2.2 - Lecturas - Creados A Imagen de Dios

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SEMINARIO BIBLICO GUATEMALTECO

CHIMALTENANGO

Nombre: .................................... Rudy Raúl Santizo De León


Grado: ....................................... 3er. año Plan Sabatino
Curso: ....................................... Antropología Resumen de Lectura 2.2.
Licenciada: ............................... Gabriela Jiménez Ávila
Fecha de entrega: ..................... 27 agosto 2022.

Creados a imagen de Dios Anthony Hoekema; capítulos 1, 2, 3, 5, 6, 11 y 12. (Resumen)

Considero que después de la lectura realizada sobre la doctrina cristiana acerca del hombre, da una
explicación sobre lo que la biblia enseña acerca de la naturaleza y destino de los seres humanos, donde
hombres y mujeres fueron creados a imagen de Dios, presenta la imagen de Dios con dos aspectos uno
estructural y otro funcional, involucrando al ser humano en una triple relación, con Dios, con los demás,
y con la naturaleza, pasando por cuatro fases a saber, la imagen original, la imagen desnaturalizada, la
imagen renovada, y la imagen perfeccionada.

Una de las deducciones básicas del concepto cristiano del hombre es la fe en Dios como Creador, las
escrituras dicen con suma claridad que todas las cosas creadas y todos los seres creados dependen por
completo de Dios, no podemos levantar un dedo al margen de la voluntad de Dios, el ser humano es a la
vez una criatura y una persona; es una persona creada. El hecho de que el hombre sea una criatura implica
que, después de haber caído en pecado, solo puede ser redimido del mismo y rescatado de su condición
caída por medio de la intervención soberana de Dios en su favor, pero el hecho de que el hombre sea
también una persona implica que tiene una parte importante que desempeñar en el proceso de ser
redimido, el hombre no se salva como un robot cuyas actividades las ha programado alguna computadora
celestial, sino como persona, los seres humanos tienen una responsabilidad en el proceso de su salvación.

Pasajes del Antiguo Testamento nos enseñan que el hombre fue creado a imagen de Dios, y todavía
existe en esa imagen, Dios ha asignado al hombre un puesto elevado en la tierra, Dios hizo al hombre a
su imagen, esto resulta claro tanto el en Antiguo como en el Nuevo Testamento, la Biblia también nos
enseña que Jesucristo es el hombre perfecto, la gloria de Dios se revela en el rostro de Cristo, cuando
vemos a Cristo vemos la gloria de Dios, aunque Dios es invisible, en Cristo se vuelve visible el Dios
invisible; quien mira a Cristo esta de hecho mirando a Dios. Debemos aprender a conocer que es la
imagen de Dios mirando a Jesucristo, si es verdad que Cristo es la imagen perfecta de Dios, entonces el
centro de la imagen de Dios debe ser el amor. Para ser fieles a la evidencia bíblica, nuestra comprensión
de la imagen de Dios debe incluir, la imagen de Dios como tal es un aspecto del hombre que no se puede
perder, una parte de su esencia y existencia, algo que el hombre no puede perder sin dejar de ser hombre,
y la imagen de Dios, sin embargo, también debe entenderse como la semejanza de Dios que se pervirtió
cuando el hombre cayo en pecado, pero que está restaurando y renovando en el proceso de santificación.

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La fe es el movimiento de respuesta del hombre a la palabra por la cual se vuelve conforma a Dios, es
decir, posee la imago Dei, es decir, la fe es nuestra respuesta a la Palabra de Dios, su respuesta que
podemos dar solo por medio de la acción del Espíritu Santo en nuestros corazones. Hay un aspecto
dinámico en esta restauración de la imagen de Dos, la imagen no se restaura en nosotros toda de una
vez, sino de manera progresiva, esta renovación de la imagen es la meta de la regeneración: por tanto,
involucra nuestro conocimiento, justicia y santidad. Cristo es la imagen más perfecta de Dios; si somos
conformados a ella, somos de tal manera restaurados, la meta de esta renovación de la imagen de Dios
es que el hombre pueda de nuevo reflejar la gloria de Dios. El propósito del evangelio es la restauración
en nosotros de la imagen de Dios que ha quedado destruida por el pecado, y que esta restauración es
progresiva y dura toda la vida.

Entonces, la imagen de Dios en el hombre deben pues, verse como que incluye tanto la estructura del
hombre (sus dones, y capacidades) como su funcionamiento (sus acciones, sus relaciones con Dios y
con los demás, y la forma en que utiliza sus dones, ver al hombre como la imagen de Dios es ver tanto
la tarea como los dones. Al mirar a Jesucristo, la imagen perfecta de Dios, aprendemos que el
funcionamiento adecuado de la imagen incluye estar orientados hacia Dios, estar orientados hacia el
prójimo, y tener dominio sobre la naturaleza. La verdadera imagen de Dios, opero en tres relaciones, así
debe hacerlo también el hombre. Dios ha colocado al ser humano en una relación triple, entre Dios y el
hombre, entre el hombre y su prójimo, y entre el hombre y naturaleza.

Para entender la imagen de Dios en todo su contenido bíblico, debemos verla a la luz de la creación, de
la caída y de la redención, podemos asumir que la pareja humana original reflejaba a Dios si pecado y
en obediencia, la primera pareja humana estaba libre de pecado, viviendo en un estado de integridad,
pero desobedecieron al mandato y se hundieron en un estado pecaminoso junto con la raza humana que
vendría después de ellos, la caída no destruyo los dones del hombre ni sus capacidades, pero a partir de
ahora el hombre comenzó a utilizar dichos dones en forma contrarias a la voluntad de Dios.

Johannes Behm describe de igual modo al corazón en el Nuevo Testamento como el principal órgano de
vida psíquica y espiritual, el lugar en el ser humano en que Dios da testimonio de sí mismo. El corazón
es el centro de la vida interior de la persona; de sus sentimientos, comprensión y voluntad, Corazón
significa todo el ser interno del hombre: representa el yo, la persona.

La capacidad de elegir es una aptitud sumamente importante básica para la existencia humana, la
verdadera libertad, o sea la capacidad de hacer lo que agrada a Dios, el ser humano perdió no la capacidad
de elegir sino la verdadera libertad. La biblia enseña claramente que el género humano caído ha perdido
su verdadera libertad, hoy no puede con sus propias fuerzas hacer lo que Dios aprueba totalmente, ni
tampoco cambiar la dirección básica de su vida para pasar de amarse pecaminosamente a si mismo a
amar a Dios. La verdadera libertad del ser humano, que se pierde en la caída, se restaura en el proceso
de redención, cuando el Espíritu Santo regenera a una persona, renueva la imagen de Dios en la misma
e inicia en ella la obra de santificación.

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