7 Edad Media

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IES ORTEGA Y RUBIO 1º BACHILLERATO LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

TEMA 7. LA EDAD MEDIA

1. CONTEXTO HISTÓRICO, SOCIAL Y CULTURAL

2. LA LÍRICA POPULAR-TRADICIONAL

3. MESTER DE JUGLARÍA Y MESTER DE CLERECÍA

4. LA ÉPICA. EL CANTAR DE MÍO CID

5. EL TEATRO Y LA PROSA MEDIEVAL

Quiero fer una prosa en roman paladino,


en el qual suele el pueblo fablar con su vecino;
ca non so tan letrado por fer otro latino;
bien valdrá, como creo, un vaso de bon vino.
Gonzalo de Berceo. Vida de santo Domingo de Silos. Siglo XIII

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IES ORTEGA Y RUBIO 1º BACHILLERATO LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

1. CONTEXTO HISTÓRICO, SOCIAL Y CULTURAL


Durante la Edad Media nacen y se desarrollan las lenguas romances, que son aquellas que derivan del
latín. La Edad Media literaria en la Península Ibérica se inicia con las jarchas, de mediados del siglo
XI, escritas en mozárabe, y se prolonga hasta el siglo XIV.
La Península Ibérica está dividida en distintos reinos, con fronteras inestables, ya que se iban
modificando según los avatares de la Reconquista. La organización política era feudal: el poder del
rey se veía debilitado por la fuerza de los señores feudales.
La sociedad medieval estaba dividida en estamentos:
- La nobleza vive en los castillos y se dedicaba a guerrear. A los nobles les gustaba el recitado
de las obras del mester de juglaría, romances y cantares épicos.
- El clero vivía en los monasterios, se dedicaba a orar y es el custodio de la cultura medieval,
del pensamiento cristiano y de la herencia greco-latina. Su labor se relaciona con el mester de clerecía,
en cuyas obras predomina la finalidad didáctica y la temática religiosa.
- El pueblo llano, formado por artesanos y campesinos, es el que trabaja; vive al amparo de los
castillos y monasterios y en las ciudades o burgos. Aunque es casi totalmente analfabeto, es el autor
colectivo de la lírica tradicional medieval, de transmisión oral, y disfrutaba del recitado de poemas del
mester de juglaría y del mester de clerecía.
En esta sociedad convivían tres culturas: cristiana, musulmana y judía; fruto de este mestizaje será la
lengua mozárabe y el arte mudéjar; asimismo, la riqueza cultural aportada por cada una de ellas
florecerá en la Escuela de Traductores de Toledo. Junto a este foco cultural, hay que destacar también
el Camino de Santiago, a través de la cual penetra en la Península la cultura francesa. La Reconquista
favoreció este trasvase cultural: a lo largo de los ocho siglos que duró (s. VIII – s. XV) los periodos de
lucha se alternaron con largas etapas de paz que facilitaron la multiculturalidad; además, las relaciones
entre cristianos y musulmanes han quedado reflejadas en varias manifestaciones literarias como las
jarchas, los romances fronterizos o la novela morisca.
La cultura medieval es profundamente religiosa y el teocentrismo domina en la mentalidad de la
época. El hombre medieval vive una vida llena de peligros por la guerra, las enfermedades y las
hambrunas; por ello se refugia en la religión y en Dios en busca de respuestas a ese destino incierto.
Contempla este mundo como un valle de lágrimas, un lugar de paso hacia la vida eterna, que es la
verdadera; así pues, en ocasiones, la muerte es una liberación. Una parte de la literatura medieval es el
reflejo de esta concepción vital, sobre todo, las obras del mester de clerecía, de temática religiosa,
finalidad didáctica y carácter moralizante. También el hecho de que gran parte de esta literatura sea
anónima se debe, en ocasiones, a que el autor no considere importante reseñar su nombre porque con
su obra pretende dar gloria a Dios. A partir del siglo XIV se aprecian los primeros síntomas de un
cambio que va a madurar en el siglo XV y a florecer en el XVI: el hombre empieza a creer en sí mismo
y a disfrutar de los placeres de este mundo; actitud que ya podemos percibir en el Libro de Buen Amor
de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita.
En relación con nuestra Región de Murcia, hay que destacar dos nombres importantes. Los orígenes
más antiguos de nuestra literatura se sitúan en Cartagena, en las personas de cuatro hermanos, cuatro
personalidades valiosas en la España visigoda, que son conocidos como los cuatro santos de
Cartagena; entre ellos destaca, sin ninguna duda, San Isidoro de Sevilla (Cartagena h. 560 – Sevilla
636). Su obra literaria no es original, ya que se trata de una labor recopilativa, pero su conocimiento es
tan inmenso que abarca todas las ramas del saber, y por ello se convirtió en el gran foco de irradiación
de la cultura visigoda española; destacan sus Etimologías, una monumental enciclopedia de 20 tomos
en las que reunió todos los saberes de su tiempo.
La otra gran figura apareció con posterioridad en el panorama cultural de la Península Ibérica, pero su
importancia fue también fundamental; se trata de Ibn Arabí (Murcia 1164 – Damasco 1240), cuya
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visión mística marcó su vida y su obra, en una constante búsqueda de la perfección religiosa; su obra
La sabiduría de los profetas se considera su testamento espiritual y en ella expone su concepción de
universo y la creación, de clara inspiración panteísta; su obra influyó decisivamente no solo en la
cultura árabe, sino también en la Europa de la Edad Media.

2. LA LÍRICA POPULAR-TRADICIONAL
LAS JARCHAS
La creación más antigua de la literatura medieval corresponden a la poesía lírica; son las jarchas:
breves cancioncillas populares, escritas en dialecto mozárabe, que algunos poetas árabes o hebreos
recogieron a modo de estribillo al final de sus moaxajas, composiciones cultas en lengua árabe o
hebrea; son de tema amoroso y están puestas en boca de una mujer que se queja de la ausencia del
amado ante una confidente, ya sea su madre, hermanas o amigas. La más antigua que se conserva (de
finales del siglo X o principios del XI) es esta:
¡Tant´amare, tant´amare, (¡Tanto amar, tanto amar,
habib, tant´amare! amado, tanto amar!
Enfermeron uellos gayados, enfermaron [mis] ojos llorosos,
ya duolen tan male. duelen con mucho mal.)
Las jarchas, las composiciones de la lírica galaico-portuguesa y las de la lírica tradicional castellana
son distintas manifestaciones de una lírica común a toda la Península Ibérica; al ser obras colectivas o
de autor desconocido y de transmisión oral, no conocemos la fecha exacta de su creación, aunque se
les supone un origen remoto; si han llegado hasta nosotros es gracias a que escritores cultos de la Edad
Media y el Renacimiento las intercalaron en sus propias obras y se recogieron en los Cancioneros y
Romanceros de los siglos XV y XVI.
LA LÍRICA GALAICO-PORTUGUESA
La lírica galaico-portuguesa recoge composiciones de fines del siglo XII y sobre todo del XIII,
formadas por estrofas paralelísticas con estribillo que repiten el mismo tema con ligeras variaciones;
se pueden clasificar en tres tipos:
- Cantigas de amigo: breves poemas en boca de una mujer que canta su tristeza por la ausencia de su
amado o amigo.
- Cantigas de amor: ahora es un hombre el que expresa su amor por su amada; presentan influencia
del amor cortés provenzal.
- Cantigas de escarnio e maldecir: poesías satíricas y burlescas contra determinados personajes o
costumbres de la época.

Ondas do mar de Vigo, E ai Deus, se verra cedo!


se vistes meu amigo? Martín Codax
E ai Deus, se verrá cedo!
Ondas do mar levado, Olas del mar de Vigo,
se vistes meu amado? ¿habéis visto a mi amigo?
E ai Deus, se verrá cedo! ¡Ay Dios, que venga pronto!
Se vistes meu amigo, Olas del mar alzado,
o por que eu sospiro? ¿habéis visto a mi amado?
E ai Deus, se verrá cedo! ¡Ay Dios, que venga pronto!
Se vistes meu amado, ¿Habéis visto a mi amigo,
por que ei gran coidado? aquél por quien yo suspiro?
¡Ay Dios, que venga pronto!
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¿Habéis visto a mi amado, Versión en castellano


por quien tengo gran cuidado?
¡Ay Dios, que venga pronto!
LA LÍRICA TRADICIONAL CASTELLANA
La lírica tradicional castellana está formada por el conjunto de poemillas anónimos cantados por el
pueblo de Castilla. Ninguna se ha conservado por escrito con anterioridad al siglo XV. Estos poemas
responden a la estructura métrica de villancico o zéjel, compuesta por un estribillo de dos o tres versos
que se repite detrás de cada estrofa o glosa, formada a su vez por una mudanza con rima propia y un
verso de vuelta que completa el contenido de la glosa pero rima con el estribillo. Presentan una gran
riqueza temática que permite clasificarlos en:
- Planto o endecha: canción fúnebre que expresa el dolor por la muerte de un ser querido.
- De amor, entre los que destaca la albada y la alborada, que cantan respectivamente el encuentro y
la despedida de los amantes al amanecer; o la maya, que celebra la llegada de la primavera y del amor
en el mes de mayo.
- Villancico de vela: el que entonaban los guardianes o centinelas en los castillos.
- Villancico de trabajo: con el que los campesinos hacían más llevaderas las tareas agrícolas.
- Villancico de viaje o serrana: relata las peripecias de los viajeros al cruzar la sierra y su encuentro
con la serrana, tosca y ruda, que le ayuda a cambio de algún favor.
ESTILO
Los rasgos estilísticos comunes a la mayoría de estos poemas son: su brevedad y sencillez, la
expresión directa y clara, la irregularidad métrica y la preferencia por la rima asonante, la
condensación del sentimiento expresado, el empleo de figuras de repetición como anáfora y
paralelismo, y la utilización de cierta simbología: los frutos suelen hacer referencia a la sexualidad
femenina; el ciervo representa al amado y las aves a los enamorados; la rosa o la amapola simbolizan
la virginidad; el agua y, en concreto, la fuente, es fertilidad y se asocia con el encuentro amoroso.

EJERCICIOS
a) Clasifica estos villancicos según su temática.
b) Busca entre ellos uno con estructura de zéjel y analízalo métricamente.
c) Comenta la simbología y las figuras de repetición que aparecen.

Tres morillas me enamoran en Jaén,


en Jaén, Axa y Fátima y Marién.
Axa y Fátima y Marién. *
Tres morillas tan garridas
iban a coger olivas ¿Por qué me besó Perico,
y hallábanlas cogidas por qué me besó el traidor?
en Jaén, Dijo qu'en Francia se usaba
Axa y Fátima y Marién. y por eso me besaba,
Y hallábanlas cogidas, y también porque sanaba
y tornaban desmaídas con el beso su dolor.
y las colores perdidas ¿Por qué me besó Perico,
en Jaén, por qué me besó el traidor?
Axa y Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas, *
iban a coger manzanas
y cogidas las hallaban Gentil caballero,
dédesme hora un beso,
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siquiera por el daño con penas y con dolores.


que me habéis hecho. ¿Con qué la lavaré,
Venía el caballero, que vivo mal penada?
venía de Sevilla; *
en huerta de monjas
limones cogía,
y la prioresa Gritos daba la morenita
prendas le pedía: so el olivar,
siquiera por el daño que las ramas hace temblar.
que me habéis hecho. La niña, cuerpo garrido,
morenita, cuerpo garrido,
* lloraba su muerto amigo
so el olivar;
A coger amapolas, que las ramas hace temblar.
madre, me perdí;
¡caras amapolas *
fueron para mí!
Quiero dormir y no puedo,
* que el amor me quita el sueño.
Manda pregonar el rey
Velador, que el castillo velas, por Granada y por Sevilla
vélalo bien y mira por ti, que todo hombre enamorado
que velando en él me perdí. que se case con su amiga,
* que el amor me quita el sueño.
Que se case con su amiga.
En la fuente del rosel ¿Qué haré, triste de mí,
lavan la niña y el doncel. que era casada la mía?
En la fuente de agua clara, Que el amor me quita el sueño.
con sus manos lavan la cara Quiero dormir y no puedo,
él a ella y ella a él, que el amor me quita el sueño.
lavan la niña y el doncel. *
En la fuente del rosel
lavan la niña y el doncel. Ya cantan los gallos,
* amor mío, y vete:
cata que amanece.
Por amores lo maldijo Vete, alma mía,
la mala madre al buen hijo. más tarde no esperes,
- ¡Si pluguiese a Dios del cielo no descubra el día
y a su madre, Santa María, los nuestros placeres.
que no fueses tú mi hijo Cata que los gallos,
porque fuese yo tu amiga!- según me parece,
dicen que amanece.
*
*
¿Con qué la lavaré Paséisme ahora allá, serrana,
la flor de la mi cara? que no muera yo en esta montaña.
¿Con qué la lavaré, Paséisme ahora allende el río,
que vivo mal penada? paséisme ahora allende el agua,
Lávanse las casadas que estoy triste y malherido,
con agua de limones, que no muera yo en esta montaña.
lávome yo, cuitada,
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SITIOS WEB DE INTERÉS

http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/PROPUESTAS_LECTURA/POESIA_MEDIEVAL/antologia.htm
http://www.cervantesvirtual.com/bib/portal/Platero/portal/lirica/

3. MESTER DE JUGLARÍA Y MESTER DE CLERECÍA


En la creación y transmisión de la poesía narrativa medieval tienen especial protagonismo el juglar y el
clérigo; ambos personajes se dirigen, en lengua romance, a un público mayoritariamente analfabeto,
aunque su finalidad es muy distinta.
El juglar es un personaje de vida errante que, a cambio de dádivas o dinero, informaba sobre los
acontecimientos más recientes y entretenía a las gentes en plazas y castillos con un amplio repertorio de
habilidades entre las que se encontraba el recitado de cantares y relatos. Su arte, conocido como mester
de juglaría, es espontáneo e irregular. Las obras de este mester son, casi siempre, anónimas y se han
conservado muy pocas, destacando el Cantar de Mio Cid.
El clérigo es un hombre docto, que sabe leer y escribir y conoce la cultura greco-latina y eclesiástica;
pretende enseñar al pueblo a ser buen cristiano, con un propósito claramente moralizador; su oficio se
conoce como mester de clerecía y a él pertenecen obras de tema fundamentalmente religiosa, sujetas a
una estructura métrica regular, que recibe el nombre de cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo: estrofa de
cuatro versos alejandrinos con la misma rima consonante, divididos en dos hemistiquios por una cesura.
Las obras más importantes son: en el siglo XIII, los Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo; y
en el siglo XIV, el Libro de Buen Amor de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita.

Había un ladrón malo que prefería hurtar sus manos preciosísimas; túvolo levantado;
a ir a las iglesias o puentes levantar; no se sintió por cosa ninguna embarazado,
solía con lo hurtado su casa gobernar, ni estuvo más vicioso nunca ni más pagado.
tomó costumbre mala que no podía dejar.
Al fin al tercer día vinieron los parientes,
Entre todo lo malo tenía una bondad vinieron los amigos y vecinos clementes;
que al final le valió y le dio salvedad: venían para descolgarlo rascados y dolientes,
creía en la Gloriosa con toda voluntad pero estaba mejor de lo que creían las gentes.
y siempre saludaba hacia su majestad.
Y estuvieron de acuerdo toda esa mesnada
Como aquel que mal anda en mal ha de caer,
en que los engaño una mala lazada,
una vez con el hurto lo hubieron de prender;
que debían degollarlo con hoz o con espada:
como ningún consejo lo pudo defender
por un ladrón no fuera la villa deshonrada.
juzgaron que en la horca lo debían poner.
Fueron por degollarlo los mozos más livianos
Lo llevó la justicia para la encrucijada
con buenos serraniles, grandes y bien adianos:
donde estaba la horca por el concejo alzada,
metió Santa María entre medio las manos
cerránronle los ojos con toca bien atada,
y quedaron los cueros de su garganta sanos.
alzáronlo de tierra con la soga estirada.
Alzáronlo de tierra cuando alzarlo quisieron, Lo dejaron en paz que siguiese su vía,
cuantos estaban cerca por muerto lo tuvieron: porque no querían ir contra Santa María;
más si antes supiesen lo que después supieron su vida mejoró, se apartó de folía,
nunca le hubieran hecho todo lo que le cuando cumplió su curso murióse  de su día.
hicieron. A madre tan piadosa, de tal benignidad,
La Madre gloriosa, tan ducha en acorrer, que en buenos como en malos ejerce su piedad,
la que suele a sus siervos en las cuitas valer, debemos bendecirla de toda voluntad:
a este condenado quísolo proteger, aquél que la bendijo ganó gran heredad.
recordose el servicio que solía hacer. Gonzalo de Berceo. Milagros de Nuestra Señora
Puso bajo sus pies, donde estaba colgado,
¡Ay muerte! ¡Muerta seas, bien muerta y malandante!
No se encontrará un libro, un escrito, una carta,
¡Matásteme a mi vieja! ¡Matárasme a mí antes!
hombre sabio ni necio que de ti  buen departa;
Enemiga del mundo, no tienes semejante:
nada existe en el mundo que bien de ti se parta;
de tu memoria amarga nadie hay que no se espante.
excepto el cuervo negro que de ti, muerte, se harta;
Al que hieres tú, Muerte, nadie lo salvará,
le dices cada día que pronto le hartarás.
humilde, bueno, malo, noble, no escapará;
Como el hombre no sabe cuando le matarás,
a todos te los llevas, diferencia no habrá,
Si bien pudiere obrar, sea hoy: valdrá más
tanto el Rey como el Papa ni chica nuez valdrá;
que el esperarte a ti y a tu amigo cras-cras;
no respetas parientes, señorío, amistad;
señores, no queráis ser amigos del cuervo:
con todo el mundo tienes continua enemistad,
temed sus amenazas y no cumpláis su ruego.
no existe en ti el amor, clemencia, ni piedad,
El bien que hacer pudiereis hacedlo luego, luego,
sino dolor, tristeza, mucha pena y crueldad.
que moriréis mañana, pues la vida es un juego:
Jamás nadie de ti se ha podido esconder
la salud y la vida muy rápida se muda,
y ninguno ha podido contigo contender,
y en un punto se pierde, de esto no cabe duda;
la tu venida triste no se puede entender;
“el bien te haré mañ2ana es expresión desnuda:
cuando llegas, no quieres a ninguno atender.
vestidla con las obras antes que muerte acuda.
Dejas el cuerpo yerto a gusanos en huesa,
Quien porfía en mal juego pierde mucho y no cobra,
el alma la separas del cuerpo con gran priesa,
piensa que tendrá suerte y halla mala zozobra;
no está el hombre seguro de tu carrera aviesa,
amigos, sed atento, realizad buena obra,
de hablar sobre ti, muerte, espanto me atraviesa;
pues, al venir la muerte, todo lo demás sobra.
eres de tal manera del mundo aborrecida
Cuando copan la banca, muchos piensan ganar,
que, por bien que lo quieran al hombre, aquí, en la vida
mas, rodando los dados, les viene un mal azar.
al punto que tú llegas con tu mala venida,
Junta el hombre tesoros e intenta disfrutar,
todos huyen de él luego, como de res podrida;
pero, al llegar la muerte, debe todo dejar;
aquellos que gustaban en vida su compaña
pierde luego la voz y aun el entendimiento;
aborrécenlo muerto, como a una cosa extraña,
de sus muchos tesoros, de su amontonamiento,
sus parientes y amigos, todos le tienen saña,
no puede llevar ni escribir testamento:
todos huyen de él, como si fuese araña;
los dineros juntados dispérsalos mal viento;
cuando tú vienes, muerte, son luego aborrecidos
y, cuando sus parientes la su muerte barruntan
por padre y por madres sus hijos muy queridos;
para heredarlo todo a menudo se juntan,
por amigas, amigos deseados, servidos;
cuando por su dolencia al médico preguntan,
por mujeres leales, los sus buenos maridos.
si él habla de sanarlo, como mal se lo apuntan.
Haces al que es muy rico yacer en gran pobreza:
no tiene ni una blanca de toda su riqueza,
el que en la vida es bueno y de mucha nobleza Juan Ruiz. Libro de Buen Amor
es hediondo en la muerte y lleno de vileza.

4. EL CANTAR DE MIO CID


FECHA DE COMPOSICIÓN Y AUTORÍA
El Cantar o Poema de Mio Cid es el primer gran texto de nuestra literatura (3.730 versos) y el más
antiguo de los cantares de gesta conservados (su composición se puede datar a finales del siglo XII),
aunque su texto está incompleto ya que faltan algunos versos iniciales. Hasta nosotros ha llegado un
manuscrito de principios de siglo XIV copiado por un tal Per Abat.
El Cantar es anónimo y circulan entre los críticos dos teorías sobre su autoría: una, defendida por
Menéndez Pidal, afirma que fue compuesto por dos autores, uno de San Esteban de Gormaz, que
escribiría los dos primeros cantares; y otro de Medinaceli, que reformaría el poema primitivo,
añadiéndole las partes restantes y los episodios más novelescos. La otra teoría defiende la autoría única e
incluso retrasa su composición a principios del siglo XIII.

CONTENIDO
El Cantar ensalza la figura del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar (h. 1040-1099), el Cid
Campeador, casado con Jimena Díaz, prima de Alfonso VI. El rey lo desterró por razones poco claras; el
Cid abandona Castilla e inicia una serie de acciones contra moros y cristianos que culminan con la
conquista de Valencia. Más tarde, recupera el favor real y casa a sus hijas, doña Elvira y doña Sol, con los
infantes de Navarra y con Berenguer III de Cataluña.
A pesar de que contiene datos históricos, personajes y lugares reales, el Cantar no es una obra histórica
sino artística, con numerosos sucesos novelescos, que pretende narrar el proceso de engrandecimiento
social del héroe que, desde una posición de deshonra (el destierro) y un estatus social no muy elevado (es
un caballero), consigue llegar al máximo encumbramiento social gracias a su valentía y arrojo, llegando a
emparentar con la realeza. Nos presenta al héroe ideal en el que destaca, junto a sus cualidades guerreras,
sus valores humanos de amistad y amor familiar.
A diferencia de los cantares de gesta franceses o germanos, el Poema de Mio Cid destaca por su
realismo, evitando caer en las fantasías habituales de esos otros cantares, buscando la verosimilitud, ya
que su finalidad era ejemplarizante, intentando que las hazañas contadas fueran imitable y que reflejaran
la esencia del espíritu nacional castellano en su lucha en una empresa común, la Reconquista.

ESTRUCTURA
El Poema se divide en tres partes o cantares:
1. El Cantar del destierro narra cómo el Cid abandona Castilla, separándose de su familia, y consigue
sus primeras victorias contra los moros.
2. El Cantar de las bodas relata la conquista de Valencia, el reencuentro con su familia, el perdón real y
el casamiento de sus hijas con los infantes de Carrión.
3. El Cantar de la afrenta de Corpes refiere el ultraje que sufre el Cid al ser sus hijas maltratadas y
abandonadas por sus esposos en el robledal de Corpes, afrenta que reparará en las cortes de Toledo; la
obra finaliza con el anuncio del nuevo matrimonio de sus hijas, ahora con los infantes de Navarra y
Aragón.
Si consideramos que el tema central y unificador del Poema es la honra, podemos diferenciar dos partes
en su estructura interna:
- La primera, que englobaría el primer cantar y el segundo, gira en torno a la pérdida y recuperación de la
honra pública del Cid, a causa del destierro.
- La segunda, el tercer cantar, se centra en la pérdida y recuperación de la honra privada y familiar.

MÉTRICA Y ESTILO
El Cantar de Mio Cid carece de regularidad métrica; sus versos están agrupados en tiradas monorrimas de
versos de distinta medida (desde 10 hasta 20 sílabas), divididos en dos hemistiquios por una cesura. La
rima es asonante con frecuentes irregularidades.
Respecto al estilo, sobrio y vigoroso, hay que destacar la maestría con la que un narrador omnisciente
forja los caracteres de los personajes, emplea un humor, discreto y sutil, e imprime viveza narrativa al
relato de batallas y aventuras, como la del león. Asimismo hay que destacar los rasgos del estilo épico:
- La pervivencia de arcaísmos, destacando el uso de la -e paragógica: conservación de la -e átona final
por necesidades métricas: señore, dolore, razone.
- Epíteto épico con el que se asigna un rasgo identificador a personas, animales o cosas: “Mio Cid, el que
en buen hora nació”, “Babieca el corredor”, “Valencia la clara”. Son fórmulas fijas con una finalidad
memorística.
- Libertad en el uso de los tiempos verbales, alternando el pretérito con el presente para evitar la
monotonía y animar el relato.
- Dualidades o bimembraciones: emparejamiento de palabras o frases por razones rítmicas: “burgueses e
burguesas”.
- Repetición anafórica y uso del pleonasmo: repetición de tanto en las enumeraciones descriptivas:
“Tanta gruessa mula e tanto palafré de sazón/ tanta buena arma,/ e tanto buen caballo corredor”; “de los
sos ojos tan fuertemientre plorando”.
- Estilo oral formulario: consecuencia de la transmisión oral es el empleo de procedimientos propios de
la lengua hablada: el uso del vocativo y de formas verbales en 2ª persona del plural con los que el juglar
se dirige a los oyentes para mantener su atención: “fablaba mio Cid, como oiredes contar”.
El Poema de Mio Cid es una obra que ha tenido una gran transcendencia en la literatura española: el
héroe aparecerá en numerosos romances épicos, centrará la temática de Las mocedades del Cid de Guillén
de Castro y de Le Cid de Cornielle en el siglo XVII. Su historia también se ha llevado al cine, a la
televisión y al teatro en épocas más recientes:
- El Cid (1961), dirigida por Anthony Mann y protagonizada por Charlton Heston y Sofía Loren.
- Ruy, el pequeño Cid, serie de dibujos animados para TVE.
- Anillos para una dama de Antonio Gala, drama.

EJERCICIOS
a) A partir del contenido, asocia cada fragmento a un Cantar de la obra.
b) Identifica los distintos rasgos del estilo.
c) Mide los cinco primeros versos. ¿Cuántas tiradas aparecen en el segundo fragmento?

El primer fragmento aparece en castellano medieval; los demás se han adaptado para facilitar su
comprensión.

De los sos ojos tan fuertemientre llorando


tornava la cabeça e estávalos catando,
vio puertas abiertas e uços sin cañados,
alcándaras vazías, sin pielles e sin mantos
e sin falcones e sin adtores mudados.
Sospiró mio Çid, ca mucho avié grandes cuidados,
fabló mio Çid bien e tan mesurado,
-Grado a ti, Señor, Padre que estás en alto,
esto me an buelto mios enemigos malos.-
Allí piensan de aguijar, allí sueltan las riendas,
a la exida de Bivar ovieron la corneja diestra
e entrando a Burgos oviéronla siniestra.
Meçió mio Çid los ombros e engrameó la tiesta,
-¡Albriçia, Álbar Fáñez, ca echados somos de tierra!-
Mio Çid Ruy Díaz por Burgos entrava,
en su conpaña sessaenta pendones.
Exiénlo ver mugieres e varones,
burgeses e burgesas por las finiestras son,
plorando de los ojos, tanto avién el dolor,
de las sus bocas todos dizían una razón,
-¡Dios, qué buen vassallo, si oviesse buen señor!-
***

Se ponen los escudos ante sus corazones,


y bajan las lanzas envueltas en pendones,
inclinan las caras encima de los arzones,
y cabalgan a herirlos con fuertes corazones.
5 A grandes voces grita el que en buena hora nació:
-"¡Heridlos, caballeros, por amor del Criador!
¡Yo soy Ruiz Díaz, el Cid, de Vivar Campeador!" [...]
Allí vierais tantas lanzas hundirse y alzar,
tantas adargas hundir y traspasar,
10 tanta loriga abollar y desmallar,
tantos pendones blancos, de roja sangre brillar,
tantos buenos caballos sin sus dueños andar.
Gritan los moros: "¡Mahoma!"; "¡Santiago!" la cristiandad.[...]
A Minaya Alvar Fáñez matáronle el caballo,
15 pero bien le socorren mesnadas de cristianos.
Tiene rota la lanza, mete a la espada mano,
y, aunque a pie, buenos golpes va dando.
Violo mio Cid Ruy Díaz el Castellano,
se fijó en un visir que iba en buen caballo,
20 y dándole un mandoble, con su potente brazo,
partióle por la cintura, y en dos cayó al campo.
A Minaya Alvar Fáñez le entregó aquel caballo:
-"Cabalgad, Minaya: vos sois mi diestro brazo."
***

En Valencia, con los suyos, el Cid permaneció,


25 estaban también sus yernos, los infantes de Carrión.
Un día, en un escaño, dormía el Campeador;
un mal accidente sabed que les ocurrió:
salióse de la jaula, y quedó libre un león.
A todos los presentes, les asaltó gran temor;
30 se ponen el manto al brazo los del Campeador,
y rodean el escaño protegiendo a su señor.
Fernán Gonzálvez, infante de Carrión,
no halló dónde subirse, ni abierta alguna habitación;
se escondió bajo el escaño: tanto era su pavor.
35 Diego Gonzálvez por una puerta salió,
diciendo a grandes gritos: "¡Ya no veré más Carrión!"
Tras una viga lagar se metió con gran pavor;
el manto y el brial muy sucios los sacó.
En esto, despertó el que en buena hora nació.
40 El escaño rodeado de sus guerreros vio.
-"¿Qué ocurre, caballeros, por qué esta alteración?"
-"Sucede, señor honrado, que un susto nos dio el león."
Hincó el codo mio Cid, tranquilo se levantó;
el manto traía al cuello, y se dirigió al león;
45 apenas lo vio este, gran vergüenza sintió.
Ante mio Cid, la cabeza bajó y el rostro hincó.
Mio Cid don Rodrigo del cuello lo tomó,
llevándolo de su mano, a la jaula lo volvió.
Todos asombrados quedan al ver a su señor,
50 y al palacio retornan loando su valor.
Mio Cid por sus yernos preguntó y no los halló;
aunque los llamó a altas voces, ninguno respondió.
Cuando los encontraron, estaban sin color;
nunca hubo tal rechifla como la que allí se armó,
55 pero ordenó que cesara mio Cid el Campeador.
Muchos tuvieron por deshonrados a los infantes de Carrión,
se sienten humillados por lo que aconteció.
***

Hicieron sus casamientos doña Elvira y doña Sol;


los primeros fueron buenos, pero estos son aún mejor,
60 con mayor honra se casan que en la primera ocasión.
Y ved cómo la honra aumenta al que en buen hora nació,
al ser sus hijas señoras de Navarra y de Aragón.
Y, así, los reyes de España ahora sus parientes son,
a todos alcanza honra por el que en buen hora nació.

5. EL TEATRO Y LA PROSA MEDIEVAL


A excepción del Auto de los Reyes Magos del siglo XII, no han llegado hasta nosotros obras de teatro
anteriores al siglo XV, aunque sabemos de su existencia por las crónicas. El teatro medieval no tuvo
ninguna relación con la tradición dramática clásica, sino que estuvo estrechamente relacionado con la
liturgia y las fiestas religiosas, como la Natividad, la Pasión de Cristo o el Corpus. Por ello, en sus
orígenes, dichas representaciones tenían lugar en el interior de los templos, aunque después se trasladaran
al atrio de las iglesias y a las plazas.
Las primeras manifestaciones de prosa romance aparecen en la primera mitad del siglo XIII; son
colecciones de cuentos, subgénero narrativo de gran éxito en el medievo europeo y asiático. Sin embargo,
se considera a Alfonso X el Sabio el auténtico creador de la prosa castellana ya que debemos a su labor,
no como autor sino como impulsor y coordinador, la creación de importantes tratados históricos,
científicos o jurídicos como la General Estoria o las Partidas. Esta será la línea que continúe en el siglo
XIV su sobrino don Juan Manuel; su obra principal es El conde Lucanor, una colección de cincuenta
cuentos de procedencia clásica u oriental y también de tradición popular, escritos con una finalidad
didáctica.

Sirvan de ejemplo de reelaboración literaria estos tres textos que desarrollan la misma historia con
variaciones.
LA OLLA ROTA
En cierto lugar vivía un brahmán llamado Svabhakripana, que tenía una olla llena de arroz que
le habían dado de limosna y que le había sobrado de la comida. Colgó esta olla en un clavo de la
pared, puso su cama debajo y pasó la noche mirándola sin quitarle la vista de encima, pensando
así:
- Esa olla está completamente llena de harina de arroz. Si sobreviene ahora una época de
hambre podré sacarle cien monedas de plata. Con las monedas compraré un par de cabras.
Como éstas crían cada seis meses, reuniré todo un rebaño. Después, con las cabras compraré
vacas. Cuando las vacas hayan parido, venderé las terneras. Con las vacas compraré búfalas.
Con las búfalas, yeguas. Cuando las yeguas hayan parido tendré muchos caballos. Con la venta
de éstos reuniré gran cantidad de oro. Por el oro me darán una casa de cuatro salas. Entonces
vendrá a mi casa un brahmán y me dará en matrimonio a su hija hermosa y bien dotada. Ella
dará a luz un hijo. Al hijo le llamaré Somarsamán. Cuando tenga edad para saltar sobre mis
rodillas cogeré un libro, me iré a las caballerizas y me pondré a estudiar. Entonces me verá
Somarsamán y deseoso de mecerse sobre mis rodillas, dejará el regazo de su madre y vendrá
hacia mí, acercándose a los caballos. Yo, enfadado, gritaré a la brahmana: ¡Coge al niño! Pero
ella, ocupada en las faenas de la casa, no oirá mis palabras. Yo me levantaré entonces y le daré
un puntapié.
Tan embargado estaba en estos pensamientos, que dio un puntapié y rompió la olla, y él quedó
todo blanco con la harina de arroz que había dentro y que le cayó encima.
Por eso digo yo:
El que hace sobre el porvenir proyectos irrealizables
se queda blanco como el padre de Somarsamán.
PANCHATANTRA. Siglo II a.C.

LO QUE SUCEDIÓ A UNA MUJER LLAMADA DOÑA TRUHANA


Otra vez habló el conde Lucanor con Patronio, su consejero, del siguiente modo:
-Patronio, un hombre me ha aconsejado que haga una cosa, y aun me ha dicho cómo podría
hacerla, y yo os aseguro que es tan ventajosa que, si Dios quisiera que saliera como él lo dijo,
me convendría mucho, pues los beneficios se encadenan los unos con otros de tal manera que al
fin son muy grandes.
Entonces refirió a Patronio en qué consistía. Cuando hubo terminado, respondió Patronio:
-Señor conde Lucanor, siempre oí decir que era prudente atenerse a la realidad y no a lo que
imaginamos, pues muchas veces sucede a los que confían en su imaginación lo mismo que
sucedió a doña Truhana.
El conde le preguntó qué le había sucedido.
-Señor conde - dijo Patronio- hubo una mujer llamada doña Truhana, más pobre que rica, que un
día iba al mercado llevando sobre su cabeza una olla de miel. Yendo por el camino empezó a
pensar que vendería aquella olla de miel y que compraría con el dinero una partida de huevos,
de los cuales nacerían gallinas, y que luego, con el dinero en que vendería las gallinas compraría
ovejas, y así fue comprando con las ganancias hasta que se vio más rica que ninguna de sus
vecinas. Luego pensó que con aquella riqueza que pensaba tener casaría a sus hijos e hijas e iría
acompañada por la calle de yernos y nueras, oyendo a las gentes celebrar su buena ventura, que
la había traído a tanta prosperidad desde la pobreza en que antes vivía. Pensando en esto se
empezó a reír con la alegría que le bullía en el cuerpo, y, al reírse, se dio con la mano un golpe
en la frente, con lo que cayó la olla en tierra y se partió en pedazos. Cuando vio la olla rota,
empezó a lamentarse como si hubiera perdido lo que pensaba haber logrado si no se rompiera.
De modo que por poner su confianza en lo que imaginaba, no logró nada de lo que quería.
Vos, señor conde Lucanor, si queréis que las cosas que os dicen y las que pensáis sean un día
realidad, fijaos bien en que sean posibles y no fantásticas, dudosas y vanas, y si quisiereis
intentar algo guardaos muy bien de aventurar nada que estiméis por la incierta esperanza de un
galardón de que no estéis seguro.
Al conde agradó mucho lo que dijo Patronio, hízolo así y le salió muy bien. Y como don Juan
gustó de este ejemplo, lo mandó poner en este libro y escribió estos versos:

En las cosas ciertas confiad


y las fantásticas evitad.
DON JUAN MANUEL, El conde Lucanor
LA LECHERA
marchaba sola la feliz lechera,
Llevaba en la cabeza
y decía entre sí de esta manera:
una lechera el cántaro al mercado
“Esta leche vendida,
con aquella presteza,
en limpio me dará tanto dinero;
aquel aire sencillo, aquel agrado
y con esta partida
que va diciendo a todo el que lo advierte:
un canasto de huevos comprar quiero,
“Yo sí que estoy contenta con mi suerte”.
para sacar cien pollos, que al estío
Porque no apetecía
me rodeen cantando el pío, pío.
más compañía que su pensamiento,
Del importe logrado
que alegre le ofrecía
de tanto pollo, mercaré un cochino;
inocentes ideas de contento,
con bellota, salvado,
berza, castaña, engordará sin tino; ¡Qué loca fantasía!
tanto, que puede ser que yo consiga ¡Qué palacios fabricas en el viento!
el ver cómo le arrastra la barriga. Modera tu alegría,
Llevarelo al mercado; no sea que, saltando de contento,
sacaré de él, sin duda, buen dinero; al contemplar dichosa tu mudanza,
compraré de contado quiebre su cantarillo la esperanza.
una robusta vaca y un ternero, No seas ambiciosa
que salte y corra toda la campaña de mejor o más próspera fortuna,
desde el monte cercano a la cabaña.” que vivirás ansiosa,
Con este pensamiento sin que pueda saciarte cosa alguna.
enajenada, brinca de manera No anheles, impaciente, el bien futuro;
que, a su salto violento, mira que ni el presente está seguro.
el cántaro cayó. ¡Pobre lechera!
SAMANIEGO. Siglo XVIII
¡Qué compasión! ¡Adiós, leche,
dinero, huevos, pollos, lechón, vaca y ternero!

EJERCICIOS
1. ¿Qué elementos tienen en común los tres relatos? ¿Cuáles son diferentes?
2. Aplica la estructura de los cuentos de El conde Lucanor a este relato: (puedes señalarla en el texto)
- Introducción: diálogo entre el conde y Patronio en el que se plantea un problema.
- Patronio ilustra su solución con un cuento. Señala el planteamiento, nudo y desenlace de este cuento.
- Conclusión: el conde sigue el consejo de Patronio y le va bien, y el autor elabora una moraleja.
3. ¿Dónde se recoge la enseñanza o moraleja en cada uno de los relatos? ¿Es la misma? ¿En cuál se desarrolla más
lo que pretende enseñar?

No podemos dejar de señalar la relación de Alfonso X el Sabio con la Región de Murcia; según la leyenda, en
esta ciudad está enterrado su corazón y en ella escribió algunas de sus obras más memorables. Fue precisamente
Murcia uno de los tres centros culturales de su reinado, junto con Sevilla y Toledo. Su obra más personal, la
poética, también guarda relación con Murcia; entre Las cantigas de Santa María, destaca la “Cantiga de la
Arrixaca”; se trata de un episodio autobiográfico en el que el monarca narra un problema en el que se vieron
envueltos él y su suegro, Jaime I de Aragón, con los árabes y que se resolvió con la intervención de la Virgen.
http://academiasdeljardin.blogspot.com.es/2009/11/cantiga-169-clxix-o-cantiga-de-la.html

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