DocuGIE v3.5 Hiperviculos
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DE REFERENCIA
PARA INTERVENCIONES EN INCENDIOS ESTRUCTURALES
Febrero de 2022
Este documento ha sido elaborado por el GT1. Conceptos básicos y dinámica de incendios.
- Arturo Arnalich
- Daniel Garcés
- David Ruíz
- Jabi Elorza. Coordinador de grupo
- Pablo Boj Gª. Coordinador de la edición
- Pedro Fuentes
ISBN: 978-84-09-38752-6
Deposito legal MA 409/2022
La idea del Grupo de Incendios Estructurales (GIE) surge en varias reuniones tras el I Workshop
Nacional de Incendios Estructurales celebrado en Salamanca en 2018, en las que se puso de
manifiesto la necesidad de establecer unos parámetros mínimos en aspectos de seguridad
eficiencia y formación que fueran comunes y asumibles para todos los servicios de bomberos
en al ámbito de las intervenciones en incendios estructurales.
El GIE nace con la vocación de servir como punto de encuentro dirigido a mejorar y hacer estas
intervenciones más seguras, reuniendo los avances científicos y realizando una labor activa de
divulgación y homogenización mediante propuestas como esta Documentación de referencia.
Agustín de la Herrán
Jefe del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid. Miembro del GIE.
El uso de un lenguaje técnico unificado, claro y conciso, es un indicador del nivel de desarrollo
de una profesión, siendo este es uno de los objetivos del GIE.
Este documento es el fruto de muchas horas de discusiones, consultas y trabajo en el seno del
GT1, en los que se ha tratado de concretar la terminología ya existente, bajo parámetros de
utilidad, racionalización y rigor científico, y cuyo resultado fue presentado el resto de grupos
para que realizaran sus aportaciones. Este es un proceso continuo en el que ya se está
trabajando en más contenidos y en la revisión de los ya existentes de forma que los
profesionales de la extinción de incendios podamos contar con un lenguaje técnico cada vez
más robusto, coherente y unificado.
La documentación GIE esta destinada a profesionales de los servicios de extinción que en base
a su formación y experiencia deben interpretarla con la cautela y circunspección necesarias.
Licencia
Documento bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA 4.0 elaborado por el Grupo de
Incendios Estructurales (GIE).
En caso de obras derivadas, debe reconocer el crédito de manera adecuada, brindar un enlace
a la licencia, e indicar si se han realizado cambios. Puede hacerlo en cualquier forma razonable,
pero no de forma tal que sugiera que usted o su uso tienen el apoyo del GIE.
Tabla de contenidos
INCENDIO CONFINADO .............................................................................................................6
CASUÍSTICA .................................................................................................................................9
EVOLUCIÓN............................................................................................................................... 18
CASUÍSTICA ............................................................................................................................... 18
POTENCIA DE INCENDIO................................................................................................................ 18
EVOLUCIÓN............................................................................................................................... 20
CASUÍSTICA ............................................................................................................................... 20
POTENCIA DE INCENDIO................................................................................................................ 20
Incendio confinado
Un incendio confinado es un incendio que se desarrolla en un recinto que impide la libre
disipación de los productos de la combustión a la atmósfera, principalmente por la existencia
de una cubierta que contenga el efluente del fuego. Este escenario es objeto de estudio por la
forma en la que condiciona el desarrollo del incendio, pudiendo dar lugar a fenómenos como el
flashover, backdraft y otros.
Uno de los factores que determinan el desarrollo de estos incendios es la relación que se
establece entre la tasa de combustión del incendio y la disponibilidad de aire, ya sea por el
volumen total del recinto o por la existencia de aberturas que permitan el intercambio de gases
con el exterior, dando lugar a los conceptos:
Hay que tener en cuenta que estos conceptos son de aplicación a un momento de la evolución
del incendio, pudiendo el incendio cambiar de uno a otro como consecuencia de su propio
desarrollo, o por la modificación de alguno de los factores limitantes.
Terminología asociada
La norma ISO 13943 define fuego confinado, como aquel que tiene lugar y ha sido prendido
dentro de una envolvente, entendiendo envolvente como un volumen definido por superficies
limitantes, que pueden tener una o más aberturas.1
En el ámbito de la lucha contra incendios se manejan de forma casi indistinta los términos
incendio de interior, incendio compartimentado e incendio estructural en referencia al incendio
confinado. Casi todos vienen de la traducción más o menos literal de los términos anglosajones
estructural fire, enclosed fire, interior fire, compartment fire o enclosure fire. Este último ha dado
título a algunos de los manuales de referencia sobre el tema.34
Algunos textos se refieren al incendio confinado sin aberturas al exterior como incendio
confinado.5
1Varios autores (2017). NFPA 921: Guía para la investigación de incendios y explosiones. National
Fire Protection Association. ISBN 9781455916023.
2Varios autores (2017). NFPA 921: Guía para la investigación de incendios y explosiones.
National Fire Protection Association. ISBN 9781455916023.
3 Bengtsson, Lars-Goran (2001). Enclosure Fires (en inglés). ISBN 91-7253-263-7.
4Karlsson, Quintiere (2000). CRC Press LLC, ed. Enclusure Fire Dynamics (en inglés). ISBN 0-
8493-1300-7.
5 Arnalich, Arturo (2014). Manual de Incendios: Parte 3 Incendios de Interior. Ventilación de
Incendios.. CEIS Guadalajara y Grupo TRAGSA.
Motor de incendio
El motor de incendio es el conjunto de combustibles involucrados en el incendio que aportan
la mayor parte de la energía liberada por el mismo y que debe entenderse como el principal
contribuyente a la dinámica del incendio.
En la fase inicial del incendio, la ubicación del motor de incendio coincide con la del del foco
primario del incendio. A lo largo del desarrollo del incendio, el motor de incendio se puede
desplazar debido a la propagación y al agotamiento del combustible disponible. Por tanto el
concepto de motor de incendio está referido a un instante concreto en la evolución del mismo.
Fig 5. Dinámica de fluidos. Desde un punto de vista barométrico en el motor del incendio se produce el mayor
salto barométrico. Hacia él se encamina la ruta fría, y de él parte la ruta caliente de gases.
1. En el motor de incendio se encuentra el punto de menor presión dentro del recinto del
incendio, que actúa a modo de pozo o sumidero, y al que se encamina la ruta fría del
flujo de gases.
2. El aporte de oxígeno de la ruta fría de gases sobre el motor del incendio permite la
combustión, y por tanto la liberación de calor.
4. Los gases calientes parten del motor del incendio buscando zonas de menor presión y
constituyendo la ruta caliente del flujo de gases.
Desde un punto de vista manométrico, el plano neutro es la superficie definida por los puntos
en los que el diferencial de presión con respecto a un punto a la misma altura fuera del recinto
es igual a cero. Visualmente es asimilable al plano por encima del cual hay humo en una
densidad óptica creciente, y por debajo del cuál hay todavía visibilidad.
Por encima del plano neutro encontramos la capa caliente o capa de gases de incendio y por
debajo una capa de aire a temperaturas mas bajas que denominamos capa fría. La primera en
sobre-presión y la segunda en depresión con respecto al exterior.
Casuística
En general el plano neutro se asimila a un plano horizontal, si bien:
6Varios autores (2017). NFPA 921: Guía para la investigación de incendios y explosiones. §5.10.3.3:
National Fire Protection Association. ISBN 9781455916023.
7 Structural Firefighting - FD203 Enclosure Fires. §3.3.16-17: FKTP From Knowledge To Practice.
• En recintos de tamaño reducido y ventilados, el plano neutro presenta una forma cuasi-
horizontal que se eleva en la proximidad de las aberturas al exterior.
Las inevitables turbulencias que se generan en el interior y en la interfaz de las dos capas
hacen que, en la práctica, no sea un plano sino una capa o franja de algunos centímetros de
espesor.
Para su estudio consideraremos un salón convencional como escenario teórico, cuya evolución
estará caracterizada por el régimen de combustión, que dependerá de la naturaleza del factor
limitante para su desarrollo; en unos casos la disponibilidad de combustible, dando lugar a un
incendio limitado por el combustible (ILC) y en otros la ventilación, dando lugar a un incendio
limitado por la ventilación (ILV).
Conforme la llama aumenta de tamaño va transformándose en una llama turbulenta, con una
peor combustión y produciendo un humo más visible. En estos primeros momentos, la mayor
transferencia de calor se produce por el mecanismo de convección.
El motor del incendio genera una diferencia de temperaturas y con ello una diferencia de
densidad, que fuerza el movimiento de los gases. En la capa fría un flujo de aire alimenta el
foco del incendio, del cual se eleva una pluma de gases a temperatura elevada que se
distribuyen horizontalmente a lo largo de la capa caliente. Si observamos los diferenciales de
presión con respecto a un punto a la misma altura fuera del recinto de incendio, encontramos
diferenciales de presión positivos por encima del plano neutro, y negativos por debajo de éste.
Fig 8. Evolución de la tasa de liberación de calor (TLC) en un incendio limitado por el combustible (ILC) según
el modelo de curva cuadrática doble. El este caso el incendio no alcanza el flashover.
El crecimiento del incendio continúa, y con él la producción de gases, el descenso del plano
neutro y el aumento en altura de la capa caliente. En un momento dado, la capa caliente habrá
descendido hasta alcanzar el dintel de una puerta o de una ventana abierta; si la cantidad de
humo generado es mayor que la que se evacua por la abertura, el plano neutro continuará
descendiendo. En caso contrario el plano neutro permanece estable a la altura del dintel,
habiendo encontrado un punto de equilibrio en la dinámica de gases del recinto.
Desde su constitución, la capa caliente transfiere calor hacia las paredes y el techo por
radiación y convección. Los objetos y paredes situados en la capa fría se calientan por
radiación. Los gases que finalmente escapan del recinto desde la capa caliente por las
aberturas transfieren calor por convección hacia las zonas a las que se desplazan.
La propagación de las llamas por el techo aumenta sustancialmente la superficie radiante y con
ella la transferencia de calor a los combustibles presentes en el recinto, hasta alcanzar su
temperatura de ignición. Esto provocará la combustión súbita generalizada de todos los
combustibles presentes en la estancia o flashover, ocupando las llamas toda la estancia. La
Es importante indicar que no todos los incendios limitados por el combustible evolucionan hasta
esta fase de flashover. En muchos casos la escasez de combustible o las perdidas de calor
impiden que la capa de gases caliente consiga temperaturas lo suficientemente elevadas como
para producir la combustión súbita generalizada.
Una vez que el incendio ha alcanzado su máximo desarrollo irá decayendo en intensidad hasta
que, una vez consumida la mayor parte del combustible, solo queden rescoldos con combustión
incandescente. Esta última etapa se caracteriza por la elevada producción de CO, en la cual
se alcanzan concentraciones de hasta un 5%.
• Las aberturas existentes (por su ubicación, tamaño, etc.) son insuficientes para permitir
la salida de gases de incendio, en la medida en que se generan, o la libre entrada de
aire. Es importante recordar que como consecuencia de la ley de la conservación de la
materia, la masa de aire que entra en el recinto de incendio es igual a la masa de los
gases que salen si despreciamos el efecto de la pirólisis de los combustibles.
• La cantidad de combustible involucrado en el incendio es tan grande que genera un
volumen de gases que excede su capacidad de salida.
9 Varios autores. Fire Protection Handbook (en inglés) (20 edición). NFPA. ISBN 9780877657583.
10 Dougal, Drysdale (1999). An Introduction to fire Dynamics (en inglés) (2ª edición). Wiley.
ISBN 978-0471972914.
Fig 9. Evolución de la tasa de liberación de calor (TLC) de un incendio confinado en un recinto totalmente
cerrado en el que se produce una apertura de ventilación.
Si el plano neutro alcanza los combustibles cesa la combustión con llamas, pero los materiales
mantienen una alta temperatura por lo que continúan pirolizando y aumentando la fracción de
combustible del colchón de gases.
El ejemplo típico de un ILV es un incendio que se desarrolla en una estancia con la puerta y
ventanas cerradas. El incendio seguirá el desarrollo de ILC, pero al no poder evacuarse el
colchón de humo, este desciende y la concentración de oxígeno disponible disminuye hasta
sofocar el fuego, permitiendo únicamente la persistencia de una combustión de brasas que
requiere una concentración de oxígeno menor (fuego latente).
En esta situación, el único intercambio con el exterior es a través de los espacios que pudieran
quedar, como rendijas de puertas y ventanas o respiraderos. Observando estos flujos se puede
reconocer el comportamiento del incendio: salida de gases durante la fase de crecimiento,
entrada de aire con el enfriamiento del recinto debido a la reducción de la tasa de combustión
o incluso pulsaciones provocadas por la inestabilidad del régimen de combustión en el recinto.
11Kawagoe, Kunio (1958). «Fire behaviour in rooms». Report nº27, Building Research Institute,
Tokyo.
Fases de un incendio
Las fases del incendio son los distintos estadios por los que pasa un incendio en su desarrollo
normal, es decir, sin intervención de agentes externos como pueden ser un equipo de extinción.
De forma general, la NFPA establece las siguientes fases de incendio basadas en la potencia
o tasa de liberación de calor (TLC):12
Estas fases no se corresponden con unos valores concretos, ya que estos varían de unos
incendios a otros. El factor que determina el paso de una fase a otra es la forma que adopta la
curva de potencia de incendio frente al tiempo.
Fig 10. Identificación de las fases de incendio en un incendio en el que el recinto ejerce una influencia
despreciable sobre el mismo.
Es importante no considerar estas fases como lineales o secuenciales, ya que un incendio que
se encuentra en fase de declive puede volver a su fase de crecimiento si alcanza un
combustible que hasta ese momento no estaba involucrado, o si cambian las condiciones de
ventilación.
12 Varios autores. Fire Protection Handbook (en inglés) (20 edición). NFPA.
Evolución
Ver Incendio limitado por el combustible (ILC).
Casuística
Se pueden encontrar incendios limitados por el combustible (ILC) en:
Potencia de incendio
En un ILC, la potencia o tasa de liberación de calor (TLC) en un momento dado, expresada por
en MW viene determinada por la cantidad de combustible que entra en combustión por unidad
de tiempo, expresada por en kg/s, y el poder calorífico, expresado en MJ/kg.14
𝑄̇ = 𝑚̇ 𝑏 Δℎ𝑐
Ejemplo:
13NFPA 921: Guía para la investigación de incendios y explosiones. National Fire Protection
Association. 2017. ISBN 9781455916023.
14 Dougal, Drysdale (1999). An Introduction to fire Dynamics (en inglés) (2ª edición). Wiley.
ISBN 978-0471972914.
Evolución
Ver Incendio limitado por la ventilación (ILV).
Casuística
Dando por hecho la existencia de combustible suficiente para hacer evolucionar el incendio, se
pueden encontrar incendios limitados por la ventilación en:
Potencia de incendio
En un ILV, la potencia de incendio en su fase de estabilización puede estimarse empleando las
correlaciones de Kawagoe,16 o MQH de McCaffrey, Quintiere and Harkleroad,17 que relacionan
la tasa de liberación de calor (TLC) con el tamaño y la geometría de la abertura del recinto al
exterior, teniendo en cuenta que cada metodología responde a escenarios de ensayo
específicos. Utilizando la primera de estas (Kawagoe), la tasa de liberación de calor expresada
por 𝑄̇ en MW viene determinada por la altura de la abertura en m, su sección transversal en m2
y el poder calorífico ∆ℎ𝑐 expresado en MJ/kg
𝑄̇ = 𝑘 Δℎ𝑐 𝐴 ℎ0,5
Ejemplo:
Un ILV alimentado a través de la apertura de una puerta de 2 x 0,8 m con un combustible con
poder calorífico Δℎ𝑐 = 20 𝑀𝐽/𝑘𝑔, da lugar a un incendio con una potencia de 4,16 MW.
Ese mismo incendio con una puerta entornada para el paso de una manguera (10 cm de
anchura) da lugar a un incendio con una potencia de tan solo 0,52 MW.
15 NFPA 921: Guía para la investigación de incendios y explosiones. National Fire Protection
Association. 2017. ISBN 9781455916023.
16 Kawagoe, Kunio (1958). «Fire behaviour in rooms». Report nº27, Building Research Institute,
Tokyo.
17 McCaffrey, B. J.; Quintiere; Harkleroad (05/1981). «Estimating room temperatures and the
likelihood of flashover using fire test data correlations». Fire Technology.
Fig 13. Evolución de la tasa de liberación de calor (TLC) de un incendio confinado en un recinto totalmente
cerrado en el que se produce una apertura de ventilación. Los cálculos de TLC propuestos corresponden a la
fase con régimen ILV estable.
Potencia de incendio
La potencia de un incendio o tasa de liberación de calor (TLC) es la cantidad de calor
liberada por el incendio en la unidad de tiempo. Habitualmente representada por 𝑄̇ en las
ecuaciones, otros términos pueden también referirse al mismo concepto: tasa de emisión de
calor (TEC), Heat Release Rate (HRR), Rate of Heat Release (RHR) o débit calorifique.18 La
TLC se mide en vatios (W) en el sistema internacional de unidades que equivale a un julio (J)
por segundo (s). En el ámbito de los incendios estructurales la unidad comúnmente utilizada es
el megavatio (MW).
𝑄̇ = 𝑚̇ 𝑏 Δℎ𝑐
18Varios autores (2018). «Seguridad contra incendios. Vocabulario. (ISO 13943:2017).». Normas
generales relativas a la protección contra incendios (ISO).
19 Quintiere, James G.; Karlsson, Bjorn (1999). Enclosure fire dynamics (en inglés). CRC Press.
20Zebotek, Robin; Kerber, Stephen (2016). Study of the Effectiveness of Fire Service Positive
Pressure Ventilation During Fire Attack in Single Family Homes Incorporating Modern Construction
Practices. UL Firefighter Safety Research Institute.
21Kerber, Stephen (2013). Study of the Effectiveness of Fire Service Vertical Ventilation and
Suppression Tactics in Single Family Homes. UL Firefighter Safety Research Institute.
22 Dougal, Drysdale (1999). An Introduction to fire Dynamics (en inglés) (2ª edición). Wiley.
ISBN 978-0471972914.
Estas correlaciones tienen valor a la hora de hacer una aproximación de la TLC. Sin embargo,
es necesario tener presente que no se trata de valores de carácter determinista, sino de
expresiones de correlación estadística entre variables obtenidas en un escenario de ensayo
concreto, condicionadas por la incertidumbre propia de la instrumentación de ensayo y los
errores asumidos en el proceso de correlación. No obstante, los valores obtenidos con estas
correlaciones se consideran suficientemente aproximados para los escenarios residenciales, a
los que los equipos de intervención se enfrentan y para las consideraciones tácticas que
conllevan, como la determinación del caudal táctico.
𝑄̇ = 𝑘 Δℎ𝑐 𝐴 ℎ0,5
Ejemplo:
Un ILV alimentado a través de la apertura de una puerta de 2 x 0,8 m con un combustible con
poder calorífico ∆ℎ𝑐 , da lugar a un incendio con una potencia de 4,16 MW.
23 Kawagoe, K (1958). «Fire behaviour in rooms». Report nº27, Building Research Institute, Tokyo.
24 McCaffrey, B. J.; Quintiere; Harkleroad (05/1981). «Estimating room temperatures and the
likelihood of flashover using fire test data correlations». Fire Technology.
Ese mismo incendio con una puerta entornada para el paso de una manguera (10 cm de
anchura) da lugar a un incendio con una potencia de tan solo 0,52 MW.
𝑄 = 𝑚𝑂2 ⋅ 13.1 𝑘𝐽/𝑔
𝑑𝑄 𝑑𝑚𝑂
𝑄̇ = 𝑑𝑡 = 13.1 𝑘𝐽/𝑔 ⋅ 𝑑𝑡 2
Ejemplo:
𝑂2 𝑔𝑂
𝑚𝑂2 = 80 𝑚 3 ⋅ (21\% − 5\%) ⋅ 1429 32 = 18291 𝑔𝑂2
𝑎𝑖𝑟𝑒 𝑚𝑂2
𝑡 = 300 𝑠
𝑑𝑚𝑂 18291𝑔 𝑂
𝑄̇ = 13.1 𝑘𝐽/𝑔 ⋅ 𝑑𝑡 2 = 13.1 𝑘𝐽/𝑔 ⋅ 300 𝑠 2 = 799 𝑘𝑊 = 0,799 𝑀𝑊
25Varios autores (2016). Morgan J. Hurley, ed. SFPE Handbook of Fire Protection Engineering.
Springer. ISBN 978-1-4939-2564-3.
Desde una óptica operativa, la potencia máxima esperada es el máximo desarrollo de incendio
al que los equipos de intervención podrían tener que hacer frente en un escenario determinado
y que se encuentra muy cercana a la potencia esperada en el momento del flashover.
Es frecuente encontrar curvas de referencia de TLC frente al tiempo para distintos elementos
de mobiliario obtenidas en ensayos de laboratorio. De ellas se puede obtener el valor para la
̇ en condiciones de ILC. Sin embargo, no hay que caer en el
potencia máxima esperada 𝑄𝑚𝑎𝑥
̇ de un recinto mediante la suma de las
error de calcular la potencia máxima esperada 𝑄𝑚𝑎𝑥
̇ de cada uno de sus elementos, por dos razones:
𝑄𝑚𝑎𝑥
Regla de Thornton
La regla de Thornton establece la cantidad de energía liberada en la combustión de
compuestos orgánicos en función del consumo de oxígeno.26
𝑄 = 𝑚𝑂2 ⋅ 13.1 𝑘𝐽/𝑔
26Varios autores (2016). Morgan J. Hurley, ed. SFPE Handbook of Fire Protection Engineering.
Springer. ISBN 978-1-4939-2564-3.
27
Janssens, M.L. (1991). «Estimation of Rate of Heat Release by Means of Oxygen Consumption
Measurements». Fire Technology (27). doi:10.1007/BF01038449.
28Thornton, W.M. (1917). «The relation of oxygen to the heat of combustion of organic compounds».
The London, Edinburgh, and Dublin Philosophical Magazine and Journal of Science 33.
doi:10.1080/14786440208635627.
Como para otras correlaciones similares, la correlación de Kawagoe nos permite una
aproximación al valor de la TLC en incendio confinado ventilado, limitado por la ventilación y
en fase post flashover en volúmenes domésticos. Sin embargo, es necesario tener presente
que no se trata de valores de carácter determinista, sino de expresiones de correlación
estadística entre variables obtenidas en un escenario de ensayo concreto, condicionadas por
la incertidumbre propia de la instrumentación de ensayo y por los errores asumidos en el
proceso de correlación. No obstante, los valores obtenidos con estas correlaciones se
consideran suficientemente aproximados para los escenarios residenciales, a los que los
equipos de intervención se enfrentan y para las consideraciones tácticas que conllevan, como
la determinación del caudal táctico.
̇ en MW viene
Según esta correlación, la tasa de liberación de calor expresada por 𝑄𝑚𝑎𝑥
determinada por la altura ℎ de la abertura en m, su sección transversal 𝐴 en m2 y el poder
calorífico ∆ℎ𝑐 expresado en MJ/kg.
𝑄̇ = 𝑘 Δℎ𝑐 𝐴 ℎ0,5
𝐴 = 𝐴1 + 𝐴2 + ⋯ + 𝐴𝑛
29Kawagoe, Kunio (1958). «Fire behaviour in rooms». Report nº27, Building Research Institute,
Tokyo.
Ejemplos:
Un ILV alimentado a través de la apertura de una puerta de 2 x 0,8 m con un combustible con
poder calorífico Δℎ𝑐 = 20 𝑀𝐽/𝑘𝑔, da lugar a un incendio con una potencia de 4,16 MW.
Ese mismo incendio con una puerta entornada para el paso de una manguera (10 cm de
anchura) da lugar a un incendio con una potencia de tan solo 0,52 MW.
Caudal crítico
El caudal crítico es el mínimo caudal de agua necesario para controlar un incendio en un
momento determinado.30
Por tanto, el caudal crítico está en relación con la tasa de liberación de calor del incendio en
cada una de sus fases, e implica que el tiempo y el gasto de agua necesarios para la extinción
tienden al infinito cuando el caudal de extinción empleado es igual o inferior al caudal crítico.31
Caudal óptimo
El caudal óptimo es el caudal que permite extinguir un incendio con un gasto de agua mínimo,
entendiendo como gasto de agua la cantidad total de agua empleada en la extinción de un
incendio.30
Un caudal superior al óptimo reduciría el tiempo de extinción pero supondría un mayor gasto
de agua. Un caudal por debajo del valor del caudal óptimo supone un aumento del tiempo de
extinción, y conlleva también un aumento del gasto de agua.
30Grimwood, P.; Barnett, C. (enero 2005). «Fire-fighting Flow-rate: Barnett (NZ) Grimwood (UK)
Formulae». Firetactics.
31Särdvisqt, Stefan (1999). «Fire brigade use of water». INTERFLAM '99: Fire science and
engineering conference (en inglés) (Interscience Communications Limited).
Caudal manejable
El caudal que puede manejar un equipo de extinción está limitado por la reacción que produce
la lanza. Cuando la lanza proyecta agua, ésta tiende a desplazarse en sentido contrario al agua.
Este efecto, conocido como reacción de la lanza, exige del bombero un esfuerzo físico extra
para contrarrestar esa fuerza.
Está reacción viene condicionada por dos factores principales, el caudal que se proyecta y la
presión en lanza a la que se consigue ese caudal.
Debe considerarse que el equipo de extinción, en posición estática, puede soportar reacciones
mayores que cuando lanza agua mientras avanza, con lo que los estudios se han hecho con
líneas de 45 mm y 52 mm que son las líneas habituales de progresión.
Un trabajo de investigación sobre la capacidad operativa de las líneas de ataque utilizadas por
la London Fire Brigade,32 evaluó cuál es el caudal que puede circular por una manguera de
manera que la línea se pueda utilizar con efectividad y seguridad mientras se avanza en el
interior de un recinto incendiado a la vez que se realiza la extinción y estableciendo una fuerza
de reacción máxima de la lanza que puede ser manejada por uno, dos y tres bomberos:
Al no matizar las características físicas del binomio, estos datos deben entenderse como
promedio.
𝐹𝑅 = 0′ 226𝑄√𝑃𝐿
Para establecer el caudal manejable debe considerarse que un mismo caudal puede obtenerse
con una presión menor y un orificio mayor o viceversa. Siendo el mismo caudal, la reacción no
es la misma, ya que será mayor cuanto mayor sea la presión en lanza.
Por ejemplo, un modelo concreto de lanza de 45 mm puede dar un caudal de 360 Lpm a 7 bar
con una reacción de 215 N. Sin embargo, para conseguir el mismo caudal con una lanza de
25 mm la instalación debe trabajar a una presión de 17 bar, lo que supondrá una reacción de
335 N.
De esta forma, el cálculo del caudal máximo manejable debe realizarse atendiendo a cada
instalación concreta aplicando la ecuación anterior. De esta forma, para el ejemplo anterior y
para un binomio y ese modelo de lanza de 45 mm, se alcanzarán el máximo caudal manejable
de 333 N con un caudal de 560 Lpm con una presión de 7 bar.33
Tabla 1. Reacción de la lanza y caudales en función de presión en lanza y posición del selector de caudales
para una lanza determinada de 45 mm. 34
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Q (l/min) 87 123 151 174 194 213 230 246 261 275
230
R (N) 20 39 59 78 98 118 137 157 177 196
Q (l/min) 136 192 236 272 304 333 360 385 408 430
360
R (N) 31 61 92 123 154 184 215 246 276 307
Q (l/min) 180 254 311 359 401 440 475 508 539 568
475
R (N) 41 81 122 162 203 243 284 324 365 405
33 Alonso, Basset, Ibáñez, Mora (2017). «Caudal para extinción de incendios de interiores.»
Emergencia 112. Magazine nº 18
34 Alonso, Manuel. (2015). Análisis de diferentes tipos de instalaciones para la extinción, por parte
de los servicios de bomberos, de incendios de interior utilizando bombas de alta y baja presión.
Universidad Politécnica de Valencia. Trabajo fin de Grado.
Puede establecerse que el caudal máximo manejable de una instalación determina la máxima
capacidad de extinción, y el máximo nivel de seguridad con el que pueden contar en caso de
una evolución desfavorable del incendio.
Caudal táctico
El caudal táctico es un caudal que permite la extinción del incendio con unos niveles
aceptables de seguridad para los intervinientes, reduciendo el tiempo de extinción y permitiendo
disponer de un margen de seguridad para hacer frente a un empeoramiento de las condiciones
del incendio.
El caudal táctico es una elección del mando de la intervención en función de las condiciones
del incendio atendiendo a la doctrina operativa de su servicio, cuyos criterios se fijan en función
de la formación de su personal y de sus materiales y recursos.
La aplicación de una táctica de lucha contra incendios debe incorporar un margen de seguridad
que permita compensar errores de diseño o circunstancias accidentales. El caudal táctico
otorga este margen de seguridad para la potencia máxima esperada, permitiendo hacer frente
a los fenómenos de rápido desarrollo. También permite extinguir el incendio más rápido,
reduciendo con ello los tiempos de exposición. En la práctica existe un límite para el aumento
de caudal: la manejabilidad en base a los recursos y medios disponibles.34
S. Sardqvist (Water and other extinguishing agents. pag 20) propone un caudal táctico entre el
doble y cuatro veces el caudal crítico, si bien esta relación, desde el punto de vista operativo
no aporta mucho porque en un incendio real nunca vamos a conocer el caudal crítico.
• Arnalich propone una formulación simplificada para los servicios de extinción basada
en la correlación de Kawagoe para ILV y los valores expuestos por Grimwood y Barnett.
El caudal se expresa en función del tamaño del hueco de ventilación asumiendo las
geometrías habituales de puertas y ventanas. El valor de referencia es 50 Lpm por m 2
de ventanas o puertas abiertas al recinto del incendio.39 40
35 Särdvisqt, Stefan; Svensson, Stefan (2001). «Fire tests in a large hall, using manually applied
high-and low-pressure water sprays». Fire Science & Tecnology (Vol.21 No.1 (1~17)2001).
36Grimwood, Paul (30 November 2014). «The County/Metro research into fire-fighting suppressive
capacity and the impact on building fire damage at 45000 UK building fires, 2009–2012». Fire Safety
Journal (71 (2015) 238–247).
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41Särdqvist, Stefan (2002). Water and other extinguishing agents. Swedish Rescue Services
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Caudal disponible
El caudal disponible es el caudal que puede suministrar una instalación hidráulica de extinción
de incendios. Este caudal viene determinado por las características concretas de la instalación
hidráulica en ese momento, desde la presión en la bomba de impulsión y las características de
ésta, el diámetro de las mangueras, la longitud total de la instalación, la diferencia de altura
entre el punto de impulsión y el de proyección, hasta el tipo de lanza y el uso que se haga de
ella. Existen varias metodologías de trabajo, como el empleo de tablas de pérdidas de carga,
que permiten a una dotación preparar la instalación para disponer aproximadamente de un
caudal disponible que cubra las posibles necesidades de caudal táctico.
Caudal operativo
El caudal operativo es el caudal disponible mínimo para determinados incendios tipo, fijando
en la práctica el caudal táctico para estas intervenciones.
Existen otras técnicas de aplicación de agua utilizadas por los servicios de extinción en
intervenciones de incendio, con objeto de sanear elementos constructivos o refrigerar
elementos estructurales, que no interfieren en la dinámica del incendio y que por tanto no son
tratadas en este artículo.
La eficacia y la eficiencia de una aplicación dependen del objetivo que se persiga, de las
condiciones del incendio y del escenario, así como del caudal utilizado, de la técnica empleada
y de la posición del operador en el mismo.
Técnicas
La aplicación de agua en operaciones de extinción de incendios se realiza mediante
instalaciones hidráulicas generalmente compuestas por una fuente de presión (bomba o red
presurizada), manguera flexible y una lanza de uso manual que proporciona alcance, diversos
niveles de pulverización y que permite modificar la forma del cono proyectado.
• Ataque directo
• Atenuación de llamas
• Control de gases
• Ataque indirecto
• Rociado de superficies
• Ataque ofensivo exterior
La atenuación de llamas y el control de gases son empleados para mejorar las condiciones de
seguridad, permitiendo a los equipos de intervención interior progresar hasta poder emplear un
ataque directo o indirecto sobre el motor del incendio. En ningún caso sirven para extinguir el
incendio y no siempre son necesarias.
Por su parte el rociado de superficies evita la extensión del incendio a otras superficies y la
contribución de estas al mismo.
Hay otras formas de utilización del agua en los incendios confinados con fines diferentes a la
mera extinción, como por ejemplo: la extracción de humos, el enfriamiento de elementos
estructurales o de rescoldos, o el saneado de elementos inestables.
Ataque directo
El ataque directo consiste en la aplicación de agua directamente sobre las superficies que
están ardiendo con la finalidad de enfriar rápidamente el combustible, detener el proceso de
pirólisis y con ello la aportación de gases a la combustión. El objetivo de esta técnica puede ser
controlar la propagación, controlar el incendio, atenuarlo o simplemente y de manera mas
frecuente la extinción.
La eficiencia de extinción empleando el ataque directo es muy alta ya que con poca agua se
reduce mucho el tamaño del incendio. Se emplea habitualmente en la fase final de la operación
para conseguir una extinción total. Presenta como limitación la necesidad de posicionarse con
seguridad cerca del motor del incendio y con alcance de agua directo sobre los combustibles
involucrados. En determinadas ocasiones no es viable hasta haber obtenido cierto control sobre
el incendio.
El ataque directo exige un cono de agua adecuado para conseguir penetración y alcance y, en
los incendios en los que es necesario evitar los daños por agua, caudales limitados. En general
se trata de una aplicación continua, cuya duración dependerá de la superficie involucrada, el
caudal utilizado y las condiciones de aplicación. El chorro deberá moverse barriendo la totalidad
de las superficies hasta conseguir detener la totalidad de la pirólisis.
En gran medida el ataque exterior ofensivo AEO, se puede considerar una forma de ataque
directo aprovechando el rebote y el deslizamiento del agua a lo largo del techo. También
involucra las otras técnicas de aplicación de agua, afectando a todos los lados del triángulo del
fuego.
Atenuación de llamas
La atenuación de llamas es una técnica ofensiva
eminentemente interior, que consiste en la aplicación de agua
pulverizada sobre las zonas del colchón de gases que se
encuentran en llamas con la finalidad de reducir su tamaño y
de aplacarlas. El objetivo buscado es la atenuación de la
radiación y el control de la inflamación de la capa de gases.
Control de gases
El control de gases es una técnica defensiva cuyo objetivo es refrigerar los gases del incendio
y reducir la inflamabilidad del colchón acumulado bajo el techo, para mantener segura la
posición de los equipos de intervención en el interior.
El agua aplicada para el control de gases, no alcanza el motor del incendio y por tanto no incide
sobre la potencia de incendio; no es una técnica que permita extinguir el incendio.
Solo es adecuado cuando existe riesgo identificado de inflamación del colchón de gases. Esto
se produce generalmente en la fase de pre-flashover, durante el flashover o incluso en la fase
de pleno desarrollo en zonas alejadas.
Fig 20. Aplicación de agua mediante barrido para el control de gases o la extinción de llamas.
Esta técnica requiere un buen nivel de entrenamiento, dominio de la técnica y lectura de las
condiciones, ya que se debe evitar la desestabilización del plano neutro. Para ello es necesario
conseguir un equilibrio entre la contracción de los gases por enfriamiento y la expansión
producida por el vapor generado.
Ataque indirecto
El ataque indirecto consiste en proyectar agua sobre las superficies calientes para conseguir
la saturación con vapor de agua del recinto de incendio con el propósito de enfriar, diluir e
introducir un balasto térmico en la mezcla de gases. El objetivo de esta técnica es la atenuación
del incendio, pudiendo llegar a la extinción del mismo en ciertas condiciones y escenarios.
Para generar las cantidades de vapor de agua necesarias en el ataque indirecto, se utilizará
una buena pulverización mediante un cono relativamente abierto, haciendo impactar el chorro
contra las superficies calientes del entorno. La duración de la aplicación dependerá del caudal,
la técnica aplicada, el volumen del recinto y las condiciones del incendio, y debe mantenerse
mientras se produzca evaporación de agua y la escorrentía no sea significativa. Generalmente
el operador de lanza se sitúa fuera del recinto del incendio ya sea en el exterior o en el interior;
esto aporta una ventaja operativa importante ya que el personal de extinción no se expone
directamente a las condiciones del recinto de incendio y tampoco necesita aproximarse hasta
tener visual con el motor del incendio.
Las lanzas perforantes de alta presión (cold cut systems), las de penetración a baja presión
(piercing nozzles) o las lanzas rotativas (high-rise rotary nozzles) empleadas en incendios
dominados por el viento son herramientas que permiten también efectuar un ataque indirecto.
Rociado de superficies
El rociado de superficies persigue refrigerar y cubrir de una película de agua los combustibles
cercanos al motor del incendio con la finalidad de retrasar su pirólisis. El objetivo de esta técnica
es el control la propagación.
El operador de lanza proyectará una cantidad limitada de agua sobre las superficies
combustibles a tratar, evitando los daños por exceso de agua, mediante un cono más o menos
abierto en función del alcance necesario. Puede ser necesario repetir la aplicación en la medida
que la película de agua desaparece por efecto del calor.
El rociado de superficies se puede realizar en el interior, en proximidad del motor del incendio,
y a medida que el equipo de intervención se acerca a este. Es muy común su aplicación desde
el exterior para controlar la propagación dentro de un planteamiento táctico defensivo.
• Para alcanzar otras áreas del recinto, el operador debe desplazarse lateralmente entre
proyecciones.
El agua que no llega a evaporarse en su trayecto o en el contacto con las superficies muy
calientes conservará su estado líquido. Una parte rebotará y continuará su movimiento
pendiente abajo. Otra pequeña parte se adhiere a la superficie, pero la mayor parte fluirá hacia
abajo por superficies verticales o inclinadas hasta depositarse en planos horizontales.
Este volumen de agua de extinción que se acumula en las partes bajas o que fluye por
pendientes y orificios se denomina escorrentía.
• Tamaño de gota muy grueso: una gota de agua absorbe calor a través de su superficie
exterior. En una gota gruesa, la relación entre la superficie exterior y la cantidad de
agua que contiene es menor que en una gota fina. Esta última será capaz de absorber
la energía que necesita para calentarse y evaporarse antes de impactar con el entorno.
• Distancia excesivamente reducida desde el punto de aplicación al entorno: el tiempo
que tardan las gotas desde que salen de la lanza hasta que impactan con un elemento
no es lo suficientemente largo como para que reciban la energía necesaria para
evaporarse.
• Impacto con el entorno: cuando una gota de agua impacta con un paramento u objeto
reduce significativamente la temperatura de la superficie por la que se extiende. Si la
temperatura de la superficie es superior a 100 °C y existe suficiente transferencia de
calor, la gota se evaporará. En caso contrario, se laminará o permanecerá sobre dicha
superficie. Una vez que una superficie reciba las primeras gotas de agua, su
refrigeración será muy rápida –al menos en su capa más externa–, y se reducirá la
temperatura por debajo de 100 °C, lo que evitará la evaporación de las gotas que
incidan posteriormente en esa misma superficie.
Tendidos de extinción
Los tendidos o líneas son las instalaciones de mangueras que se realizan en las tareas de
extinción de incendios. Las instalaciones deben calcularse atendiendo al escenario y a las
necesidades de caudal que requiera el incendio, ya que la longitud de la instalación, altura que
deba ganarse y otros factores condicionarán las pérdidas de carga que tendrá la instalación y
con ello la presión necesaria en la salida de la bomba.
Las instalaciones pueden estar compuestas por uno o varios tramos, que son el conjunto de
mangueras conectados entre sí y que unen dos puntos.
Los puntos son lugares característicos de la instalación y que implican una conexión a un
elemento o cambio en la instalación. Este cambio puede ser un cambio en el entorno donde se
desarrolla la instalación, en la función del tramo y/o donde se conecta un elemento en la línea
que cambia sus características.
Línea de ataque
Puede estar compuesta por los siguientes tramos:
Tramo de acometida
Tendido de mangueras fundamentalmente de carácter horizontal, destinado a cubrir el
espacio entre el vehículo de impulsión y el acceso de la finca, conectando con el tramo
de transporte.
Tramo de transporte
Tramo de mangueras destinado a alimentar los tramos de ataque y de seguridad (SOS).
En un edificio con varias plantas lo llamaremos “inclinado” cuando las mangueras se
despliegan siguiendo el recorrido transitable. Cuando cuelga verticalmente por el hueco
de escalera, patio o fachada lo denominaremos tramo de tendido “vertical”. El punto
donde finaliza el tramo de transporte y se prepara el tramo de ataque se denomina
punto base. Debe ser un lugar seguro y previsiblemente libre de humos durante la
intervención. Debe disponer de un mínimo de espacio que permita preparar el tramo de
ataque y el de seguridad, si procede, y que suele servir de punto de reunión, para la
realización de relevos y acopio de material.
Tramo de ataque
Tramo de mangueras destinado a la progresión y a la aplicación de agua. Este tramo
debe permitir el movimiento y la proyección de agua, por lo que debe contar con un
reservorio de mangueras presurizadas que permita su despliegue. Para ello se suelen
emplear plegados en paquete circular (Cleveland) o similar.
• Exteriores. Cuando se despliegan para proyectar agua desde el exterior. En este caso
se prescinde del tramo de transporte.
Tramo de acometida
Tramo de mangueras fundamentalmente de carácter horizontal, destinado a cubrir el
espacio entre el vehículo de impulsión y el vehículo autoescala, conectando con el
tramo de transporte.
Tramo de transporte
Tramo de mangueras destinado a alimentar el tramo de cesta y que normalmente se
conecta con la columna seca del último tramo extensible del vehículo. En cualquier
caso, este tramo debe permitir el movimiento y despliegue de los elementos móviles de
la escala de forma simultánea a la proyección de agua, para lo que se prevé un
reservorio de mangueras en la base del vehículo.
Tramo de cesta
Tramo de mangueras destinado a la proyección de agua desde la cesta del vehículo de
forma alternativa al monitor. Debido a las reducidas dimensiones, suelen ser tramos de
mangueras de 1,5 a 2 metros.
Línea de abastecimiento
Tendido de mangueras destinado a alimentar el vehículo de impulsión desde un punto de
abastecimiento, que puede ser un hidrante, otro vehículo, etc.
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