Medios de Prueba Libro D.P.P
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MEDIOS DE PRUBBA
Concepto de prueba
El Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual “o al explicar los antecedentes del término prueba
nos señala que un adagio latino, por demás evidente, proclama: probatio est demonstrationis
veritas (prueba es la demostración de la verdad). Lo arduo, dada la infinidad de las convicciones
humanas, consiste en establecer cuándo está algo demostrado; si bien el problema se reduce en lo
procesal, por cuanto la parte triunfa cuando logra que el juzgador admita como real lo que ella
afirma o que desconozca lo que ella niega. Las Partidas entendían por prueba la averiguación que
se hace en juicio de alguna cosa dudosa, o bien la producción de los actos o elementos de
convicción que somete el litigante, en la forma que la ley previene, según derecho, para justificar
la verdad de los hechos alegados en el pleito. También puede entenderse como prueba el medio
con que se muestra y hace patente la verdad o falsedad de alguna cosa.
En sentido lato, es posible determinar dos momentos históricos en la evolución del instituto. En el
primero, el señalamiento de culpabilidad corría a cargo de la divinidad y los tribunales
simplemente realizaban los actos necesarios a efecto de que aquélla se manifestara; como
ejemplo citamos los llamados "juicios de Dios". En un segundo momento evolutivo se impuso a los
jueces la obligación de formarse el convencimiento de culpabilidad del acusado mediante el uso
de su capacidad intelectiva y es en este momento en que cobró vida la prueba. Es en este contexto
en donde ocurre la múltiple utilización de los avances técnicos y científicos para el descubrimiento
y la valoración de los aportes probatorios y cobran fuerza las reglas de la sana crítica razonada en
la apreciación de los resultados.
El estudio de la prueba dependerá de cómo se vincule al modelo de proceso penal que se adopte
Si la tendencia es hacia e I sistema inquisitivo
la prueba tiene una importancia relativa en atención a que responde a sistemas políticos
autoritarios en donde se presupone la culpabilidad del imputado por la apariencia de culpa a que
se hace referencia en la imputación; es decir, el proceso se representa como un castigo en sí
mismo por la prevalencia de la prisión preventiva. Si el modelo se orienta hacia el sistema
acusatorio, como ocurre en nuestro país, la prueba adquiere una relevancia suprema porque parte
del principio de presunción de inocencia, siendo la prueba, el único modo de destruirlo mediante
la acreditación de la culpabilidad correspondiente.
3. IMPORTANCIA DE LA PRUEBA
Se establece en el artículo 181, primer párrafo, del Código Procesal Penal que "salvo que la ley
penal disponga lo contrario, el Ministerio Publico y los tribunales tienen el deber de procurar, por
sí, la averiguación de la verdad mediante los medios de prueba permitidos y de cumplir
estrictamente con los preceptos de este Código".
Del contenido de la disposición normativa podemos advertir que la prueba se establece como el
mecanismo más confiable para descubrir la verdad constituyéndose en la mayor garantía contra la
decisión judicial arbitraria. Atisbos del sistema inquisitivo concurren en el segundo párrafo de la
disposición preciada cuando establece que durante el juicio, los tribunales sólo podrán proceder
de oficio a la incorpora ion de prueba no
ofrecida por las partes, en las oportunidades y bajo las condiciones que fija la ley. Creemos, sin
embargo, que ello obedece a la necesidad de "procurar la averiguación de la verdad y no de
invadir la competencia del Ministerio Público de sustentar su acusación.
Señala Cafferata Nores que "la búsqueda de la verdad sobre los hechos contenidos en la hipótesis
acusatoria (el llamado "fin inmediato del proceso") debe desarrollarse tendiendo a la
reconstrucción conceptual de aquéllos. La prueba es el medio más seguro de lograr esa
reconstrucción de modo comprobable y demostrable, pues la inducirá de los rastros o huellas que
los hechos pudieron haber dejado en cosas o personas, o de los resultados de experimentaciones
o de inferencias sobre aquellos
Hay que tomar en cuenta que, conforme a nuestra ley procesal penal, en las resoluciones
judiciales sólo se podrán admitir como ocurridos los hechos, aquellos que hayan quedado
debidamente acreditados con pruebas fehacientes, lo que impide que sean fundadas en aspectos
estrictamente subjetivos (artículo 11 BIS del Código Procesal Penal). La declaratoria de
culpabilidad sólo puede derivar de la información probatoria legalmente incorporada al proceso:
Partiendo de esto la prueba. Ésta, por ser insustituible, como fundamento de una condena, es la
mayor garantía contra la arbitrariedad. Al respecto, el artículo 186 de las pruebas de cargo sean
Código Procesal Penal establece: "Todo elemento de prueba, para ser valorado, debe haber sido
obtenido por un procedimiento permitido e incorporado a la culpabilidad del acusade proceso
conforme a las disposiciones de este Código. Los elementos de prueba así incorporados se
valorarán, conforme el sistema de la sana crítica razonad, no pudiendo someterse a otras
limitaciones legales que no sean las expresamente previstas en este Código".
1. La verdad
Es generalizada la doctrina en apuntar que "verdad" es la adecuación entre la idea que se tiene de
un objeto y lo que ese objeto es en realidad. Al respecto, señala Cafferata Nores que "la verdad,
como correspondencia entre el hecho delictivo del pasado y lo que dé él se haya podido conocer
en el proceso es una aspiración ideal, a la cual no se llega en forma sencilla, tanto por las
limitaciones propias de su naturaleza "histórica", los problemas, rutinas y perjuicios que influyen
en la percepción judicial y las necesidades de solución del caso, como por las limitaciones
impuestas por el orden jurídico, que subordina el logro de la verdad al respeto de otros valores,
generalmente relacionados con la dignidad humana
En este sentido, conviene aclarar con Cafferata que "la verdad que se busca en el proceso penal es
la verdad sobre la culpabilidad del imputado su inocencia se tiene por verdadera hasta que se
pruebe lo contrario, lo cual no excluye el derecho de aquél a acreditarla, ni la obligación de los
órganos públicos de no ignorar (ni ocultar) pruebas de descargo y de atender las circunstancias
eximentes o atenuantes que hubiere invocado.
2. La certeza
Es claro que la verdad sólo se puede percibir como creencia de haberla alcanzado; es una
aprehensión estrictamente subjetiva realizada por el entendimiento del juzgador, toda vez que
ella está fuera de su capacidad intelectiva. Cuando esa percepción es firme puede decirse que hay
certeza.
Expresa Mittermaier que "para que haya certeza. Se exige el cumplimiento de ciertas condiciones
esenciales:
3. No puede existir la certeza hasta haber sido alejados todos los motivos resultantes de los
autos, que tiendan a presentar la inculpación como descansado acaso en una
imposibilidad, o lleguen a dar un resultado positivamente contrario al que los demás
motivos suministran. ¿Se atrevería el juez jamás a condenar, aun cuando dos testigos
afirmaran que el inculpado es el autor real del crimen, si dijera un tercero que en
aquella época el mismo acusado residía muy lejos del sitio en que aquél fue cometido?
4. Antes que la certeza predomine, el entendimiento quiere ver alejados hasta los motivos
mismos que no se apoyarían sino en una posibilidad en sentido contrario. Así se explican
las minuciosas averiguaciones del juez instructor; así, cuando examina el lugar, el cuerpo
del delito debe, considerando el sitio en que se hallaban los testigos y teniendo en cuenta
el tiempo y hora, preguntarse si en efecto aquellos han podido reconocer claramente al
culpable. Mientras quede una sombra de duda, no puede haber certeza posible para el
juez concienzudo.
5. Por lo que respecta a las circunstancias simplemente imaginables, aunque poco
frecuentes, el entendimiento no podría olvidarlas desde el punto en que existieran indicios
en la causa, por ligeros que fuesen, que estableciesen una posibilidad siquiera lejana.
Convendría, pues, redoblar la atención si se supiera, por ejemplo, que uno de los testigos
de cargo era enemigo del acusado.
3. LA DUDA
La duda en sentido estricto la podemos ubicar entre la certeza positiva y la certeza negativa, es
decir, como una indecisión del juzgador entre la existencia o la inexistencia del objeto sobre el cual
está pensando. Algunos autores afirman que lo que se produce en la mente del juzgador es una
"oscilación intelectiva" porque el intelecto es llevado hacia el "si" y luego es llevado hacia el "no"
sin que ninguno de los dos polos lo atraiga lo suficiente para abandonar esta indecisión.
Señala Jauchen que "la primera oportunidad en que el estado de duda adquiere relevancia es al
decidir la situación del imputado, desde que, si no existe la "probabilidad" necesaria para
procesar, y tampoco resulta "evidente" alguna de las circunstancias que hacen procedente el
sobreseimiento, se estará en el estado intermedio de duda que impone el dictado del auto de falta
de mérito. Esta resolución, si bien permite, por cierto, plazo, la continuación de la investigación,
importa un principio de desvanecimiento del progreso de la acción penal, pues vencido aquel
término sin que se hubieren reunido nuevos elementos que hagan superar la duda, será
Imperativo para el instructor el dictado del sobreseimiento. Y finalmente la importancia suprema
está en el momento de dictar sentencia. En esta ocasión, la existencia de duda sobre los hechos
concretados en la acusación, por mínima que sea, obliga a una resolución absolutoria con todos
los alcances de la cosa juzgad