Mora Rodriguez Victor Hugo y La Estética Del Romanticismo
Mora Rodriguez Victor Hugo y La Estética Del Romanticismo
Mora Rodriguez Victor Hugo y La Estética Del Romanticismo
Resumen
Este artículo presenta la figura de Víctor Hugo a propósito del bicentenario de su
nacimiento. Pone de relieve su pensamiento y su acción, pero sobre todo sus grandes
aportes al arte literario. Destaca que su agenda vital sigue teniendo vigencia en
nuestros días.
Introducción
Los mayores cambios o épocas históricas no solo se han manifestado a través de las
violentas revoluciones políticas, o las más significativas teorías científicas o los
novedosos sistemas filosóficos, sino que también han acarreado profundas
revoluciones culturales. Esto debido a que han transformado lo que solemos llamar
sensibilidad, valores estéticos. Con ello es toda una época la que se ha expresado a
través de nuevos estilos artísticos, nuevas creaciones en las diversas artes bellas. Al
surgir una nueva sensibilidad acompañada de un nuevo régimen político que conlleva
una nueva visión de mundo propiciada por la filosofía y las ciencias, también surgen
innovadoras corrientes estéticas. A esto se le suele denominar "revolución cultural" .
Desde el fin de la Edad Media, dos han sido las más grandes y significativas
revoluciones culturales. La primera es aquella que surge y se expresa en el
Renacimiento, época que pone las bases o semillas de lo que luego será la
modernidad. La estética que tipifica la revolución cultural surgida en el Renacimiento
se suele denominar como "clásica " , pues toma el arte griego y romano como modelos
absolutos. La otra corriente estética que brota en los inicios mismos de la Edad
Contemporánea es el "romanticismo", que surge en la segunda mitad del siglo XVIII y
domina todo el espectro de las bellas artes en forma hegemónica hasta 1850; aunque
luego convive mucho tiempo más con otras corrientes, y deja su huella en diversas
manifestaciones estéticas, algunas de ellas, incluso, en abierta oposición al
romanticismo, hasta bien avanzado el siglo XX.
Las tres corrientes estéticas se caracterizan por el énfasis que dan a alguna de las
facultades superiores que distinguen al ser humano. En efecto, para el arte clásico lo
importante es la razón que define la belleza como armonía o equilibrio entre las partes
de la obra de arte, entre el fondo y la forma. Busca la paz y la quietud del espíritu
siendo el goce estético su máxima culminación, pues el placer estético, razón de ser
de la obra de arte, solo se logra a través de la contemplación. Platón fue quien mejor
expresó esta concepción estética al decir que la belleza no es mas que la idea
revestida en formas sensibles. Esculturas como la Venus de Milo en la Antigüedad, o
el Moisés de Miguel Ángel en el Renacimiento, son obras maestras del arte clásico.
El romanticismo nace como un rechazo del arte y los gustos cortesanos, versallescos,
a los que considera decadentes y vacíos. Con el surgimiento de la burguesía industrial
como nueva clase social dominante a partir del siglo XIX, que reemplaza a la nobleza
y a la monarquía absoluta, los románticos expresan también un rechazo a los valores
imperantes en una sociedad dominada por la burguesía y buscan, como reacción, un
retorno a la vida sencilla del campo, ven en la naturaleza un refugio para sus
inquietudes políticas, estéticas y metafísicas.
Su rechazo del orden establecido los lleva a añorar los tiempos idos. Especialmente,
hay una reivindicación y casi una deificación de la Edad Media, a la que se considera
como una edad heroica.
1
AZOFEIFA, Isaac Felipe: Literatura universal. EUNED, San José, 1984, pg. 372.
Pero será en Alemania con el círculo de poetas y filósofos que se autodenominó
‘Sturm und Drang’. (Tormenta e impulso) que el romanticismo comience a formularse
doctrinalmente2 y tome conciencia de su carácter de revolución cultural universal e
irreversible. La obra juvenil de Goethe será su más alta y acabada expresión.
Tal fue el caso de Víctor Hugo quien, no solo se convirtió en la cima mas elevada del
romanticismo, sino que encarnó en su larga vida (1802-1885) todo el siglo XIX, tanto
de Francia como de la humanidad entera. Su fecunda y azarosa vida fue el resumen
en grado superlativo de las luchas y esperanzas, de los dolores y triunfos de su época
pero, sobre todo, encarnó los mejores ideales de justicia social y democracia política
que hicieron de su persona una especie de mito o leyenda viviente, asumido como tal
por los hombres y mujeres más lúcidos de su tiempo y en todas las latitudes del
mundo4.
Su vida está llena de paradojas, no todas felices. Hijo de un general del ejército
napoleónico, profesó siempre una admiración por Bonaparte, a quien llamó el
"Grande" en contraposición al sobrino de este a quien repudió y combatió llamándolo
despectivamente "Napoleón el pequeño". Monárquico en su juventud, recibió todos los
2
Ibid.
3
Cfr. BERNARD, Daniel: Hugo. la légende d’un siecle, Label-France, no. 46, Avril 2002, pgs.40 ss.
4
Cfr. L’encre de la liberté- Entrétien avec l’historien Michel Winock, Label-France, no.44, Jul. 2001, pgs.
46 s.
honores oficiales durante la Restauración y durante el reinado de Luis Felipe, Par de
Francia, honrado con la Legión de Honor, miembro de la Academia de la Lengua es,
finalmente, elegido diputado por las derechas en 1848. Pero desde muy temprano
evoluciona hacia la izquierda. Se enfrenta al golpe de Estado de 1851; perseguido,
marcha al exilio donde permanece casi durante 20 años en que no se cansa de
fustigar al Emperador Napoleón III.
Su retorno a Francia en 1870 está auroleado con aires de heroísmo. Elegido senador
vitalicio, defenderá siempre las causas de la democracia y del socialismo, no dudando
en comprometerse, dentro y fuera de Francia, con los ideales de justicia y libertad allí
donde estos estuvieran amenazados o conculcados. Al morir, sus funerales dieron
motivo a una de las manifestaciones masivas más grandes que jamás hayan
presenciado las calles y alamedas de París. Ya para entonces su obra había sido
traducida a casi todos los idiomas del mundo, especialmente su obra maestra Los
miserables.
Sin embargo, su vida privada estuvo salpicada por la tragedia. Su hija y su yerno
murieron ahogados. Ya en la vejez, una de sus hijas se sumergió en la locura de
manera irreversible. Igualmente, en su trayectoria literaria conoció el éxito las más de
las veces, pero también sufrió el fracaso, que lo llevó, al llegar a la madurez, a
abandonar su hasta entonces exitosa trayectoria como dramaturgo.
Desde el punto de vista formal, creó el poema en prosa, rompió con la métrica rígida
especialmente del alejandrino, extendió el lenguaje poético a todas las expresiones de
la experiencia humana: la lírica como la épica, la vida cotidiana como el panfleto
político y la denuncia social. Nunca el lenguaje poético había logrado una tal extensión
y amplitud con una libertad sin otros límites que el que se imponía el propio genio
creador, como pretendió siempre el credo romántico.
Teatro. Es aquí donde la revolución literaria es mayor, pues Víctor Hugo por razones
filosóficas rompió con la tradición trágica que remonta a las obras maestras del teatro
griego. La tragedia griega, en efecto, supone el fin de la libertad humana pues nos
sitúa ante el reino de lo irremediable, que los griegos llamaban "destino" y del que el
héroe trágico no es mas que una marioneta, peor aún, una víctima que debe asumir
una culpa de la que no es responsable éticamente. Surgido al calor del grito "liberté"
que se dejo oír durante la Revolución de 1789 y que desde entonces cambió la historia
de la humanidad entera, Víctor Hugo ve en el ser humano llegado a su plenitud en
nuestros días, el motor de la historia. La libertad no es solo ni principalmente, el
albedrío que nos permite escoger en nuestra vida cotidiana, sino la capacidad de
asumir su propio destino y construir la historia con sus propias manos, cosa que lo
asemeja a los dioses.
Esto se refleja en su concepción del teatro. Víctor Hugo no hace tragedias sino
dramas. El drama romántico rompe con la normativa de origen aristotélico que
prescribe la unidad de los tres elementos constitutivos de la obra teatral: espacio,
tiempo y acción. Víctor Hugo suprime la unidad de espacio y tiempo y solo deja la de
la acción. El teatro se libera de convenciones y deja, a la entera libertad del genio
creador construir la circunstancia dramática y elaborar la trama en que el protagonista
se convierte en un ejemplo de libertad y de lucha por la dignidad; contagiando con el
fervor revolucionario a un auditorio que ve en la obra un mensaje de una lucha
condenada al triunfo, pues para el hombre la historia no es mas que el proceso
dialéctico gracias al cual los pueblos y la humanidad entera ascienden a un mayor
grado de libertad.
-La novela. Se ha dicho con razón que uno de los mayores aportes de la estética del
romanticismo en el genero novelístico, si no el mayor, es haber creado la novela
5
Para todo lo que sigue ver SABBAH, Hélene (dirección): Littérature 1re. Textes et méthode, Hatier,
Paris, 1966, pgs. 232, 272, 297.
histórica. Los historiadores de la literatura ven en el Ivanhoe (1820) del escocés Walter
Scott (+1831) el nacimiento de la novela histórica propiamente tal. Esta surge de la
nostalgia por la Edad Media concebida como época del heroísmo, tanto más añorada
cuanto que la revolución industrial destruye con su espíritu empresarial y fenicio todo
el idealismo hoy perdido que animó a esas épocas pasadas. Víctor Hugo cultiva con
notable éxito de público y crítica esa forma de novela histórica como en El jorobado de
Nuestra Señora, pero va más lejos al aplicar el género histórico a la actualidad como
en su obra de senectud (1793), en que hace de la crónica histórica no solo un tema
literario, sino una tribuna política muy acorde con su concepción filosófica del arte en
general y, en particular, de la literatura como conciencia lúcida y crítica de su tiempo.
Al conmemorar los doscientos años del nacimiento de Víctor Hugo, su legado resulta
en nuestro tiempo tan actual como lo fuera en los días en que le tocó vivir a nuestro
poeta, pues las luchas de entonces siguen siendo la agenda principal de los hombres
y mujeres de hoy.