Catequesis Sobre El Pecado Original
Catequesis Sobre El Pecado Original
Catequesis Sobre El Pecado Original
Gilberto Zárate
El tema anterior nos ayudará a comprender este pasaje. No olvidemos lo que quiere decir el
cuento ni el lenguaje humano en el cual se expresa la Biblia para que le entendamos.
Preguntas de asimilación:
• ¿De qué se trata el cuento?
• ¿Qué se quiere decir cuando se utiliza un apodo?
• ¿Qué enseñanza le da la Mamá?
Este cuento nos ayuda a leer y entender el Génesis, ya que trata sobre los orígenes del
Pueblo de Israel, más en concreto, sobre “el pecado original”. Otra de las cosas que
debemos tener presente es que la Biblia utiliza un “lenguaje que podamos entender”.
5. ¿Qué animal era más astuto de todos los animales del campo?
6. ¿En qué consiste la trampa que pone la serpiente cuando pregunta a la mujer?
7. ¿Qué puedes decir del fruto prohibido?
8. ¿Quiénes comieron del fruto prohibido?
9. ¿Cómo saben el hombre y la mujer que Dios se aproxima?
10. ¿Cuál es parte de la naturaleza de la Serpiente, del Hombre y de la Mujer?
dice que “se le abrieron los ojos”. Y como consecuencia “tiene miedo y se esconde” (Gen
3,10).
En cuarto lugar, “oyeron los pasos de Dios”, otra vez el lenguaje. ¿Dios tiene pies?
Ya hemos dicho que es Espíritu. Cuando alguien se acerca escuchamos sus pasos y cuando
conocemos su manera de caminar podemos decir “ahí viene mi papá” o “ahí viene mi tía” o
cualquier otra persona. Entonces lo que se quiere decir es la proximidad y cercanía de Dios.
Dios está siempre cerca del hombre, es más, lo busca: “¿Dónde estás?” (Gen 3,9).
En quinto lugar, Dios pide cuentas de la conducta y desobediencia del hombre. La
experiencia del pecado hace que el hombre no asuma su responsabilidad y busca culpables.
El hombre le echa la culpa a la mujer, la mujer le echa la culpa a la serpiente. Es aquí donde
se explicarán parte de la naturaleza o condición de la serpiente (Gen 3,14), de la mujer (Gen
3,16) y del hombre (Gen 3,17-19). Podemos descubrir justicia original se pierde (Sab 2,23-
24), es decir, la armonía en la que se encontraban queda destruida; la unión entre el hombre
y la mujer es sometida a tensiones; sus relaciones estarán marcadas por el deseo y el
dominio; la armonía con la creación se rompe; la creación visible se hace para el hombre
extraña y hostil; la muerte hace su entrada en la historia de la humanidad. Por eso, a partir
del pecado de nuestros primeros padres (Adán y Eva), todo hombre y mujer, nacerán con el
“pecado original” (Sal 51,7). La naturaleza humana queda herida, lesionada, debilitada e
inclinada al mal o al pecado, a eso se le conoce con el nombre de la concupiscencia (cf.
1 Jn 2,16; Ef 4,21-24).
Por último, hay que decir que Dios actúo con misericordia. No dejó al hombre a la
deriva. Si observamos el mandamiento que dio, decía que si el hombre comía del fruto
prohibido “moriría sin remedio”. Sin embargo no murió. Tuvo como consecuencia, el
dolor, el trabajo, las tensiones entre el hombre y la mujer, la muerte. Pero también da un
signo de esperanza. Recordemos que la serpiente representa al mal. ¿Quién o quiénes
pisarán la cabeza de la serpiente? Una mujer y su hijo (Ap 12,17). María y Jesucristo. Por
el “sí” de María y su colaboración al misterio de la Redención, Jesucristo restablecerá la
dignidad del género humano, venciendo al mal.
Para profundizar podemos leer el Catecismo de la Iglesia Católica (CEC nn. 396-
412).