Los 14 Puntos. Woodrow Wilson PDF

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HISTORIA CONTEMPORÁNEA

DE EUROPA. SIGLO XX.

Facultad de Geografía e Historia.

ALUMNO: Samuel Valls Aragón.


GRUPO: C2.
ANÁLISIS DE DISCURSO: Woodrow Wilson “Los catorce puntos”.
El discurso que será objeto del presente análisis tuvo lugar el 8 de enero de 1918 ante el
congreso de los Estados Unidos. Fue pronunciado por Woodrow Wilson, el cual era en
ese momento el presidente de los EEUU. El discurso se sitúa en el marco cronológico de
la Primera Guerra Mundial, concretamente en la última etapa del conflicto, por lo que los
catorce puntos fueron diseñados con el propósito de establecer una paz duradera entre las
naciones. En el análisis actual abordaré el discurso pronunciado por el presidente
estadounidense Woodrow Wilson, en el que se establecen una serie de propuestas con el
objetivo de finalizar la Gran Guerra, el contexto en torno al que gira el diseño del mismo
y sus posteriores consecuencias.

Antes de proceder al análisis del discurso de Woodrow Wilson merece la pena hacer una
breve contextualización del marco cronológico en el que se desarrolla el mismo. La
primera mitad del siglo XX se caracterizó por ser un periodo de guerra. En apenas 30
años estallaron dos conflictos bélicos de una magnitud sin precedentes que involucraron
a gran parte de las potencias mundiales. Entre en escena la figura de Woodrow Wilson.
Wilson fue un político estadounidense que ocupó el cargo de presidente entre 1913 y
1921. Previamente a su investidura como presidente, Wilson era un completo
desconocido que logró ganarse al pueblo a través de una serie de buenos discursos y de
promesas1.

Al entrar Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial se rompe con la anterior política
de no intervención. Los ideales del presidente estadounidense quedan perfectamente
reflejados en los catorce puntos. Por lo que al entrar en el conflicto, Wilson pretende
ejercer en unas posibles negociaciones de paz, un nuevo modelo de orden mundial durante
el periodo de posguerra. De esta manera da comienzo el fortalecimiento de Estados
Unidos como nación fuerte, militar y propagandística2. La moral de Wilson se apoyaba
en lo que él consideraba como principios fundamentales, algunos tales como el libre
mercado, una política caracterizada por mares abiertos, la defensa de la democracia y el
autogobierno de los pueblos.

1
LUGO SILVA, Enrique. “Vista panorámica de la administración de Woodrow Wilson, 1913-1921.”,
Revista de educación de Puerto Rico, Vol. 6, N.º 1, 1958, pp. 87-89.
2
BENGOETXEA CABALLERO, Joxerramon. “Los principios de Wilson: del imperialismo a la Sociedad
de Naciones. Una visión vasco-europeísta.”, Hermes: pentsamendu eta historia aldizkaria = revista de
pensamiento e historia, Nº. 61, 2019, págs. 30-32.
En cuanto al análisis del discurso, los catorce puntos alegados por Woodrow Wilson
responden a la necesidad de poner en marcha una salida consensuada por ambas partes al
conflicto de la Primera Guerra Mundial, a través de unas bases sólidas que sean capaces
de perpetuar un periodo de paz firme y prolongado.

El ideal que perseguía Woodrow Wilson se apoyaba fundamentalmente en la defensa de


dos conceptos. El primero de ellos estipula la importancia de defender las democracias
liberales. Desde el punto de vista del presidente estadounidense, su país era el más justo
y democrático de todos, por tanto, la defensa de la democracia frente a otros sistemas de
gobierno aseguraría las relaciones de paz y de comercio entre los mismos, de manera que
fuesen desarrollándose progresivamente. El segundo punto es la defensa de la paz,
elemento indispensable para que las democracias puedan continuar creciendo3. Dentro de
este punto, Wilson consideraba que la mejor opción para mantener la paz era la creación
de una entidad de carácter internacional que salvaguardase esta difícil tarea.

Por otro lado, el discurso de los catorce puntos contaba también con importantes ideas
secundarias que hay que destacar. Nada más comenzar a enumeras los catorce puntos,
Wilson hace alusión a la importancia que tiene la supresión de la diplomacia secreta, es
decir, la eliminación de aquellas políticas secretas entre países que estén relacionadas con
el espionaje o con la necesidad de conseguir objetivos que afecten directamente a los
intereses de un tercero, lo que afecta al correcto funcionamiento diplomático de los
consulados y de las embajadas, cuyo deber es hacer saber al público de estos acuerdos.
Sin duda un punto crucial que hubiera podido evitar muchas de las hostilidades entre los
estados europeos ante problemas pasados, problemas que no pudieron dejar atrás y que
no pudieron ser resueltos de manera paralela, lo que llevó a los países europeos a
comenzar la Primera Guerra Mundial4.

Otro de los puntos a destacar estaría relacionados con la libertad de navegación, la


reducción de la capacidad armamentística de los países, y la lucha por un progresivo
desmembramiento en cuanto a las colonias se refiere, dando la oportunidad a estas de
autogestionarse.

3
TOVAR RUÍZ, Juan. “El idealismo wilsoniano en la política exterior estadounidense, ¿una doctrina
recurrente?”, Revista española de ciencia política, N.º 35, 2014, págs. 138-139.
4
PÉREZ CASANOVA, Guillermo. “¡Sálvanos, Wilson! El remedio americano para la decadencia
europea”, Coetánea: III Congreso Internacional de Historia de Nuestro Tiempo, coord. NAVAJAS
ZUBELDIA, Carlos; ITURRIAGA, Diego, 2012, pp. 187-196.
Como se puede ver, estos puntos básicamente pretendían contener los enfrentamientos
internacionales ante una posible guerra. Ahora hablaré de la voluntad que tenía Wilson
por crear una asociación de naciones con políticas comunes y una ideología férrea en
torno a la que aferrarse, la estabilidad. Para el presidente estadounidense el objetivo no
debía ser el mantenimiento de la paz a través de una alianza que hiciese pensar a un país
tercero si realmente merecía la pena lanzar un ataque, sino en asegurar el equilibrio entre
potencias fuertes y débiles mediante una sensación de seguridad diplomática y acuerdos
abiertos.

Finalmente, Woodrow Wilson anuncia en su discurso la necesidad de crear una asociación


de naciones. Hay que resaltar que el objetivo de Wilson como tal no era el de finalizar la
guerra o restaurar la paz, sino reformar el sistema de relaciones internacionales.
Lamentablemente, el ideal de Wilson con respecto a la Sociedad de Naciones no pudo
verse materializado con la participación de su propio país.

La Sociedad de Naciones fue fundada en 1919 tras la Primera Guerra Mundial como parte
del Tratado de Versalles. El fracaso de Woodrow Wilson en relación a esta organización
puede explicarse a través de dos factores. En primer lugar, durante los tratados de París
en 1919, Wilson concebía unas negociaciones totalmente contrarias a las de sus aliados
europeos. Los países europeos que se habían visto inmersos en la Primera Guerra
Mundial, no estaban tan preocupados de lograr un paz justa que facilitara una rápida
vuelta a la normalidad, como de defender sus propios interés, en especial Francia, que
había sido el estado más afectado por la destrucción de la guerra. Esta animadversión
hacia los derrotados provocó que Alemania5 fuese objeto de casi la totalidad de las
sanciones impuestas por las potencias victoriosas de la Gran Guerra. Además, Alemania
corrió con una gran parte de las reparaciones de la guerra, su ejército se vio reducido a
100.000 soldados y sufrió varias perdidas territoriales como Alsacia y Lorena

La situación se volvió insostenible, por lo que durante años la sociedad alemana fraguó
un continuo pensamiento de venganza que posteriormente haría imposible el
entendimiento con cualquier nación que estuviese en contra de sus intereses.

5
TOVAR RUÍZ, Juan. “El idealismo wilsoniano en la política exterior estadounidense, ¿una doctrina
recurrente?”, Revista española de ciencia política, N.º 35, 2014, págs. 138-139.
Aun así la Sociedad de Naciones logró ver la luz en 1920. Sin embargo esta institución
fue desde sus orígenes tremendamente frágil, lo que provocó que en la practica no tuviese
la fuerza ejecutiva y militar para llevar a cabo sus objetivos. Entre las causas más
importantes que dieron lugar al rápido fracaso de la SDN se encuentra la nula
incorporación por parte de Estados Unidos, y por tanto la organización no contó con un
miembro que adoptase el liderazgo de la misma. Por otro lado, gran parte de la población
estadounidense, así como de sus políticos eran reacios a la idea de intervenir en terceros
países en los que se jugaban poco o nada, a cambio de actuar como la “policía” del mundo.

Este es un debate que a día de hoy sigue estando presente. No vamos a descubrir nada
nuevo al afirmar que Estados Unidos es una de las mayores potencias del mundo. Cuentan
con un sofisticado armamento militar, un sistema económico creciente y unas relaciones
diplomáticas en occidente que son cuanto menos privilegiadas. Aun así, pese a los
problemas del mundo, los cuales suelen estar más allá de la banal afirmación de que todo
conflicto tiene a los “buenos” y a los “malos”, lo cierto es que ningún país está obligado
por el mero hecho de tener unos ideales y de contar con los medios para defenderlos, de
intervenir en ningún país si este no le reporta intereses por los que merezca la pena luchar.

Para concluir el presente análisis, me gustaría resaltar que el ideal de Wilson se vio
opacado por las viejas rencillas entre estados europeos, los cuales no fueron capaces de
dejar atrás sus diferencias en favor de una paz duradera, iniciándose así un periodo de
crisis de conciencia que perduraría hasta el periodo de posguerra tras la Segunda Guerra
Mundial. Woodrow Wilson trató de modificar el sistema de relaciones internaciones a
través de la creación de una asociación internacional que velase por los intereses
colectivos de cada nación y cuya misión principal fuese la de defender la paz. Sin
embargo y pese a sus intentos, Estados Unidos nunca llegó a formar parte de la Sociedad
de Naciones debido a las continuas negativas del senado, por lo que nunca logró
incorporarse como miembro.

De igual forma, la Sociedad de Naciones nunca llegó a ser una organización plenamente
eficiente. Desde su creación en 1920, la SDN siempre contó con problemas que hicieron
que su utilidad quedara ampliamente relegada al fracaso. Sin una potencia hegemónica
capaz de poner orden y de sacar adelante las respectivas cuestiones, la institución
rápidamente se desintegró poco tiempo después. No obstante, el ideal de Woodrow
Wilson se vio finalmente materializado gracias a la semilla que había plantado durante su
mandato, la cual acabó dando sus frutos con la creación de la Organización de las
Naciones Unidas.

Pese a que desde un inicio muchos de los contemporáneos de Wilson lo tildaron de


idealista o ingenuo, lo cierto es que a día de hoy existen muchas organizaciones cuyo
cometido consiste en asegurar la paz y la libertad. Woodrow Wilson sentó las bases de
una futura unidad en Europa, con lazos más estrechos y vínculos más cercanos, sin
embargo hicieron falta dos guerras mundiales para que el proyecto tuviera éxito, y para
entonces ya se habían perdido millones de vidas a causa de los conflictos que esas
organizaciones intentarían frenar.

Bibliografía.

• BENGOETXEA CABALLERO, Joxerramon. “Los principios de Wilson: del


imperialismo a la Sociedad de Naciones. Una visión vasco-europeísta.”, Hermes:
pentsamendu eta historia aldizkaria = revista de pensamiento e historia, N.º. 61,
2019, págs. 30-32.
• LUGO SILVA, Enrique. “Vista panorámica de la administración de Woodrow
Wilson, 1913-1921.”, Revista de educación de Puerto Rico, Vol. 6, N.º 1, 1958, pp.
87-122.
• PÉREZ CASANOVA, Guillermo. “¡Sálvanos, Wilson! El remedio americano para la
decadencia europea”, Coetánea: III Congreso Internacional de Historia de Nuestro
Tiempo, coord. NAVAJAS ZUBELDIA, Carlos; ITURRIAGA, Diego,
2012, pp. 187-196.
• TOVAR RUÍZ, Juan. “El idealismo wilsoniano en la política exterior estadounidense,
¿una doctrina recurrente?”, Revista española de ciencia política, N.º 35, 2014, págs.
137-160.

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