Cajas de Inyección
Cajas de Inyección
Cajas de Inyección
Las cajas de inyección directa, que también se llaman Direct Inject o, en su abreviatura, D.I.,
aparecen a medidados de los años 60 con la eclosión de los instrumentos eléctricos.
Habitualmente, estos instrumentos (guitarras, bajos…) ofrecen señales de alta impedancia no
balanceadas, y las entradas de micrófono de los previos que había en las mesas de mezclas
esperaban generalmente señales de baja impedancia balanceadas.
Por tanto, la función principal de una caja de inyección directa es convertir una señal no
balanceada de alta impedancia en una señal balanceada de baja impedancia. Esto hace que
podamos conectar un instrumento como un bajo eléctrico, por ejemplo, a una entrada de
micrófono de nuestra mesa de mezclas tras haber pasado por una caja de inyección.
Cuando conectamos un instrumento que tiene señal de alta impedancia (hi-z) a una mesa de
mezclas, se crea un circuito en serie. Y según la ley de Ohm, el elemento del circuito con mayor
impedancia se lleva mayor voltaje en la transmisión de la señal. Por tanto lo ideal sería siempre
que la entrada de la mesa de mezclas tuviese más impedancia que el elemento conectado a la
misma. En el caso de los micrófonos, suele ser así, pues tienen impedancias de entre 100 y 600
Ohms, mientras que las entradas de micrófono de una mesa de mezclas suele ser mucho más
alta (podría estar de 2500 Ohms hacia arriba, aproximadamente, aunque depende del fabricante).
Por tanto, en ese caso, la mesa de mezclas al tener una impedancia más alta en la entrada de
micrófono que el propio micrófono que conectamos, se lleva el mayor voltaje en la transmisión de
la señal.
La solución, por tanto, es situar una caja de inyección entre el instrumento y la entrada de
micrófono. La caja de inyección tiene una impedancia de entrada muy alta y proporciona una
salida de baja impedancia, así que soluciona el problema que hemos explicado anteriormente,
además de convertir la señal de instrumento no balanceada en señal balanceada.
Por último, las cajas de inyección realizan una última función: aislamiento de tierra.
Un bucle de tierra es el flujo de electricidad a través de un cable de tierra de un punto a otro.
Cuando dos puntos del circuito tienen un potencial diferente entre tierras se forma un bucle de
tierra. Pongamos por ejemplo un teclado, que conectamos a nuestro sistema de sonido: En el
caso del teclado, el primer camino hacia la toma de tierra será a través del propio cable de
alimentación del instrumento que llega hasta la toma de tierra de la red. El segundo camino en
este caso es a través del cable de audio que llega a la mesa de mezclas (o a cualquier otro
equipo), y de allí por el cable de alimentación de dicho equipo llega también a la toma de tierra. Si
estas tomas de tierra tienen un potencial diferente entre ellas, estamos expuestos a tener bucles
de tierra, que se manifestarán con zumbidos no deseados en nuestro equipo de sonido.
Sin embargo, una caja de inyección puede proporcionar aislamiento mediante un transformador
entre el cableado de tierra de la entrada y el de la salida. Esto evita, por tanto, que se produzcan
bucles de tierra.
Muchas cajas de inyección suelen llevar funciones extra como atenuador de la señal de entrada
(también llamado PAD), inversor de polaridad o filtro pasa altos.
Sobre la invención de las cajas de inyección se cuenta que Ken Townsend, ingeniero de sonido
de los míticos estudios Abbey Road, quería conseguir mejorar el sonido de las grabaciones del
bajo eléctrico, por lo que se le ocurrió tratar de conectar el instrumento directamente a la mesa de
mezclas. Sabía que para hacer eso de una forma adecuada necesitaba un transformador 1:1, por
lo que fue a ver a Bill Livy, uno de los técnicos de mantenimiento del estudio, y juntos diseñaron la
primera caja de inyección pasiva.
Una de las primeras cajas de inyección que se fabricaron en Abbey Road. El conector de salida
era Tuchel, puesto que era el conector que utilizaban las mesas del estudio.
Cajas de inyección activas y pasivas
Además, los transformadores utilizados en las cajas de inyección pasivas funcionan muy bien
para eliminar bucles de tierra: Crean un flujo magnético que permite que el audio pase mientras
bloquean el paso a la corriente contínua. Esto es parecido a los conocidos ISOXL de Whirlwind,
que son unos transformadores que se utilizan para evitar este tipo de problemas (eso sí, estos
últimos no adaptan impedancias ni balancean señales). Sin embargo, si la caja DI pasiva se
coloca cerca de otro campo magnético fuerte, como el que irradia el transformador de
alimentación en un amplificador de escenario, es probable que el zumbido de alimentación
también se induzca magnéticamente en la señal de audio de la caja de inyección. Así que es
conveniente mantener las cajas de DI pasivas bien lejos de los campos magnéticos fuertes.
Las cajas de inyección activas llevan incorporado un preamplificador para aumentar ligeramente
la señal de salida y necesitan alimentación, que normalmente se puede proporcionar mediante
alimentación Phantom de +48V o mediante batería. Generalmente, lo más cómodo es utilizar
alimentación phantom, para que la pila no se agote en el momento menos deseado y para
beneficiar al medio ambiente. Otra de las ventajas de las cajas activas es que por lo general
pueden construirse de una forma más barata que una caja de inyección pasiva de calidad, que
necesita un excelente transformador y eso puede ser bastante caro. De hecho, las cajas de
inyección activas baratas no suelen llevar ningún transformador. Y como último detalle, las cajas
de inyección activa suelen tener mayor impedancia de entrada que las cajas pasivas.
Finalmente, deberemos tener en cuenta que si entramos con demasiada señal a cualquier caja de
inyección (activa o pasiva), ambas generarán distorsión, pero la distorsión de la caja de inyección
pasiva será menos desagradable. Pero antes de distorsionar, siempre es más conveniente aplicar
el PAD de atenuación que suelen llevar todas las DIs.
Conexiones habituales
Las cajas de inyección son equipos sencillos, con una conexión de entrada «Input» donde
conectaremos la señal de alta impedancia que queremos convertir y un conector de salida
«Output» que conectaremos a una entrada de micrófono.
Es habitual que las señales de las cuales queremos obtener la línea también necesiten
conectarse a otros equipos (por ejemplo, en el caso de un bajo eléctrico: podemos querer tener
en la mesa la señal directa del bajo, pero también conectar esa señal a un amplificador). Por ello,
las cajas de inyección también llevan una salida directa (muchas veces denominada como «thru»)
que es una copia exacta de la señal que conectamos a la caja, tanto en nivel como en
impedancia. De esta forma, conectamos el instrumento a la entrada de la caja de inyección
(«Input»), por la salida directa («Thru» o «Link») conectamos la caja al amplificador y por la salida
de la caja de inyección («Output») conectamos la caja de inyección a nuestra entrada de
micrófono de la mesa de mezclas.
Así que ahora ya es cuestión de probar y decidir. A mi las cajas de inyección pasivas de calidad,
con un buen transformador, me parece que suenan genial con muchas fuentes, especialmente
con bajos. Si tenéis la oportunidad de comparar, os animo a hacerlo y quizás os llevéis una
sorpresa. Pero tened en cuenta una excepción importante: Los instrumentos que llevan
incorporados transductores piezoeléctricos. Estos dispositivos suenan mejor cuando se conectan
a un dispositivo con una impedancia de entrada muy alta, obteniendo un sonido más cálido y con
una respuesta en frecuencia más amplia. Y por lo general, las cajas de inyección activas tienen
mayor impedancia de entrada que las pasivas, por lo que son perfectas para este tipo de
transductores.
• Adaptar impedancias: desde una impedancia de entrada alta hasta una impedancia de salida
baja. Esto nos permite conectar instrumentos como una guitarra, un bajo o un teclado a una
entrada de micrófono (consola, interfaz de audio, etc)
• Balanceo de señales: nos sirve para cancelar el ruido inducido (ondas de radio, interferencia
electromagnética, etc) en el cable por donde pasa nuestra señal.