Trabajo Sentencia

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1.

En el presente trabajo se identificó como aspectos relevantes de la sentencia el llamado a actuar


frente a la crisis humanitaria de en la que se encuentran los indígenas Wayuu.
En la análisis jurisprudencial realizado en el cual representantes de la comunidad Wayuu acuden a
la sede de tutela para garantizar sus derechos a la salud, la vida y la igualdad, argumentando que
el Gobierno no ha realizado de manera efectiva y con urgencia las medidas decretadas por la CIDH,
como prueba de lo mencionando anteriormente es que los niños de La Guajira siguen muriendo.
En la sentencia, la Corte Constitucional se planteó el problema jurídico de si se vulneran los
derechos al desarrollo armónico e integral de las personas menores de edad, al agua, la salud y la
alimentación debido a la insuficiencia de los programas estatales para atender la situación del
pueblo indígena Wayuu, por eso se planteó incrementar la disponibilidad, accesibilidad y calidad
del agua, como también aumentar la efectividad de los programas de salud alimentaria y ampliar
la cobertura de los programas de inocuidad de los alimentos y mejorar las medidas inmediatas y
urgentes de los gobiernos nacionales en materia de salud para La Guajira y a su vez desarrollar e
implementar una política de salud que asegure el derecho a la salud de todo el pueblo Wayuu para
así mejorar la movilidad de las comunidades Wayuu que viven en zonas rurales dispersas Equidad
y transparencia en la selección de contratistas y contratistas.
En el presente caso, la Corte señaló que las medidas que el Estado debe brindar a la atención del
pueblo Wayuu no son medidas de caridad, sino auténticas obligaciones del Estado. Por otro lado,
la Corte llamó la atención sobre el Gobierno Nacional, argumentando que mientras ciertas
comunidades y costumbres Wayuu dificultaban la implementación de políticas de Estado, este
mismo tipo de problemas persistían en cualquier injerencia social con cualquier otra parte del
Gobierno Nacional, en este caso la Corte Constitucional enfatiza la responsabilidad del Estado y
llama la atención que no subordina su análisis a la responsabilidad colectiva de la comunidad, por
lo que el Estado debe asumir de manera independiente la forma de intervención en para que sus
medidas sean efectivas y finalmente, la corte reiteró por qué los menores indígenas wayuu están
sujetos a una protección constitucional especial.
El tribunal sostuvo que la solución a la crisis de desnutrición infantil de los Wayúu requería que
todas las instituciones públicas superaran los prejuicios y prejuicios raciales. es injusto y
discriminatorio en general a toda la población wayúu argumentar que “ellos”, refiriéndose a todo
el pueblo indígena wayúu, “no se dejan ayudar” como si aspectos La parte benéfica del derecho no
es obligatoria, sino opcional, cuando se trata de estas comunidades, y es como si las comunidades
estuvieran pidiendo “ayuda” o apoyo al estado, cuando es cierto que las comunidades wayúu
cobre se negaron a apoyar medidas. Es cierto que hay dificultades para coordinar los programas,
pero estas dificultades son similares a las que genera la intervención social en cualquier parte del
país. Las dificultades de diálogo y acuerdo son parte de la función pública normal, no son un
aspecto distintivo y específico de la comunidad Wayúu. Hay características de este caso, pero eso
es todo: las peculiaridades de un problema se manifiestan de varias maneras, En este contexto, las
entidades públicas deben esforzarse por relacionarse de manera efectiva con los destinatarios de
las intervenciones estatales y proporcionar un espacio efectivo para la participación. El trato es tan
duro, que no los exonera de sus obligaciones, y no traduce los derechos básicos en "ayudas" que el
estado central puede otorgar o no a su discreción.
En este contexto, las entidades públicas deben esforzarse por relacionarse de manera efectiva con
los destinatarios de las intervenciones estatales y proporcionar un espacio efectivo para la
participación. El trato es tan duro, que no los exonera de sus obligaciones, y no traduce los
derechos básicos en "ayudas" que el estado central puede otorgar o no a su discreción. .

La

En el caso de los indígenas Wayuu la ineficacia de las sentencias y las medidas estructurales para
dar solución a la situación de vulneración de derechos humanos es evidente debido a la falta de
cumplimiento y ejecución de las ordenes decretadas por estos mecanismos. Como apunta Tapias
(2020) luego de tres años de haberse proferido la sentencia T-302/2017 la situación de los
indígenas Wayuu sigue igual o peor. La desnutrición de los niños Wayuu sigue siendo 33% por
encima de la media nacional, no hay sanciones por el incumplimiento de las sentencias y siguen
sucediendo casos de corrupción en la contratación. Como se concluye de lo anterior, las
sentencias, aunque hayan vinculado las medidas cautelares ordenadas por la CIDH, son ineficaces
y una alternativa limitada para resolver problemas estructurales, pues existe un abismo entre la
normativa y su aplicación.

La Corte considera que la solución a la crisis de desnutrición de los niños y niñas wayúu requiere
que todas las entidades públicas superen los prejuicios y los estereotipos étnicos. Es injusto y
discriminatorio generalizar sobre toda la población Wayúu para sostener que "ellos" refiriéndose a
todos los indígenas Wayúu "no se dejan ayudar" como si las facetas prestacionales de los derechos
no fueran obligatorias, sino optativas, cuando se trata de estas comunidades, y como si las
comunidades estuvieran pidiendo "ayudas" o asistencialismo por parte del Estado, cuando lo
cierto es que las comunidades wayúu rechazan las medidas asistencialistas. Es cierto que existen
dificultades en la concertación de los programas, pero estas dificultades son similares a las que
genera una intervención social en cualquier parte del país. Las dificultades del diálogo y la
concertación son parte del ejercicio ordinario de la función pública, no son un aspecto
extraordinario y particular a la comunidad Wayúu. Hay particularidades propias de este caso, pero
se trata de eso: particularidades de un problema que se expresa en muchas formas.

En este contexto las entidades públicas deben hacer todo lo que esté a su alcance para dialogar
efectivamente con los destinatarios de las intervenciones del Estado y para ofrecer espacios
efectivos de participación. Lo difícil que pueda ser esta concertación no las releva de sus
obligaciones, y no convierte los derechos fundamentales en "ayudas" que el Estado central puede
otorgar o no de manera discrecional.

Adicionalmente, algunos programas son asistencialistas y no promueven la autosuficiencia, con lo

cual se están otorgando soluciones de corto alcance, que a mediano y largo plazo terminan en
deteriorar la autonomía económica y política de las comunidades indígenas. La disrupción de los
hábitos de autosuficiencia y de los patrones productivos de los wayúu es una de las causas del
hambre, y a la vez el hambre es una de las causas de la destrucción de la cultura Wayúu.

La diversidad cultural en este caso no es un obstáculo para la garantía de los derechos de los
niños, sino uno de los derechos que deben ser protegidos si se quiere asegurar la supervivencia
continuada de la etnia Wayúu. Además, las prácticas culturales wayúu han de ser tenidas en
cuenta para la solución de la crisis, pues, aunque pueden existir prácticas que estén contribuyendo
a esta, también existen otras que pueden solucionarla.

Los niños y niñas del pueblo Wayúu merecen una protección reforzada por parte de las
autoridades públicas por al menos los siguientes motivos. En primer lugar, porque según el
artículo 44 de la Constitución, "[...] el Estado tiene la obligación de asistir y proteger al niño para
garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos [...] los derechos
de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás".

La Sentencia resalta que [...] no existe total conocimiento sobre los factores determinantes del
contexto territorial, como lo son las dinámicas demográficas, sociales, familiares, ambientales y
económicas [...] en el Departamento de La Guajira y sus municipios existe un desconocimiento
sobre la población rural, la población en situación de discapacidad y especialmente la población
étnica."

Los objetivos a alcanzar son: 1. Aumentar la disponibilidad, accesibilidad y calidad del agua 2.
Mejorar la efectividad de los programas de atención alimentaria y aumentar la cobertura de los de
seguridad alimentaria 3. Aumentar y mejorar las medidas inmediatas y urgentes en materia de
salud a cargo del Gobierno Nacional; formular e implementar una política de salud para La Guajira
que permita asegurar el goce efectivo del derecho a la salud para todos los Wayúu 4. Mejorar la
movilidad de las comunidades wayúu que residen en zonas rurales dispersas 5. Mejorar la
información disponible para la toma de decisiones por todas las autoridades competentes para
realizar acciones tendientes a la superación del estado de cosas inconstitucional 6. Garantizar la
imparcialidad y la transparencia en la asignación de beneficios y en la selección de contratistas 7.
Garantizar la sostenibilidad de todas las intervenciones estatales 8. Garantizar un diálogo genuino
con las autoridades legítimas del pueblo Wayúu.

Los niños y niñas del pueblo Wayúu merecen una protección reforzada por parte de las
autoridades públicas por al menos los siguientes motivos. En primer lugar, porque según el
artículo 44 de la Constitución, "[...] el Estado tiene la obligación de asistir y proteger al niño para
garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos [...] los derechos
de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás". Sobre el principio de desarrollo
armónico e integral, la Corte ha establecido que la protección integral y el interés superior de las
personas menores de edad, son consecuencias jurídicas de su calidad como sujetos de especial
protección constitucional. En palabras de la Corte, tal reconocimiento "[...] significa que la
satisfacción de sus derechos e intereses, debe constituir el objetivo primario de toda actuación
(oficial o privada) que les concierna". La jurisprudencia de la Corte ha sostenido que el desarrollo
armónico e integral consiste en el reconocimiento de una "caracterización jurídica específica" para
el niño, basada en la naturaleza prevalente de sus intereses y derechos, que impone a la familia, la
sociedad y el Estado la obligación de darle un trato acorde a esa importancia "que lo proteja de
manera especial, que lo guarde de abusos y arbitrariedades y que garantice el desarrollo normal y
sano del menor desde los puntos de vista físico, psicológico, intelectual y moral y la correcta
evolución de su personalidad". Tanto la prevalencia de los derechos de los niños y niñas como su
desarrollo armónico e integral "propenden por el cumplimiento de los fines esenciales del Estado,
en consideración al grado de vulnerabilidad del menor y a las condiciones especiales requeridas
para su crecimiento y formación, y tiene el propósito de garantizar el desarrollo de su
personalidad al máximo grado ". Este objetivo constitucional mínimo tiene dos dimensiones. a. En
primer lugar se refiere a la permanencia en el tiempo de los efectos de las intervenciones
estatales. Por ejemplo, en los proyectos que incluyan soluciones tecnológicas se deben prever las
actividades de mantenimiento. En muchos casos las inversiones iniciales las realizará el Gobierno
Nacional pero los gastos recurrentes para mantener las soluciones funcionando deberán
realizarlos las entidades territoriales. El plan o los planes que se formulen deben prever esta
necesidad e identificar previamente las fuentes de financiación. b. En segundo lugar, se refiere al
criterio constitucional de sostenibilidad fiscal establecido en el artículo 334 de la Constitución
Política. La sostenibilidad fiscal implica que todos los compromisos que hagan las entidades deben
tener una fuente de financiación, y que el Gobierno Nacional y las entidades territoriales deben
realizar un ejercicio de priorización presupuesta! para comprometer cada año recursos suficientes
para la consecución de las metas, y en últimas, para el logro de los demás objetivos vinculantes y
la superación del estado de cosas inconstitucional. Para el logro de este objetivo, la Corte formula
algunas acciones mínimas, sin perjuicio de las demás actividades que las entidades consideren
pertinentes. Las acciones y las metas que se formulen deben ser realistas desde el punto de vista
presupuestal. Cada entidad del orden nacional cuenta en este momento con proyecciones a tres
años de las posibles apropiaciones que podrá recibir, según el Marco de Gasto de Mediano Plazo.
De igual forma, las entidades territoriales cuentan con sus propios Marcos Fiscales y Marcos de
Gasto de Mediano Plazo, al igual que proyecciones realizadas desde el Gobierno Nacional en
relación con el Sistema General de Participaciones y el Sistema General de Regalías. La
formulación del plan o los planes para la superación del estado de cosas inconstitucional deberá
tener en cuenta estas proyecciones para que las metas sean realizables. Las entidades deberán
realizar una estimación inicial de los costos de las acciones a su cargo, y determinar si, de acuerdo
con las proyecciones existentes, tendrán recursos suficientes para ejecutarlas. Las entidades
además deben buscar la sostenibilidad a mediano y largo plazo de las distintas intervenciones. En
la búsqueda de este objetivo deben hacer todo lo que esté a su alcance, de acuerdo con las
normas presupuestales, para asegurar la financiación constante de los distintos proyectos. Esto
incluye, donde sea necesario y viable, el compromiso de vigencias futuras. Se deberán identificar
las acciones que requieran el compromiso de vigencias futuras y la realización de los trámites
conducentes a comprometerlas. Se debe priorizar. Por último, el Gobierno Nacional y las
entidades territoriales, al formular sus respectivos proyectos de presupuesto, deben priorizar la
superación del estado de cosas inconstitucional que afecta los derechos de los niños wayúu. Esta
medida abarca a todas las entidades y dependencias de cada nivel, no solamente a los Ministerios
o Secretarías de Hacienda y de Planeación. Los recursos deben fluir oportunamente. El goce
efectivo de un derecho fundamental, en especial en sus facetas prestacionales, no sólo depende
de la existencia de recursos suficientes, también se necesita que estos fluyan a través de las
entidades de forma adecuada y oportuna, es decir, en el momento que corresponde. Tan grave es
no contar con los recursos, como tenerlos, pero que estos sean inaccesibles.

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