Descubriendo A Claire

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 157

Descubriendo a Claire

Prólogo
Me advirtieron una vez que los sentimientos son las cosas más inestables
que pueden existir, y supongo que quien lo hizo debe ser descendiente de
Einstein porque son las palabras más ciertas que escuché en toda mi
vida. Aunque te preguntarás quién lo dijo, ni yo misma sé la respuesta,
esas palabras salieron de mí, pero no son mías, ya que ni yo misma sé
bien quién soy.

-Claire, baja ya, está listo el desayuno y se te hace tarde.


-No sé a quién se le ocurrió la idea de que debíamos levantarnos
temprano en la mañana, eso es una tortura para la sociedad.
-Cambia esa cara, que hoy es el primer día de tu último año.
-¿Por qué debería estar feliz?. Es lo mismo cada año, que sea el último no
le quita lo pesado que va a ser, -dije con una sonrisa sarcástica.
-Ya llegó el bus, ¿entraste todo?.
-Sí ma.
-Que te vaya bien.

Y así me despedí de ella dejándole un beso, la verdad es que no me hacía


ilusión que fuera el último año escolar, para mí significa un año de
cambios, lo cual me aterra.

1
Capítulo 1
Amigos y encuentros
-Claire!!!
Y ahí estaban las dos locas que tengo por amigas Valeria y Mía, al menos una
buena cosa de regresar a la escuela.
- Te extrañamos mucho, estos meses han sido eternos -dijo Valeria.
-Chicas, pero si nos vimos en verano, a quién engaño yo también las extrañé.
-Nuestro último año por fin, ya decidieron que van a estudiar en la uni.
Preguntó Mía toda emocionada.
- Yo sí Mi, descubrí que como lo mío es el maquillaje debería aprovecharlo y
ser cosmetóloga, ¿qué les parece?.
-¡Es increíble!, te irá genial lo tuyo sin duda es eso Vale.
-¿Y tú Clai?, ya decidiste qué harás, -preguntó Mía.
-La verdad no, contesté rápidamente -y si no encuentro algo pronto no sé qué
haré.
-No te preocupes eso llegará.

-Trin!!
Sonó el timbre, creo que debemos subir.
-Yo las alcanzo luego chicas.
-Está bien, pero no te tardes, dijeron para luego subir a clases.

La verdad es que quería estar sola un rato y no hay mejor lugar que en el baño,
mis ganas de estar en el colegio eran mínimas y mis emociones estaban a flor
de piel, así que de repente empecé a llorar. Ahí me encontraba yo sentada en
un cubículo del baño, simplemente llorando, y sin saber por qué, o bueno sí lo
sabía, llorando por todo lo que siento tener encima, por la vida, por mis
padres, y porque simplemente era una llorona que fingía ser una piedra, pero
que no podía ni contarle sus problemas a sus amigas, no confiaba en nadie, ni
en mí misma y aunque las cosas a simple vista parecían estar bien, no lo
estaban.

Un mes antes 3:00 pm, 12/julio.


-Me tienes harta, nadie tiene la culpa de todo lo que debes gastar por nosotras,
si te molesta tiranos en un rincón.

2
-Me estás exigiendo demasiado Mónica y las cosas no son así, yo hago lo que
puedo. Mira cuánto he tenido que gastar en la inscripción de tu hija.
-Es nuestra hija, es de los dos, y hasta eso te molesta, inscribir a tu hija al
colegio.
Sonó un ruido* Papá había colgado.
-Otra vez discutiendo.
-Tu padre me tiene harta, no veo la hora de tener que dejar de molestarlo.

Y así era todo el tiempo supongo que por eso estaba llorando, lloraba por las
emociones encontradas que tenía guardadas, toda mi vida he vivido con mi
madre, mi padre se divorció de ella cuando me esperaban a mi y desde ahí él
me mantiene, cuando mi madre lo conoció él le prometió muchas cosas y le
dijo que no era necesario que ella trabajara, pero con el tiempo a esas
promesas se las llevó el polvo y ahora sólo me toca ver una constante lucha
entre los dos por cada mínima cosa, lo cual me sorprende y me sorprende aún
más porque es tan drástico como aquellas almas que llegaron a amarse tanto
ahora se odien con la misma intensidad.
Como dicen por ahí, les pasaré contexto.
Mi padre es un hombre de negocios, al que siempre le va bien, lo cual no lo
hace un multimillonario pero si alguien de buena posición social, al separarse
de mi madre volvió con su antigua esposa, la madre de sus dos hijos mayores,
mientras que por parte de mi madre se encarga de todos los gastos que tienen
que ver conmigo aunque no viva con nosotras. Mi madre por su parte viene de
descendencia pobre, tuvo que hacer muchos esfuerzos para entrar a la
universidad, y cumplir su deseo de ser diseñadora, pero esos esfuerzos se
hacían cada vez más grandes y ella estaba cansada ya de luchar tanto, conoció
a alguien que le ofreció la oportunidad de irse a Italia, donde vivió por 8 años
pero cuando aquel escape terminó decidió volver y ahí siguió la historia, se
juntó con mi papá y juntos se prometieron muchas cosas.
-Esta casa va a ser para nosotros y nuestra hija, quiero sentarme en el balcón y
pasar horas abrazados a ustedes.
- Y así será.

Pero no fue así, el balcón es abrazado por las alimañas de la noche y en la casa
sólo viven dos, aquel nunca ha estado.
Al volver mi madre, mi padres sabían que era muy difícil que mi mamá
consiguiera empleo, no había terminado la carrera y no había mucha
oportunidad para ella que digamos.
Fue así como empezó todo, como ahora lloro por aquellas malas decisiones de
los dos y por no enfrentar los problemas de otra manera.

3
-¿Qué haces aquí?. Es el baño de niñas.
-Cuanto lo siento perdón, soy nuevo y me dijeron que el baño estaba por aquí
creo que me equivoqué. -Soy Carlos.
-No te preocupes. Soy Claire, -dije limpiándome las lágrimas.
-Toma siempre cargo pañuelos por si me encuentro una niña linda llorando,
dijo con un tono de confianza, aquello no me molestó, a su vez me causó
gracia.
-Gracias, dije seguido de una pequeña risa.
- ¿Te puedo ayudar en algo?. Me dijo con mucha amabilidad.
Levanté la mirada ya que me di cuenta que estaba mirando al suelo para que
no me viera llorar y ahí pude verlo detalladamente, era un chico alto, de buen
porte, cabello negro como azabache y unos ojos marrones claros muy lindos,
no sé por qué pero me daba la impresión de que eran los ojos más sinceros que
conocería en toda mi vida.
-¿Estás aquí?. -Dijo alejándome de mis pensamientos.
-Si perdón, no te preocupes estoy bien, no necesito ayuda.
-Segura no me parece, mira que nadie llora por nada.
-Supongo que sí, sinceramente acabo de llorar por nada. ¿Escuchas eso?.
-¿El timbre?.
- Si, me he perdido la primera clase, no puede ser.
-Ni te preocupes, estamos en las mismas, voy para el grado 12 ¿y tú?.
- Yo igual.
-Así que seremos compañeros, perfecto ¿me llevas?.
-Claro, sólo recojo mi mochila.
-Me sorprende que no entrara nadie al baño, supongo que me ahorré la pena.
¿Te imaginas?, otras hubieran reaccionado peor que tú.
-De pronto empecé a reír la verdad es que era muy ocurrente y lindo.
-Aquí es, ¿entramos? Dije en tono dudoso, sabía lo que me esperaba y creo que
él lo notó ya que preguntó a la profesora si podíamos pasar y dijo que llegué
tarde ya que la directora me había mandado a enseñarle el colegio.
Pero la cosa no terminó ahí podía estar bien con la maestra gracias a Carlos
pero tenía a 20 cabecitas mirando, maquinando miles de historias y chismes
por contar, sin dejar de mencionar que Mi y Vale me veían con cara de "No me
trago ni media sílaba de lo que dijo, ahora nos cuentas".

4
Capítulo 2
Helado de Vainilla
Después de una larga charla contándole a las curiosas de mis amigas sobre
Carlos, nos encontrábamos en el receso almorzando igual como lo hacíamos en
años anteriores, la verdad es que el colegio no había cambiado en nada, salvo
por la pintura que habían renovado. Nuestro colegio es religioso, regido por un
grupo de monjas, pero no se crean lo menos que había en el colegio eran
alumnos religiosos, Rubí era el vivo ejemplo de eso.
-Aquí están las 3, las estaba buscando desde que salimos de clase, quiero
invitarlas a una fiesta en mi casa, sábado a partir de las 7.
-Y eso Rubí, tú invitándonos a tu casa, no somos de tu ambiente. Dijo Vale un
tanto impresionada.
-Bueno, es nuestro último año además me encantaría verlas a las 3, en especial
a Claire, claro si te dejan. Aunque lo dudo mucho, siempre has sido una
dejada.
Y ahí estaba, esa siempre ha sido la personalidad de Rubí comienza con su
discurso motivacional para luego terminar con sus comentarios de víbora.
- Gracias por tu invitación Rubí, pero tienes razón ni me dejan, ni tengo la más
mínima intención de ir -dije con una sonrisa falsa.
¿Seguimos pasando contexto?, supongo que si ;).
Rubí y yo éramos grandes amigas en la secundaria, pero cuando cumplí
quince, Vale me contó que uno de nuestros amigos estaba enamorado de mí,
yo no me había dado cuenta siempre he estado muy pendiente a mis
calificaciones, a las cosas que me gustan, a mis sueños y a diferencia de mis
amigas no le daba tiempo a las cosas del amor. Pablo y yo siempre habíamos
sido mejores amigos y no había pensado en él de esa manera hasta ese día, él
es un chico guapo, de buen cuerpo y además muy simpático, al igual que yo le
encantaba sacar buenas notas y era uno de los mejores del salón junto
conmigo pero cuando Rubí se enteró que él gustaba de mí, empezó a buscarlo,
los dos iban juntos a fiestas, pasaban la mayor parte del tiempo juntos, él
empezó a tomar y a juntarse con aquellos que como quien dice tenían calle,
dejó de prestarle atención a los estudios, y se olvidó de sus viejos amigos,
incluyendome. Yo por mi parte a pesar de que me había ilusionado con la idea
de nosotros, no los culpé en todo caso él quiso estar en ese ambiente y Rubí
por su parte se alejó de mí. Se hicieron novios y desde entonces nuestra

5
relación no es la misma, ya no hablo con él y Rubí no deja de molestarme
desde entonces sin razón alguna.

-Me alegra que se haya ido te juro que si no se iba, iba a estrenar mi primera
pelea del año -dijo Mía, no soporto que te hable así.
- Olvidenlo chicas no tiene importancia.
-Lo que sí tiene importancia es lo que va a pasar adivina quien viene hacia acá.
Era Carlos, venía hacia acá con 2 helados en la mano y una gran sonrisa, la
verdad es que ese chico era muy tierno.
-Hola chicas, Claire te traje esto no sabía cuál era tu sabor, pero eres igualita a
un helado de vainilla así que aquí está.
- No pude evitar de reirme por su comentario de verdad que estaba loco. -
Gracias, ¿por qué lo hiciste?.
-Bueno para agradecerte, sin ti me hubiera dado la pérdida del año al llegar al
curso. Pero que grosero, deja ver si recuerdo, tú eres Mía y tú Valery.
-Valeria- dijo Vale con una sonrisa. Y tú eres Carlos.
-Sí, él mismo.
-Claire, por qué no invitas a Carlos a la fiesta del sábado, sería divertido. Dijo
Mía con una sonrisa pícara.
- Yo estaba anonadada, Mía sabe que mis padres no me dejan salir, además no
tengo quien me lleve, ni ganas de ir.
-Mía estás loca le dije al oído.
-Claro Carlos, ve es el sábado a las 7 en casa de una compañera, te mandamos
la dirección, -dijo Valeria con una sonrisa de cómplice.
Qué estarán pensando esas dos locas, lo que fuera sin duda no era bueno.
-Me encantaría, si quieres Claire te puedo recoger en tu casa.
-Estaría perfecto gritaron las dos al mismo tiempo.
Yo estaba impactada, Carlos por su parte me miró sonriendo y no me quedó
más que devolverle la sonrisa.
Me pueden explicar cómo pretenden que mami me deje salir y más de noche,
están dementes.
-Tranquilizate nena, ya se me ocurrirá algo. -Mencionó Mía con cara de no sé
qué haré pero será brillante.

6
Capítulo 3
Brochas y más brochas
La semana pasó más rápido de lo que pensaba y para mí sorpresa mis amigas
habían convencido a mis padres para que me dejaran ir a la fiesta, aunque eso
gracias a una mentirita piadosa. A pesar de las peleas constantes de mis
padres, cuando se trataba de permisos coincidían en algo, tenía que pedirle
permiso a los dos y se terminaba haciendo lo que papá decía a pesar de no
vivir aquí, lo cual significaba la mayoría del tiempo un no rotundo. Hablamos
con papá y le dijimos que estaría en casa de Mía con ella y Vale, y que no era
necesario que me llevara ya que su mamá nos llevaría a cenar en la noche y me
traería de vuelta, obviamente mami era nuestra cómplice, el plan en realidad
iba así: a las 4 mami me llevaría a casa de Mía, las tres nos arreglariamos allá y
al volver regresaría con Carlos. Mamá no lo conoce así que no confió mucho
en la idea, yo tampoco confiaba tanto que digamos pero le prometí que todo
estaría bien, y Vale mencionó que se iría con nosotros.
-Ay no, no, y no, ni muerta usaré eso.
-Pero Clair, te verás hermosa con ese vestido, además aunque sea muerta te lo
pondrás.
-Vale sabes que esto no es lo mío, además no se si me quedará bien.
- Si no te lo pones no sabrás, lo compramos especialmente para ti, así que ven
-Dijo Mía.
Y después de dos horas de brochas, esmaltes, brillo, y zapatos ya estamos
listas, la verdad es que tenían razón el vestido me quedaba muy bien, era un
vestido azul que se ajustaba a mi cintura, lo combinamos con unas zapatillas
de tacón y mis amigas me rizaron el pelo, les encantaba verme con el rizo y por
mi parte me sorprendió que el vestido correspondiera con mi altura, soy alta y
mayormente los vestidos suelen quedarme muy cortos. Vale tenía un vestido
verde que le sentaba muy bien y Mía por su parte uno rosa, mis amigas a decir
verdad son muy bonitas, Mía es rubia con ojos verdosos y Vale castaña con piel
canela, yo por mi parte soy la pelinegra alta que le gusta leer y estudiar, como
pueden ver no hay mucho campo para mí en cuanto a chicos. A pesar de que
amo a mis amigas, debo decir que a veces siento que no encajo con ellas, no
sólo en el sentido físico sino también en la forma de actuar o pensar, ellas son
más extrovertidas suelen conocer a alguien y encajar perfectamente, por mi
parte soy más tímida o me aburro rápido, cuando no tengo nada que decir no
hablo, mientras que ellas conversan hasta del clima.

7
-Escucharon eso, debe ser Carlos.
-Bien pues vámonos, obviamente no quería irme sola con él pero mis amigas
tenían otros planes.
-Vámonos?!, por favor estás loca -dirás me voy, nos vemos allá.
-Pero Valeria, Mía podrías ayudarme por favor.
-¿Qué?, ¿cómo?, ¿quién es esa?. Se te hace tarde camina.

Mis nervios están sobresaliendo de mis poros, estoy emocionada y no estoy


acostumbrada a ir a fiestas, por otro lado me aterraba que pasara algo.
Digo, Carlos se ve muy buen muchacho pero vamos lo conocí hace una
semana, además he visto muchas películas, sin dejar de mencionar que todavía
tengo la curiosidad de saber por qué Rubí me invitó a su fiesta, para lo que
fuera se que no sería bueno.
La madre de Mía nos abrió la puerta y las chicas me acompañaron a la salida.
- Que les vaya bien nenas. Están hermosas, Claire te queda perfecto ese
vestido.
- Gracias tía. Sí, tengo la confianza de decirle así además, la mamá de Mía es
muy dulce.
Cuando salimos del garaje, Mía sacó su auto para irse con Valeria, mientras
que yo seguía de camino para irme con Carlos.
Me sorprendió su reacción cuando me vió, fue muy dulce y sincera levantó las
cejas levemente en tono de sorpresa y me dedicó una sonrisa, hasta que me
detuve frente a él.
-Estás muy hermosa.
- Gracias, tú también te ves muy bien. Dije con sinceridad, estaba en lo cierto,
él carga un t-shirt blanco básico, con unos pantalones negros que le aportaban
elegancia a lo simple y unos zapatos muy finos, pero lo que más resaltaba de él
es su perfume, el aroma es tan suave y sensual que se entrapa en mi de sólo
saludarlo y no hay nada más lindo que andar con un hombre que huela bien.
-¿Nos vamos?. Dijo abriéndome la puerta del coche.
Sí asentí al instante y me subí al auto.
Íbamos de camino y estaba todo en silencio, supongo que él también se
encontraba nervioso, habíamos conversado no se crean pero el ambiente se
había tornado un poco sereno, así que le pregunté si podía encender la radio y
cuando dijo que sí me dispuse a hacerlo, al instante sonó una de mis canciones
favoritas -Noviembre sin ti (Reik). Por más tímida que fuera no me aguanté las
ganas de cantar, estaba en mi naturaleza hacerlo, vamos es Reik. Lo que más
me sorprendió es que ambos lo hicimos al mismo tiempo.
-PORQUE TE EXTRAÑO DESDE AQUEL NOVIEMBRE.
-CUANDO SOÑAMOS JUNTOS A QUERERNOS SIEMPRE...

8
Ambos gritabamos en el auto como dos locos de alma vieja que a pesar de
conocerse hace unos días sentían hacerlo de otra vida.
-NOVIEMBRE SIN TI ES SENTIR QUE LA LLUVIA.
-No sé que acaba de pasar pero me encanta, mencionó el chico con la voz un
poco agitada de tanto gritar.
-A mí también y me encanta aún más que te guste Reik.
-¿Bromeas?, es mi grupo favorito.
En ese momento la canción paró y decidí seguir la conversación.
-Estoy en tu auto y no se ni siquiera de dónde vienes, dije riendo.
-Soy de Houston, pero mi padre decidió que nos mudáramos acá por negocios.
-¿Y tú eres de aquí?.
-Sip, aquí nací y he vivido toda mi vida, un poco aburrido ¿no?.
-No para nada, quisiera tener una vida así de estable, nunca puedo mantener
las amistades en mi vida, mi padre se muda mucho y eso a veces me cansa.
-¿Y tu mamá?.
-Murió cuando yo tenía 12 años, desde entonces sólo somos mi papá y yo.
-Lo siento mucho.
- No te preocupes, la verdad ya no duele hablar de ella, llega un día en el que
aprendes a vivir con su bonito recuerdo.
-Ojalá yo pudiera hacer eso, no sé pensar así de positivo.
- En ese momento comenzó a mirarme con intriga y me dijo algo que no
esperé escuchar.
-No se trata de hacer o pensar, se trata de sentir, cuando me di cuenta que su
etapa aquí en la tierra había terminado fue entonces cuando entendí que me
había dejado sus recuerdos, para que los sintiera cuando la extrañara mucho.
- Que bonito, es como si ella siguiera contigo, en tu memoria.
- Te equivocas en algo más grande, el corazón.
-Mira hemos llegado que lindo se ve todo.
Afirmativo habíamos llegado, pero eso para mí no importaba,me sorprendía la
forma en la que él hablaba podía hablar de temas tan profundos y aún así
pasar a la felicidad en un instante como si fueran temas normales, y con lo que
dijo me dejó pensando, si los recuerdos para él son una forma de sentir un
poco más cerca a quienes ya no están, entonces son esa cámara que nos refleja
aquello que queremos ver aunque no esté siempre con nosotros.
En ese momento supe que conocer a ese chico no era casualidad y que de él iba
a aprender aquello que necesitaba.

9
Capítulo 4
La F iesta
Habían pasado dos horas desde que llegamos a la fiesta, Carlos y yo la
estábamos pasando muy bien no habíamos dejado de charlar desde entonces y
como supuse él es un chico muy interesante, descubrí que es un aficionado a la
música, le encanta cantar y desde los 6 años toca el piano, le gusta mucho el
tenis y montar a caballo, lo cual me impresionó bastante y no pude evitar
gritar de la emoción.
-¿Enserio te gusta montar?. A mi me encantan los caballos, son tan tiernos,
aunque te confieso que no sé montarlos.
- Si quieres un día de estos te enseño, no es la primera vez que estoy aquí, mi
papá tiene una pequeña casa en el campo a media hora de aquí con muchos
caballos.
-Que fascinante.
-Si, pero ya he hablado mucho de mí en cambio tú no me has contado nada
¿Qué te gusta hacer?.
-Bueno, la verdad no hay mucho que contar de mí. Adoro leer, tengo una
perrita llamada Kiara, que es mi compañera de aventuras y con las aventuras
me refiero a coger la comida de la heladera a escondidas de mamá . - En ese
momento los dos reímos al instante. Pero como en las películas nuestro
momento tenía que ser interrumpido y por nada más y nada menos que Rubí.

-Así que aquí estás me dijeron que viniste pero no me lo creía y mira nada más
con quién, Carlos estás muy guapo que bueno que vinieron.
¿Y ésta?.
Se hacía la linda era obvio que algo estaba tramando, obviamente Carlos no se
daba cuenta, no la conoce así que respondió muy amablemente.
-Gracias Rubí, yo me alegro de estar aquí tu casa es muy linda.
-No hay de que, porque no pasan a la sala, jugaremos verdad o reto.
-Oh claro. -Mencionó Carlos al momento, pero a mí no me agradaba nada la
idea.
Con lo entretenida que estaba no me había percatado de Vale y Mía hasta que
las vi en un círculo del piso a punto de jugar, estaban ellas, Kenia y Sebastián
dos compañeros del colegio, Rubí y a su lado Pablo, la verdad tenía tiempo sin
verlo, no había ido la semana entera a clases lo que no me sorprendía, pero si
estaba más cambiado se había dejado crecer más el pelo y parece que siguió

10
yendo al gimnasio, él siempre había tenido buen cuerpo supongo que lo
tonificó más, al igual como yo estaba hundida en mis pensamientos él
también, pude notar que se me quedó mirando, incluso vi como Rubí lo tocaba
por la espalda discretamente.
-Empecemos a jugar, dijo Kenia. Mientras mis amigas me miraban con cara de
nuestro plan funcionó, te dejamos sola y Carlos y tú se conocieron más.
El juego empezó así, cada uno tenía un turno para rodar la botella y depende a
quien le cayera tenía que elegir entre verdad o reto, la primera fue Mía quién
como le gusta lo atrevido eligió reto, y tuvo que tirarse de cabeza a la piscina
con todo y ropa, la segunda fue Rubí quién eligió verdad, Kenia le preguntó si
ya había estado con un chico antes, lo cual muy orgullosa respondió que sí
mirando a Pablo para luego darme una mirada de superioridad a mí. Carlos
parece que se dió cuenta ya que me susurró que no le hiciera caso, es increíble
como ese chico lograba entenderme de sólo mirarme.
Y cuando tocó el turno de Rubí al girar la botella justamente cayó sobre mí, a
lo que me dispuse a elegir “verdad''.
-¿Es verdad que estuviste enamorada de un chico de este círculo, pero que
nunca te tomó en serio por aburrida e insoportable?.
Auch, aunque sonará infantil la frase, había dado justo en el blanco para
herirme. A lo que sólo me limité a decir.
-Sí, enamorada si estaba, aunque lo otro supongo que es cuestión de
opiniones, siempre le gustaron las taradas.
Lo dije con tanta ira en mi mirada, noté como mis amigas me estaban viendo,
como Pablo bajó la mirada porque es un cobarde, y como Carlos me miraba sin
entender nada. Me levanté de ahí y me dispuse a salir a tomar aire, sabía que
si me quedaba ahí las cosas iban a terminar mal, podía ser aburrida,
insoportable, la nerd del grupo, lo que quieran pero jamás me quedaría callada
ante insultos, y mucho menos a desplantes como ese, lo hizo para herirme,
porque sabía que recordaba lo que pasó esa vez.
Cuando Pablo empezó a juntarse con Rubí, decidí que lo mejor era hablar con
él a pesar de lo que supuestamente los "dos" sentíamos, él seguía siendo mi
amigo y no quería que se destruyera, incluso estaba muy preocupada, su
madre me dijo que ya no era el mismo chico de siempre, que llegaba tarde a
casa, tomaba mucho, no quería estudiar, incluso cuando estaba con su familia
siempre se encontraba de mal humor. Pero el día que me atreví a hablar con él
escuché algo que nunca pude olvidar.
-Claire, es la niña más nefasta que he conocido en toda mi vida, se la pasa
leyendo, es una aburrida, pero hay que entenderla su padre no le presta la más
mínima atención por algo las abandonó a ella y a su madre, sin contar las
peleas que ocurren siempre en su casa, es un fastidio.

11
Esas palabras dolieron más que cualquier pelea que hayan tenido mis padres,
él era mi amigo, el único al que le contaba mis problemas, las cosas que me
disgustan y saber que les había contado a esas personas cosas tan íntimas
sobre mí me dolió, y me dolió aún más porque ya me había enamorado.

Cuando me vió detrás del muro en que estaba su rostro cambió, mi cara era de
decepción, enojo, tristeza, y sin darme cuenta había empezado a llorar, pero al
verme una lágrima bajó por su mejilla pero no dijo nada, corrí, quiera salir
rápido de ahí, a pesar de que tenía la esperanza de que me persiguiera, de que
me explicara porque dijo lo que dijo, no lo hizo y sabía que nunca lo iba a
hacer. Desde ese entonces no volvimos a hablar aunque mi mamá seguía
siendo amiga de su mamá yo prefería quedarme en casa cuando salían, y en
navidad cuando su madre venía a visitarnos, él hacía lo mismo.
Sin darme cuenta me había lanzado muy lejos hacia mis pensamientos y ya
había caminado 15 minutos lejos de la casa de Rubí, cuando me percaté ya no
sabía dónde estaba. Iba a llamar a mamá cuando de repente escuché una voz.
-Claire
Era Carlos parece que seguía mis pasos sin que yo lo notara.
-Lo miré con ternura, todavía seguía llorando.
-Parece que se te está haciendo costumbre llorar cada que nos encontramos.
Me contarás qué te pasa.
- No es nada, sólo recuerdos que llegan a la cabeza.
-Perdón por lo de ahorita si hubiera sabido que Rubí era así jamás te traigo a
la fiesta.
-No es tu culpa, además yo la conozco y quise venir, me lo busqué por pendeja.
-Pero mira que la noche apenas empieza son las nueve y tu mamá te dio
permiso hasta las 11 ¿no?. Se de un lugar que te va a encantar ven conmigo.
Cuando menos lo esperé ya estábamos en el lugar predicho, era un lindo
restaurante italiano, les juro que he vivido en esta ciudad toda mi vida y no
sabía que habían lugares tan lindos, al llegar para mí sorpresa estaba vacío,
subimos a la azotea y estaba lleno de luces, y flores, todo muy bien decorado,
la luna brillaba como nunca y de repente Carlos empezó a hablar.
¿Ves la luna?. Es hermosa, brilla cada noche, pero sabes ¿qué la hace tan
hermosa?, no es su aspecto brillante, o su forma, es que aquella, es la única
que ha podido complementar a la noche, mientras las estrellas brillan a su
alrededor, el oscuro anochecer necesitaba algo que le otorgara la esperanza de
un calor iluminante y la luna vino a eso, a alegrar la noche por eso te traje aquí
para que recuerdes cuando estés triste, que tú eres esa luna que ilumina a
todos los que te quieren y que por más cosas que pasan, en ti tiene que haber
siempre esa luz, porque si te apagas quienes te quieren se apagarán también.

12
Estaba paralizada, no sabía qué decir, eran las palabras más bonitas que había
escuchado en mucho tiempo, y las dijo sin pedir nada, sin conocer explicación
alguna, las dijo para que estuviera mejor y sólo pude responder.
-Gracias, ¿por qué lo haces?.
-Porque, yo sé lo que se siente guardar recuerdos, y que cada vez que los
repites en tu memoria, resurja ese nudo en la garganta.
-Bambino mío qué haces aquí, qué agradable sorpresa, Molto Bene, Molto
Bene.
-¿Y esta chicuela?.
-Hola padrino, ella es Claire una amiga, Claire el es Donato mi padrino,
vinimos acá porque le prometí a Clair que comeriamos la mejor pizza italiana,
perdón se que hoy no trabajas.

No, no, nada de nada, ahora mismo la preparo. Que vengas, eso no ocurre
todos los días. Es un gusto conocerla señorina.
- El gusto es mío.
- Si lo sé, mi tío es todo un personaje.
- Si no me dices no me doy cuenta. -Dije al instante y los dos empezamos a
reír.

13
Capítulo 5
Emily
Pasaron dos semanas desde lo ocurrido, después de comer con Carlos ese día
estuvimos charlando un poco mientras me llevaba a casa, a partir de ahí nos
hemos vuelto muy unidos, entre las novedades Mía se resfrió por haberse
lanzado a la piscina con el agua tan fría desde entonces somos Vale y yo en la
escuela, junto a Carlos que nos hace compañía.
-No puedo creer como el profesor nos dejó este informe literario para mañana,
tenemos que llevarle los apuntes a Mía y hoy es el cumple de mamá.
-Tranquilizate Vale, yo le puedo llevar los apuntes, así tú tienes más tiempo de
realizar el informe.
-¿De verdad? Eres la mejor Clai, no se que haría sin ti.
- Bueno ya, ahora sólo tengo que pensar cómo convencer a mamá para que me
lleve.
-Y yo estoy pintado o qué. Sabes que tengo coche puedo acompañarte, así de
paso te llevo a mi casa.
-¿A tu casa?.
-Sí, quiero que conozcas a alguien. Y no acepto un no por respuesta.
-Está bien, sólo le aviso a mamá que llegaré un poco más tarde a comer.
- No es necesario, comes allá.
- No lo sé Carlos, es la primera vez que..
-Nada de nada, vamos.
Me ilusionaba la idea de ir a conocer su casa, pero ¿A quién me quería
presentar?.
Después de unos minutos de pasar y dejar los apuntes a Mía, llegamos a su
casa, la verdad es que es una casa muy bonita, que digo casa parece castillo, es
muy grande, tiene un patio amplio con muchas rosas, lo que más me
sorprendió fue la cantidad de rosas. Cuando Carlos abrió la puerta lo primero
que se divisaba era un jardín lleno de rosas y de camino al garaje se
encontraban dos filas más, habían de todos los colores blancas, rojas, rosadas,
azules, pero lo que más me sorprendió fueron unas rosas amarillas que se
encontraban en el fondo.
-Ven, vamos a entrar luego prometo que te doy un recorrido por todo el jardín.
-Hecho, dije asintiendo con una sonrisa.

14
Al entrar estaba todo muy bien decorado, no parecía que vivieran solamente
padre e hijo, la casa se encontraba reluciente y muy ordenada, hasta se podría
decir que con un toque femenino. Cuando de pronto.
-Mi chiquitito, que bueno que llegaste.
Era una señora muy tierna, parece que era su nana o algo así, llevaba puesto
un delantal blanco, y en su carita un poco de chocolate en la mejilla, se notaba
que había hecho un postre. Saludó a Carlos con mucho cariño y cuando me vio
me dio un abrazo, mientras yo seguía aguantandome la risa por lo de
chiquitito, acompañado aún más de que le jaló los cachetes como si fuera un
bebé.
-Vaya así que esta es Claire pero si eres muy linda, mi niño Carlos dijo que
venías así que preparé una comida muy especial.
-Muchas gracias Señora.
-No me digas señora eso es de viejas, me llamo Martha.
-Está bien Martha.
-Por qué no van a lavarse las manos.
-Nana creo que iremos a ver a Emily primero.
-Oh adelante, está en su cuarto.
¿Emily?. :0
-Así que chiquitito.
-Dale hazlo ya puedes reírte.
Solté una carcajada para después preguntar. ¿Quién es Emily?
-Lo siento Claire, te mentí. Dije que sólo vivía con mi papá pero no es cierto,
tengo una hermanita pero es muy difícil hablar de ese tema con alguien y más
cuando nos estamos conociendo.
- Te entiendo, yo vivo con mi madre, y a veces es muy difícil hablar sobre mi
padre y su divorcio.
-Emily es una niña muy linda, conmigo es muy despierta, le encanta jugar,
pero no le gusta estar con nadie más que no seamos mi nana y yo.
-¿Y con tu papá?.
-A veces, pero mayormente es con nosotros.
-¿Cuántos años tiene?.
-Tiene 7, pero no va a la escuela, mi nana como fue maestra le da clases desde
aquí, verás mi hermana sufrió un accidente hace mucho tiempo y desde ahí no
a querido hablar ni relacionarse con nadie, el doctor dijo que estaría mejor
aquí en casa y que no la forcemos.
-Entiendo.
- Por eso te traje aquí, he visto lo dulce que eres y no sé creo que ella tal vez se
pueda encariñar contigo.
- Bueno a mi me encanta conocer niños tengo unos primitos molestosos, pero
me la paso bien con ellos. Vamos llévame con ella.

15
Subimos las escaleras y dimos con un pasillo lleno de puerta llegamos a una
que tenía pegado un póster de Hannah Montana y supe que ahí estaba Emily.
Carlos abrió la puerta despacio y la niña corrió rápidamente a abrazarlo,
cuando me vio su expresión cambió estaba asustada, pude notar tristeza en su
mirada al igual que una cicatriz en su frente, es una niña muy linda, a
diferencia de su hermano ella tiene unos ojos verdes muy hermosos y su pelo
rubio como el sol, supuse que uno debió salir a su mamá y el otro a su papá. A
pesar de ser tan diferentes tenían la misma mirada y los dos son muy
hermosos.
- No tengas miedo piojito, ella es mi amiga, la traje para que la conozcas no te
hará daño.
Carlos se dio cuenta que seguía en la puerta y me invitó a pasar, cuando entré
me quité la mochila de la espalda y comencé a buscar una paleta que había
comprado en la mañana, sí en el fondo tengo mi niña interior y compro dulces
todos los días, cuando la encontré me agaché para dársela.
- Hola hermosa no tengas miedo, mira que yo no tengo hermanos pero me
gusta jugar con mis primitos dije sonriéndole, esto es para ti.
La niña tomó la paleta y me dedicó una pequeña sonrisa.
-Vuelvo ahora, veré si mi nana puso la mesa. ¿Te quedas con ella? Le preguntó
Carlos a lo que la niña respondió que sí moviendo la cabeza.
Cuando Carlos se fue me dispuse a hablar con Emily.
-Así que te llamas Emily, tienes un nombre muy bonito y tú eres muy tierna
dije con sinceridad.
La niña comenzó a peinar mi pelo y aunque no hablara es una niña muy
expresiva y dulce.
- ¿Te gusta mi cabello?. Le pregunté a lo que ella me sonrió.
-Está un poco enredado, te voy a contar un secreto hoy no me peiné, bueno
nunca lo hago, es tan cansón hacerlo. -Dije a lo que la niña empezó a reír.
En ese momento me puse a observar su habitación habían muchas hadas por
doquier, luces y muchos dibujos, estaban muñecas, juguetes pero lo que más
me sorprendió fue un escritorio lleno de pinturas, había un retrato encima de
la mesa era una mujer con cabello largo y de la misma intensidad de rubio que
el de Emily, la mujer cargaba una niña igual a ella, era un dibujo muy bonito.
-¿Lo hiciste tú? Le pregunté con intriga.
-La niña asintió con la cabeza.
-Es hermoso, increíble, lo levanté no sin antes preguntarle a la niña si podía
hacerlo, le di la vuelta y pude ver que tenía una dedicatoria.
Para quién descubrió en mí, mi mejor versión, Renata tienes mi corazón hoy y
siempre. Para ti el primer dibujo de nuestra hija, el último rostro que veré de
ti. Tu amado, Robert.
-Están listas bajemos a comer. ¿Se conocieron un poco?.

16
Emily asintió con una sonrisa lo cual me hizo muy feliz, es una niña muy dulce
y sabía que me llevaría super con ella.
Bajamos a comer y para mí sorpresa Emily quiso sentarse al lado mío,
conversamos un buen rato con Martha, y nos sirvió un postre delicioso, era un
pastel de chocolate muy rico. Después de comer Carlos y yo nos dispusimos a
hacer el trabajo de literatura, empezamos con el informe mientras Emily
dibujaba a nuestro lado.
-Me encanta esta obra, Cien años de Soledad es una de mis favoritas, la he
leído 3 veces.
- Yo también Claire, es una historia muy peculiar, que bueno que el trabajo es
de esta obra así será más fácil, te confieso que mi vagueza está al 100% y no
tengo muchas ganas de hacer esto, dijo riendo.
Después de dos horas de charlas, juegos con Emily y haber terminado el
informe, estaba preparando las cosas para irme cuando la niña me entregó una
hoja, era un dibujo pero no cualquier dibujo, era mi brazalete, es un brazalete
plateado con un colgante de estrella de mar que llevaba siempre en mi mano
izquierda, había sido un regalo de mi abuela años atrás y desde ahí prometí no
quitármelo jamás, incluso cuando voy a visitarla nos reímos bastante al ver
que siempre lo tengo puesto.
- Gracias bonita, está hermoso, tomé el dibujo y Carlos y yo nos dispusimos a
salir no sin antes despedirnos de Martha y darle un beso a Emily.
-Me divertí mucho contigo, espero que tu hermano me traiga de vuelta. ¿Te
gustaría volver a verme?.
La nena asintió y me dio un abrazo.
Antes de irnos Carlos me paseó por el jardín, de cerca las flores se veían aún
más hermosas, Carlos me explicó que habían muchas y especialmente rosas
gracias a su mamá, a ella le gustaban mucho y desde que murió, su padre se
encargó de que nunca faltaran rosas en la casa.
-Mira estas son mis favoritas, las rosas blancas simbolizan la inocencia, la
pureza, y así te veo yo a ti, así que es esta es para ti -dijo cortando una que
estaba en la parte baja y entregándomela.
-Gracias dije dándole un beso en la mejilla, ni me pregunten por qué, supongo
que sentí la necesidad.
-Estas amarillas eran las favoritas de mi madre, simbolizan la alegría, las
ganas de vivir, la energía y ella era todo eso y más.
-Supongo que saliste a ella, para mi tu eres como estas rosas.

Carlos me dedicó una pequeña sonrisa y me jalo del brazo para irnos, después
de unos quince minutos ya habíamos llegado a mi casa.

17
- Gracias por traerme y haberme llevado a conocer a tu hermana, es un sol. Me
gustaría volver a verla.
-Claro cuando quieres, aunque soy yo el que debería agradecerte hace mucho
no se le veía tan contenta a Emily.
-Pinta muy lindo dibuja como toda una profesional.
-Siempre le gustó dibujar así que desde chiquita mis padres la inscribieron en
un curso de arte.
Después de que Carlos se fuera, me quedé pensando un poco, conectamos
tanto Emily y yo, las rosas, el retrato que estaba en el escritorio, no dejaba de
pensar en eso, sabía que algo la entristecía a esa niña, y supongo que al igual
que yo tiene cosas muy profundas que no se atreve a decir, emociones que a su
manera las guarda por dentro, pero que constantemente luchan por salir.

Brazalete de Claire

Retrato de Emily

18
Capítulo 6
Parque de diversiones
-Claire!!!, levántate de esa cama por el amor a la vida.
- No gruñona, tengo sueño además es sábado.
- Le recuerdo señorita que hoy es día de limpieza así que párate ya.
-Mami un minuto y ya.
-Ni uno, Muévete.
-Sabes debí irme a dormir con Kiara, siendo una perrita estaría más feliz. Dije
levantándome a regañadientes.
- Hola preciosa, hola, ¿dormiste bien?, sabes hoy no podremos robar galletas
de la cocina, el Grinch se levantó de mal humor. - Le dije a mi perrita Kiara
mientras me alistaba para levantarme. Después de unos 10 minutos ya había
arreglado la cama y estaba lista para empezar el día de aseo. Yupi :)
Bajé las escaleras y me dispuse a tomar una escoba cuando..
-Acaba de bajar deja pasartela. Tu padre quiere hablar contigo.
- Hola papi.
- Hola Claire, ¿cómo estás?.
-Bien y tú
- No dile que lo ponga más al fondo, yo bien hija. ¿Y la escuela?
-Bien ayer tuve un examen de química estaba preocupada por lo difícil que era
pero al final me fue..
-Hija te llamo luego, tengo que resolver algo.
-Estaba a punto de preguntarle que cuándo iba a venir pero ya había colgado.

-¿Y qué te dijo?.


-Nada, lo mismo de siempre, ¿empezamos con la tortura?
-Oye no te quejes que hoy te cocinaré canelones.
- ¿En serio? Ahora si dan ganas de limpiar.
Después de unas horas mamá y yo habíamos terminado de limpiar y de hacer
la comida.
Almorzamos y decidimos ver una película.
-Ma, ¿que se le puede regalar a un chico?
- A ver, a ver y eso.
- Te acuerdas de Carlos, mi nuevo amigo.
-Ajá, qué debo decir que amigo no es la palabra porque se ven hermosos
juntos, además no me dijo señora o seño, lo quiero de yerno.

19
-Mamá!! grité entre risas. No nada de eso, Carlos cumple años el lunes y
aprovechando que no hay clases quisiera llevarle algo, ¿puedo?.
-Claro, luego vemos que le podemos comprar y yo misma te acompaño.
- Te amo.
En ese entonces mi teléfono sonó de repente, era Valeria.
- Hola Vale
-Clai me siento mal, ¿puedes venir?. Dijo entre sollozos. Vale era quien me
quedaba más cerca así que le pregunté a mamá si me podía llevar. En 10
minutos ya estaba en su casa.
-¿Qué pasa? ¿Estás sola?.
-Dani se va. Dijo, para después abrazarme.
Daniel es el hermano mayor de Valeria, pero no es sólo un hermano, es su
compañero, cuando sus padres no están sólo son ella y él, pero cómo llega un
momento en el que todos partimos de un lugar a otro, Daniel había aceptado
un trabajo en Miami y aunque Vale lo sabía desde hace semanas, el tiempo se
había agotado y su hermano partiría mañana.
- No quiero que se vaya Claire, lo voy a extrañar mucho.
-¿Y por eso estás llorando? Deberías estar con él, acompañarlo antes de que se
vaya. Vale, debes pensar que es una gran oportunidad para él, esta no significa
la última vez que lo verás, podrás ir a visitarlo y viceversa. ¿Dónde está él
ahora?
-Fue a despedirse de la abuela pero ya hace rato que se fue, debe estar por
llegar.
- Bueno yo tengo una idea.
Después de unos minutos en el que hice que Vale se cambiara de ropa y yo
aprovecharme de su perfume, Daniel había llegado.
- Hola enojona, ¿cómo estás?. Dani siempre me dice así.
-Mal como está eso de que te vas mañana y sin despedirte.
- En eso te equivocas, ven acá y me dio un abrazo.
-Ahora no es momento para decir adiós, nos queda la tarde entera, y tú debes
pasar en mayor tiempo con Vale, así que busca tu coche para salir.
Después de un tiempo habíamos llegado a un parque de diversiones que queda
a media hora de donde vivimos, estuvimos ahí horas y horas, comimos
hamburguesas, helados, dulces, nos mojamos con globos de agua, subimos al
carrusel, la montaña rusa, parecíamos unos niños que van al parque por
primera vez. Daniel consiguió un peluche de panda el cual se lo regaló a su
hermana, se veían felices lo cual me alegraba bastante.
Eran las 7 de la noche cuando Vale y Daniel me llevaban a casa, me hacía feliz
haber logrado mi objetivo y que pasaran el mayor tiempo juntos, cuando
tenemos a alguien que queremos tanto cerca de nosotros debemos
aprovecharlo lo más que podamos porque no sabemos cuándo se irá de

20
nuestro lado, y no sólo puede irse a otro país quizás a otra ciudad, o continente
sino que la muerte también puede venir a buscarlos, bien dicen por ahí que
uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde y yo no sé ustedes pero yo prefiero
descubrirlo mientras lo tengo y no cuando lo pierda.
- Por aquí se te extrañará mucho Dani, siempre recordaré todas las veces que
jugabas con nosotras cuando iba a visitar a Vale, y tus chistes que son tan
malos que me dan ganas de llorar.
-Ey. No son tan malos. Los tres empezamos a reír.
- Yo también te extrañaré jodona.
Extrañaré verlas juntas.
- Te mandaremos fotos,¿cierto Vale?.
Valeria había empezado a llorar.
-Ey peque, no llores mira que soy un macho fuerte, pero yo lloro también.
- Te extrañaré mucho
- Yo también.
Después de despedirme de ellos entré a casa y me dispuse a saludar a mamá.
- Hola ma, Dani te mandó saludos diciendo que extrañará tus sándwiches.
-¿Ya se va?.
- Si mañana. Iré a mi cuarto a ponerme el pijama.
Al subir me cambié de ropa y después de ponerme cómoda, encendí la tele
para ir a mi lugar feliz, el mundo de las series. No sin antes pensar, que lindo
se sentiría tener un hermano mayor, dicen que los hermanos son molestos
pero en el fondo siento que se aman a su manera y la prueba de ello es Vale y
Dani.
La vida nos regala a cada uno de nosotros cosas diferentes, personas
diferentes, pruebas diferentes, pero nunca nos regalará algo que no podemos
enfrentar.
Tal vez a mi no me regaló un padre que jugara conmigo cada día, que me
pusiera apodos graciosos y fuera mi mejor amigo, pero me regaló una madre
que es todo eso y más.
Tal vez no me regaló un hermano que me defendiera, que fuera mi compañero
y siempre estuviera ahí para mí, pero me regaló buenos amigos, amigos con los
que puedo llorar, reír, gritar, bailar.
Y tal vez sólo tal vez sientas que a ti no te ha regalado nada, que por más que
trates de pensar y ver las cosas positivas no puedes, porque las negativas han
sido más fuerte, o porque para ti es intolerable las cosas que te pasan, pero
tengo para decirte que si nada a tu alrededor es bueno como para sentirte
dichoso/a con tu vida, tú lo eres, tú eres esa razón para sentirte orgulloso/a
por ti mismo porque simplemente eres quién eres, capaz de identificar qué
cosas son buenas, capaz de ver lo bueno aunque no lo compartas, y llegará un
día en el que alguien o algo te hará cambiar de opinión te hará ver que por más

21
cosas malas que pasen hay algo bueno por lo que luchar, por lo cual merecer
una vida dichosa, sólo espero que quién te lo haga ver, seas tú mismo y que te
llegue tan fuerte esa razón por la cual sentirte feliz que nadie pueda opacar tu
felicidad.
Tal vez quien te dice esto dejó y sigue dejando de poner su propio consejo en
práctica pero te aseguro que te lo dice porque tal vez sólo tal vez pudo vivirlo
así.
Y así terminé de escribir todos mis pensamientos en una libreta, libreta que
uso como forma de desahogo, de consejos para mí, libreta a la que llamo
"Descubriendo a Claire" porque me falta mucho por descubrir de mi misma.

Parque de diversiones

Valeria con el peluche de panda

22
Capítulo 7
¿Y si, sí me gusta?
El fin de semana pasó de pronto y ya había llegado el lunes, me levanté
temprano para alistarme y poder ir a casa de Carlos, nos había invitado a mí, a
mis amigas y para mí sorpresa a un compañero del salón llamado Alex.
Mamá y yo duramos horas y horas el sábado para poder encontrar su regalo,
las dos somos muy indecisas y fue una travesía.
-¿Y si le regalo un perfume? No, va a creer que pienso que huele mal y al
contrario huele riquísimo.
-¿Un reloj? A ver Claire no seas tonta le vas a regalar la hora, y vaya que mis
horas no se las doy a cualquiera, ok mal chiste, seguimos.
- ¿Una camiseta?
-Es en serio muy común, busca algo menos básico, no sabes de algo que le
guste-preguntó mamá.
- Le gusta la música pero qué puedo regalar con eso.
-Ya sé lo que tenemos que hacer.
Llegamos a una tienda que conocía muy bien, fue donde mi abuela compró mi
brazalete.
Cuando entramos vi un guillo de hombre muy bonito tenía incrustado un
pequeño teclado junto a una guitarra, ambos estaban cruzados en forma de x,
y atrás tenía marcado la palabra "Libertad", desde que lo vi supe que era el
regalo perfecto para él. A pesar de que lo conocía desde hace muy poco, se
había convertido en alguien especial para mí y me alegraba darle este regalo.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-Mía puedes calmarte por favor.
- No puedo, invitó a Alex, sabes lo mucho que me gusta.
-Sí como también sabemos que nunca le has hablado. Dijo Valeria.
-Y lo tonta que te pones cuando estás cerca de él. -Dije dándole una mirada a
Valeria para después reírnos.
-Burlense, pero esta vez eso no va a pasar, que no lo ven chicas esta es mi
oportunidad de hablarle AHH.
¿Se imaginan que yo también le guste?. Sería un sueño.
-Puede ser eres muy linda Mi, pero entonces es igual de lento que tú
-mencionó Vale.
-Oye

23
Y ahí es donde procede a tirarle una almohada, “MI” almohada la que me tocó
lavar el día de limpieza.
-Ey, ey, dejen de jugar con eso que odio lavar almohadas, vamos que se nos
hace tarde.

Al llegar a la casa, la mamá de Mía dijo que nos recogería en la noche y que la
deberíamos llamar cuando terminara todo, pero qué no podíamos abusar de
la hora.
Cuando entramos pude ver la cara de sorpresa de mis amigas por las flores y la
casa en general, ya yo había pasado por eso así que sólo me reí.
-Chicas que bueno que vinieron.
-¡Feliz cumpleaños!. -Dijeron mis amigas para después pasarle cada una su
regalo.
Carlos les dio gracias con una sonrisa y les dijo que pasaran, que Alex estaba
adentro.
-Hola Claire.
-Hola Carlos, ¡feliz cumpleaños!. Esto es para ti, espero que te guste. -Dije con
nerviosismo, ¿por qué estaba nerviosa?.
-A ver.
Para mi sorpresa lo abrió de una vez. Y lo miraba detalladamente tenía una
sonrisa en el rostro y un brillo en sus ojos.
-¿Te gusta?.
-¿Bromeas?. Es el regalo más hermoso, dijo levantándome hacia el aire con
sus manos.
-AHH bájame, fue lo único que se me ocurrió decir. Cuando lo hizo, tropecé y
quedamos tan cerca que podía sentir su respiración, estaba exaltado no sé si
por la emoción o por el hecho de tenerme cerca, seguía agarrando el regalo con
una mano y con la otra mi cintura, es obvio que tuvo que agarrarme para no
caer. Tonta justo ahora te tropiezas y ahora qué hacemos, él tenía sus ojos
puestos fijamente en mí y yo podía percibir su olor tan inconfundible, que salía
del cuello de su camisa a medio abrochar.
-Me alegra que te gustara, -dije para cortar el momento.
-Está increíble, siempre he dicho que la música es mi libertad para escapar de
la realidad, gracias bonita. -Dijo para después ponérselo. ¿Entramos?.
-Sí asentí al instante, mientras Carlos me miraba con una sonrisa traviesa,
seguro notó lo nerviosa que seguía.
Saludé a todos en la casa menos a Emily tenía muchas ganas de verla pero no
estaba, su hermano me explicó que su papá se la había llevado a Boston para
un chequeo médico y que volvían mañana.
-Bien chicos, estoy esperando a Sebastian mi primo, ya después nos vamos.

24
-Irnos?, pero a dónde preguntó Valeria y estaba agradecida de que lo hiciera
porque yo no tenía idea de que hablaba.
-Iremos a una casa que tiene mi padre en el campo a media hora de aquí, allá
empezará la fiesta.
Dos minutos después llegó el tal Sebastián, era un chico guapo, a mi parecer
no tanto como Carlos pero mi opinión no importaba, a quien le sorprendió su
llegada fue a Vale, se quedó obsevandolo un buen rato mientras hablaba con
Carlos de una piscina, y como la conozco muy bien sabía lo que pasaba, como
dicen por ahí “esa no cayó, se lanzó”.
Como Car había dicho, media hora después ya estábamos en la casa de Campo,
era muy bonita llena de flores, pasto, todo verdoso, tenía una piscina la cual
estaba decorada con muchos globos, una parrilla que hacía que mi boca
degustara lo que se iba a comer, un patio muy grande y como él me descrito
dicho una vez en la parte de atrás a lo lejos se divisaba un establo con caballos
y varios árboles de frutos.
La fiesta comenzó muy animada éramos Mía, Vale, Alex, Sebastian, Carlos y
yo, la verdad todo estaba fluyendo muy bien esto parecía hasta planeado
mucha casualidad que estuviéramos en pares. Estuvimos conversando un
buen rato, Carlos avisó que habían trajes de baño en un armario para quien
quisiera, Mía y Vale se tiraron a la piscina junto con Sebastian y Alex, yo por
mi parte me encontraba cantando a todo pulmón y Carlos me observaba
riendo sentado en un chalet.
-Ven quiero mostrarte algo, -dijo parándose desde donde estaba.
Me llevó de la mano hacia el establo y cuando llegamos sacó un caballo blanco
muy lindo.
-Se llama Max, y en él daremos un paseo.
- Qué no, no, tú estás loco, -dije que me gustaban los caballos pero no que me
montaría en uno.
-Y yo dije que te iba a enseñar así que ven, además yo iré contigo. ¿No confías
en mí?.
-Si confio en ti, en quien no confío es en Max. Carlos empezó a reír.
-Sin embargo, está bien.
Carlos me ayudó a subirme al caballo, bueno a Max y cuando menos lo noté ya
estábamos cabalgando. Él se había subido conmigo, tenía el pelo mojado y el
torso a medio secar por la piscina, se había quitado la camisa para entrar a la
piscina y se había puesto ropa para la ocasión así que cargaba unos shorts
azules y su cabello despeinado, a pesar de que estábamos tan cerca no sentía
mi presión acelerada como ahorita, la de él en cambio estaba al 100% cada vez
que lo miraba se notaba seguro, y me miraba divertido, pero sentía que
tenerme tan cerca lo ponía nervioso. ¿Será?.

25
-Es hermoso!! ME ENCANTAA. gritaba a todo pulmón, me sentía libre, fresca,
y me quería quedar así por el resto de mi vida.
-¿Ves que no era malo montarte?
-Tenías razón, esto es increíble. Después de un par de vueltas más llegamos al
fondo de la finca si así se le podía llamar al lugar, habían muchos árboles y
como en su casa se encontraban las rosas amarillas, el atardecer se veía
hermoso.
-Es magnífico esto aquí.
Es lo que más me gusta de todo este lugar, por eso te traje aquí.
-Y están las rosas amarillas.
Sí, había de las azules también pero creo que papá las quitó.
-Por cierto, ¿de qué trabaja tu papá?
-Papá maneja la empresa de mis abuelos desde muy joven, y bueno hace poco
logró abrir su sucursal propia. La verdad es que le ha ido muy bien, esta casa
por ejemplo es una reliquia familiar ha pasado de generación en generación.
-Entiendo, ahora tiene más sentido lo de los viajes y las veces que te has
mudado.
-Si, ¿y tú?. Nunca has hablado de tu padre.
-Bueno él realiza muchos negocios y siempre está ocupado, cuando no es en el
trabajo es con su esposa, y casi no lo veo. Simplemente llama para saber de mí
y bueno yo ya estoy acostumbrada.
-Entiendo.
-Oye, ¿qué hora es?.
-Son las 5.
-Llevamos una hora afuera, seguro nos están buscando.
-O creyendo que estamos haciendo otra cosa, -me miró con una sonrisa pícara.
- Muy gracioso, ven vámonos.
-Está bien bonita. Pero no me molestaría que pensarán eso.
-Eres un atrevido, vámonos bicho.
-¿Bicho?
- Si así te diré desde ahora por escurridizo.
Y el ahora bautizado bicho comenzó a reír.
Cuando entramos de nuevo a la casa nuestros amigos se encontraban
bailando, mientras Mía y Alex se encontraban hablando muy acaramelados, y
yo que pensé que ni le iba a hablar, se quedaron mirándonos con cara de "Qué
estaban haciendo pillines" para después seguir con lo suyo.
En la radio empezó a sonar la canción "Sabes" y entonces todos empezaron a
bailar.
-¿Bailamos? -Dijo Carlos.
-Asentí con vergüenza y ahí estábamos.
TANTO TIEMPO BUSQUÉ, PERO AL FIN TE ENCONTRÉ

26
TAN PERFECTA COMO TE IMAGINÉ.
Esas frases resonaban en la radio mientras Carlos me miraba, nos mirábamos
y luego nos dejábamos llevar por la canción.
Y ahí estábamos abrazados bailando sin decir nada, sin preguntar por qué,
cómo, en qué momento. Sólo simplemente lo sentíamos, eramos el uno al otro
nada más.
CUANDO LLEGASTE TÚ, TE METISTE EN MI SER.
ENCENDISTE LA LUZ, ME LLENASTE DE FE.

Al final de la fiesta Mía decidió irse con Alex, a mí en verdad no me gustaba


mucho la idea, ya saben amiga sobreprotectora, pero no podía hacer nada ante
su decisión.
Vale que seguía hablando muy a gusto con Sebastian, despertó de su sueño
cuando le dije que teníamos que irnos, Sebastian se quedó en la casa, parece
que iba a dormir allá y Carlos se dispuso a llevarnos.
Yo seguía preocupada por Mía, su mamá dijo que nos buscaría pero al final no
se hizo, por otra parte que regresara con Alex me daba muy mala espina. A él
no lo conocíamos tanto a pesar de estar en el mismo colegio.
Después de dejar a Vale, Carlos me llevó a casa, estábamos parados al lado del
coche y si mamá cree que no me había dado cuenta de que nos estaba
espiando, estaba muy equivocada, esa chismosa.
-Me divertí mucho bonita, gracias por hacer mi cumple más feliz. -Dijo
dándome un beso en la mejilla.
Me pareció un gesto muy lindo y como era de esperarse me puse como un
tomate.
- No tienes por qué agradecer, me divertí muchísimo. ¿Extrañaste a Emily?.
-Mucho y a papá pero su viaje era necesario y mi mejor regalo sería que Emily
se pusiera bien, no sabes cuántas ganas tengo de que vuelva a hablar.
-Y lo hará vas a ver.
Me despedí de él y entré a casa, estuvo en el carro sin moverse hasta que se
aseguró de que entré sana y salva.
-Y bien, ¿cómo te fue?. Apareció mamá como relámpago detrás de la puerta.
-Ma, me asustas, y me fue muy bien dije con una sonrisa.
-Picarona te vi afuera, me tienes que contar.
- No sabes mamá fue lindo, montamos a caballo, estuvimos bailando,
cantamos, charlamos, es un chico muy interesante.
-Interesante, ¿Y qué más?. Así que un chico lindo eh. A mi niñita le gusta un
chico, como puede ser esto posible mi bebe, noo. Dramatizó
mi progenitora
-Ay claro que no mamá, él es sólo un amigo. -Dije al instante.
Esperen esa frase ya la he escuchado antes. ¿Y si sí me gusta?.

27
Capítulo 8
Una charla imprevista.
-Chicos vamos, corran un poquito más, Claire vamos.
¿Correr?, yo me estoy muriendo.
Sip, estamos en clase de educación física y mi alma estoy segura que saldrá de
mi cuerpo pronto, 20 vueltas a la cancha eso, eso no es de Dios.
-¿Y bien bonita damos otra vuelta más?
-¿Otra vuelta? Tú estás loco cierto, no pienso moverme ni de aquí a la esquina.
-Chicos ya terminamos por hoy, tomen estos 15 minutos para ustedes.
Gloria, definitivamente gloria, supongo que no tengo que explicar lo pésima
que soy para todo lo que tiene que ver con actividad física.
-Ven Clai, vamos a la cafetería. Quiero agua. -dijo Valeria.
-Pero tú también estás loca, no ves que no puedo mover ni un paso.
De repente Carlos me cargó como si fuera un saco de papas. Iba a matarme de
un susto, o por lo dramática que estaba.
-Bájame bicho, ahora!!. Gritaba mientras el susodicho sólo reía.
-Vamos Valeria, te la llevaré a la cafetería.
-Yupi!! -gritaba la traidora riendo y saltando.
- No quiero ir, bájame traidor.
-Algo más señorita enojona.
-Sí, que te voy a morder si no me bajas.
-Wait, wait.
Y de repente, ¡milagro! me bajó.
-Eres un tonto, casi me matas. -dije mientras él se seguía riendo.
Vale había comprado una botella de agua y yo por mi parte unas galletas,
estaba cansada pero no me juzguen la comida es salvación.
Me puse a hablar con Carlos y estábamos riendo muy a gusto cuando pude
notar que Pablo me miraba desde el otro lado de la escuela, estaba sentado en
un banco y me miraba fijamente, dejé de prestarle atención y en eso Mía llegó.
-Chicas tengo que contarles algo.
-Uyy chisme vamos a eso.
-Si Valeria - dijo Mía pero no es un chisme cualquiera es aún mejor, es sobre
mí.
Le dimos una mirada a Carlos que seguía de metiche.
- No, por mi no se preocupen hagan como que no estoy.

28
*Proceden a mirarle de nuevo.
-Está bien, me voy pero recuerden que hay que amar al prójimo, adiós bonita.
-dijo dándome un abrazo.
-Y bien ya que no hay pájaros en el alambre, ¿qué pasó ayer con Alex después
de la fiesta?. -Dije con curiosidad.
-Después de la fiesta me invitó a su casa pero le dije que no ya que era muy
tarde, cuando me dejó en mi casa al despedirse dijo que le gustaba mucho y
me dio un beso, fue tan apasionado, romántico, fue hermoso. Quedamos de
vernos el sábado y quedar en otra salida.
- No lo puedo creer, te besó AHHH. -Dijo Vale toda emocionada.
- ¿Romántico? no crees que fue muy rápido, digo Mi. Apenas ayer hablaron y
ya te quería llevar a su casa, te besa, y dice que le gustas mucho, por favor eso
es deseo carnal, no sabe ni tu color favorito todavía, tienes que seguir
conociéndolo, el sábado debes aprovechar para tratarlo más.
-Que dices Clai, claro que no, estoy segura de que yo le gusto de verdad tal vez
es tímido como yo y no quiso decírmelo antes, y te equivocas no es muy
rápido he estado esperando mucho por este momento.
-¿Tímido?. Por favor Mía está bien que no lo conozco mucho pero tímido te
aseguro que no es.
No lo sé. Tal vez yo me estoy equivocando pero, te lo digo porque te quiero, y
no quiero que nadie te lastime.
- Gracias Clai, pero no tienes por qué preocuparte, dijo dándome un abrazo.
-Y tú Vale, te vi hablando muy a gusto con Sebastián.
-Si es un muchacho muy divertido, compartimos nuestros teléfonos y él quedó
en hablarme, espero que lo haga.
-Verás que sí - dijo Mía.
Pero hemos hablado tanto de nosotras y Clai no ha dicho nada, qué estabas
haciendo ayer cuando se desaparecieron, eh traidora que no cuentas nada tú.
-Nada de lo que están pensando, mal pensadas. Les contaré pero, qué no salga
de acá. -Carlos es un lindo, me invitó a montar a caballo por eso duramos
tanto, estuvimos conversando, y riendo.
-¿Y te besó? ¿No pasó algo más?.
- No chicas es muy pronto para eso, además ni siquiera sé si le gusto.
-La pregunta no es si a él le gustas sino, si a ti te gusta -mencionó Vale con el
ceño fruncido.
-Bueno, no lo sé chicas ya veremos que pasa.
Trin!!
El timbre siempre es el timbre - dijo Mía con indignación lo que me causó
gracia.
-Y la conversación que estaba tan buena, ya será en otro momento, tenemos
que retomarla, -dijo Vale.

29
-Claro, mencioné para después subir con ellas a clase.

Punto de vista de Carlos.

Las clases habían terminado y estaba a punto de irme cuando Pablo me


preguntó si podíamos hablar, estaba intrigado digo a este chico no lo había
tratado nunca, sólo sabía de él lo que me contó Claire que no era bueno por
cierto y bueno también estaba lo que decían por ahí. ¿Qué podía yo hablar con
él?.
-Seguro te extrañas de que quisiera hablar contigo, yo la verdad no te conozco
Carlos y sólo quiero decirte que más vale que te alejes de Claire. -Dijo tratando
de intimidarme.
-¿Disculpa?.
Creo que tal vez no me has entendido, te he visto muy cerca de ella en estos
días y no se que intenciones tienes pero esa chica no es para ti.
-Y según tú para quién es. Dije esperando con ansias su respuesta.
- No tengo porque darte explicaciones, sólo aléjate de ella te lo advierto.
- Tú no eres quien para prohibirme nada, que yo sepa tú tienes novia o me
equivoco, Rubí. Mira que el nombre no se parece en nada a Claire. -dije con
fastidio la verdad es que me molestó mucho lo que dijo.
- Te estás jugando con fuego Rinaldi y te vas a quemar. -Dijo para después
marcharse.
Como carajos sabía mi apellido y más ese. Ese es el apellido de mi padre pero
cada vez que nos mudamos lo cambiamos por Smith.
Por otra parte, quien le había dado el derecho de hablarme así y hablar así de
Claire ella no es un objeto para ser de alguien, ella no pertenece a nadie y si
creía que por lo que me dijo me alejaría de ella está muy equivocado.
Después de unos minutos ya había llegado a casa.
-Hola peque, saludé a mi hermanita con un beso para después ir donde papá.
-Hola papá, dije con mi hermana en brazos.
-Hijo llegamos casi ahora, mira esto es para ti, tu regalo de cumpleaños.
- Que innovador andas, un cheque. -Dije con cara de asombro.
-Oye no te quejes es dinero.
- Gracias pa.
-Hijo quiero que te alistes, esta noche tendremos una cena, son una pareja con
la que haré negocios y bueno vienen con su hijo creo que es de tu edad. Me
gustaría que te lleves bien con él.
-Oh claro papá, pero antes ¿puedo invitar a alguien?.
-¿A quién?

30
-Es una chica quiero que la conozcas, se llama Claire. Sé que es de negocios
pero tengo que aprovechar que estás aquí, y por lo que vayan a hablar no te
preocupes ella puede quedarse con Emily. ¿Te gustaría ver a Claire?
-Emily asintió muy emocionada con la cabeza.
-¿Cómo?, ¿Emily la conoce?.
-Sí, vino el otro día y Emily se puso muy animada con ella.
- Bueno está bien, invitala para conocer a la famosa Claire.
Subí las escaleras y entré con Emily a su cuarto, la dejé dibujando en el
escritorio y me dispuse a llamar a Claire.
-Aló
- Hola bonita.
- Hola bicho ¿qué pasó?
-Quiero invitarte a una cena esta noche, quiero que conozcas a mi papá.
- ¿Una cena? ¿hoy?, no lo sé tengo que pedir permiso, además que me pondría
es que..
-No te preocupes es algo casual, además te voy a mostrar a alguien, puse la
cámara para que viera a Emily.
Peque verdad qué quieres que Claire venga, Emily asintió con la cabeza para
después mandarle besitos por la pantalla.
- Ay cómo puedo resistirme, eres un manipulador mira que ponerme a la nena,
espera un minuto deja le pregunto a mamá.
Escuché un ruido como bajando las escaleras y a lo lejos una conversación
madre e hija.
- Dijo que sí.
-Perfecto paso por ti a las 7.
Después de haber colgado la llamada me lancé en la cama de Emily de la
emoción, no podía más esta chica de verdad me gustaba, sabía que no era
amor es muy pronto todavía pero lo que me está pasando es algo fuerte algo
que no había sentido antes.
-¿Qué haces?, Emily me pasó una hoja, era un retrato y no de cualquier
persona, era Claire. Lo había dibujado ella parece de la vez que vino porque
tenía el mismo peinado, su cabello negro y rizo amarado en una coleta, y la
misma ropa, atrás tenía una dedicatoria: Para rulitos, porque sé que te gusta.
-No pude evitar emocionarme, hace mucho que no me decía así ni siquiera
sabía que se acordaba de ese apodo y que lo escribiera de verdad era un
progreso.
No sé por qué o cómo pero algo me dice que Claire vino a cambiar mi vida y
eso lo dirá el tiempo.
Cogí el dibujo y lo llevé a mi cuarto, lo puse en un portaretrato y lo guardé en
mi buró de noche, tomé el teclado que tenía en mi habitación y me puse a
tocar, sin notarlo ya había empezado a tocar All of me de John Legend, me

31
dejé llevar por la música pensando en mi vida, mi pasado, y si de verdad
estaba listo para un nuevo comienzo, para mí el amor es el sentimiento más
hermoso cuando es verdadero, es aquello que conecta a dos personas en un
lapso de tiempo, y recordé lo que mi madre me había dicho una vez, lo que le
dijo a ese niño de 12 años. En la vida te podrán llegar muchos amores y cada
uno va a ser diferente a cada persona la amarás de diferente manera, pero sólo
una te hará sentir especial, en ese momento le pregunté que cómo sabría si es
especial, ella me dijo que sin buscarlo me daría cuenta, me dijo que el amor no
es perfecto, me miró y prosiguió así.
-Sabes hijo un día empecé buscando el amor en lo distinto, distinto porque
creí que lo común lo vería todo el tiempo y que lo peculiar me sorprendería
cada mañana, pero me rendí y empecé a buscarlo en lo secreto, aquello que se
esconde y que nunca quiere ser encontrado, hasta que me di cuenta que el
amor estaba en lo eterno, aquello que a pesar del tiempo perdura para siempre
y se entrampa en lo más profundo de tu alma, pero lo que jamás busqué era si
el amor debía ser sincero hasta que me di cuenta de que si no lo era, lo eterno
no serviría de nada.
Con esto quiero decirte que el amor no siempre está destinado a ser como
queremos que sea, sino como necesitamos, por más que busques y busques el
amor en todas partes, lo más importante siempre será que dure el tiempo que
dure, ese amor sea sincero.

Paré de tocar y me senté en mi cama, cogí una foto de mamá en mis manos
para después seguir pensando "el amor no siempre está destinado a ser como
queremos que sea, sino como necesitamos" es increíble como seguía
recordando ese momento, recuerdo que quizás ahora no entiendo, no
comprendo porque me había dicho eso, pero confío en que pronto lo voy a
descubrir.

32
Capítulo 9
La Cena
Eran las 5 de la tarde y yo ya estaba entrando en crisis, Carlos me iba a recoger
a las 7 y yo no sabía ni que ponerme.
-¿Qué te parece este?. Dije con curiosidad.
-Esta muy lindo.
-No mamá eso me queda horrible.
-Oh Santa Madonna, mira necia apártate que llegó mamá en acción. A veces a
mi madre se le escapaban algunas frases italianas.
Y como una hada madrina, sacó de no sé donde un vestido negro muy
elegante, me lo probé y me quedaba a la perfección lo combiné con unas
zapatillas no tan altas porque yo ya lo era bastante y mami colaboró con un
maquillaje natural muy lindo, me rizé el pelo con la tenaza y lista para la cena.
Lo que no estaba bien de todo esto eran mis nervios, no sé ni siquiera por qué
estaba nerviosa, pero pensaba a cada instante en por qué me había invitado,
en si le iba a caer bien a su padre, en por qué quería que lo conociera y un lío
de tonterías más.
Cuando salí de mis pensamientos me di cuenta que Carlos estaba
esperándome fuera, así que me dispuse a tomar mi cartera y bajar.

-Buenas noches Claris, sí de las veces que había venido a traerme ya mamá y él
se conocían.
-Buenas noches muchacho, me la traes temprano eh, confío en ti.
-Y así será lo prometo.
Mamá se despidió de mí y yo me dispuse a saludar a Carlos.
-Hola bicho.
-Estás hermosa.
-Gracias.
Llegamos a su casa y desde afuera se veían muchas luces encendidas, parece
que venían personas importantes.
Entramos y lo primero que hice fue saludar a Martha y a Emily. Parecía una
princesita, tenía puesto un vestido rosa muy lindo y unas zapatillas, se le veía
mucho más contenta que la vez pasada.
- Hola hermosa, me encanta tu vestido.
Con sus manos me hizo señas de que yo también me veía muy linda para
después darme un abrazo.

33
Luego de unos minutos el papá de Carlos bajó las escaleras, como supuse una
vez este hombre de verdad se parecía a Carlos, tenían los mismos ojos
marrones y el mismo negro azabache en su pelo.
-Buenas noches. Saludó muy cortés.
-Buenas noches. -Dije al instante.
-Mira papá ella es Claire. Claire, él es mi papá.
-Mucho gusto señorita soy..
Y de repente su mirada se quedó fija en mis ojos, me miraba tan extrañado
como si ya me hubiera visto antes, o como si fuera alguien a quien extrañara
mucho.
-Papá - dijo Carlos sacándole de sus pensamientos.
-Oh, una disculpa soy Robert, perdón pero te me haces muy familiar me
recuerdas a alguien. ¿Cómo es tu nombre completo?.
-Soy Claire, Claire Evans.
-Un gusto dijo con una sonrisa. Por qué no pasamos al salón.
Yo estaba haciéndole cosquillas a Emily cuando tocaron el timbre parece que
los demás invitados habían llegado.
-Son unos negociadores de papá, según él también viene su hijo, es de nuestra
edad. -Mencionó Carlos.
-Oh.
-Bienvenidos dijo el señor Robert dejándolos pasar, cuando entraron quedé
pasmada pero creo que no fui la única Carlos quedó peor, sus ojos sólo se
fijaban en el muchacho que habían entrado por esa puerta y me sorprendía
que lo mirara de esa manera.
-Hijo acércate estos son los señores Harrison y su hijo Pablo.
Carlos saludó cortésmente, pero se notaba la tensión entre él y Pablo aunque
no sabía el porqué, ellos ni siquiera habían hablado nunca.
Yo por mi parte sí sentía mi propia tensión, no había estado en la misma mesa
con ese chico desde hace ya mucho tiempo y cada vez que lo veía recordaba
todo lo que habíamos pasado.
- Claire querida. Me saludó la mamá de Pablo con mucho cariño.
- Hola Mónica, correspondí a su abrazo, a pesar de lo que había pasado entre
su hijo y yo a ella la estimaba mucho y todavía seguía siendo amiga de mamá.
-¿Y tu madre está aquí?
- No vine sola.
-No sabía que conocías a los Rinaldi.
- Si, soy amiga de Carlos.
-Oh, dijo con una sonrisa.
-Y a mi no me vas a saludar Claire, dijo Pablo con una sonrisa que indicaba
maldad pura sabía que estaba disfrutando esto, hacer rabiar a Carlos razón la
cual no entiendo y de paso a mí.

34
- Hola. Dije cortante.
-Así que ya se conocen esto es perfecto, mira que chiquito es el mundo, - dijo el
Señor Robert. Pasemos al comedor.
A pesar de la tensión entre Carlos y Pablo, estos dos se miraban como
depredadores a punto de pelearse, yo me encontraba disfrutando muy a gusto
de la comida, a ver, Martha cocina buenísimo y no iba a estropear mi cena por
nadie.
El señor Robert me preguntó acerca de qué cosas me gustaban, parece que
para conocerme más, le dije que lo mío siempre han sido las matemáticas y la
historia. Me preguntó acerca de qué iba a estudiar y le dije que no tenía idea
todavía. Estuvimos hablando del futuro, de mis metas, le mencioné que me
encantaría viajar a Italia y para mí sorpresa el señor Robert me contó que es
de allá. Debí imaginarmelo por el apellido, Carlos me miraba intrigado por las
cosas que contaba, parece que se dio cuenta que le faltan muchas cosas por
saber de mí y yo de él.
Por otra parte agradecí que Mónica estuviera aquí, es como mi tía así que sabe
todo de mí. Le contó al señor Robert que soy muy buena en la escuela y que
recuerda la vez que participé en un concurso de literatura y gané el primer
lugar.
El papá de Carlos me contó que yo me parecía a una muchacha que conoció
hace mucho, dijo que no había visto esa pasión al hablar del mundo en mucho
tiempo y que sólo en mí y en ella lo había notado. Me impresionó mucho lo
que me dijo, la verdad es que siempre he tenido esas ganas desenfrenadas por
viajar y explorar, por eso aunque no sé lo que voy a estudiar todavía sí tengo
en claro que quiero conocer nuevas culturas y mi madre siempre a dicho que
es mejor un futuro incierto pero con metas, que uno planeado pero sin logros.
Pablo por su parte no había mencionado nada en toda la noche, sólo
escuchaba sin decir más.
Después de preguntarle a Carlos que le gustaría estudiar él contó que desde
pequeño le gusta la música pero que su sueño es convertirse en cardiólogo. Yo
la verdad no me lo esperé pero me pareció muy interesante.
Cuando le preguntaron a Pablo, éste sólo dijo que sería abogado como su
padre y me sorprende que lo dijera supongo que cambió tanto que ahora la
carrera que más detestaba se había convertido en su favorita.
La cena terminó y el Señor Robert pasó al despacho con los invitados y su hijo,
me pidió de favor si podía dormir a Emily y yo asentí con gusto. Vamos, el
papá de Pablo es abogado y el Señor Robert tiene una empresa, de que podían
hablar, la respuesta es clara temas legales y negocios.
Emily estaba muy activa y eso me alegraba bastante, así que no tuve el valor de
dormirla, me estuvo enseñando unos álbumes de fotos cuando ella era bebé y

35
de Carlos pequeño, la verdad es que era muy tierno tenía unos rulitos en el
pelo muy lindos y era gordito.
Emily me escribió en un papel que desde pequeño su mamá llamaba a Carlos
“rulitos” por su pelo y el nombre pasó a ser un apodo familiar.
Se veían fotos de su mamá muy lindas, de su papá jugando con ellos en la
arena, y de una casa en la playa, se veían muy felices lo que me hacía
preguntarme ¿de qué habrá muerto?.
-Hola ¿qué hacen?. Dijo Carlos de repente, les juro que este mínimo era el hijo
perdido de mi madre, aparece siempre para asustar.
-Me asustaste bicho.
-Lo siento.
-Emily me está enseñando fotos viejas de ustedes, así que Rulitos ¿eh?.
- Ay no por favor.
Emily y yo empezamos a reír.
-¿Ya se fueron las visitas?.
-Sí, Mónica te dejó saludos y que le digas a tu mamá que el sábado va para allá.
-¿Oye podemos hablar?.
- Sí claro, pero antes debemos dormir a Emily o tu padre me mata.
Después de dormir a Emily, Carlos me mostró su habitación, era muy pacífica
estaba todo decorado en blanco y negro, muy neutra diría yo, pero tenía
toques acerca del mar por todos lados.
- No sabía que te gustaba el mar.
-Me da paz, verás cuando estoy estresado pienso en las olas, la arena, el sonido
del mar y me calmo, no sé cómo explicarlo.
- Te entiendo, en eso tenemos algo en común, yo no voy seguido al mar, pero
cuando me llevan soy la chica más feliz del mundo.
-Así que te gusta escribir, o eso mencionaste en la cena.
- Sí es verdad, pero no le muestro mis escritos a nadie. Me da pena.
-Pues a mi me los tendrás que mostrar. Aunque sea uno.
-Di una pequeña sonrisa y acepté, está bien.
-Oye y ¿de qué querías hablarme?.
-Es sobre Pablo, quería bueno, quiero preguntarte algo, sé que no debo
meterme pero, la curiosidad me mata.
-Dale, no te preocupes pregunta lo que quieras.
-¿Todavía te sigue gustando?, es decir, una vez me contaste la historia de que
estabas enamorada de él, eso todavía te sucede.
-¿Quieres la verdad?
Él asintió con un sí.
- No, ya no siento nada por él, ¿sabes por qué?. En ese momento se quedó con
la mirada fija esperando mi respuesta. Me di cuenta que él no era la persona
indicada para mí y después de lo que hizo y dijo nunca volví a hablarle, hasta

36
hoy que le dije Hola. -Mencioné riendo. Además, -empecé a decir caminando
directo al balcón, creo que me está interesando otra persona.
-¿Ah sí?.
-Sí es muy lindo y tiene una hermanita encantadora.
-¿Y es un buen bailarín?
- Sí, -dije para después reírme.
-Pues espero conocerlo un día, dijo mirándome con una sonrisa.
-¿Oye quieres ir a mi casa el sábado?.
Podemos ir a tomar un helado y tal vez te enseñe un poco de lo que escribo.
-Eso es una orden, Bonita.
-Sabes yo también quiero hacerte una pregunta.
-Adelante.
-Perdón por ser tan metiche pero vi una foto de tu mamá y quisiera
preguntarte de qué murió.
-Recuerdas que te había dicho que mi hermana tuvo un accidente.
-Sí, por eso la cicatriz en la frente.
- Bueno cuando mi hermana tenía cuatro años, yo y papá salimos a comprar
unas cosas, mi mamá se quedó en la habitación y mi hermana sin que nadie se
diera cuenta bajó las escaleras y fue directo a la cocina, sin querer abrió una
manguera de gas causando una fuga y como la estufa estaba encendida hizo
que se provocara un incendio.
El gas fue tan penetrante que la casa se llenó de humo en muy poco tiempo,
mamá pudo salvar a Emily pero murió en el incendio, cuando papá y yo
llegamos ya era tarde, estaban los bomberos, y una multitud de gente en el
frente, fue en ese entonces cuando vimos pasar el cuerpo de mamá frente a
nuestros ojos.
Sin notarlo una lágrima bajó por su rostro, y mi cuerpo reaccionó igual.
-Lo siento, no debí preguntar, lamento mucho lo que pasó eras sólo un niño,
Emily también y..
-Tú no tienes la culpa y no llores, el fuego consume todo en el más mínimo
instante, además si mamá no hubiera estado ahí Emily hubiera muerto, estoy
seguro de que desde donde quiera que esté ella está feliz de haber salvado a su
hija.
-Yo también lo creo. -dije con una sonrisa.
-Te acuerdas lo que te dije una vez sobre la luna.
-Sí, que la mirara cuando estuviera triste.
-Pues hoy brilla más que nunca y me alegra que estés aquí conmigo.
Yo recosté mi cabeza sobre su hombro y ahí estábamos los dos, en el balcón
mirando hacia la luna.

37
Capítulo 10
¿Y si le muestro sobre el tiempo?
Eran las nueve de la mañana y yo me encontraba hojeando mi cuaderno de
escritos para ver que podría mostrarle a Carlos, estos escritos no se los
mostraba a casi nadie, solo a mis amigas y unos más que otros, algunos son
muy personales, otros no me parecían tan buenos, otros muy largos, y así
había pasado media hora, hasta que recordé de mis escritos sobre temas que
surgen de repente, como el amor propio, el futuro, la superación, y supe
exactamente que el tiempo sería la mejor opción.
Buscando mi escrito sobre el tiempo, encontré uno que hace ya mucho que no
leía, recordaba la vez que lo había escrito fue uno de esos días en que me
quejaba por no recibir el mismo amor de vuelta de parte de mi padre, o bueno
así lo sentía yo, recuerdo haber pasado un buen rato repitiendo una y otra vez
la canción “I went too far” de Aurora, y recuerdo también haber tomado un
lápiz y empezar con esto:
Nosotros los seres humanos hacemos muchas cosas y una de ellas es buscar la
admiración o el amor de alguien a toda costa, vamos tan lejos por conseguirlo
y lo cierto es que muchas veces cuando no lo logramos empezamos a
preguntarnos, ¿qué hice mal?, ¿qué puedo hacer para cambiar?, queremos
tanto a esa persona que hacemos hasta lo imposible por recibir el mismo
afecto que damos, vamos por la vida siendo fieles a esas personas y cuando no
recibimos el mismo trato nos hacemos estas cuestionantes que no tienen
lógica, en vez de preguntar si en verdad merece la pena intentarlo, si en verdad
es sano sufrir por carecer ese amor.
El amor es como un regalo, el cual decides dar o no, tú decides a quien dárselo
y si en realidad merece la pena, lo cierto es que ese regalo debe ser verdadero y
la persona que lo reciba, debes asegurarte que lo trate con la misma intensidad
que lo entregas. “Los sentimientos son como un cofre del tesoro, si no buscas
la llave para abrirlo jamás sabrás lo que hay dentro”.
Recuerda siempre que la verdadera amistad no se busca, ella te encuentra a ti
dando todo de su parte.
El verdadero amor no se mendiga, no se lucha para conseguirlo, este llega
espontáneamente, sin pedir nada a cambio pero valorándose con la misma
fuerza.

38
La verdadera admiración viene de las cosas que has hecho y han valorado, no
de las que intentas hacer pagando un precio muy alto.
“Nosotros vamos muy lejos cuando buscamos complacer a alguien
sin creer en nosotros mismos”.
Y así había concluido aquella vez, este era uno a los que llamaba personales
porque conocía para quien estaban dirigidos. Después de un buen rato
encontré el que le mostraría a Carlos pero eran las once y adivinen quién
seguía en pijama, sip señoras y señores esta chica, Carlos llegaría a la hora de
la comida y yo así, o pero esperen una llamada, y adivinen de quién, y la
agraciada es “Miaa”, este día iba para largo.
-Hola Mi, qué pasó?
-Clai, voy a entrar en crisis, sé que estás ocupada pero saldré con Alex en la
tarde y no sé qué ponerme. Mira esto.
Me mostró un conjunto en azul cielo muy bonito y un vestido lila corto muy
veraniego.
-¿Y?. ¿Cuál de los dos?.
-Yo usaría el vestido hoy es sábado y hace calor, sí la ocasión lo amerita.
-Pero ¿estás segura?, no me vería gorda en ese vestido.
-Claro que no, por qué dices eso, si tú eres bellisima, además no hables de la
gordura como si fuera algo malo.
-Gracias Clai, pero creo que usaré el azul, me abriste los ojos, ya me voy te
quiero muah.
Pero-. Está loca, juro que lo está, para qué me llama si va a terminar haciendo
lo que quiere, bueno en fin seguimos.
Mi lista va así:
Ducharme.
Alistarme.
Y sobrevivir a mamá modo visitas.
Tenía para eso exactamente media hora, épico.
Después de ducharme, tomé un vestido amarillo pastel que tenia en el closet y
me lo puse con unos tenis cómodos. Me había lavado el pelo así que estaba
todo rizo, lo dejé todo alocado y solo apliqué gel para que no se esponjan.
-¿Pusiste la mesa?.
-Si ma.
-¿Compramos el postre cierto?.
-Si ma.
-¿El baño está limpio?.
-Lo lavé desde que me levanté.
Y a esto le llamaba mamá modo visitas.
Minutos después sonó el timbre.
-Hola bicho.

39
-Hola bonita.
-Ven pasa. Estás en tu casa.
-Gracias.
-Hola Claris.
-Hola bienvenido, la mesa ya está lista, pasemos a comer.
-Mama hizo ravioles, y te advierto que es mejor que cualquier restaurante
italiano.
-Bueno supongo que ya tengo la excusa para quedarme, -dijo con sonrisa
pícara.
-A mí no me molestaría. -dijo la otra alcahueta.
Mientras yo los miraba con la boca abierta para hacer más drama.
Mamá sirvió la comida y no está de más decir que a Carlos le encantó, después
de comer estuvimos un rato charlando con mamá, comimos postre, mamá
puso música, y ya se pueden imaginar el show de mamá y Carlos bailando
salsa, hasta los grabé.
Luego de un rato subimos a mi habitación para ver una película, con la
advertencia de que mamá pasaría para supervisar, ya saben madre que
“confía” en su hija pero sobreprotectora, en fin. Aproveché para buscar mi
cuaderno y mostrarle a Carlos el escrito.
-Prometí que hoy iba a mostrarte un poco de lo que escribo y bueno aquí está.
Carlos tomó el cuaderno para empezar a leerlo en voz alta. Empezaba así:

Cómo avanza el tiempo…


A veces simplemente nos cansamos, y nos cansamos a tal punto de
preguntarnos cómo llegamos hasta aquí y para mí eso solo tiene una
respuesta, el tiempo.
El tiempo es tan largo y a la vez tan corto que todo puede pasar en un abrir y
cerrar de ojos, o como una tortuga en medio del camino, mientras la vida te
presenta una monotonía de pasos que debes seguir y cómo reestructurar tu
futuro sin saber ni siquiera si estarás en un mañana para afrontarlo todo.
Un día imaginas ser alguien diferente y ríes hasta ya no poder más, sin
embargo al otro sales por una puerta y ya estás eligiendo tu vocación sin saber
en realidad que es. Te das cuenta que un día eres un niño y al otro ya te toca
decidirlo todo por tu cuenta, y entiendes que todo eso que podías manejar sin
problemas ahora te resulta difícil, porque se ha vuelto más grande poco a
poco.
La vida es simplemente eso tiempo y cambios, y mientras más viejo te haces
más cosas entiendes y de no ser así es porque has avanzado a pasos
desesperados, antes pensaba que mi mente podía con todo pero ahora me doy
cuenta que mi cerebro colapsa en algún punto, todo tiene motivos, causas,
momentos, la vida se maneja de eso, pero lo más importante que tienes en la

40
vida es tener la certeza de saber que no eres perfecto, de saber que no tienes
que cargar con la perfección, algo que nos engrandece hasta cierto punto pero
que nos destruye cuando menos lo esperamos.
Hoy aprendí dos cosas, aprendí que me canso, que no soy de acero, que no
estoy supuesta a llevar el mismo ritmo de los demás ni a ser siempre lo que el
otro espera, al igual que yo esto debe caber en la mente de todos, debemos
estar supuestos a pensar más en nosotros mismos sin importarnos lo que
digan o hagan los demás. La segunda cosa que entendí es el hecho de que
cuando crecemos asimilamos muchas cosas de repente, cambios, falsas
ilusiones, diferentes decisiones, responsabilidades, vidas, y supongo que todo
eso está bien es la ley de la vida, pero también debemos asimilar que el tiempo
avanza por algo y que este no para, no se detiene, no perdona, por eso mi
consejo para ti es que cuides tu tiempo, que cuides en qué o en quién lo
inviertes, y que entiendas que no todos llegamos a comprender a ciencia cierta
la verdad de, cómo avanza el tiempo.

-Wow bonita, esto es simplemente hermoso, es tan profundo y cierto. ¿Cómo


se te ocurrió?.
-Gracias, pero la verdad no lo sé, estaba un día sentada en mi escritorio,
pensando en el futuro, en lo rápido que pasan los días, y empecé a escribir.
No sé como explicartelo, es una manera de liberarme, de sacar todo aquello
que tengo para decir, las palabras son arte cuando sabes usarlas, y son una
manera muy bonita de expresar lo que sentimos, es algo tan profundo puedes
decir tantas cosas con ellas, sobre un libro, una canción, una melodía incluso
un recuerdo, puedes ordenarlas como quieras, es simplemente mágico.
-Me encanta como hablas de eso, me encanta ver tu pasión por las cosas,
siento que con solo hablar convences a cualquiera, tus palabras son arte y tu
eres simplemente maravillosa.
No sé si estoy siendo cursi, o exagerado con las mías, no me importa, esto
simplemente es jodidamente hermoso y si tienes más escritos como este,
debes mostrarlos al mundo.
Ahí es cuando no me aguanté y le di un abrazo, siempre he sabido que las
palabras dependen del lector en la forma de interpretarlas, pero que alguien
valorara las mías de verdad me hacía feliz, me llenaba de dicha, lo curioso de
ellas es que nunca sabes si a los demás les vaya a gustar o si de verdad
significan algo para ellos.
-Las palabras comparten sentimientos, emociones, recuerdos, por eso siempre
serán eternas. -dije mirándolo a los ojos.
Después de ver una película y hablar un poco más de nosotros me di cuenta
que Carlos expresa lo que siente mediante música y yo mediante párrafos.
-¿De dónde te surgió la idea de ser cardiólogo?.

41
-Bueno mi abuelo duró un tiempo sufriendo del corazón yo lo acompañaba a
veces a sus citas y bueno me enamoré de esa profesión.
-Increíble, sabes yo también quiero que me pase algo parecido, no sé que
llegue una carrera que yo diga, esta es, vamos a eso.
-Y te llegará ya verás.
-Oye son las 5, nos falta un helado por tomar, ¿recuerdas?.
-Y así dicen que soy yo el que piensa en comida.
Los dos reímos para después bajar a comprar los helados.
Mamá estaba con Monica abajo, la saludamos y después los dos nos
dispusimos a correr como unos locos calle abajo hasta llegar a la heladería.
-¿De que pedirás el tuyo?.
-Vainilla -dije al instante, y tú?, no espera ya sé vainilla.
Carlos me miró con una sonrisa parecía un niño.
Ambos disfrutamos de nuestros helados caminando y charlando.
-Los gatos son mejores que los perros.
-Yo adoro a los perritos, lo siento. -dije toda indignada.
-Pero qué me dices de los guacamayos, seria lindo tener unos.
-Sii, y los conejos AHH. Grité de emoción.
-Carlos empezó a reír. -Ok creo que entendí que no quieres una mascota,
quieres un zoológico.
En eso empezó a llover y otra vez Carlos y yo corríamos como dos niños bajo la
lluvia, estábamos mojándonos en charcos hasta más no poder, mientras Carlos
me levantaba como si fuera una bolsa.
-Bájame gritaba riendo, estás loco.
-Lo dice la chica que decidió mojarse bajo la lluvia.
-Deja de burlarte qué mamá me va a matar.
En eso Carlos me bajó y de repente se fue acercando poco a poco a mí para
después unir sus labios a los míos en un tierno beso, tan sereno como el ruido
de la lluvia pero tan intenso como las gotas de agua al bajar, ahí estábamos los
dos como un típico cliché, besandonos bajo la lluvia como si el tiempo no
existiera, como si solo estuviéramos nosotros en el mundo, sus labios eran
suaves entornando los míos como si tuviéramos la vida entera para hacerlo
pero por obvias razones el beso tuvo que parar, al hacerlo nuestras
respiraciones estaban exaltadas, no pude evitar soltar una pequeña risa
nerviosa, mientras él me miraba, nos miramos, y ahí comprendí por qué
alguna vez dije que era la mirada más sincera que había visto en toda mi vida.

42
Capítulo 11
Acontecimientos Inesperados.
Sentimientos.
Supongo que descubrir una palabra exacta para nombrar lo que significan fue
muy difícil y supongo que descubrir cuales son los míos lo es aún más.
Han pasado tres semanas desde el beso que nos dimos, ninguno de los dos ha
hablado de eso, y cada vez que lo veo siento que el corazón está a punto de
salir de mi pecho, es una sensación que no puedo evitar y que va consumiendo
todo mi ser. Si me pregunto a mí misma si me gusta Carlos, la respuesta es sí,
definitivamente e indudablemente sí.
Por otra parte, Mía estaba muy rara desde que empezó la semana sólo ha
hablado lo necesario y siempre está triste.
Valeria y yo estamos muy preocupadas, incluso hablamos con su mamá pero
ella dice que está así desde el lunes y por más que tocamos el tema ella no dice
nada.
- Hola bonita.
- Hola bicho.
-¿Cómo te fue en el examen de química?.
-Creo que me fue bien, salió todo lo que había estudiado y para mí sorpresa fue
fácil. Aunque eso fue gracias a ti que me ayudaste a estudiar, te juro que odio
química.
-Bueno por qué no vamos a la cafetería para comprar algo y celebrar, yo invito.
-Me encanta dije gritando, perdón es que no he desayunado.
Los dos reímos al instante.
-Vamos.
Al llegar a la cafetería Carlos estaba pidiendo dos sándwiches mientras yo
observaba a lo lejos una discusión entre Mía y Alex, parece que el asunto era
serio porque los dos se encontraban muy alterados, en ese momento Alex le
dijo algo a Mía y esta empezó a llorar, no pude escuchar que le dijo pero lo que
fuera lo iba a matar, ya no había dudas lo que tenía Mía son problemas
amorosos y la culpa es de ese alacrán.
Carlos me miró extrañado y preguntó qué pasaba.
-Mira, ya sé por qué Mía está triste es ese cuervo.
-Carlos comenzó a reír, ¿Cuervo?.
-Sí no lo ves es igualito a una ave traicionera.

43
Estaba a punto de ir a decirle su merecido y consolar a mi amiga, pero Carlos
me detuvo.
- ¿Qué haces?, suéltame le voy a decir lo que se merece.
-Espera bonita, ellos siguen discutiendo además son problemas de pareja,
luego vas con Mía.
-Pareja, si claro pareja, una buena pareja de golpes es lo que le voy a dar.
-Bonita, antes de que sigas con tus agresiones, tenemos una conversación
pendiente.
Oh no código rojo, código rojo. Houston tenemos un problema.
¿Dónde está Valeria cuando la necesito?.
-Hablar, ¿de qué?. Dije haciéndome la loca.
En ese momento se paró en frente del banco donde nos sentamos a merendar
y me tomó de la mano para levantarme.
-Sabes bien de qué, del beso. Aquí no porque hay mucha gente, pero en la
salida quiero que vayamos a comer, ¿qué te parece?.
Sabía que no podía alargar el tema más de lo que ya estaba así que acepté, en
algún momento tenía que pasar.
Hablé con mamá por teléfono y le pregunté si podía llegar un poco más tarde,
me dijo que sí pero que no más tarde de las 6 porque papá iba a ir a esa hora.
Vaya hasta que por fin se acuerda de mí después de 3 semanas.
En la salida quedé con Carlos de irnos a comer y después llevarme a casa de
Mía, hablaría con ella un rato y luego su mamá me llevaría a casa.
- El restaurante de tu tío, amo.
- Hola bambina.
- Hola señor Donato.
-Quítame el Señor que no soy tan viejo.
- Está bien. -dije riendo
-Y bien que van a pedir hoy.
-Pide lo que quieras bonita.
-A ver, que sirve para hablar de temas personales.
-Del amor querrás decir, - Dijo Donato mirándome con suspicacia.
- Bueno sí, del amor.
-Ay la bella vida, el amor, ya sé lo que les prepararé. -Dijo para luego
marcharse.
-Y bien cómo empezar a hablar de esto, no soy buena para estas cosas yo sólo...
-Me gustas.
Mi cuerpo se emocionó al escuchar esas palabras, no me lo esperaba, no
esperaba que me lo dijera tan directo, se nota que no sé nada de relaciones.
-Me gustas Claire, me gusta tu ternura, tu sentido del humor, la forma tan
intensa en la que llegas a hablar de algo y cambiar de un tema a otro en un
instante. Me gusta como te emocionas por los logros de tus amigas o como te

44
concentras al comer helado o cualquier cosa, - Dijo con una sonrisa. Me gustas
tú. Tu forma de ser y lo linda que eres y tal vez ahora sea muy pronto para
hablar de amor o decir que no quiero vivir sin ti. Pero se que no falta mucho
para hacerlo, porque te has quedado grabada en mí desde el día que te
entregué ese pañuelo en el baño de la escuela y no espero que digas nada, sólo
quería que supieras que a partir de ahora me tienes colgando de ti porque te
juro que estoy tan jodidamente loco que no dejo de pensarte.
En ese momento llegó Donato con nuestra pizza, Carlos me miraba fijamente a
los ojos y yo aún no podía creer que yo le gustara de tal manera de ser capaz de
decirme todo esto en un instante.
-Ragazzi, saben una cosa -empezó a decir Donato jalando una silla y
sentándose a nuestro lado. L'amore es la cosa más hermosa que podemos
tener, y cuando lo encontramos debemos llevarlo al paso, con calma, el amor
va sin prisa, pero este tampoco se debe dejar al tiempo.
-¿Tú te enamoraste alguna vez padrino?.
-Uy si, de una ragazza preciosa, bellissima, bellissima, pero fuimos muy
rápido, gastamos nuestro amor de repente y luego tuvimos que alejarnos.
-¿Y cómo supo que en realidad era amor?.
-Buena pregunta bambina, porque el amor te llega de repente, y cuando lo
hace sientes que en tu mundo no hay espacio para nadie más, ahora si te
preguntas si era la indicada no lo sé pero, sí lo era y la dejé ir tampoco lo sé, lo
único que sé es que si lo era algún día volverá y si no pues no pasa nada,
l'amore mio es la pizza.
Carlos y yo reímos para después seguir con el almuerzo.
Al terminar de comer, nos despedimos de Donato y salimos del restaurante.
Me tocaba a mí dar una respuesta y sabía exactamente lo que iba a decir.
-Sabes, a mi también me gustas, me gusta lo tierno que eres, lo apasionado
que eres con la música, me gusta que cuides tanto de tu hermanita y que
hables tan lindo de tu mamá, me gustas tú y me encantaría descubrir si esto se
vuelve amor, pero te confieso que tengo miedo, las historias de amor que hay a
mi alrededor son trágicas, lo de mis padres no funcionó y me aterra pasar por
lo mismo.
Aunque supongo que tu padrino tiene razón, el amor no tiene que ser a prisas,
y si está destinado a ser pues nos daremos cuenta.
-Claro que sí bonita, -Dijo para después besarme.
A este chico le encantaba besarme de sorpresa ¿eh?. Esta vez su beso seguía
siendo lento, suave, lleno de ternura, tan delicado como quería que fuera
nuestro amor.
-Estoy dispuesto a aprender de ti bonita, y quiero que me des la oportunidad
de estar contigo, de conocernos y de enseñarte a ver más allá del amor de tus
padres.

45
-Yo también estoy dispuesta a aprender de ti y la oportunidad dejemosla al
tiempo.
¿Que si éramos novios? No lo sé, ¿amigos? Tampoco, ¿conocidos? Estábamos
muy lejos de serlo, ¿principiantes del corazón? Tal vez.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Luego de unos minutos ya estaba en casa de Mía, me había despedido de
Carlos y a pesar de que me encontraba muy feliz y quería quedarme con él
todo el día, sabía que mi amiga me necesitaba y en estos momentos estaría ahí
para ella.
- Hola corazón. -Dijo la mamá de Mía dándome un abrazo, sí es muy cariñosa
y me trata como a su hija cuando voy allá. Quédate con la amiga que sus
padres te traten como parte de la familia.
- Hola tía, vine a ver a Mi.
-Está en su cuarto, sube, ¿quieres galletitas?.
-Ahora no, muchas gracias.
- Te las pondré para llevar. -Dijo guiñandome el ojo.
Cuando pasé por las habitaciones el cuarto de Mía estaba cerrado, parece que
se había encerrado adentro.
-Mi, soy Claire abreme por favor.
Escuché un ruido y 2 minutos después me abrió la puerta.
Estaba llorando y se notaba que lo había hecho por mucho tiempo, se
encontraba en pijama, su cabello despeinado, y sus ojos hinchados de tanto
llorar, se quedó mirándome fijamente para después abrazarme.
-Mía ¿qué pasó?. ¿Por qué estás así?, ¿Mi?.
Le hablaba pero ella sólo lloraba, entramos a la habitación y cuando cerramos
la puerta sólo pudo decir una frase.
-Soy una tonta.
-¿Por qué dices eso?.
Después de unos minutos de tranquilizarla, Mía empezó a hablar.
-Me engañó Claire y yo me dejé engañar como una estúpida, debí hacerte caso
pero no lo hice, no escuché, había esperado tanto tiempo por que se fijara en
mí, y cuando lo hizo no pude ver más nada.
-¿No entiendo Mi?, ¿a qué te refieres con qué te engañó?.
-El día que salimos, me invitó a comer, comimos en un restaurante muy
bonito, luego fuimos a una pista de bolos y ahí me dijo que yo le gustaba y que
quería que fuera su novia, yo acepté y bueno no les dije nada a ti y a Valeria,
luego el domingo salimos otra vez, se portó muy atento fuimos al cine,
estuvimos charlando y así estuvimos la tarde entera. Habíamos estado
pasando estás semanas juntos y todo iba bien.
-Pero no entiendo Mía entonces, ¿qué pasó?.Si te engañó con otra yo lo mato.

46
-Fue peor Clai, me usó, el lunes me invitó a su casa con el pretexto de
conocerla, cuando llegamos estuvimos un rato ahí y luego subimos a su cuarto,
y yo, bueno yo me entregué a él.
-Qué, qué hiciste que Mía. Sólo llevaban semanas de novios.
-Lo sé Clai pero sabes cuanto tiempo me ha gustado, he estado enamorada de
él los últimos 3 años, nunca había tenido novio estaba ilusionada. Y pues él me
mintió diciendo que me amaba, que él también sentía lo mismo por mí, tal vez
fui una tonta por creerle, pero dime qué hacía yo con mis sentimientos, que
hacía yo con mi corazón, ya no podía más.
-Y después, ¿qué pasó?.
-Él sólo se cambió y no dijo que ya era tarde y tenía que irme a casa, me llevó y
no dijo nada.
Me sentí usada Claire, así que estuve la semana entera llamándolo pero no
contestó, me atreví a preguntarle hoy acerca de qué había pasado, y lo único
que me dijo fue "Que siempre he sido y seguiría siendo una más en su lista". Y
así concluyó Mía para después empezar a llorar.
Yo no podía creerlo, estaba impactada Mía era mi amiga desde la primaria, la
conocía muy bien, sabía lo que sentía y después de lo que acababa de escuchar
sentía mucha rabia, cómo alguien podía jugar así con los sentimientos de una
persona, con su cuerpo, su tiempo, su integridad, era cierto Mía se había
equivocado en el sentido de entregarse a él tan rápido, de entregarse a él sin
descubrir si sus intenciones eran sinceras, pero él se había equivocado mucho
más en meterse con mi amiga.
-Es un patán, un bruto, ese chico de verdad es una basura y te juro que me va a
escuchar, se va a arrepentir.
- No Claire, no quiero que le digas nada.
-Pero Mía no estás viendo lo que te hizo, es un imbécil, jugó con tus
sentimientos, jugó contigo.
-Clai sólo abrázame.
Y así estuve un buen rato, abrazándola y tratando de que estuviera bien, logré
que se diera un baño y se calmara un poco, me dijo que por favor no
mencionara nada delante de su madre, no quería que se enterara y por parte la
entendía, se sentía usada y tenía miedo de que su mamá se decepcionara de
ella.
Cuando dieron las 5:30 tuve que irme a casa, su mamá me llevó y me
agradeció que tranquilizara un poco a Mía, le dije que no se preocupara y que
Mía pronto le contaría lo que estaba pasando.
Al llegar a mi casa me encontré que papá ya estaba allá.
- Hola papi.
-Así que saliendo de nuevo nunca estás cuando yo vengo.

47
Sí, papá estaba de mal humor pero no entiendo porque venía a pagar las cosas
conmigo.
-¿Cuándo vienes?, ¿Estás jugando no?, nunca vienes, casi nunca vienes y te
molesta que haya ido a ver a una amiga que se siente mal.
Perdón por no estar siempre a tu disposición papá.
- Si no vengo es porque tengo trabajo y lo sabes, no todo gira en torno a ti
Claire, el dinero no cae del cielo y yo tengo que trabajar para obtenerlo.
-¿Dinero? eso es lo único que te importa cierto. Pero sabes que, yo no te hablo
de dinero, te hablo de tiempo, de afecto. El que si tienes con tu otra familia.
- Claire por favor, yo quiero a todos mis hijos por igual. Eres tú Claris que le
estás diciendo todo esto a la niña.
- ¿Yo?, no será que se está dando cuenta de que nunca tienes tiempo para ella,
de que nunca puedes estar ahí aunque sea una hora. -Dijo mamá con
indignación.
-Siempre exagerando con todo, tengo trabajo, compromisos, mis asuntos son
complicados.
- No, es que eres un egoísta que sólo piensa en sí mismo.
-Ya basta. grité hasta más no poder.
-Estoy harta de escuchar peleas, estoy harta de ver como siempre es lo mismo,
ya no soy una niña, me doy cuenta de las cosas, se lo que pasa, veo como tienes
tiempo papá para subir fotos de tus hijos mayores y sentirte muy orgulloso de
ellos, en cambio sabes cuál es mi color favorito o lo que me gusta hacer en las
tardes, sabes que me encanta la crema de maní con galletas, y que me gusta
salir al jardín y sentarme a mirar las nubes, sabes que hoy tuve examen de
química y que pasé horas y horas estudiando, sabes que detesto quedarme
encerrada y que le tengo miedo a las arañas. No, no lo sabes, no sabes nada de
mí, mientras yo no tengo ni una foto que pueda compartir contigo tu tienes
miles con tu otra familia, mientras yo no tengo un solo recuerdo que diga
estuve en la playa con mi padre y nadamos hasta ya no poder más, tú tienes
miles con tus hijos. Mientras yo no puedo decir, duré dos horas preparando un
pastel para celebrar contigo el día del padre, tú ya has comido varios con
aquellos a quien quieres y no, no estoy celosa, o influenciada por alguien, son
palabras mías, palabras que llevo guardadas, pero no te preocupes por mí
porque hace mucho entendí que tú nunca tienes tiempo.
Y así concluí para después subir a mi habitación, este día de verdad que había
sido muy largo, había pasado del amor, al enojo en menos de lo que pensé para
ahora estar llorando.
Mi papá se había ido y cuando mamá tocó la puerta le dije que todo estaba
bien, Carlos me había estado llamando pero no tenía ganas de hablar con
nadie, pensaba en la vida, en las múltiples cosas que pueden pasar.

48
Pensaba en la cantidad de personas en el mundo que juegan con los
sentimientos de los demás.
Pensaba en la cantidad de padres que se olvidaban de dedicarle tiempo a sus
hijos.
Y pensaba si en realidad el amor valía la pena, y si en realidad era prudente
descubrirlo.
Tomé mi libreta y empecé a escribir dejando que mis emociones fluyeran en
palabras.

Lo mal que está el mundo.


Que mal está el mundo, ¿cierto?. Que mal estamos nosotros que somos el
mundo.
El mundo va girando al revés, en la vida hay algunos que buscan el amor
verdadero pero no lo encuentran, mientras hay otros que lo consiguen y lo
destruyen hasta más no poder. En la vida, mientras hay algunos que esperan
tener a alguien a quien cuidar, con quien jugar por las tardes, alguien a quien
hacer reír, otros simplemente se olvidan que lo tienen y lo bueno que es
convivir. Porque en el mundo mientras te entregaban todo, tu no diste nada,
porque mientras te querían, para ti eso solo era una jugada. Porque mientras
aquella niña te miraba con ansias de ser amada, tú solo te escondías apartando
la mirada, porque mientras el amor toca tu puerta, tu solo quieres a una más
que a otra y luego, que siga la fiesta.
Porque mientras unos tienen, a otros les falta bastante y mientras unos sufren
otros se quejan sin que nada les falte, porque mientras tus padres te daban
todo, tú seguías sintiendo que no tenías nada. Y porque mientras escribo,
encuentro miles de historias mal narradas.
Por todo eso que tiene su luz propia pero siempre preferimos la oscuridad y
por todo eso que no valoramos y que algún día tanta falta nos hará.
Por todo eso está mal el mundo, porque mientras tú entregas todo otros no
dan nada, y mientras tú intentas esconderte otros buscan ser encontrados.
Y así es la ley de la historia unos ganan y otros pierden pero mientras pasa y
pasa el tiempo más historias usadas comprendes.

Así finaliza, así plasmé mis emociones en esa hoja de papel, pensando en lo
vulnerables que somos cuando sentimos, y vaya que somos vulnerables porque
vivimos sintiendo todo el tiempo.
11:00 pm, hora de dormir.
-Dulce sueños Kiara, -dije a mi perrita para después ir a dormir.

49
Capítulo 12
La Popularidad
Punto de vista de Pablo
-Recuerda que cenaremos donde mi madre.
-Mónica no tengo tiempo para eso, después de firmar el tratado con los
Rinaldi, tengo que enfocarme en eso.
-Pero es una cena familiar.
-Lo siento Mónica.
-Papá mañana iremos a ver el partido, lo prometiste. -Dije esperando una
respuesta.
-Lo siento hijo tendrá que ser otro día.
Me dio un abrazo para después marcharse.
Subí a mi habitación como de costumbre y empecé a buscar, a buscar entre
mis cosas una botella, necesitaba algo, algo que calmara mi sed, o en pocas
palabras mi vicio.
Al buscar en el closet encontré una caja vieja, parece llena de recuerdos, la abrí
y habían fotos de la primaria, fotos con amigos y para mí sorpresa fotos con
ella, Claire.
Había una memoria USB así que decidí ponerla en mi computadora, al abrirla
estaba llena de fotos en cenas familiares con Claire, fotos en la escuela, de mi
familia, y había vídeos, en seguida me puse a reproducirlos.
-Pablo te juro que si me mojas, te voy a matar.
- Bueno pues mátame entonces. Y push, la moja con la manguera.
Recordaba esos momentos, recordaba cada uno de ellos como si fuera el
primer día.
Encontré también una pulsera, se la había regalado a Claire para su
cumpleaños, la tenía yo porque se le cayó el día que dije todo lo malo sobre ella
y el día en que la perdí para siempre.
¿Irónico cierto?, ese día me burlé porque el padre de Claire nunca estaba con
ella, y mirenme ahora el mío ni para en la casa.
En eso mi teléfono comenzó a sonar.
-Aló
-Hola amor.
- Hola Rubí.

50
- Hay una fiesta esta noche en casa de Jackson ¿quieres venir?.
- No, no quiero, tengo una cena familiar.
- Que aburrido eres, deja a tu mamá con su cena, que importa.
-Lo siento Rubí no puedo. -Dije para después colgar.
En serio, en serio en esto me había convertido, que patético. Que patético que
ahora simplemente soy una mierda más en el mundo. -Dije para después
empezar a llorar.
Cuando me alejé de Claire, me alejé de la única persona que me entendía
realmente, me alejé de quien amaba y todo lo hice por qué, por popularidad,
por tratar de complacer a mi padre.

Año y medio antes.


-Mira papá estas son mis calificaciones.
-Oh que bien, te felicito. Hijo no has pensado en tener novia, no sé ir a fiestas,
salir de aquí, la única chica que conozco que te juntas es Claire y es tan
tranquila que no sé.
Necesitas alguien que te avive, que te haga madurar, ser hombre.
-Papá yo estoy bien así.
-Claro que no estás bien, yo a tu edad salía siempre de fiesta, había tenido mil
novias, tenía el mundo a mis pies, conocía la calle. Tú en cambio siempre te
pegas de las faldas de tu madre, sal más, no sé avivate.
Después de esa charla, decidí que estaba harto de tratar de complacerlo y de
que ni siquiera valore mi esfuerzo, comencé a juntarme con personas que no
debía, empecé a salir de fiesta, llegar tarde a casa, me alejé de mis amigos, ya
no me importaba la escuela y lo único que quería era hacer y deshacer. Mi
padre empezó a prestarle más atención a su trabajo y yo ya no pertenecía en
sus planes de vida, mi madre lloraba todo el tiempo porque le descubrió una
infidelidad a mi padre y bueno yo me hacía el que no sabía nada, ahogando
mis penas en el alcohol, las mujeres y las fiestas.
Ya no había quien me parara, todas las bebidas las fui probando, vodka,
bacardi, whisky, para mí todo fue convirtiéndose en mi escape.
Me hice novio de Rubí y hasta ahora es el momento que no sé por qué estoy
con ella.
Busqué popularidad, busqué ser envidiado por todos, que cuando la gente me
viera me juzgara por lo que hacía y por con quien andaba, ya no era sólo el
niño que estudiaba y jugaba fútbol, ahora las chicas andaban detrás de mí y las
fiestas me sobraban a montones.
Eso era lo que quería ¿no?.
- ¿Qué haces?, dijo mi madre sacándome de mis pensamientos y viendo el
reguero que tenía en la habitación.

51
-Busco mis botellas, dónde las pusiste, dije limpiando una lágrima que bajaba
desde mi mejilla.
-Las boté.
- ¿Qué hiciste?
-Hijo eso no te hace nada bien, ha sido tu perdición.
-Son mi salvación mamá que no lo entiendes? Esa mierda, es la única maldita
cosa que me aleja de este mundo, de esta miserable vida que llevamos, crees
que es justo, de verdad crees que es justo eso, tú tratas de tapar el sol con un
dedo, mi papá te pinta mil y un cuernos y tú no haces nada, me llevas de aquí
para allá toda orgullosa de tu familia, de tu marido a las cenas de negocios
cuando sabes que esta familia se está cayendo a pedazos.
Háblame de Karen, se largó hace meses y no sabes nada de ella y tú estás aquí
sin hacer nada, mi hermana mamá, mi hermana se fue porque no supieron
entenderla, porque ya no aguantaba los desprecios de papá y cada una de sus
peleas y tienes el descaro de decirme que botaste mis botellas cuando es lo
único que me da paz.
Cuando paré de hablar me di cuenta que había gritado todo, que había
expulsado todo eso que guardaba. Mamá había empezado a llorar.
-Perdóname. Perdóname hijo por no ser la madre que mereces y por no haber
sabido mantener esta familia.
En ese momento mamá se dio la vuelta para irse pero estaba pálida, su cabeza
daba vueltas, le comenzó a dar un dolor en el pecho y fue cuando me di cuenta
que se estaba mareando, hasta que cayó al suelo.
Llamé a emergencias y en lo que esperaba una ambulancia traté de despertarla
pero no reaccionaba, seguía pálida, llamé a papá mil veces pero no atendió el
teléfono, estaba sólo, completamente sólo.
Fue entonces cuando llamé a Claire.
Una vez me dijeron que siempre llamamos a quien más necesitamos en los
momentos más precisos, y yo la necesitaba.
Después de unos segundos, me atendió. Yo podía sentir el miedo corriendo
por mi cuerpo, mamá no se movía, la ambulancia no llegaba y no sabía qué
hacer.
-Aló.
- Claire, soy Pablo, mamá se desmayó y no vuelve en sí, ¿está Claris en casa?.
Dije con la voz exaltada estaba llorando.
- No mamá no está pero, no te muevas voy para allá. - Dijo ella muy
preocupada.
Después de unos minutos la ambulancia llegó y Claire también, vivimos cerca
así que no fue mucho tiempo.
Estaban llevando a mamá en la camilla cuando la vi, tenía puesto el pijama
todavía y recordé que era sábado, 8:00 am sabía que la había despertado.

52
Los dos subimos a la ambulancia y yo seguía muy asustado, sentía que el
corazón se me iba a salir, a parte tenía esa sed que no aguantaba, esa
sensación que no podía evitar ni en el más mínimo instante.
- ¿Qué fue lo que pasó?. Dijo Claire mientras íbamos en la ambulancia
-Estábamos discutiendo y de repente empezó a dolerle el pecho y se desmayó.
Cuando llegamos al hospital, la enfermera nos dijo que nos quedáramos en la
sala de espera. Empecé a discutir porque quería estar con mi madre, sólo
podía pensar en eso y no podía evitar esa sensación de sentirme culpable.
-Ey, Ey Pablo cálmate, dijo Claire tratando de tranquilizarme.
-Es mi culpa, dije con la mirada en el suelo.
- No es tu culpa, dijo Claire tocando mi espalda para que me calmara y ambos
nos sentamos.
-Perdón, se que no debí llamarte pero, papá no atendía el teléfono y no sabía
qué hacer.
- No te preocupes hiciste bien en llamarme, yo quiero mucho a Mónica. Ya
hablé con mamá viene para acá.
- Gracias. Dije con sinceridad, -agradezco muchísimo que ella estuviera aquí a
pesar de todo.
-¿Y Karen?. Intentaste llamarla.
-Karen se fue de la casa hace unos meses y no sabemos donde está, no tengo
como localizarla.
-¿Qué?, ¿y no trataron de buscarla?.
-Papá no quiso.
Claire sabía como era mi padre, sabía de su carácter y lo machista que podía
llegar a ser, por eso no dijo nada, me conocía tan bien que sólo me abrazó y yo
de verdad lo necesitaba.
En el mundo no hay peor cosa que perder tu camino, perder el rumbo de tu
vida y alejarte de tus metas, tus ilusiones, sueños, de las personas que amas,
no hay peor cosa que caer en las amistades equivocadas, los lugares que te
corrompen, y aquellos vicios que te destruyen, y yo lo había hecho, yo mismo
me había destruido, me había humillado y ahora estaba sólo para salir de eso,
sin saber cómo, ni cuándo.
En un año y medio, había perdido amigos, mi paz mental, había perdido salud,
a mi hermana y ahora estaba perdiendo a mi madre.
El doctor dijo que ella había sufrido un infarto, y que había sido muy grave,
sus horas eran críticas.
Papá todavía no aparecía y yo estaba con Claire y Claris en la sala de espera.
Bien dicen que a veces quienes menos lo esperemos se convierten en nuestra
familia y esas dos mujeres que hace tiempo lo habían sido, hoy se portaban
igual como si nada hubiera pasado.

53
Mi cuerpo estaba calcinado de dolor, sed, rabia, desesperación y lo único que
quería en estos momentos era ver a mi madre, decirle que me perdonara y
decirle gracias porque a pesar de que mi mundo se estuviera derrumbando ella
siempre estuvo ahí, es la mejor madre y la única que tengo y la estaba
perdiendo.
- Claire por qué no llevas a Pablo a comer algo, yo me quedo aquí por si avisan
cualquier cosa.
-Claro, vamos. - Dijo Claire con una sonrisa.
Caminaba por los pasillos del hospital y en lo único que pensaba es en como he
destruido mi tiempo, a tal punto de desperdiciarlo completamente, pensaba en
lo dañado que estaba mi cuerpo, mi alma, y en lo poquito que quedaba de mi
antiguo yo, pensaba si algún día podría recuperarlo de nuevo.

54
Capítulo 13
Mónica
Eran las 8:00 pm y ahí estaba yo, sentada en la salida de espera de un hospital,
acompañando a la persona que en estos momentos de mi vida, menos pensaba
que volvería a tratar.
Pero cuando las situaciones ocurren, cuando llegan los momentos
desesperados, las angustias, el dolor, es cuando en verdad no importa con
quien te juntas sino quienes están contigo.
-Claire, gracias de verdad pero tú debes estar cansada además no te has
cambiado porque no vas a la casa.
-Si cariño ve, yo me quedo con Pablo. - Dijo mamá.
Pero entonces el doctor se acercó a nosotros y dijo que Mónica se había
despertado y quería ver a su hijo. Pablo pasó a verla y duró un buen rato,
cuando el doctor lo mandó a salir se acercó a mí y me dijo -mamá quiere verte.
Entré y la vi, seguía pálida, estaba muy débil pero aún así tenía la misma
sonrisa de siempre, lo más extraño es que me miraba de una forma muy
profunda, como si no me fuera a ver en mucho tiempo.
- Hola Mónica, ¿estás mejor?. Nos preocupamos mucho.
-Gracias por estar aquí linda.
- No tienes por qué agradecer, mamá y yo te queremos mucho.
-Y yo a ustedes.
-Claire, yo ya no tengo fuerzas, se que ya no puedo más y sólo quiero decirte
que me alegro de haberte conocido en esta vida, eres una niña muy buena, por
eso sé que vas a triunfar hagas lo que hagas, porque tienes la valentía de tu
madre y la bondad de tu abuela.
Quiero que recuerdes que por más tempestades que vengan, tú debes ser
mucho más fuerte y que nunca olvides por nada ni por nadie quién eres.
Yo no fui la madre que mis hijos necesitaban, no supe comprenderlos y no le
puse un alto a las ofensas de mi marido, a sus faltas, estoy segura de que me
iré y ni siquiera veré a mi hija.
- No digas eso. -Dije con lágrimas en los ojos.
-Es la verdad linda, pero lo único que te voy a pedir, es que cuando me vaya no
dejes sólo a Pablo, se que cometió muchos errores, se que ustedes se
distanciaron, sin embargo tú y yo sabemos que todavía puede salvarse. Y
necesitará de una amiga como tú para hacerlo.

55
Me dio un beso para luego seguir descansando yo no pude evitar llorar, a
Mónica la conocía de toda la vida y que se estuviera despidiendo de mí me
dolía y mucho.
Dieron las 10:00 pm y mamá y yo habíamos vuelto a casa para cambiarnos y
volver al hospital, esta era la hora en la que el papá de Pablo no aparecía y yo
no dejaba de pensar en lo que Mónica me había dicho, "todavía puede
salvarse", ¿de verdad tan mal estaba?.
Al llegar de nuevo al hospital mami se quedó hablando con el doctor y yo me
dispuse a buscar a Pablo, mi celular comenzó a sonar y fue cuando me di
cuenta que tenía algunas llamadas perdidas de Carlos.
-Aló
- Hola bonita.
- Hola perdón por no atender, pasó algo.
-¿Pero estás bien? Te escuchas como si hubieras llorado.
-A Mónica la internaron de emergencia, le dio un infarto y bueno está muy
mal.
-Cuanto lo siento, no te preocupes sé cuanto tu mamá y tú la estiman.
Y bueno me imagino que estás con Pablo.
- Sí, justo fue él quien me llamó, no tenía a nadie más.
-¿Y tú estás bien con eso?.
-Que te digo, ahí vamos, aunque es incómodo para los dos no iba a dejarlo sólo
y menos con algo así.
- Te entiendo, cuídate mucho bonita, cualquier cosa me avisas.
-Está bien, un beso a Emily.
-¿Y para mí no hay nada?
-Uno para ti también. -Dije riendo.
Seguí caminando por un pasillo del hospital y fue ahí cuando lo vi, sentado en
unas escaleras y con una botella de alcohol.
-¿Qué haces?. -Dije quitándole la botella.
- Tú no entiendes Claire, damela la necesito. Podía ver su desesperación en los
ojos, esas ganas desenfrenadas que tenía de arrebatarmela entonces ahí
entendí, “todavía puede salvarse'', a eso se refería Mónica.
-Damela Claire, me pedía a gritos.
- No, dije tirándola a un zafacón.
- ¿Qué hiciste?.
Estaba alterado, comenzó a darle a la pared con los puños y yo no sabía qué
hacer, ni decir, estaba paralizada, mientras que él estaba fuera de sí.
-Pablo cálmate, eso no te hace bien, te está matando que no lo ves.
Escuchamos el llamado del doctor y corrimos a ver qué pasaba.

56
La tensión, el olor a hospital, el sufrimiento de las personas, las esperas, las
lágrimas todo pasaba por mi mente como en cámara lenta, como si todo
estuviera a mi alrededor y yo sin poder hacer nada, y en realidad así estaba.
El doctor se quedó mirando a Pablo mientras él esperaba una explicación, una
palabra, algo, entonces supe que había pasado. Pablo empezó a gritar, le
preguntaba al doctor por qué.
-Eso no puede ser, no. Ella estaba bien, yo hablé con ella.
- No puede ser, me está mintiendo.
Mamá lo tomó de la mano y lo abrazó para calmarlo.
- No Claris, no. Mi madre no.
Yo estaba de pie, viendo todo, sin moverme.
Mónica había muerto.
Cuando la muerte nos alcanza es cuando decimos que el tiempo se detiene,
que ya no creamos más recuerdos y que estamos a punto de convertirnos en
polvo.
¿Y sabes cuando llegas a comprender la muerte?.
La muerte la comprendes no cuando estás muerto sino cuando la vives de
cerca, cuando la tienes al lado y sabes que no puedes hacer nada para ayudar a
esa persona, cuando los gritos y el dolor arropan tu alma, y ya solo quedan los
recuerdos, las memorias, y la dicha o el remordimiento de lo que hiciste.
Perder una madre, es como perder una parte del alma, las madres siempre nos
harán falta aunque digamos lo contrario, y perderla es un dolor tan inmenso e
irreversible. En la vida tenemos dos opciones, la primera es aprovechar el
tiempo, y hacer lo que tenemos que hacer mientras estamos vivos, debemos
coleccionar momentos, historias, charlas, aprendizajes, para que cuando esas
personas que tanto queremos o nosotros mismos faltemos, tengamos la dicha
de que hicimos algo cuando estuvo la vida y no cuando llegó la muerte. La
segunda opción es corromper al tiempo, pasarte la vida discutiendo con
aquellos a quien quieres, pensando que vas a ser eterno y que tienes toda una
vida para estar ahí, pero recuerda la verdad no es así, sólo tenemos instantes,
presentes y pasados, el futuro no lo sabemos, y es mejor actuar ahora que
arrepentirse luego.
En ese momento las puertas de la sala de espera se abrieron, Pablo estaba
recostado a mamá y yo me encontraba parada a un lado, los ojos de Pablo
estaban llenos de lágrimas, miraba hacía un punto fijo y no decía nada, él tiene
unos ojos verdosos muy llamativos, pero ahora estaban simplemente
apagados, dormidos.
Por la puerta entró un hombre con un porte muy fino, llevaba un traje negro y
un maletín, parece que venía del trabajo cuando lo vi supe quién era, era el
padre de Pablo.
-¿Dónde está Mónica preguntó con preocupación al llegar?.

57
Pablo levantó la cabeza lentamente, su cara era de desprecio, enojo, rabia.
-Hasta ahora te dignas en aparecer. Dijo para después levantarse.
-Hijo no es momento para reclamos, ¿como está Mónica?.
-Quieres saber cómo está, pues está muerta.
Dijo gritando, todo el mundo alrededor lo escuchó, sus palabras fueron frías,
hirientes pero él siguió hablando.
-Mientras tú estabas desaparecido yo me quedé aquí el día entero con Claris y
Claire esperando noticias, te llamé mil veces, nunca atendiste. Y sabes que, esa
mujer que un día me dio la vida acaba de morir y yo me he quedado sólo, sólo,
por tu culpa Karen no está aquí para despedir a mamá, por tu culpa estoy así y
por tu culpa por llevarme de ti he desperdiciado mi vida. Dijo para después
salir por la puerta de espera.
Yo fui detrás de él, corrí para alcanzarlo y lo abracé por detrás, él se dio cuenta
que era yo y se dejó cae,r los dos estábamos en el suelo.
- No pude hacer nada Claire, si yo no hubiera discutido con ella, ahora estaría
bien.
- No es tu culpa Pablo, son cosas que pasan tu mamá te amaba.
-Solo espero que algún día ella pueda perdonarme por ser un mal hijo.
-Te aseguro que ella no te veía así, para ella eras el mejor hijo pasara lo que
pasara.
Pablo amaneció en mi casa, mamá le preparó un cuarto de huéspedes y
mientras ella conversaba con el papá de Pablo para saber que iba a pasar con
el entierro los dos nos fuimos a dormir.
Al día siguiente fuimos a la Iglesia, yo me encontraba sentada con Carlos y
Emily, que fueron con Robert a acompañar a la familia.
Mamá no sabía dónde estaba y Pablo no pudo resistir ver a su madre en un
ataúd así que una vecina lo acompañó a casa.
Después de la misa me despedí de Carlos y su familia.
-Te veo luego bonita.
- Le di un beso en la mejilla para después marcharme.
Sabía que mamá debía estar en casa de Pablo, cuando llegué estuvimos
buscando por todos lados una pista de Karen para llamarla, encontramos el
número de una pensión en España y decidimos marcar, parece que Karen
había dejado el número en un cajón de su cuarto.
Pablo pudo comunicarse con una mujer que quedó en contarle todo a Karen
cuando volviera, al parecer si estaba allá.
Después de un buen rato mamá y yo nos fuimos, ya no podíamos hacer nada
más y ahora los problemas que quedaban eran entre padre e hijo. El cielo
estaba tan oscuro que comenzó a llover, el día se sentía frío, húmedo pero no
como la humedad que caracteriza a los días lluviosos, sino mucho peor.

58
Al día siguiente mamá salió temprano a llevarle algo de comer a Pablo, yo me
quedé en casa y me dispuse a hablar con la abuela por teléfono, por mi parte
estaba un poco cansada, si duda yo no era la que peor lo estaba pasando, pero
si había vivido muchas emociones encontradas, le pregunté a la abuela si
podía ir a pasar el fin de semana con ella y me dijo que sí. En la tarde Carlos
me invitó a ir al parque con Emily y acepté.
-¿Quieres montarte en los columpios?
Emily asintió con la cabeza, Carlos y yo la empujamos con fuerza, mientras nos
mirábamos.
-¿Cómo estás?
-Bien, ¿y tú?.
-Mucho mejor de verte bien.
-Sabes pasaré el finde con la abuela, quiero despejarme un poco.
-Me parece bien, aunque te voy a extrañar.
-Solo serán dos días, dije entre risas.
-¿Has hablado con Pablo?.
- No mucho.
-Este chico te necesita Claire.
- Bueno, encontramos a su hermana y tal vez ya no me necesite más.
Emily se montó en el tobogán y Carlos aprovechó para seguir hablando del
tema.
-Sabes Claire, a veces hay cosas más fuertes que nos alejan de quienes somos y
aunque ese chico no es de mi devoción, cuando lo vi en el funeral supe que
algo lo está consumiendo, en la escuela se puede ver una facha de él pero es
sólo una máscara. O acaso tú viste a alguno con los que se junta
acompañándolo, no Claire, sólo estábamos tú y yo.
-Pero él se alejó de mí Carlos, yo no lo eché de mí vida él sólo decidió irse,
incluso ignorando lo que ambos sentíamos, nunca tuvo la valentía de decir
nada, y él decidió romper con nuestra amistad.
-Sabes por qué Claire, porque nunca somos capaces de expresar lo que
sentimos cuando realmente es verdadero, por qué crees que tardamos tanto en
aceptar que amamos a alguien, eso es porque no somos buenos
reconociendolo, porque esperamos que la otra persona lo haga por nosotros y
cuando ya no podemos más, cuando sentimos que ese sentimiento está a
punto de colapsar, que necesita ser expulsado, ser contado, ser expresado, es
cuando actuamos. Y por eso nos coje tarde muchas veces, por eso perdemos,
por eso nos ahogamos y ¿sabes?, no te digo que lo perdones y le des una
oportunidad de ver si ahora puede pasar algo entre ustedes, porque eso sería
como matarme por dentro, pero sí te digo que lo escuches, que trates de
descubrir por qué lo hizo, las palabras de los demás siempre nos darán algún
conocimiento, y tal vez descubriendo el por qué puedas ayudarlo.

59
-Su mamá me pidió lo mismo, me dijo que no lo dejara sólo y que la ayudara a
salvarlo.
-¿Lo ves?, tal vez hay una parte de la historia que aún no sabes.
- Está bien, prometo que hablaré con él.
Emily se acercó a nosotros mostrándonos a un señor que vende algodón de
azúcar.
- Ay, yo quiero, dije como una niña pequeña para después correr con Emily en
busca de nuestro algodón.
-Señor me puede dar dos para las niñas. -Dijo Carlos mirándome.
-Ja, ja muy gracioso, dije para después dar saltitos en el piso con mi algodón
en las manos.
Y así pasamos la tarde mirando las nubes, jugando con Emily, y comiendo.
Después de ver tanto sufrimiento, de verdad estar ahí era lo que necesitaba y
amaba estar con ellos.

60
Capítulo 14
Abuela Nani
El fin de semana había llegado y yo estaba feliz de ir donde la abuela, esa doña
me debía un partido de póquer y lo teníamos que jugar ya.
Uy, si me escucha diciéndole doña me mata.
Por otro lado estaba en llamada con las locas de mis amigas, Mía por suerte ya
se sentía mejor y Valeria ya sabía todo, eso no quitaba las ganas que teníamos
las dos por partirle la cara al cuervo ese, eso no se quedaría ahí.
-Oye Clai, dile a Nani que nos mande un poco de su pie de manzana - dijo Mía.
- No, mejor de su mermelada de fresa. -mencionó Valeria.
- No señora esa es mía.
-Ey que grosera Claire, así tratas a tus invitadas.
-Pero si estamos en una llamada.
-Esto es una reunión formal.
-¿Y cuéntanos cómo vas con Carlos?.
-Vamos bien, quedamos en que cuando vuelva de donde la abue me llevará a
un lugar parece, una sorpresa.
-Y no se van a dignar en hacerse novios, son tan lindos juntos.
-Quedamos en conocernos Vale, además no quiero forzar las cosas.
-Pero si va medio año Claire, se conocieron en agosto y ya estamos finalizando
octubre.
-Y eso es medio año, son dos meses Vale, estás loca -dije riendo.
- Claire baja rápido, nos vamos.
-Ya se enojó el Grinch, lo siento niñas debo colgar y así me despedí de ellas.
-¿Qué hacías?.
-Hablando con Vale y Mía.
-Oh pero mira que bien, vamos.
Después de una hora de camino en el que me la pasé escuchando canciones de
Reik, Camila, Taylor Swith, Selena Gómez, Jesse y Joy, si mi gusto es muy
variado, pude notar que habíamos llegado.
La casa estaba igual de linda como siempre, el aire fresco y verdoso, las flores
todas relucientes y desde lejos se divisaba a Cuca en la terraza, Cuca es la
cotorra de mi abuela.
Me bajé corriendo del carro y corrí a abrazarla, como de costumbre mi abuela
me dio un beso y me dijo cuánto me extrañaba.

61
-Haber una vuelta. *Procede a voltearse y modelar*
-Oh pero qué linda ropa, diañe tengo a la nieta más bella.
-Y yo a la abuela más bella.
Mientras mamá entraba el coche al garaje comenzaron a escucharse ladridos,
era Luna la perrita de mi abuela. Cuando sintió mi olor se me tiró encima.
- Hola preciosa, Hola, hola, -dije con voz tierna. ¿Me extrañaste?.
- ¿No trajeron a Kiara?
- No, ya sabes lo que dice el grinch.
-Ñiñiñiñi no quiero perros en el auto. -Dijimos mi abue y yo imitandola.
-Las escuché.
-Hola mamá.
- Hola mi hija. Pasemos a dentro.
-Adivina que te preparé.
Sabía justo lo que era.
Sopa de camarones, mi abuela era la mejor cocinando, y sólo lo hacía cada vez
que venía.
-Oye abue, y el abuelo Tony.
Si bien Tony no era el padre de mi mamá, era el esposo de mi abuela y bueno
el único abuelo que he conocido. Mami lo quiere mucho así que no le molesta
que le llame así, y a él tampoco.
-Ese viejo terco se fue a atender la cosecha, no entiende, cree que es un joven y
un día se va a caer.
-Mamá no deberías dejar que vaya sólo ya está grande.
-Ah si, y yo ya estoy seca de decirle, pero con los viejos no se brega.
-Abuela.
-Atrévete a llamarme vieja y te doy con el cucharón.
Mamá y yo empezamos a reír.
Después de haber comido la abuela me llevó al huerto donde estaban las
cosechas para que las viera, y de paso buscar a Tony.
La abuela vivía en un campo, por eso me gustaba mucho ir me daba paz.
-Carajo, estas bestias no me dejarán tranquilo, largo babosas. Mira como dejó
ese niño el abono, no es más tolete porque no puede.
Sí, ese era el abuelo Tony todo un caso, y uno serio, el abuelo Tony es cubano,
y les juro que salta con cualquier cosa.
-Haber gruñón. -dijo mi abuela. Voltea mira quién está aquí.
-CACATUA- dijo gritando corriendo hacia mí.
-Señor Scrooge. -dije para correr a abrazarlo.
Si así nos llevábamos, no tengo que explicar de dónde salió lo de Scrooge
¿cierto?.
-¿Cómo estás cacata?.
-Bien y aún mucho mejor de verlos dije abrazando a mis abuelos.

62
Después de ver la huerta volvimos a casa, mi madre saludó al abuelo y yo me
dispuse a saludar a Cuca.
- Hola Cuca.
-Hola Cuca, hola Cuca, repetía ella.
-Tolete, tolete. Seguía repitiendo.
-Eso se lo enseñaste tú, abuelo. Dije riendo.
-Viejo, ¿por qué el abono estaba regado?.
-Ese chamaco, es un tolete no sirve ni para tirar un cabo. -Dijo el abuelo.
-Viejo tienes que entenderlo es un niño, además necesita el trabajo.
-¿Un niño? Tiene 17 años.
-¿De quién hablan? -pregunté por curiosidad.
-De un bueno para nada que contrató tu abuela, ahorita lo verás si es que llega.
-Amor por qué no nos cuentas, ¿cómo vas en la escuela?, ¿quieres helado?.
-Si por favor, y voy bien, dije mientras la abuela servía el helado, he mantenido
mis calificaciones aunque todavía no he descubierto que quiero estudiar.
-Eso te llegará amor vas a ver.
-Vale y Mía, ¿cómo están?.
-Me acordaste algo abue, te manda a decir Mía que le mandes pie de manzana,
y Valeria mermelada de fresa.
-Supongo que están de suerte, hice mermelada ayer y el pie lo haré mañana.
-¿Y tu padre? -dijo el abuelo.
- Bueno él supongo que está bien.
La verdad es que no había pensado en él desde la última vez que hablamos, yo
nunca le había gritado así pero por otro lado es lo que sentía y no podía
cambiarlo.
- La verdad es que no he hablado con él en días. Proseguí diciendo.
-Ese hombre, yo siempre le dije a tu madre que no daba pa’ na’, otro tolete.
-Tony.
-Perdón Claris, pero es la verdad no sabe ni pasar tiempo con su hija, si te
hubieras quedado con el italiano otra cosa fuera.
- ¿El italiano? -pregunté con intriga.
-Estoy de acuerdo con este viejo, amor.
-Viejo las pelotas.
- El italiano era muy bueno, y guapo. ¿Cómo se llamaba?.
-Robert, - dijo mamá
-Mami nunca me habías contado que tenías un pretendiente en Italia.
- Bueno, lo conocí allá y la verdad es que nos amábamos mucho pero las cosas
no funcionaron, regresé y aquí estoy.
- Ah pero yo tengo fotos de ustedes, voy a buscarlas. Dijo la abuela toda
cautivada.
-¿Cómo dices que se llamaba?.

63
-Robert.
En ese momento me puse a pensar, el papá de Carlos se llama Robert y es
italiano. Cuántas casualidades.
-Aquí están las fotos.
-Aún no puedo creer que tengas esto mamá. - Dijo mi madre.
Habían muchas fotos de mamá más joven, de mi abuela cargándola, del papá
de mi mamá y luego venían las de Italia, la verdad es que mi madre es muy
linda en todas las fotos salía con una sonrisa en el rostro, seguí hojeando el
álbum y fue ahí cuando lo vi, habían fotos de mamá y el tal Robert que resultó
nada más y nada menos que el papá de Carlos.
Estaba impactada, se veían tan bien juntos, felices, plenos.
- La verdad es que fue muy lindo lo que tuvimos. - dijo mamá. Pero supongo
que yo no estaba destinada al amor.
-Escúchame hija cuando tu seas más grande y te cases, espero tener dinero y
viajar por el mundo, no voy a ser una vieja con 50 gatos en casa, eso jamás. -
Dijo mamá para después reírse.
Yo me quedé pensando en algo que me dijo Donato la última vez que fui con
Carlos a su restaurante, dijo que si era la indicada volvería a él tarde o
temprano y si, ¿Robert y mi mamá eran los indicados?. Digo, mi mamá todavía
es joven y muy bonita, está soltera, él también, no veo impedimento alguno.
Además ya se conocen, y todos tenemos derecho al amor ¿no?.
Así que tenía una plan, comenzar la misión “reunir a mamá con el italiano”,
sólo me faltaba la hermana gemela que me ayudará a reencontrarlos en
California, creo que todos entendimos la referencia ¿cierto?.
Tal vez no tendría a la gemela, pero tendría a Carlos y desde que volviera a
casa el plan se pondría en marcha.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-Don Ramón ya estoy aquí, gritó un muchacho desde la puerta.
-Ves lo que te digo, ves, es un tolete, Mujer. - Dijo mi abuelo refunfuñando y
yendo a abrir.
- Hola Don Ramón.
-Mi nombre es Antonio niño, Tony si quieres, pero Antonio.
-Perdón don Tony, pero es que usted tiene cara de Ramón.
El abuelo ya estaba perdiendo la paciencia.
- Hola, saludé colocándome al lado del abuelo.
- Hola, ¿y tú quién eres?.
-Soy Claire. ¿Y tú?
-Soy Oliver, que simpática eres y linda.
-Es mi nieta.
- No se parece en nada a usted.
El abuelo lo miró con cara de amargado.

64
-Lo siento, don Ramón.
-Antonio, dijo el abuelo con fastidio, mientras yo trataba de contener la risa.
-Ven me ayudarás en la huerta. Le dijo para después marcharse con el chico.
- Que divertido es Oliver. -Le dije a la abuela con una sonrisa.
-Sí, es un muchacho de bajos recursos que la ha pasado muy mal, nunca ha ido
a la escuela y tiene que trabajar.
-¿Está sólo?.
-Ajá, sus padres murieron cuando él tenía 6.
- Ay, qué triste.
- Si lo es. Pero ven amor te enseñaré a hacer galletas de chocolate.
Y así estuvimos la abuela y yo haciendo galletas toda la tarde, mientras mamá
descansaba en una hamaca que estaba en el patio, mi madre se encontraba un
poco decaída, la muerte de Mónica le afectó mucho era una de sus mejores
amigas, por eso la abuela y yo tratábamos de subirle el ánimo, después de un
rato, el abuelo se encontraba en una partida de ajedrez con Oliver, quien a
pesar de no haber ido a la escuela, es muy inteligente y según lo que me contó
la abuela aprendió rápido del abuelo Tony, yo me encontraba jugando póquer
con la abuela.
-JAQUE MATE. -Gritó Oliver mientras el abuelo estaba a punto de morir de
fastidio.
-Suerte de novato, tolete.
- Le juro señor Ramón que no entiendo nada de lo que dice, pero gracias le
dijo dándole un abrazo, para después irse a su casa.
-Antonio gritó el abuelo, Antonio. Este chamaco no aprende. ¿Y ustedes cómo
van?.
- La abuela lleva una partida ganada y yo una, así que tenemos que
desempatar con esta.
-Gané dije para después darle un beso a la abuela.
- Te gané, te gané, gritaba como una niña mientras la abuela me miraba como
si estuviera loca.
- No te puedes quejar, aprendiste de la mejor.
Y eso es cierto, ganarle a la abuela no es fácil supongo que la alumna superó al
maestro.
Estuvimos comiendo, charlando, escuchando cuentos del abuelo Tony, hasta
que se hizo de noche, mamá se había ido a dormir y el abuelo Tony también,
estaba cansado había hecho muchas cosas hoy.
Yo me quedé ayudando a la abuela a ordenar la cocina, y también porque las
mejores charlas eran entre abuela y nieta.
-Y bien ¿cómo vas con el amor?. ¿Qué pasó con el hijo de Mónica?.
-Pues con él la verdad ya no va nada abue.

65
-Mejor, siempre supe que ese niño estaba destinado a ser tu amigo, tu
hermano si quieres pero nada más.
-Pero hay otro chico.
-Uy, esto amerita una taza de té.
Después de servirnos el té empecé a contarle a la abuela sobre Carlos.
-Y pues así va todo, como puedes ver es un chico muy lindo.
- Ay hasta a mi me encanta y ni lo conozco.
Empecé a reír.
-Pero tengo miedo abuela, tengo miedo a enamorarme y que me pase lo mismo
que a mis padres.
-Mira mi niña, el amor es un sentimiento y los sentimientos siempre van a ser
inestables, tienen sus altas y sus bajas, no siempre el amor va a ser igual, pero
no por eso dejarás de experimentarlo.
-Lo de tus padres no funcionó pero no quiere decir que a ti te pasará lo mismo,
además te aseguro que por más que peleen ellos no se arrepienten de su
relación, porque te tienen a ti.
-Pero abue, ¿y si me equivoco con él?.
- Si te equivocas, sigues adelante. Además según lo que me contaste es un
chico dulce, mira que chicos así no se encuentran en todos lados.
Puse una sonrisa con los labios y bajé la cabeza.
-Sabes.
Comenzó a decir.
-Cuando conocí a tu abuelo Miguel el padre de tu madre, supe que era el
indicado por la forma de tratar a su familia, a su madre en general, sabía que si
a ella la trataba bien a mi también y así fue.
En cambio cuando él murió y conocí a Tony, supe que él era el indicado por su
forma de hablar.
- Yo me eché a reír, ¿en serio abuela?.
Ella también rió.
- En serio, puedes escuchar que él se enoje a veces, pero es una persona justa,
valiente, que no tiene miedo a decir lo que piensa, y a corregir a otros cuando
van mal. Personas así no se encuentran en todos lados.
Lo que te quiero decir con esto, es que según los criterios que tengas, según los
valores que busques, te darás cuenta que esa persona es la indicada, porque los
tendrá también.
- Gracias abuela.
- Te quiero princesa, dijo para después irse a dormir, - no te acuestes tarde.
- No abue, sólo escribo un poco y luego me duermo, te quiero.
Después de eso decidí sentarme un rato en la terraza, tomé mi manta porque
hacía frío y me puse a escribir, a escribir sobre el miedo, ¿por qué? no sé tal

66
vez porque se entrampa en nosotros muy a menudo, o porque aunque no lo
queramos siempre está presente.
Supongo que soy espontánea y se me ocurren temas al azar como ahora, pero
así me dispuse a empezar:

El miedo
El miedo se filtra en las cosas más sencillas de la vida, en las cosas más
difíciles de experimentar, el miedo se encoge en lo más profundo del alma para
que cuando intentes encontrarlo te ataque por detrás, el miedo no avisa, solo
actúa espontáneamente, y juega aunque tú no lo quieras intentar, y ¿a cuántas
cosas les tengo miedo? no hay un número exacto que pueda descifrar. Le temo
a morir, morir en el intento de hacer y crear y que al final todo salga mal, le
temo a morir sabiendo que pude intentarlo pero que al final no lo hice por
miedo a fracasar, tengo miedo a creer que lo puedo todo sabiendo que la
perfección no existe, y temo a creer que no puedo hacer nada y en mi alma solo
exista el rendirse, le temo a entregarlo todo y esperar el cambio donde no hay
nada, le temo a no ser todo lo que los demás esperan de mí, ni ser lo que yo
espero ser, y tengo miedo de ser todo aquello que esperé ser y que al final no
sirva de nada.
Temo, temo porque el mundo da vueltas y los encantos son solo espejismos,
temo porque las personas hablan de amor y eso no se lo creen ni ellos mismos,
temo porque quien más te quiere puede herirte en lo más hondo y quien más
daño te hizo puede convertirse en tu mayor tesoro, temo porque nadie me
enseñó que algún día me quedaría sola y temo al creer que la soledad no sea
buena sólo porque la compañía me deslumbra.
¿Temo? sí temo y mucho, pero no le temo a sentir mi propia vida si para eso
vine al mundo. Los temores están en todos lados y no es posible detenerlos,
pero si es posible manejarlos cuando tienes claro aquello que tu alma siente
que es lo correcto.

Después de escribir supongo que me quedé dormida porque lo último que


estoy viendo es la cara de Oliver comiéndose una manzana en el sillón frente
de mi.
-¿Qué haces?
-Comiendo.
-¿Y qué hago yo aquí?.
-Bueno hay dos opciones o eres una loca que le gusta dormir en la terraza o
minimo eres sonámbuja.
-Sonámbula Oliver, y creo que me quedé dormida después de escribir. ¿Por
qué estás aquí tan temprano?.
-Bueno si no llego temprano el señor Tony me mata.

67
-Te aprendiste su nombre.
Oliver empezó a reír.
-Me lo sé desde el primer día solo me gusta molestarlo. ¿Quieres una
manzana? las recogí temprano mientras dormías.
-Claro, ¡vaya!, al abuelo Tony se le dio bien la cosecha este año.
-Si, y gracias a Dios, porque te imaginas que no, hubiera pasado el año entero
peleando.
Mira, mira lo que ha quedado de cosecha carajo, dijo Oliver imitandolo y yo
empecé a reír.
De pronto Oliver sacó un ukelele y empezó a tocar.
-No te asustes, me gusta tocar en las mañanas, me da paz.
-Tocas muy bien, continua por favor. ¿Dónde aprendiste a tocar?.
-En el barrio donde vivo, hay un señor que tiene una tienda de música, trabajé
para él un buen tiempo y me lo regaló.
-Sabes me gustaría ir a conocer esa tienda, tengo un amigo que le encanta la
música, tal vez pueda comprarle algo.
-Si quieres puedo llevarte. ¿Cuánto tiempo te quedarás por aquí?.
-Solo vine por el fin de semana, me voy mañana.
-Que mal, me caes muy bien, si quieres te puedo llevar hoy pero hay que
pedirle permiso a tu abuelo.
-¿Qué?- dijo el abuelo entrando a la terraza de repente.
-Señor Ramón. -Dijo Oliver con una sonrisa.
El abuelo lo fulminó con la mirada.
-¿Qué le estabas diciendo a mi cacatúa? ¿Y tú qué haces en pijama?.
-Lo siento abuelo me quedé dormida en la terraza, dije parándome con mi
manta.
-Señor Scrooge, Oliver me estaba diciendo de una tienda de música, quiero ir a
verla, ¿puedo?.
-Claro pero yo voy, no confío en este tolete.
-Ey. dijo Oliver fingiendo indignación.
Yo me eché a reír, y aproveché para ir a cambiarme.
La abuela me obligó a desayunar, Oliver desayunó con nosotros, y luego
salimos directo a la tienda. El abuelo nos llevó en su camioneta vieja y al llegar
me di cuenta que era un barrio muy humilde pero todas las personas se veían
muy felices, habían niños jugando a la rayuela en la calle, personas bailando, y
un grupo de chicas tejiendo en un lado. Después de unos minutos bajamos de
la camioneta y nos dirigimos hacia la tienda, era un establecimiento viejo pero
con muchos instrumentos, habían violines, flautas, guitarras, saxofones,
teclados, incluso una batería. Al entrar nos atendió un señor moreno, de unos
60 y tantos años, tenía una gran sonrisa y parece que estaba feliz de que
estuviéramos ahí.

68
- ¿En qué puedo ayudarlos?.
- Hola Beethoven. Dijo Oliver al llegar.
- El niño mono. Hola hijo, ¿cómo estás?.
-¿Niño mono?. Pregunté mientras el abuelo y yo nos aguantabamos la risa.
- Sí, es que de pequeño escalaba en todas partes.
- Hola soy Marcos, se presentó el hombre, pero me dicen Beethoven ya sabrán
por qué.
-Mucho gusto soy Claire y él es mi abuelo Tony.
-Es un gusto, ¿en qué puedo servirles?.
-Bueno quiero regalarle algo a un amigo que le gusta la música, dije con una
sonrisa.
-Ay yo conozco esa sonrisa, tiene que ver con cosas del amor.
-Un poco.
-Ah carajo, mira cacatúa debes presentarme a ese chico entonces.
-Claro abuelo. Creo que se que le puedo regalar, me muestra ese tornamesa
por favor.
- Muy buena lección muchacha.
-Es un tornamesa muy especial, antes le decían tocadiscos ya ahora no se usan
pero este es más moderno.
Cuando el señor Marcos lo bajó del estante era más bonito de lo que se veía,
era de color marrón y tenia un toque vintaje, se maneja por bluetooth es
perfecto para él.
El señor fue muy amable y en la parte marrón que parecía madera grabó
nuestras iniciales, C y C.
Luego de eso, mi abuelo se quedó viendo unos casetes que el señor tenía en
una repisa de cosas antiguas, recordó del radio viejo que tenía en la casa y
decidió llevarse algunos a ver si funcionaban, por mi parte seguí viendo las
cosas de la tienda y en otro estante observé una cadenita muy bonita con la
clave musical “sol” incrustada en el centro.
-¿Te gusta?, preguntó el señor.
-Está muy bonita, ¿cuánto cuesta?.
-Esa se la hice a mi hija, pero nunca pude dársela, se la hice con esa clave
porque para mi significa el amor paternal, el amor que yo siento por ella.
Solo hice dos en toda mi vida, esta y otra con la clave fa, cada una se
complementan, porque eran nuestras claves musicales favoritas.
-¿Y dónde está la otra?.
-Se la regalé a un hombre que vino en busca de amor, y de verdad que lo
necesitaba, parece que había cometido errores y quería algo que representara
para él, el amor a su hija.
-Pero ¿por qué la regaló si la hizo para usted?
-Porque yo no la necesitaba, más él sí.

69
El señor Marcos bajó la medalla y la puso en mis manos.
-Esta que ves aquí, ahora es tuya.
-Gracias. -Le dije con una sonrisa sincera.
Al salir de la tienda llevaba el regalo de Carlos, el cual me había salido a buen
precio, llevaba el amor paternal que tanto necesitaba encontrar en mí, deseaba
entender a mi padre, dejar todo atrás pero por más que intento no lo consigo.
El abuelo llevaba en sus manos los casetes, y Oliver bueno él llevaba una
sonrisa en el rostro porque el señor Marcos le había regalado unas cuerdas
nuevas para su ukelele.
Al llegar a la casa le mostré los regalos a mamá y a mi abuela, estuve la tarde
entera ayudando a mi abue a hacer el pie de manzana, el abuelo puso los
casetes y estuvimos bailando un buen rato, así pasó el fin de semana, adoro
estar aquí, no me quería ir pero el domingo había llegado y ya era momento de
hacerlo.
-Chamaco, no cojas lucha que la caña es mucha. Ponle el abono regado.
-Abuelo. -dije desconcentrandolo de lo que hacía.
-Ya me voy.
El abuelo me miró con ternura.
-Adios mi cacatúa, iremos a visitarte en navidad.
-Allá los esperaré.
-Adiós Oliver.
-Adiós Claire, vuelve pronto.
-Lo haré.
Me despedí de abuela dándole un beso, ella me paso una canasta con regalos
para mis amigas y unos cuantos postres que habíamos hecho.
De camino estuve mirando la cadenita que tenía puesta preguntándome si
podría algún día mejorar la relación con mi padre y así estuve un buen rato,
observando también las ruedas del coche moverse hasta quedarme dormida.

Tienda de música.

70
Capítulo 15
La misión.
-¿A ver cuál es la sorpresa que dices tenerme? - Dijo Carlos mirándome con
una ceja alzada.
- No te diré hasta que tú no me digas la tuya.
- La mía no te la puedo decir, si te digo deja de ser sorpresa.
-Pues lo mismo te digo a ti, si te digo deja de ser sorpresa, -dije con una
sonrisa.
-Eres mala eh. -Mencionó Carlos riendo.
-Voy a preguntarle a Marta si hay palomitas, para que miremos una película.
-Está bien.
Estaba en casa de Carlos desde que salimos de clases, nos pusimos a hacer la
tarea juntos y debo decir que no me concentraba para nada, él tampoco pero al
final la terminamos, todavía no le he entregado el regalo, quiero que me diga
su sorpresa primero. Lo siento soy muy curiosa.
-Aquí están las palomitas dijo Carlos después de unos minutos, y te compré
esto mencionó dándome una funda de cheetos.
-AHHH. Grité de emoción.
-¿Cómo supiste que son mis favs?.
- Le pregunté a Claris.
-Debí suponerlo. Dije riendo.
-¿Qué película quieres ver?.
- No sé, algo de drama o acción.
-Veamos terror, dijo Carlos.
- No soporto las películas de terror.
-Con más razón será divertido verte asustada.
-Oye-dije lanzándole un cojín.
- ¿Por qué no vemos Escuadrón Suicida?.
-Me encanta esa película.
-Pero, tienes que ver una de terror conmigo después.
-Qué, ay. -dije quejándome como niña, pero en Escuadrón Suicida hay una
bruja ¿no cuenta?.
Carlos me clavó la mirada.
-Esta bien. -Asentí, pero que conste estoy en contra de mi voluntad.
Estuvimos viendo Escuadrón Suicida y cuando terminó Carlos puso una
película de una monja muerta que quería matar a todos.

71
- Te juro que me estás torturando.
-Pero vamos, mira esos efectos y cuando aparece de repente es lo mejor.
- AY!! grité. Justo había aparecido. -Qué abominación, dije tapándome la cara
del susto.
Carlos empezó a reír a carcajadas.
-Eres un tonto, sabías que iba a aparecer.
Él seguía riendo mientras yo comencé a tirarle los cojines.
Y así fue como los dos empezamos una pelea de almohadas, yo le tiraba una, él
otra, y luego me disponía a correr por mi vida alrededor del cuarto. En eso
Carlos logró alcanzarme y me agarró de la cintura.
-Suéltame, gritaba entre risas mientras él me hacía cosquillas.
-Basta. -Dije despeinandolo y en eso los dos caímos al suelo sobre un cojín.
Al caer yo quedé encima de Carlos, él me miraba con una sonrisa pícara en su
rostro, yo por mi parte me puse nerviosa y me levanté.
Fue ahí cuando me acordé de la misión "juntar a mamá con el italiano" y le
conté toda la historia a Carlos.
-Me estás diciendo que tu mamá fue novia de mi papá.
-Exacto.
-¿Y quieres que se encuentren de nuevo?.
-Eres brillante -dije con sarcasmo.
Perdón no pude evitar burlarme de lo sorprendido que estaba.
- Ah, te faltó algo.
-Y que tú serás Hallie y yo Annie, y juntos iremos a California para montarnos
en un crucero y grabar nuestra propia película de Disney. Aunque me parece
una falta de respeto ser Annie y no ir a Londres. -Dijo Carlos fingiendo
indignación.
Me eché a reír, y le pregunté si estaba dispuesto a hacer el plan.
-Sí vamos a eso, ese padre mío necesita una esposa, tal vez se le quite lo
amargado.
-Pues tenemos que hacer algo para que se encuentren esta noche.
-Papá llegará con Emily a las 7 del médico.
- Le puedo decir a mamá que me recoja y la invitamos a pasar.
-Perfecto.
Y el plan estaba maquinado, alguien puede insertar sonrisa de cómplices,
porque así estábamos Carlos y yo.
Recogimos el desorden que había en la habitación después de que Martha
entrara con galletas y nos regañara, luego de eso yo me encontraba sentada en
un puff que hay en la habitación de Carlos mientras que él estaba a mi lado
con la guitarra tocando Photograph de Ed Sheeran.
-Sabes. Dijo cuando terminó de tocar.

72
Me imagino ya graduado de cardiólogo, y siendo más viejo llegar a mi casa y
cantarle canciones a mis hijos, cocinarle a mi esposa y revivir lo que hicimos
en el día.
-Eso suena lindo.
-¿Tú cómo te imaginas?.
-Me imagino viajando con mi esposo, si es que llego a tener.
-¿Cómo que si llegas?, dijo Carlos con una cara de enojado.
- Yo me eché a reír y proseguí.
-Me imagino conociendo el mundo cada vez que tengamos vacaciones, viendo
gente nueva, culturas, idiomas y sintiendo la vida, viviendo para nosotros y
agradeciendo lo que tenemos.
-Eso también suena lindo, dijo con una sonrisa de lado.
-Oh parece que llegó papá, ¿bajamos?.
-Claro que si, quiero ver a Emily dije toda emocionada.
-Al bajar Emily corrió hacía mí para abrazarme.
-Hola hermosa dije correspondiendo a su abrazo.
-Papá ves eso, creo que he sido reemplazado por una chica que viste de rosa.
dijo Carlos siendo dramático mientras yo lo fulminaba con la mirada, ¿que
tenía el rosa? que respete el flow.
- No digo yo con tan encantadora chica. Dijo el señor Robert.
¿Vieron eso? un hombre culto.
-¿Cómo estás Claire?
- Muy bien señor Robert.
-Ragazza quitale el señor, dime Robert.
-Está bien, Robert. -dije con timidez.
- ¿Te quedas a cenar?.
- No gracias, es que ya llamé a mamá para que viniera por mí.
-Pues perfecto se quedan a cenar las dos, es una buena ocasión para conocerla.
Y el plan no podía haber salido mejor, ahora sólo tenía que llamar a mamá
para decirle que nos habían invitado a cenar y que viniera. Piss -dije tronando
los dedos. Soy una genio.
Mamá llegó y Carlos y yo nos encargamos de que pasara, al igual que yo la
primera vez se cautivó con las rosas del jardín y después de tanto insistirle se
deshizo de su fiebre floral y decidió entrar.
El señor Robert que venía saliendo del despacho se quedó viendo a mi madre
como si fuera un fantasma, la veía como si la hubiera buscado toda la vida,
como si la necesitara, o eso observé yo. Por otro lado mi madre se dio la vuelta
y vio al italiano observándola, su cara como era de esperarse era
completamente de asombro.
-Claris. -Dijo Robert acercándose hacía ella.
-Robert. -Respondió ella. Para después observarse un tiempo.

73
Carlos y yo nos tocaba fingir tipo " no sabíamos nada cuantas coincidencias".
-Papá ella es la madre de Claire, Claris.
-Mami, él es el padre de Carlos el señor Robert, pero ustedes ya se conocen.
Dije con una sonrisa de niña buena.
- No lo puedo creer, estás hermosa ragazzina mía. Dijo Robert.
-Tú también te ves muy bien.
-Me alegro de verte, dijeron ambos al mismo tiempo para luego darse un
abrazo.
La cena fue muy entretenida, Robert y mamá se la pasaron hablando todo el
rato mientras que Carlos y yo estábamos jugando un juego de miradas:
"Funcionó" "Eres una genia", "Mira como hablan".
Después de la cena Carlos y yo subimos a acostar a Emily quien se encontraba
de muy buen ánimo, alguien había comido mucha azúcar, Robert y mamá se
quedaron charlando en el salón.
-Bien señorita a dormir.
Emily le señalaba a Carlos un cajón que estaba en frente.
-¿Qué pasa? Pregunté.
-Emily quiere que te enseñe la sorpresa.
- Bueno si Emily lo dice tienes que hacerlo no te queda de otra.
-Carlos me dedicó una mirada de "Tú ganas" para después abrir el cajón, al
hacerlo sacó un sobre y me lo entregó en las manos.
-Cuando lo abrí él empezó a decir:
-Espero que nunca hayas ido a un concierto porque quiero ser el primero en
llevarte.
Eran dos entradas para el concierto de Reik, nuestra banda favorita, yo no lo
podía creer.
-Nunca he ido a un concierto, dije mirando las entradas y que el primero sea
de Reik es grandioso, dije para después abrazarlo con fuerza, estaba
emocionada.
Mientras lo abrazaba, dije un gracias.
Emily me jalaba del pantalón pidiendo también un abrazo, la abracé fuerte y
después la llevé a dormir.
Al salir de la habitación mi mente me hizo recordar "Claire Evans tú no te
manejas sola tienes padres".
-Carlos, y si no me dejan ir.
-Tienen que hacerlo yo mismo hablaré con Claris ahora.
Al bajar las escaleras Carlos habló con mamá, ella no estaba tan de acuerdo
pero para mi sorpresa Robert intervino y dijo que podíamos ir los cinco a New
York donde se realizaría el concierto, y con los cinco me refería a mamá,
Robert, Emily, Carlos y yo. Ellos se quedarían mirando la ciudad mientras
nosotros dos íbamos al concierto y ya luego volveríamos al hotel.

74
Debo decir que mamá se quedó más tranquila y aceptó pero le hizo jurar a
Carlos que él me cuidaría, a lo que él respondió que sí.

Y bueno así estaba todo, la misión fue todo un éxito y el sábado iría a ver a
Reik en concierto, no puede ser. ¡AHHH!
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-Ahora si, ¿nos puedes decir por qué estás tan emocionada?. Habló Valeria a
punto de perder la paciencia porque no decía nada.
- El sábado iré a ver a Reik en concierto con Carlos.
-AHH! grité junto a mis amigas sentada en la biblioteca.
-Shh. Nos calló la bibliotecaria.
-Así que esa era la sorpresa de Carlos. Dijo Mía tratando de susurrar.
-Sí.
-Es un lindo, -mencionó Valeria.
- Si lo es. Asintió Mía.
-¿Y no le has dado tu regalo?.
-Todavía, quiero esperar.
-Esperar que, ¿qué nieve?.
- Mira no está mal, ya entramos en noviembre así que vendrá pronto.
-Ay Claire, dale el regalo ya.
-Se lo daré el día del concierto.
-Nos encanta. -Gritaron ellas.
-Shh.

Carlos y su guitarra.

75
Capítulo 16
¿Concierto de rosa? Eso jamás.
¿Empacaste todo?
-Sí mamá, aunque sólo vamos a estar dos días allá, no sé por qué me hiciste
empacar todo esto.
-Precaución linda.
-Ya llegaron por nosotras.
-Camina bajemos.
Al bajar hicimos todo el protocolo de saludar, yo me senté atrás del jeep de
Robert junto con Carlos y Emily, mientras que mamá se sentó delante.
-¿Estás emocionada?. Me preguntó Carlos al entrar.
-Muchísimo.
Emily me estuvo mostrando sus nuevos dibujos, me alegraba verla contenta
pero mi felicidad estará plena cuando ella vuelva a hablar.
-Están hermosos, pero oye Emi quisiera que me los describieras por ti misma,
yo no he podido escuchar tu voz.
-Emily me hizo señas de que no podía y yo la entendía, pasar por lo que ella
pasó nunca es fácil y mucho menos para una niña.
Cuando llegamos al hotel, el señor Robert reservó 3 habitaciones una para él y
Carlos, otra para Mamá y otra para Emily y yo, pero mamá prefirió quedarse
en la de nosotras y Carlos decidió ocupar esa entonces.
El día estaba soleado lleno de brillo, nos habíamos levantado super temprano
así que llegamos como a las 9:00 al hotel, teníamos el día entero para pasear,
ya que el concierto es en la noche.
Mamá salió con Robert para charlar asuntos del pasado, yo me quedé
cuidando a Emily pero esta se quedó dormida, y por parte de Carlos abrió la
puerta de la habitación como si fuera un ladrón para vernos.
- Hola bonita, ¿Se durmió Emily?.
- Hola bicho, si estaba cansada.
Aproveché que él estaba ahí y supuse que era hora de entregarle el regalo.
Puse la caja en sus manos y le dije que esa era la sorpresa de la que hablaba.
Carlos lo abrió con cuidado y cuando sus ojos se posaron en él, comenzó a
gritar de la emoción.
-Shh, cállate baboso despertarás a Emi.
-Lo siento bonita pero es hermoso. Tenemos que probarlo. Ven vamos a mi
habitación.

76
-Pero ¿y Emi?.
-Ella estará bien, te aseguro que no se va a despertar ahora, la conozco.
-Carlos llevaba el tocadiscos en sus manos y yo mi bolsa de esmaltes, ¿Qué?
No podía ir a un concierto de Reik en la noche sin pintarme las uñas.
Carlos probó el tocadiscos y puso algunas canciones, hasta me obligó a cantar
la vaca lola con él, pero eso después de casi dejarme sin respiración por el
abrazo que me dio.
A quién engaño soy buena dando regalos.
-¿Dónde lo conseguiste?
-Lo compré en una tienda de música cuando fui donde mi abuela, lo vi y supe
que era perfecto para ti, el señor fue muy amable y me regaló esto, dije
mostrándole la cadenita.
- Está increíble, gracias bonita.
-Me alegra que te gustara, pero ahora a pintarnos las uñas.
-A pintarte querrás decir.
- No a pintarnos. -dije con una sonrisa malévola mientras Carlos tenía una
cara de confusión.
♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤
- No, no y no.
-Ay por favor, sólo es un color.
-Tú quieres que vaya al concierto con las uñas pintadas de rosado.
¿Concierto de rosa? Eso jamás.
-Vamos será divertido además te verás cute.
- ¿Tú estás loca cierto?.
-Un poco.
-Ven, vamos y te dejo que me pongas un reto. Yo te pinto las uñas y tú te la
cobras con algo pero no te pases eh.
-Eso está mejor, dale empieza a pintar.
Y después de unas horas ya estábamos cambiados para ir al concierto.
Carlos se encontraba mirándose al espejo y preguntándose a sí mismo como
pudo caer en esto, mientras yo lo veía fabuloso.
-Estás que enamoras, dije burlándome de cómo se veía las uñas en rosa con
fastidio.
Yo por mi parte me las había pintado igual y llevaba puesto un top rosa pastel
y unos pantalones vaqueros, con mis tenis favoritos. Sí iba muy casual, pero en
un concierto necesito gritar desde que llegue, para eso debía ir cómoda.
-Quieres dejar de quejarte, estamos twins, además te ves fabuloso.
-Me las voy a cobrar.
Nos despedimos de todos y mamá volvió a recalcar a Carlos que tiene que
cuidarme.

77
-Carlos le aseguró que no se preocupara, pero pude notar las dudas de mamá
al ver su toque fashion chic en las uñas.
♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤

Punto de vista de Carlos


Claire y yo habíamos llegado al lugar de donde se realizaría el concierto, la
verdad es que se ve muy hermosa, es una niña muy soft y tierna.
Me encanta su forma de vestir. Aunque eso no quita el hecho de que me
cobraría lo de las uñas.
La mamá de Claire me pidió que la cuidara y obvio que lo iba a hacer, por mi
parte sabía que no podía pasar de hoy, debo pedirle que sea mi novia y lo haré
después del concierto.
- Mira está lleno de gente, AHH que emoción!. Gritaba Claire, a veces me
sorprendía lo emocionada que se pone por las cosas, es como si todo fuera
mágico para ella, lo cual me resulta divertido.
-Ven, vamos a acomodarnos.
El lugar es un poco exclusivo y gracias a papá habíamos conseguido un buen
puesto.
El concierto empezó muy animado, las personas gritaban hasta más no poder
incluyendo a Claire que no se quedaba quieta ni un rato, yo por mi parte no
podía evitar reirme de como se movia y gritaba cada vez que decían algo, se le
veía muy feliz y eso me hacía feliz a mí.
Comenzaron a cantar la canción "yo quisiera" una de mis favoritas y los dos
empezamos a gritar como si se nos fuera la vida en ello.
-LO QUE NO SABES ES QUE
YO QUISIERA SER ESE POR QUIEN TE DESVELAS Y TE DESESPERAS.
-YO QUISIERA SER TU LLANTO, ESE QUE VIENE DE TUS
SENTIMIENTOS.
Cantaron canciones como “Creo en ti”, “Perfecta”, “Me duele amarte'', y
después de un rato empezaron con Noviembre sin ti.
Recordé la primera vez que canté esa canción con Claire fue tan loco, tan
inesperado, y ahora estábamos de nuevo cantando y bailando como nunca,
nuestras respiraciones se encontraban aceleradas, la emoción estaba al 100,
habían parejas por todas partes abrazándose y besándose, comenzaron a sonar
fuegos artificiales mientras la banda se despedía con una última canción.
-Qué hermosa noche, me encantó, gracias bicho. Dijo Claire dándome un beso
en la mejilla.
Salimos del lugar con mucha adrenalina, corríamos por la calle tratando de
alcanzarnos, seguimos cantando todavía, fue increíble.
En eso vimos un lugar, era parece un establecimiento de comida, pero tenía
varias atracciones, había un espacio de karaoke donde se encontraba un señor

78
cantando, o bueno eso parecía “I will always love you'', mientras el público
suplicaba piedad para sus oídos. La verdad no los culpaba, Whitney se tiraría
si pudiera escucharlo.
Luego vimos un toro mecánico en la parte trasera del lugar, a pesar de estar en
New York me sentía en Texas y vi ahí la oportunidad de molestar a Claire.
-Carlos, ya vámonos hay mucha gente.
-No, primero jugaremos a eso. -Dije señalando el juego.
-¿Tú quieres que yo me monte en eso?
-¿Tú eres tolete o qué?. Dijo mirándome con una ceja alzada.
Mientras yo me preguntaba de dónde sacaba tantas palabras, ¿tolete? -Dije
para después reírme a carcajadas.
- Cosas del abuelo, contestó ella.
- Bueno, recuerda que el trato fue pintarme las uñas de rosado y luego ponerte
algo a ti, así que jugaremos.
-Pero, esa cosa nos derribará a ambos, nos vamos a marear.
- Que miedosita me saliste. -Dije robándole un beso en la mejilla.
-Oye, además ya llevas tiempo conociéndome, acostumbrate.
Después de un rato al fin pude convencerla, en contra de su voluntad, pero se
pudo. Estábamos montados en el toro eléctrico y el Señor del lugar ponía la
velocidad cada vez más rápido mientras Claire gritaba como una desquiciada.
-Carlos ya bajemos, me mareo, ya, gritaba entre risas. Juro que está loca.
-Basta, AHHH.
-Te voy a demandar por esto.
-¿Ah sí? Y yo por abuso uñal.
De repente el toro aumentó la velocidad y los dos caímos de un lado.
Estábamos riendo muy fuerte mientras las personas nos veían y se reían,
Claire me estaba dando con su bolsa mientras yo me escapaba de los golpes,
éramos todo un show. Nos paramos y quedamos cerca uno del otro, fue ahí
cuando una señora gritó algo.
-Qué se besen los novios.
-No somos novios señora, le dijo Claire.
-Ay que lento, te estás tardando muchacho.
La verdad es que la señora tenía razón y yo no iba a esperar un minuto más.
-Tiene razón señora. -Claire.
Ella me miraba avergonzada, con ganas de matarme por lo que iba a hacer,
estábamos frente a todos y yo le iba a proponer que fuera mi novia. Mi corazón
estaba acelerado, no como cuando vas a tomar un examen que sabes que
reprobaras, ni como un niño cuando rompe un jarrón, era aún peor. Las
manos me sudaban de los nervios así que empecé a decir:
- Claire, ¿me permites ser tu novio?.

79
Las personas nos miraban impacientes, y yo también lo estaba, Claire me
miraba fijamente sin decir nada hasta que por fin decidió hablar.
-Sí, si quiero que seamos novios.
La levanté hacia arriba de la emoción para luego besarla, las personas
comenzaron a aplaudir mientras nosotros nos pusimos más rojos que unos
tomates luego del beso.
Al salir de ahí nos encontramos con nuestros padres en un restaurante,
cenamos en familia, hablamos del concierto y yo me sorprendí de que todavía
hubieran lugares de comida abiertos, eran las 3 de la mañana.
Emily se había quedado en el hotel con una niñera del lugar, por otra parte le
contamos a papá y a Claris que ya somos novios y ambos se pusieron tan
felices que dieron un brindis por nosotros.
Llegamos al hotel y Claire se encontraba un poco rara, su mamá dejó que nos
quedáramos un rato afuera advirtiendonos que sólo 10 minutos.
-¿Qué pasa bonita?.
-Lo que pasa es que te dije que sí.
-¿Y eso es malo?, ¿No quieres estar conmigo?.
-No es eso, es que.
-Carlos me gustas, adoro estar contigo pero no se si esto vaya a funcionar.
No tengo nada de experiencia en esto y nunca he creído en eso.
- ¿No crees en el amor?.
-No creo que el amor dure para siempre o que pueda mantenerse.
-Pero, cómo explicas el de todas esas personas que duran toda la vida juntos.
-Es una buena pregunta, y una de las tantas cosas que no entiendo, supongo
que a sólo un 2% del mundo le sucede eso.
-¿Y cómo estás tan segura de que no te sucederá a ti?.
-¿Y tú cómo estás tan seguro de que algo así pasaría?, si las personas pasan de
amarse a odiarse en un solo paso, si el mundo gira en torno a problemas, y
quienes los tienen los desquitan con quienes no tienen la culpa, ¿cómo estás
tan seguro?, si dicen que del odio al amor hay un paso, pero yo te juro que del
amor al odio hay sólo medio.
-Entonces ¿tienes miedo de enamorarte?. ¿Qué es lo que tanto te preocupa
Claire?¿Por qué tienes miedo de ser feliz?. Dije alzando un poco la voz.
-Porque no quiero pasar por lo mismo de mis padres ¿ok?. Soltó de repente,
con la voz alzada.
-No quiero enamorarme a tal punto de luego llegar a detestar a alguien, no
quiero quedarme enganchada con alguien y que todo sea mentira, no quiero
pensar que puedo enamorarme tanto y caer sin salvavidas. Sí, dicen que en la
vida hay que intentarlo y si fallas por lo menos algo habría valido la pena pero,
y si sólo no quiero hacerlo, tengo miedo Carlos y tengo miedo porque ya siento

80
que te quiero. siento esas estúpidas mariposas en el estómago de las que todo
el mundo habla, y todo el tiempo estoy pensando en ti.

-Bonita, yo también te quiero, desde que te conocí no he parado, mi mente no


ha parado de pensarte, por eso insisto en que debemos intentarlo, y si no
funciona por lo menos el tiempo que duremos habrá valido la pena, pero te
aseguro que no siempre las historias se repiten y tú no repetirás la de tus
padres.
Déjame enseñarte la otra cara del amor, la verdadera cara de ese sentimiento
tan profundo. Dije mientras ella me miraba con tristeza.
-Perdóname. Dijo de repente para luego abrazarme.
-Al ver a mi madre, recordé su historia, es un miedo que siempre he tenido y
que por más que intente no puedo borrar.
-Yo haré que veas que el amor si puede durar, no sé si para siempre, pero sí
con grandes momentos, momentos que quiero pasar contigo.
¿Aceptas bonita?.

Tocadiscos, regalo de Claire.

Carlos y Claire después del concierto.

81
Capítulo 17
¿Amigos?
¿Aceptas bonita?.
Fueron Las últimas palabras de él mientras espera mi respuesta, y yo sí quería
hacerlo, pero una parte de mi cuerpo estaba aterrado, me enamoré una vez y
no resultó, por otro lado tenía el ejemplo de mis padres encima, escuchaba
cada una de las historias a mi alrededor, y supongo que no seguía mis propios
consejos o simplemente los ignoraba, porque una vez escribí sobre miedo y
ahora no sabía cómo manejarlo.
Recordé lo que me dijo mi abuela acerca de eso.
"No siempre el amor va a ser igual, pero no por eso dejarás de
experimentarlo".
Decidí hacerle caso a mi corazón, ignorar aquellos temores que me
atormentan e intentarlo.
-Sí acepto Carlos. Dije con una sonrisa.
Fue entonces cuando volvió la felicidad al rostro de él y ambos nos abrazamos.
-Buenas noches bonitas, dijo él dándome un beso.
-Buenas noches bicho.
Al entrar al cuarto vi que mamá estaba durmiendo con Emily así que me
acosté en la otra cama.
Sin embargo no puedo dormir, pienso en porque había dudado, porque
diciendo que sí luego sentí ese miedo, puede sonar ridículo o dramático pero
no sabía por qué lo había sentido, es como si algo dentro de mi luchara por
esconderse de él, por esconderse de los sentimientos.

♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤

Lunes, 8:00 am.


- Claire. Gritó Valeria abrazándome o mejor dicho asfixiándome.
-Me dejas sin aire, dije para después reír.
-¿Qué pasó el fin de semana?.
-Pasó de todo. ¿Dónde está Mía?. Tengo que contarles.

82
Valeria y yo comenzamos a buscar a Mía por toda la escuela, yo por mi parte
desde que llegamos del viaje me sentí más calmada y decidí no hacerle caso al
miedo.
En eso nos encontramos con Carlos que había llegado tarde, cuando lo vi corrí
a abrazarlo.
-Hola bonita, dijo él con una sonrisa.
- Hola, dije con una voz dulce.
Mientras el payaso de mi ahora novio miraba hacía los lados buscando no
encontrar a la directora, para después darme un beso.
-Así que ustedes dos son novios. Por fin gritó Valeria.
-Dios gracias por fin hiciste que estos lentos dieran el paso.
-Ey, dijimos Carlos y yo.
-Es verdad, no saben cuanto esperé, me alegro por ustedes dijo para después
abrazarnos.
- Te veo luego bonita, tengo que hablar con la maestra de biología.
-Está bien dije dándole un beso en la mejilla.
Qué cursi me estaba poniendo, señoras y señores algo jamás visto en la
historia.
En eso apareció Rubí de la nada a molestar y les juro que mi mundo se había
olvidado completamente de ella.
Ella debería hacer lo mismo ¿no?.
-Así que por fin olvidaste tu amor frustrado y estás de novia con Carlos.
-De verdad que te encanta molestar.
-Lo mismo digo, mira que aparecerte todo el día en el hospital y en el funeral
de Mónica, yo debí estar ahí, no tú.
-Así que eso es lo que te molesta, por qué no le reclamas a tu novio, no a mí. Él
debió avisarte ¿no?. Además Mónica era como mi tía y si estuve ahí fue porque
me necesitaban.
-Ahora me disculpas, debo irme.
En eso ella me jaló del brazo para después seguir hablándome.
-Pablo terminó conmigo y te juro que me las vas a pagar. Cuídate de mí Claire.
Dijo para después marcharse.
Su voz era fría, amenazante. Yo por mi parte nunca la había escuchado así,
pero ¿qué tenía yo que ver con su separación?.
-Clai, que te dijo Rubí.
-Nada Vale, no te preocupes sólo vino a molestar.
- Que se compre una vida, de verdad que harta.
-Vamos, dije con una sonrisa por su comentario.
Aprovechamos que teníamos la hora libre gracias a una reunión de maestros y
seguimos buscando a Mía, para nuestra sorpresa estaba con el energúmeno,
con el ave de rapiña, con el cuervo. Alex.

83
-¿Estás mirando lo mismo que yo?.
- Yo lo mato dijo Valeria.
-No, yo la mato a ella. Dije después de quedarme impactada por lo que
acababa de ver, Mía se estaba besando con el enemigo, ¿Qué le pasa? ¿Es tonta
o qué?.
-¡Mía!. dijimos Valeria y yo, a lo que la susodicha volteó a vernos.
-Chicas.
Ella venía hacia acá, mientras yo me dirigía hacia donde Alex, tomé una
botella de agua que tenía en mi mochila y se la tiré encima.
-Esto es para que aprendas a no ser un patán.
¿Y tú Mía qué haces besándote con este?.
-Lo amo Claire. No les había dicho para que no se molestaran, pero nos
reconciliamos.
-Ella me ama Claire y ni Valeria ni tú tienen porque meterse, nos amamos.
Decía él con un tono de superioridad.
-Tú te callas, le dijo Valeria.
-Alex vete, te busco después dijo Mía a lo que él le hizo caso.
-Mía, ¿te estás escuchando?, se te olvidó lo que te hizo, se portó como un
patán, el peor de todos. Dije con rabia.
-Pero me pidió disculpas Clai, se equivocó, es que ustedes no saben me pidió
que volviéramos y ya estamos bien.
-Mía. dijo que eras otra de su lista, te está usando y tú cómo pendeja estás
cayendo.
-Por favor Valeria eso no es verdad. En todo caso es mi problema ¿no?, ustedes
no son nadie para meterse.
Vale se quedó mirándola con decepción mientras yo comencé a hablar.
-Tienes razón Mía, no somos nadie, el quedarme toda una tarde consolandote
porque este tipo te lastimó, el hablar con tu mamá para que no se preocupara,
aconsejarte y acompañarte porque te quiero me hace nadie, nos hace nadie.
Sólo espero que no te estés equivocando. Cuando quieras estar con nosotras
aquí estaremos.
-Sólo esperamos que no sea demasiado tarde. Dijo Valeria para después
marcharnos.
Estuvimos todo el día en clase y Valeria y yo pasamos el recreo con Carlos
porque la señorita Mía sólo tenía ojos para el cuervo de su novio.
- No lo soporto. Dijo Valeria.
-Ya verás que pronto se dará cuenta.
En eso Valeria se paró para ir a la cafetería y yo me quedé con Carlos.
-¿Quieres ir a ver a Max?.
-Me encantaría, quiero dar un paseo en él.
-Es tu caballo favorito cierto.

84
-Es el único que he montado tonto.
Pero hoy no podemos, hay mucha tarea.
-Eso no es problema, la hacemos juntos.
-Sabes que no me concentro contigo.
-Me estás diciendo distracción. *Procede a inhalar exageradamente*.
-Sí, distractor.
- No puede ser, agarrenme, dijo para después tirarse arriba mío.
-Oye pesas eh.
- Bueno entonces dejemos el paseo para el finde ¿te parece?.
-Me encanta dije con una sonrisa.
-Además ya estamos a punto de salir de vacaciones.
-Sí, falta poco para que llegue diciembre.
- ¿Qué harás en navidad?
-Bicho, falta mucho para eso.
- No tanto. Dijo mientras me hacía una trenza en el pelo.
-Oye no me lo vayas a enredar.
-Bonita más de lo que está no se puede.
No puede ser, hasta mi novio se burlaba de mí :/.
-Mi pelo es muy rizo que quieres que haga.
-Tu pelo es hermoso, dijo para después seguir peinándome.
- Bueno respondiendo tu pregunta, mamá y yo siempre cenamos con los
abuelos. Así que conocerás a la abuela Nani y al abuelo Tony muy pronto.
-Tengo muchas ganas de saber lo que significa tolete.
Yo me eché a reír, él único que tenía la respuesta sin duda era el abuelo.
En la salida, Carlos se había ido porque tenía que llevar a Emily a sus terapias
con la psicóloga y yo me quedé esperando a mamá.
En ese momento, Pablo se me acercó, la verdad es que no había hablado con él
desde lo que pasó y supuse que era hora de hacerlo, prometí que lo haría,
prometí que lo iba a escuchar.
Él se ofreció a llevarme a casa así que le dije a mamá que no viniera.
En el carro empezamos a hablar.
- Claire, yo tengo muchas cosas que decirte y no sé por dónde empezar.
- Yo también tengo cosas que preguntarte.
-Lo sé, y antes de responder a tus preguntas quiero agradecerte porque a pesar
de todo lo que pasó entre nosotros estuviste ahí cuando más te necesité.
Pablo me contó toda la historia, me contó acerca de la admiración que quiera
obtener de su padre, me habló de cómo comenzó a juntarse con las personas
equivocadas y de lo mal que se sentía por haber desperdiciado todo este
tiempo
- Claire yo me equivoqué, debí seguirte el día que te fuiste y pedirte disculpas
por todo lo que dije pero no lo hice, y no te diré que lo que dije fue un error

85
porque estaba consciente de lo que decía, sé que me equivoqué y espero que
me perdones.
Yo estaba impactada por todo lo que me había contado, sus problemas con el
alcohol, las peleas de sus padres, lo que pasó con Karen, y aunque no
podíamos cambiar nada de lo que pasó, él al final la pasó mucho peor que yo.
Supongo que Carlos tenía razón, "las palabras de los demás siempre nos darán
algún conocimiento".
- No tengo nada que perdonarte Pablo, eres tú el que tiene que perdonarse a sí
mismo, te dejaste llevar por la rabia hacia tu padre, por los malos caminos, por
las personas que no debías, pero aún estás a tiempo de cambiarlo.
-Pero no sé cómo Claire, ni por dónde empezar, estoy solo, mi hermana se fue
después del novenario de mamá, mi papá sólo vive en su trabajo, y estas
malditas ganas de beberme mis problemas me consumen.
-Yo te voy a ayudar, le dije con una sonrisa de comprensión.
Pablo siempre había sido mi mejor amigo y ahora que veía bien las cosas pude
notar que todo el cariño que sentíamos sería siempre de amistad.
- Yo te ayudaré Pablo, pero tienes que entrar a un centro de rehabilitación, ahí
podrás recuperarte.
-Y lo haré Claire, lo haré por ti.
- No Pablo, no lo harás por mí. Lo harás por ti.
-Sabes, rompí mi relación con Rubí, porque te amo Claire y porque nunca he
dejado de amarte.
Sentía como se le rompía el corazón mientras lo decía, pero entre nosotros no
podía y nunca sería nada más que una amistad.
-Pablo. -Empecé diciendo.
- Yo estoy saliendo con Carlos. Él y yo nos queremos y decidimos intentarlo.
Sabes, yo me di cuenta que te quise mucho en un tiempo y me enamoré de ti,
pero mi corazón ahora pertenece a otra persona. Y el amor que sentíamos era
sólo por la amistad que teníamos, nos enamoramos de nuestra amistad, de lo
bien que la pasabamos siendo amigos.
-Yo no Claire, yo te amo y te seguiré amando.
-Yo no puedo corresponderte Pablo.
-Y yo no espero que lo hagas, sólo que no te alejes de mí. Claire quiero
recuperar la amistad que teníamos, prometo olvidarme de ti y concentrarme
en curar mis problemas pero dime que estarás ahí para ayudarme.
-Lo haré Pablo.
-¿Amigos?. -Dijo él dándome la mano.
-Amigos, afirmé tomándola.

86
Capítulo 18
Cacatua, ¿quién es ese?.
Diciembre había llegado más rápido de lo esperado y yo ansiaba con ansias la
llegada del abuelo Tony y la abuela Nani.
Entre las novedades Carlos y yo nos encontramos muy bien, en estos días
hemos hecho muchas cosas como montar a caballo, pelearnos por quién es
mejor cuidando a Emily, y lo convencí de que me enseñara a tocar piano.
Valeria por su parte está saliendo con Sebastián el primo de Carlos. Pablo
decidió pedir un permiso en la escuela para poder estar unas semanas en
rehabilitación, mamá hasta ahora sigue saliendo con Robert, se le ve muy feliz
lo cual me alegra bastante, mientras que papá, bueno él y yo hemos hablado
varias veces por teléfono pero no ha venido a verme desde aquel día.
Y de Mía que decir, sigue con el energúmeno, patán y cuervo de Alex, hasta
ahora no nos ha vuelto a buscar a Vale y a mí, es como si ya no le hiciéramos
falta o no le importara, su mamá por otro lado nos dijo que se la pasa saliendo
con el innombrable o encerrada en su habitación lo cual me resulta extraño.
Mía lo que más odia es estar encerrada, traté de buscarla pero siempre evita la
presencia de Vale y de mí en la escuela y contra eso no podíamos hacer nada.
-Doble 5 , já. Te gané otra vez.
- No se vale bonita ya has ganado 3 veces.
-Es que eres muy malo para esto.
-Sabes que, dejemos el parchís. Ven.
-Dijo Carlos tomando su laptop para sentarse en la cama.
- Quiero que veas esto.
Yo estaba desde temprano en su casa ya que mamá salió con Robert a ver unas
cuántas cosas para el domingo, hoy es viernes y debo decir que el domingo ya
sería nochebuena, quedamos en que las dos familias cenaremos juntos y sería
una buena ocasión para que los abuelos volvieran a ver al italiano.
-Que me quieres mostrar dije sentándome a su lado.
Carlos rodeó su mano por mi cintura mientras yo me recostaba en su pecho,
teníamos la compu en frente y se veía un set de pinturas de 30 colores con
varios canvas para pintar.
-Wow bicho que lindo está esto, pero mira el precio está un poco caro.
-Es el regalo que le daré a Emily para navidad. Dijo él con una sonrisa que
irradiaba pura alegría.
-Está hermoso, me encanta.

87
-Estuve ahorrando en estos meses para comprarselo y bueno ya mañana me
llegará.
-Eres el hermano más tierno y consentidor que he visto. Dije dándole un
pequeño beso.
-Estoy segura de que le encantará.
-Y esto es la segunda cosa que quiero mostrarte.
En la compu se divisaba la imagen de un asilo para ancianos dónde se
entregaban donaciones y esas cuestiones.
-¿Y esto? Pregunté intrigada.
- Quiero que me acompañes hoy a ese lugar. Hoy es el último día para visitas
de afuera debido a navidad así que quiero que le llevemos unas cuantas cosas.
Pero no tengo idea todavía.
-Yo si. Dije después de haber elaborado un plan en mi cabeza.
-Les llevaremos canastas, podremos frutas, comida, y algunas cositas que
compremos en el supermercado.
-Yo tengo ahorros así que llenaré una.
-Me encanta la idea, pero no bonita yo las pagaré.
-Claro que no yo pagaré una y tú una.
Además les llevaremos música.
-¿Música?
- Sí, dije con una mirada traviesa.
Él plan iba así eran las 11 de la mañana, Martha nos acompañó a comprar
todas las cosas, volvimos a la casa, comimos y luego arreglamos las canastas, al
terminar dieron las 2:00 y teníamos hasta las 7:00 para volver, pero a mi casa.
Llegarían los abuelos y yo me llevaría a Carlos para que los conociera.
- No puedo creer que te hayas traído el tocadiscos.
-Oye, debemos animarlos y qué mejor que con música, además es nuestra obra
navideña.
-Qué buena idea tuviste cucaracha. Dije besando su mejilla.
- Mira que bien de bicho, ahora su uno en específico y vuelo.
Vamos.-Dije riendo y ambos entramos al lugar.
Al llegar habían muchas personas de la 3era edad más de las que pensamos,
llevábamos 3 canastas para ellos llenas de cosas que pudieran necesitar. La
encargada del lugar nos explicó que muchos de ellos fueron abandonados allá
por sus familiares, otros porque no tenían familia, y otros por enfermedades
como el Alzheimer lo que les hace olvidar todo, incluso quienes son.
La señora mencionó que siempre aparecen nuevas personas mayores que
cuidar y que mayormente es porque los hijos los consideran un estorbo al ser
viejos, lo cuál me causó mucha tristeza, no puedo creer como hay personas que
son capaces de abandonar a sus padres, abuelos, familiares sólo por el simple
hecho de ser ¿mayores?, acaso piensan que no lo serán también.

88
Les entregamos las canastas y se pusieron muy contentos, Carlos se quedó
hablando con un grupo de ancianos que jugaba dominó mientras yo vi a un
señor de cabello canoso sentado en una silla en el balcón, al lado estaba una
señora se veían de algunos 80 y tantos años así que decidí hablar con ellos.
- Hola, los saludé a ambos.
Soy Claire. Dije mirándolos con una sonrisa.
- Hola saludó la señora, que linda eres vienes por mi, ¿te mandó Laura a
buscarme verdad?, dijo con mucha ilusión.
- No le hagas caso, dijo el Señor.
-Está loca, no recuerda nada y pierde la noción del tiempo, ella es mi hermana
Matilde, yo soy Jesús pero me dicen Chui.
-Mucho gusto. Dije y él señor estrechó la mano conmigo.
-Siéntate dijo pasándome un blanquito.
-Hace mucho que nadie venía a vernos y mucho menos jóvenes como ustedes.
¿El muchacho que está allá es tu novio?
-Sí, dije con sutileza.
-¿Novio? mencionó la señora Matilde.
Cuando yo era joven tuve uno muy bueno, se llamaba Miguel, él era el mejor
de todos, me regalaba flores, y me cantaba serenata. Dijo ella muy orgullosa yo
no pude evitar reír con ternura, contaba la historia con tanto detalle.
-¿Pero sabes? ahora no sé dónde está, ¿tú sabes dónde está?.
-Está hablando de su marido, murió hace 20 años.
-¿Por qué están aquí?, le pregunté al señor Chui.
-No suelo contar nuestra historia, pero supongo que tú tienes suerte
muchachita.
-Somos de México, allá teníamos mi hermana y yo una empresa, pero cuando
mi hermana enfermó y su esposo murió, nuestros hijos tomaron la escusa de
su enfermedad y mintieron diciendo que yo también estaba incapacitado de
atender la empresa, fue ahi cuando el juez les dio el poder de administrarlo
todo, aquello por lo que Matilde y yo habíamos trabajo, nos depositaron aquí y
se olvidaron de nosotros.
-Pero ¿hicieron todo eso por dinero?. Pregunté al momento, estaba indignada
cómo alguien podía ser capaz de hacer algo así y más cuando son tus propios
padres.
-Querida niña, la gente por dinero hace cualquier cosa, el dinero mueve al
mundo y mis hijos aprendieron de eso.
Viejos como nosotros ya no servimos para nada, sólo somos estorbos para la
sociedad, o cómo decían ellos un bulto que cargar.
-Pero usted dio todo por ellos, tal vez no lo conozca pero debió ser así porque
son sus hijos.
-Tienes razón, yo les di todo y ese fue mi mayor error.

89
- Mira las flores de allá, dijo la señora Matilde. Son bonitas ¿cierto?.
-Si son muy bonitas.
-Yo las cuento cada día y siempre se me olvida cuántas son. Me dijo ella
riendo.
-20 y tantas pero nunca sé bien cuántas.
Yo no sé por qué pero había empezado a llorar.
-Sabes la vida es buena. No llores. Dijo ella
- ¿Ah sí?.
- Sí, la vida es buena, no importan los problemas ella siempre será buena,
imagínate estar muerta no pudiera ver las flores, mira que hermosas, yo todos
los días las cuento pero siempre se me olvidan cuantas son. Repitió ella.
-Mi hermana tiene razón, dijo el Señor Chui.
- ¿Por qué lo dice?, después de lo que me ha contado pienso que es injusta mas
no buena.
- Te equivocas, yo les entregué todo a mis hijos y ellos a cambio me dejaron sin
nada, pero la vida es buena.
Yo vivo entre lindas amistades y entretenido con esos viejos que ves aquí, que
aunque se vean acabados son realmente sinceros, mientras que mis hijos viven
entre la avaricia y el remordimiento.
-¿Cómo lo sabe?.
- No es difícil saberlo, es simplemente sentirlo.
Tal vez yo estaré en este asilo hasta el día en que Dios me llame, pero ellos
estarán recordando cada día el como traicionaron a su padre.
- Te digo algo niña, no te estreses, la vida es muy corta, mírame a mí que pasé
de creerme que el mundo entero era para mí sólo por tener una empresa y
ahora estoy en un asilo y encerrado por mis propios hijos, así que no te
estreses, vive cada segundo como si fuera el primero y siente cada instante.
-¿Y tú quién eres?. Dijo la señora de nuevo.
-Eres muy bonita. Sabes que me dijeron una vez "Que la gente bonita es la que
menos planeada tiene su vida, porque lo espontáneo los sorprende".
Pero ya ni me acuerdo quién lo dijo, mencionó ella para volver a reírse, ellos
me miraban con dulzura, con esperanza pero lo que no sabían es que con sólo
ese poco que me dijeron me habían enseñado algo muy importante.
Me enseñaron que la vida da muchas vueltas, y que nunca sabemos el alcance
de las personas por obtener lo que quieren, me enseñaron que la vida es buena
porque hay que vivirla sin estresarse, sin preocuparnos mucho por lo que
venga, en el sentido de dejar de pensar en aquellas cosas vanas que mueven al
mundo, sino pensar en nosotros mismos y me mostraron que cuando las
arrugas llegan y los huesos nos pesan empezamos a ser vulnerables a depender
de quienes están a nuestro alrededor y muchas veces la gente se aprovecha de

90
eso, de esa fragilidad que transmitimos, por eso hay que hacer las cosas bien
ahora que podemos, para no preocuparnos cuando estemos viejos.
Después de eso Carlos puso el tocadiscos con la canción Vivir mi vida, muchos
se pararon a bailar, él y yo bailamos para alegrarles la tarde, nos contaron más
historias como la de una señora que se quedó sin familia por un trágico
accidente, o la de un señor que fue olvidado por sus nietos, cada una de las
personas que estaban allá habían vivido rachas malas de su vida pero a pesar
de eso se sentían plenos de estar allá, la tarde transcurrió muy bien y pudimos
ver la sonrisa de muchos.
- ¿Te gustó venir?
-Sí, platiqué con unos hermanos muy amables.
- Yo platiqué con una señora, me jaló todos los cachetes. Me duelen dijo con
una cara de perrito faldero.
-Aww pobrecito de mí bebe, Dije para empezar a darle besos en la cara.
-¿Ahora estás mejor?
-Mucho mejor, dijo él con una sonrisa.
Cuando me percaté resulta que estábamos en el auto, y yo me había subido a
sus piernas para darle besos. Él me miraba de forma pícara y yo lo conocía tan
bien que sólo reí para después acomodarme.

Después de unos minutos llegamos a mi casa, mamá nos abrió y me encontré a


la abuela en la cocina.
-Abue, dije corriendo para abrazarla.
-Mi niña, las dos nos abrazamos y yo le di un beso en la mejilla.
-¿Y el abuelo?
-Cacatua ¿quién es este? Y por qué dice ser tu novio?. Gritó el abuelo desde la
sala agarrando a Carlos por la camiseta.
Ups.
- Hola abuelito.
-Abuelito las pelotas ¿quien es este?.
Carlos me miraba con una cara de asustado mientras el abuelo lo miraba con
fastidio y yo me aguantaba la risa.
Tomé a Carlos para que se colocara a mi lado y empecé a hablar.
-Abuelo Tony, te acuerdas del niño del que te hablé que me dijiste que te lo
presentara, bueno es este.
La abuela que apareció de repente con mamá tomó a Carlos y lo abrazó con
fuerza.
-Que lindo eres muchacho. Dijo ella.
-Pero cacata me dijiste que todavía nada de nada.
- Bueno ya somos novios, dije para luego darle un beso en la mejilla a mi
abuelo.

91
Él señor Scrooge me miraba incrédulo, tenía la boca abierta y comenzó a mirar
a Carlos.
- ¿Qué le hiciste a mi cacatúa? Ella es mi bebé.
-Viejo ya basta.
-Pero míralo es un tolete mujer, dijo para después seguir caminando con la
abuela hacia la cocina.
Yo no me pude aguantar y empecé a reír.
Carlos quitó su cara de asustado y se relajó.
-Pensé que me iba a matar.
- No seas exagerado, vamos.
Mamá, mi abuela, y yo servimos la cena mientras que el abuelo miraba
detalladamente a Carlos en la mesa y, Carlos me miraba pidiendo ayuda.
Cenamos y comenzó el interrogatorio.
-¿De qué trabajan tus padres?
Mi madre murió cuando yo era muy joven y mi padre tiene una empresa.
-¿Eres bueno en la escuela?
-Sí abuelo es muy bueno, hasta me ayuda en química.
- No contestes cacata le pregunté a él.
Ups.
-¿Qué piensas estudiar?
- Quiero ser cardiólogo.
-Interesante.
-Y dime ¿no has pensado en recortarte el pelo?. Necesitas un cepillo urgente
hijo por favor.
Yo no podía con la risa, mientras que Carlos se tocaba el cabello, le encantaba
usarlo despeinado y bueno se le veía bien.
-Viejo.
- ¿Qué?, Parece una lechuza ¿que no ves?.
- Muy bien muchacho, ¿juegas ajedrez?
Ay no, ya empezamos.
-Si señor.
-Ven.
Para mi sorpresa el abuelo y Carlos se pusieron a jugar ajedrez, yo me fui con
mamá y abuela para contarle las novedades, mamá le dijo lo del italiano y yo le
mencioné que Carlos es su hijo.
- Ay con razón es tan encantador. -Dijo la abuela.
-¿Y tu padre sabe esto?.
Otro problema.
- No, todavía no le he contado.
- Pues tendrás que hacerlo pronto hija, es tu padre.
-Lo sé mamá.

92
-AUXILIO.
-¿Carlos?
Nosotras corrimos a la sala y el abuelo le estaba dando a Carlos con una
chancleta.
-Como pudiste mover el caballo así es una deshonra para el ajedrez.
-Abuelo, ¿qué pasa?.
-Movió el caballo como si fuera un peón.
Se me olvidó mencionar que Carlos no es bueno para los juegos de mesa.
- No pero que tolete, que tolete, decía el abuelo mientras nosotras reíamos.
-Señor, pero si los caballos pueden moverse dónde quieran.
-Niño, estamos en ajedrez se mueven en L.
-Mis disculpas es mi primera vez jugando.
-Pero será tonto, ves que es un tolete.
Volvió a decir el abuelo con cara de fastidio mientras Carlos tenía una sonrisa
nerviosa.
-Ayuda dijo con los labios. cuando el abuelo lo sentaba en la silla para
enseñarle a jugar.

Este sería un fin de semana muy largo.

93
Capítulo 19
¿Qué?. Los 3 en navidad.
-Claire te doy 10 segundos para levantarte y ya van 5.
-Mamá son las 8 de la mañana.
-Y hay muchas cosas que hacer, en la noche vienen visitas.
Te recuerdo que viene tu novio y su familia.
-Bueno también viene el tuyo.
-Niña no seas grosera. Además Robert no es mi novio.
- Sí y el abuelo Tony no es un gruñón.
-Tengo una hija necia , párate vaga dijo ella lanzándose un cojín.
Y después de unos minutos de dejar que mi cerebro procesara, decidí pararme
para empezar el día, arreglé la cama, me.. Bueno pasemos a lo importante.
- ¿No me guardaron el desayuno?. Pero qué malvadas.
- No lo hicimos, que es diferente.
- Yo te guardé un sándwich cariño, está en la mesa.
-Eres la mejor abue, lo ves la abuela Nani si es considerada no como tú grinch.
Le dije a mi madre para luego empezar a devorar mi sándwich y vaya que tenía
hambre.
- Por cierto invité a alguien más a cenar, dijo mi madre.
-¿A quién?.
- No hables con la boca llena niña. Invité a Pablo.
*Se atraganta*.
-Pero ¿ya te has vuelto loca?.
- Mira grosera respeta.
- No puedo abuela, esta mujer que dice ser tu hija, pero en realidad es una
infiltrada del Gobierno quiere acabar con el mundo.
-Mamá vas a ocasionar la 3era guerra mundial.
- Ay por favor deja de ser exagerada además Pablo es como mi sobrino y no
tiene con quien pasar las fiestas.
-Mamá, Pablo y Carlos no se soportan, y el abuelo no soporta a ninguno.
- Qué yo qué.
Ahí viene el otro.
- Hola cacata. Dijo él dándome un abrazo para luego ir a sacar a Kiara a
pasear.

94
Cuando la puerta se cerró seguí hablando sobre el tema.
-Mamá esto es un desastre, va ser incomprensible, tendré a mi novio en la
casa, al abuelo, y a Pablo que está enamorado de mí, lo cuál es mucho peor.
-Quieres ser samaritana dejar de quejarte, ayudame con el pavo.
Y bueno ahora me toca cocinar, qué bien ;).
Mamá, la abuela, y yo estuvimos cocinando las cosas para la cena, el abuelo
nos ayudó un poco y entre todos ordenamos la casa, a decir verdad la mañana
pasó muy entretenida, el abuelo trajo sus casettes y su radio así que puso unas
cuantas canciones viejas de salsa, mientras regañaba a mamá porque todavía
yo no sabía bailar salsa, bueno ya saben clases de salsa con el abuelo.
La abuela Nani horneó galletas de navidad y un pastel, aproveché que el
abuelo quería comprar algunas cosas en la tienda, y compramos un twister.
El abuelo compró un vino de los que le gustan y ambos nos compramos unas
bolsas de papitas.
Mi cómplice de las chucherías.
Al llegar a casa eran las 4 de la tarde, hora de cambiarse.
Yo había comprado los regalos de cada uno, tenía el de mamá, mis abuelos, el
de Emily, le compré uno al señor Robert y por su puesto el de Carlos.
Mi cartera está en crisis y como mamá mencionó que Pablo venía, aproveché y
el abuelo me sirvió de padrino mágico para comprarle algo.
Me arreglé para la cena y la verdad es mamá y los abuelos siempre
acostumbramos a usar pijamas pero como hoy iba a ser distinto yo me puse un
vestido rojo muy bonito con una zapatillas, me solté el cabello y combiné el
look con un maquillaje neutral.
Me siento un poco nerviosa esta es la primera vez que paso navidad con Carlos
espero que todo salga bien.
-¿Y esa niña tan linda?, ¿Es mi cacatúa?. No puede ser.
-Abuelo, Dije para después abrazarlo.
-Señor Scrooge debe portarse bien con Carlos hoy.
- Mira cacata, te voy a decir algo pero más te vale que no se lo digas a él, es un
buen muchacho me cae bien.
Oh no, comencé a dramatizar, mamá nos han robado al abuelo y mandaron
este holograma.
- Mira que estás payasa últimamente, -dijo mi madre. Te ves hermosa mi hija.
- Gracias mami.
En eso tocaron la puerta y el abuelo Tony fue a abrir, resultó ser Pablo que
llegó más temprano.
-¿Y este qué hace aquí?
-Viejo.
-¿Qué?, mujer.
- Hola querido cuánto tiempo sin verte.

95
-Lo mismo digo señora Nani, que linda se ve.
- Gracias.
- Claire está en la cocina.
Resulta que me había escabullido en la cocina para probar las croquetas de
pollo de mamá.
- Que no toques te digo.
-Solo una.
- Hola Claire, Hola Claris.
-Hola querido, saludó mamá dándole un abrazo mientras yo me robaba otra
croqueta.
- Que no toques. Dijo ella dándome golpecitos en la mano.
- Hola Pablo.
- Te ves muy bonita.
- Gracias, me alegra que vinieras.
Mentira, sabía que si él estaba en el mismo lugar que Carlos habría problemas.
Tocaron el timbre de nuevo y el abuelo volvió a abrir.
- Hola, ¿y está niña es tu hermanita?
-Sí señor.
-Es muy linda, ustedes no se parecen en nada.
En cuanto los escuché salí hacia la sala.
-Emi.
Emily corrió a abrazarme mientras yo la cargaba fuerte.
Carlos se acercó a nosotros y me dio un beso.
-Ey aprovechado, suelta a mi nenita.
-Lo siento señor Tony. -Dijo Carlos riendo.
- Te ves hermosa.
- Gracias bicho, dije sonriendo.
Carlos se percató de la presencia de Pablo y su sonrisa cambió completamente.
-¿Qué tal?, dijo Pablo saludandolo.
- Hola, respondió él.
Los dos se miraban fijamente y yo solo notaba la tensión así que el abuelo era
mi solución.
-Abuelo, acompáñame a buscar unas luces.
- Se quedan aquí chicos, Emi ven con nosotros.
¿Qué? sí se mataban, que fuera lejos de mi alcance.
Él abuelo y yo salimos hacia el ático y encontramos las luces en eso vimos al
papá de Carlos trayendo unas fundas y lo ayudamos.
Mi abuelo lo reconoció de repente y no lo podía creer, cuando estuvimos frente
a Robert le expliqué todo y ambos se abrazaron con mucha confianza.
-¿Cómo está señor Tony?.
- Muy bien muchacho.

96
-Espero que siga jugando ajedrez porque me debe una partida desde hace
mucho.
- ¡Por fin! un contrincante justo. Dijo el abuelo, ambos comenzaron a reír.
-Y si abuelo Carlos es hijo de Robert decía yo mientras entrábamos las cosas.
Al entrar Carlos y Pablo se peleaban por quien le llevaría las bandejas a mamá.
- ¿Qué pasa? Pregunté al instante.
-Nada que el señorito servidor social quiere llevar las bandejas pero no es
necesario Pablo, yo lo hago.
- Ay tan considerado tú novio Claire, ¿de verdad? pero no te molestes.
- No tranquilo y así seguían pero mamá que pierde la paciencia muy rápido,
tomó las bandejas y las llevó a la mesa.
Él señor Robert había traído muchos dulces, y frutas, trajo juegos de mesa,
bebidas y varias cosas, era hora de cenar y la abuela dio las gracias a Dios por
todo, yo me senté al lado de Carlos y Pablo, mamá al lado de la abuela y Emily,
mientras que Robert en el otro extremo al lado del abuelo.
-Pablo ¿cómo está tu padre?, preguntó Robert.
-Supongo que bien, ya no lo veo mucho, se la pasa trabajando.
-Entiendo y tú Claire ya pensaste qué vas a estudiar mira que el año nuevo ya
casi viene.
-Aún no, pero espero pronto encontrarlo.
-Me podrían pasar la sal, pregunté.
-Yo te la paso. Respondieron Tom y Jerry al instante.
- Gracias respondí cuando mamá me la pasó.
Después de la cena el abuelo puso música y se puso a bailar con la abuela,
mamá tomó a Robert y yo tomé a mi gran pareja de baile.
Emily.
Mientras que Tom y Jerry se quedaban en el sillón detestandose.
-Vengan aburridos, Dije levantándolos del sofá, la abuela tomó a Pablo para
bailar y yo a Carlos.
-Podrías disimular que no lo soportas.
-Y él podría disimular que tú le gustas, pasó toda la cena mirándote.
-Dónde quedó el escuchalo, es un chico que ha pasado por problemas difíciles,
eh jovencito.
- Bueno es que, jum. Gruñó él.
-¿Bailamos?, dijo Pablo.
-¿Me permites?.
-Claro dijo Carlos a regañadientes.
-Agradezco estar contigo aquí Claire, dijo Pablo mientras bailamos.
-Hace mucho que no celebramos la navidad juntos.
-Sí.
-Claire he seguido las rehabilitaciones y ahora estoy mucho mejor.

97
-Me alegra.
-Creo que te diste cuenta que no me agrada Carlos.
-No para nada.
Baboso claro que nos dimos cuenta.
- Te amo Claire y no soporto verte con él.
-Ya lo hablamos Pablo.
En eso el abuelo vino hacia mí para salvarme.
Gracias al Señor.
-Ahora me toca a mí, bailar con mi cacatúa.
Estuvimos jugando twister un rato, Carlos y yo cantábamos villancicos y
reíamos con Emily, Pablo se sentó a hablar con Robert y mamá pero pude
notar que me miraba a cada rato, me miraba a modo de provocaciones y
Carlos estaba harto.
El abuelo se sentó al lado de Carlos y yo a su otro extremo con Emily. Robert
estaba contando una historia y Pablo me miraba descaradamente con una
sonrisa.
- No lo soporto.
- Yo menos dijo el abuelo.
Los dos empezaron a secretearse y yo los escuchaba igualito.
-Es un pesado, cuanto me encantaría sacarlo de aquí por descarado.
-Ese lo que es un sinvergüenza, otro tolete para que la cacata esté con ese que
esté contigo.
-Señor Tony eso quiere decir que me quiere.
-Ni te emociones, que ni ajedrez sabes jugar.
-Sigan haciendo como que no estoy pero se escuchan igualitos.
-Cacatúa, ¿a qué hora se va?.
-Abuelo.
-Respondele cacata. -Dijo Carlos.
-Ey el apodo es mío, es mi cacata no tuya.
-Perdón. dijo el tonto de mi novio.
El Robert se puso a jugar ajedrez con el abuelo, mamá y la abuela habían
entretenido un poco a Tom y Jerry y yo supuse que era hora de entregar los
regalos, vamos ya son las doce y Emily debía ir a dormir pronto.
-Familia, los regalos. Grité con una sonrisa.
Subí como una niña pequeña y bajé con una bolsa donde tenía todos los
regalos.
A la primera que le di el suyo fue a Emily, le entregué una caja amarilla con un
moño blanco super grande, ella la abrió y al hacerlo había un disfraz de hada
muy bonito con todo y sus alas y un libro de cuentos, desde que entré a su
cuarto por primera vez supe que le gustaban mucho las hadas, y bueno en

98
estos meses los he inducido a ella y a Carlos al mundo de la lectura así que un
libro de cuentos cae perfecto.
Emily me dio un abrazo y me entregó también una caja, esta era un poco más
grande y de color rosa.
Me hizo señas de que el color fue idea de Carlos y claro que lo supuse.
Al abrirla era un cuadro, pero no cualquiera era un retrato de mí y Carlos,
conocía la foto que usó para hacerlo fue un día que Carlos estuvo tocando con
su guitarra y yo me encontraba recostada en su hombro.
-Emily lo hizo con una nueva técnica que aprendió en sus clases y bueno, yo la
ayudé dándole la foto y enmarcando el retrato. Dijo Carlos con una sonrisa.
En ese momento los abracé a los dos.
Le di un beso a Emily y le dije:
-Es el regalo más bonito, gracias.
Para luego volver a abrazarla.
La entrega de regalos continuó, Robert le trajo un brazalete a mamá muy
bonito y yo la iba a molestar la semana entera. No, no es mi novio,ñiñiñi.
La abuela me regaló un vestido en azul y el abuelo como sabe que me encanta
leer me compró una obra de Shakespeare. Yo le regalé a él un reloj ya que le
encanta coleccionarlos y a la abuela una bufanda de color rojo ya que es su
favorito.
Mamá me regaló un enterizo que vi hace mucho en una tienda y yo le regalé
unas zapatillas, a Robert le compré una corbata y él para mi sorpresa me
regaló unos aretes muy lindos.
Pablo me entregó una bolsa, cuando la abrí tenía adentro mis chocolates
favoritos y una libreta de apuntes muy linda.
- No sabía si todavía te gusta escribir pero me pareció bonita para ti.
-Si todavía me gusta, está muy linda gracias, dije entregando a él su regalo.
-Y espero que a ti todavía te guste Marvel, dije entregando el suéter que le
había comprado.
-Me encanta, dijo dándome un abrazo.
Yo estaba buscando a Carlos después del regalo de Emily no lo había visto.
Mamá sacó para mí una caja grande.
-Este regalo es de parte de tu padre.
-¿De papá?. Pregunté intrigada y me dispuse a abrirlo.
Al instante supe lo que era, hace meses le dije que necesitaba una
computadora nueva porque la mía no funcionaba, y bueno eso me había
mandado.
No tenía una Carta de felicitaciones, ni un te amo hija, y ni siquiera había
llamado.
- Gracias. Dije para luego seguir buscando a Carlos.
En eso el teléfono sonó, era papá.

99
-Hola Claire, feliz Navidad.
- Hola papá, feliz navidad..
- Tu madre te entregó el regalo.
-Si gracias, ¿vendrás en la mañana a verme?.
-Lo siento hija, esta semana no puedo, pero disfruta tu regalo. ¿Cómo la has
pasado?
-Bien, mamá invitó a..
En eso se escuchó una voz del otro lado.
-Me tengo que ir hija, feliz Navidad.
Dijo para después colgar.
Pablo se fue a su casa porque ya era muy tarde y yo seguí buscando a Carlos, al
bajar al estacionamiento se encontraba enfrente de la camioneta con un ramo
de flores, flores que conocía muy bien eran rosas blancas de las que habían en
su casa.
-¿Qué haces aquí?
-Sabía que vendrías a buscarme.
-Estas son para ti dijo entregandome las, -tu papá te va a matar
-Tranquila le pedí permiso para esto, -dijo guiñandome el ojo.
-Están hermosas.
-Busca en medio.
Había una tarjeta dedicada para mí y en una de las rosas se encontraba
colgando una cajita.
Bonita te entrego estas rosas blancas como símbolo del amor puro que siento
por ti, y la cadena es un pequeño detallito. De: Bicho.
Al abrir la cajita había una cadenita de plata que tenía un corazón incrustado,
atrás en letras super pequeñas tenía escrito una frase.
Las palabras comparten sentimientos, emociones, recuerdos, por eso siempre
serán eternas.
Una vez me dijiste eso y quiero que lo recuerdes siempre.
- Te amo. Solté sin más.
Esta vez no era un me gusta o intentemoslo era una frase más profunda que
nunca esperé decir.
- Yo te amo más, dijo él dándome un beso.

100
Capítulo 20
Mía
Punto de vista de Mía
La navidad ha pasado, el año nuevo ya llegó y ni siquiera felicité a mis amigas.
Mañana comienzan las clases de nuevo y he estado todo el día encerrada en mi
habitación.
Cuántas veces critiqué a esas chicas que se dejaban manipular por sus novios,
cuantas veces dije que yo jamás dejarían que me trataran mal, que me
humillaran y ¿qué es lo que he hecho?, pues eso mismo.

24 de diciembre día de nochebuena.

- Hola amor, dije dándole un beso.


-¿Por qué tardaste tanto?.
-Estaba ayudando a mamá con algunas cosas.
-No me importa te dije a las 9 y son las 9:15.
-No es para tanto Alex.
-Claro que si.
-Bueno ya no te enojes, oye me llevarías primero a casa de Claire y luego
donde Vale, es que quiero felicitarlas.
-Claro que no, yo no soy tu chófer además te he dicho mil veces que ellas no te
convienen. No son tus amigas.
- Si lo son.
-Ya vámonos.
Llegamos a una fiesta, había mucho ruido, la música estaba al 100, algunas
personas se encontraban sentadas en el sofá, otros haciendo cualquier cosa en
las esquinas, era todo un caos, Alex saludaba a todos mientras entrábamos.
-Ven, vamos arriba.
Al subir estuvimos hablando con unos chicos, yo me quedé charlando con una
chica que me cayó muy bien, la había visto un par de veces en la escuela pero
nunca habíamos hablado.
-Me disculpas un minuto, necesito buscar a mi novio.
Estuve un rato buscando a Alex por todo el lugar hasta que abrí una de las
habitaciones ahí estaba él, con Rubí.
Todo el tiempo que yo estuve charlando afuera él estaba aquí adentro con ella
y yo no podía dejar de quitar esa imagen de mi cabeza, ahí supe lo cegada que

101
he estado, supe lo mal que me porté con mis amigas y supe lo estúpida que
había sido en creerle.
Bien dicen que más vale precaver que lamentar, pero yo siempre he preferido
lamentarme.
-Mía mi amor yo te puedo explicar.
-Tú cállate, eres un asco.
-Amor, calmante por favor no hagas drama.
-¿Drama?. Eso te parece, me das Asco, asco me oyes.
-Mía cállate.
-Eres una basura, como no me di cuenta antes, no vales nada.
-Esto solamente es algo pasajero, te puedes calmar.
-Quédate con ella son tan para cuál los dos, tú me das pena.
Fue ahí cuando Alex levantó su mano y me dio una cachetada, me pegó con
todas sus fuerzas.
Cuando un hombre hace eso te das cuenta lo que vale, y él no vale nada.
-Eres peor de lo que creí. -Dije con rabia mientras él se percataba de lo que
había hecho.
-Debí hacerle caso a Claire cuando pude y tú, dije dirigiéndome a Rubí quien
se quedó mirando sin decir nada.
-Ojalá aprendas a arreglar tu vida antes de que él te la empeore más.
-Mía perdón..
Me fui de ahí lo más rápido que pude iba corriendo, pero no había derramado
una sola lágrima, él no se la merecía y yo tuve que llegar a esto para darme
cuenta.
Debí alejarme desde el primer día que me humilló, que me utilizó como si
fuera un objeto, pero no lo hice, no me alejé y ese día me di cuenta que el amor
a veces es cegado, te ciega hasta el punto de no ver bien las cosas que están
mal, yo me dejé cegar, me alejé de mis amigas, ignoraba a mi madre, y me herí
a mi misma, ¿Qué estúpido no?.
Pero así es el corazón, así somos nosotros.
Debemos aprender a amar sin cegarnos por alguien, debemos aprender a amar
viendo sus virtudes y defectos, más no sólo sus virtudes, debemos saber
alejarnos cuando las cosas malas carcomen a los demás para no salir heridos y
debemos hacerlo para salvar nuestra integridad y quiénes somos.
Yo lo entendí tarde, y por más que aquellos que me querían me lo advertían yo
no los quise escuchar, porque viví un amor sordo, ciego, y mudo.
-Mía, ¿qué haces aquí?.
Dijo Pablo que paró su camioneta cuando me vio caminando en la calle a altas
horas de la noche.
- Hola, saludé. ¿Me podrías llevar a casa?.
-Claro Mía sube.

102
- ¿Qué te pasó en la mejilla?
-Me golpeé con la misma puerta varias veces, pero no te preocupes, ya entendí
que por ahí no debo cruzar.
Pablo se quedó sin entender nada pero yo lo había entendido todo muy bien, y
como dicen por ahí tuve que vivirlo para entenderlo.
-¿Qué haces a estas horas fuera?.
-Vengo de la casa de Claire, pasé la Nochebuena con su familia y, bueno
Carlos. Dijo él con un tono de desagrado.
- ¿Tú sigues enamorado de ella cierto?.
-Como un loco.
-Pero ella ama a Carlos.
-Desgraciadamente.
-Pero no me rendiré. Sé que puedo reconquistarla.
-No lo creo, llévate de mí y no te ciegues, ella lo ama a él no a ti.
-Bueno pero no hablemos de mí.
-¿Cómo vas con Alex?. Escuché que son novios.
-Ya no somos nada y de ese desgraciado ni me hables, se acostó con Ru…
-¿Con quién?.
- Bueno, es que no se si decírtelo es que…
-Con Rubí ¿cierto?.
-Sí.
-No me sorprende, lo hacía mientras estábamos juntos.
-¿Y tú no decías nada?.
-Me daba igual, yo hacía exactamente lo mismo con otras mujeres.
-¿Y cómo pudiste vivir algo así?, es denigrante hacerlo y que te lo hagan.
-Mía, cuando pierdes la vergüenza ya no te importa nada, Rubí la perdió hace
mucho y con ella aprendí a perderla, era lo que buscaba. Pero ahora sólo
quiero recuperarla.
-Sabes, yo me equivoqué con Alex y de algún modo la perdí también.
-Alex siempre ha sido un idiota, créeme que ya la recuperaste al liberarte de él.
-Además dicen por ahí que hay un lugar llamado mierda, ¿lo mandamos?.
-Sonreí por su comentario y dije que sí.
-Gracias Pablo.
- No hay de qué.

Época actual

El teléfono sonó y me alejó de mis pensamientos.


-Hola mamá.
-Hija estoy en el supermercado, ¿quieres que te traiga algo?.
-Sí mamá.

103
Ya sé con qué puedo pedirle disculpas a las chicas y mamá me ayudaría.
Al otro día, dejé una cajita con los chocolates favoritos de cada una encima de
sus butacas, con una nota que decía:
-"Sé que no puedo cambiar el pasado pero sí pedir perdón, las espero en el
banco de siempre".
Después de un rato Claire y Valeria llegaron.
-Hola, dije con nerviosismo.
- Hola. Dijeron ellas.
-Chicas me equivoqué, y sé que ustedes me lo advirtieron y me dijeron que
este momento pasaría, que volvería a ustedes cuando él me hiciera algo, y
¿saben? lo hizo. Me hizo algo horrible, hizo que yo dependiera de él, de lo que
me decía o de lo que hacía, hizo que llegara a tal punto de verlo como alguien
perfecto, donde lo irónico es que tenía más defectos y virtudes.
Me alejé de ustedes y de todos los que me querían pero no me arrepiento de lo
que sucedió porque gracias a eso aprendí que el amor no puede ser a ciegas y
que debo aprender a amar pero no sin antes aprender a amarme. Y sólo espero
que no sea tarde para recuperarlas a ustedes. Dije para empezar a llorar.
Ellas se quedaron calladas por unos segundos, se miraron y luego Claire
comenzó a hablar.
-Claro que no es tarde, bobita.
- Te queremos Mía y no importa lo que haya pasado eres nuestra amiga. Dijo
Valeria y las 3 nos abrazamos.
-Mía, tal vez fue mejor así, necesitabas equivocarte para entenderlo todo, sólo
espero que a partir de ahora recuerdes que primero estás tú, tu dignidad, tu
integridad, y que no importa cuánto ames a una persona, debes amarte más a
ti, y estar con personas que te sumen, no que te resten. - Dijo Claire.
-Mí, tal vez esto fue una mala experiencia pero te sirvió de aprendizaje, de
enseñanza.
Les conté toda la historia a ellas, les conté que incluso me había alejado de mí
autoestima, a tal punto de considerarme gorda, o insuficiente por comentarios
que él me hacía, les conté como me encerraba en mi cuarto pensando en lo
indigna que me veía al haber aceptado esa relación después de que dejé que
usara mi cuerpo, mi persona, mi corazón, pero aún así seguía con él y les conté
sobre aquel día.
-Es un cobarde mira que pegarte.
-¿Y con Rubí?
-Nunca me esperé algo así.
- Pues yo sí. Dijo Valeria.
Claire tomó mi mano y me dijo, me alegra que salieras de esa relación tóxica,
me alegra que esta experiencia te haya servido para aprender y me alegra que

104
lo hicieras a tiempo, él no te merece, no merece a nadie y si fue capaz de
pegarte una vez lo volvería a hacer.
- Gracias Claire, lo sé. Después de ver esto pude entender más a esas mujeres
que sufren de violencia, así empiezan sus relaciones y tal vez lo permiten por
miedo, por amor, por esa venda en los ojos que a veces nos ciega, y por terror a
quedarse sin ese amor enfermo y es lamentable.
-Es cierto Mía, dijo Valeria. Por eso al tener una relación debemos asegurarnos
de que sea sana poniendo nuestra integridad y amor propio primero que nada,
debemos amarnos primero a nosotros y luego a nuestra pareja, porque sólo así
podremos tener algo sano, algo que no sea dañado por los abusos o las
inseguridades.
-Y eso no es sólo para las mujeres, va también para cualquier persona no
importa el género. -Siguió mencionando Claire.
Todos debemos ser capaces de poner un stop cuando las cosas están mal y eso
sólo lo lograremos siendo valientes y rompiendo el miedo.
-Tienen razón chicas, las quiero.
-Y nosotras a ti.
Al volver a casa abrí todas las ventanas de mí cuarto, saqué todas esas cosas
que me hacían sentir mal, todas esas fotos que ya no servían, esos recuerdos.
Que aunque no podía borrarlos podía usarlos para recuperarme a mí.
Encendí mi computadora y puse “I don't wanna be you anymore" de Billie
Eilish para después pensar.
En una relación no importa si se quieren hasta morir, importa si se respetan,
si se cuidan, e importa ser consciente de la vida de lo que ocurre a tu alrededor
para no ser engañados, no ser humillados.
A veces quienes creemos amar no son las personas correctas para nosotros y
de eso te das cuenta con el tiempo.
Dije en mi mente, para después concentrarme en la melodía y seguir
escuchando: I don't wanna be you. Anymore.

Valeria, Mia y Claire, sentadas en el banco.

105
Capítulo 21
Problemas
Pasaron ya dos meses desde navidad, y la verdad es que no he tenido mucho
que contar, Vale y yo nos arreglamos con Mía y hemos salido varias veces, con
Carlos las cosas van bien incluso ya me aprendí mi primera canción en el
piano, mamá y Robert ya son novios y bueno yo estoy esperando a papá que
me recoja de la escuela, quedamos en que nos veríamos a la salida porque
quiero contarle lo de Carlos, ya es tiempo y sólo espero que Dios me ampare.
-Bonita, ¿estás segura que no quieres que te lleve?.
- No bicho, te dije que me voy con papá, pero gracias.
-Bueno, está bien, nos vemos. -Dijo él dándome un pequeño beso en la frente.
Después de unos minutos papá llegó.
- Hola hija.
- Hola pá.
- Y bien, ¿qué es eso tan importante que quieres decirme?. -Dijo él mientras
íbamos de camino.
-¿Podemos ir a un lugar a comer?. Ahí te lo diré.
-Pero si no tienes tiempo está bien.
Para mi sorpresa él aceptó y fuimos a un restaurante de comida mexicana que
vimos cerca.
Pedimos y después de un rato de comer los dos salimos hacia el jardín del
restaurante para platicar.
-Papá yo sé que mi relación contigo no es la mejor, que tal vez peleamos
mucho o no nos entendemos pero eres mi papá y las cosas que son
importantes para mí las quiero compartir contigo.
En eso sonó el teléfono pero antes de que pudiera contestar se lo quité.
-Sin celulares. -Papá yo.. tengo novio.
-¿Qué dices?.
-Pues eso, tengo novio y se llama Carlos. Es hijo de Robert.
- ¿El italiano ese que está saliendo con tu madre?.
-Sí.
- Yo sabía, sabía que esa relación de tu madre iba a traer muchos problemas
pero no ella no entiende, nunca lo hace.
-¿Eso es lo único que vas a decir?.

106
-¿Y qué quieres que te diga?. Las cosas de tu madre son definitivamente
inexplicables.
-Al igual que las tuyas. -Dije al instante.
- No entiendo por qué te molesta tanto que ella salga con alguien, tú hiciste tu
vida ¿no?. ¿Entonces?.
-Me molesta porque ella te contagia sus cosas, Claire ese muchacho no es para
ti.
-Pero si ni siquiera lo conoces, no entiendo.
- No hace falta conocerlo. Pero respondeme algo, ¿cuánto tiempo llevas con
él?.
-Casi 3 meses.
-Y hasta ahora me entero, soy tu padre, pueden ustedes darme por lo menos
un poco de consideración.
Su comentario me afectó y me afectó porque él nunca está, porque nunca
puedo hablar nada sobre mí ya que a él no le sobra el tiempo, ¿y era capaz de
pedirme consideración?.
-Eres mi padre, pero no te portas como uno, como quieres que te lo diga si
nunca estás, no vienes a casa, tardas semanas en verme y cuando lo haces sólo
son pasadas de 5 o 10 minutos, por teléfono no podemos hablar porque no me
escuchas y aún así pides consideración.
- Claire me estás juzgando muy mal y no me lo merezco, yo no tengo tiempo
para esto, para nada, por eso no voy a verte tan seguido.
- Yo tampoco me lo merezco, no merezco recibir el tiempo que te sobra.
Quieres decirme cómo es si no tienes tiempo, si puedes salir con tu otra
familia cada fin de semana, veo las fotos que subes no soy tonta, el que quiere
saca tiempo para los que ama.
Y ahora vienes aquí a decirme que no puedo estar con Carlos donde ni siquiera
sabes nada de mí. -Dije con rabia y lágrimas.
-Y yo... comenzó a decir con un poco de tristeza en su mirada.
- Yo no puedo, simplemente no puedo, por eso no lo hago, por eso no voy a
verte tan seguido, yo no puedo. Dijo sin saber qué más decir.
Pero eso no lo justificaba, no me decía nada.
-Por qué, ¿Dime por qué no lo entiendo?.
- Te doy todo lo que quieres y más, te entrego buenas notas de la secundaria,
no me meto en problemas, entiendo tus situaciones y diligencias, te respeto,
respeto que tienes otra familia, pero parece que eso no es suficiente para ti.
-Nada lo es. Y estoy cansada.
-Estoy cansada de no recibir aunque sea un poquito de amor gratis.
-¿Tan mala hija soy?.¿Tan mal se siente tener que verme?, ¿estar conmigo?.
-Dímelo papá.
-Dímelo no te quedes callado.

107
La impotencia se apoderó de mí y lágrimas en los ojos bajaban solas.
-Sabes lo que se siente que las personas te digan "no te preocupes tienes a tu
mamá", o "y tu papá no puede venir", "tu padre es muy dejado contigo".
- No, no lo sabes
-Sabes lo que es escuchar frases como, "Tu mamá te quiere mucho, olvídate de
él".
- Pues soy yo la que no puedo, por más que intento no puedo, duele pensar que
no me quieres, que no quieres compartir conmigo, que no te intereso, pero
estoy harta de sentirme mal por ti, de sentir que soy una persona tan dañina
que ni siquiera mi propio padre quiere estar conmigo.
-Estoy harta de pensar en ti, pero no te preocupes porque supongo que así será
siempre ¿no?. No se puede obligar a querer, y yo ya me acostumbré a eso.
Sabes papá, lo tuyo va más allá del poder, lo tuyo tiene más que ver con el
querer, y como no quieres no lo has hecho.
Él seguía sin decir nada, sólo miraba y una lágrima bajó de su mejilla, yo tenía
rabia, impotencia, decepción.
-Di algo, habla, explícate. Grité sin más pero él no se movía, no decía nada y su
silencio lo confirmaba todo, él no ha cambiado su forma de ser conmigo no
porque no puede sino porque no quiere, y me dolía muchísimo ese silencio,
que no dijera nada fue como si hubiera dicho todo a la vez, tomé mi mochila la
cual había dejado en un árbol que tenía el patio del restaurante y dije:
-Perdóname papá por no ser lo que buscabas.
Tomé un taxi y salí de ahí, él no dijo nada. La conversación había pasado del
tema de Carlos a la relación que tenemos mi padre y yo, pasó en un segundo
sin ni siquiera buscarlo y eso es porque cuando se dejan temas pendientes,
nada nuevo puede solucionarse. Yo estaba llorando en silencio, no gritaba, no
sollozaba, las lágrimas solo bajaban sin yo querer sin yo buscarlas, ellas venían
solas, es viernes en la tarde y mi madre salió a hacer las compras del mes, yo
no quería estar sola en casa y mucho menos que ella me viera llorar así, le dije
al chofer que me llevara a casa de Carlos y los minutos se hicieron eternos a
pesar de que habíamos llegado rápido, no se ni siquiera por qué me afecta
tanto este tema, por que me duele tanto su rechazo, su silencio es como si él
quisiera destruir cada cosa buena que hace con otras que hieren y por más que
intento sacarlo de mi corazón, no puedo, es mi padre y lo quiero.
Pagué el taxi y me dispuse a tocar el timbre, toqué el timbre varias veces y
luego de un rato el portón se abrió Carlos me vio por las cámaras y se dio
cuenta que era yo, salió con el pantalón de pijama y el pecho descubierto
parece que estaba durmiendo, cuando me miró pude notar su cara de
preocupación, su angustia y yo solo quería llorar.
-Bonita, ¿qué pasó?.
-Solo abrazame. dije para después abrazarlo con fuerza.

108
Tal vez para algunos este tema sea algo sin importancia, para otros un tema de
confusión, o tal vez solo algunos lo entiendan, pero cuando crecen teniendo un
padre que está tan cerca pero a la vez tan lejos es cuando te das cuenta que tal
vez no tenerlo te dolería menos.
Carlos me preparó un chocolate caliente y me trajo unas galletas, la verdad es
que hoy parecía una de esas típicas escenas de películas en las que surgen los
problemas y empieza a llover, literalmente estaba lloviendo.
Se sentó a mi lado mientras yo me comía las galletas en su cama, Robert había
salido con Emily a sus terapias y Martha tenía el día libre así que estábamos
solamente él y yo.
Él me acariciaba el brazo con sus manos, no preguntaba nada, solo estaba ahí,
sentía su presencia cerca de mí y eso me hacía bien, mucho bien.
-¿Crees que soy una mala persona?. Pregunté de repente, en ese momento me
sentía como la niña de 10 años que se preguntó eso una vez llorando en
silencio en su almohada.
-Claro que no bonita, ¿por qué dices eso?. Eres la persona más gentil y buena
que he conocido, ¿recuerdas la vez que te dije que las rosas blancas significan
pureza?, dije también que eso veía yo en ti y eso solo lo tienen las personas
buenas.
-Entonces si soy buena, ¿por qué las personas que quiero se alejan de mí?.
-No te entiendo bonita, me tienes a mí, tienes a tu mamá, tus abuelos, tus
amigas.
-Pero no lo tengo a él, por que si estoy tan cerca, por que si me dieron un
padre, lo siento como si no estuviera y no lo está, está físicamente mas no
conmigo y me siento una tonta sabes, siento que he hecho todo mal, por qué
yo no puedo disfrutarlo como otras personas lo hacen, por qué no puedo pasar
horas discutiendo con él para saber a quién le quedó mejor la pizza, o si él
partido de fútbol estuvo bueno o no, y por qué tengo que pensar tanto en él si
no está sumando nada a mi vida, por qué dime por qué.
-Me siento débil Carlos, vulnerable y me duele pensar que no le importo.
-Bonita, ven aquí -dijo él para después abrazarme.
Estuve un rato con él, y luego decidí salir a caminar, conozco esa zona por la
que Carlos vive, así que decidí tomar aire para liberar mis pensamientos,
Carlos se quedó preocupado y quiso acompañarme pero le dije que todo
estaría bien.
Al llegar al parque me senté en uno de los bancos que daba la vista de una
fuente con muchas palomas, me quedé tomando aire por unos minutos hasta
que comenzó a acercarse un señor, era Marcos también conocido como
Beethoven, dueño de la tienda de música.
-Hola señorita.
-Señor Beethoven, dije para después levantarme a saludarlo.

109
Ambos nos sentamos en el banco y nos pusimos a conversar.
-¿Qué haces aquí sola, niña?. Y con esa cara tan triste. ¿El amor no funcionó?.
-El amor sí, lo que no funcionó fue esto, dije mostrándole la cadenita con la
nota de sol.
-¿Y cómo sabes que no funcionó?.
-Porque mi relación con mi padre va de mal en peor. Otra vez discutimos, al
igual que siempre.
-Ay niña, si yo me hubiera llevado de eso, no estaría aquí hablando contigo.
-Mira yo vengo a ver a mi padre que vive en esta ciudad, y lo hago a pesar de
todas las peleas que tú dices, cuando yo tenía tu edad mi padre y yo
peleabamos todo el tiempo, porque siempre se la pasaba en el trabajo o
discutiendo con mamá, mi padre era alcohólico, así que su único trabajo sabes
¿cuál era? la bebida. No tengo bonitos recuerdos de esa época, mamá lo echó
de la casa después de que en una borrachera le pegara y bueno yo me alejé de
él.
Él en cambio decidió cambiar, regenerar su vida y cuando lo hizo me buscó,
me pidió perdón y me dijo muchas cosas, entre ellas la que dicen todas las
personas que cometen errores, “me equivoqué”, y la segunda una muy
importante “nadie me enseñó nunca cómo ser padre”. Esa frase la entendí
cuando tuve a mi hija y no supe comprenderla, mi hija tenía problemas de
ansiedad, para mi solo eran cosas de adolescente, algo pasajero, no le di
importancia y bueno todo terminó mal.
Entonces ahí entendí que nadie nos dice cómo ser padres y que por más que
tratemos siempre cometemos errores, tal vez tu padre los ha cometido, errores
en el pasado que lo avergüenzan e impide tratarte como debería, pero la vida
es así si uno viniera al mundo con un manual que dijera cómo vivirla todo
fuera más fácil, pero eso solo sucede en la imaginación y hay que aceptarlo.
Solo dale tiempo, dale tiempo a tu padre y verás que ese mismo tiempo te dará
la respuesta. Y bueno tal vez la cadenita te ayude un poco.
-Gracias Beethoven, dije para luego darle un abrazo.
-Sabe supongo que tengo que descubrirlo a él y descubrir de paso quien soy yo.
-Y lo harás linda, lo harás.
Al regresar a casa tomé mi cuaderno y empecé a escribir, escribí de repente
algo que llegó a mi cabeza como un torbellino y que no quería olvidar nunca.

Para poder entender sentimientos hay que llegar a lo más profundo de las
palabras.
Supongo que yo he desgastado mucho las mías, porque por más que los
busco, que los llamo, no logro entenderlos y es dificil, es dificil cuando tienes
recuerdos encontrados en ellos, personas, emociones, cuando tienes esa
sensación de todo o nada, pero aunque lo diste todo sientes no haber hecho

110
nada, y aunque nadie te dijo hazlo simplemente lo hiciste porque sentías la
necesidad de hacerlo, supongo que no he llegado a lo profundo de mis
palabras porque por más que me esfuerzo por intentarlo al final me termino
hundiendo y por más que me esfuerzo en olvidarlo, el karma tiende a
regresar de nuevo.
Y no somos de piedra para entenderlos y buscar un todo o nada, al final de
los sentimientos sabemos simplemente lo mismo que saben todos y lo demás
lo aprendes mientras el tiempo avanza.
Lo curioso de ellos es que se presentan en todo y en todos, en la familia, las
parejas, los amigos y en nuestro mayor tesoro, mientras ellos aparecen los
problemas se van formando, y aunque te endulzan con el aroma de su
encanto, son ellos los que al final te terminan dañando.
Podría mentir si dijera que no duele que lo hagan, pero supongo que al final
del día no llegaría a lo más profundo de mis palabras.

♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤

Punto de vista de Carlos


-No Martha, jamás tendría el valor de decirle a mi hijo lo que pasó ese día.
-Pero señor, él tiene derecho a saberlo.
-Y en serio quieres que le diga que yo dejé la manguera del gas floja después de
haber discutido con Renata porque se quería separar de mi. Quieres que le
diga que yo tuve la culpa del incendio.
-Pero fue un accidente señor usted no se percató de que la manguera estaba
floja.
-Pero debí asegurarme Martha, no actuar por impulso, mi hijo tiene la idea de
que nuestro matrimonio fue perfecto, no quiero decepcionarlo.
-Pero señor.
-No Martha bastante tengo con la culpa que siento, y que Emily nos haya visto
discutir ese día me afecta más.

Yo estaba detrás de la puerta y había escuchado todo, mi papá nunca me contó


eso, por años viví una mentira, y justo ahora me enteré de la verdad. Abrí la
puerta y miré a mi padre fijamente, él estaba nervioso, asustado, sabía que lo
había escuchado.
-Por eso los doctores siempre decían que Emily había visto algo que la impactó
más ese día, y según yo nadie sabía qué, pero fue la pelea que tú y mamá
tuvieron y dime papá, ¿se iban a separar?, cuando pensabas decirmelo cuando
cumpliera 30. Dije llorando.
-Hijo yo…
-Quiero que me cuentes toda la verdad.

111
-Cuando tu madre y yo nos casamos nos amabamos mucho, pero con el tiempo
la relación cambió, ella y yo teniamos gustos distintos, formas distintas de ver
la vida, conoció a un hombre que le ofreció trabajo en un vivero, por eso en su
último año antes de morir ella estuvo trabajando en ese lugar, trajo muchas
rosas a la casa y se sentía más feliz.
El día del accidente discutimos porque ella quería el divorcio, ya no sentía
nada por mí y prefería dejarme para no hacernos daño, yo la quería mucho y
no quería separarme de ella, pero en eso Emily nos encontró hablando de
separación y fue a encerrarse a su cuarto, tu mamá intentó hablar con ella pero
no nos dejó, yo salí contigo para que no te dieras cuenta y bueno lo demás es
historia.
-No te dije nada en estos años por miedo, miedo a que me odiaras porque por
mi terquedad de no entender a tu madre cause un daño terrible.
-Jamás podría odiarte papá, y lo del incendio no fue tu culpa.
-Yo se que mamá te amó mucho alguna vez y sé que tú también la querías
jamás le harías daño.
-Te agradezco hijo.
-Y yo agradezco que me lo contaras, pero ahora tengo mucho que pensar.
Dije para después subir a mi cuarto.
Estuve pensando un buen rato en mamá, en nuestras vidas, en el incendio y en
cuanto me dolía que las cosas se hubieran dado así.
Sono el telefono era Claire, conteste y trate de sonar lo mas calmado posible,
ella ya tenía muchos problemas familiares para tener que preocuparse con los
míos.
-Hola bicho.
-Hola bonita que paso?.
-Me enteré que hay una fiesta con motivo a nuestro último año, vamos?, la
verdad es que no tengo nada que hacer y quiero distraerme un poco.
-Claro vamos a que hora es?
-Podemos ir a las 7:30pm.
-Perfecto a esa hora te recojo.
-Te quiero.
-Yo más.
Después de eso estuve hablando con Sebastián que también iría a la fiesta, el
quedo de pasar primero por aquí y bueno estuvimos un rato conversando.
-No puedo creer que tu padre no te dijera nada. Y no te enojaste con él?
-No Sebastián, es mi padre bastante tiene él con lo de Emily como para que
ahora yo me ponga en su contra.
-La verdad es que si fue un poco fuerte lo del incendio, y tú cómo te sientes?

112
-Mal, pienso que tal vez si no hubieran discutido ese día, o si Emily no los
hubiera visto mamá estuviera aquí, pero bueno ya no se puede cambiar el
pasado.
-Primo si te sientes así por qué no le dijiste a Claire que no.
-No quiero preocuparla, además su compañía me hará bien.
-Si que estás enamorado.
-Pero tú no te quedas atrás.
-Que guardadito tenías lo de Valeria, me tuve que entrar por la misma Vale, ya
que el traidor de mi primo no dijo nada.
-Sí bueno, mis disculpas pero no estaba seguro de nada.
-¿Y ahora?.
-Bueno ahora, sí.
Vamos, se nos hace tarde dije con una sonrisa.
Cuando llegamos a casa de Claire, estaban Claire y Valeria esperando en la
puerta.
-Mira te traje a tu galán. Le dije a Valeria para luego saludar a mi novia.
Que extraño suena eso mi novia. ;)
-Hola bonita.
-¿Y a mi que me trajiste?. Dijo ella con una sonrisa tierna.
-Mi presencia y esto. -Dije robándole un beso.
En el camino Claire me preguntó qué me pasaba, me conocía muy bien sabía
cuando estaba triste, feliz o enojado, Sebastian y Valeria se desmontaron del
auto primero y Claire no me dejó bajar hasta no darle una respuesta.
-No es nada bonita, no te preocupes.
-Como que no es nada, llevas 15 minutos agarrándote el pelo eso solo lo haces
cuando algo te pasa.
En estos momentos es cuando odio que me conozca tanto.
-Me enteré de algo que pasó el día del incendio en el que murió mi madre y
bueno me puse mal pero no quiero hablar de eso.
-Prometo que te lo contaré luego.
-Esta bien cucaracha discreta, pero sabes que te quiero y estoy aquí para ti.
-Lo sé, bonita -dije dandole un beso en la frente.
Entramos a la fiesta y estaba toda la promoción incluyendo a chicos de otros
grados, el ambiente estaba muy cómodo, pedí una bebida algo ligera y Claire
me acompañó con una soda. Vale y Sebastian no se donde estaban y Mia la
encontramos al llegar pero luego se perdió, todo iba bien hasta que Miss señor
enamorado llegó a la fiesta.
-Hola Claire.
-Hola Pablo.
-Carlos.

113
-Pablito, ¿cómo estás?. Dije con un tono de ironía al ver como el muy
descarado se sentaba al lado de Claire.
-Todo bien Carlos, mucho mejor de encontrar a Claire aquí.
-Te acuerdas Claire de nuestra primera fiesta.
-Claro, fue cuando entramos a la secundaria tuviste que ayudarme a hacer los
oficios del hogar por una semana después de llevarme sin permiso.
-Si.
Dijeron los dos riendo.
-Bicho, esa vez Pablo me dijo que mamá le había dicho que sí para ir pero fue
mentira y bueno nos tocó el castigo.
-¿Mentirosito desde chico eh Pablito?.
-Si Rinaldi, así es. -dijo él con una sonrisa.
Comenzó a acercarse mucho a Claire y yo estaba a punto de reventar, no
dejaba de hablarle y coquetear, Claire me agarró la mano para que me
calmara, pero me molestaba su presencia.
-Voy a ir a buscar a Mia y vuelvo en un rato.
-¿Te quedas aquí?. Asentí, para después ella marcharse dándome un corto
beso.
-Mira tú Romeo, no soporto más tus insinuaciones hacia Claire.
Ella es mi novia aunque no te guste.
-Por desgracia, pero creo que te dije una vez que ella no es para ti y lo
sostengo.
-Mira, te lo advierto Pablo no me busques. Dije levantándome del sillón.
-Y si no quiero, ¿qué?, dijo él levantándose.
Estaba apunto de, como diría el abuelo Tony surtirmelo a golpes pero en eso
llego Rubi, la que faltaba.
-Hola Carlos.
-Hola, respondí sin dejar de mirar a Pablo quien desapareció después de ver a
su ex.
-¿Y qué haces aquí tú solo?.
Que te importa, digo mal pensamiento.
-No estoy solo vine con Claire.
-Ah tu novia, creo que la vi buscando a su amiguita por ahí.
-Gran dato gracias, iré a buscarla. Dije parándome de ahí para alejarme del
enemigo.
Esta chica quería algo, no era casualidad que estuviera aquí.
En eso estuve buscando a Claire por todo el lugar, la fiesta se hizo en la casa de
uno de los del comité estudiantil y la verdad es que tenía varias habitaciones.
Entre a un despacho que había para seguir buscando a Claire en eso la puerta
se cerró, yo me volteé y vi quien era.
Era nada más y nada menos que Rubi.

114
Como dicen por ahí nos metimos en la boca del lobo.
-¿Qué haces?, le pregunté con fastidio viendo como estaba parada enfrente de
la puerta.
-Ay pero no me mires así, mira que me gustas y mucho Carlos.
-Bien por ti ahora abre la puerta.
-¿Por qué?, vamos, tu novia no está, debe estar con Pablo por ahí, no ves que
ahora se han vuelto súper amigos.
-Rubi muévete de ahí y abre la puerta.
-¿Qué?, te molesta lo que te dije, pero si son tal para cuál esos dos, mira que
Pablo es el amor frustrado de Claire.
-No estoy para tus juegos si no te mueves te voy a quitar yo.
-Carlos, escúchame, y escúchame bien tu relación no te durará mucho tiempo,
yo la conozco, ahora que Pablo terminó conmigo va a querer estar con él, y lo
va a lograr, ¿él es su primer amor no?.
-Eso no va a pasar.. Comencé a caminar para quitarla del medio pero en eso
cuando abrí la puerta ella me agarró desprevenido y me besó.
No sé cómo ni cuándo pero se había quitado el vestido, supongo mientras
abría la puerta que ella había trabado.
Me separé de ella en cuanto vi que me besó, pero ella dio una mirada atrás de
mí y entonces comenzó a hablar.
-La pasé genial. Dijo ella con una sonrisa mirando hacia atrás donde había
mirado antes.
Yo no entendía nada.
-Estás loca. le dije pero cuando volteé supe lo que pasaba.
Era Claire, estaba al lado de Mia y de Pablo y me miraba con decepción,
observé bien mi alrededor y lo que había pasado, era la escena perfecta para
separarnos y Rubi lo había planeado muy bien.
Claire tenía los ojos llorosos, pero no decía nada.
-Claire, bonita empecé a decir, te juro que yo no..
Pero ella salió de ahí lo más rápido que pudo junto a Mia.
Yo me apresure para ir detrás de ella pero Pablo me agarró del brazo.
-Te dije que ella no iba a ser para ti.
-Debí suponer que esta porqueria la ideaste tú, ustedes son peores de lo que
imaginé. Dije mirándolos a ambos.
-Pero ni así me separaras de Claire, finalice diciendo para después marcharme.
Al salir de la fiesta Claire ya no estaba, tomé corriendo el auto y fui a buscarla
a la casa, al llegar me abrió Claris.
-¿Está aquí?.
-Está en su cuarto, cuando iba a subir Claris me detuvo y dijo:
Está llorando.
-Claris, le juro que yo no hice nada.

115
-Carlos es mi hija, así que eso espero.
Subí a la habitación y abrí la puerta.
-Vete gritó ella sin mirarme.
-Claire, te juro que yo no hice nada, fue una trampa.
-Los vi Carlos, se estaban besando y ella estaba, pues así ahh, gritó ella con
rabia.
-Bonita, yo jamás te haría eso.
-¿Por qué con ella Carlos?, ¿por qué?.
-Te juro que fue una trampa estaba buscándote y ella de repente entró al
despacho.
-No quiero escuchar tus explicaciones, vete.

Le insistí pero sabía que no me iba a escuchar, y no la culpaba, ellos habían


planeado todo muy bien, yo en su lugar hubiera reaccionado igual o peor.

♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤

Han pasado dos semanas desde lo ocurrido, dos semanas en las que no ha
querido hablarme, verme, ni escucharme, le dejé mil mensajes en el celular, la
llamé mil veces, fui a su casa, la busqué en la escuela pero por todos lados me
evitaba.
-Hola peque.
Emily me dio un beso y me hizo señas de por qué Claire no ha venido, le
prometí que pronto la vería y subí a mi habitación, ya no podía aguantar un
minuto más, me cambié y fui directo a su casa, me tenía que escuchar sí o sí.
Baje del auto y toqué la puerta pero para mi sorpresa estaba abierta, la puerta
de atrás también lo estaba, me paré en el marco para verla, y la vi estaba con
Pablo.
-Besándose.

Pablo me miró con satisfacción y yo me alejé de ahí lo más pronto posible, ella
estaba de espaldas, no me vio pero no necesitaba hacerlo, supuse que tenía
cosas más importantes que hacer que hablar conmigo.
Llegué a casa y me encerré en mi habitación, tenía en las manos el retrato de
Claire que Emily me había hecho una vez, y pesaba en el recuerdo que tenía de
mamá cuando hablamos del amor, para que sea verdadero tiene que ser
sincero y yo en serio creí que el nuestro lo era.

116
Capítulo 22
Dudas
Estábamos en la terraza en la parte trasera de mí casa y Pablo me besó, sin
esperarlo, sin yo quererlo sólo simplemente lo hizo, su beso era frío y mi
cuerpo no evitó reacción al rechazo.
-¿Qué haces?. Le dije apartandome de él.
- ¿Por qué me besas?, ¿por qué lo hiciste?.
- Porque te amo Claire, te lo he dicho no he dejado de amarte.
-Y yo te dije que a quien amo es a Carlos.
-Él te engañó Claire y te engañó con Rubí, de verdad quieres que te lo
recuerde.
-No necesito que me lo recuerdes pero independientemente de eso, quiero que
te quede claro que nada va a cambiar lo que yo siento por él.
-Pablo quedamos de ser amigos, no lo arruines por favor.
-Pero Clai.
-Vete por favor.
- No entiendo por qué te pones así, por qué te molesta tanto que te ame.
-Me molesta que no sepas respetar mis sentimientos te quiero como un amigo
nada más, no me beses, no me busques de otra manera porque no vas a
encontrar nada.
-Estoy harta de todo, harta de mis problemas familiares y amorosos como para
también tener que cargar con esto.
-Vete por favor Pablo.
-No vemos, dijo para luego marcharse.
No me percaté si había sido grosera o no y la verdad no me importaba, en este
momento tengo miles de pensamientos encontrados han pasado 2 semanas
desde esa fiesta en la que Carlos me engañó y tengo miles de dudas en mi
cabeza, tengo problemas con mi padre acumulados que no logro resolver,
tengo esta sensación de rabia por aquel día y en un mes se viene la graduación
y ni siquiera sé qué hacer, no sé bien ni quién soy.
Tomé mi libreta de historia y comencé a estudiar para mi examen de mañana,
la verdad es que no tengo ánimos, ni ganas, pero supongo que no puedo
rendirme.

117
Me pregunto por qué los hombres son tan complicados, por qué la vida es tan
complicada, por qué es tan difícil el amor, y sin dejar de mencionar lo
complicada que soy yo.
-Clai hija ya volví. Dijo mamá viendo que estaba estudiando en la sala, o bueno
eso parecía.
- Hola mamá.
-¿Y Pablo se fue?.
-Ni me hables de él, lo eché. Se atrevió a besarme, la verdad es que no quiero
saber de hombres. Son todos iguales.
-Entonces, no te gustará lo que te voy a decir.
-¿Qué?
-El sábado Robert dará una fiesta para anunciar nuestro compromiso, dijo ella
enseñándome el anillo.
-¡Oh por Dios!!. No puede evitar gritar.
Me tiré del sofá lo más rápido que pude para acercarme a ver el anillo.
- Es hermoso mamá, muchas felicidades -dije dándole un abrazo y un beso.
- Gracias mi niña.
-¿Y cómo fue cuéntamelo todo?. Dije jalando dos sillas para enterarme del
chisme.
-Me lo pidió hoy, sin aviso, sólo así espontáneamente.
-Eso es genial. AHH!.
-¿Pero espera?. Si hay fiesta el sábado eso significa que tendré que ver al
#exbichotraidor1.0
-Hija, por favor hasta cuando vas a seguir enojada con él.
-Hasta siempre, ¿te parece poco lo que me hizo?. Se comió a Rubí.
-Puedes ser menos directa, ni siquiera dejaste que te explicara.
-¿Y tú cómo estás tan segura de que eso pasó?.
-Lo vi todo con mis propios ojos mamá.
- La viste a ella como no debías pero no lo viste a él. Además me has dicho
muchas veces cómo es esa tal Rubí.
-Y se me hace mucha casualidad que justamente en un lugar donde tú estabas.
Si se la hubiera querido comer lo hubiera hecho desde que llegó a la escuela y
en otro lugar, total Carlos es muy guapo.
-Mamá!!. -Dramaticé al ver lo que dijo.
Ella comenzó a reír.
Sólo digo que le des una oportunidad de que te explique, no me dijiste que te
dijo que todo fue una trampa.
- Pues eso dijo pero-
-Pero nada. El sábado aprovecha para hablar con él.
- Gracias mamá te quiero.
-Y yo a ti.

118
♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤

- Bueno, mamá me dijo que tengo que hablar con Carlos.


-Clai, yo llevo la semana entera diciéndote eso. Lo tienes que hacer. - Dijo
Valeria devorándose un sándwich.
-Claro que no, ¿no ves lo que le hizo?. Todos los hombres son iguales, la
misma porquería.
-Podrías dejar de hablar así Mía, mi bugaboo no.
-¿Tú bugaboo?. Le preguntó Mía a Valeria.
-Sebastián, así le digo.
Yo me eché a reír.
- No sé chicas, creo que debería enfocarse un poco más en mí, ni siquiera sé
que voy a hacer cuando salga de aquí y el tiempo se me está viniendo encima.
-Clai, por qué no estudias algo que tenga que ver con matemáticas eres buena
para eso. Mencionó Valeria.
-O con literatura, te encanta escribir.
- No sé chicas me gustan muchas cosas.
-Creo que deberías poner una balanza de qué es lo que más te gusta.
-Tienen razón, eso haré.
-Oigan. Lo que nos va a caer arriba es el examen de historia, ¿vieron eso?.
-¿Qué cosa?.
-Los numeritos esos que se combinan con los meses. Eso es una crueldad total.
-Vale, querrás decir las fechas.
-No menciones esa palabra, es como invocar espíritus malignos, quien en su
sano juicio quiere aprenderse fechas.
-Vale tiene razón, a quien le importa si la Segunda Guerra Mundial fue en el
1900 o en el siglo 1 Antes de Cristo, el punto es que pasó ¿no?.
- Ay chicas, dije para después levantarnos del banco para ir a tomar el examen.
El día había pasado y si se preguntan si sobrevivimos al examen pues sí.
Para mi sorpresa Carlos no intentó buscarme hoy, me estuvo evitando el día
entero, eso me preocupó, pero lo agradecía hablaría con él el sábado y ahora
sólo necesito pensar un poco en mí.
Le dije a mamá que comería fuera porque quería despejarme un poco,
aproveché que tengo mucho sin ir donde Donato así que hoy se comería pizza.
- Hola Donato, saludé al llegar.
-Ragazza Claire, hola. Dijo él dándome un abrazo.
-Siéntate, siéntate.
-¿Mi ahijado no viene contigo?
- No, la verdad es que estoy enojada con él.
- No me digas eso. Dijo él con su acento Italiano y un toque de preocupación.
-Ese Bambino, me va a escuchar cuando lo vea.

119
Yo me eché a reír y continué hablando.
- La verdad es que no quiero hablar de eso.
Vine aquí porque quiero probar una de las mejores pizzas de toda la ciudad y
también porque necesito un consejo.
- Ay ragazzina, ragazzina, ni más faltaba, esta vez corre por cuenta de la casa,
mira que no hay nadie a esta hora y yo también necesito comer.
El señor Donato preparó una pizza de pepperoni muy buena y lo acompañó
con unos palitos de queso muy ricos, ambos disfrutamos mucho la comida y él
me contó de sus tiempos cuando empezó a cocinar.
- Mira en mi primera pizza la masa me quedó cruda, mi padre que era un chef
de primera se quería morir no sabes, repetía y repetía:
Come può essere possibile?.
questa è una punizione, una punizione.
¿Cómo puede ser esto posible?.
Esto es un castigo, un castigo.
Dramatizó Donato imitando mientras yo reía.
Después de un rato de más historias e historias del italiano, decidí preguntarle
esto:
-Señor Donato, si se equivocó tantas veces, ¿Cómo supo en verdad que esto era
lo que le apasionaba hacer?.
- Mira bambina, yo me equivoqué mucho sí, pero mientras más me equivocaba
más entendía que esto era lo que me gustaba, porque no me rendía, no tuve
miedo a rendirme y bueno al final logré cumplir mi sueño, tengo mi
restaurante, y debo decir que mis masas ya no son crudas.
Ambos reímos.
Miré el reflejo de mis pensamientos y apagué mi sonrisa.
-¿Pero y si a las personas no les gusta lo que haces?.
-Creo que ya sé que está pasando aquí jovencita.
Questa signorina tiene miedo a fracasar.
-Tengo miedo a hacer lo que me gusta y que al final nadie valore mi esfuerzo.
-Te voy a decir algo, si tú lo valoras, los demás lo valorarán también. La clave
está en tener confianza en sí mismo.
Mis pizzas al principio eran incomibles un orrore, un orrore, pero si me
hubiera detenido ahora mismo ni siquiera estuviera hablando contigo, tal vez
estuviera en una oficina archivado papeles o en un edificio arreglando
construcciones pero no, estoy aquí porque seguí creyendo en mí y en mi sueño.
- En la vida vamos a fracasar claro y a caernos hasta rompernos los huesos,
pero tenemos que levantarnos y seguir.
-Pero ¿y si no puedo?, si no existe una fuerza que me permita seguir o ¿y si
para la gente eso sólo es un sueño y no una realidad?. ¿Y si tal vez tengan
razón?.

120
-Los límites te los pones tú, no tengas miedo a fracasar sin ni siquiera haberlo
intentado, nunca tengas miedo a luchar por lo que quieres, por más difícil que
sea, y por más piedras que se atraviesen.
Eres tú quién pones el límite de tus obstáculos y el límite de tus sueños.
Y yo no sé qué piensas tú, pero cuando se trata de sueños, yo prefiero no
limitarme, aunque no cumpla ni la mitad de ellos o aunque el tiempo no me
alcance, pero tendré la dicha de que por lo menos lo intenté.
Sabes cuántas personas me dijeron una vez que como chef moriría de hambre
y bueno de hambre no he muerto, pero sí de sueño aquí no se descansa, -dijo
el sonriendo.
-Pero sabes, no me arrepiento de haber perseguido mi pasión y espero que tú
tampoco lo hagas.
- Gracias Donato, gracias. Dije con una felicidad, con la paz que me habían
entregado sus palabras.
Él me miró y me dijo.
- Ragazzi como tú que irradian luz por donde pasan, no deberían tener miedo
a experimentar la vida, porque esta sólo es una y con nuestras metas hay que
vivirla.
-Para cumplir nuestras metas hay que amigarnos con las inseguridades, para
que no nos ataquen y las dudas no nos calcoman.
- Gracias. Dije dándole un abrazo para luego despedirme.
Al llegar a casa investigué acerca de mis gustos, lo que me entusiasmaba, mis
deseos, pensé acerca de qué es aquello que me hace feliz y me di cuenta que es
simplemente: las palabras, esas pequeñas partículas llenas de letras son las
que me hacen sentirme viva, ser quien soy, muchas personas se comunican
con los demás a través del baile, la música, el habla, el arte, la actuación pero
lo mío son las letras, con ellas puedo transmitirle tantos mensajes al mundo,
esos mensajes que tal vez puedan ayudar a quienes lo necesitan.
Cómo dijo William Shakespeare una vez:

Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del


corazón.
En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos
ser.

Y yo he visto todo este tiempo aquello que quiero ser, pero siempre intento ser
alguien más.
Las palabras son aquello que soy, aquello que espero ser, no importa si las
mías sean arte o falsedad, con ellas es con quién me quiero arriesgar.
♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤

121
El fin de semana llegó y por tanto también la fiesta, la abuela Nani se
encontraba entrando a casa, y bueno discutiendo con el abuelo por ponerse
siempre la misma camisa.
-Siempre esa camisa hombre, teniendo más en el closet.
- Esta me hace feliz mujer, y dónde está el tolete ese. Dijo el abuelo buscando a
Oliver que había venido con ellos.
-Cacatúa, -dijo él al verme.
- Hola señor Scrooge, que guapo, dije dándole un beso en la mejilla.
-¿Lo ves?, mi nieta si aprecia mi sentido de la moda.
La abuela le dio una mirada asesina para luego saludarme.
-Hola mi vida.
- Hola abue, mamá está en el cuarto.
-Pasaré a verla.
Después de un rato llegamos a la casa donde sería la fiesta, resulta que es en la
finca del Señor Robert dónde está Max.
Lo cual me hacía mucha ilusión, tengo días sin ver a ese caballo comelón.
Cuando llegamos saludé a Emily que nos estaba esperando impaciente en la
puerta principal.
- Hola hermosa, dije corriendo a abrazarla, ¿cómo estás?.
-Emily me hizo señas de que estaba muy bien al verme y yo también lo estaba,
esa niña es un sol y me había hecho falta estos días.
¿Se dan cuenta?. Es increíble cuando conoces a alguien de repente y esas
personas cambian tu mundo, te dan una perspectiva diferente de vida y es ahí
cuando ya no te acuerdas cómo era tu vida sin ellos. Por eso es que debemos
tener cuidado porque cuando se van, entonces conocemos lo que es sufrir.
Saludé a Robert, a Martha y a varios invitados de la fiesta, pero al que no veía
por ningún lado era a Carlos. Le pregunté a Emily y me dijo que no sabía
dónde estaba entonces fui a las caballerizas y ahí lo vi, estaba acariciando a
Max como de costumbre y dándole de comer.
- Hola. Dije al llegar.
Cuando me vio no se inmutó pensé que me hablaría, que se pondría feliz de
verme, pero no fue así.
-Podemos hablar. Dije con un nudo en la garganta al ver su desinterés.
- No veo de que tenemos que hablar, todo está dicho entre nosotros.
-Claro que no Carlos, yo sé que debí escucharte ese día, tratar de ver que pasó
pero entiendeme no podía, tenía rabia.
-¿Y todavía tienes el descaro de mencionar eso?. Ni siquiera fue mi culpa, fue
una trampa de Rubí y tu nuevo noviecito, pero sabes qué no importa.
-¿De qué estás hablando?. Te has vuelto loco.
-Loco estaba al creer en ti, por qué no te vas con Pablo a él es al que quieres,
¿no?.

122
-¿Eso es lo que piensas?.
-Chicos aquí están -dijo Martha llegando de repente.
-Vengan los invitados acaban de llegar y sus padres los están buscando.
-Ambos caminamos detrás de Martha, mirándonos con cara de fastidio.
¿Qué le pasa?, Se ha vuelto loco.
Parecíamos dos niños después de pelear por un juguete.
Al llegar nos colocaron uno al lado del otro para una foto familiar.
En eso Carlos comenzó a hablarme en el oído.
-Mira allá está tu príncipe azul por qué no corres a buscarlo.
Dijo para después sonreír a la foto como si nada.
- ¿Ah sí?, pues que lastima que tu arpía adorada no está aquí, qué aburrido
estarás hoy.
-No es mi arpía. Gritó él de repente.
-Y él tampoco es mi Príncipe, grité yo también.
Ups, estábamos gritando.
Las personas nos miraban como si estuviéramos completamente locos,
mientras Carlos y yo sonreímos para la foto como si nada hubiese pasado.
Robert anunció con mucha felicidad el compromiso con mamá, estuvimos
comiendo, compartiendo y tocó la hora del pastel.
Mamá nos mandó a mí y a Carlos a partirlo, y ambos nos mirábamos con tonos
de fastidio.
Carlos tomó un cuchillo y picó un pedazo grande de pastel para después
pasarmelo.
-Aquí tienes para que se lo lleves a Pablo, creo que tú enamorado te espera no
ha dejado de mirarte toda la tarde.
-Ah si, pues yo creo que tengo una mejor idea, dije tomando el pastel para
luego lanzarselo en la cara.
Una pequeña risa salió de mí después de percatarme de lo que había hecho.
Las personas nos miraban y yo continué diciendo.
-Eso es por estúpido.
Cuando estuve a punto de irme, Carlos me tomó del brazo para lanzarme otro
plato de pastel en el pelo.
-Y esto por mentirosa.
-Dijo para después reírse.
En mi pelo, señoras y señores en mi pelo, el que sólo me desenredé por la
fiesta, no señor ahora si yo lo mato.
Las personas nos miraban, mientras Carlos corría como un psicópata al ver mi
cara de enojo, mamá quería matarnos y Robert sólo reía mientras el abuelo me
echaba porras para que lo mojara con la manguera.

123
Le hice caso y tomé la manguera mientras iba regando agua por todo el lugar,
el patio de la finca es super grande así que Carlos tomó otra y comenzó a
mojarme.
Robert nos acompañó sacando unas pistolas de agua del sótano y así fue como
Carlos y yo creamos plena guerra de agua en medio del compromiso, algunas
personas se fueron, otras se quedaron pero no importaba, él y yo estábamos
escapando uno del otro, Carlos cayó en un charco de lodo y comenzó a
perseguirme para ensuciarme yo por mi parte tomé unas cuantas pajas de
pasto y comencé a tirarselas.
-No te me acerques gritaba, mientras él seguía acercándose.
-No tú empezaste ahora te aguantas decía acercándose más a mí, en eso los
dos caímos en un charco de lodo. Mientras yo me quejaba por haber
ensuciando mi vestido.
Ambos reímos y Carlos me ayudó a levantar.
Nos mirábamos el uno al otro con amor, con ganas de besarnos, con atracción
pero esa chispa se fue porque recordamos que estábamos enojados.
-Eres un bruto, mira lo que hiciste, por tu culpa.
- ¿Yo? Querrás decir lo que tú hiciste señorita lanza pasteles.
En eso volteamos y oh, oh.
El grinch tenía cara de " Si los mato voy a la cárcel pero voy a matarlos como
sea". Sin contar que traía a Robert de una mano jalandolo como un perrito
luego de ser regañado.
Mamá nos mandó a bañar, después de echarnos el sermón del mes y la fiesta
continuó muy bien los invitados reían por lo que había pasado y seguían
bailando y disfrutando de la música.
Mientras el abuelo estaba feliz de que nosotros arruinaramos, el ambiente
formal de la fiesta, o como el lo llamó el suicidio del compromiso.
- Mira cacatúa, te luciste con el pastel.
-Señor Tony de qué parte está, dijo Carlos fingiendo enojo.
-Tú también tolete.
-Eres una inmadura, dijo Carlos para hacerme enojar.
-Y tú un payaso me tiraste al lodo.
- Te lo mereces por traidora.
-¿Traidora yo?.
Ahh -grité de rabia dando saltitos en el piso para luego tirarle mi cabello
encima de un jalón y entrar al baño.
-Ey, iba yo primero.
Después de unas horas de comer, charlar con los invitados y reír recordando lo
ocurrido, la fiesta había terminado, yo en verdad no había hablado con Pablo
en toda la fiesta, pero como siempre tiene que haber un momento incómodo,
el mío había llegado.

124
- Hola Claire.
- Hola.
- Quiero pedirte perdón por lo que pasó el otro día, lo siento sé que no debí
hacerlo.
- No hay cuidado, espero que no se repita.
-Así será ¿te ayudo?. Dijo viendo los vasos y platos que mamá me mandó a
recoger como castigo.
- Si, gracias. Dije mientras recogimos.
Pero en eso llegó Carlos.
- La parejita feliz por fin está reunida.
¿Y a este que le pasa?.
- Claire por qué no le das a tu galán otro beso, así puedo disfrutarlo otra vez en
vivo. Dijo él con un tono frío que irradiaba decepción, frustración.
¿Qué?. ¿Beso?.
Estaba confundida, no entendía por qué se estaba comportando así y fue ahí
donde razoné o bueno mi cabeza pensó, ¿sería posible?, ¿Lo habrá visto?.

125
Capítulo 23
El Incendio
Él seguía ahí, mirándome fijamente con esos ojos que podían ser tan dulces
pero a la vez tan fríos.
-¿Nos viste ese día?.
-Vaya eres adivina, sí los vi. Fui como un estúpido a hablar contigo decidido a
que me escucharas y ese día me di cuenta de por qué no lo hacías, yo sólo fui
un juego para ti Claire, un idiota, pero al que siempre has amado es a Pablo.
-Pero eso no es cierto, eso no es cierto Carlos. Pablo dile la verdad por favor,
dile lo que pasó ese día.
-¿Quieres que se lo diga?.
-Sí, dije con seguridad.
-Ese día Claire y yo nos besamos, no besamos porque nos amamos y tienes
razón nunca dejamos de hacerlo.
¿Qué?. ¿Escuché lo que escuché?, ¿Qué?.
-¿Qué estás diciendo?.
Carlos me miraba con decepción, con rabia, desesperación como si fuera la
peor persona.
-Carlos eso no..
-No sé por qué sigo aquí perdiendo mi tiempo contigo. Dijo él interrumpiendo
para después marcharse.
Pablo tenía una sonrisa en el rostro, lo disfrutaba, disfrutaba lo que había
hecho.
-No has cambiado. -Dije de repente con desengaño.
-¿Cómo?. Preguntó él.
-No has cambiado en nada, si Mónica estuviera aquí se moriría pero de tristeza
al ver en lo que te has convertido.
-Pero Claire, yo sólo lo hice porque te amo porque quiero que estemos juntos.
-Lo hiciste por conveniencia tuya, por lo que tú quieres, no por lo que yo
siento.
Sabes que no te amo, y de nuevo volviste a herirme esta vez arruinando mi
relación con Carlos.
-Te felicito, por pensar en ti y sólo en ti.
Dije para después marcharme.

126
Mamá estaba sentada en el sofá de la casa y yo no veía a Carlos por ningún
lado.
-¿Mamá has visto a Carlos?.
-No.
Yo caminaba rápido para encontrarlo pero mamá me detuvo.
-Ey, ey que te pasa.
-Pablo le dijo una mentira, la peor de todas a Carlos y ahora él me odia.
-Amor claro que no te odia y pronto van a poder arreglar las cosas pero
cálmate.
- No puedo mamá, como Pablo pudo hacer algo así, se supone que es mi
amigo, y vive diciendo que me ama pero me hace esto, qué clase de persona es.
Robert entró en el salón y comenzó a hablarme.
- Claire linda podrías ir a buscar a Emily, fue un rato a las caballerizas y no ha
regresado, no vaya a ser que le pase algo.
- Si claro, dije para luego buscarla. Mamá me hizo señas de que la
conversación se quedaría pendiente.
Estuve caminando por todo el lugar parece que Pablo se había ido y mejor a él
era a la persona que menos quería ver, Carlos no estaba por ningún lado.
Mientras me fui acercando al establo divisaba una luz amarilla y mientras más
me acercaba se volvía más intensa, hasta que me di cuenta que no era una luz,
era fuego.
-Emily.
Fue lo único que grité antes de entrar.
Las caballerizas se estaban quemando todo estaba en llamas, sentía el calor
corriendo por mi cuerpo mientras entraba a sacarla, grité y grité su nombre
pero no se escuchaba nada, ni un llanto o algún movimiento.
Una tabla de madera cayó en llamas cerca mío pero seguí gritando.
-Emily!!!.
En pánico me aterrorizaba todo estaba en llamas, divisé a Max a lo lejos y pude
soltarlo para que pudiera escapar, hice lo mismo con los otros caballos, el
humo rondaba por doquier el fuego era cada vez más intenso y ya estaba
empezando a toser.
-Emily!!. Grité de nuevo.
En eso una voz fina y dulce se escuchó detrás de una de las caballerizas era la
primera vez que escuchaba su voz, estaba en pequeños tonos, suaves y bajos
por no haber hablado en tanto tiempo pero era ella, corrí para salvarla
mientras ella gritaba.
-Claire!!.
-Emily, dije después de verla dentro de la caballeriza una tabla de madera se
había atascado haciendo que ella no pueda salir, la empujé con fuerza
mientras intentaba sacarla, el miedo la tenía aterrorizada, inmóvil, le hice

127
señas para que saliera en cuanto pude sostener un poco más la tabla, Emily
salió y me abrazó, en eso unos escombros cayeron de repente dividiendonos a
ambas, la hierba seca había hecho que se propagara más el incendio y cada
una podía sentir nuestra angustia en la respiración.
-Emily toma ese hierro y rompe la ventana, sal por ahí. Le dije viendo la única
solución que teníamos en ese momento.
-Pero, ¿qué pasará contigo?.
- Yo estaré bien, pero tienes que ir a pedir ayuda, ¿puedes hacerlo?.
-Ella asintió dudosa e hizo lo que le dije.
Después que vi a Emily salir, los escombros seguían arropandose con el fuego,
el calor era cada vez más intenso y mi mirada cada vez más débil. La madera
había tapado todas las salidas y no tenía forma de salir. Estaba atrapada, sin
escapes.
Cuando las situaciones así ocurren es cuando ves pasar la vida en tus manos,
cuando recuerdas a quienes más quieres y todo lo que has hecho, el peligro, el
miedo, la muerte son tus únicos pensamientos y ahí te das cuenta de lo débil
que eres, lo débil que es el ser humano ante estas situaciones y lo invencibles
que nos creemos algunas veces, sabiendo muy bien que al final sólo somos
escombros.
Así me mantuve con mis pensamientos mientras veía como mi rostro se iba
apagando, hasta que mis ojos decidieron dejar de ver tanta luz para llegar a la
oscuridad.

Punto de vista de Carlos.

Si hubiera sabido que el amor lastimaba tanto jamás hubiera jugado a eso.
Pensaba sentado en el pasto hasta que la escuché, era Emily, su voz, su voz que
aunque pasaran años recordaba y recordaba muy bien.
Ella iba gritando corriendo hacia la casa y mencionando a Claire, estaba
llorando.
Me paré corriendo para ver lo que pasaba, mi papá y Claris salieron de la casa
con preocupación.
-Pequeña. - Dijo mi padre con completo asombro al haber escuchado su voz.
-Incendio, otra vez, a Claire en las caballerizas. Fue lo único que dijo Emily
para después paralizarse de miedo.
Vi a Max que corría hacia acá asustado, y yo corrí.
-¿A dónde vas?, hijo no puedes entrar allá.
-Claris corría detrás de mí persiguiéndome.
Sentía la desesperación corriendo por mis piernas, el miedo, no podía
perderla, mucho menos así, mucho menos en la forma en que se fue mamá, no
iba a permitirlo.

128
Me paré frente al establo estaba todo en escombros, todo se estaba
destruyendo a pedazos, y en mi llegaban recuerdos de ese día.
Papá me agarró del brazo al ver lo que iba a hacer mientras Claris lloraba
tirada en el suelo.
-Hijo no puedes entrar ahí.
-Suéltame papá, tengo que entrar dije a gritos.
- Qué no entiendes, no puedo perderte. Gritó él.
-Y yo no puedo perderla. -Grité de golpe.
La mirada de papá radica en recuerdos, entendimiento, comprensión y en eso
me soltó.
Corrí lo más rápido que pude con una manta que había afuera, la mojé lo más
rápido y pasé sobre el fuego.
La llamé, le grité pero no respondió, fue ahí cuando la vi tirada en el suelo.
Con un pedazo de hierro que había tirado en el suelo rompí la madera que no
permitía su escape.
-Bonita, -recité cargándola viendo lo inconsciente que estaba, sentía que mi
alma se iba a salir del pecho, salí de ahí lo más pronto posible cubriendola con
la manta, al hacerlo un pedazo pequeño de lámina cayó sobre mi brazo para
luego salir de ahí, caímos sobre el césped un tanto lejos de ahí y lo que
quedaba del establo se cayó a pedazos.
El brazo me ardía, me quemaba, pero más me quemaba el hecho de que no
despertaba.
-Bonita reacciona.
Los bomberos llegaron, Claris tomó a su hija para colocarla en la ambulancia,
y papá corrió hacia mí para ver como estaba.
-¿Estás bien?
-Sí.
-Pero mírate tienes una herida.
-Quiero ir con ella, dije cuando la vi en la ambulancia.
Papá asintió y fui con Claris.
Llegamos al hospital, y el doctor la pasó a un cuarto de intensivo, la enfermera
me curó el brazo y resultó ser una herida superficial en dos o tres días estaría
bien, Claris se quedó a dentro porque sólo permitían pasar a los padres y yo
esperé afuera sentado, impaciente y con impotencia por no poder verla.
Todo esto me parecía una película, vi como rodaban frente a mis ojos los
recuerdos, el caos de aquella vez.
Los abuelos de Claire se quedaron en casa con Emily y papá llegó unos
minutos después junto con otro señor, nunca lo había visto pero sabía quién
era, era el papá de Claire, tenían las mismas facciones en el rostro.
-¿Dónde está mi hija?. Preguntó él muy alterado.
Claris salió de la habitación y empezó a hablar con Él.

129
-Está en la habitación.
-¿Cómo pasó esto? Cómo pudiste permitir algo así, le gritaba a Claris.
- No has sabido cuidarla, por eso pasó esto.
Claris comenzó a llorar y mi papá intervino.
- No le permito que le hable así a Claris, esto no es culpa de nadie, fue un
accidente.
-Ahora el italiano este me va a decir que tengo que hacer.
-Claris explícame esto, ruegale a Dios que mi hija no se muera o todo será tu
culpa.
-Se equivoca. Empecé a decir.
- Claire no se va a morir, y en todo caso su desesperación ahora es porque
nunca ha estado con Claire, nunca la escucha, nunca la ve y quiere venir ahora
a echarle la culpa a Claris, claro, así todo es más fácil, ¿no?.
-No tiene derecho a reclamarle nada cuando ella ha sido padre y madre a la
vez.
Si quiere reclamar algo reclameselo a usted mismo y haga un examen de
conciencia.
Rueguele usted a Dios que no pase nada, para que no se arrepienta de no
haber estado con ella cuando podía.
Después que terminé de hablar, de decirle lo que pensaba, de gritarle lo que
nadie se atrevía a hacer, me senté, rendido esperando noticias.
Él me miraba sin decir nada, no dijo nada, sólo se sentó del otro lado y bajó la
cabeza.
El doctor nos dijo que se encontraba mejor, al parecer todo el humo del
incendio se le había entrado a los pulmones, pero que fue un milagro que no
tuviera heridas o quemaduras, él permitió que otra persona pasara y Claris me
dejó ir a mí.
Al entrar la vi, con su pelo despeinado y su rostro cansado, se encontraba un
poco pálida pero para mí se veía hermosa, es increíble cómo puedes llegar a
querer a alguien en tan poco tiempo, llegar a conocerlo y enamorarte.
Me detuve a su lado y tomé su mano, no sabía si podía escucharme o no pero
no importaba, estaba aliviado de que estuviera bien, de que no le pasara nada,
de que siguiera aquí, junto a mí.
-Bonita, ¿qué tranquila estás eh?. Comencé a decir. Eso es un milagro pero
¿sabes?, debes despertar pronto, porque prefiero verte sonreír y llamarme
bicho, cucaracha, tolete, lo que sea.
Te amo Claire, y amar contigo es sonreirle a la vida.
El doctor me llamó para que saliera, y ella pudiera descansar, asentí y antes de
irme le di un beso en la frente.
La miré y recordé por qué sin buscarlo,por qué sin darme cuenta hacía eso.

130
Lo hacía porque mi madre me dijo una vez que los besos más sinceros son
esos, porque significa que esa persona te cuidaría mientras pudiese y yo
pensaba cuidarla mientras pudiera.
Papá se llevó a Claris a buscar unas cosas a la casa, yo me quedé con el papá de
Claire quien no se ha movido del lugar donde lo dejé sentado, la noche estaba
fría, áspera, muy oscura, hasta que llegó la mañana del día siguiente.
-Carlos hijo. Despierta.
- Hola papá dije con los ojos asueñados.
-Ten come esto, no has comido nada.
-¿Y Claire despertó?.
-Todavía, pero el doctor dice que lo hará pronto.
Desayuné algo que papá me trajo de la cafetería, el papá de Claire parece que
se había marchado y Claris se encontraba dentro de la habitación. Papá fue a
hacer unos trámites y yo me quedé ahí esperando noticias, en eso Pablo entró
por la puerta de espera.
Su presencia me molestaba, me recordaba el beso, lo que pasó antes del
incendio, pero yo no me movería de aquí ni con una grúa.
Pablo comenzó a ver a través del cristal y cuando vio a Claire en la cama del
hospital comenzó a llorar.
-Perdón. -Dijo con una voz grave, melancolía.
Aquel chico que yo me encuentro tan fastidioso, que siempre quiere sobresalir
como rudo, egoísta, estaba llorando y saben, no lloraba de tristeza, lloraba de
rabia. Cuando siguió hablando supe por qué.
-Te mentí Carlos, les hice daño a ti y a Claire por mi egoísmo por tratar de
separarlos.
-El día de la fiesta, yo planeé con Rubí la trampa para que Claire los viera, lo
hice porque Rubí quería vengarse de Claire y me aseguró que así tendría el
camino libre.
- ¿Y el beso?.
- Yo la besé ese día, no sabía que tú ibas a llegar pero a mí me resultó muy
conveniente que lo hicieras, ese día ella me dejó muy en claro que te ama a ti.
-¿Y por qué me cuentas todo esto?.
-Porque la conciencia no me deja tranquilo, por mi culpa Claire está en el
hospital, yo ocasioné el incendio.
-¿Qué dices?. Pregunté tomándolo de la camisa.
Él no me empujó, no movió un músculo, sólo se quedó ahí y siguió hablando.
-Después que te mintiera sobre el beso, Claire me dijo algo que necesitaba oír
para entender, me dijo que no había cambiado y que mi madre se
decepcionaría de mí si me viera.
Y tiene razón, salí de ahí y fui a las caballerizas, estaba enojado, me dejé llevar
por la ira, y tenía ésta sed que nunca se me quita, tomé una botella de alcohol

131
de la fiesta y me fui para el establo, cuando estaba tomando, tiré la botella de
coraje y cayó en una de las lámparas de calor que habían encendidas, ambas
cosas cayeron en el pasto seco y el fuego comenzó a surgir.
- ¿Por qué no hiciste nada?. ¿Por qué no dijiste nada, si fue un accidente?.
-Mi hermana estaba adentro, -dije con coraje.
- Porque tenía miedo, no sabía que tu hermana estaba ahí dentro, yo solo..
-Huiste, huiste como un cobarde y Claire casi muere en el incendio.
- Yo, lo lamento. Dijo él mirando hacia el suelo.
Yo lo miré y lo solté, su mirada indicaba dolor, fracaso, contrariedad,
destrucción y lo peor de todo es que era con él mismo, con su persona, ahí
supe que Claire podía estar en esa cama de hospital pero él estaba mucho peor
que ella.
-Yo merezco un castigo, fue mi culpa, si quieren denunciarme está bien yo..
-No hay peor castigo que el que llevas por dentro y espero que logres
deshacerte de él. -Dije para luego entrar a la habitación con Claris.
Claire despertó y lo primero que hizo fue mirarnos a su madre y a mí. Su
rostro se iluminó al vernos.
-Me alegra que una Grinch y un bicho estén aquí para cuidarme. -Dijo ella con
una sonrisa.
Su mamá la abrazó y le dio un beso, yo tomé su mano y lo único que se me
ocurrió decir fue:
- Hola bonita.
Su mamá le dijo que yo la salvé, ella me miró profundamente y me dijo
gracias, para después abrazarme.
Me sentía en paz en ese momento, me sentía libre, como si algo hubiera vuelto
en mí, pero sobre todo me sentía seguro que la amaba.
Pablo entró a la habitación y delante de Claris y Claire contó todo lo que me
había dicho, pidió disculpas y dijo:
- Claire, yo he sentido un amor dependiente por ti, un amor egoísta hasta el
punto de no querer verte con nadie más sin no era conmigo y espero que
logres perdonarme, yo no he cambiado, volveré a terapia y..
En eso miró a Claris, lo haré por mi madre, por mí y para ya no depender de
nada.
Claire lo miró y le dijo.
-Actuaste mal y pudo haber consecuencias terribles pero yo te perdono y sólo
espero que logres encontrar aquello que te haga plenamente feliz.
Claris lo miró con una sonrisa de labios cerrados mientras él le dijo a Claire
gracias, para luego marcharse.
Después de eso el papá de Claire entró a la habitación su rostro mostraba
culpa, melancolía y ahí te das cuenta que los peores problemas no son los que

132
vienen de afuera, no son los problemas de salud o de dinero, son los
problemas del alma, de corazón, porque esos te consumen primero.
Cuando somos jóvenes cometemos decisiones, miles, que pueden llegar a
depender de quienes seamos en un futuro, de lo que hacemos y pueden llegar a
beneficiarnos tanto, como dañarnos, pero cuando somos adultos, viejos,
también seguimos cometiendo decisiones la única diferencia es que ya
tenemos un poco más de experiencia de la vida.
Por eso siempre el viejo tendrá miedo, intriga de lo que hará el joven, porque
aquel viejo algún día vivió la mocedad.

133
Capítulo 24
Verdades
Ahí estaba yo, en aquella cama de hospital, viéndolo entrar sintiendo su
presencia verdaderamente presente por primera vez, pero no sé por qué,
sentía que sería la última.
-Hola, dijo papá con sus ojos llenos de ojeras, cansados, llorosos.
- Quiero hablar con Claire.
-Yo los dejo, -dijo Carlos.
-Espera muchacho, intervino papá para decirle simplemente, gracias.
Carlos se fue y mamá quería seguirlo pero papá le dijo que se quedara.
-Yo me equivoqué, comenzó a decir, tan melancólico como comenzaban todas
las disculpas.
-Lo arruiné, arruiné todo, arruiné mi vida, mi familia, mi tiempo y te arruiné a
ti Claire. Yo nunca tuve el valor de enfrentar mis propias decisiones, dijo
sentándose.
-Cuando conocí a tu mamá y nos casamos mi madre nunca aprobó nuestra
relación, me recordaba todo el día, a cada hora que lo que había hecho era un
error, me dijo que debía casarme con una mujer que si tuviera dinero, que
estuviera a la altura de mí, que me diera estatus, poder, recuerdo que cuando
me divorcié de tu madre, ella me preguntó que por qué lo hacía y le dije que el
prestigio y el poder pesaba más que el amor.

Sus palabras dolieron más que cualquier cosa, nunca me habían contado la
verdad, y que se hayan separado por esa razón, me parecía desilusionante.
Papá continuó hablando y yo lo escuchaba sin decir nada.
-Cuando lo hice, cuando me casé con esa otra mujer me di cuenta que lo que
había dicho no era cierto, tenía el poder, el dinero, el prestigio y aun así no era
feliz y lo más cruel es que sentía que tu madre tampoco debía serlo, me
aproveché de eso para hacerle la vida imposible todos estos años y a pesar de
que la amaba tanto, de que la sigo amando, todavia no me detenía, te hice
daño a ti, a tu madre y me hice daño a mí, porque simplemente he sido
siempre un cobarde, un egoísta, no voy a verte porque me da verguenza, me da
verguenza a mi mismo por todo lo que he hecho, por nunca haberme acercado
a ti, por quejarme de todo lo que tiene que ver contigo y por en algún punto

134
llegar a odiar mi vida, me condené a un destino que no quise, a una vida que
no deseaba y supongo que con mi amargura te arrastré conmigo.
Lo siento hija, de verdad lo siento.
Hace dos años fui a una tienda de música y compré esto para ti, dijo
mostrándome una medallita, es el complemento de la mía la cual me ha dado
Beethoven.
-La compré para ti, pero nunca te la di por pena, por miedo, por miedo a mi
mismo porque sé que no he sabido ser buen padre.
El señor de la tienda me dijo que significa el mayor amor paternal y aunque no
lo creas eres fruto del único verdadero amor que he sentido en mi vida, dijo
para después ponermela.
Miró a mi madre y comenzó a decir:
-Lo siento Claris, por arrastrar la amargura que siento de mi propia vida
contigo, lo siento porque no pude defender nuestro amor y preferí más el
poder.
Me miró y continuó diciendo.
-Y lo siento porque por más que quiera se que nunca voy a cambiar, seguiré
siendo el mismo de siempre, y lo siento aún más porque sé que en el fondo de
mi corazón no me he arrepentido del todo de serlo.
De lo único que estoy seguro es de que ya no puedo cambiar mi pasado, que en
mi futuro no estarás tu Claris y que Claire no te puedo llevar conmigo.
Todo lo que toco se hunde, y como me dijiste una vez Claire, tenías razón al
decir que nunca hemos ido a la playa o nunca hemos compartido juntos, soy
en cierto modo un extraño para ti como tú para mí, y lamento que eso no
pueda cambiar nunca.
Con eso entendí que otra vez había preferido el poder y siempre lo haría, pero
esta vez no prefería el poder por encima de mamá, sino de mí.
-Me voy a Londres, allí tengo negocios que hacer y me mudaré con mi otra
familia, prometo que te llamaré Claire y prometo que vendré a visitarte, pero
es lo mejor, que me aleje de ustedes.
-No, -dije por primera vez después de haberlo escuchado todo.
-Tú no lo harás, tú y yo sabemos eso muy bien, al igual como sabes muy bien
que no es lo mejor.
-Papá, eres centinela de aquello que fuiste en el pasado y siempre lo serás.
-Porque desperdiciaste el tiempo sabiendo que solo tenías una oportunidad y
ahora no eres capaz de ir a recuperarlo.
Él me miraba y de nuevo como había hecho alguna vez, una lágrima bajó por
su mejilla no dijo nada y yo finalicé diciendo:
-Dicen que las palabras son agujas que queman y lastiman, yo pienso que son
verdades de aquello que no quisiste ver y por eso las mantuviste cohibidas.
Él tomó mi mano y la besó, para después abrazarme.

135
-Te amo hija, dijo para después marcharse.
Las lágrimas bajaron de mi rostro, pero eran gotas, gotas de agua vacías,
simplemente eso, tome un respiración profunda para luego abrazarme a mi
madre, para tener la certeza de que esa era la última vez que volvería a verlo.
Mi cuerpo temblaba ante el frío de esas palabras que recordaba haber dicho
hace unos segundos, pero ese frío comenzó a convertirse en alivio, libertad, y
con todas las verdades que había escuchado, se resolvieron todas mis dudas.
Supongo que no siempre obtenemos lo que queremos ni a quien queremos,
pero por lo menos somos conscientes de haberlo intentado.

Le pedí a mamá que trajera mi cuaderno de escribir y supongo que otra vez
descubriendo a Claire tiene algo nuevo que contar:

Depender del querer.


Querer, querer es la cosa más complicada que puede existir en el mundo, el
querer nos hace grandes, nos da fuerza, nos hace sentir vivos, renacer, pero
también el querer nos hace vulnerables, frágiles, egoístas, y ahí es dónde se
vuelve complicado, porque el querer llega a ir de la mano de la dependencia, el
miedo, los celos, el amor.
¿Queremos tiempo? sí, siempre queremos tiempo, más sin embargo cuando lo
tenemos no lo aprovechamos, entonces cuando intentas consumirlo es cuando
ya te das cuenta que él lo ha hecho contigo.
Queremos felicidad, a veces queremos la felicidad para uno mismo, para
nuestra familia, o para alguien que amamos, pero cuando la tenemos ¿qué
hacemos?, la vemos pasar frente a nuestros ojos sin aprovecharla, entonces
cuando los momentos grises llegan, cuando la luz pide descanso por algún
tiempo, nos quejamos de la oscuridad, de lo poco que nos a durado, para que
cuando aquella dicha que se nos fue vuelva, hacer lo mismo de nuevo paso por
paso.
Queremos éxito, dinero, amor, paz, lujos, amigos, incluso pareja, pero dime
qué harás cuándo los tengas, la gente solo pide y pide, quiere y quiere para
cuando lo obtienen echar todo a un lado, y el querer se vuelve una
dependencia, yo te quiero ver feliz pero no te quiero ver con nadie más, yo
quiero estar contigo pero no busco tiempo para estarlo, yo quiero lograr mis
metas pero no quiero pararme de la cama, yo quiero ser feliz pero cómo si no
soy nada.
A eso le llamo dependencia, dependencia de querer algo pero aferrarse a
aquello que tienes que soltar, y aquí es donde llega un punto en el que te das
cuenta que el querer cabe en todos los contextos posibles porque siempre
queremos algo pero no lo aprovechamos cuando lo tenemos, o no damos lo
que tenemos que dar para obtenerlo, no dejamos a un lado aquello que nos

136
hace mal para obtener aquello que queremos que nos haga bien entonces el
querer se vuelve depender, mientras más tenemos más queremos, y mientras
lo tenemos menos lo usamos, para cuando lo perdemos querer recuperarlo.
Ten cuidado cuando hables de querer, porque el querer juega con todo, y lo da
todo, el querer no escarmienta y supongo que tú y yo tampoco.
Quiero tenerlo todo de aquello en lo que ya no hay nada y no quiero tener
nada, de aquello que lo tiene todo.
Quiero comer fruta pero llegué en tiempo donde no hay cosecha, y me canso
de la misma fruta en el tiempo donde abunda en el sembradío.
Quiero el amor de aquella persona que no puede dármelo, más rechazo el otro
que he ocultado porque para mí ese no es apto.
Quiero tener el mundo a mis pies, más sin embargo no sé cuidarlo y quiero
quererlo todo a des tiempos para después no aprovecharlo.
Creí querer, pero se volvió rutina, entonces el querer ya no estaba solo, sino
que el depender le servía de guía.

Terminé de escribir y lloré de nuevo, pensando en aquello que he querido y


que no he obtenido, y pensando en aquello que he obtenido pero no he
aprovechado.
Carlos entró de repente con un helado de vainilla y un peluche.
Yo me limpié las lágrimas corriendo, pero él lo noto.
-Por qué será que cada vez que nos encontramos en algún comienzo, siempre
estás llorando.
-Será porque siempre las emociones juegan en mi contra o porque soy muy
débil para afrontarlas.
-Creo que la primera opción, dijo él sentándose a mi lado y dándome el regalo.
-¿Una jirafita?. Dije mirando el peluche.
-¿Qué? son lindas, dijo él mirándome con una sonrisa.
-Te estás burlando. dije riendo.
-Oye que es lo primero que quieres hacer al salir de aquí.
-Quiero ver el mar. Dije sin rodeos, sin pensarlo.
El doctor me dio de alta al día siguiente y Carlos, Robert, mamá, los abuelos,
Emily y yo iríamos a ver el mar.
-Me alegro mucho que estes bien Claire, -dijo Emily.
Mi rostro se llenó de alegría al ver que ya hablaba.
-Gracias por salvarme.
-Nos salvamos la una a la otra, dije dándole un abrazo.
-Cacatúa que susto nos metiste.
Pero ya estoy aquí dije abrazando a mis abuelos.
-Claire, muchas gracias por lo que hiciste por Emily arriesgaste tu vida, te
debo mucho. Dijo el señor Robert.

137
-Yo soy la que les debo a ustedes. Dije mirando a Carlos.
-Emily qué te parece si lanzamos algo al mar. Dije mostrándole curiosidad.
Emily guardó algo y yo también.
Después de 3 horas de camino llegamos a la playa, el mar se veía cristalino,
sereno y era todo lo que necesitaba para estar bien, Emily corrió hacia él y yo
corrí con la misma intensidad, me quite las sandalias y sentí mis pies en la
arena, sentí mis miedos, mis angustias, sentí mis deseos, mis tristezas y
alegrías, suspiré, y seguí recordando todos esos recuerdos, mirando mi vida, lo
bueno, lo malo, lo regular, y grité con todas mis fuerzas, un grito que no
reflejaba palabras solo sonidos, grité de libertad, de agradecimiento, de
salvación.
Emily, Carlos y yo jugamos todo el rato, enterramos al abuelo con arena,
construimos castillos, corrimos, nadamos, vivimos, el tiempo pasó rápido,
pero nuestra libertad era eterna, llegó el atardecer y Emily y yo tomamos cada
una nuestras cosas para lanzar al mar.
Emily tomó un retrato que había hecho y lo colocó en una botella. El retrato,
era oscuro, sombrío, era un incendio, reflejaba sus miedos, sus tormentos, sus
angustias, y me sorprendía como una niña podía sentir tanto.
-Claire.
-Dime Emi.
-Quiero tirarle al mar este dibujo porque ya no quiero sentir miedo, y eso es
gracias a ti.
-¿A mi?.
-Cuando me rescataste, recordé la vez que mamá lo había hecho, tenía miedo
de que tú también mueras por mi culpa, pero luego entendí con el amor que
ustedes dos lo hicieron y si mamá y tú no tuvieron miedo para hacerlo, yo no
lo tendría nunca más.
-Ven acá, dije para abrazarla con fuerza.
Yo por mi parte tenía la medallita que me había dado papá en la mano, con
ella liberaría también todos mis miedos, mis dudas, miento si dijera que no me
afecta todo lo que pasó con mi padre, pero ya esa sombra no me atormentaba
más porque mi corazón solo necesitaba respuestas, y ya las había obtenido.
-Lista.
-1,2,3.
-Ambas lanzamos nuestros pavores al agua, con la confianza de que a la
superficie no volverán jamás.
-Cacatúa, vengan a comer.
Y así finalizo mi día mirando al mar olvidándome de mis miedos y sintiendo la
brisa en mi rostro.
-¿Cómo estás?. Preguntó Carlos.
-Libre. dije mirando al mar.

138
-Bonita nos quedan cosas por hablar, no te parece.
-Lo sé.
-Bonita yo.. El silencio empezó a retornar a nosotros.
-¿Tú?
-Nada, solo pienso en el tiempo. En pocos días ya nos graduamos.
-Si, ¿estás listo para empezar a convertirte en cardiólogo?.
-Un poco, -dijo él con una sonrisa de lado.
La noche había llegado y ambos estábamos sentados en la arena, unas
personas pusieron la radio y sonó nada más y nada menos que “Creo en ti” de
Reik.
-¿Bailamos?
-Bailamos.
Ambos bailamos en la arena al compás de la noche, sin decir nada, sin saber
que iba a pasar con nosotros, a donde iriamos, que se supone que debíamos
hacer o seguir, y me pregunté a mi misma acurrucada a su pecho, por qué el
amor no tiene un libreto, algún manual que te indique qué hacer, cómo actuar,
a qué arriesgarte, sin embargo la respuesta es muy sencilla, para cada uno el
amor toca diferente, y nunca terminas bien de conocerlo.
De esta experiencia, de estos días, de todas estas palabras pude aprender dos
cosas.
La primera es que el amor no puede ser a medias, quien te ama no puede
dañarte, porque eso es un amor egoísta, miserable.
La segunda, es que el amor no puede ser dependiente, cuando dependes de
algo o de alguien es muy difícil alejarte, y ahí es cuando empiezas a sufrir.
Con Carlos he vivido un amor de aventura, un amor que siente y lo siente todo,
que entrega, y lo entrega todo, pero han habido dudas, más de mi parte que de
él y solo espero que el tiempo me ayude a empezar todo de nuevo.

139
Capítulo 25
La graduación
Punto de vista de Carlos
El día había llegado, salíamos de la secundaria a la universidad, de ser
adolescentes a de alguna forma vivir la vida adulta, vida que vivimos con
mentalidad de niños porque nunca hemos dejado de serlo.
En estos días he estado con mis amigos, con Sebastian, con Emily, con mi
familia, con Claire y a pesar de eso no hemos hablado de lo nuestro, hemos
estado simplemente sumergidos en el mundo de la juventud, de los juegos, la
música, la comida, las risas, la escuela, olvidándonos un poco del amor.
Pero a pesar de eso una herida seguía abierta, la extrañaba en forma
romántica, sentimental, amorosa, como quieras llamarle y la extrañaba aún
más porque partiría a Roma en mañana.
Estaba sentado en mi escritorio con mi correo abierto, una universidad en
Italia me había aceptado como candidato para estudiar mi carrera allá, no
obstante a eso, no quería dejar a mi familia, a Emily, a papá, a Claris que se ha
vuelto muy importante y mucho menos a Claire, este es el momento en que no
se como decirselo, como expresarlo, y aunque deseo estar con ella no tengo la
certeza de que ella quiera estar conmigo.
Le escribiré una carta, una carta en la que le cuente todo, en la que con
aquellas palabras que ella tanto admira le resuma lo que siento por ella, y lo
que haré por mi.
Me dispuse a escribir la carta, y después de unos quince minutos me bañe, me
cambié y me dispuse a salir para llegar a la graduación.
Antes de eso, pasé por la casa de Claire y al llegar me abrió Claris.
-Hola amor, dijo ella con dulzura.
-Hola Claris, ¿está Claire?.
-No, no está, fue a alistarse a casa de Valeria.
-¿Podría subir a su cuarto a dejarle algo?.
-Claro que si amor.
Subí hasta su cuarto, y traté de memorizar cada uno de los momentos en los
que estuve aquí, Kiara se encontraba acostada en la alfombra.
-Hola perrita linda, dije acariciándola.
Arriba de su escritorio vi el cuadro que le había hecho Emily y decidí poner la
carta a un lado, me despedí de Claris y fui directo a la graduación.

140
Punto de vista de Claire.
-Chicas basta usaré este.
-Pero Claire, el rojo te quedaría hermoso.
-Pero..
-Plis!!!. Dramatizaron las dos locas para que usara un vestido rojo.
-Esta bien, pero solo porque me gusta mas el diseño de este.
-Yay!!.
-Chicas, mi hermano Daniel ya está por llegar, grito Valeria al ver un mensaje
que le dejó en el celular.
-No puedo creer que ya nos estamos graduando. -Dijo Mia.
-Yo tampoco.
-Chicas se darán cuenta, en dos meses cuando empecemos la universidad ya
no nos veremos, yo me voy a Boston, Valeria a México y Claire no nos has
dicho qué harás.
-Chicas, decidí estudiar filosofía y letras, es lo que me gusta, quiero ser
escritora y entender mis palabras, las palabras de todos y de todo, y tal vez me
dirán que estoy loca, que suena descabellado pero no importa.
-Clai, es la mejor decisión que has tomado, dijo Mia.
-Es cierto, sabemos tu pasión por las palabras y me emociona mucho tener
una mejor amiga escritora. Chilló Valeria.
-Sabemos que lo vas a lograr.
-Las quiero chicas.
-Y nosotras a ti. dijeron para luego abrazarme.
-Y ni crean que se van a librar de mí. -Dije riendo.
-Ni tú de nosotras.
Terminamos de alistarnos y el hermano de Valeria llegó a tiempo para
recogernos.
-Agradezcan eh. Dejé mi trabajo en Miami para venir a verlas están
guapísimas.
-Gracias hermanito.
-Así que aquí está la jodona y la Mía que nunca fue mía.
-Ya vámonos, -dijo Mia con fastidio mientras Vale y yo reíamos.
Llegamos a la fiesta de graduación y todo se dio muy bien, comenzamos a
tirarnos fotos de despedida, a bailar, a disfrutar.
Carlos se veía muy guapo con su traje y no pude evitar pensar que llevamos
mucho tiempo esquivando el tema de nosotros.
Su traje es azul marino, y su rico aroma llegó a mi desde que se acercó.
-Así que hoy no fue rosa, te ves hermosa de rojo.
-Me obligaron eh.
-Pues tendré que agradecerles.
-¿Me concede esta pieza?.

141
-Será un placer, dije con una sonrisa.
-Te das cuenta que siempre bailamos, dijo el mirándome con una ceja alzada.
-Si, la música nos conecta.
-Y las aventuras también, ¿por qué no nos escapamos un poco de la fiesta?.
-Me encanta la idea.
Los dos íbamos corriendo hacia la salida cuando nos topamos con Rubi.
Estábamos a punto de seguir cuando ella me detuvo.
-Espera.
-¿Qué quieres ahora?. Le dijo Carlos con un tono de desagrado.
-Quiero pedirles perdón, Claire desde que eramos amigas siempre te tuve
mucha rabia, mucho rencor, mucha envidia, y lo veía así tal vez porque yo no
tenía una madre que me cuidara tan bonito como la tuya, yo nunca he sido tan
inteligente, tan aplicada, no tenía un mejor amigo que me quisiera tanto y por
eso me metí entre tú y Pablo por eso lo dañé a él y lo arrastré conmigo para
tratar de hacerte daño a ti, pero al final me hice más daño a mi misma, y te
preguntarás por qué te digo esto ahora, lo hago porque nosotras no somos
amigas, ni compañeras, a penas llegamos a conocidas, pero ahora cada quien
tomará caminos distintos y quiero enmendar un poquito todo lo que he hecho.
Yo nunca he tenido un buen ejemplo de vida, mis padres nunca están en casa y
cuando lo hacen no me ponen caso, he pasado la mayoría de mi tiempo en
fiestas, juntes, y bebidas pero al final del día no tengo a nadie.
Te deseo lo mejor Claire, de todo corazón y espero que algún día puedas
perdonarme.
-Yo te perdono, pero eres tú que debes perdonarte a ti misma, tomé su mano y
seguí diciendo, espero que encuentres la verdadera felicidad Rubi.
La abracé para luego marcharme.
-No me esperé que hicieras eso. Me dijo Carlos con sorpresa.
-Ella y yo alguna vez fuimos amigas y aunque hayan pasado muchas cosas, ella
solo es una víctima de felicidad la momentaria, de la felicidad vacía y espero
que logre sanar su vida.
-Eres increible.
-No, soy realista. Y sabes que…
Lo tomé de la mano y comencé a mirar hacia la luna tan brillante como
siempre.
-Luna agradezco mi vida, -dije gritando.
-De verdad estás loca, estamos en el patio de la escuela.
Yo me eché a reír y volví a gritar.
-Luna agradezco estar aquí.
-Agradezco ser yo.
En eso un chico que conocía muy bien se acercó a nosotros.
-Hola.

142
-Hola Pablo, -dije al verlo.
-Vengo a despedirme. Me voy a Boston a sanar mis heridas, pero antes-
Carlos, eres realmente lo que Claire necesita y deseo que sean felices juntos.
-Yo deseo que encuentres aquel Pablo que dejaste perdido y del que me han
contado.
-Eso espero.
Ambos nos despedimos de él y entramos de nuevo a la fiesta, la directora dio el
discurso de graduación, entregó diplomas, nos felicitó y nos deseó suerte para
el camino de la vida y vaya que la necesitábamos.
Me fui con Carlos de camino a casa, él iba callado sin decir nada y yo iba
pensando, en nosotros los jóvenes.
En nuestra adrenalina, esa adrenalina que sentimos por explorar el mundo,
por vivir cosas nuevas, por cambiar, por experimentar, esa euforia que nos
envuelve, tan vez por conocer lugares, personas, culturas, tal vez por crear, por
armar, pero que de alguna forma siempre nos lleva a caminos distintos, es tan
extraño como pasamos de ser niños a vivir la adolescencia y luego sin darte
cuenta ya comienzas a dar un paso a la adultez, todo tan inesperado, tan
precipitado, tan imprevisto, y sin querer vemos como la vida va pasando tan
rápido y muchas veces la sentimos tan lenta, nos aburrimos de los libros, de
las clases, de los maestros, para después extrañarlos al partir, aunque no lo
admitamos, aunque digamos que no, extrañamos esos chistes en el curso, las
risas, los momentos vergonzosos, aquella vez en la que tu amiga/o se cayó en
el patio o cuando creiste haber reprobado ese examen y sacaste la mejor nota,
pasamos de eso a descubrir nuevas cosas, nuevas etapas, nuevas personas y
eso no está mal, al contrario el mundo, la vida misma se rige de fases, ciclos, lo
que está mal es lo mucho que las extrañamos cuando terniman, por eso hay
que vivirlas al máximo y hacerlo con aquello que tenemos, no esperando lo
que nos falta, porque puede ser que eso no llegue y al final quedarnos sin nada.
Somos un agujero de etapas, se acumulan algunas para llegar otras nuevas y
cuando estas terminan, se ocultan pero no regresan.

La noche seguía ahí, me bajé del coche y Carlos me acompañó a la puerta.


-Supongo que en la escuela todo terminó.
-Me despedí de todo, y de todos, les deseo a cada uno una buena vida.
-Sabes que la buena vida tienes que forjarla.
-¿A qué se refiere señor filósofo?.
-Ey no te burles, aunque tú seas la filósofa, yo tiro mis palabritas eh.
-Ya dime, dije riendo.
-Me refiero a que tener una buena vida no es obra del destino o del futuro, es
obra de creerte, de asegurarte a ti mismo que tu vida es buena, aunque te esté
llevando el diablo.

143
Y prefiero decirlo así en esas palabras y sin muchas vueltas, porque la clave de
tener una vida buena es sentir que has vivido lo que querías aunque no fuera lo
esperado, todos buscamos una vida buena, y para eso queremos la felicidad
¿no?, pues la felicidad viene de nosotros, viene de adentro, de sentirnos con
vida, y cuando tienes esa sensación ya ganaste una vida buena.
-¿Piensas entonces que tu vida ha sido buena?.
-Si, ha sido el doble de buena. ¿Y tú, piensas que la tuya ha sido buena?.
Me quedé pensando unos segundos y respondí.
-Si ha sido buena.
-Sabes bicho, una vez dije que contigo iba a aprender y vaya que he aprendido
mucho, contigo sé ahora que el sentido de una vida buena, es confiar que lo ha
sido.
Él me dedicó una sonrisa de lado y besó mi frente.
-Buenas noches bonita. Dijo él dándome un abrazo que se sentía profundo,
fuerte, sincero, como una despedida.
-Buenas noches bicho, dije respondiendo a su abrazo.

144
Capítulo 26
La Carta
Después de despedirme de él entré a la casa, con mi vestido de graduación y
mi diploma de graduada. Mamá y mis abuelos me esperaron con un pastel y
muchos globos, siempre imaginé este momento, imaginé salir del colegio y
prepararse para tomar nuevos rumbos aunque nunca pensé que se diera tan
rápido, y se preguntarán, ¿si estoy lista? no, nadie lo está, todos nos
acostumbramos a las rutinas, a nuestro día a día y nunca estaremos listos para
los cambios, sin embargo estos son buenos, son gratificantes, porque
significan que has sobrepasado una etapa más en tu vida, y eso es algo que no
todos pueden llegar a decir.
-Mi señorita ahora universitaria. -Dijo mi abuela abrazándome.
-Ven acá mi bebé grande. -Dijo mamá.
-Las quiero.
-¿Y para mí no hay nada?.
- Te quiero abuelo. -dije dándole un abrazo.
-¿Y bueno a donde vas a ir ahora?.
-Mandé mis datos a una Universidad en Madrid. Espero que me acepten.
-¿Cómo?, entonces Claris ¿la mandarás lejos?.
-Bueno aceptaré lo que ella quiera hacer, Claire hija eres una chica muy
aplicada y responsable sé que alcanzarás todos tus sueños y yo estaré ahí para
apoyarte.
-Gracias mamá, y no se preocupen si esa oportunidad se da, vendré a visitarlos
como sea.
-Yo no les he dicho, conseguí trabajo como diseñadora de interiores.
-¿En serio?. Pero, ¿cómo mamá?.
-Decidí emprender por mi cuenta y hablé con unos clientes, ya tengo mi
primera casa para decorar. Nunca más volveré a depender de nada ni de nadie.
-Hija, desde que saliste del hospital he querido hablar contigo de esto y no
había podido, pero creo que es tiempo.
-Por amor a tu padre yo decidí quedarme a su lado, y en unos años me pesó
pero ya no podía alejarme de él, porque estabas tú y pensaba que ya no tendría
otra solución, pero cuando él fue a visitarte al hospital me di cuenta que
permiti muchas cosas que no debía, tal vez debí alejarme y ninguno de los dos
te hubiéramos hecho daño, él por su falta de aprecio, de cariño y yo por mi

145
disgusto hacia él. Tal vez ya no puedo arreglar las cosas, las peleas, los malos
momentos pero si puedo cambiar nuestras vidas, y creo que este trabajo es el
primer paso.
-Gracias mamá. Dije dándole un abrazo.
Estuve con ellos un buen rato, el abuelo contó chistes, anécdotas, jugamos
juegos de mesa, bailé con la abuela, reí, canté y por mucho tiempo recordaría
este momento, subí a mi cuarto y caí rendida en mi cama con mis
pesamientos. Pensé en mi padre que se ha equivocado mucho, en el sentido de
que siempre preferimos lo más fácil, él prefirió estar con una mujer a la que no
ama por miedo a enfrentar su vida, por codicia, y lo más sucio por dinero, pero
por primera vez en mucho tiempo ya no me sentía culpable de nada, ya no me
sentía mal al contrario me sentía libre. Por otro lado está mi madre, ella
prefirió depender de alguien, aguantar peleas, escándalos, y aunque nadie
quiere eso, lo hizo por amor a mí, porque no tenía otra opción, la dependencia
es lo más horrible que puede existir porque el depender nos limita, no para, y
nosotros siempre seremos dependientes en algún sentido, siempre seremos
dependientes de alguna forma y aunque hay veces que la dependencia es
buena en otras veces nos consume, nos enferma, creo que a lo largo de mi vida
he visto muchas dependencias, mucho atajos y he vivido muchas también,
pueda ser que mis padres hayan sido dependientes, que yo sea dependiente de
ellos, sin embargo de los tres, yo dependía de la búsqueda de tiempo, de cariño
hacia mi padre, mi madre dependía de él, y él siempre ha dependido del
dinero.
Las peores dependencias son las emocionales, las personales, y las que te
arruinan son las banales, aquellas que por más importancia que les busques su
importancia solo es pasajera en la tierra, y recuerdas quienes también son
pasajeros en el mundo, pues nosotros.
♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤♤

-Buen día cosita linda, le dije a mi perrita Kiara que estaba impaciente de que
me despertara.
-Hola, ¿por qué tan temprano Kiara eh?.
-Revisé el reloj y son las 6:00am, Kiara estaba muy impaciente, y no paraba de
sentarse en mi escritorio.
-Kiara no tengo tiempo de escribir ahora, ya que me despertaste bajaré a
desayunar.
-Hola abuelo, -dije al bajar cuando lo vi leyendo el períodico en la cocina.
-Te tengo una sorpresa, revisa la terraza.
Al abrir la puerta era Oliver, había venido a despedirse.
-Oliver, hola.
-Hola Claire, viene a despedirme.

146
-¿Cómo?. ¿A dónde te vas?.
-Ya no trabajaré con tu abuelo, me surgió una oportunidad de aprender en
México y voy a mudarme, es una fundación que ayuda a chicos de bajos
recursos como yo para que puedan estudiar, y bueno como yo no tengo familia
pienso ir a ver que tal.
-Me alegra mucho Oliver, te lo mereces, ven acá, -dije dándole un abrazo.
-Y claro que tienes familia, nos tienes a nosotros espero que no nos olvides.
-Jamás.
-Yo te extrañaré tolete, dijo en abuelo parándose en el marco de la puerta.
-¿En serio señor Pedro?.
-Mira tú. -Refunfuñó el abuelo
Ambos comenzamos a reír.
-Te deseo lo mejor.
-Y yo a ti Claire.
-Ay se me olvidaba, Beethoven te manda esto.
-A ver dije abriendo el regalo.
Es una caja músical con una bailarina, en la parte de atrás tiene una nota.
“Espero que ya hayas encontrado lo que realmente necesitas, y que hayas
descubierto a la verdadera Claire”.
No pude evitar sonreír por su nota, claro que ya había encontrado lo que
necesitaba, y recordaba la última vez que lo vi, cuando me habló sobre su hija,
y gracias a Beethoven había entendido que a nadie le enseñan con ser padre, y
yo había perdonado a mi padre por no haber sido el que necesitaba ser.
El timbre sonó y yo fui a abrir, era Valeria, le presenté a Oliver y ambos
quedaron en encontrarse en México, así tendrían a alguien conocido allá.
Oliver se fue y Valeria entró a la casa.
-Buen día mamá.
-Buen día Claris.
-Buen día mis amores.
-¿Y tú por qué estás tan arreglada y de buen humor?.
-Voy a salir con mi prometido.
-Uys. dijimos Vale y yo al mismo tiempo.
-Clai, pensé que estarías en el aeropuerto. Preguntó Valeria.
-¿En el aeropuerto?, ¿por qué?.
-¿Cómo?, no lo sabes. Pero mi bugaboo me dijo que Carlos se va a Italia hoy.
-¿Qué?.
Qué estaba diciendo Valeria, alto ahí soldado.
-Mamá.
-A mí ni me veas, yo no sabía nada.
-Pero espera, claro.
-¿Qué cosa?.

147
-Ayer cuando no estabas Carlos vino, me dijo que si podía entrar a tu
habitación a dejarte algo y subió.
Corrí a mi habitación lo más rápido que pude, estuve buscando por todos
lados, levanté la cama, moví cajones, revisé en el suelo y fue ahí cuando vi a
Kiara muy impaciente en el escritorio. Junto al retrato que me hizo Emily
había un sobre, una carta, la tomé en mis manos, y decidí abrirla.

Querida Claire:
Voltaire una vez dijo "Hay que saber que no existe país sobre la tierra
donde el amor no haya convertido a los amantes en poetas".
Y contigo yo he sido el poeta más bendecido de la historia. Una vez me
pregunté lo que es amar, y amar es entregar, es sentir, es vivir. Amar es jugarse
todas las cartas, estar consciente de que en algún momento puedes llegar al
éxtasis de la felicidad, y al otro caer al más profundo de los precipicios, pero
amar, amar es arriesgarte al mundo, por eso pobre de aquel que no ama.
Una vez te dije aquellas palabras de una mujer muy sabia, mi madre: "El
amor a veces no es lo que queremos que sea, sino lo que necesitamos".
Y a pesar de todo, a pesar de nuestras dudas, nuestros miedos, nuestro pasado,
tú, fuiste aquello que siempre quise Claire y siempre lo serás.
Me voy a Italia, voy a cumplir mi sueño de ser doctor y supongo que no soy
bueno para las despedidas, te dejo esta carta con la confianza de que mis
palabras resuenen y resuman en ti lo mucho que te amo. Me voy bonita y sólo
espero que no olvides lo nuestro.
De bicho.
Pd: Lo mío es la música escucha Afterglow de Ed Sheeran.

148
Ahí estaba yo sentada en el escritorio, tomando mi computadora para
escuchar la canción, leía la carta una y otra vez, ¿se va?, ¿en serio lo voy a dejar
ir?.
Que complicado es confiar, confiar en alguien, en nosotros mismos, en quienes
somos, hay personas que confían mucho y cuando lo hacen, lo hacen en serio,
hay otras que la vida les enseña a desconfiar, a dejar de creer, tal vez en lo
puro, en lo inocente, en lo bueno, y otros incluyéndome a mí hacemos que
confiamos, pero en realidad dudamos por cualquier cosa y ahí es donde la
confianza se vuelve barata, porque dejamos de vivir al máximo, de disfrutar.
En la vida debemos ser precavidos, saber que existe lo bueno y lo malo, o
bueno eso lo creamos nosotros, en la vida debemos estar alertas, pero en algún
momento debemos aprender a confiar, a creer, a vivir.
-¿Y qué harás?. Me preguntó Valeria.
-No lo sé.
-¿Cómo que no sabes?. -Dijo el abuelo.
-Mira cacatúa, en la vida solo hay oportunidades, y cuando llegan son únicas,
podrán venir más, y más, pero que se repita la misma y al mismo tiempo es
algo imposible.
-Pero y si tal vez este no es nuestro momento, si tal vez es mejor que se vaya,
tal vez me iré a España, él a Italia, y si se nos acaba el amor.
-Mira jovencita, si yo hubiera dicho eso cuando me volví a casar siendo una
vieja y con hijos, ahora Tony no estuviera aquí. -Dijo la abuela con enojo.
-Además yo no tengo nietas cobardes, si se les acaba el amor lo llenan de
nuevo y si no pueden pues buscan en otra cascada, pero no dejaras de beber en
esta teniendo sed, solo porque piensas que el agua no es segura.
-Abuela tus metáforas son raras, -dije riendo.
-Pero son ciertas. -Dijo ella mirándome con seguridad.
-¿Me arriesgo?.
-Yo no sé tú, pero yo ya preparé la camioneta para llevarte al aeropuerto. -Dijo
el abuelo bajando con prisa.
-Apresurate Claire, el vuelo sale a las 9. Mencionó Valeria.
-Y son las 8:30. -Dijo mamá.
Toda mi vida he vivido envuelta en las telarañas del pasado, de un pasado que
ni siquiera es mío, he estado dudando por aquellas historias de los demás, por
aquellos amores que no resurgieron, ¿pero algún día me he puesto a pensar en
mí?, ¿en mi historia?, y ahora que tengo el amor en mis manos, ¿será que debo
tomarlo? o simplemente lo dejaré ir sin intentarlo.
Y ahí es donde Claire Evans, con la mirada puesta en aquellas personas que
tenía en frente, en sus consejos, sus miradas, se preguntaba:
¿Será que debo ir a buscarlo?.

149
Capítulo 27
El Aeropuerto
¿Cómo entender al amor?. Cómo entenderlo cuando eres tú su víctima, cuando
ya te ha atrapado en lo más profundo y no puedes escapar de él, cómo
entender emociones, y más cuando son tuyas, cuando te transportan a hacer y
pensar cosas de las que jamás te imaginaste, pero aún así de las cuales no te
arrepientes.
Y aquí estoy yo corriendo a pasos acelerados por los pasillos de un aeropuerto,
esperando llegar a tiempo, esperando ver ese cabello azabache que he descrito
tantas veces y oler ese aroma tan reconocible en él que se ha quedado grabado
en mí desde aquel día, aquel día en el que con una rosa me enseñó tantas cosas
y con la luna me mostró eso que faltaba.
Aquí estoy yo, viendo como el corazón está a punto de salirse de mi pecho y mi
respiración estalla al ver cada avión que pasa, cada avión que parte y se va
llevando mis esperanzas. Así que aquí estoy, esperando encontrarlo aquí y no
partiendo en un vuelo a Italia.
-Señorita no puede pasar, está prohibido.
-Por favor, se lo pido mi novio está ahí adentro no puedo permitir que se vaya.
-Lo siento, eso va contra las reglas.
-Déjeme pasar es solo un momento.
-No puedo hacer eso.
-Pues detengalo. Grité de repente.
-Por favor, -dije con un hilo en la garganta como sí el mundo se me estuviera
viniendo encima, pero no era el mundo, eran las lágrimas aquellas que estaban
saliendo de mí pensando en que había llegado tarde, en como él siempre fue el
indicado pero mis dudas fueron más fuertes.
-Lo siento pero debe retirarse.
Aquí es cuando sientes lo que verdaderamente conlleva amar, amar conlleva a
sufrir, y si dices que amaste pero nunca sufriste eso no fue amor.
Cabe decir que el amor no puede basarse en sufrimiento pero si hay que
sentirlo para experimentar lo que es.
Me senté en el suelo aclarando mis ideas, preguntándome qué hubiera pasado
si hubiera llegado a tiempo, si tuviera la seguridad de tenerlo aquí conmigo, de
decirle que ya no tengo miedo a amar.
Fue ahí cuando una voz grave que conocía muy bien gritó mi nombre.

150
-Claire.
Era aquel chico que conocí irónicamente en el baño de la escuela, quien estaba
parado al otro extremo de mí, mirándome, esperando paciente.
Aquel chico que una vez me había ofrecido un pañuelo, estaba mirándome con
esos ojos tan profundos, me miraba sin decir nada, ninguno decía nada, él
venía caminando hacia mí, mientras yo sentía el control de mi cuerpo, el
control de mi ser, me sentía aliviada como si me hubieran devuelto aquello
que me hacía falta, quedamos frente a frente mirándonos, las respiraciones
corrían a mil por segundo y supe que era mi momento de sentir, mi momento
de amar.
-Una vez. -empecé contándole mientras él me miraba fijamente.
-Una vez un chico me contó una historia, y me habló acerca de un consejo
dicho por su madre, dijo que “el amor no es siempre lo que queremos que sea,
sino lo que necesitamos”. El nuestro definitivamente no ha sido lo que
queremos que sea, hubiera querido un amor en el que no hubieran dudas, en
el que no hubieran habido fallos, en el que desde el principio yo hubiera
confiado en él.
Pero increíblemente si ha sido lo que necesitamos, porque yo te necesitaba a ti,
Carlos eres realmente un laberinto de emociones, un laberinto en el que me
perdí en la aventura, en las ganas de arriesgarme, en la confianza, en la
música, los colores, eres un torrente de ilusiones vivas en mi alma, y ahora
entiendo que necesitaba encontrarte para querer vivir este sentimiento, para
querer descubrir el amor.
Y quisiera agregar algo más a ese consejo dicho por tu madre
"El amor no es siempre lo que queremos que sea, sino lo que necesitamos, el
amor no siempre es el más entendido, pero no se necesita entenderlo, se
requiere vivirlo.
- Si yo necesito vivirlo, ¿sabes?.
-Necesito vivirlo, pero contigo.
En ese momento había dicho palabras que nunca esperé contar y mucho
menos de mí, cuando tienes miedo a enfrentarte a ti mismo, a las cosas de la
vida es cuando sabes que estás haciendo todo mal, pero aún así no puedes
cambiarlo porque sientes la necesidad de mantenerte en tu zona de confort, de
quedarte ahí para que nada te lastime, pero al final terminas lastimado por ti
mismo/a.
Su mirada está justo de la misma forma que estuvo aquel día bajo la lluvia,
pero diferencia de esa ocasión en la que aquel chico tomó mi rostro con sus
manos para ahogarnos en la lluvia con un tierno beso, ahora me tomaba de
nuevo, me tomaba con sus manos para ahogarnos en un baño de emociones
con un profundo beso.

151
Un beso cálido, intenso, apasionado, que mostraba cuánto nos habíamos
extrañado, cuanto nos habíamos buscado, cuánto nos hemos amado.
Al parar, nuestros rostros se encontraban unidos, nuestras narices rozaban y
aquel que me mostró que los sentimientos eran inestables pero poderosos me
dijo en un solo instante..
-Ti amo Claire, y estoy feliz de que ese amor sincero del cuál me habló mi
madre alguna vez, lo haya descubierto contigo.
-Y yo estoy feliz de haber aprendido a amar contigo Carlos, prometo nunca
más volver a esa cajita de recuerdos y amores rotos.
En ese instante me levantó con sus manos cargándome desde la cintura y me
dijo:
-¿Empezamos de nuevo bonita?.
-Sí.
-¿Sin dudas?.
-Sin dudas.

Pasajeros del vuelo 512 con destino a Italia última llamada.


-Debes irte. Le dije con firmeza.
-No puedo Bonita, y menos después de esto no quiero dejarte.
-Si que puedes, porque el amor no es depender, puede ser extrañar pero de mí
no te libraras tan fácil.
-¿Estás segura?.
-Segurísima.
Carlos me bajó con sus manos y me dio otro beso de despedida.
-Te llamo desde que llegue bonita.
-Mas te vale bicho.
Y así lo vi subir a ese avión, yendo a cumplir su sueño y con la solidez de
nuestro amor.
Llegué a casa y supongo que descubriendo a Claire tenía algo nuevo que
contar.

El sentido del amor es manejarlo aunque no seamos expertos, aunque no


sepamos nada de él, nosotros los jóvenes amamos muy rápido, tenemos esa
furia, ese anhelo de probar lo que se siente, de percibir, de resurgir en él, y por
eso nos equivocamos mucho, por eso nos cansamos, porque el amor se debe
llevar en la línea correcta, ni muy rápido ni muy lento, y lamentablemente
nosotros no sabemos esperar, no sabemos desistir, solo sabemos entregar.
La vida te va a presentar miles de personas, miles de historias, miles de
encuentros, somos un pedazo de carne en medio de toda una esfera de vida,
recuerda que está bien probar, experimentar, descubrir, explorar, pero ve

152
despacio, no te precipites, siente aquello que quieras sentir y deja fluir lo que
tenga que fluir.
Nosotros somos esclavos del tiempo, de lo vano de esta vida y siempre lo
seremos, cada amor que venga a ti será diferente, traerá tiempos nuevos,
momentos nuevos, sensaciones nuevas, somos esclavos de los cambios por eso
el tiempo siempre está ahí.
Yo como joven puedo decir que he vivido atrapada entre las dudas, porque eso
es amar no saber lo que va a venir o con que te enfrentas, cada uno de nosotros
vive juegos a ciegas, la vida es el principal, el amor lo acompaña y las
decisiones son sus aliados.
Por último pero no menos notable, recuerda que ser jóvenes implica asumir
retos, convivir con la sociedad que a veces nos engaña, ser jóvenes implica
modificarse para estar preparado y tomar las riendas de tu vida, ser jóvenes
significa aprender, crecer.
Recuerda que el viejo aprendió de sus errores de joven, y el joven de las
decisiones del pasado.
Recuerda que el joven sabe menos de amor, que un viejo que no lo haya
procurado.
Y recuerda que cuando eres joven debes saber esquivar las trampas a un lado.
Somos jóvenes que pensamos como niños, por eso siempre nos hablan de
madurar, pero te digo algo, ni los adultos saben el manual de como hacerlo.
Confía en ti y en aquello que quieres hacer eso me dijeron, mas no planees
tanto tu vida que ella no ha resurgido para tener libretos.
Soy Claire y ahora entiendo quién soy, soy joven por eso de los errores sigo
viviendo yo.
Una posdata para ti que eres joven:
-Las mejores cosas surgen de repente cuando menos te lo esperas.
-El sentido de una vida de éxito es sentir que aprendiste algo de lo erróneo de
tus desaciertos.

Un mes después, en la finca de Robert.


-Hola bonito, hola Max.
-Es muy grande y tiene mucho pelo.
-Si Emi. Y no crees que es tierno?.
-Si lo es.
En eso el celular comenzó a sonar.
-Oh es tu hermano, aló.
-Hola bonita.
-Mira con quienes estoy.
-Hola peque, hola Max.
-Hola rulitos. Dijo Emily haciéndole muecas a su hermano.

153
-Sabes Emily y yo ya somos mejores que tu cabalgando.
-¿Ah sí?.
-No se libraran de mi cuando vaya, quiero carrera.
-Cuando quiera señorito. Dijimos Emily y yo sacando la lengua.
-Claire ven.
-Oh es mamá, bicho tengo que colgar.
-Las amo.
-Nosotras a ti. -Dijimos al momento.
Emily y yo corrimos a la casa y cuando llegamos mamá tenía un papel en la
mano.
Era mi carta de admisión a España, la filosofía me espera amigos míos.
-¿Entré?.
-Entraste.

154
Epílogo
Múnich, Alemania 4:00pm.

Ha pasado mucho tiempo desde que dejé de escribir.


¿Quién les dijo esa infamia?, ahora mismo me encuentro en Múnich para dar
una conferencia acerca de mi nuevo libro, y vaya que han pasado muchas cosas
en estos últimos años.
¿Les paso contexto?.
Mamá y Robert se casaron y tuvieron un bebe, Thiago. Ahora viven muy
dichosos con Emily y Thiago que ya cumplió 4 años, y yo pues voy a
molestarlos de vez en cuando, Valeria se graduó de cosmetóloga y ahora
trabaja en un laboratorio creando maquillaje, se juntó con Sebastián y tienen
un lindo departamento en México. Pablo pudo superar sus problemas y
adicciones, descubrió que su pasión es la ingeniería y bueno encontró el amor
nada más y nada menos que con Mía quien también se graduó y ahora vive
muy bien. Oliver pudo estudiar y se casó con una mexicana, el abuelo Tony
sigue tan enojón como siempre y feliz con la abuela. En cuanto a Carlos y a
mí, bueno…
-Claire ya tienes que salir.
El auditorio está lleno de gente y recuerdo las veces que me he parado al frente
de miles de personas a hablar de mis primeros dos libros, en estos años he
viajado, he inspirado con mis palabras, he vivido, y ahora había lanzado el
tercero y el más especial, se titula Descubriendo a Claire.
-Buenas tardes a todos, no saben lo agradecida que estoy de estar aquí, aunque
quitemos un poco la formalidad que quiero hablarles con el corazón, de
amigos a amigos, vuelvo aquí a este salón a mostrarles mi tercer libro y el más
particular y personal de todos. Descubriendo a Claire trata de mí, de mis
pensamientos de aquella jovencita intrépida que le tenía miedo a los cambios,
a enfrentarse al mundo, al amor. Quiero contarles que estas páginas que están
aquí no hubieran sido presentadas al mundo sin la ayuda de una persona
increíble que me está mirando fijamente ahora mismo y que si lo sigue
haciendo con lo guapo que es voy a llorar. Quiero dedicarle este logro al doctor
Carlos Rinaldi, mi compañero, mi amigo, mi novio y ahora futuro esposo,
gracias por hacer esto posible, gracias a mi familia que se encuentra aquí
presente, a mis amigos, y de manera muy única a Dios y a ustedes que

155
creyeron en mis palabras, por dónde empezar a hablar de Descubriendo a
Claire, creo que empezaré por los sentimientos.
Me dijeron una vez que los sentimientos son las cosas más inestables que
pueden existir y ahora sé quién lo dijo, lo dijo todo aquel que los ha vivido en
carne propia, lo dije yo, lo dijiste o lo dirás tú y lo diremos todos, porque así
son, inestables, versátiles, volubles, y seguro se preguntarán pero querida
autora y ¿quién es Claire?.
Claire somos todos, Claire son todas/os los jóvenes que van descubriendose a
si mismos, descubriendo el amor, los problemas de la vida, los dolores, los
sufrimientos, las alegrias, aquello que carcome al mundo y aquello que lo lleva
al delirio de lo increbantable, Claire es todo joven, adulto o adolescente que
alguna vez ha tenido problemas familiares, amorosos, personales, problemas
de libertad, de entenderse a sí mismo, problemas de amistad, de dependencia,
de esclavitud hacia cualquier abismo que nos hace sufrir.
Descubriendo a Claire es una botella de ideas, de pensamientos de una chica
joven que en serio espera enseñarle al mundo algo con sus palabras.
Claire es una avenida del amor, de risas, de enseñanzas.
Claire somos tú y yo que vamos aprendiendo con el tiempo, con las personas y
con nosotros mismos.
Aquí es donde entra lo personal, porque esa Claire soy yo, y al mismo tiempo
somos todos, todos los que han sentido dudas alguna vez, miedos, desilusiones
pero han vivido, han aprendido, han experimentado.
Claire eres tú, soy yo, Descubriendo a Claire somos todos.
Así finalizó mi discurso para escuchar los aplausos resonar todo el auditorio,
comencé a firmar libros, a hablar con la gente, a dar abrazos, a recibir
felicitaciones y en eso…
-Así que ya descubriste quien es Claire.
-¿Señor Beethoven?.
-El mismo.
Ambos nos abrazamos y le entregué un ejemplar de mi libro.
-Dime, ¿el tocadiscos sirvió de algo?.
-De mucho.
-¿Y la medallita?.
-Esa no tanto.
-¿Que no?. Claro que sirvió.
-Pero no encontré lo que quería.
-Pero si la verdad de lo que estaba destinado a ser.
-Eso sí. -Dije con una sonrisa melancólica.
-¿La tienes ahí?.
-Siempre la llevo.
-Dámela.

156
Le pasé la medalla y en eso el señor Marcos (Beethoven), la tiró en el zafacón.
-Ya no la necesitas -dijo mirándome con una sonrisa.
El evento terminó y me encontraba cenando en un restaurante con ya saben
quien.
-Tienes la cadenita de plata que te regalé una vez.
-Si aquí la tengo, -dije mostrándosela.
-Lee lo que tiene grabado.
-No hace falta, me lo sé de memoria.
Las palabras comparten sentimientos, emociones, recuerdos, por eso siempre
serán eternas.
-Perfecto, pues espero que estas que te diré también sean eternas.
-Descubrir a Claire es enfrentarte al delirio y la fascinación del amor en su
máximo esplendor, pero también es enfrentarte a la realidad del mundo
viviendo en la medida de lo posible, lo fascinante.
-Gracias Claire por ser amor tierno y sincero, -dijo el entregándome una rosa
blanca.
-Gracias Carlos por ser verdad y maestro en este juego.
-Él me sonrió para luego decir..
-¿La luna está hermosa no?.
-Siempre lo está, complementa la noche, ¿o eso no fue lo que me dijiste alguna
vez?.
-Sí, y mientras ella complementa la noche, tú complementas mi vida.
-Estás cursi hoy eh. -Dije levantándome de la mesa.
-Ven acá, -dijo él tomándome de la cintura para besarme, la radio comenzó a
sonar, claramente no podía faltar la música en nuestras vidas, ni la música, ni
las palabras eso ya estaba claro.
-¿Bailamos?.
-Bailamos.

F in.
157

También podría gustarte