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NEURODESARROLLO.

Es la maduración del sistema nervioso a través del proceso de interacción del niño con el
medio que lo rodea, en la que también se desarrolla las funciones cerebrales y la
formación de la personalidad.
PSICOMOTRICIDAD
Es una técnica o disciplina para ayudar a los niños a desarrollar su movimiento corporal, la
relación con los demás, a controlar sus emociones y conocimiento integrando todo entre
sí.
Este término se divide en dos: psicología (psico) y motriz (motricidad). Por tanto, cuando
se hable de psicomotricidad o psicomotriz se están refiriendo a todo lo relacionado con la
psicología y la motricidad, así como todas las complejas relaciones que existen entre estos
dos campos, que son muchas.
PSICOMOTRICIDAD SEGÚN AUTORES
PIAGET (1896-1980)
En su teoria afirma que la inteligencia se construye a partir de la actividad motriz de los
niños, en los primeros años de vida hasta los siete años aproximadamente, por ello la
educación del niño debe ser psicomotriz. Todo el conocimiento y el aprendizaje se centra
en la acción del niño y el medio, los demás y las experiencias, atraves de su acción y
movimiento, la psicomotricidad ayuda a estimular y reeducar los movimientos del niño.
ERNEST DUPRE (1862-1921):
Nos dice "cuanto más se estudia los trastornos motores de psicópatas más se adquiere la
convicción de la estrecha relación: entre las anomalias psíquicas y las anomalias motrices
como expresión de una solidaridad original y profunda entre el movimiento y el
pensamiento"
ERNEST DUPRE
Nacido en Marsella, Francia el 7 de marzo de 1862. Fue psiquiatra, neurólogo y profesor
de psiquiatría en la Facultad de Medicina de París, fue quien planteó por primera vez el
término "psicomotricidad". Falleció el 2 de septiembre de 1921.
Este médico fue el primero en utilizar el término psicomotricidad y en describir trastornos
del desarrollo psicomotor como la debilidad motriz.

Cuando se habla de psicología del niño se refiere a todo lo relacionado con su


personalidad, autoestima, conocerse él mismo, relaciones , emociones.
Y cuando se habla de motricidad se refiere al conocimiento, conciencia de su cuerpo,
moverse, manipular objetos, equilibrio, contacto.
El progreso de un niño en su psicomotricidad le permite que sea capaz de controlar mejor
sus movimientos e impulsos emocionales, así como una mejor adaptación al medio social,
familiar y escolar.
El desarrollo de la psicomotricidad lo podemos desglosar en tres partes:
A nivel motor: permite al niño dominar el movimiento corporal
A nivel cognitivo: permite mejorar la memoria, atención, concentración y creatividad
A nivel social y afectivo: permite a los niños conocerse mejor ellos mismos, afrontar sus
miedos y relacionarse con los demás.
Esta técnica o disciplina nace porque a principios del siglo XX el neurólogo Ernest Dupré
descubrió que había una relación entre varias anomalías mentales y psíquicas con las
motrices.
Este descubrimiento dio lugar al nacimiento de la psicomotricidad que es usada para
desarrollar determinadas habilidades en cualquier edad, desde niños hasta ancianos,
aunque generalmente la conocemos por aplicarse al desarrollo infantil.
Habilidades que engloba la psicomotricidad
La psicomotricidad trabaja las siguientes habilidades:
Dominio corporal o conciencia de las dimensiones del propio cuerpo: conocimiento que
la persona tiene de su propio cuerpo. Esta habilidad permite a los niños que usen su
cuerpo como medio de aprendizaje.
Lateralidad: los seres humanos tenemos preferencia por un lado de nuestro cuerpo. Por
ejemplo, si usamos la mano derecha para escribir es porque nuestro hemisferio
dominante es el contrario, el izquierdo. Los niños deben definir su lateralidad de manera
natural, sin ser forzada para evitar problemas posteriores en su desarrollo.
Equilibrio: la capacidad para permanecer estable mientras se realizan distintas actividades
motrices.
Reflejos: capacidad para responder o reaccionar ante un estímulo externo.
Estructuración espacial: habilidad para comprender las relaciones espaciales que guardan
los objetos entre sí y con mi cuerpo. Dentro de este campo se engloba la puntería
Ritmo o control del movimiento: habilidad para realizar movimientos de determinada
forma y con una frecuencia temporal concreta.
Motricidad: control sobre el propio cuerpo. La motricidad en función de las partes del
cuerpo que intervienen se divide en:
Motricidad gruesa: control y coordinación de movimientos que abarcan el tamaño del
propio cuerpo o superior. Por ejemplo, bailar, correr, saltar, caminar, agacharse.
Motricidad fina: control y coordinación de movimientos que abarcan menos del tamaño
del propio cuerpo, compromete las partes finas del cuerpo como manos, pies y dedos. Se
centra en los movimientos realizados con partes concretas del cuerpo, por ejemplo:
colorear, recortar, escribir, dibujar, recoger semillas. Si sólo se centra en las manos,
también es llamada destreza manual, coordinación viso-manual u óculo-manual. Dentro
de la motricidad fina también podríamos englobar la puntería: habilidad para lanzar un
objeto a una posición determinada. Los niños con una motricidad fina desarrollada se les
da muy bien las manualidades.
Esto se complica, la motricidad también la clasifican en función de los sentidos que la
activan, los principales son:
Motricidad visomotora: el cuerpo se mueve en función del sentido de la vista. Por
ejemplo, podría ser pulsar un botón u otro en función del color que sale en la pantalla.
Motricidad auditivomotora: el cuerpo se mueve en función del sentido del oído. El
ejemplo más típico es bailar al ritmo de la música.
Aquí no queda la cosa, la motricidad también se puede dividir en función de las
sensaciones que tiene el niño de su propio cuerpo:
Desarrollo motriz interoceptivo: según sensaciones internas, viscerales, respiración, ritmo
cardiaco.
Desarrollo motriz propioceptivo: sensaciones que vienen de los músculos, tendones y
articulaciones.
Desarrollo motriz exteroceptivo: sensaciones que vienen de los sentidos.
¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando hacemos psicomotricidad?
Las principales áreas implicadas en el movimiento son la corteza motora, en el lóbulo
frontal, y la corteza somatosensorial, en el lóbulo parietal. Sin embargo, no son las únicas,
el área de asociación parieto-occipito-temporal, encargada de procesar e integrar la
información visoespacial y auditiva, es esencial para saber orientarse espacialmente. Por
otra parte, el área de asociación prefrontal será la que controle los movimientos y la
encargada de tomar decisiones.
Áreas cerebrales que se activan con la psicomotricidad
La corteza motora se divide en tres partes: la corteza motora primaria, la corteza
premotora y la corteza motora suplementaria. La primera necesita poca estimulación para
activarse y permite el movimiento sencillo de partes individuales. El homúnculo de la
corteza motora primaria asigna cada parte concreta de la corteza a un músculo del
cuerpo. En cuanto a la corteza premotora y suplementaria, necesitan de una mayor
cantidad de energía para activarse y se encargan de la planificación y articulación de
movimientos más complejos. Además, la automatización de los movimientos se registra
en los ganglios basales y el cerebelo.
¿Cómo saber si hay anomalías en el desarrollo neuropsicomotor?
Cuando el patrón normal del desarrollo no se produce de forma adecuada, se habla de
una serie de signos de alarma. Que sea anormal, no supone necesariamente la presencia
de una patología, pero es algo que conviene prestar especial atención, puesto que, si hay
problemas en el desarrollo psicomotor, se pueden llegar a causar problemas de
aprendizaje, entre otras manifestaciones físicas y psicológicas.
Actividades para la estimulación del desarrollo psicomotor
La estimulación temprana del niño contribuye a que este logre un mejor y mayor
desarrollo, especialmente en cuatro áreas básicas como son los movimientos gruesos,
movimientos finos, el lenguaje y su capacidad de interactuar con el entorno y con las
demás personas.
Hay que tener en cuenta que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje. Este enlace
se abrirá en una ventana nueva y desarrollo y que cualquier evento que te preocupe debe
ser comentado siempre con el pediatra.
0 a 3 meses Movilidad
Coloca al bebé boca abajo y coloca delante de él objetos o juguetes llamativos o que
hagan algún tipo de sonido.
Cambia la posición del bebé y ponlo boca arriba. También se puede tomarle por los brazos
para incorporarlo, esto le lleva a que trate de sostener la cabeza.
Coloca al bebé boca arriba y moviliza con suavidad sus brazos y piernas flexionándolos y
estirándolos.
Coge los dedos de las manos del bebé y estirarlos suavemente. Coloca algún objeto en su
mano para que lo sujete.
Sentidos
Trata de hablarle con frecuencia mirándole a los ojos y llamándolo por su nombre.
Habla al bebé cerca con voz suave o cántale canciones.
Haz sonidos graciosos cerca de él que llamen su atención.
Lleva al bebé a lugares con distinto grado de iluminación.
Muéstrale objetos de colores vivos y muévelos arriba, abajo y a los lados para que los siga
con la mirada.

Lenguaje
Háblale e imita los sonidos que emita para estimularlo a que lo siga haciendo.
Cántale canciones sencillas con rimas.
4 a 6 meses
Movilidad
Mientras esta boca arriba, sujétale las manos y trata de incorporarlo con suavidad hasta
que se siente.
Tumbado boca abajo en una superficie lisa, coloca objetos cercanos, pero no a su alcance
de forma que tenga que moverse para cogerlos. Procura que sean de distintas texturas.
Coge sus manos y júntalas para que aprenda a hacer movimientos como aplaudir y tocarse
la cara. Acerca sus manos a tu cara.
Lenguaje
Dirígete a él por su nombre, de forma cariñosa y sonriéndole.
Háblale y contéstale a sus balbuceos así como a los distintos ruidos que emita.
Háblale desde diferentes distancias para que oriente tu voz.
7 a 9 meses
Movilidad
Coloca al bebé boca abajo sobre una superficie lisa y llámalo para que vaya hacia ti o
acércale un juguete para que trate de agarrarlo. Esto ayudará a estimular el gateo.
Siéntalo en el suelo o en una superficie segura y ofrécele juguetes para que los alcance.
Ofrécele varios objetos de manera secuenciada, de forma que utilice las dos manos e
incluso los golpee uno contra otro o los pase de una mano a la otra.
Dale juguetes o alimentos como galletas o frutas en trozos que pueda tomar con los dedos
índice y pulgar (siempre en posición sentado y bajo supervisión).
Permite que tome agua solo, con un vaso para bebés.
Lenguaje
Háblale efectuando cambios en la entonación, como haciendo preguntas o exclamaciones.
Nombra todos los objetos que utilizas, señalándolos para que aprenda a reconocerlos,
aprovechado situaciones o rutinas diarias (baño, comida, momento de vestirse)
Llévalo a lugares en donde pueda percibir sonidos distintos o utiliza audios de animales.
Estimula a que diga sus primeras palabras con sílabas repetidas como mamá o papá,
celebra cada vez que lo haga bien.
Comienza a preguntarle si quiere más comida o si quiere seguir jugando de forma que
responda
Social
Juega con él cubriéndote con una tela u objeto para que te busque.
Dale instrucciones sencillas para que las siga, como que te dé un juguete o agarre algún
objeto.
Enséñale a hacer movimientos con las manos como aplaudir o decir adiós.
10 a 12 meses
Movilidad
Enseña a tu hijo a ponerse de pie sujetándose a algún objeto y ayúdale a dar sus primeros
pasos.
Anímale, si muestra interés, a que camine para agarrar algún objeto o juguete o incluso
hacia ti.
Utiliza juegos que requieran introducir objetos uno dentro de otro y juguetes apilables.
Ofrécele papel para que lo tome y lo arrugue, también puedes darle colores para que haga
garabatos.
Lenguaje
Dale órdenes sencillas a tu bebé para que las siga.
Juega haciendo los sonidos de los animales comunes, anímale a que trate de hacerlos.
Hazle preguntas sencillas que pueda responder con sí y no.
Social
Trata de que comparta con otros niños de su edad.
Enséñale a hacer algunas actividades de higiene como lavarse las manos y a colocarse
alguna prenda o calzado.
Ayúdale a recoger, y guardar sus juguetes, hazlo tú y haz que te imite.
13 a 18 meses
Movilidad
Realiza juegos y actividades en las que sea preciso sentarse y ponerse de pie, como
levantarse a buscar algún objeto objetos o jugar a ser pequeño o grande.
Procura que realice actividades como empujar un carrito o caminar hacia atrás.
Realiza actividades como meter y sacar objetos pequeños de un recipiente mayor, así
como apilar objetos.
Léele cuentos, pídele que señale las figuras, enséñale los animales y sus sonidos y
estimúlale a que pase las páginas.
Lenguaje
Pídele al niño que señale o busque los objetos que le nombres.
Dile que señale las partes del cuerpo que le indicas.
Enséñale canciones infantiles y cantadlas juntos.
Pregúntale su nombre.
Inclúyele en las conversaciones de la familia.
Social
Deja que haga algunas actividades solo, como comer, enjabonarse o vestirse.
Enséñale a decir palabras amables.
18 meses a 2 años
Movilidad
Realizad juegos que impliquen correr, jugar con una pelota o saltar.
Enséñale a subir y bajar escaleras.
Ponle música y haz movimientos con el cuerpo y bailad juntos.
Deja que haga dibujos y los coloree.
Lenguaje
Llévale a sitios distintos a la casa y pídele que diga el nombre de los objetos que ve.
Pídele que repita palabras que le vayas diciendo y que haga frases cortas.
Háblale dándole explicaciones de las cosas que hacen o que ve en la televisión.
Social
Llámale siempre por su nombre.
Déjale que te ayude en algunas actividades del hogar.
Anímale a que comparta con otros niños o adultos.
Manifiéstale siempre tu cariño y amor.
Regáñale con cariño si debes hacerlo, mostrando siempre la manera de hacer lo correcto.

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