¿Cuántos Son Demasiados Antibióticos? Reflexiones Acerca Del Uso Y Consumo de Antibióticos

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Disparidades.

Revista de Antropología
76(1), enero-junio 2021, e007
eISSN: 2659-6881
https://doi.org/10.3989/dra.2021.007

ARTÍCULOS / ARTICLES

¿CUÁNTOS SON DEMASIADOS ANTIBIÓTICOS? REFLEXIONES


ACERCA DEL USO Y CONSUMO DE ANTIBIÓTICOS *
HOW MANY ARE TOO MANY ANTIBIOTICS? REFLECTIONS ON THE USE AND
CONSUMPTION OF ANTIBIOTICS

Cristina Moreno Lozano1


Universidad de Edimburgo

Medical Anthropology Research Centre (MARC), Universitat Rovira i Virgili

Recibido: 13 de marzo de 2019; Aprobado: 2 de marzo de 2020

Cómo citar este artículo / Citation: Moreno Lozano, Cristina. 2021. «¿Cuántos son demasiados antibióticos? Reflexiones acerca del
uso y consumo de antibióticos». Disparidades. Revista de Antropología 76(1): e007. doi: <https://doi.org/10.3989/dra.2021.007>.

RESUMEN: El número de antibióticos efectivos para el tratamiento de enfermedades infecciosas va en descenso sin que la innovación
médica consiga alcanzar una solución tecnológica de manera rápida. Mientras, el desarrollo de resistencias antimicrobianas – es
decir, el desarrollo de cambios genéticos en las poblaciones de microorganismos patógenos y no patógenos que nos rodea – parece
ir en incremento. Frente a este problema de salud, el uso de antibióticos (así como la resistencia antimicrobiana) está apareciendo
como objeto de investigación social, en parte debido al inminente fracaso de la innovación biomédica para encontrar soluciones
a este problema. El objetivo de este artículo es abrir una reflexión preliminar para una investigación etnográfica cuyo objeto de
estudio fuera el antibiótico. Para ello, primero se considerará la manera en la que datos, números y estadísticas sobre consumo de
antibióticos se están creando y utilizando (o desaprovechando) para legitimar la creación de políticas públicas que gobiernen las
resistencias microbianas. Después, se situará esta línea de investigación dentro del contexto más amplio de la Antropología de los
medicamentos, deseando abrir una reflexión sobre las relaciones entre los conceptos de uso y consumo de medicamentos como
punto de partida para una etnografía sobre antibióticos en el ámbito español.

PALABRAS CLAVE: Antibióticos; Resistencia antimicrobiana; Biomedicina; Antropología de los medicamentos.

ABSTRACT: Today, the number of effective antibiotics for the treatment of infections is decreasing, without medical innovation
being able to reach a technological solution. Meanwhile, the development of microbial resistance, that is, the development of
genetic changes in the populations of pathogenic and non-pathogenic microorganisms that surround us is increasing. Faced with

* Este artículo parte en primera instancia de la investigación realizada para la presentación del Trabajo Final de Máster (TFM)
de la autora, de título Raciones y razones antibióticas. Una reflexión desde la antropología médica acerca del concepto de
“uso racional” de antibióticos en Cataluña, presentado en septiembre de 2017, dentro del marco del Máster Interuniversi-
tario en Antropología médica y Salud global de la Universidad Rovira i Virgili, la Universidad de Barcelona y el Instituto Milá
i Fontanals (IMF) del CSIC en Barcelona. Un último agradecimiento a María Jesús Santesmeses, por animarme a publicar
este trabajo y seguir investigando antibióticos y microbios desde una mirada histórico-antropológica.
1 Correo electrónico: [email protected] ORCID iD: <https://orcid.org/0000-0002-0403-2881>
CRISTINA MORENO LOZANO

this imminent health problem, the use of antibiotics (as well as antimicrobial resistance) appears as an object for social science
research, partly due to the imminent failure of biomedical innovation to find solutions to this problem. The objective of this article
is to reflect on how ethnographic research could produce knowledge on the use and consumption of antibiotics in a given local
context, be it Spain or elsewhere. To this end, it will first consider the way in which available data, numbers and statistics on antibiotic
consumption are being created and used (or ignored) to legitimise the construction of public policies in Spain, to mobilise the so-
called “antibiotic problem”. Besides, the article intends to locate this line of research within the broader context of the Anthropology
of pharmaceuticals, and invites to take on a theoretical reflection on the relations the concepts of use and consumption of medicines
as a starting point for an ethnography of antibiotics in Spain.

Keywords: Antibiotics; Antimicrobial Resistance; Biomedicine; Anthropology of Pharmaceuticals.

Copyright: © 2021 CSIC. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia de uso y distribución Creative Commons
Reconocimiento 4.0 Internacional (CC BY 4.0).

Las virtudes terapéuticas de este nuevo urgencia para la salud global. De hecho, a principios
medicamento que en nuestras horas luctuosas de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS)
redime al hombre del pecado de su crueldad; anunciaba el decálogo de las amenazas para la Salud
porque entre los cañones y los lanzallamas se
Global, en el que la contaminación del aire y el cam-
insinúa, como un milagro de misericordia, su
benéfica, callada y salvadora acción [...]. Y todo esto bio climático ocupan el primer lugar, la resistencia
ha sido presenciado por una sola generación, como antimicrobiana el quinto, y un total de otras cuatro
la mía – (Prólogo de Gregorio Marañón al libro de problemáticas tenían que ver con enfermedades in-
Florencio Bustinza Los antibióticos antimicrobianos fecciosas específicas (Influenza, Ebola, Dengue, HIV)
y la penicilina (1946).) (WHO 2019). El uso ‘indiscriminado’, ‘excesivo’ e ‘irra-
cional’ de estos medicamentos en la mayor parte de
1. INTRODUCCIÓN nuestras sociedades, nos explican los expertos, cons-
tituye la principal causa de la gravedad de esta situa-
Los antibióticos forman parte esencial no solo de la ción. Con un papel protagonista, la Unión Europea,
historia de la biomedicina, sino también de la historia y en particular el Reino Unido, han generado en los
social, económica y política de Occidente desde me- últimos años una importante movilización en políti-
diados del pasado siglo. Como muestra el fragmen- cas públicas y llamamiento a la acción gubernamental
to que escribió en 1946 el doctor Gregorio Marañón para encontrar soluciones a este problema de salud.
como prólogo del libro del científico Florencio Bus- A grandes rasgos, las actuaciones científico-sanitarias
tanza, Los antibióticos antimicrobianos y la penicilina, frente a este problema que se están movilizando se
pocos años después de que la penicilina entrara en pueden clasificar en acciones que tienen que ver con:
circulación, ésta ya formaba una parte importante a) el análisis epidemiológico y biológico para generar
de la vida social, sanitaria y científica de la España datos y evidencia científica sobre el consumo de an-
franquista (Santesmases 2018). Como reflexionaba tibióticos y el mapeo del desarrollo de la resistencia
el Dr. Marañón, una única generación sería testigo antimicrobiana; b) una mayor inversión en investiga-
de la llegada de esta “revolución antibiótica” del siglo ción y desarrollo (I+D) de nuevos compuestos antibió-
XX. Las generaciones que estarían por llegar, verían ticos y sistemas de diagnóstico; y c) el desarrollo de
aparecer, entre otras cosas, el llamado “problema de guías de actuación clínica y divulgación científica para
los antibióticos”, fruto del desarrollo de la resistencia promover el cambio de comportamiento social hacia
antimicrobiana (RAM): esto es, la capacidad de las po- un uso responsable y prudente de los antibióticos aún
blaciones bacterianas de generar mutaciones genéti- eficaces.
cas que les permitan sobrevivir bajo la aplicación de
Desde hace unos diez años se muestra una crecien-
tratamientos antibióticos.
te disposición política e interés mediático por coordi-
Actualmente, los expertos confirman que el de- nar una respuesta global a esta cuestión. Lo cierto es
sarrollo de la RAM (o AMR en inglés), el elevado que el uso de antibióticos y el desarrollo de resisten-
consumo de antibióticos y la escasa innovación en cias han sido una preocupación vocalizada dentro de
tratamientos eficaces son un problema de extrema ciertas comunidades científicas desde hace más tiem-

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po, siendo la década de los noventa la más prolífera 2019). Es cada vez más evidente que los proyectos de
en la divulgación de esta alerta por parte de grupos desarrollo farmacéutico de nuevos medicamentos no
expertos científicos en Europa. Un buen ejemplo de son suficientes, y por tanto, se busca generar un cam-
ello es el documento The Microbial Threat: The Co- bio en los comportamientos sociales de profesionales
penhagen Recommendation, publicado en 1998, que y pacientes que puedan mejorar la situación actual
podríamos decir que marcó el comienzo de las accio- del uso de antibióticos, mientras buscamos otras so-
nes político-científicas en torno a esta cuestión en la luciones tecnológicas más apropiadas. De este modo,
región europea. En España, esta movilización también el estudio del uso de antibióticos y el impacto de la
tuvo lugar dentro de la comunidad biomédica y clíni- resistencia antimicrobiana está proliferando en las
ca del país, como ejemplifica el documento publicado disciplinas sociales, quizás debido al inminente fraca-
por el panel de expertos, liderado por el reconocido so de la innovación biomédica frente este problema
biólogo Fernando Baquero en el año 1995, formado de salud. Un ejemplo del incremento de proyectos
para la búsqueda de estrategias ante la situación de y publicaciones, en su inmensa mayoría en inglés y
España en aquél momento. liderados por científicos en instituciones británicas,
es la creación del Antimicrobials in Society (AMIS)
El uso y consumo de antibióticos y los protocolos
Hub en 2017, una plataforma online liderada por la
para optimizar el uso de antibióticos eficaces y pla-
nes de desarrollo de nuevos antibióticos son caracte- antropóloga Clare Chandler y un equipo creciente de
rísticas de un largo proceso de farmaceuticalización profesionales en antropología, sociología, historia y
(Williams et al. 2011: 711). Este proceso socio-técni- otras disciplinas afines2. Esta plataforma incluye una
co complejo podría ser considerado parte de un ‘ré- lista de publicaciones recomendadas y publicaciones
gimen farmacéutico’ – una serie de redes de actores, de blog periódicas acerca del trabajo de campo de
artefactos, instituciones y procesos cognitivos (Good- sus investigadores e investigadoras. Otro ejemplo del
man y Welsh 1993; citado en Williams et al. 2011), interés creciente en las ciencias sociales y el uso de
que ha sufrido considerables cambios en las últimas antibióticos es la colección de artículos en la revista
décadas, según argumentan los autores, aumentando Nature, titulado Anti-biosis: social and cultural inqui-
el uso de fármacos incluso ante la ausencia de eviden- ries into human-microbe relations, coordinada por
cia científica o desarrollo farmacológico que suponga Steve Hinchliffe (University of Exeter), Clare Chandler
avances clínicos. Es más, el uso de antibióticos podría (LSHTM), Komatra Chuengsatiansup (Ministry of Pu-
también servir como ejemplo de lo que el sociólogo blic Health Thailand) y Helen Lambert (University of
británico Stefan Elbe denomina la “farmaceuticaliza- Bristol).
ción de la seguridad” (2014), es decir, el desarrollo, Aunque el número de publicaciones en las discipli-
adquisición logística y distribución de materiales de nas sociales esté en aumento, sigue siendo un núme-
protección civil, como antivirales, antibióticos, vacu- ro reducido el de trabajos y publicaciones en idiomas
nas de última generación y antitoxinas, para la segu- que no sean el inglés, con alguna excepción reciente
ridad ante posibles epidemias de importancia global. como el artículo de Lorcy y Dubé (2018) (en francés)
Elbe argumenta que este giro farmacológico en las sobre etnografía y bacterias super-resistentes en un
políticas de seguridad está íntimamente ligado a un hospital de Canadá. En la antropología de habla his-
incremento de la visión molecular de la vida, promul- pana, no se han encontrado trabajos monográficos
gada por las ciencias biomédicas y arraigada en la publicados hasta la fecha sobre esta cuestión, aunque
cultura biomédica actual (Elbe 2014: 921). Dentro de sí se ha hecho mención al uso de antibióticos en va-
este marco, podemos observar un creciente interés rias ocasiones en el ámbito de la sociología y la antro-
por lo “social” en el análisis del uso de antibióticos y
el desarrollo de resistencia microbiana. Especialmen-
2 Chandler y su equipo forman además parte de la sección
te interesa resolver por qué utilizamos antibióticos de Economía y Ciencias Sociales y Políticas del Antimi-
dentro de los sistemas médicos, así como en con- crobial Resistance Centre de la Escuela de Higiene y Me-
textos más domiciliarios o en el ámbito de la salud dicina Tropical de Londres (LSHTM), donde trabajan en
animal y la ganadería, ya que se entiende que este proyectos sobre uso de antibióticos utilizando métodos
etnográficos en países como Tailandia, Uganda o Tanza-
análisis podría promulgar un cambio de comporta- nia, entre otros. Se puede encontrar más información
miento humano, y así promover la preservación de sobre AMIS Hub en la página web <https://www.antimi-
los antibióticos eficaces aún disponibles (Chandler crobialsinsociety.org/>

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CRISTINA MORENO LOZANO

pología (ej. Menéndez 2018). La aportación más com- en el trabajo del economista Félix Lobo (1992: 176),
pleta en estudios sociales en el contexto español es la mayoría del gasto de la Seguridad Social en espe-
sin duda la investigación realizada por la historiadora cialidades farmacológicas aquél año fue en medica-
de la ciencia María Jesús Santesmases (1999, 2011, mentos antibióticos (i.e. estando el cloranfenicol,
2018), que ha investigado acerca de la producción tetraciclinas, y la penicilina-estreptomicina entre los
farmacéutica y de conocimiento científico, el uso te- cinco medicamentos de mayor gasto, junto a los me-
rapéutico de antibióticos y la circulación de éstos en dicamentos corticosteroides y el extracto hepático).
la España franquista. Su trabajo pone de manifiesto En el modelo biomédico contemporáneo – o la me-
que los antibióticos fueron agentes de gran relevancia dicina basada en la evidencia –, al poner en marcha
no sólo en la mejora de la salud de la población de la nuevas políticas sanitarias, se plantea la necesidad
España de posguerra, sino también para el funciona- primordial de encontrar evidencia científica. En este
miento del aparato ideológico y simbólico de la dicta- caso concreto, y como veremos a lo largo del artículo,
dura, para la apertura del país a las relaciones diplo- se busca encontrar datos y números que justifiquen y
máticas y científicas internacionales y el crecimiento legitimen las acciones tomadas por autoridades sani-
económico de los años 50 y 60 (Santesmases 2018). tarias internacionales y nacionales al respecto. De he-
Su valor social y cultural en la España democrática, cho, es habitual encontrar referencias a la necesidad
sin embargo, está aún por investigar en profundidad. urgente e inminente de recolectar datos sobre el con-
Aunque no consideren estrictamente al medica- sumo de antibióticos y el desarrollo de resistencias
mento antibiótico, una buena parte de la literatura de antimicrobianas en los diferentes países, por medio
la Historia de la Medicina y la Ciencia y la Historia Eco- de estrategias de vigilancia - surveillance en inglés -
nómica en España es de relevancia para un plantea- nacional e internacional, que puedan informar dichas
miento crítico al estudio de los antibióticos desde la acciones político-sanitarias. Estos datos se coordinan
antropología. Los antibióticos han formado parte de de manera creciente desde instituciones europeas,
la estructura del sistema sanitario y el desarrollo eco- como el European Centre for Disease Control (ECDC)
nómico del país desde mediados del siglo XX. De ma- o el Joint Programming Initiative on Antimicrobial Re-
nera implícita, su relación es destacable. Los cambios sistance (JPIAMR), que son a su vez informadas por
y modificaciones en la atención sanitaria reglada, así las instituciones públicas nacionales de los distintos
como en el desarrollo de las industrias farmacéuticas países. Pero, ¿cómo se recolectan y analizan estos
han de tenerse en cuenta al analizar el uso y consumo datos? ¿De qué manera concreta se movilizan estos
de antibióticos actual y las propuestas políticas para datos en las políticas sanitarias en España?
la gobernanza de la resistencia antibiótica más recien- Este artículo, por una parte, formaliza una serie de
te. Cabe destacar que el fármaco (en su sentido más apuntes acerca de estas dos preguntas, y por otra,
amplio), así como la receta médica, han formado par- pone sobre la mesa las posibilidades que proporciona
te intrínseca de la cultura de la salud y la enfermedad la investigación etnográfica para realizar una investiga-
de la España del siglo XX. El actual Sistema Nacional ción social sobre el uso y el consumo de antibióticos en
de Salud (SNS) se gestó durante y después de la crea- un contexto local como el de España. Aquí presentaré
ción de la Ley General de Sanidad en 1986. Éste es he- el resultado de un análisis sistemático de datos sobre
redero de políticas franquistas anteriores, concreta- el consumo de antibióticos en España realizada dentro
mente, del Seguro Obligatorio de Enfermedad (SOE) del marco del trabajo de investigación de fin de más-
de 1944 y de la Asistencia Sanitaria de la Seguridad ter (TFM) en Antropología médica y salud global (URV/
Social (1967). Si bien es cierto que la Ley General de UB/CSIC), completándola con una reflexión acerca de
Sanidad (1986) apostaría por el modelo de Atención la recolección y movilización de evidencia y numérica
Primaria de Salud, no se eliminó en ningún momento (o la falta de ella) en las últimas propuestas de políticas
la jerarquía en la infraestructura, situando al hospital sanitarias para la gobernanza de las resistencias micro-
en la cúspide y a la receta como objeto principal en el bianas en España. Por último, sugiero localizar esta lí-
ejercicio de la atención y la relación médico-paciente nea de investigación dentro de la “antropología de los
(Perdiguero-Gil y Comelles 2018, 2019). Es más, los medicamentos”, tomando la oportunidad para una re-
fármacos fueron un capítulo de gasto de gran impor- flexión sobre las posibilidades y limitaciones del uso de
tancia a lo largo de todos estos modelos. A modo de los conceptos de uso y consumo de medicamentos, en
ejemplo, según datos del INP del año 1968 incluidos la investigación sobre esta cuestión en España.

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2. ¿TOMAMOS DEMASIADOS ANTIBIÓTICOS? diferentes países de la Unión Europea. Según el in-


ALGUNOS DATOS DE CONSUMO DE forme Eurobarómetro (2016), uno de cada tres euro-
ANTIBIÓTICOS EN ESPAÑA
peos consumió antibióticos en 2015. Además, estos
datos reflejan que la media de consumo varía entre
¿De qué datos disponemos para afirmar que ha-
países, siendo Malta y España los que más consu-
cemos un consumo abusivo de antibióticos? No es
men frente a Suecia y los Países Bajos, que son los
de extrañar que el interés por parte de los grupos
que menos consumen. Además, el informe analizó el
expertos por computar el consumo de antibióticos
nivel de conocimiento de los participantes (ej. sobre
y el desarrollo de resistencias antimicrobianas esté
la efectividad de estos medicamentos contra la gripe
creciendo. Desde que se comenzara a identificar
o infección vírica), concluyendo que la mayor par-
éste como un problema de salud grave y urgente
te del público no tiene conocimiento científico su-
hace solo unos años, los informes que recopilan
ficiente sobre el funcionamiento de los antibióticos
datos regionales han ido proliferando, sobre todo a
y las resistencias. España no sólo es el segundo país
partir de los años 90. A continuación, proporciono
en consumo de antibióticos según estos datos, sino
una breve genealogía de datos e informes publica-
que, además apuntan a que la proporción de con-
dos a lo largo de los últimos años por autoridades
sumidores de antibióticos desde la última encuesta
en Europa (sección 2.1) y España (sección 2.2.), es-
(2013) hasta la actual, ha incrementado en un 9%.
pecíficamente con respecto a los datos de consumo
Este dato, sin embargo, parece ser incongruente con
y desarrollo de resistencias en España. A modo de
ejemplo, además, incluiré el caso de Cataluña, ya el que proporciona el ECDC (2016) sobre el consumo
que recoge datos regionales de interés además de de estos medicamentos en España.
los recogidos a nivel estatal (sección 2.3). Por último, A principios de 2018, el ECDC publicó un informe
recogeré algunos ejemplos sobre el lugar que han sobre la situación del consumo de antibióticos y la
ocupado recientemente estos datos de consumo de resistencia microbiana en España, tras un viaje ofi-
antibióticos en el Congreso de los Diputados, a tra- cial realizado el año anterior. El ECDC afirma que el
vés de intervenciones recogidas en el Boletín Oficial consumo de antibióticos para uso humano en Es-
del Estado (BOE) (sección 2.4). Una vez considerados paña se mantiene cerca de la media europea. Sin
dichos datos, pasaré a realizar un análisis en clave embargo, estos expertos hacen pública su preocu-
etnográfica sobre la cuestión. pación ante la situación del incremento en el desa-
rrollo de resistencia a antibióticos en el país, y sitúa
2.1 Datos sobre consumo de antibióticos en Es- a España como el país con mayor problema de salud
paña desde instituciones europeas pública en la región europea. Una de las amenazas
que más alertan a estos expertos es, de hecho, la
Según los últimos datos del ECDC (2016, 2017), du- falta de datos completos disponibles sobre el consu-
rante el periodo 2011-2016 el total de antibióticos mo humano de antibióticos – que dicen podría estar
consumidos a nivel comunitario en la EU/EEA no ha subestimada en un 30% –, y afirman que, si se tiene
reflejado un incremento significativo. Calculado en en cuenta esta falta de datos y que el consumo en el
número de paquetes consumidos, la media europea ámbito hospitalario y el consumo animal son tam-
de consumo de antibióticos por día fue de 3.1 paque- bién los más altos de la región, España se coloca a
tes por cada 1.000 habitantes por día. En términos la cabeza en consumo de antibióticos. Además, in-
generales no se manifiesta una tendencia al alza en dican que la poca representatividad de estos datos
el consumo medio, como sí ocurre con otros medi- puede tener un impacto sobre la implementación
camentos. Parece haber, además, una reducción en
y evaluación del plan nacional contra resistencias
la tasa de consumo de antibióticos en varios países
antimicrobianas en España (AEMPS 2014). El ECDC
entre los que se encuentran Dinamarca, Suecia o Es-
recomienda que se incluyan los datos de consumo
paña. Sin embargo, cada año se estima que 25.000
de antibióticos en el ámbito de la atención sanitaria
personas mueren como consecuencia de infecciones
privada en el cómputo total de consumo comunita-
multi-resistentes, causando un impacto económico
rio de antibióticos, así como el consumo de antibió-
de 1.500 millones de euros (EMA 2015).
ticos en el sector hospitalario, dos datos que, como
Poco tiempo después, la Comisión Europea solicitó veremos después, no se han venido contabilizando
la realización de una encuesta de opinión pública en regularmente hasta muy recientemente.

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2.2 Datos sobre consumo de antibióticos en Es- y su relación con la aparición de resistencia (AEMPS
paña publicados por instituciones nacionales 2018b), el cual integra por primera vez datos de con-
sumo y resistencias a antibióticos, con un análisis de
¿Qué datos específicos podemos obtener en Espa- las plausibles correlaciones entre consumo y ocu-
ña? El Sistema Nacional de Salud (SNS) y el Instituto rrencia de resistencia a antibióticos en salud huma-
Nacional de Estadística (INE) han venido ofreciendo na y animal. En ellos, se indica que el consumo de
datos de consumo de antibióticos de manera perió- antibióticos en Atención Primaria se redujo durante
dica, pero un tanto inconsistente (con intervalos de el periodo 2016-2017 (un 4,78%) y, por el contrario,
entre dos y cuatro años en la publicación de datos). el consumo antibiótico en hospitales incrementó li-
Hasta el año 2014, los datos de estas dos instituciones geramente (2,74%). Los datos de uso comunitario de
eran los únicos accesibles, y en ellos podíamos obte- antibióticos incluyen las recetas emitidas por cada
ner datos sobre consumo provenientes sólo de dos Comunidad Autónoma, así como las recetas priva-
fuentes: la encuesta nacional de salud y la facturación das, calculadas mediante una muestra representati-
pública de recetas por el sistema de seguridad social3. va de oficinas de farmacia. El cómputo hospitalario
Durante los años 2017 y 2019, las autoridades sanita- se extrajo de una muestra de 139 hospitales, un to-
rias en España han movilizado, bajo el liderazgo de la tal del 20% de la cobertura hospitalaria (en número
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sa- de camas) (AEMPS 2018).
nitarios (AEMPS), una serie de recursos digitales y de
recogida de datos que a día de hoy están disponibles 2.3 Datos sobre consumo de antibióticos en Cata-
en la página web del Plan Nacional de Resistencias luña: caso de estudio
Antimicrobianas (PRAN) (AEMPS 2014)4. Como vere-
mos más adelante, esta página web ofrece una canti- A modo de ejemplo más local, me centro en el caso
dad generosa de datos, presentados en formatos más de Cataluña como un caso de estudio. Dado que cada
intuitivos que los del INE, por ejemplo, haciendo uso Comunidad Autónoma remite sus datos de factura-
de mapas, iconos, gráficas coloridas y un diseño gráfi- ción de recetas al Ministerio, podríamos asumir que
co realmente cuidado. En una de las categorías en la los datos proporcionados por el PRAN son los datos
página web, podemos ver la distribución por Comuni- recientes más precisos, con un total de 24,18 DDH
dades Autónomas en un mapa de España, para el pe- (Dosis Diarias por Habitante) en 2017, de las cuáles
riodo entre 2014 y 2017. Este mapa interactivo ofrece 13,81 DDH provienen de la receta oficial, 0,40 de la
datos específicos para cada Comunidad, indicando en mutua, y 9,97 de la receta privada (AEMPS 2018).
cada caso el consumo por receta pública, por receta Además, los datos obtenidos en la Encuesta de Sa-
privada y por mutua. La distribución de consumo de lud de Cataluña (ESCA 2010-2015) fueron sujetos a
antibióticos parece bastante homogénea, siendo las un análisis estadístico5. La inmensa mayoría de los
comunidades de Extremadura y Cantabria las que re- encuestados en la ESCA del periodo 2010-2015 con-
gistraron mayor consumo de estos medicamentos en testaron que no habían consumido antibióticos en los
el periodo 2014-2017. dos días anteriores al estudio (97.5%). A priori, con
este dato podríamos decir que el consumo de anti-
Además, en la página web del PRAN podemos en-
bióticos en Cataluña no ha aumentado a lo largo del
contrar dos documentos de interés, ambos publica-
periodo de cinco años. Por otra parte, la proporción
dos en el verano de 2018: el Informe Anual del PRAN
de 2016-2017 en salud animal y humana, donde se
enumeran y describen las acciones que se siguen
5 Datos obtenidos por petición al Department de Salut de
dentro del Plan (AEMPS 2018a), y el Informe JIACRA: la Generalitat de Cataluña a final de 2016. Se puede con-
Primer análisis integrado de consumo de antibióticos sultar más acerca de la Encuesta de Salud de Cataluña
(ESCA) en la página web del Departament de Salut de
la Generalitat de Cataluña: <http://salutweb.gencat.cat/
3 Los datos brutos de estas fuentes no pudieron ser ob- ca/el_departament/estadistiques_sanitaries/enques-
tenidos durante el proyecto de investigación TFM que tes/esca/>. Esta fuente ha sido considerada anterior-
informa este artículo en 2016-2017, por lo que sólo se mente como parte del análisis etnográfico en antropo-
revisaron datos públicos disponibles en las páginas ofi- logía médica, ya que su mayor frecuencia y contenido a
ciales del SNS y el INE. menudo proporcionan datos sugestivos en la región. Ver,
4 Más detalles disponibles en la siguiente página web del por ejemplo, Martínez–Hernáez y Muñoz García 2010;
PRAN: <wwww.resistenciaantibioticos.es>. Carceller-Maicas 2013.

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de encuestados que confirmaron que sí habían toma- como consecuencia de las infecciones hospitalarias
do antibióticos en los últimos dos días es tan reducida causadas por bacterias resistentes. De acuerdo con
(2.5%) que no permite verificar si existe una diferen- los datos del Registro de Actividad de Atención
Especializada (CMBD), en el año 2015 murieron
cia en el consumo por edad, sexo o situación laboral.
en España 2.837 personas como consecuencia de
De aquéllos que indicaron que sí consumieron en los infecciones hospitalarias causadas por bacterias
últimos dos días, la gran mayoría lo hicieron tras re- resistentes. Si no se toman medidas se estima
cibir una receta médica (2.3%). El consejo farmacéu- que en treinta y cinco años el número de muertes
tico puede descartarse como razón que motive este atribuibles a las infecciones multirresistentes será
consumo (0.04%). La otra categoría a la que se refiere de 390.000 al año en toda Europa, lo que en España
la ESCA para el consumo de medicamentos es “por supondrá una cifra de unas 40.000 muertes al año.
iniciativa propia”, que en el caso de los antibióticos es Hay que considerar, además, que el tratamiento de
estas infecciones supone un coste añadido de 1.500
la segunda razón indicada (0,12%), después del con-
millones de euros anuales en la Unión Europea (UE),
sumo por receta. Suponemos que éste podría tener lo que extrapolado a cifras nacionales representa
relación con el consumo de medicamentos en prácti- un coste de alrededor de 150 millones de euros
cas de automedicación, sin embargo, la encuesta no anuales.» (BOE 2018a: 3)
ofrece opción para indagar más al respecto.
Otro ejemplo es el del 18 de octubre de 2018 – a un
2.4 Los datos de consumo de antibióticos en el mes exacto de celebrar el Día Europeo del Uso Pru-
Boletín Oficial del Estado (BOE) dente de Antibióticos de ese año –, donde la exmi-
nistra de Salud Dolors Montserrat abría su turno de
Al revisar estos informes y datos estadísticos po- palabra de la siguiente manera:
demos reflexionar acerca de dos cuestiones. Por un
lado, en los últimos diez años observamos una proli- «De acuerdo con las cifras ofrecidas por
feración en la publicación de informes que alertan so- instituciones como la Organización de las Naciones
bre el alto consumo de antibióticos y el problema de Unidas (especialmente desde la Organización
Mundial de la Salud), el Centro Europeo para
la resistencia microbiana, y un impulso creciente por
la Prevención y Control de Enfermedades, o la
parte de las instituciones internacionales y europeas Organización para la Cooperación y el Desarrollo
para la coordinación de métricas y datos de vigilancia Económicos, 700.000 personas fallecieron en
global que evidencien este problema. España, como todo el mundo en 2013 como consecuencia de las
muestra el trabajo reciente del PRAN, parece estar infecciones hospitalarias causadas por bacterias
siguiendo activamente estas indicaciones. Sin embar- resistentes, de las que 25.000 murieron en la Unión
go, no siempre estos datos se incluyen en las políticas Europea (UE) y 2.500 en España. Se estima que si
sanitarias e informes y la movilización política de esta no se toman las medidas oportunas para frenar
esta realidad, el número de muertes atribuibles a
problemática, teniendo a menudo un lugar preferen-
las infecciones multirresistentes alcanzará en 2050
cial estimaciones sobre pérdidas económicas y muer- la cifra de 390.000 al año en toda Europa, lo que en
tes a largo plazo. No es de extrañar que en el año España supondrá una cifra de unas 40.000 muertes
2018 esta alarmante situación sanitaria haya apareci- anuales.» (BOE 2018b: 35).
do en al menos dos ocasiones en sede parlamentaria,
sin incluir los datos sobre consumo generados por el Al finalizar su intervención, Montserrat anunció que
PRAN. Un ejemplo reciente es el de la intervención el Congreso de los Diputados instaba al Gobierno a
del exsecretario de Sanidad y Consumo, el doctor Ja- que renovara el Plan Nacional (PRAN) por medio de
vier Castrodeza Sanz, durante la Comisión de Sanidad un proyecto de ley, que debería entrar en vigor en
y Servicios Sociales celebrada el 21 de marzo de 2018 2019. Es interesante que en ningún momento estos
en el Congreso de los Diputados, donde exponía que: dos representantes políticos hacen mención a las ci-
fras disponibles de consumo de antibióticos mencio-
«La aparición y propagación de las infecciones nadas aquí, ni a las cifras de desarrollo de resistencias
causadas por bacterias que son resistentes al
antimicrobianas que también se muestran en la pági-
tratamiento con antibióticos constituye una de las
amenazas más graves a las que se enfrenta la salud
na web del PRAN. Por el contrario, sus discursos sólo
pública y supone uno de los retos más importantes reflejan datos y estimaciones en muertes humanas
para la medicina moderna. (…) En toda Europa por infecciones resistentes y las pérdidas económicas
alrededor de 25.000 personas mueren cada año para la salud pública que éstas pueden suponer. Estas

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intervenciones muestran un claro paralelismo con la ciones? Pongamos el ejemplo de España, uno de los
narrativa alarmista, y principalmente economicista, casos más paradigmáticos en la región. España venía
que podemos encontrar en el discurso experto y po- proporcionando al ECDC con datos sobre la subven-
lítico actual en la región europea. Por ejemplo, en la ción pública al pago de recetas hasta 2016, a diferen-
siguiente cita del documento A European One Health cia de otros países que indican datos totales de venta
Action Plan against Antimicrobial Resistance (AMR) de fármacos desde hace años. La información que
publicado por la Unión Europea en 2017, encontra- España ha venido proporcionando a ECDC no incluía
mos cifras y estimaciones muy similares: «AMR alre- la cantidad total de antibióticos vendidos ni consumi-
ady presents a serious social and economic burden. It dos – sólo los recetados, ni tampoco el computo de
is estimated to be responsible for 25,000 deaths per recetas procedentes de la atención médica privada
year in the EU alone and 700,000 deaths per year glo- o de las mutuas (ECDC 2015). Cuantificar el uso de
bally. Inaction is projected to cause millions of deaths medicamentos por medio de la facturación pública
globally: (…) Apart from the human suffering caused de recetas era claramente insuficiente. Podríamos
by that development, AMR also pushes up the cost of considerar este sub-registro oficial una de las razones
treatment and diminishes productivity due to illness. por las que la mayoría de datos sobre consumo en
In the EU alone it is estimated that AMR costs EUR 1.5 España provenientes de distintas fuentes a menudo
billion annually in healthcare costs and productivity han mostrado conclusiones y rankings incongruentes
losses» (EU 2017: 4). y contradictorios entre sí. A partir de 2015, tras recibir
la petición expresa de la Comunidad Europea y con
Por otro lado, pese al visible aumento de esfuerzos
la implantación del PRAN en 2014, España comenzó
para recolectar datos epidemiológicos y de salud pú-
a contabilizar de manera más completa el consumo
blica, la evidencia disponible proporciona únicamen-
de antibióticos, en concreto, incluyendo el número de
te datos de consumo en todos los casos, entendiendo
recetas computadas en la sanidad privada, así como
el consumo únicamente como adquisición. No po-
el consumo de antibióticos en el ámbito hospitalario.
demos negar que el hecho de que se redacten estos
informes y se construya evidencia es ventajoso para El sub-registro de la venta y el consumo de antibióti-
crear estrategias informadas. Pero, ¿hasta qué punto cos sin receta en España es un excelente ejemplo de la
son están datos completos? ¿Qué datos se movilizan dificultad que presenta incorporar aspectos socio-cul-
y cuáles no? En lo que sigue, analizaré qué datos es- turales en estas métricas oficiales. Como hemos visto
tán presentes y cuáles ausentes, qué metodologías en el caso de Cataluña, este uso terapéutico aparece
se han utilizado para conseguir información, y las im- visible en el diseño de la encuesta de la ESCA (bajo el
plicaciones que esto puede tener en la creación del epígrafe “uso por iniciativa propia”), y en estudios bio-
“contexto social” que permite el uso de antibióticos médicos recientes la venta de antibióticos sin receta ha
en el ámbito comunitario. sido documentada (por ejemplo, Simó, Sánchez y Gar-
cía-Algar 2013; Guinovart, Figueras y Llor 2016). Pese a
que parece evidente que las prácticas de autoatención
3. UN ANÁLISIS EN CLAVE ETNOGRÁFICA SOBRE
LA RECOLECCIÓN DE DATOS DE CONSUMO DE con antibióticos pueden tener una frecuencia alta en
ANTIBIÓTICOS la sociedad española, éstas son invisibles en los datos
de los que disponemos. A día de hoy, no existen estu-
Respecto de la recolección de datos que se analizan dios cualitativos integrales que analicen la proporción
estadísticamente creo que puede haber dos desajus- de este tipo de venta o consumo de fármacos antibió-
tes que sesgan los resultados. Primero, el sub-registro ticos sin receta, ni la forma que tiene éste consumo
de datos. Este puede parecer de relativa poca impor- en la región catalana ni en ninguna otra en España6.
tancia, pero las posibles consecuencias de la disemi- Sí se han publicado varios estudios que han utilizado
nación de información sesgada acerca de las pautas un “comprador misterioso” para acudir a farmacias en
socio-culturales de consumo de antibióticos debería una zona concreta y corroborar que es posible adqui-
ser destacada. rir el producto sin receta médica (Guinovart, Figueras
Como hemos visto, a nivel europeo cada país reco-
ge sus datos y los registra con el ECDC para su análi- 6 Recientemente, Rodrigues (2020) ha publicado un estudio
sis regional. ¿Cómo podemos asegurar que los datos sobre auto-medicación con antibióticos en Maputo, Mozam-
son equivalentes para poder llevar a cabo compara- bique, muy relevante para este planteamiento en España.

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¿CUÁNTOS SON DEMASIADOS ANTIBIÓTICOS? REFLEXIONES ACERCA DEL USO Y CONSUMO DE ANTIBIÓTICOS

y Llor 2015; Llor y Cots 2009; Zapata-Cachafeiro et al. tos secundarios, entre otras– están aún por preguntar.
2014). En estos trabajos, así como los de Laxminara- Éstas proporcionarían información social acerca de las
yan (2013) o Morgan et al. (2011) en un ámbito más prácticas de uso y consumo de antibióticos. Técnicas de
generalizado, se concluye que el consumo sin receta investigación como la encuesta, la entrevista telefóni-
es una forma de “uso irracional” de antibióticos, fru- ca o el comprador misterioso tratan al dato de forma
to de la ignorancia de los grupo sociales, ya sean los impersonal, sin interesarse ni por el sujeto ni por el co-
usuarios que consumen, los médicos que recetan o los lectivo que responde a las preguntas, lo cual hace que
farmacéuticos que dispensan. Estos expertos hacen un la complejidad social de estas prácticas se pierda en
llamamiento generalizado a la necesidad imperativa de este dato, de modo que no puede llegar a responder a
educar, debido a que la mayoría de estas prácticas de la realidad social del uso de antibióticos. Necesitamos
“uso irracional”, dicen, se generan por causa de la ig- producir datos sociales más sofisticados, que sean pro-
norancia de profesionales y usuarios sobre la “crisis de ducto de una reflexión metodológica profunda.
los antibióticos”. En la mayoría de estos casos, se han
En relación con esto, se debe tener en cuenta que
utilizado métodos de investigación como encuestas te-
entre lo que un sujeto dice y lo que hace suelen existir
lefónicas o compradores misteriosos. Es más, la mayo-
contradicciones (Ramírez-Hita 2011). La utilización de
ría de las conclusiones que se sacan de la explotación
técnicas cualitativas más complejas, particularmente
de estos datos tienen que ver con números totales de
la investigación etnográfica, permitiría observar las
consumo de antibióticos, y no con sus prácticas de uso.
relaciones y prácticas de atención y cuidado alrede-
Debemos tener en cuenta que ‘consumo’ nunca dor del consumo de antibióticos, y analizar de esta
podrá significar lo mismo que ‘uso’, cuestión a la que manera cuestiones como la falta de adherencia, la
volveré más adelante. Lo cierto es que, a día de hoy, percepción del funcionamiento molecular de estos
no disponemos de datos sobre las prácticas de autoa- medicamentos o las resistencias antimicrobianas en
tención y automedicación, y éstas merecen mayor ri- el cuerpo de las personas y el medio ambiente, el in-
gor empírico de lo que la actuación de un comprador cumplimiento de las indicaciones clínicas, la decisión
misterioso o una casilla en una encuesta titulada “con- de no tomar antibióticos o de no completar las dosis
sumo por iniciativa propia” puedan averiguar. Como por ciertos grupos sociales, o las condiciones de la
apunta Eduardo Menéndez (2018), la biomedicina y las vida cotidiana que pueden estar contribuyendo a los
profesiones médicas han venido subrayando los aspec- diferentes usos y consumos de antibióticos en con-
tos negativos de la autoatención y la automedicación textos comunitarios. El dato estadístico por sí solo es
con antibióticos desde hace tiempo: «Con frecuencia limitado y limitante, sin una metodología cualitativa
se utiliza el ejemplo de los antibióticos, como evidencia que dé cuenta de los procesos de enfermedad, cui-
de que el mal uso popular ha conducido a generar cada dado y asistencia que tienen lugar en cada contexto.
vez más resistencia biológica hacia ellos» (2018: 110).
Estos desajustes en la recogida del dato pueden
Menéndez prosigue explicando que, aunque conside-
tener consecuencias en la calidad de las estrategias
ra que no hay duda acerca de que se haga mal uso de
de prevención de la enfermedad y la gestión de la
medicamentos en la población general, también cree
atención sanitaria (Ramírez-Hita 2009). De hecho, de
«que una parte de la población los utiliza bien, aunque
algunas de estas investigaciones e informes de corte
no lo sabemos “científicamente” porque eso no ha sido
estadístico se está concluyendo que existe una dife-
estudiado por el Sector Salud ni por la academia cien-
rencia en el consumo entre el sureste y el noroeste
tífica» (2018: 111).
de Europa, que viene dada principalmente por aspec-
Esto nos lleva al segundo desajuste: cómo se reco- tos culturales, normas sociales y formas de compor-
ge el dato, y por consiguiente, qué dato se recoge (y tamiento “imprudentes” –frecuentemente llamados
cuál no se recoge). La falta de información acerca del “factores o determinantes sociales”–, localizadas en
consumo de antibióticos más allá de su adquisición zonas geográficas específicas (Avorn y Salomon 2000;
tras revisar los datos de consumo de antibióticos con- Pechere 2001; Toubaul-Lundgren et al. 2015). Si bien
firma que la complejidad de esta práctica no puede ser es cierto que las prácticas de uso de antibióticos tie-
abordada exclusivamente con estas técnicas. Una serie nen un determinante cultural importante, a su vez es
de preguntas –en base a qué razones consideremos irreflexivo reducir las diferencias en el consumo sólo
tomar estos medicamentos, por qué se recetan, cómo a éstas. ¿Dónde quedan los aspectos económicos, po-
se toman las dosis, o cómo se contrarrestan sus efec- líticos, ideológicos y socio-culturales?

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Es imperativo que la complejidad de estos datos se sino también dentro de la propia geografía españo-
trate con el rigor metodológico que merecen, sin de- la. Ésta es visible en la manera en la que el PRAN
jarnos llevar por la urgencia y velocidad implícita en la muestra sus datos por Comunidades Autónomas
creación y movilización de estos datos. Es casi ingenuo mediante un mapa de España (Imagen 1). Pero este
pensar que podemos conocer actitudes, prácticas y co- “cálculo de la culpa” (Farmer 1990) está muy lejos
nocimientos (ya sean profanos o profesionales) a par- de ser riguroso, como he intentado mostrar aquí.
tir de encuestas o estudios de mercado (Ramírez-Hita Con la falta de una reflexión sobre cuál es el con-
2011), o que podremos llegar a generar estrategias de texto socio-cultural en el que este problema está
atención apropiadas basadas en el desarrollo de infor- asentado, deberíamos considerar la posibilidad de
mes del “total” de antibióticos consumidos o vendidos, que ciertas acciones efectivas pueden estar siendo
sin saber el cómo y el por qué; sin los sujetos que los desestimadas, poniendo en riesgo la efectividad de
utilizan. Podemos terminar «por creer que la realidad los programas de implementación de políticas sani-
que es posible estudiar es tan sólo aquella que la técni- tarias, con potenciales consecuencias involuntarias
ca permite analizar» (Zemelman 2005: 64). que podrían incluso llegar a ser adversas (Chand-
ler y Denyer-Willis 2018). Requerimos de técnicas
¿De qué manera se moviliza “lo social” en las prácti-
cualitativas que proporcionen datos de calidad, y
cas de consumo de antibióticos que se investigan? La
que planteen investigar cuál (no cuánto) es el uso o
comparativa regional basada en esta supuesta “dife-
usos (no sólo el consumo) de antibióticos en estos
rencia cultural” y las “normas sociales” parece gene-
contextos locales. Esto requiere, creo una reflexión
ralizarse y se hace cada vez más visible en la opinión
metodológica previa desde las ciencias sociales
pública y los medios de comunicación. ¿Nos encamina-
que espero comenzar aquí.
mos hacia una “geografía de la culpa”?, como diría Paul
Farmer (1990). La encuesta del Eurobarómetro (2016),
por ejemplo, que tuvo gran alcance mediático en Es- 4. ¿QUÉ ENUMERAMOS? TENSIONES ENTRE
paña, situaba a este país a la cabeza en el consumo de NÚMEROS Y CONTEXTOS EN SALUD GLOBAL Y
antibióticos. Titulares como «La mitad de los españo- MEDICINA BASADA EN LA EVIDENCIA
les no sabe para qué sirven los antibióticos» (El País
2016), «Uno de cada cinco gallegos toma antibióticos En su apelación a una “demografía sin números”,
por su cuenta, sin indicación médica» (La Voz de Galicia Nancy Scheper-Hughes (1997: 219) –inspirada por el
2016), o «España, “adicta” a los antibióticos» (La Razón trabajo del brasileño Naomar de Almeida Filho, Epi-
2016) fueron publicados en el verano de 2016, poco demiología sin números (1992)– argumentaba que
después de la publicación del Eurobarómetro, dejan- estamos demasiado acostumbrados a pensar que las
do entrever la idea de culpa e irresponsabilidad que se políticas oficiales y gubernamentales pueden solo
otorga al usuario de antibióticos en el país. estar basadas en datos duros, es decir, en una acu-
mulación de hechos objetivos y neutrales, en datos
Curiosamente, los datos del Eurobarómetro o el estadísticos y diagramas de flujo8. Scheper-Hughes
ECDC suelen presentarse en forma de mapas, que subrayaba que no se trata de una llamada a la co-
localizan el consumo de antibióticos y el desarrollo laboración de la antropología médica con la biome-
de resistencias microbianas en geografías especí- dicina «en el que el entorno social es reducido a un
ficas. De hecho, estos mapas localizan de manera conjunto de variables reificadas y sin vida» (1997:
sencilla esta “culpa” en espacios concretos. Estas 219; mi traducción). Por el contrario, reivindica una
herramientas hacen una diferenciación geográfi- antropología crítica aplicada, orientada a la praxis,
ca que no es únicamente visible a nivel europeo7, y capaz de analizar los dilemas existenciales, cultu-
rales, médicos, morales y políticos de poblaciones
vulnerables.
7 En la página web del ECDC podemos ver una sección lla-
mada “Data from the Atlas”, que muestra la información
sobre consumo de antibióticos y de vigilancia de la resis-
tencia microbiana en el mapa de Europa, donde podemos 8 Mi más sincero agradecimiento a Cristina Larrea-Killin-
seleccionar diferentes variables (año, país, tipo de cepa ger por referirme a estos textos, y abrir con ellos una
bacteriana, tipo de consumo hospitalario/comunitario, prolongada reflexión sobre la posible contribución de la
etc). Para más información, visitar la web de ECDC aquí: Antropología médica a la investigación sobre antibióti-
<https://ecdc.europa.eu/en/antimicrobial-resistance> cos en las páginas que siguen.

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¿CUÁNTOS SON DEMASIADOS ANTIBIÓTICOS? REFLEXIONES ACERCA DEL USO Y CONSUMO DE ANTIBIÓTICOS

Imagen 1: Mapa interactivo que detalla el consumo de antibióticos extra-hospitalarios por Comunidad Autónoma
(año 2017) en la página web del Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos (PRAN). Imagen capturada el
13 de marzo de 2019 (Fuente, PRAN <http://www.resistenciaantibioticos.es/es/consumos-antibioticos-
extrahospitalarios-por-comunidades-autonomas>).

«What is thought hardly worth counting at all?», generalizada a dividir “cuanti-” y “cuali-”, números
preguntaba Nancy Scheper-Hughes (1997: 220). e historias, que permea también en la producción
Extrapolando al caso de los antibióticos, creo que académica en el ámbito de la llamada Medicina Ba-
este tipo de preguntas procede hacerlas actual- sada en la Evidencia (MBE) y el ámbito de la Salud
mente. Un número creciente de literatura ha ana- Global en general, así como en las ciencias cualita-
lizado recientemente el auge de los números, los tivas aplicadas a la salud.
algoritmos y los cálculos cuantitativos en la cons- Brives, Le Marcis y Sanabria (2016) argumentan
titución de afirmaciones de verdad y la “confianza cómo la Medicina Basada en la Evidencia (MBE)
en los números” (Porter 1996) que en parte carac- construye un contexto específico, ordena el mun-
teriza a Occidente. Aunque una genealogía sobre do, clasifica y decide quién y qué cuenta o es ex-
esta línea de investigación no tiene espacio en este cluido, imponiendo su propia lógica, legitimando
artículo, cabe destacar el trabajo de la antropóloga así su plan estratégico, y excluyendo otras formas
Vincanne Adams (Ed.), Metrics: what counts in Glo- de conocimientos. «Metrics are assumed to be va-
bal Health (2016), ya que su análisis tiene una re- lue-neutral and politically unbiased, and to conver-
lación directa con la gobernanza y creación de nú- ge solutions around scientific evidence rather than
meros en la Salud Global, marco dentro del cual se around political positions pertaining to understan-
sitúa el “problema de los antibióticos” hoy en día. dings of health as a right or a choice» (Brives, Le
Como es sabido, existe una tendencia histórica y Marcis y Sanabria 2016: 371). La MBE predefine,

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por medio de estas métricas, los resultados de 5. ¿CONSUMOS O USOS DE ANTIBIÓTICOS? UNA
las variables que mide, y construye un futuro en REFLEXIÓN PENDIENTE EN LA ANTROPOLOGÍA
“modo anticipatorio” de lo que podrá ser conoci- DE LOS MEDICAMENTOS
do en un futuro, basado en asunciones políticas y
Susan Reynolds Whyte, Sjaak Van der Geest y Ani-
epistémicas del presente. Define, en definitiva, no
ta Hardon comenzaron a escribir sobre la “Antropo-
sólo lo que se conoce, sino lo que puede conocerse
logía de los medicamentos” a finales de los años 90,
(Brives, Le Marcis y Sanabria 2016).
desde un esfuerzo en la Antropología médica de ese
Siguiendo este argumento, mi interés se encuen- momento por reclamar un espacio para el análisis
tra en subrayar que actualmente hay datos (o nú- de la biomedicina. Con intención de hacer también
meros) que han quedado sin contabilizar en Espa- tangible un giro material en la disciplina, al poner
ña (y en otros lugares). Como hemos visto, incluso al fármaco como objeto central de la investigación
después de realizar cambios considerables en las social –siguiendo la línea de trabajo del antropólogo
métricas e infraestructuras de vigilancia y recogi- Arjun Appadurai, The social live of things (1986) –, en
da de información por las autoridades en España 2002 publicaron The social live of medicines. Whyte
en los últimos tres o cuatro años, los datos siguen et al (2002) sugirieron que la manera en la que las
siendo incompletos. Lo que se va a conocer sobre medicinas son percibidas tiene efecto en su eficacia,
el consumo o el uso de antibióticos en un futuro y que el poder simbólico de los medicamentos inte-
ya está definido, estandarizado, listo para la com- racciona con las propiedades bioquímicas de éstos,
paración y fundamentalmente concebido fuera del de manera que lo material y las formas simbólicas
lugar donde este uso de antibióticos se realiza en que dotan de significado a las medicinas cobran for-
última instancia. ma de distintas maneras y a distintos niveles. Desde
Brives, Le Marcis y Sanabria (2016) hacen una críti- entonces, gran cantidad de trabajos han proseguido
ca a esta forma de crear “contextos” por parte de la esta línea de investigación, desarrollando investiga-
MBE, que tiene una motivación principalmente repre- ciones sobre la eficacia de las medicinas (ej. Van der
sentacional, y fundamentada en un ideal positivista y Geest y Hardon 2006), las prácticas farmacéuticas
universal típico de la biomedicina. De acuerdo con la (ej. Nitcher y Vuckovic 1994), la ciudadanía farma-
crítica que hacía Scheper-Hughes (1997) unos veinte céutica (ej. Ecks 2005), o los ensayos clínicos para
años antes, estos autores consideran que las historias el desarrollo de medicamentos (ej. Petryna 2009),
y contextos locales que analiza la investigación etno- entre otros. En 2017, se publicaba el artículo Fluid
gráfica no pueden sumarse a las métricas estandariza- Drugs: Revisiting the Anthropology of Pharmaceuti-
das en la Salud Global. Es más, indican que la etnogra- cals, de Anita Hardon y Emilia Sanabria. En él, las
fía pone de manifiesto que no existe un solo mundo autoras hacen hincapié en que no existen objetos
que podamos medir ahí fuera, y que lo que es preci- (farmacológicos) que precedan a su socialización y
samente relevante es hacer explícita la existencia de comodificación; y llamaban a una investigación so-
múltiples contextos en los que determinados datos se bre cómo la materialidad del medicamento se hace
producen (Brives, Le Marcis y Sanabria 2016). posible localmente, apelando así a una investigación
antropológica del fluir de los fármacos, el cual re-
Es interesante notar que la biomedicina construye
quiere una concepción del cuerpo poroso y en cons-
un “contexto” del uso de antibióticos en diferentes lu-
tante intercambio con el medio (2017: 127).
gares por medio de métricas y datos. Este contexto es
movilizado para legitimar el problema de los antibió- Aquí, tomo esta línea de investigación que se está
ticos y sus consiguientes acciones político-sanitarias formulando en la antropología de los medicamentos
de diferentes maneras en cada contexto local. Pese a y en los estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad
los esfuerzos por parte de instituciones biomédicas y (CTS), para proponer una reflexión final sobre la in-
grupos expertos de crear datos, las autoridades políti- clusión de un debate en la “Antropología de los me-
cas, como veíamos en los extractos del BOE anterior- dicamentos” sobre las diferencias entre consumo y
mente, sin embargo no parecen hacer uso de dichos uso de antibióticos. En Plastic Bodies: sex hormones
datos de manera activa para legitimar su llamada a and menstrual supression in Brazil, Emilia Sanabria
la acción política, basando sus intervenciones única- escribe acerca del estudio sobre consumo de medi-
mente en estimaciones generalizadas. camentos. En su monografía, Sanabria argumenta

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¿CUÁNTOS SON DEMASIADOS ANTIBIÓTICOS? REFLEXIONES ACERCA DEL USO Y CONSUMO DE ANTIBIÓTICOS

que el modelo que ha venido siendo utilizado por perspectiva de proceso. Es decir, reiteran que el con-
los estudios antropológicos del consumo (de me- sumo no es un acto en un momento único, sino un
dicamentos, en este caso) tiende a centrarse en el proceso de aprovisionamiento (Narotzky 2007), una
análisis del proceso de circulación, adquisición y variable más en un estilo de vida (Romaní 2011). Lo
consumo de estos sólo hasta el acto de ingesta, por mismo podríamos decir del consumo de antibióti-
decirlo de alguna manera. El proceso de la degra- cos. No solamente forma parte del proceso de sa-
dación, la disolución, la desagregación y otras me- lud-enfermedad-atención, sino que también podría-
tamorfosis de los objetos farmacólogicos ha atraído mos decir que es un proceso de consumo, incluso
menos nuestro interés y atención (Sanabria 2016). después de su ingesta.
En los datos revisados, se encuentra referencia ¿Puede, por otra parte, uno de estos dos conceptos
al consumo de antibióticos únicamente entendido describir el propio proceso de ingesta, de absorción
como “adquisición”, “venta” y “dispensación” de corporal de un medicamento más claramente? ¿Por
productos antibióticos. Sin embargo, de acuerdo qué podría esto tener utilidad en la investigación et-
con Sanabria, el proceso de consumo no acaba ahí. nográfica? Estudios etnográficos sobre suplementos
Investigar la vida social de los antibióticos conforma- hormonales (Sanabria 2016), bacterias resistentes a
ría también explorar la circulación de estos medica- antibióticos (Landecker 2015) o productos químicos
mentos una vez prescritos, dispensados y adquiri- (Nading 2017; Shapiro 2015) muestran cómo los quí-
dos. Es más, y de acuerdo con la crítica que defiende micos – sean medicamentos, fertilizantes o jabones
(Sanabria 2016; Hardon y Sanabria 2017) de ir más de manos – juegan roles de gran importancia en la
allá del modelo de investigación sobre consumo interfaz entre el cuerpo, la sociedad y el medio am-
como adquisición, creo que en una investigación biente. Existen procesos de embodiment aún por ex-
cualitativa de corte etnográfico sobre el uso de anti- plorar en relación con los antibióticos y la resistencia
bióticos como la que aquí se propone, sería necesa- antibiótica. La pregunta que abro para finalizar este
rio reflexionar, por un lado, sobre los conceptos de artículo es si utilizar una perspectiva de consumo-uso
consumo y uso de medicamentos; y por otro, sobre de antibióticos podría proporcionar ventajas para
cómo incluir una concepción más “fluida” de estos una investigación de lo que Margaret Lock llama ´bio-
medicamentos que posibilite examinar la cuestión logías locales’ (ver Lock y Nguyen 2010) en torno al
más allá del momento en el que los antibióticos son antibiótico. Como he expresado antes, la vida social
ingeridos y digeridos en el cuerpo. del antibiótico no termina en la ingesta de este. ¿Qué
ocurre tras ingerir, tras digerir, tras desechar? La pre-
Respecto a la primera cuestión, expresar una re-
gunta es también metodológica: ¿cómo podemos in-
flexión en torno a la diferencia entre consumo y uso
vestigar etnográficamente lo que ocurre después de
de antibióticos se torna fundamental, aunque com-
la ingesta? ¿Cómo observar e investigar lo que no se
pleja. ¿Puede el concepto de uso expresar algo más
ve, pero sigue fluyendo por nuestros cuerpos, nues-
sobre la vida social de los antibióticos que el concep-
tro medio ambiente y nuestra sociedad?
to de consumo? ¿Se complementan estos conceptos
o son antagónicos? Esta es una reflexión explícita Lejos de prescribir el uso de uno u otro concepto
que por el momento parece bastante ausente en la (uso o consumo), creo oportuno pensarlo en clave de
antropología médica. Sin embargo, varios autores en proceso, ya que podría ayudar a incluir esta concep-
antropología social han considerado el concepto de tualización más fluida de la vida social del antibiótico.
“consumo” y “uso” desde varias avenidas de investi- Aunque esto podría ser aplicado a cualquier medica-
gación. Por ejemplo, las etiquetas “consumo/uso de mento, es imprescindible en lo que se refiere a los an-
drogas”, y los múltiples itinerarios de consumo de tibióticos, debido al desarrollo genético de resistencia
éstas, han sido considerados por la antropología (ej. a antibióticos por parte de poblaciones bacterianas.
Bourgois y Schonberg 2009; Romaní 2011) de mane- Algunos científicos en nuestro país (y en otros lugares
ra crítica durante décadas. Algunas autoras dentro como el Reino Unido) han detectado la presencia de
de la antropología económica han considerado el tanto residuos antibióticos como genes de resistencia
consumo mismo, las logísticas y el movimiento de bacteriana en especies de microorganismos habituales
mercancías (ej. Narotzky 2007; Cañedo 2016) en el en aguas fluviales y el medio ambiente (ver, por ejem-
contexto español. En toda su pluralidad de lugares plo, Calero-Cáceres 2017; Baquero et al. 2009). Lo que
de estudio, estos autores abogan por adoptar una ocurre después de su ingesta y desecho es también

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CRISTINA MORENO LOZANO

parte de la vida del antibiótico. Creo además que esta nitarios, hospitalarios, veterinarios y agroalimentarios,
deliberación acerca del uso-consumo de antibióticos por lo que podemos imaginar que los datos remitidos
proporcionaría un interesante locus conceptual donde a las instituciones europeas en años próximos irán
investigar la utilización de medicamentos no-normati- adecuándose cada vez más a los estándares estable-
vizada (sin receta y registro médico), no legitimado ni cidos. Sin embargo, por el momento no existen datos
contabilizado por las autoridades sanitarias, como he socio-culturales sobre el uso y consumo de antibióticos
descrito en este artículo. El ejemplo paradigmático es en España, ni tampoco sobre el padecimiento o cuida-
el del uso de antibióticos en las prácticas de autoaten- do de personas afectadas por infecciones resistentes.
ción9, que pueden incluir la venta y dispensación de
En el discurso experto en España y en contextos in-
antibióticos sin receta médica, el uso de antibióticos
ternacionales incrementa la referencia a la correlación
para fines diferentes a los que son dispensados o ad-
(o causalidad) entre el “mal uso (o abuso)” de antibió-
quiridos (por ejemplo, antibióticos de receta humana
ticos y el desarrollo de resistencias antimicrobianas. En
utilizados para cuidado veterinario doméstico) o la
el informe del PRAN 2016-2017, por ejemplo, dicen:
conservación de dosis de antibióticos no utilizadas de
«El uso inapropiado e indiscriminado de los mismos
una ocasión para la siguiente en los botiquines caseros.
es uno de los factores principales que contribuyen a
Estas son prácticas sociales que parecen escapar al sa-
este fenómeno, junto con el control deficiente de la
ber de los números, y quizás se alejan del valor econó-
infección bacteriana» (2018: 7). En el documento de
mico y tecnológico de medicamentos, para acercarse
consenso del I Foro Multidisciplinar sobre Resistencias
más al uso profano del antibiótico. Este uso lego está
Microbianas10 podemos ver cómo también se indica
también posibilitado, en parte, por su bajo precio en el
que una de las principales razones que favorecen el
mercado farmacéutico comunitario, al igual que ocurre
desarrollo y la diseminación de las bacterias multi-re-
con analgésicos o antiinflamatorios, entre otros medi-
sistentes es “el uso injustificado e inadecuado de an-
camentos de uso común. Por otro lado, una discusión
timicrobianos, tanto en humanos como en animales”
sobre los conceptos uso-consumo podría proporcionar
(SEIMC 2018). Debemos preguntarnos qué datos se
una acepción que aúna la parte mercantilista, como-
están recolectando sobre la prevalencia de resistencias
dificadora y normativizadora imperante en la empre-
microbianas y su relación con el consumo antibióticos.
sa farmacéutica y la biomedicina, así como la acción
¿Qué datos no estamos recogiendo?
material de la ingesta, digestión e incorporación bio-
química de los productos antibióticos en los cuerpos Por el momento, falta investigación que proporcione
(humanos o no-humanos). conocimiento sobre cómo esta relación entre uso huma-
no de antibióticos y desarrollo de resistencias se hace
tangible, biológica y socialmente. Si aceptamos esta
6. HACIA UNA INVESTIGACIÓN SOCIAL relación entre uso-consumo de antibióticos y desarro-
SOBRE USO Y CONSUMO DE ANTIBIÓTICOS Y
RESISTENCIAS ANTIMICROBIANAS EN ESPAÑA llo de resistencias genéticas, deberíamos preguntarnos
dónde tiene lugar este intercambio y qué lugar tiene lo
La contabilización del consumo de antibióticos supo- social, el cuerpo humano y el medio ambiente en éste.
ne una acción importante dentro del marco de activi- Es en la propia acción de usar y consumir antibióticos,
dades dirigidas a gobernar el problema de la resisten- de ingerir y desechar por medio de nuestros cuerpos,
cia antimicrobiana. En España, se ve una movilización donde tiene lugar una relación bioquímica, ecológica y
limitada de los datos existentes sobre consumo de an- socio-cultural que relaciona consumo y resistencias ge-
tibióticos en contextos políticos y expertos y, de hecho, néticas de manera social. Por medio del acto de ingerir,
como hemos visto, prima el uso de estimaciones a largo
plazo (particularmente de mortalidad y pérdidas eco-
10 El I Foro Multidisciplinar sobre Resistencias Microbia-
nómicas). El equipo de trabajo a cargo del PRAN está nas tuvo lugar en el Congreso de los Diputados en octu-
haciendo un esfuerzo importante por crear y coordinar bre de 2018. El documento de consenso se publicó en
datos de consumo de antibióticos en contextos comu- noviembre de 2018, y lo firmaron las tres Sociedades
que están movilizando principalmente este problema
con las autoridades en España: la Sociedad Española
de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica
9 Ver el artículo de Menéndez (2018) para una reflexión (SEIMC), la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria
detallada sobre la auto-atención de los padecimientos, (SEFH) y la Sociedad Española de Medicina Preventiva,
más allá de la automedicación. Salud Pública e Higiene (SEMPSPH).

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¿CUÁNTOS SON DEMASIADOS ANTIBIÓTICOS? REFLEXIONES ACERCA DEL USO Y CONSUMO DE ANTIBIÓTICOS

digerir, absorber y eliminar estos productos farmaco- Brives, Charlotte, Frédéric Le Marcis y Emilia Sanabria. 2016.
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y consecuentes cuidados (mediados por el consumo de
BOE 2018a. Diario de Sesiones del Congreso de los
medicamentos o por otras vías), a las poblaciones bac- Diputados, Comisión de Sanidad y Servicios Sociales
terianas localizadas en nuestros cuerpos y fuera de ellos, DSCD-12-CO-473.
y al propio fármaco antibiótico. Y es, creo, en este flujo
BOE 2018b. Congreso de los Diputados BOCG-12-D-442.
de relaciones dentro y fuera del cuerpo humano donde
podemos encontrar una forma de investigar etnográfi- Bourgois, Phillip y Jeffrey Schonberg. 2009. Righteous
Dopafiend. Berkeley: University of California Press.
camente, por una parte, las relaciones entre uso y con-
sumo de antibióticos, y por otra, la “fluidez” (Hardon y Bustinza, Florencio. 1946. Los antibióticos antimicrobianos y la
penicilina. Madrid: Plus Ultra.
Sanabria 2017) de estos medicamentos y la “permeabi-
lidad” (Lock 2018) de nuestros cuerpos y el medio am- Calero-Cáceres, William, Javier Méndez, Julia Martín-Díaz
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