Evaluación de La Salinidad Del Agua Subterránea A Partir de Registros de Pozo en Un Área Piloto Del Valle Medio Del Magdalena, Colombia

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Evaluación de la salinidad del agua

subterránea a partir de registros de pozo


en un área piloto del Valle Medio del
Magdalena, Colombia

Eduardo Torres Rojas

Universidad Nacional de Colombia


Facultad de Ciencias, Área Curricular de Geociencias
Bogotá, Colombia
2021
Evaluación de la salinidad del agua
subterránea a partir de registros de pozo
en un área piloto del Valle Medio del
Magdalena, Colombia

Eduardo Torres Rojas

Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de:


Magister en Ciencias Geología

Director:
M.Sc. Carlos Enrique Ángel Martínez
Codirector:
M.Sc., PhD. Felipe González Penagos

Grupo de Investigación:
OACYS
Atlas Research Group

Universidad Nacional de Colombia


Facultad de Ciencias, Área Curricular de Geociencias
Bogotá, Colombia
2021
Dedicatoria

A mi familia, el motor de mi vida


Agradecimientos
En primer lugar, quiero expresar mi agradecimiento a los profesores Carlos Ángel y Felipe González
por su asistencia académica, sus comentarios, consejos y la confianza puesta en mí. Agradezco a los
jurados por sus comentarios y el aporte que hicieron al documento. Esta tesis no hubiera sido posible
sin el apoyo y las oportunidades que me ha brindado la Universidad Nacional de Colombia (UN), al
permitirme acceder a una educación de calidad en un ambiente de discusión continua, hacer parte del
Proyecto MEGIA, pero por sobretodo, la posibilidad de conocer personas que al igual que yo, han sido
formadas en sus aulas y que ahora, mientras son profesores y profesionales, contribuyen a la
sociedad. Agradezco, también a la UN, por haber permitido la realización de este estudio, el cual se
encuentra en el Marco del Proyecto de Investigación MEGIA " -“Modelo Multiescala De Gestión
Integral Del Agua Con Análisis De Incertidumbre De La Información Para La Realización De La
Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) Del Subsector De Hidrocarburos En El Valle Medio Del
Magdalena” Contrato 157_2018 suscrito con Minciencias, antes Colciencias y financiado por la
Agencia Nacional de Hidrocarburos ANH. Sin la iniciativa de los profesores Leonardo Donado y
Gustavo Sarmiento, no se hubiera concebido esta idea, y sin la visión a largo plazo del profesor
Fernando Romero, de apoyar la formación y el fortalecimiento de grupos de investigación al interior
de nuestro departamento, no se hubiese podido desarrollar.

Agradezco el acceso a la información, que dispuso el Banco de Información Petrolera del Servicio
Geológico Colombiano (SGC) y Ecopetrol junto al Instituto Colombiano del Petróleo, para el Proyecto y
que fue utilizada en esta investigación. A este respecto, fue muy importante fue la colaboración de los
ingenieros Mauricio Cardeñosa y Edward Tovar así como la geóloga Silvia Forero y del ingeniero Jorge
Andrés Sáchica. Un especial agradecimiento, para la ingeniera Andrea Serna, por su gentil apoyo.
Extiendo mis agradecimientos a Halliburton, por poner a disposición del equipo de MEGIA,
DecisionSpace, DecisionSpace Petrophysics y el acceso su nube para el uso de los mismos de forma
remota. Finalmente, quiero agradecer a mi famila por ser incondicionales. A mis padres por sus
valiosos consejos, a mi hermana por su ayuda en el momento preciso, a mis abuelas y tios por su
cariño y a María Fernanda, de quien escuche por primera vez Yariguí-Cantagallo, por su amor y por
seguir de cerca los ires y venires de este proceso.
Resumen
Existe preocupación por los efectos que la posible explotación de yacimientos en roca
generadora traería sobre los acuíferos del Valle Medio del Magdalena (VMM), como el Grupo
Real. El Ministerio de Minas y Energía (MME), exige la protección de los acuíferos aprovechables
para consumo humano (AACH), aquellos que contienen agua con salinidad o sólidos disueltos
totales (SDT) menores a 4000 mg/L. No obstante, no son comunes las determinaciones directas
de esta propiedad, especialmente para las aguas subterráneas más profundas. El presente
estudio utilizó: 1) registros geofísicos corridos en pozos de hidrocarburos, para la evaluación de la
salinidad del agua subterránea, mediante el método del potencial espontáneo (SP), el ratio
method (RM) y el método de resistividad porosidad (RP) y 2) métodos geoestadísticos, kriging
ordinario (KO), para conocer la distribución espacial de dicha propiedad en cercanías al Campo
Yariguí-Cantagallo (CYC).

El método del SP mostró los mejores resultados, con errores relativos entre el 3 y 9% para aguas
de formación saladas (vs. 0.71- 22% para el ratio method) y del 25% para aguas subterráneas
dulces. El método RP fue aquel que presentó mayores inconvenientes. Las disponibilidad de las
mediciones de propiedades del lodo limitaron el uso del método del SP y RM. Los tres métodos
indicaron aguas subterráneas salobres (1000-10000 mg/L) y saladas (>10.000 mg/L) en la base del
Grupo Real. La salinidad calculada por registros de pozo (mg/L NaCl) para dicha unidad es
equivalente a la real desde los 500 mg/L. La Falla de Cantagallo limitó dos zonas. Al oriente, en la
Zona 1, la base de los AACH se encontró hacia los -314 m s. n. m. (384 m de profundidad), cerca
de esta estructura, profundizándose hacia el SE de la misma, con un promedio de -722 m s. n. m.
(792 m de profundidad), al igual que el tope de las aguas subterráneas saladas con un promedio
de -850 m s. n. m. (920 m de profundidad). Se postula que la Falla de Cantagallo favorece la
recarga de niveles del Grupo Real, por infiltración desde el lecho del rio Magdalena, al norte del
CYC, aprovechando el buzamiento que dicha unidad. Los resultados del KO se juzgaron
adecuados (error entre 13-18%) tras compararlos con cálculos no involucrados en los algoritmos.
La variabilidad de la salinidad fue consistente con la distribución espacial de la misma y con las
limitaciones de la información disponible. De otro lado, en la Zona 2, al occidente de estructura,
la base de los AACH se encontró hacia los -150 m s. n. m. (220 m de profundidad) limitando el uso
de las aguas subterráneas. Se deben desarrollar más estudios para precisar la composición y
génesis de las aguas subterráneas saladas y salobres identificadas. El uso conjunto de registros
geofísicos corridos en pozos de hidrocarburos, y de métodos geoestadísticos, se constituyen en
una herramienta valiosa para evaluar el recurso hídrico subterráneo salobre y salado.

Palabras clave: Salinidad del agua subterránea, Grupo Real, Campo Yariguí-Cantagallo, Valle
Medio del Magdalena, registros geofísicos de pozo.
Abstract
Recently, there has been discussion around the effects that the possible unconventional oil and
gas production would bring into the Middle Magdalena Valley`s (VMM) aquifers. The Colombian
authorities demand the protection of the usable aquifers for human consumption (AACH), those
with salinity or total dissolved solids (TDS) in groundwater lesser than 4000 mg / L. However,
direct measurements of this property are scarce, especially for deep groundwater. In this
research, we addressed the use of indirect methods, based on (1) calculations using well logs to
obtain the groundwater salinity into the Real Group using the spontaneous potential method
(SP), ratio method (RM), and the resistivity porosity method (RP), and (2) the application of
geostatistical methods, ordinary kriging (OK) to determine the spatial distribution of salinity, near
the Yariguí-Cantagallo oilfield (CYC).

The spontaneous potential (SP) method presented the best results, with relative errors of 3-9%
for saline formation waters (vs. 0.71 to 22% for the ratio method) and 25% for shallower
groundwater. The RM method presented the biggest drawbacks. The readiness of mud
properties measurements limited the application of both the SP method and RM. All the methods
described above indicated brackish and saline groundwater at the base of the Real Group. The
well log derived salinity (mg/L NaCl) for The Real Group, is equivalent to real salinity, from 500
mg / L. Based on these calculations, we differentiated two areas divided by the Cantagallo Fault.
To the East, in Zone 1, the base of the AACH was found at -314 m.a.s.l, near the Cantagallo Fault,
deepening towards the SE of it, with an average of -722 m.a.s.l. The top of the saline
groundwater showed the same behavior with an average of -850 m.a.s.l. Our results suggest that
there is a recharge of the Real Group in the northern part of the CYC area, through the Cantagallo
Fault, as a consequence of the infiltration of the Magdalena's River bed and the dip that these
rocks have at this area. The OK results were considered adequate (error between 13-18%) after
comparing them with locations, not included in the algorithm. The salinity variability was
consistent with its spatial distribution and with the limitations of the available information.
Conversely, in Zone 2, on the west side of the Cantagallo fault, the AACH base was found around
at -150 m.a.s.l., limiting the groundwater use. More research needs to be developed done to
figure out the composition and genesis of the saline and brackish groundwater. The use of oil
well logs and geostatistics are valuable tools for the saline and brackish groundwater resources
characterization.
Keywords: Groundwater salinity, well logs, Grupo Real, Yariguí-Cantagallo oilfield, Middle
Magdalena Basin.
Contenido XIII

Contenido
Pág.

Resumen ................................................................................................................................ IX

Lista de figuras ....................................................................................................................... XV

Lista de tablas ....................................................................................................................... XXI

Lista de Símbolos y abreviaturas.......................................................................................... XXIII

Introducción ............................................................................................................................ 1

1 Marco geológico del área de estudio ................................................................................. 9


1.1 Área de estudio ............................................................................................................... 9
1.2 Marco geológico ............................................................................................................ 14
1.2.1 Estratigrafía ....................................................................................................... 15
1.2.2 Geología estructural .......................................................................................... 23

2 Marco teórico ................................................................................................................. 26


2.1 Conceptos básicos ......................................................................................................... 26
2.1.1 El ambiente de la perforación ........................................................................... 26
2.1.2 El factor de formación ....................................................................................... 27
2.2 Registros de pozo relevantes ........................................................................................ 28
2.2.1 Potencial espontáneo (SP) ................................................................................ 28
2.2.2 Registros resistivos ............................................................................................ 35
2.3 Determinación de la resistividad a partir de registros de pozo .................................... 39
2.3.1 Método del SP ................................................................................................... 39
2.3.2 Método de resistividad- porosidad ................................................................... 43
2.3.3 Ratio method..................................................................................................... 45
2.4 Sobre la salinidad, sus equivalencias y clasificaciones .................................................. 46
2.5 Interpolación y predicción especial............................................................................... 48
2.5.1 Variable aleatoria y función aleatoria ............................................................... 48
2.5.2 El variograma..................................................................................................... 49
2.5.3 Kriging................................................................................................................ 53
2.5.4 Métodos de simulación geoestadística ............................................................. 55

3 Materiales y métodos ..................................................................................................... 59


3.1 Materiales ..................................................................................................................... 59
3.1.1 Pozos de hidrocarburos..................................................................................... 59
XIV Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

3.1.2 Información de pozos de agua .......................................................................... 59


3.1.3 Otro tipo de información .................................................................................. 62
3.2 Métodos ........................................................................................................................ 62
3.2.1 Determinaciones de la salinidad del agua subterránea .................................... 63
3.2.2 Distribución de la salinidad del agua subterránea ............................................ 70

4 Resultados y discusión .................................................................................................... 77


4.1 Sobre los registros de pozo ........................................................................................... 77
4.2 Evaluación de la resistividad y salinidad del agua subterránea mediante registros
geofísicos de pozo ..................................................................................................................... 80
4.2.1 Zona 1: este de la Falla de Cantagallo ............................................................... 81
4.2.2 Zona 2: oeste de la Falla de Cantagallo ............................................................. 95
4.3 Conversión a salinidad real ........................................................................................... 98
4.4 Validación de las metodologías .................................................................................. 104
4.4.1 Aguas de formación ........................................................................................ 104
4.4.2 Aguas subterráneas captadas actualmente .................................................... 107
4.5 Distribución de la salinidad del agua subterránea ...................................................... 112
4.5.1 Análisis exploratorio........................................................................................ 112
4.5.2 Acercamiento conceptual ............................................................................... 117
4.5.3 Interpolación mediante geoestadística .......................................................... 121
4.5.4 Implicaciones de la salinidad del agua subterránea y comentarios finales .... 141

5 Conclusiones y recomendaciones .................................................................................. 143


5.1 Conclusiones ............................................................................................................... 143
5.2 Recomendaciones ....................................................................................................... 148
Contenido XV

Lista de figuras

Figura 1-1. (A) Localización de la cuenca del Valle Medio del Magdalena (VMM). B)
Localización del área de estudio del Proyecto MEGIA, en la parte norte del VMM. (C) Mapa
geológico de la parte sur de MEGIA con siluetas de los principales campos petroleros, vólumenes
y propiedades del agua de formación y de hidrocarburos producidos. (D) área de estudio del
presente trabajo. Información tomada y adaptada de ANH & SGC, (2016); Dickey (1992); Gómez
Ramírez et al. (2006) ;Morales et al. (1958); Sarmiento (2003) ...................................................... 11

Figura 1-2. Litología y registros eléctricos de pozo (normal corto y potencial espontáneo o SP)
para depósitos cuarternarios y rocas del Grupo Real para el pozo Cantagallo-5. ........................... 20

Figura 1-3. A) Localización del CYC en un corte estructural sentido W-E, a lo largo del VMM. B)
Sección sísmica en la que se resalta la Falla de Cantagallo y su efecto sobre la magnitud del
buzamiento en la sucesión sedimentaria. Para la localización de los cortes remitirse a la Figura
1-1. Modificada de Gómez (2001) en Sarmiento (2003)................................................................. 24

Figura 1-4. Mapa estructural al tope de las Arenas de Cantagallo, en el que se presentan los
bloques que han sido identificados y en rojo las fallas transversales que los separan. Se visualiza la
Falla de Cantagallo (en azul), hacia el límite occidental del campo. Tomado y modificado de
Gómez Ramírez et al., (2006). .......................................................................................................... 25

Figura 2-1. Descripción de las zonas producidas en el proceso de invasión del lodo de perforación
a las formaciones atravesadas. Modificado de Schlumberger (2009) ............................................. 26

Figura 2-2. Respuesta del registro de SP frente a un intervalo permeable, .................................... 30

Figura 2-3. A) Significado físico de los cambios en la polaridad del registro SP. B)
Comportamientos esperados en el registro SP ante condiciones que modifican su respuesta. ..... 33
XVI Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 2-4. Cuadro para la corrección del SP por espesor de capa. Tomado de (Asquith y
Krygowski, 2004). ............................................................................................................................. 34

Figura 2-5. Diseño de las herramientas de los registros resistivos lateral (A) y normal (B) junto
con las consideraciones geométricas para el cálculo de la resistividad. Tomada Hilchie (2003) .... 36

Figura 2-6. Relación entre 𝑅𝑤𝑒 y 𝑅𝑤 para diversos tipos de lodos. Tomado de Cox & Raymer
(1976). .............................................................................................................................................. 41

Figura 2-7 Algoritmo para el cálculo de 𝑅𝑤, Tomado de Bateman & Konen (1979)....................... 42

Figura 2-8. Ejemplo de un diagrama de Pickett con la tendencia que siguen los puntos que
representan un intervalo completamente saturado de agua. Modificada de Bateman (2012). .... 44

Figura 2-9. A) Representación de un variograma experimental con un modelo circular ajustado, en


el que se presenta el efecto pepita o nugget, la meseta o sill y el rango, Tomado de Bivand et al.
(2013) B) Esquema en el que se presentan los términos ancho de banda y tolerancia para un valor
determinado de h en el cálculo del variograma. Modificada de (Pyrcz y Deutsch, 2014).............. 50

Figura 2-10. Modelos teóricos de variogramas comúnmente utilizados. Modificada de Pyrcz y


Deutsch (2014). ................................................................................................................................ 51

Figura 2-11. Esquema del funcionamiento del método de las bandas rotantes en dos dimensiones.
Tomado de Chilès y Delfiner (2012). ................................................................................................ 56

Figura 3-1. Distribución de los pozos utilizados en el presente trabajo y que fueron entregados
por Ecopetrol (ECP) y por el EPIS. .................................................................................................... 60

Figura 3-2. Localización de los pozos de agua existentes en el CYC y el inventario de puntos de
agua con el que se cuenta (Cañas et al. 2019). ................................................................................ 61

Figura 3-3. Resumen de las etapas seguidas en el presente trabajo. .............................................. 62

Figura 3-4. Corrección de la deriva para el registro SP en el pozo de agua PCM-2. ........................ 66

Figura 3-5. Multiplicadores variables de Dunlap para la conversión de la concentración de iones


en equivalentes de NaCl. Tomado de Schlumberger (2009). .......................................................... 69
Figura 3-6. Diagrama de flujo con el detalle de las etapas involucradas en el análisis exploratorio
de los datos y la preparación de los datos para calcular el variograma de los datos de salinidad del
agua subterránea. Tomado y modificado de Pyrcz y Deutsch (2014). ............................................ 72

Figura 3-7. Diagrama de flujo con las etapas seguidas para el cálculo de los variogramas
experimentales de la salinidad del agua subterránea. Tomado y modificado de Pyrcz y Deutsch
(2014). .............................................................................................................................................. 73

Figura 4-1. Pozos de hidrocarburos suministrados por el EPIS y Ecopetrol para el proyecto MEGIA,
que se encuentran en cercanías del CYC, discriminados por año de perforación. .......................... 77

Figura 4-2. Relación entre la cantidad de registros de pozo disponibles para ser usados por el
método de resistividad aparente (Rwa), ratio method y método del SP, discriminados por la
profundidad del tope de los registros de pozo (en pies) ................................................................. 79

Figura 4-3. Distribución de las zonas propuestas dentro del área de estudio, con el trazo
aproximado de la Falla de Cantagallo, que se encuentra cubierta por depósitos cuaternarios,
ubicación de pozos de petróleo y agua , y localización de cortes. .................................................. 80

Figura 4-4. Ejemplo de la respuesta del registro SP para el pozo Yariguí-32, con cambios en su
polaridad hacia los primeros pies y un aumento general en la magnitud de sus deflexiones con la
profundidad. Nótese a su vez, los altos valores de resistividad hasta los primeros 550 metros y
como aquellos disminuyen con la profundidad.Escala del SP modificada para ilustrar el caso y
escala lineal para los resistivos conforme se usaba en la época. Información suministrada por el
EPÌS. .................................................................................................................................................. 82

Figura 4-5. Variación de la salinidad con la profundidad para el Grupo Real, en rojo se presenta el
pozo CG-14, cercano a la Falla de Cantagallo y en color azul YR-32, más alejado de esta última. Se
resaltan los 1000, 4000 (límite de los ACCH) y 10000 mg/L. ........................................................... 83

Figura 4-6. Relación entre el registro SP, los resistivos y la salinidad calculada, para el pozo
Cantagallo-39. Se presentan los topes de las formaciones de interés y una interpretación
aproximada de la litología de los intervalos a partir del registro de gamma ray. Información
suministrada por el EPIS................................................................................................................... 84
XVIII Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 4-7. Variación de la salinidad con la profundidad para el Grupo Real en el pozo Cantagallo-
39. Se resaltan los 1000, 4000 (límite de los ACCH) y 10000 mg/L, así como el tope de la
Formación Colorado......................................................................................................................... 86

Figura 4-8. Comparación de los resultados obtenidos mediante el método del SP y el ratio method
para el pozo Yarigui-78. ................................................................................................................... 87

Figura 4-9. Comparación entre los resultados obtenidos con el Ratio Method y el método del SP
para el pozo YR-546. Información suministrada por ECP. ............................................................... 88

Figura 4-10. Diagrama de Pickett para un intervalo arenoso del Grupo Real, localizado entre 690 y
725 m (2240 y 2355 ft), en el pozo Cantagallo-39. Información suministrada por EPIS. ................ 90

Figura 4-11. Comparación de los resultados obtenidos mediante el diagrama de Pickett y el


método del SP para el pozo CG-39. ................................................................................................. 91

Figura 4-12. Comparación de resultados del método de la resistividad del agua aparente con
varias combinaciones de parámetro a y m, para el pozo Yarigui-108. Arriba se incluye la
combinación de parámetros de la ecuación de Humble y abajo se excluye. Información
suministrada por el EPIS. ................................................................................................................. 92

Figura 4-13. Comparación entre dos posibilidades del cálculo de la salinidad mediante el método
de Rwa y a partir del método del SP y de Ratio method. ................................................................ 93

Figura 4-14. Relación entre los registros de pozo para Sonero-1: gamma ray y SP en el primer
track, resistivos en el segundo y la salinidad calculada junto con el límite recomendado por la EPA
para agua potable (500 mg/L), agua dulce (1000 mg/L), los 4000 mg/L , agua salobre (10000
mg/L) y el agua de mar 30000 mg/L, en el tercero. Las profundidades se presentan en metros y en
pies.. Información suministrada por el EPIS. ................................................................................... 95

Figura 4-15. Salinidad calculada por el método del SP para cuatro pozos de la Zona 2.................. 97

Figura 4-16. Relación entre los sólidos disueltos totales provenientes de análisis químicos y los
cálculados para una solución equivalente de NaCl, para muestras de agua subterránea de
unidades geológicas del VMM. ........................................................................................................ 99
Figura 4-17. Comparación entre las proporciones para cationes (colores verdes) y aniones
(colores morados) Expresadas en miliequivalentes para los pozos abastecedores de agua
subterránea PCM-2 y CG-01........................................................................................................... 101

Figura 4-18. Comparación entre la salinidad medida en laboratorio y la calculada por el método
del SP y el Ratio method. Se presenta la línea 1:1 y las que representan errores relativos del 5 y
10%. ................................................................................................................................................ 104

Figura 4-19. Registros eléctricos del pozo CG-13(SP y microresistivos) comparados con los filtros
instalados (A, B y C) para el pozo de agua CG-01 y la litología descrita para el mismo. El relleno
azul de los microresistivos indica capas permeables en tanto el rojo indica capas impermeables.
Información aportada por el EPIS y ECP. ....................................................................................... 108

Figura 4-20. Distribución de la salininidad con Profundidad para la A) Zona 1, y B) Zona 2. En C) y


D) se presentan los mismos datos, pero en escala logarítmica para facilitar la visualización. Para
cada gráfica se pone como referencia los valores de 1000, 4000 y 10000 mg/L de SDT. ............. 113

Figura 4-21. Cortes integrando los cálculos realizados con los registros de pozo, análisis químicos
e información sísmica. Para la localización de los cortes el lector se remite a la Figura 4-3. ....... 119

Figura 4-22. Variograma vertical arriba y omnidireccional horizontal abajo, suponiendo un medio
isótropo en la horizontal. Se muestran el número de pares involucrados en los cálculos, meseta
teórica (línea a trazos) y dos estructuras exponenciales ajustados. Variogramas realizados en el
módulo de EM de DSG. .................................................................................................................. 123

Figura 4-23. Representación en tres dimensiones de la salinidad interpolada mediante kriging, se


presenta el trazo aproximado en superficie de la Falla de Cantagallo . ........................................ 125

Figura 4-24. Interpolación de la salinidad a partir de kriging ordinario y desviación estándar a


partir de 100 simulaciones a -250 m, -500 m, -700 m y -800 m s. n. m. (320, 570, 770, 870 m de
profundidad). Se presenta el trazo de la Falla de Cantagallo, el cauce del río Magdalena, las
cabeceras municipales de Puerto Wilches y Cantagallo y como puntos negros, los pozos de
petróleo empleados para la interpolación..................................................................................... 127

Figura 4-25. Profundidad de la base de los acuíferos con salinidades menores a 4000 mg/L y
10000 mg/L en cercanías al CYC. ................................................................................................... 129
XX Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 4-26. Diagrama cuantil cuantil comparando los datos de entrada con los resultados
mediante kriging ordinario y tres realizaciones............................................................................. 133

Figura 4-27. Comparación de resultados obtenidos mediante el método del SP y los predichos
mediante kriging ordinario y una realización para el pozo Yarigui-82. ......................................... 135

Figura 4-28. Resultados para 5 realizaciones de la salinidad a una profundidad de -700 m s.n.m
comparadas con el resultado mediante kriging ordinario. ............................................................ 139
Contenido XXI

Lista de tablas

Tabla 2-1. Clasificación de las aguas subterráneas respecto a la salinidad, según Freeze y Cherry
(1979). .............................................................................................................................................. 47

Tabla 4-1. Resumen de los modelos de regresión líneal simple por mínimos cuadrados ordinarios
para muestras de agua subterránea de los depósitos aluviales y del Grupo Real y del Grupo 2:
depósitos de terraza aluvial (Qat) y depósitos fluviales de canal (Qfc). ........................................ 102

Tabla 4-2. Valores medidos y calculados para aguas de formación del campo Yarigui-Cantagallo.
Los valores observados fueron tomados de ICP (2008). ................................................................ 105

Tabla 4-3. Comparación de valores observados y calculados mediante el error relativo para el
pozo de agua Cantagallo-1. ............................................................................................................ 109

Tabla 4-4. Parámetros estadísticos para la salinidad de las dos zonas definidas para las rocas del
Grupo Real. Donde 𝒙 representa el promedio, 𝒙 la mediana, IQR el rango intercuartil, CA el
coeficiente de asimetría, Cur la curtosis. El número de puntos por intervalo es n, #AST es el
número de datos atípicos con los datos sin trasnformar y #AST con los datos con trasnformación
logarítmica. .................................................................................................................................... 115

Tabla 4-5. Resumen de los modelos teóricos ajustados para los variogramas, suponiendo un
medio isótropo en la horizontal. .................................................................................................... 123

Tabla 4-6. Estadísticas de los resultados obtenidos mediante kriging ordinario y para las tres
realizaciones mostradas en el diagrama cuantil-cuantil de la Figura 4-26. ER significa error relativo
y R realización. ............................................................................................................................... 134
XXII Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Tabla 4-7. Dos métricas del error entre lo calculado a partir de los registros de pozo y lo
interpolado mediante kriging ordinario (KO) y tres realizaciones condicionales (R5, R57 y R1). . 136
Contenido XXIII

Lista de Símbolos y abreviaturas


Símbolos con letras latinas

Símbolo Término Unidades


CE Conductividad eléctrica mS/cm
𝑅 Resistividad Ω·m
𝑅𝑥𝑜 Resistividad de la zona lavada. Ω·m
𝑅𝑡 Resistividad de la formación virgen. Ω·m
𝑅𝑚 Resistividad del lodo. Ω·m
𝑅𝑚𝑓 Resistividad del filtrado del lodo. Ω·m
𝑅𝑚𝑓𝑒 Resistividad equivalente del filtrado del Ω·m
lodo.
𝑅𝑤 Resistividad del agua de formación Ω·m
𝑅𝑤𝑒 Resistividad equivalente del agua de Ω·m
formación
MNOR Registro de resistividad micronormal. Ω·m
MINV Registro de resistividad microinverso. Ω·m
PSP Pseudo potencial espontáneo mV
SP Potencial espontáneo mV
SSP Potencial espontáneo estático mV

Símbolos con letras griegas

Símbolo Término Unidades

ᶲ Porosidad %

Abreviaturas

Abreviatura Término

Acuíferos aprovechables para consumo


AACH
humano.
ANH Agencia Nacional de Hidrocarburos.
XXIV Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Abreviatura Término

ANLA Autoridad Nacional de Licencias Ambientales.

BPD Barriles por día


BWPD Barriles de agua por día
CGR Contraloría General de la República
CYC Campo Yariguí-Cantagallo
EIA Estudio de Impacto Ambiental
EPA Environmental Protection Agency
EPIS Exploration & Production Information Service
EUA Estados Unidos de Norteamérica
Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios
IDEAM
Ambientales
ICP Instituto Colombiano del Petróleo
Modelo multiescala de gestión integral de agua
con análisis de incertidumbre de la información
MEGIA para la realización de la evaluación ambiental
estratégica (EAE) del subsector de
hidrocarburos en el Valle del Magdalena Medio
MME Ministerio de Minas y Energía
PMA Plan de Manejo Ambiental
PPII Proyectos Pilotos de investigación Integral
SGC Servicio Geológico Colombiano
VMM Valle Medio del Magdalena
YRG Yacimientos en roca generadora
Introducción

1.1.1.1 ANTECEDENTES

En el Valle Medio del Magdalena (VMM) se ha generado información geológica desde hace más
de 100 años, como parte de las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos
(Segovia, 2018). Desde la perforación del pozo Infantas-2 en 1918, en el área norte del VMM, se
han perforado alrededor de 6650 pozos de hidrocarburos (SGC, 2020). La adquisición de
programas sísmicos y la perforación de pozos exploratorios en todo el VMM, ha contribuido a
mejorar el conocimiento que se tiene de las propiedades de algunas de las unidades geológicas y
su distribución a lo largo de la cuenca. De esta manera, la génesis y evolución de las rocas
almacenadoras y productoras de hidrocarburos ha sido ampliamente estudiada, enfocándose
principalmente en la sedimentología y geología estructural (Cooper et al., 1995; Morales et al.,
1958; Wheeler en Pilsbry y Olsson, 1935; Sánchez, 2011; Sarmiento-Rojas, 2011; Sarmiento Pérez
et al., 2015) En contraste con lo anterior, aún falta mucho para caracterizar y delimitar las
unidades acuíferas del área. El conocimiento hidrogeológico se ha generado principalmente a
partir de algunos trabajos muy locales, para dar cumplimiento a los requerimientos que la
Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) hace a las compañías operadoras en bloques
de hidrocarburos, para la respectiva expedición de licencias ambientales y su seguimiento
(Estudios de Impacto Ambiental- EIA, Planes de Manejo Ambiental-PMA e Informes de
cumplimiento Ambiental-ICA). A pesar del volumen de esta información, gran parte, por ejemplo,
de los análisis fisicoquímicos de agua subterránea, presenta deficiencias en su calidad (Malagón,
2017). El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), por su parte, solo
ha tenido en cuenta un limitado número de estudios en el área antioqueña del VMM (Arismendy
et al., 2004; UNALMED, 2003), para soportar la caracterización que hace de toda la extensión del
sistema acuífero del Valle Medio del Magdalena (SAM 1.1), poniendo de manifiesto que el estado
de conocimiento del mismo es aún insuficiente para su adecuada gestión (IDEAM, 2015)
2 Introducción

En el país y en los territorios que comprenden el VMM, también se ha venido dando una
discusión en torno a la posibilidad de explotar hidrocarburos en los llamados yacimientos en roca
generadora (YRG). Desde 2008 se vienen realizando aproximaciones a las reservas asociadas a
este tipo de yacimientos en el país (ADL, 2008 en Vargas, 2012; García González, Mier Umaña,
Cruz Guevara, & Vásquez, 2009; Vargas, 2012) llegándose a considerar un potencial significativo
de los no convencionales (UPME, 2012) y más específicamente de las formaciones La Luna, Simití
y Tablazo (Vargas, 2012). La explotación de los YRG podría representar una alternativa atractiva
para extender el suministro de hidrocarburos a mediano y largo plazo (UPME, 2015) pero son
claras las preocupaciones de la comunidad respecto a los impactos que esta tendría sobre el
medio ambiente.

Teniendo presentes estas inquietudes, la Contraloría General de la República (CGR), mediante


una Función de Advertencia, remitida a los ministerios de Minas y Energía y Medio Ambiente y
Desarrollo Sostenible, a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y a la ANLA, en septiembre
de 2012 (CGR, 2012), previno sobre los riesgos ambientales que se podrían generar en el
licenciamiento para la explotación de yacimientos no convencionales, incluyendo la
contaminación de aguas superficiales y subterráneas y la generación de sismicidad inducida. La
CGR también conminó a las entidades a las que remitió la Función de Advertencia, a adoptar las
medidas necesarias y suficientes para que la posible extracción se realizara de manera sostenible
(CGR, 2012). El seguimiento a este requerimiento, puso de manifiesto que aunque se había
avanzado desde 2012, con el establecimiento de normas y el borrador de los términos de
condiciones de EIA, estos documentos presentaban deficiencias como abordar de manera muy
general las líneas bases de información hidrogeológica y sismotectónica (Ángel et al., 2014).
Adicionalmente, recalcó que para aquel momento aún no se habían generado productos por
parte del Estado, referentes a hidrogeología, que llevaran a identificar y caracterizar acuíferos
estratégicos, y a la cartografía sismotectónica (Ángel et al., 2014).

Para el 2018, la CGR, volvió a tocar el tema, y producto de ello, Angel-Martínez et al. (2018),
hicieron una revisión del estado del arte de las actividades de explotación de YRG en otros países
del mundo y concluyeron, que se requerían medidas de prevención y control para el manejo de
las aguas de retorno, que los entes estatales y de control deberían estar más articulados para un
correcto proceder, que aún se presentaban falencias en la línea base de información ambiental y
Introducción 3

que se deberían tener en cuenta las recomendaciones provenientes de estudios en países donde
ya se explotaban los YRG, como Canadá.

Ante esta controversia un año más tarde, el nuevo Gobierno colombiano consideró necesario
conocer los riesgos que representa la exploración de los YRG y las posibilidades de realizarla de
forma segura, responsable y sostenible para las comunidades y el medio ambiente (Andrade
et al., 2019). Así, conformó una comisión de expertos desde varias ramas del saber, que
finalmente condensaron las preocupaciones de la comunidad, sus opiniones y finalmente algunas
recomendaciones sobre estas prácticas. La comisión, propuso la creación de Proyectos Pilotos de
Investigación Integral (PPII), que solo podrían ser viables, entre otras cosas, generando una línea
base de información completa y suficiente, sobre aspectos hidrogeológicos y ecosistémicos de las
áreas en las que se quieran realizar, con el fin de minimizar los impactos al medio ambiente
(Andrade et al., 2019).

En respuesta a esta situación, convenios entre entidades públicas han contribuido a dar un primer
paso en la evaluación hidrogeológica regional en inmediaciones de Barrancabermeja, a partir de
la recopilación de la información suministrada, tanto por empresas operadoras del sector de
hidrocarburos a la ANLA, como la contenida en el Banco de Información Petrolera (SGC et al.,
2018), más la interpretación sísmica y de registros de pozo a nivel de la cuenca (ANH y SGC,
2016). Recientemente, el Servicio Geológico Colombiano (SGC), levantó información
hidrogeológica (inventario de puntos de agua, pruebas de bombeo y análisis químicos) entre los
municipios de Sabana de Torres, Barrancabermeja y Puerto Wilches (Cañas et al., 2019).

Con estos antecedentes, el proyecto MEGIA (Modelo multiescala de gestión integral de agua con
análisis de incertidumbre de la información para la realización de la evaluación ambiental
estratégica (EAE) del subsector de hidrocarburos en el Valle del Magdalena Medio) pretende
evaluar las aguas superficiales y subterráneas, de manera integrada, en la parte norte del VMM
(Figura 1). Al considerar la oferta, demanda, calidad y riesgo a los que está sujeto el recurso
hídrico, se aportará en la construcción de una línea base de información. En MEGIA también se
avanzará en el desarrollo de instrumentos de gestión ambiental con destino a las instituciones, las
empresas y la comunidad, considerando la cantidad de agua disponible para las necesidades
presentes y futuras. Los recursos para la ejecución de MEGIA, provienen del Convenio 730/323 de
2016, suscrito entre la ANH, el Fondo Francisco José de Caldas y COLCIENCIAS (actualmente el
4 Introducción

Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación -Minciencias). En el marco de este proyecto, se


realiza el presente trabajo.

1.1.1.2 JUSTIFICACIÓN
Uno de los interrogantes que se tienen en el VMM, y que puede ser abordado por MEGIA, incluye
la distribución de la salinidad del agua subterránea en los acuíferos identificados como “de
interés”. La variación de esta propiedad puede determinar, en gran medida, el uso que se le
puede dar al recurso hídrico subterráneo. La principal dificultad que se ha presentado a este
respecto, está en parte relacionada con el difícil acceso a la información existente , su relativa
escasez y en muchos casos la baja calidad de la misma, que a su vez tiene relación con la
debilidad de los entes ambientales estatales, que al respecto no pueden ejercer sus funciones a
cabalidad.

Los sólidos disueltos totales (SDT), son indicadores de la concentración de los iones disueltos en
el agua subterránea o salinidad, y se expresan en unidades de miligramos por litro (mg/L) de
agua. Tradicionalmente, según varios autores (Freeze y Cherry, 1979; Lloyd y Heathcote, 1985;
Stanton et al., 2017), los SDT son utilizados en un esquema de clasificación de aguas, para
diferenciar las dulces (<1000 mg/L) y salobres (1000-10000 mg/L); de las saladas (10000-100000
mg/L) y salmueras (>100000 mg/L). Con respecto a la normativa a nivel internacional, los SDT no
tienen un valor de referencia ya que se presentan en el agua de consumo humano en
concentraciones que no producen efectos perjudiciales sobre la salud, sin embargo sí pueden
afectar la aceptabilidad de aquellas, por lo que valores menores a 600 mg/L se consideran
adecuados, mientras que valores por encima de 1000 mg/L, comienzan a tener impactos en el
sabor del agua y pueden dar lugar a problemas de incrustación en tuberías (OMS, 2018). En
Estados Unidos de América, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) por sus siglas en inglés,
recomienda valores de SDT de hasta 500 mg/L, límite que no es de obligatorio cumplimiento,
pero que se encuentra dentro de parámetros que pueden producir efectos cosméticos sobre
personas o tener efectos estéticos sobre el agua (sabor, olor y color). En Colombia la Resolución
2115 de 2007 los Ministros de la Protección Social y de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial, no estipula valor alguno para los SDT, pero sí lo hace para la conductividad eléctrica
(CE), siendo el máximo aceptable 1000 µS/cm (alrededor de 700 mg/L) .
Introducción 5

Por otra parte, el Ministerio de Minas y Energía (MME), mediante la Resolución 90341 de 2014
(Resolución 90341 de 2014, 2014) utilizó los SDT como indicador para definir “los acuíferos
aprovechables para el consumo humano” (AACH), estipulando como límite máximo los 4000
mg/L. Además, dentro de los requerimientos impuestos, para la cementación de pozos
exploratorios y de desarrollo de YNC, el revestimiento superficial debería ser sentado hasta una
profundidad no menor de 46 m (150 ft) por debajo de la base del acuífero aprovechable para
consumo humano más profundo encontrado, con base en la información disponible. Si bien la
Resolución 90341 se encuentra actualmente suspendida, de manera provisional, por el Consejo
de Estado, el MME expidió recientemente la Resolución 40185 de 2020, estableciendo los
lineamientos técnicos para el desarrollo de los PPII (MME, 2020b). En esta última, aparece de
nuevo dicha cantidad de mg/L dentro de la definición de acuífero en uso, como la

“formación geológica permeable capaz de almacenar, transmitir y proporcionar


cantidades aprovechables de agua, que tiene un contenido de sólidos disueltos totales de
hasta 4000 miligramos por litro de agua y que se encuentra en uso para consumo
humano, doméstico, agrícola, pecuario e industrial. (MME, 2020, p. 6)

Según el MME (2020a), los valores de salinidad para el agua “de acuíferos sin tratamiento va
desde 0 a 4000 mg/l, siendo la tolerancia para consumo humano de 500 mg/l, para riego hasta
3500 mg/lt [sic] (dependiendo del cultivo) y para ganado entre 3000-4000 mg/lt [sic] ” (p 2).

Aún cuando los SDT son una herramienta útil, en pocas ocasiones se tienen análisis de laboratorio
que hayan sido tomados con la suficiente representatividad, tanto en términos de distribución
espacial, como en profundidad en relación con las unidades acuíferas existentes en el subsuelo.
Aún así, existen métodos indirectos para estimar la salinidad del agua, en zonas donde no se tiene
mayor información de análisis químicos, a partir de registros eléctricos de pozos. Dichas
metodologías han sido implementadas con éxito en Estados Unidos de América (EUA) utilizando
información de pozos de aguas subterráneas y pozos de hidrocarburos (Gillip, 2014; Hamlin y De
la Rocha, 2015; Hudson, 1996; D. G. Jorgensen, 1991; Stephens, 2017; Stephens et al., 2018). Bajo
este contexto normativo y reconociendo que aún no existen investigaciones que aborden la
distribución de la salinidad del agua subterránea dentro del VMM, el presente trabajo es
pertinente como aporte al trabajo desarrollado en MEGIA.
6 Introducción

1.1.1.3 OBJETIVOS

La presente tesis tiene como objetivos

1. Contribuir al conocimiento de la distribución espacial de la salinidad del agua subterránea


y a la identificación de los acuíferos aprovechables para usos convencionales en una
porción del VMM utilizando información de la industria de hidrocarburos.

2. Lograr que la metodología utilizada, una vez esté validada pueda ser replicada en el resto
del área del proyecto MEGIA y en otras regiones del país.

3. Identificar espacialmente el comportamiento de la salinidad del agua subterránea en un


sector restringido del VMM, a partir de la concentración de sólidos disueltos totales (SDT)
a varias profundidades de investigación.

4. Identificar la base de los acuíferos aprovechables para consumo humano (Resolución


90341 de 2014, 2014), en el área de estudio propuesta para el presente trabajo.

La consecución de estos objetivos se realizará a partir de a) el uso de registros eléctricos de pozo


concentrados en el campo Yariguí-Cantagallo, que para este trabajo se considera un área piloto,
b) de un proceso de validación del modelo obtenido a partir de análisis químicos disponibles y c)
de un proceso de interpolación espacial utilizando métodos geoestadísticos.

Como parte del proyecto MEGIA, se toma ventaja del acervo de información de pozos generado
por la industria de los hidrocarburos, y de metodologías desarrolladas para la evaluación de las
propiedades de las aguas de formación, y aportar así en la construcción de la línea base de
información hidrogeológica del VMM, proponiendo el límite de los “acuíferos aprovechables para
Introducción 7

consumo humano” (AACH), según lo ha determinado el MME Si bien este es un primer


acercamiento, se pretende demostrar el uso potencial que tiene la información generada por esta
industria en el entendimiento de las aguas subterráneas.

Este documento se compone de cinco capítulos. En el primero, Marco geológico del área de
estudio se introduce el área de estudio y se describe de forma general su estratigrafía y geología
estructural. En el capítulo Marco teórico se revisan los conceptos relacionados con los registros
geofísicos de pozo relevantes para la investigación así como aquellos relacionados con la
interpolación por medio de métodos geoestadísticos. Más adelante, en el capítulo Materiales y
métodos, se presenta la información empleada en la investigación y los procesos seguidos para
llegar a los resultados. Posteriormente, en el capítulo Resultados y discusión se describen los
hallazgos derivados de la investigación, el que significado tienen y cómo se relacionan con los
realizados por otros autores. Finalmente, en el capítulo Conclusiones y recomendaciones, se
sintetizan los puntos más importantes de la investigación en relación con los objetivos planteados
originalmente y se da una serie de sugerencias para posteriores investigaciones.
Marco geológico del área de estudio 9

1 Marco geológico del área de estudio

1.1 Área de estudio


Se encuentra en la zona occidental del VMM, en jurisdicción de los municipios de Puerto Wilches
en el departamento de Santander y San Pablo y Cantagallo en el departamento de Bolívar,
abarcando el campo Yariguí-Cantagallo (CYC) y zonas aledañas (Figura 1-1). El CYC se encuentra al
norte de Barrancabermeja y es el campo de este sector del VMM que se encuentra más cercano a
la Serranía de San Lucas. El área se caracteriza por tener una morfología plana asociada a la
llanura aluvial del río Magdalena, con una altura media de 90 m s. n. m.. El régimen de
precipitación es bimodal, con el primer periodo de lluvias entre los meses de abril y junio, y el
segundo entre septiembre y noviembre; por otra parte los periodos secos abarcan los meses
comprendidos entre diciembre y febrero y julio y agosto (Universidad Nacional de Colombia,
2020).

La historia del CYC, inició en 1939, cuando el gobierno colombiano le otorgó a la Socony Vacum,
la llamada Concesión Cantagallo, que dio resultados favorables tras las manifestaciones de gas y
aceite encontradas en el pozo Cantagallo-1, perforado en 1941 (ECOPETROL S.A, 2015 en
Monroy-Alvarado y Pérez-Sánchez, 2017) En los años subsiguientes (1943-1949) se dio el primer
desarrollo del campo. A comienzos de los años 50 la Concesión Cantagallo fue adquirida por la
Shell Cóndor y, además, se le otorgó a esta compañía la Concesión San Pablo, que tras el proceso
de exploración, dio lugar al campo Yariguí, con perforaciones direccionales principalmente al
costado este del Magdalena (ECOPETROL S.A, 2015 en Monroy-Alvarado y Pérez-Sánchez, 2017).
A finales de la década de los 80, ambas concesiones fueron reversadas al Estado colombiano.
Marco geológico del área de estudio 11

Figura 1-1. (A) Localización de la cuenca del Valle Medio del Magdalena (VMM). B) Localización del área de estudio del
Proyecto MEGIA, en la parte norte del VMM. (C) Mapa geológico de la parte sur de MEGIA con siluetas de los principales campos
petroleros, vólumenes y propiedades del agua de formación y de hidrocarburos producidos. (D) área de estudio del presente
trabajo. Información tomada y adaptada de ANH & SGC, (2016); Dickey (1992); Gómez Ramírez et al. (2006) ;Morales et al.
(1958); Sarmiento (2003)
Finalmente, tras 66 años de producción de hidrocarburos, se aprobó la unificación de los dos
campos en 2007.

En el área se hace aprovechamiento del recurso hídrico subterráneo, por medio de cuatro pozos
de agua, denominados abastecedores (ECP-2, PCM-1, PCM-2 y CG-1), de los cuales, a 2018, se
extraían 87 L/s, pero que contaban con 172.4 L/s concesionados (ECOPETROL S.A, 2018). El agua
subterránea se usa para satisfacer las necesidades del campo, entre las que se incluyen
actividades de recobro secundario a partir de la inyección de agua, realizada en el bloque 5,
desde finales de 2008 (ECOPETROL S.A, 2015 en Monroy-Alvarado y Pérez-Sánchez, 2017). En el
2014 se realizó un piloto de inyección de polímeros para mejorar el recobro (Maya et al., 2015).
Para el 2015, el campo contaba con 102 pozos productores y 25 pozos inyectores
activos.(ECOPETROL S.A, 2015 en Julio-Murcia y Rocha-Sánchez, 2016), que arrojan una
producción promedio de petróleo de 16000 BPD en los últimos cinco años y 23000 BWPD (3657
m3/d) para 2015. Para los fines de esta tesis el CYC, se denomina “área piloto” debido a que
presenta una alta densidad de pozos petroleros con información susceptible de ser utilizada, en la
consecusión de los objetivos planteados, y no tiene nada que ver con las áreas piloto donde se
presupuesta realizar los PPII.

Junto al mapa geológico que se presenta en la Figura 1-1, se encuentra también la silueta de los
campos del área e información relativa al volumen y propiedades del agua de formación (SDT) y
de los hidrocarburos que son producidos (grados API), esto último, tomando el promedio de los
reportes mensuales de producción por campo entregados a la ANH, entre 2014 y 2020. De esta se
observan los altísimos valores de salinidad del agua de formación en el CYC (47000-54000 mg/L),
así como la importancia que el campo tiene en la producción de hidrocarburos en esta parte del
VMM, valores estos que se concentran principalmente en la Formación La Paz, a una profundidad
promedio del yacimiento de -2130 m s. n. m. (-7000 ft) (Gómez Ramírez et al., 2006). Como valor
de referencia, la salinidad por ejemplo del oceáno Pacífico ronda el 35‰ o 35000 mg/L (Stumm
y Morgan, 1996). En la siguiente sección, se hará una descripción de las unidades geológicas
presentes dentro del área de estudio y se darán más detalles, tanto de las unidades acuíferas
como de las productoras de hidrocarburos.
14 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

1.2 Marco geológico

El Valle del Magdalena es una cuenca intramontana, que está limitada por dos cordilleras: la
oriental hacia el este y la central al oeste, y por la que discurre el río que le da su nombre de sur a
norte (Sánchez, 2011). La cuenca del VMM es la parte más proximal de un sistema de cuencas de
foreland pre andinas, junto con la de los Llanos Orientales (Cooper et al. 1995; Gómez et al.,
2005). Tras un periodo extensivo que terminó hacia el Cretácico temprano, se dio la acreción de
la cordillera occidental y el desarrollo de la cuenca de foreland pre andina desde el
Maastrichtiano hasta el Mioceno medio; finalmente, el levantamiento de la Cordillera Oriental
separó las dos cuencas, dándoles su configuración actual (Cooper et al. 1995).

Se procederá, a continuación a describir, la sucesión cenozoica, de interés para el presente


estudio. Las unidades cretácicas no hacen parte del alcance de este trabajo y por ende no son
abarcadas. Tampoco se incluye la Formación Esmeraldas, porque no está presente en la
estratigrafía descrita para el CYC. De igual manera, la Formación Mesa, no es incluida ya que el
autor concuerda con la opinión de De Porta, (1974), en la medida en que extender la unidad
desde la región de Honda, ha llevado a interpretarla en un sentido diferente al de su área tipo y
también a que muchos afloramientos, así identificados en los mapas geológicos vigentes, podrían
corresponder realmente a terrazas del Río Magdalena.

En general, la sucesión sedimentaria estudiada incluye unidades depositadas en ambientes


continentales, que en su mayoría son delimitadas a partir de horizontes fosilíferos de fácil
identificación en campo y en las perforaciones, tales como los Corros, al tope del Grupo Chorro;
Mugrosa, al tope de la formación homónima y La Cira Shale, al tope de la Formación Colorado. En
la Figura 1-2, se muestra la columna tipo para el campo Yarigui-Cantagallo, junto con las unidades
reservorio de hidrocarburos y los campos donde son productoras.
15 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

1.2.1 Estratigrafía

1.2.1.1 Formación La Paz


Wheeler (1935) en Pilsbry & Olsson (1935), es el primero en nombrarla en una publicación,
dando a conocer que ya era así conocida por los geólogos de la Tropical Oil, definiéndola en el
Sinclinal de Nuevo Mundo, como cuarzoarenitas y sublitoarenitas masivas y conglomeráticas, con
estratificación cruzada e intercalaciones dispersas de limolitas y shale. Si bien Wheeler no incluye
dentro de la formación al Toro Shale, sí lo describe como un shale masivo gris a gris azuloso
claro, que se encuentra sobre la Formación Umir. Morales et al. (1958) ya incorporan al Toro
Shale como miembro de la formación, y proponen como sección tipo el área comprendida al este
del río Magdalena en el cañón del rio Lebrija, a lo largo de la vía de ferrocarril entre Puerto
Wilches y Bucaramanga.

Se le considera de edad Eoceno medio, con ambiente de depósito fluvial, en el que las corrientes
indican transporte hacia el norte, ya sea desde los paleoaltos de Cáchira o de La Cira, como desde
la cordillera central (Caballero, 2013). En el CYC, yace discordante sobre las formaciones del
Cretácico y es objetivo principal para hidrocarburos, siendo dividida en las unidades
operacionales Arenas de Cantagallo y Arenas C, que presentan un espesor variable entre 1000 y
2000 ft (300-600 m) (Ocampo-Barbosa, 2007). Junto con la Formación Esmeraldas constituye el
Grupo Chorro, pero para el CYC, no se identifica esta última.

1.2.1.2 Formación Mugrosa


Definida por primera vez por McGill (1928) en Morales et al. (1958), debe su nombre a la
quebrada Mugrosa, donde presenta buena exposición. La definición de Wheeler en Pilsbry &
Olsson (1935), limita a la Formacion Mugrosa como las rocas que se encuentran en el intervalo
que suprayace al horizonte de los Corros, hasta el tope del horizonte fosilífero de Mugrosa. Esta
definición fue la que siguieron Morales et al. (1958), aun cuando no podía ser seguida en todas las
partes de la cuenca.
16 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Está representada por una alternancia de cuarzoarenitas muy arcillosas, micáceas, feldespáticas,
con estratificación cruzada, la cual puede ser subdividida en tres segmentos. En el inferior se
tiene un predominio de areniscas de grano medio, sobre shales azules a grises; en un segmento
intermedio se tiene, en contraste, un predominio de shales masivos sobre areniscas de grano
fino; en el segmento superior se tiene de nuevo mayor abundancia de areniscas sobre shales
moteados (De Porta, 1974). El Horizonte Fosilífero de Mugrosa es descrito como una capa de
shale, que varía en color de verde oliva a negro, en el que se preservan abundantes fósiles, con
restos de moluscos de agua dulce, reptiles, peces y mamíferos ( Wheeler en Pilsbry & Olsson,
1935; Morales et al., 1958). A partir de determinaciones realizadas con base en paleontología de
Pilsbry & Olsson (1935) se tiene una edad de Oligoceno aunque para De Porta (1974), esta
determinación no es clara, pudiendo ser Eoceno superior.

Wheeler en Pilsbry & Olsson (1935) da cuenta de las variaciones faciales y de granulometría de la
unidad tomando como referencia el campo La Cira-Infantas, donde tiene un espesor de 1200 ft
(360 m) que pasa a ser de hasta 4500 ft (1370 m) a 24 km hacia el este. En el CYC se han
diferenciado tres miembros operacionales: el basal, intermedio y el horizonte fosilífero de
Mugrosa; entre estos las llamadas arenas B3 del miembro basal, constituyen el tercer objetivo del
campo, y se componen de areniscas de grano grueso, depositadas en un ambiente de canales
fluviales, con espesor variable, que alcanzan los 1900 ft (580 m) (ECOPETROL S.A, 2015 en Julio-
Murcia y Rocha-Sánchez, 2016).

1.2.1.3 Formación Colorado


Según Morales et al. (1958) este nombre fue utilizado primero por McGill en 1929 y lleva su
nombre por el río Colorado, en donde se tiene una excelente exposición y donde tiene su sección
tipo. Al igual que la Formación Mugrosa, esta unidad presenta una intercalación de shales y
areniscas, pero se diferencia por el hecho de que estos últimos contienen mayores proporciones
de hierro que le otorgan tonos más rojizos, y las areniscas tienen un tamaño de grano mayor
(Wheeler en Pilsbry & Olsson, 1935). La parte superior de la formación consta de unos 100 m de
arcillas de color gris y negro, carbonáceas, con areniscas de grano medio y poco potentes,
denominado horizonte fosilífero de La Cira o La Cira Shale (De Porta, 1974).
17 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Su contacto inferior con la Formación Mugrosa es concordante y está marcado por la parte
superior del Horizonte fosilífero de Mugrosa. Cuando este último no se encuentra presente, el
límite queda determinado por la aparición de arcillas rojizas, que contrastan con las arcillas más
oscuras de la Formación Mugrosa (De Porta, 1974). Su contacto superior con el Grupo Real es
discordante. El espesor de la unidad es de 1250 m en la sección tipo y puede alcanzar los 2500 m
cerca del piedemonte de la cordillera oriental (Morales et al.,1958).

El ambiente de sedimentación definido es de tipo fluvial meándrico, donde las facies gruesas
fueron depositadas en regímenes de flujo alto (canales), migrando transicionalmente a facies
finas de un régimen de flujo bajo, (depósitos de lagos y llanuras de inundación) y culminando con
un evento de máxima inundación: La Cira Shale (Gómez et al., 2005). Aunque esta unidad es
reservorio en el campo la Cira-Infantas, en el CYC, carece de interés para la explotación de
hidrocarburos. La edad de la formación puede ser Oligoceno tardío- Mioceno temprano, hacia el
tope (De Porta, 1974).

1.2.1.4 Grupo Real


Descrita por primera vez por Wheeler en Pilsbry & Olsson (1935), lleva su nombre por una
estación de triangulación denominada Bandera Real, al norte del río Opón, donde tiene su
sección tipo. Allí Wheeler identificó 5 formaciones, que de base a techo son:

Lluvia, compuesta por 500 m de una intercalación de areniscas conglomeráticas, conglomerados y


lodolitas grises y azules, donde son comunes los fragmentos de carbón.

Chontorales shale, constituida por 1280 m de una sucesión en la que predominan lodolitas grises
y rojas intercaladas con capas delgadas de areniscas blancas con estratificación cruzada;

Hiel compuesta por 1066 m de areniscas conglomeráticas, similares a las de la formación Lluvia,
pero con menor proporción de fragmentos de carbón y donde son comunes los de xilópalos;

Enrejado shale, un intervalo de 500 m, compuesto de arcillolitas grises, rojas, púrpura y café,
intercaladas con algunas capas delgadas de areniscas friables.
18 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Bagre, formación sin un espesor reportado, compuesta de areniscas azules a azules grisáceas, con
estratificación cruzada que pueden llegar a ser conglomeráticas.

Algunos kilómetros más hacia el norte, en el campo La Cira-Infantas, este mismo autor, hace
referencia a 3 formaciones: Peligrosa y Viscaína, intervalos en los que se tiene un predominio de
arcillas y que sumadas tienen 426 m y Nutria, compuesta por 100 m de arcillolitas verdes a cafés y
areniscas limosas, con altos contenidos de hornblenda y magnetita. Si bien Wheeler no aclara el
carácter que diferencia a estas unidades, Anderson (1945) hace referencia a Peligrosa shale y
Viscaina sandstone.

Finalmente, Wheeler en Pilsbry & Olsson (1935), en el área de los rios Sogamoso y Oponcito,
describe la sucesión como 397 m (1300 ft) de arcillas que descansan sobre el horizonte de la Cira;
seguido de 300 m (1000 ft) de areniscas con estratificación cruzada y lentes de conglomerado,
intercaladas con arcillas varicoloreadas; arriba estratigráficamente se tienen 760 m (2500 ft) de
arcillas verdes y grises moteadas, intercaladas con areniscas verdes y cafés de grano fino a medio,
que usualmente tienen hornblenda y magnetita, y ocasionalmente fragmentos de lignito; le
siguen 1310 m (4300 ft) de arcillolitas grises, amarillas, cafés y rojas, intercaladas con una menor
proporción de areniscas blancas, grises o verdes que pueden llegar a se conglomeráticas ; hacia el
tope del intervalo descrito, que no tiene espesor, se tienen varios cientos de pies de areniscas de
grano grueso, ocasionalmente conglomeráticas, con abundante magnetita y hornblenda,
intercaladas con arcillolitas.

La unidad presenta una importante variación en su espesor, que aumenta hacia el piedemonte de
la cordillera oriental y que Wheeler (en Pilsbry & Olsson, 1935) ya reconocía, junto con un
aumento en el tamaño de grano hacia esta área, como un indicador del activo levantamiento de
esta cordillera para el Mioceno. Así pues, Wheeler, reportó unos espesores aparentes de 3870 m
(12700 ft) en el rio Opón, 2740 m (9000 ft) entre los rios Sogamoso y Oponcito (Wheeler en
Pilsbry & Olsson, 1935). Por otra parte, en los pozos Aullador-2 y Playón-1, la unidad tiene un
espesor aparente reportado de 2280 m (7500 ft) , mientras que en el pozo Cantagallo-14 puede
tener aproximadamente 424 m (1392 ft). Tras realizar una discusion de las diversas dataciones
con base en paleontología y correlaciones con el Grupo Honda, De Porta (1974), le da a la unidad
una edad Mioceno medio, no excluyendo el Mioceno superior.
19 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

En el Sinclinal de Nuevo Mundo, Caballero (2013), levantó columnas estratigráficas y realizó un


análisis facial, de lo que considera Formación Real inferior, concluyendo que su contacto inferior
con la Formación Colorado, es discordante erosivo y que presenta facies proximales de canales
distributarios y trenzados de abanico medio hacia el E - NE de la estructura y facies distales de
ríos trenzados hacia el W. De Porta (1974), comenta que a pesar de que Wheeler, tomó ventaja
de la variación facial de la unidad para realizar su división en la sección del Rio Opón, la
correlación de estas unidades es incierta, por lo que han sido abandonadas. Si se tiene en cuenta
que Wheeler no realizó una correlación entre las diferentes unidades que definió con las demás
secciones presentadas, que por su naturaleza el Real tiene una importante variación facial y de
espesores a lo largo de la cuenca, y que no es sencillo realizar dataciones, el autor considera que
no es adecuado seguir la nomenclatura de Wheeler, al menos para el área del presente estudio.

En el CYC, y sus inmediaciones, el Grupo Real tiene un espesor promedio de 753 m (2470 ft). De la
Falla de Cantagallo hacia el E se presenta un aumento en el espesor de la unidad alcanzando en el
pozo Cocuyo-1, 1082 m (3551 ft), tomando el espesor de los depósitos cuaternarios como de 72
m (235 ft). Este aumento de espesor hacia el este se presenta en la Figura 1-3. En la Figura 1-2, se
presenta la litología y los topes de las unidades descritas (a partir de Colorado) en el registro
gráfico compuesto del pozo Cantagallo-5, así como la respuesta de los registros eléctricos del
pozo. Este pozo fue perforado en 1945, por lo que el conjunto de registros de pozo típicos que se
corría en la época consistía del SP y de los resistivos (normales y lateral). Hacia el tope del grupo,
en un primer segmento (200-650 ft/ 61-200 m), se presentan conglomerados de gravas y cantos y
areniscas con
20 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 1-2. Litología y registros eléctricos de pozo (normal corto y potencial espontáneo o SP)
para depósitos cuarternarios y rocas del Grupo Real para el pozo Cantagallo-5.
21 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

una matriz arcillosa, que hacia la base gradan a areniscas de grano grueso a conglomeráticas, con
cuarzo, jaspe oscuro (líticos ?) y algo de micas y de pirita.. En un segundo segmento (650-1200 ft/
200- 366 m) se tienen capas muy gruesas de arcillolitas varicoloreadas, en ocasiones arenosas,
intercaladas con capas muy gruesas de areniscas de grano grueso a medio, algunas de ellas
oscuras con láminas de arenisca calcárea. En un tercer segmento ( 1200-2269 ft / 366- 698 m) se
tiene un aumento de la fracción de areniscas, que se caracterizan por ser de grano fino a medio
hacia el tope y medias y gruesas hacia la base y que se intercalan con arcillas y arcillas arenosas.
En algunas de las capas arcillosas, para este segmento del pozo, se reportan venillas de carbonato
y nódulos de siderita. El contacto con la Formación Colorado, al igual que en otras partes de la
cuenca se caracteriza por la aparición de shales y areniscas fosilíferas. En relación con los
registros eléctricos de pozo, para la sucesión sedimentaria descrita anteriormente, se tiene un
aumento gradual de las deflexiones del registro SP, que hasta los 427 m (1400 ft) no superan los -
30 mV, pero que progresivamente aumentan hasta alcanzar valores cercanos a los -80 mV, lo que
indica un aumento gradual en la salinidad de los fluidos almacenados, de otro lado la resistividad
de los materiales comúnmente no supera los 20 Ω·m

Respecto a las propiedades del agua subterránea contenida por la unidad, Morales et al. (1958)
refieren que generalmnete existe correlación entre un cambio abrupto entre agua salada y dulce
y la base del Grupo Real, pero que esto no ocurre ni el campo Casabe ni en Cantagallo. No
obstante, los autores no hacen mención a cómo diferenciaban agua dulce de salada. Para el
VMM, la única aproximación disponible en cuanto a salinidades de agua en unidades a
profundidades mayores a 300 m, que se tiene publicada, viene del campo Velásquez (Sarmiento,
2003). Aunque, a aproximadamente 200 km al sur del área de estudio dentro del VMM, en Puerto
Boyacá, para la Formación Diamante (0-1800 ft / 0-550 m), equivalente al denominado grupo
mesa, se reportan salinidades de 100 mg/L, para la Formación Zorro (1800-4800 ft / 500-1460 m),
equivalente al Grupo Real agua dulce, sin especificar concentración, y cuyo límite coincidiría con
el de la formación, y para la Formación Tuné (4800-6600 ft / 1460-2010 m), equivalente a las
formaciones Colorado y Mugrosa, se tendría el contacto entre agua denominada salobre con 400
a 1150 mg/L y salada de 38000 mg/L.
22 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

1.2.1.5 Depósitos cuaternarios


Cubren la superficie del valle del Magdalena y por ende del área de estudio, al igual que en
muchas zonas de nuestro país, es muy poco lo reportado acerca de ellos. Wheeler en Pilsbry &
Olsson (1935) comenta que los depósitos de gravas y cantos asociados a las quebradas y
afluentes del Magdalena, constituyen actualmente los márgenes de los mismos, formando
terrazas de hasta 60 m (200 ft) de altura, por lo que tendrían un espesor mayor al anterior valor,
considerando la sección que se encuentra por debajo de los cauces. El mismo autor hace la
observación de que los depósitos presentan una matriz arenosa y limosa roja.

Diversas compañías petroleras como la Socony Vacum, la Shell y la Intercol, identificaban estos
depósitos como la Formación Magdalena. Según De Porta (1974) es un término utilizado por los
geólogos de la Tropical Oil Company, para las terrazas que se encuentran junto a Puerto Berrio,
que fue cayendo en desuso. Para los años 50 seguía siendo utilizado por los geólogos de la Shell
en el área de Casabe-Cantagallo (Morales et al. 1958) y en la actualidad, sigue apareciendo en
documentos entregados a las autoridades ambientales (ECOPETROL S.A, 2008; Gómez Ramírez
et al., 2006; SGI LTDA, 2010a, 2010b).

La revisión de los registros gráficos compuestos, descripciones de ripios, registros de pozo e


informes finales de perforación de al menos 10 pozos de hidrocarburos, permitieron caracterizar
mejor los cuaternarios en el área de estudio y corroborar lo que Wheeler proponía. Como
resultado se observó que el cuaternario se compone de arenas y gravas mal seleccionadas,
similares a las del actual río Magdalena, de color gris oscuro, y hacia la base un paquete de cantos
mezclados con arena, grava y madera carbonizada. Estos materiales tienden a derrumbes en el
hueco y el contacto puede marcarse por un cambio a areniscas diferentes (EPIS, 2019). Los
geólogos de la Socony utilizaban una marcada disminución en la respuesta de los registros
resistivos normales y el registro SP, en conjunto con la descripción geológica, para marcar la base
de esta unidad (Figura 1-2). Aunque la información registrada por los pozos perforados durante
los primeros años de la Concesión Cantagallo, son muy útiles, no se dispone de dataciones para
determinar con mayor certeza el límite de los depósitos cuaternarios.

.
23 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

1.2.2 Geología estructural


El dominio estructural noroeste de la cuenca del VMM (Córdoba et al, 2001 en Sarmiento, 2003),
se localiza al norte del campo La Cira-Infantas, abarcando el margen occidental de la cuenca hacia
la Serranía de San Lucas, incluyendo el CYC. El mencionado dominio se caracteriza por una
erosión parcial de las rocas cretácicas hacia el occidente y por estructuras monoclinales que
buzan hacia el este, y que son afectadas por fallas transtensionales oblicuas con rumbo NNE
(Sarmiento, 2003). Las fallas son normales con componente dextral, buzan hacia el ESE; afectan a
las rocas que constituyen la Serranía de San Lucas, así como las sedimentitas cretácicas, en menor
medida a las cenozoicas y se han constituido en trampas para hidrocarburos en sus bloques
colgantes (Sarmiento, 2003). Este último hecho se visualiza con las siluetas de los campos
presentados en la Figura 1-1, que siguen una misma tendencia por ejemplo Casabe, Llanito y
Peñas Blancas.

En el CYC, la Falla de Cantagallo es el rasgo estructural más relevante (Figura 1-3) y constituye el
límite del campo, no siendo de interés la zona localizada hacia el occidente de la misma. Esta falla
tiene un rumbo aproximado N33ºE, y es considerada de tipo normal con buzamiento casi vertical
(Gómez Ramírez et al., 2006), aunque según la interpretación de Gómez (2001) en Sarmiento
(2003), la vergencia de la falla interpretada correspondería a una falla inversa. Ambas
intepretaciones son a todas luces contradictorias, debido a que el método sísmico sobre el cual se
basan presenta problemas debajo del río Magdalena, por lo que las inferencias realizadas en gran
parte siguen modelos conceptuales. El desplazamiento vertical de la falla alcanza los 7000 ft
(2130 m) y es explicado por Gómez Ramírez et al. (2006), en parte por el desplazamiento rumbo
que se propone basado en los fallamientos asociados a la estructura y a la ausencia de unidades
cretácicas y algunas cenozoicas al oeste de la misma. Se tiene además un sistema de fallas que se
desprenden de la Falla de Cantagallo, hacia la parte sur del campo, denominado Caño Patico, con
rumbo SW-E-NE, de tipo normal, con desplazamientos en la vertical de 200 ft (60 m) y de edad
estimada de actividad Mioceno medio a tardío, llegando a afectar las rocas de la Formación
Mugrosa (ECOPETROL S.A, 2015 en Julio-Murcia y Rocha-Sánchez, 2016)
24 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 1-3. A) Localización del CYC en un corte estructural sentido W-E, a lo largo del VMM. B) Sección
sísmica en la que se resalta la Falla de Cantagallo y su efecto sobre la magnitud del buzamiento en la
sucesión sedimentaria. Para la localización de los cortes remitirse a la Figura 1-1. Modificada de Gómez
(2001) en Sarmiento (2003).

. Finalmente, se tiene una serie de fallas transversales de tipo normal, que han dividido las
unidades reservorio en 5 bloques tal como se presenta en la Figura 1-4. El análisis histórico de
datos de presiones en el CYC, para los diferentes bloques, ha determinado que los mecanismos
de producción de petróleo, en el Bloque IV se debe a empuje del acuífero, dado que se ha
mantenido la presión a lo largo del tiempo, de la misma manera que en parte del Bloque V, donde
al parecer, la falla que lo separa del Bloque III, se constituye en un camino preferencial para el
paso de agua
25 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 1-4. Mapa estructural al tope de las Arenas de Cantagallo, en el que se


presentan los bloques que han sido identificados y en rojo las fallas transversales
que los separan. Se visualiza la Falla de Cantagallo (en azul), hacia el límite
occidental del campo. Tomado y modificado de Gómez Ramírez et al., (2006).

.
26 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

2 Marco teórico

2.1 Conceptos básicos

2.1.1 El ambiente de la perforación


Durante el proceso de perforación de un pozo de diámetro dh, se da un diferencial de presión
entre la formación y la columna de lodo, produciendo que éste se filtre a través de las rocas,
formando el llamado “mudcake”. Mientras el lodo se abre paso entre la formación, desplaza los
fluidos que están en ésta, dando lugar a la zona lavada o “flushed zone”, que limita el diámetro
de invasión del lodo di. A medida que aumenta la distancia entre la pared del hueco, y en la
formación disminuye la cantidad de lodo que desplaza fluidos, se da lugar a la llamada zona

Figura 2-1. Descripción de las zonas producidas en el proceso de invasión del lodo de perforación a
las formaciones atravesadas. Modificado de Schlumberger (2009)

invadida o “invaded zone”, que representa la transición a la formación no perturbada. Esta


zonación se esquematiza en la Figura 2-1, así como la resistividad de cada uno de de los
elementos que intervienen dentro de esta. Así pues, siguiendo la Figura 2-1, el lodo tiene una
27 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

resistividad 𝑅𝑚 , el mudcake una 𝑅𝑚𝑐 , el filtrado de lodo una 𝑅𝑚𝑓 , la zona invadida una 𝑅𝑥𝑜 , la
zona de transición una 𝑅𝑖 , el agua una resistividad 𝑅𝑤 y la formación virgen una 𝑅𝑡 . Las
mediciones de 𝑅𝑚 y de 𝑅𝑚𝑓 , son tomadas en campo y sus valores se consignan en los
encabezados de los registros de pozo junto a la temperatura a la que fueron realizadas. En caso
de no contar con un valor para 𝑅𝑚𝑓 , es posible realizar una aproximación basada en relaciones
experimentales a partir del valor de 𝑅𝑚 a 75ºF. La expresión encontrada por Overton & Lipson
(1958) en Schlumberger (2009) es una de ellas y se presenta en la siguiente ecuación

𝑅𝑚𝑓 = 𝐾𝑚 (𝑅𝑚 )1.07, (1)

donde el factor 𝐾𝑚 depende de la densidad del lodo, también llamada peso, y se encuentra
tabulada en cartas de compañías como las de Schlumberger (2009).

2.1.2 El factor de formación


En los años 40 a partir de los experimentos llevados a cabo por Archie (1942) en núcleos de
areniscas completamente saturadas de salmueras (20000-10000 mg/L NaCl), se encontró la
siguiente relación:

𝑅0 = 𝐹 𝑥 𝑅𝑤 , (2)

en la que 𝑅0 se trata de la resistividad de una arenisca completamente saturada de salmuera , 𝑅𝑤


la resistividad del agua y 𝐹, el denominado factor de formación. A partir de trabajos
experimentales también pudo determinar que el factor 𝐹 estaba relacionado con la porosidad, y
tras la investigación de Winsauer et al. (1952) en (Collier, 1993), también con algunas constantes
así

𝑎
𝐹= , (3)
𝜙𝑚
28 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

donde 𝑎 depende de la tortuosidad y 𝑚 de la cementación de la roca. Ambas constantes se


determinan de forma experimental en núcleos (Schlumberger, 1989). Para arenas con baja
compactación ( 3 ) puede convertirse en la fórmula de Humble, así

0.62
𝐹= (4)
𝜙 2.15

De otra parte, Archie (1942) también encontró que la saturación de agua 𝑆𝑤 en los núcleos
estudiados también tenía relación con el factor de formación y con 𝑅𝑡 así

𝑅𝑤
𝑆𝑤𝑛 = 𝐹 , (5)
𝑅𝑡

donde n corresponde al exponente de saturación, que en la interpretación de registros de pozo


corresponde normalmente a 2, aún cuando puede variar en determinaciones experimentales
(Schlumberger, 1989).

2.2 Registros de pozo relevantes

En esta sección se presenta una breve reseña sobre los registros de pozo de mayor interés para el
desarrollo de los objetivos de este trabajo, el principio físico en que se basan y los usos que
pueden tener. Diversas publicaciones tratan estas temáticas, por lo que se remite a los lectores a
algunas de ellas para ahondar más sobre el tema, entre ellas Asquith & Gibson, (1982); Ellis &
Singer (2008); Schlumberger (1989) y Serra & Serra (2004). Respecto al registro de potencial
espontáneo o SP, se trató de ser lo más exhaustivo posible dándole al lector un panorama amplio
y las referencias para que pueda remitirse ellas en temas específicos.

2.2.1 Potencial espontáneo (SP)

Es uno de los primeros registros de pozo que fueron tomados y con el que cuentan todos los
pozos en el área de estudio. Registra la diferencia de potencial eléctrico, en milivoltios (mV),
entre un electrodo fijo en superficie y otro que se encuentra en la sonda, y que avanza a través de
la perforación (Figura 2-2). Como resultado para este registro, se obtiene una respuesta en forma
aproximada, de una línea recta al frente de intervalos de shale, denominada línea base del shale,
29 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

que puede desviarse tanto a la izquierda como a la derecha en intervalos permeables. El origen
de las deflexiones en el registro de SP se debe a dos componentes a saber: el electroquímico y el
electrocinético. El primero se debe a la conjunción entre el efecto membrana, en el que las capas
de shale permiten el paso selectivo de cationes, produciendo un potencial al interior de ellas y el
de potencial de unión liquida, que se presenta en la interfaz entre el filtrado de lodo y el agua de
formación, y que normalmente corresponde tan solo a un quinto del efecto membrana
(Schlumberger, 1989; Wyllie, 1949). En general, el efecto electroquímico depende de la
actividades del agua de formación y del filtrado de lodo y de la temperatura. De otra parte, el
efecto electrocinético se debe al flujo del filtrado de lodo a través del mudcake, que dado su
carácter impermeable, es mínimo, y del paso de filtrado a través de las capas de shale. Ambas
contribuciones tienen un sentido opuesto y en general, una magnitud similar, que produce que
este efecto sea considerado despreciable. Casos excepcionales pueden ocurrir en casos en los
que se tenga un alto diferencial de presiones o en formaciones con baja permeabilidad
(Schlumberger, 1989).
30 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 2-2. Respuesta del registro de SP frente a un intervalo permeable, junto con término de interés
como SP estático (SSP) y las interacciones que explican el fenómeno medido. Tomado de Ellis & Singer
(2008)

Teniendo en cuenta que el efecto electroquímico es el que mayor contribución tiene en el


comportamiento observado del registro SP, y que se debe a un gradiente de concentraciones en
el que intervienen potenciales de difusión, Wyllie (1949) cuantificó su efecto mediante la
realización de experimentos que emularan la realidad. Este autor encontró que el aporte del
componente electroquímico sigue la ecuación ( 6 ) con igual forma a la ecuación de Nernst

𝑎𝑤
𝑆𝑃 = −𝐾 log ( ) , (6)
𝑎𝑚𝑓

donde 𝑎𝑤 y 𝑎𝑚𝑓 corresponden a las actividades de las soluciones separadas por la capa
impermeable, en este caso el agua de formación y el filtrado de lodo, respectivamente. Al
tratarse de soluciones, es necesario utilizar la actividad de los electrolitos en cada una de ellas en
vez de sus concentraciones. Bajo las condiciones encontradas para las formaciones objetivo de la
industria de los hidrocarburos, que contienen soluciones con altos contenidos de NaCl, se puede
31 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

seguir el supuesto de que las actividades son inversamente proporcionales a las resistividades de
las soluciones por lo que ( 6 ) puede expresarse como

𝑅𝑤
𝑆𝑃 = −𝐾 log ( ), (7)
𝑅𝑚𝑓

donde SP, se refiere a la medición obtenida del registro, 𝑅𝑚𝑓 la resistividad del filtrado de lodo, y
𝑅𝑤 , la resistividad del agua. Por otra parte, la constante 𝐾, que se encuentra en ( 6 ) y ( 7 )
corresponde a la suma algebraica de las constantes asociadas a los potenciales del efecto
membrana y de unión liquida, que de forma general se expresa como

𝑅𝑇 𝐼𝑐 𝑁𝑐 − 𝐼𝑎 𝑁𝑎
𝐾 = 2.303 (1 + ) , (8)
𝐹 𝐼𝑐 𝑍𝑐 𝑁𝑐 + 𝐼𝑎 𝑍𝑎 𝑁𝑎

donde 𝑅 es la constante universal de los gases, 𝐹 la constante de Faraday, 𝑇 la temperatura en


grados Kelvin, 𝐼 la movilidad de los iones, 𝑍 la valencia de los iones, 𝑁𝑐 el número de cationes y
𝑁𝑎 el número de aniones. Para una solución particular en la que solo existen las especies
monovalente Cl- y Na+ , los valores de 𝑁𝑐 , 𝑁𝑎 y 𝑍 son iguales a uno, por lo que en ( 8 ) el valor de
𝑍 , solo depende de la movilidad de los iones sodio y cloro. Tras realizar los cálculos
correspondientes reemplazando las movilidades, se obtiene :

𝐾 = 60 + 0.133 𝑇𝐹 , (9)

de manera que 𝐾 depende únicamente de la temperatura de la formación 𝑇𝐹 . Para más detalles


sobre la deducción de ( 6 ) y ( 8 ) se remite al lector a Wyllie (1949) y a Gondouin, Tixier, &
Simmard (1956).

A partir de ( 7 ), se desprende que el cociente entre las resistividades del agua y del filtrado de
lodo determinan el sentido de la deflexión en el SP, como se presenta en la Figura 2-3A. Si la
salinidad del agua de formación es mayor que la del filtrado de lodo, el cociente es mayor a cero y
tras las operaciones, el registro se curvará hacia la izquierda; en caso contrario, el cociente es
menor a cero por lo que la curvatura será hacia la derecha. Es importante resaltar que si el
32 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

contraste entre las resistividades del filtrado de lodo y la formación es pequeño, el cociente será
cercano a 1, por lo que el logaritmo tenderá a cero, lo que implica que las curvaturas serán
pequeñas y por ende sin utilidad (Schlumberger, 1989).

Idealmente, el máximo valor que puede medirse, a partir de la línea base del shale, en una capa
se denomina el SP estático o “static SP” SSP. Sin embargo, en muchos casos se mide un valor que
es afectado por ciertos factores, dando lugar al pseudo SP o PSP, donde SSP > PSP . La Figura 2-2
ilustra esta relación. Doll (1948) encontró que la amplitud del SP se ve afectada por (a) el espesor
de la capa, (b) por el cociente entre las resistividades de la capa estudiada y del filtrado de lodo,
(c) por el diámetro de invasión, (d) por diámetro del hueco y (e) por el contenido de arcillas. Para
arenas limpias (sin arcilla), que presentan un espesor mayor a dos veces el diámetro del hueco,
no se observan prácticamente diferencias entre el PSP y el SSP (Doll, 1948), tal como se ilustra en
el ejemplo de la Figura 2-3B; por el contrario, mientras disminuye el espesor de la capa se
encuentra una disminución en la amplitud del registro. Doll (1948) también notó que para 𝑅𝑡 >
𝑅𝑚 los picos del registro se hacían menos claros conforme disminuye 𝑅𝑚 . El diámetro del hueco
tiene el mismo efecto que un aumento en el cociente de 𝑅𝑡 / 𝑅𝑚 . Por otra parte, una mayor
invasión del lodo tiene como efecto una disminución en la amplitud del registro. Finalmente, el
contenido de arcillas dentro de las capas permeables disminuye la amplitud de manera
proporcional a su contenido, siendo esta la razón por la que el registro puede ser usado como
indicador del volumen de arcilla. En el caso de tener una capa permeable con hidrocarburos, la
respuesta del registro se ve disminuida (Doll, 1948), ver Figura 2-3B.

El SP puede ser utilizado cuantitativamente (ver sección 2.3.1) y por tanto es preciso aplicarle a
los valores del registro correcciones, con el fin de obtener un valor más cercano al SSP. En la
Figura 2-4, se presenta una de las opciones para efectuar este procedimiento, al realizar la
corrección por espesor de capa, teniendo en cuenta, además, el cociente entre la resistividad del
lodo, 𝑅𝑚 , y la resistividad de la zona invadida, 𝑅𝑖 , que puede obtenerse, por ejemplo, del normal
33 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

corto. Siguiendo este

Figura 2-3. A) Significado físico de los cambios en la polaridad del registro SP. B)
Comportamientos esperados en el registro SP ante condiciones que modifican su respuesta.
34 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

procedimiento se toma el valor correspondiente al espesor de la capa, en las ordenadas, hasta


que cruce alguna de las curvas que indican las razones entre 𝑅𝑖 y 𝑅𝑚 , la abscisa de este punto
corresponde al factor por el que se debe mutiplicar el PSP y obtener así el valor de SSP. Una
aproximación a esta familia de curvas se puede obtener mediante la siguiente expresión:

𝑅 1
( )
4 𝑥 ((𝑅 𝑖 ) + 2) 3.65 − 1.5
𝑚
𝑆𝑃𝐶𝐹 = 1 + 0.95 (10 )
( )
𝑅 6.05
( 𝑖 ) + 11
𝑅 − 0.1
ℎ− 𝑚
0.65

Figura 2-4. Cuadro para la corrección del SP por espesor de capa. Tomado de (Asquith
y Krygowski, 2004).

donde ℎ corresponde al espesor de la capa de interés y 𝑅𝑚 se encuentra a temperatura de


formación. Existen otra serie de correcciones en las que intervienen más factores como por
ejemplo 𝑑ℎ , 𝑅𝑡 , 𝑅𝑥𝑜 , 𝑅𝑚 y 𝑑𝑖 . Una de las familias de curvas más completas para la corrección
35 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

del SP, se encuentran dentro de del cuadro SP-4 y corresponden a las deducidas por Segesman
(1962) en (Schlumberger, 2009). Otra posibilidad se encuentra en el cuadro de corrección
desarrollado por Worthington y Meldau, en el cuadro SP-1a de Halliburton Energy Services
(1994).

En la industria de los hidrocarburos este registro es utilizado para la delimitación de unidades


permeables, para realizar correlación y para obtener cálculos de propiedades como la resistividad
del agua de formación y el volumen de arcilla (Asquith y Gibson, 1982).

2.2.2 Registros resistivos

Junto con el SP se constituyen en uno de los registros más comunes corridos dentro del área de
estudio. Utiliza como principio la medición de la resistividad de los materiales, es decir capacidad
de impedir el paso de corriente que estos tienen. Las unidades utilizadas son los Ω·m2/m,
también denominadas Ω·m. Las herramientas corridas para la toma de estos registros se
componen de unos electrodos emisores de corriente y de otros electrodos receptores, que miden
la respuesta de la formación. De acuerdo al número y al espaciamiento de los electrodos, es
posible medir tanto la resistividad verdadera o de la formación virgen (Rt) como la de la zona
lavada (Rxo). La variación del espaciamiento determina la profundidad de investigación, y como
regla general, se tiene que a mayor distancia entre los electrodos, mayor la profundidad de
investigación, obteniendo un valor más cercano a Rt , todo esto a expensas de la resolución
vertical (Serra y Serra, 2004). Así pues, se tienen herramientas de largo espaciamiento y de corto
espaciamiento.

En principio la resistividad eléctrica registrada depende de la resistividad del agua de formación,


de la cantidad de agua presente y de la geometría de la estructura de los poros (Schlumberger,
1989). Los registros resistivos se utilizaron junto con el SP en la determinación de intervalos
permeables y en la identificación de posibles zonas con hidrocarburos. Para la mayor parte de los
pozos evaluados se corrieron registros eléctricos convencionales, que consistían de un SP, un
36 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

normal corto (40.64 cm o 16”), un normal largo (162 cm o 64”) y un lateral (5.7 m o 18`8”), que
pasarán a ser descritos.

2.2.2.1 El lateral

Fue el primer registro corrido por los hermanos Schlumberger en 1927 (Hilchie, 2003). Su
configuración se presenta en la Figura 2-5A. La corriente fluye del electrodo A, desde el que se
generan las superficies equipotenciales, hasta el electrodo B; por otra parte se registra la caída de
potencial en los electrodos M y N, donde se encuentra el material que está siendo evaluado. El
electrodo B está en

Figura 2-5. Diseño de las herramientas de los registros resistivos lateral (A) y normal (B) junto con las
consideraciones geométricas para el cálculo de la resistividad. Tomada Hilchie (2003)
37 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

superficie o muy lejos de A y el punto de referencia que se registra, se encuentra en la mitad


entre M y N. La configuración de la herramienta que tomaba el registro, suponía que el material
era isótropo y que las equipotenciales eran esféricas, para obtener así, una expresión para la
resistividad tras haber integrado el voltaje entre los electrodos M y N. El registro lateral era
utilizado para obtener el valor de Rt , si el espesor de la capa es considerable y si se consideraban
algunas reglas para considerar su asimetría (Hilchie, 2003).

2.2.2.2 Registros normales

Surgieron en 1931 como respuesta a algunos problemas de simetría encontrados en la respuesta


del lateral, es decir que no es posible delimitar los límites de las capas con este último. Entre
1932 y 1938 se consideraron los principales registros resistivos (Hilchie, 2003). Los registros
normales son una variación del registro lateral y su diseño se presenta en la Figura 2-5B, donde el
electrodo de potencial N se ubica a una distancia del electrodo A, por lo que puede ser
considerada infinita, modificando así la expresión resultante en la parte inferior de la imagen. El
espaciamiento comúnmente utilizado para este tipo de registros es de 40.64 cm (16”) para el
llamado normal corto y 162 cm (64”) para el normal largo. En general, se considera que la
profundidad de investigación del registro es 2AM, intervalo en el que se da una disminución en el
potencial medido en N del 100% al 50%, donde el normal corto registra valores de la zona
invadida, mientras que el largo lo hace de zonas más profundas (Hilchie, 2003). No obstante, este
mismo autor no recomienda el uso de los normales para obtener el valor de R t, debido a que el
normal largo está más influenciado por la zona invadida de lo que la profundidad de investigación
indica.Los registros normales y lateral, pueden ser corregidos primero por espesor de capa por
invasión para obtener un valor de Rt. El lector se remite a Hilchie (2003) para conocer más
detalles sobre estos métodos.

2.2.2.3 Registros de inducción

A diferencia de los registros descritos anteriormente, los de inducción son enfocados, lo que
disminuye la influencia que la perforación, las formaciones circundantes y la invasión tienen
sobre ellos (Schlumberger, 1989). Su principio de funcionamiento se basa en la generación de
38 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

campos magnéticos inducidos a partir de una bobina de transmisión a la que se le inyecta


corriente y la medición de una corriente inducida en una bobina receptora, que varía de acuerdo
a las propiedades de los materiales (Bateman, 2012). Desde su introducción en los años 40, se
han realizado diversas mejoras hasta la actualidad para poder corregir los efectos producidos por
la perforación y las capas adyacentes directamente en campo (Asquith y Krygowski, 2004;
Bateman, 2012). Las herramientas de inducción de arreglo usan múltiples bobinas de transmisión
y receptoras, que finalmente generan mediciones de la resistividad de la formación a diversas
profundidades a partir de la pared de la perforación, tales como 10, 20, 30, 60 y 90 pulgadas
(Bateman, 2012).

2.2.2.4 Registros microresistivos

Comprende una serie de herramientas diseñadas para tener una profundidad de investigación
pequeña, a pocas pulgadas de la pared del hueco, para así obtener una medición de Rxo (Asquith y
Krygowski, 2004) Para lograr este fin, la herramienta dispone de unos patines sobre los que están
dispuestos los electrodos, garantizando así una adherencia de la misma a la pared del pozo
(Schlumberger, 2020) . Al igual que los demás registros resistivos pueden ser enfocados
(microlaterolog, registro de proximidad o microesférico) o no enfocados (microlog o microperfil)
(Asquith y Krygowski, 2004; Schlumberger, 2020).

El microlog se compone de tres electrodos y dado su arreglo se generan dos registros con
diferente profundidad de investigación: el micronormal (MNOR) de 2 pulgadas y el microinverso
(MINV) de una pulgada. En conjunto, estos dos registros son utilizados para delimitar capas
permeables tomando ventaja de que Rmc < Rxo y de las profundidades de investigación diferentes,
así pues, cuando MNOR > MINV, se tiene un proceso de invasión y por tanto una capa permeable,
cuando se da el caso contrario o cuando MNOR ≈ MINV, se interpreta una capa impermeable
(Schlumberger, 1989). Como limitaciones de estos registros se tiene que no son enfocados y que
se deben cumplir ciertas condiciones para que se pueda obtener con ellos un valor de Rxo, como
que la porosidad de los materiales debe ser mayor al 15%, que el espesor de mudcake no sea
mayor a 1.27 cm (0.5 pulgadas) y que la invasión sea mayor a 10 cm (4 pulgadas).
39 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

2.3 Determinación de la resistividad a partir de registros de pozo

En esta sección se describirán 3 métodos para la evaluación de esta propiedad a partir de


registros geofísicos de pozo: el método del SP, el método de resistividad porosidad y el método
de la razón de las resistividades o ratio method.

2.3.1 Método del SP

Este se constituye en uno de los primeros métodos utilizados en la industria de los hidrocarburos
para la obtención de la resistividad del agua de formación, 𝑅𝑤 , necesaria a su vez para cálculos de
la saturación de agua. El método ya se usaba regularmente para los años 50, mostrando buenos
resultados con aguas de formación con altos contenidos de NaCl al compararlos con análisis
químicos (Gondouin, Tixier, & Simmard (1956). Si se despeja de la Ecuación ( 4 ), 𝑅𝑤 ,. se obtiene

𝑅𝑚𝑓
𝑅𝑤 = 𝑆𝑆𝑃 , ( 11 )

10 𝐾

en contraste con lo anterior, para muestras con alto contenido de iones divalentes como calcio y
magnesio, no se obtenían resultados fiables. Gondouin et al. (1957) hicieron notar que estos
elementos tienen un mayor efecto sobre el SP que el sodio y encontraron que soluciones con
estos electrolitos, a partir de cálculos con el SP, aparentarían ser más saladas que lo indicado por
su resistividad. Para cuantificar la deflexión teórica del registro en estos casos, obtuvieron la
siguiente relación a 24ºC ( 75ºF)

(𝑎𝑁𝑎 + √𝑎𝐶𝑎 + 𝑎𝑀𝑔 )


𝑆𝑃 = −71 𝑙𝑜𝑔 , ( 12 )
𝑎𝑁𝑎

en donde 𝑎𝐶𝑎 , 𝑎𝑀𝑔 , 𝑎𝑁𝑎 , son las actividades del calcio, magnesio y sodio en la solución
expresadas en g-ion/L Bajo estas condiciones en las ecuaciones (1) y (4), 𝑅𝑤 y 𝑅𝑚𝑓 , dejan de ser
inversamente proporcionales a sus actividades, 𝑎𝑤 y 𝑎𝑚𝑓 , y este hecho debe ser tenido en
cuenta. De esta forma Gondouin et al.(1957), definieron la resistividad equivalente del agua 𝑅𝑤𝑒
como la resistividad de una solución pura de cloruro de sodio con la misma actividad que la
40 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

solución en cuestión. Utilizando los valores teóricos arrojados por la ecuación ( 12 ), a partir de
información de análisis químicos disponibles y los obtenidos utilizando la ecuación ( 4 ) para más
de cien parejas de datos, obtuvieron la tendencia para soluciones de agua dulce que se presentan
hacia la parte superior de la Figura 2-6, y que actualmente hace parte de los cuadros de
interpretación de registros. En esta figura se observa el comportamiento lineal de la curva
empírica, igual a la de la solución de NaCl a 24ºC (75ºF), hasta aproximadamente 0.35 Ω·m de
𝑅𝑤𝑒 , por otra parte, para valores mayores se encuentra una diferencia apreciable respecto a la
tendencia lineal.

Años más tarde, Cox & Raymer (1976), estudiaron el efecto de involucrar lodos con altos
contenidos de KCl y de KHCO3 en los cálculos de la resistividad del agua y construyeron las demás
líneas de tendencia que relacionan tanto 𝑅𝑤𝑒 con 𝑅𝑤 como 𝑅𝑚𝑓𝑒 con 𝑅𝑚𝑓 y que se presentan en
la Figura 2-6.

Además, obtuvieron relaciones para el SP, con modificaciones para 𝐾 en estas condiciones, para
soluciones en las que predomina el NaCl. Para lodos con KCl, con la temperatura expresada en
grados Fahrenheit se tiene

𝑅𝑚𝑓𝑒
𝑆𝑃 ≈ 22 − (56 + 0.12 𝑇) log ( ) ( 13)
𝑅𝑤𝑒

y para lodos con KHCO3

𝑅𝑚𝑓𝑒
𝑆𝑃 ≈ 25 − (49 + 0.11 𝑇) log ( ) ( 14)
𝑅𝑤𝑒

Aun cuando Gondouin et al. (1957) obtuvieron una relación empírica, fueron conscientes de que
aquella debería ser usada en caso de la ausencia de análisis químicos para los mismos intervalos
evaluados con el registro, recomendando realizar una curva empírica para el área de trabajo
específica. Por ejemplo, Mcconnell (1988), tomó datos de cientos de pozos de agua de EUA y
obtuvo una relación empírica, que tuviera en cuenta la composición del agua subterránea y la
composición de los lodos.
41 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 2-6. Relación entre 𝑹𝒘𝒆 y 𝑹𝒘 para diversos tipos de lodos. Tomado de Cox & Raymer (1976).

Para la aplicación del método del SP es indispensable conocer la resistividad del filtrado de lodo
(𝑅𝑚𝑓 ), el valor del SSP y la constante 𝐾. El valor del SSP, se obtiene tras haber realizado las
correcciones presentadas en la sección 2.2.1. Por su parte el valor de 𝐾, se obtiene mediante ( 8 ).
Si bien el proceso de cálculo de 𝑅𝑤𝑒 y posteriormente 𝑅𝑤 se puede realizar a partir de cuadros
publicados por empresas prestadoras de servicios, éste flujo de trabajo puede ser programado,
tal como lo proponen Bateman & Konen (1979), quienes además, aproximaron numéricamente la
curva empírica obtenida por Gondouin et al. (1957) y que aparece en la Figura 2-7.

El método del SP es relativamente sencillo, ha sido ampliamente utilizado en la evaluación de la


resistividad del agua de formación y tiene como ventaja el hecho de que no se relaciona con la
porosidad. No obstante lo anterior, se basa en algunos supuestos, que son
42 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 2-7 Algoritmo para el cálculo de 𝑹𝒘 , Tomado de Bateman & Konen (1979).
43 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

2.3.2 Método de resistividad- porosidad

Se basa en la denominada ley de Archie y la obtención de 𝑅𝑤 puede realizarse utilizando el


término de resistividad aparente o 𝑅𝑤𝑎 y métodos gráficos, entre los que se encuentra el
denominado diagrama de Pickett. A continuación se explicarán las dos opciones.

En la industria de los hidrocarburos se utiliza la expresión ( 2 ) para generar un registro


denominado 𝑅𝑤𝑎 , o resistividad aparente

𝑅𝑡 𝜙𝑚 ( 15 )
𝑅𝑤𝑎 = = 𝑅𝑡
𝐹 𝑎

Para la condición en la que se tienen intervalos limpios, completamente saturados de agua, 𝑅𝑡 =


𝑅𝑜 . Si se analiza la curva de 𝑅𝑤𝑎 a lo largo de un intervalo, los menores valores serán los que
satisfacen dicha condición, por lo que 𝑅𝑤𝑎 será igual a 𝑅𝑤 .

Una forma alternativa consiste en encontrar una solución a la ecuación de Archie de forma
gráfica. Si se toman logaritmos a ambos lados de la ecuación ( 5 ), se simplifica y se reexpresa, se
obtiene

log(𝑅𝑡 ) = −𝑚 𝑙𝑜𝑔(𝜙) + log(𝑎𝑅𝑤 ) − 𝑛 log(𝑆𝑤 ) ( 16 )

Nótese que cuando se tiene un intervalo completamente saturado de agua el último término de
(16)( 17 ) se convierte en cero, por lo que al graficar 𝑅𝑡 vs. 𝜙 en ejes logarítmicos, los puntos se
dispondrán cercanos a una línea con pendiente m e intercepto 𝑎𝑅𝑤 (Bateman, 2012). Así, se
puede obtener directamente un valor para 𝑚 y si se asume un valor para 𝑎, puede obtenerse una
aproximación para 𝑅𝑤. Líneas con igual saturación de agua se dispondrán hacia la izquierda de la
línea marcada como 𝑆𝑤 =1, por lo que es una herramienta útil dentro de la industria de los
hidrocarburos. En la Figura 2-8, se presenta un ejemplo para un intervalo estudiado. La principal
desventaja para la aplicación del método radica en que se debe tener un amplio rango de
porosidades para que se pueda obtener la línea de 𝑆𝑤. = 1.
44 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 2-8. Ejemplo de un diagrama de Pickett con la tendencia que siguen los puntos que representan un
intervalo completamente saturado de agua. Modificada de Bateman (2012).

Tal como sucede con otros de los métodos, que inicialmente fueron diseñados para aplicarse en
la prospección de hidrocarburos, los que tienen como fundamento la ley de Archie, tienen
algunas limitantes. Una de las más evidentes es la falta de certidumbre en los valores que se
asignen a los parámetros 𝑎 y 𝑚, ya que comúnmente estos se obtienen de manera experimental
utilizando núcleos. Si bien se tienen datos en la literatura sobre los valores que pueden llegar a
tener ciertos materiales, las condiciones pueden variar entre caso y caso. Helander (1983) en
Collier (1993), por ejemplo, nombra ocho factores que pueden influenciar 𝑚 (grado de
cementación, selección y empaquetamiento, tortuosidad del sistema de poros, compactación,
entre otros).

Según Collier (1993), una de las mayores dificultades en aplicar estos métodos para el cálculo de
𝑅𝑤. está en la conductividad superficial. Esta se debe a la interacción que tienen superficies
sólidas con soluciones y como resultado hace que la resistividad del acuífero sea menor de la que
realmente es. Collier (1993) hace notar que este fenómeno esta presente, tanto en acuíferos que
almacenan agua dulce como salada, y que aunque también aumenta con la concentración de
iones en el agua, ese incremento siempre se mantiene dentro del mismo orden de magnitud, en
45 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

contraposición con el aumento de la conductividad del agua, que puede ser de varios órdenes de
magnitud. Esto implica que para acuíferos que almacenan agua dulce, la proporción entre la
conductividad del agua y la conductividad superficial es tal, que aumenta el error en las
determinaciones realizadas (Collier, 1993). Al existir tantos factores que pueden intervenir
simultáneamente con la conductividad superficial, la cuantificación de esta última, es complicada
utilizando registros de pozo, sin embargo si se puede determinar después de qué valor de
resistividad la magnitud de conductividad superficial deja de ser relevante (Collier, 1993).

2.3.3 Ratio method

En este tipo de métodos se asume que la formación se divide en dos zonas: la invadida y la no
invadida, cada una de ellas con el mismo factor de formación (𝐹) pero con diferente resistividad
del agua, 𝑅𝑚𝑓 y 𝑅𝑤. , respectivamente (Schlumberger, 1989). Así, para la zona invadida y no
invadida se tiene que:

𝑎 𝑅𝑚𝑓
𝑅𝑥𝑜 = ( 17 )
2
𝜙 2 𝑆𝑥𝑜

𝑎 𝑅𝑤
𝑅𝑡 = ( 18 )
𝜙 2 𝑆𝑤2

Suponiendo que la zona está completamente saturada de agua 𝑆𝑤 = 𝑆𝑥𝑜 = 1, que a y 𝜙 son
iguales en ( 17 ) y ( 18 ), porque 𝐹 es igual, se procede a dividir una entre otra, obteniendo

𝑅𝑡
𝑅𝑤 = 𝑅 ( 19 )
𝑅𝑥𝑜 𝑚𝑓

Los valores de 𝑅𝑡 se obtienen de un registro inductivo, mientras que los de 𝑅𝑥𝑜 se obtienen a
partir de un SFL o microresistivo. Los valores de 𝑅𝑚𝑓 deben ser corregidos a la temperatura de la
formación. Con el supuesto en el que se basa el método, se elimina el factor de formación, que es
limitante cuando no se tienen registros de porosidad. Aunque este es el método más sencillo de
46 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

todos los evaluados, los resultados, al igual que con el método del SP, están sujetos a la medición
de 𝑅𝑚𝑓 . Por otra parte Schlumberger (1989), hace notar que el principal problema surge en la
medición independiente de 𝑅𝑡 y de 𝑅𝑥𝑜 , ya que la magnitud de la invasión debe ser la justa para
que no se afecten las mediciones, por ejemplo del registro con mayor profundidad de
investigación.

2.4 Sobre la salinidad, sus equivalencias y clasificaciones


Al considerar el agua subterránea como una solución en la que se tiene una serie de partículas
cargadas, denominadas iones, la facilidad o la dificultad con que dicha solución permite el paso
de corriente que le es aplicada, está relacionada con el contenido de los SDT. Así pues, el
Standard Methods for the examination of water and wastewater (APHA et al., 2017) comenta que
los SDT, corresponden al producto de la conductividad eléctrica, expresada en microsiemens por
centímetro (µS/cm), por un factor que varía entre 0.55 y 0.7. De otro lado la determinación de los
SDT en laboratorio se realiza evaporando completamente un volumen conocido de agua y
midiendo la masa del residuo seco obtenido.

Por lo general los SDT se emplean como propiedad que discrimina tipos de aguas subterráneas,
mediante la clasificación que se resume en la Tabla 2-1, y que es presentada por Freeze y Cherry
(1979) y Lloyd y Heathcote (1985). Aun así, los últimos autores mencionan también, que esta
clasificación es usada principalmente para las aguas que no caen dentro de la clasificación de
dulces, por lo que optan por emplear el término agua salada para aquellas aguas subterráneas
que superan los 1000 mg/L. De otro lado, Custodio y Llamas (1983), consideran que los límites
superiores para las aguas subterráneas dulces son los 1000 o 2000 mg/L, para las aguas salobres
los 5000 mg/L y 40000 mg/L para las aguas saladas. Así pues no existe un estándar sobre los
límites que definen a las aguas dulces, salobres y saladas, pero ante el uso generalizado de la
clasificación presentada por Freeze y Cherry (1979), en el presente documento se adoptará la
misma.
47 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Tabla 2-1. Clasificación de las aguas subterráneas respecto a la salinidad, según Freeze y Cherry (1979).

Categoría SDT (mg/L)


Agua dulce 0-1000
Agua salobre 1000-10000
Agua salada 10000-100000
Salmuera Más de 100000

Aunque la denominación y límites de las categorías pueden variar entre autores la salinidad sí es
un factor que puede limitar el uso que se puede dar al agua. Por ejemplo, Freeze y Cherry (1979),
precisan que las aguas subterránea con SDT entre 2000 y 3000 mg/L son generalmente muy
saladas para ser usadas para el consumo humano. A este respecto, Stanton et al. (2017)
mencionan que la presencia de facilidades para la desalinización de agua es común en EUA, que el
80% de las mismas se encuentran hacia el interior del país y que la mayor parte de las mismas
tratan agua subterránea para abastecimiento, con salinidades que no superan los 3000 mg/L,
porque los costos asociados aumentan con la cantidad de SDT. Van Weert et al. (2009), por otra
parte, comentan que este tipo de plantas (que normalmente utilizan un sistema de ósmosis
inversa) son costosas y se limitan a países con un producto interno bruto alto. Dependiendo de la
concentración de SDT en el agua, esta puede ser utilizada para la irrigación de la mayoría de
cultivos si no se superan los 1500 mg/L, así como de aquellos que toleran mejor la salinidad
(como los granos), si se tienen medidas de precaución (Ranatunga et al., 2010; Stanton et al.,
2017). De otra parte, el ganado, generalmente puede beber agua con SDT de hasta 3000 mg/L
(Stanton et al., 2017) e incluso Custodio y Llamas (1983), mencionan que podría alcanzar los 4000
mg/L o más.

Dentro de la normativa colombiana, la úncia referencia a alguna propiedad que marque


clasificaciones dentro de las aguas subterráneas es la que el MME ha incluido dentro de las
definiciones de la Resolución 90341 de 2014 (actualmente suspendida por el Consejo de Estado)
de lo que a su consideración son los acuíferos aprovechables para consumo humano (AACH),
basados en un contenido menor o igual a los 4000 mg/L de SDT. Aunque más recientemente el
MME, expidió la Resolución 40185 de 2020, para los lineamientos técnicos de los PPII, en la que
utiliza de nuevo el límite de 4000 mg/L, para clasificar las aguas subterráneas, esta vez lo hizo
refiriéndose a aquellas que son contenidas por los que denominaron acuíferos en uso. Para los
48 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

fines de este trabajo, se utilizó la denominación utilizada por la Resolución 90341, es decir
acuíferos aprovechables para consumo humano (AACH).

2.5 Interpolación y predicción especial

Para poder inferir los parámetros estadísticos de una población, a partir de una muestra que ha
sido tomada, o que se encuentra disponible, es necesario emplear una serie de simplificaciones,
denominadas modelos. Puede representarse esta realidad mediante dos tipos de ellos: los
determinísticos y los probabilísticos. Los modelos determinísticos, emplean expresiones
matemáticas en las que los resultados son exactos y precisos (Olea, 1999), es decir, no conciben
la existencia de incertidumbre y tampoco tienen en cuenta la correlación espacial de los datos. En
estos métodos, para el IDW, o inverso de la distancia ponderado, por ejemplo, se utiliza un
promedio ponderado para estimar el valor de la variable de interés en una localización deseada.
El peso que tiene cada una de las mediciones empleadas en el algoritmo, es menor cuánto más
distante se encuentre del punto a interpolar (Bivand et al., 2013). Aunque de utilidad como un
análisis exploratorio de los datos, estos métodos no fueron diseñados ni para capturar detalles
específicos de la geología local, ni para cuantificar el error inherente de la combinación de datos
dispersos y heterogéneos (Pyrcz y Deutsch, 2014).

Con la aplicación de métodos geoestadísticos, de otro lado, es posible modelar tendencias


espaciales en variables regionalizadas (o atributos espaciales) e identificar direcciones de
anisotropía en su distribución, para un posterior proceso de interpolación y de predicción más
allá de las posiciones en las que fueron tomadas las mediciones (Bivand et al. 2013).

2.5.1 Variable aleatoria y función aleatoria


Una variable aleatoria (Z), se define como la distribución de posibles valores (z) que puede tomar
una variable en el espacio, como por ejemplo la ley de oro dentro de una mineralización, el
volumen de arcilla en una unidad geológica o la concentración de un contaminante en el
subsuelo. Una función aleatoria es un conjunto de variables aleatorias que tienen una localización
en el espacio y cuya dependencia una de otra se especifica por un mecanismo probabilístico,
49 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

donde cada uno de los resultados se denomina realización (Isaaks y Srivastava, 1990). Para
clarificar el término, Isaaks y Srivastava (1990), proponen un ejemplo en el que se quiere conocer
el perfil completo de una variable, de la cual se tienen algunas muestras tomadas; para lograr
este objetivo se asume que el perfil es el resultado de un proceso aleatorio en el que cada uno de
los puntos muestreados, así como el que se quiere estimar, es el resultado de una variable
aleatoria.

Una función aleatoria es estacionaria si sus distribuciones no varían tras una traslación arbitraria
de sus puntos por un vector h (Chilès y Delfiner, 2012). Si se cumple esta condición, los momentos
de la función aleatoria también son estacionarios, por lo que

𝐸[𝑍(𝑥)] = 𝑚 (20)

𝐸[𝑍(𝑥) − 𝑚][𝑍(𝑥 + ℎ) − 𝑚] = 𝐶(ℎ) (21 )

Entonces, el promedio no depende de la localización y la covarianza únicamente depende de la


separación del vector h. Esto quiere decir que no existe ningún tipo de tipo de tendencia ni en los
resultados de la variable aleatoria ni en la varianza de los resultados de la misma. Si la función
aleatoria cumple con las condiciones previamente presentadas, se dice que es estacionaria de
segundo orden, débilmente estacionaria o sencillamente estacionaria (Chilès y Delfiner, 2012). La
estacionariedad es una propiedad de la función aleatoria así que la decisión sobre ella puede
cambiar con la escala de estudio o con la disponibilidad de información (Pyrcz y Deutsch, 2014).

2.5.2 El variograma
En geoestadística es la herramienta utilizada para capturar la continuidad espacial de una variable
(Figura 2-9). El variograma es una función que da cuenta de la diferencia que existe entre los
valores que toma una variable (z) a una distancia dada por un vector (h). La expresión que
describe la semivarianza (𝛾) se presenta en ( 22 ), en donde ésta equivale a la mitad del
promedio de la diferencia al cuadrado, entre los valores que se encuentran en una posición u,
50 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
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separados de aquellos que están en una posición u+h, tomando todos los posibles pares de
puntos N. Aunque el número dos que divide la expresión, explica por qué se tiene el nombre
semivarianza, es común utilizar de forma intercambiable las denominaciones semivariograma y
variograma

𝑁(ℎ)
1
𝛾(ℎ) = ∑ [𝑧(𝑢𝛼 ) − 𝑧(𝑢𝛼 + ℎ)]2 ( 22 )
2𝑁(ℎ)
𝛼=1

Figura 2-9. A) Representación de un variograma experimental con un modelo circular ajustado, en el que
se presenta el efecto pepita o nugget, la meseta o sill y el rango, Tomado de Bivand et al. (2013) B)
Esquema en el que se presentan los términos ancho de banda y tolerancia para un valor determinado de h
en el cálculo del variograma. Modificada de (Pyrcz y Deutsch, 2014).
51 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 2-10. Modelos teóricos de variogramas comúnmente utilizados. Modificada de Pyrcz


y Deutsch (2014).

Tal como seobserva en el variograma de la Figura 2-9A, a medida que aumenta la distancia ℎ , en
general, lo hace también la variabilidad entre los pares de observaciones y en cierto punto, la
correlación entre estos será nula. El valor que toma la semivarianza en este punto se denomina
meseta o sill y la distancia a la cual lo hace, rango. De otra parte, puede existir cierta
52 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
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discontinuidad en el variograma a distancias más pequeñas que el espaciamiento mínimo que


existe entre los puntos, a lo que se le denomina efecto pepita o nugget, lo que hace que el
variograma se desplace en la vertical (Figura 2-9A). En pocas ocasiones los datos con los que se
cuentan se presentan dispuestos a distancias iguales entre sí, y por ende, es necesario involucrar
un ángulo de tolerancia y un ancho de banda, que limitan la cantidad de pares que se involucran
en los cálculos respectivos, por cada valor de ℎ. En la Figura 2-9B, se ilustran estos dos conceptos
para el cálculo del variograma de una propiedad que varía en dos dimensiones, donde se delimita
en color morado el área donde se tendrán en cuenta los pares de datos.

Los variogramas experimentales calculados son ajustados mediante modelos teóricos, en


búsqueda de representar la tendencia espacial de los datos, para utilizar en ulteriores procesos
de interpolación. Cada uno de estos modelos está representado por una función y comúnmente,
algunos pocos de ellos son utilizados de forma rutinaria, entre éstos se encuentran el
exponencial, el esférico y el gaussiano. Cada uno de los modelos se esquematizan en la Figura
2-10, incluyendo algunos cíclicos como los modelos de efecto hoyo (hole effect) y el efecto hoyo

amortiguado (dampened hole effect). Por ejemplo el modelo exponencial se representa mediante
la siguiente expresión

𝐸𝑥𝑝 (ℎ) = 1 − 𝑒 3ℎ (23 )

y se caracteriza por aumentar de forma lineal cerca al origen y comenzar a curvarse hacia la
meseta de 1, que alcanza de forma asintótica (Pyrcz y Deutsch, 2014). De otra parte, puede
modelarse la anistropía de la propiedad de interés (es decir, la dependencia direccional que tiene
el parámetro), dependiendo de la cantidad de datos y del conocimiento que se tiene de ésta, a
partir de variogramas direccionales, con los que es posible encontrar las direcciones de máxima y
mínima continuidad. Estas direcciones definirán los ejes de una elipse que representará la
anisotropía del medio. En el caso de tener datos que se encuentran distribuidos en las 3
dimensiones y que presentan anisotropía, se tendrán tres direcciones de continuidad y se
deberán modelar a su vez tres variogramas: uno en la vertical y dos direccionales en el plano
horizontal, que darán lugar a un elipsoide. En caso de que se disponga de poca información es
posible modelar un variograma denominado omnidireccional, en el que se asume la isotropía del
53 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

medio a modelar. Esto supone un ángulo de tolerancia de 90º por lo que la dirección no influye
en los cálculos del variograma.

Existen dos tipos de anisotropía que pueden ser diferenciados a partir de variogramas
direccionales, que corresponden a la geométrica y la zonal. La primera de ellas se puede
visualizar en un variograma en el que se alcanza el mismo valor para la meseta pero a rangos
diferentes. La anisotropía zonal por su parte se caracteriza porque se alcanzan valores diferentes
para la meseta, dependiendo de la dirección evaluada. Finalmente, durante el proceso de ajuste
del variograma experimental, con modelos teóricos, es posible agregar complejidad mediante la
suma aritmética de varios de estos, con coeficientes positivos, dando lugar a semivariogramas
anidados, donde cada uno de los modelos se denomina estructura (Olea, 1999).

2.5.3 Kriging
Aplica la teoría del mejor estimador lineal insesgado, brinda información sobre el error del
modelo escogido espacialmente y es aplicado en hidrogeología (Kitanidis, 1997). Se plantea un
modelo de función aleatoria que se supone estacionario y que consiste en variables aleatorias
tanto para los puntos muestreados como para el punto a predecir. Este método es insesgado
porque el valor esperado del error es cero y es óptimo porque minimiza la varianza del error en
las estimaciones que realiza. Es lineal porque utiliza una combinación lineal de los valores de
entrada, calculando una suma ponderada, en la que los pesos escogidos para cada punto vecino
empleado en la estimación, depende de la función de correlación espacial. El kriging en forma
general se puede expresar de la siguiente forma

𝑍0∗ = ∑ 𝜆𝑖 𝑍𝑖
𝑖=1 (24)

Donde 𝑍0∗ es el valor estimado, 𝑍𝑖 cada una de las ubicaciones en las cuales se ha medido la
variable en cuestión y 𝜆𝑖 el peso correspondiente a cada uno de los puntos. Para lograr la
54 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

condición de ser insesgado, la suma de los 𝜆𝑖 debe ser igual a uno. De otra parte, debe minimizar
la varianza del error en las estimaciones y además, cumplir con la restricción impuesta por
condición anterior, por lo que se debe solucionar un problema de optimización con restricciones,
incluyendo así un término con los multiplicadores de Lagrange (𝜇). Consecuentemente, se
obtiene el llamado sistema de ecuaciones del kriging ordinario, de n+1 ecuaciones, donde

∑ 𝜆𝑗 Υ𝑖𝑗 − 𝜇 = Υ𝑖0 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑖 = 1, … , 𝑛


𝑗=1 (25)

∑ 𝜆𝑖 = 1
𝑖=1 (26)

y que en forma matricial se puede expresar de la siguiente forma:

𝑉 ∙ 𝑃 = 𝐷
Υ11 ⋯ Υ1𝑛 1 𝜆𝑖 Υ10
⋮ ⋱ ⋮ ⋮ ⋮ ⋮
[ ].[ ] = [ ] (27)
Υ𝑛1 ⋯ Υ𝑛𝑛 1 𝜆𝑛 Υ𝑛0
1 ⋯ 1 0 𝜇 1

Así pues, con un modelo de tendencia espacial, es posible deducir las semivarianzas (Υ) , para
cada uno de los elementos que se encuentran en las matrices V y D y finalmente hallar los pesos
(𝜆) tras multiplicar la inversa de V por la matriz D. Con los pesos que satisfacen las condiciones en
las que se basa el método es posible aplicar la expresión (primera) y hacer la predicción en el
punto deseado.

La varianza del kriging ordinario, de otra parte, se expresa así

𝜎𝑅2 = ∑ 𝜆𝑖 Υ𝑖0 + 𝜇
𝑖=1 (28)
55 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Dependiendo de los supuestos en los que se basa el kriging se tienen variaciones en los sistemas
de ecuaciones planteados, y por ende diferentes tipos del mismo, tales como el simple (la media
de la variable es conocida) y el universal (la media de la variable no es constante), además del
ordinario. Otros tipos de kriging además del ordinario, no fueron utilizados en este trabajo, y por
ende no fueron abordados. El lector puede remitirse a Isaaks y Srivastava(1990) para conocer más
detalles sobre la forma en la que se cumplen cada uno de los supuestos en los que se basa el
sistema de ecuaciones del kriging ordinario así como los otros tipos de kriging lineal.

2.5.4 Métodos de simulación geoestadística


El objetivo de la simulación es obtener realizaciones equiprobables de una función aleatoria, que
tengan las mismas propiedades estadísticas que la función aleatoria definida. Los resultados de la
simulación no deben ser idénticos, pero sí equivalentes estadísticamente a la muestra estudiada.
Aunque el kriging minimiza el error en las predicciones, no reproduce necesariamente las
propiedades de la muestra, genera una superficie suavizada que no pretende mostrar el espectro
completo de los patrones de variabilidad de la propiedad que está siendo estudiada (Pyrcz y
Deutsch, 2014) . La simulación, por su parte, tiene mayor error y reproduce la variabilidad del
fenómeno, es decir las propiedades estadísticas de la muestra.

Dentro de los métodos de simulación existen aquellos que exigen que los datos sigan una
distribución gaussiana, tales como la simulación secuencial gaussiana, métodos de
descomposición de matrices, métodos de simulación autorregresivos y el método de las bandas
rotantes (Chilès y Delfiner, 2012). A continuación, se procederá a describir de forma general
cómo funciona el último método, debido a que es aquel que se ofrece dentro del General
Property Modelling del módulo de Earth Modelling de DSG y que por tanto fue utilizado en la
presente investigación.
56 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

2.5.4.1 Método de las bandas rotantes


Comúnmente encontrado en la literatura como turning band method o TBM, el método de
bandas rotantes, es uno de los métodos más antiguos desarrollados para la simulación de una
función aleatoria. Usa un algoritmo eficiente para poder desarrollar una simulación de una
función aleatoria, que debe ser estacionaria con distribución normal, por ejemplo, en R3,
reduciendo el problema a varias simulaciones independientes 𝑆𝑡 en una sola dimensión, a lo de
largo de un sistema 𝑛𝐷 líneas que emergen del origen del espacio de forma uniforme. El valor de
la simulación en un punto en el plano x, es el resultado de la suma de la proyección de este punto

Figura 2-11. Esquema del funcionamiento del


método de las bandas rotantes en dos
dimensiones. Tomado de Chilès y Delfiner (2012).
57 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

(𝑠𝑡 ) en cada una de las líneas donde se ha realizada la simulación, por un factor (Chilès y Delfiner,
2012) así

𝑛𝐷
1 (29)
𝑆(𝑥) = ∑ 𝑆𝑡 (𝑠𝑡 )
√𝑛𝐷 𝑡=1

El esquema utilizado en la Figura 2-11, muestra el funcionamiento del algoritmo. Los resultados
que han sido descritos hasta ahora mediante el método de las bandas rotantes, no están de
ninguna forma condicionados por los datos originales, no obstante, es posible realizar dicho
condicionamiento para honrar los datos, tal como lo hace DSG. De forma simplificada estos son
los pasos que se deben seguir para este método (Olea, 1999)

1. Se convierten los datos de entrada en una distribución normal.


2. Se halla el mejor modelo de tendencia espacial para los datos transformados.
3. Se obtiene el modelo de tendencia espacial que debe tener cada una de las
combinaciones lineales de simulaciones independientes sobre las líneas para que sean
equivalentes al modelo encontrado en el paso (2).
4. Se generan las simulaciones independientes a lo largo de las líneas.
5. Se condicionan los resultados a partir de kriging.
6. Se transforman de vuelta los resultados a las unidades originales.

Se remite al lector a Chilès y Delfiner, (2012), Olea, 1999 y Quinetro-Silverio et al. (2000) para
obtener más detalles sobre el método, por ejemplo el paso (3) y (5). Aunque el método de las
bandas rotantes, puede presentar limitaciones debidas a artefactos (Pyrcz y Deutsch, 2014),
buenos resultados han sido obtenidos con el mismo, reproduciendo la distribución original de los
datos empleando 1000 líneas (Emery y Lantue, 2006). Con respecto a otros métodos de
simulación como el secuencial gaussiano, Paravarzar et al. (2015), las bandas rotantes arrojaron
mejores resultados, respecto al primer método.
3 Materiales y métodos

3.1 Materiales

3.1.1 Pozos de hidrocarburos


Para el desarrollo de esta investigación se contó con información de 59 pozos de hidrocarburos
(Figura 3-1), 33 de ellos le fueron entregados al Proyecto MEGIA por intermedio del EPIS, y 26
suministrados por ECOPETROL Se contó conERR análisis químicos de aguas de formación previo al
inicio de la inyección de agua en el yacimiento para los pozos del CYC (ICP, 2008). La información
del EPIS, incluyó informes finales de perforación, registros gráficos compuestos y registros
geofísicos de pozo, y la de ECOPETROL solo los últimos dos. Los pozos 59 pozos usados se
referencian junto con su fuente y un breve resumen de la información disponible se presenta en
el Apéndice 1. Los pozos del EPIS son en su mayoría exploratorios tipo A (según la clasificación de
pozos exploratorios de Lahee (1944), que se encuentran dispersos por el área de estudio y más
distantes del actual CYC, a diferencia de los de ECOPETROL, que se concentran hacia el campo y
son pozos de desarrollo Figura 3-1.

3.1.2 Información de pozos de agua


Se pudo contar con la descripción litológica y diseños de los 4 pozos abastecedores que existen en
el CYC. La información provino de la recopilación de los expedientes de la Corporación Autónoma
de Santander (CAS) en San Gil, realizada por los equipos del Proyecto MEGIA y de la información
entregada por el EPIS. El ICP le entregó al proyecto los registros geofísicos de los pozos PCM-1 Y
PCM-2. Para los pozos Cantagallo-1 y Ecopetrol-2, no fue posible encontrar este tipo de
información Figura 3-2. Se contó también con los 100 análisis químicos que realizó el SGC en la
parte del departamento Santander dentro del área de estudio (Cañas et al., 2019) y la
60 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 3-1. Distribución de los pozos utilizados en el presente trabajo y que fueron entregados por
Ecopetrol (ECP) y por el EPIS.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 61
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 3-2. Localización de los pozos de agua existentes en el CYC y el inventario de puntos de agua con el
que se cuenta (Cañas et al. 2019).

información tomada en campo por el equipo de ingeniería de MEGIA en la campaña de muestreo


hidroquímico de aguas subterráneas de marzo y por los equipos ingeniería y de geología en
aquella de noviembre de 2020. No obstante lo anterior, los resultados de los análisis químicos
62 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

de MEGIA, no estuvieron en su totalidad disponibles al momento de seguir los procedimientos


presentados en la sección Obtención de la salinidad real del agua subterránea El ICP suministró
información de uno de los análisis fisicoquímicos periódicos realizados a los pozos abastecedores
del campo (MCS, 2018).

3.1.3 Otro tipo de información


Como insumo para los cálculos de gradiente de temperatura, se utilizó la temperatura media
multianual superficial, interpolada para el periodo 1985-2014, a partir de la información de
estaciones meteorológicas, recopiladas por el equipo del Proyecto MEGIA (Universidad Nacional
de Colombia, 2020). De otra parte, la información de la temperatura media calculada para el
yacimiento de hidrocarburos explotado en el CYC, fue tomada de Gómez Ramírez et al. (2006).

3.2 Métodos
Para la consecución de los objetivos propuestos se realizaron dos etapas, que se presenta en la
Figura 3-3. En la primera, para realizar los cálculos de la salinidad del agua subterránea, se
siguieron tres pasos: 1) cálculo de la resistividad del agua subterránea a partir de registros de
pozo (mediante el método del SP, el ratio method y en algunos pozos seleccionados, el método
resistividad-porosidad), y conversión de la resistividad del agua a salinidad equivalente de una

Figura 3-3. Resumen de las etapas seguidas en el presente trabajo.


Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 63
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

solución de NaCl, 2) obtención de la salinidad real del agua subterránea, a partir del ajuste de un
modelo de regresión lineal y 3) validación de los resultados obtenidos, a partir de una
comparación con análisis químicos de agua subterránea. Por otra parte, en una segunda etapa
que se llevó a cabo para conocer la distribución de la salinidad, se siguieron también tres pasos:
1) un análisis exploratorio de los datos obtenidos, 2) un análisis estructural de los mismos y un
ajuste a un modelo teórico y 3) una predicción espacial. Se realizaron, además, cortes
esquemáticos y mapas con las relaciones encontradas. A continuación se pasará a describir cada
una de las etapas y los pasos involucrados en ellas.

3.2.1 Determinaciones de la salinidad del agua subterránea

3.2.1.1 Cálculo de la salinidad del agua subterránea a partir de registros


de pozo
En primer lugar, se realizó el proceso de carga de la información entregada por el EPIS y
ECOPETROL (registros y survey), a la base de datos de OpenWorks (OW) destinada para el
Proyecto MEGIA. La base de datos de OW es compatible con los software Decision Space
Geosciences (DSG) y DecisionSpace Petrophysics (DS Petrophysics). Para ambos programas se
contó con licencias donadas por Halliburton además del acceso a la nube para su uso mediante
conexión remota. En DS Petrophysics se realizaron los cálculos con los registros de pozo. En el
caso de que los registros de pozo solo se encontraran en formato de imagen, se realizó un
proceso de digitalización de las curvas con el aplicativo web libre WebPlotDigitizer (Rohatgi,
2020). El proceso se realizó para las dos primeras corridas del pozo Cantagallo-14, cada 0.25 pies.

En segundo lugar, se preparon los insumos para realizar los cálculos, lo que incluyó la
sistematización de la información de los encabezados de los registros: intervalo registrado,
mediciones de 𝑅𝑚 , 𝑅𝑚𝑓 y las temperaturas a las cuales se hicieron, así como el peso del lodo. En
caso de no contar con mediciones de 𝑅𝑚𝑓 se convirtió el valor de 𝑅𝑚 de la temperatura medida a
24ºC (75ºF) aplicando la ecuación de Arp

(𝑇 +6.77)
𝑅2 = 𝑅1 (𝑇1 +6.77) (30 )
2
64 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

donde 𝑅1 se trata de la resistividad medida a una temperatura 𝑇1 , 𝑅2 la resistividad que se quiere


obtener a una temperatura 𝑇2 . Posteriormente, se aplicó la expresión de Overton y Lipson
presentada en ( 1), considerando que los supuestos en los que se basa se cumplían para la
mayoría de los lodos empleados en el CYC. Para los pozos perforados antes de 1950, como se
mencionó en la sección 3.1.1, se reportaba únicamente el valor de la resistividad. Con el objetivo
de no descartar estas mediciones se asumió que fueron tomadas a la temperatura media
multianual para el área de estudio, que se presentará a continuación. Los valores obtenidos para
estos pozos deben ser tenidos como un indicativo, ya que el autor comprende la incertidumbre
que se induce con esta suposición.

En tercer lugar se generaron curvas de temperatura para cada pozo, insumo necesario para los
cálculos del método del SP y el ratio method. Se asumió un gradiente lineal utilizando un valor
para la temperatura media y otro para la temperatura de formación a una profundidad conocida.
Se obtuvo un promedio de 27.3º C (81ºF) para la temperatura media mensual multianual, para
cada uno de los pozos evaluados, a partir de las interpolaciones realizadas por la Universidad
Nacional de Colombia (2020). De igual forma, a una profundidad de 7000 ft (2134 m) por debajo
del nivel del mar (Gómez Ramírez et al., 2006) y Maya et al. (2015), reportan una temperatura
media de 59.16ºC (138.5 ºF). Con esto puede asumirse la siguiente relación para obtener la
temperatura (en grados Fahrenheit) a cualquier profundidad (en pies) medida desde superficie

°𝐹
𝑇𝑓 = 81°𝐹 + 0.008 𝑓𝑡
𝑥 𝑃𝑟𝑜𝑓 (𝑓𝑡)
(31)

que de forma alterna en grados celcius y metros sería

°𝐶
𝑇𝑓 = 27.3°𝐶 + 0.0144 𝑥 𝑃𝑟𝑜𝑓 (𝑚) (32)
𝑚

El valor aquí obtenido de 0.008 ºF/ft no dista mucho del reportado por Dickey (1992), de 0.0084
ºF/ft para el Campo La Cira-Infantas. No se utilizaron temperaturas de fondo, considerando el
hecho de que sin las corecciones necesarias, se inducen errores en los cálculos y que no se
cuenta con los datos necesarios para aplicar el método de Horner, como mediciones precisas de
tiempos de circulación y más de dos mediciones de temperatura de fondo para el mismo punto.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 65
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

3.2.1.1.1 Metodo del SP


Como primera medida se realizó la corrección por deriva de los registros de SP, que se presenta
como una tendencia en al respuesta del registro, tal como se muestra en la Figura 3-4. El objetivo
perseguido con dicha corrección es llevar los valores correspondientes a intervalos arcillosos
conocidos al cero en el registro, lo que facilita los cálculos posteriores. De esta manera, si además
existen cambios en la línea base del shale a lo largo de los intervalos evaluados, puede ser tenido
en cuenta para que no se afecten los cálculos. En la medida de lo posible se utilizó la descripción
geológica para el intervalo, con el fin de realizar una mejor corrección, además se utilizaron como
apoyo los registros resistivos para los pozos más antiguos y además de estos, los registros de
gamma ray para los pozos más recientes.

El grado de corrección necesario para cada registo es variable. Por ejemplo la Figura 3-4, presenta
un ejemplo aplicado al pozo PCM-2. Como se observa en el segundo track o carril, se presenta
junto al gamma ray (en verde) el SP sin deriva. Nótese la clara tendencia que tiene este último
registro hacia valores más positivos, a medida que aumenta la profundidad y su escala de valores.
Junto con el gamma ray y los registros resistivos (que se presentan en el último carril), se corrigió
el SP, tal como
se presenta en el tercer carril, donde se observa una concordancia de los valores altos de gamma
ray y bajos de los resistivos, con el valor cero del SP corregido, representado por la línea negra a
trazos y que indica una litología impermeable, ya sea una arcillolita o un shale. Como segundo
paso, y tras haber corregido el SP por deriva, se procedió a delimitar las capas permeables, en
conjunto con los demás registros (principalmente los resistivos y el gamma ray), y obtener así su
espesor. Conociendo la influencia que tiene la presencia de hidrocarburos en el SP, los valores
calculados a profundidades cercanas a los intervalos con producción conocida de agua e
hidrocarburo, se obtuvieron de zonas saturadas de agua, inferidas por los registros gamma ray,
SP, resistivos y microresistivos, no correspondiendo necesariamente a los mismos intervalos
cañoneados.
Posteriormente, con la curva de temperatura calculada a partir de (31) se obtuvo el valor de la
resistividad del lodo a la temperatura de formación aplicando (30) y también el valor de la
66 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

constante K, siguiendo los supuestos de la expresión ( 9). Esta última se encuentra en las
ecuaciones ( 4) y ( 11), que fue discutida en las secciones 2.2.1 y 2.3.1.

En tercer lugar, se empleó la corrección por espesor de capa que se presentó en la expresión (10 )
de la sección 2.2.1, para obtener un factor que multiplicaría las mediciones del SP, alcanzando así
el valor para el SSP. Finalmente, para el cálculo de 𝑅𝑤 , mediante el método del SP, se siguió la
metodología propuesta por Bateman & Konen (1979). En la Figura 2-7, se presenta el flujo de
trabajo realizado para este método.

Figura 3-4. Corrección de la deriva para el registro SP en el pozo de agua PCM-2.

3.2.1.1.2 Ratio Method


La aplicación de esta metodología es la que menos procedimientos requiere. Se aplicó
únicamente en pozos perforados después de los años 2000, momento para el cual ya eran
comunes las correcciones realizadas en campo para los registros resistivos. La resistividad de la
formación 𝑅𝑡 se tomó de la curva de resistividad de mayor profundidad de investigación,
registrada por las herramientas de inducción de arreglo, usualmente la de 90 pulgadas. En primer
lugar se convirtió la resistividad del filtrado de lodo a la temperatura de formación.
Posteriormente, el resultado anterior se multiplicó por la razón entre 𝑅𝑡 y 𝑅𝑥𝑜 . De esta manera se
obtenía un valor a temperatura de formación. Como se verá más adelante, para la conversión a
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 67
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

términos de salinidad, es necesario expresar 𝑅𝑤 a 75ºF (24ºC) por lo que se utilizó de nuevo la
relación (30 ) para tal fin.

3.2.1.1.3 Método resistividad-porosidad

Este método se utilizó de forma secundaria para corroborar los resultados obtenidos mediante
los otros dos. De la misma forma que para el método anterior, se utilizó como medida Rt el valor
del registro de inducción de 90 pulgadas. Como primer paso se realizó un cálculo sencillo para
obtener la porosidad , tomando en cuenta la relación lineal existente entre ésta y la densidad
(Ellis y Singer, 2008) así

𝜌𝑚𝑎 − 𝜌𝑏
𝜙= (33)
𝜌𝑚𝑎 − 𝜌𝑓

Donde 𝜌𝑚𝑎 corresponde al valor de la densidad de la matriz de la roca, que para el contexto
siliciclástico de la formación de interés sería de 2.65 gm/cm3 ; 𝜌𝑓 al valor de la densidad del fluido
que satura la roca, que al ser agua dulce puede ser asumido como 1 gm/cm3 y 𝜌𝑏 el valor medido
por el registro. Aunque existen otros métodos disponibles para la estimación de la porosidad,
utilizando en conjunto el registro neutrón o el sónico, para los fines de este trabajo la expresión
presentada en (33) se consideró suficiente. Se seleccionaron los intervalos más limpios posibles
(con la menor cantidad de arcilla), para aplicar este método a partir de la inspección del registro
gamma ray y SP, de manera que (33) continuara siendo válida.

Como segundo paso se asignaron valores para los parámetros a y m que definen el factor de
formación presentado en la expresión ( 3 ). A falta de núcleos en la sección de interés, para
determinar experimentalmente estos parámetros, se optó por emplear el diagrama de Pickett
para encontrar un valor razonable para 𝑚. El valor de 𝑎 fue tomado de la recopilación realizada
por Worthington (1993) . Finalmente se calculó la curva de 𝑅𝑤𝑎 .
68 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

3.2.1.2 3.2.1.2 Conversión resistividad del agua – salinidad equivalente de


NaCl

Una vez se obtuvieron los valores de resistividad mediante los métodos empleados con los
registros de pozo, se realizó su conversión a SDT equivalentes expresados en mg/L de NaCl o
𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 a partir de la siguiente expresión, propuesta por Bateman & Konen (1979), como
aproximación de los cuadros de interpretación de registros, como el GEN-6 de Schlumberger
(2009).

𝑝𝑝𝑚(𝑁𝑎𝐶𝑙) = 10𝑥 (34)

donde

3.562 − log(𝑅𝑤75 − 0.0123) (35 )


𝑥=
0.955

Aunque se calculó una curva continua para la salinidad, los valores representativos de los
intervalos evaluados correspondían por ejemplo, en el método del SP, a los valores máximos o
mínimos dependiendo de la polaridad del registro y en el método de resitividad aparente a los
valores mínimos de 𝑅𝑤𝑎 . Consecuentemente, se seleccionó para cada pozo el valor apropiado de
la salinidad equivalente por intervalo y por método.

3.2.1.3 Obtención de la salinidad real del agua subterránea


Dado que el agua subterránea para los intervalos estudiados tiene un componente de otros iones
además de Na y del Cl, se obtuvo una expresión que relacionara los valores de los 𝑆𝐷𝑇 medidos
en laboratorio y los de SDT de una solución equivalente de cloruro de sodio ( 𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 ), calculada
a partir de la conversión de las concentraciones de iones mayores en equivalentes de NaCl. Para
este fin se utilizó el método de los multiplicadores variables de Dunlap, que se presenta en la
Figura 3-5 (Schlumberger, 2009). La validez de los análisis químicos fue revisada utilizando el
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 69
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 3-5. Multiplicadores variables de Dunlap para la conversión de la concentración de iones en


equivalentes de NaCl. Tomado de Schlumberger (2009)

balance iónico y los límites estipulados por APHA, AWWA, & WEF (2017). Teniendo en cuenta que
los valores de cada uno de los multiplicadores fue obtenido de manera experimental, se realizó la
digitalización y aproximación de las curvas por medio de polinomios. Para fines prácticos dentro
de este trabajo las unidades mg/L y ppm son consideradas como equivalentes.

Así pues, la conversión se realizó para los análisis químicos de las muestras de agua tomadas por
el SGC en el área de estudio (Cañas et al., 2019), los aportados por el ICP (ICP,2008; MCS, 2018) y
las recopiladas por Malagon (2017). Posteriormente, se realizó un ajuste de un modelo de
regresión lineal por mínimos cuadrados ordinarios para encontrar una relación entre 𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 y
𝑆𝐷𝑇. Se comprobó que los coeficientes del modelo fueran representativos y que se cumplieran
los supuestos fundamentales para la validez del mismo, mediante el paquete de R glvma, basado
en el trabajo de Peña y Slate (2006). Los resultados obtenidos para la salinidad en el desarrollo de
este trabajo fueron comparados con el límite de 4000 mg/L (AACH) estipulado en las resoluciones
90341 de 2014 (Resolución 90341 de 2014, 2014) y la resolución 40185 de 2020 (MME, 2020b),
pero considerando que este es un límite con fines meramente regulatorios, también se tuvo en
70 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

cuenta el límite de los 10000 mg/L que divide a las aguas subterráneas salobres de las saladas,
según la clasificación empleada comúnmente (Freeze y Cherry, 1979) .

3.2.1.4 Validación de los resultados y comparación entre métodos


Para obtener una idea de si los valores calculados estaban de acuerdo o no con los que han sido
medidos mediante análisis fisicoquímicos de aguas subterráneas, se tuvieron en cuenta dos
puntos de referencia: muestras de aguas de formación que son producidas de los mismos
intervalos de los cuales se extraen hidrocarburos y muestras del pozo abastecedor del campo,
Cantagallo-1. Para muestras de aguas de formación, se graficó cada uno de los pares, dato
calculado - dato observado, mediante el método del SP y el Ratio method, para las muestras de
aguas de formación y se visualizó qué tan cerca o qué tan lejos se encontraban de la línea con
pendiente igual a uno. Se calculó el error absoluto y el relativo para cada punto predicho.

De otro lado, para el pozo de agua Cantagallo-1, a partir del diseño del mismo, se compararon los
resultados del cálculo de 23 capas incluidas dentro de los intervalos de filtros con los análisis
químicos que fueron aportados por el ICP. Se obtuvo el promedio de las mediciones y se reportó
la incertidumbre mediante la desviación estándar del promedio o error estándar (𝜎𝑥̅ ), tal como lo
define Taylor (1997).

𝜎𝑥
𝜎𝑥̅ = ( 36 )
√𝑁

Donde 𝜎𝑥 es la desviación estándar de los 𝑁 datos calculados .

3.2.2 Distribución de la salinidad del agua subterránea

3.2.2.1 Análisis exploratorio de los datos


Una vez que se contó con los resultados calculados, corregidos y validados, se procedió a
describir los datos, a partir de valores numéricos: estadísticas que incluyeron medidas de
tendencia central, medidas de dispersión, de simetría y de forma. También se emplearon
diagramas de cajas y bigotes para visualizar las características de los datos. El análisis exploratorio
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 71
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

se utilizó para corroborar o encontrar y definir cualquier tipo de tendencia de los datos, que
hiciera que se violaran los supuestos de estacionariedad en los mismos. En caso de encontrar
alguna tendencia se procedió a modelarla mediante un modelo de regresión a partir de mínimos
cuadrados ordinarios, con el fin de dar cuenta de la parte determinística en la variación y poder
obtener variogramas que pudieran ser modelados. Se optó por la tendencia más sencilla, en la
que se involucraran la menor cantidad de parámetros, y que estuviera acorde con el
conocimiento geológico que se tiene de la estructura, para que consecuentemente, no se llegara
a un sobreajuste u “overfitting”, en esta parte de la tendencia (Pyrcz y Deutsch, 2014). En la
Figura 3-6, se resume el proceso del análisis exploratorio de los datos y la preparación de los
datos para realizar el análisis estructural.

3.2.2.2 Malla estratigráfica


Para aplicar posteriormente los métodos geoestadísticos, se produjo una malla que siguiera la
orientación de las unidades estratigráficas que el Proyecto MEGIA ha identificado a lo largo del
área de estudio, basada en la interpretación sísmica en profundidad. Para reproducir la estructura
de forma adecuada, se optó por que las capas de la malla fueran paralelas a la base de las
unidades. Las celdas se orientataron aproximadamente paralelas al rumbo del Grupo Real, se
optó por que siguieran un rumbo N10ºE. En la horizontal se tomó una separación de 50 m en x e y
de los nodos de la malla. El dominio a modelar se restringió al costado oriental de la Falla de
Cantagallo, atendiendo al hecho de que al occidente de esta estructura se tiene un
comportamiento diferente en la distribución de la salinidad (ver sección 4) y a que allí no se
cuenta con suficiente información para realizar una interpolación. La malla se restringió en la
vertical al tope de la Formación Colorado. Con estas consideraciones la malla contó con 1`091.907
elementos.

3.2.2.3 Análisis estructural de los datos y ajuste de modelos teóricos


Con la tendencia de los datos modelada, se procedió a calcular los residuales del modelo, es decir
la diferencia entre los valores de entrada y los calculados mediante el modelo. Con el fin de
facilitar el
72 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 3-6. Diagrama de flujo con el detalle de las etapas involucradas en el análisis exploratorio de los
datos y la preparación de los datos para calcular el variograma de los datos de salinidad del agua
subterránea. Tomado y modificado de Pyrcz y Deutsch (2014).
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 73
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 3-7. Diagrama de flujo con las etapas seguidas para el cálculo de los variogramas experimentales de la
salinidad del agua subterránea. Tomado y modificado de Pyrcz y Deutsch (2014).
74 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un área
piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

cálculo del variograma y su interpretación, se utilizó una transformación mediante puntuaciones


normalizadas estandarizadas o “normal scores transformation” en las que los datos
transformados pasan a seguir una distribución normal, con media 0 y desviación estándar 1. Esta
transformación es utilizada comúnmente en el modelamiento geoestadístico de yacimientos de
hidrocarburos y presenta la ventaja de que disminuye la influencia de valores extremos, a los
cuales es muy sensible el variograma, y de que el valor de la meseta teórica es conocido debe ser
de 1 (Gringarten y Deutsch, 1999). El módulo de Earth Modelling, de DecisionSpace, incluye esta
transformación.

Posteriormente, se procedió a calcular el variograma con los residuales estandarizados,se


identificaron las direcciones de máxima y mínima continuidad en la horizontal, y la presencia o no
de anisotropía y su tipo. Estos últimos en conjunto con el variograma vertical fueron ajustados a
los modelos teóricos escogiendo aquel que mostrara el mejor ajuste visual con los datos
calculados, para dar cuenta de la estructura espacial de los datos en tres dimensiones. La
decisión de las direcciones de los variogramas se basó en el conocimiento geológico que se tiene
del área. Estas etapas se resumen en la Figura 3-7.

3.2.2.4 Predicción espacial

A continuación, se aplicó kriging ordinario sobre los residuales estandarizados. El módulo de Earth
Modelling de DSG, realiza de nuevo una transformación para que los datos se expresen en las
unidades originales. Finalmente, se sumaron los residuales interpolados y la tendencia calculada
en cada uno de los nodos de la malla en la que se realizó la interpolación. Debido a limitaciones
de DSG no se produce el volumen de la varianza del kriging, por lo que éste no fue presentado
dentro de los resultados. Sin embargo, para considerar la variabilidad que se podría encontrar
con los resultados y tener una aproximación a la incertidumbre en las determinaciones, se optó
por producir 100 realizaciones mediante el algoritmo que DSG ofrece para este fin en el General
Property, el método de las bandas rotantes condicionando los resultados mediante kriging
(Chilès y Delfiner, 2012). A partir de estas realizaciones se obtuvo un volumen de la desviación
estándar, que es presentada en los mapas producidos.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 75
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Para representar los resultados en 3D, se emplearon diagramas de vallas o fence y mapas a -250,
-500, -700 y -800 m s. n. m. (~320, 570, 770 y 870 m de profundidad ), además de mapas para los
límites de los 4000 mg/L (AACH) y 10000 mg/L de SDT (límite para agua subterránea salobre y
salada). Se optó por utilizar como datum el nivel del mar, para mayor facilidad en las
interpretaciones, sin embargo, se incluyeron en las referencias a algunas profundiades clave,
como las máximas, mínimas y promedio para las superficies una aproximación a la profundidad
en metros. La distribución de los datos obtenidos se comparó con la de los datos originales por
medio de gráficos cuantil-cuantil o Q-Q y de estadísticas descriptivas. Más adelante, se realizó
una validación de los resultados obtenidos, contrastando los valores predichos por el kriging
ordinario, y algunas de las realizaciones, y lo calculado por el método del SP, en pozos que no
fueron empleados en la interpolación
4 Resultados y discusión

4.1 Sobre los registros de pozo

Respecto a la disponibilidad de registros de pozo, utilizados para este trabajo, es importante


tener en cuenta el año en el que se realizó la perforación y si el pozo es exploratorio o de
desarrollo. Si bien, como se observa en la Figura 4-1, ambas poblaciones de pozos (EPIS y de ECP)
se encuentran distribuidas de manera similar a lo largo del tiempo, a excepción del período entre
1960 y 1990, hasta los años 60, se estaba en el proceso de delimitación de los campos Cantagallo
y Yariguí, por lo que los pozos exploratorios eran más comunes. Para este tipo de pozos era usual

Figura 4-1. Pozos de hidrocarburos suministrados por el EPIS y Ecopetrol para el proyecto MEGIA, que se
encuentran en cercanías del CYC, discriminados por año de perforación.
78 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

que se corriesen registros geofísicos desde o hasta profundidades más cercanas a superficie
(menores a 600 ft o 180 m). Por el contrario, después de los años 60 y hasta la actualidad, los
pozos que han sido perforados en el CYC, han sido principalmente de desarrollo, teniendo por
objetivo la formación La Paz o Mugrosa, por lo que los registros geofísicos se concentran a
mayores profundidades (en algunas ocasiones por debajo de los 1500 m / 5000 ft). La excepción
a lo anterior está en el pozo Sonero-1, un pozo exploratorio cercano al CYC, perforado en 2010 y
cuyos registros de pozo comenzaron a correrse desde 25 m (80 ft). El desarrollo del CYC ha
llevado a que finalmente se tenga un estándar sobre el diseño o estado mecánico de los pozos, en
el que la primera sección termina hacia los 1000 -1300 ft (330-400 m) y se corren registros
geofísicos en hueco abierto, a partir de la segunda sección. Es decir, desde 1960 los pozos
perforados en el CYC, carecen de registros de pozo en hueco abierto desde superficie hasta 1000
-1300 ft (330-400 m).

Paralelamente a la evolución del CYC, se ha tenido un desarrollo de los registros geofísicos de


pozo corridos en el campo. Inicialmente, se partió de un set que consistía del SP, resistivos
normales (en muchas ocasiones solo el corto) y lateral en todo el pozo y posteriormente registros
microresistivos en la zona de interés. Luego de los años 60, hicieron su aparición los resistivos de
inducción. Además de los anteriores, para finales de los años 70 ya eran comunes los registros de
gamma ray, densidad y neutrón, pero únicamente en la zona de interés. Desde los años 2000
hasta el presente ya es común encontrar todos estos registros a partir de los 1300 ft (400 m) y
dependiendo del caso, registros microresistivos solo en secciones de interés. A medida que se
suman adelantos tecnológicos a los registros de pozo, los costos y estándares van cambiando. Sin
embargo, es de notar que desde los años 40 hasta la actualidad el registro SP y los resistivos, han
sido los únicos que se han venido corriendo de forma sistemática en el campo.

No obstante, el uso de los registros de pozos antiguos para el cálculo de la salinidad en el CYC, se
ve limitado por la ausencia de medidas de la resistividad del lodo o de la temperatura a la que
éstas fueron tomadas. Lo más probable es que antes de los adelantos teóricos realizados por Doll
(1948) y Wyllie (1949), que permitieron el uso del SP de forma cuantitativa, no se viera la
necesidad o no fuera común tomar estas mediciones, al menos para esta parte del país. De las
anteriores consideraciones se desprende que los registros geofísicos que fueron corridos en
pozos de petróleo antes de los años 60, presentan un mayor cubrimiento de los primeros pies
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 79
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

respecto a los pozos modernos, pero esto no asegura que éstos sean útiles en su totalidad. En la
Figura 4-2, se presenta de forma comparativa la profundidad a la que comenzaron a tomar los
registros de pozo (tope de los registros de pozo), diferenciando si cumplían o no, con las
condiciones para poder aplicar uno o más de los tres métodos, a saber: Rwa, Ratio method o el
método del SP. Si bien el 56% de los pozos comenzaron a registrar a profundidades menores o
iguales a 300 m (1000 ft), el 42% también del total fue perforado antes de 1965, por lo que no
fue posible aplicar todas las metodologías descritas en la sección 3.2.1. La población de pozos
perforados después de los años 2000, por su parte, en promedio comenzó a registrar después de
los 330 m (1070 pies). Así pues, solo en el 19% de los pozos fue posible aplicar las tres
metodologías simultáneamente y de ellas, el ratio method y el método de R wa pudieron arrojar
resultados únicamente para la parte inferior del Grupo Real, por las consideraciones
anteriormente expuestas.

Figura 4-2. Relación entre la cantidad de registros de pozo disponibles para ser usados por el método de
resistividad aparente (Rwa), ratio method y método del SP, discriminados por la profundidad del tope de
los registros de pozo (en pies)
80 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

4.2 Evaluación de la resistividad y salinidad del agua subterránea


mediante registros geofísicos de pozo
A partir de la revisión de información disponible de geología (registros gráficos compuestos y las
descripciones de ripios) y de geofísica (registros geofísicos de pozo), para los pozos con cuya
información cuenta el proyecto MEGIA, dentro del área de estudio y del conocimiento geológico

Figura 4-3. Distribución de las zonas propuestas dentro del área de estudio, con el trazo aproximado de la
Falla de Cantagallo, que se encuentra cubierta por depósitos cuaternarios, ubicación de pozos de petróleo
y agua , y localización de cortes.

adquirido a lo largo de estos años, se optó por definir dos zonas separadas por el trazo de la Falla
de Cantagallo (Figura 4-3). Se denominará Zona 1 a la franja en la que se encuentra actualmente
el CYC, al este de la Falla, y a la que se encuentra al oeste de la estructura en su bloque levantado,
la Zona 2. Así pues, se pasarán a describir a continuación para cada una de ellas, los resultados
obtenidos mediante las diferentes metodologías para cada una.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 81
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

4.2.1 Zona 1: este de la Falla de Cantagallo

4.2.1.1 Método del SP


En esta zona fue posible aplicar la totalidad de los métodos, debido a la relativa alta densidad de
pozos petroleros perforados y como consecuencia de ello la diversidad de registros de pozo
disponibles. En primera instancia, el SP fue utilizado de forma cualitativa, para obtener una idea
de las relaciones entre las resistividades del agua y del filtrado del lodo. Para los pozos petroleros
perforados durante los primeros años, de desarrollo del CYC (hasta 1950), dadas las propiedades
del lodo utilizado (𝑅𝑚 ≈ 8 Ω·m), el registro indicaba que el agua subterránea, siempre era menos
resistiva que el lodo (por ende comparativamente de mayor salinidad). De forma cualitativa, a
medida que aumentaba la profundidad, la magnitud de las deflexiones del SP eran cada vez
mayores lo que indicaba un aumento en la salinidad, hasta llegar a un punto en el que tendían a
estabilizarse , hacia los 500 o 600 m de profundidad. Antes de llegar a dicha estabilización, la
línea base del shale no siempre era constante, lo que indicaba capas con diferentes salinidades
separadas por capas arcillosas que no se comportan como membranas catiónicas perfectas, tal
como menciona Schlumberger (1989). Tómese como ejemplo, las deflexiones del SP para
Cantagallo-5, pozo perforado en 1945 (Figura 1-2), en el que hasta los 245 m (800 ft) se encontró
un comportamiento con pocas deflexiones en el registro, éstas comenzaron a aumentar, en un
segundo segmento, hasta los 610 m (2000 ft), y a partir de este último límite, llegaron a un valor
máximo, en la base del Grupo Real. Considerando las limitaciones, comentadas anteriormente en
los cálculos, empleando estos registros de pozos antiguos, se obtuvieron valores aproximados de
300 mg/L NaCl, 400 mg/L NaCl y hasta 3300 mg/L NaCl, respectivamente, para cada uno de los
mencionados intervalos de profundidad De otra parte, para los pozos que fueron perforados
durante la segunda mitad de los años 50 y la década de los 60, en los que 𝑅𝑚 rondaba los 3 Ω·m,
sí fue posible encontrar variaciones en la polaridad del SP. Para ilustrar este comportamiento, se
pone como ejemplo el pozo Yarigui-32 (YR-32), que fue perforado en 1960 y que es presentado
en la Figura 4-4, donde se tienen varios.
82 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

cambios en la polaridad del SP, en las capas localizadas a 280 m (900 ft), 400 m (1300 ft) y 525 m
(1700 ft). Estos intervalos a su vez se correlacionan con altos valores de resistividad. Es notable,
también, que a partir de los 550 m (1800 ft), se da un aumento en la magnitud de la deflexión del
SP, que puede llegar hasta los -60 mV, y una gradual disminución en la resistividad, hasta valores

Figura 4-4. Ejemplo de la respuesta del registro SP para el pozo Yariguí-32, con
cambios en su polaridad hacia los primeros pies y un aumento general en la magnitud
de sus deflexiones con la profundidad. Nótese a su vez, los altos valores de resistividad
hasta los primeros 550 metros y como aquellos disminuyen con la profundidad.Escala
del SP modificada para ilustrar el caso y escala lineal para los resistivos conforme se
usaba en la época. Información suministrada por el EPÌS.

de 5 Ω·m, a pesar de que se mantiene la respuesta clara a la invasión del lodo a la formación,
evidenciada por la separación entre los registros normales corto (SN) y largo (LN). El límite
inferior para las aguas salobres (1000 mg/L) se presenta en color azul así como el límite de los
AACH (4000 mg/L) en color café.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 83
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

En la Figura 4-5 se presenta la variación de la salinidad, representativa para los intervalos


evaluados, en los pozos YR-32 y Cantagallo-14 (CG-14). Este último se encuentra más cerca a la
Falla de Cantagallo que YR-32, y como se observa el límite de los “acuíferos aprovechables para
consumo humano”, (4000 mg/L), se alcanzó a diferentes profundidades en cada uno de ellos: a
230 y 800 m (755 y 2650 ft), mientras que incluso desde 400 m (1312 ft) se encontraría agua
salada (SDT > 10000 mg/L) en la base del Grupo Real para CG-14. Si se considera que la base del
Grupo Real se encuentra en CG-14 a 490 m (1593 ft) y en YR-32 a 850 m (2750 ft), los espesores
que no serían “acuíferos aprovechables para consumo humano” tendrían 260 y 50 m de espesor
para CG-14 y YR32, respectivamente, con un espesor, además, de 90 m de agua subterránea
salada en CG-14. A este respecto es importante mencionar que, hacia la Falla de Cantagallo, las
capas tienen una magnitud de buzamiento mayor hacia el este, por lo que las capas más basales
del Grupo Real, se pueden encontrar a la misma profundidad que otras más recientes.

Figura 4-5. Variación de la salinidad con la profundidad para el Grupo Real, en rojo se presenta el
pozo CG-14, cercano a la Falla de Cantagallo y en color azul YR-32, más alejado de esta última. Se
resaltan los 1000, 4000 (límite de los ACCH) y 10000 mg/L.
84 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Para YR-32 se observó un comportamiento sin una tendencia definida para la salinidad, en los
primeros 500 m, pudiéndose encontrar valores cercanos a los 10 mg/L NaCl, que representan los
mismos intervalos descritos para la Figura 4-4, en los que el registro presentó deflexiones a la
derecha. Lo más probable es que en este caso los cálculos a partir de los registros subestimen el
contenido real de SDT en el agua, existiendo la posibilidad de que no se cumplan todos los
supuestos mencionados para el registro SP en la sección 2.3.1., como el hecho de que exista algún
aporte considerable de más especies además del sodio y de los cloruros. De otra parte, también
se pudo notar, que desde 500 m para YR-32 y prácticamente desde 100 m, para CG-14, la
salinidad presenta en ambos casos una tendencia a aumentar linealmente, en la escala
semilogarítmica utilizada. En términos de la salinidad esto se da desde los 100 mg/L NaCl o
menos para YR-32 y desde los 300 mg/L NaCl para CG-14.

Para los pozos perforados después de los años 2000, los valores de 𝑅𝑚 son en promedio de 1.5
Ω·m y en general, se tiene un solo cambio en la línea base del shale, que aunque varía entre pozo
y pozo, se puede encontrar entre los 370 y 820 m (1200 a 2710 ft) de profundidad. Para este fin

Figura 4-6. Relación entre el registro SP, los resistivos y la salinidad calculada, para el pozo Cantagallo-39.
Se presentan los topes de las formaciones de interés y una interpretación aproximada de la litología de los
intervalos a partir del registro de gamma ray. Información suministrada por el EPIS.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 85
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

es importante tener en cuenta que dado que los registros en hueco abierto para estos pozos,
solo se toman por debajo de los 300 m, no se alcanzarían a registrar las capas en la que se
identificaron los cambios en la línea base del shale en pozos más antiguos.

En la Figura 4-6 se toma como ejemplo el pozo Cantagallo- (CG-39), perforado en el 2009, y para
el cual se tiene un cambio único en la polaridad del SP a los 500 m (1600 ft) y en donde se
observa, en términos generales, el aumento en la magnitud de deflexión del registro, así como
una reducción en la respuesta de la resistividad. Los cálculos realizados se presentan también en
la Figura 4-6 en el último track, de donde se encontraron valores con salinidades mayores a los
4000 mg/L NaCl, hacia la base del Grupo Real, desde los 600 m (2000 ft) Suponiendo que el lodo y
el filtrado son soluciones en las que predomina el NaCl, (se reporta una composición del lodo con
2000 mg/L Cl-), a partir del valor de 𝑅𝑚𝑓 de 1.23 Ω·m a 26.6ºC (80ºF), un aproximado a su
salinidad sería de 4100 mg/L NaCl, de manera que el cambio en la polaridad del registro daría
cuenta del cambio en las propiedades del agua.

En la Figura 4-7, se presenta el mismo pozo y los valores representativos de las capas evaluadas,
de donde es fácil observar la tendencia que se tiene al aumento de la salinidad conforme
aumenta la profundidad y de cómo se indica la presencia de agua salobre de forma generalizada
en en los últimos 250 m del Grupo Real, pudiéndose encontrar incluso aguas subterráneas
saladas a los 700 m y de forma generalizada en capas arenosas de la Formación Colorado. A 400
m (1300 ft), también se encuentra un valor mínimo de la salinidad que contrasta con los demás
cálculos realizados, indicando la variabilidad que puede tener la propiedad en profundidad.
Aunque con mayor dispersión que para los ejemplos anteriores, a partir de las 2000 mg/L NaCl, la
salinidad presenta una tendencia más lineal de aumento con la profundidad, dentro de la escala
semilogarítmica.
86 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 4-7. Variación de la salinidad con la profundidad para el Grupo Real en el pozo Cantagallo-39. Se
resaltan los 1000, 4000 (límite de los ACCH) y 10000 mg/L, así como el tope de la Formación Colorado.

4.2.1.2 Ratio Method y método de resistividad porosidad


En primera medida, y dado que se tiene un vacío de información para las profundidades mayores
a los 300 m, no fue posible comparar y determinar un error para cada uno de los métodos y luego
intentar determinar el mejor de ellos. Para los 6 pozos donde fue posible aplicar el Ratio Method,
los resultados obtenidos se compararon con los calculados mediante el método del SP. Uno de los
comportamientos observados fue que la diferencia entre los valores calculados, en general,
disminuyó conforme aumentaba la profundidad, pasando de ser incluso, de un orden de
magnitud, hasta menos del 1%. Por lo general esta tendencia se observó en valores menores a
1000 mg/L NaCl. En los pozos YR-78, YR-98 y YR-108, se concentraron parejas de datos en las que
las diferencias entre los métodos superaron el 100%, siendo siempre las medidas del SP menores
a las del Ratio. Lo más probable es que a menores profundidades, aun no sería posible considerar
a las aguas subterráneas como soluciones en las que predomina el cloruro de sodio, por lo que el
método del SP no daría resultados adecuados. En estos casos, los valores obtenidos mediante el
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 87
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

ratio podrían considerarse más confiables ya que se acercarían más a los valores esperados, de
acuerdo a los análisis químicos disponibles. Posteriormente, se descartaron estas parejas de
mediciones, quedando 120, que incluían medidas para todos los pozos. De estas, un 23%
mostraron una diferencia menor al 10%, un 45% una menor al 30% y un 65% una discrepancia
menor al 50%. Así pues, con la información disponible, se indicó buena correspondencia entre los
dos métodos, al menos para aquellas parejas con diferencias inferior al 10%, y regulares a malas
para aquellas con menos de 30%.

En la Figura 4-8, se pone como ejemplo una sección para el pozo Yarigui-78 (YR-78), en la que se
comparan los resultados de los métodos mencionados para la resistividad y la salinidad en la
base del Grupo Real. En ella, para la capa que se encuentra entre los 955 y 985 m (3100- 3200 ft)
la diferencia entre las dos determinaciones fue del 2%, obteniendo valores de 14334 y 14040
mg/L

Figura 4-8. Comparación de los resultados obtenidos mediante el método del SP y el ratio method para el
pozo Yarigui-78.

NaCl para el SP y el ratio, respectivamente. De esta manera, por medio de estas dos metodologías
se indicó la presencia de aguas subterránea con salinidades superiores a los 4000 mg/L NaCl, en la
base del Grupo Real.
88 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Otro ejemplo se presenta en la Figura 4-9, para el pozo Yarigui-546, en el cual se observó
claramente el aumento de la salinidad con la profundidad por medio de los dos métodos. Los
cálculos realizados por medio del SP se comportaron de manera más dispersa en los primeros 500
m de profundidad, mientras que el ratio mostró una tendencia más definida. No obstante lo
anterior, a valores de salinidades mayores a 1000 mg/L NaCl, por debajo de los 500 m,las
diferencias entre los dos métodos disminuyeron entre 550 y 630 m. Tras este intervalo la
variación entre los dos resultados arrojados por los dos métodos volvió a aumentar, y los puntos
comenzaron a disponerse siguiendo una tendencia lineal dentro de la escala semilogarítmica
empleada, con una separación en lo que indicaría una deriva.

Figura 4-9. Comparación entre los resultados obtenidos con el Ratio Method y el método del SP para el
pozo YR-546. Información suministrada por ECP.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 89
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Cabe resaltar que valores superiores a 500 mg/L NaCl se presentaron a profundidades por debajo
de los 450 m. A partir de lo presentado anteriormente, y conociendo las limitaciones del método
del SP, el Ratio method daría mejores resultados a profundidades menores quizás de 350 m,
donde se tiene un mayor porcentaje de iones divalentes (ver Figura 4-17). La presencia de estas
especies puede afectar de manera significativa la respuesta del SP, dando lugar a resistividades
aparentes, que derivan en menores salinidades. Los análisis fisicoquímicos de agua subterránea
que se tomen en el futuro ayudarán a calibrar mejor los resultados obtenidos mediante estos
métodos indirectos. Sin embargo, al menos para Yariguí-546, ambos métodos indican la
presencia por lo menos de aguas salobres subterráneas salobres hacia la base del Grupo Real.

De otra parte, la aplicación del método de resistividad-porosidad, tuvo que basarse en algunos
supuestos, debido a que no existen muestras de núcleos para el Grupo Real de donde se hayan
obtenido experimentalmente los parámetros a y m. Esta unidad carece de interés económico
para la industria de los hidrocarburos por lo que no se jusifica un inversión de este tipo. Para los
intervalos más cercanos a superficie evaluados mediante el diagrama de Pickett, no fue sencillo
obtener un valor para m, porque no se tenían suficientes variaciones en la porosidad para poder
establecer la pendiente de una recta, tal como lo reportó Collier (1993) en acuíferos evaluados
con registros de pozo en Texas. En la Figura 4-10 se presenta un ejemplo aplicado CG-39, para el
cual se evaluó un intervalo del Grupo Real, comprendido entre 690 y 725 m (2240 y 2355 ft). En
este caso, el valor calculado para m fue de 1. Para otros intervalos dentro del mismo pozo los
valores de m, que se encontraron variaron entre 1 y 1.49. Según Collier (1993), si se mantiene a
constante y se varia m, este último dará valores mayores conforme aumenta la cementación de la
roca. Los resultados
90 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 4-10. Diagrama de Pickett para un intervalo arenoso del Grupo Real, localizado entre 690 y 725 m
(2240 y 2355 ft), en el pozo Cantagallo-39. Información suministrada por EPIS.

obtenidos para m, fueron consistentes con aquellos reportados por Worthington (1993) y pueden
esperarse en rocas con poca compactación como las de esta unidad. Asimismo, respecto al
parámetro a, pudo haberse obtenido un valor para el mismo,. si se contara con una medición de
la resistividad del agua, ajustando m, pero esta información no existe para los intervalos más
profundos del Real Los valores recopilados por Worthington (1993), presentan una variación
importante entre estudio y estudio, y según este mismo autor se pudieron dar casos en los que
estas relaciones empíricas sobrepasaron los mínimos teóricos para cada uno de los parámetros.
La simplificación razonable, mencionada por Collier (1993), de asumir el valor de a como la
unidad, se ve confirmada por Glover (2016), quien afirma que valores diferentes a 1 se han
obtenido en la práctica a lo largo del tiempo, compensando la presencia de errores sistemáticos
en los datos de porosidad y de resistividad. La determinación del parámetro a, se sale de los
objetivos de este trabajo, por lo que se consideró adecuado tomar las recomendaciones de los
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 91
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

autores previamente citados. Para el ejemplo presentado en la Figura 4-10, el valor obtenido para
la resistividad del agua a

Figura 4-11. Comparación de los resultados obtenidos mediante el diagrama de Pickett y el método del SP
para el pozo CG-39.

temperatura de formación fue de 0.563 Ω·m y la salinidad de 7590 mg/L NaCl. Se compararon los
resultados obtenidos empleando el diagrama de Pickett con 18 intervalos de CG-39, y los
encontrados usando el método del SP, tal como se presenta en la Figura 4-11. Se observó poco
ajuste entre los dos métodos hasta los 500 m de profundidad, pero a partir de este límite, para
salinidades mayores a 3000 mg/L, se hallaron valores más cercanos entre sí, hasta llegar a una
diferencia mínima del 12%. Del mismo modo que en la compración anterior, ambos métodos
mostraron un aumento en la salinidad conforme aumentaba la profundidad, e identificaron el
límite de los 4000 mg/L NaCl, en este pozo, a los 600 m, indicando 150 m de agua con una
salinidad mayor a este límite en los últimos 150 metros del Grupo Real. Es probable en este caso,
que los valores por encima de los 1000 mg/L NaCl entre los 300 y 500 m de profundidad
utilizando el diagrama de Pickett sean menos confiables que los obtenidos mediante el método
92 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

del SP, tomando como referencia el valor de SDT medido en laboratorio para Cantagallo-1 de 500
mg/L.

Figura 4-12. Comparación de resultados del método de la resistividad del agua aparente con varias
combinaciones de parámetro a y m, para el pozo Yarigui-108. Arriba se incluye la combinación de
parámetros de la ecuación de Humble y abajo se excluye. Información suministrada por el EPIS.

De otra parte, se aplicó el método de 𝑅𝑤𝑎 empleando cinco combinaciones de los parámetros 𝑎
y 𝑚, incluyendo el de la ecuación de Humble (𝑎 =0.69, 𝑚 =2.15), y otras con los parámetros de 𝑚
que se encontraron mediante el diagrama de Pickett (𝑚 =1 y 𝑚 =1.3), junto con otros valores
para 𝑎 (𝑎 =1 y 𝑎 =0.69), de las recomendaciones de Glover (2016) y del valor usado en la ecuación
de Humble. En la Figura 4-12 se presenta dicha comparación aplicada al pozo Yarigui-108 (YR-
108), mediante un diagrama de cajas y bigotes, en esta se observa claramente la diferencia entre
los resultados utilizando la ecuación de Humble (color azul oscuro) y otras combinaciones de
parámetros. Aquella tiene un promedio, representado por las equis en cada caja, de 20000 mg/L
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 93
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

NaCl, que contrasta con las demás (entre 3000 y 6000 mg/L NaCl), adicionalmente presenta una
variabilidad mucho mayor, como se observa del rango intercuartílico. Por el comportamiento

Figura 4-13. Comparación entre dos posibilidades del cálculo de la salinidad mediante el método de Rwa y
a partir del método del SP y de Ratio method.

contrastante incluso con los otros métodos (SP y Ratio), se optó por no emplear más la
combinación de parámetros de la ecuación de Humble. Así pues, aun cuando existen
expresiones, como la mencionada anteriormente, que son empleadas para rocas que caen dentro
de las mismas clasificaciones en las que se encuentran las del Grupo Real, esto no quiere decir
que los resultados obtenidos tengan sentido. Los valores que han sido obtenidos para estudios
en los que las condiciones de las rocas son diferentes, pueden dar lugar a resultados incorrectos.
Aunque no se descarta su uso bajo otras condiciones, al menos para los pozos estudiados, la
ecuación de Humble, no parecería apropiada. De la Figura 4-12, también se observa que en el
94 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

caso en el que a=m=1, se encontraron resultados similares a cuando 𝑚 =1.3 y 𝑎 =0.62 y que estas
dos combinaciones, a su vez, guardaron semejanzas con el método del SP y al ratio method. De
otra parte, cuando 𝑚 =1 y 𝑎 =0.62, se obtuvo una menor variabilidad y resultados más similares a
los obtenidos con el método del SP.

Finalmente, en el caso en el que 𝑚 =1.3 y 𝑎 =1, se obtuvo una media de 6000 mg/L NaCl, superior
a la de 2850 mg/L NaCl del SP, a la del ratio method de 3560 mg/L NaCl , y a las demás
posibilidades de parámetros (hasta de 4000 mg/L NaCl) excluyendo la ecuación de Humble. Así
pues, las combinaciones de parámetros de 𝑚 (entre 1 y 1.3) y de 𝑎 (0.62 y 1) pueden dar
resultados comparables a los obtenidos mediante el método del SP y el ratio method. En
profundidad la comparación entre métodos se presenta en la Figura 4-13, en donde se observan
dos poblaciones de puntos separadas, aproximadamente, a 550 m de profundidad. En la primera
de ellas, se tiene un aumento en las salinidades con la profundidad con valores por encima de los
500 mg/L NaCl por todos los métodos, por debajo de los 450 m, aunque el ratio y la combinación
(𝑎 =1 ; 𝑚 =1) lo indican a 400 m. En una segunda población se encuentra una mayor tasa del
aumento de la salinidad con la profundidad, hasta llegar al punto de superar las 4000 mg/L NaCl a
760 m por todos los métodos. El método del SP es que el obtuvo resultados más conservadores
para la salinidad ya que los resultados de los demás superan este último límite a los 650 m.

Finalmente, dentro de los resultados obtenidos para la salinidad del agua subterránea expresada
en mg/L NaCl, mediante el método del SP, el ratio method y aplicando el método resistividad
porosidad (diagrama de Pickett y resistividad aparente), para la zona localizada al este de la Falla
de Cantagallo, se encontró un aumento progresivo de la salinidad conforme aumenta la
profundidad. En los primeros 500 m se pudieron encontrar capas que almacenan agua con menor
salinidad que las capas adyacentes, no siguiendo necesariamente esta tendencia. Por debajo de
esta profundidad la salinidad aumenta hasta superar las 4000 mg/L NaCl, que dependiendo del
pozo y de su localización respecto a la Falla de Cantagallo, puede estar a 250 m (CG-14) o incluso
a 750 m. De manera recurrente se encontró que el Grupo Real, almacena agua salobre e incluso
salada en su base. Al respecto de los métodos implementados, el del SP arroja valores bajos de
salinidad para los primeros metros (≈400 m), pero a medida que aumenta la profundidad los
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 95
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

resultados obtenidos pueden ser comparados con los hallados a partir del ratio method y las
aplicaciones del método resistividad porosidad. Al respecto de esta última técnica, se encontró
que la ecuación de Humble, utilizada comúnmente para rocas clásticas con baja compactación, no
podría representar adecuadamente las condiciones del área de estudio.

4.2.2 Zona 2: oeste de la Falla de Cantagallo


Para esta zona, a diferencia, de la anterior, se tuvo una cantidad menor de información,
representada por los pozos que no han resultado exitosos para producción de hidrocarburos,
pero que han ayudado a delimitar la Falla de Cantagallo (CG-1, CG-9, CG-3, CG-16, CG-20, Sonero-
1). Para estos solo fue posible emplear dos de las metodologías propuestas: el método del SP, en
3 pozos y en el pozo Sonero-1 , aquellos relacionados con el método de porosidad-resistividad.

Figura 4-14. Relación entre los registros de pozo para Sonero-1: gamma ray y SP en el primer track,
resistivos en el segundo y la salinidad calculada junto con el límite recomendado por la EPA para agua
potable (500 mg/L), agua dulce (1000 mg/L), los 4000 mg/L , agua salobre (10000 mg/L) y el agua de mar
30000 mg/L, en el tercero. Las profundidades se presentan en metros y en pies.. Información suministrada
por el EPIS.
En la Figura 4-14 se presenta el comportamiento de los registros SP, gamma ray y resistivo, junto
con el cálculo de la salinidad a partir del SP en el pozo mencionado. La base del cuaternario se
96 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

marcó a 62 m (200 ft) por una respuesta característica de los registros resistivos, el gamma ray, el
caliper y los registros de densidad y neutrón. Respecto a la salinidad se obtuvieron valores muy
bajos para esta unidad, por lo que los resultados obtenidos con el SP pueden ser tenidos solo
como una referencia cualitativa, pudiendo afirmar solamente que la salinidad allí es menor a 500
mg/L. Debajo del cuaternario se obtuvieron valores de salinidad dentro del rango de los 20 y 70
mg/L NaCl, para lo que aparentemente sería un primer intervalo del Grupo Real (?).Hacia los 120
m (400 ft) se observó un cambio en la polaridad del SP y a partir de allí un aumento en la
magnitud de sus deflexiones negativas, así como una disminución en la resistividad. A partir de
esta profundidad se encontró agua subterránea salobre, alcanzando valores superiores a las
1000 mg/L NaCl , e incluso, los 4300 mg/L NaCl a 250 m (815 ft). A los 324 m (1050 ft) , se alcanzó
la máxima salinidad de 12750 mg/L NaCl. En la base de la sucesión sedimentaria cenozoica, se
encontró hidrocarburo residual, por lo que la salinidad en este intervalo podría ser aún mayor,
por la supresión del SP. El tope de la Formación Noreán, constituida por rocas intrusivas y
vulcanosedimentarias, se marcó por un aumento en la resistividad y coincidió con la descripción
de los ripios.

Por otra parte, para contrastar los resultados mediante el SP, se empleó el diagrama de Pickett,
encontrando, de forma similar a lo observado al costado este de la falla, que los valores de 𝑚
variaron entre 1 y 1.4. En la Figura 4-15A, se presenta la comparación entre los dos métodos, para
los intervalos en los que fue posible, establecer una tendencia con el diagrama de Pickett,
optando por valores de 𝑎 igual a 0.62 y 1. A profundidades menores a los 100 m no fue posible
emplear este método, pero hacia los 125 m ambos coinciden en detectar salinidades mayores a
los 1000 mg/L NaCl. Para los demás puntos analizados se tuvieron variaciones importantes,
donde el diagrama de Pickett indicó agua más salada que el SP, e incluso agua con más de 4000
mg/L NaCl hacia los 190 m,. No obstante, hacia los 250 y 310 m los cálculos realizados por ambos
métodos (con 𝑎 =0.62 para Pickett), dieron resultados similares, que en conjunto indicaron agua
con más de 4000 mg/L por debajo de los 250 m. De esta manera, el método del SP, al parecer
brindaría valores relativamente menores respecto a la salinidad del agua subterránea. Más allá de
las diferencias entre los métodos, en esta zona, la profundidad para el límite de los acuíferos
aprovechables, contrastó con la obtenida para los pozos analizados al costado este de la falla, por
ejemplo YR-32, donde éste se encontró a 800 m de profundidad. .
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 97
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Una de las dificultades encontradas en la aplicación del método del SP, en esta zona, fue el
contenido de arcillas o limo en las areniscas, que es recurrente en las descripciones de ripios de
los pozos más antiguos (CG-1, CG-3, CG-9 y CG-20), y que tiene una expresión marcada en el SP,
con formas serradas y cíclicas. No fueron considerados todos los intervalos que inicialmente
habían sido calculados, debido a que el contenido de arcillas disminuye la deflexión del SP y
consecuentemente, teniendo en cuenta la polaridad del registro en la zona de interés, arroja una
salinidad aparente, menor a la real. Aunque se procuró incluir los intervalos más limpios, existe
la posibilidad de que algunas de las determinaciones sean aparentes. A pesar de lo anterior, una
comparación entre los 18180 mg/L NaCl de SDT (a partir de un análisis químico incompleto) del
agua producida por el pozo petrolero Cantagallo-1, en 1941, dio una diferencia del 30% para lo
calculado a los 324 m de

Figura 4-15. Salinidad calculada por el método del SP para cuatro pozos de la Zona 2.
profundidad de Sonero-1, que se encuentra a unos 800 m de Cantagallo-1. De esta forma una
aproximación aceptable pudo lograrse con el SP, bajo estas condiciones.

La tendencia observada en Sonero-1, se evidenció también en Cantagallo-16, Cantagallo-20 y


Cantagallo-3. Para el primero se obtuvieron valores de salinidad por encima de los 4000 mg/L
98 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

NaCl a 155 m (510 ft), para el segundo estarían aproximadamente a 193 m (626 ft) y para el
tercero a 290 m (941 ft). En la Figura 4-15, a la izquierda, se observa la tendencia marcada para
los pozos anteriormente mencionados, donde se encontraron bajos valores de salinidad hacia los
primeros 100 m y luego un salto hacia aguas con más de 1000 mg/L NaCl, que aumentan su
salinidad conforme lo hace, también, la profundidad.

En términos generales, y tal como se presenta en la Figura 4-15 a la derecha, para la zona 2, tanto
el método del SP como la aplicación del método resistividad porosidad, mediante el diagrama de
Pickett, indicaron un aumento de la salinidad del agua subterránea con la profundidad, que a
diferencia de la zona 1, pasa a ser salobre tras los primeros 120 m de profundidad en la unidad
que infrayace los depósitos cuaternarios. Además, la interfaz entre agua con más de 4000 mg/L
NaCl y agua menos salada se da a una profundidad de aproximadamente 200 m, que si se
compara con la zona 1, es mucho menor que para la mayoría de los casos. La salinidad calculada
mediante los métodos empleados, pudo verse afectada por el efecto de la arcilla dentro de la
matriz de los materiales permeables, por lo que al menos con el método del SP, los resultados
obtenidos pueden, incluso, subestimar la salinidad del agua subterránea.

4.3 Conversión a salinidad real


Hasta el momento, toda referencia a la salinidad del agua subterránea, se hizo en términos de
SDT de una solución equivalente de NaCl, como se hace usualmente en los cálculos en los que se
evalúan aguas de formación, con altos contenidos de SDT. Para tener en cuenta la influencia de
otras especies, como el bicarbonato, que aportan a la salinidad del agua subterránea a
profundidades cercanas a superficie, en la Figura 4-16, se presenta la relación entre los sólidos
disueltos totales medidos en laboratorio (SDT) y los sólidos disueltos totales calculados para una
solución equivalente de NaCl (SDTNaCl), usando los multiplicadores de Dunlap. En total se
utilizaron 162 muestras de agua de aljibes, pozos y manantiales, tomadas de diversas unidades
geológicas: depósitos aluviales (Qal), depósitos de terraza aluvial (Qat), depósitos fluviales de
canal (Qfc), la Meseta de San Rafael (QMsr), Grupo Real (N1r) y Formación La Paz (P2l).
Adicionalmente se incluyeron 3 muestras de aguas superficiales.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 99
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Se discriminaron tres grupos para los datos, comparando el comportamiento de todas las
muestras para cada una de las unidades, encontrado que aquellas de los Qal, QMsr y N1r y de
agua superficial se comportaban de forma similar; de igual maneras las tomadas de las unidades
Qfc y Qat conformaron el Grupo 2; y finalmente aquellas pertenecientes a la unidad P2l,
integraron el tercer grupo. El primer grupo (en verde en la Figura 4-16) en el tramo en que los
SDT son relativamente bajos, se caracteriza por tener valores de SDT > SDTNaCl, , pero a medida
que aumentaba la salinidad en las muestras, se observa que los SDT, tienden a una relación uno
a uno (línea punteada negra en la Figura 4-16), por lo que a los 1000 mg/L, se esperaría ya que la
solución fuese una en la que el contenido de cloruro de sodio es significativo en la salinidad del
agua.
100 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Para el segundo grupo, a diferencia del anterior, los valores de SDT y SDTNaCl son similares entre
sí para la mayoría de los datos, incluso para bajos valores de SDT, y de igual forma que el grupo
anterior, a medida que aumentaba la salinidad los valores tieden más hacia la relación uno a uno.
A diferencia del grupo anterior para este grupo la pendiente es ligeramente mayor. Finalmente,
el tercer grupo se caracteriza por tener valores muy altos SDT y SDTNaCl (alrededor de 50000
mg/L) cayendo sobre el margen superior derecho de la línea uno a uno presentada en la Figura
4-16, bajo estas circunstancias las muestras de agua pueden ser catalogadas como soluciones en
las que predomina el NaCl, debido a que SDT y SDTNaCl son prácticamente iguales entre sí.

Como era de esperarse, la salinidad del agua sufre una evolución desde que ésta se encuentra en
la atmósfera, luego en superficie, donde no tiene mayor contenido de especies en solución, hasta
que se infiltra y empieza a adquirir progresivamente mayores concentraciones de las mismas. La
abundacia inicial de los bicarbonatos en las aguas subterráneas más someras, se ve transformada
conforme el agua fluye por los intersticios de las rocas, mientras adquiere especies conservativas
como los cloruros, que pasan a ser los aniones más importante en las aguas subterráneas más
profundas. La tendencia observada en la Figura 4-16, sigue la tendencia natural de cambio
composicional progresivo del agua subterránea propuesta por Chebotarev (1955a, 1955b). El
agua extraída junto con los hidrocarburos producidos de la Formación La Paz, en el CYC, hace
parte del Grupo 3 definido y puede considerarse como un miembro extremo, dentro de una
facies clorurada sódica, con 43% más de salinidad que el agua de mar típica. El contraste entre
esas aguas de formación profundas (aproximadamente a 2km) y las aguas subterráneas más
someras (entre los 200 y 366 m), que están siendo captadas en el CYC (499 mg/L), llega a ser de
dos órdenes de magnitud y en algún punto entre ellas, las facies cloruradas comienzan a ser más
representativas.

En la Figura 4-17, por ejemplo, se presenta la proporción de las especies disueltas en el agua
subterránea de dos pozos abastecedores de agua del CYC (PCM-2 y CG-1), expresadas como
porcentaje del total de meq/L. Si bien en ambos casos predomina el bicarbonato, para PCM-2, la
suma de cloruros y sodio corresponde al 54% del total de meq/L disueltos, mientras que en CG-1,
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 101
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

PCM-2 (242 mg/L SDT) CG-01 (499 mg/L SDT)

Figura 4-17. Comparación entre las proporciones para cationes (colores verdes) y aniones (colores
morados) Expresadas en miliequivalentes para los pozos abastecedores de agua subterránea PCM-2 y CG-
01.

estas dos especies suman el 80%. Es clara también la disminución del calcio, potasio y magnesio y
el aumento del sulfato. El pozo CG-1, el más profundo del campo y más cercano a la Falla de
Cantagallo, tiene una cantidad considerable de cloruros respecto a PCM-2. El cambio en las
proporciones de los electrolitos. Estas características hacen pensar que el agua extraída de CG-1
es más evolucionada y con un mayor tiempo de residencia que el agua de PCM-2, y que además
se encuentra en la transición hacia aguas cloruradas sódicas.

Ante la ausencia de muestras de agua para el intervalo entre los 600 y 40000 mg/L, que incluye
las unidades de interés, se intentó ajustar un modelo mediante una regresión lineal con mínimos
cuadrados ordinarios, cuya variable respuesta explicativa fuesen los SDTNaCl y la variable respuesta
los SDT. Se optó por realizar una transformación logarítmica de ambas variables, respondiendo a
la tendencia lineal encontrada, al graficar los puntos en escala log-log (Figura 4-16). Se
presentaron problemas de heterocedasticidad (la varianza de los errores no era constante en
todas las observaciones) para el modelo del Grupo 1, así que por simplicidad, se optó por obtener
dos de ellos, uno para cada unidad geológica, en lugar de utilizar otras técnicas de regresión,
como los mínimos cuadrados ponderados u otro tipo de modelos lineales generalizados.
102 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

En la Tabla 4-1, se presenta el resumen de las métricas para los modelos obtenidos. El estadístico
F indicó que ambos modelos fueron significativos y que las variables explicativa estaban
significativamente relacionadas con las variables respuesta. Los estimados para el intercepto α y
la pendiente β, también fueron significativos. En cuanto a los residuales su media estuvo cerca a
cero y el valor absoluto de sus máximos y mínimos, cercanos entre sí. Además, el R 2 ajustado,
indicó para los dos modelos, que una gran proporción de la variabilidad de los SDT, fue explicada
por los SDTNaCl. Finalmente, y por medio del paquete gvlma, se comprobó el cumplimiento de los
supuestos de la regresión lineal. En términos prácticos, las métricas empleadas anteriormente,
indican que existe una relación significativa entre los SDT y los SDTNaCl y que los modelos de
regresión planteados, son las mejores rectas que se ajustan a los puntos de los que se dispone,
respetando los supuestos en los que se basa el método.

Tabla 4-1. Resumen de los modelos de regresión líneal simple por mínimos cuadrados ordinarios para
muestras de agua subterránea de los depósitos aluviales y del Grupo Real y del Grupo 2: depósitos de
terraza aluvial (Qat) y depósitos fluviales de canal (Qfc).

𝛼̂ 𝛽̂ R2 F ̅ res.
𝒙 Máx. res. Min. res.
Grupo 0.7264
0.7387*** 0.89 367 *** 4.5x10-18 0.25 -0.23
Real ***
Depósitos
0.7784*** 0.7087 *** 0.99 2512*** 9.2 X 10-19 0.057 -0.071
aluviales

Grupo 2 0.1347* 1.0005*** 0.96 819*** -4.16x10-18 0.23 -0.16

*** p <0.001 ; p <0.01; res= residuales

Así pues, para los depósitos aluviales se obtuvo la siguiente expresión

𝐿𝑜𝑔10 (𝑆𝐷𝑇) = 0.7087 𝐿𝑜𝑔10 (𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 ) + 0.7784


(37)

De donde se tuvo, al despejar SDT


Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 103
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

𝑆𝐷𝑇 = 6.00 𝑥 𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 0.7087 (38)

De forma similar para el Grupo Real se obtuvo

𝐿𝑜𝑔10 (𝑆𝐷𝑇) = 0.726 𝐿𝑜𝑔10 (𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 ) + 0.739 (39)

Y despejando SDT se encontró

𝑆𝐷𝑇 = 5.48 𝑥 𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 0.726 (40)

De otra parte para el segundo grupo se tuvo que

𝐿𝑜𝑔10 (𝑆𝐷𝑇) = 1.000 𝐿𝑜𝑔10 (𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 ) + 0.1347 (41)

Y por tanto para los SDT

𝑆𝐷𝑇 = 1.36 𝑥 𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 ( 42)

De esta forma se obtuvieron modelos que fuesen significativos y que relacionasen los 𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 ,
obtenidos a partir de los registros de pozo con los 𝑆𝐷𝑇 dependiendo de las unidades geológicas.
Estas expresiones no deben ser utilizadas para bajos valores de 𝑆𝐷𝑇 (<5 mg/L), pues allí no se
mantienen las relaciones halladas. La expresión (42) sólo sería válida, asumiendo que en
cierto punto todas las soluciones se comportarían como una de NaCl, por lo que los 𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 no
podrían ser mayores a los 𝑆𝐷𝑇. Así pues (42), tendría su dominio entre las 10 mg/L y los 496 mg/L
NaCl, valor último donde los 𝑆𝐷𝑇 son iguales a los 𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 . De este último hecho se desprende
que la salinidad obtenida mediante los registros de pozo, expresada como mg/L NaCl, puede ser
tomada directamente, como una más cercana a la realidad, si la misma se encuentra por encima
de las 500 mg/L NaCl.
104 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

4.4 Validación de las metodologías

4.4.1 Aguas de formación


Se realizó, también, un proceso de comparación entre los resultados obtenidos mediante la
aplicación de los cálculos con registros de pozo (método del SP y ratio method) y los obtenidos
mediante análisis físico químicos de aguas de formación del CYC (ICP, 2008) y de aguas
subterráneas extraídas de los pozos abastecedores del campo (MCS, 2018). Aún cuando los
cálculos con registros de pozo pueden dar un valor aproximado de la resistividad del agua, tanto
los pozos de agua como los productores de hidrocarburos rara vez captan un solo nivel, debido a
que se construyen con el fin de extraer la mayor cantidad de recursos. Así pues, la producción de
agua en los dos tipos de pozo es una mezcla, en la cual se desconocen las proporciones y las
características que aporta cada uno de los intervalos cañoneados o con filtros.

Figura 4-18. Comparación entre la salinidad medida en laboratorio y la calculada por el método del SP y el
Ratio method. Se presenta la línea 1:1 y las que representan errores relativos del 5 y 10%.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 105
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

La comparación entre los valores calculados por los dos métodos y el agua de formación se
presenta de manera gráfica en Figura 4-18 y en la Tabla 4-2. Para el método del SP, en 3 de los 5
pozos evaluados, se obtuvieron resultados menores a los medidos, con errores relativos que
oscilan entre el 2.5 % y el 8.7 %; para los dos restantes el método sobreestimó la salinidad, con
errores del -2%. De otra parte, el ratio method se pudo aplicar, con resultados satisfactorios en 3
pozos, con errores relativos que presentaron mayor variación (-0.71% a 21.76%.), subestimando
en dos casos la salinidad.

Tabla 4-2. Valores medidos y calculados para aguas de formación del campo Yarigui-Cantagallo. Los valores
observados fueron tomados de ICP (2008).

Error
Obser. Calculado Error
Calculado abs. Error Error RECM SP RECM RM
( RM abs. SP
Pozo SP ( mg/L RM rel. SP rel. RM (% Valor (% Valor
mg/L (mg/L (mg/L
NaCl) (mg/L (%) (%) obser.) obser.)
NaCl) NaCl) NaCl)
NaCl)
YR-101 52704 53852 47583 -1148 5121 -2.2 9.7 4.4 13.6
YR-69 51745 50127.6 --- 1617.4 --- 3.1 --- 4.5 ---
YR-78 49364 48112 --- 1252 --- 2.5 --- 4.7 ---
YR-79 51826 52869 52193 -1043 -367 -2.0 -0.7 4.5 13.8
YR-82 51846 47312 40563 4534 11283 8.7 21.8 4.5 13.8

Adicionalmente, se calculó la raíz cuadrada del error cuadrático medio (RECM), para comparar el
comportamiento de los métodos obteniendo un valor de 2330 mg/L NaCl para el método del SP y
7157 mg/L NaCl para el ratio method, estos resultados se expresaron además como porcentaje
respecto al valor observado, de donde se observó que el error del método del SP, fue menor al
5% y el ratio cercano al 14%. De las métricas del error obtenidas, es claro, entonces, el mejor
ajuste del método del SP. Debido a que este último registro es ubicuo dentro de los pozos
revisados, es sencillo identificar aquellos que tengan un comportamiento anómalo y descartarlos
para realizar posteriormente cálculos. Los resultados encontrados para el método del SP en estas
condiciones son esperables, teniendo en cuenta que el tipo de fluido estudiado corresponde a
uno en el que el cloruro de sodio da cuenta de gran parte de la salinidad (en promedio 89% del
106 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

total de los SDT) de la muestra, por lo que se cumplen los supuestos planteados para la constante
𝐾 de la ecuación ( 9).
De otro lado, la aplicación del ratio method se vio supeditada a la disponibilidad de registros
microresistivos. De los 5 pozos con análisis químico disponible, 1 no contaba con microresistivos,
por lo que, tratando de superar la deficiencia encontrada, se utilizó el registro de resistividad
normal corto dentro de los cálculos, obteniendo valores alejados de la realidad, cercanos a los
20000 mg/L NaCl, por lo que no se registraron estos en la Tabla 4-2. Para estos casos el normal
corto, por su profundidad de investigación, estaría registrando la resistividad de la zona invadida
y no la de la zona lavada, por lo que no se cumplirían las condiciones bajo los cuales se basa el
método. En el pozo restante sí se contó con registros microresistivos, pero los valores de
salinidad obtenidos también fueron sustancialmente menores (≈15000 mg/L), por lo que es
posible que el proceso de invasión haya influido significativamente en el comportamiento
esperado para las lecturas realizadas por las herramientas . De igual forma, la presencia de
hidrocarburo residual dentro de las zonas evaluadas pudo haber sido responsable tenido efectos
sobre los cálculos realizados, ya que se tendría una saturación de hidrocarburo , motivo por el
cual tampoco se cumplirían los supuestos para el método.

Es importante notar que ambos métodos son susceptibles a presentar errores relacionados con el
valor que es reportado para 𝑅𝑚𝑓 . Por ejemplo, el pozo Yariguí-82 presenta para ambos métodos,
SP y Ratio, los más altos valores de error relativo 8.7% y 21.8%, respectivamente. Jorgensen
(1996) comenta que la acción que realiza la prensa, empleada para la medición de 𝑅𝑚𝑓 , que
emula el proceso natural de formación del filtrado, no siempre es representativa de la realidad,
por lo que el valor de 𝑅𝑚𝑓 no sería el apropiado y obtuvo mejores resultados, en ciertos casos,
utilizando el valor de 𝑅𝑚 en vez del valor de 𝑅𝑚𝑓 . De otro lado, Williams & Dunlap (1984) en
Bateman (2012) hicieron notar que los valores medidos de manera sistemática de 𝑅𝑚𝑓 , a lo
largo de la perforación, pueden variar considerablemente de los reportados en los encabezados
del registro, debido a que los aditivos que se le agregan al lodo durante la perforación lo afectan.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 107
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

4.4.2 Aguas subterráneas captadas actualmente


De otra parte, no fue sencillo realizar la comparación entre los resultados calculados mediante las
metodologías propuestas, y los análisis fisicoquímicos de las aguas subterráneas, captadas por los
pozos abastecedores del CYC. La principal explicación fue el no contar con acceso a la información
necesaria para aplicar los métodos. Aun cuando se consiguieron los registros geofísicos de los
pozos PCM-1 y PCM-2 (SP, Resistivos y gamma ray), no se contó con la información de 𝑅𝑚 y 𝑅𝑚𝑓 ,
indispensable para el método del SP y el ratio method. Según tiene entendido el autor, en estos
pozos tampoco se corrieron registros de densidad o neutrón. Y aunque tampoco se contó con los
registros del pozo de agua Cantagallo-1 (CG-01), sí fue posible utilizar los registros del pozo
Cantagallo-13, localizado a unos 15 m de aquel y perforado en 1953. En la Figura 4-19 se
presenta el SP corregido por deriva (segundo carril) y la interpretación cualitativa del microlog
(carril 4), donde los colores de relleno azules indican capas permeables y los rojos las
impermeables. Junto a él se encuentra la litología descrita para CG-01 (último carril) y los
intervalos con filtros (primer carril). Nótese que las secciones que tienen una mayor separación
entre los microresistivos, donde MNOR >MINV,
108 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 4-19. Registros eléctricos del pozo CG-13 (SP y microresistivos) comparados con los filtros
instalados (A, B y C) para el pozo de agua CG-01 y la litología descrita para el mismo. El relleno azul de los
microresistivos indica capas permeables en tanto el rojo indica capas impermeables. Información aportada
por el EPIS y ECP.

coinciden con las litologías más favorables para localizar los filtros, y para el caso contrario, donde
MNOR < MINV, el color rojo marca con buena precisión los límites de capas arcillosas. El microlog,
en este caso, fue una herramienta útil para realizar la corrección por deriva del SP y
consecuentemente obtener mejores resultados de la salinidad. Esto debido a que las capas
arcillosas no se comportaron como membranas perfectas, por el hecho de que se tienen cambios
en la línea base del shale, lo que dificulta delimitarla.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 109
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Posteriormente, considerando las expresiones derivadas en la sección 4.3 para el Grupo Real, y el
hecho de que los SDT medidos en laboratorio para el pozo abastecedor de agua Cantagallo-1
fueron de 499 mg/L, se optó por no transformar los análisis químicos utilizando los
multiplicadores de Dunlap, comparado los valores determinados con el SP, para las capas
incluidas dentro de los intervalos con filtros instalados en el pozo, con este valor. Los resultados
se presentan en la Tabla 4-3. Se encontró en general que bajo este supuesto el uso del modelo
disminuyó el error en el que se incurriría si no se tuviera en cuenta el mismo, para el tramo de
filtro A (29%) y el C (46%), solo encontrado un ligero aumento en el error para el intervalo B (-
2.8%). Si se considera el promedio de todas los cálculos como un mejor aproximado al valor real
de la salinidad, se obtuvo un error relativo usando los registros de pozo y el modelo derivado para
el Grupo Real, de 25% frente al 31% al que se obtendría sin corrección alguna. La desviación
estándar (𝝈) calculada con el modelo también disminuyó la variabilidad que se obtendría sin
considerarlo. Utilizando la desviación estándar del promedio como medida de su incertidumbre,
el valor obtenido para la salinidad del agua producida por el pozo Cantagallo-1, sería de 370±34
mg/L. Aunque el error es considerable, debe tenerse en cuenta que estos son métodos indirectos
y que en la medida en la que se obtenga más información, estos pueden ser ajustados para
producir resultados cada vez más cercanos a la realidad.

Tabla 4-3. Comparación de valores observados y calculados mediante el error relativo para el pozo de agua
Cantagallo-1.

Salinidad Salinidad Salinidad Error Error


Intervalo
Filtro observada promedio SP corregida relativo sin relativo con
(m)
(mg/L ) (mg/L NaCl ) (mg/L NaCl ) modelo(%) modelo (%)
A 214-254 314 354 37.0 29.0
B 280- 305 499 507 513 -1.6 -2.8
C 329- 366 210 269 58.0 46.0
̅
𝒙 341 370 31.6 25
𝝈 172 154
𝝈𝒙̅ 38 34

Se intentó hacer un ejercicio similar con Ecopetrol-2, el pozo abastecedor menos profundo del
CYC (948 ft ó 289 m), pero sus intervalos ranurados se encuentran por encima de los 912 ft (278
110 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

m) de profundidad, lo que hizo imposible realizar cualquier tipo de amarre con los pozos de
desarrollo circundantes, pues en estos últimos los registros geofísicos se corren exclusivamente
por debajo de los 1000 ft (305 m).

La situación encontrada para los pozos de agua en el CYC puede considerarse una situación
normal, ya que para este tipo de pozos en nuestro país no es común que se corran registros más
allá de los resistivos normales, el SP y el gamma ray, dejando de lado algunos otros como los de
densidad, neutrón y microresistivos. Es también común que no se tomen mediciones de 𝑅𝑚 , lo
que imposibilita realizar cualquier tipo de cálculo.

En este punto de la presentación de resultados es importante señalar que desde los años 60, en
EUA, se empezaron a considerar y emplear los registros de pozo en general (pozos para
hidrocarburos y pozos para agua) como herramienta indirecta para la determinación de la calidad
del agua subterránea, primero a partir del SP y de los registros resistivos (Alger, 1966) y más
recientemente a partir del método de resistividad porosidad (Collier, 1993; Gillespie et al., 2017;
Stephens et al., 2018). Maybin et al. (2019) documentan al menos diez estados en los que se han
realizado este tipo de estudios en ese país, tomando ventaja del acervo de información del cual
disponen los servicios geológicos regionales y el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS),
con el fin de obtener herramientas para la gestión del agua subterránea hacia el futuro, tanto a
nivel local como nacional. En Texas, por ejemplo, para los años 90, Collier (1993) menciona que
una agencia estatal, la Comisión del Agua, contaba para ese momento, con un archivo en el que
las compañías perforadoras de pozos de agua podían entregar voluntariamente copias de sus
registros y una unidad que tenía más de 250000 registros geofísicos de pozos de hidrocarburos,
que podían ser copiados o prestados. Este autor comentaba que también existían bibliotecas
públicas y privadas en las que se podían consultar registros de pozo de petróleo perforados en
dicho estado. Más recientemente, Stephens et al. (2018), mencionan que los datos de registros
geofísicos de pozos de hidrocarburos, que utilizaron en su investigación, fueron descargados
gratuitamente, como imágenes, de un sistema de búsqueda de información en línea de la
División de petróleo, gas y recursos geotérmicos de California (DOGGR), ahora la División de
Administración de Energía Geológica (CalGEM).
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 111
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

No obstante, en nuestro país no es común emplear los registros de pozo como una herramienta
más para la evaluación hidrogeológica, probablemente, debido a que los usuarios no ven razones
en realizar una inversión mayor, por lo que las empresas que corren este tipo de registros no ven
tampoco, ni necesario ni rentable, incluirlos en sus portafolios de servicios. La limitante más
importante reside en que los pocos registros de pozo, disponibles para pozos de agua, tampoco
pueden ser utilizados de forma cuantitativa, debido a que carecen de la información necesaria
para este fin (𝑅𝑚 y mucho menos 𝑅𝑚𝑓 ) y a que tampoco existen requerimientos claros por parte
de las corporaciones autónomas regionales, que obliguen a que las empresas perforadoras
realicen estas medidas en campo.

En contraste con anterior panorama, para cada uno de los pozos petroleros exploratorios, que
han sido perforados a lo largo de todo nuestro país, y que han resultado secos, se ha tomado
información geológica y se han corrido registros geofísicos de pozo, que están o estaban a la
vanguardia de la tecnología para la época. En conjunto estas dos herramientas, pueden ser
utilizadas con miras a la caracterización de las unidades geológicas más cercanas a superficie y su
evaluación hidrogeológica, como se ha intentando demostrar en el presente estudio. Si se
considera que desde 1927 los registros de pozo han evolucionado continuamente, pero a la fecha
se sigue empleando para la prospección de aguas subterráneas, una tecnología muy similar a
aquella que dejó de ser empleada por la industria de los hidrocarburos antes de los años 60
(Hilchie, 2003) y que en el VMM los registros de pozo datan desde 1933 (Dickey, 1992), el
espectro de posibilidades para el uso de esta información es amplio, toda vez que tiene mayores
estándares y mejor calidad que aquella empleada para fines hidrogeológicos.

Se debe recalcar, además, que comúnmente al tener como objetivo, unidades geológicas a
profundidades considerables (que pueden ser del orden de kilómetros), los pozos perforados por
la industria de los hidrocarburos atraviesan y toman información, también de otros estratos, que
hasta ahora no han sido probados como acuíferos. De forma semejante a lo mencionado líneas
atrás sobre los registros de pozo, los usuarios del recurso hídrico, hasta ahora no se han visto
abocados a buscar aguas subterráneas a profundidades mayores a los 150 m en el VMM
(Universidad Nacional de Colombia, 2020), sin embargo, este panorama podría cambiar en el
112 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

mediano plazo. Por ejemplo, hace 25 años no se pensaba buscar agua subterránea en la Sabana
de Bogotá a profundidades mayores a 500 m, pero recientemente se han terminado pozos a
profundidades del orden de los 900 m de profundidad. A fin de evaluar las reales posibilidades
para el uso del agua contenida en niveles acuíferos a las profundidades mayores a las que se
explotan actualmente, y como herramienta para la toma de decisiones informadas,

Finalmente, el desarrollo de las metodologías descritas anteriormente con los registros geofísicos
de pozo, han sido aplicadas de forma satisfactoria a la información que ha sido entregada al
Proyecto MEGIA, a lo largo de la parte norte del VMM. Al igual que en el área del CYC, existe una
baja disponibilidad de información de registros geofísicos de pozo y de análisis químicos para los
mismos intevalos, especialmente para pozos de agua. No obstante, los resultados han sido parte
de los cálculos de propiedades petrofísicas que MEGIA ha planeado realizar dentro de su área de
estudio, como parte del Producto 5: Modelo geológico-geofísico, encontrando también, la
presencia de aguas subterráneas salobres hacia la base del Grupo Real.

4.5 Distribución de la salinidad del agua subterránea

4.5.1 Análisis exploratorio


De acuerdo a la buena disponibilidad de información, suficiente para la aplicación del método del
SP y a que los resultados del mismo pueden ser, en su mayoría, comparables con las otras
metodologías propuestas, se optó por emplearlo como primera opción en pozos distribuidos a lo
largo del área de estudio. En caso de que la salinidad calculada por los registros fuese menor a
500 mg/L NaCl, se corrigió con los modelos descritos en la sección anterior, en caso contrario
aquel valor se consideró adecuado.

Los resultados del análisis exploratorio de los datos de salinidad del agua subterránea,
almacenada en rocas del Grupo Real y de las que la Falla de Cantagallo pone en contacto con
estas últimas hacia el oeste, para las dos zonas definidas, se presentan de forma gráfica en la
Figura 4-20 (junto con los límites de 1000, 4000 y 10000 mg/L) y mediante parámetros
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 113
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 4-20. Distribución de la salininidad con Profundidad para la A) Zona 1, y B) Zona 2. En C) y D)


se presentan los mismos datos, pero en escala logarítmica para facilitar la visualización. Para cada
gráfica se pone como referencia los valores de 1000, 4000 y 10000 mg/L de SDT.
114 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

estadísticos en la Tabla 4-4. La diferenciación se realizó por intervalos de profundidad, hasta los -
906 m s. n. m.1 en la zona 1 y hasta los -750 m s. n. m. en la zona 2. En la Figura 4-20 A se observa
el mismo comportamiento descrito mediante los ejemplos presentados para los registros de
pozo, y es un aumento de la salinidad con la profundidad. Para la zona 2 en Figura 4-20B se
muestra inicialmente un aumento marcado en la salinidad , una tendencia a estabilizarse, y
finalmente otro aumento abrupto.La forma de las cajas de la Figura 4-20A y la presencia de datos
atípicos, por fuera de los bigotes del diagrama, dan cuenta de una distribución asimétrica para los
grupos estudiados de la zona 1. La tendencia observada, se reforzó con los valores obtenidos para
el coeficiente de asimetría2 (CA) presentados en la Tabla 4-4, que mostraron una asimetría
positiva, es decir, que la mayor parte de los datos se concentró principalmente hacia los menores
valores de salinidad. Para la zona 2, aunque se observó un comportamiento con un menor grado
de asimetría, en las cajas de la Figura 4-20B, que se ve confirmada por los valores más cercanos a
cero consignados en la Tabla 4-4 aún se tiene un sesgo positivo. Debido a la asimetría presentada,
se observó en términos generales, una diferencia apreciable entre el promedio y la mediana
calculada, especialmente para los intervalos de la zona 1. Si se considera además, que el
promedio se ve afectado por los valores extremos para cada intervalo, la mediana (representada
por un punto negro en cada una de las cajas del diagrama de cajas de la Figura 4-20), un
estadístico robusto, fue tomada como la medida del centro de la variable y el rango intercuartilico
(IQR), como medida de dispersión (en lugar de la desviación estándar o el coeficiente de
variación). El RI como se observa en la Figura 4-20 A indicó un aumento en la variabilidad con la
profundidad para la zona 1 y en comparación

1
Los valores negativos de altura sobre el nivel del mar, corresponden a profundidades a partir de esta
referencia. Es equivalente a la profundidad vertical real por debajo del nivel del mar, (TVDSS por sus siglas
en inglés) utilizada con frecuencia en la industria de los hidrocarburos.
2
El coeficiente de asimetría calculado se expresa así: 𝑏1 = (𝑚3 /𝑠 3 ), donde 𝑚3 es el tercer momento de la
variable y s la desviación estándar muestral.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 115
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Tabla 4-4. Parámetros estadísticos para la salinidad de las dos zonas definidas para las rocas del Grupo
Real. Donde 𝒙 ̅ representa el promedio, 𝒙 ̃ la mediana, IQR el rango intercuartil, CA el coeficiente de
asimetría, Cur la curtosis. El número de puntos por intervalo es n, #AST es el número de datos atípicos con
los datos sin trasnformar y #AST con los datos con trasnformación logarítmica.

Zona 1 Zona 2

Prof.
̅
𝒙 ̃
𝒙 IQR CA Cur n #AST #AT x x IQR CA Cur n #AST #AT
(m)

60
335 205 328 1.6 2.2 15 1 0 579 121 1103 0.9 -0.8 9 0 0
-50
-50
375 290 338 3.7 18.1 58 2 2 2054 2117 1739 0.3 -0.6 12 0 0
-150
-150
585 395 410 3.5 12.9 109 8 5 3475 3362 1649 0.5 0.3 14 1 2
250
-250
1060 453 893 3.9 23.4 197 19 2 3878 2751 2476 1.5 2.1 31 2 1
-350
-350
1903 803 2035 2.7 9.2 211 17 0 4655 2918 2942 1.6 1.6 34 2 0
-450
-450
2665 1616 3205 2.0 5.1 223 11 0 3691 3042 2537 1.0 0.4 50 1 0
-550
550
4045 3083 4599 1.2 1.1 233 5 5
-650
6717 5986 2964 1.6 1.5 9 1 1
-650
5187 4314 5588 0.9 0.4 157 1 0
-750
-750
8929 8797 4833 1.1 1.5 93 6 6 - - - - - - - -
-906

con esta última , la zona 2 se caracterizó por tener valores mayores y una tendencia a
estabilizarse por debajo de los -250 m s. n. m.. De otra parte, los valores obtenidos para la
curtosis3, correspondieron a distribuciones platicúrticas tanto para todos los intervalos de
profundidad de la zona 2 como para los menores y mayores de la zona 1, 60 a 50 m y -550 a-906

𝑚
3
La curtosis calculada se expresa así: 𝑠2 = ( 44 − 3), donde 𝑚4 es el cuarto momento de la variable y s la
𝑠
desviación estándar muestral.
116 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

m, respectivamente. Los intervalos restantantes para la zona 1, mostraron un comportamiento


platicúrtico entre los -50 y -550 m. En la Figura 4-20 para la zona 1, en los intervalos en los que se
identificaron distribuciones platicúrticas se observó una mayor cantidad de datos atípicos u
outliers. Al respecto de esto último, la presencia de este tipo de datos no representa
necesariamente valores a descartar, ya que se deben al comportamiento asimétrico de la variable
estudiada. Este tipo de distribuciones con asimetría positiva son comunes para concentraciones
de sustancias en la naturaleza tal como lo comentan Kitanidis (1997) y Limpert et al. (2001).

Las Figura 4-20 C y D presentan los datos para las dos zonas aplicándoles una transformación
logarítmica, tras la cual la forma de las cajas se tornó más simétrica y se redujo ostensiblemente
el número de datos atípicos. Es notable, por ejemplo el cambio que sufrieron los intervalos entre
-50 y -550 m para la zona 1, que se caracterizaban por tener un alto coeficiente de curtosis, y que
pasaron de tener una cantidad importante de datos extremos, a tener muy pocos o no tenerlos.
La mayoría de datos atípicos se encontraron hacia los menores valores de salinidad y
concordaron con los intervalos que fueron identificados mediante el método del SP y que
contrastaban con las salinidades de las capas adyacentes. En las dos series de gráficos con escala
transformada y sin transformar de la Figura 4-20, visualmente se distinguen las relaciones entre la
medida del centro de la variable para las dos zonas y los límites en ellas diferenciados, como
líneas punteadas. La salinidad del agua subterránea sobrepasa las 1000 mg/L por debajo de los -
450 m en la zona 1, mientras que en la zona 2 lo hace tras los -50 m. De forma semejante, se
sobrepasan las 4000 mg/L (límite para los AACH) entre los -650 y -750 m en la zona 1 y entre los -
550 y -750 m en la zona 2. A ambos lados de la falla se tendrían aguas subterráneas saladas, esto
no es tan evidente en la zona 2, debido a que la cantidad de datos calculados allí es menor, pero
se tiene evidencia por medio de análisis químicos de salinidades de 18000 mg/L (CG-01) y hasta
30000 mg/L. De otra parte, la transformación logarítmica no afectó de forma considerable las
tendencias obervadas para la zona 2, como sí lo hizo para la zona 1, dando cuenta que el
comportamiento a uno y otro lado de la falla es diferente.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un 117
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

4.5.2 Acercamiento conceptual


Por otro lado, el comportamiento espacial observado para la salinidad se esquematizó
conceptualmente, en las secciones presentadas en la Figura 4-21 A y B (ver Figura 4-3), en las
cuales se integra, además, información sísmica del área, convertida a profundidad por el
Proyecto MEGIA, y datos de salinidad obtenidos en pozos de agua y de petróleo. En primer
lugar, se observó una variabilidad en el espesor que se tiene de la sucesión cenozoica al lado
oeste de la Falla de Cantagallo, antes de encontrar el tope de la Formación Noreán (equivalente a
la formación denominada Girón por la industria de los hidrocarburos). Por una parte en el corte
C-C` de la Figura 4-21 A, CG-16 no alcanzó a perforar dicha formación, pero ésta se podría esperar
a una profundidad cercana a los 1200 m, y en contraposición en el corte D-D` de la Figura 4-21 B,
que se encuentra a 5km al norte del primero, estas rocas se encontraron a 400 m en Sonero-1.
Debido a este tipo de complejidades (¿repetición de sección por acción de una falla inversa?)
sumado a que la estratigrafía a lado y lado de la falla no es sencilla de correlacionar, se optó por
utilizar el término “sucesión cenozoica sin diferenciar”. El trazo de la Falla de Cantagallo no fue
sencillo de ubicar en los tramos en los que la estructura coincide con el rio Magdalena, lo que
deja vacíos en las líneas sísmicas, consecuentemente la interpretación se realizó a partir de
información de pozos tanto de petróleo como de agua proyectados en los cortes.

Más allá de las particularidades en la nomenclatura estratigráfica, el contraste en la disposición


de los contornos de salinidad, esquematizados en los cortes de la Figura 4-21 para ambas zonas
es claro. En la zona 1 dichos contornos siguen la tendencia de las capas del Grupo Real,
encontrándose a menores profundidades cerca del área de influencia de la Falla de Cantagallo y
hacia el este de la misma, sus relaciones hacen que el espesor de agua con menos de 500 mg/L
aumente, mientras que las zonas con agua de hasta 1000 mg/L y con más de 4000 mg/L
mantengan un espesor relativamente constante. La zona 2 se diferencia de la primera por una
transición que se da en intervalos de profundidad más pequeños, así pues, el agua con menos de
500 mg/L se encontraría casi exclusivamente en los depósitos cuaternarios, unos 100 m más
profundo se encontraría agua con más 1000 mg/L y tras otros 100 m habría agua con salinidad
mayor a 4000 mg/L.
Figura 4-21. Cortes integrando los cálculos realizados con los registros de pozo, análisis químicos e información sísmica. Para la
localización de los cortes el lector se remite a la Figura 4-3.
No obstante la tendencia anterior, en los dos cortes presentados en la Figura 4-21, se observan
diferencias en la distribución de los SDT con relación a las dos zonas y a la Falla de Cantagallo.
Hacia el sector sur del CYC, (Figura 4-21 A) los contornos de menos de 500 mg/L y de 1000 mg/L
parecieran tener continuidad entre las dos zonas, en tanto el de más de 4000 mg/L de la zona 1
podría estar o no

conectado con el de la zona 2, lo que podría indicar conexión hidráulica entre los dos bloques de
la falla. La forma cóncava de los contornos en la zona 1 y la disminución del espesor de la franja
de agua suberránea con salinidad mayor a 4000 mg/L en los primeros 500 m al este de la falla,
podrían indicar un proceso de recarga para este bloque, en el área cercana a la Falla, al norte del
CYC. De otra parte en el corte de la Figura 4-21B, la Falla de Cantagallo interrumpe la continuidad
de todos los contornos de salinidad, siendo los ejemplos más notorios el contorno de menos de
500 mg/L y la zona con salinidad entre 1000 y 4000 mg/L. Se puede observar también que en la
zona , la franja con salinidad mayor a 4000 mg/L disminuye su espesor hacia la Falla de
Cantagallo, mientras la zona con salinidad menor a 500 mg/L lo hace también pero de forma
menos acentuada. Puede decirse, entonces, que la Falla de Cantagallo se comportaría como
impermeable en el sector sur.

4.5.3 Interpolación mediante geoestadística

4.5.3.1 Modelación de la tendencia determinística de los datos


Con base en el conocimiento de los datos obtenido mediante el análisis exploratorio de los
mismos y con base en la estructura geológica presente dentro del área, se procedió a realizar una
interpolación de los datos de salinidad calculados mediante registros geofísicos de pozo
corregidos. En primer lugar, conociendo la presencia de una clara tendencia en la vertical de la
salinidad y que esta no era lineal (Figura 4-20), se ajustó un modelo mediante mínimos cuadrados
ordinarios. Las componentes empleadas en el modelo fueron en z2, x e y, considerando, además,
que las capas no se orientan norte sur, al igual que la Falla de Cantagallo, y que la salinidad a la
misma profundidad es mayor más cerca a esta estructura (Figura 4-5). La expresión obtenida para
la salinidad en función de la localización
122 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

𝑆𝑎𝑙𝑖𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 = 7.68𝑥105 − 1.72 𝑥 + 7.43𝑥10−1 𝑦 + 1.26𝑥10−2 𝑧 2 ( 43)

donde 𝑥 son las coordenadas este en metros, 𝑦 las coordenadas norte en metros y 𝑧 la elevación
relativa al nivel del mar. El modelo empleado fue lo suficientemente conservador para no inducir
un sobreajuste en los datos, pero sí para tener en cuenta las tendencias observadas. De los 1300
puntos calculados se escogieron 1138 para el ajuste de la tendencia de los datos y el posterior
modelado del variograma, descartando aquellos que se encontraban distantes del CYC, como YR-
69, Cocuyo-1, y que influirían negatrivamente en el cálculo del variograma.

4.5.3.2 Análisis estructural de los datos


Posteriormente, como parte de esta etapa, se calcularon los variogramas experimientales
empleando los residuales del modelo, tras la transformación con los puntajes normales
estandarizados. Como primer paso, se optó por un modelo isótropo en la horizontal. En la Figura
4-22 se presenta el variograma omnidireccional horizontal y el variograma vertical, con la meseta
teórica de uno y el número de pares empleado por cada punto calculado en el variograma. En la
dirección vertical se observa claramente que la meseta alcanzada se encontró a una semivarianza
normalizada de aproximadamente 0.65 y no a la teórica de uno, por lo que se presenta una
anisotropía zonal. Para poder tener en cuenta este tipo de anisotropía fue necesario ajustar dos
modelos exponenciales al variograma experimental. En la Figura 4-22 y en la Tabla 4-5, también
se pueden observar las contribuciones que cada uno de los modelos hace a la varianza y que a su
vez suman 1. Se observó que la máxima variación se dio en la horizontal. Así pues, la correlación
entre los residuales es nula después de los 1500 m en la horizontal.

Para modelar correctamente la anisotropía zonal en la dirección vertical, el rango para la


segundo modelo exponencial se localizó a una distancia considerable, de forma que pudiera
considerarse como el infinito, en términos prácticos se colocó a 1000 m. Así se obtuvo un
modelo espacial para los datos en el que se tienen tres zonas de varianza y que está de acuerdo a
lo que Gringarten y Deutsch (1999), sugieren con una varianza a pequeña escala que está
representada por el efecto nugget o pepita, una escala intermedia, que en este caso está
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

representada por la primera estructura exponencial y una varianza a gran escala que da cuenta de
la anisotropía zonal en la dirección vertical. Aunque se contó con una cantidad importante de
información, no se encontraron resultados satisfactorios al calcular los variogramas direccionales,
por lo que se consideró adecuado emplear un modelo asumiendo isotropía en el plano horizontal.

Tabla 4-5. Resumen de los modelos teóricos ajustados para los variogramas, suponiendo un medio isótropo
en la horizontal.

Meseta Rango Rango Horizontal


Tipo
parcial (m) Vertical (m) (m)
Nugget 0.05
Exponencial 0.18 86 849
Exponencial 0.77 ∞ 1500

Figura 4-22. Variograma vertical arriba y omnidireccional horizontal abajo, suponiendo un medio
isótropo en la horizontal. Se muestran el número de pares involucrados en los cálculos, meseta
teórica (línea a trazos) y dos estructuras exponenciales ajustados. Variogramas realizados en el
módulo de EM de DSG.
124 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

4.5.3.3 Resultados de la interpolación espacial


El resultado de la interpolación de la salinidad, tras haber aplicado kriging ordinario sobre los
residuales de la tendencia y haberle sumado a cada punto de la malla, dicho componente
determinístico, se presenta en la Figura 4-23. En este diagrama de vallas o “fence”, compuesto de
cortes longitudinales, siguiendo el rumbo de las capas, y transversales, perpendiculares a éste, se
observa el comportamiento esperado del aumento de la salinidad con la profundidad y cómo en
cercanías de la falla, en el sector en el que la estructura tiene un cambio en su orientación, las
salinidades cercanas a 10000 mg/L (colores amarillos), se encuentran más cercanas a la
superficie. Esto contrasta con el área localizada hacia el norte, en la que la interfaz entre
salinidades menores (colores azules) y mayores a 4000 mg/L (colores verdes y amarillos) es más
suave. Ambos comportamientos están de acuerdo también, con lo presentado en los esquemas
conceptuales de la Figura 4-21 y el cambio que tiene la distribución de la salinidad entre el norte y
el sur del área de estudio. Los colores rosa anaranjados, presentes hacia la superficie en la parte
oriental del área de estudio son valores nulos, donde no fue posible realizar la interpolación a
falta de datos suficientes.

De otra parte, se observó que en los primeros 500 m la salinidad no es homógenea, sino que más
bien presenta intercalados niveles más salados con otros más dulces, representados por los
matices blancos y azules en la Figura 4-23. Lo anterior está de acuerdo con los cambios en la
polaridad del SP, evidenciados en la Figura 4-4 y en la heterogeneidad en la salinidad en los
primeros 400 m de profundidad presentados en la Figura 4-5. Esta heterogeneidad no solo se
restringue a los primeros metros, sino que también se encuentra a mayores profundidades,
donde se intercalan niveles más salados (colores verdes) con otros más dulces (colores azules),
por ejemplo, en la parte occidental del corte transversal más meridional, de la Figura 4-23.

Con el fin de representar la información de una forma alternativa y de tener un acercamiento a la


incertidumbre en las determinaciones, la desviación estándar calculada a partir de 100
realizaciones, mediante simulación por bandas rotantes, se presenta junto con la estimación que
arroja el kriging
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 4-23. Representación en tres dimensiones de la salinidad interpolada mediante kriging, se


presenta el trazo aproximado en superficie de la Falla de Cantagallo .

ordinario a las profundidades de -250, -500, -700 y -800 m.s.m.m en la Figura 4-24. Entre los -
250 (320 m de profundidad) y los -500 m s. n. m. (~570 m de profundidad), se observó un
marcado predominio de las salinidades de hasta 1000 mg/L, en donde las zonas con menor
cantidad de SDT, coinciden con el trazo del Rio Magdalena. La Falla de Cantagallo concentra, en
este invervalo, los mayores valores de salinidad hacia el sector sur, tal como se observó en la
Figura 4-23, no obstante, hacia la parte norte dicho comportamiento está ausente. En el mapa a -
500 m s. n. m. (~570 m de profundidad), el contorno de las 2000 mg/L, por ejemplo, sigue la
orientación de la falla hacia la parte sur mientras que al norte es paralelo al cauce que el
Magdalena lleva para este tramo de su cauce. Además, las zonas con menores salinidades
(colores blancos) se encuentran en las islas donde se han realizado perforaciones. Este
comportamiento, puede estar sugiriendo un proceso de recarga desde el rio Magdalena en los
126 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

primeros metros y que la Falla de Cantagallo permitiera la recarga de intervalos más profundos
(como aquellos que se encuentran a -500 m s. n. m. (~570 m de profundidad)).

A los -700 m s. n. m. (~770 m de profundidad), las salinidades menores a 1000 mg/L, se


restringuen al sector noroccidental del área de estudio y es evidente cómo las salinidades por
encima de las 10000 mg/L (colores amarillos) tienden a concentrarse hacia la parte sur Falla de
Cantagallo, mientras que más hacia el norte las salinidades disminuyen y rondan las 4000 mg/L.
Ya a los -800 m s. n. m. (~870 m de profundidad) la salinidad supera casi en toda el área de
estudio las 4000 mg/L y los valores máximo persisten en cercanías de la falla. Un rasgo relevante
tanto para los -500 como para los -700 m s. n. m. (~570-770 m de profundidad), es que los
contornos tienden a ser paralelos al trazo de la falla. Es posible que este rasgo estructural tenga o
haya tenido influencia sobre la distribución que la salinidad tiene a estas profundidades.

Asimismo, a partir del volumen interpolado mediante kriging, se obtuvo un mapa para
representar la profundidad a la cual se encontraría la base de los acuíferos aprovechables para el
consumo humano, según la la Resolución 90341 de 2014, o si se quiere, de los acuíferos en uso,
según la Resolución 40185 de 2020, ambas del MME (Figura 4-25). Además, considerando que
el límite de 4000 mg/L o de los AACH, solo tiene aplicabilidad en estas normativas, se optó por
obtener un mapa semejante, pero para el límite de 10000 mg/L, aquel que marcaría la frontera
entre aguas subterráneas salobres y propiamente saladas. Los mapas solo consideraron el Grupo
Real, debido a que las mediciones que se utilizaron para la interpolación se limitaron a dicha
unidad.
Figura 4-24. Interpolación de la salinidad a partir de kriging ordinario y desviación estándar a partir de 100 simulaciones a -250 m, -500 m, -700 m y -800 m
s. n. m. (320, 570, 770, 870 m de profundidad). Se presenta el trazo de la Falla de Cantagallo, el cauce del río Magdalena, las cabeceras municipales de
Puerto Wilches y Cantagallo y como puntos negros, los pozos de petróleo empleados para la interpolación.
Los 4000 mg/L se alcanzan a una profundidad mínima de -314 m s. n. m. (~384 m de profundidad)
en la parte alta de la estructura, y conforme se avanza hacia el SE, dichas profundidades
aumentan hasta una profundidad máxima de -900 m s. n. m. (~970 m de profundidad), con un
promedio de -722 m s. n. m. (~792 m de profundidad). Es notable que los contornos de -700 y -
800 m s. n. m. (~770 y 870 m de profundidad), siguen aproximadamente el mismo rumbo del
Grupo Real y del curso del Magdalena en el sector al norte de Puerto Wilches, mientras que los
contornos de -500 y -600 m s. n. m. (~570 y 670 m de profundidad), siguen una orientación
semejante al de la Falla de Cantagallo, en el sur del área de estudio hasta inmediaciones del casco
urbano de Cantagallo. Para el límite de las aguas subterráneas saladas, por otro lado, los menores
valores, cercanos a -725 m s. n. m. (~795 m de profundidad), se encuentran al sur del casco
urbano de Cantagallo y el aumento en la profundidad sigue la tendencia observada para el límite
de los 4000 mg/L, con los máximos valores hacia el oriente, alrededor de -900 m s.n.m. En
promedio la profundidad a la que se encontraría este último límite fue de -850 m s. n. m. (~920
m de profundidad). La orientación de los

Figura 4-25. Profundidad de la base de los acuíferos con salinidades menores a 4000 mg/L y 10000 mg/L
en cercanías al CYC.
130 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

contornos de profundidad para el límite de los 10000 mg/L, sigue la Falla de Cantagallo, durante
toda el área de estudio, excepto hacia la parte norte donde el contorno de -900 m s. n. m. (~970
m de profundidad) cambia su orientación y sigue la misma orientación que el Grupo Real. El
comportamiento de este contorno en particular que parece estrellarse contra la Falla de
Cantagallo es interesante debido que hacia ese sector la influencia de este rasgo estructural deja
de ser tan clara, por ello se interroga su continuidad en el norte en la Figura 4-3. Hacia ese sector
el Proyecto MEGIA propone cambiar la orientación de la falla de SW-NE a SE-NW, para que esta
confluya a la Falla de Cimitarra en cercanías de San Pablo.

Con base en las superficie para los AACH y del tope de los acuíferos que contienen agua salada, se
postula que los límites de los 4000 y 10000 mg/L están siendo influenciados por la Falla de
Cantagallo en mayor o menor medida, y que la disposición favorable de las unidades miocenas y
la presencia del rio Magdalena, serían condiciones que facilitarían la recarga de los intervalos
arenosos del Grupo Real, a través de la misma al menos al norte del municipio de Cantagallo. El
proceso propuesto está de acuerdo también con la información que los registros de pozo
muestran en los primeros 500 m de profundidad, donde aguas más dulces se encuentran entre
capas con mayores salinidades, arriba y abajo. Si se acepta este supuesto, existiría, además,
conexión hidrúalica entre los depósitos cuaternarios aluviales, asociados al rio Magdalena y las
rocas del Grupo Real. En el sector sur del CYC, aparentemente no existiría recarga. Del
comportamiento espacial de estos límites se desprende, también, que su profundidad varía con la
ubicación, que no es constante, por lo que fuera del área de estudio estos valores pueden ser
tomados como un indicativo, más no como una verdad que pueda ser aplicada a otras partes de
la cuenca.

La profundidad a la cual se puede encontrar el agua subterránea que puede considerarse


aprovechable, tal como lo define el MME, varía dependiendo de las características geológicas del
área y de la posibilidad de que las capas que se encuentran en profundidad reciban una recarga.
Los resultados acá presentados respecto a la salinidad del agua subterránea en profundidad
contrastan con aquellos que pueden encontrarse, por ejemplo, hacia el límite occidental de la
Sabana de Bogotá. Allí, Ecopetrol perforó el pozo Chitasugá-1 (1980) en búsqueda de
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

hidrocarburos, pero al resultar “seco” para este objetivo, fue terminado como pozo productor de
agua en la Formacion Chipaque entre los 730 y 1000 m de profundidad, y desde 1981 se extrae
este recurso (con un contenido de SDT de 64 mg/L), para abastecer parte de la demanda de
Tenjo (Ángel et al., 2014; Gamba Valenzuela y Salazar Rodríguez, 2016; Lobo-Guerrero, 1992).
Otro ejemplo se encuentra en Sucre, donde se explota el acuífero de Morroa, en el que la
formación homónima se dispone en un monoclinal, que abastece a Sincelejo y otros municipios.
En este sector las presiones sobre el recurso hídrico subterráneo han hecho que se perforen cada
vez pozos más profundos. En estas captaciones que pueden tener profundidades cercanas a 800
m, las conductividades eléctricas están en el orden de los 600 a 1000 µS/cm (H.M. Herrera, enero
13 de 2021) , es decir entre 330 y 550 mg/L asumiendo un factor de relación entre las dos
medidas de 0.55. Es muy importante, entonces, considerar las particularidades geológicas e
hidrometeorológicas en cada caso y no generalizar respecto a la profundidad a la cual se puede
encontrar agua con ciertas características de salinidad.

4.5.3.4 Validación de los resultados obtenidos y un acercamiento a la


incertidumbre
En la Figura 4-26, se comparan las distribuciones de los datos empleados para la interpolación
con los resultados obtenidos tras haber aplicado los algoritmos, mediante un diagrama cuantil-
cuantil o QQ-plot. Por brevedad solo se presentaron los resultados para tres realizaciones
mediante la simulación condicionada, estas fueron seleccionadas debido a que visualmente
reprodujeron adecuadamente los datos de entrada (se disponían cerca a la línea uno a uno verde
de la Figura 4-26). Se observa que la distribución de los resultados obtenidos por el kriging
ordinario se ajustan a la distribución original de los datos hacia los valores menores a 5000 mg/L y
a los cercanos a 10000 mg/L, mientras que existen diferencias en la forma de las distribuciones
entre 5000 y 9000 mg/L (no siguen la línea uno a uno verde), es importante considerar que el
kriging no persigue replicar la distribución original de los datos, solo minimizar la varianza del
error, por lo que este comportamiento no reduce el grado de aplicabilidad que el método tiene
sobre las interpretaciones realizadas. De otro lado las simulaciones, replican mejor la forma de la
distribución original de los datos y siguen la línea uno a uno, en menor o mayor grado, con los
mejores resultados obtenidos visualmente con la realización 1 y la 57. Esto demuesta que las
132 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

simulaciones cumplen con el objetivo para el cual fueron diseñados este tipo de métodos. En la
Tabla 4-6, se resumen algunas estadísticas para las mismas distribuciones comparadas en la
Figura 4-26, de donde se observa que el kriging acierta a reproducir la media y desviación
estándar de los datos originales, pero no completamente la forma, si bien se obtuvieron valores
cercanos para el P75 (error relativo 1% ), P90 (-6%) y P95 (1%), pero no para la mediana (error
relativo 27%). En comparación, la realización 57 mostró los mejores resultados para los
escenarios evaluados (errores relativos del 8% para la mediana, 1% para el promedio y 2% para el
P10), si bien tampoco acierta a reproducir la mediana de los datos originales. Con todo, se
consideró el kriging como una representación que aunque suavizada, puede describir la tendencia
en los mismos, y que es suficiente para los fines que persigue el presente trabajo.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 4-26. Diagrama cuantil cuantil comparando los datos de entrada con los resultados
mediante kriging ordinario y tres realizaciones.
134 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Tabla 4-6. Estadísticas de los resultados obtenidos mediante kriging ordinario y para las tres realizaciones
mostradas en el diagrama cuantil-cuantil de la Figura 4-26. ER significa error relativo y R realización.

Kriging
Datos ER KO ER R1 ER R5 ER R57
Estadística ordinario R1 R5 R57
originales (%) (%) (%) (%)
(KO)
Minimo
8.53 18 -111 8.83 -4 8.53 0 8.53 0
(mg/L)
Máximo(mg/L) 25214 24676 2 25214 0 25214 0 25214 0
̅ (mg/L)
𝒙 2853 2916 -2 2706 5 2898 -2 2870 -1

𝜎(mg/L) 3600 3596 0 3510 3 3871 -8 3679 -2


Var (mg/L 2) 1.3x107 1.3 x107 1 1.2 x107 5 1.5 x107 -15 1.3 x107 -4
P5 (mg/L) 96 277 -189 26 73 27 72 31 68
P10 (mg/L) 162 361 -123 1367 -744 147 9 159 2
P25 (mg/L) 410 528 -29 332 19 336 18 344 16
P50 (mg/L) 1357 987 27 1160 15 1172 14 1246 8
P75 (mg/L) 4044 4095 -1 3799 6 4013 1 4084 -1
P90 (mg/L) 8318 8853 -6 7945 4 8611 -4 8425 -1
P95 (mg/L) 10420 10347 1 10178 2 10836 -4 10564 -1

Asimismo, se tomó ventaja de la cantidad de pozos que se encontraban cercanos entre sí y que
no fueron empleados en la interpolación, para validar los resultados obtenidos por la misma.
Así, en la Figura 4-27, se presenta la comparación entre los valores calculados mediante el
método del SP en el pozo Yarigui-82 y los valores extraídos de los nodos de la malla más
cercanos a la ubicación del mismo. Los dos escenarios comparados con los cálculos (kriging
ordinario y la realización 5) presentaron buen ajuste especialmente, tras el cambio en la
polaridad del registro SP hacia los 600 m. Como era de esperarse la realización presentó más
variación, con mínimos y máximos locales, que incluso capturan la variación de los datos hacia los
550 m, que contrastan con la respuesta más suavizada que da el kriging. Aunque existen áreas en
las que las diferencias son más notorias, el kriging, en términos generales es coherente con lo
calculado de forma independiente. En la Tabla 4-7
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Figura 4-27. Comparación de resultados obtenidos mediante el método del SP y los predichos
mediante kriging ordinario y una realización para el pozo Yarigui-82.

se presenta numéricamente la comparación entre los resultados para otros dos pozos además de
Yarigui-82, expresados como porcentaje para el promedio del error absoluto y la mediana del
error absoluto. Este procedimiento se realizó como un acercamiento a la capacidad de predicción
del modelo, aun cuando los cálculos con los cuales fueron comparados no están exentos de error.
La primera de estas dos medidas arrojó siempre valores mayores, debido a que es más
susceptible a los valores atípicos, que no pueden descartarse. Por el contrario la mediana es
robusta, y por ende menos susceptibles a los residuales que más se desviaban del valor tomado
como verdadero. El menor de los errores presentados en la Tabla 4-7, corresponde al kriging
ordinario para el pozo Yarigui-4, con 13% de diferencia respecto al valor de referencia. En
términos generales el kriging fue el método que más se acercó a lo calculado por el método del
SP, en comparación con los resultados arrojados por las realizaciones evaluadas. Y aunque la
realización 57 mostró los mejores resultados repitiendo la forma de la distribución original de los
datos, la realización 1 fue aquella que mostró los mejores resultados para los escenarios
evaluados. Los errores que fueron calculados para estos tres pozos variaron entre el 13 y 19%, y
136 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

se juzgaron como adecuados para el nivel de detalle con el que se estudió la variable, y
considerando además, la dificultad para validar los resultados con datos fuertes.

Tabla 4-7. Dos métricas del error entre lo calculado a partir de los registros de pozo y lo interpolado
mediante kriging ordinario (KO) y tres realizaciones condicionales (R5, R57 y R1).

POZO MEDIDA KO R5 R57 R1


Media del error
52.6 68.4 72.1 46.1
absoluto (%)
YARIGUI-4
Mediana del error
12.9 25.9 23.3 14.3
absoluto (%)

Media del error


33.9 32.1 36.2 35.6
absoluto (%)
YARIGUI-82
Mediana del error
17.0 18.5 20.1 18.5
absoluto (%)

Media del error


37.3 43.3 45.0 51.7
absoluto (%)
YARIGUI-539
Mediana del error
18.5 33.5 45.3 48.1
absoluto (%)

Finalmente, a partir de las 100 realizaciones que fueron obtenidas mediante la simulación
condicional con bandas rotantes, fue posible obtener mapas de la desviación estándar, como un
acercamiento a la variabilidad que podría presentar la variable de estudio. Los resultados son
mostrados en conjunto con las predicciones que realiza el kriging para las profundidades
presentadas en la Figura 4-24. Como era de esperarse, las zonas con menores valores de
varibilidad (colores fríos) se concentraron donde se hallaban los valores empleados en los
cálculos y es allí donde se obtuvo una mayor confiabilidad. En contraposición, las zonas con
mayor variabilidad, se encontraron donde no han sido perforados pozos, o debajo del cauce del
rio Magdalena. También, se observó que si bien la salinidad y la desviación estándar,
aumentaron con la profundidad, la primera lo hizo de una forma más acelerada. De este modo,
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

aunque la desviación estándar a-500 m s. n. m. (~570 m de profundidad) registró los menores


valores, proporcionalmente respecto a la salinidad, fue mayor a la obtenida a -800 m s. n. m.
(~870 m de profundidad). Cabe anotar, también, que a los -800 m s. n. m. (~870 m de
profundidad) y los -250 m s. n. m. (~320 m de profundidad) el número de datos empleados para
la interpolación fue menor que el que se encontraba a -500 m s. n. m. (~570 m de profundidad),
por lo que las simulaciones no tenían tantos datos para condicionar las realizaciones. Este
hecho, produce entonces, mayores áreas con una menor variabilidad entre los -500 m s. n. m.
(~570 m de profundidad) y los -600 m s. n. m. (~670 m de profundidad) Si bien la desviación
estándar calculada fue alta en los lugares donde no se disponía de información, como era
esperable.

La disponibilidad de información condicionó en parte esta variabilidad observada. en primer


lugar, los pozos petroleros deben ser en su mayoría direccionales para poder alcanzar la
formación objetivo, que se encuentra debajo del cauce del río Magdalena y en superficie las
locaciones desde las cuales se perforan varios pozos están supeditadas a factores no geológicos.
En segundo lugar, si bien los pozos procuran tener un espaciamiento óptimo en la formación
objetivo, esto no es cierto para el Grupo Real, donde el desplazamiento respecto a la vertical de
la perforación no es significativo, para la mayor parte de las mismas, es decir no responden a
ningún tipo de diseño geoestadístico para conocer la distribución espacial de alguna propiedad.
En tercer lugar, la información utilizada correspondió a aquella que fue entregada amablemente
a MEGIA, por intermedio del EPIS y de Ecopetrol. Las limitaciones que fueron encontradas debido
a la variabilidad de los escenarios, dependen de la disponibilidad de información y también de la
estructura espacial de los datos. Es claro además, que existen fuentes de error a partir incluso de
la medición de la resistividad del filtrado de lodo, pasando por los cálculos de la salinidad, y
aquellos relacionados con el análisis estructural de los datos, que son acumulados a lo largo del
proceso. En caso de ser necesario contar con nociones sobre la distribución espacial de los datos,
permite realizar el diseño óptimo de campañas complementarias para la toma de información,
que cumplan con los estándares requeridos.

Como otra forma de representar la incertidumbre para los resultados de la salinidad, en la Figura
4-28, se encuentran cinco ejemplos de los resultados obtenidos mediante las realizaciones para
138 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

los -700 m s. n. m. (~770 m de profundidad), comparadas con el resultado arrojado por el kriging
ordinario Este último, si bien muestra una tendencia general de cómo se distribuye la salinidad,
no muestra la heterogeneidad del medio que sí se puede observar mediante los escenarios
presentados. En esta figura, al igual que en la Figura 4-24, los valores medidos son honrados por
los resultados de las simulaciones, obsérvese la parte sur del casco urbano de Cantagallo,
mientras que en las demás partes del dominio se tiene una mayor variabilidad en los resultados.
Las simulaciones 1 y 57 son aquellas, de las presentadas que visualmente guardan mayor relación
con la estimación realizada por kriging ordinario, sin embargo, según las comparaciones
realizadas anteriormente, la realización 1 tendría los mejores resultados.

El objetivo perseguido con realizar una interpolación mediante métodos geoestadísticos fue
tomar ventaja de la disponibilidad de información y aplicar metodologías que lograran capturar la
estructura espacial de los datos y a partir de esto, poder realizar interpretaciones basadas en
ellos. Con base en esto se interpreta como sigue: en la parte norte del área del CYC, es posible
que exista recarga de los niveles del Grupo Real, ya sea por efecto de la Falla de Cantagallo, por la
disposición preferencial de las rocas en este lugar o por la influencia que la infiltración desde el
lecho del rio Magdalena tiene sobre la distribución de la salinidad. El acercamiento aquí
planteado muestra que aun con la información utilizada, el grado de incertidumbre que se tiene
de la distribución de la salinidad en profundidad, para el área de estudio, es importante y que
aún es necesario trabajo con miras a implementar otras metodologías que se enfoquen más en la
misma. Finalmente, los métodos geoestadísticos aplicados para el área del CYC, pueden ser
aplicados, dentro de sus posibilidades, en el área de estudio de MEGIA, para conocer la
distribución espacial que tiene la salinidad dentro de las subunidades del Grupo Real a nivel
regional, y contribuir a la consecución de los objetivos del proyecto. Es claro que la aplicación de
la metodología empleada en el presente estudio en otras áreas de nuestro país depende del
grado en que esta pueda ser adaptada a condiciones particulares y a la disponibilidad de
información suficiente y de calidad para ser empleada. Si bien se cumplió parcialmente con el
objetivo propuesto, los procedimientos aquí descritos podrían ser aplicados en un futuro.
Figura 4-28. Resultados para 5 realizaciones de la salinidad a una profundidad de -700 m s.n.m comparadas con el resultado
mediante kriging ordinario.
4.5.4 Implicaciones de la salinidad del agua subterránea y comentarios
finales

El comportamiento de la salinidad acá presentado, está de acuerdo con lo mencionado por


Morales et al. (1958), respecto a que en el área de Cantagallo, el contacto entre la Formación
Colorado y el Grupo Real no implica también un cambio entre agua subterránea dulce y “salada”.
Las salinidades cercanas a los 10000 mg/L, calculadas mediante los registros geofísicos de pozo y
que consecuentemente aparecen también dentro de los mapas presentados, están de acuerdo
también con las medidas directas realizadas recientemente por Ecopetrol, en muestras de agua
provenientes de la denominada Formación Lluvia (según la denominación de Wheeler en Pilsbry y
Olsson (1935)), en la base del Grupo Real, de aproximadamente 7000 mg/L de -Cl (J.A. Sáchica, 4
de diciembre de 2020). El importante contenido de sales disueltas, por encima de las 4000
mg/L llama la atención dentro de las rocas del Grupo Real en la zona 1 y aún más en la zona 2 por
la profundidad a la que se encuentra. Aunque se debe desarrollar aún más trabajo para
determinar el origen de esta salinidad, algunas de las posibilidades a este respecto son: migración
de fluidos profundos a través de la Falla de Cantagallo, que exista una zona estancada en la que
las aguas subterráneas tengan un tiempo de residencia mayor. Estas dos posibilidades pueden ser
comprobadas o descartadas mediante toma de presiones de formación y muestras para isotopía.
Finalmente, existe la posibilidad de que las aguas de formación más profundas del Grupo Real
hayan heredado características asociadas al ambiente de depósito en el que se depositaron.

Más allá de las implicaciones genéticas de la salinidad y de su distribución en el subsuelo, los


evidentes cambios en esta propiedad del agua subterránea, especialmente para la zona 2, tienen
infuencias en la gestión que se hace o se podría hacer de este recurso. Como ejemplo, se tienen
los pozos de la empresa Aguas Públicas de Cantagallo (Figura 4-3), donde en la campaña de
campo de MEGIA realizada en noviembre de 2020, se registró 2083 µS/cm, para el pozo ACG-1
(localizado en la planta del acueducto), que tiene 125 m de profundidad, lo que estaría en un
rango de SDT entre 1145 y 1458 mg/L, en tanto el pozo del acueducto de Brisas de Bolívar (AGC-
2), que dista 2.6 km del primero y cuya profundidad es de 100 m, produce agua con una CE de
142 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

115 µS/cm (SDT entre 63 y 80 mg/L). Considerando que la distancia entre los dos pozos es poca y
que ambos se encontrarían a distancias similares de la Falla de Cantagallo, AGC-1 a 60 m y ACG-2
a130 m, la explicación del cambio en un orden de magnitud para la CE, podría estar en las
unidades que capta cada uno de ellos. Aunque no se contó con el diseño o información litológica
de las captaciones, lo más probable que esté sucediendo para estos casos es que el más somero
de ellos esté captando los depósitos cuaternarios exclusivamente (estos mantienen un espesor
mas bien constante de 60 m), o estos y la parte más superior de la unidad que los infrayace,
mientras que el más profundo, capte además del cuaternario, los niveles un poco más profundos
pertenecientes a la unidad suprayacente. Esta interpretación también está de acuerdo con lo
presentado en la Figura 4-14, donde aproximadamente a los 120 m de profundidad, se da el
cambio en la polaridad del SP, y allí los valores de las salinidades estarían cercanos a los 1000
mg/L NaCl. Las implicaciones de las características del agua subterránea que se tienen al oeste de
la Falla de Cantagallo, en el departamento de Bolívar, en la Zona 2, estarían en la limitación en el
uso que se puede dar a este recurso sin tratamiento, como fuente exclusiva de abastecimiento
para el acueducto, por debajo de los 100 m. A esta profundidad, la conductividad supera los
límites establecidos por la norma colombiana y los SDT, los estándares propuestos a nivel
internacional y de EUA (EPA, 2009; OMS, 2018). La evaluación del costo beneficio de satisfacer
las necesidades de la población vs. el uso de tecnologías no convencionales en nuestro país, para
el tratamiento del agua subrterránea, determinará si es viable o no la captación de este recurso
de menor calidad.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

5 Conclusiones y recomendaciones

5.1 Conclusiones

1. El registro de potencial espontáneo (SP) y los registros resistivos, han sido


empleados en el área de estudio, por la industria de los hidrocarburos desde los
años 40 hasta la actualidad. Con la información completa de las propiedades del
lodo de perforación ( 𝑅𝑚 y 𝑅𝑚𝑓 ), que se encuentra disponible para aquellos
pozos perforados desde la década de los 50, fue posible cuantificar la resistividad y
posteriormente la cantidad de sólidos disueltos totales en el agua subterránea. Para
los cálculos realizados usando en método del SP, en aguas de formación en 4 de 5
pozos, se encontró un error relativo inferior al 3% y para el pozo restante uno de
8.7%. De otra parte, solo se pudieron contrastar los resultados aplicando este
método y los análisis químicos para un pozo de agua subterránea del Campo Yariguí
Cantagallo (debido a dificultades en la obtención de la información y a que al
parecer no se midieron 𝑅𝑚 y 𝑅𝑚𝑓 ), obteniendo un error del 25%. Los mejores
resultados son obtenidos para aguas subterráneas salobres y saladas, en las que
predomina el NaCl y donde se cumplen los supuestos bajo los cuales ha sido
aplicado el método originalmente.
144 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

2. La principal limitación que se tienen para el cálculo de la resistividad y la salinidad


del agua, a partir de registros de pozo está en el acceso a la información. De una
parte, la proveniente de pozos de agua no tiene mayor oferta en cuanto a la
variedad y grado de sofisticación de los registros, y generalmente tampoco cuenta
con las mediciones de parámetros en campo, indispensables para los cálculos (𝑅𝑚 y
𝑅𝑚𝑓 ), que a su vez tampoco son exigidas por las autoridades ambientales. De otra
parte, los registros de pozo provenientes de la industria de los hidrocarburos, han
evolucionado con el tiempo, y cuentan con mediciones sistemáticas de 𝑅𝑚 y 𝑅𝑚𝑓 ,
desde los años 50, sin embargo, no pueden ser empleados más allá de proyectos
como MEGIA (en los que entidades estatales facilitan el acceso a la información),
aun si se refiere únicamente a las primeras secciones, que perforan las formaciones
más someras y que carecen de interés económico para este grupo económico.

3. A pesar de no contar con información necesaria para validar los resultados


obtenidos (análisis fisicoquímicos de agua) mediante las tres metodologías aplicadas
(SP, ratio method y resistividad-porosidad), para los intervalos más profundos del
Grupo Real, estas fueron comparadas entre sí, encontrando mayores diferencias
entre el método del SP, que puede subestimarla salinidad frente a los otros dos a
menores profundidades (≈400 m). Esto se debe probablemente al efecto que tiene
sobre el SP, la mayor concentración de iones divalentes. La diferencia entre los
métodos disminuye conforme aumenta la profundidad.

4. Las aplicaciones del método de resistividad-porosidad son más susceptibles a


variaciones (imprecisiones) debido a la ausencia de los parámetros a y m, que son
determinados de forma experimental y que no están disponibles para rocas que
carecen de interés económico para la industria de los hidrocarburos. El uso de
combinaciones de estos parámetros obtenidos en otras partes del mundo no es
recomendable. Los resultados con el ratio method, al igual que con el SP, dependen
también de las mediciones realizadas a las propiedades del lodo, de la confiabilidad
de los registros resistivos, y además, su uso se ve limitado a la presencia del registro
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

microresistivo, el cual no se corre comúnmente, y a que éste mida las propiedades


de la zona lavada, indispensable para un cálculo acertado.

5. El comportamiento diferencial de la salinidad del agua subterránea con respecto a la


profundidad, permitió identificar dos zonas limitadas por la Falla de Cantagallo. Al
oriente de dicha estructura, en la Zona 1, la salinidad aumenta progresivamente con
la profundidad, pero en los primeros 500 m existen intervalos con salinidades
menores a las capas que los infra y suprayacen, no siguiendo necesariamente esta
tendencia. Por debajo de dicha profundidad la salinidad aumenta hasta superar los
4000 mg/L, límite de los AACH, que puede estar a 250 m de profundidad cerca a la
Falla o a 750 m de profundidad más hacia el oriente de la misma, dependiendo del
pozo evaluado. Se encontraron aguas salobres e incluso saladas en la base del
Grupo Real. Al occidente de la Falla, en jurisdicción del departamento de Bolívar, en
la Zona 2, las aguas subterráneas se tornan salobres a profundidades menores que
hacia la Zona 1, y la base de los AACH se encontró aproximadamente a los 200 m de
profundidad.

6. Se obtuvieron modelos de regresión lineal por mínimos cuadrados ordinarios, por


unidades o grupos de ellas, para relacionar 162 determinaciones de los 𝑆𝐷𝑇
realizadas en laboratorio con los SDT calculados como equivalentes de NaCl
(𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 ), a partir de los multiplicadores de Dunlap. Los modelos derivados
respetaron los supuestos en los cuales se basan el método y fueron significativos, al
igual que sus interceptos y pendientes. Se encontró que para el Grupo Real, el 89%
de la variabilidad de los 𝑆𝐷𝑇 fue explicada a partir de los 𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 y bajo el supuesto
de que las aguas subterráneas tienden a convertirse en soluciones en las que
predomina el NaCl, los 𝑆𝐷𝑇 y los 𝑆𝐷𝑇𝑁𝑎𝐶𝑙 , pueden considerarse equivalentes
después de los 500 mg/L de SDT. Así pues, se optó por tomar directamente los
valores calculados por los registros de pozo que superasen dicho límite para cáclulos
posteriores y por corregir las restantes determinaciones mediante las expresiones
obtenidas.
146 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

7. Fue posible aplicar de forma satisfactoria métodos geoestadísticos para conocer la


distribución de la salinidad en la Zona 1. A partir de 1138 valores calculados de
salinidad, se describió la parte determinística de la tendencia espacial de esta
variable, mediante un polinomio de segundo orden y construir un modelo
variográfico de los residuales de dicha tendencia. Se definió un modelo variográfico
válido en 3D compuesto de la suma de dos estructuras exponenciales, que supuso
isótropo el plano horizontal y que consideró anisotropía zonal. Según el modelo
planteado, los datos de los residuales de la tendencia dejan de guardar correlación
en la horizontal tras los 1500 m y en la vertical tras lo 86 m. Tras los procedimientos
necesarios, se obtuvo una interpolación en 3D, mediante kriging ordinario. En el
proceso de validación de los resultados, se encontró una diferencia entre el 13 y el
18% entre lo predicho por la interpolación respecto a cálculos independientes
realizados, lo que permitió considerar el modelo como aceptable para los fines
definidos.

8. Las interpretaciones basadas en los resultados obtenidos apuntan a que la


distribución de la salinidad en la Zona 1, está influenciada por la Falla de Cantagallo,
y que hacia la parte norte del área del CYC, se favorecería la infiltración desde el
lecho del rio Magdalena a través de las capas del Grupo Real, que en este sector
tienen una dirección de buzamiento que favorecería la recarga.

9. Se cálculo la desviación estándar a partir de 100 simulaciones condicionales por


medio del método de las bandas rotantes para dar cuenta de la variabilidad espacial
que tiene la salinidad. El comportamiento fue el esperado, respecto a la distribución
de la información, con menor variabilidad cerca a los puntos de los cuales se
contaba con ella y mayor desviación estándar donde se carecía de la misma. Los
resultados también son consistentes con la información de pozos disponible para
MEGIA, cuya localización en superficie ha sido definida más por motivos logísticos y
que no responde a ningún tipo de diseño geoestadístico para conocer la distribución
espacial de alguna propiedad.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

10. Aún existen vacios de información que deben ser llenados para determinar con
mejor certeza el origen de las aguas subterráneas salobres y saladas dentro del
Grupo Real. Asimismo, se pueden implementar métodos estadísticos diferentes que
permitan describir la heterogeneidad en la distribución de la salinidad en el
subsuelo.

11. Las metodologías para el cálculo de la salinidad del agua subterránea que han sido
aplicadas de forma satisfactoria en el presente trabajo, han sido también usadas en
otras áreas del Proyecto MEGIA, y se espera que los métodos geoestadísticos
implementados aquí, sean de ayuda en el estudio de la distribución espacial de esta
propiedad del agua subterránea y en la consecución de los objetivos específicos del
Proyecto. Así pues el objetivo planteado inicialmente se cumplió de forma parcial
debido a que la aplicación de estas metodologías en otras áreas del país depende de
factores ajenos a la investigación.

12. La información obtenida por la industria de los hidrocarburos mediante los registros
geofísicos de pozo, es por mucho, superior a la tomada en el desarrollo de
prospecciones del subsuelo, realizadas convencionalmente para fines
hidrogeológicos. La diversidad de herramientas y los estándares más rigurosos,
hacen que esta información tenga un valor no solo para realizar evaluaciones
cualitativas, sino también cuantitativas. La principal limitación en el uso de los
registros de pozos petroleros, al menos de forma cuantitativa, para unidades en las
que se tenga interés hidrogeológico, está en la profundidad a la cual se comienzan
a tomar los mismos. No obstante lo anterior, en el área de estudio se encontraron
pozos que contaron con información casi desde superficie (menos de 50 m) desde
los años 40 hasta el año 2010.
148 Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

13. Los métodos que han sido aplicados de forma rutinaria en la industria de los
hidrocarburos, para la evaluación cuantitativa de la resistividad y salinidad del agua
de formación (SP, ratio method y resistividad-porosidad), presentan limitaciones,
sin embargo, para su uso en el campo de la evaluación de propiedades del agua
subterránea más somera, donde no se mantienen las mismas condiciones para los
que originalmente se concebieron (p.ej. soluciones de NaCl, membranas catiónicas
perfectas). Sin embargo, estas metodologías pueden ser aplicadas para obtener una
aproximación a la realidad y ser útiles en la identificación y primera evaluación de
aguas subterráneas salobres y saladas, y por tanto ayudar en la delimitación de los
acuíferos, que bajo los escenarios actuales y futuros, pueden o podrían ser
aprovechados

5.2 Recomendaciones

Aún cuando se ha podido determinar la presencia de aguas salobres y saladas, en la base del
Grupo Real, es importante obtener mayor información sobre ellas, mediante análisis químicos,
no solamente de los elementos mayores, sino también los elementos traza que pueden ser
comunes bajo estas condiciones y que pueden limitar su uso. Así se obtendrá una línea base de
información y se comprenderá mejor la génesis de estas aguas, pudiendo por ejemplo,
determinar las proporciones necesarias en mezclas para los usos que se consideren necesarios.

Se recomienda la toma de datos de presiones de formación dentro del Grupo Real serán de
utilidad para comprender el flujo del agua subterránea a lo largo de la cuenca, y así validar las
interpretaciones que se han hecho en esta investigación. Adicionalmente, análisis isotópicos,
permitirán conocer con mayor detalle la naturaleza y evolución que ha sufrido el agua
subterránea a lo largo de su recorrido por el subsuelo.
Evaluación de la salinidad del agua subterránea a partir de registros de pozo en un
área piloto del Valle Medio del Magdalena, Colombia

Se recomienda a las autoridades ambientales del orden nacional y local, incluir dentro de la
documentación que les es exigida a los usuarios interesados en costear la perforación de un pozo
de agua, aquella información concerniente a las propiedades del lodo empleado durante la
perforación, tales como su peso, 𝑅𝑚 y 𝑅𝑚𝑓 . De esta forma las empresas constructoras de pozos,
necesariamente deberán integrar estas mediciones a sus actividades. Con esto se busca que los
registros geofísicos de pozo amplíen su rango de utilidad, pasando de ser herramientas
cualitativas a ser un insumo para posteriores cálculos.

Se recomienda al SGC y demás entidades relacionadas con el quehacer de la industria de los


hidrocarburos y aquellas que administran el conocimiento generado como parte de la exploración
del subsuelo por parte de este grupo económico, facilitar el acceso a la información geológico-
geofísica que ha sido generada en unidades que, carecen de interés para el aprovechamiento de
los hidrocarburos. La información consignada en informes, registros gráficos compuestos,
descripciones de ripios y aquella que es tomada mediante registros geofísicos de pozo, es
invaluable para la caracterización del subsuelo con cualquier fin.
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0104(84)85025-9
Apéndice 1: Listado de pozos de
hidrocarburos empleados

Pozo Fuente Resumen


Cantagallo-10 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-12 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-13 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-2 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-4 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-6 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-9 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Sullivan-13A ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Sullivan-2 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Registros geofísicos y registro gráfico compuesto. Análisis
Yarigui-101 ECP
fisicoquímico de agua.
Yarigui-10D ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-1A ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-2AD ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-3 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-4 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-503 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-546 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-5D ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-6D ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Registros geofísicos y registro gráfico compuesto. Análisis
Yarigui-78 ECP
fisicoquímico de agua.
Registros geofísicos y registro gráfico compuesto. Análisis
Yarigui-79 ECP
fisicoquímico de agua.
Yarigui-7D ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-8 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-88 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-95 ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-9D ECP Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-11 EPIS
Análisis fisicoquimico de agua.
Cantagallo-14 EPIS Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-16 EPIS Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-20 EPIS Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-3 EPIS Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-39 EPIS Registros geofísicos.
Cocuyo-1 EPIS Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Culimba-2 EPIS Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Sonero-1 EPIS Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Yarigui-1 EPIS Registros geofísicos y columna estratigráfica
Yarigui-108 EPIS Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-2 EPIS Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-27 EPIS Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-32 EPIS Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-33 EPIS Registros geofísicos y registro gráfico compuesto.
Yarigui-40 EPIS Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Yarigui-48 EPIS Registros geofísicos
Yarigui-50 EPIS Registros geofísicos
Yarigui-51 EPIS Registros geofísicos
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Yarigui-549 EPIS Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Yarigui-550 EPIS Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Yarigui-59 EPIS Registros geofísicos
Yarigui-69 EPIS Registros geofísicos. Análisis fisicoquímico de agua.
Yarigui-76 EPIS Registros geofísicos
Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Yarigui-82 EPIS
Análisis fisicoquimico de agua.
Yarigui-97 EPIS Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Yarigui-98 EPIS Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto.
Cantagallo-1 EPIS Y ECP
Análisis fisicoquimico de agua.
Cantagallo-5 EPIS Y ECP Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto
Cantagallo-7 EPIS Y ECP Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto
Cantagallo-8 EPIS Y ECP Registros geofísicos, informe y registro gráfico compuesto

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