Revista Senales 22

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 103

R E V I S T A

Nº22, XIII (1)


JUNIO 2020
Publicación científica especializada en infancia vulnerable e infractores de Ley del Servicio Nacional de Menores ISSN Nº 0719 – 2266

Revisión Sistemática de La Unidad de Acogimiento Familiar, Fortaleciendo el


Estudios Empíricos en UDAF: una experiencia de los Programas cuidado alternativo
Contexto de Familia de Familias de Acogida Especializado de la familiar en Chile
Acogida en Iberoamérica Fundación DEM

Familias de acogida
R E V I S T A

Servicio Nacional de Menores


ÍNDICE
Directora Nacional (s):
Claudia de la Hoz Carmona Presentación 3
Luz María Zañartu, editora.
Editora General:
Luz María Zañartu Correa, SENAME - Chile
ARTÍCULOS 7
Equipo editor:
Luz María Zañartu Correa, SENAME - Chile Fortaleciendo el cuidado alternativo familiar en Chile 8
Claudette Medina Venegas, SENAME - Chile
Claudia Gibbs Aliaga, SENAME - Chile Ps.Felipe Vargas Pizarro.
Flora Vivanco Giessen, SENAME - Chile A RT Í C U LO 1
Leonardo Contreras Oyarzún, SENAME - Chile

Correctora inglés:
Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en Con- 22
Glenda Valdés Abarca
texto de Familia de Acogida en Iberoamérica

Karen Gisselle Cárcamo Trujillo, Flavia Isabel


Diseño: Pablo Vega Silva
Lagomarsino Torres, Nicolás Gonzalo Kramm Carmona,
A RT Í C U LO 2 David Hernaldo Uribe Pino.
Fotografía: David Hormazábal Cádiz

Sename:
Miraflores 113, 8° Piso, Oficina 81 La Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF: una ex- 44
Santiago de Chile periencia de los Programas Familias de Acogida Es-
(56) 2 -23984508 pecializado de la Fundación DEM
(56) 2 -23984517
Juan Eduardo Parry Mobarec, Marcela Vidal González,
Correo Revista: A RT Í C U LO 3 Carla Polanco Mercado.
[email protected]

Web Institucional: Ensambles de un mismo puente: claves para la in- 62


www.sename.cl tervención psicosocial en el tránsito del niño/a des-
https://www.sename.cl/web/index.php/revista- de una Familia de Acogida a Familia Adoptiva en
senales/ programa de adopción Fundación Mi Casa

A RT Í C U LO 4 Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes.


Revista Señales indexada en:
Latindex, www.latindex.org
Comparaciones y problemáticas del sistema resi- 90
dencial proteccional con las familias de acogida,
derivado del análisis de sentencias de los tribuna-
les superiores de justicia chilenos entre el año 2010
ISSN: N° 0719- 2266 a 2020
A RT Í C U LO 5
Revista Señales es una publicación del Nicolás Amadiel Ibáñez Meza.
Servicio Nacional de Menores, servicio
dependiente del Ministerio de Justicia.
Los artículos publicados en esta
revista expresan los puntos de vista II. RESEÑAS
de los autores y no necesariamente “Manual para la implementación de un Programa de 102
representan la posición del Sename. acogimiento familiar para Niños, niñas y adolescen-
tes en México”

Luz María Zañartu Correa.


PRESENTACIÓN
Presentación

Este número especial sobre Familias de Acogida Especial, FAE, como medida de
protección, alternativa a la internación destaca las características y metodologías
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

de trabajo que se generan a través de las familias que acogen a niños, niñas y ado-
lescentes vulnerados en sus derechos, constituyéndose en un núcleo rehabilitador
y protector para su sano desarrollo. Es de conocimiento público, que por cada año
que un niño o niña menor de 3 años, vive en una institución pierde cuatro meses
de desarrollo. Revista Señales N° 22, releva en este número la importancia de que
la primera infancia tenga una opción de vivir en familia, considerando que la in-
tervención personalizada, tiene consecuencias en el crecimiento seguro y estable,
versus los internados masivos, que producen secuelas en un apego desorganizado
e inseguro, como también un desarrollo socio-emocional tardío.

El artículo “Fortaleciendo el cuidado alternativo familiar en Chile”, de Ps.Felipe


Vargas Pizarro, Sename, destaca la tendencia internacional hacia la desinterna-
ción, para lo cual el estado de Chile, ha ampliado la oferta del sistema de cuidado
alternativo, a través del Acogimiento Familiar. Un impulso importante se produjo
el año 2018, a través del Acuerdo Nacional por la Infancia que estimuló estos pro-
gramas de carácter familiar. Lo propio, de los Programas de familias de acogida,
es que se articulan en torno a las necesidades de las niñas y niños. Un rol clave
4 lo desempeñan los equipos de intervención, quienes coordinan los procesos de
acogimiento, siendo de suma importancia el vínculo humano de calidad y sinér-
gico, con los niños atendidos. Destaca el autor, que un desafío importante para el
Sename, es la consolidación, del Programa de Captación de Familias de Acogida
Externas y de Emergencia, el que permitirá contar con familias evaluadas, capaci-
tadas para recibir un niño y niña, cuando se decrete una medida de protección de
cuidado alternativo, evitándose el ingreso al sistema residencial.

Por su parte, la investigación “Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en


Contexto de Familia de Acogida en Iberoamérica” de Karen Gisselle Cárcamo
Trujillo, Flavia Isabel Lagomarsino Torres, Nicolás Gonzalo Kramm Carmona, David
Hernaldo Uribe Pino, investigación guiada por la Dra. Daniela Zúñiga Silva, de la
Universidad Austral de Chile, destaca a través de la revisión bibliográfica que el
acogimiento familiar es una modalidad de cuidado alternativo beneficiosa para
niños, niñas y adolescentes privados de protección paternal, generando ganancias
en el desarrollo integral de los individuos, para lo cual se seleccionaron aquellas
publicaciones de enero de 2014 a enero de 2020, en español, centradas en expe-
riencias e intervenciones en familias de acogida y sus vínculos con el desarrollo
psico-socio-emocional de niños, niñas y adolescentes mediante las bases de da-
tos Scopus, Scielo, Ebsco y Redalyc. Se observa en el estudio, que este progra-
ma es favorecedor al desarrollo de quienes son atendidos, dado que mejoran sus
habilidades adaptativas, funcionales y comunicativa-lingüísticas, a la vez que se
produce una evolución positiva en las áreas física, y cognitiva para lo cual, a modo
de conclusión, proponen la creación de políticas públicas en este sentido, a modo
de continuar con la desinstitucionalización.
R E V I S T A

El artículo “La Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF: una experiencia de los


Programas Familias de Acogida Especializado de la Fundación DEM” de Juan
Eduardo Parry Mobarec, Marcela Vidal González, y Carla Polanco Mercado, de la

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


Fundación DEM, da cuenta del trabajo que ha realizado este organismo colabora-
dor del Sename, con los Programas Familias de Acogida Especializada, FAE-PRO. El
texto, da cuenta de la sistematización de una experiencia innovadora a través de
9 programas ubicados en tres regiones del país, con una atención de 1.113 niños,
niñas y adolescentes (hasta abril, 2020), mediante Familias de Acogida Externas
no vinculadas por parentesco como una opción real y válida para el acogimiento
familiar temporal. El artículo relata la experiencia desarrollada con este modelo
durante los dos últimos años, en el ámbito de la difusión y desarrollo de estos
programas, para lo cual se han generado también formas de convocatoria y crite-
rios de evaluación de Familias de Acogida externas. El texto describe los factores
obstaculizadores y potenciadores para constituirse en familias de acogida, carac-
terísticas de las familias evaluadas, las entrevistas que analizan la idoneidad de
las familias postulantes y el contacto que se facilita a las familias que postulan,
con aquellas que han tenido experiencia exitosa de ser buenos referentes como
Familias de Acogida.

Otra experiencia en terreno innovadora, es la analizada en “Ensambles de un mis- 5


mo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del niño/a
desde una Familia de Acogida a Familia Adoptiva en programa de adopción
Fundación Mi Casa, FMC”, de Paula Avendaño Gómez y Victoria Guerra Reyes,
profesionales de FMC. El texto busca mostrar el modelo intersubjetivo y noción de
trauma, empleado para el trabajo con Familias de Acogida y su posterior puente
con la Familia Adoptiva. Las autoras describen cómo la alta rotación de cuidado-
ras, “tías” encargadas del cuidado se configura en las residencias de protección
en un impedimento en el vínculo saludable y estable (Winnicott, 1971), condición
esencial para la madurez psico - emocional infantil. Un ambiente adverso, (larga
institucionalización, abandono, inexistencia de figura de apego estable) provoca
rezagos en el desarrollo, en lo cognitivo, motor, lenguaje, como en lo socioemo-
cional. En respuesta a estas condicionantes negativas, FMC, genera un modelo de
trabajo que busca minimizar el trauma para llegar a la Familia adoptiva, cuidando
el tránsito de una familia a otra, lo que se logra a través de un trabajo terapéu-
tico individual con el niño/a, pero también con la Familia de Acogida y la Familia
Adoptiva.

Culminan las presentaciones con “Comparaciones y problemáticas del sistema


Residencial Proteccional con las Familias de Acogida derivado del análisis de
sentencias de los Tribunales Superiores de Justicia chilenos entre el año 2010
a 2020”, de Nicolás Amadiel Ibáñez Meza, profesor de la Universidad Autónoma
de Chile.
La investigación analiza sentencias de los Tribunales superiores de Justicia de
Chile, del período 2010 hasta 2020, vale decir una década, para lo cual toma una
muestra aleatoria. En ésta quedan al descubierto falencias del sistema de atención
dirigido a niños, niñas y adolescentes vulnerados en sus derechos. El estudio, como
cara alterna, expone, a partir de tales deficiencias y según consta de las causas en
los Tribunales, los beneficios que significan para los derechos del niño, las familias
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

de acogida por sobre el sistema residencial institucionalizado, considerando entre


otros, situaciones de primera infancia, enlaces adoptivos fugas, u otros.

En la Sección Reseñas, se presenta el “Manual para la implementación de un


Programa de acogimiento familiar para Niños, niñas y adolescentes en Méxi-
co”, (2018) publicado por la Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar, RELAF,
www.relaf.org, que informa de los resultados del proceso de construcción de ex-
periencias de acogimiento familiar en México, UNICEF y RELAF.

Luz María Zañartu Correa

Editora Revista Señales

6
ARTÍCULO I
Revista Señales Nº 22, vol. XIII (1) 2020 | Revista Científica en infancia vulnerable y jóve-
nes infractores de Ley
https://www.sename.cl/web/index.php/revista-senales/ ISSN Nº 0719 – 2266

“Fortaleciendo el cuidado alternativo familiar en Chile”

“Strengthening alternative family care in Chile”


REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Ps.Felipe Vargas Pizarro

Guías de la revisión:
Ps.Gloria Gaete Fuentes
Ps.Carolina Saldívar Villalobos1

Servicio Nacional de Menores

Recibido: 2020 – 05 – 8 Aprobado: 2020- 06-18 Publicado: 2020- 06-30

Santiago, Chile

8 Resumen

El derecho de todo niño, niña o adolescente a vivir en familia se consagra en la


Convención Internacional sobre los Derechos del Niño. Cada vez son más los estu-
dios internacionales basados en evidencia científica que señalan los efectos favo-
rables de crecer y desarrollarse en una familia, tanto a nivel neurobiológico como
interpersonal. La tendencia internacional hacia la desinternación ha impulsado
también cambios en nuestro país en dirección a priorizar y fortalecer la oferta del
sistema de cuidado alternativo familiar. Esto mediante la inyección de recursos
estatales destinados a ampliar la oferta disponible y a la vez creando programas
complementarios que consolidan el circuito de acogimiento familiar en Chile. El
funcionamiento de los Programas de familias de acogida se articula en torno a las
necesidades de los niños y niñas atendidos, siendo sensibles a ellas y contribu-
yendo a que estas se encuentren debidamente cubiertas. En este sentido un rol
clave lo desempeñan los equipos de intervención, coordinando los procesos de
acogimiento, siendo de suma importancia generar un vínculo humano de calidad y
sinérgico con los sujetos de atención.

Palabras claves: Cuidado alternativo, acogimiento familiar, necesidades infantiles,


equipos profesionales, FAE, Chile.

1 Los tres profesionales forman parte del Sub-departamento de Diseño y Evalua-


ción del Departamento de Protección de Derechos de SENAME. Correo electrónico: felipe.
[email protected]

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


Abstract

The inalienable right of every child and adolescent to live among a family is enshri-
ned in the Convention on the Rights of the Child. Increasingly, international studies
based on scientific evidence point out the favorable effects, both neurobiologically
and interpersonally, of growing and developing in a family. The international trend
towards disinternation has also prompted changes in our country in the direction
of prioritizing and strengthening the alternative family care system, through the
injection of state resources to expand the available offer and creating comple-
mentary programs that consolidate the foster care circuit in Chile. The operation
of the Foster Family Programs is articulated around the needs of the children, being
sensitive to them and ensuring those needs are adequately covered. In this sense,
a key role is played by the intervention teams, coordinating the foster care proces-
ses, being of utmost importance to generate a good quality and synergistic human
bond with the subjects of care.

Keywords: Alternative family care, foster care, children’s needs, professional


teams, foster care programs, Chile.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


Fortaleciendo el cuidado alternativo familiar en Chile.

Hacia el fortalecimiento del Programa Familias de Acogida en Chile.

La Convención Internacional Sobre los Derechos del Niño (ONU, 1989), vista como
un hito central y mandante respecto de la infancia y adolescencia en el mundo,
incide directamente en el desarrollo de una política pública Nacional bajo un en-
foque basado en los derechos de niños y niñas y que garantice la integridad fí-
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

sica, psicológica, moral y espiritual holística, promoviendo su dignidad humana”


(UNICEF, 2013). Bajo este parámetro y directriz internacional, el derecho a vivir en
familia se constituye en un pilar de capital importancia. Todo/a niño, niña o adoles-
cente tiene derecho a crecer en un ambiente familiar, e inmerso en una atmósfera
relacional que satisfaga sus necesidades de cuidado favoreciendo el desarrollo de
sus potencialidades. Teniendo presente este hecho, la separación del niño de su
propia familia debiera considerarse como medida de último recurso, ser temporal
y por el menor tiempo posible (ONU, 2010).

Sin embargo, cuando no ha sido posible por ningún medio preservar la estadía del
niño con su familia y se hace inminente la separación, debido a motivos fundados
de índole proteccional y teniendo en todo momento presente el bien superior de
niños/as y adolescentes, se adoptarán las medidas de ingreso a modalidades de
acogimiento alternativo más idóneas para el cuidado del niño/a (ONU, 2010). En
nuestro país, cuando un Tribunal de Familia decreta una medida de esta índole,
el Servicio Nacional de Menores (en adelante SENAME) debe proveer de la oferta
10 de protección de cuidados alternativos pertinente para brindar adecuada y pron-
ta atención a los niños, niñas y adolescentes que lo requieran, priorizando en los
últimos años el cuidado familiar antes que el cuidado residencial. Esto último, se
encuentra en sintonía con la clara tendencia en diversos países del mundo hacia
el acogimiento familiar en la primera infancia (UNICEF, 2019), especialmente en
menores de 3 años (RELAF, 2018).

La opción preferente del cuidado en acogimiento familiar se fundamenta en in-


vestigaciones basadas en el desarrollo de las neurociencias, las que han estudiado
efectos de la internación prolongada de niños y niñas, señalando la prevalencia de
retraso en el desarrollo general y un apego desorganizado (Zeanah, Berlin y Boris,
2011). Existe consenso en relación a que el tipo de apego, además de desorga-
nizado, tiende a ser inseguro y el desarrollo socio-emocional suele ser tardío
en comparación con los niños y niñas no institucionalizados/as (Johnson, y Gunnar,
2011), además de presentar hiperactividad, dificultad en la regulación emocio-
nal y niveles elevados de ansiedad (Ellis, Fisher, & Zaharie, 2004), impactando
además, en mayores niveles de deserción escolar y dificultades en la inserción so-
cial en comparación con la población general (Zeanah & Smyke, 2008).

Por contrapartida, cada vez más investigadores destacan los beneficios de crecer
en un ambiente familiar. En la dinámica de una familia se darían condiciones que
no son las mismas que se dan en instituciones masivas y que inciden en la calidad
del vínculo de apego y seguridad emocional desarrollados por niños y niñas. Le-
cannelier (2013), señala que algunas de las condiciones que ofrece una atmósfera
familiar son la estabilidad, continuidad y existencia de un número limitado de cui-
dadores, predictibilidad, así como la implementación de estrategias de regulación
por parte de éstos. Esto cobra particular relevancia si tenemos en cuenta que en

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


Ps.Felipe Vargas Pizarro.

el desarrollo humano la estructura y el funcionamiento del cerebro depende de la R E V I S T A

interrelación de los genes y el ambiente, en especial de las relaciones interperso-


nales (Barudy, 2020).

Teniendo presentes estos antecedentes, SENAME junto a otros organismos pre-


ocupados por la infancia en el mundo, como UNICEF y la Red Latinoamericana de

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


Acogimiento Familiar – RELAF- han realizado acciones concretas destinadas a po-
tenciar el acogimiento familiar como una alternativa preferente de cuidado alter-
nativo para niños, niñas y adolescentes privados de su medio familiar por una orden
judicial. En nuestro país, estos esfuerzos han mostrado resultados promisorios; ya
en el año 2018 el ingreso de niños, niñas y adolescentes a Programas FAE superó,
por primera vez en la historia, a los producidos en Residencias. Este hito fue infor-
mado en la Cuenta Pública 20182 por la directora nacional de SENAME y ratificado
en estudio publicado por UNICEF en el cual se reportan, en el año 2018, un total de
ingresos a sistema de cuidado alternativo de 12.570 niños, niñas y adolescentes,
6.267 en residencias y 6.303 en acogimiento familiar (UNICEF, 2019).

Cabe destacar que al 31 de diciembre del año 2019 la tendencia se mantuvo e


incrementó, registrándose 11.623 niños, niñas y adolescentes vigentes en progra-
mas de cuidado alternativo, de los/as cuales el 55% (6.287) se encontraban en
acogimiento familiar. De éstos 3.168 eran mujeres y 3.119 hombres y 5.822 eran
atendidos en Organismos Colaboradores y 465 en Administración Directa (SENA-
ME, 2019). 11
Con el objetivo de continuar fortaleciendo el acogimiento familiar en nuestro país,
el Acuerdo Nacional por la Infancia (2018), suscrito por distintos actores políticos
y técnicos nacionales, definió “ampliar la cobertura y recursos para el modelo de
familias de acogida externa, realizar un plan de difusión para aumentar familias de
acogida externa y mejorar la evaluación, capacitación y supervisión a familias de
acogida” (p.12). Es importante mencionar que dicho Acuerdo, significa un hito en
materia de política pública orientada a la niñez y adolescencia en Chile y se en-
cuentra en plena sintonía con estudios nacionales recientemente publicados, tales
como: CIDENI (2019), Universidad Católica (2019), Fundación ProAcogida (2018) y
Universidad San Sebastián (2019).

Todas las investigaciones mencionadas, a través de sus sugerencias a corto y me-


diano plazo, ofrecen una serie de medidas orientadas a elevar los estándares de
calidad para el acogimiento familiar en Chile. Aspectos a mejorar que también fue-
ron advertidos y destacados por la Mesa Nacional de Familia de Acogida coordi-
nada por SENAME, y compuesta por representantes de Organismos Colaboradores,
proyectos FAE AADD, expertos en acogimiento familiar y profesionales del Depar-
tamento de Protección de Derechos de Sename. En dicha instancia de intercambio
técnico, se discutió ampliamente sobre los déficits a superar en el funcionamiento
del Programa FAE, tanto en la dimensión de evaluación y seguimiento de familias
de acogida, intervención con la familia de origen y la necesidad de crear sinergia
con los soportes intersectoriales.

2 Disponible en www.sename.cl/web/index.php/cuenta-publica-participati-
va-2018/

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


Fortaleciendo el cuidado alternativo familiar en Chile.

De este modo, con el objetivo de dar cumplimiento a las sugerencias, aprendizajes


y compromisos establecidos en nuestro país, en la Cuenta Pública 2018 se oficia-
lizó el desafío asumido por SENAME para diseñar y poner en marcha la implemen-
tación de 2 nuevas modalidades para complementar el circuito especializado de
familias de acogida. A saber, el Programa de Captación de Familias de Acogida
Externas y de Emergencia, los que permitirán contar con familias de acogida eva-
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

luadas, capacitadas y estar en condiciones de recibir un/a niño/a cuando se decrete


una medida de protección de cuidado alternativo, evitándose el ingreso al sistema
residencial. Estas dos nuevos programas se integrarán y reforzarán el circuito es-
pecializado de acogimiento familiar que actualmente componen los 68 FAE PRO y
6 FAE AADD, distribuidos a lo largo de todo el país.

Las necesidades infantiles y adolescentes al centro.

El fortalecimiento del sistema de acogimiento familiar en nuestro país invita tam-


bién a reflexionar en torno al trasfondo proteccional desde donde éste se diseña
e implementa. La prioridad es garantizar adecuadas y mejores condiciones para el
sano crecimiento de niños, niñas y adolescentes que han debido ser separados de
sus familias por graves vulneraciones de derechos. Con este énfasis explícito, todos
los esfuerzos de quienes acompañan procesos de acogimiento implican situar a los
niños al centro, garantizando el bienestar de niños y niñas en acogimiento familiar
12 transitorio a través del cuidado que brindan las familias de acogida evaluadas y
capacitadas, tanto externas como extensas, con seguimiento intensivo en la etapa
de adaptación y trabajo con la familia de origen.

El enfoque que releva y prioriza las necesidades del desarrollo infantil se deriva
del concepto de bienestar como un derecho del niño/a, por lo que la satisfacción
de sus necesidades será la que oriente la prevención, la toma de decisiones y la
ayuda (López, 2006). Esto significa un progreso significativo en materia de pro-
tección de derechos, por cuanto se avanza desde sólo proteger e interrumpir vul-
neraciones hacia garantizar que los niños, niñas y adolescentes se desarrollen en
condiciones de vida adecuadas y sus necesidades se encuentren cubiertas. A dife-
rencia del concepto de maltrato, que es distinto según la cultura, la legislación y la
práctica profesional, las necesidades del desarrollo son universales (López, 2006).

El concepto de bienestar infantil es un constructo multidimensional, pues comprende


una diversidad de aspectos relacionados al desarrollo integral en el transcurso de la in-
fancia y adolescencia. Y no solamente alude a la ausencia de dolor o incomodidad, sino
que a un estado vital pleno en los ámbitos físico, social y mental (Castilla-Peón, 2014).
Algunos autores comprenden el bienestar infantil como la permanente expansión de ca-
pacidades de niños, niñas y adolescentes, además de una creciente autonomía y autode-
terminación, ampliando de este modo el concepto de bienestar a un conjunto de bienes o
posesiones a un conjunto de capacidades y funcionalidades, poniendo el foco en la agen-
cia personal (Del Moral-Espín, Pérez y Gálvez, 2017). Esto último refuerza la idea de que
el bienestar infantil no se basa únicamente en que las necesidades básicas de encuen-
tren adecuadamente cubiertas, sin que los niños y niñas tengan un sentido de propósito,
se sientan capaces de alcanzar metas e integrarse a la sociedad (Castilla-Peón, 2014).

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


Ps.Felipe Vargas Pizarro.

Esto último es de gran relevancia para la construcción de políticas públicas orien- R E V I S T A

tadas al mejoramiento de la calidad de vida de la infancia y adolescencia, pues


brindar una adecuada calidad de vida a niños y niñas, promocionando el logro de
bienestar subjetivo necesariamente requiere de su participación (UNICEF, 2012).
Ellos/as ya no deben ser vistos como objeto pasivo de derechos, sino que sujetos
de derechos, por lo que sus opiniones y perspectivas han de ser incorporadas en la

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


toma de decisiones y acciones encaminadas a promocionar su bienestar. En esta
línea, el Comité de Derechos del Niño3 (2009), insiste en la necesidad de dar voz a
los niños, haciéndolos formar parte de los asuntos que les atañen e influyen en su
bienestar multidimensional así como la cobertura de sus necesidades.

Las autoras Espinosa y Ochaíta (2000), destacan que las necesidades básicas son
iguales para todos los individuos de la especie humana, aunque la forma de satis-
facerlas puede variar según la etapa del desarrollo y la cultura a la que pertenecen.
Desde este enfoque, existe un continuo entre el buen trato y el maltrato que todos
los profesionales que trabajan con la infancia debieran conocer, a fin de satisfacer
al máximo las necesidades de los niños/as y adolescentes en los diferentes perío-
dos del ciclo vital. Además, subraya que el buen trato se da cuando las necesidades
de niños, niñas y adolescentes están cubiertas (Espinosa y Ochaíta, 2000).

Los autores Amorós y Palacios (2004), han agrupado las necesidades infantiles en
cuatro grandes grupos: 1) necesidades relacionadas con la seguridad, el crecimien-
to y la supervivencia, 2) necesidades relacionadas con el desarrollo emocional, 3) 13
necesidades relacionadas con el desarrollo social y 4) necesidades relacionadas
con el desarrollo cognitivo y lingüístico Esta clasificación es semejante a la que
propone López (2006), con la diferencia de que éste último destaca la participa-
ción y logro de autonomía como necesidad específica. Desde esta perspectiva, los
niños y niñas no son seres pasivos, ellos pueden y deben participar, mientras que
los adultos los acompañan y apoyan, a fin de que vayan aumentando su nivel de
participación hasta alcanzar la autonomía. Esto último se encuentra en completa
sintonía con la Convención cuando en su artículo 12 alude al derecho de todo niño,
niña o adolescente a expresar libremente su opinión en los asuntos que le afectan.

Con este principio como fundamento de la intervención, las distintas modalidades


de acogimiento familiar (tanto de administración directa de SENAME como de Or-
ganismos Colaboradores), a través de los profesionales que la componen debieran
acompañar activamente los distintos y singulares procesos de acogimiento, velan-
do siempre por el bienestar y protección de niños/as y adolescentes que transitan
hacia una alternativa familiar estable. Al mismo tiempo, planificando y ejecutando
acciones orientadas a la mantención de los vínculos de ellos/as con sus familias de
origen, en la medida que ello no afecte su bienestar y que las resoluciones judicia-
les lo permitan, más allá que la intervención tenga finalmente un desenlace en la
reunificación familiar.

3 El Comité de los Derechos del Niño es el órgano de expertos independientes,


amparado por Naciones Unidas, que supervisa la aplicación de la Convención sobre los
Derechos del Niño (y de sus protocolos facultativos) por los Estados que la han ratificado.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


Fortaleciendo el cuidado alternativo familiar en Chile.

Los equipos FAE, entonces, dirigen sus esfuerzos y actuaciones profesionales al


trabajo tanto con las familias acogedoras (extensas o externas) y con la familia de
origen de niños, niñas y adolescentes, guiados por el bien superior de éstos/as, y
como ya se dijo, a la plena satisfacción de sus necesidades y el pleno ejercicio de
sus derechos. Para ello, evalúan las capacidades de cuidado de los adultos que
desean acoger, a fin de contribuir a fortalecerlas con una mirada centrada en los
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

recursos y la entrega de elementos técnicos provenientes de su experiencia en la


modalidad, así como también el saber propio de cada disciplina y experticia pro-
fesional.

En el caso del trabajo que se desarrolla con las familias de origen, el énfasis está
puesto en lograr la reunificación familiar. Mientras tanto, el niño/a se encuentra
en una familia de acogida, se promoverá la mantención de vínculos con la familia
de origen, el fortalecimiento de sus competencias y la mejora de las condiciones
en que se ejerce la parentalidad, para lo cual es clave brindarles mejores sopor-
tes estructurales, a través de la coordinación y trabajo mancomunado con actores
del intersector y comunitario. Lo anterior es indispensable para que existan reales
oportunidades de reunificación y que éstas sean sostenibles en el tiempo. Es de-
cir, durante el proceso interventivo es importante distinguir acciones tendientes a
fortalecer competencias parentales y aquellas que tienen el propósito de abordar
las condicionantes sociales que dificultan el ejercicio de la parentalidad.

14
Rol gravitante de los equipos profesionales de los Programas FAE.

Para el adecuado funcionamiento del circuito de acogimiento familiar en el país,


un rol preponderante lo representan los equipos de intervención. Desempeñan
un papel central, pues coordinan los diversos procesos en curso, garantizando el
bienestar de niños, niñas y adolescentes en cuidado transitorio, brindando apoyo
técnico a las familias de acogida externas y extensas e interveniendo con la fami-
lia de origen, a fin de mantener vínculos y eventualmente lograr la reunificación
(Amorós, Palacios, Fuentes, León y Mesas, 2003). En definitiva, los profesionales y
técnicos que trabajan en los programas de familias de acogida son los encargados
de poner en práctica la política pública, en el sentido de ejecutar el diseño, lle-
vando a cabo la atención directa con niños, niñas, adolescentes y las familias en las
distintas dimensiones que contempla la modalidad FAE.

Por ello, resulta relevante reflexionar en torno al lugar estratégico que asumen los
equipos durante la intervención, de manera de acompañar más eficazmente los
procesos y brindando una atención de calidad. Un reciente estudio publicado por
la Universidad de Victoria muestra buenos resultados al utilizar un enfoque cons-
tructivista para fortalecer la resiliencia en familias de acogida (Marcellus, 2011),
al destacar la importancia de producir conocimiento mutuo en cuanto a estrate-
gias para intervenir y decisiones claves durante la implementación de esta moda-
lidad. El rol de los equipos es central en favorecer la participación de los sujetos
de atención y en la entrega de recursos técnicos (Rosser, 2011), para la prevención
de dificultades durante los procesos de acogimiento, como lo muestra una inves-
tigación llevada a cabo por la Universidad de Alicante. Desde ahí, la necesidad de

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


Ps.Felipe Vargas Pizarro.

que los equipos de intervención FAE se ubiquen en una posición eminentemente R E V I S T A

relacional, vinculante, haciendo la mayoría de las veces de puente entre los distin-
tos actores y sectores que confluyen en los procesos de acogimiento que realizan
los proyectos FAE.

Los equipos deberían participar activamente en la relación que se construye con

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


cada usuario (Amorós, Palacios, Fuentes, León y Mesas, 2003), siendo sensibles a la
realidad particular de cada familia (Bernales, 2012), acompañando y entregando su
experiencia y conocimientos profesionales respecto de la crianza y el cuidado in-
fantil. Cada niño, niña y adolescente es distinto, con una historia única; cada familia
también lo es. Cada cual ha desarrollado características singulares, distintas tra-
yectorias, cuentan con su propio sistema de creencias que le permiten interactuar
consigo mismos y con los demás, con todo aquello que le rodea. Los equipos FAE
deben reconocer este hecho y su intervención necesariamente tiene que fundarse
desde y con el otro. La actitud basal de respeto en la unicidad de cada individuo es
transversal a todas las relaciones en las que el equipo participa activamente.

Desde esta perspectiva, los profesionales y técnicos FAE debiesen indagar, com-
prender y apreciar el relato único y privado de cada niño, niña, adolescente o adul-
to, siendo posible de esta forma acceder a los significados que cada uno le atribuye
a su propia experiencia de vida. Y durante el proceso relacional que se va constru-
yendo, equipos y sujeto de atención van creando nuevas redes de significado a tra-
vés del lenguaje y la conversación. Por cierto, en este punto toma relevancia el rol 15
activo del interventor social, que no se reduce a imponer ideas, sino que más bien a
promover la apertura del espacio conversacional. El interventor abre posibilidades,
aporta nueva información a las familias, promueve novedad. No siempre ofrece las
respuestas a todas las interrogantes, en algunas oportunidades las co-construye,
y en otras promueve las condiciones para que el/los otro/s resuelva/n en su propia
cotidianeidad.

Pero no solamente los equipos FAE están permanentemente “en relación”, valoran-
do así aquel espacio vinculante y co-creado que se encuentra entre dos personas
(Garfat & Fulcher, 2012). Sino que también su unidad de análisis, lo que mira, son
las diversas relaciones en las cuales participan los sujetos de atención con quienes
va creando un vínculo humano. Esto cobra particular relevancia por cuanto el com-
portamiento de una persona no se entiende solamente como determinado por sus
características individuales (biológicas y psicológicas), sino que se entiende consi-
derando el contexto relacional en que ocurre (Bernales, 2012). De ese contexto el
interventor también forma parte.

En definitiva, es del todo relevante destacar la importancia de la relación que se


establece entre los profesionales del equipo técnico, los niños, niñas y adolescen-
tes, la familia de acogida y familia de origen. Incluso, la misma co-construcción
del vínculo puede ser considerada como la intervención propiamente tal (Garfat &
Fulcher, 2012). La alianza que se va consolidando, que tiene como centro la satis-
facción de las necesidades de cada niño, niña o adolescente, permite visualizar a
un solo equipo de trabajo, colaborando para el bienestar infantil y la pronta resti-
tución de los derechos vulnerados.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


Fortaleciendo el cuidado alternativo familiar en Chile.

En este punto, resulta pertinente el aporte teórico proveniente de los enfoques


ecosistémicos y sobretodo posmodernos. Pues éstos no estudian únicamente un
sistema determinado, sino que también a quien lo estudia, entendiéndolo como
parte del sistema mismo (ICHTF, 2014). El observador es parte de los observado,
por lo que su mirar no es absoluto, sino relativo a su propio punto de vista (Ma-
turana, 2002). Esto trae consigo la necesidad de que los equipos estén perma-
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

nentemente reflexionando sobre sus propias prácticas, prejuicios y prismas con


los cuales se valen para interpretar la realidad en la que participan activamente
a través de sus intervenciones. Todo aquello que distinguen, lo que verbalizan, lo
que no dicen pero piensan, y lo que planifican tendrá una consecuencia directa en
el vínculo que construyen con los niños, niñas, adolescentes y las familias junto a
las cuales trabajan.

Por ello deben ser conscientes en todo momento de los lentes con los que miran
e interpretan la realidad, en especial, del rol determinante que ejercen a lo largo
de los procesos de acogimiento. Sus intervenciones debieran estar encaminadas
a abrir posibilidades, rescatar fortalezas, prestando atención a lo que si funciona
en los sucesivos procesos de acogimiento, amplificando los recursos de los sujetos
de atención y evitando utilizar un lenguaje del déficit y la patología. Su propósito
final es establecer una alianza colaborativa con las familias, cuya sinergia signifi-
que beneficios directos e indirectos en la vida diaria de niños, niñas y adolescen-
tes que han debido ingresar al sistema de cuidados alternativos de nuestro país.
16 La consolidación de dicha alianza irá dando lugar a la co-inspiración (Maturana,
2002) de todos los actores participantes, promoviendo de esta manera procesos
de acogimiento transitorios mientras se define una alternativa de cuidado familiar
definitiva y estable para los niños/as y adolescentes.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


Ps.Felipe Vargas Pizarro.

R E V I S T A

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


17

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


Fortaleciendo el cuidado alternativo familiar en Chile.

REFERENCIAS
Amorós, P. (2011). Manual de Cantabria. Procedimiento y criterios de actuación de
los programas de acogimiento familiar. Universidad de Barcelona. Santander: Go-
bierno de Cantabria, Dirección General de Políticas Sociales.
Amorós, Palacios, Fuentes, León & Mesas (2003) Familias Canguro, Fundación “La
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Caixa, Barcelona, España.


Barudy, J. (2020). Seminario Internacional: Desafíos actuales del abordaje del trau-
ma infantil. De la Neurobiología a la Clínica, los aportes de la revolución neuro-
científica y de la epigenética para la comprensión del sufrimiento y de los traumas
infantiles y su impacto en la vida adulta. Los fundamentos de la traumaterapia
sistémica. Pontificia Universidad Católica de Chile, 14 de enero de 2020.
Bernales, S. (2012). Fundamentos Teóricos de una Experiencia. Revista de familias y
terapias Año 21, N°32, Santiago, Chile.
Castilla-Peón, M., (2014). Bienestar infantil: ¿es posible medirlo? Bol. Med. Hosp.
Infant. Mex. vol.71 no.1 México ene./feb. 2014.
Centro Iberoamericano de Derechos del niño CIDENI (2019). Estudio de revisión y
análisis de Programas de Familia de Acogida.
Del Moral-Espín, L.; Pérez García, A.; Gálvez Muñoz, L. (2017) Una buena vida. De-
18 finiendo las capacidades relevantes para el bienestar desde las voces de niñas y
niños. Sociedad e Infancias. 1, 2017: 203-237.
Ellis, B., Fisher, P., Zaharie, S. (2004). Predictor of disruptive behavior, development
delays, anxiety, and affective symptomatology among institutionally reared Ro-
maian children. Academy Child Adolescent
Espinosa, M., Ochaíta, E. (2000). Necesidades Infantiles y Adolescentes y Maltrato.
Revista Psikhe, 2000, vol. 9 N° 2, 3-15.
Psychiatric, (43), 1283-1292. Recuperado en: http://onlinelibrary.wiley.com Espi-
nosa, M., Ochaíta, E. (2000) Necesidades Infantiles y Adolescentes y Maltrato. Re-
vista Psikhe, 2000, vol. 9 N° 2, 3-15.
Garfat, T. & Fulcher, L. (2012). Quality care in a Familiy setting: a practical guide for
foster carers. Cape Town: The CYC NetPress.
Instituto Chileno de Terapia Familiar (2014).Guía de Estrategias de Intervención
Familiar. Apoyo para el trabajo con familias en contextos de vulnerabilidad y exclu-
sión social. Programa Vida Nueva, SENAME, Santiago Chile.
Johnson, D. y Gunnar, M. (2011). Growth failure in institutionalized children. Recu-
perado de: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1750-606.2011.00231.x/
abstract.
Lecannelier, F. (2013). El uso de la mentalización y la regulación emocional en pro-
gramas de intervención temprana para el fomento de la seguridad en el apego.
Revista de Mentalización. Recuperado de: https://revistamentalizacion.com/ulti-
monumero/06.pdf.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


Ps.Felipe Vargas Pizarro.

López, F. (2006). Necesidades infantiles: la respuesta de la familia, la escuela y la R E V I S T A

sociedad.
Maturana, H. & Nisis, S. (2002). Transformación en la Convivencia. Dolmen Edicio-
nes, Santiago, Chile.
Marcellus, L. (2011) Supporting resilience in foster family, Universidad British Co-

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


lumbia, Canadá. Disponible en www.researchgate.net/publication/44689571
Ministerio de Desarrollo Social (2018). Acuerdo Nacional por la Infancia. Un nuevo
trato con los niños y niñas de Chile.
ONU (1989). Convención sobre los Derechos del Niño. Asamblea General United
Nations, Treaty Series, vol. 1577. Recuperado de: https://www.refworld.org.es/do-
cid/50ac92492.html 
ONU (2010). Directrices sobre las modalidades de cuidado alternativo. Asamblea
General RES 64/142.
RELAF/UNICEF (2018). Manual para la implementación de un Programa de Acogi-
miento Familiar para niños, niñas y adolescentes en México.
SENAME (2018). Cuenta Pública 2018. Disponible en www.sename.cl/web/index.
php/cuenta-publica-participativa-2018/
Rosser, AM (2011) Evolución de los acogimientos familiares para la prevención de
las dificultades. Universidad de Alicante, España. Disponible en https://dialnet.uni- 19
rioja.es/servlet/articulo codigo=3727473
UNICEF (2012). Calidad de Vida y Bienestar Subjetivo en España. Disponible en
www.unicef.es/sites/unicef.es/files/Bienestar_infantil_subjetivo_en_Espakua.
pdf
UNICEF (2013). Observaciones Generales del Comité de los Derechos del Niño.
UNICEF (2019). Recomendaciones estudios UNICEF. Programa Familias de Acogida
y Programas Ambulatorios.
Universidad San Sebastián (2019). Estudio “Familias de Acogida como medio de
cuidado alternativo en el marco de la nueva institucionalidad del Servicio Nacional
de Protección Especializada”.
Zeanah, Ch., & Smyke, A. (2008). Attachment disorders in family and social con-
text. Infant Mental Health Journal, 29(3), 219-233.
Zeanah, Ch, Berlin,L, Boris, N. (2011) Practitioner Review: Clinical applications of
attachment theory and research for infants and young children. Journal of Child
Psychology and Psychiatry 52:8 (2011), pp 819–833.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 8 - 19


ARTÍCULO II
Revista Señales Nº 22, vol. XIII (1) 2020 | Revista Científica en infancia vulnerable y jóve-
nes infractores de Ley
https://www.sename.cl/web/index.php/revista-senales/ ISSN Nº 0719 – 2266

“Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en


Contexto de Familia de Acogida en Iberoamérica”

“Systematic review of empirical studies on foster family in


Iberoamerica”
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Karen Gisselle Cárcamo Trujillo


Flavia Isabel Lagomarsino Torres
Nicolás Gonzalo Kramm Carmona
David Hernaldo Uribe Pino

Guía de la revisión: Dra. Daniela Zúñiga Silva

Universidad Austral de Chile, Valdivia

Recibido: 2020–05–8 Aprobado: 2020-06-19 Publicado: 2020-06-30

Resumen
22
Objetivos: Se reporta que el acogimiento familiar es una modalidad de cuidado
alternativo beneficiosa para niños, niñas y adolescentes privados de protección
paternal, generando ganancias en el desarrollo integral de los individuos. El ob-
jetivo de este trabajo es ofrecer una revisión actualizada sobre los vínculos entre
el acogimiento familiar en Iberoamérica y el desarrollo psico-socio-emocional de
niños, niñas y adolescentes.

Método: Se seleccionaron aquellas publicaciones de enero de 2014 a enero de


2020, en español, centradas en experiencias e intervenciones en familias de aco-
gida y sus vínculos con el desarrollo psico-socio-emocional de niños, niñas y ado-
lescentes mediante las bases de datos Scopus, Scielo, Ebsco y Redalyc.

Resultados: Se incluyeron cinco estudios sobre familias de acogida y sus vínculos


con el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes, de los cuales se extrae
que el acogimiento familiar es favorecedor para el desarrollo de los individuos,
sobre todo en familias funcionales y adaptativas. Se hace hincapié en el involucra-
miento de la familia biológica y en un fuerte rol del Estado.

Conclusiones: La literatura apoya los programas de familia de acogida como op-


ción de cuidado en pos del desarrollo y por tanto es necesaria la creación de polí-
ticas públicas basadas en evidencia local acerca de esta temática para continuar
con la desinstitucionalización.

Palabras claves: Familias de Acogida, Desarrollo de niños, niñas y adolescentes,


Iberoamérica, Revisión sistemática.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22 -41


Abstract

Objective: It is reported that foster care is an alternative care modality that be-
nefits children and adolescents who have been deprived of parental protection,
and helps the integral development of individuals. The objective of this paper is to
provide an updated review about the links between foster care in Iberoamerica and
the psycho-socio-emotional development in children and adolescents.

Method: A selection was made of articles published between January 2014 and
January 2020, in Spanish, focused on experiences and interventions in foster fa-
milies and their connections with the psycho-socio-emotional development of
children and adolescents, using the Scopus, Scielo, Ebsco and Redalyc databases.

Results: Five studies about foster families and their connections with psycho-so-
cio-emotional development in children and adolescents were included, from
which it was gathered that foster care is favorable for the development of indivi-
duals, especially in functional and adaptive foster families. The involvement of the
biological family and a strong role of the State are also emphasized.

Conclusions: Literature supports foster family programs as a child development


oriented option and, therefore, the creation of public policies based on local evi-
dence about this topic is necessary to continue with the deinstitutionalization.

Keywords: Foster care, children and adolescents development, Iberoamerica, sys-


tematic review.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22-41


Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en Contexto de Familia de Acogida en Iberoamérica

1. Introducción

La Convención sobre los Derechos del Niño (1989), representa el cambio de pa-
radigma en torno a la infancia, donde los niños, niñas y adolescentes dejan de ser
considerados como objetos de protección y beneficiarios indefensos, pasando a
ser vistos como seres humanos titulares de su propio derecho. El Estado Chileno,
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

al suscribirse a la Convención en el año 1990, se compromete a garantizar que


los derechos de los niños, niñas y adolescentes puedan ser ejercidos y respetados
por éste y por las demás personas a través de la creación de políticas públicas,
programas e instituciones (Cardona, s/f; Ministerio de Desarrollo Social y Consejo
Nacional de la Infancia, 2017). Según la UNICEF (2015a), uno de los derechos fun-
damentales de los niños, niñas y adolescentes es crecer en un contexto familiar
afectivo y protector, que cubra sus necesidades, sin embargo, no todos los cuida-
dores logran brindar un entorno familiar propicio, configurándose graves vulnera-
ciones a los derechos del niño que pone en riesgo su bienestar y desarrollo íntegro
(Zavala, 2015).

A nivel internacional, según cifras recogidas en 93 países, se estima que un apro-


ximado de 143 millones de niños no pueden vivir con sus padres de origen, siendo
la desigualdad y la pobreza las principales causas del riesgo o la pérdida total del
cuidado parental para niños, niñas y adolescentes (López, Delgado, Carvalho y Del
Valle, 2014; RELAF, 2010). En materia de protección de la infancia, la vulneración a
24 través de la violencia constituye el mayor problema en América Latina y el Caribe,
aproximadamente 80.000 niños mueren al año producto de la violencia intrafami-
liar (Fernández-Daza, 2018), además, Baglietto (2014) advierte que en la mayoría
de los países existe una institucionalización desmedida de menores de tres años
por razones de protección, incluso cuando esta medida se debe aplicar en casos
excepcionales, se estima que más de 240.000 niños, niñas y adolescentes viven
institucionalizados. En Chile, según cifras mencionadas por la UNICEF (2015b), tan
sólo un 29% de la población infantil está exenta de todo tipo de violencia, mien-
tras que un 19,5% es víctima de violencia psicológica, 25,6% de violencia física
leve y 25,9% de violencia física grave.

El contexto socio-histórico-cultural chileno no está exento de condiciones de


desigualdad y vulneración, esto se evidencia en la encuesta de Caracterización
Socioeconómica (CASEN, 2018b), realizada por el Ministerio de Desarrollo Social,
que desde el año 2015 emplea el constructo de Pobreza Multidimensional, la cual
representa un 16,8% de los hogares del país. Más aún, en la población de niños,
niñas y adolescentes entre 0 a 16 años, que abarca un 23,3% de la población total
del país, más de un millón se encuentra en situación de pobreza multidimensional
(UNICEF, 2017), siendo el grupo etario con mayor cantidad de población sumida
en condiciones de vulnerabilidad del país, aproximadamente un 22,9% (CASEN,
2018a).

En respuesta a estas condiciones de precariedad y vulnerabilidad social en las que


viven niños, niñas y adolescentes del país, el Estado Chileno crea diversos organis-
mos para proteger los derechos del niño (Gallegos, Jarpa y Opazo, 2018). Si bien
existe una protección por parte del Estado, ésta es sólo de carácter tutelar, pues no
existe un sistema de protección integral a los derechos de la niñez que se ocupe

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22 -41


Karen Cárcamo Trujillo, Flavia Lagomarsino Torres, Nicolás Kramm Carmona,
David Hernaldo Uribe Pino. Guía de revisión: Dra. Daniela Zúñiga Silva.

de los niños, niñas y adolescentes en su totalidad y no sólo de aquellas víctimas de R E V I S T A

vulneración (UNICEF, 2017).

La creación del Servicio Nacional de Menores (SENAME) en el año 1979, bajo el de-
creto de Ley 2.465 (BCN, 2005), contribuye a la prevención, protección, promoción
y restitución de los derechos de niños y adolescentes vulnerados (SENAME, s/f a).

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


Para enfrentar aquellas vulneraciones de derechos en que la ley decide remover a
niños, niñas y adolescentes de su núcleo familiar, el SENAME cuenta con dos tipos
de estrategias, una de ellas corresponde al ingreso de los niños a instituciones
que entregan cuidado residencial bajo el amparo del gobierno, sin embargo, esta
modalidad de cuidado es utilizada como último recurso, teniendo en cuenta la
protección de derechos de los niños, niñas y adolescentes.

No obstante, los centros de protección residenciales bajo control directo o indi-


recto del SENAME se ven fuertemente cuestionadas debido a la evidente crisis
existente, donde la carencia, insuficiencia e incapacidad de herramientas y recur-
sos materiales y humanos, la poca coordinación con otros organismos, la baja su-
pervisión técnica de los centros, la sobrepoblación de niños, los malos tratos, la
negligencia y la violación a los derechos humanos, demuestran la incapacidad de
la oferta programática de SENAME en otorgar el apoyo y los servicios que los niños,
niñas y adolescentes necesitan y que la misma institución se propone (Canevaro,
2018; Comité de los derechos del niño, 2018; PDI, Tarea de fuerza SENAME, 2018).

Además, autores como López y Palummo (2013), señalan que la Organización Mun-
25
dial de la Salud (OMS) ha sido enfática en advertir que los hogares residenciales
tienen consecuencias negativas para la salud y el desarrollo integral de los niños,
niñas y adolescentes y que estos deben ser sustituidos por otros mecanismos de
cuidado. La institucionalización precoz y prolongada tiene graves impactos en el
niño o niña (Baglietto, 2014; Martínez y Arregui, 2014), ejemplo de lo anterior, es
que en muchos casos existe una falta de atención personalizada en estas insti-
tuciones, lo cual tiene como efecto la falta de vínculo emocional, estimulación e
interacción que debería darse entre los niños y las personas a su cargo, situación
que provoca déficit en el desarrollo, la salud y debilitamiento del funcionamiento
social y psicológico, generando daños cognitivos y carencias emocionales irrever-
sibles (Baglietto, 2014; Huerta, 2017; Martínez y Arregui, 2014; OMS, noviembre,
2010). Williamson y Greenberg (2010), señalan que, en términos generales, por
cada tres meses que un niño de corta edad reside en una institución pierde un mes
de desarrollo.

Según las directrices sugeridas por la Organización de Naciones Unidas (ONU),


se deben desarrollar alternativas en el contexto de una completa estrategia de
desinstitucionalización, con metas y objetivos precisos que permitan un cambio
progresivo. Tal como señala Baglietto (2014), el acogimiento alternativo debería
brindarse en un entorno familiar, utilizar el acogimiento residencial como último
recurso, de manera excepcional y por un corto periodo de tiempo.

Con este fin, los estados deberían establecer estándares de trabajo que asegu-
ren una calidad y condiciones que sean conducentes al desarrollo del niño, tales
como grupos de cuidado individualizados, frente a los cuales deberían evaluarse

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22-41


Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en Contexto de Familia de Acogida en Iberoamérica

las instituciones existentes (General Assembly of United Nations, 2010). Ante las
complejas situaciones descritas, la mayoría de las sociedades han generado res-
puestas de apoyo a través de un red formal e informal para el cuidado de niños,
niñas y adolescentes fuera del contexto familiar de origen, una de las respuestas
más habituales ha sido la participación de la familia extensa, para el cuidado par-
cial o total de los niños en situaciones donde sus progenitores no pueden hacerse
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

cargo de ellos (Zavala, 2015).

En Chile, desde el 2010, se comienza progresivamente a disminuir el porcentaje de


niños, niñas y adolescentes internados en residencias para incluirlos en el Progra-
ma de Familias de Acogida (CIDENI, 2019), el que adquiere fuerza como una alter-
nativa viable, que puede dar respuesta rápida a la necesidad del niños, niñas y ado-
lescentes al ser apartado, por orden judicial, de la familia de origen en donde se
vulneran sus derechos, evitando que pase por una macro-institución, conservando
el derecho a convivir en un ambiente familiar (Canavero, 2018; SENAME, s/f b).

El Programa de Familias de Acogidas comienza su funcionamiento el 11 de julio del


2005 con la promulgación de la Ley 20.032 del Ministerio de Justicia, que estable-
ce un sistema de atención a la niñez y adolescencia a través del SENAME, entida-
des colaboradoras y un régimen de subvención, contemplando dos modalidades,
el programa de Familias de Acogida Especializada (FAE) y el programa de Familias
de Acogida Simple (FAS), que difieren en el monto de la subvención económica
26 (Zavala, 2015).

Tiene por objetivo, brindar protección, afecto y atención especializada para repa-
rar el daño producido a los niños, niñas y adolescentes por la vulneración de sus
derechos, mediante la reubicación de estos en un entorno familiar alternativo, el
cual garantice su protección mientras se restablece su derecho a vivir en una fa-
milia definitiva. Estas familias de acogida pueden ser administradas por el SENA-
ME, donde se brinda un hogar transitorio a niños y niñas entre 0 y 6 años, o bien, a
manos de organismos colaboradores, que, a través de licitaciones, brindan apoyo
a niños, niñas y adolescentes entre 0 y 17 años (SENAME, s/f b), los niños, niñas y
adolescentes ingresan a través de una medida de protección dictaminada por el
Tribunal de Familia, la duración máxima del acogimiento es de dos años, plazo para
decidir sobre el futuro del acogido (Zavala, 2015).

A través de este programa, se desarrollan procesos de intervención psicoterapéu-


ticos y psicosociales destinados a la reparación de los efectos de las vulneraciones,
además del fortalecimiento de las competencias parentales de los adultos con los
que se pronostica el egreso e inserción familiar estable del niños, niñas y ado-
lescentes (SENAME, s/f b). Las distintas modalidades según parentesco presentes
en este programa pueden ser: Extensas, provenientes de la red familiar del niños,
niñas y adolescentes; externas, grupo sin parentesco familiar; y de urgencia, que
ofrece atención inmediata mientras se encuentra una familia de acogida (SENAME,
s/f b). Actualmente, según cifras del SENAME (2019), la cantidad de niños, niñas y
adolescentes ingresados en el 2019, a través del área de protección de derechos,
a Familias de Acogida SENAME fueron 295 y 3972 a Familias de acogida de orga-
nismos colaboradores.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22 -41


Karen Cárcamo Trujillo, Flavia Lagomarsino Torres, Nicolás Kramm Carmona,
David Hernaldo Uribe Pino. Guía de revisión: Dra. Daniela Zúñiga Silva.

El acogimiento familiar, es una modalidad que se utiliza para el cuidado alterna- R E V I S T A

tivo en un medio familiar de niños y adolescentes privados de la protección pa-


rental, que permite reducir las vivencias de separación del vínculo afectivo (Fer-
nández-Daza y Zabarin, 2018; Vivanco, 2012), asimismo, ofrece una alternativa de
vida normalizada que confiere protección en un entorno afectivo seguro y estable,
además de poder enmendar las carencias y la confianza, así como también mejora

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


la calidad del vínculo (Martínez, 2008; Bergström, Cederblad, Hakansson, Jonsson,
Munthe, Vinnerljung, ... y Sundell, 2019).

La mayoría de las investigaciones realizadas respecto al acogimiento familiar se


han llevado a cabo en países anglosajones o europeos (Fernández-Daza, 2018; Fer-
nández-Daza y Zabarain, 2018; López et al, 2014). América Latina y el Caribe, se ve
un gran interés al respecto, aún así, posiblemente debido a desigualdades econó-
micas, sociales, culturales y políticas (Fernández-Daza, 2018), continúa siendo una
temática emergente.

La literatura ha reportado los diversos beneficios del acogimiento familiar, pues


proporciona un ambiente familiar socializador, afectivo y estable (Fernández-Daza
y Zabarain, 2018), resguardando el derecho de los niños y niñas a vivir en familia y
por consiguiente evita la perturbación de estos en cuanto a sus capacidades para
vincularse y adaptarse a las normas sociales de la vida en comunidad, lo que guar-
da relación con los primeros años de desarrollo y con las necesidades socio-afec-
tivas de apego seguro que deben ser resueltas por la familia (Vivanco, 2012). 27
La evidencia señala que existen diversos factores que inciden en el resultado del
acogimiento, entre ellos se ha vinculado la edad de los niños/as al momento de la
acogida, Zavala (2015) señala que mientras menor sea la edad del acogido, tendría
una mayor oportunidad de encontrar una familia de acogida y un acogimiento más
grato, por el contrario, aquellos niños, niñas y adolescentes acogidos a edades más
avanzadas, tenían mayor incidencia de experimentar un fracaso en el acogimien-
to. Lo anterior lo explica Herce, Achúcarro, Gorostiaga, Gómez de Cádiz y Balluer-
ka (2003), indicando que, a más temprana edad, el niño o niña presenta mejores
habilidades de comunicación y un funcionamiento más adaptativo, también tiene
menos conciencia de las dificultades que puedan existir entre sus progenitores y
la familia acogedora, en cambio, mientras más edad tiene al ser acogido, mayores
lazos psicológico ha desarrollado con la familia de origen, generando un conflicto
de lealtades.

Las figuras parentales de los niños, niñas y adolescentes presentan una gran di-
ficultad para recuperarse y lograr la reinserción familiar, siendo un proceso muy
complejo dadas las diversas circunstancias adversas que han experimentado a lo
largo de toda su trayectoria vital (Amorós y Palacios, 2004; Zavala, 2015). Es por
ello, que las figuras parentales, siendo el primer y gran vínculo de apego de los
niños, niñas y adolescentes, deben ser un foco importante de intervención profe-
sional (Vivanco, 2012). Es importante que los padres puedan establecer una vin-
culación con la familia de acogida y mantener un contacto con sus hijos e hijas,
esto ayudará a la reunificación familiar (Zavala, 2015), a que el niño o niña pueda
gestionar su pasado y re-establecer una relación factible con su familia de origen,
y también estimula su desarrollo intelectual, emocional y social (Aldgate y McIn-

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22-41


Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en Contexto de Familia de Acogida en Iberoamérica

tosh, 2006), la actitud que posea la familia de acogida con la familia de origen
tiene un gran impacto en la integración del niño, niña o adolescente, si esta es po-
sitiva, respetuosa y de aceptación, es más fácil para el niño/a integrarse sin tener
sentimientos de culpa o de traición, además, cuando logra establecer un vínculo de
apego seguro con los acogedores, desarrolla una identidad familiar, sentimientos
de pertenencia y seguridad (Herce et al., 2003).
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Respecto a las familias de acogida, los procesos socializadores en el contexto fa-


miliar y la parentalidad positiva generan un importante impacto en el niño/a (Za-
vala, 2015), la evidencia señala que en aquellas familias acogedoras con un estilo
democrático, basado en el respeto, la expresión, la estimulación y límites claros, se
daría el acogimiento con mayor éxito, destacando una relación afectiva, la comu-
nicación y el uso de control frente al comportamiento del acogido, desarrollando
un mayor ajuste emocional y social en el niño (Orme y Buehler, 2001; Zavala, 2015).

Unos de las investigaciones científicas de carácter longitudinal más importantes


en el ámbito, fue denominado “The Bucharest Early Intervention Project (BEIP)” [El
Proyecto de intervención temprana de Bucarest] (Almas, Degnan, Nelson, Zeanah
y Fox, 2015; Fox, Nelson y Zeanah, 2017; Humphreys, Fox, Nelson y Zeanah, 2017;
Zeanah, Nelson, Fox, Smyke, Marshall, Parker y Koga, 2003), que tiene como obje-
tivo determinar el grado de recuperación alcanzado por niños y niñas trasladados
desde instituciones residenciales a familias de acogida en comparación a niños,
28 niñas y adolescentes institucionalizados, profundizando en los efectos negativos
de la institucionalización en comparación a los beneficios del acogimiento fami-
liar. En sus resultados se evidencian las consecuencias adversas producto de la
institucionalización prolongada, en ámbitos tales como lo cognitivo, social y neu-
robiológico. Se muestra que el desarrollo de los niños en instituciones se encuen-
tra muy por detrás de los niños que nunca han estado en una de éstas, mostrando
una reducción en su coeficiente intelectual, su rendimiento en lenguaje y en la
actividad eléctrica del cerebro, además de una prevalencia de problemas de apego
y de salud mental. Por otro lado, las niñas y niños que fueron trasladados a fami-
lias de acogida mostraron un aumento en los puntos anteriormente mencionados.
Sumado a lo anterior, en el estudio realizado por Almas et al (2015) se comprueba
que el acogimiento familiar tiene un efecto positivo en el desarrollo social de los
niños, niñas y adolescentes, remediando las consecuencias negativas tras la insti-
tucionalización.

Aún así, Fernández-Daza (2018), afirma que la modalidad de acogimiento familiar


se está implementando en Iberoamérica, con entes reguladores y políticas públicas
relacionadas al respecto, a pesar que algunos países tienen mayor experiencia con
estos tipos de programas, la autora señala que existen pocas publicaciones cien-
tíficas sobre familias de acogidas en la región de América Latina, Centroamérica
y el Caribe, sobre todo en estas últimas dos regiones. La revisión (Fernández-Da-
za, 2018), reporta una gran cantidad de artículos científicos desde instituciones y
organismos, respecto a la implementación y experiencia de este tipo de cuidado
alternativo, pero resulta escasa la evidencia empírica respecto al impacto que vivir
en una familia sustituta genera en el desarrollo del niño o adolescente vulnerado.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22 -41


Karen Cárcamo Trujillo, Flavia Lagomarsino Torres, Nicolás Kramm Carmona,
David Hernaldo Uribe Pino. Guía de revisión: Dra. Daniela Zúñiga Silva.

La implementación de políticas y prácticas de protección social de los niños, niñas R E V I S T A

y adolescentes en riesgo, están profundamente influenciados por las condiciones


de vida, así como también, las condiciones socio-económicas de estas localidades
no les permite invertir en investigación, por ende, existe una responsabilidad social
en la creación de este conocimiento de acceso libre para la creación de programas
y políticas públicas, así primeros beneficiados de este tipo de investigaciones sean

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


los niños/as y adolescentes vulnerados (Fernández-Daza, 2018).

Varios países de la región latinoamericana han iniciado procesos para revertir la


masiva institucionalización, en Chile se han desplegado políticas que eviten la se-
paración de los niños de sus hogares, y la institucionalización antes de los 3 años,
en Brasil se constituyó un “Plan nacional por el derecho a la convivencia familiar y
comunitaria”, en Paraguay han optado por el cuidado alternativo de acogimiento
familiar y agilizando los trámites de adopción, en Uruguay se han modificado las
leyes de adopción, restringiendo las largas estadías en instituciones, en México se
destaca la incipiente regulación legislativa (Baglietto, 2014; RELAF, 2011). Poner
fin a la niñez privada de cuidado parental es el compromiso y desafío que deben
asumir las entidades gubernamentales y sus políticas públicas, especialmente en
instituciones de protección donde se agudiza el daño en aquellos niños y ado-
lescentes vulnerados y se generan altas probabilidades de continuar un ciclo in-
tergeneracional de pobreza y disfuncionalidad (Iruarrizaga, 2016), para ellos, las
familias de acogida son una buena herramienta para continuar con este proceso
de desinstitucionalización. 29
Según lo anteriormente expuesto, las familias de acogida pueden convertirse en
un factor de protección hacia la infancia, ofreciendo un ambiente familiar afectivo
y estable que propicien un desarrollo íntegro sustentando no sólo las necesidades
básicas, sino que también las de salud, afecto y educación (Fernández-Daza, 2018).
En la actualidad, existe un interés en progresar desde un modelo tutelar-asisten-
cialista de la infancia, donde prevalece la caridad, hacia un modelo basado en en-
foque de derecho, primando el interés superior del niño (Fernández-Daza, 2018;
López et al, 2014). Un ejemplo de aquello es el sistema de acogimiento familiar en
España, donde se ha evolucionado desde el modelo de beneficencia, basado en la
institucionalización, a un sistema de protección infantil (López et al 2014).

Hoy existe la posibilidad de la acogida familiar, sin embargo, es menester contar


con evidencia empírica local sobre el impacto que tienen las familias de acogida
en niños, niñas y adolescentes, que sustente la política pública y que permita pro-
ducir conocimiento pertinente a nuestra realidad.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22-41


Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en Contexto de Familia de Acogida en Iberoamérica
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

30

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22 -41


Karen Cárcamo Trujillo, Flavia Lagomarsino Torres, Nicolás Kramm Carmona,
David Hernaldo Uribe Pino. Guía de revisión: Dra. Daniela Zúñiga Silva.

2. Objetivo R E V I S T A

El objetivo del presente estudio es el siguiente: Analizar los estudios empíricos


existentes actualizados sobre el acogimiento familiar en Iberoamérica y sus víncu-
los al desarrollo psico-social-emocional de niños, niñas y adolescentes acogidos.

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


3. Método

Selección de los estudios

Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica durante el mes de marzo del presente
año, y se seleccionaron artículos centrados en experiencias e intervenciones en
familias de acogida, y sus vínculos con en el desarrollo psico-socio-emocional de
niños, niñas y adolescentes reportados en la literatura desde el año 2014 hasta el
año 2020.

Para la búsqueda de información se consultaron las siguientes bases de datos in-


ternacionales: Scopus, Scielo, Ebsco y Redalyc. Se utilizaron los siguientes criterios
de búsqueda: [Familia de acogida OR Acogimiento familiar OR Cuidado Alternati-
vo OR Familia Sustituta] AND [Efectos OR Consecuencias OR Impacto OR Vínculos]
AND [Desarrollo Infantil OR Desarrollo Adolescente OR Desarrollo integral OR De-
sarrollo emocional OR Desarrollo afectivo OR Desarrollo Social OR Desarrollo Cog-
nitivo OR Desarrollo físico], Intervenciones en familia de acogida OR Programas de
31
acogida OR Experiencias en familia de acogida OR Prácticas en familias de acogida]
AND [Desarrollo] AND [Niños OR Adolescentes].

Además, se revisó la bibliografía de los artículos, y se incluyeron las publicaciones


que cumplían con los criterios de inclusión.

Criterios de inclusión y exclusión

Se revisaron los resultados de cada buscador seleccionado, y se incluyeron ex-


clusivamente artículos de corte empírico publicados en revistas de divulgación
científica, asegurando recopilar información basado en evidencia, con un mínimo
estándar de calidad entregado por un comité editorial. Se incluyeron artículos en
idioma español, realizados exclusivamente en Hispanoamérica, publicados durante
los años 2014 al 2020.

Como criterios de exclusión, se descartaron publicaciones repetidas y artículos de


revisión bibliográfica o sistemática. A su vez, se descartaron tesis de grado y post-
grado, ponencias, memorias de congreso, además, artículos de prensa, informes,
libros, documentos en páginas web de los organismos públicos encargados de la
protección social de niños y adolescentes privados del cuidado parental.

Por último, se descartaron estudios que abarcaran como temática central las fami-
lias de acogida pero sin abordar el impacto o efecto directo que tiene esta moda-
lidad en el desarrollo psicológico, social, emocional, conductual y/o físico en niños,
niñas y adolescentes, pues es el objetivo de la presente revisión.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22-41


Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en Contexto de Familia de Acogida en Iberoamérica

Resultados

Caracterización de los reportes científicos revisados

En un primer momento, se identificaron un total de 144 artículos científicos en


idioma español publicados entre los años 2014 y 2020, de los cuales, a través de
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

una revisión de títulos y palabras claves, se seleccionaron 32. Posteriormente, se


revisaron las referencias de cada uno de ellos, sumándose 2 publicaciones. Final-
mente, se realizó un tercer barrido en el cual se revisaron los resúmenes y la me-
todología de cada publicación, dando como resultado un total de 5 artículos que
cumplían con todos los criterios de inclusión (ver Figura 1).

De los artículos seleccionados, tres provienen de España, uno de Colombia y uno de


Argentina, sus años de publicación son el 2014, 2015, 2016 y 2018. Con respecto a
la metodología, dos investigaciones fueron de carácter cualitativo y las otros tres
de carácter mixto.

Los tipos de estudios y los participantes de las investigaciones son variados, en


el estudio longitudinal descriptivo participaron 53 familias acogedoras las cuales
acogieron un total de 80 niños/as, en un estudio de investigación acción participa-
tiva participaron 79 técnicos y 57 adolescentes acogidos en familias extensas, por
otro lado, en un estudio exploratorio se involucró a 18 familias de acogida y a 31
niños/as acogidos, en otro estudio exploratorio descriptivo colaboraron 13 profe-
32 sionales del equipo de acogimiento familiar del Servicio de Atención a la Infancia
de Bizkaia, de los cuales 7 eran trabajadoras sociales y 6 psicólogos. Por último, en
el estudio de caso se estudió a una niña con necesidades cognitivas especial bajo
el cuidado de una familia sustituta.

Figura 1.

Trabajos localizados por


criterios de búsqueda
entre los años 2014-
2020: 144 publicaciones
Números de traba-
jos excluidos:
- Publicaciones repe-
tidas: 1
- Publicaciones no
Revisión de referencias Revisión de títulos y
empíricas: 3
de artículos agrega 2 palabras claves: 32
- Publicaciones
publicaciones publicaciones
realizadas fuera de
Hispanoamerica: 1
- Publicaciones que
no incluye el criterio
de temática: 22
Número total de publi-
caciones incluidas: 5
artículos

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22 -41


Karen Cárcamo Trujillo, Flavia Lagomarsino Torres, Nicolás Kramm Carmona,
David Hernaldo Uribe Pino. Guía de revisión: Dra. Daniela Zúñiga Silva.

Resultados y conclusiones de los estudios empíricos revisados R E V I S T A

Según los resultados y conclusiones de los estudios empíricos revisados (ver Tabla
1) el acogimiento familiar como medida de protección ante la vulneración de los
derechos de los niños, niñas y adolescentes, resulta favorecedor en el desarrollo
de éstos, ya que mejoran sus habilidades adaptativas, funcionales y comunicati-

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


va-lingüísticas. A esto se le agrega una evolución satisfactoria en las áreas física,
y cognitiva (Molero, Gil y Díaz, 2014; Valgañón, 2014). Se comprueba que la inte-
gración a la familia de acogida es un factor clave en el desarrollo del niños, niñas
y adolescentes (Molero, Gil y Díaz, 2014). Además, los niños, niñas y adolescentes
insertos en las familias de acogida reportan un autoconcepto positivo, que se ve
reforzado por un buen rendimiento académico y social (Molina, Mateos y Violant,
2015; Valgañón, 2014).

Sin embargo, la funcionalidad de la familia de acogida y su adaptación a ésta se


reportan como variables claves para el desarrollo del niño, pues en los estudios
realizados los niños, niñas y adolescentes que son acogidos por familias funciona-
les y capacitadas no presentan pensamientos negativos hacia sí mismos, conduc-
tas disfuncionales, trastornos afectivos o conductuales sintomáticos; mientras que
los niños que son acogidos en familias disfuncionales y no capacitadas evidencian
una valoración negativa de sí mismos, reportando también trastornos afectivos o
de conducta sintomáticas (Valgañón, 2014; Vásquez y Estrada, 2016).

Los niños, niñas y adolescentes que están insertos en familias de acogidas presen-
33
tan un buen desempeño en el área social, logran adaptarse de forma adecuada a
distintos contextos, presentan una adecuada cohesión grupal y exploran sus in-
tereses. Los niños que logran adaptarse de forma positiva a su familia de acogida
logran realizar actividades fueras de la escolaridad como deportes, actividades
artísticas y tienen vínculos sociales fuera del sistema educativo (Valgañón, 2014).

Se reporta que el involucramiento de la familia biológica, o bien, la familia original


del niños, niñas y adolescentes, en el proceso de acogida lleva a un aumento de
respuestas emocionales positivas por parte de los niños y una mejor transición
entre familia original y sustituta (Aurrekoetxea-Casaus y Pozo, 2019; Valgañón,
2014). Así mismo, la ausencia de visitas por parte de los progenitores, o la desesti-
mación de sus opiniones conducen a resultados negativos en cuanto al desarrollo
físico, emocional y social en el niño, niña o adolescente (Vásquez y Estrada, 2016).

Finalmente, se describe el rol del Estado como uno capaz de influenciar positiva
o negativamente el proceso. Vásquez y Estrada (2016) señalan que la ausencia o
la mala gestión por parte de sus representantes traen consecuencias catastrófi-
cas para el correcto desarrollo físico, emocional y relacional de la parte que busca
acogida.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22-41


Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en Contexto de Familia de Acogida en Iberoamérica

Tabla 1.

Reportes del desarrollo de niños, niñas y adolescentes que residen en familias de


acogida (Revisión sistemática de artículos publicados entre 2014 y 2020).

Título del artículo Año de Autores País Tipo de Meto- Participantes Hallazgos
publi- estudio dología
cación
Indicadores de la 2014 Molero, R., España Longitudinal Mixto 53 Familias acoge- - Acogimiento familiar tiene efectos positi-
calidad del proceso Gil, M. y descriptivo doras que acogieron vos en áreas psicológicas de los NNA.
de acogimiento Díaz, I. a 80 niños - La integración del NNA en la familia de
acogida lleva a un desarrollo positivo.
-Presencia de hijos biológicos en la fami-
lia de acogido ayuda al desarrollo social y
adaptativo.
- Niños/as acogidos de menor edad, tienen
mejor integración a la familia.

Estilos de vida sa- 2015 Molina, M., España I n v e s t i g a - Cualita- 79 Técnicos y 57 - Niños/as acogidos reportan un buen auto-
ludables de adoles- Mateos, A., ción Acción tivo adolescentes en concepto.
centes acogidos en y Violant, Participativa Familias de Acogida - Es labor de la familia de acogida potenciar
familia extensa V. extensa la valoración positiva en el NNA.

Estilo de funciona- 2014 Valgañón, Argenti- Exploratorio Mixto 18 familias de aco- - Niños/as insertos en familias de acogida
miento de las fa- M. na gida y 31 niños/as reportan tener un buen autoconcepto.
milias de acogida y de crianza - NNA acogidos en familias funcionales se
conducta adaptati- involucran en actividades sociales de igual
va - autoconcepto o mejor forma que el promedio.
de los niños, niñas
- La ausencia de la familia de origen en el
y adolescentes bajo
proceso de acogimiento perjudica el desa-
su cuidado
rrollo íntegro del NNA.
- NNA acogidos en familias disfuncionales
tienen peores indicadores de desarrollo que
aquellos insertos en familias funcionales.
- El acogimiento familiar muestra mejores
resultados que otras formas de cuidado al-
ternativo.

El papel del sistema 2019 Aurrekoe- España Exploratorio Mixto 13 profesionales del - La participación e involucramiento de la
de visitas en los ca- txea-Ca- descriptivo equipo de acogi- familia de origen es de suma importancia
sos de cese de aco- saus, M. y miento familiar del para el desarrollo óptimo del NNA durante
gimiento familiar: Pozo, P. Servicio de Atención el proceso de acogida.
una aproximación a la Infancia de la
desde la perspecti- Diputación Foral de
va profesional Bizkaia (7 trabaja-
doras sociales y 6
psicólogos).

Los hogares sustitu- 2016 Vá s q u e z , Co l o m - Estudio de Cualita- Niña con necesida- - Las casas de acogida deben poseer los re-
tos como medida V. y Estra- bia caso tivo des cognitivas es- cursos y capacitaciones necesarias para ve-
de restablecimiento da, L. peciales, lar por el bienestar íntegro del NNA acogido.
de derechos de los del municipio de - Se debe considerar la participación y las
niños, Bello (Antioquia), opiniones de la familia biológica para res-
niñas y adolescen- que estaba guardar el bienestar del NNA acogido.
tes en Colombia bajo el cuidado de
- Durante todo el proceso se debe prestar
una familia susti-
especial atención a las opiniones del NNA
tuta
acogido.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22 -41


Karen Cárcamo Trujillo, Flavia Lagomarsino Torres, Nicolás Kramm Carmona,
David Hernaldo Uribe Pino. Guía de revisión: Dra. Daniela Zúñiga Silva.

Discusión y conclusiones R E V I S T A

El acogimiento familiar se presenta como una de las alternativas de cuidado ante


la vulneración de los niños, niñas y adolescentes, resguardando uno de sus dere-
chos fundamentales: el vivir en familia bajo un ambiente afectivo y estable (Vi-
vanco, 2012). Como constata la literatura (Bergström et al., 2019; Huerta, 2017;

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


Fernández-Daza, 2018; Fernández-Daza y Zabarin, 2018; Vivanco, 2012), esta
medida permite reducir las vivencias de separación del vínculo afectivo, así como
también favorece el desarrollo físico, emocional y social adecuado de los niños,
niñas y adolescentes, más aún, cuando las familias son funcionales y adaptables
(Valgañón, 2014), esto coincide con lo reportado respecto al impacto positivo en
el ámbito socio-emocional que generan las familias acogedoras con un estilo de-
mocrático de enseñanza (Orme y Buehler, 2001; Zavala, 2015), en contraste con los
efectos poco alentadores reportados en investigaciones sobre la institucionaliza-
ción (Almas et al, 2015; Fox et al 2017; Humphreys et al 2017; Zeanah et al, 2003).

Los distintos estudios mencionan que el involucramiento de la familia biológica o


de origen del niños, niñas y adolescentes es de suma importancia ya que resulta
beneficioso para el desarrollo socioemocional, debido al aumento de sentimientos
positivos, el facilitamiento que ofrece en la transición a la familia de acogida y el
monitoreo que puede ofrecer sobre el bienestar del niños, niñas y adolescentes
durante el proceso de acogimiento (Aurrekoetxea-Casaus y Pozo, 2019; Valgañón,
2014; Vásquez y Estrada, 2016). Mantener el contacto con los padres biológicos 35
estimula el desarrollo emocional, social e intelectual del niño/a (Aldgate y McIn-
tosh, 2006), ayuda a la reunificación familiar (Zavala, 2015), y cuando existe una re-
lación de respeto entre ambas familias, el niño se integra de mejor manera, desa-
rrollando una identidad familia, sentimientos de pertenencia y seguridad sin sentir
culpa al respecto (Herce et al, 2003). Otro factor que se relaciona con el resultado
del acogimiento es la edad de los niños, niñas y adolescentes al momento de ser
acogidos, a menor edad del acogido, mayor es la probabilidad de un acogimiento
grato que potenciará su desarrollo, mientras que a mayor edad, es más probable
que el acogimiento sea una experiencia fallida (Zavala, 2015).

De acuerdo a directrices de la Asamblea de las Naciones Unidas, los Estados deben


establecer estándares que aseguren la calidad y condiciones que sean propicias
para el desarrollo, lo cual se ve fielmente reflejado en la literatura revisada, donde
se expone que el involucramiento adecuado por parte de las entidades estatales
ayuda a disminuir las probabilidades de continuar vulnerando los derechos del ni-
ños, niñas y adolescentes y de poner fin al ciclo intergeneracional de pobreza y
disfuncionalidad que propicia la institucionalización temprana (Assembly of Uni-
ted Nations, 2010; Iruarrizaga, 2016).

De los artículos analizados, 5 en total, evidencian la escasa investigación actuali-


zada en el tema. Con respecto a la metodología, dos investigaciones fueron de ca-
rácter cualitativo y las otros tres de carácter mixto, llamando la atención la escasa
investigación cuantitativa, lo cual podría ser producto del poco acceso a instru-
mentos estandarizados para la evaluación de niños, niñas y adolescentes en este
tipo de circunstancias.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22-41


Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en Contexto de Familia de Acogida en Iberoamérica

Las temáticas abordadas en el 2014-15, se focalizaron en indicadores de calidad


y estilos de funcionamiento familiar más adecuado para el desarrollo de los niños,
niñas y adolescentes acogidos, mientras que aquellos artículos del 2016-19, abor-
dan el importante rol de las visitas de las familias de origen para un buen proceso
de acogida, y las deficiencias que pueden darse en esta modalidad sin la participa-
ción y fiscalización activa del estado.
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Las investigaciones realizadas se han llevado a cabo en su mayoría por institu-


ciones académicas, abarcando universidades privadas, Universidad de Aconcagua
(Valgañón, 2014), Universidad Pontificia Bolivariana (Vásquez y Estrada, 2016), Uni-
versidad de Deusto (Aurrekoetxea y Pozo, 2019), y públicas, Universidad del Zulia
(Molina, Mateos, Violant, 2015), Universidad Nacional de Educación a Distancia
(Aurrekoetxea y Pozo, 2019), la mayoría de los artículos publicados se encuadran
dentro de proyectos de investigación más amplios, previa autorización de los Ser-
vicios de Protección/Atención de la Infancia de cada país.

Al comienzo de esta revisión no se contemplaba la literatura de origen español, sin


embargo, debido a la falta de material disponible en el idioma, se decidió ampliar
el criterio de inclusión con el objetivo de aumentar el tamaño muestral y así tener
un análisis más exhaustivo de los datos disponibles. Se constata una saturación
de la información, hasta el año 2014, al buscar en la bibliografía de los artículos
seleccionados, y en la bibliografía de aquellos que cumplían con los requisitos.
36 Aún ampliando los criterios de inclusión, es relevante señalar la poca evidencia
empírica de publicaciones científicas sobre el tema, lo que se muestra en el pro-
ceso de selección de nuestra revisión, algunas hipótesis explicativas podrían ser el
bajo nivel socio-económico que caracteriza a la región latinoamericana (Fernán-
dez-Daza, 2018), y con ello la poca inversión en investigaciones científicas sobre
esta materia. Otra hipótesis explicativa es que existan publicaciones sobre el tema
pero que no sean de libre acceso, dificultando su búsqueda y la circulación libre
del conocimiento. En Chile la creación de políticas públicas no van a la par con el
conocimiento científico actualizado ni local, puesto que en el país ya se han desa-
rrollado legislaciones como el Programa de Familias de Acogida, en funcionamien-
to desde el año 2005 (Zavala, 2015), y medidas que evitan la institucionalización
temprana, sin un sustento empírico local.

La tendencia dentro del material encontrado no se focaliza sólo en la opinión de


expertos en el tema y de los profesionales a cargo de la toma de decisiones, sino
que también se ha centrado en explorar y analizar las vivencias de todos los invo-
lucrados en la experiencia de acogimiento familiar. Se entiende la necesidad de
explorar los tipos de familia de acogida ideales para el desarrollo integral de los
niños y adolescentes, sin embargo, consideramos de suma importancia explorar el
impacto de este tipo de cuidado alternativo en el desarrollo integral de los niños y
así mismo la calidad de este, para así discriminar las mejores formas de cuidado y
por consiguiente potenciar un desarrollo óptimo en la infancia vulnerada.

Es relevante mencionar las limitaciones de este trabajo, ya que considerando el


escaso número de artículos analizados es imposible extrapolar las conclusiones
extraídas en esta revisión hacia el estado actual del acogimiento familiar en Lati-
noamérica, más aún, considerando la discrepancia existente con la realidad de Ibe-

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22 -41


Karen Cárcamo Trujillo, Flavia Lagomarsino Torres, Nicolás Kramm Carmona,
David Hernaldo Uribe Pino. Guía de revisión: Dra. Daniela Zúñiga Silva.

roamérica, siendo esta región pionera en implementación de programas de aco- R E V I S T A

gida. Sin embargo, siendo una temática relevante y atingente, las investigaciones
giran entorno a la descripción de los programas, identificación de los perfiles de la
familia de acogida, perfil de las familias de origen y de los niños y/o adolescentes
acogidos, un número reducido de artículos ha estudiado los efectos directos que
genera la experiencia del acogimiento familiar en niños, niñas y adolescente.

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


Es por ello, que este artículo propone a los futuros investigadores generar cono-
cimiento científico respecto al desarrollo emocional, social, conductual, físico y
psicológico que propician las familias de acogida en los niños vulnerados en sus
derechos, siendo una línea investigativa de gran relevancia social para sentar las
bases de un modelo de acogimiento alternativo adecuado en Chile, donde se gene-
re un desarrollo favorable de los niños y jóvenes acogidos en un ambiente familiar
funcional. Se propone, en segundo lugar, generar conocimiento local respecto al
desarrollo de los programas de familia de acogida, la implementación y los resul-
tados, siendo de suma importancia contrastar el desarrollo de niños y adolescen-
tes institucionalizados en acogimiento residencial y aquellos que se encuentran el
acogimiento familiar, de esta forma propiciar decisiones y políticas impulsadas por
el interés superior del niño y la protección integral de sus derechos, valiendo por su
pleno desarrollo y bienestar.

37

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22-41


Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en Contexto de Familia de Acogida en Iberoamérica

REFERENCIAS
Almas, A., Degnan, K., Nelson, C., Zeanah, C. & Fox, N. (2015). IQ at Age 12 Following
a History of Institutional Care: Findings From the Bucharest Early Intervention Pro-
ject. Developmental Psychology, 52(11), 1858-1866. DOI: 10.1037/dev0000167
Aldgate, J. y McIntosh, M. (2006). Looking after the family: A study of children
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

looked after in kinship care in Scotland. Edinburgh: Social Work Inspection Agency.
Recuperado de http://www.scotland.gov.uk/Publications/2006/06/07132800/4.
Amorós, P. y Palacios, J. (2004). Acogimiento Familiar. Madrid: Alianza.
Aurrekoetxea, M., & Pozo, P. (2019). El papel del sistema de visitas en los casos
de cese de acogimiento familiar: una aproximación desde la perspectiva profe-
sional. Cuadernos de Trabajo Social, 32(2), 277-288. DOI: https://doi.org/10.5209/
cuts.58318
Baglietto, C. (2014). Niñas, niños y adolescentes en modalidades alternativas de
cuidado: experiencias internacionales y regionales. Revista Defensor, 7(4), 32-
38. Recuperado de: https://cdhcm.org.mx/wp-content/uploads/2015/05/DFen-
sor_04_2014.pdf
Bergström, M., Cederblad, M., Hakansson, K., Jonsson, A., Munthe, C., Vinner-
ljung, B., Wirsberg, I., Östlund, P., & Sundell, K. (2019). Interventions in Fos-
ter Family Care: A Systematic Review. Social Work Practice, 20(10), 1-15. DOI:
38 10.1177/1049731519832101
Biblioteca del Congreso Nacional [BCN]. (2005). Decreto Ley 2465: Crea el Servicio
Nacional de Menores y fija el texto de su ley orgánica. Santiago, Chile: Ministerio
de Justicia. Recuperado de: LEY-21140 31-ENE-2019 MINISTERIO DE JUSTICIA Y
...www.leychile.cl › Navegar
Canevaro, C. (05, mayo, 2018). Familias de Acogida: la alternativa al SENAME que
triunfa en Europa y que en Chile se puede potenciar. En El Definido. Recuperado de:
https://www.eldefinido.cl/actualidad/mundo/9986/Familias-de-Acogida-la-alter-
nativa-al-Sename-que-triunfa-en-Europa-y-que-en-Chile-se-puede-potenciar/
Cardona, J. (s/f). Los niños como sujetos de derecho. Instituto de Altos Estudios
Universitarios. Recuperado de: https://www.iaeu.edu.es/estudios/derecho/los-ni-
nos-como-sujetos-de-derecho/
Centro Iberoamericano de Derechos del Niño (CIDENI). (Septiembre, 2019). Desin-
ternación, vivir en familia es un derecho: Estudio de revisión y análisis de Progra-
mas de Familias de Acogida. Santiago: UNICEF.
Comité de los Derechos del Niño. (2018). Informe de la investigación relacionada en
Chile en virtud del artículo 13 del Protocolo facultativo de la Convención sobre los
Derechos del Niño relativo a un procedimiento de comunicaciones. Ginebra: ONU.
Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN). (2018a). Niñas,
Niños y Adolescentes. Síntesis de Resultados. Ministerio de Desarrollo Social. Re-
cuperado de: http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/casen-multidi-
mensional/casen/docs/Resultados_nna_casen_2017.pdf

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22 -41


Karen Cárcamo Trujillo, Flavia Lagomarsino Torres, Nicolás Kramm Carmona,
David Hernaldo Uribe Pino. Guía de revisión: Dra. Daniela Zúñiga Silva.

Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN). (2018b). Situación R E V I S T A

de Pobreza. Síntesis de resultados. Ministerio de Desarrollo Social. Recuperado de:


http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/casen-multidimensional/ca-
sen/docs/Resultados_pobreza_Casen_2017.pdf
Fernández-Daza, M. (2018). El acogimiento familiar en Iberoamérica. Saíde Sc. São

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


Paulo, 27(1), 268.289. DOI: 10.1590/S0104-12902018170647
Fernández-Daza, M., & Zabarain, S. (2018). Cuidado alternativo de niños, niñas y
adolescentes en Latinoamérica: Estado actual del Acogimiento Familiar. En Mar,
M., Pérez-Fuentes, M., Jesús, J., Barragán, A., Mar, M, & Martos, A. (Comps.), Cuida-
dos, Aspectos psicológicos y actividad física en relación con la salud, Vol. 3 (339-
350). Almería, España: Asunivep. Recuperado de: https://www.researchgate.net/
publication/323614228_Cuidado_alternativo_de_ninos_ninas_y_adolescen-
tes_en_Latinoamerica_Estado_actual_del_Acogimiento_Familiar?enrichId=r-
greq-85bec0d23b47c10ff4d088583fee26bf-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWd-
lOzMyMzYxNDIyODtBUzo2MDE1ODE4OTI0MzE4ODJAMTUyMDQzOTcwODU0MA%-
3D%3D&el=1_x_3&_esc=publicationCoverPdf
Fox, N., Nelson, C., & Zeanah, C. (2017). The Effects of Psychosocial Deprivation on
Attachment: Lessons from the Bucharest Early Intervention Project. Psychodyna-
mic Psychiatry, 45(4), 441-450. DOI: 10.1521/pdps.2017.45.4.441
Gallegos, M., Jarpa, C., & Opazo, D. (2018). Derecho del niño y sistemas residencia-
les en Chile: Representaciones sociales de adultos cuidadores. Psicoperspectivas, 39
17(2), 1-12. DOI: https://doi.org/10.5027/psicoperspectivas-vol17-issue2-full-
text-1184
General Assembly of the United Nations. (2010). Resolution 64/142: Guidelines for
the alternative care of children. New York: UNGA. Disponible en https://www.unicef.
org/protection/alternative_care_Guidelines-English.pdf
Herce, C., Achúcarro, C., Gorostiaga, A., Torres, B., & Balluerka, N. (2003). La inte-
gración del menor en la familia de acogida: factores facilitadores. Interven-
ción psicosocial, 12(2), 163-177. Recuperado de: https://www.redalyc.org/
pdf/1798/179818034004.pdf
Huerta, J. (2017). Programa de Acogimiento Familiar: la importancia del apego y
la creación de vínculos tempranos (Tesis de grado). Universidad de la República de
Montevideo, Uruguay. Recuperado de: https://sifp.psico.edu.uy/sites/default/files/
Trabajos%20finales/%20Archivos/tfg_jessica_huerta.pdf
Humphreys, K., Fox, N., Nelson, C., & Zeanah, C. (2017). Chapter 6: Psychopathology
Following Severe Deprivation: History, Research, and Implications of the Bucharest
Early Intervention Project. En Rus, A., Parris, S., & Stativa, E. (Eds), Child Maltreat-
ment in Residential Care, 129-148. United States: Springer International Publi-
shing AG. DOI: 10.1007/978-3-319-57990-0_6
Iruarrizaga, F. (2016). Rediseñando el sistema de protección a la infancia en Chile:
Entender el problema para proponer modelos de cuidados alternativos y ayudar a la
reunificación familiar. Estudios Públicos, (141), 7-57. Recuperado de: https://www.
cepchile.cl/cep/site/docs/20160426/20160426162559/rev141_firuarrizaga.pdf

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22-41


Revisión Sistemática de Estudios Empíricos en Contexto de Familia de Acogida en Iberoamérica

López, A., & Palummo, J. (2013). Internados: Las prácticas judiciales de instituciona-
lización por protección de niños, niñas y adolescentes en la ciudad de Montevideo.
Uruguay: UNICEF. Recuperado de: http://observatoriojudicial.org.uy/wp-content/
uploads/2013/11/Internados_web.pdf
López, M., Delgado, P., Carvalho, J., & Del Valle, J. (2014). Características y desarrollo
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

del acogimiento familiar en dos países con fuerte tradición de acogimiento resi-
dencial: España y Portugal. Univ. Psychol, 13(3), 865-880. DOI: 10.11144/Javeriana.
UPSY13-3.cdaf
Martínez, C. (2008). Acogimiento familiar, ¿justicia o solidaridad?. Revista Pediatría
de Atención Primaria, 10(40), 703-710. Recuperado de: https://www.redalyc.org/
articulo.oa?id=366638709012
Martínez, A., & Arregui, B. (2014). Menores sin familia en España y acogimiento fa-
miliar. En la Calle: Revista sobre situaciones de riesgo social, (29), 11-15. Recupe-
rado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4824553
Ministerio de Desarrollo Social y Consejo Nacional de la Infancia (2017). Plan de
Acción Nacional de Niñez y Adolescencia 2018-2025, en el marco de la Agenda
de Desarrollo Sostenible 2030 y las Observaciones del Comité de los Derechos
del Niño al Estado de Chile 2015. Santiago, Chile: Grafhika Copy Center Limitada.
Recuperado de: http://www.creciendoconderechos.gob.cl/docs/plan-de-accion-y-
ODS-cuadernillo.pdf
40
Molero, R., Gil, M., & Díaz, I. (2014). Indicadores de calidad del proceso de acogi-
miento familiar. International Journal of Developmental and Educational Psycho-
logy, 2(1), 475-481. http://dx.doi.org/10.17060/ijodaep.2014.n1.v2.463
Molina, M., Mateos, A., & Violant, V. (2015). Estilos de vida saludables de adolescen-
tes acogidos en familia extensa. Revista de Ciencias Sociales (Ve), 21(4), 479-493.
Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=280/28043815003
Orme, J. G., & Buehler, C. (2001). Foster family characteristics and behavioral and
emotional problems of foster children: A narrative review. Family relations, 50(1),
3-15. DOI: 10.1111/j.1741-3729.2001.00003.x.
Policía de Investigación de Chile (PDI), Tarea de Fuerza Sename. (2018). Análisis
del funcionamiento residencial en centros dependientes del servicio nacional de
menores. Santiago.
Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar [RELAF]. (2010). Niños, niñas y ado-
lescentes sin cuidados parentales en América latina: Contextos, causas y con-
secuencias de la privación del derecho a la convivencia familiar y comunitaria.
Buenos Aires, Argentina: UNICEF. Recuperado de: https://www.relaf.org/biblioteca/
Documento1.pdf
SENAME. (s/f a). Misión y Objetivos. En Sename. Recuperado de: https://www.sena-
me.cl/web/index.php/mision-objetivos/ [Visitado el 23 de marzo, 2020]
SENAME. (s/f b). Programa Familias de Acogida Especializadas (FAE). Recuperado de:
https://www.sename.cl/web/index.php/programa-familias-acogida-fa/

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22 -41


Karen Cárcamo Trujillo, Flavia Lagomarsino Torres, Nicolás Kramm Carmona,
David Hernaldo Uribe Pino. Guía de revisión: Dra. Daniela Zúñiga Silva.

SENAME. (2019). Informe Sename periodo 2019: Protección de derechos. En Infor- R E V I S T A

me Trimestral Sename. Recuperado de: https://www.digitalmed.cl/sename/infor-


me-anual-2019/proteccion.html
UNICEF. (2015a). Convención sobre los derechos del niño. Santiago, Chile: UNICEF.
Recuperado de: http://unicef.cl/web/convencion/.

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


UNICEF. (2015b). Maltrato infantil en Chile, análisis comparativo 1994, 2000, 2006,
2012 (Informe nº 4). Santiago, Chile: Andros Impresores. Recuperado de: https://
unicef.cl/web/wp-content/uploads/2015/07/Maltrato-Infantil.pdf
UNICEF. (2017). Agenda de infancia 2018-2021. Desafíos en un área clave para el
país. Santiago, Chile: UNICEF. Recuperado de: https://unicef.cl/web/wp-content/
uploads/2017/01/Agenda-Infancia-2018-2012-WEB.pdf
Valgañón, M. (2014). Estilo de funcionamiento de las familias de acogida y conducta
adaptativa - autoconcepto de los niños, niñas y adolescentes bajo su cuidado. Salud
& Sociedad, 5(2), 156-169. https://doi.org/10.22199/S07187475.2014.0002.00001
Vásquez, V., & Estrada. (2014). Los hogares sustitutos como medida de restableci-
miento de derechos de los niños, niñas y adolescentes en Colombia. Derecho Públi-
co, (37), 1-31. DOI: http://dx.doi.org/10.15425/redepub.37.2016.03
Vivanco, F. (2012). El Acogimiento Familiar: Una apuesta preventiva a la institu-
cionalización, respetuosa del Derecho a vivir en Familia y en Comunidad. Seña-
les, 5 (10), 17-27. Recuperado de: https://www.sename.cl/revistas-senales/Sena- 41
les_10_2012.pdf
Williamson, J., & Greenberg, A. (2010). Families, Not Orphanages. United States: Be-
tter Care Network. Recuperado de: https://www.thinkchildsafe.org/thinkbeforevisi-
ting/resources/Families_Not_Orphanages_J_Williamson.pdf
World Health Organization (OMS). (Noviembre, 2010). Transfer care from institu-
tions to the community: priority paper for the Conference Better Health, Better
Lives: children and young people with intellectual disabilities and their families.
Conferencia en Bucharest, Romania (No. EUR/51298/17/PP/3). Copenhagen: WHO
Regional Office for Europe. Recuperado de: http://www.euro.who.int/__data/as-
sets/pdf_file/0003/126408/e94421.pdf
Zavala, M. (2015). Acogimiento Familiar en Chile: Análisis de los perfiles familiares
y del ajuste de niños y niñas (Tesis de Doctorado). Universidad de Sevilla: España.
Recuperado de: https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/38369/TESIS%20DOC-
TORAL%20DEFINITIVA%20W13.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Zeanah, C., Nelson, C., Fox, N., Smyke, A., Marshall, P., Parker, S., & Koga, S. (2003).
Designing research to study the effects of institutionalization on brain and beha-
vioral development: The Bucharest Early Intervention Project. Development and
Psychopathology, 15(4), 885-907. Recuperado de: https://www.researchgate.net/
publication/6358201_Designing_research_to_study_the_effects_of_institu-
tionalization_on_brain_and_behavioral_development_The_Bucharest_Ear-
ly_Intervention_Project

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 22-41


ARTÍCULO III
Revista Señales Nº 22, vol. XIII (1) 2020 | Revista Científica en infancia vulnerable y jóve-
nes infractores de Ley
https://www.sename.cl/web/index.php/revista-senales/ ISSN Nº 0719 – 2266

La Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF: una


experiencia de los Programas Familias de Acogida
Especializado de la Fundación DEM
Family Foster Care Unit UDAF: Experience of the Specialized
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Foster Family Programs of DEM Foundation

Juan Eduardo Parry Mobarec1


Marcela Vidal González2
Carla Polanco Mercado3

Fundación DEM
Santiago, Chile

Recibido: 2020–05–10 Aprobado: 2020-06-16 Publicado: 2020-06-30

Resumen

El presente artículo busca dar a conocer la experiencia desarrollada por la Funda-


ción DEM a partir de su trabajo con los Programas Familias de Acogida Especiali-
44 zada, FAE-PRO, y el desarrollo particular de una experiencia innovadora en torno
a uno de los nudos críticos y al mismo tiempo desafío, de este modelo de trabajo
que constituye el disponer de Familias de Acogida Externas no vinculadas por pa-
rentesco como una opción real y válida para el acogimiento familiar temporal.

Lo que se describe en el artículo corresponde a un proceso de reflexión y sistema-


tización que se levanta a partir de lo desarrollado en casi dos años de implemen-
tación de la Unidad de Acogimiento Familiar, a cargo de la difusión y desarrollo
de una cultura de acogimiento familiar, convocatoria y evaluación de Familias de
Acogida externas; además de, valorar esta iniciativa a la luz de los aportes que
otorga la evidencia internacional en torno este modelo de intervención en materia
de protección de derechos.

A partir de lo descrito, no se busca llegar a conclusiones ni menos generalizaciones


respecto de esta forma de intervención psicosocial, sino que más compartir algu-
nos hallazgos y aprendizajes en base a la experiencia práctica desarrollada.

Palabras Clave: Niños, niñas y adolescentes - Familias de Acogida - Familias de


Acogida externas – Captación y selección de Familias de Acogida Externas- Eva-
luación psicosocial – Derechos de niños y niñas.

1 Antropólogo de la Universidad de Chile y Mg. Psicología Social UDP. Presidente


Fundación DEM [email protected]
2 Psicóloga de la Universidad de Chile, Directora Ejecutiva de la Fundación DEM.
[email protected]
3 Trabajadora Social de la Universidad Católica de Chile, Supervisora Técnica de
Programas Fundación DEM [email protected]

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


Abstract

This article seeks to communicate the experience developed by DEM Foundation


in its work with Specialized Foster Family Programs, FAE-PRO, specifically the de-
velopment of an innovative experience around one of the critical knots and cha-
llenges of this modality, which is to have external foster families, not related by
kinship, as a real and valid option for foster care.

What is described in the article corresponds to a process of reflection and syste-


matization based on what has been developed in almost two years of implemen-
tation of the Family Foster Care Unit, which is in charge of the diffusion and deve-
lopment of a culture of foster care, recruitment and evaluation of external foster
families. In addition, we seek to value this initiative considering the contributions
made by international evidence regarding this model of intervention in the field of
protection of rights.

From what is described, we do not seek to reach conclusions or generalizations


regarding this form of psychosocial intervention, but rather to share some findings
and learning based on the practical experience.

Keywords: Children and adolescents, foster families, external foster families, re-
cruitment and selection of foster families, psychosocial evaluation, children’s ri-
ghts.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


La Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF: una experiencia de los Programas Familias de Acogi-
da Especializado de la Fundación DEM

“Me han ayudado mucho, me han apoyado mucho, porque es algo nuevo
para mí, me han ayudado y apoyado”
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Historia de las Familias de Acogida en Fundación DEM

Hacia 1991 el Ministerio de Salud de Chile dejó la tutela de las Colocaciones Fa-
miliares, siendo traspasada su responsabilidad al Servicio Nacional de Menores.
En ese contexto Fundación DEM, en ese entonces presidida por la Magistrado de
Menores Ana Luisa Prieto Peralta, propuso un modelo de trabajo familiar entendido
desde la “Prevención Primaria”, que bajo un enfoque ecosistémico diera respuesta
a las necesidades de acogimiento familiar de niños, niñas y adolescentes, haciendo
partícipe a la comunidad en el logro de los cuidados alternativos, cuando la familia
de origen se veía imposibilitada de brindarles cuidado y protección. (Prieto, 1999,
p.2).

Este primer programa denominado “Familia Asistida”, sustituyó a las tradicionales


“Guardadoras” del antiguo sistema por un trabajo comunitario que buscaba res-
guardar el derecho de los niños, niñas y adolescentes a contar con familia dentro
de su espacio de residencia y a partir de aquellos vínculos que les fueran signifi-
46 cativos. Esta modalidad contó con 480 plazas de atención por un lapso muy ex-
tendido de tiempo. La masividad y la heterogeneidad en la distribución territorial
del Programa, se tradujo en una dificultad para cumplir la promesa de una inter-
vención sostenida en las comunidades locales, como también no pudo dar cuenta
adecuadamente de la dimensión proteccional de la intervención, que requería de
los equipos el despliegue de destrezas para hacer un trabajo reparatorio en lo vin-
cular y de intensiva formación de competencias parentales en favor de una reuni-
ficación segura con la familia de origen.

Con la renovación de la Orientaciones Técnicas de la Familias de Acogida Especia-


lizadas del año 2015, podemos sostener que el enfoque comunitario y de familia
extensa se mantuvo, además de las consideraciones fruto de las evidencias inter-
nacionales, principalmente española. No obstante, la necesidad de explorar el aco-
gimiento con familias no vinculadas por parentesco u otro lazo social comunitario
comenzó hacerse apremiante, cuando la mayor especialización del modelo dio
cuenta de las múltiples complejidades que se observaban en muchas de las fami-
lias que los Tribunales de Familia derivaban a estos programas y la creciente nece-
sidad de disponer estrategias alternativas y preferentes al cuidado residencial. El
presente artículo, desarrolla con detalle una nueva innovación de Fundación DEM,
en un problema que nos interpela como sociedad, aquel de garantizar la crianza
y desarrollo de la infancia en familia, dejando como recurso de última instancia la
institucionalización residencial.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


Juan Eduardo Parry Mobarec, Marcela Vidal González, Carla Polanco Mercado.

Nuestros conceptos R E V I S T A

Los Programas de Familia de Acogida Especializada, en adelante FAE-PRO, que di-


seña e implementa la Fundación Nacional para la Defensa del Menor de Edad –
Fundación DEM, contribuyen a reparar las graves vulneraciones de derechos que
los/as niños/as menores de 18 años han sufrido al interior de su familia de origen,

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


condición que ha obligado a la Judicatura de Familia a separarlos/as temporal-
mente de ésta, restituyendo el derecho a vivir en familia; interviniendo en los nú-
cleos de origen, que por alguna acción contraria u omisión grave a los derechos de
sus hijos/as, se encuentran limitados en el ejercicio de sus roles fundamentales de
crianza y protección; ofreciéndoles apoyo para que sustitutivamente dicha fun-
ción sea cumplida por una familia de acogida relacionada o no por parentesco con
los/as niños/as y adolescentes. Así los programas FAE-PRO de la Fundación DEM
apuestan por asegurar temporalmente para cada niño/a o adolescente una familia
de acogida extensa o una familia de acogida externa.

Las medidas de protección adoptadas por Tribunales de Familia a partir de las cua-
les los programas FAE-PRO DEM realizan su acción y sobre las que intervienen en
coordinación con las redes especializadas y de protección social universal, com-
prenden graves vulneraciones de derechos, como: la negligencia parental, la in-
habilidad de uno o ambos padres, la carencia de protección adecuada, el peligro
material o moral, maltrato físico y/o psicológico, el abuso sexual, y otras formas
de daño a la indemnidad sexual, siendo muy recurrentes las dinámicas familiares 47
disfuncionales y violentas, estas últimas, que eventualmente involucran riesgo vi-
tal para los/as niños/as que impiden su permanencia bajo el cuidado de cualquiera
de sus padres. Así mismo, los Programas FAE-PRO DEM responden a las indica-
ciones de la Recomendación Nº45 del Comité de Derechos del Niño, que apuntan
a reducir la necesidad de internación de niños/as o adolescentes en residencias,
especialmente en la primera infancia, cuyos efectos adversos son de difícil repara-
ción en lo psicoafectivo, considerando que no ofrecen una atención personalizada
y menos aún experiencias vinculares positivas.

A partir de lo antes señalado, el conjunto de roles, funciones y, por sobre todo res-
ponsabilidades, que cumplen estos programas con relación a la reparación de las
graves vulneraciones de derechos y de las secuelas de la desvinculación familiar
de origen, garantizar el acogimiento familiar externo o con familia extensa y la
habilitación en competencias parentales; consideran en cada uno de estos ámbitos
de manera transversal al momento del diagnóstico y diseño de la intervención, la
participación de los/as niños/as y adolescentes y sus familias, resguardando que
no ocurra ningún tipo de discriminación, implementando acciones específicas para
cada género, junto con el reconocimiento y respeto de las identidades étnicas,
culturales y nacionales de los/as niños/as y adolescentes y sus familias; así como
también en todas las etapas de atención, el Interés Superior del Niño/a y el dere-
cho a la supervivencia y desarrollo, que resguarda el acceso a salud, educación y a
una habitabilidad digna y apropiada, según lo establece el artículo 6 de la Conven-
ción Internacional de los Derechos del Niño.

La Fundación DEM orienta su quehacer en este tipo de Programas bajo la convic-


ción que las Familias de Acogida “aumentan la probabilidad de conseguir relacio-

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


La Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF: una experiencia de los Programas Familias de Acogi-
da Especializado de la Fundación DEM

nes individuales significativas para los niños/as, y es el modelo preferible a la hora


de dar cuidado alternativo a niños que han sido separados transitoriamente de sus
familias por una vulneración de derechos” (Chía, Fischer, Muñoz y Labrenz, 2013),
siendo un modelo “de gestión centrado en la articulación institucional comuni-
taria, una interfaz que asocia la lógica institucional con la lógica comunitaria de
afrontamiento de situaciones problemas” (Martínez, 2011). Y, en la eventualidad
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

que en un territorio no se encuentre presente un FAE-PRO como parte de la oferta


programática del Servicio Nacional de Menores, ante la situación de vulneración
de derechos como las antes señaladas, los/as niños/as y adolescentes se encon-
trarían limitados o carentes en su oportunidad de acceder a un sistema de aten-
ción que garantice su derecho a vivir en familia, contar con apoyo psicosocial y
terapéutico para ellos/as y sus familias de origen cuando ella no ha podido cumplir
sus funciones fundamentales, reparar los daños provocados por la desvinculación
en aquellos niños/as y adolescentes que han debido permanecer en residencias,
como también contar con padres y adultos responsables, competentes para su
cuidado y protección permanente tras su egreso del FAE-PRO cuando haya sido
posible la reunificación familiar.

En la actualidad

La Fundación DEM hoy cuenta con nueve programas denominados Familias de Aco-
48 gida Especializada, FAE PRO, los que se concentran territorialmente en las regiones
Metropolitana y del Libertador Bernardo O´Higgins, estos programas se enmarcan
y rigen por las Orientaciones Técnicas que dispone el Servicio Nacional de Menores
y la Ley N° 20032 de 2015.

En su conjunto los nueve programas FAE-PRO DEM atienden un total de 1.113 ni-
ños/as, adolescentes y sus familias, tal como se puede apreciar en el cuadro que
sigue:

Tabla N°1: Número de niños/as y adolescentes atendidos en Programas FAE PRO DEM

Programas Número de niños/as atendidos a abril 2020


FAE PRO Colina 118
FAE PRO Maipú 176
FAE PRO Talagante 103
FAE PRO San Bernardo 227
FAE PRO Puente Alto Sur 116
FAE PRO Puente Alto Norte 118
FAE PRO Rengo 107
FAE PRO San Fernando 61
FAE PRO Santa Cruz 87
Total 1.113
Fuente: Senainfo, al 30 de abril de 2020.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


Juan Eduardo Parry Mobarec, Marcela Vidal González, Carla Polanco Mercado.

Una práctica innovadora la Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF R E V I S T A

El año 2018, siguiendo la evidencia y experiencia internacional, que refiere que


aquellos programas que disponen de un “plan estratégico anual de captación ob-
tienen más éxito a la hora de aumentar su banco de familias acogedoras” (López,
Del Valle y Bravo, 2010, p. 290); junto con la búsqueda e implementación de nuevas

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


prácticas que constituyan un aporte a la experiencia que desarrollan los Progra-
mas FAE de la Fundación se crea la Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF, cuyo
propósito inicial fue respuesta a dos aspectos claves del modelo de intervención
Familia de Acogida propuesto por el Estado chileno:

Selección,
Difusión y
evaluación y
captación de
capacitación de
FA externas
FA externas

49

Fuente: elaboración propia.

Los objetivos de difusión y captación de la UDAF son coherentes y van en la misma


línea de lo señalado por el Observatorio Nacional de Familias de Acogida en el in-
forme que emitió en 2011, que precisa entre sus principales consideraciones que:

respecto a la difusión del programa de familias de acogida las distin-


tas instituciones realizan un esfuerzo importante por dar a conocer
el programa a la red comunitaria e institucional y que uno de los as-
pectos centrales es la captación de nuevas familias de acogida. No
obstante, se concuerda que este trabajo no es suficiente y se requiere
un apoyo permanente del Estado (Zavala, 2015, p. 30).

Siendo los procesos de difusión y capacitación especialmente sensibles en la ex-


periencia de los Programas FAE PRO DEM, dado que la incorporación de Familias
de Acogida Externas, constituye uno de los nudos críticos del modelo dado que
reclutar familias externas como se indica en las orientaciones técnicas de Sename
para este modelo de intervención resulta ser un proceso complejo y demandante
a los equipos de trabajo cuyos esfuerzos están centrados en la atención directa de
los niños/as y adolescentes, sus familias de origen y de acogida y, por lo general

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


La Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF: una experiencia de los Programas Familias de Acogi-
da Especializado de la Fundación DEM

cuando se lleva a cabo, los resultados no tienen el impacto ni el alcance esperado a


diferencia de lo que ocurre en países como España o Bélgica. Por esta última razón,
la Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF, opera en forma centralizada, de manera
independiente a los FAE-PRO DEM recogiendo las necesidades de familias acoge-
doras externas (no vinculares con los niños/as de los Programas) pero sosteniendo
un estrecho vínculo de colaboración al momento de detectar personas o familias
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

interesadas en los diferentes territorios donde los FAE se encuentran presente y


luego de realizar la evaluación de los postulantes al momento de asignar una fa-
milia que va a acoger a un niño/a del programa que lo requiere. Adicionalmente, la
UDAF busca contribuir en la revitalización de la cultura del acogimiento familiar
de la cual existen antecedentes amplios en la historia de las familias populares y
campesinas de nuestro país; junto con hacer más amigable el proceso de contacto
y vinculación cuando existen familias interesadas por el acogimiento a las cuales
se les entregue información clara y acabada, lo que constituye una suerte de pro-
ceso de formación-capacitación en esta fase del proceso.

El proceso de convocatoria a Familias de Acogida Externas

Previo a describir la experiencia desarrollada para este proceso, resulta necesario


hacer una distinción entre aquellas familias que se muestran interesadas y aque-
llas familias que finalmente son captadas para concretar el acogimiento. Las fa-
50 milias interesadas corresponden a aquellas personas con las cuales se establece
un primer contacto telefónico para aclarar sus dudas e inquietudes, además de
entregarles información concisa pero concreta de la labor que se cumple al cons-
tituirse como Familia de Acogida. Es así como en un período que comprende entre
agosto de 2018 y abril de 2020 el número total de visitadas recibidas en la página
web institucional alcanzó una cifra de 10.500 visitas, de ellas se muestran inte-
resadas y toman contacto con la Fundación 300 personas por esta vía o las otras
redes sociales disponibles, estas familias provienen de todas las regiones del país.
No obstante, un número importante ha sido derivada a los programas FAE PRO que
corresponden a la zona geográfica donde residen los/as interesados o bien a los
programas FAE cuya administración depende directamente del Sename. Lo antes
descrito es concordante con lo señalado por Triseliotis y colaboradores en 1999
quienes refieren que el 80% de las consultas iniciales no llegan a concretarse en
una solicitud efectiva para el acogimiento familiar (López, Del Valle y Bravo, 2010).

Así, las familias efectivamente captadas, que corresponden a aquellas que acce-
den a realizar una primera entrevista motivacional con las profesionales que con-
forman la Unidad de Acogimiento Familiar en su propio domicilio son a la fecha
68 familias, con lo cual se da inicio al proceso postulación, que posteriormente
decanta con el inicio de la evaluación psicosocial de lo que se denomina idoneidad
familiar.

Importante es señalar que, acorde a la experiencia de la UDAF, las principales vías


para captación de familias de acogida externa son:

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


Juan Eduardo Parry Mobarec, Marcela Vidal González, Carla Polanco Mercado.

- La web institucional, donde acceden a un formulario de inscripción, que se R E V I S T A

redirige al correo [email protected] que administran las


profesionales de la UDAF.
- Las redes sociales institucionales como Instagram y Facebook.
- Llamados telefónicos directos a las profesionales de la UDAF, pues han visua-

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


lizado la por la redes sociales o televisión el trabajo que se realiza con las
familias de acogida.
- Derivaciones desde la Dirección Regional de Sename VI región de personas
que les han manifestado el interés de ser familia de acogida.
- Consultas directas en los FAE PRO DEM de los diferentes territorios, que es-
pontáneamente realizan personas para acoger a un niño/a en base a la expe-
riencia de acogimiento a partir de amigos y/o familiares.

Número de Familias efectivamente evaluadas

Luego que las familias sostienen la primera entrevista motivacional con la Psicólo-
ga y Trabajadora Social que conforman la UDAF, se da inicio al proceso de evalua-
ción, el cual no siempre concluye en forma exitosa, sino más bien con una impor-
tante deserción por parte de los postulantes, tal como se evidencia en el cuadro
que se presenta a continuación.

Tabla N° 2 Familias postulantes a la Unidad de Acogimiento Familiar


51

N° de familias %
Familias que se encuentran en proceso de evaluación 14 20,6%
Familias que desisten del proceso de evaluación 39 57,4%
Familias con las cuales es necesario realizar proceso de 9 13,2%
sensibilización
Familias seleccionadas en espera de acogimiento 3 4,4%
Familias que se encuentran acogiendo 3 4,4%
Totales 68 100%
Fuente: Elaboración propia.

Del total de 68 familias captadas a la fecha, tal como se observa en el cuadro


precedente, un 57,4% desiste del proceso, un 13,2% requiere fortalecer su mo-
tivación a través de acciones de sensibilización acerca del rol del acogedor/a; un
20,6% se encuentra en proceso de evaluación, un 4,4% pese a encontrarse bien
evaluada se encuentra a la espera de una resolución judicial que permita concretar
el acogimiento y sólo un 4,4% concluye en forma exitosa el proceso, encontrándo-
se actualmente como Familia de Acogida Externa. El alto porcentaje que familias
captadas que desisten y desertan del proceso de evaluación, puede encontrar una
explicación en lo señalado por el Informe del Observatorio Nacional de Familias de
Acogida, que refiere como dificultad en el proceso de búsqueda de nuevas familias
de acogida, que:

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


La Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF: una experiencia de los Programas Familias de Acogi-
da Especializado de la Fundación DEM

cuando corresponden a un nivel socio-económico medio, pues aun-


que muestren interés en el acogimiento, pueden desistir por negarse
a participar en el proceso de intervención profesional y judicial, o por-
que el interés central tras el acogimiento es la adopción. En el caso de
aquellas familias con un menor nivel socio-económico, la resistencia
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

al acogimiento puede plantearse por la falta de recursos para asumir


el cuidado del niño, ya que la subvención del programa no logra cu-
brirla (Zavala, 2015, p. 31).

Complementando lo citado en el párrafo precedente, cabe señalar que cuando una


familia se muestra interesada en la adopción de un niño, desde la UDAF se le orien-
ta a las dar curso con ese proceso, realizando además la distinción con la modali-
dad de Familia de Acogida, que por definición es una medida temporal.

En la experiencia de la UDAF, otra de las razones que llevarían a desistir a las fa-
milias que forman parte del proceso evaluativo dice relación con la sobrecarga
laboral de los postulantes o el compromiso laboral de quienes conforman la pareja,
pues refieren que ello no les permite disponer del tiempo que se requiere para
cumplir con la función de cuidado y protección de un niño/a bajo esta modalidad
52 de atención, lo cual es coincidente con lo señalado por un estudio realizado por la
Universidad Católica, donde se constata que:

La consideración del tiempo disponible es una de las categorías fun-


damentales cuando se comienza a pensar en constituirse como FA. El
tiempo es algo que se calcula, que se tiene o no se tiene, y que mayo-
ritariamente aparece como algo que falta. La carencia de tiempo es
mencionada por personas que han pensado anteriormente en la posi-
bilidad de ser FA, por lo que se convierte en un factor en contra muy re-
levante. Esta consideración apela a que las jornadas de trabajo afectan
claramente la disponibilidad de cuidado de un niño, sea escolarizado o
no (Muñoz, Méndez, Condeza, y Covarrubias, 2019, p. 35).

Complementariamente, la experiencia de la UDAF, respecto de los factores que fa-


vorecen y dificultan la posibilidad que una familia postulante concrete su proceso
de acogimiento, son coincidentes con lo señalado por el estudio realizado por la
UC en 2019, donde se identifica los factores que siguen:

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


Juan Eduardo Parry Mobarec, Marcela Vidal González, Carla Polanco Mercado.

Tabla N° 3: Factores que obstaculizan y favorecen el convertirse en familia de acogida R E V I S T A

Factores obstaculizadores para conver- Factores favorecedores para convertirse


tirse en familia de acogida en familia de acogida
Escasa información sobre el funcionamien- Que la información se entregue clara y pro-
to del FAE-PRO. gresivamente.

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


Humanidad y generosidad sobrevalorada Motivaciones múltiples: ayudar al prójimo,
entendiendo el acogimiento como un acto aportar a la sociedad y educar.
exclusivamente altruista. Apoyo y especificación de roles.
Escasas condiciones /disponibilidad. Sin temor a establecer vínculos con los ni-
Temores percibidos acerca de los niños/as. ños/as.
Desconfianza sobre el apoyo de la institu- Desconfianzas superadas.
cionalidad de infancia.
Fuente: Elaborado en base a Muñoz, Méndez, Condeza, y Covarrubias, 2019.

Algunas características de las familias evaluadas

Uno de los aspectos característicos de las familias acogedoras dice relación con el
género de las figuras parentales que muestran interés en acoger, la experiencia de
la Unidad de Acogimiento Familiar de la Fundación DEM refiere que, del total de 68
familias postulantes, sólo 8 de las figuras parentales corresponden al género mas-
culino; mientras que los 60 restantes son de género femenino, tal como se puede 53
apreciar en el siguiente cuadro.

Tabla N° 4: Género de las figuras parentales principales de las familias de acogida


postulantes.

Género de la figura parental de Acogida N° %


Femenino 60 88,2%
Masculino 8 11,8%
Total 68 100
Fuente: elaboración propia.

La realidad observada en las familias postulantes no dista de lo que señalan estu-


dios e investigaciones internacionales, donde queda en evidencia que “es la mujer
en su rol de acogedora quien generalmente asume el cuidado principal del niño,
niña o adolescente acogido” (Zavala, 2015, p. 45).

Respecto de la edad de los postulantes a ser familias de acogida, el promedio al-


canza los 42 años, situación que es coincidente con lo señalado en una monografía
de Amorós y Palacios en el año 2004, donde se reporta que:

Un 75% de las acogedoras de familia ajena tenían menos de 45 años,


añadiendo que este dato era concordante con otros resultados pro-
venientes de la investigación española y en relación a otros países,
como el caso de Inglaterra. Por su parte, Del Valle et al. (2008) seña-

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


La Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF: una experiencia de los Programas Familias de Acogi-
da Especializado de la Fundación DEM

laron que uno de los factores relevantes en relación a la edad de los


acogedores estaba relacionado con su distribución. Así, en familia de
acogida ajena la mayor cantidad de acogedores se agrupó entre los
40 y 50 años y pocos con más y con menos edad (Zavala, 2015, p. 47).
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Acerca del estado civil que presentan las familias postulantes, la experiencia de-
sarrollada por la Fundación, evidencia que las familias unidas por el matrimonio
predominan por sobre otro tipo de configuración familiar con un 50% del total de
las postulantes, luego siguen los/as solteros, divorciados/as, viudos y personas con
acuerdo de unión civil, tal como se puede apreciar en el cuadro que sigue.

Tabla N°5: Estado civil de las familias postulantes en UDAF.

Estado Civil N° de familias %


Soltero/a 23 33,8%
Casado/a 34 50%
Divorciado 7 10,3%
Viudo/a 1 1,5%
Acuerdo de Unión Civil 3 4,4%
Total 68 100%
54
Fuente: Elaboración propia.

La cifra antes señalada sobre el estado civil de los postulantes, que en su mayoría
son casados, es considerablemente menor al 82% de lo observado en la experien-
cia española (López, Monserrat, Del Valle y Bravo, 2010).

En este mismo sentido, importante es precisar que el número de hijos/as que po-
seen las familias postulantes en UDAF alcanza los 1,62 por familia, cifra que es
inferior al 2,1 número de hijos por familia que se presenta en España (López, Mon-
serrat, Del Valle y Bravo, 2010).

Por último, señalar que las motivaciones aportadas por las familias para convertir-
se en Familia de Acogida Externa durante el proceso de postulación y evaluación,
dan cuenta de las siguientes razones:

- Ayudar a una niña o un niño, brindándole un hogar transitorio.

- Entregar amor y/o protección a un niño que lo necesite.

- Ser un aporte concreto a la sociedad mediante el acogimiento de un niño o


niña.

- Enseñarles a los propios hijos/as, mediante el ejemplo de vida, lo que significa


el apoyo y la solidaridad hacia otro/a.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


Juan Eduardo Parry Mobarec, Marcela Vidal González, Carla Polanco Mercado.

Siendo muy recurrentes motivaciones vinculadas con el ejercicio de valores aso- R E V I S T A

ciados a la solidaridad y también a la posibilidad de entregar afecto/amor. Lo que


va en el mismo sentido de lo que señalan algunos estudios y experiencias interna-
cionales como en España, donde se indica que “las principales motivaciones enun-
ciadas por los acogedores en familia ajena fueron el deseo de ayudar a un niño o
niña y, también, el de experimentar la paternidad/maternidad” (Zavala, 2015, p.

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


54); así también lo refieren otros estudios del mismo país donde el 45% expresa
como principal motivación el querer ayudar a un niño (López, Monserrat, Del Valle
y Bravo, 2010).

Mientras que, en Bélgica un estudio realizado el año 2014, señaló que:

para los acogedores de familia ajena la principal motivación estuvo


centrada en el niño o niña acogidos (por ejemplo, querer ayudar a un
niño, ofrecer amor y un buen hogar, entregar al niño un espacio fami-
liar antes de que estuviese en una institución), más allá de las moti-
vaciones personales o sociales (Zavala, 2015, p. 54).

Proceso de evaluación de las familias

El proceso de evaluación psicosocial que se realiza de las familias postulantes, 55


consta de dos fases, las que en la práctica forman parte de un todo que opera co-
laborativamente.

Fase 2:
Fase 1:
Dupla
UDAF
FAE-PRO

Fuente: Elaboración propia.

Desarrollar estos dos momentos o fases en la evaluación de las familias, permite


obtener información completa y complementaria acerca de la visión de la fami-
lia sobre la forma que ejerce su parentalidad junto con estimar su idoneidad para
ejercer el rol de cuidado de un o una niño/a. Así como también, establecer comple-
mentariedad entre lo que necesita o requiere el niño/a o adolescente con la dis-
ponibilidad/disposición y competencias que posee la familia. Con todo, el proceso
de evaluación realizado por las profesionales de la UDAF en la primera fase es el
siguiente:

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


La Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF: una experiencia de los Programas Familias de Acogi-
da Especializado de la Fundación DEM

Flujo de actividades Fase 1 Evaluación de Familias de Acogida Externas.4

1. Primera Visita Domiciliaria


Entrevista Motivacional - Solicitud de documentos para proceso de evaluación
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

2. Entrevista semiestructurada ODISEA

3. Segunda Visita Domiciliaria - Evaluación de Condiciones de Habitabilidad


Entrevista Familiar - construcción de Genograma Familiar

4. Realización de Hora de Juego Familiar

5. Entrevista Clínica 1
Entrevista en Profundidad - elaboración de Ecomapa

6. Entrevista Clínica 2 - Aplicación de Instrumentos de Evaluación


56 Test gráfico HTP - Cuestionario PMF

7. Confección de Informe de caracterización preliminar - Entrevista de devolución


con la familia

8. Traspaso de la Familia de Acogida evaluada como idónea a dupla psicosocial


tratante de FAE PRO

Fuente: Elaboración propia

La segunda fase de la evaluación de idoneidad de la Familia de Acogida Externa,


se inicia cuando ya la familia se ha derivado a la evaluación por parte de la dupla
psicosocial del FAE–PRO DEM que acompañará el proceso de acogimiento, donde
se desarrollan las siguientes acciones:

4 Entrevista Odisea: entrevista semi-estructurada que se aplica a cuidadores


para evaluar competencias parentales. Hora de juego familiar: espacio donde a partir
de una actividad lúdica entre adultos y niños/as es posible evaluar las dinámicas presen-
tes a nivel de relaciones interpersonales. Ecomapa: instrumento utilizado para graficar
las redes de apoyo social que dispone un sistema familiar. Test gráfico HTP: test gráfico
proyectivo a partir del cual se dimensiona como la persona cómo se visualiza a sí misma,
a sus figuras parentales, principales ansiedades, emociones y afectos. Cuestionario PMF:
Cuestionario PMF – Inventario. Potencial de Maltrato Físico: Se trata de un cuestionario
que permite evaluar las características de personalidad, de interacción del adulto con su
entorno sociofamiliar, alertando sobre factores de riesgo para el maltrato físico infantil.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


Juan Eduardo Parry Mobarec, Marcela Vidal González, Carla Polanco Mercado.

Flujo de actividades Fase 2 Evaluación de Familias de Acogida Externas R E V I S T A

1. Segunda visita domiciliaria para cotejar lo observado en la fase inicial, además


de aclarar inquietudes y sugerencias que puedan presentarse.

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


2. Aplicación de los instrumentos psicológicos restantes, sugeridos por la dupla
UDAF a partir de la primera fase evaluativa.

3. Confección del Informe de Idoneidad a partir de la opinión profesional tanto de


UDAF como de FAE PRO.

Fuente: Elaboración propia.

Principales aprendizajes extraídos de la experiencia

De la experiencia llevada a cabo por la Fundación DEM a partir de la puesta en mar-


cha de UDAF y el trabajo colaborativo de esta con los nueve programas FAE-PRO 57
DEM, durante estos 21 meses, se extraen los siguientes aprendizajes:

Existe un número significativo de familias que se han interesado en cono-


cer el propósito y funcionamiento de la modalidad de intervención llamada
Familias de Acogida a lo largo del país; no obstante, en lo particular no dis-
ponen de un conocimiento más acabado del rol que pueden llegar a ejercer;
así como tampoco de la contribución específica en la reparación de las vul-
neraciones que han vivido los niños/as de los cuales potencialmente pueden
hacerse cargo y de restituir sus derechos fundamentales, según mandata la
Convención Internacional de los Derechos del Niño.

Resulta relevante construir y articular a las instituciones que a nivel nacio-


nal asumen la responsabilidad de implementar esta modalidad de interven-
ción, de modo que se genere y haga visible ante la comunidad nacional un
discurso coherente y uniforme acerca del acogimiento familiar que, además,
sea un aporte a la construcción de lo que se denomina la cultura del acogi-
miento familiar. Sobre todo, cuando se ha relevado desde la política pública
de Infancia y desde la oferta programática de Sename, esta modalidad de
cuidado alternativo, buscando así contribuir a la disminución del número de
niños, niñas y adolescentes que se encuentran en residencias.

En favor de la construcción de la cultura del acogimiento familiar, es impe-


rativo que se promuevan y lleven a cabo campañas de difusión y sensibili-
zación masiva acerca de la necesidad e importancia de contar con la dis-
ponibilidad de un número mayor de Familias de Acogida Externa como una
alternativa eficaz y positiva en la restitución del derecho a vivir en familia

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


La Unidad de Acogimiento Familiar, UDAF: una experiencia de los Programas Familias de Acogi-
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1) da Especializado de la Fundación DEM

58

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


que tienen los niños que han sido separados de estas por algún mandato R E V I S T A

judicial, priorizándola por sobre las distintas opciones que ofrece el modelo
residencial en materia de protección, dado que del gran número de perso-
nas consultantes se desemboca en un porcentaje reducido de familias que
inician el proceso de evaluación y aún menor que termina en un acogimien-
to efectivo. Apostamos que campañas masivas aumentarán el número de

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


consultantes y el número final de acogimientos familiares, siendo esto muy
deseable, pues como refiere la evidencia española,

el acogimiento en familia ajena brinda a los niños y niñas que lo re-


quieren una familia con buenas capacidades educativas, introduce en
sus vidas una discontinuidad que se considera que les va a resultar fa-
vorable en muchos aspectos y no necesariamente supondrá una rup-
tura en las relaciones con los padres u otros miembros de la familia
extensa, ya que se pueden programar contactos y visitas en función de
las características y posibilidades de cada caso (Zavala, 2015, p. 58).

En este mismo punto, la experiencia de la UDAF, lleva a afirmar que contar


con una unidad de captación dentro de la institución, implica también sumar
en este proceso a aquellas familias cuya experiencia de acogimiento ha sido
exitosa, por lo cual semestralmente y en las regiones donde la Fundación 59
tiene presencia con sus Programas FAE PRO se realizan encuentros entre
estas familias y las postulantes, a fin de que compartan sus experiencias y
testimonios.

Así también, en el marco de las campañas masivas, resulta importante di-


ferenciar lo que significa ser familia de acogida de un proceso de adopción,
dada la frecuencia con que algunas familias se acercan a los FAE PRO desco-
nociendo la temporalidad y transitoriedad de este tipo de cuidado.

Relevar, que el derecho a vivir en familia se hace extensible a niños, niñas y


adolescentes y, especialmente en el caso de estos últimos resulta priorita-
rio contar con familias que los puedan acoger en esta particular y al mismo
tiempo compleja etapa del desarrollo, básicamente porque en el país se ha
observado un mayor interés en acoger a lactantes o niños que se encuentran
en su primera infancia, sosteniendo de esta forma, prejuicios o pre-concep-
ciones sobre la realidad y características de los adolescentes que viven en
situación de vulnerabilidad social.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


REFERENCIAS

Chía, E., Fischer, C., Muñoz, C. y Labrenz, C. (2013). Lineamientos estratégicos para
modelos de cuidado alternativo dirigidos a niños/as menores de seis años bajo
protección estatal. Pontificia Universidad Católica de Chile. Concurso de Políticas
Públicas.
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

López, M., Del Valle, J.F. y Bravo, A. (2010). Estrategias para la captación de familias
acogedoras. En Papeles del Psicólogo Vol.31 (3), pp.289-295. Oviedo. Recuperado
de www.papelesdelpsicologo.es/pdf/1858.pdf
López, M., Monserrat, C, Del Valle, J.F. y Bravo, A. (2010). El acogimiento en la familia
ajena en España. Una evaluación de la práctica y sus resultados. Infancia y Apren-
dizaje Journal for the Study of Education and Development Vol.33 (2), pp. 269-280.
España.
Martínez, V. (2011). Informe Final. Análisis evaluativo del programa familia de aco-
gida especializada de SENAME.
Muñoz, C., Méndez, R., Condeza, R. y Covarrubias, F. (2019). Familias de Acogida Ex-
terna: un desafío de política pública. En capítulo I de Propuestas para Chile: Con-
curso Políticas Públicas 2019. Centro de Políticas Públicas UC. Pontificia Universi-
dad Católica de Chile. Santiago.
Prieto, A. (1999). En el camino de la prevención: Programa Familia Asistida. Docu-
60
mento de circulación Interna. Fundación DEM. Santiago de Chile.
Sename (2015). Orientación técnica Programa Familias de Acogida Especializada
con Programa de Protección Especializado FAE/PRO. Departamento de Protección
de Derechos Servicio Nacional de Menores. Chile.
Zavala, M. (2015). Acogimiento familiar en Chile: análisis de los perfiles familiares y
del ajuste de niños y niñas. Memoria para optar al grado de Doctora en Psicología.
Universidad de Sevilla. España.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 44 - 60


ARTÍCULO IV
Revista Señales Nº 22, vol. XIII (1) 2020 | Revista Científica en infancia vulnerable y jóve-
nes infractores de Ley
https://www.sename.cl/web/index.php/revista-senales/ ISSN Nº 0719 – 2266

Ensambles de un mismo puente: claves para la


intervención psicosocial en el tránsito del niño/a
desde una Familia de Acogida a Familia Adoptiva en
programa de adopción Fundación Mi Casa
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Assemblies of the same bridge: Keys to child psychosocial


intervention in transit from foster family to adoptive family, in
FMC adoption program

Paula Avendaño Gómez1


Victoria Guerra Reyes2

Fundación Mi Casa
Santiago, Chile

Recibido: 2020–06–16 Aprobado: 2020-06-26 Publicado: 2020-06-30

Resumen

El presente artículo pretende centrarse en un enfoque psicosocial específico que


62 se encuentra en la interfaz, en la zona común entre la familia de acogida y la fami-
lia adoptiva, en el momento en que el niño se está preparando para el proceso de
adopción. Como sugiere el título del artículo, ambos tipos de familia serían parte
del mismo puente que el niño debe cruzar. Nos situaremos en ese espacio preciso,
describiendo algunas claves de intervención que creemos promueven y apoyan el
tránsito del niño de un lugar a otro, aplicando conceptos generales que provienen
de la clínica intersubjetiva y noción de trauma, más allá de la terapia individual
pero adaptadas a una comprensión psicosocial. 

Palabras clave: trauma- continuidad del ser- familia de acogida - familia adoptiva

1 Asistente Social, Licenciada en Trabajo Social de la Universidad Católica Cardenal


Raúl Silva Henríquez. Actualmente es Coordinadora Área Infancia-Legal y Directora (S) del
Programa de Adopción de Fundación Mi Casa. Ha trabajado los últimos años en estrecha
colaboración con Residencias y Programas FAEs de la red, capacitando a estos equipos en
temáticas de adopción y despejes familiares. Ha realizado innumerables acompañamien-
tos a familias nacionales y extranjeras en el proceso de post-adopción, y acompañamien-
tos a familias de acogida en procesos de preparación para la adopción. Correo electróni-
co: [email protected]

2 Psicóloga, Psicoterapeuta Infanto-Juvenil, ex Directora Nacional del Programa


de Adopción de Fundación Mi Casa, y parte de ese equipo desde su creación. Ha trabajado
en los últimos años en la sistematización del trabajo terapéutico con niños en procesos
de adopción, colaborando activamente con la creación de un modelo desde una mirada
intersubjetiva y relacional que ha quedado plasmado en el modelo de intervención de los
programas PRI de Fundación Mi Casa. Ha escrito artículos para libros y revistas especiali-
zadas en temas de adopción; asimismo, ha sido expositora en seminarios y ponencias, en
temáticas de infancia y adopción. Correo electrónico: [email protected]

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


R E V I S T A

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


63

Abstract

The present article pretends to focus on a specific psychosocial approach which is


the common zone between foster family and adoptive family; the period when the
child is being prepared for the adoptive process. As the article´s title suggests,
both types of family can be considered parts of the same bridge the child must
cross. We will stand in that specific space, describing some keys of the interven-
tion that we believe can promote and support the transit of the child from one
place to another, applying general concepts that come from intersubjective clinic
and notion of trauma, beyond individual therapy, but adapted to a psychosocial
understanding.

Keywords: Trauma, continuity of being, foster family, adoptive family

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
niño/a desde una Familia de Acogida a Familia Adoptiva en programa de adopción FMC

1.- Prefacio

La infancia vulnerada vivida al interior de una institución por tiempo prolongado va


conformando en el niño/a y el infante una subjetividad particular, un modo de ser-
en-el-mundo desconfiado y con grandes sentimientos de desprotección y soledad
(Bowlby, 1962; MacLean, 2003). Se evidencia en ellos un gran deseo de vinculación
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

con un cuidador exclusivo que lo proteja, quiera y acoja incondicionalmente, lo


que se enfrenta a una realidad distinta y muchas veces amenazante y poco nutri-
cia para su desarrollo emocional (Altman, 2002; Balint, 1982; Stern, 1998). La alta
rotación de cuidadoras, “tías” encargadas de satisfacer sus necesidades, (afectivas
y/o de cuidado corporal) se configuraría como una de las grandes dificultades para
que un niño/ainserto en una residencia de protección pueda vincularse de mane-
ra saludable, esto es, que pueda construir una relación estable, permanente, y de
confianza con un adulto individualizado (Winnicott, 1971), condición esencial para
el desarrollo psicoemocional infantil. Al mismo tiempo, investigaciones en el área
de las neurociencias y desde el paradigma del apego (Schore, 2003),demuestran
de manera contundente la importancia capital de una primera vinculación aco-
gedora, estrecha y genuina entre un infante y su cuidador(a) principal, espe-
cialmente en el rango de 0 a 3 años, y que han dado soporte objetivable a lo
que los clínicos en temas de infancia han sostenido por muchos años respecto
a lo fundamental de la vinculación con un objeto exclusivo y de la importancia
en la relación con otro para la constitución del psiquismo temprano (Stolorow,
64 1992). Lo anterior no significa que tras este rango etáreo no exista posibilidad para
el niño(a) de desplegar y reparar sus áreas deficitarias. Lo que sí se ha demostra-
do es que este rango es el período de mayor plasticidad y potencialidad a nivel
de conexiones neuronales y de arquitectura cerebral. No obstante, es importante
agregar que la condición de institucionalización” no condena a los niños a la
desadaptación, la vulnerabilidad y el retraso en el desarrollo, ya que también
importa lo que ocurre después de la institucionalización. Esta condición es
más bien un factor de riesgo, aunque no genera un efecto causal directo en el
riesgo de los niños” (Maclean, 2003, p. 853)

Un ambiente adverso en términos winnicottianos, poco facilitador del desarrollo,


(larga institucionalización, abandono, inexistencia de figura de apego estable) pro-
voca rezagos en el desarrollo, tanto a nivel cognitivo, motor, del lenguaje, como a
nivel socioemocional y en lo referente a conductas adaptativas (MacLean, 2003).
Este impacto en la salud física y emocional, sumado a la separación temprana de
los niños(as) con sus familias de origen (o visitados mínimamente por sus padres,
visitas de una baja calidad afectiva) requieren de acciones tanto preventivas como
resignificadoras del daño. Las separaciones son dolorosas no sólo por dejar de es-
tar con el adulto significativo, sino que incluso, a nivel biológico, el niño perdería
el soporte regulador que debería aportar el organismo adulto, en una regulación
interactiva (Schore 2003) En el caso de niños mayores de tres años, ya sea que in-
gresen a una institución a esa edad y/o que permanezcan en ella desde que tienen

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

meses de vida, por lo general no sólo han vivido el abandono prolongado sino que R E V I S T A

también han experimentado diversas situaciones de maltrato (físico, psicológico,


sexual), que los deja inevitablemente con marcas y huellas para nada fáciles de
sanar; y es ahí, cuando definitivamente no existe adulto en su linaje que asuma su
cuidado y protección, que la adopción de ese niño por una familia que lo quiera
cuidar y proteger de manera permanente y definitiva, surge como una real al-

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


ternativa para una nueva significación de sus vínculos dañados.

Sabemos, asimismo, que la adopción es un fenómeno complejo y un espacio re-


paratorio en sí mismo, el que debe en términos de política social y en términos
de búsquedas éticas y humanizadoras, dar respuesta expedita a la infancia vul-
nerada; lamentablemente, la experiencia en Chile es todo sino lo contrario: largas
tramitaciones judiciales, con una marcada mirada adulto céntrica en la mayoría
de los casos, lo que dilata en demasía una sentencia de susceptibilidad de adop-
ción. Asimismo, largos trabajos de habilitación parental a la familia de origen con
índices de recuperabilidad escasos, muchas veces, desidia de los equipos inter-
vinientes en donde el sentido de urgencia dista mucho de estar presente. Es así
como nos encontramos con un largo etcétera de situaciones que no vienen sino a
cronificar el daño al niño/a y su mundo vincular. En ese “intertanto”, digamos, en
esa interfaz, hasta que el Estado le entrega al niño/a una respuesta definitiva a su
situación de precariedad familiar, la labor de la familia de acogida se vislumbra
como un espacio transicional sine qua non, a modo de un espacio óptimo para
ensayar apegos y vinculaciones, ensayar emociones y modularlas, crear nuevas 65
maneras de relacionamiento, distintas de las que el niño vivenció al interior de su
familia de origen, mejores relaciones, más nutricias y esperanzadoras. Este es-
pacio de terceridad es un ámbito en constante construcción, acomodación y
confrontación, que será materia del presente artículo. Sabemos que las familias
de acogida en términos de su institucionalidad muchas veces han sido puestas en
entredicho. Sabemos, a la luz de la experiencia, que muchas familias de acogida,
a pesar de haber sido bien evaluadas como tales no han podido desarrollar una
adecuada función en términos de lo que se espera de su rol. Se observa que mu-
chas de estas familias, presentan motivaciones difusas y confusas (por ejemplo,
fantasear con “saltarse” procesos adoptivos a través de este formato). Por cierto,
hay una discusión válida al respecto, sobre todo si se tiende a pensar en aquellos
casos emblemáticos donde las familias de acogida no han dado el ancho en pos
de preservar la estabilidad emocional de los niños/as a cargo. Sabemos también,
que los equipos técnicos deben tener la capacidad de discernir de mejor manera
en algunos casos puntuales en donde debe evaluarse la permanencia de un niño
en particular en determinada familia de acogida, no obstante, el presente artículo
pretende dar cuenta de la sistematización de experiencias exitosas, en las que
se ha observado la importancia de la familia de acogida en la vida de un niño/a
y su papel esencial para generar vínculos reparatorios. En definitiva, sabemos
que esta institucionalidad tiene sus bemoles, sus luces y sombras, más en el pre-
sente artículo haremos luz sobre sus luces.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
niño/a desde familia de acogida a familia adoptiva en programa de adopción FMC

El Programa de Adopción de FMC ha venido trabajando en los últimos 5-6 años


en la sistematización de experiencias en miras de un modelo propio, que no es
más que la acumulación de buenas prácticas para el trabajo con familias guar-
dadoras que tienen bajo su cuidado a niños susceptibles de adopción, siempre
bajo una mirada intersubjetiva y relacional de corte psicosocial, con elementos
obtenidos de la clínica basada en autores como Winnicott, Stolorow y Stern, entre
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

muchos otros, autores que nos han ayudado a enmarcarnos en conceptos como
trauma, espacio transicional, continuidad de la existencia, que nos han facilitado al
momento de teorizar nuestra práctica diaria. Iremos sobre aquellos conceptos en
el siguiente apartado, además de aquél marco técnico e institucional en términos
de las definiciones de lo que es una familia de acogida y una familia adoptiva.

2.- Mapa Conceptual

Se ha construido este mapa conceptual incluyendo en su primera parte la defi-


nición y funcionamiento de los programas de familia de acogida, a la luz de los
lineamientos técnicos del Servicio Nacional de Menores, y la definición de familia
adoptiva, ésta última desde el Programa de Adopción FMC. Asimismo, se han con-
signado conceptos provenientes del enfoque intersubjetivo y relacional y desde
la clínica del trauma, y que en base a la experiencia de intervención al interior del
Programa de Adopción de FMC se han ido extrapolando a todo el abordaje psicoso-
66 cial que se realiza con familias (guardadoras y adoptivas también), sea en la fase de
preparación para la adopción como en la fase post-adoptiva, por tanto, deben ser
conceptos leídos en ese sentido, aún cuando provienen de un abordaje en prin-
cipio clínico. Dichas concepciones han ido permeando todo el quehacer diario.

a) Definición y funcionamiento programas de Familia de Acogida y Programa


de Adopción FMC

-Programas de Familia de Acogida Especializada: Como parte del sistema de


cuidados alternativos de niños en situación de vulneración de derecho, en Chile los
Programas de Familia de Acogida Especializada (FAE) se erigen como una alterna-
tiva al ingreso de un niño a una residencia de protección. En este sentido, “En junio
del año 2005 se originó el actual Programa de Familias de Acogida Especializada
(FAE), con la promulgación de la ley Nº 20.032 del Ministerio de Justicia, la que
establece “un sistema de atención a la niñez a través de una red de entidades co-
laboradoras acreditadas por SENAME y su régimen de subvención”, y que define (en
su artículo 4 inciso 3.2) un “programa dirigido a proporcionar al niño, niña o ado-
lescente vulnerado en sus derechos un medio familiar donde residir mediante fa-
milias de acogida”. Luego, en marzo del año 2015, se elaboraron las Orientaciones
Técnicas del Programa de Familias de Acogida Especializada (FAE), con el Programa
de Protección Especializado FAE/PRO3.

3 http://www.cideni.org/wp-content/uploads/2019/09/WD_Familias-de-acogi-
da_1.pdf

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

El rango etáreo de los niños/as sujetos de atención fluctúa entre los 0 y 18 años. R E V I S T A

Son niños/as que han sido víctimas de graves vulneraciones y que necesitan per-
manecer en una familia distinta a la de origen mientras se dilucida su situación
proteccional, esto es, la reincorporación a su grupo familiar de origen, la incorpora-
ción a familia adoptiva y en algunos casos y de acuerdo a la edad del niño/a, la pre-
paración para la vida independiente. No obstante, tanto el ingreso a una residencia

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


de protección como la permanencia en una Familia de Acogida deben ser siempre
consideradas como medidas transitorias. Esto debe incluir un trabajo psicosocial
y familiar riguroso, pertinente y acotado en el tiempo, que contemple interven-
ciones con el niño y su grupo familiar inmediato en pos de la habilitación parental,
para poder discernir en el menor tiempo el futuro de ese niño/a. En atención a su
composición y función, las familias de acogida se categorizan en: Familias de Aco-
gida Extensa: aquellas que se componen de miembros de la red familiar consan-
guínea del niño, esto es, abuelos, tíos, hermanos mayores etc. Familias de Acogi-
da Externa: Aquellas familias sin vínculos consanguíneos con el niño. Familias de
Acogida de Urgencia: también son de carácter extenso, no obstante, son aquellas
familias que están disponibles a asumir el cuidado temporal de un niño de manera
inmediata ante una situación de urgencia, mientras se encuentra una familia que
pueda acogerlo por un período más extenso. Se extrae de las orientaciones técni-
cas para Programa Familias de Acogida Especializada con programa de protección
especializado que mayoritariamente las familias de acogida son familias extensas
(principalmente, abuelas y bisabuelas4), es decir, mantienen un vínculo consanguí-
neo con el niño/a. El resto de las familias corresponden a familias externas, que 67
han sido evaluadas, capacitadas y acompañadas para cumplir dicho rol. En este
punto, es de vital relevancia tener claridad respecto de la motivación y las expec-
tativas de las personas que se acercan a los programas de familia de acogida para
ser evaluadas, pues se trata de una función específica y transitoria, mientras se
realizan las intervenciones psicosocio -jurídicas que permitan el pronto egreso del
niño del sistema proteccional, ya sea con familia de origen o familia adoptiva. Las
personas que deseen convertirse en padres por medio de la adopción deben ne-
cesariamente ser evaluados por un organismo acreditado para estos fines. Si bien,
tanto las familias de acogida extensa y externa deben necesariamente pasar por
un proceso de evaluación de idoneidad, nos centraremos en describir de manera
sintética el proceso orientado a las familias externas. Dicha evaluación se descri-
be latamente en las ya mencionadas orientaciones técnicas elaboradas por SENA-
ME, siendo los principales elementos: certificado de antecedentes y certificado de
inhabilidades, cuatro entrevistas psicosociales, aplicación de pruebas proyectivas
y gráficas, visitas domiciliarias, principalmente. Este período de evaluación debe
desarrollarse en el lapso de un mes, no obstante, en la práctica, se puede extender
a dos meses. Es importante relevar que, para declarar la idoneidad de una familia
de acogida, todo el grupo familiar es evaluado y no solo el o los adultos intere-
sados. Cuando una familia es declarada idónea, debe participar de un proceso de
capacitación que consta de 8 sesiones en donde se abordan temáticas asociadas
a la infancia vulnerada, el escenario judicial, el rol de la familia guardadora entre

4 Orientación técnica. Programa familias de acogida especializada con programa


de protección especializado FAE/PRO departamento de protección de derechos servicio
nacional de menores, marzo 2019

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
niño/a desde familia de acogida a familia adoptiva en programa de adopción FMC

otras temáticas de relevancia. Cuatro de estas sesiones de preparación son previas


al acogimiento. Las restantes se realizan una vez que el niño/a ha sido incorporado
a la familia de acogida. Es importante mencionar que previo al acogimiento, se
presenta la historia del niño a la familia de acogida, situación de salud y caracte-
rísticas vinculares, entre otros antecedentes relevantes. Luego, a partir de la incor-
poración del niño a la familia de acogida, comienza una fase de acompañamiento
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

cercano y activo. De manera paralela, el equipo psicosocial del FAE (trabajador so-
cial, psicólogo, técnico social) debe elaborar planes de intervención pertinentes
a las problemáticas que aquejan al grupo familiar de origen, procurando siempre
que estas intervenciones sean atingentes y acotadas en el tiempo, en la medida
que el niño/a no puede ni debe esperar eternamente a que su familia de origen se
habiliten sus capacidades parentales.

Es relevante señalar que la experiencia desde el Programa de Adopción FMC nos


muestra contundentemente que el ingreso del niño/a a una residencia de protec-
ción o la incorporación a una familia de acogida externa, en la mayoría de los
casos será una experiencia traumática, ya que comúnmente no se trata de una
experiencia “transitada”, sino que responde a situaciones de urgencia en donde el
niño debe ser “recogido” inclusive a través de la fuerza pública. Incluso en aque-
llos casos, en donde ha sido posible realizar con el niño un trabajo de preparación
previo, este es, la mayoría de las veces de carácter breve, por lo que la experiencia
siempre es de fragmentación, de quiebre con su propia historia y de retraumati-
68 zación. Cuando el trabajo de intervención no da frutos, y no se proyecta un egreso
con el grupo familiar de origen, los equipos técnicos deben necesariamente vi-
sualizar la adopción como una alternativa dentro del abanico de posibilidades. En
este sentido, la adopción se transforma en una alternativa real, estable y definitiva,
para restituir el derecho del niño/a de vivir en familia. Es así que, para que un niño o
niña pueda ser adoptado por una familia definitiva, debe ser declarado susceptible
de ser adoptado por el tribunal competente. Para ello, la residencia o el FAE que
detenta el cuidado personal de un niño o niña, debe tomar la decisión técnica de
derivarlo a un Programa de Adopción, cuando, a pesar del trabajo realizado no se
avizoren cambios consistentes y definitivos al corto ni mediano plazo, que permi-
tan proyectar la reinserción a su familia de origen.

Es importante relevar en este punto la importancia de la familia de acogida como


soporte afectivo (y de toda índole), por ello se requiere que ésta posea un alto nivel
de empatía y capacidad de mentalización, con una sensibilidad importante hacia
las temáticas de la infancia vulnerada que les permita posteriormente entender
y contener al niño/a que tendrá bajo su cuidado. Familias capaces de generar y
transmitir calor afectivo y proximidad emotiva lo cual es extremadamente vital
para todo niño y niña, pero aún más en aquellos que han vivido experiencias trau-
máticas tempranas y reiteradas. Esto se torna aún más relevante a la hora de in-
cluirlas en el trabajo terapéutico reparatorio de los niños/as que estarán bajo sus
cuidados y posteriormente en el trabajo de preparación para la adopción. Podemos
señalar que la experiencia de trabajo del Programa de Adopción con Programas
de Familias de Acogida, ha tenido a la fecha favorables resultados. La clave de
esto se centra en un trabajo coordinado, informado, participativo y articulado, lo
cual desarrollaremos en el apartado correspondiente del presente artículo.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

Adopción y Familia Adoptiva desde programa FMC: Apegándonos a la definición R E V I S T A

contenida en la Ley de Adopción y 19.620, Artículo 1º, éste señala: La adopción


tiene por objeto velar por el interés superior del adoptado, y amparar su derecho
a vivir y desarrollarse en el seno de una familia que le brinde el afecto y le procu-
re los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades espirituales y materiales,
cuando ello no le pueda ser proporcionado por su familia de origen. La adopción

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


confiere al adoptado el estado civil de hijo respecto del o los adoptantes en los
casos y con los requisitos que la presente ley establece.

Creemos que el significado del término es vinculante pues hace alusión al deseo
de “incorporar”, de “incorporarse”, pero también a la acción de recibir. La adopción
no es un acto de altruismo, pues se sustenta en el deseo genuino de convertirse en
padre o madre a través de este proceso, lo que la diferencia sustancialmente del
concepto de familia de acogida, cuya motivación responde a un deseo altruista de
ayudar a un niño en condición de vulnerabilidad. No obstante, la experiencia nos
ha demostrado que pese a sus roles diferenciados, ambas son complementarias.

En cuanto a las familias adoptivas, desde la experiencia de trabajo en FMC, pode-


mos señalar que la evaluación inicial es de carácter reflexivo y formativo y se sus-
tenta en un trabajo interdisciplinario de diálogo constante entre las disciplinas de
la psicología y el trabajo social. Las actividades contempladas en este proceso de
evaluación-formación en FMC son alrededor de quince, distribuidas en: entrevistas
en dupla psicosocial, entrevistas individuales, aplicación de pruebas psicológicas, 69
visita domiciliaria, análisis técnico y discusión de caso, sesión resolutiva de idonei-
dad y sesión de devolución de los resultados a las personas evaluadas. Este proce-
so en general se extiende por alrededor de tres meses. Si las personas evaluadas
son declaradas idóneas, pasan a una segunda etapa de formación y preparación
que consta en la actualidad de once talleres, de carácter grupal y mensual, en los
que se pretende abordar y profundizar en temáticas atingentes a la parentalidad
adoptiva, esto es, competencias parentales, desafíos y retos de la familia adoptiva,
adopción de niños/as mayores y complejidad de perfiles, búsqueda de orígenes
y construcción de identidad, redes familiares como soporte y apoyo, comunidad,
entre otros temas de suma relevancia.

-Trabajo de preparación para la adopción del niño/a en FMC:

A continuación, se realizará solo un punteo, una breve reseña de los principales


elementos que se abordan en los distintos momentos del proceso de preparación
para la adopción realizada en el Programa de Adopción de Fundación Mi Casa, FMC.
Es relevante mencionar, que el tiempo de preparación no es estandarizado y está
supeditado a los ritmos emocionales de cada niño/a, no obstante, es una interven-
ción que tiene una intención: ir allanando el camino y estableciendo condiciones
emocionales para el tránsito a la familia definitiva.

Fase Diagnóstica: la importancia de la historia (recorrido proteccional, interven-


ciones previas), evaluación del daño vincular, las secuelas de la institucionalización
y/o el paso por distintas familias de acogida, antecedentes médicos/escolares, re-
cursos personales (el niño es mucho más que su historia de vulneración).

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
niño/a desde familia de acogida a familia adoptiva en programa de adopción FMC

Preparación para la adopción: Motivo de internación, historia de las vivencias do-


lorosas, validación de las experiencias traumáticas, regulación afectiva, apertura a
la idea de vivir en familia, apertura de la noticia de la familia definitiva (previo al
proceso de matching), inicio de la vinculación progresiva: de menos a más (cartas,
audios, álbum de fotos, videos,).
Encuentro del niño y su familia adoptiva: Supeditado a los ritmos emocionales
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

del niño/a, acompañamiento psicosocial respetuoso y no invasivo.


Acompañamiento post adoptivo: Ajustado a las necesidades de la familia en for-
mación, sensible, atento, respetuoso, presente, no invasivo. Se apela a la autono-
mía progresiva de la familia. Cierre simbólico del proceso (la familia siempre puede
volver a consultar).

b) Intersubjetividad y Clínica del Trauma5

En el psicoanálisis, la línea que va desde la escuela húngara (especialmente Sandor


Ferenczi) y llega hasta Donald Winnicott, es una de las corrientes que va dando
origen a los pensadores actuales de la corriente intersubjetiva (Nemirovsky, 2007),
como Stolorow, Benjamin, Stern, Altman, entre muchos otros. Estos sostienen con-
cepciones que nos han permitido al interior del Programa de Adopción FMC pensar
en el trabajo con niños/as susceptibles de ser adoptados, y todo lo que concierne
al trabajo con familias de acogida y adoptivas. Nos detendremos en algunos tér-
70 minos claves, que si bien, hunden sus raíces primeramente en el trabajo clínico
y terapéutico individual, se han ido extrapolando a todo el abordaje integral
psicológico y social que se lleva a cabo en el Programa de Adopción FMC, en
conjunto con las familias que acogen a los niños/as, previo y posterior al enla-
ce; o en otras palabras, estas concepciones han sido utilizadas de modo más am-
plio en el trabajo de intervención con las familias de acogida que permanecen con
los niños en condición de adoptabilidad, justamente en el tránsito del niño/a entre
familias (desde la familia de acogida a la familia adoptiva). Por tanto, dichos con-
ceptos y enfoque relacional y/o intersubjetivo deben ser leídos de manera más
amplia; éstos han ido siendo adaptados a la intervención en dupla psicosocial
que se intenta realizar en el quehacer diario desde el Programa de Adopción
FMC, todo a través de la experiencia in situ con el niño/a y las familias.

Es importante señalar en estos primeros párrafos que el enfoque intersubjetivo


se inicia en el área de la clínica adulta y es posteriormente Altman y cols. (Briggs,
Frankel, Gensler& Pantone), en el año 2002, quienes a través de su libro “Relational
Child Psychoterapy” realizan un intento, fructífero por cierto, por sistematizar este
enfoque y llevarlo al trabajo con niños/as.

5 Algunos desarrollos han sido extraídos de Guerra, V. (2012). Hacia la construcción


de un modelo psicoterapéutico intersubjetivo y relacional en la Clínica de la Adopción.
Tesis de Postgrado de Especialización en Clínica Infantil, una Aproximación Relacional. San-
tiago de Chile: Universidad Diego Portales.Asimismo, estas ideas han sido también vertidas
en una publicación de la misma autora en la Revista del Servicio Social Internacional (SSI) /
CIR de Julio-Agosto 2015.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

La idea relacional básica (Altman, Briggs, Frankel, Gensler& Pantone, 2002) es que R E V I S T A

la mente está organizada por relaciones de objeto más que por fuerzas endógenas
y defensas en contra de esas fuerzas; los sentimientos y experiencias son vistos
como elementos de las relaciones interpersonales, lo que lleva a pensar en una
psicología bipersonal, de dos mentes en interacción. Desde este enfoque se tiende
a enfatizar el rol patogénico de las experiencias interpersonales (Altman y Cols.,

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


2002). En palabras de Stolorow, “...la teoría de la intersubjetividad es una teoría
de campo o teoría de sistemas en la medida que busca comprender los fenóme-
nos psicológicos no como productos de mecanismos intrapsíquicos aislados, sino
como formados en la interfaz de subjetividades en interacción recíproca“ (Sto-
lorow, 1992, p.178). De este modo los fenómenos intersubjetivos no pueden ser
comprendidos fuera de los contextos intersubjetivos en los cuales toman forma;
no se está en presencia de una mente aislada, “sino de un interjuego mutuo entre
los mundos de paciente y analista, o de niño y cuidador” (Op. Cit., p. 178). En esta
misma línea, Stolorow (1992) plantea que de la primacía de la pulsión se pasa a la
primacía de la afectividad: “…a diferencias de las pulsiones, que se originan al inte-
rior de una mente aislada y cartesiana, el afecto, esto es, la experiencia emocional
subjetiva, es algo que desde el nacimiento en adelante es regulado, desregulado,
al interior de continuos sistemas relacionales” (p. 1).

Asimismo, el analista (diremos nosotros el interventor) es visto como participante


inevitable de la situación analítica, (Altman y Cols., 2002). La teoría relacional no
sólo concibe la interacción de estos dos participantes en el sentido de una inte- 71
racción explícita, sino que también como a las experiencias propias y del mundo
interno, conscientes e inconscientes, de ambos. El punto de acción del psicoanáli-
sis relacional está centrado en los procesos de transferencia y contratransferencia
en la situación de análisis (Stern, 1998). En palabras de Stolorow “el sistema for-
mado por el interjuego entre transferencia y contratransferencia es un ejemplo
de lo que podemos denominar contexto o campo intersubjetivo. Transferencia y
contratransferencia juntas forman un sistema intersubjetivo de influencia mutua
y recíproca” (Stolorow, 1992, p. 184-185). De la misma manera, la manifestación
del mundo interno del paciente está siempre bajo la influencia de la presencia y
comportamiento del analista. En palabras de Altman “cada persona evoca ciertas
reacciones en el otro, y selectivamente sintoniza con ciertos aspectos de éste, en
último término tenemos dos mundos subjetivos, que incluye lo interno y lo exter-
no, de modo que es imposible delimitar líneas demarcatorias entre ambos, o lo que
preexistía en el mundo interno del paciente, o lo que es evocado por el analista”
(Altman y Cols., 2002, p.9). De acuerdo a Altman (2002), los analistas relaciona-
les trabajan en un campo intersubjetivo interpersonal complejo y ambiguo (por
ejemplo, la relación es siempre asimétrica, pues el analista tiene la primera res-
ponsabilidad de promover la investigación analítica de la interacción) “Terapeuta
y paciente se comprometen en un proceso dialéctico de acción y reflexión, que
permite relajar patrones rígidos de sus mundos intrapsíquicos e interpersonales,
posibilitando el cambio” (Altman y Cols., 2002, p. 9).

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
niño/a desde familia de acogida a familia adoptiva en programa de adopción FMC

Jessica Benjamin (1999), con cierto énfasis distinto, pone el acento en la noción de
reconocimiento mutuo o mutualidad, señalando que “la intersubjetividad agrega a
la perspectiva de relaciones objetales la noción de que nuestras representaciones
y relaciones pueden ser trazadas en el eje de la tensión entre reconocer y negar al
otro (Benjamin, 1999, p. 201). La autora, define a la relación de reconocimiento (o
el espacio intersubjetivo) como un aspecto central de lo que ella llama la “terce-
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

ridad”, que encarnaría las paradojas de la experiencia transicional (al modo win-
nicottiano).“La capacidad simbólica y la terceridad son efectos del trabajo mental
de contener y comunicar afectos” (p. 206) Y continúa “… esta historia co-construida
de diálogo es el continente, aquello que sostiene la pareja analítica… pero esta
relación mutua y co-construida aún posee elementos importantes de asimetría.
Nuestro compromiso es ofrecer un proceso, una exploración, una disposición para
arriesgarnos a no saber y a fallar en nuestra comprensión, una alianza entre dos
subjetividades” (p. 206-207). La autora llama a no ver el quiebre traumático de un
paciente, su ansiedad, sus defensas, su inhabilidad para sostener la tensión, como
deliberados o resistenciales. “Suele ser precisamente cuando nos sentimos reac-
cionando como si algo se nos estuviera haciendo a nosotros, que sabemos que
hemos perdido el tercer espacio, y cuando estamos de vuelta en la díada reversible
de resistencia y sumisión” (p. 206-207). Benjamin (1999), pone el acento en que
debe haber un compromiso continuamente renovado con la restauración de la ter-
ceridad intersubjetiva (espacio transicional en Winnicott), lo que permitirá ir más
allá de la lucha entre los significados del terapeuta y paciente, hacia un sentido
72 de trabajo conjunto que buscaría trascender la complementariedad, a favor del
reconocimiento mutuo.

Los intersubjetivistas dan mucha importancia al tema de la regulación afectiva en


terapia, como parte de aspectos que faltaron durante la infancia más temprana.
Es importante enfatizar que las comunicaciones empáticas dentro de la alianza
terapéutica no son voluntarias, es decir, el terapeuta (interventor) intersubjetivo
no está “haciendo algo”, tanto como “aprender a estar con el paciente”, no está
calzando o imitando una conducta sino resonando con expresiones externas del
estado interno del paciente (Baranger, 1987). De acuerdo a Stolorow, la alianza
en la terapia se establece “a través de la investigación empática continuada del
mundo subjetivo del paciente (…) en la que acepta la validez de la percepción que
tiene el paciente de la experiencia transferencial” (Stolorow, 1992, p. 168-169).
En otra arista similar, sumando al trabajo desde las neurociencias y los patrones
relacionales, Schore (2003), destaca que una madre suficientemente buena (dire-
mos un terapeuta suficientemente bueno) permite el acceso al niño luego de la
separación y muestra una tendencia a responder apropiadamente a sus expresio-
nes emocionales. “Estos eventos regulados promueven la expansión de las capa-
cidades de afrontamiento del niño, y así la seguridad del vínculo del apego es la
primera defensa frente a la psicopatología inducida por el trauma” (Schore, 2003,
p.18). En contraste, la madre abusiva no sólo muestra menos juego con su infante,
sino que también induce estados traumáticos de afecto negativo de larga duración
en el niño, dado que su apego es débil, ella provee escasa protección frente a otros
potenciales abusadores del niño, tales como el padre (Schore, 2003). Entonces, en
los contextos del trauma relacional, el cuidador, además de desregular al infan-
te, retira cualquier función objetal interactiva de reparación, dejando al infante

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

durante largos períodos en un estado psicobiológico disruptivo que va más allá R E V I S T A

de sus estrategias de afrontamiento inmaduras y se debe propender a que éste


vaya regulando sus desbalances emocionales (Schore, 2003). Por tanto, el valor
terapéutico desde esta línea de trabajo es facilitar en el niño la regulación de sus
emociones, en un clima de contención y de promoción de la autorreflexión.

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


Otro aspecto importante de relevar en este enfoque intersubjetivo y relacional, es
la crítica al concepto clásico de neutralidad donde el analista debía ser un espe-
jo reflector, con la pretensión de objetividad científica (Greenberg (1991). Por el
contrario, Greenberg desarrolla un modelo representacional que sugiere “tanto la
inevitabilidad de la participación del analista en el proceso clínico, como el valor
terapéutico de su imparcialidad (…) el analista neutral ocupa una posición óptima
entre la tendencia del paciente al verlo como un objeto peligroso y la capacidad
del paciente de experimentarlo como uno seguro (…) si el analista no puede ser
experimentado como un objeto seguro, el análisis nunca comienza…” (Greenberg,
1991, p. 215). El autor enfatiza en la necesidad de facilitar el sentimiento de se-
guridad en el paciente, que permita al sí mismo (observante) tolerar cada vez las
re-representaciones de la experiencia temprana que han sido rechazadas. Todo
esto permitirá la flexibilidad del sí mismo, pudiendo arriesgar el paciente tomar
conciencia de modos de pensamiento previamente intolerables (todo esto permi-
tirá poner palabras a estas re-representaciones que emerjan). Del mismo modo, “la
postura del analista debe ser hecha a la medida, para que calce con aquel mundo
representacional particular que es la construcción personal y única de cada pa- 73
ciente…” (p. 218).

Trabajo con el ambiente: como en todo trabajo con niños/as, el trabajo con el
entorno (padres, familias, instituciones, etc.) se torna fundamental a la hora de
promover el desarrollo emocional del niño. Altman y cols. (2002), señalan que la
amplia red de cuidadores son participantes intrínsecos y cruciales del campo re-
lacional, yendo el trabajo terapéutico más allá de la díada terapeuta-niño(a). De
este modo, las transferencias parentales hacia el niño y el terapeuta influyen en
el resultado del desarrollo del niño(a) y del curso de la terapia. Lo mismo señalaba
Winnicott ya antes de la corriente intersubjetivista propiamente tal con su con-
cepto de ambiente facilitador, que pone el acento en lo crucial del entorno para la
progresión hacia la salud de niños/as. Esto es, si el ambiente es el adecuado, y falla
de manera empática, el niño/a podrá ser capaz de pasar aspectos difíciles de su
crecimiento, y podrá adaptarse de manera satisfactoria a los cambios impuestos
(Winnicott, 1971).

Momentos de encuentro o los mecanismos no interpretativos: Daniel Stern


(1998), ilumina ricamente aspectos más específicos de la terapia relacional, ha-
blando de lo que él llama momentos de encuentro; estos momentos constituirían
el «algo más» de la interpretación; los afectos surgirían y se intercambiarían des-
de una «autenticidad» libre entre terapeuta y paciente. De este modo, los autores
relacionales sostienen que estos encuentros son los que promueven el cambio y
la transformación en el paciente. En términos más generales el concepto de «mo-
mento» capta la experiencia subjetiva de un cambio repentino en el conocimiento
implícito relacional del terapeuta y del paciente (Stern, 1998).

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
niño/a desde familia de acogida a familia adoptiva en programa de adopción FMC

-Trauma como la pérdida en la continuidad del ser

Uno de los modos de observar la realidad de la infancia vulnerada es a través de la


institucionalización (con ello también se incluye la incorporación de un niño/a
a la familia de acogida no vincular) como discontinuidad del ser, es decir, como
una fragmentación de la historia vital, como una vivencia traumática. Este trau-
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

ma da cuenta de una experiencia humana extrema que constituye una amenaza


grave para la integridad de la persona y frente a la cual se responde con temor,
desesperanza u horror intensos, lo cual genera consecuencias devastadoras a nivel
psicoafectivo (Wiener y Duncan, 2006). Por lo mismo, existe una especificidad en
el tratamiento psicoterapéutico de estos pacientes traumatizados. El trauma es
siempre generado por otro, del mismo modo, siempre será un otro quien otorgue
alivio, sostén y un espacio para la elaboración de dichas vivencias traumáticas.

De acuerdo al concepto de Winnicott de temor al derrumbe, el autor retoma la


posibilidad o imposibilidad de experimentar este temor y la manera en que éste
ejerce sus influencias en la psique. Es así como el énfasis está puesto en el recordar
la experiencia del derrumbe que ya fue y que se teme, para lo cual se necesita de
la situación psicoanalítica y de la consolidación del self (Jordán, 2002). Winnicott
(1963), tras variadas conceptualizaciones, se decide a considerar que lo traumáti-
co no constituiría propiamente una experiencia, pues la falla ambiental en su cali-
dad de invasión traumática determina una discontinuidad en el existir, por lo que
74 si no hay una existencia no podríamos hablar de una experiencia. En palabras de
Winnicott “dicha potencialidad de lo traumático designa un ámbito de lo incons-
ciente distinto de lo reprimido (…) en este ámbito lo inconsciente significa que la
integración del yo es incapaz de englobar algo. El yo es muy inmaduro como para
reunir a todos los fenómenos en el área de la omnipotencia personal” (Winnicott,
1963, p.90). Winnicott habla de traumas benignos y malignos: los primeros, Trau-
mas Benignos, se referirían a lo que el autor señala como el aspecto normal del
trauma. La madre está siempre “traumatizando” dentro de un marco de adapta-
ción; debido a la habilidad de la madre para percibir la capacidad que tiene su hijo
en cada momento de emplear nuevos mecanismos mentales (Winnicott, 1963). El
concepto de Traumas Malignos lo ocupa en la acepción más popular del término,
que implica un derrumbe de la fe. El bebé o niño ha construido una capacidad de
“creer en algo”, y ocurre que la provisión ambiental primero se amolda a esto y
luego falla.

En relación al tratamiento, Winnicott plantea que una de las claves se relaciona


con la experiencia de omnipotencia en el paciente; las interpretaciones del ana-
lista, relacionadas con el trauma original, deben ser reunidas en el área de la om-
nipotencia personal mediante el mecanismo de la proyección (Winnicott, 1965)
El autor comenta que lo experimentado puede ser recordado y también, por lo

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

tanto, olvidado. Para esto, es necesario un tipo de intervención que considere de R E V I S T A

parte del terapeuta la validación empática de lo vivido y no experimentado por el


paciente en la situación traumática (función de madre ambiente). En este sentido,
Winnicott utiliza para el tema del encuadre psicoterapéutico el concepto de pre-
ocupación materna primaria, en donde la madre o el terapeuta-madre (en tanto
función materna), sólo tiene pensamiento para su bebé (Winnicott, 1931-1956).

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


Finalmente el trauma podrá experimentarse por primera vez cuando la situación
analítica lo haga florecer (Winnicott, 1965). Citando al autor “Lo traumático existe,
aunque sólo se sabe de ello por los efectos que produce en la experiencia, no sien-
do propiamente una experiencia…la situación terapéutica, tal como la función del
holding materno, provee de “una relación tridimensional” o espacial con tiempo
sumado gradualmente” (Winnicott, 1960, p.76). Su amparo posibilita la experiencia
y por tanto el olvido y el recuerdo, recuerdo que, como advierte la etimología de
la palabra, es volver el corazón al cuerpo, al lugar donde quedan registrados los
efectos de lo traumático,” (Winnicott, 1965, p.163).

-Trauma Relacional y la Concepción Intersubjetiva

Los intersubjetivistas plantean que las situaciones traumáticas se generan por las
tempranas interacciones entre el bebé y sus objetos necesitados (mala sintonía
empática, explotación emocional), y por la falta de un contexto intersubjetivo mo-
dulador y contenedor. Es preciso subrayar la idea de que las situaciones tempranas
de potencial carácter traumático no lo son per se, sólo resultarán “enfermantes” 75
si el medio no tiene capacidad de respuesta, por lo que no podrán transformar-
se en experiencia (Nemirovski, Lancelle, Fractmann, Valeros &Boschan, 2001). En
cuanto al tratamiento, los intersubjetivistas dan mucha importancia al tema de
la regulación afectiva en terapia, como parte de aspectos que faltaron durante la
infancia. La exploración clínica de los apegos empáticos (de espejo) han sido un
tema central para la psicología del self, sin embargo, los mecanismos subyacentes
a este han sido difíciles de encontrar; es importante enfatizar que las comunica-
ciones empáticas dentro de la alianza terapéutica no son voluntarias, es decir, el
terapeuta intersubjetivo no está “haciendo algo”, tanto como “aprender a estar con
el paciente”, no está calzando o imitando una conducta sino resonando con expre-
siones externas del estado interno del paciente (Baranger, 1987). Utilizarlos para
el beneficio de la terapia, evidenciar con el paciente los impasses terapéuticos
se erige como un aspecto importante a considerar dentro de los planteamien-
tos intersubjetivistas (Stolorow, 1998) Sobre todo en lo que concierne a pacientes
traumatizados, en donde la permanente hiperalerta y suspicacia de su sentir con-
mina al terapeuta a no ser hipócrita y a mostrar aspectos y sentimientos negativos
(rabia, impotencia) que pueda estar vivenciando en sesión.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1) niño/a desde familia de acogida a familia adoptiva en programa de adopción FMC

76

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

3.- Experiencias de Intervención psicosocial con familias de acogida y adopti- R E V I S T A

vas en el Programa de Adopción de FMC

El abordaje psicosocial que se quiere destacar en el presente artículo se ubica como ya


señalamos precisamente en una interfaz, en la región común entre familia de acogida y
familia adoptiva, al momento de preparación del niño/a para la adopción. Como señala

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


el título, ambos grupos familiares (de acogida y familia adoptante) serían ensambles
de un mismo puente por donde cruza el niño/a, desde su permanencia en familia de
acogida hasta su llegada a familia adoptiva. Nos posicionaremos en ese preciso espa-
cio, justamente para dar cuenta de algunas claves de intervención que se han utilizado,
y que posteriormente se han ido sistematizando, desde el 2014 hasta el día de hoy, por
parte del Equipo de Infancia del Programa de Adopción de Fundación Mi Casa, equipo
encargado de realizar todo el proceso pre y post adoptivo de los niños/as mayores de
tres años ingresados a este Programa. La regla general es que todo niño/a que ha pasado
por un acompañamiento terapéutico, sea la/el mismo terapeuta en conjunto con la tra-
bajadora social del Área, quienes realicen todas las acciones y actividades relativas a la
preparación para la adopción y posteriormente el proceso de post-adopción. Este abor-
daje interdisciplinario ha pretendido en estos años generar conocimiento más allá de
cada disciplina por separado, utilizando como marco general de intervención, elementos
del enfoque intersubjetivo y winnicottiano, más allá de la terapia individual, sino que más
bien aterrizados estos conceptos a la intervención psicosocial.6

77

6 Para poder exponer y mostrar el trabajo realizado en este sentido, se han tenido
en mente diez procesos de acompañamiento a niños/as y familias en el tránsito desde
familia de acogida a familia adoptiva, que han sido llevados a cabo entre el 2014 y 2020, y
que nos permitirán ilustrar prácticas comunes en la intervención psicosocial en todos los
procesos. Es importante puntualizar que si bien se han tomado de manera preponderante
estos diez procesos, el modelo que a continuación se presenta es llevado a cabo con todas
las familias (guardadoras y adoptivas) que ingresan al programa de Adopción FMC y son
acompañadas por el Área Infancia específicamente. Indicaremos algunos datos relevantes
como elementos transversales en estos diez procesos; todos estos niños en sus cortos años
de vida tuvieron que vivenciar múltiples y reiteradas situaciones de riesgo, malos tratos,
negligencia severa, abuso emocional y quiebres biográficos constantes. El rango etáreo
fluctúa entre los tres y los ocho años. Tres de estos niños vivieron un proceso de adopción
internacional, el resto fueron procesos de adopción nacional. Nueve de estos casos corres-
ponden a familia de acogida externa y uno de ellos a familia de acogida extensa (abuelo
materno) Dos de estos casos corresponden a FAE PRO Hellen Keller La Pintana y el resto a
FAE ADRA Peñalolén. Todos permanecieron por más de un año en sus respectivas familias de
acogida, a excepción del caso correspondiente a familia extensa, en donde la permanencia
fue mayor (tres años).
Del mismo modo, se debe puntualizar que se han escogido aquellas experiencias en donde
las familias de acogida se mostraron tremendamente comprometidas con el proceso del
niño/a que tuvieron a cargo, y que se mostraron disponibles a participar activamente, con
capacidades parentales y de sensibilidad sobresalientes, con apertura genuina a recibir
apoyo, sugerencias y a crear en conjunto las mejores condiciones para que ese niño/a pu-
diera “partir” de manera serena y confiada desde éste núcleo a familia adoptiva.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
niño/a desde familia de acogida a familia adoptiva en programa de adopción FMC

-Zona intermedia de experiencia y co-construcción de saberes

Plantearemos que este concepto tomado de los intersubjetivistas nos permite


(utilizado por teóricos como Winnicott y más actualmente por Jessica Benjamin)
posicionarnos en un área de intervención “intermedia”, esto es, ni adentro ni afuera,
sino en un espacio intermedio de experiencia, creado como nuevo espacio, desde
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

el contacto con la familia y el niño. Diremos que es ese “entre”, que es donde surge
la posibilidad de jugar y ensayar nuevas maneras de relación. Se pretende que el
interventor no mantenga una actitud neutral en la intervención con la familia, sino
que se implique, que sea verdadero y esté siempre vivo. Este interventor se pondrá
a jugar y podrá tomar el saber que trae la familia consigo (en cuanto a crianza,
modos de regular los afectos, etc.), de modo de co-construir nuevos saberes, que
serán únicos y singulares en cada caso, en cada proceso interventivo. En otras pa-
labras, se permitirá que se abra un tercer espacio, donde se creará un nuevo saber.
Parafraseando a los autores, este tercer espacio es “creado por todos y por nadie a
la vez.”. De lo que se trata de todos modos es de respetar el ritmo de cada grupo
familiar, su propia homeostasis, sin irrumpir en ella, sino más bien ofreciendo mo-
dos nuevos de mirar la realidad. En este modelo se privilegian los señalamientos
de carácter afirmativo y legitimador de la experiencia (lo relacional propiamente),
por sobre las interpretaciones sobre conflictos y defensas (que apuntaría más a lo
intrapsíquico).

78 Esto a nuestro juicio, llevaría a la tan anhelada alianza de trabajo con las familias,
donde las cartas puedan ser puestas sobre la mesa de manera diáfana, que facilite
que la familia considere el acompañamiento como un soporte y un espacio de con-
tención y no como un espacio evaluativo, donde sus experiencias de crianza (modo
de regular los afectos, puesta de límites, etc.) puedan ser validadas, tanto como las
sugerencias o reflexiones hechas por el equipo interventor. Importante será tam-
bién validar aquellos sentimientos más negativos que puedan surgir en este perío-
do en el grupo familiar, como la incertidumbre, la confusión y/o el miedo. Muchas
de estas familias con las que hemos trabajado han permanecido más de un año
con el niño/a (o dos en algunos casos), lo que hace que se encuentren totalmente
involucradas emocionalmente con éstos, y sientan mucha inseguridad en torno a
lo que sucederá en un futuro, ante la llegada de la familia adoptiva. Nada mejor
que dar espacio a esos sentimientos, y desde allí construir una relación de trabajo
genuina y verdadera, donde exista resonancia afectiva de parte del profesional
que interviene, condición necesaria para una óptima alianza de trabajo. Lo mismo
cuando acompañamos a la familia adoptiva, se deben validar sus experiencias pre-
vias de crianza, intuición y creencias en torno al niño/a (o hijo/a adoptivo).

Desde otro lugar, podemos hipotetizar que para el niño/a en condición de adopta-
bilidad, la familia de acogida (y posteriormente la familia adoptiva) puede ser con-
siderada como un espacio idóneo donde poner a trabajar su propia emocionalidad,
espacio novedoso, diremos creado por él mismo, otorgado por cierto, gracias a un
ambiente facilitador, a modo de una “madre suficientemente buena”, preocupada
de su bebé. Esa zona de experiencia intermedia podría ser parte de la reparación

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

de los vínculos. Es en esta interfaz en donde el niño/a podrá vivenciar experiencias R E V I S T A

bien tratantes de cuidado y cariño, en donde tendrá la oportunidad de reconciliar-


se con el mundo adulto, que son quienes en definitiva le han fallado.

-La no retraumatización

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


En términos amplios se debe primordialmente facilitar en los niños/as una tran-
sición, en lo posible, mínimamente traumática desde una familia a otra. La no
retraumatización en esta etapa se torna capital, pues será a través de este hecho,
“cuidar como un tesoro el tránsito”, que el niño/a sentirá vívidamente la continui-
dad de su existencia, la cual ya había sido fracturada a causa de las vicisitudes
dolorosas en la interacción con sus primeros vínculos amorosos. Esta continuidad
en el sentido del sí mismo, hará que su self se fortalezca perdiendo el temor del
derrumbe, se vuelva más cohesionado, menos sobre adaptado y más verdadero.
¿Cómo se logra aquello?. Una línea de trabajo es la línea terapéutica individual con
el niño/a (que es la fase de preparación para la adopción); pero esto no podrá tener
frutos positivos sino se acompaña de la misma manera a la familia de acogida
que cobija a ese niño/a en un primer momento, y posteriormente a la familia
adoptiva. De lo que se trata, a nuestro juicio, es ir trabajando con ambos grupos
familiares, que sean conscientes de lo que significa una experiencia traumática en
un niño/a y actuar acorde, esto es, ser agentes no retraumatizadores; hay varias
formas de lograr aquello, algunos de los aspectos a trabajar acá tiene que ver con
dar a conocer la historia de ese niño/a, sin temores, sin prejuicios, resonar con esa 79
historia dolorosa, movilizar aspectos como la empatía y la sensibilidad parental,
aspectos cruciales en este tránsito.

El niño/a necesita que otro, en este caso, la familia de acogida, sepa qué hacer con
su experiencia dolorosa; una vez que ello se logra, el niño/a va recibiendo la expe-
riencia correctiva de sentirse cuidado, protegido y comprendido de manera verda-
dera. Todo esto brinda un contexto interaccional que funciona como una experien-
cia contrastante respecto a relaciones abusivas y maltratantes; dicha experiencia
allanará más tarde el camino para una favorable preparación y disponibilidad psi-
cológica de estos niños/as para insertarse favorablemente en una familia adoptiva.

En otras palabras, el vínculo estrecho y cercano que el equipo interventivo crea


con las familias durante el proceso del niño/a de preparación para la adopción
será crucial para el positivo tránsito de una etapa la otra. Sin esta etapa de acom-
pañamiento intensa e implicada de parte del equipo psicosocial, existen grandes
probabilidades de que los enlaces (encuentro entre el niño y su familia adoptiva)
fracasen y/o requieran necesariamente de apoyo psicológico a corto plazo. Sólo
una vez que se ha creado un contexto acogedor y confiable para el niño/a, se puede
pasar a una fase en donde ya es posible la exploración, procesamiento e integra-
ción de las vivencias traumáticas (abuso emocional, abandono, negligencia). Los
futuros padres adoptivos deberán estar conscientes que siempre deberán estar
atentos a que estos núcleos traumáticos de sus hijos puedan resurgir en cualquier
momento de la vida, y que, en los casos más graves, se requerirá de nuevos proce-
sos de terapia.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
niño/a desde familia de acogida a familia adoptiva en programa de adopción FMC

Momentos Claves de la intervención psicosocial desde el Programa de Adop-


ción FMC

Los momentos de intervención que a continuación se exponen se han ido transfor-


mando en el eje fundamental del modelo que se ha intentado sistematizar. Dichos
momentos se expondrán enumerándolos, no obstante, algunos de ellos son trans-
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

versales a toda la intervención, y otros se superponen.

1.- Recepción del caso: Se realiza una primera reunión de análisis con el equipo
técnico del FAE, en donde se revisa de manera preliminar el recorrido proteccional
del niño/a y las acciones interventivas realizadas por el FAE con la familia de ori-
gen. En esta instancia se torna sumamente relevante contar con un despeje fami-
liar adecuado y planes de intervenciones atingentes. Es en esta reunión en donde
se resuelve la pertinencia de iniciar o no la causa de susceptibilidad de adopción a
favor del niño/a, es importante señalar que el inicio de una causa de estas caracte-
rísticas es siempre una decisión conjunta, que se sustenta en la convicción técnica
de ambos equipos, logrando desde un inicio el diálogo armónico entre ambas lí-
neas programáticas. En otras palabras, desde el primer momento la clave de tra-
bajo es la co-construcción de saberes, apelando a la expertise de cada programa.

2.- Entrega de información a la familia de acogida: Durante la fase de trami-


tación legal de susceptibilidad de adopción, la información se entrega a través
de la dupla FAE a cargo del caso, no obstante, con la total disposición del equipo
80 de Fundación Mi Casa, FMC, a sostener reuniones con la familia de acogida, si así
lo requiriese. En esta etapa, se torna sumamente relevante, mantener a la familia
de acogida informada, respecto de todas y cada una de las etapas del proceso:
etapa procesal, proyecciones, posibles dilaciones etc. Esto le otorga a la familia
un sentido de temporalidad que le permite proyectar la permanencia del niño/a y
prepararse ante la eventual partida.

Una vez que el niño/a es declarado susceptible de ser adoptado, nos encontra-
mos en condiciones de poder iniciar oficialmente el proceso de preparación para
la adopción (que fue explicado en el marco conceptual).

3.- Entrevista de encuadre inicial, proceso de preparación para la adopción:


Primer espacio de intervención directa y no mediada con la familia de acogida. En
esta instancia se pretende establecer una alianza de trabajo entre la familia de
acogida, el FAE y FMC. La articulación de acciones mancomunadas de esta tríada,
los establecimientos de objetivos de trabajo conjunto de acuerdo a las particulari-
dades del caso, serán determinantes en todo el proceso. Es en esta etapa en donde
se torna crucial establecer una alianza de trabajo con la familia de acogida, quie-
nes en definitiva se constituirá en una especie de co- terapeuta, en el sentido de
facilitar el trabajo de acompañamiento psicosocial y el futuro tránsito del niño/a
familia adoptiva.

4.- Sesiones individuales con la familia de acogida: Estas sesiones son reali-
zadas por la trabajadora social de FMC. Participan los cuidadores principales y se
incorporan, en la medida de lo posible y a medida que el proceso avanza, todos
los integrantes del grupo familiar. Se trata de un espacio reflexivo, de carácter
constructivo y creativo en donde se pretende instalar una problematización de la

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

adopción y trabajar en base a los prejuicios sociales y propios, miedos, etc., y de R E V I S T A

esta manera impugnar los mitos asociados a la adopción. Es importante señalar


que estas sesiones tienen lugar de manera paralela a las sesiones del niño/a con la
terapeuta de FMC. En relación a ello, es de vital relevancia el diálogo al interior de
la dupla a cargo, en el sentido de que tanto psicóloga/o como trabajadora/r social
se nutren de la información que se entregan la una/uno a la otra/otro. Lo mismo

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


en relación a llevar a cabo de manera sistemática, las reuniones de corte más clí-
nico con otros profesionales del área, para supervisar las acciones realizadas. Las
sesiones con la familia se extienden por alrededor de una hora o una hora treinta
minutos.

5.- Sesiones con el niño/a desarrolladas de acuerdo a las necesidades, ritmos


emocionales de éste. Espacio terapéutico para historizar y resignificar sus expe-
riencias. Se habla de las tres “mamás”, la que lo gesta, la que lo cuida (familia de
acogida) y la que lo recibe de manera definitiva (familia adoptiva). Esto claramente
se va adecuando a la realidad de cada niño. Se incluyen a las/os cuidadoras/es tam-
bién en las sesiones, sobre todo al momento de dar la noticia de la nueva familia.
Todo esto va otorgando sin duda un sentido de continuidad de la existencia tanto
para el niño/a como para la familia de acogida.

6.- Sesiones conjuntas trabajador social y sicólogo. Tanto para las familias de
acogida como en el caso del acompañamiento a las familias adoptivas, las se-
siones no tienen el objetivo de entregar recetas precisas para cada conducta y/o 81
situación emergente de un niño/a, sino que más bien es un espacio para proble-
matizar acerca de la parentalidad y de lo que les sucede a los padres/cuidadores
en específico en el ejercicio del rol parental durante el aquí y el ahora (miedos,
expectativas, proyecciones, resonancias). Asimismo, las sesiones no están estruc-
turadas previamente en cuanto a contenidos; sesión a sesión se van recogiendo las
necesidades, inquietudes y demandas.

7.- Coordinación con equipo FAE: Esto se realiza de manera transversal durante
todo el proceso, no obstante, durante la fase de preparación para la adopción las
coordinaciones son más permanentes. Se trata en todo momento de realizar una
devolución de las sesiones al equipo FAE, que les permita a ellos continuar con las
intervenciones de su línea programática en comunión con el momento en que se
encuentra la familia, a fin de evitar una sobre intervención.

8.-Presentación de la Historia del niño a la familia adoptiva-comunicación de


la noticia a familia de acogida: luego de realizar el proceso de matching en donde
se busca a una familia idónea con las competencias precisas para responder a las
necesidades y particularidades del niño/a, se presentan todos los antecedentes
del historial proteccional, antecedentes de salud, de educación a la familia escogi-
da. De obtener el consentimiento de ésta, se informa al FAE y a la familia de acogi-
da, se les señalan algunas características relevantes de la familia seleccionada y se
comienzan a definir las acciones conjuntas para la apertura de la noticia al niño/a.

9.- Sesión conjunta ante la noticia de la nueva familia: En la línea de las inter-
venciones co-construidas, la apertura de la noticia de familia definitiva (en este
momento ya se ha trabajado dedicadamente con el niño/a la idea de vivir en fa-

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
niño/a desde familia de acogida a familia adoptiva en programa de adopción FMC

milia adoptiva) se realiza en una sesión en la cual participa la familia de acogida


representada por el cuidador principal. En este momento se da inicio a una prepa-
ración específica que dura aproximadamente un mes y medio (6 a 8 sesiones) en
este momento, hay tres acciones que ocurren paralelamente: el niño/a se prepa-
ra terapéuticamente, psicológicamente, la familia de acogida es acompañada y
contenida para que a su vez acompañe al niño, mientras la familia adoptiva se
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

prepara para recibir al niño/a.

10.- Ritos de despedida: Es necesario en esta etapa otorgar cierta autonomía y


libertad a la familia de acogida para crear estrategias novedosas en los ritos de
despedida. Acoger la genuina tristeza del niño/a y la propia sin atemorizarse. En
esta etapa, se aumentan sesiones dos veces por semana. Dentro de los ritos de
despedida comunes en todos los casos se encuentran: despedida de sus grupos de
pertenencia significativos, escuela, grupos religiosos, familiares, de la familia de
acogida.

11.- Reunión de pre-enlace: En esta instancia participan: equipo FAE, equipo FMC,
familia de acogida y familia adoptiva. La familia de acogida tiene la oportunidad
de conocer a la familia adoptiva, traspasar de primera fuente los gustos, prefe-
rencias, rutinas, formas de vincularse del niño/a desde un punto de vista humano
y afectivo. Esta instancia le permite a la familia de acogida adquirir certezas y
seguridad que le permitirán “dejar partir” al niño sin aprehensiones. En este punto
82 es importante señalar que en algunos casos, las familias (de acogida y adoptiva)
quedan disponibles para contactos posteriores, incluso encuentros físicos si así lo
amerita la situación (de paso le enseñamos al niño a que es posible despedirse de
los vínculos que quiere de buena manera, sin desesperación ni desgarros, sabiendo
que los apegos en tanto nutricios, siempre suman, nunca restan). Podemos nom-
brar ejemplos concretos de contactos posteriores: en uno de ellos, se mantuvo
contacto posterior al enlace vía telefónica y audios de manera permanente. En el
mismo caso, se mantuvo también un encuentro físico, en un lugar neutro (parque).
Otra experiencia, en la de familia de acogida extensa, se mantuvo un encuentro
físico con el abuelo, también en un lugar neutro y mediado por FMC. En otras ex-
periencias se han forjado relaciones más estrechas, en donde las familias quedan
contactadas de manera permanente en donde inclusive han compartido espacios
de distención. Estas experiencias fueron altamente beneficiosas para todos los
participantes, sobre todo para los niños/as, como factor importante que les permi-
tirá seguir hilando su historia ya no de manera fragmentada si no que de manera
continua.

12.- Enlace: El encuentro del niño con su familia definitiva.

13.- Acompañamiento post-adoptivo: el niño ya ha “cruzado el puente.”El foco


de intervención es el grupo familiar. El niño pierde en cierta medida su protagonis-
mo y es necesario mirarlo dentro del nuevo contexto familiar (cuestión que se le
explica al momento del cierre de la fase de preparación para la adopción, previo al
enlace). Las sesiones no tienen el objetivo de entregar recetas precisas para cada
conducta y/o situación emergente, sino que más bien, es un espacio para proble-
matizar acerca de la parentalidad adoptiva, y de lo que les sucede a los padres en

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

específico en el ejercicio del rol parental durante el aquí y el ahora (miedos, expec- R E V I S T A

tativas, proyecciones, resonancias).También, así como con la familia de acogida, el


interventor psicosocial FMC hace las veces de facilitador de las experiencias, ten-
diendo principalmente a que la familia pueda reflexionar acerca de sus preguntas
y más tarde, en conjunto, poder crear un nuevo saber, novedoso y dinámico, en esa
tercera zona intermedia de la experiencia. Asimismo, las sesiones no están estruc-

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


turadas previamente en cuanto a contenidos; sesión a sesión se van recogiendo las
necesidades, inquietudes y demandas del nuevo grupo que se conforma.

4. Discusión final y Conclusiones

Como se ha mencionado, estas experiencias de tránsito están insertas en un Pro-


grama de Adopción cuyo sello a lo largo de los años ha sido dar respuesta a niños
mayores de 3-4 años y con perfiles de alta complejidad, lo que nos ha obligado
a convertirnos permanentemente en un programa atento a lo diverso, innovador
y vanguardista, atento a los cambios coyunturales y a los desafíos permanentes
relacionados con la complejidad de la salud mental infantil y sus contextos. Las
intervenciones, terapéuticas y sociales familiares desarrolladas, son únicas, no
estandarizadas y tienden a promover el cambio desde una mirada respetuosa y
creativa, incorporando lo máximo posible a otros entornos. El énfasis de nuestro
trabajo no está en generar un protocolo de intervención con pasos estandarizados
y/o identificables. Si así fuera, hipotetizamos que estaríamos un poco más lejos 83
de promover relaciones de colaboración y de genuino trabajo con las familias. La
experiencia nos muestra que este dispositivo augura relaciones de mayor profun-
didad y confianza mutua. Importante es referir que el no diseñar las sesiones de
antemano en ningún caso implica olvidar el foco de la intervención y dejar de rea-
lizar el trabajo analítico pertinente de reflejar y sostener.

En este sentido, es importante que en términos de política pública en temas de


Infancia, se pueda poner el acento en cómo hacer (método) más que en el qué
hacer (actividades), dado que se aprecia que los programas disponibles para la re-
paración de vulneraciones graves de derechos y el trabajo de fortalecimiento de
habilidades y destrezas en los futuros padres adoptivos, se tornan modelos está-
ticos, mediados por las actividades a realizar, más que por el trasfondo a trabajar
y el cómo hacerlo. Es necesario hacer que ese trabajo cobre sentido para quien lo
recibe y se requiere que los profesionales cuenten con un entrenamiento especia-
lizado y una singular ética de trabajo. En el escenario actual, se considera que una
visión integradora y sensible como la del modelo sistematizado en este capítulo
puede constituir un aporte o referencia para otros programas especializados en
esta materia.

En el caso del acompañamiento post-adoptivo, nuestro modelo propende a que


el saber de la familia y el saber del profesional interviniente se pongan en juego
y dialoguen, sin miedo a disentir y abiertos a la diferencia, para la conformación
de un saber conjunto, de reflexiones compartidas en la zona de juego inter-
media. Dentro del modelo de trabajo propuesto es importante estar atentos a los

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
niño/a desde familia de acogida a familia adoptiva en programa de adopción FMC

recursos del niño/a, a sus potencialidades, a sus áreas libres de enfermedad y a su


progresión hacia la salud, lo mismo con las familias a las que acompañamos, a las
que debemos mirar desde una perspectiva positiva y del ejercicio de un acom-
pañamiento auténtico y empático. Esto facilitará, además, que los protagonistas
de esta triada adoptiva se vean a sí mismos como sujetos, y grupos, con aspectos
positivos y resilientes, capaces de construir futuros posibles.
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Esta ética de la adopción con enfoque relacional llama a presentarse frente al


niño(a), así también frente a la familia adoptiva y a la familia de acogida, como per-
sonas reales y vivas, con la propia subjetividad, en dialéctica relación con las otras
subjetividades que se superponen: la del niño/a, la de la familia nueva, la del profe-
sional empático; que vaya siendo esta relación la que vaya permitiendo la apertura
a experiencias sanadoras. “Una cura por la relación”, dirán los autores relacionales.
De lo que se trata cada vez es que el equipo FMC nunca sea neutral durante el
proceso interventivo, sino que realmente resuene emocionalmente con cada
historia familiar y cada niño/a, que valide las experiencias y sentimientos de do-
lor, de confusión y de contradicción que surjan en esta fase de trabajo. A nuestro
juicio, aspectos como la flexibilidad, la empatía y el sostén afectivo permanente a
las familias, son ingredientes esenciales en esta ética de trabajo.

Como se ha mostrado en las claves de intervención, consideramos crucial la po-


sibilidad de que el niño/a, en la medida de lo posible, preserve la continuidad
84 de su existencia, y pueda mantener algún tipo de contacto con la familia que lo
acogió y acompañó en su tránsito a familia definitiva, siendo, por cierto, necesario
evaluar el caso a caso. Es importante enfatizar que los vínculos emocionales nu-
tricios siempre suman “Resulta muy sorprendente que profesionales de la infancia
piensen que para un niño una buena vinculación emocional es un problema, cuando
es justamente lo que más necesitan” 7. La pregunta para nosotros es ¿Por qué el
niño/a debería perder el vínculo con aquellos que constituyeron su primera
experiencia de buen trato y cariño? Por mucho tiempo, se mantuvo la concepción
errónea de que necesariamente no se debía mantener contacto con la familia an-
terior, pues bien, la experiencia nos muestra que, si el niño/a lo necesita, si las con-
diciones lo permiten y es beneficioso para el niño, la familia de acogida y adoptiva
deben estar disponibles para mantener el contacto. El cómo y el cuándo es algo
que cada familia debería definir en el momento adecuado.

Podemos ir definiendo, finalmente, que familia de acogida y familia adoptiva


en ningún caso son antagónicas, sino más bien complementarias, y ensambles
de un mismo puente, por donde cruza el niño/a. La primera como espacio inter-
medio de cuidado y contención cuya finalidad es poder otorgar seguridad emo-
cional y un contexto seguro, mientras, como se ha dicho, se resuelve la situación
proteccional. La otra se constituye como un espacio permanente y definitivo, en
donde el niño podrá ser investido y reconocido como hijo/a. Podemos decir que
las experiencias de trabajo con Programas de Familia de Acogida han sido en la
mayoría satisfactorias. En este sentido, el Programa de Adopción FMC lleva años
trabajando con FAE ADRA, afianzándose en la actualidad el trabajo colaborativo de
7 La importancia de las transiciones en acogimiento familiar Jesús Palacios, Uni-
versidad de Sevilla, España. Publicado en portugués en el libro coordinado por P. Delgado
Acolhimento familiar de crianças. Porto: Mundos de Vida, 2016.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

ambas instituciones, sobre todo con FAE ADRA Peñalolén, generándose acciones e R E V I S T A

intervenciones articuladas, incorporando de manera armónica la mirada de am-


bas líneas programáticas, lo que se ha traducido en procesos exitosos de enlace
de niños/as con familia adoptiva, tanto nacional como extranjera. Creemos fir-
memente que la clave de esto se centra en un trabajo coordinado, informado,
participativo y articulado. Un engranaje sinérgico que permita sentar óptimas

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


condiciones que propicien un tránsito cálido, amoroso y seguro para el niño/a.

Consideramos que el sistema de cuidado alternativo debe caminar cada vez


con mayor premura hacia una profesionalización de las familias de acogida,
sobre todo considerando la complejidad de los perfiles de los niños/as a propósito
de sus vivencias de vulneración. En este sentido, las familias de acogida deben ser
preparada en temáticas atingentes a la infancia vulnerada y también en función
del niño que va a recibir, más allá de un simple “traspaso” de información. Debe
ser una preparación consciente y profunda que implique conocer aspectos de la
estructura de funcionamiento del niño, sus gustos, preferencias, aspectos que lo
calman ante situaciones estresantes, etc. Sin duda hay una gran deuda que saldar
con la infancia vulnerada de Chile y; para llevar a cabo la propuesta de profesio-
nalización de las Familias de Acogida, debe existir un aparataje estatal acorde y la
voluntad política para llevarla a cabo. Relevar de manera real y no solo discursiva
la temática a nivel de agenda pública. Para ello, lo mínimo es asegurar recursos
suficientes que permitan desarrollar una oferta programática asociada a las ne-
cesidades de la infancia hoy, lo que debiese incluir necesariamente a todo su gru- 85
po familiar inmediato. La profesionalización de las familias de acogida permitiría
asegurar que el niño no deambule de familia en familia (tres de cada diez niños/
as han pasado por más de una familia de acogida8), evitando así nuevos quiebres
y eventos traumáticos. Ésta debiese proporcionar un entorno seguro mientras se
dilucida la situación proteccional, a la vez que debiese otorgarle figuras estables
que lo contengan de manera adecuada, estableciendo pisos mínimos de seguridad
emocional, esto, a pesar del carácter transitorio del acogimiento.

Queremos por último relevar el sentido de urgencia, concepto que debiese estar
instalado en las instituciones de la red y profesionales intervinientes en infancia.
Este concepto nos invita a movilizarnos, a realizar acciones concretas, coherentes
y pertinentes. Sin operar bajo este sentido, las intervenciones se tornan laxas, se
dilatan y extienden en demasía. El sentido de urgencia no justifica en ningún caso
acciones técnicas deficientes, sino que nos obliga a optimizar recursos y a tomar
decisiones tempranas, muchas veces audaces, determinantes en la vida de los ni-
ños/as a los cuales acompañamos. Creemos que parte de esa audacia tiene que
ver con que los equipos intervinientes vayan construyendo nuevas metodologías
de abordaje psicosocial, respetuosas de la expertise del otro, pero sin perder de
vista un trabajo conjunto, colaborativo, diferente y novedoso en cada proceso
de acompañamiento familiar.

8 Orientación técnica. Programa familias de acogida especializada con programa


de protección especializado FAE/PRO departamento de protección de derechos servicio
nacional de menores, marzo 2019

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Ensambles de un mismo puente: claves para la intervención psicosocial en el tránsito del
niño/a desde familia de acogida a familia adoptiva en programa de adopción FMC

REFERENCIAS

UNICEF, Larraín Ma. y otros; (2019) Estudio de Revisión y Análisis de Programas


de Familias de Acogida Especializada De Administración Directa y Colaboradores.
Recuperado de http://www.cideni.org/wp-content/uploads/2019/09/WD_Fami-
lias-de-acogida_1.pdf
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Chile, Servicio Nacional de Menores, Departamento de Protección de Derechos,


(2019) Orientación técnica Programa familias de acogida especializada con pro-
grama de protección especializado FAE/PRO.
Palacios, J. (2016) La importancia de las transiciones en acogimiento fami-
liar. Recuperado de https://www2.cruzroja.es/documents/5640665/13613391/
La+importancia+de+las+transiciones+en+acogimiento+Familiar+2016+Jes%-
C3%BAs+Palacios+Universidad+de+Sevilla.pdf/9ad3092f-0819-7111-3b38-b3d-
f562c6fe0?version=1.0&t=1558966237075&download=true
Adoptantis. Videla, M., Grieco, A. (s.f) La institucionalización y sus consecuencias
para el niño. Recuperado el 2 de Noviembre de 2010, de http://Adoptantis.org/
adoptantis/?p=1765.
Altman, N.; Briggs, R.; Frankel, J.; Gensler, D.; Pantone, P.(2002) Relational Child Psy-
chotherapy. New York: Other Press

86 Balint, M. (1982). La Falta Básica. Barcelona: Paidós Ibérica


Benjamin, J. (1999). Recognition and destruction: an outline of intersubjectivity.
En Mitchell, S. & Aron, L. “Relational psychoanalysis, the emergence of a tradition”.
New Yersey: TheAnaliticPress
Bowlby, J. (1982/2009). La separación. Buenos Aires: Paidós
Chile, Fundación San José para la Adopción. (2006). Séptimo Encuentro de Adop-
ción, Adopción: reparando el abandono. Santiago: Calcagni, X. & Rivera, J.
Guerra, V. (2011) Hacia la Construcción de un Modelo Psicoterapéutico Intersubje-
tivo y Relacional en la Clínica de la Adopción. (Estudio de Caso). Universidad Diego
Portales
Jordán, F. (2002). Experiencia, trauma y recuerdo, a propósito de un texto de Winni-
cott. Revista de la Sociedad Chilena de Psicoanálisis, Nº 2. Santiago: ICHPA.
MacLean, K. (2003). The impact of institutionalization on child development. Deve-
lopment and Psychopathology, 15, 853-884. doi: 10.1017.S0954579403000415 9
Nemirovsky, Lancelle, Fractmann, Valeros, Boschan. (2001). El concepto de trauma-
según diferentes autores psicoanalíticos, Compilación. Buenos Aires.
Nemirovsky, C. (2007). Winnicott y Kohut, nuevas perspectivas en psicoanálisis,
psicoterapia y psiquiatría; la intersubjetividad y los trastornos complejos. Bs As:
Grama.

9 MacLean hace una recopilación de varias investigaciones, en donde aparecen


autores como: Morrison &Ellwood, Hoksbergen, Gunnar, Ames &Warford, Le Mare &Audet,
Tizard, y Chisholm, cuyos descubrimientos se han incluido en el presente estudio.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


Paula Avendaño Gómez, Victoria Guerra Reyes

Schore, A. (2003) Regulación del Afecto y reparación del Self; Capitulo IX: Avance- R E V I S T A

sen neuro-psicoanálisis, teoría del apego e investigación del trauma: Implicancias


para la psicología del self. USA: Norton.
Stern, D. (1991). El mundo interpersonal del infante. Barcelona: Paidós
Stolorow, Atwood, Orange. (1992/1998). Contexts of Being. The Intersubjective-

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


Foundations of Psychological Life; Chapter VII: Varieties of Therapeutic Impasse.
USA: Analytic Press.
Stolorow, Atwood, Orange. (1987). Working intersubjectivelycontextualism in psy-
choanalytic practice; Cap. 3: El mito de la neutralidad; Cap. 4, Varieties of the expe-
rience of personal annihilation. USA: AnalyticPress.
Winnicott, D. (1931-1956). Escritos de Pediatría y Psicoanálisis; Cap. El concepto
de trauma en relación con el desarrollo del individuo dentro de la familia; USA: Laia.
Winnicott, D. (1991). Exploraciones Psicoanalíticas I. Buenos Aires: Paidós.
Winnicott, D. (1993). Procesos de maduración y el ambiente facilitador, estudios
para una teoría del desarrollo emocional. Buenos Aires: Paidós.
Winnicott, D. (1971/2005). Realidad y Juego. Barcelona: Gedisa

87

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 62 - 87


ARTÍCULO V
Revista Señales Nº 22, vol. XIII (1) 2020 | Revista Científica en infancia vulnerable y jóve-
nes infractores de Ley
https://www.sename.cl/web/index.php/revista-senales/ ISSN Nº 0719 – 2266

Comparaciones y problemáticas del sistema


Residencial Proteccional con las Familias
de Acogida de NNA derivado del análisis de
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

sentencias de los Tribunales Superiores de


Justicia chilenos entre el año 2010 a 2020

Comparisons and problems of the protectional residential


system and foster families resulting from the analysis of
judgments of the Chilean Superior Courts of Justice between
2010 and 2020

Nicolás Amadiel Ibáñez Meza1

Universidad Autónoma de Chile


Santiago, Chile

Recibido: 2020–05–8 Aprobado: 2020-06-26 Publicado: 2020-06-30


90

Resumen

Del análisis de sentencias de los Tribunales superiores de Justicia de Chile, en


muestra aleatoria, que han utilizado o se han referido a la ley número 20.032 que
establece el sistema de atención a la niñez y adolescencia a través de la red de
colaboradores del Sename y su régimen de subvención, es que se detectan proble-
máticas respecto de los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, NNA, que el
sistema residencial por colaboradores subvencionado no atendería, y que podrían
evitarse de preferirse el sistema de familias de acogida. El presente estudio busca
exponer, a partir de tales falencias de la experiencia en los Tribunales en base a
causas ocurridas en la última década, los beneficios que significan para los dere-
chos del niño las familias de acogida por sobre el sistema residencial colectivo.

Palabras Clave: Sistema residencial de NNA, derechos de niños, familias de aco-


gida

1 Nicolás Amadiel Ibáñez Meza. Abogado. Licenciado en Ciencias Jurídicas y So-


ciales, Diplomado y Magister en Docencia Universitaria y Doctorando en Derecho, todo lo
anterior por la Universidad Autónoma de Chile. Académico Universidad Autónoma de Chi-
le, encargado equipo de investigación de Derecho de Familia e Infancia de la misma casa
de estudios. Académico regular de la Universidad Católica Silva Henríquez, Universidad
Bernardo O`Higgins y Universidad de las Américas. Correo electrónico: n.ibanez.meza@
gmail.com +56997924126

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 90 - 100


Abstract

From the analysis of judgments of the Chilean Superior Courts of Justice, in a ran-
dom selection of them, which included the law 20.032 that established the child
and adolescent care system through state collaborators and its subsidy regime,
some problems were detected regarding children´s rights at the subsidized sys-
tem of children’s homes, that could be avoided in the foster family system. This
search pretends to show, based on those problems which were detected, the ad-
vantages of the foster family over the system of children’s homes.

Keywords: Children’s home, children’s rights, foster family

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 90 - 100


Comparaciones y problemáticas del sistema residencial proteccional con las familias de
acogida de NNA derivado del análisis de sentencias de los tribunales superiores de justicia
chilenos entre el año 2010 a 2020

I. DESCRIPCIÓN Y BASE METODOLÓGICA

a. Pregunta problema e hipótesis

Esta investigación intentará responder a la interrogante si el Sistema de familias


de acogida representa una ventaja en la protección a los derechos de niños, niñas
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

y adolescentes, NNA, insertos en el sistema proteccional chileno según problemá-


ticas existentes y que han sido resueltas por Tribunales Chilenos en la última dé-
cada. La hipótesis de trabajo consiste en que las familias de acogida como sistema
residencial especial de los niños, niñas y adolescentes, en situación de vulneración
pueden contribuir de mejor manera a la atención de los derechos de ellos.

b. Objetivos de investigación

Objetivo general: Analizar problemáticas asociadas al sistema residencial de NNA


identificables en sentencias de los Tribunales superiores de justicia chilenos y de-
terminar si el sistema de familias de acogida representa una ventaja en relación a
los derechos de NNA en mismos contextos.

Objetivos específicos
a. Analizar sentencias de los Tribunales superiores de justicia chilenos relativas
a la aplicación del sistema residencial y determinar problemáticas asociadas
a tal contexto.
92 b. Sistematizar y valorar las problemáticas determinadas al tenor de los dere-
chos de NNA.
c. Determinar si el sistema de familias de acogida permite corregir o evitar las
problemáticas detectadas

c. Metodología aplicada

Se realizará un análisis cualitativo de las sentencias de los Tribunales superiores


de justicia chilenos dictadas entre los años 2010 a abril del año 2020, en metodo-
logía descriptiva no exploratoria. Las sentencias utilizadas para tal análisis de una
muestra aleatoria seleccionada en base a los criterios de búsqueda de utilización o
cita de la ley 20.032 que establece el sistema de atención a la niñez y adolescen-
cia a través de la red de colaboradores del Sename y su régimen de subvención de
la base jurisprudencial disponible por Thomson Reuters a través de su plataforma
virtual Westlaw, la que arroja 16 fallos posibles, de los que 13 resultan útiles para
este trabajo. Los excluidos son en razón de abarcar temáticas de responsabilidad
penal adolescente que, por responder a estructuras diversas al del sistema pro-
teccional en razón de la aplicación de la ley número 20.084 no podrían ser objeto
de estudio en la hipótesis planteada. Sin perjuicio de ello, tales sentencias refieren
a otras que también han sido consideradas, dando un total de 23. Las sentencias
seleccionadas en dicha muestra aleatoria provienen de la Excelentísima Corte Su-
prema y de las Cortes de Apelaciones de Arica, Valparaíso, Santiago, San Miguel,
Talca, Concepción, Valdivia y Coihaique.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 90 - 100


Nicolás Amadiel Ibáñez Meza

II. PROBLEMÁTICAS PERCIBIDAS R E V I S T A

En el estudio de las sentencias seleccionadas se advierten múltiples problemá-


ticas, no obstante existir una tendencia llamativa hacia los temas de adopción o
susceptibilidad de ella conforme a la ley número 19.620 que la regula. En los textos
de tales fallos se develan una multiplicidad de situaciones llamativas vistas desde

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


el prisma de los derechos del NNA, sea tanto en relación al derecho interno como
también conforme a la regulación de la Convención Internacional de Derechos del
niño, en adelante CDN. Estas situaciones apreciadas y sin que sean taxativas, se
reunen y explican en los siguientes apartados y que serán el eje de la explicación y
tratamiento de este trabajo para cumplir la hipótesis expuesta.

a. Consideraciones generales

Conforme a la ley 20.032 que establece el sistema de atención a la niñez y ado-


lescencia a través de la red de colaboradores del Servicio Nacional de Menores
,Sename, y su régimen de subvención se establece que el Sename cumplirá sus
funciones residenciales de niños con vulneración de derechos, no solo median-
te centros de administración directa, sino también mediante tales colaboradores
acreditados, velando por que tales acciones sean desarrolladas en respeto, promo-
ción, reparación y protección de los derechos fundamentales de los NNA sujetos a
su atención, tanto en ellos como sujetos de derechos, como también respecto a sus
redes familiares, escolares y comunitarias, con transparencia, eficiencia, dignidad,
probidad e idoneidad, ello según se recoge de sus artículos primero y segundo.
93
En este orden, el Sename subvencionará a organismos colaboradores conforme a
esta ley, entre otras líneas de acción, a los centros residenciales de NNA y también
a programas, y dentro de ellos, a los programas de familias de acogida, dirigidos
a proporcionar al NNA vulnerado en sus derechos, un medio familiar donde residir.
Así visto, y aunque no se considere a la familia de acogida como parte del sistema
residencial, el contexto es idéntico, ya que permite recibir y acoger a un niño que
por situaciones de vulneración, en razón de una causa proteccional llevada ante los
Tribunales de Familia competentes.

En este punto cabe precisar que la causa por la que los NNA son derivados a este
sistema proteccional se establece en razón del artículo 30, de la Ley de Menores
número 16.618, norma que ofrece las alternativas posibles de reacción de la ju-
dicatura ante vulneraciones de derechos. En este sentido, y a diferencia de otras
legislaciones, la regulación de las medidas de protección no establece pautas o
criterios fijos para la determinación de cuándo debe entenderse que existe una
vulneración de derechos2, lo que abre discusión sobre lo que puede o no enten-
derse como vulneratorio considerando especialmente las consecuencias que ello
puede tener para la vida del niño si se determina su institucionalización como al-
ternativa necesaria para la protección y reparación de sus derechos vulnerados.
Para Núñez Romero, tal norma haría una alusión tácita a la Convención de Derechos
del Niño, CDN, en virtud del artículo quinto inciso segundo de nuestra Constitución
Política de la República3, cuando habla de los derechos gravemente vulnerados o
amenazados, lo que implica, para el autor referido, que la norma no sería tan am-

2 Centro UC de la Familia (2017) p. 52.


3 Núñez (2010) p. 247.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 90 - 100


Comparaciones y problemáticas del sistema residencial proteccional con las familias de
acogida de NNA derivado del análisis de sentencias de los tribunales superiores de justicia
chilenos entre el año 2010 a 2020

plia y no conferiría al Juez una facultad de interpretación sobre lo que considere o


no vulneratorio, sino más bien sus facultades estarían restringidas por los mismos
derechos que contempla la CDN, en forma que la vulneración a tales garantías se-
ría los que se valore como vulneración. Es la aplicación, defensa, reconocimiento y
vulneración de derechos de la convención lo que amerita la intervención judicial y
justifica el ingreso del NNA en un centro de tránsito o distribución, hogar substitu-
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

to o en un establecimiento residencial4.

Bajo este paradigma, proveniente de una vulneración al tenor de los derechos que
la CDN le confieren, conforme a los datos entregados por la Decs (2019)5, del total
de niños que pasan por el sistema judicial en contexto de procedimientos protec-
cionales, sólo el 12.86% serán institucionalizados, sea en la modalidad residencial
o de Familias de acogida especializada (FAE), prefiriéndose esta última inclusive,
sobretodo cuando la medida es superior a 90 días, en la que por cada niño que in-
gresa al sistema residencial, ingresan 7 a FAE6.

Esta tendencia se incrementa considerando el aumento en las denuncias y reque-


rimientos de esta especie en la actualidad, ya que si para el año 2013 de un total
de 660.911 causas ingresadas a los Tribunales de Familia, 83.835 causas eran sobre
medidas de protección, alcanzando el 12,7% del total, para el 2019, con 738.028
causas totales ingresadas, las medidas de protección alcanzan 158.127 consti-
tuyendo el 21,43% del total. Más causas de protección implicarán por tanto au-
94 mentos también en las institucionalizaciones en el sistema residencial o mediante
familias de acogida.

Las sentencias escogidas representan, por supuesto, causas y solicitudes de diver-


sa especie que se han suscitado e involucran al sistema residencial y respecto de
los cuales, en un análisis relativo a los derechos del niño, se desarrollarán en los
apartados siguientes.

b. Destinación de recursos y calidad del cuidado por centros residenciales co-


laboradores

La ley 20.032 ya referida, establece los principios por los cuales los organismos
colaborares deberán inspirar y fundar su actuación, los que surgen a partir del res-
peto a los derechos del NNA. En este sentido, es claro que la referencia abarca
múltiples aspectos de tales derechos, dentro de los cuales pueden destacarse las
garantías del derecho a la supervivencia y desarrollo, a la protección de los ni-
ños privados de su ambiente familiar bajo la asistencia del Estado periódicamente

4 Decs (2019) p. 6.
5 Ídem. p. 8. Según esta información estadística, los tribunales de Familia en Chile
en el periodo 2018-2019 determinaron 99.472 medidas de protección en favor de NNA,
de las cuales 86.680 que representan el 87,14% del total, consistieron en derivación a
programas ambulatorios. Por su parte, el 12,86% restante, la medida de protección con-
sistió en la institucionalización, fuera mediante el sistema residencial o mediante familias
de acogida, alcanzando en este periodo a 12.792. De estos NNA, 7.377 (7,42%) ingresaron
a FAE, mientras que 5.415 (5,44%) al sistema residencial. De esto se concluye que en
promedio ingresan 4.324 NNA al sistema al año.
6 Ídem. p. 9. En internaciones mayores a 90 días, de todos los niños que ingresan al
sistema, solo 89 ingresaron al sistema residencial y 740 a FAE. De ahí la proporción de 7 a 1.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 90 - 100


Nicolás Amadiel Ibáñez Meza

evaluados, al nivel de vida y educación7. En este sentido, el Sename procura ejercer R E V I S T A

la supervisión de estos centros residenciales, ya que como reconoce la sentencia


de la Iltma. Corte de Apelaciones de Talca (2010)8:

el Estado, a través de Sename, tiene la misión de liderar, promover y


fortalecer un sistema nacional de protección de los derechos de niños,

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


niñas y adolescentes vulnerados y de responsabilización de los infrac-
tores de ley, a través de programas integrales de atención que per-
mitan una oportuna restitución y reinserción social, con un enfoque
intersectorial, territorial y de calidad, encontrándose en la necesidad
de resguardar y proteger a aquellos niños, niñas y adolescentes que se
encuentran gravemente vulnerados en sus derechos.

No obstante a través de la misma sentencia recién citada, se da cuenta que tal fun-
ción cuando se encarga a los organismos colaboradores residenciales no siempre
se cumple, ya que en este caso, tratándose de las Aldeas S.O.S, los niños que fueron
encargados a su cuidado se fugaron del centro por responsabilidad de ellos, ya que,
en palabras de la Corte, aunque Sename coordinó el ingreso y trasladó a los niños
a la residencia mencionada, estando en el lugar, se negaron a recibirlos, dejando
equivocadamente a los menores a pesar de tal negativa, por lo cual se fugaron.

Si comparamos esta situación con una derivación a una familia de acogida, la si-
tuación es poco probable que se desarrolle, ya que al ser un proceso mucho más
personalizado, la posibilidad que la familia guardadora no permita el ingreso de un
95
niño a su hogar tras la derivación, dejándolo en abandono, técnicamente no existe.

Ahora bien, no solo se trata de permitir el ingreso del NNA físicamente al recinto,
sino también de la calidad de atención que a este se le da desde el punto de vista
de sus derechos, por supuesto. En este sentido, también se ha revelado a través de
las causas rol Familia 309-2019 de la Iltma. Corte de Apelaciones de Talca y 30625-
2018 de la Excma. Corte Suprema una problemática asociada al uso de los recursos
que se disponen para tales NNA, en consideración a que en ambos casos se ha dado
el supuesto de endosar al Estado, a través de Sename, costos voluntarios no previs-
tos en el convenio que los centros determinan, situación que nuevamente no existe
data de haberse dado en el contexto de las familias de acogida en las sentencias. En
este orden, es este último fallo el que recuerda que los organismos colaboradores
no son independientes en cuanto al uso de los recursos entregados por el Estado, ya
que el Sename tiene la facultad de supervisar el gasto de los organismos colabo-
radores, incluso en aquella materia en la que en principio no tiene injerencia, como
lo es las relaciones del organismo colaborador y sus trabajadores9, por lo que bien
pueden objetarse costos como los que en los casos se han intentado imputar, como
nuevas contrataciones o finiquitos de trabajadores. En el caso de las Familias de
acogida, como la subsención es fija y al no considerar a la familia como trabajado-
res, tales conflictos no se suscitarían, representando una ventaja.
7 Garantías desarrolladas en los artículos 6, 20, 25, 27 y 28 respectivamente,
todos de la CDN.
8 Iltma. Corte de Apelaciones de Talca. Sentencia causa Familia 251-2010 de
fecha 20 de agosto de 2010.
9 Excma. Corte Suprema de Chile. Sentencia rol 30625-2018 de fecha 01 de abril
de 2018

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 90 - 100


Comparaciones y problemáticas del sistema residencial proteccional con las familias de
acogida de NNA derivado del análisis de sentencias de los tribunales superiores de justicia
chilenos entre el año 2010 a 2020

c. Derecho de desarrollo, identidad y a crecer en un seno familiar del NNA

Otro factor de relevancia es la consideración existente a los derechos de desarrollo


del niño y de preservación de su identidad, aun en contextos de residencialidad
institucional distinta a la familia de origen. El sistema residencial intenta que estos
derechos se vean lo menos vulnerados posible, manteniendo a hermanos juntos
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

en un mismo centro residencial, por ejemplo, pero hago presente que determi-
naciones como estas muchas veces restan la posibilidad que los niños pasen a un
sistema de familia de acogida considerando que ya no se trata de un solo niño, sino
de dos o más, por lo que si bien se mantienen juntos y se atiende a los derechos ya
referidos, el sistema determinado será el sistema tradicional residencial. En este
sentido, la sentencia de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago dictada en
la causa rol Familia 49725-2019 aplica tal criterio, confirmando el ingreso de un
niño de 4 años conjuntamente con su hermano menor de apenas 6 meses a un cen-
tro de reparación especializada de administración directa CREAD, y misma situa-
ción da cuenta la sentencia de la causa rol Familia 4396-2018 de la Iltma. Corte de
Apelaciones de San Miguel de fecha 05 de octubre de 2018, confirmada luego por
la Excma. Corte Suprema con fecha 22 de enero de 2019 en causa rol 26124-2018.

Ahora bien, si atendemos a la edad de los niños en el caso recién expuesto de la


Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, atendida la imposibilidad de continuar
con su progenitora por las graves vulneraciones que sufrían y que la sentencia bien
96 detalla, es que podríamos considerar que, aunque se mantengan juntos bajo la
idea de atender al derecho al desarrollo y a la mantención de la identidad, esta si-
tuación afectará la posibilidad de ejercicio del derecho a crecer en un seno familiar
que también está considerado en la CDN, atendiendo especialmente que ambos
niños son de primera infancia.

En palabras de la séptima observación general del Comité de Derechos del niño,


niña y adolescente se da cuenta de esta relevancia, es decir, de la causa por la que
el sistema de familia de acogida puede ser más idóneo para los niños de primera
infancia por sobre el derecho residencial, en cuanto establece que los derechos del
niño al desarrollo están en grave peligro cuando son huérfanos, están abandona-
dos o se les ha privado de atención familiar, o cuando sufren largas interrupciones
o separaciones. Para el Comité, una de las formas de hacer frente desde la institu-
cionalidad es mediante la colocación temprana en lugares donde reciben atención
en base familiar o parafamiliar, lo que da mayores posibilidades de producir resul-
tados positivos, instando entonces a ofrecer a los niños pequeños la oportunidad
de establecer relaciones a largo plazo basadas en el respeto y la confianza mutuos,
por ejemplo, mediante la acogida10. Si atendemos a la regulación de las familias
de acogida, los padres podrían estar hasta dos años con los guardadores, lo que le
permitirá tener lazos más fuertes que no afectarán su estabilidad emocional de
manera superior a la que ya está, considerando las vulneraciones que han vivido.
Advertimos no obstante, en la realidad judicial existen ocasiones en que este plazo
se extiende, tal como ocurrió en el caso de la sentencia rol Familia 7340-2016 de
la Iltma. Corte de Apelaciones de Valparaíso que se explicará más adelante, en la
que el niño estuvo con sus padres guardadores por más de cinco años y que tam-
bién sirve para dar muestra de la ventaja que representa la familia de acogida por
10 Naciones Unidas (2005): 36 letra b).

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 90 - 100


Nicolás Amadiel Ibáñez Meza

sobre el sistema residencial visto desde el derecho de del NNA a crecer en un seno R E V I S T A

familiar.

Dicha sentencia de la Iltma. Corte de Apelaciones de Valparaíso, consistente en


una oposición al proceso de adopción de un niño que fue incorporado a una familia
de acogida cuando solo tenía tenía seis meses de vida y con quien estuvo hasta

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


pasados los 5 años, expone entre sus consideraciones la influencia e importancia
que la familia de acogida tuvo en él mientras esperaba su adopción por una familia
definitiva, quedando manifiesta en la reacción con la que el propio niño enfrenta el
proceso, ya que tal como relata la sentencia, cuando conoce a su padre adoptivo,
el niño no presenta ni advierte ningún problema. De hecho, la sentencia expone:

Se realiza enlace del niño en las dependencias de la ciudad de San


Felipe, conoce a su padre adoptivo, no observándose ningún problema,
por el contrario, con mucha disposición y gran alegría por parte del
niño, quien logra mostrándose cómodo en todo momento al interac-
tuar. Así, el 05 y 06 de octubre de 2016, el solicitante (padre adop-
tivo)11 comienza a relacionarse con el niño durante el día, logrando
afiatarse más y mejor el vínculo afectivo, y previa evaluación, se le
informó a la guardadora que al otro día comenzaría la pernocta del
niño, quien se muestra un poco triste, pero expresa que se despedirá
del niño y lo tendrá listo para el día siguiente12.

Ahora bien, lo anteriormente descrito no significa que el sistema de familia de


97
acogida por atender y beneficiar de manera directa al derecho de vivir y crecer en
un seno familiar de los niños, implique desatender al derecho de identidad de los
NNA ni mucho menos al de su desarrollo. En este sentido, el derecho de identidad,
entendido como el conjunto de atributos y características que permiten individua-
lizar a la persona en sociedad13, lo que se consagrará a partir entre los artículos 7
a 11 CDN, estructurándose en base a pilares fundamentales a través de los cuales
podría determinarse que los niños, desde su nacimiento, tienen derecho a ser ins-
critos, a saber quiénes son y cómo serán denominados; conocer dónde nacieron y
cuáles son los efectos de haber nacido en aquel lugar, y asimismo, saber su origen
biológico y exigir el cuidado de parte de sus progenitores14. Esta última arista, no
obstante, no es un derecho absoluto como lo sería el de nombre y nacionalidad,
ya que el niño se mantendrá con sus padres, salvo que su propio interés superior
amerite determinar algo distinto, como es precisamente la situación de los niños
vulnerados que ingresan a la institucionalidad15.
11 La aclaración realizada entre paréntesis es propia y no pertenece a la literalidad
del texto de la sentencia.
12 Iltma. Corte de Apelaciones de Valparaíso. Sentencia en causa rol Familia 7340-
2016 de fecha 09 de diciembre de 2016.
13 Fernández, C. (1992): p. 113.
14 Ibáñez, N. (2019): p. 143.
15 El propio texto del artículo noveno de la CDN advierte que los estados velarán
porque el niño no sea separado de sus padres en contra la voluntad de éstos, excep-
to cuando, a reserva de revisión judicial, las autoridades competentes determinen, de
conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que tal separación es necesaria
en el interés superior del niño, ejemplificando que ello ocurrirá en casos de maltrato o
descuido de parte sus padres. Si se analiza ello desde el punto de vista de la legislación
nacional, el propio artículo 30 de la ley de menores número 16.618 por el que se permite

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 90 - 100


Comparaciones y problemáticas del sistema residencial proteccional con las familias de
acogida de NNA derivado del análisis de sentencias de los tribunales superiores de justicia
chilenos entre el año 2010 a 2020

Derivado de ello, tanto el sistema de familia de acogida como el sistema residen-


cial ofrecen la posibilidad que los padres o demás familiares puedan tener contac-
to o régimen comunicacional con el niño institucionalizado, ya que por más que
sea el Estado quien se hará cargo, a través del órgano especialísimo en la materia
de los elementos que implica la crianza16, los niños continúan demandando el ejer-
cicio de sus derechos identitarios que exigen contacto con sus familias y especial-
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

mente con sus progenitores.

La relevancia no estaría dada entonces por la posibilidad de existencia de tal co-


municación, sino más bien por la forma en la que se enfrentan las consecuencias
que pueden producir en el niño la ausencia de esta, especialmente en relación a
sus padres. Si bien jurídicamente la situación de la falta de comunicación genera
normalmente una base para declarar al niño susceptible de ser adoptado, más allá
de ello, la sensación que se generará en el niño será distinta si tiene o no una figura
familiar en la que refugiarse, y en ese caso no es indiferente el sistema en el que
se encuentre, representando una ventaja inmensa el sistema de familia de acogida
por sobre a otros sistemas residenciales, porque la ausencia de sus parienttes no
implica que se vea privado del contacto y estructura familiar que requiere y de-
manda, contribuyéndose no solo en su derecho a vivir en familia, sino también al
desarrollo y en su identidad.

De hecho, si bien son varias las sentencias17 que ocupan como argumento el no
98 contacto como base la ausencia de vínculos, y de ello, la susceptibilidad de adop-
ción, cito a la sentencia de la causa rol 32629-2018 de la Excma. Corte Suprema,
en la que tal conclusión se centra en la idea de las consecuencias que tuvo para la
niña del caso la no vinculación, señalando:

Sobre la base de los hechos asentados se concluyó que concurren los


supuestos para declarar a la niña susceptible de ser adoptada (…) pues
los padres se desentendieron de las principales obligaciones para con
su hija, sin procurar su bienestar y cuidado personal, demostrando una
omisicón en el rol protector que les corresponde18-19.

Es así como entonces que aún en el contexto residencial un niño puede quedar
desatendido, situación improbable en el seno familiar de acogida.

la disposición de parte del juez del ingreso del menor de edad en un Centro de Tránsito
o Distribución, hogar substituto o en un establecimiento residencial, no podrá afectar el
contacto que el niño pueda tener con sus parientes y familiares, pudiendo y debiendo fijar
un régimen comunicacional entre ellos, salvo que de manera manifiesta perjudique su
bienestar, como señala el inciso final del artículo 48 de la ley de menores recién citada.
16 Ibáñez, N. (2018): p. 271.
17 En este sentido: sentencia de la Corte Suprema en causas rol 3546-2019 y 634-
2016; Corte de Apelaciones de Coihaique en causa rol Familia 1-2012; Corte de Apela-
ciones de Santiago en causas rol Familia 49725-2019 y Familia 2115-2019; Corte de
Apelaciones de Concepción en causas rol Familia 575-2019 y familia 56-2018.
18 Excma. Corte Suprema. Sentencia en causa rol 32629-2018 de fecha 27 de
diciembre de 2019
19 El destacado es propio del autor y no proviene de la sentencia citada.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 90 - 100


Conclusiones R E V I S T A

Del análisis de las sentencias que se han ido incorporando a lo largo de este traba-
jo se logran detectar elementos llamativos desde el punto de vista de los derechos
del NNA en los que el sistema residencial podría constituir incluso nuevas vulne-
raciones distintas a las ya existentes. Si bien este sistema intenta aportar desde la

REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)


responsabilidad Estatal que cabe conforme a la CDN con los cuidados requeridos a
los niños bajo el sistema proteccional, por sus circunstancias, carecerían de la de-
dicación necesaria para garantizar, de manera evidenciable, el cumplimiento efec-
tivo de los derechos de ellos al tenor de las normas, comparándolo con el sistema
de familias de acogida.

En el trabajo se han desarrollado solamente dos aristas de derechos que entra-


rían en discusión en el supuesto del sistema residencial v/s familias de acogida
que aparecen de la muestra seleccionada, pero ello no es un límite considerando
otras problemáticas que las sentencias también recogen, como condiciones habi-
tacionales, idoneidad de los profesionales y la responsabilidad existente por cir-
cunstancias de maltrato, ciudado, corrección e incluso de muerte que niños bajo
el sistema residencial han lamentablemente sufrido y que, nuevamente podrían
corregirse o al menos evitarse bajo la modalidad de los programas de familia de
acogida. De ahí que solo por razones de extensión, no sea incorporada a este estu-
dio la muestra completa de sentencias.

No obstante lo anterior, también debe considerarse que las familias de acogi-


99
da tampoco pueden absorver a todos los niños del sistema proteccional, ello en
atención a ciertas circunstancias especiales de ellos, como es el caso de la disca-
pacidad intelectual o psiquiátrica, situaciones en las que, a la inversa, el sistema
residencial tiene ventaja por sobre el de las familias de acogida, temáticas que
también deberán ser investigadas más en detalle por la comunidad defensora de
los derechos del niño en Chile.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 90 - 100


REFERENCIAS

Centro UC de la Familia (2017): Cuadernos de trabajo. Atención de la infancia vul-


nerable en Chile: diagnóstico sobre su institucionalidad y propuestas de mejoras,
núm.1.
Decs. Dirección de Estudios Corte Suprema (2019): Boletín estadístico de infancia.
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Ingreo y término de causas. Año 2016-2018.


Fernández, C. (1992): Derecho de la identidad personal. Buenos Aires, Argentina.
Editorial Astrea.
Ibáñez, N. (2018): “Vulneración de derechos de los menores en el contexto del de-
recho penal y la experiencia penitenciaria” en Nuevos desafíos del Estado de Dere-
cho en Chile. Editorial Librotecnia. pp. 265-280.
Ibáñez, N. (2019): “El respeto a los derechos de la identidad familiar en los menores
chilenos hijos de migrantes” en Convención internacional de los derechos del niño,
estudios y experiencias en chile y latinoamérica a 30 años de su vigencia”. Editorial
Thomson Reuters. pp. 143-156.
Núñez, G. (2010): La judicatura de Familia ¿Tutela efectiva de los derechos de los
menores?: Las medidas de protección en el Derecho Chileno en Revista de Chilena
de Derecho de Familia, núm.3, pp. 245-278.
100 Naciones Unidas (2005): Séptima Observación General del Comité de los Derechos
del Niño realización de los derechos del niño en la primera infancia.

FALLOS CITADOS

Excma. Corte Suprema de Chile. Sentencia en causa rol 30625-2018 de fecha 01


de abril de 2018.
Excma. Corte Suprema de Chile. Sentencia en causa rol 32629-2018 de fecha 27
de diciembre de 2019.
Iltma. Corte de Apelaciones de Valparaíso. Sentencia en causa rol Familia 7340-
2016 de fecha 09 de diciembre de 2016.
Iltma. Corte de Apelaciones de Talca. Sentencia en causa rol Familia 251-2010 de
fecha 20 de agosto de 2010.

ISSN Nº 0719 – 2266 | Páginas: 90 - 100


II. RESEÑAS
II Reseñas

Manual para la implementación de


un Programa de acogimiento familiar
para Niños, niñas y adolescentes en
México”, (2018).
REVISTA SEÑALES, 22, 2020, v. XIII (1)

Publicado por la Red Latinoamericana


de Acogimiento Familiar, RELAF.
www.relaf.org

https://www.relaf.org/biblioteca/MANUAL_MEXICO.pdf

El Manual desarrolla de manera genérica el marco conceptual y los diferentes


procesos que constituyen un programa de acogimiento familiar para niños, niñas
y adolescentes, de forma que resulta aplicable y adaptable a todos los contex-
tos legales-políticos-institucionales que conviven en México. En ese sentido, está
102 elaborado para los equipos técnicos interdisciplinarios de las Programas dirigidos
a niños, niñas y adolescentes, NNA que tenga algún rol que desempeñar en la ade-
cuación de los cuidados alternativos y en el desarrollo de alternativas de cuidado
de tipo familiar como lo es el acogimiento familiar.
Este Manual permite:
• Identificar y definir los diferentes tipos de acogimiento familiar que pueden
darse y los objetivos que debe perseguir un programa en este sentido.
• Establecer los enfoques, y principios rectores a los que debe apegarse todo
programa de acogimiento familiar.
• Orientar la práctica a partir de la experiencia concreta.
• Proporcionar una base técnica de estándares y procedimientos a aplicar en
todos los procesos del acogimiento familiar, como base segura para tomar deci-
siones centradas en el interés superior de cada niño.
Asimismo, ofrece herramientas modelo (que aparecen en los diferentes anexos)
y ejemplos específicos para la implementación de todos los procesos que impli-
ca el acogimiento familiar, desde la sensibilización y convocatoria de las familias
hasta la finalización del acogimiento. El presente Manual permita multiplicar la
práctica del acogimiento familiar en México, de una manera seria y decidida, per-
mitiendo que mas y más niños, niñas y adolescentes privados de cuidado parental
vean protegido y restituido su derecho a vivir en familia y comunidad, en el marco
de un proceso de desinstitucionalización en México.
www.sename.cl

También podría gustarte