jurídico”. En: Id. Teoría
General del Derecho Civil. Ob. cit., p. 54.
396 ROPPO, Vincenzo. Ob. cit., p. 50.
397 SCOZZAFAVA, Oberdan Tomasso. “Onere (nozione)”. En: AA.VV. Enciclopedia del Diritto. Tomo XXX,
Giuffré, Milán, 1980, p. 104.
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398 ZATTI, Paolo y COLUSSI, Vittorio. Lineamienti di Diritto Privato. Dottore Antonio Milani, Padua, 1989,
p. 67.
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399 ORTEGA PIANA, Marco. Ob. cit., p. 34: “(…) resulta elemental destacar que todo contrato solo surte efec-
tos entre las partes y, por ende, no compromete a terceros”.
400 Las citas de autores que dan respaldo a esta clasificación sería innumerable.
401 Las palabras que a continuación se citan son un presagio de nuestra conclusión sobre este punto: ESCOBAR
ROZAS, Freddy. La estructura de la obligación. Tesis para optar el título profesional de abogado. Escuela de
Graduados de la PUCP, Lima, 1997, III. 3.2: “(…) la distinción entre unos derechos que pueden ser opuestos
a todos los individuos y otros que pueden ser opuestos a algunos resulta, a estas alturas del discurso dogmáti-
co, caduca. En efecto, partiendo de la consideración de que todos los derechos subjetivos no constituyen otra
cosa que medios de realización o satisfacción de intereses, no es posible admitir que la relevancia de algunos
esté limitada por el ámbito de la concreta relación jurídica en la que se desenvuelven, tal como lo quería la
doctrina clásica; pues debido a que tales intereses se ubican en un plano de convivencia, es absolutamente
posible que cualquier tercero provoque su lesión, de donde se deduce la necesidad de que todos los derechos
subjetivos puedan ser opuestos a cuanto individuo esté en aptitud potencial de lesionarlos”.
402 Ver las interesantísimas líneas de: BUSNELLI, Francesco Donato. La lesione del credito da parte di terzi.
Giuffré Editore, Milano, 1963, p. 7 y ss. También: APARICIO, Juan Manuel. Responsabilidad del tercero por
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Fort Ninamancco Córdova
Debe indicarse que fueron los pandectista quienes por vez primera
se ocuparon del problema de la legitimación activa del acreedor, como
tal, en la responsabilidad aquiliana. En realidad, fueron pocos los que
inicialmente aceptaron la posibilidad de proteger al crédito por la vía
aquiliana. Además, aquellos intentos se caracterizaban por alterar sus-
tancialmente la noción clásica que se tenía sobre los derechos de crédito,
de modo que bien se les podía –a pesar de la incuestionable autoridad
de sus defensores– acusar de “forzar” el significado de los conceptos
involucrados, de modo que no llegaban a resultados del todo satisfac-
torios403. Debe admitirse que incluso reconocidos autores alemanes
modernos, como Karl Larenz, han sostenido la inadmisibilidad concep-
tual de la lesión del crédito por parte del tercero, puesto que ello resulta
de la innegable naturaleza relativa del crédito a tenor del parágrafo 241
del BGB. Empero, asume la máxima importancia notar que el argumen-
to central para rechazar, en el medio académico alemán, la protección
aquiliana del crédito es que el BGB prevé, expresamente, a favor de cier-
tas categorías particulares de acreedores, una pretensión de resarcimien-
to del daño sufrido como consecuencia del acto lesivo de un tercero
(parágrafos 844 y 845). Se trata de normas de carácter excepcional, cuya
existencia no se justificaría si se admitiese una tutela general por los
daños que sufra el acreedor por actos ilícitos de un tercero404. Sin embar-
go, debe entenderse, al fin y al cabo, que la doctrina alemana, aun defen-
diendo la coherencia de su Código, reconoce cierta protección legal a los
acreedores frente a la lesión de terceros.
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407 Es de mencionar que años antes el Profesor, italo israelí, Guido Tedeschi abordó el tema, pero su ensayo se
limita a describir la situación en el Derecho italiano y a llamar la atención sobre como se plantea el problema
en el Derecho inglés, refiriéndose superficialmente a la clasificación de los derechos entre absolutos y rela-
tivos (ver: TEDESCHI, Guido. “La tutela aquiliana del creditore contro i terzi”. En: Rivista di Diritto Civile.
Anno. I, Cedam, Padova, 1955, p. 291 y ss.).
408 MONATERI, Pier Giuseppe. “Hipótesis sobre la responsabilidad civil en nuestro tiempo”. En: AA.VV.
Estudios sobre la responsabilidad civil. Ob. cit., pp. 105 y 106.
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409 BUSNELLI, Francesco. Ob. cit., p. 30 y ss. En sede nacional: ESCOBAR ROZAS, Freddy. ult. cit.
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Sea real u obligacional el efecto del contrato, bien puede decirse que
el mismo –a estas alturas del desarrollo de la dogmática jurídica– tiene
una oponibilidad absoluta, la cual –dicho sea de paso– es externa a los
derechos considerados en sí mismos.
410 SAVATIER, Rene. “Le prétendu príncipe de l’effet relatif des contrats”. En: Reveu Trimestrielle de Droit
Civil. Tomo XXXIII, Sirey, París, 1934, pp. 525 y 526.
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411 VON TUHR, Andreas. Tratado de Derecho Civil. Vol. II, P. I. Traducción de la edición alemana de Tito
Ravà. Depalma, Buenos Aires, 1947, pp. 4-5: “(…) pertenecen al mundo de las ideas los efectos jurídicos
que prescribe la ley; las relaciones jurídicas, los derechos subjetivos, las calidades jurídicas de personas y de
cosas, no son objetos que puedan percibirse exteriormente”.
412 Al respecto las magistrales líneas de FALZEA, Angelo. Voz: “Efficacia Giuridica”. En: Enciclopedia del di-
ritto. Tomo XIV, Giuffré, Milano, 1965, p. 432 y ss.
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Fort Ninamancco Córdova
Así pues, el argumento a favor del solo consensus, que Gonzales cali-
fica de falaz, no es tal ya que nunca fue argumentado por esta corrien-
te doctrinaria. En efecto, la opinión afirma que el contrato es capaz de
generar efectos reales nunca habla de dos hechos jurídicos para llevar a
cabo la transferencia de la propiedad inmueble, sino de solamente uno:
el contrato. Esto es más que suficiente para sacar a la luz el mal enten-
dido. Se cree criticar a la corriente realista, pero en realidad se está cri-
ticando a un “fantasma”, ya que las ideas que Gonzales critica, en reali-
dad, ninguno las ha defendido. Pero continuemos:
Por otro lado, bien puede decirse que invocar lo que sucede con las
máquinas expendedoras no parece que agregue algo al tema. Estamos
hablando de la transferencia de la propiedad inmueble (…) ¿a dónde se
quiere llegar hablando de las máquinas expendedoras?. Efectivamente,
la transferencia de los muebles se da por la tradición y eso nadie lo ha
discutido415. Lo que sucede en la transferencia de los muebles nada tiene
que ver con la transferencia de los inmuebles, por la sencilla razón de
que un ordenamiento puede adoptar, sin ningún problema, sistemas de
413 BRECCIA, Umberto. “Le Obbligazioni”. En: Trattato di diritto privato… Ob. cit., Giuffrè, Milano, 1991,
p. 447.
414 No parece resultar ocioso repetirlo: la causa y el efecto no pueden darse simultáneamente. Aquel antecede a
este siempre. Ello, que puede parecer una verdad de perogrullo, adquiere la máxima importancia a efectos de
evaluar algunos postulados en torno al tema que nos ocupa. Puede verse la clásica obra de JEVONS, Stanley.
Nociones de lógica. D. Appleton and Company, New Cork, 1919, p. 138 y ss.
415 Salvo Juan Lohmann (para una crítica a esta posición: ESCOBAR ROZAS, Freddy. Ob. cit., p. 55).
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La invalidez y la ineficacia del negocio jurídico
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Fort Ninamancco Córdova
Así es, en primer lugar los casos de evicción son una excepción
(etapa patológica), de allí que no podamos basarnos en ellos para deter-
minar la naturaleza del sistema de transferencia de la propiedad inmue-
ble. Segundo, en caso se presente un supuesto de evicción por el hecho
de que el adquiriente sea privado parcial o totalmente del derecho de
propiedad, debemos decir lo siguiente:
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La invalidez y la ineficacia del negocio jurídico
Tampoco es cierto que los defensores del solo consensus planteen que
el vendedor no está obligado a nada. ¿Quién ha dicho eso siendo partí-
cipe del solo consensus? Pues nadie. Se trata de otro “fantasma”. Ocurre
418 Resolución de la Corte Superior de Justicia de Lima, recaída sobre el Exp. Nº 1621-2000, emitida el 27 de
junio de 2000.
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419 GONZALES BARRÓN, Gunther. Ob. cit., Tomo II, pp. 1325 y 1326.
420 Ibídem, p. 1327.
421 Ibídem, p. 1328.
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Sin embargo, lamento las frases irrespetuosas. Pienso que esta forma
de escribir desmerece los altos méritos de Gonzales. En efecto, no tengo
ningún problema en decir que respeto su opinión, aunque discrepe
completamente de ella. Tampoco tengo problema en reconocer que el
mejor libro de derechos reales que se ha escrito en Perú lleva la firma
de Gonzales. Estos y otros buenos méritos que este Juez Superior puede
tener, quedan lamentablemente opacados con su muestra de intoleran-
cia frente a la crítica, que llegan incluso al empleo de calificativos ofensi-
vos. Pero errar es humano, y seguramente Gonzales subsanará este pro-
ceder, como distinguido catedrático de Derecho Civil que es.
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La invalidez y la ineficacia del negocio jurídico
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Fort Ninamancco Córdova
artículo 949 del Código Civil? Jamás he sugerido semejante cosa. Se trae
a colación la venta de bien ajeno con el objetivo de trastornar indebida-
mente mi discurso. La venta de bien ajeno y la evicción son asuntos aje-
nos al artículo 949 del Código Civil, razón por la cual los argumentos de
Gonzales no son pertinentes.
426 BARBERO, Domenico. Sistema del Derecho Privado. Tomo I, Traducción de Santiago Sentís Melendo,
EJEA, Buenos Aires, 1967, pp. 170 y 172.
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La invalidez y la ineficacia del negocio jurídico
Una teoría jurídica, por lo tanto, no debe tener una visión patológi-
ca, como afirma Gonzales. El punto de partida de tal teoría debe ser el
análisis del aspecto fisiológico, como bien enseña Barbero. Si no fuese
así ¿Cómo se explica que la teoría de Thon haya sido abandonada hace
tiempo por la doctrina? ¿Si Gonzales dice que las mejores teorías son
las que tienen una visión patológica del Derecho, por qué él mismo ha
declarado abandonar la teoría de Thon sobre el derecho subjetivo427?
Creo que no hay nada más que decir. Empero, reitero mi respeto a
la opinión de Gonzales. No voy a decir, como él sí ha dicho de mi (y
de quienes pensamos que el contrato produce efectos reales) que su opi-
nión se basa en ideas inútiles. No lo pienso así.
427 GONZALES BARRÓN, Gunther. “La teoría del derecho real construida a partir de la Constitución”. En:
Gaceta Constitucional. N° 56, Gaceta Jurídica, Lima, agosto de 2012, pp. 231 y 232.
428 Casi todo el Proyecto se reduce a la exposición de motivos: Fol. 1, 2 y 3.
265
Fort Ninamancco Córdova
429 Nos sorprende sobremanera el hecho de que Chamorro afirme que el artículo 949 es una norma general frente
al artículo 1529. Esta última regula la compraventa en general, en cambio aquella se refiere solo a la transfe-
rencia de bienes inmuebles ¿cómo lo hizo? Asimismo, su afirmación de que el contrato previsto en el artículo
949 no es consensual. ¿Qué entiende por consensual Chamorro? Se sabe que los contratos, atendiendo a la
modalidad de su perfección, se clasifican en dos grupos: consensuales y reales (cabe indicar que los solem-
nes o formales se oponen a los no solemnes o de forma libre). Aquellos se concluyen con el solo acuerdo
entre las partes, en cambio para que estos se consideren celebrados es necesario la entrega de una cosa que,
obviamente, es posterior al acuerdo entre las partes. ¿Qué entrega requiere el artículo 949? Pues ninguna.
No vemos cómo Chamorro puede decir que el artículo 949 de refiere a un contrato real. Los contratos rea-
les, como se sabe, han sido defenestrados de nuestra legislación hace mucho tiempo. Sobre el particular:
GABRIELLI, Enrico. “Il Contratto e le sue classificazioni”. En: Il Contratto in Generale. Tomo I. A cura di
Enrico Gabrielli. UTET, Torino, 1999, p. 33 y ss.
430 Un bien inmueble no deja de ser tal por estar o no registrado. El artículo 949 se enmarca dentro de un régi-
men que ha acogido la antiquísima clasificación de los bienes que los divide en muebles e inmuebles. Así, no
cabe duda que el artículo 949 se aplica a cualquier bien inmueble, en virtud de que esta norma, ni ninguna
otra, no establece ningún tipo de restricción a su “radio de acción”.
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La invalidez y la ineficacia del negocio jurídico
inmueble registrado a nombre del primero el año 2005, para este efecto
celebran un contrato de compraventa, pero Osarim no se preocupa por
la inscripción. Al año siguiente, Osarim le envía a Stens la cuponera de
los impuestos para que este pague el impuesto predial, ya que Osarim
entiende que, por la ausencia de inscripción, Stens sigue siendo propie-
tario del inmueble. Sin embargo, es claro que la pretensión de Osarim
es ilegal, ya que por el solo consenso este ya es propietario como lo dis-
pone el artículo 949. Resultaría inadmisible que Osarim diga “pero en
la práctica –a pesar de lo que dice la ley– la transferencia opera por el
registro”. Ello es evidente, más aún teniendo en cuenta que las normas
jurídicas se derogan solo por otras normas jurídicas, no por los usos, ni
mucho menos por la “práctica”, tal como lo manda el artículo I del título
preliminar del Código Civil431.
431 Sobre el particular permítasenos remitirnos a: ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Ob. cit (2003), p. 33 y ss.
Asimismo, parece que el congresista Chamorro ha olvidado –cometiendo de ese modo un grueso error que
colinda, para decirlo sin ambages, con lo imperdonable– que el sistema legal peruano pertenece a la familia
del civil law y no a la del commow law. En efecto, solo en el seno de este último sistema es posible plantear
la validez de una costumbre (o “práctica”) contra legem, debido a que el derecho consuetudinario es el que
prima en este sistema. Sin embargo, esto es impensable en un sistema propio del civil law, donde solo la cos-
tumbre praeter legem es admitida como fuente de derecho, en virtud de la preeminencia del derecho escrito
(Con encomiable poder de síntesis: GALGANO, Francesco. Istituzioni di Diritto Privato. Cedam, Padova,
2002, pp. 7 y 8).
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Fort Ninamancco Córdova
Además, esta pareciera ser la opinión que desde hace varios años
vienen manejando las comisiones de reforma del Código Civil. En
efecto, el 11 de abril del año 2006 se publicó un proyecto435, en el cual
no se propone cambio alguno para el mentado artículo 949. De igual
432 BIANCA, Massimo. Ob. cit. (1998). p. 74: “(...) el adquiriente que no haya transcrito su título es propietario
aún en los conflictos con terceros, pero su adquisición queda sujeta a la posibilidad de perder eficacia frente a
una adquisición que haya anteriormente absuelto la carga de la trascripción”.
433 Lo ha hecho notar BULLARD GONZALES, Alfredo en sus recientes exposiciones, más detalladamente en:
La transferencia de la propiedad inmueble en el Perú. Ponencia expuesta en el seminario internacional por
los 200 años del code napoleon organizado por la Universidad de Lima. Junio, 2004.
434 En aquellas zonas rurales alejadas, no parece que sea un imperativo el registro, al contrario, la posesión bien
puede ser un mecanismo adecuado de publicidad. Nos remitimos al interesantísimo trabajo de FERNÁNDEZ
CRUZ, Gastón. “La obligación de enajenar y el sistema de transferencia de propiedad inmueble en el Perú”.
En: Themis. Revista de los estudiantes de la facultad de derecho de la PUCP. Nº 30, Lima, 1994, p. 149 y ss.
Allí el lector encontrará argumentos, en nuestra opinión, incontestables en defensa del solo consenso como
un sistema adecuado de transferencia de la propiedad inmueble para el Perú.
435 Comisión de reforma del Código Civil. Propuesta de reforma del Código Civil. Separata especial del diario
oficial El Peruano. Lima, 11 de abril de 2006.
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La invalidez y la ineficacia del negocio jurídico
436 Decisión de la sala Nº 1 de la Corte Superior de Lima, recaída sobre el Expediente Nº 48-98, emitida el 13 de
marzo de 1998.
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Fort Ninamancco Córdova
437 Decisión de la Sala de Procesos Sumarísimos, recaída sobre el Expediente Nº 65211-97, emitida el 12 de
noviembre de 1999.
438 Ejecutoria Suprema sobre el Expediente Nº 1964-88, emitida el 3 de enero de 1989.
439 Casación Nº 366-97/Ica, emitida el 28 de abril de 1998.
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La invalidez y la ineficacia del negocio jurídico
440 Evidentemente, como ya lo indicamos, es este el punto de apoyo para sostener que el organizador del even-
to deportivo puede dirigirse contra la empresa de transporte a efectos de reparar el daño injusto sufrido.
Efectivamente, si no tuviéramos el apoyo de la tesis de Busnelli, no podría invocarse el artículo 1970 para
proteger al organizador del evento deportivo, ya que la empresa de transporte bien podría argumentar que
el artículo 1363 es una norma que lo exime de toda responsabilidad, ya que nadie distinto del deudor puede
–en esta perspectiva– lesionar un derecho de crédito. Adviértase también que en sede de responsabilidad por
inejecución de obligaciones no existe norma que niegue dicho tipo de tutela.
441 Sobre el tema ver: FRANZONI, Massimo. “La tutela aquiliana del contratto”. En: I Contratti in Generale
a cura di Enrico Gabrielli. Ob. cit., Tomo II, p. 1600 y ss. principalmente; también DÍEZ-PICAZO, Luis.
Fundamentos de Derecho Civil Patrimonial. Tomo II, Civitas, Madrid, 1996, p. 602.
442 Es inconcebible plantear la idea de crítica no confrontacional, basta ver el diccionario de la RAE para darse
cuenta que ello, por definición, es absurdo.
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