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Vino mezclado

Domingo, 3 de julio de 2016

Mateo 27:34 le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero después de
probarlo, no lo quiso beber. (LBLA)

Quiero desarrollar un pensamiento que tuve esta mañana. Sabe usted


que la Biblia dice que cuando se tomaba el pan y el vino dice que se haga
con acción de gracias, le ruego que no vaya a pensar mal, al contrario,
que se dé cuenta cómo es la verdad bíblica, y esa palabra acción de
gracias es eucaristía, fíjese que cosa, usted puede decir fíjese que
participe del pan y el vino y al final del eucharisteo que no es comer del
pan y del vino, es la verdad, es acción de gracias, cada vez que damos
acción de gracias es la palabra que utiliza el griego.

Fíjese que al leer este pasaje quiero hablarle del vino mezclado, como
que, en las cosas espirituales, hay cosas que combinan bien, ésas son
cosas que Dios pone, por ejemplo, oración y ayuno se combinan bien,
pero la palabra que ahí utilizan es mezclas, y dice que El Señor pidió
porque tenía sed y entonces le iban a dar vino, pero vino mezclado, esa
frase vino mezclado llegó a mi corazón y esta tarde fui a buscar sobre esto
porque dice que ese vino estaba mezclado con hiel, entonces El Señor lo
probó y no quiso seguir bebiendo eso, porque el vino se había mezclado,
esa palabra hiel es estar bilioso, fíjese que cosa, es estar enojado, es estar
malhumorado, irritado y por sobre todas las cosas amargado con alguien.

Note usted que cuando El Señor iba a ir a la cruz, él sabía que era un plan
que tenía El Padre para redimirlo, para comprarlo por un precio y darle
libertad, eso es redención, es un rescate que El Señor hizo con su sangre,
es comprar un esclavo y ya que lo compró y que le pertenece, la palabra
redención es comprar, es un rescate, alguien compró y casi siempre se
compraba un esclavo, pero una vez que El Señor nos compró dice no os
hagáis esclavos de los hombres porque por precio habéis sido
comprados.
Entonces al leer este pasaje aquí en la Escritura, veo que hay cosas con
las cuales el vino no se puede mezclar, cuando se combina bien pan y
vino, está calidad, el vino se combina con el pan, pero aquí vemos que,
estando El Señor en la cruz, es decir estaba a pocas horas de decir. -
“Consumado es”, es decir: - “He terminado la carrera que me había sido
impuesta, he alcanzado el propósito que tenía El Padre, pero note que
estaba tan cerca de alcanzar ese propósito que lo que el enemigo le quiso
hacer es mezclar el vino, quiere decir, que sabe cuál era el objetivo del
enemigo, amargarlo, estaba tan cerca de lograr el objetivo que el
enemigo quiso amargarlo.

Creo que mi tarea ahora que ya participamos, la estoy entendiendo mejor


mi tarea, que mi tarea para esta tarde, es evitarle a usted que no vaya a
mezclar el vino que usted ya tiene adentro, porque el vino con el pan es
una buena combinación, pero la mezcla, la mezcla es mala, Dios aborrece
la mezcla, desde el libro de Levíticos dice vas a hacer, vas a costurar algo,
no mezcles lana con lino, vas a sembrar un terreno, no mezcles dos tipos
de semillas, vas a dedicarte al trabajo y al servicio, no mezcles al buey
con el asno bajo el mismo yugo.

Es decir que, si algo aborrece Dios son las mezclas, y aquí lo que estaba
haciendo el diablo es darle el vino mezclado, es decir participa del vino,
sí, pero lo que le quería causar es una amargura, es que tuviera mal
humorado.

Mire voy a atreverme a decir algo, recuerdo a un hombre en la Escritura


llamada Eliseo, cuando usted llegue a su casa, busque el pasaje, y
entonces estaba a punto de morirse, ya estaba en sus últimos días y él
trató de hacer un curso con una persona para enseñar un curso de guerra
espiritual, del mundo espiritual y como no aprendió, dice que se enojó
mucho y después que se enojó, al otro verso dice y murió Eliseo de la
enfermedad con que tenía que haber muerto, yo vi que éste se murió
bravo, éste llegó a su final y le mezclaron el vino.
Usted y yo ahora tenemos el vino adentro, eso es como un retomar
nuestros votos con El Señor, es como una inyección de genética, es como
que Dios ha devuelto el gozo a nosotros, porque no me negara usted
que venía, así como de ladito y dijo hoy no voy a participar de la Mesa y
de pronto la profecía: - “No vayas a dejar de participar en la mesa”, y
entonces: - “Sí, Señor, pero mira mi pecado”, - “Soy un Dios de
misericordia”, no le ha pasado que uno ya tiene sus ilustraciones, sus
pensamientos y Dios le corrige la plana.

Entonces Dios ahora hizo que usted participara del pan y del vino, usted
y yo vamos a salir gozosos esta tarde, el mensaje es: - “Ten cuidado, no
mezcles tu vino con hiel, no vayas a salir hoy irritado, no vayas a salir hoy
bilioso, enojado, amargado por alguien, mal humorado, porque el vino
no debe mezclarse con la amargura”.
DESARROLLO

1. Vino mezclado con droga

Marcos 15:23 Aquí trataron de darle vino drogado con mirra, pero él
rehusó tomarlo. (TNM)

Estaba leyendo una versión Nuevo Mundo en la tarde que dice que le
dieron vino drogado, ¿Quiénes trataron de darle vino mezclado? Los que
estaban manejando la tierra en ese tiempo, que eran los romanos y
entonces yo no sé quién, no sé si trataron de hacerlo a favor o hacerlo en
contra, pero aquí dice, esta versión Nuevo Mundo dice aquí trataron de
darle vino, no dice mezclado con mirra, sino vino drogado con mirra.

Entonces yo quiero entrar rápidamente a lo que quiero decirle, porque


hay muchas formas de verlos, aunque hay muchos ángulos de
interpretación profética, quiero traer este texto al siglo XXI, y usted talvez
me dirá: - “Pastor se va a equivocar, si está tratando con siervos de Dios”,
sí, pero usted ahora ha participado del vino, pero note que van a tratar
de mezclarlo.

Lo que me llamó la atención es que dice que el vino iba drogado con
mirra, talvez usted dirá – “pastor pero se equivoca si aquí está entre
santos”, si pero de repente, no lo digo por usted sino por el que está
detrás de usted, porque dice, vino drogado con mirra, lo que me llamó
la atención y quiero que usted se dé cuenta es esa palabra drogado, y
entonces claro tiene otra implicación en aquel momento, sí, pero quiero
traerlo a la parte literal de este siglo, talvez a usted le va a llamar la
atención y dirá, - “pastor usted está perdiendo su tiempo, se salió del
mensaje”, lo que usted quiera, pero sé que de alguna manera habrá
alguien, cristiano ya, que está peleando todavía con drogas, que está
pasando momentos de dificultad y hoy El Señor le inyectó su sangre, y
entonces usted y yo tenemos que discernir El Cuerpo de Cristo, porque
el vino mezclado no es para nosotros, y hoy Dios te dio fuerza y entonces
sabe qué, Dios está dando fuerza para que ya no necesites drogarte.
No estoy hablando de cocaína, ni de marihuana, eso espero, sino estoy
hablando que se requiere cierta droga para quitarte esto, hay gente que
no puede dormir sino se toma una pastilla, total que es una pastilla para
dormirse, otra para levantarse, otra para soñar, y otra para acá y para allá,
en esta Santa Cena cuando usted participó del Vino, ese vino es genética,
es la Sangre y como usted y yo la Sangre de Cristo la llevamos adentro,
somos el Cuerpo de Cristo, esa Sangre nos está regenerando, usted ya
no va a necesitar esas cápsulas, para la presión, para que pueda dormir,
hoy El Señor ha venido y ha venido para poderlo liberar a través de la
Cena del Señor, porque no podemos mezclar el vino con droga, yo sé
que alguien dirá, - “que mensaje más terrible este”, pero allí dice, yo lo
que trato de ver, no es ver qué es lo que El Señor dijo nada más, sino ver
qué es lo que El Señor dice, una cosa es lo que El Señor dijo antes pero
a mí me interesa lo que El Señor dijo hoy, me interesa la Palabra de hoy
en la tarde, qué es lo que El Señor quiere que hagamos porque usted y
yo participamos del pan y sobretodo del vino, y el vino no puede ser
mezclado.

2. Vino mezclado con ocio

Jeremías 48:11 Reposado ha estado Moab desde su juventud, ha estado


tranquilo sobre su sedimento; no ha sido vaciado de vasija en vasija, ni
ha ido al destierro; por eso retiene su sabor, y su aroma no ha cambiado.
(LBLA)
Hay cosas que nos quieren mezclar con el vino, y por favor eso no va allí.
Yo quiero llevarlo aquí a que veamos que este es un vino mezclado pero
es un vino de Moab, los que saben de vinos, sobre todo en aquellos días,
el vino se iba transvasando, para mantener la calidad se separaba el
líquido de un sedimento que a veces le llaman las heces, pero son como
un polvillo y que hace que el vino se vuelva rancio, entonces, pero el vino
tenía que ser trasvasado, pero el vino que había en Moab, en el original
no dice reposado esta Moab, sino dice en ocio, dice ocioso está Moab,
porque como que se estancó y entonces dice, ocioso está desde su
adolescencia, me parece como que ya no avanzó, como que ya no
desarrolló, como que se estancó, ocioso es como pereza, como
indolente.

Usted y yo hemos participado hoy de la Mesa del Señor, pero el vino


mezclado con ocio no le va a servir, a cuantos he escuchado yo que no
entienden bien el evangelio, Nuestro Señor es protector, cuando salió de
su casa, dejó abiertas las puertas o dejó con llave, todos cerramos con
puertas, entonces yo le diría, y no está confiando en El Señor, sí
confiamos, pero Él va a hacer cosas y Él no va a hacer cosas que a mí me
competen, El Señor no va a hacer cosas que usted deba de hacer, y hay
un grupo de cristianos, pero que confían tanto en Dios que ya no hacen
nada, yo sé que Dios me va a enriquecer, pero no quieren trabajar, yo sé
que Dios me va a usar, pero no abren la Palabra, yo sé que Dios me oye
pero nunca oran, me dicen unos, - “si Dios ya lo sabe todo, sí, entonces
para qué le voy a hablar yo”.
Yo tuve la experiencia amarga, decepcionante, porque una de las
personas que yo admiraba mucho que era la que encargaba de los
jóvenes lo mandaron a predicar a otro país, y después yo le pregunte a
mi pastor, y le dije, y ya no está bajo cobertura, no, pero porque lo hizo,
es, que cayó, me dijo German, en lo que nunca había pensado yo que
podía caer, en que cayo, en que ahora está predicando que no hay que
orar, no hay ayunar, no hay que buscar a Dios, no hay que congregarse
porque Dios ya lo tiene todo arreglado, porque Él nos ha predestinado
desde antes de la creación del mundo, ponen algunos textos bíblicos y
hacen pensar que ya no hay que hacer nada, y yo quiero decirle que por
ejemplo, un don del Espíritu que le había dado a Timoteo, y viene Pablo
y dice, este Timoteo está ocioso, esta perezoso, y le dice, el don tú ya lo
tienes, pero aviva tú el fuego del don de Dios que está en ti, ocúpate en
la lectura entretanto que vengo.

De pronto he conocido gente que buscan de Dios, toman Santa Cena,


vibran y hasta lágrimas en la Santa Cena, pero que son ociosos, son
perezosos, son haraganes, sabe cómo, - “hermano y que va a hacer, Dios
sabrá, Dios me tiene en su mano”, es cierto, yo recibí a Cristo ya soy
salvo, sí, amén, eso es como cuando El Señor les decía ahí está Canaán,
si pero esfuérzate y se valiente porque allí hay gigantes, vas a tener que
pelear, pero algunos quieren Canaán pero sin gigantes, quieren comer
bananos, pero sin cáscaras, eso es indolencia.

Y dice que estaban ociosos, aquí le estaban mezclado al vino el ocio, ya


no se desarrollaron, siguieron siendo niños, si usted Moab es algo que
hay que estudiar, porque fíjese que Moab era un lugar que me recuerda
de Noemí, Noemí estaba en la casa del pan, y cuando hubo una crisis,
ella se fue a los campos de Moab, es decir que el vino de Moab aquí era
ser ocioso, dice cuando ella regresa, al final de diez años de fracasos, ella
dice yo me fui llena y ahora he regresado vacía, entonces Moab lo que
te hace es que te despoja.
He pensado que la ociosidad es un espíritu de estupor, es un espíritu
como de pereza, es que llega un momento de tanto fracaso en que en la
mente del hombre dice, - “para que voy a salir a trabajar si no me dan
trabajo, de que me sale, qué gano yo saliendo a las ocho de la mañana a
buscar trabajo, sino me van a dar”, entonces ahí está en la hamaca pura
bisagra de puerta, que va de aquí para allá, de tanta indolencia, de tata
pereza mejor se muere de hambre porque que pereza que la cuchara
llegue a la boca.

Sabe qué, son cristianos, son salvos, pero están mezclando el vino de
Dios con el ocio, con la pereza, cuando yo miraba esto, fíjese que
Jeremías lo escribe aquí, este es un vino que tiene una mezcla, hay unas
versiones tan tremendas que dicen, no fue trasvasado, el olor de él está
allí, el olor de las heces está allí. La pereza, la ociosidad es algo, la
ociosidad es algo, la indolencia de hacer las cosas, a veces muchos
cristianos no entienden esto, - “Señor consígueme un trabajo”, yo sé que
Dios hace cosas lindas y Dios puede hacerlo, pero para ser abundado hay
que ir a trabajar, para desarrollar cosas grandes no podemos estancarnos,
porque lo que yo le estoy trabajando esta tarde es, no mezcles el vino,
combina el vino de Dios, tome Santa Cena y vaya a trabajar y va a haber
una bendición hermosa, pero tome Santa Cena y no vaya a trabajar,
aunque haya tomado cuatro, cinco Santa Cenas en el día, pero si al otro
día hay un espíritu de indolencia, es como Moab.

Hay gente y no solo estoy hablando del trabajo secular, estoy hablando
del ministerio, estoy hablando del trabajo en Dios, y es que esto es como
aquella vez que le conté que había un letrero que decía, - “enterramos
un hombre que había muerto hace veinte años”, yo siempre me
preguntaba eso, y estaban diciendo, este hombre siguió con vida pero
hace veinte años que él dijo yo de aquí no puedo avanzar más, y
perdóneme pero dice la Biblia que vamos de gloria en gloria, de poder
en poder hasta llegar a Sion, vamos de fe y para fe, que vamos a ir como
la luz de la aurora que va de aumento en aumento hasta que el día es
perfecto, en Corintios dice que vamos de gloria en gloria.
Cuando yo veo esto entiendo que no nos tenemos que detener, y el
punto segundo de esta tarde si usted quiere es, el vino no lo mezcles,
porque le vino mezclado es, una vida cristiana, de un salvo, pero de un
perezoso, indolente, es como, - “hermano usted no tenía que estar allí”,
y hasta se quita la corbata y el saco, ya no quiero servir aquí, le dan un
trabajo y le dicen, - “por favor venga temprano”, usted no me va a gritar,
me voy del trabajo, Dios sabe que soy su siervo, si alguien me quiere
gritar que sea El Señor, entonces una vez me dijo un hermano, pastor
fíjese que mi jefe me grita, entonces yo tengo cuatro hijos, tengo mi
esposa y yo quiero que usted me aconseje porque yo quiero renunciar,
yo le dije, tú tienes que tomar la decisión, o aguantas gritos o aguantas
hambre, tú decides.

Yo creo que cuando vemos, dice aquí vino mezclado. El vino que le
pusieron a Jesús era un vino drogado, este vino de Moab es pereza, para
que lo entendamos bien, es que a veces uno se adorna con palabras y la
gente no entiende, pero es un espíritu que no te permite trabajar en lo
que vayas a hacer, no te permite trabajar en las cosas de Dios, no te
permite trabajar en las cosas de la familia, no te permite trabajar, te hace
estar ocioso, te hace estar estancado, yo no sé hasta donde haya llegado,
pero no ha llegado hasta el final, todavía te falta bastante, no te detengas,
sigue adelante, si lo has hecho bien sé cómo la luz de la aurora que va de
aumento en aumento hasta que el día es perfecto.

3. Vino mezclado con placeres

Eclesiastés 2:3 Consideré en mi mente cómo estimular mi cuerpo con el


vino, mientras mi mente me guiaba con sabiduría, y cómo echar mano de
la insensatez, hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo que
los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida. (LBLA)

Aquí hay una ministración de un hombre que de pronto tuvo un tiempo


de depresión.
Mire cómo hay que cuidar el corazón. Este hombre en el libro de
Eclesiastés, es que son tres facetas, Salomón escribió Proverbios, escribió
el Cantar de los cantares, pero también escribió Eclesiastés, en
Proverbios un hombre mensurado, que da conejos, que entiende la vida,
en el Cantar de los cantares, un hombre enamorado, apasionado por
Dios, dice que el fuego del amor estaba en él y que nadie lo podía
apagar, pero también Salomón vivió un tiempo de depresiones, que dijo,
- “bueno voy a buscar la alegría, voy a buscar la satisfacción, voy a buscar
algo que me haga ser feliz aquí en la tierra”, este es un hombre que no
le hacía falta nada.

¿Qué quisiera usted terrenal? Porque uno piensa, cuando tenga esto voy
a ser feliz. Este hombre tenía cualquier tipo de ropa, este se vestía como
rey, y tanto era la unción que hasta los que trabajaban con él se vestían
igual, tenía ropa solo de rey, una ropa hermosa, dice la Escritura que en
todos los terrenos que él tenía se hizo una especie de estanques, piscinas,
se llevaba su calzoneta, nadaba, salía, se secaba, se bronceaba, seguía
para adelante, dice que tenía cantores, porque no había iPod, no había
celulares, no había esos programas de spotify, pero sabe que tenía
Salomón, que de repente estaba aburrido, y como no podía poner
stereomass, tenía unos sus cantores, y él les decía que cantaran.

Salomón tenía su propia música, imagínese Salomón a las seis de la tarde,


- “que vengan los hermanos de la alabanza, El Señor es mi rey,
tóquenmela por favor”, así era Salomón, pero sabe que decía, todo es
vanidad, esto no me llena, tengo riquezas no me llena, entonces sabe
que dijo él, voy a tener mujeres, porque yo he ido con los hombres, y los
hombres dicen, qué cosa nos tocó, una sola mujer habiendo tantas, dicen
las estadísticas que hay siete mujeres para cada hombre, oía Salomón
que el que tenga más mujeres se va a sentir más feliz, y tuvo mil mujeres,
una diaria por más de tres años, mil suegras, pero a él no le faltaba el
dinero, no le faltaba el amor, y entonces sabe que decía él, ya eres feliz
con esas mujeres, no, ya eres feliz con ese montón de casas, no.

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