Novak. 2020. Cap VII
Novak. 2020. Cap VII
Novak. 2020. Cap VII
VII- EL ESTADO Y
LA POLÍTICA FISCAL
VII-1 Introducción
Como hemos visto en los capítulos iniciales de este manual, el sector público cumple
un rol importante en la economía, y sus funciones específicas dependerán de las fun-
ciones específicas que cada sociedad, cada país, le asigne en un momento del tiempo.
No caben dudas de que para propender al desarrollo, las políticas generadas por
parte del Estado (en sus diferentes niveles) juegan un papel fundamental. Autores
actuales como Ha Joon Chang (2003) y Mariana Mazzucato (2014) destacan la ac-
tuación del Estado como promotor de las innovaciones y orientador del accionar del
sector privado en pos del desarrollo.
Cabe preguntarse entonces: ¿qué debería hacer y qué hace el Estado?, ¿a qué se de-
dica eso que llamamos “el sector público”?, ¿ha manteniendo las mismas atribuciones
y potestades a lo largo del tiempo?, ¿adopta la misma forma, tamaño, jerarquía en
todos los países?, ¿qué funciones cumple como organizador de la actividad económi-
ca?, ¿ejerce un rol sustantivo en las definiciones estratégicas del camino a seguir en
pos del desarrollo?, ¿cómo se financia?, ¿qué tan importante es en la economía de un
país?, ¿cómo influye el Estado en la economía?
Es claro que a medida que le asignamos más alcances o funciones necesitará más
recursos para llevarlo adelante. Los recursos necesarios para solventar sus gastos de-
penderán de las funciones que se le atribuyan al sector público. A medida que el
Estado tenga más y mayores funciones, el gasto se verá naturalmente incrementado y,
de esta forma, los ingresos necesarios para solventar esas erogaciones serán mayores.
Entonces cómo recaudar el dinero necesario es la contracara de cuánto y cómo
gastar. A lo largo de este capítulo, intentaremos responder todas estas cuestiones,
sin olvidar que todo lo que el Estado haga, en cada decisión que se tome, habrá gru-
pos ganadores y perdedores, que la puja de intereses (por las rentabilidades privadas
asociadas a las definiciones que tome el Estado) es un factor de peso, lo mismo que
las alianzas políticas (y los grupos sociales que representan) que hacen ganador a un
partido en cada elección esperando que lleve adelante las medidas que hicieron que
tenga ese aval.
EL ESTADO Y LA POLÍTICA FISCAL 211
El gasto público es mucho más que aquello que definimos como G (recordemos
que G es la suma de las compras del Estado en bienes y servicios, más los sueldos a los
empleados del sector público e incluye también la inversión real, pero no incorpora las
transferencias al sector privado), sino que es la suma de todos los gastos o erogaciones
realizados por las instituciones, entidades y organismos del sector público. Es decir que
comprende los gastos realizados incluso por las empresas públicas y la seguridad social.
Los países pueden adoptar una forma de organización político-institucional de
tipo federal59 o unitaria60. En un país federal como el nuestro, podemos hablar del
t 'VODJPOBMEFUBMMBMBBTJHOBDJØOEFSFDVSTPTFOUSFMBTEJTUJOUBTĕOBMJEBEFT
del gasto, esto es salud, educación, defensa, etcétera.
t &DPOØNJDBQFSNJUFDPOPDFSMPTiUJQPTEFHBTUPTw4FEJGFSFODJBFOUSFiHBTUP
corriente” y “gastos de inversión o de capital”. Dentro de los gastos corrien-
tes se encuentran, por ejemplo, los sueldos que paga el sector público, las
compras de insumos, los pagos de intereses de la deuda. Mientras que entre
las erogaciones de capital se ubican las efectuadas para el desarrollo de in-
fraestructura y obras públicas, compras de maquinarias y amortizaciones
de la deuda. También se puede distinguir entre los gastos con o sin con-
traprestación por parte de quien lo recibe; estos últimos son básicamente
transferencias (jubilaciones, planes sociales, etcétera).
t *OTUJUVDJPOBMQPTJCJMJUBBOBMJ[BSFMNPOUPEFEJOFSPRVFTFBTJHOBBDBEB
ministerio u organismo del Estado.
62 En 2002, en medio de una fuerte crisis, con una tasa de desempleo superior al 20%, los planes Jefas
y Jefes de Hogar Desocupados alcanzaron a alrededor de dos millones de personas, con lo cual se
evitó un colapso social que parecía inminente.
EL ESTADO Y LA POLÍTICA FISCAL 215
aumenta los planes sociales, aumenta en ingreso de alguien del sector privado. Estos
nuevos ingresos se destinarán principalmente a gastos de consumo lo que implica un
aumento en la demanda agregada. Por último, tal como vimos, las variaciones en la
demanda agregada alteran tanto al producto nacional como el empleo.
Nuestra CN (1994, art. 121) enuncia que “Las provincias conservan todo el poder
no delegado por esta Constitución al Gobierno Federal y el que expresamente se ha-
yan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación”.
63 Recordemos que en la Argentina son las provincias las que anteceden a la Nación, y por ello son las
provincias las que le cedieron potestades tributarias a la Nación al momento de conformarse el país.
216 INTRODUCCIÓN AL ANÁLISIS ECONÓMICO
Un enfoque para economías periféricas
Esta enunciación incluye los poderes tributarios, con lo cual las potestades tribu-
tarias de las provincias son amplias, mientras que las que posee la Nación son dele-
gadas y, por tanto, en algún sentido con alcance limitado: son poderes derivados de
las provincias a la Nación.
Pero que ¿son los tributos? Los tributos son los impuestos o pagos obligatorios que
deben realizar los ciudadanos al Estado sin que este se encuentre obligado a entregar-
le una contraprestación directa a quien los paga. Es decir, no recibimos nada relacio-
nado de manera directa con el monto que pagamos. Y esos tributos constituyen los
ingresos del Estado que utiliza para financiar sus acciones (brindar los servicios de
seguridad, educación pública, salud pública, construir rutas, etcétera.).
A su vez existen otro tipo de pagos que los ciudadanos hacemos al Estado que
sí tienen una contraprestación directa. Es el caso de las contribuciones, que tienen
como hecho generador los beneficios derivados de la realización de obras públicas o
de actividades estatales. Por ejemplo, una contribución por mejora que tenemos que
hacer cuando el Estado asfalta la calle donde está ubicada nuestra casa. La fundamen-
tación de este pago es la mayor valorización que adquiere nuestra propiedad como
consecuencia de la pavimentación de la calle.
El tercer tipo de pago que realizamos al Estado se relaciona de manera cercana con
la provisión de un servicio. Las tasas son los tributos que pagamos como consecuen-
cia de la prestación efectiva de un servicio público, individualizado en el contribuyen-
te, por parte del Estado, como por ejemplo la tasa de alumbrado, barrido y limpieza.
Estrictamente, un tributo es todo aquel pago que realiza el contribuyente con el
propósito de financiar los gastos que la administración (nacional, provincial o muni-
cipal) tiene, más allá de la vinculación que pudiera existir entre el servicio prestado y
su pago. Es el sustento económico con base jurídica más amplia, que agrupa tanto a
los impuestos, contribuciones y tasas.
Mientras que los impuestos indirectos (salvo los de tipo aduanero que son única-
mente nacionales), pertenecen a la Nación y a las provincias, es decir, que en este
caso, las facultades son concurrentes.
Ahora, ¿cuáles son los impuestos directos y cuales los indirectos? Los impuestos
considerados directos recaen sobre las personas o entidades jurídicas y gravan di-
rectamente la capacidad económica de las personas o entidades (es decir, su riqueza,
incluyendo patrimonio e ingresos) y los impuestos indirectos recaen sobre los bienes
o servicios y las transacciones que se realizan con ellos.
Entonces la diferencia entre impuestos directos e indirectos está determinada por
la base sobre la cual se aplican los tributos. Mientras que los impuestos directos gra-
van la riqueza y los ingresos de las personas, los impuestos indirectos gravan el cómo
se utiliza esta riqueza o ingresos.
Los impuestos directos son pagados por la persona que la ley establece como res-
ponsable del tributo (es decir que el contribuyente de hecho coincide con el con-
tribuyente de jure), mientras que los impuestos indirectos, si bien son pagados al
Estado por el contribuyente de jure, son trasladados por este al consumidor que es el
contribuyente de hecho.
En la Argentina ejemplos de impuestos directos son el impuesto a los bienes per-
sonales y a las ganancias (a nivel nacional) y los impuestos automotor e inmobiliario
(a nivel provincial). Mientras que el IVA, el impuesto a los ingresos brutos (de nivel
provincial) y los impuestos internos (que recaen sobre algunos bienes como los com-
bustibles, automóviles, bebidas, etc.) son del tipo indirecto.
Hay otra forma de clasificar los impuestos, y es según cómo impactan sobre los
contribuyentes, en particular si consideramos sus ingresos. En este caso habrá im-
puestos progresivos cuando tienden a recaudar proporción creciente a medida que
aumentan los ingresos del contribuyente. El mejor ejemplo es el impuesto a las ga-
nancias, el cual tiene un “mínimo no imponible”, que tiende a excluir los sectores de
menores ingresos del gravamen; mientras que la alícuota tiende a crecer a medida
que crecen las ganancias imponibles.
En el otro extremo están los impuestos regresivos, que gravan un hecho imponible
al margen de la capacidad tributaria del contribuyente. Tal es el caso del IVA, a nivel
nacional, o el impuesto a los ingresos brutos, en el nivel provincial, que gravan con la
misma alícuota a todas las ventas, independientemente de si el comprador es de altos
o bajos ingresos.
218 INTRODUCCIÓN AL ANÁLISIS ECONÓMICO
Un enfoque para economías periféricas
Por otra parte, en el nivel municipal de gobierno se establecen tasas, es decir, tri-
butos que tienen una contraprestación directa. Ejemplo de este tipo son las tasas por
alumbrado, barrido y limpieza que tributan los titulares de las propiedades, o la tasa
por inspección de seguridad e higiene, que recae sobre los comercios y las industrias.
Decimos en general, porque las provincias administran el régimen municipal (la
CN solo establece la autonomía municipal) y en algunas provincias los municipios
cobran efectivamente impuestos, como el caso de Chubut y las que fueron territo-
rios nacionales.
En síntesis,
t $PSSFTQPOEFBMB/BDJØOMBQPUFTUBE
✓ en forma exclusiva y permanente para aplicar derechos de importa-
ción y exportación;
✓ en forma concurrente y transitoria para aplicar impuestos directos;
✓ en forma concurrente y permanente para aplicar impuestos indirectos.
t $PSSFTQPOEFBMBTQSPWJODJBTMBQPUFTUBE
✓ en forma exclusiva y permanente para aplicar impuestos directos,
salvo la concurrencia con la Nación.
t $PSSFTQPOEFBMPTNVOJDJQJPT
FOTVNBZPSÓB
MBQPUFTUBE
✓ solamente para aplicar tributos que se corresponden con la presta-
ción de servicios, es decir, tasas.
64 Cabe señalar que en la última reforma de la Constitución Nacional (que data de 1993) una cláusula
transitoria (la sexta) estableció un plazo hasta fines del año 1996 para modificar el régimen de
coparticipación nacional, que hasta el momento no se ha cumplido.
EL ESTADO Y LA POLÍTICA FISCAL 219
queda el nivel superior (la Nación, por ejemplo) y la porción que será distribuida
entre todos los componentes del nivel inferior (en este caso, las provincias y la Ciu-
dad Autónoma de Buenos Aires). A esta primera división del monto total se le llama
“distribución primaria”. La siguiente instancia constituye la distribución secundaria,
esto es, de qué manera será repartida la porción que le corresponde al nivel inferior,
entre todos sus miembros.
A nivel nacional, el régimen de Coparticipación Federal de Impuestos está re-
gulado por la Ley nº 23.548. Tal disposición indica que la Administración Federal
de Impuestos Públicos (AFIP) es la responsable de cobrar los impuestos coparti-
cipables y depositarlos en una cuenta del Banco de la Nación. Este a su vez, tiene
la responsabilidad de distribuir los fondos entre los dos grupos de perceptores de
ingresos. De un modo general, la Nación percibe el 47,5% del total, mientras que las
provincias perciben el mismo porcentaje. Luego, esta masa de ingresos provinciales
se distribuye automáticamente entre las provincias mediante los índices de coparti-
cipación secundaria.
65 Esta compensación puede ser total o parcial; en este último caso, si los usuarios pagan una tarifa
que no compensa todo el costo, el Estado asume la diferencia, financiando la pérdida de la empresa
estatal que lo provee o subsidiando con la diferencia a la empresa privada concesionaria.
EL ESTADO Y LA POLÍTICA FISCAL 221
de algún país (como el Fondo Kuwaití para el Desarrollo). También puede utilizar
otras herramientas menos formales, como retrasar el pago a proveedores (y luego
consolidar esa deuda).
Generalmente la obra pública puede estar financiada con endeudamiento de me-
diano y largo plazo, mientras que existen instrumentos de más corto plazo (como
ahora las Letras del Tesoro), que se utilizan para hacer frente a situaciones más co-
yunturales o relacionadas con la programación financiera del gasto corriente.
El endeudamiento es un instrumento de la política fiscal, pero también de la polí-
tica monetaria. Gracias a la compra y venta de títulos de la deuda pública, un Estado
puede aumentar o reducir la cantidad de dinero en circulación.
En particular, como en casi todos los países del mundo, el Estado nacional (o pro-
vincial) pueden endeudarse emitiendo bonos (o títulos) públicos. Hay distintos tipos
de bonos y tienen efectos económicos distintos:
t &M&TUBEPQVFEFFNJUJSVOCPOPFOQFTPTZTFMPQVFEFWFOEFSPDPMPDBS
al Banco Central de la República Argentina (BCRA). Este, cuando recibe
el bono público, lo incorpora a su activo e incrementa su pasivo al pagarlo
aumentando la emisión de dinero que, como se explica en el capítulo IX,
constituye una deuda del BCRA con la comunidad.
t 1PSTVQVFTUP
FMNJTNPCPOP
FNJUJEPFOMBNPOFEBOBDJPOBM
FM&TUBEPMP
puede colocar o, si se prefiere, vender, al sector privado. Los compradores
habituales son compañías de seguros, bancos comerciales, grandes inver-
sores o simplemente ahorristas. En este caso particular, la emisión del bono
no altera ni el pasivo ni el activo del BCRA y, por lo tanto, no hay variación
de la oferta monetaria en la economía. En cambio, hay una transferencia
de fondos o ahorros privados hacia el Estado y, posiblemente, un efecto ex-
pansivo en la economía. Así supongamos que un ahorrista individual com-
pra un bono público con sus ingresos y el Estado lo destina a pagar sueldos
de empleados públicos. En tal caso habrá ahorro privado que, mediante la
acción del Estado, se transforma en el ingreso de alguien y probablemente
se destinará principalmente a demanda para consumo.
t &M&TUBEPUBNCJÏOQVFEFFNJUJSVOCPOPFOEØMBSFTVPUSBNPOFEBFY-
tranjera. En tal caso, el Estado recibe dólares del suscriptor del bono y,
al vencimiento del bono, deberá pagarlo en dicha moneda. No obstante,
si el bono tiene por objetivo financiar gastos corrientes o de inversión,
222 INTRODUCCIÓN AL ANÁLISIS ECONÓMICO
Un enfoque para economías periféricas
Cuando los recursos estimados son mayores que los gastos que se realizan, se de-
nomina superávit presupuestario. Cuando esos ingresos previstos no son suficientes
para solventar los gastos, es decir que los gastos son superiores a los ingresos, estamos
frente a un déficit presupuestario. Pero claro, este simple análisis no es suficiente, es
necesario incursionar en algunas otras definiciones.
El resultado económico, que implica ahorro (si es positivo) o desahorro fiscal (si
es negativo) es la diferencia entre los recursos corrientes y los gastos corrientes. Así,
el déficit (o superávit) primario (también llamado “operativo”) es la diferencia entre
los recursos totales y los gastos primarios, que no incluye el pago de intereses por la
deuda pública. Pero si consideramos las erogaciones que requieren los servicios de
esa deuda, hay que referirse al resultado financiero, que considera los gastos totales
frente a los ingresos totales.
La historia reciente de la Argentina muestra que el sector público ha tenido un
resultado negativo durante los años de convertibilidad, que se convirtió en positivo
a partir de 2003. Como se puede apreciar en el gráfico VII-1, se observa un déficit
(primario y financiero) a partir de 2012, que se profundizó hasta 2016.
4%
2%
0%
-2%
-4%
-6%
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
Fuente: elaboración propia con base en datos del Ministerio de Hacienda de la Nación.
EL ESTADO Y LA POLÍTICA FISCAL 225
Las fluctuaciones en la actividad económica impactan en las cuentas del sector pú-
blico. El déficit que puede derivarse de esas fluctuaciones, podríamos dividirlo como
déficit cíclico o estructural. El primer caso se vincula con la parte del déficit que se
atribuye al momento actual que atraviesa la economía, mientras que el déficit estruc-
tural es aquel que no depende de las fluctuaciones del momento, sino que obedece a
un desequilibrio entre las cuentas (gastos frente a ingresos).
¿Cómo se actúa cuando los recursos presupuestados son insuficientes para pagar la
totalidad de los gastos previstos? Los déficits presupuestarios (o del sector público) de-
ben ser cubiertos de alguna manera y es acá donde aparece nuevamente el tema del en-
deudamiento (interno y externo) o la emisión monetaria, con distintas consecuencias.
Gráfico VII-2. Evolución del gasto total* como porcentaje del PIB
37,8%
35% 32,7%
29,5%
30% 28,1%
25,9%
24,3% 24,8%
25%
20,4% 21,3%
20% 18,1% 18,2%
17,4%
15%
10%
5%
0%
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015e**
* Incluye las transferencias por coparticipación a provincias y otras transferencias al nivel subnacional
** Estimado
República Argentina
Presión tributaria (1)
En % del PIB (Año base 2004)
Concepto 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 (*)
Sobre el ingreso, las utilidades y las ganancias de capital 4,86 5,01 4,86 4,93 4,76 4,56 4,72 5,05 5,31 5,55 5,89 6,57 5,43
Ganancias 4,59 4,81 4,70 4,78 4,67 4,45 4,61 4,98 5,25 5,48 5,83 6,52 5,38
Activos / Ganancia mínima presunta (2) 0,25 0,19 0,15 0,15 0,09 0,10 0,10 0,06 0,05 0,05 0,05 0,04 0,04
Premios juegos de azar y concursos deportivos 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01
Otros (:) (:) (:) (:) (:) (:) (:) (:) (:) (:) (:) (:) (:)
Sobre la propiedad 0,36 0,32 0,30 0,29 0,30 0,33 0,32 0,28 0,28 0,31 0,32 0,32 0,25
Bienes personales 0,34 0,31 0,29 0,28 0,29 0,32 0,31 0,27 0,28 0,31 0,31 0,31 0,24
Otros 0,02 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,00 0,01 0,01
Internos sobre bienes y servicios 9,94 9,81 9,93 10,25 10,21 10,34 10,32 10,27 10,55 10,71 10,53 10,74 10,59
Al valor agregado 6,39 6,33 6,58 6,99 6,98 7,00 7,00 7,08 7,22 7,44 7,23 7,40 7,24
Internos unificados 0,63 0,63 0,57 0,53 0,49 0,54 0,57 0,50 0,49 0,49 0,49 0,53 0,58
Combustibles líquidos 1,11 1,03 0,92 0,83 0,84 0,93 0,92 0,83 0,98 0,93 0,97 0,96 0,94
Consumo de energía eléctrica 0,05 0,05 0,07 0,06 0,05 0,04 0,04 0,03 0,02 0,02 0,01 0,01 0,01
Créditos y débitos en cuenta corriente 1,58 1,62 1,63 1,68 1,70 1,65 1,62 1,66 1,67 1,69 1,68 1,67 1,64
Otros 0,18 0,16 0,16 0,17 0,15 0,18 0,17 0,17 0,16 0,15 0,15 0,17 0,18
Sobre el comercio y las transacciones internacionales 2,81 2,80 2,81 3,09 3,94 3,21 3,45 3,18 2,98 2,39 2,52 1,93 1,62
Derechos de importación 0,65 0,65 0,70 0,76 0,77 0,60 0,67 0,66 0,62 0,69 0,64 0,59 0,69
Estadistica de importación 0,02 0,02 0,02 0,02 0,02 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01
Derechos de exportación 2,12 2,12 2,05 2,28 3,14 2,57 2,74 2,49 2,32 1,66 1,84 1,30 0,89
Otros 0,02 0,02 0,03 0,02 0,02 0,02 0,02 0,02 0,03 0,03 0,02 0,03 0,03
Otros 0,14 0,15 0,20 0,12 0,14 0,25 0,14 0,17 0,18 0,09 0,12 0,12 1,46
Regularizaciones tributarias no asignadas a impuestos 0,04 0,02 0,07 0,0 0,02 0,13 0,02 0,03 0,04 -0,04 0,03 0,02 1,38
Régimen simplificado para pequeños contribuyentes 0,10 0,13 0,12 0,12 0,12 0,12 0,13 0,14 0,15 0,13 0,09 0,10 0,09
Aportes y contribuciones a la seguridad social 2,80 2,99 3,46 4,08 4,57 6,19 6,17 6,30 6,82 7,05 6,72 7,10 6,91
Empleados 0,58 0,63 0,70 0,79 1,12 2,31 2,29 2,28 2,62 2,74 2,65 2,80 2,72
Empleadores 2,00 2,16 2,48 2,67 2,82 3,24 3,29 3,56 3,83 3,97 3,82 4,02 3,91
Autónomos 0,22 0,20 0,28 0,63 0,63 0,63 0,59 0,46 0,36 0,34 0,25 0,28 0,28
Recaudacion bruta impuestos nacionales 20,92 21,09 21,54 22,76 23,92 24,88 25,12 25,25 26,12 26,10 26,10 26,77 26,25
Deducciones 0,32 0,32 0,27 0,21 0,25 0,20 0,18 0,22 0,08 0,16 0,24 0,15 0,19
Reintegros a la exportación 0,32 0,32 0,27 0,21 0,25 0,20 0,18 0,22 0,08 0,16 0,24 0,15 0,19
Recaudacion neta impuestos nacionales 20,59 20,77 21,27 22,55 23,67 24,68 24,93 25,04 26,04 25,94 25,86 26,62 26,07
Recaudacion impuestos provinciales 3,73 3,76 3,81 3,82 3,96 4,24 4,14 4,26 4,60 5,24 5,25 5,38 5,23
Recaudacion bruta total 24,65 24,86 25,35 26,58 27,88 29,12 29,25 29,51 30,71 31,34 31,35 32,14 31,48
Recaudacion neta total 24,33 24,53 25,08 26,37 27,62 28,92 29,07 29,30 30,64 31,18 31,11 31,99 31,30
Fuente: Dirección Nacional de Investigaciones y Análisis Fiscal, MH., en base a datos de la AFIP, ANSeS, Dirección Nacional de Coordinación Fiscal con las Provincias, Oficina
Nacional de Presupuesto y otros organismos.
(1): Incluye los impuestos nacionales no recaudados por la AFIP.
(2): En base a la clasificación del Fondo Monetario Internacional.
(3): Se clasifican en esta categoría por ser computados como pago a cuenta del impuesto a las Ganancias.
(*): Datos provisorios.
- : Datos o concepto no existente.
(:) : El número es, en valor absoluto, distinto de cero, pero menor que la mitad del último dígito utilizado.
s/d : Sin dato