Tema 2 LENGUA (Nuevo) 2
Tema 2 LENGUA (Nuevo) 2
Tema 2 LENGUA (Nuevo) 2
El astur-leonés y el navarro-aragonés no llegaron a completar su proceso de evolución, son dos dialectos históricos
del latín que no llegaron a convertirse en lenguas.
Actualmente, los dialectos históricos constituyen un conjunto de hablas que se utilizan en territorios donde la lengua
general es el castellano. Las fronteras del leonés con el gallego y del aragonés con el catalán determinan una influencia
de estas lenguas en los niveles lingüísticos.
En nuestro país se distinguen las siguientes variantes geográficas o dialectales del español: las variedades de las zonas
bilingües, las variedades de las zonas en contacto con los dialectos leonés y aragonés, las variedades septentrionales
y las meridionales (que incluyen el andaluz y las hablas de transición). Fuera de España, las variedades
hispanoamericanas.
En las comunidades autónomas bilingües, el español ha adoptado peculiares, en las que destacan las interferencias
(elementos fonéticos, morfosintácticos, léxicos) y préstamos léxicos.
El catalán ha transmitido algunos de sus rasgos al castellano: la articulación palatal del fonema /l/, en la terminación
-al; la pronunciación fuerte de /d/ a final de palabra: verdat; calcos, como el uso del artículo con el nombre propio (el
Joan), o el dequeísmo: afirmó de que....
La influencia del gallego se observa en la entonación, en el cierre de /e/ y /o/; en el uso exclusivo del pretérito perfecto
simple: Hoy estuve allí; o en la predilección por el diminutivo -iño / -iña.
El vasco o euskera ha influido históricamente en la evolución del español, por ejemplo, en la pérdida de la f- inicial
latina (del latín facere > hacer) y en la no distinción entre b y v. Hoy condiciona algunos aspectos del castellano de la
zona, como en el orden sintáctico, las confusiones de género.
La influencia del bable se percibe en el cierre de las vocales /e/ y /o/ en posición final de palabra, en la preferencia por
los diminutivos -ín / -ina, en el uso de pronombres enclíticos: pregúntote.
Las hablas aragonesas influyen en rasgos como la entonación, la preferencia por el diminutivo -ico / -ica, y el uso
particular del pronombre personal con preposición: No vayas con mí («conmigo»).
Variedades septentrionales
Las variedades septentrionales corresponden a la zona de origen y primera expansión del castellano y son las más
conservadoras en cuanto a la evolución lingüística.
1El aranés es el nombre que recibe en el Valle de Arán (provincia de Lérida, Cataluña) la lengua occitana hablada en este territorio.
Se trata de una variante del gascón (dialecto del occitano). El aranés tiene carácter de lengua cooficial, junto con el castellano y el
catalán.
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Las variedades comprenden el norte de España, con un límite impreciso y en algunos casos variable, por Salamanca,
Ávila, Madrid, Guadalajara, Cuenca y el norte de Albacete. Toledo, Ciudad Real y Albacete son áreas más innovadoras,
de transición entre el norte y el sur, aproximadas, según las zonas, a las hablas meridionales.
En nuestro país se distinguen las siguientes variantes geográficas o dialectales del español: las variedades de las zonas
bilingües, las variedades de las zonas en contacto con los dialectos, las variedades septentrionales y las meridionales
(que incluyen el andaluz).
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Se sitúan en este grupo el extremeño, que tiene comunes con el castellano septentrional, el andaluz y el leonés; el
murciano, con influencia del andaluz, el aragonés y también del catalán, y el canario, que comparte rasgos del andaluz
y de las variedades del español de América.
El extremeño
Se habla en Extremadura. Después de la Reconquista, las tierras extremeñas fueron ocupadas por castellanos, leoneses
y andaluces. Es un habla de transición que comparte algunos de los rasgos del leonés y del andaluz. Los principales
rasgos lingüísticos son:
El murciano
Se habla en la Comunidad Autónoma de Murcia. Es otra habla de transición; en él se aprecian rasgos del aragonés y
del andaluz. Hay un dialecto meridional que se denomina panocho.
La reconquista de la zona murciana fue castellana en un principio, pero Jaime I ayudó a Alfonso X a someter a los
moriscos y, desde entonces, hasta el siglo XIV, hubo una fuerte presencia catalana y aragonesa. Los principales rasgos
lingüísticos son:
El canario
Cuando el castellano llegó a las islas Canarias en el siglo XV, se impuso sobre la lengua originaria, el guanche, que se
perdió. La colonización se efectuó, fundamentalmente, por población procedente de Andalucía. De ahí que sus
características sean similares, aunque con diferencias de entonación y, sobre todo, de léxico. Los principales rasgos
lingüísticos son:
El español es hoy una realidad mundial incuestionable. Es una de las lenguas más importantes del mundo, con 580
millones de hablantes. Representa la segunda lengua mundial, precedida por el chino-mandarín, el inglés y el indi.
Geográficamente se encuentra distribuida en varios continentes y, en la actualidad, es objeto de especial interés por
su carácter internacional. Es el idioma oficial de una veintena de naciones, uno de los tres que habitualmente se
consideran oficiales y de trabajo en múltiples organismos internacionales, una lengua de prestigio de primer orden,
de entre todas las grandes lenguas internacionales, y una lengua en expansión por todo el planeta. La mayor parte de
los hablantes se concentra en España y en los países de América Central y América del Sur, excepto en Brasil donde se
habla el portugués. Se habla también en zonas de Estados Unidos y en algunos lugares que estuvieron bajo el dominio
español en tiempos pasados.
Tras su hegemonía en los siglos XVI y XVII, el español desaparece de europea hasta el siglo XIX, en que se produce un
cambio de perspectiva sobre España y lo español, debido a las nuevas relaciones comerciales y culturales que se van
estableciendo con el exterior. Ya en el siglo XX, España ha ganado peso en el concierto internacional, tanto por su
incorporación política, económica, comercial y social a Europa, como por el interés cultural que ha suscitado y suscita
nuestra cultura en los medios académicos.
El triunfo del español en EE UU beneficia el estudio de nuestra lengua, dado el papel que esta nación desempeña en
el mundo, el 90% de los de secundaria ofrecen clases de español. En Brasil es lengua obligatoria en la enseñanza. Japón
es otro país que está impulsando enormemente el estudio de nuestro idioma.
En Europa, en cambio, no ha obtenido el prestigio de otras lenguas. Y hay otros ámbitos en los que está claramente en
inferioridad de condiciones; por ejemplo, en la informática y en la comunicación científica, donde su uso, a escala
global, es ínfimo comparado con el inglés.
Actualmente, hay numerosas instituciones encaminadas a ofrecer una imagen atractiva del español. La más importante
es el Instituto Cervantes, creado en 1990 para promocionar el estudio del español y difundir la cultura española. Su
Centro Virtual Cervantes es el «portal temático» por excelencia de la lengua y de la cultura españolas en Internet,
mediante el cual se intenta llenar «la red» de contenidos en español. Otras instituciones son el Comité de la Lengua
Española de la UNESCO y la Asociación de Academias de la Lengua Española en la que participan las veintidós academias
de la lengua española existentes en el mundo, y cuyo fin principal es preservar la unidad del español.
Históricamente, la mayor área de extensión del español en el mundo es Hispanoamérica, pero también ha estado y está
presente en las comunidades sefardíes, en Filipinas y Guinea Ecuatorial. Modernamente, el español forma pareja de
lenguas multinacionales con el inglés; ha ampliado su área de actuación en Norteamérica y cuenta con una presencia
cada vez más extensa y notable en Europa, en África y en Asia.
El español sefardí, también denominado judeo-español, es un dialecto del castellano antiguo que conservan los
descendientes de los judíos que fueron expulsados de la península Ibérica por los Reyes Católicos en 1492.
Los judíos españoles, expulsados por los Reyes Católicos en 1492, se repartieron por Portugal y sur de Francia, norte
de África y noroeste de Europa, pero especialmente se establecieron en las riberas norte y sur del Mediterráneo.
Durante generaciones han conservado la lengua y las tradiciones y costumbres de sus antepasados. El siglo XVIII es el
Siglo de Oro de las letras sefardíes, cuando se traslada a la lengua sefardí la literatura que siempre se había escrito en
hebreo. En la actualidad, esta lengua se habla en comunidades diseminadas por todo el mundo: Argentina, Egipto,
Estados Unidos, Israel, Grecia, etc. El foco más importante de hablantes de sefardí se encuentra en Israel.
Este pueblo ha conservado el castellano que se hablaba en los siglos XV y XVI; por lo tanto, se trata de un dialecto del
castellano antiguo, que presenta una escasa evolución, carácter conservador, con gran cantidad de arcaísmos. El
judeo-español es una fuente valiosa de documentación, ya que, además de sus peculiaridades lingüísticas, mantiene
viva la lírica tradicional española. Actualmente, esta lengua se encuentra en un proceso de decadencia; su empleo al
ámbito familiar y doméstico. Su léxico se ha empobrecido y presenta influencias de las diferentes áreas lingüísticas en
las que se asientan las diferentes comunidades sefardíes.
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Entre los rasgos más relevantes que caracterizan esta lengua señalaremos los siguientes:
• Tendencia arcaizante en fonética y léxico: agora, kamareta por ahora, habitación.
• Distinción entre los fonemas /b/ y /v/.
• Conservación de la f- inicial latina: ferir (herir).
• Como fórmulas de tratamiento utiliza vos, en lugar de vuestra merced o usted.
Características lingüísticas:
Nivel fónico
En el nivel fónico, los cambios experimentados en ultramar lo alejan del habla de Castilla, acercándolo a los hábitos
articulatorios del sur peninsular:
• Seseo: los cuatro fonemas del castellano medieval, escritos s, ss, ç, z, coinciden en una s: haser (hacer).
• Yeísmo: [y]ave (llave).
• Aspiración de /-s/ final de sílaba o palabra: bu[h]car (buscar), otro[h] (otros).
• Se aspira la h- inicial, procedente de f- inicial latina: [h]ambre.
• En el habla popular, se advierte el trueque o pérdida de /-r/ y /-l/ en final de sílaba o palabra: a[r]ma (alma).
• El sustrato indígena ha dejado los dos elementos más característicos del habla americana: la entonación y «el tempo»
(diferente cadencia o distribución de acentos y pausas en el tiempo).
Nivel morfosintáctico
• No existe el pronombre personal vosotros. Para dirigirse a una pluralidad, aunque se tutee a cada integrante del grupo,
el emisor siempre dirá ustedes; por ejemplo, el padre se dirige así a sus hijos: ¿Qué han hecho ustedes hoy?
• En la zona caribeña se adelanta el sujeto en las oraciones interrogativas: ¿Qué tú quieres? frente al ¿Qué quieres tú?
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• Tendencia a formar nombres y adjetivos femeninos en voces que no tienen distinción genérica: huéspeda, estudianta.
• Función adverbial del adjetivo, en usos que no se oyen en el castellano peninsular: cantaba lindo; habla bonito.
• Uso pronominal de verbos intransitivos, que en España no se usan así: Mi prima se enfermó. Julio se tardaba.
• Salvo excepciones, no se dan los casos de leísmo, laísmo y loísmo: Lo han nombrado jefe.
• El voseo. En Argentina, Uruguay, Paraguay, que consiste en el uso del pronombre vos en lugar de tú.
Nivel léxico-semántico
El léxico se caracteriza por la pervivencia de arcaísmos, procedentes del castellano antiguo, y de voces de sustrato
procedentes de las lenguas indígenas.
• Los arcaísmos están en relación con el castellano que hablaban los españoles que llegaron a América. Son frecuentes
palabras que en España han desaparecido o apenas se usan: bravo (‘valiente’), valija (‘maleta’), mercar (‘comprar’).
• Los indigenismos son numeroso. Además denominándose americanismos (aguacate, tabaco, iguana, etc.), son tam-
bién frecuentes palabras que no utilizamos en España: guayaba (‘fruta’), pulque (‘bebida alcohólica’), mate (‘infusión
que se prepara con una hoja, seca y molida, llamada «yerba mate»’), poroto (‘judía’), soroche (‘mal de montaña o
mal de altura’), gaucho (como sustantivo: ‘Hombre de campo, experimentado en las faenas ganaderas tradicionales’;
como adjetivo: ‘Persona noble, valiente y generosa’).
También hay que tener en cuenta, como algo característico del léxico americano, que en la formación de palabras
mediante la derivación y la composición no siempre se sigue la norma española. Así, observamos creaciones verbales
con la terminación en -ear, que son extrañas al castellano peninsular: balconear (‘ver las cosas desde un balcón’) o
ningunear (‘rechazar, menospreciar a alguien’).
En el léxico cotidiano oímos frecuentemente palabras que se usan con significados distintos de los que tienen en España:
manejar (‘conducir’), tomar (‘beber’)2, carro (‘coche’), rentar (‘alquilar’), papa (‘patata’).
Otra peculiaridad del léxico americano es la presencia de anglicismos: week-end, party. Se escuchan, sobre todo,
muchos calcos léxicos, es decir, palabras utilizadas con el sentido que tiene en inglés el mismo vocablo: congratulación
(por felicitación), convención (por reunión), emergencia (por urgencia).
En cuanto a los mecanismos de generación léxica, destaca la derivación como procedimiento más empleado, con
abundante utilización de diminutivos y aumentativos: ahorita, grandazo (de grande), callandito, muchachada, etc.
Es abundante la presencia de neologismos, fundamentalmente generados por derivación: caballada, criollada, etc.
2 «Si toma no maneje» es lo que equivale en México a nuestro «Si bebe no conduzca».
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