Actividad Previa 14 Mexico en El Siglo XXI

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Nombre: Daniel Alejandro Huerta Miramontes.

Fecha: 03 de mayo del 2022

Nombre del profesor: Prof. Jose Luis Serrano del Rayo

Nombre del curso: México en el siglo XXI

Preparatoria Tecmilenio

Matrícula: AL03003110

Actividad previa 14
En las últimas décadas, México ha experimentado una ola de violencia como resultado de
las acciones ineficientes de una guerra contra el crimen organizado. El narcotráfico se
convertía para finales del siglo XX en un tema central de la agenda del Estado mexicano,
incluso de la agenda internacional. Desde la década de los años 60, se han conformado,
expandido y desaparecido en México diversos cárteles que controlan el mercado de
las sustancias ilegales, los cuales han mantenido una abierta disputa por controlar el
territorio nacional, así como por llevar a cabo su exportación a todo el mundo. Algunos
grupos delictivos del narcotráfico han empezado a extender sus actividades ilícitas
obteniendo recursos financieros del secuestro, la extorsión a empresarios y pequeños
negocios, la trata de personas, prostitución, lavado de dinero, contrabando, piratería y
distribución de música, películas y ropa, control de redes de vendedores ambulantes en
el metro de la Ciudad de México, cruce de indocumentados aprovechando los narco-
túneles transfronterizos para el paso de drogas hacia los Estados Unidos, así como el robo,
remarcado y salida del país de vehículos automotores, robo de combustibles a Pemex, robo
a transportes de mercancías, etc., además de tener alianzas con cárteles y mafias de
Colombia, Bolivia, Guatemala, Nicaragua, Perú, Argentina, Brasil, España, Marruecos,
Italia e Inglaterra, así como países del occidente de África, Medio Oriente, Filipinas,
Tailandia y Rusia, país de donde se obtienen ocasionalmente rifles de asalto AK-
47 utilizados por sus sicarios, o réplicas asiáticas, africanas o europeas de estas armas.

A partir de la década de los noventa, el gobierno mexicano, con el fin de hacer frente al
problema de la droga, propuso una serie de reformas y creó instituciones (en 1993, la
creación de Instituto Nacional del Combate a las Drogas; en 1995, la creación del Sistema
Nacional de Seguridad Pública; en 1996, la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada;
en 1999, la Policía Federal Preventiva, etc.), que le permitan tener un mayor control del
crimen organizado. También el Estado de esta época mostró un interés de colaboración y
acercamiento a Estados Unidos, esto se tradujo en las extradiciones y en la colaboración
con instituciones como el FBI. Por lo tanto, ya se perfilaba un enfrentamiento cara a cara
con el narcotráfico. La estrategia que ha implementado el nuevo gobierno, en esencia, es la
misma: combatir frontalmente al narcotráfico; implementar nuevos operativos, la
intervención de la policía y el ejército provocando en la narcoviolencia el efecto
“cucaracha” (desplazamiento a nuevos territorios, expandiéndose). También se han
recrudecido los enfrentamientos entre los cárteles. Pero como estas medidas no han
resultado, el Estado regresó a una política de tolerancia con el narcotráfico. La tolerancia
solo alargaría las consecuencias y generaría un letargo de simulada paz. Si bien es cierto
que el tema del desempleo no es una novedad, sí podemos afirmar que ha cobrado nuevas
dimensiones y características a partir de la puesta en marcha de la globalización.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), reporta en 2014, que de acuerdo a las
tendencias históricas, América Latina tendrá para 2015 una tasa de incremento del
desempleo del 6.1% al 6.3%, siendo los datos para nuestro país del 59.4 de participación en
el trabajo y de desocupación del 55.7%. Esta misma organización publica un informe
laboral que presenta su directora en el 2014 en la Ciudad de México, esto con el fin de
alertar de la potencialidad del problema al sufrir por parte de nuestro país una
desaceleración económica. Este mismo informe anuncia un factor más: la calidad del
empleo, es decir, no solo se trata de crear empleo, sino que sean de calidad, en otras
palabras, un empleo que solucione el tema de la certeza laboral y que otorgue posibilidades
de una vida digna, además de posibilidades de seguir avanzando. En el último cuarto del
siglo XX, el mundo inicia una ola de procesos de democratización y, con ello, de
transformaciones radicales en los regímenes políticos. Es por ello que es importante
reflexionar sobre el papel que han desempeñado los diferentes  grupos sociales en estos
procesos de cambio.

Se inicia señalando que a lo largo de la historia de México las movilizaciones sociales han
tenido un significado importante en los cambios; es el caso de la Revolución mexicana. Sin
duda, las transformaciones sociopolíticas que resultaron de este movimiento tuvieron un
protagonismo importante de los sectores sociales, es decir, de las distintas clases populares
que estuvieron presentes. La Revolución mexicana no puede explicarse sin la participación
del movimiento obrero y campesino. Parece que la sociedad mexicana tiene la percepción
de que los logros de la democracia y el camino que ésta sigue solo son viables a través de la
vía electoral; es por ello que las organizaciones sociales tienen muchas veces un destino
como “clientes” para los partidos políticos. Es importante resaltar que los avances de la
vida democrática de una nación nos hacen más responsables también a la sociedad civil,
pero ¿cómo hacer que en este país surjan identidades colectivas y con ello acciones
colectivas? La respuesta no es sencilla, primeramente, nos enfrentamos a una gran
contradicción; parece que en México cada vez surgen más movilizaciones sociales, tenemos
marchas y rechazo a las acciones del Estado por parte de la sociedad civil.

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