Fiesta de La Santísima Trinidad

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• Nuestro mundo tan falto de Amor, de Comunión, de Dios… Domingo De la

• A nuestro Dios-Amor Padre, Hijo, Espíritu Santo que es donación mutua Santa Trinidad
• A Ti que estás llamado a participar en la Comunión Trinitaria
• A tanta gente que sin saberlo anhela la Comunión a la que Dios nos llama
Ven, Espíritu. Eres espíritu de vida, de esperanza, de valentía, de humanidad.

Eres amigo, eres protección. Eres brisa a veces y huracán cuando quieres
despertarme. Solo te pido que vengas, que habites en mi interior. Que me
despiertes cuando me duermo en sueños vacíos. Que me inquietes si me
acomodo en una vida fácil. Que me tranquilices si me golpean las tormentas. Que
me llames si me despisto.
Estas palabras forman parte de aquella sección del evangelio de Juan que
los exegetas llaman el libro de la revelación. Jesús en el discurso de
despedida, se revela en profunda intimidad, los llama amigos, les promete su
Espíritu Santo que los acompañará en el acoger el misterio de su Persona. Los
discípulos, son invitados a crecer en el amor hacia el Maestro, que se ofrece
totalmente a ellos. Se pueden separar tres secuencias. La primera tiene como
hilo conductor: la nueva comunidad está fundada sobre el mandamiento
nuevo del amor. En la segunda Jesús describe el rostro de la comunidad en
medio del mundo, su misión en un mundo hostil donde sólo a través de la
práctica del amor es posible atraer más fieles. La tercera parte de la sección
contiene la plegaria de Jesús: Él ruega por la comunidad presente; por la
comunidad del futuro y expresa el deseo de que el Padre honre a todos los
que lo han reconocido y, finalmente, que se cumpla su obra en el mundo.
Evangelio
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
(Jn 16, 12-15) Aún tengo muchas cosas que decirles, pero
todavía no las pueden comprender. Pero
cuando venga el Espíritu de la verdad, él los
irá guiando hasta la verdad plena, porque no
hablará por su cuenta, sino que dirá lo que
haya oído y les anunciará las cosas que van a
suceder. Él me glorificará, porque primero
recibirá de mí lo que les vaya comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he
dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará
a ustedes”. Palabra de Dios
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Dios es Padre, Hijo y Espíritu… es Amor, comunión, encuentro. No es un Dios

solitario, aislado, insensible. Es movimiento, comunicación, dinamismo. Es intimidad,
Papa Francisco nos dice: es salir a buscar al otro, es vivir con la puerta abierta. Es aliento, fuerza y
sabiduría que se comparte.
Celebramos la Santísima Trinidad. La Trinidad no es un enigma ¿Qué te aporta el amor del Padre?, ¿qué te enseña la entrega del Hijo?, ¿qué te
teológico, sino el espléndido misterio de la cercanía de Dios. La comunica el Espíritu Santo, hoy?
Trinidad nos dice que no tenemos un Dios solitario en el cielo, ¿Con cuál Dios me dirijo cuando realizo mi oración?, ¿En qué Dios me confío? ¿Qué
distante e indiferente; no, él es Padre que nos dio a su Hijo, que se tipo de familia o comunidad me invita a construir la fe en la Trinidad? ¿He quedado
admirado y agradecido de la naturaleza tri personal de Dios? ¿Cómo puedo vivir la
hizo hombre como nosotros, y que, para estar aún más cerca de comunión a la que Dios nos llama ya desde ahora con Él y con mis hermanos? ¿Cómo
nosotros, para ayudarnos a llevar las cargas de la vida, nos puedo hacer presente en este mundo el amor Trinitario de Dios?
envía su propio Espíritu.
Él, que es Espíritu, entra en nuestro espíritu y así nos consuela
desde dentro, nos trae la ternura de Dios. Con Dios, la carga de la
vida no permanece sobre nuestros hombros: el Espíritu, a quien
nombramos cada vez que hacemos la señal de la cruz, justo
cuando nos tocamos los hombros, viene a darnos fuerza, a
alentarnos, a soportar los pesos. En efecto, es un especialista en
resucitar, levantar, reconstruir. Se necesita más fuerza para
reparar que para construir, para recomenzar que para
comenzar, para reconciliarse que para llevarse bien. Esta es la
fuerza que Dios nos da. Por eso el que se acerca a Dios no se
abate, sale adelante: comienza de nuevo, intenta de nuevo,
reconstruye. También sufre, pero se las arregla para volver a
empezar, para intentarlo de nuevo, para reconstruir.
La fiesta de la Santísima Trinidad nos hace contemplar el misterio
de Dios que incesantemente crea, redime y santifica, siempre con
amor y por amor, y a cada criatura que lo acoge le da la
posibilidad de reflejar un rayo de su belleza, bondad y verdad. Él
desde siempre ha elegido caminar con la humanidad y formar un Oh Dios, que te has manifestado a los hombres
pueblo que sea bendición para todas las naciones y para cada como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios misterioso y único, Dios
persona, ninguna excluida. El cristiano no es una persona aislada, desconcertante e insondable, pero Dios sugerente y atractivo,
pertenece a un pueblo: este pueblo que forma Dios. No se puede Dios fascinante, realidad que supera nuestra imaginación. Gracias
ser cristiano sin tal pertenencia y comunión. Nosotros somos por ser como eres: familia, comunidad de amor. Tu dinamismo de
pueblo: el Pueblo de Dios. Que la Virgen María nos ayude a cumplir entrega amorosa nos ha puesto en tu pentagrama y pasamos a
con alegría la misión de testimoniar al mundo, sediento de amor, ser una nota de la gran sinfonía que interpretas. Enséñanos tu
que el sentido de la vida es precisamente el amor infinito, el amor música de amor, que seamos la nota que tú quieres y sonemos
concreto del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. armónicamente con todos los hombres; aprendiendo cada día a
donar nuestra música desinteresadamente y a acoger los sonidos
de los demás con alegría y paz. AMÉN

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Ven, Espíritu. Eres espíritu de vida, de esperanza, de valentía, de humanidad.

Dios es Padre, Hijo y Espíritu… es Amor, comunión, encuentro. No es un Dios

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