Círculos de José Antonio
Círculos de José Antonio
Círculos de José Antonio
CÍRCULOS
JOSÉ ANTONIO
Diego Márquez
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CÍRCULOS JOSÉ ANTONIO Diego Márquez Horrillo
ÍNDICE
I. LOS CÍRCULOS JOSÉ ANTONIO
Introducción.....................................................................................................................................4
Historia de los Círculos José Antonio .............................................................................................6
Ideas y principios doctrinales ........................................................................................................27
Propósitos concretos ......................................................................................................................34
Equipo dirigente ............................................................................................................................39
II. CUESTIONARIO
Introducción ..................................................................................................................................44
1. Cuestiones constitucionales ......................................................................................................45
2. Derechos ciudadanos y conflictos políticos subsiguientes .......................................................50
3. Política económica ....................................................................................................................55
4. Política social ............................................................................................................................64
5. Política laboral ..........................................................................................................................77
6. Política exterior .........................................................................................................................83
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CÍRCULOS JOSÉ ANTONIO Diego Márquez Horrillo
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CÍRCULOS JOSÉ ANTONIO Diego Márquez Horrillo
INTRODUCCIÓN
Los Círculos José Antonio constituyen una organización falangista que, durante
diecisiete años, ha venido manteniendo una postura política, que en todo momento ha
intentado ser ortodoxamente fiel al pensamiento joseantoniano y a la doctrina
nacionalsindicalista
Aún cuando alguien pudiera pensar que estos años nos han sido fáciles, la realidad,
que puede comprobarse en las páginas que siguen a esta introducción, ha sido muy otra.
Gracias al esfuerzo, al sacrificio, a la constancia y a la falta de interés por alcanzar cargos y
prebendas, de todos cuantos militan o han militado en los Círculos, ha sido posible mantener
una actitud que, de alguna forma, ha sido y es incómoda para las derechas y para las
izquierdas de este pais.
Desde su fundación, los Círculos se propusieron muy pocos pero importantes
objetivos: mantener a todo trance la ortodoxia falangista, marcar una postura critica al
sistema capitalista, divulgar entre las juventudes la doctrina nacionalsindicalista, diferenciar
absolutamente la Falange del Movimiento Nacional, conseguir la unidad entre todos los
grupos falangistas y reorganizar el partido político Falange Española de las JONS.
Hasta ahora, algunos de estos objetivos, con mayor o menor fortuna, se han ido
cubriendo. Otros no se han podido alcanzar.
Posiblemente ahora, con un sistema democrático-liberal y constituidos como partido
político, podamos incidir nuevamente en la consecución de las metas que un dia, ya lejano,
nos propusimos. A ello se añadirá la lucha política que tendremos que mantener con los
demás partidos políticos, en la que habremos de proponer muy claramente las soluciones que
propugna el nacionalsindicalismo para resolver los problemas políticos, sociales,
económicos y culturales del país.
Sin embargo, esta situación nos parece más favorable que la que durante cuarenta años
nos ha regido. Al menos ahora podremos decir claramente quiénes somos, dónde estamos y
qué queremos para España. Podremos desenmascarar a todos los que durante cuarenta años
han tergiversado y deformado la doctrina nacionalsindicalista. Podremos diferenciarnos de
las instituciones del sistema anterior. Podremos hacer ver al pueblo español lo que realmente
es y quiere la Falange. Podremos, en definitiva, comparecer en la política con nuestra
auténtica voz y con nuestro auténtico pensamiento.
Ya sabemos que todo ello nos va a costar un extraordinario esfuerzo y que nos van a
seguir lanzando las acusaciones de siempre; que habrá muchos interesados en mantener la
deteriorada imagen, del falso nacionalsindicalismo de estos últimos años, porque así
pensarán eliminarnos de la fuerte competencia política que podemos representar y que
muchos, aun bien intencionados, no serán capaces de entendernos y mucho menos de
entender nuestra trayectoria en el Régimen anterior.
A pesar de todo ello, los Círculos José Antonio van a intentar llevar el mensaje
revolucionario de la auténtica Falange hasta el último rincón de España y van a seguir
esforzándose, como siempre lo han hecho, por marcar una postura rigurosa y seria, sin
algaradas y sin estridencias, de dura critica al sistema capitalista español, causa de la
injusticia social que nuestra Patria padece desde hace siglos.
Nos anima e! pensar que nuestro bagaje doctrinal es, posiblemente, el más importante
de cuantos aporten los grupos políticos que comparezcan en esta nueva etapa de la historia
de España.
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Nos anima el saber que nuestra dura experiencia política, adquirida durante un largo
período de confusiones, deformaciones e incomprensiones, en el que nuestro esfuerzo se
estrellaba continuamente contra el blando muro del silencio, ha sido un eficaz ejercicio que
nos ha mantenido en forma para acometer estas difíciles jornadas que se nos avecinan. Y nos
anima, sobre todo, el tremendo y valioso potencial humano que los Círculos han ido
descubriendo por toda España. Es difícil encontrar unos hombres y unas mujeres con más
espíritu de servicio, con más capacidad de sacrificio, con más afán de lucha y con más
ilusión por sus ideas que los que han hecho posible mantener una organización política en
circunstancias tan adversas como las que nuestra organización ha padecido: De una parte, la
sensación de impotencia que adquieres al ver que están deformando y tergiversando tu
doctrina política desde el propio poder y comprobar que no puedes hacer nada por evitarlo y,
de otra parte, el moverte políticamente sin medios, sin periódicos, sin dinero, manteniendo
milagrosamente la organización del grupo y sufriendo continuamente las incomprensiones y
las acusaciones de unos y de otros.
Por eso hubiera sido deseable, al exponer la historia de los Círculos, haber podido
contar las vicisitudes por las que han pasado cada uno de ellos desde su creación hasta estos
momentos actuales, pero ello hubiera hecho esta tarea inacabable y eterna. Incluso muchos
de los acontecimientos importantes en los que han participado los Círculos no se han podido
recoger en la brevísima historia de los mismos que en este libro se esboza. Algún día
alguien, con tiempo y con mejor pluma, debería contar completa la historia de los Círculos
José Antonio y de los hombres que en ellos se esforzaron, para ejemplo de todos los que
quieren aprender cómo se sirve a una idea política y a una Patria con honradez p: con
valentía, sin pedir nada a cambio.
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un carácter propio que los distinguiese de lo que se denominaba Movimiento Nacional y que
en sus planteamientos doctrinales fuesen tan ortodoxamente falangistas que se hiciese
imposible el que se encuadrasen en ellos los que, procedentes de la derecha española. habían
militado en la Falange primitiva primero y en el Movimiento Nacional, como pseudo-
falangistas, después.
Se trataba, en definitiva, al menos para algunos de los que nos afanábamos en la
fundación de los Círculos José Antonio, de conseguir una depuración, hasta entonces
imposible, de los hombres y de las ideas falangistas.
Por ello, la primera decisión de los fundadores del Círculo José Antonio al pensar en
legalizarlo fue la de inscribir a esta asociación política en el Registro de Asociaciones del
Ministerio de la Gobernación, para así desvincularla del Movimiento.
Sin embargo, y a pesar de las muchas gestiones hechas en este sentido, no fue posible
llevar a cabo esta inscripción, ya que el Ministerio de la Gobernación estimaba que los
Círculos José Antonio eran asociaciones de carácter político, y que las únicas asociaciones
que podían inscribirse en el Registro eran las de carácter cultural, recreativo o benéfico,
indicando que las asociaciones políticas tenían que encuadrarse, forzosamente, dentro de la
entonces recientemente creada Delegación Nacional de Asociaciones, de la Secretaría
General del Movimiento.
A la vista de ello, y pensando que lo importante era iniciar cuanto antes una acción
política que contribuyese a clarificar la doctrina falangista, a salvar esta doctrina para el
futuro, a diferenciar la Falange del Movimiento y del Régimen y a recoger y unir a los
falangistas auténticos, dispersos entonces por las organizaciones del Movimiento o alejados
de la política activa, los fundadores de los Círculos José Antonio decidieron legalizarlos
formalizando su inscripción en el Registro de la Delegación Nacional de Asociaciones, antes
aludida.
A partir de entonces se inicia una campaña de organización, captación de socios y
estudio intenso de la doctrina nacionalsindicalista para dar fuerza a la asociación que nacía.
Precisamente entonces, principios del año 1960, se constituyen los Círculos de
Madrid, Barcelona, Sevilla y Jerez de la Frontera, primeros de los que después habría de ser
la amplia organización de los Círculos José Antonio en toda España.
En Madrid es elegido presidente del Círculo Julián Pemartín, que se dedicó, durante el
escaso tiempo de su mandato, hasta finales de 1961, a organizar el Círculo de Madrid,
conseguir un local social adecuado, el que actualmente sigue siendo domicilio central de los
Círculos, en la calle de Ferraz, número 80, aprobar los Estatutos iniciales y desarrollar las
primeras actividades del mismo.
Igualmente en Barcelona, Celestino Chinchilla, Presidente del Círculo de aquella
capital; en Sevilla, Francisco Güill y Fernando de la Cámara, y en Jerez de la Frontera,
Fernando Porro, inician las mismas gestiones y actividades para poner en marcha la
incipiente organización de Círculos José Antonio.
Desde el principio se tropieza con la gran dificultad de la falta de medios económicos,
ya que para conseguir una auténtica independencia política en todos los sentidos había que
mantenerse única y exclusivamente con las cuotas que abonaban los socios mensualmente.
A finales de 196l, con un núcleo de veintitantos Círculos en España, entre los que
destacaban por su intensa y eficaz actividad los de Gijón, con Bastarrechea al frente,
Valencia, con Antonio Tatay, Ibi (Alicante), con Chimo Miralles, Jaén, con Eduardo
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Moreno y Haro (Logroño), con Gómez Cruzado y Florentino Santamaría, en Madrid cesa
como Presidente Julián Pemartín, fatalmente enfermo y es elegido Luis González Vicén, que
da un extraordinario impulso a los Círculos, consiguiendo despertar el interés por los
mismos, no ya en España, sino incluso fuera de nuestras fronteras.
En esta época, concretamente durante el año 1962, tiene lugar en la Tribuna Libre del
Circulo José Antonio de Madrid un ciclo de conferencias, dirigidas a clarificar los conceptos
más significativos de la doctrina nacionalsindicalista, que constituye una de las aportaciones
más decisivas para establecer las bases de la actualización de dicha doctrina, interviniendo
en aquel ciclo hombres tan importantes en la historia falangista como Jesús Fueyo, Adolfo
Muñoz Alonso, Patricio González de Canales, Celestino Maestú, Manuel Cantarero, Juan
Velarde y el propio González Vicen, entre otros más que consiguieron que la Tribuna Libre
del Círculo José Antonio adquiriera tal relieve político y se manifestase con tal
independencia, que al poco tiempo las dificultades para seguir organizando los ciclos de
conferencias fueron tan insuperables, entre ellas la consecución de los oportunos permisos,
que esta actividad hubo de quedar abandonada.
No es de extrañar, puesto que en las conferencias del ciclo se expusieron los temas con
tal claridad, se denunciaron situaciones políticas y económicas con tal rigor, que
indudablemente los Círculos y su Tribuna Libre fueron considerados, por los que ejercían el
poder político, como elementos discordantes que, de alguna manera, habría que acallar.
Precisamente la conferencia pronunciada por Juan Velarde, el 16 de febrero de 1962,
titulada «Posibilidades ante el capitalismo en España», fue una de las más duras en su
denuncia sobre la situación económica de nuestra Patria. En ella se descubrían los grandes
monopolios industriales en nuestro país y la gran cantidad de entidades, existentes en el
mismo, que sirven para que los empresarios capitalistas acuerden políticas de tipo común, la
vinculación familiar entre gran-capitalismo-latifundismo, la prepotencia de los seis Bancos
españoles más importantes sobre la industria nacional, etc.
Al mismo tiempo se empezó a editar un periódico de los Círculos José Antonio,
titulado «ES ASÍ» y dirigido por José Antonio Revilla, que también constituyó un
acontecimiento político de los que en aquellos tiempos no eran posibles. Este periódico tuvo
un amplio eco en la Prensa mundial y una gran cantidad de publicaciones extranjeras
recogieron íntegros algunos de los trabajos que se publicaron en el mismo.
En aquel periódico se habló por primera vez en letras de molde y públicamente de la
necesidad de establecer relaciones con los países del Este, de la necesidad de constituir
asociaciones políticas en España, del Sindicato de Empresa, de la separación de la Iglesia y
del Estado, del regionalismo español (tratado con gran rigor y acierto por Manuel Cantarero
del Castillo), del problema de representaba la Monarquía en España, así como de otros
muchos temas que, hasta entonces, habían sido considerados como intocables.
La consecuencia fue el secuestro por la Policía y la posterior suspensión del periódico
que, a duras penas, había podido sacar a la calle cinco números, pero cuyo impacto había
sido decisivo para dar a conocer a la opinión pública la verdadera esencia del
nacionalsindicalismo y su actitud en aquellos días, primeros años de la década de los
sesenta.
Todas estas actividades, desarrolladas y abortadas en estos años, habían hecho que la
organización de los Círculos pasase ya de los treinta y tantos núcleos en toda España.
En octubre de 1963, los Círculos José Antonio dirigían una carta, al entonces Ministro
Secretario General del Movimiento, firmada por todos los dirigentes, con motivo de una
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denuncia, también pública, hecha por un grupo de intelectuales, que se dirigían en ella al
Ministro de Información y en la que se acusaba a la Fuerza Pública de asesinar y maltratar
física y moralmente a unos trabajadores españoles.
En esta carta los Círculos José Antonio, entre otras cosas, decían: “Durante muchos
años, los trabajadores españoles, satisfechos o no satisfechos, han guardado un orden y una
disciplina laboral no interrumpida. Con su trabajo nuestra Patria ha cambiado de signo y si
no ha alcanzado un estado de pleno desarrollo, al menos parecía caminar claramente hacia
él... Los trabajadores no se sentían totalmente abandonados porque sabían que desde el
Gobierno algunos hombres se ocupaban, mejor o peor, de la solución de los problemas
laborales, no se daban descanso en señalar nuevas metas, tal vez equivocadas o alejadas,
pero siempre bien intencionadas. Así, contentos o descontentos, los trabajadores tenían la
íntima convicción de que al frente de los destinos del país había algunos hombres antiguos
luchadores y jóvenes ardorosos, entusiastas de una justicia social, con los que, tácitamente,
establecían puntos de contacto por múltiples razones de afinidad. Ahora bien, ¿qué ha
pasado desde el año 1958 para que se hayan roto las relaciones sociales de armonía dentro
del sistema español? Esta es la grave pregunta que tiene que formularse cualquier
gobernante. Nosotros también nos hacemos las mismas consideraciones y la respuesta es
desoladora: 1) El Gobierno ha lanzado al país a una estabilización mal planteada y peor
realizada, cuyas consecuencias han sido, junto a la congelación de los jornales, la elevación
de los precios de manera desmesurada, lo que ha provocado que se cargue sobre las espaldas
de los traba]adores, exclusivamente, el duro peso de la estabilización. 2) Notoria
disminución de la influencia, dentro del Gobierno, de los Ministros encargados de velar por
la justicia social, a medida que han ido aumentando su autoridad e influencia los Ministros
de carácter económico. 3) Aplicación inflexible de las tesis capitalistas más ortodoxas y
retrógradas a las normas de Gobierno, en el orden económico. 4) Aumento constante de la
presión fiscal a través de los impuestos indirectos, carga que recae, fundamentalmente, sobre
la masa de trabajadores. 5) Formación de una tecnocracia, infiltrada en el Estado, separada
física y espiritualmente del pueblo, por abismos insalvables de carácter, formación y
comportamiento. ó) Poderoso freno a la política social, totalmente abandonada desde hace
casi siete años, salvo tenues amagos legislativos. 7) Desilusión y apatía de la juventud
trabajadora. 8) Existencia de un creciente paro encubierto, fomentado por las medidas
estabilizadoras que interrumpieron el ritmo favorable de la expansión española. 9)
Equivocada política de importación. 10) Sustitución de un proceso inflacionista de signo
positivo, con un real desarrollo, por una inflación depresiva realizada a costa del bienestar de
los trabajadores. El problema. pues, está planteado por un capitalismo fortalecido y
robustecido económica y financieramente, con sus dirigentes introducidos en los puntos
claves del Estado, con todos los resortes de la propaganda en sus manos y con una Fuerza
Pública bien armada y entrenada que, por razón de su propia esencia, ha de mantener el
orden contra los sectores laborales del país, preteridos injustamente por las razones antes
expuestas.» Esta carta, al igual que las demás actividades de los Círculos, fue causa de serias
medidas represivas contra los mismos.
Como consecuencia, el hombre que había impulsado la organización durante esos
años, Luis González Vicen, acosado y perseguido desde el poder, se ve forzado a presentar
su dimisión como Presidente del Círculo de Madrid, a mediados del año 1965.
Con este motivo escribió una carta a los miembros de la Junta de Gobierno del Circulo
en la que, entre otras cosas, decía: «Desde hace muchos meses tenemos suspendido nuestro
periódico “ES ASÍ», injustamente suspendido por una acusación de clandestinidad, falsa a
todas luces... Yo fui eliminado de la lista de Consejeros Nacionales y sólo lo digo por el
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hecho de haber coincidido la suspensión y mi eliminación con tan pocos días de diferencia
que parece que ha sido el mismo motivo el que los ha originado... Así, por tanto, tenemos
que aceptar que hemos recibido una repulsa del Régimen, no a nuestra conducta
administrativa, puesto que sabemos que es falsa la acusación de clandestinidad, sino a
nuestra conducta política o a la expresión de nuestras ideas en relación con el futuro del
Régimen y con la situación de nuestra Patria. Yo sabía que no iban a gustar tales ideas en
medio de la beneplácita siesta nacional después de la gran comida. Sabía que los Regímenes
de mando personal no tienen más camino que la adulación para llegar al poder, pero sé
también que todavia rigen en el mundo valores que son la dignidad, la propia estimación y el
deber contraído para con el pais.»
Después de la dimisión de Luis González Vicen, la mayoría de los falangistas
históricos que militaban con los Círculos y que tenían, muchos de ellos, un gran peso
especifico en la política española, abandonaron la organización o pasaron a un último plano
de pasividad total que hizo que los Círculos quedasen, prácticamente, a merced de las
represalias del sistema. Hay que hacer notar aqui que Miguel Primo de Rivera (hermano de
José Antonio), uno de los más decididos impulsores y protectores del Círculo, había
fallecido en aquellos años, y, por tanto, la orfandad de la organización se hacía notar más
acusadamente. En octubre de 1965, los sectores jóvenes del Círculo José Antonio de Madrid,
que junto a algunos veteranos siguieron manteniendo la organización, eligen Presidente del
mismo a Diego Márquez Horrillo, que en los años anteriores había venido ostentando una de
las Vicepresidencias de dicho Círculo. Se inicia entonces una difícil reorganización de los
Círculos José Antonio y se intenta reanudar el ritmo de sus actividades. Con motivo de una
declaración de los Presidentes de Círculos, reunidos en la provincia de Cádiz, que se repartió
profusamente por toda España y en la que se criticaba la actuación política del Gobierno y se
apuntaban soluciones nacionalsindicalistas a los problemas de nuestra Patria, es clausurado
el Circulo José Antonio de Madrid.
Al poco tiempo se consigue levantar esta clausura y se reanudan las actividades
políticas del mismo con una serie de conferencias y charlas políticas que van fomentando
una gran inquietud entre los miembros más jóvenes de la organización. Se crean las
Secciones Juveniles y Universitarias, que se encargan de llevar la idea nacionalsindicalista a
los sectores jóvenes y universitarios, al tiempo que van formando futuros cuadros de
dirigentes políticos. Asimismo se organizan las Secciones Laborales, que se proyectan sobre
el mundo del trabajo proponiendo soluciones revolucionarias a los problemas planteados por
el capitalismo español. La organización aumenta con la creación de nuevos Círculos, que en
estos años se aproximan a los setenta, repartidos por toda la geografia española. La escasez
de medios hace que las actividades hayan de realizarse acudiendo al sacrificio económico de
los militantes de la organización, que asisten a las reuniones nacionales. a las
Concentraciones y a los actos públicos, pagándose de su bolsillo los desplazamientos y las
estancias. La 1ínea política de los Círculos siguió siendo la misma de siempre: Se analizaba
rigurosamente la situación del país, se criticaba duramente la actuación del Gobierno y se
aportaban las soluciones nacionalsindicalistas para los problemas de España.
En el año 1966, se hace pública otra carta del Circulo de Madrid en la que se incide
precisamente en lo que acabamos de señalar. En ella se decía:
«Para conseguir la estabilización hubo que sacrificar al pueblo español que trabaja.
Se estabilizaron los salarios y sólo los trabajadores saben a costa de cuántos sacrificios hubo
de lograrse. Entre estos sacrificios no fueron los menores las quiebras de los pequeños
empresarios y la emigración de grandes masas de trabajadores, que con sus divisas
sujetaron, en gran medida, la situación. Si todo esto era necesario para estabilizar la peseta,
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sanear la economía y afrontar el porvenir con seguridad, para iniciar la vía del desarrollo, el
pueblo español lo sirvió con lealtad y lo sufrió con abnegación; pero la realidad de los
resultados obtenidos fue por desgracia muy otra. Mientras esto ocurría, la Banca y los
negocios de especulación alcanzaron los mayores beneficios de su historia y la inflación,
terrible mal del desarrollo, es ya un hecho cierto.»
Entre las soluciones que los Círculos propugnaban en la mencionada carta
resumimos los siguientes:
«Todos los españoles forman la comunidad nacional con los mismos derechos y
deberes, sin que la clase, la confesión o la opinión de cualquiera de ellos pueda determinar
un principio de discriminación. Todos los españoles son iguales ante la Ley y tendrán el
mismo grado de dignidad civil y los mismos derechos políticos para aspirar a las dignidades
públicas; sólo el trabajo, la función social y los servicios prestados a la comunidad podrán
servir como fundamentos a la constitución de jerarquias en la sociedad española. Todos los
españoles gozarán de las libertades de pensamiento, de expresión, de confesión y de
asociación. La libertad de posesión estará condicionada al principio general de que todos los
bienes producidos en la nación estarán al servicio de la totalidad. El olvido del bien común
es ilícito. El abuso del poder económico y político, la sojuzgación económica de los más
débiles y el empleo de la violencia física o moral, así como el uso corruptor de la mentira,
serán delitos sociales especialmente perseguidos por las Leyes. El Estado español proclama
como base de su doctrina política que todo el poder dimana del pueblo y, por lo tanto, no
existen otros poderes legítimos que aquellos constituidos en virtud del principio de
representación y la traducción de este principio se realizará mediante sufragio directo.»
Además del análisis de las situaciones, sus críticas y la aportación de sus soluciones,
los Círculos se dedican en estos años a mantener la doctrina nacionalsindicalista, a estudiar
profundamente el proceso creador de José Antonio y a actualizar, con afán de adivinación,
toda la teoría que éste dejó esbozada en su corta vida política.
En febrero de 1969, «Cuadernos para el Diálogo» insertaba un artículo titulado
«Participación falangista en el poder», en el que se trataba de determinar el grado de
responsabilidad que habían tenido los falangistas en su participación en el Régimen nacido
el 18 de julio de 193ó. El Circulo José Antonio respondió a este artículo con una extensa
carta abierta, de la que extractamos los párrafos siguientes:
«Falange Española vio cortado precisamente su desarrollo y planteamientos
políticos por causa del Alzamiento Nacional.
Está claro que, a consecuencia del Decreto de Unificación, se creo un Partido Único,
todos los sabemos, pero lo que ya no se puede afirmar es que lo constituyera únicamente la
Falange. De sobra se conoce que los dirigentes de este nuevo Movimiento procedían de otras
filas muy diferentes, aunque hay que reconocer que se dieron mucha maña en disfrazarse
para aparentar lo contrario...
Sí es objetivo, aunque Vds. opinen lo contrario, afirmar que la Falange ha carecido de
poder suficiente para realizar «su» Revolución Social. Hay que insistir en que los dirigentes
del Movimiento, con sus periódicos y cadenas de radio, no eran en su gran mayoría
falangistas, y paradójicamente, la base de este Movimiento sí que estaba constituida por una
gran mayoría de falangistas.
Y así se llegó a lo que podíamos llamar la gran traición; gran traición a los hombres
sencillos, a los falangistas de la base, a los que formaban con sus ilusiones la verdadera
Falange. Esta traición está ya consumada y ahora podemos ver claramente el engaño de que
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CÍRCULOS JOSÉ ANTONIO Diego Márquez Horrillo
fuimos objeto y la confusión existente, con respecto a nosotros, para el pueblo español.»
Por esto, otra de las grandes preocupaciones de los Círculos José Antonio fue tratar de
diferenciar la Falange del Movimiento.
En este empeño se volcaron todos los miembros de la organización y en todas sus
intervenciones, públicas o privadas, trataron de aclarar esta confusión que tanto daño hacia a
todos.
En el mes de mayo de este mismo año de 1969, la junta de Presidentes de los Círculos
José Antonio de toda España, con motivo de haberse dado a la publicidad el, primer
anteproyecto de Bases del Régimen Jurídico del Movimiento, que iba a regular las
Asociaciones Políticas, formula una declaración pública en la que exponía su criterio sobre
este tema y que se condensaba en cuatro puntos: Urgencia en la regulación del libre
asociacionismo de los españoles; libertad absoluta para todas las ideas y tendencias y total y
plena autonomía de las asociaciones; incorporación de la mayoría de los españoles al
quehacer político común y negación de la facultad, atribuida a ciertas jerarquías, de
suspender temporalmente las Asociaciones, que deben ser estimuladas y no controladas ni
vigiladas. La declaración terminaba asi: los Presidentes de los Círculos José Antonio, en su
condición de falangistas, y precisamente por ello, solicitan que las posibilidades y derechos
citados se concedan a todos los españoles sin excepción. Rechazan cualquier situación de
privilegio para ellos mismos, asi como cualquier limitación que se les imponga basadas en
lealtades o disciplinas mal entendidas.
Por esta época se publica, por parte del Ministerio de Educación, un documento,
denominado «Libro Blanco sobre la Educación», que la sección Universitaria del Circulo
José Antonio analizó y criticó rigurosamente en un amplio trabajo de seminario que publicó,
en parte, alguna prensa española. En este trabajo los Círculos decían: Consideramos el Libro
Blanco como una mera medida política, carente de realismo, coordinación y empuje
necesario, aun para llevar a efecto las previsiones tecnócratas que plantea. Se basa en una
educación burguesa, estableciendo objetivos en los que cuenta de manera imperativa la
funcionalidad de la inversión material y la formación de dirigentes sociales. Se ha omitido, a
la hora de elaborar el Libro Blanco, la colaboración de familias, profesores, estudiantes e
instituciones empeñadas en la reforma de la educación de los hombres, que sufren las
calamitosas condiciones actuales.
El informe de los Círculos rechazó la concepción del estudiante como un ser inactivo.
Ser estudiante, decía, no es ser un parásito social. Y continuaba afirmando que era
imprescindible un estatuto profesional para estudiantes y profesores. Ambos estamentos
deben gozar de las garantías que, en cuanto profesionales, tienen otros sectores.
En Valencia, el día 20 de abril de este año 1969, pronunció una conferencia Diego
Márquez Horrillo, Presidente del Circulo de Madrid, en la Cámara Libre de la Falange,
sobre el tema «La empresa nacionalsindicalista», explicando a lo largo de su intervención el
concepto de Sindicato de Empresa, así como el concepto de propiedad en la doctrina
nacionalsindicalista. Hizo a continuación una crítica de la empresa capitalista y siguió
afirmando que hacia la consecución de la empresa nacionalsindicalista se encauzaban los
anhelos de muchos españoles, pero para desmontar el sistema capitalista habrá de cumplirse
primero la nacionalización de la Banca. En el camino estamos – terminó diciendo – de que
una juventud, movida por una fuerza ideológica lejos de los intereses de clases o de grupos,
pueda hacer realidad la empresa nacionalsindicalista.
Paralelamente a las actividades propias de su proyección en la vida política del país,
los Círculos José Antonio siguen insistiendo en el intento de cumplir dos objetivos que se
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CÍRCULOS JOSÉ ANTONIO Diego Márquez Horrillo
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Antonio de Madrid, que entre otras cosas, respondió: La Falange sigue siendo en 1970 el
instrumento válido para llevar a la práctica el sugestivo proyecto de vida en común que
supone la Revolución Nacional que España necesita. El dia 29 de octubre fue prohibido por
el Ministro Secretario General del Movimiento, don Torcuato Fernández Miranda, el acto
conmemorativo de la fundacibn de la Falange, que tradicionalmente se celebraba en el
madrileño Teatro de la Comedia; los Círculos José Antonio organizaron actos políticos en
sus locales de toda España. En Madrid hubo que repetir el acto, celebrado en la sede del
Círculo, varias veces por la gran asistencia de falangistas al mismo, y la limitación del local.
En este acto, el Presidente del Cúzulo, en su discurso, dijo entre otras cosas: «Alguna
prensa, como entonces desconocedora de nuestra auténtica realidad, se deshace en
colocarnos rótulos de «puros», «nostálgicos», «ortodoxos«, como si – esa es su ignorancia –
pudiera caber la heterodoxia, el realismo o la impureza en algún otro campamento
falangista. Si José Antonio llegó al acto de la Comedia por el camino de la crítica a su
sociedad, nosotros hemos llegado a este otro acto, a esta trayectoria de intransigencia
radical, también por el camino de la critica; crítica racional y sincera a nuestra propia
historia y a la realidad política-social que nos circunda. Por ser critico nuestro
planteamiento, engloba todas las inquietudes de disconformidad con la situación y por ser
sincero, realista y ético engloba a todos aquellos que prefieren la verdad a la posibilidad, la
unidad, al exhibicionismo político»... «... Ahora, a la vuelta de treinta y siete años de
historia de la Falange, con una tradición vivida y una lección aprendida, se impone el
realismo. Se impone el estudio de nuestra situación. Se impone el tomar decisiones por
nosotros mismos, a través de nuestra propia identidad a la Falange. Se impone el mostrarnos
tal y como somos, sin interpretaciones ajenas o extrañas; cargando con las responsabilidades
que tengamos contraídas; pero sólo con las responsabilidades ciertas. Se impone decir: esto
somos realmente y todo esto pedimos para Kspaña. Se impone decir la verdad y pedir
libertad para decirla nosotros y para que la digan todos... ... Somos tan nostálgicos que
miramos al futuro. Por eso, esas conquistas sociales que nos oponen como soluciones, las
rechazamos. No hay conquistas sociales, só1o hay parcialidades, obra de un capitahsmo muy
paternal, que cada día es menos capitalismo nacional. Cada concesión que hace, cada
conquista, es una etapa que él, el capitalismo, ha quemado hace mucho tiempo»... ... Quede
bien claro: para nosotros y para los asombrados espectadores que se extrañan del ruido que
desde hace dos años estamos armando: somos revolucionarios y nuestra doctrina sólo los
estúpidos la pueden confundir con un programa»... A finales de esete año, concretamente el
22 de noviembre de 1970, los Círculos José Antonio y las Juntas Promotoras de Falange
Española de las JONS, convocan una concentración nacional de la Falange, al margen de
cualquier intervención oficial, en Alicante. Ante este anuncio se movilizan las esferas
políticas del país para impedir la concentración. Precisamente la Secretaría General de
Movimiento, regida entonces por don Torcuato Fernández Miranda, es el Departamento que
con más interés y con más fuerza propugna la suspensión del acto, presionando sobre el
Ministerio de la Gobernación y las Direcciones Generales de Seguridad y de la Guardia
Civil, que habrian de intervenir decisivamente en la citada suspensión.
La nota publicada por la Dirección General de Seguridad, anunciando la suspensión de
la concentración falangista, se dio a la Prensa con muy pocas horas de antelación a la fecha
indicada y ante este hecho no fue posible tomar ninguna medida adecuada para impedir, de
alguna forma, que los falangistas acudiesen a Alicante.
Desde el dia anterior al 22 de noviembre fueron cortadas las carreteras de acceso a
dicha capital por fuertes contingentes de Policía Armada y Guardia Civil, que fueron
haciendo volver a sus puntos de origen a los cientos de vehículos cargados de falangistas
que acudían a la llamada de Falange española. Según cálculos de los servicios de la Guardia
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CÍRCULOS JOSÉ ANTONIO Diego Márquez Horrillo
Civil fueron detenidos y vueltos a sus puntos de origen más de 30.000 personas. A pesar de
ello, un número aproximado de 4.000 falangistas consiguieron entrar en la ciudad de
Alicante, donde fueron advertidos los dirigentes de estos grupos falangistas de las medidas
adoptadas por las fuerzas del orden para impedir cualquier tipo de reunión o manifestación,
así como del máximo grado de dureza que se emplearía si se desobedecía la orden de no
concentración en cualquier punto de la provincia de Alicante. Por parte de los directivos de
los Círculos José Antonio se hicieron todas las gestiones posibles para conseguir neutralizar
las amenazas recibidas y conseguir, asimismo, la autorización para reunir a los falangistas
que habían conseguido entrar en Alicante y advertirles de la situación. Nada de ello se
consiguió; sólo avenguar, con la natural perplejidad y preocupación, que la orden de
represión sin contemplaciones procedía de la propia Jefatura del Estado y que al Presidente
del Circulo José Antonio de Madrid, Diego Márquez Horrillo, se le juzgaría en Consejo de
Guerra si se producían desórdenes graves en Alicante. Ante esta situación los dirigentes de
los grupos falangistas que habían conseguido entrar en Alicante, reunidos en las primeras
horas de la mañana del día 22 en una cafetería del centro de la ciudad y ante el despliegue de
fuerzas de Orden Público que se observaba en toda la capital, decidieron dar órdenes a sus
respectivos grupos para que acudiesen a las 12 de la mañana a concentrarse en la iglesia de
San Nicolás. Así se hizo, reuniéndose en la citada iglesia la casi totalidad de los asistentes a
la concentración. Durante la misa, que por José Antonio oyeron en la mencionada iglesia,
ésta fue cercada por las fuerzas de la Policia Armada. Los falangistas, después de advertir a
las personas ajenas a ellos que se encontraban en la iglesia, que saliesen antes a fin de que
no sufriesen las consecuencias de cualquier enfrentamiento, una vez finalizada la misa se
dispusieron a salir de la basílica. Se trató de negociar con la fuerza pública a fin de evitar
cualquier tipo de violencia, pero a pesar de ello, según salían de la iglesia los falangistas,
fueron agredidos, si bien no con excesiva contundencia, por las fuerzas antidisturbios, que
impidieron que se organizase ningún tipo de manifestación. Los incidentes, afortunadamente
no muy graves, terminaron con la detención de algunos jóvenes miembros de los Círculos y
del F.E.S., que repartieron por toda la ciudad el texto íntegro del discurso que iba a ser
pronunciado en la concentración de Falange Española de las JONS. Este texto, entre otras
cosas, decía:
«Hemos llegado a Alicante por la única razón posible: por encontrarnos, todos
juntos, ante el hecho histórico que causó nuestro desequilibrio interno y nuestra desunión.
La andadura recorrida, plagada de ignorancia y recelo, de confusiones y de abandonos, de
errores y dificultades, comenzó aquel trágico 20 de noviembre de 193ó, en esta misma
ciudad, con la muerte de José Antonio... ... Ante este lugar exacto, reconocible por todos,
vamos a cerrar esta extraña etapa, para abrir de nuevo nuestras miras hacia la esperanza.
Traemos un importante equipaje de experiencia, de historia vivida y sufrida. Ese es el único
valor que poseemos. Mas un origen y una exigencia... ... Durante años el ser falangista ha
sido para muchos un oficio. Después, el ser falangista ha pasado solamente a ser un título
histórico. Hoy, algunos llegan a esconderlo como una vergüenza inconfesable en nuestros
días. Para desmentir esa, interpretaciones es para lo que, en primer lugar, estamos aquí en el
lugar donde cayó José Antonio, conmemorando una fecha aquel 20 de noviembre, que fue el
arranque de nuestras vacilaciones, de nuestras dudas y de nuestros errores. Aquel cuerpo
total de doctrina y de unidad se vio desbordado por la política vieja; y aquellas ilusiones
cayeron en la tentación de los viejos lugares, de las viejas formas de ser y de hacer. La
ignorancia de unos, la ingenuidad de otros, la desidia, y quizá la ambición, enterraron la
bandera de la Revolución que hoy, de nuevo, queremos sacar a la luz; ante José Antonio,
ante el lugar de su muerte, símbolo de la muerte de tantos españoles... ... En una palabra: hay
que combatir el capitalismo empezando por eliminar sus armas más importantes: la
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JONS.
En el año 1972 los Círculos José Antonio continúan su tarea de reorganización de
Falange Española y todas sus actividades se dirigen a fomentar la unidad de los distintos
grupos falangistas.
Durante los días 4 y 5 de marzo se reúnen en Castelldefels (Barcelona) los Presidentes
de los ó4 Círculos José Antonio para tratar de la problemática política del momento. Se
adoptaron importantes acuerdos en orden al futuro funcionamiento de la organización y a la
trayectoria política a seguir en el futuro inmediato.
Asimismo se acordó elegir Presidente Nacional de los Círculos José Antonio, elección
que recayó, por mayoría de votos, en Diego Márquez Horrillo, hasta entonces Presidente del
Círculo de Madrid.
En abril de este mismo año 1972, se constituye en Madrid la Junta Nacional de Mando
de los Círculos José Antonio y la Junta Promotora Nacional de Falange Española de las
JONS. Estas Juntas Nacionales estaban integradas de la siguiente forma:
Presidente, Diego Márquez (Madrid); Vicepresidentes, Celestino Chinchilla
(Barcelona), Tomás Marcos (Valencia) y Luis M. Eguilaz (Madrid); Secretario Nacional,
Carlos Ruiz Soto (Madrid); Jefe de Acción Laboral, Abelardo Azorín (Barcelona), Jefe de
Coordinación, Pastor Nieto (Madrid); Prensa y Propaganda, Rodrigo Royo (Madrid);
Encuadramiento, Joaquín Miralles (Alicante); Acción Juvenil, Eduardo Zaldívar (Alicante);
Acción Política, Antonio López Otero (Granada); Inspector Nacional, Filemón Prado
(Madrid); Vocales, Luis Laborda (Toledo), Alfonso Cordero (Oviedo), J. Antonio Garzón
(Málaga), Ignacio Claret (Navarra) y J. Miguel Arrarte (Valladolid).
Las juntas declararon públicamente que se constituían para coordinar la acción de los
Círculos de toda España y preparar el terreno para que las Juntas Promotoras de Falange
Española tuviesen a punto su dispositivo de actuación, con vistas a una posible asociación,
acogiéndose a la legislación que se preparara en el Consejo Nacional.
En junio fue organizado un acto político por los Círculos de Asturias, que se celebró
en el Salón de Actos de la Caja de Ahorros de Gijón y en el que intervino el Presidente
Nacional de los Círculos José Antonio.
Al finalizar el acto, y ya en la calle, la fuerza pública detuvo a dos jóvenes asistentes al
mismo que arrojaron octavillas en nombre de Falange Española de las JONS.
También en estos meses fue inaugurado el Círculo José Antonio de Benidorm
(Alicante), con un acto político en el que intervinieron el Presidente del Círculo de
Benidorm, Alberto de Torresano, el Alcalde de la ciudad, doctor Reverte, y el Presidente
Nacional de los Círculos José Antonio, Diego Márquez.
En noviembre se celebró el III Acto Nacional de Falange Española, que tuvo lugar en
Alicante y al que acudieron representantes de toda España. El acto se desarrolló en el teatro
Monumental, totalmente abarrotado de falangistas, y dentro del más perfecto orden.
Intervinieron Manuel Martínez Sospedra, Jefe de Acción Juvenil, y Diego Márquez,
Presidente Nacional.
El año 1973 se inicia con una intensificación de las actividades de los Círculos,
destacando entre ellas la conmemoración de la fecha 4 de marzo de 1934, en las que se
unieron Falange Española y las JONS, que fue celebrada en toda España en los locales de
los Círculos José Antonio.
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Destacó el acto organizado por los Círculos de Levante que se reunieron en Benidorm
y donde intervinieron Alberto de Torresano, Presidente del Círculo de Benidorm, Manuel
Martínez Sospedra, Jefe Nacional de Acción Juvenil, y Carlos Ruiz Soto, Secretario
Nacional de los Círculos, que resaltó el hecho de que los falangistas están presentes, con sus
inquietudes y sus afanes, junto al pueblo español.
También se celebró en este mes de marzo una reunión general de afiliados del Círculo
José Antonio, de Málaga, bajo la presidencia de José Antonio Garzón, preparatoria de la
Asamblea nacional de Círculos de Andalucía.
Esta Asamblea tuvo lugar unos días después en la Casa de la Cultura, de Málaga, con
asistencia de un gran número de afiliados a los Círculos de Málaga, Granada, Sevilla, Jaén,
Cádiz, Almería y Córdoba. Intervinieron en el acto político que cerró la asamblea Antonio
López Otero, Jefe Nacional de Acción Política de los Círculos José Antonio, y Diego
Márquez Horrillo, Presidente Nacional de los mismos.
En el mes de abril tuvo lugar un acto político en el Salón de Actos de las Cajas de
Ahorros de Granada, organizado por el Círculo José Antonio de esta capital, en el que
intervinieron el Presidente de dicho Círculo, Ceferino Navarro, Manuel Martinez Sospedra,
Jefe de Acción Juvenil, Antonio López Otero, Jefe de Acción Política, y Diego Márquez
Horrillo, Presidente de los Círculos. En junio los Círculos José Antonio hacen pública una
nota en la que expresan su alegría por el triunfo del justicialismo en las elecciones
celebradas en la República Argentina.
En septiembre se celebra un importante acto de afirmación nacionalsindicalista,
organizado por el Circulo José Antonio, de Ubeda (Jaén), en el que intervinieron el
Presidente de dicho Circulo, Carlos Navarro Barberán, el Jefe Territorial de Andalucía,
Antonio López Otero, y el Presidente Nacional, Diego Márquez.
El acto se celebró en el cine Principal y asistieron representaciones de los Círculos de
Andalucía y un gran número de campesinos de esta comarca. En el mes de noviembre tuvo
lugar en el teatro Rojas, de Toledo, el IV Acto Nacional de Falange Española, al que
acudieron representaciones falangistas de toda España. Estaban previstas las intervenciones
de Manuel Martínez Sospedra, Jefe de Acción Juvenil, Jesús Laborda, Presidente del Circulo
de Toledo, Manuel Valdés, invitado a intervenir en este acto, Carlos Ruiz Soto, Secretario
Nacional, y Diego Márquez, Presidente Nacional.
Durante la intervención de Manuel Valdés se produjeron diversos incidentes dentro
del teatro, que hicieron necesario suspender el acto, sin que tuvieran tales incidentes
trascendencia en la calle.
Con motivo de estos incidentes el Ministro Secretario General del Movimiento,
Torcuato Fernández Miranda, decreta la suspensión de los Círculos José Antonio de toda
España e impone el cese de actividades de los mismos por un período de tres meses,
acogiéndose a una determinada normativa del Estatuto Orgánico del Movimiento.
A esta medida contestaron los Círculos con una nota de la Junta de Presidentes de los
mismos en la que manifestaban su decisión de continuar la normal actividad de la
organización y denunciaban como gravemente atentatorio a los principios del propio Estado
español el intento de suprimir las opiniones, los criterios y los pareceres de los seguidores de
la doctrina de José Antonio. Al mismo tiempo urgían la adecuada institucionalización de la
participación política de todas las tendencias. Efectivamente, las actividades de los Círculos
continuaron, si bien a nivel público no fue posible conseguir permisos para celebrar actos de
este tipo.
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Antonio López Otero, Jefe Territorial de Andalucia, y Diego Márquez Horrillo, Presidente
Nacional.
Por otra parte, los Círculos elevan una consulta al Consejo Nacional del Movimiento,
pidiendo se les informe si puede ser utilizado el nombre de Falange Española de las JONS
por una Asociación Política acogida al Estatuto asociativo recientemente aprobado.
La respuesta del Secretario del Consejo, señor Palomares, fue negativa, arguyendo que
el nombre de Falange Española de las JONS era patrimonio de todos los españoles.
Como consecuencia de esta comunicación, se reúne en Madrid la Junta Nacional de
Mando de los Círculos José Antonio, que envía a la Prensa, para su publicación, la siguiente
nota:
«Dado que la respuesta dada a la consulta formulada por don Diego Márquez horrillo
al Secretario primero del Consejo Nacional del Movimiento no da lugar a considerar a la
misma como una resolución del propio Consejo, la Junta Nacional de Mando de los Círculos
José Antonio y de las Juntas Promotoras de Falange Española de las JONS, ha acordado:
Proponer a todos los falangistas la constitución de una asociación política que se
denominará Falange Española de las JONS. Madrid 15 de febrero de 1975.
Firmaban el comunicado Diego Márquez, Luis de Eguilaz, Tomás Marco, Carlos Ruiz,
Pastor Nieto, Filemón Prado, Manuel Echevarría, Manuel M. Sospedra, Jesús Laborda,
Ramón Alfonso, J. Antonio Garzón, Alberto Eguilaz y Celestino Rodrigo.
En el Teatro-Cinema de Miranda de Ebro, se celebra, también en este mes de febrero,
un acto organizado por los Círculos de Miranda y de Burgos, encabezados por García
Arlanzón, Jesús Martinez y Angel León, al que asistieron unos dos mil representantes de los
Círculos de Burgos, Zaragoza, Bilbao, Logroño, Salamanca, Béjar y Madrid, así como
miembros de la Junta Nacional de Mando.
Intervinieron en el acto Manuel Martínez Sospedra, Jefe de Acción Juvenil, y Diego
Márquez Horrillo, Presidente Nacional. El primero analizó la situación política de España
apuntando la necesidad que tiene nuestro país de una nueva sociedad basada en el hombre y
de un Estado basado en el trabajo. El segundo afirmó, entre otras cosas, que en el momento
actual había que definirse políticamente con toda claridad, para que el pueblo español
pudiese salir de su confusión.
En Arenys de Mar (Barcelona) se celebra en estos días una reunión de falangistas de
Cataluña, a la que asisten representantes de Barcelona, Tarragona, Badalona, Sabadell,
Tarrasa, Tortosa y Lérida, presidida por Diego Márquez, en la que se estudiaron las
posibilidades de creación de la anunciada asociación de Falange Española de las JONS.
Con este motivo se hicieron unas declaraciones a la Prensa catalana, manifestando que
los falangistas de los Círculos y de las Juntas promotoras de F.E. y de las JONS entendíamos
que era necesaria la constitución de partidos políticos, ya que nos encontrábamos en un
sistema capitalista.
En el mes de abril se presenta al Consejo Nacional del Movimiento la documentación
necesaria para constituir una asociación política con el nombre de Falange Española de las
JONS, y con este motivo, Tomás Marco Alagón, Vicepresidente de los Círculos José
Antonio, hizo unas declaraciones al diario «Las Provincias», en Valencia, en las que
manifestaba, recogiendo exactamente el sentir de los Círculos, lo siguiente: «Pretendemos
que quede claro que los Círculos José Antonio no tienen afán ni intención de monopolizar la
asociación política que hemos solicitado, en unión de otros grupos falangistas.»
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Congreso Nacionalsindicalista, que se prevé tendrá lugar a finales del mes de junio.
En este mes se celebra una reunión en Barcelona, a la que asiste el Presidente Nacional
de los Círculos José Antonio y a la que son convocados representantes de todas las fuerzas
falangistas de esta capital, cambiándose impresiones sobre el próximo Congreso Nacional y
sobre las posibilidades políticas del momento.
A finales de este mes de mayo los hedillistas celebran su Congreso en Madrid:
Congreso que denominan de Falange Española de las JONS y al que asisten únicamente
dicho grupo hedillista, si bien utilizando otras siglas y denominaciones, tales como
C.O.N.S., F.S.U. y F.N.A.L., que, realmente, son la misma organización.
En los primeros días de junio se constituye un Comité encargado de preparar el I
Congreso Nacionalsindicalista de Falange Española, del que forman parte miembros de
todos los grupos falangistas integrados en la 1unta Coordinadora Nacionalsindicalista.
Y en los últimos dias de este mes se celebra en Madrid, en el Palacio de Congresos y
Exposiciones, el I Congreso Nacionalsindicalista al que antes hacemos alusión.
En este congreso participan los Círculos José Antonio en su totalidad, los antiguos
Miembros del SEU, algunas agrupaciones de Antiguos Miembros del Frente de Juventudes,
Asociación Juvenil Amanecer, Círculos 4 de Marzo, Agrupación Juvenil Bandera Roja y
Negra, Jóvenes Falangistas, Antiguas Banderas de Falange, etc., y un gran número de
falangistas de toda España, que se inscribieron como particulares en el Congreso, en número
aproximado a los 2.500.
En el Congreso, que se desarrolló bajo el lema de UNIDAD, se trataron temas
doctrinales, organizativos, juveniles y sindicales, celebrándose la clausura del mismo el día
29 de junio en el Palacio de Cristal de la Casa de Campo de Madrid, con una concentración
a la que acudieron falangistas de toda España, en número aproximado de 4.000, y en la que
hicieron uso de la palabra Manuel Ramos, David Jato y Diego Márquez.
A principio del mes de julio, la Junta Coordinadora, acogiéndose alo dispuesto en la
Ley de Asociaciones Políticas, a robada algún tiempo antes, presentaba en el Registro del
Ministerio de la Gobernación la documentación necesaria para solicitar (por tercera vez) la
constitución del partido político denominado Falange Española de las JONS.
Otros grupos falangistas también solicitaron lo mismo del Ministerio de la
Gobernación, si bien se firmó un pacto entre todos ellos, excluidos los hedillistas, por el que
se comprometían todos, en el caso de que se concediese el nombre a alguno de los firmantes,
a abrir un período constituyente, en el que se elaboraría, entre todos, el esquema ideológico
del partido, el programa de actuación y los estatutos. Todo ello sin jeraquías previamente
establecidas y sin privilegios para nadie.
También entre todos se elegirían los dirigentes de la organización.
En el mes de agosto se celebra una reunión de representantes de los Círculos de
Valladolid, Salamanca, Palencia y Zamora, a la que asiste el Presidente Nacional y en la que
se tratan temas relacionados con el pasado Congreso.
A primeros de septiembre el Ministerio de la Gobernación concede el nombre de
Falange Española de las JONS al grupo denominado hasta entonces Frente Nacional
Español, dirigido por Raimundo Fernández Cuesta y uno de los firmantes del llamado Pacto
de la Unidad.
Con posterioridad se reúnen en Madrid la Junta Coordinadora Nacionalsindicalista
para plantearse el tema de la concesión del nombre de Falange Española a Frente Nacional
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Español y recabar de este grupo el cumplimiento del acuerdo firmado por todos.
La realidad es que Frente Nacional inicia unas reuniones con los grupos firmantes del
acuerdo, pero propone que previamente se celebre un acto, coincidiendo con la fecha del
Aniversario de la Fundación de la Falange, en Madrid, en el que intervengan representantes
de algunos de los grupos que firmaron el Pacto de la UNIDAD.
Efectivamente, el acto se celebra en el Sa1ón de Actos del Palacio de Congresos y
Exposiciones y en el mismo habían de intervenir Sigfredo Hillers, por el F.E.S., Tomás
Marco, por los Círculos José Antonio, Eugenio Lostau, por los Antiguos del SEU y
Raimundo Fernández Cuesta. por Frente Nacional Español.
El acto se interrumpió violentamente durante la intervención del primer orador,
Sigfredo Hillers. y ya no pudieron hacer uso de la palabra los otros oradores, salvo
Raimundo Fernández Cuesta que, una vez calmado el ambiente, tomó la palabra y pronunció
su discurso.
En vista de las dificultades observadas para conseguir la unidad de la Falange, y ante
la negación del grupo de Raimundo Fernández Cuesta a cumplir el acuerdo de la Unidad,
que suscribib en su día, los Círculos José Antonio, que habían venido propugnando la
creación de Falange Española de las JONS y la integración en ella de todos los falangistas,
sin excepción, durante varios años, convocan Asamblea de Presidentes de Círculos en
Madrid y deciden en ella requerir por última vez a Raimundo Fernández Cuesta para que
cumpla lo acordado y en caso de que esto no se consiguiese, en un plazo razonable,
constituir un partido político, con el nombre de Círculos José Antonio y recuperar
totalmente nuestra independencia y autonomía para actuar políticamente con propia
personalidad.
El año se cierra, en cuanto a actividades públicas se refiere, con la celebración del V
Acto Nacional, ahora denominado de Círculos José Antonio, que tiene lugar en Jaén,
organizado por los Círculos de la provincia, encabezados por el de Ubeda y su Presidente,
Carlos Navarro Barberán. El acto, al que asistieron unos dos mil afiliados, en representación
de todos los Círculos de España, se celebró dentro del más perfecto orden e hicieron uso de
la palabra el Presidente del Círculo de Jaén, Eduardo Moreno, el Jefe de Prensa y
Propaganda de los Círculos, Alberto Martínez de Eguilaz, el Vicepresidente Nacional,
Tomás Marco, y el Presidente Nacional, Diego Márquez.
La historia de los Círculos continúa, estando actualmente constituidos como partido
político y contando con un colectivo mínimo de 50.000 afiliados activos.
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de su impulso.
Creemos que el trabajo es la única fuente de dignidad social y de derechos públicos,
así como el único título de acceso a la propiedad, en todas sus formas.
Para ello mantenemos que todos los españoles tienen derecho al trabajo y todos los
españoles no impedidos tienen el deber del trabajo. El Estado nacionalsindicalista no
tributará la menor consideración a los que no cumplan función alguna y aspiren a vivir como
convidados, a costa del esfuerzo de los demás.
Precisamente por este derecho y deber de trabajo, todo español tendrá también derecho
a encuadrarse en los sindicatos de empresa y, por medio de éstos, participar en la propiedad
de su empresa y en las más altas tareas políticas, económicas y sociales de la vida nacional.
El Estado nacionalsindicalista no se inhibirá cruelmente de las luchas económicas
entre los hombres, ni asistirá impasible a la dominación de las clases más débiles por las más
fuertes.
La lucha de clases, elemento que divide a los hombres de España, es una consecuencia
directa de la concepción capitalista de la sociedad, que incide decisivamente en la economía
y en la política.
Sólo podrá ser superada esta situación si se eliminan las causas que en la base (en la
empresa como unidad de producción y explotación) la hacen posible.
El Estado sindical, por medio de los Sindicatos de empresa, sujetos de la propiedad y
gestión de los mismos, dotar a la sociedad de las defensas necesarias para impedir la
formación de grupos de intereses ajenos a la tarea común de la colectividad.
Los Sindicatos Nacionales vertebrarán por ramas de producción la economía y el
trabajo y serán el factor dominante de los poderes legislativos y culturales y de los órganos
de planificación económica en todos sus grados.
El desarrollo económico, tarea urgente de nuestro tiempo, será tarea importante a
acometer por los Sindicatos con el fin de lograr, en el plazo más breve posible, el mayor
bienestar, moral y material, del pueblo español.
Deberemos reformar la constitución actual de la empresa, tanto en sus aspectos
económicos y jurídicos, como en sus aspectos sociales, para que la propiedad pase al
sindicato de empresa y los beneficios y plusvalía obtenidos en los procesos de producción se
atribuyan, íntegra y proporcionalmente, al trabajador, la investigación, la cultura, el ahorro y
el fondo de previsión sindical.
Estimamos que las empresas, como objeto natural y principal de la propiedad, deberán
constituirse dentro de los mismos limites de la representación política: familiar, comunal,
cooperativo-sindical y nacional o estatal, según la dimensión y cualificación de las
explotaciones. La agricultura, la ganadería, la explotación forestal y las labores pesqueras se
considerarán dentro de las mismas bases orgánicas que las empresas industriales, en cuanto a
su ordenación social y económica.
Desde nuestros tiempos fundacionales venimos manteniendo que hay que elevar a
todo trance el nivel de vida del campo, vivero permanente de España, y que hay que llegar a
cumplir la vieja afirmación de que la tierra debe ser para el que la trabaja.
En la agricultura se impone primordialmente, su desarrollo tecno1ógico, la utilización
de todas las áreas cultivables, con las consiguientes expropiaciones, en su caso,
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EL HOMBRE
1.-Consideramos al hombre como persona, esto es, como ser en sociedad.
Rechazamos, por tanto, el individualismo, que concibe al hombre como ayuno de todo
vinculo comunitario, y el colectivismo, que antepone la sociedad al hombre en toda
circunstancia. La persona tiene fines propios que cumplir y una esfera propia de acción en la
que nadie puede licitamente penetrar.
2.-Tenemos un sentido trascendente del hombre, por ello rechazamos el materialismo
capitalista, que reduce al hombre a la condición de ser útil. Nuestro sentido espiritual
rechaza al marxismo, que, concibiendo al hombre como mero conjunto de relaciones
sociales, lo despoja de su intimidad, de su dignidad y de su libertad. Creemos que un cambio
radical del orden existente constituye un imperio ético, una alta tarea moral.
CAPITALISMO Y SOCIALISMO
3. Repudiamos el sistema capitalista, basado en la estructura bilateral de la empresa,
en la dirección privada de la economía y la elevación del lucro a la categoría de fin de la
actividad económica. Tal sistema social es necesariamente degradante, opresor e injusto.
Consideramos que la clave del capitalismo se halla en la atribución del poder de disciplina,
gestión y decisión en la empresa a los titulares del capital. En ello coincide con el socialismo
que, sustituyendo a los capitalistas por el Estado, mantiene intacta la estructura bilateral de
la relación de trabajo.
4.-Rechazamos el socialismo de Estado que, elevando a éste a la categoría de
capitalista universal, reproduce la estructura opresora del capitalismo unida a la autoridad
omnímoda de una burocracia investida con los atributos de una teocracia atea.
SINDICALISMO
5.-Consideramos que la propiedad es la proyección del hombre sobre las cosas, que
se adquiere fundamentalmente por su uso respecto de los bienes de consumo y por el trabajo
respecto de los bienes de producción. La propiedad tiene tres limites: el bien común, la
utilidad social y las necesidades de los hombres.
6.- Sostenemos, por tanto, que la propiedad de la empresa corresponde a los
trabajadores de la misma, entendiendo por tales a todos los que con su esfuerzo colaboran en
las tareas de la producción, organizados en Sindicatos de Empresa.
7.-Defendemos la necesidad de la nacionalización de la Banca, de las industrias
básicas y de las obras y servicios públicos. Es inadmisible que un puñado de personas
medren con el monopolio de los servicios que a todos pertenecen.
8.-Estimamos imprescindible el inmediato acometimiento de la Reforma Agraria.
Sostenemos la necesidad de acabar con el latifundismo y con el minifundismo
empobrecedor. Propugnamos la reordenación de los cultivos y la devolución al pasto y al
bosque de los terrenos marginales.
9.-La transformación y redistribución de la propiedad de la tierra es urgente e
inaplazable. Proponemos como forma de reorganización el sindicato de empresa en el
latifundio y la cooperativa y la propiedad familiar en el regadio.
10.-Emprenderemos una labor infatigable de repoblación ganadera y forestal, incluso
acudiendo a la movilización temporal de la juventud para la tarea histórica de reconstruir la
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riqueza patria.
11.-La economía nacional debe ser planificada, de forma descentralizada y vinculante,
sobre una base municipal y regional. Las directrices fundamentales de la planificación deben
ser establecidas por aquellos que han de traducirlas en hechos: los trabajadores, a través del
Congreso Nacional Sindical.
12.-Propugnamos la organización de la sociedad en Sindicatos Verticales por ramas de
producción. formados por federaciones de sindicatos de empresa. La decisión del plan, la
seguridad social y el servicio de crédito estarán a cargo de los sindicatos.
13.-La seguridad social debe extenderse a todos los españoles y la gestión de las
mutualidades laborales hallarse en manos de los propios trabajadores.
14.-La propiedad ilegítimamente adquirida o abusivamente disfrutada podrá ser
expropiada por el Poder Público sin previa indemnización.
EL ESTADO SINDICAL
15.-Afirmamos que el Estado no puede hallarse al servicio de un interés egoista de
grupo o clase. Ética es la primera misión del Estado: realizar el bien común, con]unto de
condiciones necesarias para la perfección del hombre.
16.-El Estado Nacionalsindicalista será un Estado al servicio de la Comunidad. Todo
lo que atente contra aquélla será combatido. Mantener la Unidad e Independencia de la
comunidad nacional y la libertad y la Justicia dentro de ella son fines esenciales del mismo.
17.-La Comunidad sólo puede ser libre si los ciudadanos son libres. Es principio
básico del Estado Nacionalsindicalista el defender la libertad, mantenerla y proporcionar a
los ciudadanos los medios materiales y culturales necesarios para que sea una realidad viva.
18.-El Estado Nacionalsindicalista es un Estado de Trabajadores. Sólo aquellos que
sirven a la comunidad en el ejercicio de una tarea tienen derecho a participar en las
funciones públicas.
19.-El Estado Nacionalsindicalista es un Estado Sindical. En él los Sindicatos serán
instrumentos de participación, representación y ejecución de decisiones. Fa representación
pasará a través de las unidades naturales de convivencia, pero los Sindicatos serán el cauce
de elección del Parlamento.
20.-El Estado Nacionalsindicalista es un Estado Popular. Todas las funciones
representativas serán electivas. El pueblo podrá reclamar la decisión de cualquier cuestión.
El Gobierno será responsable ante el pueblo y ante sus representantes.
21.-Queremos un Ejército Nacional y Popular. Nuestras Fuerzas Armadas habrán de
ser tan capaces como sea preciso para asegurar a España en todo trance la completa
independencia y la jerarquía mundial que le corresponde.
FAMILIA, MUNICIPIO, REGIÓN
22.-La familia, célula básica de la comunidad nacional, merece el favor y la
protección del Estado. La actual regulación matrimonial, desigual para la mujer, debe ser
reformada y eliminarse las medidas discriminatorias respecto de la mujer existentes en
España.
23.-El Estado Nacionalsindicalista reconoce en el Municipio y la región realidades con
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EQUIPO DIRIGENTE
Los Círculos José Antonio han desarrollado toda su actividad política gracias al trabajo
en equipo de sus dirigentes. unto a nivel nacional, como provincial o local, las direcciones
de los distintos Círculos han sido colegiadas. Indudablemente ha tenido y tiene que haber
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unos hombres que de alguna manera representen al grupo y estos hombres han sido y son los
Presidentes de los Círculos. Todos ellos han sido elegidos democráticamente por sus
camaradas. Todos ellos han sido los que, con mejor o peor fortuna, han tratado de llevar a
buen puerto esta nave que es la organización de Círculos José Antonio.
Sería imposible enumerar a todos los que a lo largo de dicisiete años han ido
sucediéndose en la dirección de cada Círculo José Antonio, en cada localidad donde este
grupo tiene un núcleo. Por ello vamos a relacionar solamente a la Junta Nacional y a los
hombres que, en cada provincia, representan a los Círculos más importantes, aun cuando
para nosotros todos tienen igual mérito.
La JUNTA NACIONAL está compuesta de la siguiente manera:
Presidente.-DIEGO MÁRQUEZ HORRILLO.-Abogado (Madrid).
Vicepresidentes.-LUIS MARTÍNEZ DE EGUILAZ.- Relaciones Públicas de la
Confederación de Cajas de Ahorro (Madrid). TOMÁS MARCO ALAGÓN. - Abogado
(Valencia).
Inspector Nacional. - FILEMÓN PRADO MORENO. - Profesor (Madrid).
Tesorero General.-MANUEL ECHEVARRIA ALVAREZ.- Estadístico (Madrid).
Relaciones y Coordinación. - PASTOR NIETO GARCIA. - Abogado (Madrid).
Encuadramiento.-JOAQUIN MIRALLES GUILL.-Industrial (Alicante).
Acción Juvenil y Universitaria.-MANUEL MARTINEZ SOSPEDRA.-Profesor de
Universidad (Valencia).
Acción Laboral.-JUAN ANTONIO MENÉNDEZ ANRRICH.-Empleado (Madrid).
Prensa y Propaganda.-ALBERTO MARTINEZ EGUILAZ.-Empleado (Madrid).
Vocales.-JESÚS ZABORDA MARTINEZ.-Funcionario (Toledo).
JOSÉ ANTONIO GARZÓN SABINA. -Funcionario (Málaga).
DIEGO SOLDEVILLA GONZÁLEZ. -Abogado (Sevilla).
RAFAEL BIEDMA CALVO. - Industrial (Alicante).
ABELARDO AZORIN.-Médico (Barcelona).
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II. CUESTIONARIO
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INTRODUCCIÓN AL CUESTIONARIO
Los criterios que se han mantenido al responder al amplio cuestionario que a
continuación se desarrolla, han sido los de tratar de adecuar las soluciones y los puntos de
vista del nacionalsindicalismo a cada una de las cuestiones planteadas.
Hemos huido en todo momento de cualquier tipo de oportunismo, incluso pensando
que la aparición de estos libros va a coincidir con las próximas campañas electorales.
No hubiéramos sido fieles a nosotros mismos, ni leales al pueblo español, si por ganar
unos votos o por arrastrar unas simpatías hubiésemos contestado a los diferentes temas,
sobre todo a los más conflictivos, deforma ambigua o siguiendo las teorías más en boga.
En todas las contestaciones al temario, si no hay una excesiva brillantez sí hay, al
menos, una total y absoluta honestidad. Nuestros criterios podrán estar o no equivocados,
nuestras opiniones podrán gustar o no gustara determinadas personas, ero lo que no hay
duda es de que están expuestos con la mejor las intenciones y sin ánimo de engañar a nadie.
Por otra parte, interesa aclarar que, en realidad, el cuestionario se le plantea al dirigente
del grupo político que, indudablemente, contesta de acuerdo con el criterio general de dicho
grupo, pero que, en algunos aspectos, puede diferir de lo que pocos o muchos miembros del
mismo piensen sobre tales aspectos.
Sobre todo, teniendo en cuenta que alguno de los temas no son susceptibles de
respuestas doctrinales o teóricas, sino que se refieren a cuestiones puramente
circunstanciales y pragmáticas, en cuyas respuestas cabe perfectamente la diferencia o
diversidad de matices.
A nuestro modo de ver, el cuestionario es muy completo y creemos que abarca todo los
temas que pueden interesar, en estos momentos, a cualquier persona que sienta una mínima
inquietud política.
Entendemos que la intención de los autores del cuestionario ha sido, precisamente, la
de ofrecer a las personas interesadas por la política las opiniones ,y los criterios de los
hombres que se suponen pueden estar al frente de los partidos políticos que se van a disputar
los votos de los españoles en las próximas elecciones, sobre todos y cada uno de los temas
constitucionales, políticos, sociales, económicos, culturales, laborales, familiares, etc., que
hoy están sobre el tapete de la política nacional.
En este sentido creemos que el objetivo propuesto se ha cumplido perfectamente,
porque sin lugar a dudas el cuestionario es prácticamente exhaustivo y contempla todos los
temas sobre los que puede interesar conocer la opinión de los dirigentes de los distintos
partidos políticos.
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CÍRCULOS JOSÉ ANTONIO Diego Márquez Horrillo
1. CUESTIONES CONSTITUCIONALES
1.1. ¿Cuál es su opinión sobre la situación constitucional de nuestro país, considerada
en su conjunto?
Entiendo que la actual Constitución española ha sido impuesta al pueblo español, ya
que del conjunto de Leyes Fundamentales que la integran, sólo dos fueron sometidas a
referéndum; la Ley de Sucesión y la Ley Orgánica del Estado.
Por otra parte, la forma en que estos referéndums fueron celebrados puede dar lugar a
pensar que no hubo posibilidad de manifestar públicamente otras opciones a las que en los
mismos se planteaban.
No hubo, en definitiva, auténtica participación popular en la elaboración de las Leyes
Fundamentales, y por tanto, las fuerzas políticas surgidas con posterioridad, al igual que el
propio pueblo español, no se sienten responsabilizados en esta Constitución.
Podemos, por tanto, afirmar, que la Constitución actual fue concretándose en una
época excepcional, durante la cual una personalidad, también excepcional, impuso su
criterio y marcó la politica del país, sin atenerse siquiera a las ideologías o teorías políticas
de las mismas fuerzas que integraban el sistema.
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CÍRCULOS JOSÉ ANTONIO Diego Márquez Horrillo
De ello se deduce que acepto la Monarquía por imperativos prácticos, pensando, sobre
todo, que la forma de gobierno no es lo fundamental, ya que creo que lo importante es llevar
a cabo una política que redunde en el bien común.
Por ello, también, no deberían preocuparme las legitimidades en la actual concreción
monárquica, pero pienso que esta monarquía es una de las instituciones creadas por el
anterior sistema y que su legitimidad nace, precisamente, de un acto de voluntad del hombre
que encarnó aquel régimen, lo cual supone que en caso de ruptura, la monarquía, tal como
está instituida, habría de someterse a revisión, al igual que las demás instituciones del
franquismo.
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1.8. ¿Qué criterios debería seguirse ara la designación del Presidente del Gobierno y
para la formación del Gobierno correspondiente tras las primeras elecciones legislativas?
Creo que esta pregunta está contestada con la respuesta anterior, pero, no obstante,
insisto en que el Presidente del Gobierno debe ser el representante del partido que más votos
haya obtenido en las primeras elecciones legislativas y el Gobierno debe formarse con
hombres pertenecientes al partido político que obtenga la mayoría en la Cámara Legislativa,
completándolo con miembros de otros partidos, según los compromisos contraídos en el
período electoral, en caso de existir estos compromisos.
1.9. ¿Qué opina sobre la actual configuración legal de las autoridades locales y
provinciales; Gobernador Civil, Presidente de Diputación y Alcalde?
Opino que, actualmente, carecen de representatividad, sobre todo los cargos de
Gobernador Civil, Presidente de la Diputación y Alcalde de grandes ciudades.
Supongo que en el futuro los Presidentes de la Diputación y los Alcaldes serán
elegidos por sufragio universal y directo de los ciudadanos de cada localidad.
El Gobernador Civil, corno cargo representativo de la administración o delegado del
Gobierno en la provincia, responderá a la mayoría de la Cámara Legislativa.
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1.11. ¿Considera usted acertado el papel que nuestras Leyes constitucionales confieren
a las Fuerzas Armadas, tanto en el orden interior como exterior? En cualquier caso, ¿cree
apropiada la actual organización de estamento militar tanto en materia de armamento y
tecnología como en administración y personal?
Creo que la mayoría de los españoles coincidimos en afirmar que las Fuerzas Armadas
deben tener como misión interior la de salvaguardar el orden constitucional establecido por
el propio pueblo y como misión exterior la de salvaguardar la independencia y la soberanía
de la Patria.
Nuestras Leyes constitucionales actuales parece que coinciden casi totalmente con el
pensamiento de la mayoría de los españoles, lo que ocurre es que la actual constitución no
ha sido elaborada, ni mucho menos aprobada, por el pueblo español, sino que es
consecuencia de un poder personal que ha sido el que ha decidido, en cada momento, la
política a seguir por el país y que, en definitiva, ha encarnado el propio sistema político
español de los últimos cuarenta años.
En cuanto a la organización del estamento militar opino que en materia de armamento
y tecnología no estamos al nivel que requieren los tiempos para un país que pretende situarse
entre los que llamamos desarrollaos, y, sin embargo, creo que nuestro ejército tiene un
exceso de burocracia y administración, así como unos escalafones excesivamente amplios,
lo que hace que el militar deba pasar largos años en cada empleo, con el consiguiente
adocenamiento y pérdida de entusiasmo y espíritu militar.
1.12. ¿Qué opina sobre la actual configuración unitaria del Estado español? ¿Hasta
dónde se podía llegar en una política de descentralización y personalización regional? Según
Vd., ¿podría ser una solución el Estado federal?
Creo que la Patria es una unidad de tierras, de hombres y de quehaceres, que debe
cumplir una misión en la Historia. Igual que el hombre está en la tierra y vive una vida para
algo, tiene algo que hacer aquí porque si no se justifica su existencia, las patrias, los pueblos,
tienen que cumplir un destino, porque si no, tampoco están justificados.
Cada cual puede pensar que ese destino es de un signo u otro, según los tiempos y que,
efectivamente, España cumplió una serie de misiones a lo largo de la Historia como tal
puedo, como tal nación; desde contener la invasión árabe de Europa, hasta descubrir nuevas
tierras y llevar a esas tierras la cultura y la civilización occidentales y europeas.
Pienso, por tanto, que es necesario un sugestivo proyecto de vida en común para que
exista la Patria. Cuando no hay un quehacer común, cuando no hay un destino histórico que
cumplir, cuando no existe una misión popular que llevar a cabo, cada región, cada provincia,
cada pueblo y cada aldea, se sienten desligados de todo compromiso, miran, exclusivamente,
or su supervivencia y se desgajan así del tronco común que es la atria.
Por ello creo que en una política de descentralización, que por otra parte es necesaria,
se podría llegar a una atomización total de país, ya que en cada región tendría que haber una
capital que centralizase los pueblos de esa región, con el consiguiente enfrentamiento del
resto de la provincia que, llegaría a la conclusión de que habrían salido del centralismo de
Madrid, para caer en el centralismo de Barcelona, por ejemplo. Y exactamente pasaría a
nivel provincial y local.
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Es muy complejo el problema del centralismo, porque este centralismo se puede piar a
cualquier nivel, no sólo al de la capital de la nación.
Sin embargo, no cabe desconocer que España se compone de diversas y vanas regiones
y que estas regiones tienen su propia tradición, su propio folklore, sus propias costumbres,
su propia cultura e incluso su propia lengua. Esto es un hecho que hay no sólo que
reconocer, sino que potenciar. Incluso habría que conseguir una descentralización
administrativa y una autonomía fiscal.
Pero de esto a hablar de nacionalidades o de países, va un abismo. Nadie es propietario
de una ciudad, de una provincia o de una región por el hecho de haber nacido en ella. Creo
que los españoles, algunos al menos, no renunciamos a ninguna parte de nuestro país y así
reclamamos la propiedad de Cataluña, Vascongadas, Galicia, Andalucía o Canarias; nos
sentimos propietarios de toda nuestra Patria y no queremos perder ningún trozo del territorio
español porque amamos a todas las regiones y a todos los pueblos que componen España. y
jamás hemos mirado a nuestro país con ojos aldeanos o provincianos, aunque seamos
efectivamente, aldeanos o provincianos.
El problema está, verdaderamente, en proponer un su estivo proyecto de vida en
común a España, a los españoles. Y esta Patria nuestra puede todavía tener su misión a nivel
de estos tiempos. Todavía puede ser la nación que marque rumbos políticos, económicos,
sociales, culturales espirituales a los países del tercer mundo. Todavía puede anearse en
primera posición, dentro de ese mundo africano para servir de puente entre Europa y esos
países del Tercer Mundo, que se debaten entre el materialismo capitalista y el materialismo
marxista.
Por otra parte, cuando se está caminando, desde hace mucho tiempo, hacia
comunidades supranacionales, parece incongruente abogar por atomizaciones nacionales.
El Estado federal tiene razón de existir en países en que esta fórmula, bien por
tradición histórica ininterrumpida, o bien por una gran extensión territorial, tiene una
eficacia comprobada.
En España, donde tan difícil es conseguir la unidad, este ensayo no creo que tuviera
resultados prácticos en ningún sentido.
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2.6. ¿Concibe la lucha electoral y sus actuaciones posteriores en las Cámaras como la
única actividad especifica de los partidos políticos?
Creo que la actividad de los partidos políticos no debe reducirse a la lucha electoral y a
las actuaciones posteriores de las cámaras. Estimo que un partido político tiene como
fundamental objetivo el proponer a la nación unas soluciones concretas a los problemas de
todo orden que ésta tenga planteados. Soluciones que deben ir de acuerdo con la esencia
doctrinal del partido. Por ello creo que una actividad importante de cualquier partido político
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2.7. ¿Qué opina respecto a una amnistía que contemplara el periodo 1936-1976?
Opino que si los españoles queremos vivir en paz y llegar a un entendimiento y a una
convivencia es necesario superar cualquier clase de enfrentamiento o de situaciones que
puedan producir este enfrentamiento.
La Guerra Civil española, causa y origen de muchas de las irreconciliables diferencias
políticas que ensombrecen el panorama español, debe ser superada por todos. Los
vencedores deben olvidarse de su victoria y los vencidos deben olvidarse de su afán de
revancha. Si seguimos divididos en vencedores y vencidos no iremos a ninguna parte que no
sea otra vez a otro enfrentamiento violento.
La generosidad y el bien común deben estar por encima de las diferencias políticas de
unos y otros. Creo que es difícil que los protagonistas de aquellos años olviden totalmente lo
que vivieron y sufrieron, pero hay que exigirles ese último esfuerzo y hacerles ver que la
única forma de evitar situaciones como la que ellos padecieron es emprender una nueva
andadura en la Historia, saltando por encima de toda diferencia y pensando que España es
algo más importante que el mantenimiento empecinado de unos criterios, sin admitir que
otros puedan pensar de forma distinta.
El día que los españoles aprendamos a dirimir nuestras diferencias políticas, sociales,
religiosas o morales, sentados alrededor de una mesa y seamos capaces de abrazar después a
quien ha mantenido posturas contrarias a las nuestras, habremos dado el paso definitivo para
empezar a construir una patria para todos, justa y alegre.
En consecuencia, pienso que no debía siquiera hablarse de amnistía, porque ello
supone admitir la necesidad de borrar algo que pasó y creo que ello no tendría auténtica
efectividad si quedase reducido a la medida de tipo legal o jurídica que es en definitiva la
amnistía. La superación de nuestros enfrentamientos debemos conseguirla no mediante una
ley, sino adoptando desde ahora un nuevo talante, más abierto, más generoso y más
civilizado.
2.8. ¿Es el terrorismo en algún caso, aunque sea extremo, una actitud políticamente
válida? En caso contrario, ¿cómo luchar contra él?
En ningún caso puede considerarse el terrorismo como una actitud política válida.
En política no debe haber más lucha que la dialéctica y la de los votos. Cualquier tipo
de acción violenta, por muy leve que sea, es condenable, cuanto más el terrorismo, que,
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CÍRCULOS JOSÉ ANTONIO Diego Márquez Horrillo
normalmente, se cobra víctimas que no son responsable de la situación contra la que dice
luchar ese mismo terrorismo.
Eliminar el terrorismo es verdaderamente difícil. La prueba está en que a lo largo de la
historia, con un nombre o con otro, con un carácter o con otro, se ha dado siempre la acción
violenta de personas o grupos, encaminadas a subvertir o a modificar los supuestos políticos
o sociales establecidos. Creo que la única forma de luchar contra el terrorismo es atacando
las causas que lo propician. No cabe duda de que el terrorismo es el efecto de unas
determinadas causas. Entonces, si es posible eliminar esas causas, se habrá eliminado
asimismo el efecto.
De todas maneras es difícil luchar contra algo que puede surgir en cualquier momento
y que, en definitiva, es casi imposible prever.
2.9. ¿Qué entiende usted por subversión y, en consecuencia, cuál es su postura ante
ella?
Subvertir, según el diccionario, es trastornar, revolver, desordenar o destruir. En una
interpretación peyorativa de estos significados, es natural que se adopte una postura
contraria a cualquier posibilidad de subversión.
Sin embargo, entiendo que cuando se sufre un orden social injusto, cuando se soporta
una ordenación política tiránica o cuando se padece un sistema económico que impide a
cualquier precio el desarrollo humano de un pueblo, es cito el intentar modificar o cambiar
tales supuestos, evitando, desde luego, cualquier actitud que comporte violencia o
situaciones extremas.
2.10. ¿Qué opina de la pena de muerte?¿ Y del uso de la coacción física o psíquica?
Soy partidario de la supresión de la pena de muerte; a nadie es lícito quitar la vida a un
semejante, pero menos que a nadie a la propia autoridad. Pienso que la autoridad tiene otros
medios para castigar los delitos y para coaccionar a los posibles delincuentes; desde el punto
de vista de represalias políticas creo que es una auténtica barbaridad el eliminar a una
persona por el simple hecho de pensar y actuar de acuerdo con una determinara ideología. Es
más, creo que no es lícito siquiera privar de libertad a nadie por su creencia política.
Las coacciones físicas o psíquicas tampoco están justificadas jamás. Hay otros
métodos para llegar al conocimiento de la verdad en la confesión de un interrogado. Es
cuestión de inteligencia en el interrogador.
Lo que no puede admitirse es la utilización de medios violentos, e incluso sangrientos,
para conseguir una declaración, un informe o una confesión, de una persona que, además, no
puede defenderse.
2.11. ¿Es partidario del servicio militar obligatorio? ¿Admite la posibilidad de otras
alternativas?
Personalmente, soy partidario del servicio militar obligatorio. Creo que al hombre le
resulta, en la mayoría de los casos, positiva la experiencia militar. Por otra parte, el hecho de
convivir con otros hombres, procedentes de todas las profesiones, escalas sociales, regiones,
etc., no cabe duda que enriquece la personalidad de cada uno y en definitiva los
conocimientos de todos.
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CÍRCULOS JOSÉ ANTONIO Diego Márquez Horrillo
Sin embargo, estimo que en épocas de paz el ejército debiera posibilitar al máximo la
formación profesional, cultural y física del soldado; debiera asimismo, contribuir con su
esfuerzo al desarrollo económico y social del país y colaborar también con la autoridad civil
en todo aquello que supusiese una mejora en cualquier tipo de actividad.
Aún cuando, como digo, personalmente soy partidario del servicio militar obligatorio,
no tendría grave inconveniente en admitir otras alternativas, siempre y cuando ello no
supusiese una discriminación o el establecimiento de unas situaciones desiguales e injustas.
Entre estas alternativas podrían admitirse, a título de ejemplo, la participación durante
un determinado tiempo de los que no hiciesen el servicio militar en tareas agrícolas
(repoblación forestal, extinción de incendios, recolección de cosechas, aprendizaje de
manejo de maquinaria agrícola, etc.,), en tareas educacionales (campañas de culturización,
clases en medios rurales, etc.,), en tareas sociales (asistencia sanitaria, benéficas, etc.). Todo
ello de acuerdo con la preparación de cada uno de los que no prestasen servicio de armas.
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3. POLITICA ECONÓMICA
3.1. ¿Cree Vd. que el sistema económico español, tal como está concebido
actualmente, es el más idóneo?
El sistema económico español es de claro corte capitalista, por lo que, indudablemente
y en base a nuestra propia ideología, no lo consideramos el adecuado para España.
Y esto es así porque el sistema capitalista, por su propia esencia y por sus
planteamientos, no da opción al trabajador para que participe de los beneficios que se
obtienen con su esfuerzo. La plusvalía, en el sistema capitalista, va destinada,
exclusivamente, al capital. Al trabajador se le paga escuetamente con el salario.
Para nosotros el trabajo es un factor humano, es una facultad del hombre, por lo que en
buena filosofía cristiana debe estar, no ya por encima, sino en un plano conceptual
diametralmente opuesto del capital, simple instrumento de la producción.
Nos encontramos así, en el sistema capitalista, que un simple instrumento de la
producción (el capital) se sitúa en posición superior a un factor humano (el trabajo) y le
impone sus condiciones.
Todo ello comporta, necesariamente, unas situaciones de injusticia social que
desembocan en un enfrentamiento casi permanente de capital y trabajo con unas
consecuencias difíciles de prever, pero que configuran un "status" eminentemente
conflictivo.
Decía José Antonio que "la gran tarea de nuestra generación consiste en desmontar el
sistema capitalista, cuyas últimas consecuencias fatales son la acumulación del capital en
pocas manos y la proletarización de las masas".
Nosotros seguimos pensando en esta gran tarea y seguimos creyendo que el capital es
un instrumento económico que tiene que servir a la economía total y que no puede ser, por
tanto, el instrumento de ventaja y de privilegio de unos pocos que tuvieron la suerte de llegar
antes.
En resumen, creemos que hay que transformar esta absurda economía capitalista, done
el que no produce nada se lo lleva todo y el hombre que trabaja o crea riqueza no alcanza la
más mínima participación en esos fabulosos beneficios que se apropian los privilegiados.
3.2. Entre las metas o bienes perseguidos por un programa de gobierno, ¿que lugar
debe ocupar el desarrollo económico, cómo debe concebirse y cuál ha de ser su precio?
Vivimos unos tiempos en que la economía desempeña un papel importante dentro de
cualquier programa de gobierno. Para muchos de nosotros el desarrollo social o cultural está
por encima de cualquier otro supuesto y entendemos que deben ser objetivos fundamentales
en cualquier actuación política. Sin embargo, sería absurdo ignorar la importancia de los
planteamientos económicos, ya que, precisamente de esos planteamientos, puede derivarse
la posibilidad o imposibilidad de unos eficaces desarrollos sociales y culturales.
Por ello el desarrollo económico debe ocupar un lugar importante, como antes
decimos, en un programa de gobierno. Ahora bien, para nosotros el desarrollo económico es
la consecuencia de un planteamiento general de la economía. Este planteamiento, en nuestra
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3.4. ¿Cree existe algún remedio para hacer frente al encarecimiento de los productos
alimenticios motivado por la existencia de intermediarios?
Efectivamente, el encarecimiento de los productos alimenticios se debe,
fundamentalmente, a la existencia de intermediarios.
En toda esa amplia escala comercial que se interpone entre el productor y el
consumidor está la verdadera- causa del encarecimiento de los alimentos. Posiblemente sea
necesaria la presencia de alguno de estos intermediarios, pero es perfectamente factible la
eliminación de la mayor parte de ellos en el proceso comercial de los productos alimenticios.
Ahora mismo, como mínimo existen en este proceso los siguientes intermediarios:
transportista, almacenista, mayorista, minorista, asentadores, representantes, comerciantes,
etc.
Pienso que alguno de ellos, dentro de otro tipo de economía general naturalmente,
podrían ser eliminados como intermediarios en este proceso, en un gran número de
productos. Incluso algunos productos admiten la venta directa del productor al consumidor,
con unas mínimas ayudas administrativas puestas a disposición del productor, que
sustituirían con ventaja a muchos intermediarios.
3.5. ¿Opina que debe revisarse el status de las empresas que prestan servicios o
abastecimientos fundamentales y que gozan de exclusividad de algún tipo (electricidad,
teléfono, transportes, etc.)? ¿ Y de monopolios como el de Tabacalera y petróleos?
Siempre nos hemos manifestado partidarios de la nacionalización de los servicios
públicos, entendiendo por tales aquellos que de alguna manera inciden en la satisfacción de
necesidades que hoy se consideran indispensables. Así entendemos que el agua, el gas, la
energía, etc., son elementos indispensables para un desarrollo normal de la vida humana a
nivel de los tiempos en que vivimos; han adquirido categoría de necesidades perentorias
para el hombre de hoy y por ello no se puede especular con algo que está cubriendo un
aspecto importantísimo del desarrollo humano. No puede hacerse negocio con las
necesidades del hombre Y Menos aún si ese negocio se hace aprovechando una situación de
exclusividad, de monopolio, imponiendo las condiciones de forma unilateral y, por supuesto,
atendiendo primordialmente, no al interés del pueblo al que va destinado ese servicio, sino al
del capitalista que ha invertido en ello pensando en alcanzar unos sabrosos beneficios.
En cuanto a los casos concretos de Tabacalera y petróleos opinamos del mismo modo;
no es tolerable que exista ningún tipo de monopolios en donde se estén produciendo
beneficios para unos determinados accionistas que, en definitiva, están invirtiendo su dinero
sin ningún riesgo, con todas las ventajas de su parte y sabiendo que el único peligro que
corre su capital es el de que algún ejercicio se cierre con unos beneficios menos altos que de
costumbre.
Pero, quizá haya muchos más monopolios en todas las ramas de actividades
económicas o mercantiles que, sin presentarse con la denominación de monopolios, actúen
realmente como tales.
Posiblemente el arma preferida por el capitalismo español sea precisamente esa: actuar
monopolísticamente en cualquier actividad lucrativa, puestos de acuerdo previamente los
propietarios del dinero, para evitarse la libre competencia que dicen defender.
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sociedad resultaría imposible llevar a buen puerto una política de nacionalizaciones como la
que propugnamos los falangistas.
3.10. ¿Qué opina de la política fiscal? ¿Existen medios efectivos para luchar contra el.
fraude?
Opino que una política fiscal justa, incluso dentro de un sistema capitalista, debe
gravar, fundamentalmente, los grandes beneficios de las grandes sociedades anónimas, los
artículos de lujo, las grandes rentas de los grandes patrimonios, los grandes capitales, los
latifundios, sobre todo los dedicados exclusivamente a cacerías, los solares sin edificar, los
gastos superfluos o suntuarios, los signos de riqueza, etc. En definitiva, debe gravarse, y
fuertemente, todo aquello que supongan unos beneficios excesivos o unos gastos
innecesarios para 1 levar una vida digna e incluso confortable, acentuando los gravámenes,
como antes decimos, en las rentas del capital.
Pero para que esta política fiscal fuese verdaderamente justa, debería desgravar, en el
máximo posible, la imposición directa sobre salarios y sueldos; el impuesto sobre el
rendimiento del trabajo personal, enunciado que ya en sí encierra una manifiesta injusticia,
porque el pagar impuestos por trabajar es una aberración propia del sistema capitalista que
carga la política impositiva sobre el trabajo para descargarla, todo lo posible, del capital y de
sus rentas, debe desaparecer.
Si a esto añadimos que el capital intenta por todos los medios burlar a la Hacienda
pública para pagar los menos impuestos posibles, llevando sus dobles contabilidades y
contando con la colaboración de expertos en Derecho Fiscal, nos encontramos con una
política fiscal en España que, como casi todo, tiene que recaer sobre los abrumados hombros
del trabajador.
Efectivamente existen medios para luchar contra el fraude fiscal, pero me temo que los
que debieran arbitrar estos medios son los mismos que defraudan, desde los Consejos de
Administración de las grandes sociedades anónimas, al Estado español que, por otra parte,
dirigen desde sus grupos de presión.
Sin embargo, el país prototipo del capitalismo, Estados Unidos, tiene un sistema fiscal
verdaderamente eficaz; a pesar de su democracia y de su liberalismo, no tolera bromas con
los impuestos y así el que trata de defraudar al Fisco se puede encontrar con una hermosa
condena que debe cumplir en algunos de los famosos penales norteamericanos. Ello nos
demuestra que verdaderamente hay medios eficacísimos para luchar contra el fraude.
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Al mismo tiempo debería iniciarse una acción de investigación seria y eficaz para
averiguar quiénes han sido y son los que sacan dinero de España y sobre ellos descargar todo
el peso de la Ley, que, como antes digo, debe ser dura para los que tales actividades
antisociales desarrollan.
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no. Y habrá que contestarles que esto dependerá de las condiciones financieras de cada
instante. Pero lo que es indudable es que mientras se determina si estamos o no en
condiciones financieras de pagar la tierra, lo que no se puede exigir es que los hambrientos
de siglos soporten la incertidumbre de si habrá o no habrá reforma agraria; a los hambrientos
de siglos hay que instalarlos como primera medida, luego se verá si se pagan las tierras; pero
es más justo y más humano y salva a más número de seres el que se haga la reforma agraria
a riesgo de los capitalistas que no a riesgo de los campesinos.
Todas estas consideraciones que fijan la postura falangista sobre la problemática del
campo español están expuestas y predicadas por José Antonio en los años 1934 y 1935.
Nosotros hoy, en 1977, las suscribimos y las mantenemos porque creemos firmemente en su
vigencia.
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preferencia o la protección de los sistemas o gobierno de turno, etc., las provincias o las
regiones españolas se dividen en pobres y ricas, nos encontramos con que existe un
auténtico problema en el caso de concesión de una autonomía regional en los aspectos
económicos y fiscales a algunas o a todas ellas.
Ante ello cabe preguntarse si nos es lícito abandonar a su suerte a aquellas regiones
menos favorecidas por las circunstancias antes señaladas y condenar a sus naturales a una
vida subdesarrollada o a una emigración a otras provincias más ricas, como ya sucede,
donde poder vender sus fuerzas físicas o intelectuales para así poder atender a su propia
subsistencia y a la de sus familiares.
Nosotros, los falangistas, entendemos que no es justo que esto suceda. España es un
navío en donde todos estamos embarcados desde hace muchos siglos y donde todos
debemos intentar llegar a buen puerto, sin tirar a nadie por la borda y sin permitir que
algunos abandonen el barco a bordo de algún lujoso yate.
Y entendemos también que, no quizá en un Estado descentralizado, pero sí en un
Estado federal, podría darse el caso de que algunas regiones quedasen postergadas en su
desarrollo económico y social en beneficio de otras que, en definitiva, ya gozan, incluso en
este Estado centralista, de las más altas rentas "per capita" de la nación.
Para evitar esta postergación habría de arbitrarse una política de preferente atención a
los problemas de estas regiones pobres, a cuya resolución debería contribuir decisivamente
no sólo el Estado, sino también las regiones ricas, en un movimiento de solidaridad humana,
que nosotros pensamos que sigue siendo una de las virtudes más acusadas del puedo
español.
Todo ello sin detrimento, como también hemos dicho con anterioridad, de que se
procure la descentralización administrativa y la autonomía fiscal, por una parte, y se
potencian las lenguas, las culturas y las traiciones, de las diversas regiones que componen
España, por otra.
3.15. ¿Qué papel juega la investigación en la situación económica del país, tanto como
fuente inmediata de riqueza o como defensa de una autonomía de cara a otros países?
Creo que actualmente la investigación es un campo poco atendido en España. Sin
tener elementos de juicio bastantes, pienso que no se dedica el suficiente interés a esta
actividad, que, por otra parte, es fundamentalísima en todos los órdenes, ya sean
económicos, industriales o técnicos.
Habría que dedicar gran parte del presupuesto nacional a la investigación, ya que a la
larga, nos libraría de sumisiones y colonialismos hacia otras naciones y propiciaría la
autonomía, en todos los campos antes señalados, de nuestro país.
Por otra parte, está demostrado que los investigadores españoles tienen una categoría y
una talla difícilmente superables, por lo que el dinero empleado en su trabajo sería mas
rentable de lo que muchos piensan.
Ahí están los ingenieros, los químicos, los médicos, los economistas, los sociólogos,
los científicos, que tuvieron que emigrar a otros países, en la mayoría de los casos muy a su
pesar, y que han demostrado en ellos su preparación y su capacidad, consiguiendo resultados
verdaderamente sorprendentes en sus distintos campos de acción investigadora. Lo
verdaderamente lamentable es que todo este potencial humano, intelectual y técnico, tenga
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que salir fuera de nuestro país, no sólo para demostrar su valía, sino para que los españoles
podamos conocer su existencia.
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4. POLITICA SOCIAL
4.1. ¿Cuáles deben ser los fines que ha de perseguir una política de enseñanza?
El punto 24 de la norma programática de la Falange Española decía ya en 1934: "La
cultura se organizará en forma de que no se malogre ningún talento por falta de medios
económicos. Todos los que lo merezcan tendrán fácil acceso incluso a los estudios
superiores."
De esto se deduce que entendemos que la cultura debe estar al alcance de todos, no
sólo de los poderosos económicamente y que la cultura debe posibilitar la formación
humana e intelectual de los trabajadores y de sus hijos.
Los fines fundamentales que debe perseguir una política cultural y de enseñanza, tal y
como nosotros la concebimos, han de ser las siguientes:
-Proporcionar a todos los españoles una preparación que los capacite para desarrollar
un trabajo con el que poder ganarse la vida.
- Posibilitar el acceso a los más altos grados universitarios a todos aquellos que
demuestren una capacidad suficiente.
- Cultivar l espíritu y la inteligencia de todos los españoles para que puedan participar
de los bienes espirituales de la cultura en sus más elevadas manifestaciones.
-Promover la investigación en todos los campos técnicos, científicos y sociológicos
para que España ocupe el lugar que, por historia y por cultura, le corresponde en el mundo
de la inteligencia.
-Considerar la ciencia, no como algo encerrado en un aislamiento engreído, sino en
función de servicio a la totalidad patria.
-Y finalmente, considerar la Universidad no como una oficina de expedición de títulos,
sino como un organismo vivo de formación total.
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4.3. ¿Es partidario de la gratuidad de la enseñanza? ¿Desde qué supuestos y con qué
alcance?
Decididamente somos partidarios de la gratuidad de la enseñanza.
Partimos para ello de la afirmación de que la cultura es un bien espiritual, de primera
necesidad, que debe alcanzar, por igual, a todos los hombres y mujeres que habitan nuestra
patria. Para que la cultura alcance a todos, no cabe duda de que ha de ser gratuita.
Pensamos que la mejor inversión que puede hacer una sociedad moderna es la que
dedique a cultivar el espíritu y la inteligencia de sus componentes. Una nación con un alto
grado de cultura en sus habitantes tiene las máximas posibilidades para alcanzar en plazos
cortos unos aceptables niveles en su desarrollo económico y social. Una sociedad inculta
está condenada al subdesarrollo y expuesta, por tanto, a todo tipo de colonialismos. Creemos
que, simplemente con esta consideración, no es necesario insistir más en la importancia que
tiene la investigación de medios económicos y de todo tipo en la enseñanza.
Ahora bien, el destinatario de esa enseñanza gratuita, el pueblo, debe demostrar una
capacidad para alcanzar los distintos niveles de la misma.
Entendemos, por tanto, que el alcance de la enseñanza gratuita debe ser total y que los
beneficiarios de la misma, todos los españoles, no deben sufrir más criterio de selección que
el de su propia capacidad, voluntad e inteligencia. El hombre o la mujer que demuestre a lo
largo de sus estudios poseer estas cualidades debe alcanzar los más altos prados
universitarios, aunque no disponga de medios económicos. El hombre o la mujer que no
demuestre estas cualidades debe quedarse a los niveles que haya logrado alcanzar, sin llegar,
por supuesto, a los más altos, aun cuando disponga de medios económicos en abundancia.
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4.6. ¿Qué opina usted de la Seguridad Social tal como está configurada en la
actualidad?¿ Y de su funcionamiento y control? ¿Considera que la afiliación a la misma
debe ser obligatoria?
Opino, sin lugar a dudas, que la Seguridad Social es una conquista de las clases traba,
adoras y que, por tanto, debe mantenerse, potenciarse y perfeccionarse.
Entiendo que tal y como está configurada en la actualidad puede considerarse como un
conjunto de garantías que el Estado debe establecer en beneficio de las personas para
procurar su normal permanencia y desarrollo dentro de la sociedad en que está inserta.
La antigua Ley de Bases de la Seguridad Social concebía a ésta como una tarea
nacional, que impone sacrificios a los jóvenes respecto a los viejos, a los sanos respecto de
los enfermos, a los ocupados respecto de los que se hallan en situación de desempleo, a los
vivos respecto alas familias de los fallecidos, a los que no tienen cargas familiares respecto
de los que las tienen, a los que desarrollan actividades económicas en auge y prosperidad
respecto de los sectores deprimidos.
Efectivamente debe tenderse a que la configuración de la Seguridad Social sea lo más
perfecta posible, adoptando para ello los mecanismos de funcionamiento y control que se
considere necesario. En este sentido estimamos que en los órganos de control de la
Seguridad Social deben estar representados ampliamente los trabajadores y los empresarios,
ya que ello supondría una garantía de que la aplicación y dedicación de los fondos
destinados a la misma fuesen racionalmente distribuidos.
Finalmente estimamos que la aplicación a la Seguridad Social debe ser obligatoria, ya
que trata de cubrir al hombre de unas necesidades de tipo aleatorio, a las que no puede hacer
frente, de forma definitiva, con el producto de su trabajo. Sería absurdo pensar hoy en día
que un trabajador pudiera ahorrar lo suficiente para cubrir los riesgos de enfermedad,
incapacidad, invalidez, vejez, muerte, desempleo, etc.; por ello es necesario sustituir el
ahorro voluntario e individual por otro, más perfecto, que es el colectivo y obligatorio, base
de las cotizaciones de la Seguridad Social.
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Efectivamente, entiendo que sí. Creo que en el ordenamiento jurídico español sigue
existiendo una absurda discriminación entre hombre y mujer.
Habría, a mi modo de ver, que ir a la supresión radical de esta diferenciación haciendo
que el titular de los derechos y obligaciones correspondientes fuese la persona, sin distinción
entre que ésta sea del sexo masculino o femenino.
Pienso que estas correcciones deberían concretarse inmediatamente y arbitrar ya las
fórmulas para superar tan injusta, inhumana y retrógada situación jurídica. La mujer debe
tener la misma consideración que el hombre ante el Derecho y ante la sociedad y esto debe
quedar urgentemente determinado.
No es, no ya idéntica, sino siquiera lógico, que ante una situación jurídica idéntica,
como pueda ser el caso del adulterio, haya tratamientos distintos para el culpable según éste
sea de un sexo o de otro. Por supuesto, el tratamiento más desfavorable es para la mujer.
Pero es que en el Derecho civil, en el mercantil o en el social, nos encontramos
continuamente con supuestos tan escandalosamente injustos como el que, a título de
ejemplo, hemos reflejado y cuyo tratamiento contempla el Derecho penal.
La conclusión, a la vista de todo ello, es clara: deben desaparecer de todo nuestro
ordenamiento jurídico los conceptos de hombre y mujer y ser sustituidos por el de "persona
física".
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del Estado, de la Seguridad Social y de las propias empresas, organismos, todos ellos, que
deben constituir fondos suficientes para atender a la resolución de tema tan importante.
4.11. ¿Qué opina de la situación jurídica de los hijos ilegítimos e incluso de la misma
denominación "hijos ilegítimos" incluida en nuestra Legislación?
Nuestra Legislación determina que son hijos ilegítimos. no naturales, los nacidos fuera
de matrimonio, de padres que al tiempo de la concepción de aquellos no pudieron casarse
por mediar algún impedimento.
La nota característica de esta filiación es la falta de "Status familiae" y "Status filii", es
decir, que dichos hijos no pueden ostentar el carácter de miembros de familia alguna, ni
frente a sus progenitores, ni frente a los descendientes y demás familia de éstos, ni siquiera
frente a sus hermanos de la misma condición, aunque sus progenitores sean los mismos.
Como puede comprenderse, esta situación legal, regulada fríamente en nuestro Código
Civil, es insostenible en los tiempos en que vivimos.
Ya la denominación de hijos ilegítimos es denigrante, injusta y vejatoria para los que
realmente han nacido en las circunstancias expresadas en el Código Civil y posiblemente, en
una estricta interpretación de la Ley, sea ésta la denominación que corresponda, pero creo
firmemente que habría que superar esta denominación y sobre todo, dar un tratamiento
jurídico distinto a estos hijos, de modo que se les reconociesen el mayor número de derechos
y tuvieran una real y auténtica protección legal en todos los aspectos.
4.12. ¿Es necesaria o conveniente la existencia del divorcio? Creo que, efectivamente,
es necesaria y conveniente la existencia del divorcio. Esta afirmación, por supuesto, la hago
a título personal, ya que en este tema, no estrictamente político y desde luego, no doctrinal,
cabe la discrepancia entre los miembros de un mismo partido político.
Verdaderamente, y aunque sea caer una vez más en lo tantas veces repetido, creo que
no se puede condenar a vivir juntos, toda la vida, a dos personas que por las circunstancias
que sean han dejado de quererse y que, en muchos casos, se hacen, mutuamente, la vida
imposible Hay que dar una solución a esa situación, que, desgraciadamente, se produce cada
vez con más frecuencia.
Hay quien piensa que, sobre todo, hay que salvaguardar y proteger a la familia y esto,
así enunciado, creo que es admisible por todos. Pero lo que es indudable es que una familia
en donde las situaciones de violencia se suceden continuamente, donde los disgustos y
altercados están a la orden del día y donde se descuida, precisamente por darse esa situación,
la educación de los hijos, debe buscar una solución lógica y no tratar de mantener un estado
de cosas que, en definitiva, la está descomponiendo y está imposibilitando el desarrollo
normal de los propios hijos.
Sin embargo, yo estimo que la solución del problema no estriba en que exista o no
exista el divorcio debidamente legislado. Creo que la separación conyugal se contempla
perfectamente en la legislación española, y de hecho y de derecho existen muchos
matrimonios separados.
La raíz del problema, a mi modo de entender, está en la práctica inexistencia del
matrimonio civil, y en los condicionamientos tan rigurosos que se exigen a los que quieren
contraer este tipo de matrimonio.
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2.000.000 de habitantes, nos indica que España no alcanza todavía cifras suficientes de
población para ser considerada una nación superpoblada.
Entonces cabe perfectamente adoptar ante este problema una actitud de cierta
liberalidad y dejar al criterio de cada familia la conveniencia de aumentar su número o
controlar éste.
Asimismo, desde una perspectiva política o estatal, puede adoptarse una postura
semejante, traducida, en todo caso, en una neutralidad que se concrete en una supresión de
los premios a la natalidad, aun cuando se mantengan ras ventajas concedidas hasta ahora a
las familias numerosas y, por otro lado, se promueva sin gran intensidad, pero con entera
libertad, la información y el asesoramiento necesario para una regulación de nacimientos,
dejando en último extremo la posibilidad de adoptar una postura u otra al criterio de la
propia familia.
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puestos de trabajo, de servicios sanitarios, etc., provoca una gran afluencia de tráfico
continuo, con el consiguiente y lógico aumento de la contaminación.
Las medidas adoptadas hasta ahora para remediar esta situación han resultado, al
menos, insuficientes. La Ley de Protección del Ambiente Atmosférico, que se aprobó con
carácter urgente en el año 1972, no ha sido desarrollada, salvo en lo que se refiere a control
de contaminación producido por los automóviles.
Nos encontramos realmente en un círculo vicioso donde juegan los intereses
económicos, por una parte, y la preocupación de resolver el problema, por otra. Se promueve
el consumo de calefacción, automóviles, camiones, transportes aéreos y marítimos, etc., pero
esto trae consigo la producción masiva de humos y anhídridos.
Para luchar contra la contaminación entendemos que habría que propiciar la
investigación de técnicas eliminadoras de los productos contaminantes, la creación de
grandes espacios verdes, la concienciación de los usuarios de elementos productores de
contaminación para que evitasen, en lo posible, esta contaminación, la erradicación de los
núcleos urbanos de las industrias contaminantes y sobre todo desarrollar la Ley de
Protección del Ambiente Atmosférico en todos sus aspectos.
4.17. ¿Cuáles son, según su criterio, las líneas maestras que podrían informar una
auténtica y eficaz política cultural por parte del Estado.? ¿En qué medidas concretaría usted
la defensa de nuestro patrimonio artístico?
Para conseguir una auténtica y eficaz política cultural hay que tener en cuenta,
forzosamente, la realidad socio-económica de España.
Esta realidad nos muestra una sociedad con acusadas diferencias entre sus clases, unos
sistemas políticos poco flexibles y una economía capitalista. Con estas condiciones es
innecesario afirmar que el acceso a la cultura está reservado únicamente a las clases
acomodadas económicamente.
Por tanto, para determinar unas líneas maestras que informasen una auténtica política
cultural habría que superar los condicionamientos políticos, sociales y económicos que ahora
mismo dificultan esa posibilidad.
No obstante, y suponiendo que estos condicionamientos fuesen superables de algún
modo, el Estado debería trazarse las siguientes líneas de actuación:
-Escolarización completa de todos los niños españoles. -Enseñanza gratuita a todos los
niveles con la única limitación de capacidad y de inteligencia de los estudiantes para
alcanzar los más altos grados universitarios.
- Promoción de profesores capacitados para cubrir todos los aspectos de la enseñanza
en todos sus grados, con dedicación plena.
- Empleo de todos los medios de comunicación social para difundir los grandes temas
culturales y programar, a través de ellos, las campañas que sean necesarias encaminadas a
despertar la inquietud entre las masas por alguna manifestación cultural.
-Divulgación, mediante campañas planificadas por expertos, de la literatura, la poesía,
la música, el teatro, etc., de nuestro país.
-Implantación de las asignaturas de tipo cultural y artístico que se estimen
convenientes, en todos los grados de la enseñanza.
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4.18. ¿Qué opinión le merece la pornografía y el erotismo? ¿Regularía usted por Ley,
en cualquier caso, estos, cada día más extendidos fenómenos sociales? En este aspecto,
¿opina que el ciudadano es vulnerable y debe ser protegido por el Estado, por ejemplo,
mediante Ley?
Creo que la pornografía y el erotismo, con las matizaciones y características que
diferencian a estos dos conceptos, son, efectivamente, unos fenómenos sociales que
consideramos bastante extendidos en estos tiempos, pero que, realmente, se han dado a lo
largo de la historia de todos los pueblos de una manera o de otra.
Lo que ocurre es que hoy, con las técnicas de difusión y los medios de comunicación
actuales, da la sensación, y efectivamente es así, que estas manifestaciones tienen una mayor
divulgación y un más amplio campo de proyección.
Pienso que estos fenómenos producen unas diferentes reacciones y causan unas
diferentes consecuencias según el sector social sobre el que puedan incidir. Así estimo que,
en general, los sectores sociales de más alto nivel cultural acogen estos fenómenos con
bastante naturalidad e incluso con indiferencia, mientras que en sectores de menor o bajo
nivel cultural la incidencia de los mismos puede causar reacciones negativas.
Del mismo modo, hay diferencias sustanciales, en cuanto a las reacciones que puedan
producir la pornografía y el erotismo, atendiendo a la edad de los posibles destinatarios de
los mismos, por lo que deben arbitrarse las formas necesarias para que los menores de edad
no tengan fácil acceso al conocimiento de estos fenómenos o adoptar las medidas
pedagógicas adecuadas para ue, de una forma natural, vayan superando los indicados
fenómenos.
No obstante, en España nos encontramos hoy, después de un largo período en el que ha
predominado de modo absoluto una feroz censura, en un momento de explosión de estos
fenómenos. Creo que, sin embargo, y en genera los españoles han acogido esta situación con
bastante naturalidad y estimo que en un corto período de tiempo la pornografía y el erotismo
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4.19. ¿Qué soluciones propondría usted acorto plazo para paliar el problema de la
emigración y su incidencia en el plano general de la economía española?
La emigración es un efecto, por lo que para solucionar el problema que representa
habría, necesariamente, que eliminar Fa causa que lo produce. Esta causa, sin ninguna duda,
es la falta de trabajo en el país que promueve la emigración.
Existe en España una doble vertiente del problema: por una parte, la emigración
interior, y por otra, la emigración exterior. En cuanto a la primera, la interior, se produce por
la falta de trabajo o por la falta de alicientes de otro tipo que se observa en grandes sectores
del territorio nacional y así no es extraño comprobar como se van despoblando grandes
extensiones dentro de las regiones menos desarrolladas, y se van concentrando alrededor de
las zonas industrializadas grandes masas de emigrantes a la espera de un empleo que les
permita vivir, incluso a más bajo nivel del que tenían en sus lugares de origen, en la gran
ciudad.
Habría que crear puestos de trabajo, industrias, etc., en las zonas done con más
intensidad se produce el fenómeno emigratorio y al propio tiempo habría que elevar el nivel
de vida en todos los aspectos de los pueblos de España, fomentando en ellos centros
culturales y deportivos, clubs sociales, comercio, centros de entretenimiento, zonas de
expansión, viviendas adecuadas, cines, teatros, etc., todo ello, naturalmente, a largo plazo.
La emigración al exterior es más grave y más dolorosa. Se produce por dos razones: la
necesidad de trabajadores que desempeñen empleos socialmente indeseables, que no quieren
desarrollar los trabajadores de los países desarrollados, que es donde se da esta necesidad y
la falta de trabajo en los países subdesarrollados. Naturalmente el trabajador sin empleo del
país pobre tiende a emigrar al país rico, aunque en éste vaya a ocupar empleos socialmente
indeseables.
Las emigraciones a Europa han estado determinadas. casi absolutamente, por la
demanda de mano de obra y el hecho de que España haya llegado a "exportar" esta mano de
obra, masivamente, se ha debido, fundamentalmente, a la falta de trabajo en nuestro país.
Después se comprobó la gran incidencia que el hecho de la emigración tenía en la economía
española, que durante varios años ha estado basada, fundamentalmente, en dos fenómenos
que nosotros consideramos artificiales; el turismo y la emigración de trabajadores.
La realidad es que actualmente el fenómeno emigratorio tiende a descender, sobre todo
al plantearse en los países demandantes de mano de obra crisis de empleo producida por la
crisis económica general que padecen todas las naciones europeas, especialmente.
Ello nos va a llevar a la necesidad de arbitrar soluciones, no ya para paliar la
emigración, cosa que ya se está produciendo por causas ajenas a la voluntad de propio
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sistema capitalista español, sino para proporcionar trabajo a todos los trabajadores ue hasta
ahora "exportábamos" y que ahora vamos a tener entro del país.
Las soluciones, a corto plazo, serían similares a las que con anterioridad exponemos al
tratar el tema del paro.
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5. POLÍTICA LABORAL
5.1. ¿Cómo debería concebirse una adecuada legislación Laboral?
Entendemos que actualmente la ley de Relaciones Laborales es el cuerpo lega básico
de la legislación laboral española. No olvidamos que el Fuero del Trabajo, primitiva carta de
ordenación labora, sigue teniendo vigencia en muchos de los puntos que. contemplaba y que,
por las circunstancias que sean, no se pusieron en práctica, o al menos, no se aprovecharon
al máximo las posibilidades que ofrecía para el mundo del trabajo.
La Ley de Relaciones Laborales contempla verdaderamente unas series de supuestos
que indudablemente representan un avance sobre la situación laboral anterior. Desde la
limitación de la jornada laboral máxima a cuarenta y cuatro horas semanales, hasta el
tratamiento del despido improcedente (aunque en este punto haya habido sus controversias),
desde la ampliación del descanso semanal a día y medio ininterrumpido, hasta la igualdad de
derechos, obligaciones y renumeraciones en el trabajo del hombre o la mujer, desde el
aumento a veintiún días naturales de vacaciones mínimas anuales, hasta la revisión del
salario mínimo interprofesional cada seis meses si aumenta el costo de vida en más de un 5
%.
Todo ello nos indica que, efectivamente, hay una preocupación, al menos formal, por
adoptar medidas sociales que alivien, de algún modo, la situación conflictiva del mundo del
trabajo.
Pero para nosotros los nacionalsindicalistas, la legislación laboral no debe limitarse a
regular las relaciones entre capital y trabajo, entre otras razones porque, ideológicamente, no
admitimos esta relación. Como ya hemos dicho anteriormente, y en otras muchas ocasiones,
para nosotros el trabajo es una función humana y el capital es un simple instrumento
económico al servicio de la producción, por lo cual no cabe la posibilidad de armonizar dos
cosas tan absolutamente dispares, no sólo en su concepto, sino también en su propia esencia,
que hace de ellas elementos incompatibles.
Creemos que más importante que una legislación laboral, necesariamente promulgada
por un sistema capitalista que, queramos o no, va a imprimir siempre un carácter paternalista
o proteccionista a esas relaciones capital-trabajo, es alcanzar una auténtica justicia social. Y
no tendremos justicia social mientras cada una de las clases, en régimen de lucha, quiera
imponer a las otras su dominación
Por ello nuestra opinión sobre este tema se puede resumir en la afirmación de que antes
de promulgar una legislación laboral, e incluso pensando en que esa legislación sea
verdaderamente justa, hay que intentar superar, por vía revolucionaria, el actual dilema
capital-trabajo. Hay que ir, sin titubeos, al desmontaje del armatoste capitalista y a su
sustitución por un sistema nuevo, que tendremos que empezar a construir, partiendo del
propio hombre, del individuo, como occidentales, como españoles y como cristianos;
tenemos que pasar por el hombre y por sus unidades naturales de convivencia, la familia el
municipio y el sindicato, para culminar en el Estado; un Estado que sea la armonización de
todo ello y que posibilite el desmontaje del aparato económico de la propiedad capitalista,
que absorbe todos los beneficios en provecho de unos cuantos, para sustituirlo por la
propiedad individual, por la propiedad familiar, por la propiedad comunal y por la propiedad
sindical.
Sólo partiendo de estos supuestos entendemos nosotros la concepción posterior de un
legislación laboral que realmente esté adecuada y dirigida eficazmente a regular todos los
aspectos que tiene el mundo del trabajo.
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espirituales y materiales esas masas de hombres, desarraigados de toda armonía humana, que
han sido siempre fácil presa de la economía liberal-capitalista o de la ordenación marxista.
Hay que sostener, por muy difícil que sea en esta sociedad capitalista de consumo, que
la empresa está constituida por todos los que participan activamente en su proceso de
producción, en unos u otros niveles, técnicos, profesionales o administrativos; que el capital
no es, no debe ser, el propietario de la empresa y que el capital, como instrumento
económico, necesario para el montaje material de la empresa, lo debe facilitar la Banca
nacional o las entidades de crédito laborales, no los grupos de presión económica que
persiguen, únicamente, la multiplicación rápida y segura de ese capital que prestan.
La autogestión me parece una fórmula híbrida si no se ha conseguido, precisamente, la
propiedad de la empresa por los propios trabajadores. Si los trabajadores son los propietarios
de empresa, como preconizamos nosotros, la autogestión es una consecuencia lógica de ello;
pero si los trabajadores no son totalmente dueños de la empresa me parece una fórmula
incompleta.
5.3. ¿Qué cauces adecuados concebiría para la superación de los conflictos entre
empresarios y trabajadores?
Como se desprende de todo lo expuesto en los temas anteriores, se trataría de
confundir en una sola figura la del empresario y la del trabajador, de modo que coincidiendo
sus propias personas coincidieran también sus intereses, sus objetivos y sus posibilidades.
Naturalmente si el trabajador se convierte, dentro de la empresa nacionalsindicalista,
en su propio empresario y se siente dirigente de la marcha de la propia empresa y sabe que la
plusvalía, el beneficio que su traba]'o va a reportar, va a revertir en el mismo a través de su
sindicato de empresa y que la responsabilidad de que todo ello se lleve a buen término recae
exclusivamente en él, como trabajador y como empresario, no cabe siquiera la posibilidad de
que surjan conflictos entre empresarios y trabajadores.
El sindicato de empresa, constituido por todos los componentes de la misma, sería el
instrumento regulador de las relaciones económicas, laborales y administrativas de la
misma, e incluso en pura teoría nacionalsindicalista, podría ser la persona jurídica que
sustituyese, con ventaja, a la sociedad anónima en el plano de un futuro Derecho Mercantil
enfocado, fundamentalmente, al servicio de la Comunidad y no de las minorías privilegiadas
económicamente.
5.4. ¿Es conveniente la huelga como postura laboral? ¿Y como instrumento depresión
política?
En un sistema capitalista la huelga es, sin duda ninguna, una de las armas con las que
cuenta el trabajador para hacer valer sus derechos y alcanzar las consecuencias de sus
reivindicaciones sociales y laborales.
Indudablemente también debe haber otros métodos para conseguir alcanzar estas
metas, entre ellos cabe la negociación, el convenio, etc., fórmulas todas ellas que deben
utilizarse antes de poner en práctica la huelga.
Ahora bien, agotadas todas las fórmulas de acuerdo entre empresario y trabajador, no
queda más solución que adoptar la postura de huela, en sus diversas graduaciones, para
poder ejercer una presión que obligue a los empresarios a tomar en consideración las
peticiones de los trabajadores.
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El que la huelga como postura laboral sea conveniente o no lo sea, es otra cuestión, ya
que esto dependerá de muchos factores. Desde un punto de vista económico se dice que la
huelga puede hacer que se resienta la economía de la empresa, del sector o de la propia
nación, según al nivel al que se declare.
Por otra arte, la eficacia de la huelga estará en relación directa con f capacidad de los
trabajadores para resistir el mayor tiempo posible en su postura reivindicativa y con la
capacidad de la empresa para mantenerse en su postura contraria a las reivindicaciones
laborales.
Existe otro factor a tener en cuenta: en un sistema capitalista democrático y liberal, la
empresa puede disponer de un arma de cierta eficacia para contrarrestar la huelga laboral;
este arma es el despido libre.
Finalmente, y en relación a este factor de despido libre, cabe señalar el hecho concreto
que puede darse en España: despido, por parte de la empresa, de los trabajadores que no se
reincorporen al trabajo en el momento en que aquélla indique.
Este hecho, que en países de fuerte desarrollo no tendría graves consecuencias por la
gran demanda de trabajadores, y la escasez de los mismos, unido al hecho de abundancia de
puestos de traba* en España sí tendría una incidencia negativa para los trabajadores, porque
al existir un exceso de mano de obra e incluso de especialistas y una gran escasez de puestos
de trabajo, el trabajador despedido por causa de huelga se vería en una situación
notablemente desventajosa para mantener sus posturas reivindicativas frente a la empresa y
ésta se encontraría siempre en posición claramente ventajosa frente al trabajador. Utilizar la
huelga como instrumento de presión política no es conveniente en general, ya que su
eficacia de cara a la consecución de mejoras sociales y laborales, se vería deteriorada, toda
vez que las posturas políticas a defender en una huelga pueden ser compartidas por todos los
afectados por la misma, o no, y por otra parte, el hecho de prodigar la huelga con excesiva
frecuencia, hace que pierda efectividad.
5.5. ¿Cómo debe configurarse el aparato sindical? En cualquier caso, ¿la sindicación
debería ser obligatoria?
Desde nuestro punto de vista, el nacionalsindicalista, el aparato sindical debe ser el
auténtico motor del sistema. Entendemos que España, en lo económico, debe configurarse
como un gigantesco sindicato de productores.
Para ello el aparato sindical debe montarse desde la misma empresa, en done se
constituirá el sindicato de empresa, célula básica del nacionalsindicalismo. Este sindicato,
formado por todos los trabajadores de la empresa, desde el director al último aprendiz, será
la entidad propietaria de la indicada empresa, y en su seno se determinará el órgano director
de la misma que será el encargado de ordenar, planificar y controlar, no sólo la marcha
técnica, económica o comercial de la empresa, sino también la distribución de la plusvalía.
Estos sindicatos de empresa estarían encuadrados por ramas de producción e
integrados, local, provincial y nacionalmente en el sindicato de rama correspondiente, a
través de su respectivo Consejo.
A os niveles antes indicados existirían Consejos Locales, provinciales y Nacionales en
donde estarían representados todos los sindicatos y por tanto todas las ramas de producción.
La organización culminaría en un gran Congreso Sindical de Trabajadores que tendría
entre otras importantísimas misiones, la de planificar la economía del país, no desde el punto
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de vista capitalista de beneficiar a unos pocos, sino desde el punto de vista sindicalista
concretado en alcanzar un beneficio para los trabajadores y en definitiva para España como
comunidad de hombres y mujeres que se afanan por un quehacer común.
Así los Sindicatos no serán ya arquitecturas parasitarias, según el actual planteamiento
de la relación de trabajo, sino integridades verticales de cuantos cooperan a realizar cada
rama de producción.
En este punto nos interesa mucho aclarar que la Organización Sindical que ha existido
en España durante los últimos cuarenta años no tiene nada que ver con el sindicato vertical
que propugna el nacionalsindicalismo. Demuestra una mala fe manifiesta, o una ignorancia
total del tema, el seguir llamando sindicalismo vertical o nacionalsindicalista a la antedicha
Organización Sindical.
El sindicalismo español del sistema franquista era un corporativismo al estilo del
italiano de la época fascista, en donde los empresarios y los trabajadores se encuadraban,
dentro de cada sindicato, en la sección correspondiente; en la económica, los empresarios, y
en la social, los trabajadores.
A través de las representaciones de estas secciones los trabajadores expondrían sus
reivindicaciones a los representantes de los empresarios, que podrían aceptarlas o no.
En cualquier caso, el Estado, a través de las líneas jerárquicas-políticas de la propia
Organización Sindical o del Ministerio de Trabajo, actuaba de árbitro en estas deliberaciones
imponiendo, en último extremo, su criterio.
No entramos ahora, por supuesto, a hacer la crítica de este sistema de Organización
Sindical, no entramos siquiera, a afirmar si era eficaz o ineficaz, si consiguió mejoras para
los trabajadores o no las consiguió, si fue bueno o si fue malo para los empresarios o para
los productores o para ninguno, lo que si nos importa muchísimo es dejar constancia de que
tal organización no tenía nada que ver con el nacionalsindicalismo; y que era una cosa
completamente distinta del sindicalismo vertical.
Y hay unas pruebas irrefutables de cuanto afirmamos: en el nacionalsindicalismo, en el
sindicato vertical, no hay nunca representación diferenciada de los empresarios y de los
trabajadores, porque el trabajador es el propio empresario al ser propietario, a través de su
sindicato de empresa, de esta misma empresa. No existen las secciones sociales y
económicas que tratan de entenderse, artificialmente, fuera de la empresa; en los organismos
oficiales de una Organización Sindical impuesta, cuando están enfrentados, casi
continuamente, en esa misma empresa. En el nacionalsindicalismo la planificación de la
economía, a todos los niveles, la realizan los propios trabajadores dueños de sus propias
empresas. En el nacionalsindicalismo la entidad propietaria de la Empresa no es la Sociedad
Anónima, sino el Sindicato de Empresa, donde se adscriben todos los trabajadores de la
misma, y en donde deciden quiénes de ellos van a ser los directivos de la misma y por
cuánto tiempo. En el nacionalsindicalismo, en fin, la plusvalía de la producción queda
enteramente en poder del Sindicato Vertical de productores, no en poder del capital, como
preconiza el capitalismo, ni en poder del Estado, como preconiza el marxismo.
En cuanto a la segunda parte de este tema, sobre si la sindicación debería ser
obligatoria, entendemos que en una democracia liberal, como su propio nombre indica, hay
que dejar libertad al hombre, "aunque sea trabajador", para que opte por lo que quiera.
Naturalmente, y por instinto de conservación, el hombre que trabaja supeditado a unas
condiciones laborales que, en todo sistema liberal impone el capital, debe agruparse
profesionalmente a través de un sindicato para tratar de defenderse de esta situación.
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5.6. ¿Cuál debe ser la postura ante el problema de los patrimonios enajenados a
instituciones o grupos políticos, culturales o sindicales de hace cuatro décadas, en caso de
que vuelvan a la. legalidad?
El problema es lo suficientemente complejo como para que pueda siquiera no ya
apuntarse una solución inmediata, sino simplemente una fórmula que no plantee, a la larga,
nuevos problemas.
Demagógicamente podría decirse que lo lógico es devolver este patrimonio a sus
antiguos propietarios, pero es que esto entrañaría serias dificultades.
En principio sería especialmente dificultoso, ya que, desde un punto de vista jurídico,
los que hoy se consideran propietarios de los mismos habrán de demostrar su legitimidad y
su titularidad, de forma indubitable.
Por otra parte, habrá que tener en cuenta si es aplicable en algún caso la prescripción
de acciones o el acceso a la propiedad por "usucapio".
Y finalmente habrá de considerarse también a quién corresponde la propiedad no ya de
los patrimonios enajenados, sino de los nuevos patrimonios creados a lo largo de estos
cuarenta años con el dinero de los españoles y especialmente de los trabajadores.
Posiblemente las fórmulas jurídicas no sean las más adecuadas para resolver un
problema evidentemente político, pero estimo que una decisión administrativa, sobre todo si
esa decisión la adopta un gobierno de transición, no es tampoco la fórmula ideal para
resolver el problema. Por eso señalaba al principio la dificultad que encierra el hallar una
solución justa, que, además. resuelva el asunto de tal manera que imposibilite en el futuro
cualquier conflicto derivado de esta causa.
Quizá este sea un tema que deba resolverse en el seno del Parlamento que se constituya
como consecuencia de los resultados de las próximas elecciones generales.
Al menos así se tendrá la garantía de que la solución, cualquiera que sea, será adoptada
por los representantes del pueblo, elegidos por el propio pueblo.
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6. POLITICA EXTERIOR
6.1. ¿Cuáles su opinión sobre las relaciones Iglesia-Estado en el caso español? ¿Sobre
la confesionalidad del Estado y sus consecuencias en todo el corpus jurídico actual?
Para los falangistas siempre ha estado muy definida la norma a aplicar a las relaciones
Iglesia-Estado. Esta norma está contenida en el punto 25, programático de la doctrina
nacionalsindicalista, y dice así: "La Iglesia y el Estado concordarán sus facultades
respectivas, sin que se admita intromisión o actividad alguna que menoscabe la dignidad del
Estado o la integridad nacional."
Siempre que hemos tenido ocasión hemos manifestado nuestro criterio, basado en la
norma programática antes reseñada de una separación de funciones entre Iglesia y Estado.
No cabe desconocer un hecho sociológico de extraordinaria importancia y que, por tanto, al
tratar este tema hay que tener muy en cuenta: la inmensa mayoría de los españoles profesan
la religión católica. Con más o menos fe, con más o menos participación en la vida
espiritual, con más o menos escepticismo, lo cierto es que el pueblo español se siente y se
declara católico.
Por eso José Antonio, ya en el discurso fundacional de Falange Española. decía:
"Queremos que el espíritu religioso, clave de los mejores arcos de nuestra Historia, sea
respetado y amparado como merece, sin que por eso el Estado se inmiscuya en funciones
que no le son propias, ni comparta, como la hacía, tal vez por otros intereses que los de la
verdadera religión, funciones que sí le corresponde realizar por sí mismo." Históricamente la
interpretación católica de la vida ha sido una constante del pueblo español. El sentido de
catolicidad y universalidad fue el móvil que impulsó nuestra Historia a lo largo de muchos
siglos y en nombre de este sentido católico y universal se llevaron a cabo los hechos más
importantes de nuestra Historia.
Ahora bien, sin olvidar nuestra Historia, sin ignorar el hecho sociológico
importantísimo de que el pueblo español es católico y respetando al máximo a la Iglesia, hay
que afirmar que hoy es conveniente y necesario prescindir de cualquier tipo de
confesionalismo del Estado.
Por eso los falangistas afirmamos hoy la necesidad de una libertad religiosa total y
pedimos que cualquier religión sea respetada y amparada al máximo y sobre todo que no
exista discriminación en ningún aspecto, social, político, laboral, etc., por causas religiosas.
Entendemos que todas las creencias religiosas tienen derecho a ser libremente
expresadas y a manifestar y practicar libremente su culto, así como a mantener y propiciar
las instituciones culturales, escolares y recreativas que sean capaces de constituir.
Por otra parte, entendemos que el Estado español debe ir desprendiéndose de todo el
entramado religioso que mantiene en sus propias instituciones civiles; así habrá que pensar
seriamente en la supresión de representantes de la Iglesia católica en los más altos
organismos consultivos y legislativos del país, en la supresión de asesores religiosos en
instituciones civiles y militares, en la supresión de las asignaciones económicas a los
miembros de la Iglesia Católica o a la extensión de estas asignaciones a los miembros de
otras Iglesias, en la supresión de subvenciones a la enseñanza religiosa católica o a la
extensión de las mismas a otras enseñanzas de otro carácter religioso; en definitiva habrá
que ir reordenando y modificando el propio derecho positivo español y habrá que ir
eliminando del mismo todas aquellas normas legales que están fuertemente influidas por la
religión católica y que a lo largo de muchos siglos han condicionado, no sólo la vida de los,
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hombres y mujeres del pueblo español, sino que han condicionado más fuertemente aun la
propia Historia de España.
6.2. ¿Qué opina de las relaciones España-Europa? Indudablemente España es un país
europeo y este hecho, que muchos pretenden ignorar y. otros muchos pretenden magnificar,
hay que analizarlo rigurosamente y hay que situarlo en su más exacta perspectiva.
En efecto, estamos dentro de Europa con todos los pronunciamientos y con todos los
derechos; por tradición, por cultura y por Historia, somos un país europeo, con todo lo que
esto significa y con todo lo que ello comporta.
Ahora bien, precisamente a todo lo largo del desarrollo de la Historia, Europa ha
querido marginar de su trayectoria a España, utilizando toda clase de argumentos y
maneando toda clase de resortes políticos, económicos o religiosos.
Cuando afirmamos esto no estamos cayendo en ninguna clase de complejos, sino que
estamos haciendo constar un hecho fácilmente comprobable con sólo consultar la Historia y,
más simple aún, con sólo advertir como en los últimos tiempos España ha estado ausente en
la constitución de todos los organismos europeos, políticos y económicos, e incluso en
algunos de ellos de cierta importancia, sigue sin ser admitida.
Creo que en cuestiones de complejos tienen más los europeos hacia los españoles que
los españoles hacia los europeos, si no, no se entendería el que aún en determinados lugares
de Europa sigan siendo motivo de decoración los soldados españoles de los Tercios de
Flandes, convenientemente colgados de una horca. Aquí podemos interpretar más o menos
pintorescamente nuestra guerra de la Independencia, pero no asustamos a los niños pequeños
diciéndoles que viene José Bonaparte. No hemos llegado aún, gracias a Dios, a ese grado de
simplismo.
De todas formas nosotros opinamos que hoy, el organismo más definitivo de las
relaciones europeas es el Mercado Común y quizá hoy la aspiración de muchos países
europeos, entre ellos España, sea su integración en dicha Comunidad Económica.
No somos especialistas en la materia, pero se nos ocurre preguntar si nuestra entrada
en dicho Mercado va a suponer un aumento de nuestro desarrollo industrial, si, por ejemplo,
vamos a vender automóviles, frigoríficos, televisores, maquinaria agrícola, maquinaria
industrial, etc., a los países integrados en ese Mercado, si también va a suponer un
incremento en nuestras exportaciones de productos agrícolas, si, además, nuestros
trabajadores que deseen desarrollar su actividad laboral fuera de España van a tener las
puertas de los países componentes del Mercado Común abiertas de par en par, si, amén de
todas esas cosas, los países europeos se van a venir a España casi masivamente a hacer
turismo caro, etc. Porque verdaderamente, si no va a suceder nada de esto y vamos a tener
que importar maquinaria, electrodomésticos y automóviles de Europa, en grandes
cantidades, si vamos a tener que comernos los productos agrarios franceses e italianos, si
vamos a mantener a los trabajadores especialistas que Euro a nos mande y además vamos a
tener que veranear en recia, no creo que sea interesante el ingreso en el Mercado Común.
En definitiva, para nosotros, el Mercado Común o Comunidad Económica Europea, es
un baluarte del capitalismo europeo. Pensamos que Europa, cuna de la civilización
occidental, creadora de la cultura universal, centro de todas las corrientes religiosas,
filosóficas, políticas y sociales que han determinado la marcha histórica de nuestro planeta,
debe basar sus fórmulas comunitarias en unos valores espirituales, morales y políticos si se
quiere, pero nunca en la conveniencia de los grupos de presión económicos, ni en los
intereses particulares de los privilegiados de siempre.
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por encima de sus propias creencias e ideologías para conseguir unas determinadas ventajas
económicas y se alían con el demonio para ello, no creo que los españoles debamos ser tan
exquisitos que estemos imposibilitando nosotros mismos el desarrollo normal de nuestro
país.
Sobre todo cuando tampoco somos tan puros y tan exquisitos. Porque a la vista están
nuestros burdos esfuerzos por entrar en Europa, aunque tengamos que someternos a las
condiciones que nos impongan países tan importantes como Irlanda o Luxemburgo y nuestra
falta de pudor alquilando a Norteamérica zonas de nuestro territorio a cambio de unos
dólares (escasos siempre) y de un proteccionismo democrático que nos respalde frente a la
incomprensiva Europa.
6.6. Respecto alas relaciones con el Tercer Mundo, ¿es partidario de actuar
alineadamente o con independencia de los bloques?
Desde hace ya mucho tiempo los hombres de los Círculos José Antonio hemos venido
manteniendo la teoría de que España podría haber desempeñado un importante papel en el
bloque de países que componen el Tercer Mundo.
Y basábamos esta teoría en los siguientes hechos:
-España es un país en vías de desarrollo económico, pero todavía a unos niveles que no
pueden considerarse semejantes a los de Alemania, Inglaterra o Francia y mucho menos a
los de Norteamérica. Podemos decir que España podría estar a la cola de estos países super-
desarrollados, pero también a la cabeza de los muchos países subdesarrollados que
componen el Tercer Mundo. Hemos dicho y repetimos que España es un país de segunda y
que lo que tiene que hacer es situarse en la realidad, por muy dura que ésta sea (que no es
tanto) y olvidarse de los sueños de grandeza.
España, por su situación geográfica, por su historia y por su cultura, está en excelentes
condiciones para servir de puente de unión entre Iberoamérica y Europa, por una parte, y los
Países árabes y africanos y Europa, por otra. En este sentido España podría haber canalizado
todo tipo de relaciones (económicas, comerciales, culturales, tecnológicas, etc.) entre ese
gran bloque de países pertenecientes al Tercer Mundo y Europa, ya que nuestro país reúne
unas condiciones ideales para entenderse con los pueblos de América española y con los
pueblos africanos.
De todo ello se deduce claramente que nosotros somos partidarios de una alineación
decidida conos países del Tercer Mundo, lo cual no implicaría en absoluto el abandono de
nuestra posibilidad ante Europa y el mundo occidental, sino que pensamos que, por el
contrario, robustecería la imagen de España ante estos países desarrolladísimos y
posiblemente haría que mejorasen extraordinariamente las relaciones con los mismos.
6.7. ¿Considera usted que debería dedicarse especial atención a las relaciones con
Latinoamérica?
Siempre me ha producido una extraña sensación la palabra Latinoamérica; por una
sencilla razón: no sé que tienen que ver los países latinos (Francia, Italia, Albania, Rumania,
Grecia, etc.) con Iberoamérica. Creo que el hecho de que en los últimos siglos hayan
emigrado a aquellos países un gran número de italianos, no implica necesariamente que
tengamos que llamar a aquellas tierras Latinoamérica. Entre otras razones porque igualmente
numerosas han sido las emigraciones de polacos, rusos, judíos y últimamente alemanes.
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6.9. ¿Cuál cree que debe ser la postura española ante el contencioso con Marruecos:
Sahara, fosfatos, pesca, Canarias, Ceuta y Melilla?
La postura española con respecto a Marruecos ha sido y sigue siendo, a mi juicio,
excesivamente blanda. Creo que hemos ido de concesión en concesión, sin haber
conseguido, a cambio de esta postura abandonista, ninguna posición ventajosa, ni ningún
provecho económico o político. Realmente hemos abandonado Sahara presionados por la
variable actitud marroquí, que lo mismo jugaba a la amenaza, como a los lazos de "eterna
amistad", como al acatamiento de las resoluciones de las Naciones Unidas, como a la
sumisión a los dictámenes del Tribunal de La Haya, pero que a la postre se ha anexionado el
territorio del Sahara, como antes se anexionó lfni.
Creo que nuestro papel, abandonando a la población saharaui en manos de Marruecos
no ha sido digna.
El tema de los fosfatos ha seguido un proceso parecido al de la descolonización del
Sahara.
Actualmente sólo hay dos países en el mundo que produzcan fosfatos en cantidad
suficiente para su exportación: Estados Unidos y Marruecos. Por ello los fosfatos suponen
para este último país una interesante fuente de obtención de divisas. En 1973, Fos Bu-craa
extrajo 750.000 toneladas de fosfato, que se exportaron, principalmente, a Japón, Gran
Bretaña y Estados Unidos a pesar de ser este último país productor de fosfatos, hecho que se
debe a la diferencia de precios por tonelada, ya que el fosfato americano se vende a 75
dólares la tonelada y el de Bu-craa a 30 ó 35 dólares.
Por ello el fosfato, como antes decimos, es un elemento fundamental en la economía
de Marruecos, ya que de su explotación y exportación depende el futuro desarrollo
económico del país. De ahí que la competencia que los fosfatos de Sahara pudieran
plantearla a Marruecos supondría para este un elemento negativo en su desarrollo.
Precisamente porque Sahara, en un futuro inmediato, podría pasar a ser un serio
competidor de Marruecos, es por lo que este país no ha encontrado otra fórmula para salvar
su economía e incluso su sistema político, que anexionarse a la antigua provincia española,
sabiendo que inmediatamente después se haría con los yacimientos de fosfatos de Bu-craa.
Y efectivamente esto ha sido así. Indudablemente se han firmado unos convenios y
unos contratos entre España y Marruecos para la explotación de los fosfatos de Bu-craa,
pero la realidad es que Marruecos se ha asegurado su monopolio en la explotación y
exportación de este mineral y se ha anexionado el territorio del Sahara español.
La pesca es otro punto conflictivo entre España y Marruecos. Unilateralmente este país
extendió el límite de la zona de sus aguas territoriales y desde ese momento se vienen
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6.11. ¿Cómo deben desarrollarse nuestras relaciones con Portugal habida cuenta de la
evolución política de ambos Estados? En el contexto de estas relaciones, ¿cree usted
conveniente y, en su caso factible, algún tipo de vinculación formal con el vecino país?
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Entiendo que las relaciones con Portugal deben desarrollarse dentro de un clima de
normalidad y de naturalidad. Creo que nos ha sido siempre más fácil entendernos con este
país que con cualquier otro y pienso que los problemas de Portugal y los de España son muy
similares.
Por lo tanto, y precisamente por la evolución política que en los dos países se ha
venido produciendo, nuestras relaciones, en estos momentos, deben contemplar toda la
problemática que afecta a ambas naciones y, en la medida de lo posible, hacer coincidir las
soluciones para estos problemas.
En el terreno de lo concreto habría que intensificar al máximo las relaciones culturales,
las económicas y las políticas, adoptando posturas coincidentes en los diversos temas que, a
nivel internacional, pueden plantearse, desde el Mercado Común hasta la Organización del
Tratado del Atlántico Norte, desde las bases americanas hasta las relaciones con
Iberoamérica.
En cuanto a plasmar todo esto en un entendimiento normal con Portugal no creo que
fuese una medida negativa, sino, por el contrario, entiendo que un protocolo con este país,
en donde se detallen los temas comunes y su tratamiento y en donde se reflejase el mutuo
respeto para la libertad de cada uno de los países firmantes del mismo, sería muy
conveniente para regular, de una manera eficaz, las relaciones entre ambos.
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