ALVAREZ TERAN, C (2020) "Análisis Del Mundo Contemporáneo"
ALVAREZ TERAN, C (2020) "Análisis Del Mundo Contemporáneo"
ALVAREZ TERAN, C (2020) "Análisis Del Mundo Contemporáneo"
ANÁLISIS
del MUNDO
CONTEMPORÁNEO
8
Harvey, David, Breve Historia del Neoliberalismo. Madrid, Akal, 2007.
recursos los Estados comienzan a entrar en dificultades para cubrir los gastos sociales
que le daban sentido a su función protagónica en el modelo. Sin la posibilidad de
sostener ese gasto social, el Estado de Bienestar comienza a perder su sentido y
agoniza.
♦ Deuda externa: Se genera el fenómeno de la deuda, que resultó inicialmente una
financiación barata para los países del Tercer Mundo que recibieron un gran flujo de
dinero a bajo interés, pero con una tasa variable, lo cual constituyó una bomba de tiempo
ya que una década después, en los 80, esa tasa subirá irrefrenablemente y provocará un
quiebre de las economías de los países del sur altamente endeudados y el inevitable
hundimiento de sus Estados de Bienestar.
Estos factores en conjunto produjeron que los Estados Sociales del liberalismo embridado
sufrieran una drástica caída de sus recursos lo cual repercutió en una desmejora profunda
de las prestaciones de salud, de educación, de seguridad y de previsión social.
Sin embargo para que el Estado perdiera su rol central no era suficiente el deterioro
económico, era imprescindible un cambio político. La fuerte regulación normativa propia del
Estado de Bienestar solo podía ser desarmada con una decisión política en sentido
contrario. Es allí donde el Capital comienza a operar sobre ciertos sectores políticos de
manera directa y sobre la población a través de los medios de comunicación, para
convencerlos de la necesidad del cambio.
Como gran parte de los intereses económicos tenían sede en Estados Unidos será el propio
gobierno norteamericano el que comenzará a desarrollar políticas para “asegurar” que los
gobiernos extranjeros acepten liberar sus mercados comerciales y financieros, y esas
políticas no estarán exentas de violencia.
En el caso de los estados latinoamericanos, por ejemplo, ese accionar político del capital
derivo en la batería de golpes de estado que instauró decenas de dictaduras en la región
desde 1973 en adelante. El cambio de modelo para destruir el Estado Social debía ser tan
profundo que solo a partir de dictaduras podría ser ejecutado.
Una vez que las dictaduras cumplieron su “trabajo sucio” serán las democracias
posdictatoriales las que en las décadas de 1980 y 1990 en base a la ideología del
neoliberalismo terminarán de aniquilar el viejo Estado Social y a entregar todo el poder al
Capital.
En esta situación de debilidad, el Estado debió abandonar una a una todas las empresas de
servicios básicos que gestionaba durante el viejo paradigma mediante el expediente de la
privatización a manos del Capital.
Este cambio de modelo produce un giro hacia la ideología neoliberal que se implanta para la
destrucción del Estado Social, y que alimentará la creación de un nuevo modelo económico
basado en 4 pilares:
1. Reducción de costos laborales.
2. Financiarización de la economía bajo el predominio de capitales especulativos
3. Re-regulación. Reforma legislativa tendiente a desarmar toda la estructura normativa del
Estado para que el Mercado controle la economía. Este proceso también se conoce
(erróneamente) como des-regulación.
4. Privatizaciones, transfiriendo las fuentes de generación de riqueza desde el Estado a
manos del Capital privado.
A mediados de la década de 1980 poco existía ya de aquel potente y poderoso Estado de
Bienestar del viejo paradigma, transformado ahora en un Estado pequeño e incapaz de
ejercer su rol regulador sometido a los dictados del Poder económico.
El Poder pasaba de manos del papel protagónico del Estado al arrollador avance del
Capital; al decir de Ulrich Beck, de repente el peón (el mercado) se transforma en alfil,
pudiendo atacar al rey (el Estado) y hacerle un jaque mate.9
9
Ulrich Beck, El Poder de la Impotencia
COMPETITIVIDAD
Como dijimos, el nuevo modelo económico pugna por aumentar sus beneficios de manera
permanente, y en ese camino aparece el concepto de Competitividad, idea central en el
Capitalismo Cultural.
La competitividad no es igual a la competencia, ya que competir es parte consustancial del
modelo capitalista tradicional, pero competitividad indica competir para ser el ganador, y el
culto al ganador es central para la economía del siglo XXI y para la idea neoliberal que
sostiene que “el ganador se lleva todo”34.
Dentro del proceso que conduce a que empresas o países enteros sean considerados
competitivos aparecen diversas instancias.
Productividad es una de esas instancias, y consiste en la capacidad de incrementar el
volumen de producción a menores costos, sea por reducción del costo salarial o por
incremento de la relación tiempo-volumen de producción, se trata de un objetivo prioritario
del modelo económico neoliberal imperante.
Pero, desde el punto de vista de los agentes económicos, la productividad no es un fin en sí
mismo, sino el primer paso hacia la competitividad. Frente a igualdad de condiciones de
productividad la empresa pasa a una nueva instancia para alcanzar mayor competitividad, y
esa instancia es la calidad del producto.
En el Capitalismo Cultural la presencia de calidad suma significado al consumo de bienes y
servicios, que constituye un factor atractivo sustancial.
Pero la competitividad no termina en la suma de productividad y calidad, hay un tercer factor
superador en el complejo entramado de la competitividad, su última frontera: la innovación,
ya que en una cultura-mundo que privilegia el cambio y la generación permanente de
deseos, la novedad resulta en sí misma el mayor atractivo para el consumidor.
Como afirma el ensayista catalán Román Gubern, nuestro tiempo es neofílico, adora la
novedad, mientras que el modelo del pasado siglo se mostraba neofóbico, donde la tradición
y la permanencia todavía contenían un valor superior a lo nuevo.
Productividad + Calidad + Innovación = Competitividad.
Cuando se habla de Innovación no se refiere solo a los avances tecnológicos más
espectaculares y difundidos sino a la novedad sobre lo conocido, inclusive al cambio
cosmético o marketinero del producto atrae al consumidor, porque muchas veces “la riqueza
no se gana al perfeccionar lo conocido sino al atrapar imperfectamente lo desconocido”35
Un cambio de modelo, una modificación en el packaging, un agregado en el diseño, un
servicio adicional, puede resultar una innovación para el mercado.
Para el especialista en management, Chan Kim, una forma de innovación no tecnológica es
la de crear lo que llama el “océano azul” del mercado, es decir no competir con otros por la
misma demanda (que sería el espacio del océano rojo) sino generar demanda mediante la
creación de valor que impulse en la gente nuevas necesidades de consumo. Esta
innovación consiste en que las empresas en lugar de pensar en sus clientes piensen en sus
34
Título de un libro de los economistas Robert Frank y Philip Cook en los años 90.
35
Kevin Kelly, “Nuevas reglas para la nueva economía”
no-clientes y generar un mercado para ellos, un tranquilo océano azul sin competencia. Ese
sería el paraíso de un mercado sin competencia como fruto de la innovación.
Da Kim el ejemplo de Nintendo, que en lugar de competir durante años en el océano rojo del
mercado de consolas de videojuego con Sony, decidió sumergirse en las aguas del océano
azul creando la consola Wii destinada no solo a los jóvenes sino fundamentalmente a
adultos y adultos mayores, que se transformó más tarde en un mercado en el que
ingresaron todas las empresas líderes de consolas.
Así como la competitividad es un concepto que se impone entre las empresas también es
parte de las relaciones económicas entre naciones en un mercado global abierto. La
economía de un país es competitiva cuando puede enfrentar a las otras economías del
mundo con posibilidades de imponer sus productos, y para ello es necesario que sus costos
o sus calidades sean competitivas; y en el plano más alto las posibilidades de innovación
que pueden ofrecer, dicho en palabras del ex presidente de Nestle “tanto para un individuo,
como una empresa o un país, lo importante para sobrevivir en este mundo es ser más
competitivo que el vecino”. Y en la competencia hay ganadores y perdedores.
Si una nación produce solo los hoy llamados “commodities”, bienes indiferenciados que
pueden hacerse en muchos lugares, o materias primas, en este caso solo se compite por
precio y su suerte está atada a las fluctuaciones internacionales de dichos precios, o bien a
una reducción de los costos salariales en dólares para atraer el interés de inversores
globales que buscan reducir costos.
ECONOMÍA DE SERVICIOS
Cuando nos referimos al nuevo modelo económico como posindustrial indicamos que no se
trata de que no haya más industrias, porque la manufactura industrial sigue siendo un factor
importante del nuevo paradigma e incluso cuantitativamente superior al del anterior, lo que
estamos afirmando es que el sector secundario de la economía, la industria, ha dejado de
ser el rubro de mayor generación de riqueza de la nueva economía.
En el período 1980-2015 la proporción del peso del sector industrial dentro de las
economías centrales bajó en promedio un 13% del PBI, y el sector de los servicios pasó del
61% al 76% del PBI en países avanzados.36
Las economías ricas se están
desindustrializando
aceleradamente, lo cual no
significa que reduzcan su
potencial de generar riqueza,
porque esta desindustrialización
se basa en desprenderse
únicamente de las unidades de
fabricación de los productos
mediante un doble movimiento,
deslocalización por un lado y por
otro de tercerización.
En el caso de la deslocalización,
llamada también externalización, las industrias del mundo desarrollado se marchan a
espacios del mundo periférico en busca de mayor competitividad (menores costos,
esencialmente salariales).
Esto sucede porque actualmente los bienes industriales tienen cada vez menos valor,
mientras que los servicios son los que aumentan significativamente su precio. Por lo tanto
fabricar o ensamblar productos no es lo que genera riqueza como antes sucedía. Según la
oficina estadística del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos en los últimos 20
36
Fuente: UNCTAD
años los precios de los bienes industriales como televisores y juguetes han bajado más de
un 50% su valor, mientras que la ropa y los automóviles se han mantenido sin
modificaciones, pero en cambio las 8 actividades que aumentaron más su precio son todas
actividades de servicios.
En lo que hace a la tercerización el procedimiento consiste en desprenderse de actividades
que antes estaban incluidas en las empresas industriales y que pasan a ser actividades de
servicios plenamente, por ejemplo, las industrias se desprenden de tareas como limpieza y
seguridad de sus fábricas, esas actividades pasan a ser contratadas con empresas de
limpieza y de seguridad externas, de terceros (de allí lo de tercerizadas), por lo tanto estas
actividades incluidas antes en las actividades industriales pasan a ser consideradas
propiamente de servicios.
Países como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia se han convertido en economías de
servicios, de hecho en la actualidad el sector servicios produce más de la mitad del valor
añadido de la economía mundial. En los Estados Unidos el sector servicios pasó de
representar el 58% en 1960 (pleno industrialismo) a casi el 80% en la actualidad37 y la
nación que encabezó el proceso industrial que generó el liderazgo occidental en los últimos
dos siglos, Gran Bretaña, redujo su sector industrial en un 12% solo a comienzo del siglo
XXI, y hoy su economía de servicios supera el 80% de la generación de riqueza británica.38
Otro índice que nos ilustra sobre el derrumbe del sector industrial en los países centrales es
el porcentaje de mano de obra industrial dentro del conjunto de trabajadores en estos
países, como ejemplo en Estados Unidos y Gran Bretaña el empleo industrial pasó del
25/30% en 1975 al 10% que representa en la actualidad. 39
Una de las mayores particularidades del sector servicios es su condición de ser generador
intensivo de empleo. La industria de los servicios emplea en EE.UU. al 77% de la fuerza de
trabajo y genera el 84% del empleo.40 Pero una característica importante del sector servicios
es que si bien requiere mano de obra intensiva, en su mayor parte se trata de mano de obra
no calificada o de baja calificación, y por ende el empleo de servicios tiene un nivel salarial
más bajo que la mano de obra industrial, por lo cual el proceso de desindustrialización en la
países centrales, o en cualquier otro, genera una transferencia de puestos de trabajo con
salarios medios a empleos con salarios bajos, con la consiguiente distribución de riqueza a
favor de los más poderosos. El actual modelo económico puede generar mayor empleo pero
de menor calidad salarial.
Otra herramienta para verificar el cambio de paradigma productivo es analizar el ranking de
las mayores fortunas de los norteamericanos más ricos, solo uno de los seis primeros
corresponde a un industrial, el resto son personas dedicadas a las finanzas, la
comunicación, el espectáculo, el diseño y otras actividades propias de la economía de
servicios lo cual no hace más que comprobar este cambio de rubro de la economía del
nuevo siglo. Del mismo modo de las 6 empresas con mayor valor accionario del mundo
ninguna es una empresa industrial.41
De todas maneras no debe perderse de vista que este fenómeno de desindustrialización en
los países centrales puede impactar negativamente en los antiguos trabajadores industriales
pero no significa en lo más mínimo una pérdida del poderío económico de las empresas, ya
que el control de las empresas cuyas fábricas se externalizan sigue estando en el mismo
lugar y solo ceden la producción de los bienes, de ningún modo ni el sector gerencial, ni el
departamento de diseño o investigación.
En la Argentina el sector servicios representa el 68% del PBI, y 3 de cada 5 empleados
37
Fuente Cámara Argentina de Comercio
http://www.cac.com.ar/documentos/59_relevancia%20del%20sector%202011.pdf
38
Owens, Jones, Chavs. La demonización de la clase obrera. EpubLibre, 2011
39
Fuente: ILOSTAT (organismo estadístico de Organización Internacional del Trabajo)
40
¿Se puede salir de la era automotriz? Emma Rotschild. Revista Ñ, número 285, marzo 2009.
41
Forbes, Agosto 2016
42
Fuente Cámara Argentina de Comercio “El sector de comercio y servicios es la principal fuente de empleo
de la República Argentina”.
43
Clifford Brooks Stevens, fue quien definió el concepto en 1954. “La obsolescencia planificada consiste en
introducir en el comprador el deseo de poseer algo un poco más nuevo, un poco mejor, un poco antes de lo
necesario”
la cocina, los deportes y juegos profesionales, las apuestas, el bienestar, los mundos
simulados y las realidades virtuales; son la vanguardia del nuevo paradigma económico.
La industria cultural no es entonces una fuerza de crecimiento cultural sino una clara
representación del capitalismo global, que en lugar de colonizar países se dedica a colonizar
espíritus y mentes.49
El capitalismo cultural es por lo tanto un capitalismo hecho de bienes inmateriales en un
mercado que alcanza a todos, donde quedan escasos espacios apartados de la
omnipresente comercialización.
Inclusive las empresas mismas cambian su consideración de la propiedad, reducen sus
inventarios, ceden sus equipos, disminuyen sus activos en propiedades, venden sus plantas
y subcontratan en pequeñas y medianas empresas la fabricación de sus productos, en su
totalidad o en partes, convirtiendo una megaempresa en una empresa-red, todo en pos de la
reducción de costos y la mayor competitividad. Pero hay una sola cosa que una empresa del
siglo XXI no cede ni vende, que conserva como su mayor riqueza, es su “capital intelectual”
constituido por los cerebros del conocimiento y la innovación, que junto a la marca y la
imagen corporativa, son los llamados intangibles.
“Diseñado en California, ensamblado en China”, reza el reverso de los productos Apple
marcando claramente la importancia del intangible sobre el producto, y cuál de los dos es el
más valioso.
El concepto de propiedad se apoyó durante siglos en la idea de que lo valioso es poseer un
activo físico pero en el nuevo paradigma el concepto del tiempo se ha modificado
sustancialmente, comprimiéndose hasta desaparecer. Hoy se vive en la “cultura del
nanosegundo”, donde lo efímero cubre toda consideración temporal, donde la innovación
constante es la norma y todo queda anticuado casi de inmediato, y aquí es donde la noción
de propiedad se vuelve problemática. ¿Para qué poseer en un mundo de cambio
vertiginoso? En una economía en la que el cambio es la única constante, cada vez tiene
menos sentido “tener” y cada vez más importancia “acceder”.
49
Eagleton Terry, Cultura. Taurus, 2017, Buenos Aires
50
Streeck, Wolfgang, La crisis del capitalismo democrático. New Left Review N° 71
51
Fuente Universidad Complutense de Madrid. http://www.ucm.es/info/ec/ecocri/cas/Marina_Folres.pdf
52
David Harvey, reportaje sobre el libro El Capital, de David Piketty.
53
Appadurai, Arjun, Hacer negocios con palabras. El fracaso del lenguaje como clave para entender el
capitalismo financiero. Siglo XXI, 2017, Buenos Aires
empresa está más vinculado con el capital financiero que con el productivo. Cada vez es
más claro que el circuito D = D domina sobre el circuito D + B = D.
La economía financiera especulativa impone el cortoplacismo a los demás sectores de la
economía. Lo veloz es parte consustancial al capitalismo y a la cultura, oºbtener beneficios
rápidos y abundantes es el objetivo del capital financiero, y pasó a ser también el objetivo
que contaminó también las inversiones de la economía productiva.54
Nuestro modelo capitalista financiero está dominado por el riesgo, y en el corazón del
modelo se encuentra un enorme y diversificado menú de inversiones en el que resaltan los
ya mencionados “derivados”.
El derivado es una promesa de pago a futuro pactada, que se vuelve en un acto concreto y
de plena fuerza cuando es intercambiado en el mercado mediante un contrato entre dos
partes. La promesa consiste en establecer un valor futuro desconocido de un producto o
servicio en una fecha determinada, y como resultado de ese acuerdo una parte pagara a
otra parte dinero obteniendo ganancia quien demuestre tener razón sobre el precio futuro
pactado del producto.
Tenemos entonces un producto utilizado para fijar un precio posible futuro, un producto que
se llama “subyacente”, que puede ser una tonelada de soja como el precio de la acción de
una automotriz, y un contrato entre
dos partes en base a esa promesa
de pago. Cuando llega el momento
futuro estipulado en la promesa se
verifica el precio real de esa fecha
y se constatan los pagos, una de
las dos partes ganará y la otra
perderá.
Pero lo más llamativo de este
mercado de derivados es que esos
contratos se venden en el
mercado, por lo cual se genera
una cadena de derivados
sucesivos que a cada eslabón
asume mayor riesgo cuánta mayor
distancia se establece del producto
subyacente.
La promesa entre dos individuos se basa en miradas divergentes sobre la probabilidad de
un acontecimiento crediticio futuro, que a su vez apalancan otros instrumentos que se van
expandiendo al infinito. Cuando este proceso falla no falla una promesa sino una cadena de
promesas que se distancian una de otra.
Este panorama que puede parecer por fuera de la realidad del común de las personas, en
verdad se relaciona muy profundamente con ella, ya que el modelo económico se encuentra
atado al vaivén del mercado financiero, como es el caso de los jubilados cuyos fondos se
componen de activos financieros, trabajadores cuyas empresas dependen del devenir del
precio de sus acciones, o ciudadanos que toman créditos cuya suerte queda ligada al
devenir de tasas de interés, cotización de divisas y aseguradoras.
De este modo las jubilaciones, la salud, la vivienda, la educación y tantas otras actividades
están relacionadas con el comportamiento de las finanzas, e inclusive las propias personas
reciben calificaciones de riesgo en el circuito bancario en base a tablas que incluyen sus
consumos, sus deudas, sus ingresos, su edad, su formación, etc.
La última gran crisis financiera global en 2008 tuvo su origen en la ruptura de la cadena de
derivados surgida de la compra de propiedades mediante hipotecas. Cuando se compraba
una casa mediante una hipoteca con un banco se generaba a continuación un derivado
54
Lash, Scott, Capitalismo y Metafísica, en “Pensar este Tiempo”.
REDUCCIÓN DE COSTOS
Reducir costos fue la principal respuesta que la economía internacional encontró para dar
solución a la crisis desatada en los años 70 que hirió de muerte al viejo paradigma industrial
poniendo por el piso las ganancias de las empresas, llevando a las grandes productoras de
bienes a buscar salida a sus productos masivamente manufacturados mediante la
ampliación de los mercados, previa desregulación del comercio internacional.
Una vez liberado el comercio internacional con la aplicación de las políticas neoliberales
imprescindibles para su funcionamiento, se desató la lucha por la competitividad a nivel
global y el primer paso fue la reducción de los costos para bajar los precios con el objetivo
de hacerlos más atractivos, siendo el factor central de esa reducción de costos el de los
salarios, a través de cuatro acciones básicas.
1) Sustituir las fuentes más caras de trabajo asalariado por otras más baratas movilizando
las fábricas más allá de las fronteras nacionales, es el fenómeno llamado de
deslocalización de industrias.
2) Sustituir la fuerza de trabajo menos calificada mediante la automatización y la
robotización, aquí es donde entra en acción la innovación tecnológica.
3) Generar formas precarias de trabajo a través de una desregulación normativa que
reduzca los gastos empresariales en materia de trabajo: contrataciones temporales,
reducción de indemnizaciones, flexibilización horaria, etc.
4) Sustituir las fuentes más caras de trabajo asalariado por otras más baratas. Esto condujo
a la feminización de la fuerza de trabajo y a la contratación de trabajadores inmigrantes,
a menudo ilegales, o trabajo infantil.
Estas variantes giran sobre el mismo objetivo: la reducción del salario, y se registran tanto
en los países del centro como en los de la periferia.
DESLOCALIZACIÓN
La deslocalización es definida por John Gray como “el desarraigo de actividades y
relaciones con orígenes y culturas locales que supone un desplazamiento de actividades
que hasta épocas recientes tenían carácter local hacia cadena de relaciones cuyo alcance
es distante o mundial”.
En síntesis, externalizar actividades productivas que antes eran locales y que se trasladan
hacia espacios externos buscando reducir los costos de producción.
Así, los precios (sean de bienes de consumo o de salarios) dependen cada vez menos de la
situación local y fluctúan junto a los precios del mercado global (de bienes y de salarios).
Por lo general esos beneficios perseguidos por las empresas que deslocalizan su
producción son de carácter impositivo (pagar menos impuestos que en sus países de
origen), ambientales (contar
con legislaciones más
permisivas que en sus países
de origen en lo que hace al
deterioro de los recursos
naturales) y
fundamentalmente salariales
(poder abonar salarios más
bajos que los que les
deberían abonarse a los
empleados si sus fábricas se
quedasen en sus países
origen).
El capital productivo se
moviliza de esta manera en
busca de países cuyos
trabajadores ganan salarios
más bajos, de manera de
lograr producir bienes más
baratos, ya que como afirma
el economista brasileño
Renato Dagnino, “el
empresario transnacional solo beneficia al consumidor, no al trabajador”. 55
De todas maneras no basta encontrar lugares donde los salarios sean más bajos ya que
esos lugares deben contar además con infraestructuras adecuadas para la producción y el
comercio, así como mano de obra con suficiente calificación para encarar las tareas que se
deslocalizan y estructuras portuarias adecuadas para el gran comercio a nivel planetario.
Por eso se explica que en lugares de escaso costo salarial, como en gran parte de los
países de África, no se haya producido una oleada de inversiones; y sí se haya producido en
el Sudeste Asiático o América Latina donde los niveles salariales son más bajos que en los
países centrales pero los niveles educativos de los trabajadores son medianamente altos, la
estabilidad política es mayor, la infraestructura comercial suficiente y la tecnología de
comunicaciones sustentable.
La competencia comercial global conlleva una competencia también global en materia de
costos salariales lo cual presiona hacia una reducción global de salarios incluso en las
naciones más poderosas (hoy el nivel salarial medio de un trabajador de EE.UU. es menor
al de hace tres décadas). Por eso es posible decir que el salario de un obrero textil de
Buenos Aires es fijado en Shangai.
Así Alemania por ejemplo traslada sus industrias al más barato este de Europa (un obrero
industrial alemán tiene un salario 6 veces superior a su similar polaco, por ejemplo), e
incluso las empresas alemanas transfieren la programación de sus computadoras a la India,
donde excelentes programadores cobran solo una pequeña parte de lo que cobran los
programadores alemanes o norteamericanos.
Las llamadas maquilas que se instalan en el norte de México a lo largo de la frontera con
Estados Unidos, son fábricas de propiedad norteamericana cuya producción, en su totalidad,
55
Conferencia organizada por el IADE el 8 de julio de 2003.
está destinada a ser vendida en los Estados Unidos, pero cuyos trabajadores son en su
totalidad mexicanos. La razón es el nivel salarial menor que cobran los obreros de baja
calificación (fundamentalmente mujeres) en México por sobre el valor salarial para similar
actividad en Estados Unidos lo cual permite reducir sus costos de producción entre un 50 y
un 80%.
Piénsese que tomando como base el salario mínimo en México como 1, el salario mínimo en
Estados Unidos es de 6,6, es decir que producir en México le cuesta a una empresa
norteamericana seis veces más barato que hacerlo en Estados Unidos.56
El problema de la maquila es que se conforman islotes productivos sujetos a una muy fuerte
presión competitiva que convierte a la instalación de estas fábricas en una inversión
altamente volátil. Más de una década después de la instalación de las primeras
maquiladoras en México, ha comenzado una fuga de fábricas hacia destinos aún más
convenientes por sus bajos costos, como Honduras o Guatemala.
Guatemala ofrece la ventaja de los bajos costos salariales (aunque mayores a los costos
chinos) sumado a un factor casi exclusivo: constituir una plataforma de rápido acceso al
cercano mercado norteamericano. Mientras una empresa asiática puede tardar dos meses
en proveer un pedido realizado desde Estados Unidos, el mismo pedido realizado a
Guatemala tarda apenas dos semanas.
Seguramente la más clásica deslocalización es la que se produce desde todo el mundo a
China y el sudeste asiático, siendo un ejemplo el de la industria textil en el que las prendas
asiáticas en promedio resultan un 50% más baratas que las producidas en Europa o
Estados Unidos. El mercado chino produce una de cada 3 prendas de vestir que se
comercializan en el planeta.
De este modos podemos hablar de la existencia de una mano de obra global no territorial,
ya que las condiciones laborales y el nivel salarial de un obrero industrial chileno, por
ejemplo, estará determinado, en gran parte, por la condicional laboral y el nivel salarial de un
obrero indonesio, ya que ambos producen bienes o servicios para ser comercializados en el
mismo mercado global.
Así el costo laboral en los países desarrollados ha bajado por efectos de la competencia de
bajos salarios de los países periféricos. En Estados Unidos el costo salarial (salarios +
cargas sociales) de un nivel 100 al inicio del siglo se estableció en 94 al finalizar la década,
ese mismo análisis arroja un salario 89 en Japón, 62 en Francia, 78 en Alemania y 95 en el
Reino Unido.
La deslocalización de fábricas norteamericanas ha generado que en Estados Unidos la
“clase obrera” industrial se encuentre en extinción (solo 1 de cada 10 empleados trabaja en
fábricas), pero al mismo tiempo esa misma clase obrera industrial haya tomado una enorme
envergadura en China; y no es que los obreros norteamericanos hayan migrado hacia la
China, sino que se trata de chinos que
trabajan en su país produciendo
mercancías para empresas
estadounidenses, desde juguetes a
soportes informáticos, mientras los centros
de gestión y administración de esas
empresas siguen afincados en territorio de
Estados Unidos cuyos trabajadores
alimentan el cada vez más importante
sector de los servicios.
La India, más precisamente la ciudad de
Bangalore, se han constituido en un
semillero de profesionales del software
para empresas de todo el mundo. Miles de
56
Fuente OCDE
PRODUCCIÓN FLEXIBLE
La empresa del viejo paradigma económico estaba estructurada en base a una jerarquía
vertical, con una estricta división del trabajo funcionalmente segmentada para la producción
standard, en serie y en masa.
Este modelo de gestión productiva se agota a partir de la crisis de 1973 y se inicia una
transformación del modelo, que luego se ve apuntalado en las posibilidades ofrecidas por
las nuevas tecnologías cuando el cambio tecnológico permite la implementación de la
flexibilidad en los circuitos de trabajo.
La flexibilización productiva quiere decir unidades de producción que puedan producir
masivamente en momentos de alta demanda, pero que puedan desactivarse y
reprogramarse de manera dinámica cuando existan variaciones en la demanda del mercado
o en los insumos tecnológicos. El nuevo modelo económico está sometido al poder de la
demanda, a diferencia del viejo modelo que funcionaba según el dictado de la oferta.
Producir a pedido, producir cuando hay demanda, producir más cuando hay más demanda,
pero también producir menos cuando la demanda cae.
La flexibilidad productiva se sostiene en gran parte en base a las pequeñas y medianas
empresas, que a primera vista parece un triunfo sobre las grandes empresas, pero que en
realidad puede entenderse como todo lo contrario. Las pequeñas y medianas empresas han
sido colonizadas por las cada vez más poderosas megaempresas, ya que las grandes
empresas convierten a las pequeñas en sus propias unidades de producción externalizadas
o en sus propias unidades de ventas sin necesidad de expandirse físicamente, y
desentendiéndose de las consecuencias humanas de las fluctuaciones productivas
traducidas en mano de obra. De esta manera las grandes empresas tienen menos personal
a su cargo y menos áreas para dirigir, lo cual redunda en una mayor flexibilidad a la hora de
los cambios económicos.
Si una crisis de demanda requiere a una automotriz producir menos automóviles lo que hará
será reducir sus pedidos a las fábricas que le proveen productos tercerizados sin sufrir
consecuencias directas en lo que se refiere a reducción de personal o compra de materiales.
Lo mismo si un banco debe reducir sucursales reducirá sus contratos de seguridad y
limpieza con las empresas prestadoras sin tener responsabilidad directa en las bajas de ese
personal.
Por esta realidad es que el sociólogo norteamericano Richard Sennet considera a la
tercerización como el elemento clave de la flexibilidad empresarial.57
Definamos entonces tercerización, que consiste en la contratación de servicios de una
empresa a otra para producir determinado bien como parte de un producto final o que le sea
prestado determinado servicio. Así como el reproductor digital de música es programado
para hacer sonar ciertas canciones en forma aleatoria estamos hoy frente a la posibilidad de
un random productivo, frente a las viejas empresas de estructura rígida que repetían una
serie ordenada y fija de actos, como un disco larga duración del siglo XX.
De tal manera una empresa automotriz terceriza la producción de cajas de cambios para sus
automóviles comprándoselos a pequeñas empresas que las produce. También sucede con
los servicios, por ejemplo el de seguridad o el de limpieza, donde las empresas dejan de
tener personal de limpieza o de seguridad propios y contratan esos servicios en empresas
especializadas.
Una automotriz alemana en España emplea de manera directa a 5.600 personas y entre
20.000 y 25.000 trabajadores en empresas que proveen bienes o servicios a la automotriz,
trabajadores invisibles de la empresa central en carácter de tercerizados.
Por otra parte la tercerización genera gran cantidad de trabajo temporario, y los trabajadores
temporales ya son el sector de mayor crecimiento en EEUU y Gran Bretaña, constituyendo
el 8% de la mano de obra total.
Este proceso sigue enriqueciendo de manera asombrosa a las grandes corporaciones
globales.
Podríamos afirmar sin mayor posibilidad de error que el concepto “fabricar” tal y como lo
conocemos tradicionalmente ya no existe, hoy no se fabrican productos, se ensamblan, pero
no solo en los países periféricos, sino que los productos se ensamblan en el propio corazón
del sistema como Estados Unidos.58
Y así como las empresas tercerizan la producción parcialmente y también la prestación de
servicios, también venden sus productos por medio de pequeños o medianos comercios
vinculados, bajo el nombre de franquicia.
Lo que la tercerización es a la producción de bienes y servicios, la franquicia es a la venta.
La franquicia es la instalación de comercios que expenden productos o servicios de una
empresa productora pero esos comercios no son propiedad de la empresa productora sino
de un otro a partir de un acuerdo contractual mediante el cual la compañía matriz
(franquiciadora) le concede a una pequeña compañía o un individuo (franquiciado) el
derecho a comercializar sus productos en condiciones particulares.
El franquiciado abona a la franquiciadora un derecho de franquicia (por lo general incluye los
costos de instalación y entrenamiento de personal), una regalía, es decir un pago anual de
un porcentaje determinado sobre las ventas, y paga también un derecho de publicidad, para
cubrir la promoción global de sus productos que hace la empresa franquiciadora.
La franquiciadora por lo tanto tiene ingresos fijos, evita los gastos fijos elevados que una
cadena de comercios propios genera, por ejemplo en materia de alquiler, salarios e
impuestos, y genera un rápido aumento de ventas.
Hasta aquí las ventajas de la empresa que concesiona la franquicia, pero cuáles son las
ventajas de aquel que contrata una franquicia.
57
Richard Sennet, La Cultura del Nuevo Capitalismo. Anagrama, Barcelona, 2006
58
La publicidad del Moto X en Estados Unidos deja en clara la situación cuando dice “Assembled in the USA”
Aquel que contrata una franquicia “compra” una reputación, no debe imponer su marca al
mercado sino que contrata una marca impuesta; obtiene beneficios de capitales, ya que la
franquiciadora maneja sus stocks reduciendo gastos y en algunos casos puede auxiliarlo
financieramente.
Además es asistido gerencialmente, ya que todos los problemas que pueden presentarse en
el negocio están contemplados por la empresa franquiciadora.
El franquiciado entonces no necesita de un gran capital para poner su negocio, tiene menos
riesgo al tratarse de artículos de venta probada, recibe formación y asistencia, y se beneficia
de la I+D de la empresa concesionaria.
Para dar una idea clara del modelo la mayoría de los Mc Donald’s o los Starbucks son
franquicias, y en la Argentina se han desarrollado gran cantidad de franquicias como el caso
de Freddo, Café Martinez, Cardón, Pinturerías del Centro, Havanna, Medialunas Del Abuelo
o El Noble.
Además de la tercerización y de la franquicia otra de las variantes flexibles puestas en juego
por las grandes empresas para posicionarse más competitivamente en el mercado global es
la fusión.
Las grandes empresas se fusionan obedeciendo a dos razones fundamentales:
a) La tecnología. Muchas veces solo las grandes unidades de producción pueden adquirir
la maquinaria que incorpora los últimos adelantos tecnológicos. Además las fuertes
inversiones que implica la incorporación del progreso tecnológico llevan a un aumento de
los costes fijos, que exige una planificación y diversificación de la demanda que
únicamente son abordables por la gran empresa.
b) El espacio económico. La globalización de los mercados amplía el campo de actuación
de las empresas. Esta extensión lleva a que la competencia requiera un crecimiento de
la dimensión empresarial que sólo es posible conseguir a través de la concentración con
otras empresas por medio de la compra o de la fusión.
Una fusión de empresas no significa una empresa dos veces más grande. Aquí 1 + 1 no
suman 2. Donde antes había 2 departamentos de marketing habrá ahora uno, donde había
2 gerencias financieras ahora habrá una, y así con casi todas las áreas de las compañías.
Lo que sí sucede es que esa empresa se vuelve más competitiva porque se queda con el
mercado de ambas.
Ejemplos de fusiones abundan y se suceden cada año, de los más significativos del último
tiempo se pueden mencionar la de Disney con la empresa de comics Marvel, lo cual permite
a la primera utilizar los contenidos de la segunda, American Airlines y US Airways se
fusionaron para convertirse en la más grande aerolínea del mundo, lo que fuera una
histórica fusión en el mercado tecnológico como la de HP con Compaq, o la de los grandes
laboratorios Schering con Merck o la de Pfizer con Allergan.
Y así como existen fusiones de empresas también existen compras de empresas en gran
escala. En los últimos tiempos se registraron compras como la de FIAT que se quedó con
Chrysler, Facebook que compró Whatsapp, Nokia que vendió su línea de celulares a
Microsoft, y la compra de la cervecera mexicana Corona a la cervecera belga Ab Inbev.
En 2015 se marcó un nuevo record histórico de fusiones en el mundo llegando a
operaciones por un valor total de 5 billones de dólares, dando una dimensión de la incesante
dinámica que tiene esta actividad, que en líneas generales significa una también incesante
tendencia a la concentración y a la monopolización de las actividades económicas
acrecentando el dominio de pocos y muy poderosos conglomerados empresarios sobre el
poder político.
Cada vez hay menos bancos pero más poderosos, menos laboratorios farmacéuticos pero
más poderosos, menos empresas de telecomunicaciones pero más poderosas, menos
compañías alimenticias pero más poderosas, menos empresas de medios pero más
poderosas, menos alimenticias pero más poderosas.
Pocos actores económicos dominan amplias gamas de bienes y servicios. Prueba de ello es
que en la Argentina solo 100 empresas absorben el 41% de la producción total del país 59 y
en México las 100 mayores empresas absorben el 23%. Si nos enfocamos en rubros
económicos los niveles de concentración son aún mayores, en Brasil un promedio de 4
empresas por rubro (alimentos, construcción, plásticos, etc.) dominan el 80% de cada uno
de esos mercados, en el caso de Chile esas mismas cifras de concentración se reducen a
solo dos empresas.
59
Fuente: Area de Economía y Tecnología de la Flacso
60
Castel, Robert, El Ascenso de las Incertidumbres. Trabajo, protecciones, estatuto del individuo. Buenos Aires,
FCE, 2012
61
Gorz, André, La Metamorfosis del Trabajo.
62
Castel llama no-empleo al desempleo continuado producto de una desactualización formativa del trabajador.
63
Diario ABC, España, 17 de setiembre de 2012
64
Fuente: “Crisis y contrato social. Los jóvenes en la sociedad del futuro”, Centro Reina Sofía de Adolescencia
y Juventud. 2013,
En este contexto la cultura del siglo XXI hace que los jóvenes, criados en un ambiente de
cambio y flexibilidad, prefieran salir sin mayores problemas de los trabajos que no les
gustan, sin resistir. Pero mientras que los trabajadores jóvenes cuando están descontentos
se van, los trabajadores mayores, aquellos habituados al viejo empleo estable y seguro, se
comportan críticamente ante el disgusto y prefieren levantar su voz y resistir.
Antes de 1930 las personas creían en una solución personal a la inutilidad, más allá de lo
que hiciera a favor de ellos el gobierno, la idea era que el esfuerzo en su educación y sus
habilidades personales los harían imprescindibles basados en ese factor formativo que los
alemanes llaman la Bildung de una persona, la creación de sí mismo.
Hoy, entrado el siglo XXI, se vuelve a pensar así, pero con un contexto diferente al del siglo
XIX, ya que muchos de los educados y formados en su propio esfuerzo, los llamados
hábiles, ven que sus empleos se desplazan hacia otros países con salarios más bajos, en
un mundo que comienza a requerir periódicamente nuevas habilidades.
Sennet propone vincular el “fantasma de la inutilidad” con el problema educativo, ya que la
educación forma a una enorme cantidad de gente que no podrá desarrollar sus habilidades
en un empleo. Esta nueva sociedad de habilidades parece requerir menos personas que las
que se encuentran formadas, y centra sus requerimientos en ciertos rubros específicos
como las altas finanzas, la tecnología y los servicios sofisticados.
El problema del Fantasma de la Inutilidad es que crea dependencia y necesidad de ayuda,
poniendo sobre la mesa el análisis cuál es el tipo de asistencia que debe proveerse al caído
en la inutilidad, esencialmente el marginado, categoría que será objeto de análisis más
adelante en nuestro curso.
EMPLEO Y MUJER
Uno de los factores esenciales y determinantes en la nueva modalidad que ha adquirido el
empleo en el nuevo paradigma es el de la incorporación masiva de la mujer al mercado de
trabajo remunerado en el último cuarto del siglo XX. Nunca antes este proceso de inserción
laboral de la mujer había sido tan elevado, y este proceso no se detiene, ya que en 1990 la
mujer representaba el 32% de la mano de obra global, pero ya en 2006 ese porcentaje llegó
al 40%.65
Del total de mujeres económicamente activa (entre 15 y 55 años) en todo el mundo, el 50%
de ellas trabaja, contra el 76% de los varones. Obviamente cuanto mayor es el desarrollo
económico de los países esa cifra se incrementa, en Estados Unidos el porcentaje de
mujeres que trabaja asciende al 60%.66
Esta tendencia, más allá de la variación de cifras, es permanente en todo el mundo, la mujer
ha ingresado de manera arrolladora al mercado laboral y ese proceso sigue en crecimiento.
Pero esta entrada masiva debe ser analizada para poder discernir a qué segmentos de la
actividad laboral va destinada la mujer.
Ya vimos como en la economía informacional el sector servicios crece vigorosamente a
expensas del empleo industrial. Si observamos cuadros estadísticos veremos de qué
manera coinciden en las últimas décadas las curvas del crecimiento del sector servicios con
el crecimiento del empleo femenino.
La ONU ha calculado en 1991 que cerca de la mitad de las mujeres que trabaja en el mundo
lo hace en el sector servicio, pero en 2016 esa cantidad ha crecido hasta el 61%, pero si
este análisis se reduce a los países desarrollados la proporción se eleva hasta el 85% de la
mano de obra femenina empleada en el tercer sector de la economía. 67
En Argentina el 90% de las mujeres que trabajan lo hacen en el sector servicios, contra el
61% de los varones.
65
"Tendencias Mundiales del Empleo de las Mujeres 2007". ONU
66
Fuente: Banco Mundial
67
No hay que olvidar que en los países más pobres el empleo predominante sigue siendo el trabajo agrícola, y
por lo tanto el 80% de las mujeres económicamente activas del África Subsahariana trabajan la tierra.
Por otra parte ese empleo se concentra, dentro del sector servicios, en los llamados
servicios sociales y servicios personales. Los servicios sociales se refieren
fundamentalmente a salud68 y educación, mientras los servicios personales lo hacen en
relación a cuidados personales como belleza, acompañamiento de ancianos, entrenamiento
físico, cocina, servicio doméstico, limpieza, etc.
Pero ajustando el análisis estadístico se observa la presencia de la mujer en todo el
espectro laboral, desde las tareas más calificadas hasta las menos competentes.
La realidad es que la mujer no ocupa un espacio laboral específicamente femenino sino que
se incorpora a toda la gama de tareas ya realizadas por los hombres, generándose el
fenómeno de la discriminación laboral de la mujer, ya que al no haber un “espacio laboral
femenino” la mujer pasa a competir dentro de un espacio laboral común con los hombres,
espacio que hasta hace 40 años era casi exclusivamente masculino.
De todos modos la mujer enfrenta un fenómeno de discriminación laboral al verificar que la
precarización del empleo es una característica saliente de las trabajadoras mujeres. El 83%
de los trabajadores a tiempo parcial son mujeres, el 60% de los trabajadores contratados a
plazo fijo son mujeres, el 80% de la población pobre son mujeres. Ellas poseen menos del
1% de las riquezas del mundo, proveen el 70% de las horas trabajadas y solo reciben el
10% de los ingresos. Dos tercios de los niños que no van a la escuela son mujeres, y los
dos tercios de los analfabetos del mundo también.
Hasta podría caracterizarse al empleo flexible como un trabajo “modelo femenino”:
flexibilidad total, trabajo a tiempo parcial, a domicilio, subcontratado, independiente y
precario.
Un factor central de la discriminación laboral femenina es que a similar calificación que los
hombres las mujeres reciben a cambio un salario más bajo, sufren mayor inseguridad
laboral y tiene menos posibilidades de hacer carrera hasta el nivel máximo.
Incluso el fenómeno de deslocalización de empresas en busca de mayor reducción de
costos laborales en diversas partes del mundo encuentran en la mujer al tipo de trabajador
predilecto.
En las maquilas centroamericanas y mexicanas (fábricas deslocalizadas) alrededor del 75%
de las personas que trabajan son mujeres. La industria electrónica, externalizada desde los
años 70, emplea sobretodo a mujeres de baja calificación en Asia. Por otra parte, el empleo
urbano en los países periféricos es eminentemente informal en el caso de las mujeres,
sobretodo en lo que atañe a servicios de comida.69
No son razones genéticas ni de capacidades intelectuales las que someten a discriminación
a la mujer que trabaja, sino su condición social de sometimiento, es el resultado de
sociedades históricamente creadas, organizadas y comandadas por hombres para su mayor
beneficio.
Si de discriminación salarial se habla, en EE.UU. y Europa la mujer gana un promedio de un
30% menos que el hombre a igual tarea, en España gana un 15% menos de salario y
trabaja una hora más promedio que los hombres. En Asia esta relación es peor aún, ya que
en Japón la mujer cobra un 57% menos que el hombre y el 50% en Corea del Sur. En
América Latina el ingreso de las mujeres registra similar discriminación, en Bolivia es de un
45% menos que el de los hombres, en Brasil un 48% y en México un 32% menor.
En la Argentina, al igual que en Estados Unidos y en Europa Occidental, las mujeres ganan
un 30% menos que los hombres por hacer la misma tarea70, aunque esta diferencia no se
produce en trabajos de baja calificación donde los sueldos pagados a hombres y mujeres
son similares, y sí en cambio en tareas de alta calificación, como los trabajos de
68
El 90% del personal remunerado del sector salud en América Latina son mujeres.
69
Se habla de trabajo informal en el nuevo paradigma para designar el fenómeno del viejo trabajo en negro, es
decir, sin ningún reaseguro social y legal para el trabajador.
70
Fuente: Organización Internacional del Trabajo.
profesionales universitarios, ya que en este caso los hombres tienen altos sueldos,
duplicando a los de las mujeres.
Basta un dato más para pintar este panorama: las mujeres representan más de la mitad de
la población mundial, pero solo reciben en conjunto el 10% del ingreso total, según cálculos
de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El desempleo también afecta más a las mujeres que a los hombres, así se observa en
Latinoamérica donde la tasa femenina de desempleo es del 10% mientras que la masculina
es de 6,7%, y ni que decir de la región de países islámicos del norte de África y Medio
Oriente, donde la tasa de desempleo en la mujer llega al 16,5% mientras que en el hombre
es de 10%. En la Argentina la tasa de desempleo femenino es aproximadamente el doble
que la del desempleo masculino.71
Y no se trata de que la mujer este menos calificada que el hombre para la tarea sino todo lo
contrario. Uno de los efectos de discriminación laboral más notorio es la limitación en el
crecimiento y ascenso laboral, lo que los analistas han llamado “el techo de cristal”.
El techo de cristal es ese límite invisible pero real que las mujeres, en general, no pueden
superar en su crecimiento laboral en las empresas en su objetivo de alcanzar puestos de
dirección.
Así recién en 2004 el prestigioso MIT (Massachussets Institute of Technology), la institución
universitaria de tecnología más prestigiosa del mundo con más de 57 premios Nobel en su
cuerpo de profesores, nombró por primera vez a una Presidente mujer, la biotecnóloga
Susan Hockfield y en 2007 la tradicional Universidad de Harvard designó por primera vez
una Directora. Esto es finalmente una respuesta a que actualmente los planteles científicos
de gran parte de las universidades del mundo están integrados mayoritariamente por
mujeres.
En nuestro país las mujeres solo son minoría en las carreras universitarias de ciencias
aplicadas, en el resto de las carreras son mayoría las estudiantes. En la Argentina casi el
40% de las mujeres que trabajan tienen nivel terciario o secundario, mientras que los
hombres que trabajan con similar nivel educativo no llegan al 30%.
La idea es que las mujeres no solo deben pasar la barrera, sino que tiene pasarla muy alto
para que no haya ninguna duda posible y se le permita ascender.
En Francia, por ejemplo, las mujeres representan el 45% del empleo total, pero solo el 29%
de las mujeres tiene cargos dirigenciales. Y esta situación se hace aún más evidente en las
empresas líderes, donde solo existe un 6% de mujeres entre los equipos dirigentes.
Y esta realidad es así tanto en el empleo privado como en el público. Según la AFIP
francesa el 90% de las mujeres empleadas tienen un título dos veces superior al exigido
para la tarea que desarrollan, mientras que en el caso de los hombres ese porcentaje se
reduce al 65%.
Según encuesta de la consultora Grant Thornton el 25% de los puestos en directorios de
empresas están ocupados por mujeres, en Argentina solo el 15%, y todavía una de cada
tres empresas a nivel mundial no tienen ninguna mujer en el directorio, en Argentina una de
cada dos empresas no tienen mujeres en su directorio. Ante esta realidad el gobierno de
Noruega ha promulgado una ley que establece que el 40% de los cargos directivos de las
empresas que cotizan en bolsa deben ser ocupados por mujeres.
A esto debemos sumar que la representación política de las mujeres no es proporcional a su
porcentual poblacional, las Naciones Unidas estiman que se necesitarán no menos de 500
años para que las mujeres alcancen una representación igualitaria a la de los hombres.72
71
Fuente: Centro de Estudios Mujer y Trabajo (CEMyT). 2011
72
De todos modos el avance de las mujeres en materia de representación política es acelerado. En 1984 en la
Argentina solo el 4,3% de los diputados eran mujeres, pero en 2007 la cámara baja está integrada en un 35% de
mujeres, fruto de la Ley de Cupo que establece que de cada tres lugares en toda lista electoral uno al menos debe
ser para una mujer.
Pero no todo es negativo en el fenómeno del empleo femenino masivo, sino que existen en
la condición de la mujer factores positivos respecto a los cuales se le requiere
especialmente como trabajadora en el nuevo paradigma: su capacidad de relacionarse,
capacidad cada vez más necesaria en la economía informacional, donde la administración
de las cosas queda en segundo plano frente a la gestión con la gente.
La situación laboral de la mujer representa claramente un problemática para la organización
social en el siglo XXI, pero es un proceso que tiene una tendencia clara hacia la solución, ya
que el avance de espacios que va asumiendo la mujer es incesante e irreversible.