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Lo que la gente está diciendo acerca del Apóstol
Guillermo Maldonado y sus libros…
Mi amigo el Apóstol Guillermo Maldonado brillantemente lo prepara para

formar parte del remanente de Dios de los últimos tiempos. Solo falta un
minuto para la medianoche. ¡El tiempo se está acabando!
—Sid Roth
Anfitrión del programa, Es Sobrenatural!
El Espíritu Santo le ha dado al Apóstol Guillermo Maldonado esta reve-

lación tan poderosa sobre el Sacudimiento y avivamiento de los últimos tiem-
pos. Es verdaderamente un libro bendecido, una visión de las cosas que están
sucediendo para preparar a la iglesia para lo que está aconteciendo en estos
últimos días. El Apóstol Maldonado está grandemente ungido por el Espíritu
Santo para demostrar la gloria de Dios a esta generación. Usted necesita leer
Sacudimiento y avivamiento de los últimos tiempos y prepararse para las mani-
festaciones del gran poder de Dios en su iglesia y en su vida. Usted será ben-
decido por un encuentro divino con el poder y la gloria de Dios.
—Profeta Glenda Jackson
Autora de Caminando en profecía, señales y maravillas
Mi amigo el Apóstol Guillermo Maldonado es una de las voces más impor-

tantes de América y más allá. Su pasión por Jesús es contagiosa. Habla con
gran autoridad y sabiduría mientras vive muy consciente de los tiempos que
vivimos como iglesia en este mundo. Recomiendo ampliamente a este fiel
servidor del Señor y el mensaje que trae para todos nosotros.
—Bill Johnson
Bethel Church, Redding, CA
Autor de numerosos libros, incluyendo Cuando el cielo invade la tierra y
El poder sobrenatural de una mente transformada
En Jesús regresa pronto, el Apóstol Guillermo Maldonado enfatiza, “Esta
generación está a punto de ver el más grande derramamiento del Espíritu
Santo y el más grande avivamiento de la historia. La iglesia remanente está
a punto de entrar en la gloria de Dios... La tierra comenzó con la gloria
de Dios manifestada en la creación, y terminará con la gloria manifestada
en las maravillas sobrenaturales de los últimos días, las cuales Dios está a
punto de revelar”. Este libro muestra cómo se puede participar en el mayor
avivamiento de Dios y ver las manifestaciones de Su gloria durante estos
últimos días trascendentales ¡antes del regreso de Jesucristo!
—Paula White-Cain
Paula White Ministries
Evangelista y Pastora Principal
New Destiny Christian Center, Orlando, FL
Amo a Guillermo Maldonado y su pasión por traer de vuelta la urgen-

cia del regreso de Cristo como punto central de la iglesia. Muchos cris-
tianos están consumidos por vivir un destino ahora sin que les importe
vivir para un destino eterno: estar con Jesús donde Él está. Al compartir
su perspectiva, Guillermo siempre apunta a la eternidad, y esto hace que
la gente tenga una mayor esperanza que si sólo escuchara sobre cómo vivir
su salvación en este mundo turbulento. Necesitamos que el enfoque supe-
rior de nuestra vida eterna nos motive en el ahora. También necesitamos
que Jesús sea el centro de ese enfoque eterno, y Jesús regresa pronto ayuda
a redefinir nuestra visión mientras también nos guía como una brújula.
Hay tantas perspectivas diferentes sobre cómo volverá Jesús y cómo será
ese día. Aunque su perspectiva teológica difiera, le animo a leer este libro
para ganar nueva pasión y vivir de cara a la eternidad en su vida cotidiana.
—Shawn Bolz
Anfitrión, Translating God programa de television
Anfitrión, Exploring the Prophetic podcast
Autor, Interpretando a Dios y Los secretos de Dios
www.bolzministries.com
Jesús regresa pronto es un libro importante. Mucha gente está confundida
sobre la verdad bíblica básica. La realidad es que Jesús regresa pronto, tal
y como el Apóstol Maldonado afirma claramente. Debido a este hecho,
alcanzar el mundo para Cristo es uno de nuestros mandatos primordia-
les. Uno no puede leer simplemente este libro sin encontrar un corazón
ardiendo por las almas perdidas, así como anhelando el regreso de nuestro
Salvador.
—Cindy Jacobs
Generals International
Su vida tiene importancia porque usted fue creado por Dios con un pro-
pósito. Una tarea fundamental que tenemos como creyentes es descubrir
nuestro propósito. Pero otra tarea importante es aprender cómo alcanzar
ese propósito. ¡En su libro Creados para un propósito, el Apóstol Guillermo
Maldonado explica claramente el proceso necesario para llegar a la meta de
una vida exitosa!
—Dr. Rod Parsley
Pastor y fundador de World Harvest Church
Columbus, OH
A veces los creyentes corren sin rumbo por la vida, sin una brújula verda-
dera que los guíe en su viaje. No conocer nuestro propósito es una de las
peores situaciones en las que podemos estar. Pero finalmente, ¡ya no hay
excusa! El Apóstol Guillermo Maldonado nos ha dado un plano del diseño
para descubrir y convertirnos en todo lo que Dios nos ha creado para ser.
¡Creados para un propósito ayudará a equipar a miles de creyentes en Cristo
Jesús para cumplir su destino ordenado por Dios!
—Dr. James W. Goll
Autor, conferencista, entrenador de comunicaciones y artista de grabación
God Encounters Ministries
El Apóstol Guillermo Maldonado ha sido un hijo espiritual para mí por
muchos años. Es uno de los creyentes más comprometidos que he conocido
y, francamente, es un genio espiritual. Su libro Creados para un propósito
demuestra cómo todos estamos preocupados por comprender nuestro des-
tino y tener una visión clara, y sé que las claves en este libro le traerán una
gran seguridad en estas áreas vitales de su vida.
—Marilyn Hickey
Ministerios Marilyn Hickey
El Apóstol Guillermo Maldonado está liderando un increíblemente pode-

roso movimiento de Dios en el mundo. He tenido el honor de ser testigo de
su amor y devoción a la presencia de Dios, lo cual crea una atmósfera para
que el Señor se mueva en señales, maravillas y milagros. ¡Su ministerio ha
tocado incontables vidas con el poder redentor de Jesús!
Su nuevo libro Oración de rompimiento, está escrito con un espíritu de exce-
lencia, una marca que distingue a todo lo que hace Maldonado. Este libro
es una representación de su impulso y pasión para que la novia de Cristo
esté preparada y se asocie con lo que Jesús quiere hacer en la tierra. En sus
páginas, no encontrará palabras vacías para recitarle a Dios, sino por el
contrario, percepción divina y activación para lograr una comunicación de
dos vías con el Padre.
—Kris Vallotton
Líder Asociado Principal de la Iglesia Bethel, Redding, CA
Cofundador de la Escuela Bethel del Ministerio Sobrenatural
Oración de rompimiento es un excelente libro que trata acerca de lo preciosa
y poderosa que es la oración. En este maravilloso libro, recibirá instruccio-
nes sobre cómo edificar una relación personal con Dios el Padre. Sin duda,
obtendrá los conocimientos necesarios sobre la prioridad que debe tener la
oración sincera, y le enseñará cómo entrar al lugar secreto de oración. Su
vida será enriquecida a medida que profundice en el studio de este libro y
aprenda a crecer en oración, para moverse a un ámbito espiritual más ele-
vado. ¡Dios se mueve cuando oramos! Recuerde que, a través de la oración,
estamos forjando el futuro y dándole forma al ahora. No pierda tiempo,
obtenga este libro y comience su viaje spiritual hacia una vida de oración
más profunda y comprometida.
—Bobby Conner
Ministerios Vista de Águila
El Apóstol Maldonado es un vaso ungido de Dios. Su mensaje es del

Espíritu Santo, y el Apóstol está lleno de perspicacia y revelación. Él está
dotado para traer verdades ocultas. Su caminar espiritual con el Señor se
verá enormemente realzado después de leer [Oración de rompimiento].
—Dr. Don Colbert, MD
Autor más vendido del New York Times
Nota: Este libro no está destinado a proporcionar asesoramiento médico, ni a sustituir el asesoramiento
médico ni el tratamiento de su médico personal. Ni el editor, ni el autor, ni el ministerio del autor asu-
men responsabilidad alguna por las posibles consecuencias de cualquier acción tomada por personas
que lean o sigan la información de este libro. Si los lectores toman medicamentos recetados, deben
consultar con sus médicos y no dejar de tomarlos sin la debida supervisión médica. Siempre consulte a
su médico u otro profesional de la salud calificado, antes de emprender cualquier cambio en su régimen
físico, ya sea mediante ayuno, dieta, medicamentos o ejercicio.
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Santa Biblia,
Reina-Valera 1960 (rvr), © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades
Bíblicas Unidas. Usadas con permiso. Las citas bíblicas marcadas (nvi) son tomadas de la Santa Biblia,
Nueva Versión Internacional®, nvi®, © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.® Usada con permiso. Derechos
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Las formas Señor y Dios (escritas en mayúsculas pequeñas) en las citas bíblicas, aluden al nombre
hebreo de Dios Yahweh (Jehová), mientras que Señor y Dios escrito normalmente indican el nombre
Adonai, según la versión de la Biblia usada.
Todas las definiciones de las palabras en hebreo y griego son traducciones al español de la versión
electrónica de Strong’s Exhaustive Concordance of the Bible, strong, © 1980, 1986, y asignadas a World
Bible Publishers, Inc. Usadas con permiso. Todos los derechos reservados.
El Centro de Investigación Pew no se responsabiliza de los análisis o interpretaciones de sus datos
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Créditos ERJ:
Editor: José M. Anhuaman
Desarrollo editorial: Gloria Zura
Traducción: Vanesa Vargas
Diseño de portada: Danielle Cruz-Nieri
Sacudimiento y avivamiento de los últimos tiempos

Guillermo Maldonado
13651 S.W. 143rd Ct., #101 • Miami, FL 33186
Ministerio Internacional El Rey Jesús / ERJ Publicaciones
www.elreyjesus.org | www.ERJPub.org
ISBN: 978-1-64123-772-7
eBook ISBN: 978-1-64123-773-4
Impreso en los Estados Unidos de América
© 2021 por Guillermo Maldonado
Whitaker House
1030 Hunt Valley Circle
New Kensington, PA 15068
www.whitakerhouse.com
Ninguna parte de este libro puede reproducirse o transmitirse de forma alguna por ningún medio, ya
sea electrónico o mecánico, incluidas fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de almacenamiento y
recuperación de información, sin el permiso escrito del editor. Por favor dirija sus preguntas a
[email protected].
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CONTENIDO
1. Primero sacudimiento, después avivamiento:

el orden del ciclo de los últimos tiempos........................................ 11
PARTE I: DIOS ESTÁ SACUDIENDO LA TIERRA

2. El sacudimiento de los últimos tiempos......................................... 29
3. La corrupción moral de la humanidad............................................ 47
4. Los propósitos de Dios para el sacudimiento................................ 65
5. El juicio de Dios................................................................................. 77
6. Cómo evitar el juicio......................................................................... 95
PARTE II: ¡EL AVIVAMIENTO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS SE ACERCA!

7. La historia del avivamiento............................................................ 109
8. ¿Qué es avivamiento?...................................................................... 139
9. Por qué mueren los avivamientos.................................................. 155
10. El propósito del avivamiento.......................................................... 169
11. Condiciones para el avivamiento................................................... 187
Conclusión: Un tiempo de consagración....................................................202
Acerca del autor.............................................................................................207
CAPÍTULO 1
PRIMERO SACUDIMIENTO, DESPUÉS AVIVAMIENTO:

EL ORDEN DEL CICLO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
L a Escritura nos enseña que existe un orden, o secuencia, en que se desa-

rrollarán los planes de Dios para los últimos tiempos: el sacudimiento pre-
cederá al avivamiento; luego el avivamiento traerá la más grande cosecha de
almas para Cristo que jamás hayamos visto, incluso en medio del sacudi-
miento. Conforme a los propósitos soberanos de Dios, no podemos entrar
en avivamiento sin antes experimentar el sacudimiento. Sin embargo,
muchas personas están confundidas y temerosas del sacudimiento porque
no entienden el orden o el significado del ciclo de los últimos tiempos.
Bajo la guía del Espíritu Santo he escrito Sacudimiento y avivamiento de
los últimos tiempos, con el fin de ayudar a la iglesia y al mundo a discernir
el significado de los sacudimientos sin precedentes que están ocurriendo
en la tierra, y para revelarles cómo podemos participar en las manifesta-
ciones de la gloria de Dios en los últimos tiempos. Aquí profundizo sobre
temas de los últimos tiempos que introduje en mis libros anteriores, expli-
cando cómo responder correctamente a los sacudimientos divinos, cómo
ser llenos continuamente del Espíritu, cómo participar en el avivamiento
mundial, y cómo moverse en lo sobrenatural.
Durante el avivamiento de los últimos tiempos estaremos expuestos
a varias facetas del poder del Espíritu Santo, incluyendo las crecientes
11
12 Sacudimiento y avivamiento de los últimos tiempos
manifestaciones de Su luz e intensidad —la revelación de la verdad y la

santidad de Dios— junto con señales y maravillas. El avivamiento esta-
llará simultáneamente en diferentes partes del mundo, lo que creará un
tremendo impacto global. En la parte final del avivamiento veremos el
comienzo del juicio de Dios sobre el mundo. Después, Jesús, en Su gloria,
aparecerá por Su iglesia remanente, y el mundo pasará por la gran tribula-
ción (vea Mateo 24:21). Estos eventos conducirán a lo que la Biblia llama
“la plenitud de los tiempos” (Efesios 1:10), que son los eventos culminantes
de la segunda venida de Jesús, Su reinado en la tierra durante el milenio,
y el juicio final para aquellos que no han creído en Dios ni en Su Hijo
Jesucristo.
EL SACUDIMIENTO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Como la Biblia nos dice, nadie sabe el día ni la hora en que Jesús regre-
sará por Su iglesia (vea Mateo 24:36), porque Su venida será repentina,
abrupta, y cuando menos lo esperemos: “Porque vosotros sabéis perfectamente
que el día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche” (1 Tesalonicenses
5:2). Sin embargo, como indiqué arriba, podemos analizar el orden de los
eventos que culminarán con la segunda venida de Jesús a la tierra.
Primero, quiero establecer esta verdad fundamental: todos los distur-
bios que están sucediendo a nuestro alrededor, y que están causando tanta
consternación entre la gente, son señales de Dios que apuntan a la venida
de Cristo. A medida que nos acercamos al final, veremos intensificarse
estas señales y volverse más frecuentes y evidentes.
En segundo lugar, sabemos que Dios mismo está detrás de los sacudi-
mientos, porque Él nos dijo a través del profeta Hageo, y en otros pasajes
bíblicos, que así ocurriría:
Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar
los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las
naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria
esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mía es la plata, y mío es el
oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será
mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en
este lugar, dice Jehová de los ejércitos. (Hageo 2:6–9)
Primero sacudimiento, después avivamiento: el orden del ciclo de los últimos tiempos 13
La profecía en la Biblia nos da revelación en cuanto a tres grupos:

Israel, la iglesia y el mundo. Dios ama a las personas de cada grupo, y todos
tienen un rol en Su plan para la raza humana en el final de los tiempos. Él
eligió a Israel para que ejerciera el sacerdocio en el mundo, y adoptó a los
gentiles como parte de Su familia gracias a la venida de Jesús. No obstante,
aquellos que lo han rechazado por completo —gente de ambos grupos—
son llamados “el mundo”, porque están viviendo de manera contraria a Sus
propósitos divinos.
Es importante entender que la profecía de Hageo citada arriba está
dirigida a los tres grupos, pero de manera diferente. Durante el sacudi-
miento cada grupo es procesado de forma distinta. El sacudimiento de la
iglesia es diferente al sacudimiento de Israel o del mundo. El sacudimiento
de la iglesia es para purificación; el sacudimiento de Israel es para salva-
ción; y el sacudimiento del mundo es para juicio, pero si la gente se rinde a
Dios, será para arrepentimiento. Cada grupo experimentará sacudimiento,
y los resultados serán para la gloria del Señor. La iglesia remanente se lle-
nará de la gloria de Dios y demostrará Sus señales y maravillas, los judíos
comenzarán a reconocer a su Mesías en mayor número, y muchas personas
del mundo reconocerán que solo Dios tiene las respuestas a sus dilemas y
angustias.
PELIGRO EN EL COSMOS
A medida que el sacudimiento de los últimos tiempos progresa, habrá
peligro en el cosmos. En el libro de Isaías leemos, “Porque haré estremecer
los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de
los ejércitos, y en el día del ardor de su ira” (Isaías 13:13). Dios me ha mos-
trado que habrá caos en el cosmos, y esta revelación es confirmada por lo
que Él previamente anunció en Su Palabra. En este siglo, las guerras entre
naciones se librarán especialmente en el espacio exterior. Rusia, China y
otras naciones parecen estar armándose con la intención de llevar a cabo
una guerra espacial contra los satélites militares y de comunicaciones de
los Estados Unidos.1 En 2019, el país norteamericano conformó la Fuerza
Espacial de EE. UU. (USSF por sus siglas en inglés) “con el fin de proteger
1. “EE. UU. planifica una guerra cósmica contra Rusia y China” [“The US Plans a Cosmic
War Against Russia and China”], octubre 24, 2016, https://www.hispantv.com/noticias/ee-
uu-/312107/guerra-cosmica-satelites-rusia-china.
los intereses de Estados Unidos y sus aliados en el espacio y proporcio-

nar capacidad espacial a la fuerza conjunta”,2 reconociendo que si puede
proteger con éxito su capacidad satelital de los ataques de otras naciones,
mantendrá su fuerza militar en la tierra.3
Pero la guerra contra los satélites no es el único peligro que involucra al
cosmos. Estudios de la NASA predicen que en 2029 el asteroide Apophis
pasará muy cerca de la tierra, a menos de 20,000 millas, aunque cálculos de
2004 indicaban que chocaría con nuestro planeta.4 Este asteroide recibió
el nombre de Apophis en referencia a un “antiguo espíritu egipcio del mal,
la oscuridad y la destrucción”.5 Este pasaría más cerca que la distancia a la
que se encuentran algunos satélites, y aunque hay diferencias en el cálculo
del número de años, no está claro si la tierra está completamente fuera de
peligro de un impacto. En tiempos recientes, hemos visto el sacudimiento
de la naturaleza y otros ámbitos en la tierra, aunque aún no lo hemos visto
en el espacio. Es posible que veamos un adelanto de esto antes del rapto de
la iglesia.
El profeta Thomas Horn, quien predijo la renuncia del Papa Benedicto
XVI,6 recientemente tuvo una visión nocturna en la que vio lo que pare-
cía una especie de dragón gigante y feroz moviéndose como una culebra y
bajando directamente hacia la tierra. De repente, su perspectiva cambió,
y pudo ver desde arriba y darse cuenta que este aparente dragón era en
realidad un asteroide moviéndose y brillando al reflejar la luz del sol. Su
perspectiva cambió nuevamente a la tierra, y desde una montaña vio a miles
y miles de personas que corrían por sus vidas, gritando con desesperación
y pidiéndole a Dios que los salvara. Después vio que esa roca gigante y
2. “USSF Mission” [“Misión USSF”] United States Space Force, https://www.spaceforce.
mil/About-Us/About-Space-Force/Mission/.
3. Chris Bowlby, “Could a War in Space Really Happen?” [“¿Podría realmente ocurrir
una guerra en el espacio?”] BBC News, diciembre 19, 2015, https://www.bbc.com/news/
magazine-35130478.
4. “NASA Analysis: Earth Is Safe from Asteroid Apophis for 100-Plus Years” [“Análisis
NASA: La tierra está segura del Asteroide Apophis por 100 años o más”], Asteroids,
NASA, marzo 26, 2021, https://www.nasa.gov/feature/jpl/nasa-analysis-earth-is-safe-from-
asteroid-apophis-for-100-plus-years.
5. J. Hill, “Apep (Apophis),” Ancient Egypt Online, 2010, https://ancientegyptonline.co.uk/
apep/.
6. Tom Horn y Cris Putnam, “The Final Pope & Project Lucifer” [“El último Papa y el
proyecto Lucifer”], entrevista con Sid Roth, It’s Supernatural!, video YouTube, 22:52, marzo
31, 2013, https://www.youtube.com/watch?v=VTmgmJ_PfIE.
ardiente entraba a la atmósfera y se rompía en pedazos que caían en dife-

rentes lugares. La tierra empezó a sacudirse violentamente, y el sonido que
producía era como si el mundo se viniera abajo. Nadie podía permanecer
de pie. Una enorme sección del asteroide había caído al mar, provocando
un gran tsunami con olas de cientos de pies de altura que inundaron la
cima de la montaña.
Thomas dijo que, después de esto, sintió cómo unas manos muy gran-
des lo levantaron hasta el espacio. Mirando hacia abajo, vio el agua del
océano hirviendo, volcanes en erupción, y huracanes tremendos irrum-
piendo. Cuando se despertó, casi se cae de la cama porque la visión había
sido tan vívida y la había sentido tan real. Cuando se recuperó y empezó
a escribir lo que había visto, fue como si oyera una voz muy fuerte en su
cabeza, diciendo un nombre: Apophis.7 En Apocalipsis 8:10–11, la Biblia
habla de una estrella llamada Ajenjo que caerá en una tercera parte de las
aguas y causará que muchos mueran:
El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella,
ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos,
y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y
la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres
murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.
En los últimos días, caerán asteroides sobre la tierra y harán que nues-
tro planeta se mueva de su eje. Cuando se produzca el sacudimiento del
cosmos, se interrumpirán todas las señales de comunicación. “E inmediata-
mente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna
no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos
serán conmovidas” (Mateo 24:29). La tribulación a la que Jesús se refiere
aquí no es la gran tribulación al final de la era, sino el sacudimiento que
precede al avivamiento de los últimos tiempos. Hambrunas, pestes, pan-
demias, plagas, inundaciones, incendios, tsunamis, huracanes, terremotos
y mucho más sucederá al mismo tiempo. Juan describió todo esto en una
visión que registró en Apocalipsis:
7. Tom Horn, entrevista con Sid Roth, It’s Supernatural!, 28:30, marzo 8, 2020, https://
sidroth.org/television/tv-archives/tom-horn-2/.
Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por

nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la
cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con
mortandad, y con las fieras de la tierra. Cuando abrió el quinto sello,
vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la
palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz,
diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, ¿no juzgas y vengas
nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras
blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta
que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que
también habían de ser muertos como ellos. (Apocalipsis 6:8–11)
SEÑALES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Hoy en día, este sacudimiento ya está teniendo lugar frente a nuestros
ojos. Por ejemplo, mientras escribo este libro, estamos experimentando
una de las más grandes pandemias en los últimos cien años, la COVID-19.
El sitio web Worldometer registra que, para el 6 de agosto de 2021, había
más de 202 millones de casos y casi 4.3 millones de muertes.8
LAS SEÑALES DE LA VENIDA DE CRISTO SON EL SACUDIMIENTO,

EL AVIVAMIENTO, Y LA COSECHA DE ALMAS.
En 2020, las Naciones Unidas declararon que la plaga de langostas que

afectó al África fue “la epidemia migratoria más peligrosa del mundo”. Esos
insectos dejaron a millones de personas en una emergencia alimentaria.9
Los incendios forestales en Australia durante los años 2019 y 2020, como
resultado del cambio climático, fueron de una magnitud que no se esperaba
que ocurrieran antes del próximo siglo. Ecosistemas completos desapare-
cieron bajo las llamas. Entre julio de 2019 y febrero de 2020, 37,500 millas
8. https://www.worldometers.info/coronavirus/.
9. “La plaga de langostas es la epidemia migratoria más peligrosa del mundo” [“The Locust
Plague Is the Most Dangerous Migratory Epidemic in the World”], UN News, marzo 17,
2020, https://news.un.org/es/story/2020/03/1471322; “Fears of Desert Locust Resurgence
in Horn of Africa” [“Temor por el resurgimiento de la langosta del desierto en el Cuerno de
África”], UN News, noviembre 24, 2020, https://news.un.org/en/story/2020/11/1078392.
cuadradas (97,000 kilómetros cuadrados) de bosque se quemaron.10 Y aún

más sacudimientos ambientales, sociales, económicos, políticos y persona-
les están ocurriendo y ocurrirán en el mundo.
EL AVIVAMIENTO Y LA COSECHA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Durante un sacudimiento, Dios presenta al Espíritu Santo a Su pueblo
de una manera más intensa. Él derramará Su Espíritu sobre aquellos que
fervientemente buscan Su llenura. Este derramamiento del Espíritu Santo
en los últimos tiempos será más poderoso que el ocurrido en los comienzos
de la iglesia. Será el preludio a la aparición de Cristo porque, como men-
cioné antes, producirá la mayor cosecha de almas de todos los tiempos.
Ese avivamiento final empoderará a los segadores —la novia remanente de
Cristo que Dios enviará desde las iglesias de todo el mundo— para alcan-
zar al perdido, con señales, maravillas y milagros de todo tipo. Los nuevos
creyentes en Cristo, que saldrán de esa cosecha final, serán como odres
nuevos en los que el vino nuevo podrá ser vertido. Esto es lo que Jesús nos
dijo en una de Sus parábolas haciendo referencia a la llenura del Espíritu
Santo. (Vea, por ejemplo, Marcos 2:22). Todo lo que estos creyentes harán
por el Señor surgirá de una nueva llenura del Espíritu Santo producto del
arrepentimiento y la transformación. Retomaremos este tema con más
profundidad en un próximo capítulo. Cuando esta nueva generación de
creyentes salga a proclamar el evangelio, no lo hará conforme a un enfoque
intelectual. Al contrario, hablarán lo que el Espíritu les indique en cada
caso. El Señor ha prometido hacer cosas nuevas (vea Apocalipsis 21:5),
cosas no antes vistas. ¡Y estoy seguro que Él lo hará!
Estos caóticos tiempos finales que estarán llenos de problemas y crisis
sin resolver llevarán a muchas personas a buscar a Dios. Su búsqueda des-
esperada producirá el avivamiento final, con una gloriosa manifestación del
Espíritu de Dios.
¿Quién guiará al pueblo durante el avivamiento de los últimos tiem-
pos? Serán dirigidos por los apóstoles y profetas de la iglesia remanente.
Los apóstoles y profetas son guardianes de lo sobrenatural; por lo tanto,
serán pioneros del despertar espiritual en los últimos tiempos. Esta es una
10. Matt Simon, “The Terrible Consequences of Australia’s Uber-Bushfires” [“Las terribles
consecuencias de los mega-incendios forestales de Australia”], Wired, julio 20, 2020, https://
www.wired.com/story/the-terrible-consequences-of-australias-uber-bushfires/.
de las razones principales por las que el Espíritu Santo ha restituido estos
dos ministerios durante los últimos treinta o cuarenta años, porque Él ha
restaurado la honra y el respeto a estos roles de liderazgo. (Vea Efesios
4:11–12). Dios está empoderando apóstoles y profetas para la tarea que
deben llevar a cabo en los últimos días. Su asignación es saturar la atmósfera
espiritual de la tierra con la gloria de Dios y despertar los corazones de la
gente para que se vuelvan a Dios y entren en un estilo de vida sobrenatural.
LOS PADRES DE TODOS LOS MOVIMIENTOS DE DIOS HAN SIDO

SIEMPRE LOS APÓSTOLES Y PROFETAS.
Querido lector, como enfaticé anteriormente, no puede existir un

avivamiento efectivo sin un sacudimiento. El sacudimiento prepara a las
naciones de la tierra para recibir el evangelio. A menos que las personas
experimenten sacudimientos, no podrán reconocer la mano de Dios sobre
la tierra, o su necesidad de Él. Es en medio de las crisis que las personas
buscan refugio, consuelo y salvación en Dios. Es por eso que, en este ciclo
de los últimos tiempos, seguiremos viendo sacudimientos, seguidos por
avivamientos que encenderán los corazones de las personas, trayendo a
millones a un arrepentimiento genuino a medida que rinden sus vidas al
Señor Jesús.
Conozco personas que, por causa del sacudimiento que están experi-
mentando —tal como la pandemia del coronavirus, las crisis financieras,
y otras más— se han reconectado con la iglesia a través del internet, sim-
plemente viendo los servicios en línea. Antes del sacudimiento no querían
saber nada de Dios; hoy en día han regresado a la iglesia porque las señales
les recordaron lo que está escrito en la Biblia, y ellos saben que no existe
otra salida aparte de Dios.
SI UNA NACIÓN NO ES SACUDIDA O QUEBRANTADA,

NO ESCUCHARÁ EL EVANGELIO.
UN MANDATO URGENTE
Después que Jesús se lleve a Su iglesia en el rapto, vendrá el intenso
sacudimiento de la gran tribulación. Durante ese tiempo, la gente tendrá la
oportunidad de recibir salvación. Sin embargo, muchas personas perderán
sus vidas por ser cristianos, porque el Anticristo estará gobernando sobre
la tierra, persiguiendo a cualquiera que confiese el nombre de Jesús. (Vea,
por ejemplo, Apocalipsis 13:16–17). Por lo tanto, antes del sacudimiento
final, la iglesia debe dedicarse a proclamar activamente a Cristo crucifi-
cado, resucitado y victorioso. Tenemos que llevar el evangelio a un mundo
perplejo y desesperado por hallar soluciones. Después, ya no habrá iglesia
en la tierra para predicar el evangelio, porque la novia de Cristo estará en
el cielo con el Señor. “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía
el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación,
tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6).
LA TAREA SUPREMA DE LA IGLESIA ES

LA EVANGELIZACIÓN DEL MUNDO.
La pregunta es, ¿está usted hablándole a otros acerca de la venida

del Señor mientras aún hay tiempo? ¿Está predicando la resurrección de
Cristo? ¿Está proclamando el verdadero evangelio, o está dando mensa-
jes netamente motivacionales? El mensaje de la venida del Señor es lo que
el enemigo más teme; por lo tanto, en este tiempo en que el diablo se ha
levantado con todas sus armas para alejar a la gente de la salvación y de lo
sobrenatural, nuestro mensaje debe ser aún más potente. Tiene que incluir
el poder de la resurrección de Cristo, porque cuando predicamos sobre el
Rey de reyes, el enemigo huye despavorido.
LA PREDICACIÓN DEL REGRESO DE JESÚS INFUNDE EL TEMOR DE

DIOS EN LA GENTE Y LLEVA A LA IGLESIA A VIVIR EN RECTITUD.
LA GLORIA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

En la historia de la iglesia, hemos visto la unción del Espíritu Santo
operando a través de hombres y mujeres de Dios, particularmente a medida
que ellos usan sus dones espirituales. Pero no hemos visto consistentemente
la gloria del Padre soberanamente manifestada, excepto en casos aislados
donde algunas iglesias están experimentando o han experimentado un
avivamiento. Aun así, en estos últimos tiempos, seremos testigos de actos
soberanos de Dios. Esto sucederá cuando entremos en Su gloria; y para
hacer esto, tenemos que caminar en el poder de la resurrección de Cristo.
Lamentablemente, en décadas recientes, la iglesia ha perdido su cre-
dibilidad y ha dado un mal testimonio al mundo debido a su religiosidad,
adormecimiento espiritual y falta de integridad. Como la gente ya no
confía en la iglesia, Dios actuará soberanamente para demostrar Su poder
y misericordia. Repito, Su poder no será visto principalmente a través de
la unción (Dios usando a una persona). En cambio, Dios se revelará sobe-
ranamente a Sí mismo en una nueva dimensión de milagros; Él interrum-
pirá el curso normal de los acontecimientos e irrumpirá en la rutina de los
servicios de la iglesia para manifestar Su gloria. La gente dejará de buscar
ayuda en los seres humanos y tendrá una experiencia sobrenatural, directa
y gloriosa con Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo. Y es el Espíritu Santo
quien nos llevará a la presencia de Dios.
Como el verdadero remanente de la iglesia que busca al Espíritu Santo
con hambre y pasión por el avivamiento, necesitamos operar en nuestra
unción sacerdotal (vea, por ejemplo, Apocalipsis 1:6) y volver a la oración y
el ayuno. Tenemos que conocer a la persona del Espíritu Santo para que Él
pueda guiarnos a la presencia del Padre. Solo entonces llegaremos a ser la
iglesia gloriosa que Cristo viene a buscar. (Vea Efesios 5:25–27).
EN MEDIO DEL APOGEO DEL AVIVAMIENTO

DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, VEREMOS LA GLORIA DE DIOS.
Quiero extenderme en este punto porque muchos creyentes aún no lo

han entendido plenamente. Hoy, lo que necesitamos incluso más que la fe,
es la manifestación de la gloria de Dios. La resurrección de Jesús de entre

los muertos no requirió de la fe de la gente, porque nadie en la tierra tenía
suficiente fe para ello. En cambio, Él fue levantado a vida “por la gloria
del Padre” (Romanos 6:4). Jesús murió cargando todos los pecados de la
humanidad; desde el comienzo de Su historia hasta el final de los tiem-
pos. El peso de cargar toda esa maldad fue horriblemente abrumador, y
la sentencia de muerte por los pecados de la humanidad fue irrevocable.
Pero la victoria sobre el pecado y la muerte, y Su subsiguiente explosiva
resurrección, se convirtió en el portal a través del cual el poder regresó a la
iglesia. Es de esta fuente de la que podemos recibir autoridad y provisión
sobrenatural hoy para proclamar el evangelio del reino con demostracio-
nes de poder, como lo hicieron los primeros apóstoles: “Y con gran poder
los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante
gracia era sobre todos ellos” (Hechos 4:33).
La resurrección de Cristo es un portal espiritual a través del cual el
poder sobrenatural de Dios fluye hacia la iglesia. Este portal aún perma-
nece abierto donde la resurrección sigue siendo predicada y donde Dios
sigue manifestando Su poder. En esencia, cada vez que predicamos acerca
del poder de la resurrección, glorificamos a Dios y hacemos que se mani-
fieste en medio de nosotros.
En estos últimos tiempos veremos que hay varios portales espirituales
abiertos en los Estados Unidos y alrededor del mundo. Algunos abarcan
regiones enteras; otros están limitados a ciertas iglesias, familias o indivi-
duos. Veremos diversos aspectos del poder del Espíritu Santo demostrado
en esas regiones, iglesias y personas, los cuales testificarán de lo que Dios
está soberanamente diciendo y haciendo en este tiempo. Veremos portales
de salvación, sanidad, riqueza, transformación personal, milagros, seña-
les, maravillas y resurrección de muertos. Todas estas obras sobrenaturales
traerán un avivamiento espiritual. En otras palabras, veremos un movi-
miento sobrenatural que lo incluye todo.
EL TESTIMONIO FINAL SERÁ LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO Y LA

DEMOSTRACIÓN DEL PODER DE LA RESURRECCIÓN EN EL AHORA.
Por lo tanto, en el sacudimiento final —como ya mencioné, éste ocu-

rrirá simultáneamente con el avivamiento— la gloria de Dios será revelada
a la iglesia. Jesús regresa por una iglesia gloriosa; esto significa que, en medio
del sacudimiento, la iglesia habitará en gloria, ¡avivada por el Espíritu de
Dios! Sabremos que la aparición de Jesús es inminente cuando veamos que
el mundo sigue siendo sacudido, la iglesia entra en avivamiento, y las almas
vienen por millones a los pies de Cristo en una gran cosecha espiritual.
EL SACUDIMIENTO FINAL LLEVARÁ A LA GENTE

A VOLVER A ORAR POR AVIVAMIENTO.
LA VENIDA DEL SEÑOR

En cuanto a la manera en que el Señor regresará, la Biblia nos dice
que la aparición de Jesús —el rapto— ocurrirá primero, seguido por Su
segunda venida. El Hijo de Dios aparecerá para llevarse a Su novia; pero
volverá de nuevo para gobernar la tierra durante el milenio, y después para
juzgar al mundo. “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que
juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación [segunda venida] y en
su reino” (2 Timoteo 4:1).
Al cerrar el primer capítulo, debo enfatizar que la novia remanente
estará compuesta por aquellos que han permitido que Dios los procese
durante el sacudimiento; los que se han arrepentido de sus pecados y ador-
mecimiento espiritual, que se han humillado a sí mismos delante del Señor
y se han comprometido completamente con Dios; aquellos que buscan con-
tinuamente ser transformados por el Espíritu Santo. Abordo este tema con
gran profundidad en mi libro Jesús regresa pronto.
No es sabio esperar hasta que el Señor se lleve a Su iglesia en el rapto
para empezar a buscarle. ¡Hoy es el día para buscar a Dios en ayuno, ora-
ción, adoración y obediencia!
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está
cercano. (Isaías 55:6)
TESTIMONIOS DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Joel es originario de California, EE. UU., y había sido adicto a las
drogas y al alcohol desde que era un adolescente. La falta de identidad y
propósito en su vida lo hizo cometer muchos errores. Sin embargo, asistió
a un avivamiento organizado por el Ministerio El Rey Jesús, y esto lo llevó
a experimentar a Dios a tal nivel que su vida fue totalmente transformada,
hasta el punto que decidió mudarse a Miami para ser parte de nuestro
ministerio.
Crecí en un hogar lleno de amor con mis padres y otros cuatro

hermanos, pero me sentía solo y sin identidad. Mi padre era un
excelente proveedor, pero era alcohólico. Bebí mi primera cerveza
a la edad de doce años solo para saber por qué mi padre bebía. A
los trece me volví adicto a la marihuana. Después de eso, mi vida
se convirtió en un desastre y nadie podía ayudarme. Mis padres
hicieron todo para salvarme, pero cuanto más lo intentaban, más
yo me rebelaba. Incluso me llevaron a un “curandero” que me
sometió a un ritual horrible.
Cuando tenía quince años, me uní a una pandilla. A los die-
cisiete años conocí a una joven y, después de tres meses, quedó
embarazada. Eso me sacudió, pero me casé con ella porque quería
ser un buen padre para mi bebé. Lamentablemente, solo duramos
tres meses juntos. Cuando perdí a mi familia, caí más hondo en las
drogas y el alcohol. ¡Sentía que no había salida para mí!
Tres años después, de milagro volví a vivir con mi esposa, ya que
nunca nos habíamos divorciado oficialmente. Sabía que nuestra
restauración había comenzado. Empezamos a asistir a una igle-
sia en California, donde le entregué mi vida a Cristo. Creía que
mis problemas desaparecerían como por arte de magia, pero, en
cambio, comenzó una terrible lucha espiritual. Una noche, cuando
mi esposa llegó a casa después del trabajo, comenzamos a discutir.
La discusión se convirtió en una pelea física y terminé en la cárcel
por violencia doméstica. Mi esposa estaba decidida a divorciarse de
mí, pero luego se enteró de que estaba esperando nuestro segundo
hijo. Cuando salí de la cárcel después de tres semanas, decidió que-
darse conmigo.
Unos meses después, nuestros pastores nos dieron boletos para

una conferencia del Ministerio El Rey Jesús en Miami. ¡Nunca
había estado en una conferencia y tenía grandes expectativas!
¡Quería un cambio! Esa semana en Miami experimenté la presen-
cia de Dios y el avivamiento espiritual me transformó. Allí, descu-
brimos que Dios tenía un propósito para nuestras vidas. Cuando
regresamos a California, comenzamos a seguir las reuniones de El
Rey Jesús en YouTube y crecimos espiritualmente. Entonces, Dios
hizo un milagro financiero que nos permitió mudarnos a Miami.
Hoy, vivimos en medio del avivamiento en el Ministerio El Rey
Jesús, sirviendo al Señor. Dios me liberó de todas las adicciones
y nuestro matrimonio está restaurado. También hemos sido ben-
decidos con un negocio propio. Ahora, somos parte de este gran
movimiento sobrenatural, y agradezco al Señor por todas sus
bendiciones.
José Ramón, de los Estados Unidos, comenzó a creerle a Dios por un

milagro creativo cuando su esposa no podía concebir. En 2016, después que
José hizo un pacto con Dios, su esposa quedó embarazada. Sin embargo,
en medio de su alegría por este milagro, al bebé le diagnosticaron síndrome
de Down. Por ese mismo tiempo, nuestro ministerio estaba organizando
su Conferencia Apostólica y Profética (CAP) anual, y durante ese evento
siempre hay un mover espiritual muy poderoso. José explica cómo recibie-
ron un milagro:
Queríamos tener hijos, pero no podíamos. Durante la

Conferencia Apostólica y Profética (CAP 2016) hicimos un pacto
con Dios para tener un bebé, ¡y Él hizo el milagro! En un año,
mi esposa quedó embarazada. Sin embargo, a los seis meses, el
médico nos dijo que había un 80 por ciento de probabilidades de
que el niño tuviera síndrome de Down. Continuamos orando y
creyendo por lo que Dios había prometido en ese pacto. El médico
programó una cita con nosotros que coincidió con las fechas de
CAP 2017. Nos dijo que teníamos dos opciones: quedarnos con
el bebé o abortarlo. Si decidíamos tenerlo, tendríamos que tomar
clases para aprender a cuidarlo.
Decidimos tener nuestro bebé, sabiendo que Dios cumpliría

Su promesa. Salimos de la cita y asistimos a CAP, pidiéndole al
Señor que sanara a nuestro bebé. En particular, le pedí al Señor
una confirmación. Durante la última sesión, mientras la presen-
cia manifiesta de Dios ministraba nuestros corazones, un niño de
unos doce años se me acercó, me abrazó y me dijo: “No te pre-
ocupes”. ¡Ese mensaje fue maravilloso y muy alentador! Después
de tres semanas, mi esposa tuvo otro chequeo y, para la gloria de
Dios, el médico confirmó que todo estaba bien. ¡El niño estaba
sano! ¡Se estaba desarrollando normalmente! Hoy, le damos toda
la gloria a Dios por lo que hizo y por Su fidelidad. Aunque tuvi-
mos tribulaciones, Él fue fiel a Su promesa y recibimos nuestro
gran rompimiento en CAP. Él ha traído avivamiento en muchas
áreas de nuestra vida, y ahora podemos disfrutar de Sus promesas
cumplidas.
PARTE I:
DIOS ESTÁ SACUDIENDO LA TIERRA

CAPÍTULO 2
EL SACUDIMIENTO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
L os tiempos que vivimos marcan el comienzo del fin de una era: la era del
Espíritu Santo, también llamada la era de la iglesia, la misma que concluirá
cuando Jesús aparezca en el rapto. El fin de una era significa la culmina-
ción de un aspecto de los propósitos de Dios, señala el fin de algo viejo y el
nacimiento de algo nuevo; mientras que, “la plenitud de los tiempos” (Efesios
1:10), aquello que hablamos en el capítulo anterior, significa la finalización
de todas las cosas. “La plenitud de los tiempos” será el clímax de los tiempos
y las temporadas, y la culminación de la vida en el mundo actual. Ese es el
momento en que Dios ha “de reunir todas las cosas en Cristo, así las que están
en los cielos como las que están en la tierra” (Efesios 1:10). Una vez más, los
eventos que evidenciarán la plenitud de los tiempos son: la segunda venida
de Cristo, Su reino milenial y el juicio final.
SEÑALES Y TEMPORADAS
Cada temporada en la vida se identifica por ciertas señales. En el mundo
natural, en el hemisferio norte, el otoño está marcado por lo general por la
caída de las hojas de los árboles; el invierno por temperaturas más bajas y
nevadas; la primavera por el nacimiento de las flores; y el verano por tem-
peraturas muy altas y el crecimiento de la vegetación. Ahora estamos en
una temporada sobrenatural de sacudimiento y debemos estar preparados
para ver señales espirituales y físicas de ello. Sobre esta temporada no solo
29
se profetizó en el Antiguo Testamento, sino que también Jesús habló de ella.

(Vea, por ejemplo, Hageo 2:6–7; Mateo 24:5–8). Las señales de esta tem-
porada —como tsunamis, inundaciones, incendios, huracanes y más— se
están manifestando en nuestro mundo físico. Un informe de CNN puntua-
liza sobre los huracanes que han impactado los Estados Unidos y las islas
del Caribe en los últimos treinta años.11 Precisa que el número de huracanes
intensos, con intensidad sostenida después de tocar tierra ha aumentado, y
esa tendencia continuará.12 También estamos viendo pestilencias, enferme-
dades, epidemias, perplejidades, guerras civiles, anarquía y gente inundando
las calles exigiendo sus derechos. Vivimos días de gran agitación. Los investi-
gadores y analistas pueden describir eventos que están ocurriendo y propor-
cionar algunas explicaciones científicas y sociales para ello, pero usualmente
solo lo hacen desde una perspectiva humana. Como creyentes no podemos
enfocarnos solamente en las manifestaciones terrenales, sino que debemos
discernir el significado espiritual detrás de ellas y responder apropiadamente.
Por ejemplo, como se apuntó en el capítulo anterior, el mundo sigue
lidiando con la plaga del coronavirus o COVID-19. El origen de este virus
continúa siendo objeto de debate, y ha demostrado ser muy difícil de con-
trolar, con variantes que surgen y producen nuevas oleadas de enfermedad
y muerte. A principios de 2021 muchas personas en los Estados Unidos
hacían largas filas esperando impacientemente recibir la primera dosis de
una vacuna. Millones alrededor del mundo todavía no tenían acceso a ellas.
A medida que avanza el 2021, muchos han elegido no ser vacunados, otros
aún no han podido obtener las vacunas, mientras que los casos de COVID-
19 con la variante Delta han aumentado en todo el mundo. Incluso se han
registrado algunos “brotes” infecciosos en personas ya vacunadas que han
contraído el virus. Mientras escribo este libro, todavía existen muchas pre-
guntas acerca de cuándo terminará esta plaga.
11. “Huracanes notables en la historia reciente de EE. UU.”, Datos rápidos de las estadísticas
de huracanes, CNN, 8 de julio, 2021, https://edition.cnn.com/2013/05/31/world/americas/
hurricane-statistics-fast-facts/index.html.
12. Doyle Rice, “¿Son los huracanes de categoría 5 como Dorian la ‘nueva normalidad’?”,
USA Today, septiembre 11, 2019, https://www.usatoday.com/story/news/
nation/2019/09/11/category-5-hurricanes-storms-like-dorian-new-normal/2275423001/;
Matt McGrath, “Climate Change: Hurricanes Get Stronger on Land as World Warms”
[“Cambio climático: Los huracanes se hacen más fuertes en tierra a medida que el mundo
se calienta”], BBC News, noviembre 11, 2020, https://www.bbc.com/news/science-
environment-54902068.
El sacudimiento de los últimos tiempos 31
Creo que se detendrá cuando su propósito concluya. Dios no es el autor

de enfermedades o dolencias, pero desde un punto de vista espiritual este
virus es una señal de que una nueva temporada de los últimos tiempos
ha comenzado. Esto apunta tanto a los últimos días profetizados como al
regreso de Jesús. Ha habido un movimiento en la dimensión espiritual, y
lo que vemos manifestado en la tierra es una consecuencia de lo que está
sucediendo en el mundo espiritual.
EL ÁMBITO NATURAL Y EL ÁMBITO ESPIRITUAL

Todo lo relacionado con los seres humanos y lo que hacen está conectado
con el ámbito espiritual. Sin embargo, la mayoría de personas no pueden
explicar fácilmente esta dimensión espiritual porque no la entienden. No
se conocen completamente a sí mismos ni conocen la Biblia; mucho menos
comprenden lo que está pasando a su alrededor, ni por qué. No son cons-
cientes del ámbito espiritual que los rodea e influencia. Una vez más, los
seres humanos solo pueden monitorear y explicar, hasta cierto punto, los
elementos naturales que captan a través de sus sentidos físicos. No pueden
ver ni comprender la dimensión espiritual sin la ayuda del Espíritu Santo
de Dios. “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de
Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de dis-
cernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).
SI NO VOLVEMOS A LA DIMENSIÓN DEL ESPÍRITU,

NO ENTENDEREMOS A DIOS Y SUS PROPÓSITOS.
Si removiéramos el ámbito espiritual, no habría universo ni humani-

dad, porque la dimensión natural depende de la espiritual para existir.
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. (Génesis 1:1)
Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de

ellos por el aliento de su boca. (Salmos 33:6)
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y

hembra los creó. (Génesis 1:27)
Es más, el ámbito espiritual gobierna el natural; por lo tanto, nada de

lo que está sucediendo en el mundo en este momento — ya sea ambiental,
político, económico, físico o emocional— está fuera de la influencia espiri-
tual. Todo tiene un trasfondo espiritual, una causa y un significado.
No me refiero solo al ámbito espiritual celestial y su influencia, sino
también al ámbito demoniaco y su influencia, que está en oposición a Dios
y será completamente removido en la plenitud de los tiempos. Por ejemplo,
estudios de “la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el [programa]
Global Burden of Disease [Carga Global de Enfermedades]... estiman que
casi 800,000 personas mueren por suicidio cada año. Eso significa una per-
sona cada 40 segundos”.13 Las personas mayores son el grupo de edad más
afectado, y los hombres tienen el doble de probabilidades que las mujeres
de terminar con sus vidas.14 Otros estudios revelan que la mayor parte de
la población mundial vive en la pobreza. Dos tercios viven con menos de
diez dólares al día, y uno de cada diez vive con menos de dos dólares al día,
que es lo que el Banco Mundial de las Naciones Unidas considera “pobreza
extrema”.15 Mientras que, en lo exterior, estas condiciones extremas podrían
parecer causadas por varios factores sociales, económicos y físicos. Aquellos
que están en sintonía con el ámbito sobrenatural pueden ver que también
hay una dimensión espiritual en ellas: el enemigo está utilizando espíritus
de suicidio y pobreza para atormentar a la gente en todo el mundo.
Una vez más, el Espíritu Santo de Dios es el único que sabe completa-
mente lo que está pasando en el mundo y por qué. Él conoce los tiempos y
las temporadas de los planes de Dios para la humanidad, para este planeta
y el universo. La buena noticia es que el Espíritu todavía habla —tanto a
través de las Escrituras como directamente— al pueblo de Dios, a aquellos
que creen en Jesucristo y lo obedecen.
Antes de dejar esta tierra y ascender al cielo, Jesús les dijo a Sus discí-
pulos: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;
13. Hannah Ritchie, Max Roser, y Esteban Ortiz-Ospina, “Suicidio”, Nuestro mundo en
datos, 2015, https://ourworldindata.org/suicide.
14. Ritchie, Roser, y Ortiz-Ospina, “Suicidio.”
15. Max Roser y Esteban Ortiz-Ospina, “Pobreza extrema global,” Nuestro mundo en datos,
2019, https://ourworldindata.org/extreme-poverty.
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os
hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:13). El Espíritu Santo puede
brindarle una perspectiva espiritual para entender lo que está ocurriendo tras
bastidores en el mundo de hoy; podrá reconocer la temporada en el ámbito
espiritual, la cual refleja lo que está sucediendo actualmente en el mundo
natural. A medida que lo haga, podrá comprender lo que antes no tenía sen-
tido para usted acerca del sacudimiento que estamos experimentando.
El Espíritu está usando a los apóstoles y profetas de Dios para llamar
la atención de la iglesia en esta temporada sobrenatural, a fin de prepa-
rarnos para ser su remanente en estos últimos días. Sin embargo, todavía
hay mucha confusión entre la gente de la iglesia, porque numerosos predi-
cadores están rechazando esencialmente al Espíritu Santo y Su poder en
un momento que es vital tener Su revelación y consejo. Su consiguiente
ceguera y sordera frente al Espíritu les impide comprender por qué el
mundo está tan sacudido, lo que les impide transmitir la revelación a sus
congregaciones. Carecen de conocimiento —y, sobre todo de sabiduría—
para guiar al pueblo en estos tiempos. En cambio, confunden aún más a
quienes los escuchan. No pueden dar respuestas con revelación a las pre-
guntas del pueblo; tampoco saben afrontar personalmente estos días ni
prepararse para lo que viene.
SIN LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO SERÁ IMPOSIBLE

QUE CONOZCAMOS LA VOLUNTAD DE DIOS.
¿QUÉ HAY DETRÁS DEL SACUDIMIENTO?

naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones. (Hageo 2:6–7)
La voz [de Dios, cuando dio la ley en el Monte Sinaí] conmovió

entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y
conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase:

Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas
hechas, para que queden las inconmovibles. (Hebreos 12:26–27)
En estos pasajes, Dios está diciendo: “¡Sacudiré el cielo y la tierra!” Por

lo tanto, aunque Satanás y los seres humanos provoquen opresión, dolor y
muerte en el mundo, en definitiva, no es el diablo ni los hombres los que
están detrás de los sacudimientos de los últimos tiempos, sino Dios mismo.
Él es el único que puede crear un sacudimiento global como el que estamos
experimentando. En consecuencia, el sacudimiento no es algo contra lo que
podamos orar. Más bien, debemos atravesarlo porque es una señal de los
últimos tiempos que está sucediendo como un acto soberano de Dios.
En Hageo 2:6–7 la palabra hebrea para “temblar” es rā‘ash, entre cuyos
significados se encuentran “ondular, o moverse con un movimiento ondu-
latorio (como la tierra, el cielo, etc.; también como un campo de cereales),
especialmente por causa del miedo”, “temer”, “sacudir” y “estremecer”.
Cuando la Biblia habla de ese tipo de sacudimiento, se refiere a una demos-
tración asombrosa del poder de Dios.
Los versículos anteriores de Hebreos 12 explican cómo, en el Monte
Sinaí, cuando Dios le entregó las tablas de la ley a Moisés para que las
obedeciera el pueblo de Israel, Él sacudió la tierra. Este evento es conside-
rado como el primer Pentecostés. El segundo Pentecostés ocurrió cuando
el Espíritu Santo descendió sobre los ciento veinte discípulos de Jesús que
estaban orando y esperando por Su promesa en el aposento alto. En ese
momento, la tierra volvió a temblar. (Vea Hechos 4:31). Hoy, Dios está
sacudiendo la tierra una vez más, pero esta vez a escala global.
LA SEÑAL DEFINITIVA DE LA APARICIÓN DE CRISTO

ES EL SACUDIMIENTO GLOBAL.
Este sacudimiento tiene tres etapas: una etapa preliminar, la cual atra-
vesamos a principios del siglo XXI, con continuos ataques terroristas; una
etapa intermedia (en la que nos encontramos ahora); y una etapa final (que
en realidad se inició con el arribo de la década de 2020, pero que se hará

cada vez más intensa). Una vez más, la etapa final conducirá a la culmina-
ción de la temporada del Espíritu Santo en la tierra, que se caracterizará
por un avivamiento espiritual y una cosecha sin precedentes. Estamos en
la cúspide de la hora cero señalada para la tierra, antes de la aparición de
Cristo. Somos la generación que está viendo el mayor cumplimiento de
profecías bíblicas y, sin duda, veremos el regreso del Señor.
Durante los tiempos de sacudimiento divino, los actos soberanos de
Dios desafiarán el conocimiento humano.
Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la

tierra angustia de las gentes confundidas a causa del bramido del mar
y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación
de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los
cielos serán conmovidas. (Lucas 21:25–26)
“El sol, la luna y las estrellas” pueden representar el rango de enten-

dimiento de los seres humanos, su capacidad para ver y comprender el
mundo en que viven. Significan la luz de la educación humana, la sabidu-
ría y el conocimiento adquirido a través de los siglos. Sabemos que dicho
conocimiento es limitado, y las limitaciones de la capacidad humana están
siendo expuestas en el sacudimiento de los últimos tiempos. Cuando la
gente experimenta sacudimientos se desorienta, distrae, confunde, angus-
tia, preocupa y asusta. Esto sucede porque las cosas que parecían estar
seguras en sus vidas y en su entorno están siendo desplazadas y removi-
das. Los tiempos difíciles en que vivimos están dejando a la gente perpleja,
en crisis, sintiendo que no tienen salida. No tienen respuestas adecuadas
porque todo lo que saben está siendo sacudido. Su conocimiento terrenal
no es suficiente para proporcionar respuestas reales y soluciones sostenibles
para las crisis de hoy. Cuando las personas no pueden comprender, explicar
o interpretar lo que está sucediendo en el mundo, solo les queda clamar a
Dios por sabiduría y ayuda.
LA BASE DE NUESTRA CONFIANZA EN DIOS ES

QUE ÉL CONOCE EL RESULTADO FINAL.
Por ejemplo, la economía mundial está siendo sacudida como una señal
divina para que el hombre se arrepienta y busque a Dios. Es por eso que
hemos experimentado crisis financieras como la caída de la bolsa de valores
en 2008 y otros problemas económicos. Dios está demostrando que Él es
el verdadero dueño de todo el oro y la plata del mundo. Debemos darnos
cuenta que el propósito de estas señales es captar la atención de la humani-
dad, porque Dios sabe que es durante esas crisis cuando la gente se vuelve
a Él. Dios tiene las respuestas a través del Espíritu Santo para aquellos que
lo buscan de corazón.
Como describí anteriormente, no es solo la economía mundial la que
está siendo sacudida y continuará siéndolo. Hemos visto sacudimiento en
los patrones del tiempo. La naturaleza está confundida y en consecuen-
cia también nuestro clima. Dios está sacudiendo sistemáticamente todas
las cosas. Las naciones, los gobiernos, los sistemas políticos, las institucio-
nes educativas, el comercio, las denominaciones religiosas, las iglesias, los
ministerios, las familias, las relaciones, las estructuras físicas, las monta-
ñas y otros elementos naturales, los tiempos y las estaciones; aun el mismo
diablo está siendo sacudido. La única persona que no está siendo sacudida,
y para quien el propósito del sacudimiento es claro, es aquella que lo está
produciendo. Desde la perspectiva de Dios, este sacudimiento, aparente-
mente caótico, está trayendo orden porque está conforme a Su plan para
los últimos tiempos.
En estos tiempos el evangelismo se vuelve clave a medida que las perso-
nas buscan verdadera seguridad. La gente necesita a alguien que les ayude a
encontrar la salvación en Cristo y a recibir al Espíritu Santo para que more
dentro de ellos. Por lo tanto, durante el sacudimiento, debemos predicar
el evangelio con denuedo, con demostración del poder de Dios y de forma
personal, como hizo Jesús con la mujer del pozo. (Vea Juan 4:1–42). El
testimonio más poderoso es el que resulta de una experiencia personal con
el poder de Dios. ¡Eso es irrefutable!
FUNDADO SOBRE LA ROCA O SOBRE LA ARENA

Nada que pueda ser sacudido permanecerá sin sacudir. Cada dimen-
sión o esfera de la vida que no esté basada en Dios caerá, mientras que todo
lo que esté establecido en Él permanecerá. (Vea Hebreos 12:27). Esto fue
lo que Jesús explicó en la parábola de los dos cimientos, o la parábola de los

constructores sabios y necios:
¿Por qué me llamáis, “Señor, Señor”, y no hacéis lo que yo digo? Toto

aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién
es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y
ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inunda-
ción, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover,
porque estaba fundada sobre la roca. Más el que oyó y no hizo, seme-
jante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento;
contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina
de aquella casa. (Lucas 6:46–49)
¿Está su vida construida sobre la arena, o está construida sobre la roca?

¿Está su fe basada solo en las cosas que puede ver, o está establecida en el
Dios eterno? Si su fe está en las cosas materiales, definitivamente será sacu-
dida. Cualquiera puede afirmar que tiene fe, pero cuando vienen las crisis
y son sacudidos, se revelará el fundamento sobre el que su fe está fundada.
Nuestra fe debe estar establecida en Cristo, la Roca firme. (Vea, por ejem-
plo, Hechos 4:10–12).
CUANDO DIOS SACUDE UNA CASA, SE REVELAN LOS

CIMIENTOS SOBRE LOS QUE ESTÁ CONSTRUIDA.
No importa quién es usted o lo que hace, no escapará al sacudimiento

de los últimos tiempos. Todos tendremos que pasar por eso. La única dife-
rencia será que si nuestro fundamento está construido sobre Cristo, nos
mantendremos firmes y tendremos respuestas para estos tiempos de crisis;
pero si nuestro fundamento está construido sobre algo material, temporal
o espiritualmente débil, seremos sacudidos hasta que busquemos a Dios de
todo corazón.
No importa lo que suceda en la tierra, Dios no cambiará. (Vea, por
ejemplo, Santiago 1:17). Él no puede ser movido o sacudido. (Vea, por
ejemplo, Salmos 62:2). Él tiene todo el control. Debemos descansar en este
conocimiento mientras experimentamos sacudimiento en nuestras vidas,

sabiendo que si permanecemos en Cristo, permaneceremos firmes. Hebreos
12:28 dice: “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos grati-
tud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia”.
CUATRO ASPECTOS DEL SACUDIMIENTO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Debemos entender que hay cuatro aspectos en el sacudimiento de los
últimos tiempos: (1) el juicio de la casa de Dios, o de la iglesia; (2) el juicio
a las naciones; (3) el sacudimiento de todas las naciones; y (4) la revelación
de la gloria de Dios.
1. EL JUICIO DE LA CASA DE DIOS

En las Escrituras leemos que el juicio comienza con el pueblo de Dios:
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si

primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no
obedecen al evangelio de Dios? (1 Pedro 4:17)
Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti

mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
el cual pagará a cada uno conforme a sus obras. (Romanos 2:5–6)
Dios ama a Su pueblo; por lo tanto, como Él sabe que se acerca el fin,
está juzgando a la iglesia apóstata; esa porción de la iglesia, especialmente
sus líderes, que satisfacen los deseos carnales del pueblo, creyendo que de
esa manera mantendrán estables sus congregaciones, en lugar de guiar a
las personas a arrepentirse de sus pecados. Tanto la iglesia apóstata como
la novia remanente se revelarán en los últimos tiempos. Esta última es la
iglesia dentro de la iglesia, que se mantiene “velando y orando” (vea, por
ejemplo, Marcos 13:33), y que se distingue por lo sobrenatural, la santidad
y el hambre por Dios.
LA MARCA MÁS DISTINTIVA DEL REMANENTE

ES LO SOBRENATURAL.
Si usted es un líder en su iglesia y le gusta complacer a la gente, enton-

ces tenga cuidado: este no es momento de complacer al mundo. Necesita
arrepentirse y buscar a Dios porque será sacudido. El remanente de Cristo
debe tener la capacidad de satisfacer las necesidades de las personas con
el poder sobrenatural de Dios. Esto no se logra conformándose a lo que la
gente quiere que se haga, sino haciendo únicamente lo que Dios quiere que
se haga. La sobrevivencia de la iglesia en los días venideros dependerá de
que caminemos en el poder sobrenatural divino; de lo contrario, seremos
irrelevantes. No tendremos respuestas reales para las necesidades cruciales
de los individuos, las comunidades y las naciones.
Independientemente de si un sacudimiento en particular está dirigido al
remanente, ese sacudimiento revelará a los verdaderos y fieles seguidores de
Dios, porque Dios guardará a su remanente en medio del derramamiento de
su ira. Así lo anunció Isaías: “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra
tras ti tus puertas, escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la
indignación” (Isaías 26:20). Lo que hagamos, creamos, y cómo actuemos en
el momento del sacudimiento es lo que revelará nuestra identidad en Dios,
nuestra autenticidad, nuestro conocimiento espiritual y nuestra posición en
Cristo. Si somos la iglesia remanente, Dios nos sostendrá.
EL PRIMER SACUDIMIENTO COMIENZA CON LA CASA DE DIOS,

PORQUE NO TODOS EN ELLA FORMAN PARTE DEL REMANENTE.
2. EL JUICIO A LAS NACIONES

Otro aspecto del sacudimiento de los últimos tiempos es el juicio de
Dios a las naciones. La Biblia dice que Dios tiene copas o vasos en los que
acumula varias cosas, como Su salvación, Su misericordia, las oraciones
de Su pueblo, Su ira, y la iniquidad de la humanidad. (Vea, por ejemplo,
Apocalipsis 5:8; 16:19). Cuando una copa alcanza su capacidad máxima, o
cuando Dios así lo ordena, esa copa es derramada sobre la tierra. En este
momento, dos copas están derramándose: la copa de la ira de Dios —a
causa de la iniquidad o la maldad del hombre— y la copa de Su miseri-
cordia. Estas copas contienen siglos de acumulación y han alcanzado su
plenitud. Dios juzgará a los que sembraron iniquidad y bendecirá a los que
sembraron misericordia.
El sacudimiento es el castigo indignado de Dios a la humanidad que,
en completa rebeldía, vive sin fe, sin Dios y sin esperanza en el mundo (vea
Efesios 2:12), despreciando la vida y la creación que Dios le ha confiado. Así
lo anticipó el profeta Isaías: “Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para
castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la
sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos” (Isaías 26:21).
Como expliqué en el capítulo 1, el sacudimiento de la iglesia es dife-
rente al sacudimiento del mundo. El sacudimiento del mundo es para
juicio, mientras que el sacudimiento de la iglesia es para purificación. Todas
las plagas que Dios envió a Egipto fueron dirigidas al gobierno; pero Dios
protegió a Su pueblo y preservó a sus primogénitos mediante la sangre del
sacrificio del cordero. (Vea, por ejemplo, Éxodo 12:13). De manera similar,
usted debe aplicar la sangre de Jesús a su vida para ser salvo y resguardado
espiritualmente. (Vea, por ejemplo, 1 Juan 1:7; Apocalipsis 1:5).
3. EL SACUDIMIENTO DE TODAS LAS NACIONES

“Y haré temblar a todas las naciones” (Hageo 2:7). En el capítulo 1
escribí que el sacudimiento de los últimos días es una señal para la iglesia,
Israel y el mundo de que estamos en los tiempos finales. De nuevo, cuando
vemos el coronavirus sacudiendo al mundo entero, debemos reconocerlo
como una señal de los últimos días. Ya sea que el virus fue creado por el
hombre o transmitido por animales, Dios lo permitió, y permitirá plagas
futuras que devastarán la tierra como señales de los últimos tiempos.
EL SACUDIMIENTO VIENE A JUZGAR,

REPRENDER Y CORREGIR, PERO EL ARREPENTIMIENTO HACE
QUE DIOS RETRASE O DETENGA SU JUICIO.
En estos últimos días, Dios está sacudiendo a todas las naciones a fin de
prepararlas para ser testigos de la iglesia remanente que predicará el evange-
lio. Como he venido enfatizando, si la gente no es sacudida o quebrantada,
no estará dispuesta a escuchar el evangelio. El sacudimiento trae juicio y

misericordia al mismo tiempo; juicio para los que no se arrepienten y mise-
ricordia para aquellos que se humillan y someten su vida a Dios.
4. LA REVELACIÓN DE LA GLORIA DE DIOS

La tierra está a punto de concluir el ciclo que comenzó con la gloria
de Dios y terminará con esa misma gloria. El profeta Isaías anunció esto
cuando dijo:
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová

ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y
oscuridad las naciones; más sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será
vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplan-
dor de tu nacimiento. (Isaías 60:1–3)
Nuevamente, la iglesia tiene una cita con uno de los más grandes derra-
mamientos del Espíritu Santo: el avivamiento y la cosecha de los últimos
tiempos. Estamos a punto de experimentar un despertar sin precedentes
entre los hijos de Dios; será algo que la tierra no ha visto antes, y sucederá
en medio del mayor sacudimiento que el mundo jamás ha experimentado.
El sacudimiento dentro de la iglesia traerá un derramamiento de la gloria
de Dios que preparará al remanente para el rapto, porque Jesús regresa por
una iglesia gloriosa. (Vea Efesios 5:26–27). En medio del sacudimiento la
iglesia estará en gloria, de modo que, mientras el mundo esté en caos, la
iglesia será vista como un lugar de refugio.
AQUELLOS QUE NO TIENEN CONOCIMIENTO DE

LA GLORIA SOLO RECIBIRÁN JUICIO.
¿QUÉ DERRAMAMIENTO RECIBIRÁ USTED?

Permítame preguntarle de nuevo, ¿de qué lado está usted? ¿De qué
derramamiento está listo para recibir: de la copa de juicio o de la copa
de misericordia? ¿Experimentará la maldición o la bendición? Este es el
momento de enfrentar la verdad sobre su fe y cómo la ha vivido hasta hoy.

El sacudimiento viene a los hijos de Dios para despertarlos del profundo
sueño de la comodidad y el confort. Seguir a Cristo no es fácil. Después
de todo, Él no prometió un camino fácil sino todo lo contrario. (Vea, por
ejemplo, Mateo 16:24–25). Para seguirlo, debemos morir a los deseos de la
carne, a los placeres de este mundo, a la soberbia de la vida y al éxito como
el mundo lo define. (Vea, por ejemplo, 1 Juan 2:16). Debemos morir para
vivir; y debemos perder para ganar. (Vea, por ejemplo, Juan 12:24). Los
creyentes deben comenzar a recordar estas verdades, buscar a Dios con
todo su corazón y tomar sus lugares como miembros de la iglesia rema-
nente; como la novia gloriosa que manifestará el poder de Dios sobre la
tierra y preparará el camino para la venida de Jesucristo.

Mario Dávila asiste al Ministerio El Rey Jesús en Miami. Durante la
pandemia de la COVID-19, su tío en Nicaragua, quien estaba al comienzo
de sus sesenta años, estuvo expuesto al virus y los médicos le dieron dos
semanas de vida. Cuando su cuerpo dejó de funcionar, Mario y su esposa,
llenos del Espíritu Santo, clamaron a Dios.
Mi esposa y yo hemos sido testigos de la mano de Dios en esta

crisis reciente. Nuestra fe ha sido encendida por los milagros que
hemos visto en nuestra familia. El tío de mi esposa y sus compa-
ñeros de trabajo contrajeron el coronavirus. Sin embargo, aunque
los compañeros de trabajo del tío estaban muriendo, él pasó por la
enfermedad sin experimentar ningún síntoma.
Además, mi tío de sesenta y un años contrajo el coronavirus
y estuvo un mes en el hospital, entubado durante dieciséis días.
Sufría insuficiencia renal, insuficiencia hepática, insuficiencia car-
díaca e insuficiencia pulmonar. Los médicos le informaron a su
hijo que solo tenía un 10 por ciento de probabilidades de vivir. Le
dijeron que no había nada que hacer, que su padre moriría en dos
semanas. Mi familia creó un grupo de internet para comunicarse
con los hermanos de mi tío y averiguar cómo iban a lidiar con esta
situación. Esperaban lo peor. De hecho, algunos de los miembros
de mi familia estaban orando para que se hiciera la voluntad de
Dios al aceptar la posibilidad de su muerte. Sin embargo, les dije:

“¡No! Vamos a creer que Cristo lo va a revivir y que él va a servir
a Dios”. Milagrosamente, mi tío se recuperó. De los seis pacientes
que estaban con él, solo dos sobrevivieron, un joven y mi tío. ¡Fue
un milagro! Pudimos ver el poder de Dios manifestado, un antes
y un después visible, para Su gloria. Ahora, puedo testificar que
mi familia está viviendo un gran avivamiento y que Dios usó este
proceso para mostrarnos Su amor.
El siguiente es el testimonio de una mujer que, en medio del sacudimiento

mundial, entregó su vida a Dios y ahora vive en lo sobrenatural, de milagro
en milagro. Mientras otros se desesperan tratando de encontrar una salida a
problemas imposibles, ella se vuelve a Dios y ve que sucede lo imposible.
Mi nombre es Edenia y soy originaria de Cuba. Me convertí

al Señor en 2014. Fui víctima de violencia doméstica, tenía una
niña de 4 años y no tenía recursos. Cuando emigré a los Estados
Unidos, llegué llena de miedos. Mis padres no eran malas perso-
nas, pero durante mi infancia se divorciaron y su separación marcó
mi corazón con resentimiento. Luego de ir a mi primer retiro en
el Ministerio El Rey Jesús, el Señor comenzó a remover la falta
de perdón, el resentimiento y el miedo. Entonces todo comenzó a
encajar. Lo que más me impactó fue sentirme limpia por primera
vez. El Señor perdonó todo mi pasado.
Había estado asistiendo al Ministerio El Rey Jesús no más de un
año, cuando tuve una experiencia que me impactó aún más. Un día
en la iglesia, estaba muy impresionada por la atmósfera espiritual;
tuve un encuentro con el Señor en el que me atreví a creer en Su
provisión e hice un pacto con Él con respecto al dinero que me que-
daba en mi cuenta de banco —solo diez dólares— para comprar
una casa; y Dios fue fiel. Le pedí al Señor por una casa de dos pisos,
tres cuartos, dos baños y medio. Quería ser una líder de Casa de
Paz,16 así que quería una casa de esquina, espaciosa, con un baño
16. Una Casa de Paz se refiere al hogar de un miembro del Ministerio Internacional El Rey
Jesús o de sus iglesias asociadas que recibe a vecinos, parientes y amigos con el propósito de
compartir el evangelio del reino, enseñar la Palabra de Dios e impartir Su poder. La misma
unción, poder sobrenatural y la presencia de Dios que se encuentran en la iglesia principal
del Ministerio El Rey Jesús se manifiestan allí.
en el primer piso. Había incluido tantos detalles en mi petición de

oración que mi familia pensó que estaba pidiendo demasiado. Pero
en agosto de 2015 recibí exactamente la casa que había pedido.
Ahora me atrevo a creerle a Dios por cualquier cosa.
Ese mismo año comencé a pedirle a Dios en nombre de mi media
hermana, su esposo y su hijo que se pudieran reunir conmigo en los
Estados Unidos. La gente me dijo que sería imposible que fueran
aprobados por inmigración; pero yo le creí a Dios. Cuando fui a
CAP 2015, hice un pacto y creí que antes del Día de la Madre de
2016 mi hermana y su familia estarían en los Estados Unidos. Por
lo regular el proceso lleva de dos a cinco años; sin embargo, llega-
ron al país el domingo antes del Día de la Madre de 2016, tal como
yo lo había declarado. Ese mismo año, perdí mi trabajo; pero no
mi fe. De nuevo, hice un pacto con Dios y le dije: “Señor, no quiero
un trabajo pequeño. Quiero un trabajo real en mi profesión, con
beneficios”. Y el Señor fue bueno, porque ese mismo año comencé
a trabajar para el gobierno, con pago de vacaciones, un plan de jubi-
lación y seguro médico. ¡Ya me han promocionado cinco veces!
En 2017 me diagnosticaron un quiste de unos cuatro centíme-
tros cerca del ovario izquierdo. Incluso podía sentirlo por fuera.
Cuando el médico quiso programar la cirugía, le dije que no, que
creía en un Dios sobrenatural, y que ningún bisturí iba a tocar mi
cuerpo. En una reunión de la iglesia, un profeta oró por las mujeres
con quistes y declaró sanidad. En ese momento, sentí que el quiste
se había ido. Después de tres semanas, fui al médico porque me
dijo que no podía posponer más la cirugía. Cuando le dije que ya
no tenía el quiste, sonrió con incredulidad. Hizo dos ultrasonidos
porque no encontró el quiste en el primero. Al final me dijo: “Es
verdad, ya no está. ¿No ha tenido dolor? ¿No ha sentido nada?” Yo
le respondí: “No, solo he sentido la gloria de Dios en mi vida y sé
que Él me sanó”.
En CAP 2018 me atreví a creerle al Señor por mis deudas; le dije
que quería entrar al 2019 libre de deudas. Entonces, hice un pacto
y creí. Tuve un hermoso encuentro con el Señor y mi fe creció.
Hice un pacto para refinanciar mi casa y pagar mis deudas. En
2019 comencé el proceso; hoy puedo testificar que refinancié toda

la deuda y la casa. Recibí una llamada del banco para ofrecerme un
tipo de interés prácticamente insólito, incluso para personas con
buen crédito. Dejé de pagar más de 40,000 dólares en intereses.
¡Mi deuda fue pagada por completo!
CAPÍTULO 3
LA CORRUPCIÓN MORAL DE LA HUMANIDAD
L a corrupción moral de la humanidad comenzó con la rebelión de la

raza humana contra Dios en el jardín del Edén. (Vea Génesis 3). Desde
entonces, la corrupción interna de los seres humanos ha afectado todos los
aspectos de sus relaciones con Dios y con otras personas. A través de los
milenios, esto también ha influido negativamente en todos los segmentos
de la sociedad: el gobierno, la política, los negocios, la religión, las artes, los
deportes, la música, la ciencia, la salud y mucho más. Aunque cada genera-
ción ha manifestado los efectos de la degeneración moral debido al pecado,
la Biblia nos dice que la influencia y manifestación de esta depravación cre-
cerá dramáticamente en los últimos tiempos. El corazón de las personas se
corrompe cada vez más. Y en la primera parte del siglo XXI hemos visto
un aumento en la degradación del carácter humano.
En el mundo natural sabemos que cuando una manzana comienza a
podrirse, nada puede detener su completa descomposición ni evitar que
arruine las otras frutas a su alrededor. La corrupción funciona de la misma
manera, sin importar dónde la encontremos. Si no fuera por la salvación a
través de Cristo, la corrupción moral sería irreversible para la raza humana.
Esa es la razón por la que nadie en la tierra tiene un plan efectivo para
detenerla, ni los gobiernos, ni las instituciones, ni las organizaciones reli-
giosas. Solo Dios sabe cómo lidiar con eso; y no es mejorando al hombre, ni
siquiera restaurándolo, sino haciéndolo nuevo en Cristo. De ahí que Jesús le
47
dijo a Nicodemo, “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo,
no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3).
La regeneración en Jesús es la respuesta a la corrupción moral de la
humanidad; pero el hombre se ha negado persistentemente a entregarse a
Dios y a Sus planes para la raza humana. Pablo advirtió específicamente
a Timoteo que “en los postreros días vendrán tiempos peligrosos” (2 Timoteo
3:1). El término “tiempos peligrosos” indica tiempos difíciles, violentos y
estresantes, influenciados por una gran actividad demoníaca. “Porque no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espiritua-
les de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12). Creo que hoy estamos
viviendo tiempos peligrosos en los que abunda la influencia demoníaca, no
solo a través de la violencia, sino también a través de la inmoralidad. Esa
influencia demoníaca ha venido sobre muchas personas y, como resultado,
estamos viendo la corrupción moral que el apóstol Pablo declaró que sería
característica del fin de los tiempos:
También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos
peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vana-
gloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos,
impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes,
crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados,
amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de
piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos
son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas
cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas
siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de
la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés,
así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendi-
miento, réprobos en cuanto a la fe. (2 Timoteo 3:1–8)
Jesús anunció que los últimos días serían como los días de Noé:
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y

que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de con-
tinuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre
en la tierra, y le dolió en su corazón... Y se corrompió la tierra delante
La corrupción moral de la humanidad 49
de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y

he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido
su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de
todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he
aquí que yo los destruiré con la tierra. (Génesis 6:5–6, 11–13)
Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el
arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos,
así será también la venida del Hijo del Hombre. (Mateo 24:37–39)
La generación de Noé se caracterizó por su dureza de corazón y su

sordera a la voz de Dios. En aquella época, la maldad de los seres humanos
era grande, y todos sus pensamientos eran malos. La tierra estaba llena
de violencia, y toda carne era corrupta. Por lo tanto, el Señor trajo juicio
sobre la tierra a través del diluvio, destruyendo toda vida humana, excepto
a Noé y su familia. La condición moral de la humanidad es la misma hoy
que en aquel entonces. El sacudimiento de los últimos tiempos que nuestro
mundo está experimentando da testimonio de la corrupción de los seres
humanos y su negativa a escuchar la voz de Dios. La actividad demoníaca
está en su apogeo ahora, y no hay vuelta atrás.
LA CORRUPCIÓN MORAL DEL HOMBRE ES LA CAUSA PRINCIPAL

DEL SACUDIMIENTO, PORQUE TRAE EL JUICIO DE DIOS.
¿QUÉ ES LA MORALIDAD?
Para entender mejor a qué se refiere la corrupción moral de la huma-
nidad, primero me gustaría establecer qué es la moral. La moral de una
persona son sus creencias con respecto a lo que es aceptable e inaceptable
en su vida y en la sociedad. Indica su código de conducta o estándar de
comportamiento. Los individuos, las familias, los grupos de personas y las
naciones se sustentan gracias a que mantienen valores justos y los practi-

can. De forma generalizada, la moral positiva entre las personas es una
condición para establecer y mantener una sociedad recta y justa. Cuando
Dios estableció a Israel como pueblo y nación, lo primero que le dio fue un
código moral porque ese es el forro de la tela o el tejido de la sociedad; es lo
que instruye y forma el carácter de sus miembros.
Exploremos más a fondo esta idea. Dios creó todas las naciones, pero
eligió la nación de Israel para ser diferente, separada del resto, como un
reflejo de Su propia naturaleza. “Justicia y juicio son el cimiento de tu trono;
misericordia y verdad van delante de tu rostro” (Salmos 89:14). El enfoque
de los israelitas hacia la vida debía ser diferente, especialmente desde un
punto de vista moral. Dios les dio ciertas leyes y códigos de conducta, que
eran de naturaleza tan sólida y saludable que muchas permanecen hoy en
día, especialmente entre las sociedades cristianas de todo el mundo. La
base de estas leyes son los Diez Mandamientos (vea Éxodo 20:1–17), cuya
influencia incluso ha llegado a la esfera legal de nuestro tiempo. Por ejem-
plo, en el mundo de hoy, hay leyes contra el asesinato, dar falso testimonio,
robar, etc., todo ello extraído del código moral israelita.
LA MORALIDAD DE UNA PERSONA MOLDEA SU CARÁCTER.
En la actualidad, vemos que los valores morales positivos en la familia

y en la sociedad se diluyen cada vez más, hasta que desaparecen. Cuando
esos valores disminuyen en una sociedad, esta se corrompe y acaba destru-
yéndose. La nación de los Estados Unidos, por ejemplo, nació y se fundó
sobre los principios morales bíblicos que Dios dio al pueblo de Israel. Pero,
hoy en día, nos hemos desviado tanto de esos fundamentos que tenemos
que preguntarnos: ¿Sigue siendo EE. UU. una nación cristiana, o es sim-
plemente una nación con un número de cristianos en ella? La evidencia de
una nación sometida a Dios es la justicia y el juicio justo. ¿Cómo podemos
decir que somos una nación sometida a Dios, con moral cristiana, cuando
nuestra tierra carece de justicia? Vemos a personas que sufren daños físicos
a manos de otros, que se derrama sangre inocente, que los líderes abusan
del poder y oprimen a los débiles, vemos ricos que explotan a los pobres, y
tantas otras formas de injusticia.
Los valores de Dios se expresan en la Biblia, y comienzan con estos
claros principios:
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con

todas tus fuerzas. (Deuteronomio 6:5)
A Jehová tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su

nombre jurarás. (Deuteronomio 10:20)
Todos los valores que se encuentran en los Diez Mandamientos se

basan en estos principios. Hoy, hay muchas personas que no aman ni
temen a Dios y tampoco enseñan a sus hijos a amarlo, temerlo, servirlo ni
seguirlo. Por esta razón, se están perdiendo los valores morales justos. Si
carecemos de estos principios fundamentales, no tendremos base alguna
para desarrollar valores sociales que procedan de ellos.
Después del compromiso de seguir a Dios y Sus caminos, el valor moral
más fundamental que una persona puede tener es el compromiso de cons-
truir una familia amorosa, fuerte y unida en el Señor. Dios creó al hombre
y a la mujer y les dio el mandato, “Fructificad y multiplicaos” (Génesis 1:28);
por lo tanto, el matrimonio es una institución divina, que fue, es y siempre
debe ser entre un hombre y una mujer. Cuando eliminamos estos valores
básicos relacionados con la familia, creamos familias disfuncionales.
Al día de hoy, hay una creciente falta de padres en el hogar debido a
la separación matrimonial y al divorcio, así como a que hay hombres que
abandonan a sus familias tras tener hijos fuera del matrimonio con otras
parejas. Según el plan de Dios, los hombres deben servir como sacerdotes
de sus familias. (Vea, por ejemplo, 1 Corintios 11:3). Cuando los hombres
están ausentes de la familia, las mujeres se ven obligadas a asumir el papel
de líderes espirituales, además de cumplir sus propios roles. Asimismo, los
niños crecen sin padres que los guíen y, en consecuencia, carecen de un ver-
dadero sentido de identidad. Este es el caso actual de nuestra sociedad. Hoy
podemos decir que vivimos en un planeta de huérfanos, porque esta genera-
ción está llena de niños que carecen de identidad y de hijas e hijos pródigos
que recurren a las drogas, la inmoralidad sexual y otros vicios porque no han
crecido en un hogar amoroso ni basado en los valores de Dios.
En otro ejemplo de valores perdidos, la sociedad norteamericana, en su
mayor parte, acepta el aborto como algo normal. Considera que el aborto
es “el derecho de una mujer a controlar su propio cuerpo”, independiente-
mente de los derechos de la persona en su vientre.17 En los Estados Unidos,
la aceptación general del aborto ha aumentado en los últimos sesenta años
porque la nación ha perdido los valores morales del Creador. Pero sin
importar lo que piense la sociedad, el aborto sigue siendo un pecado ante
Dios, que nos separa de Él y acarrea terribles consecuencias. ¡Se ha perdido
el valor de la vida! A menudo, los animales son hoy más valorados que un
bebé en el vientre de su madre.
En nuestra sociedad, el pecado está siendo constantemente legalizado.
Todo el mundo está defendiendo egoístamente sus propios derechos; pero
relativamente pocos están defendiendo las causas de Dios: los derechos
de los inocentes, los derechos de aquellos que no pueden defenderse a sí
mismos. (Vea, por ejemplo, Santiago 1:27). Como cristianos debemos
defender los valores morales perdidos, como la justicia, la integridad, la
verdad, la rectitud y la misericordia. “Si fueren destruidos los fundamentos,
¿qué ha de hacer el justo?” (Salmos 11:3).
¿QUÉ ES LA CORRUPCIÓN?
Ahora que hemos definido la moralidad, exploremos la definición de
corrupción. La palabra corrupción simplemente significa perversión, deca-
dencia, podredumbre y ruina. En el ámbito moral, la corrupción se refiere
al “comportamiento deshonesto o ilegal, especialmente por parte de perso-
nas poderosas”, la “inducción al mal por medios indebidos o ilegales (como
el soborno)”, es la “desviación de lo original, de lo que es puro o correcto”,
y las “conductas inmorales o las prácticas perjudiciales u ofensivas para
la sociedad”.18 Incluidas en estas definiciones deberían estar el abuso de
17. Alison Durkee, “La mayoría de los estadounidenses apoyan el aborto, según las
encuestas—pero no más adelante en el embarazo”, Forbes, 25 de junio de 2021, https://www.
forbes.com/sites/alisondurkee/2021/06/25/majority-of-americans-support-abortion-poll-
finds---but-not-later-in-the-pregnancy.
18. Merriam-Webster.com Dictionary, s.v. “corruption”, https://www.merriam-webster.com/
dictionary/corruption, y Merriam-Webster.com Thesaurus, s.v. “corruption”, https://www.
merriam-webster.com/thesaurus/corruption.
poder para beneficio personal. “La corrupción no es suya; de sus hijos es la

mancha, generación torcida y perversa” (Deuteronomio 32:5).
Un informe de las Naciones Unidas de 2018, que resume los comen-
tarios del secretario general Antonio Guterres, dice que el problema de la
corrupción “está presente en todas las naciones, ricas y pobres, del norte
y del sur, desarrolladas y en desarrollo”. El secretario general declaró: “La
corrupción despoja a escuelas, hospitales y otros, de fondos vitalmente
necesarios”. El informe de la ONU también dice que, según el Banco
Mundial, “las empresas e individuos pagan más de 1 trillón de dólares en
sobornos cada año”.19 El Foro Económico Mundial enfatiza: “Se estima
que la corrupción le cuesta a la economía mundial el 5 % del PIB al año,
lo que equivale a 3.6 trillones de dólares”.20 Por ejemplo, un experto de
la Unión Africana (UA) afirmó: “Los países africanos podrían estar
perdiendo 100 mil millones de dólares estadounidenses al año a través
de la corrupción”.21 Según el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD): “El soborno y los pagos de ‘facilitación’ son una
práctica común en la mayoría de países de Asia y el Pacífico... En algu-
nos países (India, Vietnam, Pakistán, Tailandia) la incidencia de sobor-
nos reportada es dramáticamente alta, con tasas superiores al 40 %”.22
También se ha estimado que Centroamérica pierde 13,000 millones de
dólares cada año debido a la corrupción. Eso representa el 5 % del pro-
ducto interno bruto de la región.23
19. “El costo global de la corrupción representa al menos el 5 % del producto interno
bruto mundial, dice el Secretario General al Consejo de Seguridad, citando datos del Foro
Económico Mundial”, Naciones Unidas, septiembre 10, 2018, https://www.un.org/press/
en/2018/sc13493.doc.htm.
20. Lisa Ventura, “Misión y objetivos del Consejo”, Foro Económico Mundial, https://www.
weforum.org/communities/gfc-on-transparency-and-anti-corruption.
21. “La corrupción podría costar a África 100,000 millones de dólares al año: AU”,
Xinhuanet, enero 27, 2018, http://www.xinhuanet.com/english/2018-01/27/c_136929533.
htm.
22. Diana Torres, “El futuro es asiático, pero la corrupción lo mantiene anclado en el
pasado”, julio 17, 2019, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo: Asia y el
Pacífico, https://www.asia-pacific.undp.org/content/rbap/en/home/blog/2019/the-future-
is-asian-but-corruption.html.
23. Imelda Cengic, “Informe: Centroamérica pierde 13,000 millones de dólares por la
corrupción”, Proyecto de Reporte del Crimen Organizado y la Corrupción, octubre 31, 2019,
https:// www.occrp.org/en/daily/11028-report-central-america-is-losing-us-13-billion-to-
corruption.
El declive moral en nuestro mundo es evidente. La corrupción ha

invadido la sociedad a todo nivel. Los valores se están perdiendo. Los
estándares de comportamiento siguen deteriorándose. En muchos sen-
tidos, la sociedad global ve lo que es bueno como malo, y lo que es malo
como bueno. (Vea Isaías 5:20). La gente ha perdido su sensibilidad ante
el bien y el mal; los comportamientos que son moralmente erróneos ya no
les parecen graves ni aterradores porque constantemente están expuestos
a ejemplos e ilustraciones de ellos —ya sea personalmente o a través de
los medios de comunicación o de la internet— presentados de manera
positiva.
Como escribí anteriormente, las personas están comprometiendo
los principios de Dios porque han perdido el respeto hacia su Creador.
Muchos líderes cristianos no exhiben la integridad que tenían los primeros
apóstoles. Pablo escribió: “Así que, amados, puesto que tenemos tales prome-
sas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando
la santidad en el temor de Dios. Admitidnos: a nadie hemos agraviado, a nadie
hemos corrompido, a nadie hemos engañado” (2 Corintios 7:1–2). La moral y
la verdad por igual se han visto comprometidas; hoy en día es común que
las personas afirmen tener “su propia verdad” y traten de hacerla cumplir
en la vida de los demás, incluso a nivel internacional. No reconocen que la
verdad se origina en Dios. La prioridad de cada uno se ha convertido en su
propia verdad.
Por lo tanto, “los días de Noé” (Mateo 24:37) están de vuelta, y con ellos
su desviación de la moralidad y la corrupción total del carácter humano. En
los días de Noé, el juicio de Dios sobre el mundo fue el diluvio; pero hoy, Su
juicio está comenzando con el sacudimiento de todas las cosas: los cielos, la
tierra, las instituciones, los gobiernos, los líderes, las economías y más. Él
está juzgando a quienes no se arrepienten de su pecado y corrupción.
EL SACUDIMIENTO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS ES EL JUICIO DE

DIOS CONTRA LA CORRUPCIÓN DEL HOMBRE.
CAUSAS DE LA CORRUPCIÓN MORAL

La causa subyacente de la degeneración del carácter humano, que pro-
viene de la falta de respeto a Dios, es el egocentrismo, que la humanidad
heredó de la caída de Adán y Eva en el Edén y que se ha desarrollado aún
más en los milenios que han seguido. Ese egocentrismo se manifiesta a
través de tres características sobre las que leímos anteriormente en el pasaje
de 2 Timoteo 3: el amor a sí mismos (en el sentido de autosuficiencia), el
amor al dinero y el amor al placer. En su naturaleza caída, los seres huma-
nos son amantes de sí mismos en lugar de amantes de Dios, y desean dinero
y placer en lugar de santidad y comunión con su Creador y Padre.
EL AMOR A SÍ MISMOS
“En los postreros días... los hombres serán amadores de sí mismos”
(2 Timoteo 3:1–2). Las personas que están sumidas en el amor a sí mismas
son cautivadas por la naturaleza adánica caída —lo que la Biblia llama
“la carne”, “el viejo hombre” o la “naturaleza pecaminosa”. (Vea, por ejem-
plo, Romanos 6:6; Gálatas 5:16–17). Las manifestaciones del “yo” son el
egoísmo, la autopreservación, el ensimismamiento, la autoexaltación, la
autosuficiencia, la autojustificación, la autoconciencia, la autogratificación,
la autosatisfacción, la ambición egoísta, el estar lleno de sí mismos, el ego-
centrismo, etc. Cada pecado o corrupción moral se basa en el ego, y el ego
está arraigado en la rebelión y el orgullo de la humanidad caída. Esta es la
misma rebelión y orgullo que provocó la caída de Satanás:
¡Cómo caíste del cielo oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por
tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón:
Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi
trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;
sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
(Isaías 14:12–14)
Así como nuestros dedos están unidos a la palma de nuestras manos,

así el pecado está arraigado al yo. Por lo tanto, el amor al yo distorsionado
es la génesis de la corrupción, la perversión y la desintegración del carác-
ter humano. Uno conduce al otro en un espiral de degradación que nunca
termina, siempre avanzando hacia un mal mayor y, en última instancia,
resultando en la condenación eterna a menos que una persona se arrepienta

y se vuelva a Dios.
El amor a sí mismo ha llevado a que gran cantidad de matrimonios en
el mundo moderno se desintegren, así como al abuso sexual, físico, emocio-
nal, verbal y financiero. Ha dado lugar a decenas de hijos ilegítimos; ado-
lescentes embarazadas, rechazadas, maltratadas y abandonadas, muchas
de las cuales recurren al aborto; mujeres y hombres que se prostituyen por
dinero; y personas que caen en la depresión, drogas, alcohol y suicidio.
Además, aquellos que deberían estar abogando por los valores morales que
sostienen nuestra vida en la tierra terminan cediendo ante las presiones
del ego. Por ejemplo, el Papa Francisco, líder de la iglesia católica, anunció
recientemente su apoyo a las uniones civiles de parejas homosexuales.24
El amor al yo es el que destruye la sociedad porque la gente solo piensa
en sí misma y en satisfacer las exigencias de su yo egocéntrico y arrogante
que dice: Soy tan importante que vivo por y para mí mismo y para nadie más.
Soy el primero, el segundo y el último; nadie más importa. Yo soy el centro de
todo. En contraste, la Palabra de Dios dice: “Nada hagáis por contienda o por
vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como
superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual
también por lo de los otros” (Filipenses 2:3–4).
EL AMOR AL DINERO
“En los postreros días... los hombres serán... amantes del dinero” (2 Timoteo
3:1–2). Con respecto al amor al dinero, la Biblia dice explícitamente:
“Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos,
se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” (1 Timoteo
6:10). Podemos observar claramente que el amor al dinero es un espíritu
fuerte que domina la sociedad actual. Muchas personas trabajan incan-
sablemente para obtener más y más dinero; otros hacen fraude, roban,
engañan y se involucran en negocios turbios con el propósito de obtener
riquezas. En términos generales, nuestra cultura contemporánea admite
que si una profesión o empresa genera dinero está justificada, independien-
temente de su moralidad; como resultado, se están sacrificando los valores
24. Elizabeth Povoledo, “El Vaticano aclara los comentarios del Papa Francisco sobre las
uniones entre personas del mismo sexo”, New York Times, 2 de noviembre de 2020, https://
www.nytimes.com/2020/11/02/world/europe/pope-gay-civil-unions.html.
personales y sociales. Por ejemplo, se calcula que cada año la industria por-
nográfica aporta varios miles de millones de dólares de ingresos solo en los
Estados Unidos, y hasta 97,000 millones de dólares a nivel mundial.25 Sin
embargo, esta industria se basa en la perversión moral y sexual de millones
de adultos, jóvenes y niños de todo el mundo. En muchos casos, su uso no
está prohibido ni penalizado. Es casi imposible que prevalezca la justicia
cuando el amor al dinero prevalece sobre todos los valores morales, porque
aquellos que se enriquecen explotando a otros lucharán por mantener sus
ganancias.
EL AMOR AL PLACER
“En los últimos días… la gente estará… amigos del placer” (2 Timoteo
3:1–2, 4 NVI). El amor al placer siempre será una raíz de corrupción porque
anula cualquier valor moral simplemente para satisfacer las exigencias del
yo.
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos
de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del
mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de
Dios permanece para siempre. (1 Juan 2:16–17)
El amor al placer reina sobre nuestra cultura hoy en día. Durante las
últimas décadas, el eslogan de nuestra sociedad ha sido esencialmente: “Si
se sienten bien, háganlo”. Esta también parece ser la conclusión de la mayo-
ría de psicólogos con respecto a la homosexualidad y otras prácticas sexua-
les contrarias al propósito divino para el sexo. También es el consejo de los
padres modernos a sus hijos cuando no están seguros sobre qué hacer en
ciertas situaciones. Los padres no los guían por los caminos del consejo
de Dios, ni les hablan de las consecuencias de sus decisiones, ni de su res-
ponsabilidad ante sí mismos y ante los demás. En cambio, se enfocan en la
“felicidad” de sus hijos y en la satisfacción de sus deseos. Sin embargo, una
vez que dan este consejo, muchos padres empiezan a descubrir que la vida
de sus hijos es un desastre, pero siguen sin saber por qué.
25. Ross Benes, “La pornografía podría tener una mayor influencia económica en EE. UU.
que Netflix”, 20 de junio de 2018, yahoo!finance, https://finance.yahoo.com/news/porn-
could-bigger-economic-influence-121524565.html; “Las cosas mejoran en la industria del
porno en Estados Unidos”, NBC News, 20 de enero de 2015, https://www.nbcnews.com/
business/business-news/things-are-looking-americas-porn-industry-n289431.
LA SOLUCIÓN AL “YO”
Como sabemos, el sacudimiento de los últimos tiempos no es algo que
podamos evitar, porque es el resultado de siglos de juicio por la rebelión
del hombre contra Dios y Su plan soberano para la tierra. Sin embargo,
podemos extraer lecciones de esta sentencia, y una de esas lecciones es la
siguiente: para que permanezcamos en Cristo y seamos el remanente que
Él tomará en Su aparición, no podemos permanecer centrados en nuestro
ego. La corrupción moral del mundo continuará, pero debemos apartarnos
de ella y en su lugar buscar la santidad. Con Su muerte y resurrección,
Jesús pagó por nuestras iniquidades y nos limpió de la corrupción que nos
separaba del Padre y nos conducía a la muerte espiritual por toda la eterni-
dad. Jesús se convirtió en nuestra propiciación:
Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención

que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación [asiento
de misericordia] por medio de la fe en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados
pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de
que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
(Romanos 3:24–26)
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios,

sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por
nuestros pecados. (1 Juan 4:10)
La solución para tratar con el ego se encuentra en lo que Jesús les dijo a
Sus discípulos cuando les anunció todos los sufrimientos que pasaría para
salvarnos de la condenación eterna: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida
por causa de mí, la hallará” (Mateo 16:24–25). Para evitar que el yo nos con-
trole, necesitamos arrepentirnos de todo pecado, humillarnos delante de
Dios, negarnos a nosotros mismos y tomar nuestra cruz y seguir a Cristo.
Enseguida profundizaré sobre estos cuatro puntos, porque los considero
vitales para el llamado del remanente de Dios en la iglesia actual.
1. ARREPENTIRNOS DE TODO PECADO

Hemos visto que nada en la tierra puede cambiar o reparar el corazón
humano, que es la esencia de nuestro carácter; por lo tanto, la corrupción
moral es irreversible. Ni la religión, ni el gobierno, ni la filosofía, ni la tra-
dición, ni la sabiduría humana pueden cambiarlo. Solo Jesucristo y Su obra
terminada en la cruz tiene el poder de transformar nuestros corazones. La
condición para esta transformación, sin embargo, es que haya verdadero
arrepentimiento de nuestra parte: “Así que, arrepentíos y convertíos, para
que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor
tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19). La obra de Jesús en la cruz nos limpia
de nuestra corrupción moral, pero solo si reconocemos nuestros pecados,
nos arrepentimos de ellos y confiamos en Su sacrificio a favor nuestro.
Por lo tanto, la manera de vencer el yo es reconociendo que somos
pecadores, egoístas y egocéntricos. Nuestros corazones son corruptos y
debemos arrepentirnos de inmediato. Jesús comenzó Su ministerio con
esta declaración: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15). Si queremos el reino de
Dios en nuestras vidas, debemos apartarnos de nuestros malos caminos
—mentiras, ira, amargura, terquedad, orgullo, ambición, falta de perdón,
embriaguez, inmoralidad sexual y otras malas acciones— y recibir la jus-
ticia de Cristo.
EL ARREPENTIMIENTO ACTIVA EN NUESTRAS VIDAS

LA OBRA DE JESÚS EN LA CRUZ.
2. HUMILLARNOS DELANTE DE DIOS

Humillarnos delante de Dios es someternos a Él y reconocer que Sus
caminos son más altos que nuestros caminos, y Sus pensamientos más que
nuestros pensamientos. (Vea Isaías 55:8–9). Es reconocer que depende-
mos completamente de Él. Solo Dios tiene la solución para nuestras vidas,
nuestras familias, nuestro país, las perplejidades y crisis que enfrentamos,
la condición corrupta del corazón humano y todo lo demás. Esa solución se
encuentra en la cruz de Jesús. Es por eso que Dios dijo: “Si se humillare mi
pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se
convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré
sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14). O nos humillamos, o Dios
nos va a humillar. Tenemos que tomar la decisión de humillarnos ahora.
HUMILLARNOS DELANTE DIOS ES LA CLAVE PARA

LA SANIDAD DE NUESTRA TIERRA.
3. NEGARNOS A NOSOTROS MISMOS

Dios ve la autonegación de una persona ante Él como el mayor sacri-
ficio y prueba de su amor, entrega total y obediencia hacia Él. Negarnos a
nosotros mismos es poner en un segundo plano lo que queremos, senti-
mos y pensamos, para darle prioridad a lo que Dios quiere, siente y piensa,
teniendo fe en que Él conoce lo que es mejor para nosotros. Es reconocer
que no sabemos cómo tomar las mejores decisiones para nosotros mismos
o para los demás, y que hemos perdido el rumbo, como individuos y como
raza. Es decirle no a nuestra vieja manera de vivir y pensar, a los deseos
corruptos, a los hábitos negativos, a los malos pensamientos y todo lo que
procede de la carne y del diablo.
Una vez más, vivimos en una generación en la que la mayoría de las
personas se preocupan solo por sí mismas. Nuestra sociedad busca en todo
la gratificación instantánea y el “sentirse bien”. Sin embargo, para vencer
el egoísmo, debemos negarnos al yo, darle la espalda, rehusar entregarnos
a los placeres falsos y corruptos, y en su lugar someternos a Dios. Esto
va contra la corriente de lo que piensa la sociedad moderna; por lo tanto,
cuando vivimos de esa manera, no podemos esperar tener la aprobación de
nuestros compañeros ni de otros. Más bien, debemos esperar ser incom-
prendidos y rechazados por el mundo en que vivimos. Ese es el precio de la
negación. Nuestra única aprobación vendrá de Dios. Pablo escribió: “Sino
que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así
hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nues-
tros corazones” (1 Tesalonicenses 2:4).
NEGARNOS A NOSOTROS MISMOS NOS LIBERA DE

LA CORRUPCIÓN MORAL.
4. TOMAR NUESTRA CRUZ Y SEGUIR A CRISTO

Podemos intentar seguir a Jesús y ser Sus discípulos, pero si no toma-
mos nuestra cruz, no conquistaremos nuestro yo. La cruz es el lugar donde
morimos. Es donde clavamos todos nuestros pecados, iniquidades, rebelio-
nes, orgullo, arrogancia y todo lo demás que nos separa de Dios. Es donde
entregamos nuestra voluntad completamente a Cristo para convertirnos en
Sus fieles seguidores. Pero debemos recordar que esta muerte no viene sin
recompensa, porque todos los que mueren con Cristo también vivirán con
Él:
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él.

(Romanos 6:8)
De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra

y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su
vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida
eterna la guardará. (Juan 12:24–25)
UNA INVITACIÓN SINCERA

Amado lector, lo invito hoy a arrepentirse de todo pecado, humillarse
ante Dios, negarse a sí mismo, tomar la cruz de Cristo y seguirlo en un
camino que va totalmente en contra de las costumbres caídas de la mayoría
de la humanidad. Hoy, la mayor parte de los seres humanos está en un
camino acelerado hacia la perdición. El llamado a formar parte del rema-
nente de Dios requiere arrepentimiento y humildad. Nadie dijo que sería
fácil, pero el Espíritu Santo todavía está presente en la tierra y dentro de
nosotros para darnos Su fuerza y poder para vencer. (Vea, por ejemplo,
1 Juan 4:4).
¿Cómo responderá a ese llamado? ¿Cuál será su actitud ante la corrup-

ción que arrastra a multitud de personas, incluidos muchos cristianos? Los
invito a orar conmigo la siguiente oración:
Señor Jesús, hoy me arrepiento de haber vivido al servicio de mi

ego, buscando la satisfacción del yo, el dinero y el placer. Reconozco
que no he estado en el camino correcto, y te pido perdón. Ahora
mismo me humillo en Tu presencia, anhelando el poder de Tu
Espíritu para transformarme a Tu imagen. Tomo la decisión de
negarme a mí mismo en todo lo que me aleja de Ti y de tomar mi
cruz para poder seguirte. Concédeme Tu gracia para seguir tus
pasos, para soportar la persecución por Ti y Tus propósitos, y para
resistir toda tentación del enemigo. Concédeme Tu gracia para ser
y permanecer como miembro de Tu remanente hasta que vengas
por mí. Sé que si muero contigo, también viviré contigo, junto con
el Padre celestial, por toda la eternidad. ¡Aleluya!

Nicole sufrió un gran sacudimiento hasta que buscó a Dios. Él trajo
avivamiento a su vida, y la llevó de ser una mujer abusada, llena de amar-
gura e ira, a ser un ejemplo para su hija y una líder para otros que buscan
un cambio.
Vengo de una familia muy disfuncional. Mis padres se separa-

ron cuando era un niña. Mi padre nunca me afirmó ni me dijo que
me amaba. Después de volver a casarse, engañó a su nueva esposa,
y siguió siendo infiel e irrespetuoso con las mujeres. Mis tíos hicie-
ron lo mismo, y mis tías lo permitieron. Todas las mujeres de mi
familia vivían con hombres y tenían hijos fuera del matrimonio.
Crecí con mucha inseguridad, carente de dirección y sin el ejemplo
de un buen matrimonio o buenas relaciones familiares. La disfun-
ción era la norma; era todo lo que había visto.
Me enamoré de un hombre cuando era muy joven. Pensé que
éramos la pareja ideal, y tuvimos una hija juntos. Sin embargo, el
idilio terminó cuando se volvió obsesivo. No me dejaba ver a mi
familia o amigos. Me secuestraba para que nadie me encontrara, y
amenazaba con matar a nuestra hija si lo dejaba. ¡Pasé siete años en

ese infierno! Pensé que esa era una vida normal; no conocía nada
mejor. Sin embargo, todo terminó cuando mi esposo embarazó a
otra mujer.
De ahí, pasé a tener una relación con un narcotraficante, y él,
también, era controlador. Materialmente, tenía todo lo que quería
—la casa, el carro, el dinero— pero sentía un vacío en mi corazón.
Un día, mientras veía la televisión, escuché a un predicador hablar
de Dios. De repente, una gran paz se apoderó de mí, y supe que
en la vida había más de lo que yo conocía. Vislumbré lo que sería
mi futuro si seguía como estaba, y supe que no quería seguir así ni
dejar ese legado negativo a mi hija.
Cuando fui al Ministerio El Rey Jesús, Dios rompió mis atadu-
ras. Él me llevó de vuelta a mi infancia, a los miedos e insegurida-
des, a los lugares que había caminado y cómo había dejado que la
gente me maltratara, y Él me sanó. En El Rey Jesús me dijeron que
yo era valiosa y que Dios tenía un plan para mí. Encontré alegría,
paz y el perdón, no solo de Dios, sino de mí misma. Me bauticé
y tomé las clases para nuevos creyentes. Todo iba bien; hasta que
llegó el momento de la formación de liderazgo. Pensé que no tenía
nada que ofrecer, nada que decir o dar, pero la visión de esta casa
me empoderó. Tomé los cursos y empecé a enseñar en una Casa
de Paz. Allí, comencé a orar por la gente y a guiarlos a Cristo. De
repente, esa mujer insegura, que hacía todo mal, estaba impactando
vidas con el amor de Dios. Eso me dio el valor para continuar.
Pasé por un largo proceso de transformación y sanidad para
poder tener, algún día, un buen matrimonio. Dios me dio un
hombre que me respeta y me ama, que no se aprovecha de mí ni
me hace daño. Mi hija fue testigo de mi transformación. Un día
me dijo: “Mami, estás más tierna. Ya no pasas de 0 a 100 de enojo
como antes. Yo quiero ser como tú”. No había advertido que ella
veía mis manifestaciones de ira, ni que me desquitaba con ella. Mi
hija y el resto de mi familia me vieron dejar los clubes nocturnos,
los hombres, y tantas cosas horribles que hacía. Perdoné a muchos
familiares por todo lo que me habían hecho y compartí el amor de
Dios con ellos. Ese perdón me cambió; no tenía más amargura,

ira ni reproches, solo paz y amor hacia ellos. Me convertí en un
ejemplo de integridad, carácter y amor por mi hija. Gran parte de
mi familia hoy es cristiana gracias a ese perdón y amor de Dios que
transformó mi vida.
Giosue, de Italia, testifica cómo él y su iglesia han experimentado el

poder de Dios durante la pandemia de coronavirus, gracias a la imparti-
ción del fuego de Dios que recibieron mientras asistían a la Conferencia
RMNT en línea 2020 de nuestro ministerio, que llevó por nombre “Un
llamado al avivamiento”.
Los miembros de nuestra iglesia tenían una gran expectativa acerca

de lo que sucedería durante ese avivamiento, y sabemos que Dios
está obrando en medio de esta temporada. Durante estos tiem-
pos difíciles, cuando todo lo demás se detuvo durante la pande-
mia —la economía, el país, el mundo— la iglesia siguió adelante.
Tenemos testimonios poderosos. Cuando oramos por personas
con la COVID-19, ellos fueron sanados. De hecho, durante la cua-
rentena, una enfermera se convirtió al Señor. En medio del caos, se
fue a trabajar fielmente, y fue la única persona que no se enfermó.
Todos los pacientes a los que atendió y por los que oró se recupe-
raron por completo. También abrió una Casa de Paz en el hospi-
tal; ese grupo está formado por sesenta profesionales de la salud.
Muchos médicos y enfermeras asisten porque ven la protección
de Dios sobre sus vidas y las sanidades que Dios está haciendo.
Vemos que allí ocurren milagros sobrenaturales. Debido a esas
manifestaciones, los compañeros de trabajo de esta enfermera, así
como los médicos, le piden que ore por ellos para que Dios los pro-
teja y los sane. ¡Gloria a Dios!
CAPÍTULO 4
LOS PROPÓSITOS DE DIOS PARA EL SACUDIMIENTO
C omo he venido enfatizando, el sacudimiento final es inevitable, incluso

ahora mismo estamos en medio de él. La naturaleza está siendo sacudida
como nunca, la economía mundial con frecuencia se enfrenta a desafíos y
crisis, y los valores morales están siendo violentamente anulados en todas
las áreas. Las instituciones de gobierno, educación, ciencia, religión, familia
y otras, que antes eran tan firmes y seguras, también están siendo sacudi-
das, y la gente desconfía cada vez más de ellas. Una vez que pase este sacu-
dimiento global, todo habrá sido desplazado; nada estará donde solía estar.
Según un artículo en la sección de noticias internacionales de Vozpopuli,
en solo los primeros ocho meses de 2020, “debido a los preocupantes índices
de calentamiento global... se han registrado al menos ocho desastres de alta
magnitud” en el mundo. Estas calamidades incluyen lo siguiente: a nivel
mundial, el altamente contagioso coronavirus y todas sus consecuencias,
que están afectando a miles de millones de personas; en Australia, los incen-
dios de 2019 a 2020, con un estimado de 15,000 brotes de fuego que emitie-
ron 400 megatoneladas (400 millones de toneladas) de CO2 a la atmósfera;
en el norte de Ucrania, los incendios de Chernóbil, que tuvieron lugar muy
cerca de una planta conocida por tener altos niveles de radiactividad; en el
Este de África, la plaga de langostas que puso en peligro el suministro de ali-
mentos de más de 12 millones de personas; en los Estados Unidos, la alerta
sobre el gigantesco avispón asiático, cuya picadura puede causar la muerte
65
de personas; en el norte de Rusia, en el círculo polar ártico, el derrame de

20,000 toneladas de diésel en un río, cuya limpieza podría tomar hasta diez
años y costar más de 1,500 millones de dólares; la nube de polvo procedente
del Sahara, que afectó principalmente a Cuba, Puerto Rico, Martinica y
Guadalupe, lo que provocó que “el aire de ese territorio [se] oscureciera y
[resultara] contaminado, alcanzando proporciones históricas”; y finalmente,
en Beirut, Líbano, las explosiones de un depósito de fuegos artificiales que
dejaron más de 150 muertos, 5,000 heridos y más de 200,000 personas sin
hogar, lo que provocó unos 3,000 millones de dólares en pérdidas materia-
les.26 No cabe duda que el mundo está en crisis.
En parte, esto está ocurriendo porque a ciertos poderosos espíritus
demoníacos ahora se les está permitiendo correr desenfrenadamente por
la tierra, tras haber sido retenidos por Dios hasta el final de los tiempos.
Puesto que antes no habían pisado este mundo, ahora vemos atrocidades,
o grados de atrocidad, que anteriormente no veíamos. Dios está permi-
tiendo esto con el fin de sacudir de nuestras vidas lo que no nos pertenece,
incluyendo personas, lugares y cosas. Permanecerá solo aquello que es ver-
dadero, firme y está fundamentado en Él. Todo lo demás será desplazado.
Aunque los sacudimientos pueden ser dolorosos y traernos incerti-
dumbre, también son proféticos; nos ayudan a distinguir lo verdadero de
lo falso, lo permanente de lo temporal y lo importante de lo trivial. Sin
embargo, como he indicado anteriormente, si no entendemos el propósito
del sacudimiento, nos sentiremos perdidos, castigados por Dios, e incluso
abandonados. Por lo tanto, en este capítulo exploraremos más a fondo las
razones de Dios para traer este sacudimiento a nuestra generación. Siempre
debemos tener en cuenta que Su propósito al sacudir el mundo es traer
juicio, dándonos antes la oportunidad de arrepentirnos. Sin embargo, Su
propósito al sacudir la iglesia es purificarla. Veamos ahora algunas razones
específicas para el sacudimiento.
PARA REVELAR NUESTROS MOTIVOS

El propósito principal de Dios al sacudir a Su pueblo es revelar lo que
hay en sus corazones, porque en el corazón es donde radican los verdaderos
26. Samuel Suárez, “Las ocho catástrofes mundiales más impactantes en lo que va de 2020”,
Vozpopuli, 17 de agosto de 2020, https://www.vozpopuli.com/internacional/catastrofes-
mundiales-impactantes-2020_0_1381961973.html.
Los propósitos de Dios para el sacudimiento 67
deseos e intenciones. Este sacudimiento saca a la luz nuestras motivaciones

ocultas, y por consiguiente sacará a la luz por qué hacemos lo que hace-
mos, para dejar al descubierto nuestras agendas personales. Cuando Dios
sacude a una persona, familia, iglesia, gobierno o sociedad, ciertos elemen-
tos, actividades y personas serán removidos. En muchos casos, la razón
por la que son removidos es porque, en primer lugar, no fueron aprobados
por Dios. Tenemos que entender esto para no sentirnos devastados cuando
perdemos a alguien que era muy cercano a nosotros, cuando nos decep-
cionan o incluso nos traicionan personas a quienes les teníamos afecto y
confianza. (Vea 1 Corintios 3:11–15). Debemos reconocer que Dios está
corrigiendo el rumbo de nuestras vidas, con el fin de que podamos cumplir
Sus propósitos para nosotros.
CUANDO DIOS SACUDE UNA RELACIÓN,

DESCUBRIMOS SOBRE QUÉ ESTÁ CONSTRUIDA.
Cuando experimentamos un sacudimiento, es el momento de ser

honestos y transparentes ante Dios, porque, lo que sea que estemos tra-
tando de ocultar, Él lo expondrá y revelará, muchas veces públicamente.
Cuando algo que hemos tratado de ocultar es revelado, no tenemos otra
opción que enfrentarnos a ello “porque nuestro Dios es fuego consumidor”
(Hebreos 12:29). Si no nos arrepentimos vendrá el juicio: “Porque no hay
nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de
salir a luz” (Marcos 4:22). En el libro de Daniel leemos: “Él [Dios] revela
lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz”
(Daniel 2:22).
PARA PRODUCIR CAMBIOS

Dios está trabajando continuamente para hacer cambios positivos
en nuestras vidas, y ese es el objetivo de todo sacudimiento, incluyendo
el que estamos experimentando ahora, personal, local, nacional y global.
El cambio es constante porque todo en el mundo inevitablemente cambia.
Nada está tan garantizado como el cambio mismo; vemos este principio
en el mundo natural sobre la tierra, en el universo y en la vida del espíritu.

Jesús murió en la cruz para producir dentro de nosotros cambios que nos
acerquen al Padre. Por lo tanto, el sacudimiento es parte de la naturaleza
misma de nuestra existencia, y así debemos aceptarlo. Una vez más, la
gente teme al sacudimiento porque no conoce su propósito; ellos creen que
los destruirá, sin darse cuenta que es enviado para transformarlos. Todos
los sacudimientos enviados por Dios tienen por objeto permitirnos avan-
zar en el desarrollo del carácter de Cristo, incluida la cualidad de la san-
tidad. Por consiguiente, el sacudimiento es para nuestro propio beneficio.
Debemos dejar de lado toda idea que resiste el sacudimiento y permitir
que Dios nos moldee, porque “sabemos que a los que aman a Dios, todas las
cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”
(Romanos 8:28).
PARA DESATAR BENDICIONES

Lo reto a que me muestre una persona en la Biblia que haya sido ver-
daderamente bendecida por Dios, sin antes haber pasado por algún tipo de
sacudimiento. Le garantizo que no encontrará una. Por ejemplo, pensemos
en David. En medio de un sacudimiento personal, observó: “Mientras callé,
se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche
se agravó sobre mí tu mano” (Salmos 32:3–4). Más tarde, David escribió:
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos
de espíritu. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará
Jehová” (Salmos 34:18–19). Cuando nos negamos a ceder al proceso de
ser sacudidos, también rechazamos la bendición de dejarnos cambiar por
Dios. Si reconocemos lo que, específicamente, Dios quiere transformar en
nuestras vidas, y si identificamos lo que Él quiere eliminar, haremos espacio
para lo nuevo y lo verdadero que Él quiere traernos. Pero, de nuevo, recibir
la bendición del sacudimiento depende de la forma cómo obedezcamos y
nos entreguemos a Dios en medio de ella.
PARA SOBREVIVIR AL SACUDIMIENTO,

DEBEMOS SER OBEDIENTES.
PARA EXPONER LO QUE NOS INQUIETA

Amado lector, ¿qué situaciones perturban su paz o lo sacan de una
sensación de seguridad? ¿Está abatido por problemas financieros? ¿Se
derrumba emocionalmente durante las crisis de la vida? ¿Se alarma por los
huracanes u otras tormentas físicas? ¿Está desorientado por el abandono, el
engaño, la traición o el rechazo de sus compañeros, amigos, o de su propia
familia? Esos sacudimientos nos revelan en qué o en quién realmente esta-
mos confiando. ¿Confía en sus ahorros? ¿Confía en sus recursos materia-
les? ¿Confía en su capacidad para proveer para su familia? Dios usa los
sacudimientos para ayudarnos a reconocer que, en todo momento, necesi-
tamos poner nuestra confianza en Él. Todos necesitamos reconocer en qué
áreas confiamos más. Acaso confiamos más en nuestras propias fuerzas o
en algo del mundo físico, en lugar de confiar en Dios. El Señor está guiando
a Su iglesia para que dependa de Él como su fuente más importante en todo.
En Daniel 3 leemos acerca de tres jóvenes hebreos que, habiendo sido
llevados cautivos a Babilonia, fueron probados durante una gran crisis.
Reclutados para trabajar en el palacio del rey Nabucodonosor, Sadrac,
Mesac y Abednego se encontraron en una situación que sacudió su fe y
puso a prueba su dependencia de Dios. Fueron desafiados a adorar a un
dios babilónico moldeado en oro, a lo que ellos se negaron. Como castigo,
el rey ordenó que fueran arrojados a un horno ardiendo en llamas.
Los tres jóvenes no se dejaron intimidar por la amenaza de morir en
el fuego porque su fe estaba puesta plenamente en Dios, y nada les haría
negar Su nombre o adorar a otro dios. Ellos dijeron: “He aquí nuestro Dios
a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh
rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tam-
poco adoraremos la estatua que has levantado” (Daniel 3:17–18). ¿Qué pasó?
Aunque Sadrac, Mesac y Abednego fueron atados y arrojados al fuego,
caminaron en medio de las llamas sin sufrir daños porque Jesús, en forma
preencarnada, estaba con ellos. El rey dijo: “He aquí yo veo cuatro varones
sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del
cuarto es semejante a hijo de los dioses” (versículo 25). Los propios hombres
del rey que habían arrojado a Sadrac, Mesac y Abednego al horno habían
muerto debido a la intensidad de las llamas; sin embargo, los hijos del Dios
viviente estaban sobrenaturalmente protegidos y salieron ilesos del horno.
“Ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas,
y ni siquiera olor de fuego tenían” (versículo 27). ¡Gloria a Dios por el sacudi-
miento que purifica nuestra fe!
PARA REVELAR AL REMANENTE

En uno de los salmos proféticos de David acerca de Jesús, leemos: “A
Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmo-
vido” (Salmos 16:8). Si alguien fue sacudido durante su vida en la tierra, ese
fue Jesús. Su mayor y último sacudimiento ocurrió cuando fue llevado al
infierno mismo después de morir cruelmente en la cruz por nuestros peca-
dos. Pero Él sabía que Dios no lo dejaría allí, como dice el Salmo 16:10:
“Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrup-
ción”. Saber que Jesús soportó y atravesó sacudimientos en su vida terrenal,
también nos empodera para pasar por sacudimientos, siempre y cuando
sigamos siendo Su remanente fiel.
Una vez más, lo que creemos, lo que hacemos y cómo actuamos en
tiempos de sacudimiento revela quiénes somos en nuestro ser interior.
¿Somos parte del remanente? ¿Somos de los que no dejan de confiar en
Dios y de adorarlo, incluso bajo la presión de la crisis, el miedo, la enfer-
medad u otra forma de sacudimiento? ¿O somos nosotros los que, frente
a la prueba que viene con el sacudimiento, nos alejamos de Dios y permi-
timos que nuestra fe se desmorone? Aunque usted no lo crea, el mundo
está observando cómo actuamos durante estos últimos tiempos sin pre-
cedentes. Todas las miradas están sobre nosotros. ¿Será usted parte de
los que temen o de los que creen? Como en la historia de los tres jóvenes
que desafiaron al rey de Babilonia, cuando ponemos a Dios por encima de
todo, Él camina con nosotros en medio de la prueba de fuego. El rema-
nente incluye a aquellos que pasan a través del fuego y no se queman; más
bien, experimentan la presencia de Dios a su lado, lo que evita que el sacu-
dimiento los destruya.
EL FUEGO DEL SACUDIMIENTO REVELA AL

REMANENTE QUE PERMANECE FIEL A SU DIOS.
PARA REVELAR SU GLORIA

Cada vez que se produce un sacudimiento, su propósito específico es
revelar la gloria de Dios en los últimos tiempos, porque Dios está llamando
a Su remanente para que sean portadores de Su gloria en el avivamiento
de los últimos días. El apóstol Pablo, quien sufrió toda clase de persecu-
ciones y sacudimientos en su vida como cristiano, escribió en su carta a los
creyentes de Corinto: “Porque esta leve tribulación momentánea produce en
nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Corintios 4:17).
Creo que Pablo recordaba estas palabras del profeta Hageo: “La gloria
postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejér-
citos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos” (Hageo 2:9). Dios
está permitiendo el sacudimiento de hoy con el propósito de mostrarnos
Su gloria, porque la gloria primera y la postrera se manifestarán juntas en
estos tiempos finales.
PARA REVELAR LO DE DIOS

Como escribí antes, todo que no fue iniciado o establecido por Dios
en la tierra será sacudido. Por ejemplo, los matrimonios que fueron ini-
ciados por conveniencia, emoción o razones egoístas, en lugar de estar
de acuerdo con la voluntad de Dios, serán sacudidos. Si este es su caso,
busque a Dios junto con su cónyuge a fin de restaurar su matrimonio y
tener un comienzo fresco en el Señor. Haga todo lo que pueda de su parte,
y confíe el resto al Señor. Los ministros y otros líderes, incluso los minis-
terios y organizaciones religiosas, que fueron establecidos por el hombre
y no por Dios, también serán sacudidos, porque: “No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de
mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). Si usted o su ministerio han
sido sacudidos de esta manera, arrepiéntase, busque a Dios en oración y
ayuno, y encuentre Su voluntad para que pueda servirle de nuevo bajo la
dirección del Espíritu. Todo lo que fue establecido por medios naturales
será eliminado; solo permanecerá lo que fue establecido por la voluntad de
Dios a través de medios sobrenaturales. Dios está buscando la autentici-
dad. “El justo no será removido jamás; pero los impíos no habitarán la tierra”
(Proverbios 10:30).
PARA PROBAR NUESTRA FE

Piense en un sacudimiento por el que haya atravesado en su vida perso-
nal. Una vez que pasó, ¿siguió creyendo en Dios? Más aún, ¿fue fortalecido
en su fe? (Vea Romanos 3:3–4). Los sacudimientos nos traen de regreso
a la realidad de nuestro autoengaño, orgullo e incredulidad, y nos mues-
tran lo que realmente creemos. Compruebe su fe: ¿todavía confía en el Dios
eterno? Asegúrese de que su fe en el Señor no ha decaído. ¡Es un tiempo
peligroso para dejar de creer en Él! Gracias a Dios que el sacudimiento en
este mundo pone de manifiesto la condición de nuestra fe y nos da la opor-
tunidad de arrepentirnos y volver a creer. Además, como ya he dicho antes,
Dios está sacudiendo a algunas personas que no creen en Él para que aún
puedan tener la oportunidad de arrepentirse y ser salvos. “Bienaventurado
el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, reci-
birá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman” (Santiago
1:12).
¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE DIOS?

Todo lo que Dios hace en la tierra tiene un propósito relacionado con
Su plan de salvación para la humanidad. Él no hace nada al azar o por
capricho, egoísmo o conveniencia propia. Dios siempre está pensando en
nosotros, Sus amados hijos. Esa es la razón por la que, como hemos anali-
zado en este capítulo, es vital entender el propósito del sacudimiento que el
mundo está experimentando hoy en día. De nuevo, si no somos conscientes
del propósito de Dios en medio de todo esto, corremos el peligro de caer
en la mentira de que Dios nos ha abandonado o que nos está castigando
excesivamente.
Por lo tanto, en medio de la confusión por la que está pasando, busque
entender los propósitos específicos que Dios tiene para usted. Tal vez
Él quiera revelarle la condición de su corazón, o el nivel de su fe, a fin de
que pueda entender qué realmente lo motiva en la vida. Quizás Él quiere
hacerle ver que usted ya no forma parte del remanente de los últimos tiem-
pos, para que pueda realinearse con Él y Sus caminos. Posiblemente quiere
revelarle ciertos aspectos de Su propia naturaleza, por ejemplo, que Él
es su Proveedor, su Sustentador o su Sanador. O acaso quiere hacer un
cambio en particular; o desatar bendición para su vida, a medida que revela
Su gloria a través de usted. Si verdaderamente conocemos el propósito de

Dios, en medio del sacudimiento no nos amargaremos ni perderemos la
fe; antes bien, como los tres jóvenes amigos de Daniel cuando estaban en
el horno ardiente, caminaremos con Jesús, y las llamas no nos tocarán.
Saldremos adelante con nuestra fe más fuerte que nunca y formaremos
parte de ese poderoso remanente, esa novia gloriosa por la que Jesús viene.
Oremos juntos:
Amado Padre celestial, te doy gracias por revelarme los pro-

pósitos de los sacudimientos que han llegado a mi vida, familia,
negocios, sociedad y al mundo. Te pido que perdones todas mis
fallas y pecados con los cuales Te he ofendido. Me arrepiento por
haberme aferrado a lugares, personas, cosas y a maneras de pensar
o de actuar que no te agradan, o que no fueron puestas en mi vida
por Ti. Revélame lo que hay en mi corazón, muéstrame el verda-
dero lugar que Tú ocupas en mi vida, muéstrame el real estado de
mi fe, y pon a prueba todas esas áreas para que pueda ser refinado
y purificado en Ti.
Hoy tomo la decisión de soltar todo lo que no proviene de Ti
y me dejo cambiar por Tu mano. Renuncio a mi antigua manera
de pensar y cedo mi voluntad a la Tuya para que mi mente, mi
corazón y toda mi vida sean transformados. Declaro Tu gloria, Tu
bendición y Tu fe para este último tiempo, en mi vida, familia,
trabajo, ministerio y sociedad. En medio del caos y las tinieblas de
este mundo, que yo pueda ser la luz que lleve a otros a creer en Ti y
a seguirte de todo corazón. En el nombre de Jesús, amén.

Carlos Santos, de Brasil, había experimentado varios trastornos en
su vida sin comprender el propósito de estos. Cuando vino al Ministerio
El Rey Jesús, Dios sanó su corazón, y aprendió a obedecer al Señor sin
cuestionar, a ver los propósitos de Dios para su vida. Ahora, él está cre-
ciendo en su conocimiento del Padre, sirve al Reino con revelación y está
viendo la gloria de Dios en sus finanzas y relaciones durante estos últi-
mos tiempos.
Llegué a la fe en Jesús hace unos veinte años, cuando estaba en

mis treintas. Las situaciones de la vida me habían llevado a tocar
fondo, y oré al Señor y le pedí una vida de acuerdo con Su volun-
tad. En un periodo de casi cinco años estuve involucrado en cuatro
ministerios diferentes antes de llegar al Ministerio El Rey Jesús.
Aquí, tuve un encuentro muy poderoso con Dios. Había sido muy
herido en el pasado. Muchas personas, en ministerios anteriores,
me habían fallado, pero Dios sanó aquí mi corazón, y pude volver
a comprometerme con Él y servirle. Me quedé en el Ministerio El
Rey Jesús y comencé a crecer y dar fruto para Dios.
En 2013, estuve a punto de perder mi casa, ya que tenía una
deuda de 500,000 dólares por una casa que valía la mitad de esa
suma. El banco quería darme la oportunidad de refinanciar, pero
el costo de la aplicación era de 1,000 dólares. Mientras oraba, sentí
que el Espíritu Santo me decía: “No quiero que pagues ese dinero
al banco. Quiero que lo siembres en CAP”. Dudando en hacerlo,
consulté con mi esposa y ella me dijo: “Dios te pide cosas que te
cuestan porque esa es tu área débil. Obedece para que puedas ser
libre”. Así que, obedecí y sembré los 1,000 dólares. ¡Después de
CAP, mi deuda de 500,000 dólares fue perdonada! Dios me liberó
espiritual y financieramente. A veces, los sacudimientos vienen
para que soltemos aquello a lo que nos aferramos y podamos reci-
bir lo verdadero de Dios.
La provisión de Dios no terminó ahí. Solía trabajar en un
bufete de abogados, pero estaba frustrado porque vivía de cheque
en cheque. Mi padre me había invitado a trabajar con él y luego
hacerme cargo de su negocio cuando se jubilara, pero yo tenía una
mala relación con él. Había sido muy herido por él, y guardaba
mucho resentimiento y falta de perdón. No es fácil desprenderse
de ese dolor emocional. Sin embargo, el Espíritu Santo me con-
frontó diciendo: “¿Cómo te sentirías si quisieras darle algo a tu hijo
y él lo rechazara? Estás esperando que tu padre muera para poder
hacerte cargo de su negocio. ¿Es eso lo que brota de ti como cris-
tiano?” Eso me ayudó a dar el paso de fe y perdonar a mi padre.
Llevo ya tres años trabajando con él y ha sido maravilloso. ¡Estoy
ganando mucho más dinero que antes! Además, puedo ser de

ayuda, estar cerca de mi padre y ser testigo.
Cierto tiempo después, el Espíritu Santo puso en mí la idea de
ganar un salario de seis cifras. En el mundo, había hecho muchas
inversiones y lo había perdido todo. Pero el Señor me dijo: “Dame
una oportunidad. Invierte en Mi reino”. Sentí que Dios me estaba
asegurando una ganancia, porque Dios nunca miente. Así que obe-
decí una vez más y sembré una gran suma en CAP 2019. Entonces,
el Espíritu Santo me llevó a sembrar como si ya estuviera ganando
seis figuras. ¡Estamos hablando de 100,000 dólares o más! Acepté
y sembré, confiando en que Dios da al que siembra. Ahora puedo
decir que finalmente he entrado en ese nivel de seis cifras de ingre-
sos, que se produjo de forma sobrenatural. En medio de la pande-
mia de 2020, sigo creciendo. ¡Nunca he sido tan bendecido como
lo soy en este momento! La economía de Dios no depende de las
condiciones naturales. Con o sin pandemia, esto es sobrenatu-
ral, supera la comprensión humana. Hoy, estoy muy feliz. Estoy
agradecido con el Señor y con el Ministerio El Rey Jesús, con el
Apóstol Maldonado, su familia y su liderazgo.
CAPÍTULO 5
EL JUICIO DE DIOS
C omo expliqué en capítulos anteriores, el sacudimiento a escala global de

las naciones, la iglesia, la economía y muchos otros ámbitos de la vida dan
testimonio de la era que estamos viviendo: la era de los últimos tiempos.
A nuestro alrededor estamos viendo manifestaciones de los últimos días
que nos hacen recordar el juicio de las plagas que Dios envió a los egip-
cios cuando Faraón se negó obstinadamente a liberar a los hebreos de la
esclavitud en Egipto. Una vez más, los investigadores, científicos y analistas
pueden describir algunos aspectos de la agitación mundial, y pueden dar
ciertas explicaciones sobre estos eventos; pero no pueden anticipar sustan-
cialmente lo que está por venir al mundo, especialmente en el camino del
juicio de Dios.
Los fieles profetas de Dios en el Antiguo Testamento siempre habla-
ban lo que Él les ordenaba. No retuvieron el mensaje, ni lo cambiaron, ni
lo diluyeron. Recuerde que Hageo profetizó: “Porque así dice Jehová de los
ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra
seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las
naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Hageo
2:6–7). E Isaías predijo: “Por Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos,
con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego
consumidor” (Isaías 29:6). Actualmente vemos cómo los medios de comu-
nicación del mundo informan sobre desastres naturales que demuestran
77
que esas profecías se están cumpliendo hasta el día de hoy, a menudo con
una fuerza abrumadora, en forma de ciclones, huracanes, tornados, mare-
motos, devastadores incendios forestales, inundaciones, sequías, plagas de
insectos, enfermedades virales y mucho más.
Estos son los tiempos de los que hablaron los profetas de la antigüe-
dad y que hoy continúan anunciando los apóstoles y profetas de Dios de
los últimos días. El tiempo del juicio de Dios ha llegado, y es deber de los
apóstoles y profetas llevar a la iglesia de Cristo a través de estos sacudi-
mientos, para que los creyentes puedan ser purificados, edificados en su fe
y preparados para la venida de Cristo. Jesús dijo: “Pero cuando venga el Hijo
del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:8).
Al mismo tiempo, debemos proclamar al mundo la necesidad del
arrepentimiento de pecados, y presentar a Cristo como el único Salvador.
Desafortunadamente, muy pocos apóstoles y profetas están siendo la voz
de Dios que la gente necesita oír en esta hora. Tienen la vocación para ello,
pero no están cumpliendo su comisión. Además, los apóstoles que tienen
influencia global son pocos o, en algunos casos, no están ejerciendo su
influencia debidamente. Se limitan a ser pastores de sus iglesias y comu-
nidades, en lugar de ser la voz de Dios para un mundo que está en gran
necesidad. ¡Jesús regresará pronto!
Durante varios años, junto a otros apóstoles y profetas que siguen de
cerca el llamado de Dios, he venido hablando acerca de las señales de los
últimos tiempos, el sacudimiento, el avivamiento y la venida del Señor.
Dios ha revelado que soy uno de los apóstoles de los últimos tiempos con la
estatura espiritual para ser Su voz en el ahora. No tomo livianamente este
llamado, sino que siento una gran responsabilidad al cumplirlo. Siento el
llamado de Isaías cuando dijo: “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu
voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su
pecado” (Isaías 58:1).
Más creyentes estarían fundamentados en Jesús, la Roca, y no se verían
abrumados por los sacudimientos, si más apóstoles y profetas se centra-
ran en enseñarles la verdad sobre nuestros tiempos. Limitarse a darle a
la gente un mensaje de ánimo no necesariamente fortalecerá su fe; pero
darles un mensaje de verdad los edificará. Por eso, en tiempos de incerti-
dumbre, no podemos recurrir a predicar acerca de perspectivas y hechos
El juicio de Dios 79
mundanos. Por el contrario, debemos proclamar la verdad eterna de Dios.

Los hechos pueden variar en cualquier momento; pero la verdad en Cristo
nunca cambia porque es absoluta y produce convicción, salvación, fe, espe-
ranza, alegría, paz y mucho más en los corazones de las personas a través
del Espíritu. Necesitamos tener un sentido de urgencia en nuestro tiempo,
y volver al temor de Dios. Una vez más, no estamos llamados a predicar
sobre mera información o temas populares. La gente necesita escuchar la
verdad de lo que está sucediendo en el mundo actual, y por qué ocurre. Este
es el mensaje que mantendrá a la iglesia de Jesucristo en alerta roja durante
estos últimos tiempos.
LA VERDAD ES UNA PERSONA. JESÚS ES EL CAMINO,

LA VERDAD Y LA VIDA, Y SU ESPÍRITU NOS REVELA ESTE CAMINO,
VERDAD Y VIDA.
SEÑALES DEL JUICIO

He escrito este libro para ayudar a la gente a saber que Dios está usando
el sacudimiento de los últimos tiempos para implementar Sus planes, pro-
pósitos y estrategias en la tierra, así como para separar a los miembros del
remanente por el que viene Jesús, de aquellos que permanecerán en la tierra
durante la gran tribulación. Una vez más, debemos reconocer que Dios está
detrás del sacudimiento. Sin estos sacudimientos, no podríamos identifi-
car claramente Su mano de advertencia y juicio actuando en la tierra en los
últimos días. Como he señalado, este sacudimiento fue anunciado por las
Escrituras hace miles de años. Esto trae gloria al nombre de Dios porque
el Señor está orquestando todo para alinearlo con Su voluntad. Las formas
de sacudimiento que estamos experimentando actualmente son señales —
realidades visibles— que apuntan al regreso de Jesucristo. Ninguna señal
de advertencia celestial es invisible o sutil. Debe ser visible para que no
pueda ser negada. Y, cuanto más nos acerquemos a la venida del Señor, más
fuertes e intensas serán estas señales.
Antes escribí que el coronavirus —ya sea producido por el hombre

o de origen animal— es una señal de los últimos tiempos. Dios sabe de
antemano lo que el hombre hará, así que Él permitió que esto sucediera.
Dada su naturaleza global tiene un significado profético, y sus efectos están
estrechamente relacionados con el juicio de Dios a las naciones. Este virus
es una epidemia infecciosa, devastadora y mortal que ha afectado a más de
180 países. Se han confirmado casos en casi todas las naciones del mundo
y, en un momento determinado, el mundo entero quedó prácticamente
encerrado en cuarentena. Esto es lo que la Biblia llama una plaga o una
pestilencia. En Mateo 24 vemos que todas estas plagas que estamos experi-
mentando son juicios de Dios que apuntan a otros eventos en la cronología
de los últimos días: “Y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes
lugares. Y todo esto será principio de dolores” (Mateo 24:7–8). Estos forman
parte del sacudimiento de los últimos tiempos y del juicio que nos está con-
duciendo al período de tribulación. (Vea los versículos 9–31).
TODOS LOS SACUDIMIENTOS DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS ESTÁN

RELACIONADOS CON LAS SEÑALES DE LOS ÚLTIMOS DÍAS,
EL JUICIO Y LA GLORIA DE DIOS.
Cuando vemos una plaga que comienza durante el tiempo de la fiesta

de Pascua, podemos estar seguros de que es una señal muy importante de
Dios. El coronavirus explotó en todo el mundo justo a tiempo para la fiesta
de Pascua. Si miramos hacia atrás, la onda expansiva de esta plaga actual
ocurrió entre marzo y abril de 2020. La Pascua fue del 8 al 16 de abril.
En marzo de 2020, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu,
“describió la pandemia como ‘un incidente global y nacional como nunca
ha conocido Israel’”. También dijo que “la pandemia podría convertirse
en la peor amenaza para la humanidad desde la Edad Media; afirmó que
incluso los científicos estaban orando al Creador en busca de inspiración y
salvación”.27
27. “Si se reinfectara, el virus podría ‘acabar con la humanidad’, habría advertido Netanyahu
a los diputados”, Times of Israel, 8 de mayo de 2020, https://www.timesofisrael.com/if-it-
reinfects-virus-could-end-humanity-netanyahu-reportedly-warned-mks/.
En la antigüedad, la Pascua es la única fiesta que celebra un escape. En

los últimos tiempos, la Pascua está vinculada al rapto de la iglesia. “Velad,
pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas
estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas
21:36).
A medida que la plaga del coronavirus continuó alcanzando propor-
ciones globales en 2020–2021, vimos el juicio de Dios sobre la economía
mundial. Los mercados internacionales fueron golpeados debido a los efec-
tos de la pandemia. Muchos negocios se vieron obligados a cerrar, y algunas
industrias puede que nunca vuelvan a ser las mismas. Sin embargo, aún más
que esto, la crisis económica ha abierto las puertas a un evento apocalíptico.
Ha comenzado a preparar el camino para el desarrollo de la economía de la
bestia, o el anticristo, profetizado en la Biblia. El espíritu del anticristo está
estableciendo un orden mundial y preparando el camino para el gobierno
absoluto de la bestia. Llegará el momento en que los bienes serán severamente
racionados. “Y oí una voz en medio de las cuatro criaturas vivientes diciendo: ‘Y
oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo
por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni
el vino’” (Apocalipsis 6:6). La gente no podrá comprar o vender a menos que
tengan la marca de la bestia. (Vea Apocalipsis 13:16–17).
Si todas estas señales no lo llevan a creer que estamos en los últimos
tiempos y que Cristo viene pronto, no sé qué lo hará creer. Jesús dijo que
cuando veamos estas señales estaremos a punto de recibir nuestra reden-
ción: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra
cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Lucas 21:28). Como he seña-
lado, hay apóstoles, profetas, pastores y otros líderes cristianos en la iglesia
global que no reconocen la realidad de la aparición de Jesús, o prefieren no
reconocerla. En su lugar, continúan predicando solo lo que la gente quiere
oír, no lo que Dios quiere decirles. ¡No reconocen el regreso de Jesús ni
preparan a la iglesia para Su venida!
¿DIOS DE AMOR O DE JUICIO?

Dios es un Dios de amor; pero también es un Dios que juzga los actos
de maldad. A través de Su juicio, hoy está llamando al arrepentimiento a
un mundo que lo ha rechazado.
Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas
[actos de injusticia y perversidad] es según la verdad. ¿Y piensas esto,
oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú
escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benig-
nidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad [“su
bondad” nvi] te guía al arrepentimiento? (Romanos 2:2–4)
En diversos pasajes de Su Palabra, Dios expresa que tanto el amor

como la justicia están interconectados. (Vea, por ejemplo, Miqueas 6:8;
Romanos 3:25–26). En el pasaje de Romanos 2 vemos que, aunque Dios
es amor, esto no significa que Él quiera que dejemos de arrepentirnos de
nuestros pecados, iniquidades y rebeldías. La falta de arrepentimiento trae
juicio. Pablo dice que la benignidad o la bondad de Dios nos lleva al arre-
pentimiento, y esto es lo que nos permite evitar Su juicio. Quien no se
arrepiente no puede evitar el juicio de Dios.
TODO LO QUE ES PECADO Y NO SE AJUSTA A

LA JUSTICIA DE DIOS SERÁ JUZGADO.
¿Cree que Dios es un Dios de juicio y también de amor? Algunos líde-

res cristianos están animando a la gente a creer una mentira diciéndoles
que no hay juicio. Afirman que debido a que Dios es amor, no necesitamos
arrepentirnos ni cambiar nuestras vidas. Su amor es todo lo que importa,
por lo que todo estará bien, sin importar lo que hagamos. Tales líderes usan
sus oficinas para decir lo contrario de lo que el Espíritu está hablando hoy,
y guían a la gente al infierno en lugar de guiarlos a la salvación y la restaura-
ción. Dios ciertamente removerá a estos líderes de sus posiciones, y tendrán
que sufrir el juicio del último tiempo.
Una cosa es animar a la gente, y no hay nada malo en ello, pero otra
cosa es decirles que no tienen que arrepentirse. La mayoría de las veces
la gente no quiere reconocer su pecado ante Dios. La humanidad se ha
vuelto insensible ante el mal; los corazones de las personas se han endure-
cido. Como raza, los seres humanos están corrompidos en mente, corazón
y cuerpo. Y el sacudimiento de los últimos tiempos da testimonio de la

corrupción generalizada y creciente de la humanidad en la actualidad.
Cuando las personas creen que Dios es solo un Dios de amor, no creen
en Su juicio. Saben y entienden tan poco acerca de Dios que si ven o expe-
rimentan Su juicio, argumentan siempre: “¿Como puede un Dios de amor
permitir que estas atrocidades sucedan?” Comienzan a dudar del amor de
Dios. No entienden que Él ejecuta Su juicio debido a Su amor y carácter
de Rey justo, ya que conciben el amor solo como complacencia y permi-
sividad. Esto es principalmente culpa de los líderes de la iglesia, porque
muchos predicadores han comprometido el mensaje de la cruz con el fin de
llenar los asientos en sus iglesias. Jesús nos llama a arrepentirnos de nues-
tros pecados, morir a nosotros mismos, y cambiar nuestras formas erradas
de vivir. Cuando Cristo ascendió al cielo después de Su resurrección, nos
envió al Espíritu Santo para hacer la obra de convicción y transformación
en nuestras vidas. Él les había prometido este Espíritu a Sus discípulos,
diciendo: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y
de juicio. [...] Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la
verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que
oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:8, 13).
Ser juez es uno de los atributos de Dios, tanto es así que Juez es uno de
Sus títulos. Él es el Dios de juicio, rectitud y justicia, así como de miseri-
cordia. “Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van
delante de tu rostro” (Salmos 89:14). Dios siempre prefiere la misericordia;
pero la persistente rebeldía y desobediencia de la humanidad provoca Su
juicio. El juicio de Dios llega a la humanidad cuando Su gracia —el margen
de tiempo y espacio para que los seres humanos se arrepientan— ha sido
levantada, y el hombre ha endurecido su corazón.
DEBEMOS APARTARNOS DEL PECADO PARA

NO SER JUZGADOS POR ÉL.
Jesús fue designado por el Padre para ser Salvador y Juez, pues el que
salva también juzga. Él opera en ambas oficinas porque cada una representa
un aspecto de Su amor eterno por nosotros. “Y nos mandó que predicáse-

mos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos
y muertos. De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él
creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre” (Hechos 10:42–43).
Debemos reconocer plenamente que Dios perdona todos los pecados; pero
también juzga la maldad cuando no hay arrepentimiento.
CAUSAS DE JUICIO EN EL MUNDO

¿Qué ha hecho la humanidad para desatar el juicio de Dios? ¿Por qué
un Dios compasivo juzgaría a alguien que ama? Estas son preguntas que las
personas hacen cuando no entienden la naturaleza de Dios como Salvador
y Juez. Recuerde que la razón por la que Dios juzga al mundo es la acumu-
lación de iniquidad y pecado que la humanidad en su conjunto ha cometido
en rebeldía contra Él. Como vimos anteriormente, en el cielo, la iniquidad
se acumula, como cuando se vierte líquido en un vaso hasta que se llena por
completo, entonces Dios actúa. (Vea Génesis 15:16; Apocalipsis 16:19).
Examinamos también cómo las personas están cometiendo las siguientes
iniquidades, provocando el juicio de Dios sobre las naciones:
• Albergar continuamente malos pensamientos y deseos
• Derramar sangre inocente y cometer otros actos de violencia
• Tener carácter corrupto
• Ser moralmente perversos
Una vez más, como en el tiempo de Noé, gran parte de la humanidad
actual está insensibilizada ante el pecado y la iniquidad. “Y vio Jehová que
la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los
pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis
6:5). Hoy en día la copa de la iniquidad está completa, al igual que enton-
ces. Dios pronto juzgará a los que continuamente han estado sembrando
iniquidad, mentiras, engaño, corrupción, asesinato, derramamiento de
sangre, orgullo, amor al dinero, amor a sí mismos, amor al placer y más.
Las señales de los últimos tiempos dan testimonio de la dureza de
corazón de la humanidad. Si entendemos esto, podemos ver por qué las
cosas están tan fuera de control en el mundo. Debido a que el corazón
humano se ha endurecido, Dios está enviando juicios cada vez más severos.
Cuando la humanidad persiste en el pecado y no se arrepiente, el juicio se

hace mayor. Antes, en este mismo capítulo, mencioné cómo el faraón de
Egipto se negó obstinadamente a liberar al pueblo de Dios de la esclavitud.
Endureció su corazón y rechazó las advertencias de Dios una y otra vez. “Y
el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho”
(Éxodo 7:13). Por lo tanto, Dios envió juicios cada vez más duros, pero el
gobernante siguió negándose a arrepentirse, hasta que el juicio lo alcanzó
personalmente y se llevó la vida de su hijo. Finalmente dejó ir al pueblo
de Dios, pero, para entonces, ya era demasiado tarde. ¿Qué sentido tiene
esperar a que el juicio nos destruya para luego arrepentirnos, sobre todo si
vamos a tener que arrepentirnos de todos modos? No esperemos a que sea
demasiado tarde para acceder a la salvación en Jesús.
Cuando los pecados e iniquidades de una persona, una nación o del
mundo están ya maduros, Dios los expondrá públicamente. Esta es la
razón por la que todos los países están bajo juicio en este momento; tam-
bién es la razón por la que están saliendo a la luz tantos casos de corrup-
ción, abuso sexual y malversación de fondos. Necesitamos llamar a la igle-
sia, a las naciones y al mundo al arrepentimiento. En una situación en la
que Él está trayendo juicio, Dios habla de manera muy precisa porque el
juicio es cuestión de vida o muerte. Esto significa que Dios ya no permitirá
que sigamos con nuestros pecados. Eso puede parecer duro o extremo para
algunas personas, pero Su intención es salvarnos de algo peor.
LOS JUICIOS DE DIOS

En la Biblia vemos juicios que ocurren a nivel regional, nacional
y global. El juicio del tiempo de Noé fue global, al igual que el juicio de
ahora, porque afectó a todas las personas del mundo, no solo a las que esta-
ban en la vecindad de Noé. (Vea, por ejemplo, Génesis 7:4). El juicio sobre
Judá que los llevó en cautiverio a Babilonia fue nacional. (Vea, por ejemplo,
Esdras 5:12). El juicio sobre Sodoma y Gomorra, sin embargo, fue regio-
nal, se aplicaba únicamente a las personas que vivían en esas dos ciudades
y sus alrededores. (Vea Génesis 19:1–26).
A lo largo de los siglos hemos visto diversos juicios regionales y nacio-
nales. En los últimos tiempos, veremos juicios regionales (como incen-
dios, terremotos, huracanes, explosiones, etc.), juicios nacionales (como
problemas económicos e inestabilidad política) y juicios globales (como el

coronavirus).
Hasta el momento, solo hemos experimentado juicios parciales o preli-
minares que dan a la gente una oportunidad más de arrepentirse. En estos
últimos tiempos todas las cosas están siendo juzgadas con juicios parciales
en forma de sacudimientos. La gente necesita volverse a Dios ahora porque
habrá juicios finales, y están cerca. Cuando el juicio del último tiempo se
lleve a cabo, no habrá vuelta atrás. Hoy usted tiene la oportunidad de cam-
biar su vida —dejar el orgullo, la mentira, la rebelión, la brujería, la inmo-
ralidad sexual, u otra forma de pecado— ¡y correr hacia Jesús!
UNA ÚLTIMA OPCIÓN

En Su infinita paciencia, cuando Dios ha llamado repetidamente a los
seres humanos al arrepentimiento, pero aún no responden, Él usa el juicio
como última opción. Y resulta efectivo porque, como hemos visto, la gente
a menudo busca a Dios cuando enfrenta una crisis. Por lo tanto, todo cas-
tigo tiene un propósito similar: hacer que las personas se examinen a sí
mismas, reconozcan que han pecado, se arrepientan de sus pecados, reco-
nozcan a Dios y busquen de continuo al Señor.
Por eso debemos tener mucho cuidado de no convertirnos en una igle-
sia que complace al buscador, accediendo a consolar a la gente sin decirles la
verdad sobre su condición ante Dios por temor a ofenderlos. Cuando com-
prometemos la verdad, cuando cedemos a la demanda de tolerancia moral
de la gente nos convertimos en una iglesia sin la cruz, sin la resurrección y
sin poder, y nos arriesgamos a perder la presencia de Dios en nuestras con-
gregaciones. Debemos volver al fuego del Espíritu Santo, porque será nues-
tra única arma eficaz contra el espíritu del anticristo que está avanzando
contra la iglesia. Una vez más, esta es la promesa a la que debemos recurrir:
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y bus-
caren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde
los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14).
Reconozcamos plenamente la condición de la humanidad caída: los
seres humanos son frágiles, débiles, indefensos, limitados e ignorantes de
las cosas espirituales; necesitan desesperadamente la convicción y guía del
Espíritu Santo para poder arrepentirse, recibir al Señor Jesús, ser llenos
del Espíritu y ejercer el poder de Dios en la tierra. ¡Debemos clamar a Dios

por Su ayuda!
DÓNDE COMIENZA EL JUICIO

Sin embargo, también debemos recordar que el juicio primero empieza
por la casa de Dios. “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de
Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no
obedecen al evangelio de Dios?” (1 Pedro 4:17). Hay dos tipos de personas
en la iglesia: el “trigo” y la “cizaña”, o el remanente espiritualmente vivo y
los cristianos espiritualmente dormidos. (Vea Mateo 13:24–30). Cuando
Dios trae juicio sobre el mundo, siempre hay un remanente dentro de la
iglesia que es preservado. El juicio sirve para separar la cizaña del trigo. Así
es como Dios hace que la verdad se mantenga en la iglesia. El remanente
siempre se mantiene en posición de justicia.
Esto es similar a lo que sucedió entre Israel y Egipto. Cuando Dios
envió las plagas a Egipto, los hebreos fueron preservados, mientras que
los egipcios —especialmente la élite de gobierno— recibieron el juicio de
Dios. Hoy en día el sacudimiento de los últimos tiempos está juzgando a
las naciones; pero Dios está preservando a los suyos en medio de todo esto,
a fin de que estén preparados para la venida de Jesús. A través de todos
estos sacudimientos debemos recordar que, para los hijos de Dios que lo
aman y obedecen, el juicio es un proceso de purificación y disciplina, no de
destrucción.
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando

eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota
a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata
como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes,
entonces sois bastardos, y no hijos. (Hebreos 12:5–8)
Así, Dios usa juicios parciales para corregir y reprender al rema-

nente en preparación para la venida del Señor. De lo contrario, la novia de
Cristo no estaría lista para el Novio, sino que se encontrará durmiendo.
(Vea Mateo 25:1–13). A medida que vemos los juicios que vienen sobre
las naciones necesitamos humillarnos en la presencia de Dios, y juzgarnos
a nosotros mismos para evitar ser juzgados públicamente por Él. (Vea
1 Corintios 11:31). Pablo escribió: “Cuando yo era niño, hablaba como niño,
pensaba como niño, juzgaba como niño; más cuando ya fui hombre, dejé lo
que era de niño” (1 Corintios 13:11). No debemos permanecer inmaduros,
pensando que podemos estar espiritualmente dormidos, o seguir pecando
y que no ocurra nada en consecuencia. Cada remanente del pueblo de Dios
mencionado en la Biblia siempre ha sido una señal para las naciones, una
luz en las tinieblas. Debemos asumir nuestro papel como el remanente de
los últimos días y estar constantemente alertas para servir como portado-
res de la gloria de Dios.
CUANDO DIOS JUZGA AL MUNDO ES PARA ARREPENTIMIENTO;

PERO CUANDO JUZGA A LA IGLESIA, ES PARA CORREGIR Y
DESARROLLAR SU CARÁCTER.
CAUSAS DEL JUICIO A LA IGLESIA

Sabemos que Dios está juzgando al mundo por sus malos pensamien-
tos y deseos, por derramar sangre inocente y cometer otros actos de vio-
lencia, también por su carácter corrupto y perversión moral. Pero ¿por
qué juzga a Su propia casa? Hemos visto que la razón no es para nuestra
destrucción, sino para corrección y transformación. Sin embargo, la gente
todavía puede preguntarse de qué necesita el pueblo de Dios arrepentirse,
qué necesita corregir y cambiar. El libro de Apocalipsis incluye cartas del
Señor Jesús a siete iglesias del primer siglo, que revelan los pecados y fallas
particulares de cada una de ellas. (Vea Apocalipsis 2–3). Estos pecados
y fallas están tan presentes en la iglesia contemporánea como lo estaban
entonces. Repasemos varios de ellos mientras revisamos la condición de
nuestros corazones hacia el Señor.
TIBIEZA CON CEGUERA ESPIRITUAL

Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el tes-
tigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo
conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o
caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de
mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de nin-
guna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado,
miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí
compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas
para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge
tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que
amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. (Apocalipsis 3:14–19)
El gran pecado de la iglesia hoy en día es la tibieza con ceguera espi-

ritual. Las siguientes son algunas características de esa porción de la igle-
sia del último tiempo que aún no forma parte del remanente: es artificial,
pasiva, dormida, casual, sin espíritu, sin sangre y sin compromiso; com-
promete la verdad; acepta el pecado; evita a toda costa ser ofensiva o herir
la sensibilidad de las personas; complace los deseos carnales de la gente;
carece de la presencia de Dios; está desprovista del poder de Dios; ignora el
temor del Señor; es políticamente correcta; se centra en el entretenimiento;
niega la obra del Espíritu Santo y la realidad de lo sobrenatural; y diluye
el evangelio. Si la gente no se arrepiente de estas transgresiones, veremos
muchas congregaciones desaparecer después de este sacudimiento.
Creo en la Palabra de Dios. Creo que hay un cielo y un infierno. Creo
en la obra terminada de Cristo en la cruz y en el poder de Su resurrección.
Creo en la presencia manifiesta de Dios, en lo sobrenatural, en la sangre de
Cristo, en la realidad de la sanidad divina y los milagros, en la autoridad del
creyente sobre el diablo y sus demonios, y en las promesas de prosperidad
contenidas en la Biblia para todas las áreas de la vida. ¡No me disculpo por
esto! Y predico abiertamente todo el mensaje del evangelio del reino.
EL CRISTIANISMO “CONVENIENTE” QUE NIEGA

EL PODER DE DIOS ES LA RAZÓN POR LA QUE LA IGLESIA
HA SIDO SACUDIDA HASTA LO MÁS PROFUNDO.
RENUNCIANDO A NUESTRO PRIMER AMOR

Como resultado de su tibieza, la gente ha perdido su devoción por
Cristo. “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” (Apocalipsis
2:4). Cuando las personas reciben por primera vez al Señor, sus corazones
se inundan con el amor del Padre y se enamoran de Él. Esto es lo que la
Biblia llama el “primer amor”. Muchos nuevos creyentes oran todos los días,
asisten a todos los servicios y actividades que ofrece la iglesia, cuentan a
todos acerca de lo que Dios ha hecho en sus vidas y demuestran su amor
por el Señor de diversas maneras. Ven a Dios obrando en cada situación
de sus vidas, y creen todo lo que Él dice en Su Palabra. Sin embargo, llega
un momento en que se enfrentan a una situación especialmente difícil, no
parecen recibir respuestas a sus oraciones, experimentan el desgaste de la
vida, se cansan de trabajar duro en el ministerio, o se decepcionan de otras
personas, y esto hace que se enfríe ese primer amor. Una apatía o frialdad
permanente hacia Dios provoca que se le juzgue. “Recuerda, por tanto, de
dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré
pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”
(Apocalipsis 2:5). ¡Debemos clamar a Dios por un encuentro fresco con el
Espíritu Santo y una nueva llenura de Su presencia!
LA FALTA DE ARREPENTIMIENTO POR ABANDONAR NUESTRO

PRIMER AMOR TRAE JUICIO A LA CASA DE DIOS.
¿ESCUCHARÁS LA VOZ DE DIOS?

El juicio de Dios ya está cayendo sobre Su iglesia, así como sobre el
mundo. Podemos ver sus consecuencias en cada iglesia, los líderes cristia-
nos y los cristianos en general. Dios está revelando quiénes son verdadera-
mente los miembros de Su remanente. ¿En qué grupo se encuentra usted:
en el trigo o la cizaña? ¿Ha estado viviendo en tibieza y ceguera espiri-
tual? ¿Ha abandonado su primer amor? ¿Ha abrazado doctrinas falsas o
diluidas? ¿Tolera el “ fuego extraño” (Levítico 10:1) de la adoración conta-
minada en lugar de adorar a Dios “en espíritu y en verdad” (Juan 4:23–24)?
¿Ha dejado de velar y orar? (Vea, por ejemplo, Marcos 13:33). Todavía
hay tiempo para el arrepentimiento antes del “lloro y el crujir de dientes”
(Mateo 24:51) del juicio final. El Espíritu Santo está llamando al rema-
nente a volver a Dios. ¿Escuchará Su voz? Lo invito a hacer una oración de
arrepentimiento desde lo más profundo de su corazón:
Padre celestial, yo reconozco que he perdido mi primer amor y

que he estado viviendo en tibieza espiritual durante estos últimos
tiempos. He dejado de velar y orar. He dejado de hacer la obra
de Cristo en el mundo. Necesito arrepentirme. Necesito volver a
Ti con todo mi corazón. Perdóname. Ayúdame en mi debilidad.
Acepto y acojo la ayuda de Tu Espíritu Santo. Reconozco mi nece-
sidad de Tu poder y gracia para renunciar a todo lo que me aleja
de Tu presencia. Renueva en mí el gozo de mi salvación, y hazme
una nueva criatura en Cristo. Acércame a Tu corazón. Lávame de
toda mi maldad. Limpia mi vida de pecado, y mi corazón de toda
iniquidad. Hoy, renuevo mi pacto contigo para serte fiel, seguirte,
servirte y manifestar Tu poder y presencia en esta tierra a aquellos
que aún no Te conocen. ¡Lléname de Tu Espíritu hasta que des-
borde! Hoy, junto con el Espíritu y la iglesia, clamo, “¡Ven, Señor
Jesús!”.

Emilio Rodríguez y su esposa vinieron al Señor cuando estaban finan-
cieramente quebrados, incapaces de concebir un hijo y al borde del divor-
cio. Estaban atravesando una gran crisis, y su vida estaba en ruinas. Debido
a que no tenían una relación establecida en Dios a través de Jesucristo, el
juicio de este mundo cayó sobre ellos como una maldición. Sin embargo,
cuando se rindieron a Cristo, todo comenzó a cambiar.
Llegué al Ministerio El Rey Jesús hace dos años, en la Pascua,

cuando estaba pasando por muchas luchas. Mi esposa y yo estába-
mos a punto de divorciarnos, hablando de cómo nunca íbamos a
poder tener hijos o formar nuestro propio negocio. Sin embargo,
a Dios le bastó un instante para darle la vuelta a todo. Cuando
lo encontré por primera vez, Él inmediatamente comenzó a obrar
en nuestras vidas. Nunca lo había conocido antes; pero el día que

llegué a El Rey Jesús, Él me habló y me dijo que esa era la iglesia en
la que quería que me quedara. Mi madre había permanecido allí
durante veinte años y nunca había perdido la fe en que, algún día,
yo también vendría y conocería a Jesús.
A mi esposa y a mí nos asignaron unos mentores que nos enseña-
ron a diezmar, dar, orar, adorar y ayunar. Inmediatamente obede-
cimos y aplicamos sus enseñanzas. En CAP, Dios me instruyó para
que sembrara mil dólares. No los tenía. En ese momento, vivíamos
en un apartamento de una habitación y teníamos ingresos reduci-
dos. Pero, aunque no teníamos el dinero, prometimos sembrarlo.
A los dos meses de cumplir esa promesa, mi esposa quedó emba-
razada. ¡Fue un milagro! Unos meses más tarde nos invitaron a ser
parte del programa de Inversionistas de los Últimos Tiempos.28
Dios puso en mi corazón sembrar 10,000 dólares. Como antes, no
teníamos el dinero, pero no dudamos en comprometernos a darlo.
Tan pronto como juntamos el dinero, fuimos a la iglesia y lo sem-
bramos. Ese año tuvimos a nuestro bebé, nuestro negocio y nues-
tra casa. Ahora, las bendiciones son continuas. Tenemos paz en
nuestro hogar; nuestros familiares vienen a visitarnos, y siempre
hay espacio para todos.
Mi esposa y yo habíamos estado casados durante diecisiete años
sin lograr ninguna de nuestras metas; pero con Dios tuvimos todo
lo que habíamos soñado, y más, en solo dos años. Por supuesto,
esto no sucedió sin que pasáramos pruebas y desafíos. Por ejemplo,
cuando mi esposa estaba embarazada, nos chocó un camión de 18
ruedas en la autopista, pero salimos de allí con solo unos pocos
rasguños. Luego, en medio del embarazo, mi esposa comenzó
a sangrar. Pero tuvimos pastores y mentores que nos alentaron,
oraron por nosotros y nos ayudaron a salir adelante. Mi hijo nació
prematuramente, pero, por la gracia de Dios, sobrevivió. ¡Hemos
visto a Dios hacer tantos milagros! Y no podemos esperar a ver lo
que Él continuará haciendo en nuestras vidas como testimonio de
Su bondad.
28. Este es un programa del Ministerio El Rey Jesús que recauda fondos para llevar el
mensaje del reino a más y más áreas del mundo.
Luis se había alejado de Dios y había caído en actividades delictivas. El

Señor le habló cuando estaba en la cárcel, lo llevó a arrepentirse y ser res-
taurado. El juicio de Dios lo llevó a la cárcel con el propósito de darle una
oportunidad de redimir su vida.
Soy miembro del Ministerio El Rey Jesús y he estado en este

ministerio durante cinco años. Sin embargo, por un año me alejé
de Dios. Dejé de hablar con mis mentores y me separé de la igle-
sia. Un día, durante mi rebeldía, de repente me arrestaron y me
acusaron de un delito. Mientras estaba en la cárcel, oí que el Señor
me hablaba, diciendo: “Eres tan rebelde que tuve que ponerte aquí
para que me escucharas”. Eso me impactó porque realmente no
quería ser un hijo rebelde. Así que llamé a mis mentores y les dije
que volvería a la iglesia. En pocos días, Dios me sacó de la cárcel
y me restauró por completo. Cuando asistí a CAP, sentí la convic-
ción del Espíritu Santo y fui transformado.
¡Hoy, soy un hombre nuevo! Ahora solo siento Su presencia y
Su amor. Me di cuenta que no importaba lo lejos que me fuera,
Él siempre estaría allí para sostenerme. No importa lo que el ene-
migo te diga, agárrate de la visión que Dios te ha dado y de las
palabras que has recibido de Él, porque todo sucederá tal como Él
lo prometió.
El padre de Denis Funes fue detenido por las autoridades por no tener
sus documentos de inmigración en orden, y parecía que sería enviado de
regreso a su país de origen y no podría volver a los Estados Unidos. Pero
Denis nunca dejó de creer en Dios ni de servirle. Y Dios hizo lo imposible.
Su padre no solo fue puesto en libertad, sino que su orden de deportación
fue cancelada.
Mi padre estuvo detenido durante ocho meses por el Servicio de

Inmigración. Fuimos a todos los abogados que pudimos encontrar,
y todos nos dijeron que no había solución. Iba a ser deportado. En
esos ocho meses no dejé de servir a Dios. No dejé de liderar mis
reuniones de Casa de Paz. Mi familia y yo seguimos sirviendo en
la iglesia, orando y creyendo por un milagro. En mi cumpleaños
recibí una palabra profética que decía que mi padre sería liberado.
Me aferré a esa palabra y creí en ella con todo mi corazón. Dos

semanas más tarde, contra todo pronóstico, mi padre estaba en
casa de nuevo. Dios obró un milagro, y hemos podido ver Su gloria
brillar a través de este difícil proceso.
CAPÍTULO 6
CÓMO EVITAR EL JUICIO
A medida que llegamos al capítulo final de la parte I, resumamos lo que

hemos discutido hasta ahora:
• El Señor está sacudiendo todos los pueblos, naciones, y el fundamento
de todas las cosas creadas.
• Todo lo que no está establecido en Dios se pone a prueba y se demues-
tra que falta.
• El sacudimiento se relaciona con el juicio de Dios por la iniquidad acu-
mulada y la falta de arrepentimiento de la humanidad.
• El sacudimiento constituye una señal de Dios de que la aparición de
Jesús, o el rapto, está cerca, y que el mundo está bajo juicio.
• Dios está enviando el sacudimiento de los últimos tiempos tanto para
juzgar al mundo por su corrupción moral como para despertar a la
iglesia de su tibieza.
• Aunque todos los sacudimientos tengan el propósito de juzgar y de
hacer justicia, también tienen la intención de ser un medio de miseri-
cordia para aquellos que responden con arrepentimiento al castigo de
Dios.
En estos tiempos finales la copa del pecado se ha desbordado y el juicio
de Dios ha sido desatado sobre la tierra. En la Biblia, cuando Dios estaba a
95
punto de enviar el fuego del juicio sobre las ciudades de Sodoma y Gomorra,
Abraham intercedió por ellos con la esperanza de que Dios detuviera el
juicio. Sin embargo, cuando se encontraron menos de diez justos entre
ellos, las ciudades fueron destruidas. (Vea Génesis 18:16–19:27).
Hoy sabemos que el juicio final de Dios sobre la tierra ya está en
marcha; este juicio comenzó con la iglesia, pero se ha extendido de forma
global. Ambos juicios continuarán. Ya hemos hablado en profundidad de
varios sacudimientos regionales y globales que el mundo ha experimentado
recientemente o que aún está experimentando. Pero consideremos, por
ejemplo, la temporada de huracanes del Atlántico de 2020, que ha batido
récords con treinta tormentas con nombre, catorce de las cuales se convir-
tieron en huracanes, incluyendo las siete más importantes.29 En otro ejem-
plo, piense en el hecho de que la pobreza está aumentando y alcanzando
niveles catastróficos por muchas razones, en particular por los efectos del
coronavirus, los eventos climáticos y el conflicto armado. Aunque en las
dos últimas décadas se ha avanzado mucho en el alivio de la pobreza, “se
calcula que la pandemia de COVID-19 empujará a otros 88 a 115 millones
de personas a la pobreza extrema [en 2020]”, con un aumento total de hasta
150 millones para 2021.30
Estamos llamados a hacer todo lo que podamos en el nombre de Cristo
para ayudar a los pobres, a los oprimidos y a los necesitados. (Vea, por
ejemplo, Mateo 25:31–46). Sin embargo, lo único que puede detener el
juicio global es el arrepentimiento humano en general.
EL ARREPENTIMIENTO GLOBAL
Anteriormente hablamos de la necesidad del arrepentimiento, pero en
este capítulo exploraremos lo que esto significa con mayor profundidad.
¿Qué es el arrepentimiento? El arrepentimiento se refiere a un cambio de
dirección. Arrepentirse significa dar un giro de 180 grados y caminar en
29. “Record-Breaking Atlantic Hurricane Season Draws to an End” [“La temporada
de huracanes en el Atlántico, que bate récords, llega a su fin”], National Oceanic and
Atmospheric Administration, noviembre 24, 2020, actualizado a junio 10, 2021, https://
www.noaa.gov/media-release/record-breaking-atlantic-hurricane-season-draws-to-end.
30. World Bank, “COVID-19 to Add as Many as 150 Million Extreme Poor by 2021” [“La
COVID-19 sumará hasta 150 millones de pobres extremos en 2021”], boletín de prensa
No. 2021/024/DEC-GPV, octubre 7, 2020, https://www.worldbank.org/en/news/press-
release/2020/10/07/covid-19-to-add-as-many-as-150-million-extreme-poor-by-2021.
Cómo evitar el juicio 97
dirección opuesta a la que nos dirigíamos. Significa apartarse de los peca-

dos, las iniquidades, las transgresiones, la injusticia, la perversión moral
y todo lo demás que desagrada a Dios y que ha traído al mundo a su con-
dición actual y al momento de juicio ante Él. El arrepentimiento es un
cambio genuino y sincero de mente y corazón; por lo tanto, la evidencia del
arrepentimiento es el cambio. No habrá transformación hasta que haya un
arrepentimiento genuino.
De modo que, la solución a todos los problemas de este mundo es
un arrepentimiento global ante Dios de la iglesia y de las naciones. Isaías
30:15 dice: “Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y
en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no
quisisteis” (nvi). ¿Por qué cuesta mucho hacer algo que parece tan simple?
La verdad es que para que las personas se arrepientan de todo corazón, se
requiere una virtud de la que se carece hoy en día: la humildad.
Hoy en día el corazón de muchas personas está lleno de orgullo y arro-
gancia, lo que les impide arrepentirse. Cuando se encuentran en esta condi-
ción sus corazones no reconocen que están haciendo algo malo. Además, no
saben, ni pueden saber qué hacer frente a los sacudimientos de los últimos
tiempos; no se dan cuenta de que solo Dios tiene las respuestas para ellos.
La humildad por si sola puede llevar a la gente a reconocer su condición
pecaminosa —su maldad e iniquidad— y arrepentirse de ello. Cuando no
tenemos suficiente humildad, necesitamos la ayuda del Espíritu Santo, que
se mueve en nuestros corazones, nos trae la convicción de pecado y nos
redirige hacia Dios. O, necesitamos la ayuda preliminar de una gran crisis
que aplaste nuestro orgullo y nos lleve a reconocer que fallamos y hemos
pecado contra Dios. Después, estaremos abiertos a la obra del Espíritu
Santo, de convencernos y traernos a la salvación. Cuando nos arrepenti-
mos le damos permiso al Señor para que intervenga en nuestras vidas. “Así
que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, para que
vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19).
EL REMEDIO PARA PREVENIR,

RETRASAR Y PARAR EL JUICIO ES EL ARREPENTIMIENTO.
Una vez más, solo hay un remedio aceptable para la situación en la que
se encuentra el mundo hoy: el arrepentimiento delante de Dios. A menos
que nos arrepintamos, Dios no intervendrá. Las plagas —las crisis de salud,
los problemas económicos, etc.— que están sacudiendo al mundo en este
momento no se irán ni serán aplazadas hasta que los individuos, naciones
y la iglesia reconozcan su pecado y rebelión, y respondan con arrepenti-
miento. ¡No hay alternativa! Y como he subrayado, el primer escenario en
el que debe producirse el arrepentimiento es la iglesia. El juicio de Dios
comienza en Su propia casa para que Su pueblo pueda llevar al mundo al
arrepentimiento.
UNA IGLESIA QUE NIEGA SU PECADO NO PUEDE DETENER UNA

PLAGA O UNA MALDICIÓN, MUCHO MENOS UN JUICIO.
LA FALTA DE CULTURA DE ARREPENTIMIENTO

Un obstáculo importante para prevenir el juicio a través del arrepen-
timiento es que muchas personas en el mundo ni siquiera saben qué es el
arrepentimiento, mucho menos su necesidad ni cómo entrar en él. Hoy, no
es popular hablar de arrepentimiento, incluso en la iglesia. Vivimos en una
época en la que la gente quiere una solución rápida a sus problemas, una
que no implique cambio y mucho menos sacrificio. ¡Esta es la trampa per-
fecta! Esa mentalidad nunca les permite entrar en la libertad de la trans-
formación espiritual y una relación profunda con su Padre celestial. Por
eso, hoy más que nunca el trabajo de los apóstoles y los profetas es revelar
a las personas sus pecados, sus transgresiones e iniquidades, para que sus
ojos sean abiertos. Por lo tanto, si es un apóstol o un profeta, “clama a voz
en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su
rebelión, y a la casa de Jacob su pecado” (Isaías 58:1). Cuando el pueblo ve sus
transgresiones, puede identificarlas y así tener la oportunidad de arrepen-
tirse y detener el juicio.
Cada persona, iglesia y nación tendrá su propia forma de expresar su
arrepentimiento. Lo más importante es que el cambio producido por el
arrepentimiento de las personas sea evidente a medida que son convenci-

das y guiadas por el Espíritu, mientras crecen en Cristo según los cami-
nos de Dios. Todos debemos responder al llamado de Dios de regresar a
Él y examinarnos, reconocer nuestros pecados y arrepentirnos. Debemos
dejar atrás la mentira, el robo, el odio, la rebelión, la brujería, la perversión
sexual, la perversión moral, el orgullo y todas las demás formas de pecado.
Solo entonces Dios intervendrá en nuestras vidas con Su redención, habrá
un cambio radical dentro de nosotros y pasaremos del juicio a la bendición.
EL DENOMINADOR COMÚN DEL VERDADERO

ARREPENTIMIENTO ES EL CAMBIO.
LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

Si bien el arrepentimiento es una condición fundamental para detener
el juicio de Dios, hemos visto que hoy en día las personas quieren que sus
problemas se solucionen sin tener que sufrir cambios o hacer sacrificios.
Sin embargo, el verdadero arrepentimiento no se puede fabricar. Por lo
tanto, debemos tener este elemento indispensable en el proceso de nuestro
arrepentimiento: la convicción del Espíritu Santo. No puede haber un ver-
dadero arrepentimiento a menos que esté acompañado por la convicción
del Espíritu. Jesús sabía esto, por eso les dijo a Sus discípulos lo siguiente:
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera,
el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él
venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:7–8).
Solo una persona en rebelión, con un corazón endurecido, con una
conciencia muerta a la justicia, resistirá el poder de convicción del Espíritu
de Dios. Debemos tener cuidado de no convertirnos en una persona así.
Si, por ejemplo, nuestros corazones se han endurecido por las desilusio-
nes, las traiciones y engaños que hemos sufrido —en la vida en general o
dentro de la iglesia— necesitamos la obra del Espíritu Santo para sanar-
nos y guiarnos al arrepentimiento del resentimiento y endurecimiento. El
poder de convicción del Espíritu Santo iluminará nuestra conciencia y nos
mostrará que estamos en un estado de pecado. La verdad es que no existe

un verdadero arrepentimiento donde se rechaza al Espíritu Santo, porque
la presencia de Dios es necesaria para la transformación.
UN CAMBIO DE CORAZÓN GENUINO Y SINCERO

ES EL RESULTADO DE UNA ENTREGA TOTAL A LA CONVICCIÓN
DEL ESPÍRITU SANTO EN NOSOTROS.
¿Cómo reconocemos la convicción del Espíritu? ¿Y cómo cedemos a esa

convicción? La convicción del Espíritu Santo es un discernimiento interno
mediante el cual Dios revela a nuestros corazones cosas abominables que
nos apartan de Él. Aunque puede tomar un gran esfuerzo para que reco-
nozcamos nuestro pecado, si no tenemos cuidado será demasiado fácil
rechazar la convicción del Espíritu con respecto a él. Cuando sentimos Su
convicción, es muy importante que confiemos que Dios sabe lo que está
haciendo, y no darle la espalda a lo que Él quiere mostrarnos.
El secreto para ceder a la convicción radica en la humildad y la entrega.
Si rendimos nuestra voluntad, recibiremos el poder para arrepentirnos de
lo que nos ha separado de Dios. Si no nos rendimos, vamos a contristar al
Espíritu Santo (vea Efesios 4:30), y solo enfrentaremos más juicio y sacu-
dimiento. Por favor, comprenda que hay una diferencia entre sentirse con-
denado y sentirse acusado. La condenación nos acusa y nos deja separados
de Dios, mientras que la convicción nos lleva al conocimiento de nuestro
verdadero estado con el propósito de arrepentirnos, restaurarnos con Dios
y transformarnos. A veces, cuando les mostramos a las personas su pecado,
ellos no tienen problema para identificarlo, pero su orgullo y arrogancia
los lleva a negarlo. Hacen a un lado su convicción, ignoran su pecado y se
niegan a rendirse para ser redimidos. Esto hace que sus corazones se endu-
rezcan y tengan una necesidad desperada de consolación y sanidad.
EL MINISTERIO DEL SACERDOCIO

El reino de Dios es un reino de sacerdotes. (Vea, por ejemplo,
Apocalipsis 1:6; 5:10). Un sacerdote se presenta delante de Dios en nombre
del pueblo. En el Antiguo Testamento el sacerdote tenía la autoridad de

ofrecer sacrificios físicos ante Dios en nombre de sus propios pecados y los
del pueblo. Cuando Jesús se ofreció a Sí mismo como sacrificio en la cruz,
Él pagó por los pecados de todos, de una vez y por todas. (Vea Hebreos
7:27; 9:12; 10:10). Lo maravilloso de la obra de Jesús en la cruz es que Él
ha hecho que todos los que crean en Él sean sacerdotes de Dios. Y ahora,
nosotros como sacerdotes ofrecemos a Dios sacrificios espirituales, como
adoración, ofrendas, oraciones y ayuno. “Vosotros también, como piedras
vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrifi-
cios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1 Pedro 2:5).
Además, un sacerdote tiene el poder de traer la bendición al pueblo
intercediendo ante Dios para retrasar o prevenir un juicio en contra de
ellos. Sin embargo, los sacerdotes que interceden necesitan vivir una vida
justa y recta, porque de allí es donde viene su autoridad espiritual. Por lo
tanto, como sacerdotes, tenemos el derecho de interceder ante Dios para
prevenir un juicio solo si estamos en la justicia de Jesús, porque esa posición
es la única desde la que ejercemos autoridad y mediamos ante Él.
La iglesia ha subestimado el poder del sacerdocio, tal como se ha sub-
estimado el poder del arrepentimiento. Todos los sacerdotes e interceso-
res deben ser portadores de la presencia de Dios, llamar al pueblo a arre-
pentirse de sus pecados y ante Dios, clamar por la convicción del Espíritu
Santo que vendrá ahora más que nunca. Los sacerdotes de Dios de los últi-
mos tiempos —ya sea que estén sirviendo en el hogar, en la iglesia, en el
negocio, en la educación, en los medios de comunicación, en el gobierno,
o en cualquier otro ámbito de la vida— deben humillarse en arrepenti-
miento ante Dios, tomar responsabilidad por los pecados de individuos,
familias, congregaciones, grupos, instituciones, pueblos y naciones. Esto es
lo que Daniel, Nehemías y otros hicieron a favor de Israel en el exilio. (Vea
Daniel 9:1–19; Nehemías 1:1–11).
Sin embargo, la triste realidad es que muchos creyentes están culpando
a otras personas o fuentes por los problemas del mundo. Nadie quiere
tomar responsabilidad por sus propios pecados, faltas, equivocaciones,
errores o fallas; o las transgresiones de su propio grupo étnico o nación.
Como resultado, los sacerdotes de Dios están descuidando sus propias fun-
ciones y los problemas y males persisten. Debemos reconocer que, como
sacerdotes, somos la justicia de Dios en nuestras comunidades, ciudades

y naciones. La intercesión, la oración y la profecía, moldean y cambian
la atmósfera espiritual de la tierra. Nuestras oraciones pueden cambiar
entornos y mundos al tiempo que dan forma a la historia. Nos converti-
mos en sacerdotes intercesores de regiones y naciones cuando clamamos
por justicia, arrepentimiento y redención. No podemos abandonar nuestra
identidad de sacerdotes santos que Dios nos ha llamado a ser. En estos
últimos tiempos debemos estar fuertemente establecidos en esta identidad
más que nunca. Pero, de nuevo, la única forma de funcionar como sacerdo-
tes es viviendo en justicia y santidad delante de Dios.
UN LLAMADO AL ARREPENTIMIENTO
Como apóstol, con una voz apostólica, llamo a la iglesia para que se
humille y se arrepienta. Estoy llamando a las naciones que se vuelvan a
Dios, que se arrepientan y dejen sus malos caminos. ¡Volvámonos todos
al Señor! Arrepintámonos delante de Él ahora. Arrodillémonos ante Dios
con llanto e intenso dolor, con un profundo sentimiento de haberlo desa-
gradado. Oremos juntos:
Padre celestial, Tú estás lleno de amor y justicia. Has sido y sigues

siendo paciente conmigo y con esta generación. Vengo a Tu pre-
sencia con la convicción del Espíritu Santo de que necesito arre-
pentirme de toda mi maldad, orgullo y rebeldía. Ahora mismo, me
rindo en Tu presencia. Te cedo mi voluntad, pensamientos, deseos,
opiniones, prácticas, hábitos y planes. Me rindo sinceramente y me
humillo delante de Ti. Decido someterme a Tu voluntad y a la guía
de Tu Espíritu Santo. Guíame a hacer y decir lo que haces y dices
hoy desde Tu trono. Guíame para ser parte del remanente que está
preparando el camino para la segunda venida de Cristo. Úsame
para llevar el evangelio de Tu reino a todos lo que no Te conocen y
necesitan Tu salvación. En el nombre de Jesús, ¡amén!

Ricardo Gutiérrez, originario de Cuba, vivió por muchos años sin
Dios, con una vida llena de pecado, crímenes y adicciones, y un corazón
que estaba endurecido. Fue de mal en peor y experimentó el juicio divino

de este mundo hasta que Dios entró a su vida. Ricardo se arrepintió y se
detuvo el juicio.
Solía trabajar como camarero en un restaurante y en un club

nocturno. Era un delincuente; robaba, vendía y consumía todo tipo
de drogas, bebía toda clase de licor, inhalaba cocaína y metanfeta-
mina. Debido a este estilo de vida peligroso, un día sufrí un paro
cardíaco. Solo recuerdo haber visto todo oscurecerse. Caí muerto.
Fue una lucha; pero gracias a la ayuda de profesionales médi-
cos, regresé a la vida. Dios me había dado otra oportunidad. Sin
embargo, continué viviendo un estilo de vida pecaminoso. Siempre
que consumía drogas podía beber todo el alcohol que quisiera sin
emborracharme. Conducía frecuentemente bajo los efectos de la
droga y el alcohol. Esto me llevó a tener varios accidentes, pero a
menudo abandonaba la escena sin importarme nada ni nadie que
pudiera estar afectado.
Era conocido por ser insensible, sin principios y sin corazón, herí
a mis padres muchas veces. Ellos solo podían clamar a Dios por mi
vida y la vida de las personas que me rodeaban. El único mundo que
me interesaba era el mío. Sin embargo, siempre me quedaba con un
vacío horrible dentro de mí. Hubo muchas veces que quise suici-
darme porque, mientras estaba drogado, vivía una realidad, pero
cuando pasaban los efectos, mi realidad era otra. Dos veces me
paré en el puente que va del centro de Miami a Miami Beach, con
la intención de suicidarme porque no podía soportar la depresión.
Sin embargo, cuando fui al Ministerio el Rey Jesús, Dios tocó
mi vida inmediatamente, y decidí cambiar. Lo primero que hice
fue buscar a mi madre y pedirle perdón por todas las heridas y el
sufrimiento que le había causado. La siguiente cosa fue renunciar
a mi trabajo como camarero. También me corté el pelo, y empecé
a botar la ropa, zapatos y todo lo relacionado con mi estilo de vida
anterior. Dejé de ir a todos los lugares oscuros que frecuentaba y
comencé a caminar en la luz. Mi mamá no podía creer el cambio,
pero Dios realmente me había transformado. Después de un año
de haber servido en la visión de la iglesia, mi madre vino y se bau-

tizó. Dos años más tarde mi papá también se bautizó.
Había llegado a El Rey Jesús sin siquiera tener un hogar —
dormía dentro de mi carro— pero las personas aquí me ayudaron.
Comencé a trabajar en el Ministerio en el departamento de man-
tenimiento. Un año después, entré en un programa de discipulado.
El Señor quitó todos mis vicios. Ya no humillaba a nadie. Ya no
maltrataba el corazón de nadie. En dos años, el Espíritu Santo obró
en mí y cambió mi vida por completo. Incluso conocí a mi esposa
en la iglesia. La gente de El Rey Jesús continuó ayudándonos con
todo. Hoy, tenemos diez años de casados. Tengo un negocio, una
casa, una familia e hijos, a quienes guío en las cosas de Dios. Esa
es mi misión. Dios transformó mi vida y he visto la manifestación
de Su gloria a través de mi familia. Todo lo que puedo hacer es
agradecerle por lo que ha hecho por mí.
Elizabeth Pinchite, originaria de El Salvador, tiene muchos testimo-

nios de su dependencia de Dios y de recibir Su ayuda. Ella ha visto el juicio
eliminado de su vida una y otra vez, y ahora siembra con gratitud en la obra
de Dios bajo la guía del Espíritu Santo.
He estado con el Ministerio El Rey Jesús desde que comenzó.

Vine en medio de circunstancias difíciles, pero mi vida cambió
aquí. El Señor me ha permitido compartir la visión de este minis-
terio con otros y he recibido varios milagros.
En CAP 2018 el Apóstol Maldonado desafió a los miembros
de la iglesia a comprometerse con 10,000 dólares cada uno para
organizar un futuro CAP gratuito para los inconversos. Creí con
todo mi corazón e hice un pacto con Dios por ese dinero ya que no
lo tenía. Lo di poco a poco hasta completar los 10,000. Para finales
de 2019, ¡mi familia estaba abriendo su cuarto negocio! Y todo lo
que el Señor nos dio lo pusimos a Su disposición. Estoy seguro de
que ayudamos a ministrar a las naciones y al mundo cada vez que
invertimos en el reino.
Cuando llegué al Ministerio El Rey Jesús, había trabajado en
una compañía por diecisiete años, pero el Señor comenzó a poner
en mí el deseo de tener mi propia empresa. Yo le creí. Lo primero

que hice fue hacer un pacto con Él para tener mi propia casa, con
la promesa de usarla para atender a Sus siervos y servirles en todo.
Hoy, he sembrado en la vida de varios pastores, muchos de ellos
apóstoles e hijos espirituales del ministerio, albergándolos en mi
casa. A cambio, he visto su transformación y la impartición que
han llevado a sus naciones. ¡Ellos han revolucionado las iglesias y
la vida de muchas personas! El Señor después usó a uno de esos
líderes para ayudarme a comenzar mi negocio. Dios me abrió las
puertas con un hombre que me gané para Cristo, y fue él el que
financió mi negocio. Él nos lo dio y lo hemos hecho crecer a gran
escala.
Nuestro negocio es una tintorería. Mientras manejamos la ropa
de los clientes, declaramos salvación sobre estas personas. Si están
pasando por problemas, depresión, divorcio, desempleo o proble-
mas de salud, oramos por milagros en sus vidas. Cuando comen-
zamos, no teníamos suficiente publicidad en el negocio, así que
oramos y Dios trajo los clientes. A medida que crecíamos, también
aumentamos nuestra siembra en la obra de Dios. Siempre com-
pramos libros y videos cristianos para nuestros clientes, y muchos
han aceptado a Cristo, han sido sanados y liberados en el negocio.
Por ejemplo, hay un testimonio de una señora que tenía cáncer de
mama y el Señor la sanó. También se han recuperado jóvenes que
sufrían de depresión.
¿Cómo no creer en Dios en estos días oscuros? Durante la pan-
demia de la COVID-19 pensamos que teníamos que cerrar nues-
tras puertas debido a la cuarentena, pero cuando chequeamos
la lista vimos que las tintorerías estaban entre los negocios que
podían permanecer abiertos. Hicimos pequeños ajustes en nuestra
ofrenda, pero nunca paramos de sembrar. Mantuvimos a todos los
empleados. El Señor no permitió que nos atrasáramos con el pago
de nuestra renta en nuestras cuatro tiendas.
Un día, fuimos a cenar a la casa de una familia, y ellos nos
pidieron que oráramos por su hija quien se sentía enferma y nadie
sabía por qué. Le ministramos y la guiamos a hacer la oración del
pecador. Una semana después, la niña me confesó que ese día había
tomado tres pastillas abortivas y ya no podía sentir al bebé, y que
esa noche, después que oramos y le ministramos, el bebé comenzó
a moverse de nuevo. ¡Gloria a Dios!
Un día tuve un sueño en el que Dios me mostró una gran guerra
en mi hogar que involucraba rebelión y sexo ilícito. Desde ese
momento, comencé a orar sin cesar por mis hijos. Poco después
me enteré que mis dos hijos se habían apartado del Señor. Uno
de ellos tenía una relación con una chica que no era la voluntad de
Dios. El perdió su trabajo durante la cuarentena, pero obtuvo un
trabajo nuevo tres meses más tarde. Cuando se hizo los exáme-
nes médicos para comenzar a trabajar, dio positivo en la prueba
del VIH. Esta noticia fue impresionante, pero me armé de valor e
inmediatamente hice un pacto con el Señor. Le dije a mi hijo que
necesitaba ir a la iglesia y reconciliarse con el Señor. Esa semana no
pude orar; solo me acosté en el suelo y di gracias a Dios. Mi hijo
volvió a hacerse la prueba de VIH, y esta vez el examen dio nega-
tivo. Hoy, mis dos hijos están de vuelta en la casa de Dios y buscan
Su presencia cada día.
Sé que estamos en medio de un sacudimiento. Es una realidad.
Mi fe y la de los demás está siendo sacudida y probada, pero me
aferro a la Roca. Todo lo que no es de Dios está siendo removido
de nuestras vidas. ¡Doy gracias a Dios por ser parte de una iglesia
viva donde Su presencia está en cada servicio y donde se nos enseña
a velar y orar con una fe viva y la revelación del Espíritu Santo!
PARTE II:
¡EL AVIVAMIENTO DE LOS

ÚLTIMOS TIEMPOS SE ACERCA!
CAPÍTULO 7
LA HISTORIA DEL AVIVAMIENTO
D urante los últimos dos milenios han ocurrido numerosos movimientos

del Espíritu Santo en diferentes partes del mundo. El primer derrama-
miento, y quizás el más conocido, ocurrió en Jerusalén cincuenta días des-
pués de la resurrección de Jesús. Los ciento veinte discípulos que recibieron
esta primera investidura del Espíritu de Dios habían esperado en oración
la promesa del Padre, tal como Jesús les había pedido que hicieran. (Vea,
por ejemplo, Hechos 1:4–5). Este derramamiento del Espíritu Santo sobre
la nueva iglesia cristiana desencadenó la primera evangelización masiva. El
apóstol Pedro predicó a las multitudes de judíos que se habían reunido en
Jerusalén, procedentes de todo el mundo conocido, para celebrar la fiesta
de Pentecostés, y tres mil personas vinieron a Cristo. (Vea Hechos 2).
Después de ese acontecimiento, “el Señor añadía cada día a la iglesia los que
habían de ser salvos” (Hechos 2:47).
Con el paso de los siglos, la iglesia ha perdido su pureza original y expe-
rimentado altibajos, incluyendo ciertos tiempos de oscuridad espiritual
cuando el Espíritu Santo dejó de manifestar Su presencia y Sus obras, y la
voz de Dios ya no se escuchaba entre Su pueblo. Sin embargo, a través de
los milenios de la historia humana, a pesar de los períodos de sequedad y
apatía en la iglesia, el Señor no dejó de moverse para cumplir Sus propósi-
tos. Él intervino para mostrar Su gloria y Su salvación a la gente de la tierra.
Él siempre ha deseado tener una relación cercana, íntima y continua con
109
Sus hijos y con toda Su creación. Él anhela que la novia de Cristo esté lista,
sin mancha ni arruga, para ser presentada al Novio. (Vea Efesios 5:25–27).
Actualmente estamos en el umbral del último gran avivamiento de la
historia antes de que Cristo vuelva por Su iglesia. De hecho, como he des-
crito previamente, el deterioro moral de la sociedad moderna y los inusua-
les fenómenos físicos y espirituales han venido anunciando la llegada del
fin de los últimos tiempos. Incluso, muchos eventos de los últimos días que
fueron profetizados hace más de dos mil años, hoy se están cumpliendo al
pie de la letra.
AVIVAMIENTOS HISTÓRICOS
Antes que comencemos a explorar el avivamiento de los últimos tiem-
pos en los próximos capítulos, quiero que demos un breve vistazo a algunos
de los movimientos históricos más destacados del Espíritu Santo, así como
a los avivamientos más recientes. A medida que revisemos esos derrama-
mientos, nos enfocaremos en los personajes más importantes que ha tenido
cada movimiento, y comenzaremos por reconocer las características del
verdadero avivamiento.
LA REFORMA
En el siglo XVI, un período de predominante oscuridad espiritual fue
roto por un mover del Espíritu de Dios. Hombres de diferentes ciudades
y países comenzaron a sentir la necesidad de predicar el verdadero y puro
evangelio de Jesucristo, sin añadirle ni alterarlo. Esto contrastaba abierta-
mente con gran parte de las enseñanzas de la iglesia de aquella época, que
se enmarcaban en paradigmas católicos que promovían prácticas y requi-
sitos que iban en contra de lo que la Biblia enseña para llevar una vida en
Cristo.
Por ese tiempo, Martín Lutero (1483–1546), un monje alemán, reci-
bió un puesto académico para enseñar Biblia en la nueva universidad de
Wittenberg. Lutero se opuso a la comercialización de la fe por parte de
la iglesia católica, que vendía “indulgencias” a la gente. Pagar por esas
indulgencias supuestamente protegería al comprador —u otros, en cuyo
nombre se habían comprado esas indulgencias— del castigo en el purgato-
rio. Una frase muy conocida en ese momento era: “Tan pronto como suene
La historia del avivamiento 111
la moneda en el cofre, el alma será sacada del purgatorio”. Lutero llamó a

un debate sobre esta práctica antibíblica. El 31 de octubre de 1517, clavó en
la puerta de la iglesia de Wittenberg una lista de noventa y cinco tesis sobre
las indulgencias:
Esta hábil venta de indulgencias por parte de la iglesia enfure-

ció a un joven sacerdote, que creía que los fieles cristianos estaban
siendo manipulados y la Palabra de Dios malinterpretada. Como
fiel estudiante, escribió un folleto compuesto por noventa y cinco
afirmaciones que esperaba que inspiraran un debate académico
sobre el tema. Ese panfleto se tituló Disputa del Dr. Martín Lutero
sobre la penitencia y las indulgencias, pero pasó a la historia simple-
mente como “Las 95 tesis”…
La mayoría de los historiadores cree que Martín Lutero nunca
tuvo la intención de que este argumento se hiciera público. Estaba
escrito en latín, el idioma de los eruditos, y fue clavado en la puerta
de la iglesia del castillo de Wittenberg. En aquella época, la puerta
de la iglesia servía como una especie de “tablero de anuncios”, y
publicar en ella era un método común para invitar a otros eruditos
a participar en el debate teológico… Como importante centro de
comercio agrícola, lo que sucedió en Wittenberg pronto se exten-
dió por todas partes. En pocas semanas, las tesis se extendieron
por toda Alemania y, en cuestión de meses, por toda Europa.
Muchos se identificaron con el sentimiento de indignación de
Lutero ante la corrupción y el engaño practicados por la iglesia.
Una vez que un respetado académico como Lutero se atrevió a
cuestionar una práctica de la iglesia católica romana, fue mucho
más fácil para los alemanes menos educados unirse a la crítica. Los
escritos de Lutero acabaron llegando al Papa, que respondió ata-
cando a Lutero y terminó por excomulgarlo de la iglesia católica.
El único panfleto de Lutero encendió la chispa que condujo a la
Reforma Protestante. Su influencia en la iglesia es imposible de
subestimar.31
31. “Una palabra del editor”, en 95: Las ideas que dieron origen a la Reforma por Martín
Lutero (New Kensington, PA: Whitaker House, 2017), 5–6.
La Reforma Protestante contribuyó a la recuperación radical de ense-

ñanzas, tanto valiosas como vitales para la iglesia, como el enfoque en la
Biblia, a través de la cual Dios expresa Su voluntad a Su pueblo, y la jus-
tificación a través de la fe solo en Jesús, que es la doctrina central sobre la
que se funda la iglesia de Jesucristo. Además, durante ese tiempo, la Biblia
comenzó a ser traducida y predicada en el idioma del pueblo. El propio
Lutero tradujo la Biblia al alemán. Anteriormente, la Biblia solo estaba
disponible en latín. Los reformadores Martín Lutero en Alemania, y Juan
Calvino (1509–1564) y Ulrico Zwinglio (1484–1531) en Suiza, entre
otros, formaron a predicadores y los enviaron a predicar a diferentes ciu-
dades y países —a riesgo de sus propias vidas— para que más personas
pudieran escuchar el mensaje del evangelio sin diluir.
Los efectos de la Reforma todavía se pueden sentir hoy en día de
muchas maneras. En la actualidad, estamos viendo un crecimiento expo-
nencial de la iglesia protestante en ciertas partes del mundo, al igual que
el crecimiento entre los creyentes pentecostales y carismáticos en América
Latina,32 y el crecimiento de la iglesia clandestina en China, todo lo cual
analizaremos en una próxima sección.
EL PRIMER GRAN AVIVAMIENTO

En el siglo XVIII, como parte de un avivamiento multinacional que llegó
a ser conocido como el “Primer Gran Avivamiento”, surgió un movimiento
de Dios en Inglaterra. Los predicadores más destacados de ese movimiento
fueron George Whitefield (1714–1770) y John Wesley (1703–1791), ambos
ex miembros del Holy Club, dirigido por John Wesley y su hermano Charles,
durante su época de estudiantes en Oxford. Whitefield predicó en numero-
sas ciudades de Inglaterra, Escocia y Gales, y su predicación estuvo acom-
pañada por señales del Espíritu Santo. Viajó a Estados Unidos siete veces,
hablando en Boston, Nueva York y Filadelfia, y multitudes se convirtieron.33
32. David Masci, “¿Por qué el pentecostalismo ha crecido tanto en América Latina?”
Tanque de datos: Noticias en cifras, Centro de Investigación Pew, Washington, D.C., 14
de noviembre de 2014, https://www.pewresearch.org/fact-tank/2014/11/14/why-has-
pentecostalism-grown-so-dramatically-in-latin-america/.
33. “Avivamientos del siglo XVIII: El Gran Despertar y el Avivamiento Evangélico”,
Diario de la Renovación, 14 de abril de 2014, http://renewaljournal.com/2014/04/14/
eighteenth-century-revivals-thegreatawakening-andevangelicalrevivals/; “Panorama de los
avivamientos”, Biblioteca de avivamientos, https://www.revival-library.org/revival_histories/
evangelical/general/overview.shtml.
Este avivamiento fue apoyado por una oración ferviente:
La fe y las oraciones de los líderes justos fueron el fundamento

del Gran Avivamiento. Antes de una reunión, George Whitefield
pasaba horas, y a veces toda la noche, cubriendo los eventos en ora-
ción. Los fervientes miembros de la iglesia mantenían el fuego del
avivamiento a través de sus genuinas peticiones por la intervención
de Dios en la vida de sus comunidades.34
John Wesley describió un encuentro divino durante una sesión de

oración:
Después de una noche de oración y adoración con la comunidad

[de John Wesley] en la víspera de Año Nuevo, algo similar al día de
Pentecostés los golpeó en las primeras horas de la mañana. Wesley
grabó:
Lunes 1 de enero de 1739. Los señores Hall, Kinchin,
Ingham, Whitefield, Hutchins y mi hermano Charles
estuvieron presentes en nuestra fiesta de amor en Fetter-
lane, con unos sesenta de nuestros hermanos. A eso de las
tres de la mañana, mientras continuábamos en oración, el
poder de Dios vino poderosamente sobre nosotros, hasta
el punto de que muchos gritaron de gran alegría, y muchos
cayeron al suelo. Tan pronto como nos recuperamos de ese
temor y asombro ante la presencia de Su Majestad, esta-
llamos a una sola voz: “Te alabamos, oh Dios, te reconoce-
mos como el Señor”.35
John Wesley fue un predicador itinerante durante sesenta y cinco años.

En sus reuniones había manifestaciones del Espíritu Santo, y fue testigo de
sanidades y liberaciones como resultado de la oración.36 Incluso con todas
34. Diane Severance, PhD, “¿Qué fue el gran avivamiento? Conozca los hechos y el resumen”,
28 de abril de 2010, Christianity.com, https://www.christianity.com/church/church-
history/timeline/1701-1800/the-great-awakening-11630212.html.
35. Bill Johnson y Jennifer Miskov, PhD, Momentos decisivos (New Kensington, PA:
Whitaker House, 2016), 25.
36. Tony Cooke, “¡John Wesley vio algunos milagros locos!” Destiny Image, https://
www.destinyimage.com/blog/tony-cooke-john-wesely-experienced-incredible-holy-spirit-
manifestations.
las limitaciones de su época, John Wesley viajó unas 250,000 millas a caba-
llo, predicó 40,000 sermones,37 escribió 250 libros y folletos,38 entrenó a
cientos de predicadores,39 y llegó a decenas de miles con el evangelio. Su
hermano Charles escribió casi 9,000 himnos. La vida y la teología de John
Wesley continúan impactando al mundo de hoy: “John y Charles Wesley
más tarde se convirtieron en fundadores del movimiento metodista,
que dio origen al Movimiento de Santidad e influyó enormemente en el
pentecostalismo”.40
EL SEGUNDO GRAN AVIVAMIENTO

En el siglo XIX, durante lo que se conoce ampliamente como el
“Segundo Gran Avivamiento”, uno de los predicadores más prominentes
fue Charles Grandison Finney (1792–1875), quien algunas veces es lla-
mado el “Padre del avivamiento moderno”.
Finney fue un evangelista, pastor y teólogo muy espiritual y dis-

tinguido, así como el más notable apóstol del avivamiento del siglo
XIX. Se calcula que más de 250,000 almas se convirtieron como
resultado de su predicación.41
Desde su propia experiencia de conversión, Finney conocía la presen-

cia manifiesta de Dios y su poder para salvar. Cuando recibió la salvación,
él “[le entregó] toda su alma a Dios”, y entonces, dijo: “El Espíritu Santo
descendió sobre mí de una manera que parecía atravesar mi cuerpo y mi
alma. Podía sentir esa impresión, como una ola de electricidad, que me
atravesaba. En efecto, parecía llegar en oleadas y oleadas de amor líquido,
pues no podía expresarlo de otra manera”.42
En el Segundo Gran Avivamiento, como en el primero, la oración fue
la clave. Finney escribió estas palabras acerca de la importancia de la ora-
ción en el avivamiento:
37. “John Wesley”, Your Dictionary, https://biography.yourdictionary.com/john-wesley.
38. Cooke, “¡John Wesley vio algunos milagros locos!”
39. Bill Farley, “John Wesley, ‘No hay cristiano a medias’”, 9 de diciembre de 2019,
WilliamP.Farley.com, https://williampfarley.com/john-wesley-no-half-christian/.
40. Johnson y Miskov, Momentos decisivos, 20.
41. E. E. Shelhamer, “Prefacio”, en Experimentando el avivamiento por Charles Finney (New
Kensington, PA: Whitaker House), 8.
42. Charles G. Finney, Charles G. Finney: Una autobiografía, 1908, 32, 33, The NTSLibrary,
http://www.ntslibrary.com/PDF%20Books/Charles%20Finney.pdf.
Cuando los cristianos tienen el espíritu de oración puesto en el

avivamiento se puede esperar que el avivamiento venga; esto sucede
cuando oran poniendo el corazón en ello. A veces, los cristianos no
hacen una oración específica por avivamiento, ni siquiera cuando
están inspirados en la oración. Sus mentes están en otras cosas,
como la salvación de los perdidos, y no oran por avivamiento entre
ellos. Pero cuando sientan la necesidad de avivamiento, orarán por
eso...
¿En qué consiste el espíritu de oración? ¿Son palabras fervientes
y muchas oraciones? No. La oración es un estado del corazón. El
espíritu de oración es un estado de continuo deseo y anhelo por la
salvación de los pecadores. Incluso puede ser algo que agobie a una
persona... Un cristiano que tiene este espíritu de oración se siente
preocupado por las almas. Siempre están en su mente. Piensa en
ellas de día y sueña con ellas de noche. Esto es “orar sin cesar”. (Vea
1 Tesalonicenses 5:17). Sus oraciones parecen fluir de su corazón
como el agua: “Oh Jehová, aviva tu obra” (Habacuc 3:2). A veces
este sentimiento es muy profundo.
Esto de ninguna manera es fanatismo. Es justo lo que Pablo
sintió cuando dijo: “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores
de parto” (Gálatas 4:19). Ese dolor de parto por las almas es esa
profunda agonía que las personas experimentan cuando se aferran
a Dios para obtener una bendición y no lo dejarán ir hasta recibirla.
No quiero decir que sea imprescindible tener esa gran angustia
para tener espíritu de oración. Pero el deseo profundo, continuo
y ferviente por la salvación de los pecadores es lo que constituye el
espíritu de oración para un avivamiento.43
Se dice de Finney que su “filosofía del avivamiento, expresada en su

autobiografía y explicada en sus ‘Avivamientos de religión’, ha afectado
posteriormente a miles de cristianos y ha precipitado avivamientos en el
mundo entero”.44
43. Charles Finney, Experimentando avivamiento (New Kensington, PA: Whitaker House,
1984), 19–20.
44. “Perspectiva general de los avivamientos”, Biblioteca de avivamientos.
Hubo otros movimientos de Dios durante el Segundo Gran

Avivamiento. Por ejemplo, en el Reino Unido, en la década de 1830, un
“movimiento de restauración fue liderado por Edward Irving [1792–1834],
quien creía firmemente en la restauración de los dones espirituales y los
ministerios apostólicos de la iglesia”. Otros avivamientos ocurrieron en
Escandinavia, Europa Central, Sudáfrica, las Islas del Pacífico, India,
Malabar y Sri Lanka (anteriormente conocida como Ceilán).45
EL MINISTERIO DE MARÍA WOODWORTH-ETTER

Según la académica pentecostal Meredith Fraser, muchas mujeres
fueron líderes del Movimiento de Santidad Americano, que fue la cuna
del pentecostalismo. Eran mujeres que habían experimentado el bautismo
en el Espíritu Santo; establecieron iglesias y escuelas bíblicas, y publicaron
libros y revistas. Una de las primeras mujeres predicadoras de Santidad fue
María Beulah Woodworth-Etter (1844–1924) de New Lisbon, Ohio. Ella
es conocida hoy como la “Madre del Movimiento Pentecostal”.46
En su libro Señales y maravillas, María escribió: “Poco después de con-
vertirme [a los trece años], escuché la voz de Jesús llamándome a salir a los
caminos y vallados para recoger las ovejas perdidas”. Sin embargo, ella dijo:
“Nunca había oído hablar de mujeres que trabajaban en público excepto como
misioneras”, así que no sabía cómo evangelizar.47 María creció, se casó y tuvo
hijos, cinco de los cuales murieron. Después de años de incertidumbre, final-
mente se rindió al llamado de Dios para predicar después de ser sanada de sus
enfermedades. María celebró reuniones de avivamiento en Ohio y comenzó
a plantar iglesias. Finalmente, construyó un tabernáculo en Indianápolis,
Indiana, en el que celebró reuniones. En sus servicios, “la gente bailaba, reía,
lloraba, gritaba y entraba en trances que a veces duraban varios días”.48
A través del ministerio de María Woodworth-Etter, cientos de miles de
personas entregaron sus vidas a Cristo, y muchas fueron sanadas. Después
de décadas de ministerio, María recordó:
45. “Visión general de los avivamientos”, Biblioteca de avivamientos.
46. Meredith Fraser, “María Beulah Woodworth Etter, la evangelista del trance”,
Documentos de Priscilla, 30 de julio de 2019, https://www.cbeinternational.org/resource/
article/priscilla-papers-academic-journal/maria-beulah-woodworth-etter-trance-evangelist.
47. María Woodworth-Etter, Señales y maravillas (New Kensington, PA: Whitaker House,
1997), 9.
48. Fraser, “Maria Beulah Woodworth Etter”.
Dios... me dio el ministerio de la sanidad. Me mostró que debía

imponer las manos sobre los enfermos y orar por su recuperación.
La primera persona sobre la que públicamente puse mis manos y
por la que oré fue sanada instantáneamente de una enfermedad
incurable y se convirtió en un maravilloso obrero cristiano en las
reuniones. Esto me dio esperanza y valor. En mi ministerio he
orado por cientos y miles de personas. Casi innumerables personas
de todos los ámbitos de la vida han sido sanadas de todo tipo de
enfermedades a las que es susceptible la humanidad. La sanidad del
cuerpo, así como la salvación del alma, forman parte de la reden-
ción y pertenecen al evangelio. Nunca deben separarse. He viajado
muchas veces por el continente y he predicado a miles de perso-
nas en todas las grandes ciudades de este país. Aunque siempre fui
débil en lo natural, siempre seguí por donde el Espíritu me guiaba y
confié en Él para recibir la unción cada vez que la necesitaba. Nunca
me ha abandonado. Él me mantiene bajo la unción y me hace tan
audaz como un león para dar testimonio de mi Maestro.49
EL AVIVAMIENTO DE GALES
En su libro Defining Moments [Momentos decisivos], Bill Johnson y
Jennifer Miskov describen el impacto del Avivamiento de Gales y cómo
Dios usó a Evan Roberts para ayudar a encender este despertar:
El Avivamiento de Gales (1904–1905) fue un derramamiento

extraordinario y único del Espíritu Santo marcado por rápidas
conversiones masivas y un cambio social significativo. En solo unos
meses, un avivamiento espiritual provocó la transformación de la
ciudad, un gran cambio social y el fuego del Espíritu Santo que
se extendió a, o fue precursor de, otros grandes movimientos de
Dios. Este avivamiento se caracterizó por reuniones en las que los
cantos, declaraciones y oraciones se producían de forma espontá-
nea cuando los miembros de la congregación seguían la dirección
del Espíritu Santo. A medida que un gran número de personas se
49. María Woodworth-Etter, El Espíritu Santo (New Kensington, PA: Whitaker House,
1998), 13–14.
sometía al señorío y a la dirección del Espíritu Santo, todo un país

fue puesto de cabeza.
Un hombre que había estado orando por avivamiento durante
más de diez años tuvo el privilegio de ayudar a encender esta llama.
Evan Roberts (1878–1951) pasó gran parte de su vida constru-
yendo una historia personal con Dios. A los veinticinco años, tuvo
varios encuentros con el Señor que lo posicionaron para entrar
en su llamado. Durante la primavera de 1904, Dios le despertó
temprano por la mañana durante tres meses seguidos. Después
de viajar para asistir a la escuela ministerial en el otoño de 1904,
se “doblegó” ante el Señor durante una reunión en Blaenannerch.
Si bien esto significó su momento decisivo, no fue completamente
“activado” hasta un mes después, cuando respondió inmediata-
mente a la guía del Espíritu Santo y regresó a casa. Al dar un paso
de fe, su unción fue activada de una manera nueva.50
Estas y muchas otras manifestaciones del Espíritu Santo ocurrieron a

medida que se desarrollaba el avivamiento:
• [La gente] lloraba de remordimiento.
• La oración y la alabanza duraban horas, continuando hasta la mañana
siguiente.
• La gente comenzó a profetizar.
• Cuando la convicción y el temor de Dios venían [sobre la gente], las
bebidas permanecían intactas en las tabernas.
• Ola tras ola del Espíritu Santo afectó a la sociedad... La obsesión por
las apuestas y los juegos de azar prácticamente desapareció. En esta
visitación, parecía que nadie estaba interesado en distraerse en los
deportes u otros entretenimientos de su tiempo, porque la gente ahora
estaba apasionada por el Señor… Las cartas que se enviaban unos a
otros parecían llevar la presencia misma del Señor; cuando eran leídas
por personas no salvas, [esas personas] se salvaban, y un mover del
Espíritu Santo comenzaba en ellos también.
50. Johnson y Miskov, Momentos decisivos.

• Se enfatizó la santidad y la obediencia, [el pueblo] siempre deseaba

exaltar y dar gloria al nombre de Jesús.51
El avivamiento se extendió a través de Gales y, en seis meses, se salva-
ron 100,000 personas. Este avivamiento llevó a los cristianos de muchos
otros países a orar y buscar a Dios, y hubo avivamientos en Gran Bretaña,
Estados Unidos, Escandinavia, Alemania, Austria, Polonia, Eslovaquia,
Hungría, los Balcanes y Rusia.52
EL AVIVAMIENTO DE LA CALLE AZUSA

Como si fuera un movimiento telúrico, la onda expansiva del aviva-
miento de Gales llegó a los Estados Unidos y removió los cimientos de la
sociedad estadounidense. A principios del siglo XX, con el avivamiento
de la calle Azusa (1906–1915) en Los Ángeles, California, nació el movi-
miento pentecostal, tras una sucesión de avivamientos locales que empeza-
ron el año anterior. El avivamiento de la calle Azusa llevó a los cristianos
a volverse completamente a la oración, y el Espíritu Santo descendió. La
oración, la convicción de pecado y las conversiones ocurrían espontánea y
continuamente, trayendo un crecimiento inusual a la iglesia.
Durante los tres años siguientes, hubo que celebrar servicios dia-
rios debido a la cantidad de visitantes que acudían a recibir la llenura del
Espíritu. Nadie imaginaba que este sería el comienzo del mayor y más
eficaz movimiento que el mundo haya visto jamás. Más de un siglo después,
el movimiento pentecostal/carismático sigue creciendo. Probablemente
ningún país en el mundo ha quedado excluido de los efectos de este notable
avivamiento. Los resultados han sido extraordinarios: cientos de miles de
personas se han convertido al Señor y han sido bautizadas en el Espíritu
Santo.53
51. “El avivamiento en Azuza y Gales”, Unción de lo alto, https://unciondeloalto.jimdofree.

com/los-avivamientos-20/el-avivamiento-en-azuza-y-gales/. Este sitio web enumera muchas
otras manifestaciones del Espíritu Santo en el Avivamiento de Gales.
52. “Panorama de los avivamientos”, Biblioteca de avivamientos.
53. Tony Cauchi, “William Seymour y la historia del avivamiento de la calle Azusa”,
Biblioteca del avivamiento, https://www.revival-library.org/revival_heroes/20th_century/
seymour_william.shtml; “Avivamiento de la calle Azusa”, Biblioteca del avivamiento, https://
www.revival-library.org/revival_histories/pentecostal/american/azusa.shtml.
El avivamiento de la calle Azusa fue liderado por William J. Seymour,

un predicador afroamericano que comenzó sus reuniones con un pequeño
grupo de su iglesia. Este movimiento se caracterizó por experiencias espi-
rituales continuas y novedosas en las que abundaron los milagros. Era
común ver a las personas recibiendo el bautismo en el Espíritu Santo con la
evidencia de hablar en lenguas. Pronto, los blancos comenzaron a unirse a
este movimiento que rápidamente se convirtió en multirracial, algo que era
raro en los Estados Unidos debido a la discriminación racial. Los medios
de comunicación seculares y los teólogos cristianos criticaron duramente
el comportamiento de las personas en las reuniones. Sin embargo, hoy en
día, el aviamiento de la calle Azusa es “considerado por los historiadores
como el principal catalizador para la difusión del pentecostalismo en el
siglo XX”.54
Muchas veces, los servicios de avivamiento duraban de diez a doce
horas. Los miembros de la congregación podían objetar durante un sermón
si no sentían que el mensaje de un predicador en particular estaba inspi-
rado por el Espíritu.55 Sin embargo, el conocido avivalista de sanidad John
G. Lake dijo esto sobre Seymour:
Había médicos, abogados y profesores que escuchaban las cosas

maravillosas que salían de sus labios. No fue lo que dijo con
palabras, fue lo que dijo de su espíritu a mi corazón lo que me
mostró que tenía más de Dios en su vida que cualquier hombre que
hubiera conocido hasta ese momento. Era Dios en él lo que atraía
a la gente.56
El autor y evangelista Frank Bartleman (1871–1936), quien escribió

un relato del avivamiento de la calle Azusa, enfatizó la importancia de la
“preparación del corazón” para el avivamiento:
Siempre hay mucha necesidad de preparación del corazón, en

humildad y separación, antes de que Dios pueda venir consis-
tentemente. La profundidad de cualquier avivamiento estará
54. “El avivamiento de la calle Azusa: 1906–1908”, Archivos Apostólicos Internacionales,

Inc., https://www.apostolicarchives.com/articles/article/8801925/173190.htm.
55. “El avivamiento en Azuza y Gales”, https://unciondeloalto.jimdofree.com/los-
avivamientos-20/el-avivamiento-en-azuza-y-gales/.
56. Cauchi, “William Seymour y la historia del derramamiento de la calle Azusa”.
determinada por el espíritu de arrepentimiento que se logre. De

hecho, esta es la clave de todo verdadero avivamiento nacido de
Dios.57
George O. Wood, presidente de la Fraternidad Mundial de las

Asambleas de Dios, escribió un artículo titulado “Lo que Azusa tenía y
nosotros necesitamos”. Enumeró las siguientes cualidades de los hombres y
mujeres que vivieron la experiencia de la calle Azusa:
• Gran hambre por Dios
• Gran amor el uno por el otro
• Compromiso con la Biblia como la Palabra de Dios
• Dedicación a la evangelización y las misiones bajo el empoderamiento
del Espíritu
• Comprometidos a restaurar la iglesia del Nuevo Testamento
George Wood concluyó su artículo con esta declaración: “¡Que Dios
obre entre nosotros de tal manera que la calle Azusa solo sea una lluvia
comparada con lo que Él hará al dar la lluvia tardía en los años que tenemos
por delante, si Jesús retrasa su regreso!”.58
AVIVAMIENTO EN LA INDIA
Algunas personas asumen que el avivamiento en la India vino des-
pués de los avivamientos en Gales y Los Ángeles, California, pero Dios
ya estaba trabajando en los corazones de la gente de la India. El Centro de
Investigación Pew ofrece estos antecedentes de los avivamientos de la India
en el siglo XIX y principios del XX:
Los avivamientos en el sur de la India en las décadas de 1860 y

1870 se caracterizaron por los dones carismáticos, incluida la glo-
solalia, o el hablar en lenguas. Estos avivamientos prepararon el
escenario para los avivamientos pentecostales en la India a princi-
pios de siglo. En enero de 1905, misioneros y cristianos indígenas,
57. Frank Bartleman, La calle Azusa: Testimonio del nacimiento del avivamiento pentecostal
(New Kensington, PA: Whitaker House, 1982), 10.
58. George O. Wood, “Lo que Azusa tenía y nosotros necesitamos”, 8 de abril de 2016,
Asambleas de Dios, https://news.ag.org/en/Features/What-Azusa-Had-and-We-Need.
bajo el liderazgo del converso brahmán Pandita Ramabai, se reu-

nieron en el oeste de la India (actual Maharashtra) para orar “por
un derramamiento especial del Espíritu Santo sobre todos los cris-
tianos de todas las tierras”.59
Aunque la historia del avivamiento de la India de 1905 es muy extensa,

a continuación se exponen algunos aspectos destacados del inicio de este
avivamiento, las condiciones que se cumplieron para el mismo y las mani-
festaciones que se produjeron posteriormente.
[El avivamiento en la India] precedió al de la calle Azusa. Pandita

Sarasvati Ramabai (1858–1922), la mujer india más famosa, cris-
tiana, reformista, traductora de la Biblia y activista social, y en par-
ticular el movimiento de avivamiento en su misión, tuvieron un
papel importante en el surgimiento del pentecostalismo en todo el
mundo. Ramabai es significativa tanto en los orígenes del pente-
costalismo como en la aceptación de esta corriente por parte de la
comunidad cristiana en general…
...Después de enterarse del avivamiento de Gales y un avivamiento
llevado a cabo por R.A. Torrey en Australia, envió a Manoramabai
y Minnie Abrams a Australia en 1904 para observar lo que se
necesitaba, y volvieron con la convicción de que orar y “poner la
vida” eran necesarios para el avivamiento. Como resultado de su
visita, en enero de 1905 Ramabai instituyó una reunión especial de
oración diaria, temprano en la mañana, en la que setenta mujeres
se reunían y oraban, en sus propias palabras, “por la verdadera con-
versión de todos los cristianos indios, incluidas nosotras mismas,
y por un derramamiento especial del Espíritu Santo sobre todos
los cristianos de todas las tierras”. El número de asistentes a esta
reunión diaria de oración aumentó gradualmente a quinientos. En
julio de 1905, como escribió dos años más tarde, “el Señor envió por
gracia un avivamiento del Espíritu Santo entre nosotros, y también
en muchas escuelas e iglesias de este país”. ...El avivamiento duró
un año y medio y dio como resultado 1,100 bautismos de niñas en
59. “Perspectiva general: El pentecostalismo en Asia”, Centro de Investigación Pew,

Washington, D.C., 5 de octubre de 2006, https://www.pewforum.org/2006/10/05/
overview-pentecostalism-in-asia/.
las escuelas, confesiones de pecados y arrepentimientos, reuniones

de oración prolongadas y el testimonio de unas setecientas de estas
niñas en equipo, dentro de las áreas circundantes...
El primer informe sobre el avivamiento en la India titulado
“Pentecostés en la India” fue publicado en el tercer número de The
Apostolic Faith [La Fe Apostólica] en Los Ángeles. Esto vino de
India Allience [Alianza India], un periódico de la Alianza Cristiana
y Misionera en la India:
Llegan noticias de la India de que el bautismo en el
Espíritu Santo y el don de lenguas está siendo recibido
allí por nativos que simplemente son enseñados por Dios.
El Alianza India dice: “Algunos de los dones de los que
apenas se ha oído hablar en la iglesia durante muchos
siglos, ahora están siendo dados por el Espíritu Santo a
miembros sencillos e iletrados del cuerpo de Cristo, y las
comunidades están siendo conmovidas y transformadas
por la maravillosa gracia de Dios. La sanidad, el don de
lenguas, visiones y sueños, el discernimiento de espíritus,
el poder de profetizar y de hacer la oración de fe, todo ello
tiene cabida en el presente avivamiento”. ¡Aleluya! Dios
está enviando el Pentecostés a la India.60
AVIVAMIENTO EN COREA
A principios del siglo XX también se produjeron dos avivamientos en
Corea: el Movimiento de Avivamiento Wonsan (1903–1906) y el Gran
Avivamiento de Pyongyang (1907–1910). Las misioneras metodistas Mary
Culler White y Louise Hoard McCully comenzaron a reunirse para orar,
y su dedicación atrajo a otros misioneros a unirse a ellas. Estas misioneras,
junto al misionero Dr. Robert A. Hardie, organizaron una conferencia en
Wonsan, donde el Espíritu Santo fue derramado como fuego, trayendo un
avivamiento que creció gradualmente.
60. Allan Anderson, “Pandita Ramabai, el Renacimiento Mukti y el Pentecostalismo

global,” Transformation 23:1, enero de 2006, 37, 39–40, https://journals.sagepub.com/doi/
pdf/10.1177/026537880602300106.
Durante tres años, el Dr. Hardie fue invitado a celebrar reuniones

de avivamiento en diversas áreas. Se le pidió que hablara en la igle-
sia Gaesung, donde lloró y confesó su pecado diciendo: “Mi alma
ha sido restaurada, arrepiéntanse, confiesen sus pecados para que
sean limpiados de todos sus pecados y se conviertan en verdaderos
creyentes ante el Señor. ¡Su fe será renovada!” El Dr. Hardie visitó
diez centros misioneros en toda Corea y dio charlas de oración;
y durante 1904, ¡10,000 coreanos se volvieron a Dios durante un
tiempo de avivamiento! Fue ese mismo año que estalló la guerra
ruso-japonesa, por lo que Corea (especialmente Pyongyang) fue
invadida por tropas japonesas. El avivamiento que se había ini-
ciado continuó con fuerza y resultados espirituales hasta mediados
de 1906.61
En 1907, comenzó la segunda ola de este avivamiento, el gran aviva-

miento de Pyongyang. “Pyongyang... era conocida como una ciudad de
vino, mujeres y canciones”. Era una ciudad oscura donde reinaba el pecado;
incluso tenía su propia escuela de formación de geishas.62 Durante la
guerra, el gobierno confinó a los misioneros estadounidenses a Pyongyang.
Reunidos para recibir el favor y el poder de Dios, estos misioneros busca-
ron al Señor, confesaron sus pecados y se arrepintieron, y oraron por arre-
pentimiento y avivamiento también para los coreanos. Durante los meses
siguientes, grupos de misioneros y coreanos oraron por avivamiento. Luego,
en enero de 1907, durante las reuniones de una conferencia de capacitación
bíblica con 1,500 asistentes, algunos de los cuales viajaron cien millas para
estar allí, la gente confesó sus pecados y el Espíritu Santo comenzó a fluir
como un río. El misionero William Blair dijo que, en un momento dado,
“parecía como si el techo del edificio se levantara y el Espíritu de Dios des-
cendiera del cielo en una poderosa avalancha de poder sobre nosotros”. El
avivamiento trajo también convicción a algunos de los soldados japoneses.
La sociedad de Pyongyang comenzó a cambiar; llegó a ser conocida como
la “Jerusalén de Oriente”. En 1910, Blair declaró: “En toda Corea hoy en
61. “Avivamientos coreanos”, Por Faith Media, https://www.byfaith.co.uk/paul20102.htm.

Información de este artículo de Mathew Backholer, Avivamiento Global – Derramamientos
Mundiales: Cuarenta y tres visitas del Espíritu Santo (Por Faith Media, 2010).
62. “Avivamientos coreanos”.
día hay no menos de 250,000 cristianos adorando a Dios en más de 2,000

lugares”.63
La iglesia coreana también experimentó un gran crecimiento en déca-
das posteriores.
A medida que la iglesia coreana crecía de forma explosiva en la

década de 1970, una congregación atraía la atención de las igle-
sias del mundo. Esa iglesia es Yoido Full Gospel Church (YFGC)
[Iglesia del Evangelio Completo de Yoido], fundada por David
Yonggi Cho. Esta iglesia tenía la mayor congregación del mundo,
con 755,000 miembros a finales de 2007. Cho fundó la YFGC en
1958... Muchos consideran que la YFGC es la base del movimiento
pentecostal en Corea.
...La manifestación más sobresaliente del poder de Dios en la
iglesia de Cho fue la sanidad divina. Muchos fueron sanados de
diversas enfermedades. Los sermones de Cho penetraron en las
vidas de los habitantes de los barrios marginales de la ciudad. La
sanidad divina y el bautismo del Espíritu fueron las fuerzas que
impulsaron el crecimiento de la iglesia. El crecimiento explosivo de
YFGC no solo se debió a la sanidad divina, sino también a que los
miembros que fueron transformados por el poder de Dios salieron
y predicaron la palabra de Dios a los demás.64
Hoy en día, la Iglesia del Evangelio Completo de Yoido tiene una mem-
bresía cercana a los 800,000.
AVIVAMIENTO EN TULSA, OKLAHOMA, EE. UU.

Cuando tenía diecisiete años, Oral Roberts (1918–2009) fue sobre-
naturalmente sanado de tuberculosis. Después de servir como pastor,
en 1947, celebró su primera reunión pública de sanidad y estableció la
Asociación Evangelística Oral Roberts en Tulsa, Oklahoma.65 Roberts
comenzó su ministerio itinerante usando enormes tiendas de cam-
paña, que reunían a multitud de personas “para escuchar su dinámica
63. “Avivamientos coreanos”.
64. Young-hoon Lee, El Movimiento del Espíritu Santo en Corea: su desarrollo histórico y
teológico (Eugene, OR: Wipf & Stock, 2009), 93, 95.
65. “Nuestra historia”, Ministerios Oral Roberts, https://oralroberts.com/our-history/.
predicación y experimentar la imposición de manos y la expulsión de

demonios”.66 En 1951, durante un avivamiento de dieciséis días en Tulsa,
un hombre paralítico fue sanado. Roberts llevó a cabo reuniones de sani-
dad en todo el mundo, diciendo que él era simplemente un “punto de
contacto para ayudar a las personas a desatar su fe” para ser sanados por
Dios.67
La prédica de la Palabra era fundamental en las enseñanzas de

Roberts sobre la sanidad. Para él, la fe en la sanidad está directa-
mente relacionada con escuchar la Palabra de Dios. Era un predi-
cador muy dinámico. Sus prédicas que agitaban la fe en las cruza-
das preparaban a la gente para la sanidad… [La gente] hacía cola
para que Roberts orara por cientos de personas mientras él oraba
como un hombre cuya existencia dependía del resultado de sus
oraciones. Declaraba su propia fe en Dios mientras oraba por cada
persona. Cualquiera que vea los viejos casetes/videos en blanco y
negro de las cruzadas será testigo de un hombre compasivo que se
conmovía ante las dolencias que encontraba.68
En 1955, Roberts fue pionero en la transmisión de sus reuniones de

sanidad en la televisión. Y, en 1961, anunció que Dios le había comuni-
cado que debía crear una universidad basada en la autoridad del Señor y el
Espíritu Santo. Compró acres de tierra para este propósito, y la Universidad
Oral Roberts abrió sus puertas en 1965. Roberts también desarrolló otros
ministerios, como el de la oración por teléfono, en el que “se han respon-
dido más de 28 millones de llamadas de oración”.69 Hoy, Ministerios Oral
Roberts continúa el legado del evangelista con un ministerio multifacético.
66. Debbie Jackson y Hilary Pittman, “Rememorando a Tulsa: De un ministerio de carpas,

Oral Roberts construyó una universidad”, Tulsa World, 20 de agosto de 2015, https://www.
tulsaworld.com/news/local/history/throwback-tulsa-from-tent-ministry-oral-roberts-built-
a-university/article_ffcd9306-b102-5310-9898-912b79506204.html.
67. Jackson y Pittman, “Rememorando a Tulsa”.
68. Thomson Mathew, “La teología de sanidad de Oral Roberts: Un viaje desde la ‘sanidad
divina’ pentecostal hasta las ‘señales y maravillas’ carismáticas y la ‘sanidad integral de la
persona’ empoderada por el Espíritu”, Spiritus: ORU Journal of Theology 3, no. 2 (2018), 310,
https://digitalshowcase.oru.edu/spiritus/vol3/iss2/13.
69. “Nuestra Historia”, Ministerios Oral Roberts; Debbie Jackson y Hilary Pittman,
“Rememorando a Tulsa”.
AVIVAMIENTO EN ÁFRICA ORIENTAL

Después de una gran hambruna en Ruanda, África Oriental, el Dr. Joe
Church, un misionero de Gran Bretaña, y Simeoni Nsibambi, de Uganda,
se reunieron un día y comenzaron a hablar sobre asuntos espirituales.
Después de orar y estudiar la Biblia juntos, se consagraron a santificar sus
vidas ante Dios. Esto llevó a un avivamiento en el que las personas fueron
salvadas y los cristianos confesaron sus pecados y se perdonaron unos a
otros.70
El avivamiento de África Oriental (de 1930 hasta el presente) ha cru-
zado las líneas denominacionales y las fronteras nacionales; después se
trasladó a Kenia y Tanzania:
Este avivamiento evangélico fue posiblemente el movimiento de

renovación espiritual africano más famoso e influyente del siglo
XX. Comenzó dentro de la Iglesia Anglicana de Uganda a través
de una notable asociación entre Joe Church y varios evangelistas
ugandeses, y rápidamente se extendió a las iglesias presbiteria-
nas y metodistas de Kenia y a las iglesias menonita y luterana de
Tanzania durante los años 1940 y 1950.71
Aquellos que participaron en el avivamiento se enfocaron en Cristo y

en Su poder para salvar:
Los temas primordiales de las diversas reuniones de avivamiento

y convenciones de Keswick fueron el mensaje del pecado, el arre-
pentimiento y el perdón por la sangre de Cristo. Se decía que Joe
Church y sus compañeros evangelistas solo predicaban a Cristo y
a este crucificado. Incluso ante la poderosa presencia del Espíritu
Santo, creían firmemente que “el Espíritu Santo glorifica a Jesús y
nos remite a la Sangre de Cristo para que nos limpie cuando lo haya-
mos ofendido en el camino”... El avivamiento era un movimiento
70. Michael Harper, “Nuevo Amanecer en África Oriental: El Avivamiento de África

Oriental”, El cristianismo hoy, https://www.christianitytoday.com/history/issues/issue-9/
new-dawn-in-east-africa-east-african-revival.html.
71. “Church, John Edward (1899–1989): Líder prominente del avivamiento de África
Oriental”, Escuela de Teología de la Universidad de Boston, https://www.bu.edu/
missiology/missionary-biography/c-d/church-john-edward-1899-1989/.
netamente Cristo céntrico que enfatizaba el poder salvador y la

gracia de Jesucristo.72
A partir de 2006, había 147 millones de cristianos pentecostales y

carismáticos en África, el 17 por ciento de la población.73 Actualmente,
el impacto del avivamiento de África Oriental sigue vivo: “Sus efectos han
sido más duraderos que casi cualquier otro avivamiento en la historia, de
modo que hoy en día no hay un solo líder protestante en África Oriental
que no haya sido tocado por él de alguna manera”.74
AVIVAMIENTO EN PENSACOLA, FLORIDA, EE. UU.

“El hambre por Dios, el amor por Su pueblo y un corazón por las
misiones caracterizaron a la nueva Asamblea de Dios de Brownsville” en
Pensacola, Florida, cuando esta comenzó en 1939 con solo veinte miem-
bros.75 Para 1943, la congregación había triplicado su tamaño y, siguiendo
una profecía, los miembros se dedicaron a construir un santuario más
grande con una visión misionera. La membresía continuó creciendo expo-
nencialmente, lo que hizo necesario construir santuarios cada vez más
grandes. La iglesia desarrolló un ministerio de oración, un programa de
radio y programas misioneros; también ofreció programas educativos cris-
tianos con cursos de escuela secundaria y de universidad bíblica.
A lo largo de los años, Brownsville se hizo conocida como una igle-
sia de integridad, donde se predicaba la santidad, la oración y el alcance a
las naciones. Dirigida por el pastor John Kilpatrick, Brownsville comenzó
a orar por el avivamiento en 1993. El Día del Padre de 1995, el evange-
lista Steve Hill compartió con la congregación sobre su reciente encuen-
tro con el Espíritu Santo en una iglesia en Inglaterra. Cuando Hill invitó
a la congregación a orar, Dios “derramó Su Espíritu en una visitación
72. “Church, John Edward”, Escuela de Teología de la Universidad de Boston.

73. “Panorama general: El pentecostalismo en África”, Centro de Investigaciones Pew,
Washington, D.C., 5 de octubre de 2006, https://www.pewforum.org/2006/10/05/
overview-pentecostalism-in-africa/.
74. Harper, “Un nuevo amanecer en África Oriental: El avivamiento de África Oriental”.
75. “Honrando nuestro pasado”, Iglesia de Brownsville, https://brownsville.church/about-
us/history.
asombrosa.76 Este avivamiento fue llamado el Derramamiento de Pensacola

o el Avivamiento de Brownsville (1995–2000).
Durante los meses siguientes, la Asamblea de Dios de Brownsville cele-
bró un servicio tras otro, y los asistentes apenas tenían tiempo para dormir
o trabajar unas horas antes de regresar. Las noticias del avivamiento se
extendieron a nivel local, nacional y luego por todo el mundo.77 A lo largo
de los años, “las reuniones atrajeron a más de cuatro millones de personas
de más de 150 naciones”.78
El liderazgo de la iglesia diseñó cuatro servicios semanales de aviva-
miento y, con la ayuda de otras iglesias locales, Brownsville acogió a la
multitud de visitantes que, año tras año, llegaban hambrientos de Dios.
“Cientos de miles de personas han respondido a su llamado a la salvación y
al compromiso con la santidad, y en todo el mundo ha surgido una nueva
carga por la santidad y una nueva intimidad con Dios”.79 Muchas personas
se mudaron a Pensacola para vivir en una atmósfera continua de la presen-
cia de Dios. En enero de 1997, la iglesia abrió la Escuela del Ministerio de
Avivamiento de Brownsville para capacitar nuevos creyentes.80
En el Avivamiento de Pensacola, de nuevo vemos que debemos cum-
plir ciertas condiciones para que venga el avivamiento. Según la Iglesia de
Brownsville, el “trabajo preliminar” que preparó el camino para este nota-
ble avivamiento incluyó enseñanza, oración profunda, Santa Cena semanal
y preparación de la atmósfera espiritual.81
AVIVAMIENTO EN TORONTO, CANADÁ (LA BENDICIÓN DE TORONTO)

En 1986, John y Carol Arnott sintieron el llamado de Dios para plan-
tar una iglesia en Toronto. En 1988, comenzaron los servicios dominicales
a los que asistían los miembros de los pequeños grupos que habían organi-
zado para orar y estudiar la Biblia. La iglesia creció, y John y Carol estaban
76. “Honrando nuestro pasado”, Iglesia de Brownsville.

78. Jennifer LeClaire, “Steve Hill fallece después de una vida de milagros”, Charisma, 10 de
marzo de 2014, https://www.charismanews.com/us/43062-steve-hill-passes-away-after-
miraculous-life.
ocupados ministrando gente, pero sentían que estaban espiritualmente

secos y necesitaban algo más. “Nos… dimos cuenta de que nos habíamos
quedado secos ministrando a diario, dando consejería y haciendo sanidad
interior y liberación con las personas. La gente crecía y maduraba, pero
tomaba varios años para que fueran realmente libres por dentro”.82
Los Arnott se comprometieron con la oración, la adoración y la lec-
tura de la Biblia, y se conectaron con otros líderes cristianos a través de
los cuales se manifestaba el poder del Espíritu Santo. Uno de esos líderes
fue Randy Clark, a quien invitaron a predicar en su iglesia.83 Los Arnott y
Randy Clark buscaban a Dios, pero recibieron aún más de lo que habían
anticipado:
Arnott lo invitó [a Clark] a venir a predicar cuatro reuniones en

el entonces Toronto Airport Vineyard. Clark llegó el 20 de enero
de 1994 y lo inesperado sucedió a las 120 personas ahí reunidas.
Como informa Arnott: “No se nos había ocurrido que Dios orga-
nizaría una fiesta masiva en la que la gente se reiría, rodaría por el
piso, lloraría y sería tan empoderada que las heridas emocionales
de la infancia se desvanecerían”.84
Este avivamiento conocido como la Bendición de Toronto

comenzó en la iglesia de John y Carol Arnott al lado del aero-
puerto de Toronto, donde el orador invitado Randy Clark estaba
ministrando. De repente, el Espíritu Santo se apoderó del servi-
cio. Esto se repitió poderosamente día tras día durante más de una
docena de años, atrayendo a personas curiosas y espiritualmente
hambrientas de todo el mundo.85
82. John Arnott, “La bendición de Toronto: ¿Qué es?” Revival Magazine, 31 de diciembre
de 1999, publicado en el sitio web John y Carol, http://www.johnandcarol.org/updates/the-
toronto-blessing-what-is-it.
83. Arnott, “La bendición de Toronto: ¿Qué es?”
84. Margaret M. Poloma, “La bendición de Toronto”, Instituto de investigación religiosa de
Hartford, http://www.hartfordinstitute.org/research/pentecostalism_polomaart8.html.
85. Paul Strand, “La bendición de Toronto: ‘Lo más grande que ha pasado en la iglesia en
los últimos 100 años’”, CBN News, 22 de junio de 2018, https://www1.cbn.com/cbnnews/
world/2018/june/toronto-blessing-the-greatest-thing-thats-happened-in-the-church-in-the-
last-100-years.
En 1994 la revista Toronto Life la consideró la principal atracción

turística de la ciudad. En los años siguientes, la asistencia se mul-
tiplicó por millones.86
Lo que “comenzó con un solo servicio”87 en una ciudad de Canadá se

convirtió en una bendición mundial del Padre celestial.
Muchos de los que experimentaron las señales, las maravillas y los

milagros de la Bendición de Toronto descubrieron que esas mismas
señales, maravillas y milagros los siguieron a casa... cuando regre-
saron a sus propias congregaciones.88
Para estos buscadores de Dios, “hogar” significaba las naciones de la

tierra. Esto permitió que el avivamiento tuviera un impacto mundial: “Los
visitantes y conferencistas itinerantes han llevado ahora el fuego... a dece-
nas de países en todos los continentes”.89
AVIVAMIENTO EN CHINA
En las últimas décadas, la iglesia en China ha experimentado un tre-
mendo avivamiento y crecimiento en número. El autor Eugene Bach, quien
ha trabajado con la iglesia subterránea en China durante muchos años,
explica:
Existe consenso general de que el avivamiento en China es uno de

los más grandes del mundo.
...Basándome en investigaciones y observaciones de mi propia
organización, Regreso a Jerusalén, estimo que el número de creyen-
tes en China es hoy de más de 150 millones.
Independientemente de las cifras concretas, se puede establecer
de forma convincente el argumento de que China está experimen-
tando un avivamiento masivo, y lo ha hecho durante las últimas
86. Bill Sherman, “El pastor de la iglesia que organizó un avivamiento de 12 años hablará el
domingo en Broken Arrow”, Tulsa World, 23 de noviembre de 2017, https://tulsaworld.com/
news/local/pastor-of-church-that-hosted-12-year-revival-to-speak-sunday-in-broken-arrow/
article_d4b7f492-bb2e-56ff-bbae-14b697986805.html.
87. Sherman, “El pastor de la iglesia que organizó un avivamiento de 12 años.”
88. Strand, “La bendición de Toronto”.
89. Poloma, “La bendición de Toronto”.
cuatro décadas, y que este avivamiento podría ser un indicador —

uno de los muchos otros indicadores— que apunta a la segunda
venida de Cristo.90
Uno de los resultados más significativos de este avivamiento ha sido

el compromiso de los cristianos chinos de cumplir con la Gran Comisión.
El incipiente movimiento misionero de China nació en una iglesia

que es mayormente desconocida para la gente en el mundo. Todavía
hay una gran confusión sobre lo que Dios está haciendo detrás de
la Cortina de Bambú, pero no es drásticamente diferente de otros
movimientos de Dios en la historia. A diferencia de los anteriores
movimientos misioneros en Occidente, el aumento de la actividad
misionera de China ha nacido de los focos de avivamiento. Hay
muchas similitudes entre los avivamientos en China y los que han
tenido lugar alrededor del mundo en la historia reciente. Una de
ellas es una intensa pasión por el evangelismo global que ha provo-
cado múltiples esfuerzos misioneros.91
Los misioneros chinos nacidos del avivamiento tienen un propósito

cada vez más orientado. Un líder chino enfatizó:
¡En 2010, hemos visto que se ha producido un enorme aviva-

miento en toda China. Estuve allí en la década de 1980, cuando
China comenzó sus famosos días de avivamientos masivos, pero
les digo que este avivamiento es aún más fuerte. Este avivamiento
espiritual está sucediendo en todas partes, y hemos recibido una
visión clara de Dios.
Antes, nuestro objetivo era capacitar a los misioneros en idio-
mas y habilidades interculturales, pero muchos de los misioneros
que habían sido entrenados no podían ir porque se sentían dema-
siado débiles e incapaces. Los misioneros llevan años formándose
en toda China, pero la mayoría de ellos nunca habían tenido una
90. Eugenio Bach, China y la profecía de los últimos tiempos: Cómo Dios está usando al Dragón
Rojo para cumplir Sus propósitos finales (New Kensington, PA: Whitaker House, 2021), 22,
24.
91. Eugenio Bach, La iglesia subterránea (New Kensington, PA: Whitaker House, 2015), 38.
visión clara de hacia dónde dirigirse en el mundo musulmán,

budista y comunista.
Ahora tenemos reuniones de oración donde Dios nos está
hablando claramente y nos dice adónde ir. Dios está enviando
gente específicamente a las fronteras occidentales y a los grupos
minoritarios…
Ahora, los creyentes de toda China están viendo visiones como
las que tuvo el apóstol Pablo. Estas visiones son de personas espe-
cíficas, en países específicos, que hablan idiomas específicos.92
Como dice Eugene Bach, la visión de la iglesia subterránea china, a

la que llaman “De vuelta a Jerusalén”, es simplemente esta: “completar la
Gran Comisión y ver el regreso de Jesucristo”.93
AVIVAMIENTO EN MIAMI, FLORIDA, EE. UU.

En esta sección quiero compartir con ustedes más sobre el avivamiento
que he experimentado, y sigo experimentando en mi propio ministerio, así
como la forma en que el Ministerio El Rey Jesús está apoyando a los impac-
tados por el aviamiento. A finales del siglo XX y principios del XXI, la
ciudad de Miami era conocida como “el cementerio de los pastores”. Parecía
haber poca vida espiritual en las iglesias. Las congregaciones no querían
crecer más allá de doscientos miembros porque la gente tenía miedo a ser
presa de la división interna o los dolores del crecimiento. Pero el plan de
Dios era provocar tal avivamiento en medio de esta condición espiritual
letárgica.
Dios me ha llamado a traer Su poder sobrenatural a esta generación y
dejar un legado espiritual en la tierra. Él está haciendo esto a través de un
avivamiento continuo de lo sobrenatural en el Ministerio El Rey Jesús, sus
sedes y sus iglesias hijas, así como en aquellos a quienes impactamos a través
de nuestro ministerio. Mi ministerio pastoral comenzó en 1996, después
de nueve años como evangelista itinerante en Centro y Suramérica. Un día
reuní a diez personas en la sala de mi casa para buscar apasionadamente la
presencia de Dios, sin saber todo lo que el Señor planeaba hacer. Su unción
92. Bach, La iglesia subterránea, 246–247.

93. Bach, China y la profecía de los últimos tiempos, 5.
comenzó a acompañarnos, y la gente comenzó a dar testimonios de mila-

gros poderosos. En tres meses, nuestro grupo había aumentado a cuarenta
personas, así que nos mudamos a otro lugar, el cual pronto se llenó, por lo
que tuvimos que remodelar. El Espíritu Santo se estaba manifestando con
gran poder, y estábamos experimentando tanto crecimiento que el espacio
remodelado, que podía acomodar a 250 personas, pronto quedó demasiado
pequeño también.
Para entonces, Dios nos había mostrado que la liberación era un arma
espiritual que Él nos había dado para sacar cientos de vidas de la esclavi-
tud del pecado y para romper la maldición en las iglesias de la ciudad. El
Espíritu Santo comenzó a operar un avivamiento sin precedentes en medio
de nosotros. Solo un año después, nuestra asistencia aumentó a más de 650
personas. A ese ritmo de crecimiento, incluso cuatro servicios los domingos
por la mañana no eran suficientes para acomodar a tal cantidad de perso-
nas. Así que, en diciembre de 1999, compramos un edificio con capacidad
para 1,500 personas. A medida que el avivamiento continuaba, el Señor
nos trajo sabiduría, revelación, milagros, liberación y multiplicación. Dios
nos estaba usando para construir Su reino, y Él nos estaba guiando paso a
paso, aumentando Su presencia y llevándonos de un nivel de gloria a otro.
Pronto, incluso en el nuevo edificio, llegamos a un punto de crecimiento
en el que, aunque ofrecíamos cuatro servicios generales, no podíamos dar
cabida a las más de 5,000 personas que asistían semanalmente. Para hacer
frente a esta situación, compramos un terreno cerca de un aeropuerto —
como se nos había profetizado— para construir nuestro propio edificio de
la iglesia, y así poder atender nuestras necesidades ministeriales únicas. A
medida que construíamos este edificio, la iglesia crecía a 8,000 miembros,
¡por lo que incluso seis servicios semanales no fueron suficientes! Cientos
de personas que acudían a los servicios dominicales se daban por venci-
das y se iban a casa porque les era imposible encontrar estacionamiento, ni
espacio para ellos en el salón principal o en las salas adicionales donde se
transmitía el servicio a través de circuito cerrado de televisión.
En solo dos años, terminamos la construcción de un edificio de
100,000 pies cuadrados, con un santuario que puede albergar a 7,000 per-
sonas, además de oficinas y salas para llevar a cabo diversos programas
de alcance ministerial. ¡Ahora teníamos amplio espacio para estacionar!
Terminamos la construcción sin pedir prestado un centavo al banco; todo

el dinero vino a través de las ofrendas de nuestros miembros y la multipli-
cación sobrenatural del Señor. Dios proveyó para nosotros de esta manera,
para que pudiéramos sentarnos cómodamente y servir a las personas que
eran el fruto del avivamiento que Él estaba trayendo a nuestro ministerio.
En el Ministerio El Rey Jesús, enseñamos a las personas a tener una
relación personal e íntima con Dios, que solo se puede desarrollar a través
de la oración, la adoración, la lectura de la Palabra y la guerra espiritual.
Ponemos gran énfasis en la santidad, el desarrollo del liderazgo y el propó-
sito cristiano. Nuestro alcance a los nuevos convertidos, así con el ministerio
de liberación, permite que los nuevos creyentes sean liberados de la opresión
demoníaca para que puedan vivir plenamente sus nuevas vidas en Cristo.
También tenemos pequeños grupos que se reúnen en los hogares con el
propósito de adorar a Dios y compartir Su Palabra. Como habrán notado
en algunos de los testimonios que aparecen en este libro al final de los capí-
tulos, a estos grupos los llamamos “Casas de Paz”. Allí, los nuevos creyen-
tes pueden experimentar el poder de Dios por primera vez; sus cuerpos y
emociones pueden ser sanados, y sus relaciones pueden ser restauradas.
Reciben entrenamiento de discipulado a través del cual se les enseña a
vivir de una manera que sea agradable a Dios, permitiendo que el carácter
de Cristo sea formado en ellos. Los miembros del remanente del último
tiempo son entrenados para que saquen a relucir su potencial de liderazgo,
así como para descubrir su propósito divino y caminar conforme a él.
Además, tenemos ministerios para niños, jóvenes y familias. Este
último ministerio se ocupa específicamente de la restauración y el creci-
miento de la familia en cada una de sus etapas. Nuestra Universidad del
Ministerio Sobrenatural capacita a los futuros líderes, cuyo propósito está
vinculado a una de las cinco oficinas ministeriales de la iglesia, como está
establecido en Efesios 4:11: apóstol, profeta, evangelista, pastor y maes-
tro. Además, tenemos un ministerio dedicado exclusivamente a servir a los
empresarios y emprendedores, en el que instruimos a los creyentes acerca
de cómo deben gestionar sus asuntos empresariales y financieros, conforme
a los principios cristianos. Así, cada líder emergente está equipado para
impactar el mundo, gracias al avivamiento sobrenatural a través del cual
recibieron un nacimiento espiritual o una relación vivificada con el Señor.
El impacto de lo que Dios está haciendo se ha sentido no solo a nivel

local, sino también a nivel nacional e internacional. Hemos viajado a
muchas naciones para ministrar, y también llegamos a personas de todo el
mundo a través de la televisión y la Internet. El Ministerio El Rey Jesús ha
ido a muchas áreas del mundo que nunca habían experimentado el poder
sobrenatural de Dios.
El avivamiento en nuestro ministerio comenzó primero en medio de
la comunidad hispana, en Miami, Florida, y se ha extendido por todo el
mundo: a otras áreas de Norteamérica, así como a Latinoamérica, Europa,
África y Asia. De esta manera ha nacido un movimiento sobrenatural global
entre personas de diferentes razas, en todos los continentes. Los efectos de
este avivamiento son casi imposibles de medir porque el ministerio relacio-
nado con este avivamiento llega a millones de personas anualmente a través
de la televisión, la radio, otros medios de comunicación, las redes sociales y
la Internet. La Red Global Sobrenatural, que es nuestro medio de alcance
mundial para iglesias y ministerios, agrupa bajo cobertura espiritual a más
de 400 iglesias en 60 países, reuniendo a más de 705,000 personas bajo el
manto apostólico de este avivamiento.
Por la gracia y el favor de Dios, hemos entrado en países donde los cris-
tianos son duramente perseguidos, o donde es difícil predicar el evangelio
con libertad. Sin embargo, sentimos que la protección de Dios está sobre
nosotros; Él es quien nos guía para ir a estas naciones, y nos trae de vuelta
a casa con seguridad. Conforme a los propósitos de Dios, en cada lugar
donde Él me envía, el avivamiento se enciende en los corazones de la gente.
Las personas son liberadas de trabas espirituales, sanan sus enfermedades
y dolencias, y son capaces de manifestar el poder de Dios en sus familias,
iglesias, ciudades y naciones. Este avivamiento sobrenatural incluye a per-
sonas de todas las edades y condiciones sociales: estudiantes, amas de casa,
obreros, empresarios, científicos, militares, políticos e incluso líderes de
naciones.
APRENDIENDO DEL AVIVAMIENTO

He escrito este libro para que los creyentes estén preparados para los
tiempos que tenemos por delante, para que comiencen a buscar al Espíritu
Santo, Su llenura, guía y sabiduría. Como hemos visto, se acercan tiempos
en los que el conocimiento terrenal que la gente ha adquirido les será de

poca utilidad. Solo la guía del Espíritu de Dios será útil para abordar las
crisis personales, comunitarias, nacionales e internacionales de hoy.
¿Cómo podemos obtener esa guía? A través del arrepentimiento y
nuestra sumisión al Señor, lo que conducirá a un avivamiento personal y
corporativo en la presencia de Dios. Necesitamos arrepentirnos de nues-
tros pecados y volvernos a Dios con todo nuestro corazón; debemos buscar
Su presencia mientras preparamos el camino para el regreso de Cristo.
Antes de la aparición de Jesús, habrá un avivamiento sin precedentes;
el mundo entero será sacudido, veremos señales en los cielos y en la tierra,
y habrá manifestaciones sobrenaturales que son claras indicaciones del
último tiempo. ¿Está listo para el avivamiento? ¿Está dispuesto a aplicar
las verdades que ha aprendido en este capítulo, buscar el avivamiento y ser
activado para cumplir la voluntad de Dios para su vida en estos últimos
días trascendentales?
TESTIMONIOS DEL ÚLTIMO TIEMPO

El apóstol Calbert Mark de Trinidad y Tobago ha estado conectado
con el Ministerio El Rey Jesús por más de diez años. Después de ser acti-
vado en el poder sobrenatural de Dios, ha visto avivamiento en su ministe-
rio. Hasta la fecha, ha plantado iglesias no solo en Trinidad y Tobago, sino
también en Venezuela y los Estados Unidos, lo que ha llevado a miles a ser
avivados y transformados por el poder de Dios.
Al principio de mi ministerio, el Señor me mostró que tenía un

llamado apostólico. Conocí al apóstol Guillermo Maldonado a
través de sus libros y programas de televisión. Después de escuchar
muchas de sus prédicas y aplicar los principios y revelaciones que
recibí, supe que necesitaba más. Sentí gran hambre por asistir a su
escuela sobrenatural, la Universidad del Ministerio Sobrenatural,
para ser entrenado.
Todo comenzó hace diez años, y lo que Dios ha hecho ha sido
extraordinario. Fui enviado a Venezuela a plantar iglesias, y confié
en el Señor para hacer ese trabajo, a pesar de que el idioma español
era extraño para mí. Al final, Dios me usó para plantar veinticinco
iglesias en Venezuela, y aprendí el idioma de una manera sobre-

natural y acelerada. Mientras hacía la obra de Dios en Venezuela,
mantuve mi iglesia principal en Trinidad, que es una de las más
grandes de nuestra ciudad.
Después de descubrir el Ministerio El Rey Jesús y ser entrenado
allí, el avivamiento se apoderó de nuestro ministerio también, hasta
el punto de que hemos visto un inmenso crecimiento en números,
en milagros, señales y maravillas. He podido enviar a más de cin-
cuenta pastores a varias conferencias, así como a la Universidad del
Ministerio Sobrenatural, para recibir la enseñanza y la cobertura
del Ministerio El Rey Jesús. Hace tres años, el Señor me habló
acerca de comenzar a plantar iglesias en los Estados Unidos. Esta
vez estaba listo para el llamado, y el Señor me llevó a Tampa Bay,
Florida. Solicité mi residencia, que fue aprobada en ocho meses.
Construí un ministerio en Tampa, tanto en inglés como en español.
Desde que tomé la decisión de obedecer el llamado de Dios,
he visto Su mano en cada paso que doy. Estoy extremadamente
agradecido con el Apóstol Maldonado, su familia y su ministerio
por continuar trabajando en lo sobrenatural y abrir las puertas
para que otros ministerios florezcan y reciban el avivamiento del
Espíritu Santo. Después de la obra que hice en Venezuela y las
evidencias de milagros, señales y maravillas, fui ordenado como
apóstol por mi iglesia. El llamado que el Señor había puesto en mi
corazón para ser apóstol a las naciones finalmente es una realidad.
Toda la gloria sea para Dios por lo que Él me ha permitido ver y
hacer, y por todo lo que Él ha puesto en mi camino.
CAPÍTULO 8
¿QUÉ ES AVIVAMIENTO?
E n el capítulo anterior revisamos brevemente algunos de los avivamientos

más importantes de la historia que ocurrieron después de la resurrección de
Jesús. Sin embargo, como he enfatizado a lo largo de este libro, creo que esos
avivamientos son solo un preludio de lo que será el más grande derrama-
miento del Espíritu Santo antes que Cristo regrese. Este avivamiento final
será un movimiento sin precedentes, más allá de lo que está registrado en
el libro de los Hechos de los Apóstoles, cuando el Espíritu empoderó a los
discípulos de Jesús a salir y predicar el evangelio del reino. Ese fue el derra-
mamiento de la lluvia temprana. Pero, en los últimos tiempos veremos un
volumen de derramamiento que incluirá aquel de la lluvia temprana más
el de la lluvia tardía (vea, por ejemplo, Deuteronomio 11:14), porque Jesús
siempre reserva el mejor vino para el final de la fiesta (vea Juan 2:10).
Estamos viviendo las últimas horas de la fiesta de Pentecostés, la misma
que comenzó cuando los ciento veinte discípulos oraron y esperaron por la
promesa del Padre en el aposento alto y que concluirá con la aparición de
Jesús, cuando Él vuelva por Su remanente. Hoy estamos viendo un derra-
mamiento del Espíritu de Dios sobre la faz de la tierra que es nuevo y gra-
dual. Este movimiento espiritual irá en aumento, provocando un despertar
generalizado en la iglesia y produciendo la manifestación que todos desea-
mos: “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación
de los hijos de Dios” (Romanos 8:19).
139
¡Me atrevo a asegurar que este será el más grande avivamiento en la

historia de la humanidad! Saber que este avivamiento se acerca nos llena
de gozo y expectativa, pero también genera preguntas como estas: ¿Qué
deberíamos esperar durante este avivamiento? ¿Qué ocurrirá en el aviva-
miento de los últimos tiempos? ¿Está preparada la iglesia para recibir este
avivamiento, y sabe cómo mantenerlo?
EL DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU EN AVIVAMIENTO NOS

EMPODERA PARA TESTIFICAR EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS. LA
LLUVIA TEMPRANA Y LA TARDÍA VIENEN PARA MADURAR LOS
FRUTOS, A FIN DE LEVANTAR LA COSECHA DE LOS ÚLTIMOS DÍAS.
EN SUEÑO PROFUNDO
Investigadores, académicos, y otros, han hecho varios análisis de la
condición de la iglesia de Cristo en la actualidad. Sin embargo, como dis-
cutimos en la parte I de este libro en referencia al sacudimiento de los últi-
mos tiempos, es fácil mirar alrededor y ver que solo una pequeña porción
de la iglesia está despierta, alerta y preparando el camino para la venida de
Cristo. En general, la falta de avivamiento entre los creyentes ha hecho que
la iglesia esté en tal condición de debilidad, que necesita desesperadamente
un derramamiento del Espíritu para despertarla y avivarla, a fin de restau-
rar en ella la santidad y la pasión por el perdido.
Esta debilidad se debe, en parte, al hecho de que la iglesia se ha secula-
rizado u “occidentalizado”, tomando creencias y valores contrarios al evan-
gelio bajo el pretexto de volverse más civilizada. Los líderes de las iglesias
han preferido satisfacer las demandas de comodidad y conveniencia de la
gente, antes que perseguir las prioridades y mandatos del Espíritu de Dios.
De muchas formas, la iglesia ha dejado de ser una entidad espiritual y se
ha convertido, en cambio, en una “organización moderna” para así encajar
en el mundo de hoy. Ha pasado a manos de buenos administradores, en
vez de ser liderada por apóstoles y profetas que escuchen lo que Dios está
¿Qué es avivamiento? 141
diciéndole a Su pueblo hoy, y que estén dispuestos a pagar el precio de

hacer Su voluntad y mantener la pureza de la unción y la Palabra que es
predicada.
Me apena que la estructura de la iglesia se haya conformado para cues-
tionar la realidad de lo sobrenatural, en lugar de promoverla como una
demostración del poder y la gracia de Dios. Muchas denominaciones cris-
tianas rechazan la manifestación de lo sobrenatural divino por medio de
sanidades y milagros, y la idea del ministerio activo del Espíritu Santo en
la vida de los creyentes. Se han sometido a programas humanos que super-
visan intelectualmente lo que en realidad debería ser guiado por el Espíritu
Santo. De manera similar, muchas escuelas bíblicas niegan la realidad del
poder de Dios. Enseñan que la sanidad y los milagros terminaron con los
doce apóstoles, porque esos aspectos del poder de Dios no coinciden con el
pensamiento científico moderno, el cual se ha elevado a tal punto que se ha
vuelto irrefutable para la humanidad moderna. Si bien es cierto que Dios
usa a los doctores y la medicina para ayudarnos, Su poder para sanar ha
sido reemplazado por la medicina moderna, mientras que Su poder para
liberar ha sido sustituido por la psicología y la terapia mental. La adoración
que eleva el espíritu y manifiesta la atmósfera del cielo ha sido sustituida
por la música que solo agita las emociones, mientras que la guía del Espíritu
Santo ha sido reemplazada por el carisma de los líderes.
Algunas iglesias se enfrascan en discusiones teológicas intrascenden-
tes, pero evitan lo verdaderamente importante: abordar la falta de pre-
sencia y poder de Dios entre nosotros. Por lo tanto, cuando encuentran a
alguien que sí manifiesta el poder de Dios, ven a esa persona como falsa y
sospechosa, alguien que no viene de Dios. Acostumbrados a vivir según lo
que es falso, no saben reconocer lo que es verdadero.
Debido a que la mayoría de iglesias no ven la necesidad del Espíritu
Santo, buscan otras alternativas para resolver los problemas y preocupa-
ciones de la gente. Como resultado, muchos predicadores están llenos de
teorías, pero vacíos del Espíritu. Enseñan sobre Dios sin conocerlo real-
mente ni haber tenido una experiencia íntima con Su presencia. Defienden
una doctrina de excusas que busca inútilmente explicar por qué los mila-
gros no pueden ocurrir hoy, aunque la verdad es que estos predicadores
no están preparados para manifestar milagros. Por esa razón, apenas si
pueden mitigar las necesidades de la gente. Los predicadores no les ense-

ñan a sus congregaciones sobre la provisión divina que está disponible para
ellos; tampoco les ministran a sus congregaciones conforme a esa provisión.
Por lo tanto, hoy en día el poder de la resurrección de Cristo no está
siendo predicado ni impartido. La persona del Espíritu Santo está siendo
contristada y apagada, sin que la mayoría de congregaciones le dé el lugar
que merece. Resistir al Espíritu siempre ha sido un peligro para la igle-
sia. Hace más de dos mil años, Pablo advirtió: “No apaguéis al Espíritu”
(1 Tesalonicenses 5:19).
Adicionalmente, muchos cristianos piensan que el ámbito de lo sobre-
natural colinda con lo supersticioso, místico, mágico y abstracto porque
Hollywood le ha dado a lo sobrenatural una connotación de fantasía o
ciencia ficción. Como resultado, de forma global, el hambre de la gente por
la verdadera presencia de Dios y Su poder divino sobrenatural práctica-
mente ha desaparecido. ¡Hay un estancamiento espiritual generalizado! La
iglesia vive en un estado de adormecimiento, pasividad y falta de compro-
miso. ¡Es alarmante que la iglesia esté en esta condición justo antes del
regreso de Cristo!
En resumen, podemos decir que las lámparas están apagadas, y nadie
tiene aceite para encenderlas. (Vea Mateo 25:1–13). El apóstol Pablo
exhortó a la iglesia en Efeso: “Despiértate, tú que duermes, y levántate de los
muertos, y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14). Muchos creyentes “muertos”
necesitan ser despertados por completo. ¡La iglesia necesita avivamiento!
¿Y qué de las personas que no forman parte de la iglesia? El Grupo
Barna, una de las empresas encuestadoras más confiables del mundo,
ha seguido de cerca la condición del cristianismo en los Estados Unidos
durante muchos años y proporciona este resumen:
La influencia del cristianismo en los Estados Unidos está men-

guando. Los índices de asistencia a la iglesia, de afiliación religiosa,
de creencia en Dios, de oración y de lectura de la Biblia han des-
cendido durante décadas. Como consecuencia, el rol de la religión
en la vida pública ha ido disminuyendo lentamente, y la iglesia ya
no actúa con la autoridad cultural que tenía en tiempos pasados.
Estos son días inéditos para la iglesia en Estados Unidos, mientras

aprende lo que significa florecer en una nueva era “post-cristiana”.94
Para muchas personas el cristianismo se ha convertido simplemente en

una tradición. A medida que la iglesia ha ido cayendo en sueño profundo, el
Señor Jesús ha sido reducido a una figura histórica; una leyenda; un profeta
más; otro maestro de la antigüedad; un Dios del pasado y no del presente.
Desesperadamente necesitamos avivamiento para traer a la iglesia de
regreso a la vida y así poder ser testigos en nuestras comunidades y nacio-
nes. Tenemos que darle lugar al Espíritu de Dios y permitirle actuar libre-
mente en nuestras congregaciones. Una vez más, mientras muchos creyen-
tes necesitan avivamiento, surgen estas preguntas: ¿Saben ellos que necesi-
tan avivamiento? ¿Saben qué es un avivamiento del Espíritu Santo?
MIENTRAS LA IGLESIA HA CAÍDO EN UN SUEÑO PROFUNDO,

EL SEÑOR JESÚS HA SIDO REDUCIDO A UNA FIGURA HISTÓRICA;
UNA LEYENDA; UN PROFETA O MAESTRO MÁS; UN DIOS DEL
PASADO, Y NO DEL PRESENTE.
DEFINIENDO EL AVIVAMIENTO
El diccionario define la palabra avivar como “cobrar [dar] vida o vigor”;
“vivificar [dotar de vida]”.95 Para la iglesia, la experiencia del avivamiento
significa ser restaurado a la vida del Espíritu, que una vez tuvo y la perdió.
Hace miles de años, el salmista imploró: “¿No volverás a darnos vida, para
que tu pueblo se regocije en ti?” (Salmos 85:6). Y el profeta Oseas invitó al
pueblo de Dios: “Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará;
hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos
resucitará, y viviremos delante de él” (Oseas 6:1–2). El término hebreo que
94. “The Most Post-Christian Cities in America: 2017”, [“Las ciudades más post-cristianas
en América: 2017”], Barna Group, julio 11, 2017, https://www.barna.com/research/post-
christian-cities-america-2017/.
95. Gran diccionario de la lengua española, © 2016 Larousse Editorial, S.L., https://
es.thefreedictionary.com/avivar.
se traduce como “dar vida” o “avivar” en estos pasajes es châyâh, y entre

sus significados están “vivir”, “tener vida”, “permanecer vivo”, “sostener la
vida”, “vivir (prósperamente)”, “acelerar”, “restaurar (la salud)” o “volver a la
vida”.96
La Escritura afirma que el Señor Jesús dejó como legado a la iglesia
todo lo que Él tiene. (Vea, por ejemplo, Romanos 8:32). De acuerdo con
esta premisa, la iglesia primitiva mostraba poder de avivamiento. El mover
del Espíritu, con milagros, señales y maravillas, esparció el evangelio más
allá de las fronteras de Jerusalén. (Vea, por ejemplo, Hechos 8:4–7, 12–17;
11:19–21; y caps. 27–28; Hebreos 2:3–4). Para los seguidores de Jesús, la
manifestación de lo sobrenatural era una forma de vida, no un evento ais-
lado. La iglesia nació —y continuó el ministerio de Jesús en la tierra— ¡con
el derramamiento del Espíritu Santo! Pero, repito, lo triste es que la obra
sobrenatural del Espíritu en la iglesia en su mayoría se ha perdido.
Está muy claro que se necesita un nuevo despertar espiritual. El aviva-
miento viene a soplar vida y restaurar todo lo que está muerto en la iglesia:
nuestra fe, nuestra comunión íntima con Dios, nuestro primer amor por
Jesús, la vida del Espíritu, y mucho más. “Oh Jehová, he oído tu palabra, y
temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos
hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia” (Habacuc 3:2).
EL AVIVAMIENTO ERA TODO LO QUE LA IGLESIA TENÍA

AL PRINCIPIO, PERO LO HA PERDIDO. SE REQUIERE UN NUEVO
AVIVAMIENTO PARA QUE LA IGLESIA VUELVA A LA VIDA.
PORTALES CELESTIALES ABIERTOS

Cada derramamiento del Espíritu Santo empieza con un portal celes-
tial que se abre en un lugar determinado: una ciudad, región, territorio o
nación. Eso fue lo que ocurrió en Pentecostés, en el aposento alto. Allí,
96. Strong’s Exhaustive Concordance of the Bible, H2421, Blue Letter Bible, https://www.
blueletterbible.org/lexicon/h2421/nkjv/wlc/0-1/.
como mencioné antes, ciento veinte seguidores de Jesús oraron y esperaron

la manifestación de la promesa que Él les había hecho.
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y

de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que
soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les apa-
recieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada
uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a
hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
(Hechos 2:1–4)
A través de ese portal que se abrió entre el cielo y la tierra, el Espíritu

Santo fue derramado sobre el pueblo de Dios. El mensaje que este derra-
mamiento trajo fue anunciado a la humanidad a través de la prédica del
evangelio y la manifestación del poder sobrenatural de Dios. El Espíritu de
Dios les recordó a los discípulos todo lo que Jesús les había enseñado (vea
Juan 14:26), y eso es lo que ellos salieron a predicar al mundo. El resultado
fue un despertar espiritual y un empoderamiento que impulsó a los discí-
pulos a testificar con denuedo lo que el Espíritu Santo estaba diciendo y
haciendo ese día.
TODO AVIVAMIENTO PRODUCE UN DESPERTAR ESPIRITUAL EN LA

IGLESIA Y EN EL MUNDO, CON LA EVIDENCIA DE UNA ACTIVIDAD
SOBRENATURAL VISIBLE MANIFESTADA EN EL AHORA.
El avivamiento está disponible para todas las personas; sin embargo, es

importante recordar que no todo en nuestras vidas o en las vidas de nues-
tras comunidades y naciones será avivado. Por ejemplo, lo que Dios ya ha
juzgado no será avivado, tampoco lo que está ligado a los deseos de la carne.
En el avivamiento muchas cosas desaparecerán del ambiente eclesiástico
porque no están de acuerdo con el Espíritu. Incluso, algunas personas no
serán avivadas a menos que se arrepientan.
Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os pres-

cribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro
corazón, y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia de vuestra tierra a

su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu
aceite. (Deuteronomio 11:13–14)
Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el

monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y
entre el remanente al cual él habrá llamado. (Joel 2:32)
EL VERDADERO AVIVAMIENTO
El avivamiento es una actividad del Espíritu Santo, y por lo tanto es
sobrenatural. Es lo que el Espíritu está trabajando ahora. Si cree que ya
está experimentando avivamiento en su vida, en su hogar o en su minis-
terio, pero aún no advierte una actividad sobrenatural, usted puede estar
sintiendo una emoción, pero eso no es verdadero avivamiento.
El avivamiento se produce cuando la iglesia renace —adquiere vida—
en su relación con Dios porque es llena del Espíritu. Cuando esto sucede,
individuos, familias, y comunidades enteras son transformadas; hay cam-
bios tangibles, ocurren milagros, sanidades y salvaciones. Las personas
renuevan su fe en Dios; las iglesias prosperan en santidad; los creyentes
entran en adoración poderosa; hay palabras rhema97 y visiones proféticas;
miles son bautizados en agua y en el Espíritu Santo; hay discipulado y cre-
cimiento espiritual; un amor palpable y evidente entre los creyentes; mila-
gros financieros; crecimiento y multiplicación en todas las áreas. ¡Ese es un
verdadero avivamiento! Donde una vez hubo conformidad con el pensa-
miento mundano, adormecimiento espiritual profundo y esterilidad, ahora
hay vida y fruto bueno en abundancia. Jesús dijo: “El Espíritu del Señor está
sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me
ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los
cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18).
97. Rhema es una palabra de Dios para hoy, para una situación específica. Siempre estará
de acuerdo con la Palabra escrita de Dios. Un ejemplo de una palabra rhema es cuando
el Espíritu Santo hace que las Escrituras escritas cobren significado para nosotros, y se
apliquen a nuestras circunstancias actuales. Otro ejemplo es una palabra profética dada a
través del Espíritu a un creyente, una familia o a la iglesia.
Todo avivamiento comienza en el corazón. Si el corazón no es trans-

formado, no hay despertar. Aunque haya mucha actividad en la iglesia, eso
no garantiza que haya avivamiento. Para que se produzca avivamiento debe
haber un cambio radical de adentro hacia afuera. Las personas pueden
sentir la presencia de Dios, percibir la atmósfera sobrenatural, llorar y ser
movidos; pero si sus corazones no se rinden al Señor, si no hay un arrepen-
timiento genuino o cambios visibles en sus vidas, no habrá avivamiento.
Digo esto porque, al ministrar alrededor del mundo, a menudo veo muchas
personas tocadas pero pocas cambiadas. Sinnúmero de personas rinden
sus emociones, pero no sus corazones. Ellos experimentarán verdadera res-
tauración cuando rindan sus corazones totalmente al Padre para ser trans-
formados en Su presencia. Entonces, podrán vivir continuamente en esa
transformación.
Una iglesia en avivamiento es una iglesia totalmente centrada en la
presencia de Dios, porque cuando la iglesia entra en Su presencia, no nece-
sita nada más. “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo
en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura
de Jehová, y para inquirir en su templo” (Salmos 27:4). Le hemos enseñado
a la gente a responder al conocimiento bíblico, pero no a la presencia de
Dios. Cuando las personas son conscientes de Su presencia, no esperan
que alguien más les imponga manos para recibir un toque de Dios; por el
contrario, van directamente al Padre para recibir de Él. La presencia es un
lugar de revelación, descanso, paz y cambio. Allí, lo sobrenatural es lo más
natural, y donde todo lo que necesitamos es suplido. Así que, tenemos que
reeducar a la gente para que aprenda a buscar, perseguir y vivir continua-
mente en la presencia de Dios; no como una experiencia de una sola vez,
sino como un estilo de vida.
Amado lector, hoy le invito a hacer un análisis de su corazón. Asegúrese
que no hay pecado o iniquidad que lo esté deteniendo de vivir continua-
mente en la presencia de Dios. La iniquidad hace que Dios esconda Su
rostro de nosotros: “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para
salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho
división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de
vosotros su rostro para no oír” (Isaías 59:1–2). Entre más pecado haya en
nuestras vidas personales o en la vida colectiva de los miembros de nues-
tras iglesias, menos presencia de Dios habrá; a tal grado que podemos ser
cortados de Su presencia. El Señor remueve Su presencia cuando no nos

arrepentimos de nuestros pecados. En cambio, entre menos pecado hay,
más de la presencia de Dios podemos disfrutar.
EL PECADO NOS REMUEVE DE LA PRESENCIA DE DIOS;

PERO EL ARREPENTIMIENTO NOS REGRESA A ELLA.
¿CUÁNDO EMPEZARÁ EL AVIVAMIENTO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS?

El avivamiento de los últimos tiempos empezará inmediatamente des-
pués del sacudimiento global final:
naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria
esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mía es la plata, y mío es el
oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será
mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en
este lugar, dice Jehová de los ejércitos. (Hageo 2:6–9)
Al igual que en la parte I de este libro, el pasaje anterior nos enseña que
toda dimensión y esfera de la vida en la tierra será sacudida; todo lo que
tiene vida será afectado. No solo la naturaleza será sacudida, también la
economía. Cuando Dios proclama que la plata y el oro le pertenecen, está
diciendo que el hombre piensa que posee lo que en realidad le pertenece a
Dios. Él sacudirá todo antes de llenar Su casa con la gloria de los últimos
tiempos. Después comenzará el avivamiento de los últimos días.
Recuerde que, durante el sacudimiento final, el Señor manifestará la
obra del Espíritu Santo aún más activamente que cuando el Espíritu vino
a establecer la iglesia. Él abrirá portales a través de los cuales derramará
Su Espíritu con una potencia nunca vista, y dará poder a los evangelistas.
El evangelismo será más eficaz, porque en medio de la desorientación, la
desesperación, la ansiedad, la pérdida de enfoque, la perplejidad y la falta
de respuestas para sus crisis, la gente no tendrá más remedio que buscar a
Dios. Ocurrirá algo parecido a lo que sucedió tras los atentados terroristas
del 11 de septiembre de 2001: las iglesias estaban llenas de gente buscando
que Dios les diera seguridad, paz y protección. Sin embargo, esta vez, será
en una escala mucho mayor. Después vendrá el avivamiento, a la par de un
continuo sacudimiento.
Ahora mismo hay pocos focos de avivamiento conocidos. Varios avi-
vamientos se están produciendo en nuestras iglesias afiliadas y en algu-
nos de nuestros ministerios asociados alrededor del mundo, así como en
otros lugares, pero no hay muchos más. No obstante, el sacudimiento de
todas las cosas dará lugar a un avivamiento sin precedentes en los próxi-
mos años.
EL SACUDIMIENTO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS IMPACTARÁ

MULTITUDES POR TODA LA TIERRA; Y,
A MEDIDA QUE LA GENTE SE VUELVA HACIA DIOS,
EL AVIVAMIENTO FINAL VENDRÁ.
LA ÚLTIMA ETAPA
Estos son los tiempos sobre los cuales Joel profetizó:
Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetiza-

rán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y
vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las
siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el
cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se con-
vertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande
y espantoso de Jehová. Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová
será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación,
como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.
(Joel 2:28–32)
El sacudimiento final con avivamiento tendrá lugar antes de la venida

del Señor. Estamos viviendo los últimos días de la fiesta de Pentecostés.
El derramamiento del Espíritu Santo después de la resurrección de Cristo

marcó una nueva era en la tierra; pero, ahora, estamos entrando en la etapa
final de la misma, la cual marca el inminente inicio de una era nueva en el
ciclo de los últimos tiempos. El regreso del Señor está cerca. El derrama-
miento del Espíritu Santo en los últimos días es el testimonio final antes
de la venida de Cristo.
De nuevo, en este avivamiento veremos las maravillas de la gloria de
Dios manifestadas. Será un acto soberano de Dios que el conocimiento
humano no puede interpretar o resolver. Veremos personas clamando al
Señor por respuestas, refugio y salvación. Eso es avivamiento: personas
buscando a Dios con desesperación. ¡Y después vendrá el fin!
¿Quiere usted ser parte del avivamiento de los últimos tiempos?
¿Quiere estar incluido en el remanente de creyentes que están santificados
y buscan la presencia de Dios en oración? ¿Quiere ser empoderado para el
evangelismo de los últimos tiempos? ¿Anhela usted la venida de Cristo y
la manifestación de Su gloria? ¡Yo sí! Quiero un avivamiento con todas la
fuerzas de mi ser. Todos los días clamo: “¡Ven, Señor Jesús!” Quiero ver al
Espíritu Santo derramándose sobre la gente en iglesias, escuelas, oficinas,
hospitales, prisiones, centros comerciales y por todas las calles del mundo.
Quiero ver la gloria de Dios en mi vida y en las vidas de mis hijos, tanto
los naturales como los espirituales. Quiero ver vidas cambiadas, corazones
transformados y llenos con el Espíritu de Dios. Si usted desea lo mismo,
por favor haga la siguiente oración conmigo:
Señor Jesús, reconozco que hay áreas en mi vida que no están

llenas de la vida del Espíritu Santo. Reconozco que mi vida de ora-
ción carece de Tu presencia. Necesito un derramamiento de Tu
Espíritu. Necesito ser avivado. Reconozco que continúo luchando
con ciertos pecados, que hay áreas de mi vida que no Te he ren-
dido por completo, y que mi corazón ha permanecido cerrado y
no puede ser transformado sin la obra de Tu Espíritu. He sentido
Tu presencia, Tu toque y Tu amor, pero aún no he sido transfor-
mado por Tu poder porque he resistido mi entrega total a Ti. Hoy
me arrepiento y Te pido que me perdones. Te pido que hagas la
obra completa en mí. Quiero ser parte del remanente que busca
Tu presencia y anhela el avivamiento de los últimos tiempos. En
Tu nombre, amado Jesús, clamo: ¡Lléname del Espíritu Santo!

¡Levántame de este sueño profundo y llena mi boca de Tu Palabra!
¡Hazme testigo de Cristo en mi familia y en mi ciudad! Amén.

Milton y Kristina Martínez son miembros del Ministerio El Rey Jesús
en Miami. El médico que supervisaba a Kristina durante su embarazo des-
cubrió que al bebé le faltaba un cromosoma. Cuando Milton y Kristina
clamaron al Señor, Dios actuó de una manera que los médicos no pueden
explicarse. Kristina describe el milagro creativo que ocurrió:
Hace tres semanas, el médico llamó para notificarnos que nues-

tro bebé tenía un problema con sus cromosomas. Era un asunto
tan serio que inmediatamente supimos que teníamos que refu-
giarnos bajo la presencia del gran YO SOY. Junto a los ancianos
y mentores de la iglesia comenzamos a orar y declarar sanidad,
cubriendo a nuestro bebé con la sangre de Jesucristo. Los médicos
me mandaron a hacerme otra prueba. Mientras tanto, nos unimos
al Ministerio El Rey Jesús para participar en un evento en línea
llamado “Día Mundial de Oración y Arrepentimiento”. El propó-
sito de ese encuentro era darles a los creyentes de todo el mundo
una oportunidad para unirse durante veinticuatro horas en inter-
cesión y arrepentimiento. Unos días después, el médico llamó con
los resultados y nos dijo que todo estaba bien. ¡Ahora nuestro bebe
está ciento por ciento sano! Dios se ha manifestado a Sí mismo de
gran manera, y estamos tan agradecidos con Él por todo lo que ha
hecho en nuestras vidas.
El siguiente es el testimonio de un hombre que padecía de una con-

dición médica severa para la que parecía no haber cura. Los médicos no
tenían solución para su dolor. Desesperado, anhelaba que el Señor le qui-
tara la vida para dejar de sufrir el constante tormento de su enfermedad.
Entonces, entró en contacto con el Ministerio El Rey Jesús. Como rema-
nente de Dios, mantenemos nuestra lámpara encendida, predicamos el
evangelio del reino y las señales nos siguen donde quiera que vayamos a
ministrar alrededor del mundo.
Mi nombre es Alex y soy de Nueva Zelanda. Soy miembro del

equipo de alabanza de mi iglesia y mi hija y yo escribimos cancio-
nes juntos. Desde que asistimos al Encuentro Sobrenatural que
organizó el Apóstol Guillermo Maldonado en Nueva Zelanda,
hemos podido ver el poder de Dios manifestado en nuestra iglesia.
Sin embargo, me encontraba en una condición de desesperación
antes de experimentar ese poder. Mi situación era tan extrema que
incluso había escrito mi obituario y comencé a poner mis asuntos
en orden, en preparación para partir de este mundo.
Todo empezó con un dolor de muelas. Fui al dentista y me extra-
jeron el diente; sin embargo, el dolor continuó y me empezaron a
extraer otros dientes, incluso los sanos. Luego, el dentista sospe-
chó que podría haber una causa médica subyacente para mi dolor,
así que fui al hospital, donde finalmente me diagnosticaron neural-
gia. Entré al hospital un miércoles; y el viernes estaba en cirugía.
El personal médico me dijo que todo había salido bien y que ya
no sentiría dolor porque habían implantado una placa de teflón
para cubrir la raíz que estaba en la base del nervio para que nada
lo volviera a tocar. Sin embargo, después de unas horas, el dolor
volvió. Tuve ese dolor durante diez años. Los médicos comen-
zaron a darme Ketamina, que a menudo se usa como anestésico
para animales, como los caballos. Me dijeron que era la primera
vez que tenían que recurrir a un medicamento tan extremo para
la neuralgia.
Debido al intenso y continuo dolor, no tenía vida. No podía
hablar ni dormir. Me pasaba el día y la noche en una silla. Cuando
mis hijos me saludaban por la mañana antes de irse, ni siquiera
podía abrir la boca; apenas si podía emitir un gruñido en respuesta.
Si dormía era porque me sentía exhausto y me quedaba dormido
por muy poco tiempo, porque el dolor volvía cada tres o cuatro
minutos. Incluso después de la cirugía, tomaba doce pastillas al
día. Vivía con dolor y estaba listo para morir. Le dije a mi esposa:
“Ahora entiendo por qué llaman a la neuralgia la enfermedad del
suicidio”. La idea de morir no parecía tan mala en comparación con
la realidad del dolor constante.
Tomé Tramadol y otros potentes medicamentos, cada uno con

sus efectos secundarios. Además, tomaba una medicina que me
hacía temblar las manos. Pero cuando iba a la iglesia y agarraba mi
guitarra, tocaba con tanta fuerza como podía. La neuralgia nunca
me impidió adorar a Dios. Una vez, le dije al Señor que prefería
que me llevara a estar con Él, pero que nunca dejaría de adorarlo,
sin importar qué me pasara.
Entonces, comencé a escuchar sobre el próximo Encuentro
Sobrenatural del Apóstol Maldonado en Napier, Nueva Zelanda.
No sabía quién era el Apóstol Maldonado. Cuando la gente me
invitó a asistir al Encuentro, dije que no quería ir porque mucha
gente ya había orado por mí. La verdad era que ya había aceptado
que mi vida siguiera como estaba y que me bastaba la gracia de
Dios. Finalmente decidí ir al Encuentro. Antes de viajar, pasaron
muchas cosas, incluyendo que tuve un ataque de dolor tan fuerte
que tomé toda la medicina que pude, pensando que no podría
soportar el viaje; pero lo logré.
Cuando comenzó el primer servicio en el estadio donde se cele-
braba el Encuentro Sobrenatural, la adoración era tan intensa,
que sentí el poder y la autoridad sobrenaturales. Dios se estaba
moviendo en ese estadio, tanto que podía sentir Su presencia sobre
mí quitando todas mis cargas. Una joven de mi iglesia estaba cerca
y comenzó a orar por mí; comencé a sentir alivio. Era como si me
despertara de una pesadilla. Dios hizo grandes milagros en ese
Encuentro. ¡Cuando me di cuenta de que había sido sanado y
podía servirle sin más dolor, sentí mucho más amor por Él! Estoy
tan agradecido por lo que Dios ha hecho en mí. Gracias a Él, podré
ver crecer a mis cinco hijos y casarse. Mi hijo había sido sanado de
cáncer unos años antes, pero ahora vivimos en un nuevo nivel de la
gloria de Dios.
Pasé por diez años de sufrimiento y dolor en los que básica-
mente no tenía vida, ¡hasta que Dios me sanó! Aun si está pasando
por una situación sin salida, Dios tiene un propósito para usted
más allá de lo que pueda imaginar. Si necesita sanidad, puede ser
sano ahora; si quiere ser activado en lo sobrenatural, puede ser
activado ahora, en el nombre de Jesús. Solo debe tener hambre.

¡No se rinda! Yo pensé que mi vida había terminado, pero Dios me
dio una segunda oportunidad. Me está mostrando que Su poder
es real.
En lo que respecta al ministerio, al principio me decepcionó
Nueva Zelanda porque no asistió al Encuentro la cantidad de
personas que pensé que irían. En el pasado, había sido parte de
un gran movimiento en el que los estadios se llenaban por com-
pleto. Ahora, la gloria sobrenatural está llenando la tierra, y Nueva
Zelanda está a punto de entrar en eso. De hecho, un nuevo des-
pertar está comenzando. Dios está creando un movimiento en Su
pueblo, y veremos milagros, señales y maravillas. Estamos felices
de haber formado parte del Encuentro Sobrenatural en Nueva
Zelanda, y estamos listos para ver cumplidas las promesas de Dios
para nuestra tierra y el mundo.
CAPÍTULO 9
POR QUÉ MUEREN LOS AVIVAMIENTOS
M uchas de las iglesias denominacionales que nacieron como resultado de

los avivamientos que estudiamos en el capítulo 7 han perdido su fuego. De
hecho, la mayoría de denominaciones que hoy existen en el mundo comen-
zaron en medio de un gran avivamiento del Espíritu Santo; pero, desafor-
tunadamente, con el tiempo se volvieron espiritualmente tibias o muer-
tas. Dejaron de ser casas de Dios para convertirse en casas de hombres.
Apagaron el avivamiento y se institucionalizaron, convirtiéndose en orga-
nizaciones que parecían ser de Dios pero, en realidad, negaron Su poder.
“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
Porque habrá hombres […] que tendrán apariencia de piedad, pero negarán
la eficacia de ella; a éstos evita” (2 Timoteo 3:1–2, 5). La llama que había
mantenido a estas denominaciones en el avivamiento se apagó, y cayeron
en mentalidades y conductas meramente naturales, racionales, orientadas
al entretenimiento y la rutina. Todas estas características conducen a un
ritualismo obsoleto.
¿POR QUÉ HEMOS PERDIDO EL AVIVAMIENTO?

La mayoría de avivamientos históricos han durado solo entre ocho y
diez años porque los creyentes no han sabido cómo mantenerlos. Lo que a
menudo no está claro es por qué sucede esto. Este es el punto fundamental
que abordaremos en este capítulo. Si no identificamos las causas de este
155
problema, la gente continuará repitiendo los mismos errores porque, como

dice el refrán: “Los que no conocen la historia están destinados a repetirla”.
¿Por qué mueren los avivamientos? En muchos casos, es el cumpli-
miento de esta profecía: “Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque
no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de
sed” (Isaías 5:13). En otros casos, los líderes del avivamiento actuaron de
tal manera que provocaron su propia caída, perjudicando su buen trabajo:
“Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de
espíritu” (Proverbios 16:18). Una o ambas raíces han arrastrado a las gene-
raciones posteriores de creyentes a una de las siguientes condiciones de
decadencia y tibieza espiritual.
CRITICA LOS ELEMENTOS DEL AVIVAMIENTO

Casi siempre, la primera mancha que afecta un avivamiento no es la
crítica externa de los inconversos (aunque eso ocurre a menudo), sino más
bien la crítica que proviene del interior de la misma iglesia: “Y si una casa
está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer” (Marcos 3:25).
El discernimiento y la sabiduría son siempre esenciales cuando se trata de
asuntos espirituales (vea, por ejemplo, 1 Juan 4:1), porque: “Dios no es Dios
de confusión, sino de paz” (1 Corintios 14:33). Sin embargo, dentro de estas
directrices guiadas por el Espíritu, es importante permitir que el Espíritu
Santo se mueva como quiera y no impedir Su trabajo. La crítica al aviva-
miento detiene el mover divino del Espíritu porque lo corrompe. Cuando el
avivamiento crece más allá del control humano, muchas personas comien-
zan a censurarlo. Esto puede afectar negativamente a sus líderes, porque los
hace dudar de sí mismos, de manera que sus convicciones sobre dicho avi-
vamiento se debilitan. Al final, se ven empujados a sucumbir ante la presión
de sus críticos. Es común que la gente critique lo que no puede controlar
o lograr por sí misma. Por lo tanto, durante el avivamiento debemos tener
cuidado de no ceder ante las críticas indebidas ni pervertir la acción del
Espíritu entre nosotros.
LOS AVIVAMIENTOS NO TERMINAN PORQUE SEAN EXCESIVOS;

TERMINAN PORQUE LAS PERSONAS INTENTAN CONTROLARLOS.
Por qué mueren los avivamientos 157
Adicionalmente, las críticas de los avivamientos provienen de personas

que operan bajo una mentalidad carnal. Aquellos que son de mente carnal
no saben cómo distinguir entre lo que es de Dios, lo que es del hombre y
lo que es del diablo, porque sus sentidos espirituales son monótonos y no
pueden ver más allá de lo que pueden observar con sus ojos naturales. Jesús
dijo a Sus discípulos: “Por eso [a las multitudes] les hablo por parábolas:
porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden” (Mateo 13:13). Una vez
más, no prestemos nuestros oídos a la crítica; la mentalidad de crítica pro-
viene de la carne, mientras que la mentalidad que discierne y está abierta a
Dios emana del Espíritu.
No me importa que me critiquen por creer en el poder sobrenatural
de Dios, en los milagros o en la persona del Espíritu Santo, antes que en
las opiniones humanas. El apóstol Pedro exhortó a los creyentes diciéndo-
les: “Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque
el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros” (1 Pedro 4:14). Esta es la
palabra que me sustenta cada vez que surgen críticas de la iglesia en general
hacia mi ministerio y sus demostraciones de poder sobrenatural. Dejemos
que esa misma palabra nos sostenga a todos durante el avivamiento de los
últimos tiempos.
PARA SER PORTADORES DE AVIVAMIENTO, TENEMOS QUE PAGAR

EL GRAN PRECIO DE SER RECEPTORES DE CRÍTICAS Y AGRAVIOS.
COMPROMETE LA VERDAD
Otra razón por la que los avivamientos se extinguen es porque, con
el paso del tiempo, es habitual que los líderes de las congregaciones que
antes vivían en avivamiento se alejen de la verdad fundamental sobre la que
se construyó esa iglesia. Durante los años de avivamiento que siguieron al
derramamiento del Espíritu Santo en el aposento alto, los apóstoles instru-
yeron muchas veces a los creyentes para que no se apartaran de la verdad.
(Vea, por ejemplo, 1 Timoteo 4:1–6). Y Jesús advirtió a la iglesia de Efeso:
“Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras
obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te

hubieres arrepentido” (Apocalipsis 2:5). Cuando comprometemos la verdad,
Dios remueve Su presencia y Su Espíritu de entre nosotros. Los apóstoles
entendieron esta realidad. Por eso fueron diligentes para evitar que se apa-
gara el derramamiento del Espíritu de Dios.
Durante los diversos avivamientos que han ocurrido a lo largo de los
siglos, desde la iglesia primitiva, muchos predicadores han comprometido
la verdad con el fin de ganar prestigio, fama, posición, dinero o placer. Unos
han comprometido la verdad porque carecían de una identidad en Cristo
y no estaban establecidos en la verdad. Otros lo hicieron por seguir las
opiniones de personas ajenas, para asegurar una opinión pública favorable
a ellos mismos, para complacer a los demás, etc. Lo que no tomaron en
cuenta es que el juicio de Dios por comprometer la verdad es siempre la
remoción del candelero de su lugar y la retirada del Espíritu Santo y Su
presencia. La gente paga un alto precio por ceder a los engaños espiritua-
les y a los afanes egoístas. Incluso ahora, debido a que comprometieron la
verdad, mucha gente está en el infierno, mientras que por la misma razón
algunos cristianos no serán arrebatados por Cristo en el rapto y se queda-
rán en la tierra durante la tribulación.
RECHAZA LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

Por increíble que parezca, este puede ser el pecado más común en la
iglesia de hoy. Las iglesias rechazan la obra del Espíritu Santo con el fin
de mantener una agenda predeterminada, preservar el “orden” y satisfacer
a aquellos que no se sienten cómodos con las demostraciones del Espíritu.
Por eso, cuando el Espíritu se manifiesta durante un servicio, muchos pre-
dicadores no le ceden el lugar ni la autoridad que le corresponde. Incluso
hay ministros que no son capaces de discernir lo que proviene y lo que no
proviene del Espíritu Santo. Así, el Espíritu de Dios es apagado y con-
tristado en la iglesia, aunque la Biblia nos ordena que no permitamos que
esto suceda. (Vea, por ejemplo, 1 Tesalonicenses 5:19; Efesios 4:30). Si el
Espíritu Santo se aleja de una iglesia, esa iglesia se convierte automática-
mente en una congregación dirigida por humanos, donde la gente convive
con espíritus malignos, como los de religiosidad, manipulación y men-
tira. Esa es una situación peligrosa porque, externamente la iglesia puede
parecer una casa de Dios, aunque el Espíritu Santo de Dios ya no habite

allí. Eso abre puertas a más engaño y transgresiones espirituales.
LA MAYOR CONSECUENCIA DE RECHAZAR AL

ESPÍRITU SANTO ES LA MUERTE ESPIRITUAL.
ESE ES EL PELIGRO DE ABRAZAR CREENCIAS DE QUIENES
ESTÁN ESPIRITUALMENTE SECOS O MUERTOS.
CARECE DE PADRES ESPIRITUALES

Cada generación que ha participado en un avivamiento ha sido lide-
rada por creyentes que han asumido el papel de padres espirituales, inter-
cediendo, alimentando y perpetuando el movimiento del Espíritu. Esos
líderes han velado, orado, ayunado y pagado el precio para recibir el avi-
vamiento. Lo triste es que cuando pasa la primera generación de líderes, el
avivamiento tiende a extinguirse porque ellos no supieron entrenar adecua-
damente a la próxima generación en el conocimiento y la práctica del poder
sobrenatural que les fue impartido por el Espíritu. Incluso hoy, con tantos
avances y recursos disponibles, ya sea material o virtualmente a través de
la internet —incluyendo escuelas bíblicas, manuales, plataformas de capa-
citación, libros cristianos, etc.— todavía no tenemos muchas “escuelas del
Espíritu” que capaciten a las personas en lo sobrenatural y enseñen a los
creyentes a mantener los avivamientos o a continuar el legado de renova-
ción espiritual en sus ciudades y naciones.
¿Por qué ocurre esto? Existen dos razones. Primero, durante mucho
tiempo la iglesia ha rechazado el ministerio bíblico del apóstol. (Vea Efesios
4:11–12). Sin embargo, los apóstoles son los padres espirituales que Dios
levanta para transferir la herencia espiritual a las nuevas generaciones. La
segunda razón es una consecuencia de la primera. Sin padres espirituales,
los creyentes de la siguiente generación no tienen a nadie que se invierta
en ellos para continuar el avivamiento. Nadie los entrena o les transmite
revelación; ¡quedan como huérfanos espirituales! Como resultado, cada
generación tiene que empezar de cero, con ciertos creyentes pagando el
precio de orar por avivamiento y aprender de sus propios errores y fracasos,

hasta alcanzar la promesa del derramamiento del Espíritu y convertirse en
padres de un nuevo movimiento sobrenatural.
Y ese es el mejor de los casos. En otras ocasiones, se requieren varias
generaciones antes de que surjan nuevos líderes que llamen al avivamiento
y reaviven la llama del Espíritu. Y, aun así, nadie parece capaz de dejar
un legado de avivamiento a la siguiente generación. El apóstol Pablo es el
mejor ejemplo de un verdadero padre espiritual. No solo dejó uno sino
varios legados de su caminar con Cristo. Con amplia razón les dijo a los
creyentes de Corinto: “Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no ten-
dréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evange-
lio” (1 Corintios 4:15).
Entonces, ¿cuál es una de las principales razones para la falta de padres
espirituales? Es que la iglesia no solo ha entendido mal el proceso que con-
duce al avivamiento, sino que también ha convertido el malentendido en
una doctrina. Según muchos cristianos, los avivamientos del pasado vinie-
ron a revitalizar la iglesia, pero nunca estuvieron destinados a prolongarse
más de lo que lo hicieron. Esa mentalidad implica que los avivamientos
duran un tiempo determinado, y luego se detienen, permitiéndonos volver
al cristianismo “normal”, donde esperamos que llegue la siguiente inicia-
tiva del Espíritu Santo. Está claro que esos cristianos no tienen revelación
alguna de la paternidad o de la herencia espiritual. Es como si tuviéramos
que contentarnos con vivir de una visita del Espíritu a la otra. ¡Esto no es
lo que Dios quiere! Él quiere que le hagamos espacio para morar siempre
entre nosotros.
El avivamiento debe ser un estilo de vida cristiano, que nos lleve a vivir
“de gloria en gloria” (2 Corintios 3:18). Recuerde las palabras de Hageo:
“La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de
los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos” (Hageo 2:9).
La próxima generación debería ser mayor en poder y gloria que su prede-
cesora, y la siguiente generación aún más, hasta que la tierra esté completa-
mente llena de la gloria de Dios. (Vea Habacuc 2:14).
Como padre espiritual, mi deber es guiar a esta generación a experi-
mentar el avivamiento de los últimos tiempos. ¡Le debo a esta generación
un encuentro con el poder sobrenatural de Dios! En la cruz, Jesús pagó
el precio por todos nuestros pecados. Para nosotros la salvación es gratis,

pero a Él le costó la vida; Él pagó con Su sangre. Es mi responsabilidad
mostrarle al mundo cómo valorar la obra de la cruz, cómo atesorar el don
de la salvación y cómo pagar el precio del avivamiento.
Este es uno de mis desafíos y funciones como apóstol. Tengo que
construir un puente para que la gente entre al avivamiento de los últimos
tiempos con revelación, y ayude a sus hijos naturales y espirituales a seguir
avivando la llama para que siga creciendo, transformando a los individuos
y a las sociedades. Cuando el objetivo es ver a una generación despertar al
avivamiento, ¡cualquier sacrificio vale la pena! El deseo de Dios es que el
avivamiento tenga continuidad desde el comienzo de la era del Espíritu
Santo en Pentecostés hasta su final, cuando Cristo regrese.
Al igual que con los hijos naturales, nuestros hijos espirituales deben
ser llevados sobre nuestros hombros al principio, hasta que aprenden
a caminar y luego a correr. Ellos están llamados a heredar lo que hemos
logrado, llevarlo adelante, hacerlo crecer y expandirlo. Trágicamente, la
generación actual, es una generación sin padres; por eso la tierra está llena
de huérfanos espirituales. De ahí que, una de mis funciones como após-
tol es dar paternidad espiritual y dejar un legado a esta generación. Estas
son las verdaderas marcas de un apóstol. Mucha gente quiere el título y el
prestigio de ser llamado “apóstol”, pero no quieren aceptar las responsabi-
lidades, experimentar las heridas, hacer los sacrificios o soportar el arduo
trabajo que implica ser un apóstol semejante a Cristo. La proclamación del
evangelio se ha retrasado, veinte, treinta y hasta cincuenta años en ciertos
países del mundo debido a la falta de paternidad espiritual.
No creo que el legado del avivamiento haya pasado de una generación a
otra en los últimos doscientos años. Reitero, la mayoría de los avivamientos
han durado de ocho a diez años antes de desaparecer por varias razones,
algunas de las cuales ya hemos analizado, incluyendo la falta de padres
espirituales que son los que deben transmitir el legado del avivamiento.
Lamentablemente, como hemos visto, este escenario se ha convertido
en un patrón. La primera generación de cristianos estuvo inmersa en un
poderoso avivamiento; pero cuando llegó a escena la segunda generación,
el avivamiento se terminó casi de inmediato. Cuando llegó la tercera gene-
ración, el avivamiento fue olvidado. La iglesia se convirtió en nada más que
una organización atractiva para las masas; el cristianismo lo dejaron para

ser desarrollado por personas que compartían meras relaciones y objetivos
humanos. Por lo tanto se permitió que el movimiento y las manifestaciones
del Espíritu Santo disminuyeran hasta que la gente se quedó únicamente
con fórmulas, rituales, hermandades religiosas, denominaciones e institu-
ciones donde había actividades, pero donde la presencia del verdadero Dios
brillaba por su ausencia; donde la gente era entretenida, pero sus vidas no
eran transformadas. Este es el caso de la generación actual. Muchos pode-
rosos “generales” de recientes avivamientos han partido para estar con el
Señor —Oral Roberts, Kenneth Hagin y T. L. Osborn, entre otros— y
sus movimientos se han ido con ellos.
¿Qué debemos aprender de todo esto? Debemos ser críticamente cons-
cientes de que tenemos que transmitir un legado a nuestros hijos espiritua-
les, para que ellos mantengan vivo el movimiento del Espíritu y lo lleven a
más personas, más ciudades y más naciones. Insisto, mi tarea como padre
espiritual es permitir que esta generación experimente el avivamiento defi-
nitivo, y mostrarle el precio que tendrá que pagar para conseguirlo.
SI LOS PADRES ESPIRITUALES INVIERTEN SU VIDA

EN LA PRÓXIMA GENERACIÓN,
EL AVIVAMIENTO PERMANECERÁ Y SE MANTENDRÁ.
ES ENGAÑADA POR LA APOSTASÍA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Hoy, ante nuestros ojos, estamos viendo la apostasía de los últimos
tiempos que fue profetizada en la Biblia. Millones de personas se están
alejando de su fe en Cristo. El número de los que asisten a la iglesia está
disminuyendo debido a la apostasía que está azotando la tierra. “Pero el
Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de
la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la
hipocresía de mentirosos que, [tienen] cauterizada la conciencia” (1 Timoteo
4:1–2). ¡Esto está sucediendo ahora! Hay personas que habiendo sido cre-
yentes una vez, ahora niegan a Cristo abiertamente. Se han convertido en
enemigos de Dios, negando la obra terminada de Jesús en la cruz y Su resu-

rrección, apagando y contristando al Espíritu Santo y Su poder sobrenatu-
ral. No creen en el rapto ni en la segunda venida de Cristo y tergiversan la
verdad o la niegan directamente.
Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra

reunión con él, os rogamos hermanos, […] Nadie os engañe en ninguna
manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se mani-
fieste el hombre de pecado, el hijo de perdición.
(2 Tesalonicenses 2:1, 3)
Como hemos visto, esta era de apostasía ha dado a luz una iglesia que
se acomoda a aquellos que comprometen la verdad por temor a ofender
a la gente. Con el fin de evitar que la gente abandone la iglesia o se vaya a
otra congregación, muchas iglesias no dudan en comprometer sus princi-
pios fundamentales, incluso si eso significa convertirse en una iglesia mera-
mente cómoda y divertida para sus miembros, que calma las emociones de
las personas pero las deja libres para seguir en su pecado, que no les dice lo
que le desagrada al Señor ni les enseña cómo Dios quiere transformar sus
corazones. Esa clase de iglesia acepta la rebelión, el pecado, el orgullo y la
lujuria de la humanidad. Así es como muchas congregaciones retienen su
membresía en la actualidad.
EL ESPÍRITU DE APOSTASÍA HA CAUSADO DIVISIÓN

EN EL CUERPO DE CRISTO: HA COLOCADO
LA IGLESIA SOBRENATURAL DE UN LADO Y A LA IGLESIA
“BUSCADORA DE AMIGOS” EN EL OTRO.
Es tiempo de que la novia remanente clame por un avivamiento para

que la iglesia de Cristo pueda despertar de su sueño profundo, se arre-
pienta, renuncie al espíritu de engaño y reciba del Señor “tiempos de refrige-
rio” (Hechos 3:19). Aunque la creciente influencia del espíritu de apostasía
se predice en la profecía bíblica de los últimos tiempos, podemos orar para
que los cristianos salgan de su letargo e indiferencia espiritual y sean reavi-
vados con el fuego santo de Cristo.
HAGA ESPACIO PARA EL ESPÍRITU

En este capítulo hemos aprendido las principales razones por las que
los avivamientos terminan: la iglesia critica los elementos del avivamiento;
compromete la verdad; rechaza la obra del Espíritu Santo; carece de padres
espirituales; y se deja engañar por la apostasía de los últimos tiempos.
Ahora que sabemos todo esto, ¿cómo debemos responder? Debemos corre-
gir estos errores para que el avivamiento pueda volver. Si no lo hacemos,
experimentaremos las siguientes consecuencias: la presencia de Dios se
irá de (o no regresará a) nosotros; entraremos en una oscuridad espiritual;
la próxima generación tendrá que empezar desde cero para ver un aviva-
miento; la iglesia carecerá de padres espirituales; y el espíritu de apostasía
continuará engañando a los hijos de Dios. ¡No podemos permitir que esto
pase! ¡Debemos dejar que el celo del Señor nos mueva a ponernos de pie y
ser la voz de la verdad de Dios en la tierra, para denunciar lo que está mal,
y hacer espacio para que el Espíritu Santo derrame Su fuego y traiga el
último y más grande avivamiento que esta tierra haya visto jamás!

Una joven de dieciséis años llamada Jael fue transformada por Dios a
través de mi libro Oración de Rompimiento. Ella experimentó el poder del
Espíritu Santo que cambia vidas. Hoy, ella ve Su poder diariamente en el
ministerio argentino de sus padres, Diego y Roxana, quienes están bajo la
cobertura del Ministerio El Rey Jesús.
Mi nombre es Jael y pertenezco a una iglesia en Argentina,

fundada por mis padres, llamada Ministerio Herederos de la
Promesa. Desde que mi familia y yo comenzamos a hacer la obra
de Dios en esa iglesia, he podido experimentar el poder de Dios
como líder de jóvenes en mi nación. Todo comenzó cuando recibí
el libro Oración de Rompimiento. Anteriormente yo tenía una rela-
ción con Dios, pero no era una relación íntima ni diaria. Después
de leer ese libro, comencé a entender quién es Dios. Empecé a res-
petar Su presencia y a conocerlo verdaderamente. Cuanto más leía,
más aumentaba mi deseo de orar. Comencé a orar con mayor inti-
midad, y Dios comenzó a darme una revelación profunda de Su
palabra. Nadie oró por mí para experimentar estas cosas, y nadie
necesitaba hacerlo. Fue el Espíritu Santo quien me bautizó y me

llevó a arrepentirme y a cambiar mi relación con Dios y con otras
personas. Empecé a relacionarme con los demás, a tener amor y
compasión por ellos.
Hoy, nuestro ministerio está creciendo e impactando vidas.
Durante esta difícil crisis [la pandemia de coronavirus] hemos sido
testigos del avivamiento de los últimos tiempos. El pueblo de Dios
se está manifestando, y vemos el mover del remanente. ¡Poderosos
milagros financieros están ocurriendo! En solo tres semanas,
hemos ganado trescientas almas para Cristo a través de nuestros
servicios en línea, incluso en medio de la cuarentena.
Me gustaría compartir el testimonio de un hombre de veintiún
años, quien de niño fue obligado a formar parte de una banda de
narcotraficantes y ladrones a la que pertenecían sus padres. Él
sufrió mucho abuso allí; pero pudo escapar de esa influencia y ser
libre a través de nuestro ministerio.
Mi nombre es Matías. Vivía en Buenos Aires, y mi fami-
lia pertenecía a un grupo de ladrones, narcotraficantes y
asesinos. Durante mi infancia vi cosas horribles. Mi padre
fue asesinado a puñaladas a mi lado. Vi a otras personas
morir a tiros, incluyendo una bebé. Mi mamá me usó para
salir a robar para ella. Pero yo era muy joven y no quería
robar, así que me quedaba en las esquinas donde había
semáforos y pedía dinero a la gente. Un día, unas personas
me vieron y le dijeron a mi mamá lo que estaba haciendo.
Como castigo me encerraron en un baño muy sucio y
oscuro. Allí, dos hombres me golpearon, me apuñalaron
y me quebraron los dientes. De niño sufrí muchos abusos:
mi mamá me golpeaba tanto la cabeza contra la pared que
luego se me hacía difícil hablar. No me gustaba que lle-
gara la noche porque sabía que las palizas serían peores.
Nadie me hablaba ni me decía nada. Pronto me convertí
en un adicto, tomaba pastillas y drogas. Finalmente, llegó
el momento cuando supe que ya no quería vivir ese tipo de
vida. Entonces, algunos amigos de Olavarría (una ciudad
lejana) me buscaron y me sacaron de esa situación en que

vivía. Me dijeron que podría terminar la escuela. Estuve
en tratamiento por un año en Olavarría. Una vez que
mejoré, quise buscar a las personas que me habían lasti-
mado y vengarme, pero Dios siempre estuvo conmigo y
evitó que eso sucediera.
Un día, estaba sentado frente a un río con deseos de
suicidarme, cuando escuché una voz que me decía: “Tú
tienes un propósito”. Gracias a Dios, hoy estoy vivo y
puedo hablar, a pesar de mi antigua lesión. Además, me
dijeron que me quedaría ciego, pero puedo ver.
Conocí a Dios a través de un hombre que me llevó a
una reunión de Casa de Paz. Sin embargo, todavía estaba
lleno de miedo y me escapé de allí. Pero el hombre no se
dio por vencido. Me habló de nuevo y me llevó a la iglesia.
Ahora, sigo a Dios. Sirvo como ujier y conozco mi pro-
pósito. Mi vida fue dura, pero Dios la cambió. Aquí he
encontrado una familia real y padres espirituales. Ellos
me han ayudado y me han aconsejado; fueron mis prin-
cipales ejemplos como padres. Nunca podría llamar a mis
padres biológicos “Papá” y “Mamá”; pero sí podría hacerlo
con estas personas. Pude perdonar a mi familia biológica.
Experimenté lo que es tener verdaderas amistades. Dios
nunca me dejó solo. No me rechazó ni me abandonó. Me
dio fuerza, paz y un amor que nunca había experimentado.
Nuria Serrano es una joven que, después de experimentar el amor de

Dios, dejó nuestra iglesia y regresó a su antigua vida en el mundo. Diez
años después, su vida estaba bajo un fuerte ataque espiritual, especialmente
en su salud mental. La intervención de Dios la salvó y avivó lo que estaba
muerto en su interior. La trajo de regreso a Su presencia y a una relación
íntima con Él.
Hace diez años servía como anciana en el Ministerio El Rey

Jesús, pero el divorcio de mis padres y los problemas familiares con-
tribuyeron a la falta de sanidad en mis emociones. Mi relación con
Dios comenzó a enfriarse porque no le dediqué el tiempo necesa-

rio, a pesar de que pasaba muchas horas sirviendo en la iglesia. Una
cosa me llevó a la otra, pero no fue hasta que tuve un desacuerdo
con mi mentor que decidí dejar la iglesia. Muchas cosas pasaron
después de eso, pero a principios del año pasado, todo aquello que
no había rendido delante de la presencia de Dios comenzó a verse
reflejado en mi salud física. Comencé a sufrir ataques de pánico y
ansiedad. No podía trabajar, no podía manejar mi carro y tenía
que dormir con alguien más en el cuarto porque no podía manejar
mis emociones. Comencé a tener pensamientos de suicidio y ter-
miné en un hospital psiquiátrico en contra de mi voluntad, debido
a un mandato de la Ley Baker.98
Mientras estaba en la sala de espera del hospital, miré a mi alre-
dedor y sentí que no pertenecía allí. Entonces, cerré los ojos y dije:
“Dios, Tú eres todo lo que tengo. Aquí no hay nadie más que Tú
y yo. Sácame de aquí”. En ese momento, supe que tenía que volver
a Dios. Una hora más tarde, el doctor me dijo: “No perteneces
aquí. Llama a alguien que venga a recogerte”. Todavía confundida
y sin entender cómo había terminado allí, qué estaba pasando o
de dónde venían esos pensamientos, llamé a mi jefe a mi trabajo.
Me llevó a casa y me dijo: “Tienes que volver a la iglesia”. Sabía que
Dios me estaba llamando de regreso allí, así que llamé a uno de mis
antiguos discípulos y me invitó a un retiro de liberación. Desde ese
día en adelante, mi vida no ha sido la misma. Todo ha cambiado.
He podido ver el mover de Dios en mi vida de una nueva manera.
¡Estoy muy feliz! Y sé que veré cumplidas sus promesas. Yo sé que
lo que Dios tiene para mí es maravilloso. Aunque no entendía lo
que estaba pasando, Dios tenía todo planeado. Él convirtió todo lo
que era malo en mi vida en un proceso que me condujo de nuevo a
Su presencia. Ahora puedo servirle y ver sus promesas cumplidas.
Él produjo un avivamiento dentro de mí, y ahora puedo ver Su
gloria cada día.
98. La Ley Baker es una ley de Florida que permite a los familiares y seres queridos solicitar
servicios de salud mental de emergencia y la detención temporal de personas discapacitadas
debido a una enfermedad mental, ya que por sí solas no pueden determinar su necesidad de
tratamiento.
CAPÍTULO 10
EL PROPÓSITO DEL AVIVAMIENTO
V ivimos en un tiempo de restauración. Dios está restableciendo muchas

verdades y principios en la iglesia para que podamos experimentar las rea-
lidades espirituales que formaban parte de Su intención original para la
humanidad. La primera de estas restituciones es la restauración de Su pre-
sencia en nuestras vidas. La intención original de Dios era que los seres
humanos habitasen permanentemente en Su presencia. Él no quiere sim-
plemente “visitarnos” de vez en cuando; Él anhela vivir entre nosotros. Por
eso, en estos últimos tiempos, veremos manifestaciones inusuales de la pre-
sencia de Dios que restaurarán a la humanidad al lugar de privilegio que
nuestro Padre celestial nos asignó. Estar en la presencia de Dios es como
estar cara a cara con Él. Hoy, Él nos llama al arrepentimiento, que nos
devolverá a ese maravilloso lugar de estar en Su presencia.
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros peca-
dos; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrige-
rio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto
es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de
todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que
han sido desde tiempo antiguo. (Hechos 3:19–21)
Cuando el pueblo de Israel anduvo por el desierto en su camino a la

tierra prometida, la presencia de Dios estuvo continuamente con ellos,
169
manifestada como columna de nube de día y como columna de fuego de

noche. (Vea, por ejemplo, Éxodo 13:21–22). Sin embargo, los israelitas
dieron por sentada la presencia continua de Dios con ellos, sin valorar Su
cercanía. Lo mismo está sucediendo en la iglesia actual. Hemos tomado
la presencia de Dios a la ligera e incluso hemos abusado de Sus propósi-
tos para nosotros, al enfocarnos en obtener beneficios personales de Él en
lugar de buscar Su presencia y permitir que nos transforme a imagen y
semejanza de nuestro Creador.
EL AVIVAMIENTO VIENE A DESPERTAR Y RESTAURAR

LOS CORAZONES DE LA GENTE HACIA DIOS.
Una actitud similar es la que existe entre algunas personas en la iglesia,

que creen que el propósito del avivamiento es “pasar un buen rato” o sim-
plemente tener experiencias emocionales como reír, llorar, danzar, caerse
o rodar por el piso. Ellos confunden el avivamiento con el entretenimiento
que satisface los sentidos y deseos naturales de la carne, pero que, en sí
mismo, no produce transformación. Tales actitudes son otras de las razo-
nes por las que la mayoría de los avivamientos nunca alcanzan su máximo
potencial y tienden a desvanecerse después de ocho o diez años.
Estar en la presencia de Dios implica ser transformado. Cuando una
persona realmente cambia, su transformación se hace evidente para quie-
nes la rodean, pues tiene nueva perspectiva y comportamiento. A veces,
incluso puede haber una señal tangible de que un creyente ha estado en la
presencia de Dios. El ejemplo bíblico más prominente es cuando el rostro
de Moisés brilló después de haber estado con el Señor en el Monte Sinaí:
Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas
del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que
la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios. Y
Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de
su rostro era resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él.
(Éxodo 34:29–30)
El propósito del avivamiento 171
LOS PROPÓSITOS DE DIOS EN EL AVIVAMIENTO

Para entender por qué Dios trae avivamiento, comencemos por
revisar el significado de propósito en relación con una persona u objeto.
Generalmente, el propósito se refiere a la razón fundamental por la cual se
creó algo. Una definición de propósito según el diccionario es “algo estable-
cido como un objetivo o un fin a ser alcanzado.99 En un contexto bíblico, el
propósito de la creación es la intención original de Dios al hacer todas las
cosas en la tierra y dar vida a la humanidad. Como todo lo que Dios hace,
el avivamiento tiene propósitos definidos y específicos. Exploremos varios
de esos propósitos.
RESTAURAR LA HUMANIDAD A LA PRESENCIA DE DIOS

La humanidad estaba destinada a vivir en la presencia de Dios y a
experimentar Su gloria manifiesta. La gloria manifiesta de Dios es la
expresión de Su amor, santidad y soberanía. Como leemos en Génesis, la
vida humana comenzó en la presencia de Dios. Su vida y presencia fueron
el fundamento y sustento de la existencia misma de la humanidad. Pero
cuando los seres humanos desobedecieron a Dios al comer la fruta del
Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, que Él les había ordenado
no hacer, lo primero que ellos hicieron fue huir de la presencia de Dios y
esconderse de Él. “Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto,
al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová
Dios entre los árboles del huerto” (Génesis 3:8).
Antes que Adán y Eva cayeran, toda su vida estaba llena de la presen-
cia de Dios. “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud
de gozo; delicias a tu diestra para siempre” (Salmo 16:11). Cuando pecaron,
perdieron todo lo que tenía verdadero valor. Mientras permanecieron en
la presencia de Dios, los seres humanos lo tenían todo. Pero fuera de esa
presencia, no tenían nada. Se volvieron incompletos, deformes y vacíos. Por
lo tanto, no es sorprendente ver que, sin Dios, la gente vive la vida tratando
de encontrar en otras fuentes la plenitud. Algunas personas se consagran
por completo al trabajo; otros se dedican al deporte, al entretenimiento o
al placer sexual; aún otros caen en las drogas, la delincuencia u otros vicios;
y así sucesivamente. A través de diversas vías, las personas buscan llenar el
99. Merriam-Webster.com Dictionary, s.v. “purpose” [“propósito”], https://www.merriam-
webster.com/dictionary/purpose.
vacío de su ser interior, el cual solo puede ser llenado por la presencia de
Dios. Jesús dio Su vida en la cruz, venció a la muerte y resucitó para que
nuestra relación con el Padre pudiera ser restaurada, a fin de que pudiéra-
mos volver a tener acceso a la gloriosa y vivificante presencia de Dios.
PARA CREER EN ALGO, DEBEMOS CONOCER SU PROPÓSITO.
Después de la caída de la humanidad, el Padre prometió que Jesús ven-

dría a redimir a los seres humanos para que no tuvieran que vivir lejos de
Su presencia para siempre. (Vea Génesis 3:15). Dios anhela que seamos
restaurados. La razón fundamental por la que Él creó a los seres humanos
fue para tener comunión y compañerismo con ellos.
La venida de Jesús a la tierra como ser humano para ser nuestro Salvador
está escrita tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, incluyendo
los siguientes versículos: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí
que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”
(Isaías 7:14). “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás
su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros” (Mateo 1:23). El
Señor vino a redimirnos de nuestros pecados para poder morar entre noso-
tros de nuevo: “¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque
vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré
entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo” (2 Corintios 6:16).
Por lo tanto, el propósito de la restauración total de la presencia de
Dios en nuestras vidas es que Él, como Emanuel, viva con Sus hijos. Al
final del libro de Apocalipsis leemos: “He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con
ellos como su Dios” (Apocalipsis 21:3).
Nuestra salvación en Jesús nos hace volver a vivir en la presencia de
Dios, que es nuestro propósito original. Este propósito de vivir en Su pre-
sencia está por encima de cualquier otro llamado, ministerio o don que
hayamos recibido. Sólo si vivimos en Su presencia podremos cumplir
con los llamados, ministerios y dones, de manera adecuada, saludable y
fructífera.
Dios no quiere nuestra “religión”. Tampoco quiere que ejerzamos

poder espiritual fuera del contexto de nuestra relación con Él. El Señor
no desea personas que afirmen tener fe en Él, pero no vivan con Él. Dios
desea tener una relación con las personas creadas con amor a Su imagen.
Cuando seamos restaurados a Su presencia y habitemos con Él, ¡el aviva-
miento vendrá!
LA PERSONA QUE NO HA SIDO RESTAURADA A LA PRESENCIA DE

DIOS PRACTICA MERAS RUTINAS Y RITOS RELIGIOSOS.
En el ámbito de lo sobrenatural hay tres dimensiones: la fe, la unción

y la gloria. Vivir en cada una de estas dimensiones es una experiencia dis-
tinta. Vivir por fe es vivir por principios; vivir por la unción es vivir por el
poder de Dios; pero vivir por la gloria es vivir en la presencia de Dios. Vivir
en la dimensión de la gloria significa tener una relación estrecha e íntima
con el Señor, la Fuente original de todo poder y los principios que lo sus-
tentan. Vivir por fe exige trabajo, pero vivir en Su presencia nos permite
descansar en Dios mientras Él hace la obra. Cuando descansamos en Él,
los milagros surgen de esa intimidad.
Nuestra fe se mide por lo que sabemos y hacemos, pero la presencia
de Dios no se puede medir porque está sujeta a Su soberanía. Vivir por fe
y unción es importante, pero vivir en la presencia de Dios es vital. Para un
cristiano, vivir en la presencia de Dios es una cuestión de vida o muerte. Si
no vivimos en Su presencia, no podremos irnos con Cristo cuando Él venga
por Su iglesia. Sólo cuando la presencia de Dios sea restaurada en un indi-
viduo o en una congregación vendrá el verdadero avivamiento.
TODO AVIVAMIENTO COMIENZA CON LA RESTAURACIÓN DEL

HOMBRE A LA PRESENCIA DE DIOS.
El pueblo elegido por Dios —los israelitas— para quienes Él obró

muchos de los mayores prodigios y milagros de la historia, perdió la pre-
sencia del Dios Todopoderoso, o El Shaddai, uno de los nombres por los
que era conocido entre los patriarcas. Durante una batalla entre los israe-
litas y los filisteos, estos últimos capturaron el arca del pacto, que es donde
Dios manifestaba Su presencia. En esa misma ocasión los filisteos mataron
a los dos hijos del sacerdote Elí. Cuando Eli escuchó la terrible noticia,
cayó de espaldas y murió. Su nuera, que tuvo un parto prematuro, llamó a
su hijo recién nacido Ichabod, que significa “sin gloria”. Antes de morir, ella
dijo: “Traspasada es la gloria de Israel; porque ha sido tomada el arca de Dios”
(1 Samuel 4:22).
Del mismo modo, la presencia de Dios está ausente en muchas iglesias
hoy en día. ¿Qué aspecto tiene una iglesia sin la presencia del Señor? Todo
parece correcto y en orden, y la iglesia da la impresión de estar funcionando
bien; pero en realidad, es impersonal, espiritualmente impotente, seca y
muerta. Se inclina hacia lo natural en lugar de lo sobrenatural, hacia el
entretenimiento y los mensajes motivacionales en lugar de la Palabra de
Dios. El hecho es que, donde no hay presencia de Dios, la gente acepta una
religión en base a fórmulas, métodos y ritos; se contenta con métodos racio-
nales y humanos, sin darse cuenta que está perdiendo lo más importante.
LA PRESENCIA DE DIOS ES EL ÁMBITO DE LA PROVISIÓN TOTAL.
Además, hay algunos cristianos que creen que la presencia de Dios

vendrá si cantan ciertas canciones, predican de cierta manera o sobre
un tema determinado, o lloran y gritan. Otros piensan que un templo
lleno indica que allí está la presencia de Dios. Se enfocan en las aparien-
cias externas en lugar de buscar Su presencia genuina. Así se involucran
en obras muertas, con la esperanza de experimentar la vida de Dios a su
manera. Sin embargo, cuando realmente buscamos al Dios vivo, llegamos
a entender que los métodos y fórmulas no funcionan. Aprendemos que
necesitamos revelación para ser restaurados a Su presencia. Hasta que no
entendamos y actuemos en base a esta verdad, no tendremos una iglesia
genuina. Podemos tener un club, una organización o incluso una institu-

ción religiosa, pero no una iglesia. No tendremos la vida del Espíritu. Por
eso, los últimos tiempos traerán un avivamiento que lo incluye todo. Nada
faltará porque la presencia de Dios traerá prosperidad, alegría, paz, mila-
gros, salud, transformación, descanso y mucho más. Todo lo de Dios estará
presente y será visible para todos.
TRANSFORMAR LA SOCIEDAD
En la iglesia moderna hay muchas enseñanzas y prédicas. Sin embargo,
el avivamiento no se ha extendido mucho porque la mayor parte de esas
enseñanzas y predicaciones están dirigidas a la mente, no al corazón. La fe
se considera un ejercicio mental que no involucra el corazón. Sin embargo,
buena parte del ministerio de Jesucristo en la tierra incluía liberar a los
oprimidos y sanar a los quebrantados de corazón:
El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebranta-
dos de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos;
a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del
Señor. (Lucas 4:18–19)
Si el corazón de una persona no es tocado por la presencia de Dios,

permanecerá endurecido, y esa persona no cambiará.
EL AVIVAMIENTO QUE CAMBIA EL CORAZÓN TRAE RESTAURACIÓN,

TRANSFORMACIÓN Y REFORMA A LA SOCIEDAD EN SU CONJUNTO.
Cada avivamiento que ha impactado la tierra ha sorprendido a la

gente, no solo por las señales sobrenaturales que ha traído, sino también
por la transformación que ha causado en los corazones de los individuos.
El comportamiento de aquellos que antes vivían sin Dios y sin esperanza
comienza a cambiar. Esos individuos ya no se dedican a la blasfemia, al
lenguaje obsceno, a la mentira, a la embriaguez, a la inmoralidad, a la amar-
gura, a la ira, a la deshonestidad, al egoísmo y otras transgresiones más. Por
ejemplo, el avivamiento de Pensacola que se produjo entre mediados y fina-

les de los años 90 fue un avivamiento de la presencia de Dios que lidió con
el corazón; como resultado, tuvo un impacto mundial. Si un avivamiento
se queda corto en resultados, es porque la gente no cede su corazón para
ser cambiado.
Hoy en día, el “arca del pacto”, o la presencia de Dios, habita en el inte-
rior de los creyentes. Su presencia ya no mora en un tabernáculo físico o un
templo, sino en los corazones de cada uno de nosotros. (Vea, por ejemplo,
1 Corintios 3:16). Hoy, la gran necesidad es que el tabernáculo de nues-
tros corazones sea purificado. En el avivamiento, el Señor obra en nuestros
corazones para transformar nuestro carácter; Él limpia nuestros motivos e
intenciones. Esa transformación no es una emoción pasajera; es un cambio
de vida radical y completo. Cuando reconocemos que todavía hay partes
de nuestro ser que necesitamos entregar a Dios, espontáneamente comen-
zamos a humillarnos ante Su presencia. “Si se humillare mi pueblo, sobre el
cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de
sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14). A medida que el pueblo de Dios humilla
sus corazones ante Él y se transforma en Su presencia, tal transformación
no puede pasar desapercibida para el resto de la sociedad.
EL AVIVAMIENTO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS COMIENZA EN EL

CORAZÓN, DONDE HABITA LA PRESENCIA DE DIOS, Y TRANSFORMA
LAS VIDAS DE LOS INDIVIDUOS QUE LUEGO PUEDEN TRANSFOR-
MAR SUS COMUNIDADES Y NACIONES.
Sabemos que esta generación será testigo del gran avivamiento que
está a punto de sacudir la tierra. Este avivamiento cambiará radicalmente
la sociedad porque comenzará en los corazones de la gente. Será la res-
puesta al quebrantamiento que la gente experimentará después del sacu-
dimiento de todas las cosas. Trascenderá las cuatro paredes de la iglesia y
se extenderá a personas que nunca hubiéramos imaginado que podrían ser
alcanzadas. Dios se revelará a las personas en lugares inusuales. ¿Recuerda
cómo Cristo se reveló a Pablo cuando se dirigía a Damasco para continuar

arrestando y matando cristianos, y cómo la vida de Pablo cambió radical-
mente? (Vea Hechos 9:1–22; 26:4–23). ¿Y recuerda cómo Felipe, guiado
por el Espíritu, explicó el evangelio al eunuco etíope que estaba leyendo las
Escrituras mientras iba por el camino de Jerusalén a Gaza? Fue el Señor
mismo quien tocó el corazón del eunuco y lo hizo desear ser bautizado en
aguas como señal de su nueva vida en Cristo. (Vea Hechos 8:26–39).
Hoy en día, Dios en Su soberanía está alcanzando directamente a las
personas. Estamos oyendo de encuentros inusuales en los que el Señor
se está apareciendo a los musulmanes en sueños y visiones. Por ejemplo,
Ibn Yakoobi y otros extremistas musulmanes en África central atacaron
a cristianos que estaban orando en una iglesia. Destruyeron el edificio de
la iglesia e intentaron matar al pastor, pero no tuvieron éxito porque Dios
protegió a Su pueblo de forma dramática. Después de presenciar la pro-
tección sobrenatural de Dios, Ibn quedó lleno de preguntas, pero cuando
él desafió a los líderes musulmanes locales por oponerse a los cristianos, lo
golpearon severamente. Tendido en el suelo, con los huesos rotos, Ibn tuvo
una visión de Jesús, quien le dijo: “Eres curado por Mi llaga. Eres purifi-
cado por Mi sangre. Tienes la salvación por Mi muerte. Y tienes la vida
eterna por Mi resurrección. Ahora te doy un nuevo corazón y una nueva
vida. Se fiel”. Ibn creyó en Cristo, y él y otros de los atacantes musulmanes
se hicieron cristianos, pidieron perdón a los miembros de la iglesia y ayu-
daron a reconstruir el templo.100
Este gran avivamiento no vendrá de un líder en particular, porque el
Espíritu Santo es quien avivará el corazón de cada persona. Un individuo
cuyo corazón ha sido transformado provocará la transformación de una
familia; esa familia transformará una ciudad; esa ciudad transformará
una nación; y esa nación transformará otras naciones. Toda esta transfor-
mación se acumulará, y cuando el avivamiento esté en su apogeo, habrá
un derramamiento espontáneo de la gloria de Dios. “Venid y volvamos a
Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida
100. Minoo Hussain, “Dios restaura y redime: una asombrosa actualización del ataque
a la Iglesia africana”, Biblias para el Medio Oriente, 19 de marzo de 2017, https://www.
bibles4mideast.com/home-1/2017/03/19/god-restores-and-redeems-an-astounding-update-
of-attack-on-the-african-church.
después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él”
(Oseas 6:1–2).
EL AVIVAMIENTO COMIENZA EN EL INTERIOR DE LAS PERSONAS

CUANDO RESPONDEN AL IMPULSO DEL ESPÍRITU SANTO;
LUEGO, EL DERRAMAMIENTO DE LA GLORIA VIENE DEL CIELO
A LA TIERRA COMO OBRA SOBERANA DE DIOS.
Hay cristianos que tienen experiencias sobrenaturales cuando van

a la casa de Dios, pero cuando regresan a casa, sus vidas siguen siendo
las mismas. Tienen un encuentro momentáneo y circunstancial, pero no
ocurre nada transformador. Pueden sentir la presencia de Dios porque
Él es real y se da a conocer, pero no rinden sus corazones para recibirlo.
Algunas personas están muertas por dentro, por lo que se enfocan en lo
externo; responden a estímulos pero no reciben vida; por eso no cam-
bian. Si queremos ver nuestra sociedad transformada, debemos permitir
que la unción del Espíritu Santo penetre en nuestros corazones, porque
ahí es donde ocurre el verdadero cambio. Nosotros mismos debemos ser
transformados en la presencia de Dios para traer avivamiento a otros en la
iglesia. ¡Entonces, el avivamiento se extenderá por todas partes, transfor-
mando la sociedad!
NO BASTA CON SER TOCADOS POR LA PRESENCIA DE DIOS.

DEBEMOS SER TRANSFORMADOS PARA
QUE EL AVIVAMIENTO LLEGUE A TODA LA SOCIEDAD.
LIMPIAR A LA NOVIA DE TODA CONTAMINACIÓN

…Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la
palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no

tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin
mancha. (Efesios 5:25–27)
El avivamiento siempre está relacionado con lo que Cristo quiere hacer

por Su novia. En este avivamiento de los últimos días, más que nunca, el
propósito de Jesús es preparar a la iglesia para Su venida. Como se describe
en la parte I de este libro, el sacudimiento viene a eliminar de la iglesia todo
lo que no le agrada a Dios. Después del sacudimiento viene el avivamiento
que purifica los corazones de las personas de toda inmundicia, para que
finalmente sean transformados.
Si anhela la venida del Hijo de Dios, debe limpiar su vida de toda con-
taminación de carne y de espíritu. (Vea 2 Corintios 7:1). No puede haber
pecado ni mezclas de espíritus. No puede haber un poquito de Dios y un
poquito de carne, tampoco un poco de santidad y un poco de pecado. En
resumen, debemos ver el avivamiento como la provisión de Dios para que
seamos purificados y no nos perdamos el rapto.
JESÚS VIENE POR UNA IGLESIA GLORIOSA, SANTA,

INMACULADA E INCORRUPTIBLE.
RESTAURAR LA RELACIÓN DEL HOMBRE CON DIOS

Antes vimos que el propósito principal del avivamiento es restaurar
a la humanidad a la presencia de Dios. Esa restauración ocurre cuando la
iglesia vuelve a entrar en relación con su Creador. Para entender mejor esta
verdad, podemos dividir en dos etapas la obra del Espíritu Santo en la vida
de las personas. La primera etapa lleva a las personas a nacer de nuevo y
tener una nueva vida en Cristo, iniciando así una relación íntima y perso-
nal con el Padre. La segunda etapa consiste en transformar los corazones
de esas personas, y culmina cuando la vida de Dios habita plenamente en
ellos. Si sus corazones no cambian, será difícil que su relación con el Padre
sea restaurada.
Actualmente, la mayor parte de la iglesia está menguando en su rela-

ción con Dios; carecen de comunión con Él. Por eso el avivamiento es tan
necesario. Todo lo que Jesús hizo en la tierra como hombre se debió a Su
relación con el Padre a través del Espíritu Santo. (Vea, por ejemplo, Juan
5:19). Como hijos de Dios, se nos ha dado la misma relación que Jesús tuvo
con el Padre a través del Espíritu Santo, quien fue enviado a nosotros con
ese propósito, después que Cristo ascendió al Padre.
LA RELACIÓN CON DIOS ES UNA CONDICIÓN PARA

VIVIR EN SU PRESENCIA.
La relación es lo que atrae a Dios hacia nosotros; a través de esa comu-

nión, Él revela Su presencia. El Padre está buscando personas transpa-
rentes que quieran tener una profunda e íntima relación con Él. Los seres
humanos fueron diseñados para tener comunión con su Creador. “Mas la
hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre
en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren” (Juan 4:23). Esta es la restauración que traerá el avivamiento de los
últimos tiempos: hombres y mujeres con corazones transformados, puros y
sin mancha adorarán al Padre “en espíritu y en verdad”. Cuando esto ocurra,
el regreso de Jesús será inminente.
La relación con Dios no es automática o instantánea; es algo en lo
que debemos trabajar e invertir tiempo, dando muerte al “yo” cada día.
Esta relación se produce a través de la oración y se desarrolla a través de la
oración persistente. A través de la oración, llegamos a conocer el corazón
de Dios y gradualmente nos acercamos más a Él. Jesús se relacionó ínti-
mamente con el Padre a través de la oración, porque la oración no es más
que la comunicación entre dos personas que se aman. En el fondo, los que
no les gusta la oración están diciendo que no aceptan el compromiso de
vida que supone mantener la relación con el Padre celestial. Ellos no persi-
guen la relación, porque no quieren dedicar tiempo a orar (a conocerle) ni
a buscar esa intimidad. Quienes buscan a Dios en oración son más sensi-
bles a la presencia de Dios y responden más rápidamente a ella, porque sus
corazones están entregados a Él y a mantener una relación con Él. Donde

no hay relación, las personas son frías e insensibles a los asuntos espiri-
tuales, y no están dispuestas a recibir la presencia de Dios. El avivamiento
revela el verdadero estado de nuestra relación con el Padre y produce un
realineamiento en nuestra vida de oración. Sólo el arrepentimiento hará
que nuestros corazones se vuelvan a la oración.
NUESTRA RELACIÓN DIARIA CON DIOS SE REFUERZA A TRAVÉS

DE LA ORACIÓN. COMO RESULTADO, EMPEZAMOS A DAR NUEVOS
FRUTOS Y A RECIBIR RESPUESTAS A NUESTRAS PETICIONES.
Cuando la iglesia está en avivamiento, las reuniones de oración se

vuelven poderosas; las personas tienen una pasión espiritual renovada y
un intenso deseo de estar en la presencia de Dios. Por el contrario, como
hemos venido analizando, cuando las personas no están bien ante el Señor,
no tienen el deseo de buscar la presencia del Padre. Eso fue lo que les pasó
a Adán y Eva en el jardín del Edén después de desobedecer a Dios. La
evidencia de que estamos en avivamiento es que tenemos una relación pre-
sente, fuerte, íntima, continua y creciente con el Señor. Además, el peso
de Su presencia en nosotros está ligado a la intensidad y validez de nuestra
relación con Él.
LA EVIDENCIA DE NUESTRA RELACIÓN CON DIOS ES QUE

SOMOS AVIVADOS POR SU ESPÍRITU.
Cuando nos encontramos justos delante de Dios, justificados por la fe

en Cristo, nos sentimos cómodos en Su presencia, y no queremos alejarnos
de Él. Queremos orar y adorar todo el tiempo, porque la oración y la ado-
ración hacen que la presencia de Dios en nuestras vidas sea continua, no
ocasional. Como expresé anteriormente, cuando esto sucede, Dios no solo
nos “visita”, sino que Él habita plenamente en nosotros y con nosotros. En
hebreo, la adoración se entiende como un acto íntimo; significa encontrarse

cara a cara con Dios. De hecho, no hay parte del cuerpo humano que pueda
expresar más genuinamente un total sentido de intimidad que el rostro de
una persona. Cuando huimos de alguien, cuando no hay intimidad con esa
persona, no podemos mirarla a los ojos.
De una relación estrecha con Dios nace nuestro deseo de agradarle
y servirle. Estamos dispuestos a obedecer Sus mandamientos. Cuando le
decimos al Señor: “¡Heme aquí!, envíame a mí” (Isaías 6:8), realmente esta-
mos afirmando nuestro compromiso con Él. Si no obedecemos a Dios, no
tenemos una relación real con Él, porque no podemos amarlo sin servirlo,
y no podemos servirlo fielmente sin amarlo. (Vea Juan 14:15; Lucas 16:13;
10:27). Jesús expresó esta idea claramente cuando Sus discípulos le pre-
guntaron cómo se manifestaría a ellos después de regresar al cielo: “El que
me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y hare-
mos morada con él” (Juan 14:23).
NUESTRA ORACIÓN, ADORACIÓN Y OBEDIENCIA A

DIOS DEMUESTRAN QUE LO CONOCEMOS.
EMPODERAR A LOS CREYENTES PARA LA COSECHA

Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante
al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la
mano una hoz aguda. Y del templo salió otro ángel, clamando a gran
voz al que estaba sentado sobre la nube: “Mete tu hoz, y siega; porque
la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura”.
(Apocalipsis 14:14–15)
El propósito final del avivamiento es capacitar a los creyentes para

recoger la cosecha del último tiempo. Una vez más, ¡en estos tiempos fina-
les seremos testigos de la mayor cosecha de almas que la iglesia haya visto
jamás! La gente se volverá a Dios debido al sacudimiento de todas las cosas
terrenales y temporales. Por lo tanto, una de las marcas del avivamiento del
último tiempo será una gran movilización de personas que estén dispues-
tas a ganar almas. “¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue
la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya
están blancos para la siega!” (Juan 4:35).
El Espíritu Santo viene a llenarnos de poder para que podamos hacer
lo que los discípulos de Jesús hicieron cuando recibieron el primer aviva-
miento de esta era: anunciar el evangelio del reino a los perdidos; demos-
trar el poder de Dios con milagros, señales y prodigios; y ganar personas
para Cristo. Si no movilizamos a la iglesia para compartir el evangelio, el
propósito final del avivamiento se perderá.
EL PROPÓSITO DEL AVIVAMIENTO SIEMPRE HA SIDO CAPACITAR A

LOS CREYENTES PARA QUE SEAN TESTIGOS DE CRISTO.
ORAR POR LA COSECHA

Recuerde el orden del ciclo del último tiempo: el sacudimiento pre-
cede al avivamiento, y el avivamiento precede a la cosecha de almas de los
últimos días. ¡Entonces, Jesús volverá! Necesitamos orar al Señor por la
cosecha porque “a la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos” (Mateo
9:37). El avivamiento es la respuesta de Dios a nuestra oración para que Él
“envíe obreros a su mies” (versículo 38). El avivamiento del último tiempo
despertará a los obreros de Dios; los llenará con Su presencia; los llevará a
tener una íntima relación con el Padre a través de la oración, la adoración y
la obediencia; y encenderá en ellos un fuego de pasión por los perdidos que
necesitan la salvación. La iglesia debe ser reavivada para lograr su misión,
porque su tarea suprema es la evangelización del mundo.
LA INTENCIÓN ORIGINAL DE DIOS PARA LA IGLESIA SIEMPRE HA

SIDO LA EVANGELIZACIÓN DEL MUNDO.

Sara forma parte del Ministerio El Rey Jesús en Miami y tiene un
poderoso testimonio de una vida de oración y relación con Dios. Su hijo
fue rescatado de las drogas por la mano de Dios, sin intervención humana.
He sido testigo del poder de la oración. Durante dieciséis años,

mi hijo fue adicto a las drogas. Incluso estuvo en la cárcel por con-
sumo de drogas. Llevaba una vida inestable; salía de la cárcel, solo
para volver a entrar. Como madre, no sabía qué más hacer. Lo llevé
a diferentes médicos, incluso a especialistas. Llegó el momento en
que me dijeron que no podían hacer nada más por él; me decían: “Su
hijo va a morir”. Pero Dios tenía otros planes. Sobrenaturalmente
me conecté con el Ministerio El Rey Jesús, y allí aprendí el poder
de la oración. Comencé a orar por la salvación de mi hijo y a buscar
más de Dios. Aprendí sobre el poder de hacer un pacto con Dios,
y comencé a declarar una promesa sobre mi hijo. Durante uno de
los muchos pactos que hice, el Espíritu Santo me dijo: “¡Deja de
lamentarte! ¡Deja de llorar! Es hora de luchar por la vida de tu hijo.
Haz esto durante seis meses”. Obedecí esa instrucción y comencé a
guerrear por la vida de mi hijo, creyendo en las palabras que había
recibido del Espíritu Santo. Al cabo de seis meses, de la noche a la
mañana, mi hijo me llamó y me dijo: “Mamá, no sé por qué, pero
no quiero volver a tomar drogas”. En ese momento, supe que Dios
lo había liberado y había cumplido Su promesa.
Pero el testimonio no termina ahí. Resulta que, debido a las
drogas, los dientes de mi hijo se estaban cayendo. Sus encías se
estaban pudriendo. Oré por él, y ahora sus dientes están completa-
mente sanos. Dios hizo un milagro creativo. Estoy inmensamente
agradecida. Mi hijo era tan inestable, y su vida estaba en caos, pero
Dios me mostró Su fidelidad. Ahora mi hijo es una persona com-
pletamente diferente, está sano y sirve a Dios; ha sido restaurado
para Su gloria. Este era el avivamiento que estaba buscando en mi
familia.
Anita Plummer, de Coral Springs, Florida, EE.UU., fue diagnosti-

cada con una enfermedad cardiovascular que la mantuvo en tratamiento
durante siete años. Mientras leía uno de mis libros, ella fue liberada de
ataduras espirituales y, en el proceso, Dios sanó su corazón físico.
En 2012 me diagnosticaron una enfermedad cardíaca. Después de

haberme sometido a dos cirugías muy difíciles, el médico final-
mente me dijo que mi condición era incurable. Con esa noticia,
todo lo que me quedaba por hacer era confiar en Dios. En medio
de este momento difícil, alguien me regaló varios libros del apóstol
Guillermo Maldonado. Comencé a leerlos, y luego comencé a asis-
tir a la iglesia. Poco a poco el hambre de lo sobrenatural comenzó
a crecer dentro de mí y a causar un gran avivamiento en mi vida.
A medida que avanzaba en la lectura de los libros y asistía a una
Casa de Paz, Dios comenzó a hablarme. Mi mentor me profetizó
diciendo: “La próxima vez que vayas al médico, no encontrarán
nada malo en tu corazón”. Creí esas palabras, y cuando llegó el
día de ir al médico, el 25 de junio de 2019, el informe médico fue:
“Tienes un corazón nuevo”. ¡Un corazón nuevo! El médico me dijo:
“Es como si nada le hubiera pasado a tu corazón. No hay enfer-
medad, no hay debilitamiento”. ¡La sangre de Cristo y el poder de
Dios me sanaron! Era una situación imposible, pero Dios es mi
Sanador. ¡Que nadie más te diga que algo es imposible, porque
nada es imposible para nuestro Dios!
CAPÍTULO 11
CONDICIONES PARA EL AVIVAMIENTO
E l Espíritu Santo está llamando al avivamiento a aquellos creyentes del

remanente que anhelan el regreso de Cristo. (Vea, por ejemplo, Filipenses
3:20; 2 Timoteo 4:8). Sin embargo, hay condiciones para que el aviva-
miento sea desatado. Sabemos que cuando hacemos nuestra parte, Dios
fielmente hará la Suya. Por lo tanto, en este capítulo final, veremos las prin-
cipales condiciones que debemos cumplir para que venga avivamiento a la
iglesia de Cristo y para que haya una cosecha sin precedentes para el Señor.
Consideremos cada una de estas condiciones cuidadosamente y en oración.
RESPONDA A LA CONVICCIÓN DEL ESPÍRITU

En un capítulo anterior, hablamos de cómo la influencia y la mani-
festación de la corrupción moral de la humanidad aumentaría sustancial-
mente en los últimos tiempos. En nuestros días estamos viendo cómo esto
se desarrolla, tanto en la iglesia como en el mundo. La corrupción moral
ha llevado a las generaciones recientes a estar confundidas sobre lo que es
bueno y lo que es malo. En muchos aspectos de la vida, a lo que es malo
ahora se le llama bueno y viceversa. Pero la Biblia nos advierte: “¡Ay de los
que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de
las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” (Isaías
5:20).
187
Hoy en día, lo que el mundo llama “libertad de elección” con frecuen-

cia apunta a tomar una decisión moral que ofende abiertamente a nuestro
Padre celestial. La creencia que prevalece es que la gente debería hacer lo
que los hace “felices”, aun si es abominable para Dios. Esta mentalidad no
toma en cuenta si una acción o comportamiento es pecaminoso. Pecar es
violar la ley de Dios, errar el blanco, torcer el camino, contristar el corazón
de Dios ofendiéndolo en pensamiento, palabra y obra.
LIBRES DE PECADO
¿Cómo podemos ser libres de pecado y tener nuestra relación con Dios
restaurada? Arrepintiéndonos de corazón. Recuerde que arrepentirse es
reconocer que hemos hecho algo que desagrada a Dios, sentir una pro-
funda convicción de que está mal, y que no podemos seguir haciéndolo.
Solo cuando nos arrepentimos de todo corazón vamos a experimentar
un cambio real. Es por eso que, en este tiempo de oscuridad espiritual, es
importante para la iglesia continuar llamando al pecado exactamente como
lo que es, en vez de ignorarlo o disfrazarlo. De otro modo, no sabremos que
necesitamos arrepentirnos y recibir el perdón de Dios.
Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y

anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado.
(Isaías 58:1)
Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo,
pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predi-
que? (Romanos 10:13–14)
La convicción viene a nosotros a medida que el Espíritu Santo ilumina

nuestros corazones y mentes con la verdad. (Como veremos en la siguiente
sección, después de la convicción debería existir un profundo arrepenti-
miento). Sin el Espíritu Santo, no hay convicción de pecado. Cada vez que el
Espíritu Santo ilumine nuestras conciencias mostrando lo que es desagra-
dable a Dios, debemos aceptar Su convicción y rendirnos a Su corrección.
Como aprendimos en la parte I de este libro, estar bajo la convicción
del Espíritu no es lo mismo que experimentar sentimientos de culpa o
Condiciones para el avivamiento 189
condenación. La condenación nos acusa, nos juzga y separa de Dios; no

nos deja escapar de su círculo vicioso. En cambio, la convicción nos lleva al
conocimiento de nuestro verdadero estado espiritual con el propósito de
producir arrepentimiento, restauración con Dios y transformación. Una
vez más, la convicción a menudo va acompañada por un profundo senti-
miento de dolor en nuestro corazón por haber ofendido y desagradado a
Dios, y nos da la certeza de que debemos hacer un cambio inmediato para
volver a una relación correcta con Él.
Jesús dijo del Espíritu Santo: “Y cuando él venga, convencerá al mundo
de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí…”
(Juan 16:8–9). Tenemos que reconocer aquellos momentos en que el pre-
cioso Espíritu de Dios nos trae convicción, porque si no lo hacemos, nues-
tros corazones podrán endurecerse y no sentiremos más ese impulso del
Espíritu. Todos estamos en un proceso de rendir a Dios ciertas áreas de
nuestras vidas que no le agradan. Por lo tanto, no hagamos caso omiso de
la voz del Espíritu Santo, o nuestros corazones correrán el riesgo de no
escuchar Sus advertencias.
EXPERIMENTE PROFUNDO ARREPENTIMIENTO

La iglesia en su conjunto necesita un profundo y genuino arrepenti-
miento porque, como hemos ya analizado, ha estado espiritualmente dor-
mida, adoptando las tendencias del mundo, para buscar complacer más a
la gente que a Dios y atender más las demandas emocionales de las perso-
nas que la guía e inspiración del Espíritu Santo. Antes que exploremos lo
que es el arrepentimiento, veamos lo que no es arrepentimiento. No es lo
mismo que sentir remordimiento por algo que hicimos y que estaba mal.
Tampoco es confesar nuestros pecados (aunque el arrepentimiento viene
luego de haber reconocido y confesado nuestros pecados). Tampoco es solo
una decisión mental de cambiar, o una respuesta emocional, como llorar o
sentir temor por las consecuencias de nuestro pecado.
El arrepentimiento es algo más profundo y decisivo que todas esas
reacciones al pecado. Es la obra del Espíritu Santo en nuestros corazo-
nes. En el libro de los Hechos, después que Pedro y Juan sanaron en el
nombre de Jesús al hombre cojo de nacimiento que estaba en el Pórtico
de Salomón, los apóstoles llamaron a las personas al arrepentimiento,
diciendo: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vues-
tros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”
(Hechos 3:19). Note que, en la redacción de este verso, el arrepentimiento
precede a la conversión; es más, nuestros pecados son borrados debido a
nuestro arrepentimiento.
En términos espirituales, arrepentimiento significa dar la espalda y
alejarse de algo que desagrada a Dios: pecado, iniquidad, transgresión,
maldad, injusticia. Es el acto voluntario de dar una vuelta en U y cambiar
radicalmente de dirección, dejando de seguir la ruta de nuestros pecados
para seguir el camino del Señor. Lo que Jesús anunció a la gente de Galilea
hace más de dos mil años, nos lo vuelve a anunciar hoy: “El tiempo se ha
cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”
(Marcos 1:15). La palabra griega traducida como “arrepentíos” en este verso
es metanoeō, que significa “pensar diferente o después; i.e. reconsiderar
(mor. sentir compunción):—arrepentirse”. El arrepentimiento provocado
por el Espíritu Santo nos separa del pecado, de la transgresión, de la per-
versión moral y la maldad; nos separa de todo lo que entristece y desagrada
a Dios, y que nos corta de nuestra relación con Él. “¿O menosprecias las
riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benig-
nidad te guía al arrepentimiento?” (Romanos 2:4).
EL ARREPENTIMIENTO GENUINO ES UN CAMBIO TOTAL

DE MENTE Y CORAZÓN COMO RESULTADO DE
VER LA BONDAD DE DIOS.
Parte del arrepentimiento es la confesión, porque a través de la ella

admitimos expresamente la responsabilidad por nuestros pecados, mani-
festamos la necesidad de perdón en Cristo y declaramos nuestra dispo-
sición al cambio. La Biblia dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan
1:9). Después de confesar nuestros pecados, es necesario mantenernos lejos
de pecar. Nuestra voluntad juega un rol importante en este proceso; tene-
mos poder para elegir cómo queremos vivir. No importa cuántos ataques
demoniacos podamos experimentar, siempre tendremos el libre albedrío

para decidir si queremos ceder al pecado o resistirlo, y tenemos la habi-
lidad de clamar a Dios por ayuda. Satanás no puede actuar en contra de
nuestra voluntad, que es la habilidad que tenemos para escoger entre las
maldiciones o las bendiciones, la vida o la muerte, el cielo o el infierno.
Nuestra firme decisión de renunciar al pecado y obedecer a Dios, el arre-
pentimiento genuino, la sincera confesión de pecados a Dios, así como la
recepción de Su perdón, le quitarán al diablo el derecho de acceder y con-
trolar nuestras vidas.
EL ARREPENTIMIENTO NOS PONE EN EL CAMINO

A LA CONVERSIÓN VERDADERA,
LO QUE NOS LLEVA A UN CAMBIO TOTAL DE VIDA.
CONVIÉRTASE
La palabra conversión tiene un significado poderoso que es sinónimo
de transformación, que quiere decir cambiar de forma. Transformar sig-
nifica “hacer cambiar de forma o aspecto (i.e. la oruga se transforma en
mariposa); es hacer cambiar el carácter, las costumbres, etc., de una perso-
na”.101 En términos del reino de Dios, si no somos transformados, no somos
convertidos. El cambio es la evidencia de la conversión. Por ejemplo, una
persona vivía enojada todo el tiempo, pero un tiempo después, tras haber
aceptado a Cristo, comienza a exhibir un carácter tranquilo y silencioso,
incluso cuando es agraviada, hasta que su ira desaparece por completo. O,
alguien puede haber sido un mentiroso, borracho, traficante de drogas,
adúltero, fornicario o idólatra, pero después de recibir la salvación, ya no
es ese tipo de persona; ese individuo cambia y se transforma en una nueva
persona. Tal cambio significa que el Espíritu Santo trajo la convicción de
pecado a su vida y él o ella se arrepintieron genuinamente; como resultado,
se convirtieron.
101. WordReference.com, s.v. “transformar”, https://www.wordreference.com/definicion/

Transformar.
EVIDENCIA DE CONVERSIÓN
Por lo tanto, la verdadera conversión se nota claramente en el carác-
ter de uno. Hasta el día que el apóstol Pablo se convirtió, perseguía a los
cristianos y los encarcelaba. Pero, en el momento que tuvo un encuentro
directo con Jesucristo, su corazón fue iluminado por el Espíritu Santo, se
arrepintió de sus pecados y su vida cambió por completo. Pasó de perseguir
a los cristianos a ser perseguido por creer en Cristo y predicar el mismo
evangelio del reino que predicó Jesús. Cuando Pablo se convirtió, Jesús lo
envió a predicar a los gentiles (no judíos, paganos y extranjeros):
Ahora te envío [a los gentiles], para que abras sus ojos, para que se
conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios;
para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia
entre los santificados. (Hechos 26:17–18)
La pasión y el compromiso de Pablo con su nueva misión de vida refleja

la autenticidad de su conversión.
CUANDO NOS ARREPENTIMOS SINCERAMENTE,

EXPERIMENTAMOS VERDADERA CONVERSIÓN.
PERDÓN Y CONVERSIÓN
La Biblia nos enseña que una vez que Dios perdona nuestros pecados,
Él los olvida. Usted podría preguntarse: “¿Cómo puede un Dios omnis-
ciente olvidar nuestras ofensas tan fácilmente?” La respuesta nos la da Dios
mismo en Isaías 43:25: “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de
mí mismo, y no me acordaré de tus pecados”. Además, el libro de Hebreos
explica cómo el sacrificio de Jesús en la cruz, por el cual fuimos libera-
dos del pecado, fue un sacrificio de “una vez para siempre” (Hebreos 7:27;
9:12; 10:10). A diferencia del sistema sacrificial del Antiguo Testamento,
que ordenaba ofrecer cada año sacrificios de animales para expiar (tapar de
forma temporal) los pecados del pueblo, Jesús, con Su sacrificio en la cruz,
pagó por todos los pecados de la humanidad de una vez y para siempre. En
Hebreos 10:14 leemos: “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siem-
pre a los santificados”. Unos cuantos versos más abajo, el autor de Hebreos
cita a Dios diciendo: “Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresio-
nes” (Hebreos 10:17).
Esto significa que una vez que Dios perdona nuestros pecados, estos
son borrados para siempre. Nosotros que antes fuimos pecadores, ahora
hemos sido hechos justos por la sangre de Cristo. Esto no significa que a
veces no tengamos que pagar las consecuencias de nuestros pecados, espe-
cialmente si esos pecados afectaron las vidas de otros. Sin embargo, sí esta-
blece que, delante de Dios, hemos sido lavados y podemos una vez más
tener una relación genuina con Él. Una vez que usted ha sido perdonado,
no le permita al enemigo acusarlo otra vez o volver a traer culpa a su vida.
Desde el momento en que Dios lo perdona, usted es libre. La sangre de
Jesús ha borrado sus transgresiones, y usted está en camino hacia su verda-
dera conversión.
Sin embargo, permítame advertirle que, aunque usted ha sido perdo-
nado por Dios y es libre de la opresión del pecado, Satanás no se rendirá
fácilmente y tratará de atacarlo. El enemigo buscará hacerlo volver a su
pecado de diferentes maneras. Puede que la gente a su alrededor trate de
recordarle su pasado para sembrar culpa en su corazón y busque conven-
cerlo de que su transformación es una mentira. Vendrán tentaciones a su
vida para empujarlo a caer nuevamente en las mismas transgresiones pasa-
das, o en pecados peores. Pero ahora que ha recibido a Cristo, el Espíritu
Santo vive dentro de usted para empoderarlo, y Jesús está a su lado para
defenderlo. (Vea, por ejemplo, Romanos 8:26–27; Hebreos 7:25). No
importa qué es lo que quiera venir en su contra, usted tiene que aferrarse al
perdón que Dios ya le ha otorgado. No debe seguir pidiendo perdón por un
pecado que ya ha sido perdonado. Recuerde que cuando Jesús murió, todos
sus pecados murieron con Él; pero cuando Él resucitó de entre los muertos,
usted también se levantó para una nueva vida en Cristo.
HUMÍLLESE
La mayoría de personas considera que el acto de humillarse tiene una
connotación negativa porque, en su experiencia, aquellos que se humi-
llan a sí mismos son maltratados por sus compañeros y por quienes están
en niveles de autoridad, como los padres, maestros, jefes y gobernantes.

Cuando las personas son humilladas por la burla o el abuso de otros, esto
viola la dignidad que Dios mismo ha puesto en ellas como seres humanos
hechos a Su imagen. Quienes han sido humillados de esta manera encuen-
tran muy difícil rendir su voluntad a cualquiera, incluyendo a Dios. Ellos
necesitan darse cuenta de que la humildad que Dios pide como condición
para un avivamiento no tiene nada que ver con que sus derechos sean piso-
teados o violados, sino más bien con reconocer su necesidad de Él y renun-
ciar a su orgullo, ego, voluntad propia y arrogancia. Significa rendirse al
amor y a los mandatos de Dios, que han sido instituidos para nuestro bien.
Desafortunadamente, muchas personas han construido su identidad sobre
el orgullo, más que en el entendimiento de que son hijos y herederos de
Dios y coherederos junto con Cristo (vea, por ejemplo, Romanos 8:16–17),
y se resisten a rendirse al Señor.
Humillarnos delante de Dios es una señal de total dependencia de
Él. Es un acto de la voluntad, y es la puerta de entrada a la presencia de
Dios. No hay sustituto para la humildad porque “Dios resiste a los soberbios,
y da gracia a los humildes” (Santiago 4:6). Así, para muchas personas los
mayores obstáculos para arrepentirse son sus heridas y su orgullo; para
ellos, humillarse es un acto de debilidad. El orgullo oculta nuestra ver-
dadera condición porque queremos preservar una imagen falsa de noso-
tros mismos, a cualquier precio. Sin embargo, Dios —que nos conoce por
completo y entiende cómo funcionamos, porque Él nos creó— quiere que
nos humillemos voluntariamente. Esa es la clave para ser perdonados, para
comprender y recibir nuestra identidad como hijos de Dios y para vivir en
verdadera y completa libertad.
LA HUMILDAD SIEMPRE ATRAERÁ A DIOS,

PERO EL ORGULLO LO ALEJARÁ.
La mejor manera de humillarse a sí mismo es examinar su corazón

y reconocer su propia condición de orgullo. Como describí previamente,
cuando las personas no se humillan a sí mismas, Dios las humillará: “Porque
cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido”

(Lucas 14:11). Esta humillación por parte de Dios no solo se producirá
dentro de la iglesia, sino también en el mundo, entre los inconversos. Los
que han rechazado al Mesías no serán llevados por Él en el rapto y sufri-
rán el juicio en Su segunda venida. Por lo tanto, este es el tiempo de escoger
entre la muerte eterna y la vida abundante que Dios nos ofrece. Si quere-
mos un avivamiento que nos lleve a la salvación, restauración y verdadera
conversión, tenemos que deshacernos del orgullo y humillarnos delante de
Dios, para que Él pueda sanar nuestros corazones y transformarnos por
completo.
DESARROLLE HAMBRE DIVINA

¿Está usted satisfecho con el cristianismo tradicional o anhela aviva-
miento? ¿Está usted contento con leer la Biblia como un libro de historia,
o está hambriento por recibir revelación de la Palabra viva? Si usted quiere
religión y tradición, en el mundo hay bastante de ambas, pero le advierto
que lo mantendrán en una atmósfera espiritual muerta. Para recibir un
avivamiento del Espíritu Santo tenemos que estar espiritualmente ham-
brientos. Dios no derramará Su Espíritu sobre gente que no anhela Su
presencia desesperadamente. Tristemente, tengo que admitir que aún no
he visto un hambre espiritual intensa entre los creyentes, excepto en unas
pocas ocasiones. La gente tiene que saber que el avivamiento no viene solo
por la fe, simplemente creyendo que puede pasar. Si usted revisa el resu-
men de los avivamientos históricos en el capítulo 7, notará que cada avi-
vamiento comenzó con gente que tenía hambre de Dios; gente que clamó,
oró, ayunó y pagó un alto precio espiritual para ver ese avivamiento. Esa
hambre aumenta nuestra capacidad de llenarnos del Espíritu Santo; nos
lleva a realizar actos desesperados para acercarnos a Dios, para pagar un
precio que nunca imaginamos pagar, para rendir todo con el fin de experi-
mentar un derramamiento del cielo.
SOLO UN HAMBRE DESESPERADA POR LA MANIFESTACIÓN

DEL ESPÍRITU SANTO TRAERÁ EL AVIVAMIENTO DE LOS
ÚLTIMOS TIEMPOS A NUESTRA GENERACIÓN.
ORE Y AYUNE
El origen de prácticamente todo lo que Dios hace entre Su pueblo
en la tierra se encuentra en la oración y el ayuno. La oración es como un
imán que atrae todo lo que Dios quiere darles a Sus hijos. También es la
que traerá el mayor avivamiento de la historia desde el derramamiento del
Espíritu en Pentecostés. La oración es la que acelerará el tiempo de la apa-
rición de Jesús.
¡Es tiempo de orar, ayunar y humillarnos en la presencia del Señor!
Nuestras oraciones no volverán vacías, sino que moverán el cielo a nuestro
favor. La Biblia está llena de ejemplos de movimientos sobrenaturales que
fueron provocados por la oración. Por ejemplo, cuando Josué oro, “el sol se
detuvo” hasta que venció a sus enemigos. (Vea Josué 10:12–13). Cuando
Elías oro, cayó fuego del cielo y consumió el holocausto, y los profetas del
falso dios Baal fueron derrotados (vea 1 Reyes 18:30–40); luego, por inter-
cesión del mismo profeta, Dios envió una “lluvia torrencial” para poner
fin a una época de grave sequía (vea 1 Reyes 18:41–46). Jesús oró al Padre
para que Sus discípulos fueran guardados de las asechanzas del mundo
(vea Juan 17:9–11), y hay incontables ejemplos más de las respuestas a Sus
oraciones, hasta el día de hoy.
EL GRAN AVIVAMIENTO DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS VENDRÁ

CUANDO LA IGLESIA DOBLE SUS RODILLAS EN ORACIÓN Y AYUNO.
BUSQUE SUPREMA ALABANZA Y ADORACIÓN

Muchos creyentes desconocen el principio divino por el cual Dios se
mueve primero en la dimensión del sonido. Para ponerlo de manera senci-
lla, el universo entero fue creado al mandato de la voz de Dios, y el sonido
de Su voz siempre precederá Sus obras. Por eso, el tipo de alabanza que los
cristianos le dan cuando se reúnen para adorarlo es muy importante. Dios
quiere que toquemos y cantemos melodías que provengan de Su Palabra
y Su Espíritu, que traigan la atmósfera del cielo a la tierra, que lleven el
sonido del avivamiento. Por lo tanto, debemos remover la vieja atmósfera
cargada de melancolía del pasado y traer una nueva atmósfera donde el

Espíritu Santo pueda moverse en libertad.
Las victorias pasadas son buenas, pero ya pasaron. Hoy, Dios está
haciendo algo nuevo. Hay nuevas almas que ganar y nuevos territorios que
conquistar para el reino de Dios. Nuestra alabanza y adoración no puede
ser convencional, ritualista, aburrida o plana. Por el contrario, debe incluir
nuevos cánticos espirituales con contenido profético que desaten el movi-
miento del Espíritu entre Su pueblo; una alabanza y adoración que siem-
pre esté en ascenso, que lleve a la gente a la presencia de Dios y traiga Su
presencia a la gente, que invite a un derramamiento del Espíritu. Esa es la
suprema alabanza y adoración que nos llevará al avivamiento.
DIOS SE MUEVE EN LA DIMENSIÓN DEL SONIDO,

Y EL UNIVERSO ENTERO FUE CREADO AL SONIDO DE SU VOZ.
HAGA DECLARACIONES PROFÉTICAS

Como indiqué anteriormente, todos los movimientos del Espíritu
requieren la edificación de una atmósfera espiritual. Eso ocurre no solo a
través de nuestras oraciones, ayuno y adoración, sino también a través de
nuestras declaraciones proféticas. Todos estos elementos, juntos, crean un
“momentum” o un impulso espiritual que, en su clímax (en su momento
culminante), activa el avivamiento. Cuando continuamente hacemos decla-
raciones proféticas basadas en la Palabra de Dios y en la revelación de Su
Espíritu, estas declaraciones se acumulan como una masa de poder espiri-
tual. Mientras más gente alimente esa atmósfera, más cerca estaremos de
un derramamiento. Cuando la copa de oración, ayuno, adoración y profecía
llegue a su punto culminante, inevitablemente habrá un derramamiento
del Espíritu y vendrá algo nuevo.
LA ATMÓSFERA DEBE SER PROPICIA AL ESPÍRITU

DE DIOS PARA QUE HAYA AVIVAMIENTO.
Toda atmósfera espiritual que construyamos debe ser propicia para

el avivamiento. Si no lo es, el Espíritu Santo no se moverá trayendo ese
despertar. De alguna manera, la iglesia tiene que provocar el avivamiento
siendo activa en la oración, la intercesión, la alabanza, la adoración y las
declaraciones proféticas. Las proclamaciones proféticas del Espíritu en el
ahora —sumadas a lo que declaran la profecía bíblica y las profecías dadas
a lo largo de los siglos y que aún no se han cumplido— impulsarán el avi-
vamiento de los últimos tiempos y la venida de Cristo, “a quien de cierto es
necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las
cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde
tiempo antiguo” (Hechos 3:21).
TIEMPOS DE REFRIGERIO
Regresemos al tema de Hechos 3:19: “Así que, arrepentíos y convertíos,
para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del
Señor tiempos de refrigerio”. Aquí la palabra “borrar” significa “desvanecer” o
“eliminar”. Es “hacer que desaparezca totalmente una cosa”.102 Cuando nos
arrepentimos, el Señor borra todos nuestros pecados y nos convertimos
en nuevas criaturas en Su presencia. La expresión “tiempos de refrigerio” se
refiere a un estado de absoluta confianza y reposo en la presencia de Dios.
Dios está restaurando Su presencia en medio de Su pueblo. La pala-
bra griega traducida como “refrigerio” en el versículo anterior es anapsyxis,
que significa “recuperar el aliento, o sea, avivamiento (en sentido figurado)”.
Cuando nos arrepentimos y experimentamos una verdadera conversión,
tiempos de refrigerio, avivamiento y descanso vienen a nuestra vida perso-
nal, familiar y ministerial. Por tal motivo, durante los últimos tiempos la
iglesia estará en descanso, mientras que el mundo estará sumido en caos y
confusión.
Es hora de ceder a toda convicción que el Espíritu Santo traiga a nues-
tro corazón. Si no nos arrepentimos de nuestras transgresiones e iniqui-
dad, continuaremos en un ciclo de pecado. ¿Esconde en su corazón un
sentimiento profundo de haber ofendido a Dios? ¿Qué pecado personal o
familiar puede el Espíritu Santo estar trayendo a su mente y corazón para
que pueda arrepentirse en este momento? Le pido al Señor que Su Santo
102. WordReference.com, s.v. “borrar”, https://www.wordreference.com/definicion/borrar.
Espíritu ilumine su conciencia y le traiga convicción de pecado. Cuando

esto suceda, ríndase a esa convicción, arrepiéntase, confiese su pecado y
vuélvase al Señor. Esa es la condición para que Dios traiga un avivamiento
a su vida que incluya los “tiempos de refrigerio” prometidos en Su Palabra.

Hace unos años, después de mucha oración, el Señor nos abrió las
puertas para llevar a Sudáfrica el avivamiento que está ocurriendo en nues-
tro ministerio. Entre los miles de testimonios que escuchamos y registra-
mos allí, quiero compartir la historia de dos jóvenes que fueron activados
no solo por las enseñanzas e imparticiones del poder sobrenatural de Dios
a través de nuestro ministerio, sino también a través de nuestros materiales
de discipulado, tales como libros y videos. Después de pasar años en igle-
sias espiritualmente secas, finalmente pudieron ver fluir el poder de Dios a
través de sus vidas.
Mi nombre es Pastor Wayne y he visto a Dios obrar milagros,

señales y maravillas. Él ha hecho tanto a través de la búsqueda
en oración de los miembros de nuestra congregación, que ha sido
una experiencia que ha cambiado por completo mi perspectiva de
lo sobrenatural. En nuestras reuniones de oración hemos venido
enseñando con el material del Ministerio El Rey Jesús. Como
resultado, hemos podido experimentar no solo el poder de Dios,
sino también algo tangible que Él está haciendo. Un día oré a la
orilla de un río que había estado seco durante más de cincuenta
años y, dos meses después, el río estaba lleno de agua. Dios real-
mente ha hecho mucho más de lo que llegamos a imaginar y hemos
podido ver el poder de Su amor por Su pueblo.
Mi nombre es Petrus Mashwele, y estoy muy agradecido con

Dios por todo lo que ha hecho. He podido presenciar Su poder
en una nueva dimensión, lo que verdaderamente ha provocado un
gran avivamiento. Solía asistir a una iglesia muerta; pero sucedió
que muchos de los miembros tuvieron un encuentro con Dios y
llegó una nueva ola de Su poder. Después de leer los libros del
Apóstol Guillermo Maldonado nos activamos para movernos en
lo sobrenatural. Por ejemplo, tenemos el caso de una persona con

VIH, a quien la ministramos y fue sanada por el poder de Dios.
En otro ejemplo, una mujer que no tenía trompas de Falopio, pudo
concebir. Hoy tiene un bebé en sus brazos gracias a nuestras ora-
ciones y a la convicción de que Dios sigue haciendo milagros. ¡Ha
habido tantos milagros, señales y maravillas! ¡Es grandioso ver que
Dios todavía sana a la gente! Estamos agradecidos de ser parte de
este movimiento y esperamos con ansias el gran avivamiento que
está por venir.
El apóstol Israel Daniels y su esposa, Courtney, vivían en los Estados

Unidos cuando Dios los llamó a plantar un ministerio en Sudáfrica.
Después de su traslado, se conectaron con nuestro ministerio y comen-
zaron a ver que el avivamiento y la transformación también se manifesta-
ban en su ministerio. ¡Cosas tremendas están sucediendo en esa parte del
mundo!
Mi nombre es Israel Daniels. Yo era musulmán, pero el Señor

me salvó y me sacó de esa religión. Hace siete años el Señor nos
dijo a mi esposa y a mí que nos mudáramos a Ciudad del Cabo,
Sudáfrica, que se encuentra en la costa suroeste del país. Fuimos
en obediencia a Dios y entonces empezaron a suceder cosas sobre-
naturales, incluyendo milagros, así como un cambio en nuestro
ministerio. De repente, personas con SIDA empezaron a ser sana-
das. ¡Tenemos la documentación de antes y después!
Hace siete meses el Señor nos habló mientras orábamos y ayu-
nábamos. Nos dijo que, en este punto de nuestro ministerio, y
debido a las naciones que nos estaba entregando para ser ganadas
para el evangelio, necesitábamos someternos a una cobertura espi-
ritual. Entonces, fuimos al Ministerio El Rey Jesús buscando la
cobertura del Apóstol Maldonado. Después de conectarnos con el
ministerio del Apóstol a través de la Internet, empezamos a notar
una diferencia.
Un día mi esposa y yo estábamos atendiendo una clase en línea
de la Universidad del Ministerio Sobrenatural en nuestra habi-
tación. Y en un momento dado, el Apóstol Maldonado estaba
ministrando y dijo: “Los lugares, las personas y las cosas te res-

ponderán”. Estábamos recibiendo revelación desde la presencia de
Dios, y de repente grité: “¡Kenia!” Mi esposa pensó que íbamos
a viajar a Kenia. Cuatro días después, recibí un mensaje a través
de Facebook de alguien que me dijo que había estado mirando
nuestras publicaciones y que tenía propiedades en Kenia (escue-
las, hospitales y más). Todo lo que teníamos que hacer era plantar
una iglesia allí. Mi esposa y yo fuimos a Kenia hace unos meses
y, para la gloria de Dios, estamos plantando una iglesia allí. Dios
nos está dando las naciones. Hemos visto cómo Él se mueve pode-
rosamente en el Ministerio El Rey Jesús y estamos llevando ese
avivamiento a varios países.
CONCLUSIÓN: UN TIEMPO DE CONSAGRACIÓN
E stamos viviendo tiempos de sacudimiento que conducirán a un mover

sin precedentes del Espíritu Santo, en avivamiento y admirables manifesta-
ciones de la gloria de Dios. En el mundo de hoy estamos viendo el cumpli-
miento de señales de los últimos tiempos —tales como plagas (epidemias y
pandemias), guerras y rumores de guerra— que apuntan al juicio de Dios
y a la venida del Señor. Sin embargo, para la iglesia de Cristo, las señales
que apuntan a la venida del Señor son diferentes a las del mundo; las nues-
tras incluyen “tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19), grandes avivamientos y
cosechas. Para la iglesia, Cristo viene como Redentor; pero para el mundo,
Él viene como Juez.
Oro para que cada persona que lea este libro comience a caminar en
obediencia a la santa Palabra de Dios. Oro que usted camine en el temor
del Señor. Oro para que el Padre celestial lo establezca como uno de Sus
testigos en los últimos tiempos y reciba un avivamiento en su vida, en la
vida de su comunidad y de su nación como nunca lo ha experimentado.
Hoy profetizo que habrá varios tipos de portales sobre los Estados
Unidos y otras partes del mundo. En algunos lugares, habrá un enorme
portal que cubrirá una gran zona geográfica; en otros lugares, habrá un
portal más pequeño como si fuera una puerta; aun en otros, el portal será
un solo creyente. Lo importante es que estos portales darán a las personas
acceso a la Fuente de donde fluye el poder de la resurrección. El Espíritu
202
Conclusión: un tiempo de consagración 203
Santo realizará actos soberanos de Dios, desatará avivamientos en muchos

lugares al mismo tiempo. Dondequiera que haya portales de cualquier
tipo, habrá cielos abiertos a través de los cuales el poder de Dios fluirá en
avivamiento.
Veo en el Espíritu que la luz de Dios en esos lugares de avivamiento
crecerá; después, esa luz comenzará a multiplicarse. De repente, todos los
estados de los Estados Unidos tendrán la manifestación de una faceta del
Espíritu Santo. Habrá diferentes énfasis según el lugar y la gente en parti-
cular, lo que hará que cada avivamiento sea distinto. No serán uniformes
ni metódicos. Veo que, al final de este último avivamiento de la era de la
iglesia, las luces individuales convergerán repentinamente en un lugar, y
cada creyente del remanente se convertirá en uno en el Espíritu y en Su
poder divino. Este avivamiento de los últimos tiempos será global. Reitero,
no será como otros avivamientos, sino que será algo totalmente nuevo.
EL AVIVAMIENTO NOS DEVOLVERÁ COMPLETAMENTE

A LA PRESENCIA DE DIOS Y RENOVARÁ
NUESTRA RELACIÓN CON ÉL.
EL RUGIR DEL AVIVAMIENTO

Recientemente, el profeta Tracy Cooke le dio al Ministerio El Rey
Jesús una palabra de parte de Dios:
Vi un montón de autobuses, uno tras otro, dirigiéndose a la iglesia;

estaban llegando. Vi miles de personas entrando; eran tantas que
no cabían; no había más espacio en el templo. En la visión, el Señor
mostró que hay que buscar otro lugar. Vi al León de Judá rugiendo
dentro del templo. Había una nube sobre la gente. Las palabras
están cambiando sobre esta casa. El aliento del Espíritu Santo
está soplando. El Señor dijo: “Estoy rugiendo desde esta casa al
mundo entero. Estoy rugiendo avivamiento en esta casa”. Dentro
de la iglesia, vi [Su] mano como una nube. Por alguna razón, [esta]
golpeó más fuerte el lado derecho que el izquierdo. Vi que tres

ángeles se acercaban al altar. El poder era cada vez más fuerte, y
la gente estaba recibiendo un rompimiento financiero. Dios estaba
haciendo algo con sus familias.
Esta visión del avivamiento tardará meses o quizás años en materia-

lizarse. Es nuestro trabajo prepararnos para el avivamiento de los últimos
tiempos mediante el arrepentimiento, la oración, la adoración, las ofrendas,
etc. Dios nos dio esta visión y palabra profética para traer avivamiento del
cielo a la tierra a través de la oración. Por lo tanto, para nosotros, estos son
tiempos de consagración, ayuno y búsqueda del Señor, porque queremos
que nuestra iglesia sea un portal de avivamiento para los Estados Unidos
y para muchas otras ciudades y naciones de la tierra. Usted también tiene
el llamado a prepararse para el avivamiento de los últimos días, a seguir lo
que el Señor le guíe a hacer, y a consagrar su vida para preparar el regreso
del Señor.
ORACIÓN DE RESTAURACIÓN
Si le interesan los temas espirituales, pero aún no se ha identificado
como parte de la novia de Cristo —si el dolor, la amargura o las distrac-
ciones lo han alejado de la casa de Dios—, hoy el Señor quiere sanar su
corazón y restaurarlo como miembro de Su remanente elegido. ¿Por qué su
corazón necesita ser sanado? Porque si no está abierto a ser transformado,
la condición de su vida será peor. “El que es injusto, sea injusto todavía; y el
que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia
todavía; y el que es santo, santifíquese todavía” (Apocalipsis 22:11).
El Espíritu Santo nos trae momentos de convicción para revelar nues-
tro estado espiritual y llevarnos al arrepentimiento y la conversión. Si usted
reconoce que se ha alejado de Dios, su Padre celestial lo está llamando y
esperando con los brazos abiertos, listo para perdonarlo, sanarlo y llenarlo
de Su Espíritu. Si no reconoce que está alejado de Dios o se niega a cambiar
sus costumbres pecaminosas, es porque su terca voluntad se está interpo-
niendo en el camino de la restauración que necesita; está bloqueando la
obra de Dios en su vida. Si prefiere ceder a la tentación, es señal de que
se está alejando del Señor, porque el diablo solo puede tentarlo con lo que
observa que usted desea. Cuando las personas comienzan a comprometer
Conclusión: un tiempo de consagración 205
principios, el pecado viene fácilmente. Si continúan cometiendo los mismos

pecados, diciéndose a sí mismos que hacerlo no tiene importancia, se están
alejando de la presencia de Dios y del llamado para sus vidas. Nadie que
practica el pecado puede entrar al cielo. Si cree que es salvo, pero no le pre-
ocupa pecar, ha caído en un engaño; su conciencia está cauterizada porque
no puede resistir al mal. ¡Ha comprometido la verdad y necesita arrepen-
tirse ahora! Recuerde, si usted no se juzga a sí mismo, después será juzgado
por Dios, y no habrá oportunidad de arrepentimiento. ¡Ahora es el tiempo!
Permítame hacer una oración por usted ahora mismo:
Padre, en el nombre de Jesús, ato todo espíritu enemigo que lleva

a Tus hijos a alejarse de Ti, a desviarse de Tu santidad y verdad.
Ato espíritus de lujuria, perversión y rebelión. Libero la voluntad
y las emociones de Tus hijos de toda influencia de la carne y del
enemigo. Rompo toda influencia negativa sobre sus almas. Ato los
espíritus que se encuentran en la atmósfera de sus hogares, en sus
relaciones familiares y todas sus demás asociaciones. Ato la obra
de iniquidad en sus vidas; ato el espíritu de orgullo y el espíritu que
se rebela contra la verdad en sus almas. ¡Se rompen! ¡Se rompen!
¡Se rompen, en el nombre de Jesús! Libero a los lectores de toda
cautividad con la que han estado luchando. Y ahora, desato sobre
ellos un celo santo por la verdad, para que no comprometan los
principios del reino. Los libero en el nombre de Jesús. Las estrate-
gias del diablo para alejarlos de Ti Señor Jesús han sido anuladas.
Espíritu Santo, ven ahora con aceite fresco y toca cada parte de
sus vidas que aún no te han rendido. Toca Señor sus corazones.
Declaro que, a partir de este día, dejarán de apartarse de Ti y vol-
verán a Tus brazos y a Tu presencia. ¡Amén!
Dios reparará cada área de su alma que haya sido herida. Él avivará
su espíritu y hará que sea parte del remanente, esa iglesia gloriosa por
la cual Cristo viene pronto. Le exhorto a buscar la presencia del Dios
Todopoderoso, a caminar sobriamente en santidad y a vivir con rectitud
ante el Señor. Oro para que desee apasionadamente agradar a Dios e inter-
ceda para que Él traiga el avivamiento final del Espíritu Santo sobre todos
los pueblos de la tierra, para que así “se doble toda rodilla […] y toda lengua
confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:10–
11), y para que se acelere el cumplimiento de la palabra en Apocalipsis
11:15 que dice: “Los reinos de este mundo han venido a ser de nuestro Señor y
de Su Cristo y Él reinará por los siglos de los siglos.” ¡Amén!
ACERCA DEL AUTOR
E l Apóstol Guillermo Maldonado es el pastor principal y fundador del

Ministerio Internacional El Rey Jesús, en Miami, Florida, una iglesia mul-
ticultural, considerada como una de las de más rápido crecimiento en los
Estados Unidos. El Ministerio El Rey Jesús está fundado en la Palabra de
Dios, la oración y la adoración, y actualmente tiene una membresía de más
de 18 mil personas en los Estados Unidos, incluyendo la iglesia principal en
Miami, sus sedes, iglesias hijas y la iglesia en línea. El Apóstol Maldonado
también es padre espiritual para más de 400 iglesias en 60 países, incluyendo
Estados Unidos, América Latina, Europa, África, Asia y Nueva Zelanda,
las cuales forman la Red Global Sobrenatural, que representa a más de
705 mil personas. También es fundador de la Universidad del Ministerio
Sobrenatural (USM). La edificación de líderes de reino y las manifestacio-
nes visibles del poder sobrenatural de Dios distinguen a este ministerio, así
como el número de sus miembros que constantemente se multiplica.
El Apóstol Maldonado es un escritor con récord de ventas a nivel nacio-
nal, que ha escrito y publicado más de cincuenta libros y manuales, muchos
de los cuales han sido traducidos a otros idiomas. Sus libros con Whitaker
House incluyen Jesús regresa pronto, Creados para un propósito, Oración de rom-
pimiento, Ayuno de rompimiento, Una vida libre de estrés, Cómo caminar en el
poder sobrenatural de Dios, La gloria de Dios, El reino de poder, Transformación
sobrenatural, Liberación sobrenatural y Encuentro divino con el Espíritu Santo,
todos los cuales están disponibles en inglés y español. Además, predica el
mensaje de Jesucristo y Su poder redentor en su programa internacional de
televisión, Lo sobrenatural ahora. El Apóstol Maldonado tiene un doctorado
en consejería cristiana de Vision International University y una maestría en
teología práctica de Oral Roberts University.
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