22trabajo de Investigacion de Facies y Sus Patologias
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Facies por parálisis facial periférica: Hemiatrofia facial, con pérdida de las arrugas de la
frente, aumento de la hendidura palpebral, epifora, desviación del ojo y de la comisura labial hacia
arriba. Debe diferenciarse de la facies que se observa en la parálisis facial central, en ella no hay
compromiso de la frente, excepto en el caso extremo de la lesión bilateral del nervio facial de origen
central.
Facies de risa sardónica (máscara tetánica): En el tétanos; la frente se arruga, las cejas y
alas de la nariz se elevan, las comisuras labiales son atraídas hacia arriba y hacia afuera, al tiempo
que los labios contracturados descubren los dientes, dibujando con la boca en conjunto una especie
de risa permanente, de risa sardónica o espasmo cínico.
Facies neumónica: Cianótica y con disnea, coloración rosada cianótica a manera de mancha,
más acentuada en una de las mejillas correspondiente al lado del pulmón enfermo por
vasodilatación refleja simpática.
Cara abotagada y cianótica, ingurgitación de las venas del cuello y de la cabeza. Se presenta por
obstrucción de la vena cava superior.
Facies de origen cardíaco Facies por angina de pecho: Pálida, refleja angustia,
ansiedad y terror.
Facies por infarto del miocardio: Piel tinte gris ceniza. Expresión de terror.
Facies de la insuficiencia aórtica: Color pálido de suave tinte amarillento, con las arterias
temporales y carótidas animadas de amplios latidos y las mejillas con una ligera coloración rosada
intermitente y sincrónica con el pulso.
Facies por cardiopatía congénita: Cianosis, labios color rojo negruzco, conjuntiva ocular
inyectada, epicanto y orejas puntiagudas.
Facies rubicunda: Rosada y aún rubicunda. Habitual en el niño, a causa de su piel fina con
transparencia de la red capilar. Normal en la emoción y en las personas expuestas al calor o a la
intemperie por vasodilatación de la red capilar, también en procesos febriles. En escarlatina produce
eritema rosado difuso, con un punteado rojizo, que sólo respeta los surcos nasogenianos, dando a la
cara una facies escarlatinosa. En la poliglobulia se ve un tinte cianótico, congestión conjuntival e
intensa coloración roja difusa de toda la boca, lengua, paladar y fauces. En eritrodermias producen
color rojo en toda la piel, en general por causas alérgicas, físicas, químicas e infecciosas y por la
exposición intempestiva al sol, en los primeros días de playa o campo.
En alcoholismo crónico origina una facies rubicunda eritrósica, por vasodilatación de la red
subcapilar; cuando es de larga data, coexiste con pequeñas telangiectasias en las mejillas, lóbulo de
la nariz y de la oreja. Facies de origen digestivo
Facies peritoneal o hipocrática: Mejillas hundidas, nariz afilada, enoftalmos y cianosis en los
labios. En peritonitis aguda, con frecuencia se acompaña de signos evidentes de deshidratación.
Facies ulcerosa: Mejillas hundidas, frente arrugada, mirada brillante, temblor palpebral y
midriasis.
Facies ictérica:
Consiste en la coloración amarilla de la cara y de las escleróticas por aumento de la bilirrubina en
sangre; se ve en ictericias hemolíticas, por retención de la bilirrubina y por obstáculo en su
eliminación.
Facies por uremia crónica: Piel amarillenta por reducción actínica de los cromógenos
urinarios retenidos. Facies endocrinas.
Facies hipotiroidea: Facies redondeada, piel seca, pálida, mirada triste de porcino y voz
arrastrada.
Facies adissoniana: Color de la piel sepia, a veces casi negro bronceado, que se extiende a la
mucosa bucal y orificios naturales —recto y vagina.
Facies de Cushing: Cara de luna llena abotagada y con papada, cuello de toro y cianosis; la piel
delgada, con estrías cutáneas.
Facies virilizante: En la mujer hay vello en las patillas, labio superior, mentón, a veces se puede
constituir una barba de varón; se encuentra en tumores corticosuprarrenales y en el ovario.
Facies caquéctica: Con palidez y relieves óseos marcados, con cara triste y cansada, con un tinte
pardo-grisáceo. En desnutrición y en neoplasias.
Facies dolorosa: Rasgos desencajados, mirada vaga por hipotonía en caso de dolor profundo o
contractura muscular facial, sudoración, ceño fruncido, expresión de angustia y midriasis.
Facies preagónica: Facies descompuesta, inanimada, con mirada inmóvil y velada en los
moribundos. En el cuello cuando hay tiraje puede observarse descenso inspiratorio del cartílago
tiroides, depresión de las fosas supraclaviculares y supraesternal con contracción de los músculos
cutáneo del cuello, esternocleidomastoideo, trapecio y escaleno.
Facies anormales:
Cuando estos pacientes dirigen la mirada hacia abajo, el párpado superior deja al
descubierto la esclerótica, debido a que el párpado no acompaña los movimientos
oculares (signo de la retracción palpebral).
Existe agrandamiento lingual, labios gruesos, y piel pálida por la anemia, seca y fría.
La hendidura palpebral está achicada y el pelo es ralo, con pérdida de la cola de las
cejas. El aspecto somnoliento la diferencia de la facies del renal crónico.
En la facies cretina por hipotiroidismo congénito se agregan la debilidad mental, la
lengua afuera y el escurrimiento salival. El llanto se asemeja a un quejido casi
inaudible.
Acondroplásica. Se caracteriza por presentar una frente amplia con nariz aplastada,
y se la observa en los enanos con cabeza grande.
De virilización. Son mujeres hirsutas, con acné facial y calvicie; tienen apariencia
masculina.
Hutchinson: En esta facies el paciente tiene los párpados caídos y para poder dirigir la
mirada inclina la cabeza hacia el lado que desea mirar; se debe a la parálisis de todos los
músculos oculares.
Miasténica. Es una facies semejante a la anterior, en la cual existe ptosis o caída palpebral
bilateral e inmovilidad muscular; para poder dirigir la mirada el paciente se inclina hacia
atrás. También se la conoce como facies con mirada de astrónomo (figura 18-7). Estos
pacientes, a diferencia de los anteriores, se encuentran mejor durante la mañana debido al
reposo nocturno, por la acumulación de acetilcolina en las placas neuromusculares.
Seudobulbar. Se caracteriza por inexpresividad, alternando con episodios de risa o de
llanto injustificados.
De la parálisis facial. Cuando la parálisis facial es periférica el individuo presenta, del lado
afectado, ptosis palpebral, epífora y desviación de la comisura labial hacia el lado sano. La
cara del lado afectado parece más lisa y sin relieves que la del lado sano. Al intentar cerrar
el ojo, no lo puede hacer, y el globo ocular asciende y deja al descubierto la esclerótica
(signo de Bell); a su vez al intentar mirar hacia arriba el ojo enfermo incursiona más que el
sano (signo de Nigro).
Del soplador rosado (pink puffer). El paciente muestra una facies de coloración pálida,
con un tinte rosado, y respira soplando, produciendo con los labios una resistencia que
intenta evitar el colapso alveolar. Se la encuentra en pacientes con enfermedades
pulmonares obstructivas crónicas.
Azul abotagada (blue bloater). Corresponde a pacientes cianóticos, con facies abotagada
y aleteo nasal. Se la observa en individuos con enfermedades pulmonares obstructivas
crónicas.
Adenoidea. Esta facies presenta una nariz estrecha, con respiración bucal, prognatismo del
maxilar superior, una arcada palatina elevada, y maxilar inferior chico.
Facies correspondientes a enfermedades infecciosas
De las paperas o fiebre urleana. Se caracteriza por hipertrofia uni o bilateral de las
glándulas parótidas. Debe tenerse en cuenta, no obstante, que no todas las hipertrofias
parotídeas son de origen infeccioso.
Sardónica o del espasmo cínico. En este caso existen arrugas en la frente y en el ángulo
externo de los ojos, y las cejas y las alas de la nariz se hallan elevadas. Las comisuras
labiales están desplazadas hacia afuera y arriba y la boca entreabierta, contrastando la
expresión de dolor de la hemicara superior con la de risa de la hemicara inferior. La
observamos en el tétanos, en la intoxicación por estricnina y en el espasmo tónico del facial.
Lúpica. En el 40% de los pacientes con lupus eritematoso sistémico, a veces como
reacción a la luz solar, aparece una lesión eritematoso-descamativa, con edema, a nivel de
las mejillas y del arco nasal. Es el llamado eritema en ala de mariposa o en vespertilio.
Marfanoide. La cara es alargada, con paladar ojival y con dificultad visual por subluxación
del cristalino, lo cual se observa en el 60% de los casos. La subluxación subrepticia se
diagnostica mediante la lámpara de hendidura. Esta facies forma parte de un síndrome
hereditario.
De la talasemia mayor. Estos pacientes son pálidos, habitualmente niños rubios con
pómulos salientes y frente ancha; presentan retardo en la aparición de los caracteres
sexuales secundarios y están desnutridos. En ocasiones pueden existir signos de
insuficiencia cardíaca congestiva.
Del síndrome mediastínico. Es una facies voluminosa, edematosa, con ojos salientes; las
venas se hallan marcadas e ingurgitadas y se observa edema en esclavina (hombro y
cuello).
Dislipemia. Es una facies envejecida con el cabello entrecano y arco senil a nivel de la
córnea. Es de interés el hallazgo de una línea horizontal en la parte superior del lóbulo de la
oreja. Se encuentra en los pacientes con ciertas alteraciones de los lípidos sanguíneos.
Es característica del síndrome de Down o trisomía 21, que cursa con grados variables de
déficit intelectual.
Hipocrática. Es una facies pálida, con rasgos afilados y ojeras violáceas circundando a los
ojos que se hallan hundidos. Es característica de los cuadros de deshidratación y de shock.
Del síndrome de Williams o facies de duende. Se caracteriza por la presencia de ojos
prominentes, nariz respingada y deficiencia intelectual, aunque la mirada es brillante. A
veces se observa una estenosis aórtica supravalvular y frecuentemente existen lesiones
similares en la arteria pulmonar. En ocasiones coexiste con una hipercalcemia idiopática o
hipervitaminosis D.
Hemihipertrófica. En esta facies una hemicara es más grande que la otra. Se la encuentra
en la hemihipertrofia facial o enfermedad de Friedreich-Montgomery, que consiste en el
crecimiento excesivo del hueso por hemangioma, linfangioma o neuro fibroma.
Hemiatrofia. Es una facies opuesta a la anterior con atrofia de la piel, los músculos y los
huesos, como sucede en la enfermedad de Romberg.
Del síndrome de Turner. Las pacientes afectadas tienen una cara infantil, con desarrollo
exagerado de los músculos cutáneos del cuello; de los bordes laterales del cuello parten
unos pliegues que le dan aspecto de facies alada o de esfinge. Se trata de un cuadro de
intersexualidad caracterizado por la presencia de un cromosoma X único, con genotipo XO
y ausencia de ovarios.
Miopática. Se observa saliencia hacia adelante del labio superior, por atrofia y flaccidez
muscular (hocico de tapir). La boca y los ojos no cierran bien, la risa se hace en sentido
trasversal y la ejecución del silbido es imposible. El aspecto es triste, con atrofia de la frente
y de la mejilla (rostro en careta).
De rana. Es una facies con exoftalmía, estrabismo divergente y gran distancia entre ambas
órbitas. El cráneo es braquicéfalo, con prominencia de la bóveda en forma de techo a dos
aguas. Se la observa en la disostosis craneofacial o enfermedad de Crouzon.
De Hürler o del gargoilismo. Es una facies grotesca. Los ojos están separados, con
puentes supraorbitarios prominentes, y los labios y dientes son pequeños. Estos pacientes
son anchos de frente y aplanados de perfil. Se la observa en las mucopolisacaridosis
(depósitos de mucopolisacáridos en los tejidos).
De la sarcoidosis. Se caracteriza por una protrusión lateral de los globos oculares, debido
al engrosamiento de las glándulas lagrimales.