Ensayo de La Pelicula Yo Nena, Yo Princesa
Ensayo de La Pelicula Yo Nena, Yo Princesa
Ensayo de La Pelicula Yo Nena, Yo Princesa
ENSAYO
Alumno: Mathias Rommey Sosa Nuñez
Carrera: Psicologia
Yo nena, yo princesa (2021) es la transposición cinematográfica del libro Yo nena, yo princesa: Luana
la niña que eligió su propio nombre en el que Gabriela Mansilla, madre de Luana, cuenta en primera
persona todos los acontecimientos que atravesó desde que Manuel, uno de sus hijos mellizos, con
apenas dos años, le dijo que era una nena. La desazón, el desconocimiento, el sentido y la lucha son
los diferentes estados por los que atraviesa Gabriela hasta que, en 2013, Luana con apenas 6 años
consigue lo que hasta ese momento ningún menor en el mundo había logrado: tener un DNI acorde a
su identidad de género.
La película recurre a una estructura clásica para narrar de manera cronológica los diferentes eventos a
los que debió enfrentarse Gabriela, desde aquellos relacionados con lo familiar, como los vinculados a
temas médicos, escolares, sociales y burocráticos, comenzando por el embarazo hasta llegar al año
2013 en que Luana recibe el DNI. Mientras que desde lo formal la película no pretende nada más que
llegar a la mayor cantidad de público y que el mensaje se entienda con claridad. En ese sentido apela
a una serie de recursos como el subrayado de algunas situaciones claves o la utilización de la banda
sonora para buscar el golpe de efecto. Una estética muchas veces más relacionada con la televisión o
el telefilm que, en este caso, se justifica frente al verdadero objetivo de la película: hacer masiva la
historia de Luana y poner en la agenda el tema de las infancias trans.
Los puntos más fuertes de Yo nena, yo princesa son las actuaciones. Eleonora Wexler se carga en sus
espaldas la película, nos convence de todo y nos hace preguntarnos porque el cine no la aprovecha un
poco más. La actriz trans Isabella G. C. es la encargada de ponerse en la piel de Manuel-Luana y
conducirnos con ingenuidad categórica por todo el proceso de cambio, mientras que el resto del
elenco, que cuenta con la participación de Paola Barrientos, María Onetto, Valentina Bassi, Lidia
Catalano, Valentino Vena, y Juan Palomino, entre otros, resultan alfiles fundamentales para que la
partida termine con un jaque a la reina.
Con sus defectos y virtudes, Yo nena, yo princesa, es una película honesta con un fin igual de honesto.
Se le pueden cuestionar muchas cosas, la temporalidad no queda muy en claro y por momentos
confunde, y elogiar otras tantas. Pero no se puede negar que cumple su objetivo y que era necesaria
una película, que apunte al gran público, para darle visibilidad a un tema que lo merece y necesita.:
Esta pelicula es un testimonio extraordinario de una lucha por el reconocimiento de la diferencia y el
derecho a la identidad que logró, entre otras cosas, que por primera vez en el mundo un Estado
reconociera la identidad de género asumida por una niña pequeña. Esa lucha corrió los límites de los
saberes y las prácticas profesionales, y también de las políticas que se despliegan sobre la infancia. Se
trata de un relato que muestra los efectos indisociablemente subjetivos y políticos de toda lucha
identitaria.
Pero también es un ensayo y una reflexión profunda y extraordinaria sobre los prejuicios y los
saberes instituidos, tan próximos muchas veces a la ignorancia y la ignominia con los que nos
enfrentamos día a día. Una historia en la que el desafío, la perseverancia y una encantadora forma de
inteligencia se enfrentan a los problemas de lo cotidiano, de los vínculos sociales y de nuestra relación
con las instituciones .