Tema Iv

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TEMA IV: EMANCIPACIÓN DE LA MORAL.

4.1. Emancipación de la moral.


La emancipación moral tiene por propósito favorecer los intereses prácticos de la
moral pura y la búsqueda del mejoramiento humano mediante el ejercicio de la
virtud, el desarrollo de la solidaridad y la aspiración a la justicia social.
El pensamiento de algunos moralistas ha sido dirigido a lograr la independencia de
la moral mediante la atenuación de las ideas dogmáticas e intensificando la ética
social la emancipación de la moral viene por propósito favorecer los intereses
prácticos de la moral pura y la búsqueda del mejoramiento humano mediante el
ejercicio de la virtud el desarrollo de la solidaridad y la aspiración a la justicia
social.
Hay filósofos cuyo principal objetivo es demostrar que lo importante es la primacía
del deber y el respeto a la ley en vez de la validez de la vía religiosa y al efecto
establecen
Los aspectos de sus reflexiones que son:
1. Religión separada de la moral.
2. Religión considerada como una mera parte de la moral.
3. La moral totalmente autónoma frente a la religión y viceversa.
4. Deísmo y ateísmos ético.

4.2. Cultura ética.

La cultura ética suele ser vista como algo abstracto y difícil de medir. Esta cultura,
es más que la suma de los valores corporativos, lo que se expresa en documentos
como el código de ética, que han sido cuidadosamente redactados para no
ofender a nadie. Aborda temas tan importantes como la forma en que se
relacionan los empleados entre sí, cómo trabajan con los clientes, cómo
interactúan con sus superiores…La cultura ética representa, en resumidas
cuentas, el compromiso real de la alta dirección, que ha sido aceptado y asumido
por todos los empleados, para hacer lo correcto, respetar la ley y los derechos de
los demás. Así, cuando los empleadores se preocupan por cumplir la ley y tratan a
los empleados de manera justa y respetuosa, estos comienzan a confiar en sus
superiores y a internalizar los valores de la organización como propios. Una vez
esto sucede, la cultura ética se incrusta en la cultura del lugar de trabajo.
La ética de trabajo es un asunto de RH, se exponen siete maneras para
desarrollar una cultura de trabajo apegada a esta idea.
1. Crear un código de conducta detallado.
Debes incluir las consecuencias por romper las reglas y asegurarte de que los
estándares de comportamiento estén siempre disponibles para los empleados.
2. Mantener sesiones regulares de entrenamiento.
Debes resaltar la importancia de la ética y permitir que el personal haga
preguntas.
3. Incluir las políticas sobre ética de la compañía en las conversaciones
sobre otros asuntos corporativos.
Es necesario reforzar la idea de que los valores son fundamentales para la misión
de la organización.
4. Reconocer a los individuos.
Es importante reconocer e incentivar las demostraciones excepcionales de
integridad.
5. Actualizar regularmente los principios de la empresa.
Asegúrate de que reflejen los cambios y las preocupaciones de la sociedad.
6. Diseñar múltiples canales para que las personas denuncien conductas
indebidas.
Debes incluir líneas directas u otros métodos que permitan el anonimato.
7. Encuestar a los empleados regularmente.
Es crucial aprender de sus impresiones y opiniones acerca de la cultura de la
empresa, y de los cambios que les gustaría ver en la empresa.
4.3. Conciencia de la moralidad humana a través de la Libertad, la
Dignidad y la convivencia. 4.4. Los cuatros temas capitales de la
ética y la polaridad estimativa.

“La conciencia dice a cada uno lo que debe hacer”; esta aseveración, por lo simple
que parece ser, puede conducir a error. La conciencia moral es la capacidad de
reflexión del ser humano sobre aquello que es correcto en relación con el obrar.
En consecuencia, se relaciona de manera directa con la ética; puesto que, la ética
reflexiona acerca de la bondad o maldad de nuestros actos.
En los animales existe una ley externa que los mueve, la ley natural, los instintos.
Ellos carecen de intelecto (que busca la verdad) y de voluntad (que persigue el
bien), y en consecuencia de libertad. La voluntad pone en práctica lo que dicta mi
conciencia, la que se sustenta en la razón y para los creyentes, en la razón y la fe.
El desarrollo humano depende fundamentalmente de las ideas, valores, prácticas,
relaciones e instituciones comunitarias y sociales en las que crece la persona, la
escuela incluida.
Las ideas y valores (la cultura) de la comunidad funcionan como expectativas que
la persona debe aprender, es decir interiorizar por medio de la interacción social.
Las expectativas sociales se convierten en necesidades, intereses y capacidades
que nos definen como seres humanos. El principio de la esperanza en el que nos
hemos formado nos dice que, aunque el ser humano está condicionado por su
ambiente socio-cultural, puede mediante su pensamiento y acción entender,
criticar y transformar su relación con dicho ambiente y con ello a sí mismo y a su
ambiente.
Iniciamos una nueva centuria en medio de profundas transformaciones
económicas, sociales, políticas y culturales. La situación de crisis de valores que
afecta a nuestras sociedades y que toca de cerca a nuestros niños y jóvenes, en
muchas ocasiones tiene por consecuencia el desarrollo de actitudes y
comportamientos alejados de valores morales, éticos y cívicos tradicionalmente
tenidos en alta estima por nuestros pueblos. La delincuencia, la agresión y la
violencia, el uso de drogas, alcohol, tabaco, los estilos de vida egocéntricos, y
consumistas, indiferentes a las necesidades profundas de sí mismo, de los otros y
a las normas de sana convivencia social, son testimonio de esta situación de
crisis. Tanto la situación histórica como nuestros principios éticos, cívicos y
religiosos nos obligan a promover la formación de personas y ciudadanos con
nuevas capacidades y sensibilidades éticas y cívicas. La UNESCO ha dicho en
este mismo sentido que los cuatro aprendizajes fundamentales para el siglo XXI
serán aprender a conocer, a hacer, a vivir juntos y a ser. Estas necesidades
educativas de nuestro tiempo no se satisfacen con meros conocimiento y
destrezas específicos; se trata más bien de fomentar el desarrollo de nuevas
mentalidades; de nuevas estructuras conceptuales; de nuevas actitudes y
sensibilidades; de nuevas habilidades generales o competencias humanas.
Vivimos un momento en la historia en que nuestros pueblos reconocen la
necesidad de comenzar a entender y atender, en forma reflexiva, creativa y crítica,
en nuestras familias, vecindarios y escuela, el proceso de desarrollo humano y,
dentro de ello, el aspecto del desarrollo moral. La escuela tiene que dejar de ser
mero centro de distribución de información y desarrollo de destrezas técnicas;
debe transformarse en un espacio en el que se promueva en forma deliberada y
coherente el desarrollo integral de los estudiantes en sus múltiples dimensiones.

4.5. Etimología.
Se denomina etimología al estudio del origen de las palabras individuales, de su
cronología, su incorporación a un idioma, así como de la fuente y los detalles de
sus cambios en la forma y significado.1 En idiomas de larga historia escrita, la
etimología es una disciplina relacionada con la filología y con la lingüística
histórica, que comprende el estudio del origen de las palabras mediante
investigación de su significado original, de su estructura, así como de su evolución
diacrónica, es decir, posibles cambios ocurridos en el transcurso del tiempo.
Asimismo, para obtener alguna fuente directa, por ejemplo, la escritura, mediante
métodos de lingüística comparativa se pueden reconstruir datos relativos a
lenguas sumamente antiguas. Así, por medio de análisis de otros idiomas
relacionados, los lingüistas pueden establecer inferencias acerca de la lengua de
la que son originarias y de su vocabulario.
4.6. La ética griega y la Moralis Romana.

La ética griega de todos los períodos gira sustancialmente en torno a dos


términos, eudaimonía y areté; o bien, según su traducción tradicional, felicidad» y
«virtud». Estas son quizá las mejores traducciones posibles, pero -como veremos-
en muchos contextos pueden resultar muy equivocas. Así pues, no estará de más
comenzar por aclarar el significado verdadero de estos dos términos nucleares.
Veamos en primer lugar la eudaimonía. La versión habitual de este término al
español, «felicidad», en la actualidad denota quizás ante todo una sensación
subjetiva de satisfacción o placer (como en la expresión, «más feliz que un niño
con zapatos nuevos»). Sin embargo, los griegos atribuían la eudaimonía a alguien
haciendo referencia más bien a lo que normalmente sería la fuente de estos
sentimientos, es decir, la posesión de lo que se considera deseable, algo más
parecido a un juicio objetivo.
Así pues, alguien puede ser denominado eudaimon porque es rico, poderoso,
tiene buenos hijos, etc.; si bien estas cosas pueden procurar satisfacción, la
atribución de eudaimonía no la implica necesariamente (si así fuese, la máxima de
Solón «no llames feliz a ningún hombre hasta que ha fallecido» sería literalmente
absurda; también lo sería la idea de Platón de que un hombre bueno sería
eudaimon incluso si estuviese empalado -aunque éste es un ejemplo menos
seguro, pues en cualquier caso se trata de una paradoja intencionada). Por
supuesto, el término «felicidad» también puede utilizarse en un sentido «objetivo»
como éste, pero probablemente sólo por derivación del otro sentido: si «la felicidad
es un café caliente» esto es así porque o bien el café o el calor le hacen a uno
sentirse feliz.
La relación entre «virtud» y areté es algo más compleja. En primer lugar, puede
decirse que no sólo las personas sino también las cosas poseen su propia areté
(¿«excelencia»?). Pero en segundo lugar, y más importante, la lista de las aretai
(en plural) de un ser humano puede incluir cualidades que no son en absoluto
«virtudes» -es decir, no son cualidades morales: así, por ejemplo, la lista de
Aristóteles incluye el «ingenio», y la capacidad para filosofar con éxito, cualidades
que parecen estar bastante alejadas del ámbito de la moralidad. Por otra parte, la
mayor parte de lo que consideramos virtudes -aunque no todas ellas- lo son, y en
realidad lo que Sócrates y Platón entienden por areté parece limitarse
considerablemente a éstas (su lista básica es esta: sabiduría, justicia, coraje y
moderación, a las cuales se añade a menudo la «piedad», que se relaciona con la
conducta correcta hacia los dioses). Desde nuestro punto de vista, la sabiduría
puede resultar extraña, como condición a lo sumo de algunos tipos de conducta
moralmente respetable. Pero en cualquier caso Sócrates parece adoptar una
posición diferente, al afirmar que cada una de las demás virtudes es de alguna
manera idéntica a la sabiduría o conocimiento.
La importancia de estas cuestiones relativas a la traducción resulta patente tan
pronto como nos enfrentamos a la cuestión fundamental que preocupó a todos los
filósofos morales griegos. El primero en formularla fue Sócrates (o al menos el
Sócrates descrito por Platón): ¿cómo debe vivir un hombre para alcanzar la
eudaimonía? Ahora bien, si la cuestión significaba simplemente «¿qué es una vida
agradable?», carecería totalmente de interés, pues casi cualquier cosa puede
encajar en esa descripción. Lo que quizás es más importante es que implicaría
una posición fundamentalmente hedonista en Sócrates, lo que sin duda no es el
caso: si en cualquier sentido murió por sus creencias, no le movió el placer de
hacerlo. (El «Protágoras» de Platón indica una forma en que sus ideas podrían
interpretarse en términos hedonistas, pero no debe considerarse aplicable al
Sócrates histórico.) Entre las principales figuras, sólo Epicuro identifica la
eudaimonía con el placer; para todos los demás en principio es una cuestión
abierta la de si el placer o el gozo es incluso una parte de la vida eudaimon. Pero
incluso para el propio Epicuro «eudaimonía es placer» es algo que ha de
razonarse, y no una mera tautología. Si es así, y si la «respuesta a Sócrates» de
Epicuro es «placenteramente», esa cuestión no puede contener en sí misma una
referencia esencial al placer. Más bien es una llamada a la reflexión sobre lo
realmente deseable en la vida humana: ¿cómo debería vivir un hombre para que
podamos decir razonablemente de él que ha vivido de manera consumada?
La Moral en la Antigua Roma
Son una serie de valores estimados en la Antigua Roma como fundamentales para
todos los ciudadanos romanos. Son cualidades de vida a las que todos los
ciudadanos romanos (e, idealmente, todos los otros también) deberían aspirar.
La cultura latina clásica es, sin duda, la que configura a Occidente. El legado
cultural, social, político y legal de la Antigua Roma contribuyó a formar algunos de
los aspectos más significativos de nuestra cultura y civilización occidental.
Los valores de esta cultura que se prolongó tan extensamente en el tiempo y en el
mundo conocido de su época, fueron mutando. Sin embargo, merecen ser
destacados aquellos valores que desarrollaron en sus primeras etapas a nivel
individual y político, y que luego llevaron al plano de la organización civil pública
con su consecuente impacto en su República y en sus leyes.
Estos valores diferenciaron a la Antigua Roma de otros pueblos, dándoles una
supremacía y un lugar único en la historia de la Humanidad.
Nos referimos a las virtudes romanas, una serie de valores estimados en la
Antigua Roma como fundamentales para todos los ciudadanos. Muchas de estas
virtudes o cualidades estaban asociadas a la mitología y representadas por
dioses, y según algunos historiadores, fueron las que le dieron a la República
Romana la fuerza moral necesaria para conquistar y civilizar el mundo.
Dichas cualidades configuraron la mentalidad de los primeros romanos –
campesinos y soldados herederos de austeras costumbres y fieles a su religión
familiar–, y siguieron siendo modelo propiamente romano por siglos. Eran
básicamente las cualidades de vida a las que todos los ciudadanos romanos
debían aspirar, pero a la vez suponían una referencia para la sociedad en cuanto
a sus valores sociales o morales.
TEMA V: ÉTICA APLICADA
5.1 Temática de la ética.
Las decisiones y los comportamientos éticos no pueden ser comprendidos y
evaluados a un solo nivel, pero sí a un contexto más amplio. Existen cuatro niveles
que pueden ser utilizados para diagnosticar y considerar las cuestiones éticas en
un sistema de valores éticos: Los niveles Social, Legal, Organizacional e
Individual.
 Nivel Social: como vimos antes, actualmente y cada vez más, las
organizaciones y sus gestores son constantemente expuestos y juzgados
por la comunicación social y por la opinión pública en general,
presionándolos para tomar decisiones, basándose únicamente en el
comportamiento ético;
 Nivel Legal: en principio, las leyes vigentes en cada país representan
valores sociales. No obstante, por diversos motivos, entre los cuales la
imposibilidad del legislador en traducir fielmente para la legislación todos
los valores morales de la sociedad, el respeto de las acciones y de las
decisiones por la legalidad no las vuelve necesariamente éticas;
 Nivel Organizacional: a través de los códigos de conducta referidos
anteriormente, definidos a nivel organizacional o a nivel asociativo, la
organización también puede determinar si las acciones y decisiones de sus
miembros son o no éticas. Además de los códigos de conducta, la conducta
ética es aún determinada o influenciada por la propia naturaleza de la
cultura organizacional, del liderazgo y del sistema de premios;
 Nivel Individual: finalmente el último nivel de la ética que está relacionado
con la propia naturaleza e integridad moral del individuo, llevando a que
algunos individuos no estén en la disposición de aceptar decisiones y
comportamientos éticos dentro de la organización.

5.2 Los actos éticos


Por acto ético se entiende el acto como resultado de la interacción entre dos
sujetos radicalmente distintos, pero con valor propio y autónomo equivalente (más
adelante precisaremos el concepto). personas, esto es, yo y otro, yo y tú”
Supongamos que una persona, cuando comienza a llover, decide refugiarse bajo
el cartel de una tienda, que le brinda protección contra las gotas. Este acto no
tiene ninguna consecuencia moral: no puede juzgarse como negativo o positivo.
La situación cambia si el sujeto, para encontrar refugio debajo de ese cartel,
empuja a un anciano que planeaba ampararse en el mismo lugar. Esa primera
acción (empujar al anciano) lleva a que el acto de refugiarse bajo el cartel sea
malo desde el punto de vista moral. Se trata, por lo tanto, de un acto inmoral.
Como se puede advertir, el contexto muchas veces determina que un acto sea
moral o no. Además, hay otras cuestiones que inciden en la eventual valoración
del acto: si la persona comprende las consecuencias de sus actos antes de
llevarlos a cabo, si los realiza en libertad o bajo presión, etc.
Pero no siempre es necesaria una actitud negativa realizada directamente por el
sujeto para que sus acciones sean juzgadas bajo la lupa de la moral. Pensemos
en el caso de una persona que trabaja en una tienda de artículos para animales.
Vender accesorios y alimento para perros y gatos no parece tener nada de malo (o
bueno); sin embargo, si los dueños destinan parte de sus ingresos para sostener
un negocio de peleas de perros, o bien si esconden dicha actividad ilegal tras una
normal y aceptable, todo cambia.

5.3 Dolor y la moral.


El dolor se entiende como una molestia o malestar, que limita o incapacita al
individuo la realización de una vida normal. Puede representar una llamada o
señal de que algo no va bien, y su intensidad fluctúa entre, leve, o compatible con
el ejercicio de una vida cotidiana, moderado, cuando implica alguna limitación, y
grave, cuando sus efectos son devastadores y en consecuencia, además de
limitar o impedir el ejercicio de una vida normal, ésta se tiñe de tristeza y
amargura, con la presencia de quejas permanentes.
El dolor es una sensación muy común, es uno de los trastornos que con más
frecuencia sufre el individuo, además tiene un componente psicológico o
emocional, al afectar a la calidad de la vida.
Tiene además una constante histórica, sobre la que abunda la literatura y el
misterio hasta el siglo XIX, en el que se va a incorporar un aporte científico
importante, gracias a los conocimientos fisiológicos, y anatómicos, surgiendo en el
siglo XX las especialidad de, anestesia y reanimación, alrededor del conocimiento
de la génesis científica del dolor.
El dolor, en sí, es una señal de alarma, que señala al sistema nervioso, sobre la
existencia de una zona del organismo, expuesta a una situación, que puede
provocar una lesión, desencadenándose de esta forma, una serie de mecanismos,
cuyo objetivo va a ser el de evitar el daño, o que éste sea el menor posible.
Para el ejercicio de esta función, nuestro organismo está dotado de neuronas
receptoras del dolor, y de mecanismos reflejos y rápidos de protección, por
ejemplo, me quemo una mano, y de forma rápida la retiro, produciéndose a
continuación, un mecanismo de estrés o de vigilancia del organismo, que localiza
el lugar del dolor, estableciéndose inmediatamente, los mecanismos de un
comportamiento ordenado, para poder enfrentarse mejor a la lesión, son en
definitiva un carrusel de procesos, en las que se imbrican factores biológicos y
emocionales, por lo que cada individuo al final, va a vivir su dolor de forma
singular.
El dolor crónico es una experiencia pluridimensional , en él se da un componente
sensitivo, que determina la naturaleza del estímulo, duración, evolución, etc., un
componente afectivo, capaz de transformar las circunstancias neuronales en un
sufrimiento crónico, un componente cognitivo, mediante el que se procede a una
interpretación del dolor, y su lenguaje, mostrándonos mediante las diferentes
líneas de investigación, que la experiencia a la reacción es diferente en cada
individuo, o de otra forma que, a igual tipo de lesiones las respuestas van a ser
diferentes, en cada persona que las sufra.
La moral es el conjunto de costumbres y normas que se consideran "buenas"
para dirigir o juzgar el comportamiento de las personas en una comunidad.
También es la diferenciación de intenciones, decisiones y acciones entre las que
se distinguen como propias (correctas) y las impropias (incorrectas). Se distingue
de la ética en que ésta es una moral transcultural o universal, aunque suelen
confundirse. La moral permite distinguir cuáles acciones son buenas y cuáles son
malas con criterios objetivos. Otra perspectiva la define como el conocimiento de
lo que el ser humano debe hacer o evitar para conservar la estabilidad social.
El término «moral» tiene un sentido opuesto al de «inmoral» (contra la moral) y
«amoral» (sin moral). La existencia de acciones susceptibles de valoración moral
está fundamentada en el ser humano, como sujeto de actos voluntarios.

5.4 Interpretación, por un ejemplo de la psicología animal, de lo


que es el acto ético.

El estudio del comportamiento animal ha tenido una importancia decisiva en el


desarrollo de la psicología científica. En dos sentidos principales. Primero, porque
es uno de los factores que más han contribuido a transformar la psicología de la
teoría de la conciencia en ciencia de la conducta. Segundo, porque, precisamente
por este cambio, la investigación del comportamiento animal ha adquirido un
relieve en cierto modo privilegiado y central en la ciencia psicológica.
La psicología nace, con Fechner y Wundt, en la segunda mitad del siglo XIX, como
ciencia positiva de la conciencia. El experimento típico de la nueva ciencia
consiste en provocar la variación de una variable independiente -el estímulo:
energías físicas, objetos o consignas- y estudiar las modificaciones subsiguientes
en la variable dependiente: el estado de conciencia, examinado por introspección.
El desarrollo ulterior de la psicología pone, sin embargo, de manifiesto ciertas
limitaciones insalvables en el método introspectivo. Una de ellas es, justamente, la
imposibilidad de aplicarlo a los animales. Si la fuente de datos y verificaciones es
la conciencia del sujeto experimental, examinada por éste mediante su propia
introspección, resulta claro que la psicología animal es imposible. Es una dificultad
insuperable, aunque no la única ni la decisiva. Hay otras. La conciencia no es un
objeto observable, ni por introspección ni de ninguna otra manera. Es una
propiedad del acto por el que se observa. No es una cosa o lugar donde se capten
estados, contenidos o procesos, sino una notade ciertos actos del ser vivo en
virtud de la cual esos actos están referidos a otra cosa que ellos mismos. El ser
vivo responde a las situaciones, huye de esto, busca lo otro. La conciencia es,
primariamente, una propiedad del comportamiento de los seres vivos, según la
cual el organismo hace algo en una situación, y no meramente algo es hecho
pasiva y mecánicamente en él. Hace algo significativo: huir, acercarse, explorar,
aprender, adaptarse al ambiente y modificarlo o responder inadecuadamente a él
y perturbarse o morir.

Teóricamente, la conciencia es, en su percepción más elemental y primaria, una


propiedad de la actividad del ser vivo en tanto éste es sujeto de una acción propia
en una situación significativa. Es decir, es una propiedad del comportamiento. En
él se manifiesta ya través de él es, en principio, posible su estudio en los seres
vivos, incluido el animal.
Metodológicamente, el procedimiento verificador de la ciencia psicológica no
puede ser exclusivo ni principalmente la introspección. Incluso cuando es posible,
como acontece en el caso del hombre, los datos de la introspección, sean lo que
fueren, sólo son accesibles al experimentador a través de las declaraciones del
sujeto, es decir, a través de su comportamiento. En el comportamiento y sólo en él
pueden ser verificables científicamente.
La introspección, como conciencia refleja que examina sistemáticamente aquello
de lo que se está siendo o se ha sido consciente, puede ser y es una fuente
insustituible de datos e hipótesis que, sin embargo, tienen que ser verificados en el
comportamiento; no es la instancia propiamente verificadora de la ciencia
psicológica. Ante todo, porque, como acabo de decir, los datos introspectivos son
inaccesibles para el experimentador; han de ser interpretados por éste, como
cualquier otro dato, a través del comportamiento verbal o de otro tipo. En segundo
lugar, porque la introspección sistemática, tal y como la practicaban a comienzos
de siglo las escuelas de Cornell y Würzburg, requiere una preparación especial y
conduce, a lo sumo, como solía decirse entonces, a una psicología del hombre
occidental, adulto, normal y avezado en las técnicas introspectivas. Los sujetos
ingeniosos no sabían hacer introspección. Incluso los adiestrados discrepaban: los
discípulos de Külpe encontraron ciertos datos introspectivos en un experimento;
los de Titchener hallaban, en el mismo experimento, otros datos distintos y
contrapuestos.
Y la psicología del hombre occidental, adulto, normal y preparado resultó
prácticamente inviable, menos viable es recurrir a la introspección como instancia
verificadora en sujetos más y más alejados de ese paradigma ideal: hombres de
otras culturas salvajes y primitivos, anormales, niños y, por supuesto, animales.
Aparte del inagotable caudal de componentes inconscientes que intervienen en el
comportamiento y que sólo a través del estudio del comportamiento mismo
pueden llegar a ser objeto de conciencia para el sujeto o, al menos, ser inferiores
como variables que dan significación al comportamiento sin que el sujeto se
percate claramente de ello.
La psicología, en la medida en que pretende fundarse sobre verificaciones
experimentales, se ha visto forzada a transformarse en ciencia del
comportamiento. Lo cual se vio especialmente claro a finales del siglo pasado y
principio del presente, en las investigaciones de la psicología animal. Zoólogos,
biólogos y psicólogos, dentro sobre todo de las corrientes de la biología objetiva
alemana, la psicofisiología rusa, el evolucionismo inglés y el funcionalismo
norteamericano, sin excluir no obstante la interpretación de la conciencia animal
por analogía con la humana, la fueron interpretando, cada vez más, no como
contenido o estructura, sino como función por la cual el animal se adapta mejor o
peor a su medio. finalmente,
Concebida, así, la psicología general como ciencia experimental del
comportamiento de los seres vivos, es comprensible que el estudio del
comportamiento animal fuera no sólo uno de los factores desencadenantes de
estas posturas, sino también una de las vías más fecundas y privilegiadas para el
progreso de la nueva ciencia.
La cosa es clara. En el animal es más fácil, ya sólo en el animal puede de hecho
realizar de forma sistemática, estricta y previamente preparada, la variación
experimental, el control, el registro y la medida de las variables y condiciones
estimulares, orgánicas y de respuesta en un experimento psicológico.
Especialmente cuando se trata de controlar los factores genéticos, la experiencia y
el ambiente desde el nacimiento, las motivaciones primarias, los procesos
estimulantes durante largos períodos, los efectos de fármacos, lesiones o
modificaciones deliberadamente producidas en el organismo, o, en fin, de registrar
muestras extensas y prolongadas del comportamiento de los sujetos. No es
extraño que durante un tiempo las características dominantes entre los psicólogos
fuera de su interés por las ratas.
En todo caso, la psicología es hoy la ciencia del comportamiento de los seres
vivos. Su objeto principal es, desde luego, la conducta humana. Pero su objeto
preferente, como vía metodológica más firme, es el comportamiento animal.

5.5 Ética en relación con la estética.

La ética tiene como objeto de estudio la moral y la acción humana, mientras que la
estética es la rama de la filosofía que tiene por objeto el estudio de la esencia y la
percepción de la belleza como aproximación al arte. Lo ético y estético están de
muchas formas relacionados en el quehacer diario de las personas, pero el
problema surge cuando en su última definición de lo que es ético y estético, surge
la hipocresía, la doble vara de medir y, sobre todo, manipulación mediática. Si este
cóctel se adereza con la ideológica, surge un juicio popular que distingue a las
personas y las clasifica, de tal modo que el buen actuar de unos se ve pésimo en
otros, y todo ello desde una pretendida superioridad moral ideológica. Así por
ejemplo lo que para unos es plagiar para otros es enriquecer una obra previa, lo
que para unos es estar próximos a una determinada ideología política para otros
es un ejercicio de pragmatismo social y proximidad a la realidad social, lo que para
unos es un error garrafal para otros es una pequeña falta excusable, lo que para
unos es una broma para otros es un chiste machista, etc.
Resulta asfixiante esta asimetría valorativa conductual contra la cual es muy difícil
defenderse y superar. Hace poco escribí un artículo sobre la famosa frase de la
mujer del César, la cual debe parecer además de ser, en el que adelantaba que la
cuestión estriba en que «parecerlo» es tan subjetivo y maleable que hace que lo
leve pasa por ser lo más grave, y viceversa, de tal suerte que el parecer popular
sea una suerte de canon estético que se decide en lugares del poder real, que hoy
por hoy es el que incide en la conformación de la opinión pública. En la antigua
Roma ya el rumor y la mentira conducían a la turba contra los cristianos
acusándolos del incendio de la ciudad, y en la Rusia zarista el asesinato de
Alejandro II dio lugar a una dura represión contra los judíos al atribuirles la
responsabilidad del magnicidio.
Resulta increíble lo fácil que es deshonrar a alguien hoy en día, y lo difícil que es
defenderse de los infundios y mendacidades. Cuando para zaherir a alguien es
necesario acudir a la estética, pocos argumentos se tienen. Miente, que algo
queda, la vieja máxima de Goebbels es el mejor retrato que existe del infundio,
que a menudo se conforma con sembrar la duda sobre el difamado e ir socavando
poco a poco su prestigio personal. En España utilizamos la expresión «cuando el
río suena es porque agua lleva», muy usada por los difamadores para otorgar una
falsa veracidad al infundio apelando a su mera existencia, aunque sean ellos
mismos los que lo han creado. Todos cometemos errores, más con desigual
suerte en sus consecuencias, las cuales están determinadas por lo que parece
frente a lo que es.

5.6 Lo bueno y lo malo.

Lo Bueno es un adjetivo que se emplea para referirse a algo en lo que se


reconoce un valor positivo. La palabra proviene del latín bonus.
Así, bueno o buena podrá ser una persona que actúa conforme a lo que está bien,
a lo que es correcto, o que tiene inclinación natural para hacer el bien. Por
ejemplo: “Aníbal es un muchacho bueno”.
Bueno también se denomina algo que es útil o provechoso, que es adecuado o
conveniente a un propósito: “Esta luz es buena para leer”.
También decimos que algo es bueno cuando es gustoso, tiene buen sabor o es
apetecible: “Esos frijoles se ven buenos”.
Bueno se llama también algo que es agradable o divertido: “Qué buena velada
hemos tenido en compañía de la familia”.
Asimismo, podemos designar como bueno algo que está por encima de lo común,
que es extraordinario: “Buena gripe te has pescado”.
Bueno también se puede usar como equivalente de sano, saludable: “Ya me
siento bueno para ir a trabajar”.
En un sentido irónico, decimos que una persona es buena cuando es simple,
bonachona o ingenua: “Allá viene el bueno de Luis”.
Como bueno se califica también una cosa que no se ha deteriorado y que, en
consecuencia, aún sirve para su uso: “El microondas aún está bueno, no veo
razón para echarlo a la basura”.
Del mismo modo, bueno puede emplearse como sinónimo de bastante o
suficiente: “Está bueno de juerga, a trabajar”.

Dependiendo del contexto en el cual empleemos la palabra malo, la misma


podrá referir diversas cuestiones…
A aquello que carece de bondad y de otras cualidades positivas, popularmente, lo
denominamos malo. Juan es muy malo, no puede tratarte de esa forma con tantas
cosas buenas que has hecho por él en todos estos años juntos.
También, malo, implica a aquello que se opone a la razón o a la moralidad. Una
mala acción, una mala contestación.
Otro uso de la palabra nos permite dar cuenta de aquel que lleva una mala vida o
que presenta malas costumbres. Te dije cientos de veces que no te juntes con
Laura es una mala mujer todos lo sabemos.
Asimismo, cuando alguien se muestra travieso o enredador se lo suele llamar
malo. Es un niño tan malo que no puedo dejarlo ni dos minutos solo, en cuanto lo
dejo de mirar rompe algo.
Por otra parte, a aquello que resulta ser perjudicial para la salud o nocivo en
alguno de sus aspectos se lo suele calificar de malo. Beber en exceso es malo:
fumar es muy malo, debes intentar dejar el cigarrillo.
En algunas regiones de habla hispana se suele usar la palabra malo para hablar
de alguien que está enfermo o indispuesto. Ayer no hui a trabajar porque me
sentía realmente malo, hoy voy al médico sin falta.
Cuando algo se deteriora, estropea o malogra se dice que se pone malo. Las
naranjas que compré ayer se pusieron malas de inmediato.
Otros empleos frecuentes del término nos permiten dar cuenta de aquello que
presenta una mala calidad o poca calidad (estos zapatos me salieron bastante
malos); cuando algo presenta muy poca utilidad, efectividad o habilidad (debo
reconocer que si en algo soy malo es con los números).

5.7 La teoría de los valores.

La Axiología
Es una rama de la filosofía que enfoca el estudio de los valores y de su utilidad
para el hombre.
La axiología derivada del griego "axio" que significa valioso y "logo" tratado.
Los inicios de esta rama son del siglo xx, son: Wilber Marshall, Hermann Lotzel,
Marx Scheler y Nicolai Hartmann.

EJEMPLOS DE LA AXIOLOGIA
Ejemplo1 Axiología en lo material: El valor ético del uso de los medicamentos es
muy estrecho y cambia dependiendo de la intención que les quiera dar, pues para
un físico-culturista el uso de los esteroides tiene un valor estético y práctico muy
grande, aunque el valor real se encuentra oculto ante la presencia de la vanidad.
Para el médico es muy diferente, pueden llegar a reparar lesiones medulares que
sin dicho compuesto sería imposible de sobrellevar.
Ejemplo2 Axiología en la moral: Un hombre se encuentra hospitalizado, pues tiene
una enfermedad que requiere control profesional. Hijos, y es cuidado solo por el
hermano mayor quien lo velo día y noche. No quiere verlo, pues lo espero cuando
ingresado. El tío de curación que su padre deberá recibir, tiene que juntar dinero y
llevar los gastos, llevándole a fuera del hospital esto implica el no ver a su padre.
LOS VALORES
Los valores son una cualidad "sui generis" de un objeto.
Los valores son agregados a las características físicas, tangibles del objeto; es
decir, son atribuidos al objeto por un individuo o un grupo social, modificando a
partir de esa atribución su comportamiento y actitudes hacia el objeto en cuestión.
Se puede decir que la existencia de un valor es el resultado de
la interpretación que hace el sujeto de la utilidad, deseo, importancia, interés,
belleza del objeto.
Es decir, la valía del objeto es en cierta medida, atribuida por el sujeto, en acuerdo
a sus propios criterios e interpretación, producto de un aprendizaje, de una
experiencia, la existencia de un ideal, e incluso de la noción de un orden natural
que trasciende al sujeto.
¿Cuáles son las características de los valores?
 (a) Durabilidad: los valores se reflejan en el curso de la vida. Hay valores
que son más permanentes en el tiempo que otros. Por ejemplo, el valor del
placer es más fugaz que el de la verdad.
 (b) Integralidad: cada valor es una abstracción íntegra en sí mismo, no es
divisible.
 (c) Flexibilidad: los valores cambian con las necesidades y experiencias de
las personas.
 (d) Satisfacción: los valores generan satisfacción en las personas que los
practican.
 (e) Polaridad: todo valor se presenta en sentido positivo y negativo; todo
valor conlleva un contra-valor.
 (f) Jerarquía: hay valores que son considerados superiores
(dignidad, libertad) y otros como inferiores (los relacionados con las
necesidades básicas o vitales). Las jerarquías de valores no son rígidas ni
predeterminadas; se van construyendo progresivamente a lo largo de la
vida de cada persona.
 (g) Trascendencia: los valores trascienden el plano concreto; dan sentido y
significado a la vida humana y a la sociedad.
 (h) Dinamismo: los valores se transforman con las épocas.
 (i) Aplicabilidad: los valores se aplican en las diversas situaciones de la
vida; entrañan acciones prácticas que reflejan los principios valorativos de
la persona.
 (j) Complejidad: los valores obedecen a causas diversas, requieren
complicados juicios y decisiones.
VALORES TALES COMO: * Honestidad, * Lealtad, * Identidad, *
Respecto, equidad, * Solidaridad, * Tolerancia, *Entre otros, son fundamentales
para el convivir pacífico de la sociedad.
Naturaleza del Valor El propósito de la naturaleza del valor está en la capacidad
que tiene el ser humano de valorar el mundo objetivamente, es decir, valorarlo tal
como es, buscando no alterar ni deformar esta visión.
* El mundo debe ser valorado tal como es.
* De esta forma, la naturaleza del valor es objetiva, pero el valor es interpretado
subjetivamente por la conciencia.
ELEMENTOS DE LA MORAL  En la moral son perfectamente existen dos
aspectos o planos: lo fáctico y lo normativo.
*En el primer aspecto, se tiene al individuo que actúa en sociedad y su
comportamiento se ajusta de modo más o menos aproximado a lo ordenado por la
norma. Es el nivel fáctico o de los hechos morales. (Fáctico.) * En el segundo
aspecto se tiene el conjunto de normas y comportamiento ideal y perfecto, a los
cuales se espera que el individuo se ajuste. Es el nivel normativo o de las normas
de comportamiento.
5.8 Ética social.

Qué es la Ética Social


Estudia los principios y normas morales de la vida social en un sentido
institucional y no institucional. Además de esto, es considerada como un
complemento fundamental de la ética individual, quien considera la
responsabilidad de las personas en relación a los demás y a sí mismo.
Los principios éticos son reglas que sirven como una guía para definir la conducta
de una persona y toma aquello que se considera bueno o válido.
Los principales principios éticos son:
 Principio de moralidad.
 Principio de vida.
 Principio de humanidad.
 Principio de igualdad.
 Principio de comunidad.
El término ética proviene de la palabra griega ethos, que originariamente
significaba «morada», «lugar donde se vive» y que terminó por señalar el
«carácter» o el «modo de ser» peculiar y adquirido de alguien; la costumbre (mos-
moris: la moral). También conocida como filosofía moral es una rama de la
filosofía que implica sistematizar, defender y recomendar conceptos de conducta
correcta.

Componentes de la ética social


De acuerdo con el filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel, la ética social
está conformada por tres componentes: la familia, la sociedad y el Estado.

La familia
La familia es el primer grupo humano con el que tenemos contacto, y es por medio
de ella que vamos adquiriendo diferentes tipos de valores, entre ellos los de tipo
social.
Es dentro de la familia en donde se inculcan normas que regulan el
comportamiento de sus miembros, tanto para con el resto de la familia como con
la comunidad. Es un entorno fundamental en donde se aprenden valores como el
de no hacer daño a los demás, respetar la opinión ajena, respetar la propiedad de
otras personas, compartir...
La sociedad
La sociedad es el grupo humano, de tamaño macroscópico, que se encarga de
crear las normas y las leyes que sustentan lo que se considera socialmente ético.
Es decir, la sociedad de cada región, país o cultura del mundo es la que se
encarga de decidir aquello que se considera un comportamiento socialmente
aceptado y aquel que no lo es.
Esto puede depender de varios aspectos como la cultura, religión, contexto
histórico y eventos anteriores. Por ejemplo, lo socialmente ético en los Estados
Unidos a principios del siglo XX era muy diferente a hoy en día si hablamos, por
ejemplo, de respetar a las personas independientemente de su raza.
El Estado
El Estado se encarga de aplicar y hacer cumplir la ética social compartida por la
mayor parte de una sociedad. Si bien no todas las normas sociales tienen porqué
estar tipificadas en el código penal, si que muchas de ellas, como el respeto a la
vida penalizando el asesinato o la defensa de la propiedad privada castigando el
robo, tienen leyes de base ética.
Es gracias al Estado que se consigue proteger a los individuos en su conjunto,
evitando que cada quien haga lo que le dé la gana sin cuestionarse lo ético de sus
acciones. Es decir, es por medio de la aplicación de la justicia que la ética social
es protegida e impuesta, ofreciendo derechos e imponiendo obligaciones a todos
los individuos de la sociedad.

Características de la ética social


Entre las características principales de la ética social encontramos las siguientes.
1. Regula el comportamiento humano
La ética social, tanto impuesta por medio de leyes estatales como aceptada por el
conjunto de la sociedad en forma de normas socialmente impuestas, regula el
comportamiento humano.
Implica todo aquello que se debe hacer y aquello que no se debe hacer para tener
una buena convivencia, lo cual hace que las personas nos comportemos de la
forma que la sociedad nos exige hacerlo.
2. Crea principios universales
Las normas socialmente éticas se transforman en principios universales, con un
grado de flexibilidad reducido y muy difíciles de quebrantar, dadas sus
consecuencias sociales como penales.
Si bien quebrantar un principio universal no es sinónimo de cometer un delito, el
hacerlo puede hacer que el individuo quede en muy mala posición delante del
resto de la sociedad, perdiendo repercusión o viendo peligrar su estatus en la
misma.
Un ejemplo de principio universal cuyo quebrantamiento no implica consecuencias
legales es el de saludar. Aunque nimio, no saludar a las demás personas puede
verse como un acto antisocial que, aunque no tiene implicaciones legales, puede
ocasionar el rechazo del resto de la sociedad hacia el individuo que no sigue el
principio universal.
Un ejemplo claro principio socialmente ético que, de quebrantarse, implica
acciones legales es el principio de no matar. Este es universal en la medida que
es aceptado por la mayoría de individuos de una sociedad y compartido de cultura
en cultura. No respetarlo implica no solo el rechazo de la sociedad, sino también la
aplicación de penas legales.
3. Es la puesta en práctica de valores
Cada persona tiene unos valores, que dependen de la familia y la sociedad que le
ha tocado vivir. Las acciones a favor del beneficio social bajo una óptica
ético-social son, en esencia, la puesta en práctica de esos valores.
Por ejemplo, si tenemos el valor de no hacer daño a los demás lo podemos poner
en práctica no solo respetando la vida de los demás, sino también ayudándoles y
haciendo lo máximo para beneficiar al prójimo.
4. No se acepta la coerción
La idea de ética social establece que las acciones prosociales deben hacerse de
forma voluntaria. Es decir, no se debería obligar a nadie a realizar acciones
beneficiosas para los demás, sino que debería salirle de dentro: él o ella debería
ser quien tuviera la voluntad e iniciativa de ayudar a los más desfavorecidos,
implicarse en causas sociales, contribuir al progreso de la sociedad...

5.9 La justicia.
La justicia es un principio universal que rige la aplicación del derecho para
conseguir que se actúe con la verdad dando a cada uno lo que le corresponde.
La justicia es un concepto ético que tiene diversas definiciones y que a su vez es
subjetivo. Para cada persona la justicia significa una cosa distinta, pero como
definición general es actuar con objetividad, verdad e igualdad otorgando lo que
cada uno merece.
El conjunto de valores que deben regir un estado de derecho forma la justicia. Los
valores que conforman la justicia son la equidad, la libertad y la igualdad.
Tipos de justicia
Se pueden observar varios tipos de justicia:
 Justicia distributiva: Esta responde a una distribución igualitaria de los
recursos económicos y productivos. Proviene de la filosofía de Aristóteles.
 Justicia restaurativa: Se enfoca en la víctima de un delito y en restaurar
su bienestar anterior al daño causado.
 Justicia procesal: Persigue imponer normas para que todo el mundo, sin
excepciones, cumpla sin que se tenga en cuenta rango económico o social
de la persona y sanciones para aquellas que lo incumplan.
 Justicia retributiva: Esta justicia habla sobre tratar a todas las personas
como ellas tratan a los demás. Este tipo de justicia está muy relacionada
con el derecho penal. Quiere infringir el mismo daño, aunque con otro tipo
de castigo al que comete un daño a otra persona.

¿Quién imparte justicia?


La justicia se entiende relacionada con la aplicación e interpretación del derecho y
quién realiza esta función son los tribunales y los jueces. Estos órganos son los
encargados de impartir justicia basándose en las leyes de un Estado.
Pero si los jueces y tribunales son los que imparten justicia a través de las leyes,
las leyes deben ser justas. Las leyes son desarrolladas por los representantes que
ha elegido el pueblo de forma democrática, por lo que en último término quién
elige qué es justo es la ciudadanía.
Características de la justicia
 Es una virtud o cualidad humana.
 Busca el bien común.
 Busca garantizar el orden y la paz en una sociedad.
 Supone la igualdad ante la ley.
 Puede explicarse desde distintos puntos de vista.
 Cuenta con un fundamento cultural (de acuerdo al consenso social) y un
fundamento formal (de acuerdo a normas codificadas).
 No es arbitraria.
 Actúa de manera equitativa

Ejemplos de justicia

 El hombre está en prisión cumpliendo la condena por el robo al museo.


 La alumna fue suspendida de la escuela por pelear con sus compañeros.
 Cada vecino deberá pagar por la cantidad de gas que consuma este mes.
 Todos los alumnos tendrán la misma cantidad de tiempo para resolver el
examen.
 La policía arrestó al hombre que rompió la fachada del local.
 El alumno no estudió para el examen y lo reprobó.
 A fin de mes cobraré el sueldo por el trabajo realizado en la fábrica.
 Todos los ciudadanos deberán pagar sus impuestos.
 Con mis hermanos dividimos equitativamente el premio del sorteo que
ganamos.
 Todos los vecinos tienen derecho a acceder a las instalaciones del edificio.

TEMA VI: CONCEPTO DE LA OBLIGATORIEDAD ÉTICA.


6.1 Obligatoriedad ética.

Sabemos que la ética refleja todos esos valores que tiene una persona dentro de
una comunidad y sociedad, bueno, la obligatoriedad ética es el proceso en el cual
se obliga a incluir algunos valores en la ética de una persona. Esto ocurre mucho
en comunidades más pequeñas y aisladas, por ejemplo, en una empresa o en un
grupo de trabajo, debes adoptar los valores éticos por obligatoriedad de la
comunidad.

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