Evaluación Economica y Social

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Evaluación Económica de un Proyecto 4.

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La Evaluación económica del proyecto se realiza en los proyecto sociales,
privados y mixtos y tiene por objetivo identificar las ventajas y desventajas
asociadas a la inversión en un proyecto antes de la implementación del mismo
La Evaluación económica es un método de análisis útil para tomar decisiones
racionales ante diferentes alternativas. La evaluación económica también supone
que todas las compras y las ventas son al contado y que todo el capital es propio,
es decir, la Evaluación Privada económica desestima el problema financiero.
En el ámbito de las actividades productivas es frecuente que algunas entidades
ejecuten proyectos de inversión con escasa o negativa rentabilidad económica,
postergando por la falta de información otros proyectos de mayor rentabilidad.
A menudo también, se espera que donde existe una adecuada metodología de
evaluación, los recursos productivos sean manejados de manera óptima,
eliminando sin mayores dificultades los proyectos deficientes y aceptando sólo
aquellos que generen excedente.
La Evaluación Económica de Proyectos de Inversión precisamente tiene como
objetivo medir y aceptar sólo los proyectos que verdaderamente contribuyan a
mejorar el bienestar económico del país; a diferencia de la Evaluación Financiera
cuyo objetivo es determinar si los flujos de dinero son suficientes para pagar la
realización del proyecto por parte del inversionista. La decisión final de aceptar o
rechazar un proyecto de inversión depende también de otras consideraciones
políticas y sociales; sin embargo, la evaluación económica está en posibilidades
de cuantificar todos los costos y beneficios que afecten directa e indirectamente al
proyecto.
Toda actividad humana lleva consigo un costo implícito; sin embargo, ninguna
persona lleva a cabo su actividad, por costosa o sencilla que esta sea, sin
considerar la obtención de un beneficio por ella. En la gran mayoría de las
actividades, los costos en los que se incurren y los beneficios que se logran,
tienen forma de cuantificarse, y el éxito se medirá cuando los beneficios sean
mayores a sus costos. Tal medición puede y debe efectuarse antes y después de
realizar la actividad.
Una actividad económica puede definirse como una acción productiva en la que se
utilizan ciertos recursos llamados comúnmente “insumos”, con el objeto de
transformarlos en productos finales denominados como “bienes”. El empleo de
insumos implicaría los costos en la actividad y la venta de los bienes, el beneficio.
La diferencia entre el valor de los beneficios y el valor de los costos genera el
Excedente. La obtención del excedente es el objetivo que persigue todo individuo,
empresa, industria o país al realizar sus actividades. ¿Cómo pronosticarlo?
¿Cómo hacer que sea máximo? ¿Cómo saber si los recursos se emplean en la
mejor alternativa?, son todos cuestionamientos que justifican la Evaluación de
Proyectos de Inversión.
Para un individuo, empresa o industria evaluar su actividad no le representa mayor
dificultad. Bastará con cuantificar lo que pagará por sus insumos y lo que recibirá
por sus ventas. El excedente respectivo será la utilidad bruta. Si esta utilidad
le resulta positiva continuará en la actividad, en caso contrario posiblemente
cambie de actividad o quizá efectúe un análisis más pormenorizado de los
elementos que provocan la no obtención de utilidades. Lo anterior que resulta
válido para un productor individual, continúa siéndolo a niveles más agregados
como lo es un grupo, sociedad o país. ¿Cómo saber si un país está utilizando sus
recursos en las mejores alternativas? ¿Cómo hacer para que el excedente en
estas alternativas sea el máximo?
La respuesta a estos cuestionamientos, justifica la necesidad de efectuar la
Evaluación Económica de los Proyectos de Inversión. En FIRA el análisis de la
evaluación económica no es desconocido. A lo largo de su existencia, la institución
se ha preocupado por establecer mecanismos de evaluación para determinar el
impacto de sus políticas crediticias sobre los niveles de bienestar en su población
acreditada. Sin embargo, en los últimos años el desarrollo del análisis financiero
ha evolucionado a tal grado, que actualmente marca la pauta para la toma de
decisiones. Por otra parte, las actuales condiciones internas y externas en que se
desenvuelve la economía, enmarcada hacia la globalización de los mercados
mundiales y la competencia por el capital internacional, implican la necesidad de
una mayor eficiencia y aprovechamiento de los recursos en el país. Esto último le
indica a FIRA, la necesidad de conjuntar la visión del bienestar particular de sus
acreditados, aunada a la del bienestar de la sociedad, permitiéndole a la
institución cumplir más eficazmente con su tarea de fomento de las actividades en
el sector agropecuario.
El presente trabajo propone un marco metodológico para el establecimiento de la
Evaluación Económica de Proyectos de Inversión. Este marco se establece
después de analizar los diferentes planteamientos que sobre este tema se tiene
conocimiento dentro y fuera de la institución. La idea general del mismo es
proponer una metodología que permita efectuar la Evaluación Económica de los
Proyectos de Inversión como complemento de la evaluación financiera. Se espera
que la combinación de ambas metodologías resulte en una visión más
pormenorizada de las actividades del sector agropecuario.
CONCEPTUALIZACIÓN
La Evaluación de Proyectos de Inversión en general, puede definirse como un
conjunto de estudios que permiten analizar las ventajas o desventajas derivadas
de asignar determinados recursos de inversión para la producción de bienes o
servicios. El resultado final servirá para una mejor toma de decisiones por parte de
las organizaciones públicas o privadas. Lo anterior, que en principio se observa
simple, en la realidad es un fenómeno complejo que necesita de la confluencia de
puntos de vista interdisciplinarios: de ingeniería, mercadotécnicos, financieros, y
económicos, por citar los más indispensables en la elaboración de un proyecto de
inversión. Sin profundizar por el momento en los conceptos teóricos y
metodológicos que la fundamentan, la Evaluación Económica de Proyectos de
Inversión es aquella que se realiza en función del “bienestar “económico de la
sociedad en su conjunto; es decir, determina los efectos que la nueva inversión
provoca en los involucrados tanto directa como indirectamente en el proyecto de
inversión. En un sentido más preciso, la Evaluación Económica determina los
beneficios y costos producidos por los individuos pertenecientes a un sistema,
sociedad o país, valorando sus recursos de inversión a los precios que realmente
le cuestan, bajo una perspectiva de bienestar conjunto.
“Realmente” se entiende la idea de corrección, derivada de considerar que la
eficiencia de los precios de mercado que conocemos actualmente, es discutible en
función de que son resultado de mercados imperfectos y además distorsionados
por la intervención del Estado, por lo que estos precios difieren del valor real de
los recursos. Dicho de otra manera: el precio que paga una empresa o consumidor
por determinado bien o servicio, puede ser diferente a su valor económico o social,
desde el punto de vista de la renuncia, sacrificio o desviación de recursos que la
sociedad en su conjunto experimenta para suministrar ese bien o servicio.
Para vía de considerar los precios de mercado como representativos del valor real
de los recursos y por ende de la sociedad en su conjunto, se calculan los precios
sombra, de cuenta o sociales (la literatura maneja estos términos de manera
indistinta). Estos precios reflejan minimización de las desviaciones que provocan
las imperfecciones de mercado y los controles estatales, alcanzándose así un
valor más aproximado a la realidad. Es claro que los precios sombra rara vez
coincide con los precios de mercado, algunas veces están arriba, otras por abajo,
pero lo importante es determinaren términos relativos, qué tan amplia o estrecha
es la brecha entre los dos. Solamente en presencia de mercados de competencia
perfecta, los precios sombra coincidirán con los de mercado.
De lo expuesto, se concluye que, en la evaluación de los proyectos de inversión, la
Evaluación Económica no es excluyente de la Evaluación Financiera
correspondiente a la de un agente económico en particular, empresa u
organización industrial. En realidad, ambas son complementarias: puesto que para
determinar el impacto que sobre un sistema, sociedad o economía tiene el actuar
conjunto de todos sus elementos, habrá que empezar precisamente por considerar
los aspectos que influyen en el actuar particular de cada individuo, empresa o
industria. La diferenciación y al mismo tiempo la complementariedad de las
evaluaciones mencionadas, se observa con mayor claridad atendiendo sus
propias categorías de análisis.
En general la literatura de evaluación de proyectos de inversión, considera el uso
conceptual de la evaluación económica y de la evaluación social como similares.
Pero en un sentido estricto, la evaluación económica analiza la contribución
del proyecto a la economía, en tanto que la evaluación social se refiere al
estudio del efecto del proyecto en la distribución del ingreso.
Lo deseable en el análisis de la Evaluación Económica, es que en toda sociedad
existiera un organismo central de planeación, que calculara los precios sombra de
los recursos en la economía, a ser usados en la evaluación de proyectos de todos
los sectores; la existencia de una entidad así, facilitaría enormemente la
homogeneización de criterios, los beneficios y costos directos de un proyecto de
inversión; es decir, el retorno que obtiene el inversionista privado.
Por su parte la Evaluación Económica, evalúa a través de los precios sombra no
sólo los beneficios y costos directos, sino también los indirectos: (externalidades y
otros) y los intangibles, es decir, evalúa el flujo total de recursos reales de bienes o
servicios utilizados y producidos por el proyecto de inversión.
Es pertinente referir finalmente, que la visión complementaria que proporcionan las
evaluaciones financiera y económica, llevan al ámbito del equilibrio económico, tan
deseado y al mismo tiempo tan difícil de lograrse en cualquier economía. Llegar a
determinar este equilibrio (o por lo menos aproximarse a él) es conocer y examinar
la dirección hacia la cual tienden los individuos, empresas e industrias y por lo
tanto la posibilidad de influir en ella.

EVALUACIÓN SOCIAL DE PROYECTOS


En términos prácticos la evaluación de proyectos es un trabajo obligatorio para
todos aquellos profesionales involucrados en los procesos de crecimiento y
desarrollo de nuestras comunidades. Evaluar un proyecto más allá de la aplicación
de fórmulas mundialmente conocidas, debe ser un proceso consciente y
determinante para la toma de decisiones. Sin embargo, la gran disyuntiva es
definir el área de enfoque de la evaluación.
Antes de iniciar cualquier proceso de análisis es primordial entender los dos
grandes paradigmas de proyectos de nuestro país: el primero se refiere al sector
privado, el segundo al sector público. (que es, por ende, el enfoque social).
Mientras que las políticas del estado tienden a buscar un bien común a través de
la inversión de recursos públicos para beneficio de todos, la iniciativa privada a
través de todos sus actores busca la consolidación de un negocio que provea
ganancias y posicionamiento en un mercado competitivo.
De esta manera definiremos la evaluación social de proyectos como el enfoque del
bien comunitario, y que no necesariamente deberá estar vinculado al sector
público de nuestro país, ya que será posible realizar dicha evaluación por
despachos privados fungiendo como asesores o auditores externos.
Mientras que la evaluación privada de proyectos incluye una evaluación financiera
y económica, la evaluación social de proyectos se refiere a un análisis
socioeconómico en el cual el flujo de recursos reales, de los bienes y servicios
utilizados y producidos por el proyecto puedan determinarse en costos y
beneficios sociales pertinentes.
La evaluación social definirá la situación del país, estados o ciudad contra la
ejecución del proyecto a analizar. De esta manera la determinación de los costos y
beneficios deben traducirse en el bien comunitario consumado, en el mejoramiento
de la calidad de vida de los habitantes, o en la solución práctica a una
problemática compleja.
Porque Evaluar los Proyectos de Inversión Pública
Es inevitable pensar en el bienestar social sin pensar en gobierno y administración
pública, los compromisos que tienen a su cargo exigen como imperativo que las
capacidades institucionales orientadas a gobernar y administrar la vida pública
sean actuales consistentes y eficaces con el fin de solventar nuevos y viejos
problemas públicos, entre ellos el bienestar social.
De esto se desprende que el valor público de la administración del gobierno y la
iniciativa privada en sus inversiones se comprometan a responder a intereses
generados de quienes viven en los marcos de la desigualdad social y económica.
Si tomamos en cuenta que la mayor inversión pública se focaliza en proyectos de
beneficio directo para la sociedad entenderemos muchas más fácilmente la
importancia de evaluar este tipo de proyectos. Es decir, promocionar proyectos
preferentes a incrementar el bien común.
Sin embargo, esperar que solo el sector público haga una valoración social de
cualquier proyecto de inversión es simplemente una visión paternalista de nuestra
responsabilidad como actores sociales. Desde el ámbito de la iniciativa privada
también puede hacerse este tipo de consideraciones que repercutan en el
mejoramiento del entorno.
Marco Teórico Referencial: Modelos de Evaluación Social
Tomando como definición el proyecto como proceso de búsqueda y solución
inteligente a un problema planteado, en la búsqueda de resolver las necesidades
humanas, tenemos que la evaluación de un proyecto desde la perspectiva social
se refiere a la viabilidad económica y social tendiente a estimar las ventajas y
desventajas de asignar recursos.
Para fundamentar la evaluación social es necesario recurrir a ciertos criterios y
marco de referencia que permita contrastar, comparar e interpretar los resultados
observados en función de patrones explícitos o implícitos, para lo cual se utilizan
algunos criterios básicos tal como los define Marcela Román en su artículo: Hacia
una evaluación constructivista de proyectos sociales.
a) Coherencia: es el criterio que se refiere al análisis en función de la
integración lógica de diversos componentes del proyecto.
b) Pertinencia: análisis de la capacidad para dar respuesta a las necesidades
reales de los grupos y sujetos involucrados, capacidad de considerar los
recursos disponibles para lograr lo planificado.
c) Relevancia: análisis del grado de importancia de las acciones y resultados
para los sujetos directamente involucrados en el proyecto, se entiende que
el proyecto es relevante cuando es significativo hacia las personas a
quienes está dirigido.
d) Costo beneficio: análisis basado en un principio económico que en
términos generales sostiene un proyecto como exitoso si el beneficio que
genera la inversión en un período determinado es mayor a la que se puede
obtener con otra alternativa cuando logra sus productos con un menor costo
y beneficios sociales obtenidos son mayores que la inversión realizada.
e) Eficiencia: la evaluación de la eficiencia de los proyectos tiene como
objetivo el análisis de los recursos o los insumos utilizados para realizar las
actividades y obtener los resultados o productos esperados. Un proyecto es
eficiente si ha tenido un gasto adecuado y no ha producido déficit en su
operación, es decir ha optimizado el uso de los recursos materiales y
humanos de los que dispone.
f) Eficacia: la razón última de un proyecto social es solucionar un
determinado problema y en este sentido, el concepto de eficacia determina
el grado en que se alcanzan los objetivos y metas del proyecto, en un
período de tiempo determinado e independientemente de los costos que
ello implica

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