Sistema Vestibular
Sistema Vestibular
Sistema Vestibular
Las células ciliadas de los canales semicirculares hacen sinapsis con las
neuronas aferentes vestibulares que envían información a los músculos
extraoculares para efectuar el reflejo vestíbulo-ocular (RVO) que estabiliza
de la mirada en un objetivo durante el movimiento de la cabeza (Steward,
2000). En las maculas hay vías maculo oculomotoras cuyo objetivo es
mantener estable la imagen retiniana durante el movimiento, además las
aferencias utriculares son mayoritariamente las conexiones excitadoras
sobre el núcleo abducens ipsilateral e inhibidoras sobre el núcleo
abducens contralateral que controlan los movimientos musculares del
abducen del ojo (Lévêque et al., 2009).
Al generarse el potencial receptor en las células ciliadas aumenta la
conductancia de Ca2+, liberando glutamato como neurotransmisor lo que
despolariza las neuronas aferentes vestibulares, estas neuronas tienen
sus núcleos en el ganglio de Scarpa y junto a las aferencias de la cóclea
forman el par craneal vestíbulococlear. La rama vestibular se dirige a los
núcleos vestibulares (NV) del tallo cerebral (Steward, 2000; Kandel, 2001).
En el cerebelo y en la porción floculonodular (arquicerebelo) se modula la
actividad vestibular (Bronstein et al., 2015) como las vías vestíbulo-
espinales y oculomotoras (Lévêque et al., 2009). Los NV se divide a su
vez en el NV superior, NV medial, NV inferior y NV lateral, y cada parte del
NV recibe las aferencias del sistema vestibular (Figura 1). En el NV medial
y NV superior se reciben entradas primarias de todos los canales
semicirculares y las neuronas de ambos núcleos son las aferentes de
segundo orden, que emiten proyecciones por el fascículo longitudinal
medial que llega a los núcleos intersticial, oculomotor y el troclear
(Steward, 2000), estos últimos dos núcleos están involucrados en el reflejo
vestíbulo-ocular (RVO) (Fitzpatrick y Day, 2004).
Figura 1. Conexiones directas de los canales semicirculares a
neuronas oculomotoras (Leigh y Zee, 2015). Cada canal tiene
proyecciones excitatorias para activar e inhibir neuronas oculomotoras.
Abreviaciones AC/PC/HC, canal anterior/Posterior/Horizontal;
SR/MR/IR/LR, Recto superior/Medial/Inferior/Lateral; SO/IO Oblicuo
Superior/inferior; III/IV/VI, nervio craneal Tercero/Cuarto/sexto; IC núcleo
intersticial de Cajal; VTT, Tracto tegmental ventral; MLF, Fascículo
longitudinal medial; ATD, Tracto ascendente de Deiters; SV/LV/MV/V,
Núcleo vestibular
Superior/lateral/medial/inferior; BC pedúnculo cerebeloso superior; XII,
núcleo hipogloso; PH, núcleo hipogloso prepositus.
La conectividad de RVO está dada por 3 contactos neuronales: una
neurona sensorial aferente 1º cuyo cuerpo está en el ganglio de Scarpa,
una neurona aferente 2º en el núcleo vestibular en la región ponto-
medular, y una neurona aferente 3º oculomotora en el núcleo III, IV, o VI
en el tallo cerebral (Bronstein et al., 2015). Estas vías son activadas
cuando la detección del equilibrio y de la posición de la cabeza presentan
alteraciones de su línea base, lo cual evidencia una relación entre la
información procesada desde el vestíbulo y los movimientos oculares que
pueden suponer la necesidad de hacer correcciones o ajustes
perceptuales (Rodríguez, 2016). Por ello la estimulación de los canales
semicirculares generan una respuesta en los músculos que estabilizan la
mirada
Movimientos oculares
La visión es un proceso activo, donde el observador busca información
visual que le resulte de interés del ambiente, inclusive cuando el objeto de
interés está en movimiento y el sujeto se desplaza por el espacio
(Goettker et al., 2017), haciendo que los movimientos oculares sean un
reflejo de la atención en la escena, además proveen información no
obstructiva, sensitiva y en tiempo real del comportamiento del individuo
(Henderson, 2003). Por ello el sistema visual cognitivo controla la mirada
para realizar movimientos oculares sacádicos, de persecución suave y
fijaciones (micro sácadas, temblores y desviaciones) (Duchowski, 2017).
ANTECEDENTES
Estimulación Galvánica Vestibular
La EGV se puede aplicar en bajas intensidades de corriente (0.6 y 0.8 mA)
durante 20 min sin producir efectos adversos en los sujetos voluntarios
(Utz et al., 2010), aunque en los experimentos puede variar la aplicación
de EGV en la intensidad de corriente, forma de corriente, duración y en el
arreglo de electrodos con el fin de estudiar las diversas funciones
vestibulares. Por ejemplo, Quinn et. al (2015) mediante la EGV biaural
monopolar y EGV monoaural monopolar indujo a sujetos sanos náuseas,
se basaron en el trabajo del efecto de EGV en la postura de MacDougall
et. al (2006) para suministrar 5.0 a -5.0 mA, en una duración de 20
segundos en diferentes periodos durante 25 min. En el control como los
experimentos se colocó el tercer electrodo en la espalda de los sujetos en
la vértebra C7. Debido a las funciones en que participa el sistema
vestibular, Inukai et al. (2018) empleó EGV bilateral en cada uno en un
proceso mastoideo, pasó corrientes de 1.0 mA a 0.4 mA para estudiar la
estabilidad postural.
Por otra parte, Jahn et al., (2003) encontraron que la edad influye en los
movimientos oculares de torsión ocular y nistagmo torsional durante la
EGV, tanto bilateral transmastoide como unilateral con DC a intensidades
de 1 a 3 mA, aumentando de los 30-60 años, igualmente a los otros
estudios previos la respuesta de torsión ocular tuvo una dirección hacia el
ánodo. En cuanto a pacientes con disfunción vestibular MacDougall et al.,
(2005) encontraron que la EGV unilateral y bilateral con DC a 5mA induce
movimientos oculares con la reducción o ausencia de la contribución
oculomotora por los órganos vestibulares otolíticos y de los canales
semicirculares, tanto así es que las respuestas de los movimientos
tridimensionales oculares difieren de pacientes y sujetos sanos. Kim et al.,
(2006) observó nistagmos espontáneos hacia el ánodo en sujetos sanos,
mientras que los pacientes con pérdida de función vestibular unilateral en
donde se colocó el cátodo del lado de la lesión vestibular se generó un
nistagmo hacia el ánodo, por el contrario, al poner el cátodo en lado sin
lesión vestibular no se presentó respuesta alguna.