La Nueva Religion Mundial

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La Nueva Religión Mundial

El término “religión” es el nombre dado al llamado invocador de la humanidad y a la respuesta evocadora


dada a esa demanda por la Vida Suprema.
El verdadero espíritu religioso está hoy más fundamentalmente activo que nunca. En todas partes las gentes
están preparadas para recibir conocimiento y esperan una nueva revelación.
Sólo los grandes principios fundamentales pueden satisfacer realmente las necesidades de la humanidad. En
la nueva era, la religión deberá estar fundada sobre las verdades universalmente aceptadas Estas son

1. La realidad de Dios, trascendente e inmanente a la vez.

2. La relación del hombre con Dios; todos los hombres somos “hijos del Único Padre”

3. La realidad de la inmortalidad y de la supervivencia eterna, que provienen de la divinidad esencial del


hombre.

4. La Continuidad de la Revelación y los Acercamientos Divinos; Dios jamás ha cesado de enviarnos a


Sus mensajeros.

5. La realidad de nuestra mutua relación; la fraternidad humana.

6. La realidad del Sendero que conduce a Dios, hollado a través de las edades por los místicos, ocultistas
y santos de todas las creencias.

La fuente de todas las grandes religiones y filosofías es la Jerarquía espiritual del Planeta, cuyos miembros
son llamados los custodios del Plan divino.
Hoy son posibles otro gran Acercamiento a la divinidad y una nueva revelación espiritual. La humanidad espera
la reaparición del Instructor del mundo, Guía de la Jerarquía espiritual, conocido en Occidente como el Cristo y
como el Señor Maitreya en Oriente, y reconocido por las diversas y grandes religiones como el Mesías, el Imán
Mahdi y Zaratustra.
La idea de una religión mundial y la fusión de lar diversas creencias forman parte de los debates actuales. En
el mundo futuro, todos los hombres de inclinación espiritual y de buena voluntad, celebrarán las mismas fiestas
religiosas y aunarán sus recursos espirituales dando lugar a una invocación espiritual unánime y simultánea.
Dios opera de múltiples maneras, a través de todas las creencias y de innumerables intermediarios religiosos.
E1 programa universal de la nueva religión mundial será establecido destacando las doctrinas esenciales, la
unidad y la comunidad del espíritu.

La Nueva Religión Mundial

Los seres humanos buscan la liberación espiritual y la verdad en todas partes, y el verdadero espíritu religioso
está fundamentalmente más vivo que nunca. Las agitaciones y conflictos que conmueven al mundo han
alcanzado a la iglesia. Los eclesiásticos y los esclarecidos pensadores religiosos tratan de poner fin a los
seculares problemas existentes entre las diferentes sectas, buscando hallar la verdad viviente que existe detrás
de las formas externas.
Las grandes religiones ortodoxas mundiales son relegadas rápidamente a un segundo plano en la mente de los
hombres, al tiempo que éstos se aproximan a la realidad central espiritual.
Tal acontecer da lugar a la formulación de interrogantes y las mentes están embargadas por profundas y
perturbadoras dudas.
Algunas de las preguntas planteadas por personas de inclinación espiritual, eclesiásticas o laicas,
pertenecientes a todos los credos, pueden expresarse de la siguiente manera:
¿Por qué la iglesia no ha podido detener la abrumadora expresión del mal evidenciado en la última guerra
mundial?
¿Por qué la religión se ha mostrado incapaz de satisfacer las necesidades de la humanidad?
¿Por qué tantos guías espirituales del mundo han sido incapaces de ayudar a solucionar los problemas del
mundo?
¿Por qué los Instructores cristianos, como exponentes del Dios de Amor, han sido incapaces de detener el
acrecentamiento sin parangón del odio en el mundo?
¿Por qué los instructores religiosos de Oriente, custodios de una psicología espiritual y de un arte del
desarrollo individual, han sido incapaces de utilizar su sabiduría para sacar a su pueblo del hambre, de la
pobreza y de las condiciones de vida degradantes?
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¿Por qué la juventud rehúsa acudir a la iglesia y no demuestra interés en aceptar las doctrinas que se les
presentan?

¿Por qué surgen tantos nuevos cultos que desvían a la gente de las organizaciones ortodoxas de carácter
religioso?
¿Por qué hay, en Occidente, un creciente interés en las teologías orientales, los diversos yogas, las
enseñanzas budistas y los credos orientales?
¿Qué hay pues de erróneo en nuestra presentación de las realidades espirituales y las verdades eternas?

Podrían darse muchas respuestas. La más importante es que la presentación de la verdad divina, tal como ha
sido impartida por las iglesias de Occidente y los instructores de Oriente no ha evolucionado al mismo tiempo
que lo ha hecho el intelecto humano. Al buscador todavía se le presentan las mismas viejas palabras o ideas,
lo cual mentalmente no le satisface ni tampoco responden a su necesidad de ayuda práctica en un mundo tan
difícil. Se le pide que crea y que no dude, pero no se le pide que comprenda; se le dice que él es incapaz de
comprender pero se le pide que acepte las interpretaciones y afirmaciones de otras mentes humanas que
pretenden poseer y comprender la verdad. No cree que las mentes de sus instructores y sus interpretaciones
sean mejores que las suyas.
No es el mal que prevalece hoy en el mundo lo que constituye el obstáculo principal para la revelación y el
desarrollo de la vida espiritual Es el hecho de que las organizaciones religiosas, en el mundo entero, no han
conseguido preservar la verdad en su pureza ni han podido evitar la idea fanática de que un individuo
cualquiera puede interpretar la verdad v que esta interpretación debe ser, necesariamente, la única correcta.
Utilizando el lenguaje de la Cristiandad
La Iglesia es hoy la tumba de Cristo, y la lápida de la teología ha sido llevada hasta la puerta del
sepulcro.
Sin embargo, no tiene ningún objeto atacar al Cristianismo. El Cristianismo no podría ser atacado, pues es, en
su esencia aunque no de hecho, la expresión del Amor de Dios, inmanente a Su universo creado.
No obstante, las iglesias se han expuesto ampliamente a la crítica; la mayoría de la gente reflexiva se ha dado
cuenta de ello, aunque lamentablemente, esas personas que piensan constituyen todavía una minoría en las
iglesias. Pero cuando esa minoría pensante llegue a ser mayoría, determinará la eliminación de la iglesia y
garantizará la difusión de la verdadera enseñanza de Cristo.
Surge aquí el interrogante de si Cristo se sentiría cómodo en las iglesias si estuviera nuevamente entre los
hombres. Los rituales y las ceremonias, la pompa y los ornamentos, los candelabros, el oropel, las distintas
jerarquías: papas, cardenales, arzobispos, canónigos y curas, pastores y clérigos serían probablemente de
poco interés para el Hijo de Dios quien, en Su simplicidad y cuando se encontraba en la tierra, no tenía siquiera
un lugar donde poner Su cabeza.
¿Cómo puede socorrerse a los niños que mueren de hambre en todo el mundo, cuando se recolecta el dinero
para construir catedrales y erigir más iglesias, cuando al mismo tiempo, en tantas regiones, las iglesias que
existen, permanecen a menudo medio vacías? ¿Cómo puede hacerse frente a las necesidades espirituales e
intelectuales de la gente, si los jóvenes que salen de los seminarios para orientar a la humanidad, están
formados a la luz de interpretaciones que pertenecen al pasado? Es muy posible que el Cristo haya
considerado errónea e indeseable la vida separatista de las iglesias y la arrogancia de los teólogos quienes, de
hecho, han dividido al mundo entre creyentes y no creyentes, cristianos y paganos, pseudo iluminados y
pseudo ignorantes, y que Él considere todo esto como opuesto a lo que El mismo creía y enseñaba cuando
decía:
“También tengo otras ovejas que no son de este redil”. (Juan X, 16)
La presentación de la verdad religiosa en el pasado ha impedido el crecimiento del espíritu religioso; la teología
ha llevado a la humanidad a las puertas de la desesperación; la delicada flor de la vida crística se ha
marchitado en los oscuros meandros del pensamiento humano; la adhesión fanática a las interpretaciones
humanas ocupó el lugar del vivir cristiano; millones de libros han deformado y oscurecido las vivientes palabras
de Cristo; los argumentos y las discusiones de los sacerdotes han apagado la luz que trajo Buda, y el Amor de
Dios, tal como lo reveló la vida de Cristo, ha sido olvidado mientras los hombres se querellaban acerca de los
significados de las frases y palabras. Entretanto los hombres agonizaban, morían de hambre, sufrían, pedían
ayuda y enseñanza y, al no verse satisfechos, perdieron la fe.
Hoy, las personas de todas partes están en condiciones de recibir la luz; esperan una nueva revelación y una
nueva dispensación. La humanidad ha avanzado tanto en el sendero de evolución, que estas demandas y
expectativas ya no se plantean únicamente en términos de mejoramiento material, sino en términos de visión
espiritual, verdaderos valores y rectas relaciones humanas. Piden enseñanza y ayuda espiritual conjuntamente
con el alimento necesario, ropa y oportunidad de trabajar y vivir en libertad; enfrentan el hambre en grandes
zonas del mundo y, con igual congoja, experimentan también el hambre del alma.
No creemos equivocarnos si concluimos que esa congoja y demanda espirituales han ocupado un lugar
preferencial en la conciencia de Cristo. ¿Cuando Él reaparezca conjuntamente con Su Iglesia, hasta ahora
invisible, qué podrá hacer para satisfacer la insistente demanda y la intensificada actitud de percepción
espiritual con las que se verá enfrentado? Ellos ven la situación en su conjunto. La súplica del cristiano
pidiendo ayuda espiritual, la del budista pidiendo iluminación espiritual, y la del hindú pidiendo comprensión
espiritual, unidas a la petición de todos lo que profesan o no alguna fe, deben ser satisfechas. Las demandas
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de la humanidad se elevan hasta Sus oídos, y Cristo y Sus discípulos ignoran los prejuicios sectarios, de ello
podemos estar seguros. Es imposible creer que se interesen por los puntos de vista de los fundamentalistas o
por las teorías de los teólogos acerca del Nacimiento Virginal, la Expiación Vicaria o la infalibilidad del Papa. La
humanidad experimenta necesidades apremiantes y éstas deben ser satisfechas; sólo los grandes y
fundamentales principios de vida, que abarquen el pasado y el presente y provean un programa para el futuro,
podrán satisfacer realmente esta invocación humana. E1 Cristo y la Jerarquía espiritual no vendrán a destruir
todo lo que hasta ahora fue considerado “necesario para la salvación de la humanidad”, ni lo que satisfizo su
demanda espiritual. Con la reaparición de Cristo, seguramente desaparecerá lo no esencial. Permanecerán los
fundamentos de la fe sobre los cuales E1 pondrá erigir la nueva religión mundial que todos los hombres
esperan. Esta nueva religión “debe” estar basada sobre las verdades que soportaron la prueba del tiempo y
trajeron bienestar y seguridad a los hombres de todas partes. Estas verdades son:

1. La Realidad de Dios
Ante todo debe reconocerse la Realidad de Dios. Esa Realidad central puede ser denominada como el hombre
quiera, de acuerdo con su inclinación mental o emocional y a su tradición racial y hereditaria, pues no hay
nombre que pueda definirla ni condicionarla. Los seres humanos se ven obligados a denominarla de alguna
manera a fin de expresar lo que sienten, perciben y conocen, tanto en el mundo fenoménico como en lo
intangible. Consciente o inconscientemente, todos los hombres reconocen a Dios Trascendente y a Dios
Inmanente. Sienten a Dios como el Creador y el Inspirador de todo lo que existe.
Los credos orientales siempre han puesto de relieve a Dios Inmanente, radicado en lo más profundo del
corazón humano, “más cerca que las manos y los pies”, el Yo, el Uno, el Atma; más pequeño que lo pequeño
y, sin embargo, omniabarcante. Las creencias occidentales han presentado a Dios Trascendente, situado fuera
de Su Universo, como Observador. La noción de Dios Trascendente fue al principio predominante porque la
acción de ese Dios Trascendente aparecía en la evolución de la naturaleza. Luego, en la Ley mosaica, Dios
aparece como el Jehová tribal, como el alma de una nación. Después Dios fue considerado como el hombre
perfecto, el divino hombre-Dios que caminó sobre la tierra en la persona del Cristo. Hoy se pone el énfasis
sobre el Dios Inmanente en todo ser humano y en toda forma creada. En la actualidad, las iglesias tendrán que
exponer una síntesis de estas dos ideas que han sido resumidas por Shri Krishna en el Bhagavad Gita:
“Habiendo compenetrado el entero universo con un fragmento de Mi mismo, Yo permanezco”.
Dios, más grande que todo lo creado, y sin embargo, presente en sus partes más pequeñas; Dios
Trascendente garantiza el plan de nuestro mundo y constituye el propósito que condiciona todas las vidas,
desde el más diminuto átomo, pasando por todos los reinos de la naturaleza, hasta llegar al hombre.

2. La Relación del Hombre con Dios.


La segunda verdad que todos aceptan, no importa cuál sea la creencia, es la relación esencial del hombre con
Dios. Inherente a la conciencia humana, con frecuencia incipiente e indefinido, existe un sentido de divinidad.
“Todos somos Hijos de Dios” (G1. III, 26) y “Uno es nuestro Padre, incluso Dios”, repiten el Cristo y todos los
Instructores y Avatares en el transcurso de las épocas, pues “como E1 es, así somos nosotros en este mundo”,
dice el Nuevo Testamento (I Juan IV, 17).
“El está mas cerca que el aliento, más cerca que las manos y los pies”, canta el hindú. “Cristo en nosotros,
esperanza es de Gloria”, es la triunfante afirmación de San Pablo.

3. La Realidad de la Inmortalidad y la Supervivencia Eterna.


Tenemos en tercer lugar el sentido de la supervivencia, vida eterna o inmortalidad. Su reconocimiento es
inevitable pues es parte de la reacción de la humanidad, como lo es el instinto de la autoconservación. Con
esta convicción interna enfrentamos la muerte y sabemos que volveremos a vivir, que vamos y venimos,
superviviendo porque somos divinos y regimos nuestro propio destino. Sabemos que nos hemos propuesto
alcanzar una meta y ella es “la vida más abundante” en alguna otra parte, aquí o allá, y eventualmente en
todas partes.
El espíritu del hombre es inmortal; perdura eternamente y progresa de un punto a otro y de una etapa a otra en
el Sendero de la Evolución, desarrollando en forma constante y secuencial los atributos y aspectos divinos.
Esta verdad implica necesariamente el reconocimiento de dos grandes leyes naturales: La Ley de
Renacimiento y la Ley de Causa y Efecto. Las Iglesias de Occidente se han negado oficialmente a reconocer la
Ley de Renacimiento, y por tal razón han llegado a una encrucijada teológica y a un callejón sin salida posible.
Las iglesias de Oriente han puesto excesivo énfasis sobre estas leyes, de manera que los pueblos están
regidos por una actitud negativa y sumisa hacia la vida y sus procesos, basada en una oportunidad que se
renueva constantemente. E1 cristianismo acentuó la inmortalidad, pero hizo depender la felicidad eterna de la
aceptación de un dogma teológico: o bien practicas verdaderamente la religión cristiana lo que te permitirá vivir
en el cielo más o menos beatamente, o bien te niegas a ser un cristiano practicante cayendo entonces en un
infierno absurdo. Ambos conceptos son hoy repudiados por toda persona reflexiva, sensata y sincera. Quien
posee el verdadero poder de razonar o cree en un Dios de amor, no acepta el cielo de los eclesiásticos ni
desea ir allí. Mucho menos aceptará el “lago de fuego ardiendo en azufre” (Apoc., XIX, 2é) o las eternas
torturas, con las que un Dios de Amor se supone condena a todos los que no creen en las interpretaciones
teológicas de la Edad Media. La verdad esencial se encuentra en otra parte. “Lo que un hombre siembra, eso
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cosechará”, es una verdad sobre la que es preciso insistir de nuevo. Con estas palabras, San Pablo expone la
antigua y verdadera enseñanza de la Ley de Causa y Efecto, llamada en Oriente Ley del Karma.

La inmortalidad del alma humana y la innata capacidad del hombre espiritual interno para obtener su propia
salvación, de acuerdo con la Ley de Renacimiento, en respuesta a la Ley de Causa y Efecto, son los factores
subyacentes que rigen la aspiración y el comportamiento humanos. Ningún hombre puede evadir ambas leyes,
pues éstas lo condicionan en todo momento, hasta que ha logrado la perfección asignada y deseada, y ha
podido manifestarse en la tierra como un Hijo de Dios que actúa correctamente.

4. La continuidad de la Revelación y los Acercamientos Divinos.


Otra verdad esencial, y que aclara el trabajo planeado por el Cristo, está relacionada con la revelación
espiritual y la necesidad que el hombre tiene de Dios y la que tiene Dios del hombre. Jamás la Deidad ha
dejado a los hombres privados de Su testimonio. Siempre que el hombre ha demandado luz, la luz ha llegado.
Nunca existió época, ciclo o período mundial en los que no se haya impartido la enseñanza, ni dado la ayuda
espiritual que la necesidad humana demandó. Siempre que el corazón y la mente del hombre buscaron a Dios,
la divinidad se acercó al hombre. La historia del género humano es, en realidad, la historia de la súplica del
hombre por mayor luz y contacto con Dios, y también la llegada de la luz y el acercamiento de Dios al hombre.
E1 Salvador, el Avatar o el Instructor del Mundo siempre han surgido del lugar secreto del Altísimo, trayendo al
hombre una nueva revelación, una nueva esperanza y un nuevo incentivo para vivir una vida espiritual más
plena.
Algunos de estos acercamientos han sido de capital importancia, afectando a la humanidad en su totalidad;
otros de menor trascendencia afectaron sólo una parte relativamente pequeña de la humanidad, una nación o
un grupo. Aquellos que vienen como Reveladores del amor de Dios, proceden de ese centro espiritual al que
Cristo dio el nombre de “Reino de Dios” (Mt.VI, 33). Allí moran “los espíritus de los hombres justos, hechos
perfectos” (Hb., Xll, 23); allí residen los Guías espirituales de la raza; allí viven, trabajan y supervisan los
asuntos humanos y planetarios los Ejecutores del Plan divino. Se los denomina de distintas maneras: la
Jerarquía espiritual, La Morada de la Luz, el Centro donde moran los Maestros de Sabiduría y la Gran Logia
Blanca. De allí proceden los Mensajeros de la Sabiduría divina, los Custodios de la Verdad tal como se halla en
el Cristo y en Aquellos cuya tarea consiste en salvar al mundo, enseñar la futura revelación y demostrar la
divinidad.
Una nueva definición de Dios nos fue dada cuando Buda enseñó que Dios es Luz y nos mostró el camino de la
iluminación, y cuando Cristo nos reveló que Dios es Amor, por medio de su vida y servicio en la tierra. Hoy se
va comprendiendo la iluminación como conocimiento, pero el significado interno del amor sólo es tenuemente
percibido. Sin embargo, la luz y el amor han sido revelados al mundo por dos grandes Hijos de Dios.
Todas las escrituras del mundo atestiguan la existencia de ese centro de energía espiritual. La Jerarquía
espiritual se ha acercado constantemente a la humanidad, a medida que el hombre va siendo más consciente
de la divinidad y más apto para entrar en contacto con lo divino.

5. La Realidad de nuestra Mutua Relación


Esta es una realidad espiritual fundamental como lo es Dios mismo, pues está vinculada al conocimiento que
tenemos de Dios como Padre.
A esta relación la denominamos “fraternidad” y se expresa, o finalmente se expresará por medio de la
comunidad humana y las rectas relaciones entre los hombres. Para esto trabajamos y la humanidad avanza
hacia el establecimiento de esta mutua relación.

6. La Realidad del Sendero hacia Dios.


E1 conocimiento de ese Sendero fue garantizado para nosotros, a través de las edades, por quienes
conocieron a Dios y que el mundo llamó místicos, ocultistas y santos. Ante los hombres que aspiran se abre el
Camino. La historia del alma humana es la historia de la búsqueda de ese Camino y de su descubrimiento por
aquellos que saben persistir.
En cada raza y nación, en cada parte del mundo y en cada clima, durante el interminable correr del tiempo, en
el pasado sin límites, hay hombres que encontraron el Sendero que conduce a Dios; lo hollaron y aceptaron
sus condiciones, soportaron sus disciplinas, confiaron en sus realidades, recibieron sus recompensas y
hallaron su meta. Llegados allí, “penetraron en el gozo del Señor”, participaron en los del reino de los cielos,
moraron en la gloria de la Presencia divina y, luego, retornaron a los caminos de los hombres para servir. El
testimonio de la existencia de ese Sendero es el tesoro inapreciable de todas las grandes religiones, y son
testigos aquellos que trascendieron todas las formas y todas las teologías, penetrando en el mundo del
significado que todos los símbolos velan.
Estas verdades forman parte de todo lo que el pasado ha legado al hombre. Son nuestra eterna herencia y en
conexión con ellas no existe ninguna nueva revelación sino solamente participación y comprensión. Estas
realidades nos han sido presentadas por los Instructores del Mundo, adaptándolas a las necesidades y
capacidades de los tiempos. Forman la estructura interna de la Verdad Una, sobre la cual se erigieron todas las
teologías del mundo, incluyendo las doctrinas y dogmas cristianos construidos alrededor de la Persona de
Cristo y Su enseñanza.
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Hoy es posible otro gran Acercamiento a la divinidad y una nueva revelación espiritual, revelación que se
cierne sobre el género humano, y quién la traerá y complementará se está aproximando a nosotros. Ignoramos
qué traerá a la humanidad este acercamiento. Con toda seguridad producirá resultados tan definidos como las
precedentes misiones y revelaciones de Aquellos que vinieron en respuesta a los anteriores requerimientos de
la humanidad. Un nuevo cielo y una nueva tierra están en camino. ¿Qué quieren significar el teólogo y el
eclesiástico ortodoxo con las palabras “un nuevo cielo?. ¿No significarán estas palabras algo totalmente
distinto y un nuevo concepto respecto al mundo de las realidades espirituales? Aquel que viene, ¿no traerá una
nueva revelación acerca de la propia naturaleza de Dios?. ¿Conocemos todo lo que se puede saber acerca de
Dios?. Si es así, Dios es muy limitado. ¿No será posible que nuestras ideas actuales acerca de Dios,
considerado como Mente Universal, Amor y Voluntad, sean enriquecidas por alguna nueva idea o cualidad,
para la que todavía no tenemos nombre, ni palabras, ni la más remota noción? Cada uno de los tres conceptos
actuales de la divinidad, la Trinidad, eran completamente nuevos cuando fueron expuestos por primera vez a la
mente o a la conciencia del hombre.
Desde hace algunos años la Jerarquía espiritual de nuestro planeta se ha aproximado a la humanidad, y este
acercamiento es la causa de los grandes conceptos de libertad, tan caros al corazón del hombre. E1 sueño de
la hermandad, comunidad, cooperación internacional y paz, fundado en las rectas relaciones humanas, es
cada vez más real. También vislumbramos una nueva y vital religión mundial, un credo universal que tendrá
sus raíces en el pasado, pero que pondrá en evidencia la belleza incipiente y la inminente revelación vital.
De una cosa podemos estar seguros: este acercamiento comprobará, en forma profundamente espiritual y sin
embargo absolutamente real, la verdad de la inmanencia de Dios. La iglesia ha acentuado la Trascendencia de
Dios, proclamando la existencia de un Dios creador que sostiene activamente su creación, pero que al mismo
tiempo permanece exterior a ella como un observador insondable. Se debe demostrar que ese tipo de creador
trascendente es falso, y esa doctrina ha de contrarrestarse mediante la manifestación de Dios en el hombre,
esperanza es de gloria. Esto es lo que demostrará el Acercamiento inminente, el cual comprobará la íntima
relación que existe entre Dios Trascendente y “Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos el ser”,
porque “habiendo compenetrado el entero Universo con un fragmento de Sí Mismo, Él permanece”. Dios es
inmanente en toda forma creada; la gloria que será revelada por medio de la humanidad es la expresión de esa
divinidad innata en todos sus atributos y aspectos, cualidades y poderes.
La nueva religión mundial estará basada en la existencia de Dios, en la relación del hombre con lo divino, en la
realidad de la inmortalidad y en la continuidad de la revelación divina, y también en la constante llegada de
Mensajeros provenientes del centro divino. A estos hechos debe agregarse el comprobado conocimiento
instintivo del hombre de que existe el Sendero hacia Dios, de su capacidad de hollarlo cuando el proceso
evolutivo lo conduzca a entrever una nueva concepción de la divinidad y cuando habrá aceptado el hecho de
Dios Trascendente e Inmanente en cada forma de vida.
Cuando miramos hacia el mundo de mañana y empecemos a preguntarnos qué forma deberá asumir la fe de la
humanidad y qué edificio erigirá la capacidad de los conocedores para albergar al espíritu religioso del hombre,
aparecen tres verdades fundamentales como agregados necesarios al grupo de verdades reveladas:

I. La demostrada existencia de una Jerarquía espiritual, cuya vida está consagrada al bien de la
humanidad. Los Miembros de la Jerarquía son considerados como los Custodios del Plan divino y expresiones
del Amor de Dios.

II El desarrollo de la Ciencia de Invocación y Evocación, como medio y método de acercamiento a la


divinidad.

III. La comprensión de que los cielos estrellados, el sistema solar y las esferas planetarias, son todas
manifestaciones de la Vidas espirituales, y que la interrelación entre esas Vidas encarnadas es tan real y
efectiva como lo es la relación entre los miembros de la familia humana.

Invocación y Evocación
Estas son las verdades fundamentales sobre las que descansará la futura religión mundial. La nota clave será
el Acercamiento divino. “Acerquémonos a Dios y El se acercará a nosotros” (Sg. N, 8), es la gran exclamación
de Cristo y de la Jerarquía espiritual que surge en tonos nuevos y claros.
El tema principal de la nueva religión lo constituirá el reconocimiento de los distintos acercamientos divinos y la
continuidad de la revelación que cada uno de ellos impartió; la tarea que tiene hoy por delante la gente
espiritualmente orientada es preparar a la humanidad para el inminente y, quizás, mayor de todos los
Acercamientos. El método a seguir consistirá en el empleo inteligente y científico de la ciencia de Invocación y
Evocación y el reconocimiento de su extraordinaria potencia.
El hombre invoca el Acercamiento divino de diferentes formas: por el incipiente y silencioso llamado, o por el
clamor invocador de las masas, y también por la invocación planeada y definida del aspirante orientado
espiritualmente, del trabajador, discípulo o iniciado sabiamente convencido y, en una palabra, por todos
aquellos que pertenecen al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Este grupo está vinculado por lazos
subjetivos y es quien conduce a la humanidad hacia una nueva y mejor civilización.
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La Ciencia de Invocación y Evocación ocupará el lugar de lo que ahora llamemos plegaria y adoración. No nos
dejemos confundir por la palabra ciencia. No se trata de la cosa fría e intelectual de la que se habla
frecuentemente, sino de la inteligente organización de la energía espiritual y de las fuerzas del amor, que
cuando sean efectivas evocarán la respuesta de los seres espirituales que puedan caminar libremente entre los
hombres y establecer una íntima relación y constante comunicación entre la Humanidad y la Jerarquía
espiritual.
A fin de esclarecer lo expuesto podría decirse que la Invocación es de tres tipos. Tenemos, como ya se dijo, la
demanda masiva, mantenida en forma inconsciente y el llamado clamoroso que brota del corazón del hambre
en momentos de crisis, como en la actualidad. Este llamado invocador lo elevan incesantemente todos aquellos
que viven en medio del desastre, dirigiéndose al poder exterior que, según ellos puede y debería venir en su
ayuda en los momentos extremos. Esta grande y silenciosa invocación surge hoy por todas partes. Tenemos
además el espíritu de invocación evidenciado por los hombres sinceros, cuando participan en los ritos de su
religión y se valen de la oportunidad para orar y adorar en forma conjunta. Este grupo, junto con la masa de
hombres, constituyen un grupo inmenso de seres que invocan. Su intención unánime asume grandes
proporciones en la actualidad y su invocación se eleva hasta el Altísimo. Finalmente están los discípulos y
aspirantes entrenados, que utilizan algunas fórmulas verbales y ciertas invocaciones cuidadosamente definidas
y, al hacerlo, enfocan el llamado invocador y la demanda de los otros dos grupos, dándoles la orientación y el
poder correctos. Los tres grupos, consciente o inconscientemente, están entrando ahora en actividad, y su
esfuerzo unificado garantiza la evocación resultante.
El nuevo trabajo invocador será la nota clave de la futura religión mundial, y se dividirá en dos partes. Por un
lado habrá el trabajo invocador de las multitudes preparadas por las personas espiritualmente orientadas (que
trabajan en las iglesias, dentro de lo posible, bajo la dirección de un clero iluminado), para que reconozcan el
flujo de energías espirituales concentradas a través del Cristo y Su Jerarquía espiritual. También serán
entrenados para expresar de manera adecuada su demanda de luz, liberación y comprensión. Por otro lado
también existirá un eficaz trabajo de invocación, tal como es practicado por quienes han entrenado sus mentes
mediante la correcta meditación, conociendo el poder de los mantrams, fórmulas e invocaciones y trabajan
conscientemente. Utilizarán con mayor frecuencia ciertas grandes fórmulas verbales, que más tarde serán
dadas a la raza, así como fue dado el Padre Nuestro por Cristo y, en la actualidad, la Gran Invocación por la
Jerarquía.
Esta nueva ciencia religiosa, para la cual la plegaria, la meditación y el ritual han preparado a la humanidad,
entrenará a los pueblos para presentar, en épocas definidas del año, la demanda de todos los pueblos del
mundo que aspiran a entrar en contacto con Dios y una más estrecha relación espiritual entre sí. Cuando este
trabajo sea llevado a cabo adecuadamente, evocará respuesta de la Jerarquía y especialmente de su Guía, el
Cristo. Por medio de esta respuesta, la fe de las multitudes se convertirá gradualmente en la convicción de
aquellos que conocen. De esta manera, las razas humanas serán transformadas y espiritualizadas, y los dos
grandes centros divinos o grupos de energía, la Jerarquía y la Humanidad, comenzarán a trabajar en completa
unificación y unión. Entonces el Reino de Dios estará en verdad y realmente en la tierra.
Evidentemente, sólo es posible indicar las líneas generales de la nueva religión mundial. La expansión de la
conciencia humana, que tendrá lugar como resultado del inminente gran Acercamiento, capacitará a la
humanidad para captar no sólo su relación con la vida espiritual de nuestro planeta, con Aquel en Quien
vivimos, nos movemos y tenemos el ser, sino que proporcionará también una vislumbre de la relación que tiene
nuestro planeta con el círculo de vidas planetarias que se mueven dentro de la órbita del Sol y del círculo aún
mayor de influencias espirituales que hacen contacto con nuestro sistema, a medida que éste recorre su órbita
en el firmamento, a través de las doce constelaciones del Zodíaco. La investigación astronómica y astrológica
ha puesto de relieve esta relación y las influencias que ejerce, pero las conjeturas subsisten, así como tantas
estúpidas pretensiones e interpretaciones. Sin embargo, la iglesia siempre lo ha reconocido y la Biblia lo
atestigua: “Las estrellas, desde sus órbitas, combatieron contra Sisera” (Jn. V, 20). “¿Podrás tu impedir las
delicias de las Pléyades?” (Jb. 38, 31). Otros pasajes confirman también esta afirmación de los Conocedores.
Muchas Fiestas eclesiásticas fueron fijadas en relación con la Luna o una constelación zodiacal. La
investigación demostrará que ello es verdad, y cuando el ritual de la nueva religión mundial esté
universalmente establecido, constituirá uno de los factores importantes que se deberá tener en cuenta.

Las Fiestas Espirituales


El establecimiento de ciertas Fiestas importantes en relación con la Luna, y en menor grado con el zodíaco,
reforzará el espíritu de invocación con la resultante afluencia de influencias evocadas. La verdad contenida en
toda invocación se basa en el poder del pensamiento y particularmente en su naturaleza, relación y aspectos
telepáticos. El pensamiento invocador unificado de las multitudes y el pensamiento enfocado y dirigido del
Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, constituyen una corriente ascendente de energía. Esta llegará
telepáticamente hasta esos Seres espirituales que son sensibles a tales impactos y responden a ellos. Su
evocada respuesta, emitida como energía espiritual, llegará a su vez hasta la humanidad, tras haber sido
reducida a energía mental, y de esta forma dejará su impronta en la mente de los hombres, impartiéndoles
convicción, inspiración y revelación. Esto ha ocurrido a través de toda la historia del desarrollo espiritual del
mundo y este ha sido el procedimiento adoptado al redactar las Escrituras del Mundo.
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Luego, el mantenimiento de cierta uniformidad en los rituales religiosos ayudará a los hombres a reforzar el
trabajo mutuo y a aumentar poderosamente las corrientes mentales dirigidas a las expectantes Vidas
espirituales. En la actualidad la religión cristiana tiene sus grandes Fiestas; el budismo conserva otra serie de
celebraciones espirituales, y el hinduismo tiene otras fechas sagradas. Cuando el mundo del futuro esté
organizado, todos los hombres de tendencia y orientación espirituales guardarán las mismas fiestas sagradas,
trayendo como resultado la unión del esfuerzo y la fusión de los recursos espirituales, además de una
simultánea invocación espiritual, resultando evidente su potencia.

Habrá tres fiestas principales cada año, concentradas en tres meses consecutivos, conduciendo a un
prolongado esfuerzo espiritual anual cuyo efecto se sentirá durante todo el año. Estas fiestas serán:

1. La Fiesta de Pascua. Es la Fiesta del Cristo viviente resucitado, el Instructor de los hombres y el Guía de la
Jerarquía espiritual. Es la expresión del Amor de Dios. En ese día será reconocida la Jerarquía espiritual que El
guía y dirige, poniéndose el énfasis sobre la naturaleza del Amor de Dios. Esta fiesta será fijada anualmente de
acuerdo a la primera luna llena de Aries, constituyendo la gran Fiesta cristiana de Occidente.

2. La Fiesta de Wesak. Es la Fiesta del Buda, el Intermediario espiritual entre Shamballa, el centro espiritual
más elevado, y la Jerarquía. El Buda es la expresión de la Sabiduría de Dios, la Encarnación de la Luz y el
Representante del Plan divino. La fecha será fijada anualmente de acuerdo a la Luna Llena de Tauro, así como
sucede actualmente, constituyendo la gran Fiesta de Oriente..

3. La Fiesta de Buena Voluntad. Será la Fiesta del espíritu de la humanidad que aspira llegar a Dios, trata de
adaptarse a la voluntad divina y se consagra al establecimiento de correctas relaciones humanas. Será fijado
anualmente de acuerdo a la Luna Llena de Géminis. En ese día será reconocida la naturaleza espiritual y
divina del género humano. En esta Fiesta, el Cristo ha representado a la humanidad durante dos mil años y ha
permanecido ante la Jerarquía y a la vista de Shamballa como el hombre -Dios, el Conductor de Su pueblo y
“el Primogénito de una gran familia de hermanos.” (Rm. VIII, 29). Todos los años, en esa fecha, Cristo ha
repetido, ante la Jerarquía, el último Sermón del Buda. Por lo tanto, será una Fiesta de profunda invocación y
demanda, de fundamental aspiración para establecer la hermandad y la unidad humana y espiritual, y
representará el efecto que produce en la conciencia humana el trabajo realizado por el Buda y el Cristo.

Estas tres Fiestas se celebran ya en el mundo, y si bien no están relacionadas entre sí, son parte del
Acercamiento espiritual de la humanidad. Se está aproximando el momento en que las tres Fiestas se
celebrarán en todo el mundo, gracias a lo cual se logrará una gran unidad espiritual, y los efectos de este gran
Acercamiento tan inmediato en la actualidad, se estabilizarán por la invocación unida de la humanidad en todo
el planeta.
Los restantes plenilunios constituirán fiestas menores y serán considerados de vital importancia. Establecerán
los atributos divinos en la conciencia del hombre, de la misma forma que las fiestas mayores establecen los
tres aspectos divinos. Estos aspectos y cualidades se llegarán a establecer y determinar por un profundo
estudio de la constelación o constelaciones ejerciendo una influencia particular durante esos meses.
Capricornio, por ejemplo, llamará la atención sobre la primera iniciación, el nacimiento del Cristo en la caverna
del corazón, y determinará el entrenamiento necesario para producir ese gran acontecimiento espiritual en la
vida del individuo. Doy este ejemplo a fin de indicarles la posibilidad de obtener el desarrollo espiritual que
ofrece la comprensión de estas influencias y dar nueva vida a las antiguas creencias, ampliándolos hasta sus
mayores y eternas relaciones.
De esta manera las doce fiestas anuales constituirán una revelación de la divinidad. Proporcionarán los medios
para establecer, ante todo y durante tres meses, un contacto con los tres grandes centros espirituales, las tres
expresiones de la divina Trinidad. Las fiestas menores pondrán de relieve la interrelación del Todo. Elevando
de esta manera la presentación divina de la verdad desde el nivel personal e individual al nivel del Propósito
divino y universal; la relación del Todo con la parte y de la parte con el Todo será así expresada en toda su
plenitud.
La humanidad, invocará por lo tanto a la Jerarquía, el poder del Reino de Dios, la Jerarquía responderá y
entonces se desarrollarán los Planes de Dios en la Tierra. La Jerarquía invocará, en una vuelta más elevada de
la espiral, al “Centro donde la Voluntad de Dios es conocida” invocando así el Propósito de Dios. La Voluntad
de Dios será complementada por el Amor manifestado inteligentemente. Para esto el género humano está
preparado, y la Tierra espera.
Resumiendo: La nueva religión, mundial será erigida sobre los cimientos de la verdad fundamental ya
reconocida.

La Nueva Religión Mundial


En el futuro, la religión será definida por los teólogos con más exactitud que hasta ahora, de la manera
siguiente:
Religión es el nombre asignado al llamado invocador de la humanidad y a la respuesta evocadora dada
a esa demanda por la Vida Suprema
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En realidad significa que la parte reconoce su relación con el Todo, además de la constante y creciente
demanda para que exista mayor percepción de esa relación, lo cual produce el reconocimiento, por parte del
Todo, de la demanda formulada. Es el impacto de la vibración que produce la humanidad, dirigida
específicamente hacia esa Gran Vida de la cual se siente parte, sobre esa Vida, y el impacto de respuesta
producido por ese “Amor omniabarcante”, en la vibración menor. Sólo ahora puede ser percibido tenuemente
en Shamballa el impacto producido por la vibración humana. Hasta hoy su más Poderosa actividad alcanzó
solamente a la Jerarquía. La Religión, la ciencia de Invocación y Evocación, en lo que concierne a la
humanidad, constituye el Acercamiento (en la futura nueva era) de una humanidad polarizada mentalmente. En
el pasado la religión ha tenido un atractivo totalmente emocional. Se ocupaba de la relación del individuo con el
mundo de la realidad y del aspirante que anhelaba la búsqueda divina. Su técnica consistía en capacitarse uno
mismo para obtener la revelación de esa divinidad, en lograr cierto grado de perfección que la revelación exige,
y en desarrollar la sensibilidad y la respuesta amorosa hacia el Hombre ideal, representado para la humanidad
actual por el Cristo. E1 vino para poner fin a este ciclo de acercamiento emocional, existente desde los días
atlantes. Demostró en Sí Mismo el ideal de perfección y dio a la humanidad un ejemplo, manifestado
plenamente, de todas las posibilidades latentes en el hombre hasta esa época. La obtención de la perfección
de la conciencia crística se convirtió entonces en una meta reiterada para la humanidad.
Hoy el concepto de una religión mundial y la necesidad de que ésta aparezca son ampliamente deseados y
para ello se trabaja paulatinamente. La unión de los credos es hoy un campo de debate. Los trabajadores del
sector religioso formularán el programa universal de la nueva religión. Este trabajo de síntesis amorosa, pondrá
el énfasis en la unidad y la fraternidad del espíritu. Este grupo, en forma muy especial, constituye un canal para
las actividades del Cristo, el Instructor del mundo. E1 programa de la nueva religión mundial será estructurado
por innumerables grupos que trabajan inspirados por el Cristo.
Los eclesiásticos deben recordar que el espíritu humano es más grande que todas las iglesias y sus
enseñanzas. Con el tiempo ese espíritu triunfará sobre ellas y entrará triunfalmente en el Reino de Dios,
dejando rezagados a los clérigos, iglesias y sus enseñanzas, a no ser que estos entren humildemente como
parte de la raza humana en su largo peregrinaje de la oscuridad a la luz, de lo irreal a lo real y de la ignorancia
a la sabiduría. Si las grandes religiones organizadas y las iglesias de todos los países, no ofrecen guía y ayuda
espirituales la humanidad hallará otro camino. Nada puede evitar que el espíritu del hombre llegue a Dios.
Dios trabaja de muchas maneras y ésta es una de las razones para eliminar las doctrinas no esenciales. Por el
énfasis puesto en las doctrinas esenciales y uniéndolas, se revelará la plenitud de la verdad. Esto será
realizado por la nueva religión mundial; tras el retorno del Cristo este trabajo se efectuará rápidamente.
Este texto fue tomado y adaptado de dos obras de Alice A. Bailey, La Reaparición de Cristo y La
Exteriorización de la Jerarquía, publicados por Ediciones Lucis, Buenos Aires – Argentina.

LA GRAN INVOCACION

Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,


Que afluya luz a las mentes de los hombres,
Que la luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,


Que afluya amor a los corazones de los hombres,
Que Cristo retorne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,


Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres
E1 propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,


Que se realice el Plan de Amor y de Luz,
Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder, Restablezcan el Plan en la Tierra.

Este folleto es ofrecido como una actividad de servicio de Buena Voluntad Mundial, que lleva a cabo el
programa siguiente:
Publica folletos basados en los principios de Buena Voluntad y de justas relaciones humanas, los cuales
contienen el germen de las ideas y de los valores espirituales que son la base de la civilización de la nueva era.
Patrocina un programa mundial de distribución de folletos gracias a un gran número de personas que trabajan
benévolamente en todos las países. Esta distribución se lleva a cabo regularmente en una decena de lenguas.
Coopera activamente a nivel mundial con otras organizaciones que trabajan para el establecimiento de justas
relaciones humanas entre los hombres y las naciones.
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Buena Voluntad Mundial es una asociación mundial de hombres y mujeres de buena voluntad que persiguen la
ejecución de proyectos que tengan un objetivo educativo y de servicio para la nueva era.

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