Cartas A Quien Pretende Enseñar

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Cartas a quien pretende enseñar

Primera carta: Enseñar- Aprender. Lectura del mundo- Lectura de la


palabra. Esta carta hace referencia a los conceptos de enseñanza y
aprender y a la necesidad de leer el mundo (contextos sociocultural) y la
palabra (textos).

No siempre que se enseña se aprende. En ocasiones se aprende sin


que se enseñe.
Para enseñar se necesita del saber. No se puede enseñar lo que no se
sabe.
Reflexiona sobre la importancia de la lectura comprensiva y no
abandonar si no se entiende. Hay que saber usar
instrumentos/herramientas para subsanarlo.
Para que la compresión sea exitosa es necesario que el nivel de la
lectura sea coherente con el nivel de capacitación del lector. Si la
distancia es grande lo dificultad.
La lectura y la escritura son procesos inseparables y deben percibirse
ambos como necesarios.
Mucho mejor es estimular el gusto por la lectura que obligar a
los alumnos. 
Los docentes deben conocer las lecturas “clásicas” sobre el proceso
lector.
"A leer se aprende leyendo; a escribir escribiendo." 
"No es posible leer sin escribir ni escribir sin leer".

Segunda carta: No permita que el miedo a la dificultad lo paralice.

En esta segunda carta nos habla del “miedo” y de la “dificultad” tanto del
docente como de los alumnos. Tener miedo es un derecho. Se trata de una
respuesta a la inseguridad y afirma que para superarlo debemos reflexionar
sobre lo que lo causa y conocer su raíz para así poder enfrentarlo. Los miedos
a que hace referencia son miedo a la lectura, miedo a no comprender un texto
si nuestro nivel intelectual es inferior, miedo a quedar en ridículo, miedo a ser
cuestionados
Importante: “Lo que yo sé, lo sé con todo mi cuerpo; con mi mente crítica, pero
también con mis sentimientos, con mi intenciones, con mi emociones”.

Las escuelas prácticamente llevan a los alumnos a ser pasivos con el


texto. No hay que reproducir literalmente lo que se lee “lectura
bancaria” en la que lector “comería” el contenido del texto del autor con
la ayuda del “maestro nutricionista”. 
Interesante: leer comprender criticar compartir dialogar... tertulia
dialógica literarias.
Tercera carta: "Vine a hacer el curso de magisterio porque no tuve otra
posibilidad"

Esta carta alude a todas esas personas que estudiaron para dedicarse a la
docencia sin tener ese deseo. Es importante tener vocación y que guste
enseñar
Esta carta alude a todas esas personas que estudiaron para dedicarse a la
docencia sin tener ese deseo. Es importante tener vocación y que guste
enseñar.

El docente puede contribuir al fracaso o al éxito de los alumnos a nivel


personal y académico.
Los problemas con la educación no son solamente pedagógico sino
también político y éticos.

Cuarta Carta: De las Cualidades indispensables para el mejor desempeño


de las maestras y los maestros progresistas. Carta dedicada a las
cualidades que todo docente debe tener. Las cualidades de las personas
no son innatas se van generando con la práctica.

 Cualidades:

Humildad para hablar y escuchar.


Amorosidad para los alumnos y para el proceso de enseñar. 
Valentía como superación de mis miedos. 
Tolerancia para convivir aprender a respetarlas lo diferente. 
Decisión ayudada de la evaluación. 
Seguridad respaldad por la formación.
Tensión entre la paciencia y la impaciencia: parsimonia verbal; vivir y
actuar impacientemente paciente. 
Alegría de vivir; ganas de vivir con y sin obstáculos, y querer
superarlos.

Quinta Carta: Primer día de clase. Una carta que describe las sensaciones
del primer día de clase, tanto del docente como el de los alumnos, llenas
de miedos, inseguridades.

 Es importante mostrar actitud y humildad ante los alumnos. Expresar los
sentimientos y superar el miedo conjuntamente. Sentir miedo es un
derecho.
Dinámica de clase: “lectura del aula” para registrar los sentimientos,
reacciones y comportamiento del alumno y del profesor.
Querer cambiar el mundo, saber querer y aprender a saber querer. Todo
esto implica aprender a saber luchar políticamente con tácticas
adecuadas y coherentes. Querer, soñar y luchar.
Cuando un alumno imagina una escuela alegre y libre es porque la suya
le niega la libertad y la alegría. 
Importante conocer la relación cuerpo consciente y mundo. Esto implica
una nueva forma de entender lo que es enseñar, lo que es aprender y lo
que es conocer.

Sexta carta: De las relaciones entre la educadora y los educandos


Esta carta responde a la pregunta que muchas veces nos hacemos ¿Que
debe existir en la relación entre alumnos y docentes?

 Es importante que exista coherencia entre lo que se piensa, se dice y se


hace. Importa más lo que se hace que lo que se dice.
 Es importante y necesario conocer el contexto y el entorno de los
alumnos para poder establecer una relación lo más idónea posible. 
Nuestra tarea no se agota en la enseñanza de matemáticas, de lengua,
geografía... nuestra tarea va más allá, unida al compromiso y a actitudes
para la superación de la justicia sociales.

Séptima carta: De hablarle al educando a él y con él; de oír al educando a


ser oído por él. Esta carta nos hace reflexionar sobre la importancia de
dejar a los alumnos hablar, que se expresen. Recalca la figura del docente
democrático.

Diferencia entre autoridad y autoritarismo. “La educación es un acto


político”.
El espontaneísta es anfibio. No se define está en tierra y
agua. Dependiendo del docente que nos definamos tendremos una u
otra actitud con los alumnos. 
El diálogo suma independientemente de la edad que tengan. 
Hay que fomentar la escucha a los otros, la discusión pacífica, debate...  
Si soñamos con la democracia hay que luchar día y noche.

Octava carta: Identidad cultural y educación. En esta carta habla de la


relación que hay entre identidad cultural con la clase social y que a veces
es impuesta a los docentes.” El atributo cultural incrementado por el de
clase no agota la compresión de identidad”.

François Jacob, “Estamos programados para aprender”. Ni solo lo innato


ni solo lo adquirido. 
¿Qué actitud debe tener el docente? no tener posición agresiva, no creer
que los alumnos no son capaces.... 
Enseñar a partir del contexto de los alumnos.
Lo cotidiano y sus resoluciones  son más importantes que lo que se
enseña en la escuela. Todo debe ser más vivencial menos memorístico.
Hay que formar una identidad cultural lejos de prejuicios y
discriminaciones.

Novena carta: Contexto concreto-contexto teórico. En esta carta describe


la importancia de la práctica pues es la que da el verdadero aprendizaje y
es por ello que hay que diferenciar entre el contexto concreto y teórico. .
 La práctica y la teoría son un binomio que debe ser vivencial y no ajena
al contexto concreto y ni el entorno de los alumnos. 
Es importante hacer periódicamente reuniones interdisciplinares (equipo
docente) para saber si se está alcanzando el mismo objetivo desde las
diferentes materias y tener así distintos puntos de vista.

Decima Carta: Una vez más, es cuestión de la disciplina. En esta carta


recalca que el docente debe mostrar disciplina en todo momento y en
todos los ámbitos

“El maestro debe enseñar. Es preciso que lo haga. Solo que enseñar no


es transmitir conocimiento. Para que el acto de enseñanza se constituya
como tal es preciso que el acto de aprender sea precedido por, o
conocimiento de, el acto de aprehender el contenido o el objeto
cognoscible, con el que el educando también se hace productor del
conocimiento que le fue enseñado”.
La teoría y la práctica deben ser inseparables. 
Crecer es parte de nuestra existencia, de la vida. Pero no crecemos
como meros animales o las plantas. Se trata de un proceso sobre el que
podemos intervenir y decidir, en ocasiones, sobre ello. “Estamos
programadas para aprender”. Nuestra vida es una suma de experiencias
biológicas, psicológicas, culturales, históricas, educativas, políticas,
éticas, estéticas...
“Crecer físicamente, normalmente, con el desarrollo orgánico
indispensable; crecer emocionalmente equilibrado; crecer
intelectualmente a través de la participación en prácticas educativas
tanto cuantitativa como cualitativamente aseguradas por el Estado;
crecer en el buen gusto frente al mundo; crecer en el respeto mutuo, en
la superación de todos los obstáculos que hoy impiden el crecimiento
integral de millones de seres humanos dispersos en los diferentes
mundos en los que el mundo se divide, pero, principalmente, en el
tercero”.
“Que el saber tiene todo que ver con el crecer es un hecho. Pero es
necesario, absolutamente necesario, que el saber de las minorías
dominantes no prohíba, no asfixie, no castre el crecer de las inmensas
mayorías dominadas”.

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